Abril 2015, Núm. 83

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Ketzalkoatl Periódico

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KetzalkoatlEcología · Cultura · Urbanismo

Querétaro · San Miguel de Allende ¡Libera tu mente!No.83, ABRIL 2015

Periódico

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Si hambre es ley, justicia es rebeldía

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de la libertad social, para construir un estado ideal del ser, para que el mismo se disfrute con dignidad y felicidad.

Finalmente, el milagro de la vida, independientemen-te de cualquier racionalidad, espacio y tiempo donde sea posible; consiste en el ejercicio de la cooperación, la en-dosimbiosis, la armonía, la donación y en el entendimien-to natural de lo que el otro hace; pues hay que asumir la responsabilidad de respetar el papel integrador e inter-dependiente de todos, en la construcción del caldo vivo y colectivo que es la vida; de lo contrario, la ciega razón del egocentrismo sin límites del actual modelo capitalista industrial y de consumo que se impone, en un espacio limitado como es la tierra, continuará por el camino de la destrucción; acortándole sin exclusión, a todas las gene-raciones humanas, lo que podría ser el disfrute infinito de un mundo naturalmente animado, bello y lleno de felici-dad comunal. Ω

[email protected]

ción; manteniendo viva las expectativas que se generan, a partir de la posibilidad de soñar y participar en la cons-trucción de un mundo nuevo, con tecnologías a disposi-ción de la protección de la sociedad y la vida por encima de cualquier interés y manipulación económica.

Porque lo que no tiene control o manipulación, se vuelve revolucionario y constantemente transformador de cualquier situación negativa que no permita el avance

Se puede decir o entender que una tecnología es de dominio social, cuando para generarla han participado directamente los campesinos con su sabor, saber y creatividad colectiva, a partir

de sus propias necesidades y problemas reales. Por lo tan-to, su disponibilidad se constituye en lo mínimo, en un acto de disfrute solidario entre los que han participado en el ejercicio de su creación o invento.

La ley aplastante del mercado globalizado, es hacerle la vida imposible a toda comunidad campesina que tra-baje con simplicidad y creatividad colectiva cualquier tecnología que fácilmente sea decodificada o descifrada, para su apropiación y divulgación en el medio rural, pues la misma, en la lógica del capitalismo agrario, es funda-mentalmente peligrosa por las siguientes razones:

Porque tanto los medios de producción como la pro-piedad de la tecnología son de control social.

Porque no se puede convertir en código de barras o una patente de manipulación social para engordar el ca-pital agroindustrial.

Porque dentro de aquello que el capitalismo, mal lla-ma las leyes del mercado, no genera dependencia y sed de consumismo.

Porque no demanda ni depende ninguna asistencia tecnológica especializada o compleja, todo el trabajo se hace desde la lógica de la simpleza y el sentido común.

Porque los recursos para su desarrollo son socialmen-te locales y obedece los ritmos culturales de cada comu-nidad.

Porque al fomentar todas las posibilidades del inter-cambio social, como el trueque productivo, la investiga-ción colectiva, el éxito de los resultados y la transmisión de los logros, se vuelven nómadas, o sea, trascienden fronteras sin ningún control económico, velocidad, tiem-po y espacio social.

Porque se convierte en un motor generador que im-pulsa y estimula constantemente la generación de nuevos inventos y actos creativos; donde la intensidad de la ofer-ta de servicios tecnológicos tiene sus límites de acuerdo a los impactos sociales que se puedan generar.

Por que se convierte en sistemas abiertos de comu-nicación y de intercambio colectivo, fortaleciendo las capacidades creativas de la gente local para resolver sus propias dificultades tanto individuales como colectivas, principalmente a partir de sus propios recursos y desa-rrollo local.

Porque la mejor manera de resolver cualquier situa-ción llena de obstáculos, aparentemente sin ninguna so-lución desde el abordaje individual, se logra solucionar con la cooperación grupal; donde lo colectivo tiene com-bustible y fuerza propia para encontrar las salidas más rápidas y sensatas a cualquier problemática en el medio rural o urbano.

Porque reconstruye el tejido de una memoria colec-tiva que se hace indestructible de generación en genera-

Jairo Restrepo | Ing. agrónomo, experto en agroecología

Si hambre es ley, justicia es rebeldía

I Ecología Profunda |

· Tecnología, destrucción, dominación y rebeldía

“No existe actitud más revolucionaria que un consumidor que deja de comprar

un refresco y una hamburguesa ; o un campesino que no dependa de un cajero en el mercado para comprar un costal de materia orgánica para producir sus

alimentos con excelente calidad”.

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El sistema cínico

La razón política mexicana dominante es cínica, por-que consciente de la corrupción de las instituciones ve un peligro de crisis social en la desaparición de las ilu-siones democráticas e intenta mantener en pie al menos la fachada del sistema. Por ello es a esta conciencia de clase política, que sabe que no hay ilusiones y sin embar-go las promueve, a la que cabe llamar cínica. Un realis-mo perverso en el que los políticos aprenden la mordaz sonrisa de una inmoralidad abierta. En el cual las leyes mexicanas solamente existen para dominar a los tontos.

Las ideas de libertad y de democracia actúan como fetiches, según Zizek, porque la gente necesita seguir creyendo en ellas, aún cuando no se experimenten en la vida real.

El cinismo del sistema electoral mexicano se mani-fiesta ya, sin encubrir sus miserias. La sociedad conoce las atrocidades que este sistema y la ideología neoliberal generan y, sin embargo, la maquinaria electorera sigue funcionando. Descarado pragmatismo de la elite del poder que se burla secretamente de sus propias leyes. Monstruosa provocación obscena del aparato estatal que se burla de toda noción decente de ley y orden.

Pero este cinismo de elite está acompañado de un enorme pánico, puesto en evidencia en su reacción bru-tal y ridículamente excesiva contra toda manifestación popular a favor de las víctimas de desaparición forzada, de los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, de trabajadores que exigen mejores salarios como los agricultores de San Quintín, de los que llaman a no votar, de los que defienden el periodismo crítico de los ataques y persecuciones de la elite cínica. El mensaje de estas luchas populares es contra el cinismo de elite: ya no estamos embrutecidos ni somos el rebaño domesti-cado de antaño, gobernado por las rutinas y convencio-nes de la falsa razón democrática.

La situación actual en México es que las luchas ciu-dadanas democráticas están confrontadas contra el ci-nismo desvergonzado de las elites empresariales, polí-ticas y militares que no se someten a sus propias leyes pero actúan y hablan como si lo hicieran.

Si los candidatos desean ser votados y elegidos ver-daderamente de forma democrática, necesitan demos-trar que no son cínicos, sometiéndose a la ley como cualquier ciudadano. Ω

[email protected]@ketzalkoatl.com

El cinismo de la elite política mexicana nos autoriza a ejercer una crítica sin concesio-nes hacia el sistema político mexicano. Son profundas y descarnadas las heridas de este

tiempo. Son incontables los perjuicios hacia la mayoría de la población y es decadente la actuación de los políti-cos del como si nada pasará, del como si todo marchara sobre ruedas.

Ya la ciudad no es el lugar de humanización, ni el lu-gar del convivium. El modelo de ciudad que se impone en este sistema autofagocitario, es la ciudad como gran-ja sacrificial (campo de concentración). No hay a donde ir, más que al destino fatal. Lo demuestran las miles de víctimas de desaparición forzada en México.

Para el psicoanalista Slavoj Zizek actualmente hay dos clases de cinismo, el amargo y colérico cinismo de los oprimidos, que puede desenmascarar y derrotar la hipocresía de los que detentan el poder, y el cinismo de los opresores, que violan abiertamente sus propios prin-cipios declarados. Es el cinismo de las elites mexicanas que ha parido un estilo de vida conocido -y ya famoso- con el neologismo de mirreynato.

Al cinismo de esta época el filosofo alemán Peter Sloterdijk lo define como ‘falsa conciencia ilustrada’, la de quienes se dan cuenta de que todo se ha desenmasca-rado y pese a ello no hacen nada. “Hacen gala de expre-so cinismo: saben lo que hacen, pero lo hacen, porque las presiones de las cosas y el instinto de autoconservación, a corto plazo, hablan el mismo lenguaje y les dicen que así debe ser”.

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Mikhail Robles | Editor

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Del sacrificio al cinismo: el mundo como mercancía

pensiones, salvatajes financieros, amnistía fiscal, desahucios, restricción en el acceso a prestaciones sociales y al sistema sanitario, etc.) no se hace en función de una convic-ción profunda en el bienestar general sino en la conveniencia particular de sus manda-tarios. El devenir-dios del mercado instala una dogmática en la que la ofrenda nunca será suficiente.

En un doble movimiento, el discurso neoconservador por una parte resemantiza el «sacrificio» como fórmula para reequilibrar un sistema económico supuestamente mar-cado por el “derroche” y por otra parte no hace otra cosa que desequilibrar más todavía una formación social sobre-endeudada, mul-tiplicando tanto las desigualdades socioeco-nómicas como las asimetrías culturales. La falsa fatalidad de estas decisiones, invocada como remedio ante un mal infinitamente mayor, produce una sociedad polarizada. En nombre de la libertad de mercado se repro-duce una auténtica servidumbre política: la lógica de lo ineludible reduce de forma brutal otras alternativas políticas a la nada.

En estas condiciones, la consolidación de un «estado de excepción» tiene un senti-do preciso: ser garante de unas políticas que habitualmente encontrarán resistencias po-pulares más o menos organizadas. La liqui-dación ideológica de lo político, manifiesto como tecnocracia, se transforma en una “gestión de la crisis” orientada a restablecer la rentabilidad privada de los grandes gru-pos económicos, incluyendo los sectores de la banca, la industria bélica o las empresas de seguridad.

En síntesis, el actual bloque hegemóni-co hace un uso cínico del «sacrificio» para legitimar una de las mayores transferencias de recursos públicos a manos privadas: en tanto «ideologema» instala como inexora-ble la apropiación indebida de la riqueza social por parte del sistema financiero y las grandes corporaciones trasnacionales. Ape-nas hace falta insistir en que no hay ningún límite interno al capital que pueda detener esta conversión espectral del mundo en una mercancía de gran magnitud. Forma parte de la estructura del capitalismo globalizado reclamar nuevos sacrificios para los otros mientras custodia sus ingentes beneficios privados.

Un «sacrificio» así institucionalizado, por más que se empecine en mistificar el crimen como cosa inexorable, apenas puede ocultar su carácter apócrifo. Se trata, ante todo, de un juego de máscaras, producto de un supuesto «pecado original» o un exceso precedente: la indisciplina, el derroche im-

productivo, el consumo excesivo de las cla-ses populares, la falta de hábitos de ahorro, etc. El peso muerto de la historia termina aplastando millones de vidas, mientras los presuntos redentores de la humanidad es-tán convirtiendo el mundo en un desierto. Lo que anacrónicamente es llamado “pri-mer mundo” está asediado por todas partes. Exceptuando las elites mundiales -y sólo hasta cierto punto, en la medida en que lo-gran encapsular el riesgo- nadie está a salvo. El mundo como escombrera se desborda cada día: el dique de los estados-nación hace tiempo ha reventado y ha dado lugar a un juego sin más ley que la que establecen nuestros amos sin rostro.

Las diez “plagas” que menciona De-rrida (2) no cesan de multiplicarse: i) el “paro” en mercados desregulados, ii) la “exclusión masiva de ciudadanos sin te-cho”, iii) la “guerra económica” sin cuar-tel intracomunitaria e intercontinental,

iv) las contradicciones entre “mercado liberal” y “proteccionismo” de los estados capitalistas, v) la “agravación de la deuda externa” y sus efectos en la propagación del hambre, vi) la “industria y comercio de armamentos”, vii) la extensión incon-trolable de “armamento atómico”, viii) las “guerras interétnicas” en sentido amplio, ix) el poder creciente de las mafias y el narcotráfico y x) el estado del “derecho internacional” dominado por estados-nación particulares. A esas plagas habría que agregar al menos otras tantas: xi) la expansión de la corrupción estructural extendida en instituciones económicas y políticas fundamentales, xii) la peligrosa primacía de la economía financiera por sobre la economía productiva, xiii) el re-lanzamiento del neocolonialismo (nuevas guerras, asesinatos selectivos, detenciones

La «economía política del sacrifi-cio» no significa otra cosa que la producción de una economía de

la carencia articulada a una economía del excedente (1). El sujeto sacrificial, sustraído de la penuria a la que condena al Otro, es beneficiario de un sistema de prebendas y corrupción estructural que lo hace, literal-mente, indiferente ante el sufrimiento ajeno. No se trata de un mero desvío o perversión sistémica; al contrario: estas prácticas son constitutivas del capitalismo.

