TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN I

Profesora: MÓNICA SICOVICH

Alumno: ARIEL SPADARO

Según las estadísticas, el único efecto negativo de la Globalización, es la amplitud de la brecha entre ricos y pobres, (esto no lo desconocen) pero justifican esta falla, como una consecuencia de las malas políticas aplicadas por los actores con poder, en los países con estas características; y dicen: “en otros países como Indonesia, Taiwán o Singapur, comparado a lo que fueron treinta años atrás, el efecto de la globalización ha sido positivo, pues subió la edad promedio de vida y la cantidad de calorías diarias que reciben en alimentos” Verdaderamente vergonzoso, es poner como ejemplo a

países con una pobreza extrema, que alimentan para sostener la mano de obra más barata del mundo. El efecto Globalización obedece a la voluntad de los

países que en su momento propiciaron la “Era Industrial” y hoy ensayan otro nuevo sometimiento. Aquí voy a dar mi visión. Cuando digo “Era Industrial”, hablo de una etapa donde

las comunicaciones eran el gran déficit y por ende, el gran problema a sortear. La estrategia fue entonces, achicar los Virreinatos de América convirtiéndolos en regiones más dominables (países) y poder usufructuar riquezas ajenas. Hoy, cuando la Era Comunicacional ya no es el problema,

y por el contrario la dificultad se plantea en discutir sus usufructos de riquezas ajenas con tantos actores políticos, la estrategia será convertir los países en “Merco-Virreinatos” donde el consenso se deba obtener discutiendo con un Parlamento Común Regional. Ah, por si algunos países tienen interés de acelerar estos tiempos, para ellos existe algo llamado A.L.C.A.

Ante todo quiero aclarar que mis ponencias son enteramente personales y demuestran la amplitud de matices que pueden convivir dentro de las organizaciones que cualquier ser humano puede participar.

Globalización Salvo contadas excepciones, la mayoría de

las personalidades reconocidas en las estructuras políticas que contienen el poder, emergieron de las universidades privadas nacionales o extranjeras- y el resto solo son catalogados como bárbaros. Hoy las universidades privadas se esmeran

en desligar a las distintas formas del capitalismo, del efecto Globalización. La aplicación de este pensamiento único a los futuros dirigentes no es suficiente con la educación formal asistida, como paso próximo a la fábula contada durante los años de educación primaria y secundaria. Entonces ponen grandes esfuerzos, por influir con una educación informal – organizando cátedras y seminarios – para los círculos de políticos, sindicalistas y afines que emanan de las bases, con algún grado de represión interna por algún pasado de pobreza o injusticia.

Política Social

Una de las ventajas que tenemos algunos grupos humanos, es que para unos “vivir de la política

cuesta mucho dinero planificado y para nosotros hacer política sana implica invertir todo

el tiempo ocioso posible.”Sin embargo cuesta lograr que propios y ajenos

comprendan que significa Política Social, pues confunden este término con planes alimentarios y de salvataje para intentar salir, ya no de la pobreza, sino apenas de la indigencia, en un sistema donde la Encuesta Permanente

de Hogares, define como “ocupado” a un cartonero o a quien vende comidas de

preparación domiciliaria. Este esmero por socorrer a los carenciados

es visto como un gasto social y no como una inversión a futuro, pero lo peor es que este sistema no se genera trabajo. Se deben tomar decisiones de

política económica que creen trabajo; porque el trabajo no es un insumo, es un modo de vida.

Lo que debemos garantizar es que los trabajadores sigan trabajando, y no buscar

de qué forma le repartimos cosas.

Argentinos sobran, faltan Patriotas

En pocas décadas han logrado desfigurar nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestras emociones y nuestras esperanzas. Pero seguimos corriendo detrás de nuestra bandera, sin importar quien la flamee. La respuesta a esta falta de identidad

abarca un concepto más amplio que nuestra bandera, y se encierra en la palabra Patria. Debemos entender que el concepto de Patria

no puede seguir en manos de unos pocos vivos y cuatro días de desfiles al año. La Patria la construimos día a día participando seriamente en la concreción de un Estado que nos contenga a Todos. La Patria no esta enmarcada por límites

territoriales; es el lugar donde podamos vivir libres y felices. Y este concepto no obedece a otra cosa más simple que la acción de practicar el respeto a la igualdad entre los seres humanos.

Ocupar los huecos del Estado

No es lógico en seres humanos racionales,

creer que los mismos representantes que durante la dolorosa etapa de

neoliberalismo, acompañaron o hicieron

caso omiso al modelo, participando en cargos

de poder -senadurías, diputaciones, ministerios, asesorías, etc.- hoy decidieron

limpiar su alma mientras habiten la Tierra. Pero estamos perdidos. Todavía algunos,

no entramos en esta nueva trampa de

“capitalismo nacional”, que a muchossorprenderá con el correr del decenio.

Si pudimos sortear los trastornos

y secuelas personales a la que nos sometió la sociedad de los noventa, seguro que hemos

creado suficientes anticuerpos para superar esta nueva avanzada. Fueron pocos años y muchos años intentando lograr, a prueba y error, que la

bronca individual nos una en la lucha colectiva; pero nos olvidamos que en política, solo los idealistas no tememos arriesgar. Hoy nos preguntamos, cuál es la política que debemos llevar adelante, a sabiendas del avance electoral de los movimientos

subsidiarios inculturales y su forma abominable de devorar votos cautivos.

(*) Miembro de la Junta Ejecutiva Regional Norte de la Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones (Sindicato de Correos); Miembro de la Junta Nº18 Escobar, del Frente Nacional contra la Pobreza; Presidente de ASCES (Avanzada Socio Cultural Escobarense) Asociación sin fines de lucro para niños jóvenes con necesidades insatisfechas. Pers. Prov. 33288.

Mi experiencia me demuestra que es insuficiente y muy temprano para intentar enfrentar en las urnas a estos mecanos, y nuestro pueblo no puede esperar que nos cedan puestos electorales, para facilitar que unos pocos compatriotas reciban migajas y otros sigan muriendo de hambre. Tampoco comparto aquellos seudo teóricos que deciden avanzar como vanguardia, solo

con los que tomaron conciencia y subieron al tren del partidismo. Entonces el aporte a este desafío, es interpretar que ante el aparato clientelístico, ante

la falaz usurpación de las banderas del hombre nuevo, ante el corto sueño del desengaño de los desfavorecidos, nuestra responsabilidad debe pasar por ocupar con inteligencia los huecos que los gobiernos no asisten como Estado, no solo acompañando al 2% de los desposeídos que no dudan en golpear las puertas del poder, sino ofreciendo la suma de nuestras capacidades para organizar aquellas demografías barriales o regionales que tienen necesidades insatisfechas y todavía temen o desconocen que puerta golpear. Eso sí, comprometiendo nuestras estructuras y utilizando sin mezquindad, todas las

herramientas que poseemos como organizaciones políticas (sociales, sindicales, culturales, religiosas y partidarias). Nuestra historia es el mejor reflejo de lo que fuimos. Nuestro ejemplo será el mejor

reflejo de lo que somos capaces de transformar.

Ariel Jorge Spadaro (*)