Brasil, alianza para la nueva economía global

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brasil LA FUERZA DE LA ESTABILIDAD. Lo que para la mayoría de los países ha sido una de las peores crisis de su historia, en Brasil puede quedar en una “pequeña marejada”. Gracias a la fortaleza económica y la solidez política de los últimos años, se ha convertido en un centro de atracción de inversiones. Páginas 2 y 3 MARCOS CAPUCCI UNA INVERSIÓN DE 11.000 MILLONES DE EUROS EDUCACIÓN Y DESIGUALDAD, ASIGNATURAS PENDIENTES juegos olímpicos retos El nuevo líder, visto de cerca 16.05.2010 “ESTAMOS CRECIENDO SOBRE BASES FIRMES” invertir en… entrevista GUIDO MANTEGA, MINISTRO DE ECONOMÍA

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LA FUERZA DE LA ESTABILIDAD. Lo que para la mayoría de los países ha sido una de las peorescrisis de su historia, en Brasil puede quedar en una “pequeña marejada”. Gracias a la fortaleza económicay la solidez política de los últimos años, se ha convertido en un centro de atracción de inversiones. Páginas 2 y 3

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UNA INVERSIÓN DE 11.000 MILLONES DE EUROS

EDUCACIÓN Y DESIGUALDAD, ASIGNATURAS PENDIENTES

juegos olímpicosretos

El nuevo líder, visto de cerca

16.05.2010

“ESTAMOS CRECIENDO SOBRE BASES FIRMES”

invertir en…

entrevista GUIDO MANTEGA, MINISTRO DE ECONOMÍA

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FRANCHO BARÓN

La reciente nominación por la revista Time del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, como el primero de

la lista de los hombres más influyen-tes del planeta es el puro reflejo de la fulgurante trayectoria de Brasil, un país cuya historia más reciente pa-rece inspirada en la biografía de su propio líder. Hace ya algún tiempo que Brasil y Lula son dos palabras in-disolubles: ambas se alimentan mu-tuamente de un magma compuesto de éxitos económicos y proyección mediática que ha ido extendiéndo-se de manera imparable a lo largo y ancho del mundo. Quizá por esta ra-zón, al ex tornero mecánico le gusta denominarse, de una manera algo mesiánica, “el hijo de Brasil”.

Ya pocos discuten que Brasil es uno de los países que mandarán en la escena internacional de los próxi-mos años, incluso más que varias de las potencias occidentales que han mantenido su hegemonía durante las últimas décadas. Según todos los pro-nósticos, junto a China, India y Esta-dos Unidos, el gigante sudamericano está destinado a marcar el paso de la economía mundial, a convertirse en una de las cinco economías más só-lidas y productivas del planeta. Con sus casi 192 millones de habitantes, el merecidamente denominado gigan-te sudamericano ejerce un liderazgo real en el subcontinente, tanto políti-co como económico. Brasil es la pri-mera economía de América Latina, y esta supremacía se asienta en unas sólidas finanzas que representan el 57% de la riqueza de la región.

Mientras la crisis financiera si-gue causando estragos en Europa y Estados Unidos, Sudamérica pa-rece vivir prácticamente ajena a la debacle. Tan sólo durante el primer semestre de 2009 se pudieron apre-ciar en Brasil las consecuencias del temporal económico, con cifras ne-gativas de crecimiento y una oleada

de despidos en el sector industrial. Lo que en aquel momento dejó ató-nitos a los brasileños fue la actitud serena de Lula, que insistía en que la crisis brasileña no alcanzaba el grado de “temporal”, sino que era más comparable con “una pequeña marejada”.

A principios de 2009, con me-dio mundo en quiebra y ante el estu-por de sus detractores, Lula decidió prestarle al Fondo Monetario In-ternacional (FMI) 10.000 millones de dólares. De esta manera, Brasil pasó a formar parte del selecto club de donantes de la institución finan-ciera y, por primera vez, el país suda -mericano dejaba claro con hechos que su peso específico en el mundo no debe ser subestimado.

DESPEGUE Brasil cerró el año con un levísimo crecimiento negativo (-0,2%), si bien las últimas proyecciones de los ana-listas difundidas por el Banco Cen-tral (BC) apuntan a un despegue de su economía de algo más del 6% en el ejercicio 2010. El Gobierno de Lula, algo menos optimista, cifra el pro-ducto interior bruto (PIB) de este año en algo más del 5%. El FMI bendice ambos datos y pronostica un ritmo de crecimiento intermedio del 5,5%. En todas las hipótesis, Brasil mantendría un PIB superior al 4% en 2011.

Sin embargo, estas alentadoras cifras no han evitado que algunas voces hayan lanzado recientemen-te un aviso para navegantes al Eje-cutivo brasileño, alertándole de los riesgos de un recalentamiento de su economía. Después de varios años de bonanza y dinero a espuertas, el riesgo ahora es que Brasil pueda mo-rir víctima de su propio éxito, alerta el FMI. Según el organismo, el país sudamericano debería tomar nota de experiencias pasadas y tener muy presente que los periodos de vacas gordas y crecimiento vertiginoso, si no se sabe frenar a tiempo, pueden dar paso a graves recesiones.

En el caso brasileño, varios de sus indicadores económicos comienzan a presentar síntomas inequívocos de recalentamiento: el real (la divisa brasileña) se mantiene desde hace más de un año en una situación de apreciación excesiva frente al dó-lar, según no pocos analistas. Has-ta ahora, un real fuerte ha servido para estimular el consumo a todos los niveles, pero también ha impac-tado negativamente en la balanza comercial. De hecho, el superávit co-mercial brasileño durante los cuatro primeros meses de este año ha caí-do en 4.500 millones de dólares, en comparación con el mismo periodo de 2009. Los mercados ya pronosti-can que en 2011 la divisa brasileña se tendrá que depreciar sensiblemente, siempre en el marco de una política cambiaria que estriba en una fluc-tuación estable del real frente al dó-lar. Esta ha sido una de las claves del éxito de la actual política monetaria brasileña, atribuible al ex presidente Fernando Henrique Cardoso.

La reciente decisión del Banco Central de subir el tipo de interés bá-sico hasta el 9,5% también trasluce la clara intención del Gobierno de fre-nar el acceso al crédito y, consecuen-temente, enfriar un poco la vorágine de consumo que vive Brasil. Durante 2009, los tipos no hicieron más que bajar con el objetivo de reactivar la demanda en plena crisis: Brasil optó por una política expansiva, centrada en medidas de estímulo al consumo y el aumento del gasto público en políticas sociales e infraestructuras que fortalecieran el tejido producti-vo. Fue una decisión acertada a tenor de los resultados, aunque, según el FMI, ha llegado la hora de cambiar de estrategia y ser más cautelosos. Los economistas del organismo fi-nanciero también apuntan a un ma-yor rigor fiscal como estrategia para minimizar los riesgos de que se pro-duzca un descalabro.

En cualquier caso, cuando se enu-meran los logros principales de Bra-

sil en los últimos siete años es indis-cutible que las cosas van muy bien: 12,4 millones de nuevos empleos, un índice de paro del 6,8% en 2009 y unas cuentas razonablemente sa-neadas con una previsión de deuda pública algo por encima del 40% del PIB en 2010 y, según el Gobierno, cercana al 28% en 2014. Más de 24 millones de brasileños han abando-nado la miseria y 31 millones han ac-cedido a lo que se denomina nueva clase media, que ya abarca a más del 53% de la población. Pese a ciertas presiones inflacionistas detectadas a principios de este año, Brasil regis-tra desde 2005 índices de inflación por debajo del 6% anual, garanti-zando de esta manera la estabilidad de los precios.

Mantener la inflación por deba-jo del 6% puede parece a priori una meta poco ambiciona, pero para nada lo es en un país donde hace poco más de dos décadas una hiperinflación desbocada sepultó una ya exigua ca-pacidad de consumo de las clases más pobres (en 1993, la inflación alcan-zó el 2.477%). No en vano, el país suda mericano obtuvo el año pasado el grado de inversión otorgado por las más acreditadas agencias de ca-lificación crediticia: Moody’s, Stan-dard & Poor’s y Fitch, una suerte de sello de garantía que se concede a los países que ofrecen seguridad a los capitales extranjeros. Esta com-binación de datos extraordinarios era prácticamente impensable hace tan sólo una década.

Según un estudio elaborado por la consultora AT Kearney con la opinión de ejecutivos de las principales com-pañías del mundo, Brasil es en este momento el cuarto país favorito para invertir. Por delante se sitúan China, EE UU e India, lo que deja patente una vez más el auge económico que durante los últimos años experimenta el denominado grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China). La crisis eco-nómica se ha convertido en el argu-mento perfecto de Lula para exigir la

En 2009, el país pasó a formar parte del selecto grupo de naciones donantes del Fondo Monetario Internacional

EN PORTADA2 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010

El Estado tranquiloBRASIL SE HA CONVERTIDO EN UN REMANSO DE SOLVENCIA INSTITUCIONAL EN SUDAMÉRICA. GANE QUIEN GANE LAS PRÓXIMAS ELECCIONES, LOS PROYECTOS DE CRECIMIENTO SE MANTENDRÁN

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FRANCHO BARÓN

La reciente nominación por la revista Time del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, como el primero de

la lista de los hombres más influyen-tes del planeta es el puro reflejo de la fulgurante trayectoria de Brasil, un país cuya historia más reciente pa-rece inspirada en la biografía de su propio líder. Hace ya algún tiempo que Brasil y Lula son dos palabras in-disolubles: ambas se alimentan mu-tuamente de un magma compuesto de éxitos económicos y proyección mediática que ha ido extendiéndo-se de manera imparable a lo largo y ancho del mundo. Quizá por esta ra-zón, al ex tornero mecánico le gusta denominarse, de una manera algo mesiánica, “el hijo de Brasil”.

Ya pocos discuten que Brasil es uno de los países que mandarán en la escena internacional de los próxi-mos años, incluso más que varias de las potencias occidentales que han mantenido su hegemonía durante las últimas décadas. Según todos los pro-nósticos, junto a China, India y Esta-dos Unidos, el gigante sudamericano está destinado a marcar el paso de la economía mundial, a convertirse en una de las cinco economías más só-lidas y productivas del planeta. Con sus casi 192 millones de habitantes, el merecidamente denominado gigan-te sudamericano ejerce un liderazgo real en el subcontinente, tanto políti-co como económico. Brasil es la pri-mera economía de América Latina, y esta supremacía se asienta en unas sólidas finanzas que representan el 57% de la riqueza de la región.

Mientras la crisis financiera si-gue causando estragos en Europa y Estados Unidos, Sudamérica pa-rece vivir prácticamente ajena a la debacle. Tan sólo durante el primer semestre de 2009 se pudieron apre-ciar en Brasil las consecuencias del temporal económico, con cifras ne-gativas de crecimiento y una oleada

de despidos en el sector industrial. Lo que en aquel momento dejó ató-nitos a los brasileños fue la actitud serena de Lula, que insistía en que la crisis brasileña no alcanzaba el grado de “temporal”, sino que era más comparable con “una pequeña marejada”.

A principios de 2009, con me-dio mundo en quiebra y ante el estu-por de sus detractores, Lula decidió prestarle al Fondo Monetario In-ternacional (FMI) 10.000 millones de dólares. De esta manera, Brasil pasó a formar parte del selecto club de donantes de la institución finan-ciera y, por primera vez, el país suda -mericano dejaba claro con hechos que su peso específico en el mundo no debe ser subestimado.

DESPEGUE Brasil cerró el año con un levísimo crecimiento negativo (-0,2%), si bien las últimas proyecciones de los ana-listas difundidas por el Banco Cen-tral (BC) apuntan a un despegue de su economía de algo más del 6% en el ejercicio 2010. El Gobierno de Lula, algo menos optimista, cifra el pro-ducto interior bruto (PIB) de este año en algo más del 5%. El FMI bendice ambos datos y pronostica un ritmo de crecimiento intermedio del 5,5%. En todas las hipótesis, Brasil mantendría un PIB superior al 4% en 2011.

Sin embargo, estas alentadoras cifras no han evitado que algunas voces hayan lanzado recientemen-te un aviso para navegantes al Eje-cutivo brasileño, alertándole de los riesgos de un recalentamiento de su economía. Después de varios años de bonanza y dinero a espuertas, el riesgo ahora es que Brasil pueda mo-rir víctima de su propio éxito, alerta el FMI. Según el organismo, el país sudamericano debería tomar nota de experiencias pasadas y tener muy presente que los periodos de vacas gordas y crecimiento vertiginoso, si no se sabe frenar a tiempo, pueden dar paso a graves recesiones.

En el caso brasileño, varios de sus indicadores económicos comienzan a presentar síntomas inequívocos de recalentamiento: el real (la divisa brasileña) se mantiene desde hace más de un año en una situación de apreciación excesiva frente al dó-lar, según no pocos analistas. Has-ta ahora, un real fuerte ha servido para estimular el consumo a todos los niveles, pero también ha impac-tado negativamente en la balanza comercial. De hecho, el superávit co-mercial brasileño durante los cuatro primeros meses de este año ha caí-do en 4.500 millones de dólares, en comparación con el mismo periodo de 2009. Los mercados ya pronosti-can que en 2011 la divisa brasileña se tendrá que depreciar sensiblemente, siempre en el marco de una política cambiaria que estriba en una fluc-tuación estable del real frente al dó-lar. Esta ha sido una de las claves del éxito de la actual política monetaria brasileña, atribuible al ex presidente Fernando Henrique Cardoso.

La reciente decisión del Banco Central de subir el tipo de interés bá-sico hasta el 9,5% también trasluce la clara intención del Gobierno de fre-nar el acceso al crédito y, consecuen-temente, enfriar un poco la vorágine de consumo que vive Brasil. Durante 2009, los tipos no hicieron más que bajar con el objetivo de reactivar la demanda en plena crisis: Brasil optó por una política expansiva, centrada en medidas de estímulo al consumo y el aumento del gasto público en políticas sociales e infraestructuras que fortalecieran el tejido producti-vo. Fue una decisión acertada a tenor de los resultados, aunque, según el FMI, ha llegado la hora de cambiar de estrategia y ser más cautelosos. Los economistas del organismo fi-nanciero también apuntan a un ma-yor rigor fiscal como estrategia para minimizar los riesgos de que se pro-duzca un descalabro.

En cualquier caso, cuando se enu-meran los logros principales de Bra-

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sil en los últimos siete años es indis-cutible que las cosas van muy bien: 12,4 millones de nuevos empleos, un índice de paro del 6,8% en 2009 y unas cuentas razonablemente sa-neadas con una previsión de deuda pública algo por encima del 40% del PIB en 2010 y, según el Gobierno, cercana al 28% en 2014. Más de 24 millones de brasileños han abando-nado la miseria y 31 millones han ac-cedido a lo que se denomina nueva clase media, que ya abarca a más del 53% de la población. Pese a ciertas presiones inflacionistas detectadas a principios de este año, Brasil regis-tra desde 2005 índices de inflación por debajo del 6% anual, garanti-zando de esta manera la estabilidad de los precios.

