LIBRO Bracho de la mano de una gramá tica que prueba maneras de disponerse en la frase para una...

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A Coral Bracho : El se, que va a morir. Joaquín Mortiz. México. 19B2. 61 pp . ESE LARGO COLLAR DE PALABRAS DE S LIBRO salino. lo que convierte el gua nc n- dida en humedad. Nieta d I surr li . mo. la escritura de Cor 1Br cho yano quiere asociar en forma utom tica idealidades de sentido ni bloqu s d imágenes. ni siquiera momento d un rompecab ezas narrativo. En El s r qu, va a morir las palabras se asocian ntr ellas y tienen un capital común: I le. rreno gramatical dentro del cual inst . lan su feudo. En un procesode Imanta. ción se van alineando en el collar (lco , ral?) del verso. Lossignos gramatic I s son los engarces que sostieneny adoro nan la asociación: Sobrelascrines;coces: En la línea de la cabalgata metonlmi- ca se asocian crines y coces. Elpunto y coma desteje la posibilidad de que co- ces seael sujeto de un sólido verbo. En - garzandouna palabra con otra. el signo gramatical es al mismo tiempo quien las mantiene aisladas. Así. pone de ma- nifiesto una asociación que no quiere depender de las imposiciones del senti- do. Sin nadaque lo sostenga. el verso termina en los dos puntos y se cae al abismo. Como un espejismo en el de- sierto. la mezquita del poema se alzay desaparece. Más que construir edificios reales. Coral Bracho como arquitecta traza planos. indica. señala. Voraz. ex- tendido. este trabajo de planificación avanza pero no concluye. Nada en la página de El ser que va a mo rir parece querer cerrarse. Entre el desierto y el mar. se constituye el libro como una ciudad populosay mágica. Ciudad para la que cabe evocar las reflexiones de Deleuzey Guattari en Rizoma: "escribir no tiene nada que ver con significar. sino con medir. cartografiar. inclusive las comarcas venideras" . Si hay. entonces. un referente ca con el que se podríaasociar la sen- tura de Coral Bracho. éste es el de Rizo· me. De hecho. una de las dos citas d El ser que vaa morir pertenece ese.Iibro. Aquí. el encuentro entre .y lit tura es feliz: ni anal6gico. ni ,empllfl' cador. ni a posteriori. y si para la reflexión deleuziana toda se- ría. en última instancia. rizomáuca. hay algunas en las que esta caracterl nca queda representada de un ms "realista". Si se pudiera dibUjar la rula por la que caminan las palabrasd I ver- so de Coral Bracho. seguramente sta 'formaría un rizoma. ese tallo subt rr' · Entre mis muslos arde. se condensa -fiebre crispada y lenta -e tu iman- tación ; entre mis labios. Hiedra si- lenciosa. resina. agua encendida. sí- lice. mi humedad. funde y conjuga: plexo. calor salino. pulpa sensitiva. apremiante. este tímpano penetra- ble.este nudo. este excesovulvar. El erotismo no es aquí esa actividad ex- terior y apolínea de un cuerpo que. ade- más. se clarifica en la imagen poética. En vez de cuerpo. organismo; en vez de. actividad erótica. una libido subterrá- nea: lo que se cuela entre el tímpano y la vulva. lo que conjuga muslos y calor parte. Así. entre el desierto y el mar. se va constituyendo un poema destejido. desestructurado. a imagen y semejanza del cuerpo en su destarta lada vida luju- riosa: sss ssssss ss ssss ss s ss Hay escrituras más modernas que otras si por modernas se entiende que hacen complicidad -se compl ican. sabiéndo- lo o no - con el corazón teórico de una época. Mode los. modas. modalidades. sobreviven adentro de algunos libros para que la fecha en que éstos salgan de imprenta sea más la marca de una integración que el colofón de una ca- sualidad impresa. Así. veinte años an- tes del 2000 . caminan los versos de Coral Bracho de la mano de una gramá - tica que prueba maneras de disponerse en la frase para una raciona lidad que vendrá. Más allá de la superexplotada relación cuerpo-escritura. después de esa saturación analógica entre letra. es- critura y tejidos o texturas. los versos de Coral Bracho emergen no como hi- jos adopt ivos de la teoría -aquellos que le hacen guiños cómpl ices para merecerse luego sus críticas -al decir de Roland Bart hes- sino como parientes literarios de ella. En El ser que va a morir la "experien- cia corporal" se ve modificada por la experiencia de escrib irla. Los cinco sen- tidos pesan con su carga de verbo y se descargan en la página de un modo im- previsible : " Oigo (tu semen táctil)" . La palabra semen deviene táct il al oído mientras los paréntesis quieren ence- rrar a un objeto directo que se desborda como líquido seminal. Río en el desier- to. fertilidad en la aridez. el verso de Co- ral Bracho se estira entre un extremo y otro de la naturaleza: " La mezquita se extiende ent re el desierto y el mar" . Cen una concepción muy singular de la arqu itectu ra gra mat ical. la poeta se propone una construcción sin límites ni andamios. Quiere hacer una mezquita que cualquier viento pueda derrumbar. Ninguna metáfora se hace cargo de so- lidif icar la estructura del edificio. Paso sobre paso . la caravana metonímica avanza con voracidad hacia ninguna Coral Bracho 35

