Árbol de Tinta. Febrero de 2013

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8-9 3 Págs. Pág. Año XXVI No. 195 Febrero 2013 Distribución gratuita ISSN 1900-592X Los mejores en educación 2012 Por una cultura ciudadana democrática 13 Pág. Árbol de tinta San José concertificación del ICONTEC Especial Escritura en la universidad Los 10 mejores de cada programa Yokomo, una empresa familiar hecha a pulso Entrevista a Montserrat Castelló Badía 3 Pág. 16 Pág. Págs. 10-12 Págs. 4-7 La escritura académica se ha constituido como uno de los procesos centrales en la formación universitaria debido a que facilita el desarrollo de habilidades cognitivas complejas. De ahí que la universidad deba asegurar, de manera adecuada, tanto la enseñanza como el aprendizaje de los géneros discursivos académicos en todos sus programas. Por lo anterior, dedicamos esta edición al abordaje de esta temática.

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Árbol de Tinta. Periódico institucional de la Universidad de Ibagué. Edición: febrero de 2013

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8 - 9 3Págs. Pág.

Año XXVI No. 195 Febrero 2013 Distribución gratuita ISSN 1900-592X

Los mejores en educación 2012

Por una culturaciudadana democrática 13

Pág.

Árbol de tintaSan Joséconcertificacióndel ICONTEC

EspecialEscritura en la universidad

Los 10 mejores de cada programa

Yokomo,una empresa familiar hecha a pulso

Entrevista a Montserrat Castelló Badía

3Pág.

16Pág.

Págs.

10-12

Págs.

4-7

La escritura académica se ha constituido como uno de los procesos centrales en la formación universitaria debido a que facilita el desarrollo de habilidades cognitivas complejas. De ahí que la universidad deba asegurar, de manera adecuada, tanto la enseñanza como el aprendizaje de los géneros discursivos académicos en todos sus programas. Por lo anterior, dedicamos esta edición al abordaje de esta temática.

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Febrero 20132 Editorial

*Presidente del Consejo Superior Luis Enrique Orozco * Rector Alfonso Reyes Alvarado * Comité Editorial Nidia Chaparro Cuervo, Luz Ángela Castaño González, Fadhia Sánchez Marroquín, Andrés Felipe Giraldo López y Franciny Espinosa Osorio * Comité de Redacción Oscar Iván Londoño, Marien Alexandra Gil Serna y Alexa Bajaire Lamus * Dirección Fadhia Sánchez Marroquín * Redacción y Edición Franciny Espinosa Osorio *Fotografía Archivo Comunicación Institucional, Gabriel Valbuena, Internet, homenaje a la serie Las Lectoras de Pablo Picasso. Tomado de internet * Diseño y Diagramación Julio César Morales *Impresión Editorial Aguasclaras *Contacto [email protected] 2709432 ext. 419

Árbol de tinta

El pasado 5 de enero falleció en Bogotá, Guillermo Hoyos Vásquez, quien fuera uno de los filósofos más reconocidos en Colom-bia y América Latina; profesor de las univer-sidades Nacional y Javeriana, director del Instituto Pensar de esta universidad, decano de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, asesor de Colciencias y del Icfes, miembro de la Comisión Nacional de Doctorados y Maestrías, del CNA, de la Comisión de Paz en el gobierno de Belisario Betancur, del Comité Académico de la En-

Nidia Chaparro Cuervo*

Guillermo Hoyos:La filosofía como ejercicio ético y político

Para esta primera edición del 2013 Árbol de tinta presen-ta, entre su colección de textos, algunos escritos cuyo tema central gira en torno a la escritura en la universidad: ¿Qué implica escribir en la universidad? ¿Qué relación se establece entre la escritura y la subjetividad? ¿Qué procesos podrían desarrollarse para llevar a cabo planeaciones de textos aca-démicos? ¿Qué papel cumple la ortografía en la producción escrita? ¿Cómo es la naturaleza discursiva de las escrituras realizadas a través de las redes sociales y de qué manera afecta los textos académicos? ¿Cuáles son los principales desaciertos escritores de los estudiantes? son algunas de las preguntas que orientan las reflexiones que aquí se presentan.

Comprender la importancia de la escritura en la universi-dad implica no solo pensar este proceso como indispensable para el aprendizaje de los estudiantes en sus ciencias y disci-plinas, así como para la construcción de conocimiento, sino que, además, requiere posicionarlo como una herramienta

fundamental para los procesos de enseñanza, es decir, la es-critura debe hacer parte indispensable de la reflexión que los docentes hacen de su quehacer pedagógico y didáctico. Es por ello que los maestros debemos integrar los procesos es-critores tanto en la investigación como en la docencia.

El propósito de estos artículos sobre escritura, también tiene que ver con la idea de emplear los textos, y en gene-ral nuestro periódico, en el trabajo de clase, por lo que esta edición invita a los maestros de todos los campos de cono-cimiento a que integren las escrituras que se presentan, edi-ción tras edición, en Árbol de tinta. Estos escritos conforman discursos de variados temas relevantes para las labores de formación tanto disciplinar como humanística; de ahí que esto haga que de manera más general preguntemos: ¿De qué manera se integra la escritura con los propósitos de nuestras asignaturas? ¿Qué transformaciones positivas puede generar la escritura a los procesos de evaluación? ¿De qué manera

contribuye este proceso al desarrollo de competencias en los estudiantes? ¿Cómo superar las representaciones exclu-yentes de la escritura en algunos programas universitarios?, entre otras.

En suma, estos textos de variados géneros discursivos conforman un interesante compendio de información, vi-siones y posicionamientos que contribuyen a la apertura de espacios polifónicos entorno a la idea según la cual la for-mación de los estudiantes también de estar mediada por el desarrollo del lenguaje y el pensamiento a través de los pro-cesos de escritura, lectura y oralidad.

La importancia de la escritura en la universidad

ciclopedia Iberoamericana de Filosofía y de numerosas comisiones en los campos de la educación superior, la democracia, la ciuda-danía y los derechos humanos, en nuestro país.

Su reflexión se nutrió, fundamental-mente, de la fenomenología de Husserl, en particular, de su concepto de mundo de la vid, del pensar crítico y de la idea de suje-to kantianos y de la teoría comunicativa de Habermas, referentes conceptuales desde los cuales elaboró sus planteamientos sobre la educación, la universidad, la ciencia, la éti-ca y la política, la democracia y los derechos humanos, temas recurrentes en sus libros, artículos, conferencias y clases.

Un acercamiento a su pensamiento fi-losófico, que alguna vez él mismo calificó de “exiguo en producción de libros aunque prolífico en artículos y en aportes para li-bros colectivos”1, puede hacerse a través de libros de su autoría, como Los intereses de la vida cotidiana y las ciencias o Derechos humanos, ética y moral; de libros en coau-

toría con Germán Vargas Guillén, La teoría de la acción comunicativa como nuevo para-digma de investigación en ciencias sociales: las ciencias de la discusión; en coedición con Ángela Uribe, Convergencia entre ética y po-lítica. Como un homenaje a su pensamiento y obra, el libro La responsabilidad del pensar, editado por Alfredo Rocha de la Torre, com-pila artículos de reconocidos académicos na-cionales y extranjeros, sobre los principales planteamientos del profesor Hoyos

Escribió, también, numerosos artículos sobre educación superior y sobre distintos aspectos de la institución universitaria, con-siderada en general, lo mismo que sobre la universidad colombiana, artículos entre los cuales se destacan: Educación y autonomía, La idea de Universidad; El ethos de la univer-sidad, en el que identifica la argumentación, como esencial a la vida universitaria; Ciencias sociales y humanas: por la renovación de la idea de universidad; Educación para la ciu-dadanía; Mundo de la vida y Comunicación. La fenomenología en diálogo con las cien-

cias; Las creencias religiosas en la sociedad postsecular; Tolerancia y democracia en una política deliberativa; Ciencia y ética desde una perspectiva discursiva, entre otros.

Su fallecimiento ha motivado numerosas expresiones de aprecio y reconocimiento al intelectual, y, sobre todo, al ser humano que fue Guillermo Hoyos: cálido, respetuoso con sus alumnos y colegas, con gran sensibilidad social, compromiso ético y coherencia entre el pensar, el decir y el actuar. En palabra de Oscar Mejía Quintana, uno de sus discípu-los de la Universidad Nacional, “Hoyos nos enseñó a ser modernos en el mejor senti-do del término: a ser tolerantes, a escuchar, a respetar y a reconocer al otro, a dialogar para no imponer las razones por la fuerza o por las balas”2

1 HOYOS VÁSQUEZ, Guillermo (2011). Los intereses de la vida cotidiana y las ciencias (Kant, Husserl, Habermas), Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 2ª edición, 2011.2 MEJÍA QUINTANA, Oscar. “Nos enseñó a escuchar, a ser tolerantes y a respetar al otro”. El Tiempo. 19 de enero de 2013, pag. 19

*Vicerrectora

Tomada de internet

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Universidad de Ibagué

Febrero 2013 3Academia

Con gran orgullo el Centro Técnico y Tecnológico San José, como Institución de formación para el trabajo, recibió del ICONTEC las certificaciones de calidad ISO 9001:2008 y NTC 5555, así como el programa Técnico Laboral en Mantenimiento de Redes y Equipos de Cómpu-to, la NTC 5666, y los programas Construcción y mante-nimiento de instalaciones eléctricas, residenciales, comer-ciales e industriales; Patronaje y confección de prendas de vestir; Comunicación gráfica publicitaria y Mantenimiento de automóviles a gasolina y gas, la certificación NTC 5581.

