BASES PEDAGÓGICAS DEL E-LEARNING · Web viewe-learning y no de e-reading. Desde nuestro punto de...

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BASES PEDAGÓGICAS DEL E-LEARNING Julio Cabero Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento Vol. 3 - N.º 1 / Abril de 2006 ww w .uoc.edu/rusc ISSN 1698-580X Resumen En este artículo del curso se pretende ofrecer una visió n de conjunto de las características má s significativas del e-learning. Tras una definició n del mismo, las diferencias que se establecen con las modalidades presenciales de en- señ anza y el aná lisis de las ventajas y de los inconvenientes má s generales, se señ ala que su importancia para la for- mació n no se encuentra en su dimensió n té cnica (por ejemplo, en la plataforma utilizada), sino má s bien en el control y en la significació n de una serie de variables, co- mo son la forma de presentar los contenidos, el papel del profesor y de los alumnos, las herramientas de comunica- ció n sincró nicas y asincró nicas que se utilicen y su forma de concreció n en el acto didá ctico, las estrategias didá cti- cas que se movilicen, el papel que desempeñ en el profe- sor y el alumno, la atenció n a los aspectos organizativos, las e- actividades que pongamos en funcionamiento, etc., es decir, aquellas acciones formativas que utilizan la Web co- mo medio y recurso para la realizació n de actividades for- mativas, independientemente de que tambié n pueda utili- zarse otro tipo de instrumentos como el video y la audioconferencia, los multimedia, la televisió n, etc. Palabras clave e-learning, variables críticas del e-learning, características del e-learning, papel profesor y alumno en el e-learning, e-actividades. Abstract In this article, the aim is to provide an overall view of the most significant characteristics of e-learning. After providing a definition of e-learning, describing its dif- ferences with traditional teaching modalities, and ana- lyzing its most general advantages and disadvantages, emphasis is placed on the fact that the meaning of e-learning for education does not lie in its technical di- mension (e.g. the platform used) but rather in the con- trol and meaning assigned to a serie of variables such as: how contents are presented, the role of the teacher and students, the synchronic and asynchronic commu- nication tools used and their application in the teaching act, the didactic strategies used, the attention paid to organizational features, the e- activities provided, etc. That is, all the educational acts that use the web as a medium and resource, independently of the fact that other instruments can also be used, such as video, audio conferencing,

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BASES PEDAGGICAS DEL E-LEARNING

BASES PEDAGGICAS DEL E-LEARNING

Julio Cabero

Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento

Vol. 3 - N. 1 / Abril de 2006

www.uoc.edu/rusc ISSN 1698-580X

Resumen

En este artculo del curso se pretende ofrecer una visi n de conjunto de las caractersticas m s significativas del

e-learning. Tras una definici n del mismo, las diferencias que se establecen con las modalidades presenciales de en- se anza y el an lisis de las ventajas y de los inconvenientes m s generales, se se ala que su importancia para la for- maci n no se encuentra en su dimensi n t cnica (por ejemplo, en la plataforma utilizada), sino m s bien en el control y en la significaci n de una serie de variables, co- mo son la forma de presentar los contenidos, el papel del profesor y de los alumnos, las herramientas de comunica- ci n sincr nicas y asincr nicas que se utilicen y su forma de concreci n en el acto did ctico, las estrategias did cti- cas que se movilicen, el papel que desempe en el profe- sor y el alumno, la atenci n a los aspectos organizativos, las e-actividades que pongamos en funcionamiento, etc., es decir, aquellas acciones formativas que utilizan la Web co- mo medio y recurso para la realizaci n de actividades for- mativas, independientemente de que tambi n pueda utili-

zarse otro tipo de instrumentos como el video y la audioconferencia, los multimedia, la televisi n, etc.

Palabras clave

e-learning, variables crticas del e-learning, caractersticas del e-learning, papel profesor y alumno en el e-learning,

e-actividades.

