ANALISIS CRITICO SOBRE LA FUNCIONALIDAD DEL CONSEJO DE SEGURIDAD Y DEFENSA NACIONAL

¿Qué es el Consejo de Seguridad Nacional?Es el órgano rector del Sistema de Seguridad y Defensa Nacional. Este se encuentra conformado por:

a. El Presidente de la República, quien lo preside;b. El Presidente del Consejo de Ministros;c. El Ministro de Relaciones Exteriores;d. El Ministro del Interior;e. El Ministro de Defensa;f. El Ministro de Economía y Finanzas;g. El Ministro de Justiciah. El Jefe del centro Conjunto de las Fuerzas Armadas;i. El presidente del Consejo nacional de Inteligencia.

El presidente de la República en su calidad de Presidente del Consejo de Seguridad nacional, de acuerdo a la naturaleza de sus asuntos a tratar y/o a petición de cualquiera de sus miembros, dispone la participación de cualquier otro funcionario del Estado, el cual tiene derecho a la voz pero sin voto. Los miembros que conforman el Consejo de Seguridad Nacional no podrán delegar representación.

Sus funciones se encuentran prescritas en la Ley del Sistema de Seguridad y Defensa Nacional, Ley Nº 28.478 y corresponde al Consejo de Seguridad aprobar:

a. La Política de Seguridad y Defensa Nacional;b. Los requerimientos presupuestarios originados como consecuencia del

planeamiento Estratégico para la Seguridad y Defensa Nacional;c. Las adquisiciones de equipamiento militar de carácter estratégico destinado a la

Defensa nacional procurando dentro de la función asignada a cada castrense la estandarización del equipamiento;

d. Las directivas sobre Seguridad Nacional;e. Los demás aspectos relacionados con la Seguridad Nacional.

Antecedentes

El Perú desde el año 2000 enfrenta cambios y reformas estructurales en los ámbitos político, económico, social y por cierto, militar, por las razones históricas ya conocidas.

En el aspecto político, la denominada clase política carece de un conocimiento adecuado de los problemas de defensa y seguridad nacional, en ese marco sólo están tentados a tratar de sacar ventaja partidaria con la fuerza militar, en lugar de tratar el tema como política de Estado.

La defensa y seguridad nacional, apuntan a la necesidad de buscar escenarios para discutir el tema al nivel parlamentario e insistir en la urgencia de implementar una política de Estado respecto a la defensa y seguridad nacional.

En el plano económico, surgen los imperativos estratégicos, de los organismos internacionales como el Banco Mundial, Banco Internacional de Desarrollo y otros como la Corporación Andina de Fomento, que imponen determinadas exigencias de contrapartida económica y de tipo estructural como condición indispensable para asegurar la canalización de fondos financieros al Perú. Asimismo, se tiende a asumir un modelo de economía de mercado coherente con la intervención del Estado, donde la propiedad privada constituye aún el motor principal que dinamiza a la economía, bajo parámetros de competitividad y productividad.

En lo social, destacan los procesos de transición y consolidación de la democracia de los últimos 30 años. También se destaca, la preocupación de la sociedad sobre el respeto a los derechos humanos como fundamento para las denominadas democracias emergentes.

La superación de la pobreza y el desarrollo constituyen demandas específicas y permanentes de la población, las cuales constituyen un desafío para las burocracias en términos de eficiencia y oportunidad. Estas características han significado una fuerte exigencia para las estrenadas democracias.

La democracia ya no trata sólo de tener partidos políticos y apoyo ciudadano a través del voto, sino que implica capacidad de conducción y eficiencia en las políticas que se implementan. Ello supone, el establecimiento de mecanismos adecuados de distribución de poder, donde el diseño e implementación de mecanismos de resolución de conflictos y crisis sean acordes a la realidad de cada país.

En el campo militar, se entiende que las misiones establecidas por ley, que comprende la seguridad y la defensa nacional, se establecen previniendo las actividades que cada el país debe desarrollar y encaminar a resolver conflictos que puedan requerir del empleo del poder militar contra un agresor externo, agotando la disuasión, el diálogo y el recurso diplomático.

Esta concepción, más las definidas constitucionalmente y aquellas establecidas en las demás leyes sobre la organización del Ministerio de Defensa suponen un ejército organizado para enfrentar todo tipo de amenazas que pudieran atentar contra la integridad territorial y la soberanía nacional y aquellas otras que establece la ley, sin obviar desde luego que la misión principal de las fuerzas armadas es la defensa y seguridad nacional.

