Apuntes sobre la iglesia de San Miguel Arcangel de Rozas en el Valle de Soba

ORIGENES E HISTORIA DE LA FAMILIA SÁINZ-TRÁPAGA Y TRÁPAGA DE ROZAS

Martín Sáinz-Trápaga Castell Email: [email protected]

V.X La Iglesia de San Miguel Arcangel de Rozas

La iglesia de San Miguel Arcángel, es parte del conjunto monumental que conformáron la casería del Señor de Rozas. Situada hoy en medio del núcleo urbano del Concejo de Rozas en el Valle de Soba

Dicha iglesia está intrínsecamente ligada a la historia moderna del Valle. Tras la unión de las dos Casas predominantes en el Concejo de Rozas: La Casa de Rozas

y la de Ezquerra, que con mayor efectividad se produjo tras las capitulaciones matrimoniales que se firmaron entre D. Rodrigo Ezquerra de Rozas y Fernández de Alvarado y Dña. Perona de Rozas y D. Juan Ezquerra de Rozas y López de Rozas y Dña. Juana de Velasco para sus hijos: D. Juan Ezquerra de Rozas y Sainz para su enlace con Dña. Juana Ezquerra de Rozas y de Velasco, primos hermanos, casados con la pertinente bula por consanguineidad.

Juan y Rodrigo, fueron hijos de D. Pedro y Dña. Elvira y por sus respectivos matrimonios,

lograron vincular y en dichas capitulaciones, para sus hijos en mayorazgo, los señoríos de Rozas, Vallejo y Velasco y otros no menos importantes como el de Bolaiz y Lanestosa, incluyendo diversos bienes, juros y capellanías con sus obras pías.

A partir de entonces, se consolidó el patronato de la Iglesia en la familia Ezquerra de

Rozas; D. Pedro y Dña. Elvira, abuelos de ambos conyugues, que ya poseían la capilla y panteón en la iglesia y para sus descendientes, enriquecieron esta, incorporando su silla, tarjeta y repostero, adecuando los emblemas y armas principales y representándolos en los lugares prominente, al linaje de Ezquerra y Rozas, para esta nueva etapa de la ya antiquísima Rozas. Desde entonces se nominaron “de Rozas”, no solo como referencia al patronímico del lugar, sino a la propia Casa, en sus apellidos, lo que dada la importancia que este linaje desarrolló en el valle de Soba, ensombrecerá a otros también provenientes de la misma Casa.

Mi hipótesis es que si bien los Ezquerra de Rozas eran en aquella época los patrones de

la Iglesia de San Miguel y de su riqueza y relevancia no habría discusión, el hecho de que los enterramientos de D. Pedro y Dña. Elvira, D. Gonzalo y Dña Perona sus hijos y D. Miguel y D. Baltasar, descendientes de los anteriores se realizaran en la nave principal, entorno al altar mayor, en vez de en la capilla panteón de la Casa de Rozas, actualmente tapiada, es que esta, ya debía encontrarse ocupada por otros miembros de la Casa de Rozas, primigenios y por tanto anteriores a los Ezquerra, y por ello esto no era posible. Los Ezquerra, obstentaron por más de 200 años, la dirección del patronato de la parroquia.

El conjunto al que pertenecía la iglesia, estaba compuesto por una Casa-Torre como

edificación principal, la propia iglesia con sus añadidos, edificaciones menores, la escalinata, el cementerio y otras construcciones.

La Casa-Torre se conserva en la actualidad aunque muy modificada, pero manteniendo

muchos de sus huecos originales y sus rasgos de edificación defensiva. Su cercado en piedra, frente al acceso de la iglesia, mantiene el vano original con una puerta adintelada sobre la que descansa el ya casi indescifrable escudo de Rozas. De las construcciones menores, sólo quedan algunos cubos, regularmente espaciados y la tapia circundante a la iglesia, huerto parroquial y cementerio primitivo.

