Adam-Cap5- Hacia Una Definicion de La Secuencia Argumentativa

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Hacia una definición de la secuencia argumentativa Jean-Michel Adam Este artículo es la traducción de una versión abreviada de un capítulo de Les textes: types et prototypes (Los textos, tipos y prototipos, Nathan-Université, Collection FAC, Paris, 1992). El lector encontrá el marco teórico general en la introducción y el primer capítulo de este libro dedicado a la definición de los (proto)tipos de las secuencias narrativa, descriptiva, explicativa, dialogal y argumentativa que entran, desde mi punto de vista, en la composición de todo texto. El presente ensayo se refiere fundamentalmente al texto escrito y a su interpretación a través del proceso de lectura. Mantengo todavía una posición prudente en cuanto a las posibilidades de extensión de estas observaciones al texto oral y a la producción escrita. ARGUMENTACIÓN Y SECUENCIA ARGUMENTATIVA No hay que confundir la unidad que entra en la composición de los textos que designo por el término de secuencia argumentativa con la argumentación en general. A través del discurso, el sujeto hablante hace alusión a un «mundo» («real» o «ficti- cio», presente como tal o no), construye una representación : es la función descripti- va de la lengua. Pero generalmente hablar consiste en tratar de compartir con un interlocutor opiniones o representaciones relativas a un tema determinado, es querer provocar o aumentar la adhesión de un oyente o de un auditorio más ámplio a las tesis que uno presenta para su asentimiento. En otros términos, comúnmente se toma la palabra para argumentar finalidad considerada por unos como sobreañadida al valor descriptivo-informativo de la lengua (es la posición clásica de la retórica) y por otros como la primera (es la posición de Ducrot & Anscombre, 1983). La noción general de argumentación puede ser abordada ya sea a nivel del dis- curso y de la interacción social, o a nivel de la organización pragmática de la textuali- dad. En cambio, si se considera la argumentación como una forma de composición elemental, si se postula la existencia, en los locutores, de representaciones prototípi- cas relativas a uno o a varios esquemas de la argumentación, en ese caso nos situamos en el plano de la organización secuencia' de la textualidad. En esa prespectiva, me propongo examinar si ciertas series de proposiciones pueden estar marcadas como una sucesión reinterpretada en términos de relación Argumento(s) —* Conclusión, 1995 by Aprendizaje, ISSN: 0214-7033 Comunicación, Lenguaje y Educación, 1995, 25, 9-22

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Adam - Cap5. Hacia Una Definicion de La Secuencia Argumentativa

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  • Hacia una definicin de la secuenciaargumentativaJean-Michel Adam

    Este artculo es la traduccin de una versin abreviada de un captulo de Lestextes: types et prototypes (Los textos, tipos y prototipos, Nathan-Universit,Collection FAC, Paris, 1992). El lector encontr el marco terico general en laintroduccin y el primer captulo de este libro dedicado a la definicin de los(proto)tipos de las secuencias narrativa, descriptiva, explicativa, dialogal yargumentativa que entran, desde mi punto de vista, en la composicin de todotexto. El presente ensayo se refiere fundamentalmente al texto escrito y a suinterpretacin a travs del proceso de lectura. Mantengo todava una posicinprudente en cuanto a las posibilidades de extensin de estas observaciones al textooral y a la produccin escrita.

    ARGUMENTACIN Y SECUENCIA ARGUMENTATIVANo hay que confundir la unidad que entra en la composicin de los textos que

    designo por el trmino de secuencia argumentativa con la argumentacin en general. Atravs del discurso, el sujeto hablante hace alusin a un mundo (real o ficti-cio, presente como tal o no), construye una representacin : es la funcin descripti-va de la lengua. Pero generalmente hablar consiste en tratar de compartir con uninterlocutor opiniones o representaciones relativas a un tema determinado, es quererprovocar o aumentar la adhesin de un oyente o de un auditorio ms mplio a lastesis que uno presenta para su asentimiento. En otros trminos, comnmente setoma la palabra para argumentar finalidad considerada por unos como sobreaadidaal valor descriptivo-informativo de la lengua (es la posicin clsica de la retrica) ypor otros como la primera (es la posicin de Ducrot & Anscombre, 1983).

    La nocin general de argumentacin puede ser abordada ya sea a nivel del dis-curso y de la interaccin social, o a nivel de la organizacin pragmtica de la textuali-dad. En cambio, si se considera la argumentacin como una forma de composicinelemental, si se postula la existencia, en los locutores, de representaciones prototpi-cas relativas a uno o a varios esquemas de la argumentacin, en ese caso nos situamosen el plano de la organizacin secuencia' de la textualidad. En esa prespectiva, mepropongo examinar si ciertas series de proposiciones pueden estar marcadas comouna sucesin reinterpretada en trminos de relacin Argumento(s) * Conclusin,

