Apunte Oferta y demanda CETA JCG.pdf

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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS CENTRO DE ESTUDIOS TRANSDISCIPLINARÍOS DEL AGUA CETA MAESTRÍA EN GESTIÓN DEL AGUA T EMA 3 O FERTA Y DEMANDA DE LOS R ECURSOS H ÍDRICOS POR ING. JUAN CARLOS GIMENEZ PROFESOR DEL DEPARTAMENTO DE HIDRÁULICA, FACULTAD DE INGENIERÍA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA

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  • UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

    FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS

    CENTRO DE ESTUDIOS TRANSDISCIPLINAROS DEL AGUA

    CETA

    MAESTRA EN GESTIN DEL AGUA

    TEMA 3 OFERTA Y DEMANDA

    DE LOS RECURSOS HDRICOS

    POR

    ING. JUAN CARLOS GIMENEZ

    PROFESOR DEL DEPARTAMENTO DE HIDRULICA, FACULTAD DE INGENIERA

    UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA

  • NDICE 1 - LA COMPATIBILIZACIN DE OFERTA Y DEMANDA DE AGUA EN LA GESTIN INTEGRADA DE LOS RECURSOS HDRICOS 2 - LA DISPONIBILIDAD DEL AGUA 2.1. - La disponibilidad de los Recursos Hdricos en Argentina 3 - EL COSTO Y EL VALOR DEL AGUA 4 - LA OFERTA DE AGUA 5 - LOS USOS DEL AGUA 6 - LA DEMANDA HDRICA GLOBAL 7 - LAS DEMANDAS HIDRICAS SECTORIALES 8 - LAS CURVAS DE DEMANDA

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  • 1 - LA COMPATIBILIZACIN DE OFERTA Y DEMANDA DE AGUA EN LA GESTIN INTEGRADA DE LOS RECURSOS HDRICOS La Gestin Integrada de los Recursos Hdricos (GIRH) es el paradigma que resume el conjunto de principios, lineamientos estratgicos y recomendaciones para la accin que se considera necesario atender o implementar para lograr el desarrollo sustentable de los recursos hdricos. Dicho paradigma se nutre en los Principios de Dubln, que constituyen una suerte de sntesis conceptual de las elaboraciones efectuadas con anterioridad, ya que resultan de un proceso de consulta internacional culminado en 1992 en la Conferencia Internacional sobre Agua y Medio Ambiente de Dubln.(Calcagno,A.T., 2000)

    El Principio 4 de Dubln, expresa que: El agua posee un valor econmico en todos sus usos competitivos y debiera ser reconocido como un bien econmico.

    En este contexto, es claramente necesaria una adecuada compatibilizacin entre la disponibilidad natural del agua, la oferta de ella que las obras hidrulicas hacen posible y la demanda que las actividades de la sociedad requieren. Esta tarea de compatibilizacin permitira cambiar la percepcin histrica del agua como un bien de libre disponibilidad (en trminos de cantidad y de acceso), errneo criterio que ha llevado a desconocer su valor econmico e intrnseco, lo que se ha traducido, en el marco de una situacin de competencia por su escasez, en una mala asignacin del agua a usos de menor valor y a la carencia de incentivos su uso eficiente y racional.

    La Gestin Integrada de los Recursos Hdricos, considerando en las tareas de base el manejo tanto de la oferta como de la demanda, permitir definir adecuadamente las actividades y proyectos hidrulicos de mltiples propsitos encaminados a aumentar la conservacin del agua y a utilizarla mas eficientemente y a aumentar la complementariedad tanto en cantidad como en calidad, o reducir los conflictos entre los diferentes usos que compiten, en un determinado subsector o entre subsectores. Para estar en condiciones de efectuar una planificacin y una gestin integrada de los recursos hdricos uno de los temas a discutir involucra los conceptos de disponibilidad, el costo y el valor del agua, que veremos a continuacin. 2 - LA DISPONIBILIDAD DEL AGUA La disponibilidad se refiere a la presencia o existencia del agua en el medio natural, que aparece vinculada juntamente con la de otros elementos naturales que forman su marco fsico, y se revela en general a travs del conocimiento geogrfico de su ubicacin, y se mide usualmente en unidades fsicas, como volumen en m3 y caudales en m3/seg, expresiones numricas de existencia natural del recurso hdrico que definen cuantitativa y cualitativamente la disponibilidad hdrica. La relacin de volmenes y caudales en funcin del tiempo define la variacin esencial de la disponibilidad, aspectos estos que han sido estudiados en las materias Sistema Climtico, Hidrologa, Hidrogeologa, Ecologa acutica y Calidad del agua. La distribucin geogrfica, la distribucin tridimensional en la biosfera y las relaciones restrictivas que establece la capacidad de utilizacin de los medios tcnicos determinan en la disponibilidad variaciones de tipo estructural, cuyo anlisis permite identificar las causas de las mismas y determinar tambin su carcter, peridico o aperidico.

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  • La definicin completa del estado de la disponibilidad y de su evolucin exige siempre la de la evolucin de los recursos naturales del suelo, subsuelo, bosques y fauna, y de la accin humana sobre todos ellos, lo que determina relaciones estructurales que establecen vinculaciones recprocas que tienen que ver con la sustentabilidad de las soluciones a desarrollar en el buen uso del agua. 2.1. - La disponibilidad de los Recursos Hdricos en Argentina Aguas superficiales La estimacin de la disponibilidad de aguas superficiales est basada en una red hidromtrica que cubre ms del 90% los principales ros del pas, con un largo periodo de observacin. Esa disponibilidad supera los 26.000 m3/s como valor medio anual (equivalente a 820.000 millones de m3/ao o 820 km3/ao). La diversidad de climas del pas variando de hmedo a rido con los regimenes de precipitacin correspondientes determina la reparticin espacial de los recursos superficiales. Se distinguen cuatro grandes cuencas cuyas caractersticas principales estn resumidas en el cuadro siguiente son: (i) la cuenca del Plata donde se concentra la mayor disponibilidad hdrica superficial del

    pas, con un caudal medio de 22.000 m3/s (84% del total nacional) con los ros de rgimen pluvial como el Salado, el Bermejo, el Paraguay, el Uruguay y el Paran, el ms importante por su aportacin (15.400 m3/s). La cuenca cubriendo la casi totalidad de la regin hmeda y parte de la semi-rida, los ros tienen un rgimen pluvial (el Paran) o bipluvial (el Uruguay). En trminos de regionalizacin de los recursos hdricos, la regin definida como la Litoral-Mesopotamia, por estar enteramente incluida en la cuenca del Plata, est fundamentalmente bajo la influencia del rgimen de sus ros.

    (ii) las cuencas de la vertiente atlntica que cubren en gran parte la regin rida del pais.

    Con una superficie casi igual a la anterior, dispone de un caudal medio ocho veces inferior. Incluidos en la cuencas son los ros de rgimen pluvio-nival como el Colorado, el Negro, el Chubut y el Santa Cruz. Los que atraviesan la Patagonia nacen en la cordillera, corren encajonados entre terrazas y no reciben ningn afluente en su curso medio -e inferior; sus caudales provienen esencialmente de sus nacientes.

    (iii) las cuencas del vertiente del Pacfico que disponen de una escorrenta apreciable a

    pesar de su limitada superficie; la poblacin y por lo tanto los usos -son igualmente poco importantes.

    (iv) las cuencas de los ros sin salida al mar (cuencas endorreicas) que se sitan casi

    todas en las regiones ridas y semi-ridas y disponen de una escorrenta muy baja (1% del total nacional). Por el clima, gran parte de las zonas de riego se situa en esas cuencas.

    En general las aguas de superficie son de buena calidad con una concentracin de sales inferior a los 1500 o 1000 mg/l, aunque localmente algunos afluentes de los principales ros puedan tener salinidad muy elevada. Es el caso de los afluentes del Paran en la provincia de Santa Fe, Rio Salado y otros.

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  • Caractersticas principales de las Cuencas hidrogrficas de Argentina Caudal medio anual Superficie Cuenca hidrogrfica m3/s % del total km2 % del

    total Cuenca del Plata 22.030 84 920.000 45

    Cuenca de la vertiente atlntica 2.790 11 807.000 39 Cuencas de la vertiente pacfica 1.210 4 33.500 2

    Cuencas endoricas 220 1 304.000 14 TOTAL 26.250 100 2.064.500 100

    Fuente: Balance Hdrico de la Repblica Argentina-INCYTH, PHI, 1994 (redondeado) Estas cifras se grafican a continuacin:

    0,00%

    10,00%

    20,00%

    30,00%

    40,00%

    50,00%

    60,00%

    70,00%

    80,00%

    90,00%

    Cuenca del Plata Vertiente atlantica Vertiente al Pacifico Cuencas endorreicas

    CaudalSuperficie

    Con el fin de adecuar la disponibilidad a las demandas, remediando a la variacin temporal de las escorrentas de los ros, se ha construido una gran capacidad de embalses. Actualmente existen ms de 100 aprovechamientos en explotacin, en gran mayora para usos mltiples, con una capacidad de almacenamiento de 160 km3.. Aguas subterrneas A pesar del papel estratgico de las aguas subterrneas en el desarrollo socio-econmico y de su vulnerabilidad a la degradacin del medio ambiente, en los informes ms recientes sobre los recursos hdricos del pas, se considera que el conocimiento global de esta fase del ciclo hidrolgico an est en estado de desarrollo y la informacin sobre la cuantificacin de reservas de agua subterrnea y su explotacin es variable e incompleta, por no contarse con, un adecuado control e inventario a nivel nacional. Efectivamente, la informacin disponible es muy variable de una regin a otra. El conocimiento est ms bien relacionado con el nivel de explotacin de estos recursos, o sea de su grado de importancia para los diferentes sectores de usos en cada regin del pas. Como lo notan los mismos informes, se ha avanzado en el conocimiento de las aguas subterrneas en la subregin andina central Cuyo, en varias zonas 4

