ABOG ADO DE L A BIBLIA er umano · Este AB está dedicado a nuestras tercera y cuarta Declaraciones...

Ser Humano

(Bible Advocate) • Marzo - Abril 2018

AbogAdo de lA bibliAAB

2 • Abogado de la Biblia - baonline.org

tARTÍCULOS

4 En Esto Creemos

8 Un Viaje a la Gracia | Robert Coulter

10 En los Lugares Difíciles | Lakeisha D. Blake

14 Revelación Bíblica | Gordon Feil

16 Desenraizando el Árbol de la Tentación | R. Herbert

18 El Pacto de Vocación | Amber Riggs

20 Mariposas para Shelly | Pam Sheridan

23 Pecado: Errando el Blanco | Jason Overman

24 Hablando de TULIPÁN - Parte 2 | Israel Steinmetz

Citas Escritúrales A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas son toma-

das de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

DEPARTAMENTOS

3 Primera Palabra — Ser Humano

11 Preguntas y Respuestas

14 Doctrina Distintiva

17 Poema — Yvonne Kays

28 Buzón

29 Noticias de Ministerios de la C. G.

30 Ministerios a Través del CMI

31 Última Palabra — Una Historia de Dos Montañas

FotosA menos que se indique lo contrario, las fotos en este artículo

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2018: En Esto Creemos

Contenido

Marzo - Abril 2018 • 3

Primera Palabra

Spanish edition of the Bible Advocate

Una publicación de la

Iglesia de Dios (Séptimo Día)Esta revista es publicada para apoyar la Biblia, representar la Iglesia, y dar gloria al Dios de gracia y verdad.

Volume 152 • Number 2

© Copyright 2018 by the Church of God (Seventh Day)

All material in this issue is subject to U.S. and international copyright laws and may not be reproduced without prior written approval. Permission may be obtained by writing the editor.

The BIBLE ADVOCATE (ISSN 0746—0104) is published bimonthly by Bible Advocate Press, 330 W. 152nd Ave., Broomfield, CO 80023. Periodicals postage is paid at Broomfield, CO, and at additional offices. Subscription is free to any who ask. POST-MASTER: Send address changes to Bible Advocate Press, Box 33677, Denver, CO 80233—0677.

Imprenta del Abogado de la Biblia

Jason Overman: Editor

Sherri Langton: Editor Asociado

Keith Michalak: Director de Publicacio-nes, gráficas

Sylvia Corral, Américo López: Traducción, corrección

Hope Dais y Martha Muffley: Corrección, oficinista

Notice: Send all address changes and other correspondence to the address above.

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ABOGADO DE LA BIBLIA en COMPUTADORA aparece en: baonline.org.

Debido a las muchas variaciones en el idioma español, la Imprenta del Abogado de la Biblia ha enfocado su traducción a nuestro mayor número de lectores: el dialecto México-Americano.

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Ser Humano¿Quiénes somos? El mundo lucha con esta pregunta como nunca

antes, y las respuestas ofrecidas y aceptadas son cada vez más degradantes y desalentadoras. No necesitamos enumerar ejemplos;

está a la vista a diario en nuestra supuesta era secular, post-Cristiana. En ausencia de una respuesta trascendente, la elección personal es el único árbitro de significado.

Abandonados a la tiranía de nuestro egoísmo personal, y reforzados por la tecnología y la celebración social de expresión privada desenfrena-da, existe una variedad inestimable de opciones para eso de ser humano hoy. Somos los que hacen los significados, y estamos limitados solo por nuestra imaginación. Pero, ¿eso dónde nos deja?

Pablo anticipó estos días: “También debes saber esto: que en los pos-treros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos . . . más que de Dios” (2 Timoteo 3:1, 2, 4). Desde la existen-cia egocéntrica y negadora de Dios, solo puede extraerse la confusión y la desesperación. Pero Pablo señala un camino más allá de estos peligros en el mismo pasaje: “Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escritu-ras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (v. 15).

Del vacío del auto-significado vienen buenas noticias para aquellos angustiados y distanciados. La Palabra de verdad trascendente de Dios tiene la respuesta a la pregunta. Como este AB atestigua a lo largo de sus páginas, nuestra comprensión de ser humano está enraizada en nuestra relación con Dios. Como Creador y Redentor, Dios nos hizo a Su imagen como almas vivas, y Dios nos restauró a Su imagen mediante la salvación en Su Hijo, Jesucristo (Génesis 2:7; Hebreos 5:9; Colosenses 1:13-20). Esta buena noticia confirma de manera concluyente la dignidad y propósito de cada persona.

El pecado engaña y distorsiona lo que realmente significa ser humano, pero la salvación lo restaura y nos lo muestra de nuevo: ¡Jesús! Su encar-nación no solo nos revela a Dios sino también, notablemente, las imá-genes que Dios quiere para cada ser humano. El ser humano comienza reconociendo a Dios como nuestro Hacedor y Salvador. ¡Qué respuesta revolucionaria para esta edad sin objetivo y auto-consumida!

Este AB está dedicado a nuestras tercera y cuarta Declaraciones de Fe: sobre el pecado y la salvación, tal como se encuentra En Esto Creemos: Las Enseñanzas de la Iglesia de Dios (Séptimo Día). Una iglesia vibrante de Dios es más que solo saber o decir lo que creemos acerca de ser humano; dicha iglesia modela a Jesús con su vida para los demás. ¡Dios nos ayude a ser esa iglesia!

— Jason Overman


Cuando Dios creó a Adán y Eva, los hizo a su imagen y semejanza (Génesis 1:26, 27). Eran la obra maestra de su creación, la culminación de

todos los seres creados. A ninguna otra criatura le fue dada tal similitud a la deidad — solo a la humanidad. Solo eran carne y hueso, pero hechos a imagen y semejanza de Dios. Y cuando Dios vio todo lo que había creado en el sexto día, incluyendo a los hu-manos, “consideró que era bueno en gran manera” (Génesis 1:31).

En todo, Adán y Eva eran exactamente como Dios quería que fueran. Se podría decir que eran perfectos. Los moldeó con sus propias manos, formó primero a Adán “del polvo de la tierra” y sopló en su nariz aliento de vida (Génesis 2:7). Después, usando una costilla de Adán, formó a Eva “la ayuda idónea para él” (Génesis 2:20-22). . . .

Ser hecho a imagen y semejanza de Dios, le abre al hombre un potencial increíble en cuanto a sus capacidades y características. Aunque los humanos fuimos hechos de carne y sangre e investidos con espíritu, no somos espíritus, como Dios. Los hombres son finitos, no infinitos como Dios. Pero lo más im-portante es que fuimos hechos con la capacidad de comunicarnos con Dios. Ellos originalmente disfruta-ron de una comunión con Dios, caminando con Él en el huerto, al aire del día (Génesis 3:8).

Sin embargo, este paraíso seguramente sería inte-rrumpido. El diablo no dejaría que continuara. Tenía la intención de desafiar la bella creación de Dios, especialmente los humanos. Su meta principal es des-truir el trabajo de Dios. No hay nada bueno en él; se opone y busca destruir todo lo que es bueno. . . . Así que, era de esperarse que el diablo lanzara un ataque a la hermosa creación de Dios. . . .

En Esto Creemos

[Credo]

Declaración de Fe 3

El Hombre, Satanás, Pecado y Muerte

En esto creemos: La humanidad fue creada a la imagen de

Dios, sin pecado, aunque naturalmente no inmortal. El pecado entró al mundo cuan-do Adán y Eva cedieron a las tentaciones del adversario de Dios, Satanás. El Diablo, capaz de transformarse en ángel de luz para engañar y destruir a la humanidad, será finalmente destruido en el lago de fuego. Como resultado de la caída de Adán, toda la humanidad vino a ser pecadora por natu-raleza y por elección. Los resultados son: la separación espiritual de Dios, muerte física que es el estado inconsciente y muerte eter-na para quienes no reciban la salvación por medio de Cristo.

Continuando con nuestras declaraciones de fe, los siguientes extractos están tomados de En Esto Creemos: Enseñanzas de la Iglesia de Dios (Séptimo Día).


La serpiente siendo “era astuta, más que todos los animales del campo” (Génesis 3:1) engañó a Eva para que comiera del árbol prohibido. Cuando ella vio “que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió.” Estaba tan impresionada que “y dio también á su marido, el cual comió así como ella” (Génesis 3:6). “Entonces fueron abiertos los ojos de ambos y se dieron cuenta que estaban desnudos” (Génesis 3:7).

Inmediatamente el aura de inocencia desapareció. La escena se corrompió. “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó á todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12). Un acto de desobediencia llevó a toda la creación a caer, conocida también como La Caída — una caída que aún mantiene a la humanidad en cautiverio hasta que la salvación que Dios provee sea recibida por medio de la aceptación de Jesús como Salvador. Gálatas 3:22 dice: “Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado.” . . .

Para Adán y Eva, siendo la primera generación humana en ser engañada por Satanás, los resulta-dos fueron inmediatos. Se volvieron carnales; o sea, fueron gobernados por la naturaleza humana, dados a las pasiones y apetitos. . . . Al igual que para toda la humanidad, surgió una barrera entre Dios y el hombre que solamente pudo ser vencida por medio de Jesucristo. . . .

Dios, siendo justo, procedió a administrar el castigo por la ofensa. Maldijo a Adán y Eva (Génesis 3:16-19), esas maldiciones han sido transmitidas de generación en generación, así que todo humano las ha sufrido. Muerte, dificultad de supervivencia, dolor al dar a luz, lamentos, hasta espinas y cardos que soportar están entre ellos. Para hacer las cosas peor, Dios sacó a Adán y Eva fuera del jardín, asegurándo-se que no pudieran volver a entrar . . . (3:23, 24).

La maldición de muerte que Dios pronunció sobre Adán se volvió una realidad para toda la humanidad (vea Romanos 5:12). Todos somos destinados a la muerte. . . . En el jardín, Satanás le dijo a Eva, “No moriréis” (Génesis 3:4), pero Dios había dicho,”. . . Pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, cierta-mente morirás” (Génesis 2:17). Como parte de la maldición para Adán, Dios dijo, “Pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:19). Esto lo confirma; ¡la muerte es segura!

De las páginas 39-42

Las personas necesitan la salvación. El mensaje del evangelio de las Escrituras está diseñado de manera que atrae más a aquellos que están

conscientes de su necesidad. Las buenas nuevas de Jesús suenan bien para aquellas personas que están conscientes de su condición de pecado. . . .

Las personas necesitan la salvación porque ne-cesitan libertad del castigo por sus pecados, rescate de la práctica de sus pecados y eventualmente liberación de la propia presencia y posibilidad del pecado mismo. . . .

Declaración de Fe 4

El Hombre, La Salvación y La Vida

En esto creemos: La humanidad pecadora puede ser sal-

vada de la pena de muerte eterna y recibir a cambio la vida eterna, solo por la gracia de Dios a través de la fe en Jesucristo, sin la necesidad de méritos humanos, obras o ceremonias. La expiación por los pecados, con la adición de la promesa de vida eterna, viene a través de la muerte y resurrección de Cristo en nuestro favor, siendo recibida en la experiencia humana por la fe y el arre-pentimiento.