Así pues, el «sacrificio» que exige el neoconservadurismo tiene una dimensión necesariamente encubridora: su retórica del ajuste infinito exime a los poderes económi-co-financieros y político-institucionales de lo prescripto. A nivel nacional, mientras sus defensores exigen cada vez nuevas renun-cias colectivas en nombre de la austeridad, transfieren recursos públicos billonarios a la banca privada, sostienen los privilegios ins-titucionales de la monarquía, el parlamen-to y la iglesia católica y prosiguen con un saqueo estructural que nadie parece poder (o querer) detener, como no sea mediante la movilización permanente de los propios damnificados. De forma más global, las po-líticas del expolio convierten a diversos go-biernos nacionales en meras agencias de un capital trasnacional concentrado, completa-mente fuera de control. Aunque los modos de operación de esta «gobernanza corpora-tiva» mundial son múltiples, en cualquier caso están ligados entre sí por la disposición ilimitada a sacrificar crecientes masas mar-ginales, en simultáneo a la consolidación de un proceso extraordinario de acumulación económica y de un férreo régimen de con-trol ideológico que adquiere de forma pau-latina un cariz totalitario.

Si el sacrificio en el mundo trágico supo-nía aún una ética heroica (en la que el prota-gonista estaba dispuesto al autosacrificio en nombre de un bien mayor), en este caso se trata de una ética cínica, en la que el sujeto sacrificial sabe de sobra el mal que produce y, sin embargo, no desiste de provocarlo en nombre de un bien privatizado. El carácter sagrado del sacrificio, ligado a un sentido religioso, queda reconfigurado de forma ra-dical: la sacralización de una metafísica (o un evangelio) mercantilista. El sometimien-to a un gran Otro ya no se hace en nombre de una donación incondicional sino del cál-culo de un rédito. La rendición a los merca-dos convertidos en “autoridad” que sancio-na la legitimidad de los sacrificios (recortes, privatizaciones, reforma laboral, reforma de

Arturo Borra | Rebelión

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| Ketzalkoatl Abril 2015 | 6 | Estampas de la ciudad |

“Y aquí me pongo a cantar/ al compás de mis vihuelas/

Que al hombre que lo desvela/una pa-sión extraordinaria/

con el cantar se consuela/como el ave solitaria”.

Versos por Juan Mendoza “El Tariácuri”.

“El huapango es un género mu-sical de canto y baile, que se cultiva en varios lugares de

México, específicamente en la zona geográ-fica conocida como La Huasteca, asiento original de la cultura del mismo nombre. La Huasteca es una región en la que se con-juntan rasgos económicos y culturales afi-nes, y abarca la convergencia de los actua-les estados de Tamaulipas, San Luís Potosí, Veracruz, Hidalgo y Querétaro, en donde se generan otros tantos estilos de canto, de baile e indumentaria del huapango. Los ins-trumentos musicales que usualmente se uti-lizan en su acompañamiento son: la jarana, una guitarra y el violín. Por lo general, los intérpretes se agrupan en tríos y son famo-sos: “Los leones de la sierra de Xichú”, “Trío armonía huasteca” y “Perla Tamaulipeca”, entre muchos otros de fama regional. En el baile, la vestimenta y el enérgico taconeo en el tablado es su característica esencial, alter-nado con el valseo acompasado que ejecuta la pareja, al momento de las coplas pícaras y descriptivas de la vida rural de los huaste-cos, cuyas escenas cotidianas así plasmadas, nutren las letras del huapango. El son del huapango es pariente cercano de los sones jarochos…” Más o menos así se afirmaba en un artículo periodístico, pero de eso, a saberlo yo, hay una respetable distancia. Lo que si sé, es que en la Sierra Gorda de Querétaro se realizan concursos de huapan-go, pero de ellos, el más famoso es el que se celebra en abril de cada año en San Joaquín.

En las estribaciones de la sierra, olorosa

Esa vez, la gran final se realizó en el re-cinto del Auditorio municipal: un enorme jacalón a un costado del edificio de la Pre-sidencia y de la iglesia de San Joaquín. Co-locado al centro del recinto, como un altar de sacrificios, estaba el tablado o tapanco, de cuyo vocablo y sonoridad, al parecer, se des-prendió el nombre de “huapango”, sin que realmente pueda yo asegurarlo. Esa noche se compitió alegremente por obtener el título de campeón de cada uno de los cinco estilos: taconearon sabrosamente sobre el tablado los jóvenes tamaulipecos, ataviados con sus chamarras de gamuza, pantalones vaqueros y botas, al estilo de Pedro Infante en aquella vieja cinta “Los tres huastecos”, del director Ismael Rodríguez. Las damas, como Blanca Estela Pavón, lucieron amplios vestidos con flores coloridas, zapatos de tacón y además grandes trenzas rubias y sus enormes ojos verdes. Valsearon y taconearon acompa-sadamente los de Veracruz, llevando el rit-mo con botas y zapatos negros de tacón, envueltos en sus impecables trajes blancos. Ellas con un amplio vestido que alzaban con ambas manos a la altura de su cabeza, en forma similar al momento de bailar “La Bamba” veracruzana. Los de San Luís Potosí exhibieron un baile taconeado, con vestidos blancos o multicolores en las damas. Los huapangueros de Hidalgo, bailaron enérgi-camente, con un estilo muy emparentado con el Jarabe Mixteco, de la “Guelaguetza” oaxaqueña. Los hombres de blanco y con botas; las mujeres con huaraches, blusa blanca y falda satinada de colores mexica-nos vivaces: amarillo, azul, rojo o rosa, con una clara influencia Otomí. Los bailadores de Querétaro, se emparentaron más con la raíz indígena: se ataviaron ellas de “huipil” y rebozo de cambaya y taconearon más sua-vemente calzadas con huaraches. Ellos se vistieron con pantalón de manta y jorongo tosco de jerga, cargando un morral de lazo y por supuesto huaraches. Valseaban gran parte del huapango y es notorio en su baile, la pretensión del enamoramiento, consis-tente en zalameros requiebros del hombre y rechazos coquetos de la mujer, en una per-secución obstinada y finalmente eficaz.

Como a las tres de la mañana, los cinco campeones se disputaron el título de “Cam-peón de campeones”, que ganó el enérgico estilo hidalguense, bien zapateado por una pareja de hermanos. Ella de largas trenzas y de recias piernas, que se adivinaban y en ocasiones se veían, al vuelo afortunado de su falda, rosa solferino, que levantaban sus enérgicos pasos o “taconeos” con sendos huaraches. Él, también bailó.

El intermedio estuvo amenizado por María de Lourdes, en ese entonces, madura y guapa mujer, llamada “La embajadora de la canción mexicana”, quien gustosamente asistía a San Joaquín, hasta poco antes de su muerte en Europa. ¿Quién no la recuerda

a pinos y poblada de manzanos, cercana a las ruinas prehispánicas de Ranas, se encuen-tra San Joaquín, con su caserío colmado de techos de dos aguas, con tejas rojas. Es un antiguo pueblo minero, de cuyas tierras se extraía desde tiempos remotos el “cinabrio” o mercurio, para dar la coloración rojiza a la loza que caracterizaba a la alfarería anti-gua mesoamericana. Muchos años después, durante la década de los sesenta, del siglo pasado, San Joaquín recobró gran auge, por la demanda de ese mineral, por parte de los vecinos del norte, para hacer otra de sus tan-tas guerras. En esa ocasión le tocó a Corea y ya estaban formados: Vietnam, Granada, Panamá, Persia ahora conocido como Irán, a las que se sumaron: Afganistán e Irak, des-pués de la caída de las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York en sep-tiembre del 2001. Y se empeñaban muchos, incluso algunos habitantes de “Foxilandia”, de anotar en su negra lista, a Cubita la be-lla, para contento del émulo de los herma-nos lelos: Fosh y Bux o bien Fox y Bush. Los grandes socavones de las minas, son testi-gos de lo que digo. Pero es más cierto que ya es una tradición que en abril, desde hace más de treinta años, se viste de fiesta la auto nombrada, y con mucha justicia, “Catedral del Huapango”.

Lo que a mi si, de plano me consta, es cuando cumplió veinticinco años el con-curso. Yo estuve allí. No lo leí ni me lo con-taron. En esa ocasión fueron una multitud de bailadores los que se inscribieron para el concurso, desde niños, jóvenes y adultos. Y llegamos por los más diversos medios los turistas, paseantes y curiosos, que acudimos a disfrutar del evento. En esos días se dur-mió en las gradas del Auditorio, se abarro-taron los dos escasos hoteles y se llenaron de gran algarabía las sinuosas, empinadas y angostas calles, de ese risueño pueblo de la Sierra Gorda queretana.

interpretando “Cruz de olvido” o “Tierra de mis amores”. Luego se dio paso al baile po-pular, hasta más allá de la bella alba de San Joaquín. Al helado amanecer se apetecía un aromático café, para levantar el espíritu socavado por el desvelo y para calentar las manos y los pies, entumecidos y ateridos por el frío. Y como lo mío es vicio, con esa idea recorrí las callecitas, con las manos en las bolsas de la chamarra abrigadora, has-ta topar con una cercana y pequeña fonda, amueblada con mesas y sillas imponentes de madera, como debe ser en una zona que se precie y se respete en ser serrana. Pedí un café, bien caliente y sin azúcar, que saboree pausada y deliciosamente, en un jarrito de barro. Repito, como lo mío es vicio, al influjo de su aroma, evoqué como siempre solo bue-nos momentos vividos, abusando del recurso de la nostalgia, esa mañana adornada de una fría y blanca neblina, que no cedía su paso al sol. Viajé a lugares lejanos y a momentos her-mosamente vividos, a la cuenta del estimu-lante y delicioso café. Dispuesto a retirarme, pedí nuevamente llenaran mi jarro, con el fin de constatar el aroma, la calidad y el gran sa-bor de ese café, que con los ojos cerrados, o con ignorancia sublime, presumiría como serrano, a mi retorno a la bella y colonial ciudad de Santiago de Querétaro. Para mi fortuna a la amable fondera, pregunté sobre el origen serrano del café. A lo que desen-fadadamente me contestó: - Es “legal”. De este sobrecito. Enseñándome un envase rojo, con el dibujo de un grano ataviado de veracruzano, el que extrajo de la bolsa de su floreado mandil. Circunstancia feliz que me deslindó del compromiso de promover el inexistente café serrano del acogedor y evocador San Joaquín. Recurso que en todo caso, me salvó del ridículo en que iba a in-currir. Al retorno, con un sol tímido y titu-beante, pero atemperado ya por el delicioso café, para no perder el ritmo, entre los ba-rrancos profundos y las cerradas curvas de la sierra arbolada, llena de piñones colma-dos y manzanos florecientes, largo rato me persiguió la letra de aquel huapango, que cantaban “Los Tres Diamantes”: Rogaciano el Huapanguero”, que decía: “Por los verdes cafetales/más allá de aquel potrero/alguien dice que de noche/se aparece el huapangue-ro/ Rogaciano se llamaba… “La azucena y la Cecilia lloran, lloran sin consuelo/ Ma-lagueña salerosa ya se fue tu pregonero”. Al son del huapango, de Severiano Trejo, me fui alejando. Atrás, embozado eternamente en su niebla matinal o que puntual se pre-senta en la penumbra del atardecer, colgado como una mata verde, con brillantes flores de mercurio, envueltas en jirones como de algodón, de las enormes peñas salientes de la Sierra Gorda de Querétaro, quedaba el ri-sueño pueblecito de San Joaquín.Ω

[email protected]

“Un Huapango en San Joaquín”Rubén Sánchez | Escritor

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| Ketzalkoatl Abril 2015 | 7

En 1997, Querétaro vivió por primera vez la alternancia en el poder con la llegada al poder ejecutivo de Igna-

cio Loyola Vera postulado por el Partido Acción Nacional, de igual forma alcanzó por primera vez mayoría en el poder le-gislativo, y aunque en ayuntamientos solo obtuvo el triunfo en 4 de 18 municipios, le permitió tener el poder en más de la mitad de la población estatal. Desde en-tonces el Partido Acción Nacional fue el partido dominante en el poder ejecutivo y legislativo y poco a poco fue ganando terreno en ayuntamientos al obtener su máximo en 2006 donde obtuvo el triun-fo en 10 municipios. Durante el mismo periodo el verdadero partido opositor fue el Revolucionario Institucional, ya que el resto de partidos solo han tenido presencia testimonial y sus dirigentes los han convertido en pequeños negocios familiares que con lo poco que llegan a obtener se han conformado, olvidándose

Este antecedente pone al descubierto cómo funciona la política queretana, por un lado un sistema bipartidizado (PRI-PAN); la oposición no ha sabido o no ha querido jugar su papel de opositor y prefiere hacer acuerdos en lo “oscurito” con los partidos dominantes.