  • o valles de las provincias de San Juan, Mendoza, Catamarca, Jujuy y Salta. Son reas ridas y semi-ridas que dependen fuertemente de las aguas subterrneas. En la regin hmeda, con las necesidades de abastecimiento de agua potable a la poblacin y el crecimiento acelerado del riego complementario, se ha progresado igualmente en el conocimiento del potencial de los principales acuferos y tambin de su vulnerabilidad a la contaminacin. Por lo tanto, se dispone actualmente de una base de informacin suficiente para programar e implementar las medidas necesarias con el fin de frenar el deterioro de los recursos y restaurar gradualmente su calidad. Apoyndose en una base de datos y un sistema de monitoreo adecuados, son las acciones que permitiran progresar en el conocimiento de los recursos. Las acciones deben encuadrarse en una visin estratgica e integrada del papel de los acuferos en la gestin global de los recursos hdricos y aplicando una poltica racional - de proteccin y conservacin voluntaria del patrimonio aguas y suelos. Se presenta de manera sinttica los rasgos esenciales de las regiones hidrogeolgicas del pas, con sus principales sistemas acuferos y luego, la problemtica de la gestin de los recursos de agua subterrnea en las provincias de Mendoza, Buenos Aires y Santa Fe, ya que se consideran cuestiones claves las relacionadas con la gestin de los acuferos en esas tres provincias. En la provincia de Mendoza el papel de las aguas subterrneas en el desarrollo de la agricultura de riego es representativo de la importancia de estos recursos en todas las reas ridas y semiridas central y de la regin Nuevo Cuyo Noroeste. Esta provincia es la que tiene la mayor superficie regada del pas (360.000 ha, o sea 25% del total nacional). Por su clima semidesrtico, su desarrollo econmico, el bienestar de sus habitantes se debe esencialmente al aprovechamiento integral de sus recursos hdricos en reas bien delimitadas (Distritos de Riego), llamadas oasis en Cuyo. Una amplia infraestructura hidrulica desarrollada en los cincos ros (Mendoza, Tunuyn, Diamante, Atuel y Malargue) con 12 diques de derivacin y 6 embalses (capacidad total de 1.400 hm3) permiten el aprovechamiento de los recursos superficiales. A esta infraestructura se aaden 9.000 pozos privados en operacin, sobre un total de 18.000 registrados, que explotan cincos sistemas acuferos de pie de monte. Son extensas cubetas rellenadas con sedimentos clsticos altamente permeables y depositados por los ros mismos que bajan de los Andes. Los sistemas de agua superficial y subterrnea estn por lo tanto estrechamente ligados. Con un reservorio subterrneo estimado a 22.000 hm3 (15 veces la capacidad de todos los embalses construidos), los acuferos aseguran el papel fundamental de regulacin plurianual de los recursos hdricos, permitiendo a la provincia de Mendoza de superar las graves sequas de los aos 60 y 70 as como la de 1996-97, tanto para el riego como para el abastecimiento a la poblacin y a la industria. Se estima que de los 360.000 ha de riego en uso en la Provincia, 80.000 ha se riegan exclusivamente con agua subterrnea y el resto con agua de superficie y uso conjunto de ambos recursos. Desafortunamente, el uso intensivo de estos recursos no ha sido acompaado por las medidas de proteccin y conservacin de estos recursos. En el oasis Norte donde est sentada la ciudad de Mendoza, el mal manejo del agua de riego y las contaminaciones agrcola, municipal e industrial han deteriorado el primer manto acufero fretico con elevados niveles de salinidad y nitratos. La provincia de Santa Fe forma parte en su totalidad de la Llanura Chacopampeana, extensa

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  • unidad geomorfolgica que ocupa 1 milln de los 2,8 millones km2 del territorio continental argentino. La red hidrogrfica es muy escasa, con la excepcin del ro Paran que limita la provincia al este y se destaca por su caudal y la buena calidad de su agua. Este ro constituye la nica fuente segura de aprovisionamiento de agua de superficie y es ampliamente aprovechado por las ciudades que se emplazan en su ribera, incluyendo la capital de la provincia. Los dems ros de la provincia (Salado, Carcara) no son permanentes y sus aguas de mala calidad, sea por salinidad sea por contaminacin. Por lo tanto, la mayora de las zonas urbanas y rurales de la provincia que estn alejados de la ribera deben abastecerse con agua subterrnea. La disponibilidad y la reparticin de los recursos de agua subterrnea de la Provincia estn relacionadas con dos acuferos llamados el Puelches y el Pampeano y varan entre la zona oriental, con mayor precipitacin y ms recarga, y la zona occidental, ms rida y con menor recarga. La principal limitacin a la explotacin de estos recursos es la calidad de su agua. El acufero Puelche en la provincia de Santa Fe forma parte del sistema acufero ms extendido y ms explotado del pas. Abastece a los principales centros urbanos e industriales de la parte central de la provincia, y tambin a algunas ciudades occidentales como Rafaela que se aprovisiona mediante un acueducto de 100 km con cabecera en Esperanza. La explotacin del acufero Puelche necesita un cuidadoso anlisis del comportamiento de la obra de captacin con el fin de evitar la entrada de agua salobre de la formacin Paran que se halla debajo del Puelche. En los ltimos diez aos, se produjo un notable incremento de la extraccin de agua subterrnea por el sector agrcola para el riego complementario de cereales. Los fertilizantes y pesticidas son ampliamente utilizados para aumentar la produccin y constituyen un serio riesgo de contaminacin para el acufero. En adicin, los pozos de riego, en general mal acabados, son unas vas directas para la infiltracin de contaminantes. En la zona occidental se explota esencialmente el acufero Pampeano. Corresponde a una capa fretica libre que descansa directamente sobre capas fuertemente salinizadas. La limitacin de los recursos, difciles de explotar si uno quiere evitar la salinizacin y la contaminacin por arsnico y flor de las aguas por sobre-extraccin ha frenado el crecimiento de varias poblaciones de tipo industrial de la zona. Sin embargo, recientes experiencias de recarga artificial con represas de fondo permeable han permitido resolver el problema de abastecimiento a varios centros urbanos. La provincia de Buenos Aires forma parte de la Llanura Chacopampeana de clima hmedo, excepto la franja occidental y el suroeste que se sitan en la regin rida y semi-rida. Los recursos de agua subterrnea son explotados principalmente del acufero Puelches y accesoriamente del Pampeano situado encima y del de la formacin Paran debajo del Puelches; los tres acuferos se intercomunican a travs de niveles geolgicos semipermeables. El histrico de la explotacin de estos acuferos es un caso ejemplar de un grave deterioro ambiental en area urbana por falta de una gestin integrada del sistema de aprovechamiento, saneamiento y proteccin y conservacin de los recursos. Con 17 millones de habitantes, la poblacin de la provincia de Buenos y de la Capital Federal representa el 46% del pas. La Capital y el cono urbano-bonaerense tienen 12 millones de habitantes y constituye la mayor concentracin industrial del pas. La provincia es la segunda en superficie de riego, con 180.000 ha, y el riego complementario sigue creciendo a un ritmo

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  • acelerado. Estas pocas cifras sintticas traducen el desafo del manejo de los recursos hdricos en la Provincia de Buenos Aires. El acufero libre del Pampeano es poco explotado por su baja productividad, por la mala calidad natural de su agua y sobre todo por la contaminacin qumica y bacteriolgica provocada por los pozos spticos domiciliarios y pozos filtrantes industriales. Al contrario, por su fcil acceso, su alta productividad y la calidad de su agua, el Puelche ha sido intensivamente explotado para el abastecimiento del rea metropolitana de Buenos Aires. El aprovechamiento creci hasta la sobreexplotacin provocando una inversin generalizada del flujo natural del agua subterrnea. A mediados de los aos 80, la situacin resultante se traduca en una intrusin salina a lo largo de la zona costera del ro de la Plata y desde los ros y valles con aguas cloacales del rea metropolitana y en fenmenos de filtracin vertical de las aguas contaminadas, con alto contenido de nitratos y de arsnico, del Pampeano hacia la fuente de abastecimiento, el acufero Puelches. En la regin de Buenos Aires, los pozos con agua cuyo manejo no cumpla con las normas han sido gradualmente abandonados llegando hasta un total de 500 durante las ultimas dcadas y se ha producido el fenmeno inverso: la reaparicin de la capa fretica donde haba prcticamente desaparecido, con niveles subiendo hasta menos de 1m de profundidad, creando la saturacin de pozos spticos domiciliarios, el anegamiento de stanos, cocheras, tneles y depsitos subterrneos, as como algunos efectos adversos contra las fundaciones de edificios y otras obras. En el sector agrcola, se nota una rpida expansin del riego complementario, explotando los acuferos Puelches y Pampeano que son fcilmente asequibles. Incluso est siendo promocionado por organismos oficiales. El desarrollo socio-econmico no es incompatible con la proteccin y conservacin del patrimonio aguas y suelos, siempre que se tomen las medidas necesarias para evitar los errores que se menciono anteriormente. 3 - EL COSTO Y EL VALOR DEL AGUA Es importante analizar los costos necesarios para que la disponibilidad de agua se adapte espacial y temporalmente (oferta) a las necesidades (demanda) de los usuarios de la sociedad y qu valor podemos asignarle al agua ofertada. Es obvio que el costo del agua y el valor del agua son dos aspectos diferentes. Puede costar casi nada cargar un poco de agua potable de un ro limpio y beberla, mientras el valor de hacer esto puede ser muy grande. Puede costar una gran cantidad bombear agua hasta la cima de una montaa, mientras el valor de hacer esto puede ser casi nada! Si consideramos un ro o un lago en su condicin natural y preguntamos; "Cul es el costo de esta agua, que tenemos disponible tan fcilmente? La respuesta parece ser: "cero". Esto sera porque la naturaleza ha proporcionado un caudal de agua ms o menos continuo en nuestros ros y lagos y debido a que el estado natural no ha sido cambiado o alterado, y el hombre aprecia que no corresponde reclamar ningn "costo" asociado con la disponibilidad de estos recursos naturales de agua. Sin embargo, tan pronto como nosotros deseemos cambiar la cantidad, la calidad, la situacin, o la seguridad de los recursos naturales de agua, empezaremos a sumar costos. Si querernos incrementar la cantidad del caudal del ro, tenemos que derivar agua desde otro ro sobre el

