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Bautismo del Seor

Moniciones de entrada:

(A)

Hace muy pocos das celebrbamos el nacimiento del Seor. Aquel nio del portal de Beln significaba la presencia salvadora de Dios en el mundo.

Dios, en la debilidad de aquel nio, se ofreca a los pastores y a los magos (a todos los hombres en ellos representados) como Salvador y Redentor. Jess = Dios-salvador.

Hoy celebramos el bautismo del Seor. Jess se nos presenta como persona adulta, dispuesto a comenzar la misin iniciada en Beln. Si el nacimiento de Jess fue "una gran noticia" para todo el pueblo, el bautismo del Seor resulta una "noticia admirable" para los creyentes: el cielo se abre y el Espritu de Dios desciende sobre los hombres.

La voz de Dios-Padre nos invita a dar acogida a Jess y a escuchar su mensaje.

Al recordar y celebrar el bautismo del Seor, tambin recordamos el nuestro.

Un bautismo que, aunque lejano, sigue hablndonos de alegras y de responsabilidades.

(B)

Con la fiesta del Bautismo de Jess cerramos los das de la Navidad. Dios se ha hecho hombre en Jesucristo. La historia y la humanidad son desde ahora la casa de Dios. Y hoy vemos a Jess en la fila de aquellas personas que quieren dar un cambio a su vida. El bautismo en el Jordn era el signo de la apertura a la novedad de Dios, signo de querer cambiar todo lo negativo y acoger al Dios de la Vida en la propia vida.

Jess hace suya la invitacin de Juan y pide ser bautizado. Es un momento importante que expresa la solidaridad de Jess con todo lo humano, y un momento en el que el Espritu avala la obra comenzada por Jess. La voz del cielo se deja or: Este es mi Hijo, mi predilecto.

(C)

(Si hay bautizos)

Todos nosotros fuimos bautizados de pequeos por decisin de nuestros padres.

Pero una cosa es la decisin de llevarnos a bautizar y otra muy distinta es vivir como bautizados, como cristianos.

La primera iniciativa: bautizarnos, la tomaron nuestros padres. Vivir como bautizados es asunto personal de cada uno de nosotros.

Hoy, Fiesta del Bautismo de Jess, vamos a bautizar a estos nios/as... que son la alegra de sus padres y de sus familias.

Vamos a participar todos en esta Celebracin y tambin vamos a recordar y renovar el Compromiso de nuestro Bautismo: vivir como seguidores de Jess y no olvidar que Dios es Padre de todos.

(D)

Han pasado ya las fiesta de Navidad en las que hemos recordado el Nacimiento de Jess en Beln; la despedida del ao viejo y la entrada del nuevo ao; la sorpresa de los Magos, que nos dejaron regalos en los zapatos...

Hoy vamos a celebrar el Bautismo de Jess en el ro Jordn, que nos recuerda, tambin, el da de nuestro Bautismo.

Aquel da, nuestros padres y padrinos, fueron los principales protagonistas, ya que nosotros ramos nios recin nacidos. Pero ya han pasado varios aos y somos conscientes de la importancia de ese gran da. Por eso vamos a renovar las renuncias y promesas que, en nuestro nombre, hicieron nuestros padres y padrinos.

Y lo vamos a hacer con mucha alegra, ya que fue el da ms importante de nuestra vida, nada ms nacer, empezamos a pertenecer a la familia de seguidores de Jess.

Empezamos nuestra celebracin cantando...

Saludo del sacerdote:

El da de nuestro Bautismo el sacerdote, al recibirnos en la Iglesia, traz sobre nuestra frente la seal de la Cruz, que es algo as como la insignia de los cristianos. Siempre que nos reunimos en la Iglesia, hacemos este signo diciendo... En el nombre del Padre....

Monicin del sacerdote

Buen da para que cada uno pensemos en qu se nos nota que estamos bautizados y renovemos nuestras promesas bautismales, que no son otra cosa que la aceptacin adulta, por la fe, de nuestro compromiso cristiano, fiarnos ms, disfrutar de todos y cada uno de los gestos en los que Jess nos comparte su confianza total en su Padre.

