ALONDRAS Y RUISEÑORES Numero 2

COFRADÍA SERVITA DE Mª STMA. DE LOS DOLORESREVISTA ANUAL DE LA COFRADÍA - PUENTE GENIL

Número 2 - Semana Santa 2009

SOLEMNE TRIDUO Y FUNCIONQUE EN HONOR Y GLORIA DE

R v d o . P a d r e D o n F r a n c i s c o R o l d á n F e r n á n d e z

A . M . D . G .

María Santísima de los Doloresque se venera en la Ermita de Jesús Nazareno,

consagrará su fervorosa hermandad durante los días 31 de Marzo al 02 de Abril

Ocupará la Sagrada Cátedra durante el Triduo y dirá el Panegírico en la Función, el

Párroco de Ntra. Sra. del Carmen, de Puente Genil

Comenzará el Triduo a las 8 y media de la tarde, lectura del Triduo acompañada de coplas y sermón, terminando con Miserere y Stabat Mater.

El Viernes de Dolores, día 3 de Abril a las 8 y media de la tarde, Fiesta Principal de Regla y Comunión General a la que deberán concurrir todos los hermanos. Durante todo el día tendrá lugar piadoso acto de BESAMANOS.

SOLEMNE FUNCION

Puente-Genil y Abril de 2009 Reproducción del cartel de 1.930

Intenciones de los Cultos:Martes 31 - Soledad Velasco

Miércoles 1 - Mª Nieves OlmazabaJueves 2 - Filomena Villafranca

Viernes 3 - Manuel Jiménez

“¡ O vos ommes qui transiti per viam, atenditi, et videte si est dolor sicut dolor meus!”

(Thren. 1)

“¡Oh vosotros todos los que pasais por el camino, considerad y ver si hay dolor semejante a mi dolor!”

(Thren. 1)

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Saluda del Arcipreste D. José Joaquín Cobos Rodríguez

Saluda de la Junta Directiva Sergio Mª Velasco Albalá

De Ayer a Hoy Juan Ortega Chacón

Continuar la Cadena Pampi Chacón Almeda

Lo Incomprensibledel Misterio de la Cruz

Fray Urbano Alonso del Campo, O.P.

¡¡La Virgen de papá,La Virgen de los Dolores!!

Juan José Cabezas Martínez.

Trabajando... y en las sombras Fructuoso del Val de la Torre

Primero de los Dolores:Comienzo de nuestra aventura

Manuel Jesús Aguilar Leiva

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ALONDRAS Y RUISEÑORES Revista anual de la Cofradía Servita de Mª. Stma. de los Dolores de

Puente Genil Edita:

Cofradía Servita de Mª Stma. de los Dolores de Puente Genil Imprime:

Gráficas Membiela Diseño y Maquetación:

Alberto de la Rosa Velasco

Número 2 | Marzo 2009

Felicitación cordial y sincera a la Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores.

Destellos de amor de un Viernes de Dolores inolvidable.

A los que callados y humildes, nadie ve, pero se notan...

Diálogo con María en la tarde del Viernes Santo. Rezo del Hermano Mayor.

Desde niño, he ido a alumbrar a Nuestra Madre, con gran alegría e ilusión.

Como se vive desde un Cuartel pertenecer a tan ilustre Cofradía.

Aspectos iconográficos e indumentaria de Nuestra Señora a lo largo del tiempo.

Virgen de los Dolores, Reina de la Paz y del Amor, ruega por nosotros

Alondras y RuiseñoresAlondras y Ruiseñores

Cofrade Mayor Fructuoso del Val de la Torre

Hermano Mayor Juan José Cabezas Martínez

Vicecofrade Mayor Javier Torres Carmona

Secretario Sergio Mª Velasco Albalá

Vicesecretario Antonio Manuel Torres García

Tesorero Alberto de la Rosa Velasco

Vicetesorero Sergio Velasco Estrada

Mayordomos Francisco Jiménez García

Francisco Serrano Rodríguez Manuel Ángel Rivas Márquez

Rafael Rivas Herrador Jesús Chacón de la Torre

Vocal de Cuarteles Fernando Chacón Giménez

Vocal de Procesión

Francisco Chacón Rivas José Mª Martínez Chía

JUNTA DIRECTIVAJUNTA DIRECTIVA

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Revista anual de la Cofradía Servita Mª. Stma. de los Dolores - Puente Genil

Alondras y RuiseñoresAlondras y Ruiseñores Número 2 - Marzo, 2009

Cuando llegué en 1975 nuestra Cofradía la componía en la

práctica un grupo reducido de hombres y mayores, buenísimos cristianos, fervorosos y amantes de la Cofradía, sobre todo de Ntra. Sra. de los Dolores, a los que hay que agradecer, que precisamente por su constancia y perseverancia se mantuviera viva; aquí no tengo mas remedio que recordar a nuestro querido hermano Rafa Chacón, que con entrega total, generosa y entusiasta, y una

paciencia casi infinita , consiguió incorporar un grupo de jóvenes cristianos de verdad, es decir, de los que viven en la práctica su fé cristiana; cuando este grupo de jóvenes marchó, Rafa, que nunca busco un lucimiento personal, les entrego la dirección y él pasó a la sombra, donde por su humildad se retiró a gusto. Hoy tenemos una de las mejores Cofradías de nuestro pueblo, por eso repito mi felicitación y me felicito a mi mismo por ello.

La Iglesia os pide un paso más: vosotros, ya os lo he dicho, estáis viviendo vuestra fé cristiana, pero Jesucristo fundó su Iglesia (Asamblea de personas) para que no se viviera individualmente, sino en comunidad. Vosotros habéis escogido un camino precioso, aprobado y bendecido por la Iglesia: la cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores, meterse de lleno en la parroquia, pero no como vagones que son arrastrados, sino como máquinas, motores que arrastran a muchos hermanos indecisos, la felicidad de sentirse amados por Cristo, a seguirle, a amarlo, llevados de la mano de nuestra Madre de los Dolores.

Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores. La Iglesia os llama, vuestra parroquia de Ntro. Padre Jesús Nazareno os necesita. Para la Iglesia no hay socios pasivos.

Un abrazo de vuestro párroco y amigo.

Retrato de D. José Joaquín Cobos Rodríguez (Arcipreste de la Villa)

Saluda del ArcipresteD. José Joaquín Cobos Rodríguez (Arcipreste de la Villa)

Mi saludo quiere ser en primer lugar una felicitación cordial y sincera a esta querida y entrañable Cofradía de Ntra. Sra. de los Dolores. Como párroco me siento orgulloso de ella, y de la trayectoria en su camino duro y de desierto que ha atravesado en los treinta años que tengo el honor y la dicha de servir a la parroquia de Jesús Nazareno.

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Alondras y RuiseñoresAlondras y RuiseñoresNúmero 2 - Marzo, 2009

Saluda de la Junta DirectivaSergio Mª Velasco Albalá

Queridos hermanos:

Arranco este fraternal saludo con la ale-gría propia que brota del corazón pon-

tano al llegar la Cuaresma, perdido en esta vorágine de cánticos, néctares y afectos que se arremolinan vertiginosamente en el alma en esta huida invernal que anuncia la Prima-vera.

No puedo dejar de recordar los momentos vividos en la cena del Viernes de Dolores del año que atrás quedó, donde realmente se vivieron instantes singularmente emotivos.

