Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

75
Suplemento especial de P ágina I 12 1 Los escándalos éticos de nuestro tiempo ¿ Cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad ? BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

description

 

Transcript of Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Page 1: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

1 Los escándalos éticos de nuestro tiempo

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Page 2: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

I La pobreza mata

El mundo está recorrido por olas de cambiocientífico y tecnológico. Se suceden las rup-turas epistemológicas y los cambios paradig-máticos, en numerosas disciplinas. Crecen a

diario nuevas áreas del conocimiento como la genéti-ca, la microelectrónica, la informática, la robótica, laciencia de los materiales, la biotecnología, las cienciasde las comunicaciones y muchas otras.

El stock tecnológico básico está siendo totalmenterenovado, y la humanidad tiene una excepcional ca-pacidad para producir bienes y servicios de nuevocuño.

Es posible ampliar fuertemente la esperanza de vida,tener cosechas plurianuales fuera de estación, contarcon bibliotecas cuasi universales en internet, interco-nectar la computadora, el televisor y el teléfono, fabri-car autos movidos por electricidad, y muchos otrosdesarrollos casi no soñables poco tiempo atrás.

Sin embargo, los beneficios del progreso tecnológi-co están llegando sólo a un sector del género humano.

Grupos masivos están exclui-dos, y luchando por asegurarlas necesidades más básicas desus familias.

Todos los días perecen cercade 26.000 niños por causas to-talmente enfrentables, ligadasa la pobreza. Casi la mitad dela población de un planeta conenormes capacidades de pro-ducción se halla por debajo delnivel de la pobreza, y la quintaparte, en indigencia o pobrezaextrema. Si utilizaran todo loque ganan sólo en comprar ali-mentos, igual no les alcanzaríapara adquirir el mínimo de ca-lorías y proteínas necesarias.

Cada año mueren 18 millo-nes de personas por causas vin-culadas a la pobreza. La mayorparte, niños. Son muertes evi-tables.

La convivencia de posibili-dades inéditas de producción ysectores minoritarios en opu-

lencia, y riesgos severos de supervivencia de niños ymadres, es un “escándalo ético” de grandes proporcio-nes.

Forma parte de una extensa nómina de EscándalosEticos de nuestro tiempo...

Entre los principales se hallan los que se describensintéticamente a continuación.

II Algunos escándalos éticos:

1. El hambre inexplicableCon la revolución verde, y las nuevas tecnologías

disponibles, los niveles de productividad en las acti-vidades generadoras de alimentos han ascendidofuertemente.

Las evaluaciones técnicas indican que se puedenproducir alimentos suficientes para una poblaciónsignificativamente superior a la actual.

Contradictoriamente, el número de hambrientossupera los 1000 millones. Casi uno de cada seis habi-tantes del planeta padece de ese problema inadmisi-ble.

Los más afectados son los más vulnerables, los ni-

ños. Los déficit de desnutrición en las edades tem-pranas se pagan con daños para toda la vida.

La Unicef ha establecido que si un niño no se ali-menta adecuadamente en sus primeros años no se es-tablecen las conexiones interneuronales en su cere-bro, y quedará con retrasos y disminuciones severas.

En el 2008 uno de los efectos de la crisis fue elfuerte aumento de los precios de alimentos. Ese añoel planeta tuvo la mayor cosecha de su historia. Sinembargo, murieron 5 millones de niños por hambre.

El gasto en alimentos consume del 50 al 80% delpresupuesto de los casi 3000 millones de personas,que viven por debajo del umbral de pobreza. Por en-de, los aumentos los afectan gravemente.

La situación generó revueltas sociales en diversospaíses, y fue un detonante de las que se produjeronen el mundo árabe.

En el 2011, se está registrando una suba de consi-deración en los valores de los alimentos. El índiceglobal de precios de los alimentos de la FAO crecióun 32% entre junio y diciembre del 2010, y sigue su-biendo...

Ante el aumento, los pobres tratan de enfrentarlosalteando comidas y reduciendo la calidad de los ali-mentos que ingieren. Ello aumenta el déficit de mi-cronutrientes de los niños.

Cuantos más alimentos se produzcan mejor será,pero como anota el Nobel Amartya Sen en sus tra-bajos pioneros sobre el hambre (1981), no es sólo untema de producción, sino también de acceso a losalimentos.

Las pronunciadas desigualdades limitan el acceso,y factores como, entre otros, la especulación en losmercados alimentarios, y la indefensión de los po-bres, en esta área, contribuyen a agravarlo.

América latina expresa nítidamente la paradoja depotencialidades alimentarias versus realidades. Se-gún estimados de CEPAL-OPS, por sus condicionesnaturales favorables la región, una de las mayoresproductoras de alimentos del planeta, puede generaralimentos para una población tres veces mayor quela que tiene. Sin embargo, tiene 53 millones de des-nutridos, y un 16% de desnutrición crónica infantil.

2. El déficit de agua potable e instalaciones sanitarias

Asegurar agua potable e instalaciones sanitarias atodos es crucial en salud. Las brechas son muy im-portantes. 900 millones de personas carecen de aguapotable y utilizan agua contaminada. 2600 millonesde personas no tienen una instalación sanitaria.

La mitad de las camas de hospitales del mundo es-tán ocupadas por pacientes que tienen enfermedadesligadas a la ingesta de agua en mal estado.

Muere más gente por esta carencia que por todaslas otras formas de violencia, incluidas las guerras.

La falta de instalaciones sanitarias crea riesgos degran consideración para la salud en general, y parti-cularmente para los niños.

Se estima que mueren 1.800.000 niños al año porestas causas inaceptables.

En América latina, a pesar de ser poseedora de latercera parte de las aguas limpias del orbe, hay 50millones de personas sin agua potable, y 119 millo-nes sin instalaciones sanitarias apropiadas.

3. Las elevadas tasas de mortalidad infantil y mortalidad materna

En la Asamblea General de las Naciones Unidastodas las naciones se comprometieron a alcanzar enel 2015 nuevas metas que garanticen los derechos

fundamentales a todos los habitantes del orbe. Sonlas metas del milenio.

En mortalidad infantil están lejos de ser cumpli-das. El número de niños que perecen antes de cum-plir 5 años de edad debía bajar en 2/3 en el 2015 res-pecto a 1990. Se debía llegar a que fueran 3 de cada100, en lugar de 10 de cada 100.

En el 2010, la meta estaba distante. Murieron porcausas evitables vinculadas a la pobreza 8,1 millonesde niños menores de 5 años, el 7,2%.

También hubo adelantos, pero hay retraso en lameta de reducir en 3/4 partes la muerte de madresdurante el embarazo o el parto.

Era de 480 muertes cada 100.000 nacidos vivos en1990, y se fijó reducirla a 120 muertes para el 2015.En el 2005, la tasa se estimaba en 450 muertes.

En el 2010 se calculó en 350.000 las madres queperecieron por esta causa. El 98% de las muertes seprodujeron en países en desarrollo.

América latina, con avances, tiene serios proble-mas causados por la inequidad en salud.

Casi 30 de cada 1000 niños perecen antes de cum-plir un año de edad, frente a 3 en Noruega o Suecia.

La mortalidad materna supera las 80 madres cada100.000 nacidos vivos, frente a 6 en el Canadá. Sonmás de 20.000 madres que perecen por año.

Cuando se desagregan las cifras respectivas en po-blaciones indígenas, superan las 400 madres cada100.000 nacidos vivos.

4. Los déficit en educaciónLa educación es la base del progreso en el siglo

XXI. Tanto para las personas y las familias, como pa-ra los países.

II DOMINGO 2 DE OCTUBRE DE 2011 DOMINGO 2 DE OCTUBRE DE 2011 III

Las naciones que encabezan las tablas de progresotecnológico, competitividad y avance económico,como las escandinavas, han hecho inversiones siste-máticas y de largo plazo en educación, y la han jerar-quizado al máximo.

En el mundo en desarrollo, 121 millones de niñosno van a la escuela del todo, la cobertura preescolares limitada, los porcentajes de deserción en primariason significativos, y en secundaria muy altos. Inclusosigue habiendo un sesgo de género. Sólo el 43% delas niñas van a la escuela secundaria, y dos tercios delos analfabetos son mujeres.

En el caso de América latina, a pesar de que sus pa-íses son considerados por sus ingresos per cápita derenta media, los indicadores educativos dejan mu-chos interrogantes. Según datos recientes, de Unes-co:� Con crecimiento el preescolar sólo abarca sectoresde la población. En algunos países sólo llega al 30%del alumnado posible.� Casi todos los niños ingresan a la escuela primaria,pero en el 20% más pobre la deserción es de casi un15%.� 6 millones de jóvenes entre 15 y 19 años no termi-naron la primaria.� La situación es mucho peor en la secundaria. Sólola completa el 49% de los hombres y el 55% de lasmujeres.� No finalizan la secundaria el 70% en Guatemala,Honduras y Nicaragua, el 50% en Bolivia, Colombia,Panamá y Paraguay.� Las desigualdades influyen poderosamente. En el20% más rico termina la secundaria el 81% de loshombres y el 86% de las mujeres. En el 20% más po-

bre, sólo el 23% de los hombres y el 26% de las mu-jeres.� En el 20% más rico completan un grado universi-tario 27 de cada 100 jóvenes, en el 20% más pobresólo 1 de cada 100.

A pesar de un discurso que ensalza la educacióncomo prioridad, las asignaciones de recursos son enbuena parte de la región proporcionalmente bajas.

Finlandia gasta en educación primaria 5373 dóla-res por alumno, España 4800, México 1604, Colom-bia 1257 y Perú 446.

Costa Rica, modelo en este campo, puso en suConstitución invertir no menos del 6% del ProductoBruto Anual. El Congreso argentino aprobó una leyque obliga al Estado con un monto similar, y paísescomo Brasil y Uruguay han mejorado considerable-mente sus inversiones.

Argentina es, en el 2011, el líder continental, conuna inversión del 6,47% de Producto Bruto.

La solución no pasa –como presionaron algunosorganismos financieros internacionales– por restarasignaciones a las universidades, en general subfi-nanciadas, para pasarlas a la escuela primaria. Am-bas son imprescindibles. Lo que se necesita es am-pliar la inversión educativa frente otros rubros me-nos prioritarios, y mejorar su calidad.

Un eje estratégico es la jerarquización del maestro.Un reciente estudio de McKinsey sobre países exito-sos muestra que “aseguran la estructura de remunera-ción y reconocimiento adecuado para los profeso-res”. Asimismo crean incentivos para atraer a losmejores talentos a la docencia. En Corea llaman alos maestros los “constructores de la nación”. En Ca-nadá están primeros en las encuestas de credibilidad.

En América latina, la profesión se ha desjerarqui-zado, las condiciones económicas son precarias, lasposibilidades de perfeccionamiento y desarrollo, li-mitadas. La mayoría de los maestros tienen otro em-pleo para subsistir.

5. La Generación PerdidaLa OIT califica de ese modo a los jóvenes que a

consecuencia de la crisis económica actual no hanpodido siquiera ingresar al mercado de trabajo.

La crisis destruyó millones de puestos de trabajo,llevando la desocupación europea al 10% actual, y lade Estados Unidos al 9,2%.

Las tasas de desocupación juvenil casi duplican lasgenerales. En muchos países europeos y en EE.UU. essuperior al 25%.

Se da asimismo un mecanismo regresivo. Los jóve-nes graduados aceptan puestos que antes estaban des-tinados a los que sólo tenían secundario, y estos últi-mos van a posiciones aun inferiores.

En América latina, uno de los efectos de las altastasas de deserción en secundaria es la creación de unenorme sector de jóvenes que dejaron la escuela y nopueden ingresar en un mercado de trabajo que exigecomo mínimo, incluso para tareas de líneas, diplomade secundaria.

Se estima que el 20% de los jóvenes latinoamerica-nos está fuera de la escuela y del mercado de trabajo.

La ortodoxia económica ha logrado generalizar quese los llame “los ni, ni”, los que “ni estudian, ni tra-bajan”. Es un calificativo “coartada”. Pareciera queellos decidieron no estudiar, ni trabajar. Nada máslejano a los datos. Dos de cada tres jóvenes del 20%más pobre desertan antes de finalizar la secundaria.Los estudios indican que lo hacen por desnutrición,porque trabajan, hay 14 millones de menores de 14años trabajando en la región, porque viven en vi-

viendas precarias hacinadas, porque no tienen losmedios básicos. Sin secundaria no consiguen trabajoalguno en la economía formal. No son “ni, ni”, es unlenguaje que oculta el problema. Son excluidos delsistema, expulsados por el mismo.

En México, por ejemplo, según la Unicef, el 53%de los menores de 18 años está en pobreza. Hay una“bomba de tiempo” de jóvenes excluidos. Están des-esperados. Si la sociedad no trata de incluirlos, lasbandas criminales pueden tentar a algunos de ellos.Está probado que cuanta más educación, y más opor-tunidades de trabajo para jóvenes excluidos, menordelincuencia juvenil, y más seguridad ciudadana.

6. Discriminación de géneroHa habido avances muy importantes en este cam-

po. La gran mayoría de las mujeres se integró a lafuerza de trabajo, y aumentó la participación públicade la mujer.

Sin embargo, las barreras siguen siendo difíciles desobrepasar.

Así, en América latina la mujer gana un 30% me-nos que el hombre en igual res-ponsabilidad laboral. Menosdel 10% de los altos ejecutivosson mujeres.

Las mujeres trabajan y almismo tiempo tienen que lle-var adelante el hogar, la edu-cación y cuidado de los niños,el cuidado de los mayores. La“economía del cuidado” está asu cargo. Los hombres realizanen la mayoría de los países me-nos del 5% de las tareas delhogar.

Ello obliga a las mujeres trabajadoras, que tienenademás que hacer méritos especiales en el trabajo porla discriminación, a una doble y muy esforzada jorna-da diaria.

Subsiste el tema de la violencia. El 30% de las mu-jeres latinoamericanas ha sido objeto de alguna for-ma de violencia doméstica. Continúan asimismo losfemicidios como en Ciudad Juárez, o Guatemala, sindescubrimiento ni sanción de los culpables.

Persiste en la región una cultura machista cuyos es-tereotipos están presentes desde la escuela hasta losmedios masivos.

A nivel mundial, aun en lo político, sólo 8% de losaltos cargos de gobierno están ocupados por mujeres,y ninguno de los 27 presidentes de los bancos centra-les de la Unión Europea que están tomando decisio-nes fundamentales son mujeres.

7. El cambio climáticoContinúan la intoxicación de la atmósfera, la desa-

parición de especies, la deforestación, la ruptura deequilibrios ecológicos básicos.

Se estima que los efectos del cambio climático, através del aumento de huracanes, inundaciones, ladesertificación, las epidemias y otros están causando300.000 muertes anuales.

50 millones de personas se vieron obligadas a emi-grar de sus comunidades, y conformaron un nuevogrupo de migrantes que no está contemplado por nin-guna legislación, “los refugiados climáticos”.

La inequidad es muy alta. Por cada habitante delmundo desarrollado que es víctima personal de efec-tos del cambio climático, son 80 las víctimas en elmundo en desarrollo.

Los agricultores pobres, los pobres urbanos, los 118

En este primer número de la Biblioteca Bernardo Kliksberg,el Padre de la Gerencia Social analiza “Los escándalos

éticos de nuestro tiempo” y “La disparada de lasdesigualdades”. El próximo domingo (9/10/11) presentarálas causas claves de la actual crisis económica mundial.

Sin palabras

Muchos de los 1020millones de personashambrientas que hayen el mundo son niños.Con una taza demicronutrientes diaria,los niños no tendríanhambre. Vale 0,25centavos de dólar.Cada segundo segastan 1.500.000dólares enarmamentos. Con unareducida fracción deellos, se podríacambiar la situación delos niños hambrientos.

No hay derecho

Una mujer que nacehoy en un país pobretiene una esperanza devida de 45 años. Sinace en uno rico, vive80 años. 35 años dediferencia.

Page 3: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

millones de personas que vi-ven en tugurios en Américalatina, por ejemplo, tienenmuchas posibilidades de serafectados, y carecen de posi-bilidades de defensa.

Los últimos datos son in-quietantes. En el 2010 seprodujeron varios records cli-máticos. Fue el año de máscalor desde 1880, cuando co-menzaron las mediciones. Enla última década se dieron 9de los 10 años más calientes.

Los niveles de temperaturaen el Artico llevaron a que laextensión de hielo en diciem-bre de 2010 fuera la menoren ese mes, desde que ello seempezó a medir en los ‘70.

Moscú tuvo la temperaturamás alta de su historia en el2010, durante 33 días segui-dos. La ola de calor causó11.000 muertos. El 2011 fueen Estados Unidos el añomás caliente de los últimos75 años.

El calentamiento, que causa a su vez todo ordende distorsiones en la naturaleza, está impulsado porlas emisiones de dióxido de carbono y de gases in-vernadero de las industrias contaminantes. Hansenadvierte: “Si la tendencia de calentamiento conti-núa, como es esperable, si siguen aumentando losgases invernadero, el record de 2010 no durará mu-cho”.

Uno de los peligros mayores que provoca el ca-lentamiento global es el de las sequías y la desertifi-cación. Se estima (Hertsgaard, 2011) que en 20años el número de personas en “países en situaciónde stress de agua” puede pasar de 800 millones a3000 millones.

En un mundo opulento en tecnologías y activos,una parte muy importante de su población no sien-te los efectos del progreso tecnológico.

Está encerrada en trampas que comprometen suvida, o aspectos básicos de la misma, como las su-mariamente revisadas y otras agregables.

Llevan al sufrimiento diario de niños, madres yjóvenes, y vulneran los derechos fundamentales degruesos sectores del género humano.

La paradoja de la pobreza en medio de la riquezapotencial tiene una de sus explicaciones principalesen el aumento sustancial de las desigualdades.

III La disparada de las desigualdades

Multitud de investigaciones han verificado quelas desigualdades pronunciadas obstaculizan demúltiples maneras el desarrollo, y son causa centralde la pobreza.

Entre otros efectos crean “el accidente de naci-miento”. Según en qué estrato social se nazca, seránlas oportunidades, desde las más básicas como estarbien nutrido hasta las más exigentes como la posi-bilidad de finalizar posgrados.

Además, en sociedades asimétricas, el nacimien-to en un marco familiar, con mayor o menor capi-tal socioeducativo, incide fuertemente sobre laperformance en la escuela, y determina también elcapital social y la red de relaciones con que se con-tará.

Por otra parte, las desigualdades agudas permeanel sistema educativo, y llevan a que el mismo estéabierto para los “que tienen”, y con muchas dificul-tades de tránsito para los que “no tienen”, produ-ciendo circuitos educativos totalmente diferencia-dos para unos y otros, que a su vez refuerzan lasdesigualdades iniciales.

Junto a ello, reducen el tamaño de los mercadosinternos, la capacidad de ahorro nacional, fracturanla cohesión social, influyen en la tasa de delincuen-cia, y muchos otros efectos no deseables.

Investigaciones cercanas de la Universidad deHarvard demostraron que hay una correlación eco-nométrica robusta entre niveles de desigualdad ygrados de corrupción. You Jong-Sung y SanjeevKhagram (2004) encontraron esa correlación en es-tudios en más de 100 países.

Una hipótesis usual en los estudios sobre corrup-ción señala que esta es función de la motivación yla oportunidad. Cuando las sociedades son muydesiguales, los grupos más poderosos tienen másoportunidades e incentivos para prácticas corruptasy amplias posibilidades de impunidad.

Los grupos pobres no tienen información, no pe-san, están poco articulados, y no tienen cómo mo-nitorear.

Se crea un círculo perverso. La corrupción a suvez aumenta la desigualdad, que luego la incentiva.Gupta (1998) estimó que un incremento de unpunto en el índice de corrupción hace aumentar elcoeficiente Gini, que da cuenta de la desigualdaden la distribución de los ingresos, en nada menosque 5,4 puntos.

¿Cuál es la situación actual del mundo en térmi-nos de desigualdad? La encíclica “Caritas in Verita-te” (2009) la describe vívidamente:

“La riqueza mundial crece en términos absolutos pe-ro aumentan también las desigualdades. En los paísesricos nuevas categorías sociales se empobrecen y nacennuevas pobrezas. En las zonas más pobres algunos gru-pos gozan de un tipo de superdesarrollo derrochador yconsumista que contrasta de modo inaceptable con si-tuaciones persistentes de miseria deshumanizadora”.

Llama a estas desigualdades “Las disparidades hi-rientes”.

Los datos recientes son muy expresivos. El 1% dela población mundial es poseedor actualmente del43% de los activos del mundo. El 10% más rico tie-ne el 83% de dichos activos.

En cambio el 50% de menores ingresos sólo tieneel 2% de los activos.

Crecen y se afirman las grandes fortunas en unproceso de concentración de los ingresos. Aumentael número de billonarios, personas que son dueñasde más de 1000 millones de dólares.

El coeficiente Gini ha empeorado en los paísesque lideran hoy la economía mundial. En EstadosUnidos pasó de 0,34 en los ‘80, a 0,38 a mediadosde los 2000. En Alemania de 0,26 a 0,30, y en Chi-na de 0,28 a 0,40.

Han aumentado las distancias entre los países, yen el interior mismo de muchos de ellos.

En la economía más poderosa del planeta, la deEstados Unidos, que produce el 28% del productobruto mundial, un estudio del Economic Policy Ins-titute midió la distancia entre el 1% más rico y el90% de la población, entre 1980 y el 2006. El 1%tenía 10 veces más que el 90% al comienzo del pe-ríodo y 20% más a su término. Si se toma el 0,1%más rico, sus ganancias fueron aún mucho mayores.Pasó de tener 20 veces más que el 90% en 1980, a80 veces en el 2006.

Entre los sectores más beneficiados, los serviciosfinancieros en EE.UU. doblaron su participaciónen el producto bruto, entre 1980 y el 2000, pasandoal 8%. Sus ganancias aumentaron del 10 al 35% deltotal de las ganancias corporativas en ese período.

El New York Times indica que en los últimos 30años el 1% más rico pasó de tener el 9% del ingresonacional en 1979, al 23,5% en el 2007.

Los daños que las altas desigualdades están cau-sando en dicho país son múltiples. Así, según losestudios de Levine y Dijk (2010), el stress que ge-neran aumenta la tasa de divorcios.

Por otra parte, las familias no encuentran otra al-ternativa para hacer frente a sus gastos que mudarsea zonas más lejanas de sus trabajos, pero más bara-

tas, aumentando las horas utilizadas en viajar haciay desde el trabajo, y reduciendo las dedicadas a lafamilia.

En una obra reciente de gran repercusión, El niveldel espíritu: porque la igualdad es beneficiosa para to-dos, Richard Wilkinson y Kate Picket (2010) mues-tran con detalladas estadísticas que comparan paí-ses más y menos desiguales, que la mayor desigual-dad lleva a más criminalidad, mayor mortalidad in-fantil, más obesidad, más embarazos adolescentes,mayor discriminación de género y menor esperanzade vida.

Además señalan que se convierte en un problemade piel, y empeora la vida de todos. Causa stresscrónico. Atenta contra las nociones básicas de“juego limpio”.

Ya la Escuela de Salud de Harvard (1997) demos-tró que incide en una baja de los niveles de con-fianza interpersonal, dimensión central del capitalcentral, influyendo a través de ello negativamentesobre la esperanza de vida.

Analizando las tendencias en Estados Unidos,Robert Frank (Cornell University, 2010) concluye:“No hay evidencia de que las mayores desigualda-des mejoren el crecimiento o la vida de nadie. Sí,los ricos pueden comprar ahora mansiones másgrandes y hacer fiestas más costosas. Pero ello noparece hacerlos más felices. Y en nuestra economíaun efecto del crecimiento de las desigualdades hasido robar a los graduados más talentosos hacia elcampo de las finanzas en Wall Street”.

La desigualdad lesiva para cualquier economía esun factor fundamental en el caso latinoamericano.

Cuando se hace la pregunta de por qué un conti-nente con condiciones naturales excepcionales pa-ra la producción de alimentos, con fuentes de ener-gía barata en cantidad, con reservas cuantiosas dematerias primas estratégicas, con un potencial tu-rístico formidable y otros factores favorables tieneuna tercera parte de su población en pobreza, y agu-dos vacíos sociales, hay que tener en cuenta que esla región más desigual de todas.

En un estudio pionero, Birdsall y Londono(1997) simularon econométricamente cuál sería lapobreza si la desigualdad no hubiera crecido enAmérica latina como lo hizo desde los ‘70 a media-dos de los ‘90, período de las dictaduras militares yde la experimentación de recetas ortodoxas extre-mas.

Estiman que el aumento de pobreza hubiera sidola mitad del que fue. Esto es llamado “pobreza inne-cesaria”, creada sólo por el aumento de las desigual-dades.

Mientras que la brecha entre el 10% más rico y el10% más pobre es en Noruega de 6,1 veces, y enEspaña de 10,3, en América latina es 5 a 10 vecesmayor. Supera las 30 veces. En el 2009 la brechaera en Colombia de 60,4, en Honduras de 59,4.

Las desigualdades en el mundo y en la región fue-ron agravadas por la crisis mundial actual, la mayorque sufrió la economía del planeta en los últimos80 años.

Hay soluciones. Hay políticas públicas creadorasde desigualdad como las aplicadas en la Argentinaen los ‘90, que hicieron que 8 millones de personasdejaran de ser clase media y se transformaran enpobres en esa década, y políticas proigualdad, comola Asignación Universal para hijos de trabajadoresinformales, puesta en práctica por Cristina Fernán-dez de Kirchner, que protege ya a 3.700.000 niñospobres del país.

Mientras que el desempleo se triplicó en la Ar-gentina de los ‘90, llegando al 22% en el 2000, en-tre el 2003 y el 2011 se crearon 5 millones de pues-tos nuevos de trabajo, y el desempleo es del 7,3%.

Los escándalos éticos referidos y el aumento delas desigualdades, fueron agudizados por la actualcrisis económica mundial, la mayor desde la de1930. En nuestra próxima entrega haremos un aná-lisis no convencional de sus causas.

IV DOMINGO 2 DE OCTUBRE DE 2011

Sin luz

Es una época deavances tecnológicossin precedentes en laproducción ydistribución de energíaeléctrica. Pero no llega a todos. 1400millones de personasno tienen electricidad.El total de energíaeléctrica consumidaanualmente por los 800millones de personasque viven en el SubSahara africano es iguala la que consumen los 19 millones queresiden en el Estado deNueva York.

Page 4: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

2 ¿Por qué la actual crisis económica mundial?

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Page 5: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Miedo

El último número de The Economist (3/10/11)tiene en la tapa un grave llamado de alerta.La revista muy leída por las elites del planetadice: “La economía mundial. Tenga miedo”.

En lugar de negar la profundidad de la crisis econó-mica mundial actual y adjudicarla a meras coyuntu-ras, o una etapa del ciclo económico, muestra que sedebe “tener miedo”.

Los datos recientes son muy delicados. La economíaamericana produce casi la cuarta parte del ProductoBruto Mundial. No logra generar empleo. La tasa dedesempleo abierto es del 9,1 por ciento, 14 millonesde desocupados. Si les suman los subocupados, que nologran tener más que algunas horas de trabajo, sonotros 11 millones, y si se les adicionan los que ya no

buscan más trabajo, porque sa-ben que no tienen chance deconseguirlo y no aguantan másrebotar una y otra vez, sonotros 5 a 6 millones. Casi 30millones de personas que estánfuera del mercado de trabajo.Las tasas son mucho peores pa-ra los negros y los latinos, don-de la desocupación abierta másque duplica la general.

La economía americana haproducido el mayor número depobres desde 1959, en que laoficina de censos inició su me-dición. Son actualmente 46,2millones. La tasa subió al 15,1por ciento del 14,3 por cientoen el 2009. El 20 por ciento delos chicos y el 27 por cientode los negros y de los latinosson pobres.

La situación europea es ex-plosiva. La tasa de desocupa-ción es el 10 por ciento y lajuvenil supera el 25 por cien-to. La economía crece pobre-mente. En el 2011 a lo sumo

1,7 por ciento en la Euroárea, y en el 2012, 1 porciento. Economías como la inglesa y la francesa me-nos de un 1 por ciento en el 2011.

La OIT y la OECD señalan (26/9/11) que el núme-ro total de desempleados está en 200 millones a nivelmundial, una cifra totalmente crítica. En los países delG-20 se han perdido 20 millones de empleos desdeque se inició la crisis en el 2008. La economía ameri-cana no crecerá más de un 1,6 por ciento en el 2011,y un 1,9 por ciento en el 2012. Eso siempre que elCongreso acepte la propuesta del presidente de conti-nuar con el seguro al desempleo y los recortes de im-puestos a los salarios.

Los indignados del mundo están en las calles de lasmás diversas capitales, protestando en los países ára-bes por libertad, empleo y alimentos, en la Indiacontra la corrupción y la pobreza, en Grecia contrael ajuste brutal, en España contra el altísimo desem-pleo, en Chile por educación gratuita, y ahora tam-bién en Wall Street.

En una nota de tapa, “A medida que crece la des-

confianza en el voto, las protestas surgen en el mun-do” (28/9/11), el New York Times llama la atenciónsobre que hay en muchos casos un doble reclamo enlas protestas. Junto al económico se halla la búsquedade una democracia real. Una manifestante en España,Marta Solanas (27), observa: “Nuestros padres, des-pués de la dictadura de Franco, estaban agradecidosporque podían votar. Nosotros somos la primera gene-ración que decimos que el voto no está incidiendo”.Quieren junto al voto lograr con las protestas que selos escuche y cambie el modelo.

¿Qué causas llevaron a esta crisis estructural, que esen realidad la continuidad de la gran crisis iniciada alfinal del 2007, que tuvo un punto de inflexión agudoen la quiebra de Lehman Brothers, el tercer banco deEE.UU. y que llevó a una caída del Producto BrutoMundial del 3,5 por ciento en el 2009? ¿Por qué laeconomía más poderosa del mundo, la americana, setransformó en poco tiempo en incapaz de generar lomás importante que una economía puede aportar em-pleos decentes, y lo mismo se está dando en las euro-peas? ¿Qué falla en el sistema?

Analicemos algunas de las causas centrales. Si no seactúa sobre ellas será difícil que las cosas mejoren.

2 Se agotó la receta

Se suponía que aplicando el modelo ortodoxo, resu-mido en las políticas incluidas en el Consenso deWashington que se aplicaron estrictamente en la Ar-gentina de los ‘90 por el gobierno de Menem, la eco-nomía crecería y el crecimiento se “derramaría” alconjunto de la población. No sucedió así en la Argen-tina, al final de la década, el ajuste ortodoxo, la priva-tización salvaje, la concentración del crédito, la desre-gulación total y otras de las recetas, hicieron que elpaís triplicara su pobreza, multiplicara la desigualdad yllegara a un 23 por ciento de desocupación, y que alfinal del 2002, estallara económica y socialmente con46 por ciento de pobreza.

Lo mismo está sucediendo en el planeta cada vezque se aplica rigurosamente la receta ortodoxa. Ojaládiera los resultados que los economistas ortodoxos au-guraron a nivel internacional y del país. La realidadno funciona así.

El modelo ortodoxo destruye empleo y producción.Menem repetía insistentemente que, o el modelo or-todoxo o el caos. Era una de las tantas simplificacio-nes propias de su era. En los hechos, el modelo condu-jo al caos, aniquilando masivamente empleos, desin-dustrializando, empobreciendo a las provincias y a lasáreas rurales, expulsando masivamente amplios secto-res sociales de los mercados de trabajo y consumo.

Hoy, cultores de la receta la defienden a ultranza enEstados Unidos y en Europa. En EE.UU. el Tea Partyexige a Obama eliminar el déficit fiscal con cortes ma-sivos centrados en los programas sociales. Por otraparte, se opone a aumentar los impuestos a los más ri-cos, para atenuar los impactos. Lo plantea como unacuestión de principios.

Si algunas de sus propuestas se concretaran los re-sultados sociales, según diferentes estudios, puedenagravar sensiblemente la difícil situación actual. Seestima que si el Congreso no renueva el seguro de des-empleo habrá 3,2 millones más de personas en pobre-za. Si se recortan las estampillas para comprar alimen-

tos, a las que están aplicando hoy 40 millones en po-breza casi extrema, la desnutrición crecería fuerte-mente. Sin seguro social el número de personas mayo-res pobres se quintuplicaría.

En Europa, en el país donde se está experimentandosi la receta puede salvar la situación –Grecia–, se estáreproduciendo el título de una de las obras de GarcíaMárquez, Crónica de una muerte anunciada.

Los recortes fiscales, los aumentos de impuestos, losdespidos públicos masivos han llevado a que la econo-mía cayera un 7 por ciento en el trimestre abril-junio,y el desempleo abierto pasara el 16 por ciento.

Esto no es gratis humanamente. El Wall StreetJournal (20/9/11) retrata así la situación en materiade suicidios: “Los suicidios registrados se han dupli-cado desde antes de la crisis, un 40 por ciento más degriegos se suicidaron en los primeros 5 meses de esteaño que en igual período del pasado... la línea de sui-cidios de una ONG líder –Klimaka– recibía 10 lla-madas por día, ahora son 100. Los llamados tienenun cierto perfil: hombre, 35 a 60 años y financiera-mente arruinado”.

No puede ser. Obama ha reclamado en sus nuevos

II DOMINGO 9 DE OCTUBRE DE 2011 DOMINGO 9 DE OCTUBRE DE 2011 III

discursos: “Uds. han visto en los debates republicanosrecientes al público aplaudiendo a quien, cuando lepreguntaron qué haría si alguien estaba muriendo porfalta de seguro de salud, contestó ‘que se las arreglara’.Eso no refleja lo que nosotros somos”.

La conservadora The Economist dice que el principalresponsable del alto desempleo “es el cambio prematu-ro a la austeridad fiscal por los gobiernos... la inmedia-ta prioridad deber ser fortalecer la demanda, o por lomenos no dañarla” (10/9/11); “la obsesión colectivacon medidas de austeridad de corto plazo de los deci-sores de políticas en el mundo rico están causando do-lor” (1/10/11). El New York Times (29/9/11) reclamaeditorialmente que “se está matando la recuperación.Una fijación global en la austeridad es exactamente elcurso equivocado”. Resalta sobre Europa: “Las nacio-nes ricas como Alemania e Inglaterra podrían gastarmás para aumentar el crecimiento. En su lugar estáncortando gastos. Alemania y sus vecinos ricos insistenque Grecia, Portugal y otras naciones endeudadasacepten dosis de austeridad aún mayores...; enviandoesas economías cerca del colapso harán que nunca po-drían salir de sus deudas”.

Las referencias a mirar hacia economías como lasde Argentina y Brasil son cada vez más continuas.Porque vienen creciendo sostenidamente en los últi-mos 8 años y generando trabajo e inclusión. Sus ciu-dadanos han dado mandato masivo a gobiernos queestán apostando porque otra economía es posible,más allá de la receta.

Las políticas aplicadas en la Argentina y su gestióneficiente de las condiciones externas favorables gene-raron, del 2003 al 2011, 5 millones de puestos de tra-bajo nuevos. En Brasil casi 30 millones salieron de lapobreza y son ahora productores y consumidores.

3 La conducta de los altos ejecutivos financieros

La desregulación salvaje de la era Bush creó un cli-ma de “incentivos perversos”. Era posible llevar ade-lante casi en impunidad lo que el presidente Obamaha llamado “una codicia desenfrenada”.

Los altos niveles gerenciales de diversas empresas fi-nancieras de gran peso las llevaron a situaciones de al-tísimo riesgo sistemático, para favorecer la maximiza-ción de ganancias a corto plazo, dado que sus “paque-tes” estaban ligados a los beneficios inmediatos de lasempresas. Las intoxicaron de activos dudosos que inci-dían en los balances aparentes, aun cuando el futurofuera totalmente incierto.

Fue la acusación del Congreso en sus interpelacionescontra Richard Fuld, presidente de Lehmans Brothers,que llevó a la quiebra a una empresa de 160 años deexistencia. El presidente de la comisión respectiva delCongreso, Henry Waxman, le mostró que había cobra-do en los últimos años 500 millones de dólares. Ade-más, que se había cubierto, por si lo despedían, con un“paracaídas” de oro, una cláusula en su contrato que enese caso obligaba a la empresa a pagarle 65 millones dedólares. Le preguntó: “¿Es esto juego limpio?”. NicholasCristoff, Premio Pulitzer, tituló su columna en el NewYork Times dedicada a Fuld: “Se necesita ejecutivo,17.000 dólares por hora, no se necesita ser competen-te”. Su remuneración era 2000 veces el salario mínimo(8,25 la hora) que ganaban amplios sectores.

También la que le hicieron a John Tayhn, presiden-te de Merrill Lynch, que habiendo sido su empresa ab-sorbida por otra, con dinero del Estado, anticipó el pa-go de bonos por 4000 millones a los altos ejecutivos.Asimismo, en plena crisis, hizo redecorar su oficinapor 1.200.000 dólares, incluyendo una alfombra por87.000 dólares y una cómoda de 35.000 dólares.

Además, estas conductas del alto nivel corporativomostraron una total insensibilidad a la posible ira delos ciudadanos. Uno de los tantos casos de manifesta-ción de esta “campana de cristal” fue la comparecenciade los presidentes de las tres grandes empresas automo-trices al Congreso para pedir desesperadamente un res-cate multimillonario. Se les preguntó, en primer tér-mino, cómo habían viajado de Detroit a Washington.Indicaron que en avión privado. Se les mostró que elcosto de ese viaje en el que pedían ayuda masiva delcontribuyente era 60 veces el que hubieran tenidocomprando un pasaje business.

La ira popular contra los altos ejecutivos, registradaen todas las encuestas de opinión, era no sólo por estosy otros casos similares, sino porque expresaban todoun estilo de cultura corporativa.

4 Los sesgos de las agencias calificadoras de riesgos

Las agencias son clave para los inversores. Calificanlos bonos y papeles emitidos por las corporaciones y losbancos para obtener recursos de los inversores. El Con-greso americano las interpeló y enjuició severamentepor su pésimo trabajo en los años de las burbujas. Da-vid Segal (New York Times, 18/3/09) describió así suoperatoria: “Pusieron su sello de aprobación en incon-tables subprimes y valores vinculados que ahora se des-criben como tóxicos. El problema, señalan los críticos,consistía en que eran pagadas por las corporaciones cu-ya deuda debían graduar, percibían millones en hono-rarios y tenían un incentivo financiero en dar altas no-tas a valores que no lo merecían. Por lo menos 10 gran-des compañías que quebraron, o fueron rescatadas en el2008, tenían calificación para lainversión. Era lo mismo que dara pacientes con enfermedadesmortales certificados de saludtotal. Moody’s calificó la deudade Lehman Brothers con A2 dí-as antes de que se presentara ala quiebra y le dio a la deuda noasegurada de AIG un rating deA3, más alto aún que A2, unasemana antes de que el gobier-no se viera obligado a tomar lacompañía”.

Una investigación del Sena-do (abril, 2011) mostró quemás del 90 por ciento de las ca-lificaciones de AAA dadas porlas agencias a inversiones basa-das en paquetes de hipotecas enel 2006 y en el 2007 fuerondespués degradadas al estatus debasura, causando grandes pérdi-das a los inversores.

Un informe reciente de laSEC (Agencia de Control), en-contró en diversos casos que lasagencias han emitido “informesinexactos, han fallado en infor-mar o manejar conflictos de in-terés y han puesto la genera-ción de ganancias para ellas porencima de análisis financierosrigurosos” (Wyatt, The NewYork Times, 1/10/2011).

5 En busca de la ética perdida

El New York Times se pregunta sobre qué tenían encomún algunos de los presidentes de corporaciones cu-yo manejo precipitó la crisis, e ironiza diciendo quecasi todos ellos eran egresados de reconocidas escuelasde alta gerencia. Ha surgido una pregunta común agran parte de la opinión pública: ¿qué sucedió en di-chas escuelas con su formación ética?

Pocos años antes, cuando las quiebras de Enron,World Com y otras, cuando el Congreso americano co-menzó a interpelar a los responsables, se alzó la voz delprofesor emérito de George Washington UniversityAmitai Etizioni que lo exhortó desde el Washington

El pensamiento del gran maestro de la UBA, padre de laGerencia Social, pionero mundial de la ética para el

desarrollo y asesor especial de la ONU.En el número anterior Kliksberg abordó los “Escándalos

éticos” del mundo actual. En éste analiza por qué el mundo se halla sumido en la mayor crisis económica

de los últimos 80 años.

La generaciónperdidaLos jóvenes son uno delos sectores másafectados por la crisisdel modelo. La tasa dedesocupación dejóvenes de EE.UU. es lamayor desde laSegunda GuerraMundial, y uno de cadacinco está debajo de lalínea de pobreza. Eleconomista de HarvardFreeman dice: “Serállamada la generaciónperdida. Sus carreras noserían las mismas sihubiéramos evitado estedesastre económico”.

Los muy ricosDestaca Moah (NewRepublic, The Week,7/10/11): “El 10 porciento de loscontribuyentes fiscalesde EE.UU. recibe el 50por ciento del ingresototal y son dueños dedos tercios de la riquezadel país. En las décadasrecientes, la distanciaentre ricos y pobres seha convertido en mayorque en cualquier puntoprevio en la historia.Mientras la tasa fiscalpromedio sobre los másricos ha caído”.El Premio PulitzerKristof (2/10/11) señalaque el 1 por ciento másrico tiene más que el 90por ciento de lapoblación.

Page 6: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Post: “Llamen a declarar a los decanos de los masteren gerencia”. Mostró encuestas, algunas señalabanque el perfil ético de los estudiantes de dichos masterera peor cuando se graduaban que cuando ingresaban.

A la cabeza de los cuestionamientos se pusieronlos estudiantes de las mismas escuelas de gerenciafuertemente afectados por el juicio social sobre suprofesión. Un grupo de estudiantes de la promoción2009 de Harvard propuso a sus compañeros que, algraduarse, lo hicieran jurando de modo voluntario“actuar con la más absoluta integridad”, no caer encorrupción, ni en egoísmos. La respuesta fue inespe-rada. En pocas horas recibieron pedidos de ayuda pa-ra implantar ese juramento de estudiantes de más de25 escuelas del mundo. Poco tiempo después escribí-an “nuestro buzón de email ha explotado”. 115 paí-ses, con 49 idiomas distintos, lo han visitado y el ju-ramento está siendo adoptado en múltiples escuelas.

El gran tema planteado es: la gerencia es un recur-so fundamental para la economía y la sociedad. Lasescuelas líderes forman gerentes al más alto niveltecnológico, pero las evidencias indican que no ha-cían el trabajo de preparar éticamente, mostrandolos dilemas y valores éticos en juego. La educaciónde los masters gerenciales tenía un talón de Aquilesen lo ético. No preparaban a los estudiantes paracuando tuvieran que enfrentar situaciones éticasconflictivas. De hecho, al no darle relevancia a laética, la desvalorizaba en su percepción.

El Wall Street Journal resalta (Canales, Massey,Wrzesniekwski, 13/8/10): “Algunos expertos creen

que las escuelas deben entre-nar gerentes en elementosmás estrechos de las estrate-gias empresariales como nego-ciación, incentivos y otros, ydejar la enseñanza de valoresa otros. No podemos estarmás en desacuerdo”. Las con-tradicciones son muy fuertes.Destaca que cuando se pre-guntó a estudiantes de escue-las de negocios líderes las ca-lidades para ser un gerenteexitoso, mencionaron entrelas primeras visión y perspica-cia, mientras que honestidady responsabilidad recién apa-recían después de mucha dis-cusión. En cambio, cuando selos interrogaba sobre las ca-racterísticas que más valora-ban en los seres humanos, so-lidaridad, integridad y respon-sabilidad eran las primeras.

Piper, catedrático de Har-vard, describe que en las cu-rrículas gerenciales el énfasisestá en “cuantificación, mo-delos formales y fórmulas y seminimiza la aplicación de jui-cios y el debate sobre valo-res... los estudiantes asumen

que no tienen importancia”.Una experimentada profesora explica en el Finan-

cial Times (Gentile, 13/9/10) que el ambiente que secrea hace que: “La manera de demostrar que unalumno es listo es argumentar que la competencia enel mercado no permite una moralidad personal y estámal comportarse de ese modo egoísta poniendo laconciencia de uno sobre el bien de la empresa y susaccionistas”.

Hay una gran reacción en marcha en las mismasescuelas. La presidenta de la Universidad de Har-vard, Drew Faust, rompió la tradición por la que losdecanos de su famosa escuela de negocios eran profe-sores de Economía o Finanzas, y nombró reciente-mente nuevo decano a Nithin Nhoria, profesor deLiderazgo y Etica, conocido por su pensamiento crí-tico y su énfasis en lo ético. El nuevo decano explica

que “la crisis ha conmocionado la confianza de la so-ciedad en las empresas y también en la educación ge-rencial”.

Faust explicitó con claridad su mensaje de cambio:“...los estudiantes están muy preocupados acerca dela imagen de las empresas y su lugar en la vida ameri-cana y en el mundo”.

Otras reconocidas universidades se hallan en lamisma dirección. El decano de la Escuela de Sou-thern University, Ellis, plantea: “Hemos enseñado anuestros estudiantes a buscar grietas en la economíay los hemos preparado para explotarlas”.

Cabrera, presidente de la Thunderbird, alerta:”Al-go grande ha fallado. No podemos mirar para otro la-do y decir que no es nuestra falta, cuando hay unasistemática y tan extendida falla de liderazgo”.

Para la nueva decana de Kellogg, Blount, el cam-bio es una necesidad: “Estamos llegando a un tiempocrítico para la educación de negocios”. Enfatiza ense-ñar ética y responsabilidad social.

El autor de Felicidad en el trabajo, Rao, señala me-tas muy concretas: “Demasiadas de nuestra escuelasde negocios no son instituciones educativas, sinode adoctrinamiento. Necesitamos más cursos quehagan pensar profundamente a los participantes so-bre sus valores, su rol en la sociedad, y cómo inten-tan cumplirlo”.

El debate es de gran relevancia para América lati-na donde hay un clamor de la ciudadanía por éticaen todos los campos y son estimulantes las iniciati-vas renovadoras de diversas universidades e institu-ciones empresariales de la región y la creación de laRed de Universidades Iberoamericanas por la Res-ponsabilidad Social Empresarial, integrada por 230universidades de 21 países (con sede en la FCE de laUBA, y apoyada por el PNUD, y la AECID).

Los vacíos éticos en las políticas públicas, la cultu-ra corporativa amoral y las marcadas deficiencias enla formación ética de los gerentes, causaron dañosprofundos a vastos sectores del planeta.

Contar con un “trabajo decente”, el gran derechoque debería asistir a todo ser humano como lo plan-tea la OIT, se ha transformado para muchos en inal-canzable. La crisis, que primero fue financiera y lue-go se transformó en económica, se convirtió rápida-mente en humanitaria.

Hay un clamor por cambios. Hacia el centro deellos se plantean, junto a grandes planes de reactiva-ción, un rol regulatorio serio y activo de las políticaspúblicas, la revisión de la cultura corporativa y unareformulación integral del modelo.

6 La salida

La crisis económica mundial no es coyuntural uobedece a meros desajustes financieros corregibles,como lo suelen plantear los economistas ortodoxosen Argentina y el continente.

Sus razones son estructurales. Como se ha visto, elmodelo de conjunto no funciona. No da respuestas,en lo que más interesa a la gente, el empleo, la inclu-sión, la salud, la educación. Deja a los ciudadanos ala intemperie y expulsa a vastos sectores del sistema.

Fue aleccionador el mea culpa de Allan Greens-pan. Presidente del Banco Central de EE.UU., laReserva Federal, durante 18 años, acérrimo defensorde no regular las hipotecas ni los derivativos, emi-nencia del modelo.

Fue interpelado por el Congreso americano duran-te la crisis del 2008 sobre los desastrosos resultadosde esas recomendaciones. Contestó: “Estoy en estadode estupor. Creímos que las instituciones financierasse autorregularían para proteger sus intereses y los delos accionistas y no lo hicieron. Todo el edificio in-telectual que construimos se ha venido abajo” (TheWeek, 7/11/08).

Sin embargo, su autocrítica nunca es mencionadapor sus discípulos locales. Como si no hubiera existido.

Por otra parte, el modelo incentiva vacíos éticosde gran magnitud en los comportamientos de actores

económicos clave, como los altos ejecutivos y otros.En general escinde la economía de la ética. La eco-

nomía seria para técnicos profesionalizados, la éticapara el mundo del espíritu. No hay lugar en la econo-mía ortodoxa para las ideas de justicia social, respon-sabilidad social, solidaridad, preocupación por el otro.

Milton Friedman, uno de los gurúes neoliberales,atacó duramente la idea de responsabilidad socialde la empresa privada. La veía como un atropellocontra lo que debía ser el único objetivo central delas empresas, maximizar las ganancias de sus pro-pietarios.

La falta de interés por el otro se ha mostrado cru-damente en la crisis económica actual. Una de susmás severas expresiones es el aumento del tiempo deduración del desempleo. Se sabe que ataca grave-mente la autoestima, lleva a la implosión de la fami-lia, humilla y mina la salud, y la motivación.

Está creciendo en EE.UU. y es actualmente de 10meses, promedio. Hay 4,5 millones de desemplea-dos que están en esa situación desde hace más deun año. Es el más alto después de la Segunda Gue-rra Mundial.

Sin embargo, en lugar de empatía algunas empre-sas pusieron en sus búsquedas de empleo en Interneto directas la frase: “candidatos desempleados no se-rán considerados”. La Oficina de Estadísticas Labora-les calcula que los trabajadores sin empleo durantemás de 6 meses sólo tienen un 10 por ciento de posi-bilidades de encontrarlo.

También se ha expresado sin ambigüedad en elpunto de principio de los fundamentalistas de mer-cado acerca de que no deben subirse los impuestos alos más ricos. Elizabeth Warren, la autora de la leyde regulación financiera furiosamente defendida enel Congreso por ella, lo ha puesto claro “Nadie eneste país se ha hecho rico por sí solo. ... nosotros loscontribuyentes educamos la fuerza de trabajo del sec-tor privado en nuestras escuelas, les proveemos ca-minos y trenes por donde sus mercaderías son trans-portadas y pagamos policías y bomberos para prote-ger sus oficinas y mansiones... cómo no les vamos apoder pedir que compartan los sacrificios necesarios”(The Week, 7/10/11).

Enfrentar la crisis requerirá prestar atención aotros modelos de economía que hablan con sus resul-tados, y trabajar para volver a integrar ética y econo-mía.

Los países escandinavos están entre los 10 prime-ros puestos de las tablas mundiales de desarrollo hu-mano, progreso tecnológico, equilibrio medio am-biental y eliminación de la discriminación de géne-ro. En el Unasur Argentina, Brasil, Uruguay y otraseconomías han logrado reducir la pobreza fuerte-mente, crear empleos en escala y tener tasas de des-empleo menores que las de los países ricos, subir suspresupuestos de salud y educación sustancialmente,poner en marcha programas sin precedentes a nivelinternacional por los más desfavorecidos. Entre ellosasignación universal creada por Cristina Kirchner,que cubre a 4 millones de niños pobres, y Bolsa Fa-milia establecido por Lula, que protege a 45 millonesde pobres y continuado ahora por Dilma Rousseff através de Brasil sin Miseria.

Un artículo en la principal página de opinión delNew York Times titulado “Tango de la recuperaciónargentina” (1/9/11) resalta que en los últimos 8 años,en la gestión de gobierno actual, el país creció a un7,8 por ciento anual, el desempleo bajó del 20 porciento en 2002 a menos del 8 por ciento, la pobrezase redujo casi a la mitad. Concluye: “la diferenciaabismal entre las políticas de austeridad y bajo creci-miento de fines de los ’90 y el alto crecimiento favo-recido por el gobierno de los 2000 son una prueba deque se puede reactivar la economía”.

En lugar de insistir en más políticas Consenso deWashington como las de los ’90, el autor subraya loopuesto. Frente a los problemas por los que atraviesala economía americana sugiere “Washington deberíaprestar atención” a la experiencia argentina.

IV DOMINGO 9 DE OCTUBRE DE 2011

Fallas éticasAfirmó Angel Gurria,secretario general de laOECD (que agrupa a lospaíses más ricos): “Lacrisis económica actualestá costando al mundotrillones de dólares,millones de trabajosperdidos, una granpérdida de confianza enlos mercadosfinancieros y unaregresión en nuestrosesfuerzos para reducirla pobreza global. Es elresultado de lacombinación de severasfallas. La falla en éticacorporativa es una deellas. Una que está en elepicentro de esteterremoto financiero yeconómico”.

Page 7: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

III ¿Qué está pasando con los jóvenes en el mundo y en América latina?

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Page 8: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Una ola de indignación recorre el mundo

Gran parte de los “Ocupa Wall Street” cu-yos reclamos termina de considerar legíti-mos, y entendibles el presidente de los Es-tados Unidos, Barack Obama, son jóvenes.

Los carteles que llevan son muy indicativos de cómode la noche a la mañana surgió este movimiento inédi-to. Uno de los más repetidos dice “Somos el 99%”. Elotro 1 por ciento es el más rico de la sociedad, que ac-tualmente tiene una parte del producto bruto superioral 90 por ciento. Su reclamo es muy compartido por laciudadanía. Según las últimas encuestas, el 81 porciento de los norteamericanos está a favor de aumentarlos impuestos al 1 por ciento más rico.

Hay un cartel que dice “supereducados, y superde-sempleados”. Representa a la elevada tasa de desocu-pación en jóvenes graduados en las universidades. Unmanifestante pasea con un cartel que declara “Tengoun máster en desocupación”.

El tema de la desocupación juvenil es muy exten-dido. En la Unión Europea el20% de los jóvenes menoresde 25 años está desocupado.En los países ricos de laOECD la tasa es la mayor des-de que se empezó a medir en1976. Está desempleado el42% de los jóvenes en España,el 32% en Grecia, el 29% enIrlanda, el 29% en Italia, el22% en Francia, el 20% enGran Bretaña. En la pobla-ción de color de EE.UU. es el31% que sube al 44% en losque no tienen un diploma desecundaria (en los blancos sindiploma es 24%).

La medición de septiembrede 2011, arrojó que el 24,6%de todos los “teenagers”, los jó-

venes de 16 a 19 años, está desocupado.En la OECD en el 2007, la desocupación juvenil era

muy alta, 14,2% versus 4,9% en los trabajadores adultos,pero en el primer cuatrimestre del 2011, pasó al 19,3%versus el 7,3%. La introducción masiva de los contratosflexibles para los jóvenes, con el pretexto de que mejo-rarían el empleo, hizo que se pueda prescindir de los jó-venes con toda facilidad.

Aumentan los jóvenes que ante la imposibilidad deconseguir trabajo agudizada por los programas ortodo-xos de austeridad abandonan la búsqueda estéril. Sonactualmente, en los países de la OECD, 16,7 millones,el 12.5% de todos los jóvenes de 15 a 24 años.

El desempleo actual se está transformando asimismoen un predictor de desempleo futuro. Al debilitarse lasreglas regulatorias, algunas empresas están discrimi-nando abiertamente a los desempleados. En sus avisosde reclutamiento subrayan que los desempleados nodeben presentarse.

Los costos humanos son altísimos. Uno es que losjóvenes tratan de escapar, emigrando. En Portugal, latasa de desempleo juvenil es 27%. El 40% de los jóve-nes de 18 a 30 años desearían irse del país. En Irlandala emigración se duplicó desde el 2005. La mayoríason jóvenes.

Un rebote es desde ya el aumento de la delictualidadjoven. En su mensaje final al Congreso en su segundapresidencia Clinton, mostró que la delincuencia habíadescendido fuerte. No adjudicó los méritos a la policía,

sino al descenso de la tasa de desocupación jo-ven y al aumento del salario mínimo horario.

El desempleo prolongado causa estrés seve-ro, depresión y afecta duramente la salud delos jóvenes. Estudios recientes indican que ba-ja la esperanza de vida y aumenta las posibili-dades de ataques cardíacos en la vida adulta.

La “bomba de tiempo” que significa todo es-to está explotando. Los jóvenes excluidos es-tán protestando en las calles. El desempleo jo-ven fue una de las causas centrales de las revo-luciones en el mundo árabe. Es del 24% enEgipto, 27% en Jordania, 30% en Túnez y Si-ria, 39% en Arabia Saudita.

Los jóvenes encabezan las protestas de los“indignados” en todo el mundo. Reclamancambios estructurales en el sistema económico.Los expulsó salvajemente sin permitirles enmuchos casos siquiera tener un primer empleo.

Pero van más lejos, están planteando asimis-mo una cuestión de legitimidad de los lideraz-gos. Una de ellas, Carolina Solanas, en Españaafirma: “La mayor crisis es una crisis de legiti-midad. Pensamos que no están haciendo nadapor nosotros”. Las encuestas dicen que comoen otros lados, el 80% de la población ve consimpatía sus reclamos.

Uno de los procesos más notables de protes-ta joven se está dando en las tierras de Améri-ca latina. Es el gran movimiento de los “pin-güinos” en Chile.

Los estudiantes de secundaria lo iniciaron yhoy lo comparten con los universitarios, losprofesores y maestros y gruesos sectores de lapoblación.

Movilizaron a un millón de personas en al-gunas de sus marchas y el 89% dice en las en-cuestas estar de acuerdo con sus reclamos. Sonmuy claros, piden educación gratuita para to-dos y mejorar la calidad de la educación, segúntodos los estudios muy desigual según el sectorsocial al que se pertenezca.

Uno de sus carteles dice “Un pueblo educado, jamásserá explotado”.

¿Qué está pasando con la situación de los jóvenesen América latina? Veamos algunos aspectos claves.

2 Circuitos de vida desiguales

América latina es la región con las más amplias bre-chas de desigualdad del orbe. Las cifras de distribuciónfueron siempre regresivas en la región, pero la situa-ción empeoró más en los años ’80 y ’90 bajo el impac-to de las políticas neoliberales.

Ello tiene plena expresión en los jóvenes. Los “cir-cuitos de vida” son totalmente diferentes según el es-trato social al que se pertenezca.

Los sectores de estratos altos y medios altos minoría,tienen altos niveles educativos, futuros laborales pro-misorios, y pueden formar familias estables.

Los jóvenes pobres, amplios sectores en un conti-nente con 170 millones de pobres, tienen vidas mar-cadas por la falta de oportunidades. Deben trabajardesde temprana edad, sus posibilidades de cursar estu-dios primarios y secundarios son limitadas, tienen ries-gos significativos en salud, no tienen red de relacionessociales que pueda impulsarlos, no hay crédito paraellos, su inserción laboral es muy problemática, difícil-mente logran quebrar la situación de privación de susfamilias de origen.

En diversos países los jóvenes pobres están concen-

trados en ayudar a sus familias a sobrevivir. Ello loslleva a salir a trabajar a edades más tempranas (cercade 14 millones de niños menores de 14 trabajan),abandonar la secundaria y con frecuencia emigrar.

3 Educación: ¿oportunidad o ilusión?

La ciudadanía exige educación. En el proceso de de-mocratización las inversiones en este campo han ido au-mentado, y se han obtenido considerables progresos enáreas como la masificación del ingreso a la escuela pri-maria y el fuerte descenso de las tasas de analfabetismo.

Sin embargo, los resultados de los sistemas educati-vos de la región siguen muy distantes de las metas de-seables. Sólo termina la escuela secundaria un 49,7%y la universidad el 7,4%.

La deserción, la repetición y el atraso están concen-trados en los sectores de menores ingresos, y se ha cre-ado una enorme brecha entre ellos y los sectores demás ingresos.

En el 20% más pobre sólo termina el secundario unjoven de cada 5. En el 20% más rico son 4 de cada 5.Sólo menos de uno de cada 100 jóvenes del 20% máspobre termina la universidad. En el 20% más rico, lafinaliza la quinta parte.

Las causas de deserción del 20% más pobre son muyconcretas: desnutrición, trabajo infantil, familias de-sestructuradas, pobreza.

II DOMINGO 16 DE OCTUBRE DE 2011 DOMINGO 16 DE OCTUBRE DE 2011 III

Además hay una brecha de calidad. Las escuelas pri-vadas tienen más horas de clase, docentes mejor paga-dos, más recursos de apoyo, mejor infraestructura, quelas que pueden ofrecer las escuelas públicas.

Incluso al interior de la misma educación pública lasdiferencias pueden ser significativas.

Los jóvenes de las áreas rurales y de los asentamien-tos (120 millones viven en viviendas precarias) reci-ben una educación “pobre”, con menos horas de claseanuales y con pocos recursos de soporte.

En la situación real de parte de América latina lapromesa de educación para todos se transforma en ilu-soria para muchos jóvenes. Esto va a reforzar de múlti-ples maneras las otras inequidades vigentes en esta re-gión tan desigual.

4 Los jóvenes excluidos

Más de uno de cada cinco jóvenes latinoamericanosestán fuera del mercado de trabajo y del sistema edu-cativo.

Los excluidos no reciben ingresos o lo hacen muy es-porádicamente, con lo que tienen serias dificultades desupervivencia. No logran iniciar una vida laboral, conlo que no están expuestos a experiencias de aprendizajey crecimiento productivo. Al mismo tiempo su red derelaciones posibles se estrecha fuertemente dado que eltrabajo es un lugar clave para nutrirla.

A todo ello se agrega un plano fundamental. Los jó-

venes están en pleno proceso de tratar deafianzar su autoestima. La marginación socialatenta directamente contra ella. En lugar defortalecerse se debilita. Ello va a generarlesproblemas psíquicos, de conducta y de relacio-namiento.

Los jóvenes marginales urbanos quedan “ais-lados”. A ellos se suma con frecuencia la debi-lidad que tiene su núcleo familiar por los im-pactos de la pobreza.

Sin modelos de referencia e identidad fuertesa nivel familiar, y a nivel de trabajo, quedan li-brados al encuentro en las calles con otros jó-venes ubicados en situaciones similares.

Los estudios sobre las “maras”, los grupos de-lincuenciales juveniles que se han extendidoen diversos países centroamericanos, y que in-tegran cientos de miles de jóvenes, informanque cuando se les pregunta sobre por qué in-gresaron a grupos donde su vida corre peligroserio, suelen contestar “dónde quieren que es-temos, es el único lugar donde nos aceptan”.

La exclusión social, junto con la desarticula-ción familiar, colocan a un sector de la juven-tud de la región en una situación de “jóvenesacorralados” que ante la falta de respuestas enlas políticas públicas pueden sentirse atraídospor las maras y ser reclutables por las mafias dela droga y del crimen organizado.

Es fundamental ver la génesis del problema,y no sólo sus síntomas finales para poder en-frentarlo. Un informe de la Unicef y la Comi-sión Interamericana de Derechos Humanos(Diciembre, 2004), producto de observacionesde campo en Guatemala, El Salvador y Hon-duras, previno: “Las políticas estatales en lamateria deben dirigirse a la satisfacción de ne-cesidades fundamentales, a la creación deoportunidades de vida y al respeto a los dere-chos civiles y políticos, incluyendo el derechoa un juicio justo”. Resalta que “muchos de losintegrantes de las pandillas pertenecen a los

sectores más pobres de la población por lo que no tie-nen acceso a educación, alimentación, habitación, sa-lud, seguridad personal, protección familiar y posibili-dades de trabajo”.

Reclama que “este problema no se puede abordar úni-camente desde la perspectiva de la seguridad pública”.

5 Acerca de mitos

La posibilidad de encarar los problemas referidos, yen general de abrir paso a las potencialidades de los jó-venes, requiere en primer término de una mirada quese acerque a ellos tratando de comprender sus singula-ridades y que procure identificar las causas estructura-les de los problemas.

La mirada usual ha tendido a no incluir en la agendapública sus problemas básicos, y se ha conformado conrazonar sobre los jóvenes en términos de ciertos “mitos”.

Ellos obscurecen el camino a realmente “compren-der” qué sucede con los jóvenes de la región, y superar-los es ser una vía ineludible para dar pleno paso a políti-cas y propuestas renovadoras. Veamos algunos de ellos.

� Primer mito. Es una juventud sin inquietudesUn mito de amplia circulación es el que razona en

términos de que los jóvenes de hoy no “tienen inquie-tudes”. Se los llama: pasatistas, superficiales, frívolos.

La situación real es diferente.La problemática misma de la juventud ha tenido

muy limitada representatividad en la política, y la in-clusión de líderes realmente representativos de los jó-venes ha tendido a ser restringida. Se necesitan prácti-cas políticas de nuevo cuño, inspiradoras y presididaspor la ética, para volver a capturar el interés juvenil.Cuando ellas se dan, el mismo surge.

En la Argentina actual, se han abierto nuevos cami-nos para los jóvenes en la política, y están, como indi-can los datos de participación, respondiendo a ello,con fuerza.

En la región, sectores importantes de los jóvenes ca-nalizan su participación actual por nuevas vías. Hayun aumento de la asociatividad religiosa, la generaciónde nuevas formas de relacionamiento en el espacio vir-tual y modalidades asociativas de nuevo cuño de tipoinformal.

La supuesta falta de inquietudes esconde muchasveces en el fondo una búsqueda de causas válidas. Encuanto ellas aparecen, los jóvenes están. Esto es muyvisible en el voluntariado. Allí el joven tiene una me-ta clara, cumplir el precepto bíblico fundamental dela solidaridad, se pueden lograr objetivos concretos encorto lapso y hay transparen-cia. Dirigentes y participantesestán movidos por móviles deservicio. Las organizacionessuelen ser abiertas y con altahorizontalidad.

Cuando hay propuestas vo-luntarias significativas que lle-gan directamente a ellos, los jó-venes latinoamericanos han de-mostrado una alta receptividad.Encabezaron entre otros en losaños anteriores la cruzada con-tra el hambre en Brasil de Be-tinho, que congregó a más de60 millones de personas; la ac-ción de Caritas en la Argentinadel 2000 al 2002 contra la po-breza, que dio protección a tresmillones de personas en base a150.000 voluntarios; el exitosoprograma “Un techo para mipaís” en Chile está presente ac-tualmente en 19 países, con400.000 voluntarios. A todo lo largo del continenteno sólo participaron en grandes organizaciones solida-rias, sino que generaron silenciosamente en muchoscasos sin apoyo alguno, innúmeras redes y organizacio-nes de base.

� Segundo mito. No se esfuerzan lo suficienteSegún el mito, la de hoy sería una juventud inclina-

da al “facilismo”, en cuanto se requieren esfuerzos ma-yores no los realiza. Tampoco les atrae ser emprende-dores, innovar, tomar iniciativas. Prefieren la vida sinexigencias. Sus fracasos se deberían en parte importan-te a características como ésas.

Sobre la base de razonamientos de este orden, la res-ponsabilidad de los problemas de integración y progre-so económico de la juventud recaería en los mismosjóvenes. Pasan de ser problemas estructurales de malfuncionamiento de la economía y la sociedad a resul-tantes de las conductas de algunas de las principalesvíctimas de los mismos.

Cuando se compara con los hechos, el mito aparecemuy frágil. En diversos países de la región, las genera-ciones anteriores se desempeñaron en los ’50 y ’60 ensociedades con múltiples problemas, pero en creci-miento y con alta movilidad social. El estudio era una

En los dos números anteriores de esta serie el autor abordó “Losescándalos éticos” actuales en el planeta y “¿Por qué la crisis

económica mundial?”. En este tercer número reflexiona sobre lasituación de las principales víctimas de la crisis, los jóvenes, y se

centra en su situación en América latina.

DesigualdadesEn América latina, entre los hijos depadres que noterminaron la escuelaprimaria, sólo 3 decada 10 completan lasecundaria. Entreaquellos cuyos padresfinalizaron laUniversidad, 9 de cada10 terminan lasecundaria.

Los nuevoslíderesCamila Vallejo (23 años)es la líder de la granprotesta estudiantilchilena y hoy unmodelo mundial dereferencia. Asimismo,según señalan losperiódicos, muy bella.Le preguntaron en unaentrevista qué sentía alser tan bella. Contestó“No elegí ser bella, síelegí mi proyectopolítico”.

Page 9: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

vía regia para el progreso personal. Representabadespués una inserción económica significativa. Laspequeñas y medianas empresas eran factibles en mer-cados en crecimiento y había políticas estatales quelas protegían., Las profesiones liberales tenían uncampo creciente ante clases medias que se amplia-ban. El Estado estaba en expansión y el empleo pú-blico era una posibilidad interesante.

En los ’80 y ’90 los jóvenes encontraron un am-biente muy diferente. Economías que tendían a dua-lizarse con sectores en modernización acelerada, ymuchos otros en retroceso. Procesos de desindustria-lización como el que se dio en países como la Argen-tina. Quiebra masiva de pymes y concentración fi-nanciera y económica. Reducción fuerte del rol y ladimensión del Estado, cuya planta de personal fueachicándose permanentemente hasta significar en elaño 2000 casi la mitad en términos proporcionalesque la de los países desarrollados (Carlson y Payne,2002). Una aguda polarización social que generó,entre otros impactos, un fuerte estrechamiento delos mercados internos, cerrando caminos a diversasprofesionales liberales. Una contracción de las clasesmedias y de los ingresos salariales.

En muchos países, la incipiente o significativa mo-vilidad social fue reemplazada por una rigidez socialpronunciada y por procesos de movilidad social des-cendente que dieron origen a una nueva clase social:“los nuevos pobres”.

En este ambiente, adjudicar éxitos y fracasos a su-puestos rasgos casi congénitos de inclinación al es-

fuerzo o a la pasividad no res-ponde a la realidad. Causasestructurales crearon para lagran mayoría de los jóvenesuna restricción severísima enlas oportunidades.

Amplios sectores de jóve-nes no tuvieron mayor opor-tunidad de probar si estabandispuestos a esforzarse y ge-nerar iniciativas. La econo-mía no les abrió paso. Conlas mejoras de fondo en esa

situación en la Argentina del 2003 al 2011, el mitose cae a pedazos a diario.

� Tercer mito. Tienen tendencia a la conflictivi-dad e incluso a la violencia

En las sociedades de la región circula la imagende que los jóvenes son díscolos, de conductas enmuchos casos censurables, básicamente impredeci-bles. Es como que hubiera que “andar con cuidado”con ellos.

A esto se agrega la percepción en el caso de los jó-venes pobres de que serían “sospechosos en poten-cia”. Podrían llegar a tener fácilmente conductas de-lictuales.

Este mensaje básicamente de desconfianza conta-mina las políticas, las actitudes y los comportamien-tos hacia los jóvenes en el aula, el mercado de traba-jo, el trato de las instituciones públicas y múltiplesaspectos de la vida cotidiana. Los jóvenes a su vez locaptan y lo resienten profundamente.

El mito saltea cómo están viviendo los jóvenes ennuestras sociedades en este tiempo histórico y en fun-ción de ello qué conductas pueden esperarse de ellos.

El joven latinoamericano tiene motivos fundadospara estar “tenso”. Está inmerso en sociedades queno aceptan mayormente como importantes sus pro-blemas y no les dan lugar en la agenda pública. Tie-ne con frecuencia que dejar de lado inquietudes eilusiones para estudiar lo que “venda”, sea “coloca-ble. Sus cifras de desocupación son muy superiores alas generales.

A todo ello se suma la mirada de desconfianza ydesvalorización.

Es sano que no acepte convertirse en un ser “total-

mente ajustado” a esas condiciones lesivas. Que ex-prese de diversos modos rebeldía.

La mirada de desconfianza se transforma en una desospecha directa en el caso de los jóvenes pobres. Unlíder indígena joven de la Quebrada de Humahuacadenuncio que había allí un delito no tipificado, lollamó “el delito de portación de cara”. Por ser indí-gena les pedían documentos y los discriminaban demúltiples formas.

El mito que penaliza de antemano a los jóvenespobres, y no los entiende ni quiere hacerlo, refuerzauna sola vía, la “mano dura”.

Ella ha conducido en diversas realidades de la re-gión a un aumento sideral de los gastos en seguridadpública y privada, y a un sobrepoblamiento de lascárceles. A su vez, éstas son con frecuencia, como seha denunciado reiteradamente, no un espacio de re-habilitación, sino de deterioro casi salvaje. No se re-forma en ellas a los jóvenes sino que se los degradamucho más.

Ni el mayor gasto en seguridad ni el aumento dejóvenes en las cárceles han reducido las tasas de de-lincuencia. No tocan sus causas estructurales.

El mito actúa para muchos jóvenes pobres como la“profecía que se autorrealiza”. Los condena a travésde la discriminación a exclusiones severas, los hacevulnerables al delito, después les aplica políticas derepresión extrema, hasta convertirlos ya degradadosy sin casi salida posible en “carne de cañón” para lasbandas del crimen organizado.

6 ¿Qué hacer?

Se han reconstruido aspectos centrales del contex-to en que vive la juventud latinoamericana actual-mente. ¿Qué puede hacerse al respecto?

Muchísimo, si se superan los mitos, se profundizasobre las causas reales de los problemas y se las ataca.Los jóvenes de la región no son ni faltos de inquietu-des, ni carentes de interés en trabajar ni violentos.

Las políticas públicas y la sociedad deben incorpo-rar la juventud como una cuestión fundamental de lagran agenda nacional.

Entre otros aspectos, es necesario fortalecer me-diante políticas sistemáticas de protección a su de-sarrollo la institución familiar ámbito básico de for-mación de los jóvenes.

Hay que reducir sustancialmente la deserción y larepetición escolar. Deben enfrentarse las agudas bre-chas de inequidad y generalizar una educación debuena calidad.

Se hace necesario para ello instrumentos acordescon las realidades, como acompañar el sistema esco-lar formal con entradas para las diferentes edades ysituaciones. Es significativo el éxito que comienzan atener modalidades como las escuelas de reingreso pa-ra jóvenes desertores, los clubes de jóvenes y las es-cuelas abiertas.

El campo del trabajo es crucial. Es fundamentalasegurar al joven la oportunidad de un “primer em-pleo”. Reducir rápidamente esta cifra de tantas con-secuencias de jóvenes que no trabajan, ni estudian.Se necesitan políticas públicas muy activas en esto, yel apoyo enérgico de toda la sociedad.

Lograr aumentar fuertemente la tasa de jóvenes queterminan la secundaria debe ser una gran prioridad.

El respaldo al voluntariado puede ser un canal muyimportante para convocar y movilizar jóvenes. Es almismo tiempo un marco constructivo de vinculaciónsocial y una escuela de líderes. Estudios internaciona-les concluyen que los ciudadanos que ya adultos sonciudadanos activos y se integran a todo tipo de acti-vidades de servicio han participado normalmentecuando adolescentes y jóvenes en organizaciones vo-luntarias (Younis, McLellan y Yates, 1997).

Estos y muchos otros cursos de acción necesariosson viables. Así lo demuestran los progresos en lassociedades que han comenzado a intentarlos.

Desde ya deben inscribirse en esfuerzos generalesmás amplios de reforma estructural. América latina,un continente tan pleno en posibilidades económi-cas y hoy en un tan positivo proceso de democratiza-ción, no puede tener los niveles de pobreza y desi-gualdad presentes.

La América latina actual desperdicia el potencialproductivo de buena parte de su población y de susjóvenes a través de los mecanismos de exclusión so-cial operantes.

La ciudadanía reclama en forma cada vez más acti-va reformas de fondo que democraticen la economía,abran oportunidades productivas para todos y con-duzcan a una inclusión social universal.

Un prominente filósofo contemporáneo, CharlesTaylor (1995), razona en su libro Etica de la autentici-dad sobre que se observa en el mundo contemporáneouna “desilusión de la vida” en vastos sectores jóvenes.

En su opinión, está vinculada con varios factores.Uno de ellos, la pérdida del “sentido heroico de lavida”, de hacer cosas en conjunto por metas de inte-rés colectivo.

Otro que se ha dejado de discutir sobre los fines úl-timos de la existencia, los objetivos éticos que le dansentidos. Todo se concentra en una discusión sobretecnologías y consumos, en otros términos sobre losinstrumentos, y ellos han tendido a convertirse en fi-nes en sí mismos desplazando a esos fines últimos. Es-to genera confusión y desaliento en los jóvenes.

En tercer término, los medios masivos predomi-nantes y otros factores impulsan de hecho la atomi-zación y el aislamiento.

Todos estos males culturales se hallan presentes enla región y en el mundo, y la juventud es efectiva-mente particularmente sensible a ellos. Si se aceptasu singularidad, si se comprende que lo que quiere esjustamente causas donde se recupere ese sentido he-roico, fines éticos claros, modelos de referencia per-sonales que significan conductas éticas, recomponerla socialidad, y se le facilitan condiciones familiares,educacionales, de salud, laborales, que reconstruyansu contexto de oportunidades, pueden esperarse re-sultados asombrosos.

En países latinoamericanos, en cambio, activos ha-cia economías con rostro humano, los jóvenes estánrecuperando la esperanza y se están haciendo escuchar.

En Brasil, Lula dio la máxima prioridad, junto aHambre Cero, a su programa Primer Empleo, desti-nado a asegurar un trabajo inicial a los jóvenes. Haseñalado que “es más barato construir un aula queuna celda”. Dilma Rousseff continúa su camino.

En Uruguay, José Mujica ha hecho llamados con-tinuos a ofrecer oportunidades de voluntariado a losjóvenes.

En Argentina, la presidenta Cristina Fernández deKirchner ha puesto en marcha programas fundamen-tales para el futuro de los jóvenes como, entre otros,la Asignación Universal por Hijo, Conectar igual-dad y numerosos programas, algunos concertados en-tre Gobierno y empresas privadas, para crear oportu-nidades de trabajo para jóvenes excluidos.

Asimismo, ha llevado al país al liderazgo de laregión en inversión en educación, destinando el6,47% del Producto Bruto, más del doble que enlos ’90.

Han sido muy grandes el descuido, la marginacióny el maltrato hacia la juventud en América latina. Elcamino a recorrer es muy largo. Estas renovadoras di-recciones de trabajo deben seguir profundizándose, yla ciudadanía está reclamando rumbos similares hoyen todo el continente. Los jóvenes indignados en elmundo dicen con toda razón que han sido dejados delado sin consideración y reclaman su lugar.

En Argentina, y en gran parte de América latina,las nuevas economías se están convirtiendo en unaesperanza y una referencia para ellos, con sus avan-ces para los jóvenes. Se necesita mucho más, peroaquí están ahora en la agenda.

IV DOMINGO 16 DE OCTUBRE DE 2011

Los carteles delos indignados“Vergüenza,vergüenza.” “Yo soy el99%. No tengo ningúnlobbista.” (The NewYork Times, 7/10/2011)

La serie de suplementos dominicales de Página/12 dedicada al pensamiento de Bernardo Kliksberg “Cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad” ha sido declarada por unanimidad por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires de “Interés cultural y económico de la Ciudad”.

Page 10: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

IV Inseguridad ciudadana. Hora de mejorar la calidad del debate

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

Page 11: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 ¿Qué hacer?

El tema de la inseguridad ciudadana es total-mente real en América latina. De acuerdocon la Organización Panamericana de la Sa-lud, la tasa de homicidios anuales por cada

100.000 habitantes era de 12 en 1980, de 25,1 en el2006, y ha seguido en esos niveles. En las encuestasregionales, la inseguridad ciudadana aparece como elsegundo problema más mencionado.

Hay diferencias marcadas entre países. La situa-ción es muy grave en México. Las tasas son muy altasen El Salvador, Guatemala y Honduras. Las más ba-jas (con entre 5 y 7 homicidios anuales por cada100.000 habitantes) están en Costa Rica, Uruguay,Argentina y Chile.

Los ciudadanos tienen todo el derecho a exigir se-guridad ciudadana. La delincuencia tiene costos di-rectos en vidas y costos invisibles, como la sensación

de inseguridad, el miedo y eldeterioro de la calidad de vida.

Se ha diseminado una pro-puesta desde sectores muy con-servadores de los países de laregión, que ha ilusionado a am-plios grupos: “la mano dura”.

Promete resolver rápida-mente el problema a través demétodos como poder llevar aprisión a los menores y adoles-centes, dar facultades casi dis-crecionales a la policía, au-mentar muy fuertemente laspenas, presionar duramente alos jueces para que apliquen lamáxima severidad, llevar ade-lante en todas sus expresionesla llamada tolerancia cero, au-mentar la policía privada ygastar mucho más en seguri-dad pública.

En Guatemala, uno de losdos candidatos a presidentedespués de la primera vuelta,un ex general, creó el Partidode la Mano Dura; en Uruguay,algunos sectores políticos opo-sitores están haciendo circularun pedido de referéndum parabajar la edad de imputabili-dad; en la Argentina, la pro-

mesa de “seguridad fácil”, a través de variaciones dela mano dura, ha sido el centro de la propuesta elec-toral presidencial de diversos candidatos.

La ciudadanía preocupada por respuestas inmediataspuede ser receptiva a la propuesta.

América latina está en una verdadera encrucijada:¿se inclina hacia la mano dura, cuyos resultados endonde se ha aplicado han aumentado en general la in-seguridad ciudadana, o busca soluciones integrales,que han conducido a mejorarla efectivamente en di-versos países del mundo?

¿Sigue con un enfoque reduccionista puramente po-licial del problema o incluye junto a sus dimensionespoliciales otras económicas y sociales imprescindiblespara lograr realmente buenos resultados?

Para mejorar la calidad del debate actual, contami-nado de mitos y falacias, será imprescindible tener

en cuenta, entre otros, los hechos que a con-tinuación se exponen sintéticamente.

2 Hay distintos tipos decriminalidad

No hay un único tipo de criminalidad enAmérica latina. El primer error es unir todoslos delitos y proponer una solución única, co-mo la mano dura.

Es decir, sostener que estamos en una socie-dad más insegura sin discriminar en los distin-tos órdenes de delitos, que tienen diversascausas y por lo tanto exigen soluciones dife-rentes.

Por lo menos habría que diferenciar dosgrandes tipos. Uno es el crecimiento del cri-men organizado. El narcotráfico en primer lu-gar. A él se les suman, o forman parte de sus“negocios”, las bandas de secuestro (dos se-cuestros por día en México), las bandas deltráfico de personas, de juegos clandestinos,robos de autos, etc.

El tipo de crimen organizado es central enla inseguridad de América latina. Además,hoy hay un crimen organizado globalizado, detransnacionales de la droga y otros crímenes.

Las respuestas, además de ser locales, debentener instrumentos internacionales. Por ejem-plo, combatir el lavado de dinero (central pa-ra el crimen organizado) requiere necesaria-mente cooperación internacional.

La sociedad precisa, para encarar el cri-men organizado, una reforma profunda de lapolicía. Hace falta construir una policía deprimera calidad, profesionalizada y, además,especializada. Por ejemplo, una policía turís-tica, capacitada para ayudar a desmontar el tráficode niños y mujeres, y una policía entrenada en as-pectos contables y financieros para lidiar con el la-vado de dinero.

Se debe fortalecer y dotar de recursos a la políticapara que pueda enfrentar al crimen organizado y erra-dicar las conexiones entre ambos, que constituyenuno de los principales problemas que han encontradopaíses como México.

Otro tipo de delito, muy diferente, es la delincuen-cia juvenil. Esta consiste en niños y jóvenes que co-meten delitos menores, van escalando y terminan condelitos mayores y se convierten en mano de obra re-clutable para el crimen organizado.

Los sectores más conservadores han logrado que, confrecuencia, en el debate estas diferencias se borren.

Muchas de sus propuestas prometen a la ciudadaníaque si se llenan las cárceles de jóvenes (potenciales oreales) delincuentes, la inseguridad ciudadana desapa-recerá. En muchos países se propugna la mano dura.Tratan indiscriminadamente los diversos tipos de de-lincuencia.

Es un error no casual, grave. Hay que combatir elcrimen organizado por todos los medios, pero la delin-cuencia juvenil requiere otro abordaje, que vaya a suscausas. Pero eso es lo no quieren los grupos más reac-cionarios de la región. No les interesa que el debate seconcentre en causas estructurales.

Un informe de la Agencia de Desarrollo de EstadosUnidos (2006) sobre las maras en El Salvador, dondesucesivos gobiernos de extrema derecha aplicaron la

mano dura –y la mano superdura– arrestando multitudde jóvenes pobres, sin ningún resultado sobre las tasasde inseguridad, concluye:

“Muchos analistas sugieren que el enfoque duro adoptadopor el gobierno está motivado políticamente. Es más fácil gol-pear a los integrantes de las maras que encarar los problemassociales más complicados que se hallan detrás de su existen-cia, como la desigualdad en los ingresos y la pobreza”.

3 La culpa la tienen los jueces

La mano dura sostiene, en Argentina y otros países,que “los causantes son los jueces que dejan en libertada los jóvenes en plazos cortos y después reinciden”.

Estados Unidos tiene la mayor población carcelariadel mundo desarrollado, con 2.186.000 presos. Eso sig-nifica 738 presos por cada 100.000 habitantes, frentea 82 en Suecia o 77 en Dinamarca.

La población carcelaria de EE.UU. es similar a la delos que cursan estudios universitarios en el país.

