Apuntes de estrategia política - WordPress.com

18
1/18 Mayo de 2020 Apuntes de estrategia política INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................... 1 MARCO INTERNACIONAL ........................................................................................................................ 2 MARCO POLÍTICO ................................................................................................................................... 6 CARACTERIZACIÓN DE LA ETAPA............................................................................................................. 9 OBJETIVOS DE LA ETAPA ....................................................................................................................... 10 ESTRATEGIA ......................................................................................................................................... 11 LAS HERRAMIENTAS ............................................................................................................................. 14 ¿QUÉ HERRAMIENTA ES NECESARIO CONSTRUIR Y PARA QUÉ EN ESTA ETAPA? .................................... 16 Introducción La izquierda uruguaya se encuentra todavía bajo el efecto de la grave derrota de octubre y noviembre de 2019 y debe prepararse para una nueva etapa de lucha, haciendo una profunda autocrítica que analice la estrategia elegida en los últimos años, la tendencia a la burocratización de sus cuadros, el desarraigo de su estructura para el trabajo político entre la gente, la permisividad a veces y la lentitud para responder ante los errores y también ante los horrores cometidos por algunos compañeros. Esto implica pensar en una nueva estrategia que atienda a esas debilidades más visibles y al armado de una hoja de ruta para el mediano plazo. El Frente Amplio, máxima expresión de la unidad de la izquierda, debe hacer saber a los uruguayos que es capaz de una fuerte autocrítica de sus años de gestión, de su debilitada agenda de cambios en los últimos años, de la errada perspectiva de no criticar a un compañero para no darle pasto a la derecha. Y tiene que reconocer también que su actual estructura, pensada originalmente en el último tercio del siglo pasado y retocada en este, no refleja la sociabilidad ni la sensibilidad de los uruguayos de hoy. Sin embargo, la derrota política no quiere decir desbande, porque el Frente Amplio es la primera fuerza electoral del país y mantiene el 40% de los legisladores, tiene un poderoso aparato electoral que se basa en su estructura pero por sobre todo, en un sentimiento frenteamplista que ha marcado la historia del país.

Transcript of Apuntes de estrategia política - WordPress.com

Page 1: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

1/18

Mayo de 2020

Apuntes de estrategia pol í t ica

INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................... 1

MARCO INTERNACIONAL ........................................................................................................................ 2

MARCO POLÍTICO ................................................................................................................................... 6

CARACTERIZACIÓN DE LA ETAPA ............................................................................................................. 9

OBJETIVOS DE LA ETAPA ....................................................................................................................... 10

ESTRATEGIA ......................................................................................................................................... 11

LAS HERRAMIENTAS ............................................................................................................................. 14

¿QUÉ HERRAMIENTA ES NECESARIO CONSTRUIR Y PARA QUÉ EN ESTA ETAPA? .................................... 16

Introducción

La izquierda uruguaya se encuentra todavía bajo el efecto de la grave derrota de octubre y noviembre de 2019 y debe prepararse para una nueva etapa de lucha, haciendo una profunda autocrítica que analice la estrategia elegida en los últimos años, la tendencia a la burocratización de sus cuadros, el desarraigo de su estructura para el trabajo político entre la gente, la permisividad a veces y la lentitud para responder ante los errores y también ante los horrores cometidos por algunos compañeros.

Esto implica pensar en una nueva estrategia que atienda a esas debilidades más visibles y al armado de una hoja de ruta para el mediano plazo.

El Frente Amplio, máxima expresión de la unidad de la izquierda, debe hacer saber a los uruguayos que es capaz de una fuerte autocrítica de sus años de gestión, de su debilitada agenda de cambios en los últimos años, de la errada perspectiva de no criticar a un compañero para no darle pasto a la derecha. Y tiene que reconocer también que su actual estructura, pensada originalmente en el último tercio del siglo pasado y retocada en este, no refleja la sociabilidad ni la sensibilidad de los uruguayos de hoy.

Sin embargo, la derrota política no quiere decir desbande, porque el Frente Amplio es la primera fuerza electoral del país y mantiene el 40% de los legisladores, tiene un poderoso aparato electoral que se basa en su estructura pero por sobre todo, en un sentimiento frenteamplista que ha marcado la historia del país.

Page 2: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

2/18

Los 30 años de gobierno en Montevideo y los 15 de gobierno nacional han dejado un país no solo mejor sino diferente. El desafío es apoyarse en esas fortalezas para relanzar la herramienta, con una nueva estrategia y con un funcionamiento armónico de la comunicación, que permita expresar la diversidad de visiones internas pero que recupere la fortaleza de la unidad de acción, la fraternidad frenteamplista y la elaboración conjunta.

Estos cambios deberán procesarse además en un mundo que no se parece al de 1971, que es preciso entender y reconocer si es que todavía pretendemos modificar una realidad que, a pesar de los gobiernos del FA, no ha eliminado la injusticia social, la explotación de unos uruguayos por parte de otros ni ha desvelado todos los mecanismos que mantienen ideológicamente sujeta a una parte importante de los sectores populares que el FA pretende representar.

Este documento pretende ayudar a la reflexión de los militantes de Marea Frenteamplista (MF) para ubicar la lucha política en el mundo de hoy, en el país que vivimos, a entender y criticar nuestra propia actuación en los últimos años. Pero apunta especialmente a planificar la estrategia que nos devuelva la confianza de la mayoría absoluta de nuestro pueblo y nos encomiende nuevamente el gobierno nacional en 2025.

Marco Internacional

Vivimos en el siglo en el que el peso económico de China sobrepasará al de la potencia hegemónica en el último siglo. Ese peso económico va a verse reflejado en un crecimiento de su peso político y de su influencia en el planeta. El mundo unipolar de la última década del siglo pasado y los primeros de este ha desaparecido. El fin de la Historia postulado por Francis Fukuyama en 1992 no puede reconocerse en un mundo más fragmentado y con modelos diferentes.

En la actual coyuntura, la economía fuertemente planificada de China, en el marco de un sistema piramidal y rígido de partido único, ha demostrado fortalezas de las que el liberalismo económico carece. El vertiginoso crecimiento del bienestar material de los ciudadanos chinos ha permitido controlar las desigualdades surgidas a partir de los impulsos individualistas de la iniciativa privada y ha dado, extrañamente, una legitimidad interna al modelo de gobierno chino. Con un líder con mucho poder, el país parece prepararse para el inevitable momento en el que su economía supere a la de Estados Unidos y sus decisiones pesen en todo el planeta más que ninguna otra.

No caben dudas del imperialismo implícito en las inversiones de China durante los últimos 20 años en países del antiguo Tercer Mundo, especialmente en África. La relación de dependencia se establece no como en tiempos del modelo soviético, en la alianza política disfrazada de “amistad entre los pueblos” sino en el interés económico. China invierte y retira ganancias de los lugares donde llega su capital. Pero ha evitado escrupulosamente verse arrastrada al tipo de conflictos militares que desangraron a la

Page 3: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

3/18

antigua Unión de Repúblicas Socialistas y Soviéticas y que hoy consumen enormes recursos de una economía guerrera como la de Estados Unidos.

