“LA PERSONA DEL EDUCADOR PERSONALIZADO

COMO RESPONSABLE DEL ACOMPAÑAMIENTO

PERSONAL Y GRUPAL DE SUS ESTUDIANTES”. ¿Quién es el acompañante personal y grupal? ¿Quién es el acompañado? Es importante el planteamiento de éstos dos interrogantes porque de ellos se deriva la dinámica entre estos dos agentes de conocimiento, de intercambio de experiencias y reflexiones. Primero habría que pensar que si existe una misión de acompañar es porque hay un "alguien a quien acompañar". Luego, hay como mínimo dos sujetos que van a interactuar y que desde allí se crea una relación que puede recrearse cada vez, con las múltiples variables que puedan surgir. También es necesario analizar el verbo acompañar, el cual denota estar al lado, ir al lado, juntar una cosa a otra, existir una cosa simultáneamente con otra, participar en los sentimientos de otro1. Esto nos indica una condición de reciprocidad que podría considerarse como una actitud de colaboración, de ayuda y solidaridad, y así parece ser, acompañar supone que otro individuo humano nos convoque y nos mueva a la acción directa con él y que de esa relación puedan surgir nuevas formas de ver el mundo y sus facetas y que como resultado de esa relación resulte una experiencia que pueda narrarse. Entonces, acompañar es una experiencia! Haremos entonces, un intento de comparación entre Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola y La Pedagogía Ignaciana, la interacción del Ejercitante con su Acompañante en la experiencia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio y la relación del estudiante con su maestro. Para acercarnos a la comprensión del significado de acompañar en una relación pedagógica que ojalá se suscite en todos los espacios escolares, pero más propiamente en la clase, con un grupo de estudiantes que se nos encomiendan y con el cual tenemos una misión entre manos, es necesario que miremos la historia y transitemos por el origen que subyace en la Pedagogía Ignaciana. Se trata de revisar la fuente contenida en esa Pedagogía derivada de los Ejercicios Espirituales Personalizados de Ignacio de Loyola, la cual dimensiona el acompañamiento como un proceso clave que posibilita el éxito de esa experiencia espiritual. Es fundamental mirar

1Acepción del Nuevo diccionario ilustrado Sopena. Editorial Ramón Sopena, S.A. Provenza, 95 Barcelona. 1981.

“Si, tengo una esperanza demencial, ligada, paradójicamente, a nuestra actual pobreza existencial, y al deseo, que descubro en muchas miradas, de que algo grande pueda consagrarnos a cuidar afanosamente la tierra en que vivimos” Ernesto Sábato.

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la relación que se establece entre el Acompañante o asesor, con el acompañado o ejercitante, la cual requiere de unas virtudes y de unas disposiciones especiales para que el Espíritu se haga presente y pueda hallarse el fruto deseado con una petición eje que atraviesa toda la experiencia: “Buscar y hallar la Voluntad de Dios”. En los Ejercicios Espirituales Ignacianos se necesita de la presencia de un acompañante, de una persona que colabore en la relación de un sujeto con Dios. El acompañante guía y orienta pero jamás se constituye en un estorbo entre la Criatura y Dios. San Ignacio menciona en la Anotación (15) del texto de los Ejercicios que "…el que da los Ejercicios no debe mover al que los recibe…. De manera que no se decante ni se incline a la una parte ni a la otra; mas estando en medio, como un peso, deje inmediate obrar al Criador con la criatura, y a la criatura con su Criador y Señor" Cuando se inicia esa dinámica espiritual es lógico que cada uno llegue con los prejuicios y los temores propios de un encuentro nuevo con alguien que le resulta desconocido, por eso el que acompaña debe lograr que su asesorado tome conciencia de esos bloqueos afectivos e intelectuales2 y ayudarlo a que vaya sintiendo la libertad y la disponibilidad necesarias para que nazca un entusiasmo y la persona entre a la experiencia con grandes deseos. Esto permite la aproximación a un proceso interesante lleno de sentido y de gozo. "Al que recibe los Ejercicios, mucho aprovecha entrar en ellos con grande ánimo y liberalidad con su Criador y Señor, ofreciéndole todo su querer y libertad, para que su divina majestad, así de su persona como de todo lo que tiene, se sirva conforme a su santísima voluntad." 3 Este proceso va acompañado de una serie de entrevistas que son claves para que la persona que hace los ejercicios pueda comentar la materia de sus reflexiones y oraciones, que pueda dar cuenta del provecho sacado y el acompañante pueda dar algunas luces y entregar nueva materia de oración y reflexión para el asesorado. Lo esencial es que el sujeto de la oración tenga un tema y un horizonte para su diálogo con Dios. ¿Cuál es entonces la pretensión de esa relación? ¿Cuál es su fin y su búsqueda? Lo que se pretende es la búsqueda del ordenamiento de la vida. Buscar sinceramente el cambio, poniendo todo lo que esté al alcance para ordenarse. Es fundamental que el ejercitante crea y confíe en su asesor y que el asesor así mismo confíe en su ejercitante y le exija sobre aquello que esté en capacidad de dar porque ello permite una relación transparente, fluida y de respeto mutuo. Es sencillamente aceptar la legitimidad del otro como ser humano 4