Por otra parte, los problemas de seguridad y defensa nacional, han asumido una importancia sin precedentes en todos los países del área. Este viraje está ligado esencialmente a las consecuencias mundiales posteriores al 11 de septiembre de 2001 (11-S) que se agravaron con la guerra contra Irak.

Lo anterior, permite redefinir los planes operacionales que contengan la idea de las acciones a ejecutar por las fuerzas armadas a fin de cumplir con las misiones constitucionales a partir de la identificación de nuevas formas de amenazas y no por la clásica doctrina de hipótesis de conflicto interestatales, también se considera dentro las acciones de seguridad nacional, los desastres naturales y otros escenarios de demandas sociales producidas por la pobreza.

El crimen organizado, el tráfico de drogas y la migración ilegal, deberían estar sujeto a las políticas de defensa y seguridad nacional sin embargo, están siendo absorbidas más por el concepto de seguridad humana, en esta perspectiva, los consensos nacionales acerca de los principios que confrontan la política de defensa y seguridad nacional constituyen un objetivo prioritario de cada Gobierno, por estas razones los Estados de América Latina no han sido excluidos de la nueva ola de transformación en la cultura y estructura de las fuerzas armadas.

Los cambios organizacionales en las políticas de defensa y seguridad nacional que se produjeron en todo el mundo fueron incorporados en los países de la región; como la participación en misiones internacionales que implican despliegues militares para propósitos pacíficos y humanitarios, particularmente operaciones de mantenimiento de paz de la ONU, así como la interpenetración entre las esferas civiles y militares, especialmente dentro de aquellas fuerzas armadas que tuvieron una activa participación política.

La estructura operativa de las FFAA debe lograr que se tengan altos niveles de organización, capacidad de despliegue y respuesta necesaria para enfrentar a cualquier agresor externo.

Política de Defensa y Seguridad Nacional

Se toma en cuenta la política de defensa y seguridad nacional como una política de Estado que también involucra a la política exterior, lo que define la posición de un Estado frente al sistema internacional y que responde al consenso interno acerca de los objetivos nacionales. El otro sentido viene dado por las actividades gubernamentales más concretas, como la salud y la educación, cuyo impacto directo es la calidad de vida del ciudadano  contiene que en términos regionales como una de las áreas más desmilitarizada del mundo.

Conclusiones

Cuando se analiza la seguridad de un país, se presentan toda clase de dilemas que buscan responder, entre otras, a las preguntas siguientes: ¿se trata de la seguridad del individuo, de un grupo, de la sociedad, del gobierno o del Estado?, ¿cuál es el sujeto de la seguridad y cuál el objeto?, ¿seguridad respecto a quién o a qué?, ¿qué se quiere proteger, de quién o de qué?, ¿quién dará la protección y con qué medios?, ¿quién amenaza y qué amenaza?, ¿por qué amenaza?, ¿en qué momento o circunstancia ejecutará la amenaza?, y ¿cuál es (o será) la magnitud o intensidad de la amenaza?

El problema radica en que no contamos con una institución multidisciplinaria, que constante y permanentemente este evaluando, contrastando y retroalimentando a los tomadores de decisiones políticas. Que tenga capacidad para detectar a tiempo los problemas y sus causas, que toda acción política genera. Esta institución, en el Perú se denomina Consejo de Seguridad Nacional, que no es una organización de carácter militar o policial, aunque si es uno de sus componentes principales. Posee estructura permanente y composición variada dependiendo de los países.

El Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, es el que evalúa los posibles impactos conflictivos de la Política General de un Estado y de las políticas derivadas (Exterior,

Económica, Social, Defensa, etc.). Política General vista como continuidad nacional, más allá de los periodos de gobierno, que prevengan en primer lugar potenciales conflictos, para neutralizarlos antes que surjan o para seleccionar el instrumento o medio más idóneo para enfrentarlo. El CSDN es el que precisamente determina las amenazas a la seguridad del país. No puede este órgano reunirse sólo 1 o 2 veces al año, o cuando hay problemas. Menos ser una estructura temporal, inorgánica, sin personería jurídica estable o permanente.