Mantener la inflación por deba-jo del 6% puede parece a priori una meta poco ambiciona, pero para nada lo es en un país donde hace poco más de dos décadas una hiperinflación desbocada sepultó una ya exigua ca-pacidad de consumo de las clases más pobres (en 1993, la inflación alcan-zó el 2.477%). No en vano, el país suda mericano obtuvo el año pasado el grado de inversión otorgado por las más acreditadas agencias de ca-lificación crediticia: Moody’s, Stan-dard & Poor’s y Fitch, una suerte de sello de garantía que se concede a los países que ofrecen seguridad a los capitales extranjeros. Esta com-binación de datos extraordinarios era prácticamente impensable hace tan sólo una década.

Según un estudio elaborado por la consultora AT Kearney con la opinión de ejecutivos de las principales com-pañías del mundo, Brasil es en este momento el cuarto país favorito para invertir. Por delante se sitúan China, EE UU e India, lo que deja patente una vez más el auge económico que durante los últimos años experimenta el denominado grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China). La crisis eco-nómica se ha convertido en el argu-mento perfecto de Lula para exigir la

En 2009, el país pasó a formar parte del selecto grupo de naciones donantes del Fondo Monetario Internacional

JUAN ARIAS

Los innegables logros económicos de los últimos 20 años en Brasil, que lo han convertido en uno de los grandes países emergentes del planeta, tienen un nombre: la estabilidad política, que se ha mantenido intacta, sin peligros golpistas. Se ha tratado de una bendición que ha permitido a la economía irse de-sarrollando lenta, pero segura, sobre todo desde los Gobiernos, primero, del socialdemócrata y economis-ta Fernando Henrique Cardoso, fundador del PSDB, y después, del metalúrgico y sindicalista Luiz Inácio Lula da Silva, fundador del Partido de los Trabajadores (PT).

Simbólicamente, los últimos 16 años de los Gobier-nos Cardoso-Lula, ambos en el área de la socialde-mocracia, con Ejecutivos inclinados al centro, fueron, con su estabilidad política y la impecable transición de poderes, por ejemplo del intelectual Cardoso al tor-nero Lula, la clave también de la estabilidad y del cre-cimiento económico. Y lo seguirán siendo. Lula ya ha afirmado que, sea quien sea su sucesor, no pasará nada porque Brasil “es un país maduro democrática-mente, en el que nadie quiere volver atrás”.

Esa es la fuerza de Brasil en un continente como el latinoamericano, en el que tantas veces los terremo-tos políticos han anulado o comprometido la fuerza de sus economías. Precisamente para que no pudiera pa-recer una mancha en la democracia del país, Lula, a pesar de contar con un consenso del 83% de la pobla-ción, prefirió no forzar un cambio de Constitución que le permitiese presentarse a un tercer mandato que ha-bría ganado sin la menor duda. “La alternativa”, dijo Lula, “es lo mejor para la democracia”.

Cardoso, en sus ocho años de Gobierno democrático, con el Plan Real, aseguró la estabilidad de la moneda, acabó con la inflación de tres cifras y abrió la puerta a las inversiones extranjeras con las privatizaciones. Lula, que de él recibió el fajín de mando, prometió a los brasileños seguir por las sendas de la democra-cia y de la estabilidad económica. Lo ha hecho, forta-leciendo al mismo tiempo los programas sociales de distribución de renta. Los tres candidatos a suceder-le, los tres pertenecientes a partidos progresistas (PT, PSDB y PV), ya han anunciado que continuarán la polí-tica de Lula para que Brasil “pueda aún crecer más”.

La bendición dela estabilidad política

reforma de los órganos de gobierno del Banco Mundial y el FMI. Según el líder brasileño, las potencias emer-gentes englobadas en el grupo BRIC están infrarrepresentadas en estas instituciones, que además considera obsoletas y nada representativas del nuevo orden planetario. Los líderes de Rusia, India y China apoyan ple-namente a Brasil en esta cruzada. La estrategia del grupo, que considera que la crisis planetaria habría sido mucho peor sin su intervención, con-siste ahora en pasarle la factura a Es-tados Unidos y Europa y, de esta ma-nera, forzar los cambios.

Mientras la economía y el em-pleo crecen, el Gobierno brasileño sigue preocupado en atraer capita-les extranjeros. Una misión que se torna más complicada a medida que el real se aprecia. Brasil ya no es un país tan barato para invertir, aunque siga siendo altamente rentable. Este año, el Ejecutivo de Brasilia ofrece oportunidades de negocio por valor de 29.200 millones de euros, centra-das principalmente en la construc-ción de infraestructuras, como carre-teras, líneas de ferrocarril, tendidos eléctricos y concesiones para traba-jos de dragado en puertos. El presi-dente del Banco Central, Henrique Meirelles, adelantaba recientemente que en 2010 el volumen de inversión extranjera directa (IED) batirá un récord histórico. O al menos esa es la intención del Gobierno.

Varias razones han empujado al equipo económico de Lula a abrir aún más su mercado al capital ex-tranjero. La reciente elección de Río de Janeiro como sede olímpica en 2016 ha supuesto un revulsivo para desatascar de manera irreversible va-rios de los proyectos de infraestruc-turas que llevaban tiempo olvidados en los cajones. Un buen ejemplo es el tren bala que ligará las ciudades de Río de Janeiro y São Paulo, contribu-yendo a descongestionar las rutas de conexión aérea y terrestre entre las dos mayores metrópolis brasileñas.

Brasil también albergará el Mundial de Fútbol de 2014, algo que requerirá una mejora considerable del trazado de autopistas entre las principales ca-pitales e instalaciones deportivas más modernas y adaptadas a un evento de repercusión planetaria.

El abanico de posibilidades que se ofrece a los inversores extranje-ros también guarda relación con el Programa de Aceleración del Creci-miento (PAC), el gran proyecto ver-tebrador de Brasil diseñado por el equipo de Lula. El programa, que por ahora está dando resultados ex-traordinarios, canaliza ingentes can-tidades de dinero hacia mejoras en infraestructura, logística, energía y proyectos sociales en áreas urbanas. Un total de casi 200.000 millones de euros invertidos entre 2007 y 2010, que se materializan en 2.471 obras. El 55% ya ha sido concluido, el 32% aún está en ejecución y tan sólo el 13% se encuentra en proceso de lici-tación. Según Brasilia, durante este año se ejecutará el mayor volumen de obras previstas en el PAC, y ade-más arrancarán los trabajos de las infraestructuras necesarias para el Mundial y los Juegos Olímpicos.

MÚSCULO FINANCIEROEl negocio del petróleo también es crucial para entender en qué momen-to se encuentra este país. Los perma-nentes hallazgos petroleros frente a los litorales de Río de Janeiro, São Paulo y Espíritu Santo apuntalan la tesis de que Brasil contará con la musculatura financiera necesaria para situarse entre los países más ri-cos del mundo. El Senado brasileño discute ahora un polémico marco le-gislativo para regular la explotación de las enormes bolsas de crudo de excelente calidad que se encuentran en el denominado presal, una zona submarina ultraprofunda situada bajo una gruesa capa de sal de dos kilómetros de espesor.

El principal problema radica en el reparto de los royalties procedentes

de la extracción de petróleo, algo que enfrenta a los Estados productores con el resto del país. Lula opina que la ri-queza derivada del petróleo pertenece por igual a todos los brasileños, mien-tras que el combativo gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, exige compensaciones extraordinarias para su Estado por los riesgos ambientales que suponen los trabajos de perfora-ción y bombeo de crudo. La gresca parece tan enquistada que todas las partes concuerdan en aparcar su re-solución hasta después de las eleccio-nes presidenciales, que se celebrarán el próximo octubre.

De cualquier manera, los exper-tos en energía coinciden en que el petróleo representa la gallina bra-sileña de los huevos de oro. El Go-bierno pretende crear con su riqueza un nuevo fondo social para financiar proyectos relacionados con la educa-ción, la erradicación de la pobreza y el desarrollo tecnológico y científi-co del país. En este sentido, Brasil quiere desmarcarse de otros países productores de crudo gobernados por regímenes de dudosas convic-ciones democráticas y escasos com-promisos con el desarrollo social y los derechos humanos.

En octubre, los brasileños irán a las urnas para elegir a su próximo presidente. Dilma Rousseff, mano de-recha de Lula y candidata del Partido de los Trabajadores (PT), mantiene el pulso con el socialdemócrata José Serra, hombre de larga y exitosa tra-yectoria política. Rousseff ya ha ade-lantado que pretende reforzar el pa-pel del Estado y darle continuidad al legado de Lula. Serra, que no le quita méritos a la gestión del actual presi-dente, vende la idea de que Brasil tie-ne potencial para dar un nuevo salto y que él es el mejor candidato para afrontar ese reto. Lo curioso es que los programas de ambos candidatos coinciden en lo elemental, sin ruptu-ras con el pasado ni sobresaltos. Es el verdadero secreto del éxito brasileño: se llama política de Estado.

EN PORTADA2 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010 Domingo 16 de mayo de 2010 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL 3

Imagen del presidente brasileño durante la presentación en Brasilia de los datos de deforestación de la Amazonia en 2009.

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FRANCHO BARÓN

Guido Mantega (Génova, 1949) es un hombre satis-fecho, despojado de pom-pa, que irradia serenidad,

quizá porque en el fondo se sabe res-ponsable de varios de los éxitos co-sechados por Brasil en los últimos años. Este economista, respetado en los círculos académicos y fogueado como asesor económico del Partido de los Trabajadores (PT), saborea con placer sus últimos meses como ministro de Economía del actual Go-bierno de Lula da Silva. No es ca-sual que su mandato haya coincidi-do con un periodo histórico, preñado de buenas noticias para Brasil, sobre todo en el ámbito económico. “Y esto aún no ha acabado”, asegura desde su despacho de São Paulo.

Pregunta. Hay muchas voces que hablan de un recalentamiento de la economía brasileña. ¿El Gobierno está trabajando sobre el escenario de un cambio de ciclo?

Respuesta. La economía brasi-leña está, de hecho, algo recalenta-da. Este año debemos crecer entre un 5,5% y un 6%. Esto muestra la eficacia de las medidas de estímulo que tomamos durante la crisis eco-nómica, que duró poco en Brasil. Ya estamos eliminando estas medidas, que consistieron principalmente en la reducción de impuestos en varias áreas. El Banco Central también ha subido los tipos de interés y tenemos la posibilidad de disminuir el flujo de recursos monetarios mediante el compulsorio [instrumento del Ban-co Central para aumentar o dismi-nuir el dinero que circula en la eco-nomía]. Sólo hemos mantenido los estímulos en el área de la construc-ción porque todavía existe un espa-cio para seguir creciendo. El sector de la vivienda es, sin duda, uno de los polos de desarrollo de la econo-mía brasileña. Estamos iniciando un nuevo ciclo de expansión que deberá ser más fuerte que el anterior, que fue de 2003 hasta 2008. No obstante, el Gobierno hará correcciones ante eventuales excesos.

P. China se ha convertido duran-te el último año en el primer socio comercial de Brasil, desbancando por primera vez a Estados Unidos. ¿Este hecho refleja la intención de Brasil de modificar el tablero eco-nómico mundial, quitándole poder a EE UU?

R. Brasil ha llevado a cabo una po-lítica explícita de diversificación de socios comerciales que nos ha dado buen resultado durante la crisis. Creo

que se ha producido un giro geopo-lítico en el mundo, que esta crisis ha acentuado aún más. Es un giro que cohesiona a los países emergentes y a los BRIC [Brasil, Rusia, India y Chi-na], y que les da un papel diferente del que tenían en el pasado. Yo di-ría que la tendencia ahora es que los BRIC y los emergentes capitaneen el crecimiento mundial. Entre los cua-tro países del grupo BRIC tenemos el 40% de las reservas mundiales, por eso queremos tener un mayor protagonismo en las decisiones in-ternacionales.

P. Los analistas dicen que el real está demasiado revalorizado y que esto frena las inversiones extranje-ras y las exportaciones. ¿Piensa us-ted que sería deseable un giro en la política monetaria?

R. No. Estamos muy satisfechos con nuestro modelo de cambio fluc-tuante. Es verdad que la moneda bra-sileña está un poco revalorizada. Pero creo que tendremos una desvaloriza-ción natural del real a raíz de nuestro déficit en transacciones corrientes. Hemos empeorado nuestro saldo comercial por causa de la crisis in-ternacional y esto tendrá necesaria-mente un reflejo en el cambio. De todas maneras, la revalorización del real no ha obstaculizado la inversión externa, especialmente en Bolsa, que ha sido muy alta.

P. Este año, el Gobierno brasi-leño ha ofrecido oportunidades de negocio a los inversores extranje-ros por valor de casi 30.000 millo-nes de euros. ¿Con qué argumentos convencería a un inversor potencial de que es el momento de desembar-car en Brasil?

R. Brasil es de los pocos países del mundo que están creciendo, y además lo está haciendo sobre ba-ses firmes. Tenemos grandes reser-vas de gas y petróleo que requieren grandes inversiones, quizá las ma-yores del mundo en el sector petro-lero. Puedo citarle otros sectores si-milares, como el de la construcción pesada y ligera. Tenemos uno de los mercados de consumidores más di-námicos del mundo y nuestras cuen-tas públicas están saneadas. Nuestro sector financiero es totalmente sóli-do y altamente rentable. Las inver-siones aquí no presentan riesgos o, si los hay, son muy reducidos. Brasil es uno de los mayores productores de materias primas agrícolas y ade-más tenemos una estructura indus-trial sofisticada.

P. Pero una de las grandes cuentas pendientes de este país sigue siendo el difícil acceso al crédito. Un tipo

EVAR

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SA

básico del 9,5% obstaculiza que los consumidores puedan pedir présta-mos. ¿No piensa que los tipos debe-rían bajar?

R. Concuerdo en que Brasil siem-pre ha tenido distorsiones en su mer-cado de crédito y tipos de interés, pero esto se está corrigiendo. Antes teníamos unos tipos de interés rea-les del 10% anual y ahora estamos en el 4,5%. El crédito al consumidor todavía sigue desfasado, pero esto lo interpretamos como un potencial para seguir estimulando la econo-mía, para crecer.

P. ¿Opina usted que el desarrollo económico de determinadas regio-nes implica sacrificios en el campo medioambiental?

R. Usted no puede impedir el desarrollo de ciertas regiones esgri-miendo argumentos ecologistas ra-dicales. Por supuesto que debemos proteger las áreas que lo requieren, pero la agricultura también tiene que extenderse en áreas despobla-das que no están siendo explotadas. Necesitamos un equilibrio en este asunto, y creo que nosotros lo he-mos encontrado. Estamos comba-tiendo la deforestación con éxito, y Brasil tiene uno de los crecimientos más sostenidos del mundo. Estamos construyendo hidroeléctricas de la manera menos dañina posible para

el ecosistema, hemos aumentado el consumo de etanol y disminuido el de gasolina.

P. Algunas proyecciones sitúan a Brasil como la cuarta o quinta po-tencia económica del mundo en 15 o 20 años. ¿Considera realista esta previsión?

R. Sí. Si miramos hacia atrás, comprobaremos que los países emer-gentes son los que más han crecido. Nosotros aún tenemos un potencial de crecimiento grande, que puede superar el 6%, mientras que Europa no logra crecer más de un 2% o un 2,5%. Sólo hay que dibujar la curva para ver que vamos a superar a mu-chos países en breve.

