Bunge Mario Seudociencia e Ideologia

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Carlitox
Nota adhesiva
La piratería es un tema controvertido (aunque casi siempre la opinión de los medios favorezca a las grandes empresas más que a los consumidores). Sin embargo, creo que es importante difundir la cultura en vez de pensar solo en derechos de autor; por un lado, es importante que todos podamos leer libros, ya que no todos podemos comprarlos, y por otro lado, la revolución del internet y las tecnologías de la información trae consigo un cambio irreversible en la difusión de la música, los libros, videojuegos y demases, por lo que se hace necesario un cambio en el obsoleto modelo de ventas de estos. Si no subo este libro, alguien más perfectamente puede hacerlo. De algún modo habrá que resolver esto. Think about it!
Carlitox
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Escaneado en Diciembre de 2009.
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María ~unge

Seudociencia e ideología

AlianzaEditorial

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© Mario Bunge© Alianza ~~itorial, S. A., MaClrid,1985

Calle MIlan, 38; ~ 2000045r.S.B.N.: 84-206-2440-3Depósito legal: M.23.238-1985Compuesto en Fernández Ciudad, S. L.

PIm,predso.enSL~VEL. Políg. Los Llanos, nave 6. Humanes (Madrid)I Jn te Jn pam

I)arte l.-Productos genuinosl. CCT... ... ... ... ... ...2. Ciencia ... ... .., ... .,. ... ... ... ... ... ... '" ... . ..

Introducción, 18.-Algunas definiciones populares de «ciencia»,19.-Campos de conocimientos, 24.-Ciencia, 27.

3. Tecnología ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... . ..Introducción, 32.-Artificialidad y diseño, 33.-Definición de«tecnología», 35.-Análisis de las condiciones definientes, 37.-Observación final, 40.

4. Paradigma y revoluciones en ciencia y tecnología ... . ..Introducción, 42.-Paradigmas, 43.-Marco conceptual, 45.-In-vestigación normal y extraordinaria, 46.-El evolucionismo superaal gradualismo y al catastrofismo, 49.-El mito de la «incon-mensurabilidad», 51.-Criterios de evaluación de teorías, 54.-Conclusión: ni anarquismo ni autoritarismo, 57.

Parte n.-Falsificaciones5. Seudociencia y seu do tecnología .

Introducción, 63.-De la Academia de Lagado a nuestros días,65.-Seudociencia, 68.-Seudotecnología, 73.-Falsedad y here-jía, 75.-0bservación final, 78.

6. Seudociencias y seudotecnologías de la mente .Introducción, 80.-Mentalismo, 81.-Mentalismo y ciencia, 85.-Parapsicología, 88.-Psicoanálisis, n.-Observación final, 95.

7. SeudoCCT... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...Introducción, 97.-Sociologismo, 98.-Historicismo, 101.-Seudo-epistemología, lü4.-Conclusión, 106.

8. Economía escolástica ... ... .., ... ... ... ... ... ... ...Introducción, 109.-El objeto de la economía, 111.-Los concep-tos básicos de la economía, 11Z.-Leyes, teorías y modelos, 113.Economía normativa, 115.-Teoría y realidad, 116.-Conclusio-nes, 119.

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Parte III.-Ideologias9. Ideologia. " '" ... '"

Introduccion, 125.-Definici6~ 'i25 ~T'" .:. '" .. : ... '"126.-Ideologias fundamentaIistas 129 _Ids ltlP?S ?e !~eologia,Mapa de la cultura contemporanea' 133' C eOlog~~clentlflca, 131.

10 Id I ' ' .- onc USlon 135. eo ogla y ciencia '" '" ' .Introduccion 136 -Analo i . .. :.. '" '"Iigion 138 'c f'l' g as y dlferenclas, 136.-Ciencia y re, ,- on IctO y convi . 140 U . -Observacion final, 143. vencla,._ n eJemplo, 142.-

11. Ideologias poIiticasI!ltroduccion, 145.-P~lf~ic~"~i~~~i~'~" ; '"e)emplo: democracias 147 ~S d l?eOlogla, 145,-Primer150,-Conclusion, 151: . egun 0 e)emplo: nacionalismos,

12. Marxismo

~Q~~d;~~~~n~~if}~~10~3i:';=~s~~; ci~n2'tificc'o .~il~~~x;~~o'?',' 154'.P , .- onc USlOn170arte IV.-Horizontes ' .

13. AIcance de la ciencia '" .I~t!oduccion, 175.-Limitacion~· i····· '" '" .": .:. '"loglcas, 179.-Limitaciones sOcialesISlcas, 176.-:-~lmltaClO~es ?io-184.-Conclusiones, 188. ' 181.-cCnsls de la clencla?,

14. La tecnologia y 10 I dIntroduccion, 190.- suT~ es . ,e nuestro tiempo .Identificacion de losqesponiabl:~ ~~~d:_Cerl responsable,. 190.-192,-RelaclOnes causales y su cont 1 i93 utando ~~ «sIstema»,

15. La 'd d to, .- onc1uslOn 195

d 1cOdmudllla cientifico-tecnologica y la e1eccion' de ~o-e 0 e esarrollo

Inttoduccion 196-M'd j" d" '" ... '" '" ... '" '" '"podemos ha~er? 201:!.....{os e desa~r?llo nac!onal, 197.-cQuecientifico 0 tecnlco, 203. a responsablIidad socIal primordial del

16. Trampas filosoficas en e1 d' - d I' .tecnologicas '" lseno e po ltlcas cientifico-

~31~OdB~~~ofiIo;2E~~'~~~~~. ci~~~~'~~~~~e~":~" P&P . 'C&T,temocracia, 209.-Conc1usion, 210. ' 207.-FormaclOn de una epis-

Apendices1. E1 sistema ciencia-tecno10gia-econo '

Inttoduccion, 215,-Ciencia b' . .ml~ '" :.. '" '" '"v:encion y desarrollo, 218,-Aa:~cia y. ClenCla ap~cada, 216.-In-tlVOcon el sistema economico 221 _Rento del SIstema. cognosci-

2 If" '. ' . esumen YconcluslOnes 225. n or~at~~a: ~C1enC1a,tecnica 0 reli " ~ ,.ComulllcaclOn, 227.-La revolucion . g}'?n........... ..res y cerebros 233 I t r . ll~format1ca,230.-0rdenado_mico-sociales 240 -':"EfencteoIgenlClaalrtlfJcial, 237.-Efectos econo-248 C ,. s cu tura es 244 L Ii ".- onc1usion, 251. ,.- a nueva re glOn,

Fuentes" '0. '0 ••••

••• '0' '0.

La composici6n de este Iibro me recordo vivamente a mi adoles-cia durante los afios de 1936 y 1937. En esa epoca, en que mi pais-Argentina- languideda y Espafia se desangraba, yo terminabamis estudios secundarios en forma irregular y leia vorazmente cuan-LOestaba a mi aIcance, que era corto. Tambien me reponia de unatuberculosis osea que me obIigaba a permanecer acostado gran par-Le del dia.

En esos afios agriduIces, de apertura de multiples horizontes,habia colgado en mi estudio sendos retratos de mis heroes maximos:Marx, Freud y Einstein. EI primero en bajar fue Freud. Una lec-Lura de Bertrand RusseII me abrio los ojos, y a los dieciocho afios,poco antes de ingresar en la Facultad de Ciencias Fisicomatematicasde la Universidad de La Plata, escribi un Iibro contra el freudomar-xismo de Reuben Osborn.

Tres lustros mas tarde Ie toco a Marx bajar de mi altar, comoresult ado de mi descubrimiento tardio de la logica matematica (viaGeorge Boole), asi como de ciertas hazafias de los comunistas crio-!los. De los tres retratos iniciales hoy solo queda el de Einstein,aunque un tanto mas abajo debido a su oposicion a la revolucioncuantica. Sin embargo, los tres pens adores siguen fascinandome-fascinandonos- por su habilidad para sefialar problemas impor-tantes e interesantes y proponerIes soluciones imaginativas .

Los pensadores en cuestion simboIizan los tres temas centralesde este Iibro: Einstein, la ciencia, Freud, la seudociencia, y Marx,

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la ideología. Los tres siguen inspirando a millones de seres humanos.Ignorados, o pasar por alto la ciencia, la seudociencia o la ideología,es condenarse a no comprender el tiempo que vivimos.

Para pasar por persona ilustrada no basta hoy saber algo de hu-manidades y admirar desde lejos a la ciencia y a la tecnología. Tam-bién hay que pertrecharse contra la seudociencia y la seudotecno-logía. Ni es posible desentenderse de la ideología, porque todostenemos y necesitamos alguna. La cuestión no es evitar la ideología,sino escoger o elaborar una ideología que armonice con el conoci-miento genuino, así como con las aspiraciones legítimas y realistasdel mayor número de nuestros semejantes.

Ya queda dicho, pues, cuáles son los temas centrales de estelibro. Otros temas que trataremos, aunque no están mencionados ensu título, son el alcance de la ciencia, la responsabilidad del tecnó-logo, el diseño de políticas que favorezcan el desarrollo de la cien-cia y la tecnología, y la inevitable influencia, ya positiva, ya negativa,de la filosofía sobre dicho desarrollo.

Dedico este libro a la memoria de dos queridos amigos de cua-tro décadas, que dejaron profundas huellas en la cultura latinoa-mericana y dieron ejemplo de integridad intelectual y ciudadana:

Ambos murieron en 1983, poco antes del reingreso de nuestra patriaa la civilización, sin perder la fe en que ésta terminaría por impo-nerse sobre la barbarie militar.

MARIO BUNGE

Foundations & Philosophy 01 Science Unit,MGill University, Montreal Canadá

\larte 1

PRODUCTOS GENUINOS

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Desde tiempos antiguos, pero especialmente en la actualidad, elwnsumidor ha debido elegir entre el producto genuino y el falsifi-l:lJO. Esto vale tanto para los bienes materiales como para los cul-lurales.

Podemos distinguir dos clases de falsificaciones: las copias ylis caricaturas. Una copia puede ser tan perfecta que engafie a los('xpcrtos y de tanta satisfaccion como el original. Puede plant earprollemas morales 0 legales, pero, lejos de atentar contra la cultura,(onlribuye a su difusion.

La caricatura de un bien cultural es otra cosa: es un fraude. Lanhra fraudulenta no es una buena copia de un buen original, sino1111 intento de hacer pasar gato por liebre; p. ej., ruido por musica,f(1I rabato por pintura, un monton de palabras por poesia, fantasiad·s 'ntrenada por ciencia, procedimiento inoperante 0 nocivo porI"rnica fundada, dogma ideologico por ciencia social, 0 palabrerfo,INCLlropor filosoffa.

El copista es un obrero sin originalidad pero diligente y que,111111 cuando engafia, puede prestar algun servicio social. En cambio,('I s 'udoartista, seudocientifico, seudotecnologo 0 seudohumanista,.~ un farsante. No solo se hace pagar pOl' servicios que no presta,

1110 que contamina la cultura y obstruye los caminos del progreso.1\1111 cuando obre de buena fe y meramente por ignorancia, es und ·Iin uente cultural.

( omo distinguir el articulo cultural falsificado del genuino?

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H ' Parte Iay tecn~cas para descubrir e1 en _

y obra.s ~lterarias. Pero ellas no ~:no ~n el caso de telas, partiturasrOcedl:nlentos seudocientifi aphcan a 'as doctrinas ni a 1a medltaci6n transcendentatol °h seudotecno16gicos, tales como 1;

es~e caso deb,emos recurrir ; la~ d~m.e~ratia y la psicohistoria. Enb' h tecnololpa de manera tan m t ~':?Inas q~e. estudian la ciencialC os 0 socledades e d' . e 0 lca y obJetlva como . f

exacto y profundo 'd s 1 eclt, c~entificamente. S6lo un c Sl. ~esenficaci6n. e 0 genUIno nos permitira desc bOl:ocllmlfent?

