Tinta Revuelta

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1 Tinta Revuelta Tinta revuelta es una publicación del Taller de Escritura y Periodismo de YoNoFui. El taller se dicta dos veces por semana. Los miércoles en la sede de YNF de Bonpland 1660 y los jueves en la ex unidad 3 de Ezeiza. El primero es abierto a la comunidad; entre las participantes hay mujeres que estuvieron privadas de libertad y otras que no. Este fanzine es una selección de algunos de los textos y crónicas que escribieron durante 2012 . Tinta revuelta es sobre todo, un espacio de construcción colectiva. Para leer los textos completos, entrá a: www.tintarevuelta.blogspot.com.ar Todos las las ilustraciones de TR fueron realizadas por las participantes del taller de Dibujo y Experimetación Gráfica de YNF Buenos Aires, diciembre de 2012, número 1 www.tintarevuelta.blogspot.com Dibujo: Silvia Hurtado Escribir y transformar

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Tinta revuelta es una publicación realizada en el taller de periodismo de la asociación social y cultural Yonofui, que se realiza en la Unidad 4 de Ezeiza y afuera, en la sede de Yonofui Palermo.

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Tinta Revuelta

Tinta revuelta es una publicación del Taller de Escritura y Periodismo de YoNoFui. El taller se dicta dos veces por semana. Los miércoles en la sede de YNF de Bonpland 1660 y los jueves en la ex unidad 3 de Ezeiza. El primero es abierto a la comunidad; entre las participantes hay mujeres que estuvieron privadas de libertad y otras que no. Este fanzine es una selección de algunos de los textos y crónicas que escribieron durante 2012 . Tinta revuelta es sobre todo, un espacio de construcción colectiva.

Para leer los textos completos, entrá a: www.tintarevuelta.blogspot.com.arTodos las las ilustraciones de TR fueron realizadas por las participantes del taller de Dibujo yExperimetación Gráfica de YNF

Buenos Aires, diciembre de 2012, número 1 www.tintarevuelta.blogspot.com

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Escribir y transformar

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La llamadaPor Gladys

Después de un buen baño caliente mi cuerpo queda relajado, a la espera de que el reloj marque las 21.50; a esa hora, tengo diez minutos para recibir una llamada. Como los horarios están marcados en una hoja que está pegada en la pared sobre la mesa de los teléfonos y junto a un enorme reloj mi compañera, la que tiene el horario de las 21.40, recibe su llamado. Mientras seco mi pelo y termino de vestirme llega mi horario y corro a atender. Levanto el tubo y del otro lado escucho la voz de mi hija. Es ese preciso momento en el quemágicamente viajo a mi casa, con los míos del otro lado sentados a la mesa, haciendo sobremesa. Por suerte existe el altavoz que permite que hable con todos a la vez y siento como si estuviera sentada con ellos. Mi yerno me dice que mi hija cocina cada vez más rico; Romina, mi hija mayor, me cuenta que peló a mi nietito y parece un bebote; después se queja de que Melany, mi hija menor, lo malcría haciéndole upa todo el tiempo y cuando nos damos cuenta pasaron diez minutos, así que me despido con un “hasta mañana” y ellos a coro me saludan. Cuelgo el teléfono y me encuentro otra vez entre rejas; respiro hondo y vuelvo a mi realidad. Esas llamadas son para mí la cuota de aliento para seguir soportando el encierro. Vuelvo por el pasillo y escucho conversaciones mezcladas, por un lado un par de brasileñas hablando con su portugués cerrado, por otro lado se escuchan unas tonadas chilenas de mujeres que, a pesar de ser argentinas, tienen ese tonito in-corporado; en el fondo la salsa a todo volúmen acompaña a las más jóvenes del pabellón en un divertido baile. Los olores se mezclan, el aroma de la salsa de una Doña, la fritura de una abuela y un bizcochuelo recién saca-do del horno. En el largo pasillo se pueden ver varias mesas, en algunas las chicas están cenando y en otras están preparando distintos platos para recibir mañana a sus respectivas visitas. Llego a mi celda y me encuen-tro con todos los aromas de la cocina concentrados, sumados al de un cigarrillo que me olvidé en el cenicero -claro, consumido por completo. Abro la ventana para que cambie un poco el aire, afuera hace frío, pero no queda otra que aguantarlo un rato. A través de la reja alcanzo a ver la luna y unas pocas estrellas.