Dos tercios de esos presos, después de que salen dela cárcel, reinciden y vuelven a ella en menos de 3años.

Se llama a esta situación “la puerta giratoria”.¿Por qué vuelven a las cárceles? No es porque los

jueces norteamericanos sean benignos, sino porque aun joven que en muchos casos llegó a la cárcel por fal-ta de trabajo, le será mucho más difícil conseguirlo te-niendo un prontuario.

El New York Times (Lewis, 10/6/2009) puntualiza alrespecto:

II DOMINGO 23 DE OCTUBRE DE 2011 DOMINGO 23 DE OCTUBRE DE 2011 III

“¿Funciona el encarcelamiento? Aunque muchos somosreluctantes en admitirlo, estamos usando las prisiones co-mo depósitos, poniendo allí a personas con la esperanza deque cinco años detrás de los barrotes signifiquen cinco añosen los que no van a cometer más delitos.

Ajustándolo por el crecimiento de la población, hay cua-tro veces más personas en prisión en el 2009 que las queteníamos en 1980.

Todos estamos de acuerdo con la idea de la rehabilita-ción, pero hacemos poco para que opere”.

Ante la falta de resultados y el desequilibrio presu-puestario agudo generado por el crecimiento continuode la población en prisión, el Congreso ha dictado la lla-mada Ley de la Segunda Oportunidad, que establece quecuando un preso sale de la cárcel lo estará esperando elEstado, con apoyo para reinsertarlo laboralmente, asis-tencia social y legal. Los costos son mucho más bajosque tenerlo en prisión y es efectivo, baja la reincidencia.

Por otra parte, las cárceles tienen graves consecuen-cias. El prestigioso New England Journal of Medicine(The Washington Post, 11/1/07) encontró en un estudiosobre 30.327 presos liberados entre 1999 y 2003 que suprobabilidad de morir en una sobredosis de drogas des-pués era doce veces mayor que la de la población pro-medio, y su posibilidad de ser asesinado, diez vecesmayor.

Estas tendencias se dan también en América lati-na, donde más de uno de cada cinco jóvenes estáfuera del sistema educativo y del mercado de trabajo.No tienen inserción social alguna.

¿Qué espera la sociedad que hagan una vezque salen de cárcel? En EE.UU., varios de losestados, incluso algunos muy conservadorescomo Louisiana, estimaron que no podían se-guir creando prisiones porque es un modelono financiable e inefectivo.

Se aplicó la mano dura y fracasó. En Amé-rica latina se sigue echándoles la culpa a losjueces y se están por aprobar los mismos mo-delos que fracasaron en Estados Unidos.

4 Las causas reales del delito joven

La mano dura ilusiona a la población con laidea de que políticas duras para los jóvenesdesfavorecidos, la posibilidad de encarcelarmenores, el aumento fuerte de las penas, eli-minarán la delictualidad joven.

No hay ninguna prueba estadística que de-muestre esta correlación. Lo que se observaen los hechos es que va a aumentar la pobla-ción penal, sin bajar las tasas de delincuenciajoven.

En cambio, hay una fuerte correlación en-tre la tasa de desocupación juvenil y la tasa dedelitos. Aumentan las oportunidades labora-les para jóvenes y disminuyen los delitos.

Hay asimismo una relación muy clara entretasa de escolaridad y delito. A mayor escolari-dad, menos delitos. En EE.UU. se estimó queun año más de escolaridad reduce los delitosviolentos en un 30 por ciento. Una de cada10 personas que no terminaron la secundariaestá en la cárcel. Entre los que la terminaron,hay uno de cada 27.

Actualmente, el 50 por ciento de los jóve-nes latinoamericanos no completa la secundaria. Si selos apoyara para finalizarla, se reduciría sensiblementela delictualidad.

También hay una vinculación intensa entre articula-ción familiar y delito. Cuanto más se proteja a las fami-lias, particularmente las pobres, que tienen más riesgo dedesarticularse por las condiciones hostiles que fomentanla implosión familiar, hay menor probabilidad de delito.

Dos terceras partes de los delincuentes jóvenes enUruguay, según un estudio de Rubén Katzman, de laCepal, vienen de familias con un solo cónyuge al fren-te. En Estados Unidos, en un estudio sobre 60.000 de-lincuentes jóvenes, también dos terceras partes prove-nían de familias desarticuladas.

Fortalecer a las familias más humildes es decisivopara reducir la delincuencia juvenil, porque la familiaentrega valores, educa y forma desde el afecto, lo queno puede hacer ninguna policía del mundo.

Con la mano dura no se están tratando las causas es-tructurales del delito. Se eluden. Por lo tanto, no puedesorprender que no tenga mayor incidencia en su elimi-nación o control.

Un prominente analista del tema, Louis Vacquant(Las cárceles de la miseria, 2000), escribe:

“El encarcelamiento, además de afectar prioritaria-mente a las capas más desprovistas (desocupados, preca-rios, extranjeros) es en sí mismo una tremenda máquinade pauperización. Al respecto, es útil recordar sin des-canso los efectos deletéreos de la detención, no solo sobrelos reclusos sino también sobre sus familias y sus ba-rrios”.

5 Tolerancia cero

Se sigue vendiendo activamente como solución la“tolerancia cero”. Según esta doctrina, se debe castigarduramente aun las contravenciones más pequeñas paraque no se transformen en mayores.

Se inician, en nombre de ella, guerras contra laspersonas que viven en las calles, los mendigos, losconsumidores de pequeñas cantidades de drogas.

Se argumenta falsamente que ella ha permitido redu-cir la delictualidad en algunas ciudades de EE.UU. No esreal. Las ciudades más exitosas en bajarla son Boston ySan Diego, y aplican lo opuesto a “tolerancia cero”. In-vierten en la prevención del delito. Movilizan combina-damente los municipios, la policía, las iglesias, las fuerzassociales organizadas, las comunidades de los barrios y laempresa privada para armar circuitos de inclusión.

Asimismo, los países más exitosos en seguridad ciu-dadana son los escandinavos. Tienen la menor propor-ción de policías por habitantedel mundo y al mismo tiempolas más bajas tasas de criminali-dad (en Noruega y Dinamarcade 0,8 homicidios cada 100.000habitantes por año y en Suecia24 o 25 veces menos que enAmérica latina).

La receta ganadora de estospaíses pasa por la inclusión so-cial. Los países exitosos en segu-ridad ciudadana han sido los de“exclusión cero”, no los de “to-lerancia cero”.

Su éxito está en que han lo-grado abrirles plenas oportuni-dades de inclusión a los jóve-nes. Tienen garantizada la sa-lud, la educación, posibilidadesde trabajo y hay una fuerte pro-tección a la familia.

La Organización Panamerica-na de la Salud (1998) ha llama-do la atención sobre diversas in-vestigaciones al respecto. Pam-pel y Gartner (1995) crearon unindicador para medir el desarro-llo de las instituciones naciona-les responsables de la protecciónsocial. En países con crecimien-to parecido de la población joven, la tasa de homicidiosera mucho menor si esas instituciones eran más sólidas.Messner y Rosenfeld (1997) analizaron la relación entregastos más elevados en asistencia social y homicidios. Elaumento de dichos gastos disminuía la tasa de homici-dios. También comprobaron que los países que protegí-an más a las poblaciones vulnerables a las fuerzas delmercado, a través de redes de seguridad económica, te-nían menos homicidios. Briggs y Cutright (1994) en-contraron en 21 países una correlación entre gastos deseguridad social y número de homicidios.

6 La mano dura agrava la inseguridad

En toda la región, y en experiencias internacionales,la aplicación de la mano dura tiende a complicar elproblema y potencia las discriminaciones contra losjóvenes pobres.

En los tres números previos, Bernardo Kliksberg analizó los“Escándalos éticos” de nuestro tiempo, indagó sobre “Por qué lacrisis económica mundial”, y revisó “Qué está pasando con los

jóvenes en el mundo y en América latina”. En este cuarto número,el padre de la Gerencia Social, y autor de 51 libros extensamente

utilizados internacionalmente, examina mitos, falacias, y realidadesen el crucial tema de la inseguridad ciudadana.

La década deMenemEn 1999, del total de lapoblación joven de 15 a24 años, que sumaba6.337.000, el 44 porciento no asistía aningún establecimientoescolar, y la mitad notenía trabajo o empleoremunerado. Losdelitos cometidos pormenores en la ciudadde Buenos Airespasaron de 17.678 en1990 a 26.827 en 1998.Crecieron un 51 porciento. Las mismastendencias se dieron enla provincia de BuenosAires (Guemureman,Revista Encrucijada,UBA, 2002).

Un policía encada esquina“Pueden poner unpolicía en cada esquinay no detendrán losasesinatos en NuevaOrleáns (después de lainundación). En cuantotengan una granpoblación que no estáeducada y que no tienetrabajo ni esperanza,¿qué otra cosa puedenesperar que hagan sinovender drogas? Hastaque no se arregle eso,será difícil ver que losproblemas mejoren.”

Eric Malveau, ex fiscal,The New York Times,5/2/2007

Page 12: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

El clima social para los jóvenes pobres en la regiónes bien hostil. En el Latinobarómetro 2008, los en-cuestados dicen que las personas más discriminadasen América latina son los pobres, y un 62 por cientodice que la policía es más propensa a detener a un jo-ven que a un adulto. Ser pobres y jóvenes es un es-tigma muy importante.

En la práctica, la aplicación de la mano dura hallevado a empujar aún más lejos de la sociedad a losjóvenes en riesgo y llenar las cárceles de ellos.

El estudio de la AID antes citado sobre la mano du-ra en Honduras, Guatemala y El Salvador concluye:

“Muchos de los jóvenes jamás han experimentado unainteracción positiva con el Estado. Con frecuencia suúnica vivencia del Estado es la policía haciendo arrestos yencarcelando personas”.

La virtual expulsión de los jóvenes marginados y lafalta de alternativas de inclusión prepara el caminopara que algunos de ellos puedan ser reclutados porel crimen organizado.

Señala una investigación de la Universidad Na-cional de México (2010) sobre dicho país:

“La base de apoyo social del narcotráfico comprende amás de 500.000 personas. Mientras no haya una políti-ca económica y social para reducir la pobreza, será difícilrevertir la situación”.

En Honduras hicieron cambios legales en el2006, típicos de la mano dura. En virtud de ellos,la policía podía detener a un joven por tener tatua-

jes, por ejemplo. Tambiénpodía detener a jóvenes quetuvieran apariencia demiembros de maras y estu-vieran reunidos.

Se endurecieron las penas,extendiendo los límites de losplazos de encarcelamiento pa-ra niños y adolescentes de 12a 18 años.

A pesar de las políticas ra-dicales adoptadas, los niveles de criminalidad nodescendieron. En cambio, fueron continuas las de-nuncias sobre violaciones de derechos humanos yoperaciones de “limpieza social” practicadas con ni-ños y jóvenes.

Así, el Comisionado de los Derechos Humanos,Custodio (2007), declaró sobre los jóvenes que in-gresan en las maras:

“Duele que primero los hacemos víctimas de la exclusióndel derecho a la educación como un derecho humano y lue-go los perseguimos y exterminamos por sus actos de con-ducta irregular, por el delito de asociación ilícita y otros”.

En Guatemala, que tiene uno de los mayores nive-les de desigualdad de América latina, como en otrospaíses con mano dura, avanzó la privatización de lapolicía.

Moser y Wintor (2002) estimaban que había80.000 guardias de seguridad privados en compara-ción con 18.500 efectivos policiales. Esta enorme ac-tividad de seguridad privada estaba muy poco con-trolada. Se calcula que había 180 empresas privadasde seguridad, de las que solo 28 eran legales. La su-pervisión estatal era muy débil.

Un tema importante es la difusión del consumo dedrogas, en general y en la población desfavorecidajoven en particular.

En EE.UU., que tiene el mayor mercado consumi-dor de droga del planeta, predominaba la estrategiade castigar con prisión a los portadores de pequeñasdosis de droga. Las evaluaciones mostraron que losresultados eran muy dudosos. El consumo de este ti-po no bajó. En cambio se colocó a muchos jóvenesen situaciones de deterioro agudo físico y psicológicoen las cárceles, que después repercutían en la des-trucción de todo proyecto de cambiar de vida.

Por otra parte, los costos del sistema carcelariosubieron fuertemente, por esa ampliamente pobla-

ción de consumidores pequeños de droga.El país sacó las enseñanzas y generó otra vía dis-

tinta a la mano dura en esta materia. Está invirtien-do intensivamente en fortalecer los espacios de reha-bilitación de la droga. Los métodos utilizables hanmejorado muchísimo y los porcentajes de recupera-ción de pequeños consumidores son cada vez más al-tos. Dichos espacios logran resultados efectivos, serescata vidas y se baja considerablemente la facturacarcelaria.

En muchos países de América latina esos espaciosson de extrema debilidad. Hay una limitada ofertadel sector público en rehabilitación y una muy débilde la sociedad civil.

Además ambas son muy difíciles de alcanzar por lapoblación pobre. Entrevistada recientemente en elNew York Times, una madre latinoamericana de unasentamiento precario explicaba que en cuanto suhijo comenzó a consumir pasta dura buscó desespera-damente dónde tratarlo. No lo encontró.

7 Las soluciones existenLa ciudadanía tiene todo el derecho a reclamar se-

guridad, pero la mano dura no la va a dar. Solo sirvepara atraer votos a través de consignas demagógicasde solución fácil del problema, que como se ha vistono funciona en los hechos.

Se requiere atacar con todo vigor al crimen orga-nizado. La sociedad debe defenderse aplicando todoel peso de la ley a mafias como el narcotráfico, quecausan daños ingentes. Para ello, deben fortalecersela policía y la Justicia.

Pero hace falta una estrategia diferente para la de-lictualidad joven, que aborde sus causas profundas.

Las evidencias disponibles indican que más traba-jo, más educación, y más familia son los modos másefectivos de encararla y de aumentar la seguridad.

Son significativos los resultados de experienciascomo las escuelas abiertas en Brasil y el sistema deorquestas juveniles en Venezuela.

En Brasil, con apoyo de la Unesco, se abrieron lasescuelas públicas los fines de semanas en áreas muypobres, para ofrecer a los jóvenes talleres de literatu-ra, pintura, música, deportivos, de formación en ofi-cios y otros.

La respuesta superó todas las expectativas. Acu-dieron masivamente, llevaron después a sus familia-res, le tomaron cariño a la escuela, bajó la deserciónescolar y la violencia (Jorge Werthein, impulsor dela experiencia, 2002).

En Venezuela, José Antonio Abreu (uno de susmás destacados músicos) creó hace treinta años or-questas sinfónicas para niños y jóvenes pobres. Tie-nen actualmente 300.000 integrantes y han tocadocon gran éxito en los principales escenarios musica-les del mundo.

Uno de los niños humildes que formó, Gustavo Du-damel, es uno de los más reconocidos directores delmundo y dirige la Orquesta Sinfónica de Los Angeles.

Cuando le entregaron el Premio Príncipe de Astu-rias, Abreu explicó que las orquestas les dieron a losjóvenes pobres sentido del trabajo en equipo, hábitosde disciplina y sobre todo les devolvieron su dignidad.

La ciudad de Los Angeles pidió a Abreu y Duda-mel replicar la experiencia para los jóvenes de laspandillas de dicha ciudad.

Analizando experiencias similares en América la-tina, se concluye en un estudio de la Unesco (Cas-tro, Abramovoy y otros, 2001):

“El arte, la educación, el deporte y la cultura siempreaparecen como contrapuntos a situaciones existencialesde violencia entre los jóvenes. Pueden ser utilizados parala construcción de espacios alternativos de socializaciónque les permiten alejarse de las calles”.

En el marco de modelos de economías con rostrohumano, como los que avanzan hoy en la Argenti-na, Brasil, Uruguay, y otros países de la Unasur, es-tán en marcha abordajes y políticas públicas de se-guridad ciudadana que no tienen el “miedo” a po-

ner sobre la mesa las causales últimas de la delin-cuencia joven que tienen los modelos neoliberalesortodoxos que dominaron la región en los ’90.

En el país se están atacando frontalmente las gran-des causales de exclusión juvenil. Desde 2003 a 2011se crearon 843.000 puestos de trabajo para jóvenesentre 18 y 24 años. Su tasa de desocupación bajó del36 al 18 por ciento.

Entre los programas principales, el Programa Jóve-nes con Más y Mejor Trabajo, del Ministerio de Tra-bajo, da apoyo a 180.000 jóvenes excluidos en 211municipios.

Por otra parte, la inversión en educación ha creci-do sustancialmente. Argentina es hoy el país quemás invierte de toda América latina, con el 6,47 porciento del Producto Bruto. La inversión más que du-plica a las de los ‘90.

Hay nuevas iniciativas públicas orientadas a abriroportunidades a la población carcelaria y reducir asíla reincidencia.

La UBA ha desarrollado una oferta de carrerasuniversitarias para reclusos, que tiene efectos signifi-cativos en las tasas de reincidencia.

El Ministerio de Seguridad termina de crear unnuevo cuerpo policial, la policía de prevención veci-nal. Entre sus objetivos centrales está “disminuir losíndices de conflictividad social y violencia” en lasáreas marginadas. Será una “policía de proximidad”,que entre sus funciones asegurará el ingreso de am-bulancias y de colectivos en los barrios conflictivos yla prestación de servicios públicos.

Hay mucho por hacer, pero esas direcciones detrabajo son las que pueden efectivamente mejorar laseguridad ciudadana.

La mano dura, fuertemente impulsada en el país,desde consignas facilistas y simplificadoras, comolas de Menem, cuando proponía hace un tiempo“sacar el Ejército a las calles”, forman parte del mo-delo neoliberal.

Sus devastadores efectos sociales se complemen-tan, como señalaba Castel (1997), con “estrategiasde gobernabilidad para contener y segregar a aque-llos que sobran”.

Hoy, en gran parte de América latina, el modeloneoliberal, que ya mostró en los hechos que es sim-plemente “mala economía” y ha perdido la batalla dela opinión pública como opción económica, se refu-gia en la mano dura y lo usa como su argumentoelectoral central.

El modelo se apoyaba en “la teoría del derrame”.Aplicando los ajustes ortodoxos, habría crecimientoy se “derramaría” a los más pobres. Solo hubo con-centración, pobreza y exclusión.

La mano dura ofrece otro espejismo; seguridad in-mediata, violando derechos humanos básicos y semi-criminalizando la pobreza. Los resultados en las ex-periencias existentes han sido nefastos para la seguri-dad, y los métodos propuestos (como la reducción dela edad de imputabilidad para los niños) violan losacuerdos internacionales y la ética básica.

Pero es el refugio de los sectores beneficiarios delmodelo ortodoxo para ganar votos, frente a la ola deindignación mundial reflejada en las manifestacio-nes simultáneas del 15 de septiembre de 2011, cues-tionándolo en 951 ciudades de 88 países pidiendo“un cambio global”.

Además de que los enfoques mano dura son falacese ineficientes, dejan de lado toda consideración éti-ca. Son una de las violaciones éticas más feroces quehay en América latina. Las víctimas finales de la ex-clusión social severa que generó el modelo se con-vierten en los culpabilizados.

El juez español Emilio Calatayud Pérez, quien viveen Granada, es llamado “El Padrazo” porque tieneun sistema de reinserción total para todos los jóve-nes que llegan a su tribunal. Tiene un 75 por cientode éxito en rehabilitación. En una reciente entrevis-ta dijo algo tan simple como categórico: “Si no cree-mos que un chaval de 14 años puede ser reinsertadoen la sociedad, estamos perdidos”.

IV DOMINGO 23 DE OCTUBRE DE 2011

Lula“Es mucho más baratoconstruir un aula queuna celda.”

Page 13: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

V Mitos, falacias y racionalizaciones sobre la pobreza y la desigualdad

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

Page 14: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Sin compasión

En la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aireshay un proyecto de ley que propone subir laspenas, y gravar con multas de hasta 2000 pe-sos y llevar a prisión de hasta cinco días, a

quienes ofrezcan en los semáforos limpiar los vidriosde los automovilistas y los que se proponen para lim-piar y cuidar los carros estacionados.

Fue aprobado por la Comisión de Justicia que presideun diputado del PRO, en donde se originó el proyecto.

Según informa La Nación (18/10/2011), “la iniciativasuponer sancionar a los que ofrecen estacionamientosen la vía publica ‘en forma gratuita u onerosa’ a cambiode una retribución voluntaria, conocidos popularmentecomo ‘trapitos’, así como también que se considere ‘unapráctica abusiva y violenta’ que genera temor y favore-ce el arrebato ‘a la actividad de los limpiavidrios’”.

El legislador del PRO Martín Ocampo, que presidela Comisión de Justicia, decla-ró a La Nación que “Los hechosque venimos denunciando hanaumentado en este tiempo, es-peramos que se solucionen rá-pidamente. Hay una herra-mienta jurídica que puede lle-gar a terminar rápidamentecon esto, y es muy importanteque se apruebe”.

Qué dirían sobre ello dos delos mayores escritores del géne-ro humano, Charles Dickens yVictor Hugo, que también sepreocuparon, pero con otro en-foque, del tema de los pobres ylos excluidos.

En su difundida Oliver Twist(1839), Dickens denuncia conla mayor dureza el tratamientode los desfavorecidos por laselites. Llama en otros escritos ala economía “una ciencia sinalma”.

Victor Hugo en su inmortalLos miserables (1862), que haconmovido a los públicos detodo el mundo, narra cómo eljoven Jean Valjean, el persona-je central, robó una lonja depan para dar de comer a sus sie-te hermanitas hambrientas, yfue condenado a cinco años deprisión.

Probablemente ambos se sor-prenderían que más de 150 años

más tarde hay quienes piensan que la solución para losjóvenes que están fuera del sistema educativo y delmercado de trabajo, y tratan de ganar su lonja de panlimpiando vidrios de autos, o ayudando a estacionar, esla misma en algunas elites actuales, la cárcel.

También se asombrarían de las declaraciones re-cientes de Miguel del Sel, aspirante a la Gobernaciónde Santa Fe, que expresó que la protección creada porCristina Fernández de Kirchner para las mujeres po-bres embarazadas, “promovía los embarazos de las jó-venes pobres”.

La iniciativa de la Presidenta, saludada internacio-nalmente, es la primera que se ha ocupado de dar co-

bertura médica a las madres que no tienenningún seguro de maternidad, ni ninguna li-cencia por embarazo o parto, porque no for-man parte de la economía formal.

¿Qué sugiere Del Sel? ¿Qué la sociedad y elEstado no deberían preocuparse por esas ma-dres? ¿Qué deberían, como en el siglo XIX, laépoca de Dickens y Victor Hugo, dejarlas li-bradas a su suerte? ¿Y que además, peor aún,que si se ocupa, estaría fomentando el emba-razo según su increíble hipótesis?

Estas aproximaciones al tema de la pobreza,ya denunciadas un siglo y medio atrás, estánasimismo en colisión directa con la de la En-cíclica Caritas et Veritate (2009).

Recogiendo la doctrina social de la Iglesiaafirmó monseñor Francis Chuullikatt, emba-jador de El Vaticano ante la ONU, en laAsamblea General de la misma (25/10/2010):“Cualquiera sea la forma que asuma la pobre-za, es un insulto a nuestra humanidad co-mún... La persona humana privada de lascondiciones básicas para vivir decentementeestá humillada y debe por tanto ser ayudada arecobrarse”. Y resaltó: “Tenemos los mediospara poner fin a la pobreza, pero ¿tenemos lavoluntad de hacerlo? Esa es la pregunta”.

Propuestas como las de prohibir los traba-jos que surgen de la marginalidad, sacar de lascalles a los que “afean el paisaje” y remuevenla conciencia de los automovilistas con supresencia, descalificar la protección básica alas madres pobres, siempre acompañadas depretextos no probados, son una parte centralsilenciosa del mensaje de antivalores subya-cente en las políticas económicas ortodoxasque dominaron Argentina en los ‘90, y quehoy están causando sufrimientos indecibles en socie-dades como la griega, la irlandesa, la portuguesa, laamericana misma y otras.

La OIT informa (20/10/2011) que bajo las recetasneoliberales, el desempleo juvenil abierto que era en Ir-landa del 9% en el 2009, pasó a fines del 2010 a 27,5%.Pero si se considera los que “se esconden en el sistemaeducativo o esperan en el hogar” es 46,8%. En Grecia,bajo la misma fórmula, el producto bruto cayó un 5,4%en el 2010, y se prevé que caiga un 6,6% este año.

Las políticas neoliberales han sido acompañadas porla difusión de una serie de razonamientos sobre los orí-genes y causas de la pobreza y justificatorios de las de-sigualdades.

El “algo habrán hecho”, que fue la gran coartadade algunos sectores frente a los asesinatos masivosde la dictadura militar, tuvo sus equivalentes econó-mico-sociales en razonamientos primarios, como “sison pobres por algo será”, “no avanzan porque no lesgusta trabajar”, o “toda protección social promuevela vagancia”. Ellos culminan en alambicadas elabo-raciones de que es inevitable que haya sufrimientosen el desarrollo, pero el derrame posterior los solu-cionara, tesis nunca comprobada en ninguna reali-dad histórica.

Hoy la gran discusión pública en USA sobre el fu-turo del país ha puesto en el centro la confrontaciónde los modelos éticos subyacentes a los modelos eco-nómicos.

Michael Cain, representante del Tea Party en as-censo en las filas republicanas, dice sin ambages que

“los desocupados no deben ser celosos de los muy ri-cos, si están en esa situación es culpa de ellos”. Tam-bién en la misma línea propone para frenar la inmi-gración ilegal construir entre EE.UU. y México unmuro totalmente electrificado con cargas mortales.

El congresal del Tea Party, líder en la propuesta derecortar drásticamente los programas sociales y de pro-tección médica, Ryan, interrogado sobre qué haría siestuviera ante él una persona sin recursos ni seguro,enferma grave, y por sus recortes no hubiera cobertu-ra, contestó que debía arreglárselas, porque era su res-ponsabilidad haber llegado a ese estado.

Obama, en su actual gira por el país, menciona estosmensajes y señala: “Esto no es lo que somos nosotrosen Estados Unidos”.

Hay una guerra de “valores” tras las alternativaseconómicas en juego.

En un escenario donde según señala The Week(28/10/2011) “las 400 personas más ricas de EE.UU.tienen más que los 150 millones de abajo”, y en mediode este enfrentamiento de valores, las últimas encues-tas recogen cambios significativos.

Blow (The New York Times, 22/10/2011) refiere queinterrogados sobre “cómo ve las protestas en WallStreet y en el país contra políticas que los manifestan-tes dicen favorecen a los ricos, el rescate de los bancospor el gobierno y la influencia del dinero en el siste-ma”, el 54% ve favorablemente las protestas. Contes-tan asimismo a favor: “¿Wall Street y los lobistas tie-nen demasiadas influencia en Washington?”, 86%;“¿la brecha entre ricos y pobres en el país es demasia-

II DOMINGO 30 DE OCTUBRE DE 2011 DOMINGO 30 DE OCTUBRE DE 2011 III

do grande?”, 79%; “¿los ejecutivos de las institucionesfinancieras responsables de la crisis del 2008 deben serprocesados?”, 71%.

En la Argentina, el proyecto nacional en marcha hamostrado que puede haber otras políticas económicasdiferentes de las de los ’90, y las ha llevado a la prácti-ca generando trabajo decente e inclusión.

Sin embargo, muchas de las coartadas racionalizado-ras del modelo ortodoxo siguen en pie y aparecen confrecuencia, como lo muestran los pronunciamientosfrente a los limpiavidrios, los trapitos, las mujeres po-bres embarazadas y otros semejantes.

Tienen el impacto demagógico de la solución fácil,y que no exige nada a nadie, alejan la atención de labúsqueda de soluciones reales y éticas y cultivan unaética de la insolidaridad.

Es necesario llevarlas al debate y confrontarlas, paraque no obstaculicen el camino a la búsqueda de solu-ciones reales.

Veamos algunas de las falacias más usuales.

2 El mito de la pobreza comofatalidad inexorable

Las políticas aplicadas en los ’90 generaron impac-tos totalmente regresivos en términos de pobreza. Ar-gentina fue un anticipo del “fundamentalismo demercado”, como lo llama el Premio Nobel Stiglitz,que habría de causar a fines del 2007 daños severos ala economía norteamericana, catalizando la actual

crisis económica mundial.Políticas como la desprotección total de la

pequeña y mediana empresa, la reducción in-discriminada del funcionariado público, laprivatización a ultranza, con condiciones confrecuencia muy cuestionadas, la concentra-ción del crédito y otras llevaron a que la tasade desocupación llegara al 23% al final de los’90. El desempleo juvenil subió de 21,7% en1990 a 39,5% en el 2000. La pobreza se du-plicó, y alcanzaba a fines del 2002 a casi el58% de la población.

El presidente de los ‘90, Menem, reaccio-naba ante la interrogación periodística sobrepor qué seguía subiendo la pobreza en lo quellamaba “Argentina potencia”, señalando que“pobres hay en todos lados”, y que “pobreshubo siempre”.

Sintetizaba la idea de que la pobreza es in-evitable. Por ende es ajena a toda responsabi-lidad de las políticas públicas, y siquiera delas sociedades. En algún momento, ubicadomucho más allá en el tiempo, se reducirá co-mo efecto del ya mencionado “derrame eco-nómico” que el modelo que preconizaba trae-ría a todos los sectores.

El razonamiento de la “inevitabilidad” ypor ende “de la falta de responsabilidades” si-gue muy presente en la visión usual.

Se cae, en cuanto se lo confronta con la re-alidad. No hay pobreza en todos lados.

En Noruega, casi no existe, y lo mismo su-cede en los países nórdicos en general. En Ja-pón es del 4 por ciento. Puede erradicarse to-talmente de una sociedad.

Por otra parte, como sucede normalmentecon los mitos son útiles para eludir las grada-

ciones. No es lo mismo tener un 58% de pobreza comoArgentina en el 2002, a tener 18% como en Costa Ri-ca. Las diferencias significan millones de personas convidas comprometidas severamente y grados mínimosde libertad real.

La otra parte del mito, la permanencia de la pobrezaen el tiempo, tampoco resiste el cotejo básico con loshechos. En la Argentina de inicios de los ‘60, con di-versos problemas, bajaba de un dígito, era más de cua-tro veces menor a la que tenía el país cuando termina-ron los ’90. Así que no resulta cierto que la “hubosiempre”.

Cuando se cae el mito aparecen las responsabilida-des. En países con las potencialidades de la Argentina,la pobreza es un constructo histórico-social. Sus nive-les estarán ligados a la calidad de las políticas guberna-mentales y las actitudes y acciones de la sociedad.

Así, el hecho de que Costa Rica haya tenido en elúltimo medio siglo niveles de pobreza menores a la mi-tad de los de América latina, tiene que ver con el esta-blecimiento de políticas sociales de largo plazo, en áre-as como educación y salud. Es uno de los pocos paísesde la región que ha tenido “políticas sociales de Esta-do” en este campo, que se han continuado con sus es-pecificidades en diversas administraciones.

En Chile, la dictadura militar, a pesar de progresoseconómicos, llevó a que la pobreza se duplicara. Entreel inicio y el final de la era de Pinochet pasó de un20% a un 40% de la población. La democracia hizo deella una prioridad, y el Gobierno Bachelet finalizó conun 13% de pobreza.

3 El mito de que laresponsabilidad de la pobreza esde los pobres

La argumentación toma múltiples formas, pero el ar-gumento central es que hay ciertas características en elcomportamiento de los pobres que generan y mantie-nen la pobreza. Puede llenarse con prejuicios variados:beben demasiado, tienen poca inclinación a esforzarse,no les interesa educarse.

Tras el mito subyace un implícito, la pobreza seríaun problema de conductas individuales. Si se supera-ran estos rasgos, desaparecería. En definitiva, sería cul-pa de sus mismas víctimas.

El mundo simplificado que ofrece el mito es muy di-ferente del real. En América latina hay actualmente170 millones de pobres. Casi uno de cada tres latinoa-mericanos está por debajo de la línea de la pobreza.Puede alguien atribuirlo a comportamientos persona-les. No resulta evidente quehay ausencia de oportunidadesde cambio para un amplio sec-tor de la población.

En el 2009, según los estima-dos de la Cepal, se agregaronocho millones más como conse-cuencia de los efectos de la cri-sis mundial, entre ellos la caídade las exportaciones, de las in-versiones, del turismo y el des-censo de las remesas migrato-rias. ¿Dónde está la culpabili-dad de los pobres?

El tema es inverso. Una delas dificultades mayores de la si-tuación es que muchos de lospobres están viviendo en“trampas de pobreza”. En socie-dades tan desiguales como laslatinoamericanas tiende a conformarse el “accidentede nacimiento”. Según el estrato social, la región geo-gráfica, y las condiciones del hogar donde se nace, ha-brá posibilidad de recibir buena educación y protec-ción en salud, o sucederá lo contrario.

El niño que nace en un hogar pobre, estará expuestoa riesgos de salud más severos, en muchos casos traba-jará desde pequeño, sus padres pueden darle una dedi-cación limitada porque su esfuerzo está en la supervi-vencia diaria, tendrá altas probabilidades de no termi-nar el colegio secundario.

Sin secundaria completa será difícil, actualmente,que sea contratado por alguna empresa de la economíaformal, aunque sean empleos no calificados. Deberásubsistir en la marginalidad y la informalidad, con tra-bajos precarios y sin protección.

Si no median políticas públicas activas que rompanlas “trampas de pobreza”, probablemente los grupos fa-miliares que conforme van a reproducir destinos simi-lares. Así, en la región, si se toma el grupo de hijos depadres que terminaron la Universidad, el 91,4% deesos hijos finaliza la secundaria, y el 71,7% la universi-dad. En cambio en el grupo de hijos de padres con pri-maria incompleta, sólo el 31,7% logra completar la se-cundaria, y un porcentaje ínfimo, el 2,9%, termina launiversidad.

La gran funcionalidad del mito es que al culpabilizara las víctimas deja libres de responsabilidades a losotros actores de la sociedad.

En los cuatro números anteriores de la Biblioteca, el padre de lagerencia social y cofundador de la ética para el desarrollo, analizó

“Los escándalos éticos” (I), “¿Por qué la crisis económicamundial?” (II), “¿Qué pasa con los jóvenes?” (III) y “El debate

sobre la seguridad ciudadana” (IV). Reflexiona en este númerosobre un tema que ha pionerizado, los mitos, falacias y

racionalizaciones en derredor de la pobreza y la desigualdad.

Es ladesigualdad,estúpido“La desigualdad separaa cada uno de los otrosen las escuelas, losvecindarios, en eltrabajo, en los aviones,en los hospitales, en loque comemos, en lacondición de nuestroscuerpos, en lo quepensamos, en el futurode nuestros chicos, encómo fallecemos.La desigualdad aniquilala voluntad de concebirsoluciones ambiciosaspara problemascolectivos, porque esosproblemas no son másvistos como colectivo.La desigualdad mina lademocracia.”George Packer en“Foreign Affairs” (TheWeek, 28/10/11).

Lasrecomendacio-nes de CharlesDickens “La solidaridadempieza en la casa, y la justicia empieza en la próxima puerta.”“Un día dedicado aotros, es un díadedicada a unomismo.”

Page 15: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

4 El mito de la oposición entre “dar pescado” y “ayudar a pescar”

Las políticas sociales son cuestionadas con frecuen-cia en el país a partir de esta expresión casi mágica.Ayudar, otorgar subsidios a niños, jóvenes u hogaresen pobreza y pobreza extrema sería fomentar el “asis-tencialismo”. Eso debe ser combatido y debe ponersetodo el esfuerzo, en cambio, en proporcionar trabajo.

El mito crea una falsa oposición. Así, es funda-mental que se ayude ya a los más de 4 millones deniños hijos de trabajadores informales que no teníanningún sistema de protección hasta la reciente crea-ción por la Presidenta Cristina Fernández de Kirch-ner de una asignación universal para ellos.

La pobreza tiene una característica muy especial.Muchos de los efectos que produce no son reversi-bles después. Como demostró la Unicef, si no se ayu-da ya a un niño con hambre, su cerebro será afecta-do, no se formarán las conexiones interneuronales ytendrá atrasos para toda la vida.

Se debe ayudar con la mayor urgencia posible, pe-ro al mismo tiempo hacerlo a través de políticas yprogramas que empoderen, capaciten, creen oportu-nidades productivas y laborales. Esa es una de lasmetas centrales de la buena gerencia social. Hoy losmás de 80 programas de transferencias condiciona-das, existentes en casi toda la región, instrumentoque por su efectividad se ha extendido rápidamente,tratan de combinar ambos grupos de objetivos.

El ataque masivo a las polí-ticas de ayuda lleva a desacre-ditarlas, y las debilita.

No solucionan el problema,pero son imprescindibles paraproteger ya mismo a los des-protegidos.

5 “Y yo qué tengoque ver”

Los ’90 cultivaron el indivi-dualismo a ultranza. Cadapersona tenía el destino quese buscaba. El Estado, que esen definitiva acción colecti-va, debía ser “mínimo”. Laspreocupaciones debían estarcentradas en ser exitoso, esca-lar, acumular. Los que queda-ban en el camino era un pro-blema de ellos, o en todo casoque se ocupe alguna entidadespecializada.

Se desarrollaron valores co-mo la misma idea de “perde-dores” y “ganadores” que lle-varon a la insensibilidad fren-

te a la pobreza.Las personas aprendieron a ver el “espectáculo” de

la pobreza, como ajeno, y de la misma categoría quecualquier otro hecho de la naturaleza.

Pasaban frente a los niños de la calle, los ancianospidiendo caridad, los sin techo, viéndolos sin verlos,perdiendo la posibilidad de hacer contacto con su fi-gura humana. Muchos perdieron una calidad esen-cial del ser humano que lo hace tal, la de “indignar-se” frente a las injusticias.

El mito de “yo qué tengo que ver” es incompatiblecon los valores morales y espirituales del país, y conlo que se espera de un ciudadano integral.

El texto bíblico dice categóricamente en el Levítico(19:16): “No desatiendas la sangre de tu prójimo”.Todas las espiritualidades en actividad en el país re-claman “hacernos los unos responsables por los otros”.

Los mitos reseñados, y otros añadibles, operan enla práctica como grandes “coartadas”. Frente a la po-breza de los ’90 la justificaban combinadamente yllevaban a un abanico que iba desde el desentendi-

miento hasta la insensibilidad. Los discursos raciona-lizadores desde la cumbre del poder encontraban unasociedad “anestesiada” por los mitos.

6 La desigualdad, el temamarginado

Hay un gran interrogante abierto en América lati-na. ¿Por qué un continente con una dotación de re-cursos naturales privilegiada y todas las potencialida-des para construir economías sólidas, e inclusivas, hagenerado tanta pobreza?

La región es diversa, y hay múltiples situacionesnacionales, pero un factor común y altamente desta-cado en los análisis es que sus elevados niveles depobreza están fuertemente ligados al hecho de ser elcontinente más desigual de todos.

El tema de la desigualdad, crucial para el país, estáenvuelto, como el de la pobreza, en falacias que searraigaron firmemente en el apogeo de la cultura ne-oliberal que acompañó y sostuvo las políticas ortodo-xas. Ellas siguen contaminando los hoy cada vez másactivos debates sobre desigualdad, y es útil encararlaspara elevar la calidad de la discusión.

Entre ellas:

a. La desigualdad no afecta mayormenteel crecimiento

En sus versiones más extremas la falacia argumen-ta incluso que lo favorece, y esa posición circuló enel país en los momentos más crudos de aplicación dela ortodoxia.

Si hay concentración y polarización, habría ungrupo reducido que ampliaría sus capitales, tendríafuerte poder de inversión y dinamizaría la economíainvirtiendo.

En las presentaciones más moderadas se postulabaque las desigualdades son parte del camino al progre-so económico, y que una vez que la economía crezcaa altas tasas, se suavizarían solas.

La experiencia comparada y la nacional han mos-trado que la falacia sirve para legitimar el crecimien-to de la desigualdad, pero es muy frágil en los he-chos.

La acumulación en unos pocos no garantiza rein-versión productiva, por el contrario, crea todo ordende incentivos para el consumo suntuario y la fuga decapitales hacia paraísos fiscales.

Lo que sí es efectivo, es que las altas desigualdadesreducen los mercados nacionales, limitan las tasas deformación de ahorro nacional, bajan la productivi-dad, afectan negativamente el sistema educativo ge-nerando deserción en amplios sectores y limitando laoportunidad de educación de calidad a grupos res-tringidos, y debilitan seriamente la cohesión social.

b. La falacia de la inevitabilidadLas altas inequidades se presentan con frecuencia

con el argumento de que así es la realidad. No obe-decerían a la voluntad humana, sino que serían parteinexorable de cualquier curso histórico. Se las criti-que o no, serían una especie de condición impuestaexterna.

La falacia exime de responsabilidades por ellas. Larealidad, por el contrario, muestra que son un pro-ducto claro de las prioridades y políticas que una so-ciedad elige adoptar.

Hay políticas dirigidas a mejorar la equidad, y haypolíticas que la deterioran. Una asignación universala los niños hijos de trabajadores informales como lapuesta en acción en el país, significa una transferen-cia de ingresos hacia algunos de los sectores más ca-renciados que mejora la equidad.

Programas como “un niño, una computadora”aplicado muy exitosamente en el Uruguay, y “Co-nectar igualdad” en la Argentina, democratizan elacceso a las nuevas tecnologías.

Proyectos como los establecidos por los ministeriosde Educación y de Trabajo del país, que dan oportu-nidades de completar la secundaria a quienes no pu-

dieron finalizarla, y los acercan al mercado laboral,también la mejoran.

En cambio, políticas financieras como las de los’90, que condujeron a la desaparición de numerosascooperativas de crédito y a la concentración del mis-mo en pocas instituciones financieras, y a una pola-rización en el acceso a créditos, agudizaron las in-equidades.

c. La falacia de que la desigualdad no es derrotable

Se argumenta que aun aceptando la no deseabili-dad de las altas desigualdades, no habría manera decombatirlas. Que su complejidad excede a las posibi-lidades de los instrumentos de política pública dispo-nibles.

Mejorar la desigualdad requiere respuestas en pro-fundidad, integrales, multifacéticas, acordes a su na-turaleza, pero la realidad indica que hay países que lohan logrado.

Por ejemplo, en las bases del modelo de Noruega,que encabeza en la última década la tabla mundialde desarrollo humano del PNUD, se halla que la so-ciedad se ha preocupado de garantizar a todos lasmejores condiciones posibles de partida y desenvol-vimiento. Ello va desde que a todo niño se le aplicapoco después de nacer el conjunto de las vacunasque necesitará para el resto de su vida, hasta los ex-tensos períodos de licencia por maternidad (15 me-ses) financiados por toda la sociedad para la madre yel padre, y la alta chance de ingresar y terminar unacarrera universitaria.

Se podrá argumentar que allí hay recursos por losingresos petroleros, pero otros países petroleros, co-mo Arabia Saudita, tienen ingresos aún mayores ylos resultados son distintos. Hay un tema de priorida-des, políticas y actitudes.

Por ello, Costa Rica está entre los líderes mundia-les en bajas tasas de mortalidad materna e infantil,Uruguay logro en la gestión del Frente Amplio redu-cir la mortalidad infantil a 7,7 por mil (la de Améri-ca latina es 30 por mil), Argentina universalizó laprotección jubilatoria.

Desestimar el peso de las desigualdades en la mag-nitud de la pobreza y en la economía, considerarlasinevitables, tener una actitud derrotista frente aellas, son algunas de las falacias que pesan sobre elretraso histórico que ha tenido el debate sobre ladesigualdad en la Argentina.

7 Algunas conclusiones

El país está en medio de transformaciones funda-mentales que han alentado la esperanza colectiva.

El proyecto abierto en el 2003 por el presidenteNéstor Kirchner, después de una de las peores crisispor las que haya pasado el país, es respaldado firme-mente por la gran mayoría de la población, y el lide-razgo presidencial de Cristina Fernández de Kirchnerse ha ganado niveles de respaldo masivo inéditos.

En el horizonte se halla la posibilidad de construirefectivamente una economía con rostro humano.

Sin embargo, en el centro de la agenda pendienteestá seguir erradicando la pobreza y mejorar la equi-dad.

Para ello será necesario profundizar las políticas decambio en curso y generar otras pioneras, pero almismo tiempo desmontar los modos de pensar laeconomía fuertemente anclados en los ’90, en lamentalidad de diversos núcleos de la sociedad.

Ellos llevan a la insolidaridad, la no asunción deresponsabilidades colectivas, al individualismo, y endefinitiva son obstáculos para construir una Argenti-na que incluya a todos.

Las soluciones no pasan por perseguir a los “lim-piavidrios”, “los trapitos” y todas las víctimas de laexclusión, sino por la restitución de los derechoseconómicos y sociales conculcados por “el proceso” ylos ‘90 a grandes sectores de la población, y por undesarrollo integral y con equidad.

IV DOMINGO 30 DE OCTUBRE DE 2011

FalsascoartadasMencius, el principaldiscípulo de Confucio,en visita al rey Hui deLiang, 300 antes deJesús.“Hay personas quemueren de hambre enlas carreteras y tú nodistribuyes lo queguardas en el granero.Cuando las personasmueren dices ‘no esdebido a mi sino que esdebido al año’. Cuál esla diferencia entreapuñalar y matar a unhombre, y luego decir‘no fui yo, fue el arma’.”

Page 16: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

VI Salud pública, el tema postergado

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

Page 17: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Especulando con losalimentos

El Consejo de Paz y Justicia del Vaticano de-claró (24/10/11) ante los explosivos datos so-ciales: “Para funcionar correctamente, la eco-nomía necesita ética, y no de cualquier clase,

sino centrada en las personas”.Interpretándolo, Miller, profesor de Teología Cató-

lica (Dayton University), dice: “Está claro que el Va-ticano está con los Ocupa Wall Street y otros, que lu-chan por el retorno de la ética y el buen gobierno a unsector financiero que ha crecido fuera de todo controldespués de 30 años de desregulación” (The New YorkTimes, 25/10/11).

El 80 por ciento de la humanidad gana menos dediez dólares por día.

Con eso, más de uno de cadasiete tiene hambre, no puedecomprar los alimentos básicosque están subiendo de precio.Aumentaron en un 39% en unaño. Los pobres del mundo de-dican el 70% de sus ingresos acomprarlos.

¿Por qué aumentan? Incidenfactores como los biocombusti-bles, el cambio climático, elaumento de la demanda deChina e India, pero el más in-fluyente, según Der Spiegel(4/9/11), es la especulación enlos mercados financieros. En elúltimo trimestre de 2010 se tri-plicó la inversión en materiasprimas agrícolas, en compara-ción con el anterior.

Para Olivier de Schutter, re-lator de la ONU sobre el dere-cho a la alimentación, dadaslas dificultades en los merca-dos financieros, grandes inver-sores están operando en elmercado a futuro de alimen-tos. Un informe de la Unctadconcluye que sus actividades“empujan los precios de lasmaterias primas mucho másallá de los niveles que justifi-carían los datos fundamentalesdel mercado”.

Según la FAO, sólo el 2% delos contratos de futuro sobrematerias primas terminan hoyen una operación real. El 98%se vende de antemano por es-peculadores que están interesa-dos en ganancias rápidas.

Torero, del Ifpri, describe: “Los precios reales siguenlos precios de los futuros. El supuesto futuro transfor-ma el presente; a su vez las expectativas de mayoresganancias venideras animan al acaparamiento a quie-nes aún poseen mercancías reales, lo que a su vezvuelve a empujar al alza los precios. La entrada de lasfinanzas ha desequilibrado por completo el mercado

alimentario, tan predecibleen otros tiempos”.

Goldman Sachs ganó en el2009 más de 5000 millonesde dólares especulando enmaterias primas. La terceraparte de sus beneficios netos.

2 La epidemia de obesidad

Según las últimas estima-ciones de la OrganizaciónMundial de la Salud, de los57 millones de muertesanuales, 36 son causadasprincipalmente por cuatroenfermedades: las cardiovas-culares, la diabetes, las respi-ratorias y el cáncer. Entresus razones centrales: las die-tas no saludables, el tabaco,el alcohol y la falta de acti-vidad

Se estima que en EE.UU.actualmente el 32% de losniños y adolescentes del paísson obesos o tienen sobrepe-so. Ello genera un fuerte au-mento en la diabetes tipo 2,alta presión sanguínea y ele-vado colesterol. A pesar delos progresos en la medicina,estos niños pueden vivirmenos años que sus mismospadres.

Uno de los factores deobesidad son las grasas ultra-saturadas. Están en produc-tos que tienen aceites parcialmente hidrogenados,entre ellos muchos de los típicos fast foods, las papasfritas, diversos productos de panadería y pastelería.Tienen ventajas comerciales para los expendedoresde comida rápida y los restaurantes, porque conservanmejor el producto y mejoran su apariencia. Destruyenel colesterol bueno y aumentan el malo. Yansky (pre-sidente de la Asociación Cardiológica de EE.UU.) es-tima que un 2% de aumento en el consumo de estasgrasas resulta con el tiempo en un 25% de incremen-to en la posibilidad de desarrollar una enfermedad co-ronaria. En América latina y el Caribe, según la Or-ganización Panamericana de la Salud (OPS), una re-ducción del 2 al 4% en su consumo prevendría entre50.000 y 220.000 infartos anuales.

Es el negocio versus la salud pública.El Estado de California prohibió las grasas ultrasatu-

radas en sus 88.000 restaurantes. La Ciudad de NuevaYork las prohibió asimismo en sus 20.000 restaurantes,y fijó que están obligados a mostrar a los inspectoreslos aceites que usan y las etiquetas del que compraron.

Michelle Obama se ha puesto al frente de una cam-paña nacional contra la obesidad infantil. El equipode especialistas que convocó propuso:� la industria alimentaria tiene que elaborar para los

niños productos con valor nutricional, no “comidabasura”.� los medios deberían enfatizar en sus programas pro-ductos saludables.� el gobierno debería incentivar el aumentos de laproducción de alimentos saludables.� el gobierno y las comunidades locales deberían di-fundir mensajes simples sobre nutrición, como: tomeagua en lugar de bebidas con azúcar, coma mas frutas,vegetales y granos integrales, elija productos lácteossin grasas.� las escuelas deben asegurar recreos para que los chi-cos se movilicen y hagan ejercicios. El gobierno, lasempresas y las fundaciones deberían aumentar el nú-mero de parques seguros y lugares para ejercicio, espe-cialmente en los barrios pobres.

En Francia, varios ministros propusieron aumentarlos impuestos a las bebidas refrescantes para bajar suconsumo, causando según refiere The Financial Times(19/9/11) “la ira de Coca-Cola” y otras. En algunospaíses europeos se incorporó la educación nutricionala la currícula escolar.

En los países escandinavos, se diseñaron “corredoresde seguridad” para fomentar que los niños vayan a piea la escuela.

II DOMINGO 6 DE NOVIEMBRE DE 2011 DOMINGO 6 DE NOVIEMBRE DE 2011 III

El Financial Times (19/9/2011), pide editorialmentea las empresas que “deberían ser parte del combate alas enfermedades no transmisibles” contribuyendo conla reducción de sal, azúcar y grasas en sus productos yhaciendo un marketing más responsable que no estéenfocado a los niños o aliente el sobreconsumo”.

En América latina, la obesidad ha crecido. En Méxi-co, según la Secretaría de Salud, el 47% de la pobla-ción infantil tiene sobrepeso y, de seguir con la ten-dencia en el 2015, todo el presupuesto de salud federalse destinaría a enfermedades de la obesidad.

La OPS ha convocado a las empresas alimentariaslideres a practicar la responsabilidad social empresarialy declarar la región, en algunos años, zona libre de gra-sas ultrasaturadas.

3 El negocio del tabaco

Hay en el mundo 1100 millones de fumadores, untercio de toda la población de 15 años o más. 800 mi-llones están en países en desarrollo. La reducción delconsumo en los países mas ricos ha llevado a las gran-des empresas a intensificar su presión sobre los poten-ciales fumadores de los más pobres, especialmente mu-jeres y jóvenes.

El tabaco es la causa pro-bable de cerca de 25 enfer-medades. Entre ellas, el cán-cer del pulmón como se sa-be, pero también intervieneen enfermedades del cora-zón, infarto, enfisema, tuber-culosis, neumonía, hiperten-sión, arteriosclerosis y aneu-risma aórtica.

Un año después de dejarde fumar el riesgo de enfer-medad coronaria se reduceen 50% y en 15 años el ries-go relativo de morir por ellapara un ex fumador es casisimilar al de un no fumador.

Los bebés que están ex-puestos al humo durante losprimeros 18 meses de vidatienen un aumento del 60%en el riesgo de tener bron-quitis, neumonía y asma.

Cada año, el tabaco pro-duce cinco millones demuertes, 14.000 por día. Sesuma que un tercio de losadultos del mundo están ex-puestos a humo de segundamano, son “fumadores pasi-vos”, y ello produce 600.000muertes prematuras por año.

Para el 2020, el tabaco pue-de cobrar más víctimas que elsida, la tuberculosis, la morta-lidad materna, los accidentesde tránsito, los homicidios ysuicidios combinados.

La OMS pide aumentarfuertemente la carga fiscal

sobre la venta de cigarrillos. Un aumento del 10% delos precios puede hacer descender el consumo en 4%.Si fuera de 70%, evitaría un 25% de las muertes actua-les por tabaco.

La OMS sancionó un convenio marco para el con-trol del tabaco (2005). Establece prohibir la publici-dad y el patrocinio de marcas de cigarrillos a cualquiertipo de actividad, impedir la interferencia de la indus-tria en políticas de salud pública, prohibir el contactode las tabacaleras con los jóvenes y establecer espaciospúblicos libres de humo.

Hacerlo realidad implica enfrentar intereses podero-sos, y con una enorme capacidad de lobby.

Lo ejemplifica el caso de Herman Cain, la nueva es-trella en la carrera por la candidatura republicana a lapresidencia de EE.UU., que encabeza las preferenciasdel Tea Party. Según informa The New York Times(23/10/2011), entre 1996 y 1999 fue el gerente generalde la Asociación Nacional de Restaurantes. Se alió es-trechamente con las productoras de cigarrillos paraimpedir que se prohibiera fumar en los restaurantes.Tambien atacó bajar los límites de alcohol en la san-gre y el aumento del salario horario mínimo.

La alianza con la industria del tabaco fue total. LaAsociación se metió en temas que no tenían nada que

ver con ella, como oponerse a la elevación del impues-to a los cigarrillos, y al uso de presupuestos federalespara demandar a los fabricantes de cigarrillos por frau-de. La R.J. Reynolds Tobacco Company fue la princi-pal financiadora de la asociación. Su director deAsuntos Públicos, Meyne, fue nombrado en el Conse-jo Directivo de la Asociación de Restaurantes, y Cainen el Consejo Directivo de Nabisco, que se había fu-sionado con Reynolds. Meyne anota en un email in-terno que “la asociación ha hecho virtualmente todolo que le hemos pedido, e incluso nos nombró en suConsejo Directivo”.

El último aviso televisivo de Cain en su actual cam-paña mostró al director de la misma fumando todo eltiempo del aviso. Cualquier coincidencia, es real.

Hay 150.000 muertes anuales en América latina porel cigarrillo. Es una región muyatractiva para los grandes mo-nopolios. Si no se da la respues-ta adecuada, se pronostica queen el 2020 las muertes serán400.000.

Gran parte de los países de laregión han firmado el Conve-nio Marco de la OMS; sin em-bargo, ella se queja de un mar-cado incumplimiento. Sólo unaminoría ha prohibido efectiva-mente la publicidad del tabacoen radio y TV. En muchos sepuede todavía fumar en hospi-tales y centros educativos. Uru-guay ha sido reconocido por laOMS como primer país de lasAméricas y tercero del mundoen sancionar en el 2006 la pro-hibición de fumar en recintoscerrados y áreas laborales, sinexcepciones. A iniciativa delgobierno nacional, Argentina dictó una ley de avanza-da a nivel internacional, la Ley de Regulación de lapublicidad, promoción y consumo de los productoselaborados con tabaco (promulgada el 13/6/2011).

4 Los determinantes sociales de la salud

La salud no depende sólo de los sistemas de salud. Esun producto final de una serie de determinantes socia-les. Como lo resalta Mirta Roses, directora de la OPS(2010), son “agua potable, nutrición, educación, vi-vienda, empleo, seguridad”. Agrega: “Si tiene todoeso, un 70% de su salud está bien”.

El enfoque de determinantes sociales de la salud per-mite razonar la producción de salud o de enfermedadcomo un tema complejo y amplio en el que múltiplesfactores externos a los sistemas de atención generanen estrecha interacción un resultado final.

El peso de los determinantes sociales hace que en unamisma ciudad puede haber desniveles extremos. Así:� En el área de Calton, en la ciudad de Glasgow, Es-cocia, la esperanza de vida es de 54 años. En cambio,en el área cercana de Lenzie, East Dunbartoshire, es de82 años.� En el barrio marginal de Embakasi, en Nairobi,

Después de revisar en los números anteriores “Los escándalos éticos” (I), “¿Por qué lacrisis económica mundial?” (II), “¿Qué pasa con los jóvenes?” (III), “El debate sobre la

seguridad ciudadana” (IV), y “Mitos y racionalizaciones sobre la pobreza y lainequidad” (V), el autor reflexiona sobre la salud en el mundo. Kliksberg fue designado

por la Organización Mundial de la Salud miembro del Comité de Alto Nivel queplanificó el Congreso Mundial de Determinantes Sociales de la Salud (19/21 de

octubre de 2011), al que asistieron 1200 representantes de 135 países, y fue uno delos expositores centrales del Congreso.

Sin palabras“La estatura promediode las mujeres pobresha descendido endécadas recientes. Laestatura es unindicador confiable dedesnutrición infantil,enfermedad y pobreza.Ha bajado en 14 paísesafricanos y estáestancada en 21 másen Africa y Américalatina. Las mujerespobres nacidas en lasúltimas dos décadasestán peor que susmadres y abuelasnacidas después de laSegunda Guerra. Eldirector del estudio, S.V. Subramainian, afirma:‘El mundo es un lugarno mejor, sino peorpara ellas’. Las brechasmayores en altura entremujeres pobres y ricasestán en Guatemala yHonduras.”Informe de la Escuelade Salud Pública deHarvard (New YorkTimes, 26/4/11).

Efectos novisibles de lacrisisEn una encuesta adesempleados enEE.UU., más del 50 porciento dijeron quesufren ansiedad odepresión, que sesienten avergonzados y que han tenidoconflictos con susfamilias y amigos.Encuesta realizada del 19 al 25 de octubredel 2011.

Page 18: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

mueren antes de cumplir cinco años de edad 254 decada mil niños. En toda la ciudad de Nairobi el pro-medio es de 62.� En el municipio de San Pedro Garza García, en laciudad de Monterrey, en México, la mortalidad in-fantil era en el 2010 de 18,4. En esa misma ciudaden tres municipios vecinos la duplicaba, General Za-ragosa, 37,9; Mier y Noriega, 37,5, y Rayones, 36.

Como lo hace notar Amartya Sen (2010):“El ambiente epidemiológico en el que vive una perso-

na puede tener un significativo impacto sobre la morbili-dad y la mortalidad. El acceso a los servicios de salud yla naturaleza del seguro médico, tanto público como pri-vado, son algunas de las influencias más importantes so-bre la vida y la muerte. Igual ocurre con los otros servi-cios sociales, incluyendo la educación básica y el orden ydisciplina de la vida urbana al igual que el acceso al co-nocimiento médico moderno”.

Sen lo demuestra en un trabajo pionero (ver Sen yKliksberg, Primero la gente, 15ª edición, 2015).

Analiza las tasas de mortalidad por décadas en In-glaterra entre 1901 y 1960. Los momentos en quemás bajaron fue en las décadas en las que se dieron laprimera y la segunda guerras mundiales.

Muestra que la explicación de este sorprendenteresultado está en políticas públicas muy activas deri-vadas del mismo esfuerzo bélico. Entre ellas, el mejo-ramiento de la prestación pública de servicios de sa-lud y alimentación en esas décadas. Se redujo el con-sumo de alimentos per cápita pero aumentó el acce-

so a ellos, porque se compar-tieron más equitativamente, através de la intervención es-tatal, bajando la desnutrición.

Por otra parte, se establecióen Inglaterra en la década1941-51 el Servicio Nacionalde Salud.

A similares conclusiones lle-gan otras investigaciones. AsíBidani y Ravallion (1997),examinando 35 países en desa-rrollo, encuentran una correla-ción positiva entre gasto públi-co en salud y esperanza de viday reducción de la mortalidad

infantil. Grupta, Verhoeven y Tiongson (1999), pro-baron que el gasto en atención primaria está asociadocon la baja de las tasas de mortalidad infantil.

Sulbrandt (2010) comprueba que los éxitos en sa-lud pública de Costa Rica se basan, ente otros facto-res, en que el gasto público en salud ha representadoen los últimos 30 años cerca de un 6% del productointerno bruto, más que la gran mayoría de los paísesde América latina. Según los datos de Cepal (2010),era en el 2009 del 6,6%. En Perú estaba en el 1%,Guatemala 1.4%, en Colombia 2.2%, en RepúblicaDominicana 2.4% y en México 3.1%.

Las indicaciones para políticas públicas activas ensalud y una inversión importante también surgen delos desajustes que produce dejar el tema al mercado.Como lo señalo Musgrave (1996) sintetizando diver-sas investigaciones:

“Mientras que ninguna de las razones para la inter-vención del Estado es solamente para el sector de salud,ciertas fallas del mercado son peores aquí que en otrasáreas de la economía”.

Los gobiernos no dan de por sí la debida priorizacióna asignar recursos para la salud. Una investigación enHarvard (Chunling Lu y otros, 2010), mostró que elcrecimiento en el producto bruto per cápita en paísesde bajos ingresos no llevó a un aumento significativoen el gasto público en salud, entre 1995 y el 2006.

Una de las razones que explican estas actitudes esla asunción de la visión ortodoxa de que primero sedeben volcar todos los esfuerzos al crecimiento, yluego de que se logre, vendrá el momento de dedicarfondos a salud y educación.

La amplia investigación realizada por la OMS conla conducción de Jeffrey Sachs (OMS, 2002) sobrelas relaciones entre desarrollo y salud destruyó estavisión “piloto automático”.

La inversión sostenida en salud así como tambiénen educación, fue un prerrequisito del desarrollo, enlas economías más exitosas en décadas recientes y noun hecho posterior. Ella es una explicación centralde su performance económica.

La investigación halló así que la mejora en la inges-ta nutritiva en Inglaterra y Francia en los siglos 19 y20 fue determinante en el ascenso de su productividadlaboral y el aumento del producto bruto per cápita.

En Africa, al revés. La no inversión en temas fun-damentales como la malaria, llevó a una pérdida enel producto bruto que se estima de 100.000 millonesde dólares.

Según el estudio de la OMS, la inversión en saludproduce una tasa de retorno sobre la inversión difí-cilmente igualable, 600%.

La incidencia decisiva de una inversión públicasostenida en salud puede observarse no sólo al nivelmacro sino en experiencias sociales avanzadas comoel Grameen Bank en Bangladesh.

El Banco de los pobres, creado por el Premio No-bel de la Paz Muhammad Yunus, ha mejorado la si-tuación de sus más de ocho millones de prestatariosen ese país y ha sido replicado en decenas de países.

Una evaluación (Todd, 1996) encontró que habíabeneficiarios del Grameen que después de 10 años depréstamos seguían en la pobreza. La causa común enla mayoría de los casos era un tema externo al Ban-co, la salud.

Un integrante de la familia en un país de débilprotección en salud pública había tenido una enfer-medad seria. Ello obligó a la familia a vender susbienes para procurar asistencia médica. Yunus creóun seguro médico del mismo Grameen.

En el 2007, la lista de los que menos invertían ensalud pública estaba encabezada por las dictaduras deMyanmar (1,9% del Producto Bruto), y GuineaEcuatorial (2,1%) (país petrolero). Ambos figuranentre los países con mayor mortalidad infantil delmundo. En Guinea Ecuatorial mueren 90,1 niñospor cada 1000 nacidos vivos y en Myanmar 63,4.

Figuran asimismo entre los países que menos in-vierten en salud pública algunos de los principalespaíses petroleros, todos con regímenes autoritarios.Tales los casos de: Kuwait, 2,2% del Producto Bruto;Omán, 2.4%; Libia, 2,7%; Emiratos Arabes Unidos,2,7%; Arabia Saudita, 3,4%; Bahrein, 3,7%; Qatar,3,8%. No es posible en estos países argumentar queno hay recursos para salud.

Además, como resalta Amartya Sen, los serviciosde salud requieren fuertes insumos de mano de obra,y en los países pobres, los costos respectivos son mu-cho menores que en los ricos.

¿De qué depende que haya políticas públicas queprioricen a la salud? Un factor central es la participa-ción ciudadana en todas sus formas.

La presencia activa de la ciudadanía en los proce-sos de formación de las políticas públicas exigiendoque las necesidades básicas de la gente sean prioridadreal, su monitoreo para que ello se cumpla, su juicioevaluador, significan una presión continua que es vi-tal para la mejora de la calidad de la política pública.

Esa presión democrática ha incidido fuertementeen el ascenso de los presupuestos de salud en diversospaíses latinoamericanos en los años recientes. Los lí-deres transformadores han tenido en ella una base deapoyo muy importante para realizar cambios a favorde la gente.

Por otra parte, la ciudadanía latinoamericana hacomprendido después de su dura experiencia en los’90, con la apelación exclusiva al mercado, que el rolde la política pública es crucial en áreas como salud.Una abrumadora mayoría superior al 80% consideraen encuestas como el Latinbarómetro que algunos delos grandes determinantes sociales de la salud deberí-an estar en manos del Estado.

5 Las soluciones existen

Trabajar por la salud pública requiere imprescindi-blemente atacar las grandes causas de enfermedadcomo la desnutrición, la obesidad, el tabaquismo, yotras, y democratizar el acceso a los determinantessociales de la salud.

Así un estudio reciente de la Escuela de Salud Pú-blica de Harvard (2010) halló que más de 2000 mi-llones de personas no tienen acceso adecuado a tra-tamientos quirúrgicos.

Mientras que las regiones ricas tienen 14 salas deoperación por cada 100.000 habitantes, en las debajos ingresos hay menos de 2, a pesar de tener unpeso más alto de enfermedades necesitadas de ciru-gía.

Las distancias en salud pública repercuten en lasposibilidades de desarrollo de los países. De acuerdocon estimaciones de la Comisión de Salud de laUnión Europea, el 50% del diferencial de crecimien-to entre países pobres y ricos se debe a la mala saludy la menor esperanza de vida.

Se necesitar priorizar seriamente la inversión ensalud y renovar las políticas públicas.

Los países que encabezan las tablas de avances ensalud del planeta, como los escandinavos, Japón, Ca-nadá y otros, tienen todos una característica común,la salud es gestionada fundamentalmente por el Esta-do, son sistemas públicos.

Han demostrado que la gestión pública es clavepara obtener resultados para todos y optimizar el usode recursos.

Después de años donde en América latina hubofuertes intentos por revertir logros anteriores, y pri-vatizar en este campo,y entregarlo al mercado, en elmarco de los nuevos modelos de inclusión impulsa-dos por la ciudadanía, los países del Mercosur y otrosson hoy referencias muy estimulantes de cómo laspolíticas públicas con apoyo de la ciudadanía puedenmejorar la salud colectiva.

En la Argentina, en la gestión presidencial del2003 al 2011, se logró establecer sólidamente losmedicamentos genéricos, poner los medicamentosbásicos al alcance de toda la población, y expandirconsiderablemente la red hospitalaria y mejorar sucalidad.

Por otra parte, se ha trabajado intensivamente so-bre determinantes sociales de la salud. Se ha elimina-do virtualmente la desnutrición por la que la Argen-tina era nota de tapa en el mundo al terminar la ges-tión Menem. Así, por ejemplo, en una provincia co-mo Tucumán, donde perecían niños casi diariamentepor desnutrición, se redujo a virtualmente cero.

Cuando finalizó la década neoliberal ortodoxa enel Gran Buenos Aires, sólo el 40% de la poblacióntenía acceso a cloacas y agua potable. Hoy es el 72%.

El programa “Asignación Universal por Hijo” cre-ado por la presidenta Cristina Fernández de Kirch-ner ataca directamente determinantes sociales críti-cos para los 4 millones de niños hijos de trabajadoresinformales y para las mujeres pobres embarazadas. LaPresidenta volvió a actualizar recientemente el in-greso para los niños y sus familias.

En Brasil, la gestión Lula atacó a fondo la desnutri-ción con el programa estrella “Hambre Cero”, y el Es-tado está protegiendo con salud pública al 90% de supoblación. Dilma Rousseff ha lanzado “Brasil sin Mise-ria”, que se propone sacar en tres años de la pobreza alos 16 millones de personas en pobreza extrema. Elplan tiene tres ejes: inclusión económica, ingreso mí-nimo garantizado y acceso a servicios públicos. Implicauna inversión de 4.000 millones de dólares por año.

En Uruguay, la reforma de salud del gobierno delFrente Amplio extendió el seguro público del 30 al70 por ciento de la población y se propone llegarpronto al ciento por ciento.

Es posible mejorar la salud pública en el mundo.La ética más elemental exige ponerlo en primer lu-gar. La salud requiere ser tratada como un tema “deurgencia ética”.

IV DOMINGO 6 DE NOVIEMBRE DE 2011

Libertad ysalud“Las libertades yposibilidades quesomos capaces deejercer dependen denuestros logros ensalud.”Amartya Sen, PremioNobel de Economía

Page 19: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

VII Economistas ortodoxos en aprietos. El capital social se puso en marcha

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

Page 20: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Es el capital social, amigos

Todo estaba montado. Frente a la crisis eco-nómica mundial, los niveles de endeuda-miento siderales, las dificultades graves delos bancos, la propuesta fue la de siempre.

No indagar en las causas estructurales de los gravesproblemas, ni mucho menos enfrentarlas sino “más delo mismo”.

Préstamos importantes, pero a condición de ajustesultraortodoxos. Los préstamos para pagar a los bancos,los ajustes a financiar por la población con reduccio-nes severísimas a sus niveles de vida. En definitiva, losajustes financiaran a los bancos.

La receta fue aplicada implacablemente en Grecia.Desde que recibió los préstamos “condicionalizados”la economía cayó más de un 10 por ciento. Implicarondespedir masivamente empleados públicos, reducirdrásticamente los presupuestos de salud, educación, ysociales, vender a cualquier precio los activos públicosacumulados durante generaciones.

Los resultados fueron los esperables dadas experien-cias similares como la de la Ar-gentina de los ’90. Se redujobrutalmente la actividad eco-nómica, la recaudación fiscaldescendió, el déficit subió, losintereses por la deuda externaque se prometía iban a bajar, seincrementaron, la deuda siguióaumentando. Ante esas reali-dades se le ofreció condonardeuda, pero a cambio de inten-sificar el ajuste ortodoxo.

Ni la desocupación abierta,que supera el 17 por ciento, nila ola de suicidios, ni la con-versión de uno de los paísesmás alegres del planeta en unasociedad hundida en la tristeza,figuran en los cuadros econó-mico-financieros.

Lo de Grecia no es aislado.La misma receta se está tratan-do de aplicar a Portugal, que hareducido a la mitad su presu-puesto en educación; a Irlanda,en donde la desocupación ju-venil es el 49 por ciento; a Es-paña, donde sigue subiendo, lageneral es el 21 por ciento y la

juvenil el 42 por ciento, y ahora a Italia, con pobrezay desempleo crecientes.

Pero algo se quebró. Lo que parecía una rebelión dealgunos jóvenes aislados se está convirtiendo en unmovimiento mundial de contestación ciudadana in-édito. El 15/10/11, convocados por los Ocupa WallStreet y los indignados españoles, se desarrollaronprotestas altamente concurridas en 952 ciudades de82 países. En Madrid fueron 450.000 manifestantes,en Barcelona 200.000. En EE.UU. se realizaron envarias ciudades.

Los políticos y economistas ortodoxos subestimaronel capital social. No tuvieron en cuenta que los sereshumanos no son sólo recursos para la producción, tie-nen valores éticos, conciencia, capacidad de asociarse,reaccionan frente a las injusticias, son capaces de ju-garse por causas nobles. Todo ello es capital social.

Cuando se pone en marcha es muy potente. El No-bel Stiglitz decía en México estos días (28/10/11):“Algunos tratan de minimizar a los Ocupa Wall Street

alegando que su número no inquieta, pe-ro no se dan cuenta de que expresan hoya gran parte de la sociedad que apoya susconsignas y siente que la representan”.

El Oscar de la Academia Michael Moo-re estuvo visitándolos a lo largo del país, ydijo en MBS News (4/11/11): “No se ima-ginan lo que pasa en Estados Unidos. LosOcupa Wall Street han salido a las callesen muchas ciudades pequeñas que los me-dios ni siquiera saben que existen, el mo-vimiento es mucho más amplio de lo quetodos creen. La prensa ni está enterada”.

Algunos medios han tratado de des-acreditarlos con el slogan “no saben loque quieren”. Parece que sí lo saben. Asílo dicen sus consignas. Una muestra dealgunas recientes:

Manifestación masiva en Cannes frente alG-20 (4/11/11):� “Sí a la vida, no a la Bolsa.”� “Paremos la dictadura de las finanzas.”� “Gravemos a las finanzas para un mun-do mejor.”

Ocupa Wall Street en Oakland (3/11/11)� “Los bancos son rescatados, nosotrossomos vendidos.”� “Liberar Oakland y cerrar el uno porciento.”

Marquesina del Teatro Grand Lake quecerró en adhesión al paro general en Oakland� “Con orgullo apoyamos el movimientoOcupa Wall Street. Teatro cerrado paraapoyar el paro.”

Indignados en España (3/11/11)� “Los bancos se tienen que tragar la es-peculación, no los desahuciados.”

Washington, Ocupa Washington(8/10/11)� “Somos esclavos económicos.”

Uno de los objetivos de los indignados a nivel mun-dial es de lo más concreto y realizable posible. Lograrque se aplique la tasa que propuso el Premio Nobel deEconomía Tubin a las transacciones financieras. Lallaman la “Tasa Robin Hood de los bosques”.

Con un impuesto mínimo a las mismas se recauda-ría una cifra de gran magnitud que permitiría por lopronto seguir brindando servicios sociales básicos. Estan evidente, que ha concitado gran apoyo interna-cional. Entre otros la apoyan los gobiernos de Alema-nia, y Francia, el Vaticano, Bill Gates, y la lista es am-plísima. Se opuso activamente cuando se propuso ori-ginalmente entre otros, Lawrence Summers, entoncessecretario del Tesoro de EE.UU., y el actual gobiernoinglés. Desde ya los Tea Party están en contra.

Entre otras propuestas los indignados españoles pro-ponen una política estricta respecto de las viviendasvacías. Hay muchísimos sin vivienda y al mismo tiem-po viviendas vacías. En EE.UU. conviven las vivien-das vacías embargadas por los bancos, y una poblaciónen aumento de homeless, personas que viven en la ca-lle. Un indignado español, el arquitecto Aguirre Such(El País, 3/11/11), recuerda que en Holanda “las vi-viendas que quedan vacías un año son expropiadas”.

Este movimiento mundial es espontáneo, viene delas bases, surgió por indignación frente a un sistemaque ha llevado las injusticias a niveles intolerables.Una de sus fortalezas es la que describe Aguirre Such:“Nuestra fuerza está en nuestra horizontalidad; esto vaa seguir adelante pese a quien le pese”.

Es capital social en movimiento.

2 ¿Qué es el capital social?

La idea de capital social surge cuando se deja de con-siderar a los seres humanos como unidades individualesque actúan en el mercado como ofertantes o deman-dantes de bienes, y se atiende a una de sus condicionesfundamentales la de que son “seres sociales”, y por endedesarrollan todo tipo de interrelaciones entre ellos, queno son meramente económicas. El mismo presidente dela Reserva Federal, Bernanke, señaló (2010): “Somoscriaturas sociales. El dinero no es suficiente”.

Ya mucho antes Keynes veía a la economía no co-mo una ciencia natural, sino como una ciencia moral.Decía que “el amor al dinero” no puede ser un fin in-dividual ni colectivo, que el objetivo “es una vidabuena”, y que “hacer el mundo éticamente mejor debeser el objetivo de la economía”.

El capital social engloba por lo menos cuatro di-mensiones de relaciones entre los seres humanos, aje-nas al mercado, de gran peso en la vida concreta.

ConfianzaLa primera es el clima de confianza al interior de

una sociedad. Que es lo que está sucediendo en térmi-nos de confianza interpersonal, de expectativas deconfiabilidad de unas personas hacia otras.

En un nivel mayor, la confianza toma otras caras: laconfianza hacia las instituciones y los líderes.

El nivel de confianza en las instituciones es muyimportante para el funcionamiento del sistema demo-crático. El bajo clima de confianza mina la legitimidady reduce la gobernabilidad democrática.

II DOMINGO 13 DE NOVIEMBRE DE 2011 DOMINGO 13 DE NOVIEMBRE DE 2011 III

Un factor clave para que haya confianza en los go-bernantes y las instituciones es que la gente sienta quehay “juego limpio”. Una de sus expresiones crucialeses el grado de desigualdad. Altas desigualdades quierendecir que no lo hay.

La consigna de que “somos el 99 por ciento”, queencabeza el movimiento de los Ocupa Wall Street enEE.UU. dio en los sentimientos más profundos de lasociedad. El 1 por ciento acapara hoy en ese país másdel 90 por ciento de los ingresos. Sus ingresos crecie-ron en un 275 por ciento entre 1997 y el 2007 segúnel reciente informe de la respetada Oficina de Presu-puesto del Congreso (26/10/11).

Pero además su lobby tan efectivo volcó el sistemafiscal cada vez en su favor, haciéndolo más regresivo.Un estudio de Ciudadanos por Justicia Fiscal (4/11/11)demuestra que 280 de las mayores empresas pagaronpor impuestos en los últimos tres años sólo el 18,5 porciento de sus ganancias, la mitad de la tasa oficial. Losagujeros fiscales y desgravaciones del período Bush y ellobbismo llevaron a ello, ya que 30 de ellas no pagaránningún impuesto en ese período. Ello desde ya destruyeconfianza. En América latina, también está muy ero-sionada por ser la región más desigual del planeta.

En el último Latinobarómetro (noviembre, 2011),cuando se pregunta a los latinoamericanos de 19 paísescuán justa es la distribución de la riqueza, el 80 porciento considera que es “muy injusta o injusta”.

En Chile, a pesar de sus éxitos macro, la disconfor-midad es mucho más marcada, es el 94 por ciento elque piensa así. En el Ecuador actual es sólo el 47 porciento, la mitad que en Chile.

Capacidad de hacer cosas juntos

Segunda dimensión del capital social:la capacidad de asociatividad, de generartodo tipo de formas de cooperación. Des-de las más elementales, como los vecinosque hacen cosas en conjunto, hasta losgrandes acuerdos nacionales.

El grado de asociatividad tiene todo ti-po de repercusiones en el plano macroe-conómico. Las sociedades que tienen ma-yor capacidad de desarrollar formas decolaboración son más eficientes que lassociedades en donde predomina en elplano económico la ley de la selva, endonde las condiciones impulsan el en-frentamiento de todos contra todos paraver quién gana y quién sobrevive.

Son expresiones muy concretas de capa-cidad de asociatividad en la Argentina ac-tual el hecho de que se hayan podido pro-ducir recientemente el Plan EstratégicoAgropecuario y después el Plan EstratégicoIndustrial mediante amplias consultas yconcertaciones a los principales actores. Enel primero, liderado por el ministro Do-mínguez, fueron consultados y aportaron7000 productores agropecuarios, 110 Cá-maras empresariales, y 67 universidades.

Conciencia CívicaLa tercera dimensión del capital social

es la conciencia cívica. La misma se ex-presa en las actitudes que las personas deuna sociedad tienen frente a lo colectivo.Qué hace la gente, por ejemplo, en cuan-to a las cosas más elementales, la preser-vación de los espacios verdes en una ciu-dad, el cuidado de los transportes públi-

cos, la protección de las bibliotecas.Desde eso, hasta qué actitud tiene frente a los im-

puestos y cuál es la magnitud y fuerza del voluntariado.

Los valores éticos predominantesUna cuarta dimensión del capital social son los va-

lores éticos. Son un componente decisivo de la diná-mica diaria de la actividad macroeconómica y políticade una sociedad.

El Premio Nobel de Economía Amartya Sen (1997)dice: “Los valores éticos de los empresarios y profesio-nales de una sociedad son parte fundamental de los ac-tivos productivos de esa sociedad”. Afirma que si susvalores éticos son constructivos –pro desarrollo nacio-nal, pro crecimiento compartido, pro justicia social,pro progreso tecnológico, pro reglas limpias de juego,pro transparencia en el manejo de la gestión pública yde la gestión privada– son activos.

Si, en cambio, son enriquecimiento inmediato,prácticas corruptas, no invertir en el país, son “pasivosproductivos”.

La comunidad económica ortodoxa tuvo que rendir-se frente a este argumento, porque los últimos tiemposuna serie de situaciones económicas muy difíciles parael planeta, se dirimieron en términos de los valoreséticos predominantes en los líderes empresariales.

Así, la investigación del Congreso de EE.UU. sobrelas causas de la crisis de 2008/9 llegó a la conclusiónde que los vacíos éticos de los altos ejecutivos finan-cieros y de la cultura corporativa fueron una causalcentral. Dictaminó que influyeron “la codicia, la estu-pidez, y la soberbia”.

Los valores éticos y el capital social en general estánoperando todos los días. La economía ortodoxa quepractica un reduccionismo que sólo ve las variableseconómicas clásicas, se cerró a su presencia, desconec-tándose de la realidad.

3 Impactos del capital social

La investigación de campo ha demostrado que todosestos factores que constituyen el capital social no sonuna especulación, sino que ejercen impactos contun-dentes en la realidad. El capital social hace diferenciasformidables en los logros económicos y de maduraciónpolítica de unos países en relación con otros.

Entre otros, los estudios indican que hay una fuertecorrelación entre el grado de confianza, y el civismopor un lado, las tasas de crecimiento macroeconómicode mediano y largo plazo. Cuanto mayores los prime-ros, más altas estas últimas (Banco Mundial, MarylandUniversity).

Hay fuertes correlaciones entre el grado de confian-za existente en una sociedad yfactores como la eficiencia judi-cial, la ausencia de corrupción,la calidad de la burocracia y elcumplimiento de los impuestos(American Economic Associa-tion Papers).

El grado de participación enasociaciones mejora la produc-tividad y rendimiento econó-mico en campesinos pobres(Banco Mundial). El grado deconfianza, entre los miembrosde una sociedad influye en laesperanza de vida promedio(Universidad de Harvard). Lasolidez de la familia, compo-nente básico del capital social,influye en múltiples aspectos deuna sociedad como el rendi-miento educativo de los niños,el desarrollo de la inteligenciaemocional, y el desenvolvi-miento de las capacidades críti-co-creativas (diversos estudios).

El capital social tiene, además,como lo detectó Hirschman(Princeton University), una vir-tud muy especial: es la única for-ma de capital que cuanto más se usa, más crece. Los acti-vos productivos clásicos como las maquinarias, la in-fraestructura, los edificios, se consumen con su uso. Encambio cuanto más se activa la confianza, la asociativi-dad, el compromiso de servicio, más aumentan.

El capital social está en el centro de los éxitos produc-tivos, y económicos de diversas sociedades avanzadas denuestro tiempo. Interactúa positivamente con las otrasformas de capital. Un elevado capital social se transfor-ma en factores como estabilidad política y macroeconó-mica, incentivos para la productividad y la innovación,énfasis en la educación, transparencia, erradicación deprácticas corruptas, crecimiento del trabajo voluntario.

Un bajo capital social, o en proceso de erosión, so-ciedades donde hay altos niveles de desconfianza, pocaparticipación, baja conciencia cívica, tienen en todosestos elementos una traba fundamental para el progre-so económico y social.

Como sucedió en la Argentina legada por Menem,donde la desigualdad estalló, se “robaba en nombre de

Después de examinar en los números anteriores “Los escándalos éticos” (1), “El porqué de la crisis económica

mundial” (2), “Qué pasa con la juventud” (3), “¿Cómo mejorar la seguridad ciudadana?” (4), “Mitos y falacias sobre la

pobreza” (5), “La salud pública. El tema postergado” (6), Bernardo Kliksberg, pionero internacional de la integración de

los activos intangibles: la ética y la cultura de la economía, indaga sobre el capital social.

PerdónFlorence Noiville esautora del libro Soyeconomista y os pidodisculpas. Graduada enla Escuela de EstudiosSuperiores deComercio en Oarís,centro de preparaciónde elites económicas,recibió una llamada desus compañeros parafestejar los 20 años desu promoción. Lescontestó: “Somos lapromoción deeconomistas que hallevado al mundo a lamayor crisis de suhistoria. No tenemosnada para celebrar”.