E u nr a alsI. n la decada de 1960 co ' -czencias y tecnologias Hoy haym~nz~ a hablarse de 1a ciencia de lascados a l' . InstItutos so . d d .cu tlvar esta multid' . l' ,Cle a es Y reVlstas dedimos CCT (D' lSClPIna que POI' b' -soH 1 . e que se ocupa 1a CCT~ D i f a revlar, llamare-1 a y a metodologia de las . . . e os undamentos la filoa s~clO~~Tia, economia, politolo~::~lh~ !~ec~011ogias,.asi ~omo d~. a es una rama de 1as h ~ ona e as lTIlsmas.

~~~~aro1deh !as t.ecn010gias. Asi co;::~~lde~det an~es que de 1as cien-a l~tona que hacer1a, tam 0 :nlsmo escribir 0 ex-

)ue hacer Investigaci6n cientifica poco es i~t;':usmo cu1tivar 1a CCTa g? en com un entre 1a CCT 0 tecno oglca. Sin embargo h10g1aS, POI' otra, a saber q~/lr un.a parte, y 1as ciencias y t~cn;

)Para que sirve 1a c!CT~A a p.nmera rrocede cientificamenteqU,e. a poesia 0 el teatro, la ~os Pt~era VIsta ella no es mas utiimatlca p.ura 0 la historia anti u:o Ogla 0 la p?1eontologia, 1a mate-para ennquecer la cuItura ,g. 0 sea, no Slrve «nada mas»Las gentes llamadas «pra~t:;s>~omo para entretener a sus cU1to~~ecuentr?n 5/ue, siendo asi, 1a CCT' 0 s.ea, de ~orizonte 1imitado, en~9ue, Sl bIen el individuo privado n~. tlend razon de existir. Sostienen!ugar con un telescopio a es lene erecho a escribir poesia aInventar un espacio abs;racto p~~u;ar dobre. e.1origen de un f6sil ~ apaguen su sueldo y sus gas;os d u~ e ex,lglr.9ue 10s contribuy~nteste~ ?O suelen objetar a ue el e InVestlgaclOn: Esas mismas en-medlcas de posible utilid~ para ~tado subvenclOne investigaci;nes~:s i tecn~6gicas que den POI' r~~~g:~rnos vivos, 0 investigacio_

s vos. ero 1es m01esta que u 0 armas para asesinatosparar a 1a investigaci6n b' . na parte del erario publico vinv t' . , aSlca y mas a' l' aya a. es 19aCl?~.. (No tienen raz6n' un, a a Investigaci6n de 1a

t~empos dlhcI1es, cuando el estad estas g:dntes, particu1armente enCIntur6n par d 0 nos pI e que .

1 a po er aumentar la b . nos aJustemos e1na es? urocraCla y abastecer 1H os arse-

ay ror 10 menos cinco ar umes que, Sl queremos seguir sien~o hntos contra e1 practicismo. Unotras mentes algo mas que nuestros upm~nos, fdebemos cultivar nues-

nmos racasados, 10s monos.

Y si pretendemos seguir siendo civilizados debemos continual' enri-queciendo nuestra cultura, que es tanto humanistica y artistica comorientifica y tecno16gica. Si dejasemos de hacerlo volvedamos muypronto al estado salvaje, ya que la cultura no se conserva: se cul-I iva y enriquece, 0 se pierde. (Es esto 10 que proponen quienesdcsprecian la poesia y la musica, la matematica pura y la biologiaIl<\sica, la CCT y demas disciplinas «inutiles»? (0 sera que no hanpensado seriamente en este asunto y repiten sin pensar los con-scjos que aprendieron de quienes jamas levantaron la vista delsllelo 0 del breviario?

Un segundo argumento en favor del cultivo de la CCT es quel:sta sirve, de rebote, alas propias ciencias y tecnologias. En efecto,d investigador con un minimo de inquietud filos6fica tiende a es-coger problemas profundos y a buscar enlaces insospechados entrerampos de investigaci6n aparentemente alejados. El investigadormn alguna conciencia hist6rica sabe que no hay metodo ni teoriap'rfectos, y se empefia en buscarles peros a los que estan de moda,n aun en inventar otros nuevos. El investigador con conciencia so-riol6gica sabe que no hay ciencia ni tecnologia en un vado social,.Iprovecha las oportunidades que Ie brinda su comunidad 0 contri-huye a crearlas, y al mismo tiempo trata de no caeI' en las trampasqllC ella pueda tenderle. El investigador con conciencia poHticaSlIhc que es preferible educar a los politicos en vez de insultarlos, yqu' la mejor manera de hacerse escuchar pOl' ellos es partici-pllndo en politica (aunque solo moderadamente, pues de 10 contrariod('jarla de hacer investigaci6n). Y el tecnologo con conciencia so-(i.d prefiere embarcarse en proyectos utiles a la comunidad, evitando11l1( crse complice de empresas nocivas a la mayoda.

I\stas no son afirmaciones arbitrarias. Piensese en la profundi-dlill filosofica y la conciencia historica de sabios tales como Aris-Inl ·1 s, Galileo, Descartes, Leibniz, Newton, Euler, Darwin, Marx,1:llIstcin 0 Schrodinger. Y recuerdese que los problemas mas diff-I Ib y fer tiles de la ciencia y de la tecnologia nacieron en el senod(· la filosoffa. Ejemplos: (cuales son los constituyentes del uni-'('ISO?; la materia (es discreta 0 continua?; el azar (es objetivo 0IIlljel ivo?; la vida (es reducible a la quimica 0 posee propiedades

tiling ntes?; la mente (es una sustancia separada del cerebro 0

111111 • lecci6n de funciones cetebrales?; (es posible disefiar una1IlIl\IIIinade movimiento petpetuo?, y (es posible disefiat una socie-dill que haga la maxima felicidad del mayor numeto? Todas estast Ill'si jones y muchas mas fueron pensadas pOl' filosofos antes de setItllllldadas pot cientificos 0 pot tecnologos. Y algunas de ellas si-IIIl 11 siendo objeto de meditaci6n filosofica.

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En tercer lugar, no hay ciencia ni tecnologia vivas sin contro-versia. Y algunas de las controversias cientificas y tecnologicas dela actualidad tienen componentes filosoficas, sociologicas, economi-cas 0 pollticas. Por ejemplo, las discusiones entre partidarios dedistintas estrategias de fundamentacion de la matematica tienenrakes filosoficas. La disputa sobre las interpretaciones rivales de lateoria cuantica -la mas refinada y poderosa de que disponemos-es netamente filosofica. (En efecto, trata de si la teoria se refiere acosas en si 0 tan solo a mediciones, y de si el azar es subjetivo uobjetivo). Y la disputa, tan actual, acerca de si la mente puede ex-plicarse por la neurofisiologia 0 por la informatica, exige tomas deposicion filosofica.

Con la tecnologia ocurre otto tanto. Los ingenieros han sidollevados al banquillo de los acusados por pacifistas y ecologistas.Los medicos han dejado de ser vacas sagradas para meterse en em-brollos morales y legales. Los diseiiadores de pollticas economicas ysociales son vistas ya como santos, ya como delincuentes, y a me-nudo son acusados de fundarse sobre teorias envejecidas 0 sobredogmas que jamas fueron puestos a prueba. Solo los expertos quese ocupan de problemas de poca monta pueden darse el lujo deescapar al escrutinio de la CCT, escrutinio que hoy es ejercitado, demas en mas, no solo por expertos, sino tambien por legos.

En cuarto lugar, la CCT es central en el diseiio de toda pollticay de todo plan de desarrollo cientifico 0 tecnologico de una region.En efecto, tales diseiios suponen definiciones precisas de los con-ceptos de ciencia basica (0 pura), ciencia aplicada y tecnologia, asicomo ideas claras acerca de las respectivas metodias y metas, y dellugar que esas disciplinas ocupan en el sistema cultural y en elsistema economico. Dime cwH es tu CCT y te dire cuM es tu poll-tica cientifica y tecnologica: si es realista 0 utopica, presbita 0 mio-pe, gene rosa 0 tacaiia, si respeta 0 restringe la libertad de in-vestigacion y enseiianza, y si propicia el control responsable y de-mocratico de la tecnologia 0 Ie da piedra libre.

En quinto y ultimo lugar, la CCT es capaz de distinguir la cien-cia y la tecnologia autenticas de la seudociencia y la seudotecnologia,as! como de la ideologia. Piensese en las controversias actuales en-tre evolucionistas y creacionistas, psicologos y parapsicologos, psi-quiatras y psicoanalistas, economistas neoliberales y socialistas, 0politologos democraticos y antidemocraticos. Todas estas controver-sias suponen concepciones de la ciencia y de la tecnica, y acuden aargumentos metodologicos. Y todas ellas tienen interes para educa-dores, administradores y estadistas, e incluso para los legos queconsumen bienes (0 males) culturales.

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\ (~CT 1 CCT un. zon uienes creen que a es

En resoluci6n, no tlenCeCnTra i~trinsecamente valiosa por sler, 1 rio La es d Y posee va orIrllCU0 suntua . 1 1 humanistica mo erna. . 1. t nte de a cu tura . . , 0 a extravtar a,

Illirte lmpor a 'b ir a guiar la investlgaclOn d" 'r elIlIsLrumental por contti. u , 0 or ayudarnos a lstmgu1,p(')r estimularla 0 in?iblrl~, ~Sl c~m CtT no es una disciplina mas,:d1er autentico del m~utentlco.. a ia de la tecnologia conte~po.r,a-

b· , la concienCla de la Clenc Y d l'de la investlgaclOn('S tam len d que se esCu . 1 .Ill'as. Desdefiarla ~s. prop en er ease la haga sin conciencla. ~~ tlvar\ icntifica 0 tecnologlCa, 0 a rqu erfeccionar 10 mas caractetistlCO deIII CCT es ayudar a preserva . Y ~ la tecnologia.Ia ~ivi1izaci6n moderna

d:. la Clencdo~ clases de productos clulturaies

En este libro estu l~ren:os tecnolo ia autenticas: a ,seu 0-e hacen pasar por ClenCla ~ por 1 fuz de la CCT, aSl como

'1"C s 'd 1 ' Las estudlaremos a a " d d d cum en-I icncia Y la 1 eo ogla. . . bre la autentlclda e un 0(,I cxperto Hamado a ,dlctamm~r ~o to disponib1e acerca de 10s docu-

h del meJor conoClmlenIII ace usa l' tipo ' 1Ilu,;ntOSautenticados de mlsio d~ciencia la seudotecnolog1a y a

Puesto que evaluaremos .a s~u la tecn~logia autenticas, comen-, l' te a la ClenCla YHlcolog1a re atlvamen, 'ltimas.

'I.:lrcmos por caractetizar estas u

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CIENCIA

5e nos dl'C d' .P . / e 1anament . .ero .::qUlen sabe . . e .que VIVlmos en 1a Ed d .confundirla con 1aa t~~~~l~a?erta 10 9~e es 1a denc~a? dEll; Clencia.nes formadas or gla, y el h10sofo tiend ego sue1efica. Inc1uso 1Es per~tmas que nunca hicieron .e a a.ceptar opinio-1a dencia. Por e 'e~ent1 lCOS tienen a veces ideas InVestl?aC16n denti-especimenes de J . 'bP11°' un botanico cree que h ex~ranas acerca de1 ' SCll 11"os y 1 'f' acer ClenCla~s respuestas de an' c aSl.lcarlos; un psic610 es recogertICo, que es estud' 1.mal~s a clertos estimu10s' go, l~e es observarestas y otras 0 . ~ar lllt!1ncados problemas fo ' y un l~lCOmatema-recuerdan las S1ll10~e~ son visiones parcia1es ~~a1es. ~vlde~temente,ciegos de 1a fab~;C!1PdClones que del ele£ante d7ere1us

11vo~ll1ma1, que

La c' . a 1ll la. an os CInco sabioslencla con temp /

para que Ie oranea es una em dfil6sofos trad~~~~nr a1guna de 1as f6rmufa~e~~m lma~iad~ comp1ejara1~sta p~ede espe~;s c~ por especialistas cientifkoess. l~/lgllladas pore.s ImpOSlb1e que 10 10 ptar 10s. rasgos esenciales de 1 0.0 u~ gene-tlgaci6n, que es 10 gre Sl se I1mita a algunos res 1 a ClenCla, peromente, una visit que puede aprender en 1ibro d tados de 1a inves-adecuada del 1'0a a una. exposid6n de artefac: e texto. Ana10ga_para enterarse Pd c;so de lllvestigaci6n diseiio os no da una ideaproceso que a1 P: dO que es la tecno10~ia es pr: .ensayo tecno16gico:

o ucto. Y para dar Cuenta d CISdO acercarse mas ala ecua amente de 1 .

18 a Clen-

• iii ('S preciso acercarse a la investigacion cientffica original adoptando"'111 actitud filosofica, es decir, con animo de descubrir 10s compo-Ii. Ill's filosoficos de dicha actividad y de ubicar a esta en el sistemaI. JlIII de la cultura.

Pera antes de pro ceder a una caracterizacion de la investigacionI 1I11lifica pasemos breve revista alas concepdones mas difundidas1I1'I'eade ella.

Una definicion adecuada de un concepto establece las condicionesIII ('t'sarias y suficientes para caracterizarlo e individualizarlo (distin-1'1111'10 de otros conceptos). Por ejemplo, una circunferencia puede de-1IIIII'secomo un conjunto de puntos del plano que equidistan de un11111110 dado. Si el concepto definido A es igual al concepto definien-'" Il, 11. y E son intercambiables. 5i no 10 son, es porque el concepto,II liniel1te E es, ya irrelevante a A, ya relevante pero solo necesario,., ~()Io suficiente, para caracterizar univocamente al concepto defi-Illtio A.

Comprobemos ahora si las definiciones corrientes del concepto,I, (iel1cia son adecuadas, 0 sea, si se ajustan a la practica de la inves-IlfI,llCiol1cientifica. Un concepto muy popular de ciencia es el que la1.1"111ifica con el de descubrimiento, sea de ideas 0 de cosas antes des-'"lll1cidas. Este concepto es parcialmente adecuado, tanto a la mate-iii \1 iut pura como alas ciencias facticas (0 de la realidad). En efecto,I'li 1(' de la tarea del matematico consiste en descubrir relaciones en-tl' ('On eptos, proposiciones 0 teorias creados independientemente1" 1I110S de 10s otros, asi como en descubrir las consecuencias de

I'""'isas, Y parte de la tarea del cientifico es explorar la realidad en.11 \ II de cosas (0 propiedades y cambios de cosas) anteriormente

01 I \HIll idas.IIn() este concepto de ciencia es inadecuado porque tambien se

11011111 II la mera averiguacion (p. ej. de domicilios de personas) y por-I'" tI('S'uida el aspecto creador de la investigacion cientifica. Pasa

1.111 Id I() <.:1hecho de que, para descubrir que 10s constructos AyE es-I III 1(,I:lcionados de cierta manera (p ej. que A implica a E), es me-III 1(" ml1ocerlos, y para que esto ocurra alguien debe haberlos crea-dll, YIIque 10s constructos crecen en cerebros, no en el campo.

1", it! '11tificacion de ciencia con descubrimiento tambien pas a pardill I" h 'cho de que la exploracion cientffica de la realidad, a dife-II IIIIII dt, la precientifica, no requiere solo sentidos sino tambien11111111 is ,instrumentos. Incluso 10s exploradores geograficos, y con

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mayor razon los astronauticos, se sirven de hipotesis. Todo descubri.miento cientifico hace use, aunque sea parcial, de teorias, metodose instrumentos, todos los euales son creaciones humanas. En particu-lar, las revoluciones cientificas no ocurren por mera acumulacion dedatos, sino por cambios radicales de punto de vista. Volveremos a estepunto en el capitulo 4.

La mayor parte de las observaciones cientificas se hacen hoy diacon ayuda de instrumentos cuyo diseiio y manejo supone teorias cien-tificas, tales como la mecanica y la optica. Las descripciones se formu-lan, cada vez mas, en lenguajes semiteoricos. (Ejemplo: «se observoque los nudeos de carbono 12 desvian a los neutrones incidentes».)y las dasificaciones cientificas son apoyadas 0 minadas por teorias,asi como por mediciones delicadas. (Ejemplo: «el analisis medianterayos X de la hemoglobina nos autoriza a conduir que se trata ded s especies diferentes».) Induso los aficionados utilizan algunasd las ideas y de los dispositivos creados por cientificos profesionales.La ciencia puramente descriptiva, pobre en conceptos teoricos y eninstrllmentos diseiiados sin la ayuda de teorias -en suma, la proto-c; ncia- languidece en mllseos anticllado

s.

Una opinion emparentada con la anterior, e igualmente difun-dida, es que la ciencia es recolecei6n y elaboraci6n de datos. Segunesta opinion, los datos se sistematizan, sea en forma de dasificaciones(sistemas taxonomicos), tablas, 0 curvas empiricas 0, si no hay masremedio, en forma de teorias (de las que siempre hay que desconfiar).Esta opinion da cuenta parcialmente de la investigacion empirica yde la elaboracion teorica, pero no les hace plena justicia. Primero,porque considera los da tos como dados (que es el sen tido etimolo-gico de 'dato') mas que como buscados a la luz de ideas. Segundo,porque considera las teorias como resumenes de datos 0 como dis-positivos utiles para elaborar datos, mas que como creaciones origi-nales que nos permiten comprender el mundo.

Segun esta opinion, la ciencia no contiene conceptos transobserva_cionales 0 bien, si los contiene, ellos desempeiian una funcion pura-mente heuristica: no representarian nada mas alla de las apariencias.Por ejemplo, los conceptos de campo electrico, de intencion 0 de da-se social no representarian COsas 0 propiedades reales sino tan solopaquetes de datos 0 instrumentos utiles para empaquetar datos. Enresumen, las teorias y sus unidades, los conceptos teoricos, serian endefinitiva prescindibles, si no practicamente al menos conceptual_mente. El supuesto que subyace a esta concepcion de la ciencia esque la finalidad de la ciencia es suministrar una descripcion econo-mica de los fenomenos (apariencias) antes que una explicacion de larealidad en terminos de pautas generales y de informaciones indivi-

, (:i<:J1cia . de Ias. ., tiene en cuenta mnguna,. E odo caso, esta oplmon no , n particular Ias que

.!llnl s. nf·t d de Ia ciencia contemporanea, e . dades 0 procesosII llI'la reolila as decir Ia existencia de cosas, propleIIIlS permlten pre d '

\I ~'viamente desconocidos. como antidoto del a~a1Sl~oI 'o' 1 otro extremo del espectro, y 1 Pl'nion de que Ia ClenCla,,n e 'b' ontramos a 0 A ncabamos de descn lr, enc ., de Za mente humana. u-'I Ill' a . Z'bre creaczon 1 1 I'mi-r al 0 factlca es una z . 'd d pasa pOl' a to as 1::::. ~:::: opmi6nJ, cuent~de ], '~:'I~v;e:lid'd.Pm "te motivo'.'':""0"" impue~t"pOl,;'ot~~'~i~:'ifi'"deI" "thti,,,. E~::,:~~::111("II)azde dlstlilgUlr 1 hace con entera hbertad. d' . 'n)

, , spero no 0 . --(- contra lCClO1111lcrea sus teona. . de coherencia lilterna no 1 (. mpIos)

,"'I':I~ur:u:'~o::~~~~:~~" 'b"l",,~:~g~~tt~~:,:':eiiid~ pm I;~ \.1 cientifico factico, sea natura ~e ssean ' deben ser por 10.meno.s1I'1t! idad: sus teodas, por aUd:ce:d~cuadas 'a Ia reaI~dad. ~a lilVc::t~~!""'d,lmente,~"~dl'" lid:J" pm de"o, t", .,?vent~v~° pew1'i11 i{)Il cientlh~a .e a r:~ inal co~o Ia mejor creaClOn artl.stl~~tos e.I""" ,," im,gm~,v,Y I,g,,,lid,d. inven" ide", P,oeedl'de""iP'I' ,III 'omprometl a con 1 ue invent a tiene como meta a 1 unicoIII(hlso cosas, pero todod' o. ~ del mundo exterior: este es 01· . , pre lCClon,11l1l cxp lcaClon 0 h

I iiI'" es dado. .. , . d' d cerca de Ia na tura.Ieza del ,que a-I Una tercera oplillOn dlfun. It ae~ conjeturar y critzcar. Segun ebsIta

. 'f' que este conSlS e . . plantear pro e-II I Inti lCOes . r mo cdtico», lilvestlgar ~s 1· d' sio-I ,,,,i n Hamada «raclO~a IS . uras sometiendo as a lSCU

'"'",, Y ; ,0Ive,lo,.im,gm,n~~eb~~J:~Piti;"que ". pwpong",:,:~~;Ill' riticas y a ngur~sas PI S un esta concepClOn, I~s .hlP

s ue conhrmar as. eg ea en prlilClplO, son' "I". '" te ;efu"bl" (f,hiIie,ble,I. .'uo~ueI' hip6t"j, dentifi,,,'1Ii

I' no son cientificas. Mas aun, as , ue hasta1III'I'I(fsicas» antes que . 1 u'nico que interesana es q"d inductlVo: 0 f 1 s Esta con-I Ill" '1'1 an e apoyo 1 tentativas por re utar a.. 'f

I r, ha han fracas ado todas adS tIde Ia investigacion clentl lca,I . Ia triad a fun amen a bI I I'cion se aJusta a ,. bZ ma-conjetura-prue a.I 1('On eptualo empltlca: pro e ce cion es que exagera 7norme-

,,;1 principal defecto, ?e esta. con t~aImente Ia importan~la de I,aIII • cl valor de Ia cntlca y megd Ia cdtica Ios racionahstas cn-

:"':"';""''';60 AI~g~::'l,dd~~~~:dd deb"e jdeoI6~ieo.oi~"'::II,,," "" 10g"nd,wog d po<Je,aid", un, h,pote"" .P igIII tlt,1 h 'cho de que, antes rear el valor de Ia refutacion emPhltlCancl'a-b·do Al exage . 1 0 Ia co ere11I1I)('I'In conce 1'1 bas no empitlcas, ta es com bI'd e in-1 1 r de as prue 'esta eCl as,111111111• va 0 'b Tdad con otras teotlas ya , 0 IogranIIIIt'II111y la compa~l.l, 1 dominante, Por el mismo motlvo nI III () con la cosmOVlSlOO

Page 11: Bunge Mario Seudociencia e Ideologia

caracterizar adecuadamente las seudociencias, que a menudo son re-futables y, mas aun, a veces han sido refutadas abundantemente. Final-mente, al despreciar la induccion los racionalistas criticos hacen a unlado la ram a de la metodologia que se ocupa de la inferencia cientifica0, mejor dicho, de la evaluacion de hipotesis y teorias a la luz dedatos empiricos y con ayuda de tecnicas estadisticas.

En vista del fracaso de las tres epistemologias mas populares de-beremos buscar una cuarta, mas fiel a la practica de la investigacioncientifica. Pero antes de emprender esta busqueda debemos decir algosobre criterios de cientificidad. Una definici6n establece condicionesnecesarias y suficientes, un criterio solamente condiciones suficientes.La primera es un comprimido, la segunda un test: una definicionnos dice que es el concepto definido, un test nos dice como reco-nocerlo 0 distinguirlo. POl' ejemplo, ademas de una definicion delconcepto de paranoia necesitamos un criterio (sindrome) que nos per-mita decidir si un individuo dado es paranoico.

Ocupemonos breve mente de los criterios mas populares de cien-tificidad, 0 sea; criterios para averiguar si cierta actividad (0 sus re-sultados) puede considerarse cientifica. Casi todos los filosofos hancreido que, asi como basta un solo atributo (posiblemente complejo)para definir la ciencia, con mayor razon basta uno solo para distin-guirla (demarcarla) de 10 que no es ciencia. Los criterios mas popu-lares en la actualidad son los siguientes:

1) Tautol6gico: la ciencia es 10 que hacen los cientificos. Este noes un criterio 0 test adecuado, porque los cientificos hacen much ascosas ademas de ciencia, y porque algunos de elIos simulan hacerciencia, y de hecho no producen nada 0 hacen seudociencia.

( 2) Consensual: a diferencia de las letras y de las ideologias,, que rebosan de controversias, la ciencia las evita 0 al menos se pro-

pone alcanzar la unanimidad. Este criterio es inadecuado, porque todo-campo de investigacion activa esta lIeno de controversias: toda ideanovedosa provoca criticas, las que son saludables mientras no destru-yan las buenas ideas. Lo que es verdad es que, a diferencia de otrasactividades, la ciencia dispone de medios (conceptuales y empiricos)para resolver las controversias a largo plazo.

3) Empirico: la ciencia admite tan solo datos 0 sintesis inducti-vas de los mismos. Esta-opinion fue refutada cuando se constituyeronlas ciencias teoricas, todas las cuales estan llenas de conceptos quevan mas alIa de los empleados en los protocolos experimentales.

( ,I'n ia d hip6tesis fali-. upa solamente e d d 1

.\) Falibilista: la ~i~nc1a s~e~~futables. Si esto fuese vel' a ~~\ ,I . t'n particular elmp~rtncamh1·epn6tesisfilos6ficas irrelfutalbles,y a«uT~~as

(. emp earta h h on ega es»\ \lilt! ICOS,no 1 como «Todos los ec os s learian teorias\IIIIY(I'uctlfras, ta es matematizables». Tampoco e~p hacer predic-III idcas caras son les que pOl' serlo, no perm1ten futables sin

I\'111adamente genera , siguiente no son re . bl\ I ,. d hechos particulares Y pOl' conI ., bio16gica es trrefuta 7', ""lIl S e la teoria de la evo UC10nl' d er una teorta1111\0;. (POl' cree: que momento dado que, eJos f,e. s ) Mas aun,

d 1 1'0 en un . ., meta lSlca».\'o\1P I' ec a ma de investlgac10n f bles serian'\I'lIllfica, es un h«proh~ra,tesis seudocientificas son re uta ,

e muc as 1pO . ,1"Il'SIO qu , 1 riterio en cuestlon. .Illl'pl abIes segun e c " el exito practico. Este, C:1-

) Pragmatista: en cienc1~ s~lo clylenelfmina tanto la mat~mat11ca. . on tecn1ca, d rmmar as

\1'1ill confunde c1eD;c1ab~. a En cambio, es incapaz e ~ 1 n "lgun1 . nC1a aslC. . 1 ente tlene ••

l'lll':l como a C1e d' t'lf1'cas que ocaS10na m" 0 seu oC1enIII okl icas maglCaS . ,

POl' sugestlon. ., E'\ Illl pOl' actual' . " 1 matematizaclOn. s~a6) Formalista: el se~lodde 10 c1rtlfy1~0;~e adescalifica .a,ladcienc1~

. . , es demas1a 0 estrec ~, l' vestigac10n e cam1111.IClcnzac10n d es prematematlca, y a am, alIa de cierto

. que a menu 0 . de avanzar mas10Vll1, d d es que la cienC1a ~o. pue P tambien es cierto que,I"' La ~er: er modelos matemat,lC.os. ero de hacer pasar seudo-III1 11I 0 sm acd habilidad matematlca, s~ pue 1 hulo 5.\1111un poco. e. ' tica como se vera en e capI Il'llcia pOl' C1enc1aauten, . . a hacer ciencia es ado!?-

Metodologista: el unico r.eq":lsl~~~t~nde condici6n nec~s~rta

1I1I 7,1 m~t??O ci~~~~~~~.'~s~~ed~t~~~ceder «cienti~d:l~~t~bj~~~l&i\ 1111cond1C10n sui 0 y la temperatura de cad~ un . ci6n cientifica,.III e\ volumen, e pe:orio sin pOl' ello hacer .11:~estiiametodo nO bas-\1l1f1.~\I',0 del labor a instr~lmentoS de alta prec1s10n. 1 s hip6tesis ex-111111uando s~ usen ] problema, los supuestos, a1.1 tambien 1mportan e

\. Y los hnes.I' tellas, db s bus-.' adecuado, e emo. no de estoS crttertOS es . . Abandonemos los

puesto.!e n~~~ individualizar la seudoc1dnc1~e la ciencia; como\ ,II' oltOS Sl. es~a s enfrentemos el he<:ho . e q uchas caras.. Una1'"(Oques slmpltst3: .Yd d humana compleJa, tlene m que lIevan a

\. tra actlVl a . 1 un proceso d\ 11:1qUt.~edeodescubrirlas es exammar a ~fc!ades cientificas, en lugar de1I1:lne • d inmersos en cornu 1 filos6fica., 0 eI ilho investlga bres de inspiraci6n en alguna escue a d6jico lejos de\llil'al' atraS en usca ltados. Aunque parezca para ,\ . 'I' algunos de sus resu

Page 12: Bunge Mario Seudociencia e Ideologia

alejarnos de la filosoHa, este procedimiento nos acercanl adula onto16gica, gnoseo16gica y etica de la ciencia.

Caracterizaremos las ciencias, tecnologfas, humanidades, seudo-ciencias e ideologfas como campos de conocimientos. Un campo de co-nocimientos puede caracterizarnos como un sector de la actividadhumana dirigido a obtener, difundir 0 utilizar conocimiento de algunaclase, sea verdadero 0 falso. En la cultura contemporanea hay literal-mente miles de campos de conocimiento: l6gica y teologfa, matematicay numerologfa, astronomfa y astrologfa, qufmica y alquimia, psico-logfa y parapsicologfa, ciencia social y sociologfa humanfstica, ingenie-ria electrica y magia, medicina y homeopatfa, etc., etc.

El que un campo de conocimientos logre alcanzar la verdad, elpoder, la persuasi6n, la utilidad, 0 alguna otra meta, comparte cier-tas caracterfsticas con otros campos. Estas caracterfsticas se resumenen la decatupla

donde, en cada momento,

C = Comunidad de sujetos que cultivan ce.5 = Sociedad anfitriona de ce.D = Dominio 0 universo del discurso de ce: los objetos de es-

tudio de ce.G = Concepci6n general 0 filosoHa inherente a ce.F = Fondo formal: conjunto de herramientas l6gicas 0 matema-

ticas utilizables en ce.E = Fondo especifico, 0 conjunto de supuestos que ce tom a de

otros campos.P = Problematica, 0 colecci6n de problemas abordables en ce.A = Fondo especifico de conocimiento acumulado por '6.o = Objetivos 0 metas de ce.M = Met6dica 0 conjunto de metodos utilizables en '6.

Cada una de las diez componentes 0 coordenadas de ce se consi-dera a un tiempo dado. Las dos primeras (comunidad y sociedad) sonsistemas concretos, y las restantes son colecciones. Los miembros deestas no tienen por que ser siempre los mismos.

La familia de los campos de conocimiento no es homogenea. Enefecto, puede dividirse en dos subfamilias disyuntas: la familia de los

\ 1\'11 'ia de creencias. En tanto. . 'n y la de los campOS ente de resultas

d· ttgacto b" antem//III/IiI e tnvesd . estigacion cam la mces . cambia si cam-

po e mv de ereenC1as '.

III, \In ca~. . acion, un campo , de controvers1as, 0, \1\ prop1a mv1stlg de presuntas revelaclOnes, divisi6n entre los

III I, :-;6\0 de resu. tiS (p ej. politicas). La gran,1\ prcsiones soc~a ~s to'es pues, esta:

d nOClm1en ,I "IIpOS e co

\

Ideologias totales

ReligionesCampOS de , .creencias Ideologias pohtlcas ,

Seudociencias y seudotecnolog1as

( Humanidades , ' antica y matematica)Ciencias formales (loglca, sem

Campos de, Ciencias basicas 0 purasinvestigaclOn . r das

Cienclas ap lca . 1 s y generalesTecnologias fisicas, bio16gicas, SOClae

. ' , a diferencia de un cam-de investlgaclOn, fl' En otras pa-

Lo peculiar de un camsptOa'permanenteme~te en1 bUu1,Osq'ueda formu-. es que e l' tlpo' a ' h

\

111 tie creenCl~S, . ion activa de a gun. .' de ideas y hec os,Ilhras, es la ll:~estlgacroblemas, el d~scubtlm1entfactos. por este mo-\ II i6n y SOlUClOn?e, resis teorias, metodos 0 ~rt~se en cualquier mo-II invenci6n de h1pO. e'stl'gaci6n puede anahza , ) de investigaci6n

d po de mv ,( proyectoS "\ t Vll to 0 cam avilla de Imeas 0 , , d linea de mvestl-

d do como una g . , La nOC10n e G F EIlIl'IItO a , d' - de realizaclOn. <$ <C S D, , , ,\ II curso dde d-ln~d~rse como sigue .. Sea" ===nun' m~mento dado.I IIi6n pue e 1uc po de investlgac10n e

j\ OM> un cam", ), '\I,\l\onces f p a 0 11t>

l ===<c, s, d, g, ,e, , , , d mpo-<~. solamente si, a) ca a cOd C

. t' aci6n en <?J Sl, Y d' componente eI IIna linea de tn~eslt~ da en la correspon 1ente bconjunto en los

d l est a mc u1 d <~ S y como su h tes1I,'IItc e. n el caso e <?J y, . t rnamente co eren(lllinO SUbs1stemab) f e a, 0, Y m son l~bles),lc'lI\as casos)., yb g;o~ m'utuamente compatd es' suele trabajar en(C'. d. sus m1e~ r'd 0 equipo de inves:1ga or Dos lineas de inves-

Cada in~estlga( 0pr~oyectos) al mismo, t~empodiferir en otros aspec-\111110 dos hneas 0 tl'r una problematlca y

'0 den compar11p,1I'1n pue

I ,IIII/IOS de, ""flrillliento

Page 13: Bunge Mario Seudociencia e Ideologia

tos, p. ej. algunos items del fondo formal f, 0 espedfico e, 0 delconocimiento acumulado relevante a, 0 del conjunto 0 de objetivos,o m de metodos. Tales diferencias pueden llegar a la rivalidad. Sedira que dos lineas de investigacion compiten entre si (aun cuandoesten a cargo del mismo individuo 0 equipo) si tratan los mismosproblemas rle diferentes maneras, p. ej. empleando diferentes me-todos. No hay competencia si los objetivos son diferentes, p. ej. bus-car leyes y disefiar artefactos.

Una linea de investigacion es original si, y solo si, consiste ena) investigar viejos problemas de nuevas maneras (p. ej. empleandoinstrumentos formales 0 tecnicas de medicion no ensayados aun parael caso), 0 b) investigar nuevos problemas (de maneras conocidas 0novedosas), 0 c) examinar criticamente los resultados de investiga-ciones anteriores, 0 d) disefiar nuevas lineas de investigacion, tantooriginales como presuntamente viables.

En particular, una investigacion original se llamara revolucionariasi y solo si a) involucra desviaciones radicales en algunos de los com-ponentes de la concepcion general G 0 del fondo formal estandar F,o b) pone en duda algunos resultados generalmente considerados fir-mes acerca de problemas generales basicos, 0 c) inaugura nuevos cam-pos de investigacion (aunque sin cor tar los lazos con todos los existen-tes), 0 bien clausura viejos campos por hallarlos esteriIes 0 en-gafiosos.

En cambio, una investigacion original se llamara contrarrevolucio-naria si y solo si involucra a) abandonar sin buenas razones trozos sus-tanciales de la concepcion general G, del fondo formal F, 0 del fondoespedfico E, 0 b) renunciar a investigar algunos problemas que pa-recen promisorios en enfoques diferentes, y sin proponer otros pro-blemas en su lugar, 0 c) regresar a ideas 0 procedimientos que re-sultaron inadecuados en el pasado y que, mas aun, fueron superadospor investigaciones ulteriores.

Como puede observarse, nuestra definicion de «revolucion cog-noscitiva» (en particular cientifica 0 tecnologica) no implica una rup-tura completa con el pasado, al modo en que 10 imaginaran Bache-lard, Kuhn y Feyerabend. Por el contrario, toda revolucion cognos-citiva autentica se funda sobre algunos hallazgos pas ados y es evaluadarelativamente a estos. De modo pues que 10 nuevo, por novedosoque sea, debe ser «conmensurable» 0 comparable con 10 viejo. Solosemejante comparacion puede suministrar razones objetivas para pre-ferir 10 nuevo a 10 viejo 0 viceversa. Volveremos a este tern a en el ca-pitulo 4.

Nuestras definiciones nos permiten evitar el confundir una inves-tigacion particular con una linea 0 programa de investigacion, confu-

\ I< 1\ ·ill d sus trabajos. Como es. ,. a Kuhn en alguno~ e.,' (<Dormal» nO con-

\1111 d· llue ha sldo ~t~ (1962) la investlgaclOn cabezas 0 rellenarI,I II al i.do, b~un in~e~tar sino en redsolvl,r ~~~~~r adelantado. por

\" '\1 c1escu nr d~ se conoce en gran, es ~~ tado las ideas de Fran-\ "' I : cl resulta . tificos que hablan a p d bia habet) una ley1\ IlIp\o, toddS Ifs ~{:~tricidad «sabian» que el~c~ricamente car.gad0l'

\ \111 1\ 'crca e a lsi6n entre cuerpos ta ley fue un eJemp 0\ \, 1\ Il'acci6n o. repU el descubrimiento, de es llenar 10s detalles

\ 111t1\ (1963) opmal

que e no consisti6 mas que en. a»' qu . .,,II \ knCla (<Dorm ~ de antemano. to de investlgaclOn.1, h\ que se «cofOC1j{do aqui una linea 0 ~ro~e~ a1canzada, con una

Kuhn ha con un ta bien precisa, pero a,:n meta. puede ser qu~,\"1' Iiend~, a una '~:lar que logra a1can~ar dlC1:1 royecto de investl-Illv\'sLigaclOn partl bido las grandes lu::e'dd ~n cuando esta pre-\:IIIIlklin haya conce leza de la electncl a , a l'enes disenaron los

b la natura l' Pero qu d' .WI( i(,n so re h h le a naciona lSmo. b 1 delicadas me l~lones'11ll'i6n de ~u n" ues y llevaron a ca.o as l'o'n electrostatlca es

" " mgenlOSO , d la mteracc C en,I",POSltlV.OS 1 hip6tesis e que d 1 distancia, fuero~ av. -1\11\' conhrmaron a rcional al cuadrado e. a. les que Frankhn, qUlenIIIVCI'Samenteproto s no fueron menos OtlWciad el equipo ni el tiem-dish y Coulomb. s~o la inclinaci6n, la capacl a ,\ II \1' su par~e no ten~m render esa tarea .. " do un paradigma cons-\\11 necesanos para Crick y Watson, utlyzan mbien planteado por

Analogamente, "nvestigando un prob "e~a ta extraordinario cu;an-\IIlido por otros\ll hicieron un descubnmt~lthereditario (la molec~-1\\ I'OSantes que 1 OS~ructura basica del matltla. de as de Kuhn, tendtla-,In cncont~)roSina :~bargo, si aceprasemf~ ~:ll que Caven~ish y Co1-11\ tic DN· Crick Y Watson, a 19 b . r en cienCla (<Dorma »\l11\S que c~e~r queino llenar pozos, 0 ~ea, ,tra aJ:vo paradigma 0 estiloIl\lnb, no hlcleron s 0 l"nauguraron nmgun nu

" . porque n . . ", de,\ I'Utlnarla, ropl'a defmlc10n. . 'n uestra P "d d\Ie investlgac10 h d que propongamos n. de la reah a , Y

Pero ya esl. ~ra ~os alas ciencias Hctlcas a~teriormente (Bun-

lll.ncia. Nos lmltare una definicion expuestaI H \S inspiraremos enI',', 1983b).

4. Cieuda . . lar tal como la bio-. ia factzca partzcu ,

e una czenc bEstipularemos qu "1 es un miem ro

," la histona soCla ,lIUlmlca 0 p A 0 M>

<:8 == <c,S,D,G,P,E, , ' ,

Page 14: Bunge Mario Seudociencia e Ideologia

de una familia de cam d' .considerado, pos e lllVestlgaci6n, tal que, en el momento

d 1) <: es una comunidad de investi de estudI0~OS ni una comunidad de ga ores: n? una mera colecci6n

pU,esto ~e lllvestigadores relacionad creyentes: Slllo un sistema com-mun, aSI como POl' f!ujos de inform~~i~n~re Sl POI' una tradici6n co-

2) S es una soctedad ue a n,espe~ificas de los miembro; de ~oy:s °dal.menos tolera las actividadesmedI0s, y Ie permite la libertad' e~lr, S Ie ~roporciona a '6' losnos tolera el que se agencie dich necesda~lOspara lllvestigar 0 al me-

3) el d " os me IOS' '. omtnzo 0 universo del d' 'Slvamente de entes reales (0 tscurso D esta compuesto exc1u-~les, pasados, presentes, 0 futtfr~ss.untadmer:teDtales), actuales 0 posi-SIno POI' error' . es eclt, no contiene f' .4 ' lCClones

) la concepcion general 0 fil f'a) una ontologia de coso ta G esta compuesta de

leyes (en lugar de una Onto~sa~ materiales que cambian conforme ade entes no concretos a de ogla que admita la existencia aut6nomano f ' entes que no camb' db con orman a leyes); lan, a e sucesos que

. } una gnoseologia realista ( ,. .nOCIon de verdad como adecuaci6~tltIca, n? lllgenua) que inc1uya lagar de una gnoseologia idealista). y de las Ideas a 10s hechos (en lu-c) e1 ethos de la libre b' ' d dr de .1~sistematicidad (en lug~:~~~ :6/ la verdad, de la profundidad

a utl1rdad 0 la unanimidad). 19o que manda buscar tan solo5) e1 fondo fo IF'. 1 rma es una col . , d

partICU ar algoritmos) formale (1' . eCCI0n e teorias y metodos (en6) el fondo especific ; OglCOSy matemaricos) al dia'

teoria~ y metodos bien c~nfir;s una coleccion de datos, hipotesisobtenldos en otros campos d . ados. (au.~que corregibles) y al dia'prest)ada toda la Hsica que ne~e;~:)~tIgaCI0n (p. ej. la quimica tom;. . 7 la problemdtica P consta i.

b~~;odele~~~~~~~ ~la n~tllraleza (~~ ~:~~~~la~.tla~~ P;'~~'d~)jScog!10s-ponentes de yg. ' aSl como problemas c nc rni ntes a ot s llJIem-

8' . ras com-) e1 fondo de co .' .de datos hipotesl's t nO~tmzento a umulado /l n yg

yg '. , eOtlas y metod,s L1nacoleccionen antetlormente, y razonabl s ompaubl s 11 Z::, btenidos9) los objetivos 0 inc1uy:ert~ ~ /'da.? ': s Fi a s;

yes de los D, la sistematizaci6n en s ~,bllml 111'. LISa Ie las le-a los D, y e1 refinamiento de los .te

dlias d hl1 t'si, r ferentes

III t os 11 M,.

10) la met6dica M esta compuesta exclusivamente de metodosescrutables (comprobables, analizables, criticables) y justificables (ex-plicables) ;

11) la composicion de cada uno de los 11 componentes de ygcambia en el curso del tiempo pOI' efectos de investigaciones en e1mismo campo '8, asf como en campos relacionados, particularmente[os que suministran el fondo formal F y el fonda espedfico E;

12) yg tiene parientes pr6ximas, e, d., hay porIa menos otrocampo de investigaci6n contiguo

a) yg' y'8 comparten la misma concepcion general 0 filosoHa G,.b) los fond os formales, espedficos y de conocimientos acumu-

lados, asf como los objetivos y las metodicas de ambos campos sesolapan, y

c) D esta incluido en D', a viceversa, 0 cad a miembro de D esun componente de un sistema en D', 0 viceversa (p. ej. la bioqufmicaestudia componentes celulares, y la sociologfa sistemas form ados pOI'personas).

Ninguna de estas doce condiciones es, pOI' sf sola, suficiente paraque un campo de conocimientos sea cientifico. Solo la conjunci6n delas doce define e1 caracter cientHico de un campo de conocimientos.POI' consiguiente no hay criterios simples (condiciones suficientes)para averiguar si un campo de conocimientos es una ciencia. 0 sea,no hay pruebas sencillas, tales como la del agua regia para reconocerel oro, a el papel tornasol para reconocer un acido, que asegurenque un campo de conocimientos es cientifico .

Un campo de conocimientos que no satisfaga plenamente las docecondiciones estipuladas se llamara no cientifico. Ejemplos c1asicos decampos de investigacion no cientifica, aunque perfectamente seriosy respetables, son la critica literaria y la historia del arte.

La distinci6n entre campos cientificos y no cientificos no equi-vale a una dicotomfa, porque no da lugar a 10s casos intermedios:en todos los asuntos humanos. debemos con tar no solo con 10 blancoy con 10 negro, sino tambien con 10 gris. Un campo de conocimientosque satisfaga parcialmente las doce condiciones estipuladas puedellamarse una semiciencia. Ejemplo: cualquiera de las ciencias socia-les. Si una semiciencia esta en sus comienzos y da signos inequivocos

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de progreso, podra llamarsela ciencia emergente. Ejemplo: la psico-logia fisiologica. Otras semiciencias se han quedado estancadas, comoocurre con la economfa. Finalmente, otras han comenzado a declinar,como sucede con la psicologia conductista. Tfpicamente, las semi-ciencias tienen gran acopio de datos y pocos modelos teoricos, 0 granacopio de modelos matematicos que no se ajustan a la realidad. Unaciencia plena 0 madura se caracteriza por un equilibrio entre la in-vestigacion empfrica y la teorica.

Ademas de las ciencias y semiciencias estan las seudociencias. Uncampo de conocimientos que, sin ser cientifico, es presentado (0 in-cluso vendido) como tal, se llamara seudocientifico. No se confundauna seudociencia con una semiciencia: la diferencia entre esta y unaciencia madura es cuestion de grado, al par que la diferencia entreseudociencia y ciencia autentica es cualitativa. Una seudociencia esun campo de creencias, no de investigacion, y no cumple ni siquieraaproximadamente con las doce condiciones estipuladas mas arriba.El lector querra comprobar por sf mismo si hay alguna seudocienciaentre sus disciplinas favoritas. En to do caso, la definicion negativa de«seudociencia» que acaba de darse sera suplementada por una defi-nicion positiva en el capitulo 5.

Finalmente, nuestra definicion de ciencia particular nos permitedefinir el concepto general de ciencia como la familia de todas lasciencias. Tambien es posible adoptar esta otra definicion: la ciencia •es el campo de investigacion cuyo fondo espedfico es igual a la tota-lidad del conocimiento cientifico acumulado en todas las cienciasparticulares. Mas precisamente,

C = El sistema internacional compuesto por todas las comunida-des cientificas.

S = El sistema internacional compuesto por todas las sociedadesy las organizaciones internacionales.

D = La coleccion de todos los entes concretos, desde los fotoneshasta las sociedades.

G = La concepcion general 0 filosofia inherente a la investiga-cion cientifica.

F = La coleccion cambiante de todas las teorfas y tecnicas for-males, en particular matematicas.

A = El fondo cambiante de conocimientos acumulado por CP = La totalidad cambiante de problemas cognoscitivos.

) ~~ .. . leo de las leyes de las cosas, l~ .SlS-

O - El descubnmlento 0 emp } (sistemas hipotetlco-- ..) d d· h s leyes en teonastematlZaClOn e lC ~ . t de los metodos en M, y.deductivos), y el r~fmamlen 0 d or el metodo cientiftco y

M = La coleccion camblante f~rla a)p laboradas en las divers aslas tecnicas (metodos partlCu ares eciencias particulares.

) decir acerca de la ciencia. (Vease'p. ej.Habria mucho mas por 1 d· ho nos bastani para dlferen-

Bunge, 1983a, 1983b: 198J). tero doci~cncia. Nuestra proxima tareaciarla de la tecnologl~ yea seusera caracterizar la prtmera.

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3

TECNOLOGIA

Todos concuerdan en que el desarrollo explosivo y la r~pida di-fusion de la tecnologia son peculiares de la civilizacion modema, seacapitalista 0 socialista. Pero no hay consenso en 10 que respecta a lanaturaleza de la tecnologia. EI lego y aun el filosofo suelen confun-dirla con la industria, y es frecuente que adviertan solamente suaspecto benefico 0 su aspecto maIefico pero no ambos. Hay inclusodistinguidos tecnologos que se niegan a distinguir la tecnologia de laciencia, y que niegan que la primera este condicionada socialmente y,mas particularmente, por la economia y la politica.

Marx fue uno de los primeros en seiialar la funcion de la tecno-logia en la expansion de la economia capitalista. Pero los marxistas,muy propensos a caer en el pragmatismo, no suelen distinguir la tec-nologia de la ciencia, y aun discuten si aquella pertenece a la infra-estructura economica 0 a la superestructura cultural. Ortega yGasset (1939) fue uno de los primeros filosofos que distinguieronla tecnologia tanto de la ciencia como de la industria, asi como enseiialar su interes filosofico. Sin embargo, la filosofia de la tecnolo-gia esta aun en mantillas, al par que la sociologia de la tecnologiaesta mucho mas avanzada, y la historia de la tecnologia es ya unadisciplina bien establecida.

En este capitulo no expondremos una filosofia de la tecnologia,tare a que hemos esbozado en otros lugares (Bunge, 1983a, 1983b,

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1985). Aqui nos limitaremos a destacar las caracteristicas m~s S?-Iientes de la tecnologia, con el fin de distinguirla tanto de la ClenClacomo de la seudotecnologia, 0 seudosaber que se hace pasar, con ma-licia 0 sin ella, por palanca gen?ina ~e l.a accio~ ra~i?nal. /.

Comenzaremos por distingUlr la tecUlc.a pr~CIent1f1ca ?-e la tecUlcalundada sobre la ciencia. Siguiendo al histonador LewIs Mumford,las llamaremos respectivamente tecnica y tecnologia. Por ~j~mplo,(listinguiremos la metalurgia antigua, 9~e era to/ta~mente empl!l~a, dela contemporanea, que utiliza cuanta flSlca y qUlmlca puede. ~nalog~-mente, distinguiremos la medicina tradicional, que era medlO empl-rica y medio magica, de la medicina contemporanea, que se fundasobre la anatomia, la fisiologia y la farmacologia, y hace uso de una:lmplia panoplia de instrumentos de observacion, medicion e inter-vencion.

Como ya habra advertido el lector, estamos emp~eando un .con-cepto muy amplio de tecnolog~a, qu.e ~barca n:u~ho mas /q~e las mge-nierias, ya clasicas (como las mgeUlenas me~aUlca ~ ~uImIca), ya denuevo cuiio (como la ingenieria nuclear y la mformatIca). Entendere-mos por tecnologia el vastisimo campo de investigacion, diseiio y pla-neacion que utiliza conocimientos cientificos con el fin de controlarcosas 0 procesos naturales, de dis~iiar artefactos 0 ~rocesos, .0 deconcebir operaciones de manera raclOnal. En este sentIdo amt:llO, .lamedicina y la agronomia son biotecnologias, al par que las ClenClasde la educacion y de la administracion son sociotecnologias.

2. Artificialidad y disefio

Los conceptos clave de la tecnica y de la te~no!ogia son. los deobjeto artificial (a diferencia. ~e natural) .y ?-e dlseno ~el mIS~? .(adiferencia de una representaclOn a posterzorz). Todo obJet~ artIfl~lalha sido diseiiado, y todo diseiio 10 es de un artefac to (posible 0 Im-posible). Examinemos sumariamente este l?ar de conceptos. (Para de-talles consultese p. ej. Alexander, 1964; SImon, 19~9; Bunge, 1985).

Nuestro concepto de 10 artificial es muy ampho: abarca las he-rramientas y las maquinas, los procesos controlados 0 puestos en mar-cha por el hombre, los organis~os .seleccion~dos (y eventualmentecreados) por el hombre, las orgaUlzaclOnes sociaies y los planes de ac-cion. Todo 10 artificial conocido es de factura humana, pero. no t~do10 que hacemos es artificial: para que 10 sea debe haber sido dlse-llado, aunque no necesariamente sobre el papel 0 el ordenador.

Podemos llamar artificial a toda cosa, estado 0 proceso control ad?() hecho deliberadamente con ayuda de algun conucimiento aprendl-

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do, y utili~able por otros .. ~~ objeto debe ser optativo porque debeser precedldo por una declslon tomada de cara a una eleccieSn entrealternativas, p. ej. la de trabajar 0 no hacerlo. La actividad en cnes-tieSn, ~ej?s de ser to~almente automatica, debe ser guiada pot algunconOClmlento aprendldo antes que por una habilidad innata. Y debetener algun valor 0 disvalor social, por minimo que sea: en principiono hay artefactos privados, aunque de hecho algunos artefactos sonde propiedad privada.

Distinguiremos tres categorias de artefactos: a) cosas artificialestales co~.o. herramie~tas y animales domesticos; b) estados (de co:sas) art.lf1clales, p. eJ. el endicamiento de un rio y la erradicacieSnde l~ vlruela; y c) cambios ~r~i~iciales, tales como labrar la tierra yensenar a leer .. Todo 10 ar~lf1clal, de cualquier categoria que sea,result a de trabaJar. Un trabaJo puede consistir en a) usar cosas natu-rales 0 artificiales, p. ej. plantas para construir chozas' b) transfor-mar cosas, p. ej. manufacturar lienzo a partir de fib;as de lino, 0

c) ensamblar cosas 0 favorecer su ensamble, p. ej. sintetizar molt~cu-las. Lo que acaba de decirse respecto de cosas vale, mutatis mutandis,para estados y procesos.

En todos l~s. c~sos el tecneSlogo que disefia objetos (cosas, estadoso procesos) artlflClales, y el trabajador que obra conforme al disefio,se valen de. componel1;tes naturales (p ej., miner ales y corrientes deagua) 0 soclales (p. eJ. personas e informaciones). La conducta delartefac to resultante, aunque artificial, es regular 0 legal: se con-forma mas 0 men,os fielmente alas especificaciones y reglas estipu-ladas p,or el ~ecnologo sobre la base de su conocimiento cientifico.~s aqu~, preClsan:ente, donde £alIa el seudotecnologo: el proyectista,lmpro.vl~ador o. tltJ;a.dor que ha hecho un disefio incompatible con elconOClmlento clentlf1co 0 que, siendo compatible con este, no ha sidopuest.o a prueba y resulta ~ne~icaz 0 aun contraproducente. (Desde ya,el. cUldado. puesto en el dlseno y en la prueba minimiza pero no eli-mllla el nesgo de fracaso. Recuerdese la Hamada ley de Murphy:«Todo 10 que puede marchar mal termina por marchar ma!».)

, M~r~ observeS co~ razeSn que el peor de los arquitectos supera a lamas habl1 de las abeJas en que el primero es capaz de disefiar 10 queh~bra de h~c~rse. El tecni;:o precientifico disefia con ayuda de conoci-mlento practlco; el tecnologo 10 hace con ayuda de conocimientocient~fic.? Una definicion form~l po sible del segundo concepto es esta:un dzseno. (0 proyecto) tecnologzco es una representacion anticipadade u~ o.bJeto (.cos~" estado 0 proceso) artificial con ayuda de algunconoc~r~llento ~lentlf1co. Todo disefio tecnoleSgico se compone de unacolecclon de dlagramas (0 atlas) y un texto. Los diagramas pueden serpIanos, maquettes, organigramas, etc. Los textos pueden contener

simbolos especiales y ceSdigos para descifrar estos ultimos; tambienpueden incIuir feSrmulas matematicas, ecuaciones de reacciones qui-micas, etc.

No hay metodos para hacer buenos disefios, pero hay algunosprincipios generales, tales como el ajuste al mejor conocimientocientifico relevante, y la busqueda de estabilidad, seguridad, eficien-cia, y economia. Ademas, cada disefio 0 proyecto debera satisfacerrazonablemente las especificaciones estipuladas por el usuario de co-mun acuerdo con el tecneSlogo. El disefio es pues una etapa inter-media entre dichas especificaciones (p. ej. la casa sofiada) y el arte-facto terminado (p. ej. la casa construida).

Esto no se limita a artefactos ffsicos, quimicos 0 bioleSgicos, sinoque se extiende a los sociales. Piensese en un plan de organizacieSnde una empresa, 0 de reform a social. Tambien en estos casos se co-mienza por especificar 10 que se desea y por estipular los mediosdisponibles para alcanzarlo. Y, al igual que en el caso de las maquinasy los procesos industriales, conviene ensayar los disefios antes de em-prender su implementacieSn en gran escala. Desde luego que, en elcaso de planes sociales, tales pruebas son experimentos y, como ta-les, suscitaran la oposicion de individuos de mentalidad tradicional.'La respuesta es obvia: es preferible fracasar en pequefia escala a ha-cerlo en gran escala; y es preferible corregir a tiempo un plan defec-tuoso, a cumpIirlo obedientemente para mal de todos. El dia que lospoliticos comprendan esto empezaran a obrar como sociotecneSlogos,no como ideeSlogos precientificos.

Ya disponemos de los conceptos necesarios para proponer nues-tra definicieSn de «tecnologia».

3. Definicion de «tecnologia»

La tecnologia puede considerarse como el campo de conocimien-tos que se ocupa de disefiar artefactos y planear su realizacion, ope-racieSn y mantenimiento a la luz de conocimientos cientificos. Mas pre-cisamente, la definiremos como sigue.

Una familia de tecnologias es un sistema cada uno de cuyos com-ponentes T es representable por una endecatupla

T = <C, 5, D, G, F, E, P, A, 0, M, V>,

donde, en cualquier momenta dado,

1) C la comunidad profesional de T, es un sistema social com-puesto po; personas que han recibido un entrenamiento especiaIizado,

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mantienen vfnculos de informaci6n entre sf, camparten ciertos valo-res, e inician 0 continuan una tradici6n de disefio, ensayo y evaluaci6nde artefactos 0 planes de acci6n;

,2) ~ .es la sociedad (con su entorno natural y social, su econo-mIa, polltlca y cultura) que alberga a C y la estimula 0 al menostolera;

3) el dominio D de Testa compuesto exclusivamente de casasreales (0 presuntamente tales) presentes, pasadas 0 futuras, algunasnaturales y otras artificiales;

4) la visi6n general 0 filosofta G inherente a T consta de:a) una ontologfa de cosas combinantes en forma legal y en par-

ticular modificables por el hombre; ,b) una gnoseologfa realista con una pizca de pragmatismo; yc:) el ethos d~ .la utilizaci6n de recursos naturales y humanos (en

partIcular cognoscltlVos);5) el fondo formal F de T es la colecci6n de teorfas y metodos

l6gicos y matematicos al dfa;. 6) el fondo especifico E de T es una colecci6n de datos, hip6-

t~sIS, y teorfas al dfa y razonablemente bien confirmados (pero corre-glbles), de metodos de investigaci6n razonablemente eficaces y de qi-sefio.s y planes litiles, elaborados en otros campos de conocimientos,partlcularmente en las ciencias y tecnologfas relacionadas con T;

7) .l? problem~tic:a P de T consta exclusivamente de problemascognosCltlVOS y practlcos concernientes a los miembros del domi-nio D, asf como a problemas referentes a otras componentes de laendecatupla que define aT;

8) el fondo de conocimiento A de T es una colecci6n de teorfaship6tesis y datos al dfa y contrastables (aunque no finales), asf com~de met<:dos, disefios y planes compatibles con el fondo espedfico E,y obtemdos por miembros de C en epocas anteriores;

9) los objetivos 0 de los miembros de la comunidad profesio-nal C incluyen la invenci6n de nuevos artefactos, nuevas maneras deusar 0 adaptar los viejos, y planes para realizarlos mantenerlos y ma-nejarlos, asf como evaluarlos; ,

10) la met6dica M de T consta exclusivamente de procedimien-tos escrutables (contrastables, analizables, criticables) y justificables(explicables), en particular

a) el metodo cientifico (problema cognoscitivo-hip6tesis-contras-taci6n-correcci6n de la hip6tesis 0 reformulaci6n del problema), y

b) el metodo tecnol6gico (problema practico-disefio-prototipo-prueba-correcci6n del disefio 0 reformulaci6n del problema);

11) los valores V de T consisten en una colecci6n de juicios devalor acerca de cosas 0 procesos naturales 0 artificiales, en particular

materias primas y productos manufacturados, procesos de trabajo yorganizaciones sociotecnicas;

12) existe por 10 menos otra tecnologia contigua que se solapaparcialmente con T;

13 ) los miembros de cada una de las nueve ultimas componen-tes de la endecatupla que define a T cambian, aunque sea lentamente,como result ado de investigaciones y desarrollos en T, asf como enciencias y tecnologfas relacionadas con ella.

Un campo de conocimientos que no satisfaga ni siquiera aproxima-damente las condiciones estipuladas se calificara de no tecnol6gico.Ejemplos: la matematica y la filosoHa. Un campo de conocimientosque comparta los objetivos utilitarios 0 de la tecnologfa y satisfagaaproximadamente algunas de las demas condiciones podra llamarseuna prototecnologia 0 una tecnologia emergente. Ejemplos: las cien-cias de la salud y las sociotecnologfas, tales como las ciencias de laadministraci6n y el derecho .

Una tecnologfa que posea un voluminoso fondo espedfico cientf-fico, 0 sea, que tome mucho conocimiento prestado de las ciencias, sellama alta 0 avanzada (high tech). Ejemplos: las ingenierfas qufmicay nuclear, y la biotecnologfa que emplea la biologfa molecular. Unatecnologfa que disefia artefactos que emplean pocos recurs os esca-sos, que no dafian el medio ambiente, y que pueden ser utilizadospor individuos 0 por pequefios equipos (de manera que promuevenuna economfa de trabajo intensivo) se denomina blanda (0 intermedia,o apropiada). Ejemplos: las tecnologfas que disefian pequefios gene-radores eIectricos 0 viviendas rurales con algunas de las comodidadesmodernas.

Finalmente, un campo de conocimientos que no es tecnol6gicopor carecer de una base cientffica, y por no hacer uso del metodocientffico ni del metodo tecnol6gico, pero que es anunciado 0 ven-dido como tecnol6gico (0 cientffico) se llamara seudotecnologia (0tecnologfa fraudulenta). Ejemplos: la psicoterapia verbal y el mone-tarismo. Regresaremos a este tema en el capftulo 5.

Examinemos mas de cerca algunas de las condiciones que defi-nen el concepto de tecnologfa. En primer lugar, en virtud de lascondiciones 6) y 13), la familia de tecnologfas no es una mera co-lecci6n sino un sistema. Por consiguiente, cualquier avance 0 retardoen una de ellas afectara a otras. Por ejemplo, la medicina depende

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de avances farmacol6gicos, los que a su vez utilizan conocimiento.obtenidos en bioquimica, quimica y quimica industrial. El sistemaPtecnol6gico se caracteriza, pues, por una incesante y vigorosa trans-'ferencia de tecnologias dentro mismo del sistema ciencia-tecnologia-economia. (Ver apendice 1.)

T ambien la comunidad profesional de una tecnologia, p. ej. lacomunidad informatica, es un sistema propiamente dicho: el inven-tor aislado es cosa del pasado. Esta sistematicidad es asegurada porlas sociedades, reuniones y publicaciones profesionales. En virtud deestas ultimas, el tecn610go boliviano puede enterarse de 10 que'hacen sus colegas franceses. Sin embargo, las comunidades tecno16-gicas no son tan abiertas como las cientificas: las patentes y los se-cretos industriales y militares obstaculizan la difusi6n de los avan-ces tecnol6gicos. El motivo es que, a diferencia del conocimientocientifico, el tecnologico es una mercanda.

Para el filosofo la componente mas interesante de la tecnologia 'debiera ser la filosofla G inherente a la misma. Esta se parece',mucho al fondo filosofico de la ciencia basica, pero difiere del mis-mo en algunos respectos. Debido a su actitud practica, el tecnologono se interesa tanto por las cosasen si como por las cosas pal\anosotros: las que estan 0 pueden estar bajo control humano. Porejemplo, considera a una comunidad biologica como un recurso po-tencialmente explotable, y limita su atenci6n a organizaciones so-ciales cap aces de suministrar 0 consumir bienes 0 servicios. Puededarse el lujo de ignorar todo 10 que no sea util 0 utilizable. Es basi-camente un pragmatista, aunque no adopte la filosofla pragmatista.Le interesa la verdad objetiva porque sabe que es util, pero no Ieinteresa como fin sino como medio para disefiar 0 planear.

Tambien el ethos tecnologico difiere un tanto del cientifico: noes el de la investigacion libre y desinteresada al servicio de la huma-nidad, sino la de la tarea orientada a una meta practica. Puestoque el tecnologo habitualmente trabaja para un empleador 0 uncliente, debe adaptar su conduct a a los intereses de este ultimo.Como deda el finado Jorge Sabato, el tecnologo no tendra empachoen robar ideas ni en negarse a com partir sus propias ideas conotros. Casi nunca tendra escrupulos que Ie impidan disefiar artefactosque crean necesidades en lugar de satisfacerlas, 0 incluso que sir-ven para aumentar el poder de grupos antisociales. Aun cuando casitodas las sociedades profesionales adoptan codigos de conducta pro-fesional, ellos son timidos y dicen muy poco acerca del valor socialde las innovaciones (Susskind, 1973, cap. 7). Con todo, el c6digomoral de la tecnologia se solapa parcialmente con el de la ciencia:ambos promueven la busqueda de la verdad (que implica la carrec-

cion del error) y la justificaci6n de la creencia (que implica el re-chazo del dogmatismo). ,

A diferencia de la tecnica tradicional, la t~nologla modern~posee un voluminoso fondo formal F y un vol~mmoso fondo espeCl-fico E. En casi todas las ramas de la t~nologla se c~nstruye mode-los matematicos como puede verse revlsando los numeros de Ap-plied Mathematical Modelling. ~ tod~ te~;lOlogia s~ funda sobreuna 0 mas ciencias. Incluso la mvestlgaclOn operatlva, que hastahace un tiempo s610 presuponia la matematica, tien~e a hacer unuso cada vez mayor de las ciencias sociales, pues, al fm de cuentas,es ingenieria social en pequefia esc,ala.. .

La problematica de la tecnologla es tan rlca. como la. de la Clen-cia En particular tanto el tecn610go como qUlen estudla la tecno-lo~ia desde afuer~ se plantean probl~mas .de, interes ~en~ral, talescomo estos: «~De que se ocupa la mgenlena: de maqumas 0 d~sistemas compuestos por maquinas y ~e~es hUl?ano.s?» «~De quetrata la investigacion operativa: de declSlones ~Je~ut~vas 0 de orga-nizaciones complejas, en particular sistemas socloteCnlCOS tales comofabricas, escuelas y ejercitos?» Algunos de los problemas ~u~ ~us-cita la tecnologia son estrictamente t~cl?icos, otros son soclOl~glcosy otros son filos6ficos. El?tre estos ~l~l~os encontramos p. eJ. lossiguientes: «~En que diflere 10 aruflClal de 10. ~atural?>~, ~~Enque sentido puede decirse que un artefacto matetlall~a un dlseno?»,«La orientaci6n utilitaria del tecn610go ~es ~ol?patlble con el re~-lismo cienti.fico?» y «~C6mo lograr que el cO~lgO moral d~l tec~o-logo se ajuste alas norm as de una moral ,so~lal que ~~oteJa al In-dividuo y a la sociedad de la codicia economlCa 0 pohtlca de unospocos?». , . r

La met6dica M de una tecnologia incluye sus tec~lca~ pecu la-res, tales como la vacunaci6n y la contabilidad .. Tamblen mcluye. ~lmetodo cienti.fico (para abordar prob!emas esttlct?n:ente cogn?S~ltl-vos) y 10 que. hemos llamado el ,,!,etodo tecno~o~zco. Este ultlm~puede caractetlzarse como la suceSlOn: Recon~Clmlento de un p~oblema practico-Formulaci6n(es) del problema-Busqueda d~ los «prm-cipios» (leyes 0 reglas), asi como de los datos, necesatlos para re-solver el problema-Disefio de la cosa, estado 0 proceso que tal vezresuelva el problema en alguna aproximac~on-Co~str:rccl6n de unmodelo en escala-Construccion de un prototlpo (maqmna, grupo ex-perimental, programa social en pequefia escala, etc.)-Pruebas-~valua-ci6n-Revision eritica del disefio, de las pruebas 0 del proplO pro-

blema. . d 1 'Finalmente, se advertira que se ha caractetlza 0 a una tecno ogla

como una endecatupla, no como una decupla como en el caso de la

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ciencia. La componente adicional (agregada a sugerencia de mialumno el doctor Jose Felix Tobar Arbulu) es el conjunto V dejuicios de valor. Estos versan sobre cosas 0 procesos naturales yartificiales y se formulan a la luz de las metas u objetos 0, asi comode conocimientos cientificos 0 tecno16gicos. Ejemplos: «Esa cataratapuede servir para activar un generador electrico», «Esta usinahidroelectrica es buena para esta comunidad».

Debemos distinguir V de los juicios de valor internos acercade cualesquiera de las componentes del proceso de investigaci6n ydesarrollo, tales como los problemas, disefios y pruebas. Estos ulti-mos componen 10 que puede llamarse la endoaxiologia de la tecno-logia, al par que V constituye su exoaxiologia. Esta ultima no tieneparalelo en la ciencia basica. Por ejemplo, un ge6grafo podra descri-bir una catarata y conjeturar su formaci6n, pero no es competentepara juzgar su potencial hidroelectrico. Este ultimo debera serevaluado por un ingeniero electricista. Pero el juicio de este podraser estrechamente tecnico: sera precise suplementarlo con el juicioque la obra hidroelectrica merezca a ec6logos y sociotecn6logos queestudien el impacto que dicha obra pueda tener sobre el ambientey sobre la sociedad.

Hay mucho mas por decir sobre la tecnologia desde los puntosde vista metodo16gico y filos6fico: vease p. ej. Bunge (1985). Casitodo queda por decir: la filosofia de la tecnologia es una ram atan subdesarrollada como fascinante. Esta subdesarrollada porquelos fil6sofos han solido confundir la tecnologia con la ciencia, 0 hansolido despreciar a la primera por estar directamente vinculada altrabajo manual y por no advertir que es, ante todo, un campo deconocimientos. Y la filosoHa de la tecnologia es fascinante porquecontiene problemas filos6ficos inexplorados 0 poco explorados, talescomo la naturaleza de 10 artificial, la intervenci6n de reglas y nor-mas en el proceso tecno16gico y las vastas y complejas problematicasde la tecnoaxiologia y la tecnoetica.

Pero 10 dicho en este capitulo basta para abordar el problema dedemarcar la tecnologia genuina de la fraudulenta, que nos ocuparaen el capitulo 5. Sin embargo, antes de hacerlo debemos tratar elproblema de las revoluciones cientificas y tecno16gicas, ya que enlos comienzos de las mismas es facil tomar los productos genuinospor falsificaciones.

Referencias

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PARADIGMA Y REVOLUCIONESEN CIENCIA Y TECNOLOGIA

Desde sus comienzos hace cuatro siglos, Ia ciencia y Ia tecnicamodernas han sido sacudidasesporadicamente pOl' profundas revolu-ciones. Baste recordar algunas de Ias revoluciones cientfficas queocurrieron en nuestro siglo: el nacimiento de Ia Hsica at6mica ynuclear; Ia creaci6n de Ias dos relatividades y de Ia teoria cuantica;Ia emergencia de Ia teorfa sintetica de Ia evoluci6n y de Ia biologfamolecular; Ios comienzos de Ia psicologfa fisioI6gica; Ia consolida-cion de Ia historiograHa economica y social; y, segtin algunos, Iainvenci6n de Ia gramatica generativo-transformacional.

En cuanto alas revoluciones tecnoI6gicas, es sabido que hantransformado de ralz el estilo de vida en Ios pueblos industrializados.Baste recordar Ia revoluci6n en Ios transportes operada porIa difu-si6n del autom6vil y del avi6n; Ia revoluei6n en Ias comunicacionescausada porIa difusi6n de Ia radio y Ia televisi6n; Ia revolucion in-dustrial operada pOl' el trabajo en cadena y cl taylorismo; Ia revolu-cion agropecuaria produdda pOl' In aplicad6n de la biologfa; Iaraeionalizacion de Ia administracion de emprcsas en gran escalaproducida porIa investigaci6n opcl'lltivn; y III revolucion producidaen el almacenamiento y la elaboraci6n de dntos par cI uso de Iascomputadoras de alta velocidad.

Estas revoluciones han escapado solarnente II 1011 filosofos sub-jetivistas, dedicados a Ia autocontcmplneion, y 1\ los glosocentri-

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cos, faseinados pOl' el verbo. Los demas filosofos han advertido,junto con Ios cientfficos y Ios tecn6Iogos, Ias revoluciones cientificasy tecnicas de nuestro tiempo, 0 al menos algunas de ellas. Algunosintelectuales se han entusiasmado tanto con algunas de esas revolu-ciones, que han ignorado Ia aguda observacion de Friedrich Engels,de que todo progreso es unilateral y comport a un regreso en algunotro respecto. POl' ejemplo, el levantamiento de Chomsky constituyoun avance decisivo en sintaxis, pero un retroceso en otras ramasde Ia lingiilstica debido a su tesis innatista (Bunge, 1983c). Y Iascomputadoras han desviado Ia atencion, de Ia generaei6n de infor-macion, a su elaboracion; de Ia creacion de ideas, a su aplicacion;de Ia tom a de decisiones, al cumplimiento de estas.

EI concepto de revolucion cientffica 0 tecnica no es nuevo;era familiar a eientfficos, tecn610gos e historiadores de Ia cieneia delsiglo XIX. Pero se puso de moda recien hace un par de decadasmerced a Kuhn (1962). Desde entonces todos hablamos de revolu-ciones conceptuales 0 cambios radicales de paradigma. En particu-lar, se ha exagerado Ia ruptura 0 discontinuidad a expensas de Iacontinuidad. EI mismo Kuhn (1962), Feyerabend (1962) y sus nu-merosos proselitos, han sostenido Ia tesis de que todo nuevo para-digma es «inconmensurable» (incomparable) con el desplazado: losnuevos conceptos y marcos conceptuales tendrfan significados total-mente disyuntos de Ios viejos. Desgraciadamente, ninguno de esosautores ha analizado adecuadamente Ias nociones de paradigma,marco conceptual, significado, cambio de significado 0 revOlucionconceptual. Sus pronunciamientos son tfpicamente imprecisos; masaun, Feyerabend (1981) ha e1ogiado Ia imprecision, creyendo d~esta manera librarse de Ia responsabilidad de expresarse con claridaq.En este capitulo me propongo dilucidar algunas de Ias nocionesclave que manejan Kuhn, Feyerabend y sus proselitos con Ia livian-dad que caracteriza a una filosoHa sin principios, 0 «gnoseologfaanarquista», como Ia llama Feyerabend (1975).

2. Paradigmas

Todo ser humano nace en el seno de una sociedad que incluyeuna cultura, y toda cultura incluye uno 0 mas campos del conoci-mien to. Algunos de estos campos son sistemas cerrados ~e creen-cias (p. ej., religiones), mientras que otros son campos abtertos deinvestigacion. (Vease Bunge, 1983a, 1983b.)

Cada campo de conocimientos incluye uno 0 mas marcos concep-tuales. Cada uno de estos marcos esta compuesto de un punto de

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vista general (0 filosoffa), un cuerpo de conOClmlentos admitidos 0

presup,uestos, y un estilo aceptado de pensamiento, que inc1uye cier-tos metodos para tratar problemas de un tipo dado.

En los campos de investigacion maduros predominan, en cadamomento, uno~ pocos marcos conceptuales: los marcos rivales, si loshay, son marwnales. Los marcos conceptuales dominant~s, 0 para-gones,. han sido llamados estilos de pensamiento (Fleck, 1935) yparadzgmas (Kuhn, 1962). En los campos de investigacion emer-gentes,.o en desarrollo, no hay tales marcos conceptuales, estilos depensamiento, 0 paradigmas dominantes. Por ejemplo, la psicologiay la sociol<:gi~ aun. estan a la busqueda de sus paradigmas, en tantoq"?e l~ qUlmlca. tIet;e los suyos. (Contrariamente a una opiniondIfun~lda, una ClenCla madura puede po seer mas de un paradigma.Por eJemplo, un quimico teorico puede utilizar en la misma inves-tigacion, la cinetica quimica c1asica, un model~ de moleculas com-puesto de esferas y radios, y la quimica cuantica, 0 sea, un totalde tres paradigmas.)

A~uellos de nosotros que nos convertimos en investigadoresprofesionaies (cientificos, tecnologos 0 humanistas) 10 hacemosapr~hendiendo los rasgos principales de los marcos dominantes (pa-radlgm~s) en u~o 0 mas campos de investigacion (p. ej. ffsica y~aten:atIca, 0 blOlogia celular y bioquimica, 0 economia poHtica ehistona). Aprendemos principalmente estudiando casos modelo '0

ejemplares (como los llama Kuhn, 1970) de resolucion de proble-mas. Y aportamos contribuciones originales cuando planteamos 0resolvemos problemas nuevos dentro del marco existente 0 cuan-do p:oponemos cambios importantes y viables en dicho ~arco. Enel prImer caso hacemos, para emplear terminos favoritos de Kuhni~ves~igacion normal. En el segundo hacemos investigacion extraor~dmarta, la ~ue puede desembocar en un avance decisivo (break-through). 0 m~luso en una revolucion conceptual.

.Los mvestigadores en ciencia, tecnologia y las humanidades hansa?ldo todo esto desde hace tiempo: todos saben que no es 10mismo andar por camino trillado que abrir nuevos caminos resol-ver un eje~cicio que escribir una tesis doctoral, modificar u~ arte-facto que mventarlo. Kuhn tuvo el merito de llamar la atencionsobre .estas ideas; 10 que sigue siendo problematico son las nocio-nes l?lsmas ~e marco conceptual, de paradigma y de revolucion enel mlsmo. Nmguna de estas nociones ha sido dilucidada cuidadosa-n:ente, sea por Kuhn, sea por sus proselitos 0 crfticos. (Vease, poreJemplo,. Lakatos y Musgrave, compils., 1970.) Intentemos ac1araresas nOClOnes.

Un campo de investigacion puede analizarse como compuestopor un marco material y un marco conceptual. El primero est aconstituido por una comunidad de investigadores, la sociedad quela apoya (0 al menos la tolera) y el dominio de objetos que estudianlos investigadores, p. ej. los ecosistemas en el caso de la ecologia.(En el caso de las disciplinas formales y humanisticas los objetosde estudio son conceptuales, de modo que la expresion 'marcomaterial'es un tanto engafiosa: se necesita un nombre mas ade-cuado.)

Un marco conceptual en un campo epistemico S dado puedecaracterizarse como una septupla

G = concepci6n general 0 transfondo filosofico;F = transfondo formal (presuposiciones logicas 0 matematicas);E = transfondo espedfico (cuerpo de conocimientos tomado en

prestamo);P = problematica (coleccion de problemas que puede investi-

garse en Sc);A = fondo de conocimientos obtenidos previamente por miem-

bros de la comunidad de investigadores;o = objetivos 0 metas de la investigacion, yM = met6dica (coleccion de metodos de Sc).

Todo miembro de una comunidad de investigadores, con excep-cion del impostor ocasional, se ocupa de disefiar 0 de poner enpractica uno 0 mas proyectos de investigacion. Un proyecto de in-vestigaci6n en un campo de investigacion caracterizado por un mar-co conceptual Sc = <G, F, E, P, A, 0, M> puede entenderse comouna septupla 1t = <g, f, e, p, a, 0, m>, cada una de cuyas componen-tes es un subconjunto de la correspondiente componente de Sc.

Un ejemplar puede definirse como un proyecto de investiga-cion que: a) habiendo sido exitoso en el pasado b) es imitado(tomado como modelo) en un nuevo trabajo de investigacion.

Se did que dos 0 mas proyectos de investigacion com piten en·tre si, si tratan de los mismos (0 casi los mismos) problemas demanera diferente, p. ej. empleando metodos especiales diferentes.

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No hay competencia si los objetos que se investiga 0 los objetivosson diferentes, p. ej. te6ricos en un caso y pnkticos en el otro.. L.~katos (19~8) propuso su propia noci6n de program a de inves-

tzgaczon, concebldo como sucesi6n de teorfas en sf mismas (0 seahabit antes del reino plat6nico de las ideas), como «reconstrucci6~objetiva» de la noci6n kuhniana de paradigma. De hecho consti-tuye 1!na adulteraci6n de esta, porque para Kuhn, con toda raz6na) la mvestigaci6n ciendfica no se limita a teorizar, y b) las teorfa~no planean por encima de las circunstancias sociales. Kuhn insiste,acertadamente, en que los investigadores no se desenvuelven en unvado social, sino en el seno de comunidades de investigadores.

Una crftica parecida puede hacerse al analisis de Stegmtiller(1976), el que, para peor, reposa sobre el analisis err6neo de lasteorfas .cientfficas propuesto por Sneed (1979), quien, entre otrascosas, 19nora el concepto de significado factico (Bunge, 1983a,1983b). Volveremos a este tema en el capftulo 7.

Defini~emos la investigaci6n normal, sea en ciencia, tecnologfa 0

l~s h~;nanldades, como la puesta en pr~ktica de un proyecto de inves-tlgaclOn dentro de un marco conceptual existente y en imitaci6n dea~gun. ejem~lar. En cambio, entenderemos por investigaci6n extraor-dznarza aquella que puede desembocar en una innovaci6n radical enalgul?, marco conceptual, tal como un cambio importante en la con-cepClOn general, en la problematica 0 en la met6dica. Si tiene~xit~, el nuevo marco conceptual engendra nuevos ejemplares quemsplran un nuevo ciclo de investigaci6n normal.

La investigaci6n normal acapara casi toda la atenci6n de los in-vestigadores, y, a menudo, es excitante. (Incluso aquellos revolucio-~ari~s, que logran construir un nuevo marco conceptual hacen inves-tlgaclOn nor~a~ cuando adoptan ~l nuevo paradigma para investigarproblemas dlstmtos de los que dleron lugar al nacimiento del nue-vo marco.) La investigaci6n normal es a menudo predictible en gran-des lfneas, pero algunas veces no 10 es. En efecto, algunas vecesnos muestra que nuestras intuiciones y expectativas eran err6neas,como cuando Maxwell descubri6 te6ricamente que la viscosidad deun gas no esta relacionada con su densidad. (Vease Peierls 1979para una buena selecci6n de sorpresas en el curso de inve;tigacio~nes norm ales en ffsica te6rica.)

Los fil6sofos tienen preferencia por los resultados de la inves-tigaci6n extraordinaria: estos brill an mas y son los unicos que lle-

