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Domingo 3 T.O. (B) “La maldad contiene los motivos de su propio tormento. Es un maravilloso artesano de una vida miserable” PLUTARCO AGENDA PARROQUIAL LUNES, 22: 8,30> Misa 19> Rosario 19,30> Misa. 20,15> Charla D. Antonio Pocino: Espiritualidad en la Tercera EdadMARTES, 23: 8,30> Misa 19> Rosario y rincón de paz 19,45> Misa. 20,15> Película: Ignacio de Loyola”. MIÉRCOLES, 24: 8,30> Misa 19> Rosario 19,30> Misa. 20,15> Grupo de Oración. JUEVES, 25: 8,30> Misa 19> Exposición del Stmo. 19,30> Misa. 20,15> Película: Ignacio de Loyola”. VIERNES, 26: 8,30> Misa 19> Rosario 19,30> Misa SÁBADO, 27: 8,30> Misa 19> Rosario 19,30> Misa. DOMINGO, 28: 9,30> Misa 10,45> Catequesis infantil 12,30> Misa 19,30> Misa. Pª VIRGEN de NAZARET Padres Mercedarios www.parroquiavirgendenazaret.com Retales de HOJA DOMINICAL. Nº 556 Domingo 21 de enero EL SANTO DEL DÍA Lunes, 22: Vicente, Gaudencio, Barnardo de Vienne, Anastasio, Francisco Gil, Mateo Alonso, Vicente Palloti. Martes, 23: Ildefonso, Severiano, Aquila, Emerenciana, Clemente, Agatángelo, Andrés Chong, Amasio, Mainbodo. Miércoles, 24: Francisco de Sales, Feliciano de Umbría, Exuperancio de Congoli, Sabiniano, Babila. Jueves, 25: Conversión de San Pablo, Ananías, Agileo, Preyecto, Amarino, Bretanión, Popón, Palemón. Viernes, 26: Tito, Timoteo, Teógenes, Paula, Jenofonte, María, Juan Arcadio, Alberico, Agustín Erlandssón. Sábado, 27: Angela de Mérici, Julián de Sora, Devota, Juan María Muzeo, Julián de Le Mans, Teodorico de Orléans. Domingo, 28: Tomás de Aquino, Juan de Réome, José Freinademetz, Jacobo de Palestina, Julián de Cuenca. C uando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a procla- mar el Evangelio de Dios. Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: converos y creed en el Evangelio.» Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano An- drés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el la- go. Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hom- bres.» Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Sanago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, de- jaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se mar- charon con él. Marcos 1,14-20 1. El otro día veía un fragmento de una serie poli- cíaca, de esas que tanto abundan hoy día, en que dos exconvictos conversaban. Uno había rehecho su vida, al menos aparentemente, dejando atrás el terrible crimen, dos asesinatos cometidos siendo apenas un adolescente, que le tuvo veinte años en la cárcel. Ahora, el otro que acaba de cumplir con- dena acude a ver al cómplice para saldar una deu- da. En la conversación, a propósito de unas muertes que han sucedido recientemente en el pueblo en que habita, el segundo le dice que no se engañe, que no puede cambiar lo que es: un asesino. Con amargura le asegura que para hombres como ellos no hay redención posible, ni tampoco la gente esta- ría dispuesta a aceptarlo. Aquella escena me recor- dó alguna conversación con un amigo mío que no entendía que hubiera que rezar por los terroristas. Me decía que, además de que no le salía en absolu- to rezar por ellos, es que pensaba que eran unos enfermos que debían estar al menos encerrados de por vida. ¿Tienen razón quienes piensan así? La cosa no es de poca importancia, hoy parece muy extendida la convicción de que cambiar no es posi- ble. Cada vez más se examina, por ejemplo, para contratar a alguien para un trabajo, su pasado, sus redes sociales, y a veces, sin preguntar más o dar pie a una explicación, se descarta a una persona por un error pasado del que quizá esté muy avergonza- do y arrepentido. Hoy Jesús en el evangelio hace una llamada a cambiar, a convertirse: «Se ha cum- plido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Con- vertíos y creed en el Evangelio» (Mc 1, 15). ¿Piensas que puede ser compatible esta llamada de Jesús con la actitud, cada vez más extendida, que considerábamos antes? Si Jesús comienza su vida pública con esta llamada a cambiar, a rectificar lo torcido que hay en nuestra vida, solo puede ser porque este cambio es posible. Por eso pídele que levantar el cordero ni desen- redarse, quedó allí preso, y corriendo a él el pastor, le cogió, y cortándole las alas, lo dio a los muchachos para jugar. En tal estado le preguntaron algunos qué ave era, y el cuervo les respondió: En cuanto al pensamiento fui águila, pero ahora conoz- co bien que soy cuervo. Esopo - ¿Este vino, de dónde es? - De Islandia, creo. - ¿No pone la ciudad en el envase? - Tetravrik.