Siguiendo un orden de antigüedad, debo destacar la entrega de la medalla de oro de la Cofradía a uno de nuestros hermanos más ilustres, que fuera Cofrade Mayor en uno de esos momentos delicados donde se necesitan hombres de fe. Como todos habréis podido imaginar os hablo de Miguel Chacón Cáceres. Con la devoción, humildad y sencillez que le caracteriza recibió la medalla de manos de Javier Torres Carmona, en presencia de su hijo Miguel Ángel y su nieto. Su discurso estuvo cargado de agradecimiento a la Virgen y a todos los hermanos que habíamos tenido a bien concederle esta distinción.

Desde estas líneas quiero expresar nuevamente el agradecimiento de todos los hermanos de la

Cofradía a nuestro querido Miguel, por habernos enseñado a todos el camino del corazón de María a través del testimonio de su vida.

Continúo narrando otro de los acontecimientos que marcaron nuestra reunión del Viernes de Dolores, como fue la entrega a Rafael Chacón Villafranca, nuestro eterno Cofrade, de la medalla de oro de la Cofradía, que recibió su hijo Rafael. El acto fue presentado por nuestro Cofrade Mayor, quien con especialísimo cariño recordó la siempre añorada figura de Rafael. Fructuoso convocó a nuestro querido Padre Urbano para que hiciese el acto de entrega de la medalla. El Padre Urbano se la impuso a Rafael con un sereno y entrañable discurso lleno de amor y esperanza.

Y por último, mi amigo Rafael Chacón Reina, agradeció la distinción elogiando a su padre con un discurso templado en el tambor del alma, que aún hoy recuerdo con emoción y alegría.

Estos dos preciosos momentos que ahora os cuento encierran el mayor tesoro de nuestra Cofradía, que es el oro del amor a María y la plata de la amistad entre todos los que integramos la hermandad.

Que esta revista que hoy tienes en tus manos sea la expresión del amor de todos los hermanos y, por supuesto, también la tuya.

Un fuerte abrazo.Miguel Chacón Cáceres con su hijo y nieto

Rafael Chacón y Padre Urbano

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Estoy seguro que tras la lectura de estos bellos versos se agolparán en vuestro recuerdo

muchas personas, que dan o dieron lo mejor de si mismos por su Cofradía, Cuartel o por la Semana Santa de Puente Genil en su sentido más amplio.

Nuestra antigua Cofradía ha tenido entre sus hermanos a muchas personas que lo han dado todo. Incluso diría que familias enteras han arropado nuestra Cofradía con entusiasmo y fervor.

Al nombrar a personas concretas, seguro me dejo atrás a muchas, unas por desconocimiento, y otras porque su reconocimiento llegará otro momento.

Escuchando esta poesía el Domingo de Ramos de 1994, uno de los nombres que rápidamente vino a mi cabeza fue el de Francisco Montero Serrano, o sea, “Cangilones”, siempre trabajando al pié de María.

Nuestro hermano Miguel Chacón Cáceres nos dio el privilegio de formar parte de esta Cofradía y encontrar la fe que María transmite con su mirada. Así conocimos a personajes únicos y auténticos, verdaderos manantiales de sabiduría como nuestro hermano Francisco Montero. Él se ha entregado a su Cofradía mediante su trabajo, buen hacer y cariño. Por eso quiero hacer público el agradecimiento por esta labor a nuestro hermano.

El sublime encanto de nuestro Viernes Santo se debe, entre otros, a personas como Francisco, a quien pocos alagan o reconocen. Sin el esfuerzo y la fe de hermanos como él, no sería posible nuestra

Trabajando... y en las SombrasFructuoso del Val de la Torre

Nuestro hermano, amigo y pregonero Juan Ortega Chacón, nos regalaba unas preciosas estrofas, como inicio de su Pregón de Semana Santa del año 1994. Me permito reproducir en este artículo uno de los cantos más profundos que se han hecho a un grupo de hombres y mujeres que trabajan por y para la Semana Santa de Puente Genil. Os invito a la lectura, no sólo de este saluda inicial, sino al pregón completo, publicado, y que sin duda ha pasado a formar parte de los tesoros literarios de nuestra querida “Mananta”.

Mi primer canto a vosotros que trabajáis en la sombra: a ese río de cauce oculto

que tantas veces se ignora. A esos que tanto luchan,

empujan y nadie nombra… Los que callados y humildes nadie ve, pero se notan…

Pintores e imagineros que a Cristo y María dan forma

con sus gubias y pinceles carpinteros; los que doran esos pasos deslumbrantes

que en nuestras calles asombran… Orfebres y dibujantes

que ennoblecen cuanto tocan… Los sastres y costureras.

Las labores de las monjas. Los que quemando sus ojos los mantos y palios bordan… ¡Todos aquellos que ponen

el corazón en la obra…! Priostes y camareras

que visten a la Señora… A los que limpian la plata

y los altares exornan; los que fabrican la cera y con primor la colocan;

los que cultivan las flores… Y a esos artistas que logran que los pasos cuando salen

sean un “cachito de gloria”…

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Semana Santa. La Cofradía tiene muchas insignias, pero sin duda, nuestro mejor estandarte, es tener entre nuestros hermanos personas como Francisco Montero Serrano.

Es normal que al pasar una cofradía, preguntemos quién es su hermano mayor, qué estrenos lleva o qué banda suena; pero a nadie se nos ocurre preguntar quien ha planchado el precioso encaje que rodea el rostro de Nuestra Madre. Pocos sabrían responder esta pregunta. Quienes lo realizan se sienten privilegiadas, porque se les concede el mayor honor de estar al lado de Cristo y María, de esas imágenes tan queridas y veneradas por nuestro pueblo. No obstante, estas personas a veces son desconocidas, porque su nombre no aparece en la lista de hermanos de las juntas directivas, ni desfilan con bastón en la procesión, ni sus nombres son comentados en los medios

de comunicación. Sin embargo su labor es fundamental.

Permitidme que utilice estas páginas para mostrar a muchas de ellas mi agradecimiento por lo mucho que me han enseñado.

Camareras de Nuestra Señora de los Dolores. Cuántos nombres y apellidos habrá en esa lista. Hablamos de muchos años, siglos de tradición. En los documentos gráficos que se han conservado hasta nuestros días, nuestra Madre, siempre se ha presentado al culto, de forma impecable. Es evidente que tras esta deslumbrante imagen mantenida a lo largo del tiempo están las manos de muchas mujeres, mucho cariño y mucha fe. Lástima que esté perdida gran parte de la historia de nuestra Cofradía, por eso os invito, a que utilicéis estas páginas en números sucesivos para contarnos quienes eran y que hacían. Seguro que al leer

estas líneas a más de uno se le ha venido a la mente el nombre de su madre, abuela, etc.

En la actualidad, contamos con el apoyo incondicional de varias mujeres. Algunas totalmente desconocidas, como Conchi y María, que este año no sólo han regalado el encaje nuevo del manto de salida, si no que además, lo han cosido ellas mismas, cumpliendo una promesa, al igual que las flores que van bordadas en el manto. Su esmero y dedicación ya forman parte del patrimonio sentimental de la Cofradía. Por otro lado, Ángela de la Torre, siempre dispuesta a lo que su cofradía necesite, y a la que personalmente tengo especial cariño, ya que la primera túnica que vestí de la Virgen de los Dolores, me la proporciono ella. Quien nos iba a decir a aquel grupo de niños, que un día entramos en su casa jugando a la Semana Santa, hoy seriamos

Pepe Chacón y Francisco Montero “Cangilones” (Viernes Santo, 2005)

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Besamanos del Viernes de Dolores, 2007

pilar de esta Cofradía, para orgullo de Angelita.

