CAMBIO CLIMÁTICO

En los últimos años, y especialmente desde la llegada del nuevo milenio, hemos asistido a un interés creciente de la ciudadanía por el cambio climático. Esta atención, que ha seguido una progresión geométrica, está relacionada con la cada vez mayor dedicación por parte de los medios de comunicación y de la llamada comunidad científica internacional al tema en cuestión. Pero... ¿qué es realmente el cambio climático?, ¿desde cuándo se viene produciendo?, ¿cuáles son sus causas?, ¿qué futuro nos espera?

1º. La historia:

Debemos partir del hecho de que el clima es una realidad cambiante; es decir, en su propia definición entra el concepto de cambio. Desde que la Tierra se formó hace aproximadamente 4.500 millones de años, y hasta la actualidad, las condiciones atmosféricas y sus manifestaciones climáticas han evolucionado radicalmente. Sabemos que en su origen, la Tierra era mucho más cálida que en la actualidad y eso sin contar con el hecho de que la intensidad de la radiación solar era muy inferior a la actual. A partir de ese momento, el planeta fue enfriándose lentamente hasta pasar al menos por cinco eras glaciares, cuatro de ellas en los últimos 450.000 años (ver gráfica 1). Tras la última de ellas, hace aproximadamente unos 15.000 años, se inició un periodo general de calentamiento con algunas pulsiones frías que nos ha conducido a la situación actual.

Grafica 1. Evolución de la temperatura media de la Tierra en los últimos 450.000 años

Así, la aparición de civilización, con la consiguiente revolución neolítica que permitió el desarrollo de la agricultura, se vio favorecida por el desarrollo de un periodo relativamente cálido y húmedo. De hecho se calcula que hace seis mil años, durante el llamado máximo del holoceno (ver gráfica 2) la temperatura era unos 2º C superior a la actual. Sin embargo, esta situación cambiaría mediado el primer milenio después de Cristo, cuando un nuevo periodo frío provocó la invasión del Imperio Romano por parte de los pueblos bárbaros desde el norte en búsqueda de un clima más cálido.

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Grafica 2. Evolución de la temperatura media de la Tierra desde el fin del último periodo glaciar

Posteriormente, en torno a los siglos X y XII se produjo lo que los científicos han denominado óptimo climático medieval, época con temperaturas inusualmente suaves que propició la colonización de Islandia y Groenlandia. Medio milenio después, en torno a los siglos XVI, XVII y XVIII sobrevino otra pulsión fría denominada pequeña edad del hielo, momento en el que incluso los glaciares pirenaicos se desarrollaron y cuyos restos son perfectamente visibles hoy en día. (ver gráfica 2)

Finalmente, este proceso de enfriamiento finalizó mediado el siglo XIX y así, ya en los últimos cien años, la época más fiable en este tipo de mediciones debido fundamentalmente al desarrollo de los instrumentos de medida, se observa un aumento generalizado de entre 0,5º C y 0,6º C, si bien este proceso no fue ni continuo ni homogéneo. (ver gráfica 3)

Grafica 3. Evolución de las temperaturas en Pamplona por décadas en el siglo XX

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2º. Las causas:

Las causas que provocan estos cambios presentan hoy más incertidumbres que certezas. Todo cambio se debe a una modificación del balance energético en el sistema tierra-atmósfera o a una perturbación en el proceso de absorción y distribución dentro de ese mismo sistema. Así, entre las numerosas causas que explican estos continuos cambios, los científicos han investigado durante decenios, sin llegar a elaborar leyes universales que lo expliquen con una certeza absoluta. Así, lo único seguro es que no puede atribuirse esta situación a una única causa, y por ello se habla de un complejo entramado de fuerzas, muchas veces combinadas, para explicarlo: la deriva continental, los cambios en las grandes corrientes oceánicas, los grandes movimientos orogénicos, la cantidad de la radiación emitida por el sol en relación especialmente con las manchas solares, las variaciones en la órbita terrestre (teoría de Milankovitch), los efectos de las erupciones volcánicas...

Foto 1: La erupción del volcán Pinatubo (Filipinas), en 1991 liberó grandes cantidades de micropartículas bloqueando parcialmente la luz solar. Esto provocó que la temperatura total del planeta se redujera en 0,5ºC

y como resultado las aguas oceánicas se contrajeron 6 mm. en un solo año (Foto USGS)

Pero no cabe duda que ese cambio que históricamente ha llegado a tener incluso un origen extraplanetario hoy se ve acelerado por la acción humana. Es pues, el ser humano y su actividad desenfrenada contra la naturaleza, como si de un enemigo se tratara, la que, a través de su triple acción destructora (emisión de contaminantes, sobreexplotación de los recursos y acumulación de residuos), está provocando este fenómeno. Así pues, no sólo estamos destruyendo los más importantes sistemas naturales a escala planetaria, sino que esa destrucción está teniendo consecuencias que antes eran impredecibles y que hoy son un hecho. La más clara manifestación de este hecho, especialmente en relación con el llamado cambio climático, es, sin duda, el aumento de las concentraciones de CO2, que colabora en la retención de la radiación solar en las capas bajas de la atmósfera y, por tanto, en el aumento de la temperatura media en lo que se conoce como efecto invernadero.

