Análisis de las fallas de mercado en el desarrollo y origen de la crisis de las hipotecas subprime

27
“Análisis de las fallas de mercado en el desarrollo y origen de la crisis de las hipotecas subprimeMariano Humberto Bernardi 1 1 Abogado (UBA); Especialización en Derecho Empresario (UBA); Maestría en Derecho y Economía (UTDT); Especialización en Derecho del Petróleo y Gas (UBA); Estudio Bernardi & Asociados Abogados; www.bernardi-asociados.com

Transcript of Análisis de las fallas de mercado en el desarrollo y origen de la crisis de las hipotecas subprime

“Análisis de las fallas de mercado en el desarrollo y origen de la crisis de las

hipotecas subprime”

Mariano Humberto Bernardi1

1Abogado (UBA); Especialización en Derecho Empresario (UBA); Maestría en Derecho y Economía

(UTDT); Especialización en Derecho del Petróleo y Gas (UBA); Estudio Bernardi & Asociados

Abogados; www.bernardi-asociados.com

Resumen:

El presente trabajo aborda las relaciones de los ciclos crediticios con los ciclos

económicos, teniendo en cuenta las fases expansivas y recesivas de la economía. En este

marco, las entidades crediticias, con la finalidad de expandir el mercado de créditos

hipotecarios, otorgaron créditos a sujetos no calificados.

Esta falla en el diseño de las políticas crediticias alteró los principios básicos de

reducción del riesgo, circunstancia que dio lugar al proceso de creación de las hipotecas

sub-prime.

La eclosión de la crisis de las hipotecas sub-prime en los Estados Unidos

constituyó el núcleo de la crisis financiera internacional; crisis sistémica que propagó

sus efectos en forma horizontal y con repercusión global a través de todos los mercados

mundiales asociados.

Finalmente, se destaca el papel de la regulación que no pudo amortiguar el

impacto de una inadecuada cuantificación del riesgo.

Palabras claves: hipotecas sub-prime, políticas crediticias, fase expansiva, fase

recesiva, economía, gobierno corporativo, garantías, crédito, riesgo, cobranza, fallas,

fallas de mercado, crisis financiera internacional.

Índice:

Introducción .......................................................................................... 1

I. Proceso de creación de las hipotecas sub-prime ................................. 3

A) Inicio del proceso: La fase expansiva del ciclo económico .............. 3

1. Desarrollo del proceso ………………………..….…………………5

a) Errores ocasionados en las políticas crediticias ................................ 6

b) El gobierno corporativo…………………………………………..…8

c) Las garantías………………………………………………….…….10

B) Fin del proceso: La fase recesiva del ciclo económico ...................11

II. Fallas de mercado............................................................................14

A) Falla a nivel macroeconómico……………………………………14

B) Fallas a nivel microeconómico…..………………………………..15

1. Falla en el proceso crediticio…….………………………………...15

2. Falla en la cobranza………………………………………………..17

C) Asimetrías en la información……………………………………..19

Conclusiones .................................................................................... ..20

Bibliografía.........................................................................................22

1

Introducción:

El presente trabajo aborda las relaciones de los ciclos crediticios con los ciclos

económicos, teniendo en cuenta las fases expansivas y recesivas de la economía. En este

marco, las entidades crediticias, con la finalidad de expandir el mercado de créditos

hipotecarios, otorgaron créditos a sujetos no calificados.

Esta falla en el diseño de las políticas crediticias alteró los principios básicos de

reducción del riesgo, circunstancia que dio lugar al proceso de creación de las hipotecas

sub-prime.

Tradicionalmente, el otorgamiento de créditos - como muchas otras actividades

de negocios - comporta una inversión. Ello implica que sea recuperable y que genere un

determinado nivel de rentabilidad, dentro del horizonte de tiempo asociado al

aplazamiento del pago inherente a este servicio financiero.

Con relación a ello, se encuentran tres elementos imbricados en el negocio: a) el

tiempo, que es inherente a la esencia del negocio del crédito, al ser su mecánica la

entrega adelantada de un valor inicial por parte de la entidad prestataria, una suma de

capital y la posterior cancelación secuencial de capital e intereses, b) el riesgo, que se

encuentra directamente relacionado, ya que durante la vida de un crédito, la situación de

los tomadores de créditos puede variar; y dependiendo de la dirección de los cambios,

los créditos podrían tornarse incobrables y c) el costo, que es también un elemento

central, ya que como en cualquier inversión, se requieren fuentes de financiación que

generan un costo financiero.

Mucho más marcados son estos aspectos si están relacionados con el mercado de

créditos hipotecarios, donde el horizonte de reintegro es el largo plazo y los mercados

podrían desenvolverse en economías inestables.

De todas maneras, aun en contextos estables, el riesgo de incobrabilidad siempre

se encuentra presente; y en ese sentido, el recupero de las colocaciones de créditos es

una de las variables menos controlables y que puede ocasionar graves problemas, como

la iliquidez o el aumento excesivo de los costos de financiación, entre otros.

2

Entonces, lograr resultados de rentabilidad y en los niveles esperados por los

inversores es la resultante de un delicado equilibrio de variables. Por ello, es necesario

sistematizar la actividad de créditos y cobranzas para lograr la mayor eficiencia y

alcanzar índices de cobrabilidad óptimos2.

Todo ello conlleva un control altamente exigente de las variables de negocio y se

hace necesario el desarrollo del gerenciamiento de créditos y cobranzas, cuyos objetivos

abarcan: “a) propiciar el objetivo de ventas de la empresa, b) seleccionar rigurosamente

los créditos, es decir, minimizar el riesgo, c) optar por aquellas fuentes financieras más

económicas para el sostenimiento del plazo de cobro y d) realizar un exhaustivo y

riguroso control del seguimiento de los cobros con el fin de no estrangular la liquidez de

la empresa”3.

En el modelo modificado o “modelo de hipotecas sub-prime”, las entidades

crediticias otorgaron créditos a sujetos no acreditables, modificando el principio de

reducción de riesgo, el cual debe ser contemplado por las políticas crediticias. Este

proceso generó la consecuente morosidad y riesgo de incobrabilidad, los cuales se

extendieron primero al mercado bancario y luego al sistema financiero y bursátil.

