Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación...

12
443 Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación interdisciplinartt CARLOS MARTfNEZ SHAW MANUEL SÁNCHEZ MARTINEZ UnivfJrsidsd dfJ Bsrcelons Un punto de partida: el divorcio entre las ciencias sociales A comienzos de nuestro siglo, las ciencias sociales se desarrollaban por caminos paralelos, en mutua y consciente ignorancia de las experiencias y resultados de las disciplinas que avanzaban simultáneamente hacia el común objetivo de estudiar las relacioIÍes entre los grupos humanos. Esta fragmentación del conjunto de las ciencias sociales queda perfectamente definida por P. Vilar: «En la misma medida en que la reacción contra Hegel ha sido diversa, dispersa, desorganizada, la reacción contra Marx, entre la Comuna y la Gran Guerra, aparece como el común denominador de todas las fraccio- nes burguesas de una ciencia que estalla a pedazos: ya que la abundancia de sociologías críticas, subjetivistas, positivistas, místicas, corresponde a la etapa marginalista en economía, a la etapa monografista en historia económica, a la etapa historizante en los historiadores ( ... ). Esta tenden- cia a escindir la realidad ha condenado a la economía, la sociología y la historia a un perpetuo de escondite». I El divorcio entre la historia y la economía ha sido el mejor analizado, debido al extraordinario auge de esta última disciplina y a la importancia .. Queremos aquí agradecer la información y orientación sobre bibliografía antropológica que nos fueron ofrecidas por nuestros compañeros Dolores Comas y Juan José Pujadas. 1. P. Vilar, .. Marxismo e historia en el desarrollo de las ciencias humanas (Para un de- bate metodológico) .. , en P. Vilar, Crecimiento y desarrollo, Barcelona, 1914, pp. 361- 368. -

Transcript of Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación...

Page 1: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

443

Antropologfa e historia hacia una necesaria relacioacuten interdisciplinartt

CARLOS MARTfNEZ SHAW MANUEL SAacuteNCHEZ MARTINEZ

UnivfJrsidsd dfJ Bsrcelons

Un punto de partida el divorcio entre las ciencias sociales

A comienzos de nuestro siglo las ciencias sociales se desarrollaban por caminos paralelos en mutua y consciente ignorancia de las experiencias y resultados de las disciplinas que avanzaban simultaacuteneamente hacia el comuacuten objetivo de estudiar las relacioIIacutees entre los grupos humanos Esta fragmentacioacuten del conjunto de las ciencias sociales queda perfectamente definida por P Vilar

laquoEn la misma medida en que la reaccioacuten contra Hegel ha sido diversa dispersa desorganizada la reaccioacuten contra Marx entre la Comuna y la Gran Guerra aparece como el comuacuten denominador de todas las fraccioshynes burguesas de una ciencia que estalla a pedazos ya que la abundancia de sociologiacuteas criacuteticas subjetivistas positivistas miacutesticas corresponde a la etapa marginalista en economiacutea a la etapa monografista en historia econoacutemica a la etapa historizante en los historiadores ( ) Esta tendenshycia a escindir la realidad ha condenado a la economiacutea la sociologiacutea y la historia a un perpetuo jue~o de esconditeraquo I

El divorcio entre la historia y la economiacutea ha sido el mejor analizado debido al extraordinario auge de esta uacuteltima disciplina y a la importancia Queremos aquiacute agradecer la informacioacuten y orientacioacuten sobre bibliografiacutea antropoloacutegica

que nos fueron ofrecidas por nuestros compantildeeros Mar~ Dolores Comas y Juan Joseacute Pujadas

1 P Vilar Marxismo e historia en el desarrollo de las ciencias humanas (Para un deshybate metodoloacutegico) en P Vilar Crecimiento y desarrollo Barcelona 1914 pp 361shy368 shy

444 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

que el nivel econoacutemico ha adquirido como elemento de explicacioacuten de la evolucioacuten histoacuterica La economiacutea nacioacute unida a la historia en las obras de la escuela claacutesica que buscoacute siempre el maridaje explicativo entre teoriacutea e historia Sin embargo a lo largo del siglo XIX la ciencia econoacutemica fue adentraacutendose en un proces() de abstraccioacuten progresiva de susfoFmulacioshyneS por un lado buscoacute el establecimiento de leyes universales por otro se esforzoacute por expresar dichas leyesmiddot en un lenguaje matemaacutetico Por su parte la historia era canalizada por el historicismo y el positivismo -de raiacutez diferente pero que conducen a ideacutenticos resultados- hacia una erushydicioacuten esteacuteril que asentaba el fetichismo del dato uacutenica realidad objeshytiva al tiempo que rechazaba cualquier virtualidad explicativa ya que unos hechos sometidos exclusivamente al azar no podiacutean ser universalshymente inteligibles sino que quedaban al arbitrio de inconsistentes intershypretaciones subjetivas Por tanto no debe extrantildear que esta historia purashymente acumulativa fuese repudiada popotros cientiacuteficos sociales que se esforzaban en poner a punto un utillaje conceptual debidamente formalishyzado con el que afrontar las realidades que constituiacutean el objeto de sus respectivas disciplinas La historia quedaba marginada relegada a la cashytegoriacutea de un arsenal de curiosidades sin metodologiacutea propia e incapaz de una conceptualizacioacuten propiamente cientiacutefica

En el periacuteodo de entreguerras la situacioacuten experimentoacute un cambio rashydical La necesidad de hallar explicacioacuten a la compleja crisis econoacutemica que azotaba al mundo capitalista obligoacute a los economistas a ampliar su campo de accioacuten a abandonar su posiCioacuten de autosuficiencia y a retirarse de la esfera cerrada de lo puramente econoacutemico La extroversioacuten de la ciencia econoacutemica se operoacute en dos direcciones en primer lugar la econoshymiacutea introdujo en sus anaacutelisis una serie de elementosextraeconoacutemicos que antes quedaban excluidos vieacutendose obligada de esta forma a una colashyboracioacuten con otras ciencias sociales y en segundo lugar la necesidad de interpretar fenoacutemenos de largo alcance y de encontrar en el pasado sishytuaciones que permitieran ilustrar y comprender procesos contemposhyraacuteneos provocaron el nuevo encuentro -o mejor los laquoencuentrosraquo- enshytre la economiacutea y la historia3 Esta nueva orientacioacuten de la ciencia ecoshy

2 Es la actitud ejemplificada por elitas palabras de G Myrdal laquoEn la realidad no hay problemas exclusivamente laquoeconoacutemicosraquo hay simplemente problemas de tal modo que las distinciones entre factores econoacutemicosraquo y no econoacutemicosraquo son en el mejor de los casos artificiales El acto mismo de clarificar lo que deberiacutea entenderse por problemas laquoeconoacutemicosraquo o factores laquoeconoacutemicosraquo supone un anaacutelisis que incluya asishymismo todos los determinantes laquono econoacutemicos (G Myrdal La pobreza de las _cioshynes Barcelona 1974 paacuteg 25)

3 ef J Maczewski y P Vilar iquestQueacute es la historia cuantitativa Buenos Aires 1973

ltartinez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 445 1

ndmica coincidioacute con los rumbos tomados por la historia a raiacutez de la cdtica de la erudicioacuten positivista llevada a cabo por la escuela francesa de los Annales y por los historiadores marxistas preocupados por la ecoshynomiacutea como E Labrousse Se cerraba asiacute un largo periacuteodo de indiferenshycia entre ambas disciplinas sociales

Doacutes caminos paralelos antropologiacutea e historia

En la situacioacuten descrita ejemplificada en el caso de la economiacutea la actishytud reciacuteproca entre antropologiacutea e historia teniacutea necesariamente que disshycurrir por ideacutenticos derroteros

En una primera etapa casi desde su nacimiento la antropologiacutea se orientoacute preferentemente hacia un planteamiento histoacuterico del objeto de su investigacioacuten las instituciones que estudiaba eran consideradas ante todo desde el punto de vista de sus oriacutegenes o antecedentes Esta tendenshycia evolucionista fue pronto criticada por la escuela de los antropoacutelogos funcionalistas que pusieron en primer plano la necesidad de abordar la realidad desde unamiddot oacuteptica sincroacutenica y no diacroacutenica Otra escuela de orientacioacuten historiacista el difusionismo que explicaba los procesos culshyturales y sociales por la difusioacuten de praacutecticas o descubrimientos de unos pueblos a otros fue pronto arrinconada por la vaciedad de sus presushypuestos teoacutericos De este modo la antropologiacuteil andaba el camino andshyhistoricista que conduciacutea desde Malinowski o Radcliffe-Brown hasta el estructuralismo de Leacutevi-Strauss

Sin embargo tambieacuten en este caso el divorcio entre ambas ciencias sociales iba a ser cuestionado desde los dos campos La premisa fundashymental para un acercamiento entre antropoacutelogos e historiadores fue la transformacioacuten de los presupuestos metodoloacutegicos de la historia a par~ tir del periacuteodo de entreguerras Y es que en realidad una historia defishynida en teacuterminos positivistas estaba en las antiacutepodas de lo que podiacutea inteshyresar al antropoacutelogo una historia que soacutelo se ocupaba de hechos militashyres poliacuteticos y diplomaacuteticos (y no culturales ni tecnoloacutegicos por ejemshyplo) una historia centrada en el estudio de Europa occidental (mientras los antropoacutelogos se centraban en las sociedades atrasadas extraeuropeas) y una historia finalmente que consideraba el dato en siacute mismo -fruto de la investigacioacuten en fuentes escritas- como uacutenica evidencia uacutenica explicashycioacuten y uacutenica objetividad

Una de las causas de la incomprensioacuten actual del papel de la historia como posible colaboradora de la antropologiacutea radica en la pervivencia enshy

446 1 CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL i tre los antropoacutelogos de un concepto de la ciencia histoacuterica caducado ~e maacutes de cuarenta antildeos En este sentido vale la pena citar como visiln luacutecida del problema el siguiente texto de E E Evans-Pritchard

Las criticas funcionalistas a los evolucionistas y difusionistas pusieron en tela de juicio no las obras histoacutericas sino las malas obras histoacutericas y esto hasta tal punto que renunciaron a la historia aunque conservando la buacutesqueda de leyes que era precisamente lo que la convertiacutea en mala e inadecuada Por otra parte ignoraban la investigacioacuten histoacuterica y parecfa pensar que la falsa historia a la que dirigiacutean sus ataques era representashytiva de la totalidad rechazando por esta razoacuten cualquier tipo de explicashyciones histoacutericas Justificaban su actitud distinguiendo metodoloacutegicashymente entre ciencias generalizadoras (clasificando a la antropologiacutea soshycial entre las ciencias naturales) y ciencias particularizadoras como la historia Esto seriacutea legiacutetimo si la historia fuera simplemente la relacioacuten de una sucesioacuten de acontecimientos uacutenicos y la antropologfa social un conshyjunto de proposiciones generales pero en la praacutectica los antropoacutelogos somiddot ciales hoy generalizan poco maacutes que lo hacen los historiadores No dedushycen hechos a partir de leyes ni los explican como ejemplos de leyes y si ven lo general en lo particular lo mismo hace el historiador

Debemos distinguir aquiacute entre dos tipos de historia aunque sea aproshyximativamente y con fines expositivos Deseariacutea aclarar que no estoy hashyblando de los historiadores que estaacuten satisfechos con escribir de manera narrativa histoire historisante historia de batallas una historia de los grandes acontecimientos politicos principalmente Ni me refiero tamshypoco a los filoacutesofos de la historia desde Vico y Bossuet a Hegel y Dilthey ya los Spenglers y Toynbees de hoy esos escritores de los que habla tan tristemente el profesor Aron~

Efectivamente los antropoacutelogos que actualmente se esfuerzan por deshyHmitar el campo respectivo de la antropologia y la historia e intentan marcar las fronteras entre ambas disciplinas sentildealando incluso una oposhysicioacuten irreductible entre sus enfoques respectivos tienen in mente un conshycepto de la historia que suele moverse entre Ranke y Toynbee y no entre L Febvre y P Vilars

Por el contrario una vez definida la hitorla en el sentido progresivo

4 E E Evans-Pritchard cAntropologia e historiaraquo en E E Evans-Pritchard Ensayos de antropologiacutea social Madrid 1974 paacuteg 46

5 Claro que lo mismo podriacutea decirse a la inversa Pocas posibilidades de colaboracioacuten ofrece al historiador una antropologia que se acomodase exclusivamente a la definishycioacuten inicial de S F Nadel laquoEl antropoacutelogo social examina las sociedades sin historia y las culturas de caraacutecter exoacutetico (S F Nadel Fundamentos de antropolOgiacutea social Madrid 1974 paacuteg 16)

MBrtiacutenez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 447

qut adquiere diacutea a dia la colaboracioacuten entre los historiadores y los antroshypoacutelogos se abre camino entre los maacutes destacados especialistas de ambas disciplinas Sin embargo todaviacutea no estaacute definido el terreno y el alcance de esta simbiosis interdisciplinar Las liacuteneas que siguen trazadas a granshydes rasgos permiten presentar un cuadro general del estado de la cuesmiddot tioacuten

De la historia a la antropologiacutea

Hoy dia la colaboracioacuten entre la antropologiacutea y la historia es una tendenshycia irreversible que ya ha cristalizado en numerosas ocasiones en el teshyrreno de los hechos Esta colaboracioacuten cuyas liacuteneas esenciales como se ha dicho pretendemos trazar en los apartados siguientes puede adoptar varias formas la utilizacioacuten por parte de los historiadores de las aportashyciones de los antropoacutelogos el camino inverso del recurso por parte de los antropoacutelogos a las elaboraciones de los historiadores y finalmente el trashybajo simultaacuteI)eo de historiadores y antropoacutelogos sobre una realidad coshymuacuten en un proyecto conjunto (que seriacutea el resumen y culminacioacuten de las modalidades anteriores) Por razones de claridad expositiva vamos a abordar el tema distinguiendo las dos liacuteneas contrapuestas de contribushyciones de una disciplina a otra sin entrar abiertamente en la discusioacuten del meacutetodo a seguir para la elaboracioacuten de programas de actuacioacuten conshyjunta sobre una misma realidad a estudiar

No obstante parece imprescindible decir unas palabras sobre ese aacutemshybito de encuentro que los antropoacutelogos designan con el nombre de etnoshyhistoria En un sentido estricto el teacutermino tiene plena vigencia cuando hace referencia a estudios programados en comuacuten entre antropoacutelogos e historiadores utilizando testimonios de archivo y de campo que se entreshylazan en una unidad explicativa Por el contrario y si nos movemos en el campo de las divisorias acadeacutemicas entre disciplinas afines (y lo hacemos no por conviccioacuten sino por no eludir un debate planteado) creemos abushysiva la extensioacuten del teacutermino etnohistoria cuando se aplica a estudios que versan sobre realidades del pasado con documentacioacuten exclusiva de arshychivo y que justifican su condicioacuten de trabajos etnohistoacutericos por tocar teshymas usualmente tratados por los antropoacutelogos en puridad se trata de historia social si se estaacute de acuerdo con que el pasado es el campo y obshyjeto propio de la ciencia histoacuterica

Sin profundizar en el problema acabado de discutir trataremos en primer teacutermino de sentildealar las principales razones que a nuestro juicio

448 1 CONGRESO ESPARoL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOql

t plantean a la antropologiacutea no ya la conveniencia sino la necesidad ~e recurrir a la historia ~

En primer lugar y a Un nivel puramente metodoloacutegico e incluso teacutecshynico la historia ofrece a la antropologiacutea una experiencia en la criacutetic~ de las fuentes y en el anaacutelisis globalizado de sociedades del pasado tan prishymitivas como aquellas actuales sobre las que de hecho se ha volcado hashybitualmente la antropologiacutea En el cuadro de deacuteficits de la ciencia antroshypoloacutegica que E E Evans-Pritchard sentildeala como susceptibles de ser remeshydiados con el auxilio de la bistoria destacan la insuficiencia de rigor critico en la utilizacioacuten de las fuentes la imprecisioacuten a la hora de distinshyguir entre relatos histoacutericos y miacuteticos eldesaprovechamiento de la opor tunidad de establecer comparaciones con sociedades del pasado cuya orshyganizacioacuten pudiera presentar puntos de contacto con las actuales comunishydades primitivas6

Maacutes importante auacuten es la necesidad de dar al anaacutelisis antropoloacutegico una profundidad histoacuterica Y ello por varios motivos en primer lugar porque la prolongacioacuten hacia atraacutes de nuestro campo de observacioacuten conshytribuye no soacutelo a obtener una cantidad mayor de datos que puedan resulshytar significativos sino tambieacuten -y sobre todltr- a ensanchar nuestro horishyzonte y a ampliar nuestra perspectiva sobre los hechos que analizamos sacaacutendolos del estrecho marco del laquomomentismoraquo en segundo lugar porque esta perspectiva temporal puede a veces resultar imprescindible para establecer reglas de funcionamiento de las instituciones o de la vida social repeticiones perioacutedicas y regulares de ciertos fenoacutemenos tendenshycias de larga duracioacuten que alternan con tendencias opuestas y cuya altershynancia constituye justamente un rasgo estructural y en tercer lugar porshyque la realidad no es posible comprenderla en su complejidad si no reshyconstruimos la unidad pasadoacute-presente el pasado se halla de alguna mashynera incorporado al presente es indisociable del mismo y la historia es una realidad plenamente actuante sobre el presente y no soacutelo considerada en el sentido de los acontecimientos sino incluso en el sentido de la idea quacuteeacutelos propios pueblos se hacen de su pasado de su historia

Esta imprescindible dimensioacuten histoacuterica de la antropologiacutea ha sido subrayada en los uacuteltimos antildeos por muchos destacados especialistas Las formulaciones maacutes acertadas de esta necesidad han partido sobre todo de los antropoacutelogos sociales y especialmente de aquellos que se dedican al estu(lio de las sociedades rurales Podemos tomar como ejemplo la obshyservacioacuten de H H Stahl en su obra sobre las comunidades campesinas rumanas 6 ef E E Evans-Pritchard Ensayos pp 48-57

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 449

laquoTout sociologue -se refiere a todo antropoacutelogo social- en voie denquete sociale directe esto sans quille veuille un historien car la tentation de transformer cet ordre logique que l eacutelude morphologique vous impose en ordre chronologique est impeacuterieuseraquo7

Por SU parte Evans-Pritchard habiacutea ya afirmado en 1961 que laquolos hisshytoriadores escriben historia por decirlo asiacute hacia adelante y nosotros inshytentamos escribirla hacia atraacutesraquo 8 Esta actitud hacia la historia coincide por una parte con la de otros cientiacuteficos sociales igualmente preocupashydos por la dimensioacuten histoacuterica de sus anaacutelisis9 y por otra con posiciones defendidas por los historiadores y particularmente por los historiadores del mundo agrario a los que seguacuten la conocida frase de M Bloch gloshysadaprecisamente por H H Stahl laquoles es necesario la mayor parte de las veces leer la historia hacia atraacutes 10

Otra contribucioacuten de la historia a la antropologiacutea es el enriquecishymiento que supone la explicacioacuten geneacutetica de la realidad Algunos autores se muestran esceacutepticos respecto a considerar este hecho como una venshytaja asiacute C Leacutevi-Strauss afirma que laquola obra de Boas demuestra por siacute misma hasta queacute punto resulta decepcionante el intento de saber coacutemo las cosas han llegado a ser lo que son 1I Sin embargo difiacutecilmente el anshytropoacutelogo puede realizar un anaacutelisis rico de las instituciones sociales por ejemplo sin una referencia -que siempre txiste aunque incompleta y deshyfectuosamente elaborada- a los oriacutegenes Cosa muy distinta seriacutea agotar la virtualidad explicativa en un recorrido descriptivo de las diferentes etashypas de una institucioacuten ello repetiriacutea el modo de proceder del historishycismo y elpositimismo que consideraba la actividad de los hombres como un riacuteo herac1itiano que jamaacutes llegamos a aprehender con~eptualshymente

El enfoque histoacuterico permite tambieacuten a la antropologiacutea la comparashycioacuten entre fenoacutemenos distantes en el tiempo y en el espacio Sobre todo evita crasos errores como el de considerar a las comunidades primitivas como laquosociedades estaacuteticasraquo justamente porque el observador ha presshycindido de una perspectiva diacroacutenica la peticioacuten de principio se evidenshycia en la atribucioacuten de la condicioacuten de ahistoacutericas y sociedades sobre las que no se quiere proyectar una investigacioacuten de caraacutecter histoacuterico Del

7 H H Stahl Les anciennes communauteacutes villageoises roumaines Pariacutes 1970 8 E E Evans-Pritchard Ensayos paacuteg 61 9 Cfbullbull por ejemplo W LeontieffbullbullWhen should history be written backwards

Economic History Review XVI (1963) pp 1-8 10 M Bloch Les caracteres originaux de lhistoire rurale franfaise Pariacutes 1952 t Ipaacuteg 11 e leacutevi-Strauss AntropologUacutel estructural Buenos Aires 1968 paacuteg 9

bull 450 1 CONGRESO ESPArVOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOLJ

mismo modo la falta de anaacutelisis diacroacutenico puede presentamos cJaIshyquiera de las diversas etapas de desarrollo de una detenninada institushycioacuten como la concrecioacuten definitiva o la situacioacuten estabilizada de la misma puede considerar lo que no es sino un momento de desarrollo como la laquopraacutectica congeladaraquo Por otra parte un problema tiacutepico del anshytropoacutelogo requiere un anaacutelisis esencialmente histoacuterico nos referimos al cambio social al paso de una estructura definida en la totalidad de las reshylaciones entre sus elementos a otra estructura distinta susceptible natushyralmente de ser definida del mismo modo

Finalmente todos los fenoacutemenos humanos son esencialmente feshynoacutemenos histoacutericos La dimensioacuten temporal es inseparable de la naturashyleza de las creaciones humanas Las realidades que estudia la antropoloshygia no escapan a esta regla estaacuten en perpetua evolucioacuten y transfonnashycioacuten Por tanto suscribimos plenamente la afirmacioacuten de A Leroi-Gourshyhan cuando sentildeala que laquoles situacions ethniques ne sont que des deveshynirs indeacutefinissables autrement que dans une perspective animeacutee par le temps 12

De la antropologiacutea a la historia

La antropologiacutea aporta sobre todo al historiador dos elementos nuevas fuentes y nuevos meacutetodos y teacutecnicas que sirven para tratar temas con los que la historia no se ha familiarizado hasta fechas muy recientes

A pesar de las observaciones de L Febvre encaminadas a ampliar el concepto de fuente histoacuterica J3 la experiencia demuestra que de los tres tipos principales de fuentes de que dispone el historiador para analizar el pasado (textos escritos vestigios materiales y fuentes orales) se ha privishylegiado excesivamente la documentacioacuten escrita A este respecto es signishyficativo que el material arqueoloacutegico quedara durante mucho tiempo inshycluso excluido del terreno de la historia propiamente dicha como indica el propio concepto de prehistoria aplicado a 10 que no es maacutes que el peshyriacuteodo aacutegrafo de la historia

12 A Leroi-Gourhan Preacutefaci a LAubrac Pans 1971 Afud Aujourdhui lhistoire Enquete de La NouveJle Critique Pans 1974 paacuteg 40 (eXIste versioacuten castellana Barshycelona (916)

13 La historia se hace con todo lo que laquosiendo del hombre depende del hombre sirve al hombre expresa al hombre significa la presencia la actividad los gustosmiddoty las forshymas del ser del hombreraquo (L Febvre Combates por la historia Barcelona 1970 paacuteg 232)

Martiacuteenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 451

Efectivamente el historiador olvida con frecuencia que incluso en soshyciedades que conocen la escritura eacutesta no afecta a todos los sectores de la poblacioacuten ni los documentos escritos iluminan por igual todos los niveshyles de la realidad 14 Ha de recurrir por tanto a la arqueologia no soacutelo para reconstruir la historia de las sociedades sin escritura sino para estushydiar aspectos no reflejados en los textos durante la eacutepoca de la civilizashycioacuten escrita En este sentido parece obvio que la arqueologiacutea no debe lishymitarse con exclusividad al estudio de los tiempos convencionalmente deshynominados prehistoacutericos pues como advierte A Leroi-Gourhan laquorien ne diffeacuterencie dans lattitude et les proceacutedeacutes de recherche leacutetude dune hashybitation paleacuteolithique vieille de 30000 ans et celle des ruines ensevelies dune maison bourgeoise du XIXe siec1eraquo15 En esta liacutenea soacutelo desde feshychas muy recientes la arqueologiacutea viene siendo utilizada con notable eacutexito para el anaacutelisis de eacutepocas distintas a la prehistoria quizaacutes el ejemshyplo maacutes espectacular sea el de la arqueologiacutea medieval que estaacute poniendo a disposicioacuten del historiador un enorme caudal de datos sobre la vida mashyterial apenas entrevista de la documentacioacuten escrita 16

De esta forma el historiador va ampliando poco a poco el campo de observacioacuten de su objeto con la ayuda de nuevas fuentes que le obligan a poner en cuestioacuten la hasta ahora indiscutida hegemoniacutea del documento escrito En este punto la antropologia puede venir eficazmente en su aushyxilio Seguacuten E Poulat el historiador del catolicismo franceacutes las fuentes antropoloacutegicas que puede utilizar la historia son de dos tipos documenshytos orales y documentos ecoloacutegicos I

La encuesta oral puede referirse a muacuteltiples campospensemos en el patrimonio de experiencias de nuestros militantes obreros que no seraacute dado a la historia escrita y que puede morir con ellos o bien en el mundo de la cultura popular todaviacutea oral en gran medida qle no puede ser resshycataacutedo maacutes que con el recurso a la grabadora Horizonte limitado a lo

14 Cf entre otros A Casanova laquoHistoire et ethnologie 1 Fonts historiques et reacutealite historiqueraquo en Aujourdhui IhiSlOire pp 31middot39

15 A Leroi-Gourhan laquoLhistoire sans textesraquo en LHistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 paacuteg 233

16 Los resultados maacutes notables han sido obtenidos en los paiacuteses del Este europeo partishycularmeacutente en Polonia a traveacutes del Instituto de Historia de la Cultura Material (creado en 1954) Cf por ejemplo W Hensel La civilisation polonaise du haut moyen dge el la lumiere des recherches archeacuteologiques laquoAnuario de Estudios medievalesgt 8 (1912-13) pp 521-536 Sobre la funcioacuten del Instituto de Historia de la Cultura Material y el pashypel que el mismo desempentildea la etnologiacutea cf T Wasowicz Lhistoire de la culture mashyteacuterieIle en Pologne laquoAnnales E S C bull XVII (1962) pp 15-84

11 Entrevista con E Paulat en Aujourdhui lhistoire paacuteg 238

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 453452 I CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTASmiddotVOL t

muy contemporaacuteneo es verdad pero no exclusivamente ciertas manifesmiddot taciones folkloacutericas canciones sobre temas que fueron actualidad ensu diacutea y que se perpetuacutean en tonadillas populares tradiciones sobre sucesos importantes del pasado o sobre figuras de raigambre popular todo ello puede hacer referencia a acontecimientos ocurridos en tiempos muy disshytantes al presente y de los que carecemos a veces de otras fuentes de inshyformacioacuten que no sean las pllramente oficiales

En cuanto a los documentos ecoloacutegicos F Braudel nos ha hablado de una laquogeohistoriaraquo de una historia del medio ambiente que condiciona al hombre y que a la vez es transformado por eacuteste mientras E Sereni ha intentado esbozar una historia del paisaje agrario italiano 18 Pero al reshyveacutes una interrogacioacuten al paisaje actual permite observar las distintas etashypas de la accioacuten del hombre si bien no en el sentido de los niveles de un yacimiento arqueoloacutegico siacute al menos a traveacutes de los elementos residuales que no han sufrido alteracioacuten significativa y que han ido quedando relatishyvamente al margen del proceso general del desarrollo histoacuterico

Pero sobre todo la antropologiacutea nos proporciona nuevos meacutetodos y teacutecshynicas de aproximacioacuten a los problemas del pasado En este punto la hisshytoria siempre ha manifestado tanto su necesidad como su disposicioacuten a incorporar experiencias distintas Para interpretar el pasado la historia ha recurrido a la teoriacutea econoacutemica y a la elaboracioacuten estadiacutestica del mismo modo que ha utilizado teoriacuteas sociales y teacutecnicas de sondeo Desde el momento en que los problemas econoacutemicos o sociales del pashysado se han convertido en objeto de su intereacutes no ha dudado en estableshycer contacto con la economiacutea o con la sociologiacutea Lo mismo ha ocurrido aunque maacutes tardiacuteamente con la antropologiacutea Las razones de este retraso pueden ser debidas a que la antropologiacutea en su desarrollohabiacutea ido ocushypando justamente aquellos espacios que la historia le abandonaba por cashyrecer de intereacutes para ella o porque el tipo de fuente que veniacutea utilizando no le permitiacutea introducirse en ellos Este proceso ha sido analizado luacutecishydamente por M Godelier

Poco a poco se haconstituido un campo de estudios poblado de todas ms sociedades no occidentales que descubriacutea el occidente en su expansioacuten mundial y que los historiadores abandonaban a merced de los antropoacuteloshygos en cuanto su estudio no podiacutea apoyarse en documentos escritos que

18 er middotF Braudel La Meacutediterraneacutee et le monde meacuteditelTaneacuteen alqoque de Philippe 11 Pashyriacutes 1966 (existe versioacuten castellana Meacutexico 1976) y E Sereni Storia del paesaggio agrario italiano Roma-Bari 1974

permitieran fechar los monumentos y las huellas materiales de la historia pasada y en cuanto fue necesario recurrir a la observacioacuten directa y a la encuesta oral

Al mismo tiempo y por las mismas razones sectores enternos de la historia occidental -antigua y contemporaacutenea- se dejaban en manos de la etnologiacutea o la sociologiacutea rural a menudo confundidas la una con la otra De este modo se cediacutea a la antropologiacutea el estudio de todos los asshypectos de la vida regional o aldeana que apareciacutean como supervivencias de modos de produccioacuten y deacute organizacioacuten social precapitalistas y preinshydustriales o que se remitiacutean a particularidades eacutetnicas y culturales muy antiguas (oo) realidades que apareciacutean poco a poco en la documentacioacuten escrita que examinaban los historiadores y que exigiacutean ademaacutes la enshycuesta directa sobre el terreno y la recogida de las praacutecticas que se manishyfestaban en la mayor parte deacute los casos de forma ejemplar en las tradimiddot ciones orales del folklore y en las normas consuetudinariasI~

Los historiadores abandonaban asiacute a los antropoacutelogos los elementos residuales marginales al curso si no de la historia siacute de la laquogran histoshyria Esta visioacuten teleoloacutegica que no se ocupaba de los terrenos laquocondenashydosraquo por el desarrollo histoacuterico es precisamente un concepto a revisar los comportamientos marginales (pensemos en los estudios sobre margishynalidad social de B Geremek o de E JHobsbawm)20 los residuos de moshydos de produccioacuten anteriores en las distintas formaciones econoacutemico-soshyciales (pensemos por ejemplo en el intereacutes de estos planteamientos para sociedades integradas en el capitalismo perifeacuterico) van siendo objeto de

un renovado intereacutes convirtieacutendose en temas baacutesicos de investigacioacuten Aquiacute la historia entra de nuevo en contacto con la antropologiacutea

El terreno donde esta colaboracioacuten ha dado sus primeros frutos de consideracioacuten ha sido en el de las sociedades rurales Las actuales comushynidadesrurales hablan sido un campo fundamental de experiencias para la antropologiacutea social al mismo tiempo se daba la circunstancia de que las sociedades del pasado anteriores a la revolucioacuten industrial eran socieshydades eminentemente rurales y por tanto con puntos de contacto con las comunidades campesinas actuales Por otra parte unas y otras -las de

19 MGodelier _Antropologiacutea y economiacutea iquestEs posible la antropologiacutea econoacutemica en M Godelier (oo) Antropologiacutea y economiacutea Barcelona 1976 pp 291~292

20 B Geremek laquola popolazione marginale tra il Medioevo e lera modernaraquo en Agriculshytura e sviluppo del capitalismo Roma 1970 pp 201-216 (existe versioacuten castellana Mamiddot drid 1974) E J Hobsbawm Primitive Rebels Studies in Archaic Forms of Social Moshyvement in the 19 th and 20 th Centuries Manchester 1959 (existe versioacuten castellana Barcelona 1974) E J Hobsbawm Bandiacutets Londres 1969 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

454 I CONGRESO ESPAfloL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL I

antes y las de ahora- son sociedades con predominio de la cultura oral campo vedado al historiador si no es por medio de las reminiscencias conservadas en el presente y en el que el antropoacutelogo en cambio tiene una gran experiencia acumulada De este modo las formas subsistentes de vida rural constituiacutean el terreno adecuado para escribir esa historia al reveacutes en la que seguacuten ya vimos coincidiacutean los antropoacutelogos y los histoshyriadores del mundo agrario Un texto de Ch Parain como introduccioacuten a un trabajo de etnologiacutea histoacuterica fruto de la colaboracioacuten interdiscipliacutenar entre ambas ciencias sociales puede servir de justificacioacuten teoacuterica de las posibilidades de este tipo de investigacioacuten

laquo bullbullbull levolution des vieilles socieacuteteacutes europeacuteennes entrees depuis longtemps dans rere industrielle na pas en geacuteneacuteral atteint un point ou auraient cesseacute de s y perpeacutetuer et d y tenir un role appreacuteciable des groupes sociaux dont il serait impossible de comprendre les structures profondes ainsi que le mouvement qui les anime en se contentant de leur appliquer les moshydeles qui permettent de reacutendre compte de la socieacuteteacute globale dans la mesure ou elle se trouve fa~onneacutee de maniere deacuteterminante par Iindustrialisashytionraquo21

Al mismo tiempo las experiencias se multiplican Un modelo ejemshyplar de aplicacioacuten del meacutetodo de la antropologiacutea es el trabajo de H H Stahl sobre las comunidades campesinas rumanas Sus reflexiones teoacuterishycas y su imaginacioacuten para utilizar las fuentes etnoloacutegicas han contriuido poderosamente a la toma de conciencia sobre la necesidad de la colaborashycioacuten interdisciplinar en historia agraria

laquoEn tout cas nosanciens documents concernant les villages sont si lacoshyniques et impreacutecis que lon ne peut les comprendre que si lon sait deacuteja quelles sont les regles de vie des communauteacutes villageoises Sans lappui des connaissances portant sur les communauteacutes de nos jours Iexegese des actes anciens se heurteraient a des difficulteacutes insurmontablesraquo22

G Duby en sus estudios sobre la economiacutea rural durante la Alta Eoad Media tambieacuten ha incorporado con claridad las ensentildeanzas de los antroshypoacutelogos ofreciendo con ello una visioacuten renovada del occidente altomedieshyval He aquiacute de entrada una afirmacioacuten que deberaacute se~ tenida en cuenta por los medievalistas que se ocupen del periacuteodo comprendido entre los sishyglos VIII y X

21 Ch Parain ~Fondements dune ethnologie historique de IAubracraquo en LAubrac tII Pariacutes 1971 Apud Aujourdhui lhistoire pp 35-36

22 H H Stahl Les anciennes communauteacutes

Martfnez y Saacutenchez Antropologla e Historia 455

laquoIOccident du X~ siecle ce pays de forets de tribus de sorcellerie de roishytelets qui se halsent et se trahissent sortit a peu pres de lhistoire et laissa mois de traces de son passeacute que ne le fit sans doute lMrique centrale du XIXe siecle qui le ressemble tanh 23

Es de sobra conocido el protagonismo concedido por los historiadores de la economiacutea medieval -desde Pirenne- al comercio como motor esenshycial de la misma Pues bien G Duby ha mostrado que para descubrir los motores de esta economiacutea dadas las caracteriacutesticas laquoprimitivasraquo de la soshyciedad altomedieval laquoLes reflexions des eacuteconomistes contemporains apshyparaissent en fait moins utiles que ne sont celles des ethnologuesraquo y reshyfirieacutendose en concreto al papel desempentildeado por la moneda en este tipo de sociedad comprueba que laquoles ethnologues nous aprennent que les soshycieacuteteacutes primitives peuvent fort bien se passer de petite monnaie sans pour cela ignorer les eacutechanges ni meme les eacutechanges proprement commershyciauxraquo24 Bueno seraacute recordar en este punto las notables aportaciones de K Polanyi y su escuela -a pesar de sus limitaciones 25_ cuando nos explishycan la existencia de sistemas econoacutemicos laquoempotradosraquo (embedded) en el funcionamiento de estructuras sociales no eco micas (relaciones de parenshytesco relaciones poliacuteticas etc) Como afirma M Rodinson

laquole livre maintenant classique dirigeacute par Polanyi Arensberg et Pearson (1957) a fait admettre aux historiens et a beaucoup deacuteconomistes ce que les ethnologues ou anthropologues savaient oepuis longtems asavoir que leacuteconomie et meme leacuteconomie deacutechange neacutetait pas lieacutee forceacutement au marcheacute et cela jusque dans des socieacuteteacutes complexes et tres deacuteveloppeacuteslO26

Volviendo a las investigaciones de G Duby este historiador replanshytea por tanto el estudio econoacutemico de la Alta Edad Media en funcioacuten de categoriacuteas diferentes a las relaciones de parentesco de las tradiciones

23 G Duby Lan mil Pariacutes 1967 paacuteg 10 Cfla obra fundamental de G Duby Leacuteconoshymie rurale et la vie des campagnes dans IOccident meacutedieacuteval Pariacutes 1962 (existe versioacuten castellana Barcelona 1968)

24 G Duby Guerriers et paysans VII-Xlle siAcle Premier essor de leacuteconomie euroshypeacuteenne Pariacutes 1973 pp 12 Y 77 (existe versioacuten castellana Madrid 1976)

25 Cf el comentario critico de M Godelier a K Polanyi y la escuela substantivista de su artiacuteculo laquoLa antropologiacutea econoacutemicaraquo en M Godelier Economia fetichismo y religioacuten en las sociedades primitivas Madrid 1974 pp 65-69

26 M Rodinson Preacuteface a P Chalmeta El sentildeor del zoco en Espantildea Madrid 1973 paacuteg XVI El libro de K Polanyi a que hace referencia M Rodinson es K Polanyi C M Arensberg and H W Pearson (OOs) Traacutede ami market in tfiexcle Early Empires Econoshymies in history ami theory New York 1957 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

456 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL 1

culturales y de los mecanismos mentales en las estructuras de obtencioacuten e intercambio de bienes

laquo11 sagit de saisir eomment Iimaginaire de paren teacute -je pense par exemshypIe au eulte des aneetres a la devotion a leacutegard des deacutefunts- peut luiacuteshymeme retentir sur une situation donneacutee proprement eacuteeonomique par linshytermeacutediaire de toute une eateacutegorie de rituels doffrandes et de eonseacuteerashytions ( ) peut-on maintenant arriver a faire une theacuteorie des rapports eacuteeoshynomiques a linterieur de la parenteacuteraquo 11 serait vain de revenir a una Geistesgeschichte ou les ideacutees se promeneshyraient dans une sphere intemporelle mais il mapparait de plus en plus vain de faire de Ihistoire eacuteeonomlque qui ne tient pas eompte des rituels par exemple du rituel de la fete ou de regles eomme eeHes du mariage ou de ehoses aussiacute peu mateacuterielles que la eroyanee en la survie au purgatoire Ainsi lideacuteedu purgatoire est tres dune eertaine image de la socieacuteteacute elleshymeme detennineacutee par des criteres eacuteeonomiques mais eette ideacutee du purgashytoire a des incidenees sur le fonetionnement du modele eacuteeonomiqueraquo27

Si la antropologiacutea sirve a G Duby para la comprensioacuten del mundo alshytomedieval su utilidad es asimismo innegable para ampliar el anaacutelisis soshybre sociedades maacutes proacuteximas a nosotros Es el caso de las investigacioshynes muy r~~ientes de REF Smith que ha empleado encuestas antroposhyloacutegicas suPerpuestas a las fuentes documentales en un estudio sobre la agricultura rusa anterior a la eacutepoca de Pedro el Grande 2B O asimismo el caso de A Soboul quien preocupado por las transformaciones experishymentadas por las comunidades rurales francesas a partir de la Revolushycioacuten no duda en recurrir a la antropologiacutea sentildealando expliacutecitamente los beneficios cientiacuteficos de tal actitud

11 nest pas inutile dinsister id sur les serviees reacuteciproques que peuvent et doivent se rendre histoire et ethnographie dans leacutetude de la eommushynauteacute rurale Lhistorien trouvera dans la liUeacuterature el lart populaires un tnstrument efficaee danalyse sociale Ieacutetude du folklore paysan permet de eonstater le retentissement des eacuteveacutenements dans la eonscienee eolleeshytive et deacutecIairer ses tendanees profondes Lhistoire en retour met en eacutevishydenee le dynamisme et le devenir perpeacutetuel des struetures sociales et mentales elle deacutemontre la vaniteacute du mythe de la permanenee des eoutushymes paysannes beaucoup plus ehangeantes en tous les domaines quon ne sest plus parfois a l affinnerraquo 29

27 G Duby Ristoirelsocieacuteteacutelimaginaire laquoDialeetiques 10-11 (1975) pp 111-123 28 R E F SmilhPe4$ant Farming in Muscovy Cambridge 1977 29 A Soboul laquoProblemes de la eommunauteacute rurale en Franeeraquo en Ethnologie et histoire

