CAPÍTULO III: CAPÍTULO III:

EL ANUNCIO DEL EVANGELIOEL ANUNCIO DEL EVANGELIO

•La evangelización se centra en la proclamación explícita del Señor.

•Todo el pueblo de Dios es misionero y se esfuerza por serlo en la práctica.

•Se debe acoger con gozo la diversidad de culturas y pueblos, porque esto es riqueza.

•Debemos gozarnos de que todos seamos discípulos-misioneros.

•Hay que estar atentos a la fuerza evangelizadora de la piedad popular.

•El acto evangelizador debe estar a la altura de los más sencillos.

•Los carismas deben estar al servicio de la comunión evangelizadora

Todo el pueblo de Dios anuncia el Evangelio

•Los pastores deben valorar la importancia evangelizadora de la homilía.

•Hay que estar atentos a los reclamos que hacen los fieles respecto a la homilía.

•La homilía es un diálogo entre Dios y la gente.

•Distinguir y valorar lo central del evangelio en la evangelización

La homilía

•Tomar conciencia de la importancia de preparar la predicación.

•La predicación debe resonar en el interior del predicador.

•Se debe promover la lectura orante de la Palabra (Lectio divina).

•Para predicar hay que oír al pueblo.

•Se debe cuidar el modo y los recursos metodológicos de la predicación.

La preparación de la predicación

•La catequesis se centra en el kerigma en todo el proceso formativo.

•El evangelizador debe centrar su misión en la Palabra de Dios.

Una evangelización para la profundización en el Kerigma (Primer Anuncio)

CAPÍTULO IV: CAPÍTULO IV:

LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA LA DIMENSIÓN SOCIAL DE LA EVANGELIZACIÓNEVANGELIZACIÓN

La dimensión social de la evangelización

•Hacer presente el amor de Dios en el Mundo.

•Inseparable la conexión entre la recepción del anuncio salvífico y un efectivo amor fraterno.

•¡Proclamad que está llegando el Reino de los Cielos!

•Revisar especialmente todo lo que pertenece al orden social y a la obtención del bien común.

La inclusión social de los pobres•Siempre cercano a los pobres y excluidos, brota la preocupación por el desarrollo integral.

•Soy instrumento en las manos de Dios.

•Ser instrumento de Dios para la liberación de los pobres.

•A veces somos duros de corazón y de mente…. Se hace más difícil la puesta en práctica de la solidaridad interhumana.

•Valorar al pobre en su bondad propia, con su forma de ser, con su cultura, con su modo de vivir la fe.

•Alcanzar una adecuada administración de la casa común, que es el mundo. Cooperar con eficacia para que los pobres vivan con dignidad.

El bien común y la paz social

•Trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos.

•La paz se construye día a día, en la instauración de un orden querido por Dios, que comporta una justicia más perfecta entre los hombres.

•Situarse ante el conflicto es: aceptar, sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso. “Felices los que trabajan por la Paz”.

El diálogo social como contribución a la Paz

•Creemos, junto con otras religiones, en el único Dios que actúa en la historia, y acogemos con ellos la común palabra revelada.

•El diálogo inter-religioso es una condición necesaria para la paz en el mundo y, por tanto, un deber para los cristianos.

•La iglesia actual no debe quedar en palabras, debe actuar y ayudar a los necesitados y buscar la Paz…

•La Iglesia habla desde la luz que le ofrece la Fe.

•La iglesia se alegra reconociendo el enorme potencial que Dios ha dado a la mente humana.

•Jesús pide: “Que todos sean uno”.

CAPÍTULO V: CAPÍTULO V:

EVANGELIZADORES CON ESPÍRITUEVANGELIZADORES CON ESPÍRITU

Evangelizadores con espíritu

•“Evangelizadores con espíritu” quiere decir:“Evangelizadores que oran, que trabajan y que viven la Buena Noticia”. Porque, las propuestas parciales, mutilan el Evangelio.

•La “evangelización” no es un conjunto de tareas vividas como una obligación pesada…, sino una acción bajo el impulso del Espíritu Santo, que hace arder los corazones…

““El encuentro El encuentro personal con la personal con la persona de Jesús persona de Jesús que nos salva”que nos salva” •El verdadero misionero es aquel que ha encontrado a Jesús y sabe que camina con él, habla con él, respira con él, trabaja con él…

•Aquel que no está convencido, entusiasmado, seguro, enamorado de Jesús…, no convence a nadie.

““El gusto espiritual de El gusto espiritual de ser pueblo”ser pueblo”

•  La misión, nos dice el Papa, es una pasión por Jesús pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo.

•Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que palpemos con las propias manos la carne sufriente de los demás.

•Si logramos ayudar, aunque sea a una sola persona, a vivir mejor, eso ya justifica la entrega de nuestra vida.

La acción misteriosa del Resucitado La acción misteriosa del Resucitado y de su Espírituy de su Espíritu

•La falta de una espiritualidad profunda, que se traduce en pesimismo, fatalismo y desconfianza…, conduce a una actitud derrotista que imposibilita ser misionero.

•El misionero ha de estar seguro de que su vida dará frutos, pero sin pretender saber cómo, ni dónde, ni cuándo…

•Para mantener vivo el ardor misionero hace falta una gran fe en el Jesús Resucitado y confianza plena en su Espíritu Santo. Ellos vienen siempre en ayuda de nuestra debilidad.

La fuerza misionera de la intercesión•Hay una forma de oración que nos empuja a la entrega evangelizadora y nos motiva a buscar el bien de los demás. Es: la intercesión.

•La Virgen María, se dejó conducir por el Espíritu, en su itinerario de fe, hacia un destino de servicio y fecundidad.

•Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo, siempre está ella.

•En nuestra misión evangelizadora no han de faltar etapas de aridez, de duda, y hasta de fatiga, como las que vivió María en los años de Nazaret, mientras Jesús crecía…Pero ella, sin desfallecer, seguía…, y guardaba todas aquellas cosas en su corazón…