Administración Publica para el desarrollo integral _definitivo_

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ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PARA EL DESARROLLO INTEGRAL: UNA CUESTIÓN DE INTERÉS PÚBLICO Por Juan Guillermo Vieira 1 INTRODUCCIÓN ٭Administración Pública y Desarrollo, dos temas un mismo impacto, el social. En función de lo social en su dimensión pública es que trataremos la relación entre administración pública y desarrollo. El fracaso del discurso neoliberal que desde algunos púlpitos multilaterales y académicos recetó el desmonte y la flexibilización del Estado, la liberalización económica y social con el mercado como asignador principal y la asunción de modelos privados para la Administración Pública, entre otras, con la evidente lesión de lo social y lo público, hace que tengamos, casi como imperativo moral, que hablar de nuevo o con mayor énfasis del papel del Estado y su Administración Pública en el desarrollo de las naciones y en la conservación y realización del interés público. Se trata, en parte, de aportar elementos para construir una Administración Pública “distinta”, reflejo de la nación y de la idiosincrasia institucional, que acentúe la singularidad de nuestra cultura política, incluyendo por supuesto, los desarrollos teóricos y las experiencias de las diferentes etapas del pensamiento y la práctica administrativa. Distinto implica un cierto juicio de valor a lo que hay. En realidad pensamos que lo que tenemos como Administración Pública adolece de contenido propio, en dos sentidos: por un lado el escaso aporte de pensadores autóctonos, sea por la escasez de los mismos o por la ortodoxia excluyente que anatematiza de revolucionario a quien propone ideas “diferentes” a los intereses establecidos. Por otro lado, la escasa participación de la sociedad en la construcción de su propia institucionalidad, sea como consecuencia de nuestro régimen político centralista, elitista y consociacionalista, al que no le interesan las mayorías sociales no más que en situaciones de legitimación, o por la misma falta de cultura política y la apatía ciudadana hacia la práctica política de los políticos de siempre. Esto es lo que ha dado pie para que tengamos una administración pública débil. Este escrito se divide en cuatro partes. En la primera citaremos tres definiciones de Administración Pública con el fin de resaltar en todas el interés público como eje común, haremos un recuento de lo que en la evolución de la disciplina, hoy en día se consideran los diferentes momentos paradigmáticos, nos interesa especialmente el modelo a superar, el actual modelo managerial privado, y el modelo emergente. En la segunda parte nos ocuparemos del concepto de desarrollo, miraremos algunos aportes importantes rescatando aquellos elementos que constituyen lo que consideramos debe tener una propuesta de desarrollo integral. Continuaremos con una reflexión sobre el interés público y algunos de los aspectos que consideramos deben dar forma a este 1 El autor agradece al profesor y a los Politólogos que como compañeros, estudiantes y como profesionales han compartido con su grupo de investigación el aprendizaje de los primeros pasos del quehacer investigativo. Gracias a todos ellos por sus comentarios sobre este artículo. ٭El artículo cuenta con varias citas de textos en inglés. Todas son traducciones libres del autor.

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ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PARA EL DESARROLLO INTEGRAL: UNA CUESTIÓN DE INTERÉS PÚBLICO

Por Juan Guillermo Vieira1 INTRODUCCIÓN٭ Administración Pública y Desarrollo, dos temas un mismo impacto, el social. En función de lo social en su dimensión pública es que trataremos la relación entre administración pública y desarrollo. El fracaso del discurso neoliberal que desde algunos púlpitos multilaterales y académicos recetó el desmonte y la flexibilización del Estado, la liberalización económica y social con el mercado como asignador principal y la asunción de modelos privados para la Administración Pública, entre otras, con la evidente lesión de lo social y lo público, hace que tengamos, casi como imperativo moral, que hablar de nuevo o con mayor énfasis del papel del Estado y su Administración Pública en el desarrollo de las naciones y en la conservación y realización del interés público. Se trata, en parte, de aportar elementos para construir una Administración Pública “distinta”, reflejo de la nación y de la idiosincrasia institucional, que acentúe la singularidad de nuestra cultura política, incluyendo por supuesto, los desarrollos teóricos y las experiencias de las diferentes etapas del pensamiento y la práctica administrativa. Distinto implica un cierto juicio de valor a lo que hay. En realidad pensamos que lo que tenemos como Administración Pública adolece de contenido propio, en dos sentidos: por un lado el escaso aporte de pensadores autóctonos, sea por la escasez de los mismos o por la ortodoxia excluyente que anatematiza de revolucionario a quien propone ideas “diferentes” a los intereses establecidos. Por otro lado, la escasa participación de la sociedad en la construcción de su propia institucionalidad, sea como consecuencia de nuestro régimen político centralista, elitista y consociacionalista, al que no le interesan las mayorías sociales no más que en situaciones de legitimación, o por la misma falta de cultura política y la apatía ciudadana hacia la práctica política de los políticos de siempre. Esto es lo que ha dado pie para que tengamos una administración pública débil. Este escrito se divide en cuatro partes. En la primera citaremos tres definiciones de Administración Pública con el fin de resaltar en todas el interés público como eje común, haremos un recuento de lo que en la evolución de la disciplina, hoy en día se consideran los diferentes momentos paradigmáticos, nos interesa especialmente el modelo a superar, el actual modelo managerial privado, y el modelo emergente. En la segunda parte nos ocuparemos del concepto de desarrollo, miraremos algunos aportes importantes rescatando aquellos elementos que constituyen lo que consideramos debe tener una propuesta de desarrollo integral. Continuaremos con una reflexión sobre el interés público y algunos de los aspectos que consideramos deben dar forma a este

1 El autor agradece al profesor y a los Politólogos que como compañeros, estudiantes y como profesionales han compartido con su grupo de investigación el aprendizaje de los primeros pasos del quehacer investigativo. Gracias a todos ellos por sus comentarios sobre este artículo. .El artículo cuenta con varias citas de textos en inglés. Todas son traducciones libres del autor٭