De la iglesia sabemos que su construcción en traza original, es anterior al s.XV. y que fue

reedificada sobre otra de origen románico. Alternan en ella con rotundidad en su construcción los grandes bloques de sillería y sillarejo, así como la mampostería de piedra, más ligera en su fachada lateral. Los escasos huecos exteriores en el cuerpo principal se limitan a cinco vanos: dos de factura románica sobre la fachada lateral de acceso, a la altura de la primera planta, otro gótico partido en la nave principal sobre la capilla mayor, un rosetón de piedra caliza en la cabecera de



la iglesia sobre el altar mayor y otra apertura en el lado opuesto a la altura del coro. La estructura principal es en planta rectangular con dos cuerpos, realizada en piedra de

sillería fundamentalmente y cubierta a tres aguas en teja árabe. El edificio consta de una nave central, partida en origen por dos bóvedas nerviadas, de

las que sólo se conserva la más próxima al oratorio y altar mayor, cuyas claves contenían los motivos y armas de los diversos linajes de la Casa de Rozas; un ante cuerpo sin acceso actual desde el exterior sobre el que se aún se sitúa el coro y sobre este, donde estaba una espadaña con su campanario, muy similar a la de la iglesia de Hazas de Soba, y que se arruinó por causas naturales en 1869 y una torre cuadrangular como campanario. También consta de varios elementos adosados como una torre circular que envuelve la escalera de acceso al coro, el pasaje al campanario y varias capillas.

Se accede a la iglesia por una entrada lateral, bajo un soportal abierto al exterior con

bancada, através de una puerta de cantería de traza nerviada de medio punto, románica, sobre la que descansa un escudo de la casa de los señores de Rozas. Este soportal o anteiglesia, era utilizado no solamente para actos religiosos, sino que junto al campo inmediato, constituía el lugar de encuentro y reunión para derimir asuntos y pleitos entre los convecinos. Este cuerpo adosado, tenía un acceso en el frente posterior, que debió ser tapiado al realizar las obras de mejora del entorno urbano, no hace mucho tiempo, al enrasar y adoquinar el terreno circundante.

Además de dicho, cuerpo de acceso, que salva el desnivel en el que se encuentra ubicada

la iglesia y como construcciones menores adosadas, se encuentran: a ambos lados del evangelio la capilla de San Bartolomé y la capilla Mayor, tapiada y la anterior con acceso desde la nave principal. También, la torre circular en cuatro tramos, que envuelve la escalera para acceder al coro y desde este el campanario y otra capilla adosada a la nave principal, la tercera, también con acceso desde el interior de la iglesia.

Entre las modificaciones que ocasionó la intervención para su reconstrucción a finales del

s.XIX hay que destacar la nueva torre del campanario, el recrecido de parte de la cubierta, el cegado del acceso a una de las capillas, el enfoscado en blanco de todos los paños interiores de la nave y la eliminación o no recuperación de las claves y emblemas eráldicos que se encontraban en los nervios de las bóvedas. Todas estas se han mantenido, con excepción del enfoscado que se eliminó en la última restauración a finales del s.XX.

El panteón de la familia de la Casa de Rozas, se encuentra o encontraba en la llamada

capilla mayor, actualmente tapiada, y seguramente, bajo ella, se encuentra el acceso a una cripta de grandes dimensiones, pues noticias, morfología de la construcción y las características del terreno, así lo evidencian, aunque desconocemos mayores datos sobre su existencia. Cierto es que sería además el único lugar lógico y próximo relacionable para almacenar los que dicen más de 300 pertrechos de armas que el Señor de Rozas, poseía para “armar” a los hidalgos del Valle. D. Pedro Sáinz de los Terreros, en su libro sobre el Valle de Soba, en 1888 nos comenta además sobre dicho panteón:

“En un hueco arqueado, y como la obra más artística e histórica que había en el templo

se encontraba un sepulcro que consistía en dos estatuas yacentes sobre lecho mortuorio muy adornado, blasonado y bien labrado en rica piedra. La estatua de la derecha era de un caballero. Un pequeño bonete cubría su cabeza; bajaba hasta los hombros su bien peinada cabellera, y envolvía todo el cuerpo larga túnica sujeta por estrecho cinturón. Apoyaba la mano derecha sobre la cruz de la envainada espada; en la izquierda se erguía un halcón, señales de poder y señorío, y descansaba a los pies el acostado perro, como prueba de haber muerto el caballero dentro de sus estados. Acompañábale, a la izquierda, la estatua de una señora, reclinada su cabeza en una almohada y con traje ajustado”.



Pienso que no hace referencia al panteón propiamente dicho, sino a uno de los altares laterales al evangelio al que se trasladaron algunos de los restos del sepulcro, de D. Pedro tras el siniestro del s. XIX.

