CALIDAD DE LA CARNE DE GUAJOLOTES gallopavo …

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CALIDAD DE LA CARNE DE GUAJOLOTES Meleagris gallopavo ALIMENTADOS CON Trichanthera gigantea TESIS Que presenta: Raisa Montserrat Cutz Cruz Como requisito parcial para obtener el grado de: Maestra en Ciencias en Producción Pecuaria Tropical Director de tesis: M.C. Jorge Ricardo Ortiz Ortiz Conkal, Yucatán, México Febrero, 2020

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CALIDAD DE LA CARNE DE GUAJOLOTES Meleagris

gallopavo ALIMENTADOS CON Trichanthera gigantea

TESIS

Que presenta:

Raisa Montserrat Cutz Cruz

Como requisito parcial para obtener el grado de:

Maestra en Ciencias en Producción Pecuaria Tropical

Director de tesis:

M.C. Jorge Ricardo Ortiz Ortiz

Conkal, Yucatán, México

Febrero, 2020

iii

AGRADECIMIENTOS

Al Instituto Tecnológico de Conkal, Yucatán, casa de mi formación

profesional y personal, por abrirme sus puertas y brindarme la oportunidad

de hacer uso de sus instalaciones para poder llevar a cabo mis estudios

académicos.

Al Instituto Tecnológico de Mérida por abrirme las puertas y el haberme

brindado el apoyo, y en permitirme hacer uso de sus instalaciones y equipo

en el Laboratorio de Instrumentación Analítica para poder llevar a cabo

parte de mis estudios.

Al M.C. Jorge Ricardo Ortiz Ortiz por haberme dirigido y brindado sus

consejos, orientación, conocimientos y tiempo en el desarrollo de esta

tesis.

Al Dr. Víctor Manuel Moo Huchin por su orientación, en enseñarme y

transmitir sus conocimientos, pero sobre todo en el apoyo en el proceso

de los análisis realizados y dedicación para la realización de la tesis.

Al Dr. Edgar Aguilar Urquizo por brindarme el apoyo del material

requerido para poder llevar a cabo la investigación y elaboración de la

tesis y por sus aportes y conocimientos.

Al Dr. Ángel Carmelo Sierra Vásquez por brindarme su ayuda, sus

conocimientos y experiencias y sobre todo por el interés que tuvo para que

yo pueda llegar a concluir esta etapa.

A la M.C. Maricela Adelaida Canul Solís por tomarme en cuenta, en

brindarme su interés y darme su apoyo en todo momento.

iv

A los profesores quienes, a lo largo de mi carrera transmitieron su

conocimiento, experiencia y dedicación de su tiempo durante mi

formación académica.

A mis amigos y compañeros que participaron, que quizás sin saberlo, en

mi desempeño durante estos años respecto a esta tesis, a todos los que me

daban sus consejos y me compartían sus experiencias y por su ayuda

brindada.

A todas y cada una de las personas que participaron de una u otra forma

en la realización de esta tesis, por su apoyo, consejos, tiempo y

conocimientos brindados.

A todos los compañeros de laboratorio, que me brindaron su ayuda, sus

conocimientos, consejos, tiempo, experiencia y sobre todo su amistad.

Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la beca

otorgada para la realización del estudio en posgrado.

v

DEDICATORIA

A toda mi familia; mi madre, mis hermanos, sobrinos, tíos, primos y abuelos,

por ser los seres más especiales en mi vida, y que son los que siempre me han

tenido en cuenta y se han preocupado por mí, por enseñarme y en apoyarme en

todo momento y en todo lo que he necesitado en este camino, gracias por

brindarme tanto.

vi

ÍNDICE GENERAL

ÍNDICE DE CUADROS Y FIGURAS…………………………………………. viii

RESUMEN……………………………………………………….…………………ix

ABSTRACT……………………………………………………………………….…x

CAPITULO 1. INTRODUCCIÓN GENERAL………………………………...…1

1.1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………...…1

1.2. ANTECEDENTES…………………………………………………………...…3

1.2.1. Producción de traspatio………………………………………………...…3

1.2.2. Meleagris gallopavo………………………………………………………...4

1.2.3. Calidad de la carne……………………………………………………….. 5

1.2.3.1. pH…………………………………………………………………...6

1.2.3.2. Color……………………………………………………………..….7

1.2.3.3. Capacidad de Retención de Agua (CRA)…………………………9

1.2.3.3.1. Pérdida por goteo…………………………………………………10

1.2.3.3.2. Pérdida por cocción……………………………………………....11

1.2.4. Valor nutricional…………………………………………………………12

1.2.4.1. Humedad………………………………………………………….12

1.2.4.2. Cenizas…………………………………………………………….13

1.2.4.3. Proteína………………………………………………………...…14

1.2.4.4. aw…………………………………………………………………..15

1.2.4.5. Grasa…………………………………………………………...…15

1.2.4.6. Mioglobina……………………………………………………..…15

1.2.5. Tipo de forraje…………………………………………………………...16

1.2.5.1. Forrajes utilizados en la alimentación de traspatio…………...17

1.2.5.2. Trichanthera gigantea……………………………………………18

1.2.5.3. Valor nutricional de la Trichanthera gigantea…………………18

1.2.5.4. Composición química de la Trichanthera gigantea………….…19

1.3. HIPÓTESIS………………………………………………………………20

1.4. OBJETIVOS…………………………………………………………...…21

1.4.1. Objetivo general………………………………………………………….21

1.4.2. Objetivo específico……………………………………………………….21

1.5. Procedimiento experimental………………………………………….…22

1.5.1. Localización del área de estudio………………………………………...22

1.5.2. Diagrama del procedimiento experimental………………………….…23

vii

1.6. LITERATURA CITADA………………………………………………...24

Capítulo 2. EFECTO EN LA CALIDAD DE LA CARNE DEL PAVO

DOMÉSTICO (Meleagris gallopavo) ALIMENTADO CON HARINA DE

FOLLAJE DE Trichanthera gigantea…………………………………………..…32

2.1. Resumen……………………………………………………………………..…33

2.1.1. Abstract………………………………………………………………………34

2.2. Introducción………………………………………………………………...…35

2.3. Materiales y métodos………………………………………………………….35

2.3.1. Área de estudio………………………………………………………………35

2.3.2. Animales de estudio…………………………………………………………36

2.3.3. Diseño experimental……………………………………………………...…36

2.3.4. Manejo zootécnico…………………………………………………………..37

2.4. Análisis de laboratorio……………………………………………………..…37

2.5. Variables de estudio…………………………………………………………..38

2.5.1. Composición química…………………………………………………….…38

2.5.2. Físico químicas……………………………………………………….…38

2.5.2.1. pH……………………………………………………………………...38

2.5.2.2. Color………………………………………………………….………..38

2.5.2.3. Pérdida por goteo………………………………………………...…...38

2.5.2.4. Pérdida por cocción…………………………………………………..38

2.6. Resultados y discusión………………………………………………………...38

2.7. Conclusiones…………………………………………………………………...44

2.8. Literatura citada …………………………………………………………...…45

3. CONCLUSIONES GENERALES…………………………………………...…47

4. RECOMENDACIONES………………………………………………………. 48

viii

ÍNDICE DE CUADROS Y FIGURAS

CAPÍTULO I

Cuadro 1. Desempeño productivo de pavos alimentados con harina de pluma tratada

con Hidróxido de Sodio…………………………………………………………….…5

Cuadro 2. Peso y rendimiento de canal y de los cortes principales de pavos alimentados

con HP tratada con Hidróxido de sodio………………………………..…..5

Cuadro 3. Pérdida por cocinado en la maduración de la carne a las 24 h y 7 días…….11

Cuadro 4. Análisis químicos de forrajeras no leguminosas…………………………17

Cuadro 5. Análisis químicos de la Trichanthera gigantea………………………………………….19

Cuadro 6. Análisis químicos realizados por diferentes autores……………………..19

CAPÍTULO II

Cuadro 1. Formulación de las dietas experimentales……………..……………....…36

Cuadro 2. Composición química del alimento comercial y de las dietas

experimentales…………............…………………………………..……....37

Cuadro 3. Composición química proximal de la carne de pechuga con distintos niveles

de inclusión de Trichanthera gigantea……………………………………39

Cuadro 4. Composición química proximal de la carne del muslo con distintos niveles

de inclusión de Trichanthera

gigantea…………………………………………………………………. 39

Cuadro 5. Capacidad de retención de agua y actividad de agua en la carne de pechuga

de pavo doméstico con diferentes niveles de inclusión de Trichanthera

gigantea……………………………………………………………….….40

Cuadro 6. Valores de pH y hemoglobina para la carne del pavo doméstico con

diferentes niveles de inclusión de Trichanthera

gigantea………………………………………...………………………...41

Cuadro 7. Color instrumental para la carne de pechuga de pavo doméstico con

diferentes niveles de inclusión de Trichanthera

gigantea………………………………………………..…………………42

Cuadro 8. Color instrumental para la carne del muslo de pavo doméstico con

diferentes niveles de inclusión de Trichanthera

gigantea…………………………………………………………………43

ix

RESUMEN

El presente estudio tuvo como objetivo evaluar los cambios postmortem, las características

bromatológicas y fisicoquímicas de la carne de pechuga y muslo de guajolotes autóctonos

alimentados con diferentes niveles de harina de Trichanthera gigantea. Se utilizaron 32

guajolotes machos los cuales fueron divididos en cuatro tratamientos, el primer grupo

conformado con cinco, al cual le fue asignada una dieta control (alimento comercial), y los

otros tres grupos conformados por nueve guajolotes respectivamente, a cada uno con una

dieta de 10 %, 15% y 20 % de Trichanthera gigantea. Se evaluó la composición química

(humedad, cenizas, grasa cruda y proteína cruda) mediante los métodos oficiales descritos

por la A.O.A.C. y físico químicas (pérdida por goteo, pérdida por cocción, aw, pH, hematina

y color). Para la composición química los valores encontrados en la pechuga en los cuatro

tratamientos las diferencias estadísticas (P<0.01) se expresaron en todas las variables

excepto en la proteína y para el muslo solo se presentaron en las cenizas y grasa, en tanto la

humedad y la proteína no tuvieron efectos significativos (P>0.05). En las propiedades físico

químicas la pérdida por goteo en la pechuga se vio afectada por la dieta con el 10 % de

Trichanthera gigantea a las 48 h postmortem, en cuanto a la pérdida por cocción a 48 h

postmortem, las dietas con Trichanthera gigantea presentaron porcentajes inferiores a la

dieta comercial, de igual manera en la aw se pudo observar un efecto debido a la alimentación

con Trichanthera gigantea tanto en la pechuga como en el muslo, el pH en los cortes de

pechuga y muslo evaluados al sacrificio y a 24 h obtuvieron los valores más altos que

aquellos donde los guajolotes consumieron una dieta comercial, en el caso de la hematina la

pechuga de guajolotes que consumieron el 15% y en el muslo el 10 % de Trichanthera

gigantea, fueron los que mejor se comportaron, en el caso del color, se destacan los valores

de a* y tono para la pechuga utilizando el 10 % de harina de Trichanthera gigantea, y para

muslo se destacó el tono en las dietas con 10 % y 20 % de Trichanthera gigantea. De acuerdo

a los resultados obtenidos es posible incluir en la dieta del guajolote criollo harina de

Trichanthera gigantea hasta el 20 % de su ración.