También es importante reconocer el renacimiento geoestratégico de Rusia, que puso freno al cerco de la OTAN cuando decidió que Ucrania era la última frontera aceptable. Al caer el gobierno pro-ruso y ser sustituido por uno pro-occidental, la respuesta fue una guerra interna entre ambos bandos que terminó con la secesión de dos provincias del este y la anexión de Crimea a Rusia, conseguida por mano militar y legitimada con un referéndum con alta participación. El siguiente paso de Rusia fue el revertir la marcha de la guerra en Siria con una sorprendente iniciativa militar que devolvió el control territorial de la mayoría de país a su único aliado regional. Pero desde allí construyó una nueva fortaleza, funcional a los intereses de Irán pero con el gran resultado final de convertirse en quien decide en la región.

Estados Unidos y la Unión Europea (UE), no tan silenciosos instigadores de la “primavera árabe” iniciada en 2010 en Túnez y que rápidamente fue aprovechada para liberarse de viejos enemigos, han quedado fuera del juego. La gran victoria occidental fue la caída de Muammar Gaddafi en Libia, un antiguo aliado de la URSS, que fue bombardeado por la OTAN (fuera de su territorio) y finalmente capturado y asesinado por mercenarios. Hasta hoy Libia sigue en manos de facciones guerreras diferentes y sin un estado unificado. El episodio final y fallido de la primavera árabe fue en Siria, donde los enemigos regionales (especialmente Turquía) decidieron promover levantamientos que después dejaron librados a su suerte. El ingreso de Rusia a la guerra le permitió mostrar que todavía tiene un poderío militar a tomar en cuenta y que el futuro será más multipolar que unipolar. Los kurdos han manejado hábilmente su relación con Occidente y con Rusia, generando un área autónoma de tamaño considerable. En todo caso, han demostrado a Estados Unidos, Rusia, y la Unión Europea que su único objetivo es unificar territorialmente a una población kurda de más de 35 millones de personas divididos entre Turquía, Siria, Irán, Irak y Armenia.

Estados Unidos vivió un florecimiento con la presidencia de Barak Obama, que tuvo diversos gestos de paz (no menor fue la reapertura de vínculos diplomáticos con Cuba) e intentó algunos gestos de fortalecimiento del área pública como garante de los derechos de los ciudadanos, en especial en el área de la salud. Pero la llegada de un populista de extrema derecha liberal al gobierno, acusado además de diversas irregularidades en su vida personal y en su manejo empresarial, han traído una caída de la influencia de Estados Unidos en el mundo. Su decisión de alejarse de muchos conflictos armados sostenidos por su país dejó a sus aliados en mala posición, bien porque fueron derrotados en el terreno o bien porque tuvieron que aumentar su presencia militar para mantener el esfuerzo de guerra. Esto es lo que sucedió con los “rebeldes” árabes en Siria, mientras que lo segundo es la preocupación de Turquía y en especial de la Unión Europea.

El lento declive del poderío estadounidense no quiere decir que el viejo imperio haya perdido su eficacia en la región de su “patio trasero”. La ola “rosada” de gobiernos progresistas en América Latina, que tuvo su más alta expresión con el triunfo del Partido dos Trabalhadores y Lula da Silva en 2002 en Brasil y llegó a cubrir una parte importante del continente: Hugo Chávez gobernaba Venezuela desde 1999 y en los años siguientes hubo victorias electorales de la izquierda (con o sin aliados) en Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Paraguay y El Salvador. El comienzo del

Page 4: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

4/18

retroceso fue rápido: Manuel Zelaya, electo por el Partido Liberal pero que llevó un gobierno alejado de Washington y amigo de la izquierda centroamericana, fue derrocado en 2009. Pocos años más tarde, en 2012, se hizo algo parecido con Fernando Lugo en Paraguay: se dejó atrás el golpe de estado con las fuerzas armadas y se lo planteó como un acto jurídico, con complicidades de parlamentos, poderes judiciales u otros. Esa misma práctica, menos grosera que los golpes de los años 60 y 70, es la que se ha utilizado en Brasil con el golpe contra Dilma Rousseff en 2016 y contra Evo Morales en 2019. La llegada de México al concierto de los gobiernos de izquierda (2018) lo dejó de hecho más volcado a solucionar sus propias problemáticas que a tener influencia en su entorno, como en el pasado hicieran Brasil y Venezuela.

Después de las presidencias de Barack Obama en Estados Unidos (2009-2017), durante cuya presidencia se dieron estas primeros golpes, asumió en ese país el empresario y comunicador Donald Trump. Con un discurso xenófobo, machista y ultraliberal, su candidatura fue vista con temor en gran parte del mundo pero logró una victoria ante la candidata del establishment, Hillary Clinton. Trump rompió con muchos de los gestos diplomáticos tradicionales y centró su gobierno en el terreno interno, abandonando conflictos internacionales, pero también organismos como UNESCO y más recientemente la Organización Mundial de la Salud.

La defección de un aliado que se presenta como muy políticamente incorrecto ha llevado a la UE a buscar un nuevo protagonismo internacional. Debilitada por la salida británica, la Unión es en todo caso un actor de peso en el mundo por sus vínculos pos-coloniales con la mayor parte de los países africanos, con el sur de Asia y algunos países de América Latina.

A comienzos de 2020 y a causa de la crisis mundial provocada por la pandemia de covid-19, se generalizó la convicción de que la fuerte dependencia de las cadenas de suministros de las trasnacionales occidentales respecto a China son una debilidad que debe ser evitada. El mundo empresarial, representado a nivel de medios globales por revistas como The Economist o diarios como The Financial Times, parecía inclinarse a pensar en un mundo con menor interdependencia y con la relocalización de ciertas industrias más cerca de la casa central. Este desarrollo no es más que una idea, pero es posible que alguna parte de ella se empiece a notar en los próximos tiempos.

Un efecto secundario de la pandemia es que muchas relaciones laborales pasaron a llevarse adelante a través del teletrabajo. La necesidad de distanciamiento social puso en marcha mecanismos de trabajo a distancia que demostraron ser bastante eficaces para algún tipo de tareas. Está claro que la construcción, la logística o la metalurgia y las actividades clásicamente fabriles deberán seguirse desarrollando de forma presencial pero al mismo tiempo presionados por el creciente papel de la robótica, que excluye mano de obra humana y evita contagio de virus. Pero la parte de trabajo de oficina, supervisión o trámites ha demostrado que está apta para ser realizada a distancia. Esto implica externalizar algunas cargas para los trabajadores (electricidad, conectividad, acondicionamiento de espacios y temperaturas para hacer el trabajo) y puede convertirse en una nueva forma de transferir costos y apropiarse de utilidades por parte de las empresas. Y puede significar también un mayor aislamiento de los trabajadores de algunas ramas, que pasarían a tener más relación con sus supervisores que con sus iguales.