Este logro fue producto del trabajo desarrollado por su directora Gloria Esperanza Manrique y su equipo del tra-bajo al cual en su intervención en la entrega de las certifi-caciones hizo un merecido reconocimiento.

Las certificaciones entregadas por el icontec son una herramienta de gestión que certifican la calidad de la Ins-titución. La ISO 9001:2008 es una certificación de con-notación internacional la cual avala al Centro San José en 130 países del mundo como una institución que trabaja

por la calidad. En cuanto a las certificaciones NTC 5555, 5666 y 5581 certifican que el Centro cumple con los es-tándares de calidad y sus programas con una norma téc-nica colombiana la cual garantiza que las personas que se forman en la institución cumplen con los requisitos que exige el Ministerio de Educación Nacional, precisó Carlos Fernando Bahamón, director regional centro y sur oriente del icontec.

“Una institución que no trabaje en pro de la calidad, que no cuente con un sistema de gestión, va a ser una entidad desordenada, sin claridad en los procesos que improvisa en su forma de actuar”, agregó el directivo del icontec.

Estas certificaciones le permiten al Centro San José consolidar su imagen y presencia en la ciudad y le brin-dan respaldo para la presentación de proyectos a agencias de cooperación internacional. De igual forma, aseguran el cumplimiento de los requisitos de los usuarios, tanto in-ternos como externos y aumenta el nivel de satisfacción

En el acto de bienvenida a profesores al semestre A de 2013, el rector de la Universidad de Ibagué, Alfonso Reyes Alvarado, entregó a los programas de Psicología, Ingeniería Civil, Mercadeo y Administración Financiera la Orden a la Educación Superior y a la fe pública “Luis López de Mesa”, conferida por el Ministerio de Educa-ción Nacional.

Esta orden fue otorgada por haber obtenido acredi-tación de alta calidad el año inmediatamente anterior. Este es un estímulo creado por el Ministerio con el cual se busca reconocer a las instituciones y a los programas que voluntariamente se sometan al proceso de acredi-

tación y para el efecto dispone la creación de una Orden especial que a la vez reconoce y recuerda a uno de los personajes colombianos que más ha influido en la for-mación de nuestra nacionalidad.

La entrega de esta Orden se da con el ánimo de es-timular la calidad de la educación superior y exaltar a los programas académicos de educación superior, que lue-go del proceso de autoevaluación, evaluación externa de partes académicos y sustentación ante el cna, han merecido recibir la acreditación.

De izquierda a derecha Alfonso Reyes Alvarado, rector de la Universidad de Ibagué; Erika Alejandra Patiño, directora del programa de Merca-deo; Carlos Ariel Naranjo, director de Ingeniería Civil; Jairo Trilleros, director de Administración Financiera y Laura Arcila Villa, decana de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales.

Los mejores en educación

Certificación del icontecpara el Centro San José

Carlos Fernando Bahamón, director regional centro y sur oriente del ICONTEC entrega la cer-tificación de Calidad ISO 9001:2008 a la directora del Centro técnico y tecnológico San José,

Gloria Esperanza Manrique.

de sus necesidades y expectativas, proporcionando un mayor va-lor agregado a la Institución y a sus programas, a través de los procesos de mejoramiento continuo.

En el acto de entrega de las certificaciones, la Universidad de Ibagué al igual que el Centro técnico y tecnológico San José hicie-ron un reconocimiento especial al padre Victorino Correa, quien fuera durante varios años director de la Comunidad Salesiana en Ibagué.

La ceremonia realizada en el auditorio del Centro fue presidida por el Rector de la Universidad, doctor Alfonso Reyes Alvarado y contó con la presencia del arzobispo de Ibagué, monseñor Flavio Calle Zapata, al igual que del inspector provincial de la Comuni-dad Salesiana Inspectoría San Luis Beltrán de Medellín, padre Jhon Jairo Gómez.

El Centro San José es el resultado del convenio realizado entre la Universidad de Ibagué y la Pía Sociedad Salesiana, que brinda beneficio social, mediante la preparación para el trabajo y la ade-cuada formación académica y espiritual del talento regional.

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Febrero 20134

Como si lo anterior fuera poco, en los últimos años el advenimiento de nuevas formas de comunicación como el chat o los mensajes de texto han provocado que la es-critura se acerque o pretenda imitar al código oral. Ello se evidencia en la casi desaparición de las vocales, el uso de los emoticones para expresar estados de ánimo y la abreviación de las palabras con la consecuente violación de todas las normas ortográficas. La genera-lización de estos usos tiende a trasladarse a la norma estándar, por lo que es frecuente encontrar letras solas como “q” o “x” reem-plazando una palabra (que y por, respectiva-mente) en escritos formales.

Lamentablemente estos errores son tan frecuentes que los pasamos desapercibidos, y este es el principal problema. Por ejemplo, se ha vuelto común el abuso de las mayús-culas sin una causa distinta al criterio de quien escribe, como marcar el “Proyecto” o el “Informe”, que son sustantivos comunes, con mayúscula inicial solo porque para ese alguien son documentos muy importantes. Por más costoso que sea el presupuesto del proyecto o del informe, ambos no dejan de ser sustantivos comunes (y corrientes).

Esto pasa desapercibido y no es concebido siquiera como un error ortográfico, precisa-mente por el desconocimiento de la norma que indica que los sustantivos comunes no llevan mayúscula inicial. Cuando un error se generaliza (Mal de muchos, consuelo de ton-tos), la sociedad pierde un valor cultural que difícilmente puede recuperar.

La ortografía es un valor cultural que for-ma parte de una esfera más amplia que es el idioma. Todas las lenguas buscan la uni-dad para favorecer la interacción entre sus usuarios, y, en nuestro caso, esa es la tarea de la Real Academia. Las lenguas son diná-micas, flexibles, variables e incluyentes, pero en tanto sistema no pueden ser un caos anárquico en el que todo sea válido por el simple capricho del usuario. Si nos comuni-camos sin atender ninguna regla estaremos presentándonos de la manera que habremos censurado antes y también estaremos cerce-nándole la unidad al idioma y condenándolo a la lenta y agónica extinción.

Especial

“La correcta escritura, el buen uso del léxico y el dominio de las reglas gramatica-les constituyen los tres grandes ámbitos que regula la norma de una lengua”, explica la re-ciente edición de la Ortografía de la lengua española. Se dice que la buena escritura nos muestra como individuos cultural y profesio-nalmente competentes en el medio social, por lo cual debemos ser muy cuidadosos con nuestros escritos, que finalmente nos expo-nen al escarnio público. Todos hemos tenido la experiencia de encontrar terribles errores en textos donde se supone que no debería haberlos, como periódicos, documentos pro-fesionales, correos electrónicos, por mencio-nar algunos. La sensación es de censura para quien cometió el error por su ignorancia o por la falta de cuidado al no verificar la orto-grafía antes de publicar el texto. Pero, ¿y qué pasa con nuestros propios textos?, ¿cómo nos aseguramos de no cometer este tipo de errores?

En primer lugar, el mundo globalizado nos expone a más volúmenes de informa-ción que son consumidos cada vez en menos tiempo. Esto hace que no se preste atención a las formas adecuadas de expresión y lo que importe sea captar la idea esencial, dejando de lado el gusto por una escritura elabora-da. De la misma forma, es necesario comu-nicar más información a través de distintos canales, como correos electrónicos, chat, documentos profesionales, entre otros, y en el afán olvidamos revisar la forma en la que producimos los mensajes. En muchos casos la información se genera en el procesador de textos Word, que cuenta con un sistema de corrección ortográfica para español, infalible para muchos. Sin embargo, este sistema sim-plemente es una base de datos que compa-ra las palabras producidas con las que tiene

almacenadas, lo cual hace que desconozca las palabras nuevas o las producidas con una conjugación poco usual como “abríamosle” (la puerta). Para el caso de las tildes, es aun más evidente la dificultad del corrector orto-gráfico porque no modifica las palabras que se diferencian en su función por esta marca ortográfica. Un caso frecuente es el adverbio de cantidad “más” (Quiero más helado) que requiere tilde so pena de convertirse en una conjunción adversativa (Me duele, mas no me quejo). Y se podrían mencionar muchos más ejemplos similares.

Por otra parte, los sistemas educativos actuales han desestimulado el cuidado de la expresión escrita, llegando casi a satanizar la enseñanza de la gramática y la ortografía que, en la mayoría de los casos, ha desapare-cido de los pensum escolares. En los últimos años el análisis del discurso y la gramática textual hicieron su entrada a los cursos de español de educación básica, lo cual, su-mado a otros factores, marcó la apresurada desaparición del estudio de los aspectos formales de la lengua. Es frecuente escuchar a los estudiantes universitarios justificar sus errores porque nadie les ha enseñado a escri-bir correctamente y porque en el colegio no se estudiaba ortografía. Sumado a lo ante-rior, estos mismos estudiantes encuentran la excusa perfecta al ingresar a un sistema edu-cativo donde estos errores son pasados por alto, en procura de que “lo importante es el contenido”. ¿Será que los profesores no son conscientes de estos errores?, ¿será que no conocen (y por consiguiente no aplican) las normas de ortografía?, ¿será que consideran una pérdida de tiempo esta corrección?, ¿a quién le están pasando la responsabilidad de hacerlo?, ¿es responsabilidad de alguien en particular enseñarlo?

La ortografía:

¿Un dinosaurio en peligro de extinción?