Palabras claves: Recursos zoogenéticos, Arbóreas tropicales, calidad de carne

x

ABSTRACT

The objective of this study was to evaluate the postmortem changes, the bromatological and

physicochemical characteristics of the meat of the breast and thigh of native guajolotes fed

with different levels of Trichanthera gigantea flour. 32 male turkeys were used which were

divided into four treatments, the first group consisting of five, to which a control diet

(commercial food) was assigned, and the other three groups consisting of nine turkeys

respectively, to each with a diet of 10%, 15% and 20% of Trichanthera gigantea. The

chemical composition (moisture, ash, crude fat and crude protein) was evaluated by the

official methods described by the A.O.A.C. and chemical physics (drip loss, cooking loss,

aw, pH, hematin and color). For the chemical composition the values found in the breast in

the four treatments the statistical differences (P <0.01) were expressed in all the variables

except in the protein and for the thigh they only appeared in the ashes and fat, in both the

humidity and the protein had no significant effects (P> 0.05). In the physical chemical

properties, the drip loss in the breast was affected by the diet with 10% Trichanthera

gigantea at 48 h postmortem, as for the cooking loss at 48 h postmortem, the diets with

Trichanthera gigantea presented percentages lower than the commercial diet, in the same

way in the aw an effect could be observed due to the feeding with Trichanthera gigantea in

both the breast and the thigh, the pH in the breast and thigh cuts evaluated at slaughter and

after 24 h they obtained the higher values than those where the turkeys consumed a

commercial diet, in the case of hematine the turkey breast that consumed 15% and in the

thigh 10% of Trichanthera gigantea, were the ones that behaved better, in the case of color,

the values of a * and tone for the breast are highlighted using 10% of Trichanthera gigantea

flour, and for thigh the tone in the diets with 10% and 20% of Trichanthera was highlighted

giant. According to the results obtained, it is possible to include Trichanthera gigantea flour

in the diet of Creole turkey up to 20% of its ration.

xi

Keywords: Animal genetic resources, Tropical trees, meat quality

1

CAPITULO I.

INTRODUCCIÓN GENERAL

1.1 Introducción

En México, la producción de carne de pavo es una de las actividades pecuarias

con mayor tradición, debido a que la cría de estas aves viene desde la época

precolombina, y es una de las aportaciones de México para el mundo (Villamar, 2006).

La cría de pavo o guajolote (meleagricultura), es una actividad que se realiza en toda

la República Mexicana, principalmente en los estados de Chihuahua, Yucatán,

México, Puebla, Guerrero, Hidalgo y Veracruz (Gallardo, 2006). El guajolote criollo

se cría en zonas rurales bajo el sistema tradicional de traspatio o en libre pastoreo

(Mallia, 1998), es una de las actividades complementarias a la economía familiar en el

medio rural (Mallia, 1999), se basa en la cría y manejo de animales de variabilidad

genética no caracterizada o “criollos” (SAGARPA 2003), y que son alojados en

condiciones rústicas (SAG 1964). Dichos guajolotes tienen gran variabilidad respecto

a su tamaño, peso y fenotipo (Jerez et al., 1994) además, poseen un importante valor

económico, social y cultural (Díaz, 1976). En México la alimentación de Meleagris

gallopavo en los sistemas de crianza de traspatio se basa principalmente en el uso de

malezas y desechos orgánicos derivados de la alimentación humana (Rodríguez et al.,

1996), además del maíz, tortilla y subproductos, pero también incluye: frutas,

legumbres, desperdicios de cocina, alimentos, granos diversos, pastoreo e insectos

(Camacho- Escobar et al., 2008). La carne de guajolotes por su alto contenido proteico

y por los bajos niveles de colesterol y grasa, es una fuente de proteína más completa y

de mejor calidad dentro de los alimentos de origen animal, tiene un aporte calórico de

moderado a bajo, es abundante en potasio, magnesio, fosforo, yodo y calcio, y es rica

en vitaminas del complejo B como la B1, B3, B5, B6 y Biotina, también es fuente de

Vitamina B12 (Ochoa y Ortega, 2007). En las zonas tropicales hay una amplia

variedad de recursos disponibles que se pueden utilizar en la alimentación de especies

monogástricas, entre los que se incluyen fuentes voluminosas con alto contenido

fibroso (Savón, 2002), y que son viables para la alimentación animal (Mastrapa et al.,

1996). La utilización de arbóreas con potencial forrajero cobra una relevante

importancia en la alimentación animal (Ruiz et al., 2006), ya que esta práctica permite

2

incrementar el bienestar y la productividad por unidad de superficie, así como reducir

costos de producción (Katsube, 2009). El árbol conocido como “Nacedero”

Trichanthera gigantea, se adapta bien para su inclusión en sistemas de producción

integrados puesto que las hojas son consumidas fácilmente por los cerdos y las aves

de corral (Sarria et al.,1997). El follaje de este árbol se caracteriza por sus altos niveles

de PC (17% a 18%), Calcio (2.3% a 3.4%) y Fosforo (0.28% a 0.42%). Además, sus

contenidos en fenoles, alcaloides y saponinas son bajos y no tienen mayor importancia

en dietas de animales (Galindo et al., 1989). La Trichanthera gigantea en diferentes

niveles de inclusión, como fuente alternativa aporta los nutrientes necesarios para la

suplementación de una dieta convencional, logrando resultados iguales o superiores en

conversión, peso en canal, palatabilidad, características de la canal y costos en la fase

de engorde de aves (Valencia et al., 2007).

3

1.2 ANTECEDENTES

1.2.1 Producción de traspatio

México tiene la distinción de haber aportado al mundo una de las tres especies de

aves domésticas más importantes en la avicultura actual, los comúnmente llamados

pavos (Henson, 1992), que en las comunidades rurales son conocidos como guajolotes.

En la actualidad la producción de guajolotes es una actividad que se continúa

desarrollando prácticamente en todo el territorio nacional, mediante diferentes

sistemas productivos perfectamente diferenciados por los niveles tecnológicos que se

aplican en cada uno de ellos y, que de alguna forma se encuentran vinculados al

mercado de destino del producto final. Así mismo, el traspatio se practica en la mayoría

de las comunidades rurales del país en las que crían pequeños lotes de guajolotes

criollos que van desde un par hasta los 50 o 100 animales (Villamar y Guzmán, 2006).

El traspatio ha sido definido como un agroecosistema adjunto a las viviendas

(Gonzáles et al., 2014), en donde las familias rurales siguen métodos tradicionales de

producción, manejo, mantenimiento y su experiencia indica que son viables para

conservar su funcionamiento y reproducción del germoplasma de una diversidad de

especies hortícolas y pecuarias (Cruz-Portillo, 2008), con la finalidad de proveer

alimentos básicos tales como: carne, huevo, verduras, miel, entre otros (Gonzáles et

al., 2014). En dicho sistema se utilizan pocos insumos e incluye diversas especies de

aves como: gallinas, pavos, patos, gansos, gallinas de guinea, pichones, faisanes, y

codornices (Cruz-Portillo, 2008).

La cría de pavos se practica algunas veces en condiciones de traspatio y con aves

nativas no seleccionadas genéticamente (guajolotes y gallinas criollas), dichas aves

tienen gran variabilidad respecto a su tamaño, peso y fenotipo; pero poseen un

importante valor económico, social y cultural (Díaz, 1975).

4

1.2.2 Meleagris gallopavo

La meleagricultura es el término mediante el cual se identifica a la rama de la

zootecnia dedicada a la cría y explotación de los pavos (Meleagris gallopavo). El

“Meleagris gallopavo” es el que actualmente conocemos como guajolote criollo

doméstico, el cual se encuentra localizado prácticamente en todo el territorio nacional.

Sin embargo, es la segunda especie avícola de importancia en el país (UNA, 2006).

El interés económico de la meleagricultura se fundamenta en su enorme

rendimiento en carne (Castellanos, 2004), bajo costo de producción, y la calidad

nutritiva por el bajo contenido de grasa de su carne. Constituye un importante apoyo

económico-alimenticio para las poblaciones rurales y suburbanas, así como un recurso

genético pecuario propio de México (Medrano, 2000).

Sin embargo, el Meleagris gallopavo ha sido objeto de pocos estudios científicos,

debido al escaso interés y limitado número de investigaciones publicadas en la especie,

comparativamente hablando, respecto a otras especies como la gallina doméstica,

cerdos, ovinos y vacunos, aun siendo nativo de México y subsistiendo en condiciones

de traspatio (Rejón et al. 1996).

Se carece de inventarios precisos, bases de datos e información sobre el

comportamiento productivo del guajolote en condiciones de traspatio (SAGARPA,

2006). La producción de pavo tiene presencia principalmente en 11 estados de nuestro

país, donde se ubica el 96% de su producción total. Yucatán es el mayor productor a

nivel nacional con un 23%, seguido por Puebla y Estado de México, con 15% y 14%,

respectivamente; Chihuahua, Guerrero e Hidalgo, contribuyen cada uno con el 6%;

siguiendo Chiapas con el 5%, y cierran la lista Oaxaca y Campeche, con 3% de la

producción nacional cada uno (UNA, 2018).

En un estudio realizado por Loyra et al. (2013), evaluaron el desempeño

productivo y el peso y rendimiento de pavos alimentados con harinas de plumas

tratadas con NaOH, obteniendo los resultados que se muestran en los cuadros 1 y 2.

5

Cuadro 1. Desempeño productivo de pavos alimentados con HP tratada con NaOH.

Tratamientos

Variables Testigo 50 g NaOH 100 g NaOH

Peso inicial (kg) 6.2 6.2 6.2

Peso final (kg) 13.0a 10.9c 12.1b

Ganancia de peso

(g/día)

165.8a 127.0c 144.0b

Cuadro 2. Peso y rendimiento de canal y de los cortes principales de pavos

alimentados con HP tratada con NaOH

Peso (kg) Tratamientos

Variables Testigo 50 g NaOH 100 g NaOH

Pechuga 2.9 a 2.2b 2.4b

Muslo 1.6a 1.4c 1.5b

Pierna 1.5a 1.3b 1.3b

Rendimiento en proporción al peso vivo (%)

Pechuga 28.4 26.2 26.3

Muslo 15.9 16.3 16.4

Pierna 14.3 15.2 14.8

1.2.3 Calidad de la carne

La carne de diversas especies animales han constituido desde la antigüedad un

alimento básico en la dieta del hombre (Villamar y Guzmán, 2006), es una fuente

importante de nutrientes, tales como vitaminas (Tiamina, Niacina, Riboflavina, B12 y

B6), minerales (Hierro, Magnesio, Fósforo, Potasio y Zinc), y aminoácidos (Lisina,

Leucina, Isoleucina, Treonina, Triptófano, Valina, Arginina, entre otros); aunque

también contienen grasa y ácidos grasos, tanto saturados como insaturados (mono y

poliinsaturados).