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A Coral Bracho : El se, que va a morir. JoaquínMort iz. México. 19B2. 61 pp .

ESE LARGO COLLARDE PALABRAS

DE SLIBROsalino. lo que convierte el gua nc n­dida en humedad. Nieta d I surr li .mo. la escritura de Cor 1Br cho ya noquiere asociar en forma utom ticaidealidades de sentido ni bloqu s dimágenes. ni siquiera momento d unrompecabezas narrativo. En El s r qu,va a morir las palabras se asocian ntrellas y tienen un capital común: I le.rreno gramatical dentro del cual inst .lan su feudo. En un proceso de Imanta.ción se van alineando en el collar (lco ,ral?) del verso. Los signos gramatic I sson los engarces que sostieneny adoronan la asociación:

Sobrelascrines;coces:

En la línea de la cabalgata metonlmi­ca se asocian crines y coces. Elpunto ycoma desteje la posibilidad de que co­ces seael sujeto de un sólido verbo. En­garzandouna palabra con otra. el signogramatical es al mismo tiempo quienlas mantieneaisladas. Así. pone de ma­nifiesto una asociación que no quieredepender de las imposiciones del senti­do. Sin nada que lo sostenga. el versotermina en los dos puntos y se cae alabismo. Como un espejismo en el de­sierto. la mezquita del poema se alza ydesaparece. Más que construir edificiosreales. Coral Bracho como arquitectatraza planos. indica. señala. Voraz. ex­tendido. este trabajo de planificaciónavanza pero no concluye. Nada en lapágina de El ser que va a morir parecequerer cerrarse. Entre el desierto y elmar. se constituye el libro como unaciudad populosa y mágica. Ciudad parala que cabe evocar las reflexiones deDeleuzey Guattari en Rizoma: "escribirno tiene nada que ver con significar.sino con medir. cartografiar. inclusivelas comarcas venideras" .

Si hay. entonces. un referente te6~~ .

ca con el que se podríaasociar la sen­tura de Coral Bracho. éstees el de Rizo·me. De hecho. una de lasdos citas d Elser que vaa morir pertenece ~ ese.Iibro.Aquí. el encuentro entre teo~la .y lit r~ .

tura es feliz: ni anal6gico. ni ,empllfl'cador. ni a posteriori. y si bie~ para lareflexión deleuziana toda escn ~ura se­ría. en última instancia. rizomáuca. hayalgunas en las que esta caracterl ncaqueda representada de un ~odo m s"realista". Si se pudiera dibUjar la rulapor la que caminan las palabrasd I ver­so de Coral Bracho. seguramente sta'formaría un rizoma. ese tallo subt rr' ·

Entre mis muslos arde. se condensa-fiebre crispada y lenta -e tu iman­tación ; entre mis labios. Hiedra si­lenciosa. resina. agua encendida. sí­lice. mi humedad. funde y conjuga:plexo. calor salino . pulpa sensit iva.apremiante. este tímpano penetra­ble.este nudo. este excesovulvar.