    1995 by Aprendizaje, ISSN: 0214-7033

    Comunicacin, Lenguaje y Educacin, 1995, 25, 9-22

  • loDato(s) Conclusin (Toulmin 1958:97)' o Razones --> Conclusin (Apothloz et al.1989). Todas esas variantes expresan un mismo fenmeno : un discurso argumenta-tivo trata de influir en las opiniones, actitudes o comportamientos de un interlocu-tor o de un auditorio haciendo creble o aceptable un enunciado (conclusin) apoya-do, segn diversas modalidades, en otro (argumento/dato/razn). Por definicin eldato/argumento sirve de apoyo o de rplica de una proposicin. Se puede decir quelas nociones de conclusin y ck dato (o premisa) estn interrelacionadas. Un enunciadoaislado no es a priori conclusin o argumento-dato. Si una o varias proposicionesaparecen como condiciones previas a la conclusin, lo son a posteriori, en relacin aesta ltima. La relacin [Dato --> Conclusin) puede considerarse como una secuen-cia de base siempre que una cadena de proposiciones se interrumpa y provoque laimpresin de que ha quedado cerrada (Apothloz et al. 1984 :38). Esta idea es soste-nida hoy por numerosos especilistas de la argumentacin. M.-J. Borel, por ejemplo,expresa una posicin cercana a la ma:

    No hay conclusin que no lo sea en relacin a unas premisas, y recprocamente. Y, a dife-rencia de las premisas, lo propio de una conclusin consiste en poder intervenir de nuevoulteriormente en el discurso, como premisa por ejemplo. Se llega as a un tipo de secuenciatextual que se diferencia de otras secuencias, las narrativas por ejemplo. (1991 :78)

    D. Apothloz et D. Miville, en su reflexin sobre la relacin de apoyo (taya-ge), y a propsito de un corpus oral, identifican todas las situaciones en las que unsegmento textual aparece como un argumento (segmento de apoyo (tayant)] a favorde la enunciacin de otro segmento [segmento apoyado (tay)1 del mismo texto(1989 :248). El trmino de segmento es utilizado por estos autores para designar uni-dades textuales cuya dimensin puede variar entre la proposicin o el enunciado yuna secuencia de enunciados (:249) y que yo me propongo considerar, por mi parte,como secuencias.

    UN ESQUEMA DEL APOYO ARGUMENTATIVO2DE LAS PROPOSICIONES

    (1)Dulcinea tiene la piel suave, pero no me gusta'Un enunciado como (1) podra ser considerado como una secuencia argumen-

    tativa elemental en la medida en que el conector PER04 proporciona las instruccionesde procesamiento de la proposicin que lo precede y de aquella que aparece a conti-nuacin. La proposicin p (Dulcinea tiene la piel suave) se lee como un dato-argumen-to para apoyar una conclusin C (Me gusta) no expresada explcitamente. La proposi-cin p responde, de alguna manera, a una cuestin implcita del tipo: por qu raznte gusta Dulcinea? La proposicin p enuncia el dato (data en el esquema de Tou-min) que justifica la conclusin C. Sin embargo, como se subraya en el esquemaargumentativo imaginado por Toulmin (1958), para que dicha justificacin sea vli-da, ha de responder tambin a la cuestin implcita: cmo podemos pasar del dato pa la conclusin C? Qu es lo que da validez a la transicin entre la suavidad de lasmanos de Dulcinea y el amor y la atraccin hacia ella? Una regla de inferencia, unprincipio general (warrant en el esquema de Toulmin) o licencia para inferir(De Pater 1965) evita que nos veamos obligados a introducir nuevos datos y contri-buye, de alguna manera, a establecer un puente entre dato y conclusin. En relacinal ejemplo (1), se podra decir que el tpico (2) sirve de fundamento a la inferencia yda apoyo a la transicin entre el dato y la conclusin:

    (2)A los hombres les gustan las mujeres que tienen la piel suave'.

  • 11Podemos descomponer el movimiento de inferencia en un razonamiento sub-

    yacente cuya forma sera la de un silogismo en el que el paso del conjunto de la clase(los hombre/las mujeres) a un solo miembro (Yo/Dulcinea) no supone demasiadosproblemas :

    A los hombres les gustan las mujeres que tienen la piel suave (2)(AHORA BIEN) Dulcinea tiene la piel suave (3) [DATO]

    (POR LO TANTO) Me gusta Dulcinea [CONCLUSION]El dato que expresa (3) no lleva automticamente a la conclusion (Me gusta

    Dulcinea). Llegar a esa conclusin supone aplicar una regla de inferencia apoyndoseen la razn o garanta explicitada en la premisa mayor (2).

    Aadamos sin embargo que una Restriccin (refutacin o excepcin) debe serintroducida modalizando la transicin del dato a la conclusin: las inferencias pue-den, sin duda alguna, estar apoyadas por algunas justificaciones o Soportes (Bac-king en el esquema de Toulmin 1958), pero pueden tambin, en ciertas circuns-tancias, no aplicarse; hay que prever siempre un lugar en el caso de la no aplicacinde las reglas de inferencia o de la introduccin de una refutacin.