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concepto con miras a hacerlo vital en el ejercicio público y en la acción política gubernamental para el desarrollo. Por último, tipo conclusión, haremos una síntesis de los elementos aportados que consideramos esenciales en la elaboración de una propuesta más firme para una administración pública que represente el interés público. Nos hemos propuesto dos objetivos principales: primero, retomar y reforzar el concepto de interés público como sustento de la Ciencia de la Administración Pública y de la práctica de los administradores y funcionarios públicos, esta reafirmación del concepto involucra principalmente dos aspectos: a) el diseño de estructuras administrativas que respondan a una finalidad colectiva asociada con el desarrollo y b) el carácter de los servidores públicos como facilitadotes y cocreadores del interés público. El segundo objetivo, ligado al anterior, consiste en presentar elementos que refuercen la hipótesis de que el desarrollo es una manifestación y aspiración esencial del interés público, que se relaciona con la teleología de la existencia y con la aspiración humana hacia un bienestar mayor. En este mismo sentido queremos unir esos dos objetivos partiendo de una concepción del Estado también como una manifestación concreta del interés público en una etapa del desarrollo humano, derivando de ahí la idea de que la Administración Pública no es más que una herramienta que se da la sociedad a sí misma para el cumplimiento de las necesidades que surgen de los mayores y complejos niveles organizativos que alcanza la humanidad en su proceso. ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Nos interesa una Administración Pública no sólo técnica y éticamente bien definida sino con claridad respecto a su razón de ser. Por esto empezaremos citando algunas definiciones de autores conocidos con el fin de demostrar que a todas subyace un claro interés por lo público y lo social. La Administración Pública tiene múltiples definiciones dependiendo el enfoque desde donde se defina y el objeto de estudio que se le asigne.2 En nuestro caso no vamos a ocuparnos de ningún punto de vista particular, a no ser que lo podamos llamar tradicional, en el sentido de que retoma elementos de la tradición administrativa en toda su variedad, que pueden servir de base para la intervención práctica. Nos interesa principalmente subrayar aspectos comunes a definiciones diversas que enfaticen el adjetivo pública. La primera definición que citaremos es la de Charles Jean Bonnin, en 1808, del que dice Omar Guerrero fue el primero en hacer una “conceptuación científica de la Administración Pública…”3 Dice Bonnin en su obra Principios de Administración Pública: “La administración pública es la autoridad común que (…) ejecuta las leyes de interés general que se estatuyen sobre las relaciones necesarias de cada administrado con la sociedad, y de la sociedad con cada uno de ellos; así como sobre las personas, los bienes y las acciones, como interesantes al orden público.”4 La Administración Pública en este sentido es una consecuencia del desarrollo social indisolublemente unida al devenir estatal como una relación social. De ahí la fuerza con que Bonnin se expresa respecto al carácter, sino total, principalmente social de la nueva

2 SÁNCHEZ González, Juan José. La Administración Pública como ciencia: su objeto y su estudio. Ver capítulos III, IV,y V para ampliar esta discusión. Plaza y Valdés editores. 2001. 3 GUERRERO, Omar. Administración Pública. Artículo, revista Léxico de Política. 2000. http://www.libertadexpresa.com/bonnin/articulos/APlexico.pdf 4 BONNIN, Charles Jean. Principios de Administración Pública. Cita de Omar Guerrero en Teoría Adttiva. del Estado. Cap. 1 pág. 7 de versión digital: www.libertadexpresa.com/bonnin/libros/TAE.pdf.

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ciencia, que como tal tiene como razón de ser la atención de los problemas sociales. Del mismo modo se concibe como sustentadora de los desarrollos alcanzados que le dieron su nacimiento y de nuevos desarrollos que permitan seguir con el progreso social. La segunda definición que citaremos proviene del ilustre colombiano Florentino González, quien en 1840 publicó Elementos de Ciencia Administrativa, libro que para el Profesor Guerrero, “… representa un suceso de enorme importancia universal para La Ciencia de la Administración…”5 al igual que considera a su autor como el fundador de la ciencia administrativa en Ibero América. González empieza el primer capítulo de su libro definiendo la Administración Pública como “… la acción de las autoridades sobre los intereses y negocios sociales que tengan el carácter de públicos, ejercida conforme a las reglas que se hayan establecido en una nación para manejarlos.”6 La similitud de estas dos definiciones no es casual, González basó la escritura de su libro en la obra mencionada de Bonnin y en La Democracia en América de Tocqueville. Encontrar en ambas definiciones expresiones como leyes de interés general… interesantes al orden público en la primera e intereses y negocios sociales… públicos en la segunda, corrobora la concepción del valor del interés público como subyacente a la naturaleza de la ciencia administrativa. El profesor Guerrero, en un capítulo titulado La Ciencia de la Administración: Ciencia del Interés Público, expresa la configuración de lo público de la siguiente manera: “(l)a interacción de los individuos en el espacio comunitario crea la asociación que se plasma en el interés público, cuya conservación como tal requiere de un gobierno que toma cuerpo en la administración pública, teniendo ella el natural cometido de conservar a los individuos, a sus relaciones y a la asociación en que se arreglan estos vínculos individuales.”7 De este modo empezamos a resaltar lo que es el meollo de este escrito respecto al rescate para la administración pública de lo público como razón de ser. Complementaremos estas definiciones con una tercera. Más de 130 años después de que Florentino González escribiera su libro, Charles Debbasch8 dice: “La Administración Pública es el aparato de gestión de los asuntos públicos, cuya buena marcha permite la realización de objetivos definidos por el poder político. Constituye la organización que se otorga todo grupo social evolucionado. Es el instrumento de cohesión y de coordinación indispensable, sin el cual la sociedad se desmorona. La administración, por naturaleza, está subordinada a fines que le son externos. El papel de la administración, sus estructuras y sus métodos dependen de la sociedad en que se encuentra inserta, …”9 Resaltamos de las definiciones aquello que alude a la administración pública en función de lo público; nos enlazamos así con la noción de interés público tal y como la promueve el New Public Service (NPS), modelo hacia el que queremos llamar la atención y al cual nos referiremos bastante en este artículo, especialmente por hacer del interés público el eje de su propuesta y por que pretende superar, integrándolo, el New

5 GONZÁLEZ, Florentino. Elementos de Ciencia Administrativa. ESAP. 1994. Introducción pág 16. 6 Ibid. Pág 75. 7 GUERRERO, Omar. Teoría Administrativa del Estado. Cap. II. Oxford University Press. 2000. México. Versión digital: www.libertadexpresa/bonnin/libros/TAE.pdf 8 Ex Decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Aix-Marseille. Francia. 9 DEBBASCH, Charles. Ciencia Administrativa. 1975. pág 25. Citado por Juan José Sanchez González en La Administración Pública como Ciencia. Cap. III Pág 111. Plaza y Valdés editores, 2001.

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Public Management (NPM) como paradigma imperante dentro de la Administración Pública actual. El New Public Service10 (NPS) es una propuesta de modelo alternativo de administración pública. Alternativo al viejo modelo de administración pública y especialmente al New Public Management (NPM), modelo dominante en los últimos 30 años en el mundo. Este modelo se sustenta en la tradicional afirmación de que el gobierno somos nosotros, premisa de la cual extrae el interés público como razón única y fundamental sobre la cual se estructura la propuesta del NPS. En el texto del cual extraemos los principales elementos del NPS se presentan lo que los autores consideran son las principales características (las veremos más adelante) de la “Vieja Administración Pública” en relación al NPM, arguyendo que mientras este último se compare con las características señaladas, siempre parecerá mejor y deseable seguir las directrices del NPM. Los autores aducen que múltiples académicos han señalado las falencias, contradicciones, vicios y perjuicios para lo público y la sociedad del NPM. Por lo que proponen el NPS como un nuevo modelo de comparación deseable desde todo punto de vista sobre la aplicación descarada e irreflexiva de prácticas del sector privado, de los negocios y del comercio a lo público. Lo peor, dicen los autores, no es que se trasladen ciertas prácticas de un sector a otro sino que se trasladen los valores del sector administrativo privado al sector público. Motivados por la presentación del NPS mostraremos a continuación los elementos característicos de los tres modelos o “paradigmas”, hoy más aceptados, en la evolución de la ciencia de la Administración Pública. TRES MODELOS DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

1- La “vieja” Administración Pública.

