Asedios romanos

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Formación en tortuga Si no había torre de asedio para proteger al ariete, los legionarios solapaban sus escudos en la formación de ‘tetsudo’ (‘tortuga’). Aunque la ingeniería de combate romana era ingeniosa, el asedio de Siracusa (214- 212 a. C.) elevó el ingenio a un nuevo nivel, ya que el matemático e inventor griego Arquímedes estaba entre los asediados. Como Siracusa (en la isla de Sicilia) estaba protegida por el mar, los romanos llevaron una torre de asedio flotante llamada sambuca desde la que lanzaron escaleras contra los muros. Al mismo tiempo, los griegos emplearon la Garra de Arquímedes, descrita como una grúa con una garra que llegaba hasta el agua para volcar los barcos romanos. La leyenda dice que los griegos también usaron escudos de bronce o cobre como espejos para redirigir el ardiente sol del Mediterráneo e incendiar las velas del enemigo. Rayos de calor y garras gigantes La Garra de Arquímedes hunde un barco de guerra romano. D urante siglos de campañas, los militares romanos dirigieron la expansión de su República y más tarde su Imperio. Forjaron su reputación gracias a un entrenadísimo ejército y una tecnología de vanguardia, además de sus ingeniosas tácticas e ingeniería. Cuando se trataba de derribar murallas, los romanos mejoraron las máquinas de guerra de los antiguos griegos y crearon las suyas propias. Empezaban el asedio montando un campamento con torres de guardia y fortificaciones para cortar los refuerzos y el acceso a la comida del enemigo. También cortaban el suministro de agua excavando canales para redirigir los ríos o desviar el caudal de los manantiales subterráneos. Si el hambre y la sed no forzaban al enemigo a rendirse, los romanos le atacaban con máquinas de asedio, como torres con ruedas que permitían a los soldados salvar las defensas como si se tratase de puentes. Una vez tomada la ciudad o el fuerte, la carnicería no se hacía esperar, ya que los supervivientes solían ser asesinados, tomados como esclavos o se les cortaban las manos. Según la ley romana, en cuanto el ariete tocaba la muralla, los defensores perdían todo el derecho a rendirse. Por eso no era extraño que algunos se rindiesen en cuanto veían aparecer a los romanos. ¡QUÉ INTERESANTE! 46 ASEDIOS ROMANOS Así superaban las Legiones Romanas cualquier muralla
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    13-Apr-2016
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Interesantisima historia de los asedios romanos

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Page 1: Asedios romanos

Formación en tortugaSi no había torre de asedio para proteger al ariete, los legionarios solapaban sus escudos en la formación de ‘tetsudo’ (‘tortuga’).

Aunque la ingeniería de combate romana era ingeniosa, el asedio de Siracusa (214-212 a. C.) elevó el ingenio a un nuevo nivel, ya que el matemático e inventor griego Arquímedes estaba entre los asediados.

Como Siracusa (en la isla de Sicilia) estaba protegida por el mar, los romanos llevaron una torre de asedio flotante llamada sambuca desde la que lanzaron

escaleras contra los muros. Al mismo tiempo, los griegos emplearon la Garra de Arquímedes, descrita como una grúa con una garra que llegaba hasta el agua para volcar los barcos romanos. La leyenda dice que los griegos también usaron escudos de bronce o cobre como espejos para redirigir el ardiente sol del Mediterráneo e incendiar las velas del enemigo.

Rayos de calor y garras gigantesLa Garra de Arquímedes hunde un barco de guerra romano.

Durante siglos de campañas, los militares romanos dirigieron la expansión de su República y más tarde su Imperio. Forjaron su reputación gracias a un

entrenadísimo ejército y una tecnología de vanguardia, además de sus ingeniosas tácticas e ingeniería.

Cuando se trataba de derribar murallas, los romanos mejoraron las máquinas de guerra de los antiguos griegos y crearon las suyas propias. Empezaban el asedio montando un campamento con torres de guardia y fortificaciones para cortar los refuerzos y el acceso a la comida del enemigo. También cortaban el suministro de agua excavando canales para redirigir los ríos o desviar el caudal de los manantiales subterráneos. Si el hambre y la sed no forzaban al enemigo a rendirse, los romanos le atacaban con máquinas de asedio, como torres con ruedas que permitían a los soldados salvar las defensas como si se tratase de puentes.

Una vez tomada la ciudad o el fuerte, la carnicería no se hacía esperar, ya que los supervivientes solían ser asesinados, tomados como esclavos o se les cortaban las manos. Según la ley romana, en cuanto el ariete tocaba la muralla, los defensores perdían todo el derecho a rendirse. Por eso no era extraño que algunos se rindiesen en cuanto veían aparecer a los romanos.

¡qué interesante!

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Asedios romAnosAsí superaban las Legiones Romanas cualquier muralla

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EscorpiónComo si fuese una ballesta gigante, podía disparar una flecha de hierro hasta a 400 m con una gran precisión.

OnagroLlamada igual que el asno salvaje, esta catapulta podía lanzar rocas y vasijas de arcilla llenas de brea en llamas.

BalistaEra parecida al escorpión y las más grandes conseguían un alcance de hasta 1.100 m.

ArieteUna pesada cabeza de carnero de hierro unida a un eje de madera se hacía oscilar contra la muralla desde la base de la torre.

DefensoresLa única posibilidad que los defensores tenían de sobrevivir a un asedio romano era mantener la torre, las escaleras y el ariete alejados de la muralla o simplemente rendirse.

ArquerosLos hombres de la parte superior de la torre debían mantener a raya a los defensores para que no pudiesen destruir la máquina de asedio.

Proyectiles recibidosEra poco probable que las rocas lanzadas por las catapultas dañasen las murallas, pero resultaban mortíferas para los hombres que las defendían.

Torre de asedioLa torre de asedio de entre 15 y 25 m de altura protegía a los atacantes de las flechas enemigas.

Rampa de tierraLa torre era inútil si no lograba llegar a la base de la muralla y se forzaba a los esclavos a formar una rampa con tierra llamada agger.

Los romanos, que también sufrieron asedios, no dudaban en emplear estratagemas para que sus enemigos abandonasen la lucha. Cuando los galos invadieron Roma a finales del siglo IV a. C., sabían que la única

forma que tenían de derrotar a la superior guarnición romana era matándoles de hambre. Para convencer a los galos de que tenían más comida de la que necesitaban, los romanos lanzaron panes por encima de los muros. Cuando Aníbal asedió la ciudad romana de Casilinum en la Primera Batalla de Capua en el 212 a. C., aró los campos que había entre su ejército y las murallas de la ciudad de modo que los defensores ni siquiera pudiesen masticar hierba. Para hacer creer a Aníbal que tenían suficiente comida para aguantar hasta la cosecha, los vigorosos defensores lanzaron semillas a la tierra recién arada.

Luchar por la comida

El teatro de Shakespeare

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De 85.000 a 110.000 hombres

EJÉRCITO MÁS GRANDE REUNIDO

5.000.000 km2IM

PER

IO

EN S

U

AP

OG

EO

8 añosASEDIO MÁS LARGO

70.000.000POBLACIÓN MÁXIMA (EST.)

60.000- 1.100.000 muertesASEDIO MÁS SANGRIENTO 25%

NÚMERO DE ESCLAVOS EN LA POBLACIÓN

Los datosBajo asedio