Ay Pitagoras

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  A y P it á g oras !  A y Pi t ág o r a s !  A y P it á g oras !  A y Pi t ág o r a s !  A y P it á g o r as !  A  A  A  A  A  ce rc a de la s de ter  ce rc a de la s de te r  ce rc a de la s deter  ce rc a de la s de te r  ce rc a de la s de te r  mi na cion es  min ac io ne s  mi na cion es  min ac io ne s  min ac ione s  soci al es en el su r  so ci al es en el su r soci al es en el su r  so ci al es en el su r  so ci al es en el su r  gi mi en to de las ma te ti ca s  gi mi ento de la s ma te ti ca s  gi mi en to de la s ma te ti ca s  gi mi ento de la s ma te ti ca s  gi mi en to de la s mate ti ca s Por Javier Ozollo  Re su men  Re su men  Re su men  Re su men  Re su men El artículo pretende mostrar, a partir del ejemplo del descubrimiento del teorema de Pitágoras, cómo las ideas sociales de una época determinada, para nuestro caso las de la sociedad griega del siglo V a.C., intervienen en el proceso de formación científica ya sea para facilitar o para bloquear su desarrollo . El caso de las matemáticas pitagóricas es significativo al respecto; su análisis no deja de ser un punto paradigmático en la historia de las ciencias desde el punto de vista de la sociología.  A b st r act  Ab st r a ct  A b st r act  A b st r a ct  A b st r a ct  The article seeks to demonstrate, starting from the discovery of Pythagoras’ theorem as an example, how social ideas of a certain time, in our case those of the V Century b. C. Greek society , intervenes in the process of scientific formation either to smooth the progress or to stop its development. The case of the Pythagorean mathematics is significant; its analysis doesn’t stop being a paradigmatic point in the history of the sciences in the social studies field. 207

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Una descripción sobre la historia del teorema de Pitagoras. Por Javier Ozollo

Transcript of Ay Pitagoras

  • ver con la prdida de la capacidad crtica hacia los distintos poderes que permitela ausencia de ligazones institucionales.

    El eje transversal de estos conflictos, seala lvarez (1997: 2-6), es una cuestinde poder. Poder tener informacin, recursos, profesionales o especialistas, podercontar, con mayores posibilidades de definir los temas de la agenda e incidir en elespacio pblico, en condiciones que no siempre contemplan la pluralidad de vocesy diferencias al interior del movimiento. Esta misma controversia se plantea anivel internacional fruto de la transnacionalizacin del movimiento. El eje en estecaso est dado por las diferencias de poder y tradiciones polticas y culturalesexistentes entre el norte y el sur.

    Para terminar, es necesario sealar que pese a los riesgos de cooptacin queevidentemente acechan- la institucionalizacin, la articulacin y latransnacionalizacin han significado en muchos casos tanto a nivel nacionalcomo internacional la posibilidad de generar mayor fuerza y presin tanto en locontestario como en lo propositivo. La consecucin de algunos logros, y la puestaen circulacin de otro discurso, tambin en el Estado, en cuanto a la cuestin degnero se refiere, tienen que ver, tambin de alguna manera, con esta nueva formade organizacin que est gestndose.

    6. A modo de conclusin

    A lo largo de este trabajo hemos tratado de seguir la trayectoria que las polticaspblicas para mujeres ha tenido en Argentina desde el advenimiento de la democra-cia, siguiendo las transformaciones y los cambios producidos en sus actores/asprincipales: el movimiento de mujeres /feminismo/s y el Estado. A partir delrecorrido establecido, intentaremos establecer algunas conclusiones tentativas.

    En primer lugar, advertimos la complejidad que supone introducir eimplementar desde el Estado polticas pblicas con perspectiva de gnero.Entendemos que el estado no es un ente monoltico sino un espacio de disputas,de poder y resistencias, tambin desde el gnero. Queda claro que no es sencillointroducir en su estructura, ni promover desde su seno polticas pblicas quecontradigan decididamente la concepcin de gnero y la ubicacin que se les haasignado histricamente a las mujeres. Mucho ms an cuando se trata de incidirsobre uno de los nudos centrales que obstaculizan la consideracin de las mujerescomo ciudadanas: esto es, el control de sus cuerpos mediante la regulacin de la/s sexualidad/es y la (no) reproduccin.

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    Ay Pitgoras!Ay Pitgoras!Ay Pitgoras!Ay Pitgoras!Ay Pitgoras!AAAAAcerca de las detercerca de las detercerca de las detercerca de las detercerca de las determinacionesminacionesminacionesminacionesminaciones

    sociales en el sursociales en el sursociales en el sursociales en el sursociales en el surgimiento de las matemticasgimiento de las matemticasgimiento de las matemticasgimiento de las matemticasgimiento de las matemticasPor Javier Ozollo

    ResumenResumenResumenResumenResumen

    El artculo pretende mostrar, a partir del ejemplo del descubrimiento delteorema de Pitgoras, cmo las ideas sociales de una poca determinada, paranuestro caso las de la sociedad griega del siglo V a.C., intervienen en el procesode formacin cientfica ya sea para facilitar o para bloquear su desarrollo. El casode las matemticas pitagricas es significativo al respecto; su anlisis no deja deser un punto paradigmtico en la historia de las ciencias desde el punto de vistade la sociologa.

    AbstractAbstractAbstractAbstractAbstract

    The article seeks to demonstrate, starting from the discovery of Pythagorastheorem as an example, how social ideas of a certain time, in our case those ofthe V Century b.C. Greek society, intervenes in the process of scientific formationeither to smooth the progress or to stop its development. The case of thePythagorean mathematics is significant; its analysis doesnt stop being aparadigmatic point in the history of the sciences in the social studies field.

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  • Las demandas del movimiento de mujeres por el ejercicio de derechos sexualesy reproductivos apuntan a desatar el nudo en el cual se dirime la cuestin de laciudadana para las mujeres. La cuestin de los derechos sexuales y reproductivoses el punto donde la diferencia sexual no puede invisibilizarse, y el espacio dondese evidencia la imposibilidad de acuerdo pleno entre el estado y los movimientosde mujeres y feministas. Se trata, indudablemente, de un punto de intenso conflictoen todas las sociedades.