Abstract

In this article, the aim is to provide an overall view of the most significant characteristics of e-learning. After providing a definition of e-learning, describing its dif- ferences with traditional teaching modalities, and ana- lyzing its most general advantages and disadvantages,

emphasis is placed on the fact that the meaning of

e-learning for education does not lie in its technical di- mension (e.g. the platform used) but rather in the con- trol and meaning assigned to a serie of variables such as: how contents are presented, the role of the teacher and students, the synchronic and asynchronic commu- nication tools used and their application in the teaching act, the didactic strategies used, the attention paid to organizational features, the e-activities provided, etc. That is, all the educational acts that use the web as a medium and resource, independently of the fact that other instruments can also be used, such as video, audio conferencing, multimedia, television, etc.

Keywords

e-learning, critical variables of e-learning, characteristics of e-learning, role of teacher and student in e-learning,

e-activities

El e-learning se nos presenta como una de las estrategias

formativas que puede resolver muchos de los problemas educativos con que nos encontramos, que van desde el aislamiento geogr fico del estudiante de los centros del saber hasta la necesidad de perfeccionamiento constante que nos introduce la sociedad del conocimiento, sin olvi- darnos de las llamadas realizadas sobre el ahorro de dinero y de tiempo que supone, o la magia del mundo

interactivo en que nos introduce. Y, aunque es verdad que sobre esta modalidad de formaci n se ha depositado un gran n mero de esperanzas, algunas de las cuales es cierto que se han visto confirmadas, tampoco estara mal recordar que hay m s de un 80% de fracaso en la ges- ti n de cursos a distancia y m s de un 60% de abandono

de los mismos por parte de los estudiantes (Cebri n,

2003, p g. 31); dicho en otros t rminos, las esperanzas inicialmente depositadas no siempre se han visto ratifica- das en su aplicaci n pr ctica.

QU PODEMOS ENTENDER POR ESTE TIPO DE FORMACI N?

No estar mal comenzar nuestro an lisis especificando qu podemos entender por el aprendizaje en red. Y al respecto tenemos que se alar que los t rminos o expre- siones que se han utilizado para hacer referencia a ello han sido diferentes: aprendizaje en red, teleformaci n, e-lear- ning, aprendizaje virtual, etc. Con todas ellas nos referi- mos por lo general a la formaci n que utiliza la red co- mo tecnologa de distribuci n de la informaci n, sea esta red abierta (Internet) o cerrada (intranet). Los cursos de formaci n en red son definidos para nuestro prop sito como cursos donde la mayora, si no toda, de la instrucci n y de las pruebas se logran va recursos ac- cesibles en la Web (Schell, 2001, p g. 95).

En esta lnea de definiciones, nos encontramos con la propuesta de la Direcci n General de Telecomunicacio- nes de Teleeducaci n que entiende la formaci n en red como el desarrollo del proceso de formaci n a distancia (reglada o no reglada), basado en el uso de las tecnolo- gas de la informaci n y las telecomunicaciones, que po- sibilitan un aprendizaje interactivo, flexible y accesible, a cualquier receptor potencial. En este informe se entiende por teleeducaci n una ense anza a distancia, abierta, flexible e interactiva basada en el uso de las nuevas tecnologas de la informaci n y de la comunica- ci n, y de las comunicaciones, y sobre todo aprovechan- do los medios que ofrece la red Internet (Azcorra et al., 2001). Tal definici n nos permite extraer una serie de descriptores que son los que marcar n el campo en el cual nos vamos a mover: formaci n, a distancia, basa- da en tecnologas de la informaci n y de la comunica- ci n (TIC), y fundamentalmente apoyadas en Internet. Este tipo de aprendizaje puede ser descrito como la distribuci n y el acceso a colecciones coordinadas de

materiales de aprendizaje sobre un medio electr nico

usando un servidor web para distribuir los materiales, un navegador web para acceder a ellos y los protocolos TCP/IP y HTTPP para mediar el intercambio (Jolliffe

et al., 2001, p g. 8). Este autor contin a afirmando que este tipo de situaciones de aprendizaje puede incluir aplicaciones FTP, videos bajo demanda, acceso intranet, uso del tel fono, tecnologa CD-ROM, materiales impre- sos y una variedad de otros componentes que pueden ser o no pueden ser envueltos en el uso de Internet, un navegador Web y otros convencionales protocolos de comunicaci n (Jolliffe et al., 2001, p g. 9).

CU LES PUEDEN SER SUS CARACTERSTICAS DISTINTIVAS?