La enseñanza de las Escrituras es clara y con-sistente. A menos que uno nazca de nuevo, la humanidad vive bajo maldición, esclavizada por el pecado e impotente para ser justificada. Este estado pecaminoso es el resultado de la naturaleza peca-minosa del hombre (es decir, el pecado original) y las elecciones pecaminosas del hombre (es decir, pecado volitivo/intencional).

Ahora considere la trágica realidad de que esta maldad no solo esparce desesperanza, esclavitud, y miseria en esta vida sino también significa la con-denación a la muerte eterna para una humanidad no regenerada. Sin duda alguna el castigo en el Día del Juicio es una perspectiva horrible y aterradora. También es eterno y definitivo. A través de la Biblia el juicio final que les espera a los no regenerados es muerte y destrucción total (Apocalipsis 21:8). . . .

En contraste con la trágica imagen pintada anteriormente, ahora podemos ofrecer esperanza a toda la humanidad en Jesucristo. Pablo escribe en Romanos 5:8 que “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” An-teriormente, en la misma carta Pablo había escrito, “A la verdad, no me avergüenzo del evangelio: pues

es poder de Dios para la salvación de todos los que creen” (Romanos 1:16).

Así como el pecado y la muerte se extendió a toda la humanidad a través de Adán, también la esperanza de salvación y resurrección para vida eterna se ofrece a todos los hombres a través del segundo Adán, que es Jesucristo (1 Corintios 15:21, 22 y Romanos 5:12-19). Como dijo Jesús, “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió á su Hijo al mundo, para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:16-17 NVRV1995). Este ofrecimiento de salvación en Jesu-cristo es puesto a disposición de todos en el mundo según lo previsto por el profeta Joel, confirmado por Pedro y Pablo, “Y todo aquel que invoque el nombre del Señor escapará con vida” (Joel 2:32; Hechos 2:21; Romanos 10:13). . . .

La Escritura enseña que el hombre es movido del pecado al perdón, y de la muerte a la vida, por la gracia de Dios mediante la fe en Jesucristo. Como dice Pablo, “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de uste-des, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte” (Efesios 2:8, 9, ver también Romanos 5:1, 2).

¿Qué significan “gracia” y “fe”? La gracia es el favor inmerecido, o un regalo de Dios que es concedido a la humanidad indigna en sus actos de clemencia, principalmente en el sacrificio de su Hijo Jesucristo (Juan 3:16 y Romanos 3:23, 24).

Fe significa “confiar” o “creer.” . . . Como escribe Pablo, “que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el cora-zón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo” (Romanos 10:9, 10). AB

De las páginas 47-53

Para obtener más información sobre la enseñanza bíblica de

la muerte, la inmortalidad condicional y la vida venidera,

consulte las páginas 12-13.

La edición en pasta suave de En Esto

Creemos se puede comprar en inglés

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Marzo - Abril 2018 • 7Lea este artículo completo, junto con el ejemplar de abril de 1968, en baonline.org.


Nuestro historiador de la ID7 reflexiona sobre desarrollos

importantes en nuestra doctrina de la salvación.

por Robert Coulter

La Iglesia de Cristo (principios de la década de 1860) en Mi-chigan fue el primer predece-

sor de la Iglesia de Dios (Séptimo Día). Su doctrina de la salvación a través de Jesucristo, o soteriología, fue establecida por Enos Easton, editor de la revista La Esperanza de Israel: “Como principios manten-dremos . . . Que el pecado entró

en el mundo y por el pecado la muerte. . . . Que el hombre pecó, y [la] sentencia de muerte pesa sobre él, no puede tener esperan-za de vida eterna, excepto a través de Cristo; y también por la resu-rrección de entre los muertos.”

La Conferencia General de la Iglesia de Dios aprobó los Artícu-los de Fe en su reunión de 1888, que estableció: “Creemos que el arrepentimiento, la conversión, el bautismo por inmersión, una vida piadosa a través de la fe en el poder limpiador de la sangre de Jesús, y Su mediación por nosotros, son los fundamentos de la salvación. . . . que el hombre es mortal y no tiene conciencia

cuando muere . . . que habrá una resurrección de los justos a la vida eterna . . . en la segunda venida de Cristo.”

En un artículo titulado “La Ley de Dios,” Gilbert Cranmer, funda-dor de la Iglesia de Cristo, expresó su creencia de que la salvación se obtiene por medio de la fe y las obras:

En el Nuevo Testamento como en el Antiguo, Dios exige que mostremos nuestra fe por medio de las obras . . . nuestra esperanza, toda nuestra es-peranza [de vida eterna] está en la resurrección. . . . ¿De qué manera vamos a mostrar fe? . . . debemos ser “sepultados con Cristo” y resucitar, para caminar en novedad de vida. Todo esto es simple. ¡Que todos amemos la ley; o pueda ser escrita en nuestros cora-zones!”

En la edición del 5 de octu-bre de 1915, del Abogado de la Biblia, I. N. Kramer, un miembro fundador de la Iglesia de Jesucris-to en Marion, Iowa, expresó una opinión diferente sobre cómo los pecadores reciben la salvación:

En la muerte de Cristo, vemos a Jesús llevando el castigo por nuestros pecados, y dándonos el beneficio de Su amoroso acto de justicia. . . . La ley y la justicia exigen satis-facción por los delitos. . . . La gracia responde a esa satis-facción. . . . El otorgante, toma sobre Sí mismo la pena, hace una solicitud completa para esto a costo propio y otorga el beneficio al que ha errado. Tal es gracia gratuita, la gracia de Dios a través de Cristo.

En 1917, Andrew N. Dugger, editor del Abogado de la Biblia, revisó unilateralmente los Artículos de Fe de la Iglesia de 1888. Llamó a su revisión Lo que la Iglesia de Dios Cree y Por Qué. Contenía

[Mirando atrás]

Un Viaje a la Gracia


cuarenta declaraciones de doctri-na, nueve de las cuales abordaron diferentes aspectos de la salva-ción. Pero la palabra gracia nunca apareció en sus declaraciones sobre la salvación, excepto en los textos de la Biblia citados como apoyo para cada declaración.

Las declaraciones doctrinales de la revisión de Dugger enseña-ban que la salvación es recibida y mantenida por obras. Estas fueron aprobadas por la Conferencia General de la Iglesia de Dios (Sép-timo Día), de Stanberry, Missouri, como su declaración oficial de doctrina. La Conferencia las man-tuvo como su declaración doctri-nal, prácticamente sin cambios, hasta 1949.

Dicha revisión doctrinal de la Conferencia de Stanberry contenía cuatro declaraciones que aborda-ban la soteriología de la Iglesia. La declaración 7 se tituló “El Plan de Salvación” y la número 8 se tituló “La Sangre de Cristo,” pero ningu-na de ellas mencionaba la gracia de Dios. Además, las afirmaciones 9 y 10 subrayaban la salvación por la obediencia a Dios, sin alguna referencia a la gracia.

Número 9: “Aceptar a Cristo: Para asegurar los beneficios del Plan de Salvación, cada individuo debe creer en el Señor Jesucristo y aceptarlo como su Salvador per-sonal, obedecer los términos del Evangelio y modelar su vida según el ejemplo de Cristo.”

Número 10: “Términos del Evangelio: los términos del Evan-gelio son la fe en Dios y Su Hijo Jesucristo, el arrepentimiento y la confesión del pecado, incluyendo la restitución cuando sea posible, el bautismo por inmersión en agua, que significa la sepultura de la vieja vida de pecado y el surgimiento de una nueva vida de obediencia a Dios.”

Durante los siguientes treinta y tantos años, la Iglesia de Dios

puso más énfasis en las obras en su doctrina de salvación que en la gracia de Dios. Sin embargo, a finales de la década 1970 y princi-pios de la de 1980, los laicos y el ministerio de la Iglesia comenzó a comprender que la salvación es recibida por la gracia de Dios mediante la fe en Jesucristo. En reconocimiento de ello, el Con-cilio Ministerial de Norteamérica de 1986 dio el primer paso para introducir el concepto de gracia en la soteriología de la Iglesia. El Concilio adoptó una Declaración de Consenso, que reconoció la gracia de Dios, pero retuvo una ética de obras:

Declaración de Consenso

Somos salvos por la gracia de Dios mediante la fe en la persona y obra terminada de Jesucristo. Esta gracia y salva-ción exige nuestra respuesta de obediencia. Por lo tanto, en virtud de que es la gracia de Dios la que nos conduce a una vida santa y de obedien-cia, en lugar de vivir una vida santa y de obediencia que nos lleve a la gracia de Dios, la gracia de Dios debe recibir la mayor atención, pero sin dejar de mantener un equilibrio adecuado.

Sin embargo, a medida que la comprensión de la gracia de la

Iglesia de Dios en la obra redento-ra de Jesucristo se hizo más clara, el Concilio Ministerial de Nor-teamérica de 2006, adoptó una declaración doctrinal reconocien-do que la salvación es solo por la gracia de Dios . Su declaración, titulada “El Hombre, Salvación y Vida,” representa la doctrina actual de salvación de la Iglesia de Dios:

La humanidad pecadora puede salvarse de la pena de muerte eterna y recibir la vida eterna, únicamente por la gracia de Dios mediante la fe en Jesucristo, aparte del mérito humano, obras o ceremonias.

La expiación de los pecados, con la consiguiente promesa de la vida eterna, viene a tra-vés de la muerte y resurrección de Cristo en nuestro nombre y es recibida en la experiencia humana por la fe y el arrepen-timiento.

¡Gracias a Dios! ¡Su Espíritu Santo corrige errores y guía a los creyentes a la verdad (Juan 16:13)! AB

Robert Coulter vive con su esposa, Ida, en Northglenn, CO. Ellos asisten a la iglesia de Denver.


por Lakeisha D. Blake

He orado por un esposo des-de 2006, cuando sentí que el Señor me estaba empujando

a hacerlo. En el momento pensé que significaba que el matrimonio llegaría tarde o temprano.

Pero ahora es más tarde — once años más tarde — y “temprano” ya no es una opción. La mayoría del tiempo, estoy conforme con ser soltera, especialmente porque es todo lo que conozco. Sin embar-go, en otras ocasiones, la soledad, la desesperanza, y mentiras de la insuficiencia me lastiman como dagas directamente en mi corazón. Estos son los tiempos cuando la soltería es un lugar difícil de dolor y esperanza diferida. Pero estos son también los momentos cuan-do he experimentado una intimi-dad más profunda con Dios.

Ya sea una soltería no deseada, una crisis financiera, un informe médico negativo, una infidelidad conyugal o un desastre natural, todos enfrentamos situaciones difí-ciles. Mientras navegamos en ellos, nuestra comprensión intelectual de Dios da paso a la experiencia con Él, y la verdad se convierte en un íntimo amigo, más que una doctrina muerta.

Es un hermoso proceso que también vemos en las Escrituras. Cuando los héroes de nuestra fe enfrentaron circunstancias pe-nosas, Dios se reveló a ellos de maneras nuevas y poderosas.

Antiguo Testamento: AgarAgar, una mujer que conocimos

por primera vez en Génesis 16, se encontró con Dios en el desierto.

[Toda La Escritura]

En los Lugares Difíciles

continúa en la página 27


¿Qué le podemos decir a quienes piensan que podemos ha-

cer lo que queramos con nuestros cuerpos, porque es lo que somos en el interior — el alma — lo que realmente importa? ¿No es el cuerpo importante para Dios también?

Sí, la persona completa es importante para Dios, por dentro y por fuera.

