Bunge Mario - Epistemologia.pdf

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  • filosofa

  • II

  • EPISTEMOLOGA Curso de actualizacin

    porMARIO BUNGE

    y% ]sigloveintiunoecfitores

  • y% \siglo veintiuno editores, s.a. de c.v.CERRO DEL AGUA 248, DELEGACIN COYOACN. 04310, MEXICO. D.F.

    siglo xxi editores argentina, s.a.LAVALLE 1634 PISO 11-A C-1048AAN, BUENOS AIRES, ARGENTINA

    portada de patricia reyes baca edicin al cuidado de glyke de lehn

    primera edicin, 1980 mano bunge ariel, barcelonaprimera edicin en siglo xxi, 1977 (2a. puesta al da) tercera edicin en siglo xxi, 2002 siglo xxi editores, s.a. de c.v. isbn 968-23-2080-1

    derechos reservados conforme a la leyimpreso y hecho en mxico/printed and made Ln mexico

  • NDICE

    PREFACIO 13

    PREFACIO A LA PRIMERA EDICIN 17

    I. INTRODUCCIN

    1. QU ES Y PARA QU SIRVE LA EPISTEMOLOGA? 21

    1. La reciente eclosin de la epistemologa, 21; 2. El perodo clsico de la epistemologa, 22; 3. La profesionalizacin de la epistemologa, 23;4. Comienza la epistemologa artificial, 24; 5. Un ejemplo de artificia- lidad: el probabilismo exagerado, 25; 6. Otro ejemplo: la teora semntica de la informacin, 26; 7. Hacia el renacimiento epistemolgico, 28;8. Ramas de la nueva epistemologa, 31; 9. Epistemologas regionales,31; 10. Utilidad de la nueva epistemologa, 33

    2. QU ES Y PARA QU PUEDE APLICARSE EL MTODO CIENTFICO? 34

    1. De los orgenes la actualidad, 34; 2. Contrastabilidad emprica y terica, 36; 3. Formulacin actualizada del mtodo cientfico, 39; 4. Aplicacin del mtodo cientfico en las ciencias sociales, 42; 5. Ejemplo: sociologa de la ideologa, 43; 6. Universalidad del mtodo cientfico,47; 7. Conclusiones, 48

    n. FILOSOFA DE LAS CIENCIAS FORMALES

    3. NATURALEZA DE LOS OBJETOS CONCEPTUALES 53

    1. Constructos, 55; 2. Existencia material y existencia conceptual, 58;3. Existencia y cuantificacin, 61; 4. Conclusiones, 63

    4. QU ES UNA PROPOSICIN? 65

    1. Proposicin, oracin y enunciacin, 66; 2. Tentativa de reduccin de proposiciones a oraciones y de stas a enunciaciones, 68; 3. Significado de una proposicin, 69; 4. Caracterizacin de las proposiciones,72; 5. Hay proposiciones, 75

  • 8 NDICE

    III. FILOSOFA DE LA FSICA

    5. REFERENCIA Y CONTENIDO DE UNA TEORA FSICA 79

    1. Referencia, 79; 2. Contenido, 80; 3. Conclusiones, 82

    6. PROBLEMAS FILOSFICOS DE LA MECNICA CUNTICA 84

    1. La tesis fenomenista de la interpretacin de Copenhagen, 84; 2. La ecuacin de Schrodinger, 86; 3. Autovalores, 88; 4. Funcin de estado, 89; 5. Desigualdad de Heisenberg, 90; 6. Indeterminismo, 91; 7. Conclusin, 93

    IV. FILOSOFA DE LA BIOLOGA

    7. EL CONCEPTO DE ORGANISMO 97

    1. Un concepto cientfico-filosfico, 97; 2. Sistemas, 98; 3. Quimiosis- temas y biosistemas, 101; 4. La frontera entre lo inanimado y lo viviente, 104; 5. Conclusin, 107

    8. BIOFILOSOFA 108

    1. Una disciplina indisciplinada y atrasada, 108; 2. Funcin y valor,109; 3. Meta y plan, 112; 4. Resultantes y emergentes, 114; 5. Jerarqua o estructura de niveles, 116; 6. Conclusin, 120

    V. FILOSOFA DE LA PSICOLOGA

    9. PSICOLOGA Y FILOSOFA 123

    1. Funciones de la filosofa en la psicologa, 123; 2. El enfoque de una investigacin y su componente filosfico, 124; 3. Dos enfoques de la investigacin psicolgica, 126; 4. El enfoque de la psicobiologa, 128;5. Qu es la psique?, 129; 6. Conclusiones, 131

    10. EL ENFOQUE PSICOBIOLGICO 133

    1. La alternativa monista, 133; 2. Inmadurez y fertilidad del monismo,134; 3. El papel central de la teora, 135; 4. Un enfoque terico promisorio, 138; 5. Cmo se conoce la psique?, 140; 6. Plausibilidad del programa monista, 141

  • VI. FILOSOFA DE LAS CIENCIAS SOCIALES

    11. EXAMEN FILOSFICO DEL VOCABULARIO SOCIOLGICO 145

    I. Dependencia, 147; 2. Causalidad y posibilidad, 148; 3. Decisin,149; 4. Definicin operacional e indicador, 150; 5. Estructura y estruc- turalismo, 150; 6. Explotacin, 151; 7. Grupo social, 152; 8. Ideologa,153; 9. Infraestructura y superestructura, 156; 10. Ley y causa, 157;I I . Lgica de los hechos, 158; 12. Matemtica y ciencias sociales, 158;13. Mtodo dialctico, 160; 14. Polaridad, 161; 15. Sentido y significacin de los hechos, 163; 16. Sociologa subdesarrollada y avanzada,163; 17. Sociologa latinoamericana, 165; 18. Teora, marco terico, doctrina, interpretacin, 166; 19. Teora general y teora especfica o modelo terico, 168; 20. Tipo ideal, 169; 21. Valor y objeto valioso,169; 22. Conclusiones, 171

    12. TRES CONCEPCIONES DE LA SOCIEDAD 172

    1. Breve formulacin de las tres concepciones, 173; 2. Crtica del indi- - vidualismo y del globalismo, 176; 3. La sociedad como sistema concre

    to, 180; 4. Las instituciones como conjuntos de sociosistemas, 181; 5. Conclusin, 185

    VII. FILOSOFA DE LA TECNOLOGA

    13. TECNOLOGA Y FILOSOFA 189

    1. Dos vecinos que se desconocen, 189; 2. Definicin de la tecnologa,190; 3. Las ramas de la tecnologa, 191; 4 Los vecinos ms cercanos de la tecnologa, 192; 5. El meollo conceptual de la tecnologa, 194; 6.El trasfondo gnoseolgico de la tecnologa, 196; 7. El tecnlogo y la verdad, y otros problemas gnoseolgicos, 197; 8. El trasfondo ontol- gico de la tecnologa, 199; 9. Otros problemas de la ontologa de la tecnologa, 201; 10. Tecnoaxiologa, 203; 11. El dilema moral del tecnlogo, 205; 12. Tecnotica, 207; 13. Tecnopraxiologa, 209; 14. Conclusin: El lugar de la tecnologa, 211

    14. IATROFILOSOFA 214

    1. Una nueva rama de la epistemologa, 214; 2. Problemas iatrofilo- sficos, 215; 3. El concepto de enfermedad, 217; 4. Enfoque sistmico de la enfermedad, 219; 5 Estrategia de modelizacin, 222; 6. Consideraciones finales, 223

  • VIII. MORALEJAS

    15. TRES POLTICAS DE DESARROLLO CIENTFICO

    1. La ciencia como sistema social o como sistema conceptual, 227; El desarrollo cientfico es multidisciplinario y multinacional, 230; Planeacin y prioridades, 233; 4. Conclusin, 236

    I16. CARTA A UNA APRENDIZA DE EPISTEMLOGA

    APNDICE. ORGANIZACIN DE LA ENSEANZA DE LA EPISTEMOLOGA EN AMRICA LATINA

    227

    238

    242

    BIBLIOGRAFA 247

  • In memoriam A ugusto Bunge

    25 abril 1877 -1 agosto 1943

    Mdico, primer higienista social de Latinoamrica, socilogo,

    legislador, adalid de causas populares y democrticas,

    profesor, periodista y poeta.

    /

  • En esta edicin he introducido algunos agregados y correcciones, casi todos ellos menores, a la primera edicin de 1980. Desde entonces he aprendido mucho, pero sigo siendo un realista, cientificista, materialista y sistemista convicto y confeso. No me ha hecho mella la contra-revolucin anticien- tificista iniciada por Thomas S. Kuhn y Paul K. Feyerabend.

    En el curso de los dos ltimos decenios se ha difundido la filosofa y la sociologa anticientficas de la ciencia inspiradas en Kuhn y Feyerabend. Ellas pueden resumirse as: La investigacin cientfica es una empresa social antes que obra d cerebros individuales; construye colectivamente los hechos en lugar de estudiarlos; no se propone alcanzar conocimientos objetivos acerca de la realidad; sus resultados no son universales sino que valen localmente, por depender del inters material y del consenso; y las teoras rivales son mutuamente inconmensurables (incomparables). En otras palabras, esta visin de la ciencia es sociologista (aunque no propiamente sociolgica), constructivista (o subjetivista) y relativista.

    Esta concepcin de la ciencia se opone al realismo cientfico que haban abrazado Aristteles, Toms de Aquino, Galileo, Smith, Ampre, Darwin, Boltzmann, Cajal, Durkheim, Einstein, Popper, y Merton -por mencionar a unos pocos- as como, por supuesto, todos los que exploraron alguna faceta de la realidad y contrastaron sus hiptesis con los hechos. Algunos de los autores ms influyentes de esa nueva corriente anti-realista han sido T. S. Kuhn, P. K. Feyerabend, M. Foucault, B. Bames, D. Bloor, B. La- tour, K. Knorr-Cetina, S. Woolgar, H. M. Collins, T. J. Pinch, M. E. Lynch y H. Garfinkel. La bte noire de todos ellos es R. K. Merton, el fundador de la moderna sociologa de la ciencia, quien en 1942 haba sealado las componentes del ethos de la ciencia: universalidad, comunismo (propiedad comn de los hallazgos), desinters, honestidad, y escepticismo organizado. (Vase su Sociologa de la ciencia [Madrid, Alianza, 1977].) Sus crticos alegaron que esta concepcin de la ciencia es ingenua: que ignora los intereses extracognitivos y el poder poltico.

    Si el sociologismo-constructivismo-relativismo fuese verdadero, no podra serlo, ya que niega la posibilidad de la verdad objetiva y universal. Si fuese verdadero, no habra diferencia entre ciencia y supersticin, ni entre pensamiento crtico y pensamiento mgico. Si fuese verdadero, ha

  • bra ciencia blanca y ciencia negra, ciencia masculina y ciencia femenina, ciencia burguesa y ciencia proletaria. Si fuese verdadero, nadie se esforzara por averiguar si las hiptesis se ajustan a los hechos. Si fuese verdadero, todas las proposiciones cientficas tendran un contenido social, de modo que todas las ciencias seran sociales. Si fuese verdadero, estara fuera de lugar toda discusin racional, ya que todo quedara librado a la convencin social y a la intriga poltica. Si fuese verdadero, la eleccin entre teoras rivales no dependera de su capacidad de dar cuenta de los hechos objetivos, sino slo de las relaciones de fuerzas entre equipos cientficos rivales. Si fuese verdadero, no habra progreso cientfico, es decir, no se descubriran nuevos hechos ni se inventaran ideas ms adecuadas acerca de la realidad ni mtodos ms precisos para ponerlas a prueba. Si fuese verdadero, la adopcin de una teora se parecera ms a una conversin religiosa o poltica que a un aprendizaje crtico. Si fuese verdadero, no habra lugar para preguntas acerca del sentido y la referencia de los constructos cientficos, ni acerca de la precisin de las tcnicas cientficas. Si fuese verdadero, de nada serviran las disquisiciones epistemolgicas sobre los conceptos de verdad, prueba emprica, confirmacin, mtodo, poder predictivo, etc.: la epistemologa sera remplazada por la sociologa del conocimiento. (Vase, p. ej., M. Bunge, Sociologa de la ciencia [Buenos Aires, Siglo Veinte, 1993], y R. Boudon, Le juste et le vrai [Pars, Fayard, 1995].)