HistóricoEn el décimotercer díade “Ocupar Wall Street”cuando eran muchosmenos, y la prensa noles prestaba atención,el cineasta OscarMichael Moore vino asolidarizarse.Les dijo: “No sedesesperen, porqueésta es la parte másdifícil. Están en la partemás difícil justo ahora.Pero todo el mundorecordará dentro de 3meses, 6 meses, 100años, que ustedesvinieron a esta plaza yque iniciaron elmovimiento”.

Page 21: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

la corona” (como lo demostró Horacio Verbitsky ensu tan documentada y acreditada obra), y se destruyócasi totalmente la confianza, lo que se expresó en el“que se vayan todos”.

Tuvo que haber una gestión política de muy altacalidad para que la confianza se recuperara. Argenti-na es hoy uno de los líderes en la región en confian-za en el Gobierno.

En general los cambios hacia modelos para la gen-te han llevado a que según verificó el Latinobaróme-tro, la confianza en los gobiernos es considerable-mente mayor en América latina, 45 por ciento de lapoblación, que lo que refleja el Eurobarómetro enEuropa, sólo 29 por ciento. Antes era a la inversa.

4 El capital social y la crisis

La aguda crisis en USA y Europa tuvo causales fi-nancieras y macroeconómicas, pero cada vez se des-tacan más sus aspectos invisibles ligados a las debili-dades en el capital social.

Entre los factores que la agudizaron y aceleraronestuvieron la casi pérdida total de confianza en losgrandes operadores financieros, después de sus com-portamientos centrados en la maximización personalde beneficios. Las investigaciones mostraron cómouna serie de altísimos ejecutivos cuyas remuneracio-nes estaban ligadas a la maximización de las ganan-cias de corto plazo de sus empresas habían intoxica-do las empresas con hipotecas basura y derivativos

sin base patrimonial con vis-tas a maximizar sus ingresos.

La pérdida de confianzaagravó seriamente la crisis.No se trató de algunos casosindividuales, sino que se con-figuró todo un déficit de cul-tura corporativa responsable.Los niveles de conciencia cí-vica de algunos de los que to-maban las principales decisio-nes en grandes empresas queafectaban la suerte de millo-nes demostraron ser bajísi-mos. No les interesaron ma-yormente los efectos de susacciones sobre la comunidad.

En el centro de la crisis es-tuvo la quiebra de una dimen-sión central del capital social,los valores éticos. En muchas

de las propuestas de prevención de crisis futuras, seapuesta ahora a elementos del capital social. La leypropuesta por Obama que aprobó el Congreso ameri-cano (20/7/2010) antes de la llegada del Tea Party almismo, trató de restablecer confianza nombrando undefensor de los consumidores de instituciones finan-cieras, fijando normas de responsabilidad mucho másexigentes y reforzando las capacidades de regulacióndel Estado severamente debilitadas en el período gu-bernamental anterior.

Sin embargo los obstáculos a su implementaciónefectiva en el Congreso actual son muy duros.

5 Los muy ricos no se resignanEl Ocupa Wall Street y la ola de rebelión mundial

a la injusticia han conseguido poner en el centro dela agenda pública el tema de las enormes disparida-des en la distribución de la riqueza.

No hay manera de justificar, que el 1 por cientodel globo tenga el 43 por ciento del producto brutomundial, o que el 20 por ciento más rico enEE.UU. tenga actualmente como lo informa la Ofi-cina del Congreso, más que el otro 80 por ciento, oque como señalaba Carlos Fuentes para AméricaLatina, “después de Salinas (cuyas políticas fueronsemejantes a las de Menem), 17 personas teníanmás que 17 millones de mexicanos”.

Por otra parte, miembros muy calificados del 1 porciento exigen que haya reformas y que se les aumen-ten los impuestos. A la cabeza, Warren Buffet, el ter-cer millonario del planeta. Por ello Obama llamó asu proyecto de aumento fiscal a los más ricos “la re-gla Buffet”.

Pareciera que deberían estar listos para reformas.Sin embargo, no lo están. Han surgido defensores ar-dientes de la riqueza extrema. Encabezándolos enEE.UU. se halla Michael Cain, uno de los candida-tos republicanos a la presidencia con más aceptacióninterna.

Con dudas públicas muy fuertes sobre quién lo fi-nancia, Mr. Cain dice que “los indignados están ce-losos de los muy ricos”, y que “si son desocupados ypobres es culpa de ellos”.

Tiene un prontuario muy consistente. Según TheNew York Times (23/10/11), cuando era presidentede la Asociación Nacional de Restaurantes, “trabajóestrechamente con la industria del tabaco, peleócontra las prohibiciones de fumar en los restauran-tes, contra el bajar los límites sancionables de alco-hol para prevenir accidentes, contra aumentar losderechos de los pacientes, y subir el salario mínimo”.Además de su caudal de valores antisolidarios, ahoratiene algunas dificultades. Ya lleva tres denunciaspor acoso sexual durante esa época, que no logra des-mentir de ningún modo.

El caso italiano, como bien denuncia GianfrancoPasquino, profesor de Ciencias Políticas de Bologna(ver Elena Llorente, PáginaI12, 4/11/11) es casi delaboratorio. Ante el anuncio de grandes sacrificioseconómicos, se esperaba que hubiera algo de lo queBuffet reclama en EE.UU. cuando dice “el sacrificodebe ser compartido”. Los sindicatos, la organiza-ción empresarial Confindustria y hasta el propieta-rio de Ferrari pidieron que se creara un impuesto alos grandes patrimonios. Parece lógico, pero no enla Italia del premier de la “dolce vita” y la denigra-ción de la mujer.

Los primeros afectados serían Berlusconi y susamigos. Pasquino reflexiona: “Nadie dice esto, encambio hay que decirlo bien fuerte; el impuesto pa-trimonial es una de las soluciones para el país, peroclaramente, no puede ser creado por el hombre másrico de Italia”.

De acuerdo con el Latinobarómetro 2011 en la re-gión más desigual del planeta América latina, los ri-cos no gozan de mucha popularidad. Cuando se lepregunta a la gente “qué grupos cumplen menos conla ley”, coloca en primer lugar a “los ricos”, 63 porciento de menciones. En cambio, “los pobres, la cla-se media, las mujeres, los jubilados, los empleados noson vistos como no cumpliendo con la ley”.

Más sorpresas para “economistas ortodoxos despa-voridos”: resulta que al revés de lo que suponen lasmedidas para eliminar “limpiavidrios” y estacionado-res de autos pobres que están propuestas en la Legis-latura de la Ciudad de Buenos Aires para impedirque violen la ley, la población piensa que ellos sonde los más cumplidores. Así, en el Latinobarómetro,mientras dos tercios creen que los ricos son los quemenos cumplen con la ley, sólo un 9 por ciento creeque son los pobres.

No debe ser casual tampoco que la lista donde esmás alta la percepción de que los ricos no cumplenla ley está liderada por Honduras, donde tres cuartaspartes de la población piensa así. El único país queha tenido un golpe militar en las últimas décadas.

La conclusión final del Latinobarómetro es casi la-pidaria: “Qué duda cabe de que en América latina,los ricos tienen muy mala imagen”.

6 Una nueva coaliciónLa salida a la crisis mundial actual requiere cam-

bios profundos en los modelos, y las políticas públi-cas deben liderarlos.

Se impone sacar conclusiones frente a los resulta-

dos de los modelos ortodoxos. La Presidenta CristinaFernández de Kirchner señaló en la Reunión del G-20 en Cannes (3/11/11): “Si uno ha probado ya du-rante tres años determinadas medicinas y con deter-minados médicos, y el enfermo se agrava cada vezmás, ¿no será que habrá que cambiar de médicos y demedicinas, e intentar otro tratamiento?”.

La acompañan en ese planteamiento editorialescomo los del The New York Times (3/11/11):

Los líderes europeos deberían prestar más atención alas dificultades de los griegos comunes y menos a los delos banqueros europeos ricos. En lugar de tratar de casti-gar a los “gastadores” debería pensar acerca de las conse-cuencias de condenar a Grecia a años de crecimiento ne-gativo, desempleo creciente e impuestos en ascenso, sinnada que se le prometa en retorno, salvo quizá que den-tro de una década, la relación de la deuda con el produc-to bruto volvería a los problemáticos niveles del 2008-09.

Las políticas públicas de cambio pueden tener unapoyo y un aliado fundamental en la movilizacióndel capital social. Los movimientos de base, comoahora los indignados, las organizaciones de trabaja-dores, las de campesinos, los nuevos movimientosindígenas, de los afroamericanos, los movimientospor la igualdad de género, las organizaciones defen-soras del medio ambiente, los jóvenes unidos en In-ternet para causas de interés colectivo, las ONG so-lidarias, las universidades, las organizaciones basadasen la fe hoy muy conectadas con el compromiso deservicio, la responsabilidad social empresarial real, ymuchas otras expresiones del capital social, puedenmovilizarse y respaldar los cambios imprescindiblesen el mundo y en la región.

Una de las maneras de construir capital social esabrir las puertas de par en par a la participación po-pular a la que dedicaremos nuestro próximo suple-mento.

Los esfuerzos por avanzar hacia las metas del mi-lenio han llegado en la mayor parte de los campos,pobreza extrema, deserción escolar, mortalidad ma-terna, mortalidad infantil, discriminación de géne-ro, a una lección. Para ser firme, sostenido y enprofundidad, los programas deben contar con el in-volucramiento y la participación de la comunidad ala que se quiere asistir.

En los análisis comparados, los proyectos de me-joramiento social llevados adelante en base a mo-delos participativos activos, que cubren todas susetapas, han demostrado una superioridad muy am-plia en los resultados obtenidos. La participaciónpotencia todas las dimensiones del capital social.Fortalece los climas de confianza entre los miem-bros de la comunidad, aumenta la asociatividad,promueve el compromiso con las metas colectivas,y es una generadora neta de valores positivos de co-operación y solidaridad.

La potenciación de su capital social da a la comu-nidad fuerzas únicas para llevar adelante intentos decambio social de fondo.

Hay salidas para la crisis. Las puede poner en mar-cha una gran coalición entre política pública y capi-tal social, orientada hacia una economía que incluyaa todos.

El PNUD termina de publicar su informe sobreDesarrollo Humano 2011. Coloca como el mejor pa-ís del mundo en logros integrales a Noruega, por un-décima vez. Los cuatro países nórdicos encabezan latabla de eliminación de la discriminación de génerodel World Form Report.

América del Sur está asombrando al mundo conlos logros económicos, tecnológicos y humanos depaíses como Argentina, Brasil, Uruguay y Ecuador,entre otros, y se está transformando en una referen-cia de que sí se puede mejorar el mundo.

La recuperación plena en el país, y la región, dela confianza, la asociatividad, la conciencia cívica ylos valores éticos son parte central de los desafíosabiertos hacia el futuro. Requieren el esfuerzo co-lectivo diario.

IV DOMINGO 13 DE NOVIEMBRE DE 2011

Hambre“¿A qué se debe quefondos de alto riesgo ybancos de inversióninfluyan en lo que valeel pan en Túnez, laharina en Kenia, o elmaíz en México? ¿Porqué se decide en parteen las Bolsas deChicago, Nueva York oLondres cuánta genteva a pasar hambre?”Der Spiegel, 4/9/11.

Page 22: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

VIII ¿Quién le teme a la participación?

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 23: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Aquí estamos, escúchennos

La participación está cambiando la gran agen-da política de las sociedades.Era fijada normalmente por los grandes inte-reses económicos y por los medios masivos de

comunicación. Ya no más.Berlusconi concentraba todos esos poderes al mismo

tiempo. Es el hombre más rico de Italia, asimismo el due-ño de los principales medios del país, y puso ambas con-diciones a trabajar diariamente para alcanzar el poder.

A pesar de las acusaciones de corrupción, la dolcevita y los juicios, su dominio sobre los medios le per-mitió controlar la opinión pública y mantener el po-der a pesar de todo.

El comienzo de su caída se inició con el ascenso deun poder mediático paralelo. Los jóvenes se lanzaron aInternet masivamente a construir una contraoferta.

Instalaron en Internet espacios propios, entre elloshumorísticos sobre el premier, compitiendo y superan-

do con frecuencia a los espaciosde la red tradicional de medios.

Ello fue clave en la derrotamasiva de Berlusconi en un re-feréndum reciente.

En los acontecimientos quese suceden en Grecia, surgió unmovimiento inesperado. La re-ceta ortodoxa Den Plirono “Nopagamos” (ver Febbro,PáginaI12, 11/11/11).

No está ligado a ningunafuerza política, es un movimien-to de base, de desobediencia ci-vil, que no está dispuesto a pa-gar los nuevos gravámenes enuna situación de recesión severacon una caída del producto bru-to de 11 por ciento en los dosúltimos años y presiona paraque el Estado siga cumpliendocon sus deberes elementales, deproporcionar a la población ser-vicios públicos básicos gratuitos.

En México un poeta célebre,Javier Sicilia, cuyo hijo fue ase-sinado por las mafias, fundó el“Movimiento para la paz”. Vie-ne recorriendo todo México,encabezando una marcha cadavez más seguido.

Dice respecto de los jóvenesmarginados reclutados o queintenta reclutar el narcotráfico:

“Debemos ver dónde nacieron, qué pasó y qué está pa-sando con el tejido social para hacer que estos niñosno terminen volviéndose criminales. Y qué está fal-tando en nuestra sociedad, y dentro del Estado queimpide la formación de hombres dignos de respeto”.

En estos casos, y en muchos otros en desarrollo, lagente, el pueblo, está exigiendo ser escuchada, a tra-vés de formas inéditas de participación.

2 La participación, granreequilibradora de lasdesigualdades

La participación juega en las actuales realidades múl-tiples roles reequilibradores, en un mundo sumido en

grandes desequilibrios económicos, sociales y políticos.La participación es, ante todo, un fin en sí mismo.

Implica respetar la misma naturaleza del ser humanoque reclama participar.

El papa Juan XXIII, Juan el Bueno, destacó espe-cialmente su papel fundamental en el vital campo deltrabajo.

En su pionera encíclica Mater et Magistra (1961),afirma: “En la naturaleza de los hombres se halla invo-lucrada la exigencia de que en el desenvolvimiento desu actividad productora tengan posibilidad de empeñarla propia responsabilidad y perfeccionar el propio ser”.

Es, por otra parte, el pilar de una democracia real.En las de alta intensidad, como las escandinavas,

hay una sociedad civil articulada, mandatos precisos alos representantes electos, un estrecho y continuocontacto entre ellos y sus representados, canales abier-tos para hacerles llegar la opinión ciudadana, rendi-ción de cuentas permanente, métodos activos de con-trol social y otras vías que aseguran la atención per-manente a los reclamos de la sociedad.

Asimismo, la participación de las mujeres es plena.Según el World Economic Forum (2011), los cuatropaíses líderes del mundo en este tema son Suecia,Noruega, Finlandia y Dinamarca.

En las democracias de baja intensidad, el ejerciciode la participación está acotado. La sociedad civil esfragmentada y débil. Participa a través de votacionescada varios años para designar al presidente y al Con-greso. Luego los contactos son limitados, las rendicio-nes de cuenta intermitentes y no hay canales orgáni-cos de participación continua.

La insatisfacción con la gestión no tiene cómo ca-nalizarse hasta que puede explotar.

En América latina, 12 presidentes fueron expulsa-dos del cargo entre 1993 y el 2005 antes de terminarsu mandato, por protestas participativas masivas.

La ciudadanía, sin otros caminos, llevó a las callessu disconformidad porque no cumplían sus mandatos,no reducían la pobreza ni la desigualdad, sino que laaumentaban, y en muchos casos había corrupción.

Desde Collor de Mello en Brasil, pasando, entreotros, por Mahud en Ecuador, Sánchez de Lozada enBolivia, De la Rúa en Argentina y otros, la participa-ción reequilibró el mal funcionamiento de la demo-cracia.

Hoy la ciudadanía exige democracia de alta intensi-dad. El Latinobarómetro 2011 destaca especialmentelo que llama “el síndrome chileno”.

Como muestra, según los indicadores macroeconó-micos tradicionales, todo anda bien. Sin embargo, hayinsatisfacciones sociales muy profundas que implosio-naron.

Cuando se pregunta en la encuesta “¿su país está go-bernado por unos cuantos grupos poderosos en su pro-pio beneficio o está gobernado para el bien de todo elpueblo?”, la respuesta “para el bien de todo el pueblo”cayó en Chile en un 26 por ciento entre el 2010 y el2011. En Argentina subió en un 12 por ciento en si-milar período.

Las protestas encabezadas por los estudiantes chile-nos contra las desigualdades en educación fueron he-chas suyas según las encuestas por cerca del 90 porciento de la población.

Por otra parte, las nuevas metodologías participato-rias mismas han sido revalorizadas por la población enAmérica latina. En el Latinobarómetro (2009), el 63por ciento piensa que “las marchas, protestas y mani-festaciones en la calle son normales en democracia”,

II DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE DE 2011 DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE DE 2011 III

el 59 por ciento que son “indispensables para que lasdemandas sean escuchadas” y el 56 por ciento “que esuna manera que tienen hoy los jóvenes de sentirseparte de algo”.

La vigorización de la participación está teniendo re-sultados muy concretos en América latina. Ha llevadolos grandes temas sociales al centro de la agenda y haimpulsado una elevación sustancial de la asignaciónde recursos a ellos.

De acuerdo con los datos de Cepal (2010), el gastopúblico social pasó del 12,3 por ciento del ProductoInterno Bruto regional en 1990-91 al 18,4 en el 2007-2008. Su significación en el gasto público total ascen-dió en ese período del 45 al 65 por ciento del mismo.

La participación reequilibró socialmente y potencióa presidentes comprometidos consistentemente con laagenda social que cambiaron las prioridades presu-puestarias e introdujeron programas que por su cober-tura, recursos e impactos son totalmente inéditos en laregión, como la Bolsa Familia en Brasil, AsignaciónUniversal por Hijo en la Argentina y el Plan Ceibalen Uruguay.

3 La participación en acción

La participación siempre tuvo en América latinauna legitimidad de carácter moral. Desde amplios sec-tores se planteó con toda frecuencia como un derechobásico de todo ser humano, con apoyo en las cosmovi-siones religiosas y éticas predominantes en la región.

También tuvo continuamente una legitimidad polí-tica. Es una vía afín con la propuesta histórica liberta-ria de los padres de las naciones de la región y con elapego consistente de la misma al ideal democrático.

Ahora se agregan a dichas legitimidades otras de ca-rácter diferente, que no excluyen las anteriores sinoque se suman a ellas. La participación tiene una legiti-midad social y gerencial. Lleva a una mejor gestión delas políticas y programas públicos y sociales. Los pro-gramas sociales en donde la comunidad asistida inter-viene en su diseño, gestión, monitoreo y evaluaciónson mucho más eficientes y erradican la corrupción yel clientelismo.

Las experiencias internacionales y regionales mues-tran categóricamente que llevar adelante programascon base en la participación de las comunidades, forta-lecer su capital social, su articulación, libera el poten-cial de iniciativa comunitario e individual y promueveel acceso igualitario a los ingresos y los servicios.

En América latina, numerosas experiencias en mar-cha indican que la participación comunitaria puedearrojar resultados muy superiores. Entre ellas, Villa ElSalvador en el Perú, el Presupuesto Municipal Partici-pativo en Porto Alegre –Brasil pionero mundial en es-te campo–, las escuelas de campesinos pobres autoges-tionadas en El Salvador (Educo), el Programa Un Te-cho para mi País hoy en 19 países de la región y otras.

Estas experiencias tienen, a pesar de su diversidad,dado que corresponden a realidades muy diferentes yhan operado en campos muy variados, ciertas caracte-rísticas comunes.

En primer lugar, en todos los casos puede encontrar-se que se intentó poner en marcha formas de participa-ción “real”, no “simulaciones de participación”. La ape-lación no fue como se ha dado con tanta frecuencia aconsultas erráticas o coyunturales, o a recibir opinionesdespués no tenidas en cuenta, sino efectivamente se di-señaron modalidades organizacionales que facilitaron yestimularon la participación activa y continua.

En segundo término, en todos los casos ha habidoun respeto por aspectos como la historia, cultura eidiosincrasia de la población. No se “impusieron” for-mas de participación de laboratorio, sino que se inten-tó construir modalidades que fueran coherentes conesos aspectos.

En tercer término, todas estas experiencias, que sonde largo aliento, tuvieron como un marco subyacenteun proyecto en términos de valores, de perfil de socie-dad a lograr, de formas de convivencia diaria por lasque se estaba optando.

Frente a los resultados que da la participación de lacomunidad, sus ventajas comparativas y su legitimidadgerencial, ¿cómo se explica su limitado avance en laregión?

4 La participación enfrentafuertes resistencias e intereses

En el “discurso” la participa-ción ha triunfado en Américalatina. Se escuchan permanen-temente desde los más altos ni-veles gubernamentales, y degrupos de gran peso en la so-ciedad, referencias a la necesi-dad de incrementar la partici-pación, a su deseabilidad parauna sociedad democrática, a sutradición histórica en cada so-ciedad.

En los hechos, los avances enparticipación comunitariamuestran una gran brecha conel declaracionismo al respecto.

Tiene explicaciones. La par-ticipación ciudadana y comuni-taria implica profundos cam-bios en las correlaciones de po-der, y el acceso real a recursos yoportunidades.

En el pensamiento predomi-nante en las elites de la región, que en sociedades tanasimétricas ha tenido incidencia decisiva en las deci-siones hay, desde ya con excepciones, importantes re-sistencias.

Por otra parte, ese pensamiento permea con fre-cuencia a amplios sectores de la población que tiendena absorber la mirada del mundo que ofrece. Hay unacultura antiparticipatoria fuertemente subyacente enla región. Algunos de sus núcleos esenciales son losque siguen.

� El pensamiento únicoLa idea de que en economía hay un solo camino, las

políticas ortodoxas rígidas, fue asumida por gran partede las elites de la región en los ‘80 y ‘90, y se expresóen políticas económicas concretas, que ya han sidojuzgadas por los hechos.

El crecimiento que ofrecían fue muy débil, el su-puesto “derrame” que sacaría de la pobreza a los po-bres no funcionó y la pobreza aumentó, la industria yel comercio nacional fueron minimizados en el pro-ceso, el Estado semidesarticulado, se perdió capaci-dad de decisión autónoma en economía y la des-igualdad estalló.

El pensamiento único no sólo preveía recetas eco-nómicas, tras él hay subyacente toda una visión de la

En esta octava entrega después de analizar en la anterior “El capital social en marcha”, el gran maestro de la UBA, Bernardo Kliksberg,

reflexiona sobre los potenciales de la participación, y las resistencias a la misma.

MáximaparticipaciónLa policía prohibió a losmanifestantes deOcupa Wall Streetutilizar micrófonos.Cuando llegó avisitarlos el PremioNobel de EconomíaJoseph Stiglitz ycomenzó a disertar, losque estaban en primerafila, y lo escuchaban,repetían en voz alta suspalabras, y cada fila laiba transmitiendo a lasiguiente hasta llegar ala última.Lo mismo hicieron antela visita de los Oscar dela Academia SusanSarandon, MichaelMoore y muchos otrosfamosos. Mayorparticipación difícil.

Urgente“Una participaciónmayor de la poblaciónno es una más vagaideología basada en losbuenos deseos de unospocos idealistas. Se haconvertido en unimperativo, en unacondición desupervivencia.”Informe Mundial sobreDesarrollo Humano delPNUD dedicado a laparticipación.

Page 24: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

sociedad. Se la percibe como una sociedad básica-mente individualista, donde las personas ante todoson homus economicus que luchan entre sí en elmercado por ganar terreno, cuya orientación cen-tral es maximizar el lucro donde, como fuera resu-mido siglos antes por los antecesores del neolibera-lismo “el egoísmo privado conducirá al bienestarcolectivo”.

En esa visión de sociedad, la cooperación, la soli-daridad y la participación no tienen lugar mayor.Son antitéticas con los incentivos de mercado quese procura impulsar. Son vistas como obstáculos origideces porque entorpecen la lucha por la supervi-vencia de los más aptos que la concepción generalpropicia.

La red social en la que se piensa es una de produc-tores y consumidores atomizados enfocados al lucro,orientados a superar al rival, que sólo se asocian encombinaciones dirigidas a oligopolizar, monopolizaro pelear contra las combinaciones rivales en mejorescondiciones. No hay en general afectos sino intere-ses que se negocian.

Por otra parte, esa sociedad atomizada es el espa-cio social ideal para ser objeto pasivo de políticasmuy duras que generan un grupo limitado de gana-dores, y una multitud de perdedores. En este tejidosocial débil y deshecho será difícil que los perdedorespuedan organizarse y resistirlas.

La visión economicista y atomicista de la socie-dad excluye la participación, que por el contrariopropone pasar de la atomización a la integración de

esfuerzos, del egoísmo per-sonal a la cooperación, yde la lucha despiadada alas sinergias.

� El clientelismoSectores significativos de

las elites han desarrolladotodo un aparato elaboradode prácticas clientelistasque opera en un ciclo polí-tico que se ha repetido unay otra vez.

Las aplican en primer lu-gar para atraer el apoyo delos sectores con menos in-formación y más desorien-tados de la sociedad haciapropuestas ilusorias, o am-biguas, de neto sello dema-gógico. Son así típicas lasconsignas que han utiliza-do en el campo de la segu-ridad pública, presentán-dolo como un simple pro-blema policial que se re-suelve con un hombre demano dura, o en el de lapobreza prometiendo me-tas generales, sin ingresaren planes concretos.

Después las utilizan parasostener gestiones de go-bierno que no producíanmejoras reales en la vida dela población. El “circo” ten-día a reemplazar a los he-chos. Por último, han ape-lado casi con desesperaciónal clientelismo bajo todassus formas, desde las másprimarias, como la compra

de votos, hasta la exacerbación de las xenofobias.Las prácticas clientelares han obstaculizado, por

todas las formas posibles, el desarrollo de formas rea-les de participación. Son directamente contradicto-rias con la imposición encubierta de la voluntad deun grupo reducido sobre las mayorías para sus pro-pios propósitos, que significa el clientelismo.

� La visión tecnocráticaCon frecuencia en la región liderazgos políticos

avanzados, recogiendo el mensaje de la ciudadanía,han dictado leyes o puesto en marcha políticas desti-nadas a basarse en la participación, especialmente enel campo social. Sin embargo, en diversos casos laimplementación de los procesos respectivos ha caídoen manos de grupos que leen la realidad desde unaperspectiva unilateralmente tecnocrática.

Para los “tecnócratas puros” la participación es bá-sicamente una dilación. Ellos creen que podrían lle-var adelante los mismos programas sin las “pérdidasde tiempo” que implica la consulta y la deliberacióncontinua con la comunidad.

Por otra parte, ella significa el riesgo de que su vi-sión tecnocrática de cómo deben hacerse las cosaspueda ser testada por las comunidades pobres y puestaen tela de juicio, lo que no están dispuestos a aceptar.

La combinación de purismo tecnocrático y sober-bia de los que creen que saben se combina ademáscon la concepción de que la participación es un pro-ceso organizativo más. Bastaría planificarlo, estable-cer procedimientos y rutinas, fijar manuales de nor-mas y debería funcionar.

Es un proceso de naturaleza social compleja dondehay que cambiar actitudes, correlaciones de poder,lograr el “ownership” que las comunidades lo haganrealmente suyo, y otros cambios estructurales.

Los arreglos técnicos no bastan. Se requiere des-de su inicio el involucramiento de los actores, susentimiento de que el proceso es real y no decla-mativo, su percepción de que efectivamente po-drán incidir, su visión de que producirá beneficiosreales a la comunidad y su capacitación para quepuedan usar adecuadamente los canales pensadosen conjunto.

Eso es, por ejemplo, lo que sucedió en Porto Ale-gre. Tras la desconfianza profunda de los dos prime-ros años, con limitados resultados, cuando la comu-nidad advirtió luego que a través del PresupuestoMunicipal Participativo podía influir de verdad ycambiar efectivamente las asignaciones de recursos,entonces participó.

� La desvalorización de los desfavorecidos

Tras la resistencia a la participación de las elites ylos tecnócratas existe, en muchos casos, algo aúnmás profundo, que es la persistencia de una culturadiscriminatoria.

Perciben a los sectores sociales excluidos, o en po-breza, desde el prejuicio.

Si se parte de la descalificación silenciosa del otropor ser indígena, negro o mujer pobre, es difícil quese puedan organizar las condiciones para un procesode participación real.

Tácitamente, el pensamiento prevalente en losplanificadores de la participación será el que en de-finitiva estará destinado al fracaso, por las supuestascarencias congénitas de la población a la que se in-vita a participar. Tras la reiterada descalificaciónporque “no tienen educación”, se oculta, en defini-tiva, un prejuicio más raigal sobre su misma condi-ción humana que los inhabilitaría para participarcomo iguales.

Allí se cumple la conocida ley sociológica de la“profecía que se autorrealiza”. Las comunidades des-favorecidas son muy sensibles al prejuicio, lo intuyenclaramente, se pone en cuestión su misma autoesti-ma, sienten que su cultura y sus personas son desva-lorizadas, además sienten que, en definitiva, son ma-nipulados porque no se cree realmente en ellos y supotencial de avance.

Ingresan entonces en simulaciones de participaciónpero sin comprometerse, o se rebelan abiertamente.

En resumen, se crean condiciones como para queefectivamente no participen, y después finalmente elciclo se cerrará cuando los directores de las experien-cias les adjudiquen la culpa por el fracaso de la parti-cipación.

� Es el poder En la excelente y rigurosa evaluación que Zander

Navarro (2005) realizó de la experiencia de Porto Ale-gre, se autoplanteó una pregunta central: ¿La experien-cia es trasplantable a otras realidades? Su respuesta es:

“El requisito previo más importante y decisivo que sedebe tener en cuenta para emprender un proceso partici-pativo social es que las autoridades locales deben teneruna fuerte voluntad política para compartir con sus elec-tores una proporción considerable del poder que deten-tan. En el papel, esta disposición política parece lógica ymuy atractiva para aquellos que detentan el poder. Sinembargo, en la práctica, es una faceta rara de la política.No convencidos por lo general, quienes detentan el poderaceptan, cuando mucho, la participación consultiva y,en realidad, no comparten el proceso decisorio”.

Se podría pensar que quienes comparten el poder através de la participación lo pierden en parte, mien-tras que los que la rehúyen tienen más poder. Para-dójicamente, las experiencias de la región han de-mostrado lo contrario. Quienes lo comparten logranque el poder total disponible para realizar cambiosimportantes aumente, y el poder se haga sustentable.En Porto Alegre, el Partido de los Trabajadores deLula, que introdujo el presupuesto participativo, ga-nó varios períodos electorales sucesivos y finalmenteperdió ante un frente cuya propuesta era profundizaraún más la participación. El ideólogo del Presupues-to Municipal Participativo Tarso Genro es hoy elgobernador de todo el estado de Rio Grande do Sul.

5 La participación, base del cambio

Para que pueda impulsarse la participación y supe-rar “murallas” como las mencionadas, debe haber unproyecto transformador y un liderazgo político orien-tado a la inclusión de todos.

Si el proyecto como fue en los ’90 es de supuestamodernización, no importan los costos en términos deexclusión y dolarización; la participación será un es-torbo. Ese proyecto requiere concentración del poder,en unos pocos, y no acceso de las grandes mayorías.

Si el proyecto como aparece en muchos países alimpulso de los reclamos ciudadanos actuales es decrecimiento compartido, desarrollo sostenible, inclu-sión universal, la participación tendrá condicionespara su desarrollo.

Al mismo tiempo, es imprescindible. Es un pilarfundamental para enfrentar los intereses que noquieren cambios transformadores y que tratan demantener congelada la historia, porque forman partedel uno por ciento beneficiado al que se refieren losindignados del mundo.

Algunos de sus lemas el 15 de octubre pasado,cuando se realizaron manifestaciones simultáneas ennombre del 99 por ciento en 952 ciudades de 82 paí-ses, aludían centralmente al tema de la participación.

Decían: “Toman decisiones sobre nosotros, perosin nosotros”, “si no nos dejan soñar, no los dejare-mos dormir”, “no somos antisistema, el sistema esantinosotros”.

América latina requiere urgentemente de “poderesreequilibradores” al ser la región más desigual de todas.

Hoy se abre una perspectiva única para la partici-pación. Los nuevos modelos en construcción en paí-ses como la mayoría de los de Unasur requieren parasu profundización y sustentabilidad del fortaleci-miento de la participación. La ciudadanía es su desti-natario final, y la única que les permitirá enfrentarlos intereses del statu quo.

La participación ya no es más como en los orienta-dos para beneficiar las cuotas de las elites, un entrome-tido en la fiesta, sino el actor principal de la historia.

Pero además es necesario recolocar éticamente lalucha por la participación.

No una concesión, sino un derecho fundamentaldel ser humano que debería ser respetado en toda so-ciedad existente. Hace a su misma dignidad.

IV DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE DE 2011

PresupuestoMunicipalParticipativo“La experiencia delPresupuesto MunicipalParticipativo de PortoAlegre trasciende alproceso de gestiónpública. Es un elementode toma de conciencia yde despertar de laciudadanía. Hacomprendido que no essuficiente con hacercorrecciones en elpresupuesto. Hay queatreverse a ir más allá. Espreciso incorporar susreivindicaciones enluchas más prolongadaspara transformarprofundamente lasestructuras de lasociedad.”Tarso Genro, creador dellaureado PresupuestoMunicipal Participativode Porto Alegre, ministrode Educación y deJusticia del gobierno deLula, actual gobernadorde Rio Grande do Sul.

Page 25: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

IX Mujeres, el mayor grupo discriminado de todo el planeta

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 26: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Ni una más

Asesinó a su compañera golpeándola conun martillo y apuñalándola con un cuchi-llo Tramontina. Los peritos constataronmás de 40 heridas. La Sala I del Tribunal

de Casación de la Provincia de Buenos Aires decidióbajarle un tercio de la pena (10/11/11) porque, segúnsu opinión, la víctima había asumido una actitud “casiprovocativa” y “si el sujeto obró bajo un estado de tur-bación emocional es lógico que la responsabilidad dis-minuya”. El fiscal apeló: “Se intenta colocar a la vícti-ma en un dudoso papel, transformándola en sospecho-sa de haber provocado el ataque”.

En Perú hubo 135 femicidios en 2009 y el 56,3por ciento de las víctimas fueron asesinadas en supropio hogar. El 48 por ciento de los asesinatos fue-ron por celos, y el 19,4 porque la víctima no queríacontinuar la pareja. El 12,8 por ciento de las muje-res asesinadas había presentado una denuncia previa

por violencia familiar contrasu asesino. Solo la mitad ob-tuvo medidas de protección,que en definitiva no fueronefectivas.

En Guatemala hubo 2920homicidios de mujeres en losúltimos 5 años y solo 186 de-tenciones, un 94 por cientoquedó impune. En El Salvador,326, 262 y 314 entre 2003 a2005. En Honduras subieron de111 a 181, en ese período.

En Colombia 6603 mujeresfueron asesinadas entre el 2000y el 2008. En el 71,6 por cientode los casos el asesino fue elmarido o un ex marido.

En México, frente a los asesi-natos reiterados en Ciudad Juá-rez, y la impunidad que los ro-deó, la Corte Interamericanade Justicia falló condenando alEstado mexicano por “negar elacceso a la Justicia a los fami-liares de las víctimas, por negli-gencia en la investigación ypor no prevenir las muertes apesar de la existencia de unclaro patrón de violencia degénero”. Exigió “que el Estadoinvestigara los asesinatos de lasvíctimas, destituyera a los fun-

cionarios que en el 2001 y años siguientes permitierony realizaron las violaciones señaladas, investigara lasdenuncias de las familias de las víctimas que sufrenamenazas, hostigamiento y persecución, y dignificarala memoria de las víctimas”.

Los femicidios son el extremo de un cuadro de violen-cia en alta escala que ensombrece la vida de las mujeres.

Según un informe de Cepal, las formas de la violenciapracticadas a diario incluyen el maltrato de la pareja, elacoso y la violencia sexual, la trata de blancas, la violen-cia institucional y la violencia discriminatoria contramujeres inmigrantes, indígenas y afrodescendientes.

El 40 por ciento de las mujeres de la región sufreviolencia física y en algunos países, cerca del 60 porciento sufre violencia emocional. La física va desdegolpes a agresiones graves con amenazas de muerte. La

emocional comprende el maltratopsicológico, los insultos, las humi-llaciones, las burlas, el control deltiempo, la libertad de movimien-tos y los contactos sociales de lamujer.

En muchos de los países ha habi-do leyes contra la violencia contralas mujeres, pero su aplicación esdébil. La Cepal identifica entre susrazones “la impunidad en el ámbitojudicial, en el que a menudo lasvíctimas no encuentran ni la opor-tuna sanción a los perpetradores,ni la adecuada protección”.

603 millones de mujeres en elmundo, casi el 19 por ciento, vivenen países donde según ONU Muje-res, que preside Michelle Bachelet(informe de julio de 2011), la vio-lencia doméstica no es un delitodel todo.

A la violencia se suman discri-minaciones jurídicas múltiples.En Irán, el Código Penal contem-pla la pena de muerte a pedradaspara mujeres adúlteras. Los hom-bres pueden divorciarse cuandoquieren y tienen la custodia de losniños. El testimonio de una mujeren la Justicia vale la mitad que elde un hombre. El hombre puedeprohibir a su esposa trabajar fuera del hogar.

En Arabia Saudita, las mujeres son inferiores jurídi-camente en casi todos los planos y además no puedenmanejar. Varias de ellas están presas por haber des-afiado en estos días esta prohibición.

En Libia, uno de los nuevos líderes, Mustafá Abdel-yalil, declaró que se derogarán las restricciones a lapoligamia. Cada hombre podrá tener cuatro esposas.Ante las protestas, se enmendó diciendo que se man-tendrá la ley que otorga a la primera esposa el derechoa permitir o no los demás matrimonios del marido.

En Turquía, la Corte Suprema de Apelaciones des-pertó la protesta pública cuando ratificó la decisión deun juzgado local de Mardim, que redujo la condena a26 hombres (algunos políticos, profesores y militares)que mantuvieron relaciones sexuales pagas con unaniña de 13 años. La Corte alegó que “la niña dio suconsentimiento a las relaciones y era consciente desus actos”. En esa región hubo en 2010, 73 muertespor violencia doméstica y 113 mujeres se suicidaronpor presiones familiares.

Frente a estos crímenes y afrentas continuas a lamoral más elemental, a la violación de las leyes cuan-do las hay, a la impunidad, un reciente llamado mun-dial de la ONU exigía “Ni una más”.

2 Hay progresos pero...

La violencia es el punto más extremo de un conti-nuo de discriminaciones contra la mujer.

Las largas luchas por la equidad de género han ge-nerado significativos avances.

Entre ellos, la igualdad de derechos jurídicos, la ma-yor participación política, los progresos de la mujer enlos diversos niveles de la educación y su rápida y cre-ciente incorporación a la fuerza de trabajo. Todos es-tos logros han reestructurado su situación personal e

influido en su posición en la familia y la sociedad.A pesar de ello subsisten gruesas brechas y muchísi-

mas mujeres ven coartadas de formas múltiples sus po-sibilidades existenciales básicas. Inciden en estas bre-chas los procesos regresivos de deterioro social agudiza-dos por la actual crisis mundial, la vulnerabilidad anteella de los grupos más débiles (como las mujeres urba-nomarginales y las mujeres campesinas) y la sobrecargaadicional que significa la perduración de discrimina-ciones de género, con fuerte base cultural y social.

La pobreza, la desigualdad y la exclusión golpeanparticularmente a la mujer.

Así, a pesar de los avances médicos, las tasas de mor-talidad materna en el mundo en desarrollo son muy al-tas, como consecuencia de la falta de sistemas de pro-tección adecuada. Según las cifras de la ONU, 350.000madres mueren anualmente en el embarazo o al dar aluz, más del 98 por ciento en los países en desarrollo.

¿Qué está sucediendo con la condición de la mujeren general en términos de cifras?� No obstante los fuertes progresos en educación fe-menina, dos terceras partes de los analfabetos delmundo son mujeres.� La integración de la mujer al trabajo se está hacien-do con activas tendencias a formar parte de posicionesmenores y a tener una gran presencia en la economíainformal. Casi la mitad de las mujeres que trabajabanen otros sectores distintos de la agricultura lo hacíanen el sector informal en siete de diez países de Améri-ca latina y en cuatro países asiáticos. En dos de los pa-íses más poblados del mundo, India e Indonesia, el 90por ciento de las mujeres que trabajan fuera de la agri-cultura lo hacen en la economía informal.� La discriminación en materia de salarios siguesiendo muy activa. En un relevamiento de 83 países(ONU Mujer, 2011) es de un diez a un treinta porciento. En los mercados de trabajo latinoamericanos,

II DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE DE 2011 DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE DE 2011 III

las mujeres ganan considerablemente menos que loshombres. Mientras que en Suecia la relación de in-gresos estimados entre hombre y mujer es 0,81, y enNoruega 0,77, en México es 0,39 y en Chile 0,40.� Los avances de las mujeres en posiciones gerencia-les en el mundo corporativo tienen logros acotados.En los países desarrollados superan escasamente el diezpor ciento en los consejos corporativos de las empresaslíderes. En América latina son menos aún.� También con progresos, es limitada la presencia dela mujer en los altos niveles políticos. Son menos deldiez por ciento de los ministros y jefes de Estado. Nin-guno de los presidentes de los 28 bancos centrales deEuropa es mujer. Representaban asimismo solo el 11por ciento de los parlamentarios del mundo.

En América latina ha habido avances en la integra-ción de la mujer a los congresos. La Ley de cupo san-cionada en la Argentina ha sido pionera al respecto,pero falta mucho para la paridad. Solo el 20 por cientode los parlamentarios y el 7 por ciento de los alcaldesson mujeres.

3 Mujeres al borde de un ataquede nervios

Algunos de los procesos típicos de la economía glo-balizada abrieron oportunidades de integración laborala las mujeres, pero al mismo tiempo significaron cargasy sacrificios desproporcionales para ellas.

Nilufer Cagatay (PNUD) analizó los impactos dela liberalización del comercio exterior sobre las muje-res. Muestra que al aumentar en los países en des-arrollo el porcentaje que significan las exportacionessobre el Producto Nacional Bruto, se produce un au-mento en la participación de la mujer en los empleosremunerados, entre otras, en actividades como lasmaquiladoras. Esto la integra al mercado de trabajo,

lo que mejora su posición social.Sin embargo, resalta que las in-

vestigaciones indican diversas limi-taciones y costos por estos logros.

En primer lugar, como se vio, laexpansión del empleo femeninono ha llevado a cerrar las brechassalariales de género. Asimismo, lospuestos conseguidos se han mos-trado inseguros e inestables, por-que esta expansión ha ocurrido enuna era de pérdida en general dela capacidad de negociación de lostrabajadores.

En segundo lugar, mientras ungrupo de mujeres se incorpora a lafuerza laboral, otras (las menos ca-lificadas) pierden empleos y mediosde subsistencia.

Tercero, la tendencia puede serrevertida con la incorporación deavances tecnológicos que sustitu-yen mano de obra en las industriasde exportación.

En cuarto lugar, la incorpora-ción laboral significa un aumentode la carga de trabajo total de lamujer, porque sus tareas –no pa-gas– en el hogar no se reducen.

En quinto término, si bien lasmujeres se empoderan al trabajar,su poder de negociación con las

empresas sigue siendo menor que el de los hombres.En resumen, Cagatay concluye: “La expansión y li-

beralización del comercio internacional tiene efectoscontradictorios sobre el bienestar de las mujeres y lasrelaciones de género”.

Otra dimensión usual de los procesos globalizadores,la implantación de políticas de ajuste, ha golpeadocon fuerza en forma mayor a las mujeres que a loshombres. En los países en desarrollo, las reduccioneslaborales, que son propias de estas políticas, han caídoen primer lugar en los sectores menos calificados y demenor capacidad de negociación, en los que hay fuerteconcentración de mujeres.

Aun en altas posiciones gerenciales y en los paísesdesarrollados, las mujeres pagan costos elevados por suintegración laboral. Un tema esencial, la posibilidadde tener hijos y criarlos normalmente, es sacrificadoen una proporción significativa. Un estudio de la Ge-neral Accounting Office de EE.UU. encontró que leses mucho más difícil que a los hombres balancear la fa-milia y la carrera. El estudio muestra que el 60 porciento de las mujeres con cargos gerenciales de las in-dustrias analizadas no crían hijos, mientras ello sucedecon el 40 por ciento de los hombres. Otro estudio en-contró que entre los ejecutivos de la industria de servi-cios financieros, el 88 por ciento de los hombres tení-an hijos en su hogar y ello solo sucedía con el 58 porciento de las mujeres.

En América latina hay un problema adicional. Tienegran peso la visión “machista” de que las responsabilida-des domésticas deben estar a cargo casi exclusivo de lamujer. Así, en México, las mujeres dedican a la cocinay la limpieza del hogar 4,43 horas diarias, y al cuidadode los niños 1,1 hora. Los hombres ocupan 0,30 y 0,21.

Las mujeres se están integrando al mercado de tra-bajo en donde deben sobreesforzarse para superar lasdiscriminaciones, en condiciones muy desfavorables.

Siguen estando a cargo integralmente del hogar. Tie-nen una doble y dura jornada.

4 La feminización de la pobreza

Ha crecido en diversos países de América latina yen otras regiones el grupo denominado “Madres solasjefas de hogar”. En gran proporción se trata de madrespobres que han quedado solas al frente del núcleo fa-miliar ante la deserción del cónyuge masculino, a suvez fuertemente influida por la imposibilidad de seguircumpliendo su rol de proveedor principal de ingresos.

Estos hogares tienden a ser unidades familiares muydébiles en términos económicos y en muchos casosbordean la indigencia.

La pobreza es un destructor sistemático de familias yataca particularmente a las mujeres. Esto es no sólouna realidad latinoamericana sino internacional. Unainvestigación de amplios alcances en EE.UU. (TheCenter for Disease, Control and Prevention) indagó a11.000 mujeres. Conclusiones:� El sector de la población másafectado por la pobreza, las mu-jeres negras, tenía menores ta-sas de matrimonialidad, mayo-res tasas de divorcio y menorestasas de segundas nupcias. � Cuando se analizaba a muje-res blancas que vivían en áreaspobres, las tasas descendían almismo nivel que las de las mu-jeres negras.

Las presiones que la pobrezapone sobre las relaciones de pa-reja son determinantes en estosdesequilibrios.

Otra fuente importante deconformación de familias po-bres con una mujer al frente esel embarazo a temprana edad.Este tipo de familias tendrán,de entrada, condiciones de granvulnerabilidad. También estefenómeno está claramente aso-ciado a la pobreza y tiene am-plias dimensiones en la región.

Las cifras de mujeres que hantenido hijos antes de los 20años son mucho más altas entre los pobres que en losno pobres en todos los países. En total se estima que enlos centros urbanos de la región, el 32 por ciento de losnacimientos que se dan en el 25 por ciento más pobrede la población, son de madres adolescentes. En las zo-nas rurales, la proporción es aún mayor, del 40 porciento. En total, 80 por ciento de los casos de materni-dad adolescente en América latina están concentradosen el 50 por ciento más pobre de la población, mien-tras que el 25 por ciento más rico solo tiene un 9 porciento de los casos. En las áreas rurales, las cifras son 70por ciento de los casos en el 50 por ciento más pobre y12 por ciento en el 25 por ciento más rico.

Una variable central en el embarazo adolescente es,según las correlaciones estadísticas, el nivel educativo.

En los centros urbanos de América latina, el por-centaje de madres adolescentes con menos de seis añosde educación es del 40 por ciento. El número de ma-dres adolescentes va descendiendo a medida que au-mentan los años de estudios. Entre las jóvenes con 10a 12 años de estudio, es solo del 15 por ciento.

Después de analizar en los números anteriores El capital social (Nº 7) y Quién leteme a la participación (Nº 8), el padre de la gerencia social (que termina de

recibir los doctorados Honoris Causa de la Universidad Mayor de San Marcosen Perú, de la Universidad Nacional Tecnológica de Panamá y la Universidad

Nacional de San Juan) reflexiona sobre la condición femenina en nuestro tiempo.

“La desigualdad basadaen el género puedelesionarconsiderablemente eldesempeño global ennumerosas y diversasáreas, afectandovariables demográficas,médicas, económicas ysociales. Elfortalecimiento de lascapacidades de lasmujeres y suconsiguientehabilitación gracias a laescolaridad, lasoportunidades deempleo y otras tienenefectos de gran alcanceen la vida de todos losinvolucrados, hombres,mujeres y niños.”Amartya SenPremio Nobel deEconomía

Las mujeresque “no hacennada”Con frecuencia sedescalifica el trabajodoméstico de lasmujeres calificándolocomo “no hacer nada”.El reconocido urbanistay pensador ManuelCastells describió así lasituación: “Si lasmujeres que ‘no hacennada’ dejarían de hacer‘solo eso’ toda laestructura urbana asícomo la conocemossería incapaz demantener susfunciones”.

Page 27: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Funciona en la realidad un círculo perverso férreo.Las jóvenes pobres tienen menos educación, ello ge-nera condiciones propicias para el embarazo adoles-cente. Al tener hijos y ser titulares de familias muydébiles, abandonan totalmente el sistema educativo.Las cifras disponibles indican que las madres pobresadolescentes tienen de un 25 a un 30 por ciento me-nos de capital educativo que las madres pobres queno han tenido embarazo adolescente. Al tener poconivel educativo, estas madres jóvenes con hijos ten-drán pocas posibilidades de conseguir trabajos e in-gresos adecuados y se profundizará su pobreza.

Las mujeres pobres sufren también fuertemente elimpacto de la pobreza en temas vitales muy claves,como el de la salud. La pobreza latinoamericana tie-ne como una de sus expresiones los altos déficit nu-tricionales. Se estima que el 17 por ciento de los ni-ños de la región padecen de desnutrición crónica.

Es uno de los factores claves en las elevadas tasas demortalidad infantil. Con él interactúan otros factoresde escasez, como la falta de agua potable, de instalacio-nes sanitarias y las condiciones generales de pobreza.

Las mujeres pobres tienen en la región un problemaadicional muy serio en materia de salud: la ausenciade atención apropiada durante el embarazo y el parto.Consecuentemente, la tasa de mortalidad materna esmuy elevada. Según la OPS, mueren por causas rela-cionadas con ellos 20.000 mujeres latinoamericanaspor año. Además, muchas más mujeres de la regiónsufren efectos de largo plazo sobre su salud vinculadoscon las afecciones relacionadas con el embarazo.

5 Nada detriunfalismos

La tan positiva incorpo-ración de la mujer a los es-tudios y el trabajo se estáhaciendo, en muchos ca-sos, bajo patrones queabren numerosos interro-gantes y ello es muy mar-cado en América latina.

En lo tocante al sistemaeducativo, en el caso de lasmujeres pobres de la re-gión, si bien es mayor supresencia en la matrículaeducativa básica, la situa-ción de pobreza incide enque tengan altas tasas de

deserción y repetición. Reflejándolo, las mujeresmarginales urbanas, las mujeres campesinas y las mu-jeres indígenas tienen una escolaridad reducida y ta-sas de analfabetismo muy superiores a los promediosnacionales.

En los estratos medios y altos, donde la mujer haaccedido decididamente a la educación universitaria,existen preguntas sobre la calidad de sus avances. Sepresenta una tendencia definida en términos del tipode carreras que terminan. Tienen gran presencia enlas humanidades y ciencias sociales, pero muy limita-da en profesiones estratégicas como las ingenierías ylas ciencias naturales. Allí hay una fuerte brecha en-tre hombres y mujeres.

El mercado de trabajo muestra, asimismo, seriascuestiones abiertas. Las mujeres se han integrado, enmuchos casos, ya lo dijimos, a niveles bajos del mis-mo y a la economía informal.

Todo ello además, como se ha visto, se paga concostos muy altos. La mujer pobre es en muchos casostrabajadora informal u operadora en maquiladoras yal mismo tiempo jefa del hogar, con una vida coti-diana, por consiguiente, muy dura. Las mujeres delos estratos medios siguen a cargo de la responsabili-dad del cuidado de la familia y el funcionamientodel hogar, lo que implica importante dedicación auncuando cuentan con ayuda doméstica, y por otro la-do deben trabajar intensivamente para demostrar sucapacidad profesional y mantener su posición.

Como se ha visto asimismo, la participación polí-tica femenina, si bien ha crecido, es acotada.

Ante este panorama, las actitudes “triunfalistas”en género pueden llevar a resultados muy negativos.Se necesita, por lo contrario, redoblar la presión so-cial por políticas cada vez más activas de discrimina-ción positiva. A pesar de los avances, las mujeres si-guen siendo, como lo muestran los indicadores dedesarrollo humano de las Naciones Unidas, el mayorgrupo discriminado de todo el planeta.

Una agenda de trabajo para encarar esta situacióndebería, en primer término, seguir procurando que eltema mismo forme parte continua de las grandesagendas de discusión económica y social a nivel in-ternacional y latinoamericano. Hay que reforzar yprofundizar en la visión colectiva la idea de que eltema es crucial no solo para las mujeres sino para lasociedad en su conjunto.

Efectivamente, siguen aumentando las evidenciasque indican que potenciar a la mujer, superando dis-criminaciones, es una fuente de beneficios excepcio-nales para la sociedad en su conjunto. Entre otros as-pectos, las madres son mejores administradoras derecursos escasos que los hombres.

Aumentar la educación de las mujeres pobres tie-ne un efecto directo sobre los indicadores de salud.Entre otros aspectos, impacta fuertemente en losporcentajes de vacunación de los chicos.

Algunas indagaciones van aún mucho más lejos.Folbre (1994) sostiene que las mujeres tienen mayortendencia al altruismo y a la cooperación. Una in-vestigación sobre el capital social en comunidadescampesinas en el Paraguay (Molinas, 1998) verificó,efectivamente, que los comportamientos cooperati-vos ocurrían con la mayor frecuencia en grupos conalta participación femenina. Constató que “la parti-cipación femenina efectiva en los comités campesi-nos aumentaba la performance de dichos comités... ylas posibilidades de las comunidades campesinas decombatir la pobreza”.

Estudios internacionales (Banco Mundial) mues-tran que “... mayor igualdad en la participación demujeres y hombres está asociada con empresas y go-biernos más transparentes y con mejor gobierno.Donde la influencia de las mujeres en la vida públicaes mayor, el nivel de corrupción es menor”.

Se requiere enfrentar las discriminaciones de gé-nero impulsando vigorosas políticas públicas afirma-tivas en todos los planos básicos.

En América latina ello significa cosas muy concre-tas. En materia de salud, se debe dar pleno acceso ala prevención y la atención médica apropiada a lasmujeres pobres, que significan más de la mitad deltotal. Es inadmisible ética y socioeconómicamenteque los progresos en medicina que han reducido almínimo la mortalidad materna y la mortalidad in-fantil (y que implican en muchos casos tecnologíasde fácil aplicación) estén fuera del alcance de mu-chísimas mujeres pobres de la región.

En el campo de la educación, se debería desplegarun amplio abanico de políticas para quebrar la mar-ginación de las mujeres pobres. En los centros urba-nos se debería apoyar especialmente a las niñas po-bres para que completen estudios.

Se requieren programas que ataquen las carenciasbásicas del hogar que llevan a la deserción y crear in-centivos positivos para que las familias apoyen la es-colaridad de las niñas. Un ejemplo exitoso son losprogramas como Asignación Universal por Hijo, dela Argentina, y Bolsa-escola, de Brasil, que entregansubsidios al hogar sujetos a que los niños asistan ypermanezcan en la escuela.

Por otra parte, se deberían fortalecer las estrategiaspara atender a las numerosas jóvenes y mujeres po-bres que no terminaron la escuela primaria. Tendrí-an que impulsarse programas pensados para mujeresque trabajan largas jornadas. Experiencias como lasde Fe y Alegría, que permiten a mujeres de esas ca-racterísticas completar por radio estudios formales,indican con sus excelentes resultados caminos pro-

misorios. Se debería dar una atención especial al ca-so de las madres adolescentes, con programas inno-vativos que partan de sus realidades y puedan ayu-darlas a completar los ciclos educativos de los quecon frecuencia desertan.

La lucha por la educación de la mujer campesinadebe intensificarse aún más. Su asistencia a la escue-la sigue teniendo amplias brechas en relación con loshombres. La acción a realizar debe cuestionar fron-talmente los prejuicios culturales que están incidien-do en ello y multiplicar oportunidades educativas pa-ra estas mujeres. Un campo especial es el de las mu-jeres indígenas. Deben crearse programas educativosadaptados a sus características, que con pleno respe-to de su cultura y su idioma permitan mejorar sus po-sibilidades reales de tener acceso a educación.

Debe haber políticas mucho más consistentes yagresivas que las actuales en materia de protecciónde la familia. Ello puede mejorar sustancialmente lasituación concreta de la mujer y permitirle su incor-poración a la educación y el trabajo en muchas me-jores condiciones. Los apoyos públicos en camposcomo el cuidado de los bebés, la multiplicación deoportunidades de preescolar, la ayuda en el cuidadode las personas mayores y otras áreas, pueden ser dealta utilidad práctica.

En cuanto al mercado de trabajo, deberían trans-parentarse las actuales situaciones de discrimina-ción, ponerse sobre la mesa de discusión, para queello pueda ayudar a generar políticas que les denrespuesta.

Cuando se les da a las mujeres en general y a laspobres en particular oportunidades productivas rea-les, los resultados para ellas y la sociedad en su con-junto son muy concretos. Lo ilustra entre otras expe-riencias el estimulante caso del Grameen Bank, lainstitución más reconocida del mundo en microcré-dito. Muhammad Yunus (su inspirador) y su equipodecidieron prestar pequeñas sumas a mujeres campe-sinas pobres de Bangladesh. El Banco tiene hoy ochomillones de prestatarios, de los cuales el 94 por cien-to son mujeres.

Los resultados son muy impresionantes y numero-sos países del mundo han pedido la asistencia delGrammen Bank para montar experiencias similares.Los prestatarios han mejorado su vida y la mitad deellos han superado la línea de pobreza. La tasa de re-cuperación de los préstamos, con estos clientes, mu-jeres campesinas pobres, ha sido de más del 98 porciento.

Otra área de acción es que se dé pleno reconoci-miento al trabajo de la mujer en el hogar, contribu-ción que no aparece en las estadísticas económicas,como si no tuviera mayor valor.

Otras políticas públicas afirmativas deben diri-girse al crucial campo de la participación política.Es fundamental por el aporte que puede dar la mu-jer y debe escucharse a plenitud su voz. Debe tratarde ampliarse activamente los acotados progresoslogrados.

Junto a todas las políticas anteriores y muchasotras añadibles, debe seguir la acción colectiva porproducir cambios de fondo en las actitudes culturalesy los mensajes educativos, donde hay fuertes conte-nidos discriminatorios, enraizados en siglos de infe-riorización de la mujer. Entre ellos es notable cómolos currículos de educación básica siguen, en muchoscasos, ignorando el problema de la mujer, y disemi-nando los mismos estereotipos tradicionales sobre surol en la sociedad y sus supuestas limitaciones.

Superar la cuestión de género será decisivo paralograr un desarrollo económico de rostro humano yde bases firmes. Al mismo tiempo, no es solo un te-ma de mejor funcionamiento de la economía. Se tra-ta de un asunto ético vital. Las postergaciones y su-frimientos que buena parte de la población femeninamundial y la mayoría de las mujeres de América lati-na están padeciendo por la pobreza y la exclusión,reforzadas por su género, son moralmente intolera-bles y han durado demasiado.

IV DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE DE 2011

Los líderesEn el informe sobreigualdad de género queelabora el ForoEconómico Mundial 2011,los cuatro primerospaíses del mundo son losescandinavos Islandia,Noruega, Finlandia ySuecia. En ellos se hareducidos más del 80 porciento de las diferenciasentre sexos.

Page 28: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

X ¿Qué está pasando con la educación? Una cuestión clave

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 29: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Si todo anda bien, ¿por qué las cosas están tan mal?

Chile es el número uno de América latina enla prueba de Pisa que mide el rendimientoeducativo de los niños de 13 años, en ma-temáticas, comprensión lectura y ciencias.

¿Alcanza la prueba de Pisa para saber cómo los paí-ses andan en educación, el gran tema del siglo XXI?

Si es por el caso de Chile, claramente no. Los estu-diantes chilenos están llevando adelante la mayorprotesta que se haya dado con relación al sistema edu-cativo de la región en décadas.

Con precedentes en la rebelión de los pingüinos, losestudiantes de secundaria en 2006, la actual protestamasiva fue mucho más lejos.

Iniciada en mayo de 2011, nucleó a todas las orga-nizaciones estudiantiles secundarias y universitarias, alos docentes, y lleva 7 meses enfrentando en las callesa la represión; y en los medios, a las descalificacionesde las elites de poder.

Según las encuestas, más del 80 por ciento de la po-blación se ha identificado con sus reclamos, y en algu-

nas de sus marchas participócasi un millón de personas.

¿Qué les pasa a los estudian-tes chilenos? ¿Por qué recla-man?

Nada menos que contra lainequidad en educación. Unproblema de orden mayor queafecta a la gran mayoría de lospaíses en América latina, y queestá en núcleo duro de las cau-sas por las que la región es lamás desigual de todo el orbe.

El dictador tenía las cosasclaras. Un día antes de dejar elgobierno, Pinochet dictó la LeyOrgánica Constitucional deEnseñanza.

La ley propulsó la privatiza-ción. Entregó al mercado bue-

na parte del sistema educativo. Sentó las bases para laentrega a la educación privada de fondos cuantiososdel Estado, sin fiscalización mayor. Municipalizó, de-jando los niveles de calidad librados a la mayor capa-cidad económica de cada municipio. Aranceló la edu-cación universitaria, con costos que significaban queun estudiante debía endeudarse por 20 años para pa-gar una carrera.

Segmentó socialmente, creando diversos circuitosde educación y reforzando así todas las otras desigual-dades.

La BBC describe las protestas diciendo que la “iraestudiantil” se debe a “la percepción de que el sistemaeducativo de Chile es groseramente inequitativo. Lesda acceso a los estudiantes ricos a algunas de las mejo-res educaciones posibles en América latina, mientrasque arroja a los estudiantes pobres en degradadas ysubfinanciadas escuelas públicas”.

La situación creada llevó a las clases medias a esca-parse de las escuelas públicas. La matrícula de la es-cuela pública secundaria bajó de 63 por ciento de lapoblación escolar en 1986 a 43 por ciento en 2008.

La mayoría de las universidades son hoy privadas.No se han construido nuevas universidades públicasdesde el final de la dictadura.

Los que llegan a graduarse en secundarios pobres,compiten en desventaja en las pruebas de selección enlas universidades, pero además, como son aranceladas,no pueden financiarse.

Como señala Trucco (Cepal,2011): “En vez de que la ofertaeducativa cumpla la promesa yla expectativa de revertir lasdesigualdades sociales de ori-gen, lo que está haciendo es re-producirlas”.

2 ¿No saben loque quieren?

¿Cómo enfrentar los argu-mentos de los indignados espa-ñoles, o los Occupa Wall Stre-et? ¿Cómo contestar al lema desomos el 99 por ciento, y hayun 1 por ciento que concentrala mayor parte del patrimoniomundial, respaldado por las ci-fras, y que ha tenido tanta reso-nancia?

A falta de respuestas, los sec-tores que no desean cambio al-guno en el statu quo han apela-do a la descalificación.

Puede ir desde “son confusos”,“quieren muchas cosas diferen-tes”, “en definitiva no saben loque quieren”, hasta que “tienenel pelo largo”, “no se bañan”,“hacen ruido”, y similares.

La cuestión es desplazar laagenda principal de discusiónpor otra secundaria que la tapey relegue.

Es muy difícil de hacer en elcaso de las protestas estudianti-les chilenas. Además de que apelaron a innovacionesmuy creativas, que concitaron amplia simpatía en lasociedad, sus demandas son muy específicas y concre-tas. Si se aceptaran, claramente la inequidad en laeducación que denuncian mejoraría drásticamente.

Entre ellas:� Aumento del presupuesto para educación, que esactualmente sólo 4,4 por ciento del Producto BrutoInterno, el 60 del 7 por ciento que recomienda laONU.� Educación pública gratuita en todos los niveles.� Reemplazo del sistema actual de educación prima-ria y secundaria a cargo de los municipios que generadesigualdades por un sistema gubernamental central.� Subsidiar sólo la educación sin fines de lucro, nocomo actualmente las escuelas que son empresas pri-vadas.� Mayor apoyo presupuestario para las universidadespúblicas que actualmente financian sus actividadesprincipalmente a través de las matrículas pagas.� Creación de una “universidad intercultural” quepermita corresponder a las demandas de los estudian-tes mapuches.� Supresión de las leyes que prohíben la participa-ción de los estudiantes en el gobierno de las universi-dades.� Mejores remuneraciones para los maestros, un plannacional para atraer a los mejores talentos a la profe-sión y subir su status social.

Las luchas de los estudiantes chilenos están seña-lando un problema que es un pilar de las grandesdesigualdades que presenta toda América latina.

Ha habido avances muy valiosos en matriculaciónen primaria y en alfabetización, pero hay agudas in-equidades que se reflejan nítidamente en los datos de

deserción, los años de escolaridad y la calidad dife-rente de educación que reciben los diversos estratossociales.

3 Los pobres no terminan lasecundaria

El 95 por ciento de los niños empieza hoy la prima-ria. Pero el 14 por ciento no la termina.

Ellos pertenecen casi íntegramente al 20 por cientomás pobre de la población.

En algunos de los países con menor presupuestoeducativo, el problema es aun mucho más agudo.

Así, en República Dominicana no terminan la pri-maria el 26 por ciento de las niñas y el 36 por cientode los varones.

Ello ha llevado a que la tercera parte de toda la po-blación dominicana entre 15 y 49 años no ha termi-nado la primaria.

Sin primaria completa, no hay futuro laboral algunopara una persona.

La deserción en secundaria es todavía mucho másamplia. Según Cepal (2010), el 51 por ciento de loshombres y el 45 por ciento de las mujeres no la com-pleta.

En el 20 por ciento más pobre, el 66 por ciento notermina la secundaria.

Tanto el sector público como las empresas privadaspiden actualmente diploma de secundaria incluso paratrabajos manuales.

Los que no terminan la secundaria no tienen “em-pleabilidad”.

Los estudios de la Cepal dicen que si bien la secun-daria completa no garantiza conseguir empleo, las ci-fras muestran que el que no tenga 12 años de escolari-

II DOMINGO 4 DE DICIEMBRE DE 2011 DOMINGO 4 DE DICIEMBRE DE 2011 III

dad, que es lo que se necesita para finalizarla, está vir-tualmente condenado a ser pobre.

El 40 por ciento de los matriculados en escuelas dela región alcanza solamente nueve años de escolariza-ción, lo que se considera internacionalmente comouna situación de “indigencia educativa”.

En un país como México, 12ª economía del orbe enproducto bruto, sólo el 40 por ciento de los jóvenestermina la secundaria. En Colombia es sólo el 31,3 porciento.

La inequidad funciona a toda máquina en la deser-ción.

En el 20 por ciento más rico de la población finali-zan la secundaria el 86 por ciento de las mujeres y el81 por ciento de los hombres.

En el 20 por ciento más pobre, las cifras son radical-mente menores. Sólo la termina un 26 por ciento delas mujeres y el 23 por ciento de los hombres.

Hay una transmisión intergeneracional de estas ci-fras. Entre los jóvenes cuyos padres no terminaron laprimaria, finalizan la secundaria sólo tres de cada 10.Entre aquellos cuyos padres son graduados universita-rios la terminan nueve de cada diez.

Los factores que llevan a los pobres a desertar sonmuy concretos. Entre ellos, un 16 por ciento de los ni-ños de la región padece de desnutrición crónica: nopueden rendir en la escuela. Un 11 por ciento de losmenores de 14 años trabaja: “esclavitud infantil” lallama la OIT, y que lleva a la deserción.

La pobreza tensa y destruye las familias. La desarti-culación familiar incide agudamente sobre la deser-ción, la repitencia y el rendimiento.

Otro factor muy visible es la vivienda: 120 millo-nes de latinoamericanos viven en tugurios (villasmiseria, favelas, ranchos). ¿Dónde van a estudiar y a

hacer los deberes? En sus vi-viendas hay hacinamiento.Cuando llueve, se inundan.No existen las condicionesmínimas para estudiar.

4 Educación pobrepara pobres

El problema no es sólo estaren la escuela sino con qué co-nocimientos se sale de ella.

Ello va a ser muy diferente se-gún factores como el número dehoras de clase anuales efectivas,y la preparación, motivaciones,capacitaciones y tiempos de de-dicación de los maestros.

También incidirán los recur-sos para el aprendizaje, la in-fraestructura de la escuela, suequipamiento en bibliotecas yen informática.

Todo ello varía profunda-mente en buena parte de la re-gión, creando circuitos de cali-dad diferenciados como los quehan denunciado los estudianteschilenos.

Como consecuencia de todolo anterior, lo que aprenden losalumnos varía totalmente se-gún concurran a una escuelaprivada, a una pública urbana oa una rural.

Las diferencias entre los paí-ses y al interior de los diversos

estratos sociales son muy considerables.Un análisis de Unesco IIPE y OEI (2010) encontró

que sus conocimientos de una disciplina base, mate-máticas, son muy diversos.

Trató de medir la capacidad de niños de tercer gradode primaria para resolver problemas que no se solucio-nan con métodos rutinarios y requieren interpretación.

En una serie de países, menos del 40 por ciento delos niños contestaron bien. Fueron sólo el 19 por cien-to en República Dominicana, el 33 en Guatemala, el33 en Nicaragua, el 34 en Panamá, el 34 en Perú, el37 en El Salvador y el 39 por ciento en Colombia.

El porcentaje osciló entre el 40 y el 56 por ciento enla Argentina, Chile, Uruguay, Costa Rica y México.

Los déficit que se tienen en primaria después se vana acentuar, y estimulan la repetición y la deserción.

Las proporciones de capacidad de respuesta bajantotalmente en los sectores pobres, que reciben unaeducación mucho más limitada.

Así, en el Perú las cifras oficiales sobre alumnos desegundo grado de primaria dicen que:� En las escuelas públicas sólo un 11,7 por ciento al-canza los logros previstos en matemáticas. En la escue-la privada también son bajos, pero casi los doblan: esel 20,9 por ciento.� En las escuelas rurales que son mayormente estata-les, el nivel baja todavía mucho más. Sólo un 5,8 porciento llega a los objetivos previstos en matemáticas.

Lo mismo que sucede en matemáticas pasa en com-prensión lectora.

En las escuelas públicas primarias, en segundo grado,sólo un 25,8 por ciento de los estudiantes obtiene loslogros previstos. En las privadas, la cifra se duplica.

La brecha entre logros de poblaciones urbanas y ru-rales en comprensión lectora era de 27,9 por ciento.

Perú es un país con una vasta población rural pobre.Con esos resultados tan precarios en educación en lasáreas rurales, en ese país –y en otros con baja escolari-dad rural, entre ellos Guatemala y Honduras– dura-mente se están consolidando “círculos viciosos de re-producción de la pobreza”.

5 Los falsos dilemas

¿Por qué tantas dificultades en América latina paraavanzar en equidad y en calidad de la educación?

Es posible analizar el tema contextualizándolo y en-tonces se verá que la escuela ya recibe una poblacióntotalmente desigual, y que si a su vez ofrece alternati-vas que acentúan las desigualdades originales, los re-sultados no pueden ser muy distintos.

Si se analiza de ese modo, se concluye que hay queenfrentar a fondo las causas últimas de las desigualda-des en el contexto, y por ende revisar todo el modeloeconómico-social.

Asimismo, ver cómo democratizar las oportunidadesreales para que todos estudien y a buen nivel.

Pero otra posibilidad, muy frecuentada, es eludirolímpicamente la discusión defondo sobre el modelo y con-centrarse en supuestos dilemas.

Entre los más usuales se ha-llan:

A) Hay dinero, pero se gastamal

Se suele decir muy alegre-mente que los presupuestos sonconsiderables, pero se gastanmuy mal.

Sin duda, la gestión en edu-cación, como en todo el sectorpúblico, debe ser mejorada. Pe-ro las asignaciones presupuesta-rias están muy lejos de las nece-sarias.

América latina gasta en edu-cación sólo el 4,2 por cientodel Producto Bruto Interno: lospaíses desarrollados el 5,3 porciento, los países ejemplares en este campo más del 6por ciento.

Finlandia –uno de los líderes mundiales en rendi-miento educativo– gasta en educación primaria 5373dólares por alumno; Francia, 5224. En cambio, en Mé-xico son sólo 1604 dólares, en Colombia 1257 y enPerú 446 dólares.

Se argumenta que se gasta mal, porque la mayor par-te del gasto está concentrada en sueldos y en gastosadministrativos imprescindibles; pero, ¿cómo va a serdiferente, si los recursos son mucho menores que losque se precisan?

La escasez de recursos es extrema en muchas escue-las. Según Serce-Unesco (2008), el 20 por ciento delas escuelas no tiene agua potable, un 33 no tiene ba-ños suficientes, el 26 no tiene biblioteca y un 52 porciento no tiene sala de computación.

Los países que han enfrentado esto frontalmentehan tenido resultados. Así, en Costa Rica, la educa-ción es realmente un proyecto nacional desde la diso-lución de las fuerzas armadas en 1948.

Modificó su Constitución en 1997 para incluir unacláusula que garantizara que nunca el gasto en educa-ción sería menor al 6 por ciento del Producto BrutoNacional.

Los economistas ortodoxos locales se horrorizaron.Alegaron que cómo se iba a “amarrar” las manos de los

Después de examinar en el número anterior la situación de la mujer en Américalatina y el mundo, el gran maestro de la UBA, y padre de la gerencia social, analizaun tema decisivo para el futuro de América latina, las inequidades en educación.

“QueremosUBA”En los carteles de lasmanifestaciones de losestudiantes chilenosdestacaba uno quedecía “QueremosUniversidad de BuenosAires”.Estaban exigiendo unauniversidad gratuita,abierta al pueblo, debuena calidad.

Urgente“La desigualdad deoportunidades en laeducación es un factorde acrecentamiento dela pobreza, el hambre yla mortalidad infantil, ymengua lasperspectivas decrecimiento económico.Por eso los gobiernosdeben actuar con unmayor sentido de laurgencia” (Unesco).

Page 30: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

ministros de Economía creando partidas fijas en elpresupuesto.

Rebeca Grynspan –connotada luchadora y presti-giosa economista, entonces vicepresidente del país yhoy administradora asociada del PNUD– les contes-tó: “Esa es justamente la idea... la educación es de-masiado importante para todos como para que sólopueda quedar librada a lo que decida el ministro deEconomía de turno”.

Un ministro de Economía de un gobierno poste-rior creyó que había encontrado la manera de zafarde la incómoda disposición constitucional. Cambióel método de medir el Producto Bruto, haciéndolobajar. El fiscal general lo demandó por contradecir laConstitución.

En la Argentina, en el gobierno de Néstor Kirch-ner, y por iniciativa presidencial, el Congreso san-cionó la Ley de Financiamiento Educativo, que obli-gó al Estado a dedicar a educación el 6 por ciento delProducto Bruto Interno.

El gobierno de Cristina Fernández ha llevado lainversión en educación en 2011 al 6,47 por cientodel Producto Bruto, la mayor cifra de la región.

En Uruguay, el Plan Ceibal universalizó el accesoa la era digital para toda la población escolar. El paísestá recibiendo pedidos de numerosas naciones paraapoyar técnicamente su réplica en ellas.

En Brasil, los gobiernos de Lula y Dilma fortalecie-ron la inversión en educación, y tomaron como unade sus prioridades practicar discriminación positiva afavor de la población afroamericana tradicionalmen-

te marginada del sistemaeducativo.

B) La plata se la llevan lasuniversidades

Durante años, los orga-nismos financieros interna-cionales alegaron que laeducación era muy impor-tante, pero que los gobier-nos, para recibir préstamossobre educación, debían de-dicar los recursos principal-mente a primaria y secunda-ria, y no a las universidades.

Y presionaron fuerte pa-ra que éstas fueran arance-ladas.

Aun existiendo en granparte de la región una am-plia oferta de universidadespúblicas gratuitas, herede-ras de la gran reforma uni-versitaria que se inició enCórdoba en 1918, se esti-ma que sólo uno de cada100 jóvenes pobres termi-na la universidad.

¿Qué habría sucedido sise hubiera cedido a la pre-sión, si se hubieran arance-lado y avanzaran en priva-tizarlas?

Vastos sectores de las pe-queñas clases medias hu-bieran quedado fuera depoder acceder a ellas.

Es parte del reclamo en Chile.Toda la antinomia “gasto en universidad vs. gasto

en escuelas primarias y secundarias” es además, en elfondo, falsa.

La real oposición no es entre ambos sino “inver-sión en educación vs. otros gastos mucho más pres-cindibles”, como armamentos o la creación de otrasfuentes de ingresos.

Existen posibilidades de financiamiento diferentesque bajar el presupuesto universitario para no reducirlos montos totales dedicados a de educación, pero re-quieren cambiar correlaciones de poder muy asentadas.

Entre ellas, bajar la evasión fiscal, combatir la co-rrupción a fondo, aumentar los impuestos a los másricos, gravar los consumos suntuarios.

C) El enemigo son los maestrosCada vez más llueven las diatribas sobre los maes-

tros, y especialmente su idea de tener organizacionesgremiales que defiendan sus derechos.

Así, por ejemplo, Zepeda y Lacki (2011) dicen que“presentan sus reivindicaciones de interés gremialcomo si éstos fuesen los requisitos imprescindiblespara que los docentes puedan corregir sus ineficien-cias y mejorar la calidad de la educación”.

La situación del maestro es muy particular engran parte de la región. Mientras en las economíasdesarrolladas se trata de una profesión muy estimu-lada por toda la sociedad, que recibe remuneracio-nes mayores a los promedios, de dedicación full time,con amplias posibilidades de capacitación y desarro-llo; en América latina las cosas son muy diferentes.

Los sueldos son inferiores al sueldo promedio, unalto porcentaje tiene que tener otro trabajo para po-der vivir, no hay mayores posibilidades de avance,ni formación, es una profesión vista como de “per-dedores”.

El 36 por ciento de los maestros de sexto grado tie-ne otro trabajo para salir adelante.

¿Qué se espera en esas condiciones?¿Qué no haya agremiación, conflictos, huelgas,

protestas?El argumento se hace muy lejano a toda realidad

cuando se plantea que deberíamos seguir el ejemplode los que encabezan las tablas de rendimiento edu-cativo.

Por ejemplo, los mismos Zepeda y Lacki dicen que“en Corea del Sur sólo pueden candidatearse a las es-cuelas formadoras de maestros el 5 por ciento de losmejores alumnos de la secundaria, en Finlandia el 10y en Singapur el 30 por ciento”.

Eso no sucede mágicamente. La docencia es allíuna verdadera carrera, bien remunerada, incentiva-da, y por eso interesa a los de mejores promedios.

Los gremios deben trabajar por la mejora de la es-cuela, y muchos lo hacen, pero es muy forzado creerque los problemas estructurales que afectan a la edu-cación vienen de ellos en primer lugar.

6 ¿Qué hacer en educación?

No es un tema más. Es crucial. El futuro de las per-sonas, de las familias y de los países tiene que ver ca-da vez más con sus niveles de educación, en un sigloXXI basado totalmente en el conocimiento.

Se han visto las restricciones concretas que ladesigualdad impone a los sistemas educativos de laregión: superarlas requerirá ponerlas a foco y diseñarestrategias apropiadas a su naturaleza.

Es muy importante continuar con la política deextensión de la cobertura. Todavía quedan ampliosgrupos de población que se hallan fuera de la matri-culación en primaria.

Pero, como se ha visto, no basta. Debe haber unavigorosa política de elevación de la calidad. La granmayoría de los estudiantes asiste a escuelas públicascon debilidades marcadas. Debe fortalecerse activa-mente la escuela pública.

Ello implica recursos adecuados y acciones concre-tas en las áreas de la profesión docente, revisión cu-rricular, materiales de trabajo e infraestructura.

La situación de los maestros es un eje básico de lacuestión. Se necesita una profesión docente jerarqui-zada socialmente, remunerada apropiadamente, yque constituya una alternativa atractiva de trabajopara las nuevas generaciones y les ofrezca posibilida-des de progreso y crecimiento profesional.

En las sociedades que figuran en los primeros pues-tos de la prueba Pisa, ésa ha sido una de las estrategiasmaestras empleadas para obtener dicho resultado.

Sin embargo, los avances serán limitados, aun conlas mejores intenciones, si no se encara frontalmente

el problema de las pronunciadas inequidades quepresiona continuamente hacia segmentaciones enlos sistemas educativos, relegando y discriminandouna y otra vez a través de múltiples mecanismos a losestratos pobres.

La realidad exige consiguientemente que se dise-ñen vigorosas políticas de mejoramiento de la equi-dad en educación y que ellas sean un núcleo centralde las políticas educativas generales.

En sociedades como las latinoamericanas, con vas-tos sectores de la población viviendo en la pobreza yla miseria, la educación puede ser una poderosa fuer-za de cambio social y devolución de dignidad y espe-ranza a los pobres o, por el contrario, de persistir lasfuertes inequidades que la marcan, será un refuerzopermanente de los círculos perversos que conducen ala exclusión social y la tornan en una situación sinsalida.

La educación es una causa colectiva. Debería haberpactos nacionales de los principales actores socialessobre cómo enfrentar toda la agenda planteada.

7 Cuidado

Normalmente el debate en educación cae en unerror serio: sólo enfatiza el papel de la educación co-mo medio, como recurso económico macro en lacompetitividad, como medio para ganar posicionesen el trabajo.

Es todo eso, pero es además un fin en sí mismo. Esla vía por la que los seres humanos desarrollan real-mente sus potencia-lidades éticas, espiri-tuales y solidarias, yse realizan.

La prueba de Pisatiene una limitaciónseria. Lo que midees útil: comprensiónlectora, conoci-miento de matemá-ticas, de ciencias.Pero es fundamentalsaber si el tipo deeducación propor-cionada está prepa-rando o no “buenagente”, con valoresmorales sólidos, con sentido de justicia, con actitudsolidaria, con capacidad de disfrute de la familia, laamistad y el amor. Con valores personales, relacio-nales y colectivos.

En los Masters en Gerencia –uno de los posgradosmás buscados del planeta– y en las escuelas de econo-mía ortodoxa se prepara muy bien técnicamente confrecuencia. Es educación de primera en términos ins-trumentales. Pero muy mal en lo más importante: lautilización de esos conocimientos en favor de todos,en un marco de responsabilidad y consistencia ética.

Medidos tipo Pisa son óptimos; medidos por lomás importante, lo ético, no pasaban por los testsmás elementales: fomentaban el egoísmo, el carreris-mo, la competencia sin límites, la codicia, la insoli-daridad.

Después de la quiebra descomunal (60 mil millo-nes de dólares) y fraudulenta de Enron, la séptimaempresa de EE.UU. y las altas penas a los 30 ejecuti-vos graduados en los mejores MBA que perjudicarona millones de personas, un periodista curioso plan-teó: “¿Ustedes creen que esos superejecutivos no co-nocían los Diez Mandamientos?”. Se contestó: “Cla-ro es que los conocían, pero creyeron que eran lasdiez sugerencias”. No son “sugerencias”, por algo sellaman Mandamientos.

La ética, la búsqueda de la justicia, la integridad,la coherencia, no deben ser notas al pie de páginaen la educación, meras sugerencias, sino su núcleocentral.

Es urgente que formen parte central de todos lossistemas educativos. Y cuanto antes.

IV DOMINGO 4 DE DICIEMBRE DE 2011

No puede ser“En Perú tan sólo el 30por ciento de losalumnos de primer gradoy el 50 de los de segundogrado pueden leerpasajes sencillos de unlibro de texto de primergrado. En Guatemala yRepública Dominicana esmuy escaso el nivel dedominio de la lectura dela mitad o más de losalumnos de tercer gradode primaria. Perú gastaen educación sólo el 2,7por ciento del ProductoBruto, Guatemala el 3,2por ciento, RepúblicaDominicana el 2,5 porciento. Las elites conmás peso no aceptan enesos y otros paísesdedicar recursossignificativos a laeducación de suspueblos (Informe Serce-Unesco”).

Cantosdesde ChileEn susmultitudinariasprotestas, losestudianteschilenos voceaban:“Un puebloeducado jamásserá explotado”.

Page 31: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XI El apartheid climático

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 32: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 No estamos todos juntos en el cambio climático

La Oroya es un pueblo andino del Perú. Enca-beza una tabla muy peligrosa. Es uno de losdiez lugares más tóxicos del planeta. Vivir allíes un peligro.