Denhardt y Denhardt11 hablan de Old Public Administration refiriéndose a lo que ha venido a implicar negativamente, “burocracia, jerarquía y control”, características que a su vez se han señalado como causas de deficiencia, ineficacia, derroche de recursos etc. En Colombia, entre otros países, la vieja administración pública se relaciona, principalmente, con corrupción, politiquería y clientelismo, lo que no implica que esas prácticas se hayan extinguido de nuestro sistema administrativo al aplicar el NPM. El artículo citado empieza usando la analogía del bote para simbolizar el Estado, continuando con la presentación que hicieron Gaebler y Osborne12, dos fervientes promotores del NPM a principios de los 90, en la cual hablan del siguiente modo: “aquellos que dirigen el bote tienen más poder sobre su destino que aquellos que lo reman” (p.549). Aunque puede catalogarse como reduccionista, con esta analogía se ejemplifican los tres modelos que se contrastan en el texto. La “vieja administración pública” remaba el bote, le interesaba mantenerlo a flote, el NPM pretende dirigir, guiar el bote, mientras el NPS se pregunta por la propiedad del bote, ¿de quién es el bote? La respuesta es que es de los ciudadanos, “el gobierno pertenece a los ciudadanos” y agrega “con los ciudadanos al frente el énfasis no debería colocarse en si dirigir o remar el bote gubernamental, sino más bien en la construcción de instituciones

10 DENHARDT, Janet V. y DENHARDT, Robert B.The New Public Service: Serving Rather Than Steering, Revista Public Administration Review, Nov/Dic 2000, Vol. 60, Nº 6. Pág. 549-559. 11 Artículo citado. Pág. 550. 12 Autores de Reinventing Government en 1992, libro que dio pie a toda una vertiente teórica dentro del NPM. Hay edición Paidós en español de 1994.

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públicas caracterizadas por la integridad y la responsabilidad” (pág 549). El NPS marca la diferencia respecto a los otros dos modelos al notar que en estos el control del bote sigue estando en manos de los administradores, que son los que escogen los objetivos y las políticas. Aunque se acepta que no hay unanimidad en el mundo académico respecto a la caracterización de la “vieja administración pública” los autores sugieren los siguientes postulados como propios de ese modelo:

- La administración pública es políticamente neutral, se valora la idea de la competencia neutral.

- El centro de actividad del gobierno es la prestación directa de servicios. La mejor estructura organizacional es una burocracia centralizada.

- Los programas son implementados a través de mecanismos de control de arriba hacia abajo, limitando en lo posible toda discreción.

- Las burocracias buscan ser sistemas cerrados en la medida de lo posible, limitando así la participación ciudadana.

- La eficiencia y la racionalidad son los valores más importantes en las organizaciones públicas.

- Los administradores públicos no juegan un rol central en la formulación de políticas y en la governanza; más bien se encargan de la ejecución de los objetivos públicos.

- El trabajo del administrador público es descrito por el acrónimo POSDCORB de Gulick (p. 551 y 552).13

Con estas características es que pretende compararse el NPM. Como veremos después de señalar las características del NPS, nuevos elementos emergen para una comparación más comprensiva de la supuestas fortalezas del NPM, dejando mucho que desear.

2- New Public Management.

Nos vamos a detener un poco más en la consideración de este “cuasi” modelo, para tratar de mostrar sus principales debilidades, como necesidad imperiosa para poder pensar en la construcción de algo diferente. Aunque pareciera que sobre el NPM hay mayores acuerdos entre los académicos sobre lo que el concepto engloba, la realidad es lo contrario, ya que abarca una amplia variedad de ideas, prácticas y significados en muchos casos contradictorios unos con otros. Por motivos diagramáticos e ilustrativos citaremos dos versiones sobre lo que se consideran son las principales características de este paradigma. En primer lugar los muy conocidos postulados de Christopher Hood:14

- énfasis en la práctica de habilidades administrativas para un activo, visible y discrecional control de la organización (libertad de manejo)

- estándares y medidas de rendimiento explícitos, a través de la clasificación de objetivos, metas e indicadores de éxito;

- un cambio, de la utilización de controles de entrada y de procedimientos burocráticos a reglas de controles de salida medidos por indicadores cuantitativos de resultado

13 Acrónimo famoso propuesto por Luther Gulick en 1937 para resumir los 7 procesos de la gestión. Las siglas se refieren a Planning, Organizing, Staffing, Directing, Coordinating, Reporting y Budgeting. 14 HOOD, Christopher. Citado por Hiromi Yamamoto en New Public Management- Japan´s practice. Pág 8. 2003. www.iips.org/bp293e.pdf

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- un cambio de los sistemas de gestión unificada a la desagregación o descentralización de unidades en el sector del servicio público

- introducción de una mayor competencia en el sector público a fin de reducir costos y el logro de altos estándares a través de los contratos a término fijo etc;

- se hace hincapié en las prácticas de gestión del tipo del sector privado tales como los contratos laborales a corto plazo, el desarrollo de planes corporativos, ejecución de acuerdos, declaración de misión etc;

- énfasis en la reducción de costos, en la eficiencia, en la frugalidad en el uso de los recursos y en “hacer más con menos”.

Estas características son las que muchos autores critican, últimamente con más fuerza, debido a los grandes desbalances sociales que la aplicación de esas políticas han producido en muchos países en desarrollo, incluido Colombia. También desde los países desarrollados han llovido críticas y propuestas de reformulación de la administración pública retomando senderos que no pudieron ser llenados por las propuestas míticas del NPM. Propuestas de administración pública alternativa, sostenible, y de rescate del valor público15, entre otras, se enmarcan en esta búsqueda de sentido de la administración pública, como lo es el NPS, de la que aquí nos ocuparemos. En segundo lugar, como complemento a las características que resalta Hood del NPM, traemos a colación el aporte de David Clark16 que destaca tres componentes principales del NPM: a- Marketisation Introducción de la competencia y el mercado en la producción de servicios públicos. b- Disaggregation Fortalecimiento de la capacidad estratégica central, separando la elaboración de políticas de las funciones ejecutivas. c- Incentivization Creación de incentivos al rendimiento con el fin de fomentar un mayor espíritu empresarial y una mayor atención a la reducción de costos y a la eficiencia institucional. Con los postulados de Hood y los de Clark ilustramos suficientemente los grandes énfasis del NPM. De este modo hacemos evidente sus debilidades, las cuales resaltamos en las siguientes preguntas:

- ¿Dónde está lo público del NPM? - ¿En qué momento de la cadena del NPM entra la participación ciudadana y la

construcción de sociedad civil? - ¿La gente, la eficiencia o ambos? - ¿Y los derechos fundamentales y el Estado Social de Derecho? - ¿Y lo que no es negocio quién lo hace: ejemplo, servicios básicos a

comunidades rurales? - ¿Cliente/consumidor o ciudadano base de la soberanía?

15 Aunque ya se empieza a hablar en los ámbitos académicos de un verdadero tercer paradigma del Valor Público que superaría el paradigma NPM, aquí sólo nos referiremos al NPS. Sobre el nuevo paradigma ver el artículo From NPM to Public Value: Paradigmatic Change and Managerial Implications, de Janine O´Flynn. The Australian Journal of Public Administration. Vol. 66, 3. Pág. 353-366. 2007 16 CLARK, David. Open Government in Britain: Discourse and Practice. Citado por John Wilson en New Management of Public Services: The UK experiene. Viešoji politika ir administravimas. 2004, Nr.7.

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- ¿Gerentes públicos igual a empresarios: para quién trabajan, qué bien defienden, el propio, el de su empresa o el público?