    A qu se debe la popularidad de una doctrina tan manifiestamente falsa, y por aadidura inhibidora de la investigacin rigurosa, como lo es el sociologismo-constructivismo-relativismo? Este problema no ha sido abordado por los presuntos socilogos de la ciencia de nuevo cuo, quienes se distinguen ms por sus afirmaciones dogmticas que por el estudio riguroso de problemas autnticos. Una respuesta tentativa es que dicha popularidad se debe a la concomitancia de las siguientes escuelas y actitudes. Primera: el marxismo, segn el cual toda la superestructura ideal es creacin colectiva de la clase social dominante. Segunda: el facilismo, que hoy campea en las facultades de Humanidades. (En cambio, no se sabe de ningn cientfico en actividad que haya refrendado la filosofa anticientfica en cuestin.) Tercera: los giros lingstico, hermenutico, semitico, retrico y pragmtico, que desplazan la atencin del hecho al smbolo, de la hiptesis contrastable a la interpretacin arbitraria, de la verdad a la metfora, y de la reflexin a la accin. Cuarta: la difusin de las filosofas irracionalistas y del pensamiento dbil (carente de rigor) caracterstico dl llamado posmodemismo (o Contra-Ilustracin). Quinta: la confusin de ciencia con tcnica, y de sta con industria y poltica, con la consecuen

  • cia de que se acusa a la ciencia de los males causados por la industria y la poltica. Sexta: el inters creciente, por cierto legtimo,' en la trada cien- cia-tcnica-sociedad, con la consiguiente demanda creciente de profesores, y la oferta de improvisadores carentes de la experiencia necesaria para disertar sobre estos asuntos. Sptima: el desinters de los tradicionales filsofos e historiadores de la ciencia por el contexto social de la investigacin cientfica. Me incluyo, contrito, entre los culpables de este descuido. Pero sigo creyendo que el conocimiento no es vlido cuando es aceptado socialmente, sino que es adoptado cuando tiene visos de ser verdadero o eficaz.

    Aprovecho esta oportunidad para agradecer a algunos de los amigos que hicieron feliz, instructiva y memorable mi estancia en Mxico durante el ao lectivo 1975-1976: Lina Bettucci, Toms A. Brody, Ana Mara Cetto, Adalberto Garca Mynez, Mximo Garca Sucre, Larissa Lomnitz, MarioH. Otero, Horacio Padilla, Luis de la Pea, Rafael Prez Pascual, Emilio Rosenblueth, Fernando y Licha Salmern, y Luis Villoro. Todos ellos me dieron ideas y consejos, afinaron mi apreciacin (crtica) de los tesoros mexicanos, y me ayudaron a sortear algunos de los obstculos de la espesa y extica maraa burocrtica mexicana.

    Por ltimo, los interesados en profundizar en algunos de los temas tratados en este libro pueden consultar las siguientes obras del autor:

    Treaise on basicphilosophy, 8 tomos (Dordrecht-Boston, Reidel, 1974- 1989).

    Materialismo y ciencia (Barcelona, Ariel', 1980).Economy filosofa (Madrid, Tecnos, 1982).Lingstica y filosofa (Barcelona, Ariel, 1983).El problema mente-cerebro (Madrid, Tecnos, 1985).Seudociencia e ideologa (Madrid, Alianza, 1985).Racionalidad y realismo (Madrid, Alianza, 1985).Filosofa de la psicologa, con Rubn Ardila (Barcelona, Ariel, 1988).Mente y sociedad (Madrid, Alianza, 1989).Sistemas sociales y filosofa (Buenos Aires, Sudamericana, 1995).Ciencia, tcnica y tica (BuenosAires, Sudamericana, 1996).Intuicin y razn (Buenos Aires, Sudamericana, 1996).La causalidad (Buenos Aires, Sudamericana, 1997).Sociologa de la ciencia (Buenos Aires, Siglo Veinte, 1993).Foundations ofbiophilosophy, con Martin Mahner (Berlin-Heidelberg-

    Nueva York, Springer, 1997).Encontrando filosofa en las ciencias sociales (Mxico, Siglo XXI, en

    prensa).

  • Social Science under debate (Toronto, University of Toronto Press, en prensa).

    Philosophy o f science, 2 tomos (New Brunswick NJ, Transaction Pub- lishers, en prensa).

    MARIO BUNGEFoundations and Philosophy o f Science Unit

    McGill University, Montreal, 1997

  • La ciencia se ha convertido en el eje de la cultura contempornea. Y, por ser el motor de la tecnologa, la ciencia ha venido a controlar indirectamente lar economa de los pases desarrollados. Por consiguiente, si se quiere adquirir una idea adecuada de la sociedad moderna, es menester estudiar el mecanismo de la produccin cientfica, as como la naturaleza de sus productos.

    La ciencia es hoy da objeto de estudio de varias disciplinas, cuya unin constituye la ciencia de las ciencias. Ellas son la epistemologa o filosofa de la ciencia, la historia de la ciencia, la psicologa de la ciencia, la sociologa de la ciencia, la politologa de la ciencia, y acaso alguna ms.

    La ciencia de las ciencias contribuye en mayor o menor grado a la elaboracin de polticas de la ciencia, o sea, programas de desarrollo (o de estancamiento) de la investigacin cientfica y de las relaciones de sta con la investigacin tecnolgica. La poltica de la ciencia que se elabore depende directamente de la filosofa de la ciencia que inspire a los planeadores y decisores en materia poltica. Una filosofa idealista sugerir el modelo de la ciencia como torre de marfil; una filosofa empirista inspirar el fomento de la investigacin emprica sin gua terica; una filosofa pragmatista inspirar menosprecio por la investigacin bsica; y as sucesivamente. Solamente una epistemologa realista podr inspirar una poltica fecunda de la ciencia, una poltica que fomente el desarrollo integral e ininterrumpido de la investigacin bsica tanto como de la investigacin aplicada. De aqu la importancia poltica, no slo cultural, de la epistemologa en nuestro tiempo.

    Este libro trata solamente de una de las ciencias de la ciencia: la epistemologa, que es tambin la ms antigua de todas ellas. Ofrece, pues, una visin parcial de la ciencia, que el lector interesado en completar deber ensamblar con las imgenes de la ciencia que suministran la historia, la psicologa, la sociologa y la politologa de la ciencia.

    Este libro es un curso de actualizacin que trata de problemas epistemolgicos de actualidad. En este sentido complementa al tratado sistemtico La investigacin cientfica (Barcelona, Ariel, 1969 y ediciones posteriores) del mismo autor. Pero ambos libros son de lectura independiente.

  • Las pginas que siguen fueron expuestas, en forma de cursos o de conferencias, en la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, en la Universidad Autnoma Metropolitana y en el Colegio Nacional, tambin de la ciudad de Mxico, en el curso del ao acadmico 1975-1976. A juzgar por las largas y apasionadas discusiones que siguieron a mis exposiciones, stas estaban cargadas de dinamita intelectual. Es mi deseo que algunas de ellas saquen de quicio al lector, motivndole a emprender o profundizar investigaciones epistemolgicas. Los mejores libros n son los que ms dan, sino los que ms exigen: los que le fuerzan a uno a trabajar ms y mejor.

    MARIO BUNGE 1980

  • I. INTRODUCCIN

  • 1' i 1. LA RECIENTE ECLOSIN DE LA EPISTEMOLOGA

    La epistemologa, o filosofa de la ciencia, es la rama de la filosofa que estudia la investigacin cientfica y su producto, el conocimiento cientfico. Mera hoja del rbol de la filosofa hace un siglo, la epistemologa es hoy una rama importante del mismo.

    Para comprobar la afirmacin anterior basta advertir el peso relativo de las publicaciones y de los congresos en este campo. Mientras hace un siglo no haba ninguna revista especializada en epistemologa, hoy hay al menos cinco de nivel internacional -Philosophy o f Science, The Britsh Journal fo r the Philosophy o f Science, Biology and Philosophy, Philosophy ofthe Social Sciences y Synthese- as como algunas publicaciones nacionales. Tambin hay colecciones enteras de libros dedicados a temas epistemolgicos

    El nmero de ctedras de epistemologa se ha multiplicado (a veces excesivamente) y son cada vez ms numerosas las universidades que tienen departamentos o institutos de epistemologa, a veces juntamente con lgica o con historia de la ciencia. Se realizan numerosas reuniones nacionales e internacionales, en particular congresos internacionales cuatrienales organizados por la International Union for the History and Philosophy of Science.'

    Hay, adems, diversas organizaciones nacionales de funcionamiento regular, tales como la Philosophy of Science Association (Estados Unidos), la British Society for the Philosophy of Science, la Canadian Society for the History and Philosophy of Science, y la Asociacin Espaola de Lgica, Metodologa e Historia de la Ciencia. Adems, en Argentina, Colombia, Mxico, Panam, Uruguay y Venezuela hubo sociedades de lgica y epistemologa de vida breve, como casi todas las asociaciones de bien pblico en Amrica Latina.

    La epistemologa se ha convertido, en suma, en un rea importante de la filosofa, tanto conceptual como profesionalmente. Por consiguiente vale la pena averigur qu es y para qu sirve o podra servir.

  • Hasta hace medio siglo la epistemologa era slo un captulo de la teora del conocimiento o gnoseolog. An no se haban advertido los problemas semnticos, ontolgicos, axiolgicos, ticos y de otro tipo que se presentan tanto en el curso de la investigacin cientfica como en el de la reflexin metacientfica. Predominaban problemas tales como el de la naturaleza y alcance del conocimiento cientfico por oposicin al vulgar, el de la clasificacin de las ciencias, y el de la posibilidad de edificar la ciencia inductivamente a partir de observaciones.

    Durante ese perodo, que podemos llamar el perodo clsico, y que se extiende nada menos que de Platn a Russell, la epistemologa era cultivada principalmente por cientficos y matemticos en horas de ocio o en trance de dictar conferencias de divulgacin, y por filsofos sin gran preparacin cientfica. Estos pensadores se llamaron John Herschel, Auguste Comte, Adrien Mane Ampre, Bemhard Bolzano, William Whewell, Alexander von Humboldt, Claude Bemard, Hermann von Helmholtz, Emst Mach, Eugen Dhring, Friedrich Engels, Ludwig Boltzmann, Pierre Duhem, Henri Poincar, Charles Sanders Peirce, Giuseppe Peano, Alessandro Padoa, Bertrand Russell, Alfred North Whitehead, Hans.Vaihinger, Wilhelm Ostwald, Abel Rey, Vladimir Illich Lenin, Andr Lalande, Fede- rigo Enriques, Emile Meyerson, Norman Campbell, Arthur Eddington, Emst Cassirer y Hermann Weyl. (Obsrvese la concentracin en cuatro pases: Alemania, Austria, Francia y Gran Bretaa.)