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Domingo 3 T.O. (B)

“La maldad contiene los motivos de su propio tormento. Es un maravilloso artesano de una vida miserable”

PLUTARCO

AGENDA PARROQUIAL

LUNES, 22: 8,30> Misa 19> Rosario 19,30> Misa. 20,15> Charla D. Antonio Pocino: “Espiritualidad en la Tercera Edad”

MARTES, 23: 8,30> Misa 19> Rosario y rincón de paz 19,45> Misa. 20,15> Película: “Ignacio de Loyola”. MIÉRCOLES, 24: 8,30> Misa 19> Rosario 19,30> Misa. 20,15>

Grupo de Oración. JUEVES, 25: 8,30> Misa 19> Exposición del Stmo. 19,30> Misa. 20,15> Película: “Ignacio de Loyola”. VIERNES, 26: 8,30> Misa 19> Rosario 19,30> Misa SÁBADO, 27: 8,30> Misa 19> Rosario 19,30> Misa.

DOMINGO, 28: 9,30> Misa 10,45> Catequesis infantil 12,30> Misa 19,30> Misa.

Pª VIRGEN de NAZARET Padres Mercedarios

www.parroquiavirgendenazaret.com

Retales de

HOJA DOMINICAL. Nº 556 Domingo 21 de enero

EL SANTO DEL DÍA Lunes, 22: Vicente, Gaudencio, Barnardo de Vienne,

Anastasio, Francisco Gil, Mateo Alonso, Vicente Palloti.

Martes, 23: Ildefonso, Severiano, Aquila, Emerenciana,

Clemente, Agatángelo, Andrés Chong, Amasio, Mainbodo.

Miércoles, 24: Francisco de Sales, Feliciano de Umbría,

Exuperancio de Congoli, Sabiniano, Babila.

Jueves, 25: Conversión de San Pablo, Ananías, Agileo,

Preyecto, Amarino, Bretanión, Popón, Palemón.

Viernes, 26: Tito, Timoteo, Teógenes, Paula, Jenofonte,

María, Juan Arcadio, Alberico, Agustín Erlandssón.

Sábado, 27: Angela de Mérici, Julián de Sora, Devota,

Juan María Muzeo, Julián de Le Mans, Teodorico de Orléans. Domingo, 28: Tomás de Aquino, Juan de Réome, José

Freinademetz, Jacobo de Palestina, Julián de Cuenca.

C uando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a procla-mar el Evangelio de Dios. Decía: «Se ha cumplido el plazo,

está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.» Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano An-drés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el la-go. Jesús les dijo: «Venid conmigo y os haré pescadores de hom-bres.» Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, de-jaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se mar-charon con él. Marcos 1,14-20

1. El otro día veía un fragmento de una serie poli-cíaca, de esas que tanto abundan hoy día, en que dos exconvictos conversaban. Uno había rehecho su vida, al menos aparentemente, dejando atrás el terrible crimen, dos asesinatos cometidos siendo apenas un adolescente, que le tuvo veinte años en la cárcel. Ahora, el otro que acaba de cumplir con-dena acude a ver al cómplice para saldar una deu-da. En la conversación, a propósito de unas muertes que han sucedido recientemente en el pueblo en que habita, el segundo le dice que no se engañe, que no puede cambiar lo que es: un asesino. Con amargura le asegura que para hombres como ellos no hay redención posible, ni tampoco la gente esta-ría dispuesta a aceptarlo. Aquella escena me recor-dó alguna conversación con un amigo mío que no entendía que hubiera que rezar por los terroristas. Me decía que, además de que no le salía en absolu-to rezar por ellos, es que pensaba que eran unos