Pablo oró para que todo nuestro espíritu, alma y cuerpo sean preservados sin mancha delante de Jesucristo (1 Tesalonicenses 5:23). Entonces, ¿qué le decimos a las personas que piensan que lo que hacen con sus cuerpos no le concierne a su alma?

Les decimos sobre la creación de Dios. Él llamó a todo el mundo a la existencia. Le dio una belleza incomparable, complejidad intrin-cada y maravillosas formas de vida. Y cuando terminó de crear, llamó a todo lo físico-espiri-tual, incluyendo a los cuerpos humanos, “muy bueno” (Génesis 1:31).

Les decimos que la Biblia da un testimonio consistente de la nobleza y el valor de lo que Dios creó y llamó “muy bueno” al principio. Léalo en la Ley (Éxodo 20:11), en los Salmos (8:3; 19:1-6; 104; 139:14), y en los Profetas (Isaías 6:3b; 40:26; 45:18). ) Confírmelo en los Evangelios (Mateo 5:5), las Epístolas (1 Corin-tios 6:19, 20) y Apocalipsis (4:11; 11:18b).

1 Corintios 6:20 resume bien el testimonio bíblico: “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

Les decimos que el orden creador de Dios es un todo unido, con elementos físicos y espirituales unidos para siempre. Los seres humanos no son como almas inmortales en un saco de estiércol. Más bien, son perso-nas completas que la Biblia a menudo llama “almas.” No hay partes separables.

Les decimos que lo que Dios llamó “muy bueno” al principio fue corrompido y marcado por la caída de la raza humana en el pecado

(Génesis 3:14-19) y “que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto has-ta ahora” (Romanos 8:22). Desde que nues-tros primeros padres llevaron la ruina a Edén, hemos seguido sus pasos en nuestro abuso y mal uso del planeta, sus recursos humanos y naturales.

Les decimos que Dios dio Su más alto honor al mundo material cuando ordenó a Jesucristo que fuera concebido y nacido en la tierra, en un cuerpo humano.

Les decimos, también, que cuando el cielo envió al Hijo amado para ejecutar el plan Di-vino para reconciliar todas las cosas consigo mismo (Efesios 1:10), nuestros cuerpos físicos no fueron excluidos. Así como todas las cosas en el cielo y en la tierra fueron creadas por medio de Él y para Él, así también todas las cosas serán redimidas por Su vida, muerte y resurrección (Colosenses 1:16, 20). Esto incluye todo el orden creado: cielos, tierra y cuerpos de quienes los habitan (Romanos 8:19-23).

Les decimos que lo que Dios llamó “muy bueno” al principio, finalmente no lo destrui-rá al final. Él creó la tierra para ser habitada (Isaías 45:18), y creó nuestros cuerpos para lo mismo. Así como el universo creado algún día será restaurado a su perfección original (cie-los nuevos y tierra nueva), nuestros cuerpos resucitarán a su perfección destinada en el reino eterno de Dios (1 Corintios 15:50-54).

¿Dios se preocupa por los cuerpos humanos? ¡Seguro! Él creó una maravilla, y Él los redimirá a través de la salvación de Cristo. Por lo tanto, nosotros también deberíamos cuidar de ellos y tratarlos con respeto. Los Cristianos no tienen la libertad de hacer lo que quieran, sin embargo, somos libres y estamos autorizados de lo alto para hacer todo lo que debemos hacer.

“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31).

— Anciano Calvin Burrell

Preguntas y Respuestas


Muerte e Inmortalidad“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (1 Corintios 15:22).

Existen tres sistemas de creencia principal acerca de la muerte y después de ella: Sin embargo creemos que la Biblia enseña una cuarta forma:

[Doctrina distintiva]

Escondes Tu rostro, se tur-ban; Les quitas el hálito, dejan de ser, y vuelven al polvo. Envías Tu Espíritu, son creados (Salmo 104:29, 30).

La Biblia no apoya la idea de que los seres humanos toman una sucesión en una forma de vida, ya sea más elevada o más inferior. Ésta enseña que los seres humanos son almas vivientes que viven una vez y mueren, y tienen la esperan-za de una vida futura mediante la gracia de Dios en Cristo. Esto da dignidad a la vida, y también responsabilidad humana por la vida vivida.

Génesis 3:19; 2 Samuel 14:14; Job 14:5; Salmo 89:48; Romanos 5

Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio (He-breos 9:27).

Y muchos de los que duer-men en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para. . . confusión perpetua. (Daniel 12:2).

La Biblia obviamente no apoya el materialismo fatalista de un ateísmo moderno. Somos creados y redimidos por un Dios que nos ama como Sus hijos. ¡Él también es nuestro juez! La Biblia advierte que tanto impíos como justos se levantarán y comparecerán ante Dios para dar cuentas por sus vidas vividas.

Job 14:14; Mateo 25:31-46; 1 Corintios 15; Apocalipsis 20

Porque es necesario que to-dos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo. . . (2 Corintios 5:10).

Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga. . . (Eclesiastés 9:5).

La Biblia no apoya la idea po-pular de las almas inmortales. Sólo Dios tiene inmortalidad, y los seres humanos la reciben sólo como un regalo mediante la fe en Cristo. La muerte es la ausencia de vida y conciencia, y con frecuencia se le refiere como un sueño, que señala hacia una futura resurrección. Los Cristianos la esperan y se dicen que están “durmiendo en Jesús.”

Job 7:21; Marcos 5:39; 1 Tesa-lonicenses 4:14; 1 Timoteo 6:16

Porque la paga del pecado es muerte mas la dádiva de Dios es vida eterna. . . (Roma-nos 6:23).

1. Los humanos son seres es-pirituales destinados a una sucesión de vidas futuras por medio de la reencarna-ción.

2. Los humanos son mera-mente animales destinados al olvido, sin esperanza de más vida después de la muerte.

3. Los humanos tienen cuerpos mortales cuya alma inmortal va, ya sea al cielo, o al infierno cuando mueren.


Muerte e Inmortalidad“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (1 Corintios 15:22).

Existen tres sistemas de creencia principal acerca de la muerte y después de ella: Sin embargo creemos que la Biblia enseña una cuarta forma:

4. Los seres humanos son seres mortales que morirán y resucitarán, ya sea para vida eterna o para destrucción eterna.

Las mejores posesiones de la vida son regalos de Dios, y en la parte superior de la lista esta la vida eter-na. No es algo que nosotros tengamos por naturaleza, la vida eterna es algo que Dios nos da — anunciada en el evangelio. Si hubiéramos nacido con almas inmor-tales, entonces la vida eterna no dependería de la fe en Cristo. Incluso fallar en confiar en Cristo no sería la causa del fracaso, ya que las almas inmortales no pueden perecer.

La inmortalidad viene a la luz y a nuestra experien-cia sólo mediante el evangelio:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” ( Juan 3:16; cf. 2 Timoteo 1:10).

Jesucristo, mediante Su vida, muerte, y resurrección, nos ha dado nuestra única esperanza de escapar de una segunda muerte, y de recibir vida eterna y perfec-ta después de la muerte.

La promesa de Jesús de regresar por Su pueblo, es una base solida sobre la cual construir nuestra expec-tativa de la vida eterna. Esa promesa se repite decenas de veces en el Nuevo Testamento. La doctrina de

nuestra resurrección se repite frecuentemente en los más claros términos. La realidad de que seamos levan-tados de las tumbas para la inmortalidad es sostenida sin equivocación. Estos son pilares reales sobre los cuales descansa nuestra esperanza. Nuestra certeza de la vida eterna no viene, ni de especulaciones ociosas respecto a la reencarnación, ni de conceptos antiguos de la inmortalidad natural.

Nuestra confianza de la inmortalidad y vida eterna para los justos, viene de las claras enseñanzas de la palabra de Dios.

Versos AdicionalesAlmas vivientes: Génesis 2:7; Éxodo 1:5;

Números 9:13. Vida y muerte: Salmo 6:5; 115:17; 146:3, 4; Isaías 38:1. Muerte y sue-ño: 1 Reyes 2:10; Juan 11:11, 14; 1 Tesalo-nicenses 5:10. Resurrección y juicio: Juan 5:28, 29; 2 Timoteo 4:1.

Extraído del folleto Muerte e Inmorta-lidad del BAP. Ordénelo, o lea una copia digital, en baonline.org.


[Apología]

¿De qué forma se nos revela la Biblia? La Segunda Parte

en este conjunto de artículos ilumina.

por Gordon Feil

Esta serie intenta presentar un razonamiento sano para creer que la Biblia viene de Dios ha-

cia el hombre. La apologética trata del saber por qué creemos esto. Admitimos que nuestra creencia en Dios tiene su base en la fe, sin embargo la fe no es irracional. Dios provee algunas evidencias de que la fe que tenemos en Él es razonable, pero nos da sólo lo suficiente para eso. Él no nos da suficiente evidencia para no tener necesidad de fe para creer.

Mucho de lo que sabemos acerca de Dios viene de la Biblia. En el pasado AB, resumimos los seis asuntos principales involucra-dos en la autenticidad y autoridad de la Biblia. Este artículo aborda

el primer tema: revelación, el cual tiene relación con la autoría y con-tenido de la Biblia.

Cuatro clases de revelaciónPara un repaso breve, la Biblia

revela al menos cuatro clases de revelación de parte de Dios. Dos de estas, creación y milagros, son lo que los teólogos llaman revela-ción incompleta, ya que hay límites en lo que revelan. Nosotros no aprendemos todo lo que necesita-mos saber respecto a Dios median-te el estudio de Su mundo creado, o por experimentar un milagro. La creación nos muestra que Dios es grande (Salmo 19:1; Romanos 1:20), pero sin importar cuánto pasemos observándola, no encon-traremos ninguna instrucción de Dios para nuestras vidas. Lo mismo aplica a los milagros.

Otras dos clases de revelación Divina constituyen una revelación completa. Éstas sí nos enseñan todo lo que necesitamos saber en relación a Dios y Su voluntad para nosotros.

Primero, conocemos a Dios mediante Jesús el Mesías. Juan 1:1 nos dice que el Verbo de Dios es Dios y que Dios fue encarnado — el Verbo se hizo carne. Lo que necesitamos saber acerca de Dios podemos verlo completamente en Jesucristo “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9, el énfasis es mío).

¿Quién mejor que Dios para revelarse a Sí mismo? Jesús es la demostración viva de quien es Dios (Juan 14:9). Sin embargo, la única descripción válida que tenemos de Jesús es la que la Biblia revela. Tenemos que estudiar la Escritura para aprender sobre la manifestación de Dios mediante Cristo.

Y esto nos trae a la segunda clase de revelación completa y al enfoque de este artículo. Hebreos 1:1, 2 dice:

Dios, habiendo hablado en otro tiempo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado

Revelación Bíblica


por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por medio de quien, asimismo, hizo el universo.

Dios se nos reveló a Sí mismo mediante los profetas y a través de Su Hijo, y la Biblia es el registro de ambos. El mensaje de los profetas y la Palabra de Dios por medio de, y acerca de Jesús, nos vino en for-ma escrita: la Biblia, la única regla de fe y práctica para la humanidad.

AutoríaEl autor de la Biblia es Dios.

Esa es razón suficiente para que confiemos en ella. Adicionalmente, las siguientes razones deberían instarnos a concluir que la Biblia es confiable y una revelación autori-tativa.