P. Es una realidad que los BRIC han amortiguado la crisis financie-ra global. ¿Hasta qué punto van us-tedes a pasarle la factura a EE UU y a la UE, exigiendo más poder en el FMI y el Banco Mundial?

R. Este argumento es matemático. Brasil le ha prestado al FMI 14.000 millones de dólares desde el año pa-sado y también vamos a poner dinero para el rescate de Grecia. Si se nos ha llamado para aportar soluciones a la crisis, es normal que nuestro peso en estos organismos sea proporcional a nuestra contribución. Tanto en el Ban-co Mundial como en el FMI ya se están dando pasos en esta dirección.

“Brasil es una de las pocas naciones del mundo que están creciendo, y lo hace sobre bases firmes”

“Los países emergentes tenemos el 40% de las reservas mundiales”

“Estamosiniciando unnuevo ciclode expansión más fuerte”

GUIDO MANTEGAMINISTRO DE ECONOMÍA

GuidoMantega, durante una rueda de prensa.

ENTREVISTA4 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010

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Clave parael crecimiento

SANTIAGO CARCAR

Brasil suena a futuro. A opor-tunidad, a descubrimiento y a reto. Es así en general y es así, también, en el sector

de la energía. La prueba es que to-das las grandes compañías españolas analizan las posibilidades que brin-da el país para diversificar el nego-cio, ampliarlo o asegurarlo. Repsol YPF, que ha encontrado en las cos-tas brasileñas su particular paraíso; Endesa, Iberdrola, Acciona, Cepsa e Isolux Corsan (gestiona miles de kilómetros de la red de alta tensión del país) han incorporado Brasil al diseño de su futuro. Trabajan ya en un país de 181 millones de habitan-tes, que crece a ritmo acelerado del 5% anual y que necesita adecuar las costuras de sus infraestructuras ener-géticas para que no estallen. Los da-tos son apabullantes. Brasil, con ocho millones de kilómetros cuadrados (Europa tiene 6,2 millones), 55 millo-nes de consumidores de electricidad, 108 gigavatios de potencia eléctrica instalada (España tiene 98,7 GW) y 80.200 kilómetros de líneas, exhibe un inmenso potencial.

La gran potencia emergente cubre el 73% de sus necesidades energéti-cas con producción hidroeléctrica.

Sólo Itaipú, la gran presa, produce el equivalente a 20 centrales nucleares. Una suerte justo cuando el mundo empieza a valorar la importancia del factor ambiental en la ecuación del desarrollo. “El problema”, explica Casio Romano, de la Cámara Brasil-España, es que “hace unos ocho años, Brasil tuvo un problema de falta de energía. Hubo sequía y no estaba preparado para atender la deman-da. Y se decidió diversificar la pro-ducción, construir centrales térmi-cas, así como hacer frente a otro de los problemas: la escasez de líneas de distribución”.

ENERGÍAS LIMPIASLa decisión a la que alude Romano junto con la escasa implantación de las nuevas tecnologías limpias supo-nen una oportunidad única para las empresas dispuestas a abrir merca-dos. El campo se adivina más que amplio. “El ecuador”, señala Roma-no, “pasa por el país, y eso, para el desarrollo de la energía solar, por ejemplo, es importante”. Es un po-tencial seguro.

Brasil es lugar de oportunidades. Pero no sólo en el sector eléctrico. Repsol YPF, que en los últimos años trabaja con denuedo para aumen-tar sus reservas y sostener el nego-

cio futuro, ha encontrado en Brasil el punto de apoyo ideal. No es mal sitio. Las estimaciones más conser-vadoras sostienen que Brasil dispo-ne de la octava mayor reserva de hi-drocarburos del planeta. En 2008, los tres mayores hallazgos del mun-do fueron realizados en la cuenca de Santos. Repsol encontró uno: Guará. Y al año siguiente, otro, Iguazú. Las costas brasileñas, donde la petrole-ra participa en 21 bloques explora-torios, son una fuente continua de buenas noticias.

Así las cosas, el desarrollo de pros-pecciones en aguas profundas de la cuenca de Santos es uno de los diez proyectos clave del plan estratégico de Repsol 2008-2012. El socio de Repsol, la estatal Petrobrás, estima que sólo en la capa pre-sal (reservas situadas entre los 5.000 y los 7.000 metros) podría haber volúmenes re-cuperables de unos 9.500 millones de barriles equivalentes de petróleo (bep). Y 14.000 millones (bep) de gas. El presidente Lula de Silva sabía de qué hablaba cuando pronosticó que “Brasil será en unos años el tercer productor mundial de petróleo”.

En ese contexto, Repsol YPF se ha colocado bien. Es la primera compa-ñía extranjera por dominio minero exploratorio off shore en las cuencas

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de Santos, Campos y Espíritu Santo. Esa posición es la que permite a la petrolera prever un aumento de pro-ducción de entre el 3% y el 4% al año hasta 2014 y una tasa de reemplazo de reservas del 110%. En el camino, la compañía ha anunciado que estudia la posibilidad de sacar a Bolsa parte de sus activos en la zona para conse-guir liquidez y financiar los grandes proyectos en marcha.

Los responsables de Repsol YPF cuentan y no acaban de lo que ha supuesto Brasil. Presumen tanto de esfuerzo realizado como de resulta-dos. Un ejemplo es el Stella Drill-max, el impresionante navío que, a un coste de un millón de dólares diario, examina las profundidades para detectar bolsas de crudo. El barco fue proyectado para operar en aguas ultraprofundas en condiciones climáticas severas en cualquier lugar del mundo. La sonda tiene capaci-dad para operar a 10.000 pies (un pie equivale a 0,3 metros) de lámi-na de agua y puede perforar pozos de hasta 35.000 pies de profundi-dad. Con impresionantes medidas de seguridad y 180 trabajadores de muy distintas nacionalidades, cuen-ta con dos torres de perforación. Es todo un símbolo.

Otra petrolera con presencia es

La gran apuesta se llama BrasilEL FUTURO DE LAS MULTINACIONALES ESPAÑOLAS DE LA ENERGÍA PASA POR EL GIGANTE SUDAMERICANO. EL PAÍS NECESITA MÁS Y MEJORES INFRAESTRUCTURAS

Plataforma petrolífera de Repsol en Nitoeroi, a las afueras de Río de Janeiro.

ENERGÍA6 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010

JOSÉ LUIS SAN-PEDRO

Iberdrola considera a Bra-sil como uno de los mercados clave dentro de su estrategia de crecimiento internacional

desde su llegada al país en 1997, al calor de los procesos de priva-tización y liberalización del sector energético. A través de la socie-dad Neoenergia, en la que partici-pa con un 39% junto a sus socios Banco do Brasil y Previ, Iberdrola es la primera distribuidora eléctri-ca del noreste brasileño con cerca de nueve millones de usuarios en los Estados de Bahia, Rio Gran-de do Norte y Pernambuco –con una cuota del 44% del mercado re-gional– y su presencia comprende también la de sus filiales de reno-vables e ingeniería. Tras haber in-vertido 200 millones de euros el pasado año, Iberdrola tiene pre-visto dedicar 1.000 millones en-tre 2010 y 2012 a la construcción de nuevas centrales de generación limpia y la ampliación y mejora de las infraestructuras de distribución eléctrica. La capacidad de genera-ción gestionada por Iberdrola al-canza los 1.500 megavatios de po-tencia y desarrolla proyectos para poner en marcha 700 megavatios hidráulicos adicionales.

Después de haber conseguido recuperarse rápidamente de la re-cesión, la estabilidad macroeco-nómica alcanzada por Brasil y sus sólidas perspectivas de crecimien-to sostenido en la presente década han sido valoradas por los analis-tas y los inversores internaciona-les, que consideran el país como un buen destino para sus recursos. Iberdrola seguirá apostando por el enorme potencial de la economía brasileña y continuará creciendo y reforzándose como uno de los líde-res energéticos de Brasil. José Luis San-Pedro es director general de Iberdrola de España y Latinoamérica.

Page 7: Brasil, alianza para la nueva economía global

Clave parael crecimiento

SANTIAGO CARCAR

Brasil suena a futuro. A opor-tunidad, a descubrimiento y a reto. Es así en general y es así, también, en el sector

de la energía. La prueba es que to-das las grandes compañías españolas analizan las posibilidades que brin-da el país para diversificar el nego-cio, ampliarlo o asegurarlo. Repsol YPF, que ha encontrado en las cos-tas brasileñas su particular paraíso; Endesa, Iberdrola, Acciona, Cepsa e Isolux Corsan (gestiona miles de kilómetros de la red de alta tensión del país) han incorporado Brasil al diseño de su futuro. Trabajan ya en un país de 181 millones de habitan-tes, que crece a ritmo acelerado del 5% anual y que necesita adecuar las costuras de sus infraestructuras ener-géticas para que no estallen. Los da-tos son apabullantes. Brasil, con ocho millones de kilómetros cuadrados (Europa tiene 6,2 millones), 55 millo-nes de consumidores de electricidad, 108 gigavatios de potencia eléctrica instalada (España tiene 98,7 GW) y 80.200 kilómetros de líneas, exhibe un inmenso potencial.

La gran potencia emergente cubre el 73% de sus necesidades energéti-cas con producción hidroeléctrica.

Sólo Itaipú, la gran presa, produce el equivalente a 20 centrales nucleares. Una suerte justo cuando el mundo empieza a valorar la importancia del factor ambiental en la ecuación del desarrollo. “El problema”, explica Casio Romano, de la Cámara Brasil-España, es que “hace unos ocho años, Brasil tuvo un problema de falta de energía. Hubo sequía y no estaba preparado para atender la deman-da. Y se decidió diversificar la pro-ducción, construir centrales térmi-cas, así como hacer frente a otro de los problemas: la escasez de líneas de distribución”.

ENERGÍAS LIMPIASLa decisión a la que alude Romano junto con la escasa implantación de las nuevas tecnologías limpias supo-nen una oportunidad única para las empresas dispuestas a abrir merca-dos. El campo se adivina más que amplio. “El ecuador”, señala Roma-no, “pasa por el país, y eso, para el desarrollo de la energía solar, por ejemplo, es importante”. Es un po-tencial seguro.

Brasil es lugar de oportunidades. Pero no sólo en el sector eléctrico. Repsol YPF, que en los últimos años trabaja con denuedo para aumen-tar sus reservas y sostener el nego-

cio futuro, ha encontrado en Brasil el punto de apoyo ideal. No es mal sitio. Las estimaciones más conser-vadoras sostienen que Brasil dispo-ne de la octava mayor reserva de hi-drocarburos del planeta. En 2008, los tres mayores hallazgos del mun-do fueron realizados en la cuenca de Santos. Repsol encontró uno: Guará. Y al año siguiente, otro, Iguazú. Las costas brasileñas, donde la petrole-ra participa en 21 bloques explora-torios, son una fuente continua de buenas noticias.

Así las cosas, el desarrollo de pros-pecciones en aguas profundas de la cuenca de Santos es uno de los diez proyectos clave del plan estratégico de Repsol 2008-2012. El socio de Repsol, la estatal Petrobrás, estima que sólo en la capa pre-sal (reservas situadas entre los 5.000 y los 7.000 metros) podría haber volúmenes re-cuperables de unos 9.500 millones de barriles equivalentes de petróleo (bep). Y 14.000 millones (bep) de gas. El presidente Lula de Silva sabía de qué hablaba cuando pronosticó que “Brasil será en unos años el tercer productor mundial de petróleo”.

En ese contexto, Repsol YPF se ha colocado bien. Es la primera compa-ñía extranjera por dominio minero exploratorio off shore en las cuencas

de Santos, Campos y Espíritu Santo. Esa posición es la que permite a la petrolera prever un aumento de pro-ducción de entre el 3% y el 4% al año hasta 2014 y una tasa de reemplazo de reservas del 110%. En el camino, la compañía ha anunciado que estudia la posibilidad de sacar a Bolsa parte de sus activos en la zona para conse-guir liquidez y financiar los grandes proyectos en marcha.

Los responsables de Repsol YPF cuentan y no acaban de lo que ha supuesto Brasil. Presumen tanto de esfuerzo realizado como de resulta-dos. Un ejemplo es el Stella Drill-max, el impresionante navío que, a un coste de un millón de dólares diario, examina las profundidades para detectar bolsas de crudo. El barco fue proyectado para operar en aguas ultraprofundas en condiciones climáticas severas en cualquier lugar del mundo. La sonda tiene capaci-dad para operar a 10.000 pies (un pie equivale a 0,3 metros) de lámi-na de agua y puede perforar pozos de hasta 35.000 pies de profundi-dad. Con impresionantes medidas de seguridad y 180 trabajadores de muy distintas nacionalidades, cuen-ta con dos torres de perforación. Es todo un símbolo.

Otra petrolera con presencia es

Las estimaciones más conservadoras sostienen que Brasil dispone de la octava reserva de hidrocarburos del planeta

La gran apuesta se llama BrasilEL FUTURO DE LAS MULTINACIONALES ESPAÑOLAS DE LA ENERGÍA PASA POR EL GIGANTE SUDAMERICANO. EL PAÍS NECESITA MÁS Y MEJORES INFRAESTRUCTURAS

Plataforma petrolífera de Repsol en Nitoeroi, a las afueras de Río de Janeiro.

Cepsa. Su negocio está en la com-pañía química Deten (72% Cepsa y 28% Petroquisa). Deten Química cuenta con un 58% del mercado lati-noamericano de alquibenceno, com-ponente esencial para la fabricación de detergentes biodegradables.

Pero si Brasil se ha convertido en un país fundamental para los inte-reses de petroleras españolas, no lo es menos para las eléctricas. Tan-to Iberdrola como Endesa conside-ran a Brasil como una plataforma de crecimiento clave. Un buen lugar y rentable. Endesa obtuvo en 2009 en Brasil unos beneficios antes de impuestos y amortizaciones (Ebit-da) de 830 millones. El Ebitda de Iberdrola en el mismo año fue de 496 millones.

Endesa llegó a Brasil en 1996 con la compra de la Compañía Energética de Río de Janeiro (CERJ), hoy deno-minada Ampla. En los años sucesivos se hizo con otras compañías (la hi-droeléctrica Endesa Cachoeira, Coer-ce) y construyó instalaciones (Central Endesa Fortaleza, en Ceará, y Endesa Cien). Resultado: el holding Endesa Brasil, con 3.000 empleos directos, 5,5 millones de clientes, actividad en distribución, generación y comercia-lización y 1.000 megawatios instala-dos. El gran reto: mejorar la calidad del servicio y reducir el nivel de pér-didas de las distribuidoras. La ener-gía eólica, la biomasa y las centrales minihidráulicas están en el punto de mira de la Endesa controlada por la italiana Enel.

Merece la pena examinar, aunque sea de forma somera, los resultados de Endesa en el país. La generación eléctrica total de las compañías par-ticipadas por Endesa en Brasil se si-tuó en 3.320 gigavatios/hora en el ejercicio 2009, con una disminución

del 2% debido fundamentalmente a la menor producción de Cachoeira. Pese a ello, la mejora en los márgenes unitarios durante el periodo (5,5%) permitió aumentos en los resultados brutos de explotación, que llegaron a los 192 millones. En el negocio de la distribución, la mejora del 5,5% en el margen unitario y el aumento del 3,4% en las ventas físicas elevó el resultado bruto hasta los 562 mi-llones de euros.