Bendicin del agua

Queridos hermanos, invoquemos ahora a Dios Padre, para que bendiga esta agua, que va a ser derramada sobre nosotros en memoria de nuestro bautismo, y pidmosle que nos renueve interiormente, para que permanezcamos fieles al Espritu que hemos recibido.

(Despus de unos segundos de silencio)

Dios todopoderoso y eterno que, por medio del agua, fuente de vida y medio de purificacin, quisiste limpiarnos del pecado y darnos el don de la vida eterna, dgnate bendecir esta agua, para que sea signo de tu proteccin en este da consagrado a Ti, Seor. Por medio de esta agua renueva tambin en nosotros la fuente viva de tu gracia, y lbranos de todo mal de alma y cuerpo, para que nos acerquemos a Ti con el corazn limpio y recibamos dignamente tu salvacin. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn.

RENOVACIN bautismal.Declaremos, pues, pblicamente, nuestra renuncia a todo lo que se opone a la vida nueva de Jess.

Celebrante: Renunciis a creeros superiores a los dems: a vivir en el abuso, en la discriminacin racial, el cinismo, el egosmo y el desprecio a los diferentes?Celebrante: Renunciis a inhibiros ante las injusticias del mundo, lejanas y cercanas, por cobarda, pereza, comodidad o ventaja personal?Celebrante: Renunciis a comportamientos donde el dinero se pone por encima del servicio y del bien comn, o donde slo preocupe la felicidad individual y el puro negocio?

El sacerdote asperja con agua bendita.

Que el Seor tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos acompae hasta la vida eterna.

Oracin:T sabes, Seor, que vamos a sentir

como todos,

las tentaciones de un mundo seductor

y vamos a tener que luchar

contra los engaos del espritu del mal.

Te pedimos que la fuerza

y el poder de Jess

nos guarden en nuestra marcha de cada da

para llegar limpios a la meta del Cielo.

Por JNS...

Liturgia de la palabra

Monicin a la primera lectura

Preparad el camino al Seor. Os suenan estas palabras? Por supuesto! Nos sirvieron para preparar la Navidad. Pues hoy la misma lectura del libro de Isaas nos sirve para cerrar la Navidad, para insistir en que seamos capaces de recibir al Seor que ya est caminando entre nosotros, dispuesto a revelar su gloria a todos los hombres.

Lectura del profeta Isaas

Esto dice el Seor: Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido a quien prefiero. Sobre l he puesto mi espritu, para que traiga el derecho a las naciones.

No gritar, no clamar, no vocear por las calles. La caa cascada no la quebrar, el pabilo vacilante no lo apagar. Promover fielmente el derecho, no vacilar ni se quebrar hasta implantar el derecho en la tierra y sus leyes, que esperan las islas. Yo, el Seor, te he llamado con justicia, te he tomado de la mano, te he formado y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisin, y de la mazmorra a los que habitan en las tinieblas.

Palabra de Dios

Salmo 103: Bendice, alma ma, al Seor. El que sabe reconocer la gloria del Seor que pasa a su lado en las mil maravillas de la creacin y de la vida, entona su alabanza al Seor: Dios mo, qu grande eres!.

Evangelio:

Se abri el cielo y baj sobre Jess el Espritu Santo en forma de paloma. Jess es bautizado en el Jordn. Aunque es una escena escuchada muchas veces, pongamos especial atencin en el bautismo nuevo que anuncia Juan Bautista, la actitud orante de Jess, la venida del Espritu Santo sobre Cristo, la revelacin de Dios con respecto a su Hijo.

+ Lectura del santo Evangelio segn san Mateo

En aquel tiempo fue Jess desde Galilea al Jordn y se present a Juan para que lo bautizara.

Pero Juan intentaba disuadirlo dicindole: - Soy yo el que necesito que t me bautices, y t acudes a m?

Jess le contest: - Djalo ahora. Est bien que cumplamos as todo lo que Dios quiere.

Entonces Juan se lo permiti. Apenas se bautiz Jess, sali del agua; se abri el cielo y vio que el espritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre l. Y vino una voz del cielo que deca: - este es mi Hijo, el amado, mi predilecto.

