Bi blioteca mia

33
Para encender la luz clic en el botón

Transcript of Bi blioteca mia

Para encender la luz clic en el botón

Para encender el fuego

PPP

Para leer poema elige la estantería del autor y

hacer clic

García

Lorca-

Rosalía de Castro

Jorge Luis

Borges

Antonio Machado

Mario Benedetti

Gabriela Mistral

Pablo

Neruda

José Martí

Gustavo Adolfo

BécquerMiguel de Unamuno

Fuente Vaqueros, España, 1898 - Vinar, id., 1936)Poeta y dramaturgo español. Los primeros añosde la infancia de Federico García Lorcatranscurrieron en el ambiente rural de supequeño pueblo granadino, para después ir aestudiar a un colegio de Almería.

Continuó sus estudios superiores en laUniversidad de Granada: estudió filosofía y letrasy se licenció en derecho. En la universidad hizoamistad con Manuel de Falla, quien ejerció unagran influencia en él, transmitiéndole su amorpor el folclore y lo popular.

Biografía Federico García Lorca

Siguiente

GRANADA

Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas,

las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas.

Una vestida de verde,otra de malva, y la otra,

un coselete escocés con cintas hasta la cola.

Las que van delante, garzas la que va detrás, paloma, abren por las alamedas muselinas misteriosas.

¡Ay, qué oscura está la Alhambra! ¿Adónde irán las manolas

mientras sufren en la umbríael surtidor y la rosa?

¿Qué galanes las esperan? ¿Bajo qué mirto reposan?

¿Qué manos roban perfumes

a sus dos flores redondas?

Nadie va con ellas, nadie; dos garzas y una paloma.

Pero en el mundo hay galanes que se tapan con las hojas.

La catedral ha dejado bronces que la brisa toma;

El Genil duerme a sus bueyes y el Duro a sus mariposas.

La noche viene cargadacon sus colinas de sombra;

una enseña los zapatos entre volantes de blonda;

la mayor abre sus ojos y la menor los entorna.

¿Quién serán aquellas tres de alto pecho y larga cola?

¿Por qué agitan los pañuelos? ¿Adónde irán a estas horas?

Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas,

las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas.

Granada

Siguiente

ALBA

Mi corazón oprimidosiente junto a la alborada

el dolor de sus amoresy el sueño de las distancias.

La luz de la aurora llevasemillero de nostalgias

y la tristeza sin ojosde la médula del alma.

La gran tumba de la nochesu negro velo levantapara ocultar con el día

la inmensa cumbre estrellada.

Qué haré yo sobre estos camposcogiendo nidos y ramas,

rodeado de la auroray llena de noche el alma!

¡Qué haré si tienes tus ojosmuertos a las luces clarasy no ha de sentir mi carne

el calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempreen aquella tarde clara?

Hoy mi pecho está reseco

como una estrella apagada.

volver

Rosalía de CASTRO

Nada en concreto sabemos de la educación de Rosalía, que en la escuela primaria mostró

ya aptitudes para verificar; Cultivaba estas dos actividades artísticas, el dibujo y la

música. Era aficionada a la declamación, ya que en 1854 interpretó el papel principal del drama Rosmando, de Gil y Zárate, en el Liceo

de la Juventud; y en el 1860, ya casada, participó en una función dramática a

beneficio de los heridos en la campaña de Arica, también en Santiago. En ambas

ocasiones alcanzó éxito extraordinario.

Rosalía de Castro contrajo matrimonio con Manuel Martínez Murga el 10 de octubre de

1858,en la iglesia parroquial de San Ildefonso. Al año siguiente Rosalía da luz a su

primera hija, Alejandra, a la que han de seguir seis hijos más. El domicilio del

matrimonio cambio muchas veces. La vida de Rosalía se desenvuelve entre Madrid y Sí mancas, donde escribió la mayoría de las

composiciones de Follas novas.

