AREA (cm2): 925,0 OCUPACIÓN: 88,7% V.PUB.: 5.440 Las ... · faroplastia, nombre con que se co-noce...
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El sector sobrevive a la crisis económica, a pesar del descenso de la clientela y del «creciente intrusismo profesional» BILBAO. La cirugía estética es cosa de mujeres. Casi nueve de cada diez pacientes que entran en la consulta del especialista tienen nombre fe- menino y en la mayoría de los casos se solicita un aumento de pecho. También prevalecen los deseos de mejorar la propia imagen sobre las intervenciones programadas por ne- cesidad de restauración estética. Está claro que quieren sentirse más gua- pas, que las vean más bellas y segu- ramente por eso las intervenciones más comunes junto a la cirugía de las mama son las liposucciones y la ble- faroplastia, nombre con que se co- noce a la extracción de piel y grasa en el entorno de los párpados. Los centros especializados sí han senti- do la crisis económica, pero la de- manda sigue siendo lo suficiente- mente grande como para que la he- rida todavía no sangre. La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) presentó ayer su informe anual sobre el estado de la profesión en España, donde se describen tan- to los servicios más requeridos como los retos del sector. Los clientes de los cirujanos plásticos son en un 87% mujeres que, por regla general, tie- nen entre 30 y 42 años (42%). «La mayoría de nuestras pacientes son gente normal que, simplemente, quiere retocarse alguna parte de su cuerpo. Si rascamos un poco también encontramos personas que sufren mucho. Mujeres que toman pastillas para dormir, antidepresivos... y que en ocasiones ven en nuestros servi- cios una solución a problemas que van más allá de lo estético», explica el cirujano plástico Fernando Sala- gre. «Hay una presión social y am- biental muy grande que imprime a las mujeres la necesidad de verse gua- pas en la calle, el trabajo, en distin- tos ámbitos de la vida», argumenta. «La mayoría –insiste– son mujeres normales, sin ningún tipo de proble- ma añadido». Pero, ¿por qué las mamas? ¿Por qué se arreglan los pechos más que otras partes del cuerpo? El presiden- te de la SECPRE, Miguel Chamosa, explica que la fuerte demanda de este tipo de intervenciones se ha debido, en parte, al descubrimiento de las prótesis mamarias PIP, retiradas del mercado desde 2010; pero sobre todo al «deseo de las mujeres de agrandar sus pechos» para sentirse atractivas. No hay más. Lo de los regalos «es falso» Hace unos años, antes de la crisis eco- nómica, hubo especialistas que ha- blaban de un auge de la cirugía ma- maria debido, entre otras razones, a que se había convertido en un rega- lo de cumpleaños para chicas de 18 años y menores, incluso. El especia- lista Fernando Salagre nunca se lo creyó. «Alguien se lo inventó en bus- ca de un titular. En Venezuela pue- de ser común, pero en nuestro me- dio, por mi experiencia, es algo raro», asegura. Sí es más frecuente, según relata, atender la demanda de mujeres jó- venes que solicitan lo que se llama cirugía íntima, un recorte de los la- bios menores de la vagina con el fin de poder lucir tanga, en la playa o la intimidad. «Ignoro por qué no apa- rece reflejado en la memoria de la SECPRE. Ésta –detalla el especialis- ta– es una demanda que hace sólo unos años no existía y ha ido crecien- do poco a poco». Prostituidas por operarse De las 65.000 intervenciones de ci- rugía estética realizadas en España en 2013, el 25% –unas 16.000– se practicaron para aumentar las ma- mas, una operación que ha desban- cado por mucho a las liposucciones, que siguen en segundo lugar. Los qui- rófanos remodelaron la figura de un total de 12.000 personas. El rejuve- necimiento de los párpados (blefa- roplastia) y los rellenos con grasa del propio paciente (autóloga) comple- tan el podio de las intervenciones más solicitadas. «En la consulta ves de todo», rela- ta el cirujano plástico vasco. Hay chi- cas jóvenes que han llegado a pros- tituirse para costearse una interven- ción. «Es algo anecdótico, pero algún caso he conocido. Lo que sí es más habitual es ver chicas, sobre todo es- tudiantes universitarias, que donan óvulos para poder venir al cirujano plástico. A veces lo cuentan, pero otras no hace falta que lo digan. Un especialista lo sabe». Los hombres se operan, en cam- bio, mucho menos y por motivos ge- neralmente más funcionales que es- téticos. Los varones, protagonistas del 12,2% de la cirugías estéticas, se hacen la liposucción y, tras ella, en menor medida, demandan blefaro- plastias, retoques de la nariz (rino- plastia) y la reducción de mamas anor- malmente grandes (ginecomastia). El