Forces productives et problemes de transition Pariacutes 1975 paacuteg 371

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologia e Historia 457

Asiacute pues es evidente que los meacutetodos de la antropologiacutea pueden coshyrregir los anacronismos cometidos al intentar aplicar los criterios de la economiacutea del mundo capitalista a sociedades rurales de otras eacutepocas poshyniendo a disposicioacuten del historiador unos elementos que le permitan valoshyrar la importancia de los factores extraeconoacutemicosen sociedades agrashyrias parecidas a las que suele estudiar el antropoacutelogo

Un segundo campo de posible colaboracioacuten interdisciplinar es el de la historia de la cultura Como muy bien ha sentildealado uno de los maacuteximos especialistas del tema R Mandrou la historia debe a la antropologiacutea la ampliacioacuten del concepto de cultura si antes el teacutermino soacutelo definiacutea a las elaboraciones eruditas que eran patrimonio de las clases dominantes la nueva concepcioacuten cubre ahora las creaciones populares las visiones del mundo y los modos de vida del conjunto de la sociedadJO La historia de las mentalidades colectivas del utillaje mental de un grupo soqal -donde las representaciones escritas y las conceptualizaciones juegan un papel mucho menos importante que la transmisioacuten oral o que la represenshytacioacuten simboacutelica- se convierte asiacute en UIi campo excepcional de colaborashycioacuten entre antropologos e historiadores La experiencia de la antropologiacutea en temas tales como la mentalidad maacutegica las formas religiosas la forshymacioacuten de los mitos los sistemas de representacioacuten no escrita puede ser puesta indudablemente a disposicioacuten del historiador para la elaborashycioacuten de meacutetodos de investigacioacuten que permitan un ensanchamiento y un tratamiento maacutes profundo de los materiales de que dispone el estudioso de la cultura

Por ejemplo en el campo de la historia medieval algunos trabajos de J Le Goff han permitido conocer significativos rasgos de la cultura popushylar de la Alta Edad Media sus relaciones con la cultura eclesiaacutestica asiacute como las vinculaciones de ambas con la estratificacioacuten social de la eacutepocaJI En parecida direccioacuten G Duby ha mostrado los mecanismos de vulgarizacioacuten de los modelos culturales en las clases inferiores y como contrapartida el movimiento paralelo de laquoinvasioacutenraquo de la afectividad poshypular en la cultura aristocraacutetica32 Para la Francia claacutesica R Mandrou ha

30 R Mandrou laquoLa Franee moderne en Aujourdhui lhistoire paacuteg 228 31 J Le Goff Culture cleacutericale et tradiacutetions folkloriques dans la civilisation meacuterovingienne

laquoAnnales E S Craquo XXII (1967) pp 780-791 J Le Goff -Les paysans etlemonde rushyral dans la litteacuterature du haut moyen age en Agricoltura e mondo rurale in Occidente nell alto medioevo Spoleto 1966 pp 723-741

32 G Duby _La vulgarisation des modeles culturels dans la socieacuteteacute feacuteodaleraquo en Niveaux de culture et groupes sociaux Pariacutes-La Haya 1971 pp 32-40

458 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

[ mostrado la coexistencia de diversos sistemas de civilizacioacuten de diferenshytes niveles culturales (popular nobiliario eclesial burgueacutes margina) que se entrecruzan y se influyen mutuamente 33

Pero la investigacioacuten de este amplio campo apenas explorado de la cultura popular supone en primer lugar la adquisicioacuten por parte del hisshytoriador de un amplio bagaje de conocimientos sobre el folklore y otras cuestiones que la antropologiacutea puede brindar yen segundo lugar una reshylectura minuciosa de la documentacioacuten escrita buscando en ella no ya los laquodatosraquo puntuales y concretos sino otro tipo de informacioacuten mucho maacutes sutil que descubra los sistemas de representacioacuten mental de los redactoshyres del texto 34 En este sentido la simple cuantificacioacuten del vocabulario puede a veces resultar efectiva si permite descubrir reiteraciones o aushysencias significativas3s Asimismo el estudio de las representaciones icoshynograacuteficas parece abrirse a la investigacioacuten histoacuterica como prometedor campo de experiencias seguacuten se comprueba en trabajos recientes como los de G y M Vovelle o V L Tapieacute sobre la Francia moderna y contemshyporaacutenea36

Conectado directamente con lo anterior nos encontramos con un nishyvel cultural muy primario que se manifesta en forma de efusiones afectishyvas exaltaciones de la sensibilidad colectiva comportamientos no racioshynalizados y expresiones rituales cuyo significado no es plenamente consshyciente Incluso actitudes poliacuteticas que hoy consideramos fruto de refleshyxiones perfectamente explicitadas y asumidas por sus protagonistas no I

I teniacutean este caraacutecter entre grupos sociales que soacutelo confusamente sabiacutean articular en momentos aacutelgidos sus intereses de clase de cara a una acciOacuten contestataria (los franceses llegan a denominar a estos movimientos de

33 R Mandrou La France aux XVIIe et XVIIe siecles Pariacutes 1967 (existe versioacuten casteshyllana Barcelona 1973)

34 Como trabajos modeacutelicos sobre estos temas pueden citarse los de R Mandrou De la culture populaire aux XVIIe et XVIIe siecles Paris 1964 y F Lebrun Les hommes et la mort en Anjou aux XVIIe et XVIIe siecles Essai de deacutemographie et de psychologiacutee historiques Pariacutes-La Haya 1971 (versioacuten abreviada Pariacutes 1975) la tercera parte del libro se ocupa de las actitudes de los angevinos del Antiguo Reacutegimen ante la enfermeshydad el espectaacuteculo de la muerte el fin uacuteltimo y el culto de los muertos

35 Cf por ejemplo el trabajo de K J Hollyman Le deacuteveloppemen du vocabulaire feacuteodal en France pendant le haut moyen aacutege Etude seacutemantique Ginebra-Pariacutes 1957 En este campo son muy importantes las consideraciones teoacutericas de R Robin Histoire et linguumlistique Pariacutes 1973

36 G et M Vovelle Vision de la mort et de lau-deld en Provence dapres les autels des ames du purgatoire XVe-XXe siecles Pariacutes 1970 V L Tapieacute y otros Retables baroshyques de Bretagne Pariacutes 1972

Martfnez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 459

protesta laquoeacutemotions populairesraquo) Tambieacuten aquiacute el trabajo antropoloacutegico puede ayudar al historiador Sin que estemos de acuerdo con una formushylacioacuten que separa en teacuterminos de irreductible antagonismo el mundo de lo consciente del mundo de lo inconsciente creemos que pueden tenerse en cuenta las siguientes palabras de C Leacutevi-Strauss

Teniendo el mismo objeto que es la vida social el mismo propoacutesito que es una mejor inteligencia del hombre y un meacutetodo que soacutelo variacutea en cuanto a la dosificacioacuten de los procedimientos de investigacioacuten se distinshyguen sobre todo por la eleccioacuten de perspectivas complementarias la hisshytoria organiza sus datos en relacioacuten con las expresiones conscientes de la

1 vida social y la etnologiacutea en relacioacuten con las condiciones inconscientesraquo37

Lo que en todo caso siacute es cierto es la utilidad del anaacutelisis antroposhyloacutegico para la exploracioacuten de ese sustrato de creencias de vivencias de coacutedigos no explicitados que circulan a nivel inconsciente o semiconsshyciente y que alimentan praacutecticas y comportamientos que sin aquella refeshyrencia nos pareceriacutean incoherentes y absurdos Anaacutelisis de este tipo son especialmente vaacutelidos para el estudio de las sociedades del pasado en las que la ausencia entre la mayoriacutea de la poblacioacuten de una cultura escrita favoreciacutea el desarrollo de conductas que no llegaban a alcanzar un grado de expresioacuten plenamente consciente Entre historiadores este terreno estaacute ampliamente por desbrozar aunque ya la historia de las mentalidades comiddot lectivas se propone decididamente abordar todos los niveles de expreshysioacuten desde los maacutes racionales y manifiestos hasta aquellos que parecen maacutes irracionales y son puramente afectivos Veamos coacutemo G Duby in discutible pionero en el tema de las mentalidades situacutea la cuestioacuten

para comprender la organizacioacuten de las sociedades humanas y para discernir las fuerzas que la hacen evolucionar es necesario prestar una atencioacuten similar a los fenoacutemenos mentales cuya intervencioacuten tiene sin duda alguna un caraacutecter tan determinante como la de los fenoacutemenos ecoshynoacutemicos y demograacuteficos Pues los hombres no regulan su conducta en funcioacuten de su situacioacuten real sino de la imagen que de eacutesta tienen imagen que jamaacutes es un fiel reflejo de la realidad De ahiacute el esfuerzo de los homshybres por conformar su conducta a unos modelos de comportamiento fruto de una cultura determinada y que a lo largo del devenir histoacuterico no siempre se ajustan a las realidades materialesraquo)H

37 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 19 38 G Duby Historia social e ideologa de las sociedades Barcelona 1976 paacuteg 82 Asishy

mismo cf G Duby laquoHistoire des mentaliteacutes en Lhistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 pp 937-968

460 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOWG1A ACTAS-VOL 1

Ya hemos hecho una ligera referencia a la importancia que concede Duby a los fenoacutemenos mentales en el seno de la economiacutea alto medieval De igual forma ha puesto el acento en la impronta sicologiacutea que acomshypantildea a los oriacutegenes de la caballeriacutea en la fuerza de la ideologiacutea de la laquopaz de Diosraquo durante la primera eacutepoca feudal y en los componentes mentales que arropan y dan coherencia a las relaciones feudales_ 39 Particularmente ilustrativo desde el punto de vista metodoloacutegico es el trabajo dedicado al estudio del esquema tripartito que dividiacutea la sociedad de la Alta Edad Meshydia en laquooratoresraquo laquobellatoresraquo y laquolaboratoresraquo he aquiacute un notable ejemshy

i plo de coacutemo se pueden desmontar los componentes de una estructura mental analizar su geacutenesis mostrar los mecanismos que conducen a suI

I

I

t

configuracioacuten en un todo coherente y por fin descubrir los factores que conduciraacuten a la supresioacuten del mismo_ 40 Del mismo modo los fenoacutemenos de rebeldiacutea primitiva usando el teacutermino ya consagrado de E_ J_ Hobsshybawm41 y las actitudes contestatarias de la multitud en el sentido defishynido por G_ Rudeacute42 soacutelo podraacuten ser entendidos plenamente si a los meacutetoshydos tradicionales de enjuiciamiento poliacutetico superponemos un anaacutelisis de las actitudes reflejas de las respuestas espontaacuteneas de los diferentes grupos sociales la ausencia de iIlVestigaciones de este tipo nos conducishyriacutea a penosos anacronismos43 En todos estos casos la antropologiacutea puede ayudar a la historia

laquoSin embargo la ausencia de documentos escritos en la mayoriacutea de las sociedades primitivas ha obligado al etnoacutelogo a desarrollar meacutetodos y teacutecshynicas adecuados al estudio de actividades que permanecen como conseshycuencia d~ ello imperfectamente middotconscientes en todos los niveles en que se expresanraquoH I

Finalmente y sin que esto quiera decir que hayamos agotado esta enushymeracioacuten de posibles aacutereas de contacto entre las dos disciplinas podeshymos convenir con-Evans-Pritchard en la necesidad de aprovechar la expeshy

39 Cf G Duby bull Les origines de la chevalerie bull Les lalcs et la paix de Dieuraquo y laquoLa feacuteodashyliteacute Une mentaliteacute medieacutevaleraquo en G Duby Hommes et structures du Moyen Age Pashyns-La Haya 1973 pp 325-341 227-240 Y 103-110 respectivamente

40 G Duby Los oriacutegenes de un sistema de clasificacioacuten socialraquo en G Duby Historio social pp 43-56

41 E J Hobsbawm Primitive Rebels 42 G Rudeacute The Crowd in History New York 1964 (existe versioacuten castellana Buenos Aishy

res 1971) 43 Este riesgo asiacute como la necesidad del anaacutelisis antropoloacutegico para obviarlo ha sido seshy

ntildealado en un estudio reciente sobre revueltas campesinas por J Torras Liberalismo y rebeldia campesina 1820-1823 Barcelona 1976 paacuteg 14

44 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 25

I

l1

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 461

riencia de los antropoacutelogos en estudios histoacutericos sobre problemas de pashyrentesco de linaje o de familia Las complejas articulaciones familiares en sociedades jerarquizadas como las antiguas tienen una proyeccioacuten evishydente en la trayectoria econoacutemica social y poliacutetica de las mismas Sisteshymas de herencia ligados al mantenimiento del poder de una clase enlaces matrimoniales como modo de perpetuacioacuten de una eacutelite social relaciones familiares de clientela otros tantos temas de historia social que pueden beneficiarse de la praacutectica antropoloacutegica Por ejemplo estudiando las reshylaciones de parentesco durante la Alta Edad Media tema praacutecticamente virgen hasta hace muy pocos antildeos G Duby llega a conclusiones que neshycesariamente habraacuten de ser tenidas en cuenta por los investigadores de aquel periacuteodo al sentildealar

laquoleacutetrolte correacutelation ( ) entre lhistoire de la famille et celle de leacuteconoshymie Cest en fonction dun patrimoine quil soit constitueacute de terres de pouvoirs du de monnaie que se disposent les relations de parenteacute ( ) Mais les structures familiales les coutumes et les pratiques qui assurent leur survie les reacutepresentations mentalsqui prennent appui sur elles inshyterviennent eacutel leur tour de maniere souvent indirecte mais toujours deacutecishysive pour ralentir ou acceacuteleacuterer leacutevolution des modes de production et de la hieacuterarchie des fortunesraquo45

Ignorando durante demasiado tiempo esta problemaacutetica que los anshytropoacutelogos conociacutean con profundidad la historia ha dejado en la penumshybra un aspecto fundamental de la realidad social he aquiacute otra consecuenshycia del penoso divorcio entre ambas ciencias

Pero no soacutelo los estudios sobre relaciones de parentesco permiten lleshynar un vaciacuteo y completar con una pieza importante el cuadro general de la vida social a veces la investigacioacuten de este tema variacutea sustancialmente los puntos de vista tradicionales sobre un determinado periacuteodo histoacuterico Vale la pena referirnos a un ejemplo muy reciente que afecta ademaacutes a la historia de la Peniacutensula Ibeacuterica el estudio consagrado por el historiador y arabista franceacutes P Guichard a la estructura antropoloacutegica de AI-Andashylus durante la Alta Edad Media 46

Es sabido que la excesivamiddot polarizacioacuten de los estudios sobre la histoshy

45 G Duby Structures familiales dans le moyen age occidental laquoXIII Congreso Internashyional de Ciencias Histoacutericasraquo Moscuacute 1970 paacuteg 8 Cf asimismo G Duby laquoStructushyres de parenteacute et noblesse dans la France du Nord aux Xle et XIIe sieacutecles y laquoLigshynage noblesse et chevalerie au XlIe siecle dans la reacutegion maconnaise Une reacutevisionraquo en G Duby Hommes et structures pp 267-286 Y 395-422 respectivamente

46 P Guichard Al-Andalus Estructura antropoloacutegica de una sociedad islaacutemica en Occishydente Barcelona 1976

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 2: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

444 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

que el nivel econoacutemico ha adquirido como elemento de explicacioacuten de la evolucioacuten histoacuterica La economiacutea nacioacute unida a la historia en las obras de la escuela claacutesica que buscoacute siempre el maridaje explicativo entre teoriacutea e historia Sin embargo a lo largo del siglo XIX la ciencia econoacutemica fue adentraacutendose en un proces() de abstraccioacuten progresiva de susfoFmulacioshyneS por un lado buscoacute el establecimiento de leyes universales por otro se esforzoacute por expresar dichas leyesmiddot en un lenguaje matemaacutetico Por su parte la historia era canalizada por el historicismo y el positivismo -de raiacutez diferente pero que conducen a ideacutenticos resultados- hacia una erushydicioacuten esteacuteril que asentaba el fetichismo del dato uacutenica realidad objeshytiva al tiempo que rechazaba cualquier virtualidad explicativa ya que unos hechos sometidos exclusivamente al azar no podiacutean ser universalshymente inteligibles sino que quedaban al arbitrio de inconsistentes intershypretaciones subjetivas Por tanto no debe extrantildear que esta historia purashymente acumulativa fuese repudiada popotros cientiacuteficos sociales que se esforzaban en poner a punto un utillaje conceptual debidamente formalishyzado con el que afrontar las realidades que constituiacutean el objeto de sus respectivas disciplinas La historia quedaba marginada relegada a la cashytegoriacutea de un arsenal de curiosidades sin metodologiacutea propia e incapaz de una conceptualizacioacuten propiamente cientiacutefica

En el periacuteodo de entreguerras la situacioacuten experimentoacute un cambio rashydical La necesidad de hallar explicacioacuten a la compleja crisis econoacutemica que azotaba al mundo capitalista obligoacute a los economistas a ampliar su campo de accioacuten a abandonar su posiCioacuten de autosuficiencia y a retirarse de la esfera cerrada de lo puramente econoacutemico La extroversioacuten de la ciencia econoacutemica se operoacute en dos direcciones en primer lugar la econoshymiacutea introdujo en sus anaacutelisis una serie de elementosextraeconoacutemicos que antes quedaban excluidos vieacutendose obligada de esta forma a una colashyboracioacuten con otras ciencias sociales y en segundo lugar la necesidad de interpretar fenoacutemenos de largo alcance y de encontrar en el pasado sishytuaciones que permitieran ilustrar y comprender procesos contemposhyraacuteneos provocaron el nuevo encuentro -o mejor los laquoencuentrosraquo- enshytre la economiacutea y la historia3 Esta nueva orientacioacuten de la ciencia ecoshy

2 Es la actitud ejemplificada por elitas palabras de G Myrdal laquoEn la realidad no hay problemas exclusivamente laquoeconoacutemicosraquo hay simplemente problemas de tal modo que las distinciones entre factores econoacutemicosraquo y no econoacutemicosraquo son en el mejor de los casos artificiales El acto mismo de clarificar lo que deberiacutea entenderse por problemas laquoeconoacutemicosraquo o factores laquoeconoacutemicosraquo supone un anaacutelisis que incluya asishymismo todos los determinantes laquono econoacutemicos (G Myrdal La pobreza de las _cioshynes Barcelona 1974 paacuteg 25)

3 ef J Maczewski y P Vilar iquestQueacute es la historia cuantitativa Buenos Aires 1973

ltartinez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 445 1

ndmica coincidioacute con los rumbos tomados por la historia a raiacutez de la cdtica de la erudicioacuten positivista llevada a cabo por la escuela francesa de los Annales y por los historiadores marxistas preocupados por la ecoshynomiacutea como E Labrousse Se cerraba asiacute un largo periacuteodo de indiferenshycia entre ambas disciplinas sociales

Doacutes caminos paralelos antropologiacutea e historia

En la situacioacuten descrita ejemplificada en el caso de la economiacutea la actishytud reciacuteproca entre antropologiacutea e historia teniacutea necesariamente que disshycurrir por ideacutenticos derroteros

En una primera etapa casi desde su nacimiento la antropologiacutea se orientoacute preferentemente hacia un planteamiento histoacuterico del objeto de su investigacioacuten las instituciones que estudiaba eran consideradas ante todo desde el punto de vista de sus oriacutegenes o antecedentes Esta tendenshycia evolucionista fue pronto criticada por la escuela de los antropoacutelogos funcionalistas que pusieron en primer plano la necesidad de abordar la realidad desde unamiddot oacuteptica sincroacutenica y no diacroacutenica Otra escuela de orientacioacuten historiacista el difusionismo que explicaba los procesos culshyturales y sociales por la difusioacuten de praacutecticas o descubrimientos de unos pueblos a otros fue pronto arrinconada por la vaciedad de sus presushypuestos teoacutericos De este modo la antropologiacuteil andaba el camino andshyhistoricista que conduciacutea desde Malinowski o Radcliffe-Brown hasta el estructuralismo de Leacutevi-Strauss

Sin embargo tambieacuten en este caso el divorcio entre ambas ciencias sociales iba a ser cuestionado desde los dos campos La premisa fundashymental para un acercamiento entre antropoacutelogos e historiadores fue la transformacioacuten de los presupuestos metodoloacutegicos de la historia a par~ tir del periacuteodo de entreguerras Y es que en realidad una historia defishynida en teacuterminos positivistas estaba en las antiacutepodas de lo que podiacutea inteshyresar al antropoacutelogo una historia que soacutelo se ocupaba de hechos militashyres poliacuteticos y diplomaacuteticos (y no culturales ni tecnoloacutegicos por ejemshyplo) una historia centrada en el estudio de Europa occidental (mientras los antropoacutelogos se centraban en las sociedades atrasadas extraeuropeas) y una historia finalmente que consideraba el dato en siacute mismo -fruto de la investigacioacuten en fuentes escritas- como uacutenica evidencia uacutenica explicashycioacuten y uacutenica objetividad

Una de las causas de la incomprensioacuten actual del papel de la historia como posible colaboradora de la antropologiacutea radica en la pervivencia enshy

446 1 CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL i tre los antropoacutelogos de un concepto de la ciencia histoacuterica caducado ~e maacutes de cuarenta antildeos En este sentido vale la pena citar como visiln luacutecida del problema el siguiente texto de E E Evans-Pritchard

Las criticas funcionalistas a los evolucionistas y difusionistas pusieron en tela de juicio no las obras histoacutericas sino las malas obras histoacutericas y esto hasta tal punto que renunciaron a la historia aunque conservando la buacutesqueda de leyes que era precisamente lo que la convertiacutea en mala e inadecuada Por otra parte ignoraban la investigacioacuten histoacuterica y parecfa pensar que la falsa historia a la que dirigiacutean sus ataques era representashytiva de la totalidad rechazando por esta razoacuten cualquier tipo de explicashyciones histoacutericas Justificaban su actitud distinguiendo metodoloacutegicashymente entre ciencias generalizadoras (clasificando a la antropologiacutea soshycial entre las ciencias naturales) y ciencias particularizadoras como la historia Esto seriacutea legiacutetimo si la historia fuera simplemente la relacioacuten de una sucesioacuten de acontecimientos uacutenicos y la antropologfa social un conshyjunto de proposiciones generales pero en la praacutectica los antropoacutelogos somiddot ciales hoy generalizan poco maacutes que lo hacen los historiadores No dedushycen hechos a partir de leyes ni los explican como ejemplos de leyes y si ven lo general en lo particular lo mismo hace el historiador

Debemos distinguir aquiacute entre dos tipos de historia aunque sea aproshyximativamente y con fines expositivos Deseariacutea aclarar que no estoy hashyblando de los historiadores que estaacuten satisfechos con escribir de manera narrativa histoire historisante historia de batallas una historia de los grandes acontecimientos politicos principalmente Ni me refiero tamshypoco a los filoacutesofos de la historia desde Vico y Bossuet a Hegel y Dilthey ya los Spenglers y Toynbees de hoy esos escritores de los que habla tan tristemente el profesor Aron~

Efectivamente los antropoacutelogos que actualmente se esfuerzan por deshyHmitar el campo respectivo de la antropologia y la historia e intentan marcar las fronteras entre ambas disciplinas sentildealando incluso una oposhysicioacuten irreductible entre sus enfoques respectivos tienen in mente un conshycepto de la historia que suele moverse entre Ranke y Toynbee y no entre L Febvre y P Vilars

Por el contrario una vez definida la hitorla en el sentido progresivo

4 E E Evans-Pritchard cAntropologia e historiaraquo en E E Evans-Pritchard Ensayos de antropologiacutea social Madrid 1974 paacuteg 46

5 Claro que lo mismo podriacutea decirse a la inversa Pocas posibilidades de colaboracioacuten ofrece al historiador una antropologia que se acomodase exclusivamente a la definishycioacuten inicial de S F Nadel laquoEl antropoacutelogo social examina las sociedades sin historia y las culturas de caraacutecter exoacutetico (S F Nadel Fundamentos de antropolOgiacutea social Madrid 1974 paacuteg 16)

MBrtiacutenez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 447

qut adquiere diacutea a dia la colaboracioacuten entre los historiadores y los antroshypoacutelogos se abre camino entre los maacutes destacados especialistas de ambas disciplinas Sin embargo todaviacutea no estaacute definido el terreno y el alcance de esta simbiosis interdisciplinar Las liacuteneas que siguen trazadas a granshydes rasgos permiten presentar un cuadro general del estado de la cuesmiddot tioacuten

De la historia a la antropologiacutea

Hoy dia la colaboracioacuten entre la antropologiacutea y la historia es una tendenshycia irreversible que ya ha cristalizado en numerosas ocasiones en el teshyrreno de los hechos Esta colaboracioacuten cuyas liacuteneas esenciales como se ha dicho pretendemos trazar en los apartados siguientes puede adoptar varias formas la utilizacioacuten por parte de los historiadores de las aportashyciones de los antropoacutelogos el camino inverso del recurso por parte de los antropoacutelogos a las elaboraciones de los historiadores y finalmente el trashybajo simultaacuteI)eo de historiadores y antropoacutelogos sobre una realidad coshymuacuten en un proyecto conjunto (que seriacutea el resumen y culminacioacuten de las modalidades anteriores) Por razones de claridad expositiva vamos a abordar el tema distinguiendo las dos liacuteneas contrapuestas de contribushyciones de una disciplina a otra sin entrar abiertamente en la discusioacuten del meacutetodo a seguir para la elaboracioacuten de programas de actuacioacuten conshyjunta sobre una misma realidad a estudiar

No obstante parece imprescindible decir unas palabras sobre ese aacutemshybito de encuentro que los antropoacutelogos designan con el nombre de etnoshyhistoria En un sentido estricto el teacutermino tiene plena vigencia cuando hace referencia a estudios programados en comuacuten entre antropoacutelogos e historiadores utilizando testimonios de archivo y de campo que se entreshylazan en una unidad explicativa Por el contrario y si nos movemos en el campo de las divisorias acadeacutemicas entre disciplinas afines (y lo hacemos no por conviccioacuten sino por no eludir un debate planteado) creemos abushysiva la extensioacuten del teacutermino etnohistoria cuando se aplica a estudios que versan sobre realidades del pasado con documentacioacuten exclusiva de arshychivo y que justifican su condicioacuten de trabajos etnohistoacutericos por tocar teshymas usualmente tratados por los antropoacutelogos en puridad se trata de historia social si se estaacute de acuerdo con que el pasado es el campo y obshyjeto propio de la ciencia histoacuterica

Sin profundizar en el problema acabado de discutir trataremos en primer teacutermino de sentildealar las principales razones que a nuestro juicio

448 1 CONGRESO ESPARoL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOql

t plantean a la antropologiacutea no ya la conveniencia sino la necesidad ~e recurrir a la historia ~

En primer lugar y a Un nivel puramente metodoloacutegico e incluso teacutecshynico la historia ofrece a la antropologiacutea una experiencia en la criacutetic~ de las fuentes y en el anaacutelisis globalizado de sociedades del pasado tan prishymitivas como aquellas actuales sobre las que de hecho se ha volcado hashybitualmente la antropologiacutea En el cuadro de deacuteficits de la ciencia antroshypoloacutegica que E E Evans-Pritchard sentildeala como susceptibles de ser remeshydiados con el auxilio de la bistoria destacan la insuficiencia de rigor critico en la utilizacioacuten de las fuentes la imprecisioacuten a la hora de distinshyguir entre relatos histoacutericos y miacuteticos eldesaprovechamiento de la opor tunidad de establecer comparaciones con sociedades del pasado cuya orshyganizacioacuten pudiera presentar puntos de contacto con las actuales comunishydades primitivas6

Maacutes importante auacuten es la necesidad de dar al anaacutelisis antropoloacutegico una profundidad histoacuterica Y ello por varios motivos en primer lugar porque la prolongacioacuten hacia atraacutes de nuestro campo de observacioacuten conshytribuye no soacutelo a obtener una cantidad mayor de datos que puedan resulshytar significativos sino tambieacuten -y sobre todltr- a ensanchar nuestro horishyzonte y a ampliar nuestra perspectiva sobre los hechos que analizamos sacaacutendolos del estrecho marco del laquomomentismoraquo en segundo lugar porque esta perspectiva temporal puede a veces resultar imprescindible para establecer reglas de funcionamiento de las instituciones o de la vida social repeticiones perioacutedicas y regulares de ciertos fenoacutemenos tendenshycias de larga duracioacuten que alternan con tendencias opuestas y cuya altershynancia constituye justamente un rasgo estructural y en tercer lugar porshyque la realidad no es posible comprenderla en su complejidad si no reshyconstruimos la unidad pasadoacute-presente el pasado se halla de alguna mashynera incorporado al presente es indisociable del mismo y la historia es una realidad plenamente actuante sobre el presente y no soacutelo considerada en el sentido de los acontecimientos sino incluso en el sentido de la idea quacuteeacutelos propios pueblos se hacen de su pasado de su historia

Esta imprescindible dimensioacuten histoacuterica de la antropologiacutea ha sido subrayada en los uacuteltimos antildeos por muchos destacados especialistas Las formulaciones maacutes acertadas de esta necesidad han partido sobre todo de los antropoacutelogos sociales y especialmente de aquellos que se dedican al estu(lio de las sociedades rurales Podemos tomar como ejemplo la obshyservacioacuten de H H Stahl en su obra sobre las comunidades campesinas rumanas 6 ef E E Evans-Pritchard Ensayos pp 48-57

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 449

laquoTout sociologue -se refiere a todo antropoacutelogo social- en voie denquete sociale directe esto sans quille veuille un historien car la tentation de transformer cet ordre logique que l eacutelude morphologique vous impose en ordre chronologique est impeacuterieuseraquo7

Por SU parte Evans-Pritchard habiacutea ya afirmado en 1961 que laquolos hisshytoriadores escriben historia por decirlo asiacute hacia adelante y nosotros inshytentamos escribirla hacia atraacutesraquo 8 Esta actitud hacia la historia coincide por una parte con la de otros cientiacuteficos sociales igualmente preocupashydos por la dimensioacuten histoacuterica de sus anaacutelisis9 y por otra con posiciones defendidas por los historiadores y particularmente por los historiadores del mundo agrario a los que seguacuten la conocida frase de M Bloch gloshysadaprecisamente por H H Stahl laquoles es necesario la mayor parte de las veces leer la historia hacia atraacutes 10

Otra contribucioacuten de la historia a la antropologiacutea es el enriquecishymiento que supone la explicacioacuten geneacutetica de la realidad Algunos autores se muestran esceacutepticos respecto a considerar este hecho como una venshytaja asiacute C Leacutevi-Strauss afirma que laquola obra de Boas demuestra por siacute misma hasta queacute punto resulta decepcionante el intento de saber coacutemo las cosas han llegado a ser lo que son 1I Sin embargo difiacutecilmente el anshytropoacutelogo puede realizar un anaacutelisis rico de las instituciones sociales por ejemplo sin una referencia -que siempre txiste aunque incompleta y deshyfectuosamente elaborada- a los oriacutegenes Cosa muy distinta seriacutea agotar la virtualidad explicativa en un recorrido descriptivo de las diferentes etashypas de una institucioacuten ello repetiriacutea el modo de proceder del historishycismo y elpositimismo que consideraba la actividad de los hombres como un riacuteo herac1itiano que jamaacutes llegamos a aprehender con~eptualshymente

El enfoque histoacuterico permite tambieacuten a la antropologiacutea la comparashycioacuten entre fenoacutemenos distantes en el tiempo y en el espacio Sobre todo evita crasos errores como el de considerar a las comunidades primitivas como laquosociedades estaacuteticasraquo justamente porque el observador ha presshycindido de una perspectiva diacroacutenica la peticioacuten de principio se evidenshycia en la atribucioacuten de la condicioacuten de ahistoacutericas y sociedades sobre las que no se quiere proyectar una investigacioacuten de caraacutecter histoacuterico Del

7 H H Stahl Les anciennes communauteacutes villageoises roumaines Pariacutes 1970 8 E E Evans-Pritchard Ensayos paacuteg 61 9 Cfbullbull por ejemplo W LeontieffbullbullWhen should history be written backwards

Economic History Review XVI (1963) pp 1-8 10 M Bloch Les caracteres originaux de lhistoire rurale franfaise Pariacutes 1952 t Ipaacuteg 11 e leacutevi-Strauss AntropologUacutel estructural Buenos Aires 1968 paacuteg 9

bull 450 1 CONGRESO ESPArVOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOLJ

mismo modo la falta de anaacutelisis diacroacutenico puede presentamos cJaIshyquiera de las diversas etapas de desarrollo de una detenninada institushycioacuten como la concrecioacuten definitiva o la situacioacuten estabilizada de la misma puede considerar lo que no es sino un momento de desarrollo como la laquopraacutectica congeladaraquo Por otra parte un problema tiacutepico del anshytropoacutelogo requiere un anaacutelisis esencialmente histoacuterico nos referimos al cambio social al paso de una estructura definida en la totalidad de las reshylaciones entre sus elementos a otra estructura distinta susceptible natushyralmente de ser definida del mismo modo

Finalmente todos los fenoacutemenos humanos son esencialmente feshynoacutemenos histoacutericos La dimensioacuten temporal es inseparable de la naturashyleza de las creaciones humanas Las realidades que estudia la antropoloshygia no escapan a esta regla estaacuten en perpetua evolucioacuten y transfonnashycioacuten Por tanto suscribimos plenamente la afirmacioacuten de A Leroi-Gourshyhan cuando sentildeala que laquoles situacions ethniques ne sont que des deveshynirs indeacutefinissables autrement que dans une perspective animeacutee par le temps 12

De la antropologiacutea a la historia

La antropologiacutea aporta sobre todo al historiador dos elementos nuevas fuentes y nuevos meacutetodos y teacutecnicas que sirven para tratar temas con los que la historia no se ha familiarizado hasta fechas muy recientes

A pesar de las observaciones de L Febvre encaminadas a ampliar el concepto de fuente histoacuterica J3 la experiencia demuestra que de los tres tipos principales de fuentes de que dispone el historiador para analizar el pasado (textos escritos vestigios materiales y fuentes orales) se ha privishylegiado excesivamente la documentacioacuten escrita A este respecto es signishyficativo que el material arqueoloacutegico quedara durante mucho tiempo inshycluso excluido del terreno de la historia propiamente dicha como indica el propio concepto de prehistoria aplicado a 10 que no es maacutes que el peshyriacuteodo aacutegrafo de la historia

12 A Leroi-Gourhan Preacutefaci a LAubrac Pans 1971 Afud Aujourdhui lhistoire Enquete de La NouveJle Critique Pans 1974 paacuteg 40 (eXIste versioacuten castellana Barshycelona (916)

13 La historia se hace con todo lo que laquosiendo del hombre depende del hombre sirve al hombre expresa al hombre significa la presencia la actividad los gustosmiddoty las forshymas del ser del hombreraquo (L Febvre Combates por la historia Barcelona 1970 paacuteg 232)

Martiacuteenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 451

Efectivamente el historiador olvida con frecuencia que incluso en soshyciedades que conocen la escritura eacutesta no afecta a todos los sectores de la poblacioacuten ni los documentos escritos iluminan por igual todos los niveshyles de la realidad 14 Ha de recurrir por tanto a la arqueologia no soacutelo para reconstruir la historia de las sociedades sin escritura sino para estushydiar aspectos no reflejados en los textos durante la eacutepoca de la civilizashycioacuten escrita En este sentido parece obvio que la arqueologiacutea no debe lishymitarse con exclusividad al estudio de los tiempos convencionalmente deshynominados prehistoacutericos pues como advierte A Leroi-Gourhan laquorien ne diffeacuterencie dans lattitude et les proceacutedeacutes de recherche leacutetude dune hashybitation paleacuteolithique vieille de 30000 ans et celle des ruines ensevelies dune maison bourgeoise du XIXe siec1eraquo15 En esta liacutenea soacutelo desde feshychas muy recientes la arqueologiacutea viene siendo utilizada con notable eacutexito para el anaacutelisis de eacutepocas distintas a la prehistoria quizaacutes el ejemshyplo maacutes espectacular sea el de la arqueologiacutea medieval que estaacute poniendo a disposicioacuten del historiador un enorme caudal de datos sobre la vida mashyterial apenas entrevista de la documentacioacuten escrita 16

De esta forma el historiador va ampliando poco a poco el campo de observacioacuten de su objeto con la ayuda de nuevas fuentes que le obligan a poner en cuestioacuten la hasta ahora indiscutida hegemoniacutea del documento escrito En este punto la antropologia puede venir eficazmente en su aushyxilio Seguacuten E Poulat el historiador del catolicismo franceacutes las fuentes antropoloacutegicas que puede utilizar la historia son de dos tipos documenshytos orales y documentos ecoloacutegicos I

La encuesta oral puede referirse a muacuteltiples campospensemos en el patrimonio de experiencias de nuestros militantes obreros que no seraacute dado a la historia escrita y que puede morir con ellos o bien en el mundo de la cultura popular todaviacutea oral en gran medida qle no puede ser resshycataacutedo maacutes que con el recurso a la grabadora Horizonte limitado a lo

14 Cf entre otros A Casanova laquoHistoire et ethnologie 1 Fonts historiques et reacutealite historiqueraquo en Aujourdhui IhiSlOire pp 31middot39

15 A Leroi-Gourhan laquoLhistoire sans textesraquo en LHistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 paacuteg 233

16 Los resultados maacutes notables han sido obtenidos en los paiacuteses del Este europeo partishycularmeacutente en Polonia a traveacutes del Instituto de Historia de la Cultura Material (creado en 1954) Cf por ejemplo W Hensel La civilisation polonaise du haut moyen dge el la lumiere des recherches archeacuteologiques laquoAnuario de Estudios medievalesgt 8 (1912-13) pp 521-536 Sobre la funcioacuten del Instituto de Historia de la Cultura Material y el pashypel que el mismo desempentildea la etnologiacutea cf T Wasowicz Lhistoire de la culture mashyteacuterieIle en Pologne laquoAnnales E S C bull XVII (1962) pp 15-84

11 Entrevista con E Paulat en Aujourdhui lhistoire paacuteg 238

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 453452 I CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTASmiddotVOL t

muy contemporaacuteneo es verdad pero no exclusivamente ciertas manifesmiddot taciones folkloacutericas canciones sobre temas que fueron actualidad ensu diacutea y que se perpetuacutean en tonadillas populares tradiciones sobre sucesos importantes del pasado o sobre figuras de raigambre popular todo ello puede hacer referencia a acontecimientos ocurridos en tiempos muy disshytantes al presente y de los que carecemos a veces de otras fuentes de inshyformacioacuten que no sean las pllramente oficiales

En cuanto a los documentos ecoloacutegicos F Braudel nos ha hablado de una laquogeohistoriaraquo de una historia del medio ambiente que condiciona al hombre y que a la vez es transformado por eacuteste mientras E Sereni ha intentado esbozar una historia del paisaje agrario italiano 18 Pero al reshyveacutes una interrogacioacuten al paisaje actual permite observar las distintas etashypas de la accioacuten del hombre si bien no en el sentido de los niveles de un yacimiento arqueoloacutegico siacute al menos a traveacutes de los elementos residuales que no han sufrido alteracioacuten significativa y que han ido quedando relatishyvamente al margen del proceso general del desarrollo histoacuterico

Pero sobre todo la antropologiacutea nos proporciona nuevos meacutetodos y teacutecshynicas de aproximacioacuten a los problemas del pasado En este punto la hisshytoria siempre ha manifestado tanto su necesidad como su disposicioacuten a incorporar experiencias distintas Para interpretar el pasado la historia ha recurrido a la teoriacutea econoacutemica y a la elaboracioacuten estadiacutestica del mismo modo que ha utilizado teoriacuteas sociales y teacutecnicas de sondeo Desde el momento en que los problemas econoacutemicos o sociales del pashysado se han convertido en objeto de su intereacutes no ha dudado en estableshycer contacto con la economiacutea o con la sociologiacutea Lo mismo ha ocurrido aunque maacutes tardiacuteamente con la antropologiacutea Las razones de este retraso pueden ser debidas a que la antropologiacutea en su desarrollohabiacutea ido ocushypando justamente aquellos espacios que la historia le abandonaba por cashyrecer de intereacutes para ella o porque el tipo de fuente que veniacutea utilizando no le permitiacutea introducirse en ellos Este proceso ha sido analizado luacutecishydamente por M Godelier

Poco a poco se haconstituido un campo de estudios poblado de todas ms sociedades no occidentales que descubriacutea el occidente en su expansioacuten mundial y que los historiadores abandonaban a merced de los antropoacuteloshygos en cuanto su estudio no podiacutea apoyarse en documentos escritos que

18 er middotF Braudel La Meacutediterraneacutee et le monde meacuteditelTaneacuteen alqoque de Philippe 11 Pashyriacutes 1966 (existe versioacuten castellana Meacutexico 1976) y E Sereni Storia del paesaggio agrario italiano Roma-Bari 1974

permitieran fechar los monumentos y las huellas materiales de la historia pasada y en cuanto fue necesario recurrir a la observacioacuten directa y a la encuesta oral