Palabra del Seor

Homilas:(A)

Hay una historieta muy linda. Ignoro donde la le, pero que se me qued grabada por lo significativa. En unas Navidades, una nia quiso regalar algo a su padre. Pero, como era muy pobre, no tena nada que regalarle. En la Nochebuena, la nia puso junto al arbolito de Navidad, una cajita bien presentada con papel regalo diciendo: Para mi papi. Cuando el pap abri la caja vio que estaba vaca. Enfadado, creyendo que le haban tomado el pelo, llam a la nia y le dijo de mal humor: esto no se hace, me has querido engaar como si fuese el da de Inocentes. La nia se ech a llorar. El padre reaccion y trat de consolarla.

La nia le dijo: Pero, papi, si la caja est llena de besos, era lo nico que tena para regalarte. El pobre hombre se qued plido por la dulce inocencia de la hija y trat de disimular el asunto diciendo: Ah, es verdad, est llena de besos, ahora los veo. Desde entonces, el padre conserv aquella caja-regalo y cada vez que se senta mal, la abra y pensaba en los besos de su hija.Hay realidades que no se ven. Pero que siguen siendo realidades. A caso todos nosotros no somos una especie de caja-regalo? Dentro llevamos algo que los ojos no ven. Pero que es una realidad tan real como la que nuestros ojos logran ver. Llevamos todos una interioridad. Nos creemos vacos, pero, por nuestro Bautismo, por dentro estamos llenos, no s si de los besos de Dios, creo que s, porque estamos llenos de su Espritu.Lo que sucede es que estamos tan acostumbrados a lo material, que lo espiritual, la gracia, el amor de Dios que nos hizo hijos suyos, casi nos pasa desapercibido. Como que no nos enteramos de lo que acontece dentro de nosotros. Nos sentimos como una caja de regalo vaca, pero que en realidad est llena de los besos y sueos divinos. Besos que, con frecuencia, solo quien nos los ha regalado los puede ver.Adems vivimos con tal rapidez y velocidad que pasamos por la vida, sin tiempo para mirarnos por dentro y poder contemplar el misterio que llevamos. Por eso mismo, nos olvidamos de que llevamos un apellido que supera al apellido de nuestros padres. Ese apellido, regalo de nuestro Padre Dios, se llama hijo/a de Dios. Alguna vez has pensado y has credo que realmente llevas inscrito dentro, como grabada en el CD de tu corazn, una msica y una voz que tambin a ti te sigue repitiendo: T eres mi Hijo, el amado, el predilecto.Con frecuencia vivimos ms preocupados y hasta angustiados si amaremos de verdad a Dios. Yo pienso que ese no es nuestro verdadero problema. Nuestro problema est en sentirnos amados nosotros por El. Nosotros no somos los que le amamos primero sino que es El quien nos am primero a nosotros. Y slo quien cree en ese amor y quien ha experimentado el ser amado por El, es luego capaz de amarle de verdad.Es una pena que caminemos por la vida contemplando siempre la piel de la vida y no logremos entrar dentro para ver cmo corre una savia nueva que llamamos gracia bautismal. Una gracia que nos transforma y nos renueva y nos hace nuevos, diferentes. Por fuera, ms o menos, todos somos iguales. Pero nuestra verdad camina por dentro.En su Bautismo, Jess se sinti impactado y marcado por su experiencia humana de su filiacin divina. Y de alguna manera, su Bautismo, fue la seal y el comienzo del bautismo cristiano. El fue bautizado con agua. Pero El bautizar con Espritu Santo. El Espritu que nos hace los hijos amados de Dios. Si por la concepcin somos fruto del amor de nuestros padres, por el Bautismo somos fruto del amor que Dios nos tiene.No miremos solo hacia fuera. Dispongamos de un tiempo para mirarnos por dentro. Ah est nuestra verdad, nuestra grandeza. Y cmo no? Nuestra verdadera belleza. Puede haber cuerpos feos o al menos no tan bellos. Pero todas las almas son hermosas y bellas, porque por el Bautismo participan de la belleza misma de Dios nuestro Padre.Cuntos viven acomplejados por su rostro! Recuerdo la ancdota de aquella Seorita que le deca a su Director Espiritual: - Padre, tengo algo que me da mucha vergenza decirle.- Tranquila hija, ya nos conocemos. No tengas vergenza.- Es que, Padre, me he mirado al espejo.- Eso no es ningn pecado, hija. Todos nos miramos al espejo.- Pero eso no es todo. Es que me ha visto guapa.- Tampoco eso es pecado, hija, es un simple error del espejo, no te habrs mirado bien.El espejo nos puede engaar. Y nosotros nos podemos engaar mirndonos en el espejo que, por otra parte, es donde ms nos miramos. Lo que realmente no puede engaarnos es el espejo de nuestro corazn donde, cuando nos miramos, en vez de nuestro rostro, contemplamos el rostro de Dios en nosotros.