La eclosión de la crisis de las hipotecas sub-prime en los Estados Unidos

constituyó el núcleo de la crisis financiera internacional; crisis sistémica que propagó

sus efectos en forma horizontal y con repercusión global a través de todos los mercados

mundiales asociados.

Finalmente, se destaca el papel de la regulación que no pudo amortiguar el

impacto de una inadecuada cuantificación del riesgo.

2 Acosta, Juan Carlos; Gestión de Créditos y Cobranzas. Cómo minimizar el riesgo de la operatoria

crediticia y resolver las situaciones de cobranzas conflictivas en un mercado de alta iliquidez; Miami;

Florida; Estados Unidos; 2001; pág. 7. 3 Santandreu, Eliseu; Manual del Credit Manager; Editorial Gestión 2000; España; 2002; pág. 14.

3

I. Proceso de creación de las hipotecas sub-prime:

A) Inicio del proceso: la fase expansiva del ciclo económico

Un primer factor de riesgo, al que puede considerarse como estructural o

macroeconómico, lo constituyen los ciclos crediticios concomitantes con los ciclos

económicos, en sus fases expansiva y recesiva.

Estudios realizados4 han comprobado la existencia de evidencia empírica del

relajamiento de los estándares o condiciones de calificación crediticia, para evaluar a los

solicitantes de crédito en períodos de expansión económica, como así también en cuanto

a las exigencias en las garantías.

Durante los períodos de expansión de los ciclos económicos, las entidades

crediticias conceden crédito a clientes con mayor riesgo y disminuyen los créditos

garantizados o la calidad de las garantías.

Dichos estudios también demostraron una relación positiva pero que refleja sus

efectos de manera desfasada en el tiempo, entre el rápido crecimiento del crédito y los

impagados en los préstamos bancarios.

Asimismo, la previa fase expansiva de la economía, en la cual se encuentra el

inicio del proceso que desencadena la creación de las hipotecas subprime, puede

ubicarse en los Estados Unidos.

La rama de la construcción junto con las altas tasas de rentabilidad fueron el

motor de la expansión desde el año 2001, experimentando el conocido “boom

inmobiliario” de los años 2001 a 2005.

4 En Jiménez, Gabriel; Saurina, Jesús; “Ciclo crediticio, riesgo de crédito y regulación prudencial”;

Revista de Estabilidad Financiera; Número 10. Mayo de 2006; Banco de España; pág. 11;

http://www.bde.es/informes/be/estfin/numero10/estfin0110.pdf.

Gabriel Jiménez y Jesús Saurina pertenecen a la Dirección General de Regulación del Banco de España.

Dicho trabajo constituye una versión reducida del Documento de Trabajo Nº 0531, del Banco de España

4

Las empresas de bienes raíces, apalancadas con préstamos bancarios baratos,

comenzaron a comprar tierras, a urbanizarlas y a construir viviendas.

Dicho “boom” fue promovido por las ex agencias estatales, Fannie Mae y

Freddie Mac, creadas oportunamente para estimular el mercado hipotecario, las cuales

por el hecho de haber sido estatales gozaban de una sólida confianza en el mercado y

ofertaban a tasas sensiblemente bajas5.

‘Fannie Mae’ y ‘Freddie Mac’ son las formas de designación de la “Federal

National Mortgage Association” - Asociación Federal de Hipotecas - y la “Federal

Home Loan Mortgage Corporation” - Corporación Federal de Hipotecas y Crédito para

la Vivienda -, creadas en 1938 y 1970, respectivamente. Su función primaria es

mantener no sólo la cantidad de viviendas accesibles, sino también el funcionamiento

del mercado de la vivienda, por medio de la financiación a prestamistas de hipotecas -

bancos y financieras - a costos de capital mayoristas6.

Estas dos entidades garantizaban el 45 por ciento del crédito hipotecario del

mercado hipotecario americano (5,2 trillones vs. 12 trillones del mercado total7 -

5.200.000 millones de dólares vs. 12.000.000 millones de dólares del mercado total).

Por otra parte, cabe mencionar que el propio estado americano había

flexibilizado los requisitos de la operatoria hipotecaria de ambas entidades, las cuales

además contaban con una línea de crédito del Tesoro por 2,5 billones de dólares (2500

millones de dólares), generando la sensación de un respaldo implícito8.

Entre las características del desarrollo del proceso, se puede detectar una fase

expansiva del ciclo económico que genera un rápido crecimiento del crédito.

5 “Llueven las críticas en EEUU: no quieren que el Estado pague los platos rotos”; Sección Finanzas y

Mercados; El Cronista; 25 de agosto de 2008. 6 “Una fórmula de financiamiento nacida tras la crisis del ’30”; Sección Finanza y Mercados; El Cronista;

14 de julio de 2008; pág. 2. 7 “La crisis hipotecaria en EEUU y sus enseñanzas”; Sección Opinión Calificada: Fannie Mae - Freddie

Mac; Reporte Inmobiliario – Economía y Bienes Raíces; 9 de julio de 2008;

http://www.reporteinmobiliario.com/nuke/modules.php?name=News&file=article&sid=1212 8 “Tener avales del Tesoro no fue un sinónimo de inmunidad frente a la crisis inmobiliaria”; (Financial

Times); El Cronista; 14 de julio de 2008.

5

1. Desarrollo del proceso:

En las fases expansivas de la economía reina un desmedido exceso de confianza

de las entidades prestamistas en sus proyectos de inversión, disparada por la situación

económica y la capacidad de repago de los solicitantes o acreditados.

Este fenómeno se ve acompañado por una sólida posición de capital de los

bancos (generalmente por encima de los requerimientos legales mínimos o encajes

bancarios) o liquidez, que a su vez esas entidades se ven urgidas de colocar.

Por su parte, Estados Unidos se presentó como un estado estimulador y promotor

de la actividad inmobiliaria e hipotecaria, cuyo objetivo era dinamizar el ciclo

económico.

Las dos agencias Freddie y Fannie, antes estatales y luego empresas respaldadas

por el gobierno, fueron utilizadas como las principales fuentes de financiamiento

hipotecario.

Para referir el escenario económico de la fase expansiva, se presenta una nota de

The Observer - El Observador -, que representó el cuadro de situación9: “Pero en los

2000, cuando las bolsas se enfriaron y la FED (Federal Reserve - Reserva Federal -)

bajó las tasas de interés para sostener la confianza de los consumidores, pareció más

sólido apostar a los ladrillos. Los dueños de viviendas aprovecharon las bajísimas tasas

hipotecarias para ampliar su deuda y cambiar. El sector de la construcción respondió

edificando cientos de miles de nuevas casas”.