gan a los libros de divulgaci6n. Algunos, en particular Popper(1970), creen que la investigaci6n normal es cosa de rutin a 0 aunde dogma, y por 10 tanto peligrosa. Esto no es as£: la mayor partede los avances decisivos (breakthroughs) ocurren dentro de marcosconceptuales existentes. Ejemplos: el analisis matematico en el si-glo XVIII (en contraste con el del siglo anterior); los trabajos deLaplace sobre probabilidades (versus los trabajos anteriores); lacontribuci6n de Frege a la l6gica (a diferencia de las de Boole y deMorgan); la axiomatizaci6n de la teorfa de conjuntos (vs. su crea-ci6n por Cantor); la modern a teorfa del estado s6lido y la qufmicacuantica (vs. la invenci6n de la teorfa cuantica basica); e incluso lagenetica molecular (vs. la clasica), si hemos de creer a MaynardSmith (1972).

Mas aun, toda revoluci6n conceptual tiene sus rakes en algtinmarco conceptual. Por ejemplo, Galileo trabaj6 sobre problemasque habfan ocupado a algunos pensadores medievales e hizo uso departe de la matematica griega. Darwin se inspir6 en hip6tesis evo-lucionistas e incluso econ6micas, y utiliz6 grandes mas as de obser-vaciones recogidas por naturalistas, cultivadores y criadores. Marxparti6 de la economfa clasica de Smith y Ricardo. Y Einstein diopor descontada la electrodinamica clasica. No hay revolucionarios sinrakes, ni revoluciones en un vado conceptual.

Lo que es verdad es que la investigaci6n normal no es tanatractiva como la extraordinaria, y por este motivo no suele apa-recer en televisi6n. Tambien es verdad que el aferrarse a un marcoconceptual cualquiera, por fertil que haya sido, puede acabar enrigidez dogmatica: en rehusarse a ensayar nuevas teorfas 0 disefios,e incluso en la negativa a admitir la derrota por obra de observa-ciones, experimentos 0 ensayos. Volveremos a este punto.

La investigaci6n extraordinaria involucra un cambio en el es-tilo de pensamiento y, por consiguiente, causa una reorientaci6n dela investigaci6n. Si el resultado es un avance considerable, constituyeuna revoluci6n epistemica, 0 10 que Bachelard (1938) llam6 unarupture epistemologique. Mas precisamente, diremos que un proyec-to de investigaci6n exitoso constituye una revoluci6n epistemica,relativa a un marco conceptual 6c dado, si, y solamente si, a) invo-lucra apartamientos en algunas de las componentes de 6c (no entodas), 0 b) abre un nuevo campo de investigaci6n sin cortar suslazos con todos los existentes. Ejemplos de revoluciones epistemicas:las efectuadas por Newton, Maxwell, Darwin, Marx y Cantor. Estoshombres alteraron de manera profunda y duradera los paragones 0

estilos de pensamiento prevalecientes.Sin embargo, la investigaci6n extraordinaria no es necesariamen-

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te revolucionaria: puede acabar en una contrarrevoluci6n epistemica,o sea, en un retorno parcial a algun marco conceptual anterior.(Nu~ca .hay retornos completos.) Diremos que un proyecto de in-veStlgaclon es una contrarrevoluci6n epistemica relativamente aun marco conceptual ge si, y solamente si, involucra a) el aban-dona:, sin buenos motivos, partes importantes de cualesquiera delas slete componentes de ge, 0 b) el regresar a ideas 0 procedi-mientos que resultaron ser inadecuados en el pasado y, mas aun,fueron superados por ge.

El cognitivismo (0 psicologia informacionista) contemporaneo esun . caso, de contrarrevolucion epistemica, por su mentalismo, sudesmteres por la. biologia (en particular la neurociencia), asi comopor su. falta de 1nteres por el experimento. (Vease el capitulo 6.)C?tro e)emplo es la revuelta romantica contra el positivismo (pore).em~lo, Feyerabend, 1975). En otros casos la investigacion extraor-dmatla result a en una mezcla de revolucion con contrarrevolucion.Un ejemplo de semejante mezcla es el conductismo con su meto-dica escrupulosa, su problematica estrecha, y su ren~ncia casi totala la teoria. Otro mixto de revolucion y contrarrevolucion es comose afirmo al comienzo, la gramatica generativo-transformacion~l.

La investigacion normal y la extraordinaria se dan al mismotiempo. En todo campo de investigacion se da la tension, que sub-raya Kuhn (1977), entre la tradicion y el cambio. Esta tensionaunque obvia, es ignorada por los gradualistas (que conciben .la his~toria del conocimiento como una acumulacion) y por los catastrofis-tas (quienes se ocupan tan solo de las revoluciones). No se alcanzauna vision equilibrada del desarrollo historieo del conocimientoa menos que se tenga en cuenta dicha tension.

La contribucion mas import ante de Kuhn (1977) a la metodolo-gia es su observacion de que los datos negativos 0 desfavorables aalguna hipotesis 0 teoria, son tratados de manera diferente en la~nvestigacion normal y en la extraordinaria. En el primer caso seIntenta acomodar la evidencia negativa al marco conceptual domi-nante (0 paradigma), mientras que en el caso de la investigacion ex-traordinaria dicha anomaHa se emplea para minar el marco concep-tu~l. En otras palabras, mientras en investigacion normal se niega 0

remterpreta el dato desfavorable, en la extraordinaria se niega 0reinterpreta la teoria.

El da:o ne~ativo puede acomodarse al marco conceptual domi-nante entlqueclendo la teoria tradicional con hipotesis ad hoc des-tinadas a salvarla, 0 proponiendo nuevas teorias en el «espiritu» delmar~? conce.pt~al prevaleciente. (Vease Bunge, 1973, 1983a, para lanOClOnde hlpotes1s ad hoc de buena fe.) No hay nada que objetar a

estas tacticas a menos que sigan apareciendo serias anomaHas, 0 sea,a menos que el marco conceptual entre en crisis. En tal caso .esaconsejable ensayar alteraciones radicales. Por supuesto, cualqUlerproyecto de reforma radical sera resistido por los investigadoresque se han habituado al viejo marco conceptual. A veces se tomantan conservadores que intentan censurar la publicacion de criticas, deideas nuevas 0 incluso de datos desfavorables. Pero eventualmentela resistencia a la novedad se debilita y el nuevo marco conceptualprevalece. El cambio es esencial a la ciencia y la tecnologia.

EI conocimiento humano puede avanzar de tres maneras: gra-dualmente, por avances decisivos (breakthroughs) 0 por revolucio-nes. EI avance gradual consiste en agregados 0 en desgastes: e;tganar algunos items de informacion 0 en descarta~ otros al advert1rque son inadecuados. El avance gradual se da Slempre dentro dealgun marco conceptual. De vez en cuando ocurre en este un ~;ancedecisivo: a saber, cuando se resuelve un problema 0 constelaclOn deproblemas, de modo que se puede formular nuevos problemas den-tro del mismo marco conceptual. Y las revoluciones consisten en laemergencia de nuevos marcos conceptuales, que reemplazan a losanteriores 0 sustituyen a la mera ignorancia.

Siendo asi, es un error optar por el gradualismo (favorecido porel empirismo) 0 por el catastrofismo (favorecido tanto por ~l !acio-nalismo como por el irracionalismo). La historia del conOClmlento,como la de cualquier otra empresa humana, e incluso la de cualquiersector de la realidad muestra no solo cambios graduales y decisivos,sino tambien revolu~iones. La sintesis de gradualismo y catastrofis-mo es, por supuesto, el evolucionismo. (Vease Bunge, 1983b.) .

Seglin la concepcion evolucionista del. desarrollo del .CO~~Cl-miento, que proponemos, hay: a) permanencza de algunos prmClp10Sfilosoficos generales que impulsan toda investigacion objetiva (porejemplo, las tesis de que la realidad es legal y puede conocerse);b) agregado y suprimido incesantes de datos, tecnicas, hipotesis, teo-rias y planes; y c) revoluciones ocasionales, que respetan partes deltransfondo de conocimiento y alteran otras, y que acaban en nue-vos marcos conceptuales.

La concepcion evolucionista de la marcha del conocimiento con-serva las tesis verdaderas del gradualismo y del catastrofismo alpar que rechaza sus tesis falsas. En p~rti.cular, el evolu~ionis~orechaza la tesis de moda, de que el conOClm1ento avanza ptlmOrdlal-

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mente por reemplazo, no por adici6n. Esto no es siempre asi: elanalisis matematico, el algebra abstracta, la biologia molecular, lateoria del control y la historia econ6mica, por no citar sino cincoinnovaciones revolucionarias, no reemplazaron sino a la ignorancia.En estos casos y varios otros no hubo marco conceptual rival que cri-ticar y reemplazar.

Una segunda tesis, relacionada con la anterior e igualmente err6-nea, es la de que toda revoluci6n responde a alguna crisis. (Podemosdecir que un campo de investigaci6n esta en estado de crisis si estaestancado, 0 esta dominado por una unica escuela estrecha, 0 estadividido en muchas especialidades estrechas y apenas relacionadasentre si, 0 algunos de sus propios resultados amenazan a sus marcosconceptuales dominantes.) Algunas crisis preparan revoluciones, perono toda revoluci6n resulta de una crisis.

Es cierto que todo campo epistemico parece haber pasado poralgun petiodo de crisis, y que algunos campos, tales como la socio-logia, parecen estar en estado de crisis permanente. Sin embargo,en algunos campos ocurren avances decisivos y aun revoluciones sinque los preceda ninguna crisis profunda. Por ejemplo, el descubri-mien to de ciertas contradicciones (<<paradojas») en el anaIisis matema-tico, y mas tarde en la teotia de conjuntos, no caus6 el desbande de laprofesi6n matematica ni la oblig6 a abandonar todos los principiosbasicos. Los problemas fueron resueltos con una dosis mayor de lamedicina habitual, a saber, rigor y teoria. Y cuando Husserl public6La crisis de la ciencia europea (1936), 10 que estaba verdadenimenteen crisis era la sociedad alemana y en particular la filosofia alemana:fuera de ella la ciencia y la tecnologia floredan, aunque por su-puesto tenian sus problemas, como los dene todo 10 que crece.

Una tercera tesis err6nea del catastrofismo es la de que todarevoluci6n epistemica arrolla con los logros anteriores: que produceel «colapso» de teorias y metodos anteriores, los que son «derroca-dos» por los rivales victoriosos (Lakatos, 1978). Esta analogia conla politica y la guerra es equivocada en muchos casos. Por ejemplo,las dos relatividades de Einstein, lejos de demoler la fisica cIasica,constituyen su cuspide: Einstein continu6 y culmin6 el trabajo co-menzado por Faraday y Maxwell, asi como por Poisson y Riemann.Mas aun, la noticia del fallecimiento de la mecanica clasica y otrasteotias clasicas es exagerada, como ditia Mark Twain: todavia selas trabaja y moderniza, como puede comprobarlo cualquiera quese tome la molestia de consultar el Archive for Rational Mechanicsand Analysis. Al fin de cuentas, las teotias cIasicas permiten resol-ver muchos problemas en buena aproximaci6n. Y en todo casa aunlas revoluciones mas drasticas son siempre parciales: s610 alteran

algunas de las componentes de~ .sistema to:al de co~ocimientos, ~elmomenta. Por ejemplo, la relatlV1dad espeClal no toco la matema,tlcani la electrodinamica cIasica; y la biologia molecular no altero laqufmica. .'

Una cuarta tesis err6nea del catastrof1smo, Y par Clerto que esuna tesis peligrosa, es la de que todo marco conceptual es unaespecie de prisi6n mental de la que no podemos escapar de maneraracional: cuando nos escapamos 10 hacemos como ac:o de fe. Estatesis es err6nea tanto psico16gica como metodo16glcamente. ~oscientificos y tecn6logos no operan como mi~ticos a como pros~htosfanaticos de una ideologia religiosa a polft1ca. Por el contrart~), amenu do son capaces de examinar sus teotias 0 ~~todos fav:or~tos.Son capaces de reconocer errores form ales a emp1rtcOS, y caSl s1em~pre logran corregirlos. Como bien dice Popper (1970, p. 56), :<S110 intentamos, podemos librarnos de nuestro marco en cualqUlermomento». . 1

En la secci6n siguiente criticaremos una quinta tes1s. errada .decatastrofismo: la de la «inconmensurabilidad» de paradlgmas ~:'lVa-les. Por ahara baste 10 dicho para refutar tanto al catast:of:smocomo al gradualismo (0 cumulativism?). La. marcha del conOClmlentoes continua en algunos respectos y d1scontmua ~n otras. Todo cam-bia epistemico, por drastico que sea,. es parClal. antes que tota!.(S6lo los charlatanes rechazan la totahdad del s1stema. de conOC1-mientos existente.) Y los cambios epistemicos son des1guales:. encada petiodo algunas ramas de la investigaci6n avanzan mas ~ap1da-mente que otras can 10 cual dan inspiraci6n y a veces mclusodirecci6n a las m~nos desarrolladas. Mas aun, la frontera no avanzarellenando todos los huecos: quedan detras incontables bolsones deproblemas no resueltos, algunos de los cuales seran. planteados masadelante, en tanto que otros seran olvidados para S1empre.

6. El mho de la «inconmensurabilidad»

De tad as las tesis catastrofistas, la mas catastr6fica es l,a de la«inconmensurabilidad» de los marcos conceptuales y teortas quese suceden hist6ricamente (Kuhn, 1962; 19~7; Fe~~rabend, 196~,1975, 1981). Algunos presuntos revoluclOnarlOs pol1t1cos. han .acog1-do con entusiasmo esta tesis par considerarla. revoluCl~narta. Severa a continuaci6n que, aunque novedosa, la tes1S de la «mconmen-surabilidad» es contrarrevolucionaria, porque destruye el ~on.ceptode verdad objetiva y elimina la idea de progreso del conOC1mlento.

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Ademas, hace a un lado los criterios de evaluacion objetiva de lasteorfas y, con esto, borra la distincion entre ciencia y seudociencia,asf como la frontera entre tecnologfa y magia.

Ni Kuhn ni Feyerabend, los campeones de la tesis de la «in-conmensurabilidad», ha formulapo claramente 10 que entiende poresta. Ambos son fi16sofos inexactos y se han limitado, esencialmen-te, a discutir el caso de los conceptos de masa que figuran en lamecanica clasica de las partkulas y la mecanica relativista de laspartkulas. (Una comparaci6n responsable de estas teorfas exige suprevia axiomatizacion, tarea esta que ninguno de los dos considerautil.)

Al parecer, la «inconmensurabilidad» serfa una incompatibilidadgnoseologica derivada del desplazamiento de significado de la pala-bra -'masa' que aparece en los lenguajes de las teorfas de marras. Esverdad que la palabra 'masa' no significa exactamente 10 mismo enla mecanica cIasica y en la relativista: en la primera denota unapropiedad intrfnseca de las particulas, y en la segunda una propie-dad de estas relativa a sistemas de referencia. (Recuerdese que lamasa relativista crece con la velocidad relativa al referencial adopta-do.) Por consiguiente, aunque la vieja teorfa parece reducirse formal-mente a la prjmera (0 sea, deducirse de esta), en realidad no estarfaincluida en ella porque'masa' no design a el mismo concepto enambas teorfas. Al no denotar la misma propiedad, las dos teorfasno comparten el mismo «vocabulario observacional», de modo queno hay manera de decidir entre ellas mediante datos empfricos. Laexperiencia no puede favorecer a una de ellas: si elegimos la meca-nica relativista no serfa porque la haya confirmado la experiencia.

En suma, segun Kuhn y Feyerabend, cuando una teorfa reem-plaza a otra, no es porque la primera sea mas comprensiva que lasegunda: no hay invariantes del cambio teorico, nada permanece enel curso del mismo. Lo mismo valdrfa para todas las revolucionescientificas: al adoptarse una nueva teorfa se harfa borron y cuentanueva. La historia del conocimiento serfa un eterno recomenzar: nohabrfa progreso sino un zigzagueo. Basta aquf, Kuhn y Feyerabend.

Las objeciones mas obvias a la tesis de la «inconmensurabilidad»son estas:

a) Los ffsicos siempre han comparado los conceptos (compa-rabIes) que figuran en teorfas rivales. Esta comparacion ha sido

_tanto teorica como empfrica: en el primer caso se averigua como serelaciona el nuevo concepto con el viejo, y en el segundo se inves-tiga si hay datos empfricos que favorecen a uno de ellos. Veamoscomo se procede teoricamente en el caso del concepto relativista MR

4. Paradigma y revoluciones en ciencia y tecnologfa

de masa de un cuerpo. Desde el punto de vista matematico, MR es

unafuncion

MR : C X S X UM ~ R+

. cada terna <c, s, u> formada por un cuerpo c -~C, unque aSlgda a f . E S (p ej un laboratorio) y una Ull1dad desistema _ e re eren~~a:1 ra~o),' un numero real positivo r;E R+.masa u ~ UM( (p. {_ r ~i ahora hacemos de cuenta que la colec-a sea, R c, S, U -. d f . reduce a un referen-c~on fn!=e~ra (S 1de fsiste~is ne r~peoe:;)c~bt~:emos la definici6n decla1 s ull1CO e re erenCla e . , '1a masa claska, a saber, la funClOn

MR: C X UM~ R+

tal que

Me (c, u) = MR (c, S, u).

1 f ., d Kuhn y Feyerabend, ela sea, con;r~riamen:as: sae~:Y::c:Cl~~act~menteal relativista. Conconcepto, claslco de d 1 relatividad especial sucede algo similar.10s t)mro~oFI~f~~~s y ~tr~s cientificos estan tam~i~n habitua~os i

, . 1 t empfrica como teotlcamente. n ecomparar teotlas tlva es, tan 0 1" mprueba que todas1 ,. cl' ica y re atlvlsta se co1::0fg:m~iasm~l;~~~:s re:~ltan de fotmu1as

drelativita~el~~d~dod~

d 1 .d des pequefias compara as con aientes para ve OCl t, falsa' hay formulas relativistas

1a 1uz en el vado. a reClproca es . 1 1 ener fa en reposO escarentes de correlato clasico. (~O{ e~mp 0, t dr~do de la veloci-

1d1de 1ia i~za )e1:e~~~~1~~J~P el~aobvl~:r ~s c~~sible compar.a,r lasa . 1" 1 result ado de esta comparaclOn es

teorfas clasica y re atlVlsta, y e I . Cada vez que surgeque la segun.da es mas ampliaaq;;n lap;~~:r:a·dominante. Mas aun,una teorfa rlvl.ablse la c~mpar del espfritu las teorias cientificas selejos de ser 1 res creaClOnes . r '. . nes que reducen lasconstruyen tenien.do en cuenta lllertas1al:~a~~~ia de compatibilidadposibili~ades te~~lcas. U?~ ded~ as fb1e at;as limitaciones son cier-con la mformaclOn et;I~>1tlca lspon l~s destacamos el principia detos principios .metateo~cds, de /oNi~lsa Bohr. Este principio, al quecorrespondencza form a, 0 po tenga rival establece que ladebe sUJ'etarse toda teorla nueva que : ul ( . r

. db' 1 l'r a la segunda como caso partlc ar p. eJ., pa aptlmera e e l~C upequefias velocldades).

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c) Aunque Kuhn y Feyerabend centtan su discusion de lapretendida inconmensurabilidad en los conceptDs de significado y decambio de significado, carecen de una semantica capaz de dilucidardichos conceptos. Por consiguiente, su discurso permanece en lanebulosa no tecnica del lenguaje ordinario: se trata de ideas ine-xactas acerca de teorfas exactas tales como las mednicas. Sin em-bargo, es posible consttuir una teoria exacta del significado y apli-carla a pares de teorias rivales (Bunge, 1974a, 1974b, 1978). Segunesta teoria, el significado de un concepto es igual al par ordenado<sentido, referencia>. Dos conceptos son comparables si, y sola-mente si, comparten en alguna medida su sentido 0 su referenda.(Como hemos visto, este es el caso de los conceptos de masa en lasmednicas clasicas y relativista.) Dos teorias son comparables siposeen conceptos comparables. Al ser comparables permiten el plan-teo de algunos problemas comunes, aunque los resuelvan de mane-ras diferentes. Al sopesar las teorias se evalua las soluciones quedan a tales problemas comunes. Se prefiere la teoria que de las so-luciones que mejor se ajusten a 10s datos empiricos y a otras teorias.Pero ya nos estamos metiendo en el terreno que cubre la proximaseccion.

En resoludon, si dos teorfas son rivales es porque tienen algoen comun y a la vez difieren en algun otto respecto. Por ejemplo,la teoria segun la cual algunas mutaciones geneticas son neutrascompitecon la genetica estandar, segun la cual toda mutacion es,ya ventajosa, ya desventajosa. En cambio, una teoria lingiiistica nopuede competir con una teorfa geologica, porque sus clases de re-ferencia, y por 10 tanto sus sentidos, son disyuntos: este es un casode «inconmensurabilidad», pero no de rivalidad. Para que dos teo-rias sean genuinamente rivales deben disputarse un dominio dehechos, 0 sea, deben tener referentes comunes. (Por ejemplo, lamednica clasica y la relativista se refieren a cuerpos, en particularparticulas.) Esto basta para que compartan un nucleo de significado.Una vez establecida la rivalidad de dos teorias se present a el pro-blema de elegir entre ellas. Este sera tema de la seccion siguiente.

Segun Kuhn, Feyerabend y sus proselitos, puesto que las teoriasrivales son «inconmensurables» 0 incomparables, no puede habercriterios objetivos que permitan escoger entre ellas. Sin embargo,todos los investigadores serios saben que hay criterios objetivos.El que estos no siempre se formulen explicitamente, y el que no

4. Paradigma y revoluciones en ciencia y tecnologia

pueda aplicarselos mecfmicamente, es harina ~e otro b~ost~. Lo esen-cial es ue en dencia, las teorias no se eligen ar It.ratlamente;,o

or ue ~on~engan a intereses creados. Por el contratlo, la elecclOnp hq obre la base de los resultados de dertos tests, algunos ~ese ace s 1 d' , . Bastara menclO-los cuales son conceptuales y os emas empmc?s.nar los principales. (Para analisis detallados vease Bunge, 1983a,

198t~; tests a que se somete una teor!a. cientifica ,a?tes de ac~p~arlah 1 n de distintos tipos' 10glCo-matematlcos, semanticos,

o rec azar a so . f M' . te dadagnoseologicos metodologicos y filoso icos. aS

lPdrefisamer ' ( ,

una nueva te~ria T, uno tiene la obligac~on.mora e ormu arse maso menos explicitamente) las preguntas slgUlentes:

i) ~Contiene T formulas mal formadas, tales como «y=;£O»~ii) ~Contiene T contradicciones, ta~ como «~ = a &. x , ~»._iii) .Es Tuna teoria propiamente dicha (un sIstema hlpotetlC?

deductivo), 0 es meramente un conjunto de formulas smestructura deductiva?

iv) 'Contiene T errores matematicos insalvables, 0 sea, cu!a~orreccion Ie quita interes 0 es causa de que fracase en osdemas tests? 1 .d

v) ~Contiene T form.ulas semanticamente ma constrUl as, 0sea, interpretadas mcorrectamente?, . . .

vi) Es T incompatible con alguna teotla, vec~na, s.atlsfacto~la-~ente establecida? (Ejemplo: una teorla ?~Ologlca, 0

1PSI~~

logica, que contradiga las leyes de la fisica 0 de a q

mica.) , d d tempivii) (Es T incompatible con un gran numero e a os -

ricos',) , rviii) E T ad hoc 0 cubre un campo de hechos mas amp 10. que

~l ~onjunto de datos que el teorico ~e propone e::,phcar?ix) ~Es T superficial 0 profunda? (Por eJe:nplo, ~explra .T el

comportamiento exploratorio de un ammal, 0 se Imlta adescribirlo?) . ?

x) ~Sugiere T nuevas tecnicas 0 nuevos experIm~n~osxi) ~Unifica T campos del conocimiento, 0 dommlos de he-

chos, antes disyuntos? . ' ',)xii) Es T de un tipo conocldo, 0 de un genero nuevo., .xiii) ~Es T susceptible de ser puesta a la prueba empmc~, 0

contiene hipotesis que Ie permiten sostenerse cualqUlera. . ',)

sea el result ado de la expetlencla. . 1xiv) Contiene 0 presupone T hipotesis incompatl~les con a

~ntologia cientifica, seglin la cual el mundo esta compues-

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to. exclusivamente de cosas concretas (materiales) en flujo?(E]emplo de una teoria incompatible con dicha ontologia:una que contenga la hipotesis de que existen mentes desen-carnadas.)

xv) ~Contiene 0 presupone T alguna hipotesis incompatible conla gnoseologia cientlfica, seglin la cual a) es posible cono-cer (gradual y parcialmente) algunas cosas, b) toda investi-gacion ci~~tifica usa a la vez la razon y la experiencia, laconstrucClOn conceptual y la percepcion, y c) todo conoci-miento cientHico es tanto falible como perfectible?

En Ultima instancia todos estos tests nos proveen indicadores am-biguos de verdad objetiva. Algunos de ellos (p. ej. coherencia internay ~~mpatibilidad con lo~ datos) son necesarios. Otros (p. ej. poderulllflcador ~ poder heutlstico) son solamente deseables. Ninguno deellos es suflclente para aceptar una teorfa, aunque el incumpIimientode algun~s condiciones (las necesarias) basta para rechazarla. Poreste motlvo, 0 sea, porque los tests nos dan solamente indicadoresnecesitamos una bateria integra de ellos. (Algo similar acontece co~los indicadores en Hsica atomica yen economia polltica: cuantos massean los indicadores mutuamente independientes, tanto mejor se re-forzaran mutuamente.). ~l. estudio de la historia de la cienda revela que, en efecto, los

cIentlflCOS confrontados con teorias rivales se han servido de algunosde los criterios mencionados. Es verdad que, en ocasiones, han pre-valecido consideraciones extracientlficas, tales como la moda 0 laideologia dominante. Por ejemplo, mientras reino el mecanicismose pref~ri~ teorfas que 10 expIicaban todo en terminos de cuerpose~ mOVImIe?to. Y .s,e.ha rechaza~o teorias s~bre la generacion espon-tanea (el ongen ablOtlCo) de la VIda por consIderarselas incompatiblescon un dogma religioso. Pero esto solo muestra que los cientificos,por des~acados que sean, no logran sustraerse a todas las presionesdel medlO, por 10 cual a veces se comportan de manera no cientifica.(La meto~ologia es normativa, no descriptiva: dice como hay quep:oce~er s~ se ha de alcanzar resultados optimos. La historia, en cam-blO, d1ce como se procede de hecho. El historiadox cuenta la verdad elmetodologo dice que es la verdad.) ,

Tambien ~s. cierto que, c~mo 10,subraya Kuhn, no hay algoritmoso reglas mecalllcas para eleg1r teor1as. Y, al no haber algoritmos deeleccion de teorias, es imposible programar una computadora para quehaga laeleccion por nosotros. Pero esto no demuestta que no sehaga usa .de criter~os de eleccion. Tampoco disponemos de algoritmospara eleg1r profeslOnes 0 consortes, pero de esto no se sigue que 10

hagamos arbittariamente 0 empujado~ ta~ solo por ~as drcu~stan-cias. T ampoco esta demostrado que ]amas. se lograra co~strU1r re-cetas para elegir teorias. Acaso se logre Sl la metodolog1a alcanzaun alto grado de desarrollo. . ' .

En definitiva, se dispone de tests estrlctamente metodol~gl~ospara evaluar teorias dentificas. Estos s.on. tests ~e :,erdad ob]etlvay por 10 tanto difieren tanto de los cnter10S sub!etlvos tales comola belleza y la simpliddad, cuanto de los tests soc1al~s tales co.mo elajuste ala moda 0 a los intereses de un grupo sOCl.al?etermlllado.El que aquellos tests no siempre se ejecuten, no ~nd1~a que seanimpotentes para distinguir la verdad del error, la C1enC1ade: la ,s~u-docienda 0 la tecnologia de la magia. Solo indican que el C1entlf!coesta tan ~xpuesto al error como cualquier hijo de vecino.

8. Conclusion: ni anarquismo ni autoritarismo

Hace un momento recordamos que la metodologia ~s pre~criptivao normativa: indica como debiera procederse para lllveStlgar conexito, 0 sea, para obtener soludones maximamente verd~deras a pro-blemas de conodmiento. Ahora bien, no toda metodolog1a. ct;tmple dehecho esta funcion. Hay metodologias excesivamente re~tnctlvas qUl:;,lejos de impulsar la investigacion, la con~t:iiien. U~ e]emplo de se-mejante metodologia autoritaria es el empltlsmo radlCal, que apruebasolamente los conceptos que tienen contrapartes perceptuales u ope-

ratorias. . . d' 1 1Sin embargo, se ha crefdo a menudo que el ~mp~rlsmo ra 1ca ~,a

oponerse a la especuladon desenfrenada, cons~ltu~~ una revoluclO,ngnoseologica que abrio las puertas al avanc~ ~lent1flCo. Esto valdtlasi, en efecto, la investigadon dendfica se hm1tara a, acumular datospara la obtendon de los cuales no hace faha teor1a alguna. Dad?que de hecho la investigacion. de~tifica po see una componen.te teo-rica y que no hay datos empfr1cos lllteresantes que no hayan sldo ob-tenidos a la luz de alguna hipotesis 0 teorfa, esa filosoHa no propendeal avance del conodmiento. A 10 sumo sirve para podar especula-dones infundadas. (Vease Bunge, 1985.) ..'

Mas alin, el empirismo radical, al ~ferrarse a l~ dusotla cert1?um-bre de la experienda sensible, es un ef1caz preventlvo.de.revoluclOne.scientificas. Asf 10 comprendio el fundador del operaclOlllsmo, ;1 em1-nente Hsico (premio Nobel) Percy W. Bridgman: E~ efecto: este es-cribio que solamente el firme apego a la exper1enCla podna garan-tizar «el que se torne por siemp:e i~posible. otto cambio de nuestraactitud, tal como el debido a Elllstelll» (Btldgman, 1927, p. 2). El

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operacionismo fue visto, pues, como garantfa contra 10 que mas apre-Clamos: Ias revoluciones cientfficas.

EI fracaso de Ia metodologia empirista radical (0 de cualquierotra metodologia igualmente restrictiva) sugiere el reemplazarla porotra, mas abierta a Ia teorfa, aunque no menos rigurosa respecto de Iacontrastacion empirica. Sin embargo, cuando se carece de alternativaes tentador el abrazar el escepticismo radical y proclamar el nece-sario fracaso de toda metodologia, 0 aun Ia inexistencia de todo me-todo. Este es el caso de Feyerabend (1975), el metodoclasta de moda.Este filosofo ha expuesto (de manera poco clara aunque con muchavehem.encia y redundancia) Ia doctrina que llarna «anarquismo gno-seologlCo». Esta doctrina no tiene sino un principio: Anything goes(Todo va). En otras palabras, segun el anarquismo metodologico, al19ual que en Ia Iucha libre (catch-as-catch-can), no hay principiosmetodologicos.

Se comprende que, cuando se carece de principios, se sienta unolibre de pensar y obrar como Ie parezca. Esto ocurre no solo en filo-sofia y en moral, sino tambien en ciencia. En efecto, en ausencia dete~rfas. se pu~de esperar cualquier cosa: milagros, telepatfa, psico-qumesls, magla, etc. En cuanto se dispone de una teorfa referentea hechos de cierto tipo, Ios hechos esperables racionalmente cons-tituyen ~n pequeno subconjunto de Ios hechos 16gicamente posibles.~sta actltud de expectativa teorica, a diferencia de Ia ingenua 0 ateo-tlca, ahorra mucha busqueda al azar y por tanto de bajo rendimiento.Es ver~ad que en ocasiones puede lIevar a negar Ia existencia de he-chos blen certificados. Pero este peligro no se conjura abriendo Iamente a cualquier cosa, sino adopwndo reglas adicionales, por ejem-plo, Ia regIa que manda investigar todo hecho anomalo en Iugar de19norarlo 0 «racionalizarlo».

Quienquiera que haya hecho investigacion cientffica, 0 mera-mente averiguaciones escrupulosas, sabe que Ia consigna Todo vano se emplea ni debiera emplearse. EI anarquismo gnoseo16gico no esIa respuesta adecuada al autoritarismo metodoI6gico. Asf como estese opone alas revoluciones conceptuales, aquel fomenta Ia supersti-cion, el charlatanismo y Ia improvisacion. No eS coincidencia el queFey~rabend (1975) sostenga que el creacionismo, Ia astrologfa y Iamagla no son menos respetables que el evolucionismo, Ia astronomiay Ia tecnologfa respectivamente. EI anarquismo gnoseologico (0 es-cepticismo radical) no constituye el triunfo de la tolerancia intelectualsino de la vaciedad e irresponsabilidad intelectuales. Cuando se echapor la borda todo criterio de evaluacion, nada va.

La respuesta correcta a una tnetodologfa autoritaria 0 dogmaticano es la antimetodologfa sino una metodologfa que ayude a buscar

Ia verdad profunda y a evaluar propuestas de reforma 0 de revolu-cion en materia de conocimiento. Semejante metodoIogfa incluye elescepticismo met6dico 0 moderado (en contraste con el sistematico 0

radical), unico antfdoto eficaz contra el dogmatismo (0 autoritaris-mo gnoseoI6gico). Pero tal escepticismo no basta porque no es cons-tructivo: Ia duda es un punto de partida 0 una etapa de transito, node llegada. Una metodologfa capaz de fomentar Ia busqueda de Ia ver-dad profunda debe incluir tambien principios positivos. Entre estosdeben figurar Ios que mandan buscar pautas generales y expresarlascon la mayor exactitud posible, construir teorfas audaces y someter-Ias a pruebas empfricas rigurosas, examinar con tolerancia ideasnuevas pero abstenerse de abrazarlas mientras no hayan aprobadoexamenes que indiquen que son suficientemente verdaderas. Perotodo esto es motivo de otro cuento (Bunge, 1983a, 1983b).

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5

SEUDOCIENCIA Y SEUDOTECNOLOGIA

El hombre, supremo creador, es tambien el maximo falsificador.Puede falsificarlo casi todo, desde billetes de banco hasta la amistad.Incluso puede falsificar la ciencia y la tecnologia. Y puede hacerlode mas de una manera: plagiando y manoseando, produciendo cono-cimiento carente de valor cultural 0 practico, y ofreciendo mhos enenvoltorios con apariencia ciendfica 0 tecnologica.

El plagio cientlfico no diHere del robo en otros dominios: con-siste en apropiarse de los frutos del trabajo honesto de alglin otro.Suele consistir en copiar datos, formulas 0 diagramas sin char lasfuentes apropiadas. La deshonestidad de esta clase puede descubrirsefacilmente, para gran perjuicio de quien la comete, pero es hastanteinofensiva. En efecto, si el original es mediocre, el ratero no se cu-bre de gloria y su copia no circula mayormente. Y si el original esresultado de una investigacion valiosa, el ratero cumple una funcionsocial al hacerlo conocer. Pero al mismo tiempo mina la conHanzanecesaria para mantener la cooperacion indispensable en la inves-tigacion ciendfica. De esta manera el plagiario debilita los lazos quemantienen unidos a los componentes de la comunidad ciendfica. Acle-mas, contribuye a desacreditar la proverbial honestidad de los den-d£icos.

En cuanto al plagio tecnologico -el robo de disefios- es unapractica universal, si bien es pasible de castigo. Cuanclo clifunde

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~nv~ntos utiles, el ladron cumple una funcion social. Pero, al per-'~Judlcar alas empresas y naciones mas innovadoras, desalienta su es-fuerz? de investigacion y desarrollo. Sin embargo, el espionaje in-dustnal y comercial es inevitable mientras los inventos sigan siendome:~andas, y mientras la competencia predomine sobre la coope-raClOn.

El manoseo cientffico 0 tecnologico es completamente diferentedel plagio: consiste en anunciar algo que no existe. En ciencia, elmanoseo consiste en mentir acerca de datos 0 inferencias: en embe-llecer 0 inc1uso inventar datos favorables a una hipotesis, 0 en mentiracerca de las conc1usiones que se derivarian de ciertas premisas. Entecnologfa, el manoseo consiste en mendr acerca de las bondades de unartefacto 0 de un programa de accion, 0 en ocultar defectos importan-tes de los mismos. (Recuerdese los seudodatos sobre el presuntocaracter hereditario de la inteligencia, que publico repetidamente SirCyril Burt, y que fueron aceptados ciegamente por casi todos lospsicologos durante decenios. 0 el otrora celebre «orgon», aparatopresuntamente curalotodo inventado por el psicoanalista WilhelmReich.) El manoseo cientffico 0 tecnologico es, al igual que la falsi-ficacion de moneda, un delito grave porque puede causar daiio. Peroen las ciencias el daiio suele limitarse a un drculo pequeiio, y even-tualmente se descubre 0, mejor aun, se olvida. En cambio, el mano-seo tecnologico puede ser muy grave porque puede comercializarseen gran escala.

La falsificacion del tercer tipo es la produccion en gran escalade resultados cientfficos 0 diseiios tecnologicos de poco valor y es-casa 0 ninguna novedad. En las ciencias suele cometerse para abul-tar el curriculum vitae, y en las tecnologfas para manufacturar pro-ductos que se presentan como nuevos pese a no ser sino variantesde los existentes. Las falsificaciones de este tipo traicionan el idealde conocer para entender, y el desideratum de honestidad industrialy comercial. La superproducci6n de resultados cientfficos de pocovalor produce sobrecarga de informacion, derrocha recurs os humanosy materiales, y hace que mucha gente se aburra 0 desilusione de laciencia. Desgraciadamente, este es el precio que debemos pagar paraque se cumpla la maxima Publica 0 perece, la que por otra parte esde obediencia obligatoria si queremos evitar simulaciones aun ma-yores. Sirva de consuelo el hecho de que la gente empleada en inves-tigacion 0 desarrollo triviales es inofensiva en comparacion con la queemplea su ingenio en el diseiio de nuevas armas.

La cuarta manera de falsificar ciencias 0 tecnologfas es la peorde todas: consiste en presentar items no cientfficos, 0 no tecnologi-cos, como autenticamente cientfficos 0 tecnologicos respectivamente.

Ejemplos de seudociencia: biologfa creacionista (por 0pOSlClOn a labiologia evolutiva), lysenkismo, y parapsicologia. Ejemplos de seudo-tecnologia: homeopatfa, terapia psicoanalitica, y monetarismo. Laseudociencia es peligrosa porque a) intenta hacer pasar especulacionesdesenfrenadas 0 datos no control ados por resultados de la investiga-cion cientifica; b) da una imagen equivocada de la actitud cientffica;c) contamina algunos campos de conocimientos, en particular las cien-cias blandas (semiciencias) y las humanidades; d) es accesible a mi-110nes de personas (en tanto que la ciencia genuina es diffcil y poresto esta reservada a unos pocos), y e) goza del apoyo de poderososgrupos de presion -a veces iglesias y partidos politicos- y gozade la simpatfa de los medios de comunicaci6n de masas. Y la seudo-tecnologia es peligrosa porque a) se ha convertido en un negocio mul-dbillonario que explota la credibilidad del publico, y b) pone en peli-gro el bienestar fisico de mucha gente, e incluso el porvenir de algunasnaciones. Por estos motivos el filosofo de la ciencia 0 de la tecnologfadebiera prestar mayor atenci6n a la seudociencia y a la seudotec-nologfa.

Jonathan Swift (1726) parece haber sido el primero en entenderla esencia de la seudociencia y de la seudotecnologia, aunque casi to-dos los his tori adores y criticos literarios sostienen que su intencion·era satirizar la ciencia. En sus Gulliver Travels (Part III, Ch. 5) cuen-ta que, cuando estaba en Balnibarbi, el Capitan Gul1iver visito lagran Academia de Lagado. El majestuoso edificio de la Academiacontenfa mas de 500 estancias, cada una de ellas ocupada por unoo mas «proyectistas» (projectors) y sus asistentes. Uno de el10s «ha-bia estado trabajando durante ocho aiios en un proyecto para extraerhaces luminosos de pepinos; la luz seria almacenada en recipienteshermeticamente cerrados, para ser destapados durante veranos inde-mentes a fin de calentar el aire» (p. 164). Otro proyectista estabaempeiiado en «una operaci6n para reducir los excrementos humanosal alimento original, separando las divers as partes, quitando la tin-tuta que recibe de la hiel, haciendo exhalar el olor, y espumando lasaliva» (p. 165). Otros proyectos de la Academia eran: un nuevometodo para construir casas, comenzando por el techo y terminandopor los cimientos; un dispositivo para arar con cerdos, para ahorrarel gasto de arados, ganado y labradores; emplear araiias en la manu-factura de seda; componer libros de filosofia, matematica, etc., pormedios mecanicos, a saber, haciendo girar una enorme maquina pro-

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vista de marcos en los que estaban inscritas todas las palabras, hasta,que apareciesen sartas de palabras que tuviesen la aparieneia de enun~(ciados; un esquema para abolir todas las palabras excepto los sustan+"tivos, y otro para abolir todas las palabras. .

~Por que son ridiculos todos estos proyectos de investigacion y,por que se parecen tanto alas seudociencias y seudotecnologias de.nuestro tiempo? Primero, ninguno de ellos se propone encontrar Ie-yes: incluso los proyectos mas especulativos de la Academia de La-gado tienen metas estrechamente utilitarias. Segundo, no hacen usodel conocimiento antecedente; antes bien, son incompatibles con eLPor ejemplo, los dos primeros proyectos pretendian invertir proce-sos esencialmente irreversibles, y el precursor de algunos cult oresactuales de la informatica pretendia extraer conocimiento a partirde la ignorancia por medio de un dispositivo de azar.

Swift identifico correctamente dos atributos de la seudocienciay de la seudotecnologia, pero necesitamos una caracterizacion deta-llada si hemos de descubrir algunas de las falsificaciones mas refinadasde nuestros dias. Pero antes de emprender esta tarea convendra sub-rayar su importancia teorica y practica, no sea que se suponga quenuestro problema no es sino un rompecabezas bizantino digno de unacademico de Lagado.

La importancia practica de nuestro problema puede medirse porel volumen del negocio seudocientifico y seudotecnologico. Este esdel orden de miles de millones de dolares por ano, y en variospaises supera al presupuesto total de investigacion y desarrollo. Lacritica metodologica y filosofica podra hacer poca mella sobre estenegocio. Pero al menos podra ayudar a algunos de los decisores que,se ocupan de planear 0 utilizar la investigacion cientifica 0 tecnolo-gica. Los ejemplos siguientes debieran bas tar para abonar esta tesis.

a) El Ministerio de Salud Publica desea saber si la quiroprac-tica, la homeopath y la psicoterapia verbal son practicas cientificaso charlatanescas antes de apoyarlas 0 minarlas.

b) El Consejo de Investigaciones Cientificas desea averiguar sila parapsicologia es un campo de investigacion cientifica antes de sub-vencionar proyectos referentes a la telepatia, la clarividencia, la psico-quinesis, 0 el preconocimiento.

. c) Las empresas mineras, de obras publicas y de construccion. desean saber si la rhabdomancia tiene algun fundamento cientifico,

antes de contratar a zahories para que hagan prospeccion de agua,petroleo 0 minerales.

d) Las autoridades universitarias desean asegurarse de que labiologia creacionista, la psicologia del alma, la curacion por la fe y el

milagrismo economico son cientificamente resPt?tables antes de apro-bar subsidios de investigaeion 0 cursos sobre dlchos temas ..

e) Todo lider 0 administrador eientifico 0 tecnolog~co .deseadistinguir la eieneia 0 la ~ecno~ogia inn;.adura pero prOmlSatla delcharlatanismo, p. ej. la pohtologla de la ldeologla polltlca, la planea-cion social de la futurologia, y la utilizacion del ordenador como he-rramienta, de su empleo para ocultar la falta de ideas.

El interes teorico del problema no es menor. Es un problematipico y central de la filosofia ~e l~ .eieneia y de la ~ecnologia. E~efecto, para evaluar el estatus Clentlf1co ?e ~na doctr~na, 0 tecn?lo-gico de una practica, necesitamos caractetlZaClOne~ ~re~lsas de la. Clen-cia y de la tecnologia. Podemos decir que ~a.dlsclphna X s.atlsfaceo no todas las condiciones necesarias y suflclentes que defme unacieneia, 0 una tecnologia, solo si hemos hecho una lista e.xplicita deestas condiciones, y nos hemos asegurado de que las con~lclOn;s. sonefectivamente satisfechas por las eieneias (0 las tecnologlas) tlplcas,y no 10 son por las seudocieneias y seudotecnologias tipicas.

Algunos filosofos se han ocupado del problen:a d~ demarcar laciencia de la no ciencia, en particular de la seudoclenc~a, y unos po-cos tecnologos han estudiado el problema de caractetlzar la seudo-tecnologia. Pero la mayor parte de estos esfuerzos han fracasado:en algunos casos cieneias (0 tecnologias) integras han quedado fuera,y en otros seudociencias. (0 seudotecno~o.gi~s) han pas ado por pro~uc-tos genuinos. P. ej., caSl todos los pOSltlVlst~s han aceptado el PSlCO-an:Hisis y en cambio han negado que el marxlsmo tenga componenteseientificos.

El fracaso de las filosofias estandar de la ciencia y de la tecno-logia en resolver el pro~lema de la ~emarcacion es tal, ~u;e un co-nocido filosofo ha sostemdo, aunque sm dar argumentos yahdos, queno hay diferencias radicales entre la ciencia y .la no ciencla, ?e modoque en una sociedad democratic a ambas deble~an ser ense~adas enlas escuelas publicas (Feyer~bend, 1975). ~or ~Jemplo, ~l mlto dt? lacreacion debiera ensenarse Junto con la blOlogla evolutlva, el PSlCO-anaIisis en un pie de igualdad con la psicologia expe~imental, la cu-racion por la fe junto con la medicina, y asi suceSlvamente. Estenihilismo (0 anarquismo) gnoseologico ha lIen ado el vado que de-jaron las filosofias estandar de la ciencia y d~ la tecnologi,a ..

No es este el momenta de criticar el anarqUlsmo gnoseologlco, ~u~hemos combatido en otros lugares (Bunge, 1983,. 198~b). Nos h.ml-taremos a afirmar que ha sido ignorado por los mvestlgadores Clen-tificos y tecnol6gicos, y que no puede ser adoptado por los maestrosni por los administradores universitarios, ya que conlleva el colapso

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de los ~standares academicos y la anarquia administrativa, asi como',el despdfa~ro d~ recursos y un engano al contribuyente. Baste pensar'en una ulllversldad que estable~c.a una Facultad de Curacion por la'Fe fr~nt~ a su Facultad. de MedICIna, 0 un Departamento de Biologia,)Cre~clOlllsta que c~mplta con su Departamento de Biologia, y un"I?stl.tuto de SeudofI.losofia de ~a S~udociencia y Seudotecnologia quetlvah~e con ,su. InstItuto de CIencIas de las Ciencias y Tecnologias.SemeJante hIbtldo mereceria el nombre de Universidad Maniquea.. P,uest~ 5lue no cabe duda acerca de la importancia practica y delInteres teotlco del problema de la demarcacion, abordemoslo sin mastardanza.

Nuestro p;oblema es disti~guir la seudociencia de la ciencia, y laseudotecnoiogla de la tecnoiogla. Una manera de resolverlo es utilizarl~s definiciones de «~iencia» y d~ «tecnologia» propuestas en los ca-pItulo~ 2 y 3 respect~va~ente. SI se las da por sabidas, la tare a estac~~pl~da: una seudoClenCla (0 seudotecnologia) es una disciplina (0 in-dlscIphn~) .q?,e se hac~ ~asar por ciencia (0 por tecnologia) sin serlo.Esta. defIlllclon. es obJetlva, en el sentido de que no enjuicia las in-tenclOnes de qUlenes hacen, prop alan 0 venden seudociencias 0 seudo-tecnologias. (AI fin y al cabo, el camino del inflerno esta empedradode buenas intenciones.)

No obstante, la definicion que acabamos' de proponer es negativay, por 10 tanto, tan insatisfactoria como la de «soltero» como «nocasado». A~ fin de cuentas, las propiedades de un objeto son las queposee efect~vamente. EI que un objeto x no tenga la propiedad PP?ed~ ser Clerto y pu.e~e ayudar a identificarlo, pero no a describirlolll, .aun menos, a defIlllrlo. Por este motivo daremos marcha atras ypropondremos una definicion de «seudociencia» valiendonos del con-cepto general de campo de conocimientos introducido en el capitu-lo 2, paragrafo 3. ,

Diremos que una seudociencia SC es un campo de conocimientosdefinible por la decatupla

1) C es u11;acomun~da~ de creyentes, no de investigadores;2) La sOCledad anfItrlOna S apoya a C por motivos ptl'kticos

(p. ej. porque SC es un buen negocio, 0 po~que refuerza a la ideo-logia imperante) 0 toler a a C aunque la eXIha fuera de la culturaoficial;

3) el dominio 0 universo del discurso D contiene items imagi-narios, tales como influencias astrales, pensamientos desencarnados,superegos, memorias ancestrales, voluntad nacional, destino manifies-to, objetos voladores no identificados, y similares, a los que todos losmiembros de C les asignan existencia real;

4) la concepci6n general 0 filosoffa G inc1uyea) una ontologia que admite la existencia real de entes 0 pro-

cesos inmateriales, tales como fantasmas, 0

b) una gnoseologia que admite argumentos de autoridad, 0 mo-dos paranormales de conocimiento accesibles solo a los iniciados, 0 alos entrenados para interpretar ciertos textos canonicos, 0

c) un ethos que, lejos de ser el de la libre busqueda de la ver-dad, de la profundidad y de la sistematicidad, es el de la defe.nsa O?S-tinada del dogma, si es necesario, con ayuda delengano 0 la vlOlencla;

5) el fondo formal F es modestisimo: SC no siempre respeta lal6gica, y los modelos matematicos son la excepcion y, cuando hansido propuestos, han resultado incomprobables 0 falsos;

6) el fondo especifico E es muy pequeno cuando no v~ci?: unaseudociencia aprende poco 0 nada de otros campos de conOClmlentos,y contribuye poco 0 nada a ellos;

7) la problematica P inc1uye problemas mal planteados (por. te-ner supuestos falsos) y tipicamente (aunque. no siempre) praCtICOSmas que cognoscitivos;'

8) el fondo de conocimientos acumulado A es pequeno: esta es-tancado, y contiene numerosas hip6tesis incontrastables 0 mc~mpa-tibles con hip6tesis cientificas bien confirmadas (leyes); en partIcularno contiene leyes propiamente dichas;

9) los objetivos 0 son tipicamente practicos, antes que cognos-citivos como corresponde al caracter predominantemente practico dela problematica P; en cambio 0 no contiene los objetivos car?cteris-ticos de la investigaci6n cientifica: la busqueda de leyes, .su slstema-tizaci6n en teorias, y la utilizaci6n de estas para exphcar y pre-decir;

10) la met6dica M contiene metodos que no son co?trastable~ni justificables; en cambio, tipicamente SC no hace expetlmentos 111

admite la critica.11) la composici6n de las ocho ultimas componentes de SC ape-

nas cambia en el curso del tiempo y, euando cambia, 10 hace en formalimitada y de resultas de controversias 0 de presiones externas, no deinvestigaciones cientificas;

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12) SC no tiene parientes pr6ximos, salvo quiza otra seudocien-cia, con los que pueda interactuar frucdferamente; 0 sea, SC esta prac·ticamente aislada: no existe un sistema de seudociencias paralelo alde las ciencias.

EI cuadro 1 complementa esta definicion, exhibiendo una listade actitudes y actividades dpicas de cientificos y seudociendficos.(Advertencia: no vale sefialar la existencia de tal 0 cual cientifico queocasionalmente cae en un pozo seudocientifico, porque nuestra tareaes normativa, no descriptiva. Analogamente, no vale criticar el man-damiento «No mataras» aduciendo que algunos individuos 10 hanviolado.)

Pasemos revista a algunas de las seudociencias mas populares,comenzando por la astrologia. Curiosamente, esta es la unica seudo-ciencia cuyo fondo espedfico E contiene una ciencia autentica: la as-tronomia. En este respecto la astrologfa esta mucho mas cerca de laciencia que el psicoanalisis y la parapsicologfa, las que carecen de baseciendfica. Pero, desde luego, la astrologfa fall a en to do 10 demas.En particular, su hipotesis central -que la configuracion de los cie-los en el mom en to del nacimiento determina inexorablemente la his-toria de las personas- no tiene asidero. No solo no involucra unmecanismo investigable, sino que ha sido empfricamente refutada masveces que confirmada. Investigaciones estadfsticas recientes muestranque la mayorfa de la gente elige ocupaciones diferentes de las reco-mendadas por sus horoscopos. El origen social, las circunstancias yoportunidades, y los accidentes (la buena 0 mala suerte) pueden masque cualquier otra cosa. Va San Agusdn, en sus Confesiones, habfarefutado a la astrologfa al sefialar que el hijo del esc1avo y el hijo delhombre libre que nacen al mismo tiempo tienen destinos bien dife-rentes.

Otra seudociencia es la cosmologfa creacionista, mero retina-miento de arcaicos mitos cosmogonicos. Es seudociendfica porquepostula un milagro inicial, a saber, la creadon del universo a partirde la nada. Este postulado viola el principio de legalidad inc1uido enla filosoffa inherente a toda ciencia autentica. Tambien viola la con-didon de contrastabilidad empirica que supone el metodo ciendfico,ya que las presuntas potencias sobrenaturales se cuidan de no dejarrastros de sus hazafias. Ademas, los cosmologos creacionistas tergi-versan deliberadamente la hipotesis de la magna explosion (big bang)que marca el comienzo de la etapa actual de la evolud6n del uni-verso. La hipotesis no involucra la creacion a partir de la nada, sinosolo la explosion de algo pre-existente. (Dicho sea de paso, la teoriadel big bang, aunque actualmente estandar, aun esta sub judice.)

5. Seudociencia y seudotecnologia

CUADRO 1.-Comparaci6n de actitudes y actividades de cientzficos yseudocientzficos.

N Opta-o tivaN Opta- Sf

o tiva

Admit~ ig~orancia, ergo necesidad de mas in- Xvesttgac16n ." .. , .. , ... .., .. , ... ... .., ...

Juzga que su campo es difkil y esta lleno delagunas , , .

Avanza planteando y resolviendo problemas.

Acoge nuevas ideas y nuevos metodos

Propone y ensaya nuevas hip6tesis .. ,

Intenta encontrar 0 aplicar leyes .

Aprecia la unidad de la ciencia . ..

Descansa sobre la l6gica , .

X

X

X

X

X

X

X

Usa la matematica ... ... ... .., ... XRecoge 0 emplea datos empiricos .. , .,. X

Busca excepciones ... .. . ... . .. ... ... X

Inventa 0 aplica metodos de prueba objetivos. X

Trata de minimizar los errores sistematicos deobservaci6n ... ... ... ... ... _" .. , ... ... ... X

Favorece vinculos estrechos con otros campos. X

Admite la falibilidad de ideas y metodos fa-voritos , , , X

Resue1ve las disputas por e1 experimento 0 elc6mputo ._ " , X

Descansa sobre la autoridad .. , .

Suprime 0 tergiversa datos desfavorables

Pone al dfa su informaci6n .. , ... .. . .

Solicita critic as a otros investigadores .

Escribe informes que pueden ser entendidospor cualquiera ... .., ... .. - ... .., ... ...

Se somete a un largo y duro aprendizaje .. , X

X XX X

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Parte II

Eillamado «creacionismo ciendfico» es un caso parecido. No solopostula un. mila?ro (e1 de la creacion de las especies), sino que niegatoda la ~vldencla en fa.vo~ de las evoluciones geologica y biologica.En partlc~lar, e1 creaClOmsmo rechaza a la paleontologfa, que nosm~est:a Slll lugar a dudas que e1 hombre aparecio por 10 menos dos~I111m1110nes de a~os despues que los primeros organismos. Y rechaza19u~lmente a la blOlogfa molecular, que, al mostrar que todos los or-gams~os .comparten acidos nuc1eicos parecidos, confirma la hipotesisevoluclOmsta de que todos los organismos contemporaneos descien-den ~e organismos primitivos pertenecientes a un pufiado de especies,o qUlza a una sola. (Vease crfticas adicionales en Ruse, 1982.)

. Otra seudocien~ia de mod a es la futurologfa. Esta hace extrapo-laclOnes de tendenclas actuales como si se tratara de leyes inexorablesque los seres humanos no pueden torcer. Ademas, da por sentado quetodo 10 que es tecnicamente posible y socialmente deseable terminara~or .hacerse, .co~o si no hubiese limitaciones de recursos ni, por con-slgUlente, prlOndades. En e1 curso de un cuarto de siglo, los futuro-logos no han acertado a predecir ninguna de las principales crisis eco-nomicas y polfticas de los ultimos afios. Desde luego, no esta mal ha-cer predicciones en materia social; todo empresario y to do estadistalas hace. Pero no es raz~mable hacer predicciones a largo plazo, comolas que hacen los futurologos, porque todos los sistemas sociales mo-dernos son inestables, y por consiguiente pueden evolucionar de ma-n~ra.s, muy .dif~r~ntes segun los accidentes que ocurran. La mejor pre-~lcclOn soclOloglca no es la pasiva, al estilo de la que se hace en cien-Clas naturales, sino la activa: si planeamos e1 acontecimiento X conayuda de los, c?nocimientos re1evantes disponibles, y trabajamos porponer en practlca el plan, es posible que X ocurra (Bunge, 1985a).

Otro ejemplo de seudociencia es la colecci6n de aplicaciones de lateorfa de las catas trofes a la biologfa y alas ciencias sociales. (VeaseThorn, 1975, 1983, y Zeeman, 1978). El fondo formal F de estasaplicaciones no esta en cuesti6n: esuna ram a perfectamente respe-t?ble d: la topol?gfa >': d~l analisis matematico, que se ocupa deslllgulandades 0 dlscontlllUldades. Los que estan en cuesti6n son lossiguientes pecados anticiendficos:

1) adopci6n de una ontologfa idealista, y mas precisamente pla-t6?ica, segun la cuallas formas tienen existencia independiente y ter-mlllan por incorporarse 0 materializarse;

2) adopci6n de una gnoseologfa idealista, y mas precisamente derancio corte racionalista, segtin la cualla experiencia, y en particularel metodo experimental, no son necesarios en ciencia'

3) desinteres por la verdad: «Debo reconocer que e1 problema

de la verdad no me ha ocupado directamente. Sin embargo, estoy con-vencido de esto: debemos tener en cuenta no s610 la verdad de unateorfa 0 un mode1o, sino tambien su interes» (Thorn, 1983, p. 9);

4) rechazo de teorfas cientfficas basicas y bien confirmadas, ta-les como la mecanica cuantica, la genetic a, y la teorfa neodarwinianade la evoluci6n;

5) desden por vastos cuerpos de datos empiricos, p. ej. acercadel papel que desempefian los genes y las restricciones Hsicas y qui-micas en la morfogenesis 0 diferenciacion;

6) limitarse a describir, absteniendose de explicar y predecir;7) empleo repetido y casi exc1usivo de un unico mode1o para re-

presentar (sin explicar) multitud de procesos diferentes, a saber, la«carastrofe cuspidal»;

8) haber «empleado mal la matematica basica de maneras queconducen a razonamientos incorrectos; [quienes han aplicado la teo-rfa de las catastrofes] han propuesto mode1os que se fundan sobrehip6tesis que no son razonables y que }levan a c?n~lusiones err~neas;y han hecho predicciones que son vaClas, tautologlcas, vagas 0 lmpo-sibles de poner ala prueba experimental» (Zahler y Sussmann, 1977).

Podrfamos llenar muchas paginas con ejemplos adicionales de tra-bajos seudocientfficos que se encuentran no solo en publicacionespopulares, sino tambien en prestigiosas publicaciones cientfficas. Bas-te mencionar los ejemplos siguientes: la teoda cuantica gen~ral de lamedici6n, que supone err6neamente que hay aparatos umversales,e. d. que miden cualquier magnitud Hsica; algunos de los mode1osde «sistemas generales» criticados por Berlinski (1976); muchas delas teorfas socio16gicas ridiculizadas por Andreski (1972); la carac-terologfa y la grafologfa; y la doctrina de las sincronfas (0 .coinci~en-cias que «no pueden» ser accident ales ) propuesta por e1 pSlcoanahstaJung y adoptada nada menos que por Pauli, uno de los padres de lamecanica cuantica.

La seudociencia abunda porque tiene rakes arcaicas 0 porque seocupa de problemas descuidados por la ciencia; y porque hace afirma-ciones extravagantes que excitan la imaginacion, y es mucho mas ta-cil de aprender y practicar que la ciencia. Por estos motivos se lapuede encontrar por doquier y en todos los tiempos.

4. Seudotecnologia

Podemos utilizar la definicion de «seudotecnologfa» propuesta ene1 paragrafo 3. Pero este procedimiento podrfa ser insuficiente para

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Parte IIdictaminar sobre el estatu . l' .cimientos. Por este moti~~Pd::=o~glC~ de

dcfi~r!~6scam~os de ~O~o-

Hela aqui: u a e lU1Cln mas exp!ic1tai,:Una seudotecnologia ST e d' . ,;.

por la endecatupla s un campo e conOClmlentos definibl~:

ST = <C, S, D, G, F, E, P, A, 0, M, V>,

que difiere de una tecnologia autentica en los sigul'entes respectos:1) C es una comunidad de .

investigadores) que no han r 'b~~tyentes y practl~antes (antes quetecno16gico riguroso; eCl 1 0 un entrenamlento cientlfico 0

2) el dominio D incl . 1 .les como m6 il uye esenCla mente obJetos fantasmales ta-bre el c v es perpet~os, panaceas medicas, acciones del aIm; so-

uer~o~'y economlas en equilibrio general; ,3) la V1SlOngeneral 0 filosofia de ST consta dea) una ontologia q d' . 1 .b) 1 ' ue a .mlte. VlOaClOnes de las leyes naturales 0) una gnoseo ogla antlrrea!lsta (p. ej. ficcionista) 0 '

~) ulnfethos que condona el engafio deliberado' 'e ondo formal F es exiguo 0 vado' '

5) el fondo espedfico E . ' , .es incompatible con la ciencia ~s l~x~~~~olo;~~lO: tiplcamente, una ST

6) los problemas contenidos n P d' 1 fgrar la finalidad pr~ktica X . e s.on e. a orma: «(C6mo 10-causas de X?». Sln antes lUvestlgar las condiciones 0

87» lel fond,? .de conocimientos A es exiguo 0 vado'

a metodlca M no incl 1 ' d . .'gico pero en c mb' . 1 ure . os ~eto os clentfflco y tecno16-com' b d a 10 mc uye tecllicas lUfundadas 0 de eficacia noscha~h); a a, tales como las pruebas proyectivas (p. ej. de Ror-

parJ~lm~~t:~~: ~~g~~~ tecno~ogia 0 ciencia autentica que se solapelogias ST t' . 1 d' 0 poslbles contactos con otras seudotecno-, es a alS a a;

catu~~~ n~o~a:~i~:rao~~es~:s d~ueve ultimas compone~tes de la ende-exteriores' ST no d d resultas de controverSlas 0 presionesensefia.· apren e e otros campos de conocimientos ill les

tecn~kg~n~:u~::acteristicas qbe compart7n la seudotecnologia y laradas en algunas s~~~d~d~sam as son estlmuladas 0 al menos tole-~f=r,=o;r::e~:o;a~uet'~~~;E:,;:E1~

11'l'l1ologia se ganan la vida practicandola. Y cuando se trata de una~il'lldosociotecnologia, puede tener efectos masivos desastrosos. Por"jvmplo, el librecambismo, que en su tiempo hizo la fortuna de unplloado de naciones industrializadas, ha mantenido en e1 atraso, y aveces ha arruinado, alas naciones subdesarrolladas 0 de desarrollomcdio que 10 han practicado. Y el monetarismo, que a 10 sumo logral'Ol1tener la inflaci6n, aumenta la desocupaci6n y favorece la quiebradc las empresas pequefias y medianas. En suma, los costos sociales delas seudotecnologias sociales son enormes.

Debemos distinguir la seudociencia de la ciencia fallida, la cienciacmergente y la heterodoxia cientifica. Lo mismo vale para la seudotec-l1ologia. El error es normal en la ciencia y la tecnologfa autenticas.Pero es corregible mediante el razonamiento 0 la experiencia. Noocurre esto en las seudociencias y seudotecnologias porque son esen-cialmente dogmaticas: son cuerpos de creencias mas que campos deinvestigaci6n.

La ciencia no tiene el monopolio de la verdad, y la tecnologiano tiene e1 monopolio de la eficacia. La gufa te1ef6nica de una ciudadcontiene mas verdades que todas las ciencias sociales juntas, pero estono la hace cientHica. Y e1 buen mecanico domina mas trucos que al-gunos ingenieros, pero esto no 10 hace tecn6logo. Toda ciencia y todatecnologia estan llenas de falsedades, verdades a medias, e hip6tesisno comprobadas; y todo tecn6logo tiene en su cabeza disefios extrava-gantes, incompletos 0 no puestos a prueba. Pero la ciencia y la tec-nologfa son autocorregibles, en tanto que la seudociencia y la seudo-tecnologfa son cuerpos de creencias intocables. Cuando en estas apa-rece la disensi6n, es acallada 0 resuelta recurriendo a la autoridad,no a experimentos, calculos 0 argumentaciones racionales. En resu-men, los errores transitorios de la ciencia y de la tecnologia no per-tenecen a la misma categorfa que las falsedades de sus falsificaciones.

Con todo, podrfa ocurrir que hubiese algunas pepitas de oro enlas montafias de la seudociencia y de la seudotecnologia. Al fin y alcabo, la psicologia fisio16gica ha confirm ado dos hip6tesis de la fre-nologia: que las funciones mentales son procesos cerebrales, y queestos estan localizados. (La frenologfa fue seudocientifica por la te-nacidad con que se aferr6 a estas hip6tesis en ausencia de datosempiricos, y por no haber puesto a la prueba experimental sus es-peculaciones sobre la 10calizaci6n exacta de las distintas facultadesmentales.) El temor a perder algunas pepitas es, pues, justificado,

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Parte II

pero s6~0 a~ principio. ~ medida que transcurre el tiempo, si la pre-s~nta ClenCla 0 tecnologla no se convalida, la cautela ha de ser sucedlda por el escepticismo, y este finalmente por la denuncia. Al cabode unos decenios es po sible distinguir la seudociencia 0 seudotecno-logia. estan~ada ~e l~ ciencia emergente que avanza. No se objete quesemeJa~te ~mpaclencla 0 aun intolerancia habria impedido la eclosi6n~e la ClenCla mo?er~a. en 1.600, porque en aquella epoca aun no exis-t:a el. en~o51ue c~entlftco m habia, fuera de la matematica pura, teo-nas clentlflcas bIen establecidas.

Es verdad que «puede haber algo» en alguna seudociencia 0 seu-dot~c~ologia. ~ero s6lo .una investiga~i6n cientifica 0 un ensayo tec-nOl?glco P?dran convahdarlo. Por eJemplo, los alquimistas tenianrazon al afltmar que el plomo podia ser transmutado en oro peroacertaron por casualidad. Estaban errados en creer que ev~ntual-men!e lograri~n efectuar tal transmutaci6n, porque a) caredan de lateorla necesana (acerca de la composici6n y estructura del atomo)b) cared~n de la ?~r~amienta necesaria (un acelerador at6mico), ;c) no teman ~a poslbdl~~~ de crear l~ teoria ni el aparato porque es-taban atados a la tradlClon (en partlcular a la teoria de los cuattoelementos) y t~nian fe ~n el.procedimiento por ensayo y error (enl~gar del experlmento bIen dlsenado), asi como en los conjuros ma-gICOS.De modo, pues, que el descubrimiento moderno de la trans-mutaci6n de. l~s elementos co~ncidi6 casualmente con 10 que espera-ban los alqUlmlstas. Fue un ttlUnfo del atomismo que rechazaban losalquimistas.

En cuanto a la heterodoxia cientifica, es algo totalmente diferente,t~~to del error honesto, como del comienzo incierto de toda ciencia. Laf1S1ca de los campos de fuerzas fue heterodoxa cuando naci6, por-q?e est.aba en desacuerdo con las teorias corpusculares y de acci6n adls,t~nCla. Pe~o ;ra .un autentico campo de investigaci6n cientifica, ri-qUlslmo en hlpotesls n~>vedosas y contrastables, asi como en sorpren-d~~tes hallazgos experlmentales, tales como la inducci6n electromag-netlca, clave del generador y del motor electricos.

Otro tanto puede ~e~irse de las heterodoxias que siguieron, ta-les como la teona darwlmana de la evoluci6n el anaIisis marxista delcapitalismo, la mecanica estadlstica, la geneti~a, las dos relatividades,las dos teorias cuanticas, la teoria sintetica de la evoluci6n la biolo-gia molecular,. la fisiol?,gia psico16gic~, etc. Todas estas fu~ron, paraemplear la felIZ eX1?res~onde Isaac ASlmov, endoherejfas, 0 desviacio-nes dentro de la ClenCla, no exoherejias 0 desviaciones de la ciencia.Lo mismo vale para los inventos que inicialmente fueron considera-dos como locuras por los expertos, tales como el avi6n, la centralnuclear, y la planeaci6n econ6mica.

Sea que la proponga un miembro de la comunidad cientifica 0tecno16gica, 0 un extrano, una novedad que satisfaga la definicionde «ciencia» propuesta en el capitulo 2, 0 la de «tecnologia» ofrecidaen el capitulo 3, es una endoherejia aun cuando entre en confIictocon algunos items del fondo espedfico acumulado (0 conocimientoantecedente). La endoherejia es bienvenida en ciencia y tecnologia,la exoherejia no 10 es. La tolerancia es deseable, pero dentto de laciencia y de la tecnologia. Para parafrasear a San Pablo, no hay sal-vaci6n (intelectual) fuera de ellas, a no ser las humanidades respe-tuosas de la ciencia y en proceso de cientifizaci6n.

Ocasionalmente los cientificos y tecn610gos incurren en actitudesdogmaticas. Esto es lamentable, pero no es una excusa valida paramenospreciar la ciencia 0 la tecnologia, porque dichas actitudes sonconttarias al llamado «espiritu» de la ciencia y de la tecnologia, quees abierto (aunque no a cualquier basura). Los estudiosos de la seudo-ciencia y de la seudotecnologia discuten actualmente acerca de cualde los dos, el dogma cien tifico (0 tecnoI6gico), 0 la falsedad seu?o-cientifica (0 seudotecno16gica), es mas danino. El problema ha sldomal planteado y no ha sido investigado de manera cientifica. La pre-gun ta correcta no es «( Cual es peor?», sino «( Cual es el mas danino,para quien y en que respectos?». Y esta cuesti6n debiera ser inves-tigada empiricamente, porque es una cuesti6n factica: es un problemade la psicologia, sociologia, e incluso economia del conocimiento (yde la ignorancia).

Presumiblemente la seudociencia puede hacer muy poco dano alcientifico bien entrenado, y la seudotecnologia puede hacer pocamella en el tecn6logo bien enttenado. Pero tanto uno como otto estaexpuesto a abrazar dogmaticamente las ideas y practicas estandar.En cambio el lego, por estar mal enter ado de las ortodoxias cienti-ficas 0 tecno16gicas del dia, esta a merced de un cumulo de supers-ticiones, tanto las que aprendi6 de nino como las que ve anunciadascomo cientificas 0 tecno16gicas. No estando preparado para distinguirel producto falsificado del autentico, ellego corre el peligro de adop-tar el primero, sobre todo si esta mas difundido y anunciado que elsegundo. Ademas de la popularidad y de la propaganda hay que con-tar con 10 que William James llamaba la voluntad de creer: muchosde quienes adoptan supersticiones 10 hacen por necesitar un apoyoextra en su lucha por la vida, apoyo que no les brinda el establish-ment.

En definitiva, pareciera que, mientras el dogmatismo cientificoo tecno16gico hace mas dano al especialista que allego, este tiene masque temer de la seudociencia y de la seudotecnologia. De la primeraporque Ie bloquea la posibilidad de en tender racionalmente el mundo

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en que vive, asi como a si mismo; de la segunda porque puede serexplotado por charlatanes. Sin embargo, aunque plausible, esta con-jetura no ha sido estudiada cientHicamente. Lo que no esta en dudaes la importancia economica de las seudociencias y seudotecnologias.Es verdad que algunas, p. ej. la parapsicologia, son baratas; perootras, p. ej. el psicoanaIisis, son caras; y finalmente otras, p. ej. elmilagrismo economico, son ruinosas. Sin embargo, no se disponede buenas estadisticas al respecto, 10 que indica una vez mas cuandescuidado esta el estudio eientifico de la seudociencia y de la seudo-tecnologia.

Los cientHicos y tecnologos tienden a tratar la seudociencia y laseudotecnologia como basura inofensiva, 0 incluso como productosadecuados para el consumo de masas: estan demasiado ocupados consu propio trabajo para que les preocupe la supercheria. Esta actitudes lamentable por varios motivos. En primer lugar, la seudoeiencia yla seudotecnologia no son basuras reciclables, sino virus intelectualesque pueden atacar a cualquiera, lego 0 especialista, al pun to de en-fermar a una cultura integra y predisponerla contra la ciencia y latecnologia. En segundo lugar, la emergencia y difusion de la seudo-ciencia y de la seudotecnologia son fenomenos psicosociales impor-tantes, dignos de ser estudiados de cerca, y quiza de ser utilizadoscomo indicadores del estado de salud de una cultura. En tercer lugar,la seudociencia y la seudotecnologia son casos apropiados para ponera prueba alas distintas epistemologias. En efecto, el valor de unaepistemologia se mide por su sensibilidad alas diferencias entre cien-cia y tecnologia genuinas y falsificadas, entre ciencia y tecnologia deaha y de baja calidad, maduras y emergentes, vivas y muertas, asicomo por su capacidad para ayudar a cientificos y tecnologos a re-solver problemas fundamentales que, por ser a la vez cientificos 0

tecnologicos y filosoficos, son relegados a la tierra de nadie.Dados el in teres intrinseco y la importancia practica de la seudo-

ciencia y de la seudotecnologia, es sorprendente oue los epistemolo-gos no las hayan estudiado mas a fondo, particularmente en estostiempos de crisis de la confianza del publico en la ciencia y la tec-nologia. Es precise admitir que los filosofos han desamparado a loscientificos y tecnologos en esta coyuntura. Para peor, algunos filo-sofos han hecho liga con el enemigo, proclamando que no hay dife-rcncia entre el producto falsificado y el genuino, porque todo cono-cimiento es subjetivo. (Vease una critica de este nihilismo 0 anar-

quismo gnoseologico en Bunge, 1985?) Este, hecho. ~esgraciado in-dica que la epistemologia contemporanea esta en criSiS. Tal vez. al-gun psiquico, mago 0 alquimista la esta convirtiendo en seudofdo-sofia de la seudociencia y seudotecnologia.

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6

SEUDOCIENCIAS Y SEUDOTECNOLOGIASDE LA MENTE

La investigaci6n cientHica de 10 mental naci6 en el siglo XIX yaun esta en mantillas. Hay por 10 menos cuatro causas de este sub-desarrollo. Primera: el problema es dificil. Segunda: si se aceptasolamente los datos de la experiencia subjetiva, no se hace ciencia'pero si s~ lo~ .elimina por completo s6lo se hace conductismo, qu~es protoClent1f1co. Tercera: la teologia y la religi6n siempre hanreclamado para si el privilegio de ocuparse del estudio y cura dealmas respectivamente, oponiendose vigorosamente al enfoque secu-lar y, en particular, cientifico del problema de la mente. Cuarta: lafilosofia idealista ha seguido el ejemplo de la teologia y a menudola ~a ayudado, al sostener que el alma es inmaterial y por ello inac-ces1ble al metodo cientifico.

. ,~l efecto, d~ estos obstac~los es que la psicologia tuvo un partod1f1ctl y todav1a marcha a tlentas. Cuanto mas rigurosa es tantomenos se ocupa de 10 tipicamente mental; y cuanto mas se' ocupade esto tanto mas suele acercarse a la seudociencia. No obstante, enla segunda mitad de nuestro siglo se ha afirmado gradualmente elenfoque plenamente cientifico de la experiencia subjetiva. Dichoenfoque consiste en la investigaci6n experimental y te6rica de losprocesos mentales concebidos como procesos cerebrales fuertementeinfl\li?~s p~r el me~io, n.atural y social. La ,nueva psicologia, a lavez f1slOlog1ca y soclOlog1ca, se desarrolla aS1 entre la biologia por

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un lado y las ciencias sociales por el otro. De esta manera formaparte del sistema de las ciencias, a diferencia del estudio de~ almainmaterial (y posiblemente inmortal), que quedaba fuera del s1stemacientifico. (Vease Bunge, 1980.)

Ya disponemos, pues, de una ciencia emergente de 10 mental.Pero su avance sigue siendo obstaculizado por la hip6tesis arcaicade que 10 mental no es corporal: que el espiritu se opone a la ma-teria. Esta hip6tesis, llamada 'dualismo psicoHsico (0 psiconeural)',sigue siendo popular incluso entre los psic6l~gos. Por consigu.ientetendremos que examinarla. Despues de cumphr esta tarea anahzare-mos dos versiones particulares, del dualismo psiconeural: la parap-sicologia y el psicoanalisis.

El mentalismo es el enfoque de 10 mental que intenta explicarlopor 10 mental, y que emplea principalmente lo~ datos de la intros-pecci6n. El mentalista sostiene que siente, perc1be, recuerda, apren-de, piensa y manda con su m~nte, espiritu 0 alma, no con su cere-bro. (En la literatura german1Ca se habla de Seele 0 alma; en lafrancesa, de esprit, y en la inglesa, de mind. Aunque '.alma' hu~lemas a teologia que los otros dos terminos, los tres son mtercamb1a-bles.) El mentalista subraya que la mente (0 espiritu 0 alma) es in-material, por 10 cual no puede estudiarse ~el~ismo modo que lamateria, 0 sea, adoptando el enfoque de las c1enC1asnaturales. Y con-sidera que, lejos de ser una hip6tesis, este es un dato que refutaconcluyentemente al naturalismo 0 materialis~o. . .

Hoy dia dominan dos variantes del ment~hs!ll0' Un.a es la V1eJaidea vulgar de que el alma es una sustancza mmatenal: un entedistinto de la materia y, en particular, del cerebro. Como tal, lamente es inaccesible al enfoque cientifico, si bien puede interactuarde manera misteriosa con el cerebro. Los campeones mas recientesde esta hip6tesis de Descartes son el fil6sofo Sir Karl Popper (veasePopper y Eccles, 1977) y el neurofisi6logo Sir John C. Eccl~s ~1980).Esta variante cartesiana del mentalismo se llamara sustanczalzsta. Lasegunda variante del mentalismo.' muy ?~fundida ent~e, los psic6logoscognitivistas, los expertos en mformatlca y los ftlos~fos, es ~uela mente no es sustancia sino organizaci6n, estructura, mformaC10n,software 0 un conjunto de program as separables de todo sustratomaterial. (Veanse Fodor, 1975; Putnam, 1975; Pylyshyn, 1978;Mac Kay, 1978.) Esta variante del mentalismo, de apariencia muchomas moderna que el sustancialista, se llamara funcionalista.