Sobre el muro frontero de la capilla Mayor, simulando un pergamino desenrollado que

sostiene un ángel, se hallaba la inscripción del enterramiento en caracteres góticos, que como ya justificaremos más adelante, hace referencia al de D. Pedro Ezquerra de Rozas y Dña. Elvira Fernández de Alvarado. D. Pedro Sáinz de Los Terreros, añade que dicha capilla se encontraba tabicada ya en el año de 1871 y que tras las obras de reconstrucción que sufrió la iglesia con motivo del derrumbe de la bóveda posterior, sólo se conserva la estatua del caballero algo deteriorada, la tarjeta del enterramiento y un tapiz con las armas de Ezquerra de Rozas al lado del Evangelio. La estatua de Dña. Constanza, parece ser que despareció… Sabemos que a principios del s.XX, si estaba colocado la estatua yacente de forma vertical en una de las equinas de la nave principal, aún por determinar.

Apropósito de las tarjetas, tapices, reposteros, lápidas y placas de este y otros sepulcros,

no tenemos más noticias, se perdieron o bien se han recolocado en otros lugares no visibles. En un acta de su reconocimiento practicada en el año de 1636 por los caballeros informantes en el expediente promovido por don José Toribio Sáinz de Prado para ingresar en la orden de Alcántara. En aquella razón informaba

«un nicho en la pared maestra de la iglesia, y en él un túmulo de piedra bien levantado de la tierra, y a la parte de adelante tiene dos escudos de cuatro cuarteles cada uno y son los mismos que el que está a la puerta principal de dicha iglesia .. ... y sobre la dicha sepultura o túmulo están dos bultos a la larga y sobrre todo en la misma pared un letrero del tenor siguiente en letras antiguas: aquí yacen los honrrados pedro esquerra hijo de josé ezquerra y nieto de pedro ezquerra parientes mayores del línaje de rozas. Falleció en 27 de febrero del año míl quatrocíentos quarenta y ocho y su mujer elvíra de velasco alvarado fallecíó en 26 de novíembre de míl quatrocíentos veínte y siete.

Pero la mejor descripción sobre el contenido de la iglesia en el s. XVI, nos la dá D. Juan

Ezquerra de Rozas y Sainz de Rozas en 1693, en un antiguo documento al que hemos tenido acceso, aportado entre otros papeles con el fin de perfeccionar una ejecturia de hidalguía que se presentó en Madrid ante un Rey de Armas:

“Tengo en la iglesia Parroquial de este lugar de Rosas el qual tomo el nombre del apellido

de mis pasados unas armas que son de las que han usado y usa mi Cassa, con tres rozones, quatro flores de liz, dos lobos andantes arrimados a un árbol que son las que tiene y usa el escudo de Vizcaia por haber sido mis passados Señores del, como lo fue Yñigo Esquerra, 3 señor y por este lado son los lobos y árbol. Tengo así mismo dos entierros al lado del evangelio figurados de piedra, de diez pies de largo con muchos lebreles, azores y otros muchos animales y alrededor tres escudos con las armas referidas y detrás su escudo por las señoras de la Cassa. Delante de los entierros una mesa redonda de latitud y longitud de cinco pies donde se ponen las ofrendas.

Más adelante una silla con su almohada en frente del Santissimo con quatro cadenas que tienen la messa y la silla metida en la pared. Las cadenas arriba de la silla, doce pies. Un escudo de madera dorada con las mismas armas, más abaxo en la misma pared. Detrás de la silla y messa un repostero con las mismas armas y las de Velasco y Vallexo, por ser mi madre abuela y rebisabuela Velasco, lo que ocupan los encierros y lo demás que será de largo quarenta y dos pies que es todo el largo del Evangelio.



En el altar mayor se encuentra un retablo que cubre la totalidad de la cabecera de la iglesia, cegando el rosetón, del s. XVI en madera policromada, de estilo plateresco. Este retablo, creo que fue colocado con posterioridad al s. XVIII, dado que de otra manera es inconcebible que no se describa en ninguna de las visitas que de la iglesia se hacen durante los siglos anteriores. Incluso es posible que fuera colocado aprovechando la restauración del s. XIX. E retablo está estructurado a base de columnas abalaustradas, motivos a “candelieri”, grutescos, roleos, clípeos, en dos pisos y seis calles laterales, en él se encuentran las imágenes escultóricas del Calvario en el centro, flanqueado por San Sebastián y San Roque. En el segundo cuerpo de la calle central, un altar menor de la Virgen María con el Niño y bajo ella, en la hornacina principal del retablo, un San Miguel realizado en 1831 en los talleres de Bellver. En el banco hay otra talla de la Virgen con el Niño junto a los Evangelístas y San Bartolomé, que constituía en tiempos el tercer altar. Estos dos altares secundarios, como describiremos, se encontraban dispuestos hasta finales del s. XVII a los lados del altar mayor, en la cabecera de la iglesia, junto a el evangelio y la capilla mayor.