    Mientras, por la lgica que le es inherente, el Estado tiende a la consideracinde los derechos de las mujeres en trminos de polticas de salud, esto es, limitala nocin de derechos sexuales y reproductivos a la implementacin de polticasque atienden a las mujeres en su condicin de madres o en relacin al control delas ETS, el /los movimientos significan el asunto de un modo polismico, ligadoa los mltiples intereses, tradiciones y acentos que ste porta y ha portadohistricamente. Se supone que no slo se reclama por anticoncepcin, o por laampliacin del derecho a decidir sobre el propio cuerpo (con inclusin de lademanda por la legalizacin/ despenalizacin del derecho al aborto, desde algunasfracciones del movimiento de mujeres/feminismo) sino por autonoma respectode la posibilidad de separar sexualidad y reproduccin, as como tambin deincorporar otras definiciones de sexualidad y modos de practicarla y vivirla, etc.Mientras el /los movimientos de mujeres/ feministas cuestionan la separacinde los espacios pblico y privado y los roles asignados a cada sexo en virtud dela histrica asignacin de estos espacios en forma desigual a varones y mujeres, elEstado tiende a mantener la privacidad de las diferencias (por ejemplo, recluyendolos derechos sexuales y reproductivos en el campo especializado de la salud),aunque conceda algunos derechos.

    Bajo las actuales condiciones econmicas y sociales, el panorama se ha comple-jizado an ms. A la vez que se ha producido una legitimacin de la cuestin delos derechos ciudadanos de las mujeres como en ningn otro perodo histrico,las condiciones materiales en las cuales se inserta su ejercicio efectivo implica unaruptura de la vinculacin entre derechos formales y garantas establecidas a travsde polticas pblicas. El lmite respecto de los derechos ciudadanos de las mujereses, como hemos visto, un asunto complejo a nivel formal, mucho ms cuando setrata de traducir esos cambios legales en polticas pblicas concretas que garanticenesos derechos.

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    El artculo que se va a leer pretende ser un ejercicio cuyo pblico debera serdoble: por un lado los cientistas sociales y por otro, todas aquellas personas quecultivan las distintas ramas disciplinares vinculadas a las matemticas. Tambinesperamos que al preguntarnos sobre el obstculo terico con el que tropiezaPitgoras, queden indicadas algunas pautas sobre la relacin ciencias - sociedad y,aunque la propuesta adolece del esquematismo propio de todo artculo breve,introduce, creemos, una de las cualidades de todo pensamiento cientfico: laprovocacin intelectual.

    Veamos.

    Ya casi es un lugar comn, para especialistas en el tema como para aficionados,afirmar que las matemticas, y con ellas las ciencias en general, surgieron en laGrecia antigua con Thales, Pitgoras y los fsicos-filsofos del siglo V a.C. Sinembargo, es sabido tambin, que las ciencias exactas tuvieron un importantedesarrollo en las culturas egipcia y asirio-babilnica, destacndose los cientficosde aquellas culturas en mbitos como la astronoma y la geometra.

    La pregunta que se impone es, entonces, cul fue la aportacin decisiva delos griegos? Qu justifica la atribucin de la gloria -a ellos asignada- de haberdado nacimiento al pensamiento cientfico?

    Dejemos que Proclo, un neo platnico del V d.C. nos responda en el ResumenHistrico que hiciera en el prlogo al Libro I de Euclides cuando afirma que -despus de Tales y de otros estudiosos de matemticas contemporneos- Pitgorastransform ese estudio convirtindolo en una enseanza liberal que se remontabaa los principios generales y estudiaba los problemas abstractamente y con lainteligencia pura (En GEYMONAT, 1961: 7).

    Siguiendo a Ludovico Geymonat podemos afirmar que esta transformacin,de la cual nos habla Proclo, no es menor, pues permiti, por primera vez en lahistoria de la humanidad, la investigacin cientfica a partir de un saber racional(terico), irreductible a la simple y mera coleccin de experiencias de la vidacotidiana.

    Tomemos como ejemplo el clebre teorema de Pitgoras, nudo central delplanteo de este artculo. Recordemos que este famossimo teorema postula que la

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  • El panorama que se vislumbra para las polticas pblicas con equidad de gnerono resulta sencillo. La legtima preocupacin por la institucionalizacin chocacon un proceso de transformacin en la forma y funcin del estado que haimplicado la redefinicin del campo de las polticas pblicas desde la universalidad(paradojalmente incluyente/excluyente para las mujeres) hacia polticas focalizadas.Frente a ese panorama se alza un movimiento de mujeres muy heterogneo, queha sufrido, adems, los embates de la globalizacin: despolitizacin, fragmentacin,institucionalizacin, etc. y cuya capacidad de respuesta y contrapoder pareceagotarse (una caractersitca de los movimientos sociales en la ltima dcada) enalgunos momentos claves o hasta la consecusin de conquistas formales. Aello hay que agregar el peso de poderosas instituciones, como la Iglesia catlicaen la disputa por las polticas sexuales. Es decir, como ha sealado Craske Igualque en muchos pases del norte, en Amrica Latina convergen un proceso dedesregulacin y reduccin del Estado en la esfera econmica mientras la regulacines mantenida en otras reas, particularmente en los aspectos ms ntimos y privadosde control de la sexualidad... frecuentemente reforzados por el Vaticano (Craske:2002:2).

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    suma de los cuadrados de los catetos de un tringulo rectngulo es igual al cuadradode su hipotenusa (H2 = C2 + c2). Sin duda, su validez era conocida mucho tiempoantes de la formulacin de Pitgoras, limitada a algunos o, mejor, a varios casosparticulares (por ejemplo cuando las medidas de los catetos son los nmeros 3 y4, y la de la hipotenusa es 5), por los sacerdotes egipcios y hasta por los sabios dela China antigua. Sin embargo parece cierto que solamente los griegos supieronremontarse de la comprobacin de tal validez en varios casos particulares a lademostracin general del teorema.

    Ahora bien, la pregunta central para la sociologa de la ciencia debera ser:cules son las condiciones sociales que posibilitaron el surgimiento de unpensamiento de tales caractersticas? Pero para preguntarnos sobre esascondiciones sociales debemos recrear las condiciones histricas. Vayamos,entonces, a la historia.

    Despus del triunfo griego sobre los persas en las segundas guerras mdicas,se abre un periodo de gran desarrollo econmico, poltico y social en la Grecialiderada por Atenas, que suele conocerse como el periodo clsico. Este periodoabarca todo el siglo V a.C. y culmina con la guerra del Peloponeso, que enfrenta la liga ateniense o de Delos con la liga del Peloponeso liderada por Esparta.

    Las batallas de Platea y Micala en el ao 480 a.C. marcan un corte en eldesarrollo de las guerras contra los persas dirigidos por Jerjes. Aun cuando loschoques entre griegos y persas continuaron hasta mediados del siglo V a.C., yaque la llamada paz de Calias fue hecha en el ao 449 a.C., despus de los triunfosobtenidos por los griegos en los aos 480-479, el carcter de la guerra habacambiado sustancialmente. Despus del descalabro persa en Platea, no qued enel territorio de la Grecia balcnica ni un guerrero enemigo, y la iniciativa de laofensiva qued ntegramente a cargo de los griegos. Las operaciones blicas setrasladaron al mar, donde asumieron el carcter de escaramuzas y campaasnavales (STRUVE,1974 TI: 243).