    Ninguno de los pensadores citados puede considerarse como episte- mlogo profesional. Su ocupacin principal era otra: la investigacin cientfica o matemtica, la historia de las ideas, la poltica, o alguna otra cosa. Solamente dos de ellos -Boltzmann y Mach- alcanzaron a desempear una ctedra de epistemologa. Pocos de entre ellos poseyeron una visin filosfica de conjunto, y casi siempre se ocuparon de problemas bastante especializados. No obstante, todos esos pensadores fueron interesantes. Sus libros tuvieron gran difusin y ejercieron una fuerte influencia. Algunos, en especial Comte, Bemard, Mach, Engels, Lenin, Duhem, Poincar, Rus- sll y Whitehead, son ampliamente ledos an en nuestros das.

    Es preciso reconocer que estos pensadores, casi todos elloss episte- mlogos aficionados, escribieron libros ms interesantes y perdurables, as como mejor escritos, que la mayora de los libros sobre epistemologa que se publican hoy da. Un motivo de ello es que se ocuparon de problemas autnticos, originales y de envergadura, en lugar de acometer problemitas intrascendentes o de limitarse a comentar lo que hacen otros, como suele

  • ocurrir actualmente. Adems, esos pensadores del perodo clsico tenan opiniones propias y las defendan con elocuencia y con brillo, aunque no siempre con rigor.

    3. LA PROFESION ALEACIN DE LA EPISTEMOLOGA

    La situacin que acabamos de describir en forma descamada cambi radicalmente con la fundacin del Wiener Kreis en 1927. Por primera vez en la historia se reuna un grupo de epistemlogos, algunos de ellos profesionales, con el fin de intercambiar ideas e incluso de elaborar colectivamente una nueva epistemologa, el empirismo lgico. La reflexin filosfica individual y aislada, por tanto incontrolada, era ahora complementada por el trabajo en equipo, a imagen y semejanza del que ya se haba impuesto en las ciencias.

    Al Crculo de Viena pertenecieron matemticos, lgicos, filsofos, historiadores, cientficos naturales y cientficos sociales. Pertenecieron al Crculo, o estuvieron relacionados con l de alguna manera, los primeros epistemlogos profesionales: Moritz Schlick, Rudolf Camap, Hans Rei- chenbach, Viktor Kraft, Herbert Feigl y -aunque tangencialmente al Crculo - Karl Popper y Ferdinand Gonseth. La actividad del Crculo fue breve -dur menos de una dcada- pero intensa y enormemente influyente. Se reuna semanalmente, inspiraba a grupos afines en Alemania, Francia, Checoslovaquia y Suiza, organiz el primer congreso internacional de epistemologa (Pars, 1935), y fund la revista Erkemtnis.

    El Crculo de Viena cambi la faz tcnica de la filosofa, al poner en prctica y desarrollar el programa de Bertrand Russell, de hacer filosofa more geomtrico, y en particular con ayuda de la lgica matemtica. Los neokantianos quedaron pronto atrs y se extinguieron, a la par que los existencialistas fueron cubiertos de ridculo, y los tomistas y materialistas dialcticos fueron sometidos a duras crticas. La filosofa exacta, que haba tenido destellos espordicos con Leibniz, Bolzano, Russell y algn otro, se estableci definitivamente merced al Crculo de Viena.

    No obstante, la epistemologa que hacan y preconizaban los miembros del Crculo de Viena tena un defecto fatal: estaba atada a la tradicin empirista e inductivista de Bacon, Hume, Berkeley, Comte y Mach, tradicin que era incompatible con la epistemologa realista inherente al enfoque cientfico. Es verdad que los empiristas lgicos respetaban la lgica y se esforzaban por hacer filosofa exacta. Tambin es cierto que todos ellos

  • se esforzaron por hacer filosofa cientfica, esto es, acorde con el espritu y aun la letra de la ciencia. Pero ninguno de ellos lo logr, precisamente por estar sujetos a una filosofa -e l empirismo- incapaz de dar cuenta de las teoras cientficas, que son cualquier cosa menos sntesis de datos empricos. Popper fiie quien mejor vio la incapacidad del empirismo lgico para desposar la misma ciencia a la que declaraba su amor. Desgraciadamente este alejamiento de los empiristas lgicos respecto de la ciencia no disminuy con el tiempo sino que aument, como veremos en seguida.

    4. COMIENZA LA EPISTEMOLOGA ARTIFICIAL

    Ludwig Wittgenstein, con su desinters por la matemtica y por la ciencia, y su obsesin por los juegos lingsticos, influy poderosamente sobre el Crculo de Viena hasta el punto de hacerle perder de vista sus objetivos iniciales. La gente dej de hablar de la ciencia para hablar del lenguaje de la ciencia; dej de interesarse por los problemas autnticos planteados por las nuevas teoras cientficas para formularse cuestiones triviales acerca del uso de expresiones. En suma, la filosofa lingstica mat al Crculo de Viena desde adentro antes de que el nazismo emprendiera su Blitzkrieg contra la razn.

    El Crculo se disolvi con la anexin de Austria a Alemania. La mayor parte de los miembros del Crculo emigraron y, al emigrar, casi todos ellos perdieron contacto con los cientficos y matemticos con quienes solan intercambiar ideas. Un acontecimiento poltico culmin as la obra de descomposicin iniciada por Wittgenstein. A partir de entonces los empiristas lgicos se interesaron cada vez ms por problemas formales, muchos de ellos bizantinos. La filosofa de la ciencia que cultivaron fue cada vez ms artificial: los problemas que abordaban rara vez tenan relacin con la ciencia real.

    Las revoluciones cientficas -tales como el nacimiento de la teora sinttica de la evolucin, la biologa molecular, la neuropsicologa, la mate- matizacin de las ciencias sociales y la aplicacin del mtodo cientfico a la planeacin de actividades humanas- les pasaron inadvertidas. La epistemologa artificial -que en rigor no es epistemologa sino gimnasia intelectual, como dira Einstein- se encerr en una problemtica pequea que no atraa la atencin de los investigadores cientficos. stos ignoraron los escritos de los epistemlogos contemporneos. La brecha entre los cientficos y los filsofos aument en lugar de disminuir.

  • Veamos a continuacin un ejemplo caracterstico de epistemologa exacta pero huera: las diversas tentativas por resolver problemas epistemolgicos con ayuda del concepto de probabilidad.

    5. UN EJEMPLO DE ARTIFICIALIDAD: EL PROBABILISMO EXAGERADO

    No hay duda de que el concepto de probabilidad es central en la ciencia y la tcnica modernas, desde la mecnica cuntica hasta la investigacin operativa, pasando por la gentica, la teora del aprendizaje y la teora de la movilidad social. Pero, naturalmente, la probabilidad no resuelve todos los problemas cientficos. Ni hay motivos para suponer que la probabilidad habra de ser la panacea filosfica. Sin embargo, hay entusiastas que sostienen la tesis extremista de que todos los conceptos filosficos -en particular los de simplicidad, estructura, significado, verdad, y confirmacin- pueden elucidarse en trminos del concepto de probabilidad.

    Por ejemplo, Reichenbach propuso igualar el grado de verdad de una proposicin con su probabilidad. Camap propuso igualar el grado de confirmacin con su probabilidad. Ms tarde, Camap y Bar-Hillel -seguidos de cerca por Popper e Hintikka- propusieron igualar el contenido (o la cantidad de informacin) de una proposicin con su improbabilidad. Todas estas propuestas son atractivas porque, una vez aceptadas, toda la riqueza y todo el rigor del clculo de probabilidades se ponen al servicio de la filosofa, la que no tiene ms que recoger los frutos del trabajo de los matemticos. Desgraciadamente estas reducciones de teoras filosficas al clculo de probabilidades son ilusorias: se trata de una exactitud huera, como veremos a continuacin.

    En el lenguaje ordinario solemos decir de una proposicin verosmil, o que ha sido confirmada a medias, que es probable. Esto ha sugerido definir la verosimilitud o grado de verdad de una proposicin como su probabilidad. Esta definicin, a primera vista plausible, no es viable porque consagra la falacia lgica de la afirmacin del consecuente. En efecto, sea un condicional Si/?, entonces q , o p => q, que afirmamos y del que sabemos que su consecuente q es verdadero. Segn la teora probabilista de la verdad, tendremos que poner Pr(p => q) = 1 y Pr(q) = 1. Por la definicin usual del condicional y el teorema de la adicin, obtenemos

    Pr(p => q) = Pr(-y p v q) = Pr(-n p) + Pr(q)

  • Por hiptesis el primer miembro y el ltimo trmino son iguales a la unidad. Adems, por el teorema del complemento, P r(- ip ) = 1 - Pr(p). Por consiguiente queda

    1 = 1 - Pr(p) + Pr(q)

    de donde Pr(p) = Pr(q) = 1 .0 sea, de la verdad de q se infiere la de p , lo que es falaz. Por lo tanto la teora probabilista de la verdad, propuesta por Reichenbach, es insostenible.

    Lo mismo vale para la teora probabilista de la verdad propuesta por Popper, segn el cual la verosimilitud de una proposicin es igual a su improbabilidad, o sea, V(p) = 1 - Pr(p). En efecto, si en los clculos anteriores se remplaza la unidad por el cero (que correspondera a la verdad total), se obtiene el resultado paradjico Pr(p) = 1, o sea, la confirmacin

    | del consecuente conducira a negar el antecedente. La moraleja es que el^ erado de verdad ps ig11 a la probabilidad ni a la improbabilidad. Mas~ an, es un error metodolgico el querer hacer dependerla vrdad de la probabilidad, ya que al juzgar los enunciados de probabilidad empleamos la nocin de verdad. Vale decir, la nocin de verdad es previa a la de probabilidad.

    En cuanto a la identificacin del grado de confirmacin de una proposicin con su probabilidad, propuesta por Camap, tiene por lo menos dos consecuencias desastrosasa prmefa|es que basta asignar una probabilidad a priori a una proposicin para aceptarla o rechazarla cualesquiera sean los resultados de las pruebas empricas (La segundees que la probabilidad de las leyes universales resulta nula, precisamente por valer (supuestamente) para

    1 "una infinidad de casos^Concluimos, pues, que *0 prado Hp rnnfjrmacin l^p-dg-anaJiiptesis no debejgualarse a su probabilidad (nLa-SuJjnprobabi-

    Hd^d). Las hiptesis pueden ser ms o menos plausibles, no probables.

    6. OTRO EJEMPLO: LA TEORA SEMNTICA DE LA INFORMACIN

    Finalmente, examinemos la base de las teoras semnticas de la informacin, la primera de las cuales fuera propuesta por Camap y Bar-Hillel. Dicha base es la definicin del contenido Cont(p) de una proposicin p como la improbabilidad de sta:

    Cont(p) = 1- Pr(p)

  • Esta definicin no formaliza los conceptos intuitivos de contenido o sentido. Por lo pronto, las contradicciones adquieren sentido m xim o:^( Si p es una contradiccin, entonces Pr(p) = 0 /. Cont(p) = 1. (Paral

    "obtener este resultado basta tomar p = q & -i q, y aplicarle el teorema de? / De Morgan a fin de poder emplear el teorema de la adicin, del clculo de) Vgpobabilidades.) Segundo caso: sean p y q dos proposiciones contingen

    temente equivalentes, tales como 2 + 2 = 4 y El chile es un alimento pobre. Si les aplicamos la teora probabilista de la informacin, obtenemos Pr(p) = Pr(q) y por lo tanto Cont(p) = Cont(q). O sea, el clculo les asigna el mismo contenido aun cuando una de ellas se refiera a ciertos nmeros y otra al chile. No se entiende para qu-Duede^serviiuma teora del sentido que_asimaia3JaLc.oMej^^jiroposiciones que parten sus referaatas^

    Pero el principal defecto de todas estas tentativas de reducir conceptos filosficos clave al de probabilidad es que parten de un supuesto falso, a saber, el que se puede asignar probabilidades a proposiciones. De hecho, no hay modo (salvo por decreto arbitrario) de asignar probabilidades a proposiciones. En efecto, para prytec.aDlicar el concepto.de probabilidad es pre- cisoque-^&wfflfiteTvrfoscnndir.tnnes^)elconjunto sobre el que se defmeia medida de probahilidadjiebe^eiumGKto

    f i n ios elementos de dicho conjunto deben estar distribuidos al azar: debe. existir un mecanismo-aleatorio. Obviamente, un conjunto de proposiciones, siempre que sea cerrado respecto de las operaciones lgicas, cumple el primer requisito, de naturaleza algebraica. En cambio no cumple el segundo: no hay nada casual en un conjunto de proposiciones tal como una teora.

