29“ B-1 SESIÓN (Vespertina) MIÉRCOLES, 4 DE AGOSTO DE …...Pero, efectivamente, hay una serie...

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1563 A las 17:00 horas, bajo la Presidencia del seæor Jaime Yoshiyama e integrando la Mesa Directiva los seæores accesitarios AndrØs Reggiardo SayÆn y Manuel La Torre Bardales, el Relator pasa lista, a la que contestan los seæores Miguel Grau Se- minario (1) , Amurœz Gallegos, Barba Caballero, Barreto Estrada, Barrón Cebreros, Bedoya de Vivanco, Blanco Oropeza, CÆceres VelÆsquez (Pe- dro), CÆceres VelÆsquez (Róger), Carpio Muæoz, Carrión Ruiz, Castro Gómez, Colchado Arellano, Cruz ArrunÆtegui, Cruzado Mantilla, Cuaresma SÆnchez, ChÆvez Cossío, ChÆvez Romero, Chœ Meriz, Díaz Palacios, Donayre Lozano, FernÆndez Arce, Ferrero Costa, Figueroa Vizcarra, Flores- Araoz Esparza, Flores Nano, Freundt-Thurne Oyanguren, Gamarra Olivares, Gamonal Cruz, García Mundaca, García Saavedra, Guerra Ayala, Helfer Palacios, Hermoza Ríos, Huamanchumo Romero, Joy Way Rojas, Kouri Bumachar, Larrabure GÆlvez, León Trelles, Lozada de Gamboa, Marcenaro Frers, Matsuda Nishimura, MelØndez Campos, Moreyra Loredo, Nakamura Hinostroza, Ocharan Zegarra, Olivera Vega, Ortiz de Zevallos RoØdel, Pajares Ruíz, Paredes Cueva, Patsías Mella, Pease García, ReÆtegui Trigoso, Rey Rey, Roberts Billig, Salgado Rubianes de Paredes, Sambuceti Pedraglio, Sandoval Aguirre, Serrato Puse, Siura CØspedes, Tello Tello, Tord Romero, Torres y Torres Lara, Torres Vallejo, Tudela van Breugel-Douglas, Vega Ascencio, VelÆsquez Gon- zÆles, VelÆsquez Ureta, Velit Nœæez, Vicuæa VÆsquez, Vilchez Malpica, Villar de Posadas, Vitor Alfaro, Ysisola FarfÆn, Zamata Aguirre y Zevallos Ríos. Ausente, el seæor congresista Sotomarino ChÆvez. El seæor PRESIDENTE. Con el quórum co- rrespondiente continœa la sesión permanente. (1) Por R.L. N23680 (13/10/83), se dispone permanentemente una curul, en el Hemiciclo del Congreso, con el nombre del Diputado Miguel Grau Seminario. La lista de asistencia comenzarÆ con el nombre del HØroe de la Patria, MIGUEL GRAU SEMINARIO, tras cuyo enunciado la Representación Nacional dirÆ ¡PRESENTE! 29“ B-1 SESIÓN (Vespertina) MIÉRCOLES, 4 DE AGOSTO DE 1993 PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES JAIME YOSHIYAMA Y RAFAEL REY REY SUMARIO Se pasa lista. Se reabre la sesión. Continuando con el deba- te del Capítulo IV, Poder Ejecutivo, correspondiente al Título IV, De la Estructura del Estado, del proyecto sustitutorio conte- nido en el dictamen en mayoría de la Comisión de Constitución y de Reglamento, se aprueban los artículos 123” al 132”; a pedi- do del seæor Moreyra Loredo, la votación del artículo 126”, refe- rido a la reelección presidencial, se realiza en forma nominal. Previa su admisión a debate, se aprueba la resolución legislati- va que autoriza el viaje del seæor Presidente de la Repœblica, en visita oficial, a la Repœblica de Bolivia para asistir a la ceremonia de transmisión de mando presidencial. Se suspen- de la sesión. DEBIDO A LA IMPORTANCIA DE LOS TEMAS TRATADOS EN ESTA SESIÓN, SE HA TRANSCRITO TEXTUALMENTE LA GRABACIÓN DE LAS INTERVENCIONES DE TODOS LOS SEÑORES CONGRESISTAS. DICHA TRANSCRIPCIÓN SE SUSTENTA EN LAS VERSIONES GRABADAS DEL DEBATE, AS˝ COMO EN LAS ACTAS APROBADAS

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�A las 17:00 horas, bajo la Presidencia del señorJaime Yoshiyama e integrando la Mesa Directivalos señores accesitarios Andrés Reggiardo Sayány Manuel La Torre Bardales, el Relator pasa lista,a la que contestan los señores Miguel Grau Se-minario(1), Amurúz Gallegos, Barba Caballero,Barreto Estrada, Barrón Cebreros, Bedoya deVivanco, Blanco Oropeza, Cáceres Velásquez (Pe-dro), Cáceres Velásquez (Róger), Carpio Muñoz,Carrión Ruiz, Castro Gómez, Colchado Arellano,Cruz Arrunátegui, Cruzado Mantilla, CuaresmaSánchez, Chávez Cossío, Chávez Romero, ChúMeriz, Díaz Palacios, Donayre Lozano, FernándezArce, Ferrero Costa, Figueroa Vizcarra, Flores-Araoz Esparza, Flores Nano, Freundt-ThurneOyanguren, Gamarra Olivares, Gamonal Cruz,García Mundaca, García Saavedra, Guerra Ayala,Helfer Palacios, Hermoza Ríos, HuamanchumoRomero, Joy Way Rojas, Kouri Bumachar,Larrabure Gálvez, León Trelles, Lozada de

Gamboa, Marcenaro Frers, Matsuda Nishimura,Meléndez Campos, Moreyra Loredo, NakamuraHinostroza, Ocharan Zegarra, Olivera Vega, Ortizde Zevallos Roédel, Pajares Ruíz, Paredes Cueva,Patsías Mella, Pease García, Reátegui Trigoso, ReyRey, Roberts Billig, Salgado Rubianes de Paredes,Sambuceti Pedraglio, Sandoval Aguirre, SerratoPuse, Siura Céspedes, Tello Tello, Tord Romero,Torres y Torres Lara, Torres Vallejo, Tudela vanBreugel-Douglas, Vega Ascencio, Velásquez Gon-záles, Velásquez Ureta, Velit Núñez, VicuñaVásquez, Vilchez Malpica, Villar de Posadas, VitorAlfaro, Ysisola Farfán, Zamata Aguirre y ZevallosRíos.

Ausente, el señor congresista SotomarinoChávez.

El señor PRESIDENTE.� Con el quórum co-rrespondiente continúa la sesión permanente.

(1) Por R.L. Nº 23680 (13/10/83), se dispone permanentemente una curul, en el Hemiciclo del Congreso, con el nombre del Diputado MiguelGrau Seminario. La lista de asistencia comenzará con el nombre del Héroe de la Patria, MIGUEL GRAU SEMINARIO, tras cuyo enunciadola Representación Nacional dirá ¡PRESENTE!

29ª B-1 SESIÓN(Vespertina)

MIÉRCOLES, 4 DE AGOSTO DE 1993

PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES JAIME YOSHIYAMA

Y

RAFAEL REY REY

SUMARIO

Se pasa lista.� Se reabre la sesión.� Continuando con el deba-te del Capítulo IV, Poder Ejecutivo, correspondiente al TítuloIV, De la Estructura del Estado, del proyecto sustitutorio conte-nido en el dictamen en mayoría de la Comisión de Constitucióny de Reglamento, se aprueban los artículos 123º al 132º; a pedi-do del señor Moreyra Loredo, la votación del artículo 126º, refe-rido a la reelección presidencial, se realiza en forma nominal.�Previa su admisión a debate, se aprueba la resolución legislati-va que autoriza el viaje del señor Presidente de la República,en visita oficial, a la República de Bolivia para asistir a laceremonia de transmisión de mando presidencial.� Se suspen-de la sesión.

DEBIDO A LA IMPORTANCIA DE LOS TEMAS TRATADOS EN ESTA SESIÓN, SE HA TRANSCRITO TEXTUALMENTE LA

GRABACIÓN DE LAS INTERVENCIONES DE TODOS LOS SEÑORES CONGRESISTAS. DICHA TRANSCRIPCIÓN SE SUSTENTA

EN LAS VERSIONES GRABADAS DEL DEBATE, ASÍ COMO EN LAS ACTAS APROBADAS

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Continuando con el debate se aprueban losartículos 123º al 132º, correspondientes alCapítulo IV, Poder Ejecutivo, del Título IV,De la Estructura del Estado, del proyectosustitutorio contenido en el dictamen enmayoría de la Comisión de Constitución y

de Reglamento

El señor PRESIDENTE.� Continúa el deba-te del Capítulo IV, Poder Ejecutivo, del Título IV,De la Estructura del Estado.

Tiene la palabra el doctor Ernesto Gamarra.

El señor GAMARRA OLIVARES (FIM).�Quisiera en primer lugar, señor Presidente, re-ferirme �aunque las referencias que voy hacer,en la gran mayoría de los casos, no son ausen-tes� a una cosa que trató o mencionó el congre-sista García Mundaca, que me parece totalmen-te equivocada y errada.

Probablemente lo haya planteado o lo quieraplantear de buena fe, pero es un gran error cuan-do él sugería una modificación en la Constitu-ción para que el Presidente de la República seahijo de peruanos. Y digo que es un gran errorporque, para mencionar dos casos en el Perú, losde Grau y Bolognesi, a los que nadie puede dis-cutirle el valor histórico que tienen, hubieranestado impedidos, por una norma de este tipo,de ejercer la Presidencia de la República.

Pero creo que el congresista Carpio fue injustoen la crítica que hizo de Gustavo García Mundaca,porque fue precisamente un miembro de su pro-pia bancada, el congresista Chirinos Soto, quienfue el precursor de esta xenofobia absurda y ri-dícula cuando, en unas declaraciones muy men-tadas, decía que el señor Fujimori no podía serPresidente porque era peruano de primera ge-neración; incluso, llegó a afirmar de que no po-día ser Presidente porque su madre no hablababien el castellano.

En todo caso, espero que eso quede desterradono solamente de la discusión de un tema consti-tucional, sino de la mentalidad del Perú.

Quería también aclarara a una afirmación quehizo el congresista Ferrero. Él sí debe estar porahí, porque siempre anda dando vueltas por to-das partes... Sí, sí, sí ya me imaginaba. Él decíaque los medios de comunicación del Estado notienen ninguna importancia.

Yo le recomiendo a Carlos Torres que lo lleve unpoco más de viaje a Carlos Ferrero, y se dará cuen-ta de que el Canal 7, señor Presidente, si bien enalgunos lugares está inoperativo, es la mayor redtelevisiva que existe en el Perú; más grande aun

que el Canal 5 o Panamericana Televisión. Enconsecuencia, para que vea la importancia quetienen los medios de comunicación del Estado.

Se ha hecho y se ha mencionado mucho a, y seha comparado mucho el gobierno de Leguía conla circunstancia histórica que vivimos. El últimoorador de la mañana, el congresista Joy Way, pro-bablemente haya leído a Basadre de atrás paraadelante y, entonces, no ha comprendido exacta-mente lo que significó y la similitud que puedehaber entre lo que era el gobierno de Leguía y loque es este gobierno.

Si yo le leyera no solamente los discursos, sino labase doctrinaria y las intervenciones de lo queellos entendían como la filosofía de la patria nue-va, encontrará una gran similitud con las decla-raciones que ahora se hacen, cuando se dice quehabía que despreciar al pasado por sus errores,sus claudicaciones y su atraso; cuando se habla-ba de las castas partidarias; cuando se hablabade la casta oligárquica-civilista; cuando se denos-taba contra todo lo que era agrupaciones y parti-dos políticos.

El congresista Ferrero también lo hizo, como unémulo de Rada y Gamio �hasta parecido físicotiene, señor Presidente, acá hay un retrato de él,que yo invito después para que pasen a verlo enel corredor�, cuando atacaba a los partidos polí-ticos. Y el congresista Ferrero tiene mucha expe-riencia en eso, ¿no es cierto? Él ha pertenecido ala Democracia Cristiana, si no me equivoco; hasido del SODE; con Morales Bermúdez estuvoen la lista... de Diez Canseco, perdón...

El señor PRESIDENTE.� Doctor Gamarra:Le pido por favor que se dirija, en primer lugar, ala Presidencia y, en segundo lugar, que evite eldiálogo. Usted normalmente es un excelente ora-dor. No malogre su imagen.

El señor GAMARRA OLIVARES (FIM).�Gracias, señor Presidente. Voy a dirigirme a laPresidencia.

Pero, efectivamente, hay una serie de similitu-des con lo que sucedió durante el gobierno deLeguía, y cómo Leguía del segundo gobierno, oseadesde 1919 hasta el año 23, tiene resonantes éxi-tos en una serie de temas.

Yo tengo cinco minutos, Anastasio; si no, encan-tado de la vida. Pero también me voy a referir a ti.

Por ejemplo, Anastasio Vega decía en la mañanaque, según Haya de la Torre, el mejor gobiernoque había era el de Leguía. Pero él comenzó sudiscurso hablando pésimo de Haya de la Torre;pero, cuando le conviene, lo cita para decir que

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Leguía sí era un buen presidente: en eso sí Hayade la Torre tenía la razón; en todo lo demás, no.

Señor Presidente, si nosotros revisáramos ver-daderamente la historia y viéramos...

Disculpa, Anastasio, tú sabes que siempre las con-cedo, pero en esta oportunidad el tiempo... salvoque el Presidente sea tan generoso como con losde Renovación y me conceda veinte minutos.

Señor Presidente, a Leguía, los calificativos quele puso la mayoría de su Parlamento, incluso, danvergüenza en este momento repetirlos, porquelo llamaban "el gigante del Pacífico", "el nuevoWiracocha", a Leguía.

Es famosa la anécdota cuando le van a llevar unregalo por su onomástico; el Consejo de Minis-tros le llevan un retrato del propio Leguía y ledice: "No hemos podido encontrar nada tan gran-de para regalarte que tu propia imagen". Ahí nacela anécdota esa de que su ministro lo trata de tú,y le dice: "Leguía, solamente a Dios y a ti les po-demos tratar de tú".

Y, sin embargo, todo ese éxito económico, pro-ducto de la Primera Guerra Mundial, todos esosarreglos y negociaciones, la llegada al Perú de laInternational Petroleum, la entrega de los ferro-carriles a los ingleses, hacen y levantan una olaque aprueba la reelección de Leguía el año 23 y,posteriormente, la reelección ya indefinida; ycoincide con lo que mencionó Víctor Joy Way: conuna crisis económica que se da a nivel mundial yque repercute en el Perú.

Pero eso no es lo que perjudica al gobierno deLeguía. Lo que perjudica al gobierno de Leguíaes precisamente esa docilidad de su Parlamento,esa falta de crítica de su Parlamento, que lo con-vierte en un dios y lo pierde, señor Presidente.Ésos son los riesgos que trae la reelección.

Y la reelección no se puede analizar simplemen-te, como ha pretendido por alguno de la mayo-ría, en abstracto, sino que tiene que ponerse enel momento preciso que vive el país; pero másque en el momento del país, en la legislación quenosotros tenemos, en la propia Constitución quehemos aprobado.

Tenemos un Presidente o tendríamos un Presi-dente, con la nueva Constitución, que puede di-solver el Congreso sin causa; que puede dictarmedidas extraordinarias en lo económico, en lofinanciero, con fuerza de ley; que la instituciónde la Presidencia del Consejo de Ministros se re-duce a convertir a su titular en un simple porta-voz del Presidente; el sistema electoral, con estavariación que se le ha hecho, también es un sis-tema electoral muy discutible. En consecuencia,

estamos avanzando en un régimen presiden-cialista, de lo que era la Constitución del 79 aesta nueva Constitución.

En esas circunstancias, se presenta, se planteala reelección. En consecuencia, estamos convir-tiendo a un superpresidente y encima le damosla posibilidad de la reelección. Ésa es la cuestióndiscutible.

