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  • 02^08

    psculos de esta piadosa Asociacin se mensualmente, y se reparten gra t i s d en crceles, patronatos de obreros hospitales, etc., y en general se da d 3S pobres.

    LJJ smo la Junta directiva enviar las es donde se recaude lo menos c in-

    co p e s e t a s de suscripcin mensual, si lo pi-den los asociados, un paquete de c incuenta e j e m p l a r e s , franco de porte, para que ellos por s procedan la propaganda gratuita Y por cada suma igual, que es el precio de'coste tienen derecho otros tantos paquetes de im-presos.

    El medio paquete de T e i n t i d n c o ejem-plares , se remitir por t r e s pese tas al mes

    D o c e n m e r o s m e n s u a l e s , u n a pese-t a c i n c u e n t a cnt imos .

    La coleccin en pasta del ao 92, dos pe-se ta s c incuenta cnt imos .

    VAN PUBLICADOS

    189.I. El porqu de la religin.U. Ms sobre la reli-gin.lU. Si et verdad que existe Dios.l\. Qu es eso de la confesin?N. Burgueses y proletarios.y\.

    ^Hji catecismo.Yll. El tercero, santificar las fiestas ^^^Ul.Quin ha vuelto del otro mundo?IX. Para ^Kifltven los curas? ^. Catlicos y masones. ^ j U . Guerra la blasfemia,Xll. Creo en Jesucristo: 1893.XIII. Y mi qu?, los indiferentes en religin.

    XIV.ia farsa protestante.XW. A cumplir con /

  • 'R'2dd^'3>Ci

    EL APOSTOLADO DE LA PRENSA

    XXV EKERO 1894

    BRUJERAS

    ^

    MADIUO

    UPBBNTA DB SAN PKA'XOISCO DB HALBS Auo} de la Mkambra, Am. 1.

    189*

  • CON LAS LICENCIAS NECESAHIAS

  • BRUJERAS ESPIRITISTAS

    Qa hay de verdad en el espiritismo

    |NA verdad que yo no niego ni tengo para qu. Que en l mundo, adems

    de los seres que vemos y palpamos, hay otros invisibles que se llaman espriius, y que, por consiguiente, los brbaros que di-cen que no hay ms que materia pura y que no existe ni alma, ni ngeles, ni demonios, ni nada que no sea cosa que se toque que se coma, son unos pobres zopencos que, aunque tengan alma, mereceran no tenerla de puro majaderos.

    De estos seores espritus, que no de-ben ser enviados seguramente por el Es-pritu Santo, sino por el espritu infernal cuando tantos estragos hacen en el mundo, de estos espritus voy hablarte, caro lec-tor. Quiero decirte algo de esta secta diabd-

  • lica que convierte los hombres en brujos y nigromnticos, que los separa de Dios y de la Iglesia catlica; que los h.ice renegar de las antiguas creencias y les hace perder la fe, la moral, y casi siempre hasli la ra-zn y la cabeza, convirliendo pueblos en-teros en inmensos manicomios, en donde hacen oficio de loqueros los diablos, que se burlan y ren de los espiritislis, y stos unos pobres desgraciados enloquecidos por las perversas y ridiculas docLriuis de su

    maldita secta. Y no te extrae que en pleno siglo XfX

    le venga yo hablar de brnjercis y apari-ciones, de sorlile

  • (liciones nocluinas a travs de la chimenea, y se dedicasen Ira-bajar en la cocina hacer media. .-, Pero ios brujos de nuestros das, oh! eso ya esotra cosa. Danse pisto de sabios y de i-

    ^m

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    sofos, con no ser ms que unos pobres hom-bres engaados por Satans. Elevar el espi-ritismo, que con otros nombres ha sido siem-pre ocupacin de gitanas, pitonisas y bru-jas, la categora de secta tiiosfico-religio-sa; tenercomunicaciones con unos espritus misteriosos, que siempre se han llamado duendes demonios, esto es cosa de nues-tros das, que tienen la propiedad de repro-ducir todos los disparates, locuras, herejas simplezas de todos los siglos, pero siempre con cierto barniz de falsa torpe ciencia; de modo que lo que siempre se llam magia, brujera , pacto diablico sencillamente juego de manos de cubiletes, hoy se llama tonta y pomposamente ESPIRITISMO.

    l

    Realidad superchera ?

    [ERO no creas por esto, lector curioso, que te voy negar lodos los hechos

    de que se envanece el espiritismo. S que en l hay mucho de mogiganga y de arle de titiriteros; pero ni soy tan bobo que comul-gue con ruedas de molino, ni tan terco que me vaya oponer cuanto nos refieren li-bros y hombres formales acerca de cosas y

  • (le heclifis que olios mismos dicen haber pre'cnciido, y que yo no tengo inters en negar; ontcs confieso que, si el espiritismo es arle diablico, es adems una realidad, porque realidad es la intervencin que pue-den tener, y tienen en efecto, los espritus diablicos en el mundo.