de la cirugía plástica no es uno de los campos más castigados por la crisis económica. Los profesionales la están notando como todos los sec- tores de la sociedad, pero las clínicas están aguantando la recesión bastan- te bien, «a pesar de la subida del IVA del 10% al 21%» impulsadas desde el Gobierno de Rajoy. La demanda se ha reducido en torno al 15% o 18%. «La población en general ha recorta- do los gastos que consideraba inne- cesarios», aclara Fernando Salagre. El caballo de batalla de la profe- sión es el creciente «intrusismo». Los especialistas recuerdan que hay que exigir la titulación adecuada y des- confiar de los precios demasiado ba- jos y de clínicas situadas «en un piso, en medio de una comunidad de ve- cinos. Hay que acudir a un centro médico, no a una sala de curas», re- sume Salagre. Las mujeres se toman a pecho la cirugía El aumento de mamas desbanca a las liposucciones en el ranking de operaciones plásticas más demandadas FERMÍN APEZTEGUIA René Zellweger, Nicole Kidman... «siempre estarán insatisfechas» Los famosos y sus desastres qui- rúrgicos son «el mayor enemigo» de las consultas de cirugía estéti- ca. La última belleza que ha des- trozado su cara en el quirófano es la actriz René Zellweger, pero no es la única que habla mal de los ci- rujanos plásticos en la alfombra roja. Ahí están Demi Moore, Meg Ryan, Nicole Kidman... y también hombres, como el desaparecido cantante Michael Jackson y el ac- tor Mickey Rourke. Un dibujante diría que parecen caricaturas de sí mismos. «Ningún médico quiere pacientes así», afirma Fernando Salagre. «Hagas lo que hagas siem- pre quieren más y siempre estarán insatisfechos. Peregrinan de clíni- ca en clínica y en ese recorrido en- cuentran la felicidad. Se llama dis- morfofobia. Nunca se ven bien». 304 millones de euros gastaron los es- pañoles en cirugía estética en 2013 87,8% de los que se sometieron a una cirugía estética eran mujeres, frente al 12,2% de hombres 65.000 intervenciones se realizaron el pasado año, un 18% menos que el anterior; una caída que se atribu- ye a la crisis y al intrusismo DATOS DE INTERÉS 07/11/2014 Tirada: Difusión: Audiencia: 21.955 18.104 54.312 Categoría: Edición: Página: Andalucía Granada 51 AREA (cm2): 925,0 OCUPACIÓN: 88,7% V.PUB.: 5.440 NOTICIAS DE SECPRE||CIRUGIAS
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El sector sobrevive a la crisis económica, a pesar del descenso de la clientela y del «creciente intrusismo profesional»
BILBAO. La cirugía estética es cosa de mujeres. Casi nueve de cada diez pacientes que entran en la consulta del especialista tienen nombre fe-menino y en la mayoría de los casos se solicita un aumento de pecho. También prevalecen los deseos de mejorar la propia imagen sobre las intervenciones programadas por ne-cesidad de restauración estética. Está claro que quieren sentirse más gua-pas, que las vean más bellas y segu-ramente por eso las intervenciones más comunes junto a la cirugía de las mama son las liposucciones y la ble-faroplastia, nombre con que se co-noce a la extracción de piel y grasa en el entorno de los párpados. Los centros especializados sí han senti-do la crisis económica, pero la de-manda sigue siendo lo suficiente-mente grande como para que la he-rida todavía no sangre.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) presentó ayer su informe anual sobre el estado de la profesión en España, donde se describen tan-to los servicios más requeridos como los retos del sector. Los clientes de los cirujanos plásticos son en un 87% mujeres que, por regla general, tie-nen entre 30 y 42 años (42%). «La mayoría de nuestras pacientes son gente normal que, simplemente, quiere retocarse alguna parte de su cuerpo. Si rascamos un poco también encontramos personas que sufren mucho. Mujeres que toman pastillas para dormir, antidepresivos... y que en ocasiones ven en nuestros servi-
cios una solución a problemas que van más allá de lo estético», explica el cirujano plástico Fernando Sala-gre. «Hay una presión social y am-biental muy grande que imprime a las mujeres la necesidad de verse gua-pas en la calle, el trabajo, en distin-tos ámbitos de la vida», argumenta. «La mayoría –insiste– son mujeres normales, sin ningún tipo de proble-ma añadido».
Pero, ¿por qué las mamas? ¿Por qué se arreglan los pechos más que otras partes del cuerpo? El presiden-te de la SECPRE, Miguel Chamosa, explica que la fuerte demanda de este tipo de intervenciones se ha debido, en parte, al descubrimiento de las prótesis mamarias PIP, retiradas del mercado desde 2010; pero sobre todo al «deseo de las mujeres de agrandar sus pechos» para sentirse atractivas. No hay más.