Y bien decía el congresista Ferrero �aunque so-lamente se quede en su propósito� de que debehaber un mecanismo electoral que sea imparcial,moderno, eficaz; pero sabemos que nuestro me-canismo electoral no es así. En consecuencia, sihubieran reglas claras, si hubiera posibilidad decontrol, como lo que mencionaba Henry Pease,lo que hay en Estados Unidos, un Parlamento enEstados Unidos que realmente fiscaliza al presi-dente.

Hemos leído ayer en un diario �por ejemplo�cómo el Senado norteamericano no solamentellama al embajador que va a nombrar el Gobier-no de los Estados Unidos en el Perú para ratifi-carlo, sino que el Senado le da recomendacionesal embajador, nombrado por el Ejecutivo, de lapolítica que él debe seguir en el Perú.

Comparar, entonces, el sistema norteamericanocon el peruano es un absurdo, porque hay unagran diferencia, y no solamente en la Corte Su-prema, en la opinión pública y los medios de co-municación.

En consecuencia, señor Presidente, yo creo quela reelección en sí no es un mecanismo antidemo-crático; no es antidemocrático, como algunos su-gieren; pero sí se puede convertir en algo anti-democrático cuando se está dotando de super-poderes a la persona que puede ser reelegida.

Yo me imagino, por ejemplo, a un presidente �nohablemos del señor Fujimori, hablemos de cual-quier otro presidente� que, con esta Constitu-ción y con reelección, dicta medidas extraordi-narias...

Acá termino, salvo que me conceda el señor Oli-vera una ampliación. Gracias, señor Presidente.

Imagínense ustedes un presidente �no piensenen su Wiracocha, piensen en cualquier otro per-sonaje� que dicta medidas extraordinarias enlo económico, disuelve el Congreso y, encima, tie-ne un nuevo mecanismo electoral; y esa personava a una reelección en esas condiciones. Eso eslo que estaríamos aprobando con el tema de lareelección.

Yo creo, señor Presidente, que los mecanismosde control son fundamentales para analizar un

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tema de la reelección, y no se puede compararcon realidades totalmente distintas. Se ha men-cionado el caso de España, se ha mencionado elcaso de Estados Unidos, de Italia, de Francia; peroen cada uno de esos casos existen diferencias muyimportantes.

En el caso de España, hay funciones que las rea-liza el propio Rey de España; o sea, compartenlas funciones del poder tanto el Jefe de Estadocomo el Rey o el Monarca; lo mismo en Italia y lomismo en Francia. En el caso peruano, se estáaprobando la reelección, pero todo el poder estáconcentrado en una sola persona.

Yo creo, señor Presidente, que aprobar la reelec-ción en medio de este texto constitucional va aser �como muchos han mencionado� una Cons-titución pasajera; y, más que una Constitución,estamos aprobando, señor Presidente, el estatu-to de un gobierno dictatorial.

Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Han pedido el usode la palabra el doctor Luis Enrique Tord, queno está en este momento; el señor Carrión, queno está; el señor Carrión que acaba de llegar. Siusted desea, señor Carrión, ¿quiere hacer el usode la palabra en este momento o en un momenti-to?... Muy bien, el señor Barrón, también... Hanpedido el señor Ocharan.

Señor Ocharan, tiene usted el uso de la palabra;y, después, el señor Carrión. Cuando pidió ustedel turno habían quince oradores. No desea hacerel uso de la palabra en este momento, muy bien.Le toca hacer uso de la palabra al señor Donayreque tampoco está, el doctor Antero Flores-Araozque tampoco está, el doctor Ortiz de Zevallos.

Tiene la palabra el doctor Ortiz de Zevallos.

El señor ORTIZ DE ZEVALLOS ROÉDEL(R).� Gracias, señor Presidente.

Señor Presidente yo considero que, de todos losmiembros del Congreso, yo soy la persona másvinculada al recuerdo del señor Leguía.

Tengo en mi poder un precioso reloj que me ob-sequió el señor Leguía, con una dedicatoria del18 de abril de 1930, de eso hace sesenta y tresaños. Quiere decir que ya yo era un amigo ínti-mo del señor Leguía.

He considerado al presidente Leguía como un granpresidente. Inició las irrigaciones de Cañete y deHuaral, e hizo en Huaral una auténtica coloniza-ción, que vivimos el día de hoy; inició lasirrigaciones de Olmos, de esto hace más de sesen-ta y seis años. Si nosotros hubiéramos tenido unaño o dos años más de gobierno de Leguía, ya ten-

dríamos desde entonces las irrigaciones de Olmosy contaríamos con recursos financieros y de bien-estar para contar con el suficiente bienestar.

Leguía fue autor de las obras portuarias del Ca-llao. Anteriormente, se llegaba al Callao en bar-cos, y de los barcos se desembarcaba en lancho-nes. Durante su gobierno, hizo una grandiosaobra vial; fue en su gobierno que se llegó al Cuscoen vehículo y a casi todas las capitales de depar-tamentos. Tuvo lugar el saneamiento de Lima;se hizo todas las irrigaciones de Lima, Callao ybalnearios. Construyó edificios que actualmentese exhiben como verdaderos modelos: el Minis-terio de Transportes y Comunicaciones �enton-ces el Ministerio de Fomento� y las bases delactual edificio del Poder Judicial.

Organizó la Guardia Civil. Recuerdo haber esta-do presente cuando el doctor José Luis Busta-mante y Rivero hizo un recuerdo del señor Leguíaen el local del Colegio de la Policía, y eso de-sembalsó en una manifestación grandiosa que sele hizo al señor Leguía.

El doctor Andrés Aramburú y Menchaca, ex de-cano del Colegio de Abogados de Lima, catedrá-tico emérito de la Universidad Nacional Mayorde San Marcos, el más antiguo de los catedráti-cos de todas las universidades del Perú, el suce-sor de Alberto Ulloa Sotomayor, con motivo de lacelebración del sesquicentenario del diario ElComercio �voy a terminar, señor, si me lo permi-te la Presidencia�, el señor Andrés Aramburúha manifestado que todos los tratados que cele-bró el señor Leguía fueron necesarios y conve-nientes para el Perú.

Don Augusto tuvo el error de postular a la re-elección en tres períodos; fue la causa de sus des-dichas. Sería lamentable que al ingeniero Alber-to Fujimori le sobreviniera encargo semejante poraceptar la reelección; más, si se tiene en cuentalo prescrito en el artículo 204º, inciso 1), de laConstitución Política vigente, que señala que nopuede postular a la Presidencia de la Repúblicani a las Vicepresidencias "el ciudadano que, porcualquier título, ejerce la Presidencia de la Re-pública al tiempo de la elección o la ha ejercidodentro de los dos años precedentes".

Yo vi a don Augusto Leguía, antes de su primerareelección, en el año 1923, pasar por la avenidaWilson, en un coche al que le habían quitado los ca-ballos y que jalaban los universitarios de Lima, pre-sidido por una gigantesca manifestación deliran-te, que cubría desde el Arco de los Españoles�existente en ese entonces� hasta el Paseo Co-lón.

Leguía llegó al poder con gran fortuna y murióabsolutamente pobre. Se encontraba en elPanóptico de Lima.

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Considero que sería un error que el señor Fuji-mori aceptara postular a la reelección. Muy tris-tes recuerdos presagian funestos resultados si unpresidente aceptara la reelección desde el poder.El presidente Fujimori cuenta para el futuro go-bierno con muchas personas que le son cercanasy que pueden ser presidentes con más que sufi-cientes títulos, como el ingeniero Jaime Yoshi-yama.

Yo invoco este recuerdo de una vida, vivida des-de entonces intensamente, para que el señorFujimori reflexione y no postule a la reelección.

Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Muchas gracias; eldoctor Vicuña; después.

Tiene la palabra el señor Jorge Figueroa; el doc-tor Vicuñ; después.

El señor FIGUEROA VIZCARRA (NM-C90).�Muchas gracias, señor Presidente.

El día de hoy estamos tratando un tema muy im-portante, como es el del Poder Ejecutivo. Sin em-bargo �ya se ha visto más temprano�, en la granmayoría del articulado que se está proponiendoes muy parecido al de la Constitución de 1979.

Yo quiero referirme en este momento, señor Pre-sidente, específicamente, al tema dedicado a lareelección presidencial.

Para comenzar, señor Presidente, yo quiero le-vantar un cargo que creo que es fundamental eneste momento. Repetidas veces, en el transcursodel diálogo, de la información y del análisis demuchos parlamentarios en la mañana, siemprese ha tratado de plasmar que la reelección presi-dencial constituye para este Gobierno, para esteParlamento, una opción de propuesta hecha a lamedida del señor Presidente de la República.Ellos quieren personalizar esta elección presiden-cial, fundamentalmente, viendo la figura del pre-sidente Fujimori.

Yo no dudo que muchos de ellos, muchos perua-nos, estén de acuerdo en ello. Pero yo creo, señorPresidente, que, fundamentalmente, lo que se estátratando de plasmar es un proyecto personal de laoposición. Y este proyecto personal consiste en nodejar pasar la figura del presidente Fujimori porel raciocinio, por el significado que pueda tener elpresidente Fujimori para estas ideologías, para es-tos partidos, para estas personas.

Yo creo, fundamentalmente, señor Presidente, deque hay que entender de que la historia del Perúestá avanzando y de que el Perú se está moder-nizando y que hay un tren rápido donde todo elpueblo peruano se ha levantado y está encima de

él. Yo creo que los que han llegado tarde no pue-den pretender parar la historia de nuestro país.

Yo quisiera, señor Presidente, referirme en estemomento a algunos aspectos que son materia delas propuestas que plantean algunos amigos dela oposición, en el sentido de las razones por lascuales no debería haber reelección presidencial.Y repetidas veces, también, se ha tocado el temade que no debería haber reelección presidencialporque el candidato-presidente utilizaría los fon-dos del gobierno, utilizaría con ventaja y alevo-sía ¿no? la posibilidad y la posición en que seencuentra.

Yo creo, señor Presidente, de lo que se trata esun poco de llegar al punto de decir que el hechode ser candidato-presidente constituye tambiénya un acto inmoral, un acto casi delincuencial.Yo creo, señor Presidente, que esta aseveraciónno es verdadera. Es más, vamos a ver en la histo-ria que esto lo podemos refutar. Pero si toma-mos, en esa línea de pensamiento, la posición deque el candidato-presidente, que es del partidode gobierno en ese momento, no debería postu-lar, entonces tendríamos que afirmar también deque no debería postular el partido de gobierno.

Es más, señor Presidente, si es que el candidato-presidente no debería postular, ¿cómo es que, porejemplo, en 1985, el señor Alva Orlandini, siendovicepresidente del Perú, postuló? Y, en el año 1990,un prominente líder aprista como Alva Castro,también postuló. Entonces, ¿dónde está la lógicaque se plantea de no permitir de que el partido degobierno vuelva a postular a una elección presi-dencial?

Yo creo, señor Presidente, de que la respuesta escontundente: el pueblo ha respondido contunden-temente y no les ha dado en aquellas oportuni-dades su voto a estos candidatos.

Señor Presidente, otro detalle que hay que recogeres que se dice que, en base a estas ventajas �quemás temprano el señor Ferrero Costa, nuestrocolega Ferrero Costa, decía de que, evidentemen-te, había algunas ventajas legales como tambiénhabía algunas ventajas ilegales�, yo creo, señorPresidente, no podemos pretender pensar de queel pueblo sigue siendo ese elemento que no pien-sa, ese elemento inmaduro que no sabe lo que leconviene. Yo creo, señor Presidente, de que el pue-blo ya ha aprendido, y ha aprendido perfectamen-te, lo que significa apostar por una posición o unaalternativa real; o, sino, veamos los hechos, señorPresidente.

En Villa El Salvador, en San Juan de Miraflores,en Villa María, ¿no es cierto que en la campañadel Fredemo iban camiones cargados con alimen-tos para regalar, justamente, para apoyar al can-didato de ese momento? ¿Y cuál es la respuesta

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del pueblo? ¿No decían: "Yo recibo eso, pero votopor el Chino"? Entonces, Presidente, el pueblono es un elemento que ya está fuera de lo que esel aspecto de la conciencia; conscientemente, elpueblo sabe por quién vota, señor Presidente, yno hay que pensar de que le debemos quitar esederecho.

Señor Presidente, también se dice de que la ree-lección automáticamente genera caudillismo. Te-nemos que ponernos a pensar de que ¿acasoGamarra no fue un caudillo?, ¿Orbegozo no fueun caudillo?, ¿Piérola no fue un caudillo, y otrosmás? Y en ese tiempo, señor, no había reelección;sin embargo, existían los caudillos.

Otro aspecto que también se plantea para la noreelección es que la reelección no asegura una al-ternancia del poder. Yo quisiera referirme, señorPresidente, a un caso no tan cercano, aquí nomás,en México, en donde el PRI desde 1933 está en elpoder, y ahí �en la Comisión y se ha dicho el díade hoy aquí� no hay la figura de la reelección.

Entonces, señor Presidente, hay muchas razo-nes que podemos debatir en este momento, se-ñor Presidente, pero hay un argumento que creoque es de peso y que es el fundamental en estecaso. Yo creo que no podemos quitarle el derechoal pueblo; no sólo en la figura del señor Presi-dente de la República, el actual Presidente de laRepública, sino para cualquier presidente quehaga las cosas bien.

Yo creo, señor Presidente, que si hay un desgas-te político en todo mandato presidencial a los cin-co años, yo no pienso que sea el desgaste naturalsino que es el desgaste de las personas. Presi-dente que no trabaja bien, que no plantea bue-nos programas, que no tiene una orientación ade-cuada para un gobierno adecuado, evidentemen-te, el pueblo no tendrá el deseo de apoyarlo. Peroyo creo que es necesario que, si cualquier ciuda-dano que pretenda ser presidente tiene una pro-puesta concreta y necesite más tiempo para rea-lizarla, entonces, señor Presidente, tenemos queapoyar para efectos de que ese ciudadano puedaseguir adelante.

Señor Presidente, el pueblo peruano exige que sele dé libertad para poder votar por quien él consi-dere correcto. Yo creo que la figura de la reelec-ción presidencial constituye en este momento underecho ganado por el pueblo, y tiene el derechode tener, el día de la votación, en el momento de-bido, un casillero que diga "voto por él" o "no votopor él". Ahí habrá análisis, ahí se verá realmentequién ha cumplido o no, señor Presidente.

Yo, por eso, señor Presidente, voy a votar por lareelección presidencial.

El señor PRESIDENTE.� Muchas gracias.

Tiene la palabra el señor Eusebio Vicuña; y, des-pués, el doctor Luis Enrique Tord.

El señor VICUÑA VÁSQUEZ (FREPAP).�Señor Presidente, señores congresistas: El capí-tulo que nos corresponde debatir en esta tardees genérico. Como lo han dicho quienes me ante-cedieron en la palabra, de que todos prácticamen-te son una repetición de la Constitución del 79 yel único tema de debate es sobre la reeleccióninmediata.

Al respecto, la posición del quien habla es la si-guiente: salir de las generalidades. Como en tododeporte, en toda administración pública, en unempresa particular, un gerente, cuando cumplebuenas funciones, son reelegidos. Entonces, noes nada extraño, teniendo en consideración queen otros países a nivel mundial las reeleccionesson características y no tenemos que preocupar-nos personificando al actual Presidente, sino ge-neralizando al futuro, porque todo el que obrabien tiene, como resultado, prácticamente, de lasiembra, la cosecha. O sea, si hay buenos traba-jos, naturalmente el pueblo quien elige lo tendráque reelegirlo sin distingo de persona alguna, sinopor sus cualidades.

Y todo líder tiene características muy principales,de cual es prácticamente ha sido novedoso en estecaso del señor presidente Alberto FujimoriFujimori de no ser tal vez una persona carismática,dogmática en un sentido de sus discursos, pero síha sido una persona pragmática en el sentido desus actitudes, que ha salido con una distinciónlas diferentes personalidades. A pesar de tenerbuenas cualidades, ha demostrado en todo su tra-bajo, a nivel nacional, en una situación muy con-creta; cual es menos discursos y más acciones.