2 Tomado de Ejercicios espirituales para creyentes y adultos. Apuntes Ignacianos, de Omar Franca, S.J. Centro

Ignaciano de reflexión y ejercicios. CIRE Santafé de Bogotá. Colombia 3 Cfr. Esta es la anotación quinta del texto de Ejercicios Espirituales- Autobiografía de San Ignacio de Loyola.

Ediciones Mensajero. España. 4 Sobre éste tema San Ignacio en la anotación 18 hace una referencia interesante: "Según la disposición de las

personas que quieren tomar ejercicios espirituales, es a saber, según que tienen edad, letras o ingenio, se han de

aplicar los tales ejercicios; porque no se den a quien es rudo, o de poca complisión, cosas que no pueda

descansadamente llevar y aprovecharse de ellas. Asimismo, según que se quisieren disponer, se debe de dar a cada

uno, porque más se pueda ayudar y aprovechar….. Ansimesmo, si el que da los ejercicios viere que al que los recibe

ser de poco subyecto o de poca capacidad natural, de quien no se espera mucho fruto, más conveniente es darle

algunos destos ejercicios leves…..no proceder adelante en materias de elección, ni en otros algunos ejercicios que

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Si convertimos los anteriores comentarios al plano escolar podremos identificar al maestro como el acompañante, al estudiante como el ejercitante y las distintas materias, áreas, discusiones, temas, como la materia (objeto) de las entrevistas asesor-asesorado. El maestro debe constituirse, muy fielmente, en un guía y orientador que en permanente encuentro con los estudiantes genere una presencia tal que no ocasione estorbo entre ese estudiante y su materia de aprendizaje. El ideal es que se puedan provocar tantos deseos de aprender que la relación del estudiante con su área de estudio se convierta en una gran aventura en la cual hay un testigo que da fe de todos los sucesos y que permite iniciativas y descubrimientos, es decir, todo cuanto pueda ocurrir para que el conocimiento se estructure. En una relación nueva entre maestro y estudiante es natural que exista una tensión inicial que se va desvaneciendo con la confianza, el dialogo, la cercanía y el encuentro permanente. Es de esperar que haya temores y prejuicios, como en toda relación humana que se estrena. Lo importante es dar lo mejor que tenemos, tanto maestros como estudiantes, porque el aprendizaje no es el resultado de un esfuerzo unilateral. El aprendizaje es una experiencia donde confluyen todos los sentimientos, las búsquedas, los contenidos, las iluminaciones, razones, logros y demás que les queramos asociar. En cada cosa que aprendemos ponemos tanto de nosotros que terminamos apostando con las propias convicciones, valores y principios. Detrás de cada maestro hay una historia, una vida que quiere contarse y recrearse y detrás de cada estudiante hay también historias, fracasos, temores, alegrías, pero sobre todo deseos de vivir y de ser, también de evolucionar. Si tomamos conciencia del proceso que se genera en la relación pedagógica maestro-estudiante, comprobaremos que ésta relación va mucho mas allá de lo que a veces consideramos. No es tan sencillo. Parte de ese proceso señalado tiene que ver con los diálogos entre los dos. La entrevista entre el maestro y estudiante puede hacerse de manera formal o informal, pero siempre debe considerar la posibilidad de que el estudiante es un ser que necesita de nuestra luz, de nuestra ayuda y apoyo tanto emocional como cognitivo; esto supone entonces, un diálogo mas profundo, más existencial.5 Para aprender se necesita poner a prueba las iniciativas, cometer errores, hablar, conversar, discutir, también estar a solas para gustar y aprovechar lo construido, lo pensado y para ello se necesita tiempo. Hoy no estamos acostumbrados a la reflexión a solas, a los espacios de encuentro