Page 5: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

5/18

Los efectos en la vida social de la pandemia todavía no pueden ser evaluados, pero es necesario que toda visión de futuro y toda estrategia debe tener en cuenta la profundidad de los cambios que se están gestando hoy.

El panorama es entonces el de un imperio que pierde velocidad y otro que, con características diferentes, se prepara para asumir el liderazgo. Un tercer invitado es Rusia, el país más grande del mundo, potencia militar y poseedora de enormes riquezas naturales que hoy cuenta con un gobierno autoritario pero muy firme y con un rumbo estratégico claro. La UE sigue siendo un actor de peso, con buenos vínculos con Uruguay. La decadencia de las fuerzas de izquierda o socialdemócratas es evidente, pero el modelo social de los europeos sigue siendo una referencia importante para la política local. La sociedad está bajo presión para funcionar más atomizada, de forma más individualista y con menos contacto social.

Otros actores emergentes en su momento, como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) han perdido coherencia política, pero sus integrantes son inevitables a la hora de evaluar una estrategia internacional. Un mundo multipolar da más oportunidades de negociación a países como Uruguay, que pueden vincularse con varios de esos polos in tener que atar su estrategia a la potencia de turno.

En el plano regional los tiempos de la ola progresista pasaron y son apenas un recuerdo. Los golpes contra Dilma Rousseff y Evo Morales, el desprestigio y ruina del gobierno venezolano, que ha lanzado a millones de sus ciudadanos a buscarse el futuro fuera de fronteras, el giro de Ecuador y la derrota del FA en Uruguay no han sido compensados por la derrota de Mauricio Macri y su alianza liberal en Argentina o la victoria de López Obrador en México. La tristeza de la Nicaragua del actual FSLN no da lugar a esperanzas tampoco.

La perspectiva regional y global de Uruguay es más bien acotada. Los populismos de derecha han sustituido a otras opciones más abiertas y menos nacionalistas. No sabemos cómo será el 2025, pero es posible que un Lula libre en Brasil algo pueda cambiar, mientras que en otros países de America Latina la tónica actual se mantenga. Los efectos económicos, pero sobre todo sociales, del covid-19 son imposibles de conocer y agregan un margen de incertidumbre para el futuro inmediato.

Estamos viviendo el momento en que un nuevo imperio asume la posición dominante mientras que el anterior líder mundial trata de ubicarse ante este ascenso. La fragilidad del sistema mundial ante crisis como la de la pandemia del covid-19 y el convencimiento de las trasnacionales occidentales que es necesario “independizarse” de las cadenas de suministros chinas no necesariamente indican que ése sea el camino futuro. La reemergencia de Rusia como potencia militar y la necesario protagonismo europeo hacen pensar más bien en un escenario con dos polos bicéfalos (USA-UE y China-Rusia), con intereses estratégicos comunes pero diferentes encares tácticos. Por otra parte, el trabajo a distancia y la atomización de los trabajadores pero también de los estudiantes y otros colectivos, plantea dudas sobre cuáles serán los escenarios y las alianzas de las futuras luchas sociales.

Page 6: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

6/18

Marco político

Después de tres gobiernos razonablemente exitosos, el FA demostró a los ciudadanos y a la región que se trata de una fuerza política responsable y capaz de ejercer el gobierno con ventajas respecto a sus competidores. Entre los logros no menores de estos 15 años se encuentra una disminución enorme de la desigualdad social y la pobreza, un crecimiento económico sostenido que incluyó una mejora constante del salario real, una conquista de derechos para los trabajadores y los sectores más vulnerables que tiene escasos antecedentes en la historia del país. No hay dudas de que los gobiernos del FA favorecieron a la mayoría absoluta de los uruguayos. Sin embargo, el Frente perdió las elecciones.

Parece evidente que en el tercer gobierno del FA hubo un enlentecimiento de las reformas, no se encararon segundas reformas que profundizaran la primera ola (por ejemplo, en salud) y la fuerza política asumió un discurso triunfalista, reivindicativo de todo lo que se había hecho bien, pero que no daba cuenta de las materias pendientes.

El deterioro de la seguridad pública, a pesar de la enorme inversión realizada y la profesionalización de la policía; la incapacidad para acordar un rumbo de reformas en la educación, donde se mostró una voluntad de priorización expresada en una inversión sin precedentes pero que no fue acompañada por un liderazgo claro ni por resultados en la calidad de la enseñanza; las dificultades para asegurar el mismo nivel de atención en salud para toda la población, luego del enorme esfuerzo por universalizar el acceso, son solamente algunos ejemplos de temas en que el Frente Amplio no tuvo capacidad de respuesta acorde a las expectativas de la población y al análisis frío de su propia gestión.

Bajamos la pobreza, pero sigue habiendo sectores de la población que viven en condiciones indignas. Mejoramos el mercado de trabajo y el salario real, pero sigue habiendo sectores de actividad donde los sueldos son absolutamente insuficientes. En relación a estos temas el Frente Amplio dejó de tener elaboración y propuestas, instalando su discurso en la reivindicación de le logrado (que era mucho) pero sin incorporar lo que faltaba (que era bastante). La fragilidad de algunos avances quedó a la vista durante la crisis de la pandemia.

La derrota electoral implica una derrota del relato progresista, al menos para la mayoría del pueblo. Si bien un 40% de los uruguayos hoy considera que el FA hizo los mejores gobiernos que cualquier uruguayo vivo recuerde, una parte de la población, que en otro momento apostó por nosotros decidió poner sus esperanzas en octubre en otro grupo del espectro político. La impactante remontada de noviembre demostró que hay un sector importante de la población, posiblemente exvotantes del FA, que se animó a votar por la oposición en la primera vuelta pero que ante la perspectiva de una alianza anti-FA dieron una prueba de confianza. Los 30 mil votos de diferencia entre el candidato frenteamplista y Luis Lacalle Pou hacen pensar que sí existen dos mitades en el país, que hay un amplio colchón que quiso sancionar al FA pero no dar marcha atrás en la historia de los cambios. Recuperar la confianza de ese 9% de la población que votó a la oposición en octubre y apoyó a la fórmula del FA en noviembre debe ser uno de los objetivos políticos.

Page 7: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

7/18

Para una coalición de izquierda que ha dado muestras de favorecer a las mayorías con sus políticas, la pérdida de votos entre una elección y otra (el FA tuvo en 2004 el gobierno con 51% de los votos de octubre, 48% en los dos octubres siguientes y algo más de 39% en 2019) sólo puede tener una explicación: no son sus políticas o sus logro sino sus prácticas las que son percibidas por la ciudadanía como incomprensibles o desajustadas. Esta deberá ser otra área de atención prioritaria para el siguiente período.