Al mismo tiempo y por las mismas razones sectores enternos de la historia occidental -antigua y contemporaacutenea- se dejaban en manos de la etnologiacutea o la sociologiacutea rural a menudo confundidas la una con la otra De este modo se cediacutea a la antropologiacutea el estudio de todos los asshypectos de la vida regional o aldeana que apareciacutean como supervivencias de modos de produccioacuten y deacute organizacioacuten social precapitalistas y preinshydustriales o que se remitiacutean a particularidades eacutetnicas y culturales muy antiguas (oo) realidades que apareciacutean poco a poco en la documentacioacuten escrita que examinaban los historiadores y que exigiacutean ademaacutes la enshycuesta directa sobre el terreno y la recogida de las praacutecticas que se manishyfestaban en la mayor parte deacute los casos de forma ejemplar en las tradimiddot ciones orales del folklore y en las normas consuetudinariasI~

Los historiadores abandonaban asiacute a los antropoacutelogos los elementos residuales marginales al curso si no de la historia siacute de la laquogran histoshyria Esta visioacuten teleoloacutegica que no se ocupaba de los terrenos laquocondenashydosraquo por el desarrollo histoacuterico es precisamente un concepto a revisar los comportamientos marginales (pensemos en los estudios sobre margishynalidad social de B Geremek o de E JHobsbawm)20 los residuos de moshydos de produccioacuten anteriores en las distintas formaciones econoacutemico-soshyciales (pensemos por ejemplo en el intereacutes de estos planteamientos para sociedades integradas en el capitalismo perifeacuterico) van siendo objeto de

un renovado intereacutes convirtieacutendose en temas baacutesicos de investigacioacuten Aquiacute la historia entra de nuevo en contacto con la antropologiacutea

El terreno donde esta colaboracioacuten ha dado sus primeros frutos de consideracioacuten ha sido en el de las sociedades rurales Las actuales comushynidadesrurales hablan sido un campo fundamental de experiencias para la antropologiacutea social al mismo tiempo se daba la circunstancia de que las sociedades del pasado anteriores a la revolucioacuten industrial eran socieshydades eminentemente rurales y por tanto con puntos de contacto con las comunidades campesinas actuales Por otra parte unas y otras -las de

19 MGodelier _Antropologiacutea y economiacutea iquestEs posible la antropologiacutea econoacutemica en M Godelier (oo) Antropologiacutea y economiacutea Barcelona 1976 pp 291~292

20 B Geremek laquola popolazione marginale tra il Medioevo e lera modernaraquo en Agriculshytura e sviluppo del capitalismo Roma 1970 pp 201-216 (existe versioacuten castellana Mamiddot drid 1974) E J Hobsbawm Primitive Rebels Studies in Archaic Forms of Social Moshyvement in the 19 th and 20 th Centuries Manchester 1959 (existe versioacuten castellana Barcelona 1974) E J Hobsbawm Bandiacutets Londres 1969 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

454 I CONGRESO ESPAfloL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL I

antes y las de ahora- son sociedades con predominio de la cultura oral campo vedado al historiador si no es por medio de las reminiscencias conservadas en el presente y en el que el antropoacutelogo en cambio tiene una gran experiencia acumulada De este modo las formas subsistentes de vida rural constituiacutean el terreno adecuado para escribir esa historia al reveacutes en la que seguacuten ya vimos coincidiacutean los antropoacutelogos y los histoshyriadores del mundo agrario Un texto de Ch Parain como introduccioacuten a un trabajo de etnologiacutea histoacuterica fruto de la colaboracioacuten interdiscipliacutenar entre ambas ciencias sociales puede servir de justificacioacuten teoacuterica de las posibilidades de este tipo de investigacioacuten

laquo bullbullbull levolution des vieilles socieacuteteacutes europeacuteennes entrees depuis longtemps dans rere industrielle na pas en geacuteneacuteral atteint un point ou auraient cesseacute de s y perpeacutetuer et d y tenir un role appreacuteciable des groupes sociaux dont il serait impossible de comprendre les structures profondes ainsi que le mouvement qui les anime en se contentant de leur appliquer les moshydeles qui permettent de reacutendre compte de la socieacuteteacute globale dans la mesure ou elle se trouve fa~onneacutee de maniere deacuteterminante par Iindustrialisashytionraquo21

Al mismo tiempo las experiencias se multiplican Un modelo ejemshyplar de aplicacioacuten del meacutetodo de la antropologiacutea es el trabajo de H H Stahl sobre las comunidades campesinas rumanas Sus reflexiones teoacuterishycas y su imaginacioacuten para utilizar las fuentes etnoloacutegicas han contriuido poderosamente a la toma de conciencia sobre la necesidad de la colaborashycioacuten interdisciplinar en historia agraria

laquoEn tout cas nosanciens documents concernant les villages sont si lacoshyniques et impreacutecis que lon ne peut les comprendre que si lon sait deacuteja quelles sont les regles de vie des communauteacutes villageoises Sans lappui des connaissances portant sur les communauteacutes de nos jours Iexegese des actes anciens se heurteraient a des difficulteacutes insurmontablesraquo22

G Duby en sus estudios sobre la economiacutea rural durante la Alta Eoad Media tambieacuten ha incorporado con claridad las ensentildeanzas de los antroshypoacutelogos ofreciendo con ello una visioacuten renovada del occidente altomedieshyval He aquiacute de entrada una afirmacioacuten que deberaacute se~ tenida en cuenta por los medievalistas que se ocupen del periacuteodo comprendido entre los sishyglos VIII y X

21 Ch Parain ~Fondements dune ethnologie historique de IAubracraquo en LAubrac tII Pariacutes 1971 Apud Aujourdhui lhistoire pp 35-36

22 H H Stahl Les anciennes communauteacutes

Martfnez y Saacutenchez Antropologla e Historia 455

laquoIOccident du X~ siecle ce pays de forets de tribus de sorcellerie de roishytelets qui se halsent et se trahissent sortit a peu pres de lhistoire et laissa mois de traces de son passeacute que ne le fit sans doute lMrique centrale du XIXe siecle qui le ressemble tanh 23

Es de sobra conocido el protagonismo concedido por los historiadores de la economiacutea medieval -desde Pirenne- al comercio como motor esenshycial de la misma Pues bien G Duby ha mostrado que para descubrir los motores de esta economiacutea dadas las caracteriacutesticas laquoprimitivasraquo de la soshyciedad altomedieval laquoLes reflexions des eacuteconomistes contemporains apshyparaissent en fait moins utiles que ne sont celles des ethnologuesraquo y reshyfirieacutendose en concreto al papel desempentildeado por la moneda en este tipo de sociedad comprueba que laquoles ethnologues nous aprennent que les soshycieacuteteacutes primitives peuvent fort bien se passer de petite monnaie sans pour cela ignorer les eacutechanges ni meme les eacutechanges proprement commershyciauxraquo24 Bueno seraacute recordar en este punto las notables aportaciones de K Polanyi y su escuela -a pesar de sus limitaciones 25_ cuando nos explishycan la existencia de sistemas econoacutemicos laquoempotradosraquo (embedded) en el funcionamiento de estructuras sociales no eco micas (relaciones de parenshytesco relaciones poliacuteticas etc) Como afirma M Rodinson

laquole livre maintenant classique dirigeacute par Polanyi Arensberg et Pearson (1957) a fait admettre aux historiens et a beaucoup deacuteconomistes ce que les ethnologues ou anthropologues savaient oepuis longtems asavoir que leacuteconomie et meme leacuteconomie deacutechange neacutetait pas lieacutee forceacutement au marcheacute et cela jusque dans des socieacuteteacutes complexes et tres deacuteveloppeacuteslO26

Volviendo a las investigaciones de G Duby este historiador replanshytea por tanto el estudio econoacutemico de la Alta Edad Media en funcioacuten de categoriacuteas diferentes a las relaciones de parentesco de las tradiciones

23 G Duby Lan mil Pariacutes 1967 paacuteg 10 Cfla obra fundamental de G Duby Leacuteconoshymie rurale et la vie des campagnes dans IOccident meacutedieacuteval Pariacutes 1962 (existe versioacuten castellana Barcelona 1968)

24 G Duby Guerriers et paysans VII-Xlle siAcle Premier essor de leacuteconomie euroshypeacuteenne Pariacutes 1973 pp 12 Y 77 (existe versioacuten castellana Madrid 1976)

25 Cf el comentario critico de M Godelier a K Polanyi y la escuela substantivista de su artiacuteculo laquoLa antropologiacutea econoacutemicaraquo en M Godelier Economia fetichismo y religioacuten en las sociedades primitivas Madrid 1974 pp 65-69

26 M Rodinson Preacuteface a P Chalmeta El sentildeor del zoco en Espantildea Madrid 1973 paacuteg XVI El libro de K Polanyi a que hace referencia M Rodinson es K Polanyi C M Arensberg and H W Pearson (OOs) Traacutede ami market in tfiexcle Early Empires Econoshymies in history ami theory New York 1957 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

456 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL 1

culturales y de los mecanismos mentales en las estructuras de obtencioacuten e intercambio de bienes

laquo11 sagit de saisir eomment Iimaginaire de paren teacute -je pense par exemshypIe au eulte des aneetres a la devotion a leacutegard des deacutefunts- peut luiacuteshymeme retentir sur une situation donneacutee proprement eacuteeonomique par linshytermeacutediaire de toute une eateacutegorie de rituels doffrandes et de eonseacuteerashytions ( ) peut-on maintenant arriver a faire une theacuteorie des rapports eacuteeoshynomiques a linterieur de la parenteacuteraquo 11 serait vain de revenir a una Geistesgeschichte ou les ideacutees se promeneshyraient dans une sphere intemporelle mais il mapparait de plus en plus vain de faire de Ihistoire eacuteeonomlque qui ne tient pas eompte des rituels par exemple du rituel de la fete ou de regles eomme eeHes du mariage ou de ehoses aussiacute peu mateacuterielles que la eroyanee en la survie au purgatoire Ainsi lideacuteedu purgatoire est tres dune eertaine image de la socieacuteteacute elleshymeme detennineacutee par des criteres eacuteeonomiques mais eette ideacutee du purgashytoire a des incidenees sur le fonetionnement du modele eacuteeonomiqueraquo27

Si la antropologiacutea sirve a G Duby para la comprensioacuten del mundo alshytomedieval su utilidad es asimismo innegable para ampliar el anaacutelisis soshybre sociedades maacutes proacuteximas a nosotros Es el caso de las investigacioshynes muy r~~ientes de REF Smith que ha empleado encuestas antroposhyloacutegicas suPerpuestas a las fuentes documentales en un estudio sobre la agricultura rusa anterior a la eacutepoca de Pedro el Grande 2B O asimismo el caso de A Soboul quien preocupado por las transformaciones experishymentadas por las comunidades rurales francesas a partir de la Revolushycioacuten no duda en recurrir a la antropologiacutea sentildealando expliacutecitamente los beneficios cientiacuteficos de tal actitud

11 nest pas inutile dinsister id sur les serviees reacuteciproques que peuvent et doivent se rendre histoire et ethnographie dans leacutetude de la eommushynauteacute rurale Lhistorien trouvera dans la liUeacuterature el lart populaires un tnstrument efficaee danalyse sociale Ieacutetude du folklore paysan permet de eonstater le retentissement des eacuteveacutenements dans la eonscienee eolleeshytive et deacutecIairer ses tendanees profondes Lhistoire en retour met en eacutevishydenee le dynamisme et le devenir perpeacutetuel des struetures sociales et mentales elle deacutemontre la vaniteacute du mythe de la permanenee des eoutushymes paysannes beaucoup plus ehangeantes en tous les domaines quon ne sest plus parfois a l affinnerraquo 29

27 G Duby Ristoirelsocieacuteteacutelimaginaire laquoDialeetiques 10-11 (1975) pp 111-123 28 R E F SmilhPe4$ant Farming in Muscovy Cambridge 1977 29 A Soboul laquoProblemes de la eommunauteacute rurale en Franeeraquo en Ethnologie et histoire

Forces productives et problemes de transition Pariacutes 1975 paacuteg 371

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologia e Historia 457

Asiacute pues es evidente que los meacutetodos de la antropologiacutea pueden coshyrregir los anacronismos cometidos al intentar aplicar los criterios de la economiacutea del mundo capitalista a sociedades rurales de otras eacutepocas poshyniendo a disposicioacuten del historiador unos elementos que le permitan valoshyrar la importancia de los factores extraeconoacutemicosen sociedades agrashyrias parecidas a las que suele estudiar el antropoacutelogo

Un segundo campo de posible colaboracioacuten interdisciplinar es el de la historia de la cultura Como muy bien ha sentildealado uno de los maacuteximos especialistas del tema R Mandrou la historia debe a la antropologiacutea la ampliacioacuten del concepto de cultura si antes el teacutermino soacutelo definiacutea a las elaboraciones eruditas que eran patrimonio de las clases dominantes la nueva concepcioacuten cubre ahora las creaciones populares las visiones del mundo y los modos de vida del conjunto de la sociedadJO La historia de las mentalidades colectivas del utillaje mental de un grupo soqal -donde las representaciones escritas y las conceptualizaciones juegan un papel mucho menos importante que la transmisioacuten oral o que la represenshytacioacuten simboacutelica- se convierte asiacute en UIi campo excepcional de colaborashycioacuten entre antropologos e historiadores La experiencia de la antropologiacutea en temas tales como la mentalidad maacutegica las formas religiosas la forshymacioacuten de los mitos los sistemas de representacioacuten no escrita puede ser puesta indudablemente a disposicioacuten del historiador para la elaborashycioacuten de meacutetodos de investigacioacuten que permitan un ensanchamiento y un tratamiento maacutes profundo de los materiales de que dispone el estudioso de la cultura

Por ejemplo en el campo de la historia medieval algunos trabajos de J Le Goff han permitido conocer significativos rasgos de la cultura popushylar de la Alta Edad Media sus relaciones con la cultura eclesiaacutestica asiacute como las vinculaciones de ambas con la estratificacioacuten social de la eacutepocaJI En parecida direccioacuten G Duby ha mostrado los mecanismos de vulgarizacioacuten de los modelos culturales en las clases inferiores y como contrapartida el movimiento paralelo de laquoinvasioacutenraquo de la afectividad poshypular en la cultura aristocraacutetica32 Para la Francia claacutesica R Mandrou ha

30 R Mandrou laquoLa Franee moderne en Aujourdhui lhistoire paacuteg 228 31 J Le Goff Culture cleacutericale et tradiacutetions folkloriques dans la civilisation meacuterovingienne

laquoAnnales E S Craquo XXII (1967) pp 780-791 J Le Goff -Les paysans etlemonde rushyral dans la litteacuterature du haut moyen age en Agricoltura e mondo rurale in Occidente nell alto medioevo Spoleto 1966 pp 723-741

32 G Duby _La vulgarisation des modeles culturels dans la socieacuteteacute feacuteodaleraquo en Niveaux de culture et groupes sociaux Pariacutes-La Haya 1971 pp 32-40

458 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

[ mostrado la coexistencia de diversos sistemas de civilizacioacuten de diferenshytes niveles culturales (popular nobiliario eclesial burgueacutes margina) que se entrecruzan y se influyen mutuamente 33

Pero la investigacioacuten de este amplio campo apenas explorado de la cultura popular supone en primer lugar la adquisicioacuten por parte del hisshytoriador de un amplio bagaje de conocimientos sobre el folklore y otras cuestiones que la antropologiacutea puede brindar yen segundo lugar una reshylectura minuciosa de la documentacioacuten escrita buscando en ella no ya los laquodatosraquo puntuales y concretos sino otro tipo de informacioacuten mucho maacutes sutil que descubra los sistemas de representacioacuten mental de los redactoshyres del texto 34 En este sentido la simple cuantificacioacuten del vocabulario puede a veces resultar efectiva si permite descubrir reiteraciones o aushysencias significativas3s Asimismo el estudio de las representaciones icoshynograacuteficas parece abrirse a la investigacioacuten histoacuterica como prometedor campo de experiencias seguacuten se comprueba en trabajos recientes como los de G y M Vovelle o V L Tapieacute sobre la Francia moderna y contemshyporaacutenea36

Conectado directamente con lo anterior nos encontramos con un nishyvel cultural muy primario que se manifesta en forma de efusiones afectishyvas exaltaciones de la sensibilidad colectiva comportamientos no racioshynalizados y expresiones rituales cuyo significado no es plenamente consshyciente Incluso actitudes poliacuteticas que hoy consideramos fruto de refleshyxiones perfectamente explicitadas y asumidas por sus protagonistas no I

I teniacutean este caraacutecter entre grupos sociales que soacutelo confusamente sabiacutean articular en momentos aacutelgidos sus intereses de clase de cara a una acciOacuten contestataria (los franceses llegan a denominar a estos movimientos de

33 R Mandrou La France aux XVIIe et XVIIe siecles Pariacutes 1967 (existe versioacuten casteshyllana Barcelona 1973)

34 Como trabajos modeacutelicos sobre estos temas pueden citarse los de R Mandrou De la culture populaire aux XVIIe et XVIIe siecles Paris 1964 y F Lebrun Les hommes et la mort en Anjou aux XVIIe et XVIIe siecles Essai de deacutemographie et de psychologiacutee historiques Pariacutes-La Haya 1971 (versioacuten abreviada Pariacutes 1975) la tercera parte del libro se ocupa de las actitudes de los angevinos del Antiguo Reacutegimen ante la enfermeshydad el espectaacuteculo de la muerte el fin uacuteltimo y el culto de los muertos

35 Cf por ejemplo el trabajo de K J Hollyman Le deacuteveloppemen du vocabulaire feacuteodal en France pendant le haut moyen aacutege Etude seacutemantique Ginebra-Pariacutes 1957 En este campo son muy importantes las consideraciones teoacutericas de R Robin Histoire et linguumlistique Pariacutes 1973

36 G et M Vovelle Vision de la mort et de lau-deld en Provence dapres les autels des ames du purgatoire XVe-XXe siecles Pariacutes 1970 V L Tapieacute y otros Retables baroshyques de Bretagne Pariacutes 1972

Martfnez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 459

protesta laquoeacutemotions populairesraquo) Tambieacuten aquiacute el trabajo antropoloacutegico puede ayudar al historiador Sin que estemos de acuerdo con una formushylacioacuten que separa en teacuterminos de irreductible antagonismo el mundo de lo consciente del mundo de lo inconsciente creemos que pueden tenerse en cuenta las siguientes palabras de C Leacutevi-Strauss

Teniendo el mismo objeto que es la vida social el mismo propoacutesito que es una mejor inteligencia del hombre y un meacutetodo que soacutelo variacutea en cuanto a la dosificacioacuten de los procedimientos de investigacioacuten se distinshyguen sobre todo por la eleccioacuten de perspectivas complementarias la hisshytoria organiza sus datos en relacioacuten con las expresiones conscientes de la

1 vida social y la etnologiacutea en relacioacuten con las condiciones inconscientesraquo37

Lo que en todo caso siacute es cierto es la utilidad del anaacutelisis antroposhyloacutegico para la exploracioacuten de ese sustrato de creencias de vivencias de coacutedigos no explicitados que circulan a nivel inconsciente o semiconsshyciente y que alimentan praacutecticas y comportamientos que sin aquella refeshyrencia nos pareceriacutean incoherentes y absurdos Anaacutelisis de este tipo son especialmente vaacutelidos para el estudio de las sociedades del pasado en las que la ausencia entre la mayoriacutea de la poblacioacuten de una cultura escrita favoreciacutea el desarrollo de conductas que no llegaban a alcanzar un grado de expresioacuten plenamente consciente Entre historiadores este terreno estaacute ampliamente por desbrozar aunque ya la historia de las mentalidades comiddot lectivas se propone decididamente abordar todos los niveles de expreshysioacuten desde los maacutes racionales y manifiestos hasta aquellos que parecen maacutes irracionales y son puramente afectivos Veamos coacutemo G Duby in discutible pionero en el tema de las mentalidades situacutea la cuestioacuten

para comprender la organizacioacuten de las sociedades humanas y para discernir las fuerzas que la hacen evolucionar es necesario prestar una atencioacuten similar a los fenoacutemenos mentales cuya intervencioacuten tiene sin duda alguna un caraacutecter tan determinante como la de los fenoacutemenos ecoshynoacutemicos y demograacuteficos Pues los hombres no regulan su conducta en funcioacuten de su situacioacuten real sino de la imagen que de eacutesta tienen imagen que jamaacutes es un fiel reflejo de la realidad De ahiacute el esfuerzo de los homshybres por conformar su conducta a unos modelos de comportamiento fruto de una cultura determinada y que a lo largo del devenir histoacuterico no siempre se ajustan a las realidades materialesraquo)H

37 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 19 38 G Duby Historia social e ideologa de las sociedades Barcelona 1976 paacuteg 82 Asishy

mismo cf G Duby laquoHistoire des mentaliteacutes en Lhistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 pp 937-968

460 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOWG1A ACTAS-VOL 1

Ya hemos hecho una ligera referencia a la importancia que concede Duby a los fenoacutemenos mentales en el seno de la economiacutea alto medieval De igual forma ha puesto el acento en la impronta sicologiacutea que acomshypantildea a los oriacutegenes de la caballeriacutea en la fuerza de la ideologiacutea de la laquopaz de Diosraquo durante la primera eacutepoca feudal y en los componentes mentales que arropan y dan coherencia a las relaciones feudales_ 39 Particularmente ilustrativo desde el punto de vista metodoloacutegico es el trabajo dedicado al estudio del esquema tripartito que dividiacutea la sociedad de la Alta Edad Meshydia en laquooratoresraquo laquobellatoresraquo y laquolaboratoresraquo he aquiacute un notable ejemshy

i plo de coacutemo se pueden desmontar los componentes de una estructura mental analizar su geacutenesis mostrar los mecanismos que conducen a suI

I

I

t

configuracioacuten en un todo coherente y por fin descubrir los factores que conduciraacuten a la supresioacuten del mismo_ 40 Del mismo modo los fenoacutemenos de rebeldiacutea primitiva usando el teacutermino ya consagrado de E_ J_ Hobsshybawm41 y las actitudes contestatarias de la multitud en el sentido defishynido por G_ Rudeacute42 soacutelo podraacuten ser entendidos plenamente si a los meacutetoshydos tradicionales de enjuiciamiento poliacutetico superponemos un anaacutelisis de las actitudes reflejas de las respuestas espontaacuteneas de los diferentes grupos sociales la ausencia de iIlVestigaciones de este tipo nos conducishyriacutea a penosos anacronismos43 En todos estos casos la antropologiacutea puede ayudar a la historia

laquoSin embargo la ausencia de documentos escritos en la mayoriacutea de las sociedades primitivas ha obligado al etnoacutelogo a desarrollar meacutetodos y teacutecshynicas adecuados al estudio de actividades que permanecen como conseshycuencia d~ ello imperfectamente middotconscientes en todos los niveles en que se expresanraquoH I

Finalmente y sin que esto quiera decir que hayamos agotado esta enushymeracioacuten de posibles aacutereas de contacto entre las dos disciplinas podeshymos convenir con-Evans-Pritchard en la necesidad de aprovechar la expeshy

39 Cf G Duby bull Les origines de la chevalerie bull Les lalcs et la paix de Dieuraquo y laquoLa feacuteodashyliteacute Une mentaliteacute medieacutevaleraquo en G Duby Hommes et structures du Moyen Age Pashyns-La Haya 1973 pp 325-341 227-240 Y 103-110 respectivamente

40 G Duby Los oriacutegenes de un sistema de clasificacioacuten socialraquo en G Duby Historio social pp 43-56

41 E J Hobsbawm Primitive Rebels 42 G Rudeacute The Crowd in History New York 1964 (existe versioacuten castellana Buenos Aishy

res 1971) 43 Este riesgo asiacute como la necesidad del anaacutelisis antropoloacutegico para obviarlo ha sido seshy

ntildealado en un estudio reciente sobre revueltas campesinas por J Torras Liberalismo y rebeldia campesina 1820-1823 Barcelona 1976 paacuteg 14

44 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 25

I

l1

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 461

riencia de los antropoacutelogos en estudios histoacutericos sobre problemas de pashyrentesco de linaje o de familia Las complejas articulaciones familiares en sociedades jerarquizadas como las antiguas tienen una proyeccioacuten evishydente en la trayectoria econoacutemica social y poliacutetica de las mismas Sisteshymas de herencia ligados al mantenimiento del poder de una clase enlaces matrimoniales como modo de perpetuacioacuten de una eacutelite social relaciones familiares de clientela otros tantos temas de historia social que pueden beneficiarse de la praacutectica antropoloacutegica Por ejemplo estudiando las reshylaciones de parentesco durante la Alta Edad Media tema praacutecticamente virgen hasta hace muy pocos antildeos G Duby llega a conclusiones que neshycesariamente habraacuten de ser tenidas en cuenta por los investigadores de aquel periacuteodo al sentildealar

laquoleacutetrolte correacutelation ( ) entre lhistoire de la famille et celle de leacuteconoshymie Cest en fonction dun patrimoine quil soit constitueacute de terres de pouvoirs du de monnaie que se disposent les relations de parenteacute ( ) Mais les structures familiales les coutumes et les pratiques qui assurent leur survie les reacutepresentations mentalsqui prennent appui sur elles inshyterviennent eacutel leur tour de maniere souvent indirecte mais toujours deacutecishysive pour ralentir ou acceacuteleacuterer leacutevolution des modes de production et de la hieacuterarchie des fortunesraquo45

Ignorando durante demasiado tiempo esta problemaacutetica que los anshytropoacutelogos conociacutean con profundidad la historia ha dejado en la penumshybra un aspecto fundamental de la realidad social he aquiacute otra consecuenshycia del penoso divorcio entre ambas ciencias

Pero no soacutelo los estudios sobre relaciones de parentesco permiten lleshynar un vaciacuteo y completar con una pieza importante el cuadro general de la vida social a veces la investigacioacuten de este tema variacutea sustancialmente los puntos de vista tradicionales sobre un determinado periacuteodo histoacuterico Vale la pena referirnos a un ejemplo muy reciente que afecta ademaacutes a la historia de la Peniacutensula Ibeacuterica el estudio consagrado por el historiador y arabista franceacutes P Guichard a la estructura antropoloacutegica de AI-Andashylus durante la Alta Edad Media 46

Es sabido que la excesivamiddot polarizacioacuten de los estudios sobre la histoshy

45 G Duby Structures familiales dans le moyen age occidental laquoXIII Congreso Internashyional de Ciencias Histoacutericasraquo Moscuacute 1970 paacuteg 8 Cf asimismo G Duby laquoStructushyres de parenteacute et noblesse dans la France du Nord aux Xle et XIIe sieacutecles y laquoLigshynage noblesse et chevalerie au XlIe siecle dans la reacutegion maconnaise Une reacutevisionraquo en G Duby Hommes et structures pp 267-286 Y 395-422 respectivamente

46 P Guichard Al-Andalus Estructura antropoloacutegica de una sociedad islaacutemica en Occishydente Barcelona 1976

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 3: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

446 1 CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL i tre los antropoacutelogos de un concepto de la ciencia histoacuterica caducado ~e maacutes de cuarenta antildeos En este sentido vale la pena citar como visiln luacutecida del problema el siguiente texto de E E Evans-Pritchard

Las criticas funcionalistas a los evolucionistas y difusionistas pusieron en tela de juicio no las obras histoacutericas sino las malas obras histoacutericas y esto hasta tal punto que renunciaron a la historia aunque conservando la buacutesqueda de leyes que era precisamente lo que la convertiacutea en mala e inadecuada Por otra parte ignoraban la investigacioacuten histoacuterica y parecfa pensar que la falsa historia a la que dirigiacutean sus ataques era representashytiva de la totalidad rechazando por esta razoacuten cualquier tipo de explicashyciones histoacutericas Justificaban su actitud distinguiendo metodoloacutegicashymente entre ciencias generalizadoras (clasificando a la antropologiacutea soshycial entre las ciencias naturales) y ciencias particularizadoras como la historia Esto seriacutea legiacutetimo si la historia fuera simplemente la relacioacuten de una sucesioacuten de acontecimientos uacutenicos y la antropologfa social un conshyjunto de proposiciones generales pero en la praacutectica los antropoacutelogos somiddot ciales hoy generalizan poco maacutes que lo hacen los historiadores No dedushycen hechos a partir de leyes ni los explican como ejemplos de leyes y si ven lo general en lo particular lo mismo hace el historiador

Debemos distinguir aquiacute entre dos tipos de historia aunque sea aproshyximativamente y con fines expositivos Deseariacutea aclarar que no estoy hashyblando de los historiadores que estaacuten satisfechos con escribir de manera narrativa histoire historisante historia de batallas una historia de los grandes acontecimientos politicos principalmente Ni me refiero tamshypoco a los filoacutesofos de la historia desde Vico y Bossuet a Hegel y Dilthey ya los Spenglers y Toynbees de hoy esos escritores de los que habla tan tristemente el profesor Aron~

Efectivamente los antropoacutelogos que actualmente se esfuerzan por deshyHmitar el campo respectivo de la antropologia y la historia e intentan marcar las fronteras entre ambas disciplinas sentildealando incluso una oposhysicioacuten irreductible entre sus enfoques respectivos tienen in mente un conshycepto de la historia que suele moverse entre Ranke y Toynbee y no entre L Febvre y P Vilars

Por el contrario una vez definida la hitorla en el sentido progresivo

4 E E Evans-Pritchard cAntropologia e historiaraquo en E E Evans-Pritchard Ensayos de antropologiacutea social Madrid 1974 paacuteg 46

5 Claro que lo mismo podriacutea decirse a la inversa Pocas posibilidades de colaboracioacuten ofrece al historiador una antropologia que se acomodase exclusivamente a la definishycioacuten inicial de S F Nadel laquoEl antropoacutelogo social examina las sociedades sin historia y las culturas de caraacutecter exoacutetico (S F Nadel Fundamentos de antropolOgiacutea social Madrid 1974 paacuteg 16)

MBrtiacutenez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 447

qut adquiere diacutea a dia la colaboracioacuten entre los historiadores y los antroshypoacutelogos se abre camino entre los maacutes destacados especialistas de ambas disciplinas Sin embargo todaviacutea no estaacute definido el terreno y el alcance de esta simbiosis interdisciplinar Las liacuteneas que siguen trazadas a granshydes rasgos permiten presentar un cuadro general del estado de la cuesmiddot tioacuten

De la historia a la antropologiacutea

Hoy dia la colaboracioacuten entre la antropologiacutea y la historia es una tendenshycia irreversible que ya ha cristalizado en numerosas ocasiones en el teshyrreno de los hechos Esta colaboracioacuten cuyas liacuteneas esenciales como se ha dicho pretendemos trazar en los apartados siguientes puede adoptar varias formas la utilizacioacuten por parte de los historiadores de las aportashyciones de los antropoacutelogos el camino inverso del recurso por parte de los antropoacutelogos a las elaboraciones de los historiadores y finalmente el trashybajo simultaacuteI)eo de historiadores y antropoacutelogos sobre una realidad coshymuacuten en un proyecto conjunto (que seriacutea el resumen y culminacioacuten de las modalidades anteriores) Por razones de claridad expositiva vamos a abordar el tema distinguiendo las dos liacuteneas contrapuestas de contribushyciones de una disciplina a otra sin entrar abiertamente en la discusioacuten del meacutetodo a seguir para la elaboracioacuten de programas de actuacioacuten conshyjunta sobre una misma realidad a estudiar

No obstante parece imprescindible decir unas palabras sobre ese aacutemshybito de encuentro que los antropoacutelogos designan con el nombre de etnoshyhistoria En un sentido estricto el teacutermino tiene plena vigencia cuando hace referencia a estudios programados en comuacuten entre antropoacutelogos e historiadores utilizando testimonios de archivo y de campo que se entreshylazan en una unidad explicativa Por el contrario y si nos movemos en el campo de las divisorias acadeacutemicas entre disciplinas afines (y lo hacemos no por conviccioacuten sino por no eludir un debate planteado) creemos abushysiva la extensioacuten del teacutermino etnohistoria cuando se aplica a estudios que versan sobre realidades del pasado con documentacioacuten exclusiva de arshychivo y que justifican su condicioacuten de trabajos etnohistoacutericos por tocar teshymas usualmente tratados por los antropoacutelogos en puridad se trata de historia social si se estaacute de acuerdo con que el pasado es el campo y obshyjeto propio de la ciencia histoacuterica

Sin profundizar en el problema acabado de discutir trataremos en primer teacutermino de sentildealar las principales razones que a nuestro juicio

448 1 CONGRESO ESPARoL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOql

t plantean a la antropologiacutea no ya la conveniencia sino la necesidad ~e recurrir a la historia ~

En primer lugar y a Un nivel puramente metodoloacutegico e incluso teacutecshynico la historia ofrece a la antropologiacutea una experiencia en la criacutetic~ de las fuentes y en el anaacutelisis globalizado de sociedades del pasado tan prishymitivas como aquellas actuales sobre las que de hecho se ha volcado hashybitualmente la antropologiacutea En el cuadro de deacuteficits de la ciencia antroshypoloacutegica que E E Evans-Pritchard sentildeala como susceptibles de ser remeshydiados con el auxilio de la bistoria destacan la insuficiencia de rigor critico en la utilizacioacuten de las fuentes la imprecisioacuten a la hora de distinshyguir entre relatos histoacutericos y miacuteticos eldesaprovechamiento de la opor tunidad de establecer comparaciones con sociedades del pasado cuya orshyganizacioacuten pudiera presentar puntos de contacto con las actuales comunishydades primitivas6

Maacutes importante auacuten es la necesidad de dar al anaacutelisis antropoloacutegico una profundidad histoacuterica Y ello por varios motivos en primer lugar porque la prolongacioacuten hacia atraacutes de nuestro campo de observacioacuten conshytribuye no soacutelo a obtener una cantidad mayor de datos que puedan resulshytar significativos sino tambieacuten -y sobre todltr- a ensanchar nuestro horishyzonte y a ampliar nuestra perspectiva sobre los hechos que analizamos sacaacutendolos del estrecho marco del laquomomentismoraquo en segundo lugar porque esta perspectiva temporal puede a veces resultar imprescindible para establecer reglas de funcionamiento de las instituciones o de la vida social repeticiones perioacutedicas y regulares de ciertos fenoacutemenos tendenshycias de larga duracioacuten que alternan con tendencias opuestas y cuya altershynancia constituye justamente un rasgo estructural y en tercer lugar porshyque la realidad no es posible comprenderla en su complejidad si no reshyconstruimos la unidad pasadoacute-presente el pasado se halla de alguna mashynera incorporado al presente es indisociable del mismo y la historia es una realidad plenamente actuante sobre el presente y no soacutelo considerada en el sentido de los acontecimientos sino incluso en el sentido de la idea quacuteeacutelos propios pueblos se hacen de su pasado de su historia

Esta imprescindible dimensioacuten histoacuterica de la antropologiacutea ha sido subrayada en los uacuteltimos antildeos por muchos destacados especialistas Las formulaciones maacutes acertadas de esta necesidad han partido sobre todo de los antropoacutelogos sociales y especialmente de aquellos que se dedican al estu(lio de las sociedades rurales Podemos tomar como ejemplo la obshyservacioacuten de H H Stahl en su obra sobre las comunidades campesinas rumanas 6 ef E E Evans-Pritchard Ensayos pp 48-57

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 449

laquoTout sociologue -se refiere a todo antropoacutelogo social- en voie denquete sociale directe esto sans quille veuille un historien car la tentation de transformer cet ordre logique que l eacutelude morphologique vous impose en ordre chronologique est impeacuterieuseraquo7

Por SU parte Evans-Pritchard habiacutea ya afirmado en 1961 que laquolos hisshytoriadores escriben historia por decirlo asiacute hacia adelante y nosotros inshytentamos escribirla hacia atraacutesraquo 8 Esta actitud hacia la historia coincide por una parte con la de otros cientiacuteficos sociales igualmente preocupashydos por la dimensioacuten histoacuterica de sus anaacutelisis9 y por otra con posiciones defendidas por los historiadores y particularmente por los historiadores del mundo agrario a los que seguacuten la conocida frase de M Bloch gloshysadaprecisamente por H H Stahl laquoles es necesario la mayor parte de las veces leer la historia hacia atraacutes 10

Otra contribucioacuten de la historia a la antropologiacutea es el enriquecishymiento que supone la explicacioacuten geneacutetica de la realidad Algunos autores se muestran esceacutepticos respecto a considerar este hecho como una venshytaja asiacute C Leacutevi-Strauss afirma que laquola obra de Boas demuestra por siacute misma hasta queacute punto resulta decepcionante el intento de saber coacutemo las cosas han llegado a ser lo que son 1I Sin embargo difiacutecilmente el anshytropoacutelogo puede realizar un anaacutelisis rico de las instituciones sociales por ejemplo sin una referencia -que siempre txiste aunque incompleta y deshyfectuosamente elaborada- a los oriacutegenes Cosa muy distinta seriacutea agotar la virtualidad explicativa en un recorrido descriptivo de las diferentes etashypas de una institucioacuten ello repetiriacutea el modo de proceder del historishycismo y elpositimismo que consideraba la actividad de los hombres como un riacuteo herac1itiano que jamaacutes llegamos a aprehender con~eptualshymente

El enfoque histoacuterico permite tambieacuten a la antropologiacutea la comparashycioacuten entre fenoacutemenos distantes en el tiempo y en el espacio Sobre todo evita crasos errores como el de considerar a las comunidades primitivas como laquosociedades estaacuteticasraquo justamente porque el observador ha presshycindido de una perspectiva diacroacutenica la peticioacuten de principio se evidenshycia en la atribucioacuten de la condicioacuten de ahistoacutericas y sociedades sobre las que no se quiere proyectar una investigacioacuten de caraacutecter histoacuterico Del

7 H H Stahl Les anciennes communauteacutes villageoises roumaines Pariacutes 1970 8 E E Evans-Pritchard Ensayos paacuteg 61 9 Cfbullbull por ejemplo W LeontieffbullbullWhen should history be written backwards

Economic History Review XVI (1963) pp 1-8 10 M Bloch Les caracteres originaux de lhistoire rurale franfaise Pariacutes 1952 t Ipaacuteg 11 e leacutevi-Strauss AntropologUacutel estructural Buenos Aires 1968 paacuteg 9

bull 450 1 CONGRESO ESPArVOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOLJ

mismo modo la falta de anaacutelisis diacroacutenico puede presentamos cJaIshyquiera de las diversas etapas de desarrollo de una detenninada institushycioacuten como la concrecioacuten definitiva o la situacioacuten estabilizada de la misma puede considerar lo que no es sino un momento de desarrollo como la laquopraacutectica congeladaraquo Por otra parte un problema tiacutepico del anshytropoacutelogo requiere un anaacutelisis esencialmente histoacuterico nos referimos al cambio social al paso de una estructura definida en la totalidad de las reshylaciones entre sus elementos a otra estructura distinta susceptible natushyralmente de ser definida del mismo modo

Finalmente todos los fenoacutemenos humanos son esencialmente feshynoacutemenos histoacutericos La dimensioacuten temporal es inseparable de la naturashyleza de las creaciones humanas Las realidades que estudia la antropoloshygia no escapan a esta regla estaacuten en perpetua evolucioacuten y transfonnashycioacuten Por tanto suscribimos plenamente la afirmacioacuten de A Leroi-Gourshyhan cuando sentildeala que laquoles situacions ethniques ne sont que des deveshynirs indeacutefinissables autrement que dans une perspective animeacutee par le temps 12

De la antropologiacutea a la historia

La antropologiacutea aporta sobre todo al historiador dos elementos nuevas fuentes y nuevos meacutetodos y teacutecnicas que sirven para tratar temas con los que la historia no se ha familiarizado hasta fechas muy recientes

A pesar de las observaciones de L Febvre encaminadas a ampliar el concepto de fuente histoacuterica J3 la experiencia demuestra que de los tres tipos principales de fuentes de que dispone el historiador para analizar el pasado (textos escritos vestigios materiales y fuentes orales) se ha privishylegiado excesivamente la documentacioacuten escrita A este respecto es signishyficativo que el material arqueoloacutegico quedara durante mucho tiempo inshycluso excluido del terreno de la historia propiamente dicha como indica el propio concepto de prehistoria aplicado a 10 que no es maacutes que el peshyriacuteodo aacutegrafo de la historia

12 A Leroi-Gourhan Preacutefaci a LAubrac Pans 1971 Afud Aujourdhui lhistoire Enquete de La NouveJle Critique Pans 1974 paacuteg 40 (eXIste versioacuten castellana Barshycelona (916)

13 La historia se hace con todo lo que laquosiendo del hombre depende del hombre sirve al hombre expresa al hombre significa la presencia la actividad los gustosmiddoty las forshymas del ser del hombreraquo (L Febvre Combates por la historia Barcelona 1970 paacuteg 232)

Martiacuteenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 451

Efectivamente el historiador olvida con frecuencia que incluso en soshyciedades que conocen la escritura eacutesta no afecta a todos los sectores de la poblacioacuten ni los documentos escritos iluminan por igual todos los niveshyles de la realidad 14 Ha de recurrir por tanto a la arqueologia no soacutelo para reconstruir la historia de las sociedades sin escritura sino para estushydiar aspectos no reflejados en los textos durante la eacutepoca de la civilizashycioacuten escrita En este sentido parece obvio que la arqueologiacutea no debe lishymitarse con exclusividad al estudio de los tiempos convencionalmente deshynominados prehistoacutericos pues como advierte A Leroi-Gourhan laquorien ne diffeacuterencie dans lattitude et les proceacutedeacutes de recherche leacutetude dune hashybitation paleacuteolithique vieille de 30000 ans et celle des ruines ensevelies dune maison bourgeoise du XIXe siec1eraquo15 En esta liacutenea soacutelo desde feshychas muy recientes la arqueologiacutea viene siendo utilizada con notable eacutexito para el anaacutelisis de eacutepocas distintas a la prehistoria quizaacutes el ejemshyplo maacutes espectacular sea el de la arqueologiacutea medieval que estaacute poniendo a disposicioacuten del historiador un enorme caudal de datos sobre la vida mashyterial apenas entrevista de la documentacioacuten escrita 16