• Sus ideales. Para parafrasear a John Wesley, el mejor de los hom-bres no hubiera podido escribir la Biblia; el peor de los hombres no la habría escrito.

• Su eficacia. Cualquiera que haya experimentado el poder transformador de la Biblia, lo encuentra fácil de aceptar como la Palabra de Dios, incluyendo las partes difíciles. La Biblia nos ha dado su sabiduría, nos ha ense-ñado su mensaje de amor, nos ha fortalecido en la fe, y nos ha llena-do de esperanza, todo ello porque hemos visto su verdad trabajando en nuestras vidas.

• Su integridad. Los detalles de la Biblia pueden ser corroborados. Entre más detalles hay en un rela-to, mayor es el margen de error. Sin embargo, la Biblia no le teme a los detalles. Por ejemplo, Lucas 3:1, 2 ofrece muchos hechos comprobables en un corto espa-cio. El diluvio bíblico (Génesis 6-8) es otro ejemplo. La Biblia registra la única historia de una historia universal. El relato del diluvio está preservado en más de doscientas cincuenta culturas.

• Su composición. Cerca de treinta personas de siete países compusieron la Biblia lo largo de más de mil quinientos años, con todo es internamente consistente y presenta un tema unificado.

• Su indestructibilidad. Muchos son los regímenes que ha tratado de destruir la Biblia, sin embargo, ésta perdura y florece. El empera-dor Diocleciano se jactó de haber eliminado el Cristianismo y la Biblia de ellos. Para evitar que los laicos la leyeran por sí mismos, la Iglesia Católica Medieval destru-yó miles de copias. El gobierno Revolucionario Francés, incitado por Voltaire, buscó purgar la Biblia de Francia. Todos estos esfuerzos fueron en vano.

• Su presciencia. Cerca de un

tercio de la Biblia es profecía — “historia escrita anticipadamente.” Uno sólo necesita estudiar los textos y sus muchos cumplimien-tos para ver que Dios cumple Sus promesas.

• Su aprobación por Jesús. Si Jesús aprobó las Escrituras He-breas (la única Biblia existente en ese tiempo) como de origen Divino, entonces también nosotros deberíamos. Durante Su tenta-ción, Él batalló contra los ataques de Satanás citando las Escrituras (Mateo 4:1-10). Después de Su resurrección, Él abrió los ojos de Sus discípulos, mostrando que Su

retorno de los muertos cumplía lo que de Él estaba escrito en la Escri-tura (Lucas 24:44, 45). De modo, que la resurrección de Jesús en la historia es el respaldo definitivo. No sólo mostró Su divinidad, sino también confirmó la autenticidad de la Biblia como la revelación de Dios.

Libro ÚnicoLa Biblia es única. Es autoritativa

e impacta nuestras vidas porque el autor es Dios. Ella hace esta afirmación de revelación Divina a lo largo de sus páginas (2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:20, 21), y nos desafía a creer.

El caballero Monier-Williams, profesor de Sanskrit en Oxford,

entendió esta singularidad. Al escribir respecto a los libros orien-tales de religión que él estudió por años, afirmó, “Amontónelos . . . al lado izquierdo de su mesa, pero coloque al lado derecho su propia Santa Biblia — ella sola, completa-mente sola, con una gran brecha entre ellos.”

¡Ningún otro libro se compara! AB

Gordon Feil escribe desde Victoria, Distrito de Columbia donde reside con su esposa Linza.

“Admitimos que nuestra creencia en Dios tiene su base en la fe, sin embargo la

fe no es irracional.”


La Biblia contiene muchas escrituras que nos guían y nos ayudan a superarnos, pero también proporciona una comprensión del ciclo de la tentación y el peca-do creciente, en sentido figurado, desde una semilla pequeña hasta un árbol floreciente. Encontramos esta comprensión tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento y podemos aplicarla directamente a nues-tras vidas.

El apóstol Santiago describe la genealogía, o árbol genealógico, de toda tentación que conduce a la trans-gresión: “cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.” Entonces la concupiscencia., después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:14, 15).

Ahora considere lo que dice Santiago en términos de la analogía de un árbol en crecimiento:

Semilla: “cada uno es tentado” — exposiciónRaíces: “atraído por sus propios deseos” — conside-

rando la tentación Tronco: “y tentado” — condescendencia intelectualRamas: “cuando el deseo ha concebido, da a luz la

muerte” - sumisión al pecado Fruto: “pecado . . . da a luz la muerte“ — resultado

del pecadoVemos este patrón desde el primer pecado, cuando

el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal se con-virtió en el centro de la atención de Eva (Génesis 3:6).

Semilla: “la mujer vio” — exposiciónRaíces: “el árbol era bueno para comer” . . . agrada-

ble a la vista “ — considerando la tentación Tronco: “y . . . deseable para hacer sabio“ — con-

descendencia intelectualRamas: “ella tomó de su fruto y comió” — sumisión

al pecadoFruto: “el día que de él comieres, ciertamente mori-

rás” (2:17) — resultado del pecadoUna vez que entendemos la estructura de este

árbol de transgresión figurativa, podemos ver que el único lugar lógico para detener el crecimiento de la tentación está en el comienzo: matando la semi-lla antes de que las raíces comiencen a crecer. Las semillas físicas necesitan las condiciones adecuadas para germinar. Espiritualmente, debemos hacer todo lo posible para evitar las condiciones en nuestras vidas que hacen crecer las semillas del pecado. Los jardi-neros usan herbicidas pre-emergentes para detener la germinación de las plantas no deseadas. Nuestro uso regular de los “pre-emergentes” espirituales de ora-ción, estudio y otras disciplinas pueden tener el mismo efecto en la tentación.

Siempre que estemos expuestos a la tentación, debemos matar las raíces antes de que se asienten firmemente. Siempre es más fácil tirar de las pequeñas raíces de un árbol joven que cortar un tronco de árbol cultivado, y cortar el tronco que cortar cada rama. Los teólogos se refieren a este principio de volcar la ten-tación como el obstá principiis — la determinación de “resistir los comienzos,” porque es allí donde siempre se libra la verdadera batalla. Este principio infalible puede ayudarnos a vencer la tentación más que cual-quier otro. Cuanto antes terminemos el crecimiento del pecado, más probabilidades tenemos de lograr el éxito.

Eso significa pedir la ayuda de Dios inmediatamen-te cuando surge la tentación (Mateo 6:13), reempla-zando los pensamientos equivocados (Filipenses 4:8) y mudarse a un ambiente diferente hasta que pase la tentación (2 Timoteo 2:22-24). Pero lo más alentador es que no hay tentación que no se pueda superar si estamos dispuestos a atacarla antes de que crezca. AB

R. Herbert es un seudónimo. Él tiene un Ph.D. en lenguas antiguas del Cercano Oriente, estudios bíblicos y arque-ología.

[En contexto]

Desenraizando el Árbol de la Tentación

por R. Herbert


SelahEl mensaje vino.Vino a un lugar desértico y descansó un tiempo. El camino se abrió.Dejé mi trabajo en el valle para hollar el suelo arenosoen medio de los enebros,Para escuchar los susurros de la salvia.Detente. Quédate quieta.Conoced que yo soy Dios. Pausa. Reflexiona. Alaba. Sueña Mis sueñosY haré algo nuevo.A medida que las corrientes fluyen de una Roca poderosa,Serás refrescada y derramarás ríos de agua viva en la tierra de los picos de cristal donde el ganso gris crece.Selah

Yvonne Kays

18 • Abogado de la Biblia - www.BAonline.org

[Liderazgo]

by Amber Riggs

“¿Cuás es su vocación?” Si estuviéramos tomando un té, desde lo más

profundo de su ser ¿cuál sería su respuesta? ¿Se detendría por un momento antes de responder? O ¿Fluirían fácilmente las palabras de su boca?

Incrustado muy dentro de la humanidad está este profundo de-seo de saber, no sólo que nuestras vidas tienen un significado, sino también de experimentar la paz mental de que estamos viviendo ese significado. Sin embargo, con frecuencia hacemos la pregunta equivocada, y por ende, llegamos a respuestas incompletas.

Vocación humanaHacer la pregunta correcta

comienza con salir de nosotros mismos para abrazar, no nuestra unicidad personal, sino la singula-ridad de la humanidad para luego llegar a enamorarse de la meta co-lectiva de dicha humanidad. Para estar seguro, los habitantes de este planeta no tienen una clara lealtad hacia una meta colectiva. Sin embargo, esto no significa que la meta no exista. Sólo que tenemos que buscarla.

En Génesis 2 encontramos a los primeros representantes de la humanidad entrando en una asociación con el Creador. En medio de la creación, Dios había diseñado un jardín paradisíaco que funcionaba como Su templo — un lugar donde el cielo y la tie-

rra se juntaban. También hizo Su presencia tangiblemente conocida en este lugar, y el primer hombre y la primera mujer sirvieron como Sus sacerdotes. La forma de cómo ellos cuidaron de este jardín-tem-plo era un reflejo de cómo Dios mismo cuidaba de él.

Con todo, a diferencia de un templo hecho de piedras, este templo estaba diseñado para expandirse. El paraíso no estaría confinado a esta área rodeado de cuatro ríos. Al crecer la huma-nidad en número, el paraíso se expandiría hasta llenar la tierra — o sea, hasta que la tierra toda se convirtiera en un templo de Dios, donde el planeta completo fuese atrapado en el cielo para servir como un lugar en donde Dios se sintiera “en casa.” Dios planeó desde un principio asociarse con los seres humanos para poder bendecir literalmente a toda la tierra. Pero ellos no sabían cómo, funcionaría el plan.

Misión portadora de la imagen

La noción del llamado también está envuelta intimamente en la palabra vocación. De la raíz vocare (Latin: “llamar”), vocación personi-fica este sentido de acción relacio-nada a un llamado. Si el llamado de la humanidad es asociarse con Dios para bendecir a toda la tierra, entonces la acción asociada con este llamado es de interactuar con el mundo como Dios lo hace.

Tendemos a relegar el término imagen de Dios a una aparien-

Artios Christian College es una comunidad diversa

de seguidores de Cristo que están comprometidos a estudiar juntos a Dios con el propósito de ser líderes cristianos que

reflejen a Cristo dentro de nuestras esferas de

influencia. Para conocer más, o para inscribirse en el curso de Fundamentos

Introductorios de un Liderazgo Vibrante, visite

artioscollege.org.

El Pacto de Vocación

Enero - Febrero 2018 • 19

cia física que de alguna manera representa un reflejo de un Dios invisible. Sin embargo, los seres humanos no fueron diseñados como estatuas inanimadas en el templo de un Dios inactivo. En su libro You Are What You Love (Tú Eres Lo Que Amas), James K. A. Smith, afirma que “La ‘imagen de Dios’ (imago Dei) no es de hecho una propiedad del homo sapiens. . . mas bien, la imagen de Dios es una tarea, una misión.”

Esta acción de ser la imagen de Dios es a lo que N. T. Wright se refiere en The Day the Revolution Began (El Día en que Comenzó la Revolución) como el pacto de vocación:

La vocación . . . es ser un ser humano genuino, con tareas genuinamente humanas a realizarse como parte del propósito del Creador para [Su] mundo. La tarea principal de esta vocación es “portar la imagen,” reflejando la sabia mayordomía del Creador hacia el mundo, y reflejando en res-puesta las alabanzas de toda la creación hacia su hacedor.