El erotismo no es aquí esa actividad ex­terior y apolínea de un cuerpo que. ade­más. se clarif ica en la imagen poét ica.En vez de cuerpo. organismo; en vez de.actividad erót ica. una libido subterrá­nea: lo que se cuela entre el tímpano yla vulva. lo que conjuga muslos y calor

parte. Así. entre el desierto y el mar. seva const ituyendo un poema destejido.desestructurado. a imagen y semejanzadel cuerpo en su destarta lada vida luju­riosa:

sssssssss ss ssss ss s ss

Hay escrituras más modernas que otrassi por modernas se ent iende que hacencomplic idad -se compl ican. sabiéndo­lo o no - con el corazón teórico de unaépoca. Modelos. modas. modalidades.sobreviven adentro de algunos librospara que la fecha en que éstos salgande imprenta sea más la marca de unaintegración que el colofón de una ca­sualidad impresa. Así. veinte años an­tes del 2000. cam inan los versos deCoral Bracho de la mano de una gramá ­tica que prueba maneras de disponerseen la frase para una raciona lidad quevendrá. Más allá de la superexplotadarelación cue rpo -escritura. después deesa saturación analógica entre letra . es­critura y te jidos o textura s. los versosde Cora l Bracho emergen no como hi­jos adoptivos de la teoría -aquellosque le hacen guiños cómpl ices paramerecerse luego sus crít icas -al decir deRoland Barthes- sino como parientesliterarios de ella.

En El ser que va a morir la "experien­cia corporal " se ve modificada por laexperiencia de escrib irla. Los cinco sen­t idos pesan con su carga de verbo y sedescargan en la página de un modo im­prev isible : " Oigo (tu semen táct il)" . Lapalabra semen deviene táctil al oídomientras los paréntesis quieren ence­rrar a un objeto directo que se desbordacomo líquido seminal. Río en el desier­to. fertilidad en la aridez. el verso de Co­ral Bracho se est ira ent re un extremo yotro de la naturaleza : " La mezquita seext iende entre el desierto y el mar" .Cen una concepción muy singular de laarquitectura gramatical. la poeta sepropone una construcción sin límites niandamios. Quiere hacer una mezquitaque cualquier viento pueda derrumbar.Ninguna metáfora se hace cargo de so­lidificar la estructura del edif icio. Pasosobre paso . la caravana metonímicaavanza con voracidad hacia ninguna

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neo que " tiene en sí muy diversas for ­mas: desde su extens ión superficial ra­mificadas en todos sentidos. hasta suconcreción en bulbos y tubérculos" . Nohay en El ser que va a morir versos­árbol conectados a una raíz articulante.Desema izados. " desterritor iaIizados" .estos versos se mueven -tiran líneas­hacia afuera de sí mismos. Viven en unmundo de palabras que. imantadas. semantienen todas juntas. pero en la su­perf icie . No hay incorporación . nada se .come a nada: ningún encuentro devie­ne. metáfora. Así. sin nudos. sin com­promisos definitivos. aparecen tambiénlas rupturas repentinas y las unionesnuevas. (Versos que se desdoblan aco­plándose con otros. forman la nuevasociedad en un terreno gramatical co­mún .)

Un punzón, un insecto en las pala­bras)) lentas. empalmadas ((entre lasgrietas .las cesuras. en las bridas. Súbitos ylascivos las concentran -Suvoz: separándolo. abriéndolo. eli­giendo -ciñen y cohabitan en losfilos espejeantes)) huecas; su costraopaca (íentre los gritos. las vernejas.los resquicios. Estar:))

Los paréntesis dobles que cierran loque nunca se abrió. el verbo estar quese 'abre hacia los dos puntos. lo que.abierto. vive aprisionado entre guiones: .son ligazones. coágulos . engarces. lí­neas de fuga. Son esos bulbos y tu­bérculos que. agazapados en lo oscurode la ramificación. la iluminan con supresencia concreta.

Cuerpo sin vientre. el de El ser queva a morir se niega a comer . Así. lángui­do. carente de reservas calóricas. sejuega su mortalidad como libro autosu ­fic iente . Conectado ya a los libros quele sucederán. prefiere sobrevivir ali ­mentándose de un impulso venidero :" el deseo es un creador de realidad.produce . y se mueve mediante rizo­mas". Deseosa de las palabras. la infa­ti'gable Coral Bracho seguirá enhebran-

. do ese largo collar. uno de los más cos­tosos -caros. difíciles de hacer- de lajoven poesía mexicana. Joya que en elmercado recibe el nombre de "vanguar­dia" y que es fruto de un traba jo lento ysin apuro que. sin embargo. se adelantaa su época.

