Asociación de Tuberculosis en Pacientes Con VIHSIDA en Tapachula, Chiapas.
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Universidad Autónoma de Chiapas
Facultad de Ciencias Químicas
Campus IV
Noviembre de 2015
Contenido
Introducción............................................................................................................3
Antecedentes..........................................................................................................5
Asociación de tuberculosis en pacientes con VIH/SIDA en Tapachula, Chiapas.
Catedrático: Armando Ulloa García
Alumno: José Francisco López Bravo
8vo. Semestre grupo “B”
Marco teórico..........................................................................................................7
Justificación.........................................................................................................10
Hipótesis...............................................................................................................11
Objetivos...............................................................................................................12
Metodología..........................................................................................................13
Bibliografía............................................................................................................15
Introducción
La tuberculosis es un problema que aqueja al ser humano desde hace ya mucho
tiempo siendo una de las principales causas de morbimortalidad en el mundo
entero. (Bernardino Denis, 209). Esta continúa siendo la enfermedad oportunista
más frecuente en los pacientes con VIH de nuestro medio y es la que tiene mayor
impacto en la mortalidad de la población. En el mundo, cada año se diagnostican 8
millones de casos de tuberculosis y de estos mueren 1,5 millones en el mismo
período, lo cual indica que diariamente mueren 4000 personas por tuberculosis y
de estos 1000 son VIH positivos. La infección por VIH se ha convertido de lejos en
el factor de riesgo más importante para la aparición de tuberculosis, aumentando
20 a 37 veces el riesgo, dado que la inmunosupresión propia de VIH predispone la
adquisición de la infección y facilita la reactivación de formas latentes de la
micobacteria. (Rojas Garrido, 2014).
Recientemente, la infección por VIH se ha sumado a la larga lista de factores de
riesgo y en la actualidad constituye el de mayor asociación con el desarrollo de
TB; a la epidemia de VIH/SIDA se le adjudica la proliferación en el número de
casos y la alta letalidad de los últimos años en muchas regiones del mundo.
(García García, 1995)
Poco más de dos décadas después de su aparición, la infección por el virus de
Inmunodeficiencia humana (VIH) y su consecuencia, el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (SIDA), continúa azotando el planeta y en particular
varios países del tercer mundo. El estimado de personas infectadas por VIH en el
mundo hacia fines del año 2003 fue de 37.8 millones, de los cuales 1.6 estaban en
América latina. (Peñuela Epalza, 2004).
La tuberculosis puede ser letal en pacientes infectados por VIH. El compromiso
pulmonar es más frecuente en ellos y su cuadro clínico-radiológico no es típico de
la enfermedad. El diagnóstico se confirma con baciloscopía y cultivo de Koch en
esputo. Los pacientes sin esputo pueden requerir broncoscopía. (Peña M. y col,
2014)
La tuberculosis constituye una complicación oportunista muy frecuente en el seno
de la infección producida por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Esta
coinfección ha tenido una mayor proporción en pacientes del sexo masculino en
diversos estudios realizados y en cuanto a la edad se ha observado que la media
de la edad es los 30 años. (Bernardino Denis, 2009).
Las manifestaciones clínicas guardan relación directa con la localización y la
extensión de la enfermedad, que a su vez dependen del estado de
inmunodeficiencia. De este modo en los estadios en que aún no se encuentra muy
comprometido el recuento linfocitario, predominan las formas pulmonares típicas y
en fases más avanzadas, con mayor depleción linfocitaria, prevalecen formas
pulmonares atípicas, extrapulmonares y diseminadas (Morales Aguirre y Col,
2004).
La infección por VIH ha contribuido significativamente al incremento de la Tb en el
mundo a fines del siglo XX y en el nuevo milenio. Las personas VIH positivas
tienen 500 veces más probabilidad de desarrollar TB activa que los VIH negativos.
En razón al compromiso inmunológico resultante de la afinidad del virus por la
molécula CD4+ de los linfocitos T ayudadores. Se estima que hay alrededor de 14
millones de personas coinfectadas con TB y VIH, un 70% de las cuales están
concentradas en el Sub-Sahara africano (Peñuela Epalza, 2004).