La historia de la humanidad es nuestro rechazo colectivo de esta vocación, y con ello, un rechazo de asociarnos con Dios en Su visión de bendecir a toda la tierra con Su presencia manifiesta. La historia de la Biblia es el relato de cómo, 1) Dios es fiel a Su intento original de que toda la tierra llega-ra a ser su lugar de morada y 2) Él está comprometido a bendecir la tierra al asociarse con la humani-dad para gobernar la creación.

Pacto renovadoConsidere el pacto que Dios

hizo con Abraham. Este hombre y su descendencia tomarían pose-sión de un espacio santificado de la tierra en el cual ellos siguieran fielmente a Dios y por medio del cual “en ti serán benditas todas las familias de la tierra” (Génesis 12:3). Este acuerdo era una reno-vación del pacto de vocación de portar la imagen.

Al prepararse Moisés para guiar a los Israelitas hacia la tierra pro-metida de bendición donde “fluye leche y miel,” Dios una vez más renovó este pacto con esta rama de los descendientes de Abraham. A medida que ellos reflejaban el gobierno y el reino de Dios en ese espacio, todo el que entrara en contacto con dicho reino sería bendecido.

No obstante, los Israelitas de-mostraron en su trayectoria hacia el Sinaí, que ellos no sabían cómo hacer esto. En lugar de reflejar la fidelidad de Dios, ellos renegaron, se quejaron, y cansaron a Moisés con disputas personales. Gálatas dice que Dios tuvo que darles una ley de pacto como un maestro de escuela, proveyendo una estruc-tura por medio de la cual ellos aprenderían cómo amar a Dios y amarse unos a los otros, y de esa manera, poner en práctica su pac-to con Dios para bendecir a toda la tierra. Pero, una cosa es desear hacer lo que es bueno, y otra cosa es llevar a cabo físicamente ese deseo.

Lo que hace el nuevo pacto

de Jesús con la humanidad tan revolucionario, es que como la imagen de Dios, Él reflejó esa imagen en forma perfecta (Co-losenses 1:15). Él, no sólo nos mostró la forma en cómo reflejar la imagen de Dios de una manera en que la ley escrita no pudo, sino que también nos dio el Espíritu Santo para capacitarnos a vivir el pacto de vocación al cual Él llamó a la humanidad a cumplir desde el principio. Al hacerlo, Dios hizo de nuestros cuerpos el nuevo templo — el nuevo lugar donde el cielo se encuentra con la tierra. Al llegar la tierra a entrar en contacto con el gobierno de Cristo en nuestras vidas, la genta ciertamente será bendecida.

Llamado personalDe modo que ¿cuál es su voca-

ción? Esta consiste en abrazar su influencia, sea grande o pequeña, para reflejar la vida de Cristo den-tro de usted, para que, sin impor-tar lo que usted sea en todo mo-mento, y con cualquier don que Dios le haya dado, trayendo gloria a Dios como lo fue en el principio, sea ahora, y como siempre lo será, el mundo sin final. Amén. AB

Amber Riggs es decana de admin-istración de Artios Christian College. Ella vive cerca de Eugene, OR, con su esposo Bryan y sus cuatro hijas.

El Pacto de Vocación


Una familia trata con el dolor de un miembro

transgénero. por Pam Sheridan

En el baño para mujeres de la corte del condado, mi hija Shelly colapsó en mis brazos

y sollozó, el rímel de las pestañas resbaló por sus mejillas. “Mami, tengo que subir al estrado a testificar, y no creo poder hacerlo. Tengo mucho miedo.”

¡Oh, Dios, ayúdame! Esto es mucho más de lo que esperaba.

Abracé a Shelly fuertemente y le acaricie la espalda. “Cariño, tu pueden hacerlo. Sé que es aterra-dor, pero Dios está contigo.” El palpitar de mi corazón desmentía el nivel de calma en mi voz. “no

tienes de que avergonzarte. Ted es el que se divorció de ti, si no aún estarías casada, ¿verdad?”

Me limpié la humedad que se formaba en las esquinas de mis ojos, decidida a no llorar. Había derramado las suficientes lágrimas en los últimos treinta y seis meses como para llenar el Lago Crater.

Noticias estremecedorasYendo de compras en Black

Friday (Viernes Negro) tres años antes, Shelly compartió unas noti-cias que volcó mi mundo. “Nunca me imaginé que esto me suce-diera a mí.” Su rostro se arrugó y humedeció trágicamente. Me hice a un lado en el estacionamiento de una tienda para darle la debida atención y escuchar su agonizan-te historia. “Hace unas semanas encontré ropa de mujer en el baúl del carro de Ted, Shelly continuó.

“Cuando le pregunté al respecto, él confesó haber estado en el tra-vestismo por algún tiempo.”

Mi corazón se hundió hasta el piso. “¡Oh no! La última vez que visitamos noté que Ted a penas interactuó contigo y con los niños, supe que algo estaba mal, pero nunca me imaginé que fuera esto. Querida, cuanto lo siento.”

Shelly asintió con la cabeza, enjugó sus lágrimas, y luego levan-tó su mano. “Espera, mami, hay algo más. Él dice que quiere ser mujer, y si yo no puedo tolerar eso entonces comenzará el proceso de divorcio.” Ella relató cómo Ted se lo confesó a sus gemelos de diez años de edad, Colette y Brian, que él se había sentido atrapado en el cuerpo de un hombre por mucho tiempo. “Me señaló como culpa-ble por no apoyarlo en su decisión de tomar hormonas femeninas. Incluso se había cambiado legal-

[Testimonio]

Mariposas para Shelly


mente su primer nombre a Trudy. Mami, ¡Me siento tan estúpida! ¿Por qué no pude ver esto con anticipación?”

Mi corazón se constreñía en do-lor. Respiré profundo. Señor, dame sabiduría Divina, por favor.

Cuento de hadas y pesadillaNinguno de nosotros pudo

prever esto. Cuando Ted y Shelly se casaron hace doce años, mi esposo, David y yo nos llenamos de júbilo. Graduados del mismo instituto Bíblico, y con muchos intereses en común, ellos parecían la pareja perfecta. Ted adoraba a Shelly, y ambos mostraron ser pa-dres atentos cuando nacieron los gemelos dos años más tarde. Allí terminó el cuento de hadas.

Poco después del segundo cumpleaños de los gemelos, Shelly nos dijo que Ted había comenza-do a trabajar horas adicionales y ocasionalmente no regresaba en toda la noche. La familia raramente lo veía, y cuando estaba en casa, se sentaba frente a la computado-ra por largo tiempo; pocas veces hablaba con alguien.

Durante los próximos siete años, Shelly leyó muchos libros cristianos sobre el matrimonio, visitó varios consejeros, y fervien-temente oraba por su matrimonio. Sin embargo, Ted se volvía más distante y reservado hasta el día en que Shelly descubrió su secreto.

En ese inolvidable Viernes Negro cuando Shelly me dijo del inminente divorcio, nos olvidamos completamente de hacer compras. “Tengo que mudarme de casa,” dijo ella. “Ted se ha convertido en un abusador verbal y los niños están confundidos. Yo les explico lo que la palabra de Dios dice acerca del varón y la hembra, pero Ted contradice todo lo que digo.” Entonces comenzó nuevamente a llorar.

Mientras trataba de tranquilizar-la, una vibrante mariposa monarca revoloteó y se detuvo cerca del parabrisas. Eso es, Señor. Desde ahora en adelante, cada vez que vea una mariposa, te pediré que le des a Shelly una nueva vida, tal como Jesús lo dijo en Juan 10.

Duro viajeNo tenía ni idea del largo y

arduo viaje que esas plegarias nos llevarían.

Shelly pronto encontró un trabajo como mesera y también encontró un apartamento barato para ella y sus niños. Justo después que ella había salido de la casa,

después de empacar sus cosas, Ted recibió a otro hombre transgé-nero para vivir con él. Seis meses después, Ted llevó a los niños a ver a su mamá y le reveló que se había convertido en homosexual.

La batalla por la custodia duró tres largos años. Ted con frecuen-cia faltaba a los sesiones de la cor-te. El abogado de Shelly canceló una cita sin avisarle a ella. Semana tras semana, con la insistencia de Ted los niños iban y venían entre los dos hogares. Brian comenzó a defender a su padre gritándole a Shelly que ella no era una Cristiana amorosa si rechazaba llamarle a

Ted por su nombre femenino.“Esta es una prueba que no

desearía ni a mi peor enemigo,” Shelly se lamentaba. Yo me sentía igual. Yo estaba teniendo dificul-tades para dormir y los problemas estomacales se hicieron presentes. Cada vez que Shelly experimenta-ba un revés, mi fe sentía el estre-mecimiento. ¿Cuándo va a terminar esto Señor? ¿Volverá Shelly a tener una vida normal? En mis momen-tos de oración he vacilado entre culparme a mí misma (¿Dónde es que me equivoqué?), y culpar a Dios (Cuando oré por un esposo piadoso para mi hija ¿por qué no respondiste?).

Aunque le di a Shelly mis mejo-

res palabras de aliento, mi propia alma yacía golpeada y confusa. Cada vez que ella llamaba, yo me preparaba para más malas noticias.

Presiones en la crianza de los hijos

Después que Ted, vestido de mujer, llegara a un evento de la iglesia a recoger a Collete, uno de los lideres regaño a Shelly por no advertirles que Ted estuviera “tan sumergido” en la vida homosexual. Shelly se sintió aplastada porque una hermana cristiana encontra-ría algo por la cual acusarla, en lugar de ofrecerle apoyo ante las

“Desde diversas partes, Shelly se sintió presionada para desistir de

sus principios bíblicos.”


escandalosas acciones de Ted. En una reunión de niños explorado-res, una madre llamó a Shelly en privado y la criticó por no apoyar el estilo de vida de Ted.

De diversas partes, Shelly se sin-tió presionada para desistir de sus principios bíblicos de manera tal que Ted pudiera vivir de la forma que él quería sin asumir ninguna responsabilidad. Ella perdió el ape-tito, no podía tomar decisiones, y mostraba señales de depresión.

Con todo, fueron los niños quienes sufrieron la mayor parte. Cuando Ted planeó una fiesta de cumpleaños para los gemelos en su casa, ningún niño hizo acto de presencia.

“Mami, fue tan lamentable ver a Colette llorar, preguntándose por qué nadie había ido a la fiesta de ellos,” Shelly me dijo. “Brian trataba de verse fuerte, pero yo podía ver el dolor en sus ojos.” Luego agregó, “Ted hace que los niños le llamen Mamá. Además yo oí a Colette decirle a una amiga de la iglesia, ‘Yo no tengo papá.’ Casi pierdo el control en ese momen-to.”

Yo sabía que Colette había vuel-to a hablar como bebé y jugaba con juguetes demasiado infan-tiles para ella. Igualmente había

desarrollado una forma de ADHD (Desorden Hiperactivo y Déficit de Atención). Shelly tuvo que llevar a Brian a un psicólogo de niños por PTSD (Trastorno de Estrés Postrau-mático) infantil.

Lloré con Shelly por los sueños destrozados de una familia feliz y completa. Además yo seguía orando por alguna señal de nueva vida para ella, incluso en días sin mariposas.