Biografía Rosalía de castro

Siguiente

Del rumor cadencioso de la onday el viento que muge;

del incierto reflejo que alumbrala selva o la nube;

del piar de alguna ave de paso;del agreste ignorado perfume

que el céfiro robaal valle o a la cumbre,

mundos hay donde encuentran asilolas almas que al peso

del mundo sucumben.

Poema Del Rumor de Rosalía de Castro

Busca y anhela el sosiego…mas… ¿quién le sosegará?

Con lo que sueña despierto,dormido vuelve a soñar.

Que hoy como ayer, y mañanacual hoy, en su eterno afán,

de hallar el bien que ambiciona-cuando sólo encuentra el mal-,

siempre a soñar condenado,nunca puede sosegar.

Poema Busca y Anhela El Sosiego de Rosalía

Siguiente

En los ecos del órgano, o en el rumor del viento,en el fulgor de un astro o en la gota de lluvia,te adivinaba en todo, y en todo te buscaba,

sin encontrarte nunca.Quizás después te ha hallado, te ha hallado y ha

perdidootra vez de la vida en la batalla ruda,

ya que sigue buscándote y te adivina en todo,sin encontrarte nunca.

Pero sabe que existes y no eres vano sueño,hermosura sin nombre, pero perfecta y única.Por eso vive triste, porque te busca siempre,

sin encontrarte nunca.

Dicen Que No Hablan Las Plantas

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,De mí murmuran y exclaman:?Ahí va la loca soñandoCon la eterna primavera de la vida y de los campos,Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

?Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,Con la eterna primavera de la vida que se apagaY la perenne frescura de los campos y las almas,Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.

Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?

Poema En Los Ecos de Rosalía de Castro

volver

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899 – Ginebra, 14 de junio de 1986) fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX. Publicó ensayos breves, cuentos y poemas. Su obra, fundamental en la literatura y en el pensamiento humano, ha sido objeto de minuciosos análisis y de múltiples interpretaciones, trasciende cualquier clasificación y excluye cualquier tipo de dogmatismo.de la racionalidad. Siendo un literato puro pero, paradójicamente, preferido por los semióticos, matemáticos, filólogos, filósofos y mitólogos, Borges ofrece —a través de la perfección de su lenguaje, de sus conocimientos, del universalismo de sus ideas, de la originalidad de sus ficciones y de la belleza de su poesía— una obra que hace honor a la lengua española y la mente universal.

Biografía de Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges

Siguiente

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.Hay tantas otras cosas en el mundo;un instante cualquiera es más profundoy diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, unaoscura maravilla nos acecha,la muerte, ese otro mar, esa otra flechaque nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me distey me quitaste debe ser borrada;lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste,esa vana costumbre que me inclinaal Sur, a cierta puerta, a cierta esquina

Ya no Seré FelizAfuera hay un ocaso, alhaja oscura

engastada en el tiempo,y una honda ciudad ciega

de hombres que no te vieron.la tarde calla o canta.

Alguien descrucifica los anhelosclavados en el piano.

Siempre, la multitud de tu hermosura.

A despecho de tu desamortu hermosura

prodiga su milagro por el tiempo.Está en ti la ventura

como la primavera en el hoja nueva.Ya casi no soy nadie,

soy tan sólo ese anheloque se pierde en la tarde.

En ti está la deliciacomo está la crueldad en las espadas

Sábado

Siguiente

Soy el que sabe que no es menos vanoque el vano observador que en el espejo

de silencio y cristal sigue el reflejoo el cuerpo (da lo mismo) del hermano.

Soy, tácitos amigos, el que sabeque no hay otra venganza que el olvidoni otro perdón. Un dios ha concedido

al odio humano esta curiosa llave.

Soy el que pese a tan ilustres modosde errar, no ha descifrado el laberinto

singular y plural, arduo y distinto,

del tiempo, que es de uno y esa de todos.Soy el que es nadie, el que no fue una espada

en la guerra. Soy eco, olvido, nada.