Era un idílico y tranquilo poblado indígena. Se ins-taló en el pueblo una fundidora de plomo internacio-nal.

Infringió todas las disposiciones ambientales y unaadministración pública débil no veló porque las cum-pliera.

El 95 por ciento de los niños menores de 6 años delpueblo tiene niveles de plomo tóxicos en la sangre. Susalud está comprometida.

Rosa Amaro, líder de un grupo ambientalista del lu-gar, declaró al New York Times que denunció este in-dudable “escándalo ético”: “No puedo entender porqué estamos expuestos a los riesgos de una inversiónamericana, pero no tenemos las protecciones ambien-

tales que tienen los ciudadanosde EE.UU.” Es la doble moralde algunas transnacionales. Ensu país de origen respetan lasdisposiciones ante el riesgo deser denunciadas. En La Oroya,no importan.

Para colmo, la fundidora espropiedad de un multimillona-rio, un miembro del 1 por cien-to del que hablan los OcupaWall Street, que tiene una delas mayores mansiones del país,de 66.000 pies cuadrados.

Para él, todo el verde delmundo. Para los niños de su in-versión en La Oroya, plomo.

Los más débiles son los másafectados por los ataques con-tra el medio ambiente.

La British Petroleum, BP,provocó en el Golfo de Méxicouno de los mayores derrames depetróleo de la historia. Entreotros daños, once trabajadoresmurieron en la explosión. Ade-más, aniquiló partes de la vidamarina, dejó sin trabajo a milesde humildes pescadores, los da-ños ecológicos fueron incalcu-lables.

¿Accidente casual? Para nada. Según la ComisiónPresidencial designada por Obama para investigar losucedido, fue producto de cálculos muy mezquinos deahorro de costos para subir ganancias, juego con elriesgo ajeno y fallas sistemáticas en los organismos re-guladores, en parte cooptados por aquellos a quienesdebían regular.

El ex senador Bob Graham, copresidente de la comi-sión, señaló: “El desastre no habría sucedido si las em-presas involucradas se hubieran guiado por un compro-miso indeclinable de poner la seguridad primero”.

El otro copresidente de la comisión, William Reilly,declaró: “El derrame es el producto de una serie de de-cisiones aberrantes hechas por una empresa sin con-trol”, refleja una industria con proclividad al riesgo.

Empresas sin escrúpulos como la intoxicadora de LaOroya, o algunas de las grandes petroleras, están mos-trando lo que pueden significar los desastres ambien-

tales para los más pobres.El proceso general de calenta-

miento global y cambio climáticotiene incidencia sobre todo el orbe.Perjudica a todos, pero su efecto di-ferencial sobre los pobres es muchomás agudo.

Así, los estimados sobre los dañosque el calentamiento global puedengenerar al aprovisionamiento deagua muestran bien claro quiénesson las víctimas principales.

Según los nuevos informes del Pa-nel sobre Cambio Climático de laONU, integrado por 2000 científi-cos de 113 países, que ganó el Pre-mio Nobel de la Paz, en el 2020 laspenurias de agua pueden estar afec-tando a 250 millones de personas enAfrica, y la producción agrícola enciertas áreas puede caer en un 50 porciento.

En Asia, la falta de agua frescapuede afectar a mil millones de per-sonas en el 2050.

Con razón destaca Mendelshon(Yale University)

La idea original era que estamos to-dos junto en esto y ésa es una idea másfácil para vender. Pero la investigaciónno la avala. No estamos todos juntos.

2 ¿Qué estásucediendo?

El calentamiento global, que tieneefectos nefastos sobre el hábitat, estádirectamente ligado a las emisionesde gases invernadero, y se estima quees en un 90 por ciento producto dela acción humana.

El porcentaje de dióxido de carbónen la atmósfera fue durante 10.000años de 280 partes por millón, subióen 1980 a 339, en los últimos años a380, y sigue aumentando.

El ingreso masivo a la atmósferadel dióxido de carbono y otros gasesinvernadero producidos por las in-dustrias contaminantes impide la re-fractación al espacio de los rayos in-frarrojos, y eso recalienta el planeta.

En los últimos 20 años, la concen-tración atmosférica de esos gases haaumentado en la cifra sin preceden-tes de 1,5 partes por año.

El 2010, y el 2011, fueron los añosmás calientes desde 1880, cuando empezó a medirse latemperatura del globo.

Diez de los once años con más altas temperaturasregistradas ocurrieron desde el inicio del 2001.

Según la Organización Meteorológica Mundial, ladécada 2001/2010 tuvo 0,46 grados más de temperatu-ra que la media del período 1961/1990.

En múltiples países, los registros fueron record. Así,en Moscú, en el 2010, la temperatura estuvo 7,6 gra-dos por encima de su promedio.

Durante 33 días seguidos la temperatura fue mayor a30 grados. Se estima que la ola de calor causó 11.000muertes.

En Mohenjo Daro (Pakistán), se llegó, el 26/5/2010a 53,5 grados, la más alta temperatura en Asia desde1941.

El Norte de Africa y la Península Arábiga tambiéntuvieron records, como los 50,4 grados de Doha (Qa-tar), y los 47,4 grados de Taoudante (Marruecos).

El verano del 2011 en EE.UU. fue el más calienteen 75 años. La temperatura promedio fue 2,4 gradosmayor que el promedio de 1901 al 2000.

El aumento de las temperaturas produce la fusión delos glaciares, y se están produciendo ascensos de 3 mi-límetros al año en el nivel de mar, el doble que en elSiglo XX.

II DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2011 DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2011 III

El Premio Pulitzer Nicholas Crisfoff señala que en elEverest, los glaciares han perdido el equivalente a35/40 pisos de altura. En el Himalaya están perdiendo26 pies de altura cada año.

El Parque Nacional de Glaciares tiene ahora 25 gla-ciares, frente a los 150 que tenía un siglo atrás.

La declinación de los glaciares tiene graves conse-cuencias y amenaza la seguridad alimentaria de los 60millones de personas que viven a sus pies.

Glaciares como los del Himalaya están en retirada,en primer lugar, por la elevación de la temperatura porlas emisiones de carbón. En segundo lugar, los patro-nes de las lluvias y las nevadas están cambiando, y me-

nos nieve se suma a la que se derrite.En tercer término, la polución que

viene de los camiones y el humo cu-bre los glaciares con una capa de car-bón, sus superficies se vuelven másoscuras, y menos reflectivas, y eso loshace derretirse más rápido.

El Océano Artico se está derri-tiendo mucho más velozmente quelo previsto, con graves efectos en elascenso de los niveles del mar.

Ha perdido el 30 por ciento de sussuperficies de hielo desde 1979.

Cuatro años atrás, los pronósticoseran que iba a causar una elevaciónde dos pies en el siglo. Ahora sonque puede ser más del doble.

Los investigadores encontraronque los hielos de Groenlandia se hanreducido cuatro veces más rápido en-tre el 2004 y el 2009, que entre 1995y el 2000.

La más reciente evaluación del pa-nel de la ONU (19/11/11) señala que:

Una atmósfera más caliente y húme-da es una atmósfera que puede traer de-sastres... Cuando el mundo se vuelvemás caliente, los riesgos son más altos.

3 Algunos impactos

El cambio climático está propi-ciando fenómenos regresivos de di-verso signo.

Por un lado, las inundaciones, tor-mentas, huracanes. Por otro, la de-sertificación, daños graves a la biodi-versidad y extinción de especies.

El porcentaje de tierras que estánenfrentando sequías graves se dupli-có desde 1970 a inicios del 2000.

En las regiones áridas y semiáridas,donde viven 700 millones de perso-nas, el calentamiento puede agravarla escasez de agua y hacer imposiblevivir en ellas.

Asimismo, puede amenazar en el2020 la supervivencia del 20 al 30 porciento de las especies conocidas. Unade cada cinco especies vertebradas delmundo está en peligro de extinción.Esto va desde el 13 por ciento de lasaves al 41 por ciento de los anfibios.

El planeta está perdiendo especiesa un ritmo de más de cien a mil ve-ces los promedios históricos. Loscientíficos (conferencia mundial de

biodiversidad de Nagoya, octubre 2010) consideranque es el peor período desde la desaparición de los di-nosaurios, 65 millones de años atrás.

La Comisión Stern estimó que el calentamiento glo-bal puede hacer perder al mundo del 5 al 20 por cientode su producto bruto anual.

Uno de sus efectos más graves son los daños directosque está causando a la salud pública.

Advierte el Panel ONU Nobel de la Paz que lleva a“un aumento de las muertes y las enfermedades debidoa las olas de calor, las inundaciones, las tormentas, losincendios y las sequías”.

También genera todo tipo de brotes epidémicos.

4 Los negadores del cambioclimático

La Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. in-formó al Congreso (mayo 2010):

El país debe actuar ya para reducir las emisiones de ga-ses contaminantes y desarrollar una estrategia nacional pa-ra encarar los impactos inevitables del cambio climático...El calentamiento global es causado principalmente por ac-tividades humanas y está poniendo en riesgo, y en muchoscasos afectando ya, un amplio rango de sistemas humanosy naturales.

Juicios similares han sido emitidos por la abrumado-ra mayoría de los científicos y centros especializadosen el tema del planeta.

Sin embargo, sigue a toda marcha la actividad de los“negacionistas”, que descalifican a esta inmensa mayo-ría.

Ya Al Gore, en su película documental Una verdadno conveniente, que ganó el Oscar, había denunciado“el pequeño grupo de contami-nantes adinerados” que tratande convencer a la opinión pú-blica de que el problema noexiste.

El Tea Party, en EE.UU., tie-ne la negación del problema ensu plataforma y la presenta per-manentemente en el Congresonorteamericano.

Recorriendo opiniones sobreel tema de algunos de sus líde-res, The New York Times(7/9/11) señala:

� El gobernador de Texas yprecandidato presidencial RickPerry (agrega “hace muchotiempo amigo de la industriadel petróleo”) insiste en que elcambio climático es una teoríano probada creada “por un gru-po sustancial de cientistas quehan manipulado los datos por-que quieren que lleguen dólaresa sus proyectos”.

� Otra precandidata, Michele Bachman, dijo que nohay que temer al dióxido de carbono, porque “es underivado natural generado por la naturaleza”.

� Otro precandidato, Ron Paul, llama al calenta-miento global “el mayor fraude que se haya visto enmuchos, muchos años”.

� Rick Santorum, ex senador, describe al cambio cli-mático como “un esquema bien armado que es sólouna excusa para aumentar el control gubernamentalsobre nuestra vida”.

El Premio Pulitzer Tomas Friedman contesta a va-rios de ellos llamando la atención sobre que mientrasPerry negaba la ciencia del cambio climático, en sucampaña electoral, en septiembre 2011, su estado, Te-xas, estaba en llamas, después de las peores sequías co-nocidas, que habían propulsado gigantescos incendios.

El Servicio Forestal de Texas decía, frente a la mag-nitud de los incendios, “que nadie en la faz de la Tierraha combatido incendios en tan extremas condiciones”.

En este nuevo número de su Biblioteca, Bernardo Kliksberg, que termina de ser distinguido con losdoctorados Honoris Causa de la Universidad Mayor de San Marcos (la más antigua de América latina), la Universidad Nacional de San Juan y la Universidad Nacional de Formosa, analiza uno de los mayores

desafíos del género humano: el desequilibrio medioambiental.Explora especialmente cómo afecta, en forma totalmente desigual, a los más desfavorecidos del planeta.

CrimenecológicoUn informe de laComisión de Justiciade la Unión Europeadice que las empresasson responsables del73 por ciento de losdelitosmedioambientales.Entre ellos se hallan ellanzar desechostóxicos en países endesarrollo.En uno de tantosincidentes semejantes,recientemente fuerondepositados en Costade Marfil creando undesastre ambiental,que de inmediatocobró vidas.

La madrenaturalezaSeñala elmedioambientalistaRob Watson:“La madre naturalezaes química, biología yfísica. No se le puededecir que las grandesempresascontaminadoras dicenque el cambioclimático es uninvento. No. La madrenaturaleza hará lo quela química, la biología yla física dictan”.

Page 33: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Las sequías de este verano en Texas fueron, segúnel National Climate Data Center (9/9/11), las peoresdesde 1950. El 81 por ciento del territorio del estadofue clasificado en la peor categoría, sequía extrema.

Estos pronunciamientos han derivado en proyec-tos de ley muy concretos del Tea Party, que eliminano reducen regulaciones, o les cortan los fondos a lasagencias reguladoras para que no puedan implemen-tarlas.

¿A quién favorece negar el cambio climático?El Premio Nobel de Economía Paul Krugman su-

giere “seguir la ruta del dinero”.Resalta “que la economía en su conjunto no sufri-

rá significativamente si se le pone precio al carbón,pero ciertas industrias (la del carbón y otras conta-minantes) sí. Y han montado una gran campaña dedesinformación”.

5 Los pobres son los másvulnerables

Los primeros afectados son los pobres. Aparececon toda fuerza una condición básica de la pobreza,la vulnerabilidad.

En las áreas agrícolas más pobres todo lleva al au-mento de la erosión de la tierra.

Por otra parte, regiones costeras enteras, donde vi-ven muchos pobres del mundo en viviendas de ex-trema fragilidad, pueden ser barridas.

Asimismo, las altas temperaturas y el aumento delas lluvias facilitan la re-producción de mosquitostransmisores de enfermeda-des infecciosas. El cambioclimático lleva a más den-gue, malaria, cólera, fiebreamarilla y hantavirus, típi-cas enfermedades de lospobres.

Un grupo de expertos dela ONU estima que encinco años habrá 50 millo-nes de emigrantes climáti-cos y que la cifra seguiráascendiendo. No se ve có-mo serán absorbidos, enun mundo donde hay ba-rreras crecientes para losmigrantes.

El Derecho Internacio-nal contempla diversas ca-tegorías de refugiados, perono tiene ninguna figura le-gal para ésta, inédita, de“los refugiados climáticos”.

Rajendra Pachauri, pre-sidente del Panel de laONU sobre Cambio Cli-

mático, enfatizó al recibir el Premio Nobel de la Paz2007 que debía prestarse especial atención a “los im-pactos del cambio climático sobre las comunidadesmás pobres del mundo, porque pueden ser extrema-damente desestabilizantes”.

Otro Nobel de la Paz, el arzobispo Desmond Tutu,denunció que “se está produciendo un nuevo apar-theid, el climático. Los países y poblaciones pobresson mucho más vulnerables a las sequías, catástrofes,inundaciones y epidemias que está generando el ca-lentamiento de la Tierra, y tienen mucho menor ca-pacidad de adaptarse a estas realidades”.

Plantea: “¿Cómo puede una campesina pobre deMalawi adaptarse al cambio climático cuando las fre-cuentes sequías y la falta de lluvia merman la pro-ducción? ¿Quizá tendrá que reducir la calidad de lanutrición de su familia o sacar a sus hijos de la escue-la? ¿Cómo puede una persona que vive en un barriomarginal de Manila o Puerto Príncipe, protegida sólocon planchas plásticas y metálicas, adaptarse a ciclo-nes cada vez más intensos? ¿Cómo pueden las perso-

nas que viven en los grandes deltas del Ganges o elMekong adaptarse al anegamiento de sus viviendas ysus tierras?”.

El riguroso y agudo Informe de Desarrollo Huma-no 2007 del PNUD, dedicado a la lucha contra elcambio climático, subraya:

A medida que aumenta el nivel del mar, ciudades co-mo Londres y Los Angeles pueden enfrentar el riesgo deinundaciones, porque sus habitantes están protegidos pormodernos sistemas de defensa. Por el contrario, cuandoel calentamiento global altera los patrones climáticos enel Cuerno de Africa, significa la pérdida de cosechas, yhambrunas.

Según los datos del Informe, entre el 2000 y el2004, 264 millones de personas fueron afectados pordesastres climáticos anuales. El 98 por ciento vivíanen países en desarrollo.

En los países ricos que integran la OCDE, sólo unode cada 1500 habitantes recibió el impacto; en losen desarrollo, uno de cada 19. El índice de vulnera-bilidad de los pobres es 79 veces mayor.

Las reservas de peces retroceden, tierras arables sevuelven infértiles y hay más personas sin agua pota-ble. Algunos de los impactos, como las sequías, lastormentas más intensas y las inundaciones, están bo-rrando los progresos que poblaciones pobres habíanhecho en relación con las metas del milenio.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon,advierte que existe la amenaza de una “doble catás-trofe, con tempranos reveses para el desarrollo hu-mano de los pobres del mundo, seguidos luego de pe-ligros a largo plazo para toda la humanidad”.

6 La situación de América latina

Hay serios riesgos para América latina, una regióncon el 30 por ciento de su población en pobreza.

La mayor vulnerabilidad de los pobres se ha vistocon claridad en desastres como los causados en épo-cas cercanas por los huracanes en Guatemala, El Sal-vador, Honduras, los terremotos en Pisco, Tabasco,Santo Domingo y Chile. Ellos fueron masivamentelos más golpeados.

Hoy 128 millones de latinoamericanos viven entugurios, en áreas fácilmente inundables, no protegi-das, y en viviendas precarias.

Una ilustración extrema de lo que puede ser lavulnerabilidad de los pobres en la región ante las ca-tástrofes fue la del reciente terremoto de Haití.

Mientras las viviendas de los barrios ricos eranafectadas, pero en proporción limitada, las de los po-bres, que eran la gran mayoría, fueron barridas masi-vamente.

Hubo una cifra inmensamente mayor proporcio-nalmente de muertos en Haití que la producida pocodespués en Japón, un país rico, por un terremoto demucha mayor intensidad, combinado con maremo-tos, y la explosión de las plantas nucleares.

Problemas como el aumento del nivel de los océ-anos y la mortalidad de los bosques a causa de laelevación de las temperaturas promedio pueden te-ner seria incidencia en América latina, como lo ad-vierte un informe de la Cepal y el Banco Mundial(2009).

El desborde los mares puede poner en riesgo a lapoblación cercana a ellas, y la región tiene muchaspoblaciones costeras, y en pequeñas islas.

Asimismo, la desforestación trae que los bosques,que son naturalmente absorbedores de carbono, setransformen en fuentes de producción del mismo. Laregión tiene amplias extensiones de bosques tropicales.

Entre otros ejemplos, los bosques de alerces enChile y la Argentina, que pueden vivir más de 3000años, se hallarían en riesgo por los extensos períodosde sequía y el posible aumento de los incendios fo-restales.

Las más afectadas en América latina son en mu-chos casos las poblaciones indígenas, que enfrentangraves riesgos de desequilibrios ecológicos inducidos

por factores externos, y están luchando duramentepara preservar su medio ambiente.

El informe Cepal-Banco Mundial llama la atenciónsobre otro proceso regresivo: “la fuga de carbono”.

Se refiere a inversiones externas, que huyen de lasfuertes regulaciones medioambientales en sus paísesde origen y desarrollan producción no limpia en paí-ses de la región con débiles regulaciones, y dondepueden cooptar con facilidad a los organismos regu-ladores.

Uno de los campos de mayores riesgos es el de lasalud pública. Se estima que a nivel mundial, las víc-timas del paludismo (actualmente mata a un millónde personas por año) pueden crecer de 220 a 400 mi-llones, y enfermedades como el dengue, típicas deAmérica latina, pueden ampliarse.

Una paradoja inaceptable de toda la situación esla de que mientras los principales países emisores degases invernadero tienen avanzados sistemas de pro-tección, los daños más importantes los están experi-mentando los países que menos contaminan.

Los países ricos están generando la gran mayoríade las emisiones mundiales de dióxido de carbono.América latina, sólo el 3,8 por ciento. Los países máspobres, el 1 por ciento.

7 ¿Hay salida?

En junio de 2012 se realizará en Río una nuevacumbre de todo el planeta sobre el cambio climático,Río más 20, organizada por las Naciones Unidas.

Hará el balance sobre qué sucedió en los veinteaños transcurridos desde la reunión anterior de Río,1992, y buscará nuevos caminos.

En 1997 se acuerda el Protocolo de Kioto, que re-quería a las naciones más ricas cortar sus emisiones yproveer ayuda a los países en desarrollo para avanzaren el camino de las energías limpias.

Eso no se cumplió. Mientras los doce países desa-rrollados han invertido 72.000 millones de dólarespara prevenir los impactos del cambio climático,hasta hace poco solo habían aportado a los países endesarrollo para ese fin menos de un 10 por ciento deesa cifra.

En Río se estará discutiendo, entre los temas másimportantes:

� la necesidad de desarrollar rápidamente, y emple-ar, fuentes de energía limpia.� la adopción de fuertes restricciones a las emisio-nes contaminantes antes de que sea tarde y los dañosal medio ambiente sean irreversibles.� las obligaciones de los países desarrollados (losprincipales contaminantes) y los en desarrollo.� la cuestión de quién financiará a las naciones po-bres para poder adaptarse a los cambios que se plan-tean.� la protección de los bosques tropicales.

La viabilidad de las resoluciones estará vinculadacon que los países ricos más contaminantes den lapelea contra los lobbies económicos, que se oponenpor todas las vías a las regulaciones imprescindibles,y para ello no han vacilado en financiar e impulsarla negación misma del problema.

Los países ricos producen el 65 por ciento de losgases contaminantes y el 95 por ciento de los resi-duos tóxicos.

La movilización de los pueblos puede jugar un rolmuy importante en lo que sucederá.

El tiempo apremia y el tema debe estar en el cen-tro de la agenda de las políticas públicas y la de lassociedades.

Al recibir el Premio Nobel por su película y su la-bor medioambiental, Al Gore sintetizó la situación:

La próxima generación nos hará una de estas dos pre-guntas: ¿en qué estaban ustedes pensando, por qué noactuaron? O ¿cómo encontraron el coraje moral para le-vantarse y resolver exitosamente una crisis que muchosdecían que era imposible de solucionar?

IV DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DE 2011

¿No tienennietos?“Las empresas deenergías fósiles, llevadaspor la necesidad deproteger cientos debillones de dólares deganancias, estimulan laconfusión sobre losresultados científicosinconvenientes (para susintereses). Yo, por unlado, los admiro por sucapacidad de relacionespúblicas, pero measombro: ¿ellos no tienennietos?”Tomas Friedman, PremioPulitzer, The New YorkTimes.

Page 34: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XII La pelea por las percepciones y los valores

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 35: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 La cultura importa

Tiene sentido “distraer tiempo” para reflexio-nar sobre la cultura. La atención no deberíaestar sólo en los temas económicos duros.Si no incluimos la cuestión de la cultura,

difícilmente comprenderemos qué es lo que está pa-sando con la crisis económica mundial y sus impactos,y qué es lo que puede pasar.

Es imprescindible ver qué sucede en las percepcio-nes de las personas, en sus valores, en sus actitudes.

La Unesco define la cultura como “maneras de vivirjuntos... moldea nuestro pensamiento, nuestra imageny nuestro comportamiento. La cultura engloba valo-res, percepciones, imágenes, formas de expresión y decomunicación y muchísimos otros aspectos que defi-nen la identidad de las personas y de las naciones”.

Las políticas económicas neoliberales, que causarontanto daño en los ’90, han sido reemplazadas en mu-chos países del área, pero los constructos culturales di-seminados masivamente para convalidarlas están muypresentes. La cultura no cambia de la noche a la ma-ñana ni se puede cambiar por decreto.

Véanse las tremendas implicancias macroeconómi-cas y políticas que tiene el cambio en las percepciones

culturales que el movimientode los Ocupa Wall Street logróhacer avanzar en EE.UU.

El Tea Party había consegui-do enfocar el debate nacional,en un país que vive una agudacrisis económica, con más de 25millones de personas desemple-adas, con empleo parcial, o quese fueron del mercado de traba-jo desesperanzadas, en el déficit.

Le adjudicaron el papel decausa central de la crisis al dé-ficit público y convocaron a lasociedad a realizar enormes sa-crificios para bajarlo. Duranteel último año, el debate se esta-cionó en cómo reducirlo yavanzaron en la opinión públi-ca los argumentos conservado-res, de que había que recortarmuy fuertemente los sistemasde protección social e inclusola educación y la salud.

La discusión estaba en cuálesserían los porcentajes del recor-te. Asimismo, el Tea Party lo-gró transmitir con mucha fuerzasu argumento de que en ningúncaso había que aumentar los

impuestos a los más ricos porque eso reduciría la inver-sión y la generación del empleo, y era entregarle másfondos al Estado, que por principio debía ser reducido.

En una sociedad desesperada por soluciones rápidasy simples, lograron atraer a su posición a amplios sec-tores y conquistar la Cámara de Representantes en laúltima elección.

Las perspectivas a favor de enfoques que fueran a lascausas estructurales del problema, y que llevaran a po-líticas públicas activas que pudieran generar empleos,parecían sombrías.

La situación mejoró notablemente por el gran deba-te que introdujeron los jóvenes de Ocupa Wall Streetsobre los problemas reales.

El lema de su movimiento, “Somos el 99%, y hayun 1% que tiene todo”, caló hondo. Llamó la aten-ción sobre un factor casi marginado: el acelerado cre-cimiento de las desigualdades. El 1 por ciento más ricopasó en los últimos 30 años de tener el 9 por ciento

del ingreso nacional a casi el 25 por ciento.Una parte importante del déficit presupuestario se

debe a eso. Al final del período de Clinton, había unpresupuesto fiscal superavitario. En las dos presiden-cias de Bush, hubo desgravaciones en gran escala a fa-vor del 1 por ciento, creando innúmeros “agujeros fis-cales” que aprovechó a fondo.

Incentivar a los ricos no creó empleos. Durante lapresidencia de Clinton, con impuestos más altos, eldesempleo fue mucho más bajo que durante la de Bush.

Ocupa Wall Street puso el foco en el papel clave dela desigualdad, llamó la atención sobre ella de muchasformas, desde las cifras, hasta sus manifestacionesfrente a algunas de las viviendas más suntuosas del pa-ís, y sobre la injusticia que ello implicaba para las cla-ses medias y los sectores populares.

El mismo ex presidente Clinton se refirió a su pro-testa resaltando: “Es gente que protesta porque perdiósu trabajo mientras que quienes causaron la debacletienen excelentes puestos, salarios excelentes y bonos.Algo anda muy mal en este país”.

En solo tres meses su protesta se extendió a todo elpaís, y a pesar de las expulsiones, tienen 300 campa-mentos y crecen aceleradamente en las redes sociales.

Cambiaron el debate. El centimetraje de la palabradesigualdad, y de los debates sobre ella, creció expo-nencialmente en los medios y en todos los ámbitos.

Según señala en un editorial The New York Times(7/12/11), Obama ha colocado el tema en el centro desu nueva campaña. El tan influyente periódico saluda undiscurso clave que termina de dar en una ciudad mayori-tariamente conservadora en Kansas destacando: “Obamaha planteado correctamente las alternativas para los vo-tantes. El país puede volver a las políticas que han favo-recido a los ricos y dejado a cada uno a su propio destino,creando lo que ha llamado ‘Ud. está librado a su propiaeconomía’ o los líderes electos pueden activar para man-tener una competición justa y asegurar que el gobiernotenga suficientes recursos para proteger a los vulnerablese invertir en educación e investigación... La idea de queel mercado puede atender todos los problemas si los im-puestos son bajos y las regulaciones son minimizadaspuede lucir muy bien en una proclama, pero como dijoObama ‘(el mercado) no trabaja, no ha trabajado nun-ca’. (Ese principio) no funcionó antes, en la Gran De-presión, no en los ’80, y no en la última década”.

El 54 por ciento de la población, según las encues-tas, apoya los reclamos de los Ocupa Wall Street, másdel doble de la que respalda al Tea Party.

La batalla cultural, librada con imaginación y re-cursos innovadores por los jóvenes, ha impulsado ladesigualdad al centro de la agenda pública, cambian-do percepciones, imágenes y comportamientos.

En Europa, las elites avanzan en la idea del déficitpúblico como el problema central y la austeridad ex-trema como la solución.

La realidad muestra que ello satisface a los grandesintereses financieros, pero profundiza la crisis y lleva asufrimientos sociales inenarrables. Van desde el au-mento de las tasas de suicidio en Grecia y las ollas po-pulares y la creación de la economía de canje en lasprincipales capitales europeas hasta los negocios de lamiseria, como la venta de las joyas de la familia, pa-sando por el aumento de las casas de empeño y elabandono de las mascotas animales para bajar gastos.

Por otra parte, la desigualdad, según un informe re-ciente de la OCDE (Organización para la Coopera-ción y el Desarrollo Económico), creció a su más altonivel histórico en 30 años en los países europeos.

El secretario general de la OCDE, Angel Gurri, ad-vierte (6/12/11) que “este estudio echa por tierra lahipótesis de que los beneficios del crecimiento econó-mico repercuten automáticamente sobre los más des-favorecidos. Sin una estrategia integral para el creci-

miento, la desigualdad seguirá aumentando”. Da laalarma sobre que “el contrato social comienza a des-hacerse en muchos países”.

Para que puedan avanzar políticas alternativas, labatalla (cultural) en esas sociedades por cuál es laagenda real y sobre la desigualdad será fundamental.

La están dando, entre otros, los indignados españo-les que denuncian a diario que el sistema político haabandonado a los jóvenes, sus similares italianos, fran-ceses y de otros países, el movimiento “no pago” deGrecia, que pregona rebelarse ante las políticas deajuste extremo dejando de pagar impuestos y servicios.

2 El peso de la cultura.¿Por qué no hay corrupción en los países nórdicos?

La cultura ha sido fundamental en todos los proce-sos históricos contemporáneos, desde los logros de laseconomías más exitosas en lo económico-social, comolas nórdicas, hasta el fracaso en gran escala de WallStreet y la crisis mundial actual.

Veamos cómo opera, en algunos casos de alta rele-vancia actual.

¿Por qué países como los escandinavos tienen muybaja presencia de corrupción, un flagelo que azota almundo y a América latina?

Se podría suponer que deben tener un sistema legaldraconiano que vigila cada comportamiento de los ac-tores de la sociedad y que las penas para la corrupciónson las máximas.

No es así. Tienen una legislación normal y las penasusuales. Pero tienen algo muy importante: un desarro-llo cultural en el que la corrupción es inadmisible cul-turalmente como comportamiento social.

Si apareciera un corrupto, su esposa y sus hijos le ha-rían la vida difícil, sus amigos lo erradicarían de su cír-culo social y la sociedad toda lo excluiría. La corrup-ción es deslegitimada por la cultura de esas sociedades.

Eso no es magia. La cultura se construye, es un ejer-cicio permanente a través de familia, de la educación,de los medios, de los modelos de referencia y de insti-tuciones concretas.

Así, el primer ministro de Noruega instituyó en1998, en la misma época en que los antivalores éticosflorecían en la gestión pública en la Argentina, unaComisión Nacional de Valores Humanos, dedicada apromover su aplicación en la toma de decisiones y lavida cotidiana.

Su mandato era el siguiente:“El principal objetivo de la comisión consiste en

contribuir a una amplia movilización a favor de losvalores humanos y de la ética social, con el fin deenaltecer los valores positivos compartidos y fortale-cer la responsabilidad por el ambiente y la comuni-dad. Es importante trabajar para contrarrestar la in-diferencia y promover la responsabilidad personal, laparticipación y la democracia”.

Entre otros logros, la comisión promovió que en los434 municipios del país y en las escuelas se discutieranlos nuevos desafíos éticos de esa sociedad.

Noruega ha generado códigos de ética altamenteexigentes en las políticas públicas, las empresas y lasrelaciones comerciales y financieras con el mundo endesarrollo para garantizar niveles de coherencia ética.

Así, el Fondo de Inversión Petrolera de Noruega,uno de los mayores del mundo, con 300.000 millonesde dólares, asombró publicando en los principales me-dios mundiales en el 2007 una lista de trece empresasmultinacionales de las que decidió retirar sus inversio-nes por prácticas reñidas con los valores éticos de lasociedad noruega.

Comprendían, entre otras, la producción de minas deguerra, el apoyo a dictaduras, el uso de mano de obra

II DOMINGO 18 DE DICIEMBRE DE 2011 DOMINGO 18 DE DICIEMBRE DE 2011 III

infantil, la discriminación de género, la prohibición deformar sindicatos y el deterioro del medio ambiente.

The New York Times enfatizó: “En Noruega, su dine-ro sigue a su ética”.

Son sociedades que cultivan sistemáticamente esosvalores y eso les ha significado, entre otros, los resulta-dos tan positivos en términos de erradicación de la co-rrupción.

Por otra parte, esos países (Noruega, Suecia, Finlan-dia, Dinamarca), lo que se llama el modelo nórdico, sonlos líderes en desarrollo humano del mundo, según latabla de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas.Sobre 180 países, en los últimos diez años el númerouno es Noruega y los otros están dentro de los primeros.

Uno de los pilares de sus logros son sus altos niveles deequidad. Tienen el coeficiente Gini (de desigualdad enla distribución del ingreso) más bajo del planeta: 0,25.

Se podría pensar que en los países nórdicos hay decre-tos que dicen que las distancias sociales entre lo que ga-nan unos y otros deben ser reducidas. En Noruega, porejemplo, lo que gana un empresario privado respecto delo que ganan los operarios es tres a uno. La distancia en-tre el 10 por ciento más rico y el más pobre es en Norue-ga de 5 veces, y en Suecia y Dinamarca de 6 veces.

En Chile y México es 500 por ciento veces mayor. Yen las sociedades más desiguales, como Guatemala, Pa-namá y Colombia, está cerca de ser el 1000 por ciento.

No hay en el mundo nórdico decretos al respecto. Losdirigentes de la Central de Empresarios Privados deNoruega suelen explicar que los empresarios privadosdel país ganan mucho menos que los empresarios priva-dos promedio de los países desarrollados, pero no tienenninguna duda en este comportamiento, porque “la equi-dad” es un valor central de la cultura de estos países.

Su cultura valora la igualdad: igualdad de oportuni-dades e igualdad real.

Esto es vida cotidiana. En un encuentro con el autor,señalaban que los noruegos tienen normalmente unbungalow para pasar los fines de semana, en las afuerasde Oslo, y dicen que sería mal visto tratar a toda costa detener un bungalow de calidad superior a la de los otros.

Rechazan la ostentación. Decían que en Noruega,en definitiva, “está muy mal visto ser muy rico”.

Este valor cultural ha sido construido a través deprocesos educativos sistemáticos. En diversos países dela región, las tendencias fueron en las últimas décadasen sentido opuesto: la cuasilegitimación de la corrup-ción y de las grandes desigualdades.

3 Los valores culturalessolidarios de los pobres

Un segundo ejemplo de cómo la cultura puede im-pactar positivamente es un proceso económico insóli-to que sólo se puede entender desde una perspectivacultural. En los ’80 y ’90, millones de latinoamericanoshumildes tuvieron que irse de sus países (Guatemala,Nicaragua, Honduras, El Salvador, República Domini-cana, Haití, México, Ecuador, Perú, Argentina).

Fueron a ganarse la vida en condiciones muy duras alos Estados Unidos, a Canadá y a varios países de Eu-ropa.

La gran mayoría de ellos hacen las tareas más humil-des de toda la economía, las que nadie quiere hacer(labores de limpieza, los trabajos más pesados de laconstrucción, cocina, etc.). Muchos de ellos son ilega-les. Perciben ingresos muy pequeños, por debajo delumbral de la pobreza. Sin embargo, han producido unflujo de fondos de solidaridad inédito, las llamadas “re-mesas migratorias”.

Los ahorros que estos latinoamericanos pobres man-daban a sus familias fueron en el 2002 más de 32 milmillones de dólares más que todas las inversiones ex-tranjeras que ingresaron en América latina ese año, y

en el 2003, 40.000 millones de dólares, un 50 porciento más que la inversión extranjera y el doble quela ayuda externa, incluidos donaciones y préstamos deorganismos internacionales.

Su monto ha venido creciendo continuamente. En-tre 1996 y 2003 se cuadruplicó. Entre 2004 y 2006 vol-vieron a duplicarse, pasando los 60.000 millones de dó-lares. En el 2007 fueron 65.000 millones de dólares yen el 2008, ya afectados por la crisis, 60.000 millones.

Cambiaron la situación de las economías al proveer-les divisas fundamentales. Significan más de la terceraparte de las exportaciones de países como RepúblicaDominicana, El Salvador y Nicaragua. Son la segundafuente de divisas de México. Representaban del 18 al24 por ciento del Producto Bruto de Honduras, Guya-na, Haití, Jamaica y El Salvador, y del 6,6 al 12,1 porciento del Producto Bruto de Nicaragua, Guatemala,República Dominicana, Bolivia y Ecuador.

Por otra parte, las remesas constituyen de hecho unagigantesca red de protección social. Van a sectores muypobres de la población y elevan sustancialmente sus in-gresos, salvándolos de la pobreza extrema.

El Diálogo Interamericano indica que doblan los in-gresos del 20 por ciento más pobre de la población enHonduras, Nicaragua y El Salvador. En México, el 40por ciento de las remesas van a municipios muy po-bres, de menos de 30.000 habitantes, que sin ellas nopodrían sobrevivir. Se estima que protegían en toda laregión a 20 millones de familias.

Son muchísimos trabajadores que en lugar de practi-car el axioma del razonamiento neoliberal dogmático,según el cual las personas tienden a actuar como “ho-mus economicus”, maximizando siempre el lucro,piensan diferente.

Envían a sus familias, a sus países de origen, partesignificativa de sus escasos ahorros. Remiten ocho, onueve veces al año, pequeñas sumas.

Las remesas tienen asimismo un papel multiplicadorfenomenal. Esos 32 mil millones de dólares del 2002 fue-ron gastados íntegramente por familias pobres en el mer-cado de consumo, expandiendo la economía, y se calcu-la que produjeron otros 100 mil millones de dólares.

Detrás de eso hay un valor cultural, que se llama so-lidaridad familiar. Es el peso que tienen las estructurasfamiliares en muchas sociedades latinoamericanas.

Los emigrantes sienten que tienen que tratar de ayu-dar al padre y a la madre, a los hermanos, a los hijos, alos familiares cercanos que quedaron en sus países deorigen.

Véase entonces cómo los valores culturales pueden in-cidir. Las lealtades familiares están produciendo desdehace diez años el mayor ingreso de capitales de la región.

4 El descenso de lasexpectativas éticas

Un tercer ejemplo sobre la importancia de la cultura.Es llamativo el tipo de discusión en la región sobreciertos tópicos como el de la corrupción. Se ha llegadoa un nivel tal de deterioro cultural por el tipo de viven-cia histórica que se ha tenido, por los efectos culturalesdel economicismo dogmático, que la discusión ética sereduce a eliminar la corrupción y el no ser corruptobastaría para ocupar las más altas posiciones públicas.

Cuán distante está eso de aspiraciones éticas razona-bles. Es fundamental eliminar la corrupción, pero esoes un mínimo. La ética tiene un horizonte de cuestio-nes que va mucho más allá.

Nació mucho antes que cualquier reflexión, en laBiblia, en el Antiguo y el Nuevo Testamento, en lasprincipales cosmovisiones espirituales, y tiene que vercon para qué estamos en el mundo, cuál es el sentidode la vida, hacia dónde debe ir una sociedad organiza-

da, cómo lograr orientar una economía para que creelas mejores condiciones para la armonía social, para eldesarrollo de cada uno, para el amor.

Considerar que un empresario privado es ético por-que paga los impuestos o que un líder político es éticoporque no roba significa un nivel de deterioro culturalmuy grande.

Un líder político ético, además de no robar, tendríaque tener una identificación absoluta con la agenda deprioridades de su sociedad, debería tener transparenciaen el comportamiento, coherencia entre sus planteos ysus hechos y muchas otras cosas.

En cuanto a la empresa privada, el concepto de res-ponsabilidad social de la empresa se ha ido ampliandocontinuamente.

Se espera de ella por lo menos que cuide a su perso-nal, haga juego limpio con el consumidor entregándo-le productos de buena calidad, a precios razonables ysaludables, proteja el medio ambiente, sea transparen-te y apoye activamente las políticas públicas en el en-frentamiento de los principales problemas sociales.

Claramente, algunos de los problemas por los que hoyatraviesan las principales economías del mundo tienenuno de sus factores causales en el desarrollo de una cul-tura corporativa que marchó en dirección opuesta,orientada por lo que Obama,entre otros, llama “la codiciadesenfrenada”.

Generó la especulación sal-vaje en Wall Street, la burbujahipotecaria, la burbuja de losderivativos, las quiebras semi-fraudulentas, el engaño a losaccionistas, el crecimiento de lacomercialización de productoscausantes de obesidad. Practicóasimismo el desinterés por elinterés público.

En una cultura degradada porel economicismo y la exaltacióndel egoísmo personal, como laque se generó en la argentina yla latinoamericana neoliberalde los ’90, pueden llegar a darsefenómenos casi patológicos deinsensibilidad social.

Un episodio reciente en laciudad de Buenos Aires ilustra lapérdida de valores culturales. Lareacción natural frente a la mar-ginación social debería ser lapreocupación por cómo integrara quienes han quedado sin recur-sos para sobrevivir y deben ape-lar a tareas que nadie haría salvo en extrema necesidad.

Tal es el caso de los jóvenes que limpian vidrios deautomóviles o se ofrecen a cuidarlos mientras están es-tacionados. Nadie elige esos trabajos por placer. Refle-jan el conocido problema de la exclusión social de jó-venes, que hoy es internacional.

La controversia reciente es inexplicable a la luz decualquier cotejo con el texto bíblico u otras vertientesespirituales que son seguidas mayoritariamente por lapoblación de la Capital Federal. En lugar de centrar lapreocupación en cómo integrarlos social y productiva-mente, se ha puesto en prohibir su actividad de super-vivencia, penándola incluso con prisión. Una perio-dista hizo referencia para justificarlo a esa “tarea quetanto molesta a los vecinos”.

La Legislatura rechazó finalmente la propuesta, quees casi continuidad de cómo la Biblia describe la insen-sibilidad moral en que habían caído los habitantes deSodoma y Gomorra. Ante un alto tribunal declaró ino-cente a un limpiavidrios enjuiciado y advirtió a la so-

En este número, Bernardo Kliksberg, pionero internacional en los estudios sobre los factores invisibles del desarrollo,como el capital social, los valores éticos y la cultura, indaga sobre la pelea silenciosa por los relatos de la realidad que

se dan al interior de la cultura y sobre su rol en la creación de un modelo de desarrollo inclusivo.

MachismoCamila Vallejo, líder delmovimiento estudiantilde protesta chileno, esuna de las tres figuraspolíticas mejorevaluadas del país.Tiene el 71,3 por cientode aprobación frente a29,2 del presidentePiñera, según elsondeo 2011 de laUniversidad de losLagos.Se hace referenciapermanente a subelleza. Declaró: “Acáson muy machistas,pero al final primó laidea. Una cara bonitano saca 500.000personas a la calle”.

Choque éticoLa nueva ministra deTrabajo de Italia nopudo resistir alpresentar el plan derecortes con el primerministro. Se lanzó allorar cuando llegó alanuncio que le tocabahacer, de que no seajustarían más porinflación lasjubilaciones.Muchos jubilados vivencon el mínimo. Sin eseajuste, no podrán llegara fin de mes.La incoherencia éticade la medida erademasiado clara. Nopudo seguir hablando.

Page 36: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

ciedad que su procesamiento, inventando falsos car-gos, “da cuenta del margen de prejuicios que rodea lacuestión de quienes se dedican informalmente a lalimpieza de cristales de vehículos en la vía publica”.

En las encuestas, los vecinos parece que tienen otravaloración que las de los legisladores que insisten enexcluir mucho más a los excluidos. Según el Latino-barómetro 2011, en las ciudades argentinas, como enotras, consideran que son los muy ricos los que enmayor medida no cumplen con la ley y no los pobres.

5 El relegamiento de lainversión en cultura

Como lo demuestran los ejemplos referidos de lacultura, inciden activamente en el desarrollo de unpaís. Se debe invertir en ella, para fortalecer su cali-dad, su papel, y dar acceso real a todos los ciudada-nos a sus diversas manifestaciones.

Sucedió lo opuesto en los ’90 en Argentina y la re-gión.

No causa asombro. El relegamiento de la inversiónen fortalecer y democratizar las actividades cultura-les forma parte del conjunto de la ideología econo-micista ortodoxa.

Eso ha sido denunciado muy críticamente no sóloen América latina sino en los países desarrollados.

Una prominente economista, Françoise Benhamou,dice en su libro Economía de la cultura (1997), llaman-do la atención sobre la visión economicista de la cul-tura, que “sólo en aras del economicismo se puede

pretender justificar el gastocultural en función de losrecursos tangibles que éstepuede generar como con-trapartida. Las gananciasque la vida cultural le pue-de aportar a la colectivi-dad no siempre cubren losgastos ocasionados. Evi-dentemente, el interés enestos gastos debe ser eva-luado en función de otroscriterios, que van más alláde la noción económica”.

La idea que impone laortodoxia económica a ni-vel internacional es que lacultura debe ser rentable.La tasa de retorno sobre lainversión tiene que ser im-

portante, porque sin ella no se justificaría la actividadcultural. En todo caso, tiende a dejar un pequeño cir-cuito para que no protesten demasiado: las personas delmundo de la cultura que suelen ser muy contestatarias.

Benhamou enfatiza la negatividad de esta visión.Los beneficios que genera la cultura a la sociedad de-ben ser evaluados con otros criterios.

La necesidad de parámetros más amplios de eva-luación del progreso humano es la que plantea en ge-neral el paradigma del desarrollo humano de laONU y el reciente informe Stiglitz-Sarkozy sobre có-mo medir el progreso de los países.

Benhamou sugiere: “Sería lamentable que en mo-mentos en que la ciencia de la economía reconoce elvalor de la dimensión cualitativa del objeto que es-tán evaluando, los economistas se empeñen en to-mar en cuenta solamente las repercusiones comer-ciales de la inversión cultural. Hay que quejarse delcosto de la vida cultural, que en definitiva es real-mente modesto, no habrá que ver en él el símbolo deuna nación adulta y próspera”.

Su interrogante es muy concreto: ¿la cultura debeser un tema más de las mediciones costo-beneficio ohabrá que ver en lo que se dedica a cultura el símbo-lo de una nación que avanza?

Una de las cosas de las que puede enorgullecerse laregión es que en diversos países de la misma ha habi-do resistencia cultural a la visión economicista de lacultura.

Este mantener viva la llama de la cultura en me-dio de condiciones muy adversas, a través de expre-siones de cultura masiva, que han generado perma-nentemente estas sociedades, como el teatro inde-pendiente, el humor crítico, nuevas generaciones deescritores jóvenes, las protestas a través de la música,los coros, el arte, y muchísimos espacios creativos noconvencionales, son los signos de naciones que “pue-den llegar a ser adultas y prósperas”.

Pierre Bourdieu (1986), el gran pensador francés,escribió que “la ausencia de la cultura se acompañageneralmente por la ausencia del sentimiento de estaausencia”.

Esto sucedió en la región en los ‘80 y ‘90. Por unaparte, el relegamiento y la marginación de la cultura,el corte de presupuestos y la reducción de los espa-cios para la cultura popular, el dejar lugar sólo parala satisfacción de demandas culturales de los grupossociales más acomodados.

Por otro lado, la ausencia de la cultura fue acom-pañada por slogans y argumentos que desvalorizabanexplícita o implícitamente la acción cultural, propi-ciando borrar los sentimientos por la ausencia de po-líticas culturales orgánicas.

6 Fortaleciendo una culturapara un modelo de desarrolloinclusivo

¿Qué se puede hacer en el plano cultural frente a lasituación en la que se encuentra la región? En primerlugar, es necesario superar algunos razonamientos quehan formado parte del cuadro que condujo a ella.

Así, se necesita una propuesta diferente sobre elmodelo de desarrollo.

Se ha llegado a convencer a amplios sectores deque no hay propuestas alternativas al neoliberalismoortodoxo. Se lo quiso hacer pasar como el únicopensamiento posible.

El Nobel Amartya Sen (1998) llama al modelo or-todoxo, el modelo de “sangre, sudor y lágrimas”. Ex-plica que es irreal que haya un solo modelo económi-co. Hay diversos. Hay un modelo nórdico, un mode-lo del Sudeste Asiático, un modelo económico deEuropa Occidental, un modelo chino, un modelo deCanadá, un modelo de los Estados Unidos, cada so-ciedad de acuerdo con su historia.

El campo de la cultura puede tener un peso muyimportante en ayudar a recrear un modelo de desarro-llo integral.

Ese modelo avanza en las economías más exitosas,como las de los países nórdicos y hoy en Argentina yAmérica latina.

Está basado en valores como la solidaridad, la equi-dad, el civismo, la responsabilidad por el otro, el cui-dado del medio ambiente y otros, ha generado ampliainclusión social, equidad y eliminación de la pobreza.

Es muy importante que la existencia de modelosalternativos resuene en el campo de la cultura. Queallí se logre propiciar un debate más abierto, plural yde mejor calidad sobre políticas que permitan supe-rar mitos como los circulantes y cultivar una culturade solidaridad y de cooperación.

En segundo lugar, las políticas culturales puedenaportar mucho. Es fundamental para ello que lasbuenas intenciones sobre la cultura se plasmen enpolíticas concretas. Eso parte de que el presupuestopara cultura sea digno de “una nación adulta y civili-zada”, como decía Benhamou.

Es preciso conectar sistemáticamente la acción en-tre las políticas sociales, económicas y culturales. Enun modelo de desarrollo integrado, la cultura puedeser un camino muy potente para reforzar todo lo quese debería hacer en el campo de la acción social.

Los niveles de exclusión heredados de los modelosneoliberales son muy amplios en la región. La exclu-sión es un fenómeno complejo y produce el aisla-miento de la persona, un descenso de la autoestimapersonal, daños psicológicos.

Si se ponen en marcha políticas culturales activas,

con un respaldo público fuerte, orientadas a ampliossectores desfavorecidos, la cultura puede ser un ca-mino hacia la inclusión totalmente reforzante de losotros caminos.

Lo que puede hacer la participación cultural endevolución de la autoestima de grupos marginados esde mucha relevancia.

Los seres humanos pueden perder todo, pero sonportadores de cultura. Incluir activamente en las po-líticas culturales a los grupos marginales excluidos,como entre otros los indígenas, los afroamericanos,los discapacitados, es un camino para devolverles au-toestima colectiva. El respeto y la movilización de sucultura revalorizará a las personas y al grupo.

Asimismo, la cultura puede jugar un papel claveen la recreación de lazos de asociatividad. La solaidea de la cultura implica la de acción colectiva. Essignificativo cómo, a pesar de la propaganda masivade las ortodoxias neoliberales por el individualismo yla competencia a ultranza, un movimiento históricobasado en principios opuestos, la suma de esfuerzos yla cooperación, el cooperativismo, ha logrado seguirprogresando.

Las cooperativas tienen actualmente más de 850millones de asociados. Cerca de 3000 millones depersonas dependen de ellas. Están presentes en lasáreas más diversas, como el ahorro y crédito, el con-sumo, los seguros mutuos, la producción, las vivien-das y muchas otras.

7 El subdesarrollo,¿un estado mental?

Ciertos especialistas de sociedades desarrolladassuelen decir que el subdesarrollo es un estado men-tal. Esta es una ideología que ha circulado bastanteen América latina. Según ellos, la región no tienechance, por eso, de construir nada parecido a lo quesociedades desarrolladas hacen en diversas áreas, co-mo la participación amplia de la comunidad, el civis-mo, los valores de trabajo y otros semejantes.

Nuevamente es un constructo cultural falaz, paraeludir discutir sobre relaciones de dependencia, deudaexterna, condicionamientos de organismos financie-ros internacionales, prácticas desleales en el comerciointernacional, y otros factores causantes de subdesa-rrollo, movilizados desde los países ricos y las elites.

La realidad desmiente estas simplificaciones.América latina tiene enormes potencialidades cultu-rales. Ellas han permitido el desarrollo de experien-cias que son referentes mundiales, como el Presu-puesto Municipal Participativo de Porto Alegre, elMunicipio Autogestionario de Villa El Salvado en elPerú, el Sistema de Orquestas sinfónicas juveniles deVenezuela, y múltiples experiencias argentinas.

Cuando nos dicen que el subdesarrollo es un esta-do mental, y América latina tiene culturas inferiores,corresponde rechazar de pleno esta falacia.

No hay inferioridad de ninguna índole. La culturalatinoamericana es densa y plena en valores positi-vos, en contenidos relevantes, en solidaridad, en po-tencialidades para la participación y otras formas deacción colectiva. Y esto crea condiciones muy con-cretas para poder movilizar experiencias de este tipoy otras semejantes en diversos terrenos.

El malestar en la cultura, como lo llamó Freud ensu célebre obra, es muy profundo hoy en el mundorico. La ética de la insolidaridad, de la pérdida deresponsabilidad por los otros, del debilitamiento sal-vaje de las políticas públicas y la acción colectiva,está avanzando empujada por las elites, y cunde laprotesta y la desesperanza.

En América latina, y en la Argentina, progresahoy la ética contraria y ha renacido a pleno la espe-ranza colectiva.

La pelea por la cultura es una de las áreas críticas endonde se libra esta lucha entre éticas. Fortalecer unacultura centrada en valores como equidad, inclusión,democratización y coherencia ética es fundamentalpara profundizar el modelo inclusivo en marcha.

IV DOMINGO 18 DE DICIEMBRE DE 2011

Los más felicesLas culturas que alientan lasolidaridad están creandofelicidad. En un recienteestudio de la Universidadde Chicago encabezan lostrabajos que dan másfelicidad, en el mundo,aquellos en los que setrabaja en forma directapor el otro, como lossacerdotes, los bomberos,los fisioterapeutas, losescritores y los maestros.

Page 37: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XIII El voluntariado. Ciento cuarenta millones ayudando a los demás

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 38: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Suenan voces de solidaridad y protesta

Cuando se desplomaban masivamente lascasas de los pobres en Haití, bajo el terre-moto, y el gobierno había dejado de fun-cionar, ya estaba llegando Médicos sin

Fronteras.La voz de Save The Children se alzó muy dura en su

informe anual 2010 sobre la situación de los niños en elmundo, mostrando que la cuarta tasa de mortalidad ma-terna más alta de todo el planeta está en las aldeas indí-genas del Perú. A pesar de los progresos macroeconómi-cos del país, allí es un riesgo grave ser madre indígena.

Amnesty International, Premio Nobel de la Paz, de-nunció sin ambages en los peores años el genocidioque estaba perpetrando la dictadura militar en la Ar-gentina. Hoy termina de incidir en que no se ejecute apedradas a una joven en Irán.

Junto con Human Right Watch hacen temblar a lasdictaduras. No dejaron respirar a Videla, Pinochet, lasdictaduras brasileña y uruguaya, Fujimori, el régimen de

Maymar, el sátrapa de GuineaEcuatorial, y otras semejantes.

Las rigurosas estadísticas so-ciales, y denuncias de OxfamInternacional sobre el hambreen el mundo, y la especulaciónen el mercado de alimentos, yel trabajo continuo de AcciónInternacional contra el Ham-bre, son claves en la lucha porel derecho a la alimentación.

Diversas ONG defiendencon medios heterodoxos el me-dio ambiente en riesgo grave.

Estas y otras organizacionessimilares suelen ser los adversa-rios más temidos por los grandespoderes económicos y financie-ros. Son insobornables, no se laspuede comprar, ni hacer callar,movilizan amplios sectores de laopinión pública mundial. Sontotalmente autónomas, noaceptan presiones. No hay ma-nera de hacer lobby sobre ellas.

Son todas organizaciones ba-sadas en trabajo voluntario. Lasfinancian, apoyan, llevan a ca-bo sus actividades miles y milesde voluntarios del orbe, de mu-chísimos países.

Se han convertido en un sím-bolo de lucha por las mejorescausas del género humano ennuestro tiempo. No pueden so-

las cambiar el mundo, pero “hacen ruido”, presionan du-ro y perturban el accionar del 1 por ciento más rico quehoy controla casi la mitad de los activos del mundo.

Lo dejan sin impunidad. Macro, ni micro.Es una de las tareas claves que hoy cumplen los vo-

luntarios en el mundo. Hay otras de aporte diario a lavida de los “condenados de la tierra”, los grandes nú-cleos de pobres y excluidos.

2 El debate sobre el voluntariado

El voluntariado es un enigma para muchos latinoa-mericanos. Su percepción del mismo es incidida porfuerzas contradictorias.

Por una parte, el pensamiento neoliberal ortodoxo lohace ver como un actor secundario y marginal que po-co puede influir en la realidad. Los economistas con-vencionales no entienden qué impacto puede tener unsector que se mueve totalmente fuera del mercado, ycuyas unidades de producción no razonan en términosde maximizar sus ingresos, ni siquiera con frecuencia enlos de costo/beneficio, sino que utilizan continuamentecategorías éticas, y son movidas por estímulos morales.

La ortodoxia económica se pregunta qué clase de“homus economicus” es ése.

¿Dónde están los incentivos que guían a todo pro-ductor de bienes? Y si no tiene incentivos económi-cos, ni actúa en el mercado, qué se puede esperar deél. Será, según ellos, marginal y además ineficiente ca-si por definición.

Hay otros sectores diferentes, con preocupación so-cial, pero con una mirada que desvaloriza todo aquelloque no sean cambios de fondo, que suelen percibir alvoluntariado como una actividad de caridad, sin ma-yor impacto en la realidad. Si bien no reprochable hu-manamente, casi una pérdida de tiempo.

Sin embargo, los hechos van en dirección contraria aestas formas de percibirlo. Pocos años atrás, un promi-nente cientista social brasileño, Betinho, con una en-fermedad mortal, creó un gran frente voluntario contrael hambre. Sesenta millones de brasileños acudieron asu llamado. Se conformó el mayor movimiento de lu-cha contra el hambre de la historia de ese país. Lula ha-bría de profundizarlo con su programa Fome Zero.

En la Argentina, las políticas ortodoxas de los ‘90 lle-varon a que a fines del 2002 el 58 por ciento de la po-blación, y el 70 por ciento de los jóvenes quedaran de-bajo de la línea de la pobreza. Amplios sectores de laclase media se convirtieron en pocos años en “nuevospobres”. El voluntariado se movilizó activamente. Elnúmero de voluntarios se triplicó de 1998 a 2002, lle-gando a significar la tercera parte de la población. Entreotras, una organización como Cáritas protegió a tresmillones de personas en base a 150.000 voluntarios. LaAMIA, institución central de la comunidad judía, cu-brió con una red social a miles de familias de nuevospobres apoyándose en varios miles de voluntarios. Semultiplicaron los comedores solidarios como el de Mar-garita Barrientos, habitante de una villa miseria, LosPiletones, que daba de comer a 3000 personas por día.

El mismo tipo de ejemplos puede citarse para lagran mayoría de los países de la región. Cabe pregun-tarse, entonces, ¿es realmente marginal, ineficiente,una pérdida de tiempo, el voluntariado? ¿Cómo se ex-plica su gran poder de convocatoria, particularmenteentre los jóvenes, y sus altísimos niveles de credibili-dad en las encuestas?

¿No será hora de revisar la visión convencional so-bre el voluntariado y pasar a una visión realista quepermita explorar sus potencialidades y movilizar estafuerza latente, que se ha manifestado con frecuenciacon tanto vigor y masividad?

Es hora de llevar a cabo un debate serio sobre el te-ma. Se ha postergado demasiado tiempo.

3 El voluntariado es la séptimaeconomía del mundo

El Informe sobre el Estado del Voluntariado en elMundo (PNUD, UNV 2011), da cuenta de que se es-tá subestimando la incidencia del voluntariado.

La encuesta mundial Gallup 2010 detectó que el16 por ciento de los adultos del mundo dedican vo-luntariamente tiempo a una organización. Según susestimaciones, hay 140 millones de personas hacien-

do trabajo voluntario.La Universidad Johns Hopkins midió en una mues-

tra de 35 países el peso de las actividades de las ONGen la economía entre 1995 y 1998.

Las ONG, apoyadas en una enorme fuerza voluntariade 190 millones de personas, que significan el 20 porciento de su población, generaban anualmente el 5 porciento del Producto Bruto total. Si se sumara todo loque producen las ONG de estos 35 países, serían la sép-tima economía del mundo. El Producto Bruto que ge-neran, combinado, sólo era superado por los deEE.UU., Japón, China, Alemania, Inglaterra y Francia.Era mayor que el de Italia, Rusia, España y Canadá.

Estudios en diferentes países muestran una gran po-blación voluntaria que hace cuantiosos aportes enbienes y servicios sociales.

En Canadá dedican anualmente 2100 millones dehoras (2007). En Australia, 5,2 millones de personasdedicaron 713 millones de horas en 2007 a trabajosvoluntarios. En EE.UU. (2004) 62.8 millones de per-sonas colaboraron en forma voluntaria con una orga-nización en los doce meses anteriores.

Israel tiene cifras record en trabajo voluntario. El 25por ciento de su población, desde adolescentes hastajubilados, lo practica. Producen el 8 por ciento del

II SABADO 24 DE DICIEMBRE DE 2011 SABADO 24 DE DICIEMBRE DE 2011 III

producto bruto nacional en bienes como atención adiscapacitados, a edades mayores, integración social delos más relegados, integración de inmigrantes, servi-cios de salud paramédicos, apoyo en educación de ni-ños especiales y otros.

No solo es importante el volumen del voluntariado ysu rol en la economía, sino su especial perfil cualitati-vo. Los voluntarios están concentrados con frecuenciaen las áreas más pobres de la sociedad y en comunida-des en situaciones de urgencia. Su llegada rápida per-mite salvar vidas, capacidades de trabajo, prevenir en-fermedades difícilmente tratables a posteriori. Son re-conocidos, como dice la Universidad Johns Hopkins:

“Por identificar y encarar necesidades no cubiertas, porinnovar, por entregar servicios de excepcional calidad y porservir a los que tienen mayores necesidades”.

La Unicef estima que en el 2000, diez millones devoluntarios vacunaron en el mundo a 550 millones dechicos. El producto que generaron puede estimarse en10.000 millones de dólares.

Son un factor clave de opinión. La campaña mun-dial “Levántate y habla” (realizada en octubre de2008), que exigió a los líderes mundiales cumplir conlos compromisos que asumieron respecto de las metas

del milenio y mejorar urgentemente la pobreza y ladesigualdad, movilizó a 43 millones de personas en127 países.

Bono, un excepcional movilizador de voluntarios,refiere (2009) que las campañas por la condonación dela deuda en los países más pobres de Africa han logra-do que 34 millones más de niños estén ahora en la es-cuela, financiados por los gobiernos a través de deudaliberada. La movilización de los voluntarios del mundofue crucial para lograr las condonaciones.

Son elocuentes respecto del potencial del volunta-riado experiencias como la de la renombrada Enseñarpor América, una ONG que propone a los egresadosde las universidades líderes de EE.UU. trabajar dosaños enseñando en escuelas pobres por salarios míni-mos. Supera en capacidad de reclutamiento en Yale,Harvard, Georgetown y otros campus, a las ofertas detrabajo de las principales empresas privadas. Recibió(2008) 24.700 candidaturas para 3700 puestos. Los en-vió a trabajar a áreas pobres de las ciudades, zonas ru-rales y reservas indígenas.

En América latina hay una intensa y creciente ac-tividad de la sociedad civil apoyada en voluntariado.Se estima que existen un millón de organizaciones enactividad. Los campos principales en que actúan sondesarrollo comunitario, educación y capacitación,participación cívica, salud, necesidades básicas, me-dio ambiente, derechos humanos, procesos de paz yservicios de emergencia. Recorren un continuo queva desde contribuir a la acción contra la pobreza,hasta ayudar a construir ciudadanía.

Según los cálculos de Johns Hopkins, el aporte delas organizaciones de la sociedad civil apoyadas en vo-luntariado supera el 2 por ciento del producto brutoen países como la Argentina y el Brasil.

4 Una experiencia educativa muyespecial

Un Techo para mi País es actualmente una de lasmayores ONG de América latina. Está integrada total-mente por jóvenes menores de 30 años. Construye, endos días, viviendas transitorias para la población enextrema pobreza.

Nació en Chile hace diez años y está actualmente en19 países. Ha construido ya más de 80.000 viviendas.

Identifican áreas en pobreza extrema, donde se viveen la precariedad más absoluta. En viviendas que estánsobre el barro, sin pisos, con techos y paredes con la-tas, cartones, que se caen cuando llueve con algunaintensidad, donde se convive con los desechos.

Van a la comunidad, hablan con ella, planifican enconjunto dónde van a construir. Entrenan a las fami-lias de las viviendas para construir juntos.

Levantan con ellas su vivienda tipo apoyada en pi-lotes de madera, hecha con maderas de buena calidad,con ventanas, con techos impermeabilizados.

Hacen su trabajo como muchas ONG de la nuevageneración de modo totalmente horizontal. Cuando setermina, ellos y las familias humildes que apoyaronson nuevos amigos.

Como consecuencia inmediata, miembros de dichasfamilias se ofrecen para ser voluntarios en la construc-ción de viviendas similares para sus vecinos.

Las experiencias son imborrables para los jóvenes,en su gran mayoría universitarios, que participan enUn Techo para mi País.

Uno de ellos refiere en Panamá: “Las viviendas de lavilla estaban al lado de un basural. La gente vivía so-bre basura. Era intolerable. O huíamos o seguíamosadelante. Seguimos. Nos marcó para siempre”.

Otro cuenta en una villa miseria en el interior de laArgentina: “Cuando terminamos de construir, la ma-dre de la familia se largó a llorar. Le preguntamos:‘¿Hicimos mal algo?’. ‘No, lo que pasa es que nunca tu-ve una ventana en mi vida’”.

Un joven de 18 años de una villa les escribe: “Tuveque dejar de estudiar e ir a trabajar para ganarme la vi-da. Malo, pero mucho peor era lo que me pasaba cadavez que llovía por la noche. Como el agua penetraba através del techo, mi madre comenzaba a toser y toser.Yo me moría de bronca. Ustedes han cambiado mi vi-da. No entra más”.

Experiencias de este orden son irremplazables y per-miten que muchos jóvenes de las clases medias y altasentiendan de verdad la pobreza, y vean la injusticia so-cial a flor de piel.

Un Techo... crece aceleradamente y hoy tiene enAmérica latina casi 400.000 voluntarios.

La experiencia voluntaria es un fortalecedor neto ycasi insustituible de los valores éticos positivos y del ci-vismo. En un agudo trabajo, Thompson y Toro (2000)mencionan los estudios de Schervish, Gates y Hodg-kinson (1995) que muestran enEstados Unidos cómo cuandolos niños y jóvenes participanen actividades voluntarias o tie-nen padres que lo hacen, au-mentan considerablemente lasposibilidades de que se convier-tan en adultos socialmente res-ponsables.

Howard y Gilbert (2008)analizaron grupos de volunta-rios más activos de asociacionesy voluntarios menos activos.Concluyeron que “los más in-tensamente involucrados enasociaciones voluntarias teníanmás participación política, ma-yor satisfacción de la vida, yeran más confiables que los máspasivos”.

Según menciona el PrimerInforme Mundial del Volunta-riado 2011 en Australia, un es-tudio evidenció que el 83 porciento de los que hacen trabajovoluntario afirman que el vo-luntariado aumentó su senti-miento de pertenencia a la co-munidad. El estudio concluyóque “el voluntariado puede ayu-dar a amortiguar los sentimien-tos de aislamiento personal, in-crementar la autoestima y cues-tionar los estereotipos existen-tes sobre diferentes grupos”.

Resultados en similar dirección se hallaron en Brasilcomo consecuencia del Programa de UniversidadesSolidarias. Por otra parte, las evaluaciones de las rele-vantes experiencias de programas de aprendizaje-servi-cio en marcha en escuelas primarias y secundarias dela Argentina indican sus fuertes efectos positivos.

El Premio Presidencial Escuelas Solidarias distingueanualmente en la Argentina actual a escuelas que in-tegran el trabajo solidario en la formación. La partici-pación de escuelas se supera cada año.

El voluntariado es un desencadenante de círculosvirtuosos en valores éticos, educación ciudadana yconductas de asociatividad. Es un constructor neto decapital social.

En el presente trabajo, el padre de la Gerencia Social examina mitos y enfoques estrechos sobre el voluntariado.Analiza asimismo sus realidades y sus potencialidades para contribuir a modelos inclusivos.

Por designación de la ONU, Bernardo Kliksberg integró el consejo de alto nivel conformado por nueve personalidadesmundiales en el tema, encargado de orientar la preparación del Primer Informe Mundial de Voluntariado, que United

Nations Volunteers termina de presentar (diciembre de 2011).

La figura del2011El héroe del 2011 es,según Time, “losindignados”. Ocupa sutapa reciente una jovennorteamericana de 26años, integrante deOcupa Wall Street. Losindignados, que sonvoluntarios, hanlogrado cambiar eldebate americano ymundial sobre laeconomía, con su“somos el 99 porciento”, y losexpoliadores son “el 1por ciento”. Titula elNew York Times en suprimera página(1/12/11): “Las plazasfueron desocupadas,pero el 99 por cientoocupó el lenguajecultural y político”.

Un gestovoluntarioWesley Aubrey, unhumilde obreronorteamericano de laconstrucción, de color,estaba esperando elmetro en Nueva York,con sus dos hijas de 4 y6 años. Vio cerca de éla un joven que setambaleaba en unataque de epilepsia. Eljoven cayó a la vía yvenía el tren. No dudó.Dejó a sus hijas y searrojó sobre elepiléptico,aplastándolo, y el trenpasó sobre ambos.Le otorgaron la máximadistinción de la ciudad.Su mensaje a todos fue el de la solidaridady la responsabilidad por el otro.

Page 39: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

5 Es una falacia oponer Estadoy voluntariado

Se suele decir que el Estado es el que debe hacersecargo de la cobertura social de la población y si hayun voluntariado activo eso sería una señal de un Es-tado débil. O se plantea que el voluntariado no pue-de por sí cambiar las causas estructurales que gene-ran pobreza y que por lo tanto su tarea es un paliati-vo, que no tiene mayor sentido.

La realidad desmiente estas falacias. Los países lí-deres a nivel internacional en trabajo voluntario sonpaíses con Estados fuertes y reconocidos por su exce-lente labor, como Suecia, Holanda y Noruega. Porotra parte, aunque la tarea voluntaria no cambie losproblemas de fondo, está claro que salva vidas a dia-rio. No hay ninguna manera de alegar que cada unade ellas no tiene la máxima importancia. Ya la anti-gua sabiduría del Talmud, interpretación abierta dela Biblia, de miles de años, lo atestigua. Señala:“Aquel que ayuda a salvar una sola vida es como sisalvara a todo el género humano”.

Para enfrentar la pobreza persistente que caracteri-za a América latina, que “mata” y “enferma” a millo-nes diariamente, se necesita la acción combinada detodos los actores sociales. El Estado es, en una socie-dad democrática, el responsable principal de garanti-zar a todos los ciudadanos sus legítimos derechos anutrición, salud, educación, vivienda y trabajo. Peroello no exime a los otros actores sociales. El volunta-riado, que es sociedad civil en acción, puede comple-

mentar y enriquecer las políti-cas sociales.

La política pública puedeaportar proyectos de largo pla-zo, financiamiento, continui-dad institucional. El volunta-riado puede complementarlacon su contacto fresco con lacomunidad, su flexibilidad or-ganizacional, su capacidad dellegar rápidamente a cualquierlugar del territorio. Se imponela coordinación de ambos, paralo que será necesario en la re-gión superar la cultura de falsasoposiciones y prejuicios mu-tuos circulante.

6 ¿Qué moviliza alos voluntarios?

Estudiantes de medicina do-minicanos dieron ayuda médi-ca en inundaciones en añosrecientes a poblaciones pobresaisladas. Para llegar a ellos tu-vieron que atravesar ríos. Sehabían caído los puentes. Lohicieron, según describieroncuando el autor les preguntó,con las mochilas en la espalda,

“con sogas, atándonos los unos a los otros”.Luna, una joven médica indígena (25 años) guate-

malteca, creó un programa voluntario para atender aembarazadas indígenas en aldeas donde no llega asis-tencia médica alguna. Solo se puede llegar a las fa-milias caminando horas en las montañas. Los cuatrojóvenes médicos se calzan las mochilas con el mate-rial médico en la espalda y parten. Han entrenado a“vigilantes nativos” que recorren las familias, y pro-porcionan orientación y medicinas básicas a las co-madronas para monitorear el embarazo. En Guate-mala mueren 153 madres por cada 100.000 naci-mientos (en Canadá solo 6).

¿Qué mueve a jóvenes como ellos, los de Un Te-cho para mi País, los de Cascos Blancos en la Argen-tina, y muchos otros en el continente y el mundo?

Existen enormes posibilidades de desarrollar el vo-luntariado porque su fuerza impulsora se halla en la

misma naturaleza del ser humano: es el sentimientoprofundo de que la solidaridad activa, la trascenden-cia, el hacerse responsable es, más que una obliga-ción, un privilegio.

Thompson y Toro (2000) plantean que “la acciónpolítica y la religiosa son hoy quizá los motores másimportantes para el desarrollo del voluntariado so-cial en América latina”. Ambas implican en el fon-do este compromiso ético con el otro.

En Perú, las encuestas indican que el 47 por cientode los jóvenes que hacen trabajo voluntario refierenque forma parte de sus creencias religiosas (Portoca-rrero, Loveday y Millán, 2001). Por otra parte, lamotivación política, en el sentido más noble y am-plio de ayudar a construir una sociedad mejor, es unimpulsor poderoso en jóvenes de toda la región.

En una región como América latina, que siemprese ha caracterizado por estar bullente en ideales, lachispa del voluntariado puede encenderse con am-plitud porque el ambiente de fondo es propicio.

Es encender algo que está latente en los seres huma-nos y destinado a darles beneficios múltiples, desde sucrecimiento como personas hasta una mejor salud.

La sabiduría bíblica señala que “el que ayuda aotro en realidad está ayudándose a sí mismo”. Laciencia ha llegado por diversos caminos a conclusio-nes similares. Rojas Marcos (2001) encontró en susestudios en los Servicios Sanitarios de la Ciudad deNueva York que aquellos que hacen trabajo volunta-rio tienen un mejor estado de salud general que quie-nes no lo hacen. Las gratificaciones espirituales, psi-cológicas y afectivas implicadas contribuyen fuerte-mente a ello. Estudios en la Universidad Hebrea deJerusalén (Brinn, 2005) encontraron que “las perso-nas que demuestran una conducta prosocial tienenmás éxito en la vida. Los voluntarios tienen una ac-titud mas positiva hacia la vida”.

Análisis de programas recientes en EE.UU. conadultos mayores haciendo trabajo voluntario organi-zado en escuelas, como Experience Corps. encontra-ron resultados impactantes. Weiss (2006) señala quese halló “mayor movilidad, menos fallas, reducciónde medicaciones y decrecimiento de las depresiones”.

En su provocativa obra La vida que Ud. puede sal-var (2009), el filósofo Peter Singer menciona dos es-tudios recientes. Harbaugh, Burghart y Mayr hicie-ron un experimento entregando dinero a jóvenes es-tudiantes. Podían donarlo a un banco de alimentospara pobres o quedárselo. Se midió con resonanciasmagnéticas cómo reaccionaban los centros del cere-bro que producen gratificaciones. Se activaban mu-cho más cuando donaban.

En otro estudio de la Universidad de Michigan, en30.000 hogares norteamericanos, se encontró queaquellos que donaban tenían un 43 por ciento más deprobabilidad de considerar que eran “muy felices consus vidas” que quienes no lo hacían, y un 68 por cien-to menos de posibilidades de caer en desesperanza.

7 El nuevo interés por elvoluntariado

Los jóvenes muestran un gran interés en las activi-dades voluntarias. El llamado a aportar solidaridadestá hoy en la letra y la música de los principalesconjuntos musicales en muchos países. Un estudiointernacional encontró que el 73 por ciento de losjóvenes españoles y el 66 por ciento de los canadien-ses y norteamericanos les dan mucha más importan-cia a estos temas que “a hacer mucho dinero”. Unaencuesta en EE.UU. entre jóvenes de 13 a 25 añoshalló que el 61 por ciento estaba preocupado por elestado del mundo y se sentía personalmente respon-sable de hacer una diferencia. Según el Informe Ju-ventud en España (2008), la institución más valora-da por los jóvenes eran las ONG. Trabajan en ellascomo voluntarios un millón de personas. En la Ar-gentina, en una encuesta Gallup (2008), el 80 porciento de los jóvenes encuestados de 10 a 24 años di-jo que ayudar a los otros era una de sus metas princi-

pales. Esa opinión era más fuerte entre las mujeresque entre los hombres, y en el interior que en la Ca-pital, donde bajaba al 57 por ciento.

El voluntariado tiene, según recientes estudios,fuertes bases biológicas. Wilson, resumiendo diversasinvestigaciones recientes sobre la biología del ser hu-mano, señala: “Los estudios revelan una profunda ca-pacidad para la empatía, el deseo de confiar en otrosy convertirse en buenos amigos instantáneos, y tam-bién de ejercer revancha contra aquellos que dejande lado las reglas de grupo por ganancias privadas”.

El impulso al voluntariado se halla en las principalescreencias espirituales del mundo. La Biblia tiene 3000referencias a “aliviar la pobreza”. La palabra hebrea pa-ra “solidaridad” es “Tzedaka”. que quiere decir “hacerjusticia”. La idea es que ayudar al pobre significa resta-blecer la justicia, que está siendo violada por la exis-tencia misma de la pobreza. La “Tzedaka” es considera-da igual en importancia a todos los otros mandamien-tos justos. Jesús de Nazaret proclamó que el modo enque “tratamos al último de nuestros hermanos es loque va a determinar si heredaremos el Reino de la Di-vinidad o iremos al infierno eterno”. El islamismo re-quiere de sus adherentes ayudar a los necesitados.

Los graves problemas sociales que crean tanta mise-ria y pobreza en América latina, un continente poten-cialmente tan rico, que desestabilizan continuamentela gobernabilidad, que minan la confianza, que creangeneraciones de jóvenes desalentados, y que tienenuna de sus bases principales en la aguda desigualdadde la región requieren una respuesta colectiva.

Corresponde a la política pública asumir responsa-bilidades centrales al respecto, garantizando junto ala ciudadanía política, una ciudadanía económica ysocial.

Pero todos los actores sociales deben tomar sus res-ponsabilidades y colaborar con las políticas públicas.

El voluntariado latinoamericano, con su vigor, sucapacidad creativa, su genuinidad, puede hacer apor-tes trascendentes. Es necesario crear políticas públicasque tengan calidad de políticas de Estado para respal-darlo, jerarquizarlo, dictar leyes promotoras, educarsistemáticamente, ponerlo en la gran agenda pública.

En el nuevo modelo económico en construcciónen el Mercosur y otros países, se observan avancessignificativos al respecto. En Uruguay, el presidenteMujica ha convocado a una gran acción voluntariaen vivienda y otros campos. En Argentina, el más al-to nivel presidencial ha apoyado vigorosamente laenseñanza en valores solidarios en todas las instan-cias de la educación y hay programas de vanguardiacomo Cascos Blancos, iniciativa gubernamental devoluntariado que hoy presta ayuda a numerosos paí-ses. En Brasil son estrechas las interrelaciones entrela política pública y las organizaciones voluntarias.

Una convocatoria en escala al voluntariado puededar resultados muy importantes para la región. Por elaporte economicosocial directo que puede generar,pero además por el mensaje moral que pueden enviaresas caras jóvenes o adultas llenas de deseos de ayu-dar al prójimo, ese trabajo silencioso y de perfil bajo,esa emoción cuando se logran avances.

¿Es utópico creer en el voluntariado? De ningúnmodo. Está en las raíces de las convicciones éticas yespirituales de los latinoamericanos.

Los aymaras, una de las civilizaciones más antiguasdel continente, distinguen entre “bienestar”, que sig-nifica tener bienes materiales, y “bienvivir”, que sig-nifica sentirse conforme con uno mismo por optarsiempre por el bien, sentirse una buena persona, ypercibir que los demás lo ven así. Plantean que el“bienestar” no garantiza el “bienvivir” y que éste esun estado humano muy superior.

Los jóvenes latinoamericanos y muchos otros sec-tores de la población se hallan en búsqueda del idealaymara del bienvivir. El voluntariado en todas susexpresiones, el compromiso solidario, el civismo y laparticipación política son una muy buena vía paraacercarse a él.

IV SABADO 24 DE DICIEMBRE DE 2011

AltapopularidadEl Latinobarómetro esuna encuesta que sehace anualmente entodos los países deAmérica latina. Cuandose le preguntó a la genteen qué institucionestenía más confianza,sorpresivamente un 82por ciento dijo que enlos bomberos.No es casual. Son elarquetipo del trabajovoluntario. No tieneninterés económico,significan compromisocon la comunidad, searriesgan a diario porlos demás, no buscanrecompensa alguna,son anónimos.

Page 40: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XIV Niños, el discurso y la realidad

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 41: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Hipocresías

Las órdenes del dictador de Siria son muy ex-plícitas. Tirar a los civiles. Assad dio a sustropas permiso para matar civiles. Llevan mu-chos más de 5000 en pocos meses. Según de-

nunció la ONU, entre ellos hay muchos niños. Es fá-cil matar niños. Están absolutamente indefensos.

La indefensión y la vulnerabilidad son parte de lavida cotidiana de muchísimos niños en el planeta.

Supuestamente uno de los avances de la civilizaciónes la aceptación de que los niños deben ser la priori-dad. De que deben ser protegidos, cuidados, educados,estimulados. De que son el futuro.

Pero los niños tienen un problema. No tienen lob-bies, no forman parte de grupos de poder ni sindicatosni organizaciones. No tienen capacidad de presión, novotan, ni pueden hacer favores. Por lo tanto, si el mo-delo no es en sí un modelo inclusivo y atento a princi-pios éticos, pueden tener serias dificultades.

El discurso sobre los niños suele estar totalmente di-vorciado de la realidad.

El 33 por ciento de la población del mundo y el 50por ciento de la de los países en desarrollo está consti-

tuido por niños y niñas. Son2000 millones. La mayoría estánen pobreza. Lo pagan muy caro.8.100.000 niños mueren anual-mente antes de cumplir 5 años,por causas totalmente evitables.

Son 22.000 muertes por día,por razones perfectamente con-trolables como la alimenta-ción, las vacunas o la asistenciasanitaria.

Un asesino clave es la desnu-trición. Es la causa de muertede un tercio de ellos. Eso en unmundo donde se arrojan diaria-mente a la basura toneladas dealimentos.

Otra es la falta de vacunas.23 millones de niños no tienenacceso a ellas. Se estima que sise vacunara el 90 por ciento delos niños de los países más po-bres, se salvarían 2 millones devidas por año.

Si hubiera asistencia médicao paramédica en los partos, sesalvarían 1,3 millones de bebéspor año. No la hay para am-plios sectores. En Etiopía, solo6 por ciento de los partos reci-ben asistencia médica. En No-

ruega hay personal médico en todos los nacimientos.No es casual. El modelo económico general es muy

determinante. Los países escandinavos, donde no se dis-cute que la salud debe ser pública y el Estado asegurauniversalmente a toda la población, son los mejores lu-gares del mundo para ser madre. Analizando diez facto-res, el informe Save The Children 2010 concluye que elnúmero 1 es Noruega, el 3 Islandia, el 4 Suecia, el 5 Di-namarca, y el 7 Finlandia. Noruega y Dinamarca gastanen salud 6000 dólares por habitante por año, Perú 200.

Según el discurso sobre los niños, la sociedad debe-ría asegurarles educación. Pero resulta que es una ma-no de obra muy barata y explotable sin problema. Hay215 millones de niños trabajando duramente.

Los niños son el objeto preferido de las mayores per-versiones del planeta. 150 millones de niñas y 73 mi-llones de niños se han visto obligados a mantener re-laciones sexuales forzadas o han sido objeto de otras

formas de violencia o explotación sexual.La situación de las niñas es aún peor que las de los

varones. Son discriminadas por pobres, por ser niños ypor ser mujeres.

Tienen mayor riesgo de malnutrición, hambre y en-fermedades, menor acceso a la educación y sufren ma-yores violaciones de los derechos humanos más bási-cos. 140 millones sufren de por vida las consecuenciasde la mutilación sexual, 10 millones son obligadas ca-da año a casarse antes de cumplir los 12 años.

Los niños discapacitados sufren todas las discrimi-naciones posibles juntas. En los países en desarrollo, el90 por ciento no tiene acceso a la educación.

Veamos algunos de los cuadros típicos de muchosniños en el mundo, y también algunas de las raciona-lizaciones maestras para justificarlos y poder convivircon las hipocresías.

2 Madres y niños en riesgo

La primera prioridad es dar la asistencia adecuadadurante el embarazo y el parto a la madre y los cuida-dos necesarios al bebé. Son alta-mente vulnerables en esta etapa yla situación de la madre y del bebéestán muy ligadas.

Si la madre tiene problemas desalud serios, repercutirán de inme-diato en el bebé.