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Parte II

El mentalismo sust.an~ialista es el mas popular de los dos orloncord~r. ~on el conOClmlento ordinario (e. d. fosH) y pOl' gozarPde~ bendlclo~ ?e la teologia. No es una teoria propiamente dicha

Imo una 0?~m6n. Po~ ~o. involucrar conceptos tecnicos, en particu~ar m~tematlcos. 0 bl~loglcos, es accesible a eualquiera. Pero pOl'

este ml~mo motlvo es maceptable en ciencia, y es dudoso que puedaconvert!-rs.e en una teoria ~ontras:able. POl' ejemplo, los mentalistassustanClahstas no nos explican como algo inmaterial puede interac-.tuar co?- .el cerebro. Y sus argumentos en favor del dogma de lammaterlahdad de la mente son circulares como este debido a Eccles(197J' pp. 170-171): I:>uesto que almacenamos con preferencia re-cU~b os que hallamos mteresantes, y puesto que el interes es unatr~ ?to mental, la codificacion de la experiencia humana en lasactlVldades neuronales de la corteza asociativa es guiada porIamente (que, pOl' supuesto, es inmaterial).

. El. dualism? mentalista empalma con la religion: resuelve unmlsterlO recurne?do ~ otro. POl' ejemplo, ya que la biologia deltesarrollo y la blOlogla evolutiva no hacen lugar a entes inmateria-~s, Eccles (1980, ~. 240) a~opta el dogma tomista (aunque sin

cltarlo al.gran Tomas de AqUlno) de que Dios dota al embrion dealma .. QUlen traga sin dificultad este dogma no tiene inconvenienteIn afl~mar que la. mente consciente «barre» y «lee» la actividad de,os modulos cortlc~les (Eccles, 1980, pp. 96 y passim), hipotesisesta perfecta.men:e Irrefutable pOl' medios objetivos.. P.ero el duahsta sustancialista no desdeiia los datos de la con-

c~enCla que no pueden verificarse hoy dia pOl' medios objetivos. POl'eJem~lo, .Eccles (~980, p. 232) postula «la existencia de algunasexpenenClas con~Clentes anteriores a la aparici6n de sus contrapar-tes en la pautaCI?n, m~dular especifica en el neocortex». El funda-mento de es;a hlpotesls e~ un experimento de Libet (1978), quesomete al sUJeto ados estlmulos simultaneos: uno en la piel y elo~ro e~ la cortez a cerebr?l (a tra,:"es de un electrodo implantado in-~~a~ramalmente). Se.le plde al sUJeto que diga cual de las dos sen-~~clones aparece pnmero. Contrariamente a 10 esperado, la sensa-uon dermlca ~arece preceder a la cortical. Libet concluye que nopar,ece haber. smcronia entre 10 mental y 10 fisico 10 cual favore-ceria al duahsmo psicofisico: Esta conclusion no ~esuelve cientifi-C:lIl1Cljlteel problem?: no hace sino replantearlo en terminos tradi-Clona es, que no eXlgen experimentos.

Mils aun, la co~clusi?n dualista es apresurada, puesto que pue-dt" NlIpon.erse la eXlstencla de un tercer sistema neural, cuya activi-d"d 1'OI1S1ste.en compar.ar los tiempos de llegada (al sistema) de lassrli"lcN dcrmlcas y cortlcales. Semejante sistema podria contener un

mecanismo de retardo parecido al sistema comparador de memoriapropuesto por Mountcastle (1967) con un proposito diferente. Alfin de cuentas, aunque la distancia entre el estimulo cortical y elsistema comparador que se acaba de conjeturar es menor que la dis-tancia entre este y la piel, el primer cireuito podria ser extremada-mente tortuoso y estar sujeto a muchas inhibiciones. En todo caso,esta hipotesis es experimentalmente contrastable, y es plausible te-niendo en cuenta 10 que sabemos acerca del sistema nervioso central.En cambio, la hipotesis dualista es incompatible con la neurofisiolo-gia, con la psicologia fisiologica, que se inspira en el monismo psico-fisico, y la biologia evolutiva, que reconoce solamente entes y pro-cesos materiales. (Vease una veintena de argumentos en Bunge,1980.)

La variedad funcionalista (0 estructuralista, 0 informatica, 0computacional) del mentalismo es mas refinada que el dualismosustancialista. Suele presentarsela como neutral entre el espiritualis-lIio y el materialismo (p. ej., Fodor, 1981). Pero de hecho no essino mentalismo arcaico en fraseologia modema, ya que sostieneque la forma u organizacion 10 es todo, en tanto que la materiao sustancia es a 10 sumo el soporte pasivo de la forma. (Platon asien-te complacido, al tiempo que Arist6teles desaprueba vigorosamente.)

Segun el funcionalista, practicamente eualquier cosa, sea per-sona, ordenador 0 espiritu desencarnado, puede tener 0 adquiriruna mente: «Podriamos estar hechos de queso suizo, y no impor-taria» (Putnam, 1975, p. 291). Segun esta do<;:trina, una teoria psi-cologica no es sino «un programa para una maquina de Turing»(Fodor, 1981, p. 120). POl' consiguiente, (para q\le molestarse enestudiar el cerebro? Y (para que molestarse en estudiar las pecu-liaridades de la percepcion, la motivaci6n y el conocimiento, asi comosus interrelaciones? Ya se dispone de una teoria a priori y omni-comprensiva que no incluye hipotesis alguna acerca de la materia:la teoria de los aut6matas. La psicologia nada puede aprender de laneurociencia 0 de las ciencias sociales, ni puede esperar adelantosteoricos sensacionales. Esencialmente el problema esta resuelto. Sies asi, la psicologia no tiene futuro.

Aunque los funcionalistas desprecian al conductismo, las mane-ras en que uno y otro abordan los problemas tienen algo en comun:ambos ignoran el sistema nervioso. En efecto, el funcionalismo pue-de considerarse como el complemento antes que como el opuestodel conductismo. Considerese, pOl' ejemplo, el celebre criterio deTuring para distinguir, 0 mejor dicho no distinguir, un ordenadorde un ser humano. Como se recordara, consiste en observar, regis-trar y analizar las respuestas netas de ambos, descartando el modo

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en que elaboran la informacion que les llega, 0 sea, ignorando lamateria de que estan hechos (Turing, 1950). Este criterio es a lavez conductista y funcionalista.

El criterio de Turing es incorrecto porque cualquier teoria ge-neral de maquinas, en particular la teoria del propio Turing, con-tiene por 10 menos un teorema que afirma que, si bien la estruc-tura interna determina el comportamiento, este es compatible condivers as estructuras internas. (La similitud de estructura internaimplica similitud de comportamiento, pero no viceversa. Por consi-guiente, aun si dos entes presentan la misma conducta, pueden te-ner composiciones y estructuras internas muy diferentes, 0 sea, notienen por que pertenecer a la misma especie.) Cualquier psicologoo etologo sabe esto. Por ejemplo, la abeja melifera, la golondrinamigratoria, el piloto de avion y el boy scout son habiles en orientar-se, pero cad a uno de ellos «calcula» a su manera la trayectoriadeseada.

Por cierto que la busqueda de similitudes y la construccion demetaforas que la acompafia es util; pero no puede reemplazar ala investigacion de 10 peculiar. Obviamente dos cosas concretascualesquiera son parecidas en algunos respectos (ya que ambas sonmateriales), pero diferentes en otros (pues de 10 contrario sedanuna sola). El problema es determinar si las similitudes pesan masque las diferencias, de modo que ambas pueden incluirse en la mis-ma especie. Los funcionalistas sostienen que esto es efectivamenteasi en 10 que respecta a personas, ordenadores y espiritus desen-carnados. Esta afirmacion no solo ofende alas madres, sino quees patentemente falsa y engafiosa. Vemos por que.

Por 10 pronto, la teoria de las maquinas de Turing es tan sim-ple que es incapaz de dar cuenta de cosa real alguna, aunque solosea por el hecho de que una maquina de Turing tiene un conjuntonumerable (y casi siempre finito) de estados, en tanto que los esta-dos de una cosa concreta forman un conjunto infinito que incluyeuna parte no numerable. Ni siquiera el fot6n, el neutrino y el elec-tron, aunque presumiblemente simples, pueden describirse como ma-quinas de Turing: son muchisimo mas complicados. (Una maquinade Turing puede representarse por una tabla que exhibe las propie-dades de su funcion de transicion. En cambio, los fotones, neutrinosy electrones son descriptos pot sendos sistemas de ecuaciones dife-renciales y otras formulas complicadas.)

En segundo lugar, el sistema nervioso humano es mucho mascomplicado que un ordenador, aunque solo sea por el hecho de queno esta compuesto por chips, sino por componentes variables y vivas

6. Seudociencias y seudotecnologfas de la mente

(en particular neuronas) capaces de espontaneidad. y creativida~6e~algun respecto, en tanto que el ordenador es un lnstrumento Cl(a menos que se descomponga). Tercero, los ordenadores son arte-factos no organismos con una larga historia evolutiva. Cuarto, losorden~dores son disefiados, construidos 0 program ados para. r.esolverproblemas, no para crearlos; para elaborar ideas, no para.ongmarlas;para ayudar a1 cerebro, no para reemplazarlo; y para obedec~, .~opara mandar. Se sigue que la informatica pue~e ava~zar a con lClonde que aprenda de la neurociencia y de la pSlcol?gla, e~ .tanto .qheestas se estancarian si marchasen a la rastra de l~ l?formatlca. D1C 0

mas brevemente: puesto que los or~e?adore~ m~1tan al cer~bro. yno al reves conviene que la informatlca se msplre en las ClenClasdel cerebro.' (Vease detalles en el apendice 2.). . ..

Otro rasgo que el mentalismo, sea sus:anclahsta 0 funclOn~hst~,~omparte con e1 conductismo es la creenCla de que la neuroCl~nclaes totalmente irrelevante a la psicologia. En el caso del mentahs.mosustancialista, esto es asi porque supone que los problemas PS1CO-logicos se resuelven suponiendo que todo proceso mental es lamanifestacion de alguna «estructura mental subyacente»' (como ,gus-ta decir el lingiiista Noam Chomsky). Y en el caso del mentahsmofuncionalista porque se supone que esos problemas se. resuelvendecretando (no probando) que somos maquinas de Tunng, 0 entodo caso elaboradores de informacion y nada mas. En amb?s casoslas soluciones se proponen a priori y no se contrastan expenmental-mente. En ninguno de los dos casos se nece~ita ,e~ cerebro, exceptoquiza para mantener ocupados a los neuroclentlhcos. Y er: ,amboscasos son posibles la telequinesis, la telepatia, la reencarnaClOn y laresurreccion. Mas aun, a menudo es la cre~ncia. en estas la quemotiva al dualismo, sea sustancialista 0 funclOnahsta.

3. Mentalismo y ciencia

Determinernos ahora el status ci~ntifico. del mentali~~o:, Paciaesto debernos exarninar en que rnedlda satlsf~ce la defmlClO? e«cientificidad» propuesta en el capitulo 2. En ngor nos bastart c~texaminar cinco de las diez componentes en que hemos, ~na lza. 0

una ciencia: la visi6n general 0 filosofia G, el fondo e.sp~clhco E to-rnado de otras disciplinas, la problernatica P, los obJetlvos 0 y III

met6dica M. .. IL ., , neral 0 filosoffa del mentahsmo enClerra una onto 0-a vzszon ge ,. ) d

gia que admite la existencia de mentes (0 almas, 0 espltltus escn-

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Parte II

~arnados,. 0 programas independientes de la materia, 0 informacionmdependlente de fIujos de energia, y ocasionalmente tambien seress?brenaturales: Por consiguiente, una psicologia que adopte el dua-hsmo se conVlerte en un campo de investigacion an6malo: el unicocampo con pretensiones cientificas en que los estados no son es-tados de Cosas concretas, los sucesos y procesos no son cambios decos~s co~creta~, .Y lo~ mecanismos n,o ~on materiales. (Analogias con-~eblbles. m~cam~a s~n cuerpos, qUlmlca sin reactivos, fisiologia sinr~anos, soclologla ~m gen.te.) La. teoria del conocimiento que acom-

pana a e~a ~n~?logla arcalca es mgenua (no critica), pot descansarsobre l~ mtUlclon y la metafora, que para un cientffico no son sinoherramlentas heuristicas. Y la eti~a del dualismo deja mucho quedesear, porque recurre a la autotldad, y, en cambio, descarta losdatos fav~rables a la concepcion cientifica de la mente acumuladospor, la p~lcologia fisiologica, la psicologia del desarrollo y la psico-logla socIal, asi como por la psiquiatria bio16gica.

El fondo ~specifico E del mentalismo es exiguo y carente de va-lor: el mental~smo no se apoy~ so?re ciencia alguna. En particular,hace caso omlSO de la neurOClenCla y de la psicologia fisio16gica.Compensa esta ausencia de base cientifica con una gran deuda paracon la teologia y la filosofia idealista.. La problematica P del mentalismo es su forte y uno de los mo-

tlvos de su popularidad. En efecto, en lugar de descartar la ma-yoria de los problemas c1asicos de la psicologia, el mentalismo losacoge todos. Con ello satisface, aunque solo efimeramente, el deseode entend~r la experiencia subjetiva 0 vida mental desdeiiada porel. conductlsmo. Este es, pues, el merito del mentalismo: que ad-n:l!e la p~oblematica integra de la psicologia tradicional. Pero tam-bIen admlte seudoproblemas, como los referentes alas vicisitudesdel al~a desprendi?a del cerebro y los cuentos de los espiritistas.Aden;a~, el mentahsmo no aborda cientfficamente su propia pro-blematlca, como veremos dentro de un momento.

En cuanto a los objetivos 0 del mentalismo estos son mixtosPor un lado intenta explicar 10 mental, pero por el otro rehus~~acerlo con ayuda de leyes, 0 al menos de leyes que relacionan va-tlab~e~, acces!bl.es (directa 0 indirectamente) a la observacion 0 lamedlclOn ?bJetlv~s. En efecto, es imposible seguir las andanzas dela mente mmatetlal con ayuda de instrumentos cientfficos al modoe? que el astronom? si~ue la trayec:toria de un cometa, 0 el fisiologoslgue un proceso digestlvc5. Es poslble especular sobre dichas andan-z~s, pero. no podemos. c~:>ntrastar experimentalmente tales especula-Clones mlentras nos limltemos a la experiencia personal y su des-

cripcion (0 introspecci6n). En cuanto a la tesis de que todo psiquis.mo, sea engendrado por nosotros 0 por IBM, es una maquina deTuring, 0 acaso un ordenador mas complicado, no es una hip6tesis,sino un dogma sin relaci6n alguna con leyes naturales. (Toda leycientifica se refiere a cosas concretas: es una pauta invariante delser 0 devenir de algo material. En cambio, el funcionalismo preten-de que 10 mental es independiente de la materia.) En resolucion,el mentalismo no se propone dar cuenta de 10 mental con ayudade leyes de la materia (viva 0 social), y en este respecto sus obje-tivos no son cientificos.

Finalmente, no cabe duda de que la met6dica M del mentalismoesta lejos de ser cientifica. En efecto, el mentalismo es tipicamenteespeculativo, metaf6rico, dogmatico y no experimental. Por supuestoque la especulaci6n, lejos de ser reprensible, es muy deseable acondici6n de que sea fertil y contrastable en principio (0 por 10menos divertida). Pero las especulaciones mentalistas son incontras-tables porque se refieren a entes desencarnados. En cuanto alasmetaforas mentalistas, tales como «El alma es como el piloto deun barco» y «La mente es como un programa de ordenador», no sonhip6tesis contrastables, porque no pueden ponerse a prueba. Esverdad que estas analogi as superficiales son valederas en algunosrespectos, pero esto no basta. La aeronautica no se reduce a afirmarque los aviones vuelan como si fueran pajaros. Hay analogiasheuristicamente fertiles, pero este no es el caso de las mentalistas.La metafora del piloto es esteril porque conduce al psicologo a lacelda del teologo, y la del ordenador porque Ie aconseja estudiar ma-quinas en lugar de cerebros vivos. (Para detalles sobre la seudoex-plicaci6n metaf6rica en psicologia vease Bunge, 1985.)

El result ado de nuestro examen de cinco de las componentes delmentalismo (G, E, P, 0 y M) es evidente. S610 una de elIas, a saber,la problematica P, es aceptable a medias: es aceptable si se olvidaque el mentalista plantea no solo problemas ciehtificos, sino tam-bien problemas que suponen la veracidad de los cuentos de apare-cidos (p. ej., Eccles, 1980, p. 156), y que no los plante a de ma-nera clara y susceptible de investigaci6n experimental 0 teorica.Nuestro veredicto es que el mentalismo, sea sustancialista 0 funcio-nalista, es seudocient£fico: no es sino la vieja psicalogia filosofica (0especulativa 0 de sillon), aun cuando a veces emplea terminos demoda, tales como barrido, informaci6n, programa y software. (Vea-se criticas adicionales en el capitulo 10 y en Bindra, 1984.)

Pasemos ahora a analizar una disciplina que toma muy en serioel dualismo psicofisico: la parapsicologia.

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La parapsicologfa e~ ~l cuerpo de creencias y practicas referen-tes alas presuntas actlVldades de ideas y espfritus desencarnadostales ~om? la telepatfa y .1~ clarividencia, el preconocimiento y l~teleqUlnesls, ~a reencarnaClOn y la comunicacion con los difuntos.Hay tres vaned~~e.s de creencias y actividades de este tipo: el cul-to popular .(es~:t1tlSmo), la profesion de los psiquicos 0 mediumsy .la mveStlga~lOn parapsicologica. Aunque las tres comparten lasr;l1~mas cree~C1as.' solo la parapsicologia investiga. Mas aun, es laUlllca seudoclencla expe~ime,n~al, motivo por el cual gozo antanod~l respeto de ~lgunos clen~lflC?~ y de algunos filosofos empiristas.S.m ~mbargo, leJos de ser clentlflca, la parapsicologfa es. una seudo-c~enC1a, como 10 comprobaremos revisando las condiciones que de-fmen una seudociencia (cap. 5).

1) Dominio. La parapsicologia trata de entes inmateriales talescomo espiritus d~sencarnados y de ideas desprendidas del cerebro.Puest.o que la eXlstencia de estos entes jamas ha sido comprobadaf~haC1ente~ente, la parap~icolo~fa es una disciplina sin objeto pro-plame~te dl~ho. En camblO, al 19ual que la psicologfa mentalista, laparapslcologla se desinteresa del organo de la mente a saber elc~rebr~. (La ver~ion del ~ualismo psicofisico que abr~za la pa;ap-slcologla es el eplfenomelllsmo, segun el cual la mente es producidapor ~l cerebro al modo en que una antena de radio 0 de televisionlrradla .ondas e~ectromagneticas que, una vez producidas, se pro-pagan mdependlentemente de su fuente.)

2) Vision general. El parapsicologo y epistemologo CharlieJ? . ~road (1949) analiz6 cuidadosamente el problema de la compa-tlbdldad de la parapsicologfa con la cosmovisi6n cientlfica a la quellama «c?njunt,o de princi~ios limitantes». Su conclusi6~ fue quela paraps!~ologl~ no los satlsface, 10 que es cierto. Pero de esta in-~o~l?~tlb1hd~d, Junto con su fe inquebrantable en la parapsicologfa,mfmo. que esta debe permanecer y aquella debe ser abandonada.Por eJ,emplo, el preco.nocimiento (conocimiento intuitivo de sucesosqu~ aun no h~n acaecldo) viola el principio de antecedencia (0 «cau-s~~l~ad)~), s.egu~ el cHal ~l ~f~cto no sucede antes que su causa. Lapstcoqulilesls vlOla el pnnclplO de conservacion de la energia asimffiO el postu.lado .de que la mente no puede actuar directam'ente~()hl'~ la matena. (S~ pudiera hacerlo, n!ngun experimentador podria(nnft.lr eo, sus proplas lecturas de los mstrumentos de laboratorio.)1.1\ tekpatta y el preconocimiento son incompatibles con el principio

gnoseol6gico, segUn el cual la obtenci6n de conocimiento fact.ku(acerca de la realidad) requiere que en algun punto haya percepc16nordinaria. En resumidas cuentas, la parapsicologfa es incompatiblecon la ontologfa y la gnoseologfa de la ciencia. Y dado que losparapsicologos han sido pescados a menudo cometiendo fraudes(aun cuando eran sinceros en sus creencias), 0 siendo vktimas deenganos perpetrados por mediums profesionales, tampoco puededecirse que la parapsicologfa se haya ajustado a los canones de laconducta cientffica. (No se arguya que tambien ha habido fraudesen ciencia, porque estos son ocasionales, mientras que los parapsi-cologicos son muy frecuentes.)

3) Fonda formal. El parapsicologo tfpico no se destaca porsu habilidad logica 0 matematica, en particular por su destreza es-tadistica. En particular, suele seleccionar los datos (<<interrupci6noptativa» de una sucesi6n de ensayos); no disting~e una coinciden-cia (correlaci6n accidental 0 espurea, que no se replte) de una c~r~e-lacion autentica (sostenida) 0 de una relacion causal; y no es aflclo-nado a modelos matematicos, 0 siquiera a sistemas hipotetico-deduc-tivos informales: sus conjeturas son sueltas.

4) Fonda especifico. Los parapsic610gos no hacen uso de co-nocimientos obtenidos en otros campos, tales como la fisica y la psi-cologfa fisiol6gica. Mas aun, a menudo afirman que las ciencias«oficiales» se equivocan, 0 que son tan limitadas que no abarca?los presuntos fenomenos psfquicos. Para peor, las contadas y antl-qufsimas hipotesis de la parapsicologfa son incompatibles con algu~nas de las hipotesis basicas de la ciencia. En particular, la telequf-nesis es incompatible con el principio de conservacion de laenergia, y la idea misma de un ente mental desencarnado es incom-patible con el principio rector de la psicologfa fisiol6gica. (VeaseBunge, 1980.) Para peor, los parapsicologos desdenan tales incom-patibilidades.

5) Problemlltica. La parapsicologfa es pobrfsima en proble-mas: estos se reducen a establecer empfricamente que hay feoo-menos paranormales, es decir, que no pueden ser explicados porla ciencia normal. Ademas, los parapsic610gos no formulan susproblemas con claridad, 10 que se debe a la penosa indigencia te6ricade la parapsicologia.

6) Fonda de conocimiento. Pese a que el espiritismo tiene mi-les de anos, y a que ha atrafdo a centenares de investigadores des de

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que en 1882 se fundo en Londres la Society for Psychical Researchno Ie debemos ni un solo hallazgo firme. No ha producido data;co:zc!uyentes acerca de la telepatia, la clarividencia, el preconoci-ml~nto, la telequinesis, etc., y ni una sola hip6tesis verosimil (com-patlble con el grueso del saber) acerca de los mecanismos de dichospresuntos f~J16menos. Todo cuanto nos dicen los parapsic610gos esque sus datos son an6malos, a sea, inexplicables par la ciencianormal. Comparese esta conducta con la de un estudiante que haceuna medici6n y encuentra que el resultado de esta esta afectado deun error del 100 par 100. ~Le creera su profesor si el estudianteaduce que el error no fue culpa suya sino de un duende malicioso?o comparese la actitud del parapsicologo con la de un astronomoque halla que cierto objeto celeste parece no satisfacer las leyesde la m~canica celeste 0 de la astrofisica. ~Sugerira que su objetode estudlO a sus instrumentos de observacion estan siendo manipu-lados par ~spiritus, a mas bien que ha incurrido en alglin error, aque ha temdo la suerte de descubrir un objeto inusitado, tal comoun quasar a un agujero negro? El parapsicologo no obra de estamanera: acepta ingenuamente datos aparentemente anomalos comopruebas de la existencia de fenomenos anomalos, y se abstiene deproponer explicaciones cientificas de los mismos: al contrario, seapresura a declararlos paranormales. En resumen: ~donde estlin lasteorias parapsicologicas comprobadas fehacientemente en el labora-t?rio? Y ~por que nadie ha logrado utilizar sus poderes telequine-tlcos para mover un automovil a siquiera tocar la armonica a dis-tancia?

7) Objetivos. A juzgar por los 10groS"de los parapsicologos, sumeta no es encontrar leyes y sistematizarlas en teorias a fin deexplicar y predecir. ~Quien ha oido acerca de la Primera Ley dela Clarividencia, la Segunda Ley de la Telepatia, 0 la Tercera Leyde la Psicoquinesis? Los parapsicologos no se proponen encontrarleyes, sino confirmar viejas supersticiones a suministrar un sustitutode las religiones establecidas. (Este ultimo fue objetivo explicitode la Society for Psychical Research, fundada en momentos enque la revolucion darwiniana habia minado al cristianismo.)

8) Met6dica. Los metodos empleados par los parapsicologoshan sido analizados par estadisticos, p. ej. Feller (1968) y Diaco-nis (1978); psicologos, p. ej. Hansel (1980) y Alcock (1981), ymagos, p. ej. Randi (1982), durante mas de un siglo. El veredictoha sido siempre el mismo: falta de controles adecuados, manejoincorrecto de tecnicas estadisticas, y a menudo engaiio. Este esa veces deliberado, como en el caso de los famosos dobladores de

6. Seudociencias y seudotecnologias de la mente

cucharas a distancia (p. ej., Uri Geller). Otras es involuntario, C()Ill~1

ocurre a menudo cuando el sujeto experimental. des~a que e~ expcrl-menta sea exitoso. (Para una pletora de casas dlVertldos repasese losvolumenes de The Skeptical Inquirer.)

9) Sistemicidad. Lej~s de ~er un ~ompor;ente del ~istema cienti-fico-tecnoI6gico, la parapslcologla es aJena a .este: no tlene contactoscon otros campos de investigacion. En partl;ula~, no se bas a ~o~reciencia alguna. (Recuerdese el punto 4.) Mas aun, los ~arapslcolo-gos proclaman orgullosamente que su o?jeto d.e estudl,O no estaal alcance de la ciencia «oficial» por ser mmatenal y anomalo. Poresto piden que se les juzgue por sus propios ~eritos, ~ saber, p~rlos datos empiricos que dicen haber halla~o. (Vease p: eJ. la mayo~lade los trabajos incluidos en la tendenclOsa a?tologl~ de LudwIg,1978.) Pero no es po sible acceder a este pedido. Pnmero, pot<:Iuetales «datos» son sospechosos: a) por no ser generalmente rephca-bles' b) por haber sido producidos por metodos defectuosos, yc) ~or ser a menudo anecd6ticos cuando no fraudu~entos. Segundo,porque cualquier dato de los sentidos p~e~e s.er ~<mterpretado>~ dediversas maneras, 0 sea, explicado por hipotesis nvales. (Po: ~Je~-plo el movimiento planetario puede explicarse, ya por la hIpo,te~lsde 'que cada planeta es empujado por un angel, ya par la .meca~l.1caceleste.) Esta es la razon por la cual s610 vale la pen a mvest~garhipotesis que gozan de co~erencia. ex;~rna, 0 sea, que armomzancon el grueso del conocimiento clentlflCO (Bunge, !~~3). Las es-peculaciones parapsicol6gicas. no satisf~cen esta C0.ndIclOn: .no cons-tituyen un sistema (hipotetlco-deductlvo) Y son mcompatlbles conla ciencia.

10) Evoluci6n. Nadie puede sostener que la parapsicologia semueva ligero, ni en particular hacia adela?;e, a la ma~era de unaciencia autentica. En efecto, es una colecclOn de. c~eenclas muy ar-caicas que provienen del animismo. Los parapsicologos no. ~ace?sino poner a prueba, una y otra vez, el mismo puiiado de hipotesissueltas, sin jamas obtener resultado~ favorables concluy~ntes. (Eldiseiio experimental tipico del parapsicologo se reduce al mtento derefutar la hipotesis nula, de que los resulta.do~ qu~ se hallen, sedeben al azar, 0 sea, que se trata de meras cOlncldenclas. Aun asl, amenudo selecciona segmentos de sucesos afortunados: 0 sea, no esraro que empiece a contar a partir del momento en que el p~esun~opsiquico empieza a acertar, Y ~ej~ ?~,contar cuando s~brevlene a«fatiga», la «distraccion», la «mhIb1ClOn por la presencl.a. de escep-ticos», 0 simplemente cuando se ha «agotado» su habilidad para-normal.)

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La conclusi6n es obvi . 1 . 1 'seudociencia EI que no a: a parapsilcoogla es un dechado de.. Slempre se a reco 1 '1suglere que se Ia ml·de con b'. nozca como ta so 0un carta on epl t 1'· . d~or ejemplo, Truzzi (1980) distin·d sd~mooglco ma ecu~do.Clas, tolera a Ios para sic6! gUl 0 estu 10SOde Ias seudoClen-plina sea cientifica ba~ta q~~OSPlr wr: que para que una disci-cientifico; y Freud crela 1se a cu.tlve ~mpleando el metodopracticaba este metodo. en a parapslcologla porque ni siquiera

La emergencia del psicoamilisis hacia 1900parada con revoluciones cientifi 1 es a menudo com-trabajos de Galileo Newton Dcasa. a MParde Ias. causadas por Ios. ' , arwm arx y Emst· E .que a pnmera vista el psic T. ' em. s Clertosus hip6tesis como en sus ~~~aJSls parece revolucionario tanto enmuestra que ni unas nl· otro e 0 os. Iero un examen mas detenidod

.. s son tota mente od· 1 1 .e constltUlr un avance revoI·· gma es, y que, eJosUClOnano el psic '1·· .,una contrarrevolucion deva t d A' oana ISIS constltuyoen Ios centros cientificos ~, a ora. :;nq1t ya en plena decadenciaensefia en Ias universidades a~:vanza ?s. a punto t~I de que no sehaciendo estragos en Ia c It s preIStlglOSas),el pSlcoanalisis sigue, uurapopuaryenla ....aSl como en Ias humanidad P s semlclenClas.sOClales,Ie echamos un vistazo. es. or esto no perderemos el tlempo si

Para aquilatar Ias credenciales c· 'f d 1 .cemos por recordar Ia d f . ., d lent! lC~S e pSlcoanaIisis empe-tulo 2 y limitemonos aeIlmc~on ~I~<clencla»propuesta en el capi-tupla: as slete u tlmas componentes de Ia deca-

1) Vision general' a) L t l' . ,dualismo psicoffsico, q~e critic~m:~ ~ ogli pSl~oanahtica ~n~Iuye elFreud adopt6 el paralelismo p if. n e paragraf~!. ImclalmenteHughlins Jackson. Mas tarde s co 1S1~0que apr~n.dlOdel neur6Iogopa~te corporal, tales como el p~st~l°ellntes lsP1t1tuaI~s sin contra-senan capaces de actuar sobr/ el coy ~ ~uperyo. Estos entesenfermandolo otras Ob. uerpo, ammandolo unas veces y. Vlamente este ani . . .con Ia concepci6n cientffica del rr: d b) tlSmo es l?c~mpatlbleal.. psicoanalisis admite argumento~nd~·autor:d;foseolo.gla mherentedlJ~»); no distingue Ia fantasia de Ia realidad ( (t? eJ., «Flreud 10pleJo de castraci6n» como un hecho p. eJ., .tr~ta ~ «com-trastar); rechaza Ias crfticas com ' no cl°mo Ul;a hlJ:otesls a con-ingenia para transformar contra~e:;l~s :n «~:~~sstef~~~;~bresse(;~~

ejemplo, «Si el paciente no manifiesta el complejo X, como debiera,es prueba de que 10 ha reprimido»). En resumen, la gnoseologiapsicoanaHtica es dogmatica e ingenua, y por 10 tanto incompatiblecon el realismo crftico inherente a la ciencia (Bunge, 1985). c) Encuanto alas normas que dgen la conducta del investigador, no seaplican al psicoanalista porque este no investiga, sino que fantaseao utiliza fantasias de otros.

2) Fondo formal. El psicoanalisis no contiene modelos mate-maticos; ni siquiera hace normalmente usa de Ia estadistica.

3) Fondo espedfico. El psicoanalisis se jacta de ser una disci-plina aut6noma y, en particular, independiente de la neurociencia Yde la psicologia experimental. (El propio Freud advirti6 a sus dis-dpulos que no se dejasen influir por otras ciencias, aunque ocasio-nalmente dndi6 pleitesia puramente verbal a la neurociencia quehabia cultivado sin brillo en su juventud.) Es verdad que Freudrecurri6 a veces a metaforas bio16gicas y que fue influido por Spen-cer (no por Darwin); pero esto no 10 hace un bi6logo, del mismomodo que su recurso a metaforas Hsicas no 10 hace un ffsico. Enresumen, el psicoanalisis carece de base cientffica.

4) Problematica. Parte del exito popular del psicoanalisis sedebe a que Freud y sus disdpulos tuvieron el coraje de abordar laproblematica sexual. Pero la abordaron en forma especulativa ydescuidaron casi todos Ios problemas psicoI6gicos que ocuparon aotras escuelas, en particular los del aprendizaje, la percepci6n y lasoluci6n de problemas. Ademas, no plantearon Ios problemas comoproyectos de investigaci6n, sino como tesis a ser confirmadas antesque a ser puestas a prueba. En otras palabras, su actitud tipica noera problematizadora, sino dogmatica.

5) Fondo de conocimientos acumulado. El psicoanalisis es ungran mont6n de conjeturas fantasticas, ninguna de las cuales ha sidoconfirmada concluyentemente al cabo de casi un siglo. (AI fin y alcabo, Freud recibi6 el premio Goethe, no el NobeL) Algunas deestas conjeturas son irrefutables por estar protegidas por otras hi-p6tesis de la misma doctrina. Este es el caso de la hip6tesis delcomplejo de Edipo, protegida por Ia hip6tesis de la represi6n. Engeneral, las hip6tesis que involucran el inconsciente son irrefuta-bles. (Dicho sea de paso, Eduard von Hartmann se habia hechofamoso en 1870 con su grueso libro sobre el inconsciente; Y James[1980, t. II, p. 312] ridiculiz6 todos 10s efectos que Hartmann Ieatribuia a ese presunto ente inmaterial cuya invenci6n se atribuye

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habit~almente a Freud.) En cambio, otras hipotesis psicoanaliticashan sldo refutadas. Una de ellas es que la agresion es innata en to-dos los seres humanos: los antropologos saben que es falsa. Otraes .que el acto agresivo tiene un efecto catartico: los psicologossOClalesla han refutado experimentalmente. Una tercera es que losobreros que se levantan en huelga se rebelan contra la «figurapaterna» encarnada por el patr6n: los sociologos saben que esta esuna supercheria, particularmente en la industria moderna, en la quelos ob~eros no tienen ocas!~n de ver al patron, quiza porque esteno eXlste como persona flSlca. No podemos examinar una a unatodas las fantasias psicoanaliticas. El lector interesado en detalleshara b~en en consultar los libros de dos conversos del psicoanalisis:van Rillaer (1980) y Griinbaum (1984).

6) Objetivos. El psicoanalista no cumple el mandamiento cien-tific<;>:«Buscaras leyes con el sudor de tu frente y las utilizaras paraexphcar y predecir.» Al psicoanalisis no se Ie debe una sola leycientifica y ni una sola predicci6n certificada. En cambio, se animaa explicarlo todo, desde las fobias y los actos fallidos hasta el artey la guerra. Y se atreve a entremeterse en la vida privada de milesde infelices enfermos mentales.

7) Met6dica. El psicoanalista tipico no hace experimentos niconstruye modelos matematicos, de modo que no tiene ocasi6n deemplear el metodo cientifico. No usa grupos de control (de pacien-tes a los que no se analiza ni de pacientes a los que se suministraun tratamiento placebo). Ni lleva estadisticas que Ie permitan eva-luar la eficacia del tratamiento. Mas aun, habitualmente se oponea la. contrasta~i6n empirica de sus fantasias. Por ejemplo, cuando elNatIonal Instlt~te for Mental Health, de los Estados Unidos, pro-puso en 1980 lnvestigar rigurosamente la eficacia de dos tipos depsicoterapia, la comunidad psicoanalitica puso el grito en el cielo.j Se estaba poniendo en peligro un negodo millonario!

8) Evoluci6n. El psicoanaIisis ha cambiado desde la primeraguerra mundial: hoy hay mas de doscientas escuelas de psicoterapiamas 0 menos psicoanalitica. Pero estas transformaciones han sidosuperficiales: no han modificado las conjeturas basicas de la doctrinani su tecnica basica, la logoterapia. Mas aun, esos cambios han re-sultado ?e controversias 0 (como en el caso de la terapia de grupo)p;>r motlvos practicos, nunca de investigaciones cientificas. Los prin-clpales rasgos metodo16gicos del psicoanalisis -su falta de basedentifica y su aversi6n a la investigaci6n experimental y la modela-ci6n matematica- sigue en pie.

9) Sistematicidad. El psicoanalisis sigue siendo autosuficien-te, e. d. aislado del sistema cientifico-tecno16gico. Es un autentkuquiste en la cultura contemporanea.

En definitiva, el psicoanalisis, aunque mucho mas divertidoque la parapsicologia, es tan seudocientifico como esta.

De todas las ciendas, la mas propensa a caer en el pozo seudo-cientifico es la psicologia. El principal motivo de los faux pas deeste tipo es el apego a la mas arcaica de las conjeturas sobre lanaturaleza de la mente: que es inmaterial. El estudio de 10 fantas-mal no puede dejar de ser el mismo fantasmag6rico. Los fil6sofos,en parte responsables de la supervivencia de esa vieja creencia, tie-nen el deber de analizarla para ayudar a los psic6logos a que abor-den cientificamente el estudio de 10 mental, a saber, como un pro-ceso cerebral moldeado por la sociedad.

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7SEUDOCCT

Postu1ado: Todo producto humano es fa1sificab1e. Dato: 1a cien-cia de 1as ciencias y tecno1ogfas (CCT) es un producto humano.Conclusion: 1a CCT es falsificab1e. Llamaremos seudoCCT a todafa1sificacion de 1a CCT.

De hecho hay cada vez mas fa1sificaciones de 1a CCT: progresa-mos. Mas aun, esta falsa moneda esta desp1azando a 1a genuina. Sepodrfa esctibir un vo1uminoso tratado sobre 1a seudosocio10gfa, seu-dohistoria y seudofilosoHa de 1as ciencias y tecno10gfas. Su titulopodrfa set De tribus impostoribus, a imitacion del libro apocrifo(a veces atribuido a Federico Batbarroja) que, como 10 sabla «todoel mundo» medieval occidental, impugnaba sarcasticamente alastres religiones monote1stas. Y hasta se podrfa moralizar, diciendoque toda sociedad produce y consume 1as imposturas que se merece.Pero aquf no haremos nada de eso. Nos limitaremos a definir 1aseudoCCT, a conjeturar algunos de 10s motivos de su emergenciay popu1aridad, a ejemplificarla y a apa1earla. Dejamos a otros, maseruditos, pacientes y masoquistas, el estudio cientffico de 1aseudoCCT.

Definiremos una seudoCCT como una disciplina que pas a porestudio riguroso de 1a ciencia 0 de 1a tecno10gfa sin serlo, sea por-que no se funda sobre un conocimiento adecuado de su objetode estudio, sea porque no emp1ea el instrumental conceptual nece-

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Parte II

sario .. EI primer caso es el del sociologo, historiador 0 filosofo deuna c1encia 0 tecnologia que no se toma el trabajo de aprenderla.EI segundo es el. del especi~lista en una ciencia 0 tecnologia, que nos~ }oma el trabaJo de domlnar el oficio de sociologo, historiador 0f11osofo. En ambos casos el estudioso en cuestion es un aficionado.y en ambo~ casos su talento, si 10 tiene, podra suplir ocasional-mente a su 19norancia. Por este motivo de vez en cuando se encuen-tta una pepita de oro en una montana de seudoCCT.

Un motivo del gran volumen que ha alcanzado la seudoCCT esque ningun intelectual que se respete puede dejar de pronunciarsesobre las dos fuentes principales de novedades de la cultura contem-poranea. Otto es que, dada la centtalidad de estos dominios lasc~tedras y publicaciones de CCT se han multiplicado a mayor ~elo-Cldad que los especialistas de formacion solida. En cuanto a lapopularidad de la seudoCCT, se debe al mismo motivo por el cualson ?opular~s la seudociencia y la seudotecnologia: puesto que noreqUleren nlngun bagaje especializado, cualquiera puede en tender-l~s.. T~do esto ?e~iera ser tema de la sociologia de la seudoCCT,d1sc1phna que, Sl b1en todavia no existe, es muy necesaria.

Nos contentaremos con mencionar y examinar un punado deejemplos de seudoCCT.

estudio del conocimiento: materialist a e idealista. Elegiremos Ull

representante tipico de cada uno de ellos: Hessen (1931) y Fleck(1935) respectivamente. El estudioso sovietico Boris Hessen cobr6fama instantanea con su estudio sobre «Las rakes sociales y eco·nomic as de los 'Principia' de Newton», que causo sensacion en elCongreso de Historia de la Ciencia celebrado en Londres en 1931.Needham (1971) la llamo «verdadero manifiesto de la forma mar·xista de externalismo en la historia de la ciencia». La finalidad deHessen era comprender la obra de Newton como «producto de sutiempo». Su supuesto busico, que adoptara Louis Althusser un parde decadas despues, es que «La ciencia se desarrolla de la produc-cion, y las formas sociales que encadenan alas fuerzas productivasse convierten igualmente en cadenas de la ciencia».

La tesis de Hessen, que curiosamente se acerca bastante a laidea hegeliana del Zeitgeist, tiene los siguientes defectos. Primero,pasa por alto el hecho de que las ideas son producidas por cerebros,no por sociedades. Segundo, por este motivo no explica por que fueprecisamente Newton quien escribio los Principia: por que no hubocentenares de miles de personas, que vivieron en un medio economi-co similar, que publicaran al mismo tiempo ottos tantos libroscasi identicos al de Newton. Tercero, al no estudiar a fondo la pro-blematica ni el fondo de conocimientos que heredo Newton, Hessenno logra explicar como Newton se valio de aportes de sus predece-sores para revolucionar la matematica y la mecanica. (Que Ie indu-jo a proponer sus ecuaciones del movimiento? (Como dedujo lasleyes de Kepler? (Como se Ie ocurrieron las ideas de fluente (fun-cion) y fluxion (derivada)? (Como se explica su pasion por la teolo-gia y la alquimia? Nada de esto explica la vision utilitarista y dog-marica que tiene Hessen de la ciencia busica. En semejante persl?ec-tiva estos problemas ni siquiera se plantean: solo quedan a la v1stalas aplicaciones de los resultados de las investigaciones de Newton.Pero esas aplicaciones fueron hechas por ingenieros y navegantes,no por el propio Newton. El Newton historico queda fuera delfoco de la vision sociologista.

El libro de Fleck (1935) paso desapercibido hasta que cayo porcasualidad en manos de Thomas S. Kuhn, quien adopto sus ideasdirectrices al escribir su celebre obra La estructura de las revolu-ciones cientificas (1962), como 10 reconocio el mismo (1979). Fleckestudio la sociogenesis de un grupo de ideas medicas 0, como el lasllama, de hechos cientificos, a saber, las referentes a la sifilis des-de el siglo xv hasta 1930. Segun Fleck, la ciencia no estudia hechosobjetivos (p. ej. la sifilis), sino que los genera; y esta genesis es so-cial y, mas precisamente, obra de un «colectivo de pensamiento». EI

La sociologia del conocimiento se ocupo inicialmente de lascondiciones sociales de la formacion de las ideas en general. Actual-mente ,s~ espec~aliza en el estt;'dio de ~as c0t;n-unidades cientificas ytecno~oglcas, aS1 como de eqUlpos de lnvest1gadores y laboratoriosespec1ales. La sociologia de la ciencia y de la tecnologia es tan auten-tica 0 inautentica como sus cultores. Cuando se aborda el estudiosociologico de la ciencia 0 de la tecnologia sin ideas claras y adecua-das de una u otra, se arriesga el hacer seudosociologia de la cienciao de la .tecnologia. Un producto tipico de esta es el sociologismo (0ex~ernahsmo), 9u~ exagera la .matriz social y descuida los problemas,metodos. y obJet1vos que al11man al cientifico 0 al tecnologo. Elexternahsmo se opone al internalismo, que ignora el medio socialy por 10 tanto pas a por alto sus estimulos e inhibiciones sobre loscientificos y los tecnologos. En otro lugar (Bunge, 1983) hemosaboga?o por una sfntesis de los puntos de vista internalista y ex-ternahsta. Ahora nos ocuparemos del externalismo 0 sociologismoel mas superficial y forzado de los dos. '

Hay dos tipos extremos de sociologismo 0 externalismo en el

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«hecho cientifico» mencionado en el titulo dellibro, Genesis y des-arrollo de un hecho cientffico, es el descubrimiento de que en lossifiliticos la reacci6n de Wassermann es «positiva». Segun Fleck esteno es un hecho objetivo ni una hip6tesis bien confirmada, sino unaconstrucci6n hecha por una comunidad de investigadores en el cur-so de un largo periodo. Mas aun, es una construcci6n que no acep-tarian «colectivos de pensamiento» diferentes, tales como el astro-l6gico y el religioso. De modo que los «hechos cientificos» no seriansubjetivos ni objetivos, sino creaturas de grupos de personas unidaspor un estilo de pensamiento.

La tesis de Fleck sintetiza varias tradiciones. Una es el idealismoaleman, con su identificaci6n de hecho e idea. Otra es el sociologismode origen marxista, 0 sea, la tendencia aver todo 10 que piensa 0hace un individuo como producto de la sociedad, en lugar de sercondicionado por esta. Una tercera tradici6n es el relativismo antro-po16gico, segun el cual ni siquiera la verdad esta por encima de lasociedad. Una cuarta es la reacci6n contra el formalismo y, en par-ticular, contra los analisis y reconstrucciones de ideas cientificas de-bidos al Circulo de Viena, al que Fleck ataca vigorosamente. (AI igualque la mayor parte de los investigadores en las semiciencias, Fleckcareda de educacion matematica y creia que la precision mata alcambio.)

Vale la pena seiialar los principales errores de Fleck porque sonprecursores de la gnoseologia sociologista y antirrealista que han pues-to de moda Kuhn, Feyerabend y otros. En primer lugar, la noci6nde comunidad (0 colectivo) de pensamiento es holista (globalista):para Fleck es el «colectivo», no el individuo, quien piensa en unestilo dado. Naturalmente, esto solo es concebible en una per spec-tiva dualista y, aun asi, si se dota al «colectivo» de una mente pro-pia; es un error elemental si se admite la psicologia fisiologica.

En segundo lugar, ningun medico puede admitir la afirmaci6nde Fleck de que «la sifilis como tal no existe». A 10 sumo did, conrazon, que los que existen son enfermos de sifilis. Pero no es esto10 que quiere decir Fleck: para el la sifilis es una construcci6n men-tal. Y no s6lo la sifilis sino tambien el resto. Por ejemplo, «No haytal cosa como el mar como tal» (p. 78); «1a realidad objetiva puededescomponerse en sucesiones hist6ricas de ideas pertenecientes alcolectivo» (p. 41). Estas afirmaciones son idealistas y, mas precis a-mente, socioidealistas, pues atribuyen la existencia del mundo a co-munidades de pensadores.

Tercero, Fleck aprueba la afirmaci6n de Gumplowicz, de que «Elmayor error de la psicologia individualista es la suposici6n de que unapersona piensa [ ... ] Lo que realmente piensa dentro de una persona

no es el individuo mismo sino su comunidad social» (pp. 46-47). Estaes una fantasia idealista y holista: la sociedad no puede pensar por-que carece de cerebro; 10 que es cierto es que el conocimiento es con-dicionado por la sociedad.

Cuarto, Fleck no acepta el principio de que algunas proposicio-nes son verdaderas y otras falsas. Para el (como para Kuhn, Feyer-abend y sus ac6litos) la verdad y el error son conceptos sociologicos,no gnoseologicos 0 semanticos. Por consiguiente las teorias «no sonrechazadas por ser erroneas sino porque el pensamiento se desarro-lla» (p. 64). Fleck y los demas sociologistas nos dicen que no es queel pensamiento se desarrolle porque descubre y elimina errores, ydescubre nuevas verdades, sino al reves: la sociedad evoluciona y, alhacerlo, va de un paradigma a otro sin molestarse en averiguar silas ideas que adopta 0 rechaza son verdaderas 0 falsas. En resumen,la verdad es 10 que cree el «colectivo de pensamiento». (Esta noci6nde verdad como consenso ha sido difundida por Ziman, 1968.) Porconsiguiente, entre la ciencia y el mito no hay sino una diferenciade estilo (p. 95). He aqui la semilla del anarquismo gnoseologico deFeyerabend (1975), segun quien la magia, la alquimia y la astro-logia fueron rechazadas por la ciencia moderna sin ser refutadaspor esta.

En conclusion, a diferencia de la sociologia cientifica del conoci-miento, el sociologismo gnoseo16gico es seudocientffico porque su-ministra una imagen totalmente falsa de la investigaci6n cientifica ytecno16gica. Hace de esta, ya un mero subproducto de la economia(en el caso del sociologismo marxista), ya la obra de un misteriosoestilo de pensamiento. En ambos casos ignora el trabajo cerebral ymenosprecia el talento. En ambos casos descarta la nocion de ver-dad objetiva, independiente de influencias sociales y modas intelec-tuales. Estas imposturas se han puesto de moda entre antropologos,soci6logos e his tori adores porque les permite prescindir de la arduatare a de aprender otra ciencia 0 tecnologia antes de ponerse a estu-diarla como antrop6logos, soci6logos 0 historiadores.

3. Historicismo

El vocablo'historicismo' tiene diversos significados. Aqui 10 em-plearemos para designar la tesis de que el enfoque historico de cual-quier problema humano debe preceder y dominar a todos los demasenfoques. Por ejemplo, el historicista dira que, para aprender 10 quees una maquina, una teoria, 0 una deuda exterior, es necesario y sufi-ciente hacer la historia de las maquinas, teorias y deudas exterioresrespectivamente.

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Por supuesto que, si X tiene una historia, no 10 conoceremos ca-balmente a menos que averigiiemos su historia. Pero es evidente que,antes de averiguar la historia de X, debemos obtener algun conoci-mien to de X en su estado actual. Es claro que, a su vez, el estudiode la historia de X podra refinar y ampHar nuestro conocimiento de X,pero este nunca es totalmente historico. Tan es asi, que el biologo yel sociologo, quienes tratan esencialmente de objetos hist6ricos, pue-den avanzar bastante sin investigar a fondo el pasado de los mismos.Por ejemplo, las funciones de los principales organos del cuerpohumano se descubrieron sin ayuda de la teotia de la evolucion. (Encambio, esta ultima es esencial para expHcar los organos vestigia~esasi como algunas disfunciones.) AnaIogamente, la estructura soclalde una comunidad en un momento dado se establece sin ayuda de lahistoria. En cambio, la historia humana no puede prescindir de lasociologia.

Todo historiador de la ciencia 0 de la tecnologia debe empezar portener una idea adecuada de ambas si ha de producir algo relevante 0coherente. De 10 contrario podra confundir ciencia con tecnologia (10que sucede con demasiada frecuencia) 0 aun con seudociencia (comosucede con los contados historiadores de la psicologia que toman enserio al psicoanaHsis). En otras palabras, la historia de la ciencia yde la tecnologia suponen una pizca de epistemologia. Pera, a su vez,la historia del conocimiento debiera servirle al epistemologo de ma-teria prima a elaborar. Le sirve para sugerirle generaHzaciones, a~icomo contraejemplos a estas. Uno de los puntos flacos del neopOSl-tivismo fue su ignorancia de la historia del conocimiento: esta igno-rancia Ie permitio admitir fabulas simpHstas acerca del origen delconocimien to.

La historia del conocimiento y la epistemologia se apoyan, pues,mutuamente. Sin embargo, la mayoria de los problemas epistemologi-cos pueden resolverse sin ayuda de la historia. Por ejemplo, esta nonos ayuda a dilucidar los conceptos de verdad formal 0 factica, dedefinicion 0 de criterio, de hipotesis 0 de teoria, de medicion 0de error experimental. Esto no es de extrafiar, porque la problema-tica epistemologica es analitica y sistematica, no historica. No Ieinteresa (sino como dato) el problema «(Como emergio y se des-arrollo la teoria X 0 el metodo Y?», sino «(De que tipo es X(0 Y)?», «(A que se refiere X, 0 en que se funda Y?», «(Con queitems de conocimiento se relaciona X (0 Y)?», «(Que supuestos filo-soficos tienen X (0 Y)?», «( Que consecuencias filosoficas tendria laconfirmacion 0 refutacion de X, 0 la convaHdacion 0 rechazo de Y?»,y cuestiones parecidas. Solo el anaIisis y la construccion de teoriaspueden dar respuestas adecuadas a estas preguntas. Las funciones de

la historia en la investigac~on epistem~lo~ica son, ya heurf,sticnl'l. y"criticas. Es decit, la histona del conOClmlento puede sugeru 0 refl!-tar una hipotesis epistemologica, pero no puede formularla ni des-arrollarla.

El historicismo que aqui nos ocupa es un hibrido de epistemologfasuperficial e historia dudosa. Por es!e motivo no ha produci~o nad~de valor salvo algunas sugerencias mteresantes, pera a medlO COC1-nar, de Kuhn (1977). Dos ejemplos bien conocidos son las divaga-ciones de Kuhn (1962) y Feyerabend (1981) acerca de los cambiosde significado que acompafian a los cambios teoricos. Estas no sonsino divagaciones porque no van precedidas. ni seg~id~~ de una ~eo-ria del significado ni, por 10 tanto, del camblO de slgmflcad? (Ve~semis criticas en Bunge, 1974a, 1974b.) Otro ejemplo del mlsmo tlpOes el constituido por los trabajos de Lakatos (1978) sobre su «meto-dologia de los programas de investigacion». Caracteristicamente, nodefine este concepto clave ni los demas conceptos asociados a el, ta-les como los de contenido, confirmacion y verdad de una teoria.Mas aun, su comparacion de las revoluciones cientificas con revolu-ciones sociales implica cortes radicales que s6lo existian en su ima-ginacion. (Recuerdese nuestra critica en el capitulo 4.) ,

Pero el colmo del historicismo es Feyerabend (1975). En pnmerlugar, su manifiesto del.anarquis~o ~noseol~gico es tedioso, porq.uegira en torno a cuatro heroes: Copermco, Gahleo, Newton y Emstem,cuyos nombres se repiten ad nauseam. En segundo lugar, el nucleo dellibro es una contradiccion: por un lado la ciencia es un monstruoque esta listo para devorar al ho;nbre, per~ por el otro el. an~rquis-mo gnoseologico es la metodologla que hara florecer a la ClenCla, Entercer lugar, Feyerabend no analiza sino dos form~las fisicas (~. 62)y se las arregla para entenderlas mal a ambas. (La pnmera es la formu-la de Boltzmann que da la densidad de probabilidad de un sistemadinamico en equilibrio can su entorno. Feyerabend la confunde conel que llama 'principio de equiparticion', que: ~Hcho sea, d~ paso, noes un principia sino un teorema de lamecamca estadlStlCa. La se-gunda formula no da, pace Peyerabend, la energia de una particulacargada en un campo magnhico constante, sino la fuerza que sob.reella ejerce un campo electromagnetico cualquiera, constante 0 vana-ble. Par este motivo es ilicita la sustitucion que hace'Peyerabend dela segunda formula en la primera., ,y a f~rtiori, ~s disparatada.1a. con-clusion que extrae de esa operaclOn.) Dlme cual es tu conOClmlentode la ciencia y te dire a que huele tu ciencia de la ciencia.

En definitiva e1 historicismo en los estudios de ciencia y tecno-logia da resultad~s unilaterales en el mejor .d~ l?s casos, y seudocien-tificos en el peor, Esto sucede por la superflclahdad y estrechez de su

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enfoque y porque, con frecuencia, cae en la peor de las falacias: igno-ratio elenchi.

la demostracion de que los conceptos de mas a y fuerza son primitivllM(no definidos) en mecanica dasica elemental, 10 que permiti6 alIlCII\'a fondo la version deformada que diera Mach de dicha disciplinll(Bunge, 1966). Pero el articulo de McKinsey et al.) aceptado comodogma por Sneed, Stegmiiller y otros, adoleda de defectos cientificosgraves que no fueron corregidos por quienes se inspiraron en el.Uno de dichos defectos es que ignora el concepto de sistema de refe-rencia (que no es el mismo que el de sistema de coordenadas). Otroes que ignora las unidades (p. ej. em, g y seg)) a consecuencia de 10cual sus fOrmulas estan mal formadas (por no ser dimensionalmentehomogeneas). Truesdell (1984), la maxima autoridad contemporaneaen ffsica claska, ha sefialado defectos adicionales del trabajo de ma-rras, al que califica sin ceremonias de «guiso suppesiano».

Los trabajos de Sneed (1979) y Stegmiiller (1976) explotan laseudomecanica de McKinsey y sus alumnos y Ie agregan errores me-todologicos garrafales. En ellos exponen la «tesis estructuralista» 0

«no proposicional» acerca de las teorias cientificas, que oponen a laestandar. Segun nuestros autores una teoria cientifica no seria, comonos dicen los logicos (en particular Tarski), un conjunto de proposi-ciones cerrado respecto de la relacion de deducibilidad. Mas bien, unateoria cientifica seria un conjunto finito de formulas (el nucleo) juntocon un conjunto ilimitado (abierto) de «aplicaciones que se tiene enmira» (intended applications).

El crecimiento de una teoria cientHica consistiria en la dilataciondel conjunto de sus aplicaciones. (Siendo asino se trata de un con-junto sino de una coleccion variable, para la que no vale la teoria delos conjuntos que emplean Sneed y Stegmiiller. Pero estos, aunqueduchos en el manejo de simbolos, no han reparado en esta diferencia.)Una revolucion teorica consistiria en la sustitucion de un nucleo teo-rico por otro. Segun Sneed y Stegmiiller, esta redefinicion de «teoria»(pues no es otra cosa) armonizaria con las ideas de Kuhn (1962).Este, aunque muy lejos del formalismo que manejan Sneed y Steg-miiller, ha dado su nihil obstat) quiza por creer que de esta manerasus ideas un poco romanticas adquieren rigor y, con este, respeta-bilidad.

La tesis «estructuralista» suscita las objeciones siguientes. Prime-ra, descansa solamente sobre un estudio (defectuoso) de una sub-teoria de la mecanica dasica, a saber, la dinamica dasica de las par-ticulas puntiformes. Esta teoria es tan pobre que ni siquiera puedecaracterizar el concepto de sistema (0 marco) de referencia, propiode la mecanica de los cuerpos extensos. Segunda, la definicion «dina-mica» de «teoda» (nudeo fijo rodeado de una corte creciente de «apli-caciones») no es una alternativa a la definicion clasica, pues es com-

. Diremos de una obra que es seudoepistemol6gica si no trata de laciencia 0 de la tecnologia tal como son, 0 las trata a la luz de unafilosoffa totalmente inadecuada. Dos ejemplos ya viejos de seudo-epistemologia son la descripcion de la investigacion cientifica comopura recoleccion de datos, y la lectura de la ciencia actual a la luzde alguna filosoffa tradicional.

Nos limitaremos a examinar dos ejemplos de seudoepistemologfa.Uno. es la pretendida teoda general de la medicion (p. ej. Suppesy Zmnes, 1963). Esta es una teoria a priori (independiente de laexperiencia) que trata de magnitudes extensivas, 0 sea, tales quecumplen esta condicion: para cualquier magnitud M) la M-idad delcompuesto formado por los objetos a y b es igual a la suma de susM-idades parciales, e. d., M(a + b) = M(a) + M(b), don de '+' de-nota la operacion de sum a ffsica 0 yuxtaposicion de objetos. Estateoria no es de gran utilidad porque much as magnitudes basicas de laciencia, tales como las densidades (de masa, de carga, de pobla-cion, etc.) no son extensivas sino intensivas.

Pero el peor defecto de esta teoria es que no es 10 que dice ser:no trata de mediciones propiamente dichas, ya que estas son opera-ciones empiricas cuyo result ado depende tanto de las propiedadesparticulares que se miden como de los metodos empleados para me-dirlas. Por ejemplo, no es 10 mismo medir masas que distancias,ni medirlas mas 0 menos directamente que medirlas con ayuda deformulas. Siendo asi, a) no puede haber una teoria general de la me-dicion, y b) las teorias especiales de la medicion (p. ej. de velocidadesde crecimiento, a de productos brutos internos) dependen de leyesespeciales, asi como de metodo~ e instrumentos especiales. Algo si-milar se aplica alas decenas de teorias cuanticas generales de la me-dicion. Sin embargo, unas y otras «teorias generales de la medicion»constituyen prosperas industrias academicas que producen diplomasa granel. (Vease detalles en Bunge, 1973.)

Nuestro segundo ejemplo de seudoepistemologia es la mecanicaclasica de las partfculas debida a McKinsey et al. (1953), sobre todotal como fue modifieada por Sneed y popularizada par Stegmiiller.El primero de estos trabajos tuvo algun merito por utilizar, por pri-mera vez en las ciencias facticas, algunas tecnicas metamatematicas.Uno de los resultados obtenidos con ayuda de estas herramientas fue

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patible con esta. En efecto, mientras la primera describe el proceso dedesarrollo de una teoria, la segunda adopta la vision platonica (0 10-gica) de una teoria ya hecha. Analogia: con tar los numeros naturalesuno a uno, vs. concebir la totalidad infinita de los mismos. Tercera,no toda revision del «nucleo» (fundamento) de una teoria acarreauna revolucion cientifica. Por ejemplo, el autor de estas lineas norevoluciono la mecanica clasica de las particulas cuando sustituyo lostres axiomas de Newton por mas de dos docenas de postulados(Bunge, 1967).

Las anteriores son criticas menores; las que siguen sefialan erro-res irremediables. Primero, Sneed y Stegmiiller identifican «teoria»con «teoria abstracta» 0 no interpretada, y definen una aplicaci6nde una teoria como un modelo en el sentido que este ultimo vocablotiene en la teoria de modelos (parte de la lOgica). Por este motivo ha-cen uso de la teoria de modelos. Pero esta es una equivocacion. Losfundamentos (0 nucleos) de una teoria cientifica factica, tal como lamecanica, no son un conjunto de formulas abstractas del ;ipo de«Para todo x y todo y, si x = y, entonces y = x». Esas formulasestan interpretadas tanto dentro de la matematica como. en terminosde objetos fisicos (0 biolOgicos 0 sociales) y sus propledades. Porejemplo, las variables x y t que figuran en la dinamica elemental sonnumeros reales arbitrarios (interpretacion matematica) que se <deem>como valores de la posicion y del tiempo respectivamente (interpreta-cion fisica). .

Nuestros autores han confundido la nocion de modelo que seusa en las ciencias facticas y en las tecnologias con la nocion logicade modelo: la primera designa una teoria especial que describe unacosa concreta mientras que la segunda designa un ejemplo de una teo-ria abstracta ~al como el algebra de Boole. La teoria del pendulo sim-ple es un caso particular 0 ejemplo de la mecanica elemental; perono es un modelo de esta en el sentido logico, ya que la mecanica ele-mental no es una teoria abstracta. Vease criticas adicionales en Bun-ge (1978, 1983) y sobre todo en Truesdell (~984), quien destruyedefinitivamente la filosofia de la seudomecamca engendrada y pro-palada por Sneed y Stegmiiller. Quien pase por alto las criticas devas-tadoras de Truesdell dara muestra de ignorancia y dogmatismo. Mere-cera que se Ie llame cultor de la seudoCCT.

numero y volumen de las sociedades dedicadas a promover 108 mis-mos estudios han corrido parejas. Este crecimiento es en parte pa-tologico, porque hay mucha seudoCCT junto con la CCT genuina.

En la mayoria de los casos no se trata de imposturas deliberadas,como las que cometen quienes venden motores de movimiento conti-nuo 0 tonicos para hacer crecer el cabello. La mayoria de los quehacen seudoCCT obran de buena fe. Pero no por ello dejan de hacerdafio a la cultura, al formar jovenes a su imagen y semejanza, y al des-acreditar la CCT a los ojos de cientificos y tecnologos.

El estudioso responsable de las ciencias 0 tecnologias debiera cri-ticar la seudoCCT para evitar que se popularice a expensas del pro-ducto genuino, mucho mas caro. Sin embargo, tanto en este terrenocomo en ciencia y tecnologia, la critica no debiera acaparar todo eltiempo del estudioso. Lo mas importante es concebir nuevas ideas,que nos permitan comprender mejor la ciencia y la tecnologia.

5. Conclusion

El volumen de la literatura referente alas ciencias y tecnologiasha venido creciendo exponencialmente desde fines del siglo XIX. El

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Truesdell, Clifford (1984): An Idiot's Fugitive Essays on Science. NewYork: Springer.

Ziman, John (1968): Public Knowledge. Cambridge: Cambridge UniversityPress.

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ECONOMIA ESCOLASTICA

Entiendo por economia escolastica la investigaci6n, planeamientoy ensenanza econ6micas ejercidas dentro de una escuela de pens a-miento y sin tener en cuenta la realidad econ6mica. El economist aescolastico jura por principios y autores, comenta y critica, exponey aplica, y sobre todo defiende y ataca, pero no crea ideas nuevas y,mas aun, se opone a toda innovaci6n. Es un cruzado de la fe, no uninvestigador.

Las teorfas econ6micas que ensenan casi todas las universidades,as! como las poHticas econ6micas que elaboran muchos gobiernos, sonescolasticas. Por cierto hay diferencias entre las escuelas econ6micas,as! como las hay entre las escuelas teo16gicas y filos6ficas. Pero to-das ellas comparten un rasgo metodo16gico: su desden por la inves-tigaci6n empfrica objetiva. Tambien comparten un rasgo moral: sudesden por las consecuencias sociales negativas que puedan tener laspoHticas y los planes econ6micos.

El monetarismo es un ejemplo patente de economfa escolastica:es una vieja doctrina (expuesta ya por Hume), embellecida con ayudade herramientas matematicas, pero carente de soporte empfrico. Elque haya gobiernos que la aplican se explica simplemente porquefavorece a los banqueros en detrimento del resto de la poblaci6n,y porque mucha gente cree el mito de que la poHtica monetarista

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es la unica cura de la inflaci6n. La incompatibilidad del monetarismocon los hechos ha sido sefialada varias veces, p. ej. por los profe-sores Modigliani (MIT), Hahn (Cambridge), Hendry y Ericsson(Oxford) y Brown (National Institute of Economic and Social Re-search, G. B.).

Modigliani (1977) mostr6, estadisticas en mano, que la econo-mia norte american a de posguerra entraba en crisis cada vez que laautoridad monetaria limitaba la cantidad de dinero y el credito sehada diHcil, y prosperaba cuando funcionaba la maquina de imprimird6lares 0 bajaba el tipo de interes bancario. Hahn (1981) describi6un modelo en que hay inflaci6n aun cuando se mantenga constantela cantidad de dinero. Y, en dos estudios sensacionales encomendadospor el Banco de Inglaterra, Brown (1983), por un lado, y Hendryy Ericsson (1983), por otro, demosttaron algo peor: que MiltonFriedman, el adalid del monetarismo, a) manipu16 ciertas estadisticasreferentes al Reino Unido en el periodo 1867-1975, y, aun asi, b) sus«conc1usiones» no se siguen de sus datos adobados. La bancarrotadel monetarismo no es solo teorica y practica, sino tambien moral.

Otro ejemplo de economia escolastica es la marxista. Los celebresttabajos de Morishima (p. ej. 1973) son el mejor ejemplo de esco-lastica marxista, ya que consisten en una cuidadosa formulaci6n ma-tematica de las ideas econ6micas de Marx, que ya no se adecuan a larealidad econ6mica de nuestro tiempo, constituida por economiascontroladas, mixtas y socialistas. En efecto, el capitalismo que estu-diaron Marx y Engels murio con su siglo; y dichos estudios no pu-dieron iluminar la economia socialista, la que, dicho sea de paso,parece seguir esperando a su te6rico. Puede decirse otto tanto acercade los trabajos de Samuelson (1971) sobre la economia marxista: sonejercicios academicos de utilidad solo para la historia de la eco-nomia.

En mi librito sobre economia y filosoHa (1982) me permiti cri-ticar esta escolastica, a la vez que indagar el stat liS metodologico dealgunas ideas economicas. Mi estudio fue prologado por Raul Pre-bisch, padre de la CEPAL y especialista en capitalismo periferico,asi como en planeamiento economico-social. Con un par de excep-ciones, los economistas 10 recibieron con caridad y, algunos, hasta 10elogiaron. (Vease Barcel6, 1982; Casilda Bejar, 1982, y Fernandez-Pol, 1983.) El profesor Garda-Bermejo (1983) no es de estos. Sucritic a es totalmente destructiva. No solo no ha encontrado nada queaprender en mi librito, sino que no ofrece alternativas. Su critica esuna muestra tipica de la escolastica econ6mica, y ejemplifica la reac-ci6n de defensa territorial. Examinemosla brevemente.

Mi librito comienza por tratar de averiguar de que trata la eco-nomia, es decir, de determinar cuales son sus referentes. Los econo-

. mistas nos dan respuestas divergentes: hogares y firmas, recursosy mercados, etc. Y no justifican estas respuestas porque carecen deuna teoria semantica de la referencia. Incumbe entonces al fil6sofoencarar este problema.

Garda-Bermejo no 10 entiende asi: «Se puede ver en esto [la inde-terminacion del objeto de la economia] un problema. Yo no 10 ve-ria» (p. 162). Sin embargo, a continuacion reconoce dcitamente quees un problema, pues afirma: «Enfocaria mas bien el tema desde el~ngulo sneediano [ ... ] porque creo que es el que responde a la rea-hdad» (loc. cit.). Primero la contradicci6n, en seguida la afirmacionex cathedra de que Sneed (1979), quien carece de teoria de la refe-rencia, puede resolver el problema de los referentes de la economia.Y a continuaci6n, la tesis de que la teoria de Sneed es la adecuadapese a que los Hsicos no vemos en ella sino un ejercicio academico si~relacion alguna con la practica cientifica (Bunge, 1978, 1983a, 1983b;Truesdell, 1984).

«Nadie que yo sepa mantiene que la microeconomia trata exc1u-sivamente de individuos. Ni siquiera que los individuos sean su ob-jeto central» (p. 162). Sin embargo, la teoria de la conduct a delconsumidor, citada por el propio Garda-Bermejo, se refiere a indi-viduos. Lo mismo vale para la teoria de las expectativas racionalesque esta de moda. Y toda la economia neoc1asica, aunque ostensi~blemente se refiere a firmas y mercados, tiene supuestos psicologicosmas 0 menos tacitos, de modo que tambien se refiere a individuos.Al fin y al cabo, solo individuos pueden proponerse maximizar suutilidad esperada, como 10 postula la economia neoc1asica.

El que la mayoria de los economistas se resista a aceptar la re-ducci6n de, la economia a la psicologia -como 10 sefiala acertada-mente Garda-Bermejo- s6lo sugiere que no han analizado a fondosus propias teorias. En todo caso, hay influyentes economistas(? ej: Von Hayek) y filosofos (p. ej. Popper) que son fervientes par-tldanos de 10 que suele llamarse «individualismo metodologico» enlas ciencias sociales. La tesis central dellibro de Rosenberg (1976)es que los enunciados generales de la economia «se refieren a 10 queparecen referirse: individuos». De modo que yo no estaba embistien-do molinos de viento. Ni me limitaba a criticar a los individualistas:intentaba probar que las teorias econ6micas se refieren a sistemaseconomicos, tales como firmas, mercados, y economias regionales.

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Garda-Bermejo no nos dice a que se refieren. Supongo que habraque esperar a que examine el asunto «desde el angulo sneediano».

En mi librito me quejo de la oscuridad de algunas nociones basi-cas de la economfa, tales como las de dinero y valor. Garda-Berme-jo (p. 164) sostiene que no hay tal oscuridad. Afirma que el dineroes transparente y medible, y que el Banco de Espana 10 mide perio-dicamente sin dificultad. Supongo que 10 que mide es la cantidadde circulante (MI), no el dinero en forma de tarjetas de credito yotros instrumentos de credito (1L), menos aun el dinero incorporadoen bienes de capital, muy diffcil de estimar. (Ejemplo: la maquinacan que escribo estas lfneas, aunque goza de perfecta salud, novale sino un dolar segun la autoridad impositiva. Yo me hago la Hu-sion de que podrfa canjearla par 500 dolares.)

Garda-Bermejo no ve problemas en la nocion de dinero, aunqueno nos dice como definirlo. Tampoco nos dice que hay casi tantas «de-finiciones» de esa nocion como economistas, desde el famoso «lubri-cante que engrasa las ruedas del comercio» (Smith) hasta la afirma-cion de Tobin (premia Nobel de economia) de que el dinero «escomo ellenguaje». No hay ni habra definicion adecuada de «dinero»mientras no se disponga de una teorza satisfactoria que contenga esteconcepto. Ahora bien, la mas perfecta de las teorfas neoclasicas, la deArrow y Debreu, no hace lugar al dinero porque este no es una mer-canda y, por 10 tanto, carece de valor intrfnseco (Hahn, 1981). Esclaro que el dinero tiene valor de cambio: una peseta vale una peseta.Pero esta constatacion trivial no dilucida el concepto.

En cuanto al concepto de valor, Garda-Bermejo nos informa que«es una nocion desaparecida de la tradicion neoclasica desde la revo-lucion marginalista» (p. 165). Pera pocos renglones mas abajo hall a«sorprendente» mi afirmacion de que cuanto pueda decirse acercadel valor (de cambio) puede decirse acerca del precio. En to do caso,la tradicion neoclasica no es la unica: estan tambien la keynesiana y lamarxista. Keynes, 10 admiten incluso sus disdpulos, manejo unanocion oscura de valor y el propio Garda-Bermejo senala que Mo-rishima se ocupa del «contenido empirico de la nocion marxista devalor-trabajo» (dudosa traduccion de la expresion inglesa labor theoryof value). Pero omite informarnos que el propio Morishima criticaesta teorfa, llegando a afirmar que «no podemos aceptar a Marx amenos que estemos dispuestos a abandonar la teorfa del valor en ter-minos de trabajo» (Morishima, 1973, p. 8). Tambien omite Garda-

Bermejo el informarnos que el propio Marx hace poco uso de la no-cion de valor en el tercer tomo de EI capital.

En mi librito critique de pasada la practica de no pocos econo-mistas de omitir especificar las unidades en que calculan a miden susvariables. Por ejemplo, a menudo no nos dicen si miden el trabajoen horas, en cantidad de producto, a de pesetas. (Tampoco suelendecirnos claramente que entienden por «trabajo».) Que es como siun fisico mencionase valores de distancias sin especificar que se tra-ta de micrones 0 de kilometros. Garda-Bermejo comenta: «10 de lasunidades apropiadas no alcanzo a ver a que puede referirse» (p.166).Los comentarios huelgan.

Mi crftico defiende el usa de la funcion 0 curva de utilidad(p. 166), a valor subjetivo, que critico en mi librito. Los estudiosexperiment ales de Kahneman y Tversky (1979) muestran que, aun-que la gente tiene preferencias (no siempre transitivas), carece defunciones de utilidad definidas a la manera en que 10 hace la teorfade la decision. Cualquiera que repase las paginas de la revista Theoryand Decision convendra en que esta teorfa esta en crisis, de modoque cualquier teorfa economica que se funde sabre ella comparte talcrisis. (Vease detalles en Bunge, 1985, Part 2, Cap. 5.) Pera, por 10visto, esta noticia no ha llegado alas escuelas. 0, si ha llegado a ellas,no ha hecho mella en el dogma.

Garda-Bermejo senala, con razon, que el termino ley es «de muyescasa circulacion» en la literatura economica (p. 167). De aquf con-cluye, sin razon, que no estoy justificado en mi empefio por identi-ficar leyes economicas. Digo que sin razon porque bien podrfa sucederque el economista, como monsieur Jourdain, hablase prosa sin sa-berlo. Al filosofo de la economfa debiera importarle saber si loseconomistas tratan de hecho ciertas generalizaciones como leyes, asea, como hipotesis bien formuladas, pertenecientes a teorfas, y con-firmadas satisfactoriamente. En mi librito mencione dos ejemplos deley economica: la ley de los rendimientos decrecientes, y la funcion (deproduccion) de Cobb-Douglas, utilizadas tanto par economistas «bur-gueses» como por economistas marxistas. Garda-Bermejo afirma sinmas que ninguna de las generalizaciones anteriores es una ley, y dicta-mina que la segunda es «una espedficacion estandarizada conveniente».Especificacion <de que? Y conveniente <para que? No nos 10 dice.

En todo caso, si fuese cierto que la economfa no contiene niusa leyes, entonces no podrfa aspirar al rango de ciencia, ya que,

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par definicion, toda ciencia se propane descubrir a utilizar leyes.Pareceria que, a confesion de parte, relevo de pruebas. Pera estovale solo en los tribunales inquisitoriales y totalitarios. De hecho, loseconomistas teoricos creadores (no escolasticos) buscan leyes, y a ve-ces hasta las encuentran. Par ejemplo, en el tercer tomo de El capitalMarx propuso el siguiente candidato a ley: «El precio [no el valor]de una mercanda es tanto menor, cuanto mas intenso es el trabajoinvertido en producirla.» (Esto explicaria el bajo precio de los pro-ductos de exportacion del Tercer Mundo.) Otro ejemplo: cuandoplanean la instalacion de una nueva planta industrial a de explotaci6nagropecuaria, los economistas suelen hacer usa de la ley segun la cualla razon del capital al producto es aproximadamente constante e iguala 3. Los. macroeconomistas hacen usa explicito de esta regularidadal predeClr que un aumento (0 disminucion) de la inversion del 3par 100 anual produce un aumento (0 disminucion) del 1 par 100en la renta nacional. En resumen, los economistas hacen uso de leyesaun cuando no las llamen tales.