La fase expansiva alcanzó a toda la economía, se acrecentó la competencia en

general y en el sector (construcción, inmobiliario, hipotecario) en particular y comenzó

una tendencia al ablandamiento o liberalización de las políticas crediticias, las cuales

generaron estándares de crédito muy complacientes.

9 “Qué pasa si el boom inmobiliario de los Estados Unidos se desinfla”; Clarín.com; 18 de marzo de

2007; http://www.clarin.com/suplementos/economico/2007/03/18/n-01001.htm

6

El nuevo mercado de las hipotecas sub-prime exigió menos requisitos al tomador

de crédito a cambio de altos intereses, creando operaciones de alto riesgo de

incobrabilidad para las entidades crediticias que las otorgaban.

El inicio de los problemas de las agencias Fannie y Freddie se atribuye a un

fuerte aumento de la morosidad en los pagos; ya que los propietarios de viviendas

comenzaron a dejar de pagar sus préstamos10

.

a) Errores ocasionados en las políticas crediticias:

Con la finalidad de expandir el mercado hipotecario, las entidades crediticias

otorgaron créditos a sujetos no acreditables -mercado de hipotecas sub-prime-, alterando

el principio de reducción de riesgo, el cual debe contemplar la política crediticia.

Hasta finales de 1980 en los Estados Unidos, un banco extendía un préstamo

hipotecario a un individuo y lucraba con los intereses del crédito durante los típicos

treinta años de amortización, hasta su cancelación total.

La entidad prestataria, con la intención de recuperar su crédito, realizaba un

exhaustivo análisis crediticio, cualitativo y cuantitativo, con la finalidad de determinar el

grado de riesgo que presentaba el prestatario con la mayor precisión posible, para

garantizar que no acreditaba a un potencial moroso.

Según el Modelo Tradicional o “Traditional Model” con su dinámica

específica11

, los bancos otorgaban créditos hipotecarios a individuos y una vez que

dichos bancos llegaban a un porcentaje determinado de su cartera de colocaciones,

dejaban de prestar12

.

10

“Estados Unidos rescata a las dos entidades que garantizan 45% del crédito hipotecario”; Sección

Finanza y Mercados; El Cronista; 14 de julio de 2008; pág. 2. 11

Krishnan, Vasudev; “Un análisis de la crisis sub-prime. Breve análisis e interrogantes de los orígenes

de la crisis (2000-2008)”; Scribd.com; 4 de octubre de 2008; pág. 17;

http://www.scribd.com/doc/8360953/An-Analysis-of-SubPrime-Crisis 12

“La Crisis Financiera Internacional”; EconLink.com.ar; mayo de 2008;

http://www.econlink.com.ar/crisis-financiera-internacional

7

La agencia estatal americana de préstamo y garantía de fondos hipotecarios -

Fannie Mae - comenzó a comprar la cartera hipotecaria de los bancos, para que ellos

dispusieran de liquidez y pudieran continuar prestando. Con esas carteras se armaron

paquetes de hipotecas y se emitieron títulos valores con las hipotecas como garantía, para

que otros inversores los financiaran.

El Modelo Modificado o “Sub-Prime Model” contiene su dinámica propia13

.

En 1998 se produjo una innovación financiera en los Estados Unidos: los fondos

para generar préstamos hipotecarios para adquirir propiedades inmobiliarias, ya no

provenían sólo de fuentes locales, sino también podían comercializarse mediante las

operaciones bursátiles; generando que inversores extranjeros pudieran invertir en ese tipo

de activo financiero, quienes disponían de grandes flujos de efectivo (producidos por el

boom asiático y los crecientes precios del petróleo).

Uno de esos instrumentos fueron las obligaciones de deuda garantizadas o

“CDOs” - Collateralized Debt Obligations - instrumentos derivados negociables, cuyas

variaciones de precios están relacionadas a un activo subyacente, por lo cual derivan su

valor del valor de otro activo14

.

Estos derivados recibieron las calificaciones más altas por parte de las agencias

de calificación. Las entidades crediticias crearon fondos de inversión especiales que

compraron los bonos, los cuales no aparecieron en los balances de los bancos.

Los créditos hipotecarios de los bancos fueron vendidos a los fondos de cobertura

o “hedge funds” -3.000 en el mundo- que buscaron negocios de alto riesgo,

prometiendo mayor rentabilidad. Estos fondos de inversión desregulados se endeudaron

usando las obligaciones de deuda garantizada o CDO en garantía.

Allí es donde aparecen las hipotecas sub-prime, las cuales buscaron otorgarle

créditos a solicitantes cuyo perfil crediticio estaba evaluado como riesgoso para

concederle un préstamo tradicional; y con dinero proveniente de los retornos de la

13

Krishnan, Vasudev; ob. cit.; nota 73. 14

“La Crisis Financiera Internacional”; ob. cit.

8

titulización. Ahora bien, al tener mayor riesgo, la tasa que pagaron fue mayor a la de

aquellos solicitantes que al pedir un crédito calificaban para recibir los préstamos

tradicionales.

De esta forma, lograron darle rentabilidad a los fondos líquidos disponibles de

inversores de todo el mundo, bajo la suposición de los inversores de que los precios de

las propiedades inmobiliarias siempre se incrementarían; ya que nunca habían caído

antes y que si los acreditados no pudieran solventar los pagos se ejecutarían las garantías.

Finalmente, existieron aspectos que tornaron más complejos los mercados de los

créditos hipotecarios, como ser los procesos de securitización, por medio de los cuales

los bancos de Estados Unidos acumularon las hipotecas de mala calidad o sub-prime,

pero no las conservaron; sino que por el contrario, buscaron venderlas en los mercados

financieros con la idea de recuperar liquidez, volver a prestar y seguir maximizando sus

utilidades, cuyo resultado ha sido “exportar” el riesgo al mercado bursátil.

En 2006 dos tercios de las hipotecas de alto riesgo - sub-prime -, otorgadas a los

peores compradores, estaban colocadas en el mercado bursátil15

. Casi la mitad de los

préstamos hipotecarios extendidos en los Estados Unidos fueron "de mala calidad", es

decir, se concedieron a personas con un mal historial de crédito o que no justificaron sus

ingresos debidamente.