La nave central en sus paños laterales tiene a mitad de su cuerpo una ventana cegada a

cada lado, con sendas esculturas de la Virgen María. También se observa en la cabecera de la iglesia y tras el retablo un imponente rosetón de piedra caliza también cegado por el retablo.

Actualmente no se observa a lo largo y alto de la nave principal ninguna escultura, tarjeta

o motivo heráldico que haga referencia a la Casa de Rozas, a sus linajes ni al mayorazgo de sus patrones históricos, los Ezquerra de Rozas. Este se limita al emblema en piedra sobre la puerta de acceso lateral, en el soportal, que son las armas de la casa de Ezquerra de Rozas bajo la protección del arcángel en forma de un querubín. Sabemos que las claves de los nervios de las dos bóvedas de la nave principal, contenía los escudos de los restantes linajes de Rozas: Zorrilla, Sáinz, Sáinz-Trápaga, Gutiérrez, Martínez, García, Ortiz y Gómez, todos de Rozas. Estos emblemas no sabemos si fueron retirados en alguna de las intervenciones que sufrío la iglesia, aunque claramente tras la caída de la cubierta en el siniestro del s.XIX, sin duda desaparecerían.

Del libro “La escultura funeraria de la Montaña” escrito en 1934 por en Centro de Estudios

Montañeses, extractamos estas lineas: “Para llevar a cabo la reforma de la iglesia, (entendemos que las que se realizaron a finales

del s. XIX), consistentes en tapiar el arco sepulcral y adosar al nuevo muro un retablo, hubo que sacar las estatuas de su nicho, obra difícil, por ser los bultos de una sola pieza y gran tamaño, en cuya operación quedó destrozado el de Dña. Elvira. El del honrado Pedro de Ezquerra, fué a parar a un lugar poco decoroso, bajo el coro, donde hoy se encuentra. Una puertecita permite el acceso al interior del arco sepulcral, en cuyo testero se ve aún la inscripción que copiaron fielmente los caballeros de Alcántara en el siglo XVII. Es de caracteres góticos de relieve, labrados sobre una cartela que sostiene un ángel idéntico al del escudo de los Rozas.”

“La estatua de Pedro Ezquerra, muy deteriorada, está hoy puesta en posición vertical en

un sitio obscuro donde es dificil examinarla, y más difícil aún obtener fotografías de ella. Es yacente y representa al caballero vestido con una garnacha que le llega hasta los tobillos y deja ver por la abertura del cuello la plegada camisa de lienzo. Cubre la cabeza con una gorra de ala vuelta y ceñida a la copa. El moderno pavimento, más alto que el antiguo en que se apoya la estatua, impide ver sus pié, Lleva ambas manos enguantadas: con la derecha sostiene la espada y con la izquierda mantiene cogida por las patas un ave de cetrería. Peina larga melena, figurada a modo de madeja filamentosa ligeramente ondulada. Las facciones del rostro muy borrosas, y las manos mal conservadas, no permiten apreciar las cualidades técnicas de estas partes esenciales de la escultura. En cuanto a los ropajes, aunque duros y acartonados, no carecen de cierta amplitud en la disposición general, por lo que la figura, apreciada en conjunto, no resultaría desagradable sino fuera por el excesivo tamaño de la cabeza.”



De esta descripción, lo más destacable es la de la sepultura y esculturas yacientes de D. Pedro y Dña Elvira, y la corroboración de que fue en esa fecha cuando se tapió la capilla que contenía el panteón de Rozas. Sinembargo creo que el destrozo de las estatuas fue más consecuencia del derrumbe que de la manipulación de los albañiles…

El solado de la iglesia durante su reconstrucción, también fue cubierto como hemos leido,

sobreelevado y nivelado, por otro regular de granito, por lo que se ha perdido la identificación y localización de los posibles enterramientos de la nave principal, entre otros, los de los clérigos y capellanes que tenían ese privilegio.