Antecedentes
Hernandez de león y col. En 2012. Realizaron un estudio de cohorte en sujetos
infectados por VIH e internados en un reclusorio de la Ciudad de México,
obteniendo como resultados 172 pacientes con VIH, 28 con TB activa (16.3%) - 21
(12.2%) con afección pulmonar - con una tasa de incidencia de 7.7 por 100
sujetos/año para TB activa y de 4.7 por 100 sujetos/ año para TB pulmonar. No se
encontró drogorresistencia. Dieciocho aislados fueron tipificados por RFLP, con
una tasa de transmisión calculada de 11%. (Hernandez de León y Col, 2012)
Un estudio realizado por Peñuela Epalza en Barranquill, Colombia, en 2004. Arrojó
que la mayoría de los pacientes fueron de sexo masculino y de estrato
socioeconómico bajo, de los 1773 pacientes VIH positivos estudiados, 19 fueron
positivos para tuberculosis, con una prevalencia del 11%. La forma de tuberculosis
predominante fue la pulmonar (17 casos). El análisis bivariado mostró asociación
estadística significativa entre la presencia de tuberculosis y la concomitancia con
enfermedades oportunistas previas o actuales (p=0.001), la farmacodependencia
(p=0.026), el índice de masa corporal por debajo de 20 (p=0.042) y el bajo uso de
terapia antirretroviral (p=0.0002). Aunque el recuento de linfocitos T-CD4 <200 uL
fue más común en pacientes con TBC y VIH que en los que solo estaban
infectados por VIH, no se alcanó a mostrar una relación estadística significativa
entre ellas. (Peñuela Epalza y Col, 2004)
En el Diagnóstico bacteriológico de tuberculosis pulmonar mediante
fibrobroncoscopía en pacientes con VIH se mostró que la tuberculosis es frecuente
entre los infectados por VIH que fueron sometidos a broncoscopía (prevalencia de
9%), lo que demuestra el aporte de este procedimiento, considerando que todos
estos pacientes tenían previamente baciloscopías de esputo negativas. Dichos
resultados muestran un rendimiento menor a lo reportado por otros autores, que
señalan como mínimo 26% de sensibilidad de la baciloscopía en lavado
broncoalveolar, lo que podría deberse a la menor incidencia de la tuberculosis en
el país de Chile y al hecho de no realizar lavado broncoalveolar en todos los
casos, recogiendo en algunos de ellos sólo muestras de secreción
broncoaspirada. Existen evidencias que demuestran un mayor rendimiento de las
muestras de lavado broncoalveolar, las que según algunos reportes pueden
alcanzar hasta un 90% de los diagnósticos de TBC pulmonar confirmados con los
cultivos. (Peña M. y Col, 2014).
Mendoza Ticona e Iglesias Quilca. En el Acta médica Peruana hacen incapié en
que la actual estrategia para determinar TB es un cultivo y prueba de sensibilidad
desde el inicio a todo paciente con VIH que desarrolle TB o a todo pacientes con
TB en el que se detecte infección por el VIH, por ello, todo paciente con TB debe
ser sometido a una prueba de ELISA para VIH. (Mendoza Ticona, Iglesias Quilca,
2008).
Para el caso de México, según los antecedentes epidemiológicos de la TB, se han
reconocido grupos de población en mayor riesgo, que por sus características han
presentado históricamente tasas de morbi-mortalidad más elevadas que otros
grupos; entre ellos se ubican los adultos jóvenes, mayores de 20 años. Otros
grupos identificados como vulnerables han sido la población indígena, la población
migrante, la población privada de su libertad, los habitantes de áreas rurales, los
menores de 5 años, entre otros y además, se ha reconocido al sexo masculino
como más afectado que el femenino (Arana, 2010)
Marco teórico
La tuberculosis (TB) es una enfermedad infectocontagiosa, tiene como agente
etiológico a la bacteria Mycobaterium tuberculosis (M. tuberculosis), puede afectar
a diferentes partes del cuerpo humano, sin embargo es la de tipo pulmonar (TBP)
la más común y de mayor importancia para la salud pública (Quercia, 2008),
siendo ésta la principal forma de transmisión.
La TBP se transmite de persona a persona por vía aérea, las personas que
padecen TBP al toser, estornudar, hablar o escupir, expulsan al aire millones
microgotas donde se encuentran los bacilos tuberculosos, pudiendo estos
permanecer incluso horas en el ambiente; se considera que tres bacilos pueden
ser suficientes para que una persona sana pueda contraer la infección. Una
persona con tuberculosis activa no tratada puede infectar entre 10 a 15 personas
al año (Ticona, 2009). Sin embargo, no todas las personas infectadas de M.
tuberculosis necesariamente desarrollan la enfermedad activa, toda vez que el
sistema inmunológico, en condiciones normales, es capaz de contener la infección
y "encapsular" los gérmenes que, aislados por una gruesa envoltura cérea pueden
permanecer en estado latente durante años. Representa uno de los principales
problemas de salud mundial. Es causa de enfermedad en millones de personas
cada año y a la vez representa la segunda causa de muerte por una enfermedad
infecciosa en todo el orbe, solamente después del VIH-SIDA (Glaziou y Col, 2011).