Batallas y victoriasMientras estaba en el baño para

damas en la corte reafirmándole a mi hija el amor de Dios, tuve que preguntarme a mí misma, ¿Realmente creo en lo que le estoy diciendo a Shelly? Decidí en ese momento que incluso si el fallo del juez desfavorecía a Shelly, eso no cambiaria el amor de Dios para ella. Ninguna corte podría denegar Su gracia y fidelidad hacia nuestra familia.

Mientras David acompañaba a nuestra hija hacia el tribunal, me senté en el pasillo y oré. A la hora, reaparecieron con el abogado de Shelly. El juez había concedido a Shelly la mayoría de la custodia. A Ted y a su pareja se le había concedido tener a los niños dos fines de semana al mes. Shelly

había pedido a la corte permitirle mudarse más cerca a nosotros — cinco horas de manejo a través del estado — pero el juez negó la petición. Esta no era la victoria total que deseábamos; pero era una victoria.

La batalla no terminó ese día en la corte. Me pregunto si algún día terminará. Sin embargo, David y yo nos mantenemos fieles en nuestras oraciones por Shelly, los niños, y Ted. Pese al dolor que él le ha cau-sado a la familia, no le deseo a Ted ningún mal. Con frecuencia oro por él y lo bendigo, pidiendo que se arrepienta y regrese al camino del Señor.

El caminar por este valle me ha forzado a hacer un examen en mi corazón y mis hábitos de oración. Cuando le pido a Dios por un resultado especifico y no sucede, ¿será mi desilusión en Él justificada? ¿Está mi fe basada en mis oraciones, o esta cimentada en el Padre, cuyo amor y sabiduría prevalecen sobre mis peticiones?

Estoy aprendiendo a confiar en que el Señor le envíe a Shelly la ayuda que ella necesita en el tiempo y forma establecidos por Dios. Desde amistades, a ayuda para padres, hasta el dinero para un automóvil cuando el viejo deje de funcionar, Dios ha probado ser fiel más allá de nuestros sueños más imposibles.

Shelly consiguió un nuevo trabajo este año, uno que le facilita estar más tiempo con los gemelos. Brian se ha vuelto menos antagó-nico hacia ella, y yo estoy apren-diendo a confiar más en Dios. Las oraciones mariposas están traba-jando, no solo para Shelly, sino también para mí. Gracia a Dios por Su insondable gracia. AB

Pam Sheridan es un seudónimo. Los nombres han sido cambiados.

“Con frecuencia oro por Ted y lo bendigo, pidiendo que se arrepienta

y regrese al camino del Señor.”


Tanto el alma como la salvación surgieron como candidatos para el estudio de la palabra de esta edi-ción, pero en lugar de eso tomé una que a menudo aparece entre esas dos palabras en la Biblia y en la experiencia. El pecado corrompe las almas y hace ne-cesaria la intervención de la salvación, de modo que el pecado debe entenderse en relación a Dios. El pecado interrumpe la relación con Él al rechazar Su gobierno al violar Su voluntad para nosotros. El pecado se opo-ne a Dios y es un desorden (1 Juan 3:4; cf. Romanos 3:20; 5:20; 7:7-14).

Con frecuencia igualamos la naturaleza humana con el pecado. “Oh, Jehová, si tienes presente los pe-cados, ¿Quién podrá, oh Señor, mantenerse en pie?” (Salmo 130:3). “Porque cuanto todos pecaron y fueron destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). La Escritura muy bien acierta que el pecado es universal – pero sólo por intrusión. No es natural porque distorsio-na la imagen y la intención de Dios para Sus criaturas. Veámoslo más de cerca.

Como podríamos esperar, el pecado, en palabra y obra, es tan omnipresente en la Biblia como lo es en la vida. La raíz hebrea ht’ es justamente la más común en una docena o más términos relacionados al concepto del pecado. Con su equivalente griego hamartía, el significado de la palabra se deriva de errando el blanco (vea Jueces 20:16 para usos no teológicos), un fracaso u ofensa. Con sus derivados, ht’ y hamartía aparecen más de 750 veces en el Antiguo y Nuevo Testamento. Si la gloria de Dios es el blanco, entonces el pecado es todo lo que está alrededor.

Génesis 4:7 lo ilustra bien. En esto, se ve, si no el primer ejemplo de pecado, al menos la primera vez que la palabra aparece en la Biblia (y el primer asesina-to). Igual que la historia de Adán y Eva antes de esto, el relato de Caín y Abel es paradigmático. Este nos ayuda a organizar la vasta instrucción bíblica tocante al pecado. Dios le advierte a Caín, “el pecado está

a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.”

Varios temas fluyen de este verso y de la historia de Caín: 1) El pecado es un poder depredador que busca dominarnos; 2) El pecado implica responsabili-dad personal por las decisiones; 3) El pecado ataca al Creador a través de su creación; 4) El pecado conlleva las consecuencias de alienación y muerte; 5) Pese al pecado/pecados, hay esperanza en Dios. Estos temas amplios se expanden a través de toda la Escritura.

Confesando los pecados personales a Dios, David logra ver el poder del pecado presente en la misma concepción (Salmo 51:1-5). Jesús, por su parte, advier-te de morir en pecados y de ser esclavos de éste (Juan 8:24, 34). Pablo también reconoce la responsabilidad personal por los pecados cometidos y del oscuro do-minio de éste sobre los humanos (Romanos 2:12; 3:9).

El pecado hiere a las criaturas, pero al final de todo está en contra del mismo Creador (cf. Génesis 13:13; Salmo 119:11; Lucas 15:18) y da como resultado una separación de él (Isaías 59:2). El pecado pues conlleva su propia consecuencia a la muerte. El pecado y la muerte se combinan en decenas de lugares (Ezequiel 18:4) antes de la famosa máxima de Pablo: “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).

Con todo, el error de Caín nos enseña que hay esperanza sin importar el pecado. El trío de casi sinónimos del Antiguo Testamento (pecado, iniquidad y transgresión), con frecuencia se unen para mostrar la totalidad de la culpa humana, mientras acentúan el abundante perdón de parte de Dios (Éxodo 34:7; Salmo 32:5; Daniel 9:24). Sin embargo, el poder de la gracia de Dios para vencer el pecado es revelado completamente en su Hijo, Jesús: “Él fue manifestado para quitar los pecados” (1 Juan 3:5).

Todos hemos errado el blanco, pero Jesús dio exactamente en el centro, y mediante él se encuentra la vida eterna. Eso es ser humano de acuerdo al diseño de Dios. AB

Pecado: Errando el Blanco

[En una palabra]

por Jason Overman


¿Qué más podemos aprender de Dios, de la

humanidad y de la gracia? por Israel Steinmetz

A medida progresamos en un viaje explorando nuestra Declaración de Fe, también

continuamos viendo las cinco letras del TULIP (en inglés) Calvi-nista. Previamente descubrimos que nuestra Declaración de Fe y la Escritura apoyan la depravación total. Pero también observamos que la elección incondicional no es una enseñanza claramente encontrada en ninguna. ¿Qué hay acerca de la L en TULIP?

Expiación limitadaTambién conocida como

redención particular, la expiación limitada es la enseñanza de que la muerte de Jesús sólo fue con la intención de purificar los pecados de los elegidos. Para aquellos no elegidos por Dios, ninguna expia-

ción es provista para sus peca-dos. Además, la expiación hecha posible por la muerte de Jesús es efectiva en cada caso. O sea, todo aquel que sea elegido será expia-do. No existe posibilidad de que una persona elegida haya de ser finalmente condenada.

El teólogo Walter Elwell resume siete argumentos claves en apoyo a la expiación limitada:

• Algunas escrituras se refieren a la muerte de Cristo como siendo algo especifico para “sus ovejas” (Juan 10:11, 15), “sus iglesia” (Hechos 20:28), “los elegidos” (Romanos 8:32-35), y “su pueblo” (Mateo 1:21).

• La voluntad de Dios siempre se lleva a cabo y no puede ser frustrada por los humanos. Si Dios hubiera querido salvar a todos, entonces todos serían salvos. La salvación de los relativamente po-cos, prueba de que Dios pretendía salvar solamente a algunos.

• Basado en una teoría pena-sustituta de la expiación, sería injusto para Dios castigar tanto a Cristo como a los pecadores por sus pecados. Si Jesús verda-

deramente llevó la penalidad por los pecados de todo el mundo, entonces Dios no tendría ningún fundamente sobre la cual conde-nar a cada uno.

• Consecuentemente, si Cristo realmente murió por todos y cargó con la penalidad de sus pecador, entonces cada quien debería ser salvo. Pero la Biblia descarta el universalismo.

• Cristo murió para salvar realmente, no para salvar poten-cialmente. Todo aquel por quien Cristo murió es irrevocablemente salvo.

• La expiación es para aquellos que se arrepienten y creen. Según el Calvinismo, el arrepentimiento y creer dependen completamente de una elección incondicional, y no de una elección humana. Así pues, la expiación está disponible solamente para aquellos que han sido incondicionalmente elegidos para arrepentirse, creer, y han sido expiados de sus pecados.

• Las Escrituras que se refieren a Cristo como muriendo por “el mundo” o por “todos,” no se re-fieren a toda la gente o a cada uno

Hablando de TULIPÁN

Parte 2

[Doctrina comparativa]


en el mundo. Más bien, s refieren al “mundo de los elegidos” o a los elegidos tomados de todas las naciones del mundo. No es por todos que Cristo murió, sino por representantes de todas las nacio-nes y clases.

Nuestra Declaración de Fe no responde en forma directa a la pregunta “¿Cual es la extensión de la expiación?” Sin embargo, el artículo cuatro implica nuestra perspectiva. La oferta de la salva-ción se extiende a la humanidad, no sólo a los elegidos. Pese a que la salvación no se obtiene median-te “méritos, obras o ceremonias humanas,” sí está disponible paras todos aquellos que creen y se arrepienten. El arrepentimiento y la fe no son obras humanas que hacen merecer la salvación, sino que son respuestas humanas que la reciben.

Respuesta de la EscrituraPero, ¿Qué dice la Escritura en

respuesta a la noción de una ex-piación limitada? Para responder a esto, abordaremos cada uno de los siete argumentos enlistados arriba.

Punto 1: Para estar seguro, en algunas escrituras se dice que la muerte de Jesús es efectiva para los elegidos. Sin embargo, ningu-no de estos pasajes descarta la posibilidad de que su muerte sea suficiente para proveer la salvación para todos, o que estaba destinada a hacerlo. Si ciertamente la muerte de Cristo expió al mundo entero, entonces no hay contradicción al decir que fue para los elegidos.

Punto 2: Uno de los temas centrales del Calvinismo es la so-beranía de Dios. Pero pese a que la Escritura afirma la soberanía de Dios, no así la describe en cohe-rencia a las líneas Calvinistas. La noción de que los deseos de Dios

siempre se realizan, sin importar las acciones humanas, es particu-larmente desconcertante.

Aunque muchas escrituras contradicen esta doctrina Calvinis-ta, no obstante la más impactante habla de la voluntad de Dios en conexión con el alcance de la expiación. Segunda Pedro 3:9 dice: “El Señor. . . no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento” (cf. 1 Timoteo 2:3, 4). Este verso posa un intratable problema para los Calvinistas. Si la voluntad de Dios se ha de llevar siempre a cabo y no puede ser frustrada por los hu-manos, entonces ¿por qué algunos perecerán en vez de arrepentirse? Si el arrepentimiento es concedi-do por la soberana voluntad de Dios como parte del proceso de una elección incondicional, y la voluntad de Dios es que todos se

arrepientan, entonces ¿por qué no todos son elegidos?