Soy

Ni el pormenor simbólicode reemplazar un tres por un dos

ni esa metáfora baldíaque convoca un lapso que muere y otro

que surgeni el cumplimiento de un proceso

astronómicoaturden y socavan

la altiplanicie de esta nochey nos obligan a esperar

las doce irreparables campanadas.La causa verdadera

es la sospecha general y borrosadel enigma del Tiempo;

es el asombro ante el milagrode que a despecho de infinitos azares,

de que a despecho de que somoslas gotas del río de Heráclito,

perdure algo en nosotros:inmóvil

Final de Año

volver

(Sevilla, 1875 - Colliure, 1939) Poeta español. Aunque influido por el modernismo y el simbolismo, su obra es expresión lírica del ideario de la Generación del 98. Hijo del folclorista Antonio Machado y Álvarez y hermano menor del también poeta Manuel Machado, pasó su infancia en Sevilla y en 1883 se instaló con su familia en Madrid. Se formó en la Institución Libre de Enseñanza y en otros institutos madrileños. En 1899, durante un primer viaje a París, trabajó en la editorial Garniel, y posteriormente regresó a la capital francesa, donde entabló amistad con R. Darío. De vuelta a España frecuentó los ambientes literarios, donde conoció a J. R. Jiménez, R. del Valle-Inclán y M. de Unamuno. 6

Biografía Antonio MachadoAntonio Machado

Siguiente

Te he visto, por el parque ceniciento que los poetas aman para llorar, como una noble sombra vagar, envuelto en tu levita larga.

El talante cortés, ha tantos años compuesto de una fiesta en la antesala, —¡qué bien tus pobres huesos ceremoniosos guardan!—

Yo te he visto, aspirando distraído, con el aliento que la tierra exhala —hoy, tibia tarde en que las mustias hojas húmedo viento arranca—, del eucalipto verde el frescor de las hojas perfumadas. Y te he visto llevar la seca mano a la perla que brilla en tu corbata

A un viejo y distinguido señor

Allá, en las tierras altas, por donde traza el Duerosu curva de ballesta en torno a Soria, entre plomizos cerros y manchas de raídos encinares, mi corazón está vagando, en sueños... ¿No ves, Leonor, los álamos del río

con sus ramajes yertos? Mira el Mancajó azul y blanco; dame tu mano y paseemos. Por estos campos de la tierra mía, bordados de olivares polvorientos, voy caminando solo, triste, cansado, pensativo y viejo.

Allá en las tierras altas

Siguiente

Amada, el aurea dice tu pura veste blanca... No te verán mis ojos; ¡mi corazón te aguarda! El viento me ha traído tu nombre en la mañana; el eco de tus pasos repite la montaña... No te verán mis ojos; ¡mi corazón te aguarda! En las sombrías torres repican las campanas... No te verán mis ojos; ¡mi corazón te aguarda! Los golpes del martillo dicen la negra caja; y el sitio de la fosa, los golpes de la azada... No te verán mis ojos; ¡mi corazón te aguarda!

Amada, el aurea dice

Caminante, son tus huellas el camino y nada más; Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas

Caminantes, son tus huellas

volver

Nació en Uruguay, de padres italianos, en 1920. Hombre polifacético, ha escrito numerosos libros, ensayos, poemas y artículos periodísticos. Su larga trayectoria comenzó en 1945, fundando el semanario “Marcha” y colaborando a lo largo de esos años en multitud de publicaciones. Desde 1971 se integró activamente en la coalición de izquierdas de su país “Frente Amplio”. Tras el golpe de Estado de 1973 abandona su cargo en la universidad y ese compromiso político en su tierra natal le llevó al exilio, primero a Buenos Aires y posteriormente a España durante diez años. En 1983 vuelve a Uruguay y se reencuentra con su esposa, que se vio obligada a permanecer todos esos años cuidando a las madres de ambos. Ha sido galardonado en multitud de ocasiones y en diversos países, y caben destacar, como simple botón de muestra, en 1999 el Premio Reina Sofía de Poesía y en 2005 el Premio Internacional Menéndez Pelayo. En el año 1997 fue nombrado Doctor Honoris causa por la Universidad de Alicante

Biografía Mario Benedetti

Mario Benedetti

Siguiente

Pongo estos seis versos en mi botella al mar con el secreto designio de que algún día

llegue a una playa casi desierta y un niño la encuentre y la destape

y en lugar de versos extraiga piedritas y socorros y alertas y caracoles.