Violeta Molina Natera*

*Directora del Centro de escritura javerianoPontificia Universidad Javeriana Cali

Obra de Pablo Picasso

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Universidad de Ibagué

Febrero 2013 5

y de estrategias como las fichas de resumen, el estudiante organiza y jerarquiza la infor-mación. En este momento de la planeación, denominado jerarquización de la informa-ción, el estudiante debe organizar y agrupar por subtemas las ideas que han emergido a través de sus conocimientos previos y de las consultas que ha realizado. Así por ejemplo, es posible que encuentre un grupo de enun-ciados que den a conocer qué es un tratado del libre comercio; otras podrían ubicar en la historia la firma del tratado entre Chile y Es-tados Unidos; es posible que encuentre infor-mación acerca de las consecuencias para los países del tratado en los campos de la políti-ca, la economía, la agricultura y el comercio, entre otros aspectos.

Finalmente, todo este recorrido permite que el aprendiz proponga una ruta textual –entendida como la representación de la po-sible estructura del texto– con base en la se-lección y la jerarquización de las ideas que ha

realizado acerca del tema. Dicha ruta puede elaborarse a través de un mapa conceptual o un esquema mental, entre otras estrategias. De esta manera, la ejecución de los anterio-res subprocesos contribuye a que el aprendiz no solo conciba la escritura como una acti-vidad cognitiva y social que se planea, sino que logra que los estudiantes desarrollen estrategias de producción textual más apro-piadas y acordes con las culturas escritas de sus disciplinas. Cabe decir, además, que aun-que la propuesta es esquemática y tiende a presentar un formato para alumnos novatos, en la medida en que el aprendiz reflexione y asimile los subprocesos, estos se irán flexi-bilizando de tal manera que en el futuro no necesiten seguir una secuencia tan lineal.

Especial

Gran parte de las prácticas escritoras en la universidad centran su atención en el producto final, es decir, en el escrito ter-minado, prueba de ello son las actividades académicas que desarrollan los estudian-tes, así como las estrategias didácticas de los docentes que priman en la evaluación de la escritura únicamente la edición final. No obstante, ¿qué acciones realiza el es-tudiante cuando escribe? ¿es consciente de las actividades que desarrolla? ¿inicia la construcción del documento a partir de una planeación textual?, preguntas motivadoras que dan origen a este escrito con el propósi-to dar a conocer algunas ideas básicas para la planeación de textos académicos desde cuatro subprocesos: La identificación de ge-neralidades, la construcción de la lluvia de ideas, la jerarquización de la información y la elaboración de una ruta textual.

La identificación de generalidades per-mite al aprendiz determinar el tema, el pro-pósito comunicativo –o la intención–, el tipo de texto, la importancia y el lector al que va dirigido el escrito. En ocasiones, los te-mas son tan amplios que difícilmente pue-den ser desarrollados por los estudiantes; ante esto es pertinente que los tópicos se focalicen, así, por ejemplo, ante un tema ge-neral como el tratado de libre comercio, el alumno puede orientar su desarrollo hacia la manera como se ha llevado a cabo este acuerdo comercial entre países como Chile y Estados Unidos, por ejemplo. Incluso, di-cha orientación del tema es pertinente en la construcción de un texto argumentativo.

De igual manera, es relevante especificar el propósito comunicativo (o la intenciona-lidad) del escrito: exponer acerca del trata-do de libre comercio en general, argumentar sobre las consecuencias negativas y/o posi-tivas del tratado entre Chile y Estados Uni-dos para la economía y el comercio del país latinoamericano, entre otros. Establecer la intención del escrito se vincula directamen-te con la selección del tipo de texto: ensayo, texto expositivo, informe, artículo de opi-nión, entre otros. Es por ello que el estudian-te debe reflexionar sobre cuál es el género discursivo más apropiado para desarrollar el tema y llevar a cabo su propósito comuni-cativo. Ahora, es pertinente que responda: ¿qué importancia tiene el tema sobre el cual pretendo escribir? Su respuesta presenta la importancia –o la justificación– del tópico. Finalmente, es relevante pensar a qué tipo

de lector va dirigido el texto: estudiantes, profesores, ciudadanos en general, partici-pantes de un evento académico, entre otros. Lo anterior permite reflexionar acerca de la información que se va a presentar y sobre las estrategias discursivas y lingüísticas que se pueden empelar al construir el escrito, entre otros aspectos.

Entre lluvia y rocío Realizada la identificación de las an-

teriores generalidades, el escolar procede a construir una lluvia de ideas. Esta lluvia, que en ocasiones puede ser un simple ro-cío, agrupa las ideas que el aprendiz posee acerca del tema de su texto: ¿Qué conoci-mientos tengo sobre el tema? ¿Qué otros aspectos necesito conocer?, por lo que es, precisamente, en este punto en donde los vacíos sobre el tópico emergen. Ante di-chas necesidades conceptuales, el escolar debe iniciar la consulta bibliográfica que será el soporte teórico del escrito. ¿Cómo empezar? ¿Qué documentos consultar? Es importante que determine cuáles son las fuentes más confiables para encontrar infor-mación de calidad: libros –monográficos y editados–, artículos de investigación, blogs y páginas web, entre otros.

Suele ocurrir en este punto que cuan-do el aprendiz realiza múltiples revisiones documentales, se satura de información: ¿Qué información es la más pertinente? ¿Cuál debo omitir? ¿Cuáles son las estra-tegias que se deben emplear para extraer los contenidos relevantes? Sin duda, existen múltiples formas para hacerlo y la ficha de resumen es una de ellas. Estas fichas consti-tuyen herramientas empleadas para agrupar información acerca del tema del que se va a escribir. Lo importante, entonces, es que el estudiante seleccione los textos base de los que extraerá los contenidos más rele-vantes; tras una lectura compresiva y crítica de los documentos a través de estrategias de compresión (glosas, subrayados, identi-ficación de macroestructuras), el aprendiz ubica en las fichas los enunciados que cree relevantes para la construcción del escrito. Lo interesante de este ejercicio es que estos enunciados –generalmente cortos– pueden operar como citas directas o indirectas –in-cluso como argumentos– cuando se cons-truye un texto argumentativo.

Después de seleccionadas las ideas, a través de ejercicios de lectura comprensiva

Mg. Oscar Iván Londoño Zapata*

*Docente de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad de Ibagué.

Ideas para planear textos académicos

Obra de Pablo Picasso

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Febrero 20136 Especial

Edna Constanza García Melo*

En nuestra experiencia como docentes nos hemos enfrentado a diversos cambios, que fun-damentalmente apuntan a la implementación y uso de la red o internet, y se ha constituido como una de las herramientas con mayor impacto en la expresión escrita de los jóvenes y profesores. Esta manera de comunicarnos involucra la cons-trucción e interacción con nuevos formatos, que constituyen el contexto cotidiano actual, frente a la manera convencional de escribir. Pero, ¿es esta legal o válida? ¿Qué hacen los chicos en los dife-rentes medios electrónicos? ¿Cuál es el nuevo con-cepto de comunicación que manejan los jóvenes? ¿Cómo se comunican en los cursos de la platafor-ma? ¿Estas formas de escribir pueden considerarse un nuevo lenguaje? ¿O es que no saben escribir?

Son diversos los interrogantes que se generan a partir de la formalización del proceso de escri-tura donde varios autores ya están apuntando a validar esas nuevas formas de comunicación como procesos inequívocos que permiten la interpreta-ción y comprensión al mismo nivel de otros forma-tos estructurados, diferentes a las construcciones convencionales. Por ejemplo: en las cartas se usan los saludos formales, las despedidas de rigor, etc., en lo correos electrónicos cada usuario lo configu-ra de acuerdo a la necesidad o gusto. Otra carac-terística de esta forma de escribir es que las cartas son pensadas, en cambio los correos están llenos de informalidad y economía, se prescinde de los protocolos que requieren otros documentos. Al respecto Daniel Cassany menciona:

Algunos investigadores muestran la informa-lidad de los correos electrónicos es una elección voluntaria de los interlocutores. Danet (1996) en-contró que muchos correos comerciales iniciaban el contacto con un estilo mucho más espontáneo que una carta impresa equivalente y que, a medida que avanzaba la interacción, la prosa electrónica incrementaba el grado de coloquialidad. Parece que autor y lector se sienten más cómodos con un estilo espontáneo, cercano al habla corriente, en-tre iguales y sin fórmulas vetustas. (Cassany, 2006, p.207)

Son muchos los ejemplos en los que encontra-mos que el lenguaje se utiliza de forma diferente, pero en la comunicación en línea, la mayoría de los escritos son poco concretos y formales, se repiten letras para simular entonación; en otros ejemplos encontramos la relajación y reducción ortográficas, distintas a las normas generales, esto se conoce como la ortotipografía, que es la que

estudia la combinación de la ortografía y la tipo-grafía.( Cassany,2006), hay simplificación de letras como la K por el dígrafo qu (kdd= quedaba), los rasgos que expresan emotividad y las interjeccio-nes (Ufff!!!!). Estas faltas se dan por la espontanei-dad, la inmediatez que ofrecen estos medios de comunicación asincrónica como son los foros, re-des sociales, blogs. Emilia Ferreiro (2006) comenta al respecto:

En efecto, aunque los jóvenes intentan inven-tar, un análisis de sus producciones muestra que, sin saberlo, están recurriendo a procedimientos que han sido utilizados por la humanidad a lo largo de la compleja y tortuosa historia de las escritu-ras, pero también están recurriendo, sin saberlo, a procedimientos que los niños inventan durante su proceso psicogenético de comprensión del siste-ma alfabético de escritura. Los más usados son:

XQ, Xq, xq (“porque” o “por qué”) Xeso, xeso (“por eso”) X1/2 (“por medio”)

En los chat también hay variados ejemplos de las nuevas formas de comunicarnos, del lenguaje formal no se utiliza mucho, además las respues-tas son inmediatas y con varios interlocutores a la vez, por eso es normal que aparezcan abreviaturas, ausencias de palabras, emoticones, los cuales dan a conocer el estado de ánimo, o algún sentimiento que se pueda expresar (risa, tristeza, llanto, beso, etc.) o representaciones tipográficas de expresio-nes básicas de la cara. Unos ejemplos del uso in-formal son los signos de exclamación o interroga-ción que se colocan solamente al final de la frase, la h se vuelve invisible, no solamente muda.