Pasajes como este son final-mente fatales para la noción de que Dios desea la salvación sólo para unos pocos selectos. Antes bien, éstos afirman que la voluntad de Dios es para que todos disfru-ten los beneficios de la expiación y por ende experimenten la salva-ción. El hecho de que sean muchos los que no reciben la salvación

es un testimonio a la habilidad humana dada por Dios de tomar decisiones que sean contrarias a su voluntad.

Punto 3-6: Pese a que cada una de las teorías de la expiación hace ver a nuestro entendimiento lo que fue realizado mediante la muerte de Cristo, no-sotros acordamos junto a muchos Calvinistas que la teoría pena-sus-titutiva expresa más plenamente su propósito. Simplemente puesto, al morir en la cruz, Jesús cargó la penalidad de nuestros pecados y se convirtió en un sustituto por nosotros para que no tuviéramos que soportar nuestro justo casti-go. Si esto es así, los Calvinistas preguntan, ¿Cómo, entonces, podría Dios castigar tanto a Cristo como a pecadores por los mismos pecados?

Aquí necesitamos introducir dos elementos de la expiación. Un elemento es objetivo, y el otro subjetivo. Cuando Cristo murió, él objetivamente expió los pecados de todos. Si nunca nadie hubiera aceptado su sacrificio, eso tam-poco habría cambiado la realidad de que él pagó por la penalidad completa del pecado. Más sin embargo, para que todo individuo experimente los beneficios de esta expiación, ellos necesitan aceptar-


lo por gracia mediante la fe. Este es el elemento subjetivo.

Para usar la analogía de pena-sustitutiva de una sala de la corte, imagínese el siguiente escenario. Diez hombres son convictos de un crimen capital. Un hombre inocente se ofrece para ser ejecu-tado, con la condición de que los culpables escapen del castigo si ellos aceptan el castigo sobre él en pro de los acusados.

El juez acepta, y el hombre es ejecutado. Ante los ojos del juez, el hombre inocente ha aceptado objetivamente el castigo por todos los diez culpables. Pero cuando el juez le explica la situación a los diez culpables, sólo cinco aceptan la oferta del juez. Los cinco que

aceptaron la muerte del hombre inocente a su favor han recibido ahora subjetivamente su sacrificio. Los otros cinco no lo recibieron subjetivamente, aun cuando el sacrificio fue ya fue realizado obje-tivamente.

Esta distinción entre los ele-mentos objetivo y subjetivo de la expiación está hermosamente descrita en 2 Corintios 5:18-20 (cf. 1 Timoteo 4:10). En Cristo, Dios ya ha reconciliado al mundo para sí mismo (v. 19). O sea, Él ya hizo la paz con la humanidad objetiva-mente. No obstante como embaja-dores de Dios estamos comisiona-

dos a suplicar al mundo para que se reconcilie con Dios (v. 20). O sea, ellos deben recibir el sacrificio de Jesús subjetivamente.

La situación descrita aquí es una relación. Dios ha reconciliado para sí a la humanidad median-te la muerte de Cristo. Ahora la humanidad debe reconciliarse con Dios mediante la fe. Una de las grandes pérdidas de las nociones Calvinistas respecto a la soberanía de Dios, es que ésta descarta la posibilidad de una relación genui-na entre Dios y los humanos. De acuerdo a la Escritura, los humanos subjetivamente deciden si se han de reconciliar con Dios, aunque Dios ya se ha reconciliado objeti-vamente con la humanidad.

En la edición pasada discutimos la elección incondicional junto con su demanda de que la fe es algo predestinado por Dios para que al-gunos la reciban. Encontramos que la fe es una respuesta humana de confianza hacia Dios. Dios toma la iniciativa, y los humanos respon-den. Para estar seguro, la fe se ori-gina en Dios al igual que la gracia para responder en fe. Sin embargo, estas dadivas de fe y gracia no están limitadas para unos pocos elegidos, sino que se extienden a todos, para que cualquiera pueda responder a la oferta de Dios de vida y en una relación con Él.

Punto 7: La noción Calvinista de que escrituras como Juan 3:16 y 2 Corintios 5:19 no se refieren a todos los habitantes del mundo, no puede ser sostenida hermenéu-ticamente. Tal como Elwell nota, “Un estudio de la palabra mundo . . . muestra que el mundo odia a Dios, rechaza a Cristo, y está dominado por Satanás. Con todo, este es el mundo por el cual Cristo murió. No existe un lugar en todo el Nuevo Testamento en donde la palabra ‘mundo’ signifique ‘igle-sia’ o ‘los elegidos.’” Numerosos pasajes claramente descartan las interpretaciones Calvinistas de mundo y todo (e.g. Isaías 53:6, 1 Juan 2:2; y 1 Timoteo 2:1-6). No hay duda entonces, de que la vasta mayoría de teólogos a través de toda la historia de la iglesia han sostenido una perspectiva ilimitada de la expiación.

Nosotros sostenemos esta perspectiva también. No estamos contentos con sólo disfrutar nues-tra elección como de unos pocos favorecidos. Más bien, nos unimos a Dios en su deseo de que todos sean salvos, y también tomamos en serio nuestra comisión de predicar el mensaje de reconcilia-ción a un mundo al cual Cristo ya ha expiado. Cuando predicamos el evangelio, entonces afirmamos que Dios se ha reconciliado a sí mismo con ellos. Y en su nombre, le suplicamos que se ¡reconcilien con Dios! Somos una iglesia en misión — una iglesia comprometi-da en testificar. AB

Israel Steinmetz es decano de Asuntos Académicos de Artios Christian College. Él vive en San Antonio, TX con su esposa Anna y sus ocho hijos.


Ella era la sierva de Sarai, esposa de Abraham. Como el cuerpo de Sara era demasiado viejo (o eso pensaba ella) para engendrar al hijo de la promesa que ella y Abra-ham anhelaban, decidió entregarle a Agar a Abraham, esperando que el hijo prometido vendría a través de ella.

Agar, efectivamente, concibe un hijo, pero él no era el hijo que Dios había prometido. Ahora ya embarazada, Agar mira con desprecio a Sarai. Sarai a cambio trató duramente a su sierva por lo que Agar huye. El ángel del Señor la encontró sentada junto a un manantial de agua en el desierto, e instruyó a Agar para que regresara y se sometiera a Sarai. Entonces le habló sobre el hijo que crecía en su vientre.

Después de este encuentro, Agar llama al Señor “Tú-Eres-Dios-que-ve” y preguntó: “¿No he visto también aquí al que me ve?” (Gé-nesis 16:13). Es la primera y única vez en las Escrituras donde este nombre es usado en relación con Dios, indicando hacia la naturaleza íntima de su encuentro. En el lugar del dolor, incertidumbre y tristeza de Agar, el Señor se reveló a Sí mismo como alguien cuyos ojos nunca se habían apartado de ella. Quizás esta revelación es lo que le permitió regresar y someterse a una ama injusta.

Nuevo Testamento: Samaritana

Este patrón de prueba que conduce a la revelación continúa en el Nuevo Testamento. Juan 4 detalla un hermoso intercambio entre Jesús y una mujer de Samaria que tiene lugar junto a un pozo de agua. Esta mujer tenía dos cosas

en su contra. En primer lugar, era samaritana, un grupo de personas a quienes los judíos veían como inferiores debido a su raza mixta y sus prácticas de adoración. El he-cho de que Jesús se le acercó para tomar un vaso de agua rompió las normas culturales de ese tiempo. La respuesta de la mujer a Su petición fue impactante: “¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana?” (Juan 4:9).

En segundo lugar, esta mujer tenía una vergonzosa historia con los hombres, después de haber estado casada cinco veces y ahora vivía con un hombre que no era su marido. Ella sacaba agua a la hora sexta del día (mediodía), lo que sugiere que estaba evitando que otras mujeres que acudían al pozo a una hora en que el sol era más indulgente. Luego se encontró cara a cara con Jesús, y Él le reveló que era el Mesías tan esperado.

Jesús no tenía la costumbre de anunciar Su identidad mesiánica, pero lo hizo por ella, esta mujer samaritana rechazada, cuya vida fracasada estaba llena de rela-ciones fallidas. Su roto corazón estableció el escenario para recibir una incomparable revelación de la verdadera naturaleza de Jesús, y con esta revelación, ella inmediata-mente comenzó a testificar acerca de Él (v. 28).

Comprensión más profundaImpotencia. Desamor. Para la

gente de la Escritura, estos lugares difíciles de dolor y pena se convir-tieron en puertas para una com-prensión más profunda de Dios. Él no ha cambiado. Él sigue utilizan-do las circunstancias más duras de la vida para revelar las realidades más dulce de Su carácter.

Armados con esta nueva perspectiva, podemos soportar nuestros lugares difíciles con una

oración nueva en nuestros labios: Señor, cuando todo está dicho y hecho, quiero conocerte mejor que antes. Abre mis ojos para verte más claramente. Llévame más cerca de Ti. Cuando dejamos de buscar la comodidad o el alivio, podemos recibir la mayor bendición que Dios quiere darnos: la intimidad de la revelación. AB

Lakeisha D. Blake escribe desde Fay-etteville, NC.

En los Lugares Difícilescontinúa de la página 10

Servicio de la Cena del SeñorJueves29 de Marzo


Buzón

Otro vistazoCon respecto al artículo “Eche-

mos Otro vistazo” (noviembre-diciembre ‘17, p. 12), estoy de acuerdo con un punto: la CoG7 necesita volver a examinar su comprensión de Gog y Armage-dón. Pero cualquier reevaluación debe basarse en lo que en reali-dad dicen los textos bíblicos, en lugar de suposiciones tradiciona-les o el deseo de vincular aconte-cimientos actuales preocupantes con las visiones bíblicas del fin. Tal vinculación a menudo tiene el efecto emocional de darle a uno una sensación de control, de estar al tanto, calmando las ansiedades de un futuro incierto. Pero es una falsa sensación de control, que tiene más que ver con la psicolo-gía humana que con la precisión hermenéutica.

Para hacer que los eventos actuales en constante cambio “se ajusten” a los escenarios proféti-cos de textos bíblicos antiguos e inmutables, uno debe pasar por alto los contextos literarios e his-tóricos originales de esos textos. Por ejemplo, el contexto histórico de la Revelación de Juan es la per-secución de la iglesia primitiva por la Roma imperial, la gran ciudad en siete colinas (17:9, 18), que Juan describe crípticamente como una ramera, bestia y Babilonia re-encarnada. Es Roma y sus aliados

quienes se reúnen para la batalla en Armagedón (16:16, el único uso bíblico del término). Pero no se han reunido para luchar contra otro ejército humano (ver 19:19). En lugar de eso, se han reunido para luchar contra los ejércitos celestiales del Cristo que regresa, que sobrenaturalmente vence a la Roma bestial con la espada que sale de su boca (19:11-21).