Dibujo: María Ferreyra

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Bonplandpor Eli

Miro TV, duermo, como, suspiro, ordeno, voy de compras, colectivo, subte. Todo como muñeco de madera. Llego al taller y me voy despertando, escucho a personas, recuerdo mis deseos. Recupero mis ganas de hacer algo que conmueva a alguien. ¡Ah! ¡No soy tan de madera!

Dibu

jo:

Nata

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Moya

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Observo esa imagen por unos instantes añorando viejos tiempos, respiro hondo una vez más y me pre-paro unos mates mientras armo mi bolso para ir a trabajar a la mañana. A lo lejos el ruido a llaves y el paso firme de varias botas anuncian el último desfile del día. Con un grito a la voz de “Recuentoooo”, nos paramos todas en las puerta de nuestras celdas, se aseguran de que no falta ninguna y se despiden con un “¡Buenas noches, señoras!”. Con la mayoría de nosotras acostadas las voces van desapareciendo, las pocas que se quedan levantadas hablan cada vez más bajo, la música se apagó y los televisores casi ni se escuchan. En la cocina, quedan algunas pocas preparando cosas ricas para sus familias.Antes de dormirme leo algunas páginas de un libro, esta vez elijo El peregrino. Mientras recorro el Camino de Santiago con Paulo, pienso en mi familia, recuerdo la charla grata que tuvimos minutos antes y una mezcla de sentimientos invade mi pecho. Tristeza por estar lejos de ellos y alegría unidos y protegidos. Cierro mi ventana, apago mi luz, hago mis oraciones de cada día y me zambullo en mis sueños de libertad. Un día más que pago, un día menos que debo.

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Fue una tarde en el penalPor Loli

Dibujo: Silvia Kees

Son las 13 horas del miércoles 26/9/12, termina la clase de inglés, hoy celebramos el día de la primavera con la presencia de representantes de la Extensión Universitaria de Idiomas de la UBA. Pasamos un lindo rato. Me reintegro al taller de costura donde trabajo. Llego y ya no hay nadie, se fueron, se reintegraron temprano hoy. Vuelvo, voy hasta las oficinas de ventas y ahí está la maestra, me reintegro al pabellón. Llego, abro la puerta, bajo mis cosas: mi bolso y mi vasito, donde traigo un gajito de planta que me encontré en el patio de Educación.Iba caminando, cruzaba el patio para ir a la UBA, el sol radiante y el piso de canto rodado rojizo seco. Ahí la vi. Tenía las hojitas como debilitadas por el castigo del sol. La alcé, saqué del bolso el vasito que llevaba, cargué un poco de agua de la canilla del baño y la puse ahí dentro. Sus hojitas eran alargadas y puntiagudas, las más largas de unos quince centímetros; tenía unas siete u ocho hojitas nomás. Hermoso el gajito, parecía una cabecita con los pelitos parados en los bordes, una planta verde como la selva misma y en medio blanca como la nieve; estaba indefensa y sin fuerzas, pero no había perdido su hermoso color verde y blanco. Estaba en el silencio del desolado patio, soportando haber sido despojada del lugar donde vivía. Ahora debe resistir y sobrevivir, con la esperanza de un día volver a estar en su tierra y así rehacer su vida. Brilla su luz de esperanza, en el fondo del vaso, un po-quito de agua de la canilla.

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EleccionesPor Jenny

En la vida se supone que cuentas con distintas herramientas que puedes utilizar en el momento que mejor te parezca o cuando más las necesites; sin embargo, hay circunstancias que la propia vida te presenta un poco “negras” o difíciles de resolver. Cuando te encuentras en una situación en la que no todo depende de tí y existen personas que deciden por tí, es ahí cuando te vas a encontrar en un camino con una bifurcación extrema, un dilema: hasta dónde vas a permitir que ellos lo hagan por ti.Personalmente, considero que el arte, la recreación, la risa, la gente, la música, la palabra (oral y escrita) me hacen sentir mejor; sentirme viva, joven, entusiasta, positiva. Sin importar dónde me encuentre, qué estación sea o cómo me sienta... siempre es para mejor, eso sí depende de quién me rodee y qué tanto pueda llegar a consensuar mis ideas con los demás. Ese es el punto: salir, escoger, escuchar, interactuar siempre para sentirte MEJOR y ibre de toda atadura que la misma vida me presente aquí y ahora, antes o después. Esa es la forma que encontré para rebelarme ante el que quiere opinar o decidir por mí.