Estamos tan acostumbrados a ellas e inclu-sive, aceptamos las nuevas, por ejemplo, en las direcciones electrónicas los nombres de los países están abreviados, no siempre de la misma mane-ra: España es es pero México es mx. También los nombres que inventamos para nuestros correos electrónicos son variaciones sobre el tema de las abreviaturas, así como las contraseñas, en las cua-les frecuentemente se usan números junto con le-tras. (Ferreiro, 2006)

De esta manera, la escritura genera un cam-po amplio para realizar investig ación, así mismo encontrar justificaciones a esas nuevas formas de comunicarnos y aclarar las dudas que tenemos frente a este proceso .Por lo anterior hay que re-plantearlas porque no es cierto que los usuarios de

La web y las nuevas prácticas de la escritura

Referencias bibliográficasCassany, D. (2006). Análisis del chat. En Tras las líneas (pág. 207.208). Barcelona: Anagrama.Cassany, D. (2006). Tras las líneas. Barcelona: Anagrama.Cuba, M. C. (6 de Diciembre de 2012). Red de docentes de América latina y del Caribe. Obtenido de http://www.reddolac.org/profiles/blog/show?id=2709308%3ABlogPost%3A262856&xgs=1&xg_source=msg_share_postFerreiro, E. (2006). Alfabetización de niños y adultos – Textos Escogidos. Nuevas tecnologías y escritura. Revista Docencia del Colegio de Profesores de Chile, pp.46-53, pp.289-297.

Tomada de internet

los chats, correos, y demás herramientas de la web no sepan escribir, lo que ocurre es que nos enfrentamos a otras estructuras, válidas en la medida que contextualicemos la situación.

En conclusión, la implementación de la red en nuestra vida personal y aca-démica, está cambiando las prácticas de la escritura y la lectura en diversos planos lingüísticos. Este nuevo mecanismo ofrece otras alternativas que rom-pen con lo tradicional y surgen géneros discursivos con estructuras distintas y nuevas como estrategias comunicativas.

*Docente de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales

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Universidad de Ibagué

Febrero 2013 7Especial

¿Qué está en juego cuando escribimos? ¿Qué pone-mos en debate? Quiero proponer que lo que está en juego en nuestros escritos es tanto un saber, como una experien-cia de sí. Al escribir nos exponemos a sí mismos, escribimos desde nuestras visiones, posturas y el conglomerado cul-tural que vamos acumulando en nuestra experiencia vital.

Lo que anima la escritura es, ante todo, una pulsión subjetiva, una búsqueda personal que se torna intelectual o académica. La escritura, más que un camino hacia el saber, es también una experiencia que nos pone en cuestión, que tiene que ver directamente con lo que somos. Aquí saber y existencia se entrelazan, se mezclan, se vuelven casi uno.

La escritura no sólo se relaciona con lo que el escritor sabe, sino con lo que el escritor es. Es allí donde la escritura no solo es flujo de saberes, sino también un exponente de subjetividades, en cuanto presenta una experiencia de sí.

Entiendo por experiencia lo que nos pasa, o mejor lo que nos traspasa. La experiencia no es algo ajeno, tiene que ver directamente con nosotros y con nuestra produc-ción de sentido. Sería pertinente recordar a Larrosa (2009) cuando plantea que:

Durante siglos el saber humano ha sido entendido como un páthei máthos, como un aprendizaje en y por el padecer, en y por aquello que a uno le pasa. Ése es el saber de experiencia: el que se adquiere en el modo como uno va respondiendo a lo que le va pasando a lo largo de la vida y el que va conformando lo que uno es. Ex-per-ientia significa salir hacia afuera y pasar a través. (p. 34)

Asumir la escritura como experiencia, es reconocer que cada que escribimos un texto, más allá de sus finalidades intelectuales y académicas, estamos haciendo una escri-tura de sí mismos. El saber configurado a través de la es-critura no es una pieza aislada del escritor, es más bien un componente íntimo del escritor mismo.

Me es difícil pensar en una escritura que no nos mo-difique, que nos deje intactos. Por ello me uno a Larrosa para decir que la escritura como experiencia es algo que nos atraviesa, que nos pone afuera, en la medida en que es el resultado de una introspección, de un hundimiento en sí mismos.

Desde esta mirada, la escritura es una producción de sentido que responde a nuestra esencia, a nuestro sí mis-mo. Cuando la escritura se hace pública, se hace público también un ser, un sentido. Nos ponemos en evidencia, uno mismo en el otro, en el otro que es el lector y a la

Femmes Lisant (Deux Personnages) de Pablo Picasso

Marien Alexandra Gil Serna*

“Mi objetivo como escritor

es desaparecer dentro de la voz de

mi historia, convertirme en

esa voz”.Michael Dorris

La escritura como escritura de sí mismos

vez nos pone en evidencia ante sí mismos, en cuanto la escritura configura una lectura de sí.

La escritura como lazo:Sí la escritura es una experiencia de sí,

entonces hay en los textos una presencia del escritor. Dicha presencia es el lazo que teje-mos entre sí mismos, entre los escritos que producimos y entre el otro como lector. Gi-raldo (2009) afirma: “Escritura y lectura se encuentran en el intersticio del mundo y las palabras, pero se diferencian en su intención: en la escritura hay una forma peculiar de la entrega y en la lectura hay deseo de recep-ción” (p. 47).

La escritura como lazo hace referencia a la experiencia de la escritura como dialéctica de la entrega y la recepción; y toda entrega es necesariamente, entrega de un pedazo de sí. No hay entrega sin involucramiento, sin puesta en cuestión y en exposición. No hay entrega posible que no sea a la vez un des-prendimiento y una experiencia de sí.

En la entrega construimos, como escrito-res, un lazo a veces mágico y hasta místico, con un lector invisible y anónimo con quien nos une un texto que contiene un fragmento de sí.

Hoy, les entrego este texto que es una invitación a repensar la escritura como algo íntimamente ligado a lo que somos, que de-vela en sus líneas, en sus intenciones, en sus temas una configuración de subjetividad. La escritura no solo como objetividad, no solo como saber científico, sino también como experiencia de sí. Los dejo con el poema Es-critura de Octavio Paz:

Yo dibujo estas letras como el día dibuja sus imágenes y sopla sobre ellas y no vuelve

*Docente de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales

Referencias:Giraldo, L.M. (2004). Escribir: leer con todo el cuer-po. En Colombia: la alegría de pensar (pp. 41-53). Bogotá: Universidad Autónoma de Colombia.

Larrosa, J. (2003). La experiencia sobre la lectura. Estudios de literatura y formación. México: Fondo de cultura económica.

Page 8: Árbol de Tinta. Febrero de 2013

Febrero 20138 Entrevista

Reflexionar acerca del rol que cumple la escritura en la universidad requiere de una revisión profunda tanto de las prácticas sociales y educativas como de los discursos que se (re)construyen acerca del proceso en la escena escolar. Sobre esto, múltiples autores –desde diferentes ciencias y discipli-nas– han dedicado años y décadas en investigar el complejo fenómeno de la escritura y sus relaciones con el desarrollo del lenguaje y el pensamiento, así como sus dimensiones so-ciales, culturales e históricas. En esta entrevista, la doctora Montserrat Castelló Badía, profesora de la Universitat Ramon Llull (España) y una de las investigadoras más prominentes sobre los procesos de lectura y escritura en Hispanoamérica, aporta –a través de sus respuestas–a la discusión acerca de los usos estratégicos de la escritura en la universidad.

Oscar Iván Londoño Zapata (OILZ): ¿Cómo lograr que la escritura en la universidad sea funcional?

Montserrat Castelló Badía (MCB): A la luz de los estu-dios realizados en los últimos veinte años sobre la escritura en la universidad, podemos destacar como fundamentales cuatro grandes competencias de escritura que la convierten en funcional y que tienen que ver con: 1) concebir y utilizar la escritura como herramienta de aprendizaje y pensamiento; 2) conocer y regular las actividades implicadas en el proceso de composición de textos académicos; 3) conocer la comu-nidad científica y dialogar con otros textos académicos y 4) escribir desde y para una comunidad discursiva de referencia.

OILZ: ¿Qué implica concebir la escritura como una acti-vidad colaborativa y dialógica?

MCB: Desde una perspectiva sociocultural, se concibe la escritura como una actividad colaborativa y dialógica, debi-do a que se entiende como un instrumento mediador de los planos inter e intramentales, instrumento que permite exte-riorizar los propios pensamientos pero también negociarlos con otras voces, habitualmente presentes en la comunidad de referencia. Desde el punto de vista educativo, convertir la actividad de escribir en una actividad colaborativa y dialógica requiere permitir a estas voces negociar y discutir sus respec-tivas posiciones, generar lo que algunos autores como Olga Dysthe (1996; 2000) han denominado aulas multivocales.