Los países avanzados toman to-dos los cuidados al respecto. Enellos sólo perece una madre cada14.285 nacimientos. En el mundoen desarrollo, 50 millones de muje-res dan a luz sin atención de perso-nal mínimamente calificado. Mue-ren 343.000 madres por año, casiuna cada minuto.

Una razón central es la falta deasistencia médica. Según la Orga-nización Mundial de la Salud(OMS), debería haber como míni-mo 23 médicos, enfermeras o ma-tronas cada 10.000 habitantes. EnSomalia hay 1,5. En Níger, sólouno de cada tres partos es atendidopor personal médico o paramédico.

Muere un niño cada tres segundos en el mundo.Un tercio de las muertes son de niños que perecen

durante el primer mes de vida, en su casa, sin habertenido acceso a servicios elementales de salud que po-drían haberles salvado la vida.

Se estima que las muertes anuales de niños equiva-len a las víctimas que causaría un tsunami cada 40 dí-as, con las diferencias de que todas ellas son de niñosdesfavorecidos.

El 50 por ciento de las muertes son causadas por ladesnutrición de la madre y del niño. Bajando la des-nutrición, se reducirían fuertemente las muertes porenfermedades tratables con facilidad, como la diarreao la neumonía. Asimismo inciden fuertemente en ladiarrea factores tan primarios como la falta de aguapotable, de instalaciones sanitarias adecuadas y lasmalas prácticas higiénicas.

América latina tiene un cuadro paradójico. Estáproduciendo alimentos para tres veces su poblaciónactual. Sin embargo, el 25 por ciento de las madresque dan a luz sufren de desnutrición, del 42 al 57 porciento de las muertes de niños son causadas por ella, yel 16 por ciento de los niños tienen desnutrición cró-nica. La pronunciada desigualdad de la región tieneun papel preponderante.

Un tema alimentario clave es la lactancia materna.La Unicef sostiene que es la mejor fuente de nutriciónpara un niño y fortalece su sistema inmunológico. In-vestigaciones recientes muestran que cuando los niñosson alimentados con fórmulas aumentan los riesgos deinfección en los oídos, las enfermedades respiratorias, laobesidad, la diabetes y hasta el cáncer. El 60 por cientode los niños del mundo en desarrollo no reciben lactan-cia materna durante el período mínimo deseable.

Cuando se suman algunas de estas cifras, las contra-dicciones pueden resultar casi insoportables. Save theChildren muestra que las mujeres suecas tienen educa-ción formal durante más de 17 años, una esperanza devida de 83 años y sólo una de cada 185 perderá un hijoantes de que cumpla un año. En cambio, las mujeres deNíger tienen 3 años de educación, sólo una de cada 10sabe leer y escribir, su esperanza de vida es de 45 años yel 25 por ciento de los niños mueren antes de cumplirun año. Cada mujer en Níger verá morir un hijo, el 90por ciento pueden perder hasta dos hijos en su vida.

No hay muchos justificativos para el pésimo tratoque un planeta desbordante en riquezas y tecnologíasestá dando a gran parte de las madres y de los niños.

Con 20 dólares se puede dar a un niño recién nacido,como lo hacen los noruegos, todo el paquete de vacu-nas básico que necesita para toda su vida. Con 5 dólaresse puede proporcionar una red contra los mosquitos yreducir radicalmente los 2 millones de muertes anualespor malaria. Con sólo 33 centavos de dólares se puedevacunar contra el sarampión. Está matando 240.000 ni-ños por año en 47 países, que suman el 95 por ciento demuertes por esta enfermedad, porque un tercio de losmenores de cinco años no están vacunados.

Bastarían proporciones ínfimas del Producto Bruto delos países más ricos para dar posibilidades de vida a tan-tas víctimas inocentes. La gran mayoría de sus habitan-tes, según las encuestas, están además dispuestos a apor-tarlas. Sin embargo la ayuda internacional no crece.

3 Bienvenidos al mundo

¿Cómo proteger de verdad a los niños en los he-chos, no sólo en el discurso? El modelo nórdico pro-mueve que el niño llegue al mundo en las mejorescondiciones, con una gran bienvenida por sus dos pa-dres y con lactancia materna asegurada.

Suecia otorga 14 meses de licencia por maternidad,12 por un padre, y dos por el otro. En Noruega, son 47

II SABADO 31 DE DICIEMBRE DE 2011 SABADO 31 DE DICIEMBRE DE 2011 III

semanas con el total del sueldo o 57 semanas con el 80por ciento. Además, ambos padres pueden tomarse unaño adicional sin goce de sueldo. Todo ello posibilita lalactancia materna de 6 meses que recomienda la OMS.En Suecia, la practican el 98 por ciento de las madres.

Los padres noruegos hacen uso intensivo de las posi-bilidades de estar con sus hijos recién nacidos. En el2008, el 90 por ciento de los padres aprovechó su de-recho. Asimismo, está subiendo el número de padresque usan un período mayor al de la licencia. Pasarondel 11 al 16,5 por ciento entre 2000 y 2008.

Los países que les siguen a los nórdicos están a grandistancia. República Checa, 28 semanas. Francia e Ita-lia, 20. Canadá, 17. Alemania, 14. En EE.UU. el dere-cho es sólo de 12 semanas, pero no pagas.

El preescolar, hoy considerado fundamental para eldesarrollo del niño, es también objetivo especial de pro-tección en los escandinavos. En Suecia, el 80 por cientode los niños de dos años asiste a preescolares. Están allíseis horas diarias con el estimulo de profesionales.

El sistema exige una inversión económica importante.Tanto Suecia como Dinamarca pagan 10.000 euros poraño por niño en preescolar. Como el financiamiento es

público, eso significa presión fiscal. Esbienvenida por sus ciudadanos en lasencuestas porque están pagando por va-lores éticos muy caros para la sociedad.

Invertir en los niños tiene que vercon valores, pero al mismo tiempo tie-ne efectos económicos positivos de granenvergadura. Se está creando equidadreal en la base de la pirámide social. Unreciente estudio comparado de Wilkin-son y Prickert concluye que las socieda-des más igualitarias son también las mássaludables y las más felices.

4 La epidemia de niñosobesos

Un estudio publicado del New En-gland Journal of Medicine muestra quelos niños más obesos tienen dos vecesla probabilidad de morir prematura-mente, antes de los 55 años. La obesi-dad es el factor más estrechamenteasociado con una muerte temprana se-gún los datos recogidos.

El tema es de gran significación en EE.UU. Uno decada tres niños norteamericanos es considerado consobrepeso u obeso. Michelle Obama lanzó una grancampaña al respecto, llamada “Movámonos”, que con-voca a cambios en la manera en que los niños comen yjuegan. Entre ellos está reducir el lapso promedio deseis horas diarias en que los chicos ven TV.

Los especialistas dicen que junto a ello es necesarioregular la publicidad de alimentos para niños y elimi-nar los subsidios gubernamentales que hacen a la co-mida basura barata y rentable.

Un estudio encontró que los niños y jóvenes eranmás obesos cuando había expendios de comida rápida auna cuadra de sus escuelas. Se han presentado proyectospara poner una distancia obligatoria mínima. El conce-jal de Queens Goia fundamenta uno de ellos afirmando:“Un restaurante de comida rápida en la esquina puedetener un impacto terrible sobre la vida del niño”.

En México, de acuerdo con los datos de la Secreta-ría de Salud, sólo en el Distrito Federal el 47 por cien-to de la población infantil tiene sobrepeso. Ha aumen-tado fuertemente el consumo de productos chatarra.En una protesta pública de Padres de Familia exigien-do se prohíba el expendio de comida chatarra en lasescuelas, argumentaban: “La consumen y después ten-

drán obesidad y les dará diabetes o hipertensión y esasenfermedades los van a matar. Es un asunto de doblemoral... Es como prohibir el cigarrillo”. Se estima quede seguir con la tendencia, en 2015 el ciento por cien-to del presupuesto de salud a nivel federal se destinaráa tratar las enfermedades relacionadas con la obesidad,como la hipertensión arterial y la diabetes.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) es-tá peleando en América latina porque se logre progresarhacia declararla “libre de grasas ultrasaturadas”, hoy pre-sentes en muchos productos consumidos por los niños.

Son útiles como referencia las recomendaciones queformuló en 2011 el equipo de especialistas convocadopor Michelle Obama:� La industria alimentaria tiene que elaborar para losniños productos con valor nutricional, no comida“basura”.� Debe fijarse objetivos agresivos para incrementar laproporción de avisos que promocionen alimentos y be-bidas saludables para los niños. En tres años, la mayo-ría de los avisos para ellos deberían ser de productossaludables.� Los medios deberían destacar en sus programas co-midas saludables.� El gobierno federal debería generar incentivos paraaumentar la producción de alimentos saludables, comofrutas, vegetales y granos integrales.� Las escuelas deben asegurar recreos para que loschicos se movilicen y hagan ejercicios físicos.� El gobierno, las empresas y las fundaciones deberíanaumentar el número de parques seguros y lugares paraejercicios físicos, especialmente en los barrios pobres.� El gobierno y las comunidades locales deberían di-fundir mensajes simples sobre nutrición, como “tomeagua en lugar de bebidas con azúcar”, “coma más frutas,vegetales y granos integrales”, “elija productos lácteossin grasas”, “trate de comer en conjunto, como familia”.

Otros países van por este camino. En Francia, se pro-puso aumentar los impuestos a los alimentos que hacenengordar. En algunos países europeos se incorporó laeducación nutricional a la curricular escolar. Los paísesnórdicos diseñaron “corredores de seguridad” para fo-mentar que los niños vayan a pie a la escuela.

En América latina, con un potencial inmenso paragenerar alimentos saludables y con experiencias demucho interés apoyadas por la OPS, urge enfrentarfrontalmente el problema.

5 Los niños de la calle

Leidy Tabares es una niña de la calle de Medellín,cuyo nombre recorrió el mundo. Sobrevivía vendien-do rosas de mesa en mesa. Fue la figura central de Ven-dedora de rosas, una célebre película colombiana nomi-nada para la Palma de Oro de Cannes (1998), que do-cumenta la vida de los niños de la calle.

Todos los protagonistas eran como Leidy, y su dura vi-da estremeció al mundo. Su encanto y actuación le va-lieron el premio de mejor actriz en tres festivales inter-nacionales. Por todo ello recibió sólo mil euros (El País,de Madrid, 25/1/04). Un año después, esta misma niñatuvo que volver a la calle a vender rosas. De los 17 niñosactuantes en el film, nueve fueron asesinados. En Hon-duras, un promedio mensual de 50 niños y jóvenes me-nores de 23 años han sido asesinados en años recientes.

Millones de niños en América latina viven en la calleo trabajan en ella. Causas: la necesidad de sobrevivir, fa-milias quebradas y la exclusión social. En México, Boli-via, Perú y Ecuador trabaja el 20 por ciento de los niñosmenores de 14 años. En Centroamérica hay 1.300.000niños trabajando. Sus ingresos son misérrimos.

Los niños que viven en la calle en muchas ciudadesde América latina duermen en edificios abandonados,

debajo de puentes, en portales, parques, alcantarillas.Trabajan como limpiaparabrisas, tragafuegos, recolec-tando basura, cargando cosas, como mendigos. Su saludy nutrición son muy precarias y están indocumentados.

Son las víctimas preferidas del comercio sexual, queha ido creciendo. También ha crecido el tráfico de ni-ños que son robados para el mercado sexual, o la explo-tación. Según la ONU, la trata de personas es uno delos negocios del crimen en mayor expansión. Otra pelí-cula brasileña laureada, Estación Central, denuncia ensu inicio una de sus expresiones más brutales, las ban-das de robo de órganos de niños. A todo ello se suma lautilización de los niños por los grupos de la droga.

En estas condiciones, vivir en la calle es casi vivir enel infierno. Y así lo testimonian recientes estudios so-bre los altos niveles de depresión psíquica, búsqueda desalida a través de pegamentos y otras drogas, y final-mente suicidios en esta población infantil desesperada.

Es muy cómodo llamarlos “niños de la calle”. Pare-ciera como si ellos hubieran decidido vivir en ella yhay quienes calman su conciencia con esa racionaliza-ción. Las investigaciones indican lo contrario. Estánallí porque se los ha arrojado a esa situación.

Se impone buscar salidas. Hay quienes muestran elcamino. La Asignación Univer-sal por Hijo, el más ambiciosoprograma de protección de losniños pobres de la historia delas políticas sociales en la Ar-gentina, ha mostrado en pocotiempo resultados impactantes.

Organizaciones internacio-nalmente reconocidas, comoCasa Alianza y Juconi (Juntocon los niños) de México hanmostrado que mediante progra-mas orgánicos de protección,educación y reintegración fami-liar es posible rescatar a muchosde los niños. En la Argentina,entre otras instituciones ejem-plares, Nuestros Hijos (Ieladei-nu), de la comunidad judía, hadevuelto la dignidad y recupe-rado en poco tiempo a trescien-tos niños en riesgo grave, y losvoluntarios de otra ONG, LasViejas del Andén, recorren dia-riamente las vías férreas y lasestaciones de trenes en áreasdel Gran Buenos Aires reco-giendo y rehabilitando a los ni-ños que viven en ellas.

Los niños de la calle no estánen ella por su voluntad, comociertos proyectos de puniciónen la ciudad de Buenos Airesplantean implícitamente. Sonniños excluidos por la sociedad.

6 Coartadas sobre el trabajoinfantil

Frente a hechos que chocan con los valores éticosbásicos, se suelen elaborar coartadas para aquietar lamala conciencia.

El trabajo infantil viola la ética más elemental. To-dos los niños deberían tener derecho a una infancia fe-liz y a la escuela. Los más de doscientos millones queson sus víctimas en el mundo y los 17 millones de ni-ños de 5 a 17 años que trabajan en América latina notienen esos derechos básicos.

Edgar Morin, director emérito del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia, afirma que “La idea de unaeconomía con rostro humano ha sido desarrollada plenamente por Bernardo Kliksberg”. El padre de la gerencia social,y gran maestro de la UBA, analiza en este trabajo un tema clave de esa economía, un tema marginado por la economía

ortodoxa: la situación a que la misma ha llevado a los niños del mundo.

Los recursosestán pero...Mil millones depersonas nunca ven untrabajador sanitario ensu vida. Se necesitan17.500 millones dedólares anuales paracerrar la brechasanitaria. Es el 25 porciento de lo que gastanlos europeos encosméticos.Hay 67 millones deniños que no terminanla escuela. Senecesitan 16.000millones de dólaresanuales para dareducación a todos. Sonseis días de gastomilitar de los paísesricos.

El poder de loslobbieseconómicosLa Cámara deRepresentantes deEE.UU. tenía queaprobar que lascomidas servidas enlos comedoresescolares financiadaspor el Estado fueransaludables. Loscomedores tienen hoyuna concurrenciarecord por la caída enla pobreza de muchasfamilias de clasemedia. Los interesesdel fast food y lasindustrias alimentariasno saludables lograronque se rechazara elproyecto. Los niñosseguirán ingiriendo susproductos plenos engrasas ultrasaturadas.

Page 42: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Entre las coartadas usuales están:1) Los niños trabajan porque quieren

Lo hacen por necesidad, impulsados por la pobreza,en una América latina con 170 millones de pobres.Trabajar en los basurales, por ejemplo, no responde auna supuesta decisión, es meterse en lugares inmundos,arriesgando la salud, en las condiciones más duras.

2) El que trabajen es buenoLa frase es mencionada muchas veces por quienes

jamás enviarían sus propios niños a trabajar sustra-yéndolos de la escuela. El trabajo infantil es una cau-sa muy importante de deserción escolar.

3) Es una cuestión secundariaNo es lo que sostienen la OIT y el Departamento de

Trabajo de EE.UU. Un reciente informe muestra quehay niños trabajando en 122 productos en 58 países:producen pelotas de fútbol con los que jugarán otrosniños, están en las plantaciones de café en AméricaCentral, en la construcción, en todo orden de laboresagrícolas, en las minas, son vendedores ambulantes.

4) No hay solucionesNo es real. Así, las remesas que los inmigrantes lati-

noamericanos envían a sus familias pobres permitieronsacar muchos niños del trabajo infantil. Programas deexcelencia como Pro Niño de Telefónica han rescata-do más de 200.000 niños del trabajo infantil. Lo quehace falta es multiplicar la acción de las políticas pú-blicas, y las alianzas estratégicas entre ellas, la respon-

sabilidad social de la empresaprivada, y las ONG.

En América latina, en buscade nuevos caminos, urge reem-plazar las coartadas por accio-nes efectivas que erradiquende verdad el trabajo infantil,que está robando su infancia amillones de niños de la región.

7 Difícil ser hijo detrabajadorespobres

Según Unicef, hay siete ne-cesidades básicas que cualquierniño debería tener cubiertas:vivienda, agua potable, insta-laciones sanitarias, educación,información, salud, y nutri-ción adecuada. Hay mil millo-nes de niños (cerca del 50 porciento del total mundial) quesufren de privaciones severasrespecto de alguna de ellas, yentre ellos, 700 millones pri-vados de dos o más.

Heymann y Barrera (2008)analizaron la especial situa-ción de las familias trabajado-ras pobres.

Los padres tienen un dile-ma: cuidar a los niños, en par-ticular cuando están enfermos,o generar ingresos. Si decidencuidarlos pueden perder sala-rios, promociones en el traba-jo, y aun el trabajo mismo.

Es peor cuanto más bajo essu ingreso. En México, el 58por ciento de los que gananmenos de diez dólares diarios ydeben cuidar a un niño enfer-mo pierden ingresos, o promo-ciones, o el trabajo. Entre losque ganan más de diez dólares

diarios, sólo es el 25 por ciento.Las autoras narran uno de muchos casos similares.

Irene lava platos en un hotel en México. Su hijo na-

ció con un problema cardíaco. Estuvo los nueve mesesque vivió entre tomar licencia para atenderlo o traba-jar para ganar dinero para pagar por su atención médi-ca. Cada vez que no trabajaba un día sin permiso, per-día tres días de pago. Su hijo murió cuando estaba tra-bajando. Se pregunta con frecuencia si hubiera sobre-vivido más si ella hubiera estado en el hogar, pero siperdía más días no iba a tener dinero para alimentar-lo. Seis años después sigue muy afectada.

Las familias de menores salarios y menos educa-ción tienen menor posibilidad de conseguir vacacio-nes pagas o flexibilidad en el trabajo.

Los padres pobres tienen además menos apoyo fa-miliar y más cargas familiares. El 46 por ciento de lospadres que ganan más de diez dólares por día tienenuna familia extendida que puede ayudarlos. Eso sólopasa con el 32 por ciento de los que ganan menos dediez dólares diarios. El 47 por ciento además ayudana un familiar adulto, en los otros es el 42 por ciento.

En estas condiciones, los hijos de padres trabaja-dores pobres son dejados en las casas solos o al cuida-do de otros chicos. El 27 por ciento de los padres enMéxico así lo hacen. Tienen más accidentes, y su sa-lud y desarrollo sufren. Cuando hay un hermano ma-yor, debe dejar la escuela para cuidar a los otros. El42 por ciento de las familias de trabajadores pobresen Brasil, y el 37 en México, que tenían un hijo demenos de 5 años, tenían por lo menos otro en edadescolar no enrolado en la escuela.

Los padres trabajadores pobres no pueden ayudarcon las tareas, ni asistir a las reuniones y eventos es-colares. Entre 58 y 66 por ciento de esos padres tie-nen niños con dificultades académicas o de conduc-ta en la escuela, comparado con el 31 por ciento delos padres que sí pueden hacer estas actividades.

La sociedad debe ayudar a los padres trabajadorespobres, legión en América latina, para que puedancumplir sus misiones familiares. Ello exige, entreotros aspectos, trabajo decente, flexibilidad, multipli-cación de los hogares de cuidado diario, educaciónpreescolar universalizada, apoyos para la atención alos adultos mayores, y ampliación y plena implemen-tación de las instituciones protectoras de las madres.

En muchos casos las leyes existen, o por lo menosla suscripción a convenciones internacionales. Elcontinente tiene que convertirlas en hechos, con losadecuados sistemas de protección legal, rendición decuentas, transparencia, e inspección de su cumpli-miento.

8 ¿Qué hacer?

La película casi documental hindú SlumDog millio-naire arrasó con los Oscar 2009 de la Academia deHollywood. Fue aclamada por audiencias masivas.No tenía publicidad ni estrellas y fue hecha con re-cursos muy modestos. ¿Cuál fue el secreto de su éxito?

Hizo ingresar a amplísimos sectores a un universoque les era totalmente desconocido, el de los niñospobres. Sus protagonistas, los huerfanitos Jamal,Salim y Latika, son la realidad de la infancia demuchos niños de la India, y otras áreas. Su madreasesinada, su subsistencia miserable revolviendo ba-sura, su caída en el infierno al ser robados por unabanda que quita los ojos a otro de los niños paraque pueda mendigar con “más eficiencia”, su explo-tación por una mafia criminal, la complicidad delas autoridades, la sordidez abrumadora de su infan-cia, son vida cotidiana de numerosos niños. En laIndia, el 46 por ciento de los niños menores de tresaños están desnutridos.

El paisaje humano de SlumDog... tiene paraleloscon el de la célebre película brasileña Estación Central,que también ganó el Oscar. Filma el hall de la esta-ción central de ferrocarril de San Pablo. Una ex maes-tra inventó un oficio: escribidora de cartas para lospobres que van a tomar el tren y son analfabetos. Aella llega un niño cuya madre termina de ser matadapor un auto, y está solo en el mundo. Lo alberga paravenderlo a una banda de traficantes de órganos (tie-

nen alta actividad en la región), y comprarse un tele-visor. La mala conciencia la hace después rescatarlo.

En ambos casos hay un “happy end”. La realidadno funciona así. La inmensa mayoría de los niñospobres no ganará nunca un concurso que los harámillonarios, ni los que entregan niños a las mafias searrepienten después.

En ambos films los espectadores sufren por los ni-ños y claman por soluciones. En la pantalla se lasdan. Es fácil y popular.

En la realidad sucede lo contrario a diario.¿Cómo llegar a un “final feliz” en esta región no sólo

en la pantalla sino en los hechos? Se necesitan políti-cas públicas que protejan a las familias pobres, asegu-ren educación y salud universal, y creen oportunidadesde trabajo para jóvenes excluidos, empresas socialmen-te responsables y sociedades civiles movilizadas.

En América latina no basta con sentarse en el ci-ne a ver el Oscar. La cuestión es qué hacemos des-pués de verlo.

Hoy en la región hay desarrollos alentadores. EnBrasil, Dilma Rousseff proclama que no habrá másasesinatos de mendigos e indigentes, entre los queestaban los niños de la calle, y su gigantesco PlanBrasil sin Miseria va a incidir en determinantes so-ciales clave para la situación de los niños. Los agen-tes de salud comunitarios ya están llegando a 80 mi-llones de personas, cubriendo los grandes vacíos ensalud que afectan especialmente a los niños.

En Argentina, se sancionó en 2005 la Ley de Pro-tección Integral de los Derechos de Niñas, Niños yAdolescentes. Dejaron de ser objeto de tutelas parapasar a ser sujetos plenos de derechos. Con la Asigna-ción Universal se les restituyeron esos derechos viola-dos a los hijos de trabajadores informales. Aumentó lamatriculación escolar, bajó la deserción y se fortalecióel control de salud de los niños y los adolescentes.

En Costa Rica, no obstante los impactos de la cri-sis económica en el 2008/09, la acción por reducirla mortalidad materna y la infantil sigue sistemáti-camente. Ambas han sido achicadas a niveles queconvierten a ese país en referencia obligada en lamateria.

En Uruguay, la consecuente lucha contra los inte-reses de la industria del cigarrillo tiene como uno desus beneficiarios principales a los niños y adolescen-tes. Según la OMS, casi 700 millones de niños respi-ran aire contaminado por humo de tabaco, que lescausa daños de todo orden.

Por otra parte, los grandes productores, ante el re-troceso del consumo en los países más ricos, han in-tensificado su campaña para iniciar a los jóvenes enel tabaco a edades más tempranas. En 2006, el presi-dente Tabaré Vázquez inició una potente campañapara disuadir a los más jóvenes de fumar, y establecióla prohibición de fumar en los espacios públicos, ofi-cinas, bares, restaurantes, discotecas y cualquier tipode local cerrado. En 2009, el consumo ya había baja-do un 14 por ciento en los jóvenes.

El haber declarado al país libre de humo y haberlollevado a la práctica le significó que Philip Morris leiniciara un juicio internacional multimillonario. LaOPS y diversas ONG del mundo han ofrecido apoyoal pequeño Estado que está enfrentando a la gigan-tesca transnacional.

En todos esos países, y en otros de la región, los ni-ños son hoy parte central en las prioridades de susmodelos inclusivos.

Pero que eso siga así, y se profundice, dependeráde lo que hagan los ciudadanos. Las políticas proni-ño tienen enemigos poderosos, como los que lucranintoxicándolos con alimentos basura o explotándo-los laboralmente, y en la insensibilidad de los másdébiles cultivada por las economías fundamentalistasde mercado.

No es cosa de quedarse en la butaca aplaudiendolos films a favor de los niños, sino de apoyar por to-das las vías las políticas a su favor y multiplicar elcompromiso personal con ellos. Demasiado sufri-miento inútil. Es hora de acabarlo.

IV SABADO 31 DE DICIEMBRE DE 2011

El 1 por cientomás rico enacciónLos indignadosreclaman contra el 1por ciento más rico.Yekaterina Rybolovlevno parece leer losdiarios. Hija de unmagnate ruso que hizosu fortuna en lasprivatizaciones, compróel 22/12/11, segúnForbes, undepartamento enManhattan por 88millones de dólares, lamayor cifra pagadanunca en Nueva York.Tiene diez ambientes,cuatro dormitorios,terraza. El nuevocapricho de Yekaterina,de 22 años, se debe,según su vocero, a quequería un departamentopara usarlo “cuandovisita Nueva York”.Rusia es uno de lospocos países en losque, por la explosión depobreza y la caída delos servicios sociales,se redujo la esperanzade vida en los últimosaños.

Page 43: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XV Desigualdades indignantes

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 44: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Dos mujeres jóvenes,un fin del 2011 diferente

Vassiliki Ragamb, cuenta The New York Ti-mes (27/12/11), es una joven griega, deAtenas, que tiene dos niños. Uno de elloses un bebé. Elías, el otro, de 3 años, sufre

de diabetes infantil y necesita insulina. Sin ella corregraves riesgos.

Vassiliki se quedó sin seguro médico, como muchosgriegos, y el sistema de salud público fue objeto de re-cortes presupuestarios. Los últimos días del 2011 lospasó yendo de farmacia en farmacia para ver quiénaceptaba darle la insulina sin cargo.

Grecia tenía un amplio seguro de salud público. Enlos últimos 2 años fue uno de los objetivos de los acre-edores externos. Impusieron cortes y pagos.

El presupuesto de salud fue reducido en un 13 porciento. En 2012, deberá ser recortado un 6 por cientomás. Al mismo tiempo, los pacientes aumentaron enun 25 a un 30 por ciento porque muchos no puedenpagar más la medicina privada.

Bajo la receta ortodoxa, la economía cayó un 12 porciento en dos años y el desempleo subió a un 18 por

ciento. Vassiliki obtuvo la insulina

en una clínica que fue abiertapor una ONG internacional,Doctores del Mundo, paraatender a inmigrantes ilegales,pero hoy atiende principal-mente a griegos. Según la clíni-ca, muchas familias no puedenpagar siquiera el transporte pa-ra llegar a ella.

Yekaterina Rybolovlev, rusa,de 22 años, se hizo famosa enlos mismos días de fin de añopor un motivo opuesto al deVassiliki: compró el departa-mento más caro de la historiade Manhattan.

Mientras Vassiliki no tienepara insulina, Yekaterina pagó88 millones de dólares. Es lahija de uno de los favorecidospor las privatizaciones salvajesdel Estado ruso.

Finanzas y Desarrollo, la re-vista del FMI, las describe así:“Después de la caída en laURSS a inicios de los ‘90, ladesigualdad en Rusia creció auna velocidad nunca recorda-da antes en ningún lugar. Almismo tiempo, el ingreso pro-medio bajó, creando un gransector de nuevos pobres. Laprincipal fuerza detrás del au-

mento de desigualdad fue el proceso de privatización,que dejó enormes activos que formaban parte del Es-tado soviético en mano de aquellos cercanos al poderpolítico (los oligarcas)... las redes de seguridad tam-bién colapsaron”.

Estas historias reflejan muchas otras similares dedesigualdades sin límites.

Richard Fuld, el presidente de Lehman Brothersque llevó a la quiebra a esa empresa, el tercer bancode EE.UU., creando un gravísimo riesgo financieromundial, cuidó en cambio muy bien sus finanzas per-sonales. Ganaba 23.000 dólares por hora. Más de loque ganan en un año los 50 millones de norteamerica-nos que están por debajo de la línea de pobreza.

2 La desigualdad crece

El Instituto del Crédit Suisse, uno de los bancos lí-deres en asesoría a las grandes fortunas, estima que el0,5 por ciento de la población adulta del planeta tienenada menos que el 35,6 por ciento de la riqueza delmundo. El 7,5 por ciento siguiente en riqueza es due-ño del 43,7 por ciento.

Forbes, que hace la lista anual de los 1200 billona-rios más ricos del mundo, dice (marzo de 2011) que enconjunto tienen 4,5 trillones de dólares. Del otro la-do, los 3000 millones de personas que tienen menosde 10.000 dólares suman 8,2 trillones.

Esto implica que 1200 personas tienen más que1650 millones. Qué diría Platón, que abogaba por quese hiciera todo lo posible porque hubiera un equilibrioen la distribución de la riqueza.

Un reciente informe (diciembre de 2011) de la Or-ganización para el Desarrollo Económico y la Coope-ración (OECD), que agrupa a los 50 países más ricos,denuncia que la desigualdad en esos países es la mayoren los últimos 30 años.

El ingreso del 10 por ciento más rico es 9 veces eldel 10 por ciento más pobre. La relación varía muchosegún los países. Va de 5 a 6 veces en los nórdicos,hasta 10 a 1 en Italia, Japón, Corea y Gran Bretaña;14 a 1 en Turquía y Estados Unidos, y llega a su máxi-mo nivel, 27 a 1, en México y Chile.

Dentro del 10 por ciento más rico, el 1 por cientotiene cada vez más y a su vez, dentro de él, el 0,1 porciento es el que tuvo más ganancias.

En la principal potencia económica mundial,EE.UU., el 0,1 por ciento cuadruplicó su participaciónen los ingresos preimpuestos, entre 1978 y el 2008.

Las tendencias al empeoramiento de la desigualdadtienen expresión mundial, con claras excepciones, co-mo las de los países nórdicos y América del Sur.

En el Informe sobre Desarrollo Humano 2010 delPNUD se constata entre otros aspectos que el coefi-ciente Gini, que mide el nivel de desigualdad en ladistribución de los ingresos, se ha elevado. Ahora haymás países con un coeficiente Gini alto que en la dé-cada de 1980. Por cada país donde la desigualdad dis-minuyó en los últimos 20 a 30 años o aumentó en másde dos dígitos, la participación del trabajo en los in-gresos cayó en 65 de 110 países en las últimas dos dé-cadas.

En Rusia, Estados Unidos y la India, la caída fue denada menos que 5 por ciento entre 1990 y 2008.

3 Costos humanos de lasdesigualdades

Una oleada de investigaciones de los últimos añosha demostrado que las altas desigualdades son nefastaspara la economía y la sociedad. Entre otras comproba-ciones, han encontrado que generan “trampas de po-breza”, reducen los mercados internos, bajan la capa-cidad de ahorro nacional, llevan a muchos alumnos adesertar de la escuela y a que reciban educación depoca calidad, crean inequidades múltiples en salud,degradan la cohesión social, provocan fuertes gradosde conflictividad, promueven la criminalidad, y esti-mulan y facilitan la corrupción.

El director de la OCDE, Angel Gurria, resaltó alpresentar el estudio sobre el crecimiento de la des-igualdad: “El contrato social está empezando a desmo-ronarse en muchos países. Este estudio echa por tierrala hipótesis de que los beneficios del crecimiento eco-nómico automáticamente repercuten sobre los másdesfavorecidos”.

En los países más ricos, las desigualdades tienen se-rios impactos en las condiciones de vida más básicas

de vastos sectores. Lo mismo sucede en modo amplifi-cado en los países en desarrollo, donde los sistemas deprotección social han sido normalmente más débilesque en los ricos.

Las desigualdades impactan regresivamente en dosde las bases estratégicas para que las personas comunespuedan acceder a oportunidades y progresar: la salud yla educación.

En salud, actúan tanto sobre aquellos determinantessociales que inciden en la producción de salud o en-fermedad, como en el acceso a coberturas de salud.Un reciente estudio sobre 30 países industrializadosrefleja cómo las desigualdades en determinantes socia-les de la salud impactan sobre ella.

Bradly y Tayor (diciembre de 2011) dicen que nor-malmente se pregunta por qué Estados Unidos, quegasta en salud más que muchos otros países desarrolla-dos, tiene tan bajos índices en términos de esperanzade vida y mortalidad infantil comparadas con ellos.

Está por debajo de la mitad de la tabla en logros. Entanto que la esperanza de vida norteamericana está es-tacionada en 78 años, en muchos países europeos su-peró los 80 años. Asimismo, sus tasas de mortalidadinfantil son la mitad de las de EE.UU.

Consideran que se debería tomar, junto al gasto di-recto en salud, el gasto en servicios sociales, como lossubsidios de alquiler, los programas de capacitación la-boral, los seguros de desempleo, el valor de las jubila-ciones, las ayudas a las familias, y otros servicios quepueden extender y prolongar la vida.

Cuando eso se toma en cuenta, se ve que en 2005EE.UU. dedicaba sólo el 29 por ciento de su productobruto a salud y servicios sociales combinados. Esa ci-fra era del 33 al 38 por ciento en Suecia, Francia, Ho-landa, Bélgica y Dinamarca.

Gastaba menos que los otros en estos productoresde salud, pero además las proporciones eran peores.Por cada dólar que gastaba en el sistema de salud,EE.UU. asignaba 90 centavos a servicios sociales. Enlos otros países, por cada dólar en salud se adiciona-ban dos dólares en servicios sociales.

Los gastos en servicios sociales actúan como políti-cas igualadoras en relación con la salud. Cuanto másdébiles esas políticas, peores serán los niveles de salud.

En los países de Europa donde se están recortando es-tos programas, son ya visibles los resultados regresivos.

En el mundo en desarrollo, a los déficit de políticaspúblicas de servicios sociales se suman las pronuncia-das disparidades en acceso a cobertura de salud. Unestudio en 55 países (PNUD 2010) muestra que en loshogares pobres sólo el 40 por ciento de los chicos reci-bieron todas las vacunas, comparado con el 66 porciento en los de mejores recursos.

En Perú, el 20 por ciento más rico tiene acceso uni-versal a personal entrenado en el parto, mientras queen el 20 por ciento más pobre sólo lo tiene el 10 al 15por ciento de las madres.

Las desigualdades en servicios sociales, cobertura mé-dica y otros aspectos traen graves brechas en salud, quedespués se van a expresar en posibilidades muy diferen-tes de alcanzar resultados educativos y conseguir trabajo.

La incidencia de las desigualdades generales en edu-cación es dramática. La escuela recibe a los niños condiversos bagajes de condiciones que van a repercutirfuertemente sobre su rendimiento. Nuevamente haydeterminantes sociales además de lo que la escuelapueda hacer.

Así, los niños de los países en desarrollo aprendenen los mismos años menos que los de los países desa-rrollados. En pruebas estandarizadas, sus puntajes soninferiores en un 20 por ciento a los de los países indus-trializados. Eso equivale a tres grados.

Pero en el interior de los países ricos sucede lo mis-

II DOMINGO 8 DE ENERO DE 2012 DOMINGO 8 DE ENERO DE 2012 III

mo. En una observación mucho más aguda que la de al-gunos analistas argentinos cuando sacan conclusionesapresuradas sobre la prueba de PISA, dos expertos nor-teamericanos, Ladd y Fiske, se preguntan (The NewYork Time, 12/12/11): “Los resultados de las pruebas delectura 2009 del PISA muestran que en EE.UU., aligual que en los 13 países en que los estudiantes de 15años superan a los norteamericanos, los alumnos constatus económico y social más bajo tienen menores re-sultados que los de mejor status en cada país. ¿Puedealguien creer que la mediocre performance de los estu-diantes norteamericanos en los tests internacionales noestá vinculada con el hecho de el que el 20 por cientode los niños viven en la pobreza?”.

Las cifras son categóricas. El 40 por ciento de la va-riación en desempeño en lectura, y el 46 por ciento dela variación en conocimiento de matemáticas entreestados en EE.UU. está asociado con la variación enlas tasas de pobreza infantil.

Más desigualdad y pasividad o inacción en políticaspúblicas a favor de los desfavorecidos generan varia-ciones sustanciales en salud y educación y en otros te-rrenos que van a alimentar la reproducción y amplia-ción de las desigualdades.

La desigualdad es un generador neto de pobreza, co-mo se constató con tanta fuerza en América latina enlos ’80 y ’90.

Los efectos de su aumento se están haciendo sentiren EE.UU. Un informe de Associated Press (diciembrede 2011) en base a datos del censo estima que “un nú-mero record de norteamericanos, casi uno de cada dos,cayó en la pobreza o está cerca, con bajos ingresos...Los datos muestran una clase media en achicamiento”.

4 El 1 por ciento trabajando por el 1 por ciento

La alta concentración del ingreso genera incentivospara usar la riqueza acumulada para incidir sobre el sis-tema político, tratando de obstruir cualquier intentode que sea más compartida o que ponga límites a suacrecentamiento.

América latina es experta en golpes militares orien-tados a frenar el avance de procesos reformadores yque llevaban al poder directo a los amos del poder eco-nómico.

Ese fue el carácter que tuvo la dictadura militar dePinochet (que logró el milagro de duplicar el númerode pobres en Chile, que hizo subir del 20 al 40 porciento de la población, y produjo una agudísima con-centración del ingreso), la dictadura genocida argenti-na (que proclamó que “achicar el Estado es agrandar lanación”, y procuró eliminar físicamente todo trazo dedisidencia posible), las dictaduras brasileña y uruguayay, en los últimos tiempos, el golpe militar en Hondu-ras, para cuya casta dominante era mucho un ascensodel salario mínimo e intentos tímidos de mejora delmás de 70 por ciento de pobres que tiene el país.

En un formato distinto, en los países desarrolladosen crisis actualmente, el 1 por ciento más rico intentapresionar duro para no retroceder y sacar provecho desu preeminencia económica.

El riesgo de las grandes concentraciones económicasfue visionariamente percibido con claridad meridianapor uno de los mayores innovadores sociales de la his-toria de EE.UU., Luis J. Brandeis, el gran juez progre-sista que abrió nuevos rumbos en la Corte Suprema deJusticia.

En 1916, cuando se integró a la Corte, profunda-mente preocupado ante las disparidades en ascenso,advirtió: “Podemos tener democracia o podemos tenerconcentración de la riqueza en las manos de unos po-cos, pero no podemos tener ambas”.

Efectivamente, las grandes desigualdades (y la espe-culación salvaje que favorecieron) fueron decisivas pa-ra que se produjera la gigantesca depresión de 1930.

En 1980, cuando Reagan asumió la presidencia, el 1por ciento más rico ganaba 12,5 veces la media de in-greso nacional. En 2006, había triplicado esa diferen-cia, llegando a 36 veces.

Inciden en eso, según continuados llamados deatención (desde los del presidente Obama hasta nu-merosas investigaciones), las operaciones que el grupomás rico desarrolla para conquistar agujeros fiscales, asu favor, e impedir que le aumenten los impuestos.

Para Holzer (Georgetown University), su enriqueci-miento no refleja “productividad real”, sino “privile-gios de los que están adentro”.

Entre otros canales, obtuvo en la era Bush cuantio-sas deducciones fiscales, que se estima equivalen a latercera parte del actual déficit público de EE.UU.

El Tea Party está resistiendo por todas las vías el in-tento de Obama de aumentar el impuesto a los más ri-cos para financiar siquiera parcialmente servicios socia-les básicos, considerándolo una cuestión de principios.

Cuanto más poder económico concentrado, más in-cidencia sobre el poder político, más aumento de ladesigualdad, y el círculo perverso (como lo preveíaBrandeis), sigue reproduciéndose.

Stiglitz analiza en profundidad cómo opera a diariola interrelación entre los grupos económicos más po-derosos y el poder político, en su agudísimo trabajo“Del 1 por ciento, para el 1 por ciento, por el 1 porciento” (Vanity Fair, mayo de 2011).

En su Informe de Desarrollo Humano de 2010, alar-ma el PNUD porque esas tendencias pueden hacersemás pronunciadas en la crisis actual.

Resalta: “Las crisis crean a menudo más desigualdad.Mientras millones han perdido su empleo, otros (comoalgunos inversionistas) están protegidos por seguros alos depósitos o se benefician con los rescates financie-ros. Quienes ganan son generalmente los que tienenmás bienes, mejor información y más agilidad finan-ciera, y por supuesto aquellos con influencia”.

5 El caso de América latina

Hay varias América latina actualmente. Por unaparte, una donde las cifras de desigualdad siguen es-tando entre las más elevadas, comparativamente, delglobo. Allí, la pobreza tiene alta presencia y los bene-ficios del crecimiento llegan muy limitadamente a lossectores populares, porque las propias dinámicas de ladesigualdad y el peso político de los poderosos hacenque se queden en los estratos más ricos.

La otra, con fuerte expresión en la Unasur y espe-cialmente en el Mercosur, es citada con frecuencia co-mo ejemplo de que se puede enfrentar la desigualdad yreducirla.

Entre las desigualdades más significativas que pre-senta la región, se hallan:

La brecha de ingresosLas cifras sobre el coeficiente Gini en algunos países

desarrollados líderes en desarrollo económicos y socialvs. algunos de la región en el período 2000-2010 sonmarcadamente contrastantes (Informe sobre Desarro-llo Humano del PNUD, 2010).

En Noruega, el coeficiente Gini era 25,8; en Holan-da 30,9; en Canadá 32,6; en Suecia 25; en Dinamarca24,7. En todos esos países, sus altos niveles de equidadhan sido claves en sus logros.

En cambio, en Chile era de 52, en Panamá de 54,9;en México de 51,6; en Perú de 50,5; en Colombia de58,5; en Honduras de 55,3; en Guatemala de 53,7. ElGini era el doble que los anteriores. La elevada ine-

quidad causaba descontento y exclusión en esos paí-ses. Incluso en Chile, con sus avances económicos,encabezadas por los estudiantes dos millones de perso-nas salieron a protestar a las calles en numerosas mar-chas en el 2011, reclamando por la inequidad en edu-cación.

Las desigualdades múltiplesLa dimensión más difundida de la desigualdad lati-

noamericana es la que se da en la distribución de losingresos, pero no es la única, ni la más grave. La des-igualdad se halla presente en todas las dimensionescentrales de la vida cotidiana de la región.

Otra de sus expresiones es la extrema concentraciónde un activo productivo fundamental como la tierra,que excluye del acceso a la misma a vastos sectores dela población rural.

Aquí la concentración es mucho peor que en los in-gresos. El Gini de tierra de América latina es muchopeor que el de cualquier otra región del mundo. Supe-ra el 0,70.

Una dimensión clave de las desigualdades es el cam-po de la educación. Ha habido progresos muy impor-tantes en la región en áreas como alfabetización y ma-triculación en escuela primaria.La gran mayoría de los niñosingresan a la escuela, pero sonmuy altas las tasas de desercióny repetición. Ello genera bajosíndices de escolaridad. Se exa-minó el funcionamiento de lasdesigualdades en esta área en elSuplemento X “¿Qué está pa-sando con la educación? Unacuestión clave”.

La disparidad en años de es-colaridad y en posesión de títu-lo de secundaria pesa muy fuer-temente en las posibilidades fu-turas, pronunciando los circui-tos de desigualdad. Como cons-tata la Cepal (2009): “Las defi-ciencias educativas condenan alos jóvenes al desempleo o a lasocupaciones informales, y aotras de baja productividad, re-produciéndose las trampas detransmisión intergeneracional de la pobreza”.

A las desigualdades anteriores se suman las imperan-tes en el campo de la salud ya analizadas en el Suple-mento VI “Salud Pública, el tema postergado”, y otrasaltamente significativas...

Una de ellas es la operante en el área del acceso acrédito. Así, siendo las pequeñas y medianas empresasun factor decisivo en la creación de empleo en la re-gión, las estimaciones indican que los 60 millones depequeñas y medianas empresas existentes sólo recibenel 5 por ciento del crédito otorgado por las entidadesfinancieras. Hay allí otra fuerte concentración.

Una nueva desigualdad es la del acceso a las tecno-logías avanzadas. El número de personas que acceden aInternet está fuertemente concentrado en los estratossuperiores. Se ha advertido permanentemente en la re-gión sobre la silenciosa instalación de una amplia“brecha digital”, y la generación de un amplio sectorde “analfabetos cibernéticos”.

Factores como la limitada conexión telefónica enlos sectores más pobres y los costos significativos deadquirir computadoras dificultan que accedan a Inter-net los estratos de menores recursos y las pequeñasempresas. Sólo el 19 por ciento de la población tienetelefonía fija y sólo el 13 por ciento tiene una PC.

Las desigualdades tienen en América latina expre-

Bernardo Kliksberg viene planteando a lo largo de sus 51 obras, y centenares de trabajos, hoy presentes en diversosidiomas, que las altas desigualdades son la razón central de la extendida pobreza latinoamericana y el talón de Aquilesdel capitalismo salvaje. El padre de la gerencia social y de la ética para el desarrollo analiza en este trabajo la situación

actual en el mundo y la región al respecto, y muestra cómo es posible bajar las desigualdades.

Impuestos a losmás ricosEl Nobel de EconomiaPaul Krugman dice quelos ortodoxos afirmanque no se debe criticara los muy ricos, nidemandar que paguenimpuesos más altosporque son “creadoresde trabajos”. Afirma:“Los hechos son queunos cuantos de losmuy ricos actualeslograron su riquezadestruyendo trabajosen lugar de crearlos”.Señala que ellos separecen al personajede la película WallStreet I de OlivierStone, GordonGheekoo, que decíaque “la avaricia esbuena”, y “yo no creonada, yo poseo”.

Miradas sobre lasdesigualdades“No deben existir entrelos ciudadanos niextrema pobreza niexcesiva riqueza,porque ambas sonproductoras degrandes demonios.”Platón

“El pan que retienes lepertenece alhambriento.”Santo Tomás de Aquino

Page 45: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

siones pico en términos étnicos y de color. Se esti-ma, así, que más del 80 por ciento de los 40 millonesde indígenas de la región están en pobreza extrema.También son muy contrastantes las disparidades en-tre los indicadores básicos de la población blanca yla población afroamericana. A todo ello se suma,con avances, la subsistencia de significativas discri-minaciones de género en el mercado de trabajo, ha-cia los discapacitados, y en relación con las edadesmayores.

Todas las desigualdades mencionadas, y otras,interactúan a diario, reforzándose las unas a las otras.

6 Hay pobreza porque haydesigualdad

Pocos años atrás había en el establishment de eco-nomistas quienes defendían a capa y espada las “fun-cionalidades” de las desigualdades. Acostumbraban aseñalar que contribuyen a acumular capitales enciertos grupos, que luego los reinvertirán y acelera-rán el crecimiento, o que son una etapa obligada delprogreso.

Hoy, frente a sus evidentes disfuncionalidades, elconsenso está girando fuertemente. El Banco Mundialya reconocía (2004): “La mayoría de los economistas(y otros cientistas sociales) considera ahora la desi-gualdad como un posible freno para el desarrollo”.

Efectivamente, numerosas investigaciones dancuenta de cuánto le están costando a la región estosniveles de desigualdad, y qué impacto profundo tie-nen en obstaculizar la posibilidad de un crecimientosostenido.

Al analizar América latina, se menciona con fre-cuencia que hay pobreza y que hay desigualdad. Enrealidad, las investigaciones evidencian una situa-ción diferente. Hay pobreza porque hay desigualdad.Es un factor clave para entender por qué un conti-nente con una dotación de recursos naturales privi-legiada, y amplias posibilidades en todos los campos,tiene tan importantes porcentajes de pobreza.

Según la Cepal, la pobreza actual es superior a la de1980 en términos absolutos. En 1980 había 136 mi-llones de pobres. Actualmente hay 170 millones. Losprogresos, especialmente en el sur, han bajado el por-centaje, pero sigue siendo alto, casi el 30 por ciento.

Birdsall y Londono (1997) trataron de determinareconométricamente el impacto de la desigualdad so-bre la pobreza. Construyeron la simulación siguiente:

La primera curva del gráfico muestra la tendenciade la pobreza en la región que, como se observa, as-cendió continuamente en los ’80 y ’90 con pequeñasvariaciones. La segunda simula cuál habría sido lapobreza si la desigualdad hubiera quedado en los ni-veles de inicios de los ’70 (antes de las dictadurasmilitares y de las políticas ortodoxas) y no hubieraseguido creciendo. Era considerable, pero aumentómás en las dos décadas neoliberales. Según sus esti-

mados, la pobreza sería la mitad de lo que efectiva-mente ha sido. Ha habido un “exceso de pobreza”causado por el aumento de la desigualdad que dupli-có la pobreza.

Vinod Thomas (2006), director general del Grupode Evaluación Independiente del Banco Mundial,plantea: “Ha sido un concepto equivocado la idea deque se puede crecer primero y preocuparse por la dis-tribución después”.

7 Enfrentando la desigualdad

¿Se puede realmente reducir las desigualdades? ¿Sepueden enfrentar los círculos perversos de concen-tración de riqueza, incidencia desigual sobre el poderpolítico, y aumento de la concentración que la dina-mizan? ¿Es posible llevar adelante políticas en favorde las mayorías en condiciones de alta desigualdad?

No tiene sentido especular sobre estas preguntas.En América del Sur, las están contestando los hechos.

Argentina tenía, en el tercer trimestre de 2003, unadistancia entre el 10 por ciento más rico y el 10 porciento más pobre de 40,9 veces. En el tercer trimestredel 2011, había pasado a 20 veces. El coeficiente Ginise estimaba, en 2004, en 51,3. Ahora es 0,406.

Las mejoras en la desigualdad se debieron a políti-cas públicas muy concretas puestas en marcha a par-tir de 2003 y profundizadas desde el 2008... Al mis-mo tiempo, hubo políticas activas que potenciaronla capacidad de producción nacional, y generaron 5millones de empleos entre 2003 y 2011. Se incre-mentó considerablemente, en términos reales, el sa-lario mínimo, vital y móvil. Según los estimados dela Cepal, en conjunto los salarios reales aumentaronen un 95,5 por ciento desde 2005 en el sector formalde la economía argentina.

Se expandió asimismo el sistema de protección so-cial, haciendo ingresar en el mismo a amplios secto-res, y se mejoraron significativamente los ingresospercibidos por jubilaciones y pensiones.

A ello se sumó el refuerzo de magnitud que signifi-có el Programa Asignación Universal por Hijo paralos trabajadores no formales, que fortaleció los hoga-res fuera de la economía formal, con una transferen-cia de ingresos del orden del 1,2 por ciento del Pro-ducto Bruto Nacional.

El gasto público generó, por otra parte, una granampliación en los servicios sociales a que se hacía re-ferencia anteriormente, claves como determinantessociales de la salud y la educación.

Como destaca Zaiat (24/12/11), a partir de un es-tudio de Gaggero y Rossignolo, el gasto público, quesignificaba en 2002 el 20,2 del Producto Bruto Inter-no, era en 2010 el 45,5 por ciento. El gasto públicosocial aumentó 10 puntos entre 1997 y 2010.

La gestión gubernamental argentina apeló a lo quesegún la OCDE son los claros efectos virtuosos delgasto publico.

La OCDE recomienda, para mejorar la igualdad,“garantizar la prestación de servicios públicos gratui-tos y de alta calidad, tales como educación, salud yatención de las familias”.

La más que duplicación de la inversión en educa-ción en la Argentina del período de Menem, en los’90, donde era el 3 por ciento del producto bruto, al6,49 por ciento actual, está teniendo profundos im-pactos a favor de la igualdad. Junto a fuertes avancesen matriculación, al evaluar los aprendizajes de to-dos los alumnos del último año de secundaria, se en-contraron relevantes avances en matemáticas, cien-cias sociales y ciencias naturales (ver Ministerio deEducación, “Censo de Finalización de la Escuela Se-cundaria”, diciembre de 2011).

Brasil era considerado uno de los peores países endesigualdad. Hasta se acuñó, para llamarlo, un nom-bre, Belindia, refiriéndose a que convivían en él po-blaciones con los mejores niveles de riqueza interna-cionales (como los de Bélgica) y con los peores (co-mo los de partes importantes de la India). Está cam-biando bajo las gestiones Lula-Dilma, y mucho más

rápidamente de lo que nadie previó. Políticas muy vigorosas de expansión productiva,

que le han permitido reducir totalmente el desem-pleo, expansión de los servicios públicos, programascompensatorios en gigantesca escala como HambreCero y Bolsa Familia, hicieron salir de la pobreza acerca de 40 millones. Bolsa Familia, que llega a 11millones de familias pobres, implica una transferen-cia de ingresos del 0,8 por ciento del Producto Brutode un país que pasó a ser la sexta economía en pro-ducto bruto de todo el planeta.

El gobierno de Dilma Rouseauff está implemen-tando a toda marcha Brasil sin Miseria, que se pro-pone sacar de la pobreza extrema a los 16 millonesde personas en esa condiciones, en tres años, conuna masiva transferencia de ingresos y apertura deoportunidades productivas.

Tendrá un fuerte énfasis en la potenciación de laagricultura familiar.

Lo de Belindia quedó en el pasado. El coeficienteGini mejoró. Es un país muy desigual, pero está encurso de cambiar una matriz histórica que parecíaimposible de modificar.

Tras ello hubo un cambio de fondo en el paradig-ma. Según el Informe sobre Desarrollo Humano de2010 del PNUD, un estudio sobe actitud de las elitesdel país hacia la educación, en 1990, encontró queeran con frecuencia reacias a ampliar las oportuni-dad de educación, porque consideraban que educar alos trabajadores haría mas difícil manejarlos. A suvez, los que decidían las políticas gubernamentalesestaban preocupados por que una mano de obra máscostosa redujera las ventajas comparativas en pro-ductos trabajo-intensivos.

Concluye el PNUD: “Este pensamiento impedía eldesarrollo humano, al llevar a bajas inversiones encapital humano y bienes públicos, menos redistribu-ción y más inestabilidad política”.

La gestión gubernamental del Frente Amplio en elUruguay se propuso impulsar la igualdad, reduciendopobreza con vigorosas políticas, y entre sus proyectosestrella democratizando el acceso a Internet.

Menos del 20 por ciento de los latinoamericanostiene Internet. Los costos son prohibitivos para ellos.Así, en tanto cien minutos mensuales de telefoníason el 2 por ciento del ingreso de un habitante delnorte industrializado, representan el 26 por cientodel ingreso de un latinoamericano.

El Plan publico Ceibal, basado en las computadoraultraeconómicas desarrolladas por el MIT, llevó unacomputadora a cada uno de los 362.000 niños y los18.000 maestros de la escuela pública primaria, e ins-taló conectividad en todas las escuelas.

El 70 por ciento de las computadoras fueron entre-gadas a niños que no tenían una computadora en suhogar. La mitad de ellos forman parte del 20 porciento más pobre de la población.

Ahora se está llevando el programa a todos los es-tudiantes y profesores de secundaria, y preescolar. Sehabilitará un sistema especial para que todos los ni-ños ciegos de las escuelas públicas puedan utilizar lacomputadora. Se proyecta asimismo crear conectivi-dad en 300 espacios públicos.

Diversos países africanos, y de otros continentes,han pedido a Uruguay asesoría para replicar el pro-grama.

Mientras en El Salvador y otros países hay 479alumnos por computadora, en Uruguay cada niñotendrá la suya. En la misma dirección va Argentina,con su programa Conectar Igualdad, por el cual seentregaron ya casi 2 millones de computadoras en unbreve lapso.

En esos y otros países del Unasur, se está sembran-do igualdad. La pelea es larga. Los intereses pro statuquo siguen activos tratando de deslegitimar a las po-líticas proigualdad, y de presionar para seguir coop-tando los Estados, y recibiendo privilegios.

Saben en el fondo que el nuevo modelo de unaeconomía con rostro humano será invencible cuantomás mejore la igualdad.

IV DOMINGO 8 DE ENERO DE 2012

El impacto de la desigualdad sobre la pobreza en América latina

1970-1994

Nota: La figura muestra el número de pobres enmillones. La línea verde representa pobreza condesigualdad constante; la línea roja indica pobrezacon desigualdad real.

Fuente: Birdsall, N. y J. L. Londoño. “Asset inequality mat-ters: an assessment of the world Bank’s approach to po-verty reduction”, American Economic Review, May, 1997.

Page 46: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XVI El Estado en tiempos de crisis

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 47: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 A desarmar el Estado

En el marco de la peor crisis económica de losúltimos 80 años, no hay el menor atisbo deautocrítica de las elites de poder que la gene-raron.

En lugar de enfocarse en regular a los mercados fi-nancieros que estallaron en operaciones especulativas,proteger a las víctimas indefensas de la crisis y ver có-mo reactivar cuanto antes las economías, están presio-nando para desarmar el Estado de bienestar europeo ylas instituciones sociales americanas. Ello bajaría eldéficit y aumentaría la confianza de los mercados.

La reducción del Estado está en marcha. En Inglate-rra, el plan de austeridad significa reducir en 140.000millones de dólares el gasto fiscal entre el 2011 y el2015. Entre los eliminados están los programas parajóvenes y la ayuda estudiantil secundaria, y se triplicóel costo de la matrícula universitaria. Hay un millónde jóvenes desocupados. En el 2012 la economía sólocrecerá un 0,6% y la desocupación será de 8,6%.

En Italia hay una agresiva ofensiva contra el gastopúblico. Será más necesario que nunca porque la tasade desempleo juvenil es el 30,1%, la más alta desde

el 2004.En España, donde la

desocupación es el 21%,y la juvenil el 42%, avan-zan los recortes. El creci-miento del 2012, no su-perara el 0,7%.

En Portugal, al mismotiempo que sube la de-manda por servicios so-ciales, se planea reduciren un 10% los presupues-tos en salud y educacióndel 2012. La economíacaerá un 1,6% este año yun 3% en el 2012.

En Irlanda, a pesar delos recortes la situaciónno mejora. En el 2012 laeconomía sólo subirá un1,1%, y la tasa de desocu-pación será el 14,3%.

En Grecia, el laborato-rio del libreto de los ajus-tes, el Producto Bruto ca-yó en un 14% en los últi-mos tres años. La desocu-pación es el 17%.

La demanda por saludpública creció de un25% a un 30% porquemuchos no pueden másir a la medicina privada.Bajo los fortísimos recor-tes, los hospitales no danabasto. Falta todo. Ungrupo de investigadoresingleses lanzó en la pres-tigiosa revista médicaThe Lancet una alarmasobre “la tragedia grie-ga”. Señalan: “La gentecomún está pagando elprecio, está perdiendo elacceso a servicios pre-ventivos y de cuidado,aumentan los riesgos desida y en los peores casosestán perdiendo sus vi-

das”. A ello se suma la tasa de suicidios en aumento.The Economist (7/1/12) pronostica para toda la eurozo-

na una caída del producto bruto del 0,5% para el 2012.En Estados Unidos, la ofensiva del Tea Party en el

Congreso contra el empleo público es permanente.Toma todas las formas, desde el recorte de asignacio-nes a los estados y municipios hasta tratar de destruira los sindicatos de funcionarios públicos.

Desde el inicio de la recesión se han perdido500.000 puestos de trabajo en la administración públi-ca. Muchos de ellos son de maestros, enfermeras, per-sonal de reparaciones.

2 La gran mentira

Según repiten con frecuencia los economistas orto-doxos en el mundo desarrollado, y en el país, la culpade la crisis está en el Estado de bienestar. Desarmán-dolo se desactivaría su causa central.

Los datos indican lo contrario. En los países con Es-tado de bienestar más desarrollado –como Noruega ySuecia– la crisis no se produjo. Su presencia hace quela población sea protegida y ello la empodera produc-tiva y económicamente, asegurando las bases de creci-miento de la economía.

Incluso el país menos afectado por la crisis europea,Alemania, es el que tiene mayor Estado de bienestarde acuerdo con su gasto en servicios sociales.

Ello puede verse asimismo en los ejemplos de Canadáy EE.UU. Canadá, que tiene servicios sociales muchomás amplios que los de EE.UU., con un sistema de sa-lud pública universal y una gran red de protección so-cial, ha enfrentado mucho mejor la crisis que EE.UU.

La gran mentira no coincide con la realidad pero esmuy funcional, permite dar un aura de legitimidad acortes que son éticamente inadmisibles y que violanlos derechos sociales más básicos...

Están produciendo un círculo perverso en todos lospaíses en que se están aplicando: reducción del Esta-do, achicamiento de las políticas públicas cuando másnecesarias son, descenso del consumo, baja de la re-caudación fiscal, aumento de los impuestos y los cor-tes para compensarla, y más recesión.

Ya Keynes había explicado en 1937 que “La expan-sión, no la recesión, es el momento idóneo para laausteridad fiscal”, advirtiendo a Roosevelt que no seapurara y no ahogara la recuperación en desarrollo.

3 ¿Quiénes se benefician con lareceta?

Hay algunos beneficiarios muy directos. Europa re-gistra actualmente un boom de los compradores deoro y de las casas de empeños. Están recogiendo laventa de los bienes familiares a que están entregadosmuchos desesperados.

Pero ellos son los beneficiarios menores. Los mayo-res se hallan en los grandes intereses financieros, quequieren asegurarse a como de lugar de que cobraránlas elevadísimas tasas de interés, recuperarán sus prés-tamos e incluso podrán hacer negocios con las com-pras de activos públicos a precios de ganga.

Les conviene un Estado débil, incapaz de defender-se. No les preocupa la calidad de sus servicios. Puedencomprar directamente los servicios que necesiten.Mientras que la gran mayoría de la población necesitaque haya salud pública, educación pública, seguridadestatal, ellos pueden comprarlas.

En plena crisis, el consumo de artículos suntuarios es-tá aumentando en Europa. En España las matriculacio-nes de autos cayeron en un 17,7% en el 2011; el sectordel lujo, en cambio, aumentó sus ventas en un 83%.

Difícilmente sean los miembros de ese sector los

que puedan aportar las soluciones. Advierte un lector(El País, 5/1/12): “En países como Italia, Grecia, Por-tugal y ahora España se reproducen modelos de go-bierno en los que no queda claro el perfil de sus miem-bros, si político, tecnócrata o un mix, pero que en to-do caso ponen las soluciones de los problemas en ma-nos de algunas personas que participaron en su apari-ción y consolidación”.

Afirmaba el senador demócrata Richard Durbindespués de la grave crisis del 2008: “A pesar de habercausado esta crisis, estas mismas firmas financieras sonel más importante lobby de poder en el Congreso.Francamente, son las dueñas del lugar”.

El Premio Nobel Stiglitz dice que al 1% más rico “lepreocupa la idea de un gobierno fuerte que use su poderpara ajustar el balance, quitarles algo de sus riquezas einvertir en el bien común”. Resalta que la “razón másimportante por la que hay tanta desigualdad es porqueel 1% más rico así lo quiere”. Describe: “La desigualdadactual se debe en gran parte a la manipulación del siste-ma financiero que fue posible gracias a los cambios enlas reglas producidos y pagados por la propia industriafinanciera en una de sus mejores inversiones”.

En Europa y en EE.UU. el movimiento de los indig-nados cuestionó a fondo el intento en gran escala detergiversación de la agenda que significa poner comocausa central del problema al Estado de bienestar enlugar de a las inequidades.

Fue de hecho un curso de educación rápida en des-igualdad para una ciudadanía que no había tomadoconciencia de su magnitud e impactos regresivos.

Refleja la resistencia a la gran mentira el hecho deque en una encuesta en Espana, el 52,4% de los ciuda-danos prefirieron políticas de inversión pública y ser-vicios sociales aunque hubiera que pagar más impues-tos, en vez de políticas de reducción de déficit y dedeuda (23,2%).

4 Lecciones de Islandia

¿Hay posibilidad de resistirse ante la ofensiva orto-doxa sobre el Estado? Islandia, un pequeño país quesufrió la mayor crisis bancaria experimentada por nin-guna economía, mostró que sí.

En marzo de 2008 el país amaneció con la noticiade que sus tres grandes bancos privados habían con-traído deudas que equivalían a 10 veces su productobruto, y que estaban al borde de la quiebra.

Entre las causas, la desregulación bancaria en el2001, la codicia de sus propietarios para expandirse es-peculativamente y el peso de algunos de ellos en me-dios masivos y círculos políticos.

Su cálculo y el de sus acreedores era que si todo fun-cionaba bien, ganarían, y si andaba mal, el Estado is-landés se haría cargo de las pérdidas.

El mismo calculo guió los juegos financieros especu-lativos en Wall Street y en diversos países. Al razona-miento se agregaba la idea de que “eran muy grandes”para que los dejaran caer.

El pueblo islandés, que tiene altos índices de civis-mo, cultura y valores, reaccionó con movilizacionesmasivas negándose a entrar en la trampa.

Cambió el gobierno, rechazó salvar a los bancos, losdejó caer, enjuició al primer ministro y a quienes enlos bancos y el Estado tuvieron responsabilidades.

Había 400.000 depositantes de Inglaterra y Holandaen los bancos. Ante la negativa de Islandia a hacersecargo de los mismos, el país fue duramente. amenazado.

Sería un paria internacional, no se le prestaría nun-ca, sería boicoteado por los organismos financieros in-ternacionales, sería perseguido criminalmente.

Su producto bruto cayó en un 12% entre el 2008 yel 2009. Sin embargo, se mantuvo firme. Así, el

II DOMINGO 15 DE ENERO DE 2012 DOMINGO 15 DE ENERO DE 2012 III

9/4/2011 la ciudadanía rechazó en un referéndum pú-blico hacerse cargo de los depositantes de Gran Breta-ña y Holanda a pesar de las amenazas.

El país adoptó una política nacional activa, con elEstado como base de la misma. Repudió la deuda, de-valuó en un 50% su moneda para ser más competitivo,impuso un severo control de capitales. Así mismo, pi-dió ayuda de los otros países escandinavos, que se ladieron, y un préstamo del FMI. Mantuvo y activó susredes de protección social.

Su economía creció en el 2011, bastante más que elpromedio europeo, 2,5% versus el 1,6%.

Se proyecta que mantendrá ese crecimiento en el2012, frente a una caída de la eurozona.

Su tasa de desempleo será en el 2012, 6% frente al9,9% de la eurozona.

Los mercados que iban a borrar a Islandia del mapale volvieron a prestar.

Colocó un empréstito de 1000 millones en junio2011, a una tasa del 6%, mucho menor a las que estánpagando quienes como Irlanda, España y Portugalcumplieron con la ortodoxia.

La receta empujada por los poderes económicos y fi-nancieros y las agencias de créditos presiona por quelos Estados asuman la deuda de sus bancos, mantengan

estables las tasas de cambio, liberen el movimiento decapitales, e impongan recortes masivos, sacrificandolos servicios sociales y la población, para recuperar laconfianza de los mercados.

¿Cómo explicar que Islandia hizo casi lo opuesto yanda bien, mientras los que la aplicaron están en difi-cultades crecientes?

Por añadidura, su Estado termina de dar (noviembre2011) otro ejemplo de soberanía. Rechazó la propuestade un multimillonario chino, Huang Nubo, de com-prar una gran extensión de tierra, e invertir 200 millo-nes de dólares.

El Gobierno explicó que “las leyes de Islandia impo-nente condiciones estrictas respecto de las empresasque quieren comprar o utilizar propiedades del país, yes claro que la empresa aplicante no las reúne”.

Apoyado por una sociedad civil movilizada, el Esta-do, ese actor al que el neoliberalismo quisiera reducir asu minima expresión, lideró en Islandia con todo éxitola salida de la peor crisis económica de su historia. Enlugar de caer en la tentación de aliarse con los grupospoderosos, y sesgarse hacia ellos, defendió los interesesdel conjunto de la población.

5 ¿Qué puede aprender elmundo desarrollado en crisis dela experiencia latinoamericanacon el Estado?

El mejor juez de las teorías es la realidad. Américalatina fue el laboratorio de experimentación de un gi-

gantesco operativo de ciertos sectores de la sociedadpara desmontar el Estado en las décadas de 1980 y1990. ¿Qué puede aprenderse de esa experiencia, tantopara el futuro de la región como para los debates ac-tuales en el mundo desarrollado?.

Las reformas neoliberales del Estado en America la-tina, de Menem, Salinas, y otros gobiernos similares,lo afectaron estructuralmente.

Procuraron pasar del Estado existente, al que se leatribuyeron calificativos como “obeso”, “omnipresen-te”, “interventor”, al “ Estado mínimo”. Se enfatizó queel Estado era nocivo para la economía, de la más altaineficiencia, y que la gran mayoría de sus funciones de-bían ser transferidas a la “mano invisible” del mercado.

Se prometió que la nueva reforma del Estado contri-buiría a aumentar el crecimiento, reducir la pobreza,eliminar la corrupción y mejorar la eficiencia.

Se instrumentaron en la mayoría de los países de laregión estrategias de “minimización del Estado” a tra-vés de vías como entre otras la reducción de su plantade personal y del gasto publico, una acelerada políticade privatizaciones, la desregulación, la eliminación ju-rídica de diversas de sus funciones.

Todo ello fue acompañado de una vigorosa campañade desvalorización de la acción estatal. Se cuestionófrontalmente su sentido de existencia, se asoció activi-

dad pública con ineficiencia, se enfatizó la altaidentidad entre aparato público y posi-

bilidades de corrupción. Se llegóasimismo a desprestigiar en ex-

tremo all funcionario públi-co, sugiriendo que era unode los mayores obstáculos pa-

ra avanzar hacia un progresosostenido.

Después de dos décadas deaplicación de las reformas fue

posible cotejar las promesas conlas realidades. La pobreza ascendió. A inicios de

los ’80 era un 40% de la población, y en el2003 un 43,9%. Aun algunos de los indicadores

más elementales de salud pública, como la desnutri-ción infantil, empeoraron entre los ’80 y el 2000.

Las cifras de desigualdad se agudizaron. Eran malas ainicios de los ’80 pero empeoraron aún más. El Gini,que era de 50.8 en los ’80, pasó a ser de 52.2 en los ‘90.El de los países de la OCDE, en cambio, era de 34,2. Afines de los 2000 el Gini alcanzó proporciones record:Brasil 0.64, Bolivia 0.60, Guatemala, 0.58, Mexico0.57, Ecuador 0.56, Colombia 0.55, Argentina 0.53.

El balance de las reformas fue regresivo... El Estadoanterior presentaba gruesas deficiencias, patologías bu-rocráticas, facilidad para caer en prácticas clientelares,vulnerabilidad ante la corrupción, serias ineficiencias,pero las reformas practicadas no se limitaron a tratar decambiar internamente al Estado, atacaron frontalmen-te su mismo rol y sus instrumentos básicos de gestión.

¿Cómo quedó el Estado después de los ajustes? ¿Có-mo puede quedar si se va por la misma vía hoy en Eu-ropa y otros países?

6 El vaciamiento del Estado

En la reforma se achicó fuertemente el personal pú-blico. En 1999 los funcionarios públicos eran en Amé-rica latina sólo el 7,3% de la población activa, en laOCDE el doble, 15,6%.

En solo 10 años, entre 1987 y 1998, el empleo públicobajó en Argentina un 35%, en Chile un 63%, en Boliviaun 25%, en Venezuela un 75%, en Uruguay un 26%.

Mientras en EE.UU. había en el 2001 siete funcio-narios cada 100 ciudadanos, en América latina era ca-

si la mitad, 3,88. En Argentina eran sólo 4,9, en Brasil3,3, en Mexico 4,8.

Los recursos manejados por el Estado se redujeronabruptamente.

En el 2001, el gasto público representaba en rela-ción con el Producto Bruto interno casi un 50% másen los países de la OCDE que en América latina.

Mientras que a América latina se le vendía el cuen-to de que debía achicar al máximo su Estado, el mun-do desarrollado lo mantenía y lo ampliaba.

Los ingresos tributarios de los países de la OCDE du-plicaban proporcionalmente a los de América latina.

En México, el Estado, que representaba en 1988 só-lo el 20,4% del Producto Bruto, redujo su participa-ción en 1999 a 13,4%.

Entre 1982 y 1993 el número de empresas públicaspasó de 1.155 a 213. Entre 1990 y 1998 las privatizacio-nes alcanzaron un monto de 154.225 millones de dóla-res. Abarcaron sectores como, ente otros, aeropuertos,ferrocarriles, las industrias petrolera y eléctrica.

En Argentina, en los gobiernos de Menem se imple-mentó el llamado Programa de Reforma Administrativa.

Las privatizaciones abarcaron a áreas fundamentalescomo el agua, la energía, las comunicaciones, el trans-porte, la química, la petroquími-ca, el acero, los aeropuertos, loscaminos y varios de los bancosde desarrollo. Entre abril de1990 y diciembre de 1992, el to-tal del personal civil de la Ad-ministración Nacional se redujode 670.000 a 364.000. La priva-tización fue clave en esa reduc-ción, y a ella se sumaron los pro-gramas de retiros voluntarios yjubilaciones anticipadas.

Las privatizaciones en la Ar-gentina se mencionan con fre-cuencia como una “best practi-ce” al revés, por sus graves defi-ciencias.

Entre ellas, ventas de empre-sas sin sanearlas antes para po-der recibir mejores precios, su-bestimaciones fuertes de los ac-tivos, ofrecimiento de condicio-nes que generaban monopolioscuando un objetivo central de laprivatización era supuestamenteestimular la competencia.

A todo ello se sumaron pro-nunciadas debilidades en los or-ganismos reguladores. Evaluán-dolas, Thwaites Rey y López(2004) concluyen que: “Las pri-vatizaciones argentinas se hicie-ron con el propósito principalde pagar la deuda externa ybrindarles oportunidades de ne-gocios a los grupos de poder económico concentrados”.

Por otra parte, se destruyó el capital humano del Es-tado. La desvalorización sistemática de la función públi-ca, la atmósfera permanente de cortes, los criterios arbi-trarios utilizados para realizarlos, la reducción del temacon frecuencia a una cuestión de ahorros presupuesta-rios crearon un clima en que “activos intangibles” comolas expectativas de carrera, el orgullo por el trabajo des-empeñado, la lealtad con la organización, y la idea deservicio a la comunidad fueron fuertemente dañados.

El aparato público latinoamericano que presentabaagudos problemas a inicios de los ’80, fue objeto en los’80 y ’90 de un verdadero “vaciamiento”.

Uno de los impactos mayores de la ola privatizadora,

Kliksberg ha escrito numerosas obras de referencia sobre el Estado y ha dirigido diversos programas de la ONU parasu mejora. Ha sido relator general de diversos congresos mundiales sobre el rediseño del Estado, e integra el consejo

de redacción de la International Review of Administrative Sciences, uno de los órganos líderes en el mundo en lamateria (Bruselas). Reflexiona en este trabajo sobre el candente debate actual sobre el rol del Estado.

Detrás del poderEl congreso de EE.UU. creóun Comité especial de seissenadores republicanos yseis demócratas parapoder quebrar elestancamiento sobre cómobajar el déficit. Fracasó.Los republicanos dijeronque no podían aceptarnada que significara subirlos impuestos y rechazaronterminantementeaumentarlos al 1% másrico, lo que apoya en lasencuestas la gran mayoríade la población. El senadorJohn Kerry, miembro delComité, dijo que el fracasose debió a que había en lassombras en el Comité un“senador número 13”, queno figuraba, GroverNorquist. Líder de un lobbydedicado a impedir todoaumento de impuestos, supoder es tal que logró quelos representantesrepublicanos al Congresofirmaran cuando asumieronun compromiso de que enningún caso permitirían unaumento de impuestos.Tiene un lema famososobre el Estado, dice que“hay que reducirlo almínimo, para poderdespués ahogarlo en labañera”. ¿Para quiéntrabaja? Puede suponerse.

Argentina, líderArgentina lidera hoyuna tabla muy especial.En la encuestaLatinbarómetro 2011que entrevistó a 20.204latinoamericanos en 18países, se les preguntóen qué medida elEstado puedesolucionar losprincipales problemasdel país. Uno de ellosera la pobreza.El 79% de losargentinos contestaronque puede “solucionartodo el problema ogran parte de él”. Fueel país líder, seguidopor Brasil y Uruguay,ambos con el 75%. Encontra de los mitos quesiguen circulandosobre la inutilidad delEstado, el país confíaactualmente en él.

Page 48: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

y antiestatal, que penetró fuertemente en la pobla-ción, es que la idea misma del Estado como represen-tante de la acción colectiva de la sociedad, y de lafunción pública como un trabajo relevante, fue pro-fundamente deteriorada. En pleno apogeo de la ola re-formista, O’Donnelll (1993) caracterizó muy bien lasimplicancias de fondo de la misma: “...los intentos ac-tuales de reducir el tamaño y los deficit del ‘Estado co-mo burocracia’ también están destruyendo el ‘Estadocomo ley’ y la legitimación ideológica del Estado”.

7 Construyendo un nuevoEstado

Gobiernos con un mandato de cambios económi-cos y sociales profundos, y con todo el interés en lle-varlos adelante, como los de Argentina, Brasil, Uru-guay, Paraguay, y otros países de la Unasur, se encon-traron con la necesidad imperiosa de reconstruir elEstado para poder llevar sus intenciones a la realidad.

El Estado reaparece en este nuevo contexto políti-co como un actor imprescindible para promover eimpulsar los cambios. Se requiere para ello un redise-ño integral. El mandato emergente va en la direc-ción de un Estado activo, asociado estrechamentecon la sociedad civil, potenciador de la acción pro-ductiva de las pequeñas y medianas empresas, fuerte-mente centrado en lo social, descentralizado, trans-parente, sujeto al control social, de alta eficienciagerencial, y apoyado en un servicio civil profesiona-lizado basado en el mérito. Asimismo se aspira que

sea un Estado abierto a la par-ticipación ciudadana.

A partir de ese mandato,hay en diversos países delContinente una nueva gene-ración de reformas del Estado,que lo están reformulando.

Algunas de las principales:

� Fortalecimiento delas políticas sociales

Los nuevos gobiernos colo-caron al tema de enfrentar lapobreza en el centro de lasprioridades del Estado y la so-ciedad, y lo plantearon desdeun enfoque de derechos. Noson dádivas, sino devoluciónde derechos conculcados. Espasar de la idea de que la po-breza es un problema indivi-dual a la de que es una res-ponsabilidad nacional.

Lula generó el ProgramaHambre Cero destinado a los44 millones de personas conhambre en el Brasil. Acentuóque el tema del hambre no erauna cuestión solamente de sa-lud, sino ante todo una “cues-tión política” que debía com-prometer a todos. Después

creó Bolsa Familia, protegiendo a 52 millones de per-sonas. Recibe 0,7% del Producto Bruto de ese país.

Dilma Rousseff tiene como programa estrella de sugestión a “Brasil sin Miseria”, que se propone sacarde la pobreza extrema en tres años a los 16 millonesde personas en esta situación. Es una inversión de4000 millones de dólares anuales. Con tres ejes: in-clusión económica, ingreso mínimo garantizado, yacceso a servicios públicos.

Néstor Kirchner subrayó que programas como Je-fas y Jefes de Hogar –que protegió a 1.700.000 fami-lias– no era darles asistencia, sino “devolverles underecho”. Cristina Fernández de Kirchner creó elmayor programa social de la historia argentina, laAsignación Universal por Hijo, dirigido a los cuatromillones de niños pobres. Implica que el Estado sehace responsable, se asocia a sus familias para que

puedan estudiar y desarrollarse, invirtiendo una su-ma inédita a nivel internacional, cerca del 1,2% delProducto Bruto. Se lo reforzó con un programa deapoyo a las mujeres pobres embarazadas.

En Paraguay, que carecía de programas sociales dealcance, el programa Tekoporá de la gestión Lugocubrió en poco tiempo a medio millón de pobres.

Los programas no se concentraron en los centrosurbanos sino que fueron llevados a toda la extensiónterritorial.

Se diseñaron sobre bases de total transparencia,información permanente a la comunidad, y aperturaa su control por la misma.

� Universalización de servicios públicosbásicos

La nueva generación de políticas públicas trata deasegurar el acceso a servicios básicos a la totalidad dela población, yendo más allá de los abordajes focali-zados.

Para ello ha aumentado sustancialmente la inver-sión de recursos en salud y educación, políticas paramejorar la infraestructura en las áreas más deprimi-das y otras semejantes.

Son típicos del nuevo tipo de programas masivoslos realizados con gran suceso en el Brasil para asegu-rar los medicamentos necesarios sin costo alguno atoda la población con sida, y en Argentina el progra-ma “Remediar” que entrega sin costo medicamentosgenéricos esenciales a familias carenciadas en loscentros de atención primaria de salud.

En ambos están en curso asimismo activos progra-mas para superar inequidades en educación. En Bra-sil, con énfasis en mejorar la escolaridad de la pobla-ción afroamericana. En Argentina, la inversión eneducación creció al 6,49% del producto bruto, lamayor de la región, en la que el promedio es del 4%.Entre otras iniciativas, el Ministerio de Educaciónentregó a todos los hogares con pocos recursos los li-bros de texto necesarios para el año lectivo

En Uruguay, la política de universalización del acce-so a Internet alcanzó ya en el 2008 la meta de un com-putador por estudiante y el acceso a banda ancha enescuelas básicas es el 100%. Chile tiene una computa-dora cada 13 estudiantes y Honduras una cada 137.

� Apoyo a la producción nacionalEl Estado está promoviendo activamente la gene-

ración de trabajos, apoyando a las empresas para mo-vilizar su capacidad productiva, fortaleciendo parti-cularmente la pequeña y mediana empresa, promo-viendo nuevos mercados para exportaciones, y pro-curando facilitar el acceso al crédito y a tecnologías.

Ello se ha plasmado entre otros en programas co-mo “Empleo primero” en Brasil destinado a garanti-zar a los jóvenes un primer trabajo, “Manos a laobra” en Argentina que apoya la creación de un áreade Economía Social con pequeños productores, lageneración de un amplísimo programa de obras pú-blicas con cooperativas de trabajo en Argentina,lacreación de un vigoroso sector de economía socialen varios países de la Unasur, y otros similares.

� Refuerzo de la capacidad de regulaciónEl Estado se ha propuesto en la nueva etapa forta-

lecer las agencias reguladoras, favorecer su indepen-dencia, y renegociar bajo nuevas condiciones loscontratos de privatización.

Ello engloba innovaciones organizacionales quevan desde la reasunción de ciertos servicios en los queexistía un importante incumplimiento de las condi-ciones acordadas con las empresas privatizadoras co-mo el caso del Correo en la Argentina que volvió aser público, hasta la creación en el país de una empre-sa pública “testigo” en el mercado de la energía parapoder darle más racionalidad en beneficio colectivo.

� Hacia un servicio civil profesionalizadoSe necesita conformar una carrera pública estable y

meritocrática. En varios países se están refortalecien-

do los Institutos de Administración Pública o institu-ciones similares destinada a apuntalar la instrumenta-ción del servicio civil, y apoyar reformas que aumen-ten la capacidad de gestión del Estado. Habían sidoun blanco preferido de las reformas vaciadoras.

Se ha comenzado a potenciar la capacitación deservidores públicos . Comienza de nuevo a haber unaapuesta a los “activos intangibles” del Estado, la pro-fesionalidad, la preparación, y el compromiso de susfuncionarios con el servicio público, y una acciónsistemática para rejerarquizar la función pública.

8 El Estado necesario

Hay una gran demanda social en la región por“mas Estado”, pero de una mejor calidad.

No se aspira a un retorno al Estado de los ‘60, sinoa construir un Estado eficiente, participativo, y equi-tativo. El autor lo ha llamado en algunas de sus obras“un Estado inteligente”..

Frente al argumento de que” cuidado” con el cre-cimiento del Estado en la región, vale la pena ver lasestadísticas actuales. Según un informe reciente deCepal y OCDE sobre el Estado (diciembre 2011), “elgasto publico como porcentaje del producto brutointerno muestra un rezago de la región con respectoa los países de la OCDE. A pesar de que el gasto pu-blico ha aumentado aun las diferencias son sustan-ciales, e incluso se han ampliado en los últimosaños”. El empleo publico representa la mitad del ta-maño que tiene en los países de la OCDE.

La región está también muy atrás en el proceso dedescentralización. Ha habido avances importantesen transferir poderes y competencias a las regiones, ymunicipios, pero el gasto municipal es sólo el 9,5%del Producto Bruto. En la OCDE es el 20,6%.

