APROXIMACION CRÍTICA A LA psicomotoricidad

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  • ANUARIO DE PSICOLOGA Nm. 40 - 1989 (1)

    APROXIMACION CRTICA A LA PSICOMOTRICIDAD DESDE LA

    PERSPECTIVA ASISTENCIAL DEL PSICOLOGO

    CONCHA MENENDEZ MONTARES Departamento de Psicologia Evolutiva y de la Educacion

    Universidad de Barcelona

  • Concha Menndez Departamento de Psicologia Evolutiva y de la Educacion Facultad de Psicologia Adolf Florensa, s/n. 08028 Barcelona

  • ~ Q u es la psicomotricidad? ~Tiene realmente este concepto la trascendencia que parece deducirse de

    su divulgacin LES un concepto con dimensin real? De dnde proviene la importancia que se le atribuye? La utilizacin del trmino Psicomotricidad a partir de 10s aos sesenta es

    amplia tanto en relacin a la extension y frecuencia en su aplicacin como en relacin al sentido que se le ha otorgado desde diferentes situaciones y contextos.

    Cuando se habla de Psicomotricidad entre interlocutores el contenido del trmino puede referirse a situaciones muy diversas en el mundo real de la educa- cin y tambin de la terapia, y a interpretaciones tericas del concepto variadas. Pese a que la utilizacin del trmino es heterognea en las diferentes interpreta- ciones tericas y en las situaciones de aplicacin practica, podramos resaltar, como elemento comn, el inters por el comportamiento motor y el intento de matizar una perspectiva psicolgica en el analisis del mismo.

    Lejos de hacer una extensa exposicin y analisis de las diversas interpreta- ciones sobre el concepto, desde 10s primeros e interesantes trabajos de Dupr, a comienzos de siglo, punto de partida de la corriente de reflexin de la conducta motora, hasta las aportaciones de profesionales y autores como J. Defontaine (1978 y 1979), J.C. Coste (1978 y 1979) y J. Borredon (1979), sealaremos una serie de consideraciones en torno a la significacion de la Psicomotricidad que nos permitan comprender su importancia y las implicaciones desde el punto de vista de la intervencin profesional del psiclogo. Los puntos de vista expuestos en dichas consideraciones pueden aportar elementos a la hora de elaborar un cri- terio personal al respecto y derivar en cuestiones de tip0 organizativo y metodo- lgico.

    Si partimos del presupuesto general de que la intervencin profesional de- beria centrar la asistencia en funcin de la realidad y de las necesidades del ambi- to en el que se aplique, parece conveniente, pues, delimitar el sentido y la exten- sin del concepto Psicomotricidad, comprender su importancia desde el punto de vista psicolgico, para poder deducir y clarificar cuales son las competencias profesionales del psiclogo y cuales son 10s objetivos y la metodologia de la in- tervencin.

    Situaciones como las que se sealan a continuacin son denominadas con frecuencia ccsituaciones psicornotrices)), se pretende en ellas

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    del movimiento y la accin. Lejos de una simple instrumentalizacin del movi- miento y del aprendizaje se presenta, en muchos casos, como alternativa a un enfoque de la Educacin Fsica demasiado mecanicista. Con frecuencia estas se- siones incluyen el trabajo sobre ccexpresin y comunicacin corporal)) como as- pecto educativo. En algunas escuelas se denomina ccPsicomotricidad~~ 10 que en otras se denomina cceducacin fsica de base)) o, simplemente, ccgimnasia)) o ctedu- cacin fisican incluida en la denominada ccrea de Dinamica)).

    b) Se habla de ccreeducacin psicomotriz)) como tcnica aplicada a tras- tornos de aprendizaje, fundamentalmente se trabaja en las dificultades gnoso- prxicas que repercuten en 10s aprendizajes escolares, tales como la lecto-escritura.

    c) Se hacen sesiones de Psicomotricidad, con un enfoque psicoteraputi- co: la ccterapia psicomotriz)). Se propone un tipo de trabajo semejante, en oca- siones, al propuesto por otras tcnicas corporales, aplicandose a casos en 10s que se dan problemas de adaptacin, integracin o comportamiento, y que incide en personas autistas, inhibidas, hipercinticas, torpes, o con escasos recursos para la expresin y la comunicacin, siendo muy amplia la gama de trastornos sobre 10s que se opera.

    I d) Se utiliza el trmino tambin en otros contextos: En edades extremas como la primera infancia y la tercera edad y tambin en actividades realizadas con grupos con patalogias especificas severas o marginados por diferentes moti- v o ~ . Asi, sesiones de algo parecido a ccgimnasia de bebsn y sesiones con ancia- nos se llama ((practica psicomotriz)) en un tip0 de intervencin diferenciada de la gimnasia y de la fisioterapia.