No solo se trata de facilitar que los estudiantes escriban en grupo de forma colaborativa –y no simplemente sumativa y acumulativa, como suele ser el caso– sino de enseñarles también a gestionar este proceso. Para escribir de forma co-laborativa resulta imprescindible compartir los objetivos y la representación acerca del texto que se va a escribir. Es pre-ciso que los co-autores, en tanto que escritores del mismo texto, compartan cómo quieren que sea este texto, qué in-formación debe contener, cómo va a presentarse esta infor-mación y por qué. Además, puesto que la propia actividad de escribir acostumbra a aconsejar cambios en la planificación inicial, conviene que los co-autores puedan conocer de for-ma fácil e inmediata estos cambios. Finalmente, las sucesivas revisiones pueden no ser lineales, lo que requiere negociar y activar las representaciones sobre el texto y sus sucesivas

transformaciones. Por otra parte, la dialogicidad se logra también en situa-

ciones de escritura –supuestamente– individual en las que se alude a otras voces mediante las citas y las alusiones al conocimiento compartido o a trabajos previos. Como nos recordara Bajtín, cualquier texto es dialógico en tanto se es-cribe en respuesta a otros textos anteriores y espera a su vez ser contestado en el futuro.OILZ: ¿De qué manera define usted los textos académi-cos y qué papel cumplen en la formación universitaria?

MCB: Este es un tema complejo sobre el que, a pesar del interés que suscita, no hay todavía un acuerdo en la comu-nidad de investigadores que se ocupa del tema, sobre todo cuando se pretende trazar las fronteras entre lo que puede ser considerado texto académico, científico o profesional y los géneros que les son propios. Siguiendo algunas propues-tas recientes, una definición que parece resolver la cuestión de forma aparentemente sencilla, es la que afirma que los textos académicos son aquellos que producen los miembros de la comunidad universitaria y tienen sentido y significado en esta comunidad. Esto implica muchos y variadísimos gé-neros (administrativos, docentes, de divulgación, de apren-dizaje, entre otros) pero no incluye algunos tan relevantes como, por ejemplo, las tesis tanto de grado, como de maes-tría o doctorales que acaban siendo publicadas o los informes técnicos, frutos de trabajo de investigación que sirven para justificar un proyecto. En estos casos, como en algunos otros, los textos supuestamente académicos son híbridos y tras-

Mg. Oscar Iván Londoño Zapata*

La escritura en la universidad: Un proceso colaborativo

Entrevista a Montserrat Castelló Badía

Page 9: Árbol de Tinta. Febrero de 2013

Universidad de Ibagué

Febrero 2013 9Entrevista

cienden –y esta es precisamente su finalidad– la comunidad universitaria. Se trata entonces de textos que son a la vez académicos y científicos, dado que comparten características de ambos, a pesar de que no encajan en una única de estas dimensiones. Este es pues un tema candente y son muchas las clasificaciones al respecto.

OILZ: ¿Cuáles son las principales dificulta-des que poseen los estudiantes universita-rios frente a la escritura de textos académi-cos?

MCB: Tal como hemos argumentado en otras ocasiones, las dificultades de los estudian-tes cuando se enfrentan a la escritura académi-ca pueden agruparse en tres grandes bloques:

Desconocimiento de la naturaleza del pro-ceso de composición escrita. La mayoría de es-tudiantes durante sus estudios de secundaria solo tienen que enfrentarse a demandas que exigen escribir únicamente para demostrar lo que se ha aprendido. Por otra parte, en la ma-yoría de centros de secundaria se incide poco en enseñar a escribir los textos específicos de las diferentes disciplinas. Lo más frecuente es que se reduzca la enseñanza de la escritura a los contextos de enseñanza de la lengua y la li-teratura. Esto conlleva a que el conocimiento por parte de los estudiantes que acceden a la universidad de lo que es y lo que supone escribir textos académicos sea escaso y superficial.

Desconocimiento de las características es-tructurales y funcionales de los textos académi-cos. Igualmente, muchos de los estudiantes que llegan a la universidad tampoco conocen las ca-racterísticas funcionales y estructurales de los textos académicos y de las estrategias útiles para producirlos. Así, desconocen las diferen-cias entre un ensayo y un comentario personal o entre una revisión bibliográfica y una síntesis. A menudo sus profesores tampoco les aclaran el sentido de estos términos y los textos que sir-ven para un profesor pueden resultar inadecua-dos para otro, con lo que aumenta la confusión.

De igual manera, como hemos comentado, los estudiantes que ingresan en la universidad han tenido muy pocas ocasiones de aprender a utilizar los recursos lingüísticos y formales que caracterizan a los textos académicos. Así, por ejemplo, es frecuente que no sepan cómo gestionar las citas y, más allá de cuestiones for-males, desconocen las diversas funciones que cumplen en el texto o la forma de utilizarlas de manera personal.

Tampoco dominan los recursos lingüísticos que ayudan a presentar el propio punto de vista en un texto académico sin que resulte coloquial (como por ejemplo, el uso de verbos en prime-ra persona o frases nominales). La creencia más extendida es la que mantiene que los textos académicos abundan en el uso de impersonales, frases largas y vocabulario rebuscado. Este falso academicismo, fruto de confundir léxico espe-

cializado y preciso con vocabulario rebuscado o de suponer que la necesidad de una estructura textual reconocible implica escasa presencia del autor, conlleva muchos desaciertos en la producción textual de los estudiantes que no se solucionan con la mera exposición a buenos modelos ni la repetición.

Falta de familiaridad con las demandas y con los objetivos de las tareas de escritura. Otra fuente de dificultades tiene su origen en los cambios en las demandas y objetivos de las tareas de escritura al llegar a la universidad. En secundaria, como ya hemos comentado, es frecuente que los estudiantes hayan aprendi-do a escribir para demostrar lo que saben de las diferentes materias y que, además, hayan asociado la escritura al aprendizaje de habilida-des lingüísticas, comunicativas y metalingüís-ticas. Deben ahora ajustar estas habilidades a las restricciones discursivas de cada disciplina, integrando información de diversas fuentes y yendo más allá de la síntesis de la información. Las demandas se complican y exigen integrar información, sistematizarla y ofrecer el propio punto de vista fundamentado con argumentos de otros autores o con datos.

Todo ello se acostumbra a producir sin que nadie le explique al estudiante que cada disci-plina académica posee su propio método para organizar el conocimiento y sin que se le enseñe que las formas específicas de escritura en cada área de conocimiento son parte inherente de la propia disciplina. Se espera nuevamente que el estudiante descubra, a través de la exposición a los textos disciplinares, estas formas específicas de escribir.

Algunos estudios ponen de manifiesto que tales exigencias son concebidas por los docen-tes como si se tratara de un conocimiento pro-veniente del sentido común y, por tanto, comu-nicadas a través de términos como si tuviesen un significado transparente. Todo ello conlleva a que a menudo los estudiantes no sean capaces de representar adecuadamente las tareas de es-critura que les piden y de disponer de objetivos personales y de estrategias para resolver aque-llo que no conocen.

OILZ: Finalmente, hagamos referencia sobre la toma de apuntes. ¿Qué papel cumple esta actividad en los procesos de escritura de los estudiantes universitarios?

MCB: La toma de apuntes es un género es-pecífico que, como cualquier otro, se desarrolla de forma situada. Esto implica que puede ser-vir para aprender o puede simplemente ser un ejercicio de copia y/o dictado. La investigación pone de manifiesto que la variable más relevan-te para el estudiante a la hora de decidir cómo tomar apuntes es el tipo de evaluación a la que va a ser sometido; le siguen el formato interac-tivo que el profesor promueva en sus clases o la existencia de libro o materiales de referencia así

como el tipo de discurso que el profesor ponga en marcha (más o menos estructurado). En un estudio realizado en varias universidades españolas, encontramos que más

del 80% de los estudiantes pueden ser considerados copistas aunque aquellos es-tudiantes que tomaban apuntes de forma estratégica eran los que obtenían mejores calificaciones en materias en las que el profesor tenía un discurso poco estructurado y proponía exámenes que requerían ir más allá de la memorización y la repetición de contenidos, como por ejemplo solicitando ejemplos, promoviendo análisis de casos, entre otros.

Una de las conclusiones de este estudio es que se requiere modificar el contexto, sobre todo el tipo de clases y el sistema de evaluación, para promover que los estu-diantes elaboren sus apuntes y los utilicen de forma estratégica; pero también conviene enseñarles estrategias de toma de apuntes que les permitan optimizar sus recursos.

*Docente de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de la Universidad de Ibagué.