SalidasPor EliLa sociedad somos todos. Como una mano o un pito pertenecen al ser humano y pueden caer en lugares indebidos y no por eso los cortamos. ¿Qué viene primero, el huevo o la gallina? ¿El estado y la familia inoperante o el delito? El Servicio Penitenciario Federal es una fuerza militarizada, en sus prácticas y costumbres. Si tratan mal a sus subordinados, qué no harán con los recursos de los detenidos. Y no solo a nivel material sino en el trato diario...

Dibujo: Ramona Leiva

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Mi primera vez en la callePor Lorena

Ese día el sol brillaba, era miércoles, no sabía qué decir, qué hacer, ni qué pensar. De repente me dí cuenta que a nadie le importaba, mi nombre no tenía sentido. Empecé a caminar, las preguntas empezaron a surgir: ¿a dónde voy? De repente la noche, el miedo empezó a invadir, estaba en la calle sola, de repente por Alsina y Entre Ríos la esquina de los Mutantes Mafiosos, esos que si no les das un pucho no te dejan pasar…Plena Plaza Congreso, una vieja rodeada de perros me dijo: “andate porque te van a chorear”. Yo me puse a llorar, no tengo dónde ir. Esa noche me quisieron robar, se me acercaron dos fisuras, me pidieron la mochila, me re hice la fuerte. Lo enfrenté, uno sacó un corte y me dio cerca de los riñones.Mi primera vez en la calle la pasé en el Hospital Fernández, un hospital que me salvó la vida aquel miércoles. Ese Hospital fue mi casa durante cinco meses. Ahí encontré una familia, ahí encontré a alguien que me dijo: “tenés que salir!” ¿Salir a dónde? Si estoy afuera.

El saberPor Yo María

Dibujo: María Ferreyra

Durante casi tres años estuve detenida, una situación que no recomiendo a nadie. Todo ese tiempo pensé cómo sabotear el sistema del Servicio Penitenciario, ya que el mismo intenta todo el tiempo hacerte sentir que no sos nada y que un parásito es más que uno. Usé las pocas herramientas que ellos mismos te permiten: los talleres. Me inscribí en Peluquería, Gestoría del automotor, Poesía, Taller de lectura y pensamiento, Teatro, Analista programadora, y además el trabajo. Tenía todo el día ocupado, no tenía mucho tiempo para romperme la cabeza con el “por qué a mí” o “por qué el juez esto o lo otro”. Y cuando me quise acordar, ya estaba afuera. De mi experiencia, por lo vivido, recomiendo que seamos astutas estudiando para que la mente se nos abra y no nos puedan engrupir y para que el tiempo pase más rápido. Pero sobre todas las cosas porque es nuestro derecho. Descubrámoslo.

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Crónica de una salidaPor Carina