Tampoco Ie parece adecuado a Garda-Bermejo definir una teoriacomo un sistema hipotetico-deductivo: esta «imagen» no se adecuariaalas teorias e~onomicas (p. 168). Pero acontece que son los logicos,no los econom1stas, quienes son competentes para definir el concepto(meta)logico de teoria, p. ej. como conjunto de proposiciones ce-rrado respecto de la relacion de deductibilidad. Garda-Bermejo nosinforma de su conviccion personal: «hoy por hoy, ningun esquemase acoplaria mejor alas teorias economicas que el formalismo es-tructuralista en su version (de Sneed y Stegmiiller) de las redeste6ricas» (p. 168). Aqui debo limitarme a mencionar mis propiascriticas, citadas mas arriba (Bunge, 1978, 1983a, 1983b), asi comolas de Truesdell (1984), el maximo especialista en fisica clasica.

En cuanto a los «esquemas y nociones mas flexibles como losde Kuhn y Lakatos» (p. 168), basta decir que Kuhn jamas propusoteorza alguna acerca de teorias, y que Lakatos dio por sentada ladefinicion (logica) habitual de teoria, y enfoc6 su atenci6n en la no-ci6n de sucesi6n de teorias, aunque no se molesto por definirla.(Vease Bunge, 1983b, para una elucidacion de ese concepto.) Masaun, Lakatos era enemigo del formalismo, y se hubiera indignadocontra Garda-Bermejo, quien 10 ubica en el campo del «formalismoestructuralista» de Sneed y Stegmiiller. (Recuerdo que Lakatos seenoj6 cuando se enter6 de que yo habia fundado la Society for ExactPhilosophy.) .

Una de mis criticas al monetarismo de Friedman es que su «ar-maz6n (framework) te6rica para el analisis monetario» (1970) con-tiene ciertas relaciones funcionales no definidas, a sea, esquemas del

tipo «La variable Y es una ~unci6n de la. variable x». Al n~ espe-cificarse la funcion, no se d1ce nada preClSO y, par este motIvo, el«armaz6n» (no teoria) no se expone a ningun dato empirico adverso.Friedman, que sabe 10 que es una teoria propiamente di~ha, l~ lla?;a«armazon te6rica». Yo sostengo que es un program a de mvest1gaclOny que Friedman 10 usa como un pagare. (Garda-Bermejo traduce'promissory note' por'nota promisoria', no par 'pagare'. Cada ~s-cuela con su jerga.) Mi critico opina que esa es «la presentaClonusual de los modelos y teorias en economia» (p . .169). Si estuvieseen 10 cierto los economistas jamas hubieran propuesto teoria alguna.Pero no es' cierto: la mayoria de los economistas se animan a hacerafirmaciones precisas, aun cuando carezcan de fundamento empirico.Y es par esto que los criticos pueden darse el lujo de afirmar q~eaquellos rara vez aciertan en sus predicciones. El formula.r pred1c-ciones imprecisas al punta de ser inverificables es truco g1tano, nohabito de los economistas.

Finalmente, mi critico rechaza mi afirmaci6n de que la economia,en particular la econometria, descubre ten~encias. (Que sO,nlas lineasde regresion que descubren los economettlstas y los estad1grafos eco-nomicos? Tambien rechaza Garda-Bermejo mi afirmaci6n de que loseconomist as extrapolan dichas lineas. Sin embargo, no es otra cosala prediccion a corto plaza (tres 0 seis meses) sobre la base ;Ie mo-delos econometricos. En particular, los modelos de econom1as glo-bales como el de la Wharton School, referente a la economia norte-americana no son sino conjuntos de lineas tendenciales que sirvende base p~ra predicciones a corto plaza. Es claro que las variacioneslocales son importantes, sobre todo para estimar los efectos de me-didas estatales de control 0 descontrol. Pera, par definici6n, 10 quemas import a es la tendencia central. Par ejemplo, uno de los elemen-tos de prueba de la acusaci6n de que los paises centrales explotandescaradamente al Tercer Mundo, es la tendencia general decreciente(por debajo de fluctuaciones ocasionales) de los prec.i?s de todas,lasmercandas que exporta el Tercer Mundo con excepClOn del petroleo(Castro, 1983).

A Garda-Bermejo Ie parece mal que yo acepte la distinci6n clasicaentre economia positiva (0 descriptiva) y normativa (0 pres~ript~,:a~,pero no ofrece una alternativa. Tampoco l~ hace ~ella. m1 analis1sde las diferencias entre una y otra, en part1cular m1 tes1S de que, adiferencia de la economia positiva, la normativa contiene juicios de

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valor sodal, por 10 cual esta ligada a la ideologfa. Afortunadamente,a otros economistas, en particular a lord Keynes y sus disdpulos,no se les ha pas ado por alto tal componente axio16gico (y etico) dela economfa normativa.

Tambien critica Garda-Bermejo mi afirmad6n de que hay polf-ticas econ6micas que prescriben que el gobierno se cruce de brazos:«Es dudoso que nadie sea liberal en ese sentido» (p. 170). Dejo pasarel gazapo 'nadie' (por 'alguien') y me limito a recordar que aun haypartidarios influyentes del laissez faire. Uno de los mas conoddoses von Hayek, galardonado con el premio Nobel, a quien han escu-chado atentamente los asesores econ6micos de Ronald Reagan, Mar-garet Thatcher y Augusto Pinochet. (Dicho sea de paso, la ultimahazafia de von Hayek fue su dec1arad6n, en Santiago de Chile, deque, puesto que la democrada «ha dejado de ser salvaguardia de lahbertad personal», es predso «recurrir a algun tipo de regimen dic-tatorial». Vease Prebisch, 1981.)

Finalmente, a mi crftico Ie parece «sorprendente» el que yo hayacalificado al monetarismo de Friedman (a diferenda del de von Ha-yek) de intervendonista. Pero 10 es, puesto que Friedman recomiendaun riguroso control central de los tipos de interes bancario, asf comola destrucd6n del estado benefactor para redudr el defidt fiscal.~No es esto intervencionismo? ~No interviene descaradamente elFondo Monetario Internadonal en la polftica sodal de los gobiernosdel Tercer Mundo cuando les exige que recorten los servidos sodales,y en cambio no les dice que reduzcan drasticamente sus gastos mili-tares? ~No merece el FMI, celoso aplicador del monetarismo, el so-brenombre "Furia Masiva Instantanea'?

En mi librito critique no s6lo algunos de los postulados explfdtosde la economfa neoc1asica, sino tambien los tadtos, 0 presupuestos,tal como la tesis de que todos los humanos somos insadables y com-petitivos. Segun mi crftico, este procedimiento «es viejo y de escasorendimiento» (p. 172). Sin embargo, este es un procedimiento dpicode quienes se dedican a excavar los fundamentos de las teorfas mate-maticas 0 facticas: empiezan por rastrear los supuestos tadtos y so-meterlos a analisis crftico. Sucede a menudo que es predsamente alHdonde esta enterrado el perro, como se dice en aleman.

Que yo sepa, esta tarea fundadonal no ha sido emprendida siste-maticamente en economfa. Tal vez esto explique la estupefacd6n demi crftico, enemigo de novedades. En todo caso, el examen de los

fundamentos tacitos de la economfa puede dar resultados tan impor-tantes y sorprendentes como los que dio el analisis de los fundamen-tos de la matematica de la Hsica. Alguien tendra que poner manoscompetentes a la obra diHdl. Yo me he limitado a bocetarla a bro-chazos.

En mi librito liste diez supuestos tadtos de la economfa neoc1a-sica, pero no demostre rigurosamente que todos ellos son comparti-dos por todas las teorfas neoc1asicas. Esta faena queda por hacer eimplica una rigurosa axiomatizad6n de cada .una de dichas ;:eorfas, ~nparticular la de Arrow y Debreu. Es poslble q.?~ Gawa-BermeJ,oaderte al afirmar que algunos de los supuestos tacltos que yo hablasefialado sean exc1usivos solamente de algunas teorfas. El, como eco-nomista, esta mejor capadtado que yo para averiguarlo. Esperemosque 10 averigiie.

Ademas de rastrear los supuestos tadtos y expHdtos de una teo-rfa, es predso ponerlos a la prueba empfrica. Consid~rese el prindpi?,de «radonalidad», seglin el cual todos los humanos mtent~l:?0s maXl-mizar nuestra utilidad esperada (aun a costillas de las utlhdades delos demas). Garda-Bermejo sostiene que la validez empfrica de esteprindpio «no es un tema a resolver por un experimento de psic6-logos», y esto porque el prindpio aparece en los manuales de .ec~n?-mfa, node psicologfa. Pero da la casualidad de que es u~ P~1~C1PlOpsico16gico, ya que se refiere a decisiones tomadas p~r mdlvlduos,y esto aparte de que los psic6logos 10 hayan desacredltado.

Durante dos siglos se crey6 que todos somos egofstas, hasta quelos et6logos, sociobi6logos y psic6logos descubrieron que el altrufsmoes rentable. Durante dos siglos se dio por sentado que cada ser hu-mana po see una fund6n 0 curva de utilidad caracterfstica .. Pero lostrabajos empfricos dtl Kahneman y Tversky (1979),. pubhca?os ,enuna revista de economfa, muestran que esto no es Clerto. Mas aun,en mi librito mendone trabajos empfricos que muestran que los ad-ministradores de empresas no siempre intentan maximizar las ganan-das, y no por ello son irradonales. Agrego ahora los de~oledorestrabajos del conoddo economista matemati~o frances ~.l~~ls (1979).En resumen, puede conc1uirse que la teorta de 1a declslon esta enquiebra, tanto como teorfa descriptiva (psico16gic.a) ~uanto comoteorfa prescriptiva (en economfa normativa y en ClenClas de la ad-ministrad6n). .

Mi crftico sostiene que «Nadie, que yo sepa, ha mantemdo queun sistema de mercado libre este siempre en equilibrio» (p. 175).En mi profunda ignoranda, yo creta que casi todos los micr?econo-mist as (y los macroeconomistas de la escuela austrfaca) segulan cre-yendo en la famosa «mano invisible» de Adam Smith: que, en cuanto

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Parte II

aumentan los prec~os, baja la demanda, 10 que a su vez causa un des-censo de los .preclOs, de modo que la oferta iguala a la demanda.(Esta regulaC10npor retroalimentacion negativa es el «milagro delm~rcado», al que gusta referirse el presidente Reagan.) Mas aunqUIenes leemos los periodicos nos hemos enterado de que el premi~Nobel de economia fue ganado por Debreu en 1983 por haber demos-g~~o que en un mercado perfectamente competitivo es posible el equi-11tlO general (0 sea,.en el cualla ~ferta iguala a la demanda en todosos «mercados», p. eJ. los de trabaJo y dinero).

Una de n:is objeciones a. l~ econ?mia neocIasica es que no haytal m~rcado li?re (c?mpet~ncla lrtesttlcta), en particular libre de mo-nopohos y oh~opolios,. aSl como de presiones laborales y controlese~tatales. GarcIa-BermeJo responde que «La critica solo haria blancoSl la ec~nomia ~eoc1asica fuese incapaz de analizar mercados regu-la~os 0 tntervemdos por suponer que todos fuesen libres. Ya en lasptlme~as semanas de un curso introductorio se ensefia a los alumnosa a~ahzar los efectos .d~ regulaciones de precio y del establecimientode Impuestos y SUbSldlOSen mercados competitivos» (p. 176). Demodo ,:!ue,por un lado, el estudiante aprende la teoria de los mer-cados hbres, y ~or el ot~o aprende the facts of life, pero en ningunmomento se Ie ~hceque estos conttadicen la hipotesis basica de la pri-mera.. Me consldero afortunado por no haber asistido ni siquiera alas pl?l?eras semanas de un curso introductorio de microeconomianeoc1asl~a: seguramente me salve de un riguroso lavado de cerebroque hublera embotado mi facultad critica.

Garda-Bermejo nos ofrece a continuacion una interpretacion sin-gu!ar de Keynes.: «L~ fuerza de la revolucion keynesiana radico ens~n~lar no la eXlstencla de desequilibrio sino la posibilidad de equi-hbrl? con d:se~pleo» (p; 176). En mi bendita ignorancia de la eco-nomla e.scolastlca yo crela que la Gran Depresion consistio en unpr~nunclado desequilibrio general, en particular del mercado de tra-baJo (en que la oferta de mano de obra supero enormemente a sudemanda) ..~n .esa epoca se r~~urrio a diversas medidas para restau-rar el eqUIlibtlo: a) destrucclOn masiva de alimentos y otras mer-candas (al lJ?-ismo.t~:mpo que m~llones de seres humanos pasaban~ambre); b) Im~~slclon de regulaclones que impidiesen la quiebra def1::~as; c) creaClOnde empleo~ ~ ~~nudo improductivos pero quea~lvlaban.un tanto el paro; d) ImltaclOn de algunas medidas de segu-tl.dad SOCl~ya adoptadas anteriormente en otros paises (p. ej. Alema-ma, AustrIa! Escandinavia y Uruguay); y e) en el caso de Alemaniapuesta en pIe de una monstruosa industria de armamentos. Debemo~so~pechar qu~ Garda-Bermejo tiene una nocion confusa de equili-brIo. Desgracladamente no esta solo: como dice Thurow (1983, p. 14),

del MIT, «por cierto que la profesion economica sabe muy poco sidos economistas pueden mirar la misma cosa y uno de ellos la llama<equilibrio' y el otto <desequilibrio'».

La Ultima eritica importante que formula Garda-Bermejo es queno son las funciones de demanda las que se emplean para calcularprecios, sino que «los precios se emplean para calcular las funcionesde demanda». En primer lugar, para encontrar las funciones de de-manda (como las de oferta) se necesita tanto precios como cantidadesde mercandas. En segundo lugar, Garda-Bermejo me cita fuera decontexto: 10 que yo digo es que a) las curvas de demanda y de ofertase utilizan en las manuales de economia para calcular los precios deequilibria (ni escasez ni excedente), y b) los empresarios (sobre todolos oligopolistas) no usan ese procedimiento academico. Lo que estoshacen en la pr:ktica es agregar un porcentaje fijo al costa estimado,a veces sin tomar en cuenta la demanda. Esto 10muestran no solo lasinvestigaciones empiricas que cito en mi librito, sino tambien losjuicios emprendidos por el gobierno de los Estados Unidos, al am-paro de la ley antitrust, contra ciertas empresas oligopolistas (p. ej. enlas industrias del petroleo y del automovil) que se ponian de acuerdopara fijar los precios con prescindencia de la demanda real.

Garda-Bermejo ha criticado vehementemente mi analisis de la eco-nomia, adoptando el punto de vista de los trianuales al uso. No hautilizado las herramientas metodo16gicas (p. ej. analisis semantico yrastreo de presupuestos) que yo he empleado en mi librito. Por elcontrario, sus contadas observaciones de tipo metodologico han sidopronunciamientos ex cathedra. Lo que es mas grave aun, Garda-Bermejo no se ha hecho eco de las feroces criticas formuladas a laeconomia escolastica por economistas de primera linea tan disparescomo Keynes, Kaldor, Phelps Brown, Perroux, Allais, Robinson,Hahn, Galbraith, Myrdal, 0 Leontief.

Leontief, premio Nobel de economia, escribia recientemente(1982) que la economia academica, en particular la que se cultiva enla prestigiosa American Economic Review, adolece de los siguientesdefectos capitales. Primero, no se dedica a buscar hechos por sucuenta, sino que descansa casi exc1usivamente sobre estadisticas gu-bernamentales, las que son compiladas con fines administrativos 0empresariales, no cientificos. Segundo, efectua agregaciones exce-sivas. Tercero, construye modelos matematicos basados sobre hipote-sis mas 0 menos plausibles pero totalmente arbitrarias que implican

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«conclusiones teoricas enunciadas con preCIsIon pero irre1evantes».Contrastese esta actitud critica con la actitud complaciente de micritico, prekeynesiano en economia y precarnapiano en metodologia.

Par supuesto, mis criticas no son mas que tales. Acaso abran al-gunos ojos, pero no ofrecen alternativas alas teorias econ6micas encrisis. Con todo, para salir de una crisis es menester empezar porreconocer que existe. Tambien concuerdo en que las alternativas de-beran ser propuestas por economistas, no por fi1osofos. Lo digo en milibrito, que termina retando alas economistas a que construyan unaciencia economica propiamente dicha (pp. 106-108). Pera, para queesto ocurra, los economistas deberan abandonar la actitud escoIastica:deberan estudiar la realidad en lugar de e1udirla, deberan hacer a unlado los manuales de las escue1as en lugar de defenderlos, y deberanaprender a manejar un puiiado de herramientas metodologicas que lesimpida recaer en la escolastica.

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IDEOLOGIA

No hay cultura sin ideologias. Algunas son totales, 0 sea, versansobre todo 10 pensable, mientras otras son parciales, p. ej. se limitanal orden social. Casi todas son incompatibles con la ciencia. Algunasobstaculizan el avance cultural y polltico, al par que otras 10 pro-mueven. Pero tambien las hay mixtas, e. d. mezclas de dogmas anti-cuados con visiones progresistas. Habitualmerite, en toda sociedaddomina una ideologia 0 sistema de ideologias, sea por haber sidoadoptado por la mayoda, sea por haber sido consagrado por elestado.

i No hay quien pueda negar la influencia de las ideologias en lavida cultural y polltica de toda comunidad. Pero, desde luego, no

Ihay consenso ideologico, y ni siquiera hay acuerdo en la definici6ndel concepto de ideologia. Empecemos, pues, por dilucidar este con-cepto. Mas adelante distinguiremos diversos tipos de ideologia, y final-mente ensayaremos ubicarlas en la geograHa intelectual de nuestrotiempo.

Asi como, desde el punto de vista gnoseologico, la esenda de laciencia es la investigacion, la de l~ogia es J3 creencia. En efec-

125

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to, una ideologia _p-1l~d.!:__d~fi1).it§~.£QillQ .. !!ILJ:i,r{(;'m-qt!.e ..cxgencias I enparticul.arjuicio-s de valor y declarado1J,es..de.JJ..hjeiivoL

Mas precisamente, caracterizaremos una ideologia como una en-decatupla

3. Tres tipos de ideologia

Distinguiremos tres tipos de ideologia:.JQ!.;ll,.xdigiosa.¥ ..1?9l;!.QtQ!k_tiC!!. Una ideologia total (q.glokl1l1puede analizarse como una ende-

'-;~'i:upla ..'

C = La comunidad de creyentes (en particular militantes) en I.S = La sociedad que tolera a C, y que los miembros de C se

proponen modificar en alglin respecto.D = El dominio de objetos, reales 0 imaginarios, que estudian,

veneran 0 manejan los miembros de C en tanto creyentesen I

G = La cosmovision 0 filosoHa adoptada por los miembros deC.

F = El fondo formal admitido por I.E = El fondo de conocimientos facticos 0 empiricos que los

miembros de C dan por sabidoslP = La problematica 0 coleccion de problemas, conceptuales 0

empiricos, que enfrentan los miembros de C.A = El fondo de conocimientos (genuinos 0 ilusorios) que com-

parten los miembros de C, e.d. el sistema de creencias ca·racteristicos de 1.

V = El sistema de valores que com parten los miembros de C.o = Los objetivos de los miembros de C, P, ej., la vida eterna

o la reconstruccion de la sociedad S.M = Los metodos que adoptan los miembros de C para lograr

sus objetivos O.

donde listaremos explicitamente solo las coordenadas clave:

D = La totalidad de objetos reales 0 imaginarios a que se hacereferencia.

G = Una cosmovision global que abarca la naturaleza y la socie-dad, y posiblemente tambien 10 sobrenatural.

P = Una coleccion de problemas, cognoscitivos y pr~kticos, queocupan a miembros de C.

V = Una co1eccion de juicios de valor acerca de objetos natura-les y sociales, y posib1emente tambien supernatura1es.

o = Una coleccion de objetivos cognoscitivos, mora1es y prac-ticos.

En el capitulo siguiente examinaremos en detalle 10s parecidossuperficia1es y las diferencias profundas entre 1aideologia, por unaparte, y la ciencia y 1a tecno10gia por 1a otra. Por el momenta sena-lemos el parecido mas obvio: que 1as comunidades invo1ucradas sonsistemas cohesivos; y la diferencia mas evidente: que, mientras unaideo10gia es ante todo un sistema de creencias, 1a ciencia y la tecno-logia son ante todo campos de investigacion: de descubrimiento, in-vencion y ensayo.

E1 tomismo y el marxismo son dos casos patentes de ideo10giaglobal: p1antean problemas de muchas clases y proponen solucionesa todos ellos. Es decir, contienen cosmovisiones que pretenden aco-modar a todos 10s hechos y ayudar a alcanzar una gran variedad demetas: cultura1es, politicas y otras. Las principa1es diferencias entreel tomismo y el marxismo no residen en su amplitud sino en su c.o-metido. Mientras el matxismo es naturalista y, por tanto, secu1ans-ta, el tomismo es supernaturalist a y, cuando ha podido, ha a1entadoregimenes teocraticos. . .

E1 tomismo esta practicamente muerto. Las rehglOnes ya noofrecen cosmovisiones de amplitud maxima: han lIegado a un Com-promiso con 10s estados y, en consecue~c~a, han adoptad? visi~nesfilosoficas mas modestas y menos mono1lt1cas. (Han perdIdo aSl enpoder intelectua1 10 que han ganado en poder politico.). Se ocu~anprincipa1mente de asuntos extramundanos y d~ s~ propla orgamz~-cion, dejando el resto a1 estado secular, a 1a clencla; ~ la tecnologlay alas humanidades. Solo intervienen en estos domlUlOs cuando co-rren peligro ciertos va10res tradiciona1es. . ) . .

R.~d!!£ida a ~~~.!.~::liig_!ll4§.mQ.destQ, ...una zdeologza relzgzosapuede ana1izarse como una endecatup1a

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C = Iglesia, 0 grupo de creyentes y militantes, tolerados poruna sociedad S.

D = Nataraleza, sociedad y supernaturaleza.G = Teologia, 0 colecci6n de mitos, dogmas, y argumentos acer-

ca de 10 sobrenatural y de nuestra relaci6n con ello.F = A 10 sumo l6gica intuitiva, nunca teorias matematicas.E = En el mejor de los casos conocimiento ordinario, nunca

cientifico.P = Problemas y misterios teo16gicos, asi como problemas prac-

ticos concernientes a la salvaci6n personal, la vida de laiglesia, y sus relaciones con el resto de la sociedad (en par-ticular el poder secular).

A = Sistema de creencias tipicamente incontrastables 0 incompa-tibles con la ciencia moderna, p. ej., creencia en milagrosy en la separabilidad del alma y el cuerpo.

V = Sistema de valores encabezado por las creencias de que 10divino es maximamente valioso, y que el deber supremodel ser humano es adorarlo.

o = Colecci6n de metas que incluyen la obtenci6n de la vidaeterna (individual 0 c6smica) y el bienestar de la iglesia.

M = Colecci6n de practicas, tales como el ayuno, la penitencia,la oraci6n, el exorcismo, y posiblemente tambien el uso dela fuerza para dominar a1 enemigo.

En el capitulo siguiente nos ocuparemos de las relaciones entrela religi6n y la ciencia. Baste sefialar por ahora que las actitudes delcreyente y del investigador son opuestas: la del primero es dogma-tica, y la del segundo critica; y que esta diferencia de actitudes llevanecesariamente a conflictos en ciertos puntos, tales como el proble-ma del origen de la vida y de las normas morales.

Finalmente, una ideologia sociopolitica -tal como el liberalis-mo, el fascismo 0 el socialismo- puede analizarse como una ende-catupla

C = Partido 0 club politico y sus simpatizantesS = La sociedad en que esta incluido C y que los miembros de

C se proponen controlar

D = La sociedad S y sus subsistemas, y posiblemente tambiensus super sistemas

G = Concepci6n de la sociedadF = Usualmente s6lo la l6gica intuitiva, potencialmente toda la

matematicaE = Usualmente s6lo conocimiento ordinario, potencialmente

todas las ciencias socialesP = Problemas concernientes a la lucha por la conquista 0 el

mantenimiento del poder, y la administraci6n del estadoA = Una colecci6n de hip6tesis acerca de la sociedad, asi como

de programas de acci6n social (p. ej., acerca de c6mo im-pedir la desocupaci6n 0 modificar la distribuci6n de la ri-queza)

V = Sistema de valores concernientes a la buena sociedad y a laconducta social correcta

o = Conjunto de objetivos a corto, mediano y largo plazoM = Conjunto de medios, casi todos practicos, para alcanzar A.

Notese que nada se ha dicho acerca del tipo de concepcion desociedad incluida en una ideologia sociopolitica. Aunque esta tieneobjetivos seculares, puede inspirarse en una ideologia religiosa. Porejemplo, un objetivo de una iglesia puede ser establecer un estadoteocratico, 0 derrocar un estado secular. Observese tambien que, adiferencia de las religiones, las ideologias sociopoliticas no son ne-cesariamente disyuntas de la ciencia. Por ejemplo, en principio esposible que el fondo de conocimientos E de una ideologia sociopo-litica sea igual a la ciencia social de su tiempo. Nos ocuparemos deesta posibilidad en el paragrafo subsiguiente.

Diremos de una ideologia que es fundamentalista si y solo si semantiene 0 dice mantenerse inalterable. Esto es, si se aferra a unavision general G, un fondo espedfico E tomado en prestamo, unsistema de creencias A, un conjunto 0 de objetivos, y una coleccionM de metodos. Habitualmente todos estos items estan formuladosen ciertos textos canonicos considerados intocables por creerselosperfectos.

Una ideologia de cualquier alcance -total, religiosa 0 sociopoli-tica- puede ser fundamentalista. Ejemplos contemporaneos de fun-damentalismo religioso son las sectas cristianas e islamicas que adop-tan interpretaciones literales de la Biblia y del Korlm, respectiva-

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mente. Elliberalismo economico, que dice tomar a Adam Smith porprofeta, y el marxismo dogmatico, son ejemplos de fundamentalis-mo sociopolltico. (En ambos casos involucran serias tergiversacionesde los textos canonicos. Por ejemplo, Smith era enemigo de los mo-nopolios, y Marx del estado todopoderoso.)

El sello distintivo del fundamentalismo es la rigidez, e.d., la re-sistencia al cambio doctrinal. El fundamentalista busca soluciones atodos los problemas, por nuevos que sean, en sus viejos textos. Sos-tiene que esos textos son verdaderos y que ensefian la conductacorrecta en todas las circunstancias, independientemente de los pro-fundos y rapidos cambios que ocurren bajo sus narices.

El fundamentalista puede aprender algo nuevo, pero logra «in-terpretarlo» como una mera ejemplificacion de algun dogma gene-ral. En particular, puede aprender resultados de la ciencia 0 de latecnologfa, pero es incapaz de hacer investigacion original porquetodo 10 aprende de manera religiosa (dogmatica) y no se proponeencontrar 0 hacer nada nuevo. Un profesor de Hsica de una univer-sid ad islamica, a quien yo Ie habia preguntado si tambien la meca-nica cuantica estaba contenida en el Koran, me contesto muy sueltode cuerpo y en publico: «Por supuesto, con tal que se la interpretedebidamente.»

Toda vez que la experiencia, 0 nuevos resultados de la investi-gacion, parezcan refutar su doctrina, 0 exigir modificaciones de susobjetivos 0 al menos de sus medios, el fundamentalista recurre a la«reinterpretacion» de sus textos canonicos 0 a la tergiversacion delos datos. Cree firmemente que su doctrina jamas podra fallarle:que solo sus interpretes son falibles. Por esto, cuando es derrotadono revisa su doctrina sino que la reinterpret a 0 Ie echa la culpa alinterprete. El fundamentalista valora mas la letra muerta que lagente viva. Por esto, cuando tiene poder sacrifica la vida del herejea los textos inmutables.

El contraste entre el fundamentalismo y la ciencia 0 la tecnologiaes patente. Mientras estas ultimas son esencialmente revisionistas, yen ocasiones revolucionarias, el fundamentalismo es conceptualmen-te conservador aun cuando preconiza cambios sociales radicales. (Y,debido a que el mundo y nuestro conocimiento del mismo cambianincesantemente, las ideologias sociopoHticas fundamentaIistas sonherramientas ineficaces para mejorar el mundo, aunque pueden ha-cer bastante por empeorarlo.)

La unica manera en que una ideologia puede coexistir con laciencia y la tecnologia es haciendo concesiones: debilitando sus dog-mas 0 abandonandolos cada vez que entran en conflicto con avancescientfficos 0 tecnologicos. (Esto 10 han entendido los teologos libe-

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:,ales y los marxista~ democdticos.) Pero, aun cuando parezca extra-n?, el fur:damentahsmo es a veces una reaccion contra tales cam-blOS. Al f~n de cuentas, el fundamentalista tiene razon: si se diluyeu.na ??ctrlna para P?nerla al ilia con los avances del conocimientoc~entlf1co >: te~n?loglco, pronto deja de parecerse a la doctrina ori-glnal que lnSplrO al partido 0 a la iglesia. Una concesion lleva a laotra, y al cab~ ,de un tiempo ya no queda dogma con cabeza.. En resoluclon, el fundamentalismo es incompatible con la cien-

c~a/ la tecnolo?fa. Por este motivo el fundamentalista firme comba-tlr~ toda tentatlva de convertir a la ciencia en el centro de la cultu-ra llntelectual, .y de r~e~pla~ar las ideologias sociopoHticas tradicio-na es'p0r una Ideologla lnsplrada en las ciencias sociales. En cambiopodra .tolerar las. tecnologias Hsicas, quimicas, y biologicas, sobr~todo SI se ha habrtuado a consumir productos industriales modernosy a gozar de servicios med~cos. ~er~" pu~sto que la tecnologfa de-fenge en gr.an parte .de ~a lnvestlgaclOn clentffica, en la practica el~n ~mentalista termlnara por oponerse a la investigacion tecnolo-

?ICdaln~IUlsdo en la ingenierfa, con 10 cual obstaculizara el progreso

In ustna e su pais.

5. Ideologia cientifica

En leng:,aj~, ordinario la expresion 'ideologfa cientffica' designauna contrad}~C1~n t~n flagrante como 'ciencia religiosa' 0 'centralis-tno democratIC?. Sln e~bargo, ,en el paragrafo 2 hemos propueston.n concepto. te~ll1co de ~deologla que no es necesariamente antite-tlCO ~l d:. ClenCla. Por Clerto que una ideologfa religiosa no puedeser clentlflCa, aunque solo sea porque la cosmovision religiosa in-cluye entes supernatur~!es y modos paranormales de conocimiento(~ale~ como la r~velaclo~ y la comunion mfstica) inadmisibles encle~cla. En camblo, una Ideologfa sociopoHtica puede ser cientffica(Vease Bunge 1980). .

Definiremos una ideologta sociopolttica cienttfica como la ende-catupla

ISC = <C, S, D, G, F, E, P, A, V, 0, M>,

c1onde, en cualquier momento,

C = Partid? laico y sus ~impatizantes actuantes en la sociedad SD = La socledad y sus SIstemas y supersistemasG = La cosmovision d~ la ci~ncia y, en particular, la concepcion

general de la socledad lnherente alas ciencias sociales delmomento

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F = Toda la panoplia de las herramientas 16gicas y matemati-cas utilizables para construir teorias y planes, .

E = La totalidad de las ciencias sociales: anttopologla, soclOlo-gia, economia, politologfa e historia.

P = Problemas concernientes a la IU,c~a por el, P?der y la ad-ministraci6n de los sistemas pohtlco, economl~o y cultural

A = Una colecci6n de planes de acci6n social (p. eJ., programassociales) compatibles con G y E .'

V = Un sistema de valores concerniente a la ~uena sOCledad, aSlcomo ala conducta social correcta, compatible con F y con E.

o = Un conjunto de metas a corto, medio y largo plazo compa-tibles con E

M = Un conjunto de medios considerados (a la luz de E) adecua-dos para alcanzar los objetivos O.

En resumidas cuentas, una ideologfa sociopoH~ica cie?tff~ca seinspira en la ciencia y en la tecnologf~, n~ en el mHo: m~s aun, enla ciencia y la tecnologia del dia. La ClenCla y la tecnolo~la ~n c~~s-ti6n son sociales, no naturales. En particular, la ideologla c.rentIfl~ano cuestiona la biologfa ni la psicologia humanas. Y. (a .dlfe~enclade cierta ideologfa a la moda), no se inspira en la SOC~OblOlogladelhormiguero y de la colmena, P?rque reconoce que caSl toda la con-ducta social humana es aprendlda, no h~red~da. . 'f. Una ideologia cientffica no es peor n1 meJor qu~ una no Clentl I-

I '10 hecho de ser cientifica. EI que una Ideologfa sea ad-ca por e so 1 . , . 1 d dmirable y digna de ser tomada por gufa para a aCClOnsocIa . epen, ede que inc1uya valores, metas y medios admirable.s. Una l~eo!oglacientifica buena es conttolada no s610 por el meJor cono~lm~e?"todis onible, sino tambien por una doctrin.a ~oral. capaz de !USt1flC~r(d: dar raz6n de) los valores, fines y medlOs l?c1U1dos e~ la Ide?loglade marras. Por consiguiente, en lugar de cons~~erar las Ideoloras sl-paradamente de otros objetos culturales, debleramos evaluar as a , aluz de la ciencia social, de la moral, y de los interese~ de ~a.mayo.rla.

En resoluci6n, la construcci6n de ideologfas soclOpol1tlcas c~en-tificas es perfectamente posible. EI que se las ~onstruya e~e~lva-mente es harina de otto costal. Marx y Eng~ls l~t~ntaron. e a, ?r~runa ideologfa eientifica, a la que llamaron soclahsmo clentI~lC?Pero s610 llegaron a mitad de camino porque conservaron la dialec-tica y gran parte del globalismo (holismo) que heredaro?" de H~gel,

or ue se aislaron de la «ciencia burguesa» de su. t:empo. ara;e~r ~asi todos sus disdpulos contribuyeron a momiflcad ese ,e~-bri6~ de ideologia cientifica. AI obrar de esta manera ogmatIca

frustraron el intento de fusionar una ideologfa con la ciencia. Regre-saremos a este punto en el capftulo 12.

Ya disponemos de los principales ingredientes que constituyen lacultura intelectual contemporanea: ciencia y seudociencia, tecnologfay seudotecnologfa, humanidades e ideologfa. Estamos, pues, en con-diciones de trazar un mapa del campo fntegro de conocimientos,tanto verdaderos y semiverdaderos como falsos: tanto de aciertos yerrores honestos como de supercherfas e imposturas.

EI mapa mas sencillo del campo total de los conocimientos hu-manos es el propuesto por el positivismo, seglin el cual dicho cam-po se divide en dos regiones disyuntas: la luminosa compuesta porlas ciencias, y la negra constituida por las nociencias, en las que seincluyen la teologfa y la metaHsica: vease la figura 9.1 (a). Este es-quema simplista no distingue la ciencia de la tecnologfa, ni las ideo-logfas de las humanidades. La figura 9.1 (b) es un mapa mas adecua-do por contener dichas distinciones. En esta figura consta el grisadem as del blanco y del negro, para indicar que hay un campo (elhumanfstico) que esta a mitad de camino entre la ciencia y la no-ciencia.

No obstante, la figura 9.1 (b) no es del todo fiel, porque no hacelugar alas ciencias y tecnologfas emergentes (p. ej., la medicina),no distingue las seudoeieneias y seudotecnologfas, ni reconoce quetanto las humanidades como la ideologfa tienen incipientes sectorescientificos. (Por ejemplo, la lingiHstica y la historia son semicientffi-cas, y las ideologfas liberales y socialistas contienen crfticas acerta-das del capitalismo, asf como propuestas de reforma social que go-zan de s6lido fundamento sociol6gico y econ6mico.) Estas omisio-nes se corrigen en la figura 9.1 (c).

Sin embargo, no hay sectores perfectamente homogeneos 0 pu-ros: todas las ciencias y tecnologfas tienen pequefios componentesinautenticos. Por ejemplo, de vez en cuando se esgrime un argu-mento de autoridad a favor de una teoria cientffica, 0 se sigue em-pleando un disefio tecnol6gico conocidamente ineficiente 0 aun con-traproducente. Por este motivo hemos agregado algunos borronesnegros, para obtener la figura 9.1 (d). Aunque los sectores que figu-tan en esta son distintos, es necesario pensarlos dinamicamente:varian en amplitud e interactuan. EI optimista creera que la historiadel conocimiento involucra una expansi6n constante de 10 blanco aexpensas de 10 gris y 10 negro. E1 realista sabe que esta no es una ley

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sino una tendencia que se ha mantenido desde el siglo XVII y s610en lineas generales. No hay garantia de que no se invierta la ten-dencia general: vease el capitulo 13.

Es bien sabido que buena parte de nuestra conducta social esinspirada 0 control ada por la ideologia predominante en nuestro gru-po. Esto explica por que se ha escrito tanto acerca de ideologias par-ticulares. Pero no explica por que el concepto general de ideologiaha sido descuidado, en particular por los fil6sofos exactos. ~Seraporque suelen vivir en una torte de marfil? ~O porque temen en-suciarse? ~O porque temen comprometerse?

Tampoco es un secreta que la investigaci6n cientifica y el dise-no tecnol6gico son estimulados 0 inhibidos por distintas ideologias:que algunas de estas promueven y otras descorazonan esas activida-des tan tipicamente humanas. Sin embargo, no hay estudios deta-llados de las relaciones entre la ciencia y la tecnologia, por un lado,y la ideologia, por el otro. Para peor, algunos fil6sofos han sosteni-do que la ciencia es la ideologia del capitalismo. ~Sabrian de quehablaban?

En este capitulo no hemos hecho mas que definir algunos con-ceptos: no ha sido sino una introducci6n metodo16gica al estudiocientifico-filos6fico de la ideologfa. Si queremos entender cabalmen-te la ideologia debemos estudiarla cientificamente. Un estudio ideo16-gico de la ciencia, 0 de la ideologia, no hace sino tergiversarlas.

En los capftulos que siguen ahondaremos un poco el tema, aun-que limitandonos a algunos aspectos metodo16gicos.

_ Ma as de la cultura intelectual contemporan~a. ~) Vision posi~ivis-FIGURA 9.1.- p. . C b) D' .. , atrl'partita en elenela C, tecnolog1a T,. . C noelenela IVISlOneu d . .ta: elenela Y . 1" I EI . do de H sugiere estandares e tlgor mter-humanidades H e Ideo ogla. gtlsa t I por otra c) Refinamiento de b. 1 d C y T por una par e e . d' .medlos entre os e.. e CE tecnologia emergente TE, seu oelenelacon el agregado de, elSyla emcirtent id~des SH humanidades eientifieas HC,SC, seutotecn?log;~ I'Cseud·)oRuranmientode 'c con el agregado de bolsonese ideologias elentlheas. e l,n~seudocientificos en C y seudoteenologlcos en T.

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~~EOLOGIA Y CIENCIA

1. Introducci6n

En todas las culturas modernas la ciencia coexiste con dfil;re~sas.' ifica y otras con lctlva,

ideologias. Esta coexlstenCla es a veces pac. .' evitable

Yel conflicto es a veces silencioso y otras estrldendte

f: ~r::~lnl l'deo-

'lIs porque por e lnlClOn, 0este conflicto? Segun a .gun1~' 0; , asi como definimos ell6gic

eo tsoedOePol.ndeeoioglfa~~n~ll~~pitUl~o a~~er~~r; mas aun, alH admiti-

conc p . 'd l' . t'f' esto es fun-1 'b'1'd d de constrUlr 1 eo oglas clen 1 lcas, ,dadas asl~~ ~ll e:tudio cientHico ~e l~ realid~1' ~ie~~Oe:s~a~l ~~~blema de las relaciones entre la clen~la y la 1 ~O?g 1plicado de 10 que parece a primer a vlsta. Exammemos 0, pues.

2. Analogias y diferencias

Aunque obviamente diferentes entre si, la ideolhogia y la ~idendciaEn ambos casos ay comuUl a es

se parecen en al~unos respectos., 1 zos ersonales y organiza-de practicantes vlnculad?s edntr~ Sfl por . ~ llos dos casoS estas. , por flulOS e In ormaClOn. C • h'btlVOS, aSl como d' d des que estimulan 0 In 1 en'd d forman parte e sOCle a .comunl a e.s 1 . .d d de dichos practicantes, qUlenes

los pensar~l1entos y ;~fl~~~~ta :obsre el resto de la sociedad. En uno~ :r~~a~~rh:~ d~~inios 0 universos de discurso mas 0 menos pre-

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cisos y constituidos, al menos en parte, por entes concretos. Haytam bien una visi6n general que guia 0 extravia a los miembros dela comunidad; una colecci6n mas 0 menos rica de herramientas for-males; una problematica cognoscitiva 0 practica; un cuerpo de cono-cimientos mas 0 menos verdaderos; un conjunto de objetivos, y otrode metodos para alcanzar estos ultimos; y, en el caso de la ideologia,tambien hay un sistema de valores. (Recuerdese las definiciones de«ciencia» y de «ideologia» propuestas en los capitulos 2 y 9, res-pectivamente.)

Las unicas diferencias ostensibles entre la ideologia y la cienciaparecerian radicar en el fondo de conocimientos que una y otra to-man prestado de otros campos, y en el sistema de valores. En efecto,la ciencia como totalidad 0 sistema no da nada por sentado: paraella todo es cuestionable. (Por el contrario, toda ciencia particular,con excepci6n de la 16gica, supone otras ciencias. Por ejemplo, lamatematica presupone la l6gica, y la biologia da por sentadas laquimica y la fisica, la que a su vez presupone solamente la matemati-ca.) En cambio, la ideologia presupone (utiliza sin cuestionar) el co-nocimiento ordinario y, ademas, incluye un sistema de valores. (Enesto ultimo se parece mas a la tecnologia que a la ciencia: recuer-dese nuestra definici6n de la primera en el capitulo 3.) En resumen,a primera vista la unica diferencia ostensible entre la ciencia y laideologia es que, para caracterizar la segunda, necesitamos dos coor-denadas mas (a saber, E y V) que para definir a la primera. Sinembargo, esta es una impresi6n superficial.

De hecho las diferencias entre ciencia e ideologia son muchas yprofundas, como se advierte examinando el contenido de las compo-nentes que las define. Primera, en tanto que los miembros de unacomunidad cientifica son investigadores, los de una comunidad ideo-16gica son basicamente creyentes. Segunda, mientras la comunidadcientifica es hoy dia internacional, las ideologias estan circunscritasgeograficamente. Tercera, en tanto que el imp acto de la ciencia sobreIa sociedad es bast ante debil e indirecto, la ideologia es ella mismauna fuerza social.

Cuarta, muchas ideologias incluyen en su dominio 0 universo deldiscurso objetos cuya existencia no puede establecerse por medioscientificos; en compensaci6n, la ciencia trata de algunos objetos, ta-les como los quarks y las afasias, sin interes ideo16gico. Quinta, lafilosofia inherente a la ciencia difiere de las filosofias inc1uidas encasi todas las ideologias en los siguientes respectos: a) no suponecntes inmateriales ni hechos ilegales; b) no admite la autoridad ni larevelaci6n como fuentes de conocimiento, y c) su c6digo de conduc-

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ta es el de la libre busqueda de la verdad, no el de la defensa de dog-mas ni de intereses creados.

Una sexta diferencia entre la ciencia y la ideologia es que, mien-tras la primera supone la logica y hace amplio uso de la matem:hica,el fondo formal de la ideologia suele ser modesto y a veces nulo.(En particular, el misticismo y el nazismo rechaz~n .la logica.) S~p-tima, las ideologias comunmente admiten el c~noClmlento ordmano,que para la ciencia no es sino un punta de paruda a superar. Octava:la mayoda de los problemas de que trata una ideologia son practicosantes que teoricos: en este respecto la ideologia se parece mas a latecnologia que a la ciencia. Novena: casi todas las ideologias inc1uyenmitos en su fondo de conocimientos, p. ej., el mito de la raza a c1aseelegida. ....

Decima diferencia: al par que los fmes de la ClenCla son estnc-tamente cognoscitivos -describir, explicar y predecir can ayuda deteodas que inc1uyen leyes- los de la ideologia son. casi tod?s prac-ticos. (La ciencia basica utiliza la accion como medlO, y la hmlta allaboratorio. La tecnologia, no la ciencia, es una herramient.a conc~p-tual para modificar la realidad.) Decimoprimera: .algunas ldeo~ogl~semplean metodos, tales como la oracion y el exorClsmo, cuya ef.lcaclano ha sido convalidada cientificamente; y otras recurren a aCClOnes,tales como la legislacion y la movilizacion popular, ajenos a la prac-tica cientifica. Decimosegunda: los valores cientificos son intrins~-cos (se refieren a ideas 0 procedimientos) y estrictamente cognosCl-tivos (p. ej., verdad y profundidad). En cambia, los valores ideolo-gicos son extdnsecos (se refieren a objetos que no pertenecen a laideologia misma) y son practicos (p. ej., la vida eterna a el poderpolitico) a morales (p. ej., la purez~,o la justicia):. . ,

Pero hay mas, y es que la relaclOn entre la ClenCla y la.ldeol~glano es simetrica: mientras toda ideologia puede ser estudlada Clen-tificamente, no hay tal cosa como el e~tud.io ideologico ~e la .cien-cia. Una ideologia puede valerse de la ClenCla, pero no esta eqUlpadapara estudiarla. En cambia, existen la p~ico~ogia, la sociolog~a y lahistoria de las ideologias. Mas aun, la ClenCla puede convertltse ensu propio objeto de estudio: esta es, precisamente, la ciencia de laciencia. (Recuerdese el capitulo 1.)

3. Cienda y religion

La ciencia difiere de la tecnologia, de las humanidades y de lasartes, pero no se opone a ellas. No hay incompati~il~dad entre h~c~rqllfmica y aplicarla a la industria, a entre estas acuvldades y escnblr

sabre filosofia a hacer musica. Los cuatro sectores son mutuamentecompatibles y, mas aun, en ocasiones se solapan. Par ejemplo, lafisica experimental de las altas energias exige una tecnologia refina-disima; la arquitectura y el disefio industrial unen la tecnologia conel arte; y la CCT hace de puente entre las humanidades, por unaparte, y las ciencias y tecnologias par la otra.

No ocurre asi can la ciencia y la religion: estas se exc1uyen mu-tuamente porque hacen afirmaciones mutuamente contradictorias, parejemplo, que la vida se origino espontaneamente, a que fue creada;y porque la una niega la validez de metodos, p. ej., el recurso a sa-gradas escrituras y la oracion, que emplea la otra. Es verdad quela ciencia y la religion coexisten en el cerebra de algunos individuos,al modo en que un individualista par temperamento puede simp a-tizar can el socialismo (como es el caso de quien escribe), a un devo-to cristiano puede vivir en pecado. La coherencia perfecta es unideal, no un hecho corriente en la vida humana. Galileo y Descartes,asi como Newton y Maxwell, y muchos mas, tuvieron creencias re-ligiosas; mas aun, Balzano y Mendel fueron monjes. Pero ningunode ellos mezcl6 la ciencia can la religion: Dios no figuraban en susformulas a experimentos. Como hombres modernos que eran, se cui-Qa1\Jn de mantener perfectamente separadas su ciencia de su reli-gion. Si hubiesen invocado la intervencion divina para explicar loshechos naturales que estudiaron, sedan consider ados charlatanes, noeminentes cientificos.

Para convencerse de que la ciencia exc1uye a la religion bastarecordar los puntas siguientes. Primero, los miembros de una iglesiase mantienen unidos par compartir creencias y practicas que no hansido consagradas par la investigacion cientifica. En cambio, los miem-bros de una comunidad cientifica estan unidos por una actitud cd-tica y exploratoria, asi como par un fonda de conocimientos quehan pasado pruebas conceptuales y empiricas. Segundo, toda religioninc1uye dogmas acerca de entes sobrenaturales que, por definicion,estan fuera del alcance de la ciencia; tambien inc1uye dogmas acercade procesos, tales como la resurreccion y la reencarnacion, tenidosimposibles par la ciencia. Tercero, el pensamiento religioso no haceuso de la matematica, salvo en el caso de la numerologia de los pita-goricos y cabalistas, que es un caso patente de seudociencia. Cuarto,la religion no hace el menor usa de las ciencias facticas. Par el con-trario, muchos dogmas religiosos -po ej., que la Tierra es plana,que el sol gira alrededor de ella, que las especies biologic as fueroncreadas, y que el alma es separable del cuerpo- han sido refutadosconc1uyentemente par la investigacion cientifica. Quinto, par libe-ral que sea, toda teologia contiene dogmas antes que teodas a datos

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corregibles. Sexto, todo sistema de valores religiosos esta ~ominadopor la creencia en entes sobrenaturales, en lugar de conflar en elpoder del hombre para alc~?zar l,a :rerdad por.la ~nvestigacion" y.10sfines deseados por la aCClOn. Septlmo, la eflcacla de las practlcasreligiosas, tales como el sacrificio : .1a oracion,. nunca ha sldo com-probada experimentalmente. (Lo umco conceblble es que, en alg~-nos casos, estas practicas sean beneficiosas para el ~reyente por Vlade autosugestion; pero en otros ca~os pueden des~r,U1rlo.) Octavo, lafe religiosa descansa sobre la autotldad, la revelaclOn, y el estado degracia, ninguno de los cuales es cientfficamente a~eptable. ~n resu-men, la ciencia y la religion no son meramente dlferentes, smo queson antiteticas.

4. Conflicto y convivencia

Es bien sabido que la ciencia y la religion (0 mejor. dicho, lascomunidades cientfficas y las religiosas) se han combatldo mutua-mente unas veces han convivido padficamente otras, y en otras oc~-siones la religion' ha intentado absorber a la ciencia. La estrateglaseguida por una y otra ha depc::ndi~o en t~dos los casos de las rela-ciones de fuerza. Cuando una 191esla adqulere poder temporal sueleimponer su ideologia y controlar 0 aun ~p~~star a la ~iencia. De aquique el estado laico y tolerante sea condlclon necesatla para que £10-rezcan la ciencia y las humanidades.

Despues de los infames procesos a Galileo y a Servet, ~uch?steologos protestantes descubrieron que, mejor. que atacar la clencl~,es abrazarla e in ten tar mostrar que ella conflrma los dogmas capl-tales de la religion al descubrir la maravilla y el, p~oposito d~ lacreacion. Los propios Newton y Boyle, cuya esp~e~dlda obra cl.en-tffica estaba totalmente exenta de elementos rehglOs~s,. precomza-ban el estudio de la naturaleza como via para el conOClmlento de ladivinidad. Asi nacio la teologia natural, que culmina en la de~adade 1830 con la publicacion de los celebres Bridgewater Treatzses,escritos por distinguidos naturalistas. .

Los catolicos tardaron mucho mas en comprender la convemer:-cia de acomodarse a algunas de las novedades cie?tfficas. Galileo s~-guio en el Index librorum prohibitorum hasta blen avan~ado el Sl-glo XIX, y una eriddica papal condeno la teoria .de Darwm .. Pero lahostilidad de la ecclessia militans de hace un slg10 ha cedldo pasoa los esfuerzos de conciliacion. Esta actitud, esbozada por Pio ~II(quien reconocio el hecho de la evolucion, aunque no la teoria Clen-tffica de la misma), se acentuo en Juan Pablo II. Este ha hecho un

llamado para que se reabra el proceso a Galileo, «reconociendo ho-nestamente las equivocaciones de una y otra parte», sin aclarar, sinembargo, en que consistieron los errores del gran Hsico florentino.

(Como puede lograrse 0 justificarse la reconciliacion de la cien-cia con la religion? Los teologos protestantes son quienes mas hanpensado en este asunto, aunque sin llegar a un consenso. (VeaseBarbour 1966.) En efecto, estan divididos entre quienes sostienenque ciencia y religion son compatibles por ocupar territorios diferen-tes, y quienes sostienen que armonizan porque ambas proceden deDios. Juan Pablo II ha adoptado esta segunda postura, elaborada enalgun detalle por teologos protestantes: puesto que el espiritu hu-mana es insu£1ado por el Espiritu Santo, la ciencia y la religion noson sino maneras complementarias de ver el mundo.

La explicacion de la armonia de la ciencia y la religion por pro-ceder ambas de la divinidad invoca un ente inescrutable y, por con-siguiente, no es cientffica. Mas aun, no explica por que la cienciaes tanto mas joven que la religion, ni por que la primera avanzaarrolladoramente mientras la segunda permanece estancada 0 decae.T ampoco explica por que la iglesia tiende la mano a la comunidadcientffica recien mucho despues que esta se afianzo de manera es-pectacular. Pero 10 peor es que la explicacion en cuestion 10 es deun hecho inexistente. En efecto, como vimos en el paragrafo ante-rior, la ciencia y la religion se excluyen mutuamente. Es verdad quepuede haber tregua entre las respectivas comunidades, pero esta tre-gua es necesariamente precaria, y esto porque se logra solamentea condicion de que los cientfficos limiten su problematica.

En efecto, puede haber tregua entre ciencia y religion tan solosi los cientlficos se avienen a no criticar dogmas religiosos, y a noocuparse de ciertos problemas cognoscitivos. Lo primero es eviden-te. En cuanto a 10 segundo, escuchemos al conocido filosofo catolicopadre McMullin, de la University of Notre Dame: «La exploracioncientffica del universo, como 10 subrayara tan a menudo el difuntoSanto Padre [Pio XII], es buena, pero solo alcanza su pleno sig-nificado cuando respeta reverentemente el senoreo supremo [over-lordship] de Dios. Debe llevarse a cabo con humildad; debe haberlIna verdadera ascesis cognoscitiva» (McMullin, 1968, p. 42). Esteno es sino un eco, algo moderado, de las invectivas de San Pabloy San Agustfn contra la concupiscencia cognoscitiva.

Este llamado a la humildad en la empresa de explorar y com-prender del mundo no ha sido escuchado ni sera escuchado por loscientfficos. Estos son audaces y hasta irreverentes antes que humil-des. Son modestos, en el sentido de que tienen conciencia de suslimitaciones personales, asi como del hecho de que la humanidad

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142no ha hecho sino empezar a lograr conocimientos .g~nuinos. P~ro ,n?son humildes. La persona humilde no tiene amblc.lOr:es;el Cl~ntlfl-co, por modesto que sea, ambiciona hacer des:u~tlmlent?S 0 l1:v~~-dones que dejen huella en el proceso del conoClm~ento.Sm amblCl?nno hay lucha ni teson, sea en. cier:~ia~ en, :ualquler otro campo (m-cluso la religion). Y la investlgaclOn.cle':tlh~a es una lucha tesoneracon problemas, con personas y con mstltuclOnes; una lu~h~ qu~ noesta al alcance de los humildes, siempre temerosos de ctltlcar Ideaso metodos recibidos 0 de molestar a quienes detentan pode:-,cul;~-ral. Los dentHicos humildes pueden desempefiar ';Ina fun~lOn utllaveriguando datos, manejando instrumentos, 0 haClendo comp;t~os.Pero solo los ambiciosos encuentran y ataca~ p:oblemas dlflcl1escuya solucion puede cambiar el rumbo d~ la C1en~la? yoner e~ ye-ligro dogmas de algun tipo, sean cientfflcos 0 fl1osoflCOS,POhtlCOSo religiosos.

5. Un ejemplo

Si los cientfficos fuesen humildes (no solo modestos) y temie-sen chocar con dogmas religiosos, se abstendrian de .~bordar proble-mas tales como los del origen de la vida, la evoluclOn de las ~spe-cies' la emergencia de la mente, y el origen del estado y de las Ideo-logi~s. Sin embargo, todos estos problemas esta~ a la orden. del dia.

Ningun biologo duda ya que las primeras celulas emerg~eron,e~-pontaneamente, a partir de sus precursores (componen~es) morg~Dl-cos hace unos 3.000 millones de afios, aunque no s?blt~mente s~no

0; etapas. Es verdad que aun no se ha, l~grado :mtetlzar la vlda~n el laboratorio. Pero en cambio en los ultlmos. an~s se ~a lo,gradomanufacturar nada menos que el material heredltatl?. Mas aun, yahay en el comercio aparatos que manufacturan automatlc?':lente cual-

uier gen (cadena de moleculas de ADN) que s~,esp~Clf;q~e. Tam-~oco hay dudas razonables acerca ,d~ la evo~uc10': bl~10g1cacor;;oproceso natural aur:que, como es 10glco, se slga dlscutlendo los e-talles de sus mecaDlsmos. d '1

En cuanto al problema de la mente? ~n~e~reserva 0 a. t~? ogosy filosofos es hoy tema de psicologos flSlOloglcOSy neurOhslOlogos.Sin embar~o es natural que el enfoque biologico ~e 10 mental searechazado c;n violencia por la vieja guardia. Por e1f?1P!.f' tanto'rlsicologo protestante Donald MacKay como el neuro lS10ogo c.ato1-

p Eccles me han hecho el honor de atacar vehementemente m1 teo-~~a biologica de 10 mental como fundon cerebral. MacKay (1979)afirmo que «es inepto pretender, como 10 hace Bunge [ ... ], que es

el cerebra (y [correccion: 0] algunos de sus subsistemas) los quepueden 'idear' 0 'estar en estados mentales'». (V. tambien MacKay,1980.) (Por que dnepto»? Porque, como todos debieran saberlo,solamente la mente (inmaterial) puede estar en estados mentales.(Que es como decir que el movimiento se mueve, a la digestion di-giere.) Semejante desplazamiento del alma inmaterial al cerebro pen-sante es mas que «inepto»: es peligroso. Al fin y al cabo, asi empe-zo la medicina cientffica: estudiando cuerpos enfermos (y sanos) enlugar de espiritus maleficos. Igualmente, Eccles (1980) me ataca envarios lugares y defiende tanto el caracter inmaterial como divinodel alma humana, al par que pasa por alto el hecho de que la tesismaterialista es nada menos la que, mas 0 menos tacitamente, ha ins-pirado a la psicologia fisiologica y a la psicofarmacologia, que estanlogrando entender 10 mental y curar las enfermedades mentales enterminos biologicos.

El ejemplo del estudio cientffico de 10 mental muestra que laciencia y la religion no tienen territorios totalmente separados sinoque a menudo se disputan un territorio: el del origen y naturalezade la vida y de la mente, el del origen y naturaleza de las institucio-nes y de las ideologias, y mucho mas. Las divergencias radicales en-tre los enfoques y resultados de la ciencia y de la religion no seadvierte en cuestiones estrictamente «tecnicas», tales como la de sa-ber si hay monopolos magneticos. Dichas divergencias salen a luzen cuanto se aborda cualquiera de los problemas que interesan· porigual a la religion y a la ciencia. Entre estos figuran el de si el uni-verso existio siempre 0 fue creado; el de si hay seres sobrenaturalesque pueden hacer milagros (0 sea, violar las leyes naturales); el desi el hombre es un pariente proximo de los monos antropoides, 0un ser ereado a imagen y semejanza de la divinidad; y el de los ori-genes historicos y las funciones sociales de las religiones. En cuantose aborda cualquiera de estos problemas se acaba la tregua y reco-l11ienzala guerra entre la ciencia y la religion.

El conflicto entre la ciencia y la religion, y en particular entreI:lsconcepciones teologica y cientffica de la mente, no tiene nada queVl'r con la polftica del dia, en particular con la guerra fria, pese a que1:ll1toMacKay (1979) como Eccles (1980) invocan la «tradicion oc-lidental cristiana» en favor del dualismo psiconeural. El mismo dua-lismo ha sido defendido por mis criticos en paises comunistas, tales('(lIno Dubrovskii (1979) y Szentagothai (1982). Jarochewski (1975,

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IDEOLOGIAS POLITICASp. 168) tacha de «materialista vulgar» la tesis de la identidad de 10mental y 10 neural.

El conflicto entre la ciencia y la religi6n existe desde que naci6la primera y, en rigor, desde que naci6 el pensamiento racional. S6-crates fue condenado a muerte dos milenios antes que GiordanoBruno, y ambos por el mismo motivo: porque se atrevieron a poneren duda ciertos dogmas religiosos. El conflicto entre la ciencia y lareligi6n se agudiz6 cada vez que grandes avances cientificos refuta-ron dogmas religiosos, y que los te6logos no supierc)ll adaptarse alcambio 0 no atinaron a «interpretarlo» de modo tal que no pareciesehaber conflicto.

La llamada civilizaci6n occidental y cristiana, es decir, capitalis-ta, no tiene una ideologia monolitica sino pluralista, y cuenta con sa-telites que no son occident ales ni cristianos. Mas aun, el pluralismoideo16gico existe a veces en un mismo cerebro. En efecto, es comunel escritor, politico 0 empresario que elogia la espiritualidad y des-potrica contra la irreligiosidad y el materialismo, pero en la practicaadopta una cosmovisi6n rigurosamente materialista y, para colmo demales, un c6digo moral hedonista, tal como la llamada Playboy phi-losophy. Esta duplicidad, aunque corriente, rara vez es deliberada,y no es mas notable que la coexistencia institucional de la cienciay la religi6n, enemigos conceptualmente irreconciliahles.

Barbour, Ian G. (1966): Issues in Science and Religion. Englewood Cliffs, N. J.:Prentice-Hall.

__ compi!. (1968): Science and Religion. New Perspectives on the Dialogue.New York: Harper & Row.

Dubrovskii, D. I. (1979): Comentario sobre «La bancarrota del dualismo psi-neural», de Mario Bunge. Filosofskie Nauki, num. 2, pp. 88-97.

Eccles, John C. (1980): The Human Psyche. Berlin-Heidelberg- New York:Springer.

Jarochewski, Michail (1975): Psychologie in 20. Jahrhundert. Trad. del ori-ginal ruso de 1974. Berlin: Volk und Wissen.

Mac Kay. Donald (1978): Selves and brains. Neuroscience 3: 599-606.__ (1980): Resefia de The Mind-Body Problem, de Mario Bunge. Neuro-

science 5: 2329-2330.McMullin, Ernan (1968): Science and the Catholic tradition. En Barbour,

compi!., pp. 30-42.Szenragothai, Janos (1982): Comentario sobre «The psychoneural identity

theory», de Mario Bunge. Magyar filozofiai szemle, pp. 554-557.

No hay sociedad sin politica, ni politica sin ideologia. La poli-tologi~ estudia tanto la politica como las ideologias que inspiran alos mlembros del cuerpo politico, 0 al menos a sus dirigentes. Des-graciadamente, el estudio de las ideologias no suele distinguirse parsu claridad a profundidad, y ello porque no suele fundarse sabreuna teoria del sistema politico como subsistema de la sociedad.

En este capitulo nos ocuparemos de aclarar algunos subconcep-tos del concepto general de ideologia que definimos en el capitulo 9.Esta t~rea analitica tiene interes conceptual y practico. Lo primeroes ObVlO: todo 10 que sea dilucidar ideas importantes es conceptual-me~te valioso. En cuanto al interes practico, es igualmente evidentedebldo a que todos somas, en mayor 0 menor medida victimas deequivocaciones relacionadas can palabras tales como' 'democracia'y 'nacionalismo'. No es que las luchas politicas se ganen can pala-bra,s, 'pe~o. sin estas no se pueden librar. Y cuanto mejor sepamosque slgn:f~can las grand:s palabras-consignas que se emplean en lashdes pohucas, tanto mejor preparados estaremos para participar enellas 0 al menos para sobrellevarlas.

2. Politica, ciencia e ideologia

La politica puede caracterizarse como Ia funci6n espedfica, 0 ac-tividad caracteristica, del subsistema politico de la sociedad. Esa

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actividad consiste en administrar el poder politico 0 en bregar paralc~nza~lo. Las ideologias politicas guian 0 extravian esa actividad,al msp1rar 0 engafiar a politicos, servidores publicos y simples ciu-dadanos.

Las ideologias no son las unicas capaces de influir sabre la con-ducta de los mie~bros del cuerpo politico. Tambien la ciencia puedeayudar, ~l estud1ar las condiciones sociales objetivas y suministrardato~ e ~deas ~ara el disefio de planes sociales, asf como al evaluarla ef1cac1a de estos. Mas aun, es posible pensar en construir ideolo-g!as politicas cientfficas, esto es, fundadas sobre el estudio de la so-c1eda? y que empleen el metodo experimental para evaluar la eficaciad.e d1sefios de organizaciones sociales 0 de programas de acci6n so-c1al. (Recuerdese el capitulo 9, paragrafo 5.) Desgraciadamente elus~ de la ciencia en politica es aun esporadico: suelen predominarla 1deologia precientffica y la improvisaci6n. .

?e ha sofiado a menudo en la posibilidad de encargar la adminis-tra~l~n. de .la c~s~ publica a tecn6cratas, es decir, expertos libres depreJ1~l~loS1deolog1cOS. I?e hecho much.os organismos estatales ya sonadm1nlstrados par tecnocratas, y funClonan de manera parecida bajoreg!menes politicos diferentes. Piensese en el correa, las obras sani-tanas, y las empresas nacionalizadas. Pero de hecho la tecnocracia~sta sometida al poder politico, que a su vez se in spira mas en la1deologfa que en la ciencia.

Se ha objetado que el tecn6crata suele tener una visi6n estrechade 10 socia~: que .le interesan mas la maquina y el medio que el pue-bl? y los fmes. Sm duda, esto suele suceder con los ingenieros y ad-mm1stradores de formaci6n tradicional, pero no es fatal que asfocurra. El tecn6crata puede y debe ser un sociotecn6logo: una per-sona. can s6lida formaci6n en ciencia social basica y adiestrada en lasteCnlcas de la administraci6n de sistemas sociotecnicos tales comoredes de teleco~unic~ciones, hospitales, y servicios de s~guridad.. La tecnocrac1~, eX1ste, J?ues, en forma parcial y es po sible ampliars~ campo ~e .acclOn y melorar su desempefio. El problema es saberSl puede eX1stlr una tecnocracia integral, esto es, que abarque a todoslos sectores de la administraci6n publica y en todos los niveles. Laobjeci6n mas comun es que esto no es posible mientras la sociedade~t~ dividida en clases de intereses encontrados, porque muchas de-ClSlOnes que se tomen a alto nivel beneficiaran a algunas de esas cla-s~s a costiIlas de otras. Sin embargo, esta no es una objeci6n deci-sIva, porque el tecn6crata, precisamente par guiarse exclusivamenteP~)f c0t,lsideraciones sociotecnicas, puede colocarse par encima dedldms tntereses especiales.I':11 Indo caso, el debate acerca de la tecnocracia no esta cerrado ,

y debieramos plantearlo, no en terminos de neutralidad ideol6gica,sino de una ideologia cientifica. Desde luego, ni el tecn6crata ni elcientffico que Ie asesora pueden imponer esa ideologia. Sin embargo,pueden disefiarla y determinar que se necesitaria para llevarla a lapractica. Abandonar la ideologia a los ide610gos precientfficos es tanpeligroso como dejar la politica de defensa nacional en manos demilitares profesionales. S610 los generalistas pueden abordar los pro-blemas de interes general; y s610 los generalistas can base cientificapueden hacerlo correctamente en la sociedad moderna, que es el sis-tema mas complejo del universo.

En 10 que sigue nos ocuparemos de anaIizar dos conceptos clavede la politologia, los de democracia y nacionaIismo. Lo haremos conel solo prop6sito de sugerir que conviene aclarar las ideas antes deabrazarlas 0 rechazarlas.

Salvo los fascistas nostalgicos, hoy dia todos, conservadores y Ii-berales, socialistas y comunistas, se proclaman dem6cratas. Mas aun,cad a uno de estos grupos pretende detentar el monopolio de la de-mocracia. Sin duda, hay en esto algo de engafio deliberado 0 doubletalk. Pero tambien hay algo de confusi6n: cada cual piensa sincera-mente en su propia varied ad de democracia. En otras palabras, eltermino'democracia' es ambiguo y, por tanto, no hay dem6cratas asecas. Intentemos distinguir los conceptos que designa ese terminomagico.

Aunque hay distintos conceptos de democracia, todos ellos com-parten una idea basica. Esta es la de igualdad de oportunidades enalgun respecto; 0, 10 que es 10 mismo, la libertad de aprovechar 0incluso crear tales oportunidades. No se trata de igualdad total 0 entodos los respectos, porque de hecho no hay dos seres humanos iden-ticos. Ni se trata de igualdad parcial (en algunos respectos) de hechoa actual, sino en potencia, 0 sea, de igualdad de oportunidades paraeIiminar 0 compensar desigualdades naturales. Ejemplos: a igual tra-bajo, igual salario; igualdad de oportunidades de acceso a la cultura;igualdad ante la ley.

Pero (que significa'respecto' en 10 que precede? Para responderesta pregunta debemos anaIizar el concepto de sociedad. Proponemosque toda sociedad puede analizarse en cuatro grandes subsistemas:biol6gico, econ6mico, politico y cultural. Cada uno de estos sistemases concreto 0 material, por estar compuesto de individuos de carney hueso unidos entre si por vinculos que constrifien a estimulan tan-

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to sus conduct as como sus vidas interiores. Los vinculos que man-tienen unidos a los componentes del subsistema biologico son los deparentesco y amistad; los que constituyen el sistema economico sonrelaciones de produccion, intercambio y consumo; los que constitu-yen el sistema polltico son los de administracion y poder; y los queconstituyen el sistema cultural son flujos de informacion de conte-nido cognoscitivo, ardstico, moral 0 ideologico. (Para mayores pre-cisiones, vease el capitulo 15; para un anaIisis mas detallado, con-sultese Bunge, 1979.)

Si se examina la idea general de democracia a la luz de esta di-vision cuatripartita de la sociedad, se reconoce que la democraciapuede ser biologica, economica, polltica, cultural, 0 una combina-cion de estas.

En una democracia biol6gica todos los individuos tienen igualesoportunidades de acceso alas esferas economica, polltica y cultural,cualesquiera sea su sexo 0 raza. Obviamente, no puede haber igual-dad biologica total. De hecho, los niiios, ancianos, invalidos y enfer-mos no tienen las mismas oportunidades que los adultos normales,ni pueden ser tratados igual que estos. En una sociedad compasiva,como es la encabezada por un estado protector (welfare state), laspersonas en inferioridad de condiciones Hsicas son protegidas: selas privilegia para compensar sus deficits Hsicos. En cambio, en unasociedad tal como la de los Ik, de Uganda, los aventajados se apro-vechan de los debiles, con la consiguiente desintegracion social y mo-ral (Turnbull, 1972).

En una democracia econ6mica todos los individuos de competen-cia equivalente gozan de las mismas oportunidades de acceso a todoslos empleos y recursos economicos. Dicho de otro modo, en seme-jante sociedad no hay privilegios economicos: tan solo hay oportu-nidades que algunos aprovechan y otros no. La democracia econo-mica es compatible tanto con el igualitarismo estricto (igual recom-pensa para todos los trabajos) como con la meritocracia (recompensaproporcional a la calidad y cantidad del esfuerzo).

En una democracia politica todos los adultos tienen derecho aparticipar en cuanto ataiie a la administracion de la cosa publica. Noes que todos tengan derecho a ser jefes de estado 0 ministros, sinoa trabajar 0 luchar por llegar a serlo. Hay tantos grados de demo-cracia polltica como grados de participacion. Esta va desde la mini-ma, el derecho a elegir libremente representantes, hasta la maxima,que involucra la toma de decisiones que afecten a los demas. (Parauna medida cuantitativa del grado de democracia polltica, vease Bun-ge, 1985.)

En una democracia cultural todos los individuos tienen derecho

a gozar de la cultura como consumidores y productores de ciencia 0

tecnologia, arte, humanidades, 0 ideologia. Idealmente este derechose extiende a la paracultura, p. ej., la novela rosa y la musica rock.Pero no se extiende a la contracultura, por ser destructiva, ni a laseudocultura, porque es una estafa. (Analogia: en una democraciaeconomica hay derecho a producir 0 vender productos de baja cali-dad, pero no a hacer pasar veneno por pan, ni a hacer pasar serrinpor pan rallado.) Idealmente, el grado de democracia cultural notiene mas tope que el nivel de cultura alcanzado por la sociedad.Por ejemplo, en una sociedad tradicional no hay libertad de hacer 0

aprender ciencia moderna, porque no la hay.Hemos distinguido, pues, cuatro tipos basicos de democracia:

B, E, P y C. Ahora podemos combinarlas. Hay seis combinacionesbinarias: BE, P, BC, EP, EC y PC; cuatro ternarias: BEP, BEe,BPC y EPC; y, desde luego, una sola cuaternaria, BEPC, que llama-remos democracia integral 0 total. En total hay entonces nada menosque 15 tipos de democracia y otras tantas ideologias pollticas posi-bles. Si agregamos el fascismo, 0 antidemocracia total, se obtiene untotal de 16 ideologias politicas posibles.

En la actualidad solamente cinco de esas 16 ideologias posiblesaniman, al menos de palabra, a sendos partidos pollticos: el fascis-ma (0 antidemocracia total), el canservatismo (P), el liberalismo(BPC), el comunismo (BEC), y el socialismo demacratico (BEPC).El que existan efectivamente sociedades que se ajusten fielmente alas idealogias que proclaman esas partidos, es harina de otro costal.

La democracia integral que preconiza mas 0 menos explkitamen-te la sacialdemocracia es a la vez biologica, economic a, polltica ycultural. Es obvio que tal democracia aun rio existe, pero tambien escvidente que es el ideal de millanes de personas. Suponiendo quesea deseable alcanzarla, se plantea el problema de elegir el mejor ca-mino para ello. Las respuestas tradicionales son: por la via econo-mica, y por una combinacion de medias pollticos y culturales. Estasrcspuestas suponen que el motor de la sociedad es la economia, yque 10 es la polltica unida a la cultura respectivamente.

De hecho ninguna de las dos vias que se acaba de mencionar hasido completamente exitosa: la democracia economica se ha conse-gllido a expensas de la polltica, y esta a costillas de aquella. El mo-I ivo de estos fracasos salta a la vista si se adopta el punto de vistasistemico mencionado anteriarmente. Segun este punta de vista noIlay primer motor: unas veces el empujon inicial es economico, otrascs polltico, y otras es cultural. Siendo asi, se sigue que, para alcanzarla democracia integral, es precisa bregar a la vez por todas las dema-nacias que componen la democracia integral: la biologica y la eco-

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nomica, asi como la polidca y la cultural. Pero ya nos hemos salidodel terreno teorico. Volvamos a este examinando un segundo ejem-plo de palabra-consigna, 0 idea fuerza, como se deda en el siglo XIX.

Los historiadores nos informan que el nacionalismo es un feno-meno moderno, pero no nos dicen en que consiste. Los politologosde izquierda 10 descuidan por creer que no dene importancia en com-paracion con la lucha de dases, 0 que no es sino una consecuenciade circunstancias economicas. Tampoco 10 analizan los de derechaporque no suelen ser dados al analisis.

Mientras tanto, el nacionalismo cobra fuerza en muchas regio-nes del planeta, no solamente perifericas sino tambien centralesuniendo entre si a grupos sociales que antes se combatian, 0 alian~d?se tran~itoriamente con algunos de ellos. Es hora, pues, de estu-dlarlo setlamente. Aqui no haremos sino analizar la palabra 'naciona-lismo' al modo en que analizamos el termino 'democracia' haceun momento.

Una nacion puede caracterizarse como un pais, 0 una parte deun pais, unido por caracteristicas etnicas, economicas, politicas 0culturales. Hay paises uninacionales, tales como Argentina y Ho-landa; binacionales, tales como Canada y Belgica; y plurinacionales,tales como Espana y la India. En terminos generales, todo naciona-lismo es una ideologia que favorece a una nacion.

Sin embargo, dentro de una misma nacion puede haber distintospartidos 0 facciones nacionalistas. Mientras los unos valor an porsobre todo el aspecto etnico de la nadon, otros realzan el aspectoeconomico, otros el politico y otros el cultural. En otras palabras,hay cuatro tipos basicos de nacionalismos: biologico (B), economi-co (E), politico (P) y cultural (C). Hay seis combinaciones binariasde los mismos: BE, BP, BC, EP, EC y PC; cuatro ternarias: BEP,BEC, BPC y EPC; y una sola cuaternaria: BEPC. En total hay,pues, nada menos que quince tipos de nacionalismo. Si se agregael antinacionalismo total 0 internacionalismo integral, resulta untotal de dieciseis ideologias cuyo nudeo es la afirmacion 0 lanegacion de nacionalismo(s) de alguna(s) dase(s).

Esto no es todo: hay otra distincion importante que corta a laprecedente, a saber, l~ particion de la dase de nacionalismos en de-fensivos y agresivos. El nacionalismo defensivo defiende su esferade interes (biologica, economica, politica 0 cultural); la defiende depresiones 0 ataques exteriores, reales 0 imaginarios. El nacionalis-

m<;>agresivo se propone aumentar e1 poder de su esfera de interes(blOlogica, economica, politica 0 cultural); y, por definicion, 10hace a expensas de otras naciones. (Vese el cuadro 1.)

Por ejemplo, mientras el nacionalismo biologico defensivo soloP!ete~de pre~er;a~ su etni~ (como sucede con los amerindios), el na·clOnahsmo blOloglco agreslvo la proc1ama superior a otras y aspiraa subyugarlas .y explotarlas. Los movimientos independentistaspU,eden c~actetlzarse. c?mo nadonalismos defensivos y, por 10 co-~un, pa:clales.' I?or hmltarse a 10 economico y 10 politico. En cam-blO, ~os l~p~tlahsmos modernos son agresivos y totales, a diferendadel Impetlahsmo romano, que fue biologica y culturalmente to-lerante.