Por último, María Jesús y Rosi. Llegado este punto, no encuentro palabras suficientes para agradecer su labor. Son alma y corazón de la Cofradía. Es su labor la más hermosa que dentro de una Cofradía se pueda realizar. Tienen el honor y privilegio de vestir a nuestra Madre. A lo largo del año, según el tiempo litúrgico, nos la presentan de blanco por la Resurrección, de Reina, para los Dolores Gloriosos de María en septiembre, de Inmaculada en diciembre, de negro para los difuntos, de hebrea para Cuaresma y, con sus mejores galas, para el Triduo y Procesión. Con todos los enseres perfectamente mimados y guardados, en los últimos años, han realizado varios mantos y sayas, adquiriendo nuevos tocados, y nos han presentado la imagen más radiante todavía. He tenido la suerte de compartir algunos de estos momentos con ellas y, lo que más me asombra, es el cariño, la dulzura y la fe, con la que visten a nuestra

Madre, conscientes de lo que Ella significa para todos nosotros. Además de realizar perfectamente la labor que tienen encomendada, aportan algo más, que es la ilusión de seguir trabajando, de creer en María, y que nuestra Cofradía siga siendo parte de la tradición de Puente Genil, y un camino para llegar a Cristo por María.

Me voy a permitir la licencia de utilizar estas páginas, para mostrar de forma personal, mi más sincero agradecimiento, a otros dos colectivos de mujeres, que con su ejemplo, me ha sabido transmitir la esencia de nuestra Semana Santa

Durante doce años forme parte de la junta de gobierno de la Cofradía de la Santa Cena, como prioste, y en la labor que ha realizado esta cofradía en estos xxv años desde su refundación, las camareras, han sido un pilar fundamental de la misma. Un grupo muy numeroso y activo. Yo las he visto hacer de todo por su Cofradía, desde tener activo un taller de costura, lavado y planchado de todas las

vestiduras de las imágenes (14 imágenes), ayudar a Plácido Pérez a vestir la Virgen, montar altares, limpiarlo todo, y volver a guardarlo con sumo cuidado, poner flores, hacer turnos para la cocina de la Cruz de Mayo, los pasos chiquitos para los niños, y un sin fin de cosas. Todo por y para su Cofradía, y lo único que han pedido a cambio, es que no llueva el Lunes Santo, para poder disfrutar de su trabajo en la calle. De forma personal quiero agradecer a todas ellas lo mucho que me han enseñado, y lo fácil que ha sido trabajar desde el cariño, pero de forma especial tengo que dar tres nombres. María Eugenia Cruz Gomero, alma y pilar fundamental en estos xxv años, ha sido una segunda madre para todos los que desde muy niños entramos a forma parte de este proyecto. Sin el trabajo, entrega y dedicación de esta hermana, me atrevo a decir, que los múltiples logros alcanzados en estos años, no habrían sido posibles. Mari Conchi García, trabajadora incansable, siempre dispuesta. Siempre al lado de su Cristo y de su Virgen en los cultos y actos que esta Cofradía desarrolla a lo largo del año, Y además, estas dos señoras, con el apoyo incondicional de toda su familia, entendiendo a la misma, como parte de la Cofradía. Y por último mi madre. Antonia de la Torre, ha sido y es una amante de la Semana Santa, muy vinculada a la Santa Cena, desde la primera salida de la Virgen del Amor, sin duda alguna su Virgen. Uno de los recuerdos más bonitos que guardo de niño, es, en los días previos a la primera salida de la Virgen del Amor, con más

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corazón que conocimiento, este grupo de camareras, y entre ellas mi madre, asumieron el realizar toda la costura necesaria para esta primera salida procesional. Y tengo grabada esa imagen, de todas ellas llenas de ilusión, en una casa de la calle Horno, aguja en mano, realizando un proyecto, que entonces era de locos, y que xxv años después, es una realidad, orgullo de todo Puente Genil, y lo más importante, que xxv años después, sigo viendo en los ojos de mi madre, la misma ilusión de aquel día.

Hoy ya no formo parte de la directiva de la Santa Cena, mis obligaciones son otras, pero me llevo en el corazón, que todas ellas, y en especial mi madre, me han enseñado, que en el mundo de la Semana Santa hay muchos nombres y apellidos que nadie conoce, y lo mas bonito, que no quieren que se conozcan, sólo quieren trabajar por su Cofradía.

De manera especial también me gustaría destacar la labor de otro grupo de camareras, el de la Virgen de las Lágrimas. Totalmente desconocidas, pero que desde el cariño, la fe, y la ilusión, están realizando un trabajo admirable. Con la mayor sencillez del mundo. Loli, Esperanza y Paquita, gracias por vuestro ejemplo.

Trabajando y en las sobras, muchos nombres y apellidos, muchas horas dedicadas a la Semana Santa de Puente Genil. El mejor homenaje que podemos realizar para reconocer el trabajo de todos estos hombres y mujeres, ya está realizado. Y es

que nuestra Semana Santa sigue viva, forma parte de nosotros y de la herencia que le vamos a dejar a nuestros hijos.

Y terminamos como empezamos, con las palabras de nuestro hermano Juan, que les dedica a todos ellos su más bella estrofa.

A todos vaya mi canto que sea mi mejor estrofa porque sois el cañamazo sobre el que este pueblo

borda… Vosotros sois el cimiento

que a nuestra Mananta apoya y siempre seréis ejemplo

trabajando… y en las sombras.

Viernes Santo, 2004

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Uno de los propósitos de esta publicación -además de su irrenunciable carácter cofrade

y argumento devocional- es el de recuperar, enlazando pasado y presente, algunos aspectos de su secular historia, valioso patrimonio o muestras del aquilatado fervor que le profesan sus hijos.

Acorde con esta noble encomienda, después de que el pasado año hiciéramos un breve recorrido sobre aspectos patrimoniales concretos, vamos a acercaros en éste un poco más a la consideración de la venerada Imagen de Nuestra Señora, tanto en aspectos iconográficos como a la diversa indumentaria con la que, a lo largo del tiempo, se nos ha podido presentar. Para ello nos vamos a apoyar en interesantes documentos fotográficos -algunos inéditos o muy poco conocidos- que recogen estampas y momentos -históricos en ocasiones- que nos permitan recomponer un tiempo y un espacio determinados e incluso lugares, personas o piezas patrimoniales desgraciadamente perdidas.

Nos ceñiremos en este artículo a la Imagen, podríamos decir “de cerca”, para cerrar con una, muy significativa, en la calle y bajo palio. Creo innecesario aclarar que la calidad técnica de algunas fotografías es muy limitada, sobrepasándola, en todo caso, su valor testimonial. Todas ellas son procedentes de mi archivo familiar, recopilado, principalmente, por mi inolvidable padre. Con todo cariño las ofrendo a esta Hermandad en la que fui inscrito, por herencia materna, en el mismo momento de nacer. A las soberanas plantas de nuestra Madre he alentado sublimes vivencias.

Una imagen -en contra del concepto rígido de los académicos e intelectuales que sólo juzgan la calidad artística de una escultura- es un relicario acumulado de devociones pretéritas y un palimpsesto de fe en la que, en continua evolución, pueden rastrearse, huellas piadosas o estéticas que resbalan a un análisis objetivo. Esto lleva a que los hermanos y devotos más cercanos, adviertan diferencias (sobre todo después de cualquier restauración por

Fotografía I. Virgen de los Dolores finales años 20

De ayer a hoyJuan Ortega Chacón

El pasado año 2008, nuestra Cofradía -tan humilde como señera- nos obsequió con el primer número de la revista “ALONDRAS Y RUISEÑORES” que, con enorme sacrificio econó-mico e ingente ilusión, pretende llevar a sus hermanos, devotos, y a todo nuestro pueblo, la bendición anual de María Santísima de los Dolores, considerada, por antonomasia, la Madre de Jesús Nazareno.