6

En el caso de las aves la calidad de la carne es un asunto particularmente complejo

que puede ser evaluado desde varios puntos de vista; desde una perspectiva del

consumidor y mercadeo, rendimientos en canal, clasificación adecuada de la canal,

buena apariencia, parámetros nutricionales y sensoriales, entre otros, los cuales son

rasgos deseables (Bogosavljeviae, 2010).

En este sentido, el guajolote se incluye como una de las carnes de elección si sigue

una dieta baja en grasas saturadas y colesterol, su carne tiene un bajo contenido de

grasa y además con la ventaja de que no se trata de una grasa entrevenada, la mayor

parte se encuentra debajo de la piel, por su bajo contenido en colágeno facilita la

digestión (Eroski Consumer, 2009). Su carne forma parte de las carnes blancas, en

adición a la de pollo, pescado y conejo, que se caracterizan por tener poca grasa y

colesterol, aporta una gran cantidad de proteínas, vitaminas y minerales al organismo

(Martinez et al., 2016). Con respecto al contenido en vitaminas, destaca la Vitamina

B3 o Niacina. El contenido de Hierro de la carne de pavo se absorbe bien, y es

abundante en Potasio y Magnesio (Eroski Consumer, 2009).

El guajolote autóctono puede proveer de carne y productos cárnicos de excelente

calidad similares a los de otras especies domésticas comúnmente explotadas tales

como res, cerdo y pollo, incluso se han encontrado valores proteicos similares a la

carne del guajolote mejorado genéticamente (López et al., 2011).

1.2.3.1 pH

El pH es un parámetro determinante de la calidad de la carne, ya que afecta a los

procesos bioquímicos que tienen lugar durante la transformación del musculo en carne,

influyendo directamente sobre la estabilidad y propiedades de las proteínas y

características físico-químicas de la carne, así como en el color, terneza, sabor,

capacidad de retención de agua y conservación. Su evolución tras el sacrificio va a

tener un profundo efecto sobre las propiedades sensoriales y tecnológicas de la carne

(Honikel, 1994).

7

El pH de los animales vivos se sitúa en un rango entre 7.08 y 7.30. Tras la muerte

del animal se produce un descenso del mismo hasta valores entre 5.4 y 5.6 (Tarrant et

al., 1980). Dependiendo de la evolución del pH tras el sacrificio de los animales, se

generan alteraciones en la calidad de la carne. A los 45 minutos post- mortem el pH

debe de ser superior a 6 para que la carne esté libre de la clasificación PSE (Pálida,

Suave y Oxidativa), mientras que el pH a las 24 h debe de ser menor a 6 de lo contrario

es clasificada como DFD (Firme, Oscura y Seca) (Kauffman et al., 1993).

En un estudio realizado por Qiao et al. (2002) observaron que las pechugas de

pollos más oscuras fueron aquellas con valores de pH de 6.23, mientras que las claras

tuvieron un valor de 5.82 y, las consideradas normales tuvieron un valor de 5.96; de la

misma manera Soler et al. (2011) reportaron valores de 5.32 a 6.64. En otro estudio

realizado por Barbut (1993) en la carne de pechuga de guajolotes de 18 semanas

encontraron valores de pH post mortem de 5.68 a 6.03.

Las carnes con un pH inferior a 6 se consideran carnes pálidas y exudativas (PSE)

por tener caídas de pH rápidas, también son con menos Capacidad de Retención de

Agua y más duras, por el contrario, un pH final elevado produce carnes más oscuras

con mayor Capacidad de Retención de Agua, consistencia firme, aspecto seco de la

superficie y peor conservación, originan carnes firme, oscura y seca (DFD).

Mauri (2017), reporto valores de pH de pechuga que fueron sometidas a

electroestimulación con un valor medio de 5.92, mientras que las muestras control que

fueron sometidas a desangrado obtuvieron un valor medio de 6.02. En cuanto a la

maduración de las pechugas los valores medios fueron 6.15, 5.90 y 5.87 a 20 min, 24

h y 7 días post mortem, respectivamente.

1.2.3.2 Color

El color de la carne fresca es el principal atributo que influye en la decisión de

compra, dado que el consumidor asocia el color con el grado de frescura y calidad

(Brewer et al., 2002). El color de la carne dependerá de la estructura y tipo de musculo,

de la concentración de pigmentos hemínicos que contenga el músculo y del estado de

oxidación del mismo (Diestre, 1986).

8

El principal pigmento determinante del color de la carne y de los productos

cárnicos es la mioglobina, en sus diferentes formas. La apariencia de la carne variará

dependiendo de los procesos químicos de oxidación y oxigenación de la mioglobina,

por lo que las determinaciones físico químicas del color de la grasa y del musculo

deben realizarse en un tiempo establecido (Auqui, 2014). La cantidad de mioglobina

de la carne depende de diferentes factores como la edad, el tipo de músculo, etc. La

cantidad de mioglobina aumenta con la edad del animal y atendiendo al tipo de

músculo los músculos blancos tienen menor contenido que los músculos rojos. Su

estado químico determina el color de la carne fresca, la cantidad reducida presenta un

color rojo vivo. Cuando esta se oxida da lugar a la metamioglobina, que se caracteriza

por tener un color indeseable marrón pardo. En presencia de oxigeno la mioglobina

reducida se transforma en oxiomioglobina que da lugar a un color rojo claro,

característico de la carne fresca. Esta forma es poco estable ya que al necesitar el

oxígeno para su formación puede provocar la oxidación del pigmento dando lugar a la

metamioglobina (Mauri, 2017).

El sistema de representación del color más adecuado es el CIELAB (CIE, 1986),

ya que se representa más uniforme en la zona de rojos (Hernandez,1994). Este sistema

emplea las coordenadas tricromáticas L* (luminosidad), a* (índice rojo) y b* (índice

amarillo), de manera que a partir de relaciones entre ellas se pueden obtener

coordenadas colorimétricas, la intensidad de color o saturación y el tono (Murray,

1998).

La coordenada L* recibe el nombre de luminosidad o claridad, que determina el

grado de luminosidad de un color y se determina en una escala que se extiende del

negro absoluto al blanco absoluto (Onega et al., 2003) y puede tomar valores entre 0

y 100 (Gilarbert, 1992). La luminosidad está relacionada con el estado, tamaño y

posición de las fibras musculares, ya que de ello depende el grado de reflexión y

absorción del espectro luminoso, además de la presencia de agua, en sus tres posibles

estados (libre, contenida y ligada) (Oyagüe, 2007). Depende de varios factores como

el pH, la capacidad de retención de agua, humedad, la integridad de la estructura

muscular y, en menor medida, del grado de oxidación de los hemopigmentos (Palombo

y Wijngaards, 1990; Sayas, 1997). También influye el contenido en grasa, pues las

9

materias primas con mayor contenido en grasa son las que presentan mayores valores

de L* (Pérez-Álvarez et al., 1998).

La coordenada a* (eje rojo-verde), define la desviación del punto acromático

correspondiente a la luminosidad hacia el rojo si a* es positivo, y hacia el verde si a*

es negativo (Gilarbert, 1992). Está relacionada con el contenido de mioglobina (Pérez-

Álvarez et al., 1998).

La coordenada b* (eje amarillo-azul), define la desviación hacia el amarillo si b*

es positiva, y hacia el azul si b* es negativo (Gilarbert, 1992). Ha sido relacionada con

los distintos estados de la mioglobina (Pérez-Álvarez et al., 1998).

El conjunto a* b* recibe el nombre de cromaticidad y junto con L* definen el

color de estímulo (en coordenadas cartesianas o rectangulares); esto corresponde al

término de cromaticidad que no indica explícitamente ni el tono ni la saturación. Este

inconveniente se soluciona definiendo C* (croma) y H (tono) (Francis y Clydesdale,

1975).

C*, Saturación (Chroma en inglés), viene definida por la cantidad de mioglobina,

da la sensación de colores vivos o apagados. Para la CIE es el colorido del estímulo

juzgado en proporción a la luminosidad de otro estímulo que aparece como blanco

transparente.

H, Tonalidad o tono (hue en inglés), es definida por el estado químico del

pigmento (mioglobina, oximioglobina o metamioglobina). Para la CIE sería el atributo

de la sensación visual según el cual el estímulo aparece similar a uno de los colores

percibidos, rojo, amarillo, verde o azul o a ciertas proporciones de dos de ellos.

1.2.3.3 Capacidad de Retención de Agua (CRA)

La CRA es un parámetro físico-químico importante por su contribución a la

calidad de la carne y de sus productos derivados (Wierbickl et al., 1957), se puede

definir como la aptitud de la carne para mantener ligada su propia agua, incluso bajo

la influencia de fuerzas externas (presión, calor, etc.), o también como la aptitud para

fijar agua añadida (Swatland, 1991). Cuando se aplica cualquiera de estas condiciones

anteriores, la carne sufre pérdidas de humedad debido principalmente al agua libre de

su estructura (Ouali, 1990a; Koohmaraie, 1994; Roncalés et al., 1995). La CRA está

10

relacionada con la textura, terneza, color de la carne cruda, jugosidad y firmeza de la

carne cocinada (Wierbickl et al., 1957). Después del sacrificio, la CRA de la carne se

ve afectada por factores como: la caída del pH post mortem, la pérdida del ATP, la

instauración del rigor mortis y los cambios en la estructura miofibrilar asociados en

parte a la actividad proteolítica (Ouali, 1990a; Koohmaraie, 1994; Roncalés et al.,

1995).

1.2.3.3.1 Pérdida por goteo.

El agua es el componente más importante de la carne al representar del 65 al 80

% (Forrest et al., 1979). Al ser tan abundante influye sobre la calidad, afectando la

jugosidad, la blandura, el color y el sabor. Muchas de las propiedades físicas de la

carne (color y textura en carne cruda) y de aceptación (jugosidad y blandura en carne

cocinada) dependen de su capacidad para no perder esta agua (Forrest et al., 1979;

Warner et al., 1993). El goteo se define como la solución roja acuosa de proteínas que

emerge encima de la superficie del corte muscular sobre un periodo de tiempo de horas

a días. La pérdida por goteo solamente mide el exudado de agua extracelular de la

carne (Offer, 1984). Este tipo de mediciones se realiza para determinar las mejores

condiciones de refrigeración, congelación, envasado y almacenado de la carne

(Honikel, 1984; Honikel y Hamm, 1994).

El agua presente en la carne se encuentra distribuida en tres formas diferentes:

1.- El agua ligada que representa un 4-5% y permanece fuertemente unida incluso

cuando se le aplica al músculo una fuerza ya sea mecánica o de otro tipo.

2.- El agua inmovilizada que está ligada más débilmente y cuya liberación

depende de la cantidad de fuerza física que se ejerce sobre el músculo y,

3.- El agua libre que se mantiene únicamente por fuerzas superficiales y que es

fácilmente desprendible.