    Por este motivo no es posible asignarles probabilidades a las proposiciones (salvo arbitrariamente). En otras palabras, no hay reglas objetivas que permitan asignar probabilidades a proposiciones, por lo cual el clculo de probabilidades les esJnaplicable. Otra cosa sera si las proposiciones fiiesen objetos fsicos, tales como bolillas, monedas, genes o acontecimientos. En este caso s se podran formular modelos estocsticos, p. ej., de urna, y aplicar razonamientos probabilistas. Pero en tal caso los objetos en cuestin tendran propiedades fsicas, no propiedades semnticas tales como contenido y verdad. Y por lc t^ano&eran objeto de estudio de las ciencias fcticas, no de la filosofa.(En resumenTjiado que no tiene sentido hablar! de la probabilidad de una proposici^^ es posible elucidar las propieda-n

    \des semnticas de las proposiciones en trminos de probabilid a d e s ** ^ Los ejemplos queacabamos de examinar no son los nicos demosofa

    artificial, y por lo tanto intil, sea para la comprensin del quehacer cientfico, sea para su promocin. Otros ejemplos son: las discusiones filoso-

  • ficas sobre la explicacin estadstica en las que se confunden leyes estocs- ticas (tales como las de la mecnica estadstica o la gentica) con meras generalizaciones del tipo de El 95 % de los mexicanos comen tortillas; las discusiones sobre la demarcacin entre la ciencia y la metafsica; las discusiones sobre predicados antojadizos, tales como verul (verde hasta el ao 2000, azul en adelante); las fantasas sobre los mundos posibles, y las teoras sobre los enunciados contrafcticos. (Vase Bunge, 1973.)

    En conclusin, existe una epistemologa acadmicamente respetable y a menudo exacta, pero totalmente intil. Es una epistemologa superficial, que no examina crticamente sus supuestos, que no est casada con la investigacin cientfica, y que a menudo es escolstica, por ocuparse de miniproblemas, o aun seudoproblemas, y de discutir opiniones de filsofos en lugar de los problemas filosficos vivos que surgen en el curso de la investigacin. Esta epistemologa abarca un lapso mal definido que puede denominarse el perodo escolstico.

    Ser posible sacar a la epistemologa del estancamiento en que se halla actualmente? Puede esperarse un perodo renacentista caracterizado no slo por la exactitud sino tambin por la relevancia a la ciencia? En lugar de seguir formando frases grandilocuentes sobre las revoluciones cientficas, seremos capaces de construir una epistemologa capaz de analizar algunos de los avances cientficos que han ocurrido en nuestro tiempo, e incluso de anunciar la necesidad de otras revoluciones en los campos de la investigacin cientfica que siguen tratando problemas nuevos con ideas viejas? El que se produzca una revolucin epistemolgica depende en gran parte de que se advierta su necesidad, de que se comprenda que puede y debe haber una epistemologa til. Por este motivo pasaremos a esbozar los rasgos de una epistemologa frtil, que deje atrs el perodo escolstico para inaugurar un renacimiento epistemolgico.

    7. HACIA EL RENACIMIENTO EPISTEMOLGICO

    Una filosofa de la ciencia n merece el apoyo de la sociedad si no constituye un enriquecimiento de la filosofa ni le es til a la ciencia. Y una epistemologa es til si satisface las siguientes condiciones:

    a] Concierne a la ciencia propiamente dicha, no a la imagen pueril y a veces hasta caricaturesca tomada de libros de texto elementales.

    b] Se ocupa de problemas filosficos que se presentan de hecho en el curso de la investigacin cientfica o en la reflexin acerca de los proble

  • mas, mtodos y teoras de la ciencia, en lugar de problemitas fantasma.c] Propone soluciones claras a tales problemas, en particular solucio

    nes consistentes en teoras rigurosas e inteligibles, as como adecuadas a la realidad de la investigacin cientfica, en lugar de teoras confusas o inadecuadas a la experiencia cientfica.

    d] Es capaz de distinguir la ciencia autntica de la seudociencia; la investigacin profunda, de la superficial; la bsqueda de la verdad, de la bsqueda del pan de cada da.

    e\ Es capaz de criticar programas y aun resultados errneos, as como de sugerir nuevos enfoques promisorios.

    Puesto que aspiramos a una renovacin de la epistemologa, y que para caracterizar una disciplina no hay nada mejor que exhibir algunos xle sus problemas, hagamos una breve lista de problemas que deber abordar la nueva epistemologa. Si bien algunos de estos problemas no son nuevos, la manera de plantearlos y de intentar resolverlos s debiera ser nueva, esto es, ajustarse a los Criterios de utilidad (del a al e) enunciados hace un momento. He aqu una lista posible:

    1. Problemas lgicos1.1. Qu relaciones formales (en particular lgicas y algebraicas) hay

    entre dos teoras dadas?1.2. Qu cambios son dables esperar en una teora cientfica dada si

    se modifica de cierta manera su lgica subyacente (p. ej., si se remplaza la lgica ordinaria por la lgica intuicionista)?

    1.3. Es verdad que la experiencia cientfica puede forzamos a cambiar la lgica subyacente a una teora fctica? En particular, es cierto que la mecnica cuntica usa una lgica propia diferente de la ordinaria?

    2. Problemas semnticos2.1. Cul es el contenido fctico de una teora dada?2.2. En qu consiste la interpretacin fctica de una teora matemtica?2.3. A qu clculo obedece el concepto de verdad aproximada?

    3. Problemas gnoseolgicos3.1. Qu relacin hay entre la observacin de un hecho y las propo

    siciones que lo representan?3.2. Qu relacin hay entre los conceptos empricos, como el de ca

    lor, y los tericos, como el de temperatura?3-3. Es verdad que se impone el uso del concepto de probabilidad slo

    cuando se dispone de informacin insuficiente?

  • 4. Problemas metodolgicos4.1. Qu es un indicador social?4.2. En qu consiste la relacin de confirmacin incluida en las pro

    posiciones de la forma e confirma a h?4.3. Cmo puede medirse el grado de confirmacin de una hiptesis,

    y cmo el de una teora (o sistema de hiptesis)?

    5. Problemas ontolgicos5.1. Qu es una ley social o natural?5.2. Qu es una propiedad a diferencia de un atributo o predicado?5.3. Qu teora del espaciotiempo es convalidada por la fsica actual?

    6. Problemas axiolgicos6.1. Qu papel desempean la valuacin y la preferencia en la activi

    dad cientfica?6.2. Cmo se definen los conceptos de valor cognoscitivo y de valor

    prctico?6.3. Es posible reconstruir la teora de la decisin empleando solamen

    te probabilidades objetivas y valores objetivos?

    7. Problemas ticos7.1. Qu relacin hay entre los valores cognoscitivos de la ciencia y

    los valores morales?7.2. La ciencia es ticamente neutral? Y la tcnica?7.3. Cul sera un cdigo moral mnimo para la comunidad cientfica?

    8. Problemas estticos8.1. La investigacin cientfica tiene valores estticos?8.2. Cundo se dice de una teora que es bella?8.3. En qu consiste el estilo de un investigador?

    Repito que la anterior no es sino una lista breve y casi al azar de problemas que debiera abordar una epistemologa viva, en contacto estrecho con la investigacin cientfica, y til tanto a la filosofa en general como a la ciencia y, a travs de sta, a la sociedad. No faltan los problemas ni las herramientas formales necesarios para abordarlos: falta slo la conciencia de que tales problemas existen y de que es preciso ocuparse de ellos en lugar de hacerlo en problemas bizantinos y aburridos.

  • 8. RAMAS DE LA NUEVA EPISTEMOLOGA

    La lista de problemas que antecede presupone una idea de la epistemologa que dista de la habitual: una epistemologa que consta de las siguientes ramas:

    a] Lgica de la ciencia, o investigacin de los problemas lgicos y metalgicos concernientes a la lgica requerida por la ciencia, as como a la estructura lgica de las teoras cientficas.

    b] Semntica de la ciencia, o investigacin (anlisis y sistematizacin) de los conceptos de referencia, representacin, contenido (o sentido), interpretacin, verdad, y afines, que se presentan en la investigacin cientfica o metacientfica.

    c] Teora del conocimiento cientfico a diferencia de otros tipos de conocimiento (tcnico, tecnolgico, artstico, moral, filosfico, etctera).

    d\ Metodologa de la ciencia, o estudio del mtodo general d la investigacin cientfica as como de los mtodos o tcnicas particulares de las ciencias particulares.

    e] Ontologa de la ciencia, o anlisis y sistematizacin de los supuestos y resultados ontolgicos (metafsicos) de la investigacin cientfica (p. ej., el postulado de legalidad).

    / ] Axiologa de la ciencia, o estudio del sistema de valores de la comunidad cientfica.

    g] Etica de la ciencia, o investigacin de las normas morales que cumplen o quiebran los investigadores cientficos.

    K\ Esttica de la ciencia, o estudio de los valores y cnones estticos de la investigacin cientfica.

    Esta concepcin de la epistemologa es mucho ms amplia que la habitual, que se reduce a las cuatro primeras ramas. Por lo tanto tambin es mucho ms ambiciosa, y, al serlo, reclama un esfuerzo no slo de numerosos investigadores, sino tambin de equipos de estudiosos, ya que ningn individuo puede hacerlo todo.

    9. EPISTEMOLOGAS REGIONALES

    En el pargrafo anterior hemos distinguido ocho ramas de la epistemologa atendiendo a la vertiente filosfica de sta: cada rama era una parte de uno de los captulos de la filosofa. Si en cambio enfocamos filosficamente una clasificacin cualquiera de las ciencias, obtendremos tantas ramas de

  • la epistemologa como ciencias figuren en dicha clasificacin. Por comodidad distinguiremos solamente las siguientes ramas de la ciencia y, para ayudar a la comprensin, mencionaremos algunos problemas que caracterizan a las epistemologas correspondientes.

    1. Filosofa de la lgica. Qu es una proposicin, a diferencia de los enunciados que las designan? Basta en las ciencias fcticas el concepto de cuantificador existencial para caracterizar la existencia fsica?

    2. Filosofa de la matemtica. En qu consiste la existencia de un objeto matemtico? Qu relacin hay entre la matemtica y la realidad?

    3. Filosofa de la fsica. De qu tratan las teoras relativistas: de metros y relojes, o de sistemas fsicos en general? La mecnica cuntica robustece el indeterminismo?

    4 . Filosofa d la qumica. La qumica posee leyes propias o son todas ellas reductibles a la fsica? Lo qumico constituye un nivel de la realidad distinto de lo fsico?