El país está ahora gobernado por una coalición de todas las derechas, desde los nostálgicos de la dictadura y sus crímenes, a los liberales económicos, pasando por exsocialdemócratas, autoritarios de diverso tipo y estrategas del status quo. La amplitud de tal alianza, con dos socios menores que aportan un diputado cada uno y tres socios mayores, fue imprescindible para derrotar al FA. Pero esa misma amplitud de la alianza permite pensar que la profundidad de los acuerdos no vaya más allá del “Compromiso por el país”, un texto firmado por los 5 partidos al decidir su respaldo a Luis Lacalle Pou.

La fortaleza de la alianza, que tiene 56 diputados y 17 senadores (el FA tiene 42 diputados y 13 senadores) es también su debilidad. Los primeros dos meses de gobierno han demostrado que al menos Cabildo Abierto no es un socio dócil para el gobierno de Lacalle Pou. Su decisión de ir por todo, es decir, por la presidencia en el próximo período, va a darle un lugar central en la etapa, ya que la necesidad de sus 3 senadores y 11 diputados para lograr mayorías en ambas cámaras obligará al Poder Ejecutivo a consultar de forma permanente a CA para evitar una derrota parlamentaria.

La importancia de los votos recogidos por esa organización está dada por su lógica diferente a la de los partido tradicionales. CA se nutrió de votos de la derecha blanca y colorada, “harta” de medias tintas con el sindicalismo, la delincuencia, las drogas, la homosexualidad, el aborto y todo lo que consideran peligroso para su hegemonía. Pero también de ex votantes del Frente Amplio, seducidos por el lenguaje y las promesas de un futuro sencillo, ordenado y mejor en el que accederán a algunas mejoras. La estrategia de CA parece ser apoyar al presidente Luis Lacalle en temas elegidos y desmarcarse en todo lo que le produzca rédito de imagen, sea esto propiedad de la tierra, instalación de grandes inversiones (como UPM) o la relación con los sindicatos.

Es muy temprano para prever cómo desplegará su estrategia CA respecto a sus socios, pero es seguro que no está contento con ser socio minoritario en la conducción del país.

Esta es la razón principal por la cual el Presidente pretende definir las características de su gobierno con una sola ley global. La anterior experiencia blanca, al mando de Luis Alberto Lacalle Herrera, hace pensar que el actual Ejecutivo quiera resolver su orientación de una sola vez y al principio del período, para no depender de sus socios que más rápido o más lento irán a buscar su propio perfil pensando en las elecciones de 2024.

A pesar de las dificultades, hay avances invisibles a primera vista. El gobierno central, cuya sede principal está en Montevideo, funcionó durante 15 años bajo la lógica frenteamplista. La mayoría de la población de la capital sigue siendo frenteamplista y muchos cuadros técnicos del Estado no sólo son frenteamplistas sino que funcionan con el sentido común frenteamplista como guía. Esto no es fácil de percibir, como no fue fácil ver que en 2005, al llegar al gobierno, existían experimentados cuadros técnicos que colaboraron de forma apasionada para revelar secretos de la gestión y formas de mejorar la capacidad de los elencos políticos novatos en la tarea. Ahora lo que está

Page 8: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

8/18

sucediendo es lo inverso: el nuevo gobierno se encuentra con muchos cuadros técnicos que incorporaron la perspectiva política de cómo gobernar desde la izquierda: quiénes son los destinatarios razonables de las políticas, cómo deben seguirse los procedimientos, qué normas es imperioso respetar, etcétera. El ingreso al Estado por concurso, las compras públicas abiertas y transparentes, la explicitación de protocolos y formas de gestionar son patrimonio del aparato estatal y algunos de los nuevos gobernantes van a cometer errores si intentan pasar por arriba de esa lógica, encontrando un funcionariado mucho menos dispuesto a poner en marcha medidas retrógradas que antes de 2005. Este público deberá ser objeto de una atención política especial.

Nuestra fuerza política deberá imaginar el futuro de nuestro país entre dos imperios, con cadenas de producción diferentes a las actuales en las que la inserción no será fácil. El urgente rediseño de los sectores en los que el país intentó avanzar (cadenas agroindustriales, energías renovables, farmacéutica y biotecnología, salud humana y animal, tecnologías de la información, uso de recursos naturales y turismo sustentable) deberán ser reevaluadas y eventualmente fortalecidas. La distribución en el territorio de esas áreas “ganadoras” también deberá rediscutirse, porque no hay dudas del impacto positivo que ha tenido la UTEC y el despliegue educativo de UTU y la Udelar en el Interior del país. Pero en esta búsqueda de que a todos nos vaya bien, al FA le va la vida. EL Partido Nacional ha logrado mantener el relato de que con los blancos se vive mejor y que el FA ha hecho un desastre en el país. Montevideo y Canelones tienen una ciudadanía que comparte el relato frenteamplista, pero en el litoral medio, la ofensiva de la oposición intentará arrasar con los cambios. Es fundamental que el FA sepa y valore cuánto se juega en el Interior del país. El trabajo es imprescindible si no queremos repetir la dicotomía que terminó diezmando al Partido Colorado. EL FA nunca procesó la síntesis política de lo que salió bien en Rocha y Canelones, las idas y vueltas en Salto y Paysandú, la trabajosa victoria en Río Negro, las derrotas en Treinta y Tres, Artigas y Florida después de buenos gobiernos… También es necesario analizar los departamentos en los que ganamos en octubre y terminamos perdiendo por paliza en las departamentales de mayo, como San José, Soriano, Colonia y otros. Se hace imprescindible discutir y aprender de todas esas experiencias si es que se pretende gobernar el país entero. Ese debate es una deuda y un peaje para el FA.

A pesar de sus buenos gobiernos, una parte de la población reaccionó contra el Frente Amplio, quitándole su voto. Sea porque se tardó en reaccionar contra casos aislados de corrupción (de los que la izquierda se jactaba de ser inmune), por su pérdida de dinamismo, por el enlentecimiento económico o por el persistente bombardeo mediático con un relato de “desastre económico y de seguridad”, la oposición logró la mayoría delos votos. Es cierto que se sumaron peras con duraznos, pero aún así era claro que todo el espectro opositor estaba dispuesto a sumar fuerzas para sacar al FA del gobierno. La remontada de noviembre permite tener la esperanza de que el cambio no haya sido tan profundo como para desear un gobierno de derecha, pero lo cierto es que hay un sector de la ciudadanía que ya ha perdido el amor por el FA.

Page 9: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

9/18

Caracterización de la etapa

La etapa a analizar es la del actual gobierno, elegido en 2019 y que estará en funciones hasta 2025. El principal objetivo estratégico del Frente Amplio debe ser defender los logros alcanzados en materia de equidad, distribución de la riqueza y extensión de derechos. En ese sentido, recuperar el gobierno nacional en las elecciones de 2024 con una mayoría parlamentaria asegurada en la primera vuelta se convierte en un mojón relevante. Esto implica recuperar la confianza de aquellos que no creyeron en el FA para octubre y ampliar la influencia entre los nuevos votantes, los sectores más débiles de la población, los sindicatos y gremios de todo tipo y lo que en otros momentos fue concebido como el bloque social por los cambios. Trabajadores sindicalizados o no, pequeños y medianos empresarios, profesionales independientes, intelectualidad, artistas y todos aquellos que busquen vivir en una sociedad sin las tensiones que genera la injusticia social y política, en plena libertad, bajo el imperio de la ley y la constitución y con el pleno respeto a la institucionalidad. La consolidación de esa alianza será el objeto del capítulo Estrategia política.

La alianza de las derechas ha tomado la iniciativa y está dispuesta a cumplir un programa que desmonte algunos de los avances populares del FA e imponer un programa liberal y privatizador. Los compromisos realizados con todos los sectores opositores van a tener que cumplirse, pero para ello hay poco tiempo: básicamente el tiempo de imposición de las leyes de Urgente Consideración y de Presupuesto. Este gobierno es débil en su estructura (porque depende de muchas articulaciones y de muchos actores con intereses contrapuestos) y por eso su plan inicial (hasta la explosión de la pandemia) era la consagración legal de los cambios en los primeros cien días.

Los efectos del covid-19 todavía son imposibles de conocer (estamos recién en los comienzos de la pandemia en el país y antes del invierno), pero es seguro que alteren los planes de todos los actores políticos, económicos, sociales y culturales del país, modificando sus planes y sus posibilidades. La propia actividad política se alteró con el aplazamiento de las elecciones departamentales y municipales para finales de setiembre. Pero si las consecuencias humanas y económicas de la pandemia son relativamente suaves, como hasta la primera quincena de mayo, el panorama puede ser uno, pero si la crisis se agrava, más allá de las responsabilidades personales o políticas, el escenario puede ser muy diferente.

En todo caso, hay constantes que van a mantenerse. El Poder Ejecutivo tiene la iniciativa política y el Frente Amplio debe volver a adaptarse a su rol de control opositor en los organismos estatales (Parlamento y entes públicos) y fortalecer sus vínculos históricos con el movimiento social. La reconstrucción de la alianza social dependerá también de una revisión crítica de nuestra propia estructura como Frente Amplio, para que ésta sea capaz de responder a las necesidades de la lucha política del siglo XXI.

Page 10: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

10/18

Después de 15 años, el FA debe resignarse que la centralidad y la iniciativa en la escena política la tiene la derecha. La cantidad de recursos que tiene un gobierno no son los que tiene la oposición. Esto obliga a esperar, a jugar de pie, a ver las cartas del gobierno y decidir en que momento es necesario y posible frenar o cuestionar sus iniciativas. Una línea de oposición puntual a cada medida del gobierno sería no solo inconducente sino que llevaría a un rápido desgaste de la energía del FA. El principal interesado en la confrontación social y política con el modelo de la izquierda se encuentra agrupado en Cabildo Abierto, una organización creada por nostálgicos de la dictadura y conservadores en lo social, económico y político.

Objetivos de la etapa

El objetivo del Frente Amplio para el período 2020-2025 debería ser el de evitar que la actual coalición de derechas que nos gobierna desmonte los derechos otorgados a los trabajadores y sectores vulnerables de nuestro país y recuperar el gobierno en las elecciones de 2024, con una mayoría propia asegurada en octubre. Ambos objetivos están entrelazados: como minoría parlamentaria y sin el control de Ejecutivo, nuestras chances de frenar el retroceso descansan sólo en la movilización social. Si lográramos reconquistar el gobierno en 2025, sería más fácil recuperar el ritmo de avances en la justicia social y la mejora de la convivencia.

Hoy por hoy, el FA debe utilizar su potencia política para evitar la consolidación de una mayoría retrógrada que quiera dar vuela atrás el sentido de la marcha del país.

El objetivo de Fuerza Renovadora debería ser el de consolidarse como uno de los tres o cuatro pilares fundamentales del FA, con una práctica política diferente a la tradicional, alejada de las viejas mañas y las recientes malas prácticas de algunos integrantes de los gobiernos del FA (debidamente sancionados por el Tribunal de Conducta Política). Nuestro conglomerado seregnista deberá tener la más alta expresión política en el futuro Poder Ejecutivo y ambas cámaras. Se deberán superar las debilidades organizativas que llevaron a una pobre representación en Diputados.

El FA deberá adecuar su estructura y mecanismos de decisión a los tiempos que corren y a las nuevas necesidades políticas. El programa de gobierno 2025-2030 deberá interpretar el progresismo del primer cuarto de siglo sin abandonar los principios y tomando en cuenta el entorno regional y mundial, que pueden favorecer o enlentecer los cambios locales.

Page 11: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

11/18

La contradicción democracia y participación contra autoritarismo y verticalismo va a estructurar las luchas de la etapa. Los objetivos de la etapa son recuperar el gobierno, contar con mayoría parlamentaria, renovar la estructura y forma de funcionamiento del FA y consolidar al “espacio renovador” como una de las tres o cuatro patas fundamentales de la fuerza política. Aislar a los sectores reaccionarios y golpistas deberá ser la prioridad en la etapa. Esto implica abrir caminos de diálogo con los sectores más democráticos de la actual coalición, ofreciendo alternativas ante cada nuevo avance reaccionario. Permitir que toda la coalición quede presa de la lógica de sus sectores más retrógrados es comprometer el futuro del país.

Estrategia

Si el principal objetivo es la recuperación del gobierno en 2025 y evitar el retroceso en el camino hacia la solidaridad y la justicia social, será necesario plantearse varios niveles de lucha articulados.

Los niveles podrían definirse como el ámbito de control (organismos de control), el ámbito de minoría en el Ejecutivo (entes y servicios), el ámbito legislativo y el ámbito de las reivindicaciones sociales.

Al haber perdido la iniciativa ejecutiva en la sociedad (por perder el gobierno), al FA le compete ser una oposición leal, honesta y defensora implacable de los derechos de las mayorías. Los frentes de lucha pueden dividirse esquemáticamente en tres: los organismos de control del Estado y los directorios de entes y servicios, el parlamento y la sociedad civil.

Tanto desde los organismos de control (Tribunal de Cuentas, Corte Electoral, etc.) como desde los directorios de los entes y servicios descentralizados, los representantes frenteamplistas deberán discutir un enfoque común e informar a la fuerza política de forma periódica. En los años previos al primer gobierno existía una coordinación de los directores frenteamplistas, un organismo que habría que reeditar. Es necesario compartir información, detectar regularidades y también inconsistencias entre diferentes directorios y alertar a la conducción política sobre ellas, para orientar una respuesta unificada. Nuestros representantes en estos dos ámbitos deberían tener un vínculo estrecho con el Secretariado o la Presidencia del FA y actuar a través y con el respaldo de la fuerza política y no prestarse a actuaciones individuales a través de los medios. El camino es el del FA, a quien el cuerpo electoral confió la responsabilidad de control (y no a los compañeros y compañeras que individualmente ocupen los cargos).

Page 12: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

12/18

El resultado de esta lucha será:

a) Evitar irregularidades en el funcionamiento del Estado. b) Mostrar contradicciones o alternativas de mejor impacto popular en las

políticas de entes y servicios. c) Colaborar, a través de los organismos políticos del FA, en la construcción

de la imagen de la fuerza política como la única capaz de gobernar honestamente en favor de las mayorías.

En el Parlamento el trabajo es de largo aliento. Allí los compañeros presentes no son técnicos, como en el ámbito anterior sino que, además de cooperar entre sí como frenteamplistas, compiten por su imagen hacia la sociedad. Este doble juego, de bancada unida y de potenciales cabezas de lista, atractivos para los votantes, debe llevarse adelante con flexibilidad y entendiendo las necesidades de ambos roles.

Como oposición que es, el FA deberá trabajar para mejorar las leyes que lleguen del Poder Ejecutivo, trabajando en las comisiones, invitando sectores sociales y organizaciones a debatir con los legisladores y proponer nuevas leyes, aunque existan pocas chances de lograr mayorías para aprobarlas.

Para que la labor legislativa sea eficaz, debería ser un objetivo estratégico el de lograr alianzas puntuales con sectores que se desmarquen de la mayoría por un lado y ofrecer gobernabilidad al Ejecutivo a cambio de concesiones que impliquen el respeto a derechos ganados o la consecución de nuevos derechos para los trabajadores o colectivos vulnerables. Ejemplos de este tipo pueden verse en la discusión de la Ley de Urgente Consideración: la desmonopolización de ANCAP, la obligación de Antel de compartir su principal riqueza –su red de fibra óptica– con su competencia, el levantamiento de los controles a las transacciones financiera a través de la bancarización de pagos, etc. No todos los integrantes de la coalición creen en cada una de ellas y la habilidad del FA será encontrar socios para negarle los votos a estas iniciativas. Es fundamental lograr una mayor fluidez en el Parlamento, evitando la cristalización de una mayoría permanente que nos deje como espectadores de los cambios regresivos. El FA debe presentarse como un articulador al servicio del país, buscando los socios posibles para cada instancia concreta.

Sin desconocer la importancia fundamental de aislar a los sectores más retrógrados e impedir que se implante un retroceso en los avances del período progresista, el Parlamento también funciona como punto de amplificación de las voces de la izquierda. Legisladores que cooperen con la imagen común (en vez de competir de forma permanente), activos en las comisiones, con inteligentes intervenciones en los medios, con adecuada distribución de tareas o áreas de experticia, darán confianza al electorado. Nuestros legisladores de hoy serán puntos de referencia mañana y en ellos depositará su confianza el electorado.

Page 13: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

13/18

El resultado de esta lucha será:

a) Evitar una legislación regresiva o elevar el costo político de votarla, b) Denunciar y apoyar a la sociedad civil que vaya a exponer sus necesidades y

sus soluciones a comisiones o a las barras c) Intentar evitar que la coalición de derecha se consolide como el nuevo guía

de la política nacional. El FA debe tener una política diferenciada, que permita caso a caso, ver si existen alianzas posibles que desarmen a la coalición gobernante, lograr aliados puntuales para algunas propuestas y trabajar a veces para que la menos mala de las soluciones sea aprobada en lugar de la peor.

d) Mostrar al FA como la fuerza constructora de futuro, que no reacciona ni en bloque contra todo lo que viene del Ejecutivo ni desconoce las diferencias internas entre los integrantes de la actual mayoría.

e) Permitir el surgimiento de una cantidad de nuevos actores políticos en los que la ciudadanía pueda depositar su confianza en 2024.

El tercer ámbito es el de la lucha social. Este es un elemento difícil de encuadrar, porque no sería el FA quien dirigiría es lucha. Pero es importante que sus militantes estén presentes en las organizaciones sociales de todo tipo. Sindicatos, organizaciones feministas, juveniles, estudiantiles, barriales, ambientales, de nuevas formas de convivencia, producción o consumo deben tener un reforzado peso en la escena política. Trabajar para un país mejor implica un relacionamiento dialéctico entre el FA, responsable de la síntesis política y los diferentes grupos humanos que buscan mejoras en temas específicos. Sin síntesis no hay avance, pero sin arraigo y participación en los movimientos de base es imposible entender las nuevas tendencias y las nuevas búsquedas.

El resultado de esta lucha será:

a) Un renacer del vínculo entre la fuerza política y las organizaciones sociales que llevan adelante el trabajo político en el frente social de forma permanente.

b) La consolidación de un frente de lucha en la calle que impida el retroceso de lo conseguido en los últimos años.

c) La renovación por contacto de la fuerza política, que deberá escuchar, y aprender para poder lograr propuestas que cuenten con un profundo conocimiento de nuestro pueblo. Los cuadros políticos que surjan de la lucha social serán expresión de la síntesis del análisis político aplicado a la gestión concreta de los problemas que diariamente afectan a la ciudadanía.

Page 14: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

14/18

Las herramientas

Una vez definidos los objetivos de la etapa y la estrategia para obtenerlos, se impone discutir sobre las herramientas necesarias para llevarla adelante. Las herramientas con las que contamos son nuestra propia Marea Frenteamplista, Fuerza Renovadora y el FA.

El año próximo el Frente Amplio cumple medio siglo de trabajo conjunto. Así como los partidos políticos tradicionales de Uruguay se cuentan entre los más longevos del mundo, nuestra propia alianza política cuenta con casi 50 años en los que ha tenido que vivir la emoción de la construcción conjunta, el horror del terrorismo de Estado, con el asesinato, la desaparición, tortura o exilio de miles de militantes, el trabajo clandestino de más de una década de resistencia a la dictadura, la movilización y negociación previa al retorno a la democracia, el resurgimiento legal masivo, el acceso al gobierno de la capital del país en 1989 y al gobierno nacional y varios gobiernos departamentales en 2005. Este largo trayecto nos convierte en una comunidad de sangre y de alegría que parece indestructible: después del ataque conjunto de todas las fuerzas reaccionarias del país, que contó con el apoyo de todos los grandes medios, el FA todavía representa a la mayor comunidad política del país, algo que sucede desde 1999.

Pero la herramienta construida por una generación de hombres y mujeres heroicas, que aceptó moverse de sus esquemas sectoriales para construir una unidad en la diversidad, hoy da claras señales de pérdida de tono. Su estructura, basada en el equilibrio entre su componente de coalición de partidos y sectores y su carácter de movimiento de masas, tiene hoy mecanismos de decisión que garantizan el mantenimiento de equilibrios que no necesariamente representan a todos los frenteamplistas que pusieron a Tabaré Vázquez y José Mujica en la presidencia de la república en tres períodos corridos.

Sin entrar en los detalles de esa representación parcial de los frenteamplistas, es importante notar que el status quo debilita la toma de decisiones audaces, mal representa el sentimiento de aquellos dispuestos a votarlo y basa parte de su poder interno en criterios que no son representativos de la forma de hacer política del siglo XXI.

Si el FA no es capaz de tener una organización y una estructura de decisiones que esté en sintonía con las formas de vivir de nuestro pueblo, si no es capaz de entender las nuevas formas de entender el compromiso, si no puede ver el peso que tiene ciertas temáticas que no existían como tales en el diseño original pero son trascendentes hoy, para salvarla de la intrascendencia lo que se impone es la renovación de la herramienta conjunta. Esta renovación debe dar cuenta de la estrategia de poder que se plantea el FA: lucha política, parlamentaria y social, con arraigo en los sectores organizados y peso entre los votantes no organizados.

La “Renovación” es un eslógan cada vez más usado, pero muy pocas veces definido. Quizás la dificultad mayor esté en saber para qué es necesario renovar al FA, después plantearse un modelo que sea capaz de ser útil a esa estrategia y finalmente diseñar una forma de procesar el cambio.

Este último paso no es menor, porque el valor simbólico de la herramienta para la gente, incluso en su actual situación, es enorme. Y el principal objetivo de cualquier renovación debe ser el de mantener o aumentar el caudal unitario del FA como representante de

Page 15: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

15/18

los intereses del pueblo uruguayo. Esto implica que la unidad de las fuerzas coaligadas en el Frente no debe ser puesta en duda. Sin embargo es importante reconocer que de no cambiar, esta unidad también se ve amenazada por el status quo interno y el inmovilismo puede llevar a la irrelevancia de la herramienta.

Entendido el tema de la necesaria unidad de la izquierda, se impone apostar al cambio de estructura interna, que permita la circulación de aire fresco en la estructura, que represente a la sociedad que pretende gobernar y que sea un ejemplo de democracia interna. La forma que asuma la renovación en el plano estructural será muy importante, pues toca el corazón del poder interno. La Renovación deberá jugársela por la democracia interna, por valores como un frenteamplista un voto y por una mayor apertura a nuevas formas de militancia. Esto lleva, lógicamente, que el actual centro de poder pase a ser compartido con otras formas de expresión y compromiso militante, diferentes a las de hace cinco décadas.

Muchas veces se ha confundido renovación con cambio de caras en las primeras butacas de los actos. Algunas de esas veces, los llamados a la renovación o a la diversidad fueron movidos por el oportunismo y el cálculo interesado. Pero es cierto en en 2019 se procesó la primera etapa de un cambio de caras en las primeras posiciones de las listas al senado. Ese cambio refleja la situación en la que nos encontramos: una nueva generación dispuesta a tomar lo mejor de lo que nos dejaron los fundadores, pero con los pies plantados en los problemas del siglo en que vivimos. La renovación debe expresarse en la apertura a una nueva forma de organizarnos, una nueva forma de decidir, una apertura a nuevas sensibilidades e intereses de la ciudadanía, la búsqueda de soluciones que no estaban en los libros del siglo XIX porque los problemas que hoy tenemos no existían. Esto implica entonces revisar el respeto por algunos libros y soluciones que los sectores subordinados han construido a lo largo de siglos de lucha por la autonomía y la liberación. De lo que se trata es rescatar todo lo aún vigente y descartar el ritualismo de las soluciones planteadas en otros contextos. Renovar implica estudiar y conocer nuestra realidad y buscar soluciones compatibles con la historia, la identidad y las tradiciones de lucha de los uruguayos, su respeto a los acuerdos, su apelación a la negociación y también el recurso a la resistencia ante los atropellos o avasallamientos de quienes todavía creen que el mundo les pertenece. La línea política que emerja de este proceso será la Renovación de la izquierda uruguaya, fiel a sus principios y atenta a su contexto.

En resumen, la renovación implica cambio de elencos, pero no solamente. Implica una estrategia para los tiempos en que vivimos, una herramienta capaz de responder a los desafíos, que refleje adentro la democracia que postulamos para afuera.

La renovación de los postulados históricos de la izquierda unitaria, el rediseño de la herramienta común para que refleje las complejidades del hoy es una camino inevitable si queremos seguir liderando los cambios.

En el entorno chico, la construcción de Marea Frenteamplista es una aventura fruto de la necesidad y basada en el compromiso y el entusiasmo de un grupo de militantes dispuestos a acompañar la precandidatura presidencial de Mario Bergara.

Sus resultados han sido muy buenos: fue la lista más votada entre quienes apoyaban a Bergara en las elecciones internas de junio de 2019 y en octubre, en acuerdo con Alianza Progresista, los votantes de Montevideo le otorgaron una banca en la Cámara de

Page 16: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

16/18

Diputados. La organización tiene presencia también en Canelones, Tacuarembó, Paysandú, Rocha, Colonia, Florida y militantes contactados en casi todo el país.

MF ha generado diferentes tipos de alianzas: desde la más importante a nivel nacional que es Fuerza Renovadora (FR), junto a la mayoría de sectores o grupos que llevaron adelante la candidatura de Bergara al Senado. Se trata de una organización en esbozo, que avanza con lentitud en sus estructuras internas y todavía no muestra señales de unidad de pensamiento ni de acción. Dentro de FR, el acuerdo electoral en Montevideo de MF con Alianza Progresista 738, el Movimiento Popular Frenteamplista y otros grupos ha resultado cómodo para todas las partes y el trabajo conjunto resulta productivo.

La búsqueda de acuerdos en el seno del sublema “Progresistas”, que en octubre de 2019 unió a FR, el Partido Demócrata Cristiano (PDC), la Vertiente Artiguista, Participación Articular y Redoblar (PAR), Plataforma y Unión de Izquierda Republicana (UNIR) ha tenido una suerte diversa. Más allá de la voluntad de todos los integrantes del sublema de seguir buscando coincidencias, es evidente que todo el conjunto vive diversos momentos de maduración y que no hay hoy posibilidades de profundizar un acuerdo con todos. Sin embargo, los acuerdos bilaterales entre algunos grupos y en algunos departamentos, incluyendo a sectores que no participaron en el sublema, como Asamblea Uruguay, El Abrazo y otros, están en el orden del día.

¿Qué herramienta es necesario construir y para qué en esta etapa?

Marea Frenteamplista es la herramienta que tenemos para llevar adelante nuestro trabajo político. Con un conjunto muy importante de militantes sociales y políticos, y con una voz en el Parlamento, MF es una fuerza más que pugna por captar la atención de los uruguayos. Es por eso que su tarea inmediata es hacer crecer su peso, tanto en ideológico y político como en lo organizativo. Y este fortalecimiento debe darse dentro de una estrategia que sea compatible y ayude al fortalecimiento de Frente Amplio, para que éste pueda cumplir con la tarea del momento: recuperar la confianza de la mayoría absoluta de los ciudadanos.

Uno de los problemas más graves que tiene el FA es su atomización política. Esto es notorio en los últimos años. A la salida de la dictadura había 5 listas al senado: la 90, la 99, la 1001, la 808 y la 4188, representado a los partidos Socialista, Por el Gobierno del Pueblo, Comunista, Demócrata Cristiano y la Izquierda Democrática Independiente. En 1989 fueron 6 y en 2019 fueron tres veces más, sin que se hayan sumado sectores significativos al FA.

Es claro que para ser útiles al país y al FA, una de las tareas prioritarias es la renovación de las estructuras y las formas de funcionamiento del FA. Y dentro de esta renovación se encuentra claramente la orientación de buscar coincidencias, labrar acuerdos ideológicos y políticos primero que permitan luego avanzar en prácticas políticas comunes. Esta tarea de simplificación del mapa de la izquierda deberá ser una de las

Page 17: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

17/18

principales ejes de trabajo del MF. No seremos nosotros quienes lideraremos los cambios en el país sino el FA y por eso es fundamental que una parte del trabajo político de los mareístas esté dedicado a renovar el FA y simplificar el mapa de la izquierda.

Esta línea debe estar acompañada por una fuerte vocación de trabajo hacia los ciudadanos de todo el país, tanto en el plano parlamentario como en el trabajo político y dentro de las organizaciones sociales y locales. Este contacto persona a persona, dadas las dimensiones de la organización y la predisposición media de los ciudadanos al debate político organizado y cara a cara, debe tener un componente comunicacional privilegiado.

Sin embargo, en este tema es importante no tomar como ejemplo construcciones que son pensadas o fueron pensadas para otros fines. El Frente Amplio en 1971 estuvo constituido por sectores desgajados de los partidos tradicionales y “partidos de ideas”, como eran conocidos los partidos ideológicos de la izquierda. Entre ellos algunos tenían en su matriz la concepción de vanguardia, que los obligaba a actuar como ejemplo ante sus pares y apuntar a conquistar la hegemonía sobre los socios para poder “conducir” al conjunto de las clases y sectores subalternos. El partido de vanguardia, a través de la construcción de alianzas, estaba destinado a convertirse en el representante y guía único de esos sectores. La experiencia del FA no ha generado una teoría sobre la “división política del trabajo” en una alianza que construyó un frente estable durante medio siglo. El partido de vanguardia (es decir, cada uno de los que encarnan esa visión en el seno del frente) ¿sigue teniendo la responsabilidad de hablarle a todas las clases, dirigir a todos los sectores, tener en su seno todos los frentes de masas que debería tener si estuviese solo? De la respuesta a esta pregunta se deriva la forma que deberá tomar la organización política. Hay que responder a la pregunta de qué tareas tenemos por delante antes de postular una forma organizativa. Si la tarea de la herramienta es aportar una visión de izquierda comprometida pero sensata, basada en la posibilidad real de hacer cambios y no de postular los ideales no realizables hoy, no deberíamos estar pensando en una organización tipo navaja suiza, apta para todas las tareas.

Un debate político interno de MF debe definir qué política queremos llevar adelante en este período, qué objetivos nos planteamos, quienes son las personas o sectores a los que le podemos llegar más fácil. Y aceptar que con algunas decenas de militantes no se cambia un país de tres millones y medio de habitantes. Eso se puede hacer desde el FA y por eso es necesario aceptar que hay puntos de vista que tiene voceros internos que tiene mucho más llegada que los actuales integrantes de MF pueden llegar a desarrollar.

Para acordar qué tipo de organización es necesario construir es necesario definir claramente los objetivos de la etapa, tanto para nuestro colectivo como para el FA.

Es necesario actuar entre la gente para sumar militancia para nuestra perspectiva política. Y también es imprescindible actuar en el FA para que adapte su estructura y funcionamiento a las necesidades del país, las características de su sociedad y los objetivos de la etapa. La discusión política es entonces clave a la hora de definir la estructura organizativa.

Page 18: Apuntes de estrategia política - WordPress.com

18/18

La comunicación de las ideas de Marea y el FA es central a la hora de construir un sentido común compartido. La forma y el contenido de la comunicación tienen que ser coherentes con la definición estratégica asumida, de forma de comunicar de todas las formas posibles, la opción y el camino político adoptado. Por esta razón, los innumerables requerimientos tácticos que van a surgir en los próximos años deben ser comunicados acorde a la línea estratégica definida. Si el objetivo es simplificar el mapa de la izquierda y construir unidad, la crítica a otros grupos frenteamplistas sólo puede emerger precisamente cuando esos otros ataquen la unidad o los principios del FA y no cuando tengan legítimas diferencias con MF.

En los tiempos pioneros del FA, medio siglo atrás, el contacto cara a cara, persona a persona, era la única forma de neutralizar el ninguneo de los grandes medios y fortalecer las relaciones de confianza interpersonal. Hoy la situación es otra y si bien nada sustituye en calidad al contacto personal, la mayoría de los uruguayos sabemos sortear el ninguneo y la distorsión de los grandes medios (que siguen tan campantes) con los canales que la tecnología de las comunicaciones han puesto a nuestro alcance.

Dado el escaso desarrollo actual de Marea Frenteamplista, las redes sociales y los medios electrónicos serán el camino principal de llegada a los militantes y ciudadanos en general. Una adecuada relación entre el trabajo parlamentario, el trabajo territorial, sindical o social donde se encuentren nuestros militantes y la comunicación por medios electrónicos permitirán que la forma de hacer política de MF sea reconocida.

La importancia de una organización política está dada por la capacidad que tenga para realizar un adecuado análisis sobre la situación en la que se encuentra la sociedad donde piensa desarrollarse, la justeza de las líneas políticas que plantee y su habilidad para acumular fuerzas suficientes como para poner en práctica las soluciones propuestas. Así, ideología, capacidad de propuesta, organización y comunicación son las patas en las que debe apoyarse el trabajo de Marea Frenteamplista. Una vez terminado el episodio de la LUC y su expresión final a través del Presupuesto General este año, el esfuerzo de Marea deberá ser el de trabajar en los tres ámbitos definidos: el de minoría en los entes y órganos de control, a través del FA; el parlamentario, a través de nuestros representantes en el Poder Legislativo, deliberativos departamentales y locales; y en las organizaciones locales, llevando los puntos de vista del FA y MF a debate con otros militantes sociales. Pero en todas estas luchas deberán estar presentes los objetivos de esta etapa: simplificar el mapa de la izquierda, agrupar a los sectores que piensan igual dentro del FA, renovar la vida interna, las estructuras, las formas de trabajo político y los objetivos de nuestra fuerza política, definir una forma de comunicación desde y hacia los sectores populares del país y reconquistar el gobierno en 2024 con un programa de cambios adecuado al mundo que queremos construir.