Esta última es la que tiene importancia durante el enfriamiento de la canal y el

subsiguiente almacenamiento, debido a que es en ese momento cuando ocurren las

11

pérdidas por evaporación y goteo. Cuando los tejidos tienen poca capacidad de retener

agua durante el almacenamiento, las pérdidas por goteo pueden ser grandes y al mismo

tiempo se pierden algunas proteínas solubles, vitaminas y minerales (Hulot, 1999).

1.2.3.3.2 Pérdida por cocción

La cocción tiene un efecto importante sobre las proteínas de la célula muscular y

del tejido conectivo (Bouhrara et al., 2011) desintegrando su estructura y modificando

la organización del agua (Bertram et al., 2003).

La cocción de la carne se traduce en una pérdida de 20 a 40% de su masa, debido

a la expulsión de jugo (que contiene agua, lípidos y micronutrientes) de la carne

(Bircan y Barringer, 2002; Bertram et al., 2004), también afecta negativamente a la

calidad nutricional a través de la pérdida de ácidos grasos y microelementos

(vitaminas, minerales y aminoácidos) que son esenciales para la salud humana

(Borisova y Oreshkin, 1992). Desde un punto de vista práctico, la perdida por cocción

representa el parámetro más importante para la industria, que busca materias primas

con una alta capacidad de retención de humedad.

En el Cuadro 3 se puede apreciar los valores reportados por Mauri (2017), de

estudios realizados en pérdida por cocinado en la maduración de la carne a las 24 h y

7 días, en pechugas de pavos sometidas a electroestimulación y por desangrado, al

momento de sacrificio. En el cual no se encontraron diferencias significativas (p>0.05)

entre tratamientos a lo largo de la maduración de las mismas.

Cuadro 3. Pérdida por cocinado en la maduración de la carne a las 24 h y 7 días

Variable

Grupo

Maduración

24 h 7 d

Pérdida por cocinado (%) Control 13.88a 14.46b

Electo-estimulación 14.18a 14.41b

12

1.2.4 Valor nutricional

La carne de guajolote es considerada una de las carnes más sanas, se caracteriza

por tener poca grasa y bajo nivel de colesterol, siendo un alimento ideal para mantener

un buen estado físico y nutricional. Tiene dos tipos de carne, roja en sus extremidades

inferiores, muslos y perniles y, blanca en su pechuga y alas. Dependiendo del corte

contiene entre 0.6% y 16% de grasa y entre 16 y 28 mg de colesterol por cada 100 g

carne blanca o carne roja, respectivamente (Montoya et al., 2015).

López et al. (2011) al estudiar la canal de hembras y machos del guajolote a las

edades de 7, 12 y 15 meses, concluyeron que la composición química de las diferentes

partes de la canal fue muy similar entre sí y, con los valores reportados para pavos de

líneas genéticas comerciales. Así mismo, el contenido de ácidos grasos poliinsaturados

fue inferior en el guajolote (17 a 22%) en comparación con las líneas comerciales

(37.7%).

La carne de guajolote tiene como componente mayoritario, en un 75 %

aproximadamente, al agua. Le siguen las proteínas con alto valor biológico, dado su

contenido en aminoácidos esenciales. Con respecto a los micronutrientes el guajolote

es fuente de minerales entre los que destacan de mayor a menor proporción el Selenio,

Fósforo, Zinc y Potasio. Las principales vitaminas presentes son del grupo B,

destacando la B6, B12, las cuales contribuyen al metabolismo energético normal, una

porción de guajolote diaria aporta el 36% de la cantidad de vitamina B3, el 27% de los

requerimientos diarios de vitamina B6 (Montoya et al., 2015).

1.2.4.1 Humedad

La determinación de humedad es un paso obligado en el análisis de alimentos, que

permite convertir valores de humedad y expresarlos en base seca (Masson, 2000).

Debido a que el contenido de materia seca en alimentos está inversamente relacionado

a su contenido de humedad, este último tiene una gran importancia económica tanto

para el procesador de alimentos como para el consumidor.

13

Los términos “contenido de agua” y “contenido de humedad” se utilizan de igual

manera en la literatura para designar la cantidad de agua presente en productos

alimenticios y otras sustancias, por lo que la cantidad de humedad es una medida del

rendimiento y cantidad de sólidos de un alimento, que puede ser directamente utilizado

como un índice de valor económico, estabilidad y calidad de los productos alimenticios

(Park, 2008).

En todos los alimentos, cualquiera que sea el método de industrialización a que

hayan sido sometidos, contienen agua en mayor o menor proporción. Las cifras de

contenido en agua varían entre un 60 y un 95% en los alimentos naturales. En los

tejidos vegetales y animales, puede decirse que existe en dos formas generales: agua

libre y agua ligada. El agua libre se libera con gran facilidad (Hart, 2003) y está

presente entre los espacios intergranulares y dentro de los poros del material. Este

tipo de agua sirve como un medio dispersante para macromoléculas hidrofilicas tales

como proteínas, gomas y fenoles para formar soluciones moleculares o coloidales y

como solvente para compuestos cristalinos (Park, 2008), y el agua ligada (Hart, 2003)

que es una combinación química como agua de hidratación. El agua de hidratación

se observa claramente en geles de proteínas o polisacáridos en donde el agua ligada

está firmemente sostenida por enlaces de hidrogeno. Sin embargo, debido a que este

término aún no está bien definido, la mayoría de investigadores definen al agua como

la forma de agua que permanece sin cambiar cuando el alimento es expuesto a un

tratamiento térmico en particular (Park, 2008).

1.2.4.2 Cenizas

Se entiende por cenizas como el residuo inorgánico que queda tras eliminar

totalmente los compuestos orgánicos existentes en la muestra, si bien hay que tener en

cuenta que en él no se encuentran los mismos elementos que en la muestra intacta, ya

que hay pérdidas por volatilización y por conversión e interacción entre los

constituyentes químicos. A pesar de estas limitaciones, el sistema es útil para concretar

la calidad de algunos alimentos cuyo contenido en cenizas totales, o sus

determinaciones derivadas, que son cenizas solubles en agua y cenizas insolubles en

ácido, están bien definidos, esta situación facilita en parte su identificación y/o permite

clasificar el alimento examinado en función de su contenido en cenizas (Gutiérrez,

14

2010), son el primer paso en la preparación de una muestra de alimentos para análisis

elemental específico. La cantidad de cenizas representa el contenido total de minerales

en los alimentos (Torres, 2010).

En un estudio realizado por López et al., (2011), encontraron resultados en carne

de guajolotes machos criollos de 7, 12 y 15 meses de edad, de 0.82% en pechuga,

0.77% en pierna y 0.81% en musculo, de igual manera Werner et al. (2008), reportaron

1.11 % de cenizas en pechuga de guajolotes mejorados. Esto parece indicar un mayor

contenido de minerales en guajolotes mejorados, lo cual podría atribuirse a la

alimentación o edad de los animales.

1.2.4.3 Proteína

La carne ofrece una gran variedad de nutrientes, lo que hace que los productos

sean muy importantes para la alimentación humana. De todos sus nutrientes, las

proteínas ocupan un lugar predominante debido a su alto porcentaje presente en la

carne y su elevado valor biológico por los aminoácidos que provee (Apuparo, 2012),

constituyen el segundo componente mayoritario de la carne, y la variación de su

contenido depende de varias causas entre las que se encuentra el tipo de músculo

(Hernández et al., 1997). Las proteínas del musculo son transcendentes en los cambios

post mortem involucrados en la transformación del musculo en carne, además de ser

la mayor fuente de proteína de alta calidad en la dieta humana (Prändl et al., 1994).

Las proteínas de la carne son responsables de diversas características de sus productos

derivados (Cori et al., 2014). En un estudio realizado en guajolotes criollos, Lopez et

al., (2011) encontraron un 18.9 % de proteína en pechuga y 17.1 % en pierna en los

machos, y en el caso de las hembras encontró 21.8% en pechuga y 19.7 % en pierna.

Hachmeister et al. (1998) realizaron un estudio con guajolote mejorado donde

encontraron un 18.5 % de proteína cruda, y Mataix (2003) encontró igual 18.5 % en

pechuga de guajolote criollo.

15

1.2.4.4 aw

La actividad de agua (aw) es una propiedad termodinámica que se define como la

razón entre la presión de vapor del agua en un sistema y la presión de vapor del agua

pura a la misma temperatura, o bien como el equilibrio de la humedad relativa del aire

circundante del sistema a la misma temperatura (Rahman y Labuza, 2009). La aw

describe el estatus energético del agua en los alimentos, es la aw y no el contenido de

humedad, quien determina el menor límite de agua disponible para el crecimiento de

microorganismos. Por lo que el control de la aw es importante para mantener la

estabilidad química de los alimentos, debido a su disponibilidad para actuar como

solvente, medio o reactante en reacciones químicas y bioquímicas. Reacciones de

pardeamiento no enzimático, reacciones de oxidación lipídica, degradación de

vitaminas, reacciones enzimáticas, desnaturalización proteica, gelatinización y

retrogradación de almidones son fuertemente influenciadas por la aw de los diferentes

tipos de alimentos. El último rol de la aw y de suma importancia también es de

seguridad, calidad, procesamiento, textura, propiedades sensoriales y vida útil de los

alimentos. Los valores de aw se encuentran entre 0 y 1 (Fontana y Campbell, 2004).

1.2.4.5 Grasa

La grasa es un componente mayoritario de la canal de los animales de abasto, y se

encuentra presente en los músculos como componentes estructurales de las membranas

y como gotas de almacenamiento de triglicéridos entre la fibra muscular y el tejido

adiposo, además la grasa es un componente esencial de la carne fresca y productos

cárnicos siendo responsable de determinar la percepción sensorial de la jugosidad,

sabor y textura (López et al., 2011). Dependiendo de la especie el porcentaje de grasa

variará siendo en el cordero de 6.6% y en el cerdo de 5.25%. El porcentaje de grasa en

la vaca, pollo, conejo, pavo está entre 2-3.2% (Villagómez, 1998).

1.2.4.6 Mioglobina

En 1900, se consideró que la pigmentación roja de los músculos del esqueleto en

muchos vertebrados estaba originada por la mioglobina más que por la hemoglobina,

aunque el nombre de mioglobina no fue adoptado hasta 1920 (Kagen, 1973). La

16

mioglobina es la principal responsable del color de la carne y sirve como depósito o

transportador de oxígeno en el músculo vivo. El oxígeno que llega al músculo con la

hemoglobina se difunde desde los capilares a la fibra muscular, donde se une a la

mioglobina para su posterior uso en el metabolismo aeróbico (Cross et al., 1986). La

concentración de mioglobina es, sin embargo, el factor principal de determinación del

color rojo de la carne. Así mismo, influye sobre el color de una pieza de carne la

proporción de grasa y tejido conjuntivo que posea y la existencia de otros pigmentos

como la catalasa, citocromos, flavinas, vitaminas B12, entre otros (Fox, 1987). La

molécula de mioglobina consta de un grupo proteico, la globina, y de un grupo

prostético hemo, con un átomo de hierro y un anillo de porfirina que consta de cuatro

grupos pirrólicos (Cross et al., 1986). El contenido en mioglobina determina la

saturación del color, es decir, la intensidad del color que presenta la carne.