Entonces, naturalmente, si el pueblo lo reelige,no hay ningún inconveniente. Y futuramente, sise va a hablar de las reelecciones, lo harán conotras personalidades, porque todo político tien-de a llegar a una máxima aspiración, que es laPresidencia, y en esto es mantenerse. O sea, esdifícil llegar... o más fácil llegar a la cumbre, peroes difícil mantenerse en ella.

En este caso, el que puede mantener ese equili-brio de poder dentro de los cinco años y despuésmantenerse por otros cinco años más es pruebade su eficiencia, de su trabajo y, sobre todo, delconvencimiento de los pueblos, que son los quelo eligen, de haber tenido un mandatario querequiere un período más a fin de fortalecer lademocracia y, sobre todo, el esquema de trabajoque viene efectuando, como es el caso de la re-construcción nacional �más que económico, en

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valores morales y espirituales, que el pueblo hadecaído totalmente; y prueba de ello es el caosen que nos encontramos�, será restituido conun gobierno que prácticamente necesita, por miparte más, inclusive una actitud muy similar aPinochet y otras cosas un poco más fuertes y drás-ticas; porque, con un presidente débil, carismá-tico, un presidente demagogo, a lo único que he-mos llegado es a un caos social, en que todos es-tamos pagando las consecuencias, sobre todo lospueblos más deprimidos.

Y para evitar esto en el futuro, soy partidario dela reelección inmediata, conforme lo ha expresa-do la mayoría de los congresistas. Y ésa es todala posición que puedo explicar en cuanto concier-ne a este capítulo, Presidente; pero sin antes voya dejar el tiempo que me queda a mi colega debancada.

Gracias.

El señor PAREDES CUEVA (FREPAP).�Presidente, colegas congresistas: Quiero remon-tarme al año 1978-77, cuando �yo sí quisieraque me escuche mi colega Cuaresma, que tantome critica� fui uno de los periodistas que arries-gó todo mi dinero, todo mi capital, por hacer estetipo de revista, Presidente, la única revista polí-tica en el tiempo del velascato.

Y quiero demostrar con esto qué ha sucedido enesa época y qué está pasando ahora. En esa época,Presidente, en nuestra revista decíamos a todoslos políticos: "¿Quién tiene la solución?" Ellos tie-nen su oportunidad y la perdieron, Presidente.Decíamos bien claro y con fotografías grandes yen grandes titulares, les decíamos: "Ustedes tie-nen la solución y ustedes tienen la oportunidad",y la perdieron.

Además, le advertíamos: "Detengan la ola rojaque hay en la sierra, pero sin desafiar al pueblode hambre". Le advertimos, Presidente. Y quéescribíamos dentro de esta revista, todos valien-tes. ¿Y qué pasaba con el periodismo en esa épo-ca? También al periodismo, Presidente, con pá-ginas enteras, así con la foto del mismo presi-dente Velasco, nos exponíamos y exponíamos acualquier persecución. ¿Y qué decíamos de laprensa? Decían: Y surgieron los mastines que,encaramados en los periódicos, insultaron a todoel mundo y organizaban mítines para gritar "con-tigo hasta la muerte". Los directores usurpadoresde la primera fase llenaron la página más negradel periodismo nacional.

Eso éramos en esa época de valientes, Presiden-te. No estábamos tras una vitrina, tras un escri-torio, Presidente; nos enfrentamos con valentíacuando había dictaduras. De seguro si el presi-

dente Fujimori no nos hubiera dado estas elec-ciones, seguro que también me hubiera enfren-tado con él, Presidente.

Pero algo más, Presidente: ¿qué decíamos de esaizquierda que constantemente nos critica? De-cíamos: La ex plus ultra de todos los pelajes es-tán empujando al país con voz indescriptible aldescalabro total, mientras unos y otros gritan aprobar los llamados ultras de la izquierda, lasmismas ultras que durante siete años al lado deVelasco pusieron lo mejor solución y de su saber�que es muy poco� para llevar al país a la quie-bra económica y al desastre nacional.

Eso escribían, Presidente. Éramos valientes al en-frentarnos con ellos también. No estábamos es-condidos. Además, presagiamos, Presidente; enunos números más, decíamos: Mientras tanto,nosotros preguntamos a las organizaciones seriasy con respaldo popular... porque creíamos en lospartidos políticos, Presidente, y por eso escribía-mos esto, y decíamos: ¿Cuál es el programa deAcción Popular para resolver la recesión del en-deudamiento público, la baja de la producción?¿Qué dirá el APRA frente al desempleo, a la deva-luación del sol, a la falta de liquidez, al control deprecios, al alza de intereses? ¿Qué planteará laizquierda ante el desmesurado crecimiento delEstado, que lo ha convertido en propietario de cin-cuenta empresas públicas en 1968, en práctica-mente dueño, pero dueño de empresas quebradasen todo el país; de todas sus empresas, abriendoasí el tremendo forado económico-financiero quehoy parece devorarnos? ¿Qué dirán frente alquintuplicado gasto de las empresas del Estadocon relación a los años anteriores?

Pasó el tiempo y tuvimos la razón: todas esasempresas fueron quebradas, las sesenta empre-sas, Presidente. Se tuvo que pagar un costo detres mil millones de dólares mensuales para man-tener estas empresas. Esa herencia nos han de-jado; esa herencia que nos dejaron... y ahora quie-ren otra oportunidad.

Que se reelija el que puede más. Si los campeo-nes mundiales pueden retener su corona cinco odiez veces, que lo retengan; si son buenos, que loretengan, Presidente. Por eso es que estoy de-mostrando ahorita que ya también todos esos par-tidos la oportunidad y no supieron aprovecharla;que nosotros luchamos para que la tengan, pe-leamos con ellos constantemente.

Y quiero decir a mi amigo Cuaresma que yo siem-pre, cuando había una dictadura, sacaba revis-tas, sacaba periódicos, invertía. No cuando hayun gobierno democrático. Me oculto. Por eso digoque yo nunca he aparecido en Palacio. Ni con micompadre Alan García ni con el presidente Be-

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launde ni con ningún presidente aparecí en Pa-lacio. Pero sí he luchado durante veinte años demi vida haciendo revistas y periódicos.

Por eso, Presidente, digo que nuestro país nece-sita cambios. Está habiendo cambios, está suce-diendo cambios. Por lo tanto, tenemos que apu-rar esos cambios. Si esos cambios es para apoyaral pueblo peruano, mejor todavía. Para eso nos eli-gieron, y estamos acá para defender a ese pueblo.

Gracias, Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Muchas gracias.

Tiene la palabra el doctor Luis Enrique Tord; y,después, el señor Carrión.

El señor TORD ROMERO (CD).� Gracias,señor Presidente.

Una vez más, con mi tendencia al aspecto histó-rico, me encuentro con la sorpresa de que dosson los temas que sucesivamente han absorbidonuestra atención, señor Presidente, sucesivamen-te: el de pena de muerte y el de la reelección pre-sidencial. Que en varias de las Constituciones delpasado, constituyeron, como hoy, la preocupaciónmayor de esos constituyentes.

Ya dije, en lo de la pena de muerte, cómo en 1856y 1860 �como todos sabemos� se rechazó lamisma cuando se trató de homicidio político, ysolamente se circunscribió al calificado.

Y ya Torres y Torres Lara, Enrique Chirinos Sotoy otros distinguidos compañeros de este Congre-so han resaltado cómo la de 1860 se rechazó lareelección presidencial, habiendo estado de pre-sidente en esa época de la República el ilustreRamón Castilla.

Se ha insistido acerca de que, cuando fue implan-tada la reelección inmediata, ella se implantócomo resultado, señor Presidente, de manipula-ción política expresa para llevar a un personajeconcreto a esa reelección.

Leo en el distinguido sacerdote Felipe Mac Gregorel hecho de que cambiar todo un sistema consti-tucional �como sospecho que está ocurriendoahora� para reelegir un presidente es reafirmarnuestra fatal necesidad de caudillos. Por otrolado, el mismo autor destaca que la reeleccióncambia las condiciones del contrato en que fueelegido el Presidente actual en 1990, que fue porcinco años y nada más. Ahora se trata de impo-ner la prolongación de ese contrato con pretextode grandes mejoras.

Todo lo que se ha argumentado me parece suma-mente serio y no tengo por qué repetirlo. Lo úni-co que tengo que decir, señor Presidente, es que

nada es eterno, que hay que ser prudente. Invoco,por ello, a la conciencia de los legisladores, en elsentido de que, admitiendo la buena intención �que no lo dudo� de la mayoría de este Congresorespecto de la fascinación que puede ejercer enellos la figura del Presidente, por muchos de losaspectos �que yo también apoyo� de lo que hahecho, sin embargo la prudencia, señor Presiden-te, me lleva a pensar en que es mejor estar encontra de la reelección; porque, entre otras cosas,sí pueden ser fascinados, muy respetablemente,por una figura, sin embargo van a dejar estableci-do, señor Presidente, un sistema que puede pro-vocar �y ésa es la gravedad de vuestra votación,señores de la mayoría� la inestabilidad futuradel país.

Van a sembrar en esta Constitución un mecanis-mo que puede ser utilizado por demagogos e irres-ponsables al futuro para, entonces, eternizarseen el poder. Esto que vamos a hacer hoy estamosviéndolo como el entierro, el entierro de la Repúbli-ca constitucional postleguiista de nuestro siglo.

Estas preocupaciones, señor Presidente, las ad-vierto y me llevan, por ello, a votar en contra dela reelección.

Gracias.

El señor PRESIDENTE.� Tiene la palabra elseñor Juan Carrión; y, después, el señor Flores-Araoz.

El señor CARRIÓN RUIZ (R).� Señor Presi-dente: Como hombre de provincias, me preocu-pa fundamentalmente todos los mecanismos quese puedan establecer en la Constitución que tien-dan a afirmar la descentralización nacional.

Yo creo, señor, que hay una interrelación directaen lo que es la constitución del Parlamento, loque es todo aquello que afirme, de una u otramanera, la descentralización nacional y lo quetiene que ver con la organización o el diseño delPoder Ejecutivo.

Sinceramente, señor, creo que, por lo menos paramí, no es algo de vida o muerte hacer las consi-deraciones en relación a la reelección inmediata,a la reelección después de un período y a la noreelección. Son temas que, para mí, no tienenuna importancia realmente vital. Considero, se-ñor Presidente, que lo vital en este Perú nuestroes afirmar definitivamente la descentralización.

Considero, señor, que el Perú es un país difícil,pero es un país posible en la medida que lo des-centralicemos, y lo descentralicemos seria y efi-cazmente. Esos mecanismos, desafortunadamen-te, señor Presidente, no están contemplados niconsignados en el articulado que se viene apro-bando en estos días.

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Yo tengo la esperanza de que, en una revisiónfinal, algo de estas propuestas de hombres deprovincias puedan quedar definitivamente con-signadas. No es posible, señor, pensar que se pue-da afirmar la democracia si no se le devuelve alpueblo peruano el derecho a elegir a sus repre-sentantes, pero a elegirlos con nombre propio.Yo creo, señor, que por ahí debemos empezar: ésees el cimiento de la democracia.

Por eso, señor, en más de una propuesta, que endiversas oportunidades he tenido la ocasión de al-canzar a la Comisión de Constitución, he propues-to, inclusive, que, si se ha aprobado que sean cientoveinte los representantes al Congreso, debería di-vidirse el país en ciento veinte distritos electora-les e ir a lo que debe ser el distrito uninominal,para que todo aquel que quiera venir a tener unacurul en el Congreso se enfrente cara a cara consus electores y que lo haga, como se hace en elsistema presidencial, por la doble vuelta, para quevenga aquí con la representación de las mayorías,pero también de las minorías.

Yo creo que todo aquel que cree en la democraciano debe tener temor de ponerse cara a cara consu electorado y esperar el veredicto.

Muchas de estas proposiciones, señor, hemos al-canzado oportunamente a la Comisión de Cons-titución; la mayor parte de ellas no han sido con-sideradas. Pero en lo que se refiere exclusivamen-te, señor, al artículo 126º que nos ha propuesto,por lo menos yo sugeriría que... El artículo dice...yo voy a leer solamente las dos líneas que creoque deben quedar: "El mandato presidencial esde cinco años". Si se quiere aceptar, señor, la ree-lección inmediata �como dice acá: "Cabe la ree-lección inmediata por un período adicional"�,pero se debe agregar: "Ningún ciudadano del Perúpuede desempeñar la Presidencia de la Repúbli-ca por más de diez años".

Yo creo que, por lo menos, estas medidas sonnecesarias, son fundamentales. Yo pertenezco almovimiento Renovación y creo, señor, que la re-novación es una necesidad nacional. Por eso, creoque algo de estas propuestas, definitivamente,deberían tener un lugar en esta Constitución queestamos elaborando.

Finalmente, señor, todos se han referido exclusi-vamente al problema de la reelección presiden-cial. Yo vuelvo a repetir, señor, que más impor-tante que este tema es afirmar en esta Constitu-ción que estamos elaborando la descentralizaciónnacional. Por eso, creo en que debemos ir a ladepartamentalización, debemos elegir un gober-nador departamental como cabeza de gobiernodepartamental y que tenga un directorio forma-do por todos los alcaldes provinciales; de tal ma-

nera que todos tengan un mandato popular, na-die sea nominado; porque si no descentralizamos,si no afirmamos la descentralización, el país nues-tro siempre seguirá siendo un país difícil y unpaís no posible.

Creo, señores, que nuestro país es difícil, pero esposible en la medida que lo logremos descentra-lizar.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Muchas gracias.

Tiene la palabra el señor Pablo Tello; y, después,el señor Ocharan y el señor Donayre.

El señor TELLO TELLO (NM-C90).� Gra-cias, Presidente.

De todo lo que hemos escuchado durante el día,planteamientos sobre la reelección y una posi-ción definida de nuestra Alianza Nueva Mayo-ría-Cambio 90, no se quiere entender por la opo-sición, que se opone a la reelección, de que noso-tros pretendemos institucionalizar la reeleccióncomo una posibilidad permanente para todos lospresidentes que tengan esa posibilidad.

Se pretende dar a entender también que el de-seo de institucionalizar esta reelección en la CartaMagna es una posición nuestra de pretender queel señor presidente Alberto Fujimori sea reelegi-do en este nuevo período. Quieren olvidar que esel pueblo el que decide.

Nosotros pretendemos, señor Presidente, la insti-tucionalización de la reelección como un medioviable para todo presidente. No vemos nosotroscomo un proyecto inmediatista, como sí lo venellos, sino como un proyecto perdurable para queéste sea una institución �diríamos así� en todala vida del país.

Y quería yo destacar, de todo lo que he escucha-do, veo tres posiciones en quienes se oponen anuestra posición. Veo, señor Presidente, que senos ha hecho, por ejemplo, una acusación de quesomos nosotros los que a través de esta posiciónvamos a asesinar a la democracia. Y quien lo dicees una persona que no tiene esa autoridad moralpara podernos acusar de esa manera; por cuantoquien nos ha tratado de insinuar esa acusaciónes una persona que sí ha asesinado a un movi-miento, a una izquierda.

El señor Henry Pease se expresó en esos térmi-nos y yo le respondo al señor Henry Pease que él,él es quien ha asesinado a una posibilidad demo-crática, a una izquierda que era unida, por inte-reses personales, por ambiciones de protagonismo

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y de querer figurar; y, de esa manera, pues, trai-cionó �como es conocido por el país entero� alseñor Barrantes, que era el líder nato de esa iz-quierda. Y estas situaciones no se pueden decirtratando de ocultar la verdad, tratando de negarla posibilidad.

Le voy a dar la interrupción, doctor Díaz, permí-tame culminar.

Pero quiero recalcar, señor Presidente, que nose nos puede tildar en esos términos por perso-nas que sí son...

Y lamento que no esté aquí el señor Henry Pease,porque lo hubiera dicho estando él también pre-sente. Él es quien es un asesino de la democracia,él ha dividido a una izquierda que era una opciónposible para un pueblo, y él hoy día nos quieretildar a nosotros de asesinos de la democracia.

