Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

28
Traducción: Callie http://namelesssense.com/ https://www.facebook.com/Namelesssense

description

el comienzo de la historia de este duo de detectives

Transcript of Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Page 1: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Traducción: Callie

http://namelesssense.com/ https://www.facebook.com/Namelesssense

Page 2: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Caso de Suicidio en el Techo de la Preparatoria Akebi

———Ahora bien, por favor discúlpame, pero me adelantaré un poco.

Capítulo Uno: Déjame Ir A Hacerte Un Poco De Café El primer domingo de Mayo. Temprano por la mañana. Ya que tenía algo de lo que hacerme cargo especialmente, cargaba un lienzo y materiales de pintura bajo mi brazo hacia el techo. Tenía la sensación de que sería capaz de pintar una linda pintura desde ahí arriba. Ya había decidido mi modelo, justo desde el principio. Sin embargo, ya que sabía que esa persona nunca aceptaría ser mi modelo incluso aunque le preguntara, no tenía opción más que confiar en mi memoria y solamente dejar que el pincel tomara su curso. Era algo triste de hacer, pero de esa manera, podía pintar en cualquier lugar que quisiera. ¿Y no sería genial el pintar en el techo para un cambio de aires? Y así, con esa lógica, yo, Hanamoto Hibari, me dirigía hacia las escaleras del edificio escolar. Ya que había despertado especialmente temprano para esto, quería usar mi tiempo de manera eficiente. Eran las 5:30 de la mañana. No podía haber mañana más temprano que esto. Y con eso en mente, bostecé. Era mi primera vez viniendo a la escuela tan temprano, así que estaba un poco nerviosa. Aunque aún así era capaz de bostezar. Frente a las puertas, el viejo intendente había estado haciendo ejercicios matutinos de radio, pero durante todo el camino, no había pasado ni a un solo estudiante. En el rellano de la escalera, había una cantidad ridícula de carteles hechos a mano pegados por todas partes. Club de Drama. Club de Orquesta. Club de Fotografía. Club de Ceremonia del Té. Debate. Judo. Kendo. Tiro con arco. Otros estos y aquellos. Un número interminable de estos y aquellos.

Page 3: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Y cada simple cartel, estaban las palabras “Festival Akebi” imprimidas en ellos. Antes de que explique qué es el Festival Akebi, déjame dar una breve explicación acerca de la escuela a la cual asisto. Preparatoria Privada Akebi. Fue fundada hace 40 años. La población estudiantil se compone de hombres y mujeres, los cuales vienen a ser alrededor de 800 estudiantes. Incluyendo clubes, hay muchas actividades extracurriculares; incluso yo no sé cuantas hay exactamente. Por cierto, yo estoy en el Club de Arte. El lema de nuestra escuela es “diligencia, amistad, y pasión”. Para representar el significado de esas tres palabras, la bandera de la escuela está decorada con los colores plata, oro y hojas escarlata. Y ahora, finalmente, el Festival Akebi es lo que usualmente todos llaman el festival cultural que toma lugar en la Preparatoria Akebi cada año en Mayo. Durante el período previo al festival, la batalla de atracciones entre cada club individual en la escuela llega a su punto máximo. Básicamente, es una batalla por territorio con carteles. También, cada club tiene que idear su propio proyecto para el festival, y el hecho de que todos anuncian en todos lados muestra cómo es completamente irregular dentro de la escuela. Desde que fue fundada, mi escuela corre con el espíritu de la preparatoria. Y ya que no puede ser controlado una vez que todos están emocionados, incluso la facultad de la escuela ha dejado de tratar de contener a los estudiantes. Parece ser que el tema sobre suprimir las excesivas actividades y la libertad de expresión han sido debatidos en la escuela por muchos años. Ágilmente, pasé sobre algunos equipos y piezas de sillas apiladas en medio de las escaleras.

— ¡Pintaré genial en un ambiente…. fresco! Abrí la puerta de la azotea con entusiasmo y fui recibida con un viento frío en mis mejillas. Estaba fresco al ser tan temprano en la mañana. Para el Festival Akebi, cada miembro del Club de Arte había decidido exhibir al menos un trabajo suyo. Sin embargo, yo aún tenía que presentar uno solo. La razón de ello era porque mi modelo no había querido cooperar, pero mi falta de habilidad artística influyo también en gran parte en ello. Con eso en mente, podría haber sido un poco ingenioso de mi parte el venir al techo, pensando que un cambio de ritmo podría resolver las cosas.

Page 4: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Hacia frío. Entrecerré mis ojo mirando hacia el cielo de la mañana, el cual trajo la salida del sol unos momentos antes.

— ¡Achoo!—, estornudé. Tal vez debería de volver al salón, después de todo. Mientras pensaba eso, bajé mi mirada hacia el suelo. Y ahí——

— ¿…..Eh?

En el centro del techo, una estudiante había colapsado en el gris concreto. Sin pensarlo, tire mi lienzo. Sangre. Había un charco de sangre en el suelo. Extendiéndose desde su cabeza como si fuera el centro… Debía de ser mi imaginación de que sus brazos estuvieran doblados en la dirección contraria. La estudiante estaba usando solamente una zapatilla. No, solamente una zapatilla se le había caído. Su otro zapato estaba en el suelo bastante lejos de ella. Era un detalle sutil. Una vez que había pensado en ello de esta manera, no podía verlo de otra manera. Miré hacia arriba. Hice exactamente eso, mirando hacia arriba directamente sobre el cuerpo colapsado de la estudiante

— ¿… Se cayó? No había nada más que el cielo el cual ahora estaba volviéndose azul. Pero aún así, ella había caído. Directamente del cielo.

—¡Saho! Como me precipité hacia abajo, grité el nombre de mi amiga.

