Boletín El Heraldo AMECCDAi 24 de mayo 2015

4
E n nuestra reflexión anterior comenzamos nuestra peregrinación alrededor de los relatos que nos hace la Palabra de Dios acerca de hombres y mujeres que vivieron encuentros con Dios. En nuestra reflexión anterior esbozamos que estos análisis usan como base el libro “Encountering God for Spiritual Breakthrough,” (Regal Books, Dic 1998), escrito por el Dr. Elmer Towns. Este libro está disponible en la página electrónica de nuestra Iglesia; HYPERLINK “http:// www.ameccda.org” www.ameccda.org); libre de costo. E n esa reflexión adelantamos elementos muy singulares en la presentación que hace Towns. Uno de ellos, que es en tiempo de crisis que Dios sale a nuestro encuentro de manera inequívoca. En adición a esto, presentamos los objetivos que perseguimos con estas reflexiones. Hemos dicho que algunos de ellos son objetivos ontológicos. Esto es, objetivos que nos ayudan a definir quiénes somos y el propósito para el que estamos aquí. En adición a esto, hemos dicho que otros de los objetivos son procesales. Uno de ellos procura que podamos entrelazar y aceptar los elementos comunes que existen en los escenarios en los que Dios sale al encuentro a estos personajes bíblicos y los escenarios nuestros. Otro objetivo procura que entendamos que el ejercicio de conocer la vida y el comportamiento de estos hombres y estas mujeres de Dios, nos permitirá conocer mucho mejor al Dios a quien ellos sirven. El último objetivo procesal es convencernos de que Dios quiere que seamos capaces de enfrentar “issues” (asuntos) del corazón y nuestro espíritu que no hemos resuelto. E n esta reflexión comenzaremos analizando uno de los encuentros que Moisés tiene con Dios. Los lectores deben comprender que para que el análisis de este encuentro esté completo, se requiere que visitemos las experiencias de vida más relevantes de este hombre de Dios. Este proceso nos permitirá tener un cuadro más claro de quién es la persona que llega a este encuentro con Dios y en qué condiciones espirituales, físicas, emocionales y relacionales llega él a este encuentro. D e entrada, tenemos que definir que según los textos bíblicos se nos permite conocer que este siervo de Dios forma parte de la cuarta generación de judíos que se encuentra en Egipto desde la llegada de los hijos de Jacob a este imperio. Leví, el patriarca de lo que luego será la tribu de sacerdotes, es el padre de Coat, quien es el padre de Amram, quien el padre de Moisés, de Aarón y de María (Ex 6:16-20). Es de esa cuarta generación que Dios le habla a Abraham en Gn 15:13-16, cuando le describe el proceso por el que el pueblo de Israel habría de pasar antes de llegar a la tierra prometida. E s de todos conocido que Moisés es educado como egipcio (Ex 2:1-10). Es también de conocimiento general que tiene que huir de Egipto (Ex 2:11-15) y que Dios lo llama a regresar a Egipto para usarlo como caudillo y libertador de su pueblo (capítulos tres (3) y cuatro (4) del libro de Éxodo). El encuentro que Moisés tiene con Dios que da a luz esta reflexión ocurre luego de la liberación del pueblo de Israel. Se trata del encuentro que Moisés tiene con Dios cuando el pueblo ya está peregrinando por el desierto, antes de llegar a la tierra que fluye leche y miel (Ex 33:1-23). ¿Qué cosas sabe Moisés acerca de Dios antes de llegar a este encuentro? Podemos afirmar que hay varias cosas que Moisés sabe acerca de Dios antes de llegar a este encuentro. Moisés conoce acerca de la omnisciencia de Dios. Esta información se desprende de su encuentro inicial con Dios (Exo 3:6-9). O sea, Moisés sabe que Dios conoce todas las cosas. 24 de mayo de 2015 • Volumen X • No. 482

description

Tema: Dios sale a nuestro encuentro; El modelo de Moisés. Mensaje por el pastor/rector, Mizraím Esquilín García. Boletín Oficial de la Iglesia AMEC Casa de Alabanza en Canóvanas Puerto Rico. Fecha: 24 de mayo de 2015, Vo. X, No. 482.

Transcript of Boletín El Heraldo AMECCDAi 24 de mayo 2015

Page 1: Boletín El Heraldo AMECCDAi 24 de mayo 2015

En nuestra reflexión anterior comenzamos nuestra peregrinación alrededor de los relatos que nos hace la Palabra de Dios acerca de hombres y

mujeres que vivieron encuentros con Dios. En nuestra reflexión anterior esbozamos que estos análisis usan como base el libro “Encountering God for Spiritual Breakthrough,” (Regal Books, Dic 1998), escrito por el Dr. Elmer Towns. Este libro está disponible en la página electrónica de nuestra Iglesia; HYPERLINK “http://www.ameccda.org” www.ameccda.org); libre de costo.