Ante este panorama este 2015, nos llegó el momento de decidir a quién vamos a elegir como nuestro próximo gobernador, nuestros ayuntamientos y quiénes serán los encargados de crear, modificar o velar por el cumplimiento a las normas de nuestros códigos y regla-mentos a nivel local.

La historia parece ser la misma, lo que más lamento es que la gente se ha contagiado en tomar únicamente dos caminos para nuestra sociedad. Día con día la gente se molesta de la mala calidad de las calles, el problema que ha causado el crecimiento desmedido de nuestras ciudades y pueblos, los problemas de salud pública que no se han atendido de la manera apropiada, la movilidad es un tema que a todos nos afecta directamen-

por completo de mostrar interés en llegar a ser una alternativa real para encabezar el poder legislativo y ejecutivo. En 2009 José Calzada Rovirosa, hijo del ex go-bernador Antonio Calzada (1973-1979); fue postulado por su partido, el PRI, al gobierno del estado y con el apoyo de todas las corrientes de su partido, panis-tas disidentes, y miembros de partidos de “izquierda” por debajo del agua, fue elegido gobernador, pero a pesar de di-cho triunfo, el PAN conservó el poder en ayuntamientos y la legislatura local que-dó dividida prácticamente entre priístas y panistas. En 2012 el PRI recuperó te-rreno al ganar en 13 ayuntamientos, y en la legislatura volvió a quedar dicha divi-sión partidista.

te, tengamos o no automóvil, por un lado el fracaso de un proyecto susten-table para el transporte público y otras alternativas de transporte; día con día observo como la gente se queja de estos problemas que tanto aquejan a Queré-taro, pero por otro lado ya se preparan para utilizar su moneda y echarla al aire para ver de qué cara cae al suelo, si es azul o si es roja.

¿Habrá un camino para construir una verdadera oposición que contrarreste ese destino ya pactado no por los de arriba, sino por nosotros los ciudadanos?

Yo tengo la seguridad que no, pero para hacerlo posible tenemos que empe-zar por romper dicho comportamiento y no dar votos “útiles” que terminarán siendo para nosotros mismos “inútiles”.Ω

Querétaro; moneda de cambioVíctor Hernández | Psicólogo Social

| Campañas 2015

Nos llegó el momento de decidir a quién vamos a elegir como nuestro

próximo gobernador y a los res-ponsables de los ayuntamientos

¿Querétaro está condenado a ser por siempre una moneda de cambio en lo que respecta a los colores que nos representan?

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| Ketzalkoatl Abril 2015 | 10 | Censurado |

La nuestra es una sociedad de economía liberal. Por ese solo hecho el conflicto entre particulares en el caso Aristegui es a la vez un problema de

orden político. Pero reducirlo por ello a un asunto mera-mente público y deducir de allí su tratamiento al exclu-sivo esquema de las competencias de la función pública y de las responsabilidades civiles es en mi opinión eludir el problema de fondo, es también postergar su discusión de cara a la sociedad y es en último término un acto de evasión política.

Lo que intento expresar en estas notas es que de re-solverse en ese ámbito, su solución seguiría siendo parte constitutiva del problema de fondo: una neta expresión de poder. Y en muchos sentidos. El poder resolviéndose a fa-vor de uno u otro particular en función de sus intereses de gobierno y en donde la utilidad generada y asignada por el propio gobierno para sí, sería en todo caso un hecho incidental. Grave pero incidental. No así, desde luego, la utilidad asignada al vencedor de esta contienda. Contien-da de la que el gobierno mexicano no necesariamente se encuentra excluido—como no resulta difícil sospechar—y contienda cuyo escenario y posterior derrotero ha ter-minado por perjudicar a las audiencias a instancias de la despedida de la conductora.

De hecho, en un gobierno como el mexicano, desde hace mucho tiempo se borraron las otrora barreras que separaban a uno y otro poder: el poder político y el poder económico. Y esto es así sencillamente porque en el país opera desde hace mucho tiempo un gobierno de tecnócra-tas al servicio de una plutocracia más o menos corrupta bastante más interesada en ganar licitaciones, y engrosar cuentas bancarias, que en generar las condiciones básicas de vida para el desarrollo pleno de las facultades de los habitantes de esta sociedad.

Suena a retórica barata y facilita, pero es que si revi-samos la cadena de acontecimientos políticos de los últi-mos dos años—los hechos del grisáceo sexenio de Enrique Peña Nieto—te vas a encontrar con que las cosas son así realmente. Para no irnos más lejos, baste referir la actua-lísima y postergada discusión sobre el tema del agua en el Congreso, el desmantelamiento de Petróleos Mexicanos en la última reforma y consecuente cesión de su gestión a particulares, la regresiva reforma de telecomunicaciones, la cancelación de derechos a trabajadores en los nuevos añadidos a la ley de educación, la pantomima llamada El Pacto por México, la tragedia Ayotzinapa, etcétera, etcéte-ra, a fin de corroborar el sustrato empírico de esta retórica quizás repetitiva pero no por ello más irreal.

Pero lo más grave no es eso, la vida pública de este

país, los grandes medios rotativos—de izquierda y de de-rechas—diseñan sus agendas políticas en función de las agendas, las pugnas y las prioridades del poder económi-co de turno. Lo que de principio no sería tan grave si el impacto en la vida social de dicho poder estuviese debi-damente acotado. Lo cual, como todos sabemos, no ocu-rre así en el caso de México. El despido de Aristegui es precisamente expresión de una imperdonable ausencia de marcos regulatorios entre uno y otro ámbito políticos. [1]

Desde esta perspectiva, la etiología de este problema y su solución reclama salirse del necesario pero insuficiente marco de lo puramente institucional, del ideal político li-beral—la utopía democrática—y de los lineamientos, tan-to de la reforma a telecomunicaciones, como de los nuevos lineamientos delineados por MVS, e autoritariamente im-puestos a los empleados cesados tras la salida de Carmen.

Tenemos más de dos sexenios invocando las reglas de operación de una sociedad democrática sin resultados. Y claramente los resultados no solamente no son positivos, los resultados están siendo claramente negativos. Si bien resulte quizá poco inteligente abandonar la vía institu-cional en estos momentos, resulta al mismo tiempo poco inteligente negar los manifiestos fracasos de la actividad política en México por esa vía.

Me pregunto si eludir toda discusión sobre el funcio-namiento, la estructura y los fundamentos de la economía liberal mexicana no es de hecho parte del problema. De poco vale denunciar la corrupción política, el nepotismo, el autoritarismo supuestamente inherente al nuevo PRI—un argumento por lo demás discutible—invocar la ley, et-cétera, si no tocas la estructura económica, las relaciones y redes de poder detrás de esa estructura, y las violencias que esa estructura genera en las relaciones políticas y so-ciales, no menos reales en la vida de un país si bien bastan-te más intangibles por su naturaleza.

La idea de estas líneas es precisamente invitar a no perder de vista que cuando se afirma el carácter entre particulares de este conf licto—conflicto de plutócra-tas—se está implicando al mismo tiempo su naturaleza política; e inversamente, al ser referido éste como un problema de gobierno, entonces se está a su vez impli-cando su naturaleza privada. Si es un conf licto del es-tado, entonces es un conf licto entre particulares y si es un conf licto entre particulares, entonces es un conf lic-to del estado. El neoliberalismo no es más que el des-mantelamiento del estado benefactor y su efímero pacto social a fin de priorizar las necesidades del capital en el marco de las relaciones mercantiles generadoras de la economía global, de manera que no hacemos sino asis-tir todos estos años a la caída de una política suicida, puntualmente instrumentada desde hace más de treinta años por los ineptos e ineficientes gobiernos mexicanos, fielmente supeditados a las consignas y directrices de

El Estado malefactor y el conflicto Aristegui

una agenda completamente ajena a los problemas más inmediatos, y más reales, de las distintas economías na-cionales a lo largo y ancho del orbe.

En el caso mexicano nos enfrentamos en forma inédi-ta al nuevo leviatán de la economía política neoliberal: el estado malefactor. Del estado benefactor del sueño social-liberal de principios del siglo pasado al estado malefactor de la economía política capitalista de principios de éste. Y el estado malefactor de esta economía, sí, coarta y reduce las libertades civiles, las funciones del estado, los inimpu-tables derechos democráticos, etcétera, con el propósito de ensanchar las prerrogativas de los grandes corporativos nacionales y multinacionales.

Es en este contexto que debe ser leído el despido de Aristegui. No es baladí que sea ésta la segunda ocasión que se le despide de uno de sus programas. Y de allí que resulte de radical importancia el hecho. Es decir, no nada más porque se trate de Carmen sino por todo lo que en el fondo el hecho revela. [2] ¿Cómo actuar?

Finalmente, quiero apuntar algo. 1) El despido de Car-men más que atentar contra la liberal libertad de expresión atenta contra la libertad de prensa y contra la pluralidad ideológica de sus órganos informativos. Es importan-te luchar no solamente por la libertad de expresión sino por la diversidad ideológica de los medios de prensa. La libertad de prensa es prioritaria para la vitalidad de cual-quier sociedad si bien no goza del prestigio de la libertad de expresión. Hace falta hacer una distinción entre ambos conceptos y, desde mi perspectiva, priorizar la defensa de la libertad de prensa y la pluralidad frente a la más hueca y más bien difusa libertad de expresión. La segunda suele aparecer despojada de referentes ideológicos y a menudo se elude una reflexión de naturaleza ética sobre sus lími-tes; la primera, en cambio, hace referencia a un patrimo-nio político sin el cual constituir comunidades como las nuestras, resultaría de poca justicia y, aquí sí, antidemo-crático. 2) La naturaleza política de este conflicto, que es también de orden económico, no es definitoria ni del va-lor cívico ni de la conducta de Carmen, quien desde mi perspectiva ha honrado siempre su código deontológico, a su audiencia y su trabajo periodístico. A ello se debe que Carmen esté siendo defendida de manera más o menos espontánea por sus audiencias. Más precisamente: es claro que Carmen es ajena a este doble aspecto del problema. Ella no sirve a los intereses de MVS o a sus patrocinado-res; en todo caso, Carmen ha sabido tomar ventaja de esta situación y de estas pugnas internas y las ha utilizado en favor de la vida pública del país.

En medios impresos es innecesaria demasiada emoti-vidad, las medias verdades, la locución maniquea y demás remedios soteriológicos. Sin embargo, Carmen ha sabido prescindir puntualmente de esa clase de fórmulas en su labor periodística, por lo demás común en la prensa mexi-cana, y ha mantenido en cambio una actitud siempre crí-tica en su labor informativa, una opinión mesurada y un diálogo sagaz e inteligente con sus interlocutores. De allí que se trate de una de las periodistas más valiosas que ha dado el país en los últimos años y de una voz imprescindi-ble para la vida política nacional. Ω

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=197240

Eleutheria Lekona | Periodista (Rebelión)

La naturaleza política de este conflicto, que es también de orden económico, no es definitoria ni del valor cívico ni de la

conducta de Carmen

El despido de Carmen más que atentar contra la liberal libertad de expresión

atenta contra la libertad de prensa y contra la pluralidad ideológica

de sus órganos informativos

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De allí también una de las razones para inmolarse: “pago justo y expedito por lo que hice”. La otra, claro, para no caer en las manos de la ley, “que todo lo hubiera desvirtuado, inventan-do cosas, haciéndome confesar mediante torturas lo que ellos quisieran. Para mí es muy importante que se sepa claramente por qué lo hice”.

Pero si la muerte, según Héctor, no la merece nadie, enton-ces ¿por qué matarlo?

Él nos explica que “...si yo no hubiera tomado la justicia en mis manos, jamás hubieran sido castigados los muchos críme-nes que cometió...”, de los cuales, como hemos leído todos, hizo un recuento pormenorizado al que sólo le faltarían las huellas digitales del señor sobre dineros públicos escamoteados, piso-teo a la Constitución y todas las leyes que se obligó a cumplir y las decenas de desapariciones ordenadas, sugeridas o permiti-das por el que desembocarían en homicidios si se investigaran, en fin, lo normal en esos casos “pero que de ninguna manera se debe perdonar”.