A partir de aquí vamos a intentar realizar un análisis sobre las características de la construcción y usos originales que tuvo la iglesia con anterioridad a su reconstrucción a finales del s.XIX, apoyándonos en diversos documentos en los que aparece referenciada.

Fundamentalmente, y dada la ausencia de otros datos, nos basaremos en los facilitados

por los diferentes escritos relacionados con los miembros de la Casa de Rozas y otras averiguaciones a las que hemos tenido acceso.

El 08 de octubre de 1481 en Lanestosa D. Martín Ezquerra en su testamento y ante su

hija Dña. Catalina y su yerno D. Juan Ezquerra de Rozas, presencialmente, les pide ratificación de las condiciones que acordaron en sus capitulaciones matrimoniales para la sucesión en el mayorazgo que crearon, también pide a D. Juan que ratifique la sucesión del mismo en su ya nacido hijo primogénito.

El 29 de marzo de 1517 D. Juan Ezquerra de Rozas y Fernández de Alvarado, hijo

primogénito de D. Pedro Ezquerra de Rozas y Dña. Elvira Fernández de Alvarado, en quien recayó el título de Señor de Rozas por su matrimonio con Dña. Catalina López de Rozas, en su testamento pide ser enterrado en la iglesia de esta forma:

“…mando y es mi voluntad de cuando muera fuere de me llevar desta dolenze vida e mis

carnes e cuerpo sean lo que todas, ante mi cuerpo de puir en San Miguel de Rozas junto del busto y donde fue sepultado Pedro Ezquerra mi padre, madre e esposa en donde haya debajo del, juntamente e yo mea pienso..”

El 5 de Abril de 1524 D. Juan Ezquerra de Lanestosa (Juan Ezquerra de Rozas y López),

hijo de Juan Ezquerra y Fernández de Alvarado y Catalina López de Rozas, su hijo, en cambio pidió ser enterrado en San Pedro de Lanestosa.

“… mando que mi cuerpo sea sepultado dentro de la iglesia de San Pedro de la otra villa

de la Nestosa” El 17 de septiembre de 1557 D. Gonzálo Ezquerra de Rozas y Sainz, nieto de D. Pedro

Ezquerra de Rozas y Dña. Elvira Fernández de Alvarado dice en su testamento: “Primeramente mando e que si es la voluntad de otro mi Señor fuere de llevar mi alma

desta presente vida e mi cuerpo seasé sepultado en la iglesia de mi señor San Miguel, iglesia parroquial del otro lugar de Rozas en la capilla y ante ---- donde se han enterrado e sepultado los dichos señores e parientes mayores de esta otra e linaje de Rozas que es la otra capilla y enterramiento.”

El 7 de enero de 1591, Dña. Juana de Velasco, (Juana Ezquerra de Rozas y de Velasco)

mujer de D. Juan Ezquerra de Rozas y Sainz hijo de D. Juan Ezquerra de Rozas y López. “mando que cuando Dios fuere servido de me llevar desta presente vida transitoria que

mi cuerpo sea sepultado en el enterramiento que los señores de las otras cassas de rrozas tienen en la iglesia del Señor San Miguel del otro lugar e yo tengo que la capilla y entierro que tienen e tengo en la otra iglesia.”

“mando que por cuanto hay una ermita de la embocación del señor San Bartolomé en las

torres y casas de Bolaiz y está algo mal reparada y no tiene puertas, que para ayuda a su reparación le den de mis bienes y hacienda digo que a costa de los dichos bienes se haga una puerta de madera con su cerraja y llave y de todo ello sea pagado el coste de mis bienes y hacienda.



El 25 de agosto de 1599, S. Pedro Sainz de Rozas y Sainz de Rozas, testa en Valladolid, y reconoce ser patrono de la Iglesia de San Miguel de Rozas y manda en su testamento:

“Yn dei nomine amen sepan quantos esta carta de testamento y ultima boluntad vueren

como yo pedro sanz de rozas hijo legitimo de juan sanz de rozas y de maria sanz de rozas difunta vezinos desta ziudad patron que soy de la yglesia de señor san miguel del lugar de rozas en el valle de soba estando sano del cuerpo…

… mando que mi cuerpo sea sepultado en la yglesia de san juan desta ziudad donde estan sepultados la dicha mi madre y mis aguelos…”

El 19 de abril de 1649 D. Juan Ezquerra de Vallejo y Velasco marido de Ana de Ribero y

Castillo que vivió en Vallejo de Mena y era nieto de los anteriores, pide ser sepultado en la Iglesia parroquial de San Lorenzo de Vallejo, en el lugar de las sepulturas de sus antepasados, donde también fue sepultada su mujer.