Entre las reformas pendientes se halla la necesidadde un nuevo pacto fiscal, a favor del desarrollo y lagente.

Cuando el 1% más rico de América latina y mu-chas voces sin información de los estratos medios sequejan de la presión fiscal en la región, deberían verlas cifras comparativas. En los países de la OCDE lacarga tributaria se estima en el 34,8% del ProductoBruto (2008), en América latina en un promedio del20,6%, un 40% menor. Por otra parte, mientras queen los primeros las principales fuentes fiscales son losimpuestos directos al patrimonio y los ingresos, losque más afectan a los que tienen más, en Américalatina son los indirectos, que impactan a toda la po-blación. El sistema es marcadamente mas regresivo.

No es América latina la que tiene hoy que mirar auna Europa y a los sectores en EE.UU. que dicen ha-ber descubierto que hay que recortar drásticamenteel Estado, inventando pretextos para hacerlo. Es alrevés. Ya se hizo en América latina. “Menem lo hi-zo”, así como previamente la dictadura militar geno-cida, y al mismo tiempo Salinas en México, y otros,y los resultados están a la vista.

El Estado es en una democracia, la acción colecti-va potenciada. Tiene funciones irremplazables comoentre otras la mejora de la equidad, el desarrollo delas energías productivas de la población, la potencia-ción de la inclusión, dar acceso a todos a salud yeducación, motores del empoderamiento productivolaboral y ciudadano, el apoyo a la investigación cien-tífica y tecnológica, el cuidado del medio ambiente,la promoción de la cultura, el rescate de la memoria,la protección irrestricta de los derechos humanos, yde la democracia misma.

Prescindir de él, es renunciar a la acción colectiva.Es casi suicida hacerlo en el mundo actual, pero fa-vorece los intereses de aquellos a los que no les con-viene que la sociedad se organice para regular, com-batir las desigualdades, y dar voz y poder real a lasgrandes mayorías

Construir el Estado necesario en Argentina yAmérica Latina es uno de los mayores desafíos histó-ricos que enfrentan el país y la región e incidirá deci-sivamente en su futuro.

IV DOMINGO 15 DE ENERO DE 2012

Destinosentrelazados“El 1% más rico tienelas mejores casas, lamejor educación, losmejores médicos y elmejor estilo de vida,pero tiene algo que eldinero no puedecomprar; lacomprensión de que sudestino está unido aldel 99% restante.A lo largo de la historiaesto ha sido algo que el1% más rico ha llegadoa entender con eltiempo.Demasiado tarde”.

Del Premio Nobel deEconomía JosephStiglitz (Vanity Fair,mayo 2011).

Page 49: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XVII ¿Es posible erradicar la corrupción?

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 50: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 El caso Siemens. Se terminó laimpunidad

El 14 de diciembre del 2011, ocho ex ejecutivosy contratistas de Siemens fueron acusados cri-minalmente por la Justicia de los Estados Uni-dos por haber conspirado para pagar cien mi-

llones de dólares en sobornos a “altos funcionarios delgobierno argentino”, violando la ley norteamericanaque prohíbe las prácticas corruptas en el exterior.

Según la investigación, formaron parte de la tramael uso de compañías fantasmas, cuentas en bancos sui-zos, intermediarios y dinero transportado ilegalmenteentre fronteras.

De acuerdo con las acusaciones, uno de los más altosejecutivos de Siemens, miembro de su Consejo Admi-nistrador, contrabandeó diez millones de dólares enefectivo a través de la frontera suiza, en 1999, para ce-rrar las cuentas.

La Procuraduría Gene-ral de Justicia de EE.UU.declaró en conferencia deprensa: “Las acusacionesmuestran un nivel shocke-ante de engaño y corrup-ción”. Un director de laAgencia de control finan-ciero, la SEC, RobertKhuzami, señalo: “Nues-

tras investigaciones revelan que eran pocas las líneasque esos ejecutivos no estaban dispuestos a cruzar paraganar el contrato”.

La compañía como tal ya había sido acusada conanterioridad, a partir del 2006, pero es la primera vezque se acusa individualmente a ejecutivos que lleva-ron adelante las prácticas de soborno.

El fiscal de Nueva York, Preet Bharara, indicó queincluso “cuando el proyecto fue cancelado, trataronde recobrar las ganancias que habrían obtenido de uncontrato que se les otorgó ilegítimamente”. Tratabande hacer un juicio al Estado argentino por no concre-tar el contrato.

Había mucho en juego. El contrato en cuestión, des-tinado a proveer documentos de identidad a los argen-tinos, era por nada menos que mil millones de dólares.

Menem firmó ese contrato en 1996. En esa época,el país tenía una tasa de desempleo del 17,3 por cien-to según los datos oficiales. Por otra parte, entre lostrabajadores que tenían empleo, el 20 por ciento ga-naba menos que el promedio de salarios y tenían difi-cultades para subsistir con sus ingresos. El coeficientede distribución del ingreso del país era muy malo,

0,483. La tasa de mortalidad infantil era alta, 24 decada 1000 niños morían antes de cumplir cinco años.

Sin embargo, con tantos problemas sociales abier-tos, no dudó en firmar con Siemens.

Cuando se dice que la corrupción causa ingentes da-ños a los países, no es una suposición. Habrían sido milmillones de dólares puestos al servicio de financiar lasganancias de Siemens, y el pago de comisiones a algu-nos de los funcionarios y los intermediarios operantes.

Para Siemens no fue una operación aislada, si bienpor su magnitud excedió a muchas otras. La SEC ha-bía dictaminado en 2008 que “la corrupción involucró1400 millones en sobornos pagados a oficiales guber-namentales en Asia, Africa, Europa, Medio Oriente ylas Américas” durante varias décadas. Aceptó pagaren ese año 1600 millones de dólares de multa a las au-toridades norteamericanas, que amenazaban con ex-pulsarla de EE.UU., y a las europeas.

Entre las transacciones por las que pagó sobornos sehallaban teléfonos móviles en Bangladesh, sistemas decontrol de tránsito en Rusia, refinerías en México,proyectos de telecomunicaciones en Nigeria, líneas detransmisión de alto voltaje eléctrico en China.

El senador Arlen Specter denunció en el senadonorteamericano que “la conducta de Siemens ha sidoescandalosa, y sistemática, y existe una cultura corpo-rativa en que la que el soborno es tolerado e inclusopremiado a los más altos niveles de la empresa”. Sie-mens sobornó en sesenta países.

De acuerdo con Der Spiegel, la compañía pagaba del5 al 10 por ciento del valor de los contratos, pero enalgunos casos llegó hasta el 30 por ciento.

Según informa, uno de los conflictos morales mayoreslo tuvo en Nigeria, en los ‘90. El dictador Sani Abachaordenó que las comisiones debían ser del 50 por ciento.Agrega la renombrada publicación alemana: “... pero encasos como los de Abacha, el dinero de los sobornos seconvertía con frecuencia en dinero sangriento”.

El caso Siemens ilustra sobre los efectos letales de lacorrupción. Distrae recursos fundamentales para com-batir la pobreza y mejorar la salud, y la educación, pa-ra que terminen en manos de unos pocos.

Los costos económicos son altísimos. Y los pagan losconsumidores, a quienes se les recarga el costo de lossobornos, y los contribuyentes, que los financian. Des-truye la confianza, elemento clave de la economía.

Tiene un costo invisible feroz. Socava el sistema devalores morales y crea nihilismo en los jóvenes.

Pero el ejemplo de Siemens enseña más. Derrumbamitos. Así, que es imposible sostener, después de quese acuse criminalmente por primera vez a miembros

de la dirección de una de las 50 primeras empresas pri-vadas del mundo, según la lista de Fortune, que “la co-rrupción es sólo un problema del sector público”.

2 Se necesitan dos para bailar un tango

El caso de Siemens, y múltiples otros similares, co-mo, entre muchos, la quiebra del principal banco pri-vado dominicano hace algunos años, que absorbió re-cursos vitales para el país, y el soborno comprobadorealizado por ejecutivos de una transnacional líder enArgentina para vender masivamente informatizaciónal principal banco público, han mostrado que la co-rrupción no es sólo pública.

La corrupción corporativa es parte importante delproblema global. En los hechos, los esquemas de corrup-ción suelen entrelazar a ejecutivos públicos y privados.

Hay una ley de hierro que se cumple con toda fre-

cuencia. Siempre que hay un corrupto en el sector pú-blico, hay un corruptor en el sector privado.

La corrupción no es exclusividad del sector público,como lo indican las experiencias concretas.

Entre los casos notables recientes a nivel interna-cional se destaca, junto con Siemens y otros, el deuno de los mayores imperios de medios del mundo: elgrupo Murdoch.

Poseedor de los mayores medios de Inglaterra, conuna fuerte presencia en EE.UU. y otros países, el impe-rio estaba a punto de quedarse con el 50 por ciento delos medios comerciales de Inglaterra, cuando estalló,en 2011, el escándalo de las interferencias telefónicas.

Violando las leyes y la ética periodística más ele-mental, el diario de más venta del grupo, The News ofthe World, había interceptado ilegalmente 800 teléfo-nos celulares de personalidades destacadas, e inclusode las familias de soldados muertos, para poder publi-car escándalos y primicias.

Entre los interferidos estuvieron el anterior primerministro, actores famosos y la familia de una niña se-cuestrada de 13 años. En su “eficiencia”, como el telé-fono estaba lleno de llamadas, los integrantes de la or-ganización no titubearon en borrarlas para que hubie-ra más espacio y pudieran escuchar más.

A la trama se sumaron sobornos a la policía y ame-nazas a líderes políticos y después, cuando comenza-ron a ser denunciados, destrucción de evidencias.

Como señala Soledad Gallegos, ex subdirectora deEl País, de España, no era “periodismo amarillo” sinouna categoría aun inferior la que practicaba el grupoMurdoch, era “periodismo basura”.

Cada vez se van descubriendo más maniobras de este

II DOMINGO 22 DE ENERO DE 2012 DOMINGO 22 DE ENERO DE 2012 III

imperio de medios, que han llevado a varias interpela-ciones parlamentarias de sus máximos directivos, y alarresto hasta ahora de 17 funcionarios y periodistas.

En 1977, en la presidencia de Carter, EE.UU. apro-bó la Ley sobre Prácticas Corruptas en el exterior. Se-gún las investigaciones de la SEC a mediados de los‘70, 400 empresas admitieron haber hecho pagos ilega-les para hacer progresar sus intereses.

Entre ellos hubo casos famosos, con el de los escán-dalos de soborno de la empresa espacial LoockHead, oel “Babana gate”, en el que Chiquita Brands sobornóal presidente de Honduras para que le bajara los im-puestos.

La Ley fue aplicada a casos en los que estuvieron im-plicadas, entre otras empresas, BAE Systems, BakerHughes, Haliburton, Lucent Technologies, Monsanto,Titan Corporation, Avon Products.

Entre muchos otros ejemplos, el Departamento deJusticia y la SEC están investigando si ejecutivos de la

Hewlett Packard pagaron 10,9 millones de dólares ensobornos entre 2004 y 2006 al Procurador General deRusia para ganar un contrato para proveer computado-ras, investigaron como se sustanció la acción de Sie-mens en la Argentina, y abrieron una investigaciónsobre el grupo Murdoch para ver si violaba la ley nor-teamericana con sus sobornos en Inglaterra.

Dos empresas del grupo automotriz Daimler acepta-ron en 2010 pagar 185 millones de dólares para cerrarlos cargos que se les hicieron por pago de sobornos. LaDeutsche Telekom aceptó pagar 95 millones de dólarespara resolver las investigaciones de sobornos realizadosen Macedonia y Montenegro. Trataron de impedir conellos la entrada de otro competidor en el mercado.

La corrupción corporativa ha tenido también pre-sencia al interior de los mismos países desarrollados.Casos como los de Enron, la séptima empresa en ven-tas de EE.UU., que hizo un desfalco de 60.000 millo-nes de dólares, Parmalat en Europa, los cuestionadosmanejos de empresas líderes de Wall Street, y otros,mostraron que los riesgos de corrupción no son exclu-sivos de la gestión pública.

3 La corrupción no son sólo las coimas

Con frecuencia se tiende a asociar la corrupción conlas coimas que los ciudadanos pagan a funcionarios. Lacoima en los países de Sudamérica, la mordida en Mé-xico y otras similares, son claras expresiones de co-rrupción que deben ser combatidas y erradicadas. Soninadmisibles.

Sin embargo, los costos mayores los paga la sociedad

en las grandes operaciones de colusión económica, co-mo las que se han dado, entre otras, en el mercado dearmas y en otras formas de corrupción más silenciosas.

Entre ellas, las connivencias entre el crimen organi-zado y miembros de la policía, la influencia sobre elsistema judicial, la explosión de nuevas formas de co-rrupción vinculadas con la expansión del narcotráfico.

La jueza franco-noruega Eva Joly es autora de un ce-lebre texto, Impunidad (en español, Katz editores). Allícuenta cómo combatió la corrupción de empresasfrancesas líderes que hacían grandes negociados enAfrica, sobornando altos funcionarios. Uno de los ru-bros más importantes era el comercio de armas.

Fue perseguida y amenazada por sus denuncias, y re-trata vívidamente el poder de los intereses en juego.

Le Monde escribió en un editorial sobre el caso de laElf Petroleum de Francia: “Elf ha usado su dinero paramantener en el poder a dictadores cuyos principios nohan sido el desarrollo de sus países, sino su enriqueci-

miento personal”.Hay modalidades de corrupción inéditas vinculadas

con el tema medioambiental. Los lobbies que intentannegar la existencia misma del cambio climático recu-rren a todo orden de prácticas para obstaculizar el co-nocimiento de sus riesgos e incidir sobre quienes pue-den tomar decisiones.

Un informe de Transparency International (deabril de 2011) llama la atención sobre el peso de di-chos lobbies respecto de aquellos que defienden lasenergías limpias. Señala: “En EE.UU., a nivel nacio-nal tan solo, los intereses de petróleo y gas asignarona actividades de lobby durante 2009 un presupuestoocho veces mayor que el sector de energía no conta-minante. En la Unión Europea. durante un impor-tante proceso deliberativo sobre políticas climáticosque se desarrolló en 2004, los grupos empresarioscontribuyeron al debate con más del doble de docu-mentos sobre políticas que las organizaciones am-bientales”.

Uno de los grandes temas que surgen cuando se ele-va la vista de las coimas es el de la transparencia en lafinanciación de los procesos electorales.

En un incisivo estudio de Ethos y Transparency In-ternational en Brasil al respecto (2008), más de dostercios de las empresas firmantes del pacto por la inte-gridad y contra la corrupción consideraron sobre estaestratégica cuestión que “las empresas deben apoyariniciativas de la sociedad civil que monitoricen la fi-nanciación de la política”, “las empresas deben revelarsus donaciones políticas al margen de lo que hagan lospartidos y los candidatos”, “las empresas solamente de-ben apoyar candidatos comprometidos con la divulga-

ción de las donaciones”.4 Más desigualdad,más corrupción

Con frecuencia se plantea a la corrupción como untema básicamente policial. Sus causas serían la falta deadecuados controles policiales y fallas judiciales. Elloes parte del problema y es imprescindible actuar enesos niveles. Pero más allá de ellos, hay un tema fun-damental de poder económico y político.

Una investigación de la Universidad de Harvard in-cursiona en el tema. Trató de medir en cien países conqué causales estaba más conectada la corrupción.

Las correlaciones econométricas identificaron que laprincipal eran los niveles de desigualdad.

Cuanto mayores son las asimetrías en una sociedad,mayor es la corrupción. Se maximiza si élites reducidastienen el control de las grandes decisiones económi-cas, de los recursos, de la información, y las grandes

mayorías tienen grados míni-mos de información y de parti-cipación real.

En esas condiciones hay, se-gún los investigadores, “incen-tivos perversos” para las prácti-cas corruptas, porque los gruposde alto poder no tienen control y pueden actuar conimpunidad.

Su acceso a la compra de influencias legales e ilega-les es muy importante. En cambio, los sectores popula-res tienen, en esas sociedades con severas brechas, li-mitados niveles de articulación política, dificultadesde organización y son débiles para monitorear a los po-derosos.

La corrupción, a su vez, aumenta la desigualdad.Afecta regresivamente la composición del gasto públi-co, los niveles de inversión y el funcionamiento demo-crático.

Se ha estimado que un aumento de un punto en elíndice de corrupción hace aumentar el coeficiente Gi-ni de desigualdad en 5,4 puntos.

Se genera un círculo perverso. Cuanto más desigual-dad, más corrupción. A su vez, la corrupción es una delas vías por las que la desigualdad se reproduce, gene-rando entonces ambientes propicios a la corrupción.Se refuerzan mutuamente.

Para actuar contra la corrupción, estructuralmente,se impone abordar a fondo el tema en lugar de ver en“corrupción” y “desigualdad” dos cuestiones no conec-tadas, como sucede en la imagen de realidad que tratade imponer el pensamiento económico ortodoxo.

Cuanto más equitativas las sociedades y mayor la

La Biblioteca Bernardo Kliksberg cuenta con el auspicio especial de la Unesco. Colección declarada de “interéseconómico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

Es uno de los problemas mayores de nuestro tiempo. El gran maestro de la UBA, asesor especial de diversosorganismos internacionales y padre de la gerencia social, lo analiza desde una perspectiva no convencional.

Kliksberg ha fundado y dirige la nueva Escuela de Etica y Responsabilidad Social en el Servicio Público creada en laSindicatura General de la Nación, Instituto Superior de Control de la Gestión Pública, y ha sido el relator principal de

diversos congresos internacionales sobre fortalecimiento de la transparencia en la gestión pública.

Una cultura decorrupciónTan insertada estaba lapráctica de los sobornos enSiemens de acuerdo conlos juicios realizados, queuno de sus operadoresfísicos, Siekacze, alegó contotal cinismo en el juzgadodespués de haber admitidosu culpa:“La gente sólo dirá acercade Siemens que hemossido desafortunados y nocumplimos con elUndécimo Mandamiento. ElUndécimo Mandamiento es‘que no te descubran’”.

Robo a manoarmadaEl informe de la UniónAfricana 2002 estimaque se roba a Africaanualmente, porcorrupción, 148 milmillones de dólares.Con esa cifra se podríaproteger a todos losniños africanos quemueren por malaria,neumonía y falta demicronutrientes.

Page 51: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

participación de las mayorías en educación, salud, in-formación e incidencia en las decisiones, mejor po-drán vigilar, y protestar, y menor será la corrupción.

Estos resultados son particularmente significativospara América latina, por ser la región más desigual delplaneta. Uno de los costos silenciosos de esa desigual-dad han sido los incentivos para la corrupción.

La hipótesis de los investigadores de Harvard pue-de corroborarse en múltiples casos.

Uno extremo son las dictaduras. Guinea Ecuato-rial es gobernada desde 1979 por un dictador, Theo-dore Obiang. El país era uno de los más pobres delmundo. En 1995 se descubrió petróleo y es ahora eltercer productor de Africa, después de Nigeria yAngola.

Nada de eso benefició a su población. El dictadory su familia se quedaron con todo, aprovechando laabsoluta polarización del poder. Mueren 148 niñosde cada 1000 antes de cumplir 5 años. La esperanzade vida es de sólo 51 años. Sólo 26 de cada 100 chi-cos llega a empezar la secundaria. La escolaridad pro-medio es de sólo cinco años.

En julio de 2011, el Departamento de Justicia deEE.UU. anunció una nueva iniciativa, la de recupe-ración de activos cleoptocráticos.

Aplicándola, lanzó dos juicios civiles contra el hijodel dictador Theodore Nguma Obiang, a la vez su mi-nistro de Agricultura, para confiscarle una mansión enMalibú de 30 millones de dólares, un avión privado de38 millones, una Ferrari 2011. También le serán con-fiscados 75 ítem de Michael Jackson que el joven mul-

timillonario compró a sus he-rederos. Incluyen un guante decristal de 275.000 dólares, dossombreros de 60.000 dólarescada uno, y una billetera porese mismo importe.

¿Cuántas vidas de niñosguineanos habrían podido sal-varse con esos recursos?

El Congo, que tiene un go-bierno autoritario, tiene 68millones de habitantes, ymuy importantes recursosminerales. La esperanza devida es de 48 años, y los añosde escolaridad promedio, 3,8.La mitad de la población co-me una sola vez por día, yuna cuarta parte.

Sin embargo, solo el 1 porciento del presupuesto nacio-nal va a agricultura. No es elrubro más rentable para losdueños del poder.

5 ¿Cómo combatirla corrupción?

Mejorar la equidad y supe-rar los mitos y asociacionesfalaces señalados, y otros, pro-fundizando sobre sus causasreales, son recomendacionesbásicas.

Hay un largo camino pordelante en el campo legal.

Hasta 1999, en que la orga-nización de los países ricos, laOECD, la penó, el código fis-cal alemán, entre otros, permi-tía la deducción de los sobor-nos como “gastos de negocios”.

Recién en 2003 la ONU lo-gró hacer aprobar la Conven-ción Contra la Corrupción,que requiere a todos los paísesaprobar leyes anticorrupción yponer en práctica legislaciónanticorrupción y cooperar con

los otros.Tiene 140 países signatarios, pero a casi una déca-

da, muchos no la han ratificado. Entre los que no lohan hecho se hallan tres de las mayores economías delmundo (miembros del G-20): Alemania, Japón y laIndia.

Asimismo, la convención anticorrupción de laOECD tiene cumplimiento limitado. Según unaevaluación de los 37 países que la integran, solo 7 lehan dado activa aplicación, 9 moderada, y 21 ningu-na o muy poca.

El antes mencionado senador Spector advirtió so-bre la aplicación de la misma ley anticorrupción nor-teamericana que no bastaba con multar a las corpo-raciones (que terminarían agregando el valor de lasmultas a sus precios), sino que había que perseguircriminalmente a las personas que llevaban adelantelas prácticas corruptas.

Una nueva ley inglesa del 2010, semejante a lanorteamericana, introduce una innovación porqueconsidera un delito que las corporaciones fallen enprevenir el soborno.

Se necesita cambiar correlaciones de poder parahacer cesar la impunidad. Así lo entiende el pueblohindú, Fue sacudido recientemente por escándalosgigantescos en campos diversos, desde la concesiónde permisos para la explotación del espectro inalám-brico hasta la extracción minera, con pérdidas enor-mes para el Estado.

Todo ello en un país que pese a su crecimientoeconómico tiene el 42 por ciento de los menores decinco años en situación de desnutrición. Millones depersonas salieron a las calles para apoyar el movi-miento “India contra la corrupción”, que está enca-bezando la activista social Anna Hazare.

Sus métodos, que siguen a Gandhi, incluyendoprolongadas huelgas de hambre, obligaron al Con-greso a tratar una ley anticorrupción que crea unaoficina investigadora del más alto nivel.

Junto a los cambios legales son imprescindibles vi-gorosas políticas de reforma y fortalecimiento del Po-der Judicial, apoyo a la profesionalización de las ins-tituciones policiales vinculadas con la investigaciónde estos delitos, establecimiento de instituciones re-guladoras sólidas y dotadas de capacidad técnicaefectiva, gestión activa para la recuperación de acti-vos en el exterior.

Después de largas gestiones, el empobrecido Haitírecuperó varios millones de dólares que la dinastíaDuvallier había depositado en cuentas suizas.

La necesidad de cambiar la estructura del poder pa-ra poder atacar la corrupción y mejorar la igualdad fueel gran detonante de la Primavera Arabe. La ostenta-ción de los resultados de la corrupción por las autocra-cias gobernantes en Túnez, Egipto y Libia, contrasta-da con la miseria cotidiana de amplios sectores de lapoblación, jugó un papel clave en el desencadena-miento de las rebeliones.

Enfrentar la corrupción significa leyes rigurosas,un Poder Judicial probo, capacidades de investiga-ción, sistemas de control, pero asimismo moviliza-ciones sociales que equilibren las desigualdades. Ellasson las que pueden significar un fuerte costo para laselites, hacerles sentir que no hay más impunidad yrestarles incentivos para practicarla.

6 América latina en cambio

Es muy frecuente la referencia a América latinacomo lugar de corrupción. Como se ha visto, no tie-ne ningún monopolio al respecto. Tiene alta presen-cia también bajo otras formas en países desarrolla-dos. Pero es entendible que los niveles de impunidadhayan sido históricamente muy importantes por ha-ber sido la región más desigual del planeta.

Sin embargo, ello está cambiando. La investiga-ción de Harvard concluye afirmando que “después detodo, la corrupción no es un destino manifiesto deningún país”. Eso es plenamente visible en la Améri-ca latina en pleno proceso de cambio.

En los países de la región donde están en marchalas reformas profundas en las estructuras económicasy sociales, están cambiando las estructuras de poderque favorecían la corrupción. Las transformacionesestán dejando sin espacio a operaciones tipo Sie-mens, a intentos de cooptar el Estado para ponerlo alservicio de intereses de unos pocos, al apoderamien-to de las campañas electorales y otras áreas favoritasde la corrupción.

En el nuevo ambiente histórico, anticoncentra-ción del poder en las elites, y pro democratizacióndel mismo, pueden entenderse entre otros ejemplosnuevos y avanzados proyectos de ley como el que es-tá tratando el Congreso del Brasil.

Brasil tiene hoy multinacionales trabajando endiversos países del mundo. La ley, en estado avanza-do de tratamiento, propone penar severamente lasprácticas corruptas de esas empresas en el exterior.Innovadoramente, hace responsables a las empresaspor los actos de sus directores, funcionarios y agen-tes bajo la teoría de la responsabilidad superior.

En ese país, su presidenta, Dilma Rousseff, hizo re-nunciar a seis de sus ministros desde Junio del 2011por cuestionamientos sobre sus conductas.

En Argentina, Uruguay, y otros países de la Una-sur, hay en marcha desarrollos importantes en las le-yes, en la transparencia de los actos públicos, la ren-dición de cuentas, el fortalecimiento de los organis-mos de control, la independencia plena del PoderJudicial.

Una clave para enfrentar la corrupción es ampliarlas posibilidades del control social.

Eso significa, entre otros aspectos, instalar meca-nismos institucionalizados de participación continuade la población. Son significativos los resultados lo-grados a nivel local con experiencias en las queAmérica latina fue pionera en los últimos años, co-mo el presupuesto municipal participativo de PortoAlegre, que se ha convertido en una referencia mun-dial en la materia y se ha extendido bajo diversasfórmulas a centenares de ciudades de la región.

La apertura plena de los presupuestos, su análisispor la ciudadanía, su selección directa de priorida-des, la rendición de cuentas, generaron una gestiónmunicipal muy mejorada y redujeron sensiblementelos niveles de corrupción y de clientelismo

A todo lo anterior deberá sumarse trabajar en lafamilia y la educación para fomentar una “cultura dela transparencia y la responsabilidad”. Ambos signifi-can que el otro importa.

La corrupción es lo contrario: egoísmo maximizado.En los ’90, en Argentina, donde se están llevando

adelante 15 procesos judiciales contra políticos, exfuncionarios, empresarios y banqueros de esa década,algunos sectores de la población llegaron a invertirlos valores.

Uno de los efectos más perversos de esa década fuela cuasi legitimación de las prácticas corruptas como“viveza criolla” y la estereotipación como “idiotas”de los funcionarios probos que se resistían a benefi-ciarse con ellas.

La década de políticas ortodoxas extremas destru-yó parte de la clase media y de las oportunidades pa-ra la mayoría de la población en el país y otros paísesde la región, pero, además, erosionó profundamentelos valores básicos.

Eva Joly recuerda en Impunidad que en realidad es alrevés. “Idiota” es, en la acepción original ateniensedel término, aquel que piensa solamente en sus intere-ses personales, mientras que “un hombre libre dignode ese nombre es quien se consagra al bien común”.

La sociedad argentina y otras reaccionaron, perohay que continuar trabajando ese plano fundamental.

Los países que encabezan la tabla mundial de inte-gridad, como los escandinavos, tienen altos gradosde equidad, instituciones sólidas, un Poder Judicialejemplar, pero, además, su cultura rechaza a los co-rruptos, son “parias sociales”.

La ilegalización “cultural”, además de la jurídica,de la corrupción es la doble batalla a profundizar.

IV DOMINGO 22 DE ENERO DE 2012

Sin palabras“Nicolás Cosentino, de53 años, fue secretariode Estado de Economíaen el último gobiernode Silvio Berlusconi. Apesar de que los juecesde Nápoles lo acusaronya en el 2009 de ser el‘referente político’ delclan de los Caseleses–el más poderoso de laCamorra (es el clan queestá amenazando demuerte al periodistaRoberto Saviano porhaberlo puesto aldescubierto en subestseller Gomorra), yde que el TribunalSupremo autorizó suarresto, el anteriorprimer ministro lomantuvo en su puesto,desafiando –comosolía– a la Justicia.Pero no sólo eso.Berlusconi utilizó ahorasu mayoría para que laCámara de Diputadosse opusiera a suencarcelamiento. Por309 votos a 298 seguiráen libertad. Sentándoseen la Cámara y tratadoprotocolarmente comohonorable.”El País, de España, 12de enero de 2012.

Page 52: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XVIII Mejorando el mundo. Los emprendedores sociales

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 53: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Algo anda muy mal

¿Sabe usted cuántos niños murieron porhambre el año pasado? Fueron 5 millones.Hay en el mundo 1025 millones de per-sonas con hambre, una de cada siete.

Muchos son niños. Los chicos desnutridos tienen 160días de enfermedades todos los años.

Basta de pretextos. Se alega que la población crecedemasiado, que no hay manera de hacer frente a suaumento en los países pobres.

Lo real es que el mundo produce hoy 17 por cientomás de calorías per cápita que hace 30 años.

La población creció en esos años fuertemente, perola capacidad de producir calorías mucho más.

Si se divide la producción mundial de calorías por elnúmero de habitantes, cada uno podría tener 2720 ca-lorías diarias, más que el mínimo necesario, 2500.

Pero los niños que perecen por hambre o están des-nutridos no las tienen.

Los alimentos no están al alcance de sus familias.Un factor clave es, según el relator mundial de laONU sobre el derecho a la alimentación, Olivier de

Schutter, “la burbuja es-peculativa”.

Los especuladores fi-nancieros que causaron laimplosión mundial del2008 y el 2009 y están ali-mentando una nueva, es-tán apostando al mercadode alimentos a futuro yhaciendo subir los precios.

Según la FAO, solo el 2por ciento de los contratosa futuro sobre materias pri-mas terminan en la entre-ga real de los productos.En el 98 por ciento de loscasos, los contratos se re-venden. A los especulado-res les interesa sólo ganara corto plazo.

Der Spiegel (4/11/11)retrata así el funciona-miento de la Bolsa deChicago: “Aquí, en la sa-la de negociación de lamayor bolsa de materias

primas del mundo, se decide sobre los precios de losalimentos y con ello sobre el destino de millones depersonas. El hambre se organiza aquí, además de la ri-queza de unos pocos”.

Un informe reciente (20/1/12) de la Unión Europeamuestra hasta dónde el sistema es ineficiente para ase-gurar el derecho más elemental, el derecho a la ali-mentación. Reporta que Europa arroja anualmente ala basura 90 millones de toneladas de productos ali-mentarios en buen estado para el consumo. Son 179kilos por habitante. La misma Europa tiene no menosde 70 millones de pobres actualmente, y el número vacreciendo. Según el informe, el 50 por ciento de pro-ductos sanos y comestibles se pierden en las distintasfases del proceso desde la producción a la mesa, y labasura del consumidor.

La indignación crece ante las disparidades que con-tradicen la ética más básica.

El prestigioso Pew Research Center de USA(14/1/12) dice que en su nueva encuesta los nortea-mericanos han cambiado mucho de opinión respectode cuál es el principal conflicto que tiene la sociedadnorteamericana.

Antes destacaban los conflictos raciales, y entre in-migrantes y nacidos en el país. Entre el 2009, y el2011 subió 19 puntos porcentuales el número de quie-nes consideran que “es muy fuerte” o “fuerte” el con-flicto entre ricos y pobres, y encabeza la tabla. Pasódel 47 por ciento en el 2009, al 66 en el 2011.

Ante la argumentación del Tea Party y de algunoslíderes conservadores de que el problema es de “envi-dia” a los más ricos, se alzan voces como las de Eliza-beth Warren, eminente jurista de Harvard, artífice dela ley de regulación financiera y de la creación de laOficina del Ombudsman financiero para defender alos pequeños inversores, los portadores de tarjetas decrédito y otros de abusos financieros.

Warren, actualmente candidata a senadora en labanca que ocupara Edward Kennedy, resalta: “No haynadie en este país que se haya vuelto rico por sí solo.Nadie. Usted construyó una fábrica, bien por usted.Pero quiero ser clara: Usted transportó sus productos almercado sobre los caminos que el resto de nosotros pa-gamos. Usted contrató personal cuya educación finan-ciamos nosotros. Usted está seguro en su fábrica, porlos policías y los bomberos que nosotros pagamos. Mi-re, usted construyó una fábrica, y es un éxito. Muybien. Llévese una buena porción. Pero parte del con-trato social subyacente es que usted se lleva una por-ción, pero retribuya a la sociedad para abrir paso alnuevo niño que viene en el camino”.

No es un problema de envidia sino de juego limpio.El mismo Pew Center informa que en su encuesta

de diciembre de 2011 encontró que solo el 50 porciento de los norteamericanos reaccionan hoy positi-vamente ante el término “capitalismo”.

Entre los jóvenes de 18 a 29 años, son más los quetienen una visión negativa que positiva.

Una encuesta entre el 25 por ciento de mayores in-gresos del Edelman Barometer encontró que solo el 46por ciento tiene confianza en que los negocios haránlo correcto, y la confianza se reduce aún mucho más,al 25 por ciento, respecto de los bancos.

En este clima, junto a presiones en ascenso porcambios en el sistema, hay quienes al mismo tiempoque luchan por ellos sienten que es su deber contribuirde inmediato a aliviar el enorme sufrimiento social.

Está surgiendo con fuerza la figura del emprendedorsocial.

Su lema es hacer algo ya, que llegue en la mayor es-cala posible.

2 Las ideas de Muhammad Yunus

En un mundo que tiene posibilidades tecnológicasinéditas y al mismo tiempo brechas sociales y de exclu-sión enormes, y donde las grandes desigualdades y losvacíos éticos actúan como limitantes severos para loscambios necesarios, se necesitan nuevas ideas y actorescomprometidos a fondo con la suerte de su prójimo.

Hay una demanda creciente por políticas públicascentradas en las reales prioridades de la gente y conaltos niveles de calidad.

Puede aportar mucho que estén acompañadas porotros actores sociales, como los emprendedores sociales.

Se caracterizan por ir a problemas sociales agudos yabordarlos desde una perspectiva no convencional,creando soluciones no tradicionales para enfrentarlos.

Movilizan a las comunidades para llevarlas adelan-te, y tratan de hacerlo con la mejor gerencia posible.Sus proyectos no buscan ningún lucro, pero sí crearcondiciones para que puedan ser autosustentables.

No van a reemplazar nunca el rol decisivo de las po-líticas públicas, las únicas que pueden parar la máqui-na de producir pobres y excluidos a diario, pero pue-

den ser una ayuda muy significativa para ellas. Danrespuesta ya a muchos y son una fábrica de ideas so-ciales originales y utilizables con frecuencia por lasmismas políticas públicas.

A la cabeza de una lista muy amplia y con frecuen-cia anónima se hallan figuras como la del Premio No-bel de la Paz Muhammad Yunus, arquetipo del em-prendedor social.

Genera permanentemente proyectos que van a ne-cesidades prioritarias, rompen con los caminos con-vencionales, movilizan a las comunidades beneficia-das y se manejan con alta eficiencia gerencial.

Concibió la idea del microcrédito, la de prestar a losmás pobres aunque no tengan garantías, apostar por ellos.

La idea le fue rechazada tanto en la banca pública co-mo en la privada. Violaba todas las ortodoxias en mate-ria de crédito. Nadie, salvo las enseñanzas bíblicas, quepromueven activamente prestar a los pobres (y prohí-ben la usura) había impulsado políticas de este tipo.

Creó, en Bangladesh, el Grameen Bank (el bancode la aldea), concentrado en dar pequeños préstamospara desarrollos productivos.

El 95 por ciento fueron concedidos a mujeres. Debíanconformar un grupo y si bien el préstamo era individual,todo el grupo se hacía responsablede su devolución.

Los resultados fueron impactan-tes. Fueron desde el mejoramien-to de la condición económica alempoderamiento de la mujer, enmedio de una cultura patriarcal.

Las mujeres respondieron concreces. El Grameen Bank, que fueconfigurado como una instituciónde propiedad de sus mismos presta-tarios, tiene una de las mejores ta-sas de retorno de los préstamos detoda la industria bancaria mundial.

Además Yunus, representantepleno de los rasgos más deseablesdel emprendedor social, lo conci-bió como una organización anti-burocrática, sin papeles, descen-tralizada, con sus agentes traba-jando en las aldeas, en medio dela gente.

Tiene hoy más de ocho millones de prestatarios enBangladesh. Presta más de cien millones de dólares almes. El préstamo promedio es menor a doscientos dó-lares. Tiene préstamos que van desde diez dólares (pa-ra mendigos), hasta mil dólares (para microempresas).

El dinero viene de los depósitos de los mismos presta-tarios. Cuando ingresan al banco se les abre una cuentade ahorros y deben guardar una pequeña cantidad dedinero en ella. Yunus (2010) señala que, entre otrosefectos, “es una enorme fuente de empoderamiento pa-ra una mujer decir que tiene una cuenta bancaria, y quetiene tanto dinero en la cuenta bancaria”.

La experiencia se ha reproducido ya en 80 países.Más de 500 millones de personas reciben microcréditos.

El gran emprendedor señala en un artículo en elNew York Times (15/1/2011) que la experiencia deprestar a los pobres ha sido tan exitosa que ha atraídopoderosos grupos financieros, y ha llevado a algunasONG a reconvertirse a bancos privados. En diversoscasos se han cobrado intereses muy altos deformandoel sentido original de la propuesta.

Advierte que se necesita regulación gubernamentalen el sector y critica severamente esos desvíos. Previe-ne: “Siempre hay gente ansiosa de tomar provecho delos vulnerables. Los programas de créditos que buscanganar a partir del sufrimiento de los pobres no deben

II DOMINGO 29 DE ENERO DE 2012 DOMINGO 29 DE ENERO DE 2012 III

ser descriptos como microcréditos, y no se debe permi-tir que los inversores que son sus dueños se beneficiende la confianza y el respeto que los bancos de micro-crédito se han ganado por sus méritos”.

El Grameen Bank movilizó a fondo las posibilidadesde crear sus propias estructuras de protección de sus mu-jeres pobres empoderadas. Generó un sistema de présta-mos educativos para que sus hijos pudieran estudiar y unseguro de salud. Casi el ciento por ciento de los niños delas mujeres que reciben los créditos van a la escuela.

Yunus concibió luego la idea de negocios sociales.Empresas que dan respuesta a problemas sociales críti-cos, pero no generan ganancias y se autosustentan.

Respondiendo a una necesidad muy importante,creó en su país el Hospital para el Cuidado de losOjos. Lleva adelante 20.000 operaciones de catarataspor año. Con la escala, por la enorme demanda insa-tisfecha, logró reducir el costo de cada intervención atreinta dólares. El hospital es autosustentable.

La mitad de los niños en Bangladesh (que tiene 158millones de habitantes) están desnutridos. Se asociócon la multinacional Danone, que produce leche y yo-gur, y creó la empresa Grameen-Danone. Produce un

yogur a muy bajo costo que contiene todos los micro-nutrientes que les faltan a los niños. Por la escala, losprecios son ínfimos. Si un niño consume dos tazas deese yogur a la semana y lo hace durante ocho o nuevemeses se convierte en un niño sano.

Fundó con la empresa de aguas francesa Veolia, laempresa Grameen-Veolia para dar agua potable en al-deas. Propuso a Adidas producir un calzado accesible alas personas más pobres. La mayor parte de las perso-nas andan descalzas en las aldeas en Bangladesh y enmuchos países del mundo en desarrollo. Contraen to-da clase de enfermedades por ello, por ejemplo anqui-lostomas y otros parásitos. Se planea que el calzadocueste menos de un dólar.

Proyecta crear con BASF una empresa para producirredes mosquiteras químicamente tratadas a preciosmuy reducidos. Son vitales para reducir la malaria.

3 Un emprendedor social en Haití

El 12 de enero de 2010 un terremoto de escala 7 se-midestruyó Haití. Hubo 230.000 víctimas y 1.300.000personas quedaron sin vivienda.

Una semana después, Sean Penn viajó al país a ayu-dar. Ahora convirtió esa ayuda –según explica– en lacausa de su vida.

Penn ha ganado dos veces el Oscar al mejor actor de

la Academia de Hollywood por sus películas Río místi-co (2003) y Milk (2008). Ha sido un fuerte crítico dela administración Bush y se ha comprometido con di-versas causas sociales.

Creó un campo para albergar refugiados en los subur-bios de Petonville que dio asilo a 55.000 personas y logerencia personalmente. Estuvo viviendo allí por seismeses después del terremoto. Organizó los principalesservicios. Hay allí 11.000 tiendas, servicios médicos, unmercado. Consiguió apoyo para escuelas. Incluso com-batió personalmente a las pandillas criminales. Trabajócodo a codo con organizaciones como Oxfam, SaveThe Children, Médicos sin Fronteras y otras.

Explica: “Pienso que nadie que no haya estado enlugares como éste puede entender qué es la pobreza yqué significa una falta real de infraestructura”.

Entiende que la tarea es de muy largo plazo y plan-tea: “Aquí es donde estaré, cuando no esté trabajando,por el resto de mi vida”.

Hace pocos días, el 11/1/2012, organizó en la Mecadel Cine, Los Angeles, un gran evento para reunirfondos, “Ayude a construir Haití con Sean Penn yamigos”. Se proponía llegar a 850.000 dólares. Obtuvocinco millones.

4 ¿Qué es unemprendedor social?

¿Qué ruta están indicando ejemploscomo los de Yunus y Penn? ¿Qué es exac-tamente un emprendedor social y qué ha-ce? ¿Qué aporta de nuevo?

En base a ésos y otros elementos, Os-berg y Martin definen a los emprendedo-res sociales como singularizados por trescomponentes:� Identifican un equilibrio injusto quecausa la exclusión, marginación o sufri-miento de segmentos del género humano,que no tienen los medios o el peso políti-co para alcanzar por sí solos transforma-ciones en la situación.� Identifican una oportunidad de cambiarese statu quo injusto, creando valor social,y traen para ello inspiración, creatividad,

acción directa, coraje y fortaleza. Están desafiando el or-den de cosas existente estable, pero injusto.� Generan un nuevo equilibrio estable, que libera elpotencial o alivia el sufrimiento del grupo relegado,asegurándole un mejor futuro y contribuyendo a la so-ciedad en general.

Analizan un interesante ejemplo, el del papel deemprendedor social llevado adelante por Robert Red-ford, muchas veces laureado en la industria del cine.

Identificó un desequilibrio inicial importante enHollywood: los grandes estudios, movidos por interesesfinancieros, controlaban la manera en que las películaseran financiadas, producidas y distribuidas. No habíamayor espacio para realizadores jóvenes. Al mismotiempo encontró que estaban emergiendo nuevas tec-nologías que permitían filmar a costos mucho más eco-nómicos. Decidido a dar oportunidad a las nuevas ge-neraciones de realizadores, creó el Sundance Institutey les abrió espacio y apoyo para desarrollar sus ideas.Después organizó el Sundance Film Festival, para quepudieran mostrar su producción. Todo ello fue creadocomo una organización sin fines de lucro, y pidió a suextensa red personal de directores, actores y autoresconocidos que actuaran como mentores voluntarios delos jóvenes realizadores.

Su emprendimiento tuvo el mayor de los éxitos, y25 años después hay un nuevo equilibrio. Sundance es

el centro del cine independiente, tiene grandes au-diencias, los jóvenes realizadores tienen un caminoabierto y el público ha ampliado sus opciones conside-rablemente. El nuevo equilibrio está ahora firmementeestablecido.

Un caso muy actual y trascendente es el de Wikipe-dia. Sus fundadores, Jimmy Wales y Larry Sanger, ge-neraron y pusieron en marcha una idea absolutamenteoriginal. Invitaron a miles de voluntarios, sin pago al-guno, a crear y editar una enciclopedia de acceso libreen Internet.

La enciclopedia tiene hoy 17 millones de artículosen 270 idiomas. La consultan cuatrocientos millonesde usuarios por mes. Está basada en el trabajo de35.000 voluntarios.

Wikipedia tiene un enorme valor económico, perono ha cedido a ninguna tentación y ha permanecidocomo una organización sin fines de lucro. Clay Shirkyla llama, en el London Guardian, “uno de los mayoresactos acumulativos de generosidad de la historia”. TheEconomist saluda su décimo aniversario destacando:“Todos los días miles de personas editan entradas oagregan otras nuevas nada más que para contribuir alstock del conocimiento huma-no”.

5 ¿Por qué atrae elemprendedurismosocial?

J. Gregory Dees, uno de lospioneros del emprendedurismosocial, subraya que es diferentedel empresarial.

“Los emprendedores socialestienen una misión social explícitaen mente. Su principal objetivo esconvertir al mundo en un lugarmejor. Ello afecta cómo miden suéxito y cómo estructuran sus orga-nizaciones. La mejor medida deéxito para un emprendedor socialno es cuántas ganancias hizo, sinocuánto valor social creó”.

El empresariado social tiene lo que podríamos lla-mar una “especificidad”. Es diferente de la actividadempresarial y también de la actividad pública.

Hay en él un impulso voluntario y un objetivo deservicio, al mismo tiempo una innovatividad liberadade trabas burocráticas.

La especificidad del emprendedurismo social es unade las explicaciones de su gran atracción en las nuevasgeneraciones. Un caso paradigmático que lo ilustra esEnseñar por América. Creada hace diez años porWendy Kopf en EE.UU., se propuso lanzar un desafíopuro de emprendeduría social a algunos de los jóvenesmás brillantes de la sociedad.

Se dirigió a los graduados con más altas notas de lasmejores universidades proponiéndoles que al recibirsetrabajaran dos años en las escuelas más pobres del paíspor remuneraciones muy modestas. Crearían valor so-cial, compartiendo una de las mejores educaciones delmundo con los niños más postergados y tendrían unaexperiencia única de vida y formación.

El llamado parecía quijotesco, y sin embargo el éxitofue rotundo. Les dio a ellos, que tenían todo tipo deopciones económicas, la posibilidad de tener de inme-diato un impacto social real. Respondieron. En 2006,19.000 graduados con altas calificaciones se postularonpara el programa. En 2011, se multiplicaron los intere-sados. Hubo 97.000 postulantes para 14.000 cargos.

El gurú de la gerencia social y de la ética para el desarrollo, y asesor mundial de la ONU, analiza el papel que están cumpliendo losemprendedores sociales. Kliksberg es inspirador y orientador de múltiples emprendimientos sociales nacionales e internacionales.Entre otras responsabilidades, es actualmente presidente del Consejo Asesor Social de la AMIA, asesor principal de Un Techo parami País, que trabaja en 19 países de la región, y preside la Red Latinoamericana de Universidades por el emprendedurismo social.

Los máspopularesResalta The Economistsobre la crecientepopularidad delemprendedurismo social(agosto de 2011):“Hace una década, laexpresión emprendedorsocial se escuchabararamente. Hoy todos,desde Londres a Lagos,quieren serlo. Lasconferencias sobreemprendedurismo socialson invariablemente lasmás atendidas por losestudiantes en las escuelasde negocios líderes”.

TodospodemosayudarUn emprendedorsocial, Eugenio Cos,creó una organizaciónque pide a todos donarun día anual de susueldo para causashumanitarias.Afirma: “No se necesitaser un millonario o unaestrella de rock parahacer una diferencia”.

Page 54: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Ingresar a Enseñar por América se convirtió en ungran galardón para los jóvenes brillantes, superioraun, según afirman algunos de ellos, a entrar en unauniversidad de elite.

Otras organizaciones han tenido similares respues-tas. En 2006 y en 2007, el Acumen Fund, que pro-mueve el emprendedurismo social, recibió 1100 pos-tulaciones de magister en administración de nego-cios para 15 puestos.

El Bridgespan Group, una consultora que trabajacon Bain@Company, que provee asistencia estratégi-ca a organizaciones de acción social, recibió en2007, 1800 postulaciones para 18 puestos.

Starting Bloc, cuyo Instituto de Innovación socialconvoca a estudiantes y profesionales jóvenes “so-cialmente conscientes”, que persiguen carreras quecontribuyen a una “economía global justa”, pasó de200 estudiantes en 2003, a 2400 en 2005.

También la provocación que significa esta “especi-ficidad” atrae a otras edades. En una encuesta a milpersonas en los 50, patrocinada por The Met LifeFoundation y Civic Ventures, el 60 por ciento dijoestar interesado en “reordenar sus prioridades paraponer el impacto social en el frente y en el centro”.

6 Avances en América latina

En los años de neoliberalismo ortodoxo, fue cre-ciendo en América latina el sentimiento profundode que no podía esperarse nada importante de los go-biernos, que estaban empeñados en la aplicación de

recetas que conducían a au-mentar la pobreza.

El propio papa Juan PabloII, frecuente crítico de la situa-ción social de la región, plan-teó: “La pobreza es algo urgen-te, que no puede esperar”.

En la región hay notablesejemplos de personas, gruposde personas y organizacionesque hacen emprendedurismosocial. En los tiempos de laortodoxia estaban presentesen muchas de las grandes au-sencias que dejaban las políti-cas de Estados para los cualeslo social era una preocupa-ción sólo para tiempos deelecciones.

En los procesos de transfor-mación en curso son en mu-chos casos un activo colabo-rador de la nueva generaciónde políticas sociales.

Entre otros países, Brasil,país de grandes contrastes, quetenía previamente a los cam-bios de los últimos años una de

las peores desigualdades del planeta, fue escenario dela acción de importantes iniciativas de este orden. Be-tinho, un prominente sociólogo, líder de un centro deinvestigaciones sociales de excelencia, creó un gigan-tesco movimiento de lucha contra el hambre que lo-gró aglutinar a 60 millones de brasileños. Su tarea deponer el hambre, en un país de enormes potencialida-des, en el centro de la agenda fue una invalorablecontribución a la primera presidencia de Lula.

Allí, alguien que venía del hambre y la pobrezaextremas, y que las conocía personalmente, retomóen la política pública, con toda fuerza, el llamamien-to del emprendedor social y creó Hambre Cero, quehabría de convertirse en una referencia mundial enla lucha contra ese flagelo.

La Pastoral de la Crianza, liderada por Zelda Arns,hermana del cardenal Evaristo Arns, presidente de laConferencia Episcopal del Brasil y gran luchadorcontra la pobreza, es un emprendimiento social degran alcance que llega a millones de familias desfa-vorecidas con una metodología original de forma-

ción de líderes de la comunidad.A través de ellos trabaja directamente con cada fa-

milia, prestándoles apoyo a los niños en edad tem-prana y a las madres.

Entre sus tareas se destaca que acompaña a las ges-tantes, prepara para el parto, educa para el posparto,apoya la lactancia materna, monitorea las vacunacio-nes, previene las diarreas e infecciones respiratorias.

Según reflejan las cifras, ha contribuido a mejorarfuertemente, trabajando en cooperación con las polí-ticas de salud, los índices de mortalidad materna einfantil, y de desnutrición.

Rodrigo Baggio, un joven ingeniero electrónico,dejó su brillante carrera profesional para crear, en1995, Centros de Inclusión Digital en las favelas. Enellos entrena a los jóvenes para usar la tecnología di-gital en atacar problemas claves de sus comunidades.

La idea creció rápidamente. El Comité para la De-mocratización de la Informática, como llamó a la or-ganización, se expandió a diversas poblaciones desfa-vorecidas. Entre ellas (además de las favelas), comu-nidades indígenas, instituciones de discapacitados,hospitales psiquiátricos, centros de detención y otras.En cada comunidad, una organización de base gestio-na el centro y el comité le provee computadoras gra-tuitas, crea programas de formación en informática,prepara instructores, monitorea los programas.

Los resultados han sido tan positivos que el pro-yecto ha concitado múltiples apoyos, se ha extendi-do a Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México,Perú y Uruguay y a otros continentes. Lleva creados803 centros, donde se han entrenado 1,25 millón depersonas. El 87 por ciento de los formados dice quegracias a él ha encontrado mejores trabajos, abiertopequeños negocios, continuado su educación y se haconvertido en agentes de cambio en su comunidad.

En Argentina, entre muchos otras instituciones yprogramas del más alto valor, Cáritas ha ganado re-conocimiento público e internacional por su laborsocial, caracterizada por su carácter emprendedor.Participan en ella 32.000 voluntarios y beneficia atres millones de personas.

Junto a organizaciones que llevan adelante un ac-tivísimo trabajo de emprendedurismo social, como laFundación Clarita, la red social liderada por JuanCarr, la Fundación Conciencia, Jabad Lubavitch, elcomedor popular masivo creado en la villa miseriaLos Piletones por Margarita Barrientos, la FundaciónCaras Sucias de Mónica Carranza, y otras, un ejem-plo referenciado internacionalmente de emprende-durismo social es el centro de apoyo a la inclusiónlaboral creado por AMIA.

La institución central de la comunidad judía, quefue totalmente destruida por un ataque terrorista ase-sino en 1994, es hoy un emporio de actividad por elpaís. Los asesinos no pudieron matar el espíritu deservicio que anidaba en ella. La AMIA es vanguardiaen el país en muchos campos, entre otros la atencióngeriátrica y la lucha contra las discapacidades y hacreado un centro laboral de la más alta excelencia.

Ha conformado en los últimos diez años una basede datos de 650.000 postulantes, y ayudado a encon-trar trabajo a 16.000. Ha establecido trece sucursalesen diversas ciudades del interior del país.

Por su calidad, el centro ha sido utilizado para re-clutar personal por 9000 empresas.

La AMIA trabaja en la más estrecha coordinacióncon las políticas públicas, que con frecuencia recu-rren a su apoyo para ejecutar proyectos.

En Chile, Un Techo para mi País desarrolló la tec-nología para construir viviendas en dos días, en áreasde extrema pobreza.

En diez años, sus jóvenes integrantes han construi-do 80.000 viviendas en 19 países, pero como entien-den que para solucionar el problema se necesita re-forzar la demanda social sobre las políticas públicas,han producido y proyectan en las redes sociales uncortometraje, Precaria.

En él se denuncia que en América latina hay, enmedio de una región tan rica potencialmente, un pa-

ís en donde cuando llueve las casas se caen o inun-dan, que llaman Precaria. Son 120 millones de lati-noamericanos que viven en tugurios sin las mínimascondiciones de habitabilidad. Entre otras voces en elcorto, Michelle Bachelet, la tan reconocida ex presi-denta de Chile, y actual presidente de ONU Mujer,exige movilizarse por Precaria.

Nacida en Venezuela y después expandida por todoel continente, Fe y Alegría se propuso llegar a las tra-bajadoras domésticas, que se estiman en diez millonesen la región y no tienen posibilidad de asistir a la es-cuela. Creó un programa para que pudieran hacer laprimaria por radio, después lo extendió a la secunda-ria. Tuvo la más alta receptividad. Trabaja en solu-ciones educativas similares en otras áreas.

En otros países de la región, hay múltiples expe-riencias similares a las referidas. Sin embargo, todoes poco frente a la gran deuda social vigente en unaparte importante de la región, y en retroceso, peroamplia aún en los países del sur.

Promover sistemáticamente el emprendedurismosocial, alentándolo en las políticas públicas, ense-ñándolo en las universidades, dándoles difusión enlos medios a las experiencias ejemplares, puede ayu-dar a potenciar mucho más este colaborador fresco yfecundo de las políticas públicas.

Es un paso significativo la reciente creación de laRed Latinoamericana de Universidades por el empren-dedurismo social, integrada por universidades de nu-merosos países, y la Unión de Universidades de Amé-rica latina. Tiene su punto focal en la Universidad deBuenos Aires y cuenta con el apoyo de la FundaciónPorticus, de Holanda; la Fundación Clarita y la Funda-ción Observatorio de la Responsabilidad Social.

7 Una nota final

En febrero de 2012 se realizará en Harvard la XIIIconferencia anual sobre Emprendimientos Sociales.Se hará en un ambiente muy particular.

El movimiento de los indignados se instaló fuerte-mente en las universidades norteamericanas. Cien-tos de campus universitarios tienen o han tenido ac-tividades vinculadas con él. Informa el New York Ti-mes (22/1/12) que además de protestar contra lasdesigualdades y los lazos entre la elite de poder fi-nanciera y otras, han abierto diversos emprendi-mientos sociales.

Los estudiantes de Tufts University piden que secree un Departamento de Estudios Africanos. En variasde las universidades de elites, Yale, Princeton, Cornell,la misma Harvard, la industria financiera vino a reclu-tar a través de sesiones informativas como lo hacía nor-malmente y fueron hostigadas por los estudiantes.

Dice una de las estudiantes que protestaron en Ya-le: “Definitivamente la gente está empezando a pen-sar más críticamente acerca de sus elecciones des-pués de la graduación y cómo pueden afectarlos nosólo a ellos sino al mundo”.

Una de las líderes del movimiento en la Universi-dad de California resalta: “Los que están en posicio-nes de poder piensan que nada pasará... Pero tene-mos una generación de personas que se ha dadocuenta de que algo está mal, y que algo tiene quecambiar porque el sistema está equivocado. Somosmuchos más que ellos”.

Las protestas, que tienen una de sus expresionesestelares en el movimiento estudiantil chileno, quereclama contra la inequidad en educación, y los es-fuerzos de los emprendedores sociales van en una di-rección común, que es la de mejorar un mundo don-de es muy difícil para amplios sectores acceder a tra-bajo decente y a los derechos mínimos.

Cuestionan la visión de que todo anda bien, y deque los que se quejan están afectados de “envidia ha-cia los muy ricos”.

El problema para los emprendedores sociales esmuy diferente. Es, sobre todo, una cuestión de sensi-bilidad ética frente a tanta injusticia, y de urgenciaen actuar cuanto antes.

IV DOMINGO 29 DE ENERO DE 2012

La crisis“Esta no sólo es unacrisis financiera, setrata de un conjunto decrisis. La crisisfinanciera sólo está enla primera plana porqueocupa la primerapágina en cadaperiódico. Los otrostipos de crisis no estánen el periódico, pero síestán en la vida de laspersonas: la crisisalimentaria, la crisisenergética, la crisisambiental, la crisissocial y todas lasdemás.”Muhammad Yunus,Premio Nobel de la Paz.

Page 55: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XIX Por más ética empresarial

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 56: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Se terminó la fiesta

El Foro de Davos termina de reunir a 2700 delos empresarios más ricos del planeta. Losrecibió el fundador y director del Foro KlausSchwab, con una declaración que habría

sonado inaudita cuando se inició, hace 10 años:“El capitalismo en su forma actual ya no encaja

en el mundo. No hemos sabido aprender de las lec-ciones de la crisis de 2009. Urge una transforma-ción global y debe comenzar con la aplicación deun nuevo sentido de responsabilidad social”.

Un baño de realismo para el 1 por ciento que hoyconcentra el 43 por ciento de la riqueza de todo elplaneta. Así, no va más.

La OIT ha indicado que hay no menos de 200millones de desocupados, cifra record, y que en lospróximos diez años habrá que crear 600 millones de

empleos productivos para“garantizar la paz social”.

¿Cómo se hará? Noserá con la receta orto-doxa, que está agravandotodo en donde se aplica.

Además, la gente sepregunta cada vez máspor qué los sacrificios sereparten tan mal. Quéderecho hay.

En el discurso deObama inaugurando elCongreso, la Casa

Blanca sentó al lado de la esposa del presidente a lasecretaria del multimillonario Warren Buffet, desta-cándola. Obama la mencionó. Paga una tasa deimpuestos que es el doble de la de su jefe, gracias alos desgravámenes para los muy ricos.

Benefician ex profeso al uno por ciento. Comoreclama la opinión pública, las brechas de remune-ración son amplísimas.

No es solo en EE.UU. En Gran Bretaña, el exgerente de British Petroleum, la productora delmayor derrame de la historia, Hayward, ganó en2010, 63 veces lo que ganaba un empleado promediode su propia empresa. En 1979, la relación era 19 a 1.

Eso rebota finalmente en diferencias abismales enlos años de vida. En el barrio rico de Queen’s Gate,en Londres, la gente vive en promedio 88 años.Muy cerca, en Tottenhaum Green, al lado dedonde se produjeron las revueltas sociales recientes,la esperanza de vida es 71 años.

Con razón advierte el informe base del Foro deDavos: “En los países desarrollados, como los deEuropa Occidental, EE.UU. y Japón, el contratosocial que se daba en décadas recientes como esta-blecido está en peligro de ser destruido”.

Ha estallado la desconfianza profunda en modeloseconómicos que no dan respuesta y magnifican lasdesigualdades.

Obama en su discurso invocó como un tema cen-tral la necesidad de una economía justa, que permi-tiera la movilidad social.

Según diversas fuentes estadísticas hay un grancambio en la percepción de la opinión pública enEE.UU. Pasó de la creencia casi absoluta en quetodos podían llegar arriba, a captar la realidadaplastante de las enormes desigualdades y el estan-

camiento de la movilidad social. En los añosrecientes, cuatro millones de personas han perdidosus casas, que han sido ejecutadas por los bancos.Hay 50 millones de pobres, y otros 50 millonescerca de la línea de la pobreza.

Los cuestionamientos se centran cada vez más enel rol concreto de las empresas y especialmente delos grupos financieros.

Se está discutiendo todo: cómo operan, la faltade transparencia, la aplicación rígida de la maximi-zación de las ganancias de corto plazo, la tendenciaa la especulación, las remuneraciones descomunalesde los gerentes, los despidos salvajes, la acción con-tra los sindicatos.

Un tema fundamental del cuestionamiento esque la práctica de algunas de las principales empre-sas está violando uno de los principios del capitalis-mo, la relación entre desempeño y remuneración.Se supone que tiene que haber reglas racionales quepremien el buen desempeño, y desalienten la malagerencia. Eso no está funcionando. Los ejecutivosque hicieron quebrar Lehman Brothers, Bearn andStearns, casi quiebran también Merrill Lynch yASG (y muchos otros casos, en que implosionaronempresas líderes de muchísimos años) recibieronpagos exorbitantes.

La disconformidad masiva y creciente, que llevóa que los indignados fueron la figura del año deTime, significa una erosión muy importante en lalegitimidad de las empresas.

Un economista duro, Michael Porter, prevenía yasobre el problema que Davos llevó al centro, en elHarvard Business Review (enero de 2011): “El siste-ma capitalista está sitiado. En los últimos años lasempresas han sido consideradas, cada vez en mayormedida, la causa de problemas sociales, ambientalesy económicos. Y gran parte de la población creeque las empresas han prosperado a expensas de lacomunidad. La legitimidad de las empresas ha caídoa niveles nunca antes vistos en la historia”.

En este ambiente, la demanda histórica por respon-sabilidad social empresarial (RSE) crece a diario.

¿Qué se está pidiendo, en concreto?

2 ¿Qué es RSE?

En un artículo (13/9/62) cuyo título no dejabalugar a dudas, “La responsabilidad social de lasempresas es mejorar sus ganancias”, MiltonFriedman decía que pedirles otra cosa era perjudicarsu trabajo. Friedman fue el padre de la escuela deChicago y asesoró a Pinochet. Era la etapa de la“empresa narcisista”, encerrada en sí misma.

Surgieron presiones sociales para que la empresasaliera de esos marcos estrechos y tomó fuerzas la“empresa filantrópica”. Crecieron las contribucio-nes de las empresas a causas muy específicas.

Fuerzas históricas emergentes exigen hoy que laempresa vaya mucho más allá. Que produzca unaruptura paradigmática con las visiones anteriores yse transforme en la empresa con alta RSE.

¿Qué es? Por lo menos lo siguiente:

a Políticas de personal que respeten susderechos y favorezcan su desarrollo

La RSE empieza por casa. Para que las empresas

puedan pregonar RSE deben ejercerla con su propiopersonal. Son imprescindibles condiciones dignasde trabajo, remuneraciones justas, posibilidades deavance, capacitación.

Pero al mismo tiempo hay otros temas críticos,como la eliminación de las discriminaciones degénero, de la actitud negativa hacia las mujeresembarazadas, el equilibrio familia-empresa.

b Transparencia y buen gobierno corporativoLa información debe ser pública y continua, los

pequeños accionistas deben ser escuchados, losórganos de dirección deben tener idoneidad y sercontrolables, se deben eliminar los conflictos deinterés. Un capítulo especial es el de las remunera-ciones a los altos ejecutivos.

c Juego limpio con el consumidorSe espera que los productos sean de buena cali-

dad, los precios razonables, y es decisivo que losproductos sean saludables. Hay gruesos problemasen este campo. Van desde los efectos altamentenocivos de las “fast foods”, con sus contenidos degrasas ultrasaturadas, hasta los recientes juiciosmasivos a laboratorios farmacéuticos líderes porcomercializar medicamentos con contraindicacio-nes serias.

d Protección del medio ambienteEsto va desde convertir las empresas en limpias

medioambientalmente, hasta colaborar de múltiplesformas con la crítica agenda actual.

e Integración a los grandes temas socialesLa expectativa es que la empresa privada colabo-

re intensamente con las políticas públicas, en alian-zas estratégicas con ella y la sociedad civil, en elenfrentamiento de cuestiones esenciales para elinterés colectivo, como son por ejemplo, enAmérica Latina, la deserción escolar, el mejora-miento de la educación, la reducción de la mortali-dad materna y la mortalidad infantil, la inclusiónde los jóvenes marginados y otras cuestiones simila-res. La empresa privada, además de aportar recursos,puede contribuir con alta gerencia, canales de mar-keting, espacios en Internet, tecnologías avanzadas,y muchas de sus tecnologías específicas.

No se pide que reemplace a la política pública,sino que sea un aliado creativo y constante de ella.

f No practicar un doble código de éticaLas multinacionales no deberían aplicar un códi-

go de RSE en sus países centrales y otro distinto enpaíses en desarrollo. Sería grave que, como ha suce-dido en diversos casos, apliquen RSE en sus casasmatrices y empleen mano de obra infantil o degra-den el medio ambiente en sus inversiones externas.

3 ¿Por qué avanza la idea de RSE?

La idea de RSE progresó fuerte en los últimosaños. The Economist, por ejemplo, que veía muycríticamente a la RSE, considera que “ha ganado la batalla de las ideas”, y que “con el tiempo serásimplemente la manera de hacer negocios en elsiglo XXI”.

II DOMINGO 5 DE FEBRERO DE 2012 DOMINGO 5 DE FEBRERO DE 2012 III

Más de 3300 empresas líderes han firmado elPacto Global propuesto por la ONU, que mandaaplicar principios básicos en derechos humanos,libertad sindical, trabajo forzoso, erradicación deltrabajo infantil, abolición de discriminaciones,medio ambiente y corrupción.

Numerosos países aprobaron el ISO 26.000, queestablece lineamientos para la RSE. La idea ortodo-xa de que la empresa solo tiene que ganar lo máxi-mo y no debe rendir cuenta a nadie más que susdueños ha sido confrontada por la teoría de losinvolucrados (stakeholders), que dice que tiene queser responsable antes públicos muy variados, comosus empleados, los consumidores, los pequeñosinversores, los medios, las diversas expresiones de lasociedad, y otros

Todas esas ideas han enfrentado y enfrentanenormes resistencias, pero avanzan impulsadas porla pérdida de legitimidad de la empresa “egoísta”tradicional. Hay importantes fuerzas históricas quereclaman un cambio profundo en la concepción dela empresa privada y de su rol. Entre ellas se desta-can:

� Una sociedad civil movilizadaEn la lucha por democracias reales, los ciudada-

nos exigen ética a los políticos, pero también cadavez más a los empresarios.

Las ONG y la opinión pública han librado en lospaíses desarrollados extensas luchas, como la quellevaron adelante en defensa de la salud públicacontra una de las concentraciones empresarialesmás poderosas, la de la industria del tabaco. Sinesas luchas, los millones de muertes anuales queproduce el cigarrillo serían aún muchas más. Hansido fundamentales en derrotar la tesis propiciadapor empresas contaminantes de que no hay un peli-gro medioambiental real.

� Los pequeños accionistas defraudadosLos pequeños accionistas están en total ebullición

frente a la caída de las grandes instituciones finan-cieras de Wall Street, y de otros países desarrolla-dos, con grandes pérdidas para ellos. Exigen, a tra-vés de los fondos de pensiones y otras organizacio-nes en que han invertido, un cambio sustancial enlas reglas de juego, en el que el buen gobierno cor-porativo controlado es una reivindicación central.Entre sus protestas están ahora las enormes retribu-ciones de los altos ejecutivos, muchas veces autofi-jadas, porque cooptan a los consejos directivos, encuyo nombramiento influyen, y la mencionada diso-ciación entre su rendimiento y lo que cobran. Así,dicen los directores de dos grandes organizacionesque trabajan con pequeños inversores, FidelityWorld Wide Investment y la Asociación deAseguradores de Gran Bretaña (The New YorkTimes, 23/1/12): “Los niveles inapropiados de remu-neración de los ejecutivos han destruido la confian-za pública y llevado a una situación donde se perci-be que todos los directores están sobrepagados”. Losánimos de los pequeños inversionistas y de la socie-dad se caldearon en Inglaterra en estos días, cuandose supo de los planes para pagarles millones a losaltos ejecutivos del Banco Barclay, aunque el preciode las acciones del banco haya caído en un 30 porciento el año pasado. El Royal Bank of Scotland

anunció que pagaría a su jefe de inversiones unagran suma, aunque el banco declaró que iba a des-pedir a miles de empleados. Los pagos a los ejecuti-vos de las cien empresas mayores en Gran Bretañacrecieron en promedio 49 por ciento en 2010,cuando las remuneraciones de los empleados lohicieron solo un 2,7 por ciento.

� Consumidores responsablesEn tercer término se halla el avance del consumo

responsable. En los Estados Unidos, como en otraseconomías desarrolladas, crece el “consumidorverde o ético”. Se estima en no menos de 110.000millones de dólares en EE.UU. el mercado de con-sumidores que cuando compran tienen en cuenta sila empresa es saludable, amigable con el medioambiente y sus niveles de RSE. Ciudadanos activos,accionistas indignados y consumidores responsablesestán empujando el cambio de paradigma en RSE.Son fuerzas que han llegado para quedarse. Cuantomás progrese el irreversible proceso de democrati-zación que viven amplias áreas del planeta, mayorserá su incidencia y presión. Están movilizadas porla profunda decepción que ha dejado el comporta-miento ético personal y empresarial de amplios sec-tores de las elites empresariales. Plantean que algomuy importante debe cambiar.

La Encuesta Edelman entrevistó a fines del 2011a una muestra de 5075 personas del 25 por cientomás rico de la población de 23 países, de cinco con-tinentes. Encontró una fuerte caída de la confianzaen las empresas en el último año. Bajó en EE.UU.del 54 al 46 por ciento, en Francia del 48 al 36, enGran Bretaña del 49 al 44 por ciento.

Se hizo a este 25 por ciento más rico una pregun-ta muy concreta: “¿Las corporaciones deben crearvalor accionario que se alinee con los intereses dela sociedad, aun cuando ello signifique sacrificar esevalor?”. La gran mayoría contestó que sí: Alemania91 por ciento, Gran Bretaña 89, China 89, EE.UU.,85, México 85, Canadá 82, Suecia 81, Argentina78, India 74 por ciento.

La encuesta concluye: “Las empresas deben aline-ar los objetivos de ganancias y metas sociales”.

En el campo de las ideas la RSE ha ganado. Esnadar contra la corriente hoy oponerse a ella. Ladoctrina Friedman fue derrotada. Pero esto no suce-de así necesariamente en el campo de los hechos.

4 La lucha por la práctica de la RSE

No basta que una idea se imponga en el pensa-miento para que pase a ser actuada. Lo está mos-trando el retroceso creciente de las ideas ortodoxasen economía, que mantienen sin embargo su pre-sencia activa en las políticas de austeridad a todacosta en Europa. Si hay intereses muy poderosos enjuego, se resistirán a las nuevas ideas usando todo supoder.

Ello está sucediendo con la protección a ultranzade los intereses financieros por sobre los pueblos enEuropa.

Es similar la situación en RSE. Avanza en lasideas, pero tiene muy firmes resistencias en la prác-tica. Muchas veces no pasan por negar la idea, sinopor adulterarla en la acción, haciendo “como si” se

estuviera llevando a cabo, o cambiándola por suce-dáneos.

¿Pierden las empresas que practican seriamente laRSE? No parece. Investigaciones de todo orden dancuenta de que a más RSE, más reputación corpora-tiva, competitividad, lealtad de los consumidores,posibilidad de atraer los más capaces a la empresa,productividad laboral y confianza.

La crisis ha agudizado la necesidad de cambiosperentorios. Por lo pronto, se pide a las empresasbalances sociales en los que den cuenta a toda lasociedad de qué es lo que han hecho en lo social ylo ambiental. Este balance es hoy obligatorio enSuecia para las empresas con más de un 50 porciento de participación estatal, y en Dinamarcapara sus 1100 mayores empresas. Pero no es soloinformación lo que se pide. En un ambiente cadavez más tenso socialmente, aumenta la presión porregulaciones que lleven a unamayor ética empresarial.

En la Encuesta Edelman, el48 por ciento dice que la regu-lación no es suficiente, versusun 19 por ciento que dice quees demasiada. En todos los paí-ses predominan los que dicenque hay que regular más. Son,en EE.UU., 37 por ciento; enAlemania, el 44; en Francia, el47; en Rusia, el 59; en GranBretaña, el 48; en Irlanda, el59; en Italia, el 56; en España,el 69; en India, el 52, y enChina, el 75 por ciento.

La RSE que está exigiendocrecientemente la ciudadaníaimplica en el fondo replantear el rol de la empresaen la sociedad.

5 ¿Cómo está América Latina en RSE?

El debate entre los líderes empresariales delmundo, sobre si deben cambiar ellos o, por el con-trario, son los gobiernos o la opinión pública losque están molestando, está al rojo vivo.

En 2010, el presidente de uno de los mayores fon-dos de inversión, Blackstone, frente a las denunciasde Obama del rol de algunos empresarios en la cri-sis, habló de una guerra de Obama contra lasempresas comparable a la invasión de Polonia porHitler.

The Economist, muy leída por los medios empresa-riales, dice (28/1/12) que “los ejecutivos de los fon-dos de inversión deben estar esperanzados en que seguarde sus opiniones para sí mismo, porque malapublicidad es lo último que el sector necesita”. Elhorno no está para bollos con la opinión pública.Así lo entiende el presidente de otro fondo deinversión líder, Muhamed El-Eirian, de Pinco.Declaró al The New York Times (27/10/11) que sim-patizaba con el movimiento Ocupa Wall Street por-que “el sistema capitalista tiene que moverse haciaun capitalismo inclusivo, crear más empleo y cortarlas desigualdades excesivas”.

Bill Gates llevó al Foro de Davos un anunciofuerte. Declaró que su fundación donaba 750 millo-

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la Unesco. Colección declarada por unanimidad de “interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

Bernardo Kliksberg es considerado uno de los pioneros internacionales del tema de la responsabilidad social empresarial. El gran maestro de la UBA fundó y preside la Red Iberoamericana de Universidades por la RSE, la Red Unirse,

que integran 235 universidades de 19 países, incluyendo España y Portugal. Preside asimismo el Centro Nacional de RSE de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y es el director académico de la Fundación Observatorio de la RSE.

Fue galardonado por la revista Ganar Ganar de México con el premio a la trayectoria eminente en educación en RSE en América latina.

Una cuestión delegitimidad“Los empresarios son solotolerables mientras que susganancias guardan relacióncon lo que sus actividadescontribuyen a la sociedad.”John Maynard Keynes

Corrupción“La disposición aadmirar y casi idolatrara los ricos y poderososy despreciar a laspersonas de condiciónpobre y humilde es lamás grande y universalcausa de corrupción denuestros sentimientosmorales.”Adam Smith, 1759

Page 57: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

nes de dólares para el Fondo Global paraCombatir el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria.Creado por la Organización Mundial de la Salud,está en dificultades económicas porque algunos delos países ricos le han cortado sus aportes. Elfondo paga los medicamentos antisida a tresmillones de personas pobres, ha distribuido 200millones de redes mosquitero antimalaria y haprevenido 4 millones de muertes de tuberculosis.Gates enfatizó que “los tiempos de crisis económi-ca no son excusa para cortar la ayuda a los máspobres del mundo”.

En América Latina los países empeñados entransformar el modelo, como muchos de laUnasur, vienen desarrollando políticas públicaspara profundizar un crecimiento para todos. Entreellas políticas agresivas en campos como la inver-sión en infraestructura, transporte y energía, elfortalecimiento de la pequeña y mediana empresa,la extensión del crédito, programas dinamizadoresdel empleo; y han aumentado sensiblemente lainversión en educación, salud, y programas com-

pensatorios.Los pobres, que son el 30,4

por ciento de la población dela región, dependen fuerte-mente de políticas públicasde calidad.

La empresa privada puedeser un aliado estratégico dedichas políticas, pero senecesita un replanteo de laagenda de RSE en la región.

Un alto número de empre-sas latinoamericanas estánaún en la etapa “narcisista”apegadas estrictamente a lamaximización del lucro y ais-ladas de toda rendición decuentas a la comunidad.Algunos empresarios del 0,1por ciento más rico de laregión dicen que su únicaresponsabilidad es la altarentabilidad y que ellos creantrabajo y con eso basta.

En el mundo desarrolladose está planteando actual-mente que algunos de los quetuvieron más alta rentabili-dad no lo hicieron creandoempleos sino al revés, destru-yéndolos. Comprandoempresas en mal estado, des-pidiendo masivamente yrevendiéndolas. O exportan-do trabajo a donde pudieranconseguir mano de obra muybarata, sin regulaciones y sinsindicatos molestos.

Por otra parte, ningunaempresa produce trabajo sola.

Es muy bueno que lo genere, pero eso es factibleporque hay una sociedad que a través de sus con-tribuciones fiscales, y su esfuerzo, construye cami-nos, puentes, arma sistemas de transporte, invierteen ciencia y tecnología, educa mano de obra,cuida la salud de los trabajadores. Algunas empre-sas han avanzado en los últimos años en la “filan-tropía empresarial”, con contribuciones crecien-tes, si bien mucho menores proporcionalmenteque las que se efectúan en el mundo desarrollado.Eso es un progreso, pero siguen distantes de laasunción de la RSE.

Impera en amplios círculos empresariales la ideade que una empresa es responsable si paga lossueldos y cumple con los impuestos. Eso significasimplemente cumplir con la ley. Lo contrario esinfringirla. Pero RSE es mucho más que eso, comose vio. La confianza en la empresa privada es baja

en la región. En el Latinobarómetro (2011), cuan-do se pregunta a los encuestados en 18 países lati-noamericanos, la empresa privada sólo tiene un 38por ciento de credibilidad.

¿Qué se espera de las empresas en América lati-na?

Deben proporcionar “trabajo decente”, consueldo digno, las correspondientes protecciones ensalud, previsionales, posibilidades de desarrollo,equilibrio con la vida familiar. Debe haber trans-parencia, buen gobierno corporativo, rendición decuentas, juego limpio con los consumidores, cui-dado del medio ambiente, participación en gran-des causas de interés colectivo acompañando a laspolíticas públicas. Una empresa brasileña, Natura,que produce cosméticos y está presente en quincepaíses, es hoy una referencia internacional enRSE. Aplica en todas sus áreas la idea de gestiónsustentable. Trabaja juntamente con ONG, coo-perativas, emprendedores y líderes sociales yambientales. Está operando con sus proveedorespara generar un “empaquetamiento totalmentesostenible”. Da bonificaciones especiales al perso-nal que encuentra nuevas maneras de reducir suimpacto en el medio ambiente. Produce un balan-ce anual triple (financiero, social y ambiental),coproducido con todos los involucrados. Entiendesu compromiso en forma muy diferente que lasinmersas en el “narcisismo”. Plantea: “Nuestrocompromiso excede la cadena de negocios, busca-mos contribuir al desarrollo local, la generaciónde ingresos a proveedores, y la formación de lide-razgos de la sociedad civil y el poder público”.

La Cooperativa Obrera de Bahía Blanca,Argentina, que tiene un supermercado que con-centra el 60 por ciento del comercio de alimentosde la Ciudad, pone ante todo la salud de los con-sumidores. No solo vende alimentos saludables,sino que además investiga para desarrollarlos. Conla colaboración del laboratorio de alimentos de laUniversidad de La Plata produjo un pan conomega tres incorporado y otros productos seme-jantes. Compite exitosamente con las grandescadenas comerciales internacionales en base a susaltísimos niveles de RSE, coherentes con su perfilcooperativo.

Las pymes son especialmente convocables parala RSE. Tienen una relación muy estrecha con supersonal, cuidan sus clientes, quieren ser ciudada-nos ejemplares en la comunidad, forman parteintegral de ella y les preocupa seriamente su pro-greso.

Una agenda renovada de RSE en este conti-nente implica también entre los aspectos clavesavanzar hacia un nuevo pacto fiscal. El esquemaactual es regresivo, con más de dos tercios de larecaudación fiscal provenientes de impuestosindirectos, como el del valor agregado, que gravaa la población por igual, independientemente desu patrimonio e ingresos. La falta de equidad serefuerza aún más con la existencia de un alto por-centaje de evasión fiscal en los sectores de mayo-res ingresos.

La exigencia por parte de la ciudadanía de quese dé un salto en ética empresarial es muy fuerteen la región. La Encuesta Edelman consultó al 25por ciento de mayores ingresos de Argentina,Brasil y México sobre si debía haber más regula-ción de las empresas. A pesar de ser el cuartil másrico, con fuerte presencia de empresarios, ejecuti-vos, y personas vinculadas con las empresas gran-des y medianas, las mayorías a favor de más regu-lación fueron amplias. En Argentina, el 54 porciento dijo que se requería más regulación, frentea un 25 por ciento que dijo que había la necesa-ria, y solo un 14 por ciento alegó que era excesiva.En Brasil las cifras fueron similares, 52 por cientopor más regulación, 24 por ciento la considerabasuficiente, y solo 17 por ciento quería menos. EnMéxico, 62 por ciento pedía más regulación, 16

por ciento la consideraba suficiente y solo 16 porciento quería menos.

La presión por más ética empresarial irá enaumento en la región porque los procesos históri-cos de cambio en marcha la requieren y estánpotenciando sus fuerzas impulsoras, como la parti-cipación de la sociedad civil, el consumo respon-sable, los pequeños inversores, los sindicatos y losinvolucrados en general.

Avanza la democratización. La región y elmunicipio recuperan protagonismo. Muchos gru-pos excluidos están hoy participando e incidien-do, como los indígenas, las mujeres y los jóvenes.Crecen las organizaciones de base y las ONGrepresentativas. Cuatro de cada cinco latinoame-ricanos quieren más igualdad. Están en marchacambios profundos en los modelos económicos,que han llevado a que en Brasil, Argentina yUruguay, más de una cuarta parte de la poblaciónpasara en los últimos ocho años de la pobreza a lapequeña clase media.

En el Foro de Davos reinó el desconcierto sobrecómo enfrentar la sangría de empleos en Europa,la baja de la actividad económica, los juegos espe-culatorios desatados incluso ahora sobre las eco-nomías en alto riesgo, como Grecia, Irlanda yhasta Italia, los impactos regresivos de los ajustesortodoxos sobre la producción y la protesta socialmasiva.

En su contracara, el Foro Social Mundial, reali-zado en Porto Alegre en los mismos días de enero,hubo un clima opuesto.

La presidenta del Brasil, hoy la sexta economíadel planeta en producto bruto, Dilma Rousseff,disertó especialmente para los 35.000 participan-tes y les dijo sobre los modelos del Sur: “Nuestrospaíses crecen y reducen la pobreza y la desigualdadsocial, mientras en otras regiones aumentan ladesigualdad y la exclusión y avanza la estagna-ción”. Enfatizó, como lo hizo Cristina Fernándezal resaltar en su discurso inaugural que era “la pre-sidenta de los 40 millones de argentinos y no delas corporaciones”, que “no cedemos la soberaníafrente a las potencias o agencias calificadoras deriesgo”.

Brasil tiene una tasa de desocupación del 5,2por ciento, Argentina la sigue bajando y es ahoradel 6,7. La de la Eurozona es del 10,3.

Los latinoamericanos quieren construir una eco-nomía con rostro humano.

La lucha por más ética empresarial es un episo-dio fundamental de la construcción de ese modeloque los tiempos están demostrando que es impres-cindible y posible.