Héctor nos explica en su carta que la clase política es un núcleo solidario, en el que todos protegen la impunidad de todos los demás, sin importar que sean de partidos lo más opuestos posible. “Esta es” nos dice “la garantía de que llegado el momento, no los tocaran; es un pacto no escrito, tan fuerte como los de la Mafia siciliana”. No hay realmente separación de poderes, y la red de complicidades se extiende más allá del go-bierno para abarcar organismos dizque autónomos, cámaras empresariales e iglesias. Y, por supuesto, a los medios masivos de comunicación, que aplacan las inquietudes de la gran ma-yoría con perogrulladas y repeticiones ad nauseam de menti-ras que suenan verosímiles, hasta el punto que es poquísima la gente que podría salir de ese marasmo... “Nunca sera suficiente su número para un movimiento mayoritario que enfrente al sistema”, nos dice.

“Está claro que lo único que puede detener a la delincuen-cia es la consignación y condena de la mayoría de los culpables. Habrá delitos mientras haya impunidad. Es un hecho científi-co y estadístico.”

“Entonces, mi decisión se debe a la responsabilidad que de-riva de entender todo esto; al hecho de saber que si yo no hago nada, nadie los castigará y por tanto no existirá la posibilidad de que disminuyan los excesos y delitos derivados del poder. Debía castigar a uno de tantos (ni siquiera era el que más se lo merecía, fue sólo el que tuve a la mano) en la única forma a mi alcance: cambiando su vida por la mía; un peón por un alfil”

“Quizá” duda Héctor “este sea un esfuerzo inútil. Me alegro de que no estaré para comprobarlo, pero modestamente invito a quien tenga el deseo y la oportunidad, a que haga lo que yo hice, convencido de que sólo así podremos moderar el sistema de opresión y autocracia salvajes, que seguirá mientras no se le ponga un freno con firmeza. Al fin, se trata sólo de dar la vida.”

Perdonaran esta mutilación del texto de mi amigo, a la que no puedo añadir nada. Pero una cosa puedo decir, luego de estos meses: el ejemplo de Héctor Esparza está cundiendo en el mundo. Han sido sólo tres más los que siguieron su ejemplo y, aunque en un caso no hubo éxito, esto ha bastado para que se perciba ya un cambio de rumbo que comienza a darse.

Ahora ellos saben que no están a salvo (un guardaespaldas, el socio, la esposa han sido los victimarios). No importa el ais-lamiento ni los equipos y personal de protección. No importa lo que digan los medios, siempre habremos suficientes perso-nas que sabemos.

Ahora una amenaza clara pesa sobre ellos. Y por tanto, tienen que trabajar para la gente, cumplir promesas, defender realmente a los representados, gobernar como se debe.

Gracias, Héctor. Ω[email protected]

la puntita del iceberg? Escúchalos –me decía–, porque además del descaro absoluto, la falta de lógica, de coherencia, de sen-tido de la realidad; nos toman por imbéciles, y lo cierto es que ya lo somos. Ellos son los que han fabricado esa percepción absurda, distorsionada, de la realidad en la mayoría de la gen-te. Así, no falta en Puebla, en el estado de México, quien con honestidad diga que su gobernador ha sido bueno; porque diz-que ha hecho obra, aunque lo vean asesinando, revolcándose diariamente en la corrupción. Al fin, dicen, así son todos los políticos. Y sí: así son. Sólo que no hacemos nada al respecto.

–Si manifestaciones multitudinarias, denuncias perio-dísticas documentadas, demandas de organizaciones no los conmueven ¿Qué podemos hacer un par de rucos –le decía– como tú y yo?

–Tú sabes escribir, Chino. Has hecho análisis, artículos in-teresantes. Y te salen bonitos.

–Eso te parece porque eres mi cuate… Ya ves que los he mandado a revistas, a periódicos, y nada. Y no nos vamos a poner a hacer volantitos de papel revolución en esta era de la Internet y la globalización, ¿eh?

–No sé… Bueno, pues, ahora que se me ocurra algo te digo y tú me lo escribes ¿No?

–Órale, ahora que se te ocurra, pues.Desmesurado… Si Héctor era un tipo tan dulce y respe-

tuoso; tan enemigo de la violencia que, como ven, no produjo con su acto más de unos minutos de confusión, prácticamente cero sufrimiento, cero sangre. Y a cambio, un efecto poderoso, creciente, que ha cambiado poco a poco las cosas de la política en este mundo. Pero al fin desmesurado, la palabrita es de él y se refiere a lo que hizo: está en la carta que dejó explicando sus razones. ¿Cuándo creen que se les hubiera ocurrido a los medios chafas semejante palabrita dominguera?

Su misterioso correo de aquella mañana más que extra-ñarme, me hizo recordar que tenía ya meses sin verlo: “Perdón, Chino, se me ocurrió algo y ya lo escribí. Lueguito te lo mando. Un abrazote. H.”

Y más tarde, ese mismo día, fue que pasó lo que todos sa-bemos; lo que de pronto me dejó boquiabierto, junto con todo México y buena parte del mundo: le llamaron magnicidio, como cuando Colosio, aunque se tratara de un “ex”.

Y el asesino era nada menos mi amigo Héctor, que murió, como lo había planeado, junto con su víctima, en cosa de se-gundos, por medio de la ampolleta que se rompió y vertió ese líquido de nombre tan extraño antes como familiar hoy, y de tan veloz absorción a través de la piel, al darse un apretón de manos con su víctima, en esa ceremonia sin trascendencia en la que coincidieron, porque Héctor lo había planeado así.

Paso apenas por los detalles que han sido recontrasobados por los medios; que todo mundo conoce o puede consultar fá-cilmente en mil fuentes distintas. Lo que quiero decir son otras cosas; lo que me había comprometido a hacer por él, a escribir-le su idea; bueno, a interpretarla, porque, ya ven, él la escribió cuidadosa y detalladamente, y la lanzó a través del correo elec-trónico minutos después de su acción, hacia donde pudiera ser conocida sin deformaciones o censura: a todas partes, a cada periódico, agencia de noticias, organización civil, foro y blog que encontró. Y a todos sus cuates, yo el primero.

Debo expresar mi admiración por el plan de Héctor, su cla-ridad de propósito y ejecución perfecta. El cuidado que puso en no involucrar a nadie más (por supuesto, me tuvieron días en una celda, retahíla de insultos, amenazas y así, pero bueno, me soltaron gracias a las previsiones de mi amigo), la difusión multitudinaria de sus razones; el iniciar su “confesión” discul-pándose por el hecho y aceptando desde luego que él no creía que nadie, hubiera hecho lo que fuera, merecía la muerte como castigo.

Conocí a Héctor Esparza desde hace largo tiempo: muchos años antes de que sus haceres lo convirtie-ran en un personaje famoso mundialmente, y su

influencia se extendiera por varios países. Nos reuníamos desde fines del movimiento de 68, que nos

hizo amigos porque ambos –él en Química, yo en Filosofía– lo vivimos; días y noches, semanas intensísimas, deliciosas y trá-gicas, en la Universidad.

Nos seguimos viendo con frecuencia después de los tiem-pos de estudiantes. Nuestras familias: las esposas y los hijos, se hicieron también amigos, Laura, mi hija mayor, acabó ca-sándose con Héctor chico, el primogénito de mi amigo. Nos veíamos a comer en el Centro, tal vez en las tortas de pavo o en algún chino de Dolores. Era allí donde, a solas, platicába-mos más a gusto y discutíamos de política; a veces hasta de revolución; de qué era lo que habría que hacer para cambiar a este sistema y al mundo. Porque lo que habíamos querido, por lo que algunos de nuestros compañeros padecieron años en Lecumberri; y otros, dejaron de existir, no se había cumplido.

–Nos fuimos con la finta, Chino– me decía. –Echeverría nos doró la píldora, nos hizo la gran finta a muchos, que nos regresamos a la vida de familia; a casarnos y demás, bien cré-dulos, quizá un poco o mucho haciéndonos güeyes, de que ya se estaba dando un viraje hacia la democracia, hacia una jus-ticia para todos, respeto a los derechos humanos, ausencia de censura, todo eso. Otros, como Julián no se lo tragaron y se fueron al monte, donde a los más los desaparecieron, igual a todos nos calmaron. Y de allí en adelante, primero suavecito, luego con ganas hacia la derecha; a una derecha modernona porque sí se dieron reformas políticas, se fue dando una como democracia aparente, pero nomás porque si no se hubieran dado, los empresarios gringos, europeos, no habrían invertido con tantas ganas; con tanta seguridad, con su conciencilla de burgueses hipócritas tranquila, aquí en México…

Y claro que nos quedamos gratamente sorprendidos cuan-do surgió a la luz el Zapatismo, y hasta contentillos de que hubiera ganado Fox (aunque ninguno de nosotros votó por él; y Héctor, como siempre, por nadie), por el hecho de que al PRI se lo llevara la tiznada, aunque ¡gulp! lo hubiera sacado la derecha: en realidad –nos consolábamos– lo sacaron los que votaron por hartazgo, por asco y otros, claro, encandilados por el chabacano candidato del PAN. Si ya lo decía Héctor: en caso de que el voto se respetara, siempre habría ganado Cantinflas las elecciones y, ya en ausencia de Cantinflas, siempre ganará el candidato que más se le parezca… Y no me van a decir que en este caso, y después, no se cumplió su teoría ¿Eh? Creo además que no tengo que informarles del rotundo y terrorífico fracaso del PAN y la vuelta del dinosaurio, ahora convertido en un cí-nico Velocirepresor, más sofisticado e impune que nunca.

Y bueno, pues ya un poco o mucho como espectadores, a nuestros cincuenta y tantos, sesentas y más, asistimos a los mí-tines del Sub, a algún otro evento antiglobal, por la liberación de presos de acá y allá, contra el robo de la elección aquella, y de la otra; y así, pero poquito, sin tantos ánimos, desilusiona-dos del mundo, México y la gente; ya sin esperanzas de que algo pudiera cambiar en forma significativa este caos de pla-neta; pero conscientes de que quizá sin estos actos pequeños, fútiles en apariencia, los poderosos irían aún más lejos y las cosas andarían un poco o un mucho peores de cómo estaban.

Hoy se dice una y otra vez que Héctor estaba loco, que lo que hizo fue desmesurado. Pero ¿Qué iban a decir los que ni pelaron cuando –por citar uno entre muchísimos ejemplos– el escándalo de Monex y Soriana, que era obvio que era sólo era

| México Profundo |

Armando Bayona Celis | Biólogo/Cartógrafo

Sólo dar la vida (Cuento)

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| Ketzalkoatl Abril 2015 | 13| Gastrosofía |

Lo bueno de salir de vacaciones es que uno sabe que volverá, que regresará al lugar que lla-ma hogar. Pienso que el hogar

es como un flan: dulce y con su justo punto de suavidad. Con un caramelo tan exquisi-to que dan ganas de quedarse allí perma-nentemente, de hacerlo una morada.

Y sí. Durante la semana santa me em-barga un sentimiento de quietud, y es que la ciudad se ve vacía, quieta, en paz. Tan se-rena que llama a recorrerla, a conocerla, a hollarla. A dejarnos la impronta en ella. Tal y como lo haría un buen flan.

Pues nada, que me he levantado de áni-mo flanero, tal y como cuando me cono-ció Doña Isa, la madre de mi mejor amigo. Eramos poco más que niños, ya rayando la adolescencia cuando, después de un im-provisado encuentro de fútbol, apareció. Cual ángel descendió con una charolita que tenía dos platos con un trozo de flan en el centro; uno para Luis, otro para mí. Dijo algo, no recuerdo qué, y dejó los platos. Lo comimos. No. Lo devoramos. Aún debería de pasar un no tan largo período antes de que me fuera dado desvelar su misterio.

Pasaron algunos años y tiempo después entraba a trabajar en la primer cocina y Carles, un cocinero extranjero avecindado en mi país, me mostró el arte de hacer no un flan, sino El Flan.

Lo primero que necesitas, me dijo, es leche de verdad. No de cartón, no en polvo. Sólo leche. Luego -siguió diciendo- tam-bién necesitarás yemas, si es posible con-sigue de las que son producto de un gallo y una gallina, el flan tomará un amarillo más intenso y será más consistente. ¿Le-ches condensadas, leches evaporadas? No. Rotundo. Siguió enlistando los ingredien-tes restantes: canela, azúcar y vainilla, en vaina, jamás en extracto.

No uses licuadora, decía con su repo-sado y añoso acento, usa un batidor de va-rillas. Luego déjalo reposar hasta que se le baje la espuma. Mézclalo suavemente, nos

aconsejaba a sus aprendices. Después ve-nía el horneado. No cocido sobre la estufa, mucho menos en olla exprés. Horneado a baño María.