La consecuencia ha sido una tasa de morosidad y ejecución de hipotecas de

riesgo que cuadruplicó la media histórica16

, las cuales se atribuyeron a un fuerte aumento

de la morosidad en los pagos ya que los propietarios de las viviendas hipotecadas dejaron

de pagar los préstamos.

b) El gobierno corporativo:

15

“La crisis inmobiliaria de EEUU sacude por primera vez a la economía mundial”; Público.es - Diario

Público; 27 de setiembre de 2007;

http://www.publico.es/agencias/EFE/002624/crisis/inmobiliaria/eeuu/sacude/primera/vez/economia/mund

ial ; 16

“La crisis inmobiliaria de EEUU sacude por primera vez a la economía mundial”; ob. cit.

9

Con respecto a los factores propios del ámbito del gobierno corporativo, se

puede mencionar que los directivos del negocio, una vez que han alcanzado los

objetivos de rentabilidad del capital para sus accionistas, se alejaron del criterio de

maximización del valor de la empresa y orientaron el management hacia la realización

de sus propios intereses. Los objetivos perseguidos fueron el incremento de su presencia

social-empresaria direccionado a través de la mayor presencia social de la empresa, en

el plano externo y/o el crecimiento de su poder dentro de la organización.

También resulta importante analizar la remuneración de los directores: si

aquéllos son retribuidos en función de objetivos de crecimiento de la cartera o de

rentabilidad. En el primer caso se podría estar propiciando un rápido crecimiento del

crédito.

Para tener una magnitud del peso que tienen en este tipo de negocio los

ejecutivos corporativos, a las tensiones que pueden verse sometidas sus decisiones y

para poder dimensionar la trascendencia que tiene el gobierno corporativo, son muy

elocuentes los datos que se refieren seguidamente.

Los ejecutivos suelen firmar “contratos blindados”, en los cuales dejan

estipulados no sólo sus ingresos sino también sus indemnizaciones de desvinculación17

.

Por ejemplo, Stanley O'Neal, Presidente de Merrill Lynch desde 2002, fue uno de los

17

“Paracaídas dorados para premiar el fracaso”; El País.com; 12 de octubre de 2008;

http://www.elpais.com/articulo/semana/Paracaidas/dorados/premiar/fracaso/elpepueconeg/20081012elpne

glse_6/Tes/

“Angelo Mozilo, Presidente de Countrywide Financial, percibió un salario de 200 millones de dólares en

cuatro años. Además, lo retiraron con 56 millones de dólares en efectivo y 140 millones de dólares si se

suman las opciones; Richard S. Fuld, de Lehman Brothers, percibió una indemnización de 53 millones de

dólares, a los que habría que sumar los 480 millones que ha ganado desde el año 2000; se calculó que sus

ingresos ascendían a 17.000 dólares por hora; Kerry Killinger y Alan Fishman, de Washington Mutual,

44 y 19 millones de dólares, respectivamente, como gratificación de despido; Ken Thompson, de

Wachovia, 42 millones de dólares; Richard Syron y Daniel Mudd, ambos dirigentes de Freddie Mac, 16 y

8 millones de dólares, respectivamente; James Cayne, de Bear Stearns, 13 millones de dólares a lo que

hay que sumar los 60 millones de dólares por la venta de sus acciones; Martin J. Sullivan, comandó AIG,

desde 2006 dejando la firma en junio de 2007 llevándose 22 millones de dólares. Para no suponer

erróneamente que se trata de un fenómeno americano exclusivamente, podemos mencionar algunos casos

de España): Ángel Corcóstegui, ex consejero delegado del Banco Santander, cobró en 2002, 108 millones

de euros por dejar el banco; José María Amusátegui, ex co-presidente de la misma entidad, se llevó 56

millones de euros en 2001”. (Las cifras expresadas se consignaron con valores según la notación

hispanoamericana).

10

primeros despedidos por la crisis de las hipotecas y percibió una indemnización de

ciento sesenta millones de dólares.

El mercado de los Estados Unidos se desenvolvió en un marco de

desregulación del sistema de control sobre las operaciones de riesgo, mientras que el

mercado hipotecario sub-prime resultaba nuevo, atento a comenzar con los procesos de

bursatilización y securitización.

Resulta interesante pensar si en ese escenario, los ejecutivos de las compañías

bajo el paraguas de sus “contratos blindados” y millonarios sistemas de bonus, no se

habrían visto tentados a traspasar los límites técnicos de riesgo en forma excesiva.

Los directores de negocio se vieron compelidos a aplicar una política crediticia

más indulgente debido a la fuerte competencia; a efectos de no permitir que la entidad

prestataria perdiera de forma sistemática su cuota de mercado, como tampoco desearon

que su índice de productividad cayera por debajo de los de sus competidores, y pusiera

en peligro su continuidad laboral.

Estos factores conjugados generaron una visión de corto plazo, que produjeron

impagos extendidos a nivel de toda la cartera, no sólo fueron juzgados como “errores

comunes a toda la industria” sino que también pudieron haber potenciado la audacia del

management.

c) Las garantías:

Otra variable que incide en el proceso como factor propiciador del ciclo

crediticio son las garantías.

En los períodos de expansión de la economía se verifican procesos de aumento

de valor de los activos, sean viviendas, tierra, acciones y cualquier especie que pueda

servir como garantía, lo que genera una mayor disponibilidad para prestar en los bancos,

11

que ven sus colocaciones de créditos mayormente respaldadas. Aunque hay casos en

que el exceso de confianza llevaba inclusive a suprimirlas18

.

El boom inmobiliario disparó los precios de los bienes raíces a niveles

extraordinarios, por más de diez años, promovido por las agencias Freddie y Fannie, al

estimular los mercados de tierras, construcción, inmobiliario y de créditos.

En las fases expansivas de los ciclos económicos, las entidades de préstamo

reducen los requerimientos de garantía de las operaciones de crédito y los aumentan en

las recesiones.

Uno de los primeros efectos de la crisis consiste en que la cobertura que brindan

las previsiones monetarias totales son altas durante los períodos expansivos, pero

durante los períodos recesivos, los valores de los bienes suelen bajar en términos

relativos y los activos impagados y la morosidad se establecerán en su punto álgido. Las

depreciaciones de las garantías habían ascendido hasta un veinte por ciento en el 2005 y

habían vuelto a bajar un cinco por ciento en el 200619

.