Botellas al Mar

Ayer pasó el pasado lentamente con su vacilación definitiva sabiéndote infeliz y a la deriva con tus dudas selladas en la frente ayer pasó el pasado por el puente y se llevó tu libertad cautiva cambiando su silencio en carne viva por tus leves alarmas de inocente ayer pasó el pasado con su historia y su deshilachada incertidumbre/ con su huella de espanto y de reproche fue haciendo del dolor una costumbre sembrando de fracasos tu memoria y dejándote a solas con la noche

Ayer

Siguiente

Ay del sueño si sobrevivo es ya borrándome ya desconfiado y permante y tantas veces me hundo y sueño muslo a tu muslo boca a tu boca nunca sabré quién sos ahora que estoy insomne como un sagrado y permanezco quiero morir de siesta muslo a tu muslo boca a tu boca para saber quién sos Ay del sueño con esta poca alma a destajo soñar a nado tiernamente así me llamen permanezco muslo a tu muslo boca a tu boca quiero quedarme en vos

Ay del sueño

La linda parejita que transcurrepor el viejo teclado de baldosassabe y no sabe de su amor a términoo de las marcas que impondrán los días

la linda parejita en su burbujano quiere saber nada de cenizasni de cuevas ajenas ni de fobiassólo pide quererse a encontronazos

asume su pasión como una ergástulanada de libertad condicionadacon sus dos soledades basta y sobracon sus dos cuerpos y sus cuatro manos

tiene razón la linda parejitano es fácil instalarse en la excepciónel plazo del amor es un instantey hay que hacerlo durar como un milagro

Como un milagro

volver

(Seudónimo literario de Lucilia Godoy; Vicuña, Chile, 1889 - Nueva York, 1957) Poetisa y educadora chilena. Hija de un maestro de escuela, con dieciséis años Gabriela Mistral decidió dedicarse ella también a la enseñanza; trabajó como profesora de secundaria en su país y como directora de escuela. Gabriela Mistral se dio a conocer en los Juegos Florales de Chile en 1914 con el libro de poemas Los sonetos de la muerte, nacidos del dolor causado por el suicidio de su prometido, el empleado ferroviario Romelio Ureta, a quien había conocido en 1906. Estos sonetos fueron incorporados en 1922 a una colección más amplia de sus versos realizada por el Instituto Hispánico de Nueva York bajo el título de Desolación.

Biografía, Gabriela mistral

Gabriela Mistral

Siguiente

¿Y nunca, nunca más, ni en noches llenasde temblor de astros, ni en las alboradasvírgenes, ni en las tardes inmoladas?

¿Al margen de ningún sendero pálido,que ciñe el campo, al margen de ningunafontana trémula, blanca de luna?

¿Bajo las trenzadoras de la selva,donde llamándolo me ha anochecido,ni en la gruta que vuelve mi alarido?

¡Oh, no! ¡Volverlo a ver, no importa dónde,en remansos de cielo o en vórtice hervidor,bajo unas lunas plácidas o en un cárdeno horror!

¡Y ser con él todas las primaverasy los inviernos, en un angustiadonudo, en torno a su cuello ensangrentado!

Volverlo a ver

Velloncito de mi carne, que en mi entraña yo tejí,

velloncito friolento, ¡duérmete apegado a mí!

La perdiz duerme en el trébol escuchándole latir:

no te turben mis alientos, ¡duérmete apegado a mí!

Hierbecita temblorosa asombrada de vivir,

no te sueltes de mi pecho: ¡duérmete apegado a mí!