Los números ilustran una rea-lidad favorable. Pero, según expli-can en la compañía, hubo que tra-bajar duro. Al privatizarse en 1996 la distribuidora de energía CERJ (la Ampla de hoy), Endesa se encontró con el desafío de reducir los índices de pérdidas de energía próximos al 30%. El tema, explican, no era tan preocupante. Entre 1997 y 2002, la compañía intentó adoptar soluciones ya aplicadas con éxito en otros paí-ses de la región. Se invirtieron unos 175 millones en mejorar la situación, pero a duras penas se consiguió. En 2003 la cosa fue mejor. Ampla re-modeló la red eléctrica de la com-pañía que atendía a los municipios de Duque de Caxias, Magé, Itaboraí y São Gonçalo, que hasta entonces registraban una incidencia altísima en las pérdidas de energía. Se ele-vó la red a nueve metros del suelo, lo que dificultó realizar conexiones clandestinas.

Con la implantación de la nueva red, las pérdidas de energía se re-dujeron del 53% al 9,5% en algu-nos municipios. Pero no se acabó totalmente con el problema de las conexiones ilegales. Por ello, la em-presa comenzó en febrero de 2004 los primeros tests de medición elec-trónica del consumo en 5.000 hoga-res de São Gonçalo y en otros cuatro

municipios a partir de 2004. El es-fuerzo sigue. Como continúa también el trabajo para llevar energía hasta las áreas más distantes de la zona ru-ral del Estado de Río de Janeiro. En el periodo 2004-2008, el programa Luz para todos de Ampla invirtió casi 23 millones de euros para la conexión de 13.773 nuevos clientes.

Como en el caso de Endesa, Iber-drola, que llegó a Brasil en 1997 con la adquisición de las compañías dis-tribuidoras Coelba y Cosern (luego se añadió Celpe), tiene claro que, a la hora de diversificar apuestas, Brasil es fundamental. Entre 2010 y 2012, de acuerdo con las previsiones que realizó el presidente de la compa-ñía, Ignacio Sánchez Galán, Iber-drola tiene el propósito de invertir 1.000 millones de euros. Esa inver-sión se destinará fundamentalmente a construir plantas hidroeléctricas. Los proyectos ascienden a 700 me-gavatios, con ventas de energía ase-gurada a 30 años. El pasado año, la inversión de Iberdrola, con nueve millones de clientes, alcanzó los 200 millones de euros.

Las empresas filiales de la com-pañía también tienen una impor-tante presencia. Iberdrola Renova-bles cuenta con el parque eólico Rio do Fogo e Iberdrola Ingeniería se ha adjudicado varios contratos para la modernización de la central nuclear de Angra, en el Estado de Río.

En 2009, las compañías distri-buidoras en las que participa Iber-drola, Cosern (Río Grande), Celpe (Pernambuco) y Coelba (Bahía), dis-tribuyeron alrededor de 28.300 gi-gavatios/hora a casi 8,8 millones de usuarios. En el área de generación, el grupo contaba en 2009 con una capacidad gestionada de unos 1.340 megavatios.

En Brasil, hasta los proyectos más complejos suenan a oportunidad. Véase el caso de Acciona. El grupo está presente en los sectores de infra-estructuras, inmobiliario y de aguas. Sus proyectos se enuncian así: “Ac-ciona”, explica un portavoz, “incor-porará un sistema de cogeneración de energía eléctrica en la estación depuradora de aguas residuales de Arrudas (región de Sabará) utilizan-do microturbinas impulsadas con biogás”. ¿Futurismo? No. Presente, porque es cuantificable. El contra-to de Acciona para sacar adelante el proyecto asciende a 25 millones de euros.

Acciona Agua inició actividades en Brasil en abril de 2009. Fue se-leccionada por Copasa (la empre-sa mixta responsable de la gestión del abastecimiento y saneamiento del Estado de Minas Gerais) para la asistencia técnica y mantenimiento de la estación de Arrudas. La instala-ción ocupa 64 hectáreas y posee una capacidad de tratamiento para una población equivalente de 1,6 millo-nes de habitantes.

Todas las empresas mencionadas afrontan en Brasil retos importan-tes. Pero la apuesta, según coinci-den, merece la pena. Más si cabe en momentos como los actuales, en los que el mercado tradicional renquea por la caída de la demanda y la in-certidumbre generalizada. En Bra-sil, los trabajos son espectaculares. Ejemplos hay muchos, pero basta mencionar que Isolux Corsan, que opera miles de kilómetros de red de alta tensión, tuvo que levantar, en obras que cruzaban el Amazonas, torres más altas que la parisina Ei-ffel. A cambio de la apuesta, Brasil ofrece estabilidad, seguridad jurídica y contratos a largo plazo.

Domingo 16 de mayo de 2010 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL 7

Page 8: Brasil, alianza para la nueva economía global

Una potencia del presente

R. M.

Brasil es el mayor mercado de telecomunicaciones de Amé-rica Latina y uno de los de más crecimiento del mundo.

Más de un 90% de la población tiene móvil, y los análisis apuntan a que la penetración del celular superará el 100% en todo el país en 2012.

En Brasil existen 41,7 millones de líneas fijas, lo que supone una pene-tración del 21,7%; en móviles se han alcanzado ya los 179,1 millones de usuarios (93% de la población), mien-tras que el total de conexiones de ban-da ancha es de 11,3 millones (5,93% de la población y 20% de hogares), según datos de finales de 2009.

El mapa de la competencia en te-lefonía fija es muy curioso, puesto que está dividido en cuatro regiones, donde hay un operador principal y un competidor (espejo). Los principales son OI (antigua Telemar), Brasil Te-lecom, Telefónica y Embratel. Y sus espejos son Vesper (adquirido por Embratel), GVT (Vivendi) e Intelig (TIM). En móviles existen 10 regio-nes. Los principales operadores son Vivo (sociedad al 50% entre Tele-fónica y Portugal Telecom), Claro (América Móvil), TIM Brasil, Oi y Telemig (adquirido por Vivo).

El negocio de la televisión de pago está consolidándose, aunque sigue siendo pequeño y fragmentado. Los principales operadores son Net (per-tenece a Telmex), Direct TV, TVA (Telefónica), Vivax y TV Cidade.

En un mercado en explosión como éste no podían faltar los debates. El más encendido es la definición de un Plan Nacional de Banda Ancha destinado a alcanzar los 90 millo-nes de accesos a Internet en 2014. La polémica implica también una decisión del Gobierno para la po-sible reactivación del ex monopo-lio Telebrás, una línea más “estatal” con el Estado compitiendo con las operadoras, incluso en la atención al consumidor final; hasta la solu-ción privada con acuerdos con las operadoras de telefonía.

En telefonía móvil, están sobre la mesa las licitaciones de la llamada banda H, a las que inicialmente no pueden optar los operadores más sig-nificativos del país (Vivo, Claro, Tim y Oi). Los primeros meses de 2010 apuntan a que GVT (y, por tanto, Vi-vendi) no va a participar en la subasta de espectro de banda H, lo que conso-lida a Nextel como la gran beneficia-da. Brasil es el principal mercado de Telefónica en Latinoamérica (36,4% de los ingresos de toda la región y el

15% de la facturación del grupo). La multinacional española, presente en el país desde 1996, desarrolla en el Es-tado de São Paulo telefonía fija, banda ancha y televisión de pago (DTH), y servicios de telefonía móvil a través de Vivo, el principal operador móvil del país. Entre 2009 y 2010 va a invertir casi 3.000 millones de euros.

Telefónica tiene en Brasil su prin-cipal apuesta. Acaba de ofrecer a Por-tugal Telecom 5.700 millones para hacerse con el control de Vivo, cuya gestión comparte con la portuguesa desde 2001. La oferta ha sido recha-zada en primera instancia, pero la multinacional está dispuesta a llegar hasta el final y convocar una junta extraordinaria para recabar apoyos. Su objetivo es fusionar Telesp y Vivo y convertirse en el primer operador del país tras Oi y de las operadoras del mexicano Carlos Slim (Améri-ca Móvil y Claro). Telesp alcanzó en 2009 un beneficio neto de 2.173 mi-llones de reales (unos 945 millones de euros), y Vivo, de 857,5 millones de reales (unos 370 millones), y un in-cremento del 120% respecto a 2008. Al cierre de 2009, Telefónica gestio-na 67 millones de accesos en Brasil, un 10,2% más que en el último año; entre ellos, 51,7 millones de móvil, más de 2,6 millones de accesos de

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banda ancha y medio millón de acce-sos de televisión de pago. Te lesp es la segunda operadora de telefonía fija, y Vivo, la primera de móvil.

Pero no todo es un camino de ro-sas. El regulador Anatel le tiene en el punto de mira y el pasado año sus-pendió durante tres meses su servicio de acceso a Internet, Speedy, porque consideró que no ofrecía los paráme-tros de calidad. Tras el levantamiento de la suspensión, Speedy ha vuelto a tener el volumen de clientes del año pasado. De hecho, las ventas en el primer trimestre de 2010 superaron a las de todo el año anterior.

Telesp tiene una cuota de merca-do estimada en el mercado de tele-fonía fija en el Estado de São Paulo (su ámbito de concesión) de aproxi-madamente un 74,4% a diciembre de 2009, mientras que su cuota de mer-cado en banda ancha es del 60,2%

Por otra parte, desde febrero de este año, Telefónica ofrece también en la ciudad de São Paulo un servicio de banda ancha popular que se ex-tenderá a lo largo de 2010 al interior paulista (por un precio fijo mensual de 29,8 reales). De esta forma, se ad-hirió al programa de banda ancha es-tatal y atiende las necesidades de un público que acaba de hacer sus pri-meras incursiones en Internet.

El objetivo de la operadora española es fusionar Telesp y Vivo y convertirse en una de las primeras del país

Colgados del móvil y volcados en la banda anchaTELEFÓNICA APUESTA POR FORTALECERSE EN EL PAÍS SUDAMERICANO

TELECOMUNICACIONES8 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010

Un joven hace uso de una cabina de teléfono en Salvador de Bahía.

JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ-PALLETE

Uno de los tópicos más co-munes sobre Brasil es hablar de él como país del futuro. Este cliché

corre desde los años cuarenta, fe-cha en la cual el novelista Stefan Zweig publicó lo que sería su últi-mo libro, dedicado precisamente a Brasil. Lo que estamos presencian-do en esta década es, sin embargo, algo inédito: la emergencia de Bra-sil como una potencia del presen-te y no sólo como una (eterna) pro-mesa de futuro.

Hoy día, Brasil es uno de los grandes países emergentes que es-tán cambiando el rumbo del mun-do. Lula ha sido galardonado re-cientemente como uno de los líde-res más influyentes del planeta y se ha convertido en una autoridad moral. La clase media se está ex-pandiendo y representa ya casi el 45% del total de la población (un crecimiento de 10 puntos porcen-tuales en apenas cinco años).

Telefónica apostó por Brasil desde hace más de diez años, cuan-do pocos entonces se atrevían a hacerlo. En total hemos invertido más de 35.000 millones de euros en Brasil. Nos hemos convertido en uno de los mayores empleado-res y en uno de los máximos con-tribuyentes fiscales. Desde Brasil brotan innovaciones que luego lle-vamos a todos nuestros mercados. Haber podido participar en esta transformación, que han vivido e impulsado los brasileños, ha sido un gran privilegio.

El mundo se ha dado la vuelta, y Brasil es uno de los países que aho-ra lo está llevando de la mano. Más que nunca, estamos convencidos de que Brasil es una potencia del presente. Con mucho futuro.José María Álvarez-Pallete es presidente de Telefónica Latinoamérica.

Page 9: Brasil, alianza para la nueva economía global
Page 10: Brasil, alianza para la nueva economía global

FRANCHO BARÓN

El 2 de octubre de 2009 quedó inmortalizada la imagen del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, llo-

rando junto a Pelé en medio de una multitud enfervorizada y agitando la bandera de Brasil. Estaba en Copen-hague, participando de la ceremonia organizada por el Comité Olímpico Internacional (COI) para elegir la sede olímpica de 2016. Minutos an-tes de esa imagen, Río se había al-zado con la victoria, desbancando a Madrid, Chicago y Tokio. Aquel día, en cuestión de segundos, cambió el destino de una ciudad sobre la que planea como un macabro fantasma el estigma de ser uno de los lugares más inseguros y violentos del plane-ta. Más allá de que Brasil enarbole la bandera olímpica en Sudamérica por primera vez, el logro también supuso para el ex sindicalista el re-conocimiento de la comunidad in-ternacional a una brillante gestión de siete años al frente del Gobierno brasileño.

Lula, que llegó al poder en enero de 2003 arrastrando el estigma de no haber pisado las aulas de una uni-versidad, se coronó definitivamente como uno de los líderes más respe-tados e influyentes del planeta. Por eso lloraba. Porque la elección de Río representaba la cuadratura del círculo. De su círculo.

Aprovechando los buenos vientos económicos y los réditos del boyan-te negocio del petróleo, Brasil ya ha anunciado una megainversión pú-blica y privada por valor de 14.400 millones de dólares (más de 11.000 millones de euros) para financiar el evento deportivo más relevante del mundo. “Este total se divide en dos presupuestos: el primero va destina-do a las infraestructuras que necesita la ciudad, como mejora de los aero-puertos, transportes públicos, carre-

teras y construcción de instalaciones deportivas, por valor de 11.600 mi-llones de dólares. Con el segundo, centrado en la organización de los Juegos y que asciende a 2.800 mi-llones de dólares, sufragaremos las flotas de autobuses para transpor-tar a los atletas, la manutención de la Villa Olímpica, billetes de avión, uniformes, comidas, etcétera”, ex-plica Alexandre Techima, gerente de proyectos de Río 2016.

Río de Janeiro es una ciudad sui géneris para la realización de cual-quier megaevento. Con una pobla-ción que supera los seis millones de habitantes, su distribución geográfica es compleja debido a una exuberante orografía, configurada por infinidad de cerros selváticos, y a una línea de costa irregular salpicada de ensena-das y playas kilométricas. El desplaza-miento de una zona a otra de la ciudad a menudo se realiza a través de largos túneles que atraviesan los cerros en su base, o recorriendo el litoral. Esta realidad pone en evidencia el primer gran reto de la organización: mejorar una red de transportes que, a día de hoy, se revela insuficiente. Río sufre un déficit de canales de conexión en-tre diferentes áreas de la ciudad. El metro aún no llega a buena parte de la zona sur, y el exceso de autobuses, el transporte más usado, contribuye al caos del tráfico y a aumentar los niveles de polución.

El segundo gran objetivo consis-te en duplicar las plazas hoteleras para poder cubrir la demanda que se producirá en 2016. Curiosamente, Río es el primer destino turístico de Sudamérica y, sin embargo, aún no cuenta con una oferta hotelera sóli-da. Según ha contabilizado el diario brasileño O Globo, 15 empresas ya tienen previsto invertir más de 620 millones de euros en la ciudad, prin-cipalmente en el sector inmobilia-rio y hotelero. Ya no existe la menor duda de que el sector turístico será el

que más crezca en los próximos años. Además de aumentar las plazas ho-teleras y la oferta inmobiliaria, Río tendrá que reforzar sus servicios li-gados al turismo: actividades de ocio, restauración, alquiler de vehículos y transporte aéreo.