B) Fin del proceso: La fase recesiva del ciclo económico

Progresivamente en la fase recesiva se fueron sucediendo sus manifestaciones

tempranas. Como se señaló anteriormente, la expansión se inició en el año 2001

experimentando el “boom inmobiliario” entre los años 2001 a 2005.

En 2006 la crisis había empezado a manifestarse y existía el temor de que la

“crisis del sector arrastrara al conjunto de la economía”20

. Con la caída en los índices de

nuevas construcciones, el número de viviendas iniciadas se colocó en agosto en su nivel

18

Jiménez, Gabriel; Saurina, Jesús; ob. cit.; pág. 12;

http://www.bde.es/informes/be/estfin/numero10/estfin0110.pdf 19

“El 'boom' inmobiliario pincha en EEUU”; El País.com; 24 de setiembre de 2006;

http://www.elpais.com/articulo/economia/boom/inmobiliario/pincha/EE/UU/elpporintcor/20060924elpepi

eco_3/Tes/ 20

“El 'boom' inmobiliario pincha en EEUU”; ob. cit.

“Los permisos de construcción descendieron por séptimo mes consecutivo, algo que no se veía desde

1986. Las ventas de vivienda nueva cayeron y el número de casas sin vender alcanzó un récord en julio,

lo que obligó a los constructores a reducir los precios y ofrecer incentivos para atemperar la caída de la

demanda. El boom inmobiliario había sido una importante fuente de empleo en la última fase expansiva”.

12

más bajo desde 2003; después de caer ese mes un seis por ciento o un veinticuatro por

ciento en un año.

En el año 2007 podía observarse21

que las depreciaciones de viviendas

continuaban y que por lo menos uno de cada ocho propietarios tenedores de hipotecas

sub-prime no había podido pagar una cuota, con duras consecuencias para los bancos.

En agosto del 2008, la FED (Federal Reserve - Reserva Federal -) anunció que

debía rescatar las dos compañías hipotecarias más importantes de Estados Unidos,

Fannie Mae y Freddie Mac con doscientos billones de dólares (200.000 millones de

dólares).

Por su parte y a pesar de las maniobras e intervenciones oficiales, se sucedieron

los cracks bancarios y pérdidas que llegaron a registrar quinientos billones de dólares

(500.000 millones de dólares) y el cincuenta por ciento de esa cifra correspondía a

bancos americanos y el cuarenta y cinco por ciento a bancos europeos: entre los

americanos se encontraron Citibank, Merril Lynch, Wachovia, Bank of America y

Wamu; entre los europeos, UBS, HSBC, IKB, Royal Bank of Scotland y Deutsche

Bank22

. El resto correspondía mayormente a bancos asiáticos (con pérdidas por 24.000

millones de dólares).

Finalmente y luego de profundas repercusiones en los mercados inmobiliarios,

hipotecarios, financieros y bursátiles mundiales, Estados Unidos generó un Plan

Anticrisis que envió al Congreso, cuya finalidad fue intervenir el mercado con 700.000

millones de dólares, para adquirir bienes relacionados con hipotecas de cualquier

institución financiera de ese país (es decir, comprar a cualquier institución financiera

norteamericana con deudas consideradas incobrables en el curso de los dos próximos

años), permitir al Secretario del Tesoro comprar, retener y vender esos bienes cuando lo

considerara oportuno, autorizar al Gobierno a designar a 'agentes financieros del

21

“Qué pasa si el boom inmobiliario de los Estados Unidos se desinfla”; Clarín.com; 18 de marzo de

2007; http://www.clarin.com/suplementos/economico/2007/03/18/n-01001.htm

“Por su parte, el gasto en construcción cayó. Los compradores de inmuebles realmente escasearon. Las

empresas constructoras podrían despedir personal. Sólo en la construcción y afines, se perderán más de un

millón de empleos a lo largo del año 2008. La tasa de ahorro de los consumidores es negativa por primera

vez desde los años 30. El B.C.E. (Banco Central Europeo) inyectó los primeros 95.000 millones de euros

en los mercados monetarios”. 22

“Las pérdidas de los bancos llegan a u$s 500.000 millones”; El Cronista; 11 de setiembre de 2008.

13

Gobierno' y poder requerirles que realicen cualquier 'tarea razonable' afín al objetivo de

rescate, ordenar al Secretario del Tesoro aportar estabilidad al mercado y proteger a los

contribuyentes a la hora de utilizar dicho plan; y que esa ley tuviera una vigencia de dos

años luego de su aprobación23

.

El plan de rescate previó la creación de un fondo de garantía para asistir a los

propietarios de viviendas para refinanciar sus deudas, eximición del pago de impuestos

a jóvenes propietarios y asesoramiento legal.

El escenario de las hipotecas sub-prime constituyó el núcleo de la crisis

financiera internacional, crisis sistémica que propagó sus efectos en forma horizontal y

con repercusión global a través de todos los mercados mundiales asociados.

Una crisis sistémica y muy compleja, tanto por sus características intrínsecas

como por la escasez de instrumentos disponibles para combatirla. Una situación con

múltiples problemas simultáneos y los instrumentos de política económica se vieron

reducidos frente a los disponibles en las anteriores crisis24

.

Los Bancos Centrales (FED, Banco Central Europeo y Banco Central de

Inglaterra) han enfrentado con poco éxito la crisis, debido a contar con herramientas

deficientes para intervenir el mercado monetario manteniendo bajas las tasas a corto

plazo y dirigiendo la liquidez hacia las zonas críticas del sistema financiero.

Los estados tuvieron que asignar grandes cantidades de dinero para apoyar un

sistema que ya estaba agotado25

y la rescisión se afianzó en la economía internacional.

23

“US$ 700.000 millones para que Wall Street vuelva a brillar pero condiciona la gestión del sucesor de

Bush”; Urgente 24; 21/09/2008.

http://www.urgente24.com/index.php?&id=ver&tx_ttnews%5Btt_news%5D=108450&cHash=0a98b831

64 24

García Montalvo, José; “Crisis compleja”; Universitat Pompeu Fabra;

http://www.econ.upf.edu/~montalvo/columnas/dossier%20esp.doc 25

El sistema se consolidó en un modelo sostenido por entidades financieras, las cuales prestaron mucho

más capital del que poseían, cuyo sostenimiento exigía un crecimiento ininterrumpido de la economía.