3º. Las limitaciones:

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Tampoco debe olvidarse que este fenómeno tiene sus limitaciones. Hemos señalado anteriormente que la temperatura media de la Tierra ha aumentado algo más de 0’5º C en los últimos cien años. Y a colación de este hecho se pueden plantear tres preguntas:

1º. ¿Ha sido este fenómeno homogéneo, espacial y cronológicamente? No. Hoy se sabe que la temperatura media ha aumentado más en el hemisferio norte que en el sur y que cronológicamente los años cincuenta y sesenta tuvieron inviernos especialmente fríos.

2º. ¿Cómo se ha calculado la temperatura media de todo el planeta? Se obtiene por extrapolación, lo cual es lógico si se tiene en cuenta la cantidad de espacios como mares, selvas, cordilleras y desiertos que carecen de observatorios. Ello condiciona evidentemente su fiabilidad.

3º. ¿Cómo se obtiene la temperatura media en un observatorio determinado? Se calcula dividiendo la máxima entre la mínima diaria..., lo cual obliga a preguntarse... ¿es esta una media científica? No. Y para entenderlo mejor, y por poner un ejemplo propio del Diario Escolar, según este criterio, la media escolar en Navarra (y en todo el mundo) sería siempre un 5, independientemente del número de aprobados y suspensos, pues siempre el mejor tendrá un diez y siempre habrá alguno con un cero.

Por todo ello, los datos y medias, por su peligrosidad, deben tomarse como tales, con mucha cautela, debiendo utilizarse más como datos que acompañan a una realidad que tiene como objetivo alertar a la población, y no como verdades inmutables que provocan un alarmismo incontrolado y catastrofista. Baste como ejemplo el ocurrido este pasado verano. Todas las informaciones aparecidas en los medios de comunicación y avaladas por la ministro de Medio Ambiente auguraban uno de los veranos más calurosos de la historia (sic), lo cual finalmente, no fue cierto, pues fue más fresco en general en todo el país que la media histórica. El problema es que, ante esa información (unido al desarrollo de la sociedad de consumo, quizá el mayor problema que explica el deterioro ambiental y el consiguiente cambio climático), la población se lanzó a la compra de los aparatos de aire acondicionado, colaborando directamente en el aumento de los gases de efecto invernadero y el consiguiente calentamiento global. Flaco favor el que hacemos al medio ambiente con este tipo de actitudes.

4º. El futuro:

Aún así, es indudable que el proceso de calentamiento global a escala planetaria y el consiguiente cambio climático son hoy una realidad y que la actividad humana es la principal responsable. Sin embargo, según los modelos matemáticos utilizados, las proyecciones de futuro resultan diferentes. Así, y a pesar de que la mayoría de la comunidad científica está de acuerdo que en nuestras latitudes sufriremos un aumento progresivo de las temperaturas, no faltan quienes afirman que si seguimos por este camino, y aumenta el deshielo, podría producirse el efecto contrario. Así, según este punto de vista, las corrientes oceánicas pueden verse modificadas y por tanto Europa puede, en el futuro, dejar de verse beneficiada por la corriente cálida del Golfo y entrar en una nueva etapa fría. De hecho, y aunque los glaciares están en general retrocediendo, algunos, los menos, no lo hacen, y así, por ejemplo, aunque las lenguas glaciares que llegan a la costa

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de Groenlandia sufren un importante retroceso, la masa de hielo continental del interior de la isla, la tercera mayor del mundo, parece estar aumentando.

Sea como fuere, la realidad objetiva es que si los cambios medioambientales se producen de forma suave, la Tierra y los seres vivos tienen la capacidad de adaptarse y regenerarse, pero si lo hacen de forma brusca el deterioro ambiental del planeta puede ser irremediable. Y ahí es donde todos debemos actuar. Es momento de ponerse manos a la obra y cambiar nuestros hábitos de consumo y obligar a nuestros gobiernos a que tomen medidas de verdad en este sentido, por muy duras que puedan resultarnos. Vale ya de lamentarse sobre la situación de deterioro ambiental. No busquemos responsabilidades fuera. Aceptemos cada uno la nuestra y hagamos, desde nuestras posibilidades, todo lo que esté en nuestras manos para minimizar al máximo esta situación, colaborando con gobiernos y organismos internacionales en este sentido.

Foto 2: Glaciar de Infiernos y morrena terminal generada por dicho glaciar durante la pulsión fría de la pequeña era glaciar.

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Foto 3: Valle de Estós (Pirineo aragonés) Puede observarse el valle en forma de U modelado por un glaciar durante la última glaciación.

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