están fuera de la primera semana; mayormente cuando en otros se puede hacer mayor provecho, faltando tiempo para

todo." 5 San Ignacio como introducción a los Ejercicios espirituales de la primera semana señala un Prosupuesto: "Para que

así el que da los ejercicios espirituales, como el que los recibe, más se ayuden y se aprovechen, se ha de presuponer

que todo buen cristiano ha de ser más pronto a salvar la proposición del prójimo que a condenarla; y, si no la puede

salvar, inquira cómo la entiende; y, si mal la entiende, corríjale con amor; y, si no basta, busque todos los medios

convenientes para que, bien entendiéndola, se salve."

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consigo mismo. Aprender no es solo preparar los contenidos, sino las preguntas, los vacíos y todas las posibilidades que surjan en el camino.6 Una clase personalizada donde no pueda discutirse ni ponerse a prueba, carece de la esencia fundamental. Una buena pregunta puede convertirse en un disparador del discurso, puede llevar también a otros interrogantes, a búsquedas maravillosas, o sencillamente a plantear lo que no se nos había ocurrido plantear. Entonces vemos que no se trata de dictar clase, sino de generar un ambiente permanente de conversación, de disenso y consenso, donde los estudiantes puedan manifestar sus pre-saberes, sus ideas sobre las cuestiones, sus iniciativas y dudas. Por eso saber moderar, devolver a tiempo, generar la participación, aceptar otras respuestas alternativas, hacer el ejercicio de la interlocución, es saber guiar y orientar, sabiendo que la clase es de todos y que todos nos ponemos a prueba, fallamos y aprendemos. Las entrevistas no solo hacen referencia a lo académico. En la relación pedagógica maestro-estudiante también puede hablarse de los temas cotidianos, de los temas del país, de la familia, de los amigos, de los conflictos, de las alegrías, sencillamente puede hacerse referencia a la misma vida! En el ámbito escolar personalizado se hace mucho hincapié en la CURA PERSONALIS (Atención individual) que hace referencia a la atención e interés por cada persona individual. “Los jóvenes, hombres y mujeres que estudian en un centro de la Compañía, no han conseguido todavía su plena madurez; el proceso educativo reconoce el desarrollo y el crecimiento intelectual, afectivo y espiritual y ayuda a cada estudiante a ir madurando gradualmente en todos estos aspectos. Así, el Plan de Estudios está centrado en la persona más que en la materia que hay que desarrollar. Cada estudiante puede desarrollar los objetivos a un ritmo acomodado a su capacidad individual y a las características de su propia personalidad”7. Es necesario que mencionemos algunas ideas sobre la atención individual a los estudiantes, como una realidad clave que nos señala de manera mas profunda cómo podemos acompañar mejor. La atención individual a la persona del estudiante debe constituirse en un acompañamiento individual, una presencia tal que abra siempre posibilidades tanto del maestro como del estudiante de un encuentro permanente en donde haya una disposición óptima para lo personal y para el aprendizaje, también para llegar a consensos sobre temas distintos. El ideal es que en esa interacción maestro-estudiante se suscite la empatía, el gusto por el otro y el deseo de construcción mutua. Toda interacción humana invita a la co-creación. No solo aprenden los que supuestamente van a aprender, es decir, los estudiantes. Los maestros en la relación con ellos-as también construyen aprendizajes nuevos que los modifican de manera considerable. Por eso cada grupo humano es una riqueza, la riqueza de la proximidad con una humanidad que tiene que aportar, que desea vivir la vida mejor vivida y que sueña con