enfermos que debían estar al menos encerrados de por vida. ¿Tienen razón quienes piensan así? La cosa no es de poca importancia, hoy parece muy extendida la convicción de que cambiar no es posi-ble. Cada vez más se examina, por ejemplo, para contratar a alguien para un trabajo, su pasado, sus redes sociales, y a veces, sin preguntar “más o dar pie a una explicación, se descarta a una persona por un error pasado del que quizá esté muy avergonza-do y arrepentido. Hoy Jesús en el evangelio hace una llamada a cambiar, a convertirse: «Se ha cum-plido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Con-vertíos y creed en el Evangelio» (Mc 1, 15). ¿Piensas que puede ser compatible esta llamada de Jesús con la actitud, cada vez más extendida, que considerábamos antes? Si Jesús comienza su vida pública con esta llamada a cambiar, a rectificar lo torcido que hay en nuestra vida, solo puede ser porque este cambio es posible. Por eso pídele que

levantar el cordero ni desen-redarse, quedó allí preso, y corriendo a él el pastor, le cogió, y cortándole las alas, lo dio a los muchachos para jugar. En tal estado le preguntaron algunos qué ave era, y el cuervo les respondió: En

cuanto al pensamiento fui águila, pero ahora conoz-co bien que soy cuervo.

Esopo

- ¿Este vino, de dónde es? - De Islandia, creo. - ¿No pone la ciudad en el envase? - Tetravrik.

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Adivinanza

El águila y el cuervo

FOTOTECA

ENTRE PUCHEROS...

aumente tu fe, no ya en Dios, sino en el ser humano que Él ha creado, y confía como hace el Señor en que es capaz de cambiar, de arrepentirse y de variar el rumbo de su vida. 2. Es verdad que cambiar a veces es muy difícil. Quizá tengas experiencia propia de lo complicado que es vencer determinados vicios que se han ido adquiriendo con el tiempo y que por su honda rai-gambre en nosotros parecen ya inextirpables. Pero que algo sea difícil no quiere decir que resulte im-posible o que haya que darse de antemano por ven-cido. Torres más altas cayeron. La primera lectura de la misa de hoy, tomada del libro del profeta Jonás, precisamente nos habla de una conversión prodigiosa, casi imposible, la de la gran ciudad de Nínive. El propio Jonás, estimando que era del todo inútil ir a predicar la conversión a aquella urbe, había huido tratando de escapar de semejante en-cargo de Dios. Y sin embargo la reacción del pue-blo ninivita resulta inmediata: Los ninivitas creye-ron en Dios, proclamaron un ayuno y se vistieron con rudo sayal, desde “el más importante al me-nor” (Jn 3, 5). Que el ejemplo de la ciudad de Níni-ve te ayude a confiar en que, pese a la dificultad, la conversión es posible. Pero ¿será posible que esa conversión sea aceptada por ti? Porque la reacción de Jonás a la conversión de los ninivitas es de enfa-do, se disgustó e indignó, dice el propio libro de Jonás. Y es que aceptar que alguien haya cambiado no siempre es fácil. Porque supone romper nuestro juicio, que estaba basado en hechos anteriores y que ahora debe cambiar. La conversión y el cambio de una persona que antes ha hecho un daño o un mal, ya sea a ti personalmente o la sociedad, exige por tu parte otra conversión: la de tu juicio, ser capaz de dejarlo atrás y formular uno nuevo a tenor de las nuevas acciones de esa persona. No es lo que socialmente vivimos, pues lo frecuente es sacar siempre los trapos sucios aunque sean ya muy pa-