LA IMAGEN

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pequeña que sea) pensando que le han “cambiado” a “su” Cristo o a su Virgen. Hemos de admitir, sin embargo, que una restauración -siempre polémica y con independencia de que sea más o menos acertada- se hace siempre obligatoriamente, por algo imparable como es el deterioro material por el paso del tiempo.

En las imágenes de nuestras Vírgenes -mayoritariamente de candelero para vestir- puede influir, decisivamente, lo que llamamos “arreglo” en función del gusto, la moda o creatividad de las personas encargadas de la delicada tarea de verterlas, ya que pueden modificar su impronta.

Ya hice constar el año pasado que nuestra Imagen, de autor anónimo, pudo llegar a Puente Genil en el primer tercio del siglo XIX, sustituyendo a otra más antigua. También que -aunque en el siempre resbaladizo terreno de las conjeturas- presenta ciertas similitudes iconográficas con las realizaciones del importante círculo imaginero antequerano en esas fechas. Es sólo una hipótesis al carecer de documentos.

Vamos a recorrer, numeradas, algunas fotografías interesantes y testimoniales (para que cada cual pueda hacer su valoración) de nuestra hermosísima Dolorosa:

La I, bellísima, es de finales de los años veinte. La Virgen aparece con diadema clásica y tocado

escueto. Resalta el corazón con las siete espadas (pieza conservada al salvarse en 1936) tan peculiar, situado muy bajo. También las preciosas manos cruzadas que por sí solas acreditan a un

gran artista. Y, por supuesto, el riquísimo manto y saya, bordados en oro, vilmente expoliados en los siniestros sucesos de la Guerra Civil. Esta fotografía -u otra similar- debió utilizarse para el mosaico del Pórtico de Jesús -afortunadamente repuesta su réplica- cuyo original, restaurado, se conserva en el cuartel del “Primero de los Dolores”.

La II es una “recordatoria” histórica. La fotografía en pose similar a la anterior, pero en la que se aprecian diferencias como la valiosa diadema imperial de oro, perdida, el rostro más despejado y las manos aún más bajas. Fue entregada a los fieles el Viernes de Dolores tres de Abril de 1936 (coincidente en fechas con este año 2009) en la Misa de Comunión, como revela su respaldo que publico por primera vez. Ese año ya no hubo Semana Santa ante el amenazante clima político tras el triunfo electoral del Frente Popular, por lo que tiene un carácter testimonial en vísperas de la tragedia de Julio.

La fotografía III -regalo de mi abuelo Joaquín Chacón López- es inédita o muy poco conocida. Puede situarse en torno a 1942 y su excepcional calidad nos permite importantes apreciaciones

Fotografía II. año 1936

Fotografía III. (J. Chacón)

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que revelan modificaciones, importantes, tanto en la Imagen como en su atuendo. Son evidentes, como consecuencia de la forzada restauración, las que afectan a la expresión y encarnadura, aunque la más trascendental es que ya aparece con las manos abiertas, esculpidas en talleres cordobeses en 1940. Obsérvese al respecto el tierno efecto de la mano izquierda recogida sobre el pecho y el corazón. También resultan curiosos los anillos que la prenden, según costumbre de época y una artística cruz con cadena que relucen sobre el tocado, sin pliegues, que se recoge con una preciosa blonda, completándose con original toca de rico tisú.

De otra parte es la primera foto, de las que conozco, en que la Virgen luce la valiosa corona, que cinceló el orfebre cordobés Díaz Roncero en 1941 la cual documenté el pasado año. Por último podemos contemplar el manto de color azul noche y la saya granate, bordados en oro. El primero fue realizado en Valencia en 1941 y sustituía al perdido en la Guerra.

Las fotografías IV y V delatan algunos de los “retoques” continuados en la encarnadura del rostro y ciertas aportaciones estéticas: La primera de ellas, con tocado suelto de tul, sin corona y sin toca, con puñal en sustitución del emblemático corazón que sí aparece en la siguiente. Ambas son de finales de los años cincuenta.

Dando un salto en el tiempo, finales de los sesenta, es la VI, con un tocado de pliegues con encajes más densos y trabajados por el vestidor.

El avanzado -y preocupante- estado de deterioro de la Imagen era más que evidente: Tanto a nivel

interno (candelero y articulaciones) como en la policromía, resquebrajada, con desprendimientos en la encarnadura, plana, del rostro, sometidos a continuos “retoques”. Todo esto es apreciable (casi acusatorio) en la fotografía VII que ofrecemos, sin ningún aditamento, como prueba de la situación que llevó a la Junta de Gobierno, con la autorización del Cabildo, pasada la Semana Santa de 1986 a encargar su restauración al acreditado imaginero sevillano D. Antonio Dubé de Luque.

A tales efectos fue trasladad a su estudio-taller sito en la popular calle Alfarería 38, del sevillanísimo barrio de Triana. El gran artista, tan ligado a Puente Genil en la década de los ochenta, procedió al estudio minucioso de la talla emitiendo un detallado informe. Procedió a continuación al trabajo consistente en la sustitución del candelero -en muy mal estado y con añadidos de calzos que habían modificado la postura- y demás elementos sustentantes, incluidas las articulaciones, giro expresivo de las manos -que fueron retalladas- fijando los anclajes a la peana, que el tiempo y manipulación habían erosionado.

Fotografía IV y V finales años 50

Fotografía VI finales años 60

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De acuerdo con fotografías antiguas aportadas, procedió a un remodelado, con expresión -algo más dulce que la primitiva- acorde con la impronta de las Dolorosas del siglo XIX, aunque con inevitables toques personales se su producción artística. Eliminando los repintes y cuerpos extraños acumulados en la encarnadura, encontró la original -pálida y nacarada- con la que había sido concebida por su anónimo autor, procediendo en esa misma entonación con las naturales veladuras y pátinas, quedando de esta manera conservada y enaltecida, en su monumental retablo, para el devenir de los tiempos, derramando su Gracia, junto al Bendito Patrón a los hijos de La Puente.

A la fecha de su reposición al culto –veintiséis de Junio de 1986- de la que han transcurrido ya veintitrés años, corresponde la foto VIII en la que resplandece en toda su belleza tan dulces, tan nuestra, tan pontana…

Cada mes de Noviembre, vestida de negro, recupera su impronta, austera y doliente, resaltada por el prodigio de sus manos cruzadas (IX). Es Fotografía VII

Fotografía VIII y IX en la actualidad

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como un reencuentro entre el hoy, efímero, y el ayer eterno con que la veneraron nuestros mayores con inquebrantable devoción.

Como testimonio final ofrezco la impresionante -creo que inédita- fotografía X, que estimo de valor incalculable. En ella aparece la Virgen en la mañana del Viernes Santo en su paso de palio. Al estudio de éste y de su evolución, dedicaremos -Dios mediante- el trabajo del próximo año.

Esta fotografía tiene la plusvalía de haber sido tomada -con las naturales limitaciones técnicas- el Viernes Santo de 1935, que fue el último que procesionó. Está tomada en la calle Madre de Dios (bajaba entonces por la cuesta Romero) y pueden verse -aunque no reconocidos- numerosos hermanos delante del paso y a los bastoneros que lo llevan.

Como puede advertirse el palio es el primitivo, de bambalina continua con borlones en las ondas. Era de tisú azul. El techo de palio, de raso blanco, se sostenía con sólo seis varales, con remates góticos. En el basamento de uno de los delanteros aparece un

enorme lazo negro, como era significativa tradición. También las originales jarras góticas -con flores de colores- que se habían estrenado en 1928 y que, restauradas, se conservan.