Biol6gico ." '" '" Defensa de la etnia

Econ6mico .. Defensa de la econamia

Politico '" Autanamia de la region

Cultural.. Defensa de la cultura

Ataque a atras etnias

Daminacion de arras ecanamias

Dominacion de atras nacianes

Daminacion de atras culturas

. L?s quince tipos de nacionalismos (basico 0 compuesto) que dis-t~ngu~mos hace un rata acaban de multiplicarse por 2: debemos dis-tlngUlr un total de, t~einta naciona~ismos. Estas distinciones concep-t~al~s son m~tod~loglcamente preVlas a cualquier analisis de un mo-Vlmlento naclOnahsta particular. Si no se las hace no se logra com-prender por que algunos movimientos nacionalistas son exitosos yotros n?, por. <:I~e~~gunos son progresistas y otros retrogados, nipor que la CIVlhzaClOn moderna, que tiene una cultura cientHico-tecnologica universal, es incompatible con e1 nacionalismo culturala ultranza.

. Debido ~ su en<;>rme importancia, las ideologias debieran ser\IhJeto de mas estudlOs que denuestos. Tales estudios no seran in-leresantes ni efica~e~ a menos que sean objetivos y analiticos, enlugar de ser partldlstas y globales. Por poco que se analice una

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MARXISMOideologfa polftica popular, se advierte que en realidad es toda unafamilia de ideologias. Esto explica en parte por que todos los movi-mientos polfticos inspirados en amplias ideologfas terminan pordividirse en facciones y a veces en partidos rivales. Algunas deestas luchas intrapartidarias se podrfan evitar, 0 al menos se podrfaganar tiempo, si los contendientes formulas en explkita y claramentesus diferendos y se aviniesen a discutirlos con la misma objetividadcon que discutimos los meritos y demeritos de un alimento 0 de uninstrumento de medici6n.

Bunge, Mario (1979): Treatise on Basic Philosophy, 4.° tomo: A World of Sys-tems. Dordrecht-Boston: Reidel.

Turnbull, Colin M. (1972): The Mountain People. New York: Simon &Schuster.

Tanto los amigos como los enemigos de Karl Marx concuerdanen admitir que ha sido el pensador poHtico mas influyente de todos10s tiempos. Ningun otro ha inspirado un regimen social bajo elcual vive un ser humano de cada tres. Ningun autor es objeto detanta veneraci6n y de tanto odio. .

Marx fue un gigante en un siglo de gigantes: el siglo de Cauchyy Fourier, de Boole y Cantor, de Faraday y Maxwell, de Dalton yBoltzmann, de Liebig y Kekule, de Darwin y Bernard, de Virchowy Pasteur, de Ricardo y Cournot, y varios otros revolucionariosque cambiaron el estilo de pensar en divers os campos de la culturajntelectual.

Marx tiene, ademas, la distinci6n de haber sido no s6lo un pen-sador y activista polftico de primera lfnea, sino tambien un eminen-te economista, un distinguido historiador de la economfa, de la tec-nica y de la poHtica, asf como un fil6sofo original y un polemista yperiodista de garra. El marxismo, que construy6 en colaboraci6n consu amigo Friedrich Engels, no es solamente una doctrina polftica,econ6mica y filos6fica: es toda una concepci6n del mundo, compa-rable en amplitud y profundidad s6lo con el tomismo.

Marx fue un original en cuanto pens6 e hizo. Por esto es unaironfa el que, un siglo despues de su muerte, millones de parti-darios suyos resistan la originalidad y persistan en repetir acrftica-

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Ell?ar:x;ismo se present a como ciencia social y, mas precisamente,como ClenCla de la sociedad contrapuesta a la Hamada ciencia «bur-guesa» u «oficial». De hecho, Marx, Engels y Lenin hicieron contri-buciones importantes al estudio del capitalismo. Ninglin historiador

objetivo de las teorias economic as niega el valor de dichas contribu-dones. Pero de aqui a sostener que fueron poco menos que perfec-tas y definitivas, por 10 cual es preciso repetirlas como si alin fuesende actualidad, hay un paso no justificado, porque la realidad socialcambia rapidamente y la ciencia social marxista es muy limitada.

En primer lugar, la ciencia social marxista se limita a la econo-mia. No existen una antropologia, una sociologia, una politologia 0una historia marxista maduras: solo hay antropologos, sociologos,politologos e historiadores in£1uidos por e1 marxismo. Un caso nota-hIe es el de la corriente antropologica Hamada materialismo cultural,que encabeza Marvin Harris (1979). Pero esta escuela rechazala dialectica y complementa el determinismo economico con el es-tudio de la reproduccion biologica y las relaciones de familia quehabian sido descuidadas por Marx y Engels.

Un segundo caso notable es el de Amartya Sen (1973), econo-mista, sociologo y filosofo que se ha distinguido por sus trabajossobre y contra la desigualdad economica. Pero Sen, aunque indu-dablemente in£1uido por Marx y animado por su misma pasion porla justicia social, es un scholar cuidadoso que hace uso de herra-mientas formales desdefiadas por casi todos los marxistas.

Un tercer caso notable es el de la «nueva historia» cuantitativa,social y economica nacida en torno a los Annales Ese de Paris.(Vease, p. ej., Braudel, 1979). Pero la nueva historia, aunque pre-dominantemente economica y social, no es estrictamente marxista,ya que no afirma que cuanto sucedio en la historia fue parte 0

producto de la lucha de dases. Hace hincapie en la poblacion, enla vida cotidiana, en 10 que se produce, intercambia y consume, enlas condiciones geograficas, las tradiciones, e1 marco juridico, etc.Es, en realidad, historia global. Y no glorifica a la historia comouna fuerza supraindividual que arrastra a los individuos y sus socie-dades, al modo en que la imaginaban tanto Hegel como Marx. (Re-cuerdese la afirmacion de Marx, de que al conquistar la India, In-glaterra due el instrumento inconsciente de la historia» al revolu-donar la sociedad india.)

Es sabido que los marxistas se desinteresaron hasta hace pocode la sociologia (de la que desconfiaban por haber sido bautizadapor Comte) y de la politologia. Los marxistas de los paises socia-listas, porque cretan que en el Hamado «socialismo real» no puedehaber problemas sociales 0 politicos. (Como puede haberlos si seha acabado la division clasista de la sociedad y si el gobierno y elpartido se dicen represent antes de la dase trabajadora? (Comopuede haber privilegios, injusticias, corrupcion, opresion y enaje-nacion en la sociedad ideal? Los problemas sociales y politicos se

mente ~uant? escribio .. Es ~na ironia el que uno de los mas grandesrevolUCIOnatlOS de la hlstOtla haya inspirado una escuela intelectual-mente conservadora, y por esto esteril, en la que toda tentativa deinnovacion es tachada de desviacion peligrosa, cuando la desviacionde la ortodoxia es esencial para el progreso en todas las ram as dela cultura.

Todos -marxistas, antimarxistas y neutros, si los hay- vivi-t;Jos a la s<-:mbra de Marx. Si somos honestos debemos aprender deel y, en prImer ~ugar, aprender a cuestionar. Y debemos compren-der. que, por gemal que fuese, Marx se equivoco en algunos puntoscapl!ales y que, cuando tuvo razon, a menudo 10 fue respecto desu tiempo, que no es el nuestro. Por consiguiente debemos estudiarlas obras de Marx, Engels y sus disdpulos con actitud objetiva nopartidaria; critica, no dogmatica; y a la luz de la ciencia y la s~cie-dad actuales, no las de hace un siglo (a menos, desde luego, que nospropongamos estudiar historia en lugar de hacerla).

El primer problema que enfrenta el estudioso del marxismo esestablec~; que es: (ciencia, filosofia 0 ideologia polftica? LeninrespondlO esta pregunta en un par de articulos celebres donde sos-tuvo que el marxismo es tanto ciencia como filosoffa e ideariosoci~politico. En, efecto, sefialo que Marx y Engels desarroHaron yreumeron tres hneas de pensamiento antes paralelas: la economiapolitic a inglesa de Adam Smith y David Ricardo, la filosofia ale-mana de Hegel y Feuerbach y el socialismo utopico frances de SaintSimon y Fourier.. En est~ c~p.itulo exami?aremos solamente dos problemas: (que

tiene de clent1flCO e1 marXlsmo? y (que queda de la filosofia mar-xista? La cuestion de la ideologia se examinara de pasada a la luzd~ l.as respues!as a esas preguntas. Cada una de eHas exigiria unabIbltoteca escrlta por un equipo de especialistas. Este trabajo selimitara a esbozar un analisis critico, con la esperanza de incitar aalgunos estudiosos del marxismo a profundizarlo y desarroHarlo sinten;er e~ ~radicional ataque ad hominem al estilo de Lenin, quiensolta calt£lcar a los profesores de filosofia de «lacayos diplomadosde la burguesia».

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presentarian solamente en 10s pafses no socialistas. Y en estoscasos 10s marxistas se han limitado casi siempre a trabajos periodfs-ticos de denuncia 0 protesta.

Es verdad que esta situacion comenzo a cambiar en 10s pafsessocialist as hacia 1960. Pero, al parecer, la sociologfa y la politologfamarxistas son aun bastante debiles. Es presumible que esta debilidadtenga dos causas. Una es la restriccion a la libertad de investigaciony expresion. Otra es que, quienes cultivan dichas disciplinas, suelentener una formacion filosoHca antes que cientffica. Tan es asf, quelos institutos de sociologfa en 10s pafses socialistas suelen ser sec-ciones de 10s institutos de filosoffa. 0 sea, siguen la tradicion idea-lista que considera alas ciencias sociales como ciencias del espfritu(en Alemania) 0 ciencias morales (en Francia).

En segundo lugar, incluso los estudios economicos estan atrasa-dos entre 10s marxistas. Al parecer, no hay teoria marxista de laeconomfa socialista, 0 al menos no la habfa cuando el destacado eco-nomista polaco Oskar Lange (1959) formulo esta queja. Al parecer,la rama mas avanzada de la teoria economica sovietica es la normati-va, es decir, la desarrollada para enfrentar 10s problemas que planteala planiHcacion economica. (Vease Dadayan, 1981.) La economfa«positiva», que se propone describir y explicar 10s sistemas y sub-sistemas economicos, ha sido descuidada. Y en cuanto a 10s analisisde las economfas capitalistas y semicapitalistas, son insuHcientespara comprenderlas y, por 10 tanto, para servir de base teorica a pro-gramas de accion polftica.

La tardanza en formular una teorfa de la economfa socialista seexplica quiza por la creencia de Marx y Engels, de que toda plani-Hcacion del socialismo es utopica. Para ellos el socialismo era ine-vitable y se iria construyendo sobre la marcha sin necesidad de pla-nes. EI resultado de este necesitarismo hegeliano fue una sucesionde improvisaciones que acabaron en desastres. Cuando, Hnalmente,despues de un decenio, los dirigentes sovieticos adoptaron la planiH-cacion central, los planeadores caredan de una buena gufa teorica.Por consiguiente obraban empfricamente, estableciendo a priori nor-mas de productividad y metas que a menudo no se 10graban, 0 seconsegufan a costa de enormes sacrificios en otros sectores de lasociedad. Su visi6n era estrechamente economista y pragmatica. Ha-dan economfa normativa sin una base seria en economfa positiva.

En cuanto a los marxistas que hadan y hacen la crftica de laseconomfas capitalistas y semicapitalistas, tambien ellos carecen deuna teoria general del capitalismo moderno: se yen forzados en ton-ces a hacer 10 que puede llamarse economia negativa, exclusivamen-te critica, y por 10 tanto diHcilmente distinguible de la ideologfa

(ver p'. ej. Autores y~rios, 1981, y Faramezyan, 1981). Y ni losunos m los otros utlhzaban a fondo la herramienta cientffica uni-versal, a saber, la matematica, sin la cual no hay ciencia avanzada.Afortunadamente, los sovieticos corrigieron esta omision cuandohacia 1960, invitaron a Wassily Leontief, de Harvard, a que dic:tase cursos sobre su modelo insumo-producto de produccion.

. ~A que se debe la lentitud del progreso de la economfa mar-xlsta? A un solo motivo: el dogmatismo. En efecto, des de Leninen adelante los marxistas no se cansan de repetir que «el marxismoes to?opoderoso 'p0rque es verdadero». No importa que la realidadc~mble: el. marXlsmo, como la religion y la matematica, es inamo-vlble. No Imp~rta que las p.redicciones no se cumplan: la conquistadel poder termma por «conflrmar» la teorfa, y toda derrota es impu-table a una «interpretacion» 0 aplicaci6n incorrecta de 10s textoscanonicos. Los ~ndudables triunfos de algunos movimientos popu-lares en 10s palses mas explotados por el imperialismo se tomancomo prue~as de la teorfa, que a su vez serb inmutable.

. Desde luego, esta manera de proceder no es cientffica. La popu-landad de ul?-a t~orfa, sea ,polftica 0 religiosa, no es prueba de suverdad. En ClenCla las teorlas se ponen a prueba haciendo prediccio-nes con. ayuda de leyes y datos. Si las predicciones fallan, la teoriaes conslderada falsa 0 al menos poco verdadera. No asf en el casode l.as id.e,ologfas: toda conversi6n a la fe es interpretada comoconfumaclOn, y todo fracaso es interpretado a la luz de la mismateoria que debiera estar en el banquillo de los acusados.. El dogmatismo ha impedido que 10s marxistas examinasen cri-

tlcamente los fundamentos mismos de su doctrina. Entre estos fi-gur~n ~r~s. hip6tesis bien conocidas. Segun la primera, toda sociedade~ta dlvldlda en dos partes: la infraestructura material (das mate-Nelle .Unterbau), que es la economfa, y la superestructura ideal(~a~ z~eale Ueberbau),. que. es la ~ultura y la polftica. La segunda111potesls es que, en ultlma mstanCla, la economla determina todo 10que sucede en la polftica y la cultura. (EI marxista italiano Gramsciprecursor del eurocomunismo, critico acerbamente el economicism;v por este n:o~ivo. fue mirado con desconfianza por 10s stalinistas.)I,:I tercera hlpotesls es que el motor de la historia 0 fuente ultimade ~odos los sucesos sociales, es la lucha de clas~s. Curiosamente,lI:1dle parece haber .adve:-tido que estas dos ultimas hipotesis son11I;'tuamente contradlc~onas. En efecto, segun la segunda la econo-IJ.'la 10 mueve todo, mlentras que seglin la tercera no es la economfaSII10un modo de ~ucha polftica, a saber, la lucha de clases, la quelodo 10 mueve. Mlentras no se elimine esta contradicci6n no podraSIlstcnerse que la doctrina marxista es cientffica.

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Sin embargo, no hay duda de que la economia es enormementeimportante, mucho mas que 10 que creian los historiadores que selimitaban a la politica 0 a la cultura. Tampoco hay duda de quehay luchas de clases y que a veces son decisivas. 0 sea, l~ d?ctrinasocial marxista tiene un importante grana de verdad, Sl blen laship6tesis segunda y tercera no pueden valer al mismo ti~mpo. ~ar,asalvar este grano de verdad es preciso abandonar la pnmera hlPO-tesis acerca de la divisi6n de la sociedad en una infraestructura ma-terial y una superestructura ideal. Este modelo es refutado por laobservaci6n de que no hay economfa moderna sin tecnologia (partede la cultural y sin lazos intimos con la politica, la que unas vecessigue y otras conduce a la economia. Es refutado por los nu~erososcasos en que las innovaciones culturales, tales como la escrltura, lamatematica y la ciencia, hacen posible innovaciones tecni~as ,q~e re-volucionan la economfa. Y es refutado por las reform as lundlcas ypoliticas que posibilitan la expansi6n 0 la contracci6n de la econo-mfa 0 de la cultura.

El modelo de las dos capas debiera reemplazarse por el modelomaterialista sistemico, segun el cual toda sociedad h:,mana ~s. l;lnsistema material compuesto por tres subsistemas soclales artlf~cla-les: la economfa, la cultura y la politica, incluyendo en esta ultlmatoda la administraci6n y las fuerzas armadas si las hay (Bunge,1979). Cada uno de estos subsistemas esta fuertemente unido a losotros dos, de modo que toda novedad que ocurra en uno de ellospodra afectar, aunque no siempre de inmed~ato, a los otros dos.Segun esto, no hay primer motor 0 determmante abso!U:to: unasveces la novedad es econ6mica, otras cultural y otras polltlca. Un~sveces la chispa es una innovaci6n econ6mica, tal como ~l t.r~baloen cadena; otras un cambio cultural, tal como la alfabetlzaClO? engran escala; y otras una transformaci6n politica, tal como la mva-si6n 0 la independencia de un pais.

Este modelo sistemico de la sociedad permite comprender me-jor los cambios sociales que el modelo de capas" qu~ una vez 10explica todo en terminos econ6micos, y otras. en ,termmos de luchade clases reduciendo la cultura a un mero eplfenomeno engendradopor la base econ6mica. Segun el modelo sistemico, cada uno delos tres subsistemas sociales esta formado por seres humanos y susartefactos de modo que es un sistema material; no hay tal cosacomo un~ «superestructura ideal». El modelo sistemic? es, pues,estrictamente materialista, en tanto que el modelo marxl~ta es dua-lista, por concebir solamente a la economfa como un slstema. ~a-terial. Quedan asi eliminadas, de un tra~o,. ,dos de las cor~trad~cclO-nes de la doctrina marxista: la contradlcclOn entre la pnmaCla de

la econorpia y la primada de la lucha de clases, y la contradicci6nentre el modelo de capas y la filosofia materialista.

Nadie duda de que Marx hizo un aporte original importantfsimoal estudio de la economfa capitalista avanzada de su tiempo. Sinembargo, Marx no aclar6 con precisi6n su concepto clave de valorv, por consiguiente, dej6 oscuro el concepto de plusvalia, que no sehallaba en la teorfa de Smith y Ricardo. Como es sabido, Marxtom6 de Smith y Ricardo la hip6tesis de que el valor de una mer-canda esta determinado exclusivamente por el trabajo socialmentenecesario para producirla. (Piensese en la variedad de indus triasque intervienen en la fabricaci6n de la publicaci6n que se esta le-yendo.) A su vez, dicha cantidad se medirfa por el tiempo insumidopor la producci6n.

Una primera objeci6n que puede hacerse a esta hip6tesis esque, segun ella, el valor de uso de una mercanda depende del niveltecno16gico, 10 que no es verdad: al consumidor no Ie interesa si10 que adquiere ha sido producido en un minuto 0 en una hora, sinosolamente si Ie sirve y si el precio le conviene. (Dicho sea de paso,el consumidor es un ente totalmente pasivo en la economia mar-xista.) Una segunda objeci6n es que Marx no nos da una f6rmulaque relacione el valor de usa con el valor de cambio. Por 10 tanto,si no se acepta que el reloj mida el primero, no hay manera demedirlo, con 10 cual se parece a una de esas cualidades ocultascon que los fil6sofos escolasticos pretendfan explicar la realidadperceptible. Una tercera objeci6n es que, al medir el valor por lacantidad de trabajo socialmente necesaria, se hace caso omiso dela escasez y de la abundancia, asi como de la oferta y la demanda,todo 10 cual es contradicho por la experiencia.

Una cuarta objeci6n es que, contrariamente a la afirmaci6n deRicardo y Marx, el comercio agrega valor alas cosas. Para compren-derlo basta considerar el caso de una mercanda mal distribuida, tall'Omo un libro editado por una editorial universitaria, 0 una mer-canda de con sumo popular en un regimen de «socialismo real». Unaquinta objeci6n es que, quienes planifican la economfa a la luz deIa hip6tesis de Ricardo y Marx, tratan de minimizar el numero depersonas empleadas en el comercio y los servicios, por considerarqlle su trabajo no agrega valor. (Comunicaci6n personal de JorgeNiosi.) De este modo planifican una economia. en la que, aun cuan-do triunfe la producci6n, falla la distribuci6n. Asf resultan las colasqlle se agolpan durante horas y aun dfas frente a los contados ne-gocios en regimen «socialista real» en cuanto se difunde el rumorde que han recibido alguna mercanda. A su vez, estas colas causlln1111 pronunciado ausentismo laboral, el que encarece la produccion

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al aumentar considerablemente el tiempo socialmente necesario paraproducir cualquier cosa, sin que por ello aumente el presunto valorde la mercanda. Finalmente, todo esto causa descontento y desafec-cion al regimen. j Resultados tragicos de aferrarse a un dogma ca-duco! (Vease crfticas adicionales en los trabajos de los marxistasMorishima, 1973, y Malrieu, 1973.)

Ademas de contener oscuridades como la que acabamos de tra-tar, la doctrina economica de Marx se referfa principalmente almercado de la libre competencia, que existfa en la epoca de larein a Victoria. Das Kapital, obra formidable en su tiempo, no des-cribe el capitalismo que conocemos en las naciones industrializadas,un capitalismo profundamente transform ado por los oligopolios, elestado y los sindicatos, todos los cuales eran debiles en tiempo deMarx. Tampoco describe Das Kapital las economias semicapitalistasdel Tercer Mundo.

Desgraciadamente, los marxistas, particularmente en las nacio-nes subdesarrolladas, siguen considerando a Das Kapital como elevangelio del socialismo. Esto muestra una vez mas el caracter pre-dominantemente ideologico que ha adquirido el marxismo en nues-tros dias. Para Marx, el estudio de la economia capitalista era unaempresa cientffica que daba, como subproducto, arma~ ideologicas(morales y polfticas) al movimiento socialista. Para los marxistasortodoxos de la actualidad el aspecto cientffico no existe 0 estasubordinado a la lucha polftica. De aqui que no aprendan ni in-venten ideas nuevas en el terreno economico. Es como si los fisicosse empecinaran en usar los Principia de Newton para explorar losnucleos atomicos.

En resolucion, la doctrina social marxista, que comenzo siendocientffica y conserva aun algunos elementos valiosos, se ha conver-tido en un dogma inatacable y, por consiguiente, no puede conside-rarse una ciencia. Esto no implica que su principal rival, la econo-mia neoclasica, sea plenamente cientffica: tambien ella se refiere aun capitalismo que ya no existe; tambien ella esta penetrada deideologia y, como 10 ha senalado Lady Robinson, se usa no tantopara estudiar el capitalismo como para justificarlo. (Recuerdese elcapftulo 8.) Un economista cientffico no optara por ninguna de esasdos doctrinas: las consignara a los libros de historia. Un cientfficoautentico estudiara la realidad en lugar de los libros, y no intentarareducir todas las ciencias sociales a la economia, porque no creeraen la hipotesis simplista de que la economfa 10 determina todo.Propendera mas bien a integrar las distintas ramas de las cienciassociales, reconociendo que las fronteras entre ellas son en gran me-dida convencionales.

cComo se explica que una letra casi muerta siga inspirando amillones de gentes en todo el mundo, y sobre todo en aquellas par-tes del mundo que nunca conocieron el capitalismo victoriano des-cripto y anatematizado por Marx hace mas de un siglo? cAcaso esteexito practico no confirma, como creia Lenin, la verdad de la doc-trina marxista? De ninguna manera. Los oprimidos del TercerMc:ndo no. son atraidos por la economfa ni menos aun por la filo-sof1a marx1sta, formuladas en lenguaje esoterico. Son movilizadospor consignas practicas basicas, tales como la lucha contra los terra-tenientes y las companias transnacionales, contra el hambre y laenfermedad, contra la marginalidad y las dictaduras militares. Losguerrilleros centroamericanos no se baten por una doctrina remotay envejecida, sino por su propia vida y por el porvenir de sus hijos.

.En otro orden de cosas, la efimera central sindical polaca «Soli-dandad», aunque alentada por la Iglesia, no se inspiro en la teolo-gfa t.omista, ni surgio de la noche a la manana, hasta abarcar a latotahdad de la clase obrera y media polacas, en nombre de unadoctrina remota expuesta en una jerga inteligible solo a los inicia-dos. Nacio y crecio vertiginosamente luchando contra la dictaduradel partido comunista en el poder, en favor de condiciones de tra-bajo y de un nivel de vida comparables con el de las nacionescapitalistas, y en favor de una autentica participacion popular enla gestion economica y politica.

Los rapidos cambios de la realidad social en todo el mundocxigen una actitud teorica dinamica: exigen capacidad de innovacionconceptual y disposicion a experimentar nuevas formas de organiza-('ion social y nuevas estrategias polfticas. Nada de esto se logra si se!)()stula que determinada doctrina social, economica 0 politic a esIIlmutable, que todo 10 que hace falta saber ya fue escrito hace unsiglo, un decenio 0 un ano. '

La rigidez doctrinaria y practica de casi todos los marxistas('xplica la paralisis de las sociedades socialistas: el cinismo de la gen-Ic que aprende altos ideales en la escuela pero, al incorporarse a laproduccion, se da cuenta de que esos ideales han quedado en elpapcI; el desanimo de los que se yen forzados a hacer largas colas

('11 invierno para procurarse 10 mas esencial mientras los privilegiados10 reciben a domicilio; el tejido del trabajo en caden~ y de la labor:Igdcola sin equipo avanzado de labranza; la esterilidad del queha-n'l' buromitico; y la sempiterna repeticion de dogmas y la sospechapOI' toda novedad.

Es verdad que en muchos casos los marxistas han encabezadorllovimientos progresistas. Pero tambien es cierto que otras veces se111111 hecho complices de dictaduras retrogradas en nombre de cier-

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tos intereses incomprensibles alas masas. Y tambien es cierto que,una vez en el poder, los marxistas ortodoxos suelen olvidar elprincipia de que toda dictadura debiera ser a 10 sumo un mediotransitorio, nunca una meta permanente: que el poder por el poderno redime, sino que oprime, corrompe y desalienta a todos.

En todo caso, los movimientos populares no son impulsados pordoctrinas esotericas formuladas en una jerga filosofica oscura como10 es la de Hegel. Los movimientos popu1ares suelen ser animadospor consignas muy basicas que han ganado 1a adhesion populardurante sig1os, tales como el derecho a vivir en paz, a comer, atrabajar, a formar una familia, a aprender y a hablar. Incluso laRevolucion de Octubre se hizo bajo una consigna parecida: «Pan,paz y libertad.»

Vale la pena detenerse un momenta en este punto porque es degran importancia metodologica, tanto mas por cuanto el marxismocarece de una metodologia que Ie permit a ir ajustando sus teoriasa medida que cambian las circunstaocias rea1es. Es sabido que algu-nos movimientos populares triunfan y otros fracasan por justasque sean sus metas. Ni el exito ni el fracaso de un movimientopopular afecta a la justicia de su causa 0 a 1a verdad de 1a doctrinaen que cree apoyarse. En otras palabras, la praxis politica no con-firma ni refuta las doctrinas economicas, politicas 0 filosoficas enque dice fundarse, del mismo modo que la popularidad de la magia,1a astrologia, el racismo y el psicoanalisis no confirma ninguna deestas supersticiones, ni la impopularidad de la logica matematica,la teoda cuantica de los campos, la psicologia fisiologica 0 la socio-logia matematica las refuta. Lo unico que pone a prueba el exito 0la derrota de un movimiento politico es la habilidad de sus organi-zadores y la oportunidad de sus consignas. Pero ya estamos rozan-do el tema de la tercera parte.

La filosofla basica del marxismo se llama 'materialismo dialec-tico'; su aplicacion a cuestiones sociales e historicas se denomina'materialismo historico'. Para decirlo en terminos tradicionales, elmaterialismo dialectico es la union de una ontologia (0 metaflsica)con una gnoseologia (0 teoria del conocimiento); en cambio, el ma-terialismo historico es la filosofla social e historica del marxismo.El marxismo carece de una logica propia, si bien hasta hace algunosafios los marxistas sostenian que la logica clasica (matematica) noes sino un caso particular de la dialectica. Tampoco posee el mar-

xismo una metodologia y una semantica propias. Y es dudoso queposea una etica propia mas alIa de un as pocas proposiciones, porcierto sugerentes aunque exageradas, como se vera mas abajo.

El materialismo dialectico es, pues, ontologia y gnoseologia. Laontologia es una peculiar sintesis del materialismo (tomado de Feuer-hach) y de la dialectica (tomada de Hegel). Es una de las ontologiasmas originales y, a la vez, mas toscas y oscuras de la historia. Encuanto a la gnoseologia marxista, es una variante del realismognoseologico unido a tesis empiristas y pragmatistas. (Los marxis-[as suelen confundir realismo con materialismo, sin advertir que sepuede ser realista en cuestiones de conocimiento y, a la vez, se-miidealista en cuestiones ontologicas, como en los casos de Aris-toteles y Tomas de Aquino. Tambien se puede ser materialist a encuestiones ontologicas y empirista, 0 aun convencionalista en ma-teria gnoseologica. De hecho, parte de la gnoseologia marxista estatomada del empirismo y del pragmatismo, como se vera dentro deIIll rato.)

En mi opinion, la parte valida, aunque subdesarrollada, de laontologia marxista es su materialismo, ya que la ciencia y la tecnicasc las arreglan muy bien con la hipotesis de que el mundo estacompuesto exclusivamente de cosas concretas 0 materiales, sin inter-vencion de ideas autonomas. Segun la psicologia fisio1ogica, lasiLieas son procesos cerebrales. Las almas desencarnadas, como losfantasmas, son fantasias de cerebros bien concretos, aunque no me-ramente flsicos, ya que poseen propiedades biologicas, tal como lade pensar. .

Desgraciadamente, el marxismo ha unido el materialismo conIa dialectica, doctrina imprecisa en el mejor de los casos y fa~sa, 0al menos falsa a medias en el peor (Bunge, 1981). SegUn Lemn, ladialectica es la doctrina de la unidad de los opuestos. Y ~que escsto? Lenin nos remite a Hegel, el filosofo mas oscuro de la his-loria. (Podra argiiirse que Heidegger es aun mas oscuro; pero quedapor decidir si fue un fil6sofo.) Hegel sostiene que todo cuanta exist~csta compuesto de entes, propiedades 0 procesos que se «contradl-cen» 0 «luchan» entre si hasta que se forma una nueva sintesis 0Illlidad, la que a su vez se escindiria en dos nuevos opuestos, los que11.Icharian hasta que se forme una nueva sintesis, y asi sucesiva-mente.

Desgraciadamente, esta tesis central de la dialectic a dista deser clara. Si significa que toda co sa esta compuesta por otras dos,que se oponen entre si, es facil demostrar la existencia de objetosmateriales simples, tales como el electron, el neutrino y el f.oton.Si, en cambio, se trata de propiedades contrapuestas, la teslS no

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se entiende, 0 bien, si es inteligible, tambien es falsa, ya que noe~ verdad que toda cosa sea a la vez pequefia y grande, valiosa ydls:,aliosa, etc. Queda la posibilidad de que el famosa principio sereflere a procesos opuestos. Pero esto no es posible tratandose decosas simples, y no vale para todas las cosas complejas. POl' ejem-plo, no es verdad que toda cosa que se calienta se enfria al mismotiempo, que toda mercancia que se abarata tambien encarece, etc.En resumen, el principio de la unidad y lucha de los opuestos, nu-cleo de la dialectica, 0 bien es ininteligible, 0 bien se entiende,pero no es universalmente verdadero.

Lo que sf es cierto es que algunos sistemas estan compuestos decosas 0 procesos que se oponen entre si en algunos respectos. POl'ejemplo, un atomo esta compuesto pOl' un nucleo cargado positiva-mente y rodeado de un cortejo de electrones cargados negativamente.Pero en estas condiciones no se produce cambio cualitativo alguno:el atomo en un estado estacionario no cambia. Para que se produzcaun cambio cualitativo el atomo debe dejar de ser una <<Unidad deopuestos»: debe perder 0 ganar un electron 0 un nucleon. 0 sea,la «contradiccion», lejos de ser fuente de todo cambio cualitativo,como sostiene la dialectica, en este caso es garantia de estabilidad.Otro ejemplo: el actual equilibrio politico internacional se fundaen la paridad de fuerzas. En cuanto una de las dos superpotenciassuperase a la otra en armamento nuclear, podria producirse un cam-bio cualitativo, tal como la guerra final. En general, la <<Unidad delos opuestos» no existe siempre y, cuando existe, no es condicionde transformaci6n cualitativa sino, a veces, de equilibrio.

En resumen, es verdad que algunos sistemas estan compuestospOl' componentes mutuamente opuestos en algun respecto, pero estaoposici6n puede original' estabilidad en algunos casos e inestabilidaden otros. Si no fuera asi, no se explicaria la existencia misma desistemas, los que se forman porIa cooperacion, no porIa lucha 0

competencia. Y de todas maneras, del hecho de que algunos siste-mas esten afeetados pOl' «contradicciones» internas no se sigue quetodos 10 esten. Igualmente, del hecho que algunos procesos resultende oposiciones no se sigue que todo proceso sea generado pOl' algunaoposici6n. POl' ejemplo, una vez emitidos, los electrones, neutrinosy fotones se mueven pOl' sf mismos, no impelidos pOl' fuerzas. Estosson ejemplos de automovimiento, del que los marxistas hablan amenudo pese a que contradice la tesis de la dialectica, de que todocambio tiene su origen en alguna oposicion. Hay, pues, tanto con-traejemplos a la «ley» dialectica de la lucha y unidad de los con-trarios como ejemplos de ella. POl' consiguiente, no es una ley pro-piamente dicha. Cualquiera que haga caso de los contraejemplos

(lebe admitirlo; solo una filosofia carente de metodologia cientificapuede dejar de verlo.

Otras «leyes» de la dialectica tienen un status parecido: cuandoIienen sentido, no valen universalmente, ya que hay excepciones alas mismas. La unica de las cinco famosas «leyes» de la dialecticaque parece gozar de validez general es la llamada ley de la trans-formacion de la cantidad en cualidad y viceversa. Pero formuladaaSl, que es como la formularon Hegel, Engels y Lenin, es un dispa-rate maylisculo, ya que toda cualidad, excepto la existencia, se da('n alguna cantidad (tantos kilos, tantos decibelios, etc.); y toda can-Iidad 10 es de alguna cualidad 0 propiedad. La formulacion correctaI'S mas bien esta otra: en todo proceso de crecimiento 0 decreci-Illiento llega un momento en que se produce un cambio cualitativo,('S decir, emerge 0 desaparece alguna propiedad. POl' ejemplo, cuan-110 nace 0 muere un miembro de una familia se forman 0 desapa-r('cen ciertos lazos familiares, el estilo de vida de la familia se modi-lica, etc. Y cuando los j6venes se hacen adultos, la familia esta enmndiciones de escindirse en dos 0 mas familias.

La dialectica tiene un merito innegable: el de ser dinamicista, elde insistir en el caracter provisorio 0 efimero de todas las cosas, el.Ie negar que haya cosas 0 situaciones inmutables. Todas las cienciasde hechos confirman esta tesis, Pero esta es una virtud que la dia-I{-ctica comparte con todas las ontologias modernas. En efecto, yal'asi no quedan filosofos que nieguen el movimiento al modo deParmenides. Otro merito de la dialectic a es que insiste en que, ade-mas de cambios de lugar y procesos de crecimiento y decrecimiento,hay cambios cualitativos. Pero tampoco es esta peculiaridad de ladialectica. Hay divers as ontologias, tales como las de Bergson, Ale-xander y Whitehead, que acentuan la novedad cualitativa, esto es,la emergencia de nuevas propiedades e incluso de nuevos niveles deIll·ganizacion. En una palabra, 10 que es verdadero en la dialecticaIlO es de su exclusiva propiedad.

El principal defecto de la dialectica es que condena la confusionmnceptual, empezando porIa confusion entre oposicion y contra-dicci6n y la confusi6n entre la unidad de los opuestos con suidentid~d, Los fil6sofos dialecticos han adoptado la pesima costumbre.Ie llamar 'opuesto' a 10 que no es sino diferente, y de denominar'dialectico' a cualquier caso de cambio, particularmente si no saben,Iescribirlo con precisi6n. En general, el estilo de los filosofos dia-10cticos es tan oscuro como el de los presocraticos y los romanticos:la dialectic a es la antitesis de la filosofia exacta. Mas aun, es fre-l'l1ente que los dialecticos nieguen la posibilidad de formular clar~-mente su doctrina, afirmando que el flujo de las cosas no se deja

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aprehender en categorfas conceptuales. Este tambien es un rasgocaracterfstico de la filosoffa romantica, que repugna a todo aquelque aspira a que la filosoffa adopte la claridad de las cienciasexactas.

La oscuridad de la dialectica contrasta con la claridad del ma-terialismo. Desgraciadamente, la dialectica ha contaminado al mate-rialismo hasta el punto de tornarlo a veces en dualismo. Un ejem-plo es la famosa division de la sociedad en una infraestructura eco-nomica (material) y una superestructura politica y cultural (ideal).Esta division se opone al materialismo consecuente, para el cualno hay casas ideales. Para un materialista consecuente, la cultura yla politica son sistemas tan materiales como la economia, porquelos tres estan compuestos por seres de carne y hueso junto con susartefactos.

Otra caso en que la dialectica arruina al materialismo se pre-senta con referencia al problema mente-cerebro. A partir de Lenin,los marxistas sostienen que el cerebra, sistema material, es la basede 10 mental. Pero si el cerebro es la base material de la mente,entonces esta serfa inmaterial. Y esta, lejos de ser una tesis mate-rialista, es una tesis tipicamente dualista compatible con las filoso-ffas de Platon y Descartes. No se crea que se trata de una meraimprecision del lenguaje pobrfsimo de que se valen los marxistas.Se trata de un pun to doctrinal. (Recuerdese el capitulo 10, parra-fo 5.) En efecto, Lenin critio a Joseph Dietzgen por afirmar que elpensamiento es material, de modo que el concepto de materiadebiera ampliarse para que abarque a todos los fenomenos de larealidad. En su celebre Materialismo y empiriocriticismo, Lenin co-menta: «Esta es una confusion que solo puede conducir a confundirmaterialismo con idealismo so capa de "ampliar' el primero [ ... ].El que la concepcion de la 'materia' debe incluir tambien los 'pen-samientos', como 10 repite Dietzgen [ ... ], es una confusion, por-que si se efectua tal inclusion, pierde to do sentido el contrastegnoseologico entre mente y materia, idealismo y materialismo.»Lenin adopta entonces la tesis antimaterialista del dualismo mente-cuerpo con e1 fin de salvar la dialectica y, mas particularmente, parapoder sostener la pretendida oposicion entre mente y materia. Baste10 dicho para concluir que el materialismo es incompatible con ladialectica, de modo que el materialismo dialectico es un materialis-mo a medias.

Digamos ahora algunas palabras sobre la gnoseologia marxista.Esta se resume en tres tesis, una realista, otra empirista y una ter-cera pragmatista. La tesis realista es que podemos 11egar a conocerla realidad, aunque solo sea gradual y parcialmente. La tesis empi-

l"ista es que todo concepto, por abstracto que sea, no es sino unI'csultado de la experiencia sensible; incluso los conceptos de laIllatematica pura no serfan sino la quintaesencia de la experienciahumana 0 como deda Mao, «resumen la experiencia de las masas».Todos e11~s «reflejarfan» pues algun rasgo de la realidad accesibleII la experiencia. Finalmente, la tesis que califico de pragmatistaes que el criterio de verdad a adoptar en todos los casos es lapractica.

Creo que la tesis realista es verdadera e importante, la empiristaverdadera a medias, y la pragmatista menos verdadera aun. La te-sis realista es verdadera e importante porque explica la investigacioncientifica y tecnologica: si no creyeramos en la existencia del mun-do externo ni en la posibilidad de conocerlo aunque sea en parte,110nos esforzarfamos por hacer teorfas ni experimentos, 0 al menos110 a1canzarfamos ningun exito en nuestra exploracion. El exito deIa ciencia y de la tecnologia es el mejor aval del realismo y la mejorI'dutacion del idealismo en sus diversas versiones. (Ver Bunge, 1983,1985.)

En cambio, la tesis empirista es falsa, ya que s610 algunos del1uestros conceptos tienen un origen empirico. Para comprenderlohaste mencionar los conceptos de conjunto de numeros reales, deestructura algebraica, de espacio topo16gico, de tautologia y de. con-sccuencia logica. Ninguno de e110s representa cosas reales y mngu-no de e110s se obtuvo por refinamiento 0 destilacion de perceptos.Por supuesto que el rechazar la tesis empirista de la naturaleza delos conceptos abstractos no implica abrazar la tesis platonica de sut'xistencia independiente. Los conceptos abstractos son creados porseres humanos y no tienen existencia fuera del cerebro. A 10 sumopodemos Hngir que la tienen, del mismo modo que nos hacemos lacuenta que existen Don Quijote y Mickey Mouse.

Al insistir en que todo concepto debe «reflejar» alg6n aspecto(Ie la realidad, y en que es forma?o por abstraccion .de expe~ienci~sscnsibles, el marxista se vuelve mcapaz de constrUlr una fl1osofla(Ie la logica y de la matematica que sea a la vez or~ginal y a?ecuadaal quehacer matematico. Mas aun, al poner ex~eslvo enfasl~ en 71origen empfrico de los conceptos, pone en pehgro su propla teslSI'calista ya que toda teoria cientiHca avanzada esta 11ena de con-ceptos ~bstractos, algunos de los cuales no representan 0 «reflejan~>nada real. Las magnitudes auxiliares, las coordenadas y las um-dades no tienen por que poseer correlatos reales; tampoco 10 po-scen las definiciones y las verdades logicas. La correspondencia en-Ire teorfa y realidad no es puntual (uno a uno) sino global. La(corfa integra del campo elcctromagnetico ,represcnta una onda lu-

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minosa aun cuando no 10 haga cada uno de los conceptos queocurren en aquella. (Para detalles sobre el realismo cientifico veaseBunge, 1985.)

En cuanto a la tesis pragmatista de la gnoseologia marxista, ellaaparece por primera vez en las celebres Tesis sobre Feuerbach. Enellas Marx sostiene que el criterio de verdad es la practica; y endivers os lugares Lenin afirma que la pr:ktica revolucionaria es eltest de la teoria marxista. Esta opinion es mas falsa que verdadera.En primer lugar, hay dos clases de verdad: la formal (0 matema-tica) y la factica (0 empirica). La primera se establece por procedi-mientos estrictamente conceptuales y la segunda es sugerida (nun-ca demostrada) por la observaci6n y el experimento. La practica noestablece la verdad de proposicion alguna, sino tan solo la eficaciade reglas 0 recetas para actuar. Por ejemplo, las maravillas de laingenieria egipcia 0 romana no demuestran la verdad de la groserafisica egipcia 0 romana, asi como el exito inicial del nazismo noproM la verdad del mho de la superioridad racial de los germanos.

La practica ptofesional 0 politica no comprueba sino la eficaciade las reglas que emplean las personas que las aplican. La praxis serealiza en condiciones que no estan controladas experimentalmente,de modo que su exito 0 fracaso puede atribuirse a un cumulo defactores que escapan al control. El medico puede curar con pildorasy palabras; a veces las pildoras son placebos y solo las palabras soneficaces. Otras veces el enfermo se cura pese alas pildoras 0 pesealas palabras. En resumen, la doctrina pragmatica de la verdad esfalsa. Y el desden que sienten los pragmatistas por la teoria -des-den compartido por Marx en su famosa XI tesis sobre Feuerbach,acerca de la necesidad de que los filosofos dejen de interpretar almundo para transformarlo- es netamente oscurantista. El enfoquecientifico y responsable de los problemas sociales involucra el em-pezar por estudiarlos, proponiendo planes de acci6n fundados sobrelos resultados de tales estudios asi como sobre juicios de valor. Eldesden por la teoria, el llamado a la accion inmediata en ausenciade conocimientos detallados de la realidad social, es irresponsable yesta destinado a sacrificar a gentes por causas perdidas. (Vease cri-ticas adicionales al pragmatismo en Bunge, 1985.)

Los elementos de empirismo y pragmatismo que contiene lagnoseologia marxista no son sus unicos puntos debiles. Otro es laausencia de metodologia. Es verdad que los marxistas nos hablanconstantemente del «metodo dialectico», pero en realidad esta esuna doctrina filosofica, no un metodo propiamente dicho. En efecto,la dialectica es un conjunto de hip6tesis acerca de la realidad, no unprocedimiento para estudiarla. La ausencia de una metodologia mar-

xista encubre numerosos errores, tales como el confundir tend~nciascon leyes e intentar formular predicciones extrapolando tendenClas enlugar de hacerlo con ayuda de leyes y datos, como se hace en lasciencias propiamente dichas.

Pero el error gnoseologico mas funesto en que. suelen caer losIllarxistas es la escoIastica 0 hermeneutica: la creenCIa que la ,:erdadpuede encontrarse hurgando textos can6ni~os. Un caso p~rtlcula:-mente grotesco de este tipo fue el de LOUIS Althu~ser, qUlen crelaque Marx habia encontrado sus ideas leyendo a RIcardo, d; mo~oque a nosotros nos bastaria leer a Marx para dar con teorlas mascorrect as 0 generales. Este es el metodo que se aprende en las es-cuelas francesas de filosofia, donde los alumnos no se entrenan abor-.lando problemas filosoficos, sino tomando cursos de «lectura >: C?-Inentario de textos» al estilo medieval. Este tipo de aprendIzaJ.epnede formar histori~dores de las ideas de cor~e, cIasic.o, no. investl-gadores cientificos. Los marxistas no se convertlran ,en. tnvestlg~dorescicntificos mientras sigan practicando la hermeneUtlca, partIcular-mente a la luz de un pufiado de oscuras formulas hegelianas.

Finalmente sefialemos otto punto debil de la gnoseologia mar-xista, a saber, 'su sociologismo extremo, ~sto es: la hipotesi~ de qued conocimiento «refleja» las circunstanclas soclales. (Recuerdese ;1capitulo 7.) Es verdad que la investigacion no se da en :1 vaCIOsocial: que' aprendemos de los demas, y que la sociedad eS~lmula 0

inhibe ciertas lineas de investigaci6n. Pero de aqui ~o se Slgue q~euna circunstancia social favorable, tal como las necesIdades de la tn-dustria, baste para generar conocimiento. El conocimiento es un!'roceso cerebral que se da ,en un ~ontexto s.ocial. Al exage.rar. l.aimportancia del contexto sOClal se plerde de. vIsta el.cerebro tndIVI-(Iual y se corre el peligro de caer en el mIto hegel~ano de que ~lsujeto no hace sino aprehender el «espiritu de los tlempos» (Zett-geist). , .

Con 10 dicho queda claro que la gnoseologla marxIsta, aunquenmtiene un nucleo valioso -el realismo- tambien tiene elementosdisvaliosos y carece de una metodologia adecuada. En cuanto alas,Iemus ramas de la filosofia, el marxismo no ha aportado gran cosa,"xcepto en el caso de la etica. Primero Engels y luego Kautskysostuvieron que las normas mora~es no s~len de la pluma de losrilosofos, sino que consagran relactones socI~l~s y, en el caso de lassociedades estradficadas, consagran el domtnto de una clase, sobrelltras. Creo que esta tesis dene algo de verdad, aunque habrta quedcsclasarla un tanto, ya que hay normas morales, ~~les como. ~<Nocngafiaras» y «No mataras», necesarias para la coheSIOn y estabIltdadde todo grupo social, cualquiera sea su estructura.

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Parte III

En ~o~o caso, est; atisbo ~e pensam.iento etico marxista no llegaa. constltUlr un.a teorla. Ademas, es sabldo que, en su practica polf-tiC?, ~os marXIS}a.sno suelen atenerse a principios morales, sinomas bIen a la maXImaamoral, segtin la cual el fin justifica los medios.El propio Lenin afirmo que, para un comunista, moral es cuantofav~rece a la. ca:,sa. En :esolucion, aunque un enfoque materialistadeblera ~o~tt1bUlr a exphcar el origen, mantenimiento y decadenciade los codlgos morales, no contribuye necesariamente a mejorarlos 0a asegurar que se cumplan.

En resumen, la filosoffa marxista contiene un nucleo valiosoconstit;.uido por e! materialismo en ontologia y el realismo en gno-seologIa. DeS?ra,CI~damente,:ste nucleo valioso ha sido tergiver-sa~o por ~a.dIalectIca -~octrlna medio oscura y medio falsa-, porteslS empltls~as, pra~matIstas y sociologistas, y por el dogmatismo.Este dogmatlsmo es It;tc.ompatiblecon la actitud cientifica, que es lade dudar, explorar, crltlcar y ensayar nuevas ideas y procedimientosen lugar de repetir textos canonicos e intentar «reinterpretarlos»toda vez que la realidad los pone en peligro.

~l pr?pio Leni~ ~e quejo, en sus cuadernos sobre Hegel, de quela dlalectlca matenahsta estaba aun en germen y de que el mismoEngels no habia sino aportado algunos ejemplos «en interes de lapopularizacion». Sin embargo, Lenin no alcanzo a desarrolIar esegermen y, para peor, dio el primer ejemplo de dogmatismo marxistaal emplear s~st~maticamente el argumento de autoridad y el insultoen su Materzalzsmo y empiriocriticismo (por 10 demas libro brillantey aun de actualidad en su critica del idealismo). En esta obra trazosin I?roponerselo, el plan de toda la filosoffa marxista que siguio:conslstente en defender y ejemplificar las viejas ideas y atacar como«desviacion» toda idea nueva, particularmente si no concuerdacon los textos canonicos.

La filosoffa marxista no podra desarrollarse mientras los mar-xistas. ,no se libren de la mistica dialectica, del dogmatismo y de laobseslOn por sospechar de toda novedad filosofica. En suma la filo-soffa marxista no sera creadora mientras no se 10 proponga'. El diaque se 10 proponga, ~endra que descartar dogmas anticuados y acep-tar novedades ocurndas fuera de su seno, y tendra que buscarnove1ades por sf misma. Al hacerlo, necesariamente dejara de sermarXlsta.

4. Conclusion

En conclusion, el marxismo, ayer revolucionario, es hoy intelec-tualmente conservador: no se ha renovado. El componente cientifico

del marxismo, a saber, la economia marxista, no ha evolucionadojnnto con la realidad economica. De este modo ha dejado de ser cien-I(fica para convertirse en seudocientifica. El componente filosofico(Iel marxismo no ha evolucionado junto con el resto de la filosoffani, 10 que es mas grave, ha aprendido de los avances de la logica, lascmantica, la matematica y las ciencias naturales v sociales. De estemodo, ha dejado de ser filosoffa propiamente dicha para convertirseCI1sirvienta de la ideologia. Y esta ideologia, aun cuando conservaalgunas celulas vivas, se ha anquilosado por no fundarse sobre unacicncia social y una filosofia al dia.

En resolucion, el marxismo ha envejecido mucho en el curso de1111siglo. A fuerza de ser fieles a Marx, los marxistas ortodoxos nohan hecho honor al enfoque iconoclasta de Marx. El mejor home-naje que podemos rendirle es seguir su ejemplo de innovador, in-vcstigando sin temor a ser tachados de «revisionistas». La revisionpcrmanente es caracteristica de la ciencia, asf como e1 rlogmatismocs caracteristico de la seudociencia y de la religion. El marxismo secsra asfixiando en sus propios dogmas y pronto morira del todo aIllcnos que se renueve. (Vease en Seehan, 1985, una historia delas numerosas tentativas por rejuvenecer la filosofia marxista, ningu-na de las cuales adopto la ciencia como cartabon.)

La renovacion del marxismo debiera comenzar por adoptar ell'l1foque cientifico, y debiera dar como resultado una ciencia socialque represente la realidad, asi como una filosofia acorde con ladencia. Solo una ciencia y una filosoffa que se armonicen entre siy que esten de acuerdo con la realidad pueden ayudar a entenderla,ItS! como a construir una sociedad carente de los vicios que aquejanalas sociedades actuales: una sociedad en que la cooperacion inter-nacional predomine sobre la rivalidad; en que el individuo puedadcsarrollarse plenamente (como 10 habian deseado Marx y Engels);('n que cada ciudadano participe activamente en la gesti6n de la cosapublica; en que no haya explotacion pero se mantenga la competen-cia necesaria para progresar; en que el consumidor tenga algo quedecir; en que haya libertad de critica; en que la disension seaI'cspetada y, si lIeva razon, premiada. Una sociedad, en suma, equi-lativa, libre, sin miedo, culta y dinamica.

En conclusion, quien no ha pasado por el marxismo no ha lIe-gado al siglo XIX, pero quien se ha quedado en el marxismo no haIlegado al xx.

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ALCANCE DE LA CIENCIA

Como cua1quier otra empresa humana, 1a investigacion cientfficatiene sus aguijones y sus cotas. La investigacion cientffica es motivadapor 1a curiosidad y 1a necesidad, y esta constrenida por lfmitesde tres clases: ffsicos, bio16gicos y socia1es.

La limitacion ffsica a 1a investigacion cientffica consiste en 1aimposibilidad, ya en principio, ya en 1a practica, de obtener ciertasinformaciones. Par ejemp10, la cota superior de la velocidad depropagacion de las sena1es (que, segun la ciencia actual, es 1a vela-ridad de la luz en el vado), nos impedira siempre saber, en cua1quierinstante, 10 que sucede al mismo tiempo en lugares lejanos; y 10sI'cgistros geo1ogicos, fosiles e historicos son necesariamente incom-pletos.

Las limitaciones bio1ogicas a nuestras actividades cognoscitivassc reducen a esta: no podemos ganarles a nuestros propios cere·hras; estos, aunque a veces maravillosamente competentes, acaso noscan la ultima palabra evolutiva. Es concebible que haya en otrosplanetas, 0 que emerjan en e1 nuestro, otros animales dotados deLilla corteza cerebral plastica mas grande y mas comp1eja que 111

IllLestra, capaces de aprender mas rapidamente que nosotros, IINfcomo de inventar teorfas mas profundas y verdaderas, as! como dedisenar y ejecutar experimentos mas reveladores que los maN ref!·nados que pueda imaginarse hoy.

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Finalmente, las limitaciones sociales de la investigacion cientifi-ea proceden de los marcos economicos, culturales y politicos de todacomunidad cientifica. La ciencia no puede escapar a su media socialparticularmente si este es asfixiante. Las presiones sociales que obra~~obre .un~ ,com~n.idad cientifica pueden hacerse tan intensas que la1nvestlgac10n bas1ca puede estancarse, decaer a incluso desapare-cer par completo. De hecho, puede ser que hayamos entrada enuna etapa de decadencia cientffica. Si es asi, ella no se debe a limi-taciones flsicas a biologicas infranqueables, sino sociales, tales comoescasez de recursos, exigencia de obtener resultados practicos y cen-sura ideologica. Y tratandose de limitaciones sociales, la decadenciapuede evitarse porque todo 10 social es de factura humana.

En este capitulo examinaremos las limitaciones sabre la inves-t~gac!on ,c~entifica, asi como algunos indicadores de una proxima cri-s~s c1e?tlf1~a. E? cambia, no nos ocuparemos de los problemas deS1la ClenCla esta a punta de ser completada, de si es posible inves-tigar cientificamente todo problema de conocimiento a de si todoproblema investigable es digno de ser investigado. (Para estas cues-tiones vease Bunge, 1983a, 1983b.)

Las limitaciones flsicas de la investigacion consisten esencial-mente en que no todo item deseable de informacion es accesible.Bastara unos pocos ejemplos para aclarar este pun to, asi como paramo.strar que las, limitaciones en cuestion no son defectos tempo-ranos que podran subsanarse en el futuro. Nuestros ejemplos seagruparan en dos clases: sucesos acerca de los cuales se ha perdido~oda inf~~macion y acontecimientos acerca de los cuales cualquierlOformaclOn nos lIegara demasiado tarde.

Un caso de informacion perdida es este. Si es verdad que en un~omento dado de su historia el universo exploto (la hipotesis delbtg bang), entonces la etapa anterior a este suceso apenas ha dejadohuelIas, de modo que nunca podremos aprender nada acerca de esesegmento de la eternidad. Un caso similiar, aunque en escala muchon;e~lOr, es la perdida de informacion geoflsica, en particular geo-10g1ca, par efecto de procesos flsicos tales como la fusi6n de rocas yla erosion. La destruccion de pruebas prehist6ricas e hist6ricas essimilar. Par ejemplo, la mayor parte de 10 que esta ocurriendo eneste momenta en el mundo social nunca lIegara a oidos de nuestrosdescendientes, porque los cronistas del dia -periodistas, cientificos

sllciales y analistas de la cultura- no 10 creen importante, pese II

que puede serlo.Sin embargo, podemos consolarnos pensando que de vez ~n cuan-

II.) se descubre a inventa nuevas maneras de encontrar e «lOterpre-I a1'» huellas de sucesos pasados. Par ejemplo, hasta hace pocos anoslIadie crey6 posible que se encontrase huellas de celulas primitivas;sin embargo, eventualmente se encontraron f6siles de protocelulasque vivieron hace unos 3.000 millones de anos. En otros casas tro-pczamos con pruebas indirectas de acontecimientos pasados. DeIllodo que el archivo hist6rico, aunque basica~ente. inc?~p17to, pue-lie completarse parcialmente con ayuda de la 1maglOac10n C1entlftca.

En otros casas no hay informaci6n por cobrar. Por ejemplo, nopodemos saber 10 que esta ocurriendo ahora en al~n remoto rin-('6n de nuestra galaxia, y aun menos en otras galax1as. Cuando lIe-guen a la Tierra las senales luminosas que acompanan a algunosdc esos sucesos, suministraran un cuadro incompleto y que acasot'llcuentre espectadores. (En otras palabras, los sucesos acerca delos cuales podemos obtener informaci6n son los ubicados dentrode nuestro propio cono luminoso pasado.) Sin embargo, 10 9ue nopuede alcanzar una generaci6n puede alcanzarlo una suces16n degeneraciones de observadores unidos por una tradici6n comun: algu-lias de las senales que en estos momentos salen de lugares remotosks lIegaran a nuestros descendientes, de modo que estos averiguaran10 que ocurre hoy en esos lugares.

Hasta aqui, el conocimiento del pasado; que es el ~~co cono-dmiento propiamente dicho. ~Que ocurre con el conOC1m1ento delfuturo: en que medida podemos predecir? En la medida en quenmocemos leyes y circunstancias presentes. Desde luego qu;e algu-nas de nuestras predicciones son probabilistas: valores medlOs, va-rianzas etc. Pero esta no es limitaci6n si los procesos mismos soncstocas~icos como ocurre con los procesos cuanticos, geneticos, psi-co16gicos y'sociales. Por ejemplo, no podemos predecir la trayecto~iat'xacta de un electr6n porque los electrones carecen de trayectonast'xactas: s6lo tienen distribuciones de posici6n, y por consiguiente,Irayectorias promedio. Tampoco podemos predecir exactamente lacomposici6n genetica del proximo nino que nazca, aun cuando co-nozcamos el espectro genico de sus padres, porque los genes de lospadres se mezclan al azar. . .

En cuanto a la prediccion de hechos sociales, las h~cen rutlOar1a-mente los organismos estatales y las empresas. Por Clerto que mu-chas de ellas resultan falsas, sea debido a la pobreza (pequeno nu-mero y baja precision) de las leyes sociales conocidas, sea porqueson formuladas por especialistas que solo tienen en cuenta algun

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Parte IV

aspecto (usualme-?te el econ6mico) e ignoran las demas variables.Con todo, es po sIble formular predicciones sociales bastante exactasa corto plazo, sobre t~d~ si son del tipo de las que se confirm anpor la fuerza. (self-fulfzllz~g prophecies). Por ejemplo, un gobiernop~ede predeclt que gas tara clerta suma de dinero, porque esta deci-dld~ a cobrar esa cantidad en impuestos y, si no 10 logra, aumentalos Impuestos: En general, cuanto mas controlado 0 planeado estaun sector SOCIal, tanto mas facil es predecir su evoluci6n, precisa-n;~nte por9~e. todos los esfuerzos de quienes controlan esa evolu-Clon va?- ?~rIgldos a asegurar el exito del plan. (Para detalles sobrela predlcclOn en materia social, vease Bunge, 1982 y 1985a.), . Lo qu~ acab~ de decirse vale incluso para la investigaci6n cien-

tlflca de. clert~ tlpo, a s~~e~, la que realiza un equipo bien organi-z~do de mvestlgadores d~rlgld~ po.r, un cientffico experimentado quetlene un programa de mvestlgaClon preciso. Si este sabe 10 quequiere encontrar y si conffa en que puede hallarlo a fuerza de arduotrabajo y un poco de suerte, puede planear la investigaci6n yprocurar l~s f~ndos y el persona~ necesario, con la casi seguridad deque. tendra .e~lto en .alguna medlda. Por consiguiente, cualquier or-g.amsmo, ofl~lal 0 prIvado, dispuesto a apoyar investigaciones expe-~ll~entales hIe? planeadas, puede contar con un alto porcentaje deeXltos, a. COn?1~16nde que no se entrometa en la investigaci6n mis-ma (p. eJ., eXlgl~ndo resultados practicos inmediatos, 0 tanto papeleoque no quede tlempo para pensar). Por supuesto que esta no es lamanera en que resultan teorias 0 metodos revolucionarios' con todoes una practica bastante comun y fructifera en las cien~ias experi~mentales. En cuanto alas te6ricas, aunque los planes y el dinerQno pueden .reemplazar a la originalidad, el estimulo, tanto moralcomo materIal, es b,ienvenido. Pero, tambien aqui, y especialmenteen este caso, el estlmulo no debe estar condicionado a la utilidadpractica: esta s6lo es exigible en tecnologia. (Recuerdese el capi-tulo 3.)

. En re~~men, la investigaci6n cientifica esta sujeta a ciertas limi-taclOnes flSlC~S.En efecto, algunos datos no existen, otros existieronpero se perdleron,. y el futuro pue~e predecirse tan s6lo con ayudade un cuerpo conSIderable de conoclmientos. Estas limitaciones aco-tan la cantidad de conocimientos que puede obtenerse, pero no ami-noran el paso del progreso cientifico. Podemos saber cada vez masacerca de ciertas cosas, al tiempo que 10 ignoramos casi to do acercade otras. No hay por que lamentar todo 10 que jamas habremos desaber, con tal que sigamos descubriendo algunas de las infinitascosas cognoscibles.

Pese a todas nuestras ventajas, otras especies nos aventajan envarios respectos, tales como fuerza y velocidad. Nuestras mayoresventajas son el cerebro y 10 longevidad. Nuestro cerebro es el masphistico de todos los cerebros conocidos, y por esto el mas capaz deaprender. (Para la dependencia de la inteligencia respecto de laplasticidad neural, conjeturada por Tanzi, defendida por Cajal yelaborada por Hebb, Bindra y Bunge, vease Bunge, 1980a.) Y nues-tra longevidad maxima basta para aprender mucho, 0 al menos muchomas que cualquier otra especie conocida.

Por cierto que a medida que se sabe mas hay mas por apren-der. Pero no ~s necesario que aprendamos todo 10 que sabian nues-tros ancestros. Por ejemplo, podemos aprender a guiar autom6-viles sin haber aprendido a guiar carretas. Lo mismo vale, mutatismutandis, para el aprendizaje de la ciencia: la mayoria de las i~easy datos cientificos que debe aprender un estudiante es comparatlva-mente nuevo. Por ejemplo, la mayor parte de la ffsica que aprendien la universidad no existia en tiempos de mi bisabuelo. En reso-luci6n, la limitaci6n de la longevidad no es una restricci6n impor-tante a nuestra capacidad de aprender, y esto porque el proceso deaprendizaje no es acumulativo. . .

Una limitaci6n mucho mas grave de la facultad cognoscltlva pa-rece ser la capacidad limitada de percibir y almacenar informaci6n.Pero esta no es realmente una desventaja, porque si fuesemos capa-ces de admitir todos los estimulos que obran sobre nosotros, seria-mos incapaces de concentrarnos; y si pudieramos record~r todas nues-tras vivencias no seriamos cap aces de ensayar nuevas Ideas 0 actos.Benditas sea~ nuestras limitaciones sensoriales y de memoria, por-que nos permiten ser creadores. . .

Ademas la analogia entre el cerebro y el ordenador, que msplragran parte del pesimismo referente a nuestras limitacio?-e~, es enga-Rosa. El cerebro humano no es un ordenador: es un blOslstema, notill artefacto. Ademas, es un sistema poco confiable, ya que no pro-duce los mismos outputs cada vez que se Ie presenta los mismosinputs. Esto se debe a que la conectividad .de gran'p~rte del cere-hro a diferencia de la del ordenador, es varIable (plastlca), no cons-tan~e (rigida). Por este motivo, aun cuando el ?umero de neuIo.nases finito, sus relaciones mutuas pueden camblar mucho y raplda-mente, de modo que el numero de sistemas neuronales capaces dedesempefiar funciones (actividades) mentales es ilimitado. La neuro-ciencia y la psicologia fisio16gica niegan entonces que el cerebro seaun ordenador, y al mismo tiempo refutan a los innatistas, de S6cra-

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Parte IV

tes a Chomsky, quienes sostienen que, puesto que nacemos sabiendo,no podemo~ .aprender ni crear nada radicalmente nuevo. (Vease massobre plastICldad cerebral en Bunge, 1980a, sobre la analogia entrecerebros y ordenadores en el Apendice 2, y sobre innatismo choms-kyano en Bunge, 1983c).

La limitacion bio16gica real reside en otro aspecto, nunca sena-lado, y que no puede entenderse si se trata a los cerebros comoordenadores .. ~sta limitacion deriva de la incapacidad de nuestracorteza asociativa para funcionar a menos que este conectada conel ~a~l~cerebral, e~ hipotalamo, el sistema endocrino, y los sensorespenfencos. Estos sIstemas extracorticales son los que mantienen a lacorteza cerebral activa y despierta; pero al mismo tiempo son loscausantes de los rasgos irracionales del pensamiento y del sentimien-to. N~ podemos pensar a menos que estemos alertas y motivados,pero SI estamos alert as no podemos evitar ciertas distracciones y siestamos motivados no podemos permanecer completamente frios ~ cal-mos. En resumen, la razon pura es bio16gicamente imposible. (Bun-ge, 1980a.). Con t?do, a veces logramos pensar racionalmente y tomar deci-

s~onesracionale~. P~:o esto oc~rre porque (~ sol? cuando) no estamosalsla?os. !--a pnvac~on sensorIal causa aIUCInaCIOnes,y la privacion(0 ~Islamiento) socIal c?usa visi?nes misticas. Yo no puedo pensarracionalmente todo el tlempo, m tampoco puede hacerlo mi colabo-rador, ni menos aun mi critico. Pero estos me suplen 0 corrigencuando fallo, y entre los tres logramos ensamblar un sistema auto-correctivo dentro del cual permanecemos cuerdos, y fuera del cualdes?arramos: La racio?alidad, aI igual que el lenguaje y la moral, essocIa~.!RobInson hab~a aprendido Ias tres antes de naufragar, y nonecesl~o el segundo m. la t~rcera.mientras no se topo con Viernes.)Los canone.s de la. racionahdad l?cIuyen los de la argumentacion, yh?n evoluclOnad~ Junto con el Intercambio de informaciones, opi-mon~s.y evaluaciones. (Mas sobre racionalidad en Bunge, 1985b.)La Iogica es un? especi; ~e conciencia colectiva, y el conocimientohumano ~~ propledad publIca (0 debiera serlo por ser producto de lacooperaclon).

En resolucion, las limitaciones biologicas del conocimiento aun-qu~ reales, son menos formidables de 10 que parece a primera'vista.Pnmero, porque la corteza cerebral asociativa es maravillosamenteplastica y capaz de crear nuevas ideas, por modestas que sean. Se-g~?do, porque el .estudioso no cuenta solo consigo mismo, sino tam-bIen con otros miembros de su comunidad. La cooperacion, con vi-vos y .muertos, supera las. limitaciones personales. Lo que sabe lahumamdad, 10 sabe colectivamente. No hay sabio aislado. Incluso

d cientifico que trabaja ocasionalmente solo esta en contacto c?notros miles, a traves de libros y revistas. Si no 10 esta, no es un In-vestigador, sino un charlatan. . ..

Por cierto que el cerebro humano tiene una capacidad lImltada.Pero esta limitacion no Ie ha impedido a la humanidad dar saltosfantasticos desde la Revolucion Neolftica, que ocurrio hace poco masde 10.000 anos. Desde entonces el hombre ha aprendido a pensary hacer cosas que no pudieron imaginar sus a?tece~o!es, ~un cua?dono difiera mayormente de ellos en su anatomia y fisiologla. La CIen-cia moderna, que apenas tiene cuatro siglos? ha si10 creada l?orcerebros que, inieialmente (durante la infancIa), tuvieron es:ncIal-mente la misma organizacion neuronal que los cerebros que lnven-taban mitos. Lo que hace el hombre esta condicionado no solo l?or10 que puede hacer, sino tambien por 10 que cree y 10 que decId~hacer. Si decide fabricar mitos, porque cree en ellos, 10 logra; SIdecide producir conocimiento eientifico 0 tecnologico, tambien 10lngra. De modo que, en lugar de lamentar nuestras limitaciones bio-logicas, celebremos nuestras habilidades y deeidamos hacer buen usade ellas.

La investigacion eientifica es obra de individuos que pertenecena un sistema muy cohesivo: la comunidad cientifica. A su vez, estees un subsistema de alguna cultura, la que a su vez es un subsistemade alguna soeiedad, la que a su vez es un componente del sistema i.n-ternacionaI. El sistema cultural no es sino uno de los cuatro SUbSlS-temas de una sociedad: los otros tres son el biologico, el economicoy el polftico. Cada uno de los cuatro subsistemas interactua fuerte-mente con los otros tres. En particular, la cultura, y por 10 tanto laciencia, esta sujeta a restricciones y estimulos economicos y polfticos,asi como de otros sectores de la cultura.

Por consiguiente, lejos de ser autonoma, la ciencia florece 0 semarchita junto con la sociedad. Lo mismo pasa con la tecnologia,las humanidades y las artes. Una economia rural no puede pagar losgastos de un vigoroso progra~a. de investi~acion experime~tal e~altas energias; un estado totahtarlO no permite que se haga Investi-gaciones politologicas; y una cultura de orientacion religiosa noalienta estudios sobre el origen de la vida, la evolueion de la mente,o las rakes socioeconomicas de la religion. De esto no se sigue queuna sociedad iJ;ldustr.i.a!;aliada a una democracia polftica y una cuI-tura laica, nece~ariamente apoye a la investigaeion eientifica. Lo hara

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siempre que la ideologia dominante sea favorable a la ciencia. Tam-poco se sigue que una economia subdesarrollada, aliada a una politicaautoritaria y una cultura atrasada, necesariamente obstaculice todainvestigacion cientifiea. Apoyara a la investigacion, a veces a costade grandes sacrificios, a condicion de que su ideologia dominante seafavorable a la ciencia (usualmente la natural antes que la social).

Es un error ignorar la ideologia cuando se piensa en el desarrollocientifico, porque nunca nos libramos de ella. Para bien 0 para mal,toda cultura gira en torno a alguna ideologia. (Recuerdese el capi-tulo 9.) Si la ideologia dominante es amiga de la ciencia, es dableesperar que la investigacion cientifica goce del apoyo necesario. Si esindiferente a la ciencia, se puede esperar esfuerzos cientificos aisla-dos, pero no es dable esperar un apoyo masivo, sostenido y concer-tado; ni, por consiguiente, puede esperarse muchos avances sensacio-na)es. Si la ideologia dominante es ambigua para con la ciencia,p. ej. porque aprecia sus consecuencias practicas tanto como temelos efectos de su critiea a la ideologia, puede esperarse que algunos.proyectos de investigacion reciban apoyo y otros no. Finalmente, sila ideologia dominante es monoliticamente anticientifica, es dable es-perar una abierta hostilidad a la comunidad cientifica.

Debemos con tar con la ideologia dominante si queremos enten-der los mecanismos de control, directos e indirectos, de la actividadcientifica, ya que la ideologia moldea la actitud publica, la que a suvez codetermina la politica cientifiea. (Otro determinante es el nivel,'de la economia.) A su vez, la politica cientifica regula las dos con-tribuciones principales que una sociedad puede hacer a su comunidadcientifica: los recursos humanos y materiales. Los primeros estan com-puestos por los investigadores, estudiantes y sus asistentes: tecnicos"bibliotecarios, secretarios, personal de maestranza, etc. Y los recursosmateriales son los edificios, instrumentos, maquinarias, bibliotecas"fondos, etc.

El futuro de la ciencia en cualquier pais depende, pues, critica- ,mente de su politica cientifiea. No es indispensable que esta politicasea formulada explicitamente: puede ser tan difusa como la ideolo-gia subyacente. Puede «estar en el aire», manifestandose solo demaneras practicas, tales como reclutando (0 despidiendo) personalcientifico, apoyando (0 estrangulando) proyectos de investigacion, 0 'alentando (0 desalentando) los estudios superiores en ciencias.

Cualquier politica cientifica, de formularse explicitamente, debie-ra limitarse a esbozar las lineas generales, y aun asi por via de suge- 'rencia y aliento mas que de instruccion explicita y detallada. En este ,campo, como en el arte, el control estricto inhibe la creatividad y pro- "mueve el despilfarro. Solo el trabajo rutinario puede planearse eo'

13. Alcance de la ciencia

lodo detalle y aun en este caso es deseable ~ejars~uga~ a la emeeer-\' ... y mana 1 qUleres qugcncia inesperada que reqUlere l~gemo deb'e hacer menos aun

investigador basico ,rindla, no Ie t1.gaSl~ pq~;blemas Ie gdstaria inves-e<Smohacerlo. Pregunta e en cam 10 que , i esIigar y que necesitaria para hacerlo; y pregunLtale. a sus panreessdeta-

b Proyecto as mstrucclOmmpetente para em arcarse en su "'ll dIhdas consiguen su objetivo: andar por el cammo ttl .a. o.

' La politic a cientifica que .aqui fse. preconiza ~tsd~ul~I~~cli~~r~~~~:('I control autoritario y el lazssez azre que va dos los recursos son

\~;I~~:a1~sge~i~~~~~a~0~~td:da;~~~: s~~~f~~e;~~J~s los caprichos d1sulllmunid~d cientlfica: se ne~esita alglin c?ntroI. ~~d~des~~e~~m~~ g;dcbiera ejercerse desde artlf~{ l~ pr°fal~j~~:Yon de politicas cien-Iliera tener voz y voto en e l~eno y I ,. dos se correIffic.as. Sin tal partici~bci6bu~ct~:dadde 1:~:da~t~~:o dice acerta-

:L~~~~~~"'ki~:::nl'(~~ I,1""0'" ley),e,;::x:oe::::~d~~dti;,J.'~I~I'a)n loso r:~~rsd~dtc~~~: ~s d~s~~~~n~~od~~ubrimientos ya

d.hech?bsl y

\ (, ., I cursos Ispom esII' d tanto menos cuantlOsos seran os re hI'll ) lca os- b'bl' se an1'111':1hacer descubrimientos hoy inconce 1 es porque aun noIlI'rho» (1965, p. 116). manirrota

Una politica cientifica correct a es generosah

pe~o FO la for:

I ,II ~enerosidad extravagant~ c~~~~de%o~er~~~ :i paod:~s~sYpropor-1I111rlonde centros de pode .. ( I'd d) Lo unico buenodonal al numero de subordmados, no a su ca 1 a : .. , ., 11(''tienen las restricciones presupuestarias a la mvestlgaclOn Clen-f \1 ie'! a la orden del dia en muchos paises, es que somete a ~ura prul~

h" I;I~vocacion~s ci~ntificas: sol~ fUien:.~ s:e~:~fr~:e;a~e~~b;~lle~ar'ic'Ill"ia por la ClenCla se arman e cor J. modo la cornu-I,w l'strecheces de un presupuesto mezqulno. De est~ las revistas111,111\t cientifica se ahorra muhchohs:alentos m(S~r~~~;r::;e~e elitista es'h'lllfficas se libran de muc a oJarasca. . . b

IS'1 na elite es capaz de hacer buena ClenCla, uena1'"I'Ille 0 es. oo.u, musica El roblema no esta enf"', Ilologfa, buena fllosofla, 0 buena I: p a las elites no se

' I I" . n hacer que e Ingreso,·IIII.IIIl:lre e It1smo smo e . I politico)una cIase SOCla, 0 un grupo .

111l11Il'a un sexo, u~a raza, I I do bueno de las actuales restric.cionesAC:lba d~ menclO.narse.e ~'n cientifica. El lado malo es, sm em-

1111'~IlIl\lcstat1asa la mveSt1~aCl? e lejos de tratarse de una111110\11, d principal, sobre t? 0 SI se ~I£k~: ~~ profundo cambio de ac-