sados, de las personas en cuanto alcanzan notorie-dad. Pero es lo que pide Dios de nosotros: orar por la conversión del pecador y generosidad para acep-tar su cambio. 3. Venimos hablando de conversión, de cambio, de sus dificultades y de los obstáculos para aceptarlo cuando se produce, pero no hemos concretado nada sobre qué cosas se pueden cambiar y cuáles son las más complicadas. Hay un primer nivel, el espiri-tual, el que tiene que ver con la fe y la relación con Dios. A pesar de lo que pueda parecer, este es el terreno en que el cambio exige menos de nosotros, solo hace falta la disposición de acoger la gracia de Dios, pues es la única que mueve el corazón hacia la fe. La conversión en este ámbito de realidad es ante todo un don de Dios, depende sobre todo de su gracia, nosotros solo podemos corresponder a ella “y acogerla. Pero eso poco que hemos de poner de nuestra parte es imprescindible. Hay un segundo nivel que es el moral. La conversión de nuestros pecados y vicios es algo que ya requiere de nuestra parte una lucha activa y decidida. Es obra de la gracia y de nuestra voluntad. Y habrás experimen-tado, posiblemente, la dificultad que presenta en ocasiones cambiar vicios muy arraigados en uno mismo. Si en el ámbito anterior es posible un vuel-co, el que da la gracia, y pasar de blanco a negro en un instante, en este de los actos morales es todo más lento y con frecuencia nos movemos en los grises. Ten paciencia, confía en la gracia, recuerda que cambiar es posible, y no cejes en tu empeño por ello; hacer esto es ya acoger y poner en práctica la llamada de Cristo a la conversión.”

Mn. Antonio Fernández

GALLETA CON CREMA DE PLÁTANOS 13. plátanos 20 galletas 100 g de mantequilla 50 g de avellanas peladas medio vaso de nata líquida 3 cucharadas de azúcar 3 cucharadas de mermelada de albaricoque zumo de limón frambuesas hojas de menta Pon las galletas sobre un paño limpio. Ciérralo y aplasta las galletas con un mazo o con un rodillo hasta que queden pulverizadas. Colócalas en un bol y vierte sobre ellas la mantequilla fundida. Amasa a mano e introduce la masa de galletas en una bol-sa especial para congelar, espárcela y vuelve a aplastarla con el mazo o con el rodillo.

Coloca la bolsa en el frigorífico para que se solidifi-que. Corta la galleta en 6 porciones. Pela y aplasta 2 plátanos con un tenedor. Échales unas gotas de zumo de limón y un chorrito de nata y mezcla bien. Agrega una cucharada de mermelada y sigue mez-clando. Con una batidora eléctrica de varillas monta el resto de la nata, agrega la crema de plátano y sigue batiendo. Introduce la crema en una manga pastelera. Pon el azúcar a calentar en una sartén, añádele unas gotas de agua y unas gotas de zumo de limón. Cuando se funda y empiece a coger color, pela el otro plátano, córtalo en rodajas y caramelízalas. Cubre las galletas con la crema de plátano, decora la superficie con un poco de mermelada de albari-coque, unas avellanas picadas, frambuesas, hojas de menta y rodajas de plátano caramelizadas.

Charla de D. Luis Echegoyen sobre “Salud bucodental en la Tercera Edad”. Amena y muy didáctica. Gracias, Luís.

Celebración de la inaugura-ción del Año Jubilar Merce-dario con motivo de los 800 años de su fundación. Mer-cedarios, mercedarias misioneras, mercedarias de la Orden, mercedarias del Stmo. Sacramento, seglares procedentes de distintos lugares del mundo estuvi-mos presentes en Roma para conmemorar la efemé-ride, que tuvo su momento álgido en la celebración de la Santa Misa en la basílica de San Pedro, con la presen-cia de cerca de 900 perso-nas. La Misa fue presidida por el cardenal Angelo Amato por estar el Santo Padre de visita a Chile y Perú. Agradecemos a Ruth Travel todo su buen trabajo para que todo saliera lo bien que salió. Gracias también a los mercedarios de la Curia General por su acogida y trabajo.

-Enriquece a quienes la reci-ben, sin empobre-cer a quienes la dan. -No cuesta nada, pero crea mucho. -Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo puede durar para siempre. -Nadie es tan rico que no la necesite y nadie es tan pobre que no pueda darla. -Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena vo-luntad en los negocios y es la contraseña de los amigos. -Es descanso para los fatigados, luz para los decep-cionados, sol para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones. -No puede ser comprada, pedida prestada o robada. -No rinde beneficios a nadie, a menos que sea brin-dada espontánea y gratuitamente. ¿Que es? Brinda tu sonrisa, sobre todo, a aquellos que nunca ríen. Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien ya no le queda ninguna que dar.

Un águila echándose sobre un cordero lo arrebató en sus garras, lo cual viéndolo el cuervo, quiso hacer lo mismo, y echando a volar con mucha velo-cidad, se dejó caer sobre el cordero más gordo que vio en el rebaño, para llevárselo como el águila, pero enredó sus uñas en la lana, y no pudiendo