La Virgen se eleva sobre la magnífica peana de plata que en la actualidad la sustenta en el camarín. Era la estética dominante en todas nuestras dolorosas.

Aunque no puede percibirse -por el contraluz y escasa calidad de la foto- el palio tenía en la cúpula, como remate, el angelito gótico de plata que ahora se ubica en la entrecalle de la candelería. Era fama, por su altura y tosquedad de los tendidos eléctricos, que provocara anecdóticos cortes de luz en las calles.

Sin embargo, su peculiaridad principal la aporta el hecho de poder contemplar, lo que tanto se ha llorado en nuestra cofradía: La valiosísima corona-diadema y el manto y saya bordados que lucieron por última vez ya que se perdieron en el criminal incendio del domicilio del inolvidable cofrade D. José Chacón López.

Con todos estos testimonios gráficos y datos colaterales, hemos querido contribuir, modestamente, a difundir -poniéndolos al alcance de todos los hermanos- documentos, algunos inéditos, que enaltecen la historia de nuestra Cofradía y pregonan el inmenso amor a la MADRE DE JESÚS.

Fotografía X

LA VIRGEN EN LA CALLE

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Nace el día y su mañana cuando sale el “Nazareno”

la Virgen de los Dolores con el cuartel del “primero”

Le despierta la “diana” y los vivas de su pueblo,

el murmullo del genil, la brisa de aire fresco, el ruiseñor con su trino y la alondra mañanera,

las palomas en sus nidos y la cigüeña altanera,

la alegre huerta pontana que divisa ya a lo lejos

con sus ojos moribundos cabizbajos y serenos.

Junto a él está su Madre ¡la Virgen de los Dolores! Con su manto azul intenso

bajo un calado dosel de nubecillas del cielo.

La brisa del medio día se entretiene con su velo y las velas encendidas

echan aromas de fuego. Las saetas son sentidas y se clavan en su pecho como dulces golondrinas

cuando anidan en los techos.

Por su grandísimo amor camina tras de su hijo por la senda del dolor

con el corazón partido.

Lágrimas, sangre y sudor para un mismo camino, llora la Madre de Dios,

muriendo está Jesucristo.

Por su dolor y amargura brotan perlas cristalinas que corren por su mejillas para posarse en sus labios.

Por su divina hermosura se vuelve el agua marina de blanco la llena luna

y los desiertos germinan.

Por su infinita ternura se escriben ríos de versos

que son rimas de los besos del poeta a la dulzura.

¿Quien dice que está sola, que ya no encuentra consuelo

si nuestro hermanito Rafa está con ella en el cielo?

¿Quién dice que nuestra Madre ya no tiene bastoneros

si la llevan con la sangre los del cuartel del primero? ¡Oh! Virgen de los Dolores! De las Madres, la más bella,

te cantan los ruiseñores en el cáliz de las flores al venir la primavera

Virgen de los Dolores

Lorenzo Reina Reina

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Como creyentes nos postramos ante la Virgen de los Dolores; aunque ya María no sufre, es

gloriosa y está glorificada. Sufrió como consecuencia de un juicio injusto sobre su Hijo, que le llevó a la muerte más ignominiosa. Hoy los cristianos tenemos que sufrir y acompañar a tantas personas que han sido objeto de resoluciones injustas determinadas por jueces injustos, o incompetentes, o por quienes tienen una ideología que no respeta los más elementales derechos del ser humano, imponiendo cruces insoportables a personas inocentes.

Ante el dolor de una madre, de la Madre de Dios, ante su Hijo agonizante y muerto y recogido en sus brazos como testimonio de una fe crucificada y perseguida. No nos quedemos en la estética, en los simples sentimientos y emociones. No podemos comprender nada si no es desde la fe, consecuente y comprometida. Invito a una oración creyente. La realidad y el misterio de Cristo muerto en la Cruz y el de su Madre junto a Él y en sus brazos, choca contra todas las razones humanas, contra los impulsos de la violencia.

Desde la cercanía de María a nosotros, tantas madres sufren con angustia, con dolor profundo el dolor de quienes hoy son prolongación de Aquel que han bajado del leño de la Cruz, de su propia Pasión. ¡La Cruz de Cristo es Pasión del mundo! Y desde esa Cruz Cristo con sus brazos abiertos es esperanza de los hombres; nuestra Esperanza. De ella se derrama todo su infinito amor, porque en ella está Dios, que es Amor; amor entregado hasta el extremo. De ella brota la fuente inagotable de la infinita misericordia de Dios, que se ha

hecho hombre como nosotros y sabe de nuestros sufrimientos y de las consecuencias del pecado, del desamor, del egoísmo de los hombres, del olvido del hermano, del odio incluso por nuestros semejantes.

De la humillación y esclavitud y de la utilización del hermano hasta el abandono y la muerte. El egoísmo del hombre es capaz de ser insensible, incluso de asesinar al hermano o dejarlo en la mayor de las desolaciones. Y a veces nos quedamos insensibles ante tanta crueldad, tanta injusticia, tanta sinrazón.

De esa muerte de Cristo y su Cruz redentora viene una nueva y renacida luz para el mundo; una nueva y verdadera, aunque desconcertante esperanza. Todo puede ser salvado, todo puede

ser reemprendido de nuevo, porque hay perdón y un Amor que nada ni nadie puede matar ni eliminar ya que el Amor permanece siempre y la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos y el dolor de los hombres puede convertirse en solidaridad inquebrantable porque creen que Dios es Amor.

En esta hora de tanto sufrimiento en el mundo, de tanto llanto de seres humanos… muéstranos, Madre, a Jesús, fruto bendito de tu vientre, como lo hiciste realmente en aquel primer Viernes Santo de la Historia y nos lo estás recordando a través de esta imagen tuya, la Virgen de los Dolores. Tu Hijo es la Esperanza, en estos momentos y siempre, porque Él es nuestra reconciliación y nuestra paz; porque nos descubre la verdad de Dios y del hombre; porque nos muestra como Dios ha amado y ama al ser humano de cualquier clase y condición; porque en Él encontramos siempre al Dios con nosotros, con los hombres y para los hombres, porque en Él,

Fray Urbano Alonso del Campo

Lo Incomprensibledel Misterio de la CruzFray Urbano Alonso del Campo, O.P.

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está la vida y la defensa del ser humano, a quien reconoce su dignidad y sus derechos como persona, creado a imagen de Dios. Cristo nos rescatado con su sangre y nos ha librado del poder del maligno y de la muerte. Madre de Misericordia, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosas, apiádate de nosotros, de nuestras familias, de nuestro pueblo, de nuestro mundo. Muéstranos a Jesús, ayúdanos a que pongamos con fe nuestra mirada enteramente en Él. Si le seguimos, si le creemos, si le aceptamos, si le escuchamos, si le queremos, si dejamos que El viva en nosotros por el Espíritu Santo, también en este mundo podrá reinar la justicia, el amor y la fraternidad. No hay justicia sin amor; y no hay amor sin perdón. Servir a Cristo es, ante todo, una cuestión de amor. La Iglesia no es una mera organización de encuentros colectivos ni, por el contrario la suma de individuos que viven una religiosidad privada. La Iglesia es una comunidad de personas que creen en el Dios de Jesucristo y se comprometen a vivir en el mundo el mandamiento del amor que El nos dejó. Es, por tanto, una comunidad en la que se educa en el amor y esta educación no tiene lugar a pesar, sino a través de los acontecimientos de la vida. La vida cristiana tiene en la caridad el vínculo de perfección, y debe traducirse en un estilo de vida moral inspirado en el Evangelio, inevitablemente contra la corriente de los criterios del mundo, pero que siempre hay que testimoniar con un estilo humilde, respetuoso y

cordial, como nos recordaba Benedicto XVI. Un hijo de Puente Genil, Luis Fernando lo ha expresado con singular belleza: “Llevas puñal de Dolor/ ¡Oh Madre de los Dolores!/ y tus “hermanos” con flores/ están predicando amor”

Jesús es el que nos da la concordia y como fruto nos trae la verdadera paz; el que nos llena de alegría y nos proporciona el gozo de la misericordia; el que nos acerca a todos los hombres y establece la unidad y la fraternidad entre todos, llamados a ser enemigos, sino hermanos y vivir en la unidad del entendimiento y del encuentro.