Podemos analizar sus caractersticas distintivas desde una doble perspectiva: por una parte, compar ndola con la ense anza presencial tradicional, y por otra, pre- sentando dichas caractersticas distintivas.

Por lo que respecta a la ense anza presencial tradicio- nal, ya en otro trabajo (Cabero y Gisbert, 2005) realiza- mos una comparaci n entre este tipo de ense anza y la formaci n basada en la red. En la tabla 1, se ofrece lo all expuesto.

Por otra parte, y por lo que respecta a sus caractersticas b sicas, las podemos sintetizar en la tabla 2.

En definitiva, podemos decir que la formaci n basada en la red se refiere a una modalidad formativa a distan- cia que se apoya en la red, y que facilita la comunica- ci n entre el profesor y los alumnos seg n determinadas herramientas sincr nicas y asincr nicas de la comunica- ci n (Cabero et al., 2004).

QU VENTAJAS E INCONVENIENTES PRESENTA?

Como ha ocurrido con todas las tecnologas, a la que nos referimos, se le han concedido una serie de ventajas e in- convenientes, ventajas e inconvenientes que, tenemos

TABLA 1. Caractersticas de la formaci n presencial y en red (Cabero et al., 2005)

Formaci n basada en la redFormaci n presencial tradicional

Permite que los estudiantes vayan a su propio ritmo de aprendizaje Parte de una base de conocimiento, y el estudiante debe ajustarse a ella

Es una formaci n basada en el concepto de formaci n en el momento Los profesores determinan cu ndo y c mo los estudiantes recibir n los

en que se necesita (just-in-time training)materiales formativos

Permite la combinaci n de diferentes materiales (auditivos, visuales Parte de la base de que el sujeto recibe pasivamente el conocimiento

y audiovisuales)para generar actitudes innovadoras, crticas e investigadoras

Con una sola aplicaci n puede atenderse a un mayor n mero Tiende a apoyarse en materiales impresos y en el profesor como fuente

de estudiantesde presentaci n y estructuraci n de la informaci n

El conocimiento es un proceso activo de construcci n Tiende a un modelo lineal de comunicaci n

Tiende a reducir el tiempo de formaci n de las personas La comunicaci n se desarrolla b sicamente entre el profesor

Tiende a ser interactiva, tanto entre los participantes en el procesoy el estudiante

(profesor y estudiantes) como con los contenidos La ense anza se desarrolla de forma preferentemente grupal

Tiende a realizarse de forma individual, sin que ello signifique Puede prepararse para desarrollarse en un tiempo y en un lugar

la renuncia a la realizaci n de propuestas colaborativas Se desarrolla en un tiempo fijo y en aulas especficas

Puede utilizarse en el lugar de trabajo y en el tiempo disponible Tiende a la rigidez temporal

por parte del estudiante Tenemos mucha experiencia en su utilizaci n

Es flexible Disponemos de muchos recursos estructurales y organizativos para su

Tenemos poca experiencia en su usopuesta en funcionamiento

No siempre disponemos de los recursos estructurales y organizativos

para su puesta en funcionamiento

que reconocer, han venido algunas veces m s desde la

especulaci n que desde la realidad de la investigaci n.

Dentro de las ventajas, las m s citadas son las siguientes:

Pone a disposici n de los alumnos un amplio volu- men de informaci n.

Facilita la actualizaci n de la informaci n y de los contenidos.

Flexibiliza la informaci n, independientemente del espacio y el tiempo en el cual se encuentren el pro- fesor y el estudiante.

Permite la deslocalizaci n del conocimiento.

Facilita la autonoma del estudiante.

Propicia una formaci n just in time y just for me.

Ofrece diferentes herramientas de comunicaci n sincr nica y asincr nica para los estudiantes y para los profesores.

Favorece una formaci n multimedia.

Facilita una formaci n grupal y colaborativa.

Favorece la interactividad en diferentes mbitos: con la informaci n, con el profesor y entre los alumnos.

Facilita el uso de los materiales, los objetos de aprendizaje, en diferentes cursos.

Permite que en los servidores pueda quedar regis- trada la actividad realizada por los estudiantes.

Ahorra costos y desplazamiento. En el caso de los inconvenientes, a continuaci n presen-

tamos algunos:

Requiere m s inversi n de tiempo por parte del profesor.