La tercera gran deficiencia radi-ca en los altos niveles de violencia e inseguridad que aún persisten en la ciudad. Aunque la situación ha me-jorado en los últimos años, las fac-ciones de narcotraficantes –en Río se disputan el territorio tres grupos principales: el Comando Vermelho, Amigos Dos Amigos (ADA) y el Ter-cer Comando Puro– siguen demos-trando que tienen la capacidad de sembrar el pánico. El pasado 17 de octubre, quince días después de la elección de Río como sede olímpica, un enfrentamiento armado entre nar-cotraficantes y policías en varias fa-velas de la zona norte de Río se saldó con 36 muertes y un helicóptero de la Policía Militar derribado en la favela Morro dos Macacos. Las imágenes de una violencia sinfín dieron la vuelta al mundo y quedó a la intemperie la cara más sombría de Río de Janeiro, la que no aparece por ningún lado en el maravilloso y colorido vídeo de pre-sentación de su candidatura olímpica. Las Unidades de Policía Pacificado-ra (UPP) desplegadas desde el año pasado en varias de las favelas más problemáticas representan un nuevo enfoque en el combate al narcotráfico que, por el momento, parece arrojar buenos resultados.

Muchos se preguntan con un deje de incredulidad si Río conseguirá ha-cer sus deberes a tiempo para aco-ger los Juegos de 2016. “Ya tenemos aproximadamente el 52% de las ins-talaciones terminado, instalaciones que fueron construidas para los Jue-gos Panamericanos de 2007. Otro 27% de las instalaciones será cons-truido en dos grandes nuevos com-plejos deportivos: el Centro Olímpi-

co de Entrenamiento y el X Park, un parque para deportes radicales que estará ubicado en la zona de Deodo-ro. El 21% restante serán instalacio-nes temporales. Llegaremos a tiem-po”, afirma Techima.

Río concentrará las actividades olímpicas en cuatro polos distribui-dos por la ciudad y sus alrededores: en la denominada Barra de Tijuca –una de las zonas más modernas de Río, donde el boom inmobiliario no ha cesado en las últimas tres déca-das– se concentrarán los pabellones de entrenamiento y la Villa Olímpi-ca. Delimitada por unas paradisiacas playas, la Barra de Tijuca conservará el principal legado de los Juegos: un complejo deportivo que aspira a con-vertirse en el referente de toda Suda-mérica. Buena parte de estas insta-laciones ya están en funcionamiento tras la celebración de los Juegos Pa-namericanos de 2007. Tras conocer-se la victoria de Río en la pugna por la sede olímpica, esta zona se con-virtió automáticamente en el primer foco de inversiones inmobiliarias y movimientos especulativos. A ello ayuda la oferta de suelo disponible y su gran potencial turístico.

EL MARACANÁ, REFORMADOAl oeste de Río, en la zona de Deo-doro, funcionará un parque diseña-do especialmente para la práctica de deportes radicales, una de las prin-cipales novedades que introducirán estos Juegos. En el castizo barrio de Maracaná, próximo al centro de la ciudad, se erige el legendario esta-dio construido en 1950 y que durante décadas ha ostentado el título de ser el más grande del mundo. Reforma-do recientemente, el Maracaná será sometido a una nueva trasformación con vistas a la Copa del Mundo 2014, que también se celebrará en Brasil. Esta catedral del fútbol será el esce-nario de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos y de algu-

La gran cita deportiva puede suponer la transformación definitiva de una ciudad que, a día de hoy, ya es una de las más bellas y éxoticas del planeta

Río, rumbo alOlimpo de 2016

EL PAÍS SE PREPARA PARA ACOGER LOS JUEGOS DENTRO DE SEIS AÑOS. LA MITAD DE LAS INSTALACIONES ESTÁN CONSTRUIDAS, PERO FALTA MEJORAR ASPECTOS: DESDE EL TRÁFICO HASTA LA SEGURIDAD

JUEGOS OLÍMPICOS10 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010

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Page 11: Brasil, alianza para la nueva economía global

FRANCHO BARÓN

El 2 de octubre de 2009 quedó inmortalizada la imagen del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, llo-

rando junto a Pelé en medio de una multitud enfervorizada y agitando la bandera de Brasil. Estaba en Copen-hague, participando de la ceremonia organizada por el Comité Olímpico Internacional (COI) para elegir la sede olímpica de 2016. Minutos an-tes de esa imagen, Río se había al-zado con la victoria, desbancando a Madrid, Chicago y Tokio. Aquel día, en cuestión de segundos, cambió el destino de una ciudad sobre la que planea como un macabro fantasma el estigma de ser uno de los lugares más inseguros y violentos del plane-ta. Más allá de que Brasil enarbole la bandera olímpica en Sudamérica por primera vez, el logro también supuso para el ex sindicalista el re-conocimiento de la comunidad in-ternacional a una brillante gestión de siete años al frente del Gobierno brasileño.

Lula, que llegó al poder en enero de 2003 arrastrando el estigma de no haber pisado las aulas de una uni-versidad, se coronó definitivamente como uno de los líderes más respe-tados e influyentes del planeta. Por eso lloraba. Porque la elección de Río representaba la cuadratura del círculo. De su círculo.

Aprovechando los buenos vientos económicos y los réditos del boyan-te negocio del petróleo, Brasil ya ha anunciado una megainversión pú-blica y privada por valor de 14.400 millones de dólares (más de 11.000 millones de euros) para financiar el evento deportivo más relevante del mundo. “Este total se divide en dos presupuestos: el primero va destina-do a las infraestructuras que necesita la ciudad, como mejora de los aero-puertos, transportes públicos, carre-

teras y construcción de instalaciones deportivas, por valor de 11.600 mi-llones de dólares. Con el segundo, centrado en la organización de los Juegos y que asciende a 2.800 mi-llones de dólares, sufragaremos las flotas de autobuses para transpor-tar a los atletas, la manutención de la Villa Olímpica, billetes de avión, uniformes, comidas, etcétera”, ex-plica Alexandre Techima, gerente de proyectos de Río 2016.

Río de Janeiro es una ciudad sui géneris para la realización de cual-quier megaevento. Con una pobla-ción que supera los seis millones de habitantes, su distribución geográfica es compleja debido a una exuberante orografía, configurada por infinidad de cerros selváticos, y a una línea de costa irregular salpicada de ensena-das y playas kilométricas. El desplaza-miento de una zona a otra de la ciudad a menudo se realiza a través de largos túneles que atraviesan los cerros en su base, o recorriendo el litoral. Esta realidad pone en evidencia el primer gran reto de la organización: mejorar una red de transportes que, a día de hoy, se revela insuficiente. Río sufre un déficit de canales de conexión en-tre diferentes áreas de la ciudad. El metro aún no llega a buena parte de la zona sur, y el exceso de autobuses, el transporte más usado, contribuye al caos del tráfico y a aumentar los niveles de polución.

El segundo gran objetivo consis-te en duplicar las plazas hoteleras para poder cubrir la demanda que se producirá en 2016. Curiosamente, Río es el primer destino turístico de Sudamérica y, sin embargo, aún no cuenta con una oferta hotelera sóli-da. Según ha contabilizado el diario brasileño O Globo, 15 empresas ya tienen previsto invertir más de 620 millones de euros en la ciudad, prin-cipalmente en el sector inmobilia-rio y hotelero. Ya no existe la menor duda de que el sector turístico será el

que más crezca en los próximos años. Además de aumentar las plazas ho-teleras y la oferta inmobiliaria, Río tendrá que reforzar sus servicios li-gados al turismo: actividades de ocio, restauración, alquiler de vehículos y transporte aéreo.

La tercera gran deficiencia radi-ca en los altos niveles de violencia e inseguridad que aún persisten en la ciudad. Aunque la situación ha me-jorado en los últimos años, las fac-ciones de narcotraficantes –en Río se disputan el territorio tres grupos principales: el Comando Vermelho, Amigos Dos Amigos (ADA) y el Ter-cer Comando Puro– siguen demos-trando que tienen la capacidad de sembrar el pánico. El pasado 17 de octubre, quince días después de la elección de Río como sede olímpica, un enfrentamiento armado entre nar-cotraficantes y policías en varias fa-velas de la zona norte de Río se saldó con 36 muertes y un helicóptero de la Policía Militar derribado en la favela Morro dos Macacos. Las imágenes de una violencia sinfín dieron la vuelta al mundo y quedó a la intemperie la cara más sombría de Río de Janeiro, la que no aparece por ningún lado en el maravilloso y colorido vídeo de pre-sentación de su candidatura olímpica. Las Unidades de Policía Pacificado-ra (UPP) desplegadas desde el año pasado en varias de las favelas más problemáticas representan un nuevo enfoque en el combate al narcotráfico que, por el momento, parece arrojar buenos resultados.

Muchos se preguntan con un deje de incredulidad si Río conseguirá ha-cer sus deberes a tiempo para aco-ger los Juegos de 2016. “Ya tenemos aproximadamente el 52% de las ins-talaciones terminado, instalaciones que fueron construidas para los Jue-gos Panamericanos de 2007. Otro 27% de las instalaciones será cons-truido en dos grandes nuevos com-plejos deportivos: el Centro Olímpi-

co de Entrenamiento y el X Park, un parque para deportes radicales que estará ubicado en la zona de Deodo-ro. El 21% restante serán instalacio-nes temporales. Llegaremos a tiem-po”, afirma Techima.

Río concentrará las actividades olímpicas en cuatro polos distribui-dos por la ciudad y sus alrededores: en la denominada Barra de Tijuca –una de las zonas más modernas de Río, donde el boom inmobiliario no ha cesado en las últimas tres déca-das– se concentrarán los pabellones de entrenamiento y la Villa Olímpi-ca. Delimitada por unas paradisiacas playas, la Barra de Tijuca conservará el principal legado de los Juegos: un complejo deportivo que aspira a con-vertirse en el referente de toda Suda-mérica. Buena parte de estas insta-laciones ya están en funcionamiento tras la celebración de los Juegos Pa-namericanos de 2007. Tras conocer-se la victoria de Río en la pugna por la sede olímpica, esta zona se con-virtió automáticamente en el primer foco de inversiones inmobiliarias y movimientos especulativos. A ello ayuda la oferta de suelo disponible y su gran potencial turístico.

EL MARACANÁ, REFORMADOAl oeste de Río, en la zona de Deo-doro, funcionará un parque diseña-do especialmente para la práctica de deportes radicales, una de las prin-cipales novedades que introducirán estos Juegos. En el castizo barrio de Maracaná, próximo al centro de la ciudad, se erige el legendario esta-dio construido en 1950 y que durante décadas ha ostentado el título de ser el más grande del mundo. Reforma-do recientemente, el Maracaná será sometido a una nueva trasformación con vistas a la Copa del Mundo 2014, que también se celebrará en Brasil. Esta catedral del fútbol será el esce-nario de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos y de algu-

La gran cita deportiva puede suponer la transformación definitiva de una ciudad que, a día de hoy, ya es una de las más bellas y éxoticas del planeta

Río, rumbo alOlimpo de 2016

EL PAÍS SE PREPARA PARA ACOGER LOS JUEGOS DENTRO DE SEIS AÑOS. LA MITAD DE LAS INSTALACIONES ESTÁN CONSTRUIDAS, PERO FALTA MEJORAR ASPECTOS: DESDE EL TRÁFICO HASTA LA SEGURIDAD

A la izquierda, seguidores de la selección brasileña subiendo hacia el Cristo de Río. A la derecha, Lula y Pelé se abrazan tras la designación olímpica de Río.

nas competiciones. Muy cerca del Maracaná se localiza la avenida del Marqués de Sapucaí, popularmente conocida como Sambódromo, que al-bergará las pruebas de tiro con arco y la salida y llegada del maratón.

En el litoral, las aguas de la bahía de Guanabara recibirán las compe-ticiones de vela, y en las arenas de la playa de Copacabana se desarrollarán los torneos de voleibol playa. Más al sur, la laguna Rodrigo Freitas, presi-dida por el monte Corcovado, acogerá las pruebas de piragüismo.

El conjunto puede suponer la transformación definitiva de una ciudad que a día de hoy ya es una de las capitales más bellas y exóti-cas del planeta. “Muchas de las ins-talaciones consisten en propuestas muy atrevidas desde el punto vista urbanístico y arquitectónico. Sabe-mos que la visibilidad de este evento hace que los complejos deportivos se conviertan en iconos, en referentes de la ciudad para el resto del mun-do. Somos conscientes de ello y es-tamos desarrollando proyectos que tengan un significado grande”, pun-tualiza Techima.

Río 2016 también supondrá una oportunidad de oro para reducir la pobreza y contribuir a la integración de miles de jóvenes que nacen en las favelas sin otra realidad que la de la falta de oportunidades y la delincuen-cia como telón de fondo. El Comité Olímpico Brasileño (COB) calcula que serán necesarios unos 70.000 voluntarios durante los días que dure el evento (del 5 al 21 de agosto). Du-rante los próximos cuatro años, de-cenas de miles de personas recibirán formación para poder trabajar en la organización, entre ellas 8.000 jóve-nes beneficiarios del programa de re-distribución de renta Bolsa Familia.

JUEGOS OLÍMPICOS10 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010 Domingo 16 de mayo de 2010 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL 11

F. B.

Las autoridades de Río de Janeiro trabajan contrarreloj para darle una solución al más mediático de los problemas que azotan la ciudad: la inseguridad y los altos índices de criminalidad. Hasta hace poco, esta solución consistía en ocupar favelas con contingentes de policías fuertemente armados que tenían la misión de capturar a los narcotra-ficantes locales vivos o muertos, costase lo que costase. El problema es que, con frecuencia, el precio era demasia-do alto. Los fuegos cruzados en los callejones de los su-burbios se saldaban a menudo con la pérdida de vidas ino-centes. Estas operaciones, que resolvían poco o nada y, sin embargo, solían dejar un reguero de muertos, acababan con la retirada de la policía y la per-manencia de las redes del narcotráfico. Es decir, no cambiaba nada. Esto también se debía, en gran medida, a los preocu-pantes niveles de corrupción enquis-tados en el seno de la Policía Militar.

Desde el año pasado, el Gobierno del Estado de Río está poniendo en práctica una nueva estrategia con-sistente en desplegar batallones de la denominada Policía Pacifica-dora (UPP) en varias de las favelas más problemáticas de la ciudad. Estos agentes, de novedoso perfil híbrido entre policía tradicional y asistente comunitario, tienen como misión facilitar la presencia del Estado y todos sus servicios en los suburbios. ¿Cómo? Una vez que el narcotráfico es expulsado de la zona, la policía pacificadora toma las calles indefinidamente, patrullándolas sin cesar, garantizando el orden y asistiendo a la comunidad. La idea consiste en marcar presencia, sem-brar un clima de confianza y cercanía, e ir modificando poco a poco la denostada imagen de la policía que existe en el imaginario popular: la de una siniestra maquinaria corrupta que viola permanentemente los derechos humanos.