1.2.5 Tipos de forraje

Los árboles y arbustos forrajeros proporcionan follaje de alta calidad para

complementar la dieta (Gómez et al., 1995). Los follajes arbóreos son un grupo de

alimentos suplementarios que no han sido totalmente estudiados en los sistemas de

alimentación en el trópico (Pinto et al., 2005). Diversas especies leguminosas y no

leguminosas, de buena adaptación a las condiciones edafoclimáticas del trópico, se

presentan como una alternativa de amplia potencialidad como suplemento y como

componente de ecosistemas silvopastoriles, los cuales presentan muchos otros

beneficios (Carmona, 2007). En este sentido, se encuentran muchas especies, siendo

las leguminosas las de mayor uso y potencial en condiciones tropicales, aunque

especies no leguminosas como la morera (Morus alba), el quiebrabarrigo

(Trichanthera gigantea) y el guásimo (Guazuma ulmifolia), entre otras, presentan un

amplio potencial forrajero (Carmona, 2007).

Los análisis químicos permiten concluir que el forraje de arbóreas y arbustivas

presenta contenidos de materia seca y de proteína cruda mayores que los pastos. En el

Cuadro 4, se muestran los resultados de los análisis bromatológicos realizados en tres

diferentes especies forrajeras (Giraldo, 1995; Bernal,1991).

17

Cuadro 4. Análisis químico de forrajeras no leguminosas.

PLANTA MS PROTEÍNA FIBRA

% % %

Morera (Morus alba) 25 15 - 28 15

Botón de oro (Thitonia

diversifolia)

24-35 15- 28 16-38

Quiebrabarrigo

(Trichanthera gigantea)

20-27 14-22 16-18

1.2.5.1 Forrajes en la alimentación de aves de traspatio

A nivel mundial existen numerosas plantas que han sido evaluadas para formar

parte de las dietas o raciones de los animales domésticos, con el fin de sustituir las

fuentes de proteína y energía convencionales (soya y harina de pescado para proteína;

sorgo y maíz, para energía). Entre dichas plantas, cada día existe un mayor consenso

en que las de mayor potencial son la Morera (Morus alba), la Moringa (Moringa

oleífera) y el nacedero (Trichanthera gigantea), entre otros. Las razones para este

consenso radican en varios aspectos, entre los que se puede mencionar su alto valor

proteínico, su buen balance de minerales, su alta digestibilidad y su carencia de

factores antinutricionales. Su principal inconveniente radica en sus contenidos de fibra

que reducen la absorción de nutrientes, hecho de mucha trascendencia en la

alimentación de monogástricos.

Entre las especies de arbóreas tropicales en México, se pueden citar a la morera

(Morus alba), la moringa (Moringa oleífera) y el nacedero (Trichanthera gigantea).

Algunos estudios donde han evaluado a la Trichanthera indican la posibilidad de ser

empleada en aves de engorda. La gran ventaja del nacedero por parte de los animales

monogástricos es debido a su alta palatabilidad y baja concentración de sustancias

fenólicas (Sarria, 1999). En otro estudio utilizando Trichanthera como reemplazo

parcial de la harina de soya para pollos de engorda, Sarria y Preston (1997), no

encontraron diferencias significativas en las ganancias de peso entre el tratamiento

testigo y las dietas que incluían 10 y 15% de proteína cruda de Trichanthera gigantea.

18

1.2.5.2 Trichanthera gigantea

El nacedero (Trichanthera gigantea) de la familia Acantácea, es un árbol

multipropósito promisorio para una amplia gama de agroecosistemas (Ríos, 1994).

Alcanza entre 4 a 12 m de altura, una copa de 6 m de diámetro y es muy ramificado.

Las ramas poseen nudos pronunciados, hojas opuestas, asesarradas y vellosas, de color

verde oscuro. Sus flores atraen aves, insectos y murciélagos, tolera bien la sombra. Los

climas que más le favorecen son los trópicos húmedos y sub-húmedos (Arronis, 2009).

Se le atribuyen propiedades medicinales y es además utilizado en la construcción de

cercas vivas, caneyes, casas, en cultivos multiestrato, como abono verde y alimento

para animales. Se ha utilizado en ensayos de alimentación de diferentes especies

animales, especialmente cerdos, ovinos de pelo, cabras, conejos, cuyes y gallinas,

como fuente de proteína (Rosales y Ríos, 2011).

1.2.5.3 Valor nutricional de la Trichanthera gigantea

La mayoría de las hojas como forrajes presentan un contenido importante de

proteína cruda, cercano al 20%. Este potencial es limitado para monogástricos por su

contenido importante de fibra cruda que se encuentra alrededor de 18%. La proteína

cruda está parcialmente ligada a la FDN. La Trichanthera gigantea tiene 15% del N

ligado a la fibra. En cuanto a la composición de aminoácidos, Sarria (1999) encontró

que las hojas de Trichanthera gigantea tienen un balance adecuado de aminoácidos

con respecto a la lisina, salvo alguna deficiencia de metionina y cistina. Las hojas de

las forrajeras tienen un contenido importante de minerales, es muy rica en calcio, las

hojas, son buena fuente de micronutrientes como el hierro y el magnesio. Sus

contenidos de compuestos como fenoles, alcaloides y saponinas son bajos y no tienen

mayor importancia en dietas de animales (Galindo et al., 1989). El follaje de este árbol

se caracteriza por sus altos niveles en proteína cruda, calcio y fósforo, y por su alta

degradabilidad ruminal, como se ilustra en el Cuadro 5.

19

Cuadro 5. Análisis químico de la Trichanthera gigantea.

PC % Calcio % Fósforo % Degradabilidad ruminal

%

17 a 18 2.3 a 3.4 0.28 a 0.42 77

Fuente: (Galindo et al.; Gómez et al.2005).

1.2.5.4 Composición química de la Trichanthera gigantea

En estudios realizados sobre el valor nutricional de Trichanthera gigantea desde

1989 se han encontrado grandes variaciones en su composición química (Rosales,

1997). En el Cuadro 6 se presentan los resultados de la composición bromatológica

reportada por varios autores.

Cuadro 6. Análisis químico de la Trichanthera gigantea.

Fuente

Características Ospina

et al.

(2002)

Quirama

et al.

(2002)

Savón

et al.

(2005)

% g/kg MS %

Materia seca (MS) 57.9 - 92.5±10.5

Fibra Detergente

Neutra (FDN)

35.7 384 40.10±0.61

Fibra Detergente Ácida

(FDA)

23.8 279 28.37±0.71

Proteína cruda o bruta

(PC)

16.8 176 16.0±1.0

Energía bruta - 3471 15.2±0.1

Kj/kg

20

1.3 HIPÓTESIS

El pavo autóctono (Meleagris gallopavo) alimentado con raciones crecientes de harina

de follaje de Trichanthera gigantea no afecta la composición química ni modifica los

parámetros de calidad de la carne.

21

1.4 OBJETIVOS

1.4.5 Objetivo general

Evaluar los cambios postmortem de la carne de guajolotes autóctonos (Meleagris

gallopavo) alimentados con diferentes niveles de Trichanthera gigantea.

1.4.6 Objetivos específicos

Evaluar las características bromatológicas de los cortes de pechuga y pierna en

guajolotes autóctonos (Meleagris gallopavo) alimentados con harina de

Trichanthera gigantea.

Evaluar las características físicas y químicas de la carne del guajolote autóctono

alimentado con la inclusión de Trichanthera gigantea.

22

1.5 PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL

1.5.1 Localización del área de estudio

El estudio se realizó en dos sitios, el primero se llevó a cabo en las instalaciones del área de

investigación de la posta zootecnia del Instituto Tecnológico de Conkal, ubicada en el

municipio de Conkal Yucatán México. Localizado en la región centro norte del estado.

Queda comprendido entre los paralelos 21° 02´y 21° 08´ Latitud Norte y los meridianos 89°

29´y 89° 35´ Longitud Oeste; posee una altura de 8 metros sobre el nivel del mar.

Posteriormente se realizaron los análisis bromatológicos y físico-químicos en el Laboratorio

de Instrumentación Analítica del Instituto Tecnológico de Mérida, ubicado en la ciudad de

Mérida Yucatán México.

23

1.5.2 Diagrama del procedimiento experimental

Alimentación de los guajolotes Meleagris gallopavo

Sacrificio de los guajolotes Meleagris gallopavo con

peso promedio de 5.5 kg.

Obtención de muestras de la parte de la pechuga y pierna.

Medición del pH tras 45

min y a las 24 h post

mortem

La composición química

(humedad, cenizas, gras cruda

y proteína cruda) se determinó

mediante los métodos oficiales

A.O.A.A.C (1997).

El color se midió a los

45 min, 24 h post

mortem y 48 h

Pérdida por goteo se

realizó a las 24 h post

mortem

Pérdida por cocción se

realizó a las 24 h post

mortem

Medición de aw

Medición de

hemoglobina

Análisis e interpretación de

resultados por Statgraphics por

el método Tukey en un modelo

lineal

24

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CAPITULO 2. CALIDAD DE LA CARNE DEL PAVO DOMÉSTICO (Meleagris

gallopavo) ALIMENTADO CON Trichanthera gigantea

Cutz-Cruz R.1*, Ortiz-Ortiz J.1, Moo-Huchin V.2, Aguilar Urquizo E.1, Sierra-

Vásquez A.1. (checar autor de correspondencia)

1 Tecnológico Nacional de México/Campus Conkal-División de Estudios de

Posgrado en Investigación. *[email protected]

2 Tecnológico Nacional de México/Campus Mérida-División de Estudios de

Posgrado en Investigación.

35

2.1 Resumen

El objetivo fue evaluar los diferentes niveles de Trichanthera gigantea en la dieta del

guajolote autóctono y su efecto en la calidad de la carne de pechuga y muslo. Se utilizaron

32 guajolotes autóctonos en un diseño completamente al azar con cuatro tratamientos: T0

(control), T1, T2 y T3 (10, 15 y 20 % de harina de Trichanthera gigantea en la dieta).