Hablamos y vemos también, en otros represen-tantes de la oposición, que hablan de que no quie-ren caudillos cuando sus movimientos, en sus par-tidos, existe el caudillaje desde mucho tiempoatrás. Es decir, vienen aquí a criticar y a querernegar una verdad que el pueblo lo desea, demos-trando que ellos no pueden decir dentro de suspartidos, no pueden cambiar una situación y quie-ren aquí aparentar que sí desean cambiar o evi-tar una posibilidad, que no la pretendemos no-sotros ni tampoco el pueblo peruano. Pero el pue-blo peruano es el que, pues, en última instanciadecidirá cuál es el presidente que debe gobernaren el país.

Nuestra posición es de institucionalizar la reelec-ción no como un proyecto inmediatista, sino unproyecto a futuro.

Finalmente, hay un grupo también de oposito-res a este proyecto que solamente a través de lainsidia, a través del resentimiento, del deseo derevanchismo, de una animadversión hacia el pre-sidente Alberto Fujimori, pretenden hacer verde que nuestro planteamiento es para favorecersolamente al Presidente. Totalmente erróneo esteconcepto, totalmente equivocado; porque, comovuelvo a repetir, nuestra posición es que este pro-yecto... porque estamos convencidos que estaConstitución que estamos elaborando es unaConstitución que durará, perennizará por mu-chos años; y no como es el deseo de los de la opo-sición �algunos� de pretender que esa Consti-tución nazca... o sea, una Constitución no nata,no llegue a nacer; sino, a través de ese plantea-miento del "no", pretenden ellos eliminar o ha-cerla inmediatista.

Señor Presidente, me pide una interrupción eldoctor Díaz Palacios; con su anuencia, le permi-to esa interrupción.

El señor DÍAZ PALACIOS (MDI).� Simple-mente para decirle, a través suyo, al colega Telloque no me parece de buen gusto democráticohacer referencia a expresiones de otro colegacuando éste está ausente.

En segundo lugar, colega Tello, creo que nuestrovocero, el doctor Pease, tiene una amplia trayec-toria democrática, y así lo evidenció cuando fueteniente alcalde de la Municipalidad de LimaMetropolitana. Y creo que es importante, en todocaso, que sus dudas sobre la trayectoria demo-crática del colega Henry Pease las trate directa-mente con él.

El señor PRESIDENTE.� Su tiempo se havencido, señor Tello.

El señor TELLO TELLO (NM-C90).� Paracontestar a esta observación, de que no es unaposición mía de criticar a quien no está presen-te. No es culpa nuestra de que el señor, despuésde hacer una aseveración como la que ha hecho,y tenemos la obligación de responder, no estépresente. Y esto no es una novedad; porque siem-pre él, muy ligero, hace apreciaciones y luegodesaparece; como muchos casos de otros miem-bros de la oposición, que hacen conjeturas, ha-cen aseveraciones y, luego, muy orondamente,desaparecen; y se pretende hacernos ver comoque criticamos no estando presentes.

Cuando uno es democrático, señor Presidente,lo demuestra en todos los hechos y en todo mo-mento, y el ser democrático es saber respetar laopinión y la decisión de un pueblo. Que no sepretenda ser demócrata solamente cuando se estáen la oposición y, desde esa opción, tratar de im-poner posiciones que no es de la gran mayoríadel pueblo peruano.

Vuelvo a reiterar que no es correcta la posiciónque están asumiendo muchos miembros de laoposición, de simplemente tratar de evitar unareelección por tener, en algunos casos, unos, ani-madversión hacia el presidente Fujimori, y, enotros, personas que se expresan en términos in-correctos hacia nuestro comportamiento y lue-go, pues, abandonan la sala y no pueden escu-char lo que uno también, con toda capacidad ycon toda entereza, dice con toda la claridad y laverdad que debe decirse.

Presidente, yo, como la mayoría de los integran-tes de la alianza, estamos por la reelección; y si

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el pueblo en el referéndum también lo ratifica,pues, es la voz del pueblo, y el pueblo tiene elmandato de Dios.

Muchas gracias, Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Señor Ocharan;después, el señor Donayre.

El señor OCHARAN ZEGARRA (PPC).� Se-ñor Presidente: Hoy por la mañana escuché consorpresa que el congresista Joy Way había mani-festado que habíamos tenido consenso aproxima-damente en el ochenta por ciento de la aproba-ción de la Constitución. Y esto realmente es sor-prendente, señor Presidente, por cuanto la Cons-titución de 1979, en su gran parte, ha sido repe-tida en casi todo el articulado referido a temasque, definitivamente, no son los fundamentalesque la mayoría hoy día quiere aprobar para con-solidar el proyecto personal del presidenteFujimori de convertirse en un autócrata.

Señor Presidente: Yo quisiera, por su interme-dio, consultarle al congresista Joy Way si el temade la unicameralidad ha sido de consenso del Ple-no; si el tema del sistema presupuestario ha sidode consenso del Pleno; si el tema referido al Po-der Judicial, de la Magistratura, de la Fiscalía,donde se le han limitado ostensiblemente en susfacultades, si ha sido un tema de consenso. Yo lepreguntaría también que me diga si va a ser untema de consenso hoy día el tema de la reelec-ción, y si va a ser de consenso más adelante eltema de la descentralización.

Entonces, en los temas fundamentales �por suintermedio, señor Presidente�, le digo al con-gresista Joy Way que no hay ese consenso delochenta por ciento; porque en los temas funda-mentales justamente son con los que discrepa-mos en profundidad, porque están yendo �comorepito� a la consolidación del proyecto personaldel Presidente en convertirse en un autócrata conel apoyo de la mayoría oficialista.

Señor Presidente, se ha hablado igualmente enla mañana de que los países desarrollados, en esospaíses desarrollados existe la reelección. Yo lo quetengo que decirle al colega Joy Way, por su inter-medio, señor Presidente, es que en los países de-sarrollados hay reelección porque en esos paísesfuncionan las instituciones del Estado; porqueel Poder Judicial funciona y cumple con su co-metido; porque las fuerzas armadas y policialestambién cumplen con su cometido en los paísesdesarrollados; y porque todas las instituciones,incluido el Poder Legislativo y todas las otras ins-tituciones importantes que existen en cada país,

funcionan dentro de un sistema democrático, por-que sus pueblos se han encargado de darles laautonomía, de darles todas las facultades paraque cumplan con las funciones para las cualesfueron creadas.

Sin embargo, en nuestro país, señor Presidente,todas las instituciones del Estado, casi sin ex-cepción, no cumplen con ese cometido, señor Pre-sidente; y, en este momento, casi todas ellas es-tán en la mano, en el puño del Presidente de laRepública.

Entonces, ¿cómo es posible que en un país quetiene debilitadas sus instituciones pensemos enir a una reelección? ¿Cómo es posible que en unpaís donde hay instituciones, como el Poder Ju-dicial, las Fuerzas Armadas, que están dándolesoporte político al actual Presidente de la Repú-blica y que están en manos ya de un autócrata,cómo es posible que pueda haber reelección, se-ñor Presidente?

Yo creo que el presidente Fujimori está perdien-do el tren de la historia, porque a lo que debededicarse es justamente a fortalecer las institu-ciones del Estado, y no a debilitarlas, como lohace diariamente. Yo creo que, fortaleciéndolas,señor Presidente, de esa manera el presidenteFujimori pasaría a la historia, porque estaríacreando país y estaría dándoles la tranquilidad atodos los peruanos de que el país va a poder salirfortalecido después de la gestión del presidenteFujimori.

Señor Presidente, en el tema de los partidos po-líticos, que ha sido prácticamente el quehacer dia-rio del Presidente de la República...

El señor PRESIDENTE.� Su tiempo ha con-cluido, señor Ocharan.

El señor OCHARAN ZEGARRA (PPC).�Con este tema voy a terminar, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Muy bien, señorOcharan.

El señor OCHARAN ZEGARRA (PPC).� Lospartidos políticos ha sido el tema preferido del Pre-sidente de la República. Ha denostado de ellos:todos los días le dice al pueblo que se enfrente alos políticos. Pero yo pregunto, señor Presidente,¿qué cosa ha hecho el presidente Fujimori parafortalecer a los partidos políticos? ¿Por qué el pre-sidente Fujimori no envía la ley de partidos polí-ticos para que el Jurado Nacional de Eleccionesintervenga en los procesos electorales internos decada partido político, y que cada partido políticopueda participar en el Presupuesto de la Repúbli-

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ca, tal como sucede en la gran mayoría de los paí-ses del mundo? ¿Por qué el Presidente no se dedi-ca a construir el país de esa manera? Y, por el con-trario, utiliza la debilidad de las instituciones delEstado para fortalecer su figura.

Entonces, ¿de qué reelección hablamos, señores?Es cierto, real y concreto que lo que está hacien-do el Presidente de la República todos los días esconstruir el camino a la autocracia y a la dicta-dura.

Señor Presidente, el país está cansado de estetipo de procesos; está cansado de que se le mal-trate de esa manera; está cansado de que todoslos días se enfrente al pueblo, se polarice al pue-blo inútilmente; cuando lo que debiéramos ha-cer �y principalmente en el Presidente de laRepública está la responsabilidad� es de que nosunan a los peruanos, que el Presidente de la Re-pública tienda los puentes de entendimiento en-tre todas las instituciones.

De esa manera, yo voy a felicitar al Presidentede la República. Pero lo que tengo que hacer aho-ra es criticarlo con dureza, porque lo que estáhaciendo es un daño terrible al país, conducién-dolo a la dictadura; porque después de él vendráotro borrón y cuenta nueva, señor Presidente,para pesar de todos los peruanos que creemos enla democracia.

El señor PRESIDENTE.� Doctor Donayre;después, la señora Nicolasa Villar; y, después, elseñor Xavier Barrón.

El señor DONAYRE LOZANO (CD).� Hono-rable, señor Presidente: De mucho tiempo nosencontramos.

Ojalá pueda subsumir en cinco minutos esta in-tervención. Sin embargo, quiero decir, Presiden-te, que esta mañana y también esta tarde he es-cuchado a los representantes de todos los grupospolíticos enfocar este tema, enfocar el tema de lareelección presidencial, con tal apasionamientoque no está a la altura de un Congreso Nacional,Presidente.

Los que sostienen la reelección presidencial comonecesidad del país han utilizado la palabra car-gada de pasión, y los que creen que no debe ha-ber reelección presidencial también lo han he-cho con un apasionamiento que no se justifica.Es que ambos grupos, señor, o ambas tesis estánpartiendo de un equivocado concepto.

Los que se solidarizan con la reelección presiden-cial y los que sostienen tesis distinta lo hacen co-locando en el centro del debate al señor AlbertoFujimori, y eso es totalmente equivocado.

Yo creo, Presidente y señores congresistas, que eldebate no tiene que partir de la figura del señorAlberto Fujimori: el debate tiene que partir de lasbondades que significa reelegir a un Presidente dela República o de los errores que puede traer unareelección presidencial. Y, desde este punto de vis-ta, Presidente, yo quiero poner en la balanza de laopinión y de la inteligencia los argumentos que pe-san para que proceda una reelección presidencial.

Una reelección presidencial, señor, es necesaria,para los que sostienen esta tesis, porque un pue-blo no tiene por qué desligarse de un buen go-bernante; los pueblos tienen el derecho a aferrar-se a un buen gobernante. La segunda razón, se-ñor, es porque un gobernante necesita cumplirsu plan y metas de gobierno, y ningún esquemao programa puede desarrollarse en un períodode gobierno. Éstos son argumentos valederospara sostener la tesis, que un Presidente de laRepública puede ser reelegido.

La otra tesis, la tesis distinta, Presidente, es quela reelección es dañina porque genera desigual-dad en cuanto a competencia electoral, dada queésta puede conducir al abuso del poder. La otrarazón que pesa para que no proceda la reelecciónpresidencial es que esta reelección genera corrup-ción; puesto que, siendo el titular del pliego eco-nómico y siendo el que maneja la economía, la in-fraestructura y el dinero del Estado, puede valer-se de esos medios para procurar la reelección.

Pero no falta quienes sostienen la tesis de cómoesto no opera en Estados Unidos. Es que se olvi-dan los que sostienen esta tesis que en EstadosUnidos, Presidente, los partidos políticos tienensu propio presupuesto para los efectos de los pro-cesos electorales y, además, el Congreso conocede lo que dispone ese Poder Ejecutivo �que eneste caso es�, porque controla los gastos del Pre-sidente de la República. En el Perú no sucedeesto, no hay control de ese dinero.

La otra tesis en contra de la reelección es porqueel Presidente maneja en forma directa los asun-tos de gobierno. En Estados Unidos y en Franciano sucede cosa igual, pues el Presidente de laRepública, en ambos países, cumple funciones dedefensa y de carácter internacional, no de gobier-no.

No procede la reelección presidencial o no es con-veniente la reelección presidencia por ser el JefeSupremo de la Fuerza Armada; y siendo JefeSupremo de la Fuerza Armada, con el conceptode disciplina que tienen los militares, Presiden-te, bien puede tomar determinaciones que afec-ten al limpio proceso electoral, más aun cuandolas actas que reserva la Fuerza Armada para elúltimo cómputo, cuando hay que esclarecer unconflicto, es el determinante en el resultado.

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Otra de las razones, Presidente, es porque el Po-der Ejecutivo dota de presupuesto al órgano elec-toral; por consiguiente, el Poder Ejecutivo ma-neja al Poder Electoral. Es doloroso decirlo, peroes cierto. Y ahí donde un Poder Ejecutivo mane-ja al Poder Electoral, las ánforas y todos los ins-trumentos para un proceso electoral nunca lle-gan al pueblo donde el resultado le va a ser ad-verso.

Éstas son las razones para que proceda o no pro-ceda la reelección presidencial; y no, como se hapartido acá equivocadamente, de hablar deFujimori como dictador, de hablar como Fujimorique no debe continuar en el cargo.

Y éste no es el debate, sino hay que poner en labalanza de la opinión �como dije�, en la balan-za de la inteligencia, la oportunidad para quenosotros razonemos sobre la conveniencia o noconveniencia en un país como el nuestro, dividi-do totalmente por razones diversas; porque yono creo que acá, Presidente, y para terminar...

Yo no creo que acá haya quien persista en deba-tir el tema Fujimori, puesto que aquel que en-tiende el imperio de una Constitución, aquel quedomina en algo la Constitución, aquel que no seapasiona para explicar un dispositivo constitu-cional, debe, a su vez, reflexionar en que don Al-berto Fujimori no puede ser candidato a la Pre-sidencia de la República el año 1995, porque laley o la normatividad no tiene efecto retroactivoen estos casos y, si el señor Alberto Fujimori hasido elegido con la Constitución del 79, de ningu-na manera puede ser candidato.

Y algo más, Presidente: y si fuera candidato, cual-quier ciudadano puede recurrir al Poder Judi-cial e impedir esa candidatura, porque estaría-mos nosotros aplicando la retroactividad de laley indebidamente. Por eso, el debate ha equivo-cado su camino.

Y termino diciendo, señor Presidente, que estoysorprendido que algunos congresistas estén sos-teniendo �y sería doloroso� que esta Constitu-ción va a ser promulgada en el mes de agosto,antes de ser sometida a referéndum, bajo el ar-gumento, no bueno, que no podría ser sometidoantes en virtud que recién el referéndum, quereciénel referéndum, señor, va a ser aprobado poresta Constitución y, por consiguiente, no existien-do ese instrumento, primero hay que aprobar laConstitución. Cuidado, que desde ahora antici-po, señor, que esto va a dividir más a los perua-nos, más divididos de lo que están.

Por consiguiente, con esta advertencia, yo creoque sólo puedo pedir que, cuando el doctor Ferreroutilice la palabra, no ofenda a los partidos políti-

cos; partidos políticos a los que yo reivindico;porque si él está viviendo en estos momentos unaépoca de gloria para su carrera y su vida perso-nal, se debe al sacrificio de vidas de políticos, deprivación de la libertad de políticos, de partidosque se han entregado por hacer posible una de-mocracia.

Entonces, no golpee mucho atrás, doctor Ferrero,porque cuando un ser humano como usted, inte-ligente y culto, enfrenta el pasado con el presen-te, lo único que hace es poner en riesgo el futuro.

Por consiguiente, lo invito porque yo me solida-rizo, sin pertenecer a ningún partido político, mesolidarizo con ellos, porque gracias a ellos ha sidoposible en el Perú etapas de democracia.

Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Tiene la palabra laseñora Nicolasa Villar; y, después, el señor XavierBarrón.

La señora VILLAR DE POSADAS (NM-C90).�Gracias, Presidente.

El tema de la reelección presidencial, realmente,también me ha llevado a meditar con mucha cal-ma, con mucha tranquilidad, sobre los gobiernosque nos ha tocado vivir en años pasados, sobre elactual gobierno y sobre el país que debemos de-jar a las futuras generaciones.

Me parece, y estoy consciente, de que lo más de-mocrático y lo más grande en la democracia esdarle libertad al pueblo para que pueda elegirsus representantes. No estamos obligando alpueblo a que elija exactamente al gobierno deturno. Estamos dándole una oportunidad paraque pueda escoger, entre todos los candidatos quese presentan, a quien crean conveniente.

El gobierno, como bien lo decían los colegas y lodecía también el señor Donayre, que es necesariohacer un contrapeso, poner en una balanza a loscandidatos; y esa balanza, que viene a ser el pue-blo, será la que diga quién pesa más, será la quevalore y califique la labor del candidato de turnoy pueda emitir su voto consciente y consecuente.

En tal sentido, el pueblo podrá elegir, de repen-te, a un gobernante que no hace obras y que, sinosotros hemos aceptado la reelección por cincoaños más, en el primer quinquenio podremosvalorar a este presidente y no darle otra oportu-nidad. Pero, me pregunto: ¿por qué quitarle laoportunidad al pueblo de seguir trabajando conun buen gobernante? ¿Por qué quitarle la opor-tunidad al buen gobernante de seguir abriendobuenos caminos para nuestro país?

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Creo que lo más normal sería dejar en libertad alpueblo para que escoja. Y, para esto, cuando no-sotros tengamos un buen gobernante, y que seael gobernante de turno que reúna todas las con-diciones para ser reelegido, habremos consegui-do el engrandecimiento de nuestro país; porquelo que necesita un buen gobernante son cuatrocosas, que ya lo han dicho muchos colegas: tiem-po, experiencia, continuidad en su obra y estabi-lidad.

¿Tiempo por qué? Necesita tiempo para ejecutartodos los planes de trabajo que tiene durante sugobierno, porque el tiempo que se le da de cincoaños no es suficiente. Todos sabemos y hemoscomprendido, en los años que nos ha tocado vi-vir, que los primeros años de gobierno solamen-te sirven para que el gobernante pueda adaptar-se al nuevo sistema de trabajo, pueda conocerlos problemas y, tal vez, empezar a arreglar algu-nos de los problemas. Luego, se cumple su man-dato, entra el nuevo de turno y sigue la rutina.

Entonces, ningún mandatario podrá solucionara cabalidad los problemas de nuestro país. Eltiempo que le permitimos dando la reeleccióntambién le está dando experiencia al gobernan-te; con una buena experiencia le permitirá go-bernar mejor.

Tras esto, llega la continuidad. La continuidad;hacía rato se decía que no es necesaria, que no esindispensable. Pero yo sí la considero muy nece-saria e indispensable, porque si el gobernantetiene muchos proyectos, muchas obras ya inicia-das, hay que darle tiempo para que las termine.

Por la experiencia que tenemos y por haber re-corrido muchos lugares de nuestro país, nos hapermitido ver de cerca la gran cantidad de obrasque han quedado en todo el territorio abandona-das por no haberlas continuado. Y esto ocurre,precisamente, por el cambio de cinco años degobierno: estas obras se van abandonando gobier-no tras gobierno, sin llegar a conclusión. Nues-tro país es pobre, y no estamos en condiciones debotar dinero ni de perder tiempo.

Esta continuidad también nos trae estabilidad;la estabilidad de los programas sociales, econó-micos, políticos y democráticos.

Y, para terminar, también debo hacerles presen-te que seríamos muy injustos, ya que Dios hapermitido tener un buen gobernante y no saber-lo reconocer. Estaríamos pecando de ingratos.

Todos sabemos la labor y no podemos ponernosuna venda en los ojos, porque sería como negarla luz del día. Las obras de Fujimori son nume-

rosas y de gran envergadura. Tenemos que reco-nocerlas; y con ese reconocimiento es que noso-tros, los de la mayoría, quisiéramos que se reeli-ja a nuestro mandatario a fin de darle oportuni-dad para que continúe sus obras.

Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� La palabra el se-ñor Xavier Barrón.

El señor BARRÓN CEBREROS (PPC).�Gracias, Presidente.

Quisiera desvestir este debate importante decualquier tema apasionado o incluso político.Tengo la impresión de que estamos ante un temaeminentemente técnico, y lamentablemente noha sido así en lo que va a hoy del debate.

Mi guapa y querida amiga Martha Chávez ha ha-blado en la mañana, refiriéndose a las expresio-nes de otro colega, que estaba pensando en elpleistoceno. Quizá quiso decir jurásico, que estámás de moda por la película que todos debiéra-mos ver.

Pero es que, precisamente, Presidente... Preci-samente le decía, Presidente, que es más bienella y la mayoría la que quiere llevarnos a épocasque no debieran volver. Y para esto bastaría contomar lectura de varios mensajes del Presidentede la República, Fujimori, o de locuciones hechasa la prensa nacional e internacional, para darcuenta que tenían que surgir contra una especiede clase política a la que ella llama "de cúpula"despectivamente, pero que no es otra cosa que lamala política o la política mal entendida hechapor políticos corruptos; los que, espero yo, no haynadie aquí representado.

Pero, precisamente, debiéramos alejarnos enton-ces de todo camino que tienda a llevarnos haciaesos niveles de corrupción en la política, como sehan visto en otros países y también en éste, en elgobierno anterior. Y fue precisamente ese gobier-no anterior del presidente García el que intentóllevar a cabo un proyecto reeleccionista, y �hayque decirlo con sus letras� se le enfrentó un di-putado aquí presente, el señor Olivera, con granhidalguía, con valentía; y quizá fue así como sedesmontó lo que habría sido realmente una pelí-cula de Steven Spielberg: haber imaginado unsegundo gobierno de Alan García, donde habríanpasado quizás dinosaurios, tiranosaurios y sabeDios qué, en este país lleno de sorpresas.

Pero, entonces, ¿qué es el mensaje? ¿cuál es elmensaje que debemos tomar, la enseñanza detodo esto, del pasado? Que no debemos arriesgarsituaciones que estén caminando por el sendero,

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y no me refiero al "luminoso"; porque caminarpor el sendero significa estar mirando al precipi-cio y, en una de esas, uno puede resbalar.

Preguntarle al país en términos como, con gransencillez y naturalidad, ha expresado ahora lacolega Nicolasa Villar; preguntarle al país si quie-re consignar la reelección en la Carta Fundamen-tal en términos de Fujimori, es entrar precisa-mente al tema central de toda esta confusión.¿Estamos trabajando para él o estamos trabajan-do para el país del mañana?

Empezar a decir, como lo ha hecho ella con gransencillez, pero con gran trascendencia y verdady veracidad, que se trata de ver la reelección delpresidente Fujimori y no una reelección en abs-tracto. Habría entonces que decirle, con la mis-ma sencillez, si lo que queremos es abrir una Cajade Pandora; si el pueblo considera que es justo yconveniente, y, eventualmente, ante una apro-bación de hoy, por la mayoría, de la reeleccióninmediata, fuera el candidato del 95 y fuera ele-gido por el pueblo, e hiciera un segundo gobier-no y éste fuera normal, correcto, bueno �segúnel calificativo que la gente quiera ponerle�, nopor eso habríamos justificado el porqué de unareelección inmediata, porque después de ésta pue-den haber varios "Alan García" más en el país. ¿Yqué explicación le daríamos?

O es que entraremos en una nueva Constituyen-te para modificar nuevamente las leyes y así de-cirle al país: "Antes la quisimos, porque había unhombre que la justificaba; ahora ya no la quere-mos; y mañana, que nace un nuevo Fujimori, en-tonces ahora nuevamente la queremos". Bastan-te poco serio, Presidente.

Yo dije que quería llegar al tema alejado de lapolítica y entrar al tema técnico. Y es aquí dondequisiera formular un llamado cordial a la mayo-ría, a la mayoría gobiernista, y pedirle, señor, quepensemos con un poquito de sentido común ennuestro sistema electoral vigente en el Perú.

¿Se les podría ustedes ocurrir, a alguien, que alcarretillero de helados o el panadero de Villa ElSalvador puede comprar �para mejorar su pro-ducto y su venta� puede comprar una carretillaMercedes Benz o una Cadillac? Como proyectocinematográfico es hermoso; pero como realidad,nula; no existe esa posibilidad. Y hablar de re-elección es, en el fondo, pensar en un lujo que elpaís no puede darse.

Nuestra ley electoral �y creo que es el únicopunto en el que he concordado en la mañana dehoy con el doctor Carlos Ferrero�, nuestra leyelectoral es absolutamente obsoleta, data de la

época de la carreta y hay, evidentemente, quecambiarla. Y quisiera escuchar en la mayoría�no sólo de una voz única, una voz que clamaen el desierto, que es la del doctor Ferrero, sinoquisiera todas las voces de la mayoría� que vana acompañarnos en hacer una nueva ley electo-ral que haga más transparente una elección y queevite, más ahora que nunca, si es que ustedesquieren llevar adelante un proceso evidentemen-te violentista, como luego lo voy a explicar rápi-damente, hay que cambiar, entonces, desde susraíces, el sistema electoral.

Imaginémonos la posibilidad de un candidato, elseñor Fujimori, a la reelección contra equis can-didato; por ejemplo, Lourdes Flores. Imaginémo-nos, entonces, que la candidata Lourdes Flores,en abril o mayo de 1995, obtiene una copiosa vo-tación, pero sin que le corresponda ir a segundavuelta todavía, por encima ligeramente de la elec-ción o de los votos que obtiene el candidato-pre-sidente Fujimori. Es una posibilidad.

Ante esta eventualidad, nos tenemos que some-ter, entonces, a los dictados del Jurado Nacionalde Elecciones, el que hoy, 4 de agosto del 93, toda-vía no declara concluido el proceso electoral mu-nicipal del 29 de enero del 93. A ese mismo Jura-do, que permite que los canales de televisión, lasrevistas, los diarios y las radios sean los que efec-túan la proclamación de los candidatos que hayanresultado ganadores en las elecciones y no él mis-mo, porque su sistema, su estructura y su maqui-naria es tan lenta, paquidérmica, elefantiásica, queno le permite adelantarse a los medios modernos,que sí tienen los canales de televisión, los periódi-cos, las radios y las revistas.

Aquí mismo hay muchos ejemplos, que me estánescuchando y que saben que tengo la verdad.Muchos de los presentes no fueron proclamadospor la televisión el día domingo 22 de noviembrede 1992. En mi misma bancada hay gente que nofue proclamada, que yo daba por perdedora, ylejos; y, para felicidad de nosotros, están aquípresentes; y otros muchos que fueron ganadoresen la televisión se encuentran hoy día en sus ca-sas.

Esto nos hace pensar que nuestro sistema elec-toral es obsoleto, antiguo, tradicional y que nocorresponde a una reelección inmediata. Habríaque entrar en un sistema moderno �y que, cuan-do entremos al debate correspondiente, detalla-ré� sobre cómo ampliar, cómo mejorar, cómohacer más ágil y dinámico el cómputo electoral;y no como hoy, que se hace a mano, con ábaco,porque no hay otra manera real de avanzar fren-te a la técnica moderna de los votos.

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Decía, entonces, Presidente, que pensar en unareelección inmediata con el sistema electoral vi-gente es promover un proyecto violentista; por-que estoy seguro que, en el ejemplo puesto deLourdes Flores como candidata versus Fujimoricomo candidato, y ante una eventualidad en queél estuviera segundo pero muy cercano, y ante lalentitud de los cómputos a que tiene acostum-brado el actual Jurado Nacional, con la actualcomposición del Jurado Electoral, esto, eviden-temente, acabaría �y a nadie le va a sonar raroque lo diga� a un golpe de Estado.

No ocurriría si un candidato está muy despunta-do, si el señor Fujimori tiene el setenta por cien-to de los votos y su contendor está diez o quincepor ciento, porque cualquier anomalía sería con-siderada parte de las verdades de un proceso yque no modifican ni alteran el resultado final.

Por esto �y como nadie sabe cuál es la verdad yel futuro le pertenece a Dios�, tenemos que pen-sar, Presidente, en una realidad nacional. Biendecía el señor Pease en la mañana que no esta-mos ni en Francia ni en Alemania ni en EstadosUnidos; estamos en el Perú; porque, si estuvié-ramos en Estados Unidos, por ejemplo, en el es-tado de Oregon, en el mes de julio se ha votadopor correspondencia y no en un día electoral, sinoen una semana electoral; porque se considera enel estado de Oregon, en Estados Unidos, que nohay por qué constreñir a un día y a un momento,a un minuto en la cámara secreta, para que elelector decida su voto. Hay que darle facilidad,amplitud de criterio, para que en una semana,luego de dialogar y conversar con amigos, parien-tes, familiares, decida tomar una decisión seria.

De esta manera, no digo que sea lo mejor para elPerú. Digo que el mundo van avanzando a veloci-dad supersónica; y en el Perú, lejos de avanzar enmateria electoral, vamos retrocediendo. Y estamosviendo, entonces, que en ese Jurado Electoral, enesa cúpula de esta institución tan importante enel Perú, nacen todos los demás poderes sin excep-ción, sea directa o indirectamente.

Y la pregunta es: ¿hemos dicho algo �repito,salvo el doctor Ferrero en la mañana� respectode este obsoleto sistema? ¿Estamos promovien-do realmente una reelección inmediata sobre labase de una facilidad estructural de agilidad y decompetencia real?

Si a esto le sumamos que ese elefantiásico ypaquidérmico Jurado no es capaz de gobernarrealmente un proceso, cuánta más razón tendre-mos cuando, como dijo Lourdes Flores o MarioOcharan, tenemos que el candidato a la reelec-ción tiene, a su vez, los recursos del Estado.

La doctora Luz Aurea Sáenz denunció a la Fisca-lía a varios prominentes líderes del gobierno an-terior que hicieron uso de dinero y de recursos,de bienes, en su propia candidatura, por referir-me a los casos de Lima y de Callao, por hablar dedos. Desconozco si están en prisión esos señores.Pero es la realidad nacional: la tendencia no to-talitaria, sino la tendencia a usufructuar los car-gos hace que, ante la desesperación de una en-cuesta en la que lo dan por perdedor, el funcio-nario en el cargo haga uso de todos los mediosposibles, lícitos y no lícitos, para perpetuarse enel cargo.

Por eso, Presidente, quería que mis palabras nofueran tomadas en sentido político, sino eminen-temente técnico. Debemos llevar primero, antesde hablar de reelección... y me permitiría pedirleal doctor Torres y Torres Lara, por intermediode la Presidencia, que aceptara debatir este temanuevamente, una vez que hayamos debatido elcapítulo referido al Jurado Electoral. De otramanera, estamos saltando al vacío sin saber si lanorma que aprobamos será realmente de aplica-ción válida, transparente, lícita, correcta, paralograr, el mañana, un Perú mejor que el de hoy.

Todos queremos lo mismo, Presidente, pero ten-go la impresión que por correr un poco en estetema, que, por demás, estoy seguro sin ambagesdecirlo, es el tema fundamental de la Constitu-ción; es el tema de fondo, el que motivó este Con-greso Constituyente; y es el tema central del de-bate planteado por la mayoría. Estoy seguro queen todos los demás temas son transigibles por lamayoría, menos éste, en donde no habrá formade abrir ni siquiera un resquicio de luz en la puer-ta cerrada de sus conciencias. Y a ellas apelo, pre-cisamente, y con un tema técnico.

No juguemos con el futuro del país. El Perú dehoy quiere paz y trabajo, no quiere violencia. Yestamos generando una probable situación, muyposible, si recordamos cuáles fueron los resulta-dos electorales en el año 90, donde el candidatoganador en la primera vuelta y el segundo pues-to quedaron escasamente 3,57 por ciento de di-ferencia.

Éstas son las realidades en el Perú, y donde losresultados, por ejemplo, del Pongo de Manserichellegan a los once días hacia la costa y a los trecedías a la Capital de la República para computaresos resultados.