    Atenas form una slida alianza poltica con fines blicos pero tambineconmicos, concretizada en la isla de Delos en el ao 477 a.C. Esta liga disputabael poder con Esparta y sus aliados. Este contexto externo permiti que la liga deDelos estableciera las bases de un desarrollo econmico asentado en un primitivomercantilismo martimo y, por sobre todo, en el auge del esclavismo, productoprincipalmente de las incursiones blicas de la flota ateniense y que permitan

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    _______________* Las traducciones de los textos del ingls, son nuestras.

    incrementarlo constantemente.

    Estas acciones blicas tuvieron como meta central afianzar el poder de la ligaen el cuenca oriental del Mediterrneo. Este objetivo se cumpli en funcin deasegurar la provisin de materias primas (la conquista del litoral tracio, por ejemplo,que provea maderas para la construccin de barcos) y la hegemona ateniensedel comercio martimo (por ejemplo la conquista de Esciros donde morabanpiratas que amenazan los barcos atenienses). Este proceso permiti que,paulatinamente, Atenas se transformara no slo en potencia econmica y militarsino en el centro poltico del mundo griego antiguo.

    Hacia el interior de Grecia, este desarrollo tuvo su origen en las reformas queSoln haba realizado en el 594 a.C., continu con las reformas de Clstenes haciael ao 509 y finalmente el impulso decisivo fue dado por Pericles, en lo que seconoci como el Siglo de Oro.

    El esclavismo como modo de produccin principal permiti la organizacinde una repblica, pero las repblicas esclavistas diferan en su organizacin interna:las haba aristocrticas y democrticas. En las primeras, un pequeo nmero depersonas privilegiadas tomaba parte en las elecciones, y en las democrticastomaban parte los esclavistas; es decir, todos menos los esclavos. Las reformasde Clstenes permitieron consolidar una repblica esclavista democrtica que entiempos de Pericles logr preeminencia en todo la Hlade.

    La consolidacin de este modelo econmico y poltico estaba basada en lagran cantidad de esclavos y metecos (extranjeros inmigrantes sin derechos deciudadanos en Grecia) que las guerras, principalmente (tambin se poda ser esclavopor deudas con privados o con el Estado) haban aportado a la economa griega.Slo en Atenas los esclavos ascendan a ms de 140.000. Por cada ciudadanoadulto contbanse, por lo menos, dieciocho esclavos y ms de dos metecos. Lacausa de la existencia de un nmero tan grande de esclavos era que muchos deellos trabajaban juntos, a las rdenes de capataces, en grandes talleresmanufactureros (ENGELS, 1979: 118).

    La hegemona de Atenas y de la cultura griega sobre el Mediterrneo orientalpermiti este abastecimiento constante de esclavos, al mismo tiempo la produccinmanufacturera esclavista tuvo salida exportable al amparo de una gran flotamercante y de guerra. As, en Grecia la economa se basaba en ... el sistema de

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    Pero el esclavismo como forma econmica es bastante particular. Rpidamentedigamos que el esclavismo permite la apropiacin del total del trabajo producidopor el esclavo en manos del amo, mediante la coercin fsica. Retengamos laforma apropiacin total pues ella es esencial a los fines de nuestro razonamiento.

    En sntesis, la sociedad griega antigua estaba basada en la produccin esclavistaque se complementaba con una hegemona naval que permita una forma deacumulacin creciente de capital.

    Ahora bien, toda sociedad, a fin de mantenerse en el tiempo, necesita no slode los elementos que permitan su mantenimiento sino tambin de aquellos quepermiten su supervivencia. O sea, no slo necesita producir sino tambinreproducirse. Esta reproduccin se asegura mediante el propio proceso econmicoy mediante un proceso extraeconmico que toma dos formas sustanciales: lacoercin y la inculcacin ideolgica. Digmoslo ms llanamente, toda sociedad,mediante instituciones especializadas (polica, justicia, etc.) , mantiene el ordencon el uso de la fuerza (coercin), al mismo tiempo, mediante otras instituciones(familia, escuela, partidos polticos, etc.) inculca las ideas vlidas, buenas,verdaderas para esa sociedad. Esta distincin entre instituciones: AparatosRepresivos y Aparatos Ideolgicos, que debemos a Louis Althusser, nos permitever la importancia fundamental que tiene la ideologa en la supervivencia decualquier sociedad. Por lo pronto diremos que a cada forma social le correspondeuna determinada forma ideolgica, o sea una determinada forma de concebir elmundo.

    En tiempos de la Grecia antigua, a la forma esclavista le corresponda unaforma muy particular de concebir el mundo que supona el mantenimiento de ladivisin entre los ciudadanos y los esclavos. As el ciudadano no slo tenaderechos que el esclavo no tena, sino que tambin mantena un status y unacultura propia de su nivel.

    Evidentemente, lo que no se nos debe escapar es que si el esclavo eraresponsable del trabajo, el propio trabajo era una tarea indigna para el ciudadano.Indignidad que serva para justificar, en el campo de las ideas, la necesidad de laexistencia y mantenimiento de esclavos. Sin embargo, el ciudadano ateniense se

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  • Seminario PRIGEPP FLACSO, Buenos Aires, ArgentinaGUZMN, Virginia (2002 b): Anlisis comparado de legislacin, polticas pblicas

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    Como ejemplo de lo expresado hasta ac digamos que, las tareas que losesclavos realizaban eran tan deshonrosas para los ciudadanos griegos que stosfrecuentemente preferan la mendicidad antes que semejantes tareas. A propsitode la ruina del Estado griego, Engels relata: pero el acrecentamiento del comercioy de la industria trajo la acumulacin y la concentracin de las riquezas en unascuantas manos y, con ello, el empobrecimiento de la masa de los ciudadanoslibres, a los cuales no les quedaba otro recurso que el de elegir entre hacercompetencia al trabajo de los esclavos con su propio trabajo manual (lo que seconsideraba como deshonroso, bajo y, por aadidura, no produca sino escasoprovecho), o convertirse en mendigos. En vista de las circunstancias, tomaroneste ltimo partido; y como formaban la masa del pueblo, llevaron a la ruina atodo el Estado ateniense. (ENGELS, 1979:118)

    Ahora bien, nuestro problema consiste en relacionar una ciencia con el contextosocial en el cual se desarrolla. Pero esta relacin no es simple; por el contrario, essiempre compleja.

    Digamos, brevemente, algunas cosas sobre esta relacin1.