    5. Filosofa de la biologa. La biologa se distingue de las dems ciencias por sus tcnicas peculiares o por la manera misma de enfocar y entender los fenmenos vitales? Los biosistemas no son sino sistemas qumicos heterogneos, o tienen propiedades emergentes que la qumica no estudia?

    6. Filosofa de la psicologa. Qu es la mente: una sustancia sui generis, o un conjunto de funciones cerebrales? Qu relacin hay entre los sucesos mentales y sus indicadores fisiolgicos y conductuales?

    7. Filosofa de las ciencias sociales. Qu es una sociedad: un conjunto de individuos, una totalidad opaca al anlisis, o un sistema de personas interactuantes? Lo social se reduce a lo biolgico, y por consiguiente la sociologa puede explicarse por la biologa?

    8. Filosofa d la tecnologa. Cules son los rasgos peculiares del objeto tcnico a diferencia del natural? En qu se diferencia el conocimiento tecnolgico respecto del cientfico?

    9. Filosofa de las teoras de sistemas. En qu se distinguen las teoras generales de sistemas de las teoras cientficas especiales? Bastan estas teoras para entender o controlar sistemas reales?

    Por el momento bastarn los problemas formulados anteriormente para dar una idea esquemtica de lo que puede ser la nueva epistemologa que preconizamos. En los captulos que siguen tendremos ocasin de tratar de ellos con algn detenimiento. Terminemos esta introduccin con una breve reflexin sobre la utilidad que puede tener esta nueva epistemologa.

  • 10. UTILIDAD DE LA NUEVA EPISTEMOLOGA

    El filsofo de la ciencia alejado de la problemtica cientfica de su tiempo puede ser til estudiando algunas ideas cientficas del pasado. El episte- mlogo atento a la ciencia de su tiempo puede ser an ms til, ya que puede participar del desarrollo cientfico, aunque sea indirectamente, al contribuir a cambiar positivamente el trasfondo filosfico de la investigacin as como de la poltica de la ciencia. En particular, el epistemlogo casado con la ciencia y con las herramientas formales de la filosofa contempornea puede hacer contribuciones de los tipos siguientes:

    a] Desenterrar los supuestos filosfios (en particular semnticos, gno- seolgicos y ontolgicos) de planes, mtodos o resultados de investigaciones cientficas de actualidad.

    b] Dilucidar y sistematizar conceptos filosficos que se emplean en diversas ciencias, tales como los de objeto fsico, sistema qumico, sistema social, tiempo, causalidad, azar, prueba, confirmacin y explicacin.

    c] Ayudar a resolver problemas cientfico-filosficos, tales como el de si la vida se distingue por la teleonoma y la psique por la inespacialidad.

    d\ Reconstruir teoras cientficas de manera axiomtica, aprovechando la ocasin para poner al descubierto sus supuestos filosficos.

    e] Participar en las discusiones sobre la naturaleza y el valor de la ciencia pura y aplicada, ayudando a aclarar las ideas al respecto e incluso a elaborar polticas culturales.

    f \ Servir de modelo a otras ramas de la filosofa -n particular la on- tologa y la tica- que podran beneficiarse de un contacto ms estrecho con las tcnicas formales y con las ciencias.

    Pero ya basta de preparativos y propaganda: pongamos manos a la obra.

  • 2. QU ES Y A QU PUEDE APLICARSE EL MTODO CIENTFICO?

    Nadie duda ya del xito sensacional del mtodo cientfico en las ciencias ' naturales ."Pero no Toaos concuerdai^nTo'queese l mtodo cientfico. Ni todos creen que el mtodo cientfico pueda estirar su brazo ms all de su cuna, la ciencia de la naturaleza.

    Interesa, pues, examinar ambos problemas, tanto ms por cuanto estn ntimamente relacionados. En efecto, si se concibe el mtodo cientfico en sentido estrecho, identificndolo con el mtodo experimental, entonces su alcance queda limitado automtica y radicalmente. En cambio, si se lo concibe en sentido amplio, su dominio de aplicabilidad queda correspondientemente ampliado.

    Conviene proceder peridicamente a exmenes de la naturaleza y del alcance del mtodo cientfico, ya que ste ha ido variando en el curso de su brevsima historia de tres siglos y medio. El examen que se presenta a continuacin no es el primero ni ser el ltimo: hay problemas que se replantean cada tanto y. cada vez que se hace, se resuelven de manera algo distinta. ste es uno de ellos.

    1. DE LOS ORGENES A LA ACTUALIDAD

    Un mtodo es un procedimiento resular. explcito y repetible vara lograr q/go^sea material sea'cnceptual.

    La deade mtodo es antigua, la de mtodo general -aplicable a un vasto conjunto de operaciones- lo es menos. Parece surgir, como muchas otras ideas de extrema generalidad, en el perodo clsico griego. Se recuerda, en particular, el mtodo de Arqumedes para calcular reas de figuras planas de frontera curva.

    Pero el concepto general de mtodo no se consolida y populariza hasta comienzos del siglo xvii, al nacer la ciencia moderna. Los primeros pensadores modernos de gran estatura e influencia que propugnan la adopcin de mtodos generales para lograr avances en el conocimiento son Bacon y Descartes.

  • IT"* _Para Bacon el mtodo cientfico es un conjunto de reglas para observar

    fen0me.np.s_e inferir conclusiones a partir i todo de Bacon es, puesfeF Je Bacon eran sencillas apunto tal que cualquiera que no fuese un deficiente mental poda aprenderlas y aplicarlas. Eran tambin infalibles: bastaba aplicarlas para hacer avanzar a la ciencia.

    Naturalmente, ni Bacon ni ningn otro lograron jams contribuir a la ciencia usando los cnones inductivos -ni los de Bacon ni los de Mili ni de ningn otro. Sin embargo, la idea de que existe tal mtodo, y de que su aplicacin no requiere talento ni una larga preparacin previa, es tan atractiva que todava hay quienes creen en su eficacia. Esta creencia acrtica suele ser tan acendrada que quienes la sustentan no se preguntan si posee un soporte inductivo. La llamaremos metodolatra. ^ Qgjj

    Descartes, que a diferencia de Bacon era un matemtico y cientfico de primera lnea, no crea en la induccin sino en el anlisis y la deduccin. A la par que BacorTxag&raBa^aTfflpSrtMaa^eT^raperSEa OTSnam e ignoraba la experimentacin y la existencia de teoras, en particular de teoras matemticas. Descartes menospreciaba la experiencia.. En efecto, para Descartes se deba poder partir de principios supremos, de naturaleza metafsica y aun teolgica, para obtener de ellos verdades matemticas y verdades acerca de la naturaleza y del hombre. f jp ?

    I .eihniz en las postrimeras del siglo xvn, se quejaba de que el mtodo de Descartes serva tan slo una vez que se haban hallado las verdades primeras. Yjpeda que, al mtodo del anlisis, se agregara el mtodo de la invencin, o a rs invemenai; ae e sas ver^des i^ ia le s .Por supuesto que mT^ftmz'nnSTgim^ofro'ieron capaces de inventar un mtodo de la invencin. Ello no obsta para que, de vez en cuando, aparezca algn filsofo ingenuo que hable acerca de las grandes virtudes del arte de la invencin. Tambin sta es una forma de metodolatra. | j

    La ciencia natural moderna nace al margen de estas fantasas filosficas. Su padre, Galileo, no se conforma Con la observacin pura (tericamente neutra) ni con la conjetura arbitraria. Galileo propone hiptesis y las' J MiiMPiiwi nfi Vir 'i'ni't'ipone aja.am eba experimental.-Funda as la dinmica moderna, primera fase de la ciencia moderna. Galileo se interesa vivamente por problemas metodolgicos, gnoseolgicos y ontolgicos: es un cientfico y un filsofo y, por aadidura, un ingeniero y un artista del lenguaje. Pero no pierde su tiempo proponiendo cnones metodolgicos. Galileo engendra el mtodo cientfico moderno pero no enuncia sus pasos ni hace propaganda por l. Acaso porque sabe que el mtodo de una investigacin es parte de dsta, no algo que pueda desprenderse de ella.

  • Desde Galileo se han introducido varias modificaciones al mtodo cientfico. Una de ellas es el control estadstico de los datos. Ya no se toman todos los datos por buenos: corregimos la experiencia, adoptando promedios o medianas y eliminando los datos que parecen irrazonables (en particular los que se desvan ms de tres desviaciones cuadrticas medias).

    Y, a la par que nos hemos vuelto ms intolerantes o exigentes para con los datos empricos, nos hemos vuelto ms tolerantes para con las teoras. Esto se debe a que las teoras se han tomado ms refinadas y por lo tanto ms difciles de contrastar empricamente. Pinsese en una teora de campo, cuya confirmacin precisa exigira una infinidad no numerable de mediciones. Pero ste ya es tema de otro pargrafo.

    2. CONTRASTABILIDAD EMPRICA Y TERICA

    La ciencia pura y la aplicada han llegado a un punto tal que las teoras son tan complicadas que es difcil refutarlas, y las observaciones tan cargadas de teoras que no es fcil determinar qu confirman o refutan. Hace tres siglos, cuando las teoras y los experimentos eran relativamente sencillos, rara vez se dudaba de si un dato emprico confirmaba o refutaba una teora. En la actualidad son cada vez ms numerosas las ocasiones en que no podemos estar seguros de un dato experimental o, si lo estamos, no podemos estar seguros de si confirma o refuta una hiptesis.

    En la literatura cientfica y tecnolgica contempornea se leen con frecuencia creciente frases tales como:

    Si el dato e se confirmara, debilitara la hiptesis h.El dato e parece robustecer a la hiptesis h. El dato e no es concluyente respecto de la hiptesis h. Segn la hiptesis h, el dato e no puede ser cierto.

    Por ejemplo, segn la teora einsteiniana de la gravitacin, debiera haber ondas gravitatorias; pero stas an no han sido detectadas con certeza. Y segn la teora de los quarks, las partculas llamadas elementales estn compuestas de subpartculas; pero stas no han sido observadas todava. En estos casos se recurre a las comprobaciones indirectas, que nunca son concluyentes.

    Ninguna de las epistemologas existentes hace frente a estas dificultades. Tanto los inductivistas (como Camap) como los deductivistas (como

  • Popper) creen que los datos empricos son inequvocos, nunca ambiguos, y que todas las teoras deben poder contrastarse directamente con datos empricos. Estos esquemas metodolgicos son, pues, demasiado simples para ser verdaderos. Los avances de la ciencia nos obligan a descartarlos y a revisar, en primer lugar, el concepto mismo de contrastabilidad (testability). En efecto, ste es el ncleo de la cientificidad -permtaseme el neologismo- yaque una idea puede considerarse cientfica slo ses objetivamente contrastable

    ;. (Veremos''aentro de un mmeSt pf qu'sta es una condicin necesaria pero no suficiente.)

    Ahora bien: hemos visto hace un rato que no toda hiptesis o teora cientfica puede contrastarse directamente con datos empricos. (Por ejemplo, todava no hay manera de contrastar directamente la termodinmica relativista, y sin embargo le tenemos confianza porque constituye una generalizacin que involucra dos teoras aceptables, la termodinmica clsica y la teora especial de la relatividad.) Debemos pues distinguir dos tipos de contrastabilidad: directa e indirecta. En rigor debemos empezar de ms atrs, como lo sugiere el cuadro sinptico siguiente.