Todo esto amerita. Y porque cuando estuvimoscon el señor Joy Way en Alemania hace unas se-manas atrás, el gobierno alemán ofreció dinero yasistencia técnica para mejorar nuestro sistemaelectoral. Pero dijo algo más: que nadie le había

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pedido asistencia técnica. Algo semejante dijo laOEA a través de su departamento para la pro-moción de la democracia: que nadie tampoco lehabía pedido oficialmente, en nombre del Perú,que diera asistencia técnica o dinero o bienes oequipos para mejorar el sistema de cómputo.

Reitero, Presidente, entonces, que no se trata dehacer vibrantes defensas, no se trata de haceremotivas defensas de la reelección inmediata; setrata de pensarla y sopesarla. No somos dueñosdel Perú; somos escasamente inquilinos de esteParlamento; e inquilinos que tenemos la suertede poder gobernar el futuro mediato e inmedia-to. No pensemos en función del presidenteFujimori; pensemos en función del mañana mu-cho más lejano, adonde la vista ya casi no nos dé,adonde los que estén por venir no tengan �aca-bo, Presidente� que reclamarnos a la Constitu-yente de 1993 las barbaridades que pudieronhaber hecho o aquellas muchas cosas importan-tes que dejaron de hacer.

Reitero, Presidente, y concluyo pidiendo una pre-cisión de conciencia a la mayoría; y directamen-te, por su intermedio, Presidente, al presidentede la Comisión de Constitución, señor Torres yTorres Lara, pidiéndole que posterguemos estedebate �y si es necesario hacerlo como cuestiónprevia, lo planteo como cuestión previa� en tantoque no se debata el tema que es fundamental yprevio por naturaleza, cual es el del poder elec-toral o Jurado Electoral.

Gracias, Presidente, por su fineza y por el tiem-po que me ha concedido.

El señor PRESIDENTE.� Doctor Flores-Araoz,tiene usted el uso de la palabra.

El señor FLORES-ARAOZ ESPARZA (PPC).�Señor Presidente: Daría la impresión, en estedebate, que no estamos tratando el tema de lareelección dentro de un contexto de una reformaconstitucional, sino esto me da la impresión quees parte de diversas campañas políticas: unos porla reelección del ingeniero Fujimori, y otros porla no reelección del ingeniero Fujimori.

Esto, por lo menos a mi juicio, señor, perturba loque debe ser un debate constitucional; sobre todoen esta materia, que es saber si para el Perú con-viene que haya reelección presidencial o no, siconviene que esa reelección presidencial puedeser mediata o inmediata. Pero acá, señor, se es-tán trastocando las cosas: todo tiene que ver enrelación con el ingeniero Fujimori.

En consecuencia, señor, para poder hacer un de-bate lógico y despersonalizado, como debe ser,voy a presentar un texto de una disposición tran-

sitoria, a esta Constitución del Estado, que diríalo siguiente: "La disposición constitucional sobrereelección presidencial no alcanzará al ciudada-no que actualmente jefature el Poder Ejecutivoy, consecuentemente, sólo tendrá vigencia a par-tir del 28 de julio de 1995". Lo alcanzo a la Presi-dencia, señor.

Si esta disposición transitoria fuera aceptada, sepodrían decir muchas cosas. Se podría comenzarpor lo que dicen los tratadistas, tanto los nacio-nales como los extranjeros: qué dice GermánBidart Campos, qué dice La Roche, qué dicen losperuanos Quispe Correa o Power Manchego Mu-ñoz; y podríamos señalar, señor, las experienciashistóricas, las tanto nacionales como extranje-ras. Y, podríamos, lógicamente, hablar muchosobre el particular, porque hay argumentos detodo, a favor y en contra. Podríamos también,señor, decir cuáles son las tradiciones peruanasen este tema; de lo que se ha llamado... por ejem-plo, Enrique Chirinos Soto decía �por supues-to� "la Constitución histórica del Perú". Podría-mos hablar también de la alternancia del podery de la necesidad propia en una democracia quese fortalece. Podríamos proponer también, señor,muchísimos mayores requisitos, no solamentepara postular al cargo de Presidente de la Repú-blica y Vicepresidente de la República, sino tam-bién para los parlamentarios.

Fuera de la edad, señor, para postular a parla-mentario y para postular a Presidente de la Re-pública, se tienen menos requisitos, a veces, quepara entrar a educación inicial, señor, no diré uni-versitaria. Agarro prospectos de la Universidadde Ingeniería, de admisión �y se los voy a alcan-zar, señor Presidente�, que son muchísimos �yusted lo conoce, porque ha sido catedrático de esauniversidad, o alumno en su momento�, muchí-simos más requisitos. La Universidad Garcilasode la Vega, pasa lo mismo; la UniversidadVillarreal, igual.

Pero vayamos a los institutos militares, señor, yvayamos a los institutos policiales. Se requiere,para ellos, requisitos, señor, que son muchísimomás importantes que los que se piden para serPresidente de la República; y esto, para entrar auna escuela, la escuela de vigilantes o escuela deoficiales.

El Presidente de la República es Jefe Supremode las Fuerzas Armadas, pero tiene menos re-quisitos, señor, que para ser simplemente alum-no de la Escuela Militar de Chorrillos. Esto, se-ñor, francamente, considero que es un absurdo.Igual sucede en las escuelas policiales, etcétera.

Señor, como me gusta justificar las cosas que digo,le voy a hacer alcanzar los prospectos que he ido

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recolectando. Hay más, pero creo que éstos ejem-plarizan las cosas; hay actuales, hay antiguos.

Señor, no vayamos ya a los institutos armados.En el proyecto que nos trae... en el proyecto quenos trae la Comisión de Constitución se señala...

El señor PRESIDENTE.� Su tiempo ha ter-minado. Le vamos a conceder unos minutos paraconcluir, señor Flores-Araoz.

El señor FLORES-ARAOZ ESPARZA (PPC).�Señor Presidente, voy a tratar de cortar lo másposible, aunque no lo fundamental.

Por ejemplo, en este proyecto constitucional seseñala que el Presidente de la República es elprimer servidor del país, lo cual es verdad. Y en-tonces, tendría que remitirme a la ley de la ad-ministración pública, el Decreto Legislativo 276.Para ser funcionario público en cualquiera de susniveles se tiene, por el Decreto Legislativo 276,mayores requisitos que los señalados por la Cons-titución del Estado para la Presidencia de la Re-pública.

Podría también recordar el Compromiso de Ba-hamas. El ingeniero Fujimori se comprometió aestar hasta el 28 de julio de 1995. Pero, señor,podríamos decir también, hablar de los temas queseñaló en la mañana nuestra colega Joy Way, enque hizo un parangón de las sociedades...

Nuestro colega, por favor; nuestro colega, ahoray siempre.

Víctor Joy Way �bien claro� expresaba un pa-rangón con las sociedades. Pero, señor, las socie-dades tienen dueño y son unos pocos; quizás enaccionariado difundido unos cuantos cientos, derepente se cuenten a unos cuantos miles. Pero elPerú, señor, es de más de veintitantos millonesde peruanos y, por lo tanto, no se puede hacer unparangón dentro de las decisiones societarias conlas decisiones de un país. El país pertenece a to-dos.

Y explicaba también Joy Way que se requieremuchísimo mayor tiempo para dar estabilidad alas reformas que se requieren. Nosotros creemosque la estabilidad debe ser en las instituciones yno en los hombres. Y la estabilidad de las insti-tuciones es lo que realmente les interesa a losinversionistas y les interesa también a los ciuda-danos. Por eso es que muchas veces, señor, se hahablado de una Constitución que sea proyectonacional, y que los diferentes gobiernos que pue-dan irse sucediendo en la función siempre, se-ñor, acaten los mandatos constitucionales y ésesea el proyecto al que se acojan.

Podríamos decir muchísimas más cosas, señor,respecto a todo ello. No hablaré de la deprecia-ción acelerada a que se refería mi amigo VíctorJoy Way, porque esto no es negocio, señor; lostemas del país no son negocio.

Pero creemos, señor �por lo menos creo perso-nalmente�, que no se va a aceptar mi propuestaporque éste es un tema �como lo han presenta-do� Fujimori o no Fujimori, me voy a referir,pues, al ingeniero Fujimori.

Ésta es una Constitución que busca un proyectopersonal. Nosotros creemos que no debería ser,pero acá hay un dato claro: proyecto personal delingeniero Fujimori, reelección del ingenieroFujimori y campaña del ingeniero Fujimori.

Y digo �señor, si me permite un minuto más�campaña del ingeniero Fujimori, porque, señor,estamos en el festival del "no concurso", de "nolicitación": libros por allá, tractores por allá, másallá computadoras, más allá materiales de cons-trucción, más allá ambulancias; de todo, señor.

He hecho una revisión somera del diario oficialEl Peruano y encuentro Decretos Supremos Ex-traordinarios 074-PCM/93, el 030-93, el 032-93,el 040-93 y el decreto supremo 094-PCM/93; pá-ginas y páginas, señor, de decretos supremos ex-traordinarios y de decretos leyes liberando delicitaciones y de concursos públicos para seguiren este festival de "no licitación", porque segura-mente estas adquisiciones ayudan a una campa-ña electoral que ya se inició.

No es Cambio 90, señor; es el cambio de la anti-gua política del "pisco y la butifarra" que ahora lla-man quizás "honradez, tecnología y trabajo". Pero,¿qué honradez cuando sucede esto? ¿Cómo se fis-caliza esto? ¿Por qué se realizan todos estos actossin licitación? Misterios de barrio chino, señor.

Ojalá que podamos hacer fiscalización; ojalá quela tecnología no sea solamente el regalo de com-putadoras donde quizás no se pueden ni enchu-far; y ojalá el trabajo sea el trabajo de estadistaen bien del país, señor, que es lo que se requiere.

Nosotros, señor, nosotros... No diré "nosotros",porque no tengo el derecho de hablar por todos;pero sí, en mi parecer, voy a votar en contra deeste artículo constitucional porque es lo peor quepodría suceder al país. Queremos, señor, un pro-yecto de nación; no proyectos personales.

Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Tiene la palabra elseñor Marcenaro; y, después, el señor Olivera.

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El señor MARCENARO FRERS (NM-C90).�Sí, señor Presidente. En primer lugar, para ex-plicar que si en el Perú se hubieran donado máscomputadoras, más máquinas, más motores, enel pasado, hoy día el Perú estaría totalmente di-ferente. ¡Qué pena que los presidentes del pasa-do no iniciaron la obra que se inició a partir del90 en favor de todos esos pueblos que siemprefueron dejados de lado y que siempre fueronabandonados!

Gracias a Dios, a partir del 90 se ha iniciado estaetapa, y ojalá los presidentes que sigan, seanquienes fueran, continúen con esta obra que elpueblo la agradece y la continuará agradeciendo.

Con relación a la reelección, permítame, señorPresidente, en primer lugar, referirme a los ar-gumentos llamados en contra.

El primero de ellos dice que es la historia, pri-mer argumento en contra de la reelección, por-que en el Perú justamente no ha existido reelec-ción. Pero si la historia, señores, es maestra, yjustamente la historia nos tiene que enseñar quetambién podemos tomar en cuenta que, en la me-dida que no ha habido reelección en el Perú, esque estamos como estamos. Justamente, la his-toria nos tiene que enseñar que cambiemos losmétodos. Si hasta ahora en el Perú no ha habidoreelección y esto ha determinado muchas vecesel estado en que estamos, pues cambiemos losmétodos, porque la historia nos enseña.

Por otro lado, los amigos de izquierda afirmabanhoy día que ellos habían votado por el ingenieroAlberto Fujimori, y se habían equivocado. Perosi ellos siempre se han equivocado, señores; estono es ninguna novedad; pero si ellos votaron porel marxismo leninismo, lo defendieron, y se equi-vocaron; apoyaron el Muro de Berlín, y se equi-vocaron; apoyaron a la Unión Soviética, y se equi-vocaron; apoyaron a Barrantes, y se equivocaron;iban a ganar las elecciones del 90, y se equivoca-ron; después apoyaron a Fujimori, ¿y dicen quese equivocaron? No, ésa fue la única vez que laacertaron, señores de la izquierda; el resto deveces sí se equivocaron.

Se dice también, señor Presidente, que el Presi-dente tiene todos los medios de prensa a su dis-posición y, en consecuencia, tiene facilidades parala reelección. Pero, señor Presidente, leamos losmedios de prensa. Si los medios de prensa estánen contra. Leamos El Comercio, leamos La Re-pública, leamos muchos diarios, escuchemos laradio; son muchos medios de difusión que estánen contra. ¿De qué medios cuenta el Presidente?¿Acaso el Presidente es dueño de los medios? Asíque éste no es un argumento para señalar que el

Presidente, por esta razón, tiene una ventaja; alcontrario, tiene una desventaja, porque más ven-de muchas veces ser oposición que, al contrario,estar a favor.

Se dice como otro, segundo o tercer, argumentoque el Presidente tiene el poder y puede utilizar-lo mal. Pero el poder que tiene el Presidente, enprimer lugar, se lo ha otorgado el pueblo; no esun poder que él se ha inferido porque ha queri-do; porque recordemos que este Presidente fueelegido por el pueblo, no nace de un golpe mili-tar. No, señores, nació del voto popular, y fue elpueblo el que le dio el poder que él tiene.

Pero este Presidente, justamente, es aquel queha demostrado que no abusa de este poder.¿Cuántos ministros de Nueva Mayoría o de Cam-bio 90 existen en el poder hoy en día? ¿Cuántaspersonas han ocupado cargos en los ministeriosy tienen un carnet de Cambio 90? No, señor. Sihay algo que ha demostrado este Gobierno esjustamente que no está utilizando el poder parafavorecerse en forma particular, sino para ayu-dar al pueblo que lo ha elegido.

Pero se dice otro argumento, se dice: "la reelec-ción es la pena de muerte de la democracia"; así seha dicho hoy día en la mañana: "la reelección es lapena de muerte de la democracia". Pero, señores,en muchos países demócratas existe la reelección,y no hay ninguna pena de muerte. En los paísesmás democráticos existe la reelección. ¡Ah, no! Esque allá sí se puede, pero en el Perú esto no sepuede por algunas razones que, quienes manifies-tan este tipo de afirmaciones, no logran explicar.

Se saca otro argumento más y se dice: "¡Ah! Lareelección tiene nombre propio, se refiere a unasola persona". Y esto es absolutamente falso. Acáexisten muchas personas que venimos sostenien-do la posibilidad de la reelección desde hace mu-chos años, y que estamos de acuerdo con la re-elección hace muchos años porque, repito, no esninguna novedad, no es ninguna novedad en elmundo y no es ninguna novedad en nuestra rea-lidad. En nuestra realidad también existe la re-elección, y existe la reelección en muchas insti-tuciones, como ustedes saben. Sin embargo, sehan dado los argumentos más increíbles.

En primer lugar, recuerdo cuando discutimos eltema de la reelección en la Comisión de Consti-tución, mi amiga Lourdes Flores sostuvo que lareelección tenía nombre propio. Y lo sostuvo en-fáticamente, porque se llamaba "Alberto Fujimo-ri". Pero lo curioso fue que, una vez que aproba-mos el artículo relativo a la reelección, dijo: "¡Ah!Me había olvidado decirles que la reelección nole corresponde a Alberto Fujimori porque, como

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él fue elegido con unas reglas anteriores, ya nole corresponderían ahora". Es decir, el argumen-to de repente había cambiado, ya no se tratabasolamente de Alberto Fujimori.

Se sostiene, además, que el Presidente...

Completando esta idea, quiero explicar que eltema de la reelección no es un tema ético, no esun tema moral, no es un tema religioso; es sim-ple y llanamente la posibilidad de una opción,una opción que tiene tanto de ético como la tienela posibilidad a no pensar en la reelección.

Se dice, además, como otro argumento en contrade la reelección, que el Presidente tendría mayo-res recursos económicos y con esos ganaría la elec-ción. Señores, el Fredemo batió los récords en lahistoria del Perú en recursos económicos paraganar una elección, y miren ustedes el resulta-do, que hasta ha terminado el presidente delmovimiento nacionalizándose español.