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    _______________1 Sobre un desarrollo ms completo de este punto vase: A propsito de la pertinencia de una sociologa del

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    La ciencia no avanza en forma constante y a modo de una evolucin lineal,donde todo saber supera al anterior y as sucesivamente; por el contrario, laciencia avanza a saltos que denominaremos aqu con el nombre de rupturas(es nuestra posicin y la de muchos analistas del tema cientfico2). La rupturacientfica o ruptura epistemolgica (trmino que debemos a Bachelard3) en lahistoria de la formacin de una determinada ciencia es el punto de no retorno,segn la expresin de Regnault. La ruptura epistemolgica se efecta en unacoyuntura definida donde la filosofa y las ideologas tericas que definen el espaciode problemas sufren un desplazamiento en direccin a un nuevo espacio deproblemas. Esta ruptura que implica una verdadera revolucin en un campodisciplinar no es exclusivamente terica. O sea, no se da nicamente en el interiordel proceso de produccin de conocimientos, sino que en esta ruptura sonesenciales, para que ella se produzca, elementos extra-tericos que, por comodidad,llamaremos sociales. O sea, en determinado momento histrico ciertos factoressociales se dan cita en un espacio de ideas y permiten el alumbramiento de unnuevo espacio cientfico4.

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    _______________2 En realidad podramos dividir a quienes hacen historia de la ciencia en dos grandes grupos: continuistas

    y rupturistas. Los primeros parten de una concepcin dominante, entre los historiadores de la ciencia, yque hace pie en el positivismo epistemolgico y en el evolucionismo histrico de mediados del sigloXVIII. Esta postura ve a la historia como un proceso lineal y evolutivo, donde La ciencia se desarrollacomo progreso positivo. As establece la unidad de La ciencia, ms all de particularidades propias decada disciplina, y la uniformidad de su devenir. Ello en la medida que tal progreso se encuentra animadopor el espritu cognoscente. As la unidad del espritu funda la unidad del saber. O sea, parten de lapremisa que el espritu humano se desenvuelve en forma evolutiva y en cada paso se avanza de lo peor alo mejor (esta idea clsica puede encontrarse en autores como Comte, Duhem, Sarton, Meyerson oneopositivistas lgicos como Reichenbach; que remiten, en ltima instancia, a Aristteles y Hegel). Losrupturistas, en cambio, postulan el desarrollo cientfico como un proceso complejo de avances y retrocesos,donde tienen un papel central las rupturas o revoluciones cientficas (entre ellos se puede citar aCanguilhem, Koyre o Geymonat, aunque existe una variedad de posiciones al interior de esta lnea quehacen pie en Marx, Bachelard, Khum y/u otros).

    3 Como podr observar el lector atento, slo tomamos de Bachelard el trmino, tanto el de ruptura comoel de obstculo, no el concepto que el pensador francs le dio. Podemos aclarar, esquemticamente, quenuestro sentido del termino es diferente en tanto la ruptura, para el autor de la Formacin del espritucientfico, a pesar de los evidentes aportes que el concepto plantea en relacin a las lneas continuistas, sedesenvuelve en un campo estrictamente abstracto o en todo caso psicolgico (en este sentido en laexpresin espritu cientfico tiende a volverse dominante el trmino espritu); mientras que en nuestraforma, la ruptura es un complejo histrico social que interviene en la historia de la ciencia dividiendo asta de su prehistoria y donde lo determinante en ltima instancia es la lucha de clases. En este sentidorecomendamos el texto clsico de Dominique Lecourt Para una crtica de la epistemologa, Pgs. 35 a 63.

    4 Por ejemplo, rpidamente, podemos mencionar el caso de Galileo, donde la idea de cuerpo libre, en elplanteo de su dinmica de los cuerpos, deviene de la idea de libertad de la nueva proto-burguesarenacentista de las republiquetas italianas, que debe pactar libremente entre individuos libres paraasegurar el beneficio econmico a travs de un contrato. Idea de libertad, sta, desconocida por lossabios feudales. Para un desarrollo ms completo vase: KOYR, 1980.

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    Esta ruptura define dos espacios en el desarrollo del pensamiento cientfico.Uno anterior, donde dominan las ideas no cientficas y donde existencontroversias que denominaremos, segn Pecheaux y Fichant, demarcacioneso cortes intraideolgicos. En este espacio pueden existir, en mayor o menorgrado ideas cientficamente verdaderas pero se encuentran dominadas, sometidaspor las ideas falsas o no cientficas5. Otro espacio que establece la ruptura esuno posterior, que de acuerdo a la forma de sus controversias, utilizandonuevamente a Pecheaux y Fichant, llamaremos espacio de refundiciones o cortesintra cientficos. En este espacio, que surge como producto de la propia ruptura,dominan las ideas cientficas y aqu los factores sociales tienen una incidenciasecundaria, aunque su papel debe ser establecido para cada caso6. Si bien existenideas no cientficas, el dominio del espacio es establecido por las ideascientficamente verdaderas7.

    _______________5 Dos acotaciones breves para no abundar: la primera es que, cuando introducimos la palabra verdaderas

    no desconocemos las variadas impugnaciones que esta palabra ha tenido por parte de la filosofa de laciencia en sus distintas vertientes (por eso las comillas), sin embargo la misma va acompaada de lapalabra cientficamente, adjetivacin que en este caso no es menor y condiciona la cualidad de aquellaverdad. Una segunda acotacin es la ejemplificacin que podemos hacer de este tema en las ideas sobreel magnetismo que formulara Descartes y su escuela. Sucintamente digamos que la concepcin delmagnetismo en los seguidores de Descartes es un corte intra ideolgico en relacin a la ideologa vitalistaplatnica. El platonismo crea que la atraccin magntica era un fenmeno producto de la simpatasecreta que ciertas sustancias (el hierro y el imn) mantenan entre s. Exista en estas sustancias eldeseo de ocupar su lugar natural. A esta concepcin se opone el cartesianismo que piensa al universocon las imgenes geomtricas de extensin, figura y movimiento. Los cartesianos piensan que losmovimientos de torbellino en los canales que atraviesan los cuerpos producen el efecto de atraccin.Ello era empricamente comprobable: limaduras de hierro en un papel y por debajo un imn, mostrabanlos torbellinos; la prdida de propiedades del imn por calentamiento que dilataba los canales, etc. Elcorte que realiza el cartesianismo, propio de una ideologa fundada en las imgenes, permite expulsar delproblema la nocin ideolgica de espritu (espritu vital o deseo), propia del idealismo platnico,pero sin embargo se mantiene en el campo de lo ideolgico (o sea, no cientfico).