Page 5: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Ese día después de la escuela, fui llamada a la Oficina de Orientación. La razón, por supuesto, fue la estudiante que había colapsado en el techo. Ahí, mi tutora, Kurotani, y el director de la escuela estaban esperando, y ambos me dijeron a mí, « No le cuentes a nadie más acerca de lo que le sucedió a Amemura. » Amemura Saho. Una chica callada con buenas calificaciones, la estudiante de honor modelo, y parte del Club de Jardinería. Ella está en segundo año igual que yo, y aunque estamos en diferentes clases, somos amigas. Han habido momentos en los que hemos comido el almuerzo en el techo junto con nuestras amistades mutuas. Tal vez no podía llamarla mi mejor amiga, pero aún así era mi amiga. Por lo menos, eso es lo que creo. Y esa misma Saho había caído desde el cielo. Cuando la encontré, Saho todavía estaba respirando, afortunadamente. Inmediatamente corrí a la habitación del vigilante nocturno, le expliqué la situación, y ellos llamaron al doctor. Después de unos treinta minutos, vi un coche Crown entrar por la puerta trasera. Y de él, un médico anciano salió lentamente, y comenzó a caminar hacia el techo, jadeando sin aliento todo el tiempo. Un estudiante con brazos fuertes seguía tras él como asistente. Por el tiempo en que los veía llevarse a Saho al hospital, muchos otros estudiantes estaban comenzando a llegar al campus. El techo fue inmediatamente bloqueado, y aunque a parte de mi, solamente había visto algunos maestros en la escena, aún así hubo un poco de revuelo en la escuela después de eso. Debido a esto, no fui capaz de concentrarme en ninguna de mis clases de la mañana o de la tarde.

— Hey, Hibari-san, ¿tú fuiste la primera en encontrarla, cierto? ¿Había mucha sangre? ¿Como, un mar de sangre? ¿Bueno—? Al principio, estaba molesta por las preguntas insensibles de mis compañeros, pero pronto me cansé de ellos, y decidí el evitarlos a todos. Pero incluso el evitarlos era una tarea rompe-huesos. No, aquí quien tenía los huesos rotos era Saho.

Page 6: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Parecía que ella aún no había recuperado la consciencia. Había escuchado que en lugar que la pérdida de sangre, las heridas en su cuerpo eran más severas, y tenía fracturas de huesos en más que sólo un par de lugares. Pero cuando se me fue dicho que su vida no estaba en peligro incluso a pesar de todo eso, solté un suspiro de alivio justo ahí en la Oficina de Orientación.

— Escucha, no solamente vayas por ahí hablando acerca de lo que sucedió esta mañana. Eso solamente alterara innecesariamente a los otros estudiantes. Estaba siendo presionada aún más para irme. Después de decir, « Por favor, perdónenme », dejé la Oficina de Orientación. Aunque no recordaba haber hecho algo que necesitara ser perdonada. Como me tambaleé por el pasillo, traté de pensar en por qué los maestros estaban siendo tan insistentes acerca de mantenerme callada sobre este asunto. Tenía que ser por esas palabras… No podía haber otra razón. Había estado escrito claramente en las caras de Kurotani y del director. Los maestros estaban bastante preocupados por el mensaje que Saho dejó. Sí, el mensaje… Saho tenía que haber sido quien lo dejó. Sólo dos palabras deformadas, de color rojo obscuro… Escritas en sangre. « Es X », era lo que decían. ¿Cuál podría ser el significado detrás de esas palabras?

— X… ¿Ex…? Por lo que los padres de Saho habían dicho en el hospital, ella había estado estudiando en casa como de costumbre el domingo anterior, y comido la cena con el resto de su familia como siempre hacía. No había dicho mucho ese día, pero ya que ella no tenía una muy brillante y vivaz personalidad para comenzar, no habían pensado mucho en ello. También, ella le había dicho a su madre que iba a ir a la escuela temprano el día siguiente para prepararse para el Festival Akebi, y se había ido a la cama temprano. Para

Page 7: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

el tiempo en que su madre se había levantado la mañana siguiente, Saho ya había dejado la casa. Pero, ¿ella en verdad había salido tan temprano en la mañana para hacer las preparaciones? Mientras pensaba en eso, me dirigí a las escaleras.

— Hibari-chan, buen trabajo hoy. Escuché que llamaban mi nombre, y miré hacia arriba para ver a una estudiante de pie en el rellano de la escalera. Era una chica de piel blanca con ojos de aspecto delicado.

— ¡Yue-chan! ¡Ya volví! Subí corriendo las escaleras y salté a sus brazos. La chica que tenía la apariencia de una muñeca japonesa me atrapó con una sonrisa preocupada. Mizorogi Yue. Ella es la hija de una buena familia de la prefectura vecina, y desde el primer día de clases, nos hemos llevado bastante bien. Ella debe de haber estado esperando por mi, preocupada por cómo fui llamada de repente por los maestros después de clases.

— Aquí está tu bolsa. Estaba conmovida de que ella hubiera ido y traído mi bolsa del salón por mi. Sentí mi corazón llenarse con toda la amabilidad que ella me había mostrado hoy.

— Esto también. Vas a llevarlo a casa contigo hoy para pintar, ¿cierto? Ella incluso había traído mi lienzo, el cual estaba completamente en blanco.

— Yue-chan, si alguna vez renazco como hombre, por favor cásate conmigo. Bromeé con todas mis fuerzas.

— Hmm. Mizoroji Hibari no suena tan mal.

— ¿Así que seré casada en tu familia? Como siempre, ella hizo un gentil, pero fuerte contraataque. Pienso de esto como otro más de sus encantos. La luz del sol entraba a través de la ventana en el rellano.

Page 8: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

A la distancia, podía escuchar la melodía que el Club de Orquesta estaba tocando. Hicimos comentarios como « ¿Cuál era el título de esa canción de nuevo? » y « Me gusta el sonido de los clarinetes », mientras caminábamos hacia la entrada juntas.

— ¿Oh? Yue de repente miró frente a nosotras. Seguí su mirada. De pie frente a los armarios para los zapatos estaba un alto, estudiante.

— Oh, hola. Él dijo con una cara que indicaba que acababa de vernos.

— ¿Eres tú la señorita Hanamoto Hibari?

— Umm… Me encontré a mí misma falta de palabras. ¿Lo conocía? No podía recordar.

— Soy Igarashi Yuuma, de tercer año. Es un placer conocerte. Estoy segura de que debían de haber signos de interrogación en mis ojos. Él pareció notar esto, y rápidamente se presentó. Después de escuchar su nombre, Yue pareció reconocerlo.

— Es Igarashi-senpai, el presidente del Comité Ejecutivo del Festival Akebi. Él tenía el pelo un poco claro, y gafas cuadradas. Su actitud era tranquila, al igual que su apariencia.