Page 10: Árbol de Tinta. Febrero de 2013

Febrero 201310 Los 10 mejores

Administración Financiera

Ingrid Yulieth Guillen Rubio 4.86

Luis Felipe Silva Bermúdez 4.65

Heidy Tatiana Espinosa Vargas 4.53

María Daniela Guaqueta Bríñez 4.53

Crysthiann Alejandro Tovar Gómez 4.52

María del Pilar Segovia Borray 3.89

María Alejandra Portela Rodelo 4.47

Hernán Darío Chacón Pineda 4.41

Magda Lilian Sandoval Sánchez 4.40

Miguel Ángel Perdomo Mendoza 4.36

Contaduría Pública

Ricardo Andrés Duarte Barrera 4.58

Natalia Espinosa Rodríguez 4.53

Leidy Johanna Martínez Garzón 4.47

Andrés Felipe Avilán Lozano 4.38

Paola Inés Gómez Ramírez 4.34

Shara Gaviria Benjumea 4.34

Carlos Andrés Torres Ospina 4.33

Diana Fernanda Rodríguez Rodríguez 4.32

Iván René Ortiz Maz 4.31

Leidy Katherine Montoya López 4.21

Economía

Deisy Catalina Calderón Quintero 4.52

Diana Patricia Ávila Gutiérrez 4.49

Luisa Fernanda Peña Naranjo 4.40

Daniel Augusto León Moreno 4.37

Yady Yulied Murcia Chavarro 4.28

María Camila Ocampo Plazas 4.24

Camila Andrea Salcedo Arias 4.22

Anggy Stefany Mosquera Poveda 4.19

Marilyn Rojas Alarcón 4.14

María Juliana Moreno Reyes 4.13

Mercadeo

Mónica Alejandra Echeverry Salguero 4.43

María Camila Carrillo Velandia 4.30

Juan David Doncel Santos 4.24

Lina María Cortés Galvis 4.20

José Daniel Cabezas Reyes 4.18

Jhon Jairo Rojas Talero 4.16

Ingrid Paola Yate Vela 4.12

Anne Mari Tuominen 4.11

Ana María Salazar Duque 4.09

Eli Daniel Sierra Hernández 4.08

Administración de Negocios Internacionales

Leidy Lorena Rojas Sandino 4.84

Paula Andrea Londoño Ramírez 4.74

Johan Andrés Tique Uribe 4.67

Tatiana Hernández Cifuentes 4.67

Yina Lisseth Mosos Díaz 4.66

María Isabel Leyva Núñez 4.63

Liliana Katalina Orozco Oviedo 4.63

Michael Giovanny Serrato Galindo 4.62

María Victoria Rodríguez Ávila 4.60

Andrés Felipe González Castillo 4.60

Ingeniería Mecánica

Omar Eduardo Varón Álvarez 4.68

Luis Felipe Guzmán Valencia 4.63

Néstor Felipe Rodríguez Ramos 4.43

Carmen Lizet Barrios Villareal 4.38

César Humberto Pérez Valencia 4.37

Héctor Elías Mercedes Hazim 4.30

Sergio Andrés Cardozo Parada 4.27

Verónica Espitia Fonseca 4.26

Juan Camilo Cática Buendía 4.24

Laura Alejandra Mora Rojas 4.21

la Universidad entregó Matrícula de Honor a los estudiantes que obtuvieron el más alto promedio académico en sus programas. A continuación les presentamos los 10 mejores.

Matrícula de Honor por su desempeño deportivoDairon Estivent Quiceno Rincón, de programa de Psicología