Yo que todo lo he perdido ahora tiemblo de dormir.

No resbales de mi brazo: ¡duérmete apegado a mí

Apegado a Mi

Siguiente

Ruth moabita a espigar va a las eras,aunque no tiene ni un campo mezquino.Piensa que es Dios dueño de las praderas

y que ella espiga en un predio divino.

El sol caldeo su espalda acuchilla,baña terrible su dorso inclinado;

arde de fiebre su leve mejilla,y la fatiga le rinde el costado.

Booz se ha sentado en la parva abundosa.El trigal es una onda infinita,

desde la sierra hasta donde él reposa,

que la abundancia ha cegado el camino...Y en la onda de oro la Ruth moabita viene,

espigando, a encontrar su destino.

Ruth

Me acuerdo de tu rostro que se fijó en mis días,mujer de saya azul y de tostada frente,

que en mi niñez y sobre mi tierra de ambrosíavi abrir el surco negro en un abril ardiente.

Alzaba en la taberna, honda, la copa impurael que te apegó un hijo al pecho de azucena,y bajo ese recuerdo, que te era quemadura,

caía la simiente de tu mano, serena.

Segar te vi en enero los trigos de tu hijo,y sin comprender tuve en ti los ojos fijos,agrandados al par, de maravilla y llanto.

Y el lodo de tus pies todavía besara,porque entre cien mundanas no he encontrado tu cara

¡y aun te sigo en los surcos la sombra con mi canto!

Mujer fuerte

volver

Diseminada en miles de versos ha quedado para la posteridad la biografía, íntima y pública, secreta y

militante, del gran poeta chileno Pablo Neruda. Nos legó además la crónica de sus días agitados y

viajeros en unas líricas memorias tituladas Confieso que he vivido, y sobre su figura han

escrito numerosos amigos del escritor, su apasionada viuda Matilde Urrutia y centenares de

críticos e historiadores

Biografía Pablo Menuda

Pablo Menuda

Siguiente

Cuando estés vieja, niña (Ronzad ya te lo dijo),te acordarás de aquellos versos que yo decía.

Tendrás los senos tristes de amamantar tus hijos,

los últimos retoños de tu vida vacía...

Yo estaré tan lejano que tus manos de ceraararán el recuerdo de mis ruinas desnudas.

Comprenderás que puede, nevar en primaveray que en la primavera las nieves son más crudas.

Yo estaré tan lejano que el amor y la penaque antes vacié en tu vida como un ánfora plena

estarán condenados a morir en mis manos...

Y será tarde porque se fue mi adolescencia,tarde porque las flores una vez dan esencia

y porque aunque me llames yo estaré tan lejano...

El NUEVO SONETO A ELENA

Tengo miedo. La tarde es gris y la tristezadel cielo se abre como una boca de muerto.

Tiene mi corazón un llanto de princesaolvidada en el fondo de un palacio desierto.

Tengo miedo. Y me siento tan cansado y pequeñoque reflejo la tarde sin meditar en ella.

(En mi cabeza enferma no ha de caber un sueñoasí como en el cielo no ha cavado una estrella.)

Sin embargo en mis ojos una pregunta existey hay un grito en mi boca que mi boca no grita.No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste

abandonada en medio de la tierra infinita!i

Se muere el universo, de una calma agoníasin la fiesta del sol o el crepúsculo verde.

Agoniza Saturno como una pena mía,la tierra es una fruta negra que el cielo muerde

TENGO MIEDO

Siguiente

Mis tristezas se las destinoa los que me hicieron sufrir,pero me olvidé cuáles fueron,y no sé dónde las dejé,si las ven en medio del bosqueson como las enredaderassuben del suelo con sus hojasy terminan donde terminas,en tu cabeza o en el aire,y para que no suban máshay que cambiar de primavera.

Dispone de sus regocijos

¿Se poesía de las cosas

o no la puede condensar mi vida? Ayer mirando el último crepúsculo

yo era un manchón de musgo entre unas ruinas.

