3er DOMINGO DE ADVIENTO –Ciclo B

“En medio de vosotroshay uno que no conocéis”

Los profetas de Israel

habían anunciadoUn tiempo futuro

en el que el Mesíastraería la paz

y la justicia a su pueblo.

Habían predicho que las espadas se convertirían en arados, que el desierto florecería,que el lobo y el cordero podrían vivir cerca.

Así sonaba el lenguaje poético de Isaías.

Pero los ojos de todos se habían acostumbradoa mirar al futuro y no acertaban a descubrir

el milagro del presente.

Las gentes esperaban un Mesías fulgurante y extraordinario.

Y, entre tanto, sus ojos estaban cerrados a la maravilla de lo ordinario.

Cuando al fin apareció el Mesías, casi nadie se dio cuenta de su llegada.

Estaban demasiado pendientes

de la figura admirable de Juan el Bautista para poder admirarla figura anónima

de Jesús de Nazaret.

Menos mal que Juan no venía para atraer las miradas hacia sí,

sino para orientarlas al Esperado.

Juan no era la luz: pretendía sólo ser testigo de la luz.

“ En medio de vosotros hay uno que no conocéis”

Se nos reprocha haber vivido junto a la fuente mientras moríamos de sedHaber conocido tan tarde la

Hermosura siempre antigua y siempre nueva.

“ En medio de vosotros hay uno que no conocéis”

Se nos anuncia que aún es posible la esperanza de vivir el gran encuentro.

Nosotros ignoramos cómo es el rostro del Señor,pero Él nos conoce hasta el fondo

de nuestro corazón.

Señor Jesús, escucha nuestra llamada

y ayuda a tu Iglesia a anunciarte en este mundo ambiguo

y en esta historiaque ha sido salvada

por tu nacimiento y por tu vida. Amén.

Autor: José Román Flecha

Texto: PALABRA DEL SEÑOREdit. Secretariado Trinitario. Salamanca 2007