Situación actual en México y Chiapas
La región centro (Aguascalientes, Colima, Distrito Federal, Querétaro, Guanajuato,
Michoacán, Tlaxcala y Estado de México) registra casi 1,750 casos nuevos por
año (11.6% del total de casos). Esta región es la que tiene la menor incidencia de
casos, pero a la vez es la de mayor número de personas que migran hacia los
Estados Unidos, además de que tiene colindancia con estados de alta incidencia.
(Nájera Ortíz. Núñez Medina, 2015)
Según el registro y notificación del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de
Tuberculosis, en el año 2010 se reportaron un total de 18,848 casos nuevos de TB
en todas las formas en todo el país, correspondiendo a una tasa de incidencia de
16.8 casos por cada 100 mil habitantes. La tasa más elevada se ubicó en Baja
California con 54.1 casos por cada 100,000 habitantes, mientras que la más baja
se registró en Tlaxcala (4.0 casos por 100,000 habitantes). Para el caso de
Chiapas, la tasa reportada fue de 26.5 en igual denominador, siendo el octavo
estado del país con mayor tasa (SSA a, 2012).
Para el caso de la región Sur-Sureste (Chiapas, Guerrero, Veracruz, Oaxaca,
Puebla y Tabasco) los estados que la conforman aportan cada año alrededor de
5,400 casos nuevos de TBP (36% del total nacional), debido a los siguientes
factores: i) migración interna y externa; ii) problemas de acceso a los servicios de
salud, iii) índices bajos de desarrollo en más del 90% de los municipios,
principalmente en zonas rurales y comunidades indígenas, (PNUD-CDI, 2010), iv)
dificultades para la aplicación del TAES (heterogéneo y fragmentado por parte de
las diversas instituciones de salud) y presencia de "municipios silenciosos"
(municipios donde no se reportan casos, pero tampoco se diagnostican, es decir,
municipios con mínima o nula oportunidad de detectar y, en consecuencia,
diagnosticar casos) (SSA b, 2012).
Interacción VIH- Tuberculosis
El complejo M. tuberculosis es uno de los patógenos más ampliamente
diseminados en la humanidad. Aproximadamente una tercera parte de la
población mundial tiene TB latente, e incluso en algunas zonas alcanza el 70% de
los individuos. Es conocido que la condición de latencia representa un riesgo para
desarrollar TB activa hasta de un 10% durante toda la vida de las personas sin
VIH. En contraste, los individuos con VIH este riesgo de desarrollar TB activa es
del 10% por año. En pacientes con VIH también existe un mayor riesgo de
desarrollar TB en la forma primaria progresiva, llegando a una incidencia de 40%
luego de exposición, con un promedio de aparición de síntomas de 2 meses.
Desde el punto de vista fisiopatológico ambas infecciones generan una serie de
interacciones que favorecen la replicación y el efecto lesivo de ambos patógenos.
De un lado, el virus de inmunodeficiencia humana genera disminución de linfocitos
T CD4+ y una menor producción de INFγ y TNF que afectan la formación y
mantenimiento de los granulomas como un sistema complejo de control de la
micobacteria desde el punto de vista celular. Por otra parte, las células que han
fagocitado micobacterias aumentan la expresión de correceptores para el virus
como el CCR5, lo cual favorece la infección de mononucleares con VIH, y de ahí
una serie de fenómenos en cascada que aumentan la replicación viral en las
céulas activas, elevación de la carga viral y con ello mayor descenso de CD4+
mediado por autólisis y heterólisis. (Rojas Garrido, 2014).
Retos en el tratamiento de la coinfección TB-VIH
La coinfección VIH y tuberculosis representa una combinación que impone retos
importantes en la terapéutica, si se considera el elevado número de tabletas, la
toxicidad propia de los antituberculosos y la terapia antiretroviral. Por estas
razones, hasta hace pocos años se recomendaba esperar al final de la primera
fase del tratamiento antiTB para iniciar el tratamiento antiretroviral. Sin embargo, a
partir de grandes ensayos clínicos se ha demostrado las ventajas del inicio
temprano del tratamiento antiretroviral (entendido como inicio de antiretrovirales en
las ocho primeras semanas luego de inicio de antituberculosos) puesto que se
disminuye el riesgo de nuevos oportunistas, se disminuye la mortalidad y ocurre
una depuración más rápida de las micobacterias. Aunque en pacientes con
meningitis tuberculosa y recuentos de CD4+ menores de 50, se recomienda diferir
el inicio del tratamiento antiretroviral por el mayor riesgo de desarrollar el síndrome
de reconstitución inmunológica y por ende la posibilidad de ocasionar mayor daño
en el sistema nervioso, esta espera no debe ser superior a 6-8 semanas. (Rojas
Garrido, 2014).