Actualmente son varias las favelas que esperan con ansia la llegada de la nueva fuerza de seguridad. También los barrios

que las rodean, muchos de ellos de clase media caídos en decadencia por el clima de desgobierno e inseguridad. Un buen ejemplo es el de la favela Morro da Providencia, ubica-da en pleno centro de Río, muy cerca de la Estación Central de Brasil, el Sambódromo (donde se desarrollarán las prue-bas de tiro con arco y maratón) o la deprimida zona portua-ria (que previsiblemente albergará las instalaciones para la prensa y que ahora inicia un proceso de regeneración). Esta favela fue ocupada recientemente por una unidad pacifica-dora, despejando las dudas sobre la seguridad en la zona durante el cónclave deportivo. De paso, el metro cuadrado se ha revalorizado. Por ahora se han desplegado ocho uni-dades de esta innovadora policía, la última de ellas en el

Morro do Borel, en el castizo barrio de Tijuca, una de las zonas de clase media más fustigadas

por la inseguridad en la última década. Las autoridades de Río pretenden que a fina-

les de este año 59 favelas estén contro-ladas por agentes de 15 unidades paci-ficadoras.

Un especial impacto tendrá en el de-sarrollo de los Juegos Olímpicos la pacificación de las favelas de Pavão-Pavãozinho, Cantagalo, Babilônia y Chapéu Mangueira, todas ellas em-

potradas en los cerros de los pudien-tes barrios de Copacabana, Ipanema y

Leme. Estas comunidades ya han recibi-do su unidad pacificadora y hoy es posible

dar un paseo por cualquiera de ellas con ga-rantías de no ser abordado por soldados del nar-

cotráfico pertrechados de armas de fuego. Copacabana, aparte de ser el barrio más turístico de la ciudad, acogerá varias competiciones olímpicas en su mundialmente cono-cida playa.

“Este proceso es irreversible”, comentó recientemente ante un grupo de corresponsales extranjeros el ministro brasile-ño de Justicia, Paulo Barreto. “Las facciones de traficantes no van a reconquistar los territorios perdidos”, garantizó. Ojalá que no quede en palabras. Mucho más que el público asistente a los Juegos, Río y sus vecinos lo agradecerán.

Un lento y duro proceso de paz

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ÍÑIGO DE BARRÓN

Muchos ojos están puestos en el sector financiero de Brasil. Ha superado 2009 con mejores resultados de

los que se presumía. Incluso mucho mejores, según algunos analistas que recuerdan los duros informes que ha-blaron de parálisis del sector por la falta de liquidez. La combinación de ser un país emergente (es uno de los cuatro BRIC junto con Rusia, India y China), que además cuenta con una regulación homologada internacio-nalmente, ha dado como fruto que el sector cierre el ejercicio de 2009 con beneficios récord. La profunda cri-sis financiera internacional no evitó que el sector sufriera, pero el sector ha entrado en 2010 con más fuerza y con buenas expectativas. El escenario económico ayuda a ver este horizonte optimista. El producto interior bruto de 2010 está previsto que crezca un 5%. Además, la economía brasileña está viviendo un cambio estructural por su aparición como nueva potencia emergente. Sin embargo, nada podrá hacer que Brasil quede al margen de la incertidumbre causada por la fuerte caída de las economías desarrolladas y del propio proceso de recuperación de la demanda interna. Además, las elecciones presidenciales del próximo octubre tensarán el debate político y surgirá la posibilidad de que el Go-bierno pueda embarcarse en políticas populistas con tinte electoral.

No hay que perder de vista en el sector financiero brasileño dos aspec-tosmentales: el primero es el enorme peso de las entidades públicas y el segundo, la enorme atomización del sector. En Brasil los veinte primeros bancos apenas suman el 8,5% del sis-tema. Sin embargo, también hay que resaltar que reúnen 14.147 sucursa-les, el 84% del total, porque el resto son, en buena parte, un alto número de pequeños bancos con mínimas re-des de sucursales. La influencia de la banca pública es mayor que en otras economías de la región y actúa como revulsivo de la economía en los mo-mentos de debilidad. Estas entidades concentran la mitad de los depósitos y otorgan las dos terceras partes del crédito, con la industria como desti-nataria principal.

Brasil cuenta con un alto nivel de exigencia por parte del supervisor, que en el contexto de una política mone-taria orienta al mantenimiento del

crédito como al apoyo de la liquidez, que ha consolidado uno de los secto-res más fuertes de Latinoamérica. La crisis de 2009 amenazó con congelar el crédito y disparar la morosidad. Es cierto que el volumen de préstamos sí se ha visto más afectado, pero no tanto la morosidad. “La tasa de morosidad ha sufrido un deterioro importante en Brasil, al igual que en otros paí-ses de la región, si bien se encuentra en niveles muy moderados ya que no supera el 5%, y muy inferiores a los registrados en crisis pasadas”, apunta un informe de Solchaga Recio Aso-ciados de febrero de 2010. En 2008, el sector financiero brasileño conta-ba con un ratio de morosidad del 3%, que subió hasta el 4,6% al término del año pasado.

SIN CONTAGIOLa razón de esta morosidad contro-lada y alto nivel de capital se debe a la escasa actividad de banca de inver-sión que realizan las entidades de este país. El famoso modelo de “originar para distribuir”, que generó la crisis en 2007, añadido a la laxitud de los supervisores para que los productos derivados no se anoten en los balances de las entidades que los colocan, no se ha producido en el país gobernado por Ignazio Lula da Silva. La banca tradicional, de pequeños clientes y empresas, junto a la inversión en ac-tivos financieros basados en carteras de deuda pública ha evitado el conta-gio de los activos subprime.

Otro de los aspectos que más han destacado los inversores internacio-nales ha sido la fortaleza de capital de los bancos de Brasil. Pese al impacto de los créditos impagados, la media

del sector se ha mantenido con ratios de capital de Basilea (que reflejan los recursos propios que se poseen en re-lación al riesgo asumido) del 18,5% al cierre del ejercicio pasado. Este nivel es el mismo que tenía un año antes. El nivel de las entidades brasileñas des-taca frente a las de Chile, cuya media está en el 14%; México tiene un ni-vel de casi el 15%; Perú está situado en el 13%, y Colombia supera ligera-mente el 15%.

En cuestión bancaria, Brasil lo tie-ne todo. Cuenta con la mayor enti-dad privada de toda Latinoaméri-ca, el Itaú-Unibanco, cuya fusión ha generado un gigante bancario, con un resultado superior a los 10.600 millones de reales (4.700 millones de euros). El estatal Banco do Bra-sil es el mayor de la región por volu-men de activos. Este banco anunció un beneficio neto récord de más de 10.000 millones de reales en el ejer-cicio de 2009. Por su parte Brades-co, el segundo mayor banco privado, logró un beneficio de 8.000 millones de reales. El filial brasileño del San-tander le sigue en la lista con 5.500 millones de reales de beneficio. El se-gundo mayor banco estatal de Brasil, la Caixa Económica Federal, también declaró ganancias en el ejercicio ante-rior cercanas a los 3.000 millones de reales. En 2009, los ocho principales bancos privados del país tuvieron un resultado neto conjunto de 23.175 mi-llones de reales, unos 9.973 millones de euros. Según el último informe de Citi, el Banco do Brasil lograría el ma-yor beneficio por acción en 2010, con 3,01 reales, seguido de Itaú, con 2,98 reales; Bradesco, con 2,56 reales, y el Santander con 1,97 reales. Para 2011,

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las estimaciones de Citi apuntan a que Itaú se coloque en 3,72 reales de be-neficio por acción; Banco do Brasil, 3,5 reales; Bradesco, 3,14, y Santan-der, 2,52 reales.

Pero, pese a estas cifras, la con-flictividad laboral ha estado presen-te porque las entidades han reducido la plantilla en 9.902 empleados, se-gún la Central Única de Trabajadores (CUT). La mayor parte de esta rebaja se debe a las fusiones y, sobre todo, a la de Itaú-Unibanco, que supuso una reducción de 7.146 trabajadores.

Los bancos de Brasil no estarán ajenos a la reforma de la regulación financiera internacional. El subsecre-tario de Asuntos Políticos del Ministe-rio de Relaciones Exteriores, Roberto Jaguaribe, cree que, aunque lo peor de la crisis ya pasó, no se puede perder el momento adecuado para avanzar. Brasil considera que los cuatro inte-grantes del BRIC (tienen peso econó-mico suficiente para “forzar” esa refor-ma, que podría empezar por cambios en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

El diplomático explicó que ya exis-ten presiones, que están creciendo, en el sentido de evitar que esa reforma tenga lugar. “Sin embargo, ella sigue siendo necesaria para que el mundo pueda evitar una nueva crisis con ca-racterísticas semejantes”, indicó.

Jaguaribe citó un informe del FMI en el que se prevé que los BRIC se-rían responsables por el 60% del cre-cimiento económico mundial, entre 2008 y 2014. La principal preocupa-ción de Brasil durante la cumbre de los BRIC será pedir “empeño y unión” a sus integrantes para avanzar en la reforma del sistema internacional.

La banca pública tiene un enorme peso, mientras que el sector privado está enormemente atomizado

Bancos preparadospara la recuperaciónLAS GRANDES ENTIDADES FINANCIERAS PASAN LA CRISIS CON ALTOS NIVELES DE CAPITAL

Letrero del banco Bradesco, el segundo privado mayor del país.

Principales bancos de Brasil

Banco de BrasilITAU - UnibancoBanco Nacional de DesarrolloBradescoBanco SantanderCaixa FederalHSBCVotorantimSafraCitibank

En millones de euros(a 31 de diciembre de 2009)

293.829,30248.663,69161.052,65188.703,18141.855,20145.151,17

42.507,0136.917,2030.173,6717.344,37

38.423,3537.184,71

3.425,9021.201,7027.324,84

7.884,506.788,111.664,121.924,425.230,15

143.460,7284.175,8011.137,5873.646,7148.213,5976.717,2027.985,9910.393,63

5.822,085.338,43

15.337,1521.906,1611.731,6317.799,1527.573,67

5.580,893.060,303.033,972.083,232.150,74

4.527,396.034,39

951,173.803,403.466,242.417,83

947,77814,86400,42515,50

122.246106.744

2.57480.15151.083

106.98928.006

1.3064.9045.712

4.9524.555

13.4622.2952.085

8952099

127

14,0416,9918,0217,7533,4117,4915,6512,9516,0515,70

Fuente: entidades bancarias. EL PAÍS

ACTIVOTOTAL

OTROSCRÉDITOS

DEPÓSITOSTOTALES PATRIMONIO

RESULTADOBRUTO EMPLEADOS SUCURSALES

RATIO DECAPITAL (*)

* Refleja la fortaleza de la entidad frente a los riesgos que asumen.

FINANZAS12 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010

Page 13: Brasil, alianza para la nueva economía global
Page 14: Brasil, alianza para la nueva economía global

RAMÓN CASAMAYOR

Entre los distintos factores que han contribuido al de-sarrollo industrial y econó-mico de Brasil durante los

últimos lustros, hay que colocar sin duda en un lugar destacado la in-dustria de la automoción. Y lo ha hecho además en poco tiempo para los periodos que suelen necesitar este tipo de crecimientos. Brasil se ha convertido en el sexto país pro-ductor de automóviles y en el quin-to mercado mundial, pisándole los talones nada menos que a la pode-rosa Alemania.

En 2019 salieron de sus casi 50 centros de producción 3,19 millones de turismos y vehículos comerciales, a poca distancia también de Corea del Sur, y se matricularon 3,14 mi-llones de vehículos, de los que cer-ca de 2,5 millones eran turismos. Pues bien, según la Asociación Na-cional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), durante el primer trimestre de este año se ha batido de nuevo el récord de pro-ducción en ese periodo, al alcanzar las 826.669 unidades fabricadas, un 24,4% más que en 2009.

El 31 de marzo, esta industria daba empleo a un total de 127.764 trabajadores, lo que supone un au-mento del 4,7% respecto a la misma fecha del año pasado.

En cuanto a las ventas, también han supuesto un récord importan-te con 788.000 vehículos, un 18% más que en los tres primeros meses del año pasado. Sólo en marzo se vendieron más de 353.000 unida-des, un 30,3% más. Y las exporta-ciones rozaron entre enero y marzo los 2.600 millones de dólares, casi un 60% más que en el mismo pe-riodo de 2009.

Según el ex presidente de Anfa-vea, Jackson Schneider, estas cifras se deben fundamentalmente al ti-

rón de la demanda provocado por las ventajas fiscales adoptadas por el Gobierno de Lula el año pasado, ya que redujo el impuesto a la pro-ducción industrial (IPI) para tra-tar de neutralizar los efectos de la crisis en el sector automovilístico, de electrodomésticos y mobiliario. Unas medidas que le han permitido prácticamente mantener los mismos niveles de producción de automó-viles que en 2009, con un descenso de escasamente el 0,1%.

RETIRADA DE AYUDASComo tantos otros países, España entre ellos, se enfrenta ahora a la incógnita de cómo reaccionarán los mercados al desaparecer las ayudas oficiales, pero el auge de la econo-mía brasileña en estos momentos y la evolución del resto de los ín-dices macroeconómicos permiten aventurar que no será uno en los que la retirada de las ayudas fisca-les presente un mayor impacto. De momento, en abril, primer mes sin la exención del IPI, la producción de automóviles en el gigante suda-mericano se ha incrementado en un 14,4% respecto al mismo mes de 2009. Y el propio ministro de Eco-nomía, Guido Mantega, mantiene sus previsiones con un crecimiento económico del 5,8%.

Aunque, según señala el ex pre-sidente de la patronal, no es ese el único obstáculo al que se enfrenta-rán este año. En la presentación de los resultados del primer trimestre, Jackson Schneider destacó la ame-naza que supone la subida del precio del acero y la implantación, a partir del próximo verano, de un sistema obligatorio de rastreo y bloqueo de automóviles, cuya activación será opcional para el consumidor, pero que puede aumentar el precio de los coches.

El origen de este momento dulce que atraviesa la industra automo-

vilística brasileña, cuya participa-ción en el producto interior bruto es posible que haya superado ya el 20% (según los últimos datos dis-ponibles de 2008, era el 19,8%), se encuentra en las inversiones reali-zadas en el periodo 1994-2002 por valor de 26.000 millones de dóla-res, con los que se modernizó y se amplió la capacidad de producción de sus fábricas.

Este incremento de la produc-ción se tradujo fundamentalmente en el crecimiento de las exportacio-nes, que en 2005, por ejemplo, se incrementaron en un 30%, mientras que el mercado nacional aumen-taba un 5%. Ese año se fabricaron 2,2 millones de automóviles, de los que casi 800.000 se destinaron a los mercados exteriores, sobre todo Argentina, Estados Unidos, México y la Unión Europea.

En 2002, las exportaciones de este sector alcanzaron los 4.000 mi-llones de dólares, y tres años después se acercaron a los 11.000 millones. Hay que destacar también en ese sentido la importancia del apoyo que ha supuesto en algunos momentos la política monetaria de la Admi-nistración brasileña con los tipos de cambio. Una política que, entre otras cosas, ha permitido mantener una balanza comercial en el sector muy favorable para Brasil. Según los datos de Anfavea, en 2008 el va-lor de las importaciones ascendió a 21.588 millones de dólares, frente a los 24.013 que se ingresaron por las exportaciones.

Este respaldo gubernamental a la industria automovilística del país ha facilitado la continuidad de las in-versiones en el sector. Entre las más recientes se encuentran las anun-ciadas por Ford y Volkswagen, con partidas de 2.340 y 3.630 millones de dólares, respectivamente.