    En otros trminos, incluso si el dato-argumento conduce PROBABLEMENTE oSEGURAMENTE (adverbios modales de fuerza) hacia la conclusin, esto ocurre siempreen el marco de una restriccin o contra-argumentacin posible (A MENOS QUE).

    En resumen, el esquema de base de la argumentacin establece una relacinentre una serie de datos y una conclusin. La relacin puede recibir un apoyo implcitoo explcito (garanta y soporte) o ser contrariada (refutacin o excepcin). Si el dato es elelemento que aparece con mayor frecuencia de manera explcita, el soporte es amenudo implcito y los dems componentes se sitan entre los dos polos de implica-cin y de explicitacin. El esquema de base de un movimiento argumentativo serapus el siguiente:Proposicin p REGLA DE POR LO TANTO [Me gusta Dulcinea][Dulcinea tiene la piel suave) INFERENCIA PROBABLEMENTE CONCLUSIONDATO

    puesto que a menos que

    GARANTIA RESTRICCION[A los hombres les gustan las mujeres que tienen piel suave] (refutacin,

    excepcin)dado que

    SOPORTE

    Resulta muy til tomar en cuenta el carcter slamente probable tanto de laaplicacin de la regla de inferencia que conduce a la conclusin como de la restric-cin. En el enunciado (1), se verifica, gracias a dicho carcter, que la segunda propo-sicin introducida por el conector PERO (aqu concesivo) permite precisamente des-tacar la inversin de la conclusin esperada. En el esquema concesivo clsico, se con-tradice la regla de inferencia :Proposicin p 110- PERO [Aplicacin de la restriccin] Proposicin no-q[DATO)

    [Aplicacin de la regla de inferencia)

    CONCLUSION q

    El hecho de que se pueda sustituir el conector PERO por Y SIN EMBARGO [Dul-cinea tiene la piel suave Y SIN EMBARGO no me gusta] o combinar PERO y SIN EMBAR-GO [Dulcinea tiene la piel suave PERO SIN EMBARGO no me gusta] confirma el carne-

  • Dato p[Dulcinea tiene la piel suave) PERO

    12ter concesivo de la operacin argumentativa iniciada por PERO. En ese caso, se puededecir que la regla de inferencia - aplicada generalmente - no se aplica aqu por moti-vos que habra que explicitar en forma de restriccin: A MENOS QUE Dulcinea sea param demasiado necia, fea, pretenciosa, joven/vieja, intelectual/inculta. Cannicamen-te, lo que precede tomara la forma de cuadro argumentativo:

    Argumento-Dato y[Es necia y fea)

    lir virConclusin q Conclusin no-q

    [Me gusta) [No me gusta]

    El modelo de Toulmin (revisado por De Prater 1965 y Plantin 1990 y modifi-cado parcialmente aqu) es un verdadero esquema del proceso de apoyo/refutacin delos enunciados caractersticos de la secuencia argumentativa que nosotros califica-mos de cannica o prototpica. Con el fin de exponer brevemente una versin tansimplificada como sea posible, analicemos las dos proposiciones descriptivassiguientes:

    (4) Harlem es suizo(4') Omar es francsUna proposicin descriptiva de ese tipo puede considerarse una asercin de

    una secuencia argumentativa si se apoya en otra proposicin:(5) Harlem naci en Lausana(5') Omar naci en EvianLa segunda proposicin slo adquiere su estatuto de dato o de premisa para la

    conclusin -[proposicin (5) --> POR LO TANTO SEGURAMENTE proposicin (4)1- en fun-cin de una tercera proposicin a menudo implcita:

    (6) Los nacidos en Lausana son generalmente ciudadanos helvticos.(6') Los nacidos en Evian son generalmente ciudadanos franceses.Esta proposicin implcita garantiza las inferencias y la pertinencia del edifico

    argumentativo; ella misma se apoya en un Soporte igualmente implcito :(7) Tomando en cuenta las disposiciones legales del cdigo de la nacionalidad en vigor en el

    pas en cuestin.La Restriccin (refutacin o excepcin) que debe ser aportada es la siguiente:(8) A menos que sus padres sean extrajeros y que Harlem no haya optado por la nacionali-

    dad suiza a los 18 aos / o que no haya estudiado o residido durante suficiente tiempo en Suiza paraobtener la nacionalidad / o que haya decidido naturalizarse alemn.

    Esta restriccin, en razn de las prerrogativas del cdigo de la nacionalidadvigente an hoy en da en Francia donde el "derecho de suelo" prevalece sobre el"derecho de sangre", no se aplica de la misma manera en Francia (4') y en Suiza (4).La doble nacionalidad es factible en (4') pero de ningn modo en (4). La restriccindifiere segn las disposiciones legales de los cdigos de la nacionalidad, pero, detodas maneras, para poder formular una asercin como (4), hay que admitir (5), enrazn de (6) y de (7) y bajo la condicin de (8). Por lo tanto, slo en el interior de unmundo o espacio semntico (que se puede considerar un campo argumentativo)resulta posible el apoyo argumentativo de un enunciado.