El profesor de la UBA, Fabian Repetto17 sintetiza cuatro grandes críticas al NPM, que nos ayudarán a responder las preguntas anteriores:

a- “Un primer aspecto está relacionado al bajo grado de responsabilidad de los funcionarios respecto de la sociedad. (…) la accountability se reduce a la medición de resultados, por lo que el control de los procedimientos a través de la acción legislativa y/o judicial ven desdibujado su papel. En suma, el modelo de mercado diluiría o desconocería el tema del interés público general; al basarse en un gerencialismo genérico, se ignorarían los objetivos específicos del sector público, diferentes de los de cualquier otra empresa u organización, asociados al alcance de propósitos generales como equidad, justicia etc.

b- Un segundo punto refiere a las consecuencias negativas de referenciar prácticas administrativas en términos de que la contraparte es un cliente. (…) considerar al ciudadano como cliente – consumidor implica suponer para aquel el mismo tipo de expectativas que las de los consumidores que tratan con una empresa privada, lo cual debilita su rol como detentador de derechos…

c- Un tercer aspecto se asocia a que la descentralización administrativa no está necesariamente ligada a la introducción de mayor competencia, como lo sugeriría en un sentido estricto el nuevo modelo de gerenciamiento. Peters (1996) por ejemplo, reconoce la existencia de una contradicción entre la descentralización, la autonomía que se pretende dar a las agencias y la necesidad de garantizar la coordinación centralizada de las políticas. (…) la descentralización no elimina la necesidad de la coordinación, a la par que no queda claro en este modelo quién es, en definitiva el responsable de las políticas. (…) podría pensarse que la existencia de muchas agencias menores aumenta los costos de transacción cuando deban cooperar entre sí, respecto a las grandes unidades departamentales.

d- El cuarto aspecto problemático, que no aparece resuelto en las propuestas cercanas a la “reinvención del gobierno”, se liga con el acotado papel que desempeña la participación de la población en la dinámica de la administración pública. En la concepción del nuevo modelo de funcionamiento burocrático, la participación se concentra en fases relativamente acotadas, sin que desempeñe, por ejemplo, un papel descollante al momento de definir la calidad y cantidad de bienes públicos que ofrecerá el organismo público en cuestión.”

A estos cuatro aspectos críticos se pueden sumar otros cuantos, por ahora nos interesaría destacar lo que ya mencionamos en una de las preguntas que hicimos atrás, se trata del tema de los derechos humanos y el Estado Social de Derecho. Además se puede resaltar que cada una de estos elementos se interrelaciona con los otros, por ejemplo la esperanza de la descentralización político-administrativa como propulsora de un renacer ciudadano que se plasme en mayores niveles de participación activa y continua de los grupos sociales. El tema de los derechos humanos y el Estado Social de Derecho es de crucial importancia. Ambos están intrínsecamente relacionados, el Estado Social de Derecho implica que los derechos humanos estén en la columna vertebral del Estado. Los derechos sociales y colectivos garantizados a un nivel básico se convierten en la 17 REPETTO, Fabián. La Administración Pública. Escenario actual estudios y perspectivas recientes. Ejes para una agenda de investigación. Agosto 1998. Dcto 12.

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obligación fundamental de los estados que se autodenominan sociales de derecho, como el colombiano en la Constitución de 1991 en su artículo 1. El problema surge con la receta neoliberal de la “pastilla de chiquitolina” para el Estado, como la única solución al gigantismo y consiguiente inmovilidad del Estado para responder a las “crecientes” e inaplazables exigencias sociales y globales. La contradicción es evidente, ¿cómo responder a esas nuevas exigencias sin Estado? Al parecer uno de los atajos es esperar a que la sociedad misma se ocupe de esos asuntos, pero ¿cómo, con qué herramientas? El NPM y su pretensión de introducir el mercado en reemplazo del proceso político, hemos visto, deslegitima el Estado como arena máxima de lo público a la vez que niega la racionalidad pública de la acción estatal. La racionalidad pública estatal se entiende al reflejarse en su contraria, la racionalidad privada en el sentido del proceso económico; la restauración a niveles aceptables de esta racionalidad requiere el análisis teórico y práctico entorno a la discusión de las diferencias entre el proceso político y el mercado, como dicotomía en disputa por el proceso de asignación social. Respecto al primer elemento Echebarría y Mendoza expresan: “…el proceso político se caracteriza por su preocupación por los aspectos redistributivos y de equidad, la realización de transacciones administración-individuos y administración-sociedad, la ausencia de precios y la falta de correspondencia entre la financiación que recibe determinada organización pública y su desempeño o capacidad de gestión.”18 Por su parte el mercado “se caracteriza por la exclusión de la demanda no solvente, la realización de transacciones individuales entre ofertantes y demandantes, la existencia de precios y el automatismo en la asignación de recursos…”19 Como vimos al enumerar los principales aspectos del NPM, en muchos de ellos queda en entredicho el proceso político y como lo destacamos ya ¿quién se ocupa de los “clientes” insolventes? La Administración Pública seguirá siendo administratio20, no management, y pública, no privada, mientras haya desigualdad y Estado. Bienvenidas todas las técnicas y prácticas nuevas, vengan de donde vengan, cuya contribución mejore el desempeño del Estado y de la Administración Pública con miras a cumplir su finalidad público-social, generando cada vez mayores niveles de inclusión y bienestar social y no convirtiéndose en la causa de mayor pobreza y mayor injusticia social, todo por la protección del libre mercado.

3- New Public Service

Ya mencionamos que para tratar este enfoque alternativo nos hemos basado en un artículo titulado New Public Service: serving rather than steering, aparecido a finales del año 2000. Con este mismo título los autores publicaron un libro en 2002 con edición ampliada en 2007 en el que tratan más detenidamente la presentación de este enfoque. Al inicio hablamos algo del NPS, mencionábamos que se presenta como un modelo alternativo a la “vieja administración pública” y al NPM. Agregamos ahora que sus raíces teóricas son las teorías de la ciudadanía democrática, las teorías sobre la comunidad y la sociedad civil, las teorías del discurso y el humanismo organizacional. De este entramado teórico se extraen los siete principios que se insinúan como el sustento del NPS, que veremos son en sí mismos una crítica al NPM. Las principales ideas en que se basa el NPS son:

18 ECHEBARRÍA, Koldo y MENDOZA, Xavier. La Especificidad de la Gestión Pública: el Concepto de “Management Público”. Cap. I, pág 22 del libro De Burócratas a Gerentes? Las Ciencias de la Gestión Aplicadas a la Administración del Estado. Compilado por Carlos Losada. Publicado por el BID. 1999. 19 Ibid. Pág. 21-22. 20 Para etimología de la voz administración ver Omar Guerrero en Administración Pública, pág. 5. Ya cit.

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1- Servir mas que dirigir. Un papel cada vez más importante del servidor público es ayudar a los ciudadanos a articular y satisfacer sus intereses compartidos, en lugar de tratar de controlar o dirigir la sociedad en nuevas direcciones.

2- El interés público es el objetivo no el subproducto. Los administradores públicos deben contribuir en la construcción de una noción colectiva y compartida del interés público. El objetivo no es encontrar soluciones rápidas impulsadas por las necesidades individuales. Más bien se trata de la creación de intereses y responsabilidades compartidas.