    Una hiptesis (o una teora) se dir empricamente contrastable cuan-

    ideas cientficas y puede ser examinada pblicamente.)Pero las hiptesis y teoras empricamente contrastables pueden serlo

    directa o indirectamente, y ello segn los medios de que se valga el experimentador. Por ejemplo, una distancia podr medirse, en algunos casos, directamente, pero en los ms ser preciso usar frmulas geomtricas. En este segundo caso, que es hoy da el ms frecuente, se hablar de contrastabilidad emprica indirecta o con ayuda de teoras.

    En cambio, una hiptesis o teora se dir tericamente contrastable cuando se la pueda comparar con hiptesis o teoras empricamente contrastables. Por ejemplo, la aceleracin de la gravedad en un lugar puede calcularse con ayuda de la teora de la gravitacin y de datos acerca de la

    Hiptesis o <

    teoras

    ' Contrastables

    Incontrastables

    (A su vez, una experiencia controlada est seada con ayuda de otras

  • distribucin de la materia en el cuerpo celeste de que se trate. Y semejante resultado terico puede contrastarse en forma indirecta midiendo la longitud y el perodo de oscilacin de un pndulo, gracias a una frmula de la teora del pndulo. Esta segunda teora sirve entonces de puente entre la teora de la gravitacin y los datos empricos.

    Hasta ahora hemos tratado las hiptesis y las teoras en un pie de igualdad. En rigor, lo que vale para las primeras puede no valer para las segundas, ya que stas no son proposiciones sino conjuntos infinitos de proposiciones. (Recurdese que la ecuacin de la lnea recta, por ejemplo, resume una infinidad no numerable de proposiciones.) Mientras las hiptesis deben enriquecerse con datos para poder ser contrastadas, las teoras deben ser enriquecidas con datos y con hiptesis adicionales. Por ejemplo, para poner a prueba una teora mecnica es preciso aadirle hiptesis sobre la composicin del sistema de inters, las fuerzas actuantes entre y sobre sus componentes, etc. Al ser enriquecidas de esta manera, las teoras dejan de ser completamente generales y en cambio aumenta su contrastabilidad, porque se toman capaces de formular predicciones precisas. La ley es, pues: A mayor generalidad menor contrastabilidad, y viceversa.

    Desde luego, esto sucede solamente con las teoras cientficas. Por ejemplo, por ms datos que se tenga acerca de un sujeto, el psicoanlisis no le permitir a uno predecir su conducta. Hay, pues, una diferencia radical entre las teoras que pueden y las que no pueden someterse a comprobacin emprica. Si una teora no puede enriquecerse con hiptesis subsidiarias y con datos, hasta convertirse en una teora contrastable, entonces no es una teora cientfica. En dos palabras, Cientfica => Contrastable.

    O sea, para que una idea sea considerada cientfica es necesario que sea contrastable. Es necesario pero no suficiente. En efecto, una idea puede ser contrastable y sin embargo incompatible con el grueso del conocimiento cientfico. En tal caso no la aceptaremos como cientfica. Es el caso de la

    gastrologa, de la homeopata y de algunas otras seudociencias: es fcil re- futarlas empricamente, pero ndlSTconsideramos cientfficaSporcpeson m- compaSbKT^n^conocimiento cientfico. Esto sugiere la siguiente particin de las teoras que an no han sido contrastadas, sea emprica, sea tericamente:

  • t " Compatible con el grueso del conocimientoContrastables < (cientficas)Incontrastadas .. Incompatibles No cientficasIncontrastablesEn resumen: Cientfica Contrastable & Compatible con el grueso del

    conocimiento. La lnea que divide a las hiptesis y teoras cientficas de las no cientficas no es, pues, la contrastabilidad por s sola, sino la contrastabilidad unida a la compatibilidad con el grueso del conocimiento cientfico. Creo que ste es uno de los resultados ms importantes de la metodologa cientfica reciente. Tiene importancia no slo terica sino tambin prctica porque, al permitimos distinguir la ciencia de la no ciencia, nos da un criterio para evaluar proyectos de investigacin y, con ello, un criterio para saber si debemos o no apoyarlos. Esto muestra una vez ms que

    3. FORMULACIN ACTUALIZADA DEL MTODO CIENTFICO

    Toda investigacin, de cualquier tipo que sea, se propone resolver un conjunto de problemas. Si el investigador no tiene una idea clara de sus problemas, o si no se mue de los conocimientos necesarios para abordarlos, o si propone soluciones pero no las pone a prueba, decimos que no emplea el mtodo cientfico. Es el caso del fantasista y del charlatn, que adoptan o propalan ciertas creencias sin averiguar si son contrastables y compatibles con el saber cientfico del da.

    Decimos en camhiq^iue^unainyestigacin. (de un conjunto de proble- mas) procede con arre2 lo al mtodo cientfico si cumple o. al menos, se piaBQaexumpltf4assiament&sjetafia&:

    1] Descubrimiento del problema o laguna en un conjunto de conocimientos. Si el problema no est enunciado con claridad, se pasa a la etapa siguiente; si lo est, a la subsiguiente.

    2] Planteo preciso del problema, en lo posible en trminos matemti-

  • eos, aunque no necesariamente cuantitativos. O bien replanteo de un viejo problema a la luz de nuevos conocimientos (empricos o tericos, sustantivos o metodolgicos).

    3] Bsqueda de conocimientos o instrumentos relevantes al problema (p. ej., datos empricos, teoras, aparatos de medicin, tcnicas de clculo o de medicin). O sea, inspeccin de lo conocido para ver si puede resolver el problema.

    4] Tentativa de solucin del problema con ayuda de los medios identificados. Si este intento falla, psese a la etapa siguiente; si no, a la subsiguiente.

    5] Invencin de nuevas ideas (hiptesis, teoras o tcnicas) o produccin de nuevos datos empricos que prometan resolver el problema.

    / ] Obtencin de una solucin (exacta o aproximada) del problema con ayuda del instrumental conceptual o emprico disponible.

    7] Investigacin de las consecuencias de la solucin obtenida. Si se trata de una teora, bsqueda de predicciones que puedan hacerse con su ayuda. Si se trata de nuevos datos, examen de las consecuencias que puedan tener para las teoras relevantes.

    8] Puesta a prueba (contrastacin) de la solucin : confrontacin de sta con la totalidad de las teoras y de la informacin emprica pertinente. Si el resultado es satisfactorio, la investigacin se da por concluida hasta nuevo aviso. Si no, se pasa a la etapa siguiente.

    9] Correccin de las hiptesis, teoras, procedimientos o datos empleados en la obtencin de la solucin incorrecta. ste es, por supuesto, el comienzo de un nuevo ciclo de investigacin.

    Obsrvese que ninguna de estas reglas es lo suficientemente especfica y precisa para permitir, por s sola, ejecutar el paso correspondiente en la investigacin. (Para comprobar esta aseveracin intntese programar una computadora para resolver un problema cientfico con el solo auxilio de las reglas que hemos enunciado.) Para llevar adelante una investigacin es menester entrar en materia, o sea, apropiarse de ciertos conocimientos, advertir qu se ignora, escoger qu se quiere averiguar, planear la manera de hacerlo, etc. El mtodo cientfico no suple a estos conocimientos, decisiones, planes, etc., sino que ayuda a ordenarlos, precisarlos y enriquecerlos. El mtodo forma, no informa. Es una actitud ms que un conjunto de reglas para resolver problemas. Tanto es as, que la mejor manera de aprender a plantear v resolver problemas cientficos no es estudiar un manu^ dF^eXodoeg*a-S&riJ:o por algn iiI^for*sin o^ tod i^ e4 iS t^ ^ ar^ igm as o modelos~de. investigacin ^xit(^aT@Enr 1970).

  • Un par de ejemplos ayudarn a comprender el esquema que se acaba de presentar. Se trata de clases de problemas tpicos, aunque de ningn modo agotan la familia de tipos de problemas cientficos o filosficos. Los ejemplos quedan consignados en el cuadro siguiente. Se invita al lector a confeccionar sus propios cuadros sobre la base de su experiencia personal.

    Paso Problema emprico tpico: medir Problema terico tpico: explicar

    1 Canto mide X? Cmo se explica queX mida xl

    2 Cul es el valor medido de X con error menor que el

    De qu premisas se sigue que X vale x ?

    3 Qu dispositivo(s) experimental(es) Y permite(n) medir X con error menor que e l

    Qu teora(s) Z, hiptesis subsidiarais) h y dato(s) d implican que X vale x l

    4 Qu valor(es) de X arroja una operacin de medicin efectuada con ayuda de y?

    Si Y no es adecuado, dse el paso siguiente; de lo contrario psese a (6).

    Cunto vale X segn Z, h y d i Si el resultado no puede obtenerse o resulta inverosmil, dse el paso siguiente; de lo contrario psese a (6).

    5 Qu nueva tcnica Y permite medir X con error menor que el

    Qu nueva teora Z , enriquecida con hiptesis h y dato(s) d puede implicar que X vale x l

    6 Qu resultado(s) arroja la aplicacin de Y a la medicin de X?

    Cunto vale X segn Z, h y dl

    7 Qu implica o sugiere este resultado?

    8 Cmo se puede corroborar este resultado independientemente (con otras tcnicas)?

    Cmo se puede corroborar este resultado independientemente (con otros mtodos de clculo)?

    9 El nuevo resultado es ms o menos preciso y verosmil que los resultados obtenidos por otras vas?

    10 Si el resultado es insatisfactorio, qu hay que cambiar en Y l

    Si el resultado es insatisfactorio, qu hay que cambiar en Z , h o d 1

  • 4. APLICACIN DEL MTODO CIENTFICO EN LAS CIENCIAS SOCIALES

    Los primeros en emplear el mtodo cientfico en 1 ron los economistas, nace de esto ya mas de un cientficos, tales como Marx, Cmty W ras~~Iejos de limitarse a juntar datos o a enunciar hiptesis especulativas, formularon modelos precisos, recogieron datos relevantes a dichos modelos, y formularon predicciones que, a la larga, permitieron evaluar dichos modelos. El que dichos modelos hayan sido toscos no impide que hayan sido concebidos y utilizados de manera cientfica. Tanto lo fueron, que los economistas posteriores pudieron utilizar esa experiencia para formular y aplicar modelos mejores en algunos respectos aunque, desde luego, siempre imperfectos.

    A finales de siglo empezaron a sumarse a las filas de la comunidad cientfica losjocilogos, psiclogos sociales, politlogos, antroplogos, ge- grafos^sociales y otros. Ms tarde se incorporaron los historiadore,s e^_cojop- mcs insociales, as como los lingistas. Hoy da no hay rama de las ciencias sociales que no est algo adentrada en el terreno cientfico, ni ninguna que haya dejado de avanzar en esa direccin. En todas ellas se formulan modelos tericos, a menudo matemticos, y se los discute a la luz de datos empricos, que a veces son resultados de experimentos propiamente dichos. Es cierto que todava hay mucha especulacin incontrolada por la investigacin emprica, as como mucha recoleccin ciega de datos, pero existe una conciencia cada vez ms clara de que ni una ni otra son actividades propiamente cientficas, sino a lo sumo protocientficas, y existe el afn de avanzar ms all de ambas.