    El mov'miento que acabo de describir se resume en el siguiente esquemaargumentativo completo6:

  • 1 3Proposicin (5) INFERENCIA POR LO TANTO Proposicin (4)

    nn[DATO] PROBABLEMENTE CONCLUSION

    puesto que (6) a menos que (8)GARANTIA RESTRICCION

    dado que (7)SOPORTE

    Interrogando ms a fondo las reglas de inferencia (o de transicin), sera segu-ramente posible proponer una tipologa des las formas de la argumentacin comn ydistinguir la demostracin (encadenamiento deductivo de proposiciones) y la argu-mentacin propiamente dicha. Dejo esta delicada cuestin en suspenso para intere-sarme nicamente en el esquema general susceptible de suministrar la base de unprototipo de la secuencia argumentativa.

    ESQUEMA INFERENCIAL, SILOGISMO Y ENTIMEMA

    Podemos decir que el modelo reducido del movimiento argumentativo se rea-liza ejemplarmente por induccin [Si p entonces q] y por silogismo (con su varianteincompleta propia del discurso cotidiano : el entimema).

    En Analticos primeros (2413, 18-22) -as como en los Tpicos, Libro 1, 100a25-100b26-, Aristteles avanza la siguiente definicin del silogismo: "El silogismo esun razonamiento en el que, una vez formuladas ciertas premisas, se desprende nece-sariamente una nueva proposicin como resultado de los datos de las mismas'.Encontramos la base del esquema examinado precedentemente, las premisas apare-cen aqu definidas como datos de los que se desprende necesariamente una proposi-cin nueva que es propiamente una conclusin. El silogismo tiene como particula-ridad llevar a la conclusin sin un recurso exterior: por el solo hecho de esos datos.Es decir que no necesita ni soporte, ni restriccin y que la regla de inferencia es lasimple aplicacin de un esquema abstracto (esquema tan formal que puede llevar aconclusiones tan absurdas como divertidas). Retengamos nicamente que la estruc-tura del silogismo corresponde al esquema de base: [datos (premisa mayor y menor) conclusin].

    En relacin a esta estructura lgica tal vez demasiado ideal y formal, el discur-so natural recurre sin dificultad al entimema. As, en los dos lemas publicitarios queestudio con mayor detalle en otra publicacin (1990 :121-133) :

    (9)Todas las virtudes estn en las flores.Todas las flores estn en la miel.

    MIELTRUBERT

    (10)No hay burbujas en la fruta.Entonces tampoco hay burbujas en Banga.En (9), falta la conclusin del silogismo : Por lo tanto, todas las virtudes

    estn en la miel. En (10), se sobreentiende una premisa : Como la fruta es el nicoingrediente de Banga. En los dos casos se puede reconocer la definicin aristotlicadel entimema. Aristteles precisa, en su primer libro de la Retrica, que el ejemplocomo induccin y el entimema como silogismo estn: compuestos de pocos trmi-nos y stos son a menudo menos numerosos que los que constituyen el silogismopropiamente dicho. En efecto, si alguno de los trminos es conocido, no hace faltaenunciarlo; el oyente mismo lo sustituye (1357a). Tomando el ejemplo de un atleta

  • 1 4clebre, Aristteles explica que para concluir que ste recibi una corona como pre-mio a su victoria, es suficiente con que se diga : fue el vencedor en Olimpia; es intilaadir: en Olimpia el vencedor recibi una corona; hecho que ya es conocido portodos (id.). En el Libro II de la Retrica, cuando trata de los entimemas, aadeno es necesario, aqu, concluir retomando el argumento alejado, ni pasando portodas las etapas; el primero de estos dos procedimientos provocara la oscuridad de ladistancia; el otro sera redundante ya que enunciara cosas evidentes (139622).

    Enunciar la conclusin de (9) sera por supuesto intil, puesto que todo lectorllega facilmente a la conclusin implcita, pero sobre todo esto no permitira formu-lar la conclusin del lema publicitario que pretende atraer la atencin sobre una mielparticular y no sobre todas las mieles. La economa del discurso natural es en estecaso de carcter potico: si se emparejan los trminos utilizados, se llega a la for-mula final que pone en relacin la propiedad Las virtudes con el nombre propioTrubert al que se supone que se puede aplicar esta propiedad.