Durante las últimas dos déca-das se ha registrado también una

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importante diversificación geográ-fica de los centros de producción automovilística. Así, en 1990, en el Estado de São Paulo se fabrica-ba el 75% de los vehículos de todo el país y en el de Minas Gerais, el 24,5%, con una escasa presencia en Paraná y Rio Grande do Sul. Veinte años después, de São Paulo sale el 45%, y de Minas Gerais, el 23,8%, con una presencia significativa ya en Paraná (10,6%) y Rio Grande do Sul (6,3%), a los que se han unido además Bahía (6,2%), Río de Ja-neiro (5,8%) y en menor medida Goiás, con un 1,5%.

MILLÓN DE UNIDADESHace sólo dos décadas, los cuatro fabricantes con mayor presencia en el país (Fiat, Volkswagen, General Motors y Ford) acaparaban el 99% de la producción de automóviles en Brasil. Pero la incorporación de nuevos competidores la ha reduci-do al 77%, aunque en algún caso, como Fiat, supone todavía la cuar-ta parte de la producción total. En 2009, la marca italiana, cuyo máxi-mo responsable en Brasil, Cledorvi-no Belini, es el presidente actual de la patronal del sector, ha fabricado más de 737.000 vehículos y espe-ran superar el millón de unidades en 2014, cuando la producción total del país supere los 4,3 millones de unidades. Algunos analistas como Roland Berger son todavía más op-timistas en el cálculo de las ventas y afirman que se alcanzarán los seis millones de matriculaciones en el año 2015.

Hay que tener en cuenta al ana-lizar la evolución de este mercado el importante peso de los impues-tos en la compra de automóviles. La carga fiscal media es del 26,4% y en algún caso, como el de los co-ches con motor de gasolina y con más de 2.000 centímetros cúbicos, se eleva al 36,4%.

Durante el primer trimestre, con una plantilla de 127.764 trabajadores, la industria local ha fabricado 826.669 vehículos, un 24,4% más que en 2009

El motorde LatinoaméricaBRASIL ES EL SEXTO FABRICANTE MUNDIAL DE AUTOMÓVILES Y EL CUARTO MERCADO, A POCA DISTANCIA YA DE ALEMANIA. ADEMÁS, ES EL SEGUNDO PRODUCTOR Y PRIMER EXPORTADOR DE ETANOL

Instalaciones del grupo francés PSA en Porto Real, en el Estado de Río de Janeiro.

AUTOMOCIÓN14 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010

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LUIS DONCEL

Un país cuya extensión equi-vale a 17 veces la de Espa-ña, con casi 200 millones de habitantes y que se

cuenta entre los pocos afortunados que prevén un fuerte crecimiento económico para los próximos años, necesita una apuesta por las infraes-tructuras como pocos en el mundo. Y si se tiene en cuenta que ha pasado largas décadas de sequía inversora y afronta retos tan importantes como la organización de unos Juegos Olím-picos o un Mundial de Fútbol, el reto ya es colosal.

Consciente de todo ello, el Gobier-no de Luiz Inácio Lula da Silva inició en 2007 el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), que suponía una inyección de dinero público supe-rior a los 400.000 millones de euros en energía, infraestructuras e impulso social y urbano. El año pasado, ya con un pie fuera de la presidencia, Lula aprobó la puesta en marcha de la se-gunda parte de este programa, que en los próximos años invertirá más de 600.000 millones de euros.

El PAC 2 –nada que ver con la po-lítica agraria común europea– inclu-

ye obras tan relevantes como el AVE entre São Paulo y Río de Janeiro o la presa de Belo Monte. “Quizá desde fuera es más vistoso el tren bala, pero el programa va a financiar una obra básica para la articulación del país, como es la creación de los ejes nor-te-sur y este-oeste del tren de mer-cancías”, subrayan en fuentes diplo-máticas brasileñas.

AEROPUERTOS Y AUTOPISTAS“El Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos dos años más tarde van a ayudar a acelerar obras que ya eran necesarias en las grandes metrópolis y en los cuellos de botella de las in-fraestructuras, especialmente en ae-ropuertos y autopistas”, añade José Carlos Ferreira de Oliveira Filho, director presidente de OHL Brasil, la constructora española que admi-nistra 3.226 kilómetros de autopis-tas que discurren por cinco de los 26 Estados del país.

Las elecciones que el próximo mes de octubre deberán elevar a la presi-dencia a Dilma Roussef, la candida-ta de Lula, o al opositor José Serra no supondrán un problema para el desarrollo de la segunda parte del PAC, ya que se trata de un proyec-

to de Estado, al margen de la pelea política partidista.

Más problemas puede causar la fuerte oposición que ha generado la obra magna del PAC 2, la presa de Belo Monte en el Amazonas, que dará electricidad a 26 millones de brasileños y costará 8.000 millones de euros. Ecologistas, indígenas, la Iglesia e incluso el director de Ava-tar, el estadounidense James Came-ron, se han manifestado contra una central hidroeléctrica que obligará a desplazar a más de 50.000 per-sonas.

Los críticos trataron de parali-zar la obra, que se prevé que entre en funcionamiento dentro de cinco años, pero los tribunales han dado la razón al Gobierno.

Aparte de más dinero, la segunda parte del mastodóntico plan suma nuevos objetivos. Sigue apostando por la energía y el transporte –dos de las grandes bazas del PAC 1–, pero añade otras como las políticas de vivienda y urbanismo. La parte del león de los 666.000 millones de euros que Brasil invertirá a partir del próximo año se la lleva la ener-gía, con 457.000 millones. El pro-grama Mi casa, mi vida, que prevé

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Ecologistas, Iglesia e indígenas critican la construcción de una gran presa en el Amazonas, pero los tribunales han dado la razón al Ejecutivo

Lluvia de millones para modernizar un país en rachaEL GOBIERNO DE LULA PONE EN MARCHA EL SEGUNDO PLANDE CRECIMIENTO, BASADO EN LA ENERGÍA Y EL TRANSPORTE

Imagen del puente Estaiada, sobre el río Pinherios, en Río de Janeiro.

Brasil ha dado sobrados motivos de alegría a las constructoras es-pañolas en los últimos tres años. OHL se adjudicó en 2008 más de 2.000 kilómetros de autopista de la red federal. Este éxito ha sido el empujón que explica la aportación de Brasil a los resultados del gru-po: el año pasado generó el 41% del Ebitda (resultado bruto operati-vo) del grupo que preside Juan Mi-guel Villar Mir. Y también explica que para financiar esta expansión, OHL Brasil haya cerrado este mes las emisiones de bonos a través de sus cuatro sociedades conce-sionarias del Estado de São Paulo por un importe de 570 millones de euros.

Acciona, por su parte, ganó la ex-plotación de una autovía entre los Estados de Minas Gerais y Río de Janeiro con una longitud de 200 kilómetros. Además, ha compra-do más de 300.000 metros cua-drados para promover 1.740 vi-viendas. Isolux Corsán, la mayor constructora española no cotiza-da, explotará la concesión durante 25 años del corredor de 680 kiló-metros que une Salvador de Bahía con Río.

Fuentes del sector comentan los resquemores que ese triunfo espa-ñol ha despertado en Brasil. “Es lo mismo que habría pasado si aquí Fomento licita cinco autopistas y ni una sola empresa española gana nada”, indican. De ahí nacen, se-gún estas mismas fuentes, los con-tactos al más alto nivel que se ini-ciaron entre el Gobierno de Brasilia y las constructoras del país. En la Embajada brasileña niegan este ma-lestar y comentan cómo incluso el Gobierno había accedido a una pe-tición de las empresas españolas: flexibilizar las condiciones de en-deudamiento para acceder a contra-tos públicos.

Al margen de posibles tensiones, la apuesta de las constructoras es-pañolas por el país es firme. “Tie-ne gran potencial por sus necesida-des de transporte, con un recorrido importantísimo”, señala un porta-voz de Acciona.

España,en primera línea

la construcción de un millón de vi-viendas subvencionadas, dispondrá de 117.000 millones. Se trata de la operación de planificación urbanís-tica más ambiciosa de los últimos 30 años. A los transportes se destinarán 46.000 millones de euros.

Pero la novedad no es sólo que ahora se vaya a poner más dinero sobre la mesa. El PAC se puso en marcha en 2007, cuando la crisis mundial todavía era una posibilidad que sólo barajaban los agoreros. Tres años más tarde, el mundo hace fren-te a una de las mayores crisis que ha conocido el capitalismo. Y muchas constructoras internacionales ven la lluvia de millones que caerá de Brasi-lia como una oportunidad única.

Así, a pesar de que no fuera su ob-jetivo inicial, desde 2008 el PAC se ha convertido también en una políti-ca anticíclica. La crisis ha avivado el interés de las empresas por este pro-grama. “La apuesta por las infraes-tructuras es para nosotros una opción estratégica con la que superar las diferencias regionales y superar los cuellos de botella generados en años de subinversión”, concluye el jefe de la oficina comercial de la Embajada en Madrid, Claudio Garón.

INFRAESTRUCTURAS16 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010

Brasil destinará 117.000 millones de euros a un programa para levantar un millón de casas para las clases más desfavorecidas de la sociedad

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JUAN ARIAS

La historia de Brasil es la de sus riquezas naturales, y en-tre estas, el cultivo de cerea-les y la cría de ganado. Se po-

dría hacer la historia del país desde la colonización hasta hoy siguiendo, por ejemplo, la ruta del cultivo del algodón, del caucho, del café, de la soja, del trigo, del maíz y de la ga-nadería.

Ha sido el cultivo de sus produc-tos naturales y la conversión de los mismos en productos industriales lo que ha ido modernizando al país con la tecnologización del campo, el comercio internacional, la urbaniza-ción y la industrialización.

Hoy día, Brasil es aún inconcebi-ble sin sus riquezas agropecuarias. Es el mayor exportador de carne bovina del mundo y de los mayores de aves y de carne de cerdo. Una tercera par-te de la riqueza del país depende de lo que se conoce como el “agronego-cio”. Es el país que más soja exporta, con un movimiento de 57 millones de toneladas, que suponen 530.000 millones de reales (unos 222.000 millones de euros), producida en 20 millones de hectáreas. Con la soja, Brasil produce cerca de 2.000 mi-llones de litros de etanol, combus-tible sostenible.

Todo apunta a que el Brasil de mañana tendrá que ser también una nación que exporte tecnología y ener-gía, no sólo productos naturales. Es uno de sus retos de futuro. Pero hoy por hoy Brasil sigue siendo el gigante

de la industria del campo, cada vez más modernizado.

En esta realidad surge al mismo tiempo la grave problemática de cómo seguir creciendo en ese sector sin comprometer el medio ambiente, comenzando por la Amazonia, cora-zón de la biodiversidad del planeta. Surgen así en el país dos modelos de desarrollo: el del crecimiento a cualquier precio y a cualquier cos-te y el del desarrollo sostenible que propugna colocar la defensa de la tierra en primer lugar.

DOS CANDIDATASNinguno de los dos modelos –hoy protagonizados por las dos mujeres candidatas a las presidenciales, las ex ministras Dilma Rousseff y Ma-rina Silva– son químicamente puros. Rousseff, más proclive al desarrollo económico como tal, no niega que dicho desarrollo deba ser también sostenible, y Silva, la ambientalis-ta por antonomasia, no acepta, por ejemplo, que la Amazonia sea tra-tata como un santuario intocable: propugna en esta zona un verdade-ro desarrollo, pero sostenible; es de-cir, compatible con su preservación y que cree riqueza para sus más de 20 millones de habitantes.

Ambas fueron ministras del Go-bierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, pero ambas chocaron en lo referente a este modelo de desa-rrollo, y Silva dejó el Ejecutivo. Hoy, ambas candidatas a la sucesión de Lula se dicen defensoras del medio ambiente, como siempre se ha di-

cho tambien del ex sindicalista Lula, quien, sin embargo, se ha quejado mil veces de los órganos de vigilan-cia ambiental, que le han parado mu-chos proyectos de obras importantes “porque han encontrado un sapo de una especie protegida”, como bro-meó una vez.

El problema no es de fácil solu-ción. Lula asegura que ya no se plan-ta, por ejemplo, soja en tierras des-forestadas de la Amazonia, algo que niegan los ecologistas. Asegura que la destrucción de la selva amazónica disminuye cada año, aunque sigue en pie la sangría. Y es verdad que el Gobierno Lula ha aprobado toda una serie de leyes para la protección del medio ambiente, aunque suele recor-dar que los países ricos que critican a Brasil son los que más bosques han destruido y los que más polucionan el planeta, y que por ello mismo no deberían dar lecciones medioam-bientales.

Lo cierto es que Brasil está lla-mado a crecer económicamente a un ritmo que podrá llegar en 2012 a un 7%. Para ello va a necesitar triplicar la creación de energía. ¿Cuál elegir? La actual polémica sobre la construc-ción en Belo Monte, en la Amazonia, de la tercera mayor presa del mun-do –teniendo para ello que inundar medio millón de metros cuadrados con las aguas del rio Xingú– es el mejor símbolo del drama que se le presenta al país.

Los ecologistas propugnan la crea-ción de energías alternativas limpias. El Gobierno se pregunta si las hi-

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droeléctricas como la de Belo Mon-te no lo son y si se prefiere la ener-gía nuclear como más limpia. ¿Y el precio de la energía? Según datos de la revista Veja, para producir la mis-ma energía que podrá generar Belo Monte serían necesarias 17 centrales nucleares, 3.700 torres de energía eólica y 49,4 millones de placas de energía solar. ¿Y el coste? El precio de un MW/h en reales sería de 78 para la hidroeléctrica, de 148 para la eólica, de 150 para la nuclear y de 200 para la solar.

Los ecologistas responden que no se defiende el planeta con los núme-ros, sino con la voluntad de buscar alternativas a cualquier energía no limpia, y que el futuro del desarrollo mundial va por ese lado, empezando por Estados Unidos.

Brasil tiene además un problema añadido: una de sus mayores rique-zas futuras, que podrán convertir al país en uno de los mayores produc-tores de petróleo, son sus ingentes yacimientos en las profundidades del mar, el llamado proyecto Pre-sal, que va a dar vida a una segunda Petrobrás, probablemente naciona-lizada por completo. Pero el petróleo es hoy la cenicienta de los ecologis-tas, ya que no la consideran la ener-gía del futuro.

Brasil tendrá que hacer malaba-rismos para saber usar esas riquezas concretas sin traicionar su vocación de desarrollo sostenible, como ten-drá que hacerlos para promulgar, de una vez por todas, la siempre aplaza-da reforma agraria. El Gobierno de Lula dio tierras a millones de fami-lias pobres. Pero Los Sin Tierra, el movimiento campesino de izquier-das más fuerte de América Latina, siguen invadiendo los grandes lati-fundios. El movimiento de los pro-pietarios rurales acusa al Ejecutivo de no respetar jurídicamente el de-recho a la propiedad.