En mi paso por la Unidad 3, cárcel de mujeres, allá por 2007, sucedieron innumerables situaciones de terror, miedo, locura, diversión, frustración, nostalgia, delirio; en fin, necesitaría una vida para contarlas. Pero hoy me acordé de la primera salida que tuve sin estar en libertad todavía, a un centro cultural llamado La Chilinga. Obviamente no fue nada fácil, pero comencemos desde el principio. Me anoté al curso porque hacía un mes que estaba detenida en un pabellón de ocho personas donde no había patio, ni tele, ni radio, y cuando pega-ron ese cartelito que decía Talleres de Danza afroamericana y Percusión pensé “esta es mi oportunidad de ver el sol”. Pasó una semana y me llamaron a los gritos, las demás chicas me apuraban “porque si no estás lista no te sacan más”, decían. Estaba corriendo como loca, poniéndome zapatillas, buzo, lo que encontrara más rá-pido hasta que me llevaran. Cuando conocí al profesor me pasó lo que a todas, fue amor a primera vista, era Brad Pitt. Después de ver a todas mujeres durante veinticuatro horas al día, era igual. Primero no lo sabía, estábamos tan entusiasmadas, pero el profe estaba muerto de miedo. ¡Pobre! Me imagino nuestras caras de lobas hambrientas ante un corderito. Aprendí lo que es un repique, el marcha camión, a practicar el pim pim pun pun, taka taka ta pum pum, el samba reggae. Aprendí a estar lista a las 8.30 de la mañana durante tres años los jueves para no perder las clases. Así, cuando nos tiraron la idea de que iban a pedir permiso para que asistiéramos a la muestra anual de la escuela en Saavedra, en el fondo pensé que no se iba a dar.Llegó el permiso unos días antes, todo ese tiempo soñando con ir al menos un rato, tocar lo que sea, no im-portaba, nadie se iba a dar cuenta si tocaba mal. Esa tarde fue un revuelo, me maquillé como una puerta, ¡me peiné!, ¡busqué las mejores ropas que tenía, que eran dos! Nerviosa, junto con otras compañeras, pensaba “¡No nos van a dejar salir, algo va a pasar!”. Pero llegamos, y yo sentía que llegaba al Luna Park. Me disfrazaron con unos trapos blancos, todo el mundo me abrazaba y me mimaba, todo salió perfecto. No sé cómo tocamos o bailamos pero igual nos aplaudían, yo me sentía Isadora Duncan. Cuando llegó la hora de volver, el mar de lágrimas. Otra vez a la cueva, saludando desde el carro, dejando a Brad Pitt en la puerta con un montón de Angelinas Jolie. Pero también fue el día que descubrí que ese era el camino a seguir, que ese era el lugar por donde me sentiría libre hasta que cumpliera la condena. Y no me equivoqué. Aprendí mucho más que tocar un bombo o bailar oxum. Aprendí a compartir, a pensar en grupo, a luchar por no caer en la tristeza, a valo-rar cosas que antes no consideraba importantes y a canalizar la energía negativa divirtiéndome. Y encontré un motivo más para seguir: ayudar a otras chicas que no podían ver la salida en ese momento. Me sirvió, además, para darme cuenta de que hay muchas personas que intentan ayudarnos desde su lugar y no te sen-tís tan sola entonces.

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El juego de la vida Por Cecilia C. Presos de la sociedad, víctimas de su marginalidad, los peones son movidos a disposición de los reyes que arman su mejor estrategia de vida. Los tiempos cambian, la vida nos hace crecer, el hoy es consecuencia del ayer. Mientras más niños ricos viajan en su burbuja de lujo, de arrogancia infalible, otros escuchan que triunfar es imposible. No hay droga más dura que la ignorancia. La fría filosofía de la supervivencia se hace sentir día a día. (...) Pensando que vivimos siempre esperando nos desilusionamos. Somos robots preparados para progresar, andando, observando, pensando en un por qué y en un cuándo. Pensá quién sos y dónde estás. Es injusto esperar llegar al reino de los cielos; si el infierno está abajo, cada uno es dueño de su juego. Tenemos elecciones, son decisiones. No estoy en posesión de la verdad, esto es lo que pienso, hago preguntas, respuestas se barajan y en el juego de la vida hay piezas que no encajan. Para ganar, no hay que tener las mejores cartas, ¡hay que saber jugar!

Violencia Por Gabriela

Todos los días hay injustos actos violentos. La gran mayoría los observo en mi pabellón, donde siempre se de-sarrolla quién intenta dominar este medio con actitudes violentas de palabra o de acción. Por mi parte, vivo observando y tomo todo como de quien viene; me rodean muchas chicas de vidas con grandes carencias, ya sea de afecto o de presencia. Aquí, es como si de una u otra forma dieran rienda suelta, quizás sin saber, a sus propios dolores y vivencias. Profundas necesidades de afecto. Círculos que se repiten. Por dónde empezar. Bueno, una sonrisa y respiro profundo.

El día exacto Por Yo María Entre viento y lluvia se armó la reunión,Presentación va, presentación vieneEl mate, los bizcochitos, ¡infaltables en ese momento! una consigna se larga y el trabajo comienzaLa mente empieza a recordar largando frases Las tripas comienzan a retorcerse por los recuerdos El derecho pisado, las marcas en las muñecas, la comida vomitiva,Y lo no permitido “la droga “¡en abundancia!!Marcamos el cuerpo con distintas falencias,Buscando una respuesta de lo padecido,La bota golpea, diciendo ya es tiempo¡Cual tiempo! Le digo, si ese tiempo no es míoEl dolor se huele en la despedidaLa tristeza invade ¡Cómo llueve! les digo, tratando de no sentir el corazón partidoPensando me voy, que ellas vuelven al nicho.Pero también me digo, que no me moriré sin ver este sistema desaparecido.