Los datos obtenidos fueron analizados mediante una comparación de medias por el

método Tukey bajo un modelo lineal, utilizando el programa Statgraphics. Las variables

de estudio fueron: pH, color, pérdida por goteo, pérdida por cocción, actividad de agua

(aw), humedad, ceniza, hematina, grasa y proteína. Las variables fueron evaluadas al

momento del sacrifico y a 24 y 48 hrs postmortem. Para la composición química los

valores encontrados en la pechuga en los cuatro tratamientos las diferencias estadísticas

(P<0.01) se expresaron en todas las variables excepto en la proteína y para el muslo solo

se presentaron en las cenizas y grasa, en tanto la humedad y la proteína no tuvieron efectos

significativos (P>0.05). En las propiedades físico químicas la pérdida por goteo en la

pechuga se vio afectada por la dieta con el 10 % de Trichanthera gigantea a las 48 h

postmortem, en cuanto a la pérdida por cocción a 48 h postmortem, las dietas con

Trichanthera gigantea presentaron porcentajes inferiores a la dieta comercial, de igual

manera en la aw se pudo observar un efecto debido a la alimentación con Trichanthera

gigantea tanto en la pechuga como en el muslo, el pH en los cortes de pechuga y muslo

evaluados al sacrificio y a 24 h obtuvieron los valores más altos que aquellos donde los

guajolotes consumieron una dieta comercial, en el caso de la hematina la pechuga de

guajolotes que consumieron el 15% y en el muslo el 10 % de Trichanthera gigantea,

fueron los que mejor se comportaron, en el caso del color, se destacan los valores de a* y

tono para la pechuga utilizando el 10 % de harina de Trichanthera gigantea, y para muslo

se destacó el tono en las dietas con 10 % y 20 % de Trichanthera gigantea. La utilización

de la harina de Trichanthera gigantea en la dieta de guajolote criollo no afectó la calidad

de su carne, por el contrario, se mejoraron algunas características bromatológicas y físico-

químicas.

Palabras claves: Recursos zoogenéticos, arbóreas tropicales, calidad de la carne

36

2.1.1 Abstract

The objective was to evaluate the different levels of Trichanthera gigantea in the diet of

the native turkey and its effect on the quality of breast and thigh meat. 32 native guajolotes

were used in a completely randomized design with four treatments: T0 (control), T1, T2

and T3 (10, 15 and 20% of Trichanthera gigantea flour in the diet). The data obtained

were analyzed by means of a comparison of means by the Tukey method under a linear

model, using the Statgraphics program. The study variables were: pH, color, drip loss,

cooking loss, water activity (aw), moisture, ash, hematine, fat and protein. The variables

were evaluated at the time of sacrifice and at 24 and 48 hrs postmortem. For the chemical

composition the values found in the breast in the four treatments the statistical differences

(P <0.01) were expressed in all the variables except in the protein and for the thigh they

only appeared in the ashes and fat, in both the humidity and the protein had no significant

effects (P> 0.05). In the physical chemical properties, the drip loss in the breast was

affected by the diet with 10% Trichanthera gigantea at 48 h postmortem, as for the

cooking loss at 48 h postmortem, the diets with Trichanthera gigantea presented

percentages lower than the commercial diet, in the same way in the aw an effect could be

observed due to the feeding with Trichanthera gigantea in both the breast and the thigh,

the pH in the breast and thigh cuts evaluated at slaughter and after 24 h they obtained the

higher values than those where the turkeys consumed a commercial diet, in the case of

hematine the turkey breast that consumed 15% and on the thigh 10% of Trichanthera

gigantea, were the ones that behaved best, in the case of color, highlights the values of a

* and tone for the breast using 10% Trichanthera gigantea flour, and for thigh the tone

was highlighted in the diets with 10% and 20% Trichanthera giant The use of

Trichanthera gigantea flour in the diet of Creole turkey did not affect the quality of its

meat, on the contrary, some bromatological and physicochemical characteristics were

improved.

Keywords: Animal genetic resources, tropical trees, meat quality

37

2.2 Introducción

Debido a los altos costos de producción y a la demanda de carne magra, sin

colesterol y grasa que satisfagan las preferencias dietéticas de la población

mexicana, surgen nuevos hábitos alimenticios en los que la relación dieta/salud es

lo más importante (López et al., 2011). La producción de carne avícola puede

abordarse desde dos perspectivas; la primera utilizando recursos alimenticios

convencionales a partir de razas genéticamente mejoradas y, la segunda, con la

evaluación de especies forrajeras que contribuyan a sustituir las fuentes de proteína;

lo anterior con la finalidad de ir desarrollando modelos de producción sustentables

con recursos genéticos locales. Respecto al pavo autóctono, se sabe que ocupa un

lugar preponderante como insumo en la gastronomía mexicana, en las celebraciones

religiosas y en los rituales ancestrales (Hernández et al., 2005); asimismo, los

estudios disponibles en México lo ubican como un componente importante de la

ganadería de traspatio (Mallia, 1998, Canul et al., 2011a; Portillo et al. 2015), con

características fenotípicas y genéticas definidas (Canul et al., 2011b; Cigarroa et

al., 2013; López et al., 2013;) produciendo una carne con calidad similar al de pavo

de líneas mejoradas (López et al., 2011). Respecto a los recursos forrajeros la lista

de fuentes de forrajes alternos, a nivel internacional y nacional, incluyen a Morus

alba, Moringa oleífera, Leucaena leucocephala y Trichanthera gigantea. Esta

última es una planta que se caracteriza por sus niveles aceptables de proteína (15-

22%), (Rosales y Ríos, 1999), con óptimo balance de aminoácidos excepto en

triptófano (Sarria, 2003) buen balance de minerales (Sarria, 2005), digestibilidad

intermedia de nitrógeno (Ly et al., 2001) y carencia de factores anti nutricionales

(Rosales y Ríos, 1999), rasgos que le confieren alto potencial para ser usado en la

alimentación animal de monogástricos. Sin embargo, la información de su uso en

la alimentación de aves, específicamente en guajolotes autóctonos, es muy limitada,

desconociéndose sus efectos en la respuesta animal y posibles efectos en la calidad

de la carne. Por lo tanto, el objetivo del trabajo fue identificar posibles efectos en

la calidad de la carne por el uso de tres niveles de inclusión de Trichanthera

gigantea en la dieta del guajolote autóctono de México (Meleagris gallopavo).

2.3. Materiales y métodos

2.3.1. Área de estudio

El trabajo de campo se realizó en el Área de Producción e Investigación

Agrícola y Pecuaria de la Posta Zootécnica del Instituto Tecnológico de Conkal,

ubicado en el municipio de Conkal, Yucatán, México que se encuentra a 21° 05’ N.

y 89° 32’ O. con un clima subhúmedo de tipo AW0, a 7 msnm, temperatura

promedio anual de 26 °C y precipitación de 900 mm (Flores y Espejel, 1994).

38

2.3.2. Animales de estudio

Se utilizaron 32 guajolotes machos autóctonos con un peso inicial de 2.753 ±

0.123 kg, acopiados de cuatro municipios del estado de Yucatán (Acanceh, Umán,

Dzidzantún y Mérida).

2.3.3. Diseño experimental

Los guajolotes fueron distribuidos al azar en corrales individuales (cinco aves

para el tratamiento testigo y nueve aves para los tratamientos con Trichanthera

gigantea). Cada corral correspondió a un tratamiento, T0: alimentación con ración

comercial; T10: ración comercial + 10 % de Trichanthera gigantea; T15: ración

comercial + 15 % de Trichanthera gigantea y T20: ración comercial + 20 % de

Trichanthera gigantea. Las dietas experimentales se formularon de acuerdo con los

requerimientos nutricionales para el guajolote establecido en las tablas del NRC

(1994) y balanceadas con ayuda del programa Zmix versión 3.1 (Cuadro 1).

Cuadro 1. Formulación de la dieta experimental

Insumos T 10 T 15 T 20

Maíz 46.01 40.24 34.46

Torta de soya 29.22 28.33 27.44

Harina de Trichanthera gigantea 10.00 15.00 20.00

Aceite Compuesto 7.36 8.99 10.61

Fosf Dicalcico 3.20 3.25 3.29

Premezcla de vitaminas 1.50 1.50 1.50

Carbonato de Calcio 0.79 0.77 0.76

Sal 0.39 0.40 0.40

Coccidiostato 1.00 1.00 1.00

DL- Metionina 0.50 0.50 0.50

Proteína (%) 19 19 19

Energía Metabolizable (Kcal) 3000 3000 3000

Fuente: Pech et al., 2018.

Para el tratamiento testigo (T0) se utilizó una ración comercial cuya

composición química se reporta en el Cuadro 2, junto con los resultados de las

dietas experimentales que incluyeron Trichanthera gigantea. Se tomaron muestras

de pechuga y muslo de cada uno de los guajolotes en los cuatro tratamientos, para

posteriormente ser analizados en el laboratorio de instrumentación analítica del

Instituto Tecnológico de Mérida, para determinar su composición química.

39

Cuadro 2. Composición química del alimento comercial y de las dietas

experimentales.

2.3.4. Manejo zootécnico

Los guajolotes fueron desparasitados vía subcutánea con Ivermectina (Aranda

®, Iverfull Ivermectina), vacunados para prevenir contra la enfermedad de

Newcastle (Adler ®, Advac Newcastle) y Viruela (Adler ®, Advac Viruela Aviar).

Fueron alojados en un galpón de 120 m2 con techo de lámina de zinc y piso de

cemento, mismo que fue dividido en 32 corraletas de 1 m2 con malla para gallinero,

provista cada una de comedero y bebedero. Asimismo, fueron alimentados una vez

al día y diariamente a las 07:00 am, se ajustó la cantidad de alimento ofrecido de

acuerdo con el rechazo del día anterior; procurando garantizar siempre un excedente

del 10% del alimento ofrecido y se proporcionó agua a libre acceso durante 24

horas. Una vez que los guajolotes alcanzaron un peso vivo promedio de 5.5 kg, se

procedió al sacrificio en el Taller de Carnes del Instituto Tecnológico de Conkal,

siguiendo las indicaciones de NOM-033-SAG/ZOO-2014; los cortes fueron los

establecidos en la norma PROY-NMX-FF-128-SCFI-2015, para obtener las

muestras de muslo y pechuga, que sirvieron para realizar los análisis

correspondientes.

2.4. Análisis de laboratorio

Se realizó el análisis físico químicos de las muestras en el taller de cárnicos del

Instituto Tecnológico de Conkal y el análisis bromatológico en el laboratorio de

instrumentación analítica del Instituto Tecnológico de Mérida.

Composición (%)

T0 T10 T15 T20

Humedad 12.00 12.41 14.61 12.69 Cenizas 10.00 9.94 11.02 12.78 Grasa 2.50 6.55 6.67 6.52 Proteína 18.50 18.09 17.79 17.68

40

2.5. Variable de estudio

2.5.1. Composición química

La composición química (humedad, cenizas, grasa cruda y proteína cruda) de

la carne se determinó de acuerdo a los métodos oficiales descritos por A.O.A.C

(1997). Se utilizó un modelo lineal por el método Tukey, y los resultados obtenidos

fueron analizados utilizando el programa Statgraphics.

2.5.2 Físico químicas

2.5.2.1 pH

Se midió el pH de la pechuga y muslo utilizando un potenciómetro de

superficie (Consort, C931, USA) tras 45 minutos y 24 horas post-mortem.

2.5.2.2 Color

Los parámetros de color L*, a* y b* fueron medidos colocando el visor de un

colorímetro (X-rite, SP60, USA) sobre la superficie de la muestra tras 45 min y 24

h. El equipo fue previamente calibrado con una placa de color blanco y negro. Con

los valores L*, a* y b* se calculó el ángulo de tono y la cromaticidad.

2.5.2.3 Pérdida por goteo

Para evaluar la pérdida por goteo, la carne fue colocada sobre una malla criba

dentro de un recipiente hermético de plástico, almacenado a 5°C. Se registró el peso

a las 24 y 48 h posteriores al sacrificio.