    La aplicacidn concreta en las distintas situaciones es tambin variada: No se contempla en la actividad escolar de un modo especifico. O bien se considera como actividad especifica, como si fuera una materia mas en el contexto normal de la clase o como actividad complementaria, impartida por el propio profesor o por un especilista, el ccpsicomotricista~~, y diferenciada de la actividad organi- zada en otros niveles por el profesor de Educacin Fsica. O como actividad in- cluida en el trabajo en un aula especial en las escuelas que la tienen. O como actividad reeducativa y teraputica -mas o menos especializada- en institucio- nes privadas o pblicas dirigida a niss, adolescentes o ancianos.

    Todo el10 nos demuestra que existe en la actualidad una gran dispersion en la practica profesional que obedece a factores muy distintos entre 10s que se- alamos las diferentes interpretaci~nes tericas y asistenciales y las posturas de base, que van desde la consideracin de la Psicomotricidad como algo magico -panacea para todos 10s problemas y elemento necesario en cierta progresia-

    I hasta la negacin de su sentido (siendo considerada como algo ya superado en la actualidad tambin por cierta progresia).

    Al igual que en las diferentes situaciones seleccionadas, en diferentes sec- tores de la Psicologia se hace referencia a la nocin de Psicomotricidad. Como seala M. Vial, ccla Psicologia Experimental pone a punto experimentos apoyan- dose en la Psicomotricidad, la Psicologia Diferencial busca la diferencia de 10s individuos segn sus aptitudes o segn su ccestilo psicomotor^^ y construye tests psicomotores. La Psicologia Gentica estudia el desarrollo motor del nio. La Psicopatologia describe 10s trastornos psicomotores. En la practica pedaggica

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    y teraputica se habla de educacin, de reeducacin o de teraputica psicomo- triz)). Aadiriamos que en Psicologia del Trabajo y en Seleccin y Orientacin Profesional interesa la evaluacin de las habilidades motoras y cuestiones relati- vas al aprendizaje y al rendimiento motor consideradas de gran importancia en la asistencia profesional. En Psicologia de la Actividad fsica y el Deporte intere- sa, entre otros aspectos, la repercusin de la actividad motora en las diferentes facetas del individuo y tambin la mejora de su rendimiento motor como conse- cuencia de la intervencin; se incide sobre 10s diferentes factores que condicio- nan la respuesta motora, factores cognitivos, emocionales, sociales ... modifica- bles a travs de tcnicas e influeyentes al igual que el trabajo sobre el fondo fisico y el propio entrenamiento de las habilidades fisico-deportivas especificas que se quieran desarrollar o mejorar.

    El anlisis de esta realidad desde la perspectiva profesional del psiclogo lleva a la bsqueda de criterios claros tanto a nivel terico como practico. Es ne- cesari0 realizar una cuidadosa reflexin acerca de 10s factores que justifican esta situacin de heterogeneidad tanto en el mbito de la interpretacin de aspectos tericos fundamentales como en las decisiones con respecto a la aplicacin. Un elemento importante en este anlisis es el propio proceso de gnesis y evolucin de la tendencia psicomotriz.

    La tendenciapsicomotriz toma auge en este siglo como una de las orienta- ciones que pueden perfilarse en la evolucin del planteamiento de la Educacin Fsica, a diferencia de otras orientaciones como las manifestadas en el mtodo Sueco, en el Natural austriaco, la gimnasia Expresiva de Laban o en otras ten- dencias definidas como pedaggicas o deportivas en el propio campo de la Edu- cacin Fsica (Arumi, 1986). A esta evolucin, hay que aadir, asimismo, la in- fluencia de las nuevas tendencias en la Pedagogia tanto a nivel de redefinicin de 10s objetivos de la tarea educativa y del sentido de la propia escuela, como desde el punto de vista metodolgico, con la aplicacin de nuevas tcnicas didc- ticas y de nuevos soportes tecnolgicos. Asimismo, hay que resaltar la influencia de 10s avances en el campo de la Psiquiatria infantil tanto en la vertiente diagns- tica como en la teraputica. En estos hechos, hay que resaltar la constante in- fluencia e interrelacin de las aportaciones del campo de la Psicologia, desde di- versos enfoques y mbitos.

    Coincidimos con S. Berrocal(1984) al considerar que, en un principio, las aportaciones de la Psicologia al mbito de la educacin escolar repercutieron en la actividad fsica, en menor grado, comparando tal influencia con la ejercida en otras facetas educativas como seria el aprendizaje de las matemticas.

    La aceptacin e incorporacin del enfoque que la Psicomotricidad propo- ne ha propiciado, sin embargo, la influencia de dichas aportaciones psicolgicas en la Educacin Fsica. Asi, la aplicacin en la escuela de mtodos fundamenta- les en interpretaciones psicolgicas de caracter neuroevolutivo, gentico y socio- emocional -como el mtodo de J. Picq y P. Vayer (1960) planteado desde una orientacin teraputica o el mtodo Psicocintico de J. le Boulch (1968)- ha fa- cilitado la toma de conciencia del objeto de la Educacin Fsica. Frente a la con- cepcin de la persona y de su actividad excesivamente mecanicista y dualista en relacin con 10 fisico y 10 mental, el enfoque psicomotor ha ofrecido aspectos

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    tcnicos y metodolgicos a tener en cuenta en la organizacin del trabajo en esta disciplina.

    Citaremos algunas de estas aportaciones de la Psicologia que se reflejan en la intervencin de muchos profesionales que trabajan en el ambito de la con- ducta motora, unas veces de un modo selectivo y especifico y otras en formas integradoras de pensar y enfocar

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    1. La Psicomotricidad como un mbito del comportamiento, como un urea de desarrollo, como un entramado de funciones cuyo ncleo fundamental es el movimiento y que podra ser abordado desde diferentes disciplinas tales como la Pedagogia, la Medicina, la Educacin Fsica, la Psicologia, la Ergonomia o la Sociologia, entre otras.

    El intento de definir este concepto nos plantea numerosos problemas tales como la diferenciacin entre el nivel de analisis motor y el nivel de anhlisis psico- motor de cualquier conducta motora, o el de justificar la relacin entre 10 psiqui- co y 10 motor desde una perspectiva holista de la persona y -10 que a nuestro entender es mas importante- la repercusin que tiene, en la practica de 10s pro- fesionales implicados, esta consideracin de la persona como una unidad, como un sistema organizado en diferentes niveles y en constante interaccin con su medio.

    El objeto de estudio es la ((conducta motriz>>. Al igual que seala P. Parle- bas (1987), nos importa el individuo en accin y las diferentes modalidades mo- trices de expresin de su personalidad.

    Desde una perspectiva psicolgica interesa el anlisis del comportamiento motor por su eminente significacion: transitiva, expresiva, comunicativa, relacional, simblica, ldica, esttica, patognomnica, ... por la repercusin de la conducta motora en el comportamiento general del individuo y por la propia importancia de cada uno de 10s factores que inciden en el movimiento y que condicionan su evolucin.

    En este sentido, Psicomotricidad no es un concepto que permita categori- zar fcilmente una serie de fenmenos o una serie de facetas del comportamiento del individuo. Podria incluir de qlguna manera, todo el comportamiento por la implicacin que la conducta motora tiene en cualquier situacin referida al com- portamiento de la persona. A travs de secuenciaciones de movimientos que cons- tituyen las acciones y de modificaciones tnicas y posturales, se observan las di- ferentes conductas humanas y procesos tan basicos para el individuo como son la exploracin, la interaccin, la expresin y la comunicacin se ponen de mani- fiesto a travs de la motricidad.

    Insistamos, asimismo, en el valor semioldgico que para el psiclogo tiene el movimiento, la conducta motora: A travs de la observacin del comporta- miento motor obtenemos informacin sobre las caracteristicas de las personas, sobre su nivel evolutivo y sobre 10s propios mecanismos de desarrollo, dado su carcter de indicador del grado de madurez y de estado normal, o patolgico. El nivel de alerta y de vigilancia, el inters en una situacin determinada, el modo de estar y de sentirse, el modo de responder habitual, el miedo, la frustracin, el deseo o la actitud de una persona se manifiestan en su actividad cintica y/o tnica: en la direccin, e intensidad de su mirada, en el tono de su voz, en sus posturas y sus gestos, en el modo de organizar sus praxias y de utilizar el espacio, y en el tempo propio para realizar actividades basicas como corner, vestirse, salu- dar o caminar. Tambin se evala el nivel de desarrollo o de deterioro de las per- sonas a partir de la observacin de sus posibilidades tnico-posturales y praxi- cas, basta con analizar en este sentido el tipo de tareas implicadas o exigidas en cualquier situacin psicomtrica: manipulacin de cubos de madera, i-eproducir modelos visuales o auditivos, montar un rompecabezas, peinarse o emitir gestos

  • con 10s brazos. No podemos olvidar, por tanto, la consideracin general de que el tip0 de movimientos que es capaz de realizar el ser vivo le define desde el pun- to de vista filogentico y ontogentico. En este sentido son interesantes 10s estu- d i o ~ de P. Pfanner (1972) y de V. da Fonseca (1984).

    Desde esta vertiente se pretende la Educacin del comportamiento motor: Una correcta base corporal para el desarrollo de funciones y al servicio de la ac- cin de la expresin, de la comunicacin y de la relacin, en pro de la adapta- cin, de esa interaccin necesaria en la dialctica con el medio como diria H. Wallon (1941). Hablamos, en este sentido, de que cada persona debe tener cierta ((disponibilidad corporal)) que permita la receptividad, la iniciativa, la planifica- cin, la aptitud, el ajuste adecuado en la respuesta a las diferentes situaciones que, en esta dialctica, se plantean; ajuste que va mas alla de la eficacia, del ma- ximo rendimiento en la conducta motora, implica a la persona como totalidad que es.

    Al psiclogo le interesa la conducta motora y tiene en cuenta la accin -0bjetiva y observable- resultante de la aptitud fsica del individuo, de sus po- sibilidades anatomofuncionales, pero tambin de otros factores que implican su personalidad total, como son: su manera de interpretar las informaciones y las consignas recibidas, su nivel intelectual y su estilo cognitivo, sus posibilidades de atencin y de retencin, sus motivaciones y expectativas, o sus miedos y sus frustraciones. Caracteristicas de la conducta motora tales como el control tnico- postural, la lateralizacin, la disociacin de movimientos, el frenado y la inhibi- cin voluntaria de la actividad tnica y cintica, su adecuacin espacio-temporal, condicionan de una manera evidente aprendizajes como la lecto-escritura, el di- bujo y las operaciones matematicas, la utilizacin de una herramienta, la con- duccin de un vehiculo, o la consecucin de una buena marca deportiva, por po- ner algunos ejemplos.

    Como objetivo basico en la educacin del comportamiento motor se pre- tendera' la mejora y adecuacin progresiva de las posibilidades motrices de 10s nios en el momento oportuno. Esas posibilidades se manifestaran -a partir de su aprendizaje- en la conducta habitual y espontanea de la persona, y estara en la base de nuevos aprendizajes posteriores. Hasta prodriamos asegurar que se convierten en uno de 10s factores condicionantes en la eleccin profesional y del adecuado rendimiento en ella, en ~nuchos casos.

    En todo planteamiento preventivo a nivel escolar no podra olvidarse, por 10 tanto, la adecuada programacin, seguimiento y control de las diferentes apti- tudes psicomotrices base de 10s aprendizajes, condicin y expresin de un co- rrecto desarrollo.

    Desde un planteamiento que pretende romper la, tan frecuente, dicotomia entre la enseanza que parte de la consideracin de las aptitudes a desarrollar y la enseanza que parte de la definicin de 10s aprendizajes a conseguir, nuevas tendencias didacticas proponen estrategias que ponen en evidencia la importan- cia del aprendizaje motor, en un intento de ejercer una labor preventiva en pro- blemas de rendimiento, de ajuste y de adaptacin personal de 10s alumnos. Se propone la inclusin en 10s programas educativos de actividades que potencien el desarrollo de las aptitudes y 10s prerrequisitos que hacen posible la adquisi-

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    cin de 10s aprendizajes exigidos, en momentos anteriores a la presentacin de dichas exigencias.

    La aplicacin de algunas tcnicas en relacin con el ccanlisis de tareas>> y el ccdiseo curricular>> ha facilitado y potenciado este enfoque preventivo, que persigue evitar la aparicin de cclagunas evolutivas>> que, en cieto momento, difi- cultaran el aprendizaje. Por poner un ejemplo en este sentido, sealaremos la dis- minucin en el nmero de casos de trastornos en lecto-escritura -la dislexia, en- tre otros- en las escuelas en las que se realizan tempranamente actividades que exigen la puesta en juego de ciertos niveles de simbolizacin y de aspectos espa- ciales tales como la orientacin del cuerpo y de objetos en unas coordenadas de referencia, o el adiestramiento de la direccin de barrido de la mirada en el senti- do de izquierda a derecha, actividades que permiten a 10s nios la vivencia y la experiencia del propio espacio corporal y del escpacio circundante cuya repre- sentacin mental exige tantos aprendizajes. La intervencin en este sentido evita la manifestacin de dificultades de aprendizaje en alumnos en 10s que las conse- cuencias conductuales de su preferencia lateral zurda, o cruzada, o todavia indi- ferenciada, se convierten en motivo de frustracin, por el fracaso en el logro de la automatizacin de ciertas habilidades motrices necesarias en 10s aprendizajes propuestos.

    Son numerosos 10s programas motores que habian sido creados, en princi- pio, para organizar el trabajo de estimulacin y rehabilitacin de la conducta mo- tora en personas con deficiencias mentales y/o motoras y que posteriormente han sido aplicados en etapas tempranas en sesiones llamadas de ccEstimulacin pre- coz>> (Gonzlez-Mas, 1978), en casos en 10s que el riesgo de retraso o deficiencia es considerable y/o han aparecido ya claros indicadores de patologia o retraso, o en otras situaciones -consideradas -- como actividades con fines educativos y, en la actualidad tambin en situaciones en las que se persigue una aceleracin o precocidad en el desarrollo (Koch, 1988). Muchos de estos progra- mas se han ido aplicando, en su totalidad o en parte, tambin en la escuela, des- de un enfoque preventivo, formando parte de las actividades colectivas propias de las primeras etapas educativas, o como trabajo de apoyo en ciertos casos.

    La proliferacin de programas motores ha sido fruto del avance considera- ble en el estudio de la conducta motora propiciado por investigaciones bsicas en temas tales como 10s de desarrollo, aprendizaje y control motor, la motiva- cin, la interaccin, etc., por las perspectivas abiertas desde nuevos modelos de interpretacin de la conducta motora y por el avance conseguido en la compren- sin de 10s factores que participan en su organizacin y evolucin.

    Desde el punto de vista clnic0 interesa, por un lado, el diagnostico de tras- tornos del desarrollo en general y de la conducta motora en particular, la defini- cin de las dificultades conductuales ocasionadas por 10s sndromes patolgicos de tipo neuromuscular o esqueltico, y tambin por 10s trastornos considerados como ctsignos finos o blandes>) (Quirs y Schrager, 1979) y englobados bajo el trmino de , y, por otro lado, la orientacin y el seguimiento y control teraputico adecuados a 10s casos.

    Los problemas planteados -aparentemente tericos- se reflejan en la di- fcil y polmica diferenciacin entre las competencias de 10s profesionales que

  • inciden en el mbito motor. jCuando interviene el fisioterapeuta, o el maestro, o el licenciado en Educacin Fsica, o el psiclogo, o el terapeuta que basa su intervencin en tcnicas corporales? i0 habria que hablar de un nico profesio- nal llamado ccmotricista)) cuyo nivel de formacin interdisciplinaria englobara todos 10s enfoques? Actualmente es el licenciado en Educacin Fsica el que mas se acerca a este planteamiento pero, aun suponiendo dicho nivel de formacin -difcil de lograr sin suficiente base en las disciplinas fundamentales implicadas- no por el10 dejara de abordarse la conducta motriz en la intervencin de otros profesionales, desde disciplinas como la Medicina o la Psicologia, dada la natu- raleza y significacin de este aspecto del comportamiento.

    P. Parlebas (1987) analiza las dificultades en el plano de formacin de 10s profesionales desde una nueva concepcin de la Educacin Fsica cuyo objeto esencial centraria en la pedagogia de las conductas motrices matizando la influencia de la implicacin de la persona: importa el individuo que se mueve y no solo su rnovimiento. Tambin J . Roca (1983) en su obra Desarrollo motor y Psicologia expone, por otra parte, su punto de vista sobre la colaboracin entre el profesor de Educacin Fsica y el psiclogo.

    Hablar de colaboracin profesional supone haberse respondido previamente a la siguiente cuestin: Desde la perspectiva profesional del psiclogo jqu im- portancia debe concederse a la actividad corporal, a la actividad fsica, al com- portamiento motor, al movimiento? y, de acuerdo con esto jcual seria su nivel de intervencin?

    2. La Psicomotricidad como concepcidn y como tcnica educativa y tera- putica: Pasemos a considerar una interpretacin del termino Psicomotricidad, que tiene un marcado caracter europeo, que presupone, matiza y complementa en algunas cuestiones el planteamiento anterior desde una perspectiva diferente: La Psicomotricidad como una concepcin educativa o teraputica -segn el campo de aplicacin- y correlativamente un cierto tip0 de practica que parte de la acti- vidad corporal cuyo objetivo seria potenciar el desarrollo y el equilibri0 integral del individuo.

    En 10s ltimos decenios Francia es uno de 10s paises en donde han apareci- do estudios e investigaciones con mayor auge. Esta tendencia ha influido en otros lugares, tanto en la educacin como en la terapia, como es el caso de Espaa, en donde su influencia ha sido notable, repercutiendo en la practica psicomotriz de un modo mas acusado, a nivel general, que las aportaciones americanas, mas asumidas y aplicadas en Educacin Fsica y en Psicologia del Deporte, que dan prioridad al estudio de temas basicos en relacin con el desarrollo, el aprendizaje y el control motor.

    Las consideraciones a realizar desde el punto de vista de la intervencin profesional tendran, desde este enfoque, una peculiar significacin: Si antes ha- blamos de la educacin del movimiento y, en su caso, de la terapia del movimien- to -cuando se manifestaban deficiencias en la calidad del mismo o no se presen- taban las conductas motoras presupuestas para la edad y las condiciones de las personas-, ahora debemos significar por un lado, la educacin a travs del mo- vimiento, y por otro lado, la terapia a travs del movimiento.

    Es este enfoque el que hace que en la actualidad la consideracin de la Psi-

  • Aproximacin crtica a la psicomotricidad desde la perspectiva asistencial del psiclogo 111

    comotricidad en la escuela y en la psicoterapia tenga tanta importancia y el que origina la mayor controversia acerca de su significacin, su eficacia y su diferen- ciacin de otras concepciones educativas o teraputicas ya formuladas.

    En educacin, la practica psicomotriz se incluye en la metodologia educa- tiva propuesta por las orientaciones de la Pedagogia contemporanea. Se insiste en la necesidad de ((vivenciar)) a travs de la actividad corporal una serie de si- tuaciones que deben ser comprendidas. Partiendo de la experiencia sensorial y motora se pretende la interiorizacin de dicha actividad, como condicin nece- saria para poder, progresivamente, abstraer, conceptualizar y categorizar sobre dichas situaciones. El partir de la importancia que tiene el hecho de que la inteli- gencia se estructure sobre esquemas consolidados a nivel psicomotor tiene impli- caciones importantes a la hora de organizar la didactica de muchos contenidos escolares. Asi, la Psicomotricidad puede colaborar en la globalizacin educati- va, y aportar elementos necesarios al servicio de objetivos cognitivos (Lapierre y Aucouturier, 1974).

    Asimismo, habra que subrayar la correcta integracin y toma de concien- cia del cuerpo y de su actividad, contexto en el que se dsin experiencias y viven- cias integradas consciente o inconscientemente y que permiten elaborar progresi- vamente el Esquema corporal, ncleo basico de la Personalidad del individuo. Parece, por tanto, importante potenciar la disponibilidad -a la que ya hicimos referencia- para lograr la adaptacin de la persona'en la mxima extensin del trmino.

    En la practica, parece reservarse el trmino

  • Siguiendo este enfoque, algunos profesionales han asumido -en muchos casos, en otros ni se 10 han planteado- unos presupuestos tericos, sobre 10s que operan, procedentes de diferentes posturas psicolgicas, fundamentalmente entre las aportaciones expuestas anteriormente. Recordemos, por ejemplo, la lla- mada ttPsicomotricidad relacional)). En la obra de P. Aucouturier, y A. Lapierre (1983) y Lapierre y Aucouturier (1984) aparecen trminos tales como ((fantasma)), ctnivel imaginarion, ctnivel simblico~~ o ttfusin)), que nos recuerdan diferentes contenidos e interpretaciones psicoanaliticos. Otros profesionales se basan en otras orientaciones como la teoria de Gestalt o el enfoque cognitivista.

    Las mayores controversias surgen precisamente en este enfoque, ante todo, cuando se pretende trabajar del mismo modo en el ambito escolar y en el clinico, cuando enfoques y tcnicas concebidos para ser aplicados en situaciones en las que manifiestan problemas y se pretende la resolucin de 10s mismos, son aplica- dos -de un modo general e inespecifico- a la poblacin ((normal)) de una clase o grupo de escolares, fomentando la manifestacin y eclosin de situaciones per- sonales en algunos casos delicadas y que presuponen una gran implicacin per- sonal y la puesta en marcha de mecanismos integrados a nivel inconsciente. Pen- samos que las criticas que han aparecido en este sentido, mas que en la situacin en si, hacen incapi en las posibles consecuencias negativas que pudieran produ- cierse debidas, en parte, a la falta de suficiente formacin del educador o tera- peuta, formacin que le permitiera reorganizar la situacin de 10s sujetos, alum- nos o pacientes implicados, evitando el desajuste. Entendemos que en algunas situaciones cierta manera de plantear la practica psicomotriz deberia exigir una clara y solida formacin acerca de la personalidad.

    Cabe sealar que algunas de las crticas a la practica psicomotriz, desde el punto de vista pedaggico, se deben a la no adecuacin de las actividades pro- puestas con 10s objetivos perseguidos en cada etapa escolar. La practica psico- motriz no es algo aparte, mas o menos de moda, sino un elemento mas de 10s que integran el proceso educativo, y como tal, esta sujeto a 10s objetivos educati- vos de la Institucin. La metodologia elegida en una u otra situacin sera valida o no en funcin de la coherencia con 10s objetivos que se determinan. No existe, por tanto, metodologia, modelo o sistema universal -sea el mtodo de Arnheim y Sinclair (1976), de Soubiran y Mazzo (1965), de Bucher (1973), o de Cratty (1979) entre otros-, al igual que no existe un trabajo en general y en inespecifico sobre Psicomotricidad, como una materia tambin inespecifica y general, ya que, para cada momento del desarrollo y de 10s aprendizajes, 10s objetivos seran distintos y especificos.

    Consideraciones finales

    Como conclusin insistiremos en la necesidad de criterios claros, en la ne- cesidad de unos presupuestos previos acerca de 10 que se persigue y del marco en el que se contextualiza la intervencin. En cuanto al como conseguir las metas

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    propuestas, es cuestin de elegir en funcin de dichos presupuestos y de la efica- cia de 10s diferentes modos de intervencin psicomotriz.

    En 10s ltimos aos la proliferacin de tcnicas, mas o menos diferencia- d a ~ , es evidente. Las tcnicas, en si, pueden ser todas validas, pero hay que saber adecuar la intervencin a las situacisnes y el10 exige formacin. No nos parece conveniente ahacer psicomotricidad~~ como quien cocina leyendo, sin mas, un re- cetario, y consideramos que esta situacin es la que se logra, en muchos casos, con la proliferacin de cursillos en 10s que exlusivamente se ensea a

  • tricista)) o ccpsicomotricista~~. Tras el primer paso, que se referiria a dar respuesta a la cuestin importante sobre jcul es el nivel de anlisis de la conducta motora desde la perspectiva profesional del psiclogo? deberiamos pasar a responder otras cuestiones mas pragmticas desde la perspectiva del psiclogo: jcules son las competencias profesionales y el tip0 de intervencin?, jcul debe ser la forma- cin que permite intervenir en el kampo de la actividad fisica? y, por supuesto: jdnde realizar dicha preparacin?

    nicamente respondiendo a estas cuestiones y suponiendo la formacin necesaria para responder a nivel asistencial, estariamos en una situacin profe- sional mas definida para responder adecuadamente.

    Consideramos que esta formacin debe concebirse desde un nivel univer- sitari~ y con un enfoque interdisciplinario e interdepartamental. El punto de arran- que -para que el10 empiece a ser una realidad- seria la inclusin en la planifi- cacin de 10s estudios en Psicologia de 10s elementos de informacin y forrnacin necesarios para poder definir aspectos clave de aplicacin practica en este mbi- to, en un tip0 de intervencin que puede tener un carcter diferente con un nivel de intervencin directa o indirecta, ya seu en enseanza, asesoramiento, orienta- cin, investigacin, evaluacin y control, modificaci de conducta, etc., en m- bitos y con fines -ya sean educativos, recreativos o teraputicos- diferentes.

    Nuestra propuesta, en relacin con el nivel organizativo que la Facultad de Psicologia deberia asumir en el proceso de formacin en este mbito, seria la de potenciar un cambio de actitud: que la conducta motora fuera abordada como un rea del comportamiento, concedindole la mismas importancia que se concede a otras reas, tradicionalmenke asumidas como objeto de estudio, como puedan ser el rea socioemocional, la lingstica y la cognitiva. Desde enfoques mas especificos, en otras materias se abordarian aspectos tales como las bases fisiolgicas de la conducta motora y del ejercicio, las teorias del movimiento y de la accin, el aprendizaje de las habilidades motoras, la patologia psicomoto- ra, 10s aspectos neuroevolutivos y de desarrollo de la percepcin y de la motrici- dad, las tcnicas de observacin y evalucin psicomotrices, 10s aspectos psicoso- ciales de la actividad fsica y el deporte, y diversas tcnicas como las de dinmica de grupos, de autorregulacin, de relajacin, de sofrologia, de psicoterapia cor- poral, etc. entre otros aspectos necesarios en la intervencin.

    La preparacin para un adecuado nivel de asistencia profesional, exigiria poner en juego y aplicar al mbito de la conducta motora 10s conocimientos y tcnicas adquiridos a 10 largo de 10s cursos en las diferentes asignaturas que con- figuran el curriculum de la carrera.

    Consideramos interesante la diferenciacin durante el Segundo Ciclo de asig- naturas optativas monograficas tales como ccPsicologia del deporte)) y ((Terapias corporales)). La forrnacin se podria completar, en el Tercer Ciclo, con cursos de especializacin especificos como el recin inaugurado Curso de post-grado sobre ccPsicologia del deporte y de la actividad fisica)), organizado por la Universidad de Barcelona.

    No negamos, en absoluto, el importante papel que han tenido y seguiran teniendo las diferentes instituciones pblicas y privadas en la forrnacin de pro- fesionales. A travs de la organizacin de cursos, fundamentalmente de orienta-

  • Aproximacin crtica a la psicomotricidad desde la perspectiva asistencial del psiclogo 115

    cin practica, se ha permitido, a profesionales diversos, el acercamiento al cam- po de la Psicomotricidad. Algunos psiclogos han seguido ese camino en su for- macin, sobre todo cuando durante tanto tiempo se prescindia de la considera- cin de la conducta motora en las Facultades de Psicologia, y han conseguido asi iniciarse en una practica aportada por profesionales que -en mbitos dife- rentes y desde paises diversos- han influido en gran manera en el quehacer pro- fesional en contextos de desarrollo, educacin, recreacin y terapia.

    Cabe remarcar, por ltimo, que el vocablo Psicomotricidad, como tal, apa- rece en la literatura francfona, la italiana y la hispnica. No ocurre 10 mismo en la literatura anglfona y la alemana en la que se utilizan trminos en relacin directa con la conducta motora que reflejan una mayor preocupacin por la apti- tud motriz desde una interpretacin que podria incluirse en el primer sentido desde el que hemos hecho nuestro anlisis del concepto; en este caso, se subrayan temas como el del desarrollo, el aprendizaje y el control motor, 10s programas motores o la actividad deportiva, y en pocas ocasiones se utiliza el trmino Psicomotrici- dad como una concepcin educativa o teraputica, aunque se parta de presupuestos similares, se tenga en cuenta de modo fundamental la interrelacin entre 10 men- tal y 10 motor y se defienda el enfoque integrador y holista en el estudio del com- portamiento de la persona. Como ejemplo del hecho que comentamos, sirva la diferenciacin en la nomenclatura utilizada en las diversas publicaciones cienti- ficas y en las organizaciones de educacin, reeducacin, recreacin y terapia re- ferida~ al mbito de 10 motor, desde 10s diferentes enfoques europeos -como el de numerosos profesionales, revistas y asociaciones franceses- y 10s enfoques americanos, como 10s de EEUU.

    Pensamos que el debate que actualmente se organiza alrededor del trmi- no revisado no deriva de un problema de nomenclatura: Psicomotricidad- motricidad, psicomotor-motor, sino de una cuestin de enfoque y de actitud, en el sentido ya analizado, que resalte una correcta valoracin de la importancia y significacion de 10 motor en el estudio de la Persona y de las cuestiones que se plantean en el abordamiento profesional de la misma desde las distintas discipli- nas. En este anlisis, nos hemos centrado en la Psicologia.

    Se pretende una aproximacin al concepto de Psicomotricidad a partir del anlisis sobre 10s diferentes contextos y marcos tericos en 10s que se aplica el trmino.

    Importa saber hasta qu punto es ste un concepto con dimensin real, con la trascendencia que se le atribuye y cua1 es su repercusin desde una perspectiva asistencial.

    Se analiza el trmino en un doble sentido: 1. La Psicomotricidad como un mbito del comportamiento, como un rea

    de desarrollo, como un entramado de funciones cuyo ncleo fundamental es el movimiento.

  • 2. La Psicomotricidad como concepcin y como tcnica educativa y te- raputica.

    Este anlisis nos permite comprender la importancia e implicaciones del estudio de la conducta motora desde la disciplina psicolgica y considerar aspec- tos practicos de la intervencin profesional tanto a nivel de cornpetencias como de las caracteristicas de la intervencin.

    La formacin que esta intervencin supone se concibe desde un nivel uni- versitari~ y con un enfoque interdisciplinari0 e interdepartamental.

    Por ultimo se hace una propuesta concreta de organizacin de dicha for- macin en la Facultad de Psicologia.

    Through the analysis of the different contexts and theoretical frames when the concept of Psychomotricity is applied we try to review this concept.

    Our aim is to clarify in which sense

  • Aproximacin critica a la psicomotricidad desde la perspectiva asistencial del psiclogo 117

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