6 En las adiciones de la Primera semana, mas específicamente en la (77) San Ignacio sugiere lo siguiente: "Después

de acabado el ejercicio, por espacio de un cuarto de hora, quier asentado, quier paseándome, mirare cómo me ha ido

en la contemplación o meditación; y si mal, miraré la causa donde procede, y así mirada, arrepentirme, para me

enmendar adelante; y si bien, dando gracias a Dios nuestro Señor; y haré otra vez de la misma manera:" 7 Tomado del Documento Corporativo: Características de la Educación de la Compañía de Jesús. Número 42, página

24. Bogotá Febrero de 1987.

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un presente y futuro más rico y que puede hacerse desde el aula, y qué mejor que empezar a diseñarlo y hacerlo entre todos. ¿Cómo lograr el éxito en esa tutoría personal, sinónimo de cura personalis?

1. Teniendo presente en primer lugar que no enseñamos nada, nadie es dueño de la sabiduría. Los estudiantes son quienes deciden qué quieren aprender. Nuestro trabajo debe ser suscitar todos los encuentros posibles, también los desencuentros, las pistas, las dudas y las búsquedas. Se puede inyectar entusiasmo e iniciativa Una clase personalizada es una clase de preguntas permanentes.

2. Comprendiendo que una característica fundamental de los Colegios Jesuitas es su Propuesta Educativa centrada en la persona. El centro de todo es la persona, su humanidad puesta en escena para el encuentro amoroso con otros que están en condiciones similares.

3. Haciendo la necesaria correspondencia entre Espiritualidad Ignaciana y Pedagogía Ignaciana y cómo nace una propuesta educativa desde unas fuentes espirituales donde se favorece la relación Ejercitante-Acompañante y/o estudiante-maestro de manera cercana y eficaz. Sería muy alentador que todo maestro que trabaje en un Colegio de la Compañía de Jesús se decidiera por la experiencia de los Ejercicios Espirituales; es muy distinto vivir la experiencia a oír a otros narrarla.

4. Reconociendo que cada estudiante hace parte de la identidad de un grupo y que cada grupo es el resultado de las características fundamentales de cada uno de los estudiantes. En la escuela se construye la identidad y nuestra tarea es acompañarlos a su encuentro consigo mismos y con la vida que van decidiendo vivir. Hay que considerar que en cada uno de los jóvenes hay un camino distinto y que todos constituyen el gran concierto de la vida escolar.

5. Que es necesario suscitar un clima educativo que genere permanentemente confianza, seguridad, interlocución, tolerancia y aprendizaje. Se trata de consolidar los pilares de una comunidad justa y participativa.

6. Colaborando en las distintas tareas de desarrollo de los estudiantes para que alcancen las distintas competencias y puedan entender el error como parte fundamental del aprendizaje humano.

7. Promoviendo en cada uno de ellos-as los cambios necesarios para que se afinquen sus valores, sus convicciones y la puesta en juego de sus cualidades y dificultades en la vida diaria.

8. Sabiendo que cada uno de los estudiantes tiene una dignidad que debe ser respetada y atendida, una forma de ser con un ritmo individual y propio y enseñando que hay que consensuar formas comunes de relacionarnos y de tratarnos cuando estamos frente a espacios que compartimos con los demás. Básicamente se trata de combinar la libertad personal con la responsabilidad colectiva y que se desprende de la convivencia con otros-as.