2.5.2.4 Pérdida por cocción

La perdida por cocción se realizó a las 24 h después del sacrificio, el cuál

consistió en tomar muestras crudas con un peso promedio de 25 g y colocados en

bolsas de plástico y cocidas por inmersión a 75°C en baño María, durante 60 min,

posterior a esto, se registró el peso final.

2.6. Resultados y discusión

Los resultados de la composición química de la carne de pechuga y del muslo

se indican en los Cuadros 3 y 4, respectivamente. Para el primer caso, las diferencias

41

(P<0.01) entre el T0 y los tratamientos experimentales, se expresaron en todas las

variables excepto en la proteína. La carne de pechuga mostró menor contenido de

humedad respecto al T0, no así para el contenido de grasa donde los tratamientos

experimentales fueron mayores. La ceniza fue mayor solamente en el T10 vs T0.

Para la carne del muslo, las diferencias estadísticas (P<0.01) se presentaron en

cenizas y grasa, en tanto la humedad y la proteína no tuvieron efectos significativos

(P>0.05). En el primer caso las cenizas contenidas en la dieta T10 supero a T0,

mientras que el contenido de grasas presento un aumento conforme se incrementó

el nivel de Trichanthera gigantea en la dieta.

Cuadro 3. Composición química proximal de la carne de pechuga con distintos

niveles de inclusión de Trichanthera gigantea

Medias por hilera con distinta literal son diferentes: ** P<0.01, n.s. = no significativo

Cuadro 4. Composición química proximal de la carne del muslo con distintos niveles de inclusión de Trichanthera gigantea.

Medias por hilera con distinta literal son diferentes: **P<0.01, n.s. = no significativo

Los niveles de inclusión de Trichanthera gigantea en la dieta de guajolotes

autóctonos no afecto el contenido de proteína en la carne. Se mejoró el nivel de

cenizas con el 10 % y también aumento progresivamente la grasa conforme se

incrementó la Trichanthera gigantea.

En general, las evidencias indican que el efecto de las dietas experimentales

influyó en la composición química, al aumentar el contenido de grasa en la carne

(con un efecto marcado en el muslo), sin afectar el porcentaje de proteína. El valor

de la proteína de la carne de guajolotes reportado en este trabajo resultó superior a

lo reportado por López et al. (2011) en pavos autóctonos de 12 meses de edad, estos

mismos autores reportaron contenido de ceniza de 0.82 % y 0.81 % en pechuga y

muslo, respectivamente, ambos valores se encuentran dentro del rango reportado en

el presente trabajo. En pavos de líneas comerciales Mauri (2017), realizó un análisis

físico químico en la pechuga de guajolotes (machos pequeños y grandes) en el cual

reporto valores promedios de 72.9 % para la humedad, 1.17 % para las cenizas, 1.18

% para la grasa y 23.9 % para las proteínas, los cuales son inferiores a los promedios

logrados con las dietas experimentales de Trichanthera gigantea, con excepción de

la proteína. Por otra parte, la proteína de carne de pavo de pechuga clasificada como

normal (27.59%) y pálida-suave-exudativa (26.42 %) en líneas comerciales (Çelen

Composición (%)

T0 T10 T15 T20 E.E. Sign.

Humedad 75.27 b 72.72 a 73.78 a 73.45 a 0.354 ** Cenizas 0.81 b 1.17 c 0.41 a 0.45 a 0.053 ** Grasa 0.2 a 1.22 ab 3.89 c 2.70 bc 0.276 ** Proteína 24.09 24.09 23.03 22.55 0.400 n.s.

Composición (%)

T0 T10 T15 T20 E.E. Sign.

Humedad 74.25 74.25 70.88 73.46 1.480 n.s. Cenizas 0.85 a 1.19 b 0.92 a 0.92 a 0.014 ** Grasa 0.28 a 2.39 b 6.35 c 11.12 d 0.282 ** Proteína 22.75 22.75 22.74 23.25 0.485 n.s.

42

et al., 2016) fueron superiores a la proteína en carne del guajolote autóctono del

presente estudio y mayor contenido en cenizas. Esta situación es posible que se

deba al mejoramiento genético ejercido en las líneas comerciales.

En el Cuadro 5 se reportan las características-físico químicas evaluadas en la

pechuga y pierna tras 24 y 48 h postmortem en guajolotes autóctonos. La inclusión

de Trichanthera gigantea en la dieta afecto la pérdida por goteo a las 24 h

postmortem, disminuyendo dicha pérdida en la pechuga vs la dieta a base de

alimento comercial, mientras que a 48 h postmortem este efecto solo se reflejó en

la dieta con 10 % de Trichanthera gigantea.

En cuanto a la pérdida por cocción en la pechuga a las 48 h postmortem, las

dietas que incluyeron Trichanthera gigantea presentaron porcentajes inferiores a la

dieta comercial, lo que significa una menor pérdida de agua.

Con respecto a la aw para los casos de pechuga y muslo, se pudo observar un

efecto debido a la alimentación con Trichanthera gigantea, resultando en una

mayor actividad a medida que se fue incrementando dicha inclusión vs dieta

comercial.

Cuadro 5. Capacidad de retención y actividad de agua en la carne de guajolote

autóctono con diferentes niveles de inclusión de Trichanthera gigantea.

Niveles de inclusión (%)

Variable T0 T10 T15 T20 E.E. Sign.

Pérdida por

goteo 24 h (%)

2.646 a 0.748 b 0.996 b 1.108 b 0.505 *

Pérdida por

goteo 48 h (%)

3.466b 1.132a 1.446ab 1.613 ab 0.606 *

Pérdida por

cocción 48 h(%)

25.441c 16.663ab 12.377a 17.618b 1.322 **

aw 0.912a 0.955b 0.957b 0.960b 0.004 **

aw pierna 0.922a 0.947b 0.952b 0.960b 0.003 ** En todas las características evaluadas se utilizó la pechuga y solo en la aw fue la pierna. Medias por hilera con distinta

literal son diferentes: * P < 0.05, ** P<0.01, n.s.= no significativo aw = actividad de agua.

En un estudio realizado por Mauri et al. (2017), en el cual evaluaron pavos de

tipo industrial, el sexo y el método de aturdimiento no tuvieron efecto en la pérdida

por goteo (0.54 %, 0.90 %), sin embargo, si influyeron en el tiempo de

almacenamiento (0.69 % al día 1 vs 0.79 % al 7º día), a su vez Sarica et al. (2011)

en tres genotipos de pavos (crecimiento lento, crecimiento medio y crecimiento

rápido) de 21 semanas reportaron un valor promedio de 0.47 %, y Owens et al.

(2000) reportaron una media de 0.72 %, dichos trabajos resultaron inferiores al

presente estudio a 24 y 48 h postmortem. Por su parte, Mauri et al. (2017) por el

método de aturdimiento (0.90) y por el tiempo de almacenamiento (0.79 % al 7°

día) y Werner et al. (2008) en cuatro líneas genéticas de pavos encontró rangos de

1.98 – 4.43 %, que superan a los resultados en la pérdida por cocción a 24 y 48 h

postmortem del presente estudio. Finalmente Mauri (2017) en un estudio realizado

en pechugas de guajolotes, donde evaluó el método de sacrificio: desangrado y

43

utilizando electroestimulación, a las 24 h postmortem encontró valores para pérdida

por cocción de 13.88 % y 14.18 %, respectivamente, dichos valores se encuentran

en el rango de los obtenidos en el presente trabajo utilizando la dieta con

Trichanthera gigantea, excepto para la dieta comercial con la observación que se

evaluó a 48 h.

En el Cuadro 6 se aprecian los valores de pH y hemoglobina al sacrificio y 24

h postmortem. Se aprecia un efecto de la dieta incluyendo Trichanthera gigantea

en el pH de la pechuga y muslo evaluados al momento del sacrificio y 24 h

postmortem, resultando en ambos cortes con un pH más alto que aquellos donde los

guajolotes autóctonos consumieron una dieta comercial. Para el caso del contenido

de hemoglobina en la pechuga y muslo se encontró un comportamiento similar a

los valores de pH previamente mencionados, destacando el valor más alto en la

dieta con 15 % de Trichanthera gigantea para el caso de la pechuga, mientras que

en el caso del muslo fue la dieta con 10 % de Trichanthera gigantea.

Cuadro 6. Valores de pH y hemoglobina para la carne del pavo doméstico con

diferentes niveles de inclusión de Trichanthera gigantea.

Niveles de inclusión %

Variable T0 T10 T15 T20 E.E. Sign.

pH P pechuga 5.124a 6.298b 6.340b 6.341b 0.077 **

pH 24 h P pechuga 5.548a 6.313c 5.861b 5.998b 0.067 **

pH P muslo 5.655a 6.266b 6.642b 6.555b 0.117 **

pH 24 h P muslo 5.760a 6.222b 6.218b 6.193b 0.076 **

He pechuga mg/g 0.790a 1.230ab 1.240b 1.010ab 0.097 *

He muslo mg/g 1.536a 3.026b 2.666ab 1.536a 0.972 * He= hemoglobina, P = post mortem. Medias por hilera con distinta literal son diferentes: * P < 0.05, ** P<0.01, n.s.= no

significativo

En un trabajo realizado por Debut et al. (2013) en pechugas de pollos de líneas

genéticas de lento crecimiento encontraron un valor promedio de pH a los 15 min

postmortem de 6.31, mientras que los de rápido crecimiento promediaron 6.60,

dicha diferencia desapareció cuando evaluaron el pH 24 h postmortem (5.76 en

ambas líneas). Este comportamiento también lo observaron en el muslo 15 min

postmortem (6.56 vs 6.60, P<0.01), y 24 h postmortem (6.24 vs 6.04 P<0.01); el

efecto de la línea genética de las aves utilizadas influyo en el pH de acuerdo con el

corte, siendo el pH a 24 h significativamente menor en el muslo que en la pechuga.

Se presume que un rápido proceso de glucolísis en el músculo de las aves explica

el rápido descenso del pH, lo cual se puede atribuir a la variabilidad genética.

Mauri (2017), evaluó el pH en carne de guajolotes que fueron sacrificados con

dos métodos: sanfrado y electroestimulación. El pH se evaluó a los 20 minutos y a

las 24 horas, encontrando valores de 6.25 % y 6.04 %, respectivamente a los 20

minutos y 24 h postmortem.

Çelen et al. (2016), reportaron valores de pH en pechugas PSE de 6.20 % y

pechugas normales de 6.04 %, en general los resultados mencionados concuerdan

44

con los encontrados en el presente trabajo. En cuanto al contenido de mioglobina

en pechugas PSE encontraron valores de 8.79 % y para las normales de 7.56 %.