— Hahah. El presidente del Comité Ejecutivo, ¿hmm? ¿Y qué es lo que necesitas? O podría ser que... ¿¡he hecho algo que interfiriera con tus deberes ejecutivos!? Dudé al final de la frase, pero Yue entró en mi defensa.

— ¡Senpai, eres tan terrible! Esta chica está completamente vulnerable después de haber sido pisoteada y pateada desde esta mañana. ¡Sólo mírala! ¡Justo ahora, ella parece una babosa a la que se le echó sal encima! ¿¡Y aún así tienes el corazón para culparla!?

— Babosa… No me veía tan mal.

Page 9: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

— Por favor, cálmense. No has hecho nada para interferir. Sólo quería preguntarte algo sobre el incidente de esta mañana. Acerca… esa estudiante que encontraste en el techo — ¿qué le pasó? Los maestros no nos dirán nada… No estoy tratando de entrometerme ni nada. Es sólo, debido a mi posición… ¿sabes?

— Estás preocupado acerca del impacto que podría tener en el Festival Akebi, ¿cierto?

— Eres muy perspicaz. — Si ese es el caso. No creo que vaya a haber ningún problema. Por lo que he

escuchado, ella parecía estar bien, y debería de recuperarse normalmente. Me imaginé que sería seguro el decir sólo esto.

— Ya veo... Gracias. Otro miembro del comité ha estado bastante preocupado desde esta mañana también. Estoy contento de que ella esté bien. Después de decir esto, Igarashi-senpai se quitó sus gafas y frotó sus ojos un par de veces. Me di cuenta de que estaba apretando un pañuelo blanco en su mano derecha, pero lo que más me llamó la atención fue el enrojecimiento de sus ojos. Por un segundo, pensé que él había estado tan abrumando con la emoción de la noticia que había comenzado a llorar, pero no era el caso. Parecía que solamente estaba falto de sueño.

— Me quedé despierto hasta tarde revisando el horario para el día del festival mientras escuchaba la radio.

— ¿Radio? ¿Te refieres a la Hora Edición-S?

Hora Edición-S. Un programa de radio que se transmitía por las noches los domingos.

— Sí. Como siempre, estaban pasando canciones de artistas como Presley y Dinah Shore. Igarashi-senpai dijo mientras alisaba su cabello con ambas manos.

— La escucho a menudo también. Aunque siempre me quedo dormida cuando se hace muy tarde. Levanté mis dos manos alegremente. Tal vez porque mi padre siempre escucha discos, he amado el escuchar y cantar canciones de que era joven. « ¡A pesar de que no eres muy buena en ello me gusta cuando cantas, Hibari-chan! ¡A pesar de que no eres buena! » Ese era la evaluación honesta de la amiga que estaba a mi lado, Yue.

Page 10: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

— ¡Senpai! ¿Así que aquí es donde has estado perdiendo el tiempo?

Fue entonces que una estudiante de pelo corto apareció.

— Ah, es Touka-chan. Inukai Touka. Estamos en la misma clase juntas. Contrario a su construcción pequeña y maravillosamente adorables rasgos faciales, ella es la estrella del Club de Judo y es terriblemente fuerte. Lo suficiente para haberse ganado el título de Luchadora Profesional Estudiante de Honor de la Preparatoria Akebi. Aunque parece ser que ella misma se muestra renuente a tomar ese título.

— ¿Es cierto que puedes tirar la Torre de Tokyo con un Osotogari1 en un buen día? — Trae al que inicio ese rumor aquí ahora mismo. Lo tiraré a él con un Osotogari. — ¡Oh, eso es genial! ¡Yo quisiera uno, también! — ¿¡Un qué!? — Estamos hablando sobre judo, ¿cierto?

Después de disfrutar de este conmovedor intercambio con Touka, volví mi atención hacia Igarashi-senpai.

— Así que, Touka-chan, ¿qué necesitas con Igarashi-senpai? Oh, cierto, ¿no estás en el Comité Ejecutivo también?

— Así es.

Ella cruzó sus brazos ligeramente sobre su pecho y miró obstinadamente a Igarashi-senpai. Su familia ha estado en el negocio de los fuegos artificiales por generaciones, y su decidida personalidad viene desde su padre.

— Senpai, este no es el momento para estar por ahí charlando. Se suponía que tenías que revisar la fuerza del arco para la puerta principal, ¿cierto? ¡Así que no deberías de tener tiempo libre para andar tonteando por ahí! ¡Te busqué por todas partes! ¿¡Podrías por favor no hacerme trabajar extra de esta manera!?

— A-ahh, lo siento. ¿Me tardé mucho?

Aunque se suponía que él era mayor que ella, él estaba claramente abrumado por su arrebato.

— Sí que lo hiciste. ¡Ven, vámonos ya, ahora mismo!

1 Es una importante técnica de Judo.

Page 11: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Ella sí que estaba siendo dura. Touka siempre ha sido bastante estricta, pero hoy, parecía serlo especialmente más.

— Hibari, hoy ha sido desafortunado, ¿cierto? Mientras jalaba a Igarashi, Touka me murmuró esto sin mirar hacia atrás.

— Touka-chan parecía un poco molesta, ¿hmm? Los miembros del comité seguro están ocupados. Yue dijo esto mientras miraba a ambos irse, pero yo sabía la verdadera razón de la irritación de Touka. Ella debe de haberse estado dedicando a las preparaciones del Festival Akebi para evitar pensar en ello; la condición de su cercana, amiga de la infancia, Amemura Saho.

— ¡Nos vemos mañana! Después de despedirme de Yue frente a las puertas de la escuela, me subí a un tranvía en Shinbashi. Como me balanceaba con el movimiento del vehículo, miré hacia el paisaje urbano teñido en un suave tono dorado. Recientemente, habían más personas usando coches o autobuses, así que incluso los trenes subterráneos no estaban tan llenos de gente. Éste de alguna manera, espacio relajado se sentía confortable. Había personas esperando por el transbordador para ir a Asakusa. Y personas muy ocupadas yendo y viniendo de una compañía de periódicos. Un puesto de peces de colores en medio del puente tratando de atraer a los niños que pasaban. Tenía la sensación que incluso ahora, estaría el delicioso olor del salteado de puerco flotando fuera del comedor. En las calles habían motos, camiones y bicicletas, y si cerrabas tus ojos, siempre podías oír alguna canción famosa viniendo del salón de baile lleno de gente joven. Estoy segura de que han pasado suficientes años como para que no sea considerada más, la era posguerra.