9. Comprendiendo que en el camino pedagógico vamos a encontrar grandes retos, efectos positivos y también aspectos a trabajar y mejorar, como también momentos dolorosos y/o de mucho gozo. Lo importante es convertir

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la dificultad en un gran desafío para ayudar a que otros-as salgan adelante, venzan las dificultades y miren hacia el futuro. La experiencia humana es la que va tallando el alma y va modificando el comportamiento, las actitudes y las ideas.

10. Educando cada vez mas nuestra actitud de escucha para conectarnos con los jóvenes de hoy que necesitan sentirse escuchados y comprendidos en sus luchas.8

11. Vinculando, cada vez con mayor cercanía, a las familias de los estudiantes para desentrañar sus pensamientos y soledades y poderles servir de soporte en la tarea de la crianza. Hay que acercarse mucho al estilo de familia contemporánea, ya no podemos seguir pensando que la familia del tercer milenio corresponde a la radiografía de familia de nuestros padres y abuelos. Hoy las formas de organización familiar están atravesadas por las variables sociales, culturales y políticas y eso no lo podemos desconocer. Por eso la Escuela debe replantear su papel con las familias de sus estudiantes y responder con eficacia a sus expectativas y necesidades9

Hay dos consideraciones muy importantes que complementan la visión de la "Cura Personalis"10:

• "…el alumno no es elemento del Colegio, sino una persona con características únicas, necesidades y motivaciones y, por lo tanto, necesitado de un trato personal que no solo tenga en cuenta sus resultados académicos sino también sus cualidades humanas, necesidades e intereses y su proceso de crecimiento personal."

• "Las estructuras deberían ser tales que favorecieran los contactos mutuos entre

todos los miembros de la Comunidad escolar. En éste ambiente, cada alumno estará siempre seguro de encontrar un adulto que le escuche."

SOBRE SEGUIMIENTO PERSONAL AL ALUMNO

TOMADO DE: IDENTIDAD IGNACIANA DE NUESTRA PROPUESTA EDUCATIVA

ACODESI SANTAFE DE BOGOTA, D.C., OCTUBRE DE 1997.

8 Uno de los textos más bellos sobre el tema de la escucha, se encuentra en la novela Momo de Michael Ende:

"…….. Momo es una niña que posee una extraña cualidad: sabe escuchar. Ante ella, hasta los más tontos descubren

que tienen ideas inteligentes". " 9 Para la ampliación de éste tema se sugiere la lectura de la Revista cultural Nómadas #11 de Octubre de 1999

donde el tema central es "Las Familias Contemporáneas" Santafé de Bogotá Departamento de Investigaciones

Universidad Central. Compensar. Allí se encuentran aportes desde distintos enfoques teóricos que muestran una

identidad de la familia colombiana y latinoamericana. 10 Tomado de Identidad Ignaciana de Nuestra Propuesta Educativa. Capítulo 8. Seguimiento Personal al alumno.

Acodesi Santafé de Bogotá, Octubre de 1997. Carlos Vásquez Posada S.I.

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OBJETIVOS Y LOGROS DE LA ATENCIÓN PERSONAL Y SU RELACION CON EL PARADIGMA IGNACIANO

La atención personal tal como ha sido descrita: 1. Logra que la persona del alumno/a se dé cuenta de que es atendido y estimado por

sí mismo. Que se haga consciente de que puede acudir a un tutor o Director de Grupo cuando tenga algún problema o dificultad.

Se convierte en un proceso que ayuda al alumno/a: � A tomar decisiones responsables en la elección de alternativas académicas,

aficiones culturales, pertenencia a grupos y organizaciones con objetivos propios, etc.

� A resolver sus problemas académicos (hábitos del estudio, relaciones con el profesorado y metodología, motivaciones …).

� A conocerse y aceptarse mejor a sí mismo ser consciente de sus posibilidades y situación, con realismo y actitud de sana superación.