Seguía: No se te vaya a ocurrir ponerle agua del tiempo al baño María, es necesa-rio calentarla antes. “Al flan le gusta el agua caliente”, aun me parece escuchar su estri-billo. Y es que Carlos era de esos cocineros que se extinguen: pausado y concienzudo, pero al mismo tiempo abierto, amable y delicado. Era un purista, sí. Buscaba rego-dearse en el máximo placer al cocinar, para que otros hicieran lo propio al comer.

Fue un gran hombre que me cobijó du-rante mi primer día en la cocina. ¿Que estás comiendo? Me preguntó. Contesté que la encargada del restaurante me había dicho que el personal sólo podía desayunar café negro y pan del que hubiera sobrado de un día antes. Afectuoso y amable replicó, “pues que eso desayune ella”, e inmediatamente me preguntó cómo quería que guisara los huevos de mi desayuno. Me hizo el día. Y la semana. Y el mes. Y es que así era él, tan compartido, que no temía darse a sí mismo e inclusive a sus recetas. Más de una vez lo escuché dando recetas y consejos de cocina a principiantes y expertos por igual. Trato de honrarlo haciendo lo mismo. Solía de-cirnos, cuando angustiados le contábamos nuestras juveniles congojas,“Las penas con flan, son menos”.

El tiempo siguió, Carles se retiró del fo-gón profesional, pero me dejó la huella de su sabiduría... y de su flan, que aún ahora recuerdo tan claramente como si recién lo hubiese comido, aún cuando la bruma de la edad parece ocultar esos momentos añe-jos de la infancia donde el flan casero y el sol iluminaban mi día.

¿Cuál era su ingrediente secreto? Ex-traño pero ciertísimo: un poco de jengibre con la leche mientras que esté hirviendo. Ω

[email protected]

Flan-tástico

El Sibarita | Bon vivant

Sí. Me considero un Sibarita. Sólo me gusta lo mejor. No lo más caro, simplemente lo mejor.

“Mira al final no nos equivocamos. Tú has acabado siendo un auténtico

tirano y yo un flan” Frase de la película“Jeux d’enfants ”

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| Ketzalkoatl Abril 2015 | 14 | Economía |

Un México pre tecnológico en la era de internet

En la literatura económica se reporta que una mayor adopción de internet ha contribuido a impulsar la actividad eco-nómica y el empleo. Los casos que se han estudiado muestran que el uso del internet ha permitido incrementar las ventas y re-organizar los procesos administrativos y de producción. En algunos casos el empleo ha aumentado en el corto plazo, aunque tam-bién se han registrado lugares donde ha tomado dos o tres años para que el empleo aumente luego de la adopción masiva del internet. Se considera que un importante beneficio de las tecnologías de informa-ción es la posibilidad de obtener clientes que vivan fuera del ámbito territorial de las empresas. Si bien esto es cierto, también pudiera ocurrir el proceso inverso donde las empresas de fuera sean las dominantes y, consecuentemente, acaparen el mercado local, reduciéndose la actividad económica interna.

Otras dos características destacan en las ciudades donde se instala fibra óptica o internet de banda ancha. La evidencia en Estados Unidos es que aumentó el costo de la vivienda y se cree que esto fue a causa de los beneficios potenciales que conlleva el internet. En cambio, no se han publica-do casos donde una de las consecuencias haya sido el aumentado generalizado de los salarios. En este sentido, al parecer, más empresas y personas utilizando internet in-ciden en la creación de puestos de trabajo, pero no parece contribuir en un aumento del ingreso laboral.

En Querétaro ha operado desde 2009, el centro de atención telefónica y de pro-

cesamiento de datos del Grupo Santander, se trata de un espacio donde trabajan 5 000 personas que atienden a clientes de varios países. El crecimiento en este sector per-manecerá varios años más con la instala-ción de un centro global de atención técni-ca de la empresa china Huawei. Se espera la creación de 1 000 empleos en materia de telecomunicaciones y tecnologías de la información. En particular, se anunció que la empresa almacenará datos en sus nuevas instalaciones, dará atención a clientes de América Latina, ofrecerá soluciones tecno-lógicas y realizará desarrollo de tecnologías de información.

Parecería que el uso del internet ya es un asunto presente en todas partes. Por ello cobra importancia las cifras que presentó el instituto de estadística (Inegi) derivados del censo económico 2014. Los datos re-colectados, en el gran operativo de campo, revelaron que ha aumentado en forma im-portante el uso del internet en los negocios. En el pasado, cerca del año 2000, siete de cada 10 empresas medianas y grandes del país -aquellas con más de 50 empleados- declararon utilizar internet. Prácticamente hoy todas las empresas medianas y grandes lo utilizan, sea para comprar o vender, bus-car información, para actividades de orga-nización y dirección o para realizar trámi-tes gubernamentales o bancarios, según los rubros incluidos en el censo.

Los encuestadores del Inegi encontra-ron que en México, las empresas con más de 50 empleados utilizaban el internet como práctica usual en la operación de sus negocios. Se esperaría que esta actividad continúe generalizándose en los siguientes años. Habrían elementos para calificar de lenta la adopción del internet en los nego-cios. No obstante el rezago actual ya no re-side fundamentalmente en las conexiones fijas sino en el bajo número de conexiones desde dispositivos móviles, como lo revela el Foro Económico Mundial.

El universo de grandes empresas, que emplea a la mitad de los trabajadores del país, representa solamente una de las caras de la moneda. La segunda cara de la rea-lidad nacional la constituye los cerca de 4 millones de establecimientos o micronego-cios donde trabajan menos de 10 personas. En este abundante grupo de empresas, el uso del internet es todavía un instrumento poco frecuente. En sólo uno de cada seis establecimientos se declaró usar internet.

Aunque el avance es insuficiente, sí ha ha-bido un uso creciente de tecnologías de la información. Una década atrás, sólo un micronegocio de cada 18 reportó realizar actividades en línea. Es evidente el contras-te entre el México de los micronegocios, que son el sector donde más empleos se generan, y el de las grandes empresas don-de podrán haber muchas inversiones, pero persiste una menor creación de empleos.

La problemática del desigual acceso y uso a las tecnologías de la información se sintetiza en el término brecha digital, el cual se puede usar para describir la baja co-bertura de internet en las micro y pequeñas empresas del país y, así mismo, para des-cribir la imposibilidad que ha habido en el mundo de los negocios en México para generar más ingresos salariales y más fuen-tes de trabajo. Aunque el internet tiene una mayor presencia cada año, no se observan aún sus beneficios en el bienestar material. En unos meses, en julio de 2015, el Inegi dará a conocer los resultados definitivos del censo económico y se tendrá mayor in-formación para evaluar, si el uso del inter-net ha tenido o no un impacto positivo en el mundo laboral y, especialmente, en los micronegocios.

La evidencia disponible permite inferir -y afirmar- que el mayor uso de internet no ha modificado, en la mayoría de las empre-sas, las decisiones de contratación o des-pido de su personal. Esto significa que el número de empleos en las empresas chicas o medianas no depende de si se usa o no el internet. Al parecer la manera de hacer hoy, en México, los negocios, y la adminis-tración de las empresas, no es sustancial-mente diferente de cómo se hacía antes de la era del internet. Por lo que además de las muchas necesidades sociales que debemos atender, como son la seguridad pública, la disponibilidad suficiente de agua y alimen-tos, la educación, el acceso a bajo costo a infraestructura de telecomunicaciones, en-tre otros, también tendríamos que sumar una política pública de justicia social que permita el crecimiento y la consolidación de las empresas locales. Un detonante de-seable para beneficio de todos sería el desa-rrollo nacional de la industria del software y de dispositivos de tecnologías de la infor-mación. Ω

[email protected]

Una manera de beneficiarnos del conocimiento mundial es utilizando las tecnologías de la información, entre la

que se encuentran el internet, las redes ina-lámbricas, la telefonía celular, los medios digitales, entre otros. El Foro Económico Mundial califica a México en un rezaga-do lugar 88 en el uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Cada año la posición se ha reducido tres luga-res desde 2011. El deterioro revela que no ha crecido suficientemente el número de usuarios de internet, que sigue siendo es-caso el acceso al internet mediante disposi-tivos móviles y que el ancho de banda sigue ofreciendo una baja velocidad de navega-ción en el ciberespacio. Parecería claro que no hemos encontrado la fórmula para re-ducir el costo de las tecnologías de la infor-mación y así generalizar el uso del internet para lograr un mayor nivel de vida social.

Con motivo del Foro Económico Mundial, que se realiza los meses de enero en Davos, Suiza, se da a conocer el índice de competitividad de cerca de 150 países, que incluye el uso de TICs. México ha descendido nueve lugares de 2007 a 2015. Se perdió el lugar 52 y actualmente ocupa el sitio 61. Para presentar los resultados del índice de competitividad se procesan opiniones recolectadas en encuestas con datos estadísticos de diversos rubros. El panorama que surge de estas cifras per-mite identificar los avances y rezagos en un comparativo mundial. Para mejorar la posición nacional se requiere no única-mente hacer más que en el pasado, sino ser más eficientes que otras naciones. Éste es el juego en el que estamos inmersos al competir con las principales potencias económicas del mundo.

Enrique Kato Vidal | Economista, UAQ

Miles de empleos en Contact Center de

Santander + Huawei

El internet no promueve la creación de más empleos

El mayor uso de internet no ha modificado, en la

mayoría de las empresas, las decisiones de

contratación o despido

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| Ketzalkoatl Abril 2015 | 15| Derechos Urbanos |

Más de seis meses han pa-sado de los acontecimien-tos de Iguala en los que, como es conocido, tres

jóvenes estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y tres personas más perdieron la vida, y fueron desaparecidos 43 más. A estas fechas, el país continúa en plena descompo-sición política y social, además de la crisis económica que se avecina. Visto en perspec-tiva, Iguala no ha resultado un hecho excep-cional sino la exacerbación de tendencias y comportamientos presentes de manera per-sistente en los órganos de Estado en su re-lación con la sociedad. En un país donde se contabilizan al menos 22 mil desaparecidos (“personas no localizadas”, en el eufemismo empleado oficialmente para no reconocer la lacerante realidad de violencia de régimen) y más de 100 mil asesinados en los últimos ocho años, las víctimas de Ayotzinapa hu-bieran podido pasar simplemente a la esta-dística, sin mayores consecuencias sociales.

Sin embargo, la evidencia de los abusos policiacos, de la intervención u omisión de diversas autoridades y el desinterés mostra-do por el gobierno federal y el presidente Peña Nieto en las primeras semanas frente a una ostensible y grave violación de los dere-chos humanos condujo a un despertar y una movilización sociales sin precedentes en el país y en el contexto internacional. El ante-cedente es, desde luego, el Movimiento por la Paz con Dignidad iniciado y conducido desde 2011 por Javier Sicilia, que sensibili-zó al visibilizar a las víctimas de desapari-ción, secuestro o asesinato, pero no alcan-zó las dimensiones de las movilizaciones por Ayotzinapa.

Lo cierto es que la raíz de esta marca sangrienta sobre la sociedad no está sólo en el auge de una actividad criminal como el narcotráfico sino en la estructura asumida por el régimen político en las últimas déca-das. Es la captura de los órganos del Estado por los poderes económicos de todo signo,

madas estructurales: fiscal, financiera y de telecomunicaciones que, lejos de democra-tizar la propiedad y el acceso a los recursos propiedad de la nación, tienden a consoli-dar la economía de monopolio y el llama-do capitalismo amiguista o de compadres que beneficia particularmente a los grupos y empresas más ligados al poder político. Televisa y el grupo HIGA, de Juan Arman-do Hinojosa Cantú, son los ejemplos más evidentes en el presente sexenio; pero no debe descartarse al Grupo México y otros consorcios mineros, ni al recién agregado grupo MVS, que ya dio un vocero a la Presi-dencia y un subsecretario de Gobernación. Como lo señaló el economista y Premio Nobel Douglas North, es ‘el asalto de grupos de intereses que se supieron aprovechar del Estado en su propio beneficio y se protegen de la competencia cerrando las economías’.

Un régimen así -que incorpora corrup-tamente también, en gran medida, a los partidos considerados de oposición, como en el marco del Pacto por México firmado a inicios del sexenio- se vuelve cada vez más abiertamente contra la sociedad. La matanza de Tlatlaya, a cargo del Ejército, y los hechos de Iguala, con responsabilidad de funcionarios locales del PRD y autoridades federales, son dos de las manifestaciones recientes y más visibles de la perversión y reversión antipopular de los órganos del Es-tado. La colocación de elementos de la casta política hermanados con los intereses de la televisora más fuerte del país en la Suprema Corte de Justicia y en la Procuraduría Gene-ral de la República, y el despido de Carmen Aristegui de su programa radial transparen-tan la captura del Estado y la tendencia au-toritaria del régimen.