Page 12: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Estaba regresando un poco tarde de la escuela hoy. Me pregunto si esa persona ha estado sintiéndose sola sin mí. Eso sería lindo. Aunque no creía que fuera posible… Como la cara de esa persona vino a mi mente, mi estado de ánimo abatido desde esta mañana se levantó inmediatamente. Sin pensarlo, comencé a tararear “Vamos a Encontrarlos en Yurakucho"

— ¡Aquí es Ginza, sabes! A pesar de que el niño sentado frente a mi señaló eso, le dije que no se fijara en los pequeños detalles y continué cantando sin importarme. El tranvía se movía sin prisa, pasando frente al Gran Almacén Mitsukoshi. Me bajé en la estación de Kanda y caminé a pie. Junto a mi ahora levantado estado de ánimo, perseguí a mi sombra mientras corría. Encontraba gracioso que cada vez, mis trenzas rebotaban como espigas de arroz dulce. Respiré en sincronización con el rebotar de mis trenzas. Respirando profundamente, me dirigí hacia un laberinto de callejones. Hice mi camino a través de esas calles estrechas sin perderme. Al pasar frente a una casa vieja, un perro en el jardín comenzó a ladrar felizmente. Para el momento en que los ladridos del perro se habían vuelto lejanos, ya había llegado frente a una casa de estilo occidental. La pared exterior de ladrillo marrón pálido estaba cubierta de hiedra, y la pobre excusa de jardín estaba llena de plantas y árboles. El edificio tenía dos pisos, pero la estructura en sí misma era pequeña, con ventanas cubiertas por gruesas cortinas. En su conjunto, la casa lucía tan vieja como los zapatos rotos de alguien que ha ido a un largo viaje. Que edificio tan sombrío era. A decir verdad, todos los que usan estos callejones usualmente miran esta casa con ojos sospechosos. Y hay también rumores acerca de una mala persona que vive en esta mansión. Una mala persona. En otras palabras, un monstruoso doctor que crea invenciones locas, o un pintor que exprime la sangre de niños secuestrados por el bien de su arte — básicamente, el tipo de mala persona que verías en un show sobre historia de los cuadros. Pero en realidad, la persona que vive aquí no es nada de eso, y bueno, desde cierta perspectiva, él es mucho más extraño que cualquiera de esos personajes ficticios. El anochecer ya se estaba acercando. Las nubes en el cielo parecían un intrincado laberinto, o incluso un círculo mágico, y de alguna manera, eso hizo que el edificio frente a mi se viera aún más misterioso, pero aún así, abrí la puerta principal sin vacilación.

Page 13: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Dentro, había un estrecho vestíbulo, y a la derecha, una escalera que guiaba al segundo piso. Bajo mis pies había una alfombra roja. En el techo habían cuatro, lámparas simples. Mientras lentamente me abrí paso por el corredor que continuaba a lo largo del primer piso, una pesada puerta con una hermosa veta de madera apareció a mi mano izquierda. Él debería de estar aquí. Cuando estaba afuera, había visto las luces prendidas en este cuarto. Después de enderezar mi falda, limpiar mi sudor, y tomar un gran respiro, llamé suavemente a la puerta. No hubo respuesta, pero no le presté atención y abrí la puerta.

— ¡Sensei! Entré a la habitación con la urgencia de un detective que llega a la escena.

— ¡Sensei, escucha esto! Hoy, algo extraño... Comencé a reportar los acontecimientos que sucedieron a la primera hora de hoy. Sin embargo, fui incapaz de encontrar mis siguientes palabras. No era un malentendido o algún tipo de ilusión. Había un oso de pie en medio de la habitación. No un hombre que se parecía a un oso, sino un oso real. El oso estaba de pie en el centro de la habitación de estilo occidental, parado en sus dos patas traseras. Este no era el momento para dar el reporte de hoy. Debía tener al menos dos metros de altura. Sus patas delanteras estaban levantadas con orgullo, como si dijera, « ¡Soy un oso! ¡Asustada, cierto! » Salté una vez, y luego quedé completamente congelada ante la visión de su enorme, boca abierta y de su admirable conjunto de colmillos en su interior. ¡Uwaaah, es un oso! Es un oso, ¿cierto? ¿¡No solamente una enorme comadreja!? ¿O un perro demasiado grande? Ahh, es tan marrón. Ahora que lo pienso, toma tiempo para que el sol se ponga ahora. Bueno, es Mayo, después de todo. Mejor trabajo duro para el Festival Akebi. ¡Uwaaah, es un oso!

Page 14: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

No pude moverme ni un paso, o incluso soltar un grito; sólo los pensamientos en mi cabeza siguieron moviéndose en círculos. Fue entonces que escuché una voz justo detrás de mí.

— ¿Oh? ¿Hay un modelo disecado de Hibari-kun de pie en un lugar así? Se ve muy bien hecho. Al escuchar esa voz, fui capaz de liberarme de mi estado de pausa. Cuando me di la vuelta, vi a un hombre de pie ahí. Él era delgado, de estatura alta— Usaba una camisa de cuello abierto y un chaleco negro— Una arruga de descontento entre sus cejas— Y aun así, tenía una sonrisa filosa en su cara.

— ¡Sensei!

Ahí estaba de pie Kudou Renma.

— ¡Es un oso! ¡Un oso! ¡Como, roar! ¡Y grrr! ¡Ya pensaré en algo, así que por favor escapa por la puerta trasera! ¡Está bien! ¡Me las arreglaré de alguna manera con el kendo que aprendí de mi abuelo! ¡Ah, espera! ¡No tengo una espada de bambú! ¡P-Por favor tráeme otro objeto similar en forma de barra para usar en su lugar! ¡De prisa, tráeme algo similar a una barra con la longitud apropiada!

— ¡Eres demasiado ruidosa! — Oww…

Él jaló de mi mejilla con un pellizco.

— Que modelo disecado tan hablador. Es incluso más ruidoso que la cosa real. Después de decir esto, él palmeó mi mejilla y entonces caminó hacia el oso.