� A su desarrollo e integración social con compañeros, con apertura de trato y comunicación escolar y extraescolar.

� Al uso del tiempo libre, aficiones, diversiones, uso del dinero, etc. � Al mejoramiento en sus relaciones familiares, a hacer frente al tema de libertad y

autoridad, a crecer en el diálogo y confianza con sus padres. � A clarificar y asumir el proceso de su orientación vocacional y profesional.

Ahora bien, el último objetivo y principal de la ayuda personal, según el Paradigma Pedagógico Ignaciano, no es sólo ayudarle al alumno/a a que "funcione bien" y progrese en los estudios, en sus relaciones humanas y en su salud psicológica, sino que buscar ayudarle en lo más auténtico de sí mismo/a. a) La persona que se hace, que crece desde dentro de sí, que se valora por la fuerza y

calidad de sus motivos, de sus razones para vivir. b) La persona que desde su libertad no sólo es capaz de trabajar con otros sino que

tiene como ideal de realización humana el llegar a vivir y ser para los demás. c) La persona sensible y activa ante toda forma de deshumanización: injusticia,

discriminación, violencia, insolidaridad, etc., porque sus actitudes profundas son de justicia, fraternidad, paz, libertad, solidaridad … elementos básicos para construir una sociedad en la que se pueda convivir. Por ello hace objetivo importante de su vida "el servicio a la fe y la promoción de la justicia".

d) La persona capaz de suscitar en otros una esperanza creadora que supera las inercias y resistencias, propias y ajenas, para ir hacia la transformación de la sociedad.

e) La persona que busca el máximo desarrollo de su personalidad, también en el éxito académico, para ponerla al servicio de la sociedad, no en comparación o competición con otros, sino en comunidad o solidaridad con ellos.

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f) La persona que quiere servir en libertad, educándose para vivir en ella, reclamándola donde no existe y respetándola siempre.

g) La persona que desde un profundo y positivo arraigo en el lugar y cultura a la que pertenece, llega a ser universal de mente y corazón.

Para llegar a este nivel y objetivo, la atención personal: � En muchas ocasiones completará y profundizará las experiencias y reflexiones ya

iniciadas en las clases y en las actividades no académicas del Colegio. � En otras ocasiones promoverá procesos de reflexión personal en el sentido

Ignaciano, con ocasión de entrevistas formales de información, clarificación y orientación.

¿QUIÉN PUEDE REALIZAR ESTA LABOR EN EL COLEGIO? 1) Desde el Rector hasta los encargados de servicios administrativos y auxiliares,

todos deberían ejercer, con su actitud y comportamiento, esta función de tratar a los/as alumnos/as como personas y ayudarles, con sus palabras e imagen personal y profesional, al proceso de su crecimiento como personas.

2) Las personas que ordinariamente tienen más posibilidades de realizar esta labor son

los profesores de todas las asignaturas, los consejeros espirituales, los psicólogos y los responsables de las actividades extra-académicas:

a) Los profesores, cuya enseñanza debería ser tan personalizada como fuera

posible, llevando al alumno hacia una reflexión más profunda y humana acerca de lo que está aprendiendo. Los contenidos de las asignaturas y acontecimientos de la clase; las dificultades o éxitos en el aprendizaje, etc., son ocasiones privilegiadas para el trato y el seguimiento personal.

b) Los consejeros espirituales y asesores del servicio de psicología escolar, cuyo trabajo pastoral, escolar y extraescolar con los/as alumnos/as les proporcionan muchas ocasiones de encuentro personal y diálogo formativo.

c) Los responsables de actividades extracurriculares, que a través de deporte, teatro, música, etc., adquieren familiaridad, confianza y una rica observación del alumno que les permite entablar charlas personales para ayudarles en sus problemas y en su crecimiento personal.

3) La dificultad de los profesores de encontrar tiempo para emplearlo en el trato

personal de cada alumno/a, la división de la tarea de enseñanza en varios profesores y el desarrollo de la psicología profesional, introdujo en los centros la figura del psicólogo o consejero profesional que estaba total o parcialmente liberado para esta labor, con la ventaja de su cualificación técnica para el asesoramiento personal y la "orientación vocacional".