(B)

BAUTISMO Y COMUNIDAD

Aunque hay personas que solicitan que se les borre del libro de bautismos, no creo que la cifra sea alarmante. Otros, como el ex-primer ministro britnico, Tony Blair, se incorporan. Ms preocupante me parece ese enfriamiento general de la fe que se palpa en personas y ambientes, que algunos llaman descristianizacin silenciosa y de la que participan principalmente los que se autocalifican como creyentes, pero no practicantes. Hoy celebramos la fiesta del bautismo del Seor, cuya escena la describe el evangelio. Por tanto, es una invitacin para acercarnos a este importante sacramento. Son muchos, una mayora aplastante, los padres que lo piden para sus hijos. Pero dudo de la preparacin y de la coherencia de un porcentaje que lo reclama. Por este motivo, muchas parroquias o comunidades cristianas estn haciendo serios esfuerzos para que este sacramento no se rebaje. El dato, segn el cual un 90% de nuestra poblacin est bautizado y despus un 75% se considera catlico y un 10 15% asiste a las misas dominicales, se presta a varias preguntas y reflexiones. Sin embargo, conviene recordar que nuestro bautismo enlaza con la resurreccin ms que con el bautismo de Cristo, de tal suerte que en los primeros aos del cristianismo se bautizaba solamente en la vigilia pascual y no en esta fecha.Segn San Pablo, por el bautismo nos incorporamos a Cristo, entramos a formar parte de la comunidad cristiana, de la Iglesia. Hoy quisiera detenerme en esta ltima consecuencia: por el bautismo nos hacemos miembros de la Iglesia, como deca Jess, nos convertimos en una rama, en un sarmiento; yo soy la vid, vosotros los sarmientos. Lo cual nos lleva a preguntarnos si nos sentimos comprometidos con esta Iglesia. Sucede que toda comunidad cuenta con una autoridad, con una jerarqua. En teora, lo normal sera que hubiera unas relaciones, si no cordiales, s aceptables entre los dirigentes y los dirigidos. Pero esto no se da en un sector de cristianos. Es verdad que uno de los sntomas del cambio revolucionario, radical, que estamos viviendo se define como resquebrajamiento institucional. Dicho de otro modo, es el individuo y no las instituciones quien toma la iniciativa, quien interpreta la doctrina. No es la familia, ni el Estado, ni la Iglesia. Hoy no vale aquello de no me lo preguntis a m, que soy ignorante. Doctores tiene la santa madre Iglesia que os sabrn responder. Un individualismo creciente caracteriza a la sociedad moderna. Al perder poder la institucin, el individuo posee la clave, decide. Por eso no extraa que se hable de religin a la carta, en cuanto que l determina lo que cree o lo que rechaza. Naturalmente que esta forma de pensar y de actuar complica la vida de la jerarqua. Si a esto se aade que unos dirigentes no son aceptados por los que son o debieran ser sus fieles, el malestar est asegurado. Respondiendo a esta situacin dira que, si con todo el mundo debemos comportarnos respetuosamente, con mayor razn con nuestra autoridad. Si bien nosotros no tenemos que renunciar a pensar y a tener nuestras opiniones y opciones. Pero esto implica que previamente debemos contrastar nuestros puntos de vista. No vale asumir como vlido lo que se nos ocurre a bote-pronto o apoyarnos en cualquier informacin. Aadira que la Iglesia, el cristianismo no vive los peores tiempos ni mucho menos. Probmoslo ampliando nuestra mirada. Tendemos a idealizar tiempos pasados. Del grupito de los doce, que convivi intensamente con Jess, uno result ser un traidor y varios cobardes. Sin embargo, al final, todos dieron la vida por l. Por otro lado, prestamos demasiada atencin a ciertas manifestaciones o corrientes eclesiales...