De esta forma el historiador va ampliando poco a poco el campo de observacioacuten de su objeto con la ayuda de nuevas fuentes que le obligan a poner en cuestioacuten la hasta ahora indiscutida hegemoniacutea del documento escrito En este punto la antropologia puede venir eficazmente en su aushyxilio Seguacuten E Poulat el historiador del catolicismo franceacutes las fuentes antropoloacutegicas que puede utilizar la historia son de dos tipos documenshytos orales y documentos ecoloacutegicos I

La encuesta oral puede referirse a muacuteltiples campospensemos en el patrimonio de experiencias de nuestros militantes obreros que no seraacute dado a la historia escrita y que puede morir con ellos o bien en el mundo de la cultura popular todaviacutea oral en gran medida qle no puede ser resshycataacutedo maacutes que con el recurso a la grabadora Horizonte limitado a lo

14 Cf entre otros A Casanova laquoHistoire et ethnologie 1 Fonts historiques et reacutealite historiqueraquo en Aujourdhui IhiSlOire pp 31middot39

15 A Leroi-Gourhan laquoLhistoire sans textesraquo en LHistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 paacuteg 233

16 Los resultados maacutes notables han sido obtenidos en los paiacuteses del Este europeo partishycularmeacutente en Polonia a traveacutes del Instituto de Historia de la Cultura Material (creado en 1954) Cf por ejemplo W Hensel La civilisation polonaise du haut moyen dge el la lumiere des recherches archeacuteologiques laquoAnuario de Estudios medievalesgt 8 (1912-13) pp 521-536 Sobre la funcioacuten del Instituto de Historia de la Cultura Material y el pashypel que el mismo desempentildea la etnologiacutea cf T Wasowicz Lhistoire de la culture mashyteacuterieIle en Pologne laquoAnnales E S C bull XVII (1962) pp 15-84

11 Entrevista con E Paulat en Aujourdhui lhistoire paacuteg 238

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 453452 I CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTASmiddotVOL t

muy contemporaacuteneo es verdad pero no exclusivamente ciertas manifesmiddot taciones folkloacutericas canciones sobre temas que fueron actualidad ensu diacutea y que se perpetuacutean en tonadillas populares tradiciones sobre sucesos importantes del pasado o sobre figuras de raigambre popular todo ello puede hacer referencia a acontecimientos ocurridos en tiempos muy disshytantes al presente y de los que carecemos a veces de otras fuentes de inshyformacioacuten que no sean las pllramente oficiales

En cuanto a los documentos ecoloacutegicos F Braudel nos ha hablado de una laquogeohistoriaraquo de una historia del medio ambiente que condiciona al hombre y que a la vez es transformado por eacuteste mientras E Sereni ha intentado esbozar una historia del paisaje agrario italiano 18 Pero al reshyveacutes una interrogacioacuten al paisaje actual permite observar las distintas etashypas de la accioacuten del hombre si bien no en el sentido de los niveles de un yacimiento arqueoloacutegico siacute al menos a traveacutes de los elementos residuales que no han sufrido alteracioacuten significativa y que han ido quedando relatishyvamente al margen del proceso general del desarrollo histoacuterico

Pero sobre todo la antropologiacutea nos proporciona nuevos meacutetodos y teacutecshynicas de aproximacioacuten a los problemas del pasado En este punto la hisshytoria siempre ha manifestado tanto su necesidad como su disposicioacuten a incorporar experiencias distintas Para interpretar el pasado la historia ha recurrido a la teoriacutea econoacutemica y a la elaboracioacuten estadiacutestica del mismo modo que ha utilizado teoriacuteas sociales y teacutecnicas de sondeo Desde el momento en que los problemas econoacutemicos o sociales del pashysado se han convertido en objeto de su intereacutes no ha dudado en estableshycer contacto con la economiacutea o con la sociologiacutea Lo mismo ha ocurrido aunque maacutes tardiacuteamente con la antropologiacutea Las razones de este retraso pueden ser debidas a que la antropologiacutea en su desarrollohabiacutea ido ocushypando justamente aquellos espacios que la historia le abandonaba por cashyrecer de intereacutes para ella o porque el tipo de fuente que veniacutea utilizando no le permitiacutea introducirse en ellos Este proceso ha sido analizado luacutecishydamente por M Godelier

Poco a poco se haconstituido un campo de estudios poblado de todas ms sociedades no occidentales que descubriacutea el occidente en su expansioacuten mundial y que los historiadores abandonaban a merced de los antropoacuteloshygos en cuanto su estudio no podiacutea apoyarse en documentos escritos que

18 er middotF Braudel La Meacutediterraneacutee et le monde meacuteditelTaneacuteen alqoque de Philippe 11 Pashyriacutes 1966 (existe versioacuten castellana Meacutexico 1976) y E Sereni Storia del paesaggio agrario italiano Roma-Bari 1974

permitieran fechar los monumentos y las huellas materiales de la historia pasada y en cuanto fue necesario recurrir a la observacioacuten directa y a la encuesta oral

Al mismo tiempo y por las mismas razones sectores enternos de la historia occidental -antigua y contemporaacutenea- se dejaban en manos de la etnologiacutea o la sociologiacutea rural a menudo confundidas la una con la otra De este modo se cediacutea a la antropologiacutea el estudio de todos los asshypectos de la vida regional o aldeana que apareciacutean como supervivencias de modos de produccioacuten y deacute organizacioacuten social precapitalistas y preinshydustriales o que se remitiacutean a particularidades eacutetnicas y culturales muy antiguas (oo) realidades que apareciacutean poco a poco en la documentacioacuten escrita que examinaban los historiadores y que exigiacutean ademaacutes la enshycuesta directa sobre el terreno y la recogida de las praacutecticas que se manishyfestaban en la mayor parte deacute los casos de forma ejemplar en las tradimiddot ciones orales del folklore y en las normas consuetudinariasI~

Los historiadores abandonaban asiacute a los antropoacutelogos los elementos residuales marginales al curso si no de la historia siacute de la laquogran histoshyria Esta visioacuten teleoloacutegica que no se ocupaba de los terrenos laquocondenashydosraquo por el desarrollo histoacuterico es precisamente un concepto a revisar los comportamientos marginales (pensemos en los estudios sobre margishynalidad social de B Geremek o de E JHobsbawm)20 los residuos de moshydos de produccioacuten anteriores en las distintas formaciones econoacutemico-soshyciales (pensemos por ejemplo en el intereacutes de estos planteamientos para sociedades integradas en el capitalismo perifeacuterico) van siendo objeto de

un renovado intereacutes convirtieacutendose en temas baacutesicos de investigacioacuten Aquiacute la historia entra de nuevo en contacto con la antropologiacutea

El terreno donde esta colaboracioacuten ha dado sus primeros frutos de consideracioacuten ha sido en el de las sociedades rurales Las actuales comushynidadesrurales hablan sido un campo fundamental de experiencias para la antropologiacutea social al mismo tiempo se daba la circunstancia de que las sociedades del pasado anteriores a la revolucioacuten industrial eran socieshydades eminentemente rurales y por tanto con puntos de contacto con las comunidades campesinas actuales Por otra parte unas y otras -las de

19 MGodelier _Antropologiacutea y economiacutea iquestEs posible la antropologiacutea econoacutemica en M Godelier (oo) Antropologiacutea y economiacutea Barcelona 1976 pp 291~292

20 B Geremek laquola popolazione marginale tra il Medioevo e lera modernaraquo en Agriculshytura e sviluppo del capitalismo Roma 1970 pp 201-216 (existe versioacuten castellana Mamiddot drid 1974) E J Hobsbawm Primitive Rebels Studies in Archaic Forms of Social Moshyvement in the 19 th and 20 th Centuries Manchester 1959 (existe versioacuten castellana Barcelona 1974) E J Hobsbawm Bandiacutets Londres 1969 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

454 I CONGRESO ESPAfloL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL I

antes y las de ahora- son sociedades con predominio de la cultura oral campo vedado al historiador si no es por medio de las reminiscencias conservadas en el presente y en el que el antropoacutelogo en cambio tiene una gran experiencia acumulada De este modo las formas subsistentes de vida rural constituiacutean el terreno adecuado para escribir esa historia al reveacutes en la que seguacuten ya vimos coincidiacutean los antropoacutelogos y los histoshyriadores del mundo agrario Un texto de Ch Parain como introduccioacuten a un trabajo de etnologiacutea histoacuterica fruto de la colaboracioacuten interdiscipliacutenar entre ambas ciencias sociales puede servir de justificacioacuten teoacuterica de las posibilidades de este tipo de investigacioacuten

laquo bullbullbull levolution des vieilles socieacuteteacutes europeacuteennes entrees depuis longtemps dans rere industrielle na pas en geacuteneacuteral atteint un point ou auraient cesseacute de s y perpeacutetuer et d y tenir un role appreacuteciable des groupes sociaux dont il serait impossible de comprendre les structures profondes ainsi que le mouvement qui les anime en se contentant de leur appliquer les moshydeles qui permettent de reacutendre compte de la socieacuteteacute globale dans la mesure ou elle se trouve fa~onneacutee de maniere deacuteterminante par Iindustrialisashytionraquo21

Al mismo tiempo las experiencias se multiplican Un modelo ejemshyplar de aplicacioacuten del meacutetodo de la antropologiacutea es el trabajo de H H Stahl sobre las comunidades campesinas rumanas Sus reflexiones teoacuterishycas y su imaginacioacuten para utilizar las fuentes etnoloacutegicas han contriuido poderosamente a la toma de conciencia sobre la necesidad de la colaborashycioacuten interdisciplinar en historia agraria

laquoEn tout cas nosanciens documents concernant les villages sont si lacoshyniques et impreacutecis que lon ne peut les comprendre que si lon sait deacuteja quelles sont les regles de vie des communauteacutes villageoises Sans lappui des connaissances portant sur les communauteacutes de nos jours Iexegese des actes anciens se heurteraient a des difficulteacutes insurmontablesraquo22

G Duby en sus estudios sobre la economiacutea rural durante la Alta Eoad Media tambieacuten ha incorporado con claridad las ensentildeanzas de los antroshypoacutelogos ofreciendo con ello una visioacuten renovada del occidente altomedieshyval He aquiacute de entrada una afirmacioacuten que deberaacute se~ tenida en cuenta por los medievalistas que se ocupen del periacuteodo comprendido entre los sishyglos VIII y X

21 Ch Parain ~Fondements dune ethnologie historique de IAubracraquo en LAubrac tII Pariacutes 1971 Apud Aujourdhui lhistoire pp 35-36

22 H H Stahl Les anciennes communauteacutes

Martfnez y Saacutenchez Antropologla e Historia 455

laquoIOccident du X~ siecle ce pays de forets de tribus de sorcellerie de roishytelets qui se halsent et se trahissent sortit a peu pres de lhistoire et laissa mois de traces de son passeacute que ne le fit sans doute lMrique centrale du XIXe siecle qui le ressemble tanh 23

Es de sobra conocido el protagonismo concedido por los historiadores de la economiacutea medieval -desde Pirenne- al comercio como motor esenshycial de la misma Pues bien G Duby ha mostrado que para descubrir los motores de esta economiacutea dadas las caracteriacutesticas laquoprimitivasraquo de la soshyciedad altomedieval laquoLes reflexions des eacuteconomistes contemporains apshyparaissent en fait moins utiles que ne sont celles des ethnologuesraquo y reshyfirieacutendose en concreto al papel desempentildeado por la moneda en este tipo de sociedad comprueba que laquoles ethnologues nous aprennent que les soshycieacuteteacutes primitives peuvent fort bien se passer de petite monnaie sans pour cela ignorer les eacutechanges ni meme les eacutechanges proprement commershyciauxraquo24 Bueno seraacute recordar en este punto las notables aportaciones de K Polanyi y su escuela -a pesar de sus limitaciones 25_ cuando nos explishycan la existencia de sistemas econoacutemicos laquoempotradosraquo (embedded) en el funcionamiento de estructuras sociales no eco micas (relaciones de parenshytesco relaciones poliacuteticas etc) Como afirma M Rodinson

laquole livre maintenant classique dirigeacute par Polanyi Arensberg et Pearson (1957) a fait admettre aux historiens et a beaucoup deacuteconomistes ce que les ethnologues ou anthropologues savaient oepuis longtems asavoir que leacuteconomie et meme leacuteconomie deacutechange neacutetait pas lieacutee forceacutement au marcheacute et cela jusque dans des socieacuteteacutes complexes et tres deacuteveloppeacuteslO26

Volviendo a las investigaciones de G Duby este historiador replanshytea por tanto el estudio econoacutemico de la Alta Edad Media en funcioacuten de categoriacuteas diferentes a las relaciones de parentesco de las tradiciones

23 G Duby Lan mil Pariacutes 1967 paacuteg 10 Cfla obra fundamental de G Duby Leacuteconoshymie rurale et la vie des campagnes dans IOccident meacutedieacuteval Pariacutes 1962 (existe versioacuten castellana Barcelona 1968)

24 G Duby Guerriers et paysans VII-Xlle siAcle Premier essor de leacuteconomie euroshypeacuteenne Pariacutes 1973 pp 12 Y 77 (existe versioacuten castellana Madrid 1976)

25 Cf el comentario critico de M Godelier a K Polanyi y la escuela substantivista de su artiacuteculo laquoLa antropologiacutea econoacutemicaraquo en M Godelier Economia fetichismo y religioacuten en las sociedades primitivas Madrid 1974 pp 65-69

26 M Rodinson Preacuteface a P Chalmeta El sentildeor del zoco en Espantildea Madrid 1973 paacuteg XVI El libro de K Polanyi a que hace referencia M Rodinson es K Polanyi C M Arensberg and H W Pearson (OOs) Traacutede ami market in tfiexcle Early Empires Econoshymies in history ami theory New York 1957 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

456 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL 1

culturales y de los mecanismos mentales en las estructuras de obtencioacuten e intercambio de bienes

laquo11 sagit de saisir eomment Iimaginaire de paren teacute -je pense par exemshypIe au eulte des aneetres a la devotion a leacutegard des deacutefunts- peut luiacuteshymeme retentir sur une situation donneacutee proprement eacuteeonomique par linshytermeacutediaire de toute une eateacutegorie de rituels doffrandes et de eonseacuteerashytions ( ) peut-on maintenant arriver a faire une theacuteorie des rapports eacuteeoshynomiques a linterieur de la parenteacuteraquo 11 serait vain de revenir a una Geistesgeschichte ou les ideacutees se promeneshyraient dans une sphere intemporelle mais il mapparait de plus en plus vain de faire de Ihistoire eacuteeonomlque qui ne tient pas eompte des rituels par exemple du rituel de la fete ou de regles eomme eeHes du mariage ou de ehoses aussiacute peu mateacuterielles que la eroyanee en la survie au purgatoire Ainsi lideacuteedu purgatoire est tres dune eertaine image de la socieacuteteacute elleshymeme detennineacutee par des criteres eacuteeonomiques mais eette ideacutee du purgashytoire a des incidenees sur le fonetionnement du modele eacuteeonomiqueraquo27

Si la antropologiacutea sirve a G Duby para la comprensioacuten del mundo alshytomedieval su utilidad es asimismo innegable para ampliar el anaacutelisis soshybre sociedades maacutes proacuteximas a nosotros Es el caso de las investigacioshynes muy r~~ientes de REF Smith que ha empleado encuestas antroposhyloacutegicas suPerpuestas a las fuentes documentales en un estudio sobre la agricultura rusa anterior a la eacutepoca de Pedro el Grande 2B O asimismo el caso de A Soboul quien preocupado por las transformaciones experishymentadas por las comunidades rurales francesas a partir de la Revolushycioacuten no duda en recurrir a la antropologiacutea sentildealando expliacutecitamente los beneficios cientiacuteficos de tal actitud

11 nest pas inutile dinsister id sur les serviees reacuteciproques que peuvent et doivent se rendre histoire et ethnographie dans leacutetude de la eommushynauteacute rurale Lhistorien trouvera dans la liUeacuterature el lart populaires un tnstrument efficaee danalyse sociale Ieacutetude du folklore paysan permet de eonstater le retentissement des eacuteveacutenements dans la eonscienee eolleeshytive et deacutecIairer ses tendanees profondes Lhistoire en retour met en eacutevishydenee le dynamisme et le devenir perpeacutetuel des struetures sociales et mentales elle deacutemontre la vaniteacute du mythe de la permanenee des eoutushymes paysannes beaucoup plus ehangeantes en tous les domaines quon ne sest plus parfois a l affinnerraquo 29

27 G Duby Ristoirelsocieacuteteacutelimaginaire laquoDialeetiques 10-11 (1975) pp 111-123 28 R E F SmilhPe4$ant Farming in Muscovy Cambridge 1977 29 A Soboul laquoProblemes de la eommunauteacute rurale en Franeeraquo en Ethnologie et histoire

Forces productives et problemes de transition Pariacutes 1975 paacuteg 371

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologia e Historia 457

Asiacute pues es evidente que los meacutetodos de la antropologiacutea pueden coshyrregir los anacronismos cometidos al intentar aplicar los criterios de la economiacutea del mundo capitalista a sociedades rurales de otras eacutepocas poshyniendo a disposicioacuten del historiador unos elementos que le permitan valoshyrar la importancia de los factores extraeconoacutemicosen sociedades agrashyrias parecidas a las que suele estudiar el antropoacutelogo

Un segundo campo de posible colaboracioacuten interdisciplinar es el de la historia de la cultura Como muy bien ha sentildealado uno de los maacuteximos especialistas del tema R Mandrou la historia debe a la antropologiacutea la ampliacioacuten del concepto de cultura si antes el teacutermino soacutelo definiacutea a las elaboraciones eruditas que eran patrimonio de las clases dominantes la nueva concepcioacuten cubre ahora las creaciones populares las visiones del mundo y los modos de vida del conjunto de la sociedadJO La historia de las mentalidades colectivas del utillaje mental de un grupo soqal -donde las representaciones escritas y las conceptualizaciones juegan un papel mucho menos importante que la transmisioacuten oral o que la represenshytacioacuten simboacutelica- se convierte asiacute en UIi campo excepcional de colaborashycioacuten entre antropologos e historiadores La experiencia de la antropologiacutea en temas tales como la mentalidad maacutegica las formas religiosas la forshymacioacuten de los mitos los sistemas de representacioacuten no escrita puede ser puesta indudablemente a disposicioacuten del historiador para la elaborashycioacuten de meacutetodos de investigacioacuten que permitan un ensanchamiento y un tratamiento maacutes profundo de los materiales de que dispone el estudioso de la cultura

Por ejemplo en el campo de la historia medieval algunos trabajos de J Le Goff han permitido conocer significativos rasgos de la cultura popushylar de la Alta Edad Media sus relaciones con la cultura eclesiaacutestica asiacute como las vinculaciones de ambas con la estratificacioacuten social de la eacutepocaJI En parecida direccioacuten G Duby ha mostrado los mecanismos de vulgarizacioacuten de los modelos culturales en las clases inferiores y como contrapartida el movimiento paralelo de laquoinvasioacutenraquo de la afectividad poshypular en la cultura aristocraacutetica32 Para la Francia claacutesica R Mandrou ha

30 R Mandrou laquoLa Franee moderne en Aujourdhui lhistoire paacuteg 228 31 J Le Goff Culture cleacutericale et tradiacutetions folkloriques dans la civilisation meacuterovingienne

laquoAnnales E S Craquo XXII (1967) pp 780-791 J Le Goff -Les paysans etlemonde rushyral dans la litteacuterature du haut moyen age en Agricoltura e mondo rurale in Occidente nell alto medioevo Spoleto 1966 pp 723-741

32 G Duby _La vulgarisation des modeles culturels dans la socieacuteteacute feacuteodaleraquo en Niveaux de culture et groupes sociaux Pariacutes-La Haya 1971 pp 32-40

458 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

[ mostrado la coexistencia de diversos sistemas de civilizacioacuten de diferenshytes niveles culturales (popular nobiliario eclesial burgueacutes margina) que se entrecruzan y se influyen mutuamente 33

Pero la investigacioacuten de este amplio campo apenas explorado de la cultura popular supone en primer lugar la adquisicioacuten por parte del hisshytoriador de un amplio bagaje de conocimientos sobre el folklore y otras cuestiones que la antropologiacutea puede brindar yen segundo lugar una reshylectura minuciosa de la documentacioacuten escrita buscando en ella no ya los laquodatosraquo puntuales y concretos sino otro tipo de informacioacuten mucho maacutes sutil que descubra los sistemas de representacioacuten mental de los redactoshyres del texto 34 En este sentido la simple cuantificacioacuten del vocabulario puede a veces resultar efectiva si permite descubrir reiteraciones o aushysencias significativas3s Asimismo el estudio de las representaciones icoshynograacuteficas parece abrirse a la investigacioacuten histoacuterica como prometedor campo de experiencias seguacuten se comprueba en trabajos recientes como los de G y M Vovelle o V L Tapieacute sobre la Francia moderna y contemshyporaacutenea36

Conectado directamente con lo anterior nos encontramos con un nishyvel cultural muy primario que se manifesta en forma de efusiones afectishyvas exaltaciones de la sensibilidad colectiva comportamientos no racioshynalizados y expresiones rituales cuyo significado no es plenamente consshyciente Incluso actitudes poliacuteticas que hoy consideramos fruto de refleshyxiones perfectamente explicitadas y asumidas por sus protagonistas no I

I teniacutean este caraacutecter entre grupos sociales que soacutelo confusamente sabiacutean articular en momentos aacutelgidos sus intereses de clase de cara a una acciOacuten contestataria (los franceses llegan a denominar a estos movimientos de

33 R Mandrou La France aux XVIIe et XVIIe siecles Pariacutes 1967 (existe versioacuten casteshyllana Barcelona 1973)

34 Como trabajos modeacutelicos sobre estos temas pueden citarse los de R Mandrou De la culture populaire aux XVIIe et XVIIe siecles Paris 1964 y F Lebrun Les hommes et la mort en Anjou aux XVIIe et XVIIe siecles Essai de deacutemographie et de psychologiacutee historiques Pariacutes-La Haya 1971 (versioacuten abreviada Pariacutes 1975) la tercera parte del libro se ocupa de las actitudes de los angevinos del Antiguo Reacutegimen ante la enfermeshydad el espectaacuteculo de la muerte el fin uacuteltimo y el culto de los muertos

35 Cf por ejemplo el trabajo de K J Hollyman Le deacuteveloppemen du vocabulaire feacuteodal en France pendant le haut moyen aacutege Etude seacutemantique Ginebra-Pariacutes 1957 En este campo son muy importantes las consideraciones teoacutericas de R Robin Histoire et linguumlistique Pariacutes 1973

36 G et M Vovelle Vision de la mort et de lau-deld en Provence dapres les autels des ames du purgatoire XVe-XXe siecles Pariacutes 1970 V L Tapieacute y otros Retables baroshyques de Bretagne Pariacutes 1972

Martfnez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 459

protesta laquoeacutemotions populairesraquo) Tambieacuten aquiacute el trabajo antropoloacutegico puede ayudar al historiador Sin que estemos de acuerdo con una formushylacioacuten que separa en teacuterminos de irreductible antagonismo el mundo de lo consciente del mundo de lo inconsciente creemos que pueden tenerse en cuenta las siguientes palabras de C Leacutevi-Strauss

Teniendo el mismo objeto que es la vida social el mismo propoacutesito que es una mejor inteligencia del hombre y un meacutetodo que soacutelo variacutea en cuanto a la dosificacioacuten de los procedimientos de investigacioacuten se distinshyguen sobre todo por la eleccioacuten de perspectivas complementarias la hisshytoria organiza sus datos en relacioacuten con las expresiones conscientes de la

1 vida social y la etnologiacutea en relacioacuten con las condiciones inconscientesraquo37

Lo que en todo caso siacute es cierto es la utilidad del anaacutelisis antroposhyloacutegico para la exploracioacuten de ese sustrato de creencias de vivencias de coacutedigos no explicitados que circulan a nivel inconsciente o semiconsshyciente y que alimentan praacutecticas y comportamientos que sin aquella refeshyrencia nos pareceriacutean incoherentes y absurdos Anaacutelisis de este tipo son especialmente vaacutelidos para el estudio de las sociedades del pasado en las que la ausencia entre la mayoriacutea de la poblacioacuten de una cultura escrita favoreciacutea el desarrollo de conductas que no llegaban a alcanzar un grado de expresioacuten plenamente consciente Entre historiadores este terreno estaacute ampliamente por desbrozar aunque ya la historia de las mentalidades comiddot lectivas se propone decididamente abordar todos los niveles de expreshysioacuten desde los maacutes racionales y manifiestos hasta aquellos que parecen maacutes irracionales y son puramente afectivos Veamos coacutemo G Duby in discutible pionero en el tema de las mentalidades situacutea la cuestioacuten

para comprender la organizacioacuten de las sociedades humanas y para discernir las fuerzas que la hacen evolucionar es necesario prestar una atencioacuten similar a los fenoacutemenos mentales cuya intervencioacuten tiene sin duda alguna un caraacutecter tan determinante como la de los fenoacutemenos ecoshynoacutemicos y demograacuteficos Pues los hombres no regulan su conducta en funcioacuten de su situacioacuten real sino de la imagen que de eacutesta tienen imagen que jamaacutes es un fiel reflejo de la realidad De ahiacute el esfuerzo de los homshybres por conformar su conducta a unos modelos de comportamiento fruto de una cultura determinada y que a lo largo del devenir histoacuterico no siempre se ajustan a las realidades materialesraquo)H

37 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 19 38 G Duby Historia social e ideologa de las sociedades Barcelona 1976 paacuteg 82 Asishy

mismo cf G Duby laquoHistoire des mentaliteacutes en Lhistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 pp 937-968

460 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOWG1A ACTAS-VOL 1

Ya hemos hecho una ligera referencia a la importancia que concede Duby a los fenoacutemenos mentales en el seno de la economiacutea alto medieval De igual forma ha puesto el acento en la impronta sicologiacutea que acomshypantildea a los oriacutegenes de la caballeriacutea en la fuerza de la ideologiacutea de la laquopaz de Diosraquo durante la primera eacutepoca feudal y en los componentes mentales que arropan y dan coherencia a las relaciones feudales_ 39 Particularmente ilustrativo desde el punto de vista metodoloacutegico es el trabajo dedicado al estudio del esquema tripartito que dividiacutea la sociedad de la Alta Edad Meshydia en laquooratoresraquo laquobellatoresraquo y laquolaboratoresraquo he aquiacute un notable ejemshy

i plo de coacutemo se pueden desmontar los componentes de una estructura mental analizar su geacutenesis mostrar los mecanismos que conducen a suI

I

I

t

configuracioacuten en un todo coherente y por fin descubrir los factores que conduciraacuten a la supresioacuten del mismo_ 40 Del mismo modo los fenoacutemenos de rebeldiacutea primitiva usando el teacutermino ya consagrado de E_ J_ Hobsshybawm41 y las actitudes contestatarias de la multitud en el sentido defishynido por G_ Rudeacute42 soacutelo podraacuten ser entendidos plenamente si a los meacutetoshydos tradicionales de enjuiciamiento poliacutetico superponemos un anaacutelisis de las actitudes reflejas de las respuestas espontaacuteneas de los diferentes grupos sociales la ausencia de iIlVestigaciones de este tipo nos conducishyriacutea a penosos anacronismos43 En todos estos casos la antropologiacutea puede ayudar a la historia

laquoSin embargo la ausencia de documentos escritos en la mayoriacutea de las sociedades primitivas ha obligado al etnoacutelogo a desarrollar meacutetodos y teacutecshynicas adecuados al estudio de actividades que permanecen como conseshycuencia d~ ello imperfectamente middotconscientes en todos los niveles en que se expresanraquoH I

Finalmente y sin que esto quiera decir que hayamos agotado esta enushymeracioacuten de posibles aacutereas de contacto entre las dos disciplinas podeshymos convenir con-Evans-Pritchard en la necesidad de aprovechar la expeshy

39 Cf G Duby bull Les origines de la chevalerie bull Les lalcs et la paix de Dieuraquo y laquoLa feacuteodashyliteacute Une mentaliteacute medieacutevaleraquo en G Duby Hommes et structures du Moyen Age Pashyns-La Haya 1973 pp 325-341 227-240 Y 103-110 respectivamente

40 G Duby Los oriacutegenes de un sistema de clasificacioacuten socialraquo en G Duby Historio social pp 43-56

41 E J Hobsbawm Primitive Rebels 42 G Rudeacute The Crowd in History New York 1964 (existe versioacuten castellana Buenos Aishy

res 1971) 43 Este riesgo asiacute como la necesidad del anaacutelisis antropoloacutegico para obviarlo ha sido seshy

ntildealado en un estudio reciente sobre revueltas campesinas por J Torras Liberalismo y rebeldia campesina 1820-1823 Barcelona 1976 paacuteg 14

44 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 25

I

l1

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 461

riencia de los antropoacutelogos en estudios histoacutericos sobre problemas de pashyrentesco de linaje o de familia Las complejas articulaciones familiares en sociedades jerarquizadas como las antiguas tienen una proyeccioacuten evishydente en la trayectoria econoacutemica social y poliacutetica de las mismas Sisteshymas de herencia ligados al mantenimiento del poder de una clase enlaces matrimoniales como modo de perpetuacioacuten de una eacutelite social relaciones familiares de clientela otros tantos temas de historia social que pueden beneficiarse de la praacutectica antropoloacutegica Por ejemplo estudiando las reshylaciones de parentesco durante la Alta Edad Media tema praacutecticamente virgen hasta hace muy pocos antildeos G Duby llega a conclusiones que neshycesariamente habraacuten de ser tenidas en cuenta por los investigadores de aquel periacuteodo al sentildealar

laquoleacutetrolte correacutelation ( ) entre lhistoire de la famille et celle de leacuteconoshymie Cest en fonction dun patrimoine quil soit constitueacute de terres de pouvoirs du de monnaie que se disposent les relations de parenteacute ( ) Mais les structures familiales les coutumes et les pratiques qui assurent leur survie les reacutepresentations mentalsqui prennent appui sur elles inshyterviennent eacutel leur tour de maniere souvent indirecte mais toujours deacutecishysive pour ralentir ou acceacuteleacuterer leacutevolution des modes de production et de la hieacuterarchie des fortunesraquo45

Ignorando durante demasiado tiempo esta problemaacutetica que los anshytropoacutelogos conociacutean con profundidad la historia ha dejado en la penumshybra un aspecto fundamental de la realidad social he aquiacute otra consecuenshycia del penoso divorcio entre ambas ciencias

Pero no soacutelo los estudios sobre relaciones de parentesco permiten lleshynar un vaciacuteo y completar con una pieza importante el cuadro general de la vida social a veces la investigacioacuten de este tema variacutea sustancialmente los puntos de vista tradicionales sobre un determinado periacuteodo histoacuterico Vale la pena referirnos a un ejemplo muy reciente que afecta ademaacutes a la historia de la Peniacutensula Ibeacuterica el estudio consagrado por el historiador y arabista franceacutes P Guichard a la estructura antropoloacutegica de AI-Andashylus durante la Alta Edad Media 46

Es sabido que la excesivamiddot polarizacioacuten de los estudios sobre la histoshy

45 G Duby Structures familiales dans le moyen age occidental laquoXIII Congreso Internashyional de Ciencias Histoacutericasraquo Moscuacute 1970 paacuteg 8 Cf asimismo G Duby laquoStructushyres de parenteacute et noblesse dans la France du Nord aux Xle et XIIe sieacutecles y laquoLigshynage noblesse et chevalerie au XlIe siecle dans la reacutegion maconnaise Une reacutevisionraquo en G Duby Hommes et structures pp 267-286 Y 395-422 respectivamente

46 P Guichard Al-Andalus Estructura antropoloacutegica de una sociedad islaacutemica en Occishydente Barcelona 1976

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 4: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

448 1 CONGRESO ESPARoL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOql

t plantean a la antropologiacutea no ya la conveniencia sino la necesidad ~e recurrir a la historia ~

En primer lugar y a Un nivel puramente metodoloacutegico e incluso teacutecshynico la historia ofrece a la antropologiacutea una experiencia en la criacutetic~ de las fuentes y en el anaacutelisis globalizado de sociedades del pasado tan prishymitivas como aquellas actuales sobre las que de hecho se ha volcado hashybitualmente la antropologiacutea En el cuadro de deacuteficits de la ciencia antroshypoloacutegica que E E Evans-Pritchard sentildeala como susceptibles de ser remeshydiados con el auxilio de la bistoria destacan la insuficiencia de rigor critico en la utilizacioacuten de las fuentes la imprecisioacuten a la hora de distinshyguir entre relatos histoacutericos y miacuteticos eldesaprovechamiento de la opor tunidad de establecer comparaciones con sociedades del pasado cuya orshyganizacioacuten pudiera presentar puntos de contacto con las actuales comunishydades primitivas6

Maacutes importante auacuten es la necesidad de dar al anaacutelisis antropoloacutegico una profundidad histoacuterica Y ello por varios motivos en primer lugar porque la prolongacioacuten hacia atraacutes de nuestro campo de observacioacuten conshytribuye no soacutelo a obtener una cantidad mayor de datos que puedan resulshytar significativos sino tambieacuten -y sobre todltr- a ensanchar nuestro horishyzonte y a ampliar nuestra perspectiva sobre los hechos que analizamos sacaacutendolos del estrecho marco del laquomomentismoraquo en segundo lugar porque esta perspectiva temporal puede a veces resultar imprescindible para establecer reglas de funcionamiento de las instituciones o de la vida social repeticiones perioacutedicas y regulares de ciertos fenoacutemenos tendenshycias de larga duracioacuten que alternan con tendencias opuestas y cuya altershynancia constituye justamente un rasgo estructural y en tercer lugar porshyque la realidad no es posible comprenderla en su complejidad si no reshyconstruimos la unidad pasadoacute-presente el pasado se halla de alguna mashynera incorporado al presente es indisociable del mismo y la historia es una realidad plenamente actuante sobre el presente y no soacutelo considerada en el sentido de los acontecimientos sino incluso en el sentido de la idea quacuteeacutelos propios pueblos se hacen de su pasado de su historia

Esta imprescindible dimensioacuten histoacuterica de la antropologiacutea ha sido subrayada en los uacuteltimos antildeos por muchos destacados especialistas Las formulaciones maacutes acertadas de esta necesidad han partido sobre todo de los antropoacutelogos sociales y especialmente de aquellos que se dedican al estu(lio de las sociedades rurales Podemos tomar como ejemplo la obshyservacioacuten de H H Stahl en su obra sobre las comunidades campesinas rumanas 6 ef E E Evans-Pritchard Ensayos pp 48-57

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 449

laquoTout sociologue -se refiere a todo antropoacutelogo social- en voie denquete sociale directe esto sans quille veuille un historien car la tentation de transformer cet ordre logique que l eacutelude morphologique vous impose en ordre chronologique est impeacuterieuseraquo7

Por SU parte Evans-Pritchard habiacutea ya afirmado en 1961 que laquolos hisshytoriadores escriben historia por decirlo asiacute hacia adelante y nosotros inshytentamos escribirla hacia atraacutesraquo 8 Esta actitud hacia la historia coincide por una parte con la de otros cientiacuteficos sociales igualmente preocupashydos por la dimensioacuten histoacuterica de sus anaacutelisis9 y por otra con posiciones defendidas por los historiadores y particularmente por los historiadores del mundo agrario a los que seguacuten la conocida frase de M Bloch gloshysadaprecisamente por H H Stahl laquoles es necesario la mayor parte de las veces leer la historia hacia atraacutes 10

Otra contribucioacuten de la historia a la antropologiacutea es el enriquecishymiento que supone la explicacioacuten geneacutetica de la realidad Algunos autores se muestran esceacutepticos respecto a considerar este hecho como una venshytaja asiacute C Leacutevi-Strauss afirma que laquola obra de Boas demuestra por siacute misma hasta queacute punto resulta decepcionante el intento de saber coacutemo las cosas han llegado a ser lo que son 1I Sin embargo difiacutecilmente el anshytropoacutelogo puede realizar un anaacutelisis rico de las instituciones sociales por ejemplo sin una referencia -que siempre txiste aunque incompleta y deshyfectuosamente elaborada- a los oriacutegenes Cosa muy distinta seriacutea agotar la virtualidad explicativa en un recorrido descriptivo de las diferentes etashypas de una institucioacuten ello repetiriacutea el modo de proceder del historishycismo y elpositimismo que consideraba la actividad de los hombres como un riacuteo herac1itiano que jamaacutes llegamos a aprehender con~eptualshymente

El enfoque histoacuterico permite tambieacuten a la antropologiacutea la comparashycioacuten entre fenoacutemenos distantes en el tiempo y en el espacio Sobre todo evita crasos errores como el de considerar a las comunidades primitivas como laquosociedades estaacuteticasraquo justamente porque el observador ha presshycindido de una perspectiva diacroacutenica la peticioacuten de principio se evidenshycia en la atribucioacuten de la condicioacuten de ahistoacutericas y sociedades sobre las que no se quiere proyectar una investigacioacuten de caraacutecter histoacuterico Del

7 H H Stahl Les anciennes communauteacutes villageoises roumaines Pariacutes 1970 8 E E Evans-Pritchard Ensayos paacuteg 61 9 Cfbullbull por ejemplo W LeontieffbullbullWhen should history be written backwards

Economic History Review XVI (1963) pp 1-8 10 M Bloch Les caracteres originaux de lhistoire rurale franfaise Pariacutes 1952 t Ipaacuteg 11 e leacutevi-Strauss AntropologUacutel estructural Buenos Aires 1968 paacuteg 9

bull 450 1 CONGRESO ESPArVOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOLJ

mismo modo la falta de anaacutelisis diacroacutenico puede presentamos cJaIshyquiera de las diversas etapas de desarrollo de una detenninada institushycioacuten como la concrecioacuten definitiva o la situacioacuten estabilizada de la misma puede considerar lo que no es sino un momento de desarrollo como la laquopraacutectica congeladaraquo Por otra parte un problema tiacutepico del anshytropoacutelogo requiere un anaacutelisis esencialmente histoacuterico nos referimos al cambio social al paso de una estructura definida en la totalidad de las reshylaciones entre sus elementos a otra estructura distinta susceptible natushyralmente de ser definida del mismo modo

Finalmente todos los fenoacutemenos humanos son esencialmente feshynoacutemenos histoacutericos La dimensioacuten temporal es inseparable de la naturashyleza de las creaciones humanas Las realidades que estudia la antropoloshygia no escapan a esta regla estaacuten en perpetua evolucioacuten y transfonnashycioacuten Por tanto suscribimos plenamente la afirmacioacuten de A Leroi-Gourshyhan cuando sentildeala que laquoles situacions ethniques ne sont que des deveshynirs indeacutefinissables autrement que dans une perspective animeacutee par le temps 12

De la antropologiacutea a la historia

La antropologiacutea aporta sobre todo al historiador dos elementos nuevas fuentes y nuevos meacutetodos y teacutecnicas que sirven para tratar temas con los que la historia no se ha familiarizado hasta fechas muy recientes

A pesar de las observaciones de L Febvre encaminadas a ampliar el concepto de fuente histoacuterica J3 la experiencia demuestra que de los tres tipos principales de fuentes de que dispone el historiador para analizar el pasado (textos escritos vestigios materiales y fuentes orales) se ha privishylegiado excesivamente la documentacioacuten escrita A este respecto es signishyficativo que el material arqueoloacutegico quedara durante mucho tiempo inshycluso excluido del terreno de la historia propiamente dicha como indica el propio concepto de prehistoria aplicado a 10 que no es maacutes que el peshyriacuteodo aacutegrafo de la historia

12 A Leroi-Gourhan Preacutefaci a LAubrac Pans 1971 Afud Aujourdhui lhistoire Enquete de La NouveJle Critique Pans 1974 paacuteg 40 (eXIste versioacuten castellana Barshycelona (916)

13 La historia se hace con todo lo que laquosiendo del hombre depende del hombre sirve al hombre expresa al hombre significa la presencia la actividad los gustosmiddoty las forshymas del ser del hombreraquo (L Febvre Combates por la historia Barcelona 1970 paacuteg 232)

Martiacuteenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 451

Efectivamente el historiador olvida con frecuencia que incluso en soshyciedades que conocen la escritura eacutesta no afecta a todos los sectores de la poblacioacuten ni los documentos escritos iluminan por igual todos los niveshyles de la realidad 14 Ha de recurrir por tanto a la arqueologia no soacutelo para reconstruir la historia de las sociedades sin escritura sino para estushydiar aspectos no reflejados en los textos durante la eacutepoca de la civilizashycioacuten escrita En este sentido parece obvio que la arqueologiacutea no debe lishymitarse con exclusividad al estudio de los tiempos convencionalmente deshynominados prehistoacutericos pues como advierte A Leroi-Gourhan laquorien ne diffeacuterencie dans lattitude et les proceacutedeacutes de recherche leacutetude dune hashybitation paleacuteolithique vieille de 30000 ans et celle des ruines ensevelies dune maison bourgeoise du XIXe siec1eraquo15 En esta liacutenea soacutelo desde feshychas muy recientes la arqueologiacutea viene siendo utilizada con notable eacutexito para el anaacutelisis de eacutepocas distintas a la prehistoria quizaacutes el ejemshyplo maacutes espectacular sea el de la arqueologiacutea medieval que estaacute poniendo a disposicioacuten del historiador un enorme caudal de datos sobre la vida mashyterial apenas entrevista de la documentacioacuten escrita 16

De esta forma el historiador va ampliando poco a poco el campo de observacioacuten de su objeto con la ayuda de nuevas fuentes que le obligan a poner en cuestioacuten la hasta ahora indiscutida hegemoniacutea del documento escrito En este punto la antropologia puede venir eficazmente en su aushyxilio Seguacuten E Poulat el historiador del catolicismo franceacutes las fuentes antropoloacutegicas que puede utilizar la historia son de dos tipos documenshytos orales y documentos ecoloacutegicos I

La encuesta oral puede referirse a muacuteltiples campospensemos en el patrimonio de experiencias de nuestros militantes obreros que no seraacute dado a la historia escrita y que puede morir con ellos o bien en el mundo de la cultura popular todaviacutea oral en gran medida qle no puede ser resshycataacutedo maacutes que con el recurso a la grabadora Horizonte limitado a lo

14 Cf entre otros A Casanova laquoHistoire et ethnologie 1 Fonts historiques et reacutealite historiqueraquo en Aujourdhui IhiSlOire pp 31middot39

15 A Leroi-Gourhan laquoLhistoire sans textesraquo en LHistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 paacuteg 233

16 Los resultados maacutes notables han sido obtenidos en los paiacuteses del Este europeo partishycularmeacutente en Polonia a traveacutes del Instituto de Historia de la Cultura Material (creado en 1954) Cf por ejemplo W Hensel La civilisation polonaise du haut moyen dge el la lumiere des recherches archeacuteologiques laquoAnuario de Estudios medievalesgt 8 (1912-13) pp 521-536 Sobre la funcioacuten del Instituto de Historia de la Cultura Material y el pashypel que el mismo desempentildea la etnologiacutea cf T Wasowicz Lhistoire de la culture mashyteacuterieIle en Pologne laquoAnnales E S C bull XVII (1962) pp 15-84

11 Entrevista con E Paulat en Aujourdhui lhistoire paacuteg 238

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 453452 I CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTASmiddotVOL t

muy contemporaacuteneo es verdad pero no exclusivamente ciertas manifesmiddot taciones folkloacutericas canciones sobre temas que fueron actualidad ensu diacutea y que se perpetuacutean en tonadillas populares tradiciones sobre sucesos importantes del pasado o sobre figuras de raigambre popular todo ello puede hacer referencia a acontecimientos ocurridos en tiempos muy disshytantes al presente y de los que carecemos a veces de otras fuentes de inshyformacioacuten que no sean las pllramente oficiales

En cuanto a los documentos ecoloacutegicos F Braudel nos ha hablado de una laquogeohistoriaraquo de una historia del medio ambiente que condiciona al hombre y que a la vez es transformado por eacuteste mientras E Sereni ha intentado esbozar una historia del paisaje agrario italiano 18 Pero al reshyveacutes una interrogacioacuten al paisaje actual permite observar las distintas etashypas de la accioacuten del hombre si bien no en el sentido de los niveles de un yacimiento arqueoloacutegico siacute al menos a traveacutes de los elementos residuales que no han sufrido alteracioacuten significativa y que han ido quedando relatishyvamente al margen del proceso general del desarrollo histoacuterico

Pero sobre todo la antropologiacutea nos proporciona nuevos meacutetodos y teacutecshynicas de aproximacioacuten a los problemas del pasado En este punto la hisshytoria siempre ha manifestado tanto su necesidad como su disposicioacuten a incorporar experiencias distintas Para interpretar el pasado la historia ha recurrido a la teoriacutea econoacutemica y a la elaboracioacuten estadiacutestica del mismo modo que ha utilizado teoriacuteas sociales y teacutecnicas de sondeo Desde el momento en que los problemas econoacutemicos o sociales del pashysado se han convertido en objeto de su intereacutes no ha dudado en estableshycer contacto con la economiacutea o con la sociologiacutea Lo mismo ha ocurrido aunque maacutes tardiacuteamente con la antropologiacutea Las razones de este retraso pueden ser debidas a que la antropologiacutea en su desarrollohabiacutea ido ocushypando justamente aquellos espacios que la historia le abandonaba por cashyrecer de intereacutes para ella o porque el tipo de fuente que veniacutea utilizando no le permitiacutea introducirse en ellos Este proceso ha sido analizado luacutecishydamente por M Godelier

Poco a poco se haconstituido un campo de estudios poblado de todas ms sociedades no occidentales que descubriacutea el occidente en su expansioacuten mundial y que los historiadores abandonaban a merced de los antropoacuteloshygos en cuanto su estudio no podiacutea apoyarse en documentos escritos que

18 er middotF Braudel La Meacutediterraneacutee et le monde meacuteditelTaneacuteen alqoque de Philippe 11 Pashyriacutes 1966 (existe versioacuten castellana Meacutexico 1976) y E Sereni Storia del paesaggio agrario italiano Roma-Bari 1974

permitieran fechar los monumentos y las huellas materiales de la historia pasada y en cuanto fue necesario recurrir a la observacioacuten directa y a la encuesta oral

Al mismo tiempo y por las mismas razones sectores enternos de la historia occidental -antigua y contemporaacutenea- se dejaban en manos de la etnologiacutea o la sociologiacutea rural a menudo confundidas la una con la otra De este modo se cediacutea a la antropologiacutea el estudio de todos los asshypectos de la vida regional o aldeana que apareciacutean como supervivencias de modos de produccioacuten y deacute organizacioacuten social precapitalistas y preinshydustriales o que se remitiacutean a particularidades eacutetnicas y culturales muy antiguas (oo) realidades que apareciacutean poco a poco en la documentacioacuten escrita que examinaban los historiadores y que exigiacutean ademaacutes la enshycuesta directa sobre el terreno y la recogida de las praacutecticas que se manishyfestaban en la mayor parte deacute los casos de forma ejemplar en las tradimiddot ciones orales del folklore y en las normas consuetudinariasI~

Los historiadores abandonaban asiacute a los antropoacutelogos los elementos residuales marginales al curso si no de la historia siacute de la laquogran histoshyria Esta visioacuten teleoloacutegica que no se ocupaba de los terrenos laquocondenashydosraquo por el desarrollo histoacuterico es precisamente un concepto a revisar los comportamientos marginales (pensemos en los estudios sobre margishynalidad social de B Geremek o de E JHobsbawm)20 los residuos de moshydos de produccioacuten anteriores en las distintas formaciones econoacutemico-soshyciales (pensemos por ejemplo en el intereacutes de estos planteamientos para sociedades integradas en el capitalismo perifeacuterico) van siendo objeto de

un renovado intereacutes convirtieacutendose en temas baacutesicos de investigacioacuten Aquiacute la historia entra de nuevo en contacto con la antropologiacutea

El terreno donde esta colaboracioacuten ha dado sus primeros frutos de consideracioacuten ha sido en el de las sociedades rurales Las actuales comushynidadesrurales hablan sido un campo fundamental de experiencias para la antropologiacutea social al mismo tiempo se daba la circunstancia de que las sociedades del pasado anteriores a la revolucioacuten industrial eran socieshydades eminentemente rurales y por tanto con puntos de contacto con las comunidades campesinas actuales Por otra parte unas y otras -las de

19 MGodelier _Antropologiacutea y economiacutea iquestEs posible la antropologiacutea econoacutemica en M Godelier (oo) Antropologiacutea y economiacutea Barcelona 1976 pp 291~292

20 B Geremek laquola popolazione marginale tra il Medioevo e lera modernaraquo en Agriculshytura e sviluppo del capitalismo Roma 1970 pp 201-216 (existe versioacuten castellana Mamiddot drid 1974) E J Hobsbawm Primitive Rebels Studies in Archaic Forms of Social Moshyvement in the 19 th and 20 th Centuries Manchester 1959 (existe versioacuten castellana Barcelona 1974) E J Hobsbawm Bandiacutets Londres 1969 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

454 I CONGRESO ESPAfloL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL I

antes y las de ahora- son sociedades con predominio de la cultura oral campo vedado al historiador si no es por medio de las reminiscencias conservadas en el presente y en el que el antropoacutelogo en cambio tiene una gran experiencia acumulada De este modo las formas subsistentes de vida rural constituiacutean el terreno adecuado para escribir esa historia al reveacutes en la que seguacuten ya vimos coincidiacutean los antropoacutelogos y los histoshyriadores del mundo agrario Un texto de Ch Parain como introduccioacuten a un trabajo de etnologiacutea histoacuterica fruto de la colaboracioacuten interdiscipliacutenar entre ambas ciencias sociales puede servir de justificacioacuten teoacuterica de las posibilidades de este tipo de investigacioacuten

laquo bullbullbull levolution des vieilles socieacuteteacutes europeacuteennes entrees depuis longtemps dans rere industrielle na pas en geacuteneacuteral atteint un point ou auraient cesseacute de s y perpeacutetuer et d y tenir un role appreacuteciable des groupes sociaux dont il serait impossible de comprendre les structures profondes ainsi que le mouvement qui les anime en se contentant de leur appliquer les moshydeles qui permettent de reacutendre compte de la socieacuteteacute globale dans la mesure ou elle se trouve fa~onneacutee de maniere deacuteterminante par Iindustrialisashytionraquo21

Al mismo tiempo las experiencias se multiplican Un modelo ejemshyplar de aplicacioacuten del meacutetodo de la antropologiacutea es el trabajo de H H Stahl sobre las comunidades campesinas rumanas Sus reflexiones teoacuterishycas y su imaginacioacuten para utilizar las fuentes etnoloacutegicas han contriuido poderosamente a la toma de conciencia sobre la necesidad de la colaborashycioacuten interdisciplinar en historia agraria

laquoEn tout cas nosanciens documents concernant les villages sont si lacoshyniques et impreacutecis que lon ne peut les comprendre que si lon sait deacuteja quelles sont les regles de vie des communauteacutes villageoises Sans lappui des connaissances portant sur les communauteacutes de nos jours Iexegese des actes anciens se heurteraient a des difficulteacutes insurmontablesraquo22

G Duby en sus estudios sobre la economiacutea rural durante la Alta Eoad Media tambieacuten ha incorporado con claridad las ensentildeanzas de los antroshypoacutelogos ofreciendo con ello una visioacuten renovada del occidente altomedieshyval He aquiacute de entrada una afirmacioacuten que deberaacute se~ tenida en cuenta por los medievalistas que se ocupen del periacuteodo comprendido entre los sishyglos VIII y X

21 Ch Parain ~Fondements dune ethnologie historique de IAubracraquo en LAubrac tII Pariacutes 1971 Apud Aujourdhui lhistoire pp 35-36

22 H H Stahl Les anciennes communauteacutes

Martfnez y Saacutenchez Antropologla e Historia 455

laquoIOccident du X~ siecle ce pays de forets de tribus de sorcellerie de roishytelets qui se halsent et se trahissent sortit a peu pres de lhistoire et laissa mois de traces de son passeacute que ne le fit sans doute lMrique centrale du XIXe siecle qui le ressemble tanh 23

Es de sobra conocido el protagonismo concedido por los historiadores de la economiacutea medieval -desde Pirenne- al comercio como motor esenshycial de la misma Pues bien G Duby ha mostrado que para descubrir los motores de esta economiacutea dadas las caracteriacutesticas laquoprimitivasraquo de la soshyciedad altomedieval laquoLes reflexions des eacuteconomistes contemporains apshyparaissent en fait moins utiles que ne sont celles des ethnologuesraquo y reshyfirieacutendose en concreto al papel desempentildeado por la moneda en este tipo de sociedad comprueba que laquoles ethnologues nous aprennent que les soshycieacuteteacutes primitives peuvent fort bien se passer de petite monnaie sans pour cela ignorer les eacutechanges ni meme les eacutechanges proprement commershyciauxraquo24 Bueno seraacute recordar en este punto las notables aportaciones de K Polanyi y su escuela -a pesar de sus limitaciones 25_ cuando nos explishycan la existencia de sistemas econoacutemicos laquoempotradosraquo (embedded) en el funcionamiento de estructuras sociales no eco micas (relaciones de parenshytesco relaciones poliacuteticas etc) Como afirma M Rodinson

laquole livre maintenant classique dirigeacute par Polanyi Arensberg et Pearson (1957) a fait admettre aux historiens et a beaucoup deacuteconomistes ce que les ethnologues ou anthropologues savaient oepuis longtems asavoir que leacuteconomie et meme leacuteconomie deacutechange neacutetait pas lieacutee forceacutement au marcheacute et cela jusque dans des socieacuteteacutes complexes et tres deacuteveloppeacuteslO26

Volviendo a las investigaciones de G Duby este historiador replanshytea por tanto el estudio econoacutemico de la Alta Edad Media en funcioacuten de categoriacuteas diferentes a las relaciones de parentesco de las tradiciones

23 G Duby Lan mil Pariacutes 1967 paacuteg 10 Cfla obra fundamental de G Duby Leacuteconoshymie rurale et la vie des campagnes dans IOccident meacutedieacuteval Pariacutes 1962 (existe versioacuten castellana Barcelona 1968)

24 G Duby Guerriers et paysans VII-Xlle siAcle Premier essor de leacuteconomie euroshypeacuteenne Pariacutes 1973 pp 12 Y 77 (existe versioacuten castellana Madrid 1976)

25 Cf el comentario critico de M Godelier a K Polanyi y la escuela substantivista de su artiacuteculo laquoLa antropologiacutea econoacutemicaraquo en M Godelier Economia fetichismo y religioacuten en las sociedades primitivas Madrid 1974 pp 65-69

26 M Rodinson Preacuteface a P Chalmeta El sentildeor del zoco en Espantildea Madrid 1973 paacuteg XVI El libro de K Polanyi a que hace referencia M Rodinson es K Polanyi C M Arensberg and H W Pearson (OOs) Traacutede ami market in tfiexcle Early Empires Econoshymies in history ami theory New York 1957 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

456 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL 1

culturales y de los mecanismos mentales en las estructuras de obtencioacuten e intercambio de bienes

laquo11 sagit de saisir eomment Iimaginaire de paren teacute -je pense par exemshypIe au eulte des aneetres a la devotion a leacutegard des deacutefunts- peut luiacuteshymeme retentir sur une situation donneacutee proprement eacuteeonomique par linshytermeacutediaire de toute une eateacutegorie de rituels doffrandes et de eonseacuteerashytions ( ) peut-on maintenant arriver a faire une theacuteorie des rapports eacuteeoshynomiques a linterieur de la parenteacuteraquo 11 serait vain de revenir a una Geistesgeschichte ou les ideacutees se promeneshyraient dans une sphere intemporelle mais il mapparait de plus en plus vain de faire de Ihistoire eacuteeonomlque qui ne tient pas eompte des rituels par exemple du rituel de la fete ou de regles eomme eeHes du mariage ou de ehoses aussiacute peu mateacuterielles que la eroyanee en la survie au purgatoire Ainsi lideacuteedu purgatoire est tres dune eertaine image de la socieacuteteacute elleshymeme detennineacutee par des criteres eacuteeonomiques mais eette ideacutee du purgashytoire a des incidenees sur le fonetionnement du modele eacuteeonomiqueraquo27

Si la antropologiacutea sirve a G Duby para la comprensioacuten del mundo alshytomedieval su utilidad es asimismo innegable para ampliar el anaacutelisis soshybre sociedades maacutes proacuteximas a nosotros Es el caso de las investigacioshynes muy r~~ientes de REF Smith que ha empleado encuestas antroposhyloacutegicas suPerpuestas a las fuentes documentales en un estudio sobre la agricultura rusa anterior a la eacutepoca de Pedro el Grande 2B O asimismo el caso de A Soboul quien preocupado por las transformaciones experishymentadas por las comunidades rurales francesas a partir de la Revolushycioacuten no duda en recurrir a la antropologiacutea sentildealando expliacutecitamente los beneficios cientiacuteficos de tal actitud

11 nest pas inutile dinsister id sur les serviees reacuteciproques que peuvent et doivent se rendre histoire et ethnographie dans leacutetude de la eommushynauteacute rurale Lhistorien trouvera dans la liUeacuterature el lart populaires un tnstrument efficaee danalyse sociale Ieacutetude du folklore paysan permet de eonstater le retentissement des eacuteveacutenements dans la eonscienee eolleeshytive et deacutecIairer ses tendanees profondes Lhistoire en retour met en eacutevishydenee le dynamisme et le devenir perpeacutetuel des struetures sociales et mentales elle deacutemontre la vaniteacute du mythe de la permanenee des eoutushymes paysannes beaucoup plus ehangeantes en tous les domaines quon ne sest plus parfois a l affinnerraquo 29

27 G Duby Ristoirelsocieacuteteacutelimaginaire laquoDialeetiques 10-11 (1975) pp 111-123 28 R E F SmilhPe4$ant Farming in Muscovy Cambridge 1977 29 A Soboul laquoProblemes de la eommunauteacute rurale en Franeeraquo en Ethnologie et histoire

Forces productives et problemes de transition Pariacutes 1975 paacuteg 371

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologia e Historia 457

Asiacute pues es evidente que los meacutetodos de la antropologiacutea pueden coshyrregir los anacronismos cometidos al intentar aplicar los criterios de la economiacutea del mundo capitalista a sociedades rurales de otras eacutepocas poshyniendo a disposicioacuten del historiador unos elementos que le permitan valoshyrar la importancia de los factores extraeconoacutemicosen sociedades agrashyrias parecidas a las que suele estudiar el antropoacutelogo

Un segundo campo de posible colaboracioacuten interdisciplinar es el de la historia de la cultura Como muy bien ha sentildealado uno de los maacuteximos especialistas del tema R Mandrou la historia debe a la antropologiacutea la ampliacioacuten del concepto de cultura si antes el teacutermino soacutelo definiacutea a las elaboraciones eruditas que eran patrimonio de las clases dominantes la nueva concepcioacuten cubre ahora las creaciones populares las visiones del mundo y los modos de vida del conjunto de la sociedadJO La historia de las mentalidades colectivas del utillaje mental de un grupo soqal -donde las representaciones escritas y las conceptualizaciones juegan un papel mucho menos importante que la transmisioacuten oral o que la represenshytacioacuten simboacutelica- se convierte asiacute en UIi campo excepcional de colaborashycioacuten entre antropologos e historiadores La experiencia de la antropologiacutea en temas tales como la mentalidad maacutegica las formas religiosas la forshymacioacuten de los mitos los sistemas de representacioacuten no escrita puede ser puesta indudablemente a disposicioacuten del historiador para la elaborashycioacuten de meacutetodos de investigacioacuten que permitan un ensanchamiento y un tratamiento maacutes profundo de los materiales de que dispone el estudioso de la cultura

Por ejemplo en el campo de la historia medieval algunos trabajos de J Le Goff han permitido conocer significativos rasgos de la cultura popushylar de la Alta Edad Media sus relaciones con la cultura eclesiaacutestica asiacute como las vinculaciones de ambas con la estratificacioacuten social de la eacutepocaJI En parecida direccioacuten G Duby ha mostrado los mecanismos de vulgarizacioacuten de los modelos culturales en las clases inferiores y como contrapartida el movimiento paralelo de laquoinvasioacutenraquo de la afectividad poshypular en la cultura aristocraacutetica32 Para la Francia claacutesica R Mandrou ha

30 R Mandrou laquoLa Franee moderne en Aujourdhui lhistoire paacuteg 228 31 J Le Goff Culture cleacutericale et tradiacutetions folkloriques dans la civilisation meacuterovingienne

laquoAnnales E S Craquo XXII (1967) pp 780-791 J Le Goff -Les paysans etlemonde rushyral dans la litteacuterature du haut moyen age en Agricoltura e mondo rurale in Occidente nell alto medioevo Spoleto 1966 pp 723-741

32 G Duby _La vulgarisation des modeles culturels dans la socieacuteteacute feacuteodaleraquo en Niveaux de culture et groupes sociaux Pariacutes-La Haya 1971 pp 32-40

458 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

[ mostrado la coexistencia de diversos sistemas de civilizacioacuten de diferenshytes niveles culturales (popular nobiliario eclesial burgueacutes margina) que se entrecruzan y se influyen mutuamente 33

Pero la investigacioacuten de este amplio campo apenas explorado de la cultura popular supone en primer lugar la adquisicioacuten por parte del hisshytoriador de un amplio bagaje de conocimientos sobre el folklore y otras cuestiones que la antropologiacutea puede brindar yen segundo lugar una reshylectura minuciosa de la documentacioacuten escrita buscando en ella no ya los laquodatosraquo puntuales y concretos sino otro tipo de informacioacuten mucho maacutes sutil que descubra los sistemas de representacioacuten mental de los redactoshyres del texto 34 En este sentido la simple cuantificacioacuten del vocabulario puede a veces resultar efectiva si permite descubrir reiteraciones o aushysencias significativas3s Asimismo el estudio de las representaciones icoshynograacuteficas parece abrirse a la investigacioacuten histoacuterica como prometedor campo de experiencias seguacuten se comprueba en trabajos recientes como los de G y M Vovelle o V L Tapieacute sobre la Francia moderna y contemshyporaacutenea36

Conectado directamente con lo anterior nos encontramos con un nishyvel cultural muy primario que se manifesta en forma de efusiones afectishyvas exaltaciones de la sensibilidad colectiva comportamientos no racioshynalizados y expresiones rituales cuyo significado no es plenamente consshyciente Incluso actitudes poliacuteticas que hoy consideramos fruto de refleshyxiones perfectamente explicitadas y asumidas por sus protagonistas no I

I teniacutean este caraacutecter entre grupos sociales que soacutelo confusamente sabiacutean articular en momentos aacutelgidos sus intereses de clase de cara a una acciOacuten contestataria (los franceses llegan a denominar a estos movimientos de

33 R Mandrou La France aux XVIIe et XVIIe siecles Pariacutes 1967 (existe versioacuten casteshyllana Barcelona 1973)

34 Como trabajos modeacutelicos sobre estos temas pueden citarse los de R Mandrou De la culture populaire aux XVIIe et XVIIe siecles Paris 1964 y F Lebrun Les hommes et la mort en Anjou aux XVIIe et XVIIe siecles Essai de deacutemographie et de psychologiacutee historiques Pariacutes-La Haya 1971 (versioacuten abreviada Pariacutes 1975) la tercera parte del libro se ocupa de las actitudes de los angevinos del Antiguo Reacutegimen ante la enfermeshydad el espectaacuteculo de la muerte el fin uacuteltimo y el culto de los muertos

35 Cf por ejemplo el trabajo de K J Hollyman Le deacuteveloppemen du vocabulaire feacuteodal en France pendant le haut moyen aacutege Etude seacutemantique Ginebra-Pariacutes 1957 En este campo son muy importantes las consideraciones teoacutericas de R Robin Histoire et linguumlistique Pariacutes 1973

36 G et M Vovelle Vision de la mort et de lau-deld en Provence dapres les autels des ames du purgatoire XVe-XXe siecles Pariacutes 1970 V L Tapieacute y otros Retables baroshyques de Bretagne Pariacutes 1972

Martfnez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 459

protesta laquoeacutemotions populairesraquo) Tambieacuten aquiacute el trabajo antropoloacutegico puede ayudar al historiador Sin que estemos de acuerdo con una formushylacioacuten que separa en teacuterminos de irreductible antagonismo el mundo de lo consciente del mundo de lo inconsciente creemos que pueden tenerse en cuenta las siguientes palabras de C Leacutevi-Strauss

Teniendo el mismo objeto que es la vida social el mismo propoacutesito que es una mejor inteligencia del hombre y un meacutetodo que soacutelo variacutea en cuanto a la dosificacioacuten de los procedimientos de investigacioacuten se distinshyguen sobre todo por la eleccioacuten de perspectivas complementarias la hisshytoria organiza sus datos en relacioacuten con las expresiones conscientes de la

1 vida social y la etnologiacutea en relacioacuten con las condiciones inconscientesraquo37

Lo que en todo caso siacute es cierto es la utilidad del anaacutelisis antroposhyloacutegico para la exploracioacuten de ese sustrato de creencias de vivencias de coacutedigos no explicitados que circulan a nivel inconsciente o semiconsshyciente y que alimentan praacutecticas y comportamientos que sin aquella refeshyrencia nos pareceriacutean incoherentes y absurdos Anaacutelisis de este tipo son especialmente vaacutelidos para el estudio de las sociedades del pasado en las que la ausencia entre la mayoriacutea de la poblacioacuten de una cultura escrita favoreciacutea el desarrollo de conductas que no llegaban a alcanzar un grado de expresioacuten plenamente consciente Entre historiadores este terreno estaacute ampliamente por desbrozar aunque ya la historia de las mentalidades comiddot lectivas se propone decididamente abordar todos los niveles de expreshysioacuten desde los maacutes racionales y manifiestos hasta aquellos que parecen maacutes irracionales y son puramente afectivos Veamos coacutemo G Duby in discutible pionero en el tema de las mentalidades situacutea la cuestioacuten

para comprender la organizacioacuten de las sociedades humanas y para discernir las fuerzas que la hacen evolucionar es necesario prestar una atencioacuten similar a los fenoacutemenos mentales cuya intervencioacuten tiene sin duda alguna un caraacutecter tan determinante como la de los fenoacutemenos ecoshynoacutemicos y demograacuteficos Pues los hombres no regulan su conducta en funcioacuten de su situacioacuten real sino de la imagen que de eacutesta tienen imagen que jamaacutes es un fiel reflejo de la realidad De ahiacute el esfuerzo de los homshybres por conformar su conducta a unos modelos de comportamiento fruto de una cultura determinada y que a lo largo del devenir histoacuterico no siempre se ajustan a las realidades materialesraquo)H

37 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 19 38 G Duby Historia social e ideologa de las sociedades Barcelona 1976 paacuteg 82 Asishy

mismo cf G Duby laquoHistoire des mentaliteacutes en Lhistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 pp 937-968

460 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOWG1A ACTAS-VOL 1

Ya hemos hecho una ligera referencia a la importancia que concede Duby a los fenoacutemenos mentales en el seno de la economiacutea alto medieval De igual forma ha puesto el acento en la impronta sicologiacutea que acomshypantildea a los oriacutegenes de la caballeriacutea en la fuerza de la ideologiacutea de la laquopaz de Diosraquo durante la primera eacutepoca feudal y en los componentes mentales que arropan y dan coherencia a las relaciones feudales_ 39 Particularmente ilustrativo desde el punto de vista metodoloacutegico es el trabajo dedicado al estudio del esquema tripartito que dividiacutea la sociedad de la Alta Edad Meshydia en laquooratoresraquo laquobellatoresraquo y laquolaboratoresraquo he aquiacute un notable ejemshy

i plo de coacutemo se pueden desmontar los componentes de una estructura mental analizar su geacutenesis mostrar los mecanismos que conducen a suI

I

I

t

configuracioacuten en un todo coherente y por fin descubrir los factores que conduciraacuten a la supresioacuten del mismo_ 40 Del mismo modo los fenoacutemenos de rebeldiacutea primitiva usando el teacutermino ya consagrado de E_ J_ Hobsshybawm41 y las actitudes contestatarias de la multitud en el sentido defishynido por G_ Rudeacute42 soacutelo podraacuten ser entendidos plenamente si a los meacutetoshydos tradicionales de enjuiciamiento poliacutetico superponemos un anaacutelisis de las actitudes reflejas de las respuestas espontaacuteneas de los diferentes grupos sociales la ausencia de iIlVestigaciones de este tipo nos conducishyriacutea a penosos anacronismos43 En todos estos casos la antropologiacutea puede ayudar a la historia

laquoSin embargo la ausencia de documentos escritos en la mayoriacutea de las sociedades primitivas ha obligado al etnoacutelogo a desarrollar meacutetodos y teacutecshynicas adecuados al estudio de actividades que permanecen como conseshycuencia d~ ello imperfectamente middotconscientes en todos los niveles en que se expresanraquoH I

Finalmente y sin que esto quiera decir que hayamos agotado esta enushymeracioacuten de posibles aacutereas de contacto entre las dos disciplinas podeshymos convenir con-Evans-Pritchard en la necesidad de aprovechar la expeshy

39 Cf G Duby bull Les origines de la chevalerie bull Les lalcs et la paix de Dieuraquo y laquoLa feacuteodashyliteacute Une mentaliteacute medieacutevaleraquo en G Duby Hommes et structures du Moyen Age Pashyns-La Haya 1973 pp 325-341 227-240 Y 103-110 respectivamente

40 G Duby Los oriacutegenes de un sistema de clasificacioacuten socialraquo en G Duby Historio social pp 43-56

41 E J Hobsbawm Primitive Rebels 42 G Rudeacute The Crowd in History New York 1964 (existe versioacuten castellana Buenos Aishy

res 1971) 43 Este riesgo asiacute como la necesidad del anaacutelisis antropoloacutegico para obviarlo ha sido seshy

ntildealado en un estudio reciente sobre revueltas campesinas por J Torras Liberalismo y rebeldia campesina 1820-1823 Barcelona 1976 paacuteg 14

44 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 25

I

l1

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 461

riencia de los antropoacutelogos en estudios histoacutericos sobre problemas de pashyrentesco de linaje o de familia Las complejas articulaciones familiares en sociedades jerarquizadas como las antiguas tienen una proyeccioacuten evishydente en la trayectoria econoacutemica social y poliacutetica de las mismas Sisteshymas de herencia ligados al mantenimiento del poder de una clase enlaces matrimoniales como modo de perpetuacioacuten de una eacutelite social relaciones familiares de clientela otros tantos temas de historia social que pueden beneficiarse de la praacutectica antropoloacutegica Por ejemplo estudiando las reshylaciones de parentesco durante la Alta Edad Media tema praacutecticamente virgen hasta hace muy pocos antildeos G Duby llega a conclusiones que neshycesariamente habraacuten de ser tenidas en cuenta por los investigadores de aquel periacuteodo al sentildealar

laquoleacutetrolte correacutelation ( ) entre lhistoire de la famille et celle de leacuteconoshymie Cest en fonction dun patrimoine quil soit constitueacute de terres de pouvoirs du de monnaie que se disposent les relations de parenteacute ( ) Mais les structures familiales les coutumes et les pratiques qui assurent leur survie les reacutepresentations mentalsqui prennent appui sur elles inshyterviennent eacutel leur tour de maniere souvent indirecte mais toujours deacutecishysive pour ralentir ou acceacuteleacuterer leacutevolution des modes de production et de la hieacuterarchie des fortunesraquo45

Ignorando durante demasiado tiempo esta problemaacutetica que los anshytropoacutelogos conociacutean con profundidad la historia ha dejado en la penumshybra un aspecto fundamental de la realidad social he aquiacute otra consecuenshycia del penoso divorcio entre ambas ciencias

Pero no soacutelo los estudios sobre relaciones de parentesco permiten lleshynar un vaciacuteo y completar con una pieza importante el cuadro general de la vida social a veces la investigacioacuten de este tema variacutea sustancialmente los puntos de vista tradicionales sobre un determinado periacuteodo histoacuterico Vale la pena referirnos a un ejemplo muy reciente que afecta ademaacutes a la historia de la Peniacutensula Ibeacuterica el estudio consagrado por el historiador y arabista franceacutes P Guichard a la estructura antropoloacutegica de AI-Andashylus durante la Alta Edad Media 46

Es sabido que la excesivamiddot polarizacioacuten de los estudios sobre la histoshy

45 G Duby Structures familiales dans le moyen age occidental laquoXIII Congreso Internashyional de Ciencias Histoacutericasraquo Moscuacute 1970 paacuteg 8 Cf asimismo G Duby laquoStructushyres de parenteacute et noblesse dans la France du Nord aux Xle et XIIe sieacutecles y laquoLigshynage noblesse et chevalerie au XlIe siecle dans la reacutegion maconnaise Une reacutevisionraquo en G Duby Hommes et structures pp 267-286 Y 395-422 respectivamente

46 P Guichard Al-Andalus Estructura antropoloacutegica de una sociedad islaacutemica en Occishydente Barcelona 1976

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 5: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

bull 450 1 CONGRESO ESPArVOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOLJ

mismo modo la falta de anaacutelisis diacroacutenico puede presentamos cJaIshyquiera de las diversas etapas de desarrollo de una detenninada institushycioacuten como la concrecioacuten definitiva o la situacioacuten estabilizada de la misma puede considerar lo que no es sino un momento de desarrollo como la laquopraacutectica congeladaraquo Por otra parte un problema tiacutepico del anshytropoacutelogo requiere un anaacutelisis esencialmente histoacuterico nos referimos al cambio social al paso de una estructura definida en la totalidad de las reshylaciones entre sus elementos a otra estructura distinta susceptible natushyralmente de ser definida del mismo modo

Finalmente todos los fenoacutemenos humanos son esencialmente feshynoacutemenos histoacutericos La dimensioacuten temporal es inseparable de la naturashyleza de las creaciones humanas Las realidades que estudia la antropoloshygia no escapan a esta regla estaacuten en perpetua evolucioacuten y transfonnashycioacuten Por tanto suscribimos plenamente la afirmacioacuten de A Leroi-Gourshyhan cuando sentildeala que laquoles situacions ethniques ne sont que des deveshynirs indeacutefinissables autrement que dans une perspective animeacutee par le temps 12

De la antropologiacutea a la historia

La antropologiacutea aporta sobre todo al historiador dos elementos nuevas fuentes y nuevos meacutetodos y teacutecnicas que sirven para tratar temas con los que la historia no se ha familiarizado hasta fechas muy recientes

A pesar de las observaciones de L Febvre encaminadas a ampliar el concepto de fuente histoacuterica J3 la experiencia demuestra que de los tres tipos principales de fuentes de que dispone el historiador para analizar el pasado (textos escritos vestigios materiales y fuentes orales) se ha privishylegiado excesivamente la documentacioacuten escrita A este respecto es signishyficativo que el material arqueoloacutegico quedara durante mucho tiempo inshycluso excluido del terreno de la historia propiamente dicha como indica el propio concepto de prehistoria aplicado a 10 que no es maacutes que el peshyriacuteodo aacutegrafo de la historia

12 A Leroi-Gourhan Preacutefaci a LAubrac Pans 1971 Afud Aujourdhui lhistoire Enquete de La NouveJle Critique Pans 1974 paacuteg 40 (eXIste versioacuten castellana Barshycelona (916)

13 La historia se hace con todo lo que laquosiendo del hombre depende del hombre sirve al hombre expresa al hombre significa la presencia la actividad los gustosmiddoty las forshymas del ser del hombreraquo (L Febvre Combates por la historia Barcelona 1970 paacuteg 232)

Martiacuteenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 451

Efectivamente el historiador olvida con frecuencia que incluso en soshyciedades que conocen la escritura eacutesta no afecta a todos los sectores de la poblacioacuten ni los documentos escritos iluminan por igual todos los niveshyles de la realidad 14 Ha de recurrir por tanto a la arqueologia no soacutelo para reconstruir la historia de las sociedades sin escritura sino para estushydiar aspectos no reflejados en los textos durante la eacutepoca de la civilizashycioacuten escrita En este sentido parece obvio que la arqueologiacutea no debe lishymitarse con exclusividad al estudio de los tiempos convencionalmente deshynominados prehistoacutericos pues como advierte A Leroi-Gourhan laquorien ne diffeacuterencie dans lattitude et les proceacutedeacutes de recherche leacutetude dune hashybitation paleacuteolithique vieille de 30000 ans et celle des ruines ensevelies dune maison bourgeoise du XIXe siec1eraquo15 En esta liacutenea soacutelo desde feshychas muy recientes la arqueologiacutea viene siendo utilizada con notable eacutexito para el anaacutelisis de eacutepocas distintas a la prehistoria quizaacutes el ejemshyplo maacutes espectacular sea el de la arqueologiacutea medieval que estaacute poniendo a disposicioacuten del historiador un enorme caudal de datos sobre la vida mashyterial apenas entrevista de la documentacioacuten escrita 16

De esta forma el historiador va ampliando poco a poco el campo de observacioacuten de su objeto con la ayuda de nuevas fuentes que le obligan a poner en cuestioacuten la hasta ahora indiscutida hegemoniacutea del documento escrito En este punto la antropologia puede venir eficazmente en su aushyxilio Seguacuten E Poulat el historiador del catolicismo franceacutes las fuentes antropoloacutegicas que puede utilizar la historia son de dos tipos documenshytos orales y documentos ecoloacutegicos I

La encuesta oral puede referirse a muacuteltiples campospensemos en el patrimonio de experiencias de nuestros militantes obreros que no seraacute dado a la historia escrita y que puede morir con ellos o bien en el mundo de la cultura popular todaviacutea oral en gran medida qle no puede ser resshycataacutedo maacutes que con el recurso a la grabadora Horizonte limitado a lo

14 Cf entre otros A Casanova laquoHistoire et ethnologie 1 Fonts historiques et reacutealite historiqueraquo en Aujourdhui IhiSlOire pp 31middot39

15 A Leroi-Gourhan laquoLhistoire sans textesraquo en LHistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 paacuteg 233

16 Los resultados maacutes notables han sido obtenidos en los paiacuteses del Este europeo partishycularmeacutente en Polonia a traveacutes del Instituto de Historia de la Cultura Material (creado en 1954) Cf por ejemplo W Hensel La civilisation polonaise du haut moyen dge el la lumiere des recherches archeacuteologiques laquoAnuario de Estudios medievalesgt 8 (1912-13) pp 521-536 Sobre la funcioacuten del Instituto de Historia de la Cultura Material y el pashypel que el mismo desempentildea la etnologiacutea cf T Wasowicz Lhistoire de la culture mashyteacuterieIle en Pologne laquoAnnales E S C bull XVII (1962) pp 15-84

11 Entrevista con E Paulat en Aujourdhui lhistoire paacuteg 238

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 453452 I CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTASmiddotVOL t

muy contemporaacuteneo es verdad pero no exclusivamente ciertas manifesmiddot taciones folkloacutericas canciones sobre temas que fueron actualidad ensu diacutea y que se perpetuacutean en tonadillas populares tradiciones sobre sucesos importantes del pasado o sobre figuras de raigambre popular todo ello puede hacer referencia a acontecimientos ocurridos en tiempos muy disshytantes al presente y de los que carecemos a veces de otras fuentes de inshyformacioacuten que no sean las pllramente oficiales

En cuanto a los documentos ecoloacutegicos F Braudel nos ha hablado de una laquogeohistoriaraquo de una historia del medio ambiente que condiciona al hombre y que a la vez es transformado por eacuteste mientras E Sereni ha intentado esbozar una historia del paisaje agrario italiano 18 Pero al reshyveacutes una interrogacioacuten al paisaje actual permite observar las distintas etashypas de la accioacuten del hombre si bien no en el sentido de los niveles de un yacimiento arqueoloacutegico siacute al menos a traveacutes de los elementos residuales que no han sufrido alteracioacuten significativa y que han ido quedando relatishyvamente al margen del proceso general del desarrollo histoacuterico

Pero sobre todo la antropologiacutea nos proporciona nuevos meacutetodos y teacutecshynicas de aproximacioacuten a los problemas del pasado En este punto la hisshytoria siempre ha manifestado tanto su necesidad como su disposicioacuten a incorporar experiencias distintas Para interpretar el pasado la historia ha recurrido a la teoriacutea econoacutemica y a la elaboracioacuten estadiacutestica del mismo modo que ha utilizado teoriacuteas sociales y teacutecnicas de sondeo Desde el momento en que los problemas econoacutemicos o sociales del pashysado se han convertido en objeto de su intereacutes no ha dudado en estableshycer contacto con la economiacutea o con la sociologiacutea Lo mismo ha ocurrido aunque maacutes tardiacuteamente con la antropologiacutea Las razones de este retraso pueden ser debidas a que la antropologiacutea en su desarrollohabiacutea ido ocushypando justamente aquellos espacios que la historia le abandonaba por cashyrecer de intereacutes para ella o porque el tipo de fuente que veniacutea utilizando no le permitiacutea introducirse en ellos Este proceso ha sido analizado luacutecishydamente por M Godelier

Poco a poco se haconstituido un campo de estudios poblado de todas ms sociedades no occidentales que descubriacutea el occidente en su expansioacuten mundial y que los historiadores abandonaban a merced de los antropoacuteloshygos en cuanto su estudio no podiacutea apoyarse en documentos escritos que

18 er middotF Braudel La Meacutediterraneacutee et le monde meacuteditelTaneacuteen alqoque de Philippe 11 Pashyriacutes 1966 (existe versioacuten castellana Meacutexico 1976) y E Sereni Storia del paesaggio agrario italiano Roma-Bari 1974

permitieran fechar los monumentos y las huellas materiales de la historia pasada y en cuanto fue necesario recurrir a la observacioacuten directa y a la encuesta oral