En esa reflexión adelantamos elementos muy singulares en la presentación que hace Towns. Uno de ellos, que es en tiempo de crisis que Dios sale a nuestro encuentro de manera inequívoca. En adición a esto,

presentamos los objetivos que perseguimos con estas reflexiones. Hemos dicho que algunos de ellos son objetivos ontológicos. Esto es, objetivos que nos ayudan a definir quiénes somos y el propósito para el que estamos aquí. En adición a esto, hemos dicho que otros de los objetivos son procesales. Uno de ellos procura que podamos entrelazar y aceptar los elementos comunes que existen en los escenarios en los que Dios sale al encuentro a estos personajes bíblicos y los escenarios nuestros. Otro objetivo procura que entendamos que el ejercicio de conocer la vida y el comportamiento de estos hombres y estas mujeres de Dios, nos permitirá conocer mucho mejor al Dios a quien ellos sirven. El último objetivo procesal es convencernos de que Dios quiere que seamos capaces de enfrentar “issues” (asuntos) del corazón y nuestro espíritu que no hemos resuelto.

En esta reflexión comenzaremos analizando uno de los encuentros que Moisés tiene con Dios. Los lectores deben comprender que para que el análisis de este encuentro esté completo, se requiere que visitemos las

experiencias de vida más relevantes de este hombre de Dios. Este proceso nos permitirá tener un cuadro más claro de quién es la persona que llega a este encuentro con Dios y en qué condiciones espirituales, físicas, emocionales y relacionales llega él a este encuentro.

De entrada, tenemos que definir que según los textos bíblicos se nos permite conocer que este siervo de Dios forma parte de la cuarta generación de judíos que se encuentra en Egipto desde la llegada de los

hijos de Jacob a este imperio. Leví, el patriarca de lo que luego será la tribu de sacerdotes, es el padre de Coat, quien es el padre de Amram, quien el padre de Moisés, de Aarón y de María (Ex 6:16-20). Es de esa cuarta generación que Dios le habla a Abraham en Gn 15:13-16, cuando le describe el proceso por el que el pueblo de Israel habría de pasar antes de llegar a la tierra prometida.

Es de todos conocido que Moisés es educado como egipcio (Ex 2:1-10). Es también de conocimiento general que tiene que huir de Egipto (Ex 2:11-15) y que Dios lo llama a regresar a Egipto para usarlo

como caudillo y libertador de su pueblo (capítulos tres (3) y cuatro (4) del libro de Éxodo). El encuentro que Moisés tiene con Dios que da a luz esta reflexión ocurre luego de la liberación del pueblo de Israel. Se trata del encuentro que Moisés tiene con Dios cuando el pueblo ya está peregrinando por el desierto, antes de llegar a la tierra que fluye leche y miel (Ex 33:1-23). ¿Qué cosas sabe Moisés acerca de Dios antes de llegar a este encuentro? Podemos afirmar que hay varias cosas que Moisés sabe acerca de Dios antes de llegar a este encuentro. Moisés conoce acerca de la omnisciencia de Dios. Esta información se desprende de su encuentro inicial con Dios (Exo 3:6-9). O sea, Moisés sabe que Dios conoce todas las cosas.

24 de mayo de 2015 • Volumen X • No. 482

Page 2: Boletín El Heraldo AMECCDAi 24 de mayo 2015

una asignación. En esta dimensión Moisés es similar a gente que no ha resuelto poner la acción de congregarse como prioridad. Incluye también a gente que no ha aceptado que su problema no son las heridas que les hayan podido causar otros; son ellos mismos. Esto incluye a padres que piensan que el problema de sus hijos se resuelve con un ministerio, cuando la alternativa correcta es aceptar el nivel de responsabilidad que se tiene con el problema y decidir hacer algo positivo al respecto.

En ese encuentro Jetro le habló de muchas cosas. Una de ellas tiene que ver con las formas en la que Dios habla: cómo habla

Dios. En este caso, le habló a través de un sacerdote de Dios que no era Israelita. Jetro le habló acerca de cómo se le responde a Dios. En este caso, se explicó un plan de trabajo que serviría para cubrir las necesidades del pueblo y hacerlo de forma correcta. Jetro le habló acerca de quiénes son los hijos de Dios. El pueblo puesto bajo la dirección de Moisés le pertenecía a Dios. Jetro le habló acerca de la necesidad del desierto y de la revelación divina en las cosas ordinarias de la vida (Ex 18: 8-27).