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También se está introduciendo en muchas escuelas jesuíticas el Sistema Tutorial. Cada alumno tiene su tutor con quien trata ordinariamente varias veces al año o cuando surge algún problema o necesidad, para dialogar acerca de: � Su programa de estudios � Las dificultades personales, sociales, familiares que experimenta � Cualquier preocupación en el proceso de su desarrollo y el significado personal y

profundo de todas las experiencias y aprendizaje académico o extra-académico, en el sentido de ir configurando su jerarquía de valores y haciéndose una persona responsable y capaz de compasión (ser para los demás).

La estructura de este tutor admite varias posibilidades: a) El tutor tiene encomendado un número determinado de alumnos (entre 20 a 30

alumnos), pero estos alumnos/as no forman parte de una clase determinada. b) Los/as alumnos/as encomendados a cada tutor son precisamente los que forman

una determinada clase (30 alumnos/as aproximadamente). c) El tutor es al mismo tiempo el profesor principal de la clase. En este caso el tutor

tiene otras responsabilidades como encargado de la clase: tiene entrevistas con los padres de los alumnos; participa y colabora en la organización de excursiones, campañas y otras actividades ocasionales; realiza un programa de temas de formación humana con su grupo de alumnos/as (orientación educativa de grupo).

Esta actividad de grupo requiere que los tutores reciban unos materiales, unas técnicas grupales, informaciones elaboradas, cuestionarios, medios audiovisuales, etc.; así como una estructura de apoyo en el organigrama del centro (un Centro de recursos, un Coordinador del programa de formación humana, sobre todo, una formación permanente, etc.). Según la experiencia, la actividad de formación humana de grupo, además, de producir una positiva relación humana entre el tutor y los/as alumnos/as, es una buena preparación y motivación del alumno/a para acudir a la entrevista privada. RECURSOS PARA LA ATENCIÓN PERSONAL Las ocasiones para llamar o concertar una entrevista son muy variadas en la vida escolar. Sugerimos estos recursos sin pretender hacer una enumeración exhaustiva: � Perfil del proceso de crecimiento del alumno � Problemas de fracaso o éxito escolar - diarios del aula del alumno/a - resultados de

cuestionarios sociométricos � Sencillos cuestionarios de: ambiente familiar, biográficos, de aficiones, de

orientación profesional, de metodología del estudio, etc. � Comentarios de las opiniones de los alumnos/as en la actividad de formación

humana en grupo (en las puestas en común, cuestionarios abiertos, ruegos y preguntas, etc.).

� Incidentes de disciplina � Incidentes en la organización de actividades � Participación escolar

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� Éxitos personales en alguna actividad PROBLEMAS Y DIFICULTADES Sea cual sea la figura del tutor, las verdaderas dificultades no son organizativas ni estructurales sino que provienen de las actitudes personales y del ambiente social: a) De los/as alumnos/as, que no son conscientes de sus problemas o no confían en la

orientación de los profesores. b) De los padres, obsesionados exclusivamente con el progreso académico,

influenciados por la sociedad competitiva. c) De los profesores:

� que difícilmente son capaces de salir de su papel académico o directivo, � que no se sienten seguros en el papel de orientador humano, � que no están suficientemente identificados con los objetivos y el Paradigma

Pedagógico Ignaciano. d) Del ambiente consumista, materialista y competitivo de la sociedad que rechaza o

menosprecia los valores humanos y la responsabilidad solidaria. La solución estaría en gran medida en la formación permanente del educador en varios aspectos: � en actitudes educativas básicas, � en habilidades de entrevista personal, técnicas de grupo y del proceso de formación

de actitudes. � en valores e ideales (con base en as características de la Educación de a Compañía

de Jesús y otros documentos sobre fe y justicia, fe y cultura, etc.)