“No voy a polarizar a la sociedad mexi-cana”, dijo Enrique Peña Nieto durante su campaña en 2012. No ha hecho otra cosa que polarizar desde que llegó a la Presiden-cia el 1 de diciembre de ese año en medio de un aparato de represión que costó la vida a Juan Francisco Kuykendall y lesiones y en-carcelamiento a decenas de activistas y me-ros transeúntes. Y las cifras de la violencia en el país, así como las de las violaciones a los derechos humanos no han hecho sino crecer desde entonces.

Pero las respuestas de la sociedad han empezado. El surgimiento de diversas mo-dalidades de grupos de autodefensa, el mo-vimiento en torno a Ayotzinapa, el apoyo social a Aristegui, las luchas de las comuni-dades locales contra la sobreexplotación de los recursos mineros, la ocupación y despo-sesión de la tierra y la apropiación y acapa-ramiento del agua, o la reciente huelga de jornaleros (que derivó en motín, como la de

nacionales y extranjeros, así como la co-rrupción generalizada en los tres órdenes de gobierno que abrió la puerta también a las bandas criminales para incidir en la política y la economía de manera cada vez más de-terminante.

Las reformas estructurales inspiradas en el neoliberalismo, iniciadas con la apertu-ra comercial de Miguel de la Madrid, pro-fundizadas particularmente en el gobierno priista de Carlos Salinas y culminadas en el actual sexenio de Peña Nieto no sólo forta-lecieron económicamente a las oligarquías y poderes monopólicos poniendo a su dis-posición la tierra, los recursos naturales y el control mediático; también modificó la for-ma del Estado y del orden político haciendo de éste un régimen canallesco, ajeno e inclu-so opuesto al interés social y popular.

El empobrecimiento de las clases tra-bajadoras del país y la informalización de la Población Económicamente Activa no fue sólo un efecto coyuntural propio de los periodos de crisis, sino se ha convertido en un rasgo estructural de la economía con el fin de elevar, a costa del abaratamiento de la fuerza de trabajo y la reducción del gas-to social, la competitividad en los merca-dos internacionales. Al mismo tiempo ha permitido la manipulación política por los gobiernos y partidos, a través de programas de supuesto combate a la pobreza que han venido a sustituir al corporativismo de viejo cuño basado en las grandes organizaciones sociales. Estamos entrando una vez más a un proceso electoral en el que este nuevo clientelismo “carga los dados” -como dijera Vicente Fox- en favor del PRI como partido oficial y de los gobiernos locales y políticos que también usan recursos públicos para comprar el voto, más que para resolver de fondo las insultantes y cada vez más graves desigualdades sociales.

Han seguido las reformas laboral y educativa como medios de control sobre la fuerza de trabajo y las demás reformas lla-

Río Blanco hace más de un siglo, ya que vi-ven y trabajan en condiciones similares a las de hace más de un siglo) en el Valle de San Quintín, no son hechos aislados. Son el pro-ducto de la profundización de las contradic-ciones sociales que han llevado en muchos casos al límite el agravio a las comunidades y sectores de la sociedad. Son el anuncio de una oleada de luchas de resistencia y digni-ficación, y de sublevación desde la sociedad ante la violación de los pactos sociales, que apenas inicia y que puede integrar a muchos más grupos a la movilización.

Mientras esas luchas se mantengan ais-ladas, pueden ser reprimidas mediante la provocación y el terror de Estado. Es una respuesta que también se anuncia. El secre-tario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, ya ha amenazado con que si los padres de los estudiantes de Ayotzinapa se vuelven a ma-nifestar en los cuarteles, los soldados abri-rán fuego. Pero el costo político será enorme para un régimen que se desliza sin freno al desprestigio nacional e internacional, y es unánimemente condenado por los organis-mos internacionales de derechos humanos. Una dictadura, a la colombiana, con proce-sos electorales y gobierno civil, pero en la que las Fuerzas Armadas tienen un papel central, sin control por el Congreso y sobre-poniéndose al mismo Ejecutivo. El reporta-je de Jesús Esquivel en Proceso (2004, 29 de marzo de 2015) que da cuenta de la compra a Estados Unidos por el gobierno de Peña Nieto en un solo año de más de mil 300 millones de dólares -casi el triple de los 500 millones otorgados desde 2007 por ese país a través de la Iniciativa Mérida- en equipo bélico y asesoría, comprueba la tendencia a la militarización por el actual gobierno y el riesgo de que el Ejército se convierta en un poder fáctico más, copando el área de segu-ridad interna del Estado mexicano.

Desde los años 90 del siglo pasado, el gobierno estadounidense calificó como Es-tados canallas a los países que, sin alinearse con su política exterior, asumían un rostro represivo y de violación a los derechos hu-manos, y propiciaban el terrorismo. Pero la política de alineamiento con los Estados Unidos derivó en una serie de Estados ca-nallescos, no importa si con régimen civil o militar, que se han vuelto contra su propia población y han regresado a formas de auto-ritarismo que se consideraban formalmente superadas. Que prevalezca esa tendencia ya visible y ese escenario ya presente en nues-tro país y frenar el baño de sangre sin fin es lo que sólo la movilización social puede evi-tar en la etapa actual. Ω

http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=7858

México: El régimen canallesco y las sublevaciones que vienen

Eduardo Nava Hernández | Periodista (Sin permiso)

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Por eso, y ante todo, Naomi Klein hace un llamamiento para que los movimientos sociales y antiausteridad, “cen-trados en la lucha por la recuperación de las políticas so-ciales”, no olviden la cuestión climática.

“Europa era un ejemplo líder en la lucha contra el cam-bio climático y esto se ha sacrificado en aras de la recupe-ración económica. Si queremos combatir el cambio climá-tico tenemos que desarrollar toda la esfera pública. Para reducir las emisiones es necesario que la gente recupere el control del sistema energético y regular a las multinacio-nales. Por eso cuando analizas los conflictos entre la lucha antiausteridad y los movimientos de justicia climática te das cuenta de que tienen que unirse. No tiene sentido que sigan caminos separados, porque cuando entramos en esa división asumimos la lógica de las élites de que el clima es un lujo”. Ω

http://www.publico.es/culturas/naomi-klein-cambio-climati-co-narrativa.html

| Ecología Profunda |

Naomi Klein: “El cambio climático es la narrativa más poderosa contra el capitalismo”

(Paidós, 2015) se ha gestado -según reconoce Klein- para dar respuesta a su anterior obra, ‘La doctrina del Shock’ (2007), que trataba de evidenciar cómo muchas de las polí-ticas del libre mercado fueron introducidas aprovechando momentos de intensa transformación social, desastres y confusión. “Menos de un año después pudimos comprobar esta teoría con el hundimiento de Wall Street que serviría para lanzar políticas que de otro modo hubieran encontra-do resistencia”, ha afirmado la periodista.

Conscientes ahora de la capacidad de adoctrinamiento del sistema, toca buscar soluciones. “¿Cómo podemos crear una estrategia para responder, una doctrina del shock de la gente, que conteste a la crisis potenciando la democracia y construyendo un mundo más igualitario?”, se preguntaba. La respuesta es el cambio climático o, en palabras de la au-tora, “la justicia del cambio climático”, una crisis que “debe ser declarada desde abajo” para asegurar su efectividad. “El cambio climático es la contranarrativa más poderosa que tenemos frente al capitalismo”.

“La naturaleza intenta decirnos que nece-sitamos un modelo económico radical-mente diferente”. La periodista Naomi Klein venía avisando desde hace tiempo

de los peligros del capitalismo salvaje y despiadado, pero ahora su fin parece precipitarse: el cambio climático, su consecuencia más amenazante, ha puesto fecha de caduci-dad a la maquinaria neoliberal.

“Hemos aplazado esta cuestión por tanto tiempo que nos encontramos en una situación en la que ya no existen soluciones que no sean radicales. No es demasiado tar-de para impedirlo, pero es necesario un cambio radical de nuestro sistema económico y político y esto desafía la lógica del crecimiento, que está en el corazón de nuestro modelo económico”, ha dicho la autora canadiense frente a una abarrotada sala del Círculo de Bellas Artes de Madrid durante una conferencia con motivo de su último libro.

‘Esto lo cambia todo. El capitalismo contra el clima’

Lucía Villa | Periodista (Público)

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«sobrante estructural» como la persecución jurídico-policial de la alteridad señalan en esa dirección.

Ante los escombros del capitalismo, sus responsables centrales responsabilizan a quienes son aplastados o sobreviven bajo ellos. La argamasa ideológica del sistema, elaborada en una multiplicidad de instancias institucionales, empezando por los massme-dia, se monta sobre una coartada: los dam-nificados no existen. Sólo es una cuestión de competencias (en su doble acepción de «capacidad» individual y «lucha» interindi-vidual sujeta a las “reglas de mercado”) [3].

Ahora bien, ¿qué clase de sacrificio es éste que sustrae lo “propio” de la condición de sacrificabilidad, incluso si para ello debe construir un blindaje de impunidad? ¿No es precisamente esa sustracción la que revela la estructura apócrifa de este “sacrificio”? La respuesta es positiva: se trata de un pseudo-sacrificio. No está a la altura de la exigencia infinita de darlo todo, incondicionalmente.

En suma: la retórica sacrificial no sólo es éticamente inconsecuente, sino política-mente devastadora (4). Esta inconsecuen-cia devastadora hace manifiesta su estruc-tura cínica. Dicho de otra manera: sé de sobra que aquello que elevo a universali-dad es la máscara de un interés particular y, aún así, lo hago. Es exactamente la fór-mula del cinismo que Sloterdijk plantea: lo saben y aun así lo hacen (5). El presupuesto de esta práctica reflexiva es que el Otro no importa o, peor aun, que es despreciable.

Tanto los ideólogos neoconservadores como los defensores de la socialdemocracia constituyen ejemplos de este cinismo ilimi-tado en el que vivimos y tanto más lo son cuanto más llaman a una confianza en el fu-turo, al consuelo venidero, al abanderamien-to en una esperanza metafísica resguardada (o separada) de la historia del presente. La sociedad del sacrificio es una sociedad de la catástrofe: hasta el arrase se plantea como una oportunidad de negocios.

Así pues, en el actual umbral histórico, la crítica al neoconservadurismo ha de articu-larse a una “crítica de la economía política” más general. El devenir catastrófico en nom-bre de un presunto sacrificio necesario for-ma parte del cinismo extendido a nivel mun-dial. Sabemos de sobra que la posibilidad de una inclusión social satisfactoria es nula en las condiciones del presente. Eso no impedi-rá que los planes sigan su curso indiferente. La «periferia interior» del capitalismo cubre zonas cada vez más extensas del planeta e instituye la realidad de «ciudadanías perifé-ricas». No hay posibilidad alguna de trans-formar esa realidad si no subvertimos tanto la economía política que la sostiene como la cultura cínica que la hace concebible a nivel ético-político. Investigar de forma crítica ese cinismo hegemónico es parte de la tarea in-

terminable de imaginar una sociedad en la que el goce no asiente en el crimen. Ω

Notas:(1) «Falta» y «exceso» no son simples términos

de una contradicción lógica; están coimplicados de forma indisoluble como consecuencia de un anta-gonismo de clase que, en las condiciones del presen-te, no hace sino agravarse.

(2) Derrida, Jacques (2012): Los espectros de Marx, Trotta, Madrid, pp. 95-98.

(3) Lo social queda reducido a un escenario de competición y las desigualdades a meros efectos de esfuerzos diferenciales, esto es, a “consecuencias naturales” de la división entre “ganadores” y “perde-dores”. La interpretación meritocrática, desde luego, tiene que ocultar de forma sistemática las condicio-nes materiales de actuación, marcadas por asime-trías radicales de poder. En esta lectura, los jugado-res que conocen las cartas marcadas (los que hacen trampa) son aceptados como legítimos ganadores.

(4) El proceso de pauperización social que afecta a una parte creciente de la población mundial es una consecuencia necesaria de una economía política semejante. Jóvenes y personas mayores, discapaci-tados y dependientes, desahuciados y desempleados, inmigrantes y refugiados, víctimas de la violencia de género o de la homofobia: todos forman parte del ejército subalterno potencialmente sacrificable.