    Con Banga (10), la premisa no dicha es sobre todo aquella que se quiere que ellector reconstruya al interpretar. No enunciando la premisa menor ("No hay msque frutas en Banga"), el agente publicitario evita formular una proposicin quepodra muy bien no ser exacta. El lector-interpretante asume por su cuenta el datoimplcito que permite llegar a la conclusin "Entonces tampoco hay burbujas enBanga". El entimema tiene aqu la forma superficial del esquema inferencial [Si pentonces q] y estamos muy cerca de los enunciados argumentativos clsicos:

    (11) Si sabe romper un huevo, sabe hacer un pastel (Alsa)(12) Si SAAB produjera sus coches en masa, ningn SAAB sera lo que es.En estos dos casos, el esquema [datos conclusin) es evidente. Se complica

    solamente construyendo un mundo ms (12) o menos (11) ficticio. En cualquiera delos casos estudiados, el modelo es el siguiente : en el contexto de p (Si p), es pertinen-te enunciar la conclusin q (entonces q). Con los ejemplos siguientes, el esquemaargumentativo se complica un poco:

    (13) Aunque sus numerosas capas sean deleitables : el secreto de nuestras lasaas sigue sien-do impenetrable. (Findus)

    En 13, AUNQUE deja entender que se podra normalmente sacar del dato p unaconclusin contraria al valor negativo (impenetrable) de la proposicin q. Eseesquema concesivo reposa sobre [Si p entonces (I] y sobre su corolario [Si no p enton-ces no q):DATO [Regla de inferencia] CONCLUSION(Si no-p) Entonces no-qAunque-p (entonces q)

    Por supuesto, hay que admitir una regla de inferencia cuyo establecimiento esun poco delicado aqu, pero que deja entender que lo que es deleitable es pene-trable. La interpretacin del ejemplo siguiente es probablemente ms simple:

    (14) Aunque la poblacin canina disminuya en nuestras regiones [...] no por ello el amor alperrito no se ha pasado de moda.

    DATO (Regla de inferencia] CONCLUSIONAunque p 11n- (entonces) q

    (Si no-p) no-q por elloAqu, el dato disminucin de la poblacin canina permite concluir en el

    sentido el amor al guauguau por lo tanto se ha pasado de moda. Lo propio deAUNQUE (reforzado aqu por POR ELLO) consiste en subrayar la puesta en dudade la inferecia esperada. Al leer este ejemplo en el ttulo de un artculo de prensa,

  • 15uno espera, por supuesto, que el contenido del cuerpo del artculo aporte una expli-cacin a la aparente contradiccin.

    DEL APOYO DE LAS PROPOSICIONES A LA SECUENCIA

    De las consideraciones que preceden, hay que destacar que se puede admitirun modo particular de composicin de los enunciados uniendo la proposicionessegn un orden progresivo: datos [inferencia) > conclusin segn un orden regresivo:conclusin

  • 16todo texto cientfico se construye en la argumentacin y la controversia, sin hablar de loselementos estilsticos que dan fundamento y permiten autentificar lo que se percibe o lo quese sabe que constituye una retrica de la ciencia.

    Ya que los hombres como lo subraya la clebre formula de Pascal segobiernan ms por capricho que por razn (De l'esprit de gomtrie), hay queinsistir en la eleccin de los datos y de las premisas de una argumentacin. El hechode que una argumentacin se dirija siempre a un oyente a un pblico especficoexplica la importancia de esa eleccin: Es necesario que [el locutor] se haga, entreotras representaciones, una de su oyente. No slamente de los conocimientos quetiene, sino tambin de los valores a los cuales se adhiere (Grize 1981). Desde estaperspectiva, se comprende que Aristteles y ulteriormente Perelman se hayan dedi-cado a estudiar detenidamente la naturaleza de las premisas. El razonamiento deAristteles es el siguiente: para convencer a un interlocutor, hay que ponerlo en unasituacin tal que se encuentre en la imposibilidad de rechazar las proposiciones pre-sentadas. Para ir en el sentido de esa imposibilidad, hace falta que esas proposicionessean lo ms cercanas posibles de alguna opinin o autoridad general. Para hacerseuna idea de lo complejo que resulta reunir tales premisas comunes, es suficienteobservar cmo Aristteles lo describe: Se pueden retener las opiniones que son detodos los hombres, o de casi todos, o las de aquellos que representan una opininilustrada, y entre stos, aquellas de todos, o de casi todos, o las de los ms conocidos,haciendo excepcin de aquellas que contradicen las evidencias comunes (Topicos 1,14). Seguramente, premisas y datos elegidos revelan la idea que el locutor se hace delas representaciones (conocimientos, creencias, ideologa) de su interlocutor.

    As llegados a las fronteras de nuestro objeto, hay que admitir ciertamente lassalvedades expresadas tanto por J.-B. Grize: Si se consideran los textos que el senti-do comn est dispuesto a reconocer sin restriccin como argumentativos, seencuentran formas muy diferentes unas de otras e incluso [.1 una argumentacinno ofrece ninguna homogeneidad (1974), como por M. Charolles: 12 argumenta-cin no implica que los discursos producidos tengan una forma especfica clara(1980: 38). Me parece que esas reservas estn justificadas desde un punto de vistatextual global: los textos-discursos argumentativos son evidentemente tan variadoscomo los modos textuales de la narracin. Pero ello no prohibe formular una hipte-sis secuencial mucho ms restingida y modesta.