Page 15: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

— Como pensé, los modelos disecados son mejores cuando están callados. — ¡Sensei, es peligroso! — Modelo disecado.

Él se paró frente al oso de aspecto terrible, mirándolo relajadamente.

— ¡Sensei, te va a comer completo! — Como dije, es un modelo disecado. — ¿Huh? — Es un oso marrón disecado.

Él dijo esto, y como si tocara una puerta, él golpeó sus nudillos contra el estómago del oso. Ahora que lo pienso, el oso no se había movido ni un centímetro desde el inicio.

— P-Por qué hay un oso disecado… — Es para mi trabajo. — ¿Eh? — En mi siguiente trabajo, el punto de la trama principal es un engaño que usa un

oso disecado. Y con el fin de investigar como un oso disecado real es hecho, fui y adquirí uno a través de cierto intercambio.

— ¿Qué… dijiste? ¿Para un engaño? ¿Sensei, compraste un oso marrón… para poder escribir una novela? ¿Un oso marrón completo… sólo para eso?

— ¿Sólo para eso? Fue todo por el bien de mi trabajo. Eso es más importante que

nada. El autor afirmó esto con un tono firme. Dejé salir un enorme suspiro y me hundí. Pensé que ya había descifrado cómo su mente trabajaba, pero una vez más, él me había sorprendido.

— Estoy segura de que el único escritor de misterio que iría tan lejos eres tú… Kudou Renma. Un escritor de misterio que ha publicado numerosas novelas extensas, así como historias cortas.

Page 16: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

De esas, su “Serie Musui”, una serie de novelas ligeras de misterio presentando al gran detective, Habikino Musui, en historias tales como “El Caso del Asesino Serial en la Isla Rokudo” y “El Caso de Desaparición en la Casa de Diez Toros” había ganado el apoyo frenético de una parte de sus lectores. Sin embargo, debido a que los contenidos eran a menudo tan extraños y bizarros, no son muy bien aceptados entre el público general. Por ejemplo, una novela entera podría estar escrita en un largo, texto continuo sin períodos, o habrían obras dentro de obras que se repiten más de treinta veces para confundir a los lectores.

— Eso refleja perfectamente la personalidad excéntrica del autor, no es así… — ¿Dijiste algo? — ¡No, para nada! Solamente me estaba dando cuenta de nuevo de la razón por la

cual los libros de Sensei no se venden muy bien. — Claro que no. ¡Esta clase de trabajo sublime no es algo que pueda ser fácilmente

entendido por las masas! En primer lugar, aquellos afilados individuos de mente, abierta con tales sensibilidades artísticas no son para ser contados junto a las masas ordinarias. Era inútil. Ya me había dado por vencida en tratar de culparlo por sus acciones. No importa lo que dijera, él apenas lo reconoce en absoluto. Era esa la clase de persona que Kudou Renma es. Si es por el bien de su trabajo, absolutamente nada es demasiado escandaloso. Sí, como preparar un oso por una escena de un engaño en su novela, e incluso empuñando una sierra en sus manos…

— ¿…Una sierra? Aunque lo había pasado por alto antes, ahora veía que Sensei sostenía una enorme sierra en sus manos.

— Antes fui a la bodega a recuperar esto. — ¿Qué es lo que piensas hacer con eso…? — Es muy claro, voy a desmantelar este modelo disecado. Cortaré su cabeza, abriré

su estómago, y veré cómo luce por dentro. — ¡Waaaahhh…!

Page 17: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Me lancé imprudentemente hacia él, arrebatándole la sierra.

— ¡Qué estás pensando! ¡Incluso aunque ahora sea solamente un modelo disecado, no puedes hacer algo así! ¡Sensei, demonio! ¡Demonio desmantelador!

— No interfieras. ¡Quiero ver la estructura interna de un oso disecado con mis

propios ojos! También quiero saber cuándo tiempo le toma a un solo hombre el desmantelar uno a pedazos. ¡Esa es la única razón que he preparado este modelo disecado y esta sierra!

— ¡No puedes! — Vamos, Hibari-kun, sostén sus patas delanteras por mí. — ¡No…! — Bien. Envolveré la cabeza en periódico para que puedas llevártela a tu casa

como recuerdo. — ¡No lo envuelvas! — ¿¡Piensas llevarlo a casa solamente así!? Una chica adolescente y una cabeza de

oso recién cortada. ¡Cuando piensas en ello, no suena tan mal, tampoco! — ¡No le hagas cosas tan terribles a Kumamichi! — ¡No le des un nombre!

Después de hacer este ‘tira y jala’ durante un tiempo, finalmente nos calmamos. Al final, decidimos mantener el oso disecado como decoración en la esquina del cuarto.

— Me alegro de que todo haya salido bien, Kumaemon. — ¿Qué pasó con Kumamichi?

Con una cara tremendamente disgustada, el autor desabrocho uno de los botones de su camisa, tomó un puñado de granos de café directamente de la pequeña botella en la mesa, y comenzó a masticarlos. No importa cómo lo miraras, este comportamiento era anormal. Si alguien viera esto cuando lo conociera por primera vez, nueve de cada diez personas tendrían probablemente ya un pie fuera de la puerta, e inmediatamente se excusarían de esta mansión, diciendo con una sonrisa forzada que acaban de recordar un recado (incluso si ellos en realidad no tenían uno.) Crujir crujir, rechinar rechinar—

Page 18: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Era casi como si estuviera poseído por algo.

— Déjame ir a hacerte algo de café. Me di la vuelta y me apuré hacia la cocina. Sin dudarlo un instante, tomé los granos de café y una red de mano de los estantes, e inmediatamente comencé a asar los granos. Después de unos minutos, la delgada piel de los granos comenzó a pelarse. Cada vez que él está de muy mal ánimo, o no ha tomado suficiente café en un largo tiempo y lo quiere de inmediato, Kudou-sensei masticará los granos de café en su lugar. También, hay una sutil diferencia en la forma que él mastica de entre si fuera la primera o la última, y yo sé esa diferencia. Justo ahora, su forma de masticar era debido a que él había estado demasiado concentrado en su manuscrito desde esta tarde y no había tomado café en un largo tiempo. En cuanto a su cara de disgusto, así es como él es siempre, así que no le presté atención. Después de haberse tostado profundamente, los granos se muelen toscamente, y el agua se vierte rápidamente a una alta temperatura. Esos eran los pasos para obtener el sabor que a él le gusta. Pero incluso así, él es una persona tan extraña. Mientras recordaba el incidente con el oso, suspiré. Él es una persona extraña y molesta. Mezquino. Dominante. Mal hablado. Inconsciente. Sólo pensando en su trabajo todo el tiempo. Si él no se hubiera vuelto un escritor, yo honestamente creo que él se habría convertido en un enorme villano. Los granos lentamente cambiaron de color, y una fragancia se elevó. Mi relación con el autor se remonta a cuando yo era pequeña.