Jess dijo cosas duras a los que figuran como jefes de los pueblos, por ejemplo, al comentar el lavatorio de los pies. Pero tambin declar: el que a vosotros oye, a m me oye. Nadie nos puede privar de ser sanamente crticos, de dar respuestas a las preguntas que nos plantea la vida. Pero ello no quita el que seamos educados, el que seamos exigentes al informarnos, el que seamos coherentes. Nos gusta la claridad y la seguridad, sin embargo las dudas forman parte de la vida, tambin de la vida de fe. Nos gustara formar parte de una sociedad, de una Iglesia modlica, ser nosotros ejemplares. Pero Precisamente nuestra tarea es trabajar por ello. Creo que son palabras del conocido escritor catlico ingls, Gilbert Chesterton: al entrar en el templo hay que quitarse el sombrero, pero no la cabeza.(C)

Son pocos los cristianos que saben en qu da fueron bautizados, y menos an los que lo celebran. Basta recordar la fecha del nacimiento y celebrar el cumpleaos.

Lo importante evidentemente no es recordar un rito, sino agradecer la fe que ha marcado nuestra vida ya desde nios y asumir con gozo renovado nuestra condicin de creyentes. La fiesta del Bautismo del Seor que hoy celebramos puede ser una invitacin a recordar nuestro propio bautismo y a reafirmarnos de manera ms responsable en nuestra fe.

Tal vez lo primero que hemos de hacer es preguntarnos si la fe ocupa un lugar central en nuestra vida, o si todo se reduce a un aadido artificial que tiene todava alguna importancia, pero del que podramos prescindir sin grandes consecuencias. Una pregunta clave sera sta: Es la fe la que orienta e inspira la totalidad de mi vida, o vivo ms bien sostenido y estimulado slo por la bsqueda de bienestar, el disfrute de la vida, las ocupaciones laborales y mis pequeos proyectos?

Por otra parte, la fe no es algo que se tiene, sino una relacin viva y personal con Dios, que se va haciendo ms honda y entraable a lo largo de los aos. Ser creyente, antes de creer algo, es creerle a ese Dios revelado en Cristo. La pregunta sera si mi fe se reduce a aceptar tericamente lo que me diga la Iglesia, o si ms bien busco abrirme de manera humilde y confiada a Dios.

Pero para abrirse a Dios no bastan los ritos externos, los rezos rutinarios o la confesin de los labios. Es necesario creerle a Jesucristo, escuchar interiormente su Palabra, acoger su evangelio. Abro alguna vez la Biblia? Leo los evangelios? Hago algo por conocer mejor la persona de Jess y su mensaje?

Adems, la fe no es algo que se vive de manera solitaria y privada. Es una equivocacin pensar en la fe como una especie de hobby o aficin personal. El creyente celebra, agradece, canta y disfruta de su fe en el seno de una comunidad cristiana. No he de renovar e intensificar ms los lazos con la comunidad donde se alimenta y sostiene mi fe?

La celebracin del domingo es fundamental para el cristiano. El domingo es el da en que se encuentra con su comunidad, celebra la eucarista, escucha el evangelio, invoca a Dios como Padre y renueva su esperanza. Sin esta experiencia semanal, difcilmente crecer la fe. Pienso que para m es suficiente acordarme de Dios en los momentos malos, asistir distrado a algunos funerales y santiguarme antes de las comidas?

Quien quiera conocer el gozo de la fe y experimentar la luz, la fuerza y el aliento que la fe puede introducir en la vida del ser humano ha de comenzar por estimularla, cuidarla y renovarla.

(D)

Hace unos pocos das hemos comenzado un ao nuevo. Naturalmente el nuevo calendario no cambia las cosas. Los problemas y sufrimientos siguen ah. Qu tendr que hacer yo para sentirme bien?

A veces pensamos que lo decisivo es que cambien las cosas a nuestro alrededor. Esperamos que nos sucedan cosas buenas, que las personas nos traten mejor, que todo nos vaya bien y responda a nuestros deseos.

Pero, con el pasar de los aos, es imposible tanta ingenuidad. Una pregunta comienza entonces a despertarse en nosotros: Para sentirme mejor, tiene que suceder algo fuera de m o justamente dentro de m mismo?