    Las ciencias sociales han sufrido, pues, una revolucin en el curso del ltimo siglo. Esta revolucin fue inspirada primero por la filosofa positivista, luego por la marxista. Y fue resistida por los filsofos idealistas y kantianos, quienes afirmaban dogmticamente que es imposible estudiar al hombre al modo en que se estudia una roca o un animal. Hoy da quedan filsofos enemigos del proceso de cientifizacin de las ciencias sociales -en particular los positivistas enemigos de las teoras, los marxistas dogmticos enemigos de cuanto no est escrito en los clsicos del siglo pasado, y naturalmente los filsofos del lenguaje ordinario, fenomenlogos, herme- nuticos y existencialistas. Pero ya estn a la defensiva y tienen cada vez menos partidarios entre los cientficos sociales.

    as ciencias sociales Jcue- sigiTTEos^ecoomistas

  • 5. EJEMPLO: SOCIOLOGA DE LA IDEOLOGA

    No viene al caso enumerar los xitos de las ciencias sociales, sobre todo porque son ms bien modestos, como lo fueron los primeros xitos de la fsica cientfica durante el siglo x v i i . Ser ms fructfero examinar un caso particular: el de la conversin de una hiptesis ideolgica, audaz pero infundada, en una hiptesis cientfica, modesta pero fundada. Consideremos las hiptesis de las formas La mayora de los votos de izquierda son de obreros, La mayora de los votos de derecha son de burgueses, y Lamayo- ra de los votos de centro son de pequeos burgueses. (Cf. Boudon, 1967.)

    Estas afirmaciones, que son premisas intocables para el idelogo, son problemticas para el cientfico social. Ante todo cmo se caracterizan las clases sociales mencionadas en las hiptesis en cuestin? Por ocupacin, por ingreso, por participacin en la toma de decisiones? Y cmo se caracterizan los conceptos de izquierda, derecha y centro, sobre todo en la actualidad, cuando hay izquierdas que usan mtodos fascistas, y derechas, mtodos populistas? Supongamos que el socilogo logre responder la primera pregunta (acerca de las clases sociales) y que el potlogo se las arregle con la segunda (acerca de las tendencias polticas). Acaso tengan que recurrir a nuevas categoras, reformulando las hiptesis iniciales con ayuda de estas nuevas categoras. En todo caso supongamos ya resuelto el problema conceptual previo de la reformulacin precisa de las hiptesis iniciales. La forma general de stas ser ahora

    El grupo social G de la comunidad S tiende a creer en C,

    donde G y C son ahora conceptos bien claros. En cambio, el trmino tiende es an impreciso: no es un trmino tcnico sino del lenguaje ordinario. Pero no es irremediablemente oscuro: podemos domesticarlo, y lo lograremos en el proceso de explicitar nuestra hiptesis.

    Supongamos pues elegido nuestro universo del discurso, que es la comunidad S. Dividmoslo de dos maneras: por circunscripciones electorales (o dicesis, o distritos de otro tipo) y en grupos sociales, tales como obreros industriales, obreros agrcolas, obreros de servicios, empleados, etc. Llamemos G al grupo social incluido en la sociedad S, cuya creencia C nos interesa investigar. El resto de la sociedad ser el complemento de G en S, o sea, G. Si el nmero de zonas (electorales o de otro tipo) en que se ha dividido el territorio que ocupa S es n, tendremos que S es la unin de las n poblaciones S de dichos distritos. Anlogamente, el grupo social G es la unin de los n subconjuntos G de G que habitan dichos distritos.

  • En resumen, se tiene

    S U S , G = U Gj , donde G c S= 1 i= 1

    Supongamos ahora que tenemos manera de determinar si una persona cualquiera de la sociedad S sustenta la creencia C. O sea, supongamos resuelto el problema metodolgico de encontrar uno o ms indicadores fidedignos de creencias (polticas, religiosas o de otro tipo). En el caso de creencias polticas en una sociedad democrtica se recurrir a las elecciones para determinar la distribucin de las convicciones polticas. En otros casos el problema ser ms difcil, pero soluble aunque sea en forma aproximada.

    Llamemos y a la fraccin de los individuos que habitan el i-simo distrito y creen en C. (Por ejemplo, y puede ser el nmero de cristianos que habitan la zona S.) Segn la hiptesis inicial, este nmero y es tanto mayor cuanto ms voluminosa es la fraccin x de los habitantes de la misma zona S que pertenecen al grupo social G.

    Hemos adelantado algo en precisin pero nuestra hiptesis contiene una expresin imprecisa tomada del lenguaje ordinario, a saber, y es tanto mayor cuanto ms grande es x \ Esta expresin designa dos ideas bien diferentes: a] hay una correlacin estadstica positiva entre los valores de x y los ty \ b \x e y estn relacionadas funcionalmente entre s y, ms an, la funcin que las relaciona es creciente. Nuestra hiptesis se desdobla entonces. Para decidir entre ambas necesitamos datos empricos.

    Los datos pertinentes a nuestras hiptesis pueden provenir de censos, de registros eclesisticos, de elecciones, o aun de investigaciones empricas ad hoc que ser menester producir con ayuda de indicadores fidedignos. Supongamos que el conjunto de datos empricos sea una nube de puntos en el plano x-y. Tpicamente esta nube exhibir una dispersin considerable, pero aplicndole ciertas tcnicas estadsticas ser posible descubrir la tendencia general o lnea de regresin en tomo a la cual se agolpan los puntos empricos.

    La hiptesis ms simple, y por esto sospechosa, es que dicha lnea de regresin es una recta de pendiente a que corta al eje de las y en el punto b. O sea,

    H l y = ax + b para todo 1 < i < n

    Hay dos posibilidades: H l concuerda satisfactoriamente con los datos, o no se compagina con ellos. Supongamos lo primero, aunque es impro

  • bable. No por ello daremos por terminada nuestra investigacin. Por lo pronto tenemos el problema de que los coeficientes que figuran en H \ son nmeros sin ningn significado sociolgico. Tratemos de drselo.

    Una posibilidad es sta: atribuir a todos los individuos una propensin a sostener la creencia C en cuestin. Ms an, podemos suponer (en primera aproximacin) que esta propensin no depende de la zona y depende tan slo del grupo social a que pertenezca. Si el individuo pertenece al grupo social G de inters, le atribuimos la propensinp , un nmero comprendido entre 0 y 1; y si pertenece a cualquier otro grupo, o sea, si est en el complemento G, le atribuimos la propensin q, un nmero tambin comprendido entre 0 y 1 pero, segn la hiptesis ideolgica, menor que p. Ms an, suponemos quep y q son probabilidades (condicionales), esto es, nmeros que satisfacen los axiomas del clculo de probabilidades. En resumen, postulamos

    H2 y = px + q ( l-x ) , donde 0 < p, q < 1

    y donde x es la fraccin de la poblacin del distrito S que pertenece al grupo G, y 1 - x es la fraccin de los que no pertenecen a G. Reordenando encontramos que la pendiente es a = p - q, mientras la ordenada en el origen es b = q. Los nmeros a y b han adquirido ahora una clara interpretacin psicosociolgica: a = p - q es la ventaja que otorga a C la pertenencia en el grupo social G, y b es la tendencia a creer en C cuando no se pertenece a G.

    La nueva hiptesis H2, ms profunda que H \ , nos ayudar an si resulta refutada por los datos, o sea, si stos muestran que la lnea de regresin no es una recta. En efecto, ahora podemos hacer nuevas hiptesis sobre las propensiones p y q. Si la tendencia general no es lineal, entonces podemos ensayar la hiptesis de que p y q, lejos de ser constantes, son a su vez funciones de alguna variable. Hay tres posibilidades: \ p y q son funciones de la densidad de los G en cada distrito (por ejemplo, cuantos ms obreros hay en una zona tanto mayor es su tendencia a votar por la izquierda); b] p y q son funciones del nmero de adeptos a C en cada distrito (o sea, la tendencia a creer en Ces tanto mayor cuantos ms creyentes hay en el distrito); c] p y q son funciones de una tercera variable por averiguar (por ejemplo, edad, sexo, escolaridad, o alguna otra). Para simplificar consideremos solamente los casos a] y b] y en ambos limitmonos al caso lineal, improbable pero simple.

    La conjetura de que las propensiones p y q son funciones lineales de la densidad de los G en cada distrito se formula as:

  • 46 INTRODUCCIN

    Pi = a xXi + bx , q, = a2x + b2

    Remplazando en H2 queda

    y = (ajx, + b ,) x, + (a2Xj + b2) (l-x )

    Reordenando obtenemos finalmente una parbola:

    H3 y i = (a^ - 0 2 ) x? + (bt + a2 - b2 ) x + b2 , 1 < i < n

    Si esta curva resulta ajustarse bien a los datos, la damos por verdadera hasta nuevo aviso. De lo contrario ensayamos la alternativa b\, o sea, ponemos

    p i = a1y + bl , q = a2y + b2

    de modo que

    y i = (,}' + bx) x, + (a2y + b2) (1-x,)

    En definitiva queda la curva de regresin llamada homogrfica:

    (*i - b2) x + b2m y i = ^ r -;------- , i < i < (a2 - aj) x + 1 - a2

    Si esta curva no se ajusta bien a los datos tendremos que ensayar algunas de las hiptesis comprendidas en la alternativa c], para lo cual deberemos comenzar por formularlas explcita y exactamente. Este proceso de invencin y contrastacin es, en principio, interminable. De hecho slo termina cuando se pierde inters por el problema. Esta es una caracterstica de la ciencia -sea social o natural, pura o aplicada- en contraste con la ideologa no cientfica.

    Lo que precede no pretende dar sino una vislumbre de las aplicaciones del mtodo cientfico a la investigacin de problemas que en el pasado estaban en manos, sea de filsofos, sea de idelogos. El interesado en averiguar cmo se hace ciencia social en la actualidad deber recurrir a la literatura original en la materia, y principalmente a las revistas especializadas de circulacin internacional. En este terreno, como en los dems, las

  • obras de divulgacin slo pueden dar una idea aproximada, y las obras sobre los mtodos de investigacin slo logran dar una idea an ms plida que la anterior.

    6. UNIVERSALIDAD DEL MTODO CIENTFICO

    El mtodo cientfico s aplica no slo en sociologa, politologa, psicologa social, economa, antropologa, y geografa humana, sino tambin en historia, particularmente en historia social y econmica. En todas estas reas se dispone ahora, no slo de conjeturas especulativas, sino de teoras propiamente dichas y, ms an, teoras contrastables y compatibles con el grueso de los conocimientos relevantes, que en este caso son de orden geogrfico, biolgico y psicolgico. Ms an, algunas de esas teoras -tales como las teoras de la movilidad social y de las redes de mercados- son de forma matemtica, y por lo tanto extremadamente sensibles a los datos empricos, lo que a su vez exige una mayor precisin a la investigacin emprica.

    En suma, el mtodojcientifico no se rompi cuando se lo estir para que abarcarajos problemas sociales. Tampoco se rompe si^elo^apiica a otras disciplinas, en particular las humansticas. Ya mencionamos el caso de la lingstica, que es tanto una ciencia social como una rama de las humanidades. Podemos agregar la filosofa: podemos hablar, en efecto, e filosofa cientfica. Desde luego que no se trata de instalar laboratorios de experimentacin filosfica: la filosofa es una disciplina terica, tanto como lo es la cosmologa fsica. En ninguno de los casos podemos emplear directamente el mtodo experimental. Pero tampoco tenemos por qu prescindir de la experiencia recogida en las ciencias experimentales. Al contrario, as como la cosmologa fsica debe ser compatible con la fsica, as tambin la filosofa debiera ser compatible con la ciencia y, de esta manera, quedar sujeta indirectamente al imperio del mtodo experimental, como lo exigieron filsofos tan dispares como Charles S. Peirce y Nicolai Hartmann.

    Incluso la ontologa (o metafsica o cosmologa filosfica) puede ser emprica de este modo indirecto. No realizaremos, claro est, experimentos ontolgicos; pero s exigiremos que nuestras teoras ontolgicas estn de acuerdo con nuestras teoras cientficas. (Cf. Bunge, 1977, 1979.) No se trata de la fcil compatibilidad de teoras que no tienen nada que ver entre s, como podra ser el caso de una teora astrofsica y una teora sociolgica. El acuerdo que exigimos exista entre la filosofa y la ciencia es ms

  • exigente: pedimos que las teoras filosficas sean contrastables o comprobables, as sea indirectamente.