Los mejores

Page 11: Árbol de Tinta. Febrero de 2013

Universidad de Ibagué

Febrero 2013 11Los 10 mejores

Ingeniería de Sistemas

Luis Felipe Mendivelso Osorio 4.83

Anderson Enrique Rubio Quintero 4.79

Luis Hernando Gaviria Roa 4.64

Pablo Andrés Moreno Montalvo 4.56

Juan Sebastián Contreras González 4.39

Néstor Alfonso Bravo Osorio 4.37

Daniel Alejandro Bravo Torres 4.30

Alvar Elías Pájaro Torreglosa 4.29

David Flórez Méndez 4.26

Juan David Canal Vera 4.17

Ingeniería Industrial

Angie Marcela Ramírez Rubio 4.92

María Helena Arango Medina 4.76

Ana Milena Atehortua Leal 4.73

Harold Alexander Cuellar Molina 4.72

Jhoann Mauricio Arenas Quimbayo 4.70

Germán David Garzón Hernández 4.63

Laura Patricia Carranza Murillo 4.54

Andrea Marcela Sánchez Salinas 4.52

Cristina Ortiz Hernández 4.48

Julián Felipe Garzón Hernández 4.47

Ingeniería Electrónica

Dehyro Méndez Castro 4.61

María Camila Merchán Riveros 4.46

Alejandro Rubio Reinoso 4.43

David Alejandro Zambrano Prada 4.41

Kelly Daniela Morales Cruz 4.37

Michael Alexander Ramírez Sierra 4.28

Yamel Andrés Moreno Guzmán 4.27

Armando Iván Troncoso Lugo 4.26

María Camila Varón Poveda 4.22

Sergio Luis Miranda Rojas 4.20

Ingeniería Civil

Jorge Mauricio Núñez Cortés 4.67

Juan Camilo Medina Arguello 4.64

Daniela Sánchez Gutiérrez 4.63

Jairo Andrés Hernández Sánchez 4.50

Daniela Stefania Galindo Sánchez 4.47

Cristian Fernando Perdomo Buendía 4.44

Jair Camilo Galvis Ospina 4.43

María Lucía Ramírez Bonilla 4.37

Marly Daniela Losada Morales 4.34

Karol Brigith Romero Sánchez 4.33

Ciencia Política Karen Viviana Morales Zambrano 4.47

Carlos Mario Sánchez Medina 4.43

Diego Andrés Perdomo Lesmes 4.43

Daniela Cuéllar Londoño 4.40

María Camila Mejía Jiménez 4.38

Sebastián Gómez Dueñas 4.32

Gersain Díaz Mosquera 4.30

Paula Andrea Martínez 4.17

Laura Daniela Reyes Martínez 3.70

Mateo Torres Ramírez 3.41

Derecho Carolina del Pilar Albarello Marulanda 4.88

Jaime Andrés Navarro Camargo 4.84

Ana María Lozano Lozano 4.76

María Camila Uribe Solanilla 4.69

Wilman Fernando Gómez Martínez 4.65

María Alejandra Rengifo Villamil 4.62

Edna Margarita Quiñones Álvarez 4.62

Ángela Gabriela Valencia Valderrama 4.62

Lina María Colonia Méndez 4.61

Yully Lorena Rodríguez Martínez 4.60

Comunicación Social y Periodismo

María Alejandra Reyes Parga 4.65

Mónica Alejandra Pérez Barrero 4.63

Jessica Tatiana Calero Polanco 4.59

Laura Camila Aguirre Zuluaga 4.57

Wilson Geovany Corrales Rodríguez 4.47

Margarita Rosa Torres Tarquino 4.46

Juan Nicolás Camargo Guzmán 4.43

Catalina García Calle 4.43

María Katheryn Acosta Díaz 4.41

Margaret Alejandra Sánchez Tovar 4.40

Psicología

Mónica Lorena Moncaleano Meneses 5.00

Sandra Liliana Rosales Cardozo 5.00

Laura Ximena Torres Lozano 5.00

Diana Milena León Mora 5.00

María Alejandra Quintana Leal 5.00

María Alejandra Rojas Guarnizo 4.90

Liz Yeraldin Sánchez León 4.90

Andrea del Pilar Roldán Delgado 4.90

Leidy Johanna Cuéllar Ríos 4.83

Irene Muriel Acuña 4.80

Page 12: Árbol de Tinta. Febrero de 2013

Febrero 201312 Los 10 mejores

Arquitectura

Juan David Velandia Reyes 4.68

Andrea Franchesca Vanegas Aguirre 4.55

Erika Julieth Leal Vásquez 4.53

Diana Carolina Esquivel Ortiz 4.46

María Catalina Montealegre Monrroy 4.44

Angie Katherine Zamora Albarracín 4.41

Daniel Felipe Moreno Montalvo 4.40

Luis Alejandro Escobar Gómez 4.38

Valentina Molina Hernández 3.35

Leidy Julieth Noriega Sastoque 4.34

Tecnología Industrial

John Edwin Urueña Martínez 4.09

Yulieth Daniela Ceballos Bonilla 4.17

Juan Sebastián Monroy Moscoso 3.89

Christian Javier Serrato Barbosa 3.87

Luis Felipe Mejía Gastelbondo 3.84

Teófilo Santos Perea Rodríguez 3.83

Erika Julieth Romero Bedoya 3.81

Harold Andrés Oyola González 3.81

Javier Hernando Marín Vásquez 3.75

Andrés Felipe Ramírez Aristizábal 3.74

Admon. del Medio Ambiente y los Recursos Naturales

Neidy Angélica Matoma Campos 4.52

Daniel Fernado Ospina Arias 4.26

Sebastián Felipe Zárate Arias 4.24

Daniela Cifuentes Serrano 4.24

Felipe Barrios Ñungo 4.21

Jessica Andrea Valero Vargas 4.19

William Andrés Walteros Ortiz 4.18

María Fernada Oviedo Cárdenas 4.16

Lina Paola Bermúdez Valderrama 4.15

Silvia Paola Pérez Salgado 4.15

Ingenierías por Transferencia

Juan David Sierra Mora 4.37

Daniela Isabel Alzate Parada 4.21

Ximena Alexandra García Castillo 4.14

Julián Daniel Rueda Lozano 4.14

Andrés Felipe Mejía Ortiz 4.12

David Ricardo Ortigoza Micolta 4.12

Angélica María Montaña Contreras 4.12

Doris Estefania Ovando González 4.07

Angella Giancarla Hernández Pinilla 4.05

María Fernanda Girón Vélez 4.01

Tecnología Mecánica

William Javier Carrillo Melo 3.88

Juan Javier Blanco Delgado 3.85

Edwin Marín Martínez 3.84

Carlos Eduardo Trujillo Díaz 3.78

Felix Mauricio Torres Rada 3.76

José Luis Escobar Doncel 3.70

Rubén Darío Zapata Jirigua 3.64

Luis Alejandro Bermúdez Rojas 3.63

José Lizardo Rodríguez Ávila 3.62

Juan Carlos Barragán Gaitán 3.58

Tecnología en Sistemas

Yudy Gamboa Mora 4.48

Camilo Andrés Saldaña Padilla 4.30

José Alejandro Manrique Mendoza 4.11

Geraldine Alexandra Arévalo Borrero 4.07

Dilmer Hernán Mayorquín Solórzano 4.04

Oscar Andrés Castillo 3.95

Andrés Guillermo Paeres Garzón 3.91

Giovanny Orlando Barrios Pérez 3.90

Johny Alexander Escobar Barrera 3.89

Miguel David Quintero Torres 3.88

Tecnología en Mercadeo y Ventas Sisley Xiomara Gualtero Ramírez 4.56

Grecia Daniela Morales Suárez 4.43

Paulo Andrés Casas García 4.35

Diego Mauricio Ortiz Cañón 4.34

Luisa Fernanda Lozano Artunduaga 4.34

Lina Fernanda Parra Manrique 4.31

Hainner Guzmán Ospina 4.26

Mariana Andrea González Vásquez 4.15

Cindy Alejandra Sandoval M. 4.15

María Claudia Riaño Acosta 4.14

Tecnología en Investigación Criminal y Judicial

Javier Darío Soto Castrillón 4.74

Andrés Felipe Tinoco Ortiz 4.73

Diana Milena Torres Espinosa 4.72

Ruddy Margareth Rubio Giraldo 4.69

Magda Consuelo Arango Lozada 4.62

Nelson Fabián Rodríguez Ortiz 4.39

Brandol Mauricio Quimbayo R. 4.39

Jimena Figueroa Salazar 4.38

Gilberth Snneyder Alba Álvarez 4.37

Gillermo Arnulfo Nieto Cruz 4.34

Tecnología Electrónica

Wilmer Andrés Trujillo Becerra 3.92

Michael Damián García Vásquez 3.83

Esteban Fernando Ramírez Cordon 3.82

Liseth María Saavedra 3.79

Efren Andrés Aguiar Salazar 3.75

Luis Alberto Bazurto Pérez 3.73

Crhistian Haner Aguilera Aguilera 3.73

Jhonatan Becerra Díaz 3.72

Diego Armando Yate Vela 3.69

Germán Trujillo Oliveros 3.61

Page 13: Árbol de Tinta. Febrero de 2013

Universidad de Ibagué

Febrero 2013 13Ciencia Política

Existen diversas formas de entender la cultura ciu-dadana; una de ellas, la más citada, la entiende como cultura cívica, esto es el apego a una serie de comporta-mientos que garantizan una convivencia armónica entre ciudadanos. Este conjunto de comportamientos se hacen pasar como deseables bajo la idea de que garantizan la solidaridad y el cuidado mutuo; sin embargo, no son po-cas las críticas que se hacen a este modo de ver las cosas. Diversos trabajos cuestionaneste tipo de normas porque consideran que se trata de un esfuerzo desarrollado por ciertas élites para mantener su prestigio al exhibir su es-tética (su modo de “presentarse” y de percibir el mundo) como un signo de urbanidad. En efecto, el “buen tono”, las “buenas maneras”, codifican una serie de comporta-mientos que permiten a diversos grupos “mantener las distancias”, de modo que la exhibición de esas “buenas costumbres”, terminan garantizando la continuidad de las fronteras sociales y con ello, el acceso inequitativo a la riqueza de una sociedad. Dichas críticas, permiten plan-tear la necesidad de entender la cultura ciudadana desde otra perspectiva: se trata de abordar la construcción y el desarrollo de un proyecto compartido de ciudad.

Al entender la cultura ciudadana desde la perspectiva de la co-construcción del mundo en el que vivimos, se pone sobre el tapete otra cuestión: la del carácter siem-pre abierto de las dinámicas sociales. No se trata sólo de un conjunto de normas que unos u otros conside-ran como buenas y/o deseables, se trata de procesos de creación de reglas compartidas. En otras palabras,

Preguntas por una cultura ciudadana

democráticaimporta tanto el conjunto normativo (el resultado del proceso), como la dinámica a través de la cual dicho conjunto se construye y reconstruye constantemente. En consecuencia, se es ciudadano no sólo por cumplir ciertas reglas de juego definidas por otros, sino por ha-cer parte del proceso a través del cual esas normas se re-inventan.

Ahora bien, no todos participan de estos procesos y menos en igualdad de condiciones, ni apelando a las mismas lógicas. Aquí vale la pena referirse a una ex-presión que coloca en perspectiva lo mencionado: en una conversación sobre las expectativas juveniles en la ciudad de Bogotá, un joven (que se definía a sí mismo como “Metalero”) dijo: “nos vestimos de negro porque estamos de luto por Colombia”; una frase que permi-te señalar el importante vínculo entre ética y estética. Su modo de vestir, no sólo hacía referencia a un cierto gusto, sino que se constituía en una forma de hacer pública una reflexión, esto esde hacer un llamado a preguntarse por la forma cómo se vive en el país. Al interrogarle por el sentido de ese luto, él planteó que se trata de manifestar la necesidad de reconocer el do-lor que produce la violencia, pues la gente ya no siente pena por lo que aquí pasa.

Puesto que, con demasiada frecuencia (a pesar de muchos esfuerzos), las víctimas del conflicto armado colombiano son re-victimizadas por la ciudad (cuando se las margina y se las trata como potenciales delin-cuentes), tal vez sea una buena idea preocuparse me-

*Director del Programa de Ciencia Política

Nos vestimos de negro porque estamos de luto por Colombia:

nos por los espectáculos (reinados, deportes, concursos) y guardar un luto reflexivo. En otras palabras, la construcción de una cultura ciu-dadana demanda de nosotros la capacidad de compartir respetuosa-mente las experiencias de dolor que se tejen por la ciudad, pues de lo contrario, ella no sería el resultado de los esfuerzos colectivos, sino el efecto de la fuerza que impone el silencio, que prefiere que desviemos la mirada.

¿Es posible que esas estéticas juveniles, entre otras, se constitu-yan en un referente para construir ese proyecto colectivo de ciudad del que se habló atrás? ¿Se necesita re-construir una ciudad sensible al dolor de la violencia, capaz de acoger a las víctimas, es decir, de guardar silencio o de hablar cuando la prudencia frente a la pena lo requiere? ¿Es posible imaginar una urbe que reivindique a las víctimas en lugar de condenarlas a la oscuridad? La cultura ciudadana tiene el reto de expresar el sufrimiento y de proponer escenarios para des-plegar un trato justo. Pero no podremos hacer esto si no cultivamos la capacidad de “escuchar” las lógicas disonantes, diferentes, las que se visten de negro, las que no se peinan o las que usan bastón para pasar la calle.

Puede decirse que el principal reto de una cultura ciudadana de-mocrática en el contexto colombiano de hoy es: ser capaz de acoger el dolor, es decir, ponerle un alto a los círculos que re-victimizan, que sancionan con la indiferencia y la desconfianza a quienes han sido ex-propiados, secuestrados, violados, mutilados, y tal vez, algunos jóve-nes vestidos de negro estén dando ejemplo… ¿Usted qué piensa?

John Jairo Uribe Sarmiento*

Tomada de internet

Page 14: Árbol de Tinta. Febrero de 2013

Febrero 201314 Publicaciones

Yo recomiendo...Memoria por Correspondencia La luz difícil

El libro cuenta una conmovedora histo-ria sobre la niñez y pre adolescencia de dos niñas que vivieron en un barrio del sur de Bogotá, en Guateque y después en Fusaga-sugá. Nos relata también la tragedia de su internado en un convento en Bogotá, donde nuestra autora vivió luego, con su hermana, hasta el inicio de su adolescencia.

Son 23 cartas que refieren episodios so-bre el abandono, el maltrato y la falta de afecto que las pequeñas vivieron en un con-vento regentado por monjas duras y crueles, especialmente cuando se trataba de niñas “recogidas” que recibían castigos extremos por simples y pequeñas faltas. Su lectura produce sentimientos encontrados, por un lado, de angustia por la vida de dos niñas que no comprenden el trato que reciben, y de risa por la manera, las palabras, con las que la autora describe su tragedia.

Emma Reyes, pintora colombiana que vi-vió en Francia y murió en el 2003, luego de

escaparse del convento viajó a Argentina y, de allí, a Italia y Francia. En París fijó su resi-dencia. El libro es una compilación de las car-tas que ella escribió a su amigo Germán Arci-niegas desde París y que fue dada a conocer al gran público a finales del año pasado.

Luz Ángela Castaño González, directora de Publicaciones

Este libro hay que leerlo sin dolores en el corazón. La razón, toca las fibras más sensi-bles de la naturaleza humana: La cotidiani-dad, el amor de familia, el arte, la vida en un mundo extranjero pero adoptado, las angus-tias propias de los preludios de la muerte y por supuesto, el dolor que ello implica.

Tomás González habla en primera per-sona para narrar una historia desgarradora, en la que cualquiera podría estar involucra-do. La enfermedad insoportable de un hijo accidentado y la trama profundamente con-flictiva sobre la eutanasia. Qué decisiones se toman y cómo se toman en el calor de un hogar compungido pero profundamente ra-cional. Cómo cada personaje procesa la tris-teza y la justifica desde órbitas inhóspitas. Aquello que podría suceder con un ser que-rido que baila con la parca. A esto se suma la lejanía del terruño patrio, al que se vuelve sólo para contar una historia y vivir otra. En fin, quizás esta reseña no aclare mayor cosa.

Y no es caprichoso que así sea. También po-der acertar en los mil sentimientos que des-pierta este magnífico libro se encuentra una “luz difícil” que sólo puede ser direccionada a medida que se pasan las páginas. Muy reco-mendado.