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  • curso de agua bajo consideracin; si queremos cambiar la calidad del agua del ro, tenemos que construir plantas de tratamiento; si queremos cambiar la situacin del agua, tenemos que construir plantas de bombeo y acueductos; si querernos mejorar la seguridad del caudal del ro tenemos que construir embalses aguas arriba. En cada caso podemos calcular cuanto costar cambiar la disponibilidad natural de agua a las condiciones que deseamos. Despus de haber hecho esto, el agua est siendo ofertada ajustndose a una modalidad determinada de uso, se ha transformado en oferta de agua y entonces el agua tiene un precio. Definamos por lo tanto el costo del agua como la cantidad de pesos por m3 que tenemos que gastar para lograr la disponibilidad de la misma con un cierto caudal asegurado, en un momento y sitio determinados. Entonces, en tanto el valor del agua depende de su uso, el costo del agua vemos que est asociado a los gastos en la infraestructura necesaria para almacenarla y abastecerla, que los economistas suelen denominarlo costo del uso. El costo del uso puede calcularse en base a los costos histricos, en el costo de sustituir la infraestructura existente (costo de sustitucin), o en el costo incurrido si la capacidad de la infraestructura fuese ampliada para producir otro metro cbico de agua (costo marginal). Otro componente de los costos, muchas veces ignorado, tal vez por la dificultad de comprender y medirlo, es el costo de oportunidad de tener el agua en su uso actual ; a medida que el agua se vuelve ms escasa (en trminos de cantidad y calidad), el costo de oportunidad del agua se vuelve ms importante de considerar. El costo de oportunidad del agua es especialmente importante cuando se trata del agua en bloque, ya que la forma en que el agua se distribuye para usos entre sectores y regiones llevar por el sendero de la distribucin al componente del costo de oportunidad para todos los clculos de costos y valores. A nivel de agua en bloque, la distribucin se considera principalmente entre sectores. Cada sector normalmente est asociado a distintos niveles del valor del agua que resultan de su uso. Los valores citados varan desde menos de US$1/m3 en usos agrcolas, hasta casi 100$US/m3 en usos residenciales e industriales. Definamos ahora el valor del agua como la cantidad mxima de pesos por m3 que desearamos y seriamos capaces de pagar, para obtener un determinado caudal, en un determinado tiempo y en un sitio determinado; o bien la cantidad mnima de pesos por m3 que querramos aceptar si alguien propusiera llevarse lejos de nosotros un determinado caudal, en un momento y a un sitio determinados. De esta definicin se deduce que si cotizamos un valor de agua, debemos sealar tambin en forma precisa las circunstancias bajo las cuales se ha hecho esta cotizacin. Ilustremos lo dicho anteriormente con algunos ejemplos. Ejemplo 1 Canad tiene varios ros grandes que afluyen a la Baha de Hudson y al Ocano rtico, que prcticamente no han sido tocados por la civilizacin. Sus aguas no se utilizan para potencial hidroelctrico, irrigacin, navegacin o distribucin de aguas. Si alguien propusiera un esquema para aumentar el caudal de estos ros, muy pocos canadienses asociaran tal esquema con algn valor. Significa esto que las aguas de dichos ros no tienen valor? De ninguna manera ! Si alguien propusiera sacar fuera el agua de estos ros, derivarla hacia el Sur y exportarla a los Estados Unidos, todos los canadienses se rebelaran y de repente atribuiran un gran valor a estas mismas aguas. Es esto irrazonable? No del todo ! Para empezar, el

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  • caudal natural de un ro mantiene un balance de los intrincados sistemas ecolgicos de la vida de las plantas, de la vida silvestre y de la vida de los peces. Tan pronto como se cambie drsticamente el patrn de cauce natural, la ecologa de la regin puede trastornarse, lo cual puede causar dao al pas. En segundo lugar, estos ros vrgenes representan un recurso natural sin desarrollar. En cualquier momento en el futuro, ellos pueden llegar a ser importantes desde el punto de vista del desarrollo de energa, navegacin, distribucin de aguas o recreacin. Un compromiso adelantado de la exportacin de estas aguas disminuira su valor potencial futuro para otros fines de desarrollo. Por esto, podemos concluir que an aquellas aguas que no se usan en la actualidad, tienen algn valor. Si quisiramos expresar este valor en dlares, probablemente podramos asumir que su orden de magnitud, es menor de 1$ por m3. Por ejemplo, esos ros canadienses, a los cuales nos referimos anteriormente, tienen un volumen total anual de unos 300.000.000 m3. Nadie asegurar que estas aguas representan actualmente un valor de una cantidad aproximada de $ 300.000.000 por ao, pero sin dudas tiene un valor importante! Ejemplo 2 Discutamos ahora el caso de un tramo de un ro entre un lago de embalse y la desembocadura en el mar, en el cual se han aprovechado 100 metros de salto neto para centrales hidroelctricas. Estas centrales estn interconectadas con un sistema elctrico que incluye plantas trmicas. El costo incremental de energa en este sistema es de $ 0.004 por kWh : en otras palabras, si no hay suficiente agua para las centrales hidroelctricas, las centrales trmicas tendrn que quemar ms gas o carbn, lo cual ocasiona un gasto extra de $ 0.004 por kWh. Supongamos ahora que alguien propone sacar agua fuera del lago, en forma permanen-te, por ejemplo con el propsito de irrigacin. Cul es el valor de esta agua para los intereses hidroelctricos? Un m3 de agua es igual a 1 m3/seg escurriendo durante 12 horas (esto implica un factor de carga de 0,5). Si se descarga 1m3/seg con fines hidroelctricos el valor es de $ 1 por m3. Sin embargo, debemos poner dos condiciones: la primera, que durante los perodos de avenidas no puede ir toda el agua a travs de las turbinas, alguna cantidad tiene que pasar sobre los aliviaderos. Esta agua en particular no tiene valor hidroelctrico. La otra condicin es que no podemos sacar frecuentemente agua del ro y compensar a la compaa hidroelctrica con $ 1 por m3. Existe por supuesto un punto en el cual las estaciones hidroelctricas no podran mantener su potencia firme y en consecuencia el dao de la disminucin de caudales llegara a ser mayor de $ 1 por m3! En esas condiciones, el valor del agua sustrada al uso hidroelctrico supera el valor de 1$ el m3. Ejemplo 3 En el ejemplo anterior calculamos el valor hidroelctrico del agua, suponiendo centrales hidroelctricas aguas abajo del lugar. Tambin podemos considerar el valor del potencial hidroelctrico del agua del ro, an sin ninguna central hidroelctrica en el lugar. Supongamos que existe la posibilidad de desarrollar 45 MW de capacidad hidroelctrica aguas abajo del lago. Este potencial tendra un valor de recursos de $ 44.000.000. A 7% de inters, esto equivale a $ 3.100.000 por ao. Supongamos que alguien propone sacar permanentemente un caudal constante fuera del lago, lo cual no hace econmico el desarrollo hidroelctrico aguas abajo del lago. Podemos entonces concluir que la disminucin del caudal implica perder 7.240.000 m3 por ao, que representa un valor hidroelctrico (o una prdida en los recursos hidroelctricos) de $ 3.100.000, lo cual equivale a $ 0,43 por m3.

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  • El equilibrio entre Valor y Costo del Agua En un mundo ideal, los usuarios deberan pagar el costo econmico total del agua, es decir:

    (a) el costo de uso correspondiente al costo marginal financiero de abastecer agua al usuario;

    (b) el costo de oportunidad que refleja el valor del agua en su mejor uso alternativo; y (c) La combinacin de costos de uso y oportunidad se conoce como el costo econmico

    completo. En realidad, hasta en los mejores casos, para los usuarios urbanos en pases industrializados y algunos en pases en desarrollo, nicamente se recupera el promedio de los costos financieros completos. Entre otras razones, mucho tienen que ver las caractersticas especiales del agua:

    (i) las inversiones grandes e indivisibles y las economas de escala crean una tendencia hacia monopolios naturales; (ii) los distintos usos de agua dentro de una cuenca determinada y de la misma capa fretica, son interdependientes; (iii) algunas actividades hdricas (i.e., gestin de sequas y control de inundaciones) constituyen bienes pblicos; (iv) el desarrollo de los recursos hdricos frecuentemente tiene una estrategia nacional o regional.

    A la luz de lo expuesto, no parece ni posible ni alcanzable fijar el logro de una recuperacin total de costos como objetivo de la determinacin del precio de agua. En trminos de la recuperacin de los costos de uso, todava queda mucho por hacer solamente para lograr la recuperacin de los costos marginales para los costos financieros promedio entre todas las clases de costos de uso. En cuanto a cobrar los costos de oportunidad, como precio del agua al contado, es casi imposible plantearlo hoy da como un buen argumento de la reforma econmico-financiera del sector en base a la determinacin de costos de oportunidad de los sistemas hdricos, por dos razones. Primero, la demanda de agua es poco elstica; los consumidores no-agrcolas solamente pueden usar cierta cantidad de agua a precios ms elevados que los pagados por usuarios agrcolas y una vez que los usuarios no-agrcolas reciben un aumento en la distribucin de agua, el costo de oportunidad disminuir. Adems, las realidades socioeconmicas en la mayora de los pases, particularmente en los pases en desarrollo, haran poco prctica la implementacin de la fijacin de costos de oportunidad. De hecho, conforme concluy la Conferencia Internacional de la Comisin de Riego y Drenaje, realizada en 199, no sera apropiado incorporar los costos de oportunidad en las tarifas de agua para riego , por tres razones principales: Porque los requisitos de informacin son onerosos (los costos de oportunidad varan dramticamente por lugar y estacin); Porque imponer tales cargos sera percibido (en general, correctamente) como expropiacin por quienes actualmente usan el agua; Porque ira en contra del sentido comn (el empleo de los nmeros citados previamente en este prrafo significara que los agricultores en Chile, Australia y California, por ejemplo, tendran que pagar ms de 10 veces el costo de prestarles los servicios que reciben!)