Page 19: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Mi casa está en la esquina de Kanda Jinbocho, y mi padre usa parte de la casa como una cafetería. La tienda era dirigida por mi abuelo antes de la guerra, y después de que ésta terminó, mi padre le sucedió. En aquellos tiempos, yo aún ni siquiera entraba a la primaria, y apenas estaba comenzando a entender lo que sucedía alrededor de mi. El nombre de la tienda es “Tsuki Fune”. Por un tiempo después de la guerra, parecía que todavía habían muchos problemas. Las fuerzas de ocupación de los Aliados tratarían de vender bienes no deseados por el gobierno a sus clientes, y también tendrían que sustituir los granos del café con granos de soya Y el cliente regular de ese “Tsuki Fune” fue un joven Kudou-sensei, quien recién acababa de comenzar a trabajar como autor. Es por esto que lo conozco desde entonces, y que él también me conoce desde que yo solía ser una bebé llorona. Los granos explotaron, y después de dejarlos remojar por un momento más, apagué la estufa. Aprendí todo sobre hacer café de mi padre. Yo no tengo madre. Sentado pesadamente en el sofá negro y con sus brazos cruzados, el autor miró al vapor levantarse del café que había hecho, como si estuviera mirando a una hermosa pieza de arte de fino. Detrás de mí, habían hileras altas de libreros que se alzaban por encima de mí. No muy diferentes a una biblioteca. Y si eso no fuera suficiente, los libros que no cupieron en los libreros estaban regados por todos lados alrededor del cuarto. Era una vista a la cual estaba acostumbrada.

— Y entonces, cuando fui al techo, vi a mi amiga colapsada… Debido al modelo disecado del oso, tuve que posponerlo por un rato, pero ahora, finalmente le expliqué al autor acerca de lo que había sucedido esta mañana, sin embargo, desde el momento en que había comenzado a hablar, él había cogido un libro que estaba sobre la mesa — el nuevo trabajo de Yokomizo Seishi — y comenzó a leerlo. Por intervalos, él tomaba sorbos de su café.

— ¡Sensei! ¿¡Podrías escucharme por favor!?

Page 20: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Lo acusé cuando estaba llegando al final de mi historia.

— Y quieres decir que ella cayó del cielo, ¿no es así? Él me dijo rotundamente. Así que en realidad si había estado escuchando, entonces. Todo el tiempo, mientras yo hablaba, él había seguido hojeando las páginas del libro a un ritmo constante, haciéndome preguntarme cómo lucía el interior de la cabeza de esa persona. Una vez más, lo encontré extraño. En lugar del interior del modelo disecado del oso, estaba mucho más interesada en el funcionamiento interior de su cabeza.

— ¿Crees que las personas solamente pueden caer de esa manera?

— Tú fuiste una testigo, ¿no? ¿No fuiste tu la primera en la escena? — Bueno, eso es verdad, pero… — Escucha, en la mayoría de los casos donde los humanos exceden sus límites y

tratan de forzar su camino en el Cielo, ellos traen para sí la ira de Dios. Como con Ícaro, quien voló muy cerca del sol, y la Torre de Babel en el Antiguo Testamento.

— Igual que El Hilo de la Araña, ¿cierto? — Eso es algo completamente diferente. — Eh~

En cualquier caso, yo entendía que hacer enojar a Dios usualmente no traía nada bueno.

— En algunos casos, son arrojados hasta la tierra desde el cielo. La gente lo llama tenbatsu. Castigo divino.

— ¿Castigo… divino? — Ahora, ¿no habías dicho que había dejado un mensaje atrás?

——Era una X.

— ¡Ah! ¡Batsu! ¡Otra manera de leer X es batsu, que significa castigo! — Sólo significa que esa es una manera de verlo. En primer lugar, ¿en verdad crees

que Dios le otorgó a esa estudiante el castigo a divino y la tiró a la tierra? — Bueno, no, no lo creo, pero… pensé que tal vez algún poder desconocido pudo

haber lanzado a Saho por el aire y…

Page 21: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Y entonces me di cuenta de algo.

— ¡Ya sé! ¡Fue el viento! ¿Qué tal si ella quedó atrapada en una enorme ráfaga de viento? Solté tan pronto como el pensamiento vino a mí.

— Si hubiera habido un viento tan fuerte como para levantar a una persona, habrían otros daños en el lugar para probarlo. Él simplemente se río ante mi idea.

— Y por lo que he escuchado, no parece probable que un fuerte viento solamente soplase en ese lugar, así que no lo creo. Yo estaba satisfecha con el mero hecho de que él hubiera considerado la posibilidad.

— De todos modos, si es un ‘castigo’, entonces el significado se profundiza demasiado más. Yo estaría más segura de que la X, significa Ex.

— ¿Ex? Oh, ¿quieres decir ese falso activista?

El autor inmediatamente adivinó de qué estaba hablando.

— El que siempre estás mencionando estos días. — Sí. El activista no identificado, Ex, quien ha sido el tema de plática en la Escuela

Akebi. « ¡Ex ha aparecido de nuevo! ¡Una confesión valiente del crimen! » Y así… el Club de Periodismo siempre está escribiendo sobre él. ¿Era un hombre, o una mujer? ¿Un estudiante, o un maestro? Por el momento, se trataba de una persona envuelta completamente en el misterio. Nadie sabía siquiera si era solamente una persona, o era en realidad un grupo. En lugares como las paredes de la escuela, o el escritorio del director, Ex deja mensajes radicales dirigidos a la escuela. Algunas veces, incluso han llegado a secuestrar el sistema de emisión de la escuela y han puesto la “Canción Internacional de la Escuela”. Su demanda inicial era esta, ——El actual gobernador, al igual que el director de la escuela, son marionetas de los Estados Unidos de América. ——Año tras año, ellos le roban la libertad a los estudiantes, y son tumores que necesitan ser removidos.