“mando que cuando la voluntad de Dios sea de me llevar de la presente vida mi cuerpo

sia sepultado en la iglesia parroquial del Señor San Lorenzo de este lugar, en la sepultura de mis antepasados donde está últimamente sepultada Dña. Ana del rribero Rrada y Castillo mi mujer que Dios tenga en el cielo y se pague los derechos de su cumplimiento y questa sipultura se conferirá en contenido x delante.”

El 7 de febrero de1650 modifica lo dicho en su anterior testamento de 1644, D. Miguel

Ezquerra de Rozas, hijo primogénito de D. Gaspar y Dña. Constanza y Mayor de la Casa de Rozas y como patrono de la iglesia de San Miguel de Rozas, pidie en su testamento ser enterrado junto a su hijo Baltasar que había fallecido pocos años antes, “al lado del altar mayor”.

12 de mayo de 1644 “Primeramente encomiendo mi ánima a Dios nuestro Señor e Criador e Redemptor y el

cuerpo a la tierra de que fue formado, el qual mando sea sepultado en los entreros en que están enterrados D. Faspar de Rozas mi padre y D. Juan Ezquerra de Rozas y D. Rodrigo Ezquerra de Rozas mi bisabuelo y mi abuelo y mi madre Dña. Constanza de Velasco y mi abuela Dña. Juana de Velasco y mi bisabulea Dña. Juana de Velasco y todos los demás caballeros antecesores de esta Casa que dichos entierros están en la Iglesia de San Miguel de este lugar de Rozas, como Patrones de ella y Señores de otros entierros…”

7 de febrero de 1650 “Primeramente encomiendo mi alma a Dios Nstro. Sr. Su Criador y redentor que la crio y

redimió con su preciosa sangre que derramó en el árbol de la cruz muerte y pasión que por los pecadores pasó y el cuerpo a la tierra de que fue formado. Mando que mi cuerpo sea sepultado en la parroquia del otro lugar en la sepultura del lado del evangelio delante donde está sepultado Don Bartolomé de Rozas mi hijo.”

En 20 de abril de 1704 en el testimonio de silla, armas, repostero y solar de D. Tomás

Casimiro Martínez de Rozas y Meléndez de la Cueva y Gama, para su ejecutoria como Caballero de Alcántara, se describe en relación a la Iglesia de San Miguél:

“… y arrimada a la referida silla ay otra mesa en donde se pone la ofrenda por los

caballeros difuntos de otra casa y señores de ella y asimesmo doy fe con ante los curas y beneficiados de la otra iglesia parroquial al tiempo que se dizen las misas mayores al llegar al ofertorio vuelven al pueblo y echan la primera rogativa por las obligaciones de los señores caballeros desta casa de Roza y un responso por sus difuntos = asimismo que como el otro D. Juan de Rozas señor de las torres y casa fuerte de Bolaiz sita en la jurisdicción de este valle con todos los congregados y asimismo se cómo en la villa de la Nestosa de otra jurisdicción del Señorío



de Vizcaya tiene otra torre muy fuerte …” El 18 de septiembre de 1708, a requerimiento de D. Juan Ezquerra de Rozas y Sainz de

Rozas que firmaba como Juan de Rozas Ezquerra y Vallejo Velasco, vecino de Vallejo de Mena en Burgos, escribe el notario D. Diego Sainz de La Maza:

“En el lugar de San Martín destte Balle de Soba en diez y ocho día del mes de setiembre

de mil settecientos ocho años, ante su merzed el señor Licenciado D. Francisco del Corral Belasco, cura beneficiado en el otro ligar de Inzedo y ttenientte de vicario a prevención destte arzobispo i por ttestimonio de mi el infraescrito notario y a presente D. Juan de Rozas Ezquerra vecino del lugar de Vallejo del Real Balle de Mena y Señor y Mayor de las de su apellido y de más sus agregados y de otra casa de Rozas en estte otro Valle = y dijo que en la visita que izo el Exmo. Señor D. Manuel Francisco de Navarrette Ladrón de Guebara, arzobispo de Burgos, mi señor en la iglesia parroquial de Señor San Miguel de otro lugar de Rozas destte , dice en donde tiene su priminencia y armas, silla repostero, tarjeta nicho y sus armas; por cuanto de visita fue de mandar que dentro de un cierto termino presentase mandamientos de su perttenenzia y abiendolo echo embia testimonio que presentó ante su señoría y ilustrísima de D. Joseph Saz de Larrea notario apostólico y archivista de la audiencia arzobispal de otra ciudad de Burgos...”