Por eso, al comenzar el ao, son bastantes las personas que se proponen vivir de manera ms sana y ordenada, cuidar ms su cuerpo, estar ms en contacto con la naturaleza.

Otras han descubierto que es su vida interior la que est descuidada y maltrecha. Y con esfuerzo admirable se ejercitan en tcnicas de interiorizacin y meditacin, buscando paz y sosiego interior.

Pero llega fcilmente un momento en que la persona siente que su yo ms profundo pide algo ms. Al parecer, el ser humano no puede crecer de manera plana y armoniosa si faltan dos experiencias fundamentales.

La primera de ellas es el amor. Parece un tpico decir que la gente est enferma por falta de amor y que lo que muchos necesitan urgentemente es sentirse amados, pero realmente es as. La segunda es el sentido. No hay vida humana completa, a menos que la persona encuentre una motivacin y una razn honda para vivir.

La fe cristiana no es ninguna receta para encontrar la felicidad. Ser creyente no hace desparecer de nuestra vida los conflictos, contradicciones y sufrimientos propios del ser humano. Pero en el ncleo de la fe cristiana hay una experiencia bsica que puede dar un sentido nuevo a todo: Yo soy amado, no porque soy bueno, santo y sin pecado, sino porque estoy habitado y sostenido por un Dios santo que es amor insondable y gratuito.

Contra lo que algunos puedan pensar, ser cristiano no es creer que Dios existe, sino que Dios me ama y me ama incondicionalmente, tal como soy y antes de que cambie.

Esta es la experiencia fundamental del Espritu. El bautismo del Espritu que nos recuerda el relato evanglico y que tanto necesitamos los creyentes de hoy. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espritu Santo que nos ha sido dado.

Si no conocemos esta experiencia, desconocemos lo decisivo. Si la perdemos, lo perdemos todo. El sentido, la esperanza, la vida entera del creyente nace y se sostiene en la seguridad inquebrantable de saberse amado.

(E)

Dice un autor (Henri Nouwen) en uno de sus escritos que los hombres y mujeres de hoy, seres llenos de miedos e inseguridad, necesitan ms que nunca ser bendecidos. Los nios necesitan la bendicin de sus padres y stos necesitan la bendicin de sus hijos.

El escritor recuerda con emocin la primera vez que, en una sinagoga de Nueva York, fue testigo de la bendicin de un hijo judo por sus padres: Hijo, te pase lo que te pase en la vida, tengas xito o no, llegues a ser importante o no, goces de salud o no, recuerda siempre cunto de aman tu padre y tu madre.

El hombre contemporneo ignora lo que es la bendicin y el sentido profundo que encierra. Los padres ya no bendicen a sus hijos. Las bendiciones litrgicas han perdido su sabor original. Ya no se sabe lo que es la bendicin nupcial. Se ha olvidado que bendecir significa literalmente hablar bien, decir cosas buenas de alguien. Y, sobre todo, decirle nuestro amor y nuestro deseo de que sea feliz.

Y, sin embargo, las personas necesitan or cosas buenas. Hay entre nosotros demasiada condena. Son muchos los que se sienten maldecidos, ms que bendecidos. Bastantes se maldicen incluso a s mismos. Se sienten malos, intiles, sin valor alguno. Bajo una aparente arrogancia se esconde con frecuencia un ser inseguro que, en el fondo, no se aprecia a s mismo.

El problema de muchos no es si aman o no aman, si creen en Dios o no creen. Su problema radica en que no se aman a s mismos. Y no es fcil desbloquear ese estado de cosas. Amarse a s mismo cuando uno sabe cmo es, puede ser de las cosas ms difciles.

Lo que muchos necesitan escuchar hoy en el fondo de su ser es una palabra de bendicin. Saber que son amados, a pesar de su mediocridad y sus errores, a pesar de tanto egosmo inconfesable. Pero, dnde est la bendicin? cmo puede estar uno seguro de que es amado?

Una de las mayores desgracias del cristianismo contemporneo es haber olvidado, en buena parte, esta experiencia nuclear de la fe cristiana: Yo soy amado, no porque soy bueno, santo y sin pecado, sino porque Dios es bueno, y me ama de manera incondicional y gratuita en Jesucristo. Soy amado por Dios ahora mismo, tal como soy, antes de que empiece a cambiar.