En el Cuadro 7 se aprecian los valores del color de la carne de pechuga

obtenidos al momento del sacrificio y 24 h post mortem. Para L*, b* y la saturación

en ambos momentos del sacrificio no hubo efecto de la dieta incluyendo diferentes

niveles de Trichanthera gigantea. Sin embargo, para a* y tono de la carne se

presentó un efecto por inclusión de Trichanthera gigantea, sobre todo cuando se

utilizó 10 % de Trichanthera gigantea en la dieta disminuyendo el rojo-verde frente

a la dieta comercial comportamiento que se observó en los dos diferentes tiempos

de evaluación, por su parte en el caso del tono este disminuyo cuando el nivel de la

dieta fue de 20 % utilizando Trichanthera gigantea.

Cuadro 7. Color instrumental para la carne de pechuga de guajolote autóctono con

diferentes niveles de inclusión de Trichanthera gigantea.

L*= +luminoso-opaco, a*= + rojo, - verde, b*= + amarillo, - azul, Saturación= Croma, Tono= color. Medias por hilera con

distintas literal son diferentes: * P<0.05, ** P<0.01, n.s. = no significativo.

En el Cuadro 8 se aprecian los valores del color de la carne de muslo obtenidos

al momento del sacrificio y 24 h postmortem. Para L* al momento del sacrificio se

puede apreciar que los tratamientos con 10 % y 15 % fueron afectados por los

niveles de inclusión de Trichanthera gigantea en la dieta lo que no ocurrió a las 24

h postmortem, del mismo modo se vio afectado b* para las dietas con 10 % y 15 %

de Trichanthera gigantea y en el tono influyeron las dietas con 10 % y 20 %, en

todos los casos se presentó una disminución con respecto a la dieta comercial.

Cuando el color se evaluó 24 h postmortem hubo un efecto en a* y tono, siendo los

niveles con 10 % y 20 % de Trichanthera gigantea en el primer caso, y con 10 %

en el segundo cuando se apreciaron dichos efectos.

Niveles de inclusión

Variable T0% T10 % T15% T20% E.E. Sign.

sacrificio

L* 56.574 60.508 58.441 54.688 2.04 n.s.

a* 2.056 b 0.536 a 1.326 ab 1.905 b 0.256 **

b* 13.06 11.358 11.821 11.486 0.56 n.s.

Saturación 13.24 11.434 11.926 12.963 0.96 n.s.

Tono (H°) 81.36 ab 85.35 b 84.292 ab 79.471 a 1.46 *

24 h post mortem

L* 57.132 60.269 58.443 55.476 1.81 n.s.

a* 2.51 ab 1.367 a 1.628 ab 3.447 b 0.519 *

b* 13.834 12.281 12.675 12.942 0.71 n.s.

Saturación 14.072 12.448 12.821 14.335 0.72 n.s.

Tono (H°) 80.35 ab 84.04 b 82.837 ab 75.66 a 2.00 *

45

Cuadro 8. Color instrumental para la carne del muslo de guajolote autóctono con

diferentes niveles de inclusión de Trichanthera gigantea

L*= +luminoso-opaco, a*= + rojo, - verde, b*= + amarillo, - azul, Saturación= Croma, Tono= color. Medias por hilera con

distintas literal son diferentes: * P<0.05, ** P<0.01, n.s. = no significativo.

Çelen et al. (2016), en un estudio realizado en el color de la pechuga de

guajolotes, encontraron valores promedio de 48.49 % (L*), 2.06 % (a*), 1.41 %

(b*) para pechugas PSE, y para pechugas normales 56.67 % (L*), 2.70 % (a*) y

2.66 % (b*), sin aclarar en qué momento del sacrificio hicieron la evaluación.

Dichos resultados en términos generales coinciden con los obtenidos en el presente

estudio a 24 h postmortem para el caso de L* y a* de la dieta comercial, mientras

que el valor b* resulto muy inferior.

Debido a que existe una escasa información en cuanto estudios de color en carnes

de guajolotes autóctonos, se procedió a realizar una comparación con un estudio

realizado por Dzib et al. (2014), en el cual evaluaron el efecto de 3 tipos de dietas

(alimento comercial, 20 % y 40 % de Moringa oleifera) en la región Longissimus

dorsi del cerdo pelón mexicano, encontrando los siguientes valores,

respectivamente : L* (57.32 %, 57.77 %, y 56.58 % ), a* ( 4.7 %, 4.91 % y 2.48

%), b* ( 12.82 %, 13.05 % y 11.62 %), croma ( 13.75 %, 14.00 %, y 11.92 %) y

tono ( 70.19 %, 69.56 % y 78.09 %) valores que fueron obtenidos a 24 h

postmortem. En comparación con los valores obtenidos en el presente trabajo en la

pechuga L*, b* y saturación, fueron similares, respecto al valor de a* fueron

inferiores y para el tono resultaron mayores, en cuanto a la pierna para L* y tono

fueron menores y en a*, b* y croma mayores.

2.7. Conclusiones

La utilización de la harina de Trichanthera gigantea en la dieta del guajolote

autóctono no afectó la calidad de su carne, por el contrario, se mejoraron algunas

características bromatológicas y físico – químicas.

De acuerdo a los resultados obtenidos es posible incluir en la dieta de guajolotes

criollos harina de Trichanthera gigantea hasta el 20 % de la ración.

Niveles de inclusión

Variable T0% 10 % 15% 20% E.E. Sign.

sacrificio

L* 50.024 b 41.725 a 42.313 a 43.346 ab 1.66 *

a* 9.08 11.725 11.398 11.222 1.23 n.s.

b* 15.5 b 11.11 a 11.896 a 12.461 b 0.54 **

Saturación 18.078 16.04 17.332 16.918 1.08 n.s.

Tono (H°) 59.752 b 44.78 a 48.92 ab 48.422a 2.57 **

24 h post mortem

L* 47.166 44.74 46.695 47.05 1.32 n.s.

a* 8.468 a 11.817 b 11.065 ab 11.843 b 0.78 *

b* 14.304 13.557 15.621 15.203 0.77 n.s.

Saturación 16.712 18.093 19.232 19.382 0.99 n.s.

Tono (H°) 60.202 b 49.377 a 55.065 ab 52.296 ab 2.03 *

46

2.8. Literatura citada

Canul M., Sierra A., Mena O., Ortiz J., Zamora R. y Durán L. 2011a. Contribución a la

caracterización fenotípica del Meleagris gallopavo en la zona sur de Yucatán, México.

Actas Iberoamericanas de Conservación Animal (I): 284-287.

Canul M., Sierra A., Durán L., Zamora R., Ortiz J. y Mena O. 2011b. Caracterización del

sistema de explotación del Meleagris gallopavo en el centro y sur de Yucatán, México.

Actas Iberoamericanas de Conservación Animal (I): 288-291.

Cigarroa F., Herrera J., Ruiz B., Cuca J., Rojas R. y Lemus C. 2013. Caracterización

fenotípica del guajolote autóctono (Meleagris gallopavo) y sistema de producción en la

región centro norte de Chiapas, México. Agrociencia, 47 (6): 579-591.

Debut M, Berri C, Baéza E, Sellier N, Arnould C, Guémené D, Jehl N, Boutten B, Jego

Y, Beaumont C, and Le Bihan-Duval E. 2003. Variation of chicken technological meat

quality in relation to genotype and preslaughter stress conditions. Poultr y Science.

82:1829–1838

Flores, G. J. S. y Espejel, C. I. 1994. Tipos de vegetación en la Península de Yucatán.

Etnoflora yucatanense. Universidad Autónoma de Yucatán. 3(10):1-35. Disponible en:

https://scholar.google.com.mx/scholar?hl=es&as_sdt=0%2C5&q=flores+guido+

y+espejel+carvajal+1994&btnG=.

Hernández S., Oviedo R., Martínez S, Carreón L., Reséndiz R, Romero J. 2005. Situación

del guajolote común en la comunidad de Santa Ursula (Puebla, México). In: Universidad

Autónoma de Chiapas (ed.). VI Simposio Iberoamericano sobre Conservación y

Utilización de Recursos Zoogenéticos. San Cristóbal de las Casas, México. pp: 277-281.

López E., Uriostegui E., López F., Pró A., Hernández O., Guerrero S. I. 2011. Calidad

nutricional de pechuga, muslo y pierna de guajolotas y guajolotes nativos mexicanos

(Meleagris gallopavo L.). Actas Iberoamericanas de Conservación Animal 1, 338-341

47

Ly J., Chhay T., Chiv P. y Preston T. 2001. Some aspects of the nutritive value of leaf

meals of Trichantera gigantea and Morus alba for Mong Cai pigs. Livestock Research for

Rural Development, 13(1)

López R., Cano H., Chassin O., Oyamad K., Vázquez G. y Zavala M. 2013. Diversidad

genética y estructura de poblaciones de pavos domésticos mexicanos Genetic diversity

and population structure of Mexican domesticated turkeys. Rev. Mex. de Cienc. Pecu. 4

(4), 417-434.

Mallia, J. G. 1998. Indigenous domestic turkeys of Oaxaca and Quintana Roo, México.

Animal Genetic Resources Information 23:69-78

Portillo S., VázquezM., Enríquez F., Cigarroa F. y Herrera J. 2015. Características del

sistema de producción tradicional del guajolote local (Meleagris gallopavo) en

comunidades rurales del norte de Puebla, México. Actas Iberoamericanas de

Conservación Animal (6): 112-125.

Rosales M. y Ríos C. 1999. Avances en la investigación en la variación del valor

nutricional de procedencias de Trichanthera gigantea. p. 351-362. In: Sánchez, M. D. y

M. Rosales M. (eds.). Agroforestería para la producción animal en América Latina.

Estudio FAO Producción y sanidad animal 143. Rome

Sarria P. 2003. Forrajes arbóreos en la alimentación de monogástricos. In: Agroforestería

para la producción animal en América Latina-II. Editores M.D. Sánchez y M. Rosales.

Estudio FAO Producción y Sanidad Animal 155. Rome

Sarria P., Laterme P., Londoño A. y Botero M. 2005. Valor nutricional de algunas

forrajeras para la alimentación de monogástricos. Memorias del curso pre-congreso

“Alimentación no convencional para monogástricos en el trópico” del VIII encuentro

sobre monogástricos. Disponible en www.avpa.ula.ve/eventos/VIII_encuentro

48

3. CONCLUSIONES GENERALES

La utilización de la Trichanthera gigantea en la dieta del guajolote criollo no

afectó la calidad de su carne, por el contrario se mejoró el contenido de minerales

y grasa.

La utilización de la harina Trichanthera gigantea en la dieta del guajolote

criollo a las 24 h y 48 h postmortem, provoca una disminución en la pérdida de

agua en la carne, situación que favorece la calidad de la misma.

La utilización de la harina de Trichanthera gigantea en la dieta del guajolote

criollo ocasionó una mayor actividad de agua en la carne, característica que

favorece una mayor vida de anaquel y por tanto se mantiene su calidad.

La utilización de harina de Trichanthera gigantea provoco un aumento de PH,

hematina y disminuyo la intensidad del color de la carne, características que

favorecen su calidad.

49

4. RECOMENDACIONES

Se recomienda continuar con la temática sobre todo incorporar estudios a nivel del perfil

de ácidos grasos y sensoriales, para revalorizar importancia de este recurso zoogenético

autóctono de México.

50

1