Otro argumento es que lo que se quiere imponera caudillos, a caudillos. Hay ciertas personas quequieren dirigir los movimientos. Y, en la maña-na, también, mi querida colega Lourdes Florescorrigió porque el doctor Ferrero dijo que comoen determinados partidos que hace treinta añostienen el mismo caudillo, la misma persona. Ydijo: "No, no, se equivocó usted, eran veintiséisaños nada más", como que ése fuera el gran ar-gumento para justificar que sea la misma perso-na que ocupa el cargo.

Sin embargo, la reelección también la aceptamos,y la aceptamos nosotros en el Colegio de Aboga-dos. En el Colegio de Abogados de Lima se acep-ta la reelección, y nosotros concurrimos perma-nentemente a reelegir a nuestro decano.

¡Ah, no! Ahí sí está aceptada, en el Colegio deAbogados está aceptada. También está aceptada.Ah, pero �dicen� ésa no es una reelección deuna persona elegida por el pueblo, es diferente.

Entonces, les menciono a los alcaldes. Los alcal-des también son reelegidos, y son elegidos por elpueblo. Pero dicen que eso no tiene connotaciónpolítica; sin embargo, los partidos políticos, encada elección de alcaldes, sacan cuánto apoyopopular y político tienen de acuerdo al númerode alcaldes que han recibido.

En consecuencia, vemos que el tema de la reelec-ción hay que tomarlo con mucho cuidado, y hayque tener especial cuidado en los argumentos quese emplean.

Pero quiero señalar que hay desventajas; evi-

dentemente que hay desventajas en ser reelegi-do; tiene también sus graves complicaciones, que,por supuesto, nadie señaló.

Primero, el que va a ser reelegido es porque yagobernó y el que ya gobernó tiene, en primer lu-gar, el desgaste natural que produce el haber go-bernado; y, en segundo lugar, tiene la gran des-ventaja que, cuando uno inicia un período, iniciacon esperanza, con la fe del pueblo que lo elige yque, desgraciadamente, en un pueblo y en un paíscomo el nuestro, que sufre tantas limitaciones ytiene tantas desesperanzas, es muy difícil cum-plir, es muy difícil llenar todas estas expectati-vas y, en consecuencia, siempre hay frustración:nunca podemos cumplir con todas esas metas quese pueda trazar un presidente al comenzar.

Por lo tanto, la reelección es una desventaja tam-bién para aquel que se presenta a la reelección:tiene el desgaste natural y puede tener en con-tra, además, todas estas frustraciones que, na-turalmente, tiene que vivir un pueblo.

Pero vayamos a algunos de los argumentos a fa-vor.

En primer lugar, el principio democrático. No haynada más democrático que respetar a un puebloque elige a sus gobernantes. Y la reelección loúnico que pretende es eso: permitir afirmar elprincipio democrático que sea el pueblo el que,al fin y al cabo, tenga dentro de una balota unnombre más y que sea él el que decida, a travésde su voto, si es que está dispuesto o no a estareelección.

En segundo lugar, no debemos menospreciar lasabiduría del pueblo. Desgraciadamente, aque-llos que están en contra de la reelección, de algu-na forma, están menospreciando la sabiduría delpueblo: no quieren aceptar que sea el puebloquien decida, y quieren eliminarle a uno de losnombres de esa balota.

En tercer lugar, es necesario que, cuando un go-bierno está realizando un programa que es posi-tivo, es necesario la continuidad de estos progra-mas de gobierno durante un período más.

En cuarto lugar, cuando el pueblo opta por cam-bios tan radicales como los que se han producidoen el Perú a partir de 1990, es necesario concluircon este proceso, es necesario permitir que seafiancen estos cambios, y para eso se requiereun período mayor de los cinco años. Y esto vapara Fujimori o para cualquier presidente quevenga en el futuro y que realice la obra que se hainiciado a partir de 1990.

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En quinto lugar, evidentemente, se requiere loque se llama estabilidad política e institucional.Y esto lo puede dar, justamente, un período dediez años. Claro que tenemos otra posibilidad:hacer que simple y llanamente se elija a un pre-sidente por diez años, con lo cual ya no cabe ni esnecesaria la reelección. Pero consideramos queno es esto lo más conveniente, porque es necesa-rio que, después de un período de cinco años, elpueblo juzgue, el pueblo decida si quiere conti-nuar con ese gobernante durante cinco años máso es que quiere impedir que esta política, estas ins-tituciones continúen.

Por otro lado, tenemos que señalar, a favor de lareelección, que en los principales países desarro-llados no existe ninguna prohibición a la reelec-ción, y por algo será.

Y, además, tenemos que señalar también, comoconclusión, que, al fin y al cabo, esto se reduce alo siguiente: al miedo, señores. Acá existe mie-do, señor, nada más que miedo, señores; el mie-do a fallar nuevamente; el miedo a fracasar nue-vamente en una elección; el miedo al ingenieroAlberto Fujimori, que en las urnas ha demostra-do que, evidentemente, es un campeón; miedo alas urnas, y miedo al pueblo, que es el pueblo elque decide.

Además, evidentemente, señor Presidente, exis-ten intereses personales; claro que existen; node Alberto Fujimori. Existen intereses persona-les de todas aquellas personas que se crean conderecho �por cierto que lo tienen� a ser candi-datos. Hoy día en la tarde ya se nos mencionaronalgunas de estas personas, de las cuales todos sos-pechábamos, pero que hoy día han quedado con-firmadas. Lógico, estas personas tienen que opo-nerse a rajatabla al tema de la reelección, evi-dentemente, porque el rival bravo, el gran rivalen el 95 �posiblemente, si lo acepta el señor Al-berto Fujimori� va a ser él para estas personas.

Pero lo más grave, lo más grave de todo, señorPresidente, es que creo que, al no aceptar la re-elección, no se está confiando en la sabiduría yvoluntad popular. Aquí hay gente que cree quelos peruanos pueden ser fácilmente engañados;acá hay gente que cree que ellos son los únicosque pueden decidir qué nombres deben ir en unadeterminada balota, porque el pueblo no sabe ele-gir. Y nosotros les decimos, que si están tan se-guros de sus ideas, que vayan a las urnas, queconfíen en nuestro pueblo, que acepten que to-dos los que quieren postular a la Presidenciapostulen a ella; no vetemos a nadie; y, por últi-mo, que acepten el desafío, el desafío que les ofre-ce la historia de presentarse a estas urnas y de-mostrar que sus ideas son válidas y que ellos tie-nen razón, y que se presenten a esta justa conquien pueda ser el candidato en 1995.

Pero esta norma no es sólo para el año 1995; espara el 2000, 2050 y el año que ustedes quieran,porque consideramos que las obras que se ini-cian tienen que ser terminadas en períodos ma-yores a los cinco años.

Por lo tanto, señores, pierdan el miedo, que elpueblo sabrá elegir.

El señor PRESIDENTE.� Tiene la palabra elseñor Olivera; después, la señora Luz Salgado.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� Señor Pre-sidente: Evidentemente, señor Presidente, aquí, ennuestra bancada, y estoy seguro que en todas lasbancadas de la oposición, no existe ningún miedoal señor Fujimori, porque, señor Presidente, noso-tros sí confiamos en la sabiduría del pueblo; perode un pueblo verdaderamente libre, señor, de unpueblo que no esté bajo amenaza, como está el pue-blo peruano el día de hoy; con una libertad de prensaauténtica e irrestricta, no como la libertad de prensay de expresión que se vive en el Perú de hoy, que esuna libertad bajo amenaza, que es una libertad vi-gilada, que es una libertad tutelada.

Nosotros no tenemos miedo, señor, porque sí te-nemos ejecutoria democrática, a diferencia deaquellos improvisados que se cuelgan siempre delgobernante de turno para venir a satisfacer susambiciones personales, para venir a satisfacer lasórdenes de sus patrones que, desde fuera de esteParlamento, les imparten para defender sus in-tereses económicos, como que el Perú fuera unagran empresa, tal como aquí se ha expresado contotal desvergüenza.

Un país, señor, es una nación donde hay sereshumanos que tienen un futuro de justicia queconstruir. Un país, señor, no es una empresa paraque la manejen los mercantilistas, ni siquiera concriterio nacional, en donde vean el territorio pe-ruano y sus riquezas naturales como el gran bo-tín a repartirse entre aquellos que están tras loshilos del poder.

Por eso, señor Presidente, yo veo realmente concierto desprecio este debate que se viene dandoaquí, porque no pasa de ser un acto más de latragicomedia de aquellos que convergen en inte-reses opuestos al interés nacional para utilizar aquien ahora representa esos intereses particula-res, que es el señor Fujimori, y que coincide ensu natural ambición de poder de querer perpe-tuarse en el cargo de Presidente.

Es un acto más de esta tragicomedia, señor, que,lamentablemente, empezó en ese tristemente díadel 5 de abril, en donde el pueblo peruano fue

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víctima de una estafa electoral más, de una esta-fa más, señor, de una estafa verbal.

Se dio el 5 de abril para decir que se iba a mora-lizar el Poder Judicial. ¿Y qué se ha moralizado ala fecha? Se dio el 5 de abril, señor, estafando asus propios soportes, los generales y coroneles ysargentos de la Fuerza Armada, diciéndoles queel Parlamento era el culpable que no les elevensus sueldos, el Parlamento era un amigo del te-rrorismo y que, por lo tanto, era un obstáculopara los fines superiores que preconizaba el se-ñor Fujimori en ese 5 de abril.

Luego se convoca a estas elecciones, señor, y saleeste Congreso Constituyente con la finalidad ex-clusiva de dar una nueva Constitución que le per-mita al señor Fujimori perpetuarse en el poderen condiciones antidemocráticas.

Y digo, señor, que es una farsa que ya la hemosvisto. ¿Acaso se puede decir que fueron autén-ticamente democráticas las elecciones de esteCongreso Constituyente, señor? Qué mejor ejem-plo de la democracia entendida por el fujimorismoque las elecciones del 22 de noviembre, señor, endonde claro que tenía un interés personal direc-to. Él necesitaba de todas maneras tener una ma-yoría en este Congreso, porque sabía que su ca-beza dependía de la decisión soberana de esteCongreso. Y porque hubo errores históricos delos partidos políticos que decidieron huir del ve-redicto popular, hoy estamos enfrentando estalegalidad disfrazada de apetitos personales quese plasma en un proyecto constitucional.

Y digo que fue una farsa, porque nadie ha podidoreplicar cómo es que se ha violado de manerareiterada, en el proceso electoral, las normas dela mínima competencia igualitaria entre las lis-tas participantes, desde el inicio del proceso...

El señor PRESIDENTE.� Doctor Olivera...

Señor Serrato. Perfecto.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� Desde elinicio del proceso, en el período de recolección defirmas, fue un escándalo nacional e internacio-nal cómo las Fuerzas Armadas del Perú se pusie-ron al servicio de la lista del señor Fujimori; lue-go, señor Presidente, cómo es que se han acredi-tado testimonios �no desmentidos� de cómo esque se utilizaban todos los bienes públicos paraservir los intereses del señor Fujimori, expresa-dos en su lista partidaria.

El país, señor, también conoció después de cómo,en esa propaganda publicitaria de la lista oficial,los medios de comunicación, en medio de estalibertad vigilada, tuvieron que concederle gene-rosísimas donaciones, largas horas �no habla-

mos de minutos� largas horas de propagandagratuita a la lista oficial; porque, evidentemen-te, qué les podría haber pasado si es que no acce-dían a estas insinuaciones generosas del señorFujimori de conceder un trato preferente a sulista favorita.

Entonces, señor Presidente, no estamos hablan-do de un país de ficción. Estamos hablando delPerú, del Perú de hoy, de ese Perú, señor, en don-de no se puede decir que el pueblo es enteramentelibre para decidir; cuando, en el Perú profundo,díganme si acaso tiene la suficiente libertad elperuano de esos pueblos olvidados, para decidiry decirle que no a un gobernante cuando tiene elvirtual chantaje de, si no vota a favor, la obrapública necesaria, la salud, la educación, la pos-ta, no se va a aplicar, señor.

Por eso es que se concentra todo el poder econó-mico presupuestal en una sola mano. Por eso esque el señor Fujimori es quien personalmentetiene que ir a inaugurar cada obra pública, a pro-meter cada donación, a ser él el que va adqui-riendo el compromiso concreto bajo el chantaje,evidentemente, de la permanencia en el poder,la coacción concreta.

Y, ciertamente, en esto sí hay buenos maestros.No es la primera vez que esto sucede, señor, y lacorruptela se contagia y se aprende fácilmente.Nosotros hemos sido testigos cómo se utilizabanlos fondos de comunidades campesinas para chan-tajear entregando los cheques que se harían efec-tivos sólo después del resultado electoral; o cómoes que se compromete a un pueblo, aun teniendofinanciamiento internacional para obras ofreci-das, el aval del Estado siempre y cuando haya unresultado electoral favorable a él.

Por eso, señor Presidente, aquí no somos ningu-nos ingenuos. Y por eso es que nosotros somosconsecuentes a lo que prometemos. Nosotros, enla campaña electoral, señor, como desde que fui-mos movimiento político que participaba en laselecciones desde enero de 1990 �aquí están lostestimonios, señor, publicados en los diarios decirculación nacional�, dijimos con toda claridadque no permitiríamos la reelección presidencial;y decíamos que si queremos gobernantes auténti-camente responsables, que tomen decisiones pen-sando en la nación y no en las próximas eleccio-nes, debemos prohibir la reelección presidencialde manera general; así, además, estaremos con-solidando el sistema democrático no sólo de al-ternancia en el poder, sino también de renova-ción de personas y equipos de gobierno.

Señor, se dice que el Perú ha avanzado, que elPerú está, prácticamente, siendo un país de lasmaravillas. Y yo tengo que decir que no se creaque, porque aquí ustedes puedan aprobar el ar-

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tículo constitucional de la reelección, así ustedespuedan someter a un Jurado Electoral que per-mita, ilegal e inconstitucionalmente, candidatearal señor Fujimori en las próximas elecciones, nose crea, de ninguna manera, que eso significa queya el señor Fujimori va a ser reelecto automáti-camente.

Ciertamente, las condiciones que aquí se plan-tean con este esquema autocrático de poder espara que sí pueda suceder, bajo la premisa queestá en marcha un fraude electoral, donde el pue-blo no pueda expresarse libremente, donde nohaya las garantías para poder fiscalizar debida-mente un veredicto popular, donde se controle aese Jurado Electoral y se controle a ese Ministe-rio Público que participa en unas elecciones.

Y digo que el fraude podría estar en marcha, señor,porque no es posible �simplemente yo me niego acreer en encuestas que, evidentemente, son paga-das por el Gobierno� cuando la encuesta que sedio el 22 de noviembre, que es la única encuestaválida, dio solamente el treinta y ocho por ciento aesta lista, señor, a la lista del Gobierno. Luego de lacaptura de Abimael Guzmán, luego del 5 de abril,luego de toda la propaganda millonaria que habíadado, le dio sólo el treinta y ocho por ciento; señor,es decir, dos terceras partes del país...

El señor PRESIDENTE.� Señor Olivera: So-lamente quiero aclarar si le están dando el tiem-po. No quiero interrumpirlo, pero tengo la nece-sidad de hacerlo. Perdóneme, señor Olivera. Estáconsumiendo un tiempo adicional. Vamos a sertolerantes. No hay problema. Pero sí me gusta-ría chequear antes si es que le están cediendoalgún turno en su bancada.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� El señorSambuceti me lo está cediendo y le agradezco.Luego, si es necesario, pediré una consulta. Yosoy testigo de la generosidad que ha habido en laaplicación del tiempo para determinados miem-bros del Parlamento.

Pero, señor Presidente, señor Presidente, discúl-peme, pues, por favor; señor Presidente... para-lice el tiempo mientras se sienta el señor que estáqueriendo interrumpirme.

El señor PRESIDENTE.� No le están dandola interrupción, señor Nakamura.

Continúe usted, señor Olivera, por favor.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� Enton-ces, señor Presidente, estamos hablando de esasencuestas que son hechas a gusto del dictador deturno, de aquel que les paga, señor, las encues-tas; yo no sé si por encima de la mesa o bajo lamesa, porque la encuesta real fue la del 22 denoviembre: sólo treinta y ocho por ciento.