3- Pensar estratégicamente, actuar democráticamente. Las políticas y programas para la satisfacción de las necesidades públicas pueden ser más efectiva y responsablemente llevadas a cabo mediante esfuerzos colectivos y procesos de colaboración.

4- Servir a ciudadanos, no a clientes. El interés público resulta del diálogo acerca de los valores compartidos, más que de la agregación de los auto-intereses individuales. De ahí que los funcionarios públicos no sólo se limiten a responder a las demandas de los “clientes”, sino que también se centren en la construcción de relaciones de confianza y colaboración con y entre organizaciones.

5- Accountability (rendición de cuentas) no es simple. Los servidores públicos deben prestar atención a mucho más que el Mercado; también deben considerar las leyes, los valores comunitarios, las normas políticas, los estándares profesionales y los intereses de los ciudadanos.

6- Valorar la gente, no solo la productividad. Las organizaciones públicas y las redes en que estas participan, es más probable que tengan éxito en el largo plazo si funcionan a través de procesos de colaboración y liderazgo compartido, basado en el respeto por todas las personas.

7- Valorar la ciudadanía y el servicio público por encima del emprendimiento empresarial. El interés público es realizado mejor por servidores públicos y ciudadanos comprometidos en hacer contribuciones significativas a la sociedad en lugar de por empresarios actuando como si el dinero público fuera el suyo propio. (Pág. 553-556)

El interés público es el eje central del NPS. Un interés público no determinado jerárquicamente, ni por el mercado, un interés público construido continuamente a través del diálogo y la participación ciudadana, dos cualidades reflejo de una sociedad desarrollada política y socialmente. Un interés público que refleja los valores compartidos de la ciudadanía expresa de algún modo los objetivos y estrategias sociales que esta elige para sostenerse y evolucionar en el tiempo, y esto no es más que la elección de una forma de desarrollarse. Revisar el modelo de desarrollo, si es que se tiene uno, ampliarlo a concepciones más integrales y humanas y superar el tradicional relacionamiento del desarrollo con el aspecto económico constituyen parte de los grandes retos de Colombia con miras a superar sus grandes problemas sociales. DESARROLLO: MÁS DE 50 AÑOS DE MODA Hasta aquí hemos hablado de administración pública. Revisamos sus tres modelos principales y pusimos como paradigma aquel que resalta el interés público como razón

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fundamental de la actividad estatal y de su cuerpo ejecutivo. No se trata de disponer de un modelo ideal a seguir, este no se presenta terminado, nuestro interés radica en la discusión sobre el mismo, especialmente en aquellos aspectos generales a la Administración Pública y que se pueden utilizar como food for thought en la construcción de la Administración Pública “diferente”, propia de Colombia. De cierto modo no estamos recordando nada nuevo, varios de estos elementos son parte de nuestro sistema constitucional que definió un Estado Social de Derecho y unos importantes dispositivos facilitadores de la participación ciudadana, nunca antes vistos. De alguna forma lo que intentamos hacer es reforzar el Estado Social de Derecho, la participación ciudadana y el interés público como ejes a profundizar en nuestra administración pública para que se convierta en valor básico en la producción de verdadera democracia y verdadero desarrollo institucional y social. Citando de uno de los diálogos platónicos a Protágoras cuando dice que “sobre cada cosa hay dos discursos opuestos entre sí” podemos hablar de lo variopinto y antagónico de las diversas y múltiples acepciones y enfoques sobre el desarrollo. Aquí básicamente lo que haremos será delinear el tipo de desarrollo en función del cual creemos debe estructurarse la Administración Pública, en cumplimiento del interés público. En concreto haremos un seguimiento a propuestas que han estado muy ligadas a las Naciones Unidas. El desarrollo como ideal es un horizonte más allá del horizonte, siempre en expansión, hasta perderse para el intelecto en la más pura metafísica sobre la finalidad de la existencia del cosmos y del hombre en él. Nos interesa aquello que puede hacerse desde acá abajo, lo que podemos hacer cada uno como ser humano, en lo individual y en lo grupal y también, y especialmente esta esfera, lo que puede hacer el Estado, “… el desarrollo al que podremos aspirar será el desarrollo de países y culturas capaces de ser coherentes consigo mismas.”21 La historia del concepto de desarrollo tiene sus raíces en las grandes preocupaciones filosóficas del pasado antiguo por el progreso humano. Sus más cercanos referentes lo relacionan con el surgimiento de la economía y de sus principales teóricos en el siglo XVIII. De ahí que se confunda generalmente desarrollo con desarrollo económico. Será con el surgimiento de las Naciones Unidas que el concepto recibirá atención especial y se convertirá en un término cliché a lo largo de la historia reciente del planeta, después de 1950 hasta nuestros días. De esta última parte es que haremos un breve bosquejo de algunos puntos de referencia teóricos en la evolución del concepto. En los primeros tiempos el concepto de desarrollo estaba claramente identificado con el desarrollismo económico, sus demás dimensiones sólo empezarán a ser destacadas, con mayor publicidad, en la década de los 60, como lo podemos constatar por la bibliografía citada por Wilburg Jiménez, al que pronto nos referiremos. Sergio Boisier destaca el pensamiento del economista Dudley Seers como revolucionario en relación a la tradicional visión del desarrollo, hasta ese momento, 1969, en que Seers publica su artículo The Meaning of Development, en el que critica la reducción del concepto de desarrollo al crecimiento económico. Sin embargo al leer el texto de Wilburg Jiménez22 publicado en 1971 encontramos bibliografía en español anterior al texto de Seers, citado por Boisier, con concepciones del desarrollo muy amplias, y muy cercanas a los conceptos de desarrollo posteriores, 21 MAX-NEEF, Manfred; ELIZALDE, Antonio; HOPENHAYN, Martín. Desarrollo a escala humana. Cap. I. Revista Development Diologue. Número Especial. 1986. 22 JIMENEZ Castro, Wilburg. Administración Pública para el Desarrollo Integral. 1975. 2da ed. FCE.