Los evangelistas narran que Jess, al ser bautizado por Juan, escuch la bendicin de Dios. T eres mi Hijo amado. Tambin a nosotros nos alcanza esa bendicin de Dios. Cada uno de nosotros puede escucharla en el fondo de su corazn: T eres mi hijo amado. Eso ser tambin este ao lo ms importante. Cuando las cosas se te pongan difciles y la vida te parezca un peso insoportable, recuerda siempre que eres amado con amor eterno.

Oracin de los fieles:

(A)

Ahora es el momento de recordar nuestras necesidades y presentrselas al Seor. Despus de cada peticin hacemos un momento de silencio oracional.

1.- Por todos los bautizados, para que proclamemos con firmeza y ejemplo que la esperanza del cristiano es creer que Dios nos ama sin condiciones y es nuestro Padre. Oremos en silencio.

2.- Por los que sern bautizados a lo largo de este ao; por sus padres, padrinos y familiares; para que vivan con fe el camino del Evangelio. Oremos.

3. Por los padres cristianos, para que al solicitar el Bautismo de sus hijos lo hagan con responsabilidad y libertad, asumiendo el compromiso de educarlos en la fe. Oremos.

4.- Por quienes viven en la oscuridad, en la opresin, en la desesperanza; para que descubran, en el testimonio de los creyentes, la luz que les ayuda a caminar. Oremos.

5. Por nuestra comunidad parroquial, para que las personas que se acercan a ella, se sientan acogidos y respetados, superando todas las diferencias que nos separan. Oremos.

Escucha, Padre, nuestra oracin, y derrama tu Espritu sobre los hombres y mujeres del mundo entero. Por JNS.

(B)

Como hijos amados de Dios le dirigimos nuestras splicas.

Para que todos los que nos llamamos y consideramos cristianos nos animemos por ser y vivir como verdaderos seguidores de Jess. ROGUEMOS AL SEOR.

Para que pasemos por la vida haciendo el bien. ROGUEMOS AL SEOR.

Para que vivamos responsablemente las exigencias de nuestra fe en Jess. ROGUEMOS AL SEOR.

Para que nos esforcemos por construir una sociedad ms justa y solidaria. ROGUEMOS AL SEOR.

Oremos: Escchanos, Padre, y derrama sobre todos nosotros tu Espritu, para que seamos continuadores de la obra de tu Hijo Jess.

(C)

A ti, Padre, que nos miras con amor, como hijos tuyos queridos, y tiendes siempre sobre nosotros tu mano protectora, dirigimos nuestra splica:

Para que por el bautismo seamos en verdad hijos tuyos. ROGUEMOS AL SEOR...

Para que por el bautismo nos integremos activa y participativamente en la comunidad cristiana. ROGUEMOS AL SEOR...

Para que por el bautismo lleguemos a ser, como Cristo, servidores y liberadores de los hombres, nuestros hermanos. ROGUEMOS AL SEOR...

Para que por el bautismo ofrezcamos a Dios el culto que le agrada, adorndolo en espritu y en verdad. ROGUEMOS AL SEOR...

Para que por el bautismo seamos profetas y constructores de una nueva humanidad. ROGUEMOS AL SEOR...

Oremos: Escucha, Seor, nuestra oracin, aydanos a cumplir las exigencias de nuestra fe, y te damos gracias porque eres nuestro Padre. Por JNS...

Rito de ofrendas:

a) Presentacin de la luz

(Un catequista de la Comunidad puede hacer esta ofrenda)

Seor, en nombre de cuantos estamos reunidos, yo te ofrezco hoy esta luz, que la queremos unir a las que lucen sobre la mesa del altar. Ella es el smbolo del efecto del bautismo en nosotros y de nuestro compromiso. La ha prendido tu Hijo Resucitado, que es quien ilumina nuestro corazn, y quiere que nosotros, con nuestras palabras y nuestra vida, seamos luz que alumbra las tinieblas del mundo. No permitas nunca, Seor, que seamos opacos para los dems.

b) Presentacin de un pequeo recipiente con aceite

(Puede hacer la ofrenda alguien del grupo de Critas...)