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  • Cada vez ms los expertos internacionales concluyen que, desde un punto de vista conceptual, prctico y poltico, el enfoque apropiado para asegurar la transmisin a los usuarios del valor de escasez (i.e., costos de oportunidad), es de establecer con claridad los derechos de propiedad y facilitar el arrendamiento y comercializacin de estos derechos. Esto significa crear las condiciones necesarias para el inicio de los mercados de agua. 4 - LA OFERTA DE AGUA Es la existencia o posibilidad de existencia de un medio ( obra hidrulica) en virtud del cual se transforman las variaciones naturales ( en el espacio y el tiempo) de la disponibilidad de agua en otras variaciones tales que siempre sean iguales a las de la demanda hdrica a atender. Ya hemos mencionado que la disponibilidad natural de agua al ser adaptada por el hombre a las condiciones que desea la sociedad ajustndose a una modalidad determinada de uso, se transforma en oferta de agua El medio por el cual se adecua dicha disponibilidad a una sola demanda hdrica sectorial es normalmente una obra o sistema de abastecimiento hidrulico. La expresin ms integral y global de un aprovechamiento hidrulico en su adecuacin al carcter multisectorial de la demanda hdrica, denominndose aprovechamiento hidrulico de propsito mltiple. La expresin especfica de estos medios, las obras hidrulicas, son sus dimensiones, que se agrupan en dos tipos diferentes a saber: a) fsicas o de estructura, traducibles a alguna magnitud, como la altura de una presa, el caudal mximo de produccin de una planta de agua potable, el caudal de diseo de un canal, o la dimensin de una esclusa de navegacin; b) las funcionales o variables operativas, tal el caso de el caudal estacional erogado por la presa, la produccin diaria de la planta de agua, el caudal transportado por el canal. Las dimensiones se materializan en obras. Las obras de un aprovechamiento hidrulico constituyen rganos que, relacionados fsica y funcionalmente entre s, hacen posible la realizacin del conjunto sucesivo y simultneo de funciones que define a los sistemas de abastecimiento y al aprovechamiento hidrulico. Durante la etapa de diseo se definen las dimensiones de los rganos u obras comunes y no comunes; durante la de construccin se materializan las dimensiones fsicas y se estructuran y erigen las obras; durante la de funcionamiento, produccin o explotacin, se definen los valores actuales de las dimensiones funcionales. Independientemente de esta variacin y simultneamente con ella, se produce otra en lapsos ms largos que los de la vida til de cada aprovechamiento o sistema particular. Se trata de las variaciones extrnsecas o externas, que registran las modificaciones histricas en las formas y modelos constructivos de los rganos, sistemas y aprovechamientos. El conjunto de valores y sus variaciones, referidos a un instante dado, se denomina estado instantneo de la oferta. El conjunto de estados agrupados segn una sucesin conforma Ja evolucin de la oferta, que suele definirse habitualmente con los estados inicial y final, y con cierto nmero de estados intermedios. Los valores de estado de la demanda y de la disponibilidad, juntamente con los respectivos de la oferta, conforman un grupo especfico de valores. Dicho grupo se denomina diagnstico cuando est integrado por los estados iniciales de las tres magnitudes, y pronstico o

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  • proyeccin cuando lo integran valores de estado correspondientes a un mismo instante final, aunque el significado completo de esta denominacin sea el de aplicar procedimientos de clculo que den como resultado los valores del pronstico. El conjunto de valores y sus variaciones, referidos a un instante dado, se denomina estado instantneo de la oferta. El conjunto de estados agrupados segn una sucesin conforma Ja evolucin de la oferta, que suele definirse habitualmente con los estados inicial y final, y con cierto nmero de estados intermedios. La ntima relacin, ya destacada, entre el uso del agua y el objetivo de mantener la vida humana, establece una dependencia de igual carcter entre el aprovechamiento hidrulico y el valor que la sociedad asigne al citado. Si determinar el valor de un recurso es establecer un juicio acerca del uso a que lo destina el hombre o la sociedad y si, para el recurso hdrico este uso se materializa en obras de ingeniera existentes, en proyecto o en estudio en respuesta a cierta demanda social, las medidas de las magnitudes simples y respectivas relaciones que integran este complejsimo conjunto no ofrecen referencia ni orientacin alguna de la que se deduzca un proceso o mtodo que conduzca a sintetizar en una cifra nica, una expresin nica o un smbolo nico el valor de dicho uso. Ese proceso o ese mtodo debe ser elaborado de modo que transforme en uniformidad la aparente diversidad y traduzca dicha expresin la inevitable proporcin de discrepancia y de conflicto que muestran los valores de tales magnitudes. Esa elaboracin, que da por resultado un criterio del que resulta un mtodo o proceso, es precisamente la que describe la operacin de evaluar. El alcance del proceso se aprecia al exigir que el valor, cifra o expresin nica que surja de evaluar el recurso hdrico, contenga una relacin implcita o explcita con todos y cada uno de los usos que el hombre o la sociedad determinan, y con relacin al uso de otros recursos naturales. La complejidad de esta relacin es extrema en el caso de los recursos hdricos, debido al hecho de vincularse directamente a la vida humana y a la de la sociedad y de ser a la vez un elemento decisivo en el desarrollo de prcticamente la totalidad de las actividades econmicas que tienen lugar en ella, en procura de objetos que satisfacen las necesidades primaras de alimentacin, vestido, alojamiento, las originadas por la vida de relacin, por las actividades deportivas y por las necesidades en materia de ocio y recreacin. Asimismo, ese valor determina o debe determinar un orden de prioridad que depende de la amplitud con que el uso del recurso cubra a las actividades del hombre en sociedad y que establece un compromiso equivalente a la magnitud de los recursos econmicos afectados a las actividades habituales de la sociedad, que habran de desviarse de esa aplicacin para destinarlas a la realizacin de los aprovechamientos hidrulicos. Las perturbaciones que suponen tales compromisos originan la necesidad de ampliar el alcance descripto en el prrafo anterior, al imponer la exigencia de ajustar el juicio de valor a la realidad actual de la sociedad y sus recursos y al control estricto de los efectos previsibles en relacin con los cambios sociales desfavorables a que pueden dar lugar tales compromisos en dicha realidad. Empero, la gran amplitud que cobra con este agregado e alcance del juicio de valor hace que sea desbordada la posibilidad de satisfacer simultneamente todas las exigencias y obtener

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  • valores concretos para cada recurso. El examen de conjunto proporciona sin embargo un punto de partida al dar la posibilidad de clasificar los recursos segn un criterio de prioridad. Dicho criterio puede ser, por ejemplo, el alcance asignado a la utilizacin del recurso dentro de la sociedad. La aplicacin de ese criterio conduce a traducir a cifras numricas la calificacin de cada recurso, facilitando su conocimiento completo. El recurso hdrico, ante la magnitud siempre creciente de las demandas que comprenden los usos especiales, es escaso. De aqu que la definicin de un uso o de un grupo incompleto de ellos suponga una poltica que oriente la actividad social hacia uno o varios de esos usos, fije las variaciones de la disponibilidad y las relaciones entre los usos y las respectivas polticas. Por ejemplo, la aplicacin de una poltica basada sobre la ley de la oferta y de la demanda actuante en un hipottico mercado perfecto conduce al agotamiento mximo del recurso en un plazo mnimo. La escasez del recurso hdrico sealada en el prrafo anterior, y que da origen a las polticas de su utilizacin, supone prever su agotamiento a travs del uso unilateral. Por ello puede definirse a la poltica de utilizacin como la relacin entre un uso del recurso y el pronstico de su agotamiento. Es innecesario destacar que el tema esbozado slo tiene solucin recurriendo a la evaluacin integral y al criterio de sustentabilidad que debe ser prioritario a la luz de la creciente escasez del recurso. Tomado el recurso hdrico en los valores actuales de su disponibilidad, se destaca, en nuestro pas en especial, como una herramienta eficaz para modificar su estructura social adecundola a las pautas y objetivos geopolticos ms coherentes con las actividades que esa disponibilidad global puede generar. Slo la evaluacin puede definir el efecto de los aprovechamientos hidrulicos sobre la evolucin de la sociedad, como el ejemplo pone de relieve. La condicin necesaria de validez de los mtodos o metodologas de evaluacin utilizados debe ser su congruencia con las dimensiones generales del aprovechamiento hidrulico, o sea con su ubicacin, contorno, regulacin peridica y capacidad mxima, dimensiones que dan visos de realidad a los objetivos concretos que debe cumplir el aprovechamiento. Todos ellos mantienen coherencia y coordinacin con el carcter mltiple del aprovechamiento, en manifiesta contraposicin con la ausencia de estos caracteres que muestran los sistemas de abastecimientos hidrulicos independientes y aprovechamientos parcializados. 5 - LOS USOS DEL AGUA Dado que en todas las actividades humanas interviene el uso del recurso hdrico, siendo el nmero de dichas actividades en la sociedad muy grande y cada una de ellas sujeta a variaciones, es cmodo agruparlas en sectores clasificndolas por sus caracteres comunes. Los sectores ms importantes son: el de la poblacin, a los efectos del uso primario como agua potable y saneamiento de los efluentes cloacales, que se ubica en dos sectores, a saber: el demogrfico, en cuanto referido a las necesidades individuales, y el social, en cuanto estructura de distribucin. A los efectos de la produccin de energa y, en particular, la de energa elctrica se ubica en el subsector elctrico; los sectores minero e industrial de uso de agua conforman otro sector importante; el sector agropecuario, a los efectos de la demanda de

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  • agua para riego; en el subsector agrcola y para abrevado, en el subsector ganadero En cuanto al uso relativo del agua, se debe hacer una distincin entre el uso consuntivo y el uso no consuntivo del agua. Una planta de energa hidroelctrica es un ejemplo de uso no consuntivo, la misma cantidad de agua que entra por la toma, saldr unos momentos despus por el tubo de salida de las turbinas. La navegacin y la dilucin de caudales de aguas servidas tambin representan el uso no consuntivo del agua. El abastecimiento de agua para fines municipales e industriales, normalmente abarca algn uso consuntivo de agua. El "consumo" implica que una cantidad de agua se pierde hasta la salida de las tuberas de abastecimiento y antes de regresar como caudal de aguas servidas al sistema del ro. Este uso consuntivo es del orden de 10 al 20 %. El mayor uso consuntivo del agua est asociado con la irrigacin a travs del proceso de evaporacin y de transpiracin. El uso consuntivo puede alcanzar de 50 a 60 % del agua derivada del ro. La cantidad restante puede regresar eventualmente al ro en la forma de caudal de aguas servidas, agua de drenaje, o filtracin subterrnea. Es interesante considerar someramente el uso relativo de agua para diferentes propsitos. En una ciudad de 1.000.000 de habitantes, el abastecimiento de agua para agua potable puede ser del orden de 200.000.000 m3 con un uso consuntivo de 20%; el abastecimiento de agua para uso industrial puede alcanzar 400.000.000 m3 por ao, con un uso consuntivo de 10%; mientras el abastecimiento de agua para generacin de energa trmica puede ser de 800.000.000 m3 por ao, con un uso consuntivo de 1%. En esta misma ciudad se trata en un 80% sus descargas cloacales domiciliarias e industriales, entonces los requerimientos para diluir estas aguas seran alrededor de 4.000.000 m3 por ao. En consonancia con las cifras ejemplificativas precedentes, en el grfico siguiente se ilustra la importancia relativa de los usos de agua por persona.

    200

    400

    800

    4.000

    800

    6.000

    -40

    -40

    -8

    0

    -4000

    0

    -6000 -4000 -2000 0 2000 4000 6000 8000

    Agua potable

    Uso industrial

    Energa trmica

    Dilucin de aguas servidas

    Riego

    Energa hidroelctrica

    m3 por hab por ao

    uso consuntivo por persona en m3 por ao

    uso del agua por persona en m3 por ao

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  • Usos del Agua en Argentina

    o Agua Potable y Saneamiento Se ha estimado una extraccin a escala nacional de 4.5 km3/ao, de ellos 3,5 km3/ao de agua superficial y 1 km3/ao de agua subterrnea, para uso de agua potable municipal y domstico en el ao 2000. En 1999 el 81% de la poblacin urbana estaba conectada a redes de agua y el 38% a redes de alcantarillado. Se estima que la situacin para los cinco millones de pobladores rurales era peor: 17% con agua y menos de 3% con alcantarillado. En Argentina se reconoce que esto es inaceptable, sobre todo si se considera que se trata de uno de los pases latinoamericanos con mayor ingreso per cpita y que pases menos ricos tienen mayores coberturas.

    o Agua para Irrigacin y Otros Usos Agrcolas Se estima que el volumen total de extraccin para la agricultura es de 24 km3/ao, 18 km3/ao de agua superficial y 6 km3/ao de agua subterrnea. El 98% se usa en riego y el resto en agua para bebida del ganado. El riego se efecta en 125 zonas incluyendo riego integral en zonas ridas y semiridas y complementario en zonas hmedas, tanto pblico como privado. El control de este volumen es insuficiente ya que solamente en ciertas zonas de la regin rida se tiene un registro por parte del Estado de las concesiones y usos del agua. En el resto el uso es principalmente privado, por bombeo directo de fuentes superficiales y subterrneas y generalmente sin mediar una concesin. Tomando en cuenta que la eficiencia de riego es muy baja en general (alrededor del 40%) y que se impone por lo tanto una gestin de la demanda, resulta indispensable regularizar jurdicamente los derechos de uso del agua mediante concesiones, registrarlas y monitorear los usos reales.

    o Agua para la Industria El agua para uso industrial comprende el agua para la industria manufacturera, la minera, la produccin de energa termoelctrica y la construccin. Se ha estimado que hacia finales de la dcada de los 70 la industria, con excepcin de la generacin termoelctrica, extraa 2.3 km3/ao y consuma 0.193 km3/ao, con la siguiente distribucin: alimentos y bebidas (35%), productos qumicos y derivados del petrleo (26%), imprenta y editoriales (22%), textiles (9%), y minera y construccin (8%). Para el ao 2000 se ha estimado una extraccin para generacin termoelctrica de 16.4 km3/ao y un consumo de 0.2 km3/ao.

    o Agua para generacin hidroelctrica El potencial hidroelctrico de la Repblica Argentina es de 170,000 GWh/ao, del cual se aprovecha el 20%. Pero, considerando que las reservas nacionales de petrleo alcanzan solamente para diez aos y las de gas para ocho, se tiene programado incorporar otros 12,000 GWh/ao hacia 2010. Tambin se tiene previsto avanzar con proyectos desde 100 hasta 5,000 kW para atender a poblaciones dispersas. Aunque la generacin hidroelctrica no consume agua, la extraccin anual para ese fin, estimada en 38 km3/ao (caudal que representa el 61% de la disponibilidad renovable), ilustra la importancia de este uso en el contexto de una gestin integral de los recursos hdricos. En efecto, es usual que en la operacin de los embalses de uso mltiple se presenten conflictos de la hidroelectricidad con otros usos entre los que destaca el riego, as como con las restricciones impuestas por el control de las crecientes o avenidas. Los embalses de mayor magnitud actualmente en

    15

  • funcionamiento sobre ros cordilleranos cuentan con embalses compensadores cuya misin es paliar los conflictos entre los usos competitivos

    o Otros Usos No Consuntivos El transporte fluvial, de particular importancia en Argentina pero de escaso desarrollo en relacin con su potencial, se circunscribe prcticamente a los grandes ros internacionales (Paran, Paraguay y Uruguay), pero se prev que el desarrollo a corto plazo de la regin nordeste, por influencia del intercambio provocado por el Mercosur, determinar un significativo aumento del movimiento. Entonces seguramente ser necesario realizar acciones como la apertura y dragado mantenimiento de canales, el establecimiento de sistemas de sealizacin y en algunos casos restricciones de caudales mnimos que habr que tomar en cuenta en una gestin integral de los recursos hdricos. El uso del agua como elemento indispensable para la recreacin y el rpido crecimiento del turismo interno han contribuido para reforzar la conciencia social sobre la contaminacin producida por las actividades municipales e industriales. Estas interacciones y otras como la previsin de lmites mnimos para los caudales en los ros y niveles en los embalses debern incorporase a la gestin integral de los recursos hdricos.

    En el grfico siguiente se resume la distribucin de la extraccin para los distintos usos de fuentes superficiales y subterrneas.

    Extraccin para uso consuntivo por sector

    0 5 10 15 20 25 30

    Riego

    Ganadero

    Agua Potable

    Industria

    Total

    km3/ao

    Agua subterrnea km3/aoAgua superficial km3/ao

    De todas formas, contrariamente a la creencia que existe gran riqueza hdrica en Argentina, existen varias provincias que se pueden considerar como en situacin de stress hdrico en cuanto a su disponibilidad hdrica anual por habitante, conforme la cifra lmite establecida por el PNUMA de 1.000 m3/habitante ao. Esto lo graficamos sintticamente a continuacin.

    16

  • Disponibilidad de agua per cpita en provincias ridas

    0

    500

    1000

    1500

    2000

    2500

    3000

    3500

    4000

    Tucu

    man

    Israe

    l

    Cordo

    ba

    San L

    uisJu

    juy

    La R

    ioja

    Arge

    lia

    San J

    uan

    Sgo.

    del E

    stero

    Egipt

    o

    Catam

    arca

    Espa

    a

    Mend

    oza

    m3/

    hab

    ao

    m3/hab ao

    nivel de stress PNUD

    Lineal (nivel de stressPNUD)

    6 - LA DEMANDA HDRICA GLOBAL La Demanda es la presencia o existencia de las necesidades individuales y comunes de agua, y de la de los bienes y servicios elaborados mediante la intervencin del agua como componente y como vehculo. Extendida a todos los individuos integrantes de la sociedad, localizada o distribuida en todo el planeta, limitado su uso a algunos individuos o con acceso a todas las agrupaciones o ncleos en que la sociedad conforma el orden o las estructuras sociales, la magnitud de demanda se expresa en las cantidades consumidas, traducibles a valores numricos en m3 o millones de m3. Estas cantidades poseen un carcter intensivo, traducible en valores unitarios que constituyen la demanda especfica y un carcter extensivo, que se expresa en valores totales, que constituyen la demanda global. Asimismo, la demanda se diversifica segn las especies de bienes y servicios requeridos que, en la actividad social, se clasifican en sectores. Por consiguiente, los valores globales y especficos tambin adquieren un carcter sectorial. Los bienes y servicios que las necesidades de la poblacin y la sociedad humana demanda del recurso hdrico, pueden clasificarse en finales, como el agua para bebida humana, o incorporada a bebidas por un proceso industrial; y en intermedios, como el agua para uso industrial, abrevado, desages, generacin hidroenergtica, servicios de transporte fluvial, control de las inundaciones, etc. Como ser vivo, el hombre en sociedad forma parte del grupo biolgico. Por ello, como todos los seres que pertenecen a este grupo, requiere ser abastecido con el recurso hdrico para mantener su agua vital. La existencia de la vida humana determina, pues, necesidades personales y sociales primarias de agua que constituyen la demanda domstica o urbana de agua potable y saneamiento. 17

  • El recurso hdrico destinado al abastecimiento de esta demanda primaria es consumido parcialmente, en parte es eliminado por transpiracin y evaporacin y el resto es eliminado en estado lquido con componentes orgnicos y sales minerales, constituyendo el efluente cloacal. En su actividad en procura del bienestar definido anteriormente como el cumplimiento de los fines primarios conducentes a la obtencin de alimento, vestido, vivienda, seguridad y descanso; a los fines secundarios de preservar la salud y de vida de relacin para asegurar el cumplimiento de los fines anteriores; a los fines terciarios de alcanzar un nivel de educacin, de cultura, de recreacin, de moral y de religin, el hombre produce objetos naturales y elabora otros artificiales mediante la actividad industrial para satisfacer las numerosas y variadas necesidades que genera la orientacin a esos fines individuales y comunes, y requiere la intervencin del agua con carcter de objeto directo, como materia prima o como vehculo. En la produccin de bienes naturales con intervencin de la actividad humana, en la que se sita la actividad agrcola y ganadera, el agua interviene sin excepcin como un bien indirecto en todos y cada uno de los procesos cumpliendo en plantas y animales la etapa respectiva del ciclo biolgico natural como constituyente biolgico y como vehculo. Anlogamente a lo que sucede en los procesos industriales, el agua para riego agrcola y ganadera es parcialmente consumida pasando a integrar como componente los tejidos biolgicos de animales y plantas, y eliminndose por evapotranspiracin en parte y por escurrimiento con sales minerales disueltas la parte restante, constituyendo los efluentes agrcolas. Las actividades vinculadas a la produccin de bienes es lo que se denomina industria. El recurso hdrico destinado al abastecimiento de esta demanda industrial es consumido parcialmente integrando los productos elaborados y parcialmente es eliminado juntamente con materias, sustancias y componentes qumicos disueltos o mezclados como desecho del proceso industrial, constituyendo lo que se designa con el nombre de efluentes industriales. En particular, en las actividades industriales tendientes a producir energa elctrica destinada al abastecimiento de las necesidades de la sociedad, el agua interviene como elemento motor en las centrales hidroelctricas y como componente y vehculo en las centrales trmicas. En la generacin hidroelctrica, como elemento motor, el recurso hdrico empleado en la satisfaccin de la demanda energtica de la sociedad no se consume, ni origina otras modificaciones en el recurso que reducidas prdidas por evaporacin. Cuando interviene como refrigerante o vapor en la generacin trmica, tiene carcter consuntivo. En otro tipo de actividades, la del transporte fluvial, interviene el agua como bien indirecto constituyndose en ruta para la circulacin de bienes y personas, y originndose una demanda de agua para el transporte fluvial. El recurso hdrico empleado en el abastecimiento de la demanda originada por esta actividad no se consume, perdindose parcialmente por evaporacin e infiltracin. Pero el mantenimiento de un tirante determinado, o profundidad en el curso o va navegable hace que, prcticamente, no pueda ser utilizado ese recurso para el abastecimiento de otro tipo de necesidades, por lo que puede considerarse a esta demanda como consuntiva. En este proceso de transporte queda un agua residual mezclada con los desechos de la navegacin, del tipo cloacal, y con los desechos de la combustin y funcionamiento de la maquinaria de propulsin y auxiliares de las unidades de navegacin, del tipo industrial.

    18

  • En las actividades humanas tendientes a obtener los bienes de tercer orden, interviene el agua como elemento de recreacin y turismo. El recurso hdrico empleado en el abastecimiento de la demanda originada por estas necesidades no es consuntivo, con prdidas slo por evaporacin e infiltracin. Puede afirmarse que este tipo de demanda es la nica independiente de todas las restantes, adquiriendo as una validez singular, muy importante para la evaluacin y planificacin de los recursos hdricos. Una demanda muy particular en relacin a los recursos hdricos lo constituye el tema de la mitigacin del efecto de las inundaciones. Este es un tema bien conocido por todos, ya que las inundaciones han castigado en 1983, 1992 y 1998 con gran intensidad a todo el Litoral y Mesopotamia argentinos, particularmente las riberas de los ros Paran, Paraguay y Uruguay, as como algunos de sus principales afluentes. Pero tambin hay que considerar los serios problemas ocasionados durante perodos de aos hmedos tanto en el suroeste (regin de las lagunas encadenadas) como en el noroeste de la Provincia de Buenos Aires y sur de la Provincia de Crdoba y Santa Fe, as como por las inundaciones torrenciales en la zona pedemontana, como la gravsima inundacin en Palma Sola (Jujuy). E1 carcter conflictivo de las demandas de los distintos usos consuntivos y no consuntivos aparece all donde los procesos para la obtencin de los bienes afectan a la disponibilidad hdrica en su calidad, en su periodicidad, en su regularidad y en su cantidad. Cuando el mismo recurso hdrico se destina al abastecimiento de las demandas correspondientes a ms de una necesidad, sucesiva o simultneamente es posible reconocer nuevas caractersticas de las mismas. Las demandas en que el recurso hdrico se consume total o parcialmente, o demandas consuntivas, son conflictivas entre s. La demanda energtica del recurso hdrico utilizado como elemento de generacin hidroelctrica, por no ser consuntiva, es independiente respecto a las demandas consuntivas a las que est asociada y complementaria respecto a sus efluentes. Otro ejemplo de demandas conflictivas: determinados procesos de talado para obtener la madera de los bosques, la explotacin intensiva de la franja de suelo para la obtencin de productos agrcolas, la sobrecarga en la ocupacin agropecuaria de los suelos para obtener aumentacin con protenas, la captura de especies cticas, etc., producen modificaciones en la calidad del recurso hdrico entre otras causas por la variacin del ciclo hidrolgico, de la infiltracin profunda, el aumento en el arrastre slido de los mximos de crecida, etc, reducindose en este ltimo caso la cantidad disponible del recurso hdrico. Un resumen de las caractersticas de las demandas de uso del agua por parte de los distintos sectores se observa en el siguiente Cuadro:

    19

  • Orden de prioridad

    Demanda hdrica

    Carcter

    Fase

    slida

    Consumo Fase

    Fase gaseosa liquida

    Primaria Tejido Efluente Consuntivo Evapotranspiracin1 Agua Potable biolgico cloacal

    2 Energtica No Agua sin consuntivo alteracin Efluente Tejido 3 Agropecuaria Consuntivo biolgico Evapotranspiracin agrope-cuario

    4 Industrial Consuntivo Bienes in-dustrialesEfluente Evapotranspiracin industrial

    5 Transporte Consuntivo Tirante de trfico Efluente Evapotranspiracin industrial

    Terciaria Tejido Efluente 6 Consuntivo EvapotranspiracinTurismo biolgico cloacal Control de No Contamin 7 - inundaciones Consuntivo acin

    Cuadro descriptivo de los usos del agua. 7 - LAS DEMANDAS HIDRICAS SECTORIALES Las caractersticas especiales que identifican a la demanda hdrica de cada sector de la actividad social son los valores instantneos demandados, la periodicidad y la calidad. El estudio y conocimiento de las demandas a que dan lugar las diversas necesidades de las poblaciones de individuos en sociedad se lleva a cabo a travs de datos observados en un perodo suficientemente largo. Lo mismo que en el caso de la disponibilidad, se pueden ordenar estas observaciones como si fueran valores instantneos de cada demanda en funcin del tiempo. Se obtienen as funciones de demanda hdrica tipificadas por perodos de observacin convenientes. De ellas se extraen valores modulares tales como demanda meda o mdulo de la demanda, o demanda media relativa, valores de la moda o frecuencia mxima de la demanda, valores mximo caracterstico, semipermanente y mnimo caracterstico, as como la demanda acumulada caracterstica de transformacin de la demanda variable en un valor constante durante el perodo de observacin. La experiencia acumulada ofrece valores estadsticos de demandas unitarias para cada sector, referidas a la unidad producida o al individuo consumidor. Se trata de valores medios que, por estar basados en un nmero grande de registros, permiten definir cada demanda sectorial con precisin suficiente cuando faltan datos de mediciones directas. La demanda hdrica de primer orden: el agua potable El agua que abastece la demanda de bebida e higiene humanos se mide por su volumen V y por su caudal Q y por sus variaciones instantneas parciales y acumuladas; los valores mximos, los mnimos y los medios y la periodicidad de los mximos y mnimos, valores que permiten reproducir la variacin tipificada de la demanda en un intervalo cualquiera. En general la medida de los caudales y volmenes de un sistema de agua potable tiene carcter indirecto y resulta de los registros obtenidos del bombeo de los caudales a los depsitos de reserva. En el caso en que la disponibilidad utilizada sea el agua subterrnea; de 20

  • los registros de caudales extrados de los pozos. Influyen en las variaciones de demanda y sus valores mximos y mnimos el ritmo de la labor diaria, que depende de las costumbres de la poblacin y de los estados atmosfricos y climticos mximos diaros que se producen en las primeras horas de la maana, a medioda y a la cada del sol. Los mnimos coinciden con las horas intermedias entre esos mximos. Los mnimos absolutos coinciden con las horas dedicadas al reposo. Los mximos mensuales y semanales se reducen durante los das festivos y los no laborables. Los mximos estacionales ocurren durante las estaciones calurosas y especialmente en las oportunidades en que la temperatura ambiente es anormalmente alta. Es importante el conocimiento de la frecuencia y la duracin de los caudales consumidos, para el dimensionamiento y el pronstico de los valores futuros de proyecto. Todo ello se puede resumir en la curva de demanda de agua diaria y en la de demanda acumulada diaria, que puede sintetizar la necesidad de produccin y almacenamiento diario para la prestacin de los servicios, la que se . Vol (m3)

    Curva de demanda acumulada diaria La demanda de agua potable en funcin del tiempo tiene una variacin aperidica de carcter montono creciente. Esta variacin se origina por el aumento en el nmero de individuos, tema desarrollado con anterioridad al tratar la evolucin de la poblacin, y por el aumento en el consumo especfico, que es registrado en el mbito de la socioeconoma. Este ltimo aumento est, en efecto, relacionado con la distribucin de ios ingresos de los habitantes y se lleva a cabo conforme a un criterio que depende de la aplicacin de normas de poltica econmica subordinadas a !a poltica general de gobierno, segn la cual se obtiene cierta estabilidad estructural en los ndices de distribucin. La poblacin se clasifica, conforme a ese criterio, en grupos caracterizados por sus ingresos medios. EJ grupo ms numeroso de la poblacin corresponde a los individuos de ingreso mnimo y a la inversa para los de ingresos mayores, cuyo nmero disminuye progresivamente. El crecimiento de la demanda demogrfica sigue una ley cuya grfica se expresa en la figura siguiente:

    21

  • La funcin crecimiento del consumo especfico depende del crecimiento global de los ingresos de todos los grupos que, para ndice por grupo constante, tiende a un lmite congruente con el de satisfaccin completa de las necesidades, que se alcanza en un tiempo infinito. En la figura siguiente se consigna la grfica tpica de ese crecimiento.

    Crecimiento de la demanda especfica de agua, referida a la poblacin. La poltica distributiva determina la pendiente de esa curva de crecimiento. Por lo tanto, un cambio en dicha poltica se traduce en una alteracin de esa pendiente. Este cambio supone un aumento en la velocidad de crecimiento de la demanda de agua, que se concentra en la demanda industrial, prosiguiendo las dems demandas su ritmo de crecimiento normal, al punto que, al cabo de cierto nmero de aos de iniciado el cambio, el volumen de la demanda de agua industrial es un mltiplo notablemente grande de la suma de las otras demandas sectoriales. Ello se observa en el grfico que sigue:

    Modificacin de la velocidad de crecimiento del consumo especfico por influencia de la poltica distributiva. La demanda energtica: hidroelectricidad El conocimiento de la demanda correspondiente al sector energtico est referido a los valores de la energa E y a los de la potencia P' del sistema de abastecimiento elctrico como sumatoria de los consumos de cada consumidor. Los mximos diaros se producen en los intervalos en que es ms intensa la actividad laboral, y estn comprendidos entre las primeras horas de la maana y el medioda, y entre el atardecer y las 21. Los mnimos diaros acontecen en las primeras horas del da y poco despus del mximo de medioda. Los mximos y mnimos diaros registran variaciones sensibles durante los das festivos y fines de semana, as como durante los das no laborables.

    22

  • En los perodos estacionales, los valores mximos y mnimos fluctan visiblemente entre los mximos absolutos que acaecen en las estaciones ms fras y los mximos relativamente menores, propios de las estaciones ms clidas. El aumento del uso de los acondicionadores ha determinado una evolucin ascendente en los valores mximos de las estaciones clidas hasta situarlos poco por debajo de los que se registran en las estaciones fras. Durante los perodos clidos es sensible la influencia de la demanda de tercer grado, que determina un desplazamiento geogrfico de la demanda energtica, con el crecimiento en las zonas de localizacin y una disminucin en las regines urbanas durante perodos variables. En los perodos anuales o superanuales, la demanda energtica registra la incidencia de los valores mximos o mnimos de la disponibilidad hdrica, determinando variaciones en las fuentes energticas que la alimentan o abastecen, variando la incidencia relativa de la fuente hidrulica respecto de la de los combustibles. Los perodos de escasez hdrica determinan un aumento global de la demanda energtica, debido a la absorcin del recurso hdrico subterrneo cuya extraccin se ampla o a la intensificacin de los procesos de depuracin de aguas contaminadas y marinas. Por medicin directa, la demanda energtica puede ser sectorizada y tipificada, pudiendo distinguirse los tipos de demanda comercial, residencial o domiciliaria, de servicios pblicos, industrial y de transporte. Con estos elementos tpicos puede reconstruirse el diagrama de la demanda energtica global o multisectorial presente o el pronstico de la variacin de la demanda futura, con ms exactitud que para la demanda de los dems sistemas de abastecimiento. En las figuras que siguen se consignan las grficas de las funciones aludidas utilizando los datos informativos de la demanda de energa elctrica tpica de la Capital Federal y Gran Buenos Aires, durante un ejercicio dado. Se ha tomado esta demanda a ttulo de ejemplo, por ser la informacin de ms fcil e inmediato acceso.

    Fig. Variacin diaria de la demanda energtica tipificada. La demanda de agua para riego

    Las plantas o cuerpos biolgicos vegetales y el ganado, o sea cuerpos biolgicos animales, son los bienes objeto de la actividad econmica del hombre cuyo crecimiento y conservacin origina la demanda agropecuaria de agua. Supuesto que las caractersticas de esta demanda en lo que respecta al ganado tienen semejanza con las de la demanda domstica o estn vinculadas a ella, cabe limitar el estudio de la demanda agropecuaria a la de los cultivos y vegetales, cuyas caractersticas son diferentes y cuya satisfaccin se cumple mediante varos sistemas de abastecimiento hdrico, naturales o artificiales, entre los que se cuenta el riego con varias modalidades, a saber: riego 23

  • por gravedad o por bombeo, a la que se agrega el riego por goteo. La demanda del riego depende de la evaporacin de las superficies libres de agua y de la evaporacin de las superficies de terreno cubiertas de vegetacin, o evapotranspiracin. Depende asimismo de la formacin de los tejidos en las plantas, de la evaporacin de los terrenos libres de vegetacin, y del agua o nieve interceptadas por la vegetacin en sus diversas partes. Toda esta demanda suele ser denominada "uso consuntivo del agua por los cultivos", en algunos textos especializados. La pequeez de los valores consumidos por la evaporacin y el consumo requerido por la formacin de los tejidos hace que la parte principal de la demanda de riego est dada por la evapotranspiracin, hasta el punto que muchos autores consideran a este ltimo proceso como la verdadera demanda agropecuaria. La cantidad de agua que requieren los cultivos como uso consuntivo o evapotranspiracin, medida en mm/da, mm/mes o mm/ao, se estima en base a parmetros climticos tales como la temperatura, la radiacin solar, el viento, la humedad relativa y la presin atmosfrica.

    En las zonas ridas se utiliza el Mtodo de Blaney and Criddle, que se basa en la temperatura media mensual, la radicacin solar y el factor de cultivo. Este mtodo se encuentra desarrollado en el material didctico desarrollado por el Ing. Armando Sanchez Guzmn, en la materia Proyecto de Obras Hidrulicas.

    En las zonas hmedas se utiliza el Mtodo de Thornwaite, el cual ser explicado como trabajo prctico.

    Dado que existen aportes naturales de agua o acumulaciones naturales de agua en los terrenos con un valor particular de saturacin, el riego artificial tiene por finalidad compensar la deficiencia de agua en el balance hdrico del terreno correspondiente a un rea determinada y la cantidad agregada es lo que se llama comnmente demanda de agua para riego, que, como es sabido, constituye una demanda indirecta. En lo que sigue se considera la estructura de esta demanda, as como sus variaciones peridicas y aperidicas. La demanda directa de bienes agrcolas o de bienes de consumo elaborados con insumos que son bienes agrcolas, as como la demanda inducida de tales bienes, determina el valor del rea sujeta a riego y sus variaciones aperidicas. Es decir que, mientras la estructura precedentemente descripta permite determinar valores de demanda unitaria y sus variaciones, la demanda directa o inducida de los bienes agrcolas permite definir su volumen en valor absoluto y, por tanto, el rea bajo riego y el caudal. Para el riego, cada hectrea regada por gravedad requiere entre 5,000 y 15.000 m3/ao, considerando todas las prdidas, o sea un promedio de 9.000 m3/ao. Para un cultivo especfico en una regin regada en que se conozca la produccin unitaria peridica, el cociente entre el valor unitario del consumo y la referida produccin dara el valor del consumo por unidad producida, en m3/kg, o rn3/t, y sera el insumo especfico de cada produccin del objeto. La demanda de agua industrial El agua que ingresa como insumo a los establecimientos industriales se mide por el caudal suministrado a cada industria, en registros cronolgicos en los que se consignan los mximos

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  • y mnimos peridicos segn el ritmo de trabajo diario del establecimiento. El ritmo de trabajo que origina estos mximos y mnimos peridicos est impuesto a la jornada laboral por las polticas laborales. Estas imposiciones se concretan en leyes y reglamentos que fijan los das hbiles y los feriados permanentes durante todo el ao, as como los das semiferiados. La autoridad pblica fija los feriados y semiferiados eventuales. Durante el da hbil, disposiciones legales especiales fijan la jornada laboral, sujeta a cambios eventuales. Registros histricos muestran una tendencia decreciente en la duracin de una jornada laboral. Por otra parte, los procesos industriales registran un incremento y una incidencia crecientes en todas las etapas de los procesos de abastecimiento. De aqu que la influencia de la periodicidad impuesta por la jornada legal de trabajo se atena gradualmente, para ser-sustituida por la periodicidad de la demanda individual, cada vez ms libre, cada vez ms desembarazada de los condicionamientos peridicos mencionados. Anlogamente a los otros usos, para la demanda industrial existen listas de insumos especficos. El cuadro siguiente consigna los valores de orientacin correspondientes a algunos de ellos.

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  • Nmero de

    orden

    Designacin Unidad de produccin

    Insumo especfico d u m3/u

    1 1.1 1.2 1.3

    Alimentacin Frigorficos y mataderos

    Lcteos Azcar de remolacha

    vacuno/da

    litro de leche t. azcar

    1,90

    0,031 1700-800

    2. 2.1 2.2 2.3

    Bebidas Espirituosas

    Vincolas Sin alcohol

    t. alcohol

    litro de vino litro/bebida

    1000 0,01 0,01

    3 3.1 3.2

    Industria textil Lana lavada

    Tejidos

    t./lana sucia t./lana sucia

    10 60

    4 Papel t. papel 20-30 5

    5.1 5.2

    Cuero Cuero crudo

    Cuero tratado

    t. cuero t. cuero

    8-10 60

    6 6.1

    Derivados de petrleo Refinera de petrleo

    t. crudo

    10

    7. Cemento t. cemento 6 8

    8.1 8.2 8.3 8.4 8.5

    Metalrgica Acero

    Arrabio Laminados

    Chapas en caliente Aluminio

    t. acero

    t. arrabio t. laminado

    t. chapa t. aluminio

    60-270

    10 300 60

    1340 9

    9.1 9.2 9.3 9.4

    Elctrica Circuito abierto Circuito cerrado

    Diesel Gas

    kwh kwh kwh kwh

    0,2-0,6 < 0,037

    0,01

    10 10.1 10.2 10.3 10.4

    Qumica Carburo de calcio

    Soda custica Acido actico

    Jabones y detergentes

    t. carburo

    t. s. custica t. a. actico

    t. jabn o detergentes

    125 20 700

    2 II Consumo Directo

    N Designacin 1 Unidad Insumo 1 2

    Dotacin Bs. As. Dotacin Interior

    m3 hab./da m3 hab./da

    0,65 0.35

    III Consumo Directo Ganadera

    1 2

    Bovino Ovino

    cab./da cab./da

    0,07 0,005

    Lista de insumos especficos industriales.

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  • La demanda del sistema de transporte fluvial La demanda hdrica destinada a este sistema se caracteriza por la constancia de su volumen durante la jornada diaria, con las oscilaciones propias de cada esclusado, que dependen de ia frecuencia con que los flotables atraviesan las esclusas. A su vez, esta frecuencia depende de un criterio de planificacin en el qlie intervienen las exigencias de la demanda, la capacidad de transporte, la velocidad de desplazamiento de los medios mviles, la duracin de las maniobras en puerto y las variaciones estructurales y esenciales de los parmetros que definen a este tipo de demanda, as como el tipo de esclusa adoptado, y de los equipos de transferencia con otros medios de transporte. Supuesto pendiente mnima en el canal, esclusa convencional, ciclo de esclusado de una hora de duracin y trfico mximo, los valores mximos se suceden en forma continua, constituyendo una demanda hdrica constante durante las 24 horas. Las variaciones durante los perodos superiores muestran diferencias mnimas con respecto al perodo diario, de modo que, prcticamente, puede considerarse que la demanda hdrica durante el lapso de la vida til de la infraestructura es constante. Cabe, en consecuencia, la posibilidad de que la demanda de objetos transportados crezca aperidicamente sin que la demanda hdrica sea modificada, lo que destaca una importante propiedad de la demanda hdrica en este sistema: su crecimiento aperidico nulo. Consecuencia de esta propiedad es la independencia del crecimiento aperidico del volumen de objetos transportados respecto de ia demanda hdrica en el sistema. Asimismo, cabe sealar que as como la demanda descripta no puede crecer por estar estrechamente vinculada a la capacidad y caractersticas hidrulicas dadas por las respectivas obras que constituyen la infraestructura del sistema (canales y esclusas), tampoco puede disminuir, por la misma vinculacin sealada. En efecto: tal disminucin supone el estancamiento prctico de la circulacin del agua en el canal, con el consiguiente incremento de la contaminacin y de la sedimentacin. Por consiguiente, esta demanda es prcticamente independiente del progreso tcnico de los flotables (disminucin del calado y de dimensiones fsicas). La demanda de control de las inundaciones Esta demanda muy especial de los ciudadanos se resume en la necesidad de disminuir o al menor mitigar los graves daos que producen las inundaciones. La discusin en Argentina no es diferente a la del resto del mundo: se debate sobre los orgenes profundos del incremento de crecidas o avenidas extraordinarias y los cada vez mayores daos ocasionados. Hay quienes lo atribuyen a la accin depredatoria del hombre, otros a un cambio climtico y un tercer grupo a una ocupacin del suelo que ha desconocido totalmente el comportamiento de las leyes de la naturaleza. Investigaciones recientes parecen confirmar que el Fenomno del Nio es responsable no slo de las inundaciones en el Litoral y Mesopotamia, sino tambin de los llamados flash floods en zonas pedemontanas, en las cuales no se tiene experiencia de cmo enfrentar estos fenmenos repentinos. Para enfrentar estos problemas, la corriente de soluciones tradicionales con base en estructuras ingenieriles tendr que ir cediendo frente a las realidades de las crecientes dificultades para obtener financiamiento y las evidencias de la falta de efectividad de las estructuras de control en algunos ejemplos dramticos como las inundaciones del Mississippi en 1992 La tendencia mundial es ir complementando e inclusive sustituyendo esas soluciones tradicionales con medidas de pronstico y prevencin, ordenamiento racional de uso del suelo, zonificacin para traslado de personas y ganado durante inundaciones extremas,

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  • construccin de alcantarillas y vados con suficiente capacidad, en lugar de grandes puentes, para resolver el paso del agua en las carreteras en unas cuantas ocasiones durante la vida til de un camino. Este enfoque es tambin parte de una gestin integral de los recursos hdricos Argentina seguramente lo ir adoptando para tratar de mitigar los daos de eventos como la crecida extraordinaria del ro Paran durante 1982 y 1983 que inund 3.8 millones de hectreas y provoc prdidas cuantificadas en 1,790 millones de US$. En Argentina desde hace tiempo se ha venido avanzando tanto en el planteamiento de la poltica para enfrentar las inundaciones en el Litoral y Mesopotamia, como en su puesta en prctica. En la ltima dcada el Banco Mundial y el BID proporcionaron asistencia para reparar los daos ocasionados por las avenidas del 82/83 y 97/98-en esas cuencas, pero hace falta proteger otras zonas urbanas y las reas rurales. Actualmente, se est completando un crdito para: i) reforzar la proteccin de zonas de alto valor que fueron afectadas por las inundaciones, fuera de las riberas del ro Paran; ii) elaborar modelos de pronstico para desalojo oportuno de personas y construccin de refugios; y iii) zonificacin para determinar las zonas de inundacin que no pueden ser protegidas y reubicacin de las personas que se encuentran en dichas zonas. La demanda para recreacin, deportes y turismo La demanda de agua para recreacin, deportes y turismo, se traduce casi siempre en valores de nivel constante, que admiten variaciones relativas dependientes, en la mayora de los casos, de las variaciones que experimenta la demanda correspondiente a los otros sistemas. Por ejemplo, prescindiendo de las variaciones de la disponibilidad, las oscilaciones de nivel en los embalses, cuyos espejos constituyen la infraestructura fundamental de estos sistemas, estn determinadas, en primer lugar, por la demanda del sistema energtico y, en segundo, por las de los sistemas agropecuario e industrial. Por otra parte, influye la rigidez de esta demanda sectorial con respecto al tiempo, que determina su margen de adaptacin a esas sectoriales de orden menor. Dicho margen se reduce considerablemente durante el perodo denominado "de temporada" dentro del cual adquiere su mximo valor. Fuera del perodo decrece y, en consecuencia, aumenta el margen de adaptabilidad que alcanza su valor mximo en el instante ms alejado de cualquiera de los extremos de ese perodo, alcanzando tambin las oscilaciones del embalse comn del aprovechamiento valores mximos. Dentro del perodo propio de la demanda del sector terciario, la oscilacin de nivel debe conservarse dentro de lmites mnimos. Las oscilaciones del embalse exigidas por las demandas en conflicto dentro y fuera del perodo de la temporada deben ser definidas aplicando un criterio de conciliacin que haga mnima la oscilacin de niveles del embalse dentro de un perodo de orden superior al del de temporada, generalmente coincidente con el ejercicio anual. Lo mismo que la demanda en el sistema de transporte, es independiente de las variaciones aperidicas de la demanda de tercer orden. 8 - LAS CURVAS DE DEMANDA Las proyecciones finales requeridas para la planificacin hidrulica son 'las curvas de demanda". El economista define la demanda como la relacin entre el uso del agua y el precio Ver figura siguiente. Esto reconoce que el precio tiene un efecto sobre la cantidad de agua usada y que si se les da la oportunidad, los usuarios del agua ajustarn su uso en relacin con el costo. El cambio relativo en uso con un cambio en precio, se conoce como la elasticidad. Por lo tanto,

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  • si por doblar el precio se disminuye el uso en un 20% se dice que la elasticidad es de 0.2. Si la demanda es inelstica, el uso y el precio no estn relacionados. Si la demanda es elstica, el uso es dependiente del precio. Una cantidad considerable de elasticidad existe para las ventas de agua y, por lo tanto, las consideraciones sobre la demanda son importantes en la planificacin.

    0.10 0.20 0.30 Precio del agua, pesos por m3 La elasticidad, como est empleada en el grfico, es negativa, pero el signo menos con frecuencia se omite. Muchos trminos son usados con bastante libertad en conexin con los estudios sobre el agua. Las "demandas de agua" y las "necesidades de agua" son ejemplos tpicos de estos trminos. Generalmente bajo la presente connotacin, estos trminos deberan ser traducidos como la "cantidad de agua que podra ser usada" en lugar de la "cantidad que ser usada". Con frecuencia, la "necesidad de agua" se estima con base en las "necesidades finales" consideradas cuando toda la tierra en el rea servida est desarrollada totalmente y necesita agua en cantidades mximas. Estas estimaciones estn basadas en proyecciones de poblacin, industria y agricultura, usando gastos unitarios de agua o dosis por persona o por acre que son, con frecuencia, tambin proyecciones de los ritmos o dosis de uso presente. El papel del costo y el de la tecnologa para modificar el uso efectivo del agua en el futuro, raramente son considerados. Las estimaciones pueden ser bastante irreales y un poco equivalentes a si se dijera que cada familia "necesita" un yate. Grandes cantidades de agua podran ser usadas para regar el desierto del Sahara, pero esto no prueba que un proyecto deba construirse para proporcionar esta agua. Los valores irreales para las "necesidades de agua" conducen al sobrediseo y a los costos excesivos y si el abastecimiento est limitado, lleva a la desviacin del agua de otros usos, que tambin son econmicos, pero de prioridad inferior. Cuando se aceptan concesiones y tolerancias excesivas en los valores de la necesidad real, se frustra la conservacin del agua. Con frecuencia se adoptan precios ventajosos para alentar el uso del agua hasta la capacidad de las obras sobrediseadas. La planificacin racional debe intentar estimar la demanda econmica verdadera en lugar de una necesidad ficticia. Es evidente que las proyecciones precisas a largo plazo son difciles, si no imposibles, y que el proceso de la planificacin debe considerar este punto, manteniendo flexibilidad en forma 29

  • de que los planes puedan ajustarse para satisfacer condiciones variables. La construccin por etapas debe recibir una cuidadosa consideracin en el proceso de planificacin. La flexibilidad diferente de los planes de alternativas puede ser un factor intangible de importancia en la decisin final. La coordinacin de tan variada como extensa gama de disciplinas con la ejecucin y gestin de las obras hidrulicas exigen la responsabilidad profesional de los distintos especialistas que trabajan en el campo del aprovechamiento integral y sustentable tan preciado y delicado recurso natural como es el agua.

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  • REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS - Banco Mundial; Argentina. Gestin de los recursos hdricos. Elementos de Poltica para

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    UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES CENTRO DE ESTUDIOS TRANSDISCIPLINAROS DEL AGUA CETA Tema 3 Oferta y demanda de los Recursos Hdricos Por NDICE