    Y por qu negar los hechos del espiri-tismo, cuando ya con un nombre, ya con otro, existen desde que el mundo es mundo, porque desde entonces existe el demonio, autor y actor del espiritismo? Lee la Sagrada Escritura, y ver.'is que all por los siglos de los Faraones haba en Egipto unos magos , llammoslos en la jerigonza de la secta, unos mdiums espiritistas tan inspirados por Satans, que todos los Dnalos y Bas-tianes de nuestro siglo sou nios de pecho su lado. En el pueblo de Israel, como en todos los pueblos de entonces, haba hechi-ceras pitonisas que hacan profesin y vi-van de evocar espritus y adivinar lo futu-ro, y hablar con los seres de ultratumba as poco ms menos como nuestros es-piritistas las gitanas de hoy. Y porque esto se haca por arte de los espritus malos, Dios se lo tena prohibido su pueblo por estas palabras:

    No se vea en Israel quien pregunte los adivinos observe sueos ageros,

  • g ni queien sea hechicero, ni encantador, ni quien consulte k los pitones adivi-nos busque de los muertos la verdad. (Deut., XVIII, 10, 11.) Ahora bien: el bus-car de los muertos la verdad es uno de los principales delitos de los espiritistas profe-sos, y aun de los novicios aficionados, que se contentan con la respuesta de la ta-blilla psicogrfica bajo el pretexto de juego de saln.

    El maleficio las hechiceras, los orcu-los V adivinaciones, son declarados deli-tos capitales en el xodo (XX, 18) y en el Levtico (XX, G). Y de que lales delitos hayan acaecido con real yiefeclivo pacto diabli-co , tentmcs muchos ejemplos en el An-tiguo y en el Nuevo Testamento, que no pueden pouerse en duda sin renunciar al nombre cristiano y negar la fe que se debe la Sagrada Escritura. Ahora bien: malefi-cio y orculo son absolutamente una cosa idntica con el cspirilistTo moderno. El fa-moso Simn Mago, del cual se refiere en los Hechos de los Apstoles que por mucho tiem-po haba infatuado con sus magias todo el pueblo de Samara, uo era otra cosa mas que un mcdium espiritista.

    Pero si quieres saber, lector curioso, el origen do lo que podramos llamar espi-ritismo moderno^ le lo voy contar breve-

  • mente, para que veas las transformacio-nes que esa maldita seda ha sufrido en el mundo , y cmo detrs de sus picardas siempre est el mismsimo y viejsimo fun-dador del Espiritismo , Satans , burlador y engaador del hombre desde el mismo Paraso.

    En los Estados Unidos, en la pequea poblacin de Hydesville, haba el ao 1846 una humilde casa en qno se oa durante la noche extraos ruidos. Mr. Wechmann, que la habitaba, la dej. Eulonces vino ocu-parla la familia Fox, compuesta del padre, la madre y dos nias, Margarita y Galalina; esta familia, escudndose, como buenos pro-testantes, con las hojas de una Biblia, se propusieron no turbar su corazn por mu-chas y grandes que fueran las diabluras que los espritus hicieran.

    Cierta noche en que las nias, acostum-bradas ya oir ruidos inexplicables, juga-ban en una habitacin, oyeron que los gol-pes que daban sobre los muebles eran repe-tidos en un lugar que no podan determinar cul era y por alguien quien no vean. Margarita, animosa y decidida, dijo con voz segura :

    Quien quiera que seas, golpea ahora como yo contando los golpes: uno, dos y tres.

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    Inmediatamente fu satisfecho el deseo de la nia.

    Acudi la seora Fox, la que sus hijas refirieron lo sucedido, y pidi al ser invisi-ble que se les comunicaba que marcase con otros lanos golpes los aos que tena cada una de sus hijas, en lo que fu obedecida sin tardanza. Hechas algunas otras pruebas

    Historia de la familia Fox.

    en idntico sentido, lasquedieronigualresul-tado, la familia Fox vio que aquellos agentes desconocidos se mostraba^ ms dciles cada da sus pretensiones; establecieron signos convencionales para entenderse con ellos ms fcilmente, despus un alfabeto, y, por ltimo, llegaron saber que trataban con los espritus^ y que para la humanidad em-pezaba una nueva era en la que haban de

  • 11 desenvolverse con gran actividad las rela-ciones entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos.

    No pas mucho tiempo sin que los ami-gos y compatriotas dla familia Fox acudie-sen 'd presenciar las singulares experiencias que tenan lugar en la casa de los espritus, y bien pronto en otras muchas se manifes-taron stos haciendo rodar sillas y mesas, inspirando respuestas los mdiums 6 in-termediarios entre los vivos y los muertos, escribiendo frases, dejndose ver en formas diversas y provocando, en suma, todo g-nero de fenmenos.

    Antes de muchos aos, 60.000 mdiums se ocupaban en dar vuelos la nueva cien-cia. Desde que comenz la broma de los es-pritus en casa de la familia Fox hasta el da, las comunicaciones espiritistas han sido acrecentadas por innumerables prodigios. Ahora son los sillones y mesas que se mue-ven sin que nadie les toque; en otras oca-siones, los armarios pesados y las grandes piezas de mueblaje parecen atacados de vr-tigos bailomana... En tales sesiones se desencadenan estrpitos sorprendentes, ar monas feroces, fulgores de luces, sensacio oes trocadas... Quin se ataca de catalepsia, quin se retuerce como un convulsionario, quin grita como un energmeno, parecien-

  • do, semejantes sesiones una bacanal inmun-da, en donde el infierno se representa con caracteres de innegable certeza.

    Repito que no quiere e