(5) Para un abordaje histórico-filosófico del ci-nismo, puede consultarse Sloterdijk, Peter (2003): Crítica de la razón cínica, Siruela, España.

www.rebelion.org/noticia.php?id=163831 for-ma indisoluble como consecuencia de un antwww.

rebelion.org/noticia.php?id=163831

ilegales, torturas, intervenciones “humani-tarias”, etc.), xiv) la institucionalización del estado policial (y la correlativa suspensión selectiva de los derechos humanos), xv) la propagación de proyectos tecno-militares no convencionales a escala mundial de alcance impredecible (drones, geoingeniería y na-notecnología militar, ciberterrorismo, etc.), xvi) el fortalecimiento de los oligopolios mediáticos, el creciente control informativo y la falta de diversificación de las industrias culturales masivas, xvii) la destrucción irre-versible del medioambiente, xviii) los déficits estructurales de una democracia parlamen-taria dominada por el bipartidismo, xix) la consolidación de las alianzas entre estados y corporaciones trasnacionales y xx) la escala-da del racismo y la xenofobia, especialmente en Europa y EEUU.

El inventario necesariamente es incom-pleto. Lo decisivo es el efecto global que pro-ducen en nuestro mundo social actual, in-tensificando la represión de lo político como instancia democrática en la que lo social di-rime sus conflictos. Al respecto, es pertinen-te preguntar si este proceso no está condu-ciendo a la mundialización de un régimen de control que difumina (sin disolver de forma completa) la distinción entre «democracia» y «totalitarismo». Tanto la fabricación en serie de sujetos confinados a la categoría de

Viene de la página 5: “Del sacrificio al cinismo...”

La retórica sacrificial no sólo es éticamente inconsecuente, sino

políticamente devastadora

El actual bloque hegemónico hace un uso cínico del «sacrificio» para legitimar una de las mayores transferencias de recursos públi-

cos a manos privadas

Este proyecto nace después de haber colaborado en varias produc-ciones pequeñas en Tamaulipas, y tras escribir y dirigir 3 cortometrajes con enfoque entre el horror, el sus-

penso y la serie B, como una conse-cuencia de lamentables situaciones cercanas a mí. Al llegar a Querétaro en septiembre del 2014, la idea que rondaba mi cabeza desde un año atrás aterrizó en un guión que ter-minó extendiéndose más de lo que había pensado, y así nace “Desvane-cer” como largometraje de corte dra-mático.

“Desvanecer” es la historia de una joven pareja que busca sobrevivir en una ciudad asolada por la violencia a través del amor en el otro. A pesar de ello un día esta violencia e impuni-dad los alcanza, convirtiendo la vida de quien queda, en una pesada tra-vesía entre el dolor y la búsqueda.

Aunque se trata de una ficción, la historia está inspirada en la ab-surda y terrible realidad de personas desaparecidas en México. La pelícu-la se encuentra aún en fase de pre-producción pero a sólo unos días de dar inicio con las grabaciones, al mo-mento de escribir esto. Se trata de una producción modesta y comple-tamente independiente, al igual que

los cortometrajes que he realizado anteriormente, guiado por el traba-jo estilo ‘hazlo tú mismo’ que forma parte también de mi historial dentro de la música subterránea (el sound-track tendrá gran peso en la narra-ción de esta historia de tintes ‘indie’).

A pesar de las limitaciones, gra-cias a los avances en la tecnología y la reducción de costos actual, po-demos augurar una obra de buena calidad respaldada además por el talento de actores, actrices y crew in-volucrado.

Gente de Tamaulipas, Queréta-ro, DF y otras zonas, forman parte de este proyecto que buscará su exhibición a través de diversos fes-tivales de cine. Al no contar con un presupuesto base, esperamos recibir apoyo directo de amigos, posibles productores o personas en general que deseen colaborar con la pelícu-la, a través de ‘fondear’ en internet (es decir recabar apoyos) en montos acorde a las posibilidades de los in-teresados, mediante una página co-nocida como ‘Fondeadora’, donde la

gente aporta una cantidad de dinero y obtiene en recompensa desde un agradecimiento personalizado o su nombre en los créditos finales, hasta otras cosas como la película misma en DVD, posters autografiados, apa-recer en una escena, etc. Las posibi-lidades de la autogestión se expan-den de esta manera en producciones independientes financiadas con la aportación directa de una comuni-dad global, evitando las limitaciones y la censura que una productora co-mercial o respaldo institucional pu-dieran presentar.

Esperamos que nuestra película logre llegar al corazón de los espec-tadores y que las desapariciones en nuestro país sean abordadas desde la gravedad que implican en busca de una verdadera resolución de cada caso; donde las vidas de los seres humanos sean vistas desde la pers-pectiva empática y civilizada que se necesita.

www.facebook.com/desvanecerlargometraje

CulturaS

“Desvanecer”Película

Toño Rotuno E. | Cineasta

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| Ketzalkoatl Abril 2015 | 20 | Psicología y Educación |

La naturaleza es sabia y demostración de ello son los alimentos que su tierra nos regala cada temporada del año. Como ejemplo de ello en el estado de Querétaro en esta tempo-

rada contamos con una gran variedad de frutas como el melón, la naranja, la papaya, el plátano, la toronja, el ma-mey, el mango, la ciruela, el chabacano, la pera, la pitaha-ya, el higo y la manzana. En cuanto verduras, contamos con las acelgas, la coliflor, el chayote, el ejote, el pepino, la calabacita, el jitomate, la papa, la zanahoria, el ejote, los nopales, el pimiento, el chícharo, el chile poblano, la espinaca, el brócoli y la lechuga.

Paradójicamente nuestra producción no es suficiente para la población queretana, ya sea por no ser incenti-vada nuestra actividad económica primaria, como es así la secundaria, la fabril, la que utiliza la primaria para ser trasformada. Así vemos más bien importantes avances en tecnología en producción de alimentos industrializados, mismos que tienen la ventaja de permitirnos tener una amplia gama de alimentos disponibles fuera de tempo-rada. Empero, su valor nutrimental suele ser menor, así como sus características organolépticas.

Sea pues de la anterior “especulación mía”, que más bien nuestra producción la encontramos escasamente con las marchantas de los mercados. En los pequeños produc-tores en las afueras de la ciudad o pequeñas localidades. Pero la población citadina realmente consumimos frutas, verduras, granos, importados de otros estados, como Ve-racruz, Sinaloa, Morelia (basta hacer un pequeño sondeo en el mercado de abastos). De ahí que las condiciones de estos estados, desde sus emergencias naturales hasta las sociales, impactan en la estabilidad de su costo o su permanencia. En una conclusión paralela a este texto que pretende sólo promover el consumo regional y estacio-

nal, podríamos cuestionar la autosuficiencia alimentaria del estado en caso de no contar con las empresas alimen-tarias, sin por alguna razón estas se vieran cerradas o disminuida su producción. Así como en caso de que la producción externa no llegara al estado. En realidad este tema es fútil de ser abordado en un lugar como el nuestro donde afortunadamente “no pasa nada”.

Volviendo a la amada primavera y la sabia naturaleza que nos da lo que como especie necesitamos, las frutas y verduras cuentan con la particularidad de sus nutrimen-tos, entre algunas de sus propiedades tenemos: Betacaro-tenos, antioxidantes que, además de los beneficios de las vitaminas liposolubles como es la A, en esta época prote-gen la piel del sol y mejoran los síntomas de las alergias estacionales, ocasionadas tantas veces por la polinización.

Así mismo y de estas vitaminas liposolubles, la E es otra antioxidante, la D nos permite una mejor absorción del calcio y la K favorece la coagulación sanguínea, Las vitaminas hidrosolubles como son el conjunto famoso de “las B”, intervienen en el funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro, ayudan a la regeneración de te-jidos, reducen el estrés y mejoran la memoria y la con-centración. La vitamina C es también muy importante su papel en la absorción del hierro. Al igual nos aportan los conocidos minerales como el hierro, para el transporte de oxígeno en sangre, el calcio para la formación de los huesos y el funcionamiento muscular, el fósforo también para el funcionamiento muscular, el zinc para la cicatri-zación de heridas y el buen funcionamiento del sistema inmunológico y el magnesio, para la permanencia de la fuerza de los huesos.

Además son alimentos que cuentan con un gran por-centaje de agua y fibra, necesarios para el buen funciona-miento del tránsito intestinal; crear sensación de pleni-tud, para evitar o hacer más lenta la absorción de grasa y azúcar en el tránsito digestivo, siendo esto importante en las dietas de las personas diabéticas, con obesidad o dislipidemias. El consumo de fibra y agua (una combina-ción que siempre es necesaria) reduce significativamente la presencia de padecimientos digestivos y también la po-sibilidad de sufrir cáncer de colon.

El agua de los vegetales y frutos no sólo palia la pér-dida de líquidos y minerales a través de la sudoración y orina, sino también el que pierden las personas alérgicas al polen a través de lagrimeo y la formación de muco-sidades.Así mismo, consumir alimentos de temporada ayuda sustancialmente a la economía del hogar, pues son productos que se encuentran en grandes cantidades y su demanda es alta, encontrándose en equilibrio los precios para su accesibilidad por parte de los consumidores. Si además el consumo se procura que sea local, promove-mos la tan necesitada autosostenibilidad alimentaria de nuestro Estado.

Con esto, esperamos darte razones sólidas para dar ló-gica y contenido a aquél ya burdo pero necesario mensaje: “Come frutas y verduras”. Nos vemos el siguiente mes. Ω

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Come frutas y verduras

Marcela Romero | Gerontóloga social

· Escúchanos los jueves 14:00 hrs en COMA Y PUNTO de Radio Universidad por el 89.5 FM. Programa de la Licenciatura en Nutrición de la UAQ Víctimas de explotación laboral, más de 2 millones

de jornaleros trabajan en los campos de al menos 19 Estados: Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja Califor-nia Sur, Chihuahua, Guanajuato, Zacatecas, Jalisco, Nayarit, Colima, San Luis Potosí, Querétaro, Chiapas, Veracruz, Morelos, Hidalgo, Michoacán, Puebla y Es-tado de México, denunció la Red de Jornaleros/as Internos.Sin contrato formal de trabajo ni servicios de salud y mediante acuerdos verbales, los trabajadores agrí-colas, en su mayoría migrantes indígenas, tienen jornadas de más de 15 horas diarias y algunos habi-tan en bodegas que albergan hasta 3 mil jornaleros, otros lo hacen en casas abandonadas sin agua, luz o drenaje. Además de las jornadas y las carencias, las jornaele-ras deben enfrentarse cotidianamente con la discri-minación y violencia de género y el 35% menciona que ha sido humillada durante su jornada laboral, según un informa del Instituto Nacional de las Mu-jeres (Inmujeres) y a pesar de que el 45% de los jor-naleros son mujeres, obtiene un salario menor que el de sus compañeros hombres por el mismo tipo de trabajo.Dados los recientes hechos expuestos por jornale-ros del Valle de San Quintín (acoso, intimidación, trabajo infantil, bajos salarios, violación de sus de-rechos humanos), la respuesta de las autoridades y las fincas agrícolas ha sido lenta ante las demandas de los trabajadores, y esto es sólo una muestra de la realidad diaria que viven los trabajadores del campo mexicano.

MéxiCo Profundo

Dos millones De esclavos en el camPo mexicano

Ketzalkoatl | Redacción

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| Ketzalkoatl Abril 2015 | 21

Seguridad vial: análisis de la infraestructura 3

La interacción de peatones, ciclistas y conduc-tores en zonas urbanas, y los problemas con la infraestructura posiblemente propicien es-cenarios donde ocurra un mayor número de

accidentes. En la literatura internacional se insiste que para poder llegar a tener un nivel de seguridad alto en las vías es necesario atacar todos los pilares que forman el deno-minado sistema seguro (factor humano, infraestructura, vehículo, entorno).

La estructuración del indicador para medir el nivel de seguridad vial que se expuso en la columna del mes de fe-brero, sigue la siguiente metodología:

1. Selección y categorización de variables de la infraes-tructura de calles colectoras que influyen en la seguridad vial, en base a lo existente en la información consultada en la literatura, la cual tiene relación con investigaciones previas en el ámbito de la seguridad vial.

2. Determinación de rangos de evaluación, determi-nando las características a calificar de cada una de las variables.

3. Sustento bibliográfico de las variables y de sus res-pectivos rangos de evaluación.

4. Ponderación de variables con una evaluación por parte de expertos en el tema de investigación, aplicando después el Proceso de Jerarquía Analítica, para la obten-ción de las ponderaciones definitivas de cada variable.

5. Determinación de los rangos de calificación final del indicador.

6. Aplicación del indicador en un estudio de caso de estudio, en particular se enfoca en una parte de la zona centro de Santiago de Querétaro, evaluando las vías que llevan por nombre: Av. Tecnológico, Av. Ignacio Zaragoza, Ezequiel Montes y la Av. Universidad.