    Para pasar del esquema procedural elemental que ha sido considerado msarriba hacia una definicin la secuencia prototpica de base, partamos de una defini-cin propuesta por O. Ducrot:

    Un gran nmero de textos literarios, sobre todo en los siglos XVII y XVIII, se presentancomo razonamientos. Su objeto es demostrar o bien refutar una tesis. Para hacerlo, parten depremisas, por lo dems no siempre explcitas, consideradas incontestables, y tratan de mos-trar que no se podran admitir dichas premisas sin admitir tambin tal conclusin o tal otrasiendo la conclusin la tesis que se quiere demostrar, o bien la negacin de la tesis de susadversarios. Y, para pasar de las premisas a las conclusiones utilizan diversos procedimien-tos argumentativos que, segn piensan, ningn hombre sensato puede rechazar, dejndolosde llevar a cabo (1980 : 81).

    Aunque se apoye en formas muy elaboradas (literarias) de discursos argumen-tativos, esta definicin se acerca al modelo puesto de manifiesto ms arriba. O.Ducrot habla en primer lugar de dos movimientos argumentativos : demostrar yrefutar una tesis. En los dos casos, el moviemiento es el mismo puesto que se trata departir de las premisas (datos) que no podramos admitir sin admitir tambin tal con-clusin o tal otra. Entre ambos, la transicin est asegurada por procedimientosargumentativos que se presentan como encadenamientos de argumentos-pruebas

  • 17que corresponden a los soportes de une regla de inferencia, o bien a micro-cadenas deargumentos o a movimientos argumentativos intercalados. El esquema simplificadode base corresponde al que se ha visto ms arriba:

    DATO ARGUMENTOS CONCLUSION

    (PREMISAS)apoyar los argumentos (tayage)

    GARANTIASOPORTE

    Este esquema de base no excluye las restricciones de las que se ha habladoanteriormente. Adems, el esquema debe ser completado a la luz del principio dial-gico: Un discourso argumentativo (...1 se situa siempre en relacin a un contra-discurso efectivo o virtual. I...) Defender una tesis o una conclusin viene a ser siem-pre defenderla contra otras tesis o conclusiones (Moeschler 1985 : 47). Se debe dara la secuencia argumentativa prototpica la forma siguiente:

    Secuencia argumentativaTESIS DATOS Soporte por lo tanto, CONCLUSION

    ANTERIOR + (Premisas) III,- argumentativo 11P- probablemente --111n (Nueva) TesisP. arg O p. arg I P. arg 2 P. arg 3

    a menos queRESTRICCION

    P. arg 4

    Este esquema de base formado de tres macroproposiciones (P.arg 1, 2 y 3)toma explcitamente apoyo sobre Parg O (tesis anterior) en el caso particular de larefutacin. Retengamos que este esquema prototpico no presenta un orden linealinmutable : la (nueva) tesis (P.arg 3) puede formularse de entrada y ser o no retomadapor una conclusin que la repite al final de la secuencia; la tesis anterior (Parg O)puede ser sobrentendida.

    ANLISIS SECUENCIAL DE UN TEXTO PUBLICITARIOEn la presentacin de este pequeo texto publicitario que acompaaba un

    detergente para vajillas, he respetado en la medida de lo posible la disposicin tipo-grfica del documento y designo las diferentes proposiciones del texto por une letra,para mayor comododidad en el anlisis:

    [al A los hombres les gustan las mujeres[13) que tienen las manos suaves.

    [c] Usted lo sabe.Id] Pero Usted sabe tambin [e) que

    tiene que lavar los platos.[fi Sin embargo no por eso renuncie

    a su encanto, [g] utiliceMir Rose. [hl Su vajilla quedarlimpia y brillante.

    [il Y sus manos, gracias a la esenciade ptalo de rosa contenida en

  • 18Mir Rose, sern ms suves yms bellas.

    fil Ellas se lo agradecern.[k] A su marido lo seducirn.

    (Doyle Dane Bernach Publicit)"Partir de este esquema simplificado de la estructura argumentativa de Mir

    Rose :PREMISAS

    DatosD2-[e)

    Datos Inferencias Conclusin

    Dl-fal-[b) [cl Cl111

    PERORestriccin

    Inferencias ENTONCES probablemente - Conclusin no-ClId)

    a menos que no-(no C I ) POR ELLO ff]Restriccin

    (SI) Dato D4 Conclusin[g] (imperativo)

    C2-[C3-fi] 1= ClC4-[ji-[k)

    Queda por reconstruir de la manera ms clara posible los diferentes movi-mientos argumentativos volviendo sobre los principales apoyos inferenciales. Elconector argumentativo PERO, que abre [d], pone en relacin dos premisas que pre-sentan un valor como datos orientados hacia dos conclusiones opuestas. Las proposi-ciones [cl (Usted lo sabe) et [di (Usted sabe tambin) insisten en el hecho queel lector-interpretante (Usted) puede efectuar ciertas inferencias. Disponemos porlo tanto de un primera secuencia argumentativa:

    Datos Dl Inferencias

    [al-[b] fc]

    Garanta

    por lo tanto, probablemente Conclusin C I

    La proposicin relativa [b] introduce una propiedad que es casi una restriccinde [al: slo las mujeres que tienen las manos suaves pueden gustar a los hombres. Sea una con-clusin Cl que se apoya en [cl: Usted sabe que si tiene las manos suaves, gustar probable-mente a los hombres. Hay que agregar an el apoyo de las inferencias sobre un sabercompartido : la Garantia Las manos suaves, son agradables para las caricias.