Al mismo tiempo y por las mismas razones sectores enternos de la historia occidental -antigua y contemporaacutenea- se dejaban en manos de la etnologiacutea o la sociologiacutea rural a menudo confundidas la una con la otra De este modo se cediacutea a la antropologiacutea el estudio de todos los asshypectos de la vida regional o aldeana que apareciacutean como supervivencias de modos de produccioacuten y deacute organizacioacuten social precapitalistas y preinshydustriales o que se remitiacutean a particularidades eacutetnicas y culturales muy antiguas (oo) realidades que apareciacutean poco a poco en la documentacioacuten escrita que examinaban los historiadores y que exigiacutean ademaacutes la enshycuesta directa sobre el terreno y la recogida de las praacutecticas que se manishyfestaban en la mayor parte deacute los casos de forma ejemplar en las tradimiddot ciones orales del folklore y en las normas consuetudinariasI~

Los historiadores abandonaban asiacute a los antropoacutelogos los elementos residuales marginales al curso si no de la historia siacute de la laquogran histoshyria Esta visioacuten teleoloacutegica que no se ocupaba de los terrenos laquocondenashydosraquo por el desarrollo histoacuterico es precisamente un concepto a revisar los comportamientos marginales (pensemos en los estudios sobre margishynalidad social de B Geremek o de E JHobsbawm)20 los residuos de moshydos de produccioacuten anteriores en las distintas formaciones econoacutemico-soshyciales (pensemos por ejemplo en el intereacutes de estos planteamientos para sociedades integradas en el capitalismo perifeacuterico) van siendo objeto de

un renovado intereacutes convirtieacutendose en temas baacutesicos de investigacioacuten Aquiacute la historia entra de nuevo en contacto con la antropologiacutea

El terreno donde esta colaboracioacuten ha dado sus primeros frutos de consideracioacuten ha sido en el de las sociedades rurales Las actuales comushynidadesrurales hablan sido un campo fundamental de experiencias para la antropologiacutea social al mismo tiempo se daba la circunstancia de que las sociedades del pasado anteriores a la revolucioacuten industrial eran socieshydades eminentemente rurales y por tanto con puntos de contacto con las comunidades campesinas actuales Por otra parte unas y otras -las de

19 MGodelier _Antropologiacutea y economiacutea iquestEs posible la antropologiacutea econoacutemica en M Godelier (oo) Antropologiacutea y economiacutea Barcelona 1976 pp 291~292

20 B Geremek laquola popolazione marginale tra il Medioevo e lera modernaraquo en Agriculshytura e sviluppo del capitalismo Roma 1970 pp 201-216 (existe versioacuten castellana Mamiddot drid 1974) E J Hobsbawm Primitive Rebels Studies in Archaic Forms of Social Moshyvement in the 19 th and 20 th Centuries Manchester 1959 (existe versioacuten castellana Barcelona 1974) E J Hobsbawm Bandiacutets Londres 1969 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

454 I CONGRESO ESPAfloL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL I

antes y las de ahora- son sociedades con predominio de la cultura oral campo vedado al historiador si no es por medio de las reminiscencias conservadas en el presente y en el que el antropoacutelogo en cambio tiene una gran experiencia acumulada De este modo las formas subsistentes de vida rural constituiacutean el terreno adecuado para escribir esa historia al reveacutes en la que seguacuten ya vimos coincidiacutean los antropoacutelogos y los histoshyriadores del mundo agrario Un texto de Ch Parain como introduccioacuten a un trabajo de etnologiacutea histoacuterica fruto de la colaboracioacuten interdiscipliacutenar entre ambas ciencias sociales puede servir de justificacioacuten teoacuterica de las posibilidades de este tipo de investigacioacuten

laquo bullbullbull levolution des vieilles socieacuteteacutes europeacuteennes entrees depuis longtemps dans rere industrielle na pas en geacuteneacuteral atteint un point ou auraient cesseacute de s y perpeacutetuer et d y tenir un role appreacuteciable des groupes sociaux dont il serait impossible de comprendre les structures profondes ainsi que le mouvement qui les anime en se contentant de leur appliquer les moshydeles qui permettent de reacutendre compte de la socieacuteteacute globale dans la mesure ou elle se trouve fa~onneacutee de maniere deacuteterminante par Iindustrialisashytionraquo21

Al mismo tiempo las experiencias se multiplican Un modelo ejemshyplar de aplicacioacuten del meacutetodo de la antropologiacutea es el trabajo de H H Stahl sobre las comunidades campesinas rumanas Sus reflexiones teoacuterishycas y su imaginacioacuten para utilizar las fuentes etnoloacutegicas han contriuido poderosamente a la toma de conciencia sobre la necesidad de la colaborashycioacuten interdisciplinar en historia agraria

laquoEn tout cas nosanciens documents concernant les villages sont si lacoshyniques et impreacutecis que lon ne peut les comprendre que si lon sait deacuteja quelles sont les regles de vie des communauteacutes villageoises Sans lappui des connaissances portant sur les communauteacutes de nos jours Iexegese des actes anciens se heurteraient a des difficulteacutes insurmontablesraquo22

G Duby en sus estudios sobre la economiacutea rural durante la Alta Eoad Media tambieacuten ha incorporado con claridad las ensentildeanzas de los antroshypoacutelogos ofreciendo con ello una visioacuten renovada del occidente altomedieshyval He aquiacute de entrada una afirmacioacuten que deberaacute se~ tenida en cuenta por los medievalistas que se ocupen del periacuteodo comprendido entre los sishyglos VIII y X

21 Ch Parain ~Fondements dune ethnologie historique de IAubracraquo en LAubrac tII Pariacutes 1971 Apud Aujourdhui lhistoire pp 35-36

22 H H Stahl Les anciennes communauteacutes

Martfnez y Saacutenchez Antropologla e Historia 455

laquoIOccident du X~ siecle ce pays de forets de tribus de sorcellerie de roishytelets qui se halsent et se trahissent sortit a peu pres de lhistoire et laissa mois de traces de son passeacute que ne le fit sans doute lMrique centrale du XIXe siecle qui le ressemble tanh 23

Es de sobra conocido el protagonismo concedido por los historiadores de la economiacutea medieval -desde Pirenne- al comercio como motor esenshycial de la misma Pues bien G Duby ha mostrado que para descubrir los motores de esta economiacutea dadas las caracteriacutesticas laquoprimitivasraquo de la soshyciedad altomedieval laquoLes reflexions des eacuteconomistes contemporains apshyparaissent en fait moins utiles que ne sont celles des ethnologuesraquo y reshyfirieacutendose en concreto al papel desempentildeado por la moneda en este tipo de sociedad comprueba que laquoles ethnologues nous aprennent que les soshycieacuteteacutes primitives peuvent fort bien se passer de petite monnaie sans pour cela ignorer les eacutechanges ni meme les eacutechanges proprement commershyciauxraquo24 Bueno seraacute recordar en este punto las notables aportaciones de K Polanyi y su escuela -a pesar de sus limitaciones 25_ cuando nos explishycan la existencia de sistemas econoacutemicos laquoempotradosraquo (embedded) en el funcionamiento de estructuras sociales no eco micas (relaciones de parenshytesco relaciones poliacuteticas etc) Como afirma M Rodinson

laquole livre maintenant classique dirigeacute par Polanyi Arensberg et Pearson (1957) a fait admettre aux historiens et a beaucoup deacuteconomistes ce que les ethnologues ou anthropologues savaient oepuis longtems asavoir que leacuteconomie et meme leacuteconomie deacutechange neacutetait pas lieacutee forceacutement au marcheacute et cela jusque dans des socieacuteteacutes complexes et tres deacuteveloppeacuteslO26

Volviendo a las investigaciones de G Duby este historiador replanshytea por tanto el estudio econoacutemico de la Alta Edad Media en funcioacuten de categoriacuteas diferentes a las relaciones de parentesco de las tradiciones

23 G Duby Lan mil Pariacutes 1967 paacuteg 10 Cfla obra fundamental de G Duby Leacuteconoshymie rurale et la vie des campagnes dans IOccident meacutedieacuteval Pariacutes 1962 (existe versioacuten castellana Barcelona 1968)

24 G Duby Guerriers et paysans VII-Xlle siAcle Premier essor de leacuteconomie euroshypeacuteenne Pariacutes 1973 pp 12 Y 77 (existe versioacuten castellana Madrid 1976)

25 Cf el comentario critico de M Godelier a K Polanyi y la escuela substantivista de su artiacuteculo laquoLa antropologiacutea econoacutemicaraquo en M Godelier Economia fetichismo y religioacuten en las sociedades primitivas Madrid 1974 pp 65-69

26 M Rodinson Preacuteface a P Chalmeta El sentildeor del zoco en Espantildea Madrid 1973 paacuteg XVI El libro de K Polanyi a que hace referencia M Rodinson es K Polanyi C M Arensberg and H W Pearson (OOs) Traacutede ami market in tfiexcle Early Empires Econoshymies in history ami theory New York 1957 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

456 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL 1

culturales y de los mecanismos mentales en las estructuras de obtencioacuten e intercambio de bienes

laquo11 sagit de saisir eomment Iimaginaire de paren teacute -je pense par exemshypIe au eulte des aneetres a la devotion a leacutegard des deacutefunts- peut luiacuteshymeme retentir sur une situation donneacutee proprement eacuteeonomique par linshytermeacutediaire de toute une eateacutegorie de rituels doffrandes et de eonseacuteerashytions ( ) peut-on maintenant arriver a faire une theacuteorie des rapports eacuteeoshynomiques a linterieur de la parenteacuteraquo 11 serait vain de revenir a una Geistesgeschichte ou les ideacutees se promeneshyraient dans une sphere intemporelle mais il mapparait de plus en plus vain de faire de Ihistoire eacuteeonomlque qui ne tient pas eompte des rituels par exemple du rituel de la fete ou de regles eomme eeHes du mariage ou de ehoses aussiacute peu mateacuterielles que la eroyanee en la survie au purgatoire Ainsi lideacuteedu purgatoire est tres dune eertaine image de la socieacuteteacute elleshymeme detennineacutee par des criteres eacuteeonomiques mais eette ideacutee du purgashytoire a des incidenees sur le fonetionnement du modele eacuteeonomiqueraquo27

Si la antropologiacutea sirve a G Duby para la comprensioacuten del mundo alshytomedieval su utilidad es asimismo innegable para ampliar el anaacutelisis soshybre sociedades maacutes proacuteximas a nosotros Es el caso de las investigacioshynes muy r~~ientes de REF Smith que ha empleado encuestas antroposhyloacutegicas suPerpuestas a las fuentes documentales en un estudio sobre la agricultura rusa anterior a la eacutepoca de Pedro el Grande 2B O asimismo el caso de A Soboul quien preocupado por las transformaciones experishymentadas por las comunidades rurales francesas a partir de la Revolushycioacuten no duda en recurrir a la antropologiacutea sentildealando expliacutecitamente los beneficios cientiacuteficos de tal actitud

11 nest pas inutile dinsister id sur les serviees reacuteciproques que peuvent et doivent se rendre histoire et ethnographie dans leacutetude de la eommushynauteacute rurale Lhistorien trouvera dans la liUeacuterature el lart populaires un tnstrument efficaee danalyse sociale Ieacutetude du folklore paysan permet de eonstater le retentissement des eacuteveacutenements dans la eonscienee eolleeshytive et deacutecIairer ses tendanees profondes Lhistoire en retour met en eacutevishydenee le dynamisme et le devenir perpeacutetuel des struetures sociales et mentales elle deacutemontre la vaniteacute du mythe de la permanenee des eoutushymes paysannes beaucoup plus ehangeantes en tous les domaines quon ne sest plus parfois a l affinnerraquo 29

27 G Duby Ristoirelsocieacuteteacutelimaginaire laquoDialeetiques 10-11 (1975) pp 111-123 28 R E F SmilhPe4$ant Farming in Muscovy Cambridge 1977 29 A Soboul laquoProblemes de la eommunauteacute rurale en Franeeraquo en Ethnologie et histoire

Forces productives et problemes de transition Pariacutes 1975 paacuteg 371

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologia e Historia 457

Asiacute pues es evidente que los meacutetodos de la antropologiacutea pueden coshyrregir los anacronismos cometidos al intentar aplicar los criterios de la economiacutea del mundo capitalista a sociedades rurales de otras eacutepocas poshyniendo a disposicioacuten del historiador unos elementos que le permitan valoshyrar la importancia de los factores extraeconoacutemicosen sociedades agrashyrias parecidas a las que suele estudiar el antropoacutelogo

Un segundo campo de posible colaboracioacuten interdisciplinar es el de la historia de la cultura Como muy bien ha sentildealado uno de los maacuteximos especialistas del tema R Mandrou la historia debe a la antropologiacutea la ampliacioacuten del concepto de cultura si antes el teacutermino soacutelo definiacutea a las elaboraciones eruditas que eran patrimonio de las clases dominantes la nueva concepcioacuten cubre ahora las creaciones populares las visiones del mundo y los modos de vida del conjunto de la sociedadJO La historia de las mentalidades colectivas del utillaje mental de un grupo soqal -donde las representaciones escritas y las conceptualizaciones juegan un papel mucho menos importante que la transmisioacuten oral o que la represenshytacioacuten simboacutelica- se convierte asiacute en UIi campo excepcional de colaborashycioacuten entre antropologos e historiadores La experiencia de la antropologiacutea en temas tales como la mentalidad maacutegica las formas religiosas la forshymacioacuten de los mitos los sistemas de representacioacuten no escrita puede ser puesta indudablemente a disposicioacuten del historiador para la elaborashycioacuten de meacutetodos de investigacioacuten que permitan un ensanchamiento y un tratamiento maacutes profundo de los materiales de que dispone el estudioso de la cultura

Por ejemplo en el campo de la historia medieval algunos trabajos de J Le Goff han permitido conocer significativos rasgos de la cultura popushylar de la Alta Edad Media sus relaciones con la cultura eclesiaacutestica asiacute como las vinculaciones de ambas con la estratificacioacuten social de la eacutepocaJI En parecida direccioacuten G Duby ha mostrado los mecanismos de vulgarizacioacuten de los modelos culturales en las clases inferiores y como contrapartida el movimiento paralelo de laquoinvasioacutenraquo de la afectividad poshypular en la cultura aristocraacutetica32 Para la Francia claacutesica R Mandrou ha

30 R Mandrou laquoLa Franee moderne en Aujourdhui lhistoire paacuteg 228 31 J Le Goff Culture cleacutericale et tradiacutetions folkloriques dans la civilisation meacuterovingienne

laquoAnnales E S Craquo XXII (1967) pp 780-791 J Le Goff -Les paysans etlemonde rushyral dans la litteacuterature du haut moyen age en Agricoltura e mondo rurale in Occidente nell alto medioevo Spoleto 1966 pp 723-741

32 G Duby _La vulgarisation des modeles culturels dans la socieacuteteacute feacuteodaleraquo en Niveaux de culture et groupes sociaux Pariacutes-La Haya 1971 pp 32-40

458 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

[ mostrado la coexistencia de diversos sistemas de civilizacioacuten de diferenshytes niveles culturales (popular nobiliario eclesial burgueacutes margina) que se entrecruzan y se influyen mutuamente 33

Pero la investigacioacuten de este amplio campo apenas explorado de la cultura popular supone en primer lugar la adquisicioacuten por parte del hisshytoriador de un amplio bagaje de conocimientos sobre el folklore y otras cuestiones que la antropologiacutea puede brindar yen segundo lugar una reshylectura minuciosa de la documentacioacuten escrita buscando en ella no ya los laquodatosraquo puntuales y concretos sino otro tipo de informacioacuten mucho maacutes sutil que descubra los sistemas de representacioacuten mental de los redactoshyres del texto 34 En este sentido la simple cuantificacioacuten del vocabulario puede a veces resultar efectiva si permite descubrir reiteraciones o aushysencias significativas3s Asimismo el estudio de las representaciones icoshynograacuteficas parece abrirse a la investigacioacuten histoacuterica como prometedor campo de experiencias seguacuten se comprueba en trabajos recientes como los de G y M Vovelle o V L Tapieacute sobre la Francia moderna y contemshyporaacutenea36

Conectado directamente con lo anterior nos encontramos con un nishyvel cultural muy primario que se manifesta en forma de efusiones afectishyvas exaltaciones de la sensibilidad colectiva comportamientos no racioshynalizados y expresiones rituales cuyo significado no es plenamente consshyciente Incluso actitudes poliacuteticas que hoy consideramos fruto de refleshyxiones perfectamente explicitadas y asumidas por sus protagonistas no I

I teniacutean este caraacutecter entre grupos sociales que soacutelo confusamente sabiacutean articular en momentos aacutelgidos sus intereses de clase de cara a una acciOacuten contestataria (los franceses llegan a denominar a estos movimientos de

33 R Mandrou La France aux XVIIe et XVIIe siecles Pariacutes 1967 (existe versioacuten casteshyllana Barcelona 1973)

34 Como trabajos modeacutelicos sobre estos temas pueden citarse los de R Mandrou De la culture populaire aux XVIIe et XVIIe siecles Paris 1964 y F Lebrun Les hommes et la mort en Anjou aux XVIIe et XVIIe siecles Essai de deacutemographie et de psychologiacutee historiques Pariacutes-La Haya 1971 (versioacuten abreviada Pariacutes 1975) la tercera parte del libro se ocupa de las actitudes de los angevinos del Antiguo Reacutegimen ante la enfermeshydad el espectaacuteculo de la muerte el fin uacuteltimo y el culto de los muertos

35 Cf por ejemplo el trabajo de K J Hollyman Le deacuteveloppemen du vocabulaire feacuteodal en France pendant le haut moyen aacutege Etude seacutemantique Ginebra-Pariacutes 1957 En este campo son muy importantes las consideraciones teoacutericas de R Robin Histoire et linguumlistique Pariacutes 1973

36 G et M Vovelle Vision de la mort et de lau-deld en Provence dapres les autels des ames du purgatoire XVe-XXe siecles Pariacutes 1970 V L Tapieacute y otros Retables baroshyques de Bretagne Pariacutes 1972

Martfnez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 459

protesta laquoeacutemotions populairesraquo) Tambieacuten aquiacute el trabajo antropoloacutegico puede ayudar al historiador Sin que estemos de acuerdo con una formushylacioacuten que separa en teacuterminos de irreductible antagonismo el mundo de lo consciente del mundo de lo inconsciente creemos que pueden tenerse en cuenta las siguientes palabras de C Leacutevi-Strauss

Teniendo el mismo objeto que es la vida social el mismo propoacutesito que es una mejor inteligencia del hombre y un meacutetodo que soacutelo variacutea en cuanto a la dosificacioacuten de los procedimientos de investigacioacuten se distinshyguen sobre todo por la eleccioacuten de perspectivas complementarias la hisshytoria organiza sus datos en relacioacuten con las expresiones conscientes de la

1 vida social y la etnologiacutea en relacioacuten con las condiciones inconscientesraquo37

Lo que en todo caso siacute es cierto es la utilidad del anaacutelisis antroposhyloacutegico para la exploracioacuten de ese sustrato de creencias de vivencias de coacutedigos no explicitados que circulan a nivel inconsciente o semiconsshyciente y que alimentan praacutecticas y comportamientos que sin aquella refeshyrencia nos pareceriacutean incoherentes y absurdos Anaacutelisis de este tipo son especialmente vaacutelidos para el estudio de las sociedades del pasado en las que la ausencia entre la mayoriacutea de la poblacioacuten de una cultura escrita favoreciacutea el desarrollo de conductas que no llegaban a alcanzar un grado de expresioacuten plenamente consciente Entre historiadores este terreno estaacute ampliamente por desbrozar aunque ya la historia de las mentalidades comiddot lectivas se propone decididamente abordar todos los niveles de expreshysioacuten desde los maacutes racionales y manifiestos hasta aquellos que parecen maacutes irracionales y son puramente afectivos Veamos coacutemo G Duby in discutible pionero en el tema de las mentalidades situacutea la cuestioacuten

para comprender la organizacioacuten de las sociedades humanas y para discernir las fuerzas que la hacen evolucionar es necesario prestar una atencioacuten similar a los fenoacutemenos mentales cuya intervencioacuten tiene sin duda alguna un caraacutecter tan determinante como la de los fenoacutemenos ecoshynoacutemicos y demograacuteficos Pues los hombres no regulan su conducta en funcioacuten de su situacioacuten real sino de la imagen que de eacutesta tienen imagen que jamaacutes es un fiel reflejo de la realidad De ahiacute el esfuerzo de los homshybres por conformar su conducta a unos modelos de comportamiento fruto de una cultura determinada y que a lo largo del devenir histoacuterico no siempre se ajustan a las realidades materialesraquo)H

37 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 19 38 G Duby Historia social e ideologa de las sociedades Barcelona 1976 paacuteg 82 Asishy

mismo cf G Duby laquoHistoire des mentaliteacutes en Lhistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 pp 937-968

460 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOWG1A ACTAS-VOL 1

Ya hemos hecho una ligera referencia a la importancia que concede Duby a los fenoacutemenos mentales en el seno de la economiacutea alto medieval De igual forma ha puesto el acento en la impronta sicologiacutea que acomshypantildea a los oriacutegenes de la caballeriacutea en la fuerza de la ideologiacutea de la laquopaz de Diosraquo durante la primera eacutepoca feudal y en los componentes mentales que arropan y dan coherencia a las relaciones feudales_ 39 Particularmente ilustrativo desde el punto de vista metodoloacutegico es el trabajo dedicado al estudio del esquema tripartito que dividiacutea la sociedad de la Alta Edad Meshydia en laquooratoresraquo laquobellatoresraquo y laquolaboratoresraquo he aquiacute un notable ejemshy

i plo de coacutemo se pueden desmontar los componentes de una estructura mental analizar su geacutenesis mostrar los mecanismos que conducen a suI

I

I

t

configuracioacuten en un todo coherente y por fin descubrir los factores que conduciraacuten a la supresioacuten del mismo_ 40 Del mismo modo los fenoacutemenos de rebeldiacutea primitiva usando el teacutermino ya consagrado de E_ J_ Hobsshybawm41 y las actitudes contestatarias de la multitud en el sentido defishynido por G_ Rudeacute42 soacutelo podraacuten ser entendidos plenamente si a los meacutetoshydos tradicionales de enjuiciamiento poliacutetico superponemos un anaacutelisis de las actitudes reflejas de las respuestas espontaacuteneas de los diferentes grupos sociales la ausencia de iIlVestigaciones de este tipo nos conducishyriacutea a penosos anacronismos43 En todos estos casos la antropologiacutea puede ayudar a la historia

laquoSin embargo la ausencia de documentos escritos en la mayoriacutea de las sociedades primitivas ha obligado al etnoacutelogo a desarrollar meacutetodos y teacutecshynicas adecuados al estudio de actividades que permanecen como conseshycuencia d~ ello imperfectamente middotconscientes en todos los niveles en que se expresanraquoH I

Finalmente y sin que esto quiera decir que hayamos agotado esta enushymeracioacuten de posibles aacutereas de contacto entre las dos disciplinas podeshymos convenir con-Evans-Pritchard en la necesidad de aprovechar la expeshy

39 Cf G Duby bull Les origines de la chevalerie bull Les lalcs et la paix de Dieuraquo y laquoLa feacuteodashyliteacute Une mentaliteacute medieacutevaleraquo en G Duby Hommes et structures du Moyen Age Pashyns-La Haya 1973 pp 325-341 227-240 Y 103-110 respectivamente

40 G Duby Los oriacutegenes de un sistema de clasificacioacuten socialraquo en G Duby Historio social pp 43-56

41 E J Hobsbawm Primitive Rebels 42 G Rudeacute The Crowd in History New York 1964 (existe versioacuten castellana Buenos Aishy

res 1971) 43 Este riesgo asiacute como la necesidad del anaacutelisis antropoloacutegico para obviarlo ha sido seshy

ntildealado en un estudio reciente sobre revueltas campesinas por J Torras Liberalismo y rebeldia campesina 1820-1823 Barcelona 1976 paacuteg 14

44 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 25

I

l1

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 461

riencia de los antropoacutelogos en estudios histoacutericos sobre problemas de pashyrentesco de linaje o de familia Las complejas articulaciones familiares en sociedades jerarquizadas como las antiguas tienen una proyeccioacuten evishydente en la trayectoria econoacutemica social y poliacutetica de las mismas Sisteshymas de herencia ligados al mantenimiento del poder de una clase enlaces matrimoniales como modo de perpetuacioacuten de una eacutelite social relaciones familiares de clientela otros tantos temas de historia social que pueden beneficiarse de la praacutectica antropoloacutegica Por ejemplo estudiando las reshylaciones de parentesco durante la Alta Edad Media tema praacutecticamente virgen hasta hace muy pocos antildeos G Duby llega a conclusiones que neshycesariamente habraacuten de ser tenidas en cuenta por los investigadores de aquel periacuteodo al sentildealar

laquoleacutetrolte correacutelation ( ) entre lhistoire de la famille et celle de leacuteconoshymie Cest en fonction dun patrimoine quil soit constitueacute de terres de pouvoirs du de monnaie que se disposent les relations de parenteacute ( ) Mais les structures familiales les coutumes et les pratiques qui assurent leur survie les reacutepresentations mentalsqui prennent appui sur elles inshyterviennent eacutel leur tour de maniere souvent indirecte mais toujours deacutecishysive pour ralentir ou acceacuteleacuterer leacutevolution des modes de production et de la hieacuterarchie des fortunesraquo45

Ignorando durante demasiado tiempo esta problemaacutetica que los anshytropoacutelogos conociacutean con profundidad la historia ha dejado en la penumshybra un aspecto fundamental de la realidad social he aquiacute otra consecuenshycia del penoso divorcio entre ambas ciencias

Pero no soacutelo los estudios sobre relaciones de parentesco permiten lleshynar un vaciacuteo y completar con una pieza importante el cuadro general de la vida social a veces la investigacioacuten de este tema variacutea sustancialmente los puntos de vista tradicionales sobre un determinado periacuteodo histoacuterico Vale la pena referirnos a un ejemplo muy reciente que afecta ademaacutes a la historia de la Peniacutensula Ibeacuterica el estudio consagrado por el historiador y arabista franceacutes P Guichard a la estructura antropoloacutegica de AI-Andashylus durante la Alta Edad Media 46

Es sabido que la excesivamiddot polarizacioacuten de los estudios sobre la histoshy

45 G Duby Structures familiales dans le moyen age occidental laquoXIII Congreso Internashyional de Ciencias Histoacutericasraquo Moscuacute 1970 paacuteg 8 Cf asimismo G Duby laquoStructushyres de parenteacute et noblesse dans la France du Nord aux Xle et XIIe sieacutecles y laquoLigshynage noblesse et chevalerie au XlIe siecle dans la reacutegion maconnaise Une reacutevisionraquo en G Duby Hommes et structures pp 267-286 Y 395-422 respectivamente

46 P Guichard Al-Andalus Estructura antropoloacutegica de una sociedad islaacutemica en Occishydente Barcelona 1976

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 6: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologiacutea e Historia 453452 I CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTASmiddotVOL t

muy contemporaacuteneo es verdad pero no exclusivamente ciertas manifesmiddot taciones folkloacutericas canciones sobre temas que fueron actualidad ensu diacutea y que se perpetuacutean en tonadillas populares tradiciones sobre sucesos importantes del pasado o sobre figuras de raigambre popular todo ello puede hacer referencia a acontecimientos ocurridos en tiempos muy disshytantes al presente y de los que carecemos a veces de otras fuentes de inshyformacioacuten que no sean las pllramente oficiales

En cuanto a los documentos ecoloacutegicos F Braudel nos ha hablado de una laquogeohistoriaraquo de una historia del medio ambiente que condiciona al hombre y que a la vez es transformado por eacuteste mientras E Sereni ha intentado esbozar una historia del paisaje agrario italiano 18 Pero al reshyveacutes una interrogacioacuten al paisaje actual permite observar las distintas etashypas de la accioacuten del hombre si bien no en el sentido de los niveles de un yacimiento arqueoloacutegico siacute al menos a traveacutes de los elementos residuales que no han sufrido alteracioacuten significativa y que han ido quedando relatishyvamente al margen del proceso general del desarrollo histoacuterico

Pero sobre todo la antropologiacutea nos proporciona nuevos meacutetodos y teacutecshynicas de aproximacioacuten a los problemas del pasado En este punto la hisshytoria siempre ha manifestado tanto su necesidad como su disposicioacuten a incorporar experiencias distintas Para interpretar el pasado la historia ha recurrido a la teoriacutea econoacutemica y a la elaboracioacuten estadiacutestica del mismo modo que ha utilizado teoriacuteas sociales y teacutecnicas de sondeo Desde el momento en que los problemas econoacutemicos o sociales del pashysado se han convertido en objeto de su intereacutes no ha dudado en estableshycer contacto con la economiacutea o con la sociologiacutea Lo mismo ha ocurrido aunque maacutes tardiacuteamente con la antropologiacutea Las razones de este retraso pueden ser debidas a que la antropologiacutea en su desarrollohabiacutea ido ocushypando justamente aquellos espacios que la historia le abandonaba por cashyrecer de intereacutes para ella o porque el tipo de fuente que veniacutea utilizando no le permitiacutea introducirse en ellos Este proceso ha sido analizado luacutecishydamente por M Godelier

Poco a poco se haconstituido un campo de estudios poblado de todas ms sociedades no occidentales que descubriacutea el occidente en su expansioacuten mundial y que los historiadores abandonaban a merced de los antropoacuteloshygos en cuanto su estudio no podiacutea apoyarse en documentos escritos que

18 er middotF Braudel La Meacutediterraneacutee et le monde meacuteditelTaneacuteen alqoque de Philippe 11 Pashyriacutes 1966 (existe versioacuten castellana Meacutexico 1976) y E Sereni Storia del paesaggio agrario italiano Roma-Bari 1974

permitieran fechar los monumentos y las huellas materiales de la historia pasada y en cuanto fue necesario recurrir a la observacioacuten directa y a la encuesta oral

Al mismo tiempo y por las mismas razones sectores enternos de la historia occidental -antigua y contemporaacutenea- se dejaban en manos de la etnologiacutea o la sociologiacutea rural a menudo confundidas la una con la otra De este modo se cediacutea a la antropologiacutea el estudio de todos los asshypectos de la vida regional o aldeana que apareciacutean como supervivencias de modos de produccioacuten y deacute organizacioacuten social precapitalistas y preinshydustriales o que se remitiacutean a particularidades eacutetnicas y culturales muy antiguas (oo) realidades que apareciacutean poco a poco en la documentacioacuten escrita que examinaban los historiadores y que exigiacutean ademaacutes la enshycuesta directa sobre el terreno y la recogida de las praacutecticas que se manishyfestaban en la mayor parte deacute los casos de forma ejemplar en las tradimiddot ciones orales del folklore y en las normas consuetudinariasI~

Los historiadores abandonaban asiacute a los antropoacutelogos los elementos residuales marginales al curso si no de la historia siacute de la laquogran histoshyria Esta visioacuten teleoloacutegica que no se ocupaba de los terrenos laquocondenashydosraquo por el desarrollo histoacuterico es precisamente un concepto a revisar los comportamientos marginales (pensemos en los estudios sobre margishynalidad social de B Geremek o de E JHobsbawm)20 los residuos de moshydos de produccioacuten anteriores en las distintas formaciones econoacutemico-soshyciales (pensemos por ejemplo en el intereacutes de estos planteamientos para sociedades integradas en el capitalismo perifeacuterico) van siendo objeto de

un renovado intereacutes convirtieacutendose en temas baacutesicos de investigacioacuten Aquiacute la historia entra de nuevo en contacto con la antropologiacutea

El terreno donde esta colaboracioacuten ha dado sus primeros frutos de consideracioacuten ha sido en el de las sociedades rurales Las actuales comushynidadesrurales hablan sido un campo fundamental de experiencias para la antropologiacutea social al mismo tiempo se daba la circunstancia de que las sociedades del pasado anteriores a la revolucioacuten industrial eran socieshydades eminentemente rurales y por tanto con puntos de contacto con las comunidades campesinas actuales Por otra parte unas y otras -las de

19 MGodelier _Antropologiacutea y economiacutea iquestEs posible la antropologiacutea econoacutemica en M Godelier (oo) Antropologiacutea y economiacutea Barcelona 1976 pp 291~292

20 B Geremek laquola popolazione marginale tra il Medioevo e lera modernaraquo en Agriculshytura e sviluppo del capitalismo Roma 1970 pp 201-216 (existe versioacuten castellana Mamiddot drid 1974) E J Hobsbawm Primitive Rebels Studies in Archaic Forms of Social Moshyvement in the 19 th and 20 th Centuries Manchester 1959 (existe versioacuten castellana Barcelona 1974) E J Hobsbawm Bandiacutets Londres 1969 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

454 I CONGRESO ESPAfloL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL I

antes y las de ahora- son sociedades con predominio de la cultura oral campo vedado al historiador si no es por medio de las reminiscencias conservadas en el presente y en el que el antropoacutelogo en cambio tiene una gran experiencia acumulada De este modo las formas subsistentes de vida rural constituiacutean el terreno adecuado para escribir esa historia al reveacutes en la que seguacuten ya vimos coincidiacutean los antropoacutelogos y los histoshyriadores del mundo agrario Un texto de Ch Parain como introduccioacuten a un trabajo de etnologiacutea histoacuterica fruto de la colaboracioacuten interdiscipliacutenar entre ambas ciencias sociales puede servir de justificacioacuten teoacuterica de las posibilidades de este tipo de investigacioacuten

laquo bullbullbull levolution des vieilles socieacuteteacutes europeacuteennes entrees depuis longtemps dans rere industrielle na pas en geacuteneacuteral atteint un point ou auraient cesseacute de s y perpeacutetuer et d y tenir un role appreacuteciable des groupes sociaux dont il serait impossible de comprendre les structures profondes ainsi que le mouvement qui les anime en se contentant de leur appliquer les moshydeles qui permettent de reacutendre compte de la socieacuteteacute globale dans la mesure ou elle se trouve fa~onneacutee de maniere deacuteterminante par Iindustrialisashytionraquo21

Al mismo tiempo las experiencias se multiplican Un modelo ejemshyplar de aplicacioacuten del meacutetodo de la antropologiacutea es el trabajo de H H Stahl sobre las comunidades campesinas rumanas Sus reflexiones teoacuterishycas y su imaginacioacuten para utilizar las fuentes etnoloacutegicas han contriuido poderosamente a la toma de conciencia sobre la necesidad de la colaborashycioacuten interdisciplinar en historia agraria

laquoEn tout cas nosanciens documents concernant les villages sont si lacoshyniques et impreacutecis que lon ne peut les comprendre que si lon sait deacuteja quelles sont les regles de vie des communauteacutes villageoises Sans lappui des connaissances portant sur les communauteacutes de nos jours Iexegese des actes anciens se heurteraient a des difficulteacutes insurmontablesraquo22

G Duby en sus estudios sobre la economiacutea rural durante la Alta Eoad Media tambieacuten ha incorporado con claridad las ensentildeanzas de los antroshypoacutelogos ofreciendo con ello una visioacuten renovada del occidente altomedieshyval He aquiacute de entrada una afirmacioacuten que deberaacute se~ tenida en cuenta por los medievalistas que se ocupen del periacuteodo comprendido entre los sishyglos VIII y X

21 Ch Parain ~Fondements dune ethnologie historique de IAubracraquo en LAubrac tII Pariacutes 1971 Apud Aujourdhui lhistoire pp 35-36

22 H H Stahl Les anciennes communauteacutes

Martfnez y Saacutenchez Antropologla e Historia 455

laquoIOccident du X~ siecle ce pays de forets de tribus de sorcellerie de roishytelets qui se halsent et se trahissent sortit a peu pres de lhistoire et laissa mois de traces de son passeacute que ne le fit sans doute lMrique centrale du XIXe siecle qui le ressemble tanh 23

Es de sobra conocido el protagonismo concedido por los historiadores de la economiacutea medieval -desde Pirenne- al comercio como motor esenshycial de la misma Pues bien G Duby ha mostrado que para descubrir los motores de esta economiacutea dadas las caracteriacutesticas laquoprimitivasraquo de la soshyciedad altomedieval laquoLes reflexions des eacuteconomistes contemporains apshyparaissent en fait moins utiles que ne sont celles des ethnologuesraquo y reshyfirieacutendose en concreto al papel desempentildeado por la moneda en este tipo de sociedad comprueba que laquoles ethnologues nous aprennent que les soshycieacuteteacutes primitives peuvent fort bien se passer de petite monnaie sans pour cela ignorer les eacutechanges ni meme les eacutechanges proprement commershyciauxraquo24 Bueno seraacute recordar en este punto las notables aportaciones de K Polanyi y su escuela -a pesar de sus limitaciones 25_ cuando nos explishycan la existencia de sistemas econoacutemicos laquoempotradosraquo (embedded) en el funcionamiento de estructuras sociales no eco micas (relaciones de parenshytesco relaciones poliacuteticas etc) Como afirma M Rodinson

laquole livre maintenant classique dirigeacute par Polanyi Arensberg et Pearson (1957) a fait admettre aux historiens et a beaucoup deacuteconomistes ce que les ethnologues ou anthropologues savaient oepuis longtems asavoir que leacuteconomie et meme leacuteconomie deacutechange neacutetait pas lieacutee forceacutement au marcheacute et cela jusque dans des socieacuteteacutes complexes et tres deacuteveloppeacuteslO26

Volviendo a las investigaciones de G Duby este historiador replanshytea por tanto el estudio econoacutemico de la Alta Edad Media en funcioacuten de categoriacuteas diferentes a las relaciones de parentesco de las tradiciones

23 G Duby Lan mil Pariacutes 1967 paacuteg 10 Cfla obra fundamental de G Duby Leacuteconoshymie rurale et la vie des campagnes dans IOccident meacutedieacuteval Pariacutes 1962 (existe versioacuten castellana Barcelona 1968)

24 G Duby Guerriers et paysans VII-Xlle siAcle Premier essor de leacuteconomie euroshypeacuteenne Pariacutes 1973 pp 12 Y 77 (existe versioacuten castellana Madrid 1976)

25 Cf el comentario critico de M Godelier a K Polanyi y la escuela substantivista de su artiacuteculo laquoLa antropologiacutea econoacutemicaraquo en M Godelier Economia fetichismo y religioacuten en las sociedades primitivas Madrid 1974 pp 65-69

26 M Rodinson Preacuteface a P Chalmeta El sentildeor del zoco en Espantildea Madrid 1973 paacuteg XVI El libro de K Polanyi a que hace referencia M Rodinson es K Polanyi C M Arensberg and H W Pearson (OOs) Traacutede ami market in tfiexcle Early Empires Econoshymies in history ami theory New York 1957 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

456 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL 1

culturales y de los mecanismos mentales en las estructuras de obtencioacuten e intercambio de bienes

laquo11 sagit de saisir eomment Iimaginaire de paren teacute -je pense par exemshypIe au eulte des aneetres a la devotion a leacutegard des deacutefunts- peut luiacuteshymeme retentir sur une situation donneacutee proprement eacuteeonomique par linshytermeacutediaire de toute une eateacutegorie de rituels doffrandes et de eonseacuteerashytions ( ) peut-on maintenant arriver a faire une theacuteorie des rapports eacuteeoshynomiques a linterieur de la parenteacuteraquo 11 serait vain de revenir a una Geistesgeschichte ou les ideacutees se promeneshyraient dans une sphere intemporelle mais il mapparait de plus en plus vain de faire de Ihistoire eacuteeonomlque qui ne tient pas eompte des rituels par exemple du rituel de la fete ou de regles eomme eeHes du mariage ou de ehoses aussiacute peu mateacuterielles que la eroyanee en la survie au purgatoire Ainsi lideacuteedu purgatoire est tres dune eertaine image de la socieacuteteacute elleshymeme detennineacutee par des criteres eacuteeonomiques mais eette ideacutee du purgashytoire a des incidenees sur le fonetionnement du modele eacuteeonomiqueraquo27

Si la antropologiacutea sirve a G Duby para la comprensioacuten del mundo alshytomedieval su utilidad es asimismo innegable para ampliar el anaacutelisis soshybre sociedades maacutes proacuteximas a nosotros Es el caso de las investigacioshynes muy r~~ientes de REF Smith que ha empleado encuestas antroposhyloacutegicas suPerpuestas a las fuentes documentales en un estudio sobre la agricultura rusa anterior a la eacutepoca de Pedro el Grande 2B O asimismo el caso de A Soboul quien preocupado por las transformaciones experishymentadas por las comunidades rurales francesas a partir de la Revolushycioacuten no duda en recurrir a la antropologiacutea sentildealando expliacutecitamente los beneficios cientiacuteficos de tal actitud

11 nest pas inutile dinsister id sur les serviees reacuteciproques que peuvent et doivent se rendre histoire et ethnographie dans leacutetude de la eommushynauteacute rurale Lhistorien trouvera dans la liUeacuterature el lart populaires un tnstrument efficaee danalyse sociale Ieacutetude du folklore paysan permet de eonstater le retentissement des eacuteveacutenements dans la eonscienee eolleeshytive et deacutecIairer ses tendanees profondes Lhistoire en retour met en eacutevishydenee le dynamisme et le devenir perpeacutetuel des struetures sociales et mentales elle deacutemontre la vaniteacute du mythe de la permanenee des eoutushymes paysannes beaucoup plus ehangeantes en tous les domaines quon ne sest plus parfois a l affinnerraquo 29