Para la estructura del indicador de seguridad vial que está enfocado a los componentes de la infraestructura vial de calles colectoras se seleccionaron las variables que se consi-deran esenciales en la que se garantizaría un nivel aceptable de seguridad vial para todo tipo de usuario, considerando de mayor importancia proteger a los usuarios más vulnerables como son peatones y ciclistas. Cada parámetro fue sustenta-do con la revisión de la literatura para dar mayor validez a lo que se evalúa con el indicador.

Los tramos elegidos para evaluarse con el indicador pertenecen a cuatro calles colectoras de la ciudad Santiago de Querétaro, donde se observa la interacción de los tres tipos de usuarios definidos en la investigación, estas son las siguientes:

-Avenida Zaragoza entre Ezequiel Montes y Avenida Tecnológico, donde se evaluaron 4 tramos.

-Avenida Tecnológico entre Avenida Zaragoza y Aveni-da Universidad, donde se evaluaron 7 tramos.

-Avenida Universidad entre Avenida Tecnológico y Ezequiel Montes, donde se evaluaron 5 tramos.

-Ezequiel Montes entre Avenida Universidad y Avenida Zaragoza, donde se evaluaron 7 tramos.

La calle Ezequiel Montes fue la que tuvo el valor más alto con una calificación de 0.494, aunque todavía queda comprendida en el rango de nivel de seguridad muy bajo. Esta vía a diferencia de las otras tres, presenta mejores pa-rámetros de infraestructura para peatones lo que influye a que presente una calificación superior en comparación con el resto de las vialidades de estudio. La Avenida Uni-versidad es la vía con el más bajo nivel de seguridad vial, ya que esta vialidad presenta baja calidad en la infraestructura tanto peatonal como para conductores, obteniendo una ca-lificación promedio de los tramos de 0.406.

Con base a los resultados obtenidos en el caso de estu-dio, en Querétaro al ciclista no se le está tomando en cuen-ta en la distribución de espacios en las vías urbanas, donde alrededor del 1% de los desplazamientos de la población se realizan en este medio (Obregón y Betanzo, 2015), por lo anterior se recomienda el diseño de una red para su circu-lación, y con esto, poder brindarle mayor protección en sus desplazamientos. En lo que respecta al peatón, no se des-cuida del todo, pero lo que si se observa es que no se tiene la preocupación de propiciar entornos más seguros para personas invidentes y personas con capacidades físicas limitadas, o en su caso, no se da un mantenimiento ade-cuado para mantener la infraestructura peatonal en buenas condiciones para el tránsito de este tipo de usuario. Para el caso del conductor se concluye que la variable que más peso tiene es la velocidad, existe una gran cantidad de estu-dios realizados a nivel internacional en los cuales, se expo-ne cómo la velocidad es un factor que influye radicalmente en el nivel de seguridad vial, en este sentido, se deben es-tablecer límites de velocidad de alrededor de 30km/hr que sería lo ideal, o hasta 40 km/hr, con la finalidad de reducir el número y severidad de los siniestros viales. La zona eva-luada con el indicador, refleja que solo en ciertos tramos se tiene la señalética de velocidad límite de 40 km/hr, pero en general, no existe en los tramos que se evaluaron.

Es de destacar que atender al estado actual de la in-fraestructura vial, la ordenación de espacios para los dis-tintos tipos de usuarios y el mantenimiento adecuado a las vías, son factores que posiblemente auxilien a disminuir las cifras que se tienen actualmente registradas de acciden-tabilidad, las cuales son altas y alarmantes. El indicador que se plantea, ofrece una herramienta de evaluación de infraestructura presentada como una calificación en rela-ción del nivel de seguridad que se tiene en calles colectoras, permitiendo identificar posibles elementos o tramos que muestren bajos niveles de seguridad, unas fortalezas más importantes que se tiene con la herramienta desarrollada.Ω

[email protected]

Saúl Obregón Biosca / Gilberto López Romero | Urbanistas, UAQ

| Ecosistema Urbano |

· La calle Ezequiel Montes presenta mejores parámetros de infraestructura para peatones en comparación con algunos tramos de las avenidas Zaragoza, Tecnológico y Universidad.

Este 25 de abril, Celebraremos el tercer Festival de Se-millas organizado por Vía Orgánica en colaboración con el Departamento de medio ambiente y ecología. Invitamos a todos los agricultores, campesinos, familias y a todas las personas interesadas en iniciar un huerto.Habrá una donación de semillas orgánicas, tendremos talleres, pláticas, actividades para niños, música, con-cursos, arte, danza, teatro y muchas sorpresas más.Motivados en el rescate de nuestra cultura y tradiciones que van desde los sabores únicos de nuestra cocina, la integración familiar, un estilo de vida sano, el conoci-miento de nuestros abuelos sobre plantas medicinales, el cuidado del medio ambiente y todo lo que emerge desde las raíces de nuestra tierra, los frutos, hojas y raí-ces que nos alimentan, que están contenidos en forma de semillas, una celebración a la vida y la abundancia de nuestra tierra.- Donación de Semillas- Módulos informativos - Actividad: “Cómo sembrar tu propia comida” - Taller: “Círculo de vida: Producción y Conservación de Semillas”.- Ponencias de especialistas en sustentabilidad, comer-cio justo y agricultura orgánica- Para los niños: Arte con Semillas - Pláticas informativas - Obra de Teatro “Nuestras semillas” - Concurso de Arte con semillas - Música en Vivo, baile, artistas locales y más...

¡Entrada libre, invita a tu familia y amigos!Frente a Vía Orgánica (Margarito Ledesma 2,

Col. Guadalupe, San Miguel de Allende)

BuEn ViVir

tercer festival anual De semillasSábado 25 de abril de 9am a 5 pm

Vía Orgánica | Redacción

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| Ketzalkoatl Abril 2015 | 22

1. Si casi enloquezco al escuchar los cientos de “spots” del INE en marzo (intimidándo-me a votar) en la retrasmisión por radio del programa de Carmen Aristegui (que era lo

único que escuchaba), hoy que -según se hizo público- me amenazan con 11 millones de “spots” de partidos en campaña, debo asegurarme que ningún medio (ni radio ni TV) esté prendido en la casa por todo el tiempo que duren las campañas. Y no es que sea “un viejo cascarra-bias”; al contrario, me siento muy consciente de no ver y escuchar cosas que sé que lesionan la economía del país, en particular la vida del 80 por ciento de la población que tienen miles de necesidades mientras otros despilfarran –como dice el especialista Jorge Alcocer- 37 mil millones de pesos (no 37 millones) en unas elecciones interme-dias, es decir, en un “chistecito” electoral.

2. Alcocer parece haber dedicado los 10 ó 15 años recientes al estudio de estos asuntos electorales, pues in-cluso fue del IFE y subsecretario de Gobernación. Señala con precisión que 22 mil millones de pesos son del gasto federal y 15 mil millones del gasto local. Dentro de ello globaliza el subsidio a los partidos políticos que ahora son 10: PRI: 1,376; PAN: 1,158; PRD: 886,1; Verde (que es el mismo PRI): 444.7, etcétera. Pero además de esos miles de millones, se esconden miles de donaciones de particulares a cambio: “Te presto un avión, helicópteros, automóviles, hoteles para las giras y autobuses para aca-rreo de la gente, así como despensas, regalos y comidas”. ¿Cuántas imprentas para asegurarse futuros contratos ofrecen hechura de carteles, pancartas, mantas, letreros, bolsas, cachuchas, revistas de propaganda política?

3. Un especialista en publicidad decía: me puedo dar una idea de cuánto está gastando cada candidato en su campaña política de 2012. Mi estimado de la tarifa que Televisa maneja por un Spot en el horario de las nue-ve de la noche en televisión abierta nacional, va desde

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11 millones de spots, las campañas que aburren, la danza multimillonaria y el lloriqueo

1.501,300 pesos (un millón quinientos un mil trescientos pesos). Repito, un solo spot está en esa cantidad. Ahora multipliquen el número de spots que ven a diario de cada candidato por esa cantidad; súmenle unos doscientos mil pesos aproximadamente por cada spot que esté fuera del rango de dicho horario. Al gasto económico por día; vuél-vanle a sumar el gasto de la renta de los espectaculares (100 mil pesos por día) más periódicos (50 mil pesos por día) más todos los espacios publicitarios que me faltaron. Estamos hablando (por día) de más de 2 millones de pe-sos. Durarán 90 días al aire.

4. Está probado que los dos partidos (PRI y PAN) que más gastan obtienen más diputados, senadores, goberna-dores y presidentes de la República. Más de mil millones de subsidio más lo que reciben en “préstamo solidario” en las 32 entidades, representan muchos millones de votos comprados. ¿Qué decir de las cientos de miles de tarje-tas de grandes centros comerciales, como Soriana, Wall Mart o Chedraui, que reparten los partidos grandes para comprar votos? La realidad es que las elecciones en Mé-xico desde hace 30 años son idénticas a las grandes fies-tas electorales donde los mítines son una pachanga, una gran fiesta, en la que intervienen artistas, payasos, rifas y todo aquello que distrae a la gente, tal como sucede en los EEUU, Alemania y otros lugares de Europa.

5. En alguna ocasión se planteó que las campañas elec-torales servían o serían para educar política e ideológica-mente a la gente de modo que cada vez haya un pueblo con altos niveles de conocimiento y así pueda autogobernarse. Nada de eso sucedió; se registró lo contrario porque los partidos políticos –al ser instrumentos del empresariado y el capitalismo- sólo dedicaron sus campañas políticas para corromper más y más a la gente. Se vislumbra que –dada la gigantesca penetración de la televisión en el 90 por ciento de los hogares, las campañas en los estados no sean necesarias ni tengan que ser formales, y toda ella se desarrolle por TV y radio con lecturas de discursos o la simple cara del candidato.

6. Hace varios años –recuerdo incluso haber publicado un artículo al respecto- se informó que los partidos gas-taban el 80 por ciento de su presupuesto de campaña, en la televisión. Creo que fue en 2005 porque incluso López Obrador quiso probar en sus primeros meses de campaña que no la necesitaba e, incluso compró tiempos a las cinco y seis de la mañana. Luego se probó que no era un proble-ma de publicidad; sino de que por consigna AMLO no po-dría llegar a la presidencia por ningún motivo porque era “un peligro para México”. Y así ha sido en México: cuando la clase gobernante y empresarial deciden al sucesor –por-que en años anteriores hizo su trabajo- las elecciones y el voto sólo sirven para legalizar lo antes decidido.

7. Después de la reforma electoral de 1977 he visto a 50, 100, ó 150 diputadillos de la llamada “oposición” o “de izquierda” quejándose –como si no lo supieran- de que los “mayoritean” en los congresos por los del PRI y el PAN. Hoy parte de ellos forman ya “el pacto por México” y for-marán parte de la mayoría aplastante de siete partidos contra Morena, PT y MC. ¿Recuerdan mis amigos que en 1964 se inventaron los llamados diputados de partido y que estrenaron la cámara 20 diputados del PAN, 10 del PPS y cinco del PARM, que adornaban el recinto contra unos 150 diputados del PRI que determinaban todo? Des-de hace 51años veo lloriqueos pero con lágrimas doradas con los insultantes salarios de los legisladores. Ω

https://pedroecheverriav.wordpress.com/2015/04/03/11-millones-de-spots/

Pedro Echeverría | Periodista

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11 millones de spots, las campañas que aburren, la danza multimillonaria y el lloriqueo

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Pág. 3: Si hambre es ley, justicia es rebeldía.Pág. 4: El sistema cínico.Pág. 5: Del sacrificio al cinismo: el mundo como mercancía.Pág. 6: “Un Huapango en San Joaquín”.Pág. 7: Querétaro; moneda de cambio.Pág. 10: El Estado malefactor y el conflicto Aristegui.Pág. 11: Sólo dar la vida (Cuento).

Pág. 13: Flan-tástico.Pág. 14: Un México pre tecnológico en la era de internet.Pág. 15: México: El régimen canallesco y las sublevaciones que vienen.Pág. 16: Naomi Klein: “El cambio climático es la narrativa más poderosa contra el capitalismo”.Pág. 20: Come frutas y verduras.

Pág. 20: dos millones de esclavos en el campo mexicano.Pág. 21: Seguridad vial: análisis de la infraestructura 3.Pág. 21: Tercer festival anual de Semillas.Pág. 22: 11 millones de spots, las campañas que aburren, la danza multimillonaria y el lloriqueo.

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