El Consejos de Seguridad, siempre está bajo la dirección de la máxima autoridad política, para que ésta pueda ejercer correcta y acertadamente su acción política, de manera soberana. En especial para enfrentar los conflictos de distinta naturaleza, que de todas maneras se le presentarán, tanto de carácter interno como externo. No es un órgano o entidad dependiente de ningún Ministerio, depende del Jefe de Estado. Es no partidario, integrado por especialistas en seguridad, defensa, prevención de conflictos y analistas de todas las disciplinas del conocimiento humano. Con capacidad para trabajar en equipo.

Desde el Consejo de Seguridad, se supone que salen las verdaderas y reales percepciones de inseguridad y las que son potenciales o evidentes amenazas. Lamentablemente en nuestro CSDN este trabajo no se viene cumpliendo a cabalidad. No deja de ser simplemente otro órgano burocrático que mas hace demorando el proceso de planeamiento estratégico real y confundiendo su finalidad. Por esta razón se corre el riesgo de apelar sólo a la inspiración de unos cuantos, que podrían con fines políticos, “securitizar” muchos aspectos de la acción política-social que no lo ameritan. Securitizar, es esencialmente un proceso por el que se da estatus de asunto de seguridad a un tema que antes no lo tenía.

Dentro de la política de Estado, surge la necesidad de adaptar, al Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, un esquema estructural y organizacional de la defensa y seguridad nacional desafiando a los ya existentes, con el objetivo de incorporar a la política de defensa y seguridad como parte importante en la toma de decisiones de un Estado. Para esto, la estructura de la política de defensa y seguridad interna como externa debe contener niveles de confianza con la población civil así como entre Estados. La conciliación entre la disuasión y la cooperación que involucren objetivos comunes darán paso a una racionalización positiva en las tareas planteados al nivel doméstico y al desenvolvimiento de los objetivos comunes que se tiene con diferentes países, sean estos a través de convenios bilaterales y multilaterales.

La democracia es el mejor instrumento para el resguardo de la defensa y seguridad de los intereses nacionales. La paz y la estabilidad de una nación descansan en la gobernabilidad de su sistema político. La legitimación política, económica y social de la defensa y seguridad nacional obliga a establecer niveles de coordinación entre los objetivos de la política exterior y los objetivos económicos de cada país.

Razones fundamentales para que la política de defensa y seguridad nacional no sea implementada solamente por militares. Desde mediados de los años noventa, una vez finalizada la guerra fría y avanzados los procesos de adaptación a los cambios económicos y sociales del Parú, impulsa a la idea de que las políticas de defensa y seguridad, deben estar sometidas al control democrático. El Congresos debe convertirse en foro que controle lo que el Ministerio de Defensa realiza en coordinación con las

fuerzas armadas; en efecto, esto implica organizar unas fuerzas armadas de mayor contenido cualitativo que cuantitativo. Lo que no implica que la presencia militar no sea disuasiva.

Tareas difíciles y apremiantes enfrenta el CSDN en el Perú; la formulación de políticas de defensa nacional para mejorar la coordinación con otros países vecinos en materia de seguridad y defensa, apuntan a la vinculación entre la visible diferenciación del MERCOSUR, la Comunidad Andina de Naciones y la correlación positiva entre integración económica y cooperación en seguridad y seguridad nacional.

El Perú, pese a que se verifica desde distintos ángulos la existencia de  un cuadro heterogéneo y multidimensional de conductas y nuevas formas de amenazas, fundamentalmente el CSDN, debe definir modelos estratégicos con tendencias hacia la cooperación y no a la confrontación. Sin embargo, pese a existir dificultades históricas latentes, se nota  tendencias de cooperación, dotadas de confianza entre los países de la región.

El CSDN tiene la tarea de conducir una política de defensa y seguridad nacional con un cuerpo conceptual y normativo que guíe al Perú a un liderazgo regional con garantía de integridad y supervivencia  frente a cualquier amenaza que afecte sus intereses regionales así como la seguridad de sus habitantes.

Es fundamental que el CSDN explique la defensa y la seguridad nacional, hacerla pública. Decir lo que se quiere en términos de defensa y seguridad nacional. Esto produce legitimidad en términos de aceptación. Entonces la legitimidad no solo tiene una vertiente jurídica sino que se presenta como un asunto de confianza y representación social.