    El conector argumentativo PERO introduce una restriccin susceptible debloquear la conclusin inferencial C I . La proposicin [c] puede ser descrita comouna segunda secuencia intercalada en posicin de restriccin:

  • 19Secuencia 1:

    Datos D1 Inferencias por lo tanto, probablementeConclusin Cl[a]-[131 [c]

    a menos queRestriccin

    MAIS

    Secuencia 2:Datos D2 Inferencias por lo tanto, probablemente Conclusin

    [e] [d]

    puesto que

    no-Cl

    Garantia

    ya queSoporte

    El dato (D2) (Usted friega los platos) conlleva la aplicacin de un proce-so de inferencia : [por lo tanto, probablemente no-C1):' Seguramente a los hombresno les gustar. Esta conclusin no-Cl se apoya en una regla de inferencia garantiza-da por : puesto que fregar los platos estropea las manos as como por el soporte: ya quelos platos se lavan con las manos (sin guantes protectores lo bastante eficaces y sin detergen-te adecuado).

    Ese ltimo movimiento argumentativo es a su vez susceptible de ser inte-rrumpido en su desarrollo por una tercera secuencia:

    Secuencia 1: D1[a]-[b] Inferencias [c]

    a menos queRestriccin 1

    PERO

    Cl

    D2 Inferencias ENTONCES probablemente -II- Conclusin no-C1[e] [d]

    Refutacinno-(no-C1) POR ELL

    Restriccin 2 [f]a menos queDato D4 [gi--Inferencias->Conclusiones

    C3-[i] = ClC4-[j]-[k]

    C2-[h]

    Secuencia 2:

    Secuencia 3

    La proposicin [f) (Sin embargo no por eso renuncie a su encanto) dejaentender que el movimiento argumentativo de las dos primeras secuencias llevaba auna conclusion (renunciar a gustar). Esa conclusin no-Cl es una consecuenciaimplcita del dato D2 introduicido por PERO.

    Ese movimiento de las dos primeras secuencias no puede ser bloqueado msque por una razn susceptible de interrumpir un tal encadenamiento: para que no(no-C1) no (renunciar a gustar) sea posible, hay que refutar las inferencias pre-vias. El papel del conector POR ELLO es aqu importante. Ese conector subraya laconsecucin [D2 > conclusin no-C1), es decir una conclusin no-Cl (no poder

  • 20gustar a los hommes) que implica seguramente renunciar al encanto. POR ELLOseala que esta conclusin puede ser rechazada, que dicha conclusin emana de unpunto de vista (de una lgica) que no es la del locutor. El anlisis polifnico de O.Ducrot (1984 : 219-220) viene de alguna manera a explicar el cambio de modalidadsintctica. La transicin al imperativo en las proposiciones (f) y [g] prueba que losenunciados que siguen SIN EMBARGO son asumidos claramente por el locutor :ste pone, de hecho, el saber de su lector (proposiciones (b) y [di) como un punto devista que se propone refutar. El conjunto del movimiento previo es, por la negacin(no renuncie a su encanto), atribuida a un punto de vista declarado inadmisible yque el locutor implcito rechaza imperativemente.

    El medio para garantizar ese rechazo (restriccin A MENOS QUE) se apoyatotalmente en la utilizacin del producto detergente Mir Rose (proposicin [g]).Subrayemos adems que el futuro de las proposiciones [hl, fi) y [j) introduce unaprediccin de las conclusiones asociadas a este nuevo dato : SI usted utiliza Mir Rose,ENTONCES su vajilla ser... sus manos sern... etc. La conclusin C3 (sus manossern ms suaves y ms bellas) nos conduce directamente a las inferencias de la pri-mera secuencia (D1 > C1). Es decir que la segunda restriccin (refutacin D4-(g))contribuye simplemente a compensar la primera (PERO D2-[e]).

    Los efectos enunciativos de superficie unidos a los cambios de tiempos ver-bales (presente, despus imperativo, despus futuro que hacen aparecer las proposi-ciones In (i], (j) y fk) como una consecuencia de {g1) son sobre todo cambiosmodales. A las proposiciones no asumidas por el locutor (premisas en presente convalor de verdad general) suceden otras proposiciones muy directamente asumidaspor l (imperativo y futuro con valor predictivo). Estos aspectos enunciativos formanparte del movimiento argumentativo como voluntad de influenciar al otro (usted)de alguna forma.