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como por ejemplo los trabajos del Padre Louis Joseph Lebrel y su economía humana. El Dr. Wilburg Jiménez propone una definición bastante interesante de lo que él considera es la administración pública para el desarrollo integral, dice de esta que: “… es el conjunto de aptitudes y actitudes humanas; de procesos y procedimientos administrativos; de sistemas y estructuras institucionalizados que facilitan la transformación y el progreso, a través de factores educativos, políticos, socio – culturales, económicos y morales de cada hombre y de cada país, de suerte que cada individuo, pueblo y país se eleven de una etapa particular superable a otra más elevada, en términos de satisfacciones para todos ellos. No es un fin sino un medio, quizá el más importante para promocionar y llevar a cabo en cierta medida las acciones de la transformación.”23 En 1975 la fundación Dag Hammarskjôld publicó What Now: Another Development, texto en el que se adelantaron importantes asuntos que han sido retomados posteriormente y que hoy son bastante populares entre los estudiantes y practicantes del desarrollo. Citamos una parte de ese documento para mostrar que contiene aportes que siguen siendo válidos en una perspectiva de desarrollo integral como ideal. Dice este documento: “El desarrollo es un todo; un proceso cultural, integral, cargado de valor; que abarca el ambiente natural, las relaciones sociales, la educación, la producción, el consumo y el bienestar. La pluralidad de caminos al desarrollo responde a la especificidad de las situaciones cultural o natural; no existe una formula universal. El desarrollo es endógeno; se origina en el Corazón de cada sociedad, que se basa primero en su propia Fortaleza y recursos, definiendo soberanamente la visión de su futuro, cooperando con sociedades que comparten sus problemas y aspiraciones.”24 (Subrayado nuestro) Será con la propuesta del Desarrollo a Escala Humana (DEH) de Manfred Max-Neef25 y sus colaboradores que el concepto de desarrollo amplía sus horizontes más allá del ámbito meramente académico para abrirse completamente a una nueva perspectiva que podemos denominar integral. Además este enfoque del desarrollo pretende más acercarse al “abajo” social, a los ciudadanos y a las comunidades micro, más que al Estado y a los elaboradores de políticas. Es más un enfoque de abajo – arriba. Tres son los pilares que sustentan la propuesta del DEH: necesidades humanas, autodependencia y articulaciones orgánicas, tres pilares que a su vez descansan en la participación ciudadana como principio democrático por excelencia justificador de un desarrollo más completo. -El primer pilar alude a la orientación del DEH. “un DEH, orientado en gran medida hacia la satisfacción de las necesidades humanas.” -El segundo pilar alude a los medios: “…es mediante la generación de autodependencia, a través del protagonismo real de las personas en los distintos espacios y ámbitos, que pueden impulsarse procesos de desarrollo con efectos sinérgicos en la satisfacción de dichas necesidades. (pág. 57)” - El tercer pilar se refiere a varias articulaciones.

De lo micro con lo macro De la planificación con la autonomía De la Sociedad Civil con el Estado

23 Obra citada. Introducción. Pág. 14 24 Fundación Dag Hammarskjold. What Now: Another Development. Revista Development Dialogue. 1975. Pág. 7. 25 MAX-NEEF, Manfred; ELIZALDE, Antonio; HOPENHAYN, Martín. Desarrollo a escala humana. Cap. I. Revista Development Diologue. Número Especial. 1986.

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De lo personal con lo social Cada una de estas articulaciones es en doble vía. Gracias a la confluencia de varios desarrollos teóricos, entre ellos los mencionados anteriormente, y los aportados por los economistas Amartya Sen y Mahbub ul Har, las Naciones Unidas empiezan a publicar anualmente el Índice de Desarrollo Humano (IDH) a partir de 1990, siguiendo básicamente los postulados presentados por estos economistas. En el primer informe se define el Desarrollo Humano como “un proceso en el cual se amplían las oportunidades del ser humano.” Las tres oportunidades que destacan como esenciales son: 1- disfrutar de una vida prolongada y saludable, 2- adquirir conocimientos y 3- tener acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente. Siguiendo el DEH, el Desarrollo Humano tiene como objetivo central el ser humano. El IDH se ha convertido en una importante herramienta para evaluar los niveles de desarrollo de las naciones. Mide principalmente tres parámetros, esperanza de vida, educación y nivel de vida, dentro de los cuales se miden diversos aspectos lo que lo hace ser un indicador compuesto. Veremos a continuación algunos apuntes acerca de lo público y del interés público. Delinearemos nuestra perspectiva sobre el tema, ya que la administración pública debe estar siempre orientada al desarrollo integral y este especialmente busca nivelar las necesidades básicas de las grandes mayorías que son las que carecen de las mismas, la noción de interés público estará muy relacionada con el interés de esas grandes mayorías. LO PÚBLICO, EL INTERÉS PÚBLICO Y EL DESARROLLO INTEGRAL El concepto de interés público es de carácter esquivo. A muchos molesta las dificultades que presenta para operativizarlo y hacerlo más asequible a la ciencia social como instrumento explicativo de apoyo y validador. Sin embargo, y desde otro punto de vista son muchos los que reclaman su uso como importante para la conservación del sentido de lo público, tanto para quienes ejercen en lo público como para la ciudadanía en general, entendido como valor básico de la vida social, conservador del horizonte colectivo. Teóricamente tres son las perspectivas interpretativas tradicionales sobre el interés público que consigna Richard C. Box26, ofreciendo al final de su artículo un enfoque integrador de las tres, asignándole a cada una su propio contenido y participación en la reescritura del interés público como concepto válido y tratable científicamente. Estas perspectivas son: la concepción sustantiva del interés público, la agregativa y la que lo concibe como proceso. “La visión sustantiva captura la imagen corriente del interés público respecto a una cuestión pública particular (pág. 596)”. En un punto dado “la perspectiva agregativa provee una instantánea (muy desinformada) de la opinión pública”, independientemente que cada persona ande por su cuenta tratando de maximizar su propio interés, se supone que si hacemos corte en un determinado momento conseguiremos el interés colectivo en ese punto. Dice Box: “en la perspectiva agregativa, lo público es una colección de unidades individuales de pensamiento, separadas, que sostienen preferencias predeterminadas que pueden ser alteradas a 26 BOX, Richard C. Redescribing the Public Interest. The social science journal. Nro 44, 2007. pág 585-598.

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través de la publicidad, el mercadeo o la propaganda (p. 587)”. Esta es la esencia de la perspectiva economicista aplicada en la Administración Pública a través del NPM, con las ya mencionadas lesiones a lo público. Por su parte la perspectiva del interés público como proceso “describe el diálogo público en marcha,” ocurriendo y construyéndose continuamente. La descripción del interés público como proceso “…considera los individuos como participantes en un diálogo acerca de lo que está en el interés público y lo que el sector público debiera hacer acerca de ello (…) los individuos son percibidos como personas con intereses, que pueden aprender de la interacción social. En tales interacciones, adquieren nueva información acerca de los asuntos públicos y se enteran de las percepciones y deseos de otros (p. 588).” Richard C. Box considera que en ninguna de estas visiones del interés público, por separado, se da respuesta satisfactoria a las preocupaciones por el contexto societal del interés público, al conocimiento ciudadano necesario para un real interés público proveniente de ciudadanos informados, y tampoco se aclara la dimensión temporal del interés público, cómo cambia en el tiempo. Por eso propone un interés público en el que esas tres críticas se integren en un esquema amplio: el contexto societal debe ser estudiado por los ciudadanos, que de este modo se informan y se afectan; interactuando elaboran continuamente el interés público no como abstracción casi inmutable sino como el proceso mismo que legitima cambios sociales básicos, la perspectiva temporal se involucra así mucho más claramente al hablar de intervalos más cortos. Dada la anterior elaboración sirve de complemento el esquema de Denhardt y Denhardt, en el que asignan para cada uno de los tres paradigmas de la Administración Pública, el “viejo”, el NPM y el NPS, un tipo de interés público propio de cada uno, así: en la “vieja” Administración Pública el interés público está “Políticamente definido y expresado en la ley”, para el NPM “representa la agregación de los intereses individuales”, mientras que para el NPS “resulta de un diálogo acerca de los valores compartidos. (pág. 554.)” Suponiendo interacción, participación y espacio público. Lo usaremos aquí, precisamente, muy cercano al NPS, en el sentido de querer colectivo, expresión de la voluntad ciudadana, independientemente de las dificultades que supone considerar en qué momento la ciudadanía se pone de acuerdo sobre lo que quiere. Tal vez por estas mismas dificultades sea importante retomar el concepto hermano o padre del interés público, nos referimos a lo público. El concepto de lo público ha sufrido muchos cambios a lo largo de su historia, hasta el punto de llegar a significados antagónicos en épocas diferentes. En el ágora griega lo público se dio en la relación que establecían los ciudadanos en el espacio de encuentro en el que se discutían los asuntos comunes a través del diálogo, la expresión del pensamiento individual y la escucha atenta del de los demás. En esta “esfera” construida por todos los participantes se definía la acción colectiva. Ese ideal de encuentro de todos (casi todos) para decidir sobre lo que les compete es prácticamente imposible de poner en práctica en nuestras sociedades con exceso de población, opulencia en unos pocos y exceso de necesidades a corto plazo (inmediata subsistencia) en muchos, lo que hace casi imposible reunir amplias mayorías. La tradición liberal es la principal aportante a las concepciones de lo público que hoy priman. La dicotomía público – privado tiene sus raíces en ella, aunque de tiempo en tiempo y de teórico en teórico se enfatizan unos u otros aspectos o se destacan algunos significados concretos. La concepción liberal en un primer momento redujo lo público a lo político estatal y lo privado a lo socioeconómico, aspecto que opacó otras dimensiones de lo social y que