Justificación
Actualmente se vive en un mundo donde hay cifras alarmantes de personas
infectadas con VIH/SIDA, más aún donde la Tuberculosis es una enfermedad
oportunista que no solo se limita a la población con VIH, pero parece tener cierta
preferencia. Aproximadamente una tercera parte de la población mundial tiene TB
latente, e incluso en algunas zonas alcanza el 70% de los individuos. (Rojas
Garrido, 2014).
Conocemos de manera fisiopatológica que tanto el virus de inmunodeficiencia
ayuda a que se propague la tuberculosis, como que el mycobacterium tuberculosis
coadyuva a que el VIH se ancle al linfocito T CD4+.
Es por ello que el presente trabajo tiene como finalidad determinar la asociación
que existe entre ambas enfermedades en pacientes de la ciudad de Tapachula,
principalmente porque esta ciudad es una zona donde el flujo de migrantes de
Centroamérica se presenta en cifras elevadas.
Se desarrollará un estudio baciloscópico conocido como Bacilo ácido alcohol
resistente (BAAR) en una muestra de expectoración, para determinar la presencia
del Mycobacterium tuberculosis, en pacientes con VIH/SIDA y pacientes sanos.
Hipótesis
Hipótesis de trabajo.
Los pacientes con VIH/SIDA tienen mayores probabilidades de infectarse
con Mycobacterium tuberculosis debido a su estado inmune.
Hipótesis estadísticas.
Hipótesis alterna: Existe mayor probabilidad que un paciente con
tuberculosis se infecte con VIH/SIDA
Hipótesis nula: No existe relación alguna entre los pacientes con VIH/SIDA
y la tuberculosis.
Objetivos
a) Objetivo General
Determinar la asociación que existe entre la tuberculosis y los pacientes
infectados con VIH/SIDA.
b) Objetivos específicos
Determinar los factores de riesgo que desencadena una infección de
tuberculosis en pacientes con VIH/SIDA.
Determinar el riesgo relativo que existe entre los pacientes con tuberculosis
y VIH/SIDA.
Determinar el porcentaje (%) de casos en donde se presenten ambas
enfermedades.
Metodología
A. Tipo de estudio: Epidemiológico, experimental, analítico, longitudinal,
prospectivo. Ya que se compara la frecuencia de una enfermedad
(tuberculosis) entre dos poblaciones, una infectada con VIH/SIDA y otra
totalmente sana.
B. Área de estudio: El presente estudio se realizará en el municipio de
Tapachula de Córdova y Ordoñez, en el estado de Chiapas, esta ciudad
forma parte de la región Soconusco, limita al norte con Motozintla y al este
con Tuxtla Chico. Según datos del INEGI en el 2010 cuenta con una
población de 320,451 habitantes, en una superficie de 93,615 ha. Con una
altitud media de 171 msnm
C. Universo: Pacientes hospitalizados en el hospital general de la Cuidad de
Tapachula, así también pacientes del CAPASITS que lleguen a realizarse
análisis de laboratorio para monitoreo y control de la enfermedad.
D. Recolección datos y muestra: Pacientes hospitalizados en el hospital
general de Tapachula y pacientes del CAPASITS que se realizan análisis
clínicos para control de VIH/SIDA, serán sometidos a una entrevista para
determinar aspectos socioeconómicos y de higiene, así mismo se les hará
entrega de un recipiente de plástico (200 ml) en el cual se les solicitará una
muestra de expectoración (esputo), serán rotuladas con su nombre,
apellido, edad, si presentan VIH/SIDA o no, así mismo se les otorgará un
folio de identificación.
E. Procesamiento de la muestra: La muestra será procesada con las
medidas de higiene adecuadas principalmente porque provienen de
pacientes con VIH/SIDA, serán sometidas a la técnica Bacilo ácido alcohol
resistente (BAAR) en busca del Mycobacterium tuberculosis.
F. Tratamiento de Datos: Una vez que se obtengan los resultados de los
análisis de laboratorio. Se procederá a realizar los estudios estadísticos
para concluir en si existe o no asociación.
Riesgo relativo: lo obtendremos mediante esta fórmula:
Pacientes con
VIH/SIDA
Pacientes
Sanos
Total
Pacientes con tuberculosis a B a+b
Pacientes sanos C D c+d
Total a+c b+d N
Cuando RR=1 indica que no hay asociación entre la presencia del factor de riesgo y el evento.
El RR>1 indica que existe asociación positiva, es decir, que la presencia del factor de riesgo se asocia a una mayor frecuencia de suceder el evento
El RR<1 indica que existe una asociación negativa, es decir, que no existe factor de riesgo, que lo que existe es un factor protector.
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