    Por ejemplo, para que una teora filosfica (extremadamente general) acerca del cambio pueda ser considerada cientfica, no slo deber ser de una claridad prstina, esto es, estar formulada en lenguaje matemtico. Tambin deber ser una suerte de generalizacin de teoras cientficas particulares. Si en efecto lo es, entonces deber implicar a estas teoras cuando se la enriquezca con hiptesis particulares. Para decirlo con mxima concisin: F ,H \C, donde F designa una teora filosfica, Zf una hiptesis subsidiaria, y 'C una teora cientfica. En resumen, la filosofa cientfica es la que cumple con las condiciones de compatibilidad y contrastabilidad que caracterizan a la ciencia. La diferencia entre filosofa y ciencia, cuando la hay, es de generalidad o de referencia: la filosofa es mximamente general y a veces se refiere a la ciencia (en cuyo caso se llama epistemologa).

    7. CONCLUSIONES

    El hombre ha inventado multitud de procedimientos para hacer de todo, desde naves espaciales hasta teoras sobre teoras. Algunos de esos procedimientos son regulares y han sido formulados explcitamente como otros tantos conjuntos de reglas. En tal caso suele llamrselos mtodos. Pero no toda actividad racional ha sido reglamentada. En particular, nadie ha hallado, ni acaso pueda hallar, mtodos (o conjuntos de reglas) para inventar cosas o ideas. La creacin original, a diferencia de las tareas rutinarias, no parece ser reglamentable. En particular, nohay mtodos (reglas) para inventar reglas (mtodos). Y recprocamente, el trabajo reglado, o a reglamento, no se distingue por su creatividad. Quienes creen lo contrario, o sea, que hay mtodos para todo, y que para hacer cualquier cosa es necesario y suficiente aprenderse los mtodos correspondientes, son metodlatras a quienes no se debe ninguna contribucin original obtenida usando los mtodos que preconizan.

    La manera de proceder caracterstica de la ciencia se ha dado en llamar el mtodo cientfico. El nombre es ambiguo. Por una parte es merecido porque tal mtodo existe y es eficaz. Por otro lado la expresin mtodo cientfico es engaosa, pues puede inducir a creer que consiste en un conjunto de recetas exhaustivas e infalibles que cualquiera puede manejar para inventar ideas y ponerlas a prueba. En verdad no hay tales recetas populares para

  • investigar. Lo que s hay es una estrategia de la investigacin cientfica. Hay tambin un sinnmero de tcticas o mtodos especiales caractersticos de las distintas ciencias y tecnologas particulares. Ninguna de estas tcticas es exhaustiva e infalible. No basta leerlas en un manual: hay que vivirlas para comprenderlas. Ni dan resultado todas las veces. El que resulten depende no slo de la tctica o mtodo sino tambin de la eleccin del problema, de los medios (conceptuales y empricos) disponibles y, en no menor medida, del talento del investigador^El mtodo no suple al talento sino^que,lo ayuda. La persona de talento c r e a ^

    La estrategia o mtodo general de la ciencia naci hace tres siglos y medio, se desarroll y no tiene miras de estancarse en su evolucin. Adems de desarrollarse, se expandi y sigue expandindose. Ya domina a las ciencias sociales y a la tecnologa, y est comenzando a presidir algunas zonas de la filosofa. El da en que el mtodo cientfico las domine a todas podremos hablar de filosofa cientfica, no ya como de un embrin, sino como de un organismo maduro.

    Enresumen, el mtodo cientfico no es tan milagroso como suelen creerlo sus entusiastas que slo lo conocen de odas, ni de tan corto alcance como quieren hacemos creer sus detractores. El mtodo rientifiro no es ni ms ni menos que la manera de hacer buena ciencia, natural o social, pura

    ; o aplicada, fornal o factica. Y esta manera puede adoptarse en campos que antes no eran cientficos pero que se caracterizan, al igual que la ciencia, por la bsqueda de pautas generales.

    Para terminar: puesto que el mtodo cientfico es la manera de conducir investigaciones cientficas, no puede aprenderse separadamente de stas. Se va dominando el mtodo -y acaso tambin modificndolo- a medida que se va haciendo investigacin original. Lo que s puede hacerse, una vez aprehendido -no simplemente aprendido en algn texto- es analizarlo. Este anlisis del mtodo cientfico es una parte importante aunque poco voluminosa de la filosofa de la ciencia o epistemologa. La mejor manera de efectuarlo es sobre la base de casos particulares tomados de la historia de la ciencia o, an mejor, de la ciencia contempornea.

  • II. FILOSOFA DE LAS CIENCIAS FORMALES

  • 3. NATURALEZA DE LOS OBJETOS CONCEPTUALES

    Entenderemos por objetos conceptuales los conceptos, proposiciones y teoras independientemente de sus presentaciones lingsticas, que son objetos concretos (escritos o hablados). Ejemplos: conjuntos, relaciones, funciones, hiptesis, teoremas, y concepciones de todo tipo.

    El problema de la naturaleza y modo de existencia de los Objetos de este gnero ha intrigado y apasionado a todos los filsofos desde la Antigedad clsica. Son bien conocidas las principales tesis filosficas al respecto:

    Platonismo. Los objetos conceptuales son seres ideales que existen de por s, independientemente del mundo fsico y en particular de los seres pensantes.

    V Nominalismo. Los objetos conceptuales forman un subconjunto de los objetos lingsticos. Son signos, y no existen sino como tales.

    Empirismo. Los objetos conceptuales son objetos mentales y existen al igual que las dems ideas, o sea, como sensaciones o imgenes.

    Cada una de estas doctrinas tiene sus virtudes y sus defectos. La virtud del platonismo es que no pone trabas a la creacin conceptual, en particular matemtica. En particular, no protesta contra las ideas generales ni lanza edictos contra la abstraccin. Sus defectos consisten en que: a] no da razn de la psicologa de la invencin (puesto que slo reconoce el descubrimiento o la captacin de entes pre-existentes; b] postula la existencia de formas (ideas) separadas de la materia y slo parcialmente accesibles a la experiencia.

    La virtud del nominalismo es que prescinde de la ficcin del reino platnico de las ideas autnomas y nos recuerda que aprehendemos los objetos conceptuales a travs del lenguaje. Sus defectos consisten en que: a\ confunde el objeto designado (p. ej., concepto) con el objeto designante (signo), transformando as la investigacin terica en una mera manipulacin arbitraria de smbolos; b] no nos permite teorizar sobre el infinito actual ni sobre el continuo, ambos tpicos de la matemtica moderna.

    Finalmente, la virtud del empirismo es que saca al objeto conceptual tanto del reino platnico de las ideas como de la tipografa, para instalarlo en la mente humana. Sus defectos son a] que es incapaz de dar razn de las ideas abstractas, en particular las estructuras matemticas tales como los grupos o los espacios topolgicos, que no se forman por refinamiento de

  • perceptos, y b] que, al igual que el nominalismo, no nos permite concebir infinitos actuales formados por funciones, nmeros, figuras, etctera. }

    Ninguna de las filosofas tradicionales de lo conceptual es, pues, satisfactoria. En este trabajo exploraremos una alternativa, que llamaremosmog,- rialismo conc^Mstayfccionista,^ c^ a ^ esS 'p m a ^ eTspB,'stas:

    \ Los objetos cracpfllales o sMSterTlesm meialsTn son signos, ni procesos cerebrales, ni sucesos que ocurren en una mente inmaterial. Son en cambio objetos que poseen una naturaleza peculiar e irreductible. sta es una primera tesis conceptualista.

    b] Los objetos conceptuales no existen como objetos materiales ni como objetos mentales y por lo tanto no estn sometidos a las leyes de unos u otros. Existen en la medida en que pertenecen a ciertos contextos (p. ej., teoras). Por ejemplo, el nmero 2 existe en matemtica pero no en mitologa, y Blanca Nieves existe en mitologa pero no en matemtica. sta es una segunda tesis conceptualista.

    c] La existencia conceptual, lejos de ser ideal (platonismo), material (nominalismo), o mental (empirismo), esfngida o convencional. Hacemos de cuenta que hay conjuntos, relaciones, funciones, nmeros, estructuras, proposiciones, teoras, hadas, brujas, etc. O sea, no slo inventamos los objetos conceptuales sino tambin su modo de existencia: pedimos, exigimos, estipulamos que existen en determinados contextos. sta es la tesis ficcionista.

    d] El concebir un objeto conceptual y asignarle existencia conceptual 1 (por decreto) son dos aspectos de un mismo proceso que se da en el cerebro de algn ser racional (humano, subhumano, o superhumano). Los objetos conceptuales no existen de por s ni son idnticos a los signos que los designan, ni se confunden con los pensamientos que los piensan. El teorema de Pitgoras y la leyenda de El Dorado, la funcin cuadrtica y el Pato Donald, tienen una existencia ficticia. Podemos imaginarlos o pensarlos y, el da que dejen de ser imaginables o pensables, dejarn de existir al modo en que dejo de existir Jpiter el da que desapareci el ltimo pagano. Para existir conceptualmente es necesario y suficiente que un objeto sea pensable

    JoFaJgunferTSonal dFca^gy*6soT^^ W W ^ ism a tm a lis ia dem fosofS^^K^feep^aliracQaceptolQgairqilproponemos.

    contmacn intentaremos justificar nuestras tesis.

  • 1. CONSTRUCTOS

    Por constructo u objeto conceptual entendemos una creacin mental (cerebral), aunque no un objeto mental o psquico tal como una percepcin, un recuerdo o una invencin. Distinguiremos cuatro clases bsicas de constructo: conceptos, proposiciones, contextos y teoras.

    Los conceptos son las unidades con que se construyen las proposiciones: son los tomos conceptuales. Por ejemplo, en la proposicin Los nmeros son constructos, los conceptos son: los nmeros (o el conjunto de todos los nmeros), son (o est incluido en), y constructos (o la categora de todos los constructos).

    Las proposiciones son los constructos que satisfacen algn clculo proposicional y que, por aadidura, pueden ser evaluados en lo que respecta a su grado de verdad, aun cuando de hecho no se disponga an de procedimientos para efectuar tal evaluacin en algunos casos.

    Un contexto es un conjunto de proposiciones formadas por conceptos con referentes comunes. Por ejemplo, el conjunto de las proposiciones referentes a los perros ovejeros es un contexto.

    Una teora es un contexto cerrado respecto de las operaciones lgicas. En otras palabras, una teora es un conjunto de proposiciones enlazadas lgicamente entre s y que poseen referentes en comn.

    Ejemplo: la teora de la evolucin por seleccin natural.En resumen, tenemos el siguiente cuadro sinptico o clasificacin:

    ^ Conceptos

    abiertos

    cerrados (teoras)\

    Desde el punto de vista matemtico un concepto es, sea un individuo (p. ej.,unpunto de una recta)., sea un conjunto (p. ej., una recta), sea una relacin (p. ej., la de interseccin de dos rectas). Las relaciones ms interesantes son las funciones. Una funcin es una relacin entre dos conjuntos, tal que a cada miembro del primero le corresponde uno del segundo.

    Distinguiremos dos clases de funciones: las proposicionales y las no preposicionales (p. ej. , numricas). Una funcin proposicional es una funcin cuyos valores (miembros del segundo conjunto) son proposiciones. Tambin se la llama pr