    6 Si, hipotticamente, apareciera una dictadura o rgimen fantico de cualquier tipo que tuviera comoobjetivo eliminar la ciencia y asesinara a todos los cientficos del mundo, evidentemente el papel delfactor social extracientfico sera principal. Estrictamente, no invalidara los descubrimientos realizadoshasta ese momento pero detendra el avance cientfico.

    7 Un ejemplo caracterstico de refundicin es la fsica einsteineana en relacin a los postulados de Newton.Aqu los factores sociales intervienen pero en forma secundaria, aunque es sabido que Newton nopuede asignarle un valor relativo al tiempo debido a que el tiempo debe ser absoluto para confirmar laeternidad de Dios (religin, factor social), en cambio Einstein (religioso, al igual que Newton) restringeel papel de Dios en el campo de la fsica. Intromisiones sociales ms frecuentes son, por ejemplo, laspolticas de los laboratorios mdicos que impulsan a la biomedicina en una direccin u otra segn susconveniencias poltico econmicas; o las polticas gubernamentales, durante la guerra fra, quepermitieron el avance o detencin de la astronoma de acuerdo al nivel de la carrera espacial.

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    Extraamiento: Una InmersinExtraamiento: Una InmersinExtraamiento: Una InmersinExtraamiento: Una InmersinExtraamiento: Una Inmersinen el Mundo de la vida.en el Mundo de la vida.en el Mundo de la vida.en el Mundo de la vida.en el Mundo de la vida.

    por Rosa Bustos y Germn Fernndez

    Dedicado al amigo Martn Aranguren

    ResumenResumenResumenResumenResumen

    Quin prohbe a un hombre perseguir su sombrero, llevado por el viento,durante un funeral? Todos. Es decir nadie. Nadie explcitamente. Peroindudablemente hay reglas que lo prescriben, las que son ejercidas mediante unaconciencia prctica: un saber tcito, compartido, que orienta a los actores, sobrecmo comportarse en la vida diaria.

    La antropologa brinda herramientas cognitivas y metodolgicas para explicarese mecanismo, muchas veces naturalizado, que presenta soluciones prefabricadaspara los problemas de la interaccin.

    AbstractAbstractAbstractAbstractAbstract

    Who forbids a man chasing his hat, gone with the wind, during a funeral?Everyone. That is, no one. No one explicitly. But there are rules that doubtlessprescribe it, the ones being held by a practic conciousness: a tacit knowledge, ashared one, who guides the actorsbehavior in every day life.

    Anthropology yields cognitive and methodological tools to elicit suchmechanism, often naturalised, who offers prefabricated solutions for interactionproblems.

    Bien, este ltimo es el caso de Pitgoras.

    Pitgoras naci en Samos (isla del Egeo meridional que fuera miembro de laliga de Delos) hacia el 584 a.C.; por su sabidura se lo consider descendiente deApolo. Huyendo de la tirana de Polcrates, fue de Samos a Cretona en el sur deItalia, donde alcanz prestigio y fund su escuela. Se cree que muri en Metapontoa la avanzada edad de 88 aos.

    Hombre del Siglo de Oro, se lo considera uno de los fundadores de lasmatemticas y su fama es universal debido principalmente al teorema que yaexplicramos y que lleva su nombre.

    El teorema por l descubierto tuvo implicancias inesperadas para los griegos.Como dijimos antes, si en la formula H2 = C2 + c2 se suplantaran los valores H, Cy c por nmeros racionales del tipo 5, 4 y 3 los resultados y su comprobacinemprica no acarreaban mayores dificultades para los sabios griegos y an parasus antecesores egipcios o asirios. Sin embargo el teorema en tiempo de Pitgorasy los pitagricos tuvo dos aplicaciones cuyos resultados fueron terribles para elpensamiento clsico.

    La primera de ellas es la que postula que: si los valores de los catetos (C)fueran los ms simples: 1 y 1, cul ser el valor de la hipotenusa (H)?. Veamos laresolucin matemtica:

    H2 = C2 (12) + C2 (12) o sea H2 = 12+12

    H2 = 1 + 1

    H = 1+1

    H = 2

    H = 1,4142735 . . . (infinito)

    He aqu un primer problema: el resultado era un nmero irracional. Antes deanalizar las consecuencias de esta primera experimentacin, vayamos a la segundaaplicacin a fin de demostrar con ms fuerza los resultados catastrficos quetuvo este teorema para la ideologa dominante en la Grecia clsica.

    La segunda consecuencia se refiere al problema de la inconmensurabilidad deun segmento. Para los griegos todo proceso cientfico (igual que para nuestros

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    Por qu un anlisis antropolgico?

    Seremos descorteses: responderemos a esta pregunta con otra pregunta. Quhacen los antroplogos? Hay una imagen estereotipada, cuyo origen son los alboresde esta ciencia. Si el lector pens en tribus desconocidas, selvas indmitas, boastrepadoras o rubios investigadores aventureros, permtanos sonrer. Y es que elcarcter particular de la antropologa no reside en la adscripcin a un determinadoobjeto real, un campo emprico donde pululan sus cientficos. Su objeto esterico: una construccin artificiosa o, citando a Bourdieu, un objeto terico esun sistema de relaciones expresamente construido (Bourdieu P., 1975:51.).

    Y el poder, el cambio, la fe, la opresin, el amor y, por qu no, la justicia, laverdad, el conocimiento? El antroplogo, es ajeno a ellos? Son temas exclusivosde la sociologa, la psicologa, la ciencia poltica, la historia? Diremos que no.Clifford Geertz dice que el antroplogo intenta que esas grandes palabras quenos espantan a todos tomen una forma sencilla y domstica en contextosdomsticos. (Geertz, C., 1987:33.) Es decir, el trabajo de campo antropolgico(guiado por una postura terica reflexiva) brinda a los megaconceptos, citemosnuevamente a Geertz, esa clase de actualizacin sensata que hace posibleconcebirlos no slo de manera realista y concreta sino, lo que es ms importante,pensar creativa e imaginativamente con ellos. (Geertz, C., 1987:34.).

    Luego, cul es el contexto domstico en el que los megaconceptos seactualizan? Proponemos en este artculo el mundo de la vida. Sus reglas y sumecanismo social constituyen el horizonte donde los actores se muevencotidianamente, el trasfondo de su interaccin. El escudriamiento de esemecanismo es un objetivo central del antroplogo. Para ello, penetra con dificultaden el mundo ajeno. El extraamiento del cientfico, concepto que suele generaralguna confusin entre los alumnos de sociologa, es la condicin de esa bsquedaantropolgica.

    modernos empiristas) deba ser plausible de contrastacin (evidente) con larealidad. Por ello en geometra todo poda ser medible, simplemente se trataba deestablecer la escala adecuada. Sin embargo los pitagricos establecieron laimposibilidad de medir un segmento (ya en el ejercicio anterior podemos deducirque la hipotenusa, por ser un nmero no racional, es inconmensurable). El ejemploest relatado en el Libro X de los Elementos de Euclides y citado por Geymonat(GEYMONAT, 1961:9).