Las ciudades hollines y venganzas, la cochinada gris de los suburbios, la oficina que encorva las espaldas,

el jefe de ojos turbios.

Sangre de un arrebol sobre los cerros, sangre sobre las calles y las plazas,

dolor de corazones rotos, podre de hastíos y de lágrimas.

Un río abraza el arrabal como una mano helada que tienta en las tinieblas:

sobre sus aguas se avergüenzan de verse las estrellas va la

BARRIO SIN LUZ

volver

La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y escritor cubano. Nacido en el seno de una familia

española con pocos recursos económicos, a la edad de doce años José Martí empezó a estudiar en el colegio

municipal que dirigía el poeta Rafael María de Mandile, quien se fijó en las cualidades intelectuales del

muchacho y decidió dedicarse personalmente a su educación.

El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la

guerra de los Diez Años y el encarcelamiento de su mentor, inició su actividad revolucionaria: publicó una

gacetilla El Diablo Cojuelos poema «Abdalá

Biografía José Martí

José Martí

Siguiente

Cultivo una rosa blanca

En Junio como en Enero,

Para el amigo sincero,

Que me da su mano franca.

Y para el cruel que me arranca

El corazón con que vivo,

Cardo ni ortiga cultivo

cultivo una rosa blanca

Cultivo una rosa blanca

Dígame mi labriego Otros, con dagas grandes¿Cómo es que ha andado Mi pecho araron:

En esta noche lóbrega Pues, ¿qué hierro es el tuyo

Este hondo campo? Que no hace daño?Dígame de qué flores Y esto dije -y el niño

Untó el arado Riendo me trajoQue la tierra olorosa En sus dos manos blancas

Trasciende a nardos? Un beso casto.Dígame de qué ríos

Regó ese prado,Que era un valle muy negro

Y ora es lozano

Valle Lozano

Siguiente

Con la primavera Viene la canción, La tristeza dulce

Y el galante amor.

Con la primavera Viene una ansiedad

De pájaro preso Que quiere volar.

No hay cetro más noble Que el de padecer: Sólo un rey existe:

El muerto es el rey.

Con la primavera

Cuando me puse a pensar La razón me dio a elegir Entre ser quien soy, o ir

El ser ajeno a emprestar,

Mas me dije: si el copiar Fuera ley, no nacería

Hombre alguno, pues haría Lo que antes de él se ha hecho:

Y dije, llamando al pecho, ¡Sé quien eres, alma mía!

Cuando me puse a pensar

volver

GUSTAVO ADOLFO BEQUER

(Gustavo Adolfo Domínguez Bastida; Sevilla, 1836-

Madrid, 1870) Poeta español. Hijo y hermano de pintores, quedó huérfano a los diez años y vivió su

infancia y su adolescencia en Sevilla, donde estudió humanidades y pintura.

En 1854 se trasladó a Madrid, con la intención de hacer carrera literaria. Sin embargo, el éxito no le

sonrió; su ambicioso proyecto de escribir una Historia de los templos de España fue un fracaso, y sólo consiguió publicar un tomo, años más tarde.

Para poder vivir hubo de dedicarse al periodismo y hacer adaptaciones de obras de teatro extranjero, principalmente del francés, en colaboración con su amigo Luis García Luna, adoptando ambos el

seudónimo de «Adolfo García»

BIOGRAFIA GUSTAVO BEQUER

Siguiente

Podrá nublarse el sol eternamente; Podrá secarse en un instante el mar; Podrá romperse el eje de la tierra Como un débil cristal. ¡todo sucederá! Podrá la muerte Cubrirme con su fúnebre crespón; Pero jamás en mí podrá apagarse La llama de tu amor.

Amor Eterno

.

Yo sé un himno gigante y extraño que anuncia en la noche del alma una aurora, y estas páginas son de ese himno cadencias que el aire dilata en las sombras.

Yo quisiera escribirle, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas.