Después de la victoria de Cristo, Satanás es arrojado a un abismo durante 1,000 años, tiempo durante el cual los santos reinarán con Cristo en paz (20;1-6). Ya sea que los 1,000 años se tomen literal o simbólicamente, representan un paso significativo del tiempo. Y es solo después de este período milenial que se libera a Satanás y Gog, de acuerdo con el escenario de Juan, hace su primera y única aparición. (Nótese que Gog no fue mencionado con respecto al Armagedón.) Gog y la tierra de Magog (tomada de Ezequiel 38-39) representaron, no solo un país, sino todas las naciones gentiles de los cuatro ex-tremos de la tierra (20:8), es decir, aquellas naciones en el borde del mundo conocido de los días de Juan que quedaron después de la derrota del Imperio Romano mil años antes. En un último acto de rebelión inspirado por Satanás, Gog se opone, no a los EE. UU. O a alguna alianza occidental, sino a los santos en el reino milenario de Cristo. Y como la bestial Roma antes que él, Gog es sobrenatu-ralmente derrotado, esta vez por fuego directo de Dios (Apocalipsis 20:7-10).

Este es el bosquejo revelado por Juan para dar esperanza a sus hermanos Cristianos que estaban siendo perseguidos y martirizados por rechazar el culto a la adoración del emperador. Basta con leer el texto en contexto

y luego juzgar qué tan bien las interpretaciones modernas siguen el esquema de Juan, o inventar las suyas propias. Es importante para una multitud de razones políticas, sociales y teológicas: la integridad exegética es solo una.

J. G.E-mail

Respuesta de Robert Coulter: cuando sugerí que analicemos otra vez la interpretación de la Iglesia de la profecía de los eventos del tiempo del fin, no necesariamente quise decir que debe fundamentar sus posiciones tradicionales, pero al evaluar los acontecimientos actuales después de su estudio de ellos, puede llegar a una conclusión completamente nueva. ¡Dudo en apoyar a las enseñanzas pasadas de la Iglesia sobre la profecía! Tien-do a estar de acuerdo con la posi-ción de la iglesia pionera de que se había cumplido una gran cantidad de profecías en la historia, excepto por las claras profecías que hablan del regreso de Jesús a la tierra para establecer Su reino eterno.

Manteniéndose firmeRecientemente leí su nue-

vo tratado, Servicio militar: ¿Es bíblico? . . . Estoy seguro que esta creencia no es indiscutible en su iglesia, pero mientras no se rinda como iglesia, encarnará lo mejor del amor Cristiano. ¿Este folleto disponible en formato PDF? Me gustaría compartirlo.

D. Y. D.E-mail

Nota del editor: Gracias por los alentadores comentarios. Si bien no ofrecemos nuestros folletos en formato PDF, puede solicitar folletos impresos y encontrar versiones digitales gratuitas y compartibles de todo nuestro catálogo en baonline.org.


Noticias de los Ministerios de la C. G.Artios • Misiones • PublicAciones

Currículo para niños — Segundo TrimestreIntermedio. En Los Viajes Misioneros de Pablo,

la mayoría de las lecciones cubren los tres viajes misioneros de Pablo y sus compañeros, y su determinación de compartir el mensaje del evan-gelio bajo circunstancias difíciles.

Primaria. Los Últimos Días de Jesús enseña a los estudiantes sobre algunos de los eventos que con-dujeron a la muerte y resurrección de Jesús.

Preescolar. En Jesús: Siervo, Salvador y Rey Resucitado los estudiantes aprenderán que Jesús vino a servirnos, tomar nuestros pecados y morir en nuestro lugar para que podamos vivir con Él para siempre.

Seguir a Jesús hace líderes a las personas. Artios Christian College equipa a Cristianos para que sean líderes vibrantes a través de programas flexibles, cursos asequibles y otros recursos enfo-cados que sientan las bases de la teología bíblica, la restauración y el compromiso misionero.

Los cursos de Artios son enfocados, flexibles y financieramente responsables para incrementar su influencia como Cristiano. Cada curso en línea de cinco semanas está diseñado para crear una comunidad de aprendizaje enfocada que fomenta el compromiso significativo con sus compañeros y un instructor. Los instructores son líderes Cristia-nos vibrantes del siglo XXI que se comprometen a equipar líderes vibrantes.

Para obtener más información sobre Artios o inscribirse en nuestro curso introductorio, Funda-mentos Esenciales del Liderazgo Vibrante (Essen-tials of Vibrant Leadership — en inglés), visite ArtiosCollege.org.

Publicaciones

Entrenamiento Misionero PioneroOrganizado por la Iglesia de Dios

Boturini (Séptimo Día), el Entrenamien-to Misionero Pionero 2017 (PMT) se

llevó a cabo del 17 al 27 de diciembre de 2017 en la Ciudad de México, México.

El equipo ministró a los enfermos y sus familiares fuera de un hospital y a las familias desplazadas que viven en campamentos temporales en la Ciudad de México, así como también a familias afectadas por el terremoto más reciente en Jojutla, Morelos. El Espíritu Santo nos movió a predicar el evangelio y traer sanidad a los que sufren. Mientras proclamamos, oramos y cantamos en diferentes lugares, muchos aceptaron a Jesús como su Señor y Salvador y nos permi-tieron orar por ellos.

Además de compartir comida espiritual, distribuimos futones, juguetes, medicinas

y bolsas de alimentos no perecederos a unas 120 familias, las más necesitadas de Jojutla.

Entre los participantes de PMT 2017, también hubo sanidad, palabras de aliento y el anhelo de continuar nuestra comi-sión, ya que sabemos que el Evangelio de Cristo es poder.

— Tamar Alvarenga-Melgar


Alrededor del Mundo

Ministerio a Través del CMIZona 2

Zona 3

Zona 4

Zona 5

Zona 6

¡Gloria a Dios! La Convención Nacional Pastoral 2017 en Guatemala se llevó a cabo del 24 al 27 de noviembre. El tema fue “Tu Buen Espíritu guíe mis pasos.” — Pastor Nicodemus Choc, Guatemala

Cuatro nuevos hermanos fueron bautizados en Quilpué, Chile, cerca de la capital de Santiago. Un hermano de la congregación en Iquique, na-tivo de esta región, ha estado trabajando con estos hermanos y hermanas para la gloria de Dios. — Pastor Enrique Vega, Chile

Cerca de Ludhiana, Punjab, India, siete personas fueron bautizadas en Jesucristo por nuestro pastor de la CoG7. -— Pastor Jacob Rao, India

Después de cinco días de predicar las buenas nuevas, 53 nuevos con-versos fueron bautizados. Que la gloria sea para nuestro Dios! Oh, Dios, eres maravilloso y poderoso. -— Pastor Alexandre Masumbuko, Burundi

El hermano Denmark fue bautizado en Bulawayo. Su nivel de compren-sión de la Palabra de Dios es sorprendente. Es como si el mismo Jesús le hubiera enseñado casi todo primero y luego lo hubiera dirigido a la iglesia. Doy gracias a Dios por la luz que ha demostrado en él. — Pastor Tshidzana-ni T. Malaba, Zimbabwe

Quince almas se convirtieron y bautizaron en nuestra nueva iglesia, Asembo Kokise CoG7. Respondieron al mensaje titulado “Conocerás la verdad.” La verdad convenció a un miembro de una secta espiritista, y en-tregó herramientas e ídolos que utilizaba para adorar. — Pastor Abrahams Wanda Odongo, Kenia

Compartir los mejores momentos con nuestros queridos hermanos en la fe de Jesús durante la Conferencia General en Australia. El hermano Tluang Kung sirve como secretario general de la Iglesia en Myanmar, y el pastor Phil Kordahi es el representante del Congreso Ministerial Internacio-nal den la Zona 6. — Anciano John Klassek, Australia


La historia de las actividades misericordiosas de Dios para restaurar a Sí mismo a la humanidad caída puede considerarse como una historia

de dos montañas: el Monte Sinaí y el Monte Cal-vario. Estoy agradecido con Dios por ambos, pero estoy increíblemente agradecido con Dios por-que puedo vivir mi vida en el segundo, el Monte Calvario.

El Monte Sinaí y los eventos que sucedieron allí me llenan de asombro. A esa montaña Dios primero condujo a los hijos de Israel después de salvarlos de los egipcios al cruzar milagrosamente el Mar Rojo. Allí Dios llenó la cima de la monta-ña con fuego y humo, y su poderosa voz resonó mientras se dirigía directamente a la gente. Allí Moisés se encontró con Dios y recibió Su ley, los artículos del pacto que rigen la relación de Israel con Dios durante miles de años a partir de enton-ces. ¡Magnífico!

Sin embargo, aunque se puede admirar mucho sobre el Monte Sinaí, fue, literal y figurativamen-te, una montaña de separación. Cuando Dios le habló a la gente desde ese pico ardiente, se les prohibió estrictamente poner un pie en él. Sepa-ración. Temblando de miedo al escuchar la voz de Dios, la gente le suplicaba a Moisés que fuera su intermediario con Dios, y desde ese momento en adelante, él lo era. Separación. La ley dada allí estableció más separaciones entre el pueblo y Dios: un tabernáculo con su Lugar Santísimo al cual no podían entrar; el sacerdocio levítico y el sistema de sacrificios que se interponía; las leyes de limpio e inmundo que dividían a la gente de otros pueblos y, a veces, a unos de otros. Vivien-do en las laderas del Monte Sinaí, uno estaba en constante peligro de quedar impuro. En el monte Sinaí, cuando lo limpio tocaba lo inmundo, lo limpio se volvía impuro y tenía que ser eliminado. Separación.

Yo prefiero el Monte Calvario. El Monte Sinaí, Moisés y ese antiguo pacto fueron maravillosos para cumplir los propósitos de Dios para ellos, pero fueron destinados a ser solo parte del cami-no al Monte Calvario. Moisés mismo comprendió que Jesús vendría y habló de un futuro “profeta como yo” que la gente debería escuchar (Deute-ronomio 18:15). Mirando hacia adelante desde las laderas del Monte Sinaí, el profeta Jeremías vio un nuevo pacto, uno escrito en los corazones en lugar de en la piedra.

El Monte Calvario es el lugar para mí. Aquí, con Jesús y su nuevo pacto, tengo la bendición de vivir. Aquí las cosas que separan han sido derri-badas. No estoy separado de Dios; Él vive dentro de mí. Soy invitado a entrar con valentía en Su presencia, y al confesar mi pecado, Él me perdona y me purifica y me transforma cada vez más a la semejanza de Jesús. Jesús tocó lo impuro y, en lugar de contaminarse, limpió lo inmundo. Como seguidor de Cristo, soy llamado a hacer lo mismo, traer luz a las tinieblas, llevar la pureza a la impu-reza, encarnar a Jesús así como Él en mí invade el reino de las tinieblas y, persona por persona, expande su reino de luz.

La historia de las actividades de gracia de Dios para restaurar a la humanidad caída a Sí mismo puede considerarse como una historia de dos montañas, pero es solo una historia. Es la historia del Dios único, el Dios amoroso que nos creó y murió por nosotros, restau-rándonos a la relación íntima y eterna que Él siempre quiso con nosotros. No te confor-mes con el Monte Sinaí. El Monte Calvario es el mejor lugar para estar.

— Loren Stacy

Una Historia de dos montañas

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Deje brillar su luz

Ilumine al mundo con la pasión de servir.

Pídale al superintendente de su distrito y

al representante del área que lo ayuden a

“conectarse” para que su influencia pueda brillar

más y el reino de Dios se expanda.

No olvide orar por su distrito y sus líderes, y

apoyarles financieramente.

ABOG ADO DE L A BIBLIA er umano · Este AB está dedicado a nuestras tercera y cuarta Declaraciones...

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