    Considrese el cuadrado de lado l y diagonal d.

    l

    l

    d

    Supongamos que l y d son conmensurables, es decir que existe una unidad demedida contenida un nmero exacto de veces en l y un nmero exacto de vecesen d, supongamos que un centmetro est contenido m veces en l y n veces en d.

    Por el teorema de Pitgoras diremos que:

    m2 + m2 = n2

    Como los lados del cuadrado son iguales suponemos 2 veces m2, o sea

    2 m2 = n2 (Llamaremos a esta primera relacin: 1)

    Supongamos que tanto m como n sean nmeros primos entre s (o sea, quetengan como nico comn divisor el 1) y deduzcamos que n2 ser obligatoriamenteun nmero par, por ser el doble de m2 y por ello divisible por dos y de ah deberserlo tambin n, por resultar imposible que el cuadrado de un nmero impar seapar. Luego n es par y, por tanto, m impar (por ser n par, m que es primo con n debeser, obligatoriamente impar). Retengamos que m es obligatoriamente impar (puessi fuera par ya no seran primos entre s pues seran divisibles por la unidad perotambin por 2).

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  • Dos escenas de la vida cotidiana

    - Cmo est usted?

    - Cmo estoy con referencia a qu? Mi salud, mis finanzas, mi trabajo acadmico,mi paz mental, mi...?

    - Mire, slo estaba tratando de ser bien educado. Francamente, me importa unpito cmo est usted! (Garfinkel H., 1967, citado en Taylor y Bogdan, 1986:135.)

    ......................................

    (...) En ese mismo momento se acerc a la sepultura un hombre muy emocionado,con un papel en la mano, se dio media vuelta hacia los sepultureros, mir el papel ycomenz a leer en voz alta (...)

    Pap Clavis tena el sombrero bien encasquetado en la cabeza, pero el viento era tanfuerte que de repente se lo arrebat y lo hizo posarse entre la sepultura abierta y lafamilia Passer, que est en primera fila (...)

    En un principio su intencin fue atravesar la masa de gente y recoger el sombrero,pero inmediatamente se dio cuenta de que con tal comportamiento dara la impresin deque le importaba ms el sombrero que la solemnidad del homenaje dedicado al amigo.Decidi por lo tanto no interrumpir y hacer como si no hubiese pasado nada. Pero nofue una buena solucin. Desde el momento en que el sombrero fue a dar al espacioabierto que haba ante la tumba, el cortejo fnebre se intranquiliz an ms y ya no fuecapaz de atender las palabras del orador. El sombrero, con toda su humilde quietudinterrumpa la ceremonia mucho ms que si Clavis hubiera dado un par de pasos pararecogerlo. Por eso le dijo al que estaba adelante suyo perdone y atraves el gento (...)

    En ese momento volvi a soplar el viento y el sombrero se desplaz lentamentehasta el borde de la sepultura. Clevis tom la decisin. Se adelant con energa, estir elbrazo y se inclin. El sombrero retroceda y retroceda ante l, hasta que por fin, uninstante antes de que llegara a tomarlo, resbal por el borde y cay al hoyo.

    Clavis extendi an el brazo hacia l, como si quisiera llamarlo para que volviese,pero inmediatamente despus decidi comportarse como si nunca hubiese existido ningnsombrero y l estuviese junto al borde de la sepultura slo gracias a alguna casualidadinsignificante. Intent comportarse con naturalidad y soltura, pero era muy difcil, porquetodos los ojos se dirigan hacia l (...)

    S, todos tuvieron que beber el cliz de la tentacin final. Todos tuvieron que lucharen ese horrible combate contra la risa (...) (Kundera M., 1987:314-317.)

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    Pero decir que n es par significa que es exactamente divisible por 2. En frmulas,llamando k a la mitad de n:

    n = 2k

    de donde : n2 = 4k2

    Sustituyendo este valor en el segundo miembro de la relacin 1, que vimosantes, deducimos:

    2m2 = 4k2

    es decir: m2 = 2k2

    Lo cual significa que m2 es par y, por lo tanto, que tambin m es par. Pero estoes absurdo, pues hace poco habamos concluido que m era impar.

    Como no existe ningn nmero que al mismo tiempo sea par e impar, sededuce que la hiptesis de la cual se ha partido es errnea y que, por lo tanto, nopuede existir ninguna unidad de medida, contenida un nmero exacto de vecesen l y en d. En definitiva estos dos segmentos son inconmensurables entre s.Como recuerda Puigrs: La diagonal y el lado de un cuadrado no tienen medidacomn, qued como el non plus ultra de las matemticas pitagricas o el lmitetras el cual daban rienda suelta al misticismo (PUIGRS, 1966:126).

    Lo cierto es que ambas aplicaciones resultaban desastrosas para el pensamientogriego. Una llegaba a un nmero irracional y la otra propugnaba la imposibilidadde la medicin. Y ello fue terrible porque los nmeros tenan una particularconcepcin en la mentalidad griega, se los consideraba perfectos. Y eran perfectosporque eran la representacin ms acabada de la Idea. Entre otras cosas por ellose valoraba a los nmeros como sagrados.

    Ahora, recurdese que los griegos haban reservado para s un particular tipode trabajo, el intelectual. Por ello el trabajo cuya materia era la idea o elpensamiento se consideraba perfecto en contraposicin con el trabajoimperfecto: el manual, que realizaban los esclavos.

    La nocin de idea perfecta no slo era un medio para el desarrollo de lafilosofa, del arte o de las matemticas griegas, era tambin la justificacin de laforma de vida en que se asentaba la sociedad griega. Si la idea no era perfecta

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  • Los pasajes citados pertenecen a dos autores cuyas producciones literarias notienen mucho en comn. El primer fragmento transcribe un dilogo que ocurrirealmente, provocado por un colaborador de Harold Garfinkel, el etnometodlogoestadounidense. El segundo es una creacin ficcional de Milan Kundera, el escritorcheco. Sin embargo, ambos se acercan en un punto: los protagonistas de lassituaciones retratadas hacen algo equivocado, de acuerdo a ciertas normassociales implcitas. El preguntn de Garfinkel debi suponer que cmo estses una interrogacin de convencin, de cortesa, que no busca investigar la biografani la psique del aludido. El Clavis de Kundera nunca acert con la accin correctaen un momento poco apropiado para la aclaracin de normas de convivenciatcitas.