14

II. Fallas de mercado:

A) Falla a nivel macroeconómico:

El proceso económico anteriormente descripto provocó como resultado la

generación de un perfil de riesgo a nivel de toda la cartera de crédito de cada entidad; y

en consecuencia, la afectación de todas las carteras de crédito del sistema financiero

americano y mercados internacionales asociados

Se produjo una importante falla a nivel macroeconómico, es decir la omisión o

al menos, la ineficiencia de una regulación previa para morigerar o amortiguar el

impacto de una inadecuada cuantificación del riesgo en el escenario descripto: “La

regulación no ha tenido en cuenta el riesgo sistémico, ni el regulador ha tenido la

información necesaria sobre el mismo, ni ha tenido un tratamiento diferenciado. La

opacidad del sistema bancario y de los mercados de derivados no organizados (- over

the counter -) ha contribuido a ocultar el riesgo sistémico. Finalmente, el importante

papel que en la regulación desempeñan las agencias de calificación crediticia (por

ejemplo en la determinación de las necesidades de capital) ha sido guiado por una

competencia a la baja en estándares sin una supervisión adecuada del legislador. En

general, la regulación no ha tenido en cuenta de manera apropiada los conflictos de

interés y se ha apoyado en exceso en los mecanismos de autorregulación y de gobierno

corporativo. La influencia del sector financiero y de la banca de inversión en particular,

no son ajenas al establecimiento de relaciones laxas”26

.

Finalmente cabe mencionar a las externalidades producidas por las quiebras de

las más importantes entidades financieras, las cuales tienen carácter sistémico; no sólo

para el mercado financiero sino también para el conjunto de la economía. La

propagación de fragilidad, contagio y problemas de coordinación de los inversores27

se

extendieron en el sistema financiero.

26

Vives, Xavier; “La crisis financiera y la regulación”; IESE Bussines School - Universidad de Navarra;

2010; pág, 9. - http://blog.iese.edu/xvives/files/2011/09/, La-crisis-financiera-y-la-regulacion.pdf 27

Vives, Xavier; ob. cit.; pág. 6.

15

B) Fallas a nivel microeconómico:

A nivel microeconómico, se pueden identificar las fallas del proceso crediticio

en el desarrollo de negocios más allá de los límites del mercado potencial, es decir del

mercado de clientes que se encontraban en condiciones de reintegrar un crédito.

En ese sentido, los directores de negocio decidieron expandir los límites del

mercado potencial y ampliar el negocio hipotecario.

1. Falla en el proceso crediticio:

La primera falla que surge de las entidades prestatarias fue acordar créditos a un

segmento del mercado en condiciones y montos que no resultaban de mínimo riesgo, se

incrementaron las ventas descuidando el riesgo financiero; y aparentemente falló el

asesoramiento a nivel de la dirección y en el conocimiento y desenvolvimiento de las

tendencias del mercado.

La primera falla se observa en el inicio del ciclo crediticio, es decir en el diseño

del servicio financiero, con requisitos de otorgamiento por debajo de límites mínimos

aceptables de riesgo respecto del segmento del mercado al cual se apuntaba. En

definitiva, se ofrecieron créditos a segmentos de clientes tradicionalmente considerados

riesgosos y calificados como no acreditables.

Si bien la operatoria de crédito haya sido seguramente inobjetable por parte de

las instituciones crediticias, estaba fallando el primer nivel del proceso: el planeamiento

estratégico del producto financiero.

Así las instituciones podrían haber estado recibiendo las solicitudes de crédito

debidamente cumplimentadas, el análisis crediticio rigurosamente aplicado y tomado

resoluciones crediticias acorde a los criterios crediticios definidos. Pero el problema

radicaba, justamente, en que los criterios de riesgo crediticio mismos eran los que

generaban una exposición al riesgo severamente alta.

16

Estos criterios fueron ablandados en extremo a través de las políticas crediticias,

las cuales son el mecanismo natural de regulación del otorgamiento de créditos,

habiendo vulnerado el objetivo estratégico de una política crediticia: la minimización

del riesgo.

El delicado equilibrio entre la orientación comercial y la protección de la

inversión de las entidades fue vulnerado en pos de aumentar los volúmenes de negocio,

aumentar el mercado y maximizar los beneficios; y en contra de proteger los activos

invertidos.

La política crediticia no es insensible a la política comercial y de penetración de

mercado, pero los lineamientos crediticios resultantes impactarán con un alcance

proporcional en los niveles futuros de morosidad e incobrabilidad. En este caso de

análisis, las políticas de penetración han sido agresivas y las políticas crediticias han

sido liberales28

.

La finalidad de la política crediticia es reducir el riesgo, que dependerá

básicamente de dos grupos de factores: a) internos que dependen directamente del

management de la entidad prestataria: el volumen de crédito (a mayor volumen de

créditos, mayores serán las pérdidas por los mismos), las políticas de créditos (cuanto

más agresiva es la política crediticia, mayor es el riesgo), la mezcla de créditos (cuanto

más concentración crediticia existe por empresas o sectores, mayor es el riesgo que se

está asumiendo), concentración geográfica, económica, por número de deudores, por

grupos económicos (por ello no hay duda que cualquier tipo de concentración de cartera

aumenta el riesgo de una institución) y b) externos que no dependen del management:

inflación, depreciaciones no previstas de la moneda local, desastres climáticos, etc..

28

Las políticas crediticias “liberales” son aquellas que relajan los estándares de calificación: cuánto

menor es el nivel de exigencia en la concesión del crédito, mayor será el valor resultante en las ventas

(mayor riesgo en la cartera de créditos).

Las políticas crediticias “restrictivas” ajustan los estándares de calificación: cuánto mayor es el nivel de

exigencia en la concesión del crédito, menor será el valor resultante en las ventas (menor riesgo en la

cartera de créditos).

17

2. Falla en la cobranza:

La calidad de una cartera de cobranzas de créditos resultará de la combinación

de la política comercial de la entidad prestataria, los riesgos que ha decidido asumir -

que han sido orientadores en el análisis de las operaciones a través de la política

crediticia-, de la evolución de la cartera de créditos en su conjunto, de la evolución

económica de cada tomador de crédito en particular y del tono de la economía en

general.