Que lo mismo que tú, Madre de los Dolores, vuelves a nosotros tus ojos misericordiosos, también nosotros los hijos de Puente Genil, y todos los que vienen de lugares tan distintos y a todos acoge bajo tu protección, volvamos nuestra mirada y nuestro corazón a tu Hijo, Jesucristo muerto en tus brazos, de donde brota la vida nueva para que amemos de verdad a todos, especialmente a todos los crucificados de hoy, contribuyendo al cambio de nuestra sociedad, de nuestro mundo, donde podamos vivir con paz y trabajemos llenos de confianza para hacerla posible. Que no quepan entre los hombres las guerras, las discordias y las muertes. Virgen de los Dolores, Reina de la Paz y del Amor, ruega por nosotros.

Viernes Santo, 2005

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Madre mía, hoy vengo a rezarte con el corazón,

que difícil se me hace transmitirte con palabras, ese sentimiento que recorre por entero como si de una descarga eléctrica se tratara, envolviendo mi cuerpo y paralizando el tiempo a mi alrededor, abstrayéndome de todo cuando te miro a la cara.

Quien me diría a mí, que desde niño me has visto crecer y jugar, a la sombra de tu manto, en ese bendito pórtico y en la calle Sol, a los pies de tu cumbre en los cielos de Puente Genil, yo que misericordioso por tradición paterna, hijo de samaritano y nieto de atao, me volvería poco a poco y sin saberlo, en doloroso de corazón.

En ese proceso sin duda tú tienes buena parte culpa,

bendita culpa por cierto, que nos unió un día en tu nombre junto a tú pórtico y con una Biblia, para acompañarte bajo tu divina advocación, dichosos momentos de unos niños de apenas once años, que con la ilusión propia de la edad querían participar de manera activa en la Semana Santa, contando los años desde entonces por Semanas Santas, como buenos mananteros. Recordando anécdotas de esas que aunque pasen muchos años formaran parte de una gran historia, la del 1º, tu primero Madre Mía.

Entre ellas, la más reciente quizás por vivirlo de una manera especial que resume, Cofradía, y familia unida entorno a ti. El pasado Viernes Santo , compartiendo bastón de Hermano Mayor con Paco

Álvarez, junto con mis hermanos del primero, en procesión, puro desorden organizado, propio de nuestro Viernes Santo donde te acompañaron padres, hijos, abuelos y nietos.

Fue un día grandioso para mí, pero destacaría, la gran fuerza de Francisco, nuestro querido cruceta que pese a sus años y su delicado estado de salud, no encontraba consuelo si no estaba junto a ti, por otro lado la cara de “mis niños”, con sus túnicas, los nuevos pilares de tú primero, guapísimos y perfectamente ataviados con sus capillos de “perritos pachones” que embobados y quietos como angelotes miraban como sus padres te cantaban con las voces ya rotas, en una sola voz. En un momento que dejé de cantar te miré y absorto en mis pensamientos te recordé y te eché de menos, Rafa, por un lado mis sentimientos se encontraron frente a frente, triste por los que me faltaban y tremendamente feliz al ver tanta juventud, signo inequívoco de un futuro como Cofradía… Cuando todo llegaba a su fin y finalizaron los cánticos, uno de mis hermanos con su niño en brazos se dirigió

Primero de los Dolores (Viernes Santo, 2008)

La Virgen de Papa,La Virgen de los DoloresJuan José Cabezas Martínez

iiii

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a mí, me felicitó y, después de explicarle con cariño que era el Hermano Mayor, me dijo con orgullo de padre: “mira”; y acto seguido le pregunto: “¿quién es?”, mientras te señalaba, a lo que el niño respondió: “la Virgen de papá, la Virgen de los Dolores”.

Emocionado como un niño me gire y no sabía muy bien lo que hacer, de nuevo te busque con la mirada y pensé en pedirte salud para todos, deseando poder ver aquella maravillosa imagen muchos años más. Me invadió un pensamiento alegre lleno

de Fe, que puso en mi boca una sonrisa tonta y en mi corazón una pincelada más de vida imaginando nuevamente un bonito futuro, no muy lejano,

compartido con todos mis seres queridos “todos estaban allí” conmigo, o yo los sentí en mi alma, fruto de un estado de embriaguez permanente por tanta dicha, te di las gracias por ello y me correspondiste con la culminación a un sueño inolvidable hecho amor y pasión, en la tarde noche del Viernes Santo.

No hay ni habrá palabras

suficientes de agradecimiento, me has dado una familia maravillosa, a la que quiero y venero profundamente, unos grandes amigos y amigas con quien compartir y andar el camino de la vida. Y por supuesto una mujer increíble con quien vivir la ilusión y la esperanza de una vida en común. A todos ellos concédeles la gracia y protección bajo tu manto, Madre Mía. AMEN

Viernes Santo, 2005

Manto de Ntra. Sra. de los Dolores

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Sin duda alguna, la renovación de la can-delería del paso de Ntra. Sra. de los Dolores supone el mayor reto que nos hemos marca-do en los últimos años, en lo relativo al patri-monio de nuestra Cofradía.

La Junta Directiva en su momento escogió este proyecto, al entender que debía realizarse

una candelería gótica, en consonancia con el estilo del paso. También tuvo un peso importante que el artista fuese pontanés y atesorase un prestigio profesional incuestionable.

Esta obra de arte, no sólo aumenta el patrimonio artístico de nuestra Cofradía, sino que constituye un conjunto único y singular en el arte sacro andaluz.

Nuestro paisano Jesús Mª Cosano Cejas, con

métodos artesanos, está tallando uno a uno los candelabros, que vienen a completar y engrandecer el magnífico altar en el que procesiona Nuestra Madre, orgullo de todo Puente Genil.

Su diseño original, de estilo gótico, combina distintos elementos decorativos semejantes a los que pueden contemplarse en los respiraderos, varales y canastilla, integrándose en el conjunto como un precioso diamante donde destella la belleza, fe y sentimientos que atesora Nuestra Madre.

En estos tres últimos años hemos conseguido llegar a la mitad de su realización. Desde la junta directiva queremos agradecer los múltiples donativos recibidos para ello. Este es un proyecto de largo recorrido, tal como se planteó al iniciarse, pero queremos que continúe y, para ello, necesitamos de vuestros donativos.

Adjuntamos el número de cuenta, donde rogamos, que al realizar el ingreso, indiquéis que es para “Candelería”, ya que estamos llevando un registro de todos los donativos no anónimos, para incluirlo en los libros de actas, y así quede para el conocimiento de futuras generaciones.

2100-6072-76-0200007139

Nuestra CandeleriaFructuoso del Val de la Torre

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A María

Nunca tenga mi lira mas encanto que cuando cante, Madre, tus dolores; y no tengan mas riego aquellas flores que las hermosas perlas de tu llanto.