    Quin dice que esas acciones fueron incorrectas? Todos. Es decir, nadie.Nadie explcitamente.

    Vamos a llamarle conciencia prctica a eso que las situaciones reproducidasdesnudan.

    Sealar la conciencia prctica

    En su artculo Extraamiento y conciencia prctica, Gustavo Lins Ribeiro afirmaque la prctica de investigacin antropolgica, basada en el extraamiento, sefundamenta fuertemente en la percepcin/explicitacin de la conciencia prctica.(Lins Ribeiro G., 1989).

    El concepto clave para dimensionar este desarrollo argumental de Lins Ribeiroes el de conciencia prctica, un conocimiento prctico que Anthony Giddensdefine como todo lo que los actores saben tcitamente sobre cmo proseguir enlos contextos de la vida social sin poder darle expresin discursiva directa. (LinsRibeiro G., 1989:68.) Mientras la conciencia discursiva es aquello que dicen losagentes sobre su conducta, la conciencia prctica es simplemente lo que hacen ylo que saben sobre su hacer, ms all de toda explicacin al respecto. (Sin embargo,aunque son diferentes, no existe una barrera clara entre ambas conciencias, aclaraGiddens).

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    qu era, entonces, lo que haca superiores a los que trabajaban con ella?: nada.Esta cultura (ideologa, en trminos correctos) era la base fundamental sobre laque descansaba la reproduccin de la sociedad griega y es ste el punto central denuestro planteo.

    La relacin amo esclavo implica una relacin de superioridad de unos sobreotros. Esta relacin no slo puede ser mantenida por el uso de la fuerza de aquellossobre estos, sino que, como en toda sociedad, la fuerza necesita un respaldoextra-coercitivo que tiene como herramientas privilegiadas a la cultura, a laeducacin, a la poltica, etc., en suma, la ideologa. Es necesario que el amo asuma,como una verdad absoluta, su supremaca sobre el esclavo, es necesario que elesclavo interiorice en el mayor grado posible esta verdad. Esta es la base sobrela cual la sociedad griega antigua alcanza su desarrollo econmico, social y poltico.El alto desarrollo alcanzado por los griegos en base al esclavismo y el mercantilismosimple, les permiti una ideologa de la idea pura muy particular que posibilit,entre otras cosas, el desarrollo de la ciencia, o sea del pensamiento abstracto (esdecir, puramente intelectual). Pero esta ideologa tuvo sus lmites.

    Pitgoras se encuentra, luego del descubrimiento de las matemticas por partede los griegos, en el espacio del desarrollo cientfico que hemos denominado derefundiciones o de cortes intra-cientficos. Sin embargo su caso es sumamenteparticular ya que el corte que realiza el descubrimiento del teorema pitagrico,que se produce en el espacio cientfico, se encuentra obstruido por un obstculoextra-cientfico (de ndole ideolgico, o sea producido por lo social) que nosolamente frena el desarrollo de las matemticas (en un aspecto: el de los nmerosirracionales) sino que remite a la ciencia a un momento anterior. Este obstculoes la creencia en la perfeccin de la idea y por ende del nmero. Prueba de ello esque Pitgoras y su escuela, ya en Cretona, deciden explicar y ensear el teoremamediante el uso de la geometra, evitando el uso de la punta del desarrollomatemtico de la poca: el lgebra, utilizando, en cambio, un procedimientosuperado y que desarrollaran egipcios y asirios. De esta manera ensea entoncesPitgoras el teorema que lo hiciera famoso:

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  • Ahora bien, la conciencia prctica se ejerce en un mbito social particular: elmundo de la vida cotidiana1.

    El acervo del mundo de la vida

    De acuerdo a la corriente fenomenolgica de las ciencias sociales el individuo,al actuar movido por su conciencia prctica, se apropia espontneamente deinformacin del entorno inmediato, con el objeto de transformarlo. En ese sentido,Alfred Schutz dice que existe un motivo pragmtico en la conducta de losindividuos en interaccin: se pretende comprender el mundo de la vida cotidianapara operar en l. El concepto de mundo de la vida, desarrollado por Schutz, hasido muy influyente en ciencias sociales, sobre todo en las disciplinas que sevalen de las tcnicas de investigacin cualitativas, como la antropologa. Entonces,para entender qu es la conciencia prctica, debemos profundizar en el conceptode mundo de la vida, horizonte que limita y habilita a la vez el accionar de unactor. (Schutz A., 2001; las alusiones siguientes a Schutz provienen de esta cita,salvo los casos consignados).

    Schutz se refiere al mundo de la vida cotidiana como el mbito de la realidadincuestionable para el individuo, donde colocan todos los problemas. Esaproblemtico hasta nuevo aviso; es decir, es un presupuesto que permaneceestable hasta que surge un problema por el que los agentes cuestionan la validezde una o ms reglas tcitas de este mundo. En esa situacin de momentnearuptura, se debe reexplicitar -parcial o completamente- el acervo de conocimientoen que se respalda el mundo de la vida.

    El acervo de conocimiento es el conjunto de soluciones preefabricadas paralos problemas de las experiencias diarias, las cuales se presentan como reglas que

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    _______________1 Jrgen Habermas, basndose en Alfred Schutz, define el mundo de la vida como horizonte

    atemticamente codado dentro del cual se mueven en comn los participantes en la interaccin cuandose refieren temticamente a algo en el mundo. (Habermas J., 1988:119.)La tematizacin es el sealamientode un hecho por parte de los actores, los cuales defienden en la interaccin distintas pretensiones devalidez. De este modo, si el actor se refiere al acontecimiento desde el mundo de los objetos, propondr quela validez del discurso se base en el criterio Verdad (por ejemplo, sera la postura que tomara un cientficoa la hora de analizar un suceso determinado). La Rectitud Normativa -cumplimiento y vigencia de lasnormas sociales- es el criterio que fundamenta el discurso que alude al mundo social (podra ser la posturadefendida por un religioso ante el mismo acontecimiento ejemplificado). Y cuando el actor alude alsuceso comn desde su propio mundo, el mundo subjetivo, fundamenta la posicin desde la Veracidad desu expresin de sentimientos o deseos (un artista podra apelar a este discurso en la misma situacin queel cientfico optara por el criterio verdad, y el religioso por la rectitud normativa). El Mundo de la Vidaes integrador y condicin de estos discursos.