Page 22: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Debido a estas demandas, estaba claro el por qué la escuela quisiera atrapar al culpable lo más antes posible. Como resultado, su control sobre el cuerpo escolar se volvió más estricto. Estudiantes que mostraran comportamiento sospechoso. Estudiantes que trajeran objetos extraños a la escuela. Uno tras otro, estudiantes dudosos serían llevados a la Oficina de Orientación. Sin embargo, cada uno de ellos terminaron en nada, y en el presente, Ex continuaba sus actividades mientras evadía los ojos de los estudiantes y maestros. « El juego de niños que la escuela entera espera », fue como los maestros lo llamaron rotundamente. La escuela entera, o más bien, la entera Federación de Consejos Estudiantiles de Japón. La federación que había sido formada varios años antes de la guerra, consistía de más de 140 miembros de los Consejos Estudiantiles en Japón. Recientemente, ellos habían participado en varias operaciones activas contra el Tratado de Seguridad de Japón-EU, y en la primavera, había ocurrido un violento encuentro con la policía. Por cierto, la mitad de lo que sé con respecto a esos asuntos es lo que el autor me ha dicho. En cualquier caso, era verdad que el entero cuerpo estudiantil estaba abrazando esa radical impresión.

— Pensé que podría haber algún tipo de conexión entre Ex y ese mensaje… X significaba castigo. Después de escuchar la interpretación del autor, ya no estaba tan segura. — Por cierto, ¿cuál crees que sea esta vez? — ¿Qué quieres decir? Fui sorprendida por la repentina pregunta.

— ¿El caso de esta estudiante llamada Amemura, fue un accidente? ¿Suicidio? ¿O quizás tal vez un asesinato?

— E-Eso es…

Honestamente, no tenía idea. La escuela parecía querer tratar de pasarlo como un accidente, pero en realidad, ninguno de nosotros sabíamos nada.

— ¡Hey, espera un minuto! ¡Saho sigue viva, sabes! ¡Ya sea haya sido suicidio, o asesinato, al menos llámalo un atentado!

Page 23: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

— No importa de todas maneras.

Que persona tan insensible. Y cruda, también. ¿Es él en verdad un novelista de misterio?

— Pero si en verdad piensas en ello, no es probable que haya sido un suicido. Si lo hubiera sido, entonces ella hubiera saltado correctamente desde el techo hasta el jardín para terminar las cosas. Aunque se sentía raro el decirlo como “saltar correctamente”.

— Y si consideras como dejó atrás un mensaje escrito con sangre, ella parece haber caído del techo involuntariamente. Si en verdad fuera suicidio, ella habría escrito solamente una nota suicida. No creo que ella quisiera pasar por el problema de usar su propia sangre para dejar un mensaje. En ese caso, había una enorme posibilidad de que alguien más hubiera intentado hacerle daño.

— No sé qué método hayan utilizado, pero en este caso, Ex es un sospechoso, después de todo.

— Entonces esto haría de Ex un gran tonto. — ¿Por qué?

— Porque el falló en asesinarla.

Con ojos sabios, el autor dijo eso, y entonces silenciosamente cruzó sus brazos sobre su pecho.

— Si esto es en realidad el trabajo de alguien más, sería un asesinato fallido, sin tener en cuenta cualquiera que haya sido el truco que utilizó en esta misteriosa escena del crimen, en una escuela donde él podría haber sido visto fácilmente por otros, no menos. Sería el pináculo del fracaso. Él tenía un punto.

— Sensei, ¿estás tratando de entenderlo desde el punto de vista del culpable? Él parecía como el tipo que admitiría abiertamente un asesinato.

— ¡Que grosera! ¡Yo nunca haría el trabajo sucio por mí mismo! — ¿¡Es eso algo que deberías decir con orgullo!?

Aun así, justo como él había dicho, ¿por qué habían elegido la escuela?

Page 24: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

— De acuerdo con tu historia, ¿no habían muchos otros estudiantes alrededor cuando fuiste a la escuela temprano en la mañana?

— Sí. No vi a nadie más en el camino entero hacia el techo. — ¿A qué hora se abren las puertas de la escuela? — A las 5 de la mañana. Parece ser que las están abriendo un poco más temprano

esta semana por las preparaciones del Festival Akebi. Cuando llegué a la escuela, eral alrededor de las 5:20. El autor cerró el libro que había estado leyendo desde el inicio hasta el final a lo largo de nuestra conversación, y lo volvió a poner en la mesa.

— No me digas… ¿Terminaste de leer ese libro mientras estuvimos hablando todo este tiempo?

— Sí, lo hice, ¿y qué?

Él hizo una cara como para decirme que no preguntara cosas sin sentido. Ha pasado ya demasiado tiempo, pero la habilidad del autor para leer rápidamente es como algún truco de magia.

— Así que, ¿qué hay sobre las otras rutas para ir hacia el techo? — ¿Eh? ¡N-No hay ninguna!

Respondí apresuradamente, y el autor continuó después de descansar su ligeramente estrecha barbilla en su mano. — Si recuerdo bien, ¿no había otro edificio escolar? — Está el edificio del norte y el edificio del sur. Ambos tienen cuatro pisos, y en el que Saho había colapsado fue en el edificio del sur. Hay un corredor que conecta ambos edificios.

— Si los cuatro pisos están conectados por corredores, sería fácil el ir y venir entre ambos edificios usando esos…

— El único corredor que conecta los edificios está en el primer piso.

Para moverte entre clases, tienes que bajar hasta el primer piso con tal de usar el corredor para ir hacia el siguiente edificio.

— ¡Que edificio tan complicado! —, el autor se quejó infantilmente. Escuchamos el péndulo marcar las 6 de la tarde desde el pasillo.

Page 25: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

—… Um, ¿podría ser este uno de esos extremadamente bizarros y problemáticos casos? El culpable, método y motivo; todos ellos eran desconocidos. En primer lugar, solamente habíamos llegado a la conclusión de que fue un crimen cometido por alguien a través del proceso de eliminación. En definitiva, era solamente una suposición sin bases. Incluso si lo veíamos como un accidente, no sabíamos ni siquiera como había caído en el techo.

