8. "Persistencia". Proceso de realización

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1. y 2. Foto de una pared exterior de una casa. Haciendo uso un programa informático de tratamiento de la imagen se va a crear un espacio de patio interior. Se empieza aumentando el enfoque, se continúa mejorando la perspectiva, eliminando la parte in-ferior y efectuando algunas clonaciones, y se concluye el tratamiento de la pared intensificando el brillo y el contraste y oscure-ciéndola brevemente.

3. y 4. Para realizar el zócalo y el suelo de ese espacio, se crea un detalle de pared haciendo clonaciones de distintos lugares, se satura (franja de imagen superior) y se reduce la opacidad (franja de imagen inferior). Sobre él se confecciona un zócalo to-mando un ocre de la paleta de colores y aplicándole luz en el filo superior. Para realizar las losetas se coge, además, un tono rojizo y con los dos se crea una loseta en forma de cubo, se multiplica y se serian convenientemente; el detalle de pared se os-curece, se aplica brillo y contraste y se fusiona con las losetas para envejecerlas.

5. y 6. A partir de una fotografía de una obra escultórica propia, denominada “Después de los platos rotos”, se extrae el marco re-cortándolo, se moderan sus contornos exteriores e interiores, se le da mayor enfoque y se aplican ajustes de redimensionado, perspectiva e intensidad cromática, y se anulan las sombras que producen elementos de la parte inferior de la composición.

7. y 8. Para crear la composición abstracta del cuadro, se usan tres fotos originales: una de un detalle de tapizado, otra de un de-corado de techo de un ferry y otra más de una vidriera, y se someten a diferentes tratamientos, según las necesidades: enfo-que, luminosidad, brillo, contraste, clonado, recortado, intensidad cromática y resolución de deformaciones.

9. Se organizan en capas las tres imágenes anteriores retocadas y se aplican diferentes tipos de fusiones para que se transparenten con los efectos deseados.

10. Se recorta un detalle de la composición y se dispone bajo el marco. A la composición se le agrega intensidad cromática y lumínica y al marco saturación y oscuridad.

12. Se mejora el enfoque de la figura, se recorta, se suaviza su con- torno y se oscurece un poco. Luego, a partir de una copia de ella, se extienden algo las piernas, se gira levemente hacia la

derecha y se le da brillo. A continuación, se hace otra copia de esta última, se extienden más aún las piernas, se gira hacia la izquierda y se recrea el pelo oculto clonando; posteriormente se superpone una “mujer de pared” creada con una copia del tro-zo de pared que está tras ella, se le reduce la opacidad, se contrastan las luces y se fusiona con la mujer, al a que se aplica contraste y se reduce la opacidad.

11. La protagonista de la construcción se genera de una fotografía de un desnudo tomado de Internet.

13. Para finalizar, se coloca el cuadro ejecutado (imagen 10) en la pared y se montan las tres figuras modificadas (imagen 12) sobre el espacio de patio creado (imagen 4); se redimensionan, se colocan las sombras oportunas a cada una de ellas y al marco y se aumenta el brillo al con-junto. La figura del cuadro tiene un tratamiento especial, ya que está fusionada, empleando luminosidad, con el mo-tivo de la obra colgada, a excepción de las partes del cuer-po que se salen de la misma por el marco.

TÍTULO: “Persistencia”. MEDIDAS: Variables. FECHA DE CONCLUSIÓN: Mayo de 2013. FOTOGRAFÍAS EMPLEADAS: Cinco instantáneas propias procedentes de dos paredes (una translúcida de bloques de vidrio y otra opaca), de una obra en relieve mía, de un techo de embarcación y de un tapizado de sofá, y una foto de un desnudo femenino tomada de internet. TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales. COMENTARIO:

“Persistencia” hace referencia a la insistencia firme en ideas, intenciones y acciones, concretada en su composición con el empleo repetitivo de dos elementos de naturaleza e intensidad muy diferente: un cuerpo femenino y la baldosa que conforma el piso. Existen cuatro versiones de la obra. Todo piso de pavimento entraña múltiples persistencias, como la que supone la fabricación en serie de las losetas, su sistemática colocación en el suelo con adhesivo, la intencio-nalidad de que el piso sea duradero, etc.; pero también el hecho de que las baldosas sean piezas regulares, todas iguales, supone cierta persistencia (en este caso la loseta está formada por tres rombos de dos colores, composición que se multiplica, repetitivamente pues, conformando el deta-lle de piso que se observa en perspectiva). Se trata de una persistencia normal, aunque obsesiva, nada sorpresiva; sin embargo la que suponen los cuerpos sí es llamativa. Consis-te en el empleo de la misma imagen, con variantes mínimas en la postura de la mujer (las piernas tienen diferentes aper-turas en cada una) y en la orientación y posición de la misma en el espacio, pero con cambios sorprendentes en su trata-miento y empleo; de modo que, mientras que una está al na-tural, de rodillas en el suelo del habitáculo, otra es una repre-sentación bidimensional enmarcada, colgada de la pared,

aunque sus extremos son naturales y se salen del enmarque, y la tercera brota de la propia pared, como si se generara en ella. Estas son variaciones chocantes y considerables, pero la mujer permanece, se reitera, se autoafirma, se hace valer… como la loseta, solo que esa lo hace imponiendo su identidad propia, particular, y esta la que puede ofrecer no es propia ni particular. El trabajo alude, pues, a dos tipos de persistencia diferen-tes, pero también de personalidad: el que se asimila a la bal-dosa, que supone una personalidad igual a otras muchas (impersonal, clónica, fabricada en serie casi como un objeto más de consumo, por lo que su identidad no es propia), y el que consigue zafarse de esa imposición fabril del sistema, im-plicando un carácter que va fraguando una identidad particu-lar, en sintonía con la de otros. Serían la personalidad del tipo masa (vulgar, enajenada, sumisa, la más común), y la perso-nal (algo especial, insumisa, libre, creativa, menos abundan-te). Ciertamente no se trata de tipos o grupos cerrados, bien delimitados, ni existen líneas divisorias entre uno y otro, por-que esos comportamientos se producen en ambos grupos, solo que en uno dominan unos en mayor o menor medida, y en el otro los otros también de manera variable. Esas caracte-rísticas hacen que un tipo resulte más atractivo, favorecido y deseable que el otro, como ocurre con las baldosas del suelo (simbolismo que hace referencia a lo sujeto al suelo, rastrero, como la serpiente bíblica) y con las mujeres (con una carga simbólica también, ya que la primera está postrada, de rodi-llas, igualmente en el suelo; la segunda se libera de ese con-tacto, pero está constreñida por el enmarque, del que consi-gue, no obstante, salirse algo; y la tercera está ya liberada, pero no plenamente, porque conserva una similitud cromática con la pared, recurso éste también delimitador y constrictor, como el marco, pero menos).