    La comprensin de este texto se apoya ciertamente sobre una recomposicindel movimiento argumentativo conforme al modelo reducido de la induccin al queme he referido anteriormente :

    Si USTED QUIERE QUE [proposiciones de h a Ic]ENTONCES (Utilice Mir rose) (g)El acto ilocutorio directivo final situado entre la recomendacin y la orden y

    presuponiendo la compra del producto se apoya en el deseo puesto en escena porlas proposiciones (h), (j) y In A modo de conclusin de este rpido anlisis,subrayemos que esta deconstruccin de la linearidad del texto confirma el hecho deque la interpretacin es una recomposicin liberada de las formas de superficie.

    Notas1. T.A. van Dijk (1980) se inspira explcitamente en este filsofo del lenguaje, igualmente en la

    actualidad se refieren a l Plantin (1990:22-34) y Brassart (1990: 316-317).2. N. de la T.- Etayage argumentatif en francs.3. N. de la T.- Dulcine a la peau douce, mais jene l'aime pas.4. El lector encontrar una descripcin detallada de este conector en las pginas 191-210 de mi

    libro Elments de linguistique textuelle (Mardaga, Bruxelles, 1990).5. N. de la T.- Les hommes aiment les femmes qui ont la peau douce.6. Inspirado de Toulmin 1958. Ver tambin Plantin 1990 : 28 y Brassart 1990:317.7. La cita de Aristteles ha sido traducida de la versin al francs hecha por el autor.8. N. de la T.- Toutes les venus sont dans les fleurs. Toutes les fleurs sont dans le miel. Le MIEL

    TRUBERT.9. N. de la T.-

  • 2113. N. de la T.- Mme si leurs nombreuses couches sont dlectables : le secret de nos couches reste

    impntrablre. (Findus)14. N. de la T.- Mme si la population canine est en baisse dans nos rgions [...) ramour du toutou

    n'est pas pass de mode pour autant15. N. de la T.- fa) Les hommes aiment les femmes/[b] qui ont les mains douces./[c] Vous le

    savez./[cl) Mais vous savez aussi (el que/ vous faites la vaissellel[f) Alors ne renoncez pos pour autant/ votre charme, [g] utilisez/ Mir Rose. [h) Votre vaisselle sera/ propre et brillante./ fi) Et vos mains, grce l'extrait / de ptale de rose contenu dans/ Mir Rose, seront plus douces et/plus belles./[j) Elles ne pou-rront que vous dire/ merci. [I() Votre mar aussi. (Doyle Dane Bernach Publicit)

    ReferenciasAPOTFIELOZ D. & MIEVILLE D. 1989: Matriaux pour une tude des relations argumentatives in

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    de Lausanne.BRASSART D. G. 1990: Retour(s) sur Mir rose ou comment analyser et reprsenter le texte argumen-

    tatif (crit)?, Argumentation n. 4, Kluwer Academic Publishers, Netherlands.CHAROI I FS, M. (1980). Les formes directes et indirectes de l'argumentation, Pratiques, 28, MetzDE PATER W.A. 1965: Les Topiques, d'Aristote et la dialectique platonicienne. Mthodologie de la dfinition,

    Etudes Thomistes, Vol. X, Fribourg, St Paul.VAN DIJK T. A. 1980 : Macrostructure An Interdisci plinary Study of Global Structures in Discourse, Interac-

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  • 22

    Hacia una definicin de la secuencia argumentativaJean-Michel Acial,'CL&E, 1995, 26,Resumen: A la luz de los trabajos ya clsicos sobre las cadenas argumentativas (sobre todo losde Stephen TOULMIN en Inglaterra y los del "Centre de recherches smiologiques" dirigidopor Jean-Blaise GRIZE en Suiza) este artculo intenta poner de manifiesto cul es la estructurade la secuencia argumentativa elemental. El ensayo se inscribe en la perspectiva ms amplia deuna teora de los tipos de secuencias que entran en la composicin de textos. El autor desarrollaesta hiptesis de trabajo que desplaza radicalmente la problemtica clsica de los "tipos de tex-tos" en una obra (Les textes: types et prototypes, Nathan, Pars, 1992) de la cual este artculoconstituye una parte adaptada por el mismo autor y el traductor a las necesidades de la publica-cin en la presente revista.

    Traduccin: Joaquim Dolz.

    Datos sobre el autor: Catedrtico de lingstica francesa de la Universidad de Lausana (Suiza).Autor de numerosos artculos y libros de lingstica textual y de semitica, entre los que desta-can: Le rcit (PUF, 1984), Pour lire le pome (Duculot, 1984), Le texte narratif (Nathan,1985), Le texte descriptif (Nathan, 1989), Elments de linguistique textuelle (Mardaga, 1990),Textes : types et prototypes (Nathan, 1992).

    Direccin del autor: Institut de linguistique et des Sciences du langage. Universit deLansonne. Suisse.

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