¿Por qué Brasil no ha consegui-do aún implantar una verdadera re-forma agraria? Porque los intereses de los latifundistas son muy fuer-tes, dominan el Parlamento y son, al mismo tiempo, los responsables de la pujanza del agronegocio que ha hecho rico al país. Por otra par-te, la reforma agraria que propug-nan los movimientos campesinos de izquierdas se ha quedado atrasada. Hoy el campo ya no se cultiva como ayer. ¿Para qué sirve darles un trozo de tierra a unas familias si no van a ser capaces de ser competitivas con sus productos? Hoy el campo está tecnologizado, los movimientos de reivindicación de los campesinos po-bres han perdido su fuerza frente a la evidencia de la modernización de la agricultura.

Brasil es un país en gestación en el que se acumulan problemas y retos tan grandes como su territorio. Pero es una nación con voluntad de supe-rarlos. Es un país joven democrática-mente que está saliendo de un mun-do de coroneles, que eran dueños de todo, a un mundo moderno que se espeja en el primer mundo rico. Pero tiene una ventaja a su favor: que aún no ha perdido la ilusión de mejorar y que aún tiene tiempo de aprender lo que no se debe hacer para no caer en ciertos errores y desencantos de los países a los que envidia y por los que hoy es envidiado a pesar de to-das sus contradicciones, atrasos y desequilibrios sociales.

Lula ha aprobado leyes ambientales que no terminan de cuajar y se queja de que los países ricos, los que más contaminan, le critiquen

Entre el desarrollo y la defensa ambientalEL PAÍS SE DEBATE ENTRE CRECER Y CONVERTIRSE EN UNA SUPERPOTENCIA 0 CONSERVAR INTACTA LA AMAZONIA, EL ‘CORAZÓN VERDE’ DEL PLANETA

Campos de cultivo de soja en la selva del Mato Grosso.

AGRICULTURADomingo 16 de mayo de 2010 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL 17

Page 18: Brasil, alianza para la nueva economía global

A. MARS

El Mundial de Fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016 llevarán el foco de todo el mundo a Brasil. Ambos

acontecimientos suponen una poten-te espolada a la inversión de la indus-tria turística, aún no del todo recupe-rada de la crisis económica interna-cional. El parque hotelero crecerá en 300 proyectos, con cerca de 70.000 habitaciones hasta 2017, según los cálculos del Embratur, la agencia de turismo carioca, de la mano, en-tre otras, de multinacionales como Accor, Four Seasons, Hyatt, Hilton o la española Sol Meliá, que han anun-ciado proyectos. Además, el Banco Nacional de Desarrollo Económico y social (BNDES) ofrece un crédito de 1.000 millones de reales (unos 430 millones de euros), en condiciones especiales, para la reforma y amplia-ción de los hoteles hasta 2014.

“Dentro de las economías emer-gentes, Brasil tiene unas expectativas de crecimiento enormes. Es el mo-tor de recuperación de América La-tina y, con la previsión de los Juegos Olímpicos, va a haber una apuesta muy importante para situar al país como destino turístico”, radiogra-fía José Luis Zoreda, vicepresiden-te ejecutivo de Exceltur, el lobby de las grandes empresas turísticas es-pañolas, para explicar el atractivo que despierta.

El país ya lleva años tratando de impulsarse como plataforma turís-tica mundial. El negocio represen-ta el 3,6% de la economía brasileña y alcanzó 6,4 millones de visitan-tes el año pasado, un 0,77% menos que el anterior. Según los datos del

Banco Central, el gasto de los turis-tas extranjeros que visitaron Brasil en 2009 ascendió a 5.305 millones dólares.

Según la Organización Mundial del Turismo, los movimientos inter-nacionales de turistas quedaron en 880 millones el año pasado en todo el mundo, lo que supone una reduc-ción del 4,3% respecto a 2008. Sin embargo, en el primer mes de 2010, Brasil ya ha apuntado a la recupera-ción con un crecimiento del 12% res-pecto al mismo mes de 2009.

JUEGOS OLÍMPICOSLas metas del país en la carrera tu-rística están fijadas en el Plan Acua-rela 2020, y pasan por “aumentar en 304% la entrada de divisas ge-neradas por turistas extranjeros en Brasil de 2010 a 2020, aumentar en 500.000 visitantes en 2014 (año de la Copa Mundial de Fútbol); y en 380.000 más en 2016, año de los Juegos Olímpicos de Río, además de mantener un crecimiento mínimo de un punto porcentual por encima del crecimiento de América del Sur”, explican desde Embratur. El obje-tivo del Gobierno pasa por que los turistas que vayan a Brasil con mo-tivo de la Copa visiten otro destino turístico del país.

El empujón de los grandes acon-tecimientos ayudará a los planes de expansión de muchas empresas que se ralentizaron a raíz de la crisis eco-nómica internacional. Sol Meliá, la primera empresa española que ate-rrizó en Brasil, en 1992, también pla-nea nuevas inversiones. “En sus pla-nes de expansión, que se retomarán cuando las condiciones del entorno sean favorables, se contemplan nue-

vos productos, especialmente en el nordeste del país, además de otros hoteles urbanos en las principales ciudades de Brasil”, explica la com-pañía de la familia Escarrer.

En concreto, la firma está nego-ciando la gestión de nuevos estable-cimientos en ciudades como Porto Alegre, Río de Janeiro, Belo Hori-zonte, Fortaleza, Manaus y Recife. Además, en Salvador de Bahía, Sol Meliá tiene previsto desarrollar un gran proyecto turístico, con cerca de cinco millones de metros cuadrados, además de un centro de convencio-nes para aproximadamente 3.000 personas. Respecto a fórmulas más seguras de aterrizar en el mercado, la incorporación de nuevos hoteles a la cartera de Sol Meliá se hace fun-damentalmente a través de fórmulas de gestión, que producen un menor endeudamiento y reducen la expo-sición al riesgo.

El escaparate al mundo está ser-vido. Durante la Copa, la audiencia acumulada llega a 26.000 millones de personas, en 214 países, según los cálculos de Embratur y habrá cerca de 20.000 profesionales de medios de comunicación acreditados por la FIFA. “Durante el desarrollo del evento, se trazará un retrato de la cul-tura, de la manera de vivir, de las ri-quezas naturales e históricas del país. Por eso, será una gran oportunidad de mostrar al mundo toda la diver-sidad natural y cultural del país, di-vulgar los atractivos turísticos de las ciudades que recibirán los Juegos y hacer de Brasil un lugar mucho más conocido y admirado”, explican des-de Embratur.

Los principales mercados emi-sores de turistas de Brasil en 2008

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fueron Argentina, Estados Unidos, Italia, Alemania, Chile y Portugal, pero la industria hotelera también puede confiar en el mercado interno. Para José Luis Zoreda, “Brasil es un continente en sí, con una demanda interna muy potente porque, pese a las desigualdades, hay muchos ciu-dadanos con gran poder adquisitivo, y las empresas tienen ahí ingresos y posibilidades de crecimiento por una doble vía”.

Para el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, el turismo de brasil, en líneas generales, era hasta hace 10 años el propio de los circuitos de va-rios países, y la inversión española estaba concentrada principalmente en México, Cuba o República Domi-nicana, entre otros. Pero, primero Sol Meliá y luego Iberostar, comenza-ron a realizar inversiones potentes. La empresa administra actualmen-te 14 hoteles, con 3.516 habitacio-nes, operados bajo las marcas Tryp y Meliá, ubicados en las ciudades de São Paulo, Angra dos Reis, Brasilia y Campinas. En Brasil, la compañía opera principalmente en el segmento de negocios en São Paulo, Brasilia y Campinas; y en el segmento de ocio en Angra dos Reis.

Para el Gobierno, la industria de turismo es más fuerte y está más cua-lificada que hace años. La infraes-tructura hotelera creció acompaña-da por un aumento muy grande en la entrada de divisas, del 209% de 2003 a 2009. Los destinos mas visitados en Brasil para ocio son Río de Ja-neiro, Foz de Iguaçu, Florianópolis, Salvador y São Paulo. Para negocios, los más elegidos son São Paulo, Río de Janeiro, Curitiba, Porto Alegre y Belo Horizonte.

En los últimos seis años, la entrada de de divisas por turismo creció un 209% y ya supone el 3,6% de la economía nacional

La inversión turísticase vuelca en BrasilLOS OPERADORES ESPAÑOLES, COMO MELIÁ O IBEROSTAR, HAN COMENZADO A REALIZAR INVERSIONES POTENTES EN LAS PRINCIPALES CIUDADES APROVECHANDO EL ENORME CRECIMIENTO PREVISTO

Atardecer en la playa de Ipanema, en Río de Janeiro.

TURISMO18 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL Domingo 16 de mayo de 2010

Page 19: Brasil, alianza para la nueva economía global

J. ARIAS

Hace doce años, cuando lle-gué a Brasil, aún se habla-ba de este país continen-te como una esperanza de

futuro. Hoy, Brasil es el presente. Un presente con horizontes enormes como sus espacios geográficos infinitos. Bra-sil está para dar el salto como quinta potencia mundial. Pronto estará en el Consejo Permanente de la ONU. Los empresarios extranjeros ponen sus ojos en él, porque en Brasil no hay espacio para aventuras golpistas y sí enormes posibilidades de inversión. La demo-cracia está consolidada. La Bolsa de São Paulo es de las más pujantes del mundo. Brasil es un gran líder indis-cutible en América Latina. Este ya no es un país de Tercer Mundo. Hay sec-tores de una modernidad que pueden dar envidia a países europeos, comen-zando por la medicina.

Los problemas, sin embargo, de este gigante de casi 200 millones de habitantes, joven, con cerca de 60 mi-llones en edad de estudiar, son aún enormes, aunque con voluntad de reso-lución. Brasil es un país en plena evo-lución, aunque con una carga enorme de paradojas.

Hay quien se pregunta qué le falta a Brasil para dejar de ser aún objeto de crónica negativa en muchos aspectos de su presente. Le falta, por ejemplo, la decisión de colocar la educación en el centro del interés político. Brasil he-redó de la esclavitud, abolida sólo en 1888, una masa ingente de analfabe-tos. Fueron libertados de la esclavitud jurídica, pero siguieron siendo los es-clavos de la ignorancia. Aún hay más de 12 millones de analfabetos totales y otros tantos o más de analfabetos

funcionales, que apenas sí saben es-cribir su nombre.

Renato de Souza, ex ministro de Educación del Gobierno de Fernando Henrique Cardoso, me confió: “Nunca había tenido conciencia de que la edu-cación era un problema importante”. Lo que contaba es que las élites del país supieran leer y escribir. ¿Para qué ne-cesitaban educación la gran masa de trabajadores de obra barata herede-ros de la esclavitud, negros o mulatos en un 90%?

Hoy, esa conciencia de que la edu-cación debe ser el motor del país exis-te. Comenzó con el Gobierno Cardo-so y continuó con el de Lula. Hoy, el 98% de los niños asiste a la escuela. El Ejecutivo ofrece libros gratis a todos los alumnos de la escuela pública, los más pobres. Existen, además, incen-tivos para que las familias lleven a sus hijos a la escuela. A pesar de que a ve-ces el presidente y ex tornero, Lula, re-cuerda que no necesitó estudiar para llegar a la jefatura del Estado, hoy los trabajadores quieren que sus hijos es-tudien. Saben que su futuro depende de la educación.

Y, sin embargo, a pesar de los gra-des esfuerzos hechos, Brasil figura aún en los últimos puestos de los índices de calidad de la educación. Masas en-teras de niños acaban la primaria sin saber leer ni escribir. Los maestros están muy poco profesionalizados y ganan sueldos de miseria.

El Gobierno de Lula es el que más universidades y escuelas profesiona-les ha levantado, pero son aún insufi-cientes. Millones de jóvenes dejan los estudios sin un diploma que les abra el camino.

Junto con el reto de la educación, Brasil posee la mancha de ser uno de

los países más injustos en la distribu-ción de la riqueza. Y eso continuará desluciendo el desarrollo económico, hasta que el mundo político se atre-va a plantearse la gran reforma fiscal que el país necesita para acabar con ese desequilibrio feroz.

Lula luchó contra esa lacra, pero los intereses en el país de los podero-sos son aún enormes, dentro inclu-so del mismo Parlamento, que acaba abortando toda reforma. Este actual Gobierno, al igual que el anterior de Cardoso, llevó a cabo reformas impor-tantes en el campo social, lo que con-tribuyó a que 20 millones de pobres se injertaran en la clase media, con todos los derechos ciudadanos. Lo consiguie-ron abriendo el crédito y ofreciendo ayudas masivas a los que estaban al margen del consumo. Fue el empujón de esa masa de nuevos consumidores la que ayudó a Brasil a salir casi ileso de la crisis financiera mundial.

Pero no basta. Brasil tiene una de las cargas fiscales más altas del mundo, más de un 40%. Sin embargo, lo máxi-mo que paga un multimillonario es un 27,5%. Los impuestos indirectos, in-cluso los de los alimentos básicos, son de los más altos del mundo, llegando a veces a un 80%. Los impuestos de todo tipo son exorbitantes.

En Brasil no hay hambre ni des-nutrición. Todos comen. El Estado no deja a nadie hambriento. Pero no basta. El país necesita ser menos des-igual para poder ser más justo. Entre el pueblo aún existe la conciencia de que siempre fue así y de que lo seguirá siendo. Los ricos son ricos y los pobres son pobres. No es fatalidad, es reali-dad histórica. Los menos afortunados usan una frase muy gráfica: “Pobre tiene que morir”.

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Lula tuvo el gran mérito de colocar ese problema sobre el tapete. Lo hizo con coraje. Mostró los pobres al país. Ha hecho mucho para ayudarles, pero no es suficiente. Hacen falta reformas sustanciales que ataquen, en sus raices, el mal atávico de la desigualdad. Y eso sólo se hace con la política. El escritor Marcio Souza esciribió: Brasil “es un país moderno económicamente, pero retrasado políticamente”.

Junto al problema de una educa-ción insuficiente y de una distribu-ción de renta que aún mantiene a la mayoría de los brasileños en una clase media baja, existe el gran cáncer de la violencia ciudadana, el problema más acuciante para los ciudadanos.

El candidato de la oposición a las presidenciales, José Serra, gobernador de São Paulo, ha dicho abiertamente que o el Estado toma entre sus manos el problema o nunca acabará “esta gue-rra”. Hasta una hija de Lula, a pesar de estar protegida, fue asaltada hace poco en su casa.

Es verdad que la violencia brasile-ña está íntimamente relacionada con la pobreza, pero lo cierto es que la po-breza está dsiminuyendo y la violencia no disminuye. ¿Por qué? Sin duda, el problema además de social es tambien político. Los violentos y los narcotrafi-cantes tambien votan y ayudan a elegir a los candidatos. De ahí el grito de la opinión pública: “¡Reforma política, ya!”. Vuelven de nuevo sobre el tape-te los dos grandes nudos gordianos: la falta de educación y de oportunidades para los jóvenes y la desigualdad eco-nómica, ambas generadoras de violen-cia. Y la responsable última es siem-pre la misma: la falta de una política capaz de ser tan moderna cuanto lo es ya la economía.

La democracia está consolidada, pero la educación,la violencia y la distribución de la renta son aún problemassin resolver

Las grandes paradojasy desafíos del giganteUN PAÍS MODERNO QUE CRECE EN EL PLANO ECONÓMICO Y CON UNA DEMOCRACIA ESTABLE

Un joven mira hacia Río desde la zona de favelas de Santa Marta.

RETOSDomingo 16 de mayo de 2010 EL PAÍS • INVERTIR EN… BRASIL 19

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