Y la siguiente encuesta real fue la de la elecciónmunicipal, donde toda esa gran simpatía popu-lar no fue capaz de colocar un solo alcalde en Cam-bio 90 y Nueva Mayoría, señor. Entonces, señorPresidente...

¿Quiere calmar, por favor, señor, a esos...?

El señor PRESIDENTE.� Por favor, la Presi-dencia solicita a los señores congresistas guar-dar la compostura. Señor Nakamura, el señorOlivera está haciendo uso de la palabra y no leha concedido la interrupción; pero, señor Naka-mura, no le ha concedido la interrupción, le rue-go a usted que tome asiento para que el señorOlivera pueda continuar.

Señor Olivera, continúe usted con el uso de lapalabra.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� SeñorPresidente: Yo le pido que haga los descuentosdebidos porque, evidentemente, cunde el nervio-sismo en la bancada mayoritaria cuando se lerecuerdan algunas verdades, pues, señor; son ver-dades evidentes, inobjetables.

Ésta es la verdadera encuesta. Y, entonces, cuan-do nos vienen a hablar de setenta, ochenta porciento de aprobación, cuando el pueblo cuandose pronunció, a pesar de todas las coacciones, lle-garon con las justas a un treinta y ocho por cien-to, señor, y eso, y eso.

Por eso, señor Presidente, tenemos que decir que"del dicho al hecho hay mucho trecho", y que, siustedes aprueban hoy día la reelección, no creanque Fujimori será de todas maneras presidente.Primero viene la campaña por la aprobación ono del referéndum, de esta Constitución, y des-pués nos encontraremos. A ver si, de repente,después de ese veredicto, vuelven a pisar tierra.

Sí, señor Presidente, le digo que esto es así, señor,porque no es necesario viajar al interior del paíspara constatar la triste realidad que padece nues-tro pueblo. Hoy día, señor, aquí, en nuestra capi-tal, es una capital de menesterosos, señor, dondelos mendigos están en cada esquina; donde la cla-se media prácticamente ha desaparecido; en don-de el desempleo es sin precedentes; en donde elpueblo se pregunta por qué el Presidente no tuvola generosidad de hablar el 28 de julio del sueldomínimo, de un sueldo miserable; donde la tuber-culosis vuelve a aparecer como una epidemia real-mente amenazante, símbolo extremo de la des-nutrición. Y, entonces, señor, toda esa realidadtriunfalista que nos pintan choca con la realidaddel Perú de hoy; ésa que no sacan los medios decomunicación autoparametrados, amenazados.

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Y entonces nos dicen sí, como garantía para lasinversiones, es necesario que el señor Fujimoricontinúe en el poder. Y, entonces, entonces yoles tengo que decir, señor, que si lo que hay quehacer es garantizar una continuidad de un pro-grama, entonces tenemos que acabar con los an-tecedentes esos de creer en los mesianismos, tan-to de personas como de partidos.

Antes, antes nos decían: "Sólo el APRA salvaráal Perú", señor. Hoy día nos dicen: "Sólo Fujimorisalvará al Perú". ¡Qué triste y vergonzante rol elque juegan algunos, señor, sinceramente! Yo nosé qué intereses tendrán o a qué intereses repre-sentan, pero me dan lástima de verdad, señor.

Y dicen que continuará en el manejo serio delprograma. Y yo tendría que decir simplemente,recordando lo que dijo el señor Boloña, ministrode Economía de este régimen, en su carta de re-nuncia. Aquí dijo, señor, como es que en su pá-rrafo cuarto: "...observo que se quiere gobernarmirando las encuestas y las popularidades de cor-to plazo y utilizar con mayor frecuencia la frase�esto no es político� para justificar por qué no sehace algo. Lamento decir que por estas razonesleyes de gran importancia quedaron sin firmarel 30 de diciembre". Aquí está, ministro de Eco-nomía de este régimen, el señor Boloña.

Y es lo que dijo el mismo señor Camet cuandovino el rebrote inflacionario en el mes de abril,que �dicho sea de paso� está nuevamente apa-reciendo lamentablemente. Dijo que esto se de-bió a la emisión inorgánica del tercer trimestredel año pasado; es decir, a la emisión inorgánicaque financió todo el populismo que tanto se cri-tica, y que fue justamente utilizada para la cam-paña electoral de la lista simpatizante del señorFujimori.

Entonces, ¿de qué seriedad en el gobierno se estáhablando? Es un riesgo, por el contrario, parapolíticas responsables, políticas de reformas con-tinuas en el tiempo, que no dependen de un hom-bre, que no tienen por qué depender del señorFujimori.

Y, entonces, señor, si nos ponemos en la línea depensamiento de quienes apuestan por el modeloeconómico de este régimen, por la estructura po-lítica, por el maltrato a los jubilados, por el des-empleo creciente, por todo ese modelo, señor, no-sotros tendríamos que decirles: ¿y por qué, porqué entonces no puede ser un buen candidatosuyo el señor Carlos Boloña? ¿O por qué no pue-de ser un buen candidato de este grupo de gentefanática el señor Vladimiro Montesinos? Me di-cen aquí, efectivamente, por qué no, señor.

¿Y por qué no puede ser el señor Jaime YoshiyamaTanaka? Fíjense ustedes, hasta tiene tambiénapellido japonés. Si eso es lo que les trasmite elsubdesarrollo o el coloniaje mental, pues ahí tie-nen al candidato preciso: Jaime YoshiyamaTanaka. ¿Qué tiene? ¿Es un hombre irresponsa-ble? Ha sido miembro de este Gobierno, apoyó el5 de abril, también participó en la lista que ganócon una serie de abusos y engaños las eleccionesdel 22 de noviembre. Entonces, ¿por qué no pen-sar en el señor Jaime Yoshiyama?

¿Quiere poner orden, señor Presidente?

�Durante la presente intervención, asumela Presidencia el señor Rafael Rey Rey.

El señor PRESIDENTE.� Disculpe por favor,señor Olivera.

El señor Olivera no parece querer conceder inte-rrupciones. Por favor, señor Nakamura. Si el ora-dor no desea conceder interrupciones...

Señor Nakamura, por favor, estoy hablando. Si-lencio, por favor.

Señor Olivera, están solicitando que retire usteduna frase. Yo no he captado, pero están haciendoreferencia a una frase, y tienen derecho a solici-tarle a usted eso.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� SeñorPresidente: Yo lo que quiero es alertar a usted,señor, de todas estas maniobras que están con-sumiendo mi tiempo y que usted, como hombrejusto, lo va a descontar.

El señor PRESIDENTE.� Yo estoy descontan-do el tiempo, señor Olivera. Entiendo que en estasituación es lógico que se descuente.

El señor Olivera está en uso de la palabra. ¿Al-guien ha solicitado el retiro de alguna expresión?

¿De qué expresión, señor Nakamura?

El señor NAKAMURA HINOSTROZA (NM-C90).� Señor Presidente: Ha hecho expresio-nes muy lesivas a nuestro excelentísimo Presi-dente del Congreso.

El señor PRESIDENTE.� Muy bien.

Le ruego, señor Olivera, retirar esa frase que elseñor Nakamura ha considerado ofensiva.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� SeñorPresidente: Yo retiro la frase, pero estoy segurode que el señor Yoshiyama Tanaka no se va a

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ofender por que yo lo esté proclamando como can-didato a la Presidencia por Cambio 90 y NuevaMayoría.

El señor PRESIDENTE.� Señor Olivera: Con-tinúe usted. Se ha superado el incidente. A par-tir de este momento sigue su tiempo.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� SeñorPresidente: Evidentemente, para algunos es ofen-sivo. No los van a flagelar, por favor, en Palaciode Gobierno. Déjenlo ser, denle la oportunidadal señor Yoshiyama Tanaka también. ¿O solamen-te tiene que ser Fujimori Fujimori y Kenyi Fu-jimori Higachi el único que puede estar postu-lando a la Presidencia por Cambio 90?

No, señor Presidente, eso no es democracia, se-ñor. Eso no es democracia de ninguna manera.Eso es farsa de democracia, como es farsa de de-mocracia no sólo el proceso electoral que hemosrecordado, sino lo que está aconteciendo en eldía de hoy, señor. Ya hemos visto, realmente, lacorruptela, por no decir la actitud delictiva, quesignifica utilizar fondos públicos de un país quese debate entre el hambre y la miseria para cam-pañas publicitarias personales del señor Fujimori.

Ya lo vimos, señor, en una campaña intensiva,sólo comparable con las AFP, hace dos meses; yhoy día de nuevo, señor, la misma corruptela.Cuando todavía ni siquiera oficialmente se haconvocado al proceso electoral, cuando todavíani siquiera se ha proclamado la candidatura, yaestá en campaña electoral el señor Fujimori, uti-lizando los fondos públicos de los peruanos, delos pobres del Perú, señor. Si esto sucede el díade hoy, ¿qué va a suceder el día de mañana?

Señor Presidente: ¿La bancada se puede tran-quilizar, por favor? Señor Presidente, nosotros ...Cada día se parecen más a los búfalos de la ban-cada aprista, señor, realmente. Sí, señor Presi-dente.

Pero además nos preocupa sinceramente la vidademocrática del país. Y nos preocupa, señor, por-que los fraudes electorales y los que se imponencontra la voluntad popular no duran en el poder.

Y quienes creen en las lealtades eternas de lascúpulas militares... que pareciera también estarcomprometidas en corruptelas que no se investi-gan. Yo preguntaría: ¿por qué no se investiga conla misma severidad a la cúpula del Ejército, co-mandada por Nicola Hermoza Ríos, igual que ala cúpula de la Marina, comandada por Arnáiz?¿Por qué no? ¿Por qué no se investigan las co-nexiones con el narcotráfico de Montesinos y lacúpula del Ejército, hoy que en el Perú el hecta-

reaje de narcotráfico se ha extendido notablemen-te? Ésos son hechos concretos. ¿Por qué no senos dice qué investigación financiera se ha he-cho sobre el narcotráfico, más allá de pedir au-mentar condenas para contentar, como juegosartificiales, a la opinión pública y, sobre todo, ala opinión americana, al gobierno americano?

Pero ni aquí ni allá nos dejamos engañar, señor.Los hechos concretos es que el narcotráfico cam-pea en el Perú de hoy y tiene complicidad de al-tas autoridades del Gobierno. Por eso, señor,quien cree que esas lealtades por intereses sub-alternos se van a perpetuar, se equivoca.

Y a nosotros, que nos preocupa la democracia,señor, porque creemos en ella, porque luchamospor ella, porque es derecho del pueblo peruano,tenemos que afirmar que, si se perpetrara un nue-vo fraude electoral en un proceso amañado, puesno duraría ese, señor. Y, seguramente, tal comolo dicen las mismas encuestas de esa clase diri-gente que es del entorno del Presidente, el golpevendría con seguridad entre el 95 y el 2000.

Entonces, señor Presidente, nosotros tenemos undeber de notificar la verdad al país.

El señor PRESIDENTE.� Señor Olivera: Leruego terminar, porque su tiempo con el tiemposuplementario ha terminado. Le ruego acortar yterminar.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� Yo le rue-go también, señor Presidente, que usted tengados alternativas: o me concede un tiempo tanigual como se lo ha concedido a los miembros desu bancada que hasta ahora han intervenido o,sino, consulte, pues, a la mayoría para que, a ver,demuestren qué tan democráticos son. No tengoningún problema, señor.

El señor PRESIDENTE.� No es cuestión dedemocracia, señor Olivera. Yo estoy sentado aquí,le guste o no, para hacer cumplir el Reglamento.Usted ha consumido cinco tiempos y le hemosdado tres minutos adicionales de tolerancia. Notengo inconveniente en darle, bajo mi responsa-bilidad, dos minutos más. De otra manera, con-sultamos al Pleno, si usted quiere, una amplia-ción.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� SeñorPresidente: Yo simplemente quisiera, por un sen-tido de equidad, que me digan cuánto tiempo uti-lizó el señor Carpio, cuánto tiempo utilizó el se-ñor Chirinos Soto, cuánto tiempo utilizó el se-ñor Ortiz de Zevallos.

El señor PRESIDENTE.� Señor Olivera: Yono puedo responderle eso. No he estado yo diri-

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giendo el debate, y en este momento sí me co-rresponde dirigirlo. Si quiere usted, consultamosal Plenario una ampliación de tiempo.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� Sí, señorPresidente, quisiera que consulte. Todavía faltadecir algunas cosas más.

El señor PRESIDENTE.� Se consulta a laSala. Los que estén a favor de ampliarle el tiem-po al señor Olivera por cinco minutos adiciona-les, se servirán manifestarlo. (Votación). Los queestén en contra. (Votación). Ha sido rechazado.

Señor Olivera, le ruego concluir. Tiene usted dosminutos adicionales.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� Pido rec-tificación, señor.

El señor PRESIDENTE.� Se va a rectificarla votación.

Que se pongan, por favor, de pie los que estén afavor de la ampliación de tiempo solicitado. (Vo-tación). 22 votos a favor. Los que estén en con-tra. (Votación). 27 votos en contra. Señor Olivera,la solicitud ha sido rechazada.

Tiene dos minutos para concluir.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� Bueno,señor...

El señor PRESIDENTE.� Está el señorOlivera en uso de la palabra, señor Barrón. Encuanto el señor Olivera termine, le concedo lacuestión de orden.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� SeñorPresidente: Es evidente que a la bancada oficia-lista no le gusta escuchar algunas verdades. Perono importa, señor Presidente, se las vamos a re-petir en todos y en cada uno de los pueblos delPerú porque, como no tenemos los millones ni elfavor de los medios de comunicación, que sí tie-ne la bancada oficialista, pues entonces, señorPresidente, no crea que nos rendimos fácilmen-te. Nosotros luchamos con las armas que la de-mocracia y la libertad nos permiten.

Están perdiendo los papeles algunos congresis-tas por ahí, señor Presidente, además del aire,¿no? Sobre todo a algunos que creo que les hamolestado mucho que pida que se investigue a lacúpula militar y sus vinculaciones con el nar-cotráfico, señor, además de los asesinatos quecomplacientemente propicia junto con el señorMontesinos.

Pero, señor Presidente, ¿se puede creer, señorPresidente, en que van a haber elecciones libres,elecciones democráticas; en alguien que, ademásde ser un mentiroso comprobado y reiterante, aalguien que ha hecho de su gobierno como sím-bolo una yuca? ¿Se puede creer, señor...?

El señor PRESIDENTE.� Señor Olivera, dosasuntos.

Ya entendí que están pidiendo que se retiren laspalabras. Tomen asiento, por favor. Permítanmeconducir el debate. Ya entendí el reclamo. To-men asiento y guarden silencio. Permítanme con-ducir el debate.

Señor Olivera, dos asuntos. Su tiempo ha con-cluido en forma definitiva. Yo lamento mucho queno se le haya concedido una ampliación; lo la-mento con sinceridad, porque me correspondecortarle. Le han solicitado que retire usted lasfrases consideradas ofensivas que usted acaba depronunciar.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� SeñorPresidente: Yo retiro las frases, aunque yo no hemencionado nombre alguno.

El señor PRESIDENTE.� Señor Olivera, ledoy treinta segundos más para concluir.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� SeñorPresidente...

El señor PRESIDENTE.� La Presidencia con-sidera justo conceder los treinta segundos quequedan. Le ruego a los señores de la mayoría queguarden silencio.

El señor OLIVERA VEGA (FIM).� SeñorPresidente: Yo decía, señor, si se puede creer enla transparencia y en la convicción democráticade alguien que, como el señor Fujimori, ha de-clarado ante el mundo entero que él consideraque "el poder soy yo". Él es el poder, señor. Elpoder no es el Parlamento, el poder no es el pue-blo, el poder no es el Poder Judicial ni el poderelectoral. El poder es él, señor.

¿Qué diferencia puede haber con aquel gobernan-te, hoy día fugado del país, que decía: "Con dine-ro o sin dinero, yo hago siempre lo que quiero ymi palabra es la ley"? ¿Qué diferencia puede ha-ber, señor? Son de la misