“Los pichiciegos” (1983). Cuentos delvando, introduciendo nuevos conceptos y nuevas...

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D igámoslo ya: una bien so- pesada antología realiza- da con el criterio de su personal gusto por el escritor, que sólo ha dejado en pie una veinte- na de cuentos largos y novelas cortas (inolvidable “Los pichicie- gos”, entre otras) es lo que nos presenta Alfaguara (2010) en un volumen titulado “Cuentos com- pletos” de Fogwill; un clásico he- terodoxo de las letras argentinas del s. XX; provocador e iconoclas- ta inclasificable; autor de una per- sonalísima literatura; a la vez ar- gentino puro y universal; dueño de una escritura de plurales di- mensiones y opuestos registros expresivos capaz de asombrarnos y hasta de confundirnos o extra- viarnos; paródico y polémico; na- rrador y ensayista que pulsa todo tipo de asuntos: desde lo más des- aforadamente imaginativo y fan- tástico hasta la inmediata realidad política o social de su país. Fog- will: un grande como Filloy, Saba- to, Borges o Cortázar, Arlt, Bioy… En palabras del prologuista E. Gandolfo, “esta es una antología de media docena de autores muy distintos que tienen solo un nom- bre de marca: Fogwill”. La celeridad del curso de la prosa, sus abruptas rupturas, los choques expresivos, la constante amalgama de motivos, la atención al duro mundo rural del país, las referencias constantes al pe- ronismo, las historias domésti- cas en las que lo fantástico irrumpe, el sexo y la droga, la conflictividad política (guerra, lucha clandestina), el fragmen- tarismo de las tramas y los jue- gos de la temporalidad son aquí notas dispersas en textos de in- equívoca personalidad anato- rial y expresividad indomable de caudaloso verbalismo. Pura originalidad. Fogwill: un escritor que se impone al lector y a sus criatu- ras de ficción, capaz de la na- rración más cuajada y de las pi- ruetas digresivas más raras y de asomarse a sus ficciones sin más- cara alguna, medularmente ego- céntrico. Irreverente frente a cual- quier corrección y tajante en sus formulaciones, escritor de cuerpo entero como acreditan “Japonés”, “Los pasajeros del tren de la no- che”, “La larga risa de todos estos años”, “Camino, campo, lo que su- cede, gente”, “Help, a él” y otros textos que se contienen en este volumen y que testimonian el arte literario de un Fogwill único y múltiple, desplegado en una es- critura arborescente pero, al tiem- po, sabedor de que contar es “sa- ber el sitio justo donde uno debe quedarse quieto” (p.193). Aun- que nos gustaría que no parase en ningún lugar, en parte alguna. Co- nocer a Fogwill es saber de la me- jor y más trangresora literatura contemporánea. Cuentos del maestro Fogwill LUIS ALONSO GIRGADO LIBROS AUTOR Un clásico heterodoxo del siglo XX, provocador e iconoclasta inclasificable, autor de una literatura personalísima Unos meses después de su fallecimiento se publica una antología de cuentos, el género en el que destacó sobre sus contemporáneos, de Rodolfo Fogwill, autor de la memorable “Los pichiciegos” (1983). Alfaguara presenta una antología de sus mejores textos “Cuentos completos” Fogwill Alfaguara / 20 euros literaria literaria n Si bien es cierto que llevó sus ideas, muy vinculadas a la socialdemocracia o el so- cialismo, según las circuns- tancias, a la esfera política, el principio moral del fundador del movimiento Arts&Crafts (finales del XIX y comienzos del XX) fue intentar recupe- rar la esencia de los oficios artesanales de raíz medieval –época que estudió con ve- hemencia– en detrimento de un fenómeno que en su épo- ca se estaba extendiendo irremisiblemente: la produc- ción industrial o en masa de todo tipo de objetos, inclui- dos los artísticos. Morris de- fendió la dignidad y el traba- jo de los artesanos, para los que demandaba la consideración categórica de artistas. Con ese objetivo en mente creyó nece- sario el rechazo a todas las ma- nifestaciones que priorizasen el concepto de máquina sobre el del ser humano. Este humanismo se intepretó en no pocas ocasiones con una actitud retrógrada con respecto al progreso –para Morris el con- texto ideal era el rural–, pero nada más lejos de la realidad, Noticias de un futuro que ha recuperado el pasado perdido La reconstrucción de un artista de referencia n No sobran en la península los ejemplos de grandes obras de arte atribuidas a un autor en tiempos tan remo- tos como el siglo XII. Una de ellas es, sin duda, el Pórtico de la Gloria y el Maestro Ma- teo, personaje sobre el que trata esta novela biográfica del catalán afincado en Gali- cia Antonio Costa Gómez. Se trata, como pronto po- drá apreciar el lector, de un tema que apasiona al autor, que ha dedicado años de su vida a estudiar no solo la fi- gura –lo poco que se conoce de ella– sino la época en la que desarrolló su activi- dad el Maestro Mateo. Su conocimiento del perso- naje es tal que se ha per- mitido elaborar una re- creación histórica en el que in- cluso ha cubierto elipsis en el trayecto vital del escultor, que con la obra de la fachada occi- dental de la catedral de Santia- go inauguró una nueva etapa en lo artístico, el gótico, un esti- lo menos “atormentado” que su predecesor, en el que, por lo de- más, se enmarca el conjunto de las grandes arquitecturas de Galicia. “Noticias de ninguna parte” William Morris Traducción de Juan José Morato Capitán Swing / 18 euros “Mateo, el maestro de Compostela” Antonio Costa Gómez Nowtilus / 17,95 euros como se puede comprobar en el libro que acaba de reeditar Ca- pitán Swing. “Noticias de nin- guna parte” es la descripción de un mundo en el que el protago- nista, que vive en un estado per- manente de ensoñación, es ca- paz de prever un futuro que, en efecto, es precisamente como Morris habría soñado. Antonio Costa deja claro en esta obra que la huella del ar- quitecto y escultor es profunda no solo por su habilidad técni- ca, que se le supone, sino, y so- bre todo, por lo que quiso apor- tar al arte de su tiempo, inno- vando, introduciendo nuevos conceptos y nuevas perspecti- vas en el arte de la época. Un genio, en fin, del que, por fortu- na, se conserva su mejor obra. NORDESÍA 31 27 de marzo de 2011 • Diario de Ferrol

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Digámoslo ya: una bien so-pesada antología realiza-da con el criterio de su

personal gusto por el escritor, que sólo ha dejado en pie una veinte-na de cuentos largos y novelas cortas (inolvidable “Los pichicie-gos”, entre otras) es lo que nos presenta Alfaguara (2010) en un volumen titulado “Cuentos com-pletos” de Fogwill; un clásico he-terodoxo de las letras argentinas del s. XX; provocador e iconoclas-ta inclasificable; autor de una per-sonalísima literatura; a la vez ar-gentino puro y universal; dueño de una escritura de plurales di-mensiones y opuestos registros expresivos capaz de asombrarnos y hasta de confundirnos o extra-viarnos; paródico y polémico; na-rrador y ensayista que pulsa todo tipo de asuntos: desde lo más des-aforadamente imaginativo y fan-tástico hasta la inmediata realidad política o social de su país. Fog-will: un grande como Filloy, Saba-to, Borges o Cortázar, Arlt, Bioy… En palabras del prologuista E. Gandolfo, “esta es una antología de media docena de autores muy distintos que tienen solo un nom-bre de marca: Fogwill”.

La celeridad del curso de la prosa, sus abruptas rupturas, los choques expresivos, la constante amalgama de motivos, la atención

al duro mundo rural del país, las referencias constantes al pe-ronismo, las historias domésti-cas en las que lo fantástico irrumpe, el sexo y la droga, la conflictividad política (guerra, lucha clandestina), el fragmen-tarismo de las tramas y los jue-gos de la temporalidad son aquí notas dispersas en textos de in-equívoca personalidad anato-rial y expresividad indomable de caudaloso verbalismo. Pura originalidad.

Fogwill: un escritor que se impone al lector y a sus criatu-ras de ficción, capaz de la na-rración más cuajada y de las pi-

ruetas digresivas más raras y de asomarse a sus ficciones sin más-cara alguna, medularmente ego-céntrico. Irreverente frente a cual-quier corrección y tajante en sus formulaciones, escritor de cuerpo entero como acreditan “Japonés”, “Los pasajeros del tren de la no-che”, “La larga risa de todos estos años”, “Camino, campo, lo que su-cede, gente”, “Help, a él” y otros textos que se contienen en este volumen y que testimonian el arte literario de un Fogwill único y múltiple, desplegado en una es-critura arborescente pero, al tiem-po, sabedor de que contar es “sa-ber el sitio justo donde uno debe quedarse quieto” (p.193). Aun-que nos gustaría que no parase en ningún lugar, en parte alguna. Co-nocer a Fogwill es saber de la me-jor y más trangresora literatura contemporánea.

Cuentos del maestro Fogwill

LUIS ALONSO GIRGADO

LIBROS

autorUn clásico heterodoxo del siglo XX, provocador e iconoclasta inclasificable, autor de una literatura personalísima

Unos meses después de su fallecimiento se publica una antología de cuentos, el género en el que destacó sobre sus

contemporáneos, de Rodolfo Fogwill, autor de la memorable“Los pichiciegos” (1983).

alfaguara presenta una antología de sus mejores textos

“Cuentos completos”Fogwill

alfaguara / 20 euros

literaria

literaria

n Si bien es cierto que llevó sus ideas, muy vinculadas a la socialdemocracia o el so-cialismo, según las circuns-tancias, a la esfera política, el principio moral del fundador del movimiento Arts&Crafts (finales del XIX y comienzos del XX) fue intentar recupe-rar la esencia de los oficios artesanales de raíz medieval –época que estudió con ve-hemencia– en detrimento de un fenómeno que en su épo-ca se estaba extendiendo irremisiblemente: la produc-ción industrial o en masa de todo tipo de objetos, inclui-dos los artísticos. Morris de-fendió la dignidad y el traba-jo de los artesanos, para los que demandaba la consideración categórica de artistas. Con ese objetivo en mente creyó nece-sario el rechazo a todas las ma-nifestaciones que priorizasen el concepto de máquina sobre el del ser humano.

Este humanismo se intepretó en no pocas ocasiones con una actitud retrógrada con respecto al progreso –para Morris el con-texto ideal era el rural–, pero nada más lejos de la realidad,

Noticias de un futuro que ha recuperado el pasado perdido

La reconstrucción de un artista de referencia

n No sobran en la península los ejemplos de grandes obras de arte atribuidas a un autor en tiempos tan remo-tos como el siglo XII. Una de ellas es, sin duda, el Pórtico de la Gloria y el Maestro Ma-teo, personaje sobre el que trata esta novela biográfica del catalán afincado en Gali-cia Antonio Costa Gómez.

Se trata, como pronto po-drá apreciar el lector, de un tema que apasiona al autor, que ha dedicado años de su vida a estudiar no solo la fi-gura –lo poco que se conoce de ella– sino la época en la que desarrolló su activi-dad el Maestro Mateo. Su conocimiento del perso-naje es tal que se ha per-mitido elaborar una re-creación histórica en el que in-cluso ha cubierto elipsis en el trayecto vital del escultor, que con la obra de la fachada occi-dental de la catedral de Santia-go inauguró una nueva etapa en lo artístico, el gótico, un esti-lo menos “atormentado” que su predecesor, en el que, por lo de-más, se enmarca el conjunto de las grandes arquitecturas de Galicia.

“Noticias de ninguna parte”William Morristraducción de Juan José MoratoCapitán Swing / 18 euros

“Mateo, el maestro de Compostela”antonio Costa GómezNowtilus / 17,95 euros

como se puede comprobar en el libro que acaba de reeditar Ca-pitán Swing. “Noticias de nin-guna parte” es la descripción de un mundo en el que el protago-nista, que vive en un estado per-manente de ensoñación, es ca-paz de prever un futuro que, en efecto, es precisamente como Morris habría soñado.

Antonio Costa deja claro en esta obra que la huella del ar-quitecto y escultor es profunda no solo por su habilidad técni-ca, que se le supone, sino, y so-bre todo, por lo que quiso apor-tar al arte de su tiempo, inno-vando, introduciendo nuevos conceptos y nuevas perspecti-vas en el arte de la época. Un genio, en fin, del que, por fortu-na, se conserva su mejor obra.

NORDESÍA 3127 de marzo de 2011 • Diario de Ferrol