Porque es tal virtud de tu quebranto tan sublimes y tiernos tus amores

que das la luz, la vida y los colores a todo cuanto cubres con tu manto.

Manto de santidad que yo venero, egregio manto azul en el que espero mi espíritu elevar hasta la altura.

Y ojalá que logre dicha tanta para entonces besar tu augusta planta como hoy beso los pies de tu escultura.

Manuel Pérez Carrascosa Publicada en El Aviso 14 de abril de 1912

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Continuar la CadenaPampi Chacón Almeda

En primer lugar, quería dar mi enhorabuena y

felicitación, una vez más si cabe a los/mis hermanos del 1º Grupo de Los Dolores que ya desde hace muchos años, aún siendo “casi” niños se echaron el peso de nuestra Cofradía sobre sus espaldas y desde entonces no han dudado ni flaqueado en ningún momento, engrandeciéndola día a día y año a año con sus constantes iniciativas tanto de reformas en el Paso, como reformas y mantenimiento del camarín y cochera, así como iniciativas del tipo cultural como es esta revista anual y la entrega del Nuevo Testamento en la tradicional comida de Hermandad. No puedo ni quiero olvidar que su

precursor en toda esta aventura semanasantera Rafael Chacón Villafranca, mi suegro-tío como él se designaba cada vez que se dirigía en la tradicional comida de Hermandad del Viernes de Dolores, está desde el Cielo orgulloso de ver como sus niños del Primero habéis dado continuidad al testigo que os pasó en su momento primero en la persona de Sergio y posteriormente en Fructu acompañados por el resto de componentes de la Corporación.

Me animó a escribir y casi llego tarde al cierre de la presente edición a pesar de haber tenido todo un año por delante, para transmitir algunos de los sentimientos que tengo

como hermano de esta Cofradía. Agradecerle a Alberto la espera.

Yo desde muy pequeñito, no recuerdo exactamente la edad, he ido a alumbrar a Nuestra Madre, a la procesión del Viernes Santo. Recuerdo que mi madre era y lo sigue haciendo después de tantos años, la que nos tenía preparados a mis hermanos y a mí y ahora a sus nietos, todo lo necesario para estar con la Virgen ese día, mi padre era el que nos llevaba a la procesión e íbamos haciendo la estación de penitencia por las calles de nuestro Pueblo con gran alegría e ilusión. La ilusión de niños que cuando nos reuníamos alrededor de María Santísima pasábamos esos Viernes Santo con gran gozo y alegría y con la inocencia propia de la edad. Recuerdo a José Angel, Mariano, Fernando, Jorge, Manolo, Paco etc etc y como no, a mis hermanos, como al lado de nuestros mayores íbamos pasando por las distintas etapas de la procesión y entre parada y parada hacíamos alguna que otra travesura propia de la edad lo que en algún momento hacía que nuestros mayores nos llamaran al orden. Por poner un ejemplo y como era normal al final de la procesión nos llegaba la cera de la velas a toda la túnica. Pero siempre nuestra gran ilusión era vernos ese día, disfrutar de

María Santísima procesionando el Viernes Santo

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la procesión y acompañar a nuestra Virgen y que nuestros mayores nos enseñasen a respetar las tradiciones escuchando sus sabias enseñanzas.

Es cierto que tuvimos un período de algunos años, yo los llamo más tranquilos, donde todo seguía rodando como tenía que hacerlo pero es a partir de la entrada de esa savia nueva, el 1º , cuando la Cofradía retoma un impulso que ha devuelto la ilusión a niños y mayores haciendo que la procesión del Viernes Santo vuelva a adquirir su esplendor como yo la recordaba de pequeñito, eso junto con el acompañamiento de numerosos Hermanos de otros cuarteles como La Espina, El Botellón, La Corona… sin olvidarme del acompañamiento del Imperio Romano en la Calle Don Gonzalo, lo que hace, que en ningún momento nuestra Madre se sienta sola en su Dolor.

Veo que cada año se unen cada vez más niños, nuestros hijos, sobrinos primos etc a alumbrar en la procesión, motivo de gran alegría, porque nos aseguramos de que haya la continuidad que necesitan las Cofradías, savia nueva que aporte o que aportará en su momento, nuevas ideas, frescura, trabajo y ganas de continuar con las tradiciones, eso sí, somos nosotros, ahora sus mayores tal y como lo hicieron con nosotros, los que tenemos que orientarlos, guiarlos, enseñarlos e infundarles los valores cristianos, valores desde mi punto de vista muy a la baja en la sociedad actual, valores que nos enseñaron a nosotros nuestros padres y mayores que debemos transmitírselos a esos nuevos hermanitos para que poco a poco vayan adquiriendo la experiencia necesaria para que algún día sean ellos los encargados de transmitirlos, y que no pare esta cadena que lleva enlazando generación tras generación para que no se pierdan las costumbres y los valores que el Padre nos ha enseñado.

El próximo año se cumplirá la ilusión de cualquier cofrade desde que eres niño, que es ser Hermano Mayor de su Cofradía, gracias a mi hermano Lorenzo Estepa, que me va a permitir adelantar la ansiada espera un año y mi enhorabuena al Hermano Mayor de este año, mi hermano Juanjo Cabezas al que acompañaré el Viernes Santo d.m.

¡VIVA LA VIRGEN DE LOS DOLORES!Calle Aguilar, Viernes Santo en la tarde

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Primer Grupo de Mª. Stma. de los Dolores

Queridos hermanos, qui-siera contaros cómo se

vive, desde el punto de vis-ta cuartelero, pertenecer a tan ilustre Cofradía como la nuestra.

La Virgen de los Dolores y su Cofradía no es sólo nuestro estandarte y guía a lo largo del año y la Semana Santa, sino mucho más. La Cofradía para nosotros supuso el inicio de la aventura que aún hoy recorremos con orgullo.

María nos arropó bajo su manto y refundamos, hace más de 20 años (1987), el Primer Grupo de Mª Stma. de los Dolores, hoy día conocido como Corporación “La Reconstrucción de Jerusalem”. Como un grupo de jóvenes inexpertos en temas de Semana Santa sacamos adelante un proyecto ahora consolidado, de la mano de grandes hermanos cofrades como nuestros queridos Rafael Chacón Villafranca, Pepe Chacón Cáceres, Paco Chacón

Cáceres o Francisco Montero Serrano “Cruceta”, que nos aportaron su sabiduría y afecto en todo momento.

Nuestros inicios fueron humildes, en una pequeña cochera de la calle Escobar, cedida por Ángel Chacón Martínez. Allí nuestra mayor ilusión era poder ir a casa de Angelita, su esposa, y probarnos aquellas túnicas que después luciríamos encantados el Viernes Santo de mañana. Por entonces, nuestro cofrade era Don Miguel Chacón Cáceres. Algunos años más tarde cogió el timón de la Cofradía el Don Rafael Chacón Villafranca, quien sacó lo mejor de ese grupo de chavales (sus niños, como él cariñosamente nos llamaba) para que aportasen su granito a la Semana Santa. Nos arropó e hizo partícipes de las labores cofrades, encendiendo la llama de la responsabilidad y la madurez que nos ha alumbrado estos años para poner buenos cimientos en nuestra Corporación y Cofradía.

Con el paso de los años fuimos siendo cada vez más cofrades, hasta el punto que un año, nuestro hermano Sergio María Velasco Albalá, se convirtió en el Cofrade Mayor, demostrando que, a pesar de nuestra juventud, éramos capaces de sacar adelante una Cofradía tan señera de nuestra Semana Santa.