Por mi parte, Seor, te ofrezco, tambin en nombre de todos, este pequeo recipiente de aceite. En otro tiempo se us como blsamo y medicina para las heridas. Por eso, hoy nosotros te lo ofrecemos como signo de nuestro compromiso en la lucha a favor de cuantos sienten y viven una necesidad. Haznos sensibles, Seor, a todas ellas, y no permitas que nos crucemos de brazos ante ningn problema de los hombres.

Oracin:

Junto con el pan y el vino, recibe, Seor,

los smbolos de nuestro Bautismo,

por los que un da empezamos a pertenecer

a la Gran Familia de los hijos de Dios.

haz que esta renovacin bautismal

nos mueva a entregar nuestra vida

al servicio de los dems,

como lo hizo tu Hijo Jess,

que vive y reina por los siglos de los siglos. Amn.

Plegaria Eucarstica

Te damos gracias y te bendecimos, Seor,

aunque bien sabemos que no lo necesitas.

Pero s es justo y necesario reconocerte

como el Dios Padre en quien queremos confiar

y a quien queremos permanecer unidos,

ya que sin Ti no podemos hacer nada.Quisiramos que nuestra vida cristiana

realmente lo fuera por tener una participacin activa

y entregada en la Iglesia y en la sociedad,

porque seamos fieles a nuestro Bautismo

y porque el confesarnos cristianos no sea una carga,

sino una vivencia gozosa.

Que la vida entregada de Jess,

su vivir fiel al bautismo recibido,

a su misin, sea nuestra fuerza.

Y que el testimonio y entrega

de tantas personas buenas nos ayuden a todos.

Llenos de alegra te alabamos diciendo:

Santo, Santo, Santo...Padre nuestro

Seguir a Jess todos los das no es una tarea fcil, sino comprometida. Hay que pasar por pruebas y momentos duros. Tambin a l le ocurra lo mismo, y con frecuencia, acuda a su Padre del cielo a pedirle fuerzas para no caer en la tentacin de seguir el camino fcil y cmodo. Desde entonces, el Padrenuestro, es la oracin que los hijos de todas las razas y colores elevan al Padre del cielo en todos los idiomas y desde todos los rincones, diciendo...

Gesto de paz

Todos deseamos la paz, pero no llega; todos estamos hartos de violencia, pero hacemos poco para desterrarla. Trabajar para que reine la paz y la concordia en nuestra comunidad de bautizados y en el mundo debe ser nuestra principal tarea de todos los das. Por eso, antes de acercarnos a comulgar, hacemos las paces con todos...

Comunin:

No es suficiente con confesar y celebrar la fe. Es necesario vivirla y expresarla en obras. Como fortaleza para andar ese camino, el Seor se nos entrega ahora y se hace uno con nosotros. ste es el Cordero de Dios...

Accin de gracias:

Te damos gracias, Padre bueno, porque en el Bautismo del Jordn te has manifestado ungiendo a Jess, bandolo en el Espritu y presentndolo a la historia como el Hijo amado y cumplidor.

Te damos gracias por nuestro propio bautismo, bao provocador del Espritu, experiencia de muerte y de resurreccin, tensin de despojo y de compromiso.

Te damos gracias por los seguidores de Jess, ungidos por el Espritu, que se gastan en el servicio a los dems y nos acercan vitalmente al evangelio.

Que caminemos siempre unidos, con la alegra de sentirnos hijos tuyos y hermanos de todos los hombres y mujeres. Por JNS...

Envo:

Tenemos que comunicar a los dems que Dios no vive en las nubes, ni en el cielo, sino en medio de nosotros, como agua limpia y sol que calienta, smbolos de su gracia y de su fuerza.

Decidlo de puerta en puerta: que el amor como el sol brilla, que la muerte est vencida, que hemos nacido a una nueva vida. Decidlo de puerta en puerta: que ha florecido la paz, que nunca ms habr llanto, que todos seremos hermanos... Id a decir por las calles y las plazas, por los caminos y sendas, que Jess ha regresado...

Bendicin:

Hermanos, nuestra celebracin termina y, con ella, el tiempo de Navidad. Pero las realidades que hemos recordado y celebrado nos impulsan a vivir en medio del mundo, como verdaderos hijos de Dios y servidores de los hombres. Y que la bendicin de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espritu Santo, descienda sobre vosotros. Amn.