    25 cuadrados

    iguales

    16 cuadrados iguales

    9 cuadrados iguales

    Dividiendo un rea cuadrada, donde cada lado es igual al cateto o a la hipotenusasegn corresponda, en cuadrados iguales se obtiene un nmero de cuadradosdonde la suma de los cuadrados que integran las reas correspondientes a loscatetos es igual a la cantidad de cuadrados obtenidos en el rea que se construyea partir de la hipotenusa. De esta manera se demostraba (retrocediendo,relativamente, en el desarrollo de la ciencia) que la suma de los cuadrados de loscatetos es igual al cuadrado de la hipotenusa. Comprobacin que ha llegado inclusohasta nuestros das.

    Ay Pitgoras!! deben haber exclamado los discpulos del maestro, cuandopercibieron la gravedad del descubrimiento. El mundo griego antiguo estaba apunto de tambalear, de ser carcomido en sus cimientos. El teorema no

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  • parecen naturales, obvias, y a las que respondemos espontneamente. Todaexperiencia nueva es clasificada segn tipos que ya fueron creados a partir deexperiencias anteriores. Entonces, ninguna experiencia es completamente nueva.Como dice Schutz, una sucesin de experiencias, por ejemplo las instancias deun funeral, es una cadena de evidencias (es decir, todo resulta previsible). Elconocimiento de estas recetas nos permite desenvolvernos fluidamente ennuestro mbito.

    Cuando un suceso no es clasificable, problematiza el acervo de conocimiento.El protocolo annimo que dicta el sentido comn sobre el comportamientoadecuado en un funeral, no prescribe qu hacer cuando el viento vuela el sombrerode un asistente en plena inhumacin. Hay que cambiar todo el protocolo osiquiera algunas partes? O mantener ese acuerdo tcito y aliviar con urgencia esatensin creada por el hecho inesperado y la reaccin inconveniente? No haydudas de que la persecucin de un sombrero en plena ceremonia funeraria noresponde a lo esperado por los dems asistentes. Los titubeos de Clavis posterganla resolucin. El lnguido asentamiento del sombrero en la tumba fue una solucin-fin de la tensin en el grupo-, pero no aquella que el acervo de conocimientotena preelaborada. Por eso surge la tentacin de... la risa.

    El entendimiento

    Cmo ocurre que la gente se entiende cotidianamente? Schutz dice que en elhorizonte del mundo de la vida, el entendimiento intersubjetivo entre los actoresse alcanza mediante un proceso activo, en el que los participantes asumen la tesisgeneral de reciprocidad de perspectivas. (Schutz A., 1962, citado por Heritage J.en Giddens A. y otros, 1991.) Es decir, a pesar de sus diferentes perspectivas,biografas y motivaciones por las que los actores no tienen idnticas experienciasdel mundo -hay tantos mundos en el mismo pequeo mundo!-, tienen que tratarsin embargo sus experiencias como idnticas a todos los efectos prcticos. stepunto fue retomado luego por un etnometodolgo clebre: Harold Garfinkel.

    Probablemente, los principales aportes tericos de Garfinkel a la ciencia socialsurgieron de sus experimentos de ruptura, que eran disrupciones de estepresupuesto de reciprocidad de perspectivas. Se propuso estudiar las propiedadesdel razonamiento prctico del sentido comn en las situaciones de accinordinarias. Para ello, Garfinkel se dedic a molestar a la gente, como si el objetivofuese escenificar bromas para un programa de televisin: sus unidades de anlisis

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    desligitimaba automticamente ningn gobierno, sin embargo era una heridaprofunda en la forma en que la sociedad griega se sustentaba en el campoideolgico. La crisis que provoca la aplicacin del teorema en la concepcin de laidea pura y mediante ella el quebranto en la manera cultural de los griegos depercibir la relacin amo esclavo, esta a la vista. Todo se juega en un lugar(ciencia) donde aparentemente no pasa nada y sin embargo pasa todo.

    Cuenta la leyenda que la existencia de las magnitudes inconmensurables semantuvo en secreto durante mucho tiempo en la escuela pitagrica. Un discpuloinfiel, Hipaso de Metaponte, os divulgarla: fue expulsado por el Maestro y tuvoque huir de la ciudad. Enterado Zeus -Dios entre los dioses- mont en clera yenvi una gran tormenta que hundi la nave en que haba embarcado el incauto.

    Pitgoras y su escuela secreta prefirieron guardar en secreto su descubrimientoantes que socavar los cimientos de la sociedad de la cual eran miembros. Unaleccin que la historia de las ciencias, regin relativamente autnoma de la Ciencia de laHistoria, pequea comarca en un vasto continente, no olvidara jams.

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  • eran los incautos ciudadanos sometidos a situaciones ridculas. (Un experimentode este tipo es el dilogo reproducido al comienzo del presente texto.) Pero elobjetivo no era la entretencin, por supuesto, sino el descubrimiento de reglastcitas del sentido comn, que quedaban en evidencia a partir de los experimentosde ruptura.

    Las operaciones que habran de llevarse a cabo para multiplicar los rasgos absurdosdel entorno percibido, para producir y mantener extraeza, consternacin y confusin,para producir los sentimientos socialmente estructurados de ansiedad, vergenza, culpae indignacin tendran que mostrarnos algo acerca de cmo se producen y mantienenordinaria y rutinariamente las estructuras de las actividades cotidianas. (Garfinkel H.,1984, citado por Heritage J. en Giddens A. y otros, 1991:301).

    Garfinkel y sus colaboradores provocaban escenas absurdas (as, Clavis pudoser un excelente personaje para Garfinkel). A partir de las reacciones de losobservados, determin que el actor social responde no solamente a la conducta,sentimientos, motivos y relaciones percibidos, y a otros elementos socialmenteorganizados de la vida en torno a l, sino tambin a la normalidad percibida deestos acontecimientos. Supuso que el cientfico poda estudiar esta normalidaddesde el exterior: por ello provoc situaciones que rompan la normalidad percibidapor los dems, con el objeto de registrar las reacciones. Determin que losindividuos siempre realizan esfuerzos enrgicos para reestablecer la situacin.(Heritage J. en Giddens A. y otros, 1991).

    En el dilogo de Garfinkel, el interrogado mont en clera al percibir comoinjustificadamente no-normal la conducta del preguntn. La torpeza de Clavisse deba a sus repetidos fracasos en su intencin de que su conducta fuera percibidatodo el tiempo como normal por los consternados asistentes al funeral.

    Romper rutinas

    Asimismo, el entendimiento supone el conocimiento de reglas de la vida social.Giddens las define como frmulas para la escenificacin/reproduccin de lavida social. Siguiendo a Schutz, afirma que estas reglas funcionan como esquemasgeneralizados para resolver situaciones sociales segn rutinas. Las reglas socialesms importantes mantienen la seguridad ontolgica del individuo. (Giddens A.,1995).

    En tanto, Ervin Goffman afirma que cualquier grupo de personas forma una

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    Bibliografa

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