Con la experiencia de los cofrades mayores y nuestro empuje, fuimos creando nuestro hueco en la Semana Santa, nuestro Cuartel se hizo mayor y, nuestra Cofradía, ejemplo de cambio generacional.

Y llegamos hasta el puerto del presente, donde no habríamos arribado si no fuéramos el Primer Grupo de Mª Stma. de los Dolores, cuya Cofradía ahora dirige de forma magistral nuestro hermano Fructuoso del Val de la Torre.

La historia de este cuartel no se entendería sin su alma gemela, es decir, su Cofradía. Nuestro nexo de unión es nuestra Madre Dolorosa. Sin las personas que forman esta bendita Cofradía, de las que tanto hemos aprendido, no seríamos El Primero.

Nota: en el Libro de Actas de la Cofradía ya se cita la existencia de un “recién formado” Grupo Primero en acta fechada el 17 de junio de 1928.

Primero de los Dolores:Comienzo de Nuestra AventuraManuel Jesús Aguilar Leiva

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I

¿Dónde vas, tierna Paloma Viernes Santo de mañana,

tan hermosa y dolorida vertiendo un raudal de lágrimas?...

¿Porqué lloras…? ¿a quién buscan tus celestiales miradas?... ¿Porqué desde tus Altares

hasta el fin del pueblo bajas?...

¿Acaso, te dejan sola al pie de esta Cumbre Santa?

¿Te arrebataron tu Hijo el Redentor de las almas?...

¡No, Madre, seca tu llanto purísimo, calma tus ansias:

a Jesús no te lo quitan ni te encuentras solitaria.

Por allí, camina Cristo, sí, pero va a nuestras casas a aliviar nuestros enfermos

y a endulzar nuestras desgracias.

A cuidar que nuestros hijos desde el umbral de la infancia

broten en sus corazones flores de virtud cristiana.

A bendecir, Poderoso, nuestros campos de esmeralda,

para que brote la espiga y haya pan con abundancia.

Por ser el Patrón Bendito de esta Villa afortunada

que, cual nido de palomas bajo su trono descansa.

¿Tú sola? ¡No, Madre mía! mira en torno de tus andas a un pueblo que te bendice

y con delirio te aclama.

A un pueblo que en Ti se inspira, Por ti reza, llora, ¡canta!... y en procesión por Ti viene

entre vivas y bengalas.

Mira a tu ilustre Hermandad cabe tus divinas plantas

¡con qué noble orgullo ostenta tus insignias veneradas!

¡Míranos, somos tus hijos Puesta en Ti nuestra esperanza,

lleno el corazón de gozo, llena de dichas el alma.

¡Míranos bajo tu manto Como indefensa bandada

De polluelos; al abrigo de tus purísimas alas!

II

¡Hijos de Puente-Genil Despertad! La gran Diana ya sonó, y aquí la Reina

del Cielo, viene… ¡Miradla!

¡Miradla: por sus mejillas benditas corren las lágrimas

como diamantina lluvia sobre rosas perfumadas.

¡Mirad sus divinos ojos que, aunque el llanto los empaña,

en ellos la luz asoma de la naciente mañana.

¡Mirad su boca entreabierta por el dolor, pura y santa que para todos sus hijos

suspiros de amor se escapan.

¡Miradla! Ya el nuevo día Con nimbos de luz la baña Y en su palio tornasolan celajes de azul y plata.

Plegaria a la Santisima

Madre de DiosMiguel Romero

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¡Mirad cómo los crespones de la noche se desgarran

y el sol triunfante en el cielo se dispone a saludarla.

Y despierta el universo, las golondrinas le cantan, las flores le dan aromas

y besos las frescas auras.

Y nosotros… ¿no tendremos, Amor, suspiros ni lágrimas para la Madre de Cristo

nuestra Augusta Soberana?

¿La que tantas bendiciones sobre nosotros derrama y de la cuna al sepulcro

nuestros pasos acompaña?...

¡Sí, llega, pueblo querido, y con la frente inclinada alcemos hasta su trono esta sencilla plegaria.

III

¡Madre! Mater Dolorosa bendita Paloma blanca mensajera de la Gloria

y estrella de la mañana.

Por los inmensos Dolores que el corazón te desgarran viendo a Jesús bajo el yugo de la cruz dura y pesada.

Viendo al Mártir de los Mártires subir por las cumbres ásperas

del Calvario a dar su vida por lavar nuestras infamias.

Deja, Madre que estos hijos que aquí llegan a tus plantas,

viéndote llorar, lloremos raudales de acerbas lágrimas.

Deja que tristes gemidos broten de nuestras gargantas, y oigan nuestras desventuras,

nuestras penas, nuestras ansias.

Haz que nuestros corazones no sufran rudas batallas

ni rigor del infortunio azote nuestras moradas.

¡Intercede por tus hijos, Por los que ¡Madre! te llaman

en medio de los dolores en este valle de lágrimas.

Por todos nuestros queridos hermanos, que allá en lejanas

tierras, en el alma sienten de tu ausencia la nostalgia.

¡Por nuestros llorados muertos que en esas tumbas descansan

en cuyos fúnebres lechos pronto un sitio nos aguarda!

Y cuando las negras puertas de la Eternidad, se abran y den paso a mi cadáver

tras la losa funeraria.

Y no pueda ver tu Imagen Tan hermosa, Virgen Santa,

ni escuche tu campanita Viernes Santo de mañana…

Entonces, de las miserias del mundo, salva mi alma, y vuele contigo al cielo

como vuela mi plegaria!...

Cuando pasen los años, un día cualquiera, deseosos de encontrar el espíritu de la Semana Santa, buscaremos en los anaqueles de la biblioteca hogareña, ávidos de encontrar algún libro, revista o documento que nos transporte a esa magia incomprensible de la tradición pontana.

Creo que todos en alguna ocasión nos hemos visto en semejante situación y, quizás en un libro de Don José Segundo Jiménez, en una revista de la Agrupación de Cofradías o en algún docu-mento manantero conmemorativo, hemos encontrado destellos literarios que nos han acercado a ese ambiente de bengalas, incienso y cera quemada a través de una narración o una poesía.

Nos daríamos por satisfechos si esta revista cofrade sirviera como entretenimiento familiar y diese pie a una tertulia de recuerdos en la mesa camilla de cualquier hogar pontanés.

Sólo queda agradecer a todos los que han hecho posible este humilde intento, fruto del cariño, la amistad y la devoción a María Stma.

En primer lugar queremos reconocer la aportación indispensable de nuestros patrocinadores, que amablemente han sufragado los costes propios de la impresión.

Por supuesto, también, a todos los redactores de los artículos, destacando especialmente por su erudita singularidad los textos de Don Juan Ortega Chacón, Fray Urbano Alonso del Campo y nuestro querido consiliario Don José Joaquín Cobos Rodríguez.

No puede faltar nuestro más cálido aplauso para el profesional trabajo de maquetación y diseño desarrollado por nuestro hermano Alberto de la Rosa Velasco, quien ha dedicado muchísimas horas de su tiempo para rematar un trabajo impecable.

Pidiendo disculpas anticipadas por las erratas y omisiones, sólo cabe alentaros para que colabo-réis en las próximas ediciones con vuestros textos, fotos o curiosidades.

Y terminamos con los colosales versos postreros del soneto de Don Manuel Pérez Carrascosa, a quien allá donde esté le mandamos la bendición de nuestra Madre:

Y ojalá que logre dicha tantapara entonces besar tu augusta plantacomo hoy beso los pies de tu escultura.

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ALONDRAS Y RUISEÑORES Numero 2

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