El problema subyacente es que no hubo esfuerzos reales por minimizar el riesgo

y la emergencia de créditos con morosidad y potencial incobrabilidad.

Por ese motivo, fue evidente que la cobranza como instancia adicional al ciclo de

crédito e instancia correctiva de las falencias del cálculo del riesgo no pudo operar

eficazmente.

Con respecto a los escenarios de cobranzas, de acuerdo a ellos, las instituciones

organizarán su proceso de cobranzas y ellos impactarán fundamentalmente en el tiempo

que insumirán las gestiones de cobranza, especialmente, en el caso del escenario de

créditos hipotecarios, con carteras de muchos clientes, con carácter de largo plazo y

saldos de deuda muy importantes a pesar de la garantía respaldatoria de la operación.

Las estrategias de cobranza se adecuarán a cada escenario y a la posición de

mercado de la entidad prestataria; resultando necesario analizar y conocer el impacto de

los clientes en el negocio en términos de tamaño y flujo de fondos, la historia de pagos y

sus tendencias y montos y motivos exactos de los atrasos.

Con relación a ello, cabe pensar si estos análisis no ponderaron seriamente que

resultaría imposible cumplir con el objetivo de las gestiones que es la cancelación

inmediata y total de los montos adeudados.

Por otra parte, los créditos transitarán a través de un único ciclo de vida de

cobranza con distintos estadios o ciclos de la mora (temprana, media, avanzada e

incobrable) y en los cuales se aplicarán diferentes estrategias de recupero, que en el caso

18

de las hipotecas sub-prime deben haber arrojado el mismo resultado, a través de todo los

estadios del ciclo mencionado.

El área de cobranza debe haberse enfrentado a un segmento homogéneo o perfil

de cliente - el tenedor de hipotecas sub-prime - que a lo largo de todo el ciclo de

cobranza debe haber presentado el mismo comportamiento de pago: no poder asumir

sus obligaciones más allá de su voluntad de pago.

Este comportamiento fue una respuesta uniforme a nivel de toda la cartera, de tal

manera que se sucedieron miles de acciones legales, embargos, ejecuciones legales y

toma de las garantías por parte de las instituciones prestatarias, en un ciclo de cobranza

que no debe haber presentado contrastes en la eficacia de recupero a lo largo de sus

estadios: desde la mora temprana, la mora intermedia, la mora tardía hasta llegar sin

matices de resultados a la situación de incobrabilidad.

Así las cosas, la estrategia misma ha quedado obsoleta e inadecuada porque el

nivel de cobrabilidad del segmento - el sub-prime - se ha pulverizado; para cualquier

caso es nulo. Puede haber resultado un error de estrategia de negocio plantear

estrategias de cobranza eficaces para el comportamiento crediticio del segmento prime,

ya que al ser aplicadas para el sector sub-prime, éstas no arrojaron resultados positivos.

Lo problemático ha resultado ser el segmento de crédito sub-prime mismo,

resultando el esfuerzo de recupero muy alto en todo el ciclo de cobranza, cuando

habitualmente lo es así sólo para la mora tardía, la cual se suele focalizar en la

minimización de las pérdidas.

Finalmente, se sucedieron en masa acciones legales en general, ejecuciones de

garantías, consolidación de deudas, etc.

En ese sentido, se ha destacado un dilema constitutivo del negocio crediticio que

no resulta equiparable: recuperar un crédito o ejecutar una garantía. Se suscitaron miles

de ejecuciones y los bancos se vieron convertidos en dueños de propiedades

inmobiliarias. La existencia de garantías, incluidas las de tipo real, aseguran en última

instancia la recuperación del crédito otorgado y todos sus conceptos; la misma

19

demanda tiempos prolongados y costos legales altos para su realización, quedando fuera

del ámbito del giro natural del negocio.

C) Asimetrías en la información:

El mercado financiero dejó desprotegido al pequeño inversor, quien tenía

dificultad para obtener información sobre las “reglas de juego” del sector y relacionadas

con los bonos provenientes de la titulización de las hipotecas sub-prime.

Además, la información sobre la ponderación del riesgo intrínseco en este tipo

de activo subyacente, que no fue de obtención sencilla, hubiera requerido la posibilidad

de contar un conocimiento más acabado de la cuestión. Por otra parte, corresponde

mencionar la excelente apreciación que las agencias de calificación de crédito les

confirieron.

20

Conclusiones:

Las fallas en el diseño de las políticas crediticias, que generaron un perfil de

riesgo a nivel de toda la cartera de crédito de cada entidad, no contemplaron el riesgo

sistémico; y en consecuencia, provocaron la afectación de todas las carteras de crédito

del sistema financiero.

La solución propuesta para paliar esta importante falla de mercado, que operó a

nivel macroeconómico, sería la aplicación de una regulación prudencial previa basada en

políticas anticíclicas o contracíclicas.

De esta manera, la regulación debería contener un importante componente de

economía política que incida en el ciclo económico, en cuanto a su dirección, intensidad

y profundidad; y garantice la solvencia a largo plazo de los bancos, y que en forma

agregada, dicha solvencia se traduzca en estabilidad para el sistema bancario y

financiero.

El Acuerdo de Capital o Basilea II es un documento publicado por el Comité de

Supervisión Bancaria de Basilea, en junio de 2004; el cual comenzó a regir en 2006 para

los países del G-10. Su principal objetivo fue la convergencia regulatoria hacia

estándares más eficaces y avanzados sobre medición y gestión de los principales riesgos

de las instituciones financieras y bancarias29

y convertirse en un nuevo estándar a nivel

internacional para la medición y gestión de riesgos en los bancos.

Basilea II descansa sobre tres pilares: a) Requerimientos Mínimos de Capital -

propone reglas para el cálculo de los requerimientos de capital, motivando a los bancos

a mejorar su administración y medición de riesgo, a través de requerimiento mínimo de

capital para riesgo de crédito y requerimiento mínimo de capital para riesgo operacional

-, b) Supervisión - da lineamientos para que el supervisor promueva mejoras prácticas

en la administración de riesgos y se abatan otros riesgos como el estratégico y

reputacional - y c) Disciplina de Mercado, guía de información que los bancos deben

29

http://www.bif.com.pe/basilea2.aspx.