Pero en vano es luchar, que no hay cifra capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!, si, teniendo en mis manos las tuyas,

pudiera, al oído, cantártelo a solas

Rima 1

Siguiente

Saeta que voladora cruza, arrojada al azar,

y que no se sabe dónde temblando se clavará;

hoja que del árbol seca arrebata el vendaval,

sin que nadie acierte el surco donde al polvo volverá;

gigante ola que el viento riza y empuja en el mar,

y rueda y pasa, y se ignora qué playa buscando va;

luz que en cercos temblorosos brilla, próxima a expirar, y que no se sabe de ellos

cuál el último será;

eso soy yo, que al acaso cruzo el mundo sin pensar de dónde vengo ni a dónde

mis pasos me llevarán.

Rima2

a intervalos desprendidas,sirenas adormecidasque evoca tu blanca mano,no esparcen al aire en vanoel melancólico son;pues de la oculta mansiónen que mi pasión se esconde,a cada nota respondeun eco del corazón.

Esa Queja del piano

volver

MIGUEL UNAMUNO

Bilbao, 1864 - Salamanca, 1936) Escritor, poeta y filósofo español, principal exponente de la Generación del 98. Entre 1880 y 1884 estudió filosofía y letras en la universidad de Madrid, época durante la cual leyó a T. Carlisle, Heber Spencer, Friedrich Hegel y Karl Marx. Se doctoró con la tesis Crítica del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca, y poco después accedió a la cátedra de lengua y literatura griega en la universidad de Salamanca, en la que desde 1901 fue rector y catedrático de historia de la lengua castellana.

Biografía Miguel Unamuno

Siguiente

Tú me levantas, tierra de Castilla, en la rugosa palma de tu mano,

al cielo que te enciende y te refresca, al cielo, tu amo,

Tierra nervuda, enjuta, despejada, madre de corazones y de brazos,

toma el presente en ti viejos colores del noble antaño.

Con la pradera cóncava del cielo lindan en torno tus desnudos campos, tiene en ti cuna el sol y en ti sepulcro

y en ti santuario.

Es todo cima tu extensión redonda y en ti me siento al cielo levantado, aire de cumbre es el que se respira

aquí, en tus páramos.

¡Ara gigante, tierra castellana, a ese tu aire soltaré mis cantos,

si te son dignos bajarán al mundo

desde lo alt

Este buitre voraz de ceño torvo que me devora las entrañas fiero

y es mi único constante compañero labra mis penas con su pico corvo.

El día en que le toque el postrer sorbo apurar de mi negra sangre, quiero que me dejéis con él solo y señero

un momento, sin nadie como estorbo.

Pues quiero, triunfo haciendo mi agonía mientras él mi último despojo traga,

sorprender en sus ojos la sombría

mirada al ver la suerte que le amaga sin esta presa en que satisfacía

el hambre atroz que nunca se le apaga.

El Buitre

Terra de Castilla

Siguiente

Duele mas la impotencia que el dolor físico

duele mas la indiferencia que el desamor

duele mas la hipocresíaque la mentira

duele mas la desilusiónque el desengaño

duele mas la falsa compañíaque una sola amistad

duele mas un jardín abandonadoque un jardín pobre

duele mas una infancia sin alegríaque una infancia no vivida

duele mas la virtud solitariaque el vicio compartido

duele mas una lluvia de besossin pasión

que un solo beso de corazón

Duele mas la Impotencia

Al amor de la lumbre cuya llama como una cresta de la mar ondea.

Se oye fuera la lluvia que gotea sobre los chopos. Previsora el ama

supo ordenar se me temple la cama con sahumerio. En tanto la Odisea montes y valles de mi pecho orea de sus ficciones con la rica trama

preparándome el sueño. Del castaño que más de cien generaciones de hoja

criara y vio morir, cabe el escaño

abrasándose el tronco con su roja brasa me reconforta. ¡Dulce engaño

la ballesta de mi inquietud afloja

Dulcísimo vanas Home ms

volver