IIlr',lidn coyuntura~, es. poslblb.que enoJ se Iimita a los politicos, sino!lllld £rente a la ClenCla, cam 10 que

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que abarca a gran parte del publico. Este nuevo giro es tan alar-mante que merece un paragrafo aparte.

Imaginemonos vivir en el ano de 410, en alglin lugar del Impe-rio Romano, 0 de 10 que queda de este. Alarico y sus godos estansaqueando uno de los dos grandes centros de poder del mundo me-diterraneo. El imperio, que habia estado decayendo durante dos si-glos, se esta desmoronando bajo el peso de sus propias iniquidades .y los ataques simultaneos, aunque no concertados, de los barbarosde afuera y de los cristianos de adentro. (El cristianismo habia sidoproclamado ideologia oficial un siglo antes, y los cristianos habianprocedido sistematicamente a la destrucci6n de todos los tesoros dela cultura pagana, sin excluir manuscritos cientificos y filos6ficos, yhabian perseguido a los ultimos estudiosos paganos que quedaban.)La gente esta sorprendida y asustada. Muchos han quedado sin me-dios de vida, y otros temen por sus vidas. Quienes pueden huyen alas provincias. Es el fin de la Europa civiIizada, La civilizaci6n tar-dara un milenio en renacer alIi.

Las victimas de esa enorme catastrofe social estan compungidas,pero pocos lloran el colapso del Imperio Romano de Occidente, 0siquiera de su cultura, Casi todos habian sido esclavos, 0 ciudadanosde naciones sometidas, 0 amba~ cosas, de modo que no lamentaban laruina de sus amos. Para entonces pocos compartian la antigua religi6nde Grecia y Roma. Ni hubo ocasi6n de lamentar la muerte de la cul-tura intelectual clasica, porque habia agonizado durante siglos. Losromanos, soberbios ingenieros, administradores, politicos y guerreros,no apreciaban mucho el intelecto, No produjeron matematica, cien-cia factica 0 filosoffa original. No es que carecieran de dotes intelec-tuales, sino que esos temas no les interesaba. Valoraban otras cosas,tales como la riqueza y el poder politico, y el quedar bien con susdioses.

Es muy probable, pues, que Alarico no haya interrumpido la de-mostraci6n de un solo teorema, el registro de ninglin proceso natural,o la concepci6n de una sola teoria cientifica 0 filos6fica original. En-tre en Roma en un momenta en que pocos individuos se ocupabande trabajos intelectuales, y esos pocos eran mas consumidores queproductores. Casi todos los intelectuales de la epoca eran te6logoso moralistas: andaban a la caza de 10 que puede 0 debe ser, no de10 que es.

Uno de esos intelectuales era Aurelius Augustinus, eventualmente

canonizado como San Agustin. Es probable q~e ~uese el ciu~adanoromano mas inteligente de su tiempo. Reacc.1O.noante l~ calda deRoma de manera tipicamente intelectual: escnblendo ~n. hb.ro. Este,La ciudad de Dios, es una monumental defensa del cnstlanlstr,I0' Encsta obra asi como en sus Confesiones, que Ie preceden, Agustm pro-dama el ~ensaje esencial de los primeros cristianos, y~ esbozad? porSan Pablo. Este mensaje se resume asi: estamos aqu~, en la clUdadlerrestre como extranjeros con permiso de residenCla, como pasa-jeros en'transito a la eterna Ciudad .de.Dios, que habra de se.r laresidencia final de los fieles. Por conslgulente, no per~an:os el ue~-po en negocios mundanales y preparemonos par~ el translto: La Cm-dad del Hombre ya no existe: nos aguarda la Cmdad de DlOS.

En particular, escribe Agustin haciendose .eco de Pablo, no nosdcjemos enganar por los filesofos griegos" que mt~ntaron ent,en?er ellIlundo fisico y la naturaleza humana. Solo Platon ':f, sus dlSCl~ul?sfides, en particular Plotino, merecen nues~ra atenClOn.. Los cnstla-IIOSdeben preferir estos a los demas, es declr, los naturahstas. Lo ex-plica asi: «Los demas gastan su ingenio en busc~r las ,causas de lasrosas, los medios de aprender, y el orden de la vlda; estos [1os pIa-I(micos], conociendo aDios, encontraron que El es la causa de todaIIIcreaci6n la luz de todo conocimiento verdadero, y la fuente de todaklicidad» '(La Ciudad de Dios, Libro VIII, Capitulo X)'.

~Por que he recordado esos, ~contecim~entos,y es~s ld~as? Por-'!lIe la ciencia natural, la matemauca y la ,tl1osofla r~clOnahsta emer-l1icfonen Grecia en el siglo v antes de Cnsto? floreCleron durante un,;ar de siglos, y luego decayeron hasta que, mucho antes de qu~ se1IIIldarael Imperio Romano, apenas les quedaba un sopl? de vlda./\ pocos les importaba esos compo?entes de .la cultura mtelectualrillsica: ya no eran considerados vahosos: El slstema de val?res ha-hia cambiado radicalmente. Y la cultura mtelectual, flor de mverna-,1(·1'0 muere si no se la cultiva.

Abandonemos ahora el mundo antiguo y demos un salto a~lugary tiempo de los philosophes: Francia hacia 175~. Ha emergl~o unIIIICVOsistema de valores abrazado por.la burguesla y,la pequena no-1,Ic-/.u.Esta gente quiere gozar de la vlda, hacerse prospera, moverseIIIilSlibremente, informarse de 10 que pasa en el mundo y en sus ca-Il('zas; tambien quiere someter a la naturaleza. y suplemC?-t.arl~conill I('(uctos. Agustin ha sido practica~ente OIVld~do,se ~ldlcuhza a1,1 Icologia, y la iglesia se ha conver.udo en el n:as gran vlllano d.e laIlIsloria: l'inftime. En cambio, Euchdes y ArqUlmedes, descono~ldos,. (kspreciados por los Padres de la Iglesia, son honrados y est~dl~dos1It1 ll1cnos que Newton, el semidi6s que habia revelad? los ~umoslIIisterios del mundo fisico. Los mejores cerebros de la epoca plensan

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Parte IV

en n~e~os proble,~as mate~aticos, cientfficos, tecno16gicos, morales,economlCOSy pol1tlcos: estan construyendo un nuevo mundo de ideasy preparando el nacimiento de las naciones modernas. La efervescen-cia de la cultura intelectual y el optimismo son tales, que muchos afir-man que el progreso que habia comenzado un par de siglos antes con-tinuaria indefinidamente a un paso acelerado.

El siglo siguiente confirma ampliamente la profeda acerca delprogreso. Se.empieza a hablar acerca de la ley del progreso. Este sepalpa en caSI todos lo~ te~renos: en 10 econ6mico y en 10 politico,en las artes y en las CIenCIasy tecnologias. Incluso los paises extra-eur~peos son forzados a uni~se (sobre todo como proveedores y con-sumIdores) a esta marcha trmnfal. No hay limites a la vista, particu-larm~nte en 10 que respecta alas ciencias y tecnologias. L' avenir dela sCtenc~, de l.lenan, es un b.est-seller y una bandera. S6lo unos pocososcurantlstas Slenten nostalgIa por la Edad Media. Todos los demascon!ervador;s o.1iberales, socialistas 0 comunistas, no dudan de qu~manana sera meJor que hoy. La creencia en el progreso se convierteen parte de la ideologia de numerosas naciones, no s6lo de Francia,Gran Bretafia y los Estados Unidos de America, sino tambien de al-gunos paises subdesarrollados, tales como Brasil, cuyo lema (tornadode Comte) es Ordem e progresso.

Este entusiasmo por el progreso dura hasta 1914. La carniceriasal~aje prueba que no se habia progresado mucho, al menos en ma-tena de politica, de sentimientos y de moral. Nace una actitud pesi-mista, sobre todo entre quienes rechazan la Revoluci6n Rusa de Oc-tubre. Oswald Spengler publica su influyente obra La decadencia de:Occidente, y algunos fil6sofos e historiadores desentierran la hip6te-sis de Vico, de los ciclos hist6ricos. Ahora la «ley» ya no es la del.progreso lineal indefinido, sino la del ciclo vital. Finalmente vienenlos nazis y proclaman que, si bien Occidente es decadente, ellos sal_i

varan a la raza aria de la decadencia de los demas. Establecen elT ausend-jiihriches Reich, que afortunadamente s610 dura doce afios"Durante este periodo se las arreglan para destruir a la comunidad,cientffica mas avanzada del mundo, la que habia creado las dos teo-,rias relativistas y las dos teorias cuanticas en el curso de dos decadas.

Durante la guerra que termin6 destruyendo a la barbarie nazi .Ro~sevelt y Stalin, el ,Reader's Digest y Literatura sovihica nos pro:,metleron retomar la lInea del progreso no bien se ganara la guerra.;Mas a~n, se nos prometi6 el paraiso terrestre: abundancia, libertad,fratermdad, y hazafias cientfficas y tecnol6gicas nunca vistas. Embo.'tados por nuestra propia propaganda, muchos de nosotros no oimoslas explosiones at6micas de Hiroshima y Nagasaki; 0, si las oimos, las.

interpretamos como heraldos del Milenio de abundancia, libertad,f raternidad, y conocimiento. A esto se habia reducido nuestra sensi-hilidad moral, nuestra astucia politica y nuestra perspectiva hist6ricadespues de seis afios de guerra.

Es verdad que, poco despues de terminada la guerra mundial, co-menz6 la Guerra Fda, y la lIegada del Milenio se pospuso una vezmas: nuevamente, 10 urgente desplaz6 a 10 importante. Pero al mis-mo tiempo las fuerzas creadoras que habian sido maniatadas durantela guerra mundial fueron puestas en libertad, gracias a 10 cual pudi-mos presenciar avances espectaculares en materia de descolonizaci6n,libertades dvicas, ciencia y tecnologia. EI progreso tecnol6gico yrientffico prosigui6 a un paso acelerado hasta hace poco y nos dio,('ntre muchas otras cosas, las fisicas del s6lido y de las altas energias,la biologia molecular y una medicina potente, el ordenador y nuevasIL-cnicasadministrativas. No fue sino hacia 1970 que el paso del pro-~~I'esocientffico y tecno16gico empez6 a aflojar.

Hay varios indicadores alarmantes de decadencia cientifica y tec-Ilol6gica. Los examinamos en otro lugar (Bunge, 1985b). AquiIIlISlimitaremos a mencionar s610 un par de ellos. Uno es la dismi-lluci6n relativa de los subsidios a la investigaci6n basica, especial-mente en ciencias sociales; ella se debe en algunos casos al aumento('n gastos de armamento, y en otros a la crisis econ6mica. Otro indi-('udor es la perdida de fe, por parte de la juventud, en la cienciahllsica; ella se debe en algunos casos a que se responsabiliza a lal'icncia de las crisis nuclear y ecol6gica, y en otros casos a que se lamnsidera como «la ideologia del capitalismo».

No sabemos si esta crisis es coyuntural y por tanto temporaria,() cstructural y por consiguiente duradera. S610sabemos que, de con-Iilluar, sera irreversible. Si siguen disminuyendo las oportunidades(Ie empleo en la investigaci6n basica, 0 si esta sigue siendo vistammo malefica, nuestros descendientes perderan interes por ella.'.:1 dia que esto ocurra comenzara una Nueva Edad Media. Recorde-IIIUS que San Agustfn y sus contemporaneos poco hicieron por con·rWl'varlos restos de la antigua cultura grecorromana. Los unos permi-t inon que continuase decayendo, y los otros contribuyeron activa-IIlt'nte a destruirla. A casi nadie Ie importaba la matematica, laIfsica, la astronomia, la historia natural y la filosofia naturalista grie-V,IIS, que de todos modos no se conservaban sino en libros. ~Podr1al'slat" ocurriendo algo parecido ahora mismo bajo nuestras narices?

La decadencia cientffico-tecnoI6gica, si en efecto ha comenzado,l'llcde ser temporaria 0 terminal. Depende de nosotros que sea Ia unaIlia otra. No hay Ieyes del progreso, ni siquiera del progreso del co-

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nocimiento. (Hay, sf,sesudas memorias filos6ficas acerca de talesleyes.) La cienda y la tecnologia seran 10 que deddamos que sean.

6. Conclusiones

El alcance del conOClmlento no es ilimitado: hay limites de 10cognoscible. Estos limites son fisicos (restricciones a los datos posi-bles), bio16gicos (limitadones de nuestro aparato cognosdtivo) y so-dales (econ6micos, politicos y cuhurales). No obstante, las limitacio-nes fisicas no constituyen una barrera al progreso del conocimiento:podemos seguir aprendiendo mas y mas. Tampoco las limitadonesbio16gicas son tan formidables como parece a primera vista. Gradasa la cooperad6n, 10 que ignora un individuo puede dominar otro.Y gracias a la escritura y el ordenador, 10 que los individuos olvidanpuede quedar registrado para uso de otros.

En cambio, las restricciones sodales a la investigad6n son mu-cho mas serias: no podemos aprender mas rapidamente, 0 con mayorprofundidad, que 10 que nos permita·la sodedad. La dencia modernano es cosa de erudid6n ni de especulad6n solitaria: es una empresasodal en la que partidpan millones de individuos que consumen in-gentes recursos. Si una sociedad perdiese todo interes en la cienciabasica, no quedarian recurs os humanos ni materiales para llevarlaadelante. La extinci6n del interes por la investigaci6n cientifica no esun acontecimiento imposible. Al fin de cuentas, la ciencia ya muri6varias veces por faha de interes 0 a consecuencia de la censura ideo-l6gica. Pero ese acontecimiento posible es evitable.

Nuestras conclusiones se resumen como sigue. Primera, aunquehay limitadones fisicas y bio16gicas a 10 que podemos conocer, ellasno impiden necesariamente el progreso cientifico 0 tecno16gico: lacolecd6n de hechos cognosdbles es un subconjunto infinito y, masaun, no numerable, del conjunto total de hechos. Segunda, las vallasrealmente importantes al avance de la ciencia son econ6micas, politi-cas y culturales. Tercera, es posible que estemos en los comienzos deuna crisis de la ciencia basica que, de seguir, desembocaria en unaNueva Edad Media. Si deseamos evitar esta catastrofe es menesterque hagamos algo por cambiar la «imagen publica» de la cienda, demodo que pueda seguir atrayendo a algunos de los j6venes mas inte-ligentes y siga mereciendo el apoyo de administradores y politicosilustrados, sin necesidad de prometerles 10 que no puede dar. Deje-mos de pintar a la ciencia como proveedora de riqueza, bienestar 0poder: pintemosla en cambio como 10 que es, a saber, el esfuerzomas exitoso para comprender el mundo y para comprendernos a nos-otros mismos.

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14

LA TECNOLOGIA Y LOS MALESDE NUESTRO TIEMPO

Hasta hace poco la ciencia y 1a tecnologfa soHan ser elogiadaspor enriquecer la calidad de la vida; hoy se las culpa de empobrecer-la. En efecto, se las hace responsable de algunos de los peores malesde nuestro tiempo, tales como el armamentismo, la desocupacion, ladegradacion del ambiente, el agotamiento de los recursos no renova-bles, la sobrepoblacion, y muchos otros. Creo que esta acusacion esinjusta. Veamos por que.

Ante todo, solo las personas (humanas 0 subhumanas) puedenser responsables de 10 que hacen 0 dejan de hacer y, por consiguiente,solo ellas pueden ser reprobadas 0 elogiadas. Aun asf, la responsa-bilidad es condicional: requiere tanto libertad como conocimiento.Si una persona esta totalmente dominada por otra, 0 en un estadoque Ie hace comportarse como un automata, no puede elegir entrediferentes cursos de accion y por consiguiente no es responsable(moral 0 legalmente) de 10 que hace 0 deja de hacer. Y si ignora deltodo los resultados posibles de sus actos 0 de su inaccion, puededecirse de ella que actua en forma irresponsable, pero no puede cen-surarsela 0 e10giarsela por tales resultados: tiene la excusa de la ig-

190

norancia. (Esta excusa es parcial y vale s610 en 10 moral: en el dere-.-ho la ignorancia no justifica los actos.)

Ahora bien, la ciencia y la tecnologfa no son personas. Por 10Innto no son dignas de elogio ni de censura. En particular, no esposible responsabilizarlas de nuestros males actuales. Por consiguien-Ie, si buscamos culpables de estos debemos mirar en otras direc-riones. Examinemos a los ciendficos y tecnologos individuales.

Los investigadores en ciencias basicas son inocentes de los malessociales de nuestro tiempo, porque solo procuran conocimiento; y,mientras el conocimiento no se aplique a fines buenos 0 malos, es mo-ralmente neutral. Es verdad que la mayor parte del conocimiento esvnlioso, y por esto socialmente util, en sf mismo; tambien es ciertoque los investigadores ciendficos tienen dos responsabilidades mo-rales y sociales prim arias : las de investigar y ensefiar. Pero hastaaquf llega su responsabilidad moral y social en cuanto cientfficos.Como ya se ha dicho muchas veces, la ciencia basica es como un cu-rhillo, que puede usarse sea para cortar una zanahoria 0 una cabezal!Umana: ambos son moralmente neutrales.

Los cientfficos aplicados y tecnologos son bichos de una especielotalmente diferente: ellos sf pueden llegar a saber como hacer elhien 0 el mal. Pueden disefiar fertilizantes artificiales 0 proyectiles,medicamentos 0 gas nervioso, program as sociales 0 campos de exter-lIIinio. Mas aun, salvo en pocos casos, son libres de hacer 10 uno 0 10otro, y en todos los casos obran deliberadamente y con conocimientode los resultados mas probables de sus actos. Por consiguiente sonplenamente responsables de sus actos, aun cuando no hagan «nadamas» que obedecer ordenes.

Es verdad que un ingeniero aeroespacial que se niegue a disefiarIIna nueva arma, 0 un psicologo aplicado que se rehuse a disefiar unal'ampafia de publicidad dirigida a engafiar al publico, corre riesgos:dcsocupacion, prision, 0 tal vez algo peor. Pero e1 poder engendra res-ponsabilidades. Quien no quiera cargar con una gran responsabilidadsocial no debiera elegir una ocupacion que la acarrea.

El cientffico aplicado y el tecnologo -sobre todo este ultimo-son responsables de 10 que pueda resultar de sus esfuerzos, porqueplleden vender, 0 abstenerse de vender, una pericia. Es claro queqllien compra esta pericia con fines malvados es el principal culpable(no solo responsable). En efecto, el es quien ordena 0 permite a su

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experto que vaya adelante con un proyecto que solo puede servirpara fines censurables.

En resumidas cuentas, la responsabilidad primordial y la culpa delos males sociales de nuestro tiempo la tienen los decisores politicosy economicos. Responsabilicemolos y culpemolos a ellos, principal-mente, por el armamentismo y la desocupacion que este causa, por lalluvia acida y la destruccion de los bosques, asi como por los pro-ductos comerciales y culturales de baja calidad. Los cientificos apli-cados y tecnologos que participan de estos procesos no son sino ac-cesorios del delito, aun cuando a menudo desplieguen un entusiasmocensurable. Entiendase bien: no por ser instrumentos carecen de res-ponsabilidad. La tienen, pero menor que sus empleadores.

Sin embargo, un globalista (holista) podria objetar que, al fin decuentas, el decisor no es sino una victima del «sistema»: que no eslibre de actuar de otra manera. Todos los que creen en la necesidadciega emplean esta excusa, y preconizan que se luche contra «el sis-.tema», al mismo tiempo que dicen respetar a sus componentes indi-,viduales. (Un cientifico marxista me dijo en cieTta ocasion que yodebiera «escribirle una carta a la histori a quejandome de 10 que estapasando». Omitio darme la direccion de la vieja dama.)

Segun el holismo nadie seria personalmente responsable de susactos, de modo que seria injusto elogiarlo 0 censurarlo. Hitler «teniaque» hacer la guerra, Stalin «tenia que» liquidar a sus enemigos, y .Truman «tenia que» ordenar el ataque atomico: cada uno de ellosfue victima de su «sistema» 0 quiza incluso «instrumento de la his-toria». Este argumento olvida que esos individuos fueron nada menosque pHares de sus propios «sistemas», y por cierto que pHares muydevotos. Fueron libres de abstenerse de ayudar a forjar 0 sostenera sus sistemas, pero eligieron obrar de otro modo. Y, lejos de ser«instrumentos de la historia», fueron poderosos actores de la his-toria.

Debemos regresar al punto de partida y recordar que solo las per·sonas individuales pueden responsabilizarse por 10 que hacen 0 dejande hacer: que los entes impersonales, en particular los grupos sociales,no pueden ser responsables, porque carecen de cerebros capaces deelegir y evaluar. Por consiguiente, no hay tal cosa como la responsa·bilidad colectiva, menos aun la culpa 0 la virtud colectivas. Si a uno,no Ie gusta un sistema dado, debiera criticarlo, combatirlo, 0 al me·:nos abstenerse de ayudarlo.

Sin embargo, pareceria que la opinion globalista tiene un granade verdad, ya que se puede argiiir que, si el individuo X hubiera per-Lenecido al sistema social Y, en lugar del sistema social Z al quepertenece entonces X habria obrado de manera diferente, p. ej. vir-tuosamen~e en lugar de pecaminosamente. Es cierto que ninglin indi-viduo es una isla: como solia decir Ortega y Gasset, «Yo soy yo ymi circunstancia». Con todo, este es el problema causal, no el moral.E! que X pertenezca al sistema social Z explica la conducta de Xpero nola disculpa necesariamente. Si X sabia que 10 que se espe-raba de el en virtud de pertenecer al sistema Z era moralmentecensurable, entonces X pudo abstenerse de hacer 10 que hizo, aunquepor supuesto corriendo un riesgo.

En resumen, puesto que solo las personas individuales son res-ponsables de sus actos 0 de su inaccion, a) el cientifico hasico, quienno se propone sino conocer el mundo, ~s inocen;; de los ~ale~ ~o-dales actuales, salvo el de sobrecarga de mformaclOn; b) el ClentlflCOaplicado y el tecnologo -sobre todo este ultimo-, quienes se pro-ponen cambiar el mundo, pueden hacerlo para mejor 0 para peor, por10 cual son dignos de elogio en el primer caso y de censura en elsegundo; c) el decisor (politico 0 empresarial), quien puede ordenarla puesta en ejecucion de un proyecto tecnologico, es maximamenteresponsable de los resultados buenos 0 malos de tal obra. .

La moral practica de nuestra historia es que debemos deJar pa-sar al cientifico puro, pero debemos palpar de intenciones. a~ ap~-cado, y de armas al tecnologo, aunque centrando nuestra vlgHanclaen el empleador de este Ultimo.

Aunque nuestro discurso anterior termina con una moraleja, nocontesta cabalmente la pregunta que sugiere ambiguamente el titulode este capitulo. En efecto, la pregunta puede interpretarse tanto mo-ral como causalmente. Es decir, independientemente de la atribucionde responsabilidad y de culpa, queremos saber si los males socialesque nos aquejan son efecto del usa intensivo de la tecno~ogia en elcurso de los dos ultimos siglos, 0 sea, desde la Revoluclon Indus-trial. Y tambien podemos desear averiguar si la solucion reside enabandonar la tecnologia 0 en emplear una tecnologia diferente. ?st~sson problemas legitimos e importantes, pero pertenecen a la ClenClasocial y a la sociotecnologia, no a la filosoHa. Sin embargo, podemosLratar de resolverlos en tanto que ciudadanos razonablemente bieninformados.

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· Pareceria que los problemas sociales de alcance mundial mas apre-mlantes del mo~:nto, tales co.mo el armamentismo, la desocupacionry la sobrepoblaclOn, son efectlVamente efectos del uso intensivo deciertas tecnologias modernas, desde las ingenierias electrica y nuclearhasta la agronomia y la medicina. Par ejemplo, la sobrepoblaciones el resultado de un aumento rapido de la produccion de alimentos;y de la difusion de medidas higienicas (tan simples como hervir el.agua), las q~~ fueron po~ibilitadas por la aplicacion de la biologia.La degradaclOn del amblente es un efecto de la industrializacion .hecha posible par la tecnologia moderna combinada can la sobre.:poblacion. La amenaza de guerra nuclear, aunque estrictamente elfefecto. de .~a rivalida~ politica e ideologica, habria sido imposible sin,la aphCaCI??de la fisIca nuclear a la tecnologia militar. Y no habrialdesocupaclOn a,.r:0 ser par la difusion masiva de maquinarias cada'vez mas automatlcas.

De modo, pues, que podemos responsabilizar a nuestros diri..;gentes politicos y empresariales, junto can sus dociles auxiliares tec~nologicos, por habernos llevado al punta en que estamos. Sin embargo,po~e~os suponer que esto no era inevitable: que, de haber sabidoantl~lpar 10 5l?e vendria! 10 habriamos evitado. Par ejemplo, la pla-?eaCIO? famtlIar (matetla de la tecnologia biologica) podria haberImpedtdo la explosion demografica, permitiendo que el aumentode la. produccion. de alimentos y la difusion de la higiene mejoraranl~ ca~da~ de la VIda.A su vez, una menor poblacion mundial hubieradtsmmUldo la demanda de materia prima, 10 que a su vez hubierareducido las tensiones internacionales. Otro ejemplo: la Revolucionyerde no ha~ria empeor~do la suerte de los campesinos pobres siestos se hubtesen orgamzado en cooperativas capaces de adquirircerea~esde alto rendimiento, fertilizantes, y maquinaria agricola. Ter-cer eJemplo: no h.abria desempleo si la semana de trabajo se redujerade cuarenta a tremta horas en los paises altamente industrializadosy si no se empleara tecnologia de punta en la industria de los paise~en desarrollo.

En definitiva, los problemas sociales mas agudos que aquejan a1mundo de hay no son inevitables: en principia pueden corregirsecontro!a,!do el usa de }as te~nologias .fisicasy bio16gicas,y empleandouna dosts de tecnologta soctal. Por cterto esto no es £aci1,porque in-volucra una reo~i~ntac~~nideologica y ,una mayor participacion po-pula~ en la admtU1straclOnde la cosa publica. Pero es factible. Y, 10que Importa para nuestro tema, no debieramos acusar a la tecnologiaper se sino mas bien a la eleccion de una combinacion equivocada detecnologias fisicas, biologicas y sodales, y en particular un descuidode estas ultimas. En resumen, los efectos colaterales negativos de

lma tecnologia cualquiera pueden evitarse, disminuirse 0 compensarsecan ayuda de alguna otra tecnologia. El que haya grupos soctales .quesc opongan a semejante reorientacion, es verdad pero no vteneal caso.

6. Conclusion

En conclusion, podemos responder brevemente .como sigue alaspreguntas que sugiere el titulo de este cap~tulo. ~t1mer?; en efecto,la tecnologia ha sido empleada a menudo sm consIder~clOn por valo-res que no sean economicos a politicos, 10 cual ha ~eU1doconsecuen-cias desastrosas para todo el mundo. Segundo: efectlvamente, 10s ~ec-nologos son personalmente responsables de tales usos, aunque Cler-tamente en mucho menor medida que sus empleadores. Tercero: noes verdad que la tecnologia deteriore necesariamente al mundo; lastecnologias existentes, combinadas y dosificadas adecuadame.nte, pue-den ayudarnos a salir del embrollo, con tal de que s;a? gu~adas P?run sistema de valores diferente. De modo que, en ulttma mstancIa,el problema integro es mas de valores a de~id~r~ta qu~ .de medios.Lo cual no significa que sea un problema aXlOloglcoteotlCO~ue po-damos endilgarle al £ilosofo. El problema de 10s. males ~oClales~enuestro tiempo solo tiene soludon por via politlca (naclOnal e I~-ternacional) can la ayuda de las tecnologias adecuadas., Por. const-guiente, no se trata de echarles el fardo a Jas tecnologtas, sma decontrolarlas.

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LA COMUNIDAD CIENTIFICO-TECNOLOGICAY LA ELECCION DE MODELO DE DESARROLLO

El disefio de planes de desarrollo ha estado casi siempre en ma-nos de funcionarios y economistas. Los cientificos y tecnicos suelenbrillar por su ausencia en este campo, y no suelen organizarse paraexigir que se les escuche.

El resultado de esa ausencia de cientificos y tecnicos en las deli-beraciones de los planeadores de desarrollo esta a la vista: casi to-dos los planes de desarrollo nacional ignoran las componentes cien-tifica y tecnica y, en general, la componente cultural. Cuando figu-ran 10 hacen en calidad de sirvientas del desarrollo economico, comosi la economia fuese 10 unico que importa, y como si fuera posibledesarrollarla sin desarrollar al mismo tiempo la cultura y el marcoinstitucional.

Se dira que los cientificos y tecnicos no tienen la culpa de que losestadistas prescindan de ellos en el momento de elaborar planes dedesarrollo. Esto es cierto, pero solo a medias, ya que quien no llorano mama. Los cientificos y tecnicos tienen la responsabilidad ultimadel desarrollo de sus especialidades, aun cuando estas deban encua-drarse dentro del marco general de la sociedad. Como especialistastienen el deber de formarse una opinion sobre el tema y de discu-tirla en sus sociedades profesionales, y como ciudadanos tienen eldeber de hacerla conocer a los poderes publicos y al publico engeneral.

Desgraciadamente, los que hacemos cier:cia 0 tecnica no solem~stener ideas precisas acerca del modelo 0 estllo de desarroll~ que masconviene a nuestra sociedad, y por 10 tanto carecemos de Ideas ade-cuadas acerca de los planes de desarrollo que de cuar:do en cuandoanuncian nuestros gobiernos. Al no tener nada que deClr, no tenemosderecho a quejarnos de que no se nos escucha. Empecemos, pues, porestudiar el problema con la misma seriedad C?? qu~ n?s pondriamosa estudiar un sistema de ecuaciones, una reaCClOnqUlmIca,un procesocelular, un procedimiento industrial, 0 un tratamiento medico.

Lo mas delicado de un plan de desarrollo son sus bases teoricas,o sea, 10 que ha dado en llamarse el m?delo de desarrollo. La e~ec-cion de un modelo equivocado -por eJemplo un modelo exclusIva-mente economico, 0 exclusivamente politico, 0 un modelo globalque tuvo exito en circunstancias muy distintas- es ur: e;ror costo-sisimo en recursos humanos y materiales. Debemos resistir la tenta-cion de importar modelos, 0 de adoptarlos por consideraciones mera-mente ideologicas. El desarrollo autentico es endogeno y, para quesea eficaz, debe proyectarselo de manera cientifica ~~tes que sobre labase de un pufiado de consignas mas 0 menos retO!1cas.

Por supuesto que toda eleccion de modelo de desarrollo es. unadecision ideologica y politica. La cuestion es saber esco¥~r una Ideo-logia y una politica favorabl;s a los in.t~res~s~e la na~lOn.yna vezescogido el modelo, 10 demas es cuestlon teclllca,. no IdeologlCa. Laformacion de un investigador 0 de un experto, 10 mismo que la extrac-cion de un barril de petr6leo 0 la fabricacion de una r:sma de p'a~el,son procesos sometidos a leyes naturales y reglas socI~les. Lo umcoque puede hacer la ideologia es acelerar 0 frenar s:~eJante proce~o,encendiendo 0 apagando el entusiasmo y el entendimiento de los In-dividuos involucrados en el proceso. No desdefiemos la ideologia perono permitamos que usurpe el lugar de la pericia, y contribuyamos aponerla al dia con la ciencia. ..

Los estudiosos del desarrollo han propuesto ClnCOconcepClOneso modelos del mismo. Los llamare los modelos biol6gico, econ6mico,cultural, p~Utico ~ i~tegral (0 floba1): .Se resumen r~sp~cti~a~ent;en las consignas slgUlentes: jMas serVlCZOSde salud!, ,Mas fabrzcas.,,Mas escuelas!, jMas libertades cZvicas! y jMa~ y mejor de t~do!

SegUn el primer modelo, el desarrollo consiste en una meJ~:a delbienestar individual como result ado de progresos en la atenclOn dela salud, la nutricion, la vestimenta, el alojamiento, etc. Quienes

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defienden el modelo economico, en cambio, identifican desarrollo conadelanto economico y este con industrializacion. Los partidarios delmodelo cultural igualan el desarrollo al enriquecimiento y la difusionde la cultura. Quienes bregan por el modelo politico identifican eldesarrollo con la expansion de la libertad, 0 sea, el aumento y afian·~zamiento de los derechos humanos y politicos. Finalmente, los parti.,:darios del desarrollo integral insisten en que el desarrollo autentico es\al mismo tiempo biologico, economico, cultural y politico, y que cada'uno de estos aspectos condiciona a los demas.

Cada uno de los cuatro primeros modelos es correcto en 10 que'abarca e incorrecto por 10 que omite. EI modelo bio16gico es utopicopor no ocuparse de los medios necesarios para superar 10 que el in;vestigador ecuatoriano doctor Varea Teran (1976) ha llamado acer-tadamente «subdesarrollo biologico». Por ejemplo, (como ignorarque la desnutricion es a menudo resultado de una distribucion in-equitativa de recursos, otras efecto de una explotacion inadecuada delos mismos, y aun a veces de la ignorancia? EI subdesarrollo biologicono se corrige con medidas puramente sanitarias, tales como multipli.,car los hospitales y distribuir leche en polvo. Se corregira tan solo,adoptando todo un sistema multidimensional de medidas: sanitariasieconomicas, culturales y politicas. Si los higienistas que propugnan'el modelo biologico del desarrollo son inofensivos, los economistasque favorecen el modelo economico son ofensivos a punto de que secuentan entre los principales obstaculos al desarrollo autentico, quees multilateral, autogenerado y sostenido, Al fin y al cabo la econo-mia no es fin sino medio para vivir una vida plena. Cuando se ante,pone el desarrollo economico, en particular industrial, a todo 10demas, se condena a un pueblo entero a sacrificios sin compensacion.Para peor, de esa manera no se consigue ni siquiera el desarrollo'economico, ya que este no puede producirse si no va acompafiadode una educacion que prove a de mano de obra competente, y de unareform a institucional que estimule la produccion y abra mercados.Solamente los malos economistas creen que los problemas economi-cos pueden desligarse de los demas y resolverse con medidas pura-mente economicas, tales como el control del circulante 0 la grava-cion (0 desgravacion) de la industria 0 del agro.

Los buenos economist as saben que «EI razonamiento economico,por si solo, no puede ofrecer soluciones a ningun problema economico,porque todo problema economico involucra consideraciones politicas,sociales y humanas» (Robinson y Eatwell, 1974, p. 293). Y el premioNobel sir W. Arthur Lewis, economista jamaicano especializado en'desarrollo, escribia 10 que sigue en su ya cIasico tratado The Theory,;of Economic Growth (1955, p. 19): es preciso tener en cuenta los'

factores institucionales e ideologicos del crecimiento economico, as!como sus relaciones redprocas. En virtud de estas, «el progreso enuno de los frentes producira un avance 'en los demas. Si aumenta elcapital disponible, por ejemplo por importacion, probablemente seasociara a nuevas tecnicas, y probablemente afectara la pauta de lasinstituciones y de las actitudes humanas. Si se descubre nuevos cono-cimientos, se estimulara las inversiones, y las instituciones acusaranel impacto. Si se liberaliza las instituciones, el esfuerzo humanoaumentara, y se aplicaran mas conocimientos y capitales a la produc-cion. EI cambio social es acumulativo, y su efecto es que los diversosfactores se refuerzan los unos a los otros». En resumen, el modeloccon6mico es falso por ignorar los aspectos no economicos de todasociedad.

EI modelo cultural, tan idealista y bien intencionado, es tan uto-pico como el modelo biologico. Por supuesto que no hay desarrollonacional sin progreso educacional, cientifico y tecnico, pero este no seconsigue con solo tomar medidas educacionales y culturales. EI es-colar en ayunas aprende mal; el adulto no lee ni adquiere conoci-mientos nuevos, aunque hay a aprendido a leer, si no tiene que leero no se siente motivado a hacerlo; el maestro atemorizado por larepresion ideologica 0 politica no se anima a buscar la verdad ni,menos aun, a ensefiarla; el cientifico no puede investigar si no tienecondiciones favorables; el tecnico no inventa si no tiene perspectivasde desarrollar su invento. EI desarrollo cultural, con ser necesario, esinsuficiente: para que se de hace falta condiciones economicas y po-liticas, 0 al menos buenas perspectivas para las mismas. Por consi-guiente, el modelo cultural es impracticable.

Finalmente, el modelo politico es ingenuo y equivocado por serunilateral. Por cierto que todas las personas progresistas aspiran a quehaya menos pres os politicos, elecciones mas limpias, y politicos mashonestos y constructivos. Pero de nada sirven los derechos politicos sise carece de medios culturales y economicos para ejercerlos. EI pro-greso politico no se limita a afianzar un sistema multipartidario, le-van tar la censura de prensa, y convocar a elecciones en medio de laindiferencia general. Estas medidas son inanes si no van acompafiadasde un incremento de la libre y efectiva partidpacion publica tantoen la discusion como en la implantadon de medidas politicas, eco-nomicas y culturales. En suma, el desarrollo politico no es sino unaspecto del desarrollo total. Por este motivo el modelo politico esincorrecto.

Combinando los cuatro modelos anteriores obtenemos el quintomodelo, 0 sea, la concepcion integral 0 global del desarrollo, segunLa cual este es a la vez biologico, economico, cultural y polftico

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(Bunge, 1980). Ninguno de estos aspectos es el primer motor: todosellos son interdependientes. Que esto es asi, 10 muestra la historiade las naciones desarrolladas y semidesarrolladas. Que no puede serde otra manera, 10 muestra el analisis sistemico de la sociedad hu- ~mana (Bunge, 1979). Este estudio muestra que toda sociedad humanase concibe ventajosamente como un sistema concreto constituido porcuatro subsistemas principales. Estos son el sistema biologico, com-puesto por los miembros de la sociedad ligados entre si por vinculosfamiliares, de compadrazgo 0 de amistad, asi como por las relacionesartificiales introducidas por los sistemas sanitarios modernos, talescomo los hospitales y las sociedades deportivas; el sistema economico, .compuesto por los productores, distribuidores y administradores debienes y servicios, -ligados entre si por relaciones de trabajo, organi-zacion y propiedad; el sistema cultural, compuesto por los creadoresy difusores de bienes culturales, relacionados entre sf por flujos deinformacion; y el sistema politico, constituido por los ciudadanosque gozan de derechos politicos, relacionados entre sf por relacio-nes de poder 0 de participacion en el manejo de la cosa publica.

Cada uno de estos cuatro subsistemas de la sociedad humana ac-tua sobre los demas. Por consiguiente, todo cambio en uno de ellosprovoca cambios en los demas. En particular, si progresa uno de ellostambien progresan los demas. (Piensese, por ejemplo, en los profun-dos cambios producidos por la revolucion industrial, la jornada deocho horas, la alfabetizacion, el voto universal 0 el control de nata-lidad.) En resumidas cuentas, el progreso autentico y sostenido esintegral porque la sociedad es un sistema cuyos componentes no soncompartimientos estancos.

Los modelos biologico, economico, cultural y politico del des-arrollo son falsos, al menos parcialmente, porque cada uno de ellosse ocupa solamente de uno de los cuatro subsistemas de la sociedadcomo si fuese el unico, 0 como si el avance de uno de ellos, consi·derado como el primer motor, pudiera causar automadcamente el pro-greso de los demas, sin resistencias ni reacciones. Por esta razoncualquier nacion que adopte uno de esos modelos parciales fracasaraen su empefio por progresar.

En particular, como 10 viene sefialando UNESCO en el cursode los ultimos afios, «la adquisicion de los medios para la actividadcientffica y tecnica independiente no puede reducirse simplementeal establecimiento de unas pocas facilidades que tengan poca rela-cion con la vida de la sociedad como un todo. Implica una profundatransformacion de la vida de la comunidad en todos sus aspectos.La genuina apropiacion de la ciencia y de la tecnica es a la vez unrequisito basico de cualquier progreso hacia el crecimiento, y una

parte integrante del proceso multidim~nsional. de desarrollo, ac?-plado a traves de una compleja red de mteraCClOnes,con las demascomp~nentes de ese proceso (economica, politica, soci~l y cultural,e involucrando tanto alas instituciones como a la practlca)>>(UNES-CO, 1979, p. 12).

3. ~Que podemos hacer?

~Que puede hacer el cientffico 0 el tecnico para que su gobiernoadopte el modelo adecuado de desarrollo y elabore un pl~n de de~-arrollo basado sobre semejante modelo, asi como sobre un mventatloveraz de los recursos naturales y humanos del pals? Puede hacer mu-cho, tanto que puede distraerse de s,u :area espedf~ca, que es hacery ensefiar buena ciencia 0 buena tecmca. He aqul al~Ul~asde lasactividades con que el cientffico 0 tecnico puede conttlbUlr a alcan-zar esas metas:

1) Propiciar la organizaczon de .grupos d~ es!e:dios de politicacientifica y tecnica en el seno de socl~dad.e,sclentlfl~aS, culturales 0

profesionales, de institutos de inveStlgaclOn, orga~~l1~mosestata!e.s,partidos politicos, etc. Podda parecer qt;te.esta. actl;l?ad es estetll,pero ello no es verdad. Como deda el dlstmgUldo flS1C?doctor En-rique Gaviola, en toda sociedad 10 mas escas~ son las ld~as ~?evas.Y (quienes, si no los intelectuales, y en partlcular los clent~lcos ytecnicos, pueden tener ideas nuevas .para resblv~r l?s. compleJ?s pro-blemas del desarrollo? (Quienes, Sl no los ClentlflcoS y ~ecm~os,estan preparados para eludir la rutina, «ver» probl~~as e ~magmarmodos novedosos y eficaces de resolverlos? (QUlenes, Sl no losciendficos y tecnicos, estan h~bituad.os ~ .estudiar, lo.s prob~emas an-tes de proponersoluciones? Sl los ClentlflCOSy tecUl~osd7Jan el es-tudio del problema del desarrollo en ?J-anos de func~onarlOses.tata-les incultos no denen derecho a queJarse cuando dlChos funclOna-rios sostien~n que los paises en desarrollo, 0 i?cluso los. de desarro-llo medio no necesitan ciencia basica 0 que, Sl la necesltan, pued7ncomprarla', y que la mejor manera de adquirir tecnica es «tr~ns~erlr.la» de los pafses desarrollados, 0 sea, comprar «paquetes tecUlCOS»que aseguren que sigamos dependiendo de las empresas vendedo-ras, en lugar de emprender, e! camino del des~rrollo endogeno, maslento al comienzo pero el UUlCOque nos convlene.

2) Difundir ideas teoricas e iniciativas practicas so.bre mo~elosy planes de desarrollo: es~r~bir artfculos, folletos 0 hbros;. dl<;ta~conferencias 0 cursos; partlClpar en mesas redondas 0 semmarlOS,

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conceder entrevistas de prensa, radio 0 television. Como en todo10 demas, la actividad de difusion puede ser constructiva 0 criticay debiera serlo tanto la una como la otra: es predso proponer medi·das factibles para conquistar el derecho a criticar 10 que se haceo deja de hacerse. Por ejemplo, si estamos en desacuerdo con un mo-delo 0 plan de desarrollo porque omite la dimension cultural, debe-mos criticarlo publicamente y proponer completarlo con una fuertecomponente cultural. Pero no basta que refunfufiemos en los corre·dores 0 declamemos en el cafe: debemos llevar nuestra palabra alpublico, aun corriendo el riesgo de que los periodistas deformen 10que dedmos. No se trata de buscar la publiddad por vanidad, sinocomo medio de incrementar la partidpadon popular en la discusionde ideas y propuestas que atafien a todos. Cambiemos la imagenpublica del dendfico y del tecnico: estos no son alquimistas enclaus-trados sino dudadanos dedicados a buscar conodmiento, 0 a disefiarartefactos, procesos u operadones, que sirvan (0 debieran servir) ala sodedad con 10 que hacen, y no son indiferentes al rumbo que to·me su sodedad.

3) Incorporarse como consultor, investigador a funcionario aalguno de los organismos que se ocupa de algunos de los aspectosdel desarrollo, esto es, convertirse en profesional del desarrollo. Des-de luego, que esta conversion vale la pena tan solo si el individuo estadispuesto a luchar por sus (buenos) prindpios y si tiene alguna po-sibilidad de que sean aceptados: de 10 contrario se trataria mera-mente de cambiar la inseguridad permanente del buscador de nove·dades por la relativa seguridad del burocrata. En otras palabras,el dentlfico 0 tecnico que dedda hacerse fundonario sin traidonarsus ideales debeni llevar su renunda en el bolsillo, asi como la es-peranza de poder exigir la renunda de los burocratas que obstaculi-zan el desarrollo.

4) Actuar en polZtica para conseguir que se pongan en practicaideas correctas acerca de modelos y planes de desarrollo. Los dent!-ficos y tecnicos solemos tener prejuidos antipoliticos: creemos quetoda politica es sucia. Este es un error grosero: hay politicas lim-pias, y hay deshonestidades en todos los sectores de la actividadhumana. Yo he conoddo a politicos honestos, comenzando por mipadre, y a dentificos deshonestos, ladrones de ideas 0 simuladoresde conodmientos. La politica es mala tan solo cuando es venal, 0 fa-vorece intereses creados, 0 se propone ayudar a mantener el subde-sarrollo biologico, economico, cultural 0 politico. En una democra-da representativa la actividad poHtica es un derecho, y en una de-

15. La comunidad ciendfico-tecnologica y la eleccion ...

mocrada partidpativa es ~?a obligadon; de ~odo que quienes re-chazan toda actividad pohtlca son malos democratas.

Es verdad que hacer denda 0 tecnica en s~rio consume ~antaenergia que deja poca para actividades extra. Sm em~argo, S1 so-mos consdentes de nuestros deberes dvicos «haremos t1empo» parala politica. (De todos modos muchos de nosotros, ~alga~tam~s l?u-h horas por semana en esteriles intrigas de poht1ca umversltana.)

~:s todo caso, si nosotros no hacemos politic a la .haran los de en-frente los enemigos de la dencia, los que mezquman fondos parala inv~stigadon y en cambio los malgastan en arman:entos .0 en re-forzar el ya pesado aparato .burocr~ti~o del Estado: B1envemdo alasHlas de la politica el cientiflco 0 tecn1COcon .capaCl?ad,l?ara la }uc~apolitica, porque hace falta gentes con mental~d~d C1~~t1f1c,a~ tecn:caen el comite politico, el parlamento y la adm1mstraclOnl?ubhca. ~olouna vigorosa infusion cientlfica y tecnica P?dra modermzar el s1ste-ma politico, que hasta ahora ha estado ,d~mmado por ge~tes de men-talidad tradidonal, mas dadas a la retonca que al estudlO. .

En resumen el cientiHco 0 tecnico pueden hacer aportaclOnesimport antes al proceso de planeamiento del ~~sarrollo, desde el ~s:

"0 de sus fundamentos hasta la implantaclOn de planes. Se d:ra~~~.ello Ie distraeria de su trabajo esp~df~c? Es v~rd~d, pero ~cuan-to tiempo malgasta todo innovador Clent1f1co0 tecn1co.en nu~s~rospaises en papeleo inutil, en intriga irritante~ ?, en gestlones r1dlCu-las para librar un libro 0 un aparato de med1clOnde las ~arras de laaduana? En condidones de desarrollo gran parte de ese t1empo que:daria libre para hacer la investigacion. Pero el desarrollo, no vendrasi nos limitamos a protestar en lugar de hacer algo por el .aparte dehacer y ensefiar buena ciencia 0 tecnica:. no podemos co?f1ar ~n lospoliticos de corte tradicional, au~ cu~?do te~ga? buenas mtenclOnes,porque salvo excepciones, son c1entlf1Cay tecn1camente analfabet1tSi que;emos que el pais marche bie?: si nos interesa su d.esarro ~integral, participemos en su conducclOn de modo construct1vo, aunque sea modestamente.

4. La responsabilidad social primordial del cientffico 0 tecnico

No se interprete mal mi alegato en favor d~ u~~ partidpadonactiva del dendfico y del tecnico en la determmaclOn del modelode desarrollo nacional, en el disefio de planes de de~arrollo, y en laimplantacion de los mismos. No he lanzado la cons1gna de ab~ndo-nar los laboratorios, talleres y aulas para lanzarse a la calle 0 mgre-

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s~: en la administ~adon p~bli~a: Seme!an~eexodo causaria la desapa-Clon de l~s comumda?es Clet;-tlflcay tecmca y con ella la posibilidadde que dlchas comumdades mfluyan constructivamente sobre la con-:ducdon del desarrollo nadonal.

La responsabilidad primordial del dentifico 0 tecnico es, en todomomento, P?ra. con su trabajo profesional. La mejor manera en quepuede cont:lbu~r a superar ~l ~ubdesarrollo es hadendo y ensefian-do buena ClenCla0 buena tecmca. Pero esta no es la unica maneraparti~ularmente en condiciones de subdesarrollo, que exigen qu~cada mte~ect~~lsea ~n hombre orquesta. No estoy proponiendo, pues,q?e el .clentlflCo deJe de escribir articulos originales ni que el tec-mc~ deJe de proyectar 0 dirigir la ejecucion de proyectos. Mas bien,sugiero que, en lugar de publicar n articulos 0 proyectos por afio,donde n > 2, se conforme con n - 1, invirtiendo el resto del tiem-po en las actividades descritas mas arriba. Solo asi podra aspirar aque" una vez encal?inado el pais por la senda del desarrollo global,endogeno y sostemdo, pueda producir 2n 0 acaso n2 0 aun 2n ar-, ul "tIc os 0 proyectos.

En conclusion, mientras el dentlfico 0 tecnico de un pais desarro-llado puede d7dicarse ~ trabajar, entre nosotros tiene que lucharpara que 10 deJen trabaJar. Solo asi, uniendo el trabajo con la luchaP?r ~l derecho al. trabajo, podra conservar su fe en la ciencia y en latecmca, fe sometlda a tan duras pruebas cotidianas.

Bunge, Mario (1979): A World of Systems. Dordrecht-Boston: D. Reidel·Pub!. Co.

-- (1980): Ciencia y desarrollo. Buenos Aires: Siglo Veinte.Lewis, W. Arthur (1955): The Theory of Economic Growth. London: Allen& Unwin.

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Varea Teran, Jose R. (1976): El subdesarrollo biol6gico. Quito.

16TRAMPAS FILOSOFICAS EN EL DISENODE POLITICAS CIENTIFICO-TECNOLOGICAS

Al igual que cualquier otra actividad humana, el disefio de politi-cas y planes (P&P) de dencia y tecnologfa (C&T) tiene sus trampas.Algunas de estas son practicas y otras son conceptuales. Veremos eneste capitulo que algunas de las trampas conceptuales en P&P C&Tse originan en ultima instancia en una filosoHa equivocada de laC&T. (No estamos confundiendo 'filosoHa' con 'politica', al modoen que suele ocurrir en la literatura anglosajona sobre P&P C&T.)

2. Algunos errores comunes en P&P C&T

En casi todos los pafses subdesarrollados y de desarrollo medio,e incluso en algunas naciones industrializadas, se cometen errores enP&P C&T, que se ponen de manifiesto en la m~nera .en 9~e se ad-ministra 0 incluso ejecuta algunos proyectos de mvestlgaclOn y des-arrollo (I&D). He aquf una lista de ,errores tomados al azar: copiarmodelos extranjeros 0 su dual, ignorar la experiencia en regionesparecidas; sujetar la investigacion original en dendas basicas al pIa-neamiento central; instalar laboratorios carentes de la infraestruc-tura necesaria 0 sea, sin talleres mecanicos, electronicos, etc.; em-pezar por co~prar instrumentos altamente especializados y buscardespues a quienes puedan manejarlos; gastar demasiado en organizar

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Parte IV

jornadas <I,uedeja~ ~uellas insignificantes; gastar mas en burocraday en relacIO~espubhcas que en investigadores; preferir dos investi-gador.es medIOcres a uno original; y descuidar el entrenamiento dee~tudlant~s graduados ~ postd?ct~:ales. Todos estos son errores prac-tlcoS denv~dos de la ImprOVlsaClon0 la inexperiencia. Como talesso~ corregibles a la luz del anaIisis crftico y de la experiencia pos-tenor.

Pero ~ay otra categoria de errores en P&P C&T mas dificilesde corregir !?o:CJ.ue'provi,e~en de errores conceptuales basicos 0 in-cluso d~ pre!U1CIOs.1deolog1cos.Mencionemos algunos que se debena una fl1osofla eqUlvocada de la C&T, 0 incluso a una filosofia erra-da de la cultura.

, . a) Con(undir ciencia con tecnologza. Ejemplos: pedir a cien-t1fICO~9~e disefien ?uevas maqu.inas, drogas 0 armas. Razz filos6fica:l~ OplnIOn?ragmat;st~ .(~ marx1sta) ~e que todo conocimiento pro-plamente ~1cho esta d1t1gIdoa la aCCIOn,y que el criterio de verdades la praX1S.Consecuencias: el descuido de la ciencia basica 0 pura~ el error dual de esperar que la dencia, por si sola, genere automa~tlcamente tecnologia.

.b) Int~n!ar reforzar la ciencia aplicada y la tecnologza sin cons-tru!r una /olzda base de ciencia pura. Ejemplos: sobresubsidiar al~ lnformatlca a expensas de la matematica, a la fisica del estado so-h?o a, expe~sas. de, l~ fisica basica, y a la medicina a costillas de lab.IOlogla.Razz fzlosofz~a: la misma que la de a). Consecuencias: den-CIay tecnologla de baJa calidad, y cultura desequilibrada.

c) S~b.estimar la investigaci6n te6rica. Ejemplos: descuidarla ,mat.em~t~capura, la quimica teorica, 0 la sociologia matematica.~azz /zlos~fzca: la creenda empirista (0 positivista) de que la inves-tlgacIOn clentifica c~nsiste en hacer observadones 0 experimentosque no suponen te?na a.lguna. Consecuencias: trabajo de laboratorioy ~e campo de baJa cahdad, y disefio tecnologico inadecuado 0 ex-ceSlvamente costoso, por falta de guia teorica.

~) pescuidar las ciencias sociales. Ejemplos: no apoyar las in-ve~tIg~clO~e~en antrop.ologia, sodologia, economia, 0 politologia.R.az~ f~losofzca: la doctrlna idealista de que las dendas sodales sond1sclphnas cultl;lrales (Kulturwissenschaften) que deben ser cultiva-das P?r .huma~l1stascarentes de formacion cientifica. Consecuencias:conocl~~ento lnadecuado de la realidad social y, por tanto, disefiode pol1t1casy planes sodales inapropiados, 0 de proyectos tecno16-

gicos de gran envergadura cuyos benefidos economicos son muchomenores que sus grandes costos sodales.

e) Esperar a que el desarrollo econ6mico genere C&T. Ejem-plos: las tesis populares de que la denda basica es un lujo que lospaises pobres no pueden darse, y de que toda tecnologia puede im-portarse. Razz filos6fica: determinismo economico. Consecuencias:colonialismo dentifico y tecnologico, y persistenda de una culturatradicional (atrasada), la que a su vez obstaculiza la modernizadoneconomica y poIitica.

Todas estas trampas a que esta expuesto quien disefia P&P C&Tse originan en una falsa filosofia de la denda y de la tecnologia. Deaqui que las personas responsables de disefiar P&P C&T debieranprestar mas atencion a esa rama de la CCT.

Toda poIitica de C&T, sea expIidta 0 tadta, constructiva 0 des-tructiva, tiene algunos supuestos filosoficos. 0 sea, descansa sobreciertas hipotesis acerca de la naturaleza, el alcance y el valor de C&T,asi como de sus objetos (naturaleza, sodedad 0 artefactos) y de laconducta de investigadores y disefiadores. El conjunto de los supues-tos filosoficos que subyacen a una poIitica de C&T puede llamarsela base filos6fica de dicha poIitica: es una filosofia de todas las den-das (formales y facticas, naturales y sodales, basicas y aplicadas) yde todas las tecnologias (fisicas, quimicas, biologicas, sodales e in-formadonales) .

Es evidente que una mala filosofia de la C&T --0 sea, una fila-sofia que no pinta un cuadro fiel de la investigadon y el desarrollo,o que sugiere una estrategia equivocada de I&D- no puede servirde base para una buena poIitica de C&T. Por cierto que una filoso-fla adecuada de C&T, aunque necesaria, no basta para disefiar unapoIitica C&T correcta. Tambien es predso que se satisfaga ciertascondiciones economicas, poIiticas y culturales. (Por ejemplo, unaeconomia de subsistenda no puede financiar laboratorios costososde cienda basica, un estado polidal no permite el desarrollo de lasdencias sodales, y un regimen teocratico pone trabas estrictas a todopensamiento original.) Con todo, si se desea que la C&T crezca enforma rapida y ordenada, es menester empezar por tener una filosoffaadecuada. (Para detalles sobre las condiciones necesarias para el des-arrollo autogeno y sostenido de la denda y de la tecnologia, veaseBunge, 1980).

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Para convencerse de cOlinnecesaria es una filosoHa adecuada deC&T para superar el atraso y el caos, asi como para evitar el derrO"che de recursos humanos y materiales, bastara seiialar algunos ejem-plos del daiio que pueden hacer filosoHas inadecuadas. Empecemospor las filosoHas irracionalistas, tales como el existencialismo y elintuicionismo. Es obvio que desalentaran la investigaci6n cientffica,de modo que constituiran una base adecuada para una politica anti-cientffica. En cuanto a una filosoHa de palabras, que no se interesepor el mundo ni por nuestro conocimiento de este, si bien acaso nocombata activamente la investigaci6n cientifica, no podra guiarla.

EI positivismo, con su desconfianza por las teorias y su enfasisunilateral en las pruebas empiricas, alentara la busqueda de datosy su elaboraci6n estadistica a costillas de la labor te6rica. EI prag-matismo s610 favorecera a la ciencia aplicada y a la tecnologia, con10 cual minara sus bases mismas. EI idealismo, si es racionalista,podra favorecer a la matematica (salvo que sea hegeliano); pero des-corazonara el desarrollo de la ciencia factica y de la tecnologia, ytorcera el curso de las ciencias sociales. En particular, el idealismosubjetivo y el convencionalismo desdeiian el, trabajo de laboratorioy de campo, de modo que deprimen a la investigaci6n cientffica ytecnol6gica. Los racionalismos de otros tipos (p. ej., el de Popper)propondran restringir la investigaci6n empirica a la puesta a pruebade teorias grandiosas; de esta manera coartaran las demas funcionesde la observaci6n, la medici6n y la experimentaci6n, tales como in-formarnos acerca de 10 que existe, plantear problemas, y alimentaralas teorias con datos. Finalmente, las filosoHas cerradas y compro-metidas con ideologias fijas desalentaran la investigaci6n objetivade todos los problemas para los que ya tienen soluciones, y en par-ticular del problema de averiguar el grado de verdad de los dogmasde dichas ideologias.

. EI resultado final es bastante desalentador: ninguna de las filo-soHas mas populares de nuestro tiempo es una base filos6fica ade-cuada para una politica de C&T equilibrada y vigorosa. Esto no de-biera sorprender, porque la mayoria de las filosoHas existentes sonresiduos de la era precientifica: no han crecido de, ni con la C&Tmoderna, son bastante dogmaticas, y bastante inexactas. Sin embar-go, no hay que desesperar, porque todas las filosoHas de escuela es-tan en crisis, y esta crisis puede anunciar una revoluci6n filos6fica.Ademas, aunque toda politica de C&T tiene una base filos6fica, estano tiene por que ser detallada. Una filosofia esquematica, aunquebasicamente fiel de la C&T -una caricatura acertada- puede bastarpara diseiiar politicas y planes adecuados de desarrollo cientifico

y tecnol6gico, a condici6n de que evite los errores mas groserosmencionados en el paragrafo 2.

En casi todos los proses, P&P C&T es joven. Incluso nacione.sque tienen una larga y rica tradici6n de C&T, como los Estados Um-dos de America, no tienen una politica explicita de C&T y! a for-tiori, carecen de un plan nacional de C&T. Una consecuenCla de lajuventud de P&P C&T es que casi todos las pers~n.as que se o~upande diseiiar politicas 0 planes de C&T, 0 de admlmstrar orgamsmosdedicados a la investigaci6n cientifica 0 tecnol6gica, son autodidac-tas. A menudo son politicos 0 funcionarios sin experiencia personalen investigaci6n cientifica 0 en diseiio tecnol6gico.

Indudablemente, la mayor parte de los individuos dedicados pro-fesionalmente a P&P C&T admiran y respetan ala C&T, aun cuan-do a veces se sienten tentados a manosear a los que hacen cienciao tecnologia. Desgraciadamente, la adoraci6n no suple al conocimien-to. Los resultados de este conocimiento deficiente de la C&T son amenudo: a) errores practicos, tales como un enfasis excesivo en laplaneaci6n de la investigaci6n basica, 10 que disminuye la iniciativapersonal y la responsabilidad de los investigadores; b) errores con-ceptuales, tales como los que vim,o~en el parag~a~o2; c) r~lacione.stensas con las comunidades cienuf1cas 0 tecnologlcas, y d) mcapaCl-dad de asesorar a los politicos en el diseiio de politicas y planes degran envergadura en materia cientifica 0 tecno16gica, con las ~0!1si-guientes consecuencias desastrosas, tales como encargar a medlcosde la investigaci6n del cancer, 0 exigir a los cientfficos basicos quese ocupen de cuestiones practicas que no les interesan y que exigenuna pericia de la que carecen.

Una manera de evitar tales consecuencias es extraer a algunosmiembros de la administraci6n de C&T de las propias comunidadescientfficas y tecno16gicas. Esto puede hacerse en los paises desarro-llados y de desarrollo medio, pero es diHcil en el caso de nacionescon comunidades C&T j6venes y debiles, cuyos miembros debierandedicar la mayor parte de su tiempo a sus actividades profesionalesen lugar de convertirse en funcionarios. Ademas, incluso en los pai-ses avanzados, que pueden darse el lujo de dedicar parte de su per-sonal cientffico 0 tecno16gico a tareas politicas 0 administrativas, senecesita un cierto numero de expertos en otros terrenos, p. ej., ad-ministradores, contadores y abogados.

Los investigadores y diseiiadores originales tienden a despreciar

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a los bur6cratas de la C&T, 0 al menos tienden a creer que es impo-sible entablar dialogos racionales y constructivos con ellos (10 que escierto en e1 caso de bur6cratas prepotentes que se sienten respalda-dos por el partido en el poder). Sin embargo, esa actitud es algoarrogante y netamente irrealista y contraproducente. No es posibleprescindir de una burocracia de C&T alH donde hay brechas impor-tantes por llenar, 0 fondos por administrar. El problema no es elimi-nar esa burocracia sino educarla para que pueda servir mejor a lacomunidad C&T y, con ello, al pais.

Creo que es posible y hasta necesario entrenar 0 recidar una ad-ministraci6n competente de la C&T, convirtiendo a su burocraciaen una epistemocracia. Y sugiero que este entrenamiento puede ha-cerse de dos maneras: formal e informal.

El entrenamiento informal no se adquiere manejando expedien-,tes sino dialogando todos los dias, y cara a cara, con a) colegas queposeen alguna formaci6n cientifica 0 tecno16gica, y b) candidates arecibir subsidios de investigaci6n 0 becas. Hagamos que los episte-m6cratas salgan a menudo de sus oficinas y visiten los laboratoriosde investigadores cientificos y los talleres de tecn6logos, para ente-rarse de cwHes son sus problemas, perspectivas, aspiraciones, y ne-cesidades. Vaya Mahoma a la montana.

El entrenamiento formal de los epistem6cratas podria consistiren seguir cursos en CCT. Aunque estos cursos no pueden reempla-zar a la experiencia personal en C&T, pueden hacer mucho por co-rregir errores populares y por transmitir algo del «espiritu» de laI&D. (Precaud6n: habria que elegir cuidadosamente e1 contenidode los cursos, ya que hay muchos fil6so£os sin la mas palida ideade la C&T, y muchos sod6logos que ponti£ican acerca de los deter-minantes sodales de la C&T al tiempo que menosprecian la curio--sidad, la iniciativa y la creatividad.)

En resumen, el aprendizaje de la P&P C&T tiene dos componen-tes: el conocimiento por £amiliaridad (know-how) y el conocimientoexplkito (know-that). Ambos pueden sistematizarse en lugar de im-provisarse a expensas del contribuyente.

Algunos de los peores errores que suele cometerse en P&P C&Ttienen rakes filos6£icas. Siendo puramente conceptuales debiera serfacil corregirlos. Pero antes de intentar corregirlos debemos identi-£icarlos. Y esta tarea de identificaci6n de errores exige: a) alguna£amiliaridad con la vida diaria de los trabajadores en C&T, asi como

16. Trampas filos6fieas en el disefio de poHticas...

., d 1 . ncias de la C&T. La primera puedeb) alglin conodmlen~ dr,a~i~~ente la frecuencia de 10s contactosadquirirse aumenltan 0 asd d disenar 0 poner en practica P&Ppersonales entre os encarg~ oSb e d la comunidad de C&T, porC T Parte y mlem ros e . ., f'I'& , por una 1 ' . . t mas adecuado de los prmclplos I 0-otra. En cuanto a conOClmlen0 T la P&P c&T se los. . t to a la C& como a ,s6ficos que msplr~n . an os en las diversas CCT. Si se hacepuede aprender s~gU1en~ocurs dra lograr 10 que todos debiera-ambas cosas al mlsmo tlempo. se pomos querer: una epistemocracla competente.

. .., desarrollo. Buenos Aires: Siglo Veinte. Trad.Bunge, Marla (19~?) .. Ctencdta Y I" t, Siio Paulo: Itatiaia & Ed. da

portuguesa: CtenCtd e esenvO vtmten o.Universidade ~e Saho.Plaulo, d1?~0. of scientific development. Philosopby

__ (1984): Phllosop lea eon It!onsand Social Action 10: 9-25.

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EL SISTEMA CIENCIA-TECNOLOGIA-ECONOMIA

Es frecuente que la gente se maraville u horrorice por 10 queconsidera los frutos de la ciencia: el televisor y la computadora, elreactor nuclear y la nave espacial, el cereal de alto rendimiento y elpollo hercUleo,el transplante de 6rganos y la pildora anticonceptiva,el trabajo en cadena y el proyectil intercontinental. El cientffico sabeque nada de esto es ciencia aun cuando este en parte respaldado porla investigaci6n ciendfica. Sin embargo, el cientffico simula a vecescreer que eso es ciencia para poder alegar en favor de sus pedidos desubvencion a la investigacion desinteresada.

Esta confusion entre ciencia, tecnica y produccion puede aca-rrear un beneficio inmediato al investigador que se enfrenta con untesorero inculto, pero es danina a la larga. Primero, porque el pu-blico, y en particular la juventud, puede reprochar a 10s ciendficospor pecados que estos no cometen, tales como el inventar armas,contaminar el ambiente, y multiplicar los artefactos innecesarios acostas de satisfacer las necesidades basicas. Segundo, porque los es-tadistas y legisladores terminan por descubrir el embuste: tarde 0temprano advierten que la investigacion basica rara vez da resultadolpracticos inmediatos.

A menos que el publico, los funcionarios estatales y los legisl•.dores comprendan que toda sociedad necesita ciencia basica pariavanzar, independientemente de 10s dividendos practicos que puedl

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Apendices

acarrear,. se n:gar~n a ap~~arla. En particular, (como se justifica elcostear mvestlgaclOnes baslcas en cosmologfa 0 biologfa molecularcu~n~o escasean los fondos para construir carreteras y presas hidro-electtlcas, 0 mantener escuelas y hospitales? En otras palabras 'noes .un lujo ocupars~ de formar 0 reforzar la ciencia sin haber 'a~tessatlsfecho las necesldades elementales de la poblacion?

Para responder razonablemente a esta pregunta hay que comen-zar por escoger el modelo de desarrollo que se quiere impulsar. 5i este'modelo es el ~~l desa~roll~ ~ntegral -a la vez biologico, economico,c~ltural y poht~co~ mdUlra el desarrollo de la ciencia y de la tec-mca, ~or constltUlr el nudeo de la cultura moderna. (Recuerdesee~ cap~tulo, 1~.) Ahora bien, para constituir 0 reforzar un sistemaCle~tlf1co-tec~lco. capaz de participar vigorosamente en el desarrollonaclOnal, es .md:spe~s~ble empezar ~or ~istin?uir sus componentes,que son la ClenCla baslca 0 pura, la ClenCla aphcada y la tecnica. Unave~ trazadas las di~tinciones podref?o~ abordarla tarea de averiguarcuales son las relaclOnes entre los dlstmtos sectores en cuestion. Estees el pr~bl~ma. que nos ocupara en el p.tesente capftulo. Primera-~ente, dlstlnp~ltemos la ciencia bisica de la aplicada, esta de la tec-mca y, esta u~tlma .de la produccion. En segundo lugar, averiguare-mos c?,mo esta? ~mdas estas componentes y que se necesita para quesu umon sea fertd.

2. Ciencia basica y ciencia aplicada

El la~iz ~on que escribo estas lineas es un producto industrial.Las maqUlnat1a~ .con que f~~ fab~i~ado de~en. mucho a la ingenieda,q.t:e a su vez, ut!hza matematlca, f1s1cay qUlmlca; y tanto la organiza-CIon de la fabnca co~o e! apar?to de. dist.tibucion de sus productosdeb:n bastante a. l~ cle~~la sOClal aphcada y a la tecnica social, enpartIcular la admlmstraclOn de empresas y la investigacion de mer-c~do. Pera la. invenci?n. del Iapiz no requirio ningun bagaje cientf-f1~0, y los prlmeros laplces fueron manufacturados con recursos tec-mcos modestos.

No. sucede 10 mismo con la calculadora electronica que tengo ene~,bo~sdlo .. Este es U? ~roducto indu~trial ~n cuyo disefio y fabrica-CIon mterVlIJO una tecmca avanzada Imposlble sin la ffsica del esta-do ,solido, que a, ~u ve~ ~e basa sobre la rnecanica cuantica y ottos~apltulos de la flslca teonca contemporanea. Estas teodas no fueronlIJventadas para resolver problemas practicos sino para abordar pro-blemas cientffi~os, t.ales como el de la estructura de los atom os y delas esttellas. 51 se tlene en cuenta que la primera teoda atomica fue

formulada por filosofos griegos en el siglo v antes de nuestra era,y que la asttoffsica nacio a mediados. del siglo pasado, se comp~endeque mi calculadora es una de~cendlente. re~?ta de especulaclOnesfilosoficas y de teorfas y expenmentos clentlflcos co~e?zados ha~eveinticinco siglos. Sin esos productos de la pura curlOsldad no dis-pondriamos hoy de calculadoras electronicas, radios, te~evisores, ~a-teIites artificiales ni muchos otras artefactos que conslderamos m-dispensables. Lo' que vale para lo~ productos. de,1a ingenieda tarr;-bien vale para los de la agronomla, la vetermana, la farmacologlay otras biotecnicas. . , . .., .

La ffsica cwintica es un eJemplo tlplCO de ClenCla baslca 0 pura.Otros ejemplos son la ffsica dasica y la ffsica ~elativista~ la c,osmolo-gfa y la qufmica teorica; la te~r~a de,la evo!u.clon y la blOlogla t;"101e-cular; la genetica y la neuroflslOlogla; la f1~lOlogla de l~s. funclO~esmentales y la teoda del aprendizaje; la teona de la movlli~ad sO~laly la historia economica. Por cierto que. al~unas de es~as !I1vest:ga-ciones han encontrado aplicacion, resttmglda 0 ampha, mt;"1edlatao a largo plazo. No obstante, ninguna de ellas fue emprendlda pormotivos practicos: todas fueron motivadas por el deseo d~ c~mpren-der el mundo. Si la investigacion iniciada por mera CUrlOSl?ad dafrutos practicos, tanto mejor (0 peor). Si no los da en seguld?, talvez los de mas adelante. Y si no los da nunca, al menos contnbuyea realizar una de las metas del hombre, que es conocer el mundo y,en particular, conocerse a sf mismo. Al fin y al cabo, .1a,investigaciondesinteresada es una de las caractedsticas ql;te nos dlstmguen de losdemas animales. Renunciar a ella es deshumanizarse.

Una vez que se dispone de alglin .conocimiento ?~sico se pue~etener la esperanza de aplicarlo. Por eJemplo, la genetlca es hoy dlala base de la fitotecnia, uno de los motores del progreso agncola;y la biologfa molecular y~ perm}t~ disefiar, pr?~ucir y e~pl.otar .bac-terias que sintetizan mol~culas uttles a la medl~m~ (p. eJ., .ms?hna!.El conocimiento proporclOnado por la neuroqUlmlca permlte Identl-ficar y aplicar drogas que controlan la depresion mental y las psico-sis. La psicologfa ha permitido mejorar los metodos. de ensen~nza,y la sociologfa nos esta ayudando a comprender los sIstemas sOClalesque hemos creado casi sin advertirlo. . .

La investigacion aplicada se distingue de la baslca 0 pura en dl-versos aspectos. Primeramente, .l~ ciencia ~p~cada se funda sobre .labasic a en el sentido de que utlhza conOClmlentos alcanzados en In-vestig~ciones basicas. Esto no quiere decir que la investigaci6n apl!-cada sea necesariamente rutinaria y, por tanto, no aporte conOCl-miento nuevo: si no 10 aportara, no serfa investigacion pro,Piamentedicha. Pero la tarea del cientffico aplicado consiste en enrlquecer y

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explotar un cuerpo de conocimientos ya producido por la investiga-cion basica. Por ejemplo, el quimico que estudia productos naturalesutiliza teorias, datos y metodos de la qufmica pura. Adquiere nue-vos conocimientos referentes a productos naturales, pero es impro-bable que descubra propiedades profundas y leyes generales. No se10 propone.

En segundo lugar, el objeto 0 clase de referencia de la cienciaaplicada es mas restringido que el de la ciencia basica. Por ejemplo,en lugar de estudiar el aprendizaje en general, el psicologo aplicadoinvestigara el aprendizaje de determinada lengua extranjera por losnativos de cierta region y ciertas caracteristicas biologicas y sociales.En vez de estudiar la cohesion social en general, el sociologo aplicadoestudiara la cohesion de tal 0 cual grupo y la manera de reforzarla.

En tercer lugar, la investigacion aplicada tiene siempre una mi-sion practica, aunque sea a largo plazo. Por ejemplo, el silvicultorno Se interesa solo por los bosques en general, sino tambien, muy enparticular, por los arboles de posible utilizacion industrial. Y el far-macologo se interesa, no solo por la quimica de los seres vivos engeneral, sino muy especialmente, por las sustancias beneficiosas 0

dafiinas a ciertas especies, en particular la humana. En todos estoscasos se espera que el cientifico aplicado termine cada uno de sustrabajos afirmando, no tanto 'He descubierto X', como 'He descu-bierto que X puede servir para producir (0 impedir) Y'.

En resumen, mientras la investigacion basica se propone conocerel mundo, la aplicada se propone conocerlo para controlarlo. Elcuadro 1 ejemplifica 10 clichoy nos prepara para la proxima Seccion.

El nucleo de la tecnica es el invento. Por modesto que sea, elinvento constituye algo nuevo, que no existfa antes, 0 que existiapero no era controlado por los hombres. Por ejemplo, el fuego exis-tio antes que el hombre, pero este invento maneras de producirlo,mantenerlo y extinguirlo a voluntad; la energia nuclear existio siem-pre, pero no fue sino en 1945 que el hombre logro controlarla. Lainvenci6n del fuego no requiri6 ciencia alguna; en cambio, la inven-cion del reactor nuclear y de la bomba nuclear fueron hazafias tec-nicas fundadas sobre la fisica nuclear y la qufmiea de los elementosfisionables, que comenzaron con las investigaciones totalmente des-interesadas de Becquerel, los Curie, Rutherford, y otros.

La mayor parte de los inventos propuestos hasta comienzos dela Edad Moderna debieron poco 0 nada a la ciencia: recuerdese la

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d0?1esticaci6n de plant~s, y animales, el arado, la metalurgia, la ar-qUltectura y la navegaClon costera. Desde el siglo XVII, y muy par-t1cularmente desde mediados del XIX, las cosas cambiaron radical-n:ente. El microscopio optico se funda sobre la optica, y el electr6-mco sobre la mecanica cwintica; el reloj de pendulo y el reguladord~ Watt se fundan sobre la mecanica; el generador y el motor elec-ttl~?S se fu~dan so~re la electrodinamica; los productos sinteticos queutlhzan ~a lUdusttla y la medicina se fundan sobre la quimica; lassupervatledades que estan revolucionando la agricultura se fundansobre la genetica.

Al decir que un invento «se funda» sobre una ciencia no se diceque esta ciencia baste, sino que se la emplea, poco 0 mucho en eldisefio del invento. Por ejemplo, el inventor del generador electricoempleo los resultados experimentales y las especulaciones te6ricas deFaraday. Marconi patento la radio, que invento explorando, desarro-llando y explota?do las ideas te6ricas de Maxwell y los experimen-tos de Hertz, mnguno de los cuales se interes6 por inventar otracosa que teorias y experimentos para comprender las casas.

El inventor ~ontemporaneo no necesita saber mucha ciencia perot~mpoco pu~de 19norarla, puesto que 10 que suele llamarse «princi-plO» de un lUvento moderno es una propiedad 0 ley descubierta enalguna. i~v~stigacion .cientffica, ya basica, ya aplicada. Por ejemplo,~l «ptlnC1plO» del .av1on a reaccion es el principio newtoniano de la19ualdad de la aCClon y la reacci6n; y el «principio» de los antihis-taminicos es la relaci6n antigeno-anticuerpo descubierta por los in-munologos.