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con el neoliberalismo tomó nuevo auge, esta visión de lo público es de algún modo justificable desde la perspectiva “burguesa” capitalista del liberalismo clásico. La dimensión política es inseparable de lo social. El liberalismo señalaba que lo político, el poder político, debía proteger que la vida en sociedad, especialmente el comercio dentro de ella, se desenvolviera sin trabas. Más tarde esta perspectiva cambió, la sociedad podía ser tan opresora como el Estado y generar tales condicionamientos, que era imposible hablar de libertad. Es así que la esfera privada se redujo del ámbito socioeconómico al ámbito íntimo y familiar, y la esfera pública se amplió abarcando lo estatal y la sociedad civil. Paradójicamente, de la esfera estatal-público-política en la que se era libre, la libertad pasó a ser un valor que se disfrutaba al máximo en el ámbito de lo particular – privado, menos reglado por el derecho. Nuestra posición respecto a lo público, siempre definido en contraposición a lo privado, sin excluirlo, claramente destaca el interés colectivo, público, sobre el interés individual. La complejidad en la definición de límites y de contenidos de ambas dimensiones hace que cada que se hable del asunto sea necesario contextualizar y significar inmediatamente el sentido que se quiere dar. Con Bobbio27 pensamos que la primera debe primar sobre la segunda, pero no hasta la subordinación total, porque es imposible obligarnos a no pensar y no sentir, sino es por la privación de la corporeidad. Debe primar lo público como construcción social y política que va creando y desenvolviendo el ser colectivo donde cada uno como individuo puede desarrollar su propio potencial, que precisamente debe ser finalidad de la vida colectiva que de este modo se fortalece a sí misma. Es enfermizo desde esta perspectiva el vivir sólo para sí mismo, o creer que se vive así. Hasta el anacoreta es tal en relación a la sociedad que supuestamente deja. Aceptamos que lo público no se agota en lo estatal. El Tercer Sector ofrece interesantes y nuevas perspectivas de expresión a otro nivel de lo público. Pero en el contexto de la Administración Pública consideramos oportuno empezar por el aspecto estatal político de lo público, desde el Estado mismo, incluyendo su dimensión nacional y local, y en segunda instancia considerar los otros alcances de lo público, no porque sean secundarios, incluso pueden ser más importantes; es necesario que precisamente desde el Estado se integren. Una Administración Pública “diferente” necesariamente debe desarrollar mecanismos de respuesta a, y de vinculación de los nuevos actores y espacios que surgen en el proceso de evolución social y de globalización actual; una característica esencial de esa “nueva” administración es que propicia la participación y la integración. Lo público y lo privado son dos polos de un plano cartesiano imaginario, con la diferencia que no hay un punto medio absoluto, identificable como no público y no privado, y sus extremos son lo que conocemos como supremacía total de lo colectivo, sea como irrupción de lo estatal hasta el alma individual misma, o como colectivismo sin Estado tipo anarquismo o comunismo total, en el que lo privado como de lo que se puede decir que es mío desaparece, este último ejemplo como experiencia es desconocido en la historia humana. El extremo de la supremacía de lo privado se define como el individualismo a ultranza, donde todo está en función del más fuerte, que por su misma fuerza se puede apoderar de todo sin consideraciones de bienestar común. En esa línea imaginaria lo público y lo privado se presenta cada uno en intensidades diferentes, oscilando continuamente de un lado a otro. Esto se ejemplifica con la innegable cualidad del ser de cada uno, su pasado, sus tendencias, sus deseos, que no

27 BOBBIO, Norberto. Estado, Gobierno y Sociedad. Pág. 28. FCE.

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van a desaparecer por más que su trabajo y vida funcione en pro del interés público. Es decir hay coexistencia de ambas esferas en todo momento. Una enfermedad en una persona puede convertirse en una pandemia, en un caso de salud pública. Un chisme, una opinión o una creencia de un ciudadano o el interés personal de una persona con poder mediático puede desbalancear el equilibrio político de una nación, de una institución o de un político en el poder… se convierte así una ocurrencia meramente personal en un caso concreto de perturbación del interés público. Claro que en lo particular un individuo puede querer ser suficientemente amplio, open mind, para que su interés personal coincida al máximo o se amolde al más amplio interés colectivo. Esto es importante, ya que la suma de intereses particulares de individuos que piensan así va a ser muy diferente a la suma de intereses particulares de la teoría que supone a todo hombre o mujer como maximizador de su propio interés. De hecho los tiempos actuales con el asunto del cambio climático en boga, en donde se acepta una cierta incertidumbre respecto al futuro de la humanidad como un todo, como especie terrestre, podrían servirnos para ejemplificar el tema. La suma de los intereses meramente egoístas produjeron la situación actual, puede ser parte de la explicación. El interés público se construye desde el punto de vista de la consciencia social que hace perdurar la vida humana, tanto para cada uno en el tiempo que “la tiene” individualmente, como para aquellos a quienes ama; en esa misma lógica para los que amarán, que aún no están, los que él ahora ama: esto también es sostenibilidad. Una lógica que busca producir “felicidad” sólo para “los míos” es una i-lógica. Esto no significa que tengamos que convertirnos en salvadores de la humanidad, se trata de ampliar los horizontes sin dejar de cumplir el deber que cada uno tiene como miembro de una familia, de una empresa, de una asociación, al ámbito mayor sobre el que normalmente creemos tenemos muy poca incidencia. Aunque pareciera, no nos limitamos en la concepción de lo privado a lo netamente íntimo. Lo privado se expande desde lo íntimo individual hasta el interés nacional de un Estado respecto a los intereses de otros estados en la sociedad de Estados o comunidad internacional. Nos interesa aquella concepción del Estado y de su cuerpo de acción como “representante real o simbólico del interés de todos”28 así no tengamos claro cómo se define y dónde se origina el interés de todos. Aunque participamos de la idea que responde que se da en la abstracción que llamamos espacio público, diferente a espacio público como lugar concreto no poseído por nadie. El interés público requiere esfuerzos colectivos que sean más que la suma de voluntades individuales desconectadas unas de otras; requiere una voluntad individual, jalonada por algún grado de conciencia del bien general, algún deseo de aportar en la construcción conjunta de algo mayor a sí mismo que beneficie a muchos o que contribuye a mayores niveles sociales de equilibrio. Esta perspectiva, desde lo individual, requiere una capacidad especial de renuncia y auto restricción respecto a los siempre acosadores deseos e intereses personales, esto no es más que una cierta descentralización del yo, la capacidad de salirnos de nosotros mismos como centro eje del universo, para vincularnos a contribuir con esa vida mucho más grande que nos trasciende a todos, sea la de nuestra localidad, ciudad, departamento, nación, planeta o universo infinito, a la cual contribuimos buscando el bien de otros. El bien general no puede ser una imposición externa a la comunidad que lo expresa. Es un “contrato” que debe ser establecido entre la misma comunidad o nación, salido de su corazón, porque es ahí que se define aquello que es válido para todos o la mayoría, 28 VARELA, Barrios. Edgar. Desafíos del interés público. Cap. I, Pág. 26. Editorial Universidad del Valle. 2005

