Angelus Meditado
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ÁNGELUS MEDITADO “El ángel del Señor anunció a María” Señor, que al igual que el ángel con María, sepamos nosotros también anunciarte al mundo, ser tus testigos ante los demás, con nuestros actos y nuestras palabras. Que como María sepamos escuchar tu voz en la voz de nuestros hermanos y especialmente en la Escritura y la Tradición, con cuidado, como la mantienen quienes presiden nuestra Iglesia en la caridad. “Y concibió por obra y Gracia del Espíritu Santo” Señor, que al igual que María concibió a Jesús en su vientre, nosotros también podamos concebirte en nuestro corazón, con sencillez, reconociéndonos siempre necesitados de tu Gracia. “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra” Señor, que al igual que María, podamos entregarnos plenamente a vos, confiados en que tu voluntad busca siempre lo mejor para nosotros, aquello que nos va a hacer plenamente felices, aunque ello represente a veces dolor y entrega. Por eso decimos, junto a María, “¡Henos aquí tus esclavos, tus servidores. Que se haga en nosotros tu voluntad!”. “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” Señor, de la misma manera que quisiste habitar en cuerpo, alma y divinidad junto a nuestros padres en la fe hace 2000 años, te pedimos que te quedes hoy también entre nosotros, con tu cuerpo glorificado. Danos la Gracia, Jesús, de reconocerte SIEMPRE en la Eucaristía y en los excluidos.
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Rezo del Angelus con una breve reflexión.
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NGELUS MEDITADOEl ngel del Seor anunci a Mara
Seor, que al igual que el ngel con Mara, sepamos nosotros tambin anunciarte al mundo, ser tus testigos ante los dems, con nuestros actos y nuestras palabras. Que como Mara sepamos escuchar tu voz en la voz de nuestros hermanos y especialmente en la Escritura y la Tradicin, con cuidado, como la mantienen quienes presiden nuestra Iglesia en la caridad.
Y concibi por obra y Gracia del Espritu Santo
Seor, que al igual que Mara concibi a Jess en su vientre, nosotros tambin podamos concebirte en nuestro corazn, con sencillez, reconocindonos siempre necesitados de tu Gracia.He aqu la esclava del Seor. Hgase en m segn tu palabra
Seor, que al igual que Mara, podamos entregarnos plenamente a vos, confiados en que tu voluntad busca siempre lo mejor para nosotros, aquello que nos va a hacer plenamente felices, aunque ello represente a veces dolor y entrega. Por eso decimos, junto a Mara, Henos aqu tus esclavos, tus servidores. Que se haga en nosotros tu voluntad!.Y el Verbo se hizo carne y habit entre nosotrosSeor, de la misma manera que quisiste habitar en cuerpo, alma y divinidad junto a nuestros padres en la fe hace 2000 aos, te pedimos que te quedes hoy tambin entre nosotros, con tu cuerpo glorificado. Danos la Gracia, Jess, de reconocerte SIEMPRE en la Eucarista y en los excluidos.AMN!