Hay desarrollos alentadores en el sur deAmérica Latina, como el compromiso de institu-ciones empresariales líderes de Argentina (comola Unión Industrial), Brasil, Uruguay, y otros paí-ses de la Unasur con reformas profundas, la forma-ción de organizaciones de empresarios jóvenes porla RSE en diversas provincias (como Moverse enRosario, Valor en Mendoza y otras), la expansióncontinua en Brasil del exitoso instituto Ethos, cre-ado por los empresarios para promover la RSE, elestablecimiento en Argentina de una subsecreta-ría de RSE (la primera en el continente), la crea-ción en el país por la Fundación Observatorio dela RSE del primer Observatorio de ese tipo, laconstitución (con sede en la Facultad de CienciasEconómicas de la UBA) de la Red Iberoamericanade Universidades por la RSE, que integra ya a 235universidades de 19 países, y muchos otros.

Sin embargo, el camino a recorrer es muy largoy las resistencias para hacer “aterrizar” la RSE,importantes. La acción combinada de la ciudada-nía, las políticas públicas, las organizaciones detrabajadores y consumidores, las universidades, yun empresariado nacional con visión de la necesi-dad de replantear el rol histórico de la empresa,pueden lograr cambios sustanciales.

IV DOMINGO 5 DE FEBRERO DE 2012

PrediccioneserradasEn el libro Igualdad yeficiencia... la granopción, Okun decía en1975, adoptando lavisión ortodoxa usual,que los países debenoptar entre igualdad ocrecimiento económico,y que por ello el modeloescandinavo (basado enigualdad) estabacondenado a quedardetrás. Treinta y seisaños después,Noruega, Suecia,Dinamarca y Finlandiatienen el mejorcoeficiente Gini deigualdad del planeta,pero además estánentre los líderes entodas las tablas dedesarrollo humano,cuidado del medioambiente,competitividad,progreso tecnológico,igualdad de género... Se equivocó.

Page 58: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XX La familia en época de crisis económica

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 59: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Una víctima silenciosa

Hay una víctima silenciosa, y casi no men-cionada, en los sesudos análisis macroe-conómicos que respaldan las recetas deausteridad y superajuste en aplicación en

Europa y otras realidades: la familia.¿Qué sucede con las familias cuando se producen

desarrollos como los que están en marcha?La Declaración Universal de los Derechos Huma-

nos, aprobada por todas las naciones del planeta, diceque “la familia es el elemento natural y fundamentalde la sociedad y tiene derecho a la protección del Es-tado y la sociedad”.

Los efectos de la crisis económica mundial y las po-líticas de ajuste ortodoxas son muy concretos y tienenmúltiples implicancias para ella.

Según la Unión Europea, en sus 27 países miem-bros, el número de pobres pasó de 85 millones en el2007 (17%) a 115 millones en el 2009 (23%), y haseguido aumentando.

Según Eurostat, la pobreza es actualmente un 46%en Bulgaria, un 43,1% enRumania, un 37,4% enLetonia, un 29% en Litua-nia. Se estima no menor aun 23% en España y a un22% en Gran Bretaña.

Las cifras aumentaráncon el tipo de medidas enplaneamiento en diversospaíses del área. Se estánconsiderando en Grecianuevos cortes en los sala-rios, las pensiones e im-puestos a las pequeñas em-presas. Se suman a los pre-vios. El corte en los sala-rios sería de un 25% y sebajaría asimismo en un25% el salario mínimo dela economía.

Las cifras de desocupa-ción siguen en ascenso. Seestima para la Eurozonaen 10,3%. En un país co-mo España, es actualmen-te del 22,9%.

Los resultados macroe-conómicos de las reformasson inquietantes.

Los pronósticos actualesson que el Producto Brutode la Euroarea, que nocreció más que un 1,5%en el 2011, descenderá un0,8% en el 2012. En In-glaterra la economía sólocreció un 0,9% en el 2011y se estima un aumento desólo un 0,2% en el 2012.En Italia se prevé que laeconomía se contraerá enun 2,2% en el 2012 y un0,6% en el 2013. El Pro-

ducto Bruto será menor al final del 2013 de lo que eradiez años atrás.

Haber hecho recortes agresivos en medio de rece-siones profundiza las recesiones.

Nouriel Roubini, entre otros, denunció en el Forode Davos los efectos regresivos del círculo instaurado:

ajustes, caída del crecimiento, baja de la recaudaciónfiscal, desocupación y pobreza.

The New York Times resalta editorialmente(1/2/2012) respecto del último encuentro de lídereseuropeos que “se hicieron gestos rituales en la direc-ción de más trabajos y más crecimiento, sin preverninguno dinero nuevo para alcanzarlos”.

La crisis europea tiene fuerte impacto internacionalpor cuanto el continente produce el 20% del Produc-to Bruto mundial. Advierte el Times: “Condenar a es-tos países a depresiones más largas y profundas echaráabajo economías en cualquier lugar, que dependendel comercio con la región”.

2 Desempleo y familia

La crisis como alerta la OIT la llevó a una cifra re-cord de desempleo. Aumentó fuertemente en diver-sos países el desempleo de larga duración.

El desempleo prolongado es un destructor neto defamilias. Puede llevar a una implosión del núcleo fa-miliar.

Los estudios son categóricos al respecto. En susanálisis sobre el desempleo, el Premio Nobel de Eco-nomía Robert Solow explica los graves errores quetiene el análisis económico convencional al tratar eltema.

Para los economistas ortodoxos es un tema de puromercado. Si hay desempleo, la mano de obra bajarásus exigencias al nivel donde sean convenientes paralos empleadores; la gente buscará empleo cada vez másactivamente y se producirá un nuevo equilibrio de sa-larios más bajos. Sería un tema de oferta y demanda.

Además de que esa versión no tiene mucho que vercon lo que sucede en la realidad, margina totalmentelos aspectos humanos del problema.

El ser humano no es una mercancía más de las quese compran y venden en el mercado. El desempleoprolongado no sólo lo afecta económicamente, sinolo daña seriamente en su autoestima, en su psiquis, ensu integración social y en su situación familiar.

Busca activamente empleo, hasta llegar un momen-to en que, ante los reiterados rechazos, se retira delmercado de trabajo y pasa a formar parte de lo que sellama la tasa de “desalentados”. Son aquellos que yano figuran en las encuestas como desempleados por-que han dejado de buscar empleo.

Por otra parte, la desvalorización que trae la situa-ción de desempleo hace que reduzca sus contactos so-ciales. Suele vivir como un estigma dicha situación.Le resulta vergonzante interactuar con otros y tenerque admitir que no tiene ni consigue trabajo. Se sien-te un fracasado.

Según los estudios, todo ello crea una situación ex-plosiva a nivel familiar. El hombre que debería ser unaportante fundamental en la familia siente que nopuede cumplir ese rol. Se siente deslegitimado antelos miembros de su propio hogar.

Entra en crisis y puede dispararla de muchos mo-dos. Uno de ellos es el ascenso de la violencia, al in-terior de la familia. Otro, el abandono directo de lafamilia.

Latinoamérica y la Argentina conocen mucho deello. En la década del ’90, el desempleo creció en elpaís al 23%. Investigaciones de la Universidad deBuenos Aires muestran que hubo una implosión fami-liar de proporciones.

No sólo en familias populares, sino también en fa-milias de clase media.

Amplios sectores de pequeños industriales, comer-ciantes, funcionarios y empleados perdieron sus fuen-

tes de trabajo y, tras ello, todos los elementos de lacondición de clase media: vivienda, auto, recursos pa-ra pagar la educación de sus hijos. Se convirtieron en“nuevos pobres”.

En ese tránsito, muchas familias se desarticularon.Los impactos regresivos de las políticas ortodoxas

sobre las familias influyeron mucho en que, en toda laregión, de una cuarta parte a un tercera parte de loshogares se convirtieran en hogares con una madre po-bre sola como su jefa.

Esas madres lucharon duramente para salvar el nú-cleo familiar. La Cepal ha estimado que la pobreza,que alcanza actualmente al 31,4% de los latinoameri-canos, sería un 10% mayor sin su aporte. Pero la fami-lia quedó desmembrada.

La pobreza que las políticas ortodoxas han poten-ciado es un destructor neto de familias. Los pobresson más vulnerables. En Estados Unidos los porcenta-jes de abandono familiar entre los pobres, con limita-da educación, que son los más afectados a su vez porlas tasas de desocupación, son mucho mayores.

En el 2006, por primera vez en la historia del país,

la mayoría de los nacimientos en mujeres menores de39 años, el 50,4%, fueron de madres no casadas. En-tre las mujeres de color ese porcentaje subía al 80%.Entre las latinas, al 51%. Los cónyuges masculinos jó-venes desertaban dejando a la familia sin padre. Nopodían conseguir empleos estables ni ingresos sufi-cientes para mantener sus familias.

Un estudio estadístico del Center for Labor Mar-kets Studies concluyó: “Las tasas matrimoniales enEstados Unidos están fuertemente ligadas con los in-gresos anuales de los hombres jóvenes. Cuanto mayo-res son dichos ingresos más probabilidades hay de queestén casados.

Entre los jóvenes de color, aquellos que ganan másde 60.000 dólares anuales tienen cuatro veces másposibilidades de estar casados que los que ganan me-nos de 20.000 dólares.

Desafortunadamente el ingreso promedio anual delos jóvenes que no completan un primer nivel univer-sitario declinó sustancialmente en los últimos 30 años

II DOMINGO 12 DE FEBRERO DE 2012 DOMINGO 12 DE FEBRERO DE 2012 III

y volvió a caer muy fuertemente de 2000 a 2007”. Esas tendencias han continuado. Según los datos de

desocupación de enero de 2012, en los que hubo unmejoramiento con reducción de la tasa de desocupa-ción general del 8,5% en diciembre 2011, a 8,3%, lasituación de la población de color y de la latina esmuy diferente del promedio. La tasa de desempleoblanco es 7,4%. La de la población de color, 13,6%, yla de la latina 10,5%.

Los impactos sobre la familia son muy regresivos. Elpresidente Obama subrayó la importancia de enfren-tar el problema. Señaló: “De todas las cosas sobre lasque construimos nuestras vidas debemos recordar quela familia es la más importante y debemos reconocer yhonrar el hecho de cuán éticamente fundamental escada padre para cada familia”.

3 Recetas, recesión y familias

En ninguno de los pronunciamientos, estudios, re-comendaciones, acuerdos que coinciden en más rece-ta ortodoxa para la crisis, se hace referencia a algo

tan elemental como qué sucede con la unidad de vidamás básica, la familia.

Se extrapolan con detenimiento la incidencia so-bre el déficit presupuestario, los niveles de endeuda-miento, el modo de recuperar la confianza de los mer-cados, pero se dice muy poco sobre las personas y na-da sobre su hábitat de vida usual, la familia, en cual-quiera de sus modalidades.

Pareciera que fuera inmune a lo que sucede con laspolíticas económicas que se apliquen. No lo es paranada, hay políticas que son en los hechos “asesinas defamilias”, y otras que pueden fortalecerlas.

Los decisores y economistas ortodoxos, cuando seencuentran, muy probablemente hagan la preguntaque la mayoría de los seres humanos hacen al otro:¿cómo esta tu familia? Pero no parece preocuparlescómo están las familias de los otros, en muchísimoscasos afectadas directamente por las políticas que im-pulsan.

Algunos efectos que están produciendo:

a. Poder conformar una familia y sostenerla seconvierte, en sociedades muy desiguales, en un pri-vilegio de clase.

En un mundo en donde las tasas de desocupaciónjuvenil duplican en muchos países las tasas promediode desocupación, muchos jóvenes que quisieran for-mar una familia no tienen esa opción real.

No la conforman no por problemas ideológicos, si-no porque no ven dónde vivirán, cómo harán paratener un ingreso razonable estable, cómo podrán cos-tear la educación de los posibles hijos.

Se genera lo que se ha llamado la “tasa de renuen-cia” a formar familia. Jóvenes que quisieran consti-tuirla, pero no pueden por la pobreza, la exclusión ylas desigualdades.

Esa tasa expresa una desigualdad poco observada,pero absolutamente relevante. El coeficiente Gini dedesigualdad en “la libertad para formar una familia”es una de las desigualdades mayores actualmente.

En EE.UU. cifras recientes (The Washington Post,6/1/12) muestran que dos terceras partes de los que segraduaron en la universidad están casados, en compa-ración con menos del 50% de los que sólo estudiaronsecundario o tienen secundaria incompleta.

b. En un ambiente económico donde se impulsa lasupresión de los derechos laborales ganados duran-te muchos años, para, según se alega, “flexibilizarlas condiciones de contratación” porque ello seríaestimulante para los empleos, se sacrifican aspectosbásicos de la familia continuamente.

Es además gratuito, porque la flexibilización, queen realidad implicó dejar al trabajador lo más inde-fenso posible, no ha mostrado mayores resultados entérminos de más empleos en múltiples contextos.

Entre otras conductas de este orden, es frecuente lahostilidad contra las mujeres embarazadas y la nega-ción de condiciones protectivas para ellas, necesariaspara un embarazo saludable. La especialista laboralDina Bakst muestra en una nota, en The New YorkTimes, “Embarazada y expulsada del trabajo”(31/1/12), entre otros, los ejemplos de una joven des-pedida de su puesto de cajera, porque necesitaba ir albaño con más frecuencia, y de otra que trabajaba enun negocio minorista que fue despedida después deque entregó una nota de su médico pidiendo que, du-rante el mes y medio anterior al parto, se la dispensa-ra de llevar cargas pesadas y subir escaleras.

También están las serias dificultades para propor-cionar lactancia materna.

La Organización Mundial de la Salud dice que de-berían asegurarse las condiciones para que las madrespuedan dar lactancia materna durante seis meses. Losmercados laborales duros lo impiden de múltiplesmodos.

Es mucho lo que está en juego. Una investigaciónde la prestigiosa revista médica The Lancet dice queun bebé que no tiene lactancia materna tiene 14,4veces la probabilidad de morirse siendo bebé que unoque la tiene.

Estima que 1,4 millón de muertes de niños podríaevitarse cada año, si los bebés hubieran tenido la lac-tancia materna apropiada. Eso implica que un niñofallece innecesariamente cada 23 segundos.

c. Las dificultades para conseguir trabajo y parasubsistir han incidido directamente en un aumentoen las horas que las personas utilizan para ir y vol-ver de su trabajo. Tienen que aceptar tomar traba-jos donde fuere, no importa el tiempo de viaje.

Además, en muchos casos, para pagar alquileres

más baratos se mudan a áreas más económicas, aun-que eso aumenta el tiempo de viaje al trabajo.

Se había medido que el aumento del tiempo deviaje produce más stress y obesidad. Ahora se detectóque aumenta la tasa de divorcios. Las parejas tienenun 40% más de posibilidades de divorciarse si uno delos esposos viaja más de 1,30 hora diaria ida y vuelta.

d. Una parte de los trabajos del mundo desarrolla-do se están descentralizado hacia grandes centrosde producción en China y el resto de Asia donde,según numerosos estudios recientes, las condicio-nes de trabajo son antifamilia totalmente.

Las jornadas pueden ser de largas horas durantecasi toda o toda la semana y no hay los derechos la-borales elementales. El movimiento hacia la expor-tación de trabajos a dichos centros, por sus costos la-borales mucho menores, significa sacrificar en el ca-mino condiciones familiares.

Los productos producidos con niveles largamentepeleados de Protección familiar pasan a ser fabrica-dos “sin protección alguna a la familia”.

e. Las precariedades típica-mente agudizadas por las rece-tas económicas ortodoxas, co-mo despidos intempestivos, re-cortes de sueldos, eliminaciónde derechos básicos estimulanlas condiciones de riesgo parauno de los peores males quepuede padecer una familia, laviolencia doméstica.

Es un destructor puro de fa-milias que causa daños gravísi-mos normalmente a las cónyu-ges femeninas y a los niños quela contemplan. Un estudio dela Organización Mundial sobre24.000 mujeres de diez paísesque sufrieron violencia domés-tica halló que tenían el doblede probabilidad de enfermarseque otras mujeres y que losefectos persistían mucho des-pués de que la violencia cesara.

Un estudio en Nicaragua de-tectó que los hijos de familias con violencia intrafa-miliar son hospitalizados con mayor frecuencia, tie-nen más alta tasa de repetición y abandonan la es-cuela a los 9 años.

Por otra parte, los niños que han visto violenciadoméstica en su hogar tienen una propensión muchomayor a repetirla después en sus propios hogares.

Las recetas ortodoxas no tienen en cuenta a la fa-milia. Prometen que arreglarán todo a fuerza deenormes sacrificios en los cuales la familia es unmártir no nombrado. No sólo que después no se pro-ducen los arreglos prometidos, sino que para las fa-milias puede ser muy tarde.

Muchos de los daños que le causan son irreversibles.

4 La familia importa

El núcleo familiar es de la más alta importancia pa-ra el desarrollo espiritual, emocional y psicológico.Todos los abordajes coinciden en ello.

Entre otros aspectos, Daniel Goleman, el creadorde la idea de inteligencia emocional, dice que la fa-milia es la clave de la misma.

Se ha estimado que el 50% del rendimiento escolar

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la UnescoColección declarada por unanimidad de “interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires

El Gran Maestro de la UBA y Padre de la Gerencia Social analiza un tema de la más alta importancia para la vida cotidiana de la gente, pero normalmente, a pesar de ello, marginado. Examina la situación de la familia en la era actual de crisis económica y de aplicación de políticas económicas ortodoxas.

Los envíos regulares dedólares de los inmigranteslatinoamericanos pobres asus familias de origen sehan convertido en vitalespara muchas de laseconomías de la región.Son trabajadores pobresque mandan ocho vecespor año sumas pequeñassacándolas de donde notienen. Son el segundoingreso de México y cercao más del 20% delProducto Bruto deHonduras, El Salvador,Guatemala y otros países.En el 2007, fueron 66.500millones de dólares.Protegen a 80 millones depersonas.¿Por qué lo hacen, por quétanto sacrificio? Lasencuestas dicen que laexplicación de este grangesto solidario de enormeimpacto macroeconómicoestá ante todo en la familia.Lo hacen por lealtad a susfamilias.

Si la presión porpermanecer largashoras en la empresa esmuy fuerte, muchospadres pueden ver asus hijos sólo cuandoya están durmiendo.También suelen estarausentes en cuanto aseguir los estudios delos hijos. Losresultados, confrecuencia, problemasde comportamiento,déficit de atención ybajo rendimiento.

Page 60: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

de los niños está ligado a la familia. El seguimientode estudios por parte de los padres, su compromisocon la labor escolar del niño y su apoyo directo sonesenciales.

Análisis sobre el rendimiento educacional superiorde los hijos de inmigrantes asiáticos en EE.UU. hanmostrado que es típico que al ingresar los niños a laescuela, los padres compren dos juegos de libros, unopara el niño y otro para ellos poder seguir al detallesus estudios. Ese interés incide en ese rendimientodiferencial.

Un estudio de la Secretaria de Salud de EstadosUnidos realizado sobre 60.000 niños demuestra quelos que vivían con un solo progenitor eran dos vecesmás propensos a ser expulsados o suspendidos en laescuela, a sufrir problemas de conducta y a tener difi-cultades con sus compañeros.

La solidez de la familia tiene impactos sobre la sa-lud de los niños. La familia es el terreno más propiciopara desarrollar una cultura de salud médica preventi-va. Los estudios dicen que los niños extramatrimonia-les tienen una tasa de mortalidad infantil mucho ma-

yor y los niños que no vivencon sus dos padres tienenmayores daños en diferentesaspectos del desarrollo psi-comotriz.

La familia es el lugar es-tratégico de formación afec-tiva, de aprendizaje ético,de desarrollo emocional, deintegración social y espaciocentral de vida para la ter-cera edad.

Porque todo ello operade hecho activamente adiario, cumple en la prácti-ca una función central enla prevención de la delin-cuencia juvenil. La fami-lia puede entregar valoreséticos en la formación co-tidiana, mostrar modelosen la acción y tutelar, fun-ciones en las que ningúnsistema policial podrá re-emplazarla nunca.

Estudios en Uruguay y enEstados Unidos encontra-ron que dos tercios de los

delincuentes jóvenes vienen de familias desarticula-das.

El fortalecimiento de las unidades familiares es unode los mayores instrumentos que tiene una sociedadpara bajar la delictualidad joven.

La gran mayoría de los latinoamericanos y de losargentinos vive en familia y valora profundamente és-tas y muchas otras funciones fundamentales de la fa-milia. Según la encuesta Gallup, el 83% de los argen-tinos ve a la familia como “unidad fundamental de lasociedad” y considera que “un buen matrimonio” y“una sólida familia con hijos felices” son más impor-tantes que “una buena casa y que la seguridad finan-ciera”.

El 96,4% de los peruanos considera importante omuy importante a la familia. Encuestados la gran ma-yoría de los jóvenes en Bolivia, México, Chile y Co-lombia, ven a la familia “como el lugar de más altoaprecio y confianza”, donde “encuentran cariño, com-prensión y apoyo”.

5 Comer en familia

Una manifestación básica de vida familiar, como“comer en familia”, ilustra sobre la significación quepuede tener la familia en el desarrollo de las personas.

La Universidad de Emory demostró que cuando losmiembros de la familia comen juntos en forma regularse producen diversos efectos favorables en los niños.

Interactúan en el marco de las comidas familiares,

reciben preguntas sobre qué han hecho en la escuelaese día, quiénes son sus amigos, qué tal el maestro, olas hacen sobre en que están trabajando sus padres.

Entre otros temas frecuentes, uno será el de dóndevienen, de dónde provienen, qué hicieron sus abue-los y otros familiares cercanos, y tendrán identidadclara.

Todo ello en un marco donde pueden interveniren un plano de igualdad, sin temores ni vergüenzas,ni inhibiciones.

La investigación muestra que hace más probableque haya jóvenes con alta autoestima y fuerte senti-do de su lugar en el mundo. Asimismo concluye:“Hay menos problemas de comportamiento, menosproblemas internos, como depresión y ansiedad, ymenos problemas externos como agresión y delin-cuencia”.

Los estudios indican que el ejercicio sistemático dela comida familiar sin teléfonos, BlackBerries o tele-visores encendidos se asocia después con conductascomo evitar el embarazo adolescente, más altos pun-tajes en la escuela, menos desórdenes de comida enjóvenes.

En Israel, la ONG Fundación Viernes Familiardesarrolla una campaña continua para estimular elencuentro de todos los miembros de la familia alre-dedor de la mesa para “conversar, relatar vivencias yexperiencias, comentar problemas y brindar apoyo ycariño”.

Kendrik, un terapista de familia, afirma: “Es la me-jor vitamina diaria que los padres pueden dar a loshijos”.

No sólo ganan los niños. Una investigación de Ba-rilla sobre 2000 adultos en Estados Unidos encontróque los que comen con sus hijos regularmente tie-nen un nivel de satisfacción de la vida más alto.

No son procesos unilineales. Siempre incidirán di-versos aspectos, pero éste parece ser uno de ellos.

6 El discurso y los hechos en América latina

En el discurso es unánime el apoyo a la familia enla región. Sin embargo, como en otros planos, el dis-curso está muy lejano a los hechos.

La posibilidad de formar familias por parte de quie-nes quieren libremente hacerlo está ligada a condi-ciones muy objetivas. Con altísimos niveles de des-igualdad, la libertad de integrarlas es absoluta paralos de ingresos medianos y altos, pero no para los queno saben cómo podrían sostenerlas.

Cuando las forman a pesar de ello, están amenaza-das permanentemente de desintegración por la faltade condiciones mínimas.

Así, una de ellas es la misma existencia de un há-bitat para la vida familiar. Ciento veinte millones delatinoamericanos viven en la precariedad, en tugu-rios. Son viviendas hacinadas, sin la más mínima in-fraestructura, donde cada lluvia puede acabar conellas, sometidas a tensiones de supervivencia elemen-tal continuas.

En esa precariedad, tenderán a desarrollarse fami-lias muy vulnerables, inestables, que pueden sucum-bir con facilidad ante un stress de esta magnitud ydesarmarse total o parcialmente.

Si se desea garantizar la familia, en la práctica hayque crear condiciones propicias para ella.

Las políticas públicas son al respecto esenciales.Pueden empeorar la situación si son insensibles ocausantes de mayores grados de precariedad, desocu-pación y desigualdad, o pueden mejorarla.

Es ilustrativo el caso de Francia. Las familias fran-cesas tienen dos bebés frente a sólo 1,5 en la UniónEuropea. Un éxito en términos de familia, y muy im-portante para la pirámide demográfica del país.

Lo lograron políticas públicas afirmativas enérgicasrespecto de la familia, que han impulsado y defendi-do férreamente el pueblo francés y sus movimientosobreros organizados frente a todos los embates.

En el 2009, el país invirtió el 5,1% de su Producto

Bruto en la familia, el cuidado de niños y beneficiosde maternidad. Entre ellos, junto a las licencias pos-parto de cuatro meses pagos, generosas ayudas fami-liares, deducciones fiscales por niño, descuentos parafamilias grandes en los trenes, hogares de cuidadosgratuitos de buena calidad para los niños de 3 a 5años, a los que está asistiendo el 99% de ellos y hastatratamientos integrales de rehabilitación física parael período posparto.

En una palabra, la sociedad toda a través de las po-líticas públicas se asocia a las familias para fortalecer-las.

Lo mismo sucede en los países nórdicos y está enplena marcha en los nuevos modelos económicos enla Unasur.

Así, con la asignación universal a 3.500.000 de hi-jos de trabajadores informales en la Argentina ac-tual, se está dando un apoyo familiar muy concreto alas familias más pobres.

Cuando pasan a trabajos formales, ese apoyo prosi-gue a través de la asignación familiar garantizada pa-ra hijos de trabajadores formales.

Las familias son entonces apoyadas por la políticapública en el pais de modo universal.

En la misma dirección uno de los mayores progra-mas de la gestión Lula-Dilcia ha sido Bolsa Familia,así llamado justamente porque es una política directade apoyo a la familia, que posibilita su existencia ydesarrollo.

En ambos países el Estado ha tomado un papel vi-goroso en apoyar a un miembro clave de la familia,los jubilados. Se ha asociado activamente al grupo fa-miliar para protegerlos como les corresponde. La Ar-gentina dedicaba al pago de jubilaciones y pensionesel 4,5% del Producto Bruto en el 2003. En el 2011había subido al 6,6% y está en vigencia la actualiza-ción continua de las jubilaciones.

En Brasil 81,2 millones de brasileños son benefi-ciados con el sistema previsional.

Los numerosos programas que vienen generandomás empleo en ambos países y el Uruguay desactivanlos efectos letales de la desocupación prolongada so-bre la familia.

En Argentina la desocupación bajó en el últimotrimestre del 2011 a un 6,7%, un 16,7% menos queen el 2002. En Brasil tiene el registro histórico másbajo actualmente, 5,2%.

Las mejoras en la equidad, que el conjunto de laspolíticas públicas y de los proyectos nacionales enmarcha están generando, van en el camino de redu-cir cada vez más la brecha entre quienes tienen el de-recho real a formar familia si lo desean y quienes nolo tienen por privaciones socioeconómicas severas.

Mientras que la OCDE, la organización de los paí-ses más ricos, termina de anunciar que en ellos ladesigualdad ha alcanzado niveles record, en Argenti-na, Brasil y Uruguay el coeficiente Gini que la mideviene mejorando sensiblemente.

A la familia, no se la ayuda con meras declaracio-nes rimbombantes, sino con hechos concretos que lafavorezcan, como los mencionados.

Se requiere multiplicar políticas y programas queapoyen de modo concreto la constitución de familiasen los sectores humildes, den plena protección médi-ca a las diversas etapas de la maternidad, apoyen a lasfamilias desfavorecidas para que se erradique el traba-jo infantil y sus hijos puedan ir a la escuela, desarro-llen servicios de apoyo a las familias (guarderías, cui-dado de ancianos y otros), extiendan las posibilida-des culturales y de recreación familiar, propicienalianzas entre el sector público y la sociedad civil pa-ra estos fines.

Hay un largo camino por delante en este tema cla-ve tan dejado a un lado en la economía ortodoxa. Laasunción de activas políticas familiares marca una di-ferencia de calidad crucial entre ella y las economíascon rostro humano que se están construyendo en laUnasur.

Convierten el derecho a formar familia y desarro-llarla, de un derecho retórico a un derecho real.

IV DOMINGO 12 DE FEBRERO DE 2012

El gobierno deCataluña lanzó untiempo atrás un granplan para conciliartrabajo y familia con166 medidas concretaspara tener en cuenta.Entre ellas ofrecerincentivos a lasempresas que denformas de conciliaciónentre ambos, mejorar eltransporte público parasubir el tiempodisponible, aumentarfuertemente lasguarderías escolares ydar un salario a losfamiliares que cuidande los ancianos.

Page 61: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XXI La hora de la economía social

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 62: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 Crónica de una recesiónanunciada

Grecia ha sido la cuna de una de lasfilosofías más influyentes de la his-toria. Hoy es el laboratorio de ex-perimentación de la nueva ola de

recetas de ajuste.La promesa es que realizando cruentos sacri-

ficios en el nivel de vida de la población, baja-ría el déficit público drásticamente, sobre esabase recibiría préstamos con los que pagaríadeuda y finalmente, en algún momento, recu-peraría el crédito, las usurarias tasas de interésque paga bajarían y volvería a normalizarse.

Ojalá funcionaría así. Los hechos van mu-cho más en la dirección del título de la célebreobra del Nobel García Márquez Crónica de unamuerte anunciada.

Bajo los ajustes el producto bruto cayó enun 11,7% entre el 2009 y el 2011, y se anun-cia que este año caerá un 5 o 6% para llegar acerca de 17 a 18% de caída en cuatro años. Larecaudación fiscal cayó en un 7% en enero2012, a pesar del aumento de los impuestos.La tasa de desocupación se disparó de 13,9%al 20,9% en el último año.

La nueva receta que se le exigió ahora paraprestarle implica reducir en un 22% el salariomínimo y bajarlo en un 30% para los menoresde 30 años. También bajar los salarios priva-dos, precarizar las jubilaciones y echar masi-vamente empleados públicos.

Un documento de los países acreedores des-pués desechado proponía nombrar un comisa-rio externo al país que controlara directamen-te el desembolso cotidiano de sus recursos. Eldocumento, según señala The New York Times(10/2/12), decía: “Los ingresos del Estado de-ben ser usados, primero y antes que nada, parapagar el servicio de la deuda. Cualquier recur-so que queda podrá ser usado para otros pro-pósitos como pagar los salarios de la policía ocomprar suministros para los hospitales”.

Se intenta hacer valer la misma receta conmatices en otros países de Europa.

El descontento de los ciudadanos no se hizoesperar. Adquiere las formas de huelgas gene-rales, la expansión de los indignados, protes-tas de todo orden.

Quince primeros ministros perdieron suscargos desde que se iniciaron las políticas deajustes en el continente. El último fue el deRumania, Emil Boc. Despidió en los dos últi-mos años a 200.000 funcionarios, recortó lossalarios del sector público en un 25%, conge-ló las pensiones de los jubilados y redujo lossubsidios a los desocupados en un 15%.

Resuenan cada vez más voces influyentescon grandes dudas. El presidente del Parla-mento Europeo, Martin Schulz, dice: “No se

necesita ser un profesor de economía para sa-ber que si Ud. tiene crecimiento cero, no va asolucionar las cosas”. Guy Verhofstadt, ex pri-mer ministro de Bélgica y líder del centro libe-ral y demócrata en el Parlamento Europeo,afirma: “Los nuevos acuerdos consolidan ladisciplina fiscal, pero omiten completamente

enfocar la otra cara de la moneda, la de solida-ridad e inversión para crear trabajo y creci-miento”.

La secretaria general de la ConfederaciónMundial de Sindicatos, Saharan Burow, advir-tió en el Foro de Davos: “Dejemos un lugar enel tablero para la economía real”.

El fundador del Foro, Claude Schwab, aler-tó: “Las elites económicas y políticas están enriesgo de perder completamente la confianzade las futuras generaciones”.

Muchos están buscando en el mundo nuevasalternativas que sean más afines con el respetoa los derechos más básicos del ser humano.

Aparece allí una renovación del interés porla Economía Social y las Cooperativas.

2 El silencioso trabajo delas cooperativas

Desde hace 150 años amplios sectores de lasociedad están pugnando por crear un espaciodiferente de trabajo, producción y vida.

Su idea central es la autoorganización de losque trabajan, bajo modalidades de democracialaboral, para generar en conjunto bienes y ser-vicios, en esfuerzos presididos por un credo devalores éticos y solidarios.

Ello ha tenido múltiples expresiones, que sehan llamado economía social. Entre ellas: re-des de ayuda mutual, de comercio justo, finan-zas solidarias, mutuales, empresas recuperadas,formas de economía de trueque, monedas so-ciales. Al centro de la economía social, se ha-llan las cooperativas en sus numerosas modali-dades actuales.

Las Naciones Unidas han denominado el2012 como el Año Internacional de las Coo-perativas y han resuelto apoyar su desarrollopor diferentes vías.

Dice la ONU sobre ellas: “Las cooperativasen sus diversas formas promueven la mayorparticipación posible en el desarrollo económi-co y social de todas las personas incluyendomujeres, jóvenes, personas mayores, discapaci-tados y pueblos indígenas, y se han transforma-do en un factor mayor de desarrollo económi-co y social, y contribuyen a la erradicación dela pobreza” (Resolución 64/136, 2010).

Con frecuencia desde la perspectiva econó-mica ortodoxa se las desvaloriza como un he-cho económico marginal. La realidad es muydiferente.

Se estima que 1000 millones de personas sonactualmente miembros de cooperativas. Esosignifica uno de cada cinco adultos mayores de15 años del mundo.

Producen nada menos que el 10% del pro-ducto bruto mundial. Muchas proyecciones lasubican como uno de los modelos empresarialesdel mundo de mayor crecimiento para el 2025.

En el 2011 las 300 cooperativas más grandesdel mundo tuvieron ingresos por 1,6 billón dedólares.

En Estados Unidos, como en todo el mundodesarrollado, tienen un gran papel actualmen-te. Se hallan en variadas áreas como, entreotras, el mercadeo agrícola, las ventas minoris-tas, los aparatos eléctricos, las cooperativas de

vivienda, las cooperativas de compras.Las cooperativas de crédito cumplen un pa-

pel crucial en el país y se han mantenido almargen de la especulación financiera y de lacrisis que contribuyó a generar.

93 millones de miembros de cooperativas decrédito controlan 920.000 millones de activos.

En Japón una sexta parte de la poblaciónforma parte de una cooperativa de consumo.

El mayor complejo cooperativo del mundoes el de Mondragón, en España. Se inició des-pués de la Segunda Guerra Mundial en una zo-na sumida en la pobreza. Fue fundado en 1956por un sacerdote católico, comenzando conuna escuela cooperativa, y un grupo de cincotrabajadores que vendían yesqueros de parafi-na.

55 años después Mondragón es la líder mun-dial en cooperativas y la séptima empresa deEspaña. Comprende un conjunto de empresas,que tienen operaciones en 19 países y 83.000trabajadores dueños.

Sigue fiel a sus principios democráticos degestión. Además es una fuente de empleo fun-damental para España. Por cada puesto quecrea en el exterior, emplea dos trabajadores enel país.

En el 2009 el mayor sindicato industrial deEE.UU., el de los metalúrgicos, anunció unacuerdo con Mondragón para crear cooperati-vas obreras en ese país.

3 Las cooperativas y laeconomía social en acción

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha declarado sobre las cooperativas que“son un proceso único e invaluable en el mun-do de hoy. Recuerdan a la comunidad interna-cional que es posible perseguir ambos, la viabi-lidad económica y la responsabilidad social”.

Ello está sucediendo a diario en los camposmás variados, con las diversas formas de la eco-nomía social y las cooperativas.

Así es estratégico su impacto en la vida delos campesinos pobres. La mayor parte de lapobreza en los países en desarrollo está en lasáreas rurales.

El director de la FAO, Graziano Da Silva, veen la potenciación de las cooperativas de agri-cultores pobres un arma maestra en la luchacontra el hambre.

Fue el director del gran programa “Hambrecero” de Lula, que logró muy importantes re-sultados con 45 millones de pobres, la granmayoría rurales. Un eje del mismo fue empo-derarlos a través de economía social y coopera-tivas.

La misma estrategia está siendo aplicadaahora por Dilma Rousseff en su programa es-trella “Brasil sin miseria”, dirigido a erradicarla pobreza extrema que hoy afecta a pesar delos avances a 16 millones de brasileños, y tieneun fuerte tono rural.

Graziano plantea como política mundial:“La FAO necesita cooperativas y organizacio-nes de productores fuertes como socios claveen el esfuerzo para eliminar el hambre que su-fren cerca de 1000 millones de personas”.

II DOMINGO 19 DE FEBRERO DE 2012 DOMINGO 19 DE FEBRERO DE 2012 III

Entre otros programas que apoya la FAO enNíger, los campesinos pobres no pueden obte-ner crédito de los bancos. Se ha generado unacooperativa que aporta instalaciones de alma-cenaje. Juntan allí sus productos y los usan co-mo aval, pidiendo un “crédito para inventa-rios”. Ha funcionado.

En Fiji una cooperativa hace viable la expor-tación de papaya mejorando el flujo de infor-mación, las oportunidades de comercializacióny la calidad y regularidad de la producción.

En Honduras, en Lempira del Sur, la agricul-tura de corta y quema estaba agotando los re-cursos naturales. Los campesinos se organizaronen los Consejos de Desarrollo Comunitarios eimpulsaron la reintroducción de técnicas indí-genas menos dañinas para el medio ambiente.

En Kenia los bancos y las cajas de crédito co-operativas están revolucionando la economía,haciendo pequeños préstamos a los campesinosa tasas asequibles.

En Etiopía la mujeres, los mayores y los jóve-nes reciben normalmente salarios menores porsu trabajo. Una cooperativa como los produc-tores de café de Indidio les permite recibir a to-dos la misma paga.

En todas sus expresiones, las cooperativas ylas formas de economía social siembran trabajodecente, trato digno, empoderamiento de lacomunidad, desarrollo de su capital social y po-sibilidad de vivir sin pobreza.

4 El debate sobre elcooperativismo

Robert Owen creó en 1832, en medio de laRevolución Industrial, la Bolsa de Trabajo enLondres, donde el valor de los productos de-pendía de las horas trabajadas en generarlos.También en 1834 las comunas donde se tratóde aplicar el principio “a cada uno según susnecesidades, de cada uno según sus capacida-des”. En 1844 surgió la pionera experiencia delprimer almacén cooperativo de Rochdale.

Eran intentos muy bien inspirados, en laépoca más cruda de explotación, que parecíaquedarían sólo como testimonios de rebeldíamoral e individual.

Sin embargo, hoy en el país que encabeza elsistema capitalista mundial, Estados Unidos,esos principios resuenan con tanta fuerza, que130 millones de americanos, según la última ci-fra, participan en la propiedad de empresas co-operativas y cooperativas de créditos.

En España un informe sobre la economía so-cial (2008) da cuenta de que la componen200.000 entidades, vende 116.000 millones deeuros de facturación, genera 1,2 millón de em-pleos directos y tiene alrededor de 24 millonesde socios.

Concluye que “la economía social es decisivapara el mantenimiento de más de dos millonesde empleos en España, algo más del 10% de lapoblación ocupada total”.

Las difíciles cifras económicas y de desem-pleo de España serían aún más agudas si no fue-ra por ella. El valor añadido bruto de toda laeconomía social en relación con el ProductoInterno Bruto era, en 2008, del 2,47%. Las co-

operativas aportaban el 40% de todo ese valorañadido.

En el siglo XX, la economía social y el coo-perativismo fueron combatidos por las ideolo-gías económicas que lo dominaron.

Sus ideas básicas, producir asociadamente,democracia real en la toma de decisiones, soli-daridad, pagos equitativos, igualdad absoluta,eliminación de todas las discriminaciones, nolucro, responsabilidad social total con el me-dio, eran totalmente disonantes con dichasideologías.

Para las economías de la esfera soviética sig-nificaban un ruido inmenso continuo con losprocesos de concentración creciente del podereconómico y político en elites burocráticas quese fueron dando a su interior, y que finalmenteprecipitaron su fracaso y caída.

Para el capitalismo salvaje, esos principioseran la negación misma de su promoción de lamaximización personal de los beneficios, lacompetencia sin límites, el individualismo exa-cerbado, la lucha de la jungla con la supervi-vencia de los más aptos, la exaltación de la ri-queza, la culpabilización de los mismos pobrespor su pobreza.

Desde ambos sectores, se persiguió, discrimi-nó, atacó ideológica y legalmente a las formasde economía social autogestionaria, democráti-ca y participativa, obstaculizando de todas lasformas posibles su estabilización y avance.

Sin embargo, como sus principios tienen quever con algunos de los sueños que han tenidomás eco en el ser humano en la historia, la lu-cha por llevarlas adelante continuó.

Tuvo, entre otros, momentos con logros ex-cepcionales como el caso de Mondragón en Es-paña, donde se construyó toda una ciudad coo-perativa que hoy produce el 3,1% del productobruto del país vasco y el 7,4% de su productoindustrial, y el del desarrollo del Kibutz en Is-rael.

Mondragón derrotó todas las tesis pesimistassobre si era posible construir a partir de la po-breza, en base al cooperativismo, un complejoeconómico en gran escala, de alta productivi-dad y competitividad, y mantenerse fiel a losprincipios originarios.

El genial filósofo Martin Buber, creador de lafilosofía del diálogo, analiza en su obra Caminosde utopía todos los grandes intentos del ser hu-mano en la historia para construir sociedadesigualitarias.

Cuando llega al Kibutz, después de hacer unbalance de sus contribuciones y de las limita-ciones para lograr su proyecto original de trans-formación de la sociedad circundante, lo llama“un no fracaso ejemplar”.

Creado en 1910, en base a la aplicación afondo de los principios cooperativos y de laeconomía solidaria, en todas las áreas de la vi-da comunal, logró en su apogeo un elevadocumplimiento de metas como niveles inéditosde productividad agrícola, y después agroindus-trial, desarrollo continuo de innovaciones tec-nológicas, la igualdad real de género, un siste-ma de educación singular, intensísima activi-dad cultural del colectivo.

Hacia los ‘90 los kibutzim producían el 45%de la producción agrícola de Israel.

Un especialista en gestión, Seymour Mel-man, de la Universidad de Columbia, destacóen una investigación sobre ellos: “Es importan-te que las personas del kibutz comprendan queson poseedores de un sistema de toma de deci-siones y de organización del trabajo que tieneimplicaciones a escala mundial”.

Tuvieron posteriormente muy graves dificul-tades en el marco del avance del capitalismo fi-nanciero y ortodoxo en el planeta.

En el siglo XXI, el modelo económico preva-lente atraviesa una crisis severa, la mayor desdela gran depresión de 1930.

Como lo documentan los trabajos de la Igle-sia Católica, entre otros, las economías más po-derosas han alcanzado niveles de financiaciónde las actividades económicas que han sobrepa-sado muchas veces la economía real y que tie-nen importantes componentes especulativos.La operación de esta economía conduce a des-igualdades cada vez más pronunciadas. Obamaha advertido que ambos aspectos, la especula-ción y la desigualdad, tuvieron una gran pre-sencia previamente a la gran depresión de1930, y que lo mismo sucedió en la crisis del2008.

Una resultante de los desajustes profundoses la incapacidad de muchas de esas economí-as para generar empleo.

Todo ello fractura la cohesión social. Es su-gerente el testimonio del gerente general deuna empresa de seguridad con base en NuevaYork, cuyos clientes son todos del 1% más ri-co. Tienen activos superiores a 100 millonesde dólares.

Dice (The New York Times, 9/2/12) que “susclientes, muchos de ellos altos ejecutivos fi-nancieros, han visto un aumento en ‘hostili-dad’ a través de por ejemplo e-mails y llama-das telefónicas diciendo en esencia: ‘Yo perdími trabajo, quién se piensa que es Ud. ganan-do un bono como éste’”.

Informa que “en respuesta, la demanda porguardaespaldas, choferes entrenados en seguri-dad, guardias de seguridad en las casas y otropersonal de protección se ha cuadruplicadodesde el inicio hasta el final del 2011”.

¿Cómo se puede hacer distinto?En la base de modelos exitosos como el es-

candinavo es posible observar un gran desa-rrollo histórico en construcción de formasavanzadas de economía social. Son parte im-portante del modelo.

La economía social ha sido observada desdelos sectores conservadores como una pérdidade tiempo. Nada según su visión puede supe-rar la lógica de las ganancias y de las reglas du-ras de mercado y supervivencia.

Han conducido al callejón sin salida actual,con inenarrables sufrimientos humanos.

Desde sectores ultristas, se la ha atacado co-mo un parche menor que no va a cambiar nada.

Ambas visiones subestiman totalmente lasdiversas expresiones de la economía social. Loshechos van en otra dirección.

Bernardo Kliksberg, pionero de nuevos caminos en el pensamiento económico-social, reconstruye la situación y perspectivas de una economía diferente, la economía social. Ignorada y hostilizada,

muchas miradas se dirigen hacia en ella en la crisis actual.

FuncionaLas cooperativasMondragón son depropiedad de sus84.000 trabajadores.Comprenden 256empresas. Se dirigenpor los diez principioscooperativos: admisiónabierta, organizacióndemocrática, soberaníadel trabajo,subordinación delcapital, gerenciaparticipativa, pagossolidarios,intercooperación,transformación social,universalidad yeducación. Rige elprincipio de unapersona un voto. Ladistancia de sueldoentre los gerentesgenerales y eltrabajador promedio esde las más bajas delmundo, y la fijan lostrabajadores.Han mostrado unaltísimo nivel deeficiencia y tienen 73plantas en el mundo.

Un ejemplo La Cooperativa Obrerade Bahía Blanca es ellíder absoluto encomercialización dealimentos en la ciudad.Ha dejado por detrás alas grandestransnacionales delárea. Tiene 65.000asociados y todos losmeses hace unaasamblea. Una clave desu éxito: los alimentosque expende son decomprobadapositividad para lasalud. Incluso,desarrolló por propiainiciativa con apoyo deuniversidades yorganismosinternacionales, un pancon omega 3incorporado, y otrosalimentos similares.Compite exitosamenteen base a salud,principios cooperativosaplicados ycompromiso con elcliente y la comunidad.

Page 63: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

En primer término, se hallan justificada ensí mismas. Tratar de crear un modelo quepermita a los seres humanos trabajar de modotal, que se sienten realmente motivados,comprometidos, partícipes, y lo hagan en co-operación y paz con sus semejantes, es unideal exigente, pero factible e irrenunciable.

En segundo lugar, estas organizaciones ge-neran beneficios directos e indirectos a secto-res significativos de la población. Como lomuestra Mondragón, el complejo cooperativoque terminó con la pobreza en la ciudad.

En tercer lugar, junto a ello son la demos-tración de que se puede hacer. Se puede orga-nizar la producción conciliando altos nivelesde desempeño, eficiencia, productividad,avance tecnológico, con control democráti-co, cooperación, beneficios equitativos.

Junto a todo ello, la economía social apare-ce como uno de los pilares de la creación deeconomías alternativas.

Así como está presente en las nórdicas, loestá hoy en el Sur de América latina.

Ni operación ingenua ni efecto marginal,la economía social está derrotando en la rea-lidad las tesis derrotistas sobre ella.

Es proyecto pleno de humanismo, ayuda asus protagonistas y a amplios sectores de laciudadanía, es laboratorio de experimenta-ción de modelos mucho más avanzados dellevar adelante la producción y es una baseestratégica para las sociedades empeñadas enproyectos nacionales transformadores.

5 El nuevo interés por laeconomía social en el Sur

El 15 de diciembre pasado se celebró en Bra-sil el Día Nacional de la Economía Solidaria.

Múltiples formas de economía solidariaavanzan al interior del Modelo de economíaincluyente en marcha en Brasil, impulsadaspor la ciudadanía y las políticas públicas.

El Foro Brasilero de Economía Solidariaestá recogiendo 1,3 millón de firmas paraenviar al Congreso una ley creando la políti-ca, el sistema y el Fondo Nacional de Eco-nomía Solidaria.

El país creó la Secretaría Nacional de Eco-nomía Solidaria y las políticas públicas laimpulsan activamente.

La Asamblea Nacional de Ecuador aprobóen diciembre de 2011 la Ley orgánica deEconomía popular y Solidaria y del Sector

Financiero Popular y Solidario.La ley fortalece el sector de la economía

solidaria del país, que es pilar en su actualmodelo económico general. Integran la eco-nomía solidaria los sectores comunitarios,asociativistas y cooperativistas. Se estima quela ley beneficiará a tres millones de personas.

La ley se basa en principios como la priori-dad del trabajo sobre el capital y de los inte-reses colectivos sobre los individuales, ade-más de estimular el comercio justo y el con-sumo ético y responsable. Resalta asimismo laigualdad de género, el respeto a la identidadcultural, la autogestión, la responsabilidad so-cial y ambiental y la solidaridad.

En el Uruguay avanza una concepción am-plia de la economía social, como una de lasbases de su exitoso modelo actual de transfor-mación económica y social que ha reducidola pobreza a menos de la mitad desde el 2006,y ha llevado la tasa de desocupación a un mí-nimo (5,1%).

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Oles-ker, reflexiona sobre la posibilidad de ver “laeconomía social como un germen para la cons-trucción de una sociedad nueva alternativa”.

Entre las políticas de fortalecimiento de la

economía social que están planteadas se ha-llan:

a. Priorizarla en el gasto públicob. Promoverla fiscalmentec. Orientar hacia ella una parte de los siste-mas públicos de investigación, formación ytransferencia de conocimiento tecnológico yorganizativod. Invertir en la investigación y educaciónpública, y apoyar procesos autogestionariosdesde la capacitación.

Entre otras concreciones, se aprobó la leyde cooperativas en el 2007, se dictó la ley decreación de cooperativas sociales, se mantu-vieron las exoneraciones fiscales, se estable-ció el Fondo de Desarrollo con las utilidadesanuales del Banco de la República que apoya-rá modalidades de autogestión de los trabaja-dores, se dio prioridad a la construcción deviviendas desde el Estado por el sistema coo-perativo.

Se está trabajando en la creación de unamarca social, que identifique la economía so-cial y cuente con una garantía de calidad aso-ciada a la marca.

En Argentina las cooperativas y la econo-mía social tienen una gran tradición históri-ca. Los ideales cooperativos tomaron fuerzadesde finales del siglo XIX y se generó unaextensísima red de organizaciones de granutilidad colectiva.

Entre ellas, las cooperativas escolares han si-do un pilar del sistema de educación pública.Las cooperativas de crédito cumplieron fun-ciones esenciales para el avance de las pymes.Las cooperativas de servicios públicos, centra-das en agua, electricidad, gas, telefonía, y aho-ra telefonía móvil, son claves para muchas ciu-dades pequeñas y medianas del interior. Entremuchas otras, las cooperativas de salud, vi-vienda, consumo, provisión de insumos, aco-pio, procesamiento y comercialización de pro-ductos agropecuarios han sido vitales.

El movimiento cooperativo sufrió un fuerteembate bajo las políticas neoliberales, de ladictadura y en las desarrolladas en los ’90.Entre otros aspectos, el neoliberalismo pudoexhibir como un trofeo de guerra cómo siste-máticamente debilitó y arrinconó el gran mo-vimiento de las cooperativas de crédito, favo-reciendo la concentración del crédito y el ca-pital financiero.

Hoy el movimiento cooperativo y en gene-ral la economía social están tomando nuevasfuerzas, con el impulso de las políticas públi-cas y el apoyo general de la ciudadanía.

En el 2004 se declaró desde la Presidenciacomo política de Estado a la economía social yel Inaes viene ejecutando una amplísima ac-ción de recuperación productiva, institucionaly educacional del ideario y la tarea solidaria.

La economía social ha generado un millónde puestos de trabajo entre el 2003 y el 2011,el 20% de todos los creados en ese período,que bajaron radicalmente la tasa de desocu-pación.

Según la agencia especializada Ansol, laeconomía social produce el 10% del productobruto, ocupando una posición de vanguardiaa nivel internacional.

Había en el país a fines del 2011 19.016cooperativas y 9,6 millones de cooperativistasurbanos y rurales.

El número de cooperativas creció en un49% en los últimos tres años.

El total de puestos de trabajo directamentecreados por las cooperativas es de 525.156.

Entre algunas de sus formas, de todo lo quese produce en el campo el 22% está en manos

de cooperativas agropecuarias de primero ysegundo grado. Tienen un rol clave en las ex-portaciones del país. Según Coninagro, re-presentan el 5,6% del total de exportacionesprimarias y agroindustriales.

Las cooperativas de trabajo han crecidofuertemente, son actualmente 13.179. El61% son cooperativas que participan en pla-nes sociales para la inclusión a través del tra-bajo desarrollados por el Gobierno en los úl-timos ocho años.

La principal empresa productora de segurosdel país es una cooperativa, Sancor Seguros.Por otra parte es una de las empresas líderesen responsabilidad social empresarial a nivelnacional.

Con grandes luchas, siguen saliendo ade-lante las empresas recuperadas. Su destinonatural era su disolución. Sus colectivos detrabajadores las tomaron en las peores condi-ciones, establecieron sistemas de autogestióny lograron salvarlas. Son más de 200 y sostie-nen 10.000 puestos de trabajo en todo el país.

Las cooperativas, las mutuales, las asocia-ciones de productores, la economía solidariatienen actualmente sólidos apoyos y posibili-dades de desarrollo en el país. Organismoscomo el Ministerio de Desarrollo Social, quetrabaja fuertemente en la generación deoportunidades productivas; el Ministerio dePlanificación, el Inaes y otros están perma-nentemente poniendo en marcha nuevosprogramas para fortalecerlas.

El país cuenta con una Ley de Microcréditoimpulsada por el Ministerio de Desarrollo So-cial que ya tiene entregados más de 135.000microcréditos a emprendedores sociales.

Se está impulsando actualmente la idea deuna marca colectiva, para identificar produc-tos elaborados o servicios prestados por agru-pamientos de emprendedores de la economíasocial.

En las economías de la Unasur la economíasocial es hoy una realidad en pleno creci-miento.

6 Por algoSaludando la institución del 2012 como

Año Internacional de las Cooperativas, laOIT ha señalado que “las cooperativas tienenun papel fundamental en la promoción deldesarrollo socioeconómico de cientos de mi-llones de personas en todo el mundo, espe-cialmente en tiempo de crisis.

Las organizaciones de la economía socialtienden a proteger más que nunca el empleoen lugar de despedir sin consideraciones,reinvierten en los países creando fuentes detrabajo, producen sus productos muy pen-dientes de su utilidad para los consumidores,les preocupa el medio ambiente. Suelen teneralta responsabilidad social.

Esa lógica no es la dominante, pero no esmenor. Las 300 cooperativas más importantesigualan en producción a la décima economíadel mundo.

Pero, sobre todo, indican como está suce-diendo en los ejemplos vistos, en las econo-mías de la Unasur, que es posible generar for-mas de producción pensadas desde sus objeti-vos, hasta sus formas de organización con én-fasis en respetar la dignidad del ser humano ypermitirle ser efectivamente libre desarro-llando sus potencialidades.

Son viables y son un motor de proyectosnacionales de cambio integrales.

Por algo no se las ha podido borrar de lahistoria a pesar de tantos intentos de debili-tarlas y marginarlas. Siguen encendiendo laesperanza colectiva.

IV DOMINGO 19 DE FEBRERO DE 2012

La diferencia“Lo que diferencia estemodelo de otros es quetodas las cooperativas,tanto si son pequeñosagricultores oconsumidores degrandes entidades,comparten los valoresde la democracia, lasolidaridad, la igualdad,la autoayuda y laautorresponsabilidad,creando empresas quesirven al bien comúnfrente a lamaximización debeneficios para unospocos.”Pauline Green,presidenta de la AlianzaCooperativaInternacional Mundial

Page 64: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XXII ¿Qué piensan los latinoamericanos sobre la democracia?

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 65: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 La explosión democrática

Parecía hasta hace poco imposible que regíme-nes dictatoriales consolidados durante más de40 años, como muchos del mundo árabe, pu-dieran ser cuestionados y la gente pudiera ac-

ceder a derechos democráticos.Está sucediendo en el marco de la Primavera Arabe.

Las sublevaciones masivas de los ciudadanos en Túnez,Egipto, Libia y Yemen del Sur, entre otros, alteraron sus-tancialmente el inmovilismo histórico que excluía total-mente a las grandes mayorías de la toma de decisiones.

Se está desarrollando ahora en Siria otro capítulo deestos históricos cambios. La férrea dictadura ya ha ma-sacrado sin piedad alguna a más de 5000 ciudadanos,pero la exigencia de democratización asciende y se haconvertido en una causa universal.

La Asamblea General de la ONU termina de con-denar al régimen y exigir la renuncia de Assad en losmás duros términos, por una votación abrumadora de112 países contra 12.

El mismo espíritu de exigencia de participación ydemocracia está presente hoy en numerosos paísesafricanos y asiáticos, y las nuevas aperturas en Myan-

mar responden a esas presioneshistóricas.

Sin embargo, el camino a re-correr es muy amplio. Según laONG Freedom House, en elúltimo año hay 12 países don-de la democracia ha hechoavances y 26 donde el nivel delibertad ha declinado.

A las presiones por conquis-tar los derechos básicos de lademocracia, se suman ahoraaquellas por darle contenidostotalmente sustantivos en tér-minos sociales.

Las protestas europeas anteel deterioro del acceso al tra-bajo, el aumento de la pobrezay la disparidad de las desigual-dades están exigiendo una de-

mocratización real de la economía.Los jóvenes, a través de las múltiples formas que

han tomado los indignados, son protagonistas centra-les de dichas protestas.

Tienen motivos muy concretos. La tasa de desem-pleo entre las edades de 16 a 24 años ha alcanzado enGrecia el 48 por ciento, en España el 50 por ciento,en Portugal e Italia el 30 por ciento.

En Gran Bretaña es del 22,3 por ciento, la mayordesde que esa tasa comenzó a medirse, en 1982. En esaeconomía, la séptima del planeta, el número de jóve-nes que están fuera del sistema educativo, del mercadode trabajo o de cualquier sistema de entrenamiento, es1.300.000, uno de cada cinco.

La indignación aumenta en la medida en que las re-cetas que se vienen aplicando están dando resultadosregresivos para los pueblos y se resiste cada vez más esaimposición.

Titula editorialmente The New York Times frente alos últimos desarrollos (18/2/12): “La austeridad nofunciona, ¿por qué entonces los líderes europeos estántratando de forzar a Grecia y a otros?”.

Reseña la situación de Portugal. Ha cumplido todaslas demandas de la Unión Europea y el FMI. Cortó lossueldos y las pensiones, redujo el gasto público, au-mentó los impuestos. Todo ello profundizó la recesióne hizo cada vez más difícil que pudiera pagar sus deu-das. Cuando recibió un préstamo de ayuda, en mayode 2011, la deuda era el 107 por ciento en relación

con el Producto Bruto. Para el año próximo se esperaque crezca al 118 por ciento. Continuará creciendo sila economía sigue achicándose. La receta no mejora lasituación, la agrava.

Por otra parte, en el caso de Grecia, los hechos fue-ron muy lejos en el coartamiento de derechos de losciudadanos cuando las presiones llevaron a la rever-sión de un referéndum ya fijado que les iba a permitiropinar, o cuando ahora se concentran en que poster-gue sus elecciones. En ambos casos, se niegan los dere-chos democráticos de los ciudadanos a decidir.

Un ciudadano se queja en Atenas señalando haciael Parlamento (The New York Times, 13/2/12): “Debe-ríamos ponerlos en departamentos pequeños, sin cale-facción, con pensiones de 300 euros, y ver si puedenvivir así. ¿Podrían vivir, así como nos están pidiendo anosotros que vivamos?”.

La desigualdad misma es vivida crecientemente co-mo una violación a las reglas básicas de la democracia.

Esas reglas hablan de igualdad de oportunidades pa-ra todos y eso no tiene mucho que ver con las grandesdisparidades.

2 América latina en cambio

América latina ha estado durante largas décadas in-mersa en dictaduras militares y bajo la hegemonía demodelos económicos ortodoxos.

Ha librado muy importantes luchas para cambiar es-tas matrices históricas y ha logrado cambios muy rele-vantes, que dependen de la realidad de cada subregión.La fuerza impulsora común a esos cambios es la aspira-ción generalizada de la ciudadanía a dejar de lado parasiempre la posibilidad de las dictaduras militares e ir pa-sando gradualmente de democracias de baja intensidad,a democracias de mediana y después de alta intensidad.

En ellas la ciudadanía tendría un papel cada vez máscentral en los procesos de formación e implementa-ción de las políticas públicas.

¿Cómo está preparada América latina para avanzaren esa transición? Dado el larguísimo lapso de auto-cracia militar, y de recetas ortodoxas, ¿qué está pasan-do en las percepciones, razonamientos y opiniones dela población?

¿Qué actitudes tiene ante los fundamentales cam-bios que implican modelos orientados a la inclusióntotal, como los que hoy están en marcha en Brasil,Argentina, Uruguay y otros países?

Se explorará en lo que sigue algunos planos de esesubstrato invisible a los ojos, pero que tiene clara pre-sencia en la realidad.

Hace poco se conmemoró en la Argentina el déci-mo aniversario de un momento definitorio de la histo-ria reciente. En diciembre de 2001, en medio de unasituación económico-social crítica y la declaración delEstado de Sitio, la ciudadanía salió masivamente a lacalle y terminó de restar toda legitimidad al gobiernode entonces.

Se había desestimado totalmente lo que estaba real-mente pensando la ciudadanía y a qué nivel había lle-gado en su disposición a la acción.

Se pensó que el Estado de Sitio permitiría controlarlas disidencias. Se ignoró totalmente tanto la magni-tud de los problemas objetivos de supervivencia comolas percepciones profundas.

Entre octubre de 2000 y octubre de 2001, el númerode pobres e indigentes aumentó en 9807 por día. Latasa de desocupación era en octubre de 2011, 18,3 porciento.

Las cifras eran mucho peores para los jóvenes. En ma-yo de 2001, el 40,9 por ciento de los jóvenes de 15 a 18años y el 28,6 de los de 19 a 24 años estaba desocupado.

La destrucción de la clase media y su conversión ennuevos pobres era continua. En 2001 había entre70.000 y 100.000 cartoneros en toda el área metropo-litana de Buenos Aires.

Crecía aceleradamente la economía de trueque. Enjunio de 2002 los participantes en los clubes de true-que se estimaban en 3,3 millones de personas. Tenien-do en cuenta el tamaño de las familias, se calculabaque el 27 por ciento de la población total del país par-ticipaba en ellos en ese momento.

La gente buscaba nuevas formas de protesta paramostrar que existía y debía ser tomada en cuenta. Semultiplicaron los cacerolazos en los estratos medios ylos piquetes y los cortes de rutas y calles en los sectorespopulares.

Todo eso fue ignorado y se cometieron los graveserrores conocidos.

Es fundamental saber qué piensan los latinoameri-canos sobre la democracia, en el marco de los cambiosde la región.

Es de alto valor al respecto el material recogido enlas 19.000 encuestas que en 19 países de la regiónpractica anualmente, desde 1995, la Encuesta Latino-barómetro.

Permite captar, entre otras tendencias, las que sepresentan sumariamente.

3 No más golpes de Estado

Gran parte de los latinoamericanos actuales hancrecido en medio de la amenaza de posibles golpes deEstado o bajo los gobiernos surgidos de ellos.

Entre 1930 y 1980, más de un tercio de los cambiosde gobierno de la región se efectuó de modo irregular,principalmente a través de golpes militares.

Los golpes ofrecieron con frecuencia un supuesto“orden” frente al desorden que se adjudicaba al siste-ma democrático, erradicación de la corrupción, efi-ciencia, resultados prácticos.

Recurrían a la exaltación de tendencias autoritariasy chauvinistas.

Algunos sectores cayeron en la trampa y los acom-pañaron o dejaron sus expectativas abiertas.

Llevaron adelante proyectos nefastos, de supresióntotal de la libertad, imposición de reglas de juego eco-nómicas que sólo favorecían a los grupos más concen-trados e intereses externos, destrucción sistemática deltejido social, diseminación de una cultura autoritariaen todos los estratos.

Culminaron en el genocidio que segó toda una ge-neración de 30.000 jóvenes llenos de talentos en laArgentina, y cruentas matanzas en Chile, Brasil, Uru-guay y otros países.

La tesis de que el autoritarismo podía favorecer laeficiencia se derrumbó en América latina. Las dicta-duras fueron eficiente a favor solo de unos pocos, tu-vieron toda suerte de corrupciones, multiplicaron lapobreza y la exclusión.

En la Argentina lanzaron la consigna de que “Achi-car el Estado es agrandar la Nación” y la practicaron afondo. Redujeron la Nación y multiplicaron la deudaexterna.

En Chile, la sangrienta dictadura de Pinochet que seintentó presentar como un dechado tecnocrático logróefectivamente un milagro, pero al revés. En un paístradicionalmente con poca pobreza, logró duplicarla.

Pasó de afectar a un 20 por ciento de la población,en su inicio, a un 40 por ciento en su final.

En todos lados crearon todas las condiciones paraque aumentaran sustancialmente las desigualdades.

Cuando se les pregunta hoy a los latinoamericanosen el Latinobarómetro “¿Apoyaría Ud. un gobierno

II DOMINGO 26 DE FEBRERO DE 2012 DOMINGO 26 DE FEBRERO DE 2012 III

militar en reemplazo del gobierno democrático, si lascosas se ponen muy difíciles?”, la respuesta es muy cla-ra. Dos terceras partes dicen que “bajo ninguna cir-cunstancia apoyaría un gobierno militar”.

Incluso en Honduras, el único país en el que ha ha-bido un golpe militar en los últimos años, el 60 porciento dice lo mismo, que en ninguna circunstanciaapoyaría a un gobierno autoritario.

La ilusión militar fue sepultada en América latinapor la experiencia histórica vivida.

Aquí no es un tema especulativo.Arrinconó y destruyó sociedades enteras, robó bebes

en gran escala, asesinó sin piedad para sustentarse ydejó un gran desafío abierto: la recuperación perma-nente de la memoria de lo que sucedió para que novuelva a acaecer.

Argentina se ha colocado a la cabeza del género hu-mano, en este tema, con las consecuentes políticas gu-bernamentales que llevaron al enjuiciamiento de losgenocidas y el infatigable trabajo educativo por la me-moria que se hace a diario en múltiples espacios.

4 Los latinoamericanos votan

Los ciudadanos de la región utilizan a fondo el ins-trumento más básico de una democracia: el voto.

Piden a la democracia mucho más que poder votar,pero no son apáticos frente a este derecho.

Se preocupan, buscan cumplir los requisitos y hacenlas filas que se necesiten para ejercer su voto.

Esta tendencia está, por otra parte, en ascenso.Si se toman los porcentajes de participación electo-

ral en elecciones parlamentarias en el período2001/2009, América latina es la segunda región delmundo en la materia.

Como puede observarse en el siguiente cuadro del In-forme Nuestra Democracia (OEA, PNUD, FCE, 2010).

Porcentajes de votación en elecciones parlamentarias por regiones

(2001/2009)

Europa occidental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55%América latina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .40%Asia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .40%Norteamérica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38%Medio Oriente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .30%Africa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .29%

Pero los latinoamericanos quieren más que votaruna vez, cada tanto tiempo. Aspiran a una democraciamucho más activa que la actual.

5 Apoyo a la democracia

Los latinoamericanos tienen pocas dudas respecto deque hay que apoyar la democracia.

Cuando se les pregunta si “la democracia es preferi-ble a cualquier otra forma de gobierno”, la gran mayo-ría, casi tres de cada cinco, contesta afirmativamente.

Sin embargo, cuando se desagregan los promedios,se observa que el porcentaje crece aún mucho más enpaíses como Uruguay (75 por ciento) y Argentina(70), pero cae fuertemente en Guatemala, (36 porciento), México, (40) y Honduras (43 por ciento).

Cuando se toma el casillero de los que a esa pregun-ta contestan “da lo mismo”, es del 36 por ciento enMéxico, del 31 en Guatemala, del 27 en Colombia ydel 23 en Honduras.

Hay un reclamo por determinada calidad de demo-cracia que toma sus propias formas en cada país, peroque es generalizado.

Se quiere una democracia que responda a los gran-

des problemas de la vida diaria. Que no se agote soloen los derechos políticos, sino que implique una demo-cratización real de todas las dimensiones.

En el fondo, lo que se está planteando no es nuncaun retorno a formas de autoritarismo, no menos demo-cracia, sino más democracia, sustantiva, activa, inte-rrelacionada con las prioridades del ciudadano.

6 Las deudas pendientes de la democracia

Los ciudadanos tienen muy claro que es a través dela democracia que hay que tratar de mejorar las cosas.Cuando se les pregunta “¿qué piensan sobra la frase:‘La democracia tiene problemas, pero es el mejor siste-ma de gobierno’?”, el 76 por ciento, las tres cuartaspartes, está muy de acuerdo o de acuerdo.

Sin embargo, como ciudadanos democráticos cadavez más activos, tienen claro que falta mucho.

Interrogados sobre “¿Qué cree que le falta a la demo-cracia en su país, o la democracia en su país está biencomo está?”, sólo contesta que está bien como está el13 por ciento.

Los déficit mayores que indican son:

●● Falta reducir la corrupción, 48 por ciento●● Falta garantizar la justicia social, 33 por ciento●● Falta aumentar la transparencia del Estado, 31 porciento●● Falta participación ciudadana, 31 por ciento●● Falta consolidar los partidos políticos, 21 por ciento

¿Qué percepciones hay detrás de cuestiones comogarantizar la justicia social, aumentar la transparenciadel Estado y aumentar la participación ciudadana?

Puede entreveerse una visión de la realidad muy ex-tendida, que tiene su base en el descontento abruma-doramente mayoritario con los niveles de desigualdadde la región.

7 Para quién se gobiernaCasi el 80 por ciento de los latinoamericanos, uno

de los índices más elevados obtenidos en cualquier in-dicador, está en disconformidad con los altos nivelesde desigualdad de la región. El número es aun muchomayor en Chile (donde solo el 6 por ciento está con-forme con la distribución actual), República Domini-cana (el 8 por ciento), Honduras (el 12), Colombia (el12) y Perú (el 14 por ciento).

El producto bruto de la región ha venido creciendosignificativamente, pero los ciudadanos ya no creen másen la teoría del derrame, que sedujo a muchos en los ’90.

La idea de que el mero crecimiento va a “derramar-se” y sacar a los pobres de abajo, y ampliando las clasesmedias, no operó en los mejores años de crecimientode los modelos ortodoxos. La población aprendió lalección de que hay un tema fundamental, que es el decómo se distribuye el crecimiento, que está mediadopor los niveles de desigualdad.

El Producto Bruto Latinoamericano creció en un 4,1por ciento en 2008, tuvo una caída por la crisis mun-dial de 2,1 en 2009, volvió a repuntar en un 5,9 en2010, y aumentó un 4,7 en 2011.

Pero los coeficientes Gini de distribución del ingre-so han mostrado una enorme resistencia a cambiar.

Un ejemplo es Chile. Allí mejoró el producto brutocontinuadamente y creció incluso un 6,3 por ciento en2011, Pero es al mismo tiempo la decimotercera eco-nomía más desigual del planeta.

Fue escenario, en 2011, de una gran protesta socialcontra la presencia de marcadas desigualdades en la edu-cación. La mayor protesta desde la caída de Pinochet.

Los estudiantes reclamaron tres puntos muy concre-tos que hacen a la igualdad de oportunidades, que fue-ron apoyados por amplios sectores: educación gratuita,educación de buena calidad para todos y que la educa-ción dejara de ser objeto de lucro.

Según denunciaron, entre otros aspectos, el entra-mado a favor solo de los más ricos que creó la dictadu-ra de Pinochet llevó finalmente a hacer muy difícil pa-ra muchos jóvenes ingresar y pagar la universidad. Loscostos de la matrícula representan el 40 por ciento delingreso de un hogar promedio.

La nueva comprensión de los ciudadanos aparececon mucha fuerza cuando se les pregunta.

Si “se gobierna para el bien de todo el pueblo o solopara algunos” es uno de los indicadores consistente-mente más deficitarios, y más duros de cambiar desdeque se inició el Latinobarómetro.

Solo una cuarta parte de los ciudadanos piensa que“se gobierna para el bien del pueblo”.

Es un emergente de muchas otras percepciones, en-tre las que se destaca la disconformidad masiva con lasaltas desigualdades de la región.

Su existencia es una violación al juego limpio, y laprueba diaria de que hay unainfluencia desproporcionadaen el poder real de un grupolimitado.

La encuesta 2011 muestraque, significativamente, los quecreen que se gobierna para lamayoría descendieron en Chileen un 26 por ciento entre 2010y el 2011. En cambio, en esemismo período aumentaron enArgentina en 12 puntos por-centuales.

8 La nuevaconfianza en elEstado y elgobierno

En los países desarrollados cunde, actualmente, laideología de que se debe hacer todo lo posible para li-mitar al máximo la “interferencia” del gobierno. Quehay que mirar hacia escenarios de “minimización de laacción pública”.

Por ende, hay que recortarle los recursos e inclusohay una ofensiva muy fuerte contra los sindicatos defuncionarios públicos, que son un obstáculo muy im-portante para los planes de desarmar el gobierno.

Las percepciones primantes son muy diferentes enAmérica latina. La confianza en los gobiernos vienecreciendo fuerte en la región. Partió de umbrales muybajos dados los serios daños ocasionados a la poblaciónpor gobiernos como los de los años ‘90, pero ha repun-tado considerablemente en la medida en que mejorósensiblemente la representación política y la calidadde las políticas públicas.

Solo el 19 por ciento de los ciudadanos tenía con-fianza en 2003 y ahora es el 40 por ciento.

Es posible comparar el Eurobarometro y el Latinoba-rómetro. El primero trabaja con una muestra represen-tativa de la población de 27 países europeos. En 2010,la confianza promedio en el gobierno era del 29 porciento, frente al 45 por ciento en América latina.

Los desarrollos en Europa, que incluyen la caída de15 gobiernos en un breve período, como consecuenciade aplicar recetas ortodoxas que hicieron más difícil lavida a su poblaciones, y cuyos resultados no se ven, de-be haber probablemente debilitado aún más la con-fianza en los gobiernos de la región, y aumentado labrecha respecto de América latina.

Después de analizar en los números anteriores la situación de la familia en época de crisis, y la economía social, elgran maestro de la UBA y autor entre otros best-sellers de Primero la gente, con el Nobel Amartya Sen, explora algunos

de los cambios que se observan en las percepciones de los latinoamericanos en relación con la democracia.

MujeresdiputadasCosta Rica y Argentinaocupan los lugares 13°y 14° entre todos lospaíses del mundo enparlamentarias mujeresen la Cámara deDiputados. Son el 38,6por ciento en CostaRica y el 38,5 por cientoen Argentina.

UnaadvertenciaKlaus Schwab, elfundador de Davos,advirtió al inicio deDavos 2012 que “laselites políticas yeconómicas están enriesgo de perdercompletamente laconfianza de las futurasgeneraciones”.

Page 66: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

9 Los ciudadanos y el Estado

En los ’90, gran parte de los ciudadanos estabanencerrados en la idea de que debía delegarse el ma-nejo de la economía al mercado, de que la mejor for-ma de gestionar era la privatización, y de que el Esta-do no podía contribuir mayormente a resolver losproblemas.

La experiencia vivida los hizo salir de ese encierro.Ven la realidad actualmente en forma mucho más ma-tizada. Entienden que debe haber una combinaciónvirtuosa entre Estado eficiente y activo, y empresas alas que les piden cada vez más responsabilidad social.

Cuando se les pegunta si las privatizaciones han si-do beneficiosas para el país, sólo un 36 por cientoparticipa de esa idea. Han dejado de verlas como elúnico instrumento de gestión.

El Latinobarómetro destaca especialmente los con-trastes que presenta el caso chileno, país de origendel informe.

Señala en su informe 2011: “Es paradójico que elpaís que el mundo occidental dice que hace mejor su

tarea de manejo macroeconó-mico, Chile, sea el país de laregión que menos confianzatenga en la economía de mer-cado. Las protestas en ese pa-ís están mostrando que lasbondades del éxito económi-co no son suficientes para sa-tisfacer las demandas”.

Destaca asimismo “el con-traste entre la opinión de losexpertos, que califican el éxi-to de los países, y la opiniónde los ciudadanos de esos paí-ses”.

Resalta: “Chile es un ejem-plo de incongruencia entreesos dos mundos. Mientraslos expertos lo alaban comoel de mejor desempeño de laregión, los ciudadanos leotorgan la peor evaluación dela región”.

En la nueva perspectivaabierta, los latinoamericanos

revalorizan el rol del Estado. Cuando se les pregunta“¿cree Ud. que el Estado tiene los medios para resol-ver los problemas de nuestra sociedad?”, nada menosque tres cuartas partes consideran que sí los tiene.

La percepción más débil corresponde al Estadoguatemalteco. Tiene relación con que es el Estadodonde ha sido más difícil lograr un pacto fiscal signi-ficativo con los sectores más ricos.

La presión fiscal es una de las más bajas a nivel in-ternacional, a pesar de las ingentes demandas educa-tivas, de salud, y sociales. El Estado carece, en esascondiciones, de los instrumentos básicos.

Así, Save The Children termina de estimar(19/2/12) que la tercera parte de los niños del mundosufre de desnutrición crónica. En Guatemala es el 48por ciento y la cifra está estancada.

Se les pregunta muy directamente a los ciudadanossi el Estado puede resolver los principales problemasde la sociedad. Las respuestas indican una alta con-fianza en sus capacidades de acción. Son:

Delincuencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .61%Narcotráfico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57%Pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55%Corrupción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54%

Frente a un problema que con frecuencia encabezalas encuestas de opinión junto con el desempleo, ladelincuencia, la cifra de quienes creen que el Estadopuede resolverlo es (en los líderes en respuestas favo-rables), en Uruguay el 78 por ciento, en Argentina el77, y en Brasil el 74 por ciento.

En el tema de la pobreza, el 79 por ciento de los

argentinos creen que el Estado puede solucionarlo.Contrasta con el caso de Guatemala, donde solo el17 por ciento lo cree.

Pero contrasta asimismo, drásticamente, con loque sucedía hace diez años. Al final de los ‘90, anteel aumento de la pobreza, el entonces efe del Estadode la década se encogía de hombros respecto del pa-pel del Estado frente a ello. Decía “pobreza hay entodos lados” o “pobreza hubo siempre”.

Entre 2003 y 2011, el Estado se puso a trabajar afondo en un ataque frontal a la pobreza, en muchosfrentes simultáneos, desde la creación de empleoshasta el microcrédito, culminando con el gran pro-grama Asignación Universal para Hijos de Trabaja-dores Informales.

Los resultados están a la vista, y la población harecuperado totalmente la confianza en que el Estadopuede solucionar el problema.

En general, en relación con los cuatro problemasque se plantearon en la pregunta, el Latinobaróme-tro concluye que “en Argentina es donde hay mayorconfianza en la capacidad del Estado para resolverlos problemas, con un 75 por ciento”.

10 El papel clave de laparticipación

La ciudadanía no ve más al Estado como algo exte-rior, sólo para utilizar. Una de sus demandas más je-rarquizadas es la de más participación.

Quiere cambios en la concepción tradicional delEstado.

Respalda activamente la descentralización. Latransferencia de facultades y recursos del Estado cen-tral a las gobernaciones y municipios.

Quiere que el Estado se acerque a los ciudadanos,que esté realmente a su alcance.

Por otra parte, desea un perfil de Estado “que dé lacara”.

El modelo tradicional es un Estado volcado haciadentro, encerrado en sus oficinas, que atiende allí, enbase a procedimientos y normas sin flexibilidad antecircunstancias variadas. Orientado por las rutinas,hasta que muchas veces el cumplimiento de éstas setransforma en un objetivo en sí mismo.

El Estado “que da la cara” debe estar donde estánlos ciudadanos que más lo necesitan, cerca de ellos, yen intercambio con ellos.

Tiene que adaptarse a sus posibilidades horarias,hablar sus lenguajes.

Les es vital la participación porque al mismo tiem-po que fuente de sugerencias e ideas es su control deque está haciendo lo que debe, que realmente estárespondiendo.

¿Se puede hacer participación ciudadana en escalamasiva en los hechos?

Junto a muchos otros, un ejemplo muy ilustrativode amplios alcances es el de los Consejos Municipa-les de Salud, en Brasil.

Es considerada la mayor iniciativa de descentrali-zación político-administrativo en el país.

Se establecieron en 5564 ciudades. En ellas, losgobiernos locales, los organismos del campo de la sa-lud y los principales sectores de la comunidad pien-san en conjunto sobre cómo mejorar la salud públicaen su área geográfica.

Contaban en 2008 con 72.184 consejeros titulares.La mitad de todos ellos representaba a los usuariosdel sistema de salud. Los representantes fueron no-minados por 28.000 instituciones.

El 25 por ciento eran asociaciones de vecinos, el21 por ciento grupos religiosos, el 20 por ciento orga-nizaciones de trabajadores, el 7 por ciento asociacio-nes representativas de aspectos relacionados con gé-nero, etnicidad y grupos de edad, y el 5 por ciento omenos eran de una vasta gama de organizaciones dela sociedad civil.

Da idea del interés que despertó la experiencia enlos ciudadanos que en un estudio de 2009 se encon-

tró que el 82 por ciento de los consejos realizabanreuniones mensuales, y en el año anterior no hubocancelaciones por falta de quórum en el 62 por cien-to de los consejos.

11 Perspectivas

La crisis económica mundial ha arrojado a la de-sesperanza a importantes sectores del mundo desarro-llado, particularmente a los jóvenes.

Encontrar un “primer empleo” es una tarea que es-tá más allá del alcance de muchos jóvenes por másempeño que pongan.

La insistencia en las políticas ortodoxas, que “cal-man” a ciertos actores en los mercados, agita encambio y arrincona a gruesos sectores de la pobla-ción.

En América latina, con diferencias según lassubregiones, las percepciones han ido en otra direc-ción. Así, en el Latinobarómetro se ha reducido no-tablemente el grupo de los que cuando se les pregun-taba si sus ingresos les bastaban, decían que “no le al-canza y tiene grandes dificultades”.

Era el 24 por ciento en 2003. En 2011, bajó al 10por ciento (la proporción más baja desde 1995, cuan-do se inició la medición).

Al interior de ese promedio general, las diferenciasson marcadas. En República Dominicana, el grupoque manifiesta tener serias dificultades económicases, en 2011, el 23 por ciento. Sigue Honduras, conun 19 por ciento.

Del otro lado de la tabla, son solo el 5 por cientohoy en Argentina y en Brasil.

Otra pregunta clave respecto de los que indicanestar “Muy o algo preocupados” por quedarse desem-pleados varió totalmente en sus resultados. En 2002,eran el 76 por ciento. Hoy son muchos menos de lamitad, el 35 por ciento. Se redujeron en un 3 porciento entre 2010 y 2011.

Argentina y Uruguay encabezan la tabla de los pa-íses donde hay menor preocupación, con 17 y 23 porciento.

Las expectativas de la ciudadanía de América lati-na son hoy muy diferentes de la de hace una década.

No es un tema subjetivo. Tiene que ver con queen muchos países hay ahora un modelo que los repre-senta, que trabaja para ellos.

Se ha construido gracias a las luchas de la pobla-ción, y está en marcha teniendo como parámetrosprincipales de éxito sus logros en términos de inclu-sión, calidad de vida, empleo, educación, salud... loque más le importa a la población.

Pero la ciudadanía sabe que hay mucho trecho porrecorrer. Por eso alerta que se debe trabajar sobre losaltísimos niveles de disparidad, el peso desproporcio-nado de grupos de intereses sobre el poder, la igual-dad efectiva ante la ley.

Existe una amplia heterogeneidad de situacionesrespecto del estado de esas luchas.

Según indican las respuestas, los ciudadanos estánprotagonizando un verdadero cambio de paradigmarespecto de la democracia, en amplias áreas de la re-gión, que tiene según ellas una expresión más alta enel sur.

Dejaron definitivamente atrás la visión de que po-dían esperar salvadores providenciales de dictadurasmilitares. Confían plenamente en la democracia co-mo el mejor sistema posible.

Pero saben que hay niveles diferenciados de demo-cracia, y aspiran a marchar a una que garantice cadavez más derechos. Junto a los derechos políticos, re-claman hoy los derechos económicos y sociales. Nolos viven como concesiones, sino como el reconoci-miento de derechos que hacen a la calidad misma deciudadano.

Pero por sobre todo, cada vez más, no se preparana ser espectadores, sino participantes a pleno de lalucha por defender y profundizar el modelo que lesha hecho recuperar la esperanza.