Andrés Felipe Giraldo López, docente de Ciencia Política

Memoria por Correspondencia. Emma Reyes. Laguna Libros. Bogotá, 2012

La luz difícil. Tomás González. Colección: Literatura Hispánica

PublicacionesLibros Notas Universitarias

Obras completas Jaime Giraldo Ángel. ISBN Obra Completa: 978-958-754-063-5

Tomo 1Metodología y técni-ca de la Investigación Jurídica. ISBN: 978-958-754-064-2

Tomo 3Reforma Constitucio-nal a la Justicia – La Ética en el Derecho. ISBN: 978-958-754-066-6

Tomo 4 Problemas insolutos de la Justicia en Co-lombia – Mecanismos alternativos de solu-ción de conflictos-la justicia comunitaria. ISBN: 978-958-754-067-3

Manual de Teoría general del proceso. Fundamentos jurispru-denciales y doctrina-les. Segunda edición. Jenny Escobar Alzate. Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. ISBN: 978-958-754-075-8

Investigación de Operaciones I. Tercera edición. Francisco Al-fonso Chediak Pinzón. Facultad de Ingeniería. ISBN: 978-958-754-077-2

Tomo 2Metodología y técni-ca de la Investigación Sociojurídica – Inves-tigación Bibliográfica. ISBN: 978-958-754-065-9

Lecciones de introducción al Dere-cho. Hernando Hernández, Olga Lu-cia Troncoso, Gentil Gómez y Cristina Solano. Facultad de Derecho y Cien-cias Políticas. ISSN: 1794-1997

Manual para el diseño, redacción, elaboración y aplicación de instru-mentos para recolección de informa-ción en investigación de mercados. Gustavo Garzón Cabrera. Facultad de Ciencias Económicas y administrati-vas. ISSN: 1794-1997

El Cheque. Marcos Román Guio Fon-seca. Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. ISSN: 1794-1997

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Universidad de Ibagué

Febrero 2013 15Cultura

Alargó el brazo izquierdo como siem-pre al caer la tarde, tirado en esa esquina plagada de peatones que salían del trabajo para la casa. Extendió los dedos sucios de uñas negras para que cayeran en su mano monedas de la caridad. Una gota gorda le pegó en la palma y sin dudar un segundo maldijo a la lluvia. Miró su mano salpica-da y se quedó refunfuñando entre dientes, porque ahora le tocaría pararse a buscar re-fugio debajo del techo de un paradero de bus, en donde tendría que fajarse a muer-te por un lugar con los demás indigentes de la zona, con los que ya tenía broncas.

Esperó un instante a que fuera sólo una gota de “lluvia aislada y pasajera”, de esas que se inventan los meteorólogos cuando no saben en dónde ni a qué hora va a llover. Otra gota lo golpeó casi en el mismo lugar. Con la mano derecha limpió esa gota con rabia y ahora maldijo su vida. Miró al piso y lamentó su re-beldía alocada, las peleas con su madre, esa vez en la adolescencia, hace muchos años ya, en la que tiró la puerta con fuerza y juró no volver a casa, los días de vagancia, las noches de juerga, los mil vicios que se volvieron adic-ciones, su abandono, su dolor, el vacío que sentía cada despertar entre la contamina-ción, la dureza del piso y el ruido de la ciudad.

Una gota más en su mano abierta y sintió tristeza. Miro sus zapatos rotos y extrañó. Sí, extrañó a su madre, por supuesto, que lu-chó tanto por él y que le dio el cariño que pudo a pesar de que sonreía poco, porque la vida se le daba difícil. Extrañó su cama, que aunque dura, era más blanda que el suelo del andén. Extrañó su casa, que aun-que humilde, al menos tenía techo que no debía pelear con nadie más. Extrañó su ho-gar, que eran su madre y él viendo una no-vela frente a un televisor viejo de mala señal. Cayó la última gota antes de caminar presu-roso para huir de la lluvia y pelear su refugio.

Se preguntó, sin comprender, por qué nadie corría para resguardarse. Por qué nadie saca-ba el paraguas, ni se cubría la cabeza. Pare-cía que sólo le llovía a él. Pensó que su mala suerte, como en las caricaturas, incluía una nube propia posada en la cabeza. Levantó un poco la mirada para ver esa nube que moja-ba su mano. Frente a sus ojos, el sol se es-condía en el horizonte y dibujaba una silueta. Era la silueta de su madre llorando sobre él. FIN.

*Docente de Ciencia Política.

Andrés Felipe Giraldo López*

Cuento

El sol que moja

El pasado 15 de febrero de 2013 se realizó la socialización del proyecto Nátaga, iniciativa a través de la cual se busca que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la comuna Seis de Ibagué aprendan a construir los instrumentos musicales autóctonos del Tolima, a fin de consolidar y fomentar su uso, valoración, apropiación e interpretación.

Con el proyecto se busca formar a 280 niños y jóvenes entre los seis y veinte años perte-necientes a la comuna en mención, en la elaboración de instrumentos autóctonos del Tolima llamados en conjunto como Cucamba (tampora, esterilla, chucho, cien pies, puerca, carrasca, quiribillo y carángano), para ser apropiados, conocidos e interpretados.

Luego de la culminación de los talleres se tiene previsto realizar una feria exposición de instrumentos elaborados y muestras artísticas de su uso. El proyecto será desarrollado por la Universidad de Ibagué con el apoyo de la Fundación Bolívar Davivienda y Corpodic-6.

Nátaga, música para la comuna Seis

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Febrero 201316 Graduados

Perseverancia,la clave del éxito

Creatividad, innovación y perfeccionismo son las cuali-dades que definen a Liliana Galindo, de 28 años, graduada como tecnóloga de Mercadeo y Ventas en la Universidad de Ibagué. Es una mujer emprendedora, comprometida con su empresa y su familia; trabaja en Yokomo, empresa familiar fundada en 1994 que ha ampliado su mercado y crecido de manera significativa.

Yokomo fue constituida con el fin de producir y fabri-car achiras y alimentos de calidad. “Inicialmente teníamos un negocio de venta al público, pero luego decidimos ser fabricantes. Comenzamos a soñar en grande fue así como iniciamos el proyecto con la intención de cumplir y satisfacer nuestros sueños, no solamente a nivel económico sino para producir con calidad”, comentó Liliana.

Actualmente la microempresa cuenta con un único pun-to de fábrica en Ibagué, con distribución local y nacional, en donde los distribuidores independientes más grandes están en Bogotá, Popayán, Cali e Ibagué. La achira, producto ban-dera de la empresa, ha llegado a nivel internacional, por lo que trabajan en la forma de expandir el mercado y así dar a conocer los productos fuera del país. “Estamos en el proce-so de cumplimiento de los estándares de calidad necesarios para exportar el producto; sin embargo, para nosotros, los microempresarios, es un tema delicado porque es difícil reci-bir apoyo” agregó.

Liliana empezó a trabajar en la empresa desde que inició sus estudios en la universidad, inclinada por el compromiso con la familia y con ella misma de hacerla crecer y gene-rar nuevos mercados con los conocimientos adquiridos en la academia. Fue así como puso en práctica los conceptos aprendidos en clase, los cuales contribuyeron para que inno-vara y buscara nuevas oportunidades para dar a conocer el negocio.

Para no olvidarUna de las más gratas experiencias que vivió durante

sus años de estudio, fue haber participado en el V Concurso Gerencial realizado por el Grupo Editorial Norma, en el año

2008. Compitió con más de 350 estudiantes de universida-des reconocidas a nivel nacional y ocupó el segundo lugar. El concurso buscaba que los estudiantes desarrollaran habili-dades escritas sobre conceptos de estrategia corporativa; el fin de la competencia era fomentar el desarrollo integral con la intención de motivar a los jóvenes a aplicar los conceptos de gerencia en la vida real.

“El haber participado me ayudó a implementar estrate-gias de casos de la vida real a mi negocio, así como el tema de franquicias. Fue una experiencia muy agradable que viví durante mi formación académica”, aunque también recuerda desilusionada, que tuvo la posibilidad de ganar, pero por no dar el 100% no lo consiguió, lo que le dejó de enseñanza la frase que la identifica y aplica en su vida cotidiana “si va hacer algo, hágalo bien”.

Extraña los momentos que pasó en la Universidad, la vi-vencia del día a día en el campus con sus compañeros y el contacto con los profesores; todo esto le ayudó a formarse como una mujer proactiva en donde los conocimientos re-cibidos han sido de ayuda en seguir ade-lante con el negocio familiar. Valora el crecimiento de la Universidad de Ibagué y resalta como un buen logro el fomento de la investigación en todos los programas.

Su experiencia en la Institución fue muy interesante y acogedora; siente que los espacios físicos ofrecen tranquilidad para estudiar y permiten hacer las cosas libremente; además, resalta la calidad hu-mana que ha caracterizado a la Universi-dad.

Perseverancia, amor e innovaciónEsta ibaguereña acepta que crear em-

presa y mantenerla es una de las tareas más difíciles de realizar, porque se debe estar abierto a los cambios y a los obstá-culos que se presentan en el camino.

Un consejo que da a las personas que desean ser empre-sarios es ser perseverantes, amar lo que hacen y ser flexibles a los cambios, pues estos tres retos son fundamentales para hacer realidad el sueño. “El conocimiento y la educación son importantes, pero debe haber un conjunto en donde la per-sona debe crecer interna y mentalmente para adaptarse a los cambios que se generan al iniciar con una empresa”, aseguró.

De esta manera, junto con la colaboración de cada miembro de su familia, ha hecho que la empresa no solo se mantenga a flote sino que además, crezca y se posicione en el mercado local y nacional, un buen reto que ha logrado con perseverancia, amor e innovación.

*Estudiante de Comunicación Social y Periodismo

Marcela Ramírez Triana*