Lo de los regalos «es falso» Hace unos años, antes de la crisis eco-nómica, hubo especialistas que ha-blaban de un auge de la cirugía ma-maria debido, entre otras razones, a que se había convertido en un rega-lo de cumpleaños para chicas de 18 años y menores, incluso. El especia-lista Fernando Salagre nunca se lo creyó. «Alguien se lo inventó en bus-
ca de un titular. En Venezuela pue-de ser común, pero en nuestro me-dio, por mi experiencia, es algo raro», asegura.
Sí es más frecuente, según relata, atender la demanda de mujeres jó-venes que solicitan lo que se llama cirugía íntima, un recorte de los la-bios menores de la vagina con el fin de poder lucir tanga, en la playa o la intimidad. «Ignoro por qué no apa-rece reflejado en la memoria de la SECPRE. Ésta –detalla el especialis-ta– es una demanda que hace sólo unos años no existía y ha ido crecien-do poco a poco».
Prostituidas por operarse De las 65.000 intervenciones de ci-rugía estética realizadas en España en 2013, el 25% –unas 16.000– se practicaron para aumentar las ma-mas, una operación que ha desban-cado por mucho a las liposucciones, que siguen en segundo lugar. Los qui-rófanos remodelaron la figura de un total de 12.000 personas. El rejuve-necimiento de los párpados (blefa-roplastia) y los rellenos con grasa del propio paciente (autóloga) comple-tan el podio de las intervenciones más solicitadas.
«En la consulta ves de todo», rela-ta el cirujano plástico vasco. Hay chi-cas jóvenes que han llegado a pros-tituirse para costearse una interven-ción. «Es algo anecdótico, pero algún caso he conocido. Lo que sí es más habitual es ver chicas, sobre todo es-tudiantes universitarias, que donan óvulos para poder venir al cirujano plástico. A veces lo cuentan, pero otras no hace falta que lo digan. Un especialista lo sabe».
Los hombres se operan, en cam-bio, mucho menos y por motivos ge-neralmente más funcionales que es-téticos. Los varones, protagonistas del 12,2% de la cirugías estéticas, se hacen la liposucción y, tras ella, en menor medida, demandan blefaro-plastias, retoques de la nariz (rino-plastia) y la reducción de mamas anor-malmente grandes (ginecomastia).
El de la cirugía plástica no es uno de los campos más castigados por la crisis económica. Los profesionales la están notando como todos los sec-tores de la sociedad, pero las clínicas están aguantando la recesión bastan-te bien, «a pesar de la subida del IVA del 10% al 21%» impulsadas desde el Gobierno de Rajoy. La demanda se ha reducido en torno al 15% o 18%. «La población en general ha recorta-do los gastos que consideraba inne-cesarios», aclara Fernando Salagre.
El caballo de batalla de la profe-sión es el creciente «intrusismo». Los especialistas recuerdan que hay que exigir la titulación adecuada y des-confiar de los precios demasiado ba-jos y de clínicas situadas «en un piso, en medio de una comunidad de ve-cinos. Hay que acudir a un centro médico, no a una sala de curas», re-sume Salagre.
Las mujeres se toman a pecho la cirugía El aumento de mamas desbanca a las liposucciones en el ranking de operaciones plásticas más demandadas
FERMÍN APEZTEGUIA
René Zellweger, Nicole Kidman... «siempre estarán insatisfechas»
Los famosos y sus desastres qui-rúrgicos son «el mayor enemigo» de las consultas de cirugía estéti-ca. La última belleza que ha des-trozado su cara en el quirófano es la actriz René Zellweger, pero no es la única que habla mal de los ci-rujanos plásticos en la alfombra
roja. Ahí están Demi Moore, Meg Ryan, Nicole Kidman... y también hombres, como el desaparecido cantante Michael Jackson y el ac-tor Mickey Rourke. Un dibujante diría que parecen caricaturas de sí mismos. «Ningún médico quiere pacientes así», afirma Fernando Salagre. «Hagas lo que hagas siem-pre quieren más y siempre estarán insatisfechos. Peregrinan de clíni-ca en clínica y en ese recorrido en-cuentran la felicidad. Se llama dis-morfofobia. Nunca se ven bien».
304 millones de euros gastaron los es-pañoles en cirugía estética en 2013
87,8% de los que se sometieron a una cirugía estética eran mujeres, frente al 12,2% de hombres
65.000 intervenciones se realizaron el pasado año, un 18% menos que el anterior; una caída que se atribu-ye a la crisis y al intrusismo
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