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Violencia psicológicasiente todo mi serla tristeza, la soledadme invadendesde el día que perdími libertadsiento la angustia en cadadespertarla abstinencia del sexola prohibición total de mis derechosme angustian el corazóny me oprimen el almami cuerpo explota dedistintas manerasmis cabellos caenlas drogas me invadeny sin darme cuentame violento a mí mismalas marcas quedan en mismuñecas y mis piernasse debilitanla humillación me sigueinvadiendo a tal puntoque no puedo expresarlo que pienso y lo que sientopor eso me siento nadapero en realidad soy todo.

Nuestro cuerpo hablaPor Liliana, Gladys, Mónica, Naihara y María F.

ViolenciaPor Eli¿Qué es la violencia? No sé. La traigo conmigo desde que nací. Con 4,800 kg tuve que hacer fuerza para salir, ¿y todo para qué?¡Para que me cuelguen boca abajo y me peguen en la espalda!

En medio de esa lucha por la justicia, la libertad y el imperio de la volunta del pueblo, sepamos unirnos para construir una sociedad más justa donde el hombre no sea lobo del hombre, sino su hermano.

Rodolfo Walsh

Dibujo:Déborah Lojo Ferreti

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Av. Corrientes hora pico, la gente va y viene. El bondi viene hasta el cuello de gente, apretados y todos enojados… todos empujando a ver quien gana un asiento. ¿Por qué? Cuándo yo era chica mi mamá vieja me dedicaba una amenazante mirada sino le cedía el asiento a una persona mayor, a mi padrino le pisaba los callos si no se levantaba del asiento y se lo ofrecía a una embarazada, no sé me siento un dinosaurio hablando.Hoy en el colectivo, la mayoría venía durmiendo, yo venía colgada de sentimientos encontrados, de enojos y tristezas. Pensaba en sonrisas olvidadas, en abrazos que jamás llegaron, de repente una frenada me trajo otra vez a la realidad, los bocinazos, la gente a las puteadas limpias en el semáforo. Me di cuanta que estoy en esta ciudad de “pobres corazones”, si estoy en Buenos Aires.Buenos Aires, acá todos están ocupados, encadenados al reloj que se olvidaron de las buenas costumbres…En el colectivo una mujer vieja, me miraba y se sonreía. Miré a su lado había un hombre demasiado joven para estar sentado, mi mamá vieja me hubiera querido arrancar los ojos si no me paraba para darle el asiento a la señora ¿y el colectivero? ¿ Por qué no dijo nada? ¿Cuándo fue la última vez que cediste el asiento? ¿A dónde fueron las buenas costumbres?

En un colectivo

Crecer, desarrollarse y ser alguien es una meta inculcada por generaciones, aspirada por diversas sociedades ¿Para qué? Para que la gente de traje se llene la boca de adulaciones, para que corazones libres se llenen de presiones y no disfrutes la vida.Vivir… se convierte en rutina, las clases bajas la sufren y las altas la gozan. Presos de la sociedad, víctimas de su marginalidad los peones son movidos a disposición de los reyes, armando su mejor estrategia de vida.Somos almas libres, sometidos a una trayectoria, la cual a pesar de las circunstancias cada uno es dueño de su elección. ¿Elección? ¿Qué es eso? Es decisión, posibilidades en la vida. A mi parecer, la conclusión es: la vida no consiste en tener las mejores cartas, sino apreciarlas y saber cómo jugarlas.

Almas libresPor Cecilia C.

Por Lorena

Dale, escribí. Dale, escribí. ¡Dale, escribí! Peor, ¡más me lo piden menos me sale! Me sale. ¿Qué me sale? Como siempre: no sé, no puedo, no tengo ná interesante que decir. ¡Basta! Sí puedo y lo vuá ser: El primer día que me echaron de una clase fue en primer grado. La seño estaba explicando el misterio de la letra que no tenía sonido. “¡La hache!”. Se escucha mi por enton-ces vocecita en el silencio de la clase. “¡Afuera!”. En fin. Es el día de hoy que sigo callada...