27 G Duby Ristoirelsocieacuteteacutelimaginaire laquoDialeetiques 10-11 (1975) pp 111-123 28 R E F SmilhPe4$ant Farming in Muscovy Cambridge 1977 29 A Soboul laquoProblemes de la eommunauteacute rurale en Franeeraquo en Ethnologie et histoire

Forces productives et problemes de transition Pariacutes 1975 paacuteg 371

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologia e Historia 457

Asiacute pues es evidente que los meacutetodos de la antropologiacutea pueden coshyrregir los anacronismos cometidos al intentar aplicar los criterios de la economiacutea del mundo capitalista a sociedades rurales de otras eacutepocas poshyniendo a disposicioacuten del historiador unos elementos que le permitan valoshyrar la importancia de los factores extraeconoacutemicosen sociedades agrashyrias parecidas a las que suele estudiar el antropoacutelogo

Un segundo campo de posible colaboracioacuten interdisciplinar es el de la historia de la cultura Como muy bien ha sentildealado uno de los maacuteximos especialistas del tema R Mandrou la historia debe a la antropologiacutea la ampliacioacuten del concepto de cultura si antes el teacutermino soacutelo definiacutea a las elaboraciones eruditas que eran patrimonio de las clases dominantes la nueva concepcioacuten cubre ahora las creaciones populares las visiones del mundo y los modos de vida del conjunto de la sociedadJO La historia de las mentalidades colectivas del utillaje mental de un grupo soqal -donde las representaciones escritas y las conceptualizaciones juegan un papel mucho menos importante que la transmisioacuten oral o que la represenshytacioacuten simboacutelica- se convierte asiacute en UIi campo excepcional de colaborashycioacuten entre antropologos e historiadores La experiencia de la antropologiacutea en temas tales como la mentalidad maacutegica las formas religiosas la forshymacioacuten de los mitos los sistemas de representacioacuten no escrita puede ser puesta indudablemente a disposicioacuten del historiador para la elaborashycioacuten de meacutetodos de investigacioacuten que permitan un ensanchamiento y un tratamiento maacutes profundo de los materiales de que dispone el estudioso de la cultura

Por ejemplo en el campo de la historia medieval algunos trabajos de J Le Goff han permitido conocer significativos rasgos de la cultura popushylar de la Alta Edad Media sus relaciones con la cultura eclesiaacutestica asiacute como las vinculaciones de ambas con la estratificacioacuten social de la eacutepocaJI En parecida direccioacuten G Duby ha mostrado los mecanismos de vulgarizacioacuten de los modelos culturales en las clases inferiores y como contrapartida el movimiento paralelo de laquoinvasioacutenraquo de la afectividad poshypular en la cultura aristocraacutetica32 Para la Francia claacutesica R Mandrou ha

30 R Mandrou laquoLa Franee moderne en Aujourdhui lhistoire paacuteg 228 31 J Le Goff Culture cleacutericale et tradiacutetions folkloriques dans la civilisation meacuterovingienne

laquoAnnales E S Craquo XXII (1967) pp 780-791 J Le Goff -Les paysans etlemonde rushyral dans la litteacuterature du haut moyen age en Agricoltura e mondo rurale in Occidente nell alto medioevo Spoleto 1966 pp 723-741

32 G Duby _La vulgarisation des modeles culturels dans la socieacuteteacute feacuteodaleraquo en Niveaux de culture et groupes sociaux Pariacutes-La Haya 1971 pp 32-40

458 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

[ mostrado la coexistencia de diversos sistemas de civilizacioacuten de diferenshytes niveles culturales (popular nobiliario eclesial burgueacutes margina) que se entrecruzan y se influyen mutuamente 33

Pero la investigacioacuten de este amplio campo apenas explorado de la cultura popular supone en primer lugar la adquisicioacuten por parte del hisshytoriador de un amplio bagaje de conocimientos sobre el folklore y otras cuestiones que la antropologiacutea puede brindar yen segundo lugar una reshylectura minuciosa de la documentacioacuten escrita buscando en ella no ya los laquodatosraquo puntuales y concretos sino otro tipo de informacioacuten mucho maacutes sutil que descubra los sistemas de representacioacuten mental de los redactoshyres del texto 34 En este sentido la simple cuantificacioacuten del vocabulario puede a veces resultar efectiva si permite descubrir reiteraciones o aushysencias significativas3s Asimismo el estudio de las representaciones icoshynograacuteficas parece abrirse a la investigacioacuten histoacuterica como prometedor campo de experiencias seguacuten se comprueba en trabajos recientes como los de G y M Vovelle o V L Tapieacute sobre la Francia moderna y contemshyporaacutenea36

Conectado directamente con lo anterior nos encontramos con un nishyvel cultural muy primario que se manifesta en forma de efusiones afectishyvas exaltaciones de la sensibilidad colectiva comportamientos no racioshynalizados y expresiones rituales cuyo significado no es plenamente consshyciente Incluso actitudes poliacuteticas que hoy consideramos fruto de refleshyxiones perfectamente explicitadas y asumidas por sus protagonistas no I

I teniacutean este caraacutecter entre grupos sociales que soacutelo confusamente sabiacutean articular en momentos aacutelgidos sus intereses de clase de cara a una acciOacuten contestataria (los franceses llegan a denominar a estos movimientos de

33 R Mandrou La France aux XVIIe et XVIIe siecles Pariacutes 1967 (existe versioacuten casteshyllana Barcelona 1973)

34 Como trabajos modeacutelicos sobre estos temas pueden citarse los de R Mandrou De la culture populaire aux XVIIe et XVIIe siecles Paris 1964 y F Lebrun Les hommes et la mort en Anjou aux XVIIe et XVIIe siecles Essai de deacutemographie et de psychologiacutee historiques Pariacutes-La Haya 1971 (versioacuten abreviada Pariacutes 1975) la tercera parte del libro se ocupa de las actitudes de los angevinos del Antiguo Reacutegimen ante la enfermeshydad el espectaacuteculo de la muerte el fin uacuteltimo y el culto de los muertos

35 Cf por ejemplo el trabajo de K J Hollyman Le deacuteveloppemen du vocabulaire feacuteodal en France pendant le haut moyen aacutege Etude seacutemantique Ginebra-Pariacutes 1957 En este campo son muy importantes las consideraciones teoacutericas de R Robin Histoire et linguumlistique Pariacutes 1973

36 G et M Vovelle Vision de la mort et de lau-deld en Provence dapres les autels des ames du purgatoire XVe-XXe siecles Pariacutes 1970 V L Tapieacute y otros Retables baroshyques de Bretagne Pariacutes 1972

Martfnez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 459

protesta laquoeacutemotions populairesraquo) Tambieacuten aquiacute el trabajo antropoloacutegico puede ayudar al historiador Sin que estemos de acuerdo con una formushylacioacuten que separa en teacuterminos de irreductible antagonismo el mundo de lo consciente del mundo de lo inconsciente creemos que pueden tenerse en cuenta las siguientes palabras de C Leacutevi-Strauss

Teniendo el mismo objeto que es la vida social el mismo propoacutesito que es una mejor inteligencia del hombre y un meacutetodo que soacutelo variacutea en cuanto a la dosificacioacuten de los procedimientos de investigacioacuten se distinshyguen sobre todo por la eleccioacuten de perspectivas complementarias la hisshytoria organiza sus datos en relacioacuten con las expresiones conscientes de la

1 vida social y la etnologiacutea en relacioacuten con las condiciones inconscientesraquo37

Lo que en todo caso siacute es cierto es la utilidad del anaacutelisis antroposhyloacutegico para la exploracioacuten de ese sustrato de creencias de vivencias de coacutedigos no explicitados que circulan a nivel inconsciente o semiconsshyciente y que alimentan praacutecticas y comportamientos que sin aquella refeshyrencia nos pareceriacutean incoherentes y absurdos Anaacutelisis de este tipo son especialmente vaacutelidos para el estudio de las sociedades del pasado en las que la ausencia entre la mayoriacutea de la poblacioacuten de una cultura escrita favoreciacutea el desarrollo de conductas que no llegaban a alcanzar un grado de expresioacuten plenamente consciente Entre historiadores este terreno estaacute ampliamente por desbrozar aunque ya la historia de las mentalidades comiddot lectivas se propone decididamente abordar todos los niveles de expreshysioacuten desde los maacutes racionales y manifiestos hasta aquellos que parecen maacutes irracionales y son puramente afectivos Veamos coacutemo G Duby in discutible pionero en el tema de las mentalidades situacutea la cuestioacuten

para comprender la organizacioacuten de las sociedades humanas y para discernir las fuerzas que la hacen evolucionar es necesario prestar una atencioacuten similar a los fenoacutemenos mentales cuya intervencioacuten tiene sin duda alguna un caraacutecter tan determinante como la de los fenoacutemenos ecoshynoacutemicos y demograacuteficos Pues los hombres no regulan su conducta en funcioacuten de su situacioacuten real sino de la imagen que de eacutesta tienen imagen que jamaacutes es un fiel reflejo de la realidad De ahiacute el esfuerzo de los homshybres por conformar su conducta a unos modelos de comportamiento fruto de una cultura determinada y que a lo largo del devenir histoacuterico no siempre se ajustan a las realidades materialesraquo)H

37 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 19 38 G Duby Historia social e ideologa de las sociedades Barcelona 1976 paacuteg 82 Asishy

mismo cf G Duby laquoHistoire des mentaliteacutes en Lhistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 pp 937-968

460 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOWG1A ACTAS-VOL 1

Ya hemos hecho una ligera referencia a la importancia que concede Duby a los fenoacutemenos mentales en el seno de la economiacutea alto medieval De igual forma ha puesto el acento en la impronta sicologiacutea que acomshypantildea a los oriacutegenes de la caballeriacutea en la fuerza de la ideologiacutea de la laquopaz de Diosraquo durante la primera eacutepoca feudal y en los componentes mentales que arropan y dan coherencia a las relaciones feudales_ 39 Particularmente ilustrativo desde el punto de vista metodoloacutegico es el trabajo dedicado al estudio del esquema tripartito que dividiacutea la sociedad de la Alta Edad Meshydia en laquooratoresraquo laquobellatoresraquo y laquolaboratoresraquo he aquiacute un notable ejemshy

i plo de coacutemo se pueden desmontar los componentes de una estructura mental analizar su geacutenesis mostrar los mecanismos que conducen a suI

I

I

t

configuracioacuten en un todo coherente y por fin descubrir los factores que conduciraacuten a la supresioacuten del mismo_ 40 Del mismo modo los fenoacutemenos de rebeldiacutea primitiva usando el teacutermino ya consagrado de E_ J_ Hobsshybawm41 y las actitudes contestatarias de la multitud en el sentido defishynido por G_ Rudeacute42 soacutelo podraacuten ser entendidos plenamente si a los meacutetoshydos tradicionales de enjuiciamiento poliacutetico superponemos un anaacutelisis de las actitudes reflejas de las respuestas espontaacuteneas de los diferentes grupos sociales la ausencia de iIlVestigaciones de este tipo nos conducishyriacutea a penosos anacronismos43 En todos estos casos la antropologiacutea puede ayudar a la historia

laquoSin embargo la ausencia de documentos escritos en la mayoriacutea de las sociedades primitivas ha obligado al etnoacutelogo a desarrollar meacutetodos y teacutecshynicas adecuados al estudio de actividades que permanecen como conseshycuencia d~ ello imperfectamente middotconscientes en todos los niveles en que se expresanraquoH I

Finalmente y sin que esto quiera decir que hayamos agotado esta enushymeracioacuten de posibles aacutereas de contacto entre las dos disciplinas podeshymos convenir con-Evans-Pritchard en la necesidad de aprovechar la expeshy

39 Cf G Duby bull Les origines de la chevalerie bull Les lalcs et la paix de Dieuraquo y laquoLa feacuteodashyliteacute Une mentaliteacute medieacutevaleraquo en G Duby Hommes et structures du Moyen Age Pashyns-La Haya 1973 pp 325-341 227-240 Y 103-110 respectivamente

40 G Duby Los oriacutegenes de un sistema de clasificacioacuten socialraquo en G Duby Historio social pp 43-56

41 E J Hobsbawm Primitive Rebels 42 G Rudeacute The Crowd in History New York 1964 (existe versioacuten castellana Buenos Aishy

res 1971) 43 Este riesgo asiacute como la necesidad del anaacutelisis antropoloacutegico para obviarlo ha sido seshy

ntildealado en un estudio reciente sobre revueltas campesinas por J Torras Liberalismo y rebeldia campesina 1820-1823 Barcelona 1976 paacuteg 14

44 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 25

I

l1

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 461

riencia de los antropoacutelogos en estudios histoacutericos sobre problemas de pashyrentesco de linaje o de familia Las complejas articulaciones familiares en sociedades jerarquizadas como las antiguas tienen una proyeccioacuten evishydente en la trayectoria econoacutemica social y poliacutetica de las mismas Sisteshymas de herencia ligados al mantenimiento del poder de una clase enlaces matrimoniales como modo de perpetuacioacuten de una eacutelite social relaciones familiares de clientela otros tantos temas de historia social que pueden beneficiarse de la praacutectica antropoloacutegica Por ejemplo estudiando las reshylaciones de parentesco durante la Alta Edad Media tema praacutecticamente virgen hasta hace muy pocos antildeos G Duby llega a conclusiones que neshycesariamente habraacuten de ser tenidas en cuenta por los investigadores de aquel periacuteodo al sentildealar

laquoleacutetrolte correacutelation ( ) entre lhistoire de la famille et celle de leacuteconoshymie Cest en fonction dun patrimoine quil soit constitueacute de terres de pouvoirs du de monnaie que se disposent les relations de parenteacute ( ) Mais les structures familiales les coutumes et les pratiques qui assurent leur survie les reacutepresentations mentalsqui prennent appui sur elles inshyterviennent eacutel leur tour de maniere souvent indirecte mais toujours deacutecishysive pour ralentir ou acceacuteleacuterer leacutevolution des modes de production et de la hieacuterarchie des fortunesraquo45

Ignorando durante demasiado tiempo esta problemaacutetica que los anshytropoacutelogos conociacutean con profundidad la historia ha dejado en la penumshybra un aspecto fundamental de la realidad social he aquiacute otra consecuenshycia del penoso divorcio entre ambas ciencias

Pero no soacutelo los estudios sobre relaciones de parentesco permiten lleshynar un vaciacuteo y completar con una pieza importante el cuadro general de la vida social a veces la investigacioacuten de este tema variacutea sustancialmente los puntos de vista tradicionales sobre un determinado periacuteodo histoacuterico Vale la pena referirnos a un ejemplo muy reciente que afecta ademaacutes a la historia de la Peniacutensula Ibeacuterica el estudio consagrado por el historiador y arabista franceacutes P Guichard a la estructura antropoloacutegica de AI-Andashylus durante la Alta Edad Media 46

Es sabido que la excesivamiddot polarizacioacuten de los estudios sobre la histoshy

45 G Duby Structures familiales dans le moyen age occidental laquoXIII Congreso Internashyional de Ciencias Histoacutericasraquo Moscuacute 1970 paacuteg 8 Cf asimismo G Duby laquoStructushyres de parenteacute et noblesse dans la France du Nord aux Xle et XIIe sieacutecles y laquoLigshynage noblesse et chevalerie au XlIe siecle dans la reacutegion maconnaise Une reacutevisionraquo en G Duby Hommes et structures pp 267-286 Y 395-422 respectivamente

46 P Guichard Al-Andalus Estructura antropoloacutegica de una sociedad islaacutemica en Occishydente Barcelona 1976

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 7: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

454 I CONGRESO ESPAfloL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL I

antes y las de ahora- son sociedades con predominio de la cultura oral campo vedado al historiador si no es por medio de las reminiscencias conservadas en el presente y en el que el antropoacutelogo en cambio tiene una gran experiencia acumulada De este modo las formas subsistentes de vida rural constituiacutean el terreno adecuado para escribir esa historia al reveacutes en la que seguacuten ya vimos coincidiacutean los antropoacutelogos y los histoshyriadores del mundo agrario Un texto de Ch Parain como introduccioacuten a un trabajo de etnologiacutea histoacuterica fruto de la colaboracioacuten interdiscipliacutenar entre ambas ciencias sociales puede servir de justificacioacuten teoacuterica de las posibilidades de este tipo de investigacioacuten

laquo bullbullbull levolution des vieilles socieacuteteacutes europeacuteennes entrees depuis longtemps dans rere industrielle na pas en geacuteneacuteral atteint un point ou auraient cesseacute de s y perpeacutetuer et d y tenir un role appreacuteciable des groupes sociaux dont il serait impossible de comprendre les structures profondes ainsi que le mouvement qui les anime en se contentant de leur appliquer les moshydeles qui permettent de reacutendre compte de la socieacuteteacute globale dans la mesure ou elle se trouve fa~onneacutee de maniere deacuteterminante par Iindustrialisashytionraquo21

Al mismo tiempo las experiencias se multiplican Un modelo ejemshyplar de aplicacioacuten del meacutetodo de la antropologiacutea es el trabajo de H H Stahl sobre las comunidades campesinas rumanas Sus reflexiones teoacuterishycas y su imaginacioacuten para utilizar las fuentes etnoloacutegicas han contriuido poderosamente a la toma de conciencia sobre la necesidad de la colaborashycioacuten interdisciplinar en historia agraria

laquoEn tout cas nosanciens documents concernant les villages sont si lacoshyniques et impreacutecis que lon ne peut les comprendre que si lon sait deacuteja quelles sont les regles de vie des communauteacutes villageoises Sans lappui des connaissances portant sur les communauteacutes de nos jours Iexegese des actes anciens se heurteraient a des difficulteacutes insurmontablesraquo22

G Duby en sus estudios sobre la economiacutea rural durante la Alta Eoad Media tambieacuten ha incorporado con claridad las ensentildeanzas de los antroshypoacutelogos ofreciendo con ello una visioacuten renovada del occidente altomedieshyval He aquiacute de entrada una afirmacioacuten que deberaacute se~ tenida en cuenta por los medievalistas que se ocupen del periacuteodo comprendido entre los sishyglos VIII y X

21 Ch Parain ~Fondements dune ethnologie historique de IAubracraquo en LAubrac tII Pariacutes 1971 Apud Aujourdhui lhistoire pp 35-36

22 H H Stahl Les anciennes communauteacutes

Martfnez y Saacutenchez Antropologla e Historia 455

laquoIOccident du X~ siecle ce pays de forets de tribus de sorcellerie de roishytelets qui se halsent et se trahissent sortit a peu pres de lhistoire et laissa mois de traces de son passeacute que ne le fit sans doute lMrique centrale du XIXe siecle qui le ressemble tanh 23

Es de sobra conocido el protagonismo concedido por los historiadores de la economiacutea medieval -desde Pirenne- al comercio como motor esenshycial de la misma Pues bien G Duby ha mostrado que para descubrir los motores de esta economiacutea dadas las caracteriacutesticas laquoprimitivasraquo de la soshyciedad altomedieval laquoLes reflexions des eacuteconomistes contemporains apshyparaissent en fait moins utiles que ne sont celles des ethnologuesraquo y reshyfirieacutendose en concreto al papel desempentildeado por la moneda en este tipo de sociedad comprueba que laquoles ethnologues nous aprennent que les soshycieacuteteacutes primitives peuvent fort bien se passer de petite monnaie sans pour cela ignorer les eacutechanges ni meme les eacutechanges proprement commershyciauxraquo24 Bueno seraacute recordar en este punto las notables aportaciones de K Polanyi y su escuela -a pesar de sus limitaciones 25_ cuando nos explishycan la existencia de sistemas econoacutemicos laquoempotradosraquo (embedded) en el funcionamiento de estructuras sociales no eco micas (relaciones de parenshytesco relaciones poliacuteticas etc) Como afirma M Rodinson

laquole livre maintenant classique dirigeacute par Polanyi Arensberg et Pearson (1957) a fait admettre aux historiens et a beaucoup deacuteconomistes ce que les ethnologues ou anthropologues savaient oepuis longtems asavoir que leacuteconomie et meme leacuteconomie deacutechange neacutetait pas lieacutee forceacutement au marcheacute et cela jusque dans des socieacuteteacutes complexes et tres deacuteveloppeacuteslO26

Volviendo a las investigaciones de G Duby este historiador replanshytea por tanto el estudio econoacutemico de la Alta Edad Media en funcioacuten de categoriacuteas diferentes a las relaciones de parentesco de las tradiciones

23 G Duby Lan mil Pariacutes 1967 paacuteg 10 Cfla obra fundamental de G Duby Leacuteconoshymie rurale et la vie des campagnes dans IOccident meacutedieacuteval Pariacutes 1962 (existe versioacuten castellana Barcelona 1968)

24 G Duby Guerriers et paysans VII-Xlle siAcle Premier essor de leacuteconomie euroshypeacuteenne Pariacutes 1973 pp 12 Y 77 (existe versioacuten castellana Madrid 1976)

25 Cf el comentario critico de M Godelier a K Polanyi y la escuela substantivista de su artiacuteculo laquoLa antropologiacutea econoacutemicaraquo en M Godelier Economia fetichismo y religioacuten en las sociedades primitivas Madrid 1974 pp 65-69

26 M Rodinson Preacuteface a P Chalmeta El sentildeor del zoco en Espantildea Madrid 1973 paacuteg XVI El libro de K Polanyi a que hace referencia M Rodinson es K Polanyi C M Arensberg and H W Pearson (OOs) Traacutede ami market in tfiexcle Early Empires Econoshymies in history ami theory New York 1957 (existe versioacuten castellana Barcelona 1976)

456 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL 1

culturales y de los mecanismos mentales en las estructuras de obtencioacuten e intercambio de bienes

laquo11 sagit de saisir eomment Iimaginaire de paren teacute -je pense par exemshypIe au eulte des aneetres a la devotion a leacutegard des deacutefunts- peut luiacuteshymeme retentir sur une situation donneacutee proprement eacuteeonomique par linshytermeacutediaire de toute une eateacutegorie de rituels doffrandes et de eonseacuteerashytions ( ) peut-on maintenant arriver a faire une theacuteorie des rapports eacuteeoshynomiques a linterieur de la parenteacuteraquo 11 serait vain de revenir a una Geistesgeschichte ou les ideacutees se promeneshyraient dans une sphere intemporelle mais il mapparait de plus en plus vain de faire de Ihistoire eacuteeonomlque qui ne tient pas eompte des rituels par exemple du rituel de la fete ou de regles eomme eeHes du mariage ou de ehoses aussiacute peu mateacuterielles que la eroyanee en la survie au purgatoire Ainsi lideacuteedu purgatoire est tres dune eertaine image de la socieacuteteacute elleshymeme detennineacutee par des criteres eacuteeonomiques mais eette ideacutee du purgashytoire a des incidenees sur le fonetionnement du modele eacuteeonomiqueraquo27

Si la antropologiacutea sirve a G Duby para la comprensioacuten del mundo alshytomedieval su utilidad es asimismo innegable para ampliar el anaacutelisis soshybre sociedades maacutes proacuteximas a nosotros Es el caso de las investigacioshynes muy r~~ientes de REF Smith que ha empleado encuestas antroposhyloacutegicas suPerpuestas a las fuentes documentales en un estudio sobre la agricultura rusa anterior a la eacutepoca de Pedro el Grande 2B O asimismo el caso de A Soboul quien preocupado por las transformaciones experishymentadas por las comunidades rurales francesas a partir de la Revolushycioacuten no duda en recurrir a la antropologiacutea sentildealando expliacutecitamente los beneficios cientiacuteficos de tal actitud

11 nest pas inutile dinsister id sur les serviees reacuteciproques que peuvent et doivent se rendre histoire et ethnographie dans leacutetude de la eommushynauteacute rurale Lhistorien trouvera dans la liUeacuterature el lart populaires un tnstrument efficaee danalyse sociale Ieacutetude du folklore paysan permet de eonstater le retentissement des eacuteveacutenements dans la eonscienee eolleeshytive et deacutecIairer ses tendanees profondes Lhistoire en retour met en eacutevishydenee le dynamisme et le devenir perpeacutetuel des struetures sociales et mentales elle deacutemontre la vaniteacute du mythe de la permanenee des eoutushymes paysannes beaucoup plus ehangeantes en tous les domaines quon ne sest plus parfois a l affinnerraquo 29

27 G Duby Ristoirelsocieacuteteacutelimaginaire laquoDialeetiques 10-11 (1975) pp 111-123 28 R E F SmilhPe4$ant Farming in Muscovy Cambridge 1977 29 A Soboul laquoProblemes de la eommunauteacute rurale en Franeeraquo en Ethnologie et histoire

Forces productives et problemes de transition Pariacutes 1975 paacuteg 371

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologia e Historia 457

Asiacute pues es evidente que los meacutetodos de la antropologiacutea pueden coshyrregir los anacronismos cometidos al intentar aplicar los criterios de la economiacutea del mundo capitalista a sociedades rurales de otras eacutepocas poshyniendo a disposicioacuten del historiador unos elementos que le permitan valoshyrar la importancia de los factores extraeconoacutemicosen sociedades agrashyrias parecidas a las que suele estudiar el antropoacutelogo

Un segundo campo de posible colaboracioacuten interdisciplinar es el de la historia de la cultura Como muy bien ha sentildealado uno de los maacuteximos especialistas del tema R Mandrou la historia debe a la antropologiacutea la ampliacioacuten del concepto de cultura si antes el teacutermino soacutelo definiacutea a las elaboraciones eruditas que eran patrimonio de las clases dominantes la nueva concepcioacuten cubre ahora las creaciones populares las visiones del mundo y los modos de vida del conjunto de la sociedadJO La historia de las mentalidades colectivas del utillaje mental de un grupo soqal -donde las representaciones escritas y las conceptualizaciones juegan un papel mucho menos importante que la transmisioacuten oral o que la represenshytacioacuten simboacutelica- se convierte asiacute en UIi campo excepcional de colaborashycioacuten entre antropologos e historiadores La experiencia de la antropologiacutea en temas tales como la mentalidad maacutegica las formas religiosas la forshymacioacuten de los mitos los sistemas de representacioacuten no escrita puede ser puesta indudablemente a disposicioacuten del historiador para la elaborashycioacuten de meacutetodos de investigacioacuten que permitan un ensanchamiento y un tratamiento maacutes profundo de los materiales de que dispone el estudioso de la cultura

Por ejemplo en el campo de la historia medieval algunos trabajos de J Le Goff han permitido conocer significativos rasgos de la cultura popushylar de la Alta Edad Media sus relaciones con la cultura eclesiaacutestica asiacute como las vinculaciones de ambas con la estratificacioacuten social de la eacutepocaJI En parecida direccioacuten G Duby ha mostrado los mecanismos de vulgarizacioacuten de los modelos culturales en las clases inferiores y como contrapartida el movimiento paralelo de laquoinvasioacutenraquo de la afectividad poshypular en la cultura aristocraacutetica32 Para la Francia claacutesica R Mandrou ha

30 R Mandrou laquoLa Franee moderne en Aujourdhui lhistoire paacuteg 228 31 J Le Goff Culture cleacutericale et tradiacutetions folkloriques dans la civilisation meacuterovingienne

laquoAnnales E S Craquo XXII (1967) pp 780-791 J Le Goff -Les paysans etlemonde rushyral dans la litteacuterature du haut moyen age en Agricoltura e mondo rurale in Occidente nell alto medioevo Spoleto 1966 pp 723-741

32 G Duby _La vulgarisation des modeles culturels dans la socieacuteteacute feacuteodaleraquo en Niveaux de culture et groupes sociaux Pariacutes-La Haya 1971 pp 32-40

458 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

[ mostrado la coexistencia de diversos sistemas de civilizacioacuten de diferenshytes niveles culturales (popular nobiliario eclesial burgueacutes margina) que se entrecruzan y se influyen mutuamente 33

Pero la investigacioacuten de este amplio campo apenas explorado de la cultura popular supone en primer lugar la adquisicioacuten por parte del hisshytoriador de un amplio bagaje de conocimientos sobre el folklore y otras cuestiones que la antropologiacutea puede brindar yen segundo lugar una reshylectura minuciosa de la documentacioacuten escrita buscando en ella no ya los laquodatosraquo puntuales y concretos sino otro tipo de informacioacuten mucho maacutes sutil que descubra los sistemas de representacioacuten mental de los redactoshyres del texto 34 En este sentido la simple cuantificacioacuten del vocabulario puede a veces resultar efectiva si permite descubrir reiteraciones o aushysencias significativas3s Asimismo el estudio de las representaciones icoshynograacuteficas parece abrirse a la investigacioacuten histoacuterica como prometedor campo de experiencias seguacuten se comprueba en trabajos recientes como los de G y M Vovelle o V L Tapieacute sobre la Francia moderna y contemshyporaacutenea36

Conectado directamente con lo anterior nos encontramos con un nishyvel cultural muy primario que se manifesta en forma de efusiones afectishyvas exaltaciones de la sensibilidad colectiva comportamientos no racioshynalizados y expresiones rituales cuyo significado no es plenamente consshyciente Incluso actitudes poliacuteticas que hoy consideramos fruto de refleshyxiones perfectamente explicitadas y asumidas por sus protagonistas no I

I teniacutean este caraacutecter entre grupos sociales que soacutelo confusamente sabiacutean articular en momentos aacutelgidos sus intereses de clase de cara a una acciOacuten contestataria (los franceses llegan a denominar a estos movimientos de

33 R Mandrou La France aux XVIIe et XVIIe siecles Pariacutes 1967 (existe versioacuten casteshyllana Barcelona 1973)

34 Como trabajos modeacutelicos sobre estos temas pueden citarse los de R Mandrou De la culture populaire aux XVIIe et XVIIe siecles Paris 1964 y F Lebrun Les hommes et la mort en Anjou aux XVIIe et XVIIe siecles Essai de deacutemographie et de psychologiacutee historiques Pariacutes-La Haya 1971 (versioacuten abreviada Pariacutes 1975) la tercera parte del libro se ocupa de las actitudes de los angevinos del Antiguo Reacutegimen ante la enfermeshydad el espectaacuteculo de la muerte el fin uacuteltimo y el culto de los muertos

35 Cf por ejemplo el trabajo de K J Hollyman Le deacuteveloppemen du vocabulaire feacuteodal en France pendant le haut moyen aacutege Etude seacutemantique Ginebra-Pariacutes 1957 En este campo son muy importantes las consideraciones teoacutericas de R Robin Histoire et linguumlistique Pariacutes 1973

36 G et M Vovelle Vision de la mort et de lau-deld en Provence dapres les autels des ames du purgatoire XVe-XXe siecles Pariacutes 1970 V L Tapieacute y otros Retables baroshyques de Bretagne Pariacutes 1972

Martfnez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 459

protesta laquoeacutemotions populairesraquo) Tambieacuten aquiacute el trabajo antropoloacutegico puede ayudar al historiador Sin que estemos de acuerdo con una formushylacioacuten que separa en teacuterminos de irreductible antagonismo el mundo de lo consciente del mundo de lo inconsciente creemos que pueden tenerse en cuenta las siguientes palabras de C Leacutevi-Strauss

Teniendo el mismo objeto que es la vida social el mismo propoacutesito que es una mejor inteligencia del hombre y un meacutetodo que soacutelo variacutea en cuanto a la dosificacioacuten de los procedimientos de investigacioacuten se distinshyguen sobre todo por la eleccioacuten de perspectivas complementarias la hisshytoria organiza sus datos en relacioacuten con las expresiones conscientes de la

1 vida social y la etnologiacutea en relacioacuten con las condiciones inconscientesraquo37

Lo que en todo caso siacute es cierto es la utilidad del anaacutelisis antroposhyloacutegico para la exploracioacuten de ese sustrato de creencias de vivencias de coacutedigos no explicitados que circulan a nivel inconsciente o semiconsshyciente y que alimentan praacutecticas y comportamientos que sin aquella refeshyrencia nos pareceriacutean incoherentes y absurdos Anaacutelisis de este tipo son especialmente vaacutelidos para el estudio de las sociedades del pasado en las que la ausencia entre la mayoriacutea de la poblacioacuten de una cultura escrita favoreciacutea el desarrollo de conductas que no llegaban a alcanzar un grado de expresioacuten plenamente consciente Entre historiadores este terreno estaacute ampliamente por desbrozar aunque ya la historia de las mentalidades comiddot lectivas se propone decididamente abordar todos los niveles de expreshysioacuten desde los maacutes racionales y manifiestos hasta aquellos que parecen maacutes irracionales y son puramente afectivos Veamos coacutemo G Duby in discutible pionero en el tema de las mentalidades situacutea la cuestioacuten

para comprender la organizacioacuten de las sociedades humanas y para discernir las fuerzas que la hacen evolucionar es necesario prestar una atencioacuten similar a los fenoacutemenos mentales cuya intervencioacuten tiene sin duda alguna un caraacutecter tan determinante como la de los fenoacutemenos ecoshynoacutemicos y demograacuteficos Pues los hombres no regulan su conducta en funcioacuten de su situacioacuten real sino de la imagen que de eacutesta tienen imagen que jamaacutes es un fiel reflejo de la realidad De ahiacute el esfuerzo de los homshybres por conformar su conducta a unos modelos de comportamiento fruto de una cultura determinada y que a lo largo del devenir histoacuterico no siempre se ajustan a las realidades materialesraquo)H

37 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 19 38 G Duby Historia social e ideologa de las sociedades Barcelona 1976 paacuteg 82 Asishy

mismo cf G Duby laquoHistoire des mentaliteacutes en Lhistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 pp 937-968

460 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOWG1A ACTAS-VOL 1

Ya hemos hecho una ligera referencia a la importancia que concede Duby a los fenoacutemenos mentales en el seno de la economiacutea alto medieval De igual forma ha puesto el acento en la impronta sicologiacutea que acomshypantildea a los oriacutegenes de la caballeriacutea en la fuerza de la ideologiacutea de la laquopaz de Diosraquo durante la primera eacutepoca feudal y en los componentes mentales que arropan y dan coherencia a las relaciones feudales_ 39 Particularmente ilustrativo desde el punto de vista metodoloacutegico es el trabajo dedicado al estudio del esquema tripartito que dividiacutea la sociedad de la Alta Edad Meshydia en laquooratoresraquo laquobellatoresraquo y laquolaboratoresraquo he aquiacute un notable ejemshy

i plo de coacutemo se pueden desmontar los componentes de una estructura mental analizar su geacutenesis mostrar los mecanismos que conducen a suI

I

I

t

configuracioacuten en un todo coherente y por fin descubrir los factores que conduciraacuten a la supresioacuten del mismo_ 40 Del mismo modo los fenoacutemenos de rebeldiacutea primitiva usando el teacutermino ya consagrado de E_ J_ Hobsshybawm41 y las actitudes contestatarias de la multitud en el sentido defishynido por G_ Rudeacute42 soacutelo podraacuten ser entendidos plenamente si a los meacutetoshydos tradicionales de enjuiciamiento poliacutetico superponemos un anaacutelisis de las actitudes reflejas de las respuestas espontaacuteneas de los diferentes grupos sociales la ausencia de iIlVestigaciones de este tipo nos conducishyriacutea a penosos anacronismos43 En todos estos casos la antropologiacutea puede ayudar a la historia

laquoSin embargo la ausencia de documentos escritos en la mayoriacutea de las sociedades primitivas ha obligado al etnoacutelogo a desarrollar meacutetodos y teacutecshynicas adecuados al estudio de actividades que permanecen como conseshycuencia d~ ello imperfectamente middotconscientes en todos los niveles en que se expresanraquoH I

Finalmente y sin que esto quiera decir que hayamos agotado esta enushymeracioacuten de posibles aacutereas de contacto entre las dos disciplinas podeshymos convenir con-Evans-Pritchard en la necesidad de aprovechar la expeshy

39 Cf G Duby bull Les origines de la chevalerie bull Les lalcs et la paix de Dieuraquo y laquoLa feacuteodashyliteacute Une mentaliteacute medieacutevaleraquo en G Duby Hommes et structures du Moyen Age Pashyns-La Haya 1973 pp 325-341 227-240 Y 103-110 respectivamente

40 G Duby Los oriacutegenes de un sistema de clasificacioacuten socialraquo en G Duby Historio social pp 43-56

41 E J Hobsbawm Primitive Rebels 42 G Rudeacute The Crowd in History New York 1964 (existe versioacuten castellana Buenos Aishy

res 1971) 43 Este riesgo asiacute como la necesidad del anaacutelisis antropoloacutegico para obviarlo ha sido seshy

ntildealado en un estudio reciente sobre revueltas campesinas por J Torras Liberalismo y rebeldia campesina 1820-1823 Barcelona 1976 paacuteg 14

44 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 25

I

l1

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 461

riencia de los antropoacutelogos en estudios histoacutericos sobre problemas de pashyrentesco de linaje o de familia Las complejas articulaciones familiares en sociedades jerarquizadas como las antiguas tienen una proyeccioacuten evishydente en la trayectoria econoacutemica social y poliacutetica de las mismas Sisteshymas de herencia ligados al mantenimiento del poder de una clase enlaces matrimoniales como modo de perpetuacioacuten de una eacutelite social relaciones familiares de clientela otros tantos temas de historia social que pueden beneficiarse de la praacutectica antropoloacutegica Por ejemplo estudiando las reshylaciones de parentesco durante la Alta Edad Media tema praacutecticamente virgen hasta hace muy pocos antildeos G Duby llega a conclusiones que neshycesariamente habraacuten de ser tenidas en cuenta por los investigadores de aquel periacuteodo al sentildealar

laquoleacutetrolte correacutelation ( ) entre lhistoire de la famille et celle de leacuteconoshymie Cest en fonction dun patrimoine quil soit constitueacute de terres de pouvoirs du de monnaie que se disposent les relations de parenteacute ( ) Mais les structures familiales les coutumes et les pratiques qui assurent leur survie les reacutepresentations mentalsqui prennent appui sur elles inshyterviennent eacutel leur tour de maniere souvent indirecte mais toujours deacutecishysive pour ralentir ou acceacuteleacuterer leacutevolution des modes de production et de la hieacuterarchie des fortunesraquo45

Ignorando durante demasiado tiempo esta problemaacutetica que los anshytropoacutelogos conociacutean con profundidad la historia ha dejado en la penumshybra un aspecto fundamental de la realidad social he aquiacute otra consecuenshycia del penoso divorcio entre ambas ciencias

Pero no soacutelo los estudios sobre relaciones de parentesco permiten lleshynar un vaciacuteo y completar con una pieza importante el cuadro general de la vida social a veces la investigacioacuten de este tema variacutea sustancialmente los puntos de vista tradicionales sobre un determinado periacuteodo histoacuterico Vale la pena referirnos a un ejemplo muy reciente que afecta ademaacutes a la historia de la Peniacutensula Ibeacuterica el estudio consagrado por el historiador y arabista franceacutes P Guichard a la estructura antropoloacutegica de AI-Andashylus durante la Alta Edad Media 46

Es sabido que la excesivamiddot polarizacioacuten de los estudios sobre la histoshy

45 G Duby Structures familiales dans le moyen age occidental laquoXIII Congreso Internashyional de Ciencias Histoacutericasraquo Moscuacute 1970 paacuteg 8 Cf asimismo G Duby laquoStructushyres de parenteacute et noblesse dans la France du Nord aux Xle et XIIe sieacutecles y laquoLigshynage noblesse et chevalerie au XlIe siecle dans la reacutegion maconnaise Une reacutevisionraquo en G Duby Hommes et structures pp 267-286 Y 395-422 respectivamente

46 P Guichard Al-Andalus Estructura antropoloacutegica de una sociedad islaacutemica en Occishydente Barcelona 1976

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 8: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

456 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA ACTAS-VOL 1

culturales y de los mecanismos mentales en las estructuras de obtencioacuten e intercambio de bienes

laquo11 sagit de saisir eomment Iimaginaire de paren teacute -je pense par exemshypIe au eulte des aneetres a la devotion a leacutegard des deacutefunts- peut luiacuteshymeme retentir sur une situation donneacutee proprement eacuteeonomique par linshytermeacutediaire de toute une eateacutegorie de rituels doffrandes et de eonseacuteerashytions ( ) peut-on maintenant arriver a faire une theacuteorie des rapports eacuteeoshynomiques a linterieur de la parenteacuteraquo 11 serait vain de revenir a una Geistesgeschichte ou les ideacutees se promeneshyraient dans une sphere intemporelle mais il mapparait de plus en plus vain de faire de Ihistoire eacuteeonomlque qui ne tient pas eompte des rituels par exemple du rituel de la fete ou de regles eomme eeHes du mariage ou de ehoses aussiacute peu mateacuterielles que la eroyanee en la survie au purgatoire Ainsi lideacuteedu purgatoire est tres dune eertaine image de la socieacuteteacute elleshymeme detennineacutee par des criteres eacuteeonomiques mais eette ideacutee du purgashytoire a des incidenees sur le fonetionnement du modele eacuteeonomiqueraquo27

Si la antropologiacutea sirve a G Duby para la comprensioacuten del mundo alshytomedieval su utilidad es asimismo innegable para ampliar el anaacutelisis soshybre sociedades maacutes proacuteximas a nosotros Es el caso de las investigacioshynes muy r~~ientes de REF Smith que ha empleado encuestas antroposhyloacutegicas suPerpuestas a las fuentes documentales en un estudio sobre la agricultura rusa anterior a la eacutepoca de Pedro el Grande 2B O asimismo el caso de A Soboul quien preocupado por las transformaciones experishymentadas por las comunidades rurales francesas a partir de la Revolushycioacuten no duda en recurrir a la antropologiacutea sentildealando expliacutecitamente los beneficios cientiacuteficos de tal actitud