Y dijo:

“… hace unos dieziseis años siendo visitador general de este arzobispado el licenciado

D. Juan de Bustillo, el cavallero en la visita que hizo en la otra iglesia, por su acto mandó que respecto de allarse a los dos lados del altar mayor dos altares, el uno de nuestra familia al lado del evangelio y el otro de San Bartolomé al lado de la epístola, los quales seallanan en alguna indecencia para poder decirse missa a un tiempo en ellos sin que se enbarazase los que las dician. Unos a otros, mandó que los otros dos altares de los dos lados se removiesen y quitasen y que se colocasen en la parte más decentte y commoda en otra iglesia cada uno a su lado como lo executó y el de nuestta familia que esttava a el otro lado del evangelio de otro altar mayor donde estta dicha silla se permutó hacia medio cuerpo de la iglesia después de la capilla segunda, donde está y se alla del presente, envevido en el mazizo de la pared de dicha iglesia y lo mismo del refrectorio el de San Bartolomé del lado de la otra epístola, en donde se puso una insignia del Niño Jesús como se rremite de otro acto de visitta y libro de fábrica en caso necesario. Esto dijo…”

El 27 de septiembre de 1763 D. Julián Ezquerra de Rozas y Vallejo, pide al párroco de

Herada, D. Agustín Ruiz de Rozas, trascriba y de fe de la visita que realiza a la iglesia de San Miguel de Rozas, con el fin de dar testimonio del estado y distribución de los enterramientos que en ella se encontraban.

Y dijo esto: “habiendo entrado en la Iglesia Parroquial de San Miguel de este lugar de Rozas y

zelebrado en el altar de San Antonio de Padua y Pedro Antonio Abad el santo sacrificado de la Ánima, después pase voluntariamente a reconocer la separación de las sepulturas que empre otra iglesia estaban haziendo Bernardo, Juan y Miguel y de María, vecinos del lugar de Miera en el lugar de Trasmiera a este otro obispado y a cuio tiempo los otros encontraron el impedimento de no poder proseguir en su obra, por haber encontrado una sepultura frente el Altar maior y al lado del evangelio del niño Dios arrimada a la peana que mantiene el púlpito, marcada y cubierta con una piedra de alabastro y sobre ella esculpido un escudo que contiene hacia la parte de la otra peana y pared una enzina y a su tronco atado un lobo y este obtiene en su boca una presa o corderillo; y hacia el cuerpo de otra iglesia en el referido escudo están tres rozones y bajo este hacia el pie otro lado de la epístola en el Altar maior se reconocen porción de letras, cuya inteligencia no se puede aclarar por su antigüedad son así imitadas a las que están en modo de tarjeta en la capilla donde en pared otra iglesia está el panteón de los Señores de la casa de Rozas, como también los mojones que en la cabecera y pieses se hayan a igual calidad de piedra



y con sus respectivas cruces en otra sepultura con en otro panteón. Y así viendo en el referido escudo se reconocen inscripción a cuatro flores de lis que no mantienen entera perfección.

Hallándose presente el referido Señor Julián de Rozas Ezquerra Velasco, señor y maior

de las casas de sus apellidos me pidió le diese este testimonio a todo lo que iba referido…” Dice un cronista de la época, que en el año 1783 mantenía la cabeza del patronato en la

parroquia de San Miguel D. Julián de Rozas Ezquerra, como señor y mayor de las casas de sus apellidos y de las de la Torre de La Nestosa y Boláiz, quien decía que entre los honores y distintivos correspondientes al mayorazgo, o mejor dicho a su título de señor de la casa de Rozas y cabeza del patronato, desde muy antiguo, les correspondían a él y a los suyos el primer asiento en la parroquia, la silla y para que tal derecho no se pudiera ocultar, en manifestación, se colocaron las armas de la casa de Rozas, no sólo sobre la puerta principal, bajo el acceso principal, sino que a mayor abundamiento se pusieron también las armas en la clave principal de la capilla mayor, y en cada crucero de esta una tarjeta con parte de dichas armas, las que permanecieron descubiertas y a vista de todos por muchos años y sobre el mausoleo y sepulcro de dicha casa y bultos de poseedores existentes en dicha iglesia en que actualmente se manifiestan, sino que a mayor abundamiento se pusieron también las armas en la clave principal de la capilla mayor, y en cada crucero de esta, una tarjeta con parte de dichas armas, las que permanecieron descubiertas y a vista de todos por muchos años».

Se añade además que: «al pasar algunos del linaje al Valle de Mena y a Vallejo, en este intermedio se cedió se

cubrieran las pinturas de dichas armas que se hallaban en la capilla mayor con cal, en el año 1774».

Actualmente no sabemos a fe cierta que es lo que realmente queda. Si entán

almacenados restos de las esculturas, sepulcros, mobiliario, escudos y tarjetas o sólo lo que visualmente podemos a simple vista observar. Ha llegado a nuestros días por algunas publicaciones, alguna fotografía antigua incluso dibujos, de la tarjeta del sepulcro de D. Pedro y Dña. Elvira, aunque no sabemos si estaba colocada en el sepulcro o sobre algún vano de la iglesia o sus capillas, que continua dando diversas interpretaciones a quienes la trascriben. Nosotros hemos leído lo siguiente:

“AQUÍ YACEN LOS HONRAD/OS PO. ESQ.RA FIJO DE JºAN / NIETO DE Pº ESQ.RA D

ROÇAS / PARIENTES MAYORES DEL LINAJE D ROCAS.FALLECIO EL XXV II DE FVR.O AÑO DE MCCCCXCV Ill E SU MUJER ELVIRA FRS. FIJA DE Gº DE ALVARADO FALLECIO EL XV DE AVRIL AÑO DE MCCCCLXXXVUI”

“Aquí yacen los honrados Pedro Ezquerra, hijo de Juan y nieto de Pedro Ezquerra de

Rozas, parientes mayores del linaje de Rozas. falleció el 27 de febrero del año de 1498, y su mujer Elvira Fernández, hija de Dº Gonzalo de Alvarado, Falleció el 15 de abril. Año de 1488.”

Sabemos también, que había almenos otra tarjeta, según describe D. Juan Ezquerra de

Rozas y Sainz de Rozas en 1662. “En la Capilla Mayor hay un letrero así arrimado a su epitafio vueltos = Aquí reposa el

esforzado, caballero Rodrigo Ezquerra de Rosas y su mujer Dña. Perona, parientes desta iglesia, de los linajes de estos apellidos Patronos desta iglesia. Murió el dicho Rodrigo Ezquerra de Rozas en el año del Señor de mil doscientos y catorce años y su mujer, año de mil doscientos y veinte y ocho años...”



En esta descripción de la tarjeta, Juan, que ya advierte de la difícil lectura de dicha tarjeta por estar en caracteres dice “germánicos”, confunde a su tío abuelo con Pedro, pero es Rodrigo y las fechas de defunción es 1514 y 1528. Poco más podemos decir por el momento sobre la iglesia, más que sobre ella se fundaron varias capellanías que durante los siglos XVII y XVII, fueron regentadas por la famila de los Ezquerra de Rozas y Sainz de Rozas, y para cuya administración colocaban a sus familiares como párrocos beneficiados de la parroquia y administradores de los censos por limosnas que producían. Encontraremos así mucha documentación entre otros de D. Juan Ezquerra de Rozas y D. Hernán Sainz de Rozas, Juan y Joaquín Gutierrez de Rozas, Andrés Martínez de Soto, Bartolomé Zorrilla de San Martín, José Sainz de Rozas y Ezquerra de Rozas, Domingo Sainz de La Fuente y Sainz-Trápaga, José Sainz de Rozas y Sainz de La Maza, D. Gaspar Ezquerra de Rozas y Luyando, José Sainz-Trápaga y Alonso de La Jarrota, Fulgencio y Antonio Sainz-Trápaga y Fernández de La Peña y Pedro Sainz-Trápaga y Martínez de Rozas, todos párrocos de San Miguel de Rozas entre los siglos XVI al XIX.

Apuntes sobre la iglesia de San Miguel Arcangel de Rozas en el Valle de Soba

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