Precisa unas mnimas competencias tecnol gicas por parte del profesor y de los estudiantes.

Requiere que los estudiantes tengan habilidades pa- ra el aprendizaje aut nomo.

Puede disminuir la calidad de la formaci n si no se da una ratio adecuada profesor-alumno.

Requiere m s trabajo que la convencional.

Supone la baja calidad de muchos cursos y conteni- dos actuales.

TABLA 2. Caractersticas distintivas de la formaci n en red

Caractersticas distintivas de la formaci n en red

Aprendizaje mediado por ordenador

Uso de navegadores web para acceder a la informaci n

Conexi n profesor-alumno separados por el espacio y el tiempo

Utilizaci n de diferentes herramientas de comunicaci n tanto sincr nica como asincr nica

Multimedia

Hipertextual-hipermedia

Almacenaje, mantenimiento y administraci n de los materiales sobre un servidor web

Aprendizaje flexible

Aprendizaje muy apoyado en tutoras

Materiales digitales

Aprendizaje individualizado versus colaborativo

Interactiva

Uso de protocolos TCP y HTTP para facilitar la comunicaci n

entre los estudiantes y los materiales de aprendizaje, o los recursos

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Se encuentra con la resistencia al cambio del siste-

ma tradicional.

Impone soledad y ausencia de referencias fsicas.

Depende de una conexi n a Internet, y que sta sea adem s r pida.

Tiene profesorado poco formado.

Supone problemas de seguridad y adem s de auten- tificaci n por parte del estudiante.

No hay experiencia en su utilizaci n.

Existe una brecha digital.

Para finalizar, debemos indicar que algunos de estos in- convenientes ir n desapareciendo conforme vayamos adquiriendo mayor experiencia en su utilizaci n, y su presencia sea m s usual en nuestro sistema educativo, mientras que otros se seguir n manteniendo.

CU LES SON LAS VARIABLES CRTICAS?

Ya dijimos anteriormente que no todas las esperanzas depositadas en esta estrategia se han visto confirmadas; es m s, incluso ha existido cierta frustraci n entre las empresas del sector y sus defensores. Y ello se ha debi- do, desde nuestro punto de vista, a una serie de errores que se han cometido y de actitudes que se han manteni- do. Uno de estos errores es el denominado tecnocen- trismo, es decir, situar la tecnologa por encima de la pedagoga y la did ctica olvidando que su incorpora- ci n no es un problema tecnol gico, sino que es, inde- pendientemente del econ mico, de car cter cultural, social y formativo.

Por otra parte, un error que siempre hemos cometido con las nuevas tecnologas, y que ha llevado a que las mismas no desarrollen todas las posibilidades que pre- sentan para la creaci n de nuevos entornos formativos, es el deseo de trasladar sobre ellas principios aplicados, de la ense anza presencial o de tecnologas m s tradi- cionales.

Pero antes de presentar las que, para nosotros, son las variables crticas a las que debemos prestar atenci n pa-

ra realizar una acci n educativa de calidad apoyada en

las redes, nos gustara citar, por un lado, algunos de los principios que, desde una perspectiva general, garanti- zan la realizaci n de buenas pr cticas educativas, y que deberemos contemplar como referentes para crear ac- ciones formativas de calidad soportadas en redes; por otro lado, queremos reflexionar sobre la evoluci n del aprendizaje en red.

Abordando el tema de los principios, Pallof et al. (2003, p g.130-131) ha presentado una serie de principios y lecciones que de ellos se desprenden para la puesta en funcionamiento de acciones formativas en la red, las cuales garantizan el xito de buenas pr cticas educativas

(tabla 3).

En la b squeda de criterios de calidad del e-learning se ha creado recientemente el Teleobservatorio Universitario de Docencia Virtual (Netlab: http://netlab.urv.net/)

(Gisbert et al., 2004).

Respecto al segundo de los puntos comentados, Salinas

(2005, p g. 3) ha distinguido tres etapas b sicas de desarrollo del e-learning, que concreta en las siguientes:

Un enfoque tecnol gico que puede considerarse de perodos iniciales pero que, en algunos casos, perdu- ra y que se basa en la idea de que la sofisticaci n de dicho entorno proporcionar la tan ansiada calidad del proceso ense anza-aprendizaje.

El contenido es el rey representa una segunda pers- pectiva que, vaticinando el fracaso del enfoque excesiva- mente tecnol gico, ha basado la calidad del proceso en los contenidos y en la representaci n del conocimiento que estos ofrecen, teniendo en cuenta qu materiales al- tamente sofisticados proporcionaran la calidad.

Un enfoque metodol gico que se centra m s en el alumno y que, partiendo de criterios pedag gicos, ba- sa la calidad en una adecuada combinaci n, en cada caso, de decisiones que tienen que ver con la tecnolo- ga que debe utilizarse, con la funci n pedag gica que el entorno cumplir y con los aspectos de organiza- ci n del proceso dentro de dicho entorno.

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TABLA 3. Principios que deben considerarse para la formaci n en lnea (Pallof et al., 2003, p g. 130-131)

PrincipioLecci n

Principio 1. La buena pr ctica anima al estudiante a tomar contactoLecci n para la instrucci n en lnea: el instructor debe ofrecer guas claras

con la facultadpara la interacci n con los estudiantes

Principio 2. La buena pr ctica anima la cooperaci n entre los estudiantesLecci n para la instrucci n en lnea: una discusi n bien dise ada facilita

significativamente la cooperaci n entre los estudiantes

Principio 3. La buena pr ctica facilita un aprendizaje activoLecci n para la instrucci n en lnea: el estudiante debe presentar proyectos

durante el curso

Principio 4. La buena pr ctica implica un feedback r pidoLecci n para la instrucci n en lnea: el instructor necesita ofrecer dos tipos

de feedback: de informaci n y de acuse (de haber recibido la informaci n)

Principio 5. La buena pr ctica pone nfasis en el tiempo en la tareaLecci n para la instrucci n en lnea: los cursos en lnea necesitan

una fecha tope

Principio 6. La buena pr ctica comunica elevadas expectativasLecci n para la instrucci n en lnea: se provocan tareas, ejemplos

de caso y alabanzas comunicando la calidad de los trabajos

Principio 7. Las buenas pr cticas respetan los diversos talentosLecci n para la instrucci n en lnea: se permite a los estudiantes que elijan

y caminos de aprendizajelos temas de los proyectos y se deja que emerjan diferentes puntos de vista

Desde nuestro punto de vista deberamos abrir una

nueva etapa que asuma que los procesos de ense anza- aprendizaje son sist micos y que, en ese caso, todas las variables deben adaptarse a las caractersticas de los es- tudiantes y de la acci n formativa. Desde esta posici n, nueve son, a nuestro parecer, las variables que garanti- zan el xito de las acciones formativas apoyadas en la red, como exponemos en la figura 1. Estas variables deber n percibirse en interacci n y no de forma aisla- da.

Como es l gico suponer, no nos extenderemos en un an lisis pormenorizado de estas variables por motivos de espacio, aunque s realizaremos algunos comentarios al respecto.

De todas formas queremos dejar clara nuestra posici n,

y es que dentro de estas variables crticas no se encuen- tra la problem tica de las plataformas (Cabero y Lloren- te, 2005), como desde ciertos sectores fundamentalistas tecnol gicos se nos ha hecho creer.

Una de las variables crticas, y l gicamente no poda ser de otra forma, se refiere a los contenidos. Y tenemos que verlo desde una triple posici n: su calidad, su canti- dad y su estructuraci n: calidad en el sentido de la per- tinencia, la relevancia y la autora de la fuente de infor- maci n; cantidad para que sea un volumen adecuado a las caractersticas del grupo diana y a los objetivos que

CONTENIDOS

Queremos se alar que hemos dejado conscientemente al margen la tecnologa, y no porque sea insignificante

(sin ella no es posible siquiera comenzar la acci n for-

COMUNIDAD VIRTUAL

ESTRATEGIAS DID CTICAS

PAPEL DEL PROFESOR

PAPEL DEL ALUMNO

mativa pues, no lo olvidemos, estamos hablando de ac- ciones formativas mediadas por la tecnologa). Para nos- otros, la tecnologa es la que da comienzo a la acci n formativa, y debe ser lo m s amigable y flexible posible, pero en s misma no es la variable crtica del sistema. Por otra parte, no debemos olvidar que demandar que los usuarios cuenten con un mnimo de competencias

HERRAMIENTAS DE COMUNICACI N

VARIABLES CRTICAS

FORMACI N EN RED

MODELOS

DE EVALUACI N

E-ACTIVIDAD

ASPECTOS ORGANIZATIVOS

instrumentales.

FIGURA 1. Variables crticas de la formaci n en red.

se persiguen, y estructuraci n por disponer de un dise-

o adecuado donde se recojan algunos principios que

se est n demostrando tiles para la presentaci n de mensajes por el medio que contemplamos.

En este aspecto, tenemos que se alar que ya en dife-

rentes trabajos (Cabero y Gisbert, 2005) realizamos una propuesta para la virtualizaci n de los contenidos, donde, tras hacer hincapi en la necesidad de buscar estructuras especficas que se adaptaran a las potencia-

lidades de la red (interactividad, hipertextualidad, multimedia, etc.), llam bamos la atenci n para que se contemplasen diferentes variables para la estructura- ci n sint ctica y sem ntica de los contenidos, como las siguientes:

Ideas generales: actualidad, relevancia, pertinencia cientfica, transferencia a diferentes situaciones de aprendizaje.

Inclusi n de objetivos.

Incorporaci n de mapas conceptuales.

Presentaci n de diferentes perspectivas.

Presentaci n de materiales no completos.

Dificultad progresiva.

Elaboraci n de materiales con una estructura hiper- textual.

Significaci n de los estudios de caso.

Continuando con nuestro an lisis, no cabe la menor duda de que otra de las variables crticas es la disponibi- lidad de herramientas para la comunicaci n que se po- nen a disposici n del profesor y del estudiante, herra- mientas que permiten realizar desde una comunicaci n escrita (correo electr nico, chat, tabl n de anuncios, etc.) hasta una auditiva y audiovisual (audioconferencia

y videoconferencia), y que propician tanto una comuni- caci n sincr nica (chat, videoconferencia, etc.) como asincr nica (tabl n de anuncios, correo electr nico, etc.). De todas formas no debemos olvidar que estas he- rramientas de comunicaci n exigen y requieren una preparaci n especial del profesor para incorporarlas

sin dificultad a la pr ctica educativa (Cabero et al.,

2004).

En estos nuevos entornos el papel del profesor ser no-

tablemente diferente al que normalmente desempe a en la formaci n tradicional-presencial, de forma que de la funci n del profesor como transmisor de informa- ci n pasar a desempe ar otras m s significativas, como la de dise ador de situaciones mediadas de aprendizaje, tutor y orientador virtual, dise ador de medios, etc. No podemos dejar de reconocer que, de todas estas funcio- nes, la de tutora virtual es de m xima importancia y re- levancia para garantizar una acci n educativa de calidad

y que, como se alamos en otro lugar (Cabero, 2004), desempe ar n diferentes funciones que superan la aca- d mica (t cnica, orientadora, organizativa y social).

No nos gustara terminar estas referencias al profesor sin presentar las preguntas que, de acuerdo con Pallof et al. (2003, p g. 68), debemos hacernos si deseamos llevar a cabo una formaci n en red:

Qui nes son los estudiantes?

Qu quiero lograr por medio de este curso? Qu deseo que mis estudiantes sepan, sientan o sean ca- paces de hacer como resultado de este curso o expe- riencia? Qu contenidos pueden soportar estos ob- jetivos?

En este curso qu tiene de exitoso transferir los contenidos a un contexto en lnea?

Qu guas, reglas, funciones y normas se necesitan establecer para la finalizaci n del curso?

C mo planifico la distribuci n del curso? Qu

pueden esperar los estudiantes en el proceso de aprendizaje? Qu puede ofrecer una combinaci n de las opciones de una ense anza en lnea y una presencial?

Cu n c modo me encuentro como instructor con el aprendizaje colaborativo, la interacci n personal, promoviendo el conocimiento en los estudiantes y liberando el control del aprendizaje?

C mo quiero organizar el sitio del curso? Cu n flexible quiero que sea para hacer cosas? Tengo la libertad de elegir el curso de la manera que deseo?

C mo acceden los estudiantes a las sesiones del curso?

C mo quiero dirigirme a los requisitos de asistencia?

C mo defino el aprendizaje y qu tengo que ver como resultados de aprendizaje para esta clase?

Si el papel del profesor es importante, tambi n lo es el que desempe a el alumno, ya que, si l no modifica el papel tradicional de receptor pasivo en la formaci n y se convierte en un receptor activo y consciente de la misma, la acci n educativa fracasar . Al mismo tiempo es impor- tante que el estudiante est automotivado para el estudio.

Meyer (2002), tras revisar diferentes investigaciones, po- ne de manifiesto que los estudiantes en red deben poseer una serie de caractersticas distintivas, como son la moti- vaci n, la independencia y la autosuficiencia como estu- diante, como variables que influyen en el aprendizaje ob- tenido por los estudiantes. Este autor nos indica que los estudiantes introvertidos son m s exitosos en un contexto de ense anza en lnea; la autodirecci n y la autoeficacia son importantes para la satisfacci n de los estudiantes en este tipo de ense anza; la habilidad, la preferencia por un aprendizaje activo, condiciona el aprendizaje que los alumnos hacen en contextos hipermedia, y la autorregu- laci n es una variable significativa. Tambi n se ala que las actitudes influyen y no todos los estudiantes tienen ac- titudes significativas por este procedimiento, ya que algu- nos prefieren una formaci n cara a cara.

Tambi n es necesario que el estudiante domine ciertas t cnicas de trabajo intelectual, sobre todo las referidas al estudio independiente y a la realizaci n de acciones apoyadas en el trabajo colaborativo.

En definitiva, el estudiante de e-learning deber dominar una serie de destrezas: conocer cu ndo hay una necesi- dad de informaci n, identificar esta necesidad, saber trabajar con diferentes fuentes y sistemas simb licos, do- minar la sobrecarga de informaci n, evaluarla y discri- minar su calidad, organizarla, tener habilidad para la exposici n de pensamientos, ser eficaz en el uso de la informaci n para dirigir el problema, y saber comuni- car la informaci n encontrada a otros.

Por otra parte, aunque la ense anza en red se realiza en

el ciberespacio, ello no significa que no exista una estruc- tura organizativa; es m s, sta llega a ser m s compleja que la necesaria para la ense anza presencial, dada la po- ca experiencia que tenemos en estos contextos para con- trolar las diferentes variables, y por lo difuso y la cantidad de variables que suelen incorporarse en estos entornos.

Las respuestas organizativas que se dan a aspectos como la ratio profesor-alumnos o la diversidad de personas se necesitan para poner en funcionamiento acciones edu- cativas apoyadas en la red, sistemas de apoyo estableci- dos para profesores y alumnos, etc., influir n sobre la calidad de la acci n educativa que pongamos en funcio- namiento. A ello deberemos incorporar el hecho de que la falta de una estrategia institucional se percibe, la mayora de las veces, como uno de los elementos que m s dificultad presentan para la incorporaci n de las TIC, en general, y de la nuestra, en particular.

De todas formas, en este aspecto tambi n influye la men- talidad y la formaci n de los responsables instituciona- les, muy dados a la extensi n de las redes, y poco a pen- sar en estos t rminos. Son muy proclives a proclamar, por una parte, las ventajas de la ruptura espaciotemporal que las redes nos permiten respecto a las acciones for- mativas, y a animar publicitariamente a que los profeso- res las utilicen, y por otra, a exigir la presencia y la firma anal gica de los profesores en las aulas y acciones tuto- riales. Son muy dados a se alar, de cara al exterior, que sus profesores s hacen e-learning, pero cuando de verdad lo hacen, les recuerdan que son docentes de una univer- sidad presencial. Son muy ostentosos en invertir recursos econ micos y humanos para se alar que su universidad est a la moda del e-learning, y muy precarios en explotar las posibilidades que la tecnologa permite, qued ndose contentos exclusivamente con que sus profesores sub- an a la Web los programas de la asignatura y alguna que otra presentaci n colectiva que utilicen.

Si queremos incorporar el e-learning en la ense anza tendremos que tener dirigentes acad micos que se desen-

vuelvan en la sociedad del conocimiento y no en la pos-

tindustrial. Tendremos que tener lderes acad micos que jueguen con la innovaci n, la creatividad y el riesgo como principios gestores, y no con el miedo y el descon- cierto que todo cambio genera. Si queremos utilizar tec- nologas de la sociedad del conocimiento, deberemos tener lderes acad micos que perciban qu puede ha- cerse con ellas, y que no respondan con un simple s, pero su universidad es presencial Presencial o vir- tual, lo necesario es hacer universidades de calidad. El debate es el mismo que se tuvo, en su momento, con otra tecnologa que verdaderamente impact en la ense anza: los libros de texto.

Al mismo tiempo esta estructura organizativa e institu- cional ser de m xima importancia, por ejemplo, para conseguir la movilidad virtual de los estudiantes; aun- que adem s de la misma se requerir la colaboraci n entre diversas instituciones. Esta movilidad virtual posi- blemente sea uno de los grandes retos que tendremos que asumir para la utilizaci n de la teleformaci n den- tro del Espacio Europeo de Educaci n Superior.

Tambi n las estrategias did cticas que apliquemos re- dundar n en la calidad de la acci n educativa, y al res- pecto diversas son las posibilidades que se nos ofrecen, desde aquellas que est n referidas a la acci n educativa individual hasta las que buscan el trabajo colaborativo entre los diferentes participantes. Ello implicar la nece- sidad del dominio de un fuerte repertorio de las mismas por parte del profesorado, que ir desde el estudio de casos a los crculos de aprendizaje, pasando por la ense-

anza basada en problemas.

Y, c mo no, las e-actividades nos ayudar n a que los alum- nos dejen de ser pasivos y se conviertan en activos, y al hecho de que el aprendizaje no se refiera exclusivamen- te al almacenamiento memorstico de la informaci n, si- no m s bien a su reestructuraci n cognitiva; en definiti-

va, debemos llevar a cabo verdaderas acciones de

e-learning y no de e-reading.

Desde nuestro punto de vista, una de las estrategias que

debe desarrollarse con la teleformaci n es el aprendiza- je colaborativo y cooperativo, y ello pasa inicialmente por la potenciaci n de la creaci n de un sentimiento de comunidad entre los diferentes participantes, que ser al mismo tiempo la base de una comunidad virtual. Es- tas comunidades servir n, entre otras funciones, para resolver una de las variables que m s influye en el fraca- so de las acciones de e-learning: el sentido de aislamiento

y de soledad de los estudiantes. Son comunidades para las cuales el papel del profesor como tutor virtual y e-mo- derador ser de m xima importancia (Salmon, 2000; Ca- bero, 2004). Como ya dijimos anteriormente, la Red ha pasado progresivamente de ser un depositario de infor- maci n a convertirse en un instrumento social para la

elaboraci n de conocimiento. Como recientemente han se alado Garrison et al. (2005), es importante que, en todas las fases de aplicaci n, dise o y desarrollo de las acciones de e-learning, los profesores tengan dos tipos de presencia: cognitiva y social.

Y, para finalizar, dejamos una variable no se alada: la investigaci n. Si desconocemos el comportamiento en general de las TIC en la ense anza, esto se acent a en el caso del e-learning, y ello por una serie de motivos, que van desde su novedad a la velocidad de transfor- maci n, pasando por las dificultades t cnicas que sta ha tenido; en contrapartida, se nos abren unas amplas lneas de investigaci n, que van desde el dise o de ma- teriales did cticos adaptados a las caractersticas de las redes, pasando por el aprendizaje mezclado, la aplica- ci n de estrategias did cticas especficas, los niveles de satisfacci n de los estudiantes, etc. (Cabero, 2004).

En definitiva, lo que queremos decir es que no ser n los determinantes t cnicos del sistema los que marcar n su calidad y su eficacia, sino la atenci n que les prestemos a las variables educativas y did cticas que se ponen en fun- cionamiento. Los problemas hoy no son tecnol gicos, si- no que se derivan de saber qu hacer y c mo hacerlo, y por qu queremos hacerlo.

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Para citar este documento, puedes utilizar la siguiente referencia:

CABERO, Julio (2006). Bases pedag gicas del e-learning. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento (RUSC)

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ISSN 1698-580X

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