11 nest pas inutile dinsister id sur les serviees reacuteciproques que peuvent et doivent se rendre histoire et ethnographie dans leacutetude de la eommushynauteacute rurale Lhistorien trouvera dans la liUeacuterature el lart populaires un tnstrument efficaee danalyse sociale Ieacutetude du folklore paysan permet de eonstater le retentissement des eacuteveacutenements dans la eonscienee eolleeshytive et deacutecIairer ses tendanees profondes Lhistoire en retour met en eacutevishydenee le dynamisme et le devenir perpeacutetuel des struetures sociales et mentales elle deacutemontre la vaniteacute du mythe de la permanenee des eoutushymes paysannes beaucoup plus ehangeantes en tous les domaines quon ne sest plus parfois a l affinnerraquo 29

27 G Duby Ristoirelsocieacuteteacutelimaginaire laquoDialeetiques 10-11 (1975) pp 111-123 28 R E F SmilhPe4$ant Farming in Muscovy Cambridge 1977 29 A Soboul laquoProblemes de la eommunauteacute rurale en Franeeraquo en Ethnologie et histoire

Forces productives et problemes de transition Pariacutes 1975 paacuteg 371

Martiacutenez y Saacutenchez Antropologia e Historia 457

Asiacute pues es evidente que los meacutetodos de la antropologiacutea pueden coshyrregir los anacronismos cometidos al intentar aplicar los criterios de la economiacutea del mundo capitalista a sociedades rurales de otras eacutepocas poshyniendo a disposicioacuten del historiador unos elementos que le permitan valoshyrar la importancia de los factores extraeconoacutemicosen sociedades agrashyrias parecidas a las que suele estudiar el antropoacutelogo

Un segundo campo de posible colaboracioacuten interdisciplinar es el de la historia de la cultura Como muy bien ha sentildealado uno de los maacuteximos especialistas del tema R Mandrou la historia debe a la antropologiacutea la ampliacioacuten del concepto de cultura si antes el teacutermino soacutelo definiacutea a las elaboraciones eruditas que eran patrimonio de las clases dominantes la nueva concepcioacuten cubre ahora las creaciones populares las visiones del mundo y los modos de vida del conjunto de la sociedadJO La historia de las mentalidades colectivas del utillaje mental de un grupo soqal -donde las representaciones escritas y las conceptualizaciones juegan un papel mucho menos importante que la transmisioacuten oral o que la represenshytacioacuten simboacutelica- se convierte asiacute en UIi campo excepcional de colaborashycioacuten entre antropologos e historiadores La experiencia de la antropologiacutea en temas tales como la mentalidad maacutegica las formas religiosas la forshymacioacuten de los mitos los sistemas de representacioacuten no escrita puede ser puesta indudablemente a disposicioacuten del historiador para la elaborashycioacuten de meacutetodos de investigacioacuten que permitan un ensanchamiento y un tratamiento maacutes profundo de los materiales de que dispone el estudioso de la cultura

Por ejemplo en el campo de la historia medieval algunos trabajos de J Le Goff han permitido conocer significativos rasgos de la cultura popushylar de la Alta Edad Media sus relaciones con la cultura eclesiaacutestica asiacute como las vinculaciones de ambas con la estratificacioacuten social de la eacutepocaJI En parecida direccioacuten G Duby ha mostrado los mecanismos de vulgarizacioacuten de los modelos culturales en las clases inferiores y como contrapartida el movimiento paralelo de laquoinvasioacutenraquo de la afectividad poshypular en la cultura aristocraacutetica32 Para la Francia claacutesica R Mandrou ha

30 R Mandrou laquoLa Franee moderne en Aujourdhui lhistoire paacuteg 228 31 J Le Goff Culture cleacutericale et tradiacutetions folkloriques dans la civilisation meacuterovingienne

laquoAnnales E S Craquo XXII (1967) pp 780-791 J Le Goff -Les paysans etlemonde rushyral dans la litteacuterature du haut moyen age en Agricoltura e mondo rurale in Occidente nell alto medioevo Spoleto 1966 pp 723-741

32 G Duby _La vulgarisation des modeles culturels dans la socieacuteteacute feacuteodaleraquo en Niveaux de culture et groupes sociaux Pariacutes-La Haya 1971 pp 32-40

458 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

[ mostrado la coexistencia de diversos sistemas de civilizacioacuten de diferenshytes niveles culturales (popular nobiliario eclesial burgueacutes margina) que se entrecruzan y se influyen mutuamente 33

Pero la investigacioacuten de este amplio campo apenas explorado de la cultura popular supone en primer lugar la adquisicioacuten por parte del hisshytoriador de un amplio bagaje de conocimientos sobre el folklore y otras cuestiones que la antropologiacutea puede brindar yen segundo lugar una reshylectura minuciosa de la documentacioacuten escrita buscando en ella no ya los laquodatosraquo puntuales y concretos sino otro tipo de informacioacuten mucho maacutes sutil que descubra los sistemas de representacioacuten mental de los redactoshyres del texto 34 En este sentido la simple cuantificacioacuten del vocabulario puede a veces resultar efectiva si permite descubrir reiteraciones o aushysencias significativas3s Asimismo el estudio de las representaciones icoshynograacuteficas parece abrirse a la investigacioacuten histoacuterica como prometedor campo de experiencias seguacuten se comprueba en trabajos recientes como los de G y M Vovelle o V L Tapieacute sobre la Francia moderna y contemshyporaacutenea36

Conectado directamente con lo anterior nos encontramos con un nishyvel cultural muy primario que se manifesta en forma de efusiones afectishyvas exaltaciones de la sensibilidad colectiva comportamientos no racioshynalizados y expresiones rituales cuyo significado no es plenamente consshyciente Incluso actitudes poliacuteticas que hoy consideramos fruto de refleshyxiones perfectamente explicitadas y asumidas por sus protagonistas no I

I teniacutean este caraacutecter entre grupos sociales que soacutelo confusamente sabiacutean articular en momentos aacutelgidos sus intereses de clase de cara a una acciOacuten contestataria (los franceses llegan a denominar a estos movimientos de

33 R Mandrou La France aux XVIIe et XVIIe siecles Pariacutes 1967 (existe versioacuten casteshyllana Barcelona 1973)

34 Como trabajos modeacutelicos sobre estos temas pueden citarse los de R Mandrou De la culture populaire aux XVIIe et XVIIe siecles Paris 1964 y F Lebrun Les hommes et la mort en Anjou aux XVIIe et XVIIe siecles Essai de deacutemographie et de psychologiacutee historiques Pariacutes-La Haya 1971 (versioacuten abreviada Pariacutes 1975) la tercera parte del libro se ocupa de las actitudes de los angevinos del Antiguo Reacutegimen ante la enfermeshydad el espectaacuteculo de la muerte el fin uacuteltimo y el culto de los muertos

35 Cf por ejemplo el trabajo de K J Hollyman Le deacuteveloppemen du vocabulaire feacuteodal en France pendant le haut moyen aacutege Etude seacutemantique Ginebra-Pariacutes 1957 En este campo son muy importantes las consideraciones teoacutericas de R Robin Histoire et linguumlistique Pariacutes 1973

36 G et M Vovelle Vision de la mort et de lau-deld en Provence dapres les autels des ames du purgatoire XVe-XXe siecles Pariacutes 1970 V L Tapieacute y otros Retables baroshyques de Bretagne Pariacutes 1972

Martfnez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 459

protesta laquoeacutemotions populairesraquo) Tambieacuten aquiacute el trabajo antropoloacutegico puede ayudar al historiador Sin que estemos de acuerdo con una formushylacioacuten que separa en teacuterminos de irreductible antagonismo el mundo de lo consciente del mundo de lo inconsciente creemos que pueden tenerse en cuenta las siguientes palabras de C Leacutevi-Strauss

Teniendo el mismo objeto que es la vida social el mismo propoacutesito que es una mejor inteligencia del hombre y un meacutetodo que soacutelo variacutea en cuanto a la dosificacioacuten de los procedimientos de investigacioacuten se distinshyguen sobre todo por la eleccioacuten de perspectivas complementarias la hisshytoria organiza sus datos en relacioacuten con las expresiones conscientes de la

1 vida social y la etnologiacutea en relacioacuten con las condiciones inconscientesraquo37

Lo que en todo caso siacute es cierto es la utilidad del anaacutelisis antroposhyloacutegico para la exploracioacuten de ese sustrato de creencias de vivencias de coacutedigos no explicitados que circulan a nivel inconsciente o semiconsshyciente y que alimentan praacutecticas y comportamientos que sin aquella refeshyrencia nos pareceriacutean incoherentes y absurdos Anaacutelisis de este tipo son especialmente vaacutelidos para el estudio de las sociedades del pasado en las que la ausencia entre la mayoriacutea de la poblacioacuten de una cultura escrita favoreciacutea el desarrollo de conductas que no llegaban a alcanzar un grado de expresioacuten plenamente consciente Entre historiadores este terreno estaacute ampliamente por desbrozar aunque ya la historia de las mentalidades comiddot lectivas se propone decididamente abordar todos los niveles de expreshysioacuten desde los maacutes racionales y manifiestos hasta aquellos que parecen maacutes irracionales y son puramente afectivos Veamos coacutemo G Duby in discutible pionero en el tema de las mentalidades situacutea la cuestioacuten

para comprender la organizacioacuten de las sociedades humanas y para discernir las fuerzas que la hacen evolucionar es necesario prestar una atencioacuten similar a los fenoacutemenos mentales cuya intervencioacuten tiene sin duda alguna un caraacutecter tan determinante como la de los fenoacutemenos ecoshynoacutemicos y demograacuteficos Pues los hombres no regulan su conducta en funcioacuten de su situacioacuten real sino de la imagen que de eacutesta tienen imagen que jamaacutes es un fiel reflejo de la realidad De ahiacute el esfuerzo de los homshybres por conformar su conducta a unos modelos de comportamiento fruto de una cultura determinada y que a lo largo del devenir histoacuterico no siempre se ajustan a las realidades materialesraquo)H

37 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 19 38 G Duby Historia social e ideologa de las sociedades Barcelona 1976 paacuteg 82 Asishy

mismo cf G Duby laquoHistoire des mentaliteacutes en Lhistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 pp 937-968

460 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOWG1A ACTAS-VOL 1

Ya hemos hecho una ligera referencia a la importancia que concede Duby a los fenoacutemenos mentales en el seno de la economiacutea alto medieval De igual forma ha puesto el acento en la impronta sicologiacutea que acomshypantildea a los oriacutegenes de la caballeriacutea en la fuerza de la ideologiacutea de la laquopaz de Diosraquo durante la primera eacutepoca feudal y en los componentes mentales que arropan y dan coherencia a las relaciones feudales_ 39 Particularmente ilustrativo desde el punto de vista metodoloacutegico es el trabajo dedicado al estudio del esquema tripartito que dividiacutea la sociedad de la Alta Edad Meshydia en laquooratoresraquo laquobellatoresraquo y laquolaboratoresraquo he aquiacute un notable ejemshy

i plo de coacutemo se pueden desmontar los componentes de una estructura mental analizar su geacutenesis mostrar los mecanismos que conducen a suI

I

I

t

configuracioacuten en un todo coherente y por fin descubrir los factores que conduciraacuten a la supresioacuten del mismo_ 40 Del mismo modo los fenoacutemenos de rebeldiacutea primitiva usando el teacutermino ya consagrado de E_ J_ Hobsshybawm41 y las actitudes contestatarias de la multitud en el sentido defishynido por G_ Rudeacute42 soacutelo podraacuten ser entendidos plenamente si a los meacutetoshydos tradicionales de enjuiciamiento poliacutetico superponemos un anaacutelisis de las actitudes reflejas de las respuestas espontaacuteneas de los diferentes grupos sociales la ausencia de iIlVestigaciones de este tipo nos conducishyriacutea a penosos anacronismos43 En todos estos casos la antropologiacutea puede ayudar a la historia

laquoSin embargo la ausencia de documentos escritos en la mayoriacutea de las sociedades primitivas ha obligado al etnoacutelogo a desarrollar meacutetodos y teacutecshynicas adecuados al estudio de actividades que permanecen como conseshycuencia d~ ello imperfectamente middotconscientes en todos los niveles en que se expresanraquoH I

Finalmente y sin que esto quiera decir que hayamos agotado esta enushymeracioacuten de posibles aacutereas de contacto entre las dos disciplinas podeshymos convenir con-Evans-Pritchard en la necesidad de aprovechar la expeshy

39 Cf G Duby bull Les origines de la chevalerie bull Les lalcs et la paix de Dieuraquo y laquoLa feacuteodashyliteacute Une mentaliteacute medieacutevaleraquo en G Duby Hommes et structures du Moyen Age Pashyns-La Haya 1973 pp 325-341 227-240 Y 103-110 respectivamente

40 G Duby Los oriacutegenes de un sistema de clasificacioacuten socialraquo en G Duby Historio social pp 43-56

41 E J Hobsbawm Primitive Rebels 42 G Rudeacute The Crowd in History New York 1964 (existe versioacuten castellana Buenos Aishy

res 1971) 43 Este riesgo asiacute como la necesidad del anaacutelisis antropoloacutegico para obviarlo ha sido seshy

ntildealado en un estudio reciente sobre revueltas campesinas por J Torras Liberalismo y rebeldia campesina 1820-1823 Barcelona 1976 paacuteg 14

44 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 25

I

l1

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 461

riencia de los antropoacutelogos en estudios histoacutericos sobre problemas de pashyrentesco de linaje o de familia Las complejas articulaciones familiares en sociedades jerarquizadas como las antiguas tienen una proyeccioacuten evishydente en la trayectoria econoacutemica social y poliacutetica de las mismas Sisteshymas de herencia ligados al mantenimiento del poder de una clase enlaces matrimoniales como modo de perpetuacioacuten de una eacutelite social relaciones familiares de clientela otros tantos temas de historia social que pueden beneficiarse de la praacutectica antropoloacutegica Por ejemplo estudiando las reshylaciones de parentesco durante la Alta Edad Media tema praacutecticamente virgen hasta hace muy pocos antildeos G Duby llega a conclusiones que neshycesariamente habraacuten de ser tenidas en cuenta por los investigadores de aquel periacuteodo al sentildealar

laquoleacutetrolte correacutelation ( ) entre lhistoire de la famille et celle de leacuteconoshymie Cest en fonction dun patrimoine quil soit constitueacute de terres de pouvoirs du de monnaie que se disposent les relations de parenteacute ( ) Mais les structures familiales les coutumes et les pratiques qui assurent leur survie les reacutepresentations mentalsqui prennent appui sur elles inshyterviennent eacutel leur tour de maniere souvent indirecte mais toujours deacutecishysive pour ralentir ou acceacuteleacuterer leacutevolution des modes de production et de la hieacuterarchie des fortunesraquo45

Ignorando durante demasiado tiempo esta problemaacutetica que los anshytropoacutelogos conociacutean con profundidad la historia ha dejado en la penumshybra un aspecto fundamental de la realidad social he aquiacute otra consecuenshycia del penoso divorcio entre ambas ciencias

Pero no soacutelo los estudios sobre relaciones de parentesco permiten lleshynar un vaciacuteo y completar con una pieza importante el cuadro general de la vida social a veces la investigacioacuten de este tema variacutea sustancialmente los puntos de vista tradicionales sobre un determinado periacuteodo histoacuterico Vale la pena referirnos a un ejemplo muy reciente que afecta ademaacutes a la historia de la Peniacutensula Ibeacuterica el estudio consagrado por el historiador y arabista franceacutes P Guichard a la estructura antropoloacutegica de AI-Andashylus durante la Alta Edad Media 46

Es sabido que la excesivamiddot polarizacioacuten de los estudios sobre la histoshy

45 G Duby Structures familiales dans le moyen age occidental laquoXIII Congreso Internashyional de Ciencias Histoacutericasraquo Moscuacute 1970 paacuteg 8 Cf asimismo G Duby laquoStructushyres de parenteacute et noblesse dans la France du Nord aux Xle et XIIe sieacutecles y laquoLigshynage noblesse et chevalerie au XlIe siecle dans la reacutegion maconnaise Une reacutevisionraquo en G Duby Hommes et structures pp 267-286 Y 395-422 respectivamente

46 P Guichard Al-Andalus Estructura antropoloacutegica de una sociedad islaacutemica en Occishydente Barcelona 1976

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 9: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

458 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOG1A ACTAS-VOL 1

[ mostrado la coexistencia de diversos sistemas de civilizacioacuten de diferenshytes niveles culturales (popular nobiliario eclesial burgueacutes margina) que se entrecruzan y se influyen mutuamente 33

Pero la investigacioacuten de este amplio campo apenas explorado de la cultura popular supone en primer lugar la adquisicioacuten por parte del hisshytoriador de un amplio bagaje de conocimientos sobre el folklore y otras cuestiones que la antropologiacutea puede brindar yen segundo lugar una reshylectura minuciosa de la documentacioacuten escrita buscando en ella no ya los laquodatosraquo puntuales y concretos sino otro tipo de informacioacuten mucho maacutes sutil que descubra los sistemas de representacioacuten mental de los redactoshyres del texto 34 En este sentido la simple cuantificacioacuten del vocabulario puede a veces resultar efectiva si permite descubrir reiteraciones o aushysencias significativas3s Asimismo el estudio de las representaciones icoshynograacuteficas parece abrirse a la investigacioacuten histoacuterica como prometedor campo de experiencias seguacuten se comprueba en trabajos recientes como los de G y M Vovelle o V L Tapieacute sobre la Francia moderna y contemshyporaacutenea36

Conectado directamente con lo anterior nos encontramos con un nishyvel cultural muy primario que se manifesta en forma de efusiones afectishyvas exaltaciones de la sensibilidad colectiva comportamientos no racioshynalizados y expresiones rituales cuyo significado no es plenamente consshyciente Incluso actitudes poliacuteticas que hoy consideramos fruto de refleshyxiones perfectamente explicitadas y asumidas por sus protagonistas no I

I teniacutean este caraacutecter entre grupos sociales que soacutelo confusamente sabiacutean articular en momentos aacutelgidos sus intereses de clase de cara a una acciOacuten contestataria (los franceses llegan a denominar a estos movimientos de

33 R Mandrou La France aux XVIIe et XVIIe siecles Pariacutes 1967 (existe versioacuten casteshyllana Barcelona 1973)

34 Como trabajos modeacutelicos sobre estos temas pueden citarse los de R Mandrou De la culture populaire aux XVIIe et XVIIe siecles Paris 1964 y F Lebrun Les hommes et la mort en Anjou aux XVIIe et XVIIe siecles Essai de deacutemographie et de psychologiacutee historiques Pariacutes-La Haya 1971 (versioacuten abreviada Pariacutes 1975) la tercera parte del libro se ocupa de las actitudes de los angevinos del Antiguo Reacutegimen ante la enfermeshydad el espectaacuteculo de la muerte el fin uacuteltimo y el culto de los muertos

35 Cf por ejemplo el trabajo de K J Hollyman Le deacuteveloppemen du vocabulaire feacuteodal en France pendant le haut moyen aacutege Etude seacutemantique Ginebra-Pariacutes 1957 En este campo son muy importantes las consideraciones teoacutericas de R Robin Histoire et linguumlistique Pariacutes 1973

36 G et M Vovelle Vision de la mort et de lau-deld en Provence dapres les autels des ames du purgatoire XVe-XXe siecles Pariacutes 1970 V L Tapieacute y otros Retables baroshyques de Bretagne Pariacutes 1972

Martfnez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 459

protesta laquoeacutemotions populairesraquo) Tambieacuten aquiacute el trabajo antropoloacutegico puede ayudar al historiador Sin que estemos de acuerdo con una formushylacioacuten que separa en teacuterminos de irreductible antagonismo el mundo de lo consciente del mundo de lo inconsciente creemos que pueden tenerse en cuenta las siguientes palabras de C Leacutevi-Strauss

Teniendo el mismo objeto que es la vida social el mismo propoacutesito que es una mejor inteligencia del hombre y un meacutetodo que soacutelo variacutea en cuanto a la dosificacioacuten de los procedimientos de investigacioacuten se distinshyguen sobre todo por la eleccioacuten de perspectivas complementarias la hisshytoria organiza sus datos en relacioacuten con las expresiones conscientes de la

1 vida social y la etnologiacutea en relacioacuten con las condiciones inconscientesraquo37

Lo que en todo caso siacute es cierto es la utilidad del anaacutelisis antroposhyloacutegico para la exploracioacuten de ese sustrato de creencias de vivencias de coacutedigos no explicitados que circulan a nivel inconsciente o semiconsshyciente y que alimentan praacutecticas y comportamientos que sin aquella refeshyrencia nos pareceriacutean incoherentes y absurdos Anaacutelisis de este tipo son especialmente vaacutelidos para el estudio de las sociedades del pasado en las que la ausencia entre la mayoriacutea de la poblacioacuten de una cultura escrita favoreciacutea el desarrollo de conductas que no llegaban a alcanzar un grado de expresioacuten plenamente consciente Entre historiadores este terreno estaacute ampliamente por desbrozar aunque ya la historia de las mentalidades comiddot lectivas se propone decididamente abordar todos los niveles de expreshysioacuten desde los maacutes racionales y manifiestos hasta aquellos que parecen maacutes irracionales y son puramente afectivos Veamos coacutemo G Duby in discutible pionero en el tema de las mentalidades situacutea la cuestioacuten

para comprender la organizacioacuten de las sociedades humanas y para discernir las fuerzas que la hacen evolucionar es necesario prestar una atencioacuten similar a los fenoacutemenos mentales cuya intervencioacuten tiene sin duda alguna un caraacutecter tan determinante como la de los fenoacutemenos ecoshynoacutemicos y demograacuteficos Pues los hombres no regulan su conducta en funcioacuten de su situacioacuten real sino de la imagen que de eacutesta tienen imagen que jamaacutes es un fiel reflejo de la realidad De ahiacute el esfuerzo de los homshybres por conformar su conducta a unos modelos de comportamiento fruto de una cultura determinada y que a lo largo del devenir histoacuterico no siempre se ajustan a las realidades materialesraquo)H

37 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 19 38 G Duby Historia social e ideologa de las sociedades Barcelona 1976 paacuteg 82 Asishy

mismo cf G Duby laquoHistoire des mentaliteacutes en Lhistoire et ses meacutethodes Pariacutes 1961 pp 937-968

460 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOWG1A ACTAS-VOL 1

Ya hemos hecho una ligera referencia a la importancia que concede Duby a los fenoacutemenos mentales en el seno de la economiacutea alto medieval De igual forma ha puesto el acento en la impronta sicologiacutea que acomshypantildea a los oriacutegenes de la caballeriacutea en la fuerza de la ideologiacutea de la laquopaz de Diosraquo durante la primera eacutepoca feudal y en los componentes mentales que arropan y dan coherencia a las relaciones feudales_ 39 Particularmente ilustrativo desde el punto de vista metodoloacutegico es el trabajo dedicado al estudio del esquema tripartito que dividiacutea la sociedad de la Alta Edad Meshydia en laquooratoresraquo laquobellatoresraquo y laquolaboratoresraquo he aquiacute un notable ejemshy

i plo de coacutemo se pueden desmontar los componentes de una estructura mental analizar su geacutenesis mostrar los mecanismos que conducen a suI

I

I

t

configuracioacuten en un todo coherente y por fin descubrir los factores que conduciraacuten a la supresioacuten del mismo_ 40 Del mismo modo los fenoacutemenos de rebeldiacutea primitiva usando el teacutermino ya consagrado de E_ J_ Hobsshybawm41 y las actitudes contestatarias de la multitud en el sentido defishynido por G_ Rudeacute42 soacutelo podraacuten ser entendidos plenamente si a los meacutetoshydos tradicionales de enjuiciamiento poliacutetico superponemos un anaacutelisis de las actitudes reflejas de las respuestas espontaacuteneas de los diferentes grupos sociales la ausencia de iIlVestigaciones de este tipo nos conducishyriacutea a penosos anacronismos43 En todos estos casos la antropologiacutea puede ayudar a la historia

laquoSin embargo la ausencia de documentos escritos en la mayoriacutea de las sociedades primitivas ha obligado al etnoacutelogo a desarrollar meacutetodos y teacutecshynicas adecuados al estudio de actividades que permanecen como conseshycuencia d~ ello imperfectamente middotconscientes en todos los niveles en que se expresanraquoH I

Finalmente y sin que esto quiera decir que hayamos agotado esta enushymeracioacuten de posibles aacutereas de contacto entre las dos disciplinas podeshymos convenir con-Evans-Pritchard en la necesidad de aprovechar la expeshy

39 Cf G Duby bull Les origines de la chevalerie bull Les lalcs et la paix de Dieuraquo y laquoLa feacuteodashyliteacute Une mentaliteacute medieacutevaleraquo en G Duby Hommes et structures du Moyen Age Pashyns-La Haya 1973 pp 325-341 227-240 Y 103-110 respectivamente

40 G Duby Los oriacutegenes de un sistema de clasificacioacuten socialraquo en G Duby Historio social pp 43-56

41 E J Hobsbawm Primitive Rebels 42 G Rudeacute The Crowd in History New York 1964 (existe versioacuten castellana Buenos Aishy

res 1971) 43 Este riesgo asiacute como la necesidad del anaacutelisis antropoloacutegico para obviarlo ha sido seshy

ntildealado en un estudio reciente sobre revueltas campesinas por J Torras Liberalismo y rebeldia campesina 1820-1823 Barcelona 1976 paacuteg 14

44 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 25

I

l1

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 461

riencia de los antropoacutelogos en estudios histoacutericos sobre problemas de pashyrentesco de linaje o de familia Las complejas articulaciones familiares en sociedades jerarquizadas como las antiguas tienen una proyeccioacuten evishydente en la trayectoria econoacutemica social y poliacutetica de las mismas Sisteshymas de herencia ligados al mantenimiento del poder de una clase enlaces matrimoniales como modo de perpetuacioacuten de una eacutelite social relaciones familiares de clientela otros tantos temas de historia social que pueden beneficiarse de la praacutectica antropoloacutegica Por ejemplo estudiando las reshylaciones de parentesco durante la Alta Edad Media tema praacutecticamente virgen hasta hace muy pocos antildeos G Duby llega a conclusiones que neshycesariamente habraacuten de ser tenidas en cuenta por los investigadores de aquel periacuteodo al sentildealar

laquoleacutetrolte correacutelation ( ) entre lhistoire de la famille et celle de leacuteconoshymie Cest en fonction dun patrimoine quil soit constitueacute de terres de pouvoirs du de monnaie que se disposent les relations de parenteacute ( ) Mais les structures familiales les coutumes et les pratiques qui assurent leur survie les reacutepresentations mentalsqui prennent appui sur elles inshyterviennent eacutel leur tour de maniere souvent indirecte mais toujours deacutecishysive pour ralentir ou acceacuteleacuterer leacutevolution des modes de production et de la hieacuterarchie des fortunesraquo45

Ignorando durante demasiado tiempo esta problemaacutetica que los anshytropoacutelogos conociacutean con profundidad la historia ha dejado en la penumshybra un aspecto fundamental de la realidad social he aquiacute otra consecuenshycia del penoso divorcio entre ambas ciencias

Pero no soacutelo los estudios sobre relaciones de parentesco permiten lleshynar un vaciacuteo y completar con una pieza importante el cuadro general de la vida social a veces la investigacioacuten de este tema variacutea sustancialmente los puntos de vista tradicionales sobre un determinado periacuteodo histoacuterico Vale la pena referirnos a un ejemplo muy reciente que afecta ademaacutes a la historia de la Peniacutensula Ibeacuterica el estudio consagrado por el historiador y arabista franceacutes P Guichard a la estructura antropoloacutegica de AI-Andashylus durante la Alta Edad Media 46

Es sabido que la excesivamiddot polarizacioacuten de los estudios sobre la histoshy

45 G Duby Structures familiales dans le moyen age occidental laquoXIII Congreso Internashyional de Ciencias Histoacutericasraquo Moscuacute 1970 paacuteg 8 Cf asimismo G Duby laquoStructushyres de parenteacute et noblesse dans la France du Nord aux Xle et XIIe sieacutecles y laquoLigshynage noblesse et chevalerie au XlIe siecle dans la reacutegion maconnaise Une reacutevisionraquo en G Duby Hommes et structures pp 267-286 Y 395-422 respectivamente

46 P Guichard Al-Andalus Estructura antropoloacutegica de una sociedad islaacutemica en Occishydente Barcelona 1976

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 10: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

460 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOWG1A ACTAS-VOL 1

Ya hemos hecho una ligera referencia a la importancia que concede Duby a los fenoacutemenos mentales en el seno de la economiacutea alto medieval De igual forma ha puesto el acento en la impronta sicologiacutea que acomshypantildea a los oriacutegenes de la caballeriacutea en la fuerza de la ideologiacutea de la laquopaz de Diosraquo durante la primera eacutepoca feudal y en los componentes mentales que arropan y dan coherencia a las relaciones feudales_ 39 Particularmente ilustrativo desde el punto de vista metodoloacutegico es el trabajo dedicado al estudio del esquema tripartito que dividiacutea la sociedad de la Alta Edad Meshydia en laquooratoresraquo laquobellatoresraquo y laquolaboratoresraquo he aquiacute un notable ejemshy

i plo de coacutemo se pueden desmontar los componentes de una estructura mental analizar su geacutenesis mostrar los mecanismos que conducen a suI

I

I

t

configuracioacuten en un todo coherente y por fin descubrir los factores que conduciraacuten a la supresioacuten del mismo_ 40 Del mismo modo los fenoacutemenos de rebeldiacutea primitiva usando el teacutermino ya consagrado de E_ J_ Hobsshybawm41 y las actitudes contestatarias de la multitud en el sentido defishynido por G_ Rudeacute42 soacutelo podraacuten ser entendidos plenamente si a los meacutetoshydos tradicionales de enjuiciamiento poliacutetico superponemos un anaacutelisis de las actitudes reflejas de las respuestas espontaacuteneas de los diferentes grupos sociales la ausencia de iIlVestigaciones de este tipo nos conducishyriacutea a penosos anacronismos43 En todos estos casos la antropologiacutea puede ayudar a la historia

laquoSin embargo la ausencia de documentos escritos en la mayoriacutea de las sociedades primitivas ha obligado al etnoacutelogo a desarrollar meacutetodos y teacutecshynicas adecuados al estudio de actividades que permanecen como conseshycuencia d~ ello imperfectamente middotconscientes en todos los niveles en que se expresanraquoH I

Finalmente y sin que esto quiera decir que hayamos agotado esta enushymeracioacuten de posibles aacutereas de contacto entre las dos disciplinas podeshymos convenir con-Evans-Pritchard en la necesidad de aprovechar la expeshy

39 Cf G Duby bull Les origines de la chevalerie bull Les lalcs et la paix de Dieuraquo y laquoLa feacuteodashyliteacute Une mentaliteacute medieacutevaleraquo en G Duby Hommes et structures du Moyen Age Pashyns-La Haya 1973 pp 325-341 227-240 Y 103-110 respectivamente

40 G Duby Los oriacutegenes de un sistema de clasificacioacuten socialraquo en G Duby Historio social pp 43-56

41 E J Hobsbawm Primitive Rebels 42 G Rudeacute The Crowd in History New York 1964 (existe versioacuten castellana Buenos Aishy

res 1971) 43 Este riesgo asiacute como la necesidad del anaacutelisis antropoloacutegico para obviarlo ha sido seshy

ntildealado en un estudio reciente sobre revueltas campesinas por J Torras Liberalismo y rebeldia campesina 1820-1823 Barcelona 1976 paacuteg 14

44 C Leacutevi-Strauss Antropologa estructural paacuteg 25

I

l1

Martiacutenez y Saacutenchez Antropolog(a e Historia 461

riencia de los antropoacutelogos en estudios histoacutericos sobre problemas de pashyrentesco de linaje o de familia Las complejas articulaciones familiares en sociedades jerarquizadas como las antiguas tienen una proyeccioacuten evishydente en la trayectoria econoacutemica social y poliacutetica de las mismas Sisteshymas de herencia ligados al mantenimiento del poder de una clase enlaces matrimoniales como modo de perpetuacioacuten de una eacutelite social relaciones familiares de clientela otros tantos temas de historia social que pueden beneficiarse de la praacutectica antropoloacutegica Por ejemplo estudiando las reshylaciones de parentesco durante la Alta Edad Media tema praacutecticamente virgen hasta hace muy pocos antildeos G Duby llega a conclusiones que neshycesariamente habraacuten de ser tenidas en cuenta por los investigadores de aquel periacuteodo al sentildealar

laquoleacutetrolte correacutelation ( ) entre lhistoire de la famille et celle de leacuteconoshymie Cest en fonction dun patrimoine quil soit constitueacute de terres de pouvoirs du de monnaie que se disposent les relations de parenteacute ( ) Mais les structures familiales les coutumes et les pratiques qui assurent leur survie les reacutepresentations mentalsqui prennent appui sur elles inshyterviennent eacutel leur tour de maniere souvent indirecte mais toujours deacutecishysive pour ralentir ou acceacuteleacuterer leacutevolution des modes de production et de la hieacuterarchie des fortunesraquo45

Ignorando durante demasiado tiempo esta problemaacutetica que los anshytropoacutelogos conociacutean con profundidad la historia ha dejado en la penumshybra un aspecto fundamental de la realidad social he aquiacute otra consecuenshycia del penoso divorcio entre ambas ciencias

Pero no soacutelo los estudios sobre relaciones de parentesco permiten lleshynar un vaciacuteo y completar con una pieza importante el cuadro general de la vida social a veces la investigacioacuten de este tema variacutea sustancialmente los puntos de vista tradicionales sobre un determinado periacuteodo histoacuterico Vale la pena referirnos a un ejemplo muy reciente que afecta ademaacutes a la historia de la Peniacutensula Ibeacuterica el estudio consagrado por el historiador y arabista franceacutes P Guichard a la estructura antropoloacutegica de AI-Andashylus durante la Alta Edad Media 46

Es sabido que la excesivamiddot polarizacioacuten de los estudios sobre la histoshy

45 G Duby Structures familiales dans le moyen age occidental laquoXIII Congreso Internashyional de Ciencias Histoacutericasraquo Moscuacute 1970 paacuteg 8 Cf asimismo G Duby laquoStructushyres de parenteacute et noblesse dans la France du Nord aux Xle et XIIe sieacutecles y laquoLigshynage noblesse et chevalerie au XlIe siecle dans la reacutegion maconnaise Une reacutevisionraquo en G Duby Hommes et structures pp 267-286 Y 395-422 respectivamente

46 P Guichard Al-Andalus Estructura antropoloacutegica de una sociedad islaacutemica en Occishydente Barcelona 1976

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 11: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

462 1CONGRESO ESPAiVoL DE ANTROPOLOGIA ACTASmiddotVOL 1

riacutea andalusiacute hacia los fenoacutemenos culturales -en sentido restringido es decir a la literatura y al arte- han configurado una imagen profundashymente arraigada hoy acerca del sentido y de las caracteriacutesticas de ese peshyriacuteodo histoacuterico No entramos por el momento en los factores ideoloacutegicos que han intervenido en dicha configuracioacuten47 Simplificando en exceso pero sin creer desfigurar su significado profundo la imagen ofrecida es la siguiente la minoriacutea musulmana que invadioacute la Peniacutensula al mezshyclarse inmediatamente con la poblacioacuten autoacutectona se disolvioacute en ella reshysultando como producto de la fusioacuten una sociedad mucho maacutes laquoespashyntildeolaraquo y laquooccidentalraquo que islaacutemica Los preacutestamos linguumliacutesticos y artiacutesticos veniacutean a afianzar la idea de que por encima de disparidades raciales o reshyligiosas los habitantes de la Peniacutensula durante la Alta Edad Media eran laquoespantildeolesraquo y el cordobeacutes Ibn Hazm no era sino un laquoeslaboacuten mororaquo en la cadena de laquoespantildeolidadraquo que uniacutea a Seacuteneca con Unamuno Uevando esta imagen a sus uacuteltimas consecuencias ha habido autores que al borde de 10 humoriacutestico se han preguntado -muy seriamente por su parte- si los aacuterabes habiacutean realmente invadido la Peninsula48 El trabajo de P Guishychard parte de presupuestos muy diferentes en lugar de limitarse a los datos literarios o artiacutesticos elige estudiar laquoun hecho social tiacutepicamente no occidental para tratar de evaluar su importancia en la sociedad de los primeros siglos de la Espantildea musulmana concretamente el hecho cIaacutenico y triba 4 J Intenta dilucidar si durante la Alta Edad Media las estructuras de parentesco andalusiacutees se asemejaban maacutes a las laquooccidenta- lesraquo que a las laquoorientalesraquo para ello recurre a los meacutetodos antropoloacutegishycos definiendo los rasgos esenciales de la familia laquooccidentalraquo y de la laquoaacuterabo-bereberraquo y procediendo posteriormente a una relectura de las fuentes andalusiacutees para mostrar queacute tipo predominoacute en la sociedad mushysulmana peninsular

No es este el lugar ni la ocasioacuten para comentar las importantes enseshyntildeanzas que se pueden extraer de la obra de P Guichard pero queda pashytente quizaacutes con maacutes claridad que en los ejemplos anteriores la posibilishydad de un perfecto maridaje entre antropologiacutea e historia a la hora de es tudiar los rasgos esenciales de una sociedad concreta 50

47 ef la introduccioacuten de M BarceIoacute a G Rosselloacute Bordoy Mallarta musulmana (Estudis darqueologie) Mallorca 1973 pp 5middot26

48 l Olaguumle Les Arabes nont jamais envahi IEspagne Pariacutes 1969 ef la reacuteplica del proshypio P Guicbard -Les Arabesont bien envahi lEspagneo Annales E S C XXIX (1974) pp 1483middot1513

49 P Guichard AI-Andalus paacuteg 50 SO Tampoco queremos dejar de sentildealar el intereacutes que en el caso de nuestra historia mo-

Martinez y Saacutenchez AntropologUacutel e Historia 463

Si en el caso que acabamos de citar el historiador se ha doblado en antropoacutelogo podemos destacar ahora un ejemplo muy reciente de colaboshyracioacuten interdisciplinar en el campo de las relaciones de parentesco la pushyblicacioacuten de un volumen de estudios sobre los sistemas de herencia en las sociedades de la Europa preindustrial editado conjuntamente por un anshytropoacutelogo social J Goody y dos historiadores de la economiacutea y de la soshyciedad J Thirsk y E P Thompson51

Conclusioacuten

A lo largo de estas liacuteneas hemos intentado subrayar sobre todo la necesishydad de superar un planteamiento erroacuteneo el que establece la dicotomiacutea entre antropologiacutea e historia reservando a la primera la visioacuten sinshycroacutenica estructural de la realidad y a la segunda la visioacuten diacroacutenica temporal de esta misma realidad La antropologiacutea necesita combinar orshygaacutenicamente ambos enfoques si quiere realmente comprender su objeto La historia por su parte no tiene el monopolio de la dimensioacuten temporal sino que por el contrario sus anaacutelisis son sincroacutenicos cuando reflexiona sobre las estructuras y diacroacutenicos cuando se trata del problema del camshybio social como hacen los antropoacutelogos o los socioacutelogos Su terreno proshypio es el pasado aunque este pasado no esteacute ensanchando a cada insshytante esteacute constantemente avanzando hacia nuestro presente Y su vocashycioacuten es la de convertirse en una historia integradora utilizando la expreshysioacuten de P Vilar una historia que ponga en relacioacuten los diferentes planos de la realidad social los diferentes aspectos de la actividad del hombre en sociedad

Si compartimos esta concepcioacuten la historia y la antropologiacutea no soacutelomiddot se abren hoya la colaboracioacuten interdisciplinar sino que auacuten maacutes se enshycuentran en tensioacuten hacia la reconstruccioacuten de la unidad de las ciencias sociales hacia un horizonte dominado seguacuten las palabras de M Godemiddot lier por

laquouna sola ciencia que seraacute a la vez teoriacutea comparada de las relaciones

deroa presenta el tratamiento desde la antropologiacutea de un tema tan importante como el de las minoriacuteas eacutetnicas y religiosas (moriscos judiacuteos gitanos etc) Los valiosos y conocidos trabajos de J Caro Baroja de J Reglaacute de A Dominguez Ortiz no agotan las posibilidades de utilizar nuevos testimonios y de ampliar nuestros planteamientos sobre la materia

51 J Goody J Thirsk y E P Thompson (eds) Family and Inheritance Londres 1977

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl

Page 12: Antropologfa e historia: hacia una necesaria relación ...digital.csic.es/bitstream/10261/35214/1/SanchezM-1978- Antropologia e... · Hmitar el campo respectivo de la antropologia

ACTAS-VOL 1 464 1 CONGRESO ESPANtildeOL DE ANTROPOLOGIA

mciales y explicacioacuten de las sociedades concretas aparecidas en el curso irreversibLe de la historia y esta ciencia combinando historia y antropoloshygiacutea economiacutea poliacutetica sociologiacutea y psicologiacutea seraacute ni maacutes ni menos lo que los historiadores entienden por historia universal o lo que los antroshypoacutelogos intentan y ambicionan con la denominacioacuten de antropologiacutea

generalraquo ~

t52 M Godelier Antropologla Y econornla paacuteg 295 iexcl