Lo caracteristico del inventor no es que sabe mucho sino queexplota al maximo 10 que sabe. Tiene gran imaginaci6n y, casi siem-pre, gran sentido practico. (Cuando carece de este ultimo decimos5lue es un proyectista y sospechamos que esta loco.) No es que ellUventor .tenga ma.s imaginacion que el cientifico te6rico 0 experi-me~tal, SlUo.que t1ene una imaginaci6n de tipo diferente: se las in-ge?la para d1sefiar artefactos 0 procedimientos que tal vez resultenuttles, en tanto que el cientffico se las ingenia para averiguar comoson las ca~as. Por esto es raro que el inventor y el cientffico se denen una ?11sma persona: son poqufsimos los cientificos que han pa-tentado lUventos, y muy contados los inventores que han hecho des-cubrimientos cientificos.

El invento es el primer eslabon de una nueva tecnica 0 de unanueva etapa en una tecnica establecida. Luego del invento viene eldesarrol!o, etapa en la que naufraga la mayor parte de los inventOS'"l',:E~ preClSO construir un prototipo 0 bien producir un pufiado de se-ml1las de una nueva variedad, 0 unos gramos de una nueva droga,

o un plan detallado de una nueva organizacion. Una ve~ p:oducidosestos artefactos es precise ponerlos a prueba para ver Sl SIrven. Enel caso de una nueva droga, las pruebas suelen exigir varios afios ymucho dinero. (Se estima que un nuevo producto farmaceutico exigeun gasto del orden de un millon de dolares invertidos en asegurarque es eficaz y no es dafiino.) Muchos inventos, que parecen bellosen el papel, fracas an en esta etapa del desarrollo. (A veces se losretoma afios despues, cuando se dispone de nuevos metodos maspoderosos.)

Los inventos que sobreviven la etapa de la prueba se sometena la segunda etapa del desarrollo, a saber, el disefio de su pro~u~-cion en escala mediana 0 grande. En algunos casos esto puede eX1g1rla construccion de una planta piloto fntegra, 10 que exige nuevos in-ventos. (En la tecnica, como en la ciencia y en la vida, una cosa llevaa la otra.) Aun construida, la planta piloto puede no marchar satis-factoriamente, ya por motivos tecnicos, ya por escasez de personalcompetente. Y, aun si marcha, puede ocurrir que no sea rentableeconomicamente. No es de extrafiar, entonces, que la mayor partedel presupuesto de investigaci6n y desarrollo se vaya en las etapasde desarrollo. (La regIa empfrica de esta: por cada 10 dolares delpresupuesto total de I&D, $1 se dedica a la investigaci6n basica,$2 a la aplicada, y $7 a la investigacion tecnica y el desarrollo.V. Sabato, 1979.)

Si el nuevo artefacto, producto 0 procedimiento resulta eficaz ypromete ser de provecho, sea para la empresa, sea para el publico,se pone en produccion. Esta etapa requiere nuevas innovaciones tec-nicas, tanto en 10 que respecta al proceso productivo, cuanto en 10que se refiere a la organizacion y financiacion. La intervencion detecnicas fundadas sobre las ciencias aplicadas, tanto naturales comosociales, sera tanto mas importante cuanto mas novedosa y masivasea la lfnea de produccion.

Finalmente, viene el proceso de comercializaci6n 0 distribu~i6ndel producto 0 servicio. Tambien aquf pueden intervenir tecmcasfundadas sobre ciencias aplicadas. Y tambien aquf la innovacion noes resultado automatico de la aplicacion rutinaria de conocimientosya adquiridos: estos proporcionan el com~ustible inici?l, pero nohay ignicion sin el ingenio particular del lnventor, qUlen procedemas intuitivamente que racionalmente.

El cuadro 2 describe sucintamente las etapas del proceso que des-emboca en el mercado. En el caso de un artefac to tal como una cal-culadora electronica, 0 un procedimiento, tal como un tratamientomedico, se recorre todas las etapas. En cambio, e? el caso de unproducto 0 servicio mas modesto, tal como un alimento envasado

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o un esquema de organizacion de una cooperativa, se prescinde ha-bitualmente de las etapas cientificas, arrancandose directamente enla etapa de la invencion. (Hay intervencion de la ciencia ya conocida,no de nuevas investigaciones.)

Asi como los administradores suelen confundir ciencia con tec-nica, los cientificos tienden a creer que ellos son los unicos creado-res: que 10 que hacen los demas es trabajo de bajo nivel, casi siem-pre rutinario, que cualquiera puede hacer. Esta creencia es tan falsacomo arrogante: hay innovacion en cada una de las etapas descrip-tas en las secciones anteriores. (Ver el cuadro 2.) Hay innovacionno solo la primera vez que se establece una industria 0 un servicio,sino tambien en el curso de su mantenimiento y, por supuesto, en suadaptacion a nuevas circunstancias. Por cierto que se puede intentarmantener un sistema artificial cualquiera, p. ej., una fabrica 0 uncomercio, de manera rutinaria; pero ello no es aconsejable en unasociedad en que todo 10 demas cambia rapidamente. Las nuevas ne-cesidades y la competencia estimulan la inventiva, y la innovaci6nconfiere ventajas, tanto en la competencia como en la cooperacion.

No solo hay un flujo incesante de informacion, de la ciencia a latecnica y de esta a la economia, sino que tambien hay un reflujo. Ellaboratorio usa instrumentos, materiales, drogas e incluso animalesde experimentacion producidos en masa y uniformemente por la in-dustria. La ciencia aplicada y la tecnica proveen a la ciencia basicade nuevos materiales y Ie proponen problemas interesantes. En fin,cada uno de los componentes que figura en el cuadro 2 actua sobretodos los demas, sin contar con las demas ramas de la cultura y conla polltica. Se trata, pues, de todo un sistema caracteristico de la ci-vilizacion industrial: el sistema de la producci6n y circulaci6n de co-nocimientos, artefactos y servicios.

Si se analizan las cosas un poco mas profundamente se advierteque los mencionados no son los unicos componentes del sistema. Tam-bien estan la filosoHa y la ideologia. En efecto, la filosoHa inspiraproblemas, metodos y teorias cientlficos. (Recuerdese que la revolu-.cion cientifica del siglo XVII fue precedida por una revolucion filo-.:sofica que desplazo a la fe y coloco a la razon y la experiencia enel centro de las preocupaciones intelectuales.) Y la ideologia deter-mina, para bien 0 para mal, tanto valores como finalidades: es laque determina que vale la pena hacer y que es menester evitar, y conello 'Ugiere un ",tilo de vid,. (Por ejemplo, ,; '" ,preda ]a riqueza,:

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el servicio publico, 0 el conOClmlento, se adopta un estilo de vidaactivo en lugar de buscar refugio en una ermita.) La figura 1 repre-senta esquematicamente el sistema total de produccion y circulacionde conocimientos, artefactos y servicios.

ConocimientosProblemas

ValoresMetas

ValoresMetas

Instrumentos,drogas, etc.

ValoresMetas

ProblemasDisefiosPlanes

FIGURA I.-Esquema del sistema de producci6n y circulaci6n de conocimientos,artefactos y servicios, en la civilizaci6n industrial. (Tornado de Bunge, 1983.)

Basta que uno de los componentes del sistema sea debU 0 fun-cione mal, para que el sistema integro funcione malo no se desarro-lIe. En particular, para que el sistema sea estable es necesario, aun-que, desde luego, no suficiente, que el componente cientifico sea vi-goroso: que haya investigacion permanente y autogena en lugar deesporadica y emprendida siempre por encargo de la produccion 0 delestado. Y para esto se necesita una filosofia amiga de la ciencia, quela ayude en lugar de obstaculizarla. Por ejemplo, una filosofia enemi-

ga de la razon predispone en contra de la investigacion teorica, y unafilosofia subjetivista descorazona la investigacion empirica. (V. Bun-ge, 1980b.)

Si queremos desarrollar la ciencia y la tecnica deberemos comen-zar por distinguirlas entre si; esta es una tarea tipica de la filosofiade la ciencia y de la tecnica. Tambien es precise que, una vez quehayamos aprendido a distinguir la ciencia de la tecnica averigiiemosc?mo estan relacionadas entre si y con las demas actividades, en par-tlcular las economicas; y este es un problema tipico de la sociologiade la ciencia y de la tecnica.

Otro requisito del desarrollo cientifico y tecnico es poner al dianuestra tabla de valores. En particular, debemos abandonar la acti-tud filistea que hace de la ciencia basica un lujo pecaminoso 0 a 10

sumo una sirvienta de la tecnica, tolerable cuando promete frutospracticos inmediatos pero intolerable cuando no hace sino explorarel ~undo y amoblar el cerebro. Es indispensable comprender que lasnaClOnes menos desarrolladas 10 estan no solo economica y politica-mente, sino tambien culturalmente, y que el adelanto dentifico esuna componente obligada del desarrollo global, tanto por su valorintrinseco como por ser palanca de la tecnica.

No hay duda de que no se puede constituir 0 reforzar un siste-ma cientifico-tecnico si no se entrena un numero suficiente de inves-tigadores basicos y aplicados, asi como de tecnicos. Por este motivo,los paises menos desarrollados debieran dar prioridad a la formacionde investigadores. Ahora bien, esto requiere ciertas reformas insti-tucionales paralelas. Una de ellas es organizar las universidades pordepartamentos antes que por facultades, a fin de eliminar los obs-taculos al flujo de informacion entre cientificos y tecnicos. Otra ba-rrera que habra que derribar es la existente entre la universidad y lasociedad, en particular la economia. Esta division, minima en lospaises avanzados, es herencia de la Edad Media, cuando el bachillerno se mezclaba con la chusma.

Es indispensable abrir la universidad a los problemas candentesde la economia y la poHtica. Pera, para ser eficaz, esta apertura debe-ra ser cientifica, no retorica: no se trata de organizar reuniones deprotesta dentro de los recintos universitarios, sino de investigar seria-mente los problemas sociales. Los ciudadanos podran hacer uso delos resulta~~s de tales investigaciones para su actuacion politics,pero la polltlca no debiera avasallar a la universidad.

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Bunge, Mario (1980a): Epistemologia: Curso de actualizaci6n. Barcelona: Ariel.-- (1980b): Ciencia y desarrollo. Buenos Aires: Siglo Veinte.-- (1983): La investigaci6n cientifica, 2: ed. corregida. Barcelona: Ariel.

(1983): Treatise on Basic Philosophy, 6.° tomo: Understanding theWorld. Dordrecht-Boston: Reidel.

Sabato, Jorge A., compilador (1975): El pensamiento latinoamericano en laproblematica ciencia-tecnologia-desarrollo-independencia. Buenos Aires: Pai-d6s.

Sabato, Jorge A. (1979): Ensayos en campera. Buenos Aires: Juarez.

2

INFORMATICA:~CIENCIA, TECNICA 0 RELIGION?

Todos los animales gregarios se comunican entre S1,y tales V1ncu-los forman parte de la estructura del grupo social a que pertenecen.En efecto, todas las interacciones entre los miembros de un grupo,sea de hormigas 0 de hombres, son lazos de comunicaci6n 0 vanacompafiados de tales. Por consiguiente, 1a red de comunicacionesde un grupo social esta inmersa en la estructura interna del grupoentendida como conjunto de todos los v1nculos entre los miembrosdel mismo. Las comunicaciones entre animales interesan a z06logosy et6logos; las comunicaciones entre seres humanos interesan, ade-mas, a psic6logos, soci6logos, antrop6logos, lingiiistas, ingenieros yadministradores.

Para que haya comunicaci6n entre dos 0 mas animales hace fahaun mensaje generado por alguno de elIos, p. ej. «Este es mi terri-torio», «Es tiempo de ir a comer», «jQuitate de aqui!», 0 «~Eresamigo 0 enemigo?» El mensaje puede ser dato, advertencia, invita-ci6n, pregunta, etc. El medio para transmitirlo puede ser secreci6n,movimiento corporal, voz, 0 una extensi6n tecnica de cualquiera deesas manifestaciones corporales, tal como una senal de radio 0 unaimagen televisada.

Lo caracterfstico de la comunicaci6n humana es que los mensa-jes son elaborados por el cerebro y expresables por un lenguaje ha-blado. (Estamos suponiendo que todos los signos expresables por el

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«~~nguaje» corporal, es de~ir, por posturas, ademanes y gestos, tam-b~.~n.son expresables medIante el lenguaje hablado.) Los signos lin-gUlStlCOSrepresentan, pues, estados 0 procesos mentales: mediantela comunicacion verbal se ponen en contacto dos 0 mas cerebros. Alo.currir esto, no solo expresamos 10 que se nos pasa por el cerebro,sIno que actuamos sobre los demas. En efecto, el lenguaje no es solo«espejo del alma» sino tambien herramienta de accion social. En re-sumidas cuentas, la comunicacion es parte del cemento que une al?s seres humanos en grupos sociales y parte del lubricante que faci-ltta tanto la cooperacion como la competencia.

Una caracteristica de la comunicacion en las sociedades civiliza-das es que se extiende mucho mas alIa de los encuentros cara a cara.Este triunfo sobre las primitivas limitaciones de espacio y de tiempose logro con el invento del lenguaje escrito el correo la imprentael telegrafo, el teIefono, el telex, el cine, l~ radio, la' television, l~grabadora, el ordenador y el satelite artificial. Estos medios de co-municacion han hecho po sible la constitucion de una red planetariade comunicaciones.

El estudioso de la comunicacion se interesa por uno 0 mas delos cuatro aspectos siguientes: la produccion de informacion su ela-boracion (0 procesamiento), su difusion y su comercializacion. Lospsicologos se ocupan de la primera, los expertos en informatica de lase~~nda, los ingenieros y psicologos sociales de la tercera, y los ad-mlIllstradores y economistas de la cuarta. En efecto, la informacionnace. ~n el cerebro y,. ~omo tal, su estudio pertenece a la psicologfacogIlltlva. La elaboraclan 0 procesamiento de informacion con ayuda~e ordenadores es materia de estudio de los ingenieros en informa-tIca. L~ t~ansmision de informaciones in teresa tanto al ingeniero encomUIllcaCIOnes como. al psicologo social y al sociologo. El ingenierose ocupa de los medlas de transmision con prescindencia de 10 de-mas .. E~ ,cambi~, el psic?logo social y el sociologo se interesan porla dIfusIon de Informaclanes como proceso social. Estos investiga-dores usan, 0 debieran usar, la formula acunada por Harold Lasswellen 1927 para estudiar los fenomenos psicosociales de la comunicacionde masas:, Preguntar. quien dice que a traves de cual canal, a quieny con que efectos. FInalmente, el economista estudia la informacioncomo mercanda, y los medios masivos de informacion asf como lasredes de c.omunicacion, como medios de produccion ~ intercambio.

.Es SabId? que l~s. ~edio~ de informacion masivos -periodicos,revIstas, radIO, televlSlon y CIne- no solo informan al publico sinoque ~nfluyen s~bre el. ~n particular, contribuyen a formar opinionesy actItudes, estdos de vIda, pautas de conducta social, y modalidadesde consumo de bienes materiales y culturales. Esta influencia es tan

fuerte que ha llegado a decirse que la opinion publica es creatura dela prensa, la radio, el cine y la television. Sin duda, esta es una exa-geracion. Lo cierto es que no hay opinion publica, vox populi, sinmedios de comunicacion libres. Solamente en regimen de libertad sepuede formar una opinion publica que no sea homogenea, conformis-ta, conservadora, incapaz de criticar e innovar. Por esto las dictadu-ras temen tanto 0 mas a la prensa, la radio, el cine y la televisionlibres que a los partidos opositores: saben que estos son impotentessin la ayuda de medios de comunicacion.

En todas las sociedades la informacion es valiosa. Tanto, queen ocasiones se paga por suprimirla, 0 se elimina al que la posee 0difunde. En las sociedades capitalistas la informacion tiene precio:es una mercanda. Esta caracteristica es ambivalente: por una parte,favorece la difusion de la informacion, del mismo modo que la liber-tad de comercio favorece la circulacion de las demas mercandas;pero, por la otra, al ser la informacion una mercanda, es posible queun grupo economicamente poderoso la monopolice en beneficio pro-pio, controIandola y tergiversandola. En las sociedades socialistas, lainformacion es valiosa pero no es una mercanda: no hay mercadode informacion ya que esta esta monopolizada por el estado, el queutiliza los medios de comunicaci6n masiva para hacer propaganda.

La informaci6n es libre cuando hay mercado para ella y cuandono esta monopolizada por un grupo de intereses especiales ni porel estado. En las naciones democratic as hay peri6dicos, revistas, ra-dios, empresas cinematograficas y canales de. televisi6n descarada-mente parciales, pero tambien hay empresas serias que miran porsu propio prestigio. La noticia veraz se ha convertido en una mer·canda valiosa que circula aun cuando perjudique los intereses de gru-pos de presi6n. Es asf como la gran prensa, radio y televisi6n de lospafses capitalistas democraticos dan a conocer, no s610 los exitos dela iniciativa privada sino tambien sus fracasos, tales como el paro,la inflaci6n, el subdesarrollo, la violencia y la adicci6n a drogas. Seda aSl la paradoja de que solamente algunos grandes medios de co-municaci6n de masas pueden darse el lujo de poner al descubiertola miseria que coexiste con el esplendor del capitalismo y la opresi6nque acompana al imperialismo. De esta manera ayudan eficazmentea los reformadores que se esfuerzan por corregir dichas miserias me-diante la intervenci6n del estado equilibrador y benefactor .

La informaci6n fidedigna es mercanda tan valiosa que las gran-des potencias gas tan sumas enormes en procurar datos acerca de susrivales. Por ejemplo, la National Security Agency de los EstadosUnidos emplea a unas 100.000 personas que producen unos 100 mi-llones de documentos por ano al costa de unos 10.000 millones de

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dolares por ano. Esta portentosa operacion de «inteligencia» (espio-naje) Ie permite al gobierno norteamericano mantenerse informadoacerca de la vida y milagros de millones de individuos y grupos entodo el mundo. Sin embargo, esta gigantesca mas a de informacionse refiere al pasado. Esto explica el que, al parecer, jamas sirvierapara predecir acontecimiento internacional alguno. En particular, laNSA no predijo la guerra de Corea, ni la invasion rusa de Checoslo-vaquia, ni la caida del Sha de Persia, ni la invasion argentina de lasislas Malvinas. La moraleja es obvia: las noticias no agotan el cono-cimiento. Para predecir y explicar acontecimientos se requiere nosolo datos sino tambien teorias. Y la politologia apenas dispone deestas. Si esos 10.000 millones de dolares por ano se invirtiesen entratar de entender los mecanismos de la politica a la luz de teoriascompatibles con los datos, podriamos afrontar mucho mejor los com-plejos problemas de la politica nacional e internacional.

He traido esto a colacion para contrarrestar la tendencia a so-brevalorar la recolecci6n y difusion de datos a expensas de su ela-boracion teorica. Es verdad que los datos son indispensables para elpensamiento y para la accion, pero no bastan. Mas aun, en la socie-dad moderna el individuo es bombardeado por una cantidad excesivade informacion, tanta que, a menudo, inhibe el pensamiento originaly la accion eficaz. El administrador, estadista 0 politico que inviertedemasiado tiempo en informarse no tiene tiempo para actuar. Elcientifico que pas a su tiempo en la biblioteca no tiene tiempo parapensar por su cuenta, para hacer experimentos, 0 para hacer trabajode campo. La moraleja es clara: debemos evitar tanto la escasez deinformacion como su exceso. Debemos optimizar la cantidad de in-formacion a absorber en lugar de maximizarla. Pero, para que estoocurra, debemos tener la posibilidad de seleccionarla libremente, 10que, a su vez, supone la libertad de informacion.

Estamos en plena revolucion informatica. No se trata ya solo dela expansion planetaria de los medios de comunicacion masivos, sinode la elaboracion (processing) de informacion con ayuda de maqui-nas automaticas. Esta revolucion esta cambiando, no solo los habitosde trabajo de centenares de miles de cientificos, tecnicos y otros in-telectuales, sino tambien de empleados, administradores y educado-res. Hoy se habla de la industria de la informacion, que en algunospaises ocupa hasta un tercio de la fuerza de trabajo, tanto 0 mas quela clase obrera clasica. Ya hemos entrado en la Edad de la Informa-

tica, era en que la riqueza es producida no solo por el trabajo mus-cular 0 las maquinas clasicas, sino tambien y, cada vez mas, por elcerebro y sus ayudantes automaticos.

La disciplina que estudia tanto la informacion como su elabora-cion y difusion se llama informatica en sentido amplio. En sentidoestricto, la informatica solo se ocupa de la elaboracion de informa-cion con ayuda de ordenadores. (En irigles se llama computer scien-ce.) Tomada en este sentido, la informatica no se ocupa del origendel conocimiento sino tan solo de· su registro, almacenamiento ytransformacion con ayuda de programas de ordenador. Parte de lainformatica, conocida como inteligencia artificial (IA), tambien seocupa de imitar 0 simular las maneras en que los seres humanosobtienen informacion nueva, sea por los sentidos, sea por trabajocerebral. La informatica, 0 ingenieria del conocimiento, es la ramamas nueva de la ingenieria y, a su vez, la base intelectual de lain-dustria del conocimiento.

Al igual que las demas ramas de la tecnologia 0 de la ciencia, lainformatica no es una disciplina aislada: presupone otras discipli-nas y, a su vez, se proyecta hacia otras. En efecto, la informatica sefunda sobre la matematica, la lingiiistica, la psicologia y la electro-nica, y tiene ramificaciones en todas las disciplinas que utilizan losordenadores para registrar, ordenar, clasificar, calcular, deducir, etc.

La revolucion informatica se origino en una innovacion tecnolo-gica radical: la invencion de una maquina que representa y trans-forma conocimiento. La maquina clasica, tal ·como el torno 0 la ro-tativa, tiene una tare a espedfica que cumple, sea bajo la accion cons-tante de un obrero, sea automaticamente. El ordenador, en cambio,es una maquina automatica program able y puede asignarsele tantastareas como programas. Los primeros ejemplos de maquinas progra-mables fueron el telar de Jacquard (en realidad inventado por Vau-canson en 1741) y la pianola. Hay ordenadores disenados para eje-cutar tare as espedficas, en particular para jugar a ciertos juegos.Pero los ordenadores realmente revolucionarios son los de usos mUl-tiples (multi-purpose) que admiten multitud de programas distintos.Mas aun, estos programas suelen ser flexibles antes que rigidos:esto es, instruyen a la maquina para que tome decisiones en ciertasencrucijadas en lugar de esperar nuevas ordenes 0 de seguir un cursopredeterminado, como la pianola.

Notese los puntos siguientes de interes general. Primero, los pro-gram as son separables de la maquina, a tal punto que se vendenseparadamente. El ordenador se parece al cerebro por su versatili-dad, y difiere del cerebro en que, en este, los programas son gene-rados internamente y no son separables de la «ferreteria» (hardwa-

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re). Segundo, el ordenador de usos multiples, a diferencia de la calcu-ladora 0 del telar automatico, tambien se parece a un cerebro en quepuede tamar decisiones; esto Ie permite, a veces obtener resultadosinesperados por el programador, tales como probar nuevos teoremaso hallar nuevas demostraciones de teoremas conocidos. La diferen-cia con el cerebro es que todas las decisiones que toma el ordenadorson par poder: estan previstas en el programa, aun cuando el resul-tado de tomarlas no siempre ha sido previsto. Tercero, el ordenadorpuede producir conocimiento nuevo pero siempre a partir de premi-sas que Ie son dadas: combina y busca, pero no inventa.

En suma, el ordenador no es inteligente; sus disefiadores y pro-gr~m.adores sf 10 son. Los expertos predicen, sin embargo, que lap~oxlma (quinta) generacion de ordenadores, esperada para la pro-~lma decada, seran autenticamente inteligentes. En particular, losJapon~ses estan empefiados en dar a luz a esta prometida quinta ge-neraclon. Yo 10 dudo. Qui vivra verra.

La «ferreterfa» basica del mas potente de los ordenadores esse?cilla, pues opera con solo dos estados: excitado, 0 paso de co-rnente (1) y fundamental, 0 ausencia de corriente (0). La enormecomplejidad del ordenador es puramente cuantitativa. Esto da comoresultado sus dos grandes virtudes: alta velocidad y gran memoria.La estructura dicotomica (sf-no, a 0-1) basica de la «ferreterfa» dictael que los programas admisibles tengan una estructura dicotomicabasica similar, de modo que los problemas puedan analizarse en ul-tima instancia, como dicotomfas 0 sucesiones de dicotomfas (arbolescon ramificaciones binarias).

La estructura dicotomica basica de los ordenadores hace que suteorfa fundamental -la teorfa de las maquinas de Turing- sea bas-tante sencilla. Un aspecto notable de esta teorfa es que es abs-tracta, en el sentido de que no se ocupa de la naturaleza de los com-ponentes de las maquinas: ellos pueden ser llaves ruedas dentadasvaly;rlas de radi~, 0 transistores, y pueden ocupa; una amplia habi~taclOn 0 una caJ1ta manu able que contiene chips de 1 cm2 de areacada uno. Lo unico que interesa es que cada elemento basico puedaestar en uno de dos estados y pueda pasar casi instantaneamente alotro estado al recibir una corriente de baja intensidad. Debido al ca-racter abstracto de la teorfa basic a, esta pudo ser disefiada por ma-tematicos, tales como Turing y von Neumann.. La teorfa abstract a de los ordenadores Ie basta a cualquier usua-

no del ordenador, pero no al ingeniero que 10 disefia: este debesaber algo acerca de la naturaleza de los materiales que emplea. Debesaber que, si bien los modulos pueden ser ruedas dentadas 0 transis-tores, no pueden ser conductores ni moIeculas.

Los primeros afios de la IA estuvieron dominados por la teorfaabstracta del ordenador. Esta pareda bas tar para describir el proce-so de computo en sistemas tan diferentes como la calculadora demano, el ordenador electronico, y el cerebro. Esto dio lugar a lafilosoffa funcionalista 0 estructuralista, segun la cual la materia conla que estan hechos los elaboradores de informacion no interesa.

Un analisis mas profundo del proceso de computo muestra quees un proceso material y, como tal, solo puede entenderse con ayudade teorfas cien dficas (en particular ffsicas y neurofisiologicas) quecontienen principios, tales como los de la reversibiHdad de las leyesdinamicas basicas, la propagacion finita de las sefiales, y la conser-vacion de la energfa (Fredkin & Toffoli, 1982). La caracterfstica dela llamada «nueva onda» en IA es predsamente el uso expHdto deleyes ffsicas en el disefio de ordenadores. La construccion de super-ordenadores a partir de componentes (transistores agrupados en chips)cada vez mas pequefios ha obligado a los ingenieros de ordenadoresa enfrentarse con un numero creciente de problemas en ffsica apli-cada, asf como con problemas economicos planteados por la existen-cia y costa de las componentes. Una de las metas de la IA es hoy dfaproducir modelos de computo que incluyan expHcitamente factoresffsicos y economicos, tales como el volumen y costa de los cables(Hillis, 1982). Y el disefio de superordenadores compuestos de mu-chos «procesadores» que funcionan en paralelo exige una teorfa mascomplicada que la de Turing-von Neumann, la que se limita a ope-raciones en serie (Buzbee y Sharp, 1985).

3. Ordenadores y cerebros

~Ven las camaras fotogrMicas? ~Hablan los telefonos? ~Gyen lasradios? ~Piensan los ordenadores? Las respuestas a estas preguntasdependen de 10 que se entienda por «ver», «hablar», «ofr» y «pen-sar». Si se ampHa adecuadamente el sentido tradidonal de estos ter-minos, no hay inconveniente en admitir que dichos artefactos des-empefian fundones antes reservadas a seres animados. De 10 con-trario, se trata de meras analogfas, como la que formamos cuan-do dedmos que los trenes y relojes «marchan», aun cuando no tie-nen piernas.

A primera vista, esta es una discusion bizantina sin interes tec-nico y, aun menos, filosofico. Pero no es asf, porque hay analogfasautenticas y fertiles entre dichos artefactos y el cerebro humano.Estas analogfas sirven, p. ej., para construir robots que «ven» me-diante camaras fotogrMicas, «oyen» mediante microfonos y «pien-san» mediante ordenadores. Dichas analogfas son, pues, fertiles. Si

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los ingenieros que trabajan en IA no las tomasen en serio, no seempeiiarfan en diseiiar robots 0 en mejorar ordenadores. Pero, comotoda analogia, la que existe entre ordenador y cerebro tiene limita-ciones; y el desconocimiento de estas limitaciones tiene efectos no-civos tanto para la tecnologia como para el resto de la cultura.

Ante todo, no es la maquina la que ve, piensa 0 hace, sino lamaquina activada por un programa disefiado por un programador(0 por otra maquina que a su vez ha sido programada por un pro-gramador de carne y hueso). La unidad no es el ordenador 0 el robotsino el sistema compuesto por la maquina, la colecci6n de programasque puede admitir, y la colecci6n de programadores y usuarios. Losque realmente ven, oyen, piensan, etc., son los seres humanos encar-gados de las maquinas; estas ven, oyen, 0 piensan, s6lo por poderde los seres humanos que las diseiian,construyen, programan y uti-lizan. (Vease Mays, 1951; Bunge, 1956; Searle, 1980.)

Un elemento clave en estas consideraciones es el programa. Estees un conjunto de instrucciones que, impartidas a una maquina, haceque esta ejecute automaticamente una actividad determinada. La ac-tividad puede consistir en resolver un problema, tal como computarvalores de una funci6n, dirigir los movimientos de otra maquina, 0

induso ,diseiiar otros programas. Los rollos de papel perforados quenuestros padres insertaban en la pianola para hacer musica eran pro-gramas rigidos. Los program as que se insertan en ordenadores ver-satiles son flexibles: incluyen bifurcaciones en las que la maquinadebe decidir cual de dos caminos previstos ha de tomar, conforme alos resultados que va obteniendo.

La investigaci6n y desarrollo de la rama de la informatica que seocupa de ordenadores es obra de tecnicos de dos tipos: los que dise-iian maquinas y los que diseiian programas. Los primeros trabajancon cosas concretas, al igual que los ingenieros mecanicos 0 quimi-cos; en cambio los tecnicos que diseiian programas trabajan con in-formaciones 0 conocimientos. Los primeros no necesitan saber pro-gramar (salvo para sus propias investigaciones); y los segundos pue-den desinteresarse totalmente de las propiedades fisicas de los or-denadores. Esta divisi6n del trabajo es paralela a la separaci6n entreneurofisi6logos y psic6logos clasicos. Ambas tienen limitaciones y ali-mentan el mito de que el cerebro y la mente son entes totalmenteseparados.

La mayoria de los programas son instrucciones que, al ser eje-cutadas, no dan lugar a sorpresas. Otros programas guian operacio-nes tan complicadas que sus autores no pueden prever en detalletodos los resultados. Por ejemplo, si utilizo el program a LOGO einstruyo a la «tortuga» que avance un paso y gire un lingulo unitario,

repitiendo estas operaciones en el orden indicado, la tortuga traza-ra un drculo en la pantalla. Si, en cambio, doy la instrucci6n de quecada vez que avance un paso gire un angulo menor 0 mayor que unangulo unitario, 0 bien un angulo que varie en funci6n del numerode pasos, tal vez yo no sea capaz de prever la trayectoria de la tor-tuga. En este caso me hare la ilusi6n de que el ordenador esta ha-ciendo una labor creadora. Esta es una ilusi6n, porque el resultadoesta 16gicamente contenido en las instrucciones. Lo que es cierto esque hay novedad cognoscitiva, 0 sea, algo inesperado cuando no sehace el analisis conceptual previo.

Un caso mas interesante es el de los programas que dejan al or-denador libre de explorar nuevas vias para demostrar teoremas co-nocidos, 0 aun para demostrar nuevos teoremas. Si el ordenador 10-

gra hacer cualquiera de estas cosas, no se podra negar que ha creadoestados 0 procesos fisicos interpretables como conocimiento nuevo.Pero tampoco podra negarse que 10 ha hecho a partir de premisasy reglas de inferencia que Ie fueron introducidas en el programa. Enesto se parece al mensajero a quien se Ie ordena que vea que estapasando en la calle, 0 aun al perro de caza a quien se Ie instruye queexplore el terreno y seiiale si se ha posado algun ave. La iniciativareside en el que da la orden, no en quien la ejecuta.

Esto se comprende bien cuando se analiza la manera en que uncientifico, tecn6logo 0 administrador usa un ordenador para resol-ver un problema dado. Quien descubre, inventa 0 plantea el pro-blema es el sujeto, no el ordenador. Este ni siquiera analiza el proble-ma para comprobar si esta bien formulado 0 si los datos son suficien-tes. Tampoco evalUa el problema para ver si vale la pena ponerse a re-solverlo, 0 gastar un cierto numero de horas de ordenador. Ni, final-mente, disefia estrategias para resolverlo: no imagina maneras po-sibles, en particular novedosas, de atacar el problema. Todas estasoperaciones -formulaci6n, analisis, evaluaci6n y estrategia- debenhacerlas cerebros vivos y bien amoblados. El ordenador se limita aencontrar la soluci6n, cuando existe, y comprobar si esta efectiva-mente resuelve el problema dado.

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Apendices

CUADRO l.-Parecidos y diferencias entre cerebros humanos y orde-nadores.

Aprendizaje .

Memoria ... '" '" .

Elaboraci6n de informaci6n ... .. . ... .. . ... ...

Versa tilidad ...

Exploraci6n ...

Admisi6n de datos digitales 0 digitalizables ... . .....

Toma de decisiones .

Curiosidad ... ... ... ... ... ... ... ... ... .. . ... . ..

Creaci6n de nuevos conceptos, teorfas y metodos ...

Formulaci6n de nuevos problemas ... . . . . ..

Admisi6n de datos «ana16gicos» (continuos)

Sentido comun '" .

Intuici6n '" '" .

Pensamiento metaf6rico . ..

Adivinaci6n .

Tomar atajos .

Obrar sobre la base de informaciones incompletas .

Obrar sobre la base de informaciones inesperadas .

Utilizar indicios '" ... ... ...

Distinguir matices .

Critica independiente (no programada)

Juicio moral .

Juicio estetico '" .

Aprender a aprender .

Tender a fines propios .

El cuadro 1 (Bunge, 1985) exhibe algunas diferendas y pared-dos entre cerebros y ordenadores. Este cuadro nos muestra la enor-me superioridad cualitativa del cerebro sobre el ordenador. Este nosgana solamente en velocidad y memoria, en obediencia para ejecu-tar las tareas mas aburridas, y en falta total de motivaci6n e intere-ses propios. Siendo el esc1avo mas servil que pueda pensarse ~c6mopudo imaginar alguien que podria llegar a dominarnos?

Las diferencias anotadas en el cuadro 1 se deben, desde luego,a diferendas de composici6n y estructura entre cerebros y ordenado-res. Los primeros estan compuestos por celulas vivas cuyas conexio-nes mutuas varian en forma continua y, a menudo, al azar. En cam-bio, los ordenadores estan compuestos por m6dulos esencialmentebinarios, esto es, que pueden estar solamente en dos estados (bajoy alto voltaje, 0 abiertos y cerrados). Por este motivo, los ordenado-res sirven para abordar problemas formulables en terminos precisosy reductibles en ultima instancia a problemas de SI 0 no. No sirvenpara abordar problemas formulables en terminos imprecisos (aunquesusceptibles de rigorizaci6n) y que no se reduzcan en ultimo anaIi-sis a problemas de SI0 no.

La expresi6n 'inteligenda artificial' es ambigua: denota tantolas capaddades mentales que atribuimos a los ordenadores como ladisciplina que se ocupa de disefiar maquinas y programas capacesde imitar facultades mentales. Nos ocuparemos brevemente de lainteligencia artificial (IA) en este segundo sentido.

La IA es la mas nueva y ambidosa de las ramas de la ingenieria-.Ha logrado disefiar ordenadores capaces de ejecutar algunas opera-ciones que llamamos 'inteligentes' cuando las hace nuestro cerebro,aSI como robots capaces de reemplazar a algunos trabajos muscula-res. Entre sus exitos se encuentran el ordenador capaz de aprendera reconocer y entender algunas instrucciones verbales y el robot ca-paz de aprender a ejecutar operadones mecanicas, tales como ensam-blar, soldar y pintar piezas de maquinas, y «sistemas expertos», ta-les como el que produce diagn6sticos medicos.

En sus comienzos, los cultores de la IA eran tan optimistas queafirmaban, sueltos de cuerpo, que muy pronto se manufacturariaordenadores capaces de percibir, pensar, y aun sentir al igual que loshumanos (McCulloch, 1954). La experiencia de los Ultimos dece-nios, tan llena de desilusiones como de exitos, sugiere que ese opti-mismo se fundaba en una profunda ignoranda tanto de la psicologia

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humana como de la fisica. Con alguna excepcion, los expertos en IAson hay mas cautos, reconocen que, para poder imitar bien al serhumano, hay que empezar por conocer mejor a este. Asf, p. ej., elgran logico Hao Wang (1974, p. 309), que ha disefiado programaspara demostrar nuevos teoremas en geometrfa, escribe que: «La di-ficultad estriba en que no sabemos que estamos simulando, no sabe-mos bastante acerca del objeto (0 sea, la mente) que estamos mode-lando, como para tener ideas 10 suficientemente precisas para serpuestas a prueba en el ordenador.»

Van Neumann, uno de los padres del ordenador contemporaneo,sostenfa que, si somos capaces de describir con toda precision unatarea cognoscitiva dada, entonces podemos apostar que algun exper-to en IA eventualmente disefie una maquina a un programa capazde ejecutar (0, mejor dicho, simular) dicha tarea. Esto nos muestraen seguida las posibilidades y Iimitaciones de la IA. La IA florececuando emplea ideas claras y fracasa cuando emplea ideas confusas.Desgraciadamente, la claridad no es facilmente alcanzable, ni siquie-ra en un campo como la informatica, en el que pululan matematicos.En efecto, gran parte de la Iiteratura en este campo involucra con-ceptos y metaforas no anaIizados asi como un lenguaje plagado determinajos seudotecnicos cuyo unico efecto real es intimidar al lego.Como 10 afirma un experto, «En inteIigencia artificial, incluso articu-los escritos concienzudamente son ininteligibles par muy competen-te y motivado que sea ellector, porque el vocabulario aceptado es tanprecise como el de la poesia y tan sustancioso como los anuncioscomerciales» (Doyle, 1983).

Algunas veces, la oscuridad y la vaguedad son evitables. Parejemplo, a partir de los trabajos de Alan Turing y, mas reciente-mente, los de Dana Scott, ha empezado a entenderse que es un c6mpu-to. (Sin embargo, los psic610gosde la escuela informatica insisten enemplear la palabra 'c6mputo' de manera metaforica, al afirmar queel animal «computa» su conducta 0 la mente de la persona «compu-ta sobre un conjunto de representaciones internas».)

Otras veces, la imprecisi6n es inevitable. Por ejemplo, los co-mienzos del proceso de la creaci6n original, sea en ciencia, tecnicao arte, no pueden describir de manera precisa, ni menos aun prede-cirse. Por consiguiente, no se les aplica la f6rmula optimista de vanNeumann que recordamos hace un momento, a sea, no podemos es-perar que los ingenieros disefien maquinas a program as para com-poner poemas, pintar cuadros, construir teorfas cientificas 0 filoso-ficas, a disefiar artefactos totalmente nuevas.

Sin embargo, hay expertos que, dotados de una falsa concep-cion de la creatividad intelectual, insisten en que muy pronto se ma-

nufacturara maquinas 0 programas capaces de formular nuevas hi-p6tesis. Por ejemplo, Simon y Newell estan trabajando en el pro-grama BACON con la esperanza de que invente hip6tesis a partirde datos experimentales (Cohen y Feigenbaum, 1982). Creo que estaesperanza, fundada en el inductivismo baconiano refutado hace afiospor Einstein, Popper y otros, es infundada. Lo que si puede hacerse,es elaborar programas, tales como DENDRAL, que contengan datos,teorfas y algoritmos que Ie permitan al ordenador encontrar, p. ej.,las configuraciones posibles de las moleculas de una composiciondada, 0 las jugadas posibles de una partida deajedrez. Pero el orde-nador no puede inventar los datos, las teorias ni los algoritmos.

Ciertamente, se podria imitar mejor a1 cerebro humano si se 10conociese mejor: si, en lugar de utilizar la psicologfa del sentido co-mun, los expertos en IA se inspirasen en la psicologia fisiologica.Este fue el caso, durante decadas, de la visi6n artificial (computervision). S6lo en afios recientes, algunos expertos empezaron a com-prender que les convenfa enterarse de c6mo ven los animales. Al es-tudiar la visi6n natural, descubrieron que la «interpretacion» auto-matica (0 sea, la percepci6n) exige una cantidad de computos queexcede en mucho la capacidad de los ordenadores digitales corrien-tes. Semejante cantidad exige ordenadores que operen en paralelo,no sucesivamente; mas aun, las ramas paralelas deben intercambiarinformacion, al modo en que los dos hemisferios cerebrales inter-cambian sefialespor media del cuerpo callosa (Ballard et al.) 1983).

La moraleja parece obvia: la visi6n, audici6n e. inteligencia arti-ficiales avanzaran en la medida en que los investigadores en IA es-tudien c6mo ven, oyen y piensan los animales. La creencia recipro-ca, de que la psicologfa s6lo podra avanzar estudiando la conduct ade los ordenadores, no s610 es falsa sino que constituye un serioobstaculo al avance de la tecnologia. La tecnologia del conocimientono puede sino aprovecharse de un contacto fntimo can la ciencia delconocimiento, 0 sea, la psicologia cognitiva y la psicoIingiiistica deorientaci6n biologica.

No hay duda de que la IA avanzara enormemente, no solo a fa-vor de la electr6nica, sino tambien de la psicologia de la percepci6ny la inteIigencia naturales. Can todo, es indudable que, ademas de laslimitaciones propias de los artefactos, p. ej., en 10 que respecta a laintuicion y el juicio moral, la IA impondra Iimitaciones derivadas delprincipia basico, a veces olvidado, de que las maquinas estan al ser-vicio del hombre, no para reemplazarlo. En otras palabras, aun cuan-do pudieramos fabricar imitaciones perfectas de nosotros mismos,no 10 intentarfamos. Un pufiado de ejemplos bastara para mostrarpor que.

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Apendices

~A quien se Ie ocurriria programar un ordenador capaz de tram-pear en la co.ntabilidad? ~A quien Ie interesaria disponer de un or-denador .capnc40so, temperamental 0 impuntual, que interrumpiesesu trabaJo cuando se Ie antojase? ~A quien se Ie ocurriria fabricardiscos de memoria defectuosa 0, peor aun, de memoria constructivaque, como la nuestra, embellecieran los datos y les dieran coheren-cia? ~A quien se Ie ocurrirfa invertir recursos en una maquina re-belde, .que se negase a obedecer los program as al pie de la letra,s; queJase y amenazase dedararse en huelga? y ~a quien se Ie ocurri-na ordenar a todos los empleados de una empresa que se comuni-quen con sus colegas exdusivamente a traves de los ordenadores dela red informatica de la empresa, impidiendoles que conversen caraa cara?

Ni ~iquiera las fabricas japonesas, que son las mas disciplinadasy robo~lzadas del mun~o, han impuesto este estiIo de trabajo. Alcontrano, las empresas Japonesas fomentan las relaciones personalesentre sus empleados y, las mas avanzadas de entre ellas como To-yota, tienen decenas de Cfrculos de Control de Calidad que se reu-nen por 10 menos una vez al mes para discutir sobre problemas de laproducci6n y hallar maneras de resolver los problemas tecnicos. Y elpersonal de las empresas cubanas, ni tan disciplinadas ni tecno16gi-camente tan avanzadas, se reune a menudo en asambleas intermina-bles donde aun el mas modesto de los obreros puede criticar al con-tramaestre incompetente 0 prepotente. Los administradores inteU-gentes utiIizan los ordenadores para intensificar la creatividad y lacomunicaci6n en lugar de ahogarlas.

En resumen, la IA tiene un futuro radiante con tal que no se latome por rebuzno. Para evitar que esto ocurra es indispensable quelos e::cpert0,s en la materia se pr.opongan (a) acercarse a la biologfa y,la pSlcologla (~) r~emplazar la Jerga precis a por un lenguaje exacto,(c) cobrar conClenCla de que la IA no es una ciencia al par de la psi-cologia y la lingiiistica, sino una tecnologia que deberia fundarse endichas ciencias, asf como en la electr6nica, y (d) abandonar la inge-nua teoria inductivista del conocimiento segun la cual una maquinaes capaz de aprender a partir de un punado de ejemplos, de modoque .~o necesita la hip6tesis 0 el metodo genial, ni menos aun con-cepClon del mundo amplia y modema.

Como toda revolud6n tecno16gica, la revoluci6n informatica tieneprofl'1ndos efectos econ6mico-sociales de los cuales solamente algu-

nos fueron anticipados. Y, al igual que en casos anteriores, algunosde dichos efectos son positivos a la par que otros son negativos.Empecemos por los primeros.

El empleo masivo de ordenadores y robots en las empresas detodo tipo tiene los siguientes efectos positivos:

elimina mucha tarea rutinaria 0 peligrosa, «humanizando»el trabajo;causa un desplazamiento masivo de la fuerza de trabajo de«cuello azul» a la fuerza de trabajo de «cuello blanco»;racionaliza la administraci6n, en particular los inventariosy la contabilidad;abrevia enormemente los procesos de elaboraci6n de infor-maci6n;permite el control precise de operaciones delicadas, talescomo la inyecci6n de combustible en una maquina, el ma-nejo y'la reparaci6n de naves espaciales, y e1 control deltransito ferroviario, marftimo y aereo;ahorra espacio al reemplazar libros de contabilidad y carpe-tas de documentos por pequenos discos.

Estas ventajas denen su precio. Mencionemos tres. En primerlugar, el empleado que no aprende las nuevas tecnicas informadcascorre el riesgo de perder su trabajo. El remedio esta a la vista: re-cidar a los empleados, dandoles la oportunidad de que tomen cur-sos de programaci6n y de organizaci6n de la oficina e1ectr6nica. Enlos pafses industrializados se estima que este recidaje cuesta a laempresa unos 3.000 d61ares per capita. Los empresarios desalmadosprefieren despedir a los empleados que aun no se han reciclado, :m-pleando a otros mas j6venes cuyo entrenamiento no se ven preClsa-dos a pagar. Este pequeno ahorro no s610 es inmoral sino tambiennecio, porque muestra alas claras que a ese empresario Ie interesamucho mas sus ganancias inmediatas que la fidelidad de su personal.Estos no dejan de advertirlo y, por consiguiente, no pueden sentirla menor lealtad para con su empresa. Los empresarios japoneses sonmas inteligentes: no despiden a nadie. Cuando baja la producci6n,envian al personal excedente a que tome cursos de especializaci6n,los que son sufragados con ayuda del estado.

Un segundo efecto de la introducci6n del ordenador en la oficinaes que plantea al administrador el problema de si el mismo debieraaprender a manejarlos. Segun la tradici6n, los caballeros no tocanlas maquinas. Todavfa hoy hay gerentes incapaces de escri~ir ~ ma-quina y, casi todos, se niegan a aprender a programar 0 slqUlera a

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aprender a utilizar los ordenadores para acceder al banco de datoso para comunicarse con colegas. No hace mucho, un experto enadministraci6n desat6 una polemica en el New York Times al afirmarque «1os autenticos administradores no usan consolas de ordenado-res» (Falvey, 1983).

Es posible que esta actitud tenga su rafz en la Antigiiedad, cuan-do los hombres libres no tocaban las herramientas que manejabanlos escIavos, considerando que todo trabajo manual era desdoroso.Creo que este es un grave error, tanto como el que comete el inge-niero que se niega a aprender a manejar algunas de las herramientasy maquinas que operan los obreros, a consecuencia de 10 cual es in-capaz de mejorar su diseiio. El administrador moderno deberfa mane-jar no s610 el telefono y el dictafono, sino tambien la maquina deescribir (0 el word processor) e incIuso el ordenador. De esta mane-ra, no estara atado a sus secretarios. No tendra que esperar innece-sariamente para obtener datos de los que depende una decisi6n im-portante; no perdera oportunidades que se esfuman en cuanto se pre-sentan; no se Ie paralizara la oficina cuando se enferme su secreta-ria principal; y, en todo momento, podra supervisar el trabajo desus subordinados. Puesto que el tiempo es dinero, y el ordenador estiempo, debemos concIuir que el ordenador es dinero.

Un tercer efecto de la introducci6n masiva de ordenadores yrobots en la producci6n, el comercio y los servicios es que, de lanoche a la manana, torna anticuados oficios enteros. Esto tienecomo resultado neto un desplazamiento masivo de trabajadores, mu-chos de los cuales van inevitablemente al paro. En la economia cIa-sica, la enorme mayoria del personal es semicalificado; unos po-cos (p. ej., el personal de limpieza) carece totalmente de calificaci6ny otros pocos (p. ej., los ingenieros y administradores) estan alta-mente calificados. En la economfa de alta tecnologfa munida de or-denadores a granel, el personal no calificado permanece, el alta-mente calificado permanece 0 aumenta (a condici6n de que se adapteal nuevo estilo de trabajo) y el semicalificado es diezmado drastica-mente. La curva calificacian-numero, que era una U invertida, seconvierte en una M. Los trabajadores que estaban en el medio des-aparecen del mercado de trabajo: van a engrosar 10 que Engels lla-maba la reserva industrial, el lumpemproletariado privado de espe-ranzas, que vegeta a costillas de los demas y es presa Hcll del pri-mer demagogo.

Es obvio que una sociedad que permita semejante agresi6n albasico derecho al trabajo no merece sobrevivir. Para evitar la des-ocupaci6n estructural causada por la automaci6n es indispensableque esta sea dosificada cuidadosamente y vaya acompaiiada de pro-

2. Informatica: cciencia, tecnica 0 religion?

.,. . como se esta haciendo en Japan.gramas de reedUC~ClOnlmtensra~econversian industrial si se quiereEn suma, es preclso p.anear aevitar una tragedia sO~la~. . 1 d la informatica es el de la adqui-

Otro aspecto economld?-so~r educci6n. Hay tres opciones, asisician de l~s n~evos rellos i em;~~a) comprar maquinas y progra-como combmaclOnes1 e a~ mds m'pra la transmisian del know-how

. cl do en e preClo e co 1 ,. .mas, m uyen . . r y mantener as maqumas,. . sarlO para maneJa ) fo conoclmlento nece f bricar las maquinas; y c a-b) comprar las patentes y P?n<:rse ~ a t ntado.bricar maquinas de nu;vo

ddl1enopa~~e:ocJ;;ra tecnologia informa-

La enorme mayotla e o~. e ueden hacer debido a latica; al principio esto es. ~doumd~ ~~it~es. A la larga, este es pe-escasez de personal capaclt lJ n elevadas y se tragan una buena. . rque las rega las so . . t'slmo negoclO,po 1 A la larga es mejor negoclo znver zrtajada del presupuesto tot a . . 'nar nuevas disenos: es 10 que hanen cerebros vivos capaces fe z~a?d Japan y algunos otrOS paises.venido haei~ndo lo~ Esta oSfue~tle~~versian en investigacia~ Y de~-Pero esta vla requlere una d' tima que las empresas mforma-arrollo (1. & D.). En Cana a ~~r~hern Telecom, invierten el 10ticas de punta, tales como I & D (El Gobierno Federal lespor 100 de su presupuesto en 't e~ vista de la gran importan-reembolsa gran parte ~e. estds r~el~~atica ) Obviamente, el deside-cia economica y estradtegl~a e a '1 puede' dar una innovacian apo-ratum es la indepen enCla, que so 0 I & Dyada en un generoso prelsupuesto de p~queii~s y medianas en el do-

~Que pueden hacer as em~resas'd ente no pueden com-minio de la industria informat~ca? lEvl :l~e~ue r~specta a la ferre-petir con los gigantes t~ansniClo~aEes~:iiay Argentina les resultariatetia (hardware). P?r eJemy 0, E d Unidos 0 con Japan en lamuy diHcil competlr con os hsta os os an-os dl'0 como resultado.. . . , que ace poc .carrer.a de mltuatutlZaClOn 1 H que buscar competlr no. d d de uso persona . ay ,los mlcroor ena ores 1 . l' nico que sobra en estos pal-en maquinas ni en capita els.,smo en qOuUepodtiamos compedr en el

b Me exp lCO: creoses: en cere r?s. . _ d os rogramas Y nuevos «sensores»mercado mundwl dlsenan 0 nue:v P denadores asi como nuevos. d so de mlcro-or '.y actlva ores para u 'stengo esta tesis? Prlmero, porque«sistemas expertos». ~P~r que s~mes inversiones. Segundo, porq1;1e,semejante campo no eXlge/10 h dia en la industria informatlcaseglin los expertos, 10 que

da tda oy l'no saber que hacer con los

os or ena ores s T d 'no son tanto ~uev, d ha~er el juego de palabras: ° ay sexistentes. (En mgles se pue e . h)

b t ethan zt can c ew. 1computer can Y e m,0r_ d r mas y sensores para contro arPiensese en el dlseno e prog a

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la presion, la temperatura y la concentracion de reactivos en eI sende un reactor quimico; 0 para controlar las variables relevantes eneI interior de una mina ode un submarino; 0 en un programa queactive matafuegos en depositos; 0 en programas adaptados a laenseiianza en todos los niveles. Piensese en aparatos automatizadospara eI control de calidad de la produccion de drogas, chips deordenadores y otras mercandas cuya calidad no se puede evaluar aojo. 0 piensese en los sistemas de servicio; p. ej., de diagnosticomedico.

Yendo un poco mas alIa, acaso tambien pueda pensarse en lacontribucion de naciones de desarrollo medio al desarrollo de la lA,inyectando en esta un poco mas de inteligencia natural y, en particu-lar, de sentido comun y de modestia. Por ejemplo, los neurofisiolo-gos y psicologos fisiologicos pueden cooperar con expertos en IA ex-plorando nuevos diseiios de maquinas capaces de ver 0 de oir. Estopodra hacerse solo a condicion de contar con subsidios gubernamen-tales y privados. Acaso la formacion de empresas mixtas seria unasolucion practica; aun mas practica seria la colaboracion universidad-industria para la ejecucion de proyectos bien precisos y planeados.

En suma, la revolucion informatica nos beneficiara a todos, acondicion de que se la controle para evitar que aumente la brechaentre personas y paises ricos y pobres, cuItos e incuItos.

Muchos de los efectos beneficos de la revolucion informaticasobre la cuItura estan a la vista: agilizacion de la eIaboracion deinformacion, almacenamiento economico de montaiias de datos fa-cilmente accesibles y ejecucion rapida y barata de tareas rutinariaso peIigrosas. Hay otros efectos de la introduccion masiva de losordenadores en la cuItura que son mas sutiles y que apenas estamoscomenzando a vislumbrar. Algunos de ellos son negativos.

Entre los efectos positivos mas obvios figura la posibilidad dehacer veIozmente computos de gran exactitud para resolver proble-mas numericos que antes podfan recibir, en eI mejor de los casos,soluciones groseramente aproximadas. Piensese en la manipulacionde matrices y determinantes compuestos de miles de entradas, comolos que aparecen en economia y en quimica teorica; 0, pasando a unterreno mas modesto, piensese en la elaboracion de miIIones de datosdemograficos, sociales, economieos y politicos. Nada de esto erasiquiera pensable para la gente de mi generacion, que se vela limitadaalas tablas de logaritmos y las calculadoras de mesa.

2. Informatica: cciencia, tecnica 0 religion?

. ion de la capacidad de computoSin embargo, esta pot~nC1ac I ordenador sueIe producir enor-tiene un precio elevado. Prd~;~l' eo imposibles de interpretar. Enmes planiIlas de t:?meros, .1 1C1es obre ue sea su aproximacion,cambio, una soluclOn an~l1tlca"por p ,.q biologicos 0 sociolo-es interpretable en termmos f1S1COS,qUlm1cos,

gicos. . d 1 denador que consume teorias yaSegundo, eI usa ma~lVo e ~r. de ;eexaminar criticar, refor-

hechas, hace per~er. d1v1sta ~l 0~et1ve~te se conviert~ en aplicadoresmar y aun SUbStltu1ras te1or1as.da g lizar y crear nuevas teorias.de teorias existentes en ugar e ana(Vease Truesdell, 1984.) d . de taparrabos para ocultar la

Tercero, el ordenador p~e e serJ1r I inteIectual carente de ideasindigencia intelectuaI. Antano, cuan 0_ e

bn articulo 0 un libro en

origina.les queria publicar algo'c;::;b~ai~p~esion de profundidad; 0lenguaJe que, por se~ ~scuro, tun calculaba a mano numerososbien acumulaba estad1StlCadSal tunl .Y H y dia el impostor inte-d· fl' ientes e corre aClOn. 0, .prome 10S0 coe ~ b 1 1 mucho mas rapidamente conlectual puede fabncar aSl~~ b~r~:r~tas a cargo de los sub~idios deayuda de un ordenador, y d 1 anto dinero p1da, por-investigacion estaran e£~antados d\'l~dad c~ientifica. El programaque el orden~dor con 1ere r~~~~ta 1 concordancias; p. ej., todaspermite compl1adrenormA .1~\ Ie! y por sus comentaristas a 10las palabras us.a a~ por r1s 0 elargo de dos ml1emos. d . d con mecanismos capaces

Con ayuda de orden a ores ~qu1p~ os odd componer «poesia»de generar numer~s al azar, el1mp?\ 0:»~ una sucesion cualquieray «musica» aleatonas, 0 pone~ e «mud c t le£ono de un distrito, 0 lade simbolos, tales como 10dsnumerosl, e laede ADN (Esto Ultimo ya

. d Cleotidos e una mo ecu . d 'secuenC1a e nu I d ' f bricar frases resonantes que po rase ha hecho.) It;c usa PJ r~nado a impresionar a gentes ingen';1as.insertar en un discurso est d r ue busque todas las combma-Por ejemplo, ~ntruyendo al 'bld:nde ;al~bras de una lista dada, podradones gramatlcalmente pOS1 ~ _ rama 0 controla) un am-obtener gemas como es~a:d«fse~:u~~uf:d; (0 r~levante, 0 significa-biente (0 recurso, 0 meto.o estor odra hacerse pasar por u~ sa-tivo)>>.De este m?do, ~l l1?;.POSr~iva ecologia humana, pohtolo-piente experto en mveStlg~clOn°te. bien conocida: Para que elgia 0 £ilosoHa. La moraleja esl.o v1a/mbien debe serlo su insumo.Producto del ordenador sea va 10S0, a

d t dinador non prest at. 'dQuod natura nf:Jn a J °dr d que permite el acceso a 1 eas y

Otra ventaja del or ena or es I . r de los casos estaban alPleJ'os que en e meJo " .computos tan co~ ,. ' d 1 nte £ormacion matematlca.alcance de cientl£lcos 0 tecmcos e exce e

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ApendicesDos ~jemplos obvios bastaran para b 1 .ecuaClones diferenciaies no lin 1 a ?nar 0 dlCho. Uno son Iasdos analiticos a no ser a rox' ea es, casl. nunca tratables por meto-te solia deJ'arIas de IadoP lmados. Debldo a esa dificultad, Ia gen-d 1· 0 contentarse con '. .e as mlsmas con 10 ' aprOX1maClOnes ImealesEI ordenador ha supera~~e :s~aPd~~~:l~!eculiar de Ia no linealidad.

Un segundo ejemplo son 1 . . dguran en ,todas Ias disciplinas a~ie~~f~~~edesd/eicurf:e?ciahque fIi-econometna Tomese . 1 .' a 1S1ca asta ade alelos d~ un tipo' d~d~J·, 1a/onoc1da formula de Ia frecuenciacontiene genotipos AA Aa' a . 1empo t, en un pool genetico que, yaa.

p = (PtWAA + qtWAa)HI 2 P

Pt W AA + 2Ptqt W A + q; Waa

t

donde qt es Ia frecuencia de Ios 1 1 N .pIe y general para calcular p a e os~. .0 eX

d1steuna formula sim-

t+n en termmos e p y 1 '1 1mano, paso a paso es lent t d' p t) e ca cu 0 agiarselas tacilment~ con es~/co~1(I~?'d Jro

del cirdenador puede arre-

Ia frecuencia deseada para c 1 p. J1 a l' an 0 en pocos segundosqueda excusa h d' ua qUler va or razonable de n. Ya node verdad. aho~: 1a para tratar Ia simplicidad formal como criterioes deseabI~ solo c~~~d~~s reconocer francamente que Ia simplicidadya que Ia realidad es com;r~moE pocos recursos 0 somos perezosos,tido una reorientacion t ,~Ja. n este .caso, el ordenador ha permi-nica. eonca que enr1quece a Ia ciencia y Ia tec-

Otro efecto revolucionario dId dsobre el disefio industrial y arq~it o~ ,e~a o~_r el que esta teniendomiten 1d~buja~ y calcular estructurase~ob~~cl~ ba~~ a;o:i~~as. que

dper-

que e mgemero suministra a Ia maquina EI d' _ 0 eS1Sy atosorden adores (computer aid d d . " 1seno con ayuda deel oridenador esta sustit~ye~do :t~I~i~~ ::~ie:;~~~iliu~~ t~~o ~ueen a gunos casos el ordenador no '1 h b . as aun,el unico instrum~nto capaz de h sOlo E orra tra ajo, sino que esde chips de microprocesadoras ~~er o. sto s~ce.de CO? el disefiosobre el tablero un chip d l' 2 efecto, sena 1mpos1bIe dibujarres: solo un ordenador pu d cm que contenga 100.000 transisto-

LIe e acometer esta hazafiao que va e para el disefio vale t' d'

yo de Iaboratorio Dado el ' mu atdtsmutan ts, para el ensa-totipo de un chip de n enodrl?e_costo e produccion de un pro-

. uevo 1seno es preferibleexpenmento de simulacion en 1 ' 1 d programar unble artefac to a severas co~dici e qude e or e~ador somete al posi-

ones e operaClOn para ver como se

comporta. Si Ia simulacion muestra una falla, se cambia el disefio; siresulta exitosa, se 10 fabrica en serie. Estos experimentos mentalesno reemplazan al Iaboratorio, el unico que puede dar Ios datos queemplea el programa; pero S1 pueden extender el alcance del Iabora-torio, al modo en que Ios prismaticos extienden nuestra vision.

Finalmente, recordemos el impacto que est a teniendo el orde-nador en Ia ensefianza a todos Ios niveles. En un comienzo no sir-vi6 sino como sustituto del maestro para el aprendizaje 0 Ia verifica-ci6n de tare as rutinarias, tales como Ia memorizaci6n de tablas demultiplicar, ortograHa y datos geograticos 0 hist6ricos. Empleadode esta manera, el ordenador es una prolongaci6n del maestro decorte clasico, que se limita a atiborrar el cerebro del alumno de infor-maci6n que la vktima debe aceptar acrfticamente, con motivaci6n 0sin ella. Aunque el ordenador debe seguir siendo empleado comoauxiliar (y a veces complice) del maestro de corte tradicional, esdeseable utilizarlo tambien de manera creadora, como 10 vienen ha-ciendo Papert (1980) en el MIT y sus disdpulos (p. ej., Reggini,1982) con ayuda del lenguaje LOGO.

La idea basica del LOGO es que los nifios son naturalmente cu-riosos, activos y juguetones, de modo que prefieren explorar por S1mismos antes que permanecer sentados escuchando 10 que les dice yordena el maestro. La curiosidad y actividad se puede fomentar dedivers as maneras; p. ej., organizando excursiones al campo, a mu-seos 0 fabricas, y pidiendoles a los alumnos que a su regreso escri-ban sus impresiones; organizando concursos; invitando a los esco-lares de grados superiores a que ayuden en sustareas a los de gradosinferiores; variando la carga de tareas, segun la capacidad y el in-teres individual, etc. Todo esto requiere grupos poco numerosos yno resuelve el problema de la ensefianza de las asignaturas considera-das «aridas» tanto por alumnos como por maestros, a saber, mate-maticas y gramatica. Es aqu1 que interviene el ordenador dotado deprogramas LOGO para revolucionar la ensefianza de dichas asig-natutas.

]ugando con el LOGO, el nifio se familiariza con 10 que puedehacer la famosa «tortuga», cuyas peripecias sigue en la pantalla. Alcabo .de pocas lecciones aprende a programar la maquina para quedisefie curvas fascinantes. A medida que opera la maquina, el esco-lar aprende geometria, Hsica 0 alguna otra asignatura. Lo que esmas importante, aprende a formular sus ideas con claridad, pues de10 contrario, en 1a pantalla del ordenador aparecen leyendas talescomo 'No conozco esa palabra' o'Ensaya nuevamente'. Se acostum-bra no s6lo a pensar sobre el asunto, sino tambien a pensar sobresu propio pensamiento, el que se torna mas autoconsciente y critico.

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ApendicesComo dice Papert (1980) 1 1

a medida que aprende a prog~:m::c~l ar :r codvierte en epistemologogramado por este. De esta manera 10 or ena or en lugar de ser pro-propias mentes siguiendo sus . s ~scl!are~ van construyendo susmar sus propias mentes se fo!tr1Plas lllClllaClones y ritmos. Al for-antes la independencia ne . a ecen StS personalidades y alcanzanhostil de los adultos Al ccemsartlapara a rontar el mundo complejo yd d 1 . 0 e er errores en 1 d b 1~ en a presunta sabiduria de los ' u~ar e uscar a ver-mlsmos las causas de dl'ch maestros, llltentan buscar ellos1 os errores y se pr p ,os por cuenta propia. EI error le'o d e arat;!aSl para subsanar-en fuente de conocimiento ' J s e ser huml1lante, se convierte

Se dira que dotar a la' escuela de ' . .nadores y programas insume un un numero SUflclentede orde-porque los escolares pueden usa~a~d en'dme. Esro no es verdad,vez que han aprendido a usarl d r ena ores por turnos y, unanarias. En todo caso es indi os, eb1argan al maestro de tareas ruti-se enfrenten con la 'realid d~pen,sa e que l~s autoridades escolareshubo que empezar a instal:r' 1abl com? a flllales del siglo pasadode nuestro siglo hay que inst t ora~nosd en las escuelas, a finalesmo menor). a ar or ena ores (a un costo muchisi-

En resumen, el ordenador como 1 .dob!e fila: puede servir para ahrir h .a lmprenta, es un arma deduclr nuevo conocimiento 0 b .onzontes 0 cerrarlos; para pro-posicion artistica 0 para p dasu~allltedlectual;para facilitar la com-

fro UClr seu oarte' p d'-a.rte actos utiles 0 nuevas armas de d . : ara. lsenar nuevostlca, como la ingenieria quimi destrucclOn maSlva. La informa-EI que sea usada de una ca, pue e usarse para bien 0 para mal.

1 d 1 u otra manera depend d 1· . .mora e os tecnologos y de 1 "1 . d e e a conClenClasociedad autoritaria, tecnolo o~vlglc;~ld e los .ciudadanos. En unacom~ carneros. Solo en un/ socIedad a anos }!guen a sus Ifderesampha participacion publica en el ma ~edoclat1ca, en, la .que hayaesperarse que la tecnologia avanzada ~eJo e

la cosa pu.bhca, puede

SUvaso amente a fllles buenos.

7. La nueva religion

Al igual que nuestros ab 1 'sima Trinidad nuestros nl'etueos crelan en el misterio de la Santi-. 'd' os creen en 1 t" d dtltUl a por el Ordenador el P d a rlm a profana cons-

dole la misma omnipote~cia rogran:a. or'y el Programa, atribuyen-tos conocen las limitaciones dYlomndlclendcla.En ~ambio, los exper-n Ie or ena or' p eJ b 'o «conoce» os numeros irracionale .·1.·.·.' sa en que esteque carece de sentido comun d 1 s m.de lllfllllto actual; saben

yea capaCl ad de saltar a conclusio-

nes sobre la base de un pequeno numero de datos; y saben que,aunque el proceso de computo pueda ser exacto, el valor de suresultado depende del valor de las premisas y de los algoritmos quefiguran en el programa. Los expertos saben, en suma, que el orde-nador es limitado y falible. Pero el publico no 10 sabe y pone en elordenador una fe, no ya de carbonero, porque apenas quedan carbo-neros, pero sf de consumidor conformista.

Asf como la divisa de la escuela dogmatica era Magister dixit, laconsigna de la burocracia prepotente es hoy dia Ordinator dixit. Siprotestamos porque la empresa telef6nica nos factura equivocada-mente un mill6n de pesetas, el ordenador encargado de las relacionespublicas de la empresa nos escribe una carta estandar en la quesostiene que la contabilidad esta a cargo de otro ordenador, de modoque esta por encima de toda sospecha. Y el c1iente, apabullado porla presunta autoridad y honestidad de los ordenadores, no rechista.

En una palabra, hemos cafdo bajo el dominio de una nueva reli-gi6n. Son artfculos de fe de esta: a) que los ordenadores puedenhacer cuanto hacen los humanos, s6lo que mucho mejor; b) que elcerebro humano no es sino un ordenador lento y de escasa memoria,de modo que la manera de entenderlo es saber como funcionan losordenadores, y c) que los ordenadores terminaran por dominar alhombre. En secciones anteriores hemos examinado los dos primerosdogmas y los hemos encontrado falsos. Ocupemonos ahora breve-mente del tercero.

El temor 0 esperanza de que los ordenadores terminen por do-minarnos es absurdo, ya que quienes los disenan, programan y uti-lizan son seres humanos. Basta desconectarlos para inactivarlos. Loque sf es de temer es que: a) cada uno de nosotros se habitue adelegar multitud de decisiones en ordenadores, renunciando asf anuestra responsabilidad personal y convirtiendonos de este modo enseres amorales, y b) el Estado abuse de los ordenadores para inten-sWcar el control de nuestras vidas privadas.

No olvidemos en ningun momento que todo program a inc1uye,ademas de instrucciones, principios y datos cientfficos, tecnicos 0

morales, y que todos estos son falibles. Por ser falibles no tenemospor que aceptar como artfculos de fe los resultados de un computerrun. Toda vez que encontremos inaceptables estos resultados debe-mos cuestionar los principios inherentes al programa en cuesti6n.

Dicho de otro modo, el abuso de los ordenadores nos torna con-formistas y dogmaticos sin advertirlo: nos acostumbra a aplicar (viaordenador) principios cientfficos 0 morales, olvidando que son defactura humana y, por 10 tanto, que es precise controlarlos, revisarloso enriquecerlos.

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No estamos, pues, a merced de los ordenadores. Pero podemoscaer bajo el poder de individuos dogmliticos 0 autoritarios que uti-licen ordenadores como medio de control de nuestros pensamientos,gustos, actitudes, actividades e incluso principios morales. Por 10tanto, transfiramos nuestra desconfianza 0 temor del ordenador alburocrata 0 al polftico dictatorial que se escuda tras el ordenadorpara hacernos marchar como se Ie antoja. Las maquinas, incluso lasarmas, son inocentes: solo quienes las manejan son de cuidar. De-bemos desconfiar cuando el burocrata, el polftico 0 el empres~rioanuncian que A es bueno para B porque asi 10 dice el ordenador.Recordemos que el ordenador no tiene conciencia moral. Seamos tanescepticos respecto de los ordenadores como respecto de los sereshumanos.

Tampoco creamos todo cuanto nos dicen los futurologos que di-sefian «escenarios» de la sociedad futura. Leamoslos porque suelenser imaginativos y entretenidos, pero no los tomemos demasiado enserio porque solo nos dicen que puede ocurrir, nunca 10 que va aocurrir. No predicen el futuro, ni poddan hacerlo, porque no co-nocemos leyes historicas. Los futur6logos solo pueden decirnos cua-les innovaciones son hoy tecnicamente posible, y, con ell0, puedeninvitarnos a actualizar dichas posibilidades siempre que 10 queramos.

Por ejemplo, en principio es posible reemplazar el peri6dico porel televisor, y, de hecho, este reemplazo ya ha ocurrido en granmedida y, dicho sea de paso, con resultados mixtos. Pero ~quienquerra privarse del placer de leer el periodico en la mesa del des-ayuno 0 en el metro camino del trabajo, 0 durante la pausa demediodia? Tambien es posible convertir la actual oficina que alma-cena y devora papel en una fabrica de elaboracion electronica deinformacion, en la que el fichero seria reemplazado por una colee-cion de discos y la maquina de escribir por un word processor. Estoes posible y ventajoso, pero para que ocurra debemos poder y quererhacerlo. Ni la invencion tecnica ni su difusion ocurren fatalmente:ambas result an de decisiones deliberadas.

La creencia en la autonomia de la tecnologia y la inevitabilidadde la innovacion social causada por la primera es una supersticion.Quienes hacen historia son seres humanos con ayuda de las herra-mientas que ellos mismos disefian, fabrican 0 utilizan. Los antiguosdisefiaron el motor a reaccion y la calculadora, pero no los usaron.Las grandes potencias han acumulado un arsenal monstruoso de at-mamento nuclear, pero aun no han decidido emplearlas para ani-quilar todo vestigio de vida en el planeta. Los artefactos, por mara-villosos que sean, carecen de iniciativa: solo nosotros estamos qota-dos de la iniciativa necesaria para usarlos 0 abstenernos de usarlos.

2. Informatica: ~ciencia, tecnica 0 religion?

d· no son sino criaturasNo convirtamos a artefactos en loses, porquehumanas.

8. Conclusion

Estamos e~ plena revolucion i~~~~r::~i~~.s~~d~u~::~~~osto;~~~osf~~~~e s;~~a~llae~n~sd~~~~sb~neficiario.sy.o.tros como vdlctit;Jas.un a, 'h 1 lenamente los mdlvlduos que ommenSolo podran aprovec ar a p. . , 1 b aci6n de informaci6n, ylas nuevas :ecnicas de c.oJ?UD1dCl~l~n: ~~~era en la investigacion,las economlas que par~lclpen de 1 g evos medios de comunicacionel desarroll?, y la m~fu actu:~ eLOSndemas quedaran irremediable-:e~:~O~:~lsonco~el~nc~~li~l~~chaO~ntre r~cos y,~obres, informados

, d' n consecuenClas traglcas.e igAnolr~ntales'q~:~~d~h:d~mas revoluciones tecnol~gicas'All~infor-l19u . . atlvos 1gera ematica tiene algunos aSl?ectosposltlvoS y ?tros na1

g aro ·estructural.trabajo rutinario ? ~ehgr~10;e!d[~i~~~tr:r~rabaj~, pero tal?bienIncrd~dW~n1~rcb~:ra. ypacilita la creaci6n intelectual y a~~istl.ca~l~~~mo tiempo que la impostura. Hace posible .~na expan~~na l~~d~

::d:.lCo~:bu;~i~~:::~f.~tiJcl;~!S:;~::j~,~=:,":.;mo. Orienta a Ih Opl?lOn PUbr~cao~as Puede ~ontribuir a hacernoslib~~sl~r~:clav~s,a i~~~~d~res 0 co~formistas, creadores 0 consu-

mid~lesq'uelos efectos beneficiosos de la revol~ci6n infolrmati~a ~ean. d nde de nosotros los mtelectua es, tecnlCOS,

h:~:~t~~syn~rc;~~:s? ~:nosotr~~ l~~ ~~:~~st:~~lft~;i~r~~ilat~r~J~estadistas y meros ClUa. anos. hId cracia para parti-pula dirigente puede el1gl\ ~~rod~c l:m:~ev~ r~~~luci6n industrial:cipar activamente en e pi 0 aJ~ d' pr6spero justo ypara que contribuya a construlr un mun 0 mas ,culto.

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Al escribir algunos capitulos he hecho uso de mi articulo «De-marcating science from pseudoscience», Fundamenta scientiae, 3:369-388 (1982). Una version castellana de este articulo, debida aAlberto Hidalgo, aparecio en Los Cuadernos del Norte, vol. III,numero 15: 59-69 (1982). El capItulo 4 desciende de un articuloque lleva e1 mismo titulo, aparecido en El basilisco, 15: 2-9 (1983).El capitulo 6 contiene parrafos tornados de mi conferencia magis-tral en la Winter Conference on Brain Research (Keystone, Colo.,USA) de 1981. Algunos parrafos de mi resefia de1libro de LudwickFleck, precursor de Thomas S. Kuhn, publicada en Behavioral Scien-ce,26: 178-180 (1981), fueron a parar al capitulo 7. El capitulo 12fue lefdo en la Universidad Complutense, en 1983, en el marco delos homenajes a Karl Marx en el centenario de su muerte. Un an-tecesor del capitulo 13 fue leido en la reunion de 1976 de la Ame-rican Association for the Advancement of Science, en Washing-ton, DC, y aparecio originariamente en la revista italiana Epistemo-logza, 1: 11-32 (1978). Fue reproducido en The Physiologist, 23:7-13 (1980). El capitulo 15 fue presentado en e1 simposio de IaAsociadon Interamericana para e1 Avance de la Cienda (Caracas,1980). El apendice 1 fue lefdo en el Primer Seminario Nacionalsobre Polftica del Desarrollo Cientifico y Tecnologico (Quito, 1980).Y el apendice 2 fue e1 texto de mi conferencia magistral en lasPrimeras Jornadas sobre Nuevas Tecnicas y Nuevas Formas de Co-municacion (Madrid, 1984).