IV DOMINGO 26 DE FEBRERO DE 2012

Laparticipación,necesidadnatural“En la naturaleza de los hombres se hallainvolucrada laexigencia de que en eldesenvolvimiento de suactividad productoratengan posibilidad de empeñar la propiaresponsabilidad y perfeccionar elpropio ser.”Papa Juan XXIII, “Materet Magistra”

Page 67: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XXIII Caras ocultas de discriminación y pobreza

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 68: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

1 La pobreza y ladiscriminación no son unaabstracción

De acuerdo con las cifras del panorama social deAmérica latina 2011, existen actualmente 174 mi-llones de latinoamericanos pobres, el 30,4 por cien-to de la población.

Es un avance importante porque la suma era mu-cho mayor proporcionalmente hace una década. Perosigue siendo muy importante. Es casi uno de cada tres.

Supera ampliamente en términos absolutos a lacantidad de personas pobres que había treinta añosatrás, en 1980.

Es una pobreza que tiene además un alto conteni-do de indigencia. Es 12,8 por ciento de la población,73 millones de personas.

Hasta aquí las meras cifras sumadas, y porcentuali-zadas, pero la pobreza es mucho más que una abs-tracción estadística.

Implica, en el plano de los ingresos, dificultadesdiarias para sobrevivir. En el deltrabajo, dificultades muy serias deinserción laboral. En el plano de lasalud falta de acceso a lo más ele-mental, desde el agua potable a unbaño. En la dimensión clave de laeducación, imposibilidad de com-pletar la escuela media y en mu-chos casos la primaria.

A éstas y otras carencias agudasse suma la sensación de discrimi-nación permanente, que fuera cap-tada por el amplio estudio “Las vo-ces de los pobres” desarrollado so-bre 60.000 pobres en 60 países,por el Banco Mundial.

Cuando se les preguntó qué as-pecto les molestaba más de la po-breza, plantearon que todo les eradifícil, pero lo más duro era “la mi-

rada de desprecio” de los demás el ser vistos comopersonas de una categoría inferior, como una especiede subpersonas.

La pobreza viene acompañada con frecuencia dediscriminación explícita o implícita y la refuerza allimitar oportunidades.

Junto a los pobres hay otros discriminados, comolo son las personas mayores, las poblaciones indíge-nas y afroamericanas, los discapacitados.

En toda la región, según el Latinobarómetro 2011,el 20 por ciento de la gente se siente discriminadapor algún motivo.

Cuando se hace la pregunta de manera indirecta,pidiendo que se estime el porcentaje de discrimina-dos, el porcentaje sube aún mucho más. Evalúan queel 45 por ciento de las personas sufren de discrimi-nación.

En lo que sigue se pasará de la reflexión abstractasobre pobreza y discriminación al encuentro concre-to con algunos cuadros típicos de ambas en la región.

Será acercarse a aquellos que normalmente no tie-nen cómo llamar la atención ni hacerse sentir, notienen peso político ni están organizados, son los úl-timos, los “invisibles”.

2 Las personas mayores

Dos ancianas aparecieron sin vida en el barrio dela Recoleta, en Buenos Aires, hace pocos días

(15/1/12). Eran mellizas y estuvieron cinco mesesmuertas sin que nadie se enterara.

Hay 160.000 personas mayores de 60 años que vi-ven solas en la Capital.

Las personas mayores son un porcentaje crecientede la población urbana por el aumento de la espe-ranza de vida, que creció más en los últimos 50 añosque en los 5000 anteriores.

Hasta la Revolución Industrial, las personas de 65o más años eran del 2 al 3 por ciento de la pobla-ción. Actualmente, en el mundo desarrollado son el14 por ciento, y la ONU estima que para el 2030,serán del 25 al 30 por ciento.

Suelen tener problemas económicos severos. En laregión, solo un 40 por ciento tiene plena protecciónprevisional. Tienen que sobrevivir en la mayor mo-destia o en la frugalidad.

Pero no es solo eso. Hay en derredor de ellas un“estigma” de inutilidad.

El retiro del mundo laboral las coloca afuera de losque están en lo que importa.

El culto a la juventud, muy propio de las socieda-des de consumo, su marginalidad respecto del apara-to productivo principal, los supuestos minus que seles adjudican desde los estereotipos, los dejan a unlado.

Todo ello contrasta fuertemente con lo que se sa-be y se observa sobre la nueva tercera edad, en mu-chos casos constituida por personas saludables.

Investigadores como Vithall, 2009, dicen que es elinicio de un “segundo crecimiento”, en algún senti-do similar al de la adolescencia.

Hay una gran base en la que apoyarse para cons-truir nuevos aprendizaje, y de allí el éxito que suelentener las experiencias de universidades de la terceraedad.

También hay un interés nuevo en la solidaridad yson notables los aportes que hacen algunos sectoresde tercera edad en este campo.

Los profesionales jubilados voluntarios, que sonenviados en misiones de asistencia técnica a Africa,desde países como los nórdicos, Israel, Holanda yotros, hacen significativas contribuciones.

Los estudios son terminantes respecto de los bene-ficios. Entre otros, Naegele y Schnabel (2010) hanencontrado que voluntariar a edades avanzadas re-duce el riesgo de la exclusión social.

Además de los problemas de enfermedades, laspersonas mayores pueden sufrir de restricciones ensu movilización o aislamiento. El voluntarismo pue-de llevarlos a un nivel de actividad mayor y a unamejor integración e inclusión en la sociedad.

Por otra parte, la tercera edad puede tener un rolsingular e instransferible, como es la relación abue-lo-nieto. Es de un valor incalculable para ambas par-tes. Sin embargo, desde los estigmas y prejuicios fre-cuentes, se le retacea o dificulta.

Las Naciones Unidas ha convocado a que “una so-ciedad para todos debe proveer a las personas mayo-res las oportunidades para seguir contribuyendo”.

Las dificultades para poder ejercer una vida plenacomo tercera edad están aumentando en países co-mo los europeos, donde uno de los puntos de mirade las políticas de ajustes han sido las inversiones ju-bilatorias. Las reformas tienden a reducir de muchasformas los beneficios jubilatorios.

Se hizo famoso el llanto en que irrumpió la reciénnombrada ministra de Trabajo de Italia cuandoanunció el nuevo paquete de medidas económicas,uno de cuyos componentes era el congelamiento de

los ajustes a los beneficios jubilatorios. Significabaen la práctica condenar a condiciones muy duras alsector mayor.

En cambio, en el sur de América latina, se suce-den desarrollos en dirección a fortalecer la situaciónde las personas mayores.

En el Brasil de Lula y Dilma, la atención continuaa ese grupo ha hecho que 81,2 millones de brasile-ños estén siendo actualmente beneficiados por el sis-tema previsional.

Su recomposición en condiciones de mejor equi-dad forma parte de políticas más amplias de transfe-rencia a los sectores relegados. En 1978, solo un 8,3por ciento de las familias brasileñas recibían transfe-rencias gubernamentales. En 2008, eran el 58,3 porciento.

Esas entradas representaban, en 1988, el 8,1 porciento del ingreso familiar per cápita. En 2011, eranel 20 por ciento.

En la Argentina, en vigorosas y continuadas polí-ticas pro jubilados, se incorporaron desde 2003,2.700.000 jubilados nuevos, casi se duplicó el núme-ro, y se aumentó la jubilación mínima en un 700 porciento.

En 2003, el país destinaba el 4,5 por ciento delproducto bruto al pago de jubilaciones y pensiones.En 2011, usaba el 6,6 por ciento.

Entre 2009 y 2011 los haberes de jubilados y pen-sionados aumentaron en un 144 por ciento, frente aun incremento salarial general del 84 por ciento.

Existen en el país cerca de 6 millones de jubilados.Un tercio recibía créditos de entidades privadas quese descontaban de sus haberes. Las tasas que paga-ban era mucho más altas que las del mercado.

Protegiéndolos, el Estado fijó recientemente unlímite máximo al costo financiero total(22/12/12): no puede superar en 5 puntos la tasade interés del Banco de la Nación. Se señaló en eldecreto respectivo “de esta forma el Estado protegea nuestros abuelos para que puedan seguir proyec-tando y mejorar su calidad de vida, sin ser estafa-dos en su buena fe”.

El tema económico es básico, la tercera edad debetener el derecho a protección plena de toda la socie-dad. Le corresponde constitucional y moralmente.

Pero junto a ello se requiere una revisión a fondode los prejuicios, estigmas y discriminaciones que laempujan hacia el aislamiento.

Su potencial es inmenso, como lo describe un es-pecialista (Cárdenas 2011):

“Los estudios sobre el envejecimiento indican queestos nuevos ciudadanos son individuos maduros ycon una experiencia acumulada significativa, porta-dores de un nuevo concepto del trabajo y ávidos delaborar, si encuentran el balance apropiado con supropio esparcimiento; interesados en descubrir nue-vas amistades y capaces de reinventar sus relacionesfamiliares; listos a ampliar sus perspectivas. Sin em-bargo, lo que les resulta más importante es seguiraprendiendo para acrecentar el interés por la vida ypreparar el mundo para las nuevas generaciones”.

3 Viviendo en la precariedad

El 32 por ciento de los latinoamericanos viven entugurios. Habitan en viviendas precarias, con in-fraestructura y servicios inadecuados, tenencia de latierra irregular y en hacinamiento.

En favelas en Brasil, cantegriles en el Uruguay,pueblos jóvenes en el Perú, villas miserias en Argen-

II DOMINGO 4 DE MARZO DE 2012 DOMINGO 4 DE MARZO DE 2012 III

tina, y muchas otras formas similares en todo el con-tinente. En América latina, la población urbana esmás del 75 por ciento de la población total. Cerca dela mitad de esa población urbana vive en tugurios enpaíses como, entre otros, Belice, Guatemala, Haití,Nicaragua y Perú.

Esa situación los hace vulnerables en múltiplesplanos. En términos de salud, crea serios riesgos. Seestima que 60 millones carecen de agua potable, 120millones no tienen instalación sanitaria y los que tie-nen agua la encuentran altamente contaminada,porque las aguas servidas de 210 millones de latinoa-mericanos se descargan sin tratamiento.

Según la Organización Mundial de la Salud, uno decada tres niños en el mundo muere por problemas decontaminación. A ello se suman las contaminacionesde agua causadas por industrias no responsables.

En materia de educación, el hacinamiento y la fal-ta de condiciones básicas en el hogar son factores de-terminantes en el bajo rendimiento escolar y en lasaltas tasas de deserción de los niños pobres.

Por otra parte, la vulnerabilidad se pone al rojo vi-vo ante las catástrofes naturales.

Los pobres viven en las zonas más expuestas, susprecarias viviendas no tienen defensas antisísmicasy en la mayor parte de los países no hay sistemasadecuados de prevención y ayuda para eso. De allíque las víctimas de las catástrofes, cada vez más re-currentes por el cambio climático, sean principal-mente los pobres.

El Fondo de Población de Naciones Unidas ha ad-vertido que los pobres formarán gran parte del creci-miento futuro de las ciudades y que deben respetarsesus derechos a la ciudad (en lugar de intentar expul-sarlos) y planificarlas de modo “que las familias po-bres puedan disponer de un lote con suficiente super-ficie y acceso a abastecimiento de agua, saneamien-to, energía eléctrica y transporte, donde construir suvivienda y mejorar su vida”.

Los millones de pobres que sufren condiciones devida casi imposibles en sus tugurios requieren políti-cas proactivas que les aseguren estos derechos bási-cos. De lo contrario, puede producirse lo que previe-ne la ONU: “De no emprenderse acciones certeras ymasivas, la acumulación de carencias podría llegar aser inmanejable en muchos países de la región”.

4 Sin identidad

Según Unicef, cerca de uno de cada seis niños na-cidos en América latina no existe para la sociedad.Nunca fue inscripto en el registro civil. Una altafuncionaria del área social del gobierno de Perú,donde se estima que hay un millón de personas enesas condiciones, resumió así la situación: “Son per-sonas que pasan por la vida sin que la sociedad se ha-ya enterado jamás de que nacieron ni de que se fue-ron”.

Duryea y Harbitz (BID) han estimado que son enlas áreas urbanas de República Dominicana el 23 porciento; en Brasil, el 14; en Bolivia, el 21; en Colom-bia, el 13, y en Nicaragua, el 8.

Según un estudio de Cepal y Unicef (2/12/11), losmás perjudicados son los menores de edad de los sec-tores más pobres y marginados de la región, como losindígenas, afrodescendientes, migrantes y familias deáreas rurales, zonas remotas o fronterizas.

No es un tema meramente burocrático. Estos ciu-dadanos “invisibles” para la sociedad están casi con-denados a una vida al margen. Los niños indocu-

mentados no pueden inscribirse en los preescolaresni en la escuela, difícilmente podrán conseguir unempleo formal, no pueden abrir cuentas bancarias nitener títulos de propiedad, no pueden casarse por elregistro civil, no pueden votar, y finalmente no po-drán inscribir tampoco a sus hijos en el registro civil.

Cepal y Unicef (2011) describen crudamente có-mo opera el problema en la práctica:

“Desafortunadamente, el certificado de nacimien-to sigue siendo uno de los principales requisitos paraacceder a la escuela, a los servicios de salud y a otrasprestaciones sociales... En muchos países, si bien losniños y niñas no registrados tienen acceso a la edu-cación primaria, al finalizarla no se les otorga el cer-tificado que acredite sus estudios, por lo que no pue-den ingresar a la educación secundaria”.

¿Por qué la indocumentación? El estudio del BIDseñala que:

“La pobreza es un factor (...). Los niños de estratossocioeconómicos bajos tienen las mayores probabili-dades de estar indocumentados desde el nacimientohasta los cinco años de edad, (...) la falta de un refri-gerador (dato en una encuesta que refleja la insufi-ciencia de ingresos) es un elemento que predice conmucha precisión que el nacimiento del niño no sehará constar en el registro civil”.

Un estudio en Colombia (BID) indica que el 27por ciento de las madres que no inscribieron a sus hi-jos no lo pudo hacer porque ellas mismas no habíansido inscriptas, 13 por ciento señaló que el registroestaba demasiado lejos, y un 10 por ciento no inscri-bió a sus hijos porque el registro no tenía el papeloficial necesario.

Se genera un círculo perverso. Los pobres son su-puestamente los destinatarios de buena parte de losprogramas sociales. Los que carecen de documentosuelen ser los más pobres entre ellos. Al no tenerlos,no pueden acceder a los programas.

No puede ser que en el siglo de la tecnología de lainformación las sociedades de la región no puedanenfrentar este grave problema.

Cuando se quiere se puede. En el estado Amazo-nas, en Brasil, viven un millón y medio de personas.Sólo se puede llegar allí por el laberinto de vías flu-viales que lo recorre. El gobierno brasileño envía tresembarcaciones especiales que recorren esas vías ofre-ciendo un amplio abanico de servicios públicos y re-gistran a los habitantes.

Un poblador resumió bien la situación: “Un hom-bre sin documentos no es nada, ni nadie, no es másque un animal en la selva”.

En Perú, con tan altos porcentajes de indocumen-tación, el Municipio Autogestionario de Villa ElSalvador, experiencia social modelo de 400.000 po-bladores pobres, está entregando actualmente la par-tida de nacimiento en solo diez minutos.

No hay pretextos para justificar que el drama de laindocumentación prosiga en las tierras de Américalatina. Es hora de restituir ese derecho, el más básico.

5 Discriminaciones y racismos

Hay 400 pueblos indígenas en América latina. Seestima que suman entre 40 y 50 millones de perso-nas, del 8 al 10 por ciento de la población total de laregión.

En Bolivia, Guatemala, Ecuador y Perú, su propor-ción es mucho mayor. En los dos primeros supera el50 por ciento de la población.

La pobreza es en la población indígena mucho ma-yor que las elevadas tasas generales. Además, las bre-chas entre ellos y la población general no disminu-yen sino que tienden a aumentar.

Las tasas de mortalidad materna son muy superio-res a los promedios. El hambre tiene también propor-ciones mucho mayores entre los niños. En Ecuador,la desnutrición ente niños indígenas es 1,7 veces quela de los no indígenas, y en Guatemala es casi del 70por ciento entre los niños indígenas, frente al 36,7por ciento en la población no indígena.

El cuadro se repite en educación. En Guatemala,las tasas de repetición entre alumnos indígenas enprimaria llegan al 90 por ciento.

El tema del bilingüismo en la educación es crucial.Los déficit de educación bilingüe repercuten fuerte-mente sobre las posibilidades de rendimiento delalumnado indígena.

También hay claras diferencias en el acceso de losindígenas al trabajo. Casi el 85 por ciento de las mu-jeres indígenas de Bolivia trabajaban en el sector in-formal, frente al 63 de las no indí-genas. En Perú es el 83 por cientoentre las indígenas, frente al 72 en-tre las no indígenas. En Guatema-la, el 78 vs. el 67 por ciento.

La mortalidad infantil indígenamás que duplica en la mayor partede los países la no indígena.

En su conjunto, esto representauna situación de severa discrimina-ción. Los indígenas son la cara másexpresiva de la aguda pobreza lati-noamericana. Sus extendidas pro-testas en todo el continente, conepicentro en los países de mayorpoblación indígena, tienen su ba-samento en estas realidades, quehoy están cambiando en países deamplia población indígena quehan emprendido fuertes reformassociales, como Bolivia y Ecuador.

Niños y adolescentes de 34 pue-blos indígenas resumieron la situa-ción en un Encuentro Iberoameri-cano sobre el tema realizado en Madrid:

“Somos niños, niñas y adolescentes indígenas, cre-adores, portadores y reproductores de nuestras cultu-ras, cuyos aportes a la humanidad contribuyen a laconvivencia, a la diversidad, y a la paz. Vivimos encondiciones de exclusión, marginación, racismo ydiscriminación, que nos impiden desarrollarnos co-mo seres humanos y ciudadanos plenos con derechosespecíficos. Queremos participar en la construcciónde un mundo más justo”.

También la población negra de la región presentaserios problemas. Un informe del PNUD sobre Brasilmostraba hace algunos años que si se tomaba a la po-blación blanca solamente, Brasil era el país 44º delmundo en desarrollo humano. Si se tomaba sólo a losnegros, era el 105º, porque sus indicadores son mu-cho peores. Los negros y los pardos representan el44,7 por ciento de la población del país.

Entre otras expresiones de la difícil situación de losnegros, sólo 2,5 por ciento asistía a la universidad,frente al 11,7 de los blancos. La mortalidad infantil esde 30,75 por ciento ente los negros, frente al 22,92en los blancos. Los negros ocupaban en las empresassólo el 1,8 por ciento de los cargos ejecutivos.

La directora del informe del PNUD, Diva Moreira,

Después de analizar en las entregas anteriores la situación de la familia en la región yqué piensan los latinoamericanos sobre la democracia, el padre de la gerencia socialacerca al lector algunos de los dramas de discriminación y pobreza más invisibles a

los ojos, empezando por varios problemas que enfrenta la tercera edad.

Tercera edaden acciónOscar Niemeyer, unode los mayoresarquitectos de lahistoria, cumplió 103años y siguetrabajando. Señaló:“Necesito estarocupado, en contactocon amigos, mantenermi ritmo de vida”.

Racismo“Los siete países quetienen la mayorcantidad de pueblosoriginarios de la regiónacusan, a treinta añosde la vuelta de lademocracia, aúnfuertes quejas dediscriminación de raza.No puede haber unademocraciaconsolidada sin que sedesmantele estadiscriminación básica.”Latinobarómetro,Informe 2011.

Page 69: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

concluía que “no vamos a superar la pobreza y laviolencia del país sin enfrentar el racismo presenteen la estructura de la sociedad brasileña”. El infor-me recomienda que “para enfrentar esta desigual-dad es preciso tratar desigualmente a quien está enla situación desigual” y que por ende se necesitanpolíticas afirmativas de discriminación positiva.Efectivamente, han sido puestas en práctica en losúltimos años.

El cuadro se repite en otros países con poblaciónnegra, como Honduras, donde las comunidades de-nominadas garifunas representan el 10 por cientode la población y padecen graves carencias.

El Latinobarómetro 2011 capta que hay elevadosniveles de percepción de la existencia de discrimi-nación racial en varios países de la región.

El 51 por ciento de los guatemaltecos cree queson discriminados por raza. También sucede esocon el 46 por ciento en Brasil y el 43 en Bolivia,México y República Dominicana. Asimismo, conel 39 por ciento en Perú. Estos países tienen la ma-yor parte de la población originaria de la región.

Latinoamérica debe poner enel centro del debate público estasdiscriminaciones inadmisibles aindígenas y afroamericanos, y en-cararlas a través de políticas con-cretas.

6 Dignificar eltrabajo doméstico

Millones de mujeres transcu-rren sus días en trabajos que casino tienen derechos laborales, endonde están aisladas, y que son“puertas adentro”, invisibles parala sociedad. Son las llamadas“trabajadoras domésticas”.

Una prestigiosa organizaciónnorteamericana, Wiego, descri-be: “Trabajan largas jornadas poruna paga mísera y generalmenteno tienen prestaciones laboralescomo seguro médico, pensión pa-ra el retiro o tiempo pagado pormaternidad... Las leyes de protec-ción son frecuentemente ignora-

das por los patrones y no son ejercidas por las auto-ridades... Aquellas que viven en la casa de sus pa-trones dependen totalmente de la buena o malavoluntad de sus jefes”.

En América latina y el Caribe, entre el 10 y el18 por ciento de las mujeres que tienen un empleotrabajan en el servicio doméstico. Representan el18,3 por ciento de la mano de obra femenina ocu-pada no agrícola en Brasil, el 17,9 en Argentina, el20,1 en el Paraguay, el 14,3 en Chile y el 11,2 enColombia.

Muchas son migrantes. Las empleadas domésti-cas de la región son hasta un 60 por ciento de losmigrantes internos, y de los que inmigran a otrospaíses.

La miseria, en las áreas rurales, y la pobreza duralas llevan a irse de países más pobres, como Boliviay Paraguay, a otros más desarrollados, como Argen-tina y Chile. Las mujeres que migran de México yotras partes de América latina son actualmente lamayor parte de la fuerza laboral de servicio domés-tico de EE.UU.

Inmigrantes, pobres, discriminadas, éste es unode los pocos trabajos en el que pueden tener inser-ción. Son “trabajos de mujer”, no atractivos paralos hombres, y no deben mostrar títulos ni creden-ciales.

Son un soporte clave de numerosas familias. Sonla mano de obra que mantiene a diario la infraes-tructura de muchos hogares, colabora en la crianzade los niños, acompaña su escolaridad y hace posi-ble el trabajo profesional de muchas madres.

Además de que suelen estar fuera de protecciónlaboral, social, médica y previsional, cuando son jó-venes esta forma de relación laboral les impide estu-diar y completar la secundaria. Según ha indicadola Cepal, en la región una persona sin secundariadifícilmente podrá salir alguna vez de la pobreza.

La situación les produce dificultades severas encuanto a la posibilidad de formar y llevar adelantesu propia familia. Mientras son un factor de apoyoen el funcionamiento de las familias para las quetrabajan, tienen agudas dificultades de tiempo paraatender adecuadamente a las suyas.

La OIT ha observado además un alarmante cre-cimiento del número de niñas en estas tareas. Másniñas menores de 16 años trabajan en esta área queen cualquier otra categoría de trabajo infantil. Seestima que 175.000 niños menores de 18 años sonempleados domésticos en América Central.

Los salarios de las empleadas domésticas son me-nores que los de las mujeres en cualquier otra área.

Se requiere en América latina producir cambiosen la situación actual, que deja librados a la buenavoluntad de sus patronos a millones de mujeres quedeberían estar plenamente protegidas.

Es necesario dignificar el trabajo doméstico. ElEstado y la sociedad civil pueden tener roles im-portantes en ello. Urge ratificar y aplicar plena-mente las nuevas directivas que se ha logrado san-cionar en la OIT recientemente al respecto.

Hay buenos ejemplos. Uruguay ha sido reconoci-do mundialmente por la legislación de avanzadaque viene dictando tratando de igualar los dere-chos de las trabajadoras domésticas a los de los tra-bajadores formales. El 50 por ciento ya se halla ple-namente registrado y formalizado, frente a un 15por ciento promedio en América latina.

La ley reconoce el salario mínimo, el descansosemanal, la maternidad, las vacaciones, la protec-ción por despidos y está pagando seguro de paro aempleadas domésticas.

En Argentina se va por el mismo camino, fortale-ciendo su protección laboral. Por otra parte, laAFIP lanzó un programa en gran escala, innovativoa nivel regional, para que las familias inscribieran alpersonal doméstico, lo formalizaran. Eso les permiteacceder a los seguros públicos de salud y jubilación.Los patrones deben pagar mensualmente una pe-queña cuota que pueden deducir en un 85 por cien-to de sus impuestos. Agregando asimismo una sumamínima, la trabajadora doméstica puede incorporara su seguro, a sus hijos, y familiares a cargo.

La inscripción ha ido creciendo rápidamente.En Brasil, resumiendo los grandes temas de dis-

criminación y violación de derechos humanos queestán en juego, el gobierno, la Federación de Tra-bajadoras Domésticas, la OIT y Unifem lanzaron lacampaña “Respeto y dignidad para las trabajadorasdomésticas: una profesión como cualquier otra”.

Es hora de restituir derechos en todo el conti-nente, en este tema que dice mucho sobre la cali-dad moral de una sociedad.

7 Destinos difíciles

El mundo tiene la mayor ola migratoria de suhistoria. Se estiman en 200 millones los que se hanido de sus países de origen en los últimos años.Una gran mayoría de ellos migran porque en laseconomías de sus países no tienen posibilidades detrabajo. Es migración por pobreza. Se estima quemás de 25 millones vinieron de América latina y elCaribe.

Migran casi forzados. Pierden lazos familiares, lasamistades de toda la vida, su entorno cultural, seseparan de afectos entrañables.

Los países ricos podrían ayudar significativamen-te en ese plano cooperando con la creación defuentes de trabajo internas. Por ejemplo, abriendosus mercados a los productos del Tercer Mundo.

En lugar de eso, se aprobaron directivas cada vez

más restriccionistas en la Unión Europea, que cre-an un ambiente muy intimidante para los inmi-grantes. Entre otras disposiciones, se estableció quelos inmigrantes ilegales podrán ser detenidos hasta18 meses, antes de ser expulsados. También que losniños hijos de ilegales pueden ser expulsados, in-cluso a países distintos de su país de origen.

Múltiples voces representativas las han enjuicia-do severamente, desde el Vaticano hasta AmnestyInternational. Agostino Marcheto, secretario delConsejo Pontificio para los Inmigrantes, declaró:“No debemos criminalizar a los inmigrantes a nin-gún precio.... no deberían ser privados de libertadpersonal o sujetos a penas de detención a causa deinfracciones de tipo administrativo”.

Demagógicamente, se está impulsando en la opi-nión pública la imagen del inmigrante como “de-lincuente en potencia”, y como quien les quitapuestos de trabajo a los nacionales.

Nada de eso tiene que ver con la realidad. EnEuropa, como en toda América latina, los inmi-grantes fueron una bendición económica. Traba-jan en las ocupaciones más duras. En EE.UU. sonel 28 por ciento de los trabajadores de la cons-trucción, y un tercio del servicio doméstico. EnInglaterra, los estudios indican que el aumento dela inmigración fue decisivo para la elevación de latasa de crecimiento. En España renovaron la de-mografía y han contribuido sustancialmente al se-guro social.

Europa necesita recibir, hasta 2015, 159 millonesde inmigrados para subsanar su déficit demográfico.¿Qué primará? ¿Buscar “culpables fáciles” ante losproblemas económicos severos, actuales, o la causade la razón y de la ética?

8 La agenda pendiente

Las situaciones revisadas muestran que tras lospromedios generales de la región, se ocultan cua-dros inaceptables de discriminación y pobreza, co-mo los de las personas mayores, los habitantes delos tugurios, los niños sin identidad, la poblaciónindígena y afroamericana, las trabajadoras domésti-cas y los inmigrantes.

Hay otros añadibles a esta descripción sumaria.Son pobrezas y discriminaciones silenciosas, no ad-vertidas en muchos casos, a las que hay que llegar,hacerlas visibles, ubicarlas en la agenda publica yconfrontarlas.

Una información reciente da cuenta de cuán inaccesibles, ocultas y graves pueden ser. El gobier-no del Brasil termina de enjuiciar (24/2/12) a unsenador por tener 35 trabajadores en condicionesde esclavitud en su rancho, en el estado de Pará, enla selva amazónica. Trabajaban 78 horas a la sema-na, sin asistencia médica ni días de vacaciones, yviviendo en condiciones subhumanas. Estaban en-deudados con el rancho porque les descontaban desus salarios los cargos por comida y equipamiento ypor ende no podían irse.

Hay altos niveles de vulnerabilidad social en laregión, que este incidente y otros semejantes enotros países ilustran.

Cepal y Unicef han indicado que pese a losavances, casi el 45 por ciento de la población in-fantil menor de 18 años, 81 millones de menores,vivían en situación de pobreza en 2010.

La OIT ha advertido que, con progresos, el pro-blema de la esclavitud laboral infantil subiste en laregión y ha señalado (10/5/2011) que “afecta espe-cialmente a grupos vulnerables, como las poblacio-nes indígenas, en particular los niños y niñas queson afectados de manera diferenciada por las peoresformas de trabajo infantil”.

Todas estas tendencias están siendo invertidaspor las transformaciones económicas y sociales enmarcha en el sur, y otros países de la región, perocuadros como los expuestos indican la gravedad,profundidad y urgencia de la agenda pendiente.

IV DOMINGO 4 DE MARZO DE 2012

Portación decaraUn líder indígena joven,andino, señaló en unencuentrointernacional: “En misparajes hay un delitoque no está en lalegislación: el deportación de cara.Tener una caraindígena puedesignificar que lasfuerzas policialesexijan documentación,lo considerensospechoso, lodiscriminen”.

Page 70: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XXIV Claves para la acción

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 71: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Los temas sucesivamente analizados fueron: ILos escándalos éticos de nuestro tiempo, II¿Por qué la actual crisis económica mundial?,III ¿Qué está pasando con los jóvenes?, IV

Inseguridad ciudadana. Hora de mejorar la calidad deldebate, V Mitos, falacias y racionalizaciones sobre lapobreza y la desigualdad, VI Salud pública, el temapostergado, VII Economistas ortodoxos en aprietos.El capital social se puso en marcha, VIII ¿Quién leteme a la participación?, IX Mujeres, el mayor grupodiscriminado de todo el planeta, X ¿Qué está pasandocon la educación? Una cuestión clave, XI El apar-theid climático, XII La pelea por las percepciones ylos valores, XIII El voluntariado. Ciento cuarentamillones ayudando a los demás, XIV Niños, el discur-so y la realidad, XV Desigualdades indignantes, XVIEl Estado en tiempos de crisis, XVII ¿Es posible erra-dicar la corrupción?, XVIII Mejorando el mundo.Los emprendedores sociales, XIX Por más ética em-presarial, XX La familia en época de crisis económi-ca, XXI La hora de la economía social, XXII ¿Quépiensan los latinoamericanos sobre la democracia? yXXIII Caras ocultas de discriminación y pobreza.

En estos dos números finales de la Biblioteca seincluyen extractos seleccionados que dan cuentade algunos de los hitos principales del trayecto rea-lizado y llaman en sí mismos al cambio.

Constituyen claves para la acción.

1 La pobreza mataEl mundo está recorrido por olas de cambio

científico y tecnológico. Se suceden las rupturasepistemológicas y los cambios paradigmáticos, ennumerosas disciplinas. Crecen a diario nuevas áre-as del conocimiento como la genética, la microe-lectrónica, la informática, la robótica, la cienciade los materiales, la biotecnología, las ciencias delas comunicaciones y muchas otras.

El stock tecnológico básico está siendo total-mente renovado y la humanidad tiene una excep-cional capacidad para producir bienes y serviciosde nuevo cuño.

Es posible ampliar considerablemente la espe-ranza de vida, tener cosechas plurianuales fuera deestación, contar con bibliotecas cuasi universalesen Internet, interconectar la computadora, el tele-visor y el teléfono, fabricar autos propulsados aelectricidad y muchos otros desarrollos casi no so-ñables poco tiempo atrás.

Sin embargo, los beneficios del progreso tecno-lógico están llegando sólo a un sector del génerohumano. Grupos masivos están excluidos y lu-chando por asegurar las necesidades más básicas desus familias.

Todos los días perecen cerca de 26.000 niñospor causas totalmente enfrentables, ligadas a la po-breza. Casi la mitad de la población de un planetacon enormes capacidades de producción se hallapor debajo del nivel de la pobreza y la quinta par-te, en indigencia o pobreza extrema. Si utilizarantodo lo que ganan solo en comprar alimentos,igual no les alcanzaría para adquirir el mínimo decalorías y proteínas necesarias.

Cada año mueren 18 millones de personas porcausas vinculadas con la pobreza. La mayor parte,niños. Son muertes evitables.

La convivencia de posibilidades inéditas de pro-ducción con sectores minoritarios en opulencia yriesgos severos de supervivencia de niños y madreses un “escándalo” de grandes proporciones.

La disparada de las desigualdades

La paradoja de la pobreza en medio de la riquezapotencial tiene una de sus explicaciones principa-les en el aumento sustancial de las desigualdades.

Multitud de investigaciones han verificado quelas desigualdades pronunciadas obstaculizan demúltiples maneras el desarrollo y son causa centralde la pobreza.

Entre otros efectos, crean “el accidente de naci-miento”. Según en qué estrato social se nazca seránlas oportunidades, desde las más básicas (como estarbien nutrido) hasta las más exigentes (como la posi-bilidad de finalizar posgrados).

Además, en sociedades asimétricas, el nacimientoen un marco familiar, con mayor o menor capital so-cioeducativo, incide fuertemente sobre la perfor-mance en la escuela y determina también el capitalsocial y la red de relaciones con que se contará.

Por otra parte, las desigualdades agudas permeanel sistema educativo y llevan a que esté abierto pa-ra los “que tienen” y con muchas dificultades detránsito para los que “no tienen”, produciendo cir-cuitos educativos totalmente diferenciados paraunos y otros, que a su vez refuerzan las desigualda-des iniciales.

Junto a ello, reducen el tamaño de los mercadosinternos, la capacidad de ahorro nacional, fracturanla cohesión social, influyen en la tasa de delincuen-cia y muchos otros efectos no deseables.

Investigaciones cercanas de la Universidad deHarvard demostraron que hay una correlación eco-nométrica muy fuerte entre niveles de desigualdad ygrados de corrupción. You Jong-Sung y SanjeevKhagram (2004) encontraron esa correlación en es-tudios en más de cien países.

Una hipótesis usual en los estudios sobre corrup-ción señala que ésta es función de la motivación y laoportunidad. Cuando las sociedades son muy des-iguales, los grupos más poderosos tienen más oportu-nidades e incentivos para prácticas corruptas y am-plias posibilidades de impunidad.

Los grupos pobres no tienen información, no pe-san, están poco articulados y no tienen cómo mo-nitorear.

Se crea un círculo perverso. La corrupción a suvez aumenta la desigualdad, que luego la incenti-va. Gupta (1998) estimó que un incremento de unpunto en el índice de corrupción hace aumentar elcoeficiente Gini, que da cuenta de la desigualdaden la distribución de los ingresos, en nada menosque 5,4 puntos.

¿Cuál es la situación actual del mundo en térmi-nos de desigualdad? La Encíclica Caritas in Veritate(2009) la describe vívidamente:

“La riqueza mundial crece en términos absolutos, pe-

ro aumentan también las desigualdades. En los países ri-cos nuevas categorías sociales se empobrecen y nacennuevas pobrezas. En las zonas más pobres, algunos gru-pos gozan de un tipo de superdesarrollo derrochador yconsumista que contrasta de modo inaceptable con situa-ciones persistentes de miseria deshumanizadora”.

Llama a estas desigualdades “Las disparidades hi-rientes”.

Los datos recientes son muy expresivos. El 1 porciento de la población mundial es poseedor actual-mente del 43 por ciento de los activos del mundo. El10 por ciento más rico tiene el 83 por ciento de di-chos activos.

En cambio, el 50 por ciento de menores ingresossólo tiene el 2 por ciento de los activos.

Crecen y se afirman las grandes fortunas en unproceso de concentración de los ingresos. Aumentael número de billonarios, personas que son dueñasde más de mil millones de dólares.

El coeficiente Gini ha empeorado en los paísesque lideran hoy la economía mundial. En EstadosUnidos pasó de 0,34 en los ’80 a 0,38 a mediados delos 2000. En Alemania, de 0,26 a 0,30, y en China,de 0,28 a 0,40.

Han aumentado las distancias entre los países y alinterior mismo de muchos de ellos.

En la economía más poderosa del planeta, la deEstados Unidos, que produce el 28 por ciento delProducto Bruto Mundial, un estudio del EconomicPolicy Institute midió la distancia entre el 1 porciento más rico y el 90 por ciento de la población,entre 1980 y 2006. El 1 por ciento tenía 10 vecesmás que el 90 por ciento al comienzo del período y20 por ciento más a su término. Si se toma el 0,1 porciento más rico, sus ganancias fueron aun muchomayores. Pasó de tener 20 veces más que el 90 porciento en 1980, a 80 veces en 2006.

Entre los sectores más beneficiados, los serviciosfinancieros en EE.UU. doblaron su participación enel Producto Bruto, entre 1980 y 2000, pasando al 8por ciento. Sus ganancias aumentaron del 10 al 35por ciento del total de las ganancias corporativas enese período.

El The New York Times indica que en los últimos30 años, el 1 por ciento más rico pasó de tener el 9por ciento del ingreso nacional, en 1979, al 23,5 porciento, en 2007.

Los daños que las altas desigualdades están cau-sando en dicho país son múltiples. Así, según los es-tudios de Levine y Dijk (2010), el estrés que gene-ran aumenta la tasa de divorcios.

Por otra parte, las familias no encuentran másalternativa para hacer frente a sus gastos que mu-darse a zonas más lejanas de sus trabajos, pero másbaratas, aumentando las horas utilizadas en viajarhacia y desde el trabajo y reduciendo las dedicadasa la familia.

En una obra reciente de gran repercusión, El niveldel espíritu: por qué la igualdad es beneficiosa para todos,Richard Wilkinson y Kate Picket (2010) muestran,con detalladas estadísticas que comparan países másy menos desiguales, que la mayor desigualdad lleva amás criminalidad, mayor mortalidad infantil, más

II DOMINGO 11 DE MARZO DE 2012 DOMINGO 11 DE MARZO DE 2012 III

obesidad, más embarazos adolescentes, mayor discri-minación de género y menor esperanza de vida.

Además, señalan que se convierte en un problemade piel y empeora la vida de todos. Causa estrés cró-nico. Atenta contra las nociones básicas de “juegolimpio”.

Ya la Escuela de Salud de Harvard (1997) demos-tró que incide en una baja de los niveles de confian-za interpersonal, dimensión central del capital cen-tral, influyendo a través de ello negativamente sobrela esperanza de vida.

Analizando las tendencias en Estados Unidos, Ro-bert Frank (Cornell University, 2010) concluye: “Nohay evidencia de que las mayores desigualdades me-joren el crecimiento o la vida de nadie. Sí de que losricos pueden comprar ahora mansiones más grandesy hacer fiestas más costosas. Pero ello no parece ha-cerlos más felices. Y en nuestra economía, un efectodel crecimiento de las desigualdades ha sido robar alos graduados más talentosos hacia el campo de lasfinanzas en Wall Street”.

La desigualdad, lesiva para cualquier economía, esun factor fundamental en el caso latinoamericano.

Cuando se hace la pregunta de por qué un conti-nente con condiciones naturales excepcionales parala producción de alimentos, con fuentes de energíabarata en cantidad, con reservas cuantiosas de mate-rias primas estratégicas, con un potencial turísticoformidable y otros factores favorables tiene una ter-cera parte de su población en pobreza y agudos vací-os sociales, hay que tener en cuenta que es la regiónmás desigual de todas.

En un estudio pionero, Birdsall y Londono (1997)simularon econométricamente cuál sería la pobrezasi la desigualdad no hubiera crecido en América lati-na como lo hizo desde los ’70 a mediados de los ’90,período de las dictaduras militares y de la experimen-tación de recetas ortodoxas extremas.

Estiman que el aumento de pobreza habría sido lamitad del que fue. Eso es llamado “pobreza innecesa-ria”, creada sólo por el aumento de las desigualdades.

Mientras que la brecha entre el 10 por ciento másrico y el 10 por ciento más pobre es en Noruega de6,1 veces y en España de 10,3, en América latina esde cinco a diez veces mayor. Supera las 30 veces. En2009, la brecha era en Colombia de 60,4 y en Hon-duras de 59,4.

Las desigualdades en el mundo y en la regiónfueron agravadas por la crisis mundial actual, lamayor que sufrió la economía del planeta en los úl-timos 80 años.

Hay soluciones. Hay políticas públicas creadorasde desigualdad, como las aplicadas en la Argentinaen los ’90, que hicieron que ocho millones de perso-nas dejaran de ser clase media y se transformaran enpobres en esa década, y políticas proigualdad, comola Asignación Universal para Hijos de TrabajadoresInformales; el programa Brasil sin Miseria, dedicadoa erradicar la pobreza extrema del Brasil; el plan Cei-bal, de acceso universal a la informática en las escue-las públicas del Uruguay.

La pobreza y el aumento de las desigualdades fue-ron agudizados por la actual crisis económica mun-dial, la mayor desde la de 1930.

2 Se agotó la receta

Se suponía que con el modelo ortodoxo, resumidoen las políticas incluidas en el Consenso de Was-hington que se aplicaron estrictamente en la Argen-tina de los ’90 por el gobierno de Menem, la econo-mía crecería y el crecimiento se “derramaría” en elconjunto de la población. No sucedió así. En la Ar-gentina, al final de la década, el ajuste ortodoxo, laprivatización salvaje, la concentración del crédito, ladesregulación total y otras de las recetas hicieron queel país triplicara su pobreza, multiplicara la desigual-dad y llegara a un 23 por ciento de desocupación, yque al final de 2002, estallara económica y social-mente, con 46 por ciento de pobreza.

Lo mismo está sucediendo en el planeta cada vezque se aplica rigurosamente la receta ortodoxa. Ojaládiera los resultados que los economistas ortodoxosauguraron a nivel internacional y del país. La reali-dad no funciona así.

El modelo ortodoxo destruye empleo y produc-ción. Menem repetía insistentemente: o el modeloortodoxo o el caos. Era una de las tantas simplifica-ciones propias de su era. En los hechos, el modelocondujo al caos, aniquilando masivamente emple-os, desindustrializando, empobreciendo a las pro-vincias y a las áreas rurales, expulsando masiva-mente amplios sectores sociales de los mercados detrabajo y consumo.

Hoy, los cultores de la receta la defienden a ul-tranza en Estados Unidos y en Europa. En EE.UU. elTea Party le exige a Obama eliminar el déficit fiscalcon cortes masivos centrados en los programas socia-les. Por otra parte, se opone a aumentar los impues-tos a los más ricos, para atenuar los impactos. Loplantea como una cuestión de principios.

Si algunas de sus propuestas se concretaran, los re-sultados sociales, según diferentes estudios, puedenagravar sensiblemente la situación. Se estima que siel Congreso no renueva el seguro de desempleo ha-brá 3,2 millones más de personas en la pobreza. Si serecortan las estampillas para comprar alimentos, conlas que se están beneficiando hoy 40 millones de per-sonas en pobreza casi extrema, la desnutrición crece-ría fuertemente. Sin seguro social, el número de per-sonas mayores pobres se quintuplicaría.

En Europa, en el país donde se está experimentan-do si la receta puede salvar la situación, Grecia, seestá reproduciendo el título de una de las obras deGarcía Márquez, Crónica de una muerta anunciada.

Los recortes fiscales, los aumentos de impuestos,los despidos públicos masivos, han llevado a que laeconomía cayera en picada y el desempleo abiertopasara el 19 por ciento.

Esto no es gratis humanamente. The Wall StreetJournal (20/9/11) retrata así la situación en materiade suicidios: “Los suicidios registrados se han dupli-cado desde antes de la crisis, un 40 por ciento másde griegos se suicidaron en los primeros 5 meses deeste año que en igual período del pasado... la líneade suicidios de una ONG líder, Klimaka, recibía 10llamadas por día, ahora son 100. Los llamados tie-

nen un cierto perfil: hombre, 35 a 60 años y finan-cieramente arruinado”.

No puede ser. Obama ha reclamado en sus nuevosdiscursos: “Uds. han visto en los debates republica-nos recientes al público aplaudiendo a quien cuandole preguntaron qué haría si alguien estaba muriendopor falta de seguro de salud, contestó ‘que se las arre-glara’. Eso no refleja lo que nosotros somos”.

La conservadora The Economist dice que el principalresponsable del alto desempleo “es el cambio prematu-ro a la austeridad fiscal por los gobiernos; la inmediataprioridad deber ser fortalecer la demanda, o por lo me-nos no dañarla” (10/9/11), “la obsesión colectiva conmedidas de austeridad de corto plazo de los decisoresde política en el mundo rico están causando dolor”(1/10/11). The New York Times (29/9/11) reclama edi-torialmente que “Se está matando la recuperación.Una fijación global en la austeridad es exactamente elcurso equivocado”. Resalta sobre Europa: “Las nacio-nes ricas como Alemania e Inglaterra podrían gastarmás para aumentar el crecimiento. En su lugar estáncortando gastos. Alemania y sus vecinos ricos insistenen que Grecia, Portugal y otras naciones endeudadasacepten dosis de austeridad aún mayores... Enviandoesas economías cerca del colapso harán que nuncapuedan salir de sus deudas”.

Las referencias a mirar hacia economías como lasde Argentina y Brasil son cada vez más continuas.Porque vienen creciendo sostenidamente en los últi-mos ocho años y generando trabajo e inclusión. Susciudadanos han dado mandato masivo a gobiernosque están apostando porque otra economía es posi-ble, más allá de la receta.

3 ¿Qué está pasando con losjóvenes?

El tema de la desocupación juvenil es muy exten-dido. En la Unión Europea el 20 por ciento de los jó-venes menores de 25 está desocupado. En los paísesricos de la OECD la tasa es la mayor desde que seempezó a medir en 1976. Está desempleado el 42 porciento de los jóvenes en España, el 32 por ciento enGrecia, el 29 por ciento en Irlanda, el 29 por cientoen Italia, el 22 por ciento en Francia, el 20 por cien-to en Gran Bretaña. En la población de color deEE.UU. es el 31 por ciento que sube al 44 por cientoen los que no tienen un diploma de secundaria (enlos blancos sin diploma es el 24 por ciento).

En la OECD, en el 2007 la desocupación juvenilera muy alta, 14,2 por ciento, versus 4,9 por cientoen los trabajadores adultos, pero en el primer cuatri-mestre del 2011 pasó al 19,3 por ciento versus el 7,3por ciento. La introducción masiva de los contratosflexibles para los jóvenes, con el pretexto de que me-jorarían el empleo, hizo que se pueda prescindir delos jóvenes con toda facilidad.

Aumentan los jóvenes que ante la imposibilidadde conseguir trabajo, agudizada por los programas

El autor ha hecho un recorrido sobre 23 temas clave de nuestro tiempo, fundamentalespara entender, analizar y actuar sobre los dos grandes desafíos, ya no más postergables,

de nuestro tiempo: las condiciones de pobreza que agobian a buena parte del génerohumano y las agudas desigualdades que son una causa central de ellas.

Page 72: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

ortodoxos de austeridad, abandonan la búsquedaestéril. Son actualmente en los países de la OECD,16,7 millones, el 12,5 por ciento de todos los jóve-nes de 15 a 24 años.

El desempleo actual se está transformando asi-mismo en un predictor de desempleo futuro. Al de-bilitarse las reglas regulatorias, algunas empresas es-tán discriminando abiertamente a los desemplea-dos. En sus avisos de reclutamiento subrayan quelos desempleados no deben presentarse.

Los costos humanos son altísimos. Uno es quelos jóvenes tratan de escapar, emigrando. En Por-tugal, la tasa de desempleo juvenil es 27 por ciento.El 40 por ciento de los jóvenes de 18 a 30 años de-searía irse del país. En Irlanda la emigración se du-plicó desde el 2005. La mayoría son jóvenes.

Un rebote es desde ya el aumento de la delictivi-dad joven. En su mensaje final al Congreso en susegunda presidencia, Clinton mostró que la delin-cuencia había descendido fuertemente. No adjudi-có los méritos a la policía, sino al descenso de la ta-sa de desocupación joven y el aumento del salariomínimo horario.

El desempleo prolongado causa stress severo, de-presión, y afecta duramente la salud de los jóvenes.Estudios recientes indican que baja la esperanza devida y aumentan las posibilidades de ataques cardí-acos en la vida adulta.

La “bomba de tiempo” que significa todo esto es-tá explotando. Los jóvenes excluidos están protes-tando en las calles. El desempleo joven fue una delas causas centrales de las revoluciones en el mun-do árabe. Es del 24 por ciento en Egipto, 27 porciento en Jordania, 30 por ciento en Túnez y Siria,39 por ciento en Arabia Saudita.

Los jóvenes encabezan las protestas de los “in-dignados” en todo el mundo. Reclaman cambiosestructurales en el sistema económico. Los expulsósalvajemente sin permitirles en muchos casos si-quiera tener un primer empleo.

Pero van más lejos: están planteando asimismouna cuestión de legitimidad de los liderazgos.Una de ellas, Carolina Solanas, en España, afir-ma: “La mayor crisis es una crisis de legitimidad.Pensamos que no están haciendo nada por nos-otros”. Las encuestas dicen que, como en otroslados, el 80 por ciento de la población ve consimpatía sus reclamos.

Uno de los procesos más notables de protesta jo-ven se está dando en las tierras de América latina.Es el gran movimiento de los “pingüinos” en Chile.

Los estudiantes de secundaria lo iniciaron y hoylo comparten con los universitarios, los profesoresy maestros y gruesos sectores de la población.

Movilizaron un millón de personas en algunas desus marchas y el 89 por ciento dice en las encuestasestar de acuerdo con sus reclamos. Son muy claros,piden educación gratuita para todos y mejorar lacalidad de la educación, según todos los estudios,muy desigual de acuerdo con el sector social al quese pertenezca.

Uno de sus carteles dice “Un pueblo educado, ja-más será explotado”.

Circuitos de vida desiguales

América latina es la región con las más ampliasbrechas de desigualdad del orbe. Las cifras de distri-bución fueron siempre regresivas en la región pero

la situación empeoró más en los ’80 y ’90 bajo elimpacto de las políticas neoliberales.

Ello tiene plena expresión en los jóvenes. Los“circuitos de vida” son totalmente diferentes segúnel estrato social al que se pertenezca.

Los sectores de estratos altos y medios altos, mi-noría, tienen altos niveles educativos, futuros labo-rales promisorios y pueden formar familias estables.

Los jóvenes pobres, amplios sectores en un con-tinente con 170 millones de pobres, tienen vidasmarcadas por la falta de oportunidades. Deben tra-bajar desde temprana edad, sus posibilidades decursar estudios primarios y secundarios son limita-das, tienen riesgos significativos en salud, no tie-nen red de relaciones sociales que pueda impulsar-los, no hay crédito para ellos, su inserción laborales muy problemática, difícilmente logran quebrarla situación de privación de sus familias de origen.

En diversos países los jóvenes pobres estánconcentrados en ayudar a sus familias a sobrevi-vir. Ello los lleva a salir a trabajar a edades mástempranas (cerca de 14 millones de niños meno-res de 14 trabajan), abandonar la secundaria ycon frecuencia emigrar.

4 ¿Cómo mejorar la situaciónde la mujer?

Se requiere enfrentar las discriminaciones de gé-nero impulsando vigorosas políticas públicas afir-mativas en todos los planos básicos.

En América latina ello significa cosas muy con-cretas. En materia de salud, se debe dar pleno acce-so a la prevención y la atención médica apropiadaa las mujeres pobres, que significan más de la mitaddel total. Es inadmisible éticamente y socioeconó-micamente que los progresos en medicina que hanreducido al mínimo la mortalidad materna y lamortalidad infantil, y que implican en muchos ca-sos tecnologías de fácil aplicación, estén fuera delalcance de muchísimas mujeres pobres de la región.

En el campo de la educación se debería desplegarun amplio abanico de políticas para quebrar lamarginación de las mujeres pobres. En los centrosurbanos se debería apoyar especialmente a las niñaspobres para que completen estudios.

Se requieren programas que ataquen las caren-cias básicas del hogar que llevan a la deserción ycrear incentivos positivos para que las familias apo-yen la escolaridad de las niñas. Un ejemplo exitososon los programas como Asignación Universal porHijo de la Argentina y Bolsa-escola del Brasil, queentregan subsidios al hogar sujetos a que los niñosasistan y permanezcan en la escuela.

Por otra parte, se deberían fortalecer las estrate-gias para atender a las numerosas jóvenes y mujerespobres que no terminaron la escuela primaria. Ten-drían que impulsarse programas pensados para mu-jeres que trabajan largas jornadas. Experiencias co-mo las de Fe y Alegría, que permiten a mujeres deesas características completar por radio estudiosformales, indican con sus excelentes resultados ca-minos promisorios. Se debería dar una atención es-pecial al caso de las madres adolescentes con pro-gramas innovativos que partan de sus realidades ypuedan ayudarlas a completar los ciclos educativosde los que con frecuencia desertan.

La lucha por la educación de la mujer campesinadebe intensificarse aún más. Su asistencia a la es-cuela sigue teniendo amplias brechas en relacióncon los hombres. La acción a realizar debe cuestio-

nar frontalmente los prejuicios culturales que estánincidiendo en ello y multiplicar oportunidadeseducativas para estas mujeres. Un campo especiales el de las mujeres indígenas. Deben crearse pro-gramas educativos adaptados a sus características,que con pleno respeto de su cultura y su idiomapermitan mejorar sus posibilidades reales de teneracceso a educación.

Debe haber políticas mucho más consistentes yagresivas que las actuales en materia de protecciónde la familia. Ello puede mejorar sustancialmentela situación concreta de la mujer y permitirle su in-corporación a la educación y el trabajo en muchasmejores condiciones. Los apoyos públicos en cam-pos como el cuidado de los bebés, la multiplicaciónde oportunidades de preescolar, la ayuda en el cui-dado de las personas de edades mayores y otras áre-as pueden ser de alta utilidad práctica.

En cuanto al mercado de trabajo deberíantransparentarse las actuales situaciones de discri-minación, ponerse sobre la mesa de discusión, pa-ra que ello pueda ayudar a generar políticas queles den respuesta.

Cuando se les da a las mujeres en general y a laspobres en particular oportunidades productivas rea-les, los resultados para ellas y la sociedad en su con-junto son muy concretos. Lo ilustra entre otras ex-periencias el estimulante caso del Grameen Bank,la institución más reconocida del mundo en micro-crédito. Muhammad Yunus, su inspirador, y suequipo decidieron prestar pequeñas sumas a muje-res campesinas pobres de Bangladesh. El banco tie-ne hoy ocho millones de prestatarios, de los cualesel 94 por ciento son mujeres.

Los resultados son muy impresionantes y nume-rosos países del mundo han pedido la asistencia delGrameen Bank para montar experiencias similares.Los prestatarios han mejorado su vida y la mitad deellos han superado la línea de pobreza. La tasa derecuperación de los préstamos, con estos clientes,mujeres campesinas pobres, ha sido de más del 98por ciento.

Otra área de acción es que se dé pleno reconoci-miento al trabajo de la mujer en el hogar, contri-bución que no aparece en las estadísticas económi-cas, como si no tuviera mayor valor.

Otras políticas públicas afirmativas deben diri-girse al crucial campo de la participación política.Es fundamental por el aporte que puede dar la mu-jer al mismo y debe escucharse a plenitud su voz.Se debe tratar de ampliar activamente los acotadosprogresos logrados.

Junto a todas las políticas anteriores y muchas otrasañadibles, debe seguir la acción colectiva por produ-cir cambios de fondo en las actitudes culturales y losmensajes educativos, donde hay fuertes contenidosdiscriminatorios, que se hallan enraizados en siglos deinferiorización de la mujer. Entre ellos es notable có-mo los currículum de educación básica siguen, en mu-chos casos, ignorando el problema de la mujer y dise-minando los mismos estereotipos tradicionales sobresu rol en la sociedad y sus supuestas limitaciones.

Superar la cuestión de género será decisivo paralograr un desarrollo económico de rostro humano yde bases firmes. Al mismo tiempo, no es sólo un te-ma de mejor funcionamiento de la economía. Setrata de un asunto ético vital. Las postergaciones ysufrimientos que buena parte de la población feme-nina mundial y la mayoría de las mujeres de Amé-rica Latina están padeciendo por la pobreza y la ex-clusión, reforzadas por su género, son moralmenteintolerables y han durado demasiado.

IV DOMINGO 11 DE MARZO DE 2012

Page 73: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Suplemento especial de PáginaI12

XXV Claves para la acción

¿Cómo enfrentarla pobreza

y la desigualdad?BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG

Colección declarada por unanimidad de “Interés económico y cultural de la ciudad” por el Poder Legislativo de la Ciudad de Buenos Aires.

La Biblioteca Bernardo Kliksberg tiene el auspicio especial de la

Page 74: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

Los temas sucesivamente analizados fueron: ILos escándalos éticos de nuestro tiempo, II¿Por qué la actual crisis económica mun-dial?, III ¿Qué está pasando con los jóve-

nes?, IV Inseguridad ciudadana. Hora de mejorar lacalidad del debate, V Mitos, falacias y racionaliza-ciones sobre la pobreza y la desigualdad, VI Saludpública, el tema postergado, VII Economistas orto-doxos en aprietos. El capital social se puso en mar-cha, VIII ¿Quién le teme a la participación?, IXMujeres, el mayor grupo discriminado de todo elplaneta, X ¿Qué está pasando con la educación?Una cuestión clave, XI El apartheid climático, XIILa pelea por las percepciones y los valores, XIII Elvoluntariado. Ciento cuarenta millones ayudando alos demás, XIV Niños, el discurso y la realidad, XVDesigualdades indignantes, XVI El Estado en tiem-pos de crisis, XVII ¿Es posible erradicar la corrup-ción?, XVIII Mejorando el mundo. Los emprende-dores sociales, XIX Por más ética empresarial, XXLa familia en época de crisis económica, XXI La ho-ra de la economía social, XXII ¿Qué piensan los la-tinoamericanos sobre la democracia?, y XXIII Carasocultas de discriminación y pobreza.

En estos dos números finales de la Biblioteca seincluyen extractos seleccionados que dan cuentade algunos de los hitos principales del trayectorealizado y llaman en sí mismos al cambio.Constituyen claves para la acción.

I Si todo anda bien, por qué lascosas están tan mal

Chile es el número uno de América latina en laprueba de Pisa, que mide el rendimiento educativode los niños de 13 años, en matemáticas, compren-sión, lectura y ciencias.

¿Alcanza la prueba de Pisa para saber cómo los pa-íses andan en educación, el gran tema del siglo XXI?

Si es por el caso de Chile, claramente no. Los es-tudiantes chilenos están llevando adelante la mayorprotesta que se haya dado en relación con el sistemaeducativo de la región en décadas.

Con precedentes en la rebelión de los pingüinos,los estudiantes de secundaria en el 2006, la actualprotesta masiva fue mucho más lejos.

Iniciada en mayo de 2011, nucleó a todas las orga-nizaciones estudiantiles secundarias y universitariasy a los docentes y lleva siete meses enfrentando enlas calles a la represión y en los medios a las descali-ficaciones de las elites de poder.

Según las encuestas, más del 80 por ciento de lapoblación se ha identificado con sus reclamos y enalgunas de sus marchas participaron casi un millónde personas.

¿Qué les pasa a los estudiantes chilenos? ¿Qué re-claman?

Nada menos que contra la inequidad en educa-ción. Un problema de orden mayor, que afecta a lagran mayoría de los países en América Latina, y queestá en EL núcleo duro de las causas por las que laregión es la más desigual de todo el orbe.

El dictador tenía las cosas claras. Un día antes de

dejar el Gobierno, Pinochet dictó la Ley OrgánicaConstitucional de Enseñanza.

La Ley propulsó la privatización. Entregó al mer-cado buena parte del sistema educativo. Sentó lasbases para la entrega a la educación privada de fon-dos cuantiosos del Estado, sin fiscalización mayor.Municipalizó, dejando los niveles de calidad libradosa la mayor capacidad económica de cada municipio.Aranceló la educación universitaria, con costos quesignificaban que un estudiante debía endeudarse porveinte años para pagar una carrera.

Segmentó socialmente, creando diversos circuitosde educación, y reforzando así todas las otras des-igualdades.

La BBC describe las protestas diciendo que la “iraestudiantil” se debe a “la percepción de que el siste-ma educativo de Chile es groseramente inequitati-vo. Les da a los estudiantes ricos acceso a algunas delas mejores educaciones posibles en América latina,mientras que arroja a los estudiantes pobres a degra-dadas y subfinanciadas escuelas públicas”.

La situación creada llevó a las clases medias a esca-parse de las escuelas públicas. La matrícula de la es-cuela pública secundaria bajó de 63 por ciento de lapoblación escolar en 1986 a 43 por ciento en 2008.

La mayoría de las universidades son hoy privadas.No se han construido nuevas universidades públicasdesde el final de la dictadura.

Los que llegan a graduarse en secundarios pobrescompiten en desventaja en las pruebas de selecciónen las universidades, pero además, como son arance-ladas, no pueden financiarse.

Como señala Trucco (Cepal 2011): “En vez deque la oferta educativa cumpla la promesa y la ex-pectativa de revertir las desigualdades sociales deorigen, lo que está haciendo es reproducirlas”.

II ¿No saben lo que quieren?

¿Cómo enfrentar los argumentos de los indignadosespañoles, o los ocupa Wall Street? ¿Cómo contestaral lema de “somos el 99 por ciento y hay un 1 porciento que concentra la mayor parte del patrimoniomundial”, respaldado por las cifras, y que ha tenidotanta resonancia?

A falta de respuestas, los sectores que no deseancambio alguno en el statu quo han apelado a la des-calificación.

Puede ir desde “son confusos”, “quieren muchascosas diferentes”, “en definitiva no saben lo quequieren”, hasta que “tienen el pelo largo”, “no se ba-ñan”, “hacen ruido” y similares.

La cuestión es desplazar la agenda principal de dis-cusión por otra secundaria, que la tape y relegue.

Muy difícil de hacerlo en el caso de las protestasestudiantiles chilenas. Además de que apelaron a in-novaciones muy creativas, que concitaron ampliasimpatía en la sociedad, sus demandas son muy espe-cíficas y concretas. Si se aceptaran, claramente la in-equidad en la educación que denuncian mejoraríadrásticamente.

Entre ellas:� Aumento del presupuesto para educación, que esactualmente sólo del 4,4 por ciento del Producto

Bruto Interno, el 60 por ciento del 7 por ciento querecomienda la ONU.� Educación pública gratuita en todos los niveles.� Reemplazo del sistema actual de educación prima-ria y secundaria a cargo de los municipios, que generadesigualdades, por un sistema gubernamental central.� Subsidiar solo la educación sin fines de lucro, nocomo actualmente, a las escuelas que son empresasprivadas.� Mayor apoyo presupuestario para las universidadespúblicas, que en la actualidad financian sus activida-des principalmente a través de las matrículas pagas.� Creación de una “universidad intercultural” quepermita corresponder a las demandas de los estu-diantes mapuches.� Supresión de las leyes que prohíben la participa-ción de los estudiantes en el gobierno de las univer-sidades.� Mejores remuneraciones para los maestros y plannacional para atraer a los mejores talentos a la pro-fesión y subir su status social.

Las luchas de los estudiantes chilenos están seña-lando un problema que es un pilar de las grandesdesigualdades que presenta toda América latina.

Ha habido avances muy valiosos en matriculaciónen primaria y alfabetización, Pero hay agudas inequi-dades, que se reflejan nítidamente en los datos de des-erción, los años de escolaridad y la calidad diferente deeducación que reciben los diversos estratos sociales.

III La desigualdad crece

El Instituto del Crédit Suisse, uno de los bancoslíderes en asesoría a las grandes fortunas, estima queel 0,5 por ciento de la población adulta del planetatiene nada menos que el 35,6 por ciento de la rique-za del mundo. El 7,5 por ciento siguiente en riquezaes dueño del 43,7 por ciento.

Forbes, que hace la lista anual de los 1200 billona-rios más ricos del mundo, dice (marzo de 2011) queen conjunto tienen 4,5 trillones de dólares. Del otrolado, los 3000 millones de personas que tienen me-nos de 10.000 dólares suman 8,2 trillones.

Esto implica que 1200 personas tienen más que1650 millones. Qué diría Platón, que abogaba porque se hiciera todo lo posible porque hubiera unequilibrio en la distribución de la riqueza.

Un reciente informe (diciembre de 2011) de laOrganización para el Desarrollo Económico y la Co-operación (OECD), que agrupa a los cincuenta paí-ses más ricos, denuncia que la desigualdad en esospaíses es la mayor en los últimos treinta años.

El ingreso del 10 por ciento más rico es 9 veces eldel 10 por ciento más pobre. La relación varía mu-cho según los países. Va de 5 a 6 veces en los nórdi-cos, hasta 10 a 1 en Italia, Japón, Corea y Gran Bre-taña; 14 a 1 en Turquía y Estados Unidos, y llega asu máximo nivel, 27 a 1, en México y Chile.

Dentro del 10 por ciento más rico, el 1 por cientotiene cada vez más y a su vez, dentro de él, el 0,1 porciento es el que tuvo más ganancias.

En la principal potencia económica mundial,EE.UU., el 0,1 por ciento cuadruplicó su participa-ción en los ingresos preimpuestos, entre 1978 y 2008.

II DOMINGO 18 DE MARZO DE 2012 DOMINGO 18 DE MARZO DE 2012 III

Las tendencias al empeoramiento de la desigual-dad tienen expresión mundial, con claras excepcio-nes, como las de los países nórdicos y América delSur.

En el Informe sobre Desarrollo Humano 2010 delPNUD se constata entre otros aspectos que el coefi-ciente Gini, que mide el nivel de desigualdad en ladistribución de los ingresos, se ha elevado. Ahorahay más países con un coeficiente Gini alto que enla década de 1980. Por cada país donde la desigual-dad disminuyó en los últimos veinte o treinta años oaumentó en más de dos dígitos, la participación deltrabajo en los ingresos cayó en 65 de 110 países enlas últimas dos décadas.

En Rusia, Estados Unidos y la India, la caída fuede nada menos que 5 por ciento entre 1990 y 2008.

IV Costos humanos de lasdesigualdades

Una oleada de investigaciones de los últimos añosha demostrado que las altas desigualdades son nefas-tas para la economía y la sociedad. Entre otras com-probaciones, han encontrado que generan “trampasde pobreza”, reducen los mercados internos, bajan lacapacidad de ahorro nacional, llevan a muchosalumnos a desertar de la escuela y a que reciban edu-cación de poca calidad, crean inequidades múltiplesen salud, degradan la cohesión social, provocan fuer-tes grados de conflictividad, promueven la criminali-dad y estimulan y facilitan la corrupción.

El director de la OCDE, Angel Gurria, resaltó alpresentar el estudio sobre el crecimiento de la des-igualdad: “El contrato social está empezando a des-moronarse en muchos países. Este estudio echa portierra la hipótesis de que los beneficios del creci-miento económico automáticamente repercuten so-bre los más desfavorecidos”.

En los países más ricos, las desigualdades tienen se-rios impactos en las condiciones de vida más básicasde vastos sectores. Lo mismo sucede en modo ampli-ficado en los países en desarrollo, donde los sistemasde protección social han sido normalmente más dé-biles que en los ricos.

Las desigualdades impactan regresivamente en dosde las bases estratégicas para que las personas comu-nes puedan acceder a oportunidades y progresar: lasalud y la educación.

En salud, actúan tanto sobre aquellos determinan-tes sociales que inciden en la producción de salud oenfermedad, cuanto en el acceso a coberturas de sa-lud. Un reciente estudio sobre treinta países indus-trializados refleja cómo las desigualdades en determi-nantes sociales de la salud impactan sobre ella.

Bradley y Tayor (diciembre de 2011) dicen quenormalmente se pregunta por qué Estados Unidos,que gasta en salud más que muchos otros países des-arrollados, tiene tan bajos índices en términos de es-peranza de vida y mortalidad infantil comparadascon ellos.

Está por debajo de la mitad de la tabla en logros.En tanto que la esperanza de vida norteamericana es-tá estacionada en 78 años, en muchos países europe-os superó los 80 años. Asimismo, sus tasas de morta-

lidad infantil son la mitad de las de EE.UU.Consideran que se debería tomar, junto al gasto

directo en salud, el gasto en servicios sociales, comolos subsidios de alquiler, los programas de capacita-ción laboral, los seguros de desempleo, el valor de lasjubilaciones, las ayudas a las familias y otros serviciosque pueden extender y prolongar la vida.

Cuando eso se toma en cuenta, se ve que en 2005EE.UU. dedicaba sólo el 29 por ciento de su produc-to bruto a salud y servicios sociales combinados. Esacifra era del 33 al 38 por ciento en Suecia, Francia,Holanda, Bélgica y Dinamarca.

Gastaba menos que los otros en estos productoresde salud, pero además las proporciones eran peores.Por cada dólar que gastaba en el sistema de salud,EE.UU. asignaba 90 centavos a servicios sociales. Enlos otros países, por cada dólar en salud se adiciona-ban dos dólares en servicios sociales.

Los gastos en servicios sociales actúan como políti-cas igualadoras en relación con la salud. Cuanto másdébiles esas políticas, peores serán los niveles de salud.

En los países de Europa donde se están recortandoestos programas, son ya visibles los resultados regresi-vos.

En el mundo en desarrollo, a los déficit de políti-cas públicas de servicios sociales se suman las pro-nunciadas disparidades en acceso a cobertura de sa-lud. Un estudio en 55 países (PNUD 2010) muestraque en los hogares pobres sólo el 40 por ciento de loschicos recibieron todas las vacunas, comparado conel 66 por ciento en los de mejores recursos.

En Perú, el 20 por ciento más rico tiene accesouniversal a personal entrenado en el parto, mientrasque en el 20 por ciento más pobre sólo lo tiene entreel 10 y el 15 por ciento de las madres.

Las desigualdades en servicios sociales, coberturamédica y otros aspectos traen graves brechas en sa-lud, que después se van a expresar en posibilidadesmuy diferentes de alcanzar resultados educativos yconseguir trabajo.

La incidencia de las desigualdades generales eneducación es dramática. La escuela recibe a los ni-ños con diversos bagajes de condiciones que van arepercutir fuertemente sobre su rendimiento. Nueva-mente hay determinantes sociales además de lo quela escuela pueda hacer.

Así, los niños de los países en desarrollo aprendenen los mismos años menos que los de los países desa-rrollados. En pruebas estandarizadas, sus puntajes soninferiores en un veinte por ciento a los de los paísesindustrializados. Eso equivale a tres grados.

Pero en el interior de los países ricos sucede lomismo. En una observación mucho más aguda que lade algunos analistas argentinos cuando sacan conclu-siones apresuradas sobre la prueba de Pisa, dos exper-tos norteamericanos, Ladd y Fiske, se preguntan(The New York Times, 12/12/11): “Los resultados delas pruebas de lectura 2009 del PISA muestran queen EE.UU., al igual que en los trece países en que losestudiantes de 15 años superan a los norteamerica-nos, los alumnos con status económico y social másbajo tienen menores resultados que los de mejor sta-tus en cada país. ¿Puede alguien creer que la medio-cre performance de los estudiantes norteamericanos

en los tests internacionales no está vinculada con elhecho de que el 20 por ciento de los niños viven enla pobreza?”.

Las cifras son categóricas. El 40 por ciento de lavariación en desempeño en lectura y el 46 por cientode la variación en conocimiento de matemáticas en-tre estados en EE.UU. está asociado con la variaciónen las tasas de pobreza infantil.

Más desigualdad y pasividad o inacción en políti-cas públicas a favor de los desfavorecidos generan va-riaciones sustanciales en salud y educación y en otrosterrenos que van a alimentar la reproducción y am-pliación de las desigualdades.

La desigualdad es un generador neto de pobreza,como se constató con tanta fuerza en América latinaen los ’80 y ’90.

V ¿Por qué avanza la idea de RSE?

Hay importantes fuerzas históricas que reclamanun cambio profundo en la concepción de la empresaprivada y de su rol. Entre ellas se destacan:

� Una sociedad civil movilizadaEn la lucha por democracias reales, los ciudadanos

exigen ética a los políticos, pero también cada vezmás a los empresarios.

Las ONG y la opinión pública han librado en lospaíses desarrollados extensas luchas, como la que lle-varon adelante en defensa de la salud pública contrauna de las concentraciones empresariales más pode-rosas, la de la industria del tabaco. Sin esas luchas,los millones de muertes anuales que produce el ciga-rrillo serían aún muchas más. Han sido fundamenta-les en derrotar la tesis propiciada por empresas con-taminantes de que no hay un peligro medio ambien-tal real.

� Los pequeños accionistas defraudadosLos pequeños accionistas están en total ebullición

frente a la caída de las grandes instituciones finan-cieras de Wall Street y de otros países desarrollados,con grandes pérdidas para ellos. Exigen, a través delos fondos de pensiones y otras organizaciones en quehan invertido, un cambio sustancial en las reglas dejuego, en el que el buen gobierno corporativo con-trolado es una reivindicación central. Entre sus pro-testas están ahora las enormes retribuciones de losaltos ejecutivos, muchas veces autofijadas, porquecooptan a los consejos directivos, en cuyo nombra-miento influyen, y la mencionada disociación entresu rendimiento y lo que cobran. Así, dicen los direc-tores de dos grandes organizaciones que trabajan conpequeños inversores, Fidelity World Wide Inves-tment y la Asociación de Aseguradores de Gran Bre-taña: (The New York Times, 23/1/12): “Los nivelesinapropiados de remuneración de los ejecutivos handestruido la confianza pública y llevado a una situa-ción donde se percibe que todos los directores estánsobrepagados”. Los ánimos de los pequeños inversio-nistas y de la sociedad se caldearon en Inglaterra enestos días, cuando se supo de los planes para pagarles

El autor ha hecho un recorrido sobre 23 temas clave de nuestro tiempo, fundamentalespara entender, analizar y actuar sobre los dos grandes desafíos, ya no más postergables,

de nuestro tiempo: las condiciones de pobreza que agobian a buena parte del génerohumano y las agudas desigualdades que son una causa central de ellas.

Page 75: Bernardo kliksberg cómo enfrentar la pobreza y la desigualdad

millones a los altos ejecutivos del Banco Barclay,aunque el precio de las acciones del banco haya ca-ído en un 30 por ciento el año pasado. El RoyalBank of Scotland anunció que pagaría a su jefe deinversiones una gran suma, aunque el banco decla-ró que iba a despedir a miles de empleados. Los pa-gos a los ejecutivos de las cien empresas mayoresen Gran Bretaña crecieron en promedio 49 porciento en 2010, cuando las remuneraciones de losempleados lo hicieron solo un 2,7 por ciento.

� Consumidores responsablesEn tercer término se halla el avance del consu-

mo responsable. En los Estados Unidos, como enotras economías desarrolladas, crece el “consumi-dor verde o ético”. Se estima en no menos de110.000 millones de dólares en EE.UU. el mercadode consumidores que cuando compran tienen encuenta si la empresa es saludable, amigable con elmedio ambiente y sus niveles de RSE.

Ciudadanos activos, accionistas indignados yconsumidores responsables están empujando elcambio de paradigma en RSE. Son fuerzas que hanllegado para quedarse. Cuanto más progrese el irre-versible proceso de democratización que viven am-plias áreas del planeta, mayor será su incidencia ypresión. Están movilizadas por la profunda decep-ción que ha dejado el comportamiento ético perso-nal y empresarial de amplios sectores de las elitesempresariales. Plantean que algo muy importantedebe cambiar.

La Encuesta Edelman entrevistó a fines de 2011a una muestra de 5075 personas del 25 por cientomás rico de la población de 23 países, de cincocontinentes. Encontró una fuerte caída de la con-fianza en las empresas en el último año. Bajó enEE.UU. del 54 al 46 por ciento, en Francia del 48al 36, en Gran Bretaña del 49 al 44 por ciento.

Se hizo a este 25 por ciento más rico una pregun-ta muy concreta: “¿Las corporaciones deben crearvalor accionario que se alinee con los intereses dela sociedad, aun cuando ello signifique sacrificarese valor?”. La gran mayoría contestó que sí: Ale-mania 91 por ciento, Gran Bretaña 89, China 89,EE.UU., 85, México 85, Canadá 82, Suecia 81,Argentina 78, India 74 por ciento.

La encuesta concluye: “Las empresas deben ali-near los objetivos de ganancias y metas sociales”.

En el campo de las ideas, la RSE ha ganado. Esnadar contra la corriente hoy oponerse a ella. Ladoctrina Friedman fue derrotada. Pero esto no su-cede así necesariamente en el campo de los hechos.

VI La gran mentira

Según repiten con frecuencia los economistas or-todoxos en el mundo desarrollado, y en el país, laculpa de la crisis está en el Estado de Bienestar.Desarmándolo se desactivaría su causa central.

Los datos indican lo contrario. En los países conEstado de Bienestar más desarrollado –como Nor-uega y Suecia– la crisis no se produjo. Su presenciahace que la población sea protegida y ello la empo-dera productiva y económicamente, asegurando lasbases de crecimiento de la economía.

Incluso el país menos afectado por la crisis euro-pea, Alemania, es el que tiene mayor Estado deBienestar de acuerdo con su gasto en servicios so-ciales.

Ello puede verse asimismo en los ejemplos deCanadá y EE.UU. Canadá, que tiene servicios so-ciales mucho más amplios que los de EE.UU., conun sistema de salud pública universal y una granred de protección social, ha enfrentado mucho me-jor la crisis que EE.UU.

La gran mentira no coincide con la realidad, pe-ro es muy funcional, permite dar un aura de legiti-midad a cortes que son éticamente inadmisibles yque violan los derechos sociales más básicos.

Están produciendo un círculo perverso en todos

los países en que se están aplicando: reducción delEstado, achicamiento de las políticas públicascuando más necesarias son, descenso del consumo,baja de la recaudación fiscal, aumento de los im-puestos y los cortes para compensarla y más rece-sión.

Ya Keynes había explicado en 1937 que “La ex-pansión, no la recesión, es el momento idóneo parala austeridad fiscal”, advirtiendo a Roosevelt queno se apurara y no ahogara la recuperación en des-arrollo.

VII El Estado necesario

Hay una gran demanda social en la región por“más Estado”, pero de una mejor calidad.

No se aspira a un retorno al Estado de los ‘60, si-no a construir un Estado eficiente, participativo, yequitativo. El autor lo ha llamado en algunas de susobras “un Estado inteligente”.

Frente al argumento de que hay que tener “cui-dado” con el crecimiento del Estado en la región,vale la pena ver las estadísticas actuales. Según uninforme reciente de Cepal y OCDE sobre el Estado(diciembre 2011), “el gasto público como porcen-taje del Producto Bruto Interno muestra un rezagode la región con respecto a los países de la OCDE.A pesar de que el gasto público ha aumentado, aúnlas diferencias son sustanciales, e incluso se hanampliado en los últimos años”. El empleo públicorepresenta la mitad del tamaño que tiene en los pa-íses de la OCDE.

La región está también muy atrás en el procesode descentralización. Ha habido avances importan-tes en transferir poderes y competencias a las regio-nes y municipios, pero el gasto municipal es sólo el9,5 por ciento del Producto Bruto. En la OCDE esel 20,6 por ciento.

Entre las reformas pendientes se halla la necesi-dad de un nuevo pacto fiscal, a favor del desarrolloy la gente.

Cuando el 1 por ciento más rico de América lati-na y muchas voces sin información de los estratosmedios se quejan de la presión fiscal en la región,deberían ver las cifras comparativas. En los países dela OCDE la carga tributaria se estima en el 34,8 porciento del Producto Bruto (2008), en América lati-na en un promedio del 20,6 por ciento, un 40 porciento menor. Por otra parte, mientras que en losprimeros las principales fuentes fiscales son los im-puestos directos al patrimonio y los ingresos, los quemás afectan a los que tienen más, en América latinason los indirectos, que impactan en toda la pobla-ción. El sistema es marcadamente más regresivo.

No es América latina la que tiene hoy que mirara una Europa y a los sectores en EE.UU. que dicenhaber descubierto que hay que recortar drástica-mente el Estado, inventando pretextos para hacer-lo. Es al revés. Ya se hizo en América latina. “Me-nem lo hizo”, así como previamente la dictaduramilitar genocida, y al mismo tiempo Salinas enMéxico y otros, y los resultados están a la vista.

El Estado es, en una democracia, la acción colec-tiva potenciada. Tiene funciones irremplazablescomo, entre otras, la mejora de la equidad, el des-arrollo de las energías productivas de la población,la potenciación de la inclusión, dar acceso a todosa salud y educación, proveer los motores del empo-deramiento productivo laboral y ciudadano, el apo-yo a la investigación científica y tecnológica, elcuidado del medio ambiente, la promoción de lacultura, el rescate de la memoria, la protecciónirrestricta de los derechos humanos y de la demo-cracia misma.

Prescindir de él es renunciar a la acción colecti-va. Es casi suicida hacerlo en el mundo actual, perofavorece los intereses de aquellos a los que no lesconviene que la sociedad se organice para regular,combatir las desigualdades y dar voz y poder real alas grandes mayorías.

Construir el Estado necesario en Argentina yAmérica latina es uno de los mayores desafíos his-tóricos que enfrentan el país y la región e incidirádecisivamente en su futuro.

VIII Perspectivas

La crisis económica mundial ha arrojado a ladesesperanza a importantes sectores del mundodesarrollado, particularmente a los jóvenes.

Encontrar un “primer empleo” es una tarea queestá más allá del alcance de muchos jóvenes pormás empeño que pongan.

La insistencia en las políticas ortodoxas, que“calman” a ciertos actores en los mercados, agitaen cambio y arrincona a gruesos sectores de la po-blación.

En América latina, con diferencias según las sub-regiones, las percepciones han ido en otra direc-ción. Así, en el Latinobarómetro se ha reducidonotablemente el grupo de los que cuando se lespreguntaba si sus ingresos les bastaban, decían que“no le alcanza y tiene grandes dificultades”.

Era el 24 por ciento en 2003. En 2011, bajó al 10por ciento (la proporción más baja desde 1995,cuando se inició la medición).

Al interior de ese promedio general, las diferen-cias son marcadas. En República Dominicana, elgrupo que manifiesta tener serias dificultades eco-nómicas es, en 2011, el 23 por ciento. Sigue Hon-duras, con un 19 por ciento.

Del otro lado de la tabla, son solo el 5 por cientohoy en Argentina y en Brasil.

Otra pregunta clave respecto de los que indicanestar “Muy o algo preocupados” por quedarse des-empleados varió totalmente en sus resultados. En2002, eran el 76 por ciento. Hoy son muchos me-nos de la mitad, el 35 por ciento. Se redujeron enun 3 por ciento entre 2010 y 2011.

Argentina y Uruguay encabezan la tabla de lospaíses donde hay menor preocupación, con 17 y 23por ciento.

Las expectativas de la ciudadanía de América la-tina son hoy muy diferentes de las de hace una dé-cada.

No es un tema subjetivo. Tiene que ver con queen muchos países hay ahora un modelo que los re-presenta, que trabaja para ellos.

Se ha construido gracias a las luchas de la pobla-ción y está en marcha teniendo como parámetrosprincipales de éxito sus logros en términos de in-clusión, calidad de vida, empleo, educación, sa-lud... lo que más le importa a la población.

Pero la ciudadanía sabe que hay mucho trechopor recorrer. Por eso avisa que se debe trabajar so-bre los altísimos niveles de disparidad, el peso des-proporcionado de grupos de intereses sobre el po-der, la igualdad efectiva ante la ley.

Existe una amplia heterogeneidad de situacionesrespecto del estado de esas luchas.

Según indican las respuestas, los ciudadanos es-tán protagonizando un verdadero cambio de para-digma respecto de la democracia, en amplias áreasde la región, que tiene según ellas una expresiónmás alta en el sur.

Dejaron definitivamente atrás la visión de quepodían esperar salvadores providenciales de dicta-duras militares. Confían plenamente en la demo-cracia como el mejor sistema posible.

Pero saben que hay niveles diferenciados de de-mocracia y aspiran a marchar a una que garanticecada vez más derechos. Junto a los derechos políti-cos, reclaman hoy los derechos económicos y so-ciales. No los viven como concesiones, sino comoel reconocimiento de derechos que hacen a la cali-dad misma de ciudadano.

Pero por sobre todo, cada vez más, se preparanno a ser espectadores, sino participantes a pleno dela lucha por defender y profundizar el modelo queles ha hecho recuperar la esperanza.

IV DOMINGO 18 DE MARZO DE 2012