— Oi. Y si fue suicidio, junto al misterio de la situación que había sido creada, no sabíamos por qué había escogido esa forma de matarse a sí misma.

— Si alguien había estado tratando de hacerle daño, entonces… Saho debería de haber sido llamada por alguien y…

— ¡Oi! — ¿Eh?

Cuando miré hacia arriba, el autor estaba haciendo una cara genuinamente disgustada. Ah, esta era la cara que él hace cuando está realmente irritado.

— Hibari-kun. ¿Estás tal vez tratando de entrometerte y resolver este misterio por ti misma? Fue un golpe de suerte. O más bien, yo no me había dado cuenta hasta que él lo dijo. Antes de que me diera cuenta, yo me había vuelto absorta en abordar este misterio por mí misma.

— Por amor a Dios. Se está volviendo un mal hábito tuyo ahora. Tu amor por novelas de misterio es un problema, también. Cada vez que ves cualquier tipo de evento extraño, tú inmediatamente te sumerges a ti misma en ello. ¡Te entrometes sin ni siquiera pensar en las consecuencias! ¿Crees que el razonamiento deductivo es realmente una hazaña que una chica frijol como tú puede conseguir? Tienes que observar el mundo frente a ti brutalmente, y estar dispuesta a dudar de todo. Es imposible para ti, quien en primer lugar, no puede ni siquiera ver el mundo oblicuamente.

— ¿¡Qu-qué!? Solamente estaba preocupada por mi amiga… ¡Y de todas maneras, Sensei! ¿¡No siempre estás feliz de avivar mi descuidado razonamiento!?

— Eso es solamente algo que hago cuando tengo el tiempo libre. Sin embargo, estoy ocupado con mi escritura hoy. Debido a que tú evitaste que pudiera desmantelar el

Page 26: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

oso, tengo que idear un truco diferente. Y también, justo como cualquier otro día, tus coletas son tan poco atractivas como la soga del santuario en un templo abandonado.

— ¡Mis coletas no tienen nada que ver con esto! Parecía ser que él aún me guardaba rencor debido al oso.

— Ya que no puede ser evitado, déjame decirte una innovadora solución. Tan pronto como la escuches, esta situación, la cual a duras penas y puede ser llamada un caso, será resuelta en un instante. Después de afirmar esto, el autor se inclinó hacia mí. ¡Cerca, cerca, demasiado cerca! Sin pensarlo, me hice hacia atrás para mirarlo. De alguna manera, él se veía diferente de antes.

— Hibari-kun. — ¡S-sí! — ¿Sabes cuál es la solución más inteligente para un caso real? — Esa sería… Un gran detective, descubriría al culpable real basándose en incluso

la pista más pequeña… Él lentamente movió su cabeza. Había una confianza atrevida en sus ojos.

— No, deberías hacer que la víctima te diga directamente quién es el culpable. Él dijo con confianza. Por un momento, me quede sin palabras, olvidando cerrar mi boca que quedó abierta.

— ¡E-eso es simplemente cruel! ¡Nada va a salir de eso!

— La víctima fue testigo del incidente desde el inicio, así que esa sería la mejor manera. En la mayoría de los casos donde la victima sobrevive, ellos saben quién el culpable es. La vida de la víctima es salvada, y el culpable será atrapado inmediatamente. Ese es el desenlace ideal, ¿cierto? Por supuesto, si esta fuera una novela de detectives, sería un trabajo aburrido. ¿Ves? De esta manera, no hay más razones por las cuales preocuparse. Simplemente espera por que la estudiante recupere la conciencia y pregúntale la verdad.

— ¡Pero…! — Ahora entonces, mi garganta se ha secado de nuevo después de hablar tanto.

Hibari-kun, ve a hacerme otra taza de café.

Page 27: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

El autor sin tener consideración por mis sentimientos, agitó su taza vacía hacia mí.

— ¡Me niego! ¡Hazla tú mismo! — Hmph, que imprudente. En ese caso, lo decidiremos con esto.

Diciendo esto, él ignoró mis quejas y extendió su mano. Siempre que había algo por decidir, él siempre sugeriría esto. Y como ya lo sabía, acepté sin cuestionarlo.

—… Resolveremos esto en una sola partida. — Por supuesto.

Después de un segundo.

— Piedras, papel… — ¡Tijeras!

Yo jugué tijeras. Eran unas tijeras bastante bonitas, si tuviera que admitirlo. La forma no estaba mal en absoluto. Sin embargo…

— ¡Ahaha! Parece ser que gané. Lo que el autor había jugado era… algo que yo no entendía bien.

— Sensei… ¿qué es eso? — Es un zorro.

Honk honk. Y con eso dicho, él sujetó mi nariz con su mano haciendo esa forma.

— ¿Q…? ¡Dedden esso…! ¡Detén eso…! ¿¡Qué quieres decir con un zorro!? ¿¡Por qué habría un zorro en el juego de piedra, papel o tijeras!?

— Los zorros son tramposos. Y debido a que tú fuiste engañada por el zorro, perdiste. Ahora entonces, ves y hazme ese café. Y después de eso, ve directamente a casa.

— ¡Ugh! ¡Está bien, ya entendí! En realidad, no entendía nada de eso, era solamente que ya no tenía la energía para ir en contra de las palabras del autor más, de las doce cuales perfectamente del tiempo, el diez por ciento ya sea consistían en argumentos rebuscados, y el dos por ciento restante, en cuentos.

Page 28: Capítulo Uno Déjame Ir a Hacerte Un Poco de Café

Fui a la cocina de nuevo. Mientras servía la segunda taza de café, pensé en Saho, y en Dios. ¿Fue Ex? ¿O fue un castigo? ¿Si fue un castigo significaba que fue un castigo divino? ¿Saho había recibido algún tipo de castigo? Parecía ser que Dios odiaba a aquellos que trataban de llegar muy cerca de Él. Aquellos que temían las leyendas dirían lo mismo. Incluso aunque yo no era un dios, naturalmente, yo me enojaría si alguien viniera y se sentara a la puerta de mi casa, pero incluso así, era demasiado irrazonable. Hey Dios, ¿no todas esas personas que trataron de estar muy cerca del cielo tienen sus propias circunstancias y razones para hacerlo? Alguna secreta, seria y clara circunstancia.