21

publicar con el fin de dar mayor transparencia y suficiencia de capital y la exposición al

riesgo de la institución.

Por su parte, la crisis financiera internacional de los años 2007 y 2008 trajo

como consecuencia la necesidad de revisión y fortalecimiento del marco regulatorio del

sector bancario (regulación prudencial) y la supervisión y gestión de riesgos de los

bancos.

En el año 2009, en el seno del G-20, se inició la reforma de Basilea II a través de

documentos consultivos a efectos de revisar aspectos de la regulación financiera

internacional y entre ellos los relativos al capital regulatorio30

.

El conjunto de reformas se plasmó como Basilea III, el cual tuvo su inicio en el

año 2013 y tendrá vigencia hasta el 1 de enero de 2019.

Las nuevas reglas traerán un endurecimiento muy notable de la regulación

prudencial del sector bancario, ya sea introduciendo nuevos requisitos regulatorios o

endureciendo los existentes.

Este nuevo Acuerdo de Capital agrega tres nuevas medidas: a) exigir más capital

y de mejor calidad - se exige a los bancos más financiamiento, directamente mediante

unos requerimientos mayores respecto a algunos riesgos y exposiciones, e

indirectamente mediante un indicador de endeudamiento y de unas reservas de capital

para usar en situaciones de crisis31

-, b) estándares de liquidez - establecer

requerimientos mínimos de liquidez a corto y largo plazo - y c) endeudamiento - fijar

un indicador máximo de endeudamiento -.

La finalidad de Basilea III es asistir a la estabilidad macroeconómica del ciclo

económico: estimular un menor crecimiento durante las fases expansivas y con una

menor recesión en las fases recesivas de la economía.

30

http://www.cuatrecasas.com/media_repository/docs/esp/Mínguez Hernández, Fernando, La estructura

del nuevo marco prudencial y supervisor hacia Basilea III 948.pdf 31

Boletín Digital N° 12 – 2012, Boletín de Consultoría Gerencial, Basilea III, Cambios, Impacto y

Relevancia.

22

Bibliografía:

- Acosta, Juan Carlos; Gestión de Créditos y Cobranzas. Cómo minimizar el riesgo de

la operatoria crediticia y resolver las situaciones de cobranzas conflictivas en un

mercado de alta iliquidez; Miami; Florida; Estados Unidos; 2001.

- “El 'boom' inmobiliario pincha en EEUU”; El País.com; 24 de setiembre de 2006;

http://www.elpais.com/articulo/economia/boom/inmobiliario/pincha/EE/UU/elpporintco

r/20060924elpepieco_3/Tes/

- “Estados Unidos rescata a las dos entidades que garantizan 45% del crédito

hipotecario”; Sección Finanza y Mercados; El Cronista; 14 de julio de 2008.

- García Montalvo, José; “Crisis compleja”; Universitat Pompeu Fabra;

http://www.econ.upf.edu/~montalvo/columnas/dossier%20esp.doc

- Jiménez, Gabriel; Saurina, Jesús; “Ciclo crediticio, riesgo de crédito y regulación

prudencial”; Revista de Estabilidad Financiera; Número 10. Mayo de 2006; Banco de

España; pág. 11; http://www.bde.es/informes/be/estfin/numero10/estfin0110.pdf

- Krishnan, Vasudev; “Un análisis de la crisis sub-prime. Breve análisis e

interrogantes de los orígenes de la crisis (2000-2008)”; Scribd.com; 4 de octubre de

2008; http://www.scribd.com/doc/8360953/An-Analysis-of-SubPrime-Crisis

- “La Crisis Financiera Internacional”; EconLink.com.ar; mayo de 2008;

http://www.econlink.com.ar/crisis-financiera-internacional

- “La crisis hipotecaria en EEUU y sus enseñanzas”; Sección Opinión Calificada:

Fannie Mae - Freddie Mac; Reporte Inmobiliario – Economía y Bienes Raíces; 9 de

julio de 2008;

http://www.reporteinmobiliario.com/nuke/modules.php?name=News&file=article&sid=

1212

23

- “La crisis inmobiliaria de EEUU sacude por primera vez a la economía mundial”;

Público.es - Diario Público; 27 de setiembre de 2007;

http://www.publico.es/agencias/EFE/002624/crisis/inmobiliaria/eeuu/sacude/primera/ve

z/economia/mundial

- “Las pérdidas de los bancos llegan a u$s 500.000 millones”; El Cronista; 11 de

setiembre de 2008.

- Llueven las críticas en EEUU: no quieren que el Estado pague los platos rotos”;

Sección Finanzas y Mercados; El Cronista; 25 de agosto de 2008.

- Mínguez Hernández, Fernando, “La estructura del nuevo marco prudencial y

supervisor hacia Basilea III”.

- “Paracaídas dorados para premiar el fracaso”; El País.com; 12 de octubre de 2008;

http://www.elpais.com/articulo/semana/Paracaidas/dorados/premiar/fracaso/elpepuecon

eg/20081012elpneglse_6/Tes/

- “Qué pasa si el boom inmobiliario de los Estados Unidos se desinfla”; Clarín.com; 18

de marzo de 2007; http://www.clarin.com/suplementos/economico/2007/03/18/n-

01001.htm

- Santandreu, Eliseu; Manual del Credit Manager; Editorial Gestión 2000; España;

2002.

- “Tener avales del Tesoro no fue un sinónimo de inmunidad frente a la crisis

inmobiliaria”; (Financial Times); El Cronista; 14 de julio de 2008.

- “Una fórmula de financiamiento nacida tras la crisis del ’30”; Sección Finanza y

Mercados; El Cronista; 14 de julio de 2008.

- “US$ 700.000 millones para que Wall Street vuelva a brillar pero condiciona la

gestión del sucesor de Bush”; Urgente 24; 21/09/2008.

24

http://www.urgente24.com/index.php?&id=ver&tx_ttnews%5Btt_news%5D=108450&

cHash=0a98b83164

- Vives, Xavier; “La crisis financiera y la regulación”; IESE Bussines School -

Universidad de Navarra; 2010; - http://blog.iese.edu/xvives/files/2011/09/, La-crisis-

financiera-y-la-regulacion.pdf

http://www.bif.com.pe/basilea2.aspx.