12. "Borrar del mapa". Proceso de realización

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1. y 2. Partiendo de dos fotografías propias de paredes (las de la izquierda), se crea una nueva (la de la derecha) efectuando diversas acciones. Se coloca la superior sobre la inferior y se reduce la opacidad de la primera al 50%; luego, se aplican en-foques, clonaciones, ajustes de brillo, luminosidad, eliminación de contraste, modificación de tono, desaturación e inversión vertical de la posición de ambas.

4. Se comienza su transformación mejorando el enfo-que y ajustando los bordes con el empleo de re-glas. Luego, se recorta el mapa y se separa el en-marque blanco de la imagen, añadiendo a este bri-llo y claridad, mientras que el primero se oscurece y se intensifica su colorido. Para finalizar, se unifi-can ambas capas y se suaviza el borde.

3. El objeto que empleo para narrar esta historia es la foto propia de un planisferio político de uso escolar.

5. A continuación, se origina una copia del mapa y so-bre ella se recorta la parte de África que se desea rasgar. Esa parte se borra de la copia original y, mediante clonaciones, se reproducen las líneas de coordenadas en los lugares vacíos, como si no existiera tierra.

6. Posteriormente, se toma el trozo de África que se recortó anteriormente, se hace una copia, se invier-te sobre su vertical y se desplaza hacia abajo, has-ta la zona adecuada, para simular el rasgado de ese espacio.

8. Seguidamente, se recorta físicamente la plantilla con unas tijeras siguiendo los bordes, se da la vuelta a la hoja y se echa hacia abajo la parte re-cortada.

7. Para conseguir aparentar el rasgado con acierto (para aplicar las luces y sombras adecuadamen-te), se selecciona la copia del mapa recortado, se invierte sobre su horizontal y se contornea, si se necesita, para visualizar mejor los bordes; luego se imprime para confeccionar una plantilla.

9. Después, pasa conseguir un estudio de las sombras, se sujeta la plantilla recortada en una pared, se hace el do-blez de la zona “rasgada” como se considere oportuno y se fotografía.

10. Para disponer de una nueva plantilla, se recorta con el programa informático la porción de África de la foto anterior, se coloca so-bre la parte de África recortada, invertida sobre su vertical y des-plazada hacia abajo (figura nº 6.) y se modifica para simular la curvatura de al imagen anterior, efectuando deformaciones y desenfoques por zonas.

11. a 14. El detalle de los agujeros en el mapa y las puntas se consigue foto-grafiando dos agujeros realizados en un papel y una punta desde dos posi-ciones dispuesta en un hueco . A conti-nuación, se recorta la parte interior de los agujeros y las puntas, se mejora su luminosidad y enfoque y se perfilan sus bordes. Luego, se disponen los agujeros so-bre el mapa y se borra su interior en el propio mapa, para que quede la pared a la vista. Por último, las puntas se oxidan colocando una foto de óxidos sobre ellas, re-cortándola siguiendo el contorno de las puntas y suavizando los bordes.

15. Este sería el resultado final de la construcción fotográfica, después de estar dispuestos sus componentes convenientemente en capas y activados, y de aplicar las sobras oportunas a África rasgada, al mapa y a los clavos. En esta ocasión no ha sido necesario aplicar ajustes posteriores.

TÍTULO: “Borrar del mapa”.

MEDIDAS: Variables. FECHA DE REALIZACIÓN: Marzo de 2015. MATERIALES: nueve fotografías propias: dos de paredes, una de un mapa escolar, una de una plantilla con el continen-te africano recortado, dos de dos agujeros, dos de una punta y una de una zona de hierro oxidado. TÉCNICA: Construcción fotográfica con recursos digitales. COMENTARIO: Esta construcción fotográfica enseña un simple planisfe-rio político, de uso escolar, colgado de una envejecida pared con dos clavos. Presentada así parece todo normal, pero en-seguida llama la atención una notable anomalía: el continen-te africano no está en su posición naturalmente representa-da, porque ha sido parcialmente rasgado hacia abajo, de for-ma que la parte arrancada no ha dejado su huella sobre el espacio que ocupaba, sino que éste aparece con sus líneas de coordenadas, como si nunca hubiera estado esa inmensa porción de África allí. Un mapa es una representación gráfica y métrica de una porción de territorio, generalmente sobre una superficie bidi-mensional. En este caso se trata de un mapamundi o planis-ferio terrestre de carácter político, dado que representa toda la superficie de la Tierra con sus delimitaciones o fronteras territoriales, que son estrictamente políticas; precisamente porque pretendo mostrar con esta obra una situación política determinada, he optado por este tipo de representación, desechando otras de carácter físico o de otra naturaleza. La inquietud por la labor cartográfica, que en sus primeras mani-festaciones tiene orígenes inmemorables, siempre será per-manente, porque en el Sistema Solar, y en el universo en ge-neral, continuamente habrá nuevos espacios por conocer y representar; además, cada vez se aplican mejores técnicas que permiten aumentar el conocimiento y mejorar la calidad representativa; sin embargo, contradictoriamente, en relación

al territorio africano y sus pobladores, se produce un cierto olvido o ignorancia, incluso desconsideración, como si se qui-siera quitarle de en medio o eliminarle del mapa, o como si no importara demasiado que eso ocurriera. El trabajo “Borrar del mapa” representa, pues, lo que evi-dencia, la supresión más o menos intencionada del “continente negro”, el hecho de estar siendo literalmente bo-rrado -y desaparecido- del mapa, como si estorbara o convi-niera prescindir de él. Uso el matiz desaparecido porque mientras que la expresión “borrar del mapa” tiene las acepcio-nes de arruinar, destruir, hacer desaparecer a alguien de un asunto, y de matar, eliminar o aniquilar a alguien, “desaparecer del mapa” a algo o a alguien, tiene el carácter de hacerlo sin dejar rastro; no obstante, he optado en la deno-minación de la obra por el vocablo “borrar” porque tiene un sentido de voluntariedad, en el que deseo hacer hincapié, mientras que “desaparecer” puede ser involuntario. La situación históricamente endémica que intento denun-ciar, que ha conducido al dramático estado actual (de extrema pobreza en diferentes ámbitos, explotación neocolonialista, belicismo, gestión no democrática y desmedidamente corrup-ta, inestabilidad política, ignorancia e incultura, enfermedad, etc.) y que es mantenida y utilizada por agentes internos y ex-ternos a África, asociada a los propósitos de mejora y a los innumerables programas de colaboración, me hace pensar en el mito de Penélope, en el tejer y destejer lo tejido durante una larga y neurótica espera incierta. Existe otra versión en la que aparece el factor humano, a diferencia de esta obra que es meramente objetual. Ante la misma pared y bajo el mismo planisferio político, aparece un grupo de hombres de color con los brazos extendidos hacia arriba y con las manos y las caras pintadas de blanco, en acti-tud reivindicativa del reconocimiento de su derecho a existir dignamente.