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digno de ser buscado como interés general. En este sentido la relación interés público y desarrollo es evidente. La hipótesis que hemos venido manejando es que el desarrollo es una expresión no claramente articulada pero latente del interés público en las sociedades que pretenden construir un futuro “bueno” y una sociedad “buena”. Por consiguiente, y desde la concepción del interés público como resultado del “diálogo acerca de valores compartidos”, no nos parece atrevido afirmar, que los frutos de ese diálogo tienen que ver con “lo esencial” de quienes intervienen y se constituyen en los lineamientos a seguir así como en las correcciones a tomar respecto a lo obsoleto, de este modo se elabora la forma en que los grupos humanos se desarrollan, la forma y los énfasis sociales que determinarán su desenvolvimiento. A continuación, y como conclusión a este aparte, pondremos en consideración algunas ideas básicas del desarrollo integral, que bien podemos concatenar con lo hasta ahora planteado sobre el tema.

1- la etimología de desarrollo nos lleva a la palabra rueda, que indica movimiento, de ahí la tradicional y común concepción del mismo como progreso y avance, en el sentido de movimiento hacia delante.

2- desarrollo integral se entiende como proceso y resultado continuo, pero no propiamente hacia un estado ideal deseado, aunque sin negarlo, sino como el sostenimiento de unas condiciones básicas, que implican equilibrio social.

3- desarrollo integral es sostenible o no se puede considerar como desarrollo. 4- desarrollo integral considera esferas diferentes a las meramente materiales. 5- desarrollo es un proceso resultante de la interacción arriba (Estado) – abajo

(Sociedad) y abajo arriba y centro – periferia y viceversa. 6- El desarrollo integral se sustenta en la cooperación.

Son las personas las que se desarrollan. Dialogan y participan en la creación de su ser social. Quienes lo van logrando ayudan y jalonan a los atrasados y así se transforman y mejoran los territorios y los grupos humanos en ellos. Esto es cooperación, solidaridad, sustento fundamental para un desarrollo integral. El Estado debe educar para la cooperación en función del crecimiento social general. Desarrollo como tal implica para nosotros al ser humano en todas las dimensiones en que este actúa y que lo integran, así como las dimensiones sociales. Que lo adjetivemos con la palabra integral es sencillamente un intento por retrotraer la multiplicidad de adjetivos que se le han agregado a uno sólo, en el que se incluyen todos. El nuevo problema consiste en asignarle a cada dimensión la importancia que requiere, en el caso que se considere que hay unas más importantes que otras, o en el caso que en determinado momento sea necesario fortalecer una sobre las otras. Desarrollo implica autoconciencia, individual y social cuando hablamos de grupos humanos, por eso es tan importante esta consciencia para el interés público en el sentido que aquí hemos tratamos de reforzar. Nos inclinamos por un desarrollo lento debido a la misma multidimensionalidad que involucra, pero sobre todo por que tiene que ver con cambios concretos y permanentes en los imaginarios mentales colectivos. Debemos reconsiderar la medición de ciertos procesos y no esperar que con encuestas anuales y medición de resultados de un determinado gobierno se nos diga que nos hemos desarrollado o no. Así pues, Estado implica un proceso a largo plazo, diferente a gobierno. Parte de los grandes problemas del mundo subdesarrollado tiene que ver con la falta de esa visión ampliada, de un ideal nacional que jalone y oriente política y socialmente y que unifique a los gobiernos y a la administración pública en su realización.

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CONCLUSIÓN Hemos intentado, en línea con los objetivos propuestos en la introducción, retomar para fortalecer el concepto de interés público dentro de la Administración Pública. Consideramos oportuno que este concepto ocupe el lugar central en la ciencia administrativa como valor básico constituyente de esta y como razón de ser de la misma, desde la perspectiva funcional. Para lo cual presentamos la visión del interés público del New Public Service, en la cual se enfatiza la participación ciudadana y el diálogo, desde donde se da forma a la visión para y desde la sociedad, por la cual se estatuye la institución del gobierno y la administración pública encargadas de conservar y realizar la finalidad colectiva del Estado. Lo hemos dicho, esta finalidad, que se expresa a través del interés público, no es más que una forma de mirar el progreso y la evolución de un organismo social, y a esto lo hemos denominado desarrollo, agregándole el adjetivo integral buscando asumir la complejidad propia del desenvolvimiento humano como proceso multidimensional. Geométricamente ubicamos en el vértice el interés público y en la base el desarrollo y la administración pública, remarcando la dependencia de estos dos del primero, para resaltar su importancia y la necesidad de hacerlo parte inherente de la acción y el pensar político desde el Estado y los gobiernos y desde la sociedad, los ciudadanos y sus organizaciones, especialmente desde estas últimas que son las llamadas a elegir a sus representantes y a hacerles respetar las decisiones públicas con contenido de base, cuando estas sean desvirtuadas por el juego del poder desde los puestos de mando. Finalmente, habremos logrado nuestro objetivo de reconsiderar unas ideas esenciales para la sobrevivencia de lo público, hablando de lo mismo, de política para el desarrollo, pero con sentido y énfasis humano, si al menos, teniendo en cuenta nuestras limitaciones conceptuales, dimos forma clara a las ideas principales. BIBLIOGRAFÍA BOBBIO, Norberto. Estado, Gobierno y Sociedad. Pág. 28. FCE. BOX, Richard C. Redescribing the Public Interest. The social science journal. Nro 44, 2007. pág 585-598. DENHARDT, Janet V. y DENHARDT, Robert B. The New Public Service: Serving Rather Than Steering. Revista Public Administration Review, Nov/Dic 2000, Vol. 60, Nº 6. Pág. 549-559. ECHEBARRÍA, Koldo y MENDOZA, Xavier. La Especificidad de la Gestión Pública: el Concepto de “Management Público”. Cap. I, pág 22 del libro De Burócratas a Gerentes? Las Ciencias de la Gestión Aplicadas a la Administración del Estado. Compilado por Carlos Losada. Publicado por el BID. 1999. FUNDACIÓN Dag Hammarskjold. What Now: Another Development. Revista Development Dialogue. 1975. Pág. 7. GONZÁLEZ, Florentino. Elementos de Ciencia Administrativa. ESAP. 1994.

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