La mudaPor Eli

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En el Penal estamos en una época de cambios; cambió el Director y cambiaron algunas celadoras. La Direc-ción Nacional hace sus recorridos por el penal, después de semejante desgracia acontecida en uno de los pabellones, inducida por la desidia y la sangre de pescado de unos cuantos.Luego de muchas verdugueadas y martirios las hacemos mártires, siendo que nuestros jueces, habiendo quej-as y quejas de las que vivimos aquí adentro de estos muros donde nos trajeron, necesitan ver no solo una mártir sino varias, para que en cámara lenta vayan naciendo en ellos sentimientos o raciocinios naturales que dan voluntad, ánimo de justicia. Mientras tanto, lo importante es terminar pronto con cualquier problema, así tengamos que echarle unas bolsitas de arena; tapamos la mugre y ya podemos caminar por ahí sin que el olor se disperse.También es fácil cosechar de lo ya sembrado. No es solo tirar las condenas lo más alto posible ya que detrás de cada persona privada de su libertad están padres, hermanos, hijos, nietos, maridos, etc., una familia entera. ¿Qué hacemos? ¿Metemos presos a todos los marginados? ¿A toda su familia? ¿Por qué son marginales?Sucede que el sistema va saturando, agobiando a las personas hasta llevarlas a cometer un delito. Cuando ya se está listo para la delincuencia por esa situación de agobio que provoca el sistema, ya podemos traerlos pre-sos, y cuando ya están acá adentro ya están perfeccionados, pues el sistema acá adentro adiestra muy bien, utilizando mecanismos altamente tumberos. Si la persona se maneja con un lenguaje de educación y respeto, va a tener que soportar mucho más verdugueo de la policía, por gila, ya que ellos utilizan otras formas y hay que estar acorde y siempre atenta para que no te sorprendan con sus jugadas. Comienza a resocializarse la interna, ya que los golpes no duelen y las glándulas lagrimales se secaron; nada le conmueve, ya no cree en nadie, ¡ahora es alguien! y es respetada, ahora sí sus audiencias son atendidas, si se siente mal la llevan al Centro médico porque “a esta no le importa nada, o quema todo o se va a parar de manos con la policía” (esto quiere decir que está dispuesta a agarrarse a golpes con la policía o lo que venga).Pero también ahora le dieron otro nombre: "cachivache", y ahora va a estar más tiempo encerrada porque no le van a dar ningún beneficio de salidas transitorias o condicional o lo que sea, lo único que le darán serán pastillas psiquiátricas cada vez más fuertes, ahora se la ve borracha y con la mirada perdida, la inocen-cia de su juventud no le permitió soportar y ver otra salida y así, igual que afuera, el sistema le hizo pedazos la vida o quizás ya no vuelva con vida a la calle.Y otras por más que aguanten todo, con huellas saldrán sí o sí, ya que con la negligencia de las que nos apli-can los inyectables, a muchas compañeras se les han engangrenado los glúteos y al mes las han tenido que cortar supurando, y ni siquiera hacen las denuncias por temor a represalias. También es toda una lucha laatención o tratamiento de las enfermedades como la diabetes, que tampoco saben o tienen la voluntad de aplicar las insulinas, pues hay compañeras que han quedado en coma por haberles aplicado más de la cuenta.En el H.P.C. (hospital que se encuentra en el Complejo Federal 1 de Ezeiza-Cárcel de varones) es toda una lucha que nos hagan los estudios que mandan o piden los médicos, como las ecografías o mamografías, para que nos las lleguen a realizar tenemos que ir varias veces, ya que cuando nos llevan nunca están los radiólogos o los médicos que nos tienen que hacer los estudios. De este modo, pueden pasar meses para que la persona sepa si tiene alguna enfermedad o simplemente curarse de sus dolencias por la gracia de Dios.

Época de cambiosPor Loli

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Las cosas que quiero: Lilia mis hijas el trabajo oscuro que hago los compa-ñeros el futuro los que no obedecen los que no se rinden los que piensan y forjan y planean los que actúan el análisis claro la revelación de lo escondido el método cotidiano la furia fría los títulos brillantes de mañana la alegría general que ha de venir la gente abrazándose la pareja en su amor la espe-ranza insobornable la sumersión en los otros.

Rodolfo Walsh, diario personal, 14 de marzo de 1972

YoNoFui es una organización social que trabaja en proyectos artísticos y productivos en las cárceles de mujeres de Ezeiza y, afuera, una vez que han recuperado la libertad. En ese tránsito entre la vida “dentro” y “fuera” de la prisión,hemos generado un proyecto colectivo, que apoyado en espacios de creación artística y de capacitación en oficios, y desde una concepción crítica hacia las relaciones de poder y desigualdad estructural, busca la transformación socialy la creación de nuevas formas de vinculación y construcción [email protected]