Tamara Kamenszain

CEREMONIADE UN ADIÓS ATEO

La ceremonia del adiós es -parafra­seando lo que anuncia su propio prefa­cio- el ' primer libro de Simane deBeauvoir. y " sin duda el único". queSartre no podrá conoce r antes de quepase por la imprenta: ni después de quecircule públicamente. "Le está entera ­mente consagrado pero no le atañe ." Eltítulo de una lacónica glosa -románti­ca. irónica. dramática. existencial- quehace Simane de Beauvoir de lo que unavez le dijera Sartre con motivo de unperiodo de viajes que los distanciaría

.durante algún tiempo.Yaunque la viven-cia profundamente subjetiva del distan­ciamiento definitivo. eterno. " no puededecirse. no .puede escribirse. no puedepensarse : se vive .es todo" (p. 1Ol.Ia pro­sa de la autora acierta a transformar suceremonia privada en una vívida crónicade los últimos diez años (1970-1980) deSartre. Lo hace al reunir la menudenciaíntima del transcurrir de una decrepitudgradual y dolorosa y los detalles nimiosde la vida diaria. para amplificarlos -unpoco a la manera técnico-literaria delarte biográfico de Marcel Schwob- enuna imagen sugerente. por medio de unadescripción cruda. realista y atrevida.Quizás el fragmento siguiente ilustre. amanera de ejemplo. la osadía de eseesti­lo directo. así como la tón ica general dela narración :

Un sábado cenamos con Sylvie en elDominique. y Sartre bebió mu~ho

vodka . De vuelta en mi casa. se que­dó amodorrado y después se durmiócompletamente. dejando caer el ci ­garrillo. Lo ayudamos a subir a suhabitación. Al día siguiente. por lamañana. parecía en perfecto estado.y se marchó a su casa. Pero cuando.dos horas más tarde. Sylvie y yo fui­mos a buscarlo para ir a comer. esta­ba golpéandose contra los muebles.Al salir de La Coupo!e. aun habiendobebido muy poco . . se .tambaleaba.(. .. ) Se sentía vacío . no tenía ganasde trabajar por el momento. Ya con­tinuación. m irándome ansioso y casiavergonzado dijo: - ¿No recobraré

• Simone de Beauvoir : La ceremonia deladiós I Conversaciones con Jean·Paul Sartre.Ed. Hermes. México. 1983.

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nunca la vista ? -Temo que no -lerespondí. Fue tan desgarrador queestuve llorando toda la noche. (pp.

17 Y 90)

El recuento cronológico que se nosofrece descubre a un Sart re absorbidotanto por la redacc ión de sus ensayos(los póstu mos) como por una intensaactiv idad polít ica - coronación. "nece­saria" según creía. de su periodo inicial

más prop iamente filosófico-literario- .tanto por el gozo simple de la experien­cia presente. inmediata . como por laspenosas calamidades del deterioro tí.si­ca. Para desarrollar más satisfactoria­mente su trabaj o intelectual y su mili­tancia política. Sartre recurr ió al usosistemático de estimulantes diversosque. sin emb argo , habrían de incremen­tar su extenuación física y acelerar vio­lentamente su muerte " Sartre estabacansado . Un absceso en la boca . unaamenaza de gripe. Pero entrego jubilo- .samente a Gallimard. el 8 de octubre(de 1970) el eno rme manuscrito sobreFlaubert" . (p. 18) Enemigo de la pasiv i­dad -es decir. del fácil abandono a lacontingencia del mundo natural- . elcompañero de toda la vida de Simonede Beauvo ir no dejaba de "pensar con­tra sí mismo". de firmar manifiestos. deprotestar enérgicamente. de exhortar a .la lucha común. de reflexionar sobre elproblema polít ico que desde el puntode vista teór ico más le preocupaba : lafunción del intelectual en su sociedad("Hace cincuenta años -decía- que elpueblo y los intelectuales están separa­dos; aho ra es necesario que los dossean uno solo " . p. 19). Pero el desen­cadenamiento fatal de la crisis traslucíacontradicciones anímicas. que tal vezno fueran en el fondo -es una hipóte­sis- sino rasgos oscuros de una fuertepersonalidad. en ocasiones curiosa- .mente enigmática. como cuando a lapregunta de Jane Friedman sobre quéera lo más importante en su vida res­pondió: No lo sé. Todo . Vivir. fumar.(p.124) Recuerdo eso porque me ayudaa decir que sus actitudes contrastabanconstantemente unas con otras . que suánimo oscilaba - según el momento'que viviera- entre la voluntad de auto­determinación y la resignación. entre elvacío y el humor. entre la indiferenCia yla vitalidad. entre la satisfacción por.elpasado y la relativa inconformidad conel presente. entre su apego a la vida ysu despreocupación por I~ muerte. Pre: