Barcena y Melich - La Educación Como Acontecimiento Ético

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Fernando Bárcena Joan-Carles Mèlich La educación como acontecimiento ético Natalidad, narración y hospitalidad PAIDÓS Barcelona • Buenos Aires • México Cubierta de Ferran Canes y Montse Plass Quedan rigurosamente prohibidas, sin ia autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de eüa mediante alquiler o préstamo públicos. © 2000 de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidós Ibérica, S.A., Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona y Editorial Paidós, SAICF, Defensa, 599 - Buenos Aires http://www.paidos.com ISBN: 84-493-0898-4 Depósito legal: B. 13.182/2000 Impreso en A&M Gráfíc, S.L. 08130 Santa Perpetua de la Mogola Impreso en España - Printed in Spain A la memoria de Hurbinek, huella de una infancia silenciada 1

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La educación como acontecimiento

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Fernando BrcenaJoan-Carles MlichLa educacin como acontecimiento ticoNatalidad, narracin y hospitalidadPAIDSBarcelona Buenos Aires MxicoCubierta de Ferran Canes y Montse lass!uedan ri"urosamente prohibidas, sin ia autori#acin escrita de los titulares del copyright, ba$o las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccin total o parcial de esta obra por cual%uier medio o procedimiento, comprendidos la repro"ra&'a y el tratamiento in&ormtico, y la distribucin de e$emplares de e(a mediante al%uiler o prstamo p)blicos*+ ,--- de todas las ediciones en castellano,.diciones aids /brica, 0*1*,Mariano Cub', 2, - -3-,4 Barcelonay .ditorial aids, 01/CF,5e&ensa, 622 - Buenos 1ireshttp788999*paidos*com/0BN7 3:-:2;--323-:5epsito le"al7 B* 4;*43,8,---/mpreso en 1osmsde;atrocidades como las ms recientes, Bosnia o @uanda, y este si"lo se habr acabado* .ste si"lo, como ha dichoChristian 5elacampa"ne, ya no tendr %ue hacer trampas para lleBarse el premio del horror* Como este autor, nocreemos %ue Nlos "randes debates &ilos&icos puedan ser completamente separados del conteCto histrico en %uese han desarrollado* Las dos "uerras mundiales, la reBolucin de 424P, el na#ismo y el comunismo, 1usch9it# eFiroshima, la "uerra &r'a, el &inal de los imperios coloniales, la lucha de los pueblos oprimidos del Iercer Mundoy otros tantos &enmenos demasiado car"ados de consecuencias, en todos los dominios, para %ue una "ran parte dela &iloso&'a contempornea no se haya Bisto a&ectada por ellos, de una &orma u otraO4*Nuestra historia es, desde lue"o, la historia de todo lo %ue de NbuenoO se pretende encerrar ba$o el nombre decivi-lizacin el pro"reso cient'&ico y tecnol"ico, las artes, la literatura, el saber human'stico, etc* ero nuestra historiaes tambin la historia de lo inhumano, la crnica de todo a%uello %ue los hombres, en de&ensa interesada de suspropias ad%uisiciones, hicieron o pretendieron reali#ar, no tanto como serBicio a los dems y para su &elicidad obienestar, sino como elo"io de su propio saber, de su propio poder o de la ima"en soberbia %ue en cada poca sehicieron de s' mismos* .n este sentido, la historia de lo humano, y la concepcin del hombre como ser histrico,implicaaceptar %uenuestrahistoriaes, comoacabamos desu"erir, tambinladel totalitarismo* or%ueeltotalitarismo, mediantelaterribleinBencindeloscamposdeconcentracin, noslointentelNmila"roOdeeCperimentar con la naturale#a humana, sino %ue, como diremos en este libro, rompi con la idea clsica de laciudad como espacio para el aprendi#a$e de la ciBilidad, con la idea de la ciudad como recuerdo or"ani#ado y es-pacio de &ormacin*Cuenta el =nesis %ue unaBe#eCpulsado,tras el asesinatode 1bel, delseno&amiliar,Ca'n &und la primeraciudad* La ciudad %ue construy con sus propias manos podr'a simboli#ar Jcomo ha dicho FliC de 1#)aK el deseode resta>ar con un "esto de soberbia la herida de una eCpulsin percibida como in$usta* ero la construccin de laciudadcainitaeCpresatambinNlainBencindelahistoriaO, ysta, asuBe#, laparticindel hablaenlasm)ltipleslen"uasdeBabel* Fayunasuertedecontinuum entrelainBencindelamuertepor asesinato, lainBencin de la ciudad y el desorden lin"('stico de Babel* Ca'n pudo ser eCpulsado, por asesinato, del orden en el%ue se encontraba,,peroconstruy la primera ciudad, &undandoconellounespacioenel %ue podemosconsolarnoscreyendo%ueBiBimosse")nnuestraspropiasleyes, sindiosesni bestias%uenosBi"ilenonosacechen, y prote"idos tambin en un espacio destinado a or"ani#ar el recuerdo de los muertos, %ui# tambin para&ormar nuestra conciencia de la muerte como destino* ero la pre"unta es si a%uellos otros asesinos Jlos Berdu"osy &uncionarios de la muerte, ciudadanos obedientes de una ley %ue dictaba el asesinatoK han sido de&initiBamenteeCpulsados de nuestras ciudades tras los $uicios de Nurember" o de -Jerusaln*Nuestro libro, !a educacin como acontecimiento tica, de&iende, en este sentido, una suerte de pedagog"a cr"ticadenuestrassociedadesmodernas, lascualesnecesitanolBidarlo%uehaocurridoenel pasadorecienteparaaBan#ar en el cumplimiento de sus eCpectatiBas de pro"reso, y en su Bocacin democrtica, %ue se articula sobreun pasado pla"ado de B'ctimas inocentes* Nuestras sociedades, adems, pretenden ese pro"reso promoBiendo unacultura tecnol"ica para la cual la tecnolo"'a es un sistema omniabarcante y totali#ador* ?na sociedad en la %ueNeducarO constituye una tarea de N&abricacinO del otro con el ob$eto de BolBerlo NcompetenteO para la &uncin ala %ue est destinado, en Be# de entenderla como aco"imiento hospitalario de los recin lle"ados, una prcticatica interesada en la &ormacin de la identidad de los su$etos*?na pedagog"a de la radical novedad no puede, por otra parte, repensar la humanidad de acuerdo con ese Bie$oproyecto ilustrado %ue ci&ra toda la autoridad en la @a#n #$%a-pere aude&' sino %ue busca tomar como punto dere&erencia precisamente el deshecho de la (lustracin, sus m)rgenes y sus v"ctimas.or eso una peda"o"'a de laradical noBedad es una peda"o"'a de la eCterioridad y de la alteridad Jes decir, una peda"o"'a %ue presta atencina lo %ue se coloca &uera de la l"ica del sistemaK y, por esta ra#n, para una peda"o"'a de la radical noBedad, laeducacin es un acontecimiento tico, por%ue en la relacin educatiBa, el rostro del otro irrumpe ms all de todocontrato y de toda reciprocidad* ara nuestra propuesta peda""ica,la relacin con el otro no es una relacincontractual o ne"ociada, no es una relacin de dominacin ni de poder, sino de acogimiento. .s una relacin ticabasada en una nueBa idea de responsabilidad..s una peda"o"'a %ue reconoce %ue la hospitalidad precede a lapropiedad, por%ue %uien pretende aco"er a otro ha sido antes aco"ido por la morada %ue l mismo habita y %uecree poseer como al"o suyo*4 5elacampa"ne, C*, Historia de la filosof"a en d siglo **, Barcelona, en'nsula, 4222, p"* 46*, 1#)a, ., !a invencin de +a"n, Madrid, 1l&a"uara, 4222, p"s* ,;-,:*:.l principal reto de la educacin como acontecimiento tico es, as', pensar y crear un mundo no totalitario* Q patacrear ypensar unmundoas' esnecesarioconsiderar lapeda"o"'acomounapeda"o"'adelnacimiento,delcomienzo y de la esperanza. 5el nacimiento, por%ue la educacin tiene %ue Ber con el trato con los %ue acaban delle"ar a nuestro mundo Jlos recin nacidosK a%uellos %ue eCpresan la idea de una radical alteridad %ue se escapa anuestros poderes* 5elcomienzo,por%ue la educacin es una accin, lo %ue si"ni&ica %ue de la persona &ormadacabe esperar lo in&initamente improbable e impreBisible, es decir, el Berdadero inicio y la sorpresa, el comien#o detodo* Q de la esperanza, por%ue todo lo %ue nace tiene ese duro deseo de durar %ue es a&'n a %uien est lleno detiempo, untiempotensadoentreel pasadoyel puroporBenir* Fablaremos, pues, deunapedagog"apoticaJpor%ue educar es crear, %ue no &abricar o producir, la Berdadera noBedadK y de una peda"o"'a utpica.0in embar"o, una propuesta de estas caracter'sticas, para ser comprendida adecuadamente en todos sus trminos,re%uierelleBar acaboal"unasre&leCionesrelacionadasconel modoen%uesehaorientadolaprcticadelpensamiento y la actiBidad &ilos&ica en la modernidad* .n concreto, en esta introduccin nos Bamos a re&erir ados cuestiones %ue sern centrales en el resto de los cap'tulos7 la &ormacin de laidentidad y la educacin de lamemoria..l ser humano es un ser contin"ente7 nacemos, BiBimos, nos enamoramos, nos desenamoramos, en&ermamos, noscuramos y, al &inal, siempremorimos* Node$aderesultar, enconsecuencia, curioso%ueunodelosras"oscaracter'sticos de la &iloso&'a occidental sea la ocultacin de la muerte* La &iloso&'a ha rodeado a la muerte de unaniebla* 0implemente nohaymuerte* .l 0er, el alma, el 1bsoluto, nomueren* La&iloso&'a, escribiFran#@osen#9ei", Npretende haber sumido a la muerte en la noche de la nada, pero no ha podido romperle su Benenosoa"ui$n, y la an"ustia del hombre %ue tiembla ante la picadura de este a"ui$n desmiente siempre acerbamente lamentira piadosa, compasiBa, de la &iloso&'aO*; ero la muerte nos hace )nicos e insustituibles* 0lo el su$eto sin-"ular puede morir* or lo tanto, olBidar la muerte supone R apartar la mirada de uno de los aspectos constitutiBosde la naturale#a humana, de la contin"encia, un aspecto %ue DinsistimosD nos hace )nicos e insustituibles*1hora bien, el si"loCCha sidorotopor unacontecimiento%ue nos obli"a a repensarlotodo, inclusolacontin"encia humana7Ausch,itz.1usch9it# no es solamente el nombre de uno de los campos de concentracinms importantes del r"imen na#i en la 0e"unda =uerra Mundial* 1usch9it# es el s"mbolo del mal radical, deleCterminiomsabsoluto, delacrueldadsinl'mites*1usch9it#esel in&iernoenlatierra*1usch9it#cambiaradicalmentenuestraBisindel "nerohumano, delacultura, del pensamiento, delaeducacin* *1horalapre"unta no es la clsica %ue &ormul Lant7 E%u es el hombreG, sino E%u es el hombre despus de Ausch,itz-,5espus de 1usch9it#, podemos decir %ue la sin"ularidad de la sub$etiBidad humana aparece como indiscutible*No se muere en 1usch9it#* Cada muerte en 1usch9it# es )nica e irrepetible, cada su&rimiento, el su&rimiento deun rostro y, por ello, tambin cada identidad &rustrada, cada bio"ra&'a no escrita, es la bio"ra&'a de al"uien, de unhombre, de una mu$er, de un ni>o, %ue ten'an un nombre propio y %ue se conBirtieron en una ci&ra, en un n)mero,al entrar en el campo de concentracin* .n este sentido, el recuerdo de 1usch9it# Dun recuerdo %ue no hemosBiBido personalmente, pero %ue tenemos la obli"acin de recordarD, nos hace pensar en la sin"ularidad como laprohibicin de comparar* 5espus de 1usch9it#, el su$eto Dla identidad humanaD, se constituye como respuestaa la pre"unta .uin sufre- y no como respuesta al interro"ante .uin habla o razona- ta autoridad del su&ri-mientoJenBe#delaautoridaddela@a#nKseconBierteenel principiodeindiBiduacin, enel $uiciodelahistoria*:5esde el recuerdo no perBertido del Folocausto y la tra"edia de este si"lo es posible decir NnoO a lahistoria cient'&ica u ob$etiBa, a la &acticidad, a la pastosidad de los hechos*or eso podemos decir %ue la sub/etividad se conBierte n sub/etividad humana,no solamente cuando el su$etoindiBidual es capa# de decidir cmo debe ser y cmo orientar su Bida, sino tambin cuando es capa# de dar cuenta,adems, delaBidadel otro, cuandorespondedel otro, desusu&rimientoydesumuerte* .stadecisinDresponder del otroD, no se basa en un principio de autonom'a o de libertad personal, sino de responsabilidad* Ladecisin es heternoma depende de una responsabilidad radical y ori"inaria* %lo siendo responsables del 0tro,de su vida y de su muerte, de su gozo y de su sufrimiento, accedemos a la humanidad. or eso la pre"unta tica noes NE%u es el hombreGO sino dnde est) tu hermano- J=en* 1, 2-4-K* Q la respuesta inhumana ser'a7 NNo soy el"uardin de mi hermanoO* NEor %u he de sentirme responsable en presencia del rostroGO Ial es la respuesta deCa'n cuando 5ios le pre"unta dnde est su hermano* .n la respuesta de Ca'n, el rostro del Atro se toma por unaima"en entre otras im"enes* La palabra de 5ios, inscrita en el @ostro, es i"norada* No hemos de interpretar larespuesta de Ca'n como si l se burlara de 5ios, o como si respondiera como un ni>o7 NNo he sido yo, sino otroO*La respuesta de Ca'n es sincera* .s una respuesta en la %ue )nicamente &alta la tica* 0lo hay ontolo"'a7 NQo soy; @osen#9ei", ., !a estrella de la 2edencin. 0alamanca* 0i")eme, 422P, p"s* ::-:6*: Met#* J* B*, N1namnetische Sernun&tO, en 3,ischenbetrachtungen.. lm 4rozess der Aufklarung. Franc&ort* 0uhrTamp, 4232*p"* P;P*6yo* Hl es lO* 0omos seres ontol"i-camente separados*66.n su 5e otro modo .ue ser o m)s all) de la esencia,.mmanuel LeBinas dir %ue la pre"unta NEpor %u me concierne el otroGO JNEacaso soy yo el "uardin de mi her -manoGOK slo tiene sentido Nsi se ha supuesto ya %ue el yo slo tiene cuidado de s', slo es cuidado de s'* .ne&ecto, en tal hiptesis resulta incomprensible el absoluto &uera-de-m', el Atro %ue me concierneO*U ara LeBinas,yo soy rehn del otro antes .ue ser yo,soy responsabilidad antes %ue libertad* or lo tanto, la eCpresin ticanunca puede ser7 NQo soy yo y l es lO, sino Nyo soy t) cuando yo soy yoO Jcomo escribi el poe ta aul CelanK*LeBinas, pues, Ba ms le$os %ue @osenr9ei", %ue no BiBi lo su&iciente como para conocer los horrores de loscampos de concentracin* ara ste, &rente a la NtotalidadO %ue supone la "uerra y la amena#a de la muerte en loscampos de batalla de larimera=uerra Mundial,el su$etoa)nse puede salBarreple"ndose sobres' mismo,cuidando de s'* ara LeBinas, en cambio, el su$eto es su$eto humano, tico, en la obertura al otro, en la respuesta ala demanda del otro, en la responsabilidad hacia su Bida y su muerte*ara @osen#9ei" este lu"ar desde donde en&rentarnos a la Iotalidad, al 0istema, al 0er, es el Qo, el lu"ar de lairreductible sin"ularidad, pero esto es precisamente lo %ue LeBinas no admite* La NeCterioridadO es $ustamente lo%ue se halla &uera de la Iotalidad, NeCterioridadO %ue LeBinas llama infinito, inspirndose en un clebre pasa$e delas6editaciones metaf"sicasde5escartes* 5espus de1usch9it#, lasub$etiBidadse&V &ormaapartir delaalteridad radical, del otro %ue sucumbi B'ctima del Folocausto, de la memoria %ue nos ha sido le"ada a traBs deloslibros delrecuerdo*Precisamente,mediante elrecuerdo de lo%uenohemoseCperimentado directamente,pero %ue podemos reconstruir a traBs de las crnicas %ue nos han lle"ado, se puederomper la historia y mostrar%ue los derechos de los vencidos si"uen Bi"entes*ara el pueblo $ud'o, el pasado es un recuerdo %ue siempre se encuentra a la misma distancia* or eso es posibleBiBir la eCperiencia de un pasado del %ue no se ha tenido eCperiencia directa* Como ha escrito Fran# @osen#9ei"en !a estrella de la 2edencin, para el $ud'o Nel recuerdo histrico no es nin")n punto &i$o en el pasado %ue estcada a>o un a>o ms pasado, sino %ue es un recuerdo siempre i"ual de cercano, %ue propiamente no ha pasado,,sino%ueesrecuerdoeternamentepresente* CadaunoenparticularJsi"ue@osen#9ei"KdebeBerlasalidade."ipto como si l mismo hubiera participado en ellaO*3?na cultura y una sub$etiBidad amnsica es cmplice de los Berdu"os, de los Bencedores de la historiadlo hay,despus de 1usch9it#, lu"ar si%uiera para la ra#n comunicatiBa %ue no ten"a presente una razn anamntica,unara#nbasadaenlacapacidadderecordar*arasta, yadi&erenciadelacomunicatiBa, losrecuerdosnopuedensolamenteaBiBar los discursos, sinotambininterrumpirlos ydisiparlos*2 Nuestraticademocrticacontempornea, asentadaenesara#ncomunicatiBa, node$apasoalara#nanamntica, alamemoriayalrecuerdo como rememoracin y como conmemoracin inspirada, no en la Ben"an#a, sino en una nueBaR teor'a dela $usticia*La historia de la cultura, de la &iloso&'a y de la ciencia occidental es la historia del desarrollo de un logos %ue no secontempla ms %ue a s' mismo* 5e 7onia a 7ena, de arm-nides a Fe"el, se halla oculto un presupuesto, el de lapensa-bilidad e inteli"ibilidad del mundo* or eso escribe @osen#9ei" %ue Nla unidad del pensamiento es la %uea%u', en la a&irmacin de la totalidad del mundo, impone sus derechos a la pluralidad del saber* La unidad dellogos &unda la unidad del mundo como una totalidad* W***X or ello, una rebelin con buen Cito contra la totalidaddel mundo si"ni&ica al mismo tiempo ne"ar la unidad del pensamientoO*4- La idea de la totalidad del pensamientooccidental, %ue "ira alrededor de la cate"or'a de lo Mismo y %ue se impone como )nico y como ne"acin de lapluralidadydeladi&erencia, lareco"eLeBinas ensuobra8otalidadeinfinito.araLeBinas, la&iloso&'aoccidental ha sido muy a menudo una antolog"a,esto es,una reduccin de lo 0tro a lo 6ismo.rimado de loMismo %ue tiene lu"ar tambin en la mayutica socrtica hasta lle"ar, incluso ms all de Fe"el, a la ontolo"'a deFeide""er* La ontolo"'a es una N&iloso&'a del poderO por%ue no cuestiona el imperialismo de lo Mismo* or eso laontolo"'a es una &iloso&'a de la in$usticia, por%ue la $usticia slo puede aparecer como deriBada de laausencia8presencia del Atro, por%ue la $usticia tica es una $usticia %ue cede el paso a la alteridad* or lo tanto,para LeBinas el pensamiento de Feide""er es un pensamiento imperialista, una Ntiran'aO*446 LeBinas, .7, 9ntre nosotros, Salencia, re-IeCtos, 422;, p"* 4;U*U LeBinas, .** 5e otro modo .ue ser o m)s all) de la esencia,M0alamanca, 0i")eme, 423P, p"* 43P*P * N1 traBs de documentos y por medio de la prueba documental, el historiador se somete a lo %ue en determinado momentosucedi* Iiene una deuda conel pasado, una deuda de reconocimientoconlos muertos %uehacendel undeudorinsolBente*OW@icoeur, *, N.l tiempocontadoO,2evistade 0ccidente,nM PU, Madrid, 423P, p"* 6;*X Sase ademsYieBiorTa, 1* y MiborsTi, /*,!es livres du souvenir,ar's, =allimard,423;Z Qerushalmi,Q* F*,3akhor. Histoire fuive etmmoire /uive, ar's, =allimard, 423:*3 @osen#9ei", ., !a estrella de la 2edencin, 0alamanca, 0i")eme, 422P, p"s* ;U4-;U,*2 Met#, J* B*, 9sperar a pesar de todo, Madrid, Irotta, 422U, p"* :,*4- @osen#9ei", @, !a estrella de la 2edencin, ed* cit*, 422P, p"* 6,*44 LeBinas, .* J422PK7 8otalidad e infinito. 9nsayo sobre la e*terioridad, 0alamanca, 0i")eme, p"* P-*U5espus de 1usch9it# la historia se ha .uebrado.Qa no podemos pensar como antes, ya no podemos ser comoantes, ya no podemos BiBir como antes, ya no podemos educar como antes. 1hora es ur"ente pensar lo Atro delconcepto, laalteridadradical* or lotanto, despusde1usch9it#ya noessu&icienteconunaconstruccinNsocialO de la sub$etiBidad* 5espus de 1usch9it#, la sub$etiBidad se &orma tambin anamnticamente. 0omos lo%uerecordamos* 5eah' %ueel &ilso&oaul @icoeur distin"aentreNima"inacinOyNmemoriaO* 1mbas sere&ierenaNcosasausentesO, peromientras%uelaprimerahacere&erenciaalmbitodeloposible, lase"undasiempre se encuentra Binculada Ncon lo %ue Berdaderamente sucediO* La &ormacin anamntica de lasub$etiBidad consiste en darse cuenta de %ue no hay Berdadera realidad, ni posibilidad de N$usticiaO, sin restitucinde lo %ue ha tenido lu"ar* La ima"inacin no necesita %uedar inscrita en la huella del tiempo, pero la memoria s'*4,0i es cierto %ue la cuestin de la identidad "ira alrededor de la pre"unta NE%uin soyGO, y para contestarla necesitonarrar o contar una historia J1rendt8@icoeurK, tambin es Berdad %ue despus de 1usch9it# ia pre"unta por laidentidad es inevitablemente una pregunta tico: ?na pre"unta tica para cuya respuesta no me puedo remitir a lara#n pura prctica* La ra#n prctica es la %ue indica lo %ue se debe hacer a%u' y ahora* ero larazn pr)cticanopuede, despusdeAusch,itz, serpura.Iodolocontrario, sedebebasarenlae*periencia,peronoenlaeCperiencia %ue yo personalmente he BiBido, sino en la eCperiencia de a%uellos %ue, por centrarlo en el tema %uenos ocupa, BiBieronel Folocaustoy%uesucumbieronB'ctimas del* Lara#n, despus de1usch9it#, esNimpuraO por%ue est comprometida con la eCperiencia de los Bencidos* .l relato de mi identidad no puedo edi&i -carlosobreelBac'o, osobrelasolaima"inacin, sinosobreelrecuerdo* oreso, la&ormacindebeserunaformacin anamntica..l hombre es, por de pronto, memoria, un ser capa# de recordar selectiBamente* .l conocimiento del pasado satis-&ace, en primer trmino, la necesidad humana &undamental de comprender, de or"ani#ar el mundo y de dar sentidoal caos de acontecimientos %ue en l se proBocan* .stamos hechos de pasado, y BolBerlo inteli"ible es tambintratar de conocernos me$or*4;La memoria, se")n eCplica Jean-ierre Sernant, representa la pro"resiBa con%uista por parte del hombre de supasadoindiBidual, delmismomodo%uelahistoriaconstituyeparael "ruposociallacon%uistadesupasadocolectiBo* Constituye, en esencia, una &uncin muy elaborada %ue se re&iere a importantes cate"or'as psicol"icas,como el tiempo y el yo.;1.s si"ni&icatiBoconsiderar %ue, desdeel puntodeBistadelamitolo"'a"rie"a, comorelataFes'odoenla8eogonia,lamemoria,6nemosyne,hermanadeCronosyAcanosymadredelasmusas, presidala&uncinpotica* Lapoes'aconstituye unadelas &ormas t'picas deNposesinOyel NdelirioOdiBinos, el estadodeNentusiasmoO* ose'do por las musas, y ba$o el don de 6nemosyne, el poeta es el intrprete del pasado* .l saber%ue al poeta le dispensa 6nemosyne es al"o as' como una omnisciencia adiBinatoria %ue le permite cantar y contartodo lo %ue ha sido y ser* .l poeta inspirado por la memoria J%ue, insistamos en ello, para el pensamiento m'ti co"rie"o es una diosa, a la %ue hay, por tanto, %ue NidolatrarOK se orienta del lado del pasado* 1s', la memoria delpoeta narra lo %ue aconteci* ero no se trata tanto de un relato sobre lo %ue al mismo poeta le ocurri, como de lanarracin del pasado del tiempo ori"inal, del tiempo m'tico, de la edad heroica o primordial* or la memoria, elpoeta puede relatar los acontecimientos del pasado por%ue tiene el poder de estar en el pasado o, dicho de otromodo, de hacer presente lo pasado, de hacer presente lo ausente. 0e")n esto, acordarse, saber y Ber son trminos%ue se corresponden en cierto modo*0e")n esto, la &uncin de la memoria consiste en desBelar el pasado como &uente del presente* @emontndosehastaesepasado, larememoracinbuscaalcan#ar el &ondomismodel ser, descubrir el ori"inal, larealidadprimordial dela%uehasalidoel cosmosy%uepermiteentenderel deBenirensucon$unto* .secursonosedesarrolla, sinembar"o, se")nuntiempo)nico* Nohaytantocronolo"'acomo genealog"as..l tiempoestincluido enlas relacionesde &iliaciny cada "eneracin tiene su propio tiempo, su propiaedady ordenacinespec'&ica*La memoria, pues, tiende un puente entre el pasado y el presente, desde el propio instante actual, entre el mundode los muertos y el de los BiBos* La memoria, como puente temporal, es interpretatiBa, y por eso su &uncin esre&leCiBa* Ator"aelpriBile"io, alpoeta, deponerseencontactoconesemsall%ueeseltiempopasado, eltiempo en el %ue se encuentran los %ue en el presente ya no estn* or eso la narracin es el recurso del %ue-dispone la memoria para contar la historia de los %ue se &ueron* 1s', como dice Claudio Ma"ris en6icrocosmosNNarrar es "uerrilla contra el olBido y conniBencia con lZ si la muerte no eCistiera, tal Be#* nadie relatar'a nada*4, @icoeur, *, Naul @icoeur7 memoria, olBido, melancol'aO, 2evista de 0ccidente, n[ 423, Madrid, 422P, p"* 4-P*4; Sase IodoroB, I*, 9l /ard"n imperfecto. !uces y sombras del pensamiento humanista, Barcelona, aids, 4222, p"* ;42*4: 0e"uimos a%u' a Semant, J*-@, 6ito y pensamiento en la a un cierto ries"o de idolatr'a, es decir, %ue lamemoriasiemprecorreelpeli"ro%ueconlleBatodamusei#acindelpasadoZybK%ueela&nderecuerdoess'ntomadeunasuertedeadmiracin, Beneracinydepensamientoagradecido%ue%ui#noser'adeseableeliminar de las comunidades y de los indiBiduos* .l cultiBo de la memoria y del recuerdo nos acerca a los otros,permitindonos ir ms all de nuestro yo silencioso, y descubrir as' la radical alteridad del 0tro en tanto %ue otroG5entro del marco eCplicatiBo "rie"o, la memoria est relacionada con una suerte de pensamiento m'tico, es decir,se Bincula al tiempo m'tico, al tiempo %ue determina el ori"en de todo* 1un%ue el concepto de NmitoO es muycomple$o, como ha se>alado Llu's 5uch, no es desacertado relacionar las ideas de NmitoO y NnarracinO y a&irmar%ue la tendencia humana hacia la narracin procede del hecho de %ue, me$or %ue las representaciones discursiBas,lasnarracionesylosrelatoseCpresanmsplsticamentelaBerdaddelaBida*4U.l mitoes, as', unrelatoonarracin7.l relato, o el mito, es una palabra %ue se opone a al"o, una palabra rompedora, reBolucionaria, %ue sacude J***K La narra cinJcuyo "nero por eCcelencia es la noBelaK tiene, en est sentido, al"o de &emenino7 es una palabra %ue abre, %ue hac nacer yrenacer***4PLa insercin de la memoria en una estructura de pensamiento m'tico Jen el sentido breBemente per&iladoK nospermite conectar memoria y narracin* @ecordar lo pasado es, as', obli"arse a narrarlo, elaborar un relato* or lomismo, pensar lo pasado es contarlo, pensar narratiBamente* 0e trata del Narte del narradorO, del cual habl conlucide# Yalter Ben$am'n*43ara Ben$am'n, con el ascenso de la noBela y el imperio de la in&ormacin comien#a el ocaso del arte de narrar yde transmitir eCperiencias memorables* .l narrador, dice, toma lo %ue narra de la eCperiencia, la suya propia o latransmitida* Q lo narrado se torna eCperiencia en los %ue escuchan* La noBela, en cambio, tiene como cmara denacimiento el indiBiduo aislado ensusoledad, %ue Nse ha se"re"adoO, anota Ben$am'n* or suparte, lain&ormacin eCi"e eCplicacin y una pronta Beri&icabilidad* .n la narracin esto no es primordial7 la in&ormacinslo BiBe en el instante en %ue es nueBa, carece de durabilidad, pero la narracin es, por esencia, lo %ue debe durary BolBer a contarse por otros* Narrar historias es el arte de se"uir contndolas, y el arte de narrar se pierde si nohay capacidad para retenerlas y transmitirlas de memoria*5e nueBo, pues, la relacin entre narracin y memoria* La narracin conduce a la memoria del %ue escucha atraBs de la apertura de ste, y "racias al es&uer#o %ue pon"a el %ue atiende por olBidarse de s' mismo, es decir,por deponer su yo7 NCuanto ms olBidado de s' mismo est el escucha, tanto ms pro&undamente se impre"na sumemoria de lo o'doO*420e")n el es%uema de Ben$am'n, la memoria, asociada al don de narrar, tiene %ue Ber con la historia, en Be# de conel mito* 5e hecho, Ben$am'n aconse$a oponerse Jcon astucia e insolenciaK a las &uer#as del mundo m'tico* 5e todolo dicho, se pueden eCtraer al"unas conclusiones* .n primer lu"ar, %ue la memoria del pasado es una &uncinpotica, o dicho de otro modo7 %ue el poeta es el ms apto para narrar lo %ue ocurri en el pasado* .n se"undotrmino, %ue esa &uncin del poeta se re&iere no a un pasado cual%uiera, sino a un pasado re&erido a otros, losmuertos* .stas ideas son importantes, por lo %ue se re&iere a ese pasado reciente de nuestra historia sobre el cuallos poetas cuentan y cantan lo su&rido por las B'ctimas del e$ercicio totalitario* 1%u' alcan#a su mCimo sentido la&uncin educatiBa del poeta, de un poeta como aul Celan, o de un alma potica como la de @uth Ll("er,,- ambosB'ctimas y, al mismo tiempo, superBiBientes de los campos de concentracin*La memoria del poeta contribuye a recuperar, y esto s' %ue es &undamental, la historia desde el punto de Bista, node la ciencia, sino de la rememoracin y del recuerdo, lo %ue hace %ue la poetisa y escritora canadiense 1nneMichaels di"a lo si"uiente7La historia es amoral7 sucedieron hechos* ero la memoria es moralZ lo %ue recordamos conscientemente es lo %ue recuerdanuestra conciencia* La historia es el 8otenbuch, el Libro de los Muertos, recopilados por los administradores de los campos*46 Ma"ris, C*, 6icrocosmos, Barcelona, 1na"rama, 4222, p"* ,:3*4USase 5uch, LL,6ito, interpretacin y cultura,Barcelona, Ferder, 4223* p"* 4U6* Sase tambin Jamme, C*,(ntroduccin a la filosof"a del mito, Barcelona, aids, 4223*4P AuaTnin, M*-1*, N.l 5ios de los $ud'osO, en !a historia m)s bella de 5ios, Barcelona, 1na"rama, 4223, p"s* P3-P2*43 Ben$am'n, Y*, N.l narradorO, en (luminaciones, /S, Madrid, Iau-rus, 4223, p"s* 444-4;:*42 Ben$am'n, Y*, N.l narradorO, ed* cit, 4223, p"* 443*,-Sase el relato de su estancia en los campos de concentracin, y sus poemas, en Ll("er, @*, %eguir viviendo,Barcelona,=alaCia* =utember"-C'rculo de Lectores, 422P*3La memoria es el 6emorbuch,los nombres de a%uellos por los %ue se debe "uardar lutoR le'dos en Bo# alta en la sina"o"a,unapalabra, unlu"ar, la&oto"ra&'adeunamonta>ade#apatos* orel amor%uecierralabocaantesdepronunciarunnombre*,4Ll("er, en su relato de su estancia en Barios campos de concentracin, se pre"unta en %u consiste ese consuelo dela Bersi&icacin, esa prctica habitual en muchos, en su per'odo de concentracin, de recitar de memoria los Bersosanta>o aprendidos* Lo de menos era el contenido de los Bersos recitados de memoria* La cuestin, dice Ll("er,era la &orma como tal, Nel len"ua$e sometido a la disciplina del BersoO,,, el hecho de pasar poticamente el tiempo%ue conduce a la muerte y al eCterminio* 0e trataba, %ui#, de oponer la Bida Jla Bida insertada en poes'aK a lamuerte prescrita, un canto de esperan#a y libertad, a pesar de todo, en medio de Buchen9ald7 NAh Buchen9ald, ninos %ue$amos ni nos lamentamos,8 por amar"a %ue sea nuestra suerte8 %ueremos pese a todo decir Ms'M a la Bida,8pues lle"ar un d'a en %ue seremos libresO*,;5esde este punto de Bista, la conocida prohibicin de Iheodor 1dorno de escribir poes'a de, sobre y despus de1usch9it# %ui# se pueda aplicar a %uienes pueden prescindir del len"ua$e potico para mantenerseps'%uicamente a &lote* 0i la alternatiBa a la poes'a es la )nica eCi"encia de Nin&ormarO a traBs de documentosob$etiBos, entonces tenemos %ue BolBer a Ben$am'n y decir7 la in&ormacin sobre el mal y el horror de este si"lono permite transmitir eCperiencias memorables, no hace memoria ni la educa* or el contrario, como dice Ll("er7Las poes'as son una &orma determinada de cr'tica de la Bida y podr'an ayudarles a comprender* Eor %u no Ban a tenerderecho a ellasG EQ %u es ese Ntener derechoO, ese NdeberOG E.s de orden moral, reli"iosoG E1l serBicio de %u intereses es-tG J***K !uien %uiere acercarse, con la mente y el cora#n, a lo sucedido, interpretaciones de los hechos* Los hechos por s' so-los no bastan*,:.l pasado es, en resumen, ob$eto de un aprendi#a$e cuyo tema somos nosotros mismos* Ioda teor'a de la cultura JyelestudiodelaeducacinesinBiablesinuna&iloso&'adelacultura, comohemosdichoKeCi"e, portanto, lare&erencia a la memoria como &orma del conocimiento de lo humano* Nor lo mismo, no es posible una educacin%ue no ten"a como punto de re&erencia el recuerdo y, $unto a ello, el compromiso por asentar la construccin de lasociedad en una cultura anamntica, una cultura de la memoria*1l"unos autores se han re&erido a las comunidades de memoria, %ue ser'an a%uellas comunidades %ue posee unahistoria y %ue no olBidan su pasado7Con el &in de no olBidar su pasado Jescriben Bellah y sus colaboradoresK, una comunidad tiene %ue BolBer a contar su historia,su narratiBa constitutiBa, y al hacerlo o&rece e$emplos de los hombres y mu$eres %ue han encarnado e ilustrado el sentido de lacomunidad* .stosrelatos delahistoriacolectiBaeindiBiduose$emplares &ormanunapartedelatradicin%ueestan&undamental para una comunidad de memoria*,6?na cultura basada en la &ormacin de la memoria es particularmente pertinente en lo %ue se re&iere a la educacintica y pol'tica de los ciudadanos, pero a condicin de %ue ese e$ercicio de la memoria no se perBierta, como haar"umentado 5ominicT LaCapra en un interesante estudio sobre la historia y la memoria despus de 1usch9it#7.n al"unas de sus &ormas, la preocupacin por la memoria Jdice este autorK puede indicar un &racaso de &ormacin de laBoluntad y en la atencin a las necesidades del presente y la orientacin al &uturo*,U5el pasado podemos NhuirO o NaprenderO* ero si ele"imos esta se"unda opcin, ese aprendi#a$e %ui# deba seruno %ue se base en una memoria e/emplar, es decir, una memoria capa# de retener lo ocurrido Jespecialmente lomas dramtico de la historiaK para impedir su repeticin*,PNo se trata, como dec'amos antes, de recordar paraencontrar una oportunidad de Ben"an#a, sino de recordar para hacer $usticia, cuidar del presente y ase"urar unporBenir me$or* .n cual%uier caso, el primer traba$o de una cultura de la memoria tiene %ue consistir Jcomo hadicho eter @eichei en su estudio!=Allemagne et sa mmoire'en no con&undir una Boluntad actiBa deconmemoracindelabanali#acindel recuerdoatraBsdelamusei#acindel pasado*,31dems, aun%uelos,4 \Stichaels, 1*, 4iezas zn fuga, Madrid, 1l&a"uara, 4223, p"* ,:*,, * iBl("er, @** %eguir viviendo, ed* cit, 4223, p"s* 4,6-4,U*,; tb'd*, p"* 4,P*,: /b'd*, p"* 4,2*,6 Bellah, @*, H)bitos del corazn, Madrid, 1lian#a, 4232, p"* ,-;*,U LaCapra, 5*, History and 6emory after Ausch,i"z, /thaca, Comet' ?niBersity ress, 4223, p"* 3*,P Sase IodoroB, I*,!es abus de la mmoire. ar's, 1rla, 422P Jtrad* cast*7 !os abusos de la memoria, Barcelona, aids*,---K*,3 Sase @eichei, *, !=Allemagne et sa mmoire, ar's, Adile Jacob, 4223, p"s* 44 y si"s*2hechos acaecidos son imborrables Jy no pueden, por tanto, deshacerseK el sentido de lo %ue pas no est &i$ado deuna Be# por todas* .n su carcter interpretatiBo y re&leCiBo, la memoria del pasado contribuye precisamente a re-&ormular el sentido %ue los acontecimientos ocurridos tienen para el presente*, .sto ya lo mostr muy bien Marcelroust*5esdeestepuntodeBista, memoriayolBido"uardanentres' unaestrecharelacin, enel sentidode%uelade&inicindel olBido, comoprdidadel recuerdo, seconstituyeenuncomponentedelamemoria* .namboscasos, adems, hay %ue hacer una cierta labor de seleccin* Ms todaB'a7 si no seleccionsemos nuestros recuerdosJes decir, si no aprendisemos a olBidarK nuestra memoria %uedar'a saturada* or eso el olBido es como la &uer#aBiBa de la memoria, la %ue hace %ue la memoria se sanee en cierto modo* .n este sentido, por tanto, el deber derecordarciertosacontecimientosnopuedesera$enoaundeberparalelodelolBido* !uienesestnsobretodosu$etos a ese deber de la memoria son %uienes no han sido testi"os directos de los acontecimientos dramticos %uese deben recordarZ las B'ctimas no necesitan %ue se les recuerde lo %ue padecieron* or tanto, como escribe Marc1u"7.l deber de la memoria es el deber de los descendientes y tiene dos aspectos7 el recuerdo y la Bi"ilancia* La Bi"ilancia es laactuali#acin del recuerdo, el es&uer#o por ima"inar en el presente lo %ue se podr'a seme$ar al pasado, o me$or J***K por re-cordar el pasado como un presente,BolBer a l para reencontrar en las banalidades de la mediocridad ordinaria la &ormahorrible de lo innombrable*,2Como BiBimos siempre en un presente, el olBido ayuda a deBolBrnoslo cuando recordamos el pasado* Con ello,como &uer#a BiBa de la memoria, es decir, como dispositiBo %ue permite %ue la memoria se ha"a e$emplar y seconBierta en $usticia, en Be# de en Ben"an#a, el olBido nos &acilita el porBenir, para BiBir el inicio, para poderactuar, y nos conecta con el instante*;-Lo %ue di&erencia a la memoria de una catica yuCtaposicin de &ra"mentos es %ue la memoria tiene sentido,esdecir, re%uiere o impone un cierto orden, una or"ani#acin* 1s', tanto la memoria indiBidual como la memoriacolectiBa necesita su$etos, ar"umentos, etapas, desenlaces* Adichoconotras palabras, la memoria es unanarracin %ue no se produce en el Bac'o* .n su con&i"uracin narratiBa, la memoria nos a&ecta, no nos de$a i"ual,y por eso la memoria crea identidad, ilumina, esclarece, pero tambin desconstruye y rompe es%uemasZ 0u poder,no obstante, es muy &r"il* or%ue la actiBidad del recuerdo no se dispara siempre %ue nos lo proponemos* Iiene%ue haber habido una eCperiencia, un acontecimiento en nuestras Bidas*;4 .ntonces el recuerdo del pasado Biene anosotros, pero de la ruano de sensaciones, de sabores, de aromas* Marcel roust describi muy bien este aspectoen el &amoso episodio de la ma"dalena, en cuyo anlisis no nos podemos detener ahora* !uienes han pasado pordeterminadas eCperiencias dramticas Jpor e$emplo, %uienes sobreBiBieron a los campos de concentracinK sabenmuy bien de %u se trata* 1nne Michaels describe ma"istralmente este &enmeno en su noBela 4iezas en fuga.l pasado sombr'o tiene la &orma de todas las cosas %ue nunca ocurrieron* /nBisible, derrite el presente como la lluBia a traBsde la piedra cali#a* ?na bio"ra&'a de la nostal"ia* Nos "u'a como el ma"netismo, un trculo del esp'ritu* 1s' es como uno serompe por un olor, una palabra, un lu"ar, la &oto"ra&'a de una monta>a de #apatos* or el amor %ue cierra la boca antes depronunciar un nombre*;,.s importante, por )ltimo, tener presente %ue, como se>ala 5aniel L* 0chacter, el traba$o de la memoria no consis-te en traernos a la mente la &oto"ra&'a de los acontecimientos del pasado archiBados ob$etiBamente, sino ms bienen BolBer a captar el si"ni&icado, el sentido y las emociones a las %ue dichas eCperiencias o acontecimientos seasociaron entonces* Los recuerdos son re"istros de cmo hemos BiBido esos acontecimientos, no rplicas de losacontecimientosens'* .sosi"ni&ica%uela&ormacindelamemoriaesimpor tantedesdeel puntodeBistaemocional7 tiene relacin con una educacin sentimental*;;La respuesta a la pre"unta NE%u debo hacerGO es un imperatiBo7 N\No puedo olBidar]O* Q no se puede olBidarpor%ue no est en mis manos la decisin del olBido, precisamente por%ue la identidad autnoma Dcomo Beremosms adelanteD slo se puede eri"ir sobre la base de una heteronom"a radical. NLa sub$etiBidad, escribe LeBinas,en cuanto responsable, es una sub$etiBidad %ue est en principio sometidaZ en cierto modo, la heteronom'a es a%u',2 1u"e, M*, !as formas del olvido, Barcelona, =edisa, 4223, p"* 4-,*;- La relacin entre memoria, comprensin, olBido y perdn, respecto a estos temas, es muy controBertida y comple$a* uedeconsultarse,entre lo ms si"ni&icatiBo,y desde Barias perspectiBas,lo si"uiente7 @icoeur, *, N.lolBido y el perdnO,en!ecturadel tiempopasado,Madrid, ?niBersal 1utnoma de Madrid, 4222, p"s* 6;-U2Z JanTlBich*S*,9l perdn,Barcelona, 0eiCBarral, 4222*;4 Falb9achs, M*, !a mmoire collecrive, ar's, 1lb'n Michel, 422P, p"s* 2P y si"s*;, Michaels, 1*, 4iezas en fuga, ed* cit*, 4233, p"* ,:*;; 0chacter, 5* L*, 9n busca de la memoria. 9l cerebro, la mente y el pasado, Barcelona* =rupo ^eta* 4222, p"s* 46-;4*4-ms &uerte %ue la autonom'a*O;: A, en otras palabras, Nel rostro del pr$imo si"ni&ica para m' una responsabilidadirrecusable %ue antecede a todo consentimiento libre, a todo pacto, a todo contratoO*;6No es el su$eto libre y autnomo el %ue se hace a s' mismo la pre"unta NE%u debo hacerGO, sino la Bo# del Atro,la demanda, la apelacin de la alteridad la %ue me llama a la responsabilidad, a la imposibilidad tica del olvido.No olBidar el "ran acontecimiento es el deber, el nueBo imperatiBo tico* 5e ah' %ue educar impli%ue recordar,como ha dicho .lie Yiesel* >na educacin sin recuerdo es una educacin inhumana. .l totalitarismo siempre hatenido como "ran ob$etiBo, precisamente, borrar la memoria*;U Q para no olBidar, para hacer $usticia, es necesarioleer y BiBir la eCperiencia del otro en el relato* Leer los relatos de los superBiBientes Jrimo LeBi y .lie Yieselser'an en este sentido e$emplos paradi"mticosK, reBiBir sus eCperiencias y contarlas otra Be#* or eso escribe aul@icoeur casi al trmino del tercer Bolumen de 8iempo y narracin %ue Nhay cr'menes %ue no deben olBidarse,B'ctimas cuyo su&rimiento pide menos Ben"an#a %ue narracin* 0lo la Boluntad de no olBidar puede hacer %ueestos cr'menes no BuelBan nunca msO*;Para %ue los cr'menes no BuelBan Jpara %ue N1usch9it# no se repitaO, dir'a 1dornoK, y para %ue se ha"a $usticia,hace &alta %ue la &ormacin de la sub$etiBidad sea anamnticaZ or%ue al leer el relato del Folocausto, el lector sepre"unta con rimo LeBi7 NEFasta %u punto ha muerto y no BolBer el mundo del campo de concentracinGO*;3Los relatos de las eCperiencias BiBidas durante el Folocausto tratan de eCaminar las eCperiencias l'mite y, comodice LeBi, Nen este caso, entran en accin todos o casi todos los &actores %ue pueden de&ormar las huellas de lamemoria* .l recuerdo de un trauma es ya traumtico, por%ue recordarlo duele* .l %ue ha sido herido no %uiererecordar para poder eBitar el dolor del recuerdo* Q el %ue no ha sido herido directamente, Epara %u recordar al"o%ue no le concierneGO*;2La pre"unta de LeBi es &undamental7 para .u recordar algo .ue no le concierne- ero Ausch,itz nos conciernea todos. 1usch9it# es el s"mbolo del horror del crimen cometido contra el pueblo $ud'o, pero 1usch9it# nos toca atodos, y lo inconcebible de ello es, mucho ms %ue el silencio de 5ios, el silencio de los hombres*:-SiBimosactualmente un momento peli"rosoZ a saber, el de conBertir 1usch9it# en al"o puramente histrico* or eso Neldestino$ud'odebeserrecordadomoralmenteO*:45espusde 1usch9it#todossomosresponsables* Nopuedehaber &uturo sin memoria del pasado* ?n &uturo sin memoria es un &uturo in$usto, in-moral*:,No hay una ima"en pre&abricada de la Bida humana* No hay destino* 5espus de 1usch9it#, apelar al destino esinmoral* recisamente el recuerdo desBelado en la lectura de los relatos debe eBitar una repeticin de 1usch9it# yluchar por deBolBer la palabra de los %ue ya no estn* Frente a los li bros de los relatos del Folocausto, uno nopuede sino pre"untar NEpor %uGO* .sta pre"unta ya es una &ractura de la necesidad, de la totalidad y del destino*.l lector, entonces, construye su sub$etiBidad desde el Atro y, por lo tanto, el recuerdo es su cate"or'aconstitutiBa*:;or esoescribiYalter Ben$amin%ueNnuestras historias siemprehansidoel artedese"uircontndolas, yesteartesepierdesi yanohaycapacidadderetenerlasO,::ytambinporesosostieneLlausMollenhauer%uelapeda"o"'adebesercmplicedelrecuerdo* Lapeda"o"'adebetraba$arsobrerecuerdosybuscar en ellos sus principios &undamentales*:6Iodolodichosinduda puede merecer m)ltiples comentarios ycr'ticas* erono%ueremos terminar estaintroduccin sin de$ar muy claro cules son los dos principios &undamentales %ue, en nuestra opinin, "obiernan laidea de la educacin como acontecimiento tico, o lo %ue es lo mismo, la peda"o"'a de la radical noBedad*Nos re&erimos a la heteronom"a y a la razn anamntica..stos dos principios no pretenden ne"ar Jpretenderloser'a rid'culo, en lo menorK la importancia de la autonom'a, la capacidad del dilo"o y de la ra#n comunicatiBapara la resolucin de nuestros con&lictos* 0u )nico propsito es completarlos e indicar, con toda la seriedad y elri"or %ue el asunto merece, %ue despus de dos "uerras %ue han asolado una .uropa %ue hoy se persi"ue unida yde&ensora de los derechos humanos, y %ue despus de una "uerra como la %ue desol los Balcanes, no es posiblede&enderunaideadelalibertadydel dilo"oinspiradaenlaautoridaddeuna@a#n%uenopudoeBitarla;: LeBinas, .*, 9ntre nosotros, ed* cit*, 422;, p"* 4;U*;6 LeBinas, .*, 5e otro modo .ue ser o m)s all) de la esencia, ed* cit*, 422P, p"* 46-*;U JIodoroB, I*, !es abus de la memoire, ed* cit*, 4226, p"* 2*;P @icoeur, *, 8iempo y narracin. ?ol. ((( 9l tiempo narrado, MCico, 0i"lo CCt, 422U, p"* 24,*;3 LeBi, 4., !os hundidos y los salvados, Barcelona, MuchniT, 4232, p"* 42*;2 LeBi, *, !os hundidos y 8os salvados, ed* cit*, 4232, p"* ,,*:- 0obre el silencio de 5ios en 1usch9it# Base el estremeeedor relato de .* Yiesel, !a. noche. 9l alba. 9l d"a, Barcelona,MuchniT, 423U*:4 Met#, J* B*, 6)s all) de la religin burguesa. 0i")eme, 0alamanca, 423,, p"* ,U*:, NLa memoria colectiBa es una de las ra'ces de la memoria necesaria para construir el pasado y, por lo tanto, la posibilidaddel &uturo*O JAuaTnin, M*-1*, @tbliothrapie, ar's, 0euil, 422:, p"* ;6:*K:; Met#* ! B*, N1namnetische Sernun&tO, ed* cit*, 4232, p"* P;P*:: Ben$am'n, Y*, N.l narradorO, ed* cit** 4224, p"* 443*:6 Mollenhauer, L*, ?ergessene 3usammenh)nge, Munich, JuBenta, 4224, p"* 4-*44barbarie, y%uedeber'amossituarenlaentra>amismadenuestrasprcticasde&ormacinlaresponsabilidadincondicional hacia el otro y el recuerdo de las B'ctimas*=ran parte de lo %ue a%u' presentamos sur"e en un espacio com)n, en un tiempo y en unas lecturas %ue los autoresde este libro comparten* .sta obra nace de una pro&unda amistad %ue cree &irmemente en el Berso de aul Celan7 NQo soy t), cuando yo soy yoO*!a educacin como acontecimiento tico se ha nutrido de un len"ua$e ms NinspiradoO %ue NconceptualO, es decir,de un len"ua$e %ue se &or$a en el mismo Bientre de la poes'a* .l ori"en de estas p"inas es una pasin, un deseo, una esperan#a %ue slo somos capaces de eCpresar Dno sabemos si bien o malD poticamente.!ueremos de$ar bien claro %ue no tenemos nin"una pretensin de cienti&icidad,-ni de ob$etiBidad, ni de neutrali-dad* .l lector, %ue desee se"uir leyendo, descubrir una interpretacin, unas obsesiones, una utop'a* !a educacincomo acontecimiento tico propone una peda"o"'a potica* or eso %ueremos terminar esta introduccin con unpoema del poeta @oberto Juarro#7.di&icar una sola Be# un d'a totalmente claroy de$ar %ue en sus m)ltiples y abiertos aposentoscada &orma se comporte como %uiera*!ue la mano cambie entonces su ima"eny el p$aro la suyao %ue ambos las intercambien en su o&iciode acorralar part'culas del aire*!ue el tiempo bastonero se ha"a a un lado,ba$e su Bo# la muertey el relo$ de la torrecomience a ir hacia atrs o a la deriBao se titule nube y abandone su sitio*!ue hoy de$e su &orma de ser hoy y tome la &orma de ser siempre o por lo menos la del a"ua, un a"ua transparentemente sola,un resumen del a"ua*!ue las cosas escapen de sus &ormas, %ue las &ormas escapen de sus cosas y %ue BuelBan a unirse de otro modo* .l mundo se repite demasiado, es hora de &undar un nueBo mundo*:U:U Juarro#, @*, 4oes"a vertical #Antolog"a', Madrid, Sisor, 4224, p"s* 4P--4P4*4,1LA 532DI5I2 "4MA2A'2 LA 9P35A M3D'%2A.l arte, como la &iloso&'a, debe sobreBiBir a 1usch9it#, puesto %ue es, a su Be#, un medio de Bi"ilancia pol'tica contra loseCtraB'os de la ra#n* Le bastar )nicamente, para cumplir con esa &uncin, con de$ar de ser un puro $ue"o narcisista* Q darsecuenta de %ue su misin es conserBar la tra#a del dolor Ja &in de ser me$or testimonio en contra de lK in&li"ido al hombre porel hombre*CF@/0I/1N 5.L1C1M1=N.Como ya hemos se>alado en la introduccin, el hilo conductor de este libro es %ue la educacin, la autntica eCpe-rienciade&ormacin, constituyeunacontecimientodeordenticodentrodel cual, comon)cleocentral, seencuentraunarelacin,esdecir,lapalabradeunotro.uenostrasciendecomoeducadoresyfrenteal cualtenemos laobligacinde asumir unaresponsabilidadincondicional m)s all)de todocontratoposible oreciprocidad,Hsta es la idea %ue Bamos a eCplorar, desde distintos n"ulos, tomando como base el anlisis del pensamiento detres &ilso&os contemporneos JFannah 1rendt, aul @icoeur y .mmanuel LeBinasK* La esencia de esteplanteamiento #la educacin como acontecimiento tico, la pedagog"a de la radical novedad', obtiene su mCima&uente de sentidotras la eCperiencia oNacontecimientoOJBerdaderamente dramticoK de los totalitarismosmodernos* Como Bamos a ar"umentar, el totalitarismo rompe la continuidad *de la historia occidental y subBiertenuestra manera tradicional de pensar la cultura y la educacin* 1mbas tienen %ue ser repensadas, pues su herenciaya no es el humanismo, sino una memoria herida de la civilidad y de la cultura, o dicho de otro modo, la culturadeloinhumano..nestesentido, enestecap'tulointentaremostra#arconclaridadelmarcodeinterpretacin"eneral en &uncin del cual pretendemos BolBer ms claros e inteli"ibles los ar"umentos de los restantes cap'tulos*1.1. La cultura de la 0ormacindesus del totalitarismo.n la ciudad de Jerusaln eCiste una aBenida de rboles, llamada Qad Sashem, %ue es un recinto en memoria delFolocausto, y en cada rbol est escrito un n)mero, al")n nombre y un lu"ar*.n diciembre de 4226 hab'a 4*4P, rboles, y cada uno de ellos honra a una persona, a una pare$a o incluso a una&amilia %ue arries" su Bida para salBar a uno o ms $ud'os durante la 0e"unda =uerra Mundial* .sas personaseran goyim &ranceses, bel"as, polacos, escandinaBos, $aponeses, alemanes, ateos o cristianos* =entes distintas, denacionalidadesdistintasycredosdi&erentesZcreyentesydescre'dos*1 pesardesusdi&erencias, esaspersonasmurieronparadarlaBidaporundesconocido, porel0tro,Noten'annin"unanecesidaddehacerlo, perolohicieron* odemos pensar en ellos como %ueramos7 en trminos de heroicidad o de santidadZ lo mismo da* LociertoJyestoesloesencialK es%ueesaspersonas &ueroncapacesJ%ui#conayudadesus* ima"inacionesrespectiBas y de su capacidad de ponerse en el lu"ar del otro-M de responder a lo humano por encima y ms all delos dictados de la nacin, la reli"in y la &amilia* Fueron capaces de hacer lo %ue 1dol& .ichmann Dtenientecoronel de las 00D, demostr ser incapa# de practicar7 percibir lo humano en cada 0tro desconocido.1ACon su"estoreali#aronunacontribucinesencial paracual%uier &iloso&'apol'tica7 el propsitodela-me$or delassociedades no reside en la $usticia liberal, sino en la decencia y en el cora#n, en la compasin y en la Boluntad dehacer %ue el amor &uese necesario para una conBiBencia pac'&ica y permitir nacer una sociedad decente* or%ue alamorle&altael conocimientodel otroD%ui#enrealidadnoloprecisacomocondicindeposibilidadDlomismo %ue al conocimiento le &alta su alteridad*.n esta direccin, nuestro propsito en lo %ue si"ue ser plantear al"unas re&leCiones sobre la condicin humanade la ciudadan'a muy centradas en torno a las ideas de la ciudad y la memoria* ara ello, tomaremos como puntode re&erencia principal la cuestin ms amplia de la relacin con el pasado.1B Lo %ue ar"umentaremos tiene mucha:P Sase 1rendt* F*, 9ichmann en 7erusaln. >n informe, sobre la banalidad del mal, Barcelona, Lumen, 4222*:3 Sase @icoeur, @, !a lectura del tiempo pasado memoria y olvido, Madrid, ?niBersidad 1utnoma de Madrid, 4222*4;relacin con el moderno desBanecimiento de la NciudadO Den su clsico sentido de recuerdo or"ani#adoD comoespacio %ue custodia su memoria c'Bica y como un espacio destinado al aprendi#a$e de la ciBilidad* .ste ocaso dela ciudad como lu"ar de aprendi#a$e c'Bico lo promueBe la eCperiencia moderna de los totalitarismos* arte de ladramtica Nori"inalidadO de stos consiste en haber introducido la idea y la prctica de la administracin de laBidaDcomoob$etodelpoderpol'ticoDensupuradesnude#, unaBidadispuestatantoporlaadministracinse")n leyes %uela eCclu'andetodaproteccin$ur'dica como por sucaprichosoeCterminioen los camposdeconcentracin*La dramtica eCperiencia de los modernos totalitarismos hace %ue la cuestin de la &ormacin de la ciudadan'a nose pueda plantear hoy mar"inando la atencin a la historia reciente desde el n"ulo del recuerdo* !ui# no seaposible, tampoco, eludir la responsabilidad de plantear el tema "eneral de la cultura de la &ormacin de$ando deladoDcomosi&uesenhechosirrepetiblesdelpasado, ounpuroaccidentedelaciBili#acinmodernaDesosdramticos acontecimientos, cuya horriblenoBedadconsistienvolver superfinalavidahumana.1Crestaratencinatalesacontecimientosesesencial paralo"rar,comodiceaul @icoeur,unaN&iccionali#acindelahistoriaO* Con esta eCpresin @icoeur se re&iere a la eCi"encia de narrar los acontecimientos del pasado, M no condeseo de Ben"an#a, sino de /usticia. 1s' lo se>ala en el Bolumen tercero de 8iempo y narracin donde, al re&erirsea la memoria del Folocausto, escribe7Las B'ctimas de 1usch9it# son, por eCcelencia, los dele"ados ante nuestra memoria de todas las B'ctimas de la historia* LaeCperiencia de las B'ctimas es este reBerso de la historia %ue nin"una astucia de la ra#n puede lle"ar a le"itimar y %ue msbien mani&iesta el escndalo de la teodicea de la historia J***K ero, %ui#, hay cr'menes %ue no deben olBidarse, B'ctimas cuyosu&rimiento pide menos Ben"an#a %ue narracin* 0lo la Boluntad de no olBidar puede hacer %ue estos cr'menes no BuelBannunca ms*6-.nlasprcticastotalitariassealcan#elmayorniBeldecrueldadpor%uelamuertedetantasB'ctimasenloscampos de concentracin &ue precedida de leyes y medidas $ur'di cas dentro de las cuales esas mismas B'ctimasentrabanare"ularse conel solopropsitodeser eCcluidos de todaproteccinde la leyydel derecho*64Fabindoleshurtadolaposibilidaddetenerderechos, selespriBdel derechoa"o#ardecual%uierclasedederechos reconocidos, y con ello sus Bidas acabaron siendo una nuda vida,es decir7la vida de a.uel a .uiencual.uiera puede matar sin cometer crimen por ello ni ser /uzgado como asesino.0e")n=ior"io1"amben,6,el totalitarismomodernotienesu&undamentoenlaidentidadentrelavidaylapol"tica. 1l mar"en de esta identi&icacin, el totalitarismo moderno y sus cr'menes resultan incomprensibles* Q lose"uirsiendosi omitimossituarel &enmenototalitario, "lobalmenteconsiderado, enel hori#ontedelo%ue1"amben, si"uiendo a Michel Foucault,6;llama biopol"tica.Cuando Bida y pol'tica se identi&ican, toda Bida sehace sa"rada y toda pol'tica se conBierte en e*cepcin..s Bida Nsa"radaO, en el sentido de ser Ninsacri&icableOritualmente, pero tambin en el sentido en %ue ad%uiere esa oscura &i"ura del derecho romano arcaico %ue es elHomo %acer la Bida a %uien cual%uiera puede suprimir sin ser casti"ado por ello* 0e trata, por tanto, de una Bidae*puesta,insolente e imp)dicamente eCpuesta al mal* .l relato de rimo LeBi a su lle"ada a 1usch9it# muestradramticamente esta condicin7.ntonces por primera Be# nos damos cuenta de %ue nuestra len"ua no tiene palabras para eCpresar esta o&ensa, la destruccinde un hombre* .n un instante, con intuicin casi pro-&tica, se nos ha reBelado la realidad, hemos lle"ado al &ondo* Ms ba$ono puede lle"arse7 una condicin humana ms miserable no eCiste, y no puede ima"inarse*6:.l ciudadano es el %ue habita la ciudad* 0in embar"o, de acuerdo con las tesis de 1"amben, %ui# deber'a tenerseencuentaentodare&leCinsobrelaciudadan'a%ueNel campodeconcentracinynolaciudadeshoyel:2N.l totalitarismobuscanoladominacindespticasobreloshombres, sinounsistemaenel %ueloshombresseansuper&luos* .l poder total slo puede ser lo"rado y salBa"uardado en un mundo de re&le$os condicionados, de marionetas sinel ms li"ero ras"o de espontaneidad*O J1rendt* F*, !as or"genes del totalitarismo, Madrid, Iaurus, 4223, p"s* 6;; y si"s*K6- @icoeur, , 8iempo y narracin. ?oi. ((( 9l tiempo narrado, ed* cit*, 422U, p"s* 24--244 y 24,*64Los campos de concentracin Des si"ni&icatiBo recordarlo, dice = \or"ia 1"ambenD sur"en ai mismo tiempo %ue lasnueBas leyes sobre la ciudadan'a del @eich y las de las desnacionali#acin de los ciudadanos promul"adas en casi todos los.stados europeos entre 424: y 42;;* Sase 1"amben, =*,Homo sacer. 9l poder soberano y la nuda vida,Salencia, re-teCtos, p"* ,,;, 4223*6, 1"amben, =*, Homo sacer, ed* cit*, 4223, p"s* ,44 y si"s*6; N5urante milenios Describe FoucaultD, el hombre si"ui siendo lo %ue era para 1ristteles7 un animal BiBiente y ademscapa#deeCistenciapol'ticaZ elhombremodernoesunanimalencuyapol'ticaestpuestaenentredichosuBidadeserBiBienteO JFoucault, M*, NLa Boluntad del saberO, Historia de la se*ualidad (, Madrid* 0i"lo __/, 4226, p"* 4PK*6: LeBi, *, 0i esto es un hombre, Barcelona, MuchniT, 4223, p"* ,3*4:paradi"ma biopol'tico de AccidenteO*66 .sta conclusin arro$a innumerables sombras de dudas sobre los modelosmediante los cuales las ciencias humanas tratan hoy de or"ani#ar y de pensar los espacios p)blicos de las ciudadesdel mundo* !ui# nuestras ciudades no tienen una clara conciencia de %ue en su centro Daun%ue ms humana enaparienciaD est todaB'a esa Nnuda BidaO %ue de&in'a la pol'tica de los "randes .stados totalitarios*.n este punto, nos "ustar'a comen#ar planteando al"unos ar"umentos eCpuestos por Fannah 1rendt relacionadoscon la tesis de 1"araben* .n el anlisis %ue 1rendt o&rece de la modernidad, en !acondicinhumanaprincipalmente, destacan dos perspectiBas complementarias*6U or una parte, la modernidad tiene como uno de susras"os t'picos el auge de la duda, cartesiana, %ue se traduce en un "iro hacia la introspeccin y una descon&ian#ahacia los sentidos como B'a de conocimiento del mundo* .ste au"e de la duda cartesiana conduce a la prdida deunmundocom)nyladesBalori#acindelaeCperienciap)blicadelaaccinydel discursoenbene&iciodelmundo priBado* Citemos un &ra"mento del teCto de 1rendt7La &iloso&'a moderna DeCplica 1rendtD comen# con el de mnibus dubitantum est de 5escartes, con la duda, pero no conla duda como control inherente a la mente humana para prote"erse de las decepciones del pensamiento y de las ilusiones delos sentidos, ni como escepticismo ante los pre$uicios y morales de los hombres y de los tiempos, ni si%uiera como mtodocr'tico de la inBesti"acin cient'&ica y la especulacin &ilos&ica* La duda cartesiana es de alcance mucho ms amplio y de in-tencin demasiado &undamental para determinarla con tan concretos contenidos*6PCon la primac'a con&erida a las eCperiencias del su$eto cartesiano, la .dad Moderna ensal#a el poder de la sub$eti -Bidad como determinante de la realidad, pero a costa de hacer de esta NconstruccinO de la realidad un asuntoeminentemente priBado, centrado en un yo desli"ado de su mundo* .lcogito cartesiano no eCi"e solamente unaradical separacin entre la mente y cuerpo, sino %ue promueBe una Bisin del su$eto en Birtud de la cual parece notener credibilidad al"una la posibilidad de aprehender Ber'dicamente la realidad a traBs de los todos sentidos,especialmente del o'do y de la capacidad de escucha.DB .sta &alta de crdito, %ue parece caracteri#ar a lo %ue deotro modo podr'amosllamarsabidur"adelossentidos,eslo %ue hace %uela.dad Modernahaya perdidosucon&ian#a en las NaparienciasO* ara 1rendt la realidad se mani&iesta en sus NaparienciasO, lo %ue si"ni&i ca %ue lapoca moderna ha perdido su con&ian#a en la NrealidadO misma,cuyo conocimiento se pretend'a haber "aran-ti#ado*.n suma, como reconoce Catherine Chalier, la crisis moderna del su$eto hace perder al hombre toda certidumbresobresuser*.l+ogitonoconstituyeyaeseNpuntode 1r%u'medesOciertoeindudableenel %ue5escartescon&iaba para reconstruir el su$eto sobre la base del orden de las Berdades* .l yo, denunciado modernamente comoilusin, hace %ue el su$eto no pueda ms %ue contentarse con desempe>ar un papel en un drama, priBado, social ehistrico* .l su$eto no puede sino esperar a reconocerse por el reconocimiento del 0tro.DCLa se"unda perspectiBa en el tratamiento de 1rendt de la modernidad acent)a la idea de %ue la poca moderna secaracteri#a por el auge de lo social. .ste au"e de lo social consiste en la eCpansin de las actiBidades econmicascomo `b-$eto central, y casi )nico, de la actiBidad pol'tica, al"o as' como en la "estin y administracin de laBida, comopurato,comopropsitocentral delopol'tico* .stapreocupacincasi eCclusiBaporlosasuntoseconmicos se resuelBe en la destruccin de la es&era p)blica, el )nico mbito en %ue pueden aparecer la libertady la accin*Ianto la Nprimac'a de la introspeccinO como elNau"e de lo socialO conducen al Neclipse del mundoO como elras"o central de la poca moderna* 0e trata de un eclipse del mundo como Nmundo com)nO, o lo %ue es lo mismo,laprdidadelacapacidaddeconstruir intersub$etiBamenteel mundodelaeCperiencia, delaaccinydeldiscurso7Los hombres DeCplica 1rendtD no pueden conBertirse en ciudadanos del mundo como lo son de sus respectiBos pa'ses, nilos hombres sociales poseer colectiBamente como lo hace la &amilia con su propiedad priBada* .l au"e de la sociedad acarre66 1"amben, =*, op. cit., 4223, p"* ,;-*6USaseasserin5V.ntrBes, M*, NFannah 1rendtVsConceptiono&ModemityO, en8he4olitical 4hEosophyof HannahArendt, Londres, @out-led"e, 422:, p"s* ,, y si"s*6P 1rendt, F*, !a. condicin humana, Barcelona, aids, 422;, p"* ;-4*63 Ienemos presente a%u' el eCcelente ensayo de Chalier, C*, %agesse dusens. !eregar)ell=ecoutedanslatraditionhbrai.ue.ar's, 1lb'nM'chel, 4226*.nrealidad, comoobserBaCatherineChalier en este libro, lo %ue ad%uiere un renoBado Bi"or en la &iloso&'a moderna, con 5escartes precisamente, es el paradi"madel conocimiento como Bisin, lo cual, sin duda, si"ni&ica establecer un primer encuentro con la alteridad* ero se trata de unaalteridad en el %ue el su$eto %ue Be, no slo se disuelBe en lo Bisto, sino %ue se con&irma a s' mismo Dse rea&irma en lo %uees y en %uin esD precisamente por percibir su di&erencia con lo percibido* Frente a este primer momento de encuentro conla alteridad, Chalier destaca, desde la &iloso&'a hebraica*,Nl paradi"ma de la escucha, el priBile"io del o'do* Sanse p"s* 2 ysi"s*62 Sase Chalier, C*, 4or une mor)is au-del) du savoir. Fant et !e,nas, ar's, 1lb'n Minchel, 4223, p"* P*46la simultnea decadencia de la es&era p)blica y de la priBada* ero el eclipse del mundo com)n p)blico, tan crucial en la&ormacin del solitario hombre de masas y tan peli"roso en la &ormacin de la mentalidad no mundana de los modernos mo-Bimientos ideol"icos de las masas, comen# con la prdida mucho ms tan"ible de una parte priBadamente compartida delmundo*U-Fannah 1rendt, en su obra, eCplica el proceso moderno %ue conduce a la Bictoria del Homo laborans y con l a laBida biol"ica como centrode la actiBidadpol'tica* La pro"resiBa decadencia de unespaciopol'ticoeracorrelatiBa a la Bictoria de la Bida biol"ica, a una Bida en parte ya preBista por los mecanismos de poder y decontrol de una pol'tica capaz de matar la Bida %ue es capaz de narrarse y siempre di"na de un nueBo comien#opara "aranti#arse una Bida dcil ms ad-ministrable se")n sus &ines*1un%ue este anlisis acierta a la hora de poner en sus $ustos trminos la relacin entre la pol'tica de dominacintotalitaria y esa particular condicin de NBidaO %ue son los campos de concentracin, a 1rendt parece escaprseleel hecho de N%ue precisamente la trans&ormacin radical de la pol'tica en espacio de la nuda vida Jes decir, en uncampode concentracinK hale"itimadoy hechonecesarioel dominiototal*0lo por%ue ennuestro tiempo lapol'ticahapasadoaserinte"ralmentebiopol'tica, sehapodidoconstruir,enunamedidadesconocida, comopol'tica totalitariaO*U4.sto puede si"ni&icar %ue $unto a los rostros ms temibles y bien conocidos del totalitarismo DFitler y 0talinDen la poca moderna tambin debamos hablar de otra &orma de Ntotalitarismo democrticoO,cuyo propsito yob$eto es la "estin de la Bida, su administracin y puesta en circulacin en el mercado ba$o los nombres %ui#menos temibles,pero no por ello menos crueles, de la "lobali#acin, la mundial'#acin y toda esa $er"a de lacompetitiBidad y la e&icacia*Ba$o este nueBo rostro, aparentemente ms amable, la pol'tica se sirBe de cuanto ha"a &alta para lo"rar sus prop-sitos, yunodesus e&ectos esenciales escontrolar,paraeBitar sorpresas eincertidumbres, lacapacidaddeiniciatiBayderadical noBedaddelosciudadanos* 5eah' naceruna. pedagog"adelaprogramacin,delaeBaluacin, de la preBisibili-dad* ?na peda"o"'a del poder* >na pedagog"a tecnolgica, en de&initiBa*Locruel delas estrate"ias denuestrabiopol'ticamoderna es %ue, ensupretensindeeliminar laradicalespontaneidad e iniciatiBa de los ciudadanos, insiste una y otra Be# en la importancia de la innoBacin, el cambioy esa otra &orma de NnoBedadO %ue 1rendt se cuid siempre de criticar a"udamente* 5e ah' %ue no sorprenda %uehoylasor"ani#acioneshumanitariasestncadaBe#mscercadelasor"ani#acionessupranacionales, ycuyoob$eto de accin es esas Bidas de tantos y tantos seres humanos %ue, en sentido estricto, nadie puede sacri&icarritualmente, pero %ue pueden, sin embar"o, acabar a manos de cual%uiera7Los No$os implorantesO del ni>o mandes, cuya &oto"ra&'a se %uiere eChibir para obtener dinero, pero al %ue Nya es di&'cil en-contrar todaB'a con BidaO, constituyen %ui# el emblema ms pre"nante de la nuda Bida en nuestro tiempo, esa nuda Bida %uelas or"ani#aciones humanitarias necesitan de /rnanera eCactamente simtrica a la del poder estatal*U,E.n %u consiste la sin"ularidad de los modernos totalitarismosG, *.llos han puesto en NcrisisO nuestro tiempo y"eneradounascondicionesestrictamentecontemporneasdentrodelascualesdebemosaprender denueBoapensar sobrelo%uenosconcierne, enestecasolaciudadan'aysueducacin*1nteestacrisisnopodemosresponder con pre$uicios, sino %ue tenemos %ue a&rontarla emitiendo $uicios directos*La Berdadera ori"inalidad del totalitarismo Describi Fannah 1rendtD no reside, as', en %ue haya introducidouna nueBa idea en el mundo7 el mal pol'tico ya lo hemos conocido antes de los campos de eCterminio* Ms bienreside en haber pulBeri#ado todas nuestras cate"or'as de pensamiento, $uicio y re&leCin moral*U;0e trata de unacontecimientotan incomprensible e inima"inable %ue por &uer#a nos debehacer pensar.Como talNacontecimientoO, el totalitarismo re%uiere nueBas cate"or'as para poderlo anali#ar, ya %ue rompe la continuidadde la historia occidental, obli"ndonos a pensar en ausencia de una tradicinZ ms a)n, la Fistoria misma ya nopuede ser concebida se")n las cate"or'as t'picamente modernas7 continuidad, pro"reso y causalidad,U: las mismas%ue estn en la base, sin embar"o, del discurso peda""ico dominante*.rnesto0batohase>aladorecientemente%uelaFistorianopro"resa, sino%uemsbienestre"idaporunmoBimiento demarchasy contramarchas, de aBancesy retrocesos7N.l pro"reso es )nicamenteBlido para elpensamiento puroO*U6 5esde este punto de Bista, &ilos&icamente, tiene pleno sentido la pre"unta sobre la actiBidadU- 1rendt, F*, !a condicin humana, ed* cit*, 422;, p"s* GBD-GHI.U4 1"amben, =*, op. cit., 4223, p"* 46,*U, 1"amben, =*, op. cit.. 4223, p"s* 4U2-4P-*U; Sase 1rendt, F*, NComprensin y pol'ticaO, en 5e la historia a la accin, Barcelona, aids, 4226, p"s* ;4-;,*U: Sase Moss, 0*, 9l )ngel de la historia, Salencia, Frnesis-Ctedra, 422P, p"* ,4*U6 0bato* .** Antes delf"n, Barcelona, 0eiC Barral, 4222, p"* 4-,*4Udel pensamiento despus de la barbarie totalitaria*UU ero en educacin, ese mismo interro"ante tambin tiene unareleBanciaprincipal, comohamostradoJ*-F*For"es*UP1%u' lacuestin%ueseplanteatiene%ueBer conlaeducacindeunamemoriae$emplaryla&ormacindeunaticadelavigilanciaJodelaatencin'parare-cordando el pasado sin Ben"an#a, podamos estar ms atentos al presente y "aranticemos un porBenir me$or*La barbarie %ue hemos eCperimentado re&le$a en numerosos aspectos la cultura de la %ue procede y a la %ue almismo tiempo pro&ana* 5espus de esta tr"ica eCperiencia Dsobre la cual pretendemos construir una .uropaunida %ue a)n si"ue des"arrndose por otras barbariesD resulta inBiable toda teor'a de la cultura %ue no ten"acomo e$e la consideracin de tales acontecimientos* La cuestin, por tanto, se puede plantear de distintas &ormas*!ui# la ms directa y radical sea la de =eor"e 0teiner74or .u las tradiciones humanistas y los modelos deconducta resultaron una barrera tan fr)gil contra la bestialidad pol"tica-IBLa poca moderna, la era enla %ue el esp'ritude la ciBi li#acindeber'a haber dadoya sus &rutos msprometedores, unalu#nooscurecidapor nin"unasombra, ense>aDcomoescribe1"nesFellerD%ueNlosmismos Basos san"u'neos de la cultura moderna lleBaban los Birus del mal del si"lo CC* .sto %uiere decir %ue esposible %uela culturamoderna sea laportadora Jola encarnacinK del malO*U2!ui# resultemo-ralmenteimprudentelaasociacinentreel Folocaustoylaima"inacintecnol"ica, aun%uetampocoesdesacertadoa&irmar %ue sin una or"ani#acin burocrtica eCtendida a "ran escala en su$etos incapaces de pensar por s' mismosy sin una tecnolo"'a desarrollada al mar"en de una conciencia moralmente &ormada, no hubiese sido posible elasesinato en masa*P-La cuestin est en saber si eso %ue llamamos ciBili#acin, como ras"o de la modernidad,tiene una sola cara o dos, una %ue apunta a la &elicidad y al bienestar, y otra %ue mira el rostro de la muerte y labarbarie* Contodo, 1usch9it#sepuedeNima"inarOtambindesdeciertasclaBes t'picas delamodernidad7burocracia, obediencia al mando, fabricacin. Fein"old ha escrito %ue 1usch9it#&ue tambin una eCtensin rutinaria del moderno sistema de &bricas* .n lu"ar de producir mercanc'as, la materia prima eranseres humanos y el producto era la muerte, tantas unidades al d'a consi"nadas cuidadosamente en las tablas de produccin deldirector* 5e las chimeneas, s'mbolo de los modernos sistemas de &bricas, sal'a humo acre producido por la cremacin decarnehumana*Laredde &errocarriles, or"ani#adacon tantainteli"encia, lleBabaalas &bricasunnueBo tipodemateriaprima*P4La modernidad, %ue se comprometi muy pronto con una idea de la historia como continuidad y con un tiempoasentado en las ideas de la causalidad y el pro"reso, nos tra$o &inalmente la produccin en cadena, el &errocarril***ysumet&oraletal* or%ueunaestacinde&errocarril sirBecomomet&oradel Folocausto7 laestacinde&errocarril de1usch9it#* ?nBia$ecuyodestinosloconocenlos%uelohanor"ani#ado, ycuyos inocentespasa$eros desconocen, aun%ue por poco tiempo* .l tren de la historia, con su potente m%uina, promet'a un Bia$ese"uro, de estacin en estacin, pero sin solucin de continuidad por los ra'les de una historia pensada en un )ni cosentido, irreBersible* La decisin est en subirse a ese tren, pensando %ue despus de haber comido del arbol delConocimiento Jdel Bien y del MalK a)n conserBamos nuestra inocencia, o intentar ba$arse de l, a&rontando conrubor nuestra propia desnude# recin desBelada, y BiBir en la estacin, para Ber pasar el resto de los Ba"ones*.l Folocausto, le$os de ser un accidente de la ciBili#acin moderna, es su consecuencia* Le$os de ser tan slo unproblema /ud"o, Nse "est y se puso en prctica en nuestra sociedad moderna y racional, en una &ase aBan#ada denuestra ciBili#acin y en un momento l"ido de nuestra cultura y, por esta ra#n, es un problema de esa sociedad,de esa ciBili#acin y de esa culturaO*P,ara impedir su reedicin, lo %ue necesitamos es ms ciBili#acin y otra clase de ciBili#acin al mismo tiempo* .sdecir7 una educacin en la %ue elprincipio de la novedad le sea esencial e impli%ue otra di&erencia y una ciertadurabili-dad o permanencia, es decir, repeticin, pero de lo distinto. 0e trata de una ciBili#acin %ue acepte en suUUSase por e$emplo7 Mate, @*,6emoriade 0ccidente,Barcelona, 1nthropos, 422PZ Mlich, J*-C*,8otalitarismoyfecundidad. !a filosof"a frente a Ausch,i"z,Barcelona,1nthropos, 4223Z racThenheim, .*,4enser aprs Ausch,itz,ar's,Cer&, p"s* 44P y si"s*, 423UZ IodoroB, I*, Jrente al l"mite, Madrid, 0i"lo __/, 422;* ara una perspectiBa "eneral histrica,Base Be-sancon* 1*,!e matheur du sicle.%ur le communisme,le nazisme et l=unicit de la %hoah,ar's, Fayard,4223ZFilber",@*,4oliti.ues de la mmorie,ar's, =allimard, 422:Z LaCapra,5*,History and 6emory after Ausch,itz,/thaca,Cornell ?niBersiry ress, 4223Z Cuesta,K.,NLa memoria del horror, despus de la 0e"unda =uerra MundialO, en Cuesta, J*Jcomp*K, NMemoria e FistoriaO, Ayer, n[ ;,, 4223, p"s* 4-:*UPFor"es, J*-.,9du.ueraprsAusch,itz,ar's, .0FHditeur* 422P* Sasetambinel clsicoensayode1dorno, Ih*,N.ducacin despus de 1usch9it#O, en 9ducacin para la emancipacin, Madrid* Morata, 4223, p"s* P2-2,*U3 0teiner, =*, 9n el castillo de @arba Azul. Apro*imacin a un nuevo concepto de cultura, Barcelona, =edisa, 422,, p"* :3*U2 Feller, 1*, >na filosof"a de la historia en fragmentos, Barcelona, =edisa, 4222, p"* 433*P- Sase el eCcelente libro de Bauman, ^*, 6odernidad y Holocausto, Madrid, 0e%uitur, 4223*P4 Fein"old, F* L*, NFo9 ?n'%ue is the FolocaustO, en =robman, 1* y Landes, 5* Jcomps*K, amiento,hospitalidad y recibimiento del otro en su radical alteridadZ y %ue contra la Nhorrible noBedadO del totalitarismo,esundeber pensar laeducacincomonatalidadycreacindenoBedad7 NLaesenciadelaeducacineslanatalidad, el hecho de %ue en el mundo hayan nacido seres humanosO,P: ha escrito 1rendt* A, lo %ue es lo mismo,el hombre no se &abrica, nace. No es la e$ecucin de un plan preBio, sino el milagro de un puro inicio*P61usch9it#, %ue &ue posible por%ue la modernidad cre las condiciones %ue lo hicieron Biable, de&initiBamentehi#o %ue perdiramos la inocencia* Con 1usch9it# al"unos trans-"redieron los l'mites del NconocimientoprohibidoO*PU Comimos del rbol prohibido y al hacerlo se nos mostr, en su plena desnude#, la Berdad* erdimosla inocencia y tuBimos DtenemosD %ue huir del ara'so en el %ue cre'amos BiBir &eli#mente* Ienemos %ue salirde una historia con la car"a y la responsabilidad %ue supone tener %ue BiBir despus de haberse establecido el/n&iernoennuestroMundo, detener%uese"uirBiBiendodespusdehaberseintentadoelhorriblemi la"rodedestruir lo %ue una Be# naci, de hacer super&icial y puramente banal la di"nidad del hombre*0', comopensaba 1rendt, latradicindenuestropensamientopol'ticocomien#aconel$uicioylacondenaamuertede0crates, esamismatradicinseBede&initiBamentedestruidaen 1usch9it#* 0i 0cratesnopudopersuadir de su inocencia a %uienes de&initiBamente le condenaron, entonces es %ue la ciudad no est preparadapara las ense>an#as socrticas y, lo %ue es %ui# peor, las propias ense>an#as de 0crates %ui# se autoinBalidan*Laciudad, alpermitirlamuertede0crates, mostrsu&altadesentidoyde$uicioparaentenderal&ilso&o*Muerto 0crates, pronto la ciudad se olBidar de sus ense>an#as* La ciudad no es un lu"ar se"uro para el &ilso&oy, en consecuencia, no se le puede con&iar su memoria* ero entonces, E%u nos %uedaG, Ecul es nuestro destinoG,E%u podemos esperarGNuestratradicinde&iloso&'apol'ticatieneel terriblepriBile"iodehabermuertodosBecesconsecutiBas, en1tenas y en los campos de la muerte7 N.n esos campos de concentracin Describe =eor"e 0teinerD se reali# lamilenaria porno"ra&'a del miedo y Ben"an#a cultiBada en el esp'ritu occidental por las doctrinas cristianas de lacondenacinO*PP1.!. So.re la ci(ilidad: el territorio de la memoria0e")n el concepto de ciudadan'a %ue se hi#o dominante en la pos"uerra, y %ue promoBi un conocido teCto de I*F* Marshall, ser un ciudadano es al"o %ue se otor"a, ya %ue implica el eCpl'cito reconocimiento de un cuerpo dederechosciBiles, pol'ticosysociales* 0e")nestaperspectiBa, hayunaciudadan"alegalDrelacionadaconlatotalidaddederechosrelacionadosconel estatuspersonal, unaciudadan"apol"ticaD%ueincluyederechospol'ticos, como el derecho al Boto y el derecho a ocupar un car"o p)blicoD, y una ciudadan"a social, %ue incluyelos derechos de los ciudadanos a determinadas prestaciones sociales Jsalud, educacin, empleo, se"uridad social,etc*K*P3 La Bisin de Marshall se puede en$uiciar cr'ticamente D por insu&iciente D de Barias maneras7aK.n primer lu"ar, su en&o%ue acent)a mucho ms la aceptacin pasiBa de los derechos de la ciudadan'a %ue el e$ercicio actiBo de las responsabilidades y las Birtudes ciudadanas*bK.n se"undo trmino, ese en&o%ue no incorpora su&icientemente el creciente pluralismo social y cultural de las sociedades modernas*P2P; /b'd*, p"s* 4U-4P*P: 1rendt, F*, NLa crisis en la educacinO, en 9ntre el pasado y el futuro, Barcelona, en'nsula, 422U, p"* 43U*P6 Sase FinTielTraut, A., !a. humanidad perdida. 9nsayo sobre el siglo **, Barcelona* 1na"rama, 4223, p"* ::*PU Sase 0hattucT, @*, +onocimiento prohibido, Madrid, Iaurus, 4223*PP 0teiner, =*, 9n el castillo de @arba Azul, ed* c't*, 4223, p"* PP*P3 Sase Marschall, I* F*, +lass, +ititenship, and %ocial 5evelopmenc, NueBa QorT, 1nchor, 42U6, p"s* P3 y si"s*43cK.n tercer lu"ar, su Bisin de la ciudadan'a social es eCcesiBamente instrumental7 la $usti&icacin para pro-porcionar diBersas atenciones sociales D como por e$emplo la atencin sanitaria D no radica en %ue a los en&ermos hay %ue curarlos para %ue puedan participar actiBamente en la sociedad, sino por%ue curar a las personasen&ermas es al"o bueno en s' mismo, intr'nsecamente*3-.sta manera de de&inir la ciudadan'a resulta, pues, restrictiBa, pues de$a de lado una cuarta dimensin de la ciuda-dan'a D %ue completar'a la lista de MarshallD, a saber7 la ciudadan"a simblica. 1Bishai Mar"alitla de&ine comola participacin en la salud simblica de la sociedad, y su principio &undamental es %ue Nuna sociedad decente nodebe desarrollar o apoyar a niBel institucional nin")n s'mbolo %ue est diri"ido, eCpl'cita o impl'citamente, encontra de al"unos ciudadanos del .stadoO*34.nbuenaparte, BiBimos enel ordendelos si"nos, si"nos %ueemiteel mundoy%uesonsusceptiblesdeinterpretacinynarracin* LaconstruccindelarealidadDtambinladelapol'ticaDessiempredeordensimblico* Lo simblico es ese "esto %ue remite siempre a un sentido %ue no se encuentra claramente Bisible demodo inmediato* .s al"o %ue representa un si"ni&icado %ue no le es inherente* 5e acuerdo con esto, hablar de unaNciudadan'a simblicaO es hablar de un e$ercicio, el ciudadano, %ue ha de remitir a cosas %ue no se encuentranpresentes de modo eCpl'cito en su mismo e$ercicio, pero %ue lo eBocan como &uente de sentido* .se al"o a lo %ueremiten se encuentra, en buena medida, en un pasado %ue es posible rememorar y conmemorar*Los"rie"ostrataronderemediarlaintr'nseca&ra"ilidaddelaaccin humanaatraBsdela&undacindela.polis.BG La ciudad es una especie de Nrecuerdo or"ani#adoO %ue ase"ura al actor mortal %ue su pasa$era eCistencianunca carecer de la realidad %ue procede del hecho de %ue uno pueda ser Bisto y o'do en cada aparicin en laes&era p)blica* La es&era p)blica %ue "aranti#a la ciudad es un escenario de aparicin en el %ue los ciudadanos soncapaces de pol'tica en la misma medida en %ue son capaces de Ncompartir palabras y actosO* Con los campos deconcentracinserompeel es%uemase")nel cual laciudadDcomorecuerdoor"ani#adoDnoslopermitedescubrir nuestra identidad como ciudadanos sino tambin como personas* 0e trata de Ber la ciudad desde unaNtica de la in&anciaO Dtambin en la ptica de Yalter Ben$am'nD, desde el recuerdo de esa in&ancia Dcomopromesa de un Berdadero initium, la autntica capacidad de iniciar al"o nueBoD en la %ue la ciudad era recorriday habitada, y en donde pasear por la ciudad no era un simple merodearla, sino descubrirla y aprehenderla, tomarlapara s' como posibilidad de una ciudadan'a por venir.BH0er ciudadano si"ni&ica, as', habitar la ciudad, tenerla como morada. .l ideal de la ciudadan'a apunta, sin embar-"o, a la idea de una actiBidad %ue compromete la propia identidad personal, como habitante de la ciudad, y %uedepende de una manera p)blica de Ber y estar en el mundo* 1%u', tan ciudadano es %uien construye la ciudad consuaccinyconsupalabra, como%uienlareconstruyeconsumemoria* Comodec'aYalterBen$am'nensuNCrnica de Berl'nO, N%uiero eBocar a%u' lo %ue me ha introducido en la ciudadO*3: 1%u', la ciudad %ue se eBoca,se reconstruye y es el territorio de la memoria*La ciudad es, por tanto, un recuerdo or"ani#ado y permite %ue el ciudadano %ue lo &ue una Be# Dy %ue por la&uer#a de un poder coercitiBo impuesto de$ de serlo a su pesarD reconstruya su memoria, el NsentidoO de a%uello%ue amaba en ella* 0e trata de una memoria Binculada, como di$imos anteriormente, a una tica de la infancia, %uees Nel modo en %ue se construye un per&il propio en el espacio de la ciudadZ una manera de deBenir y recorrerla,ser y habitarO*36Natalia =in#bur" escribe sobre este tema de la memoria reconstruida de la ciudad una p"ina muy bella7Las calles y pla#as de la ciudad, %ue &ueron una Be# teatro de nuestro aburrimiento adolescente y ob$eto de nuestro mayordesprecio, se conBirtieron en los lu"ares %ue ten'amos %ue de&ender* Las palabras patria e N/taliaO, %ue nos produc'an nuseascuandoaparec'an en los murosdenuestroscole"ios por%ueiban acompa>adaspor el ad$etiBoN&ascistaO,por%ue estabanBac'as de contenido, de pronto aparec'an ante nosotros sin ad$etiBos, y tan trans&ormadas %ue se dir'a %ue las o'amos y %uepensbamos en ellas por primera Be#* 5e pronto parec'an de Berdad ante nuestros o'dos* .stbamos all' para de&ender lapa-tria, y la patria eran esas calles y esas pla#as, nuestros amados y nuestra ni>e#, y a toda la "ente %ue pasaba* ?na Berdad tansimple y obBia nos parec'a eCtra>a por%ue hab'amos crecido con la conBiccin de %ue no ten'amospatria y por%ue hab'amosnacido, des"raciadamente para nosotros, en un momento Bac'o* Q a)n ms eCtra>o para nosotros era el hecho de %ue poramor de todos a%uellos desconocidos %ue pasaban, y por amor a un &uturo desconocido pero %ue pod'amos desci&rar en la dis-P2Sase LymlicTa,Y* y Norman,Y*, N.lretorno del ciudadano*?na reBisin de la produccin reciente en teor'a de laciudadan'aO, !a pol"tica.. 2evista de 9studios sobre el 9stado y la sociedad, n[ ;, octubre, aids, 422P, p"* 3*3- Sase Mar"alit, 1*, !a sociedad decente, Barcelona, aids, 422P, p"* 4;-*34 /b'd*, p"* 4;,*3, 1rendt, F*, !a condicin humana, ed* cit*, 422;, p"s* ,46 y si"s*3; S#%ue#, M* .*, +iudad de la memoria. (nfancia de Lalter @en/am"n, Salencia, NoBatores, 422U, p"s* 3U-3P*3: Ben$am'n, Y*, NCrnica de Berl'nO, en 9scritos autobiogr)ficos, Madrid, 1lian#a, 422U*36 S#%ue#, M* .*, op. cit., 422U, p"s* 3U-3P*42tancia, en medio de la priBacin y la deBastacin, la solide# y el esplendor, cada uno de nosotros estaba dispuesto a perderse ya perder su Bida*3U.stas consideraciones nos permiten enla#ar con el concepto de ciudadan'a de&endido por Fannah 1rendt en !osor"genes del totalitarismo. 0e trata de la ciudadan"a como el derecho a tener derechosLle"amos a ser conscientes Describe 1rendtD de la eCistencia de un derecho a tener derechos Jy esto si"ni&ica BiBir dentrode un marco donde uno es $u#"ado por las acciones y las opiniones propiasK y de un derecho a pertenecer a al")n tipo decomunidad or"ani#ada,slo cuando emer"ieron millones de personas %ue hab'an perdido y %ue no pod'an recobrar estosderechos por obra de la nueBa situacin pol'tica "lobal*3PNo se trata, por tanto, de la resultante de otor"ar un con$unto espec'&ico de derechos, sino de un derecho %ue espreBio a todo derecho7 el derecho a gozar de todos los derechos espec"ficos de una sociedad democr)tica y de unmundo comMn..sta perspectiBa sobre la ciudadan'a est conectada con la eCperiencia de los despose'dos, de los%ue un d'a tuBieron Bo# y un-espacio p)blico en el %ue moBerse libremente, y ya no lo tienenZ tiene %ue Ber, ende&initiBa, con a%uellos a los %ue, para conBertirlos en al"o menos %ue en seres humanos Den seres super&luosDcomen#aron con desposeerles de su derecho a la ciudadan'a, es decir, de dis&rutar de un mundo com)n al %uepoder cuidar y tambin amar*La presencia de estas masas de personas sin ciudadan'a, sin ho"ar, sin un lu"ar en el mundo, BiBiendo perse"uidoscon la sola culpa de eCistir y de NserO distintos de a%uellos %ue detentaban un poder totalitario y %ue odiaban toda&ormadepluralidad, hace%ueel conceptodeciudadan'aysuaprendi#a$esedebaconectaralamemoriadea%uello%uetan"r&icamentedescribitambinFannah1rendt, enenerode42:;, enunensayosobrelosre&u"iados7erdimos nuestros ho"ares, lo %ue si"ni&ica la &amiliaridad de la Bida cotidiana* erdimos nuestras ocupaciones, lo %ue si"-ni&ica la con&ian#a de %ue tenemos al"una utilidad en el mundo* erdimos nuestra len"ua, lo %ue si"ni&ica la naturalidad delas reacciones, la simplicidad de los "estos*** 1parentemente, nadie %uiere saber %ue la historia contempornea ha creado unnueBotipode seres humanos, el cual es colocadoencampos de concentracin por sus enemi"os yencampos deinternamiento por sus ami"os*33.l ciudadano %ue participa en la construccin de la ciudad de los hombres y %ue la reconstruye como territorio dela memoria, cuando aprende %ue el me$or de los propsitos de su aprendi#a$e c'Bico no reside en su mente, sino enel cora#n, acaba encontrando %ue su ciudadan'a lo es, sobre todo, de una ciudad-refugio. ?na ciudad &undada enuna tica de la hospitalidad.1prender la ciudadan'a, en esta ciudad, es un lento aprendi#a$e, y %ui# incluso unaprender doloroso, pero %ue tiene %ue Ber con la ciBilidad y con la humanidad7 es como aprender are-educarse elgusto por lo humano*5e acuerdo con estas ideas, debemos BolBer a pensar la ciudad y la le"itimacin de la pol'ticam)s all) de lasteor"as del contrato social, ms all del mundo hobbesiano, dentro del cual ni el amor por el otro ni la piedad paracon las B'ctimas perturban el e"o'smo del alma humana, sino tan slo el miedo de cada cual respecto del otro, de%uien siempre aparece como un enemi"o potencial, al"uien del %ue debemos de&endernos*32 Contrariamente a esteplanteamiento, podemos pre"untarnossi esposibleunaNconstruccinOdelaciudadydel ordenpol'ticoDconstruir,enel sentidode&ormar, enel sentidode&ormacinyeducacinDapartirdela responsabilidad,entendidacomorespuestaal otro,ensuradical alteridad, yenatencinaltercero.or%ue, comopensaba.mmanuel LeBinas, el NotroO no est nunca solo &rente al yo Dde cara al yoD sino %ue debe responder por elNterceroO %ue est al lado*2-1.$. 'l descu.rimiento del otro: la alteridad3U Citado por aBone, C*, >na guerra civile, Iur'n, 4224, p"* 4P,* @eco"emos ei teCto de Sirolli, M*, 4or amor a la patria.>n ensayo sobre el patriotismo y el nacionalismo, Madrid, 1cento .ditorial, 422P, p"* ,-2*3P 1rendt, F*, !os or"genes del totalitarismo, Madrid, Iaurus, 4223, p"* ;P6*33 1rendt, F*, NYe @e&u"eesO, 6enorah 7ournal, ;4, enero, de 42:;, p"s* 66-6U*32or supuesto, pensar laciudadcontralasteor'asdel contratosocial espensarlacontrael Nliberalismopol'ticoO%uerepresenta John @a9ls, tanto en su libro 8eor"a de la /usticia como en su )ltima obra, 9l liberalismo pol"tico. 5esde @a9ls%ui# se podr'a conceder la posibilidad de construir una sociedad/usta Dimparcial. se")n su teor'aD aun%ue probablementeno una sociedad decente, capa# de humillar al otro y no atenta a la cuestin le-Binasiana del tercero* Sase Mar"alit, 1*,!asociedad decente, ed* cit, 422P*2-SaseLeBinas,.*,Autrement.u=etre,. ouau-del) dei=essence,ar's,LaFaya,Ni$ho&&, 42P:,p"*,-4 y Chalier,C*,!evinas. !a utopia de lo humano, Barcelona, @iopiedras, 4226, p"* 2:*,-La atencin al otro, la respuesta a su llamada, la responsabilidad, es lo %ue nos permite Nhumani#ar la ciBilidadO*ero su descubrimiento est lleno de obstculos* ara mostrarlo, pondremos un e$emplo literario* .scribe Marcelroust, de la mano de su narrador Marcel, %ue durante mucho tiempo ten'a por costumbre acostarse temprano* .larran%ue de 9n busca del tiempo perdido es un moBimiento inicial %ue tiene %ue Ber con la narracin del miedo yla an"ustia del pe%ue>o Marcel a la noche, a la soledad de la noche, a la an"ustia proBocada por el intenso silenciode la soledad del cuarto en la oscuridad y la in%uieta y nerBiosa espera del ni>o Marcel al beso de despedida de sumadre* 0u primera memoria de Combray, de esas noches en su alcoba in&antil, est como inter&erida y mediati#adapor la demora Dy a Beces la &atal ausenciaD de ese beso maternal, una demora proBocada por la lle"ada de unBisitante, 09ann, a %uienes los padres del $oBen Marcel deb'a aco"er con hospitalidad.La NnocheOes la met&ora %ue el &ilso&olituano.mmanuel LeBinas empleaba para mostrar la an"ustiaproBocada, no ya como en el caso de Jean-aul 0artre por la presencia an"ustiante de laNada Dla ausencia del%erD, sinoporel horrordel %erensumonoton'adesproBistadesentido* .stapresencia%uenoseCcedeesdenominada por LeBinas el NFayO, ante el cual la )nica salida es, precisamente, la atencin insomne y Bi"ilante alotro en su alteridad misma, es decir, %ui# a%uello %ue el pe%ue>o Marcel a)n no era capa# de descubrir en lasBisitas de 09ann*LanocheeslaprimeraeCperienciadel 0er7 al"oesencialmenteeCtra>o%uechocaconnosotrosmismos ysu&rimos comounaopresinas&iCiante* Lanochees laeCperienciadiaria, nocturna, denuestros hi$os, %ueduermen solos, mientras los mayores se"uimos con nuestra Bida mandndoles callar y obli"ndoles a un silenciono ele"ido por ellos, mientras sienten %ue #umba, ensordecedor, el silencio de su alcoba*La noche es esa primera noche en el in&ierno de 1usch-9it#, la primera noche del $oBen .lie Yiesel, esa primeranoche maldita %ue hace imposible el olBido y mila"rosa la Bida humana despus7Jams olBidar esa noche, esa primera noche en el campo %ue hi#o de mi Bida una sola lar"a noche ba$o siete Bueltas de llaBe*Jams olBidar esa humareda*Jams olBidar las caritas de los ni>os %ue Bi conBertirse en Bolutas de humo ba$o un silencioso cielo a#ul*Jams olBidar esas llamas %ue consumieron para siempre mi &e*Jams olBidar ese silencio nocturno %ue me %uit para siempre las "anas de BiBir*Jams olBidar esos instantes %ue asesinaron a mi 5ios y a mi alma, y a mis sue>os %ue ad%uirieron el rostro del desierto*Jams olBidar, aun%ue me condenaran a BiBir tanto como 5ios* Jams*24Lanochees, tambin, lanoche &ebrilde rimoLeBi,unNno ciudadanoO,unNno hombreOpara el 00 %ue loeCamina como se eCamina un ob$eto %ui# todaB'a &uncionalmente )til y aproBechable antes de su eCterminiototal71s' se arrastran nuestras noches* .l sue>o de Intalo y el sue>o del relato se insertan en un te$ido de im"enes menos claras7el su&rimiento del d'a, compuesto de hambre,"olpes,&r'o, cansancio,miedo y promiscuidad, reaparece por las noches enpesadillas in&ormes de una Biolencia inaudita como en la Bida libre se tienen slo en las noches de &iebre*2,La noche eCpresa, pues, el horror ante la a"uda y eCcesiBa presencia del 0er, y al mismo tiempo el miedo cerBal%ue se siente cuando se nos es ne"ada nuestra radical di&erencia y al-teridad, cuando se apa"an las consecuenciasdel crimen de simplemente Nser otroO* 1l mismo tiempo, la noche, en su e%uiBalencia con la presencia del 0er, esel primer obstculo D uno %ue es anterior a nosotros mismos- %ue podemos encontrar en el descubrimiento delotro en su alteridad* ero es precisamente el otro, en su eCterioridad, donde, de estar, podemos acabar encontrandoDdespusde 1usch9it#precisamente, yanteel horror%uenosproBocael despeda#amientodepa'sescomoQu"oslaBia, ChecosloBa%uia y la ?nin 0oBiticaD un &uturo para una .uropa %ue se pretende unida pero %ueest des"arrada en su mismo centro* .s en el otro donde tambin, podemos encontrar una salida para pensar Ndeotro modoO, la nocin de la ciudadan'a y el si"ni&icado de la ciBilidad*ero BolBamos al pe%ue>o Marcel* arece incapa# de