Cuando leemos el pasaje que acabamos de citar encontramos que Jetro sabía lo Dios

había hecho (vs8). Nos percatamos de que Jetro sabía alegrarse por las obras de Dios y que Jehová es el más grande (vs9). Ese pasaje nos dice que Jetro sabía adorar y presentar sacrificios. Ese pasaje nos dice que Jetro gozaba del respeto de la familia de Moisés y de su gobierno (vs 12). Ese pasaje nos dice que Jetro no solo come con los ancianos de Israel, sino que come delante de Dios. En otras palabras, este hombre posee una relación con Dios similar a la que tiene Moisés.El análisis de este pasaje nos enseña muchas cosas. Dentro de las más relevantes

encontraremos que Moisés se sabe rodear y dejar aconsejar por personas maduras que poseen una relación con Dios similar o mayor a la que él posee. Este es un elemento vital para el desarrollo de un liderato efectivo y de excelencia.

Este pasaje también nos revela muchas de las cosas que Moisés no conocía aún. Moisés ignoraba muchos elementos y

aspectos del liderazgo. Moisés desconocía muchas cosas acerca de las áreas en las que la dirección divina se podía manifestar.

Moisés conoce del Señorío del Todopoderoso. Dios le dice allí que Él es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Moisés

conoce de Su Santidad. Moisés descubre que todo lo que Dios toca se convierte en cosa santa; hasta el terreno que decide pisar (Ex 3:5). Moisés conoce de los juicios y la justicia de Dios (Ex 3: 1-11; Ex 32:17-36). Moisés conoce que si se sigue “el patrón” y las ordenanzas diseñadas por Dios, la gloria de Dios estará garantizada. El Arca del Pacto, las tablas de la Ley y el Tabernáculo formaban parte de este diseño.

Es importante añadir a esto que cuando Dios llamó a Moisés, este siervo ya había experimentado lo que significaba

ser una persona de éxito. Sin embargo, su definición de éxito estaba equivocada. La Biblia nos va a enseñar que la definición de éxito es hacer la voluntad de Dios. ¿Qué cosas le faltaban a Moisés? ¿Qué cosas no sabía este y qué experiencias no había tenido aún? A Moisés le faltaba un encuentro con Dios. ¿Cómo podemos llegar a esta conclusión sabiendo de todos los eventos que Moisés tiene con Dios antes del que se describe en Éxodo 33? Es muy cierto que todos esos eventos describen encuentros que este hombre tiene con Dios. Sin embargo, no es menos cierto que todos y cada uno de esos encuentros ocurrieron alrededor de definiciones de propósito y de misión. En adición a esto, ninguno de esos encuentros parece haber cancelado algunas áreas de necesidad y de insatisfacción que todavía operaban en Moisés.Veamos; Moisés había sido entrenado por la “nana” (su madre), pero seguía siendo egipcio. Cuando el “choca” con Dios por vez primera observamos que ni siquiera habla bien el idioma de su pueblo. ¡Cuántas veces se debe haber visto cerca de la muerte o deseó morir antes de este primer encuentro! (Ex 32:32) Su sentido de responsabilidad con el pueblo de Dios era indiscutible. Sin embargo, no es hasta la crisis que se describe en los capítulos 32 y 33 de Éxodo que podemos identificar ver el nivel de empatía que tiene con Israel.

Moisés ha observado las historias de los rechazos experimentados y ha sufrido los embates de la soledad de sus desiertos. Esta

área de su vida fue trabajada por Dios recetándole un desierto. Sí, Moisés necesitaba el desierto y a un Jetro (Ex 18; Reuel en Ex 2:18 y Hobab en Num 10:29). Entre otras cosas, Moisés necesitó trabajar

con su suegro su inclinación a no dejarse ver si no le tocaba

Page 3: Boletín El Heraldo AMECCDAi 24 de mayo 2015

Moisés conocía al Dios que podía liberar al pueblo de Egipto, pero desconocía la manifestación divina que afina

la dirección de nuestras responsabilidades como ministros de Dios. necesitamos la misma experiencia. No se está listo para Horeb hasta que uno está listo para postrarse. Y nadie está realmente listo para postrarse ante Dios si no ha decidido morir.

A Moisés le faltaba asistir a algunas escuelas. Moisés había visto el mar dividirse, pero necesitaba echar raíces en la

misión de Dios y con la agenda de Dios. La agenda suya podía ser muy buena, pero necesitaba ir a la escuelita celestial para aprender de la agenda de Dios. Este escenario convierte a Moisés en una metáfora para ministros y líderes de ministerio a los que se les hace difícil valorar las necesidades que tienen sus iglesias y sus ministerios. Milton Granum reflexionaba acerca de este punto en la ciudad de Panamá cuando dijo lo siguiente: “Esto requiere morir.” Moisés necesitaba aprender a morir a sus sueños y a sus agendas. Muchos de nosotros necesitamos la misma experiencia. No se está listo para Horeb hasta que uno está listo para postrarse. Y nadie está realmente listo para

Page 4: Boletín El Heraldo AMECCDAi 24 de mayo 2015

Ven y se parte del equipo de trabajo del

Ministerio Pro- Templo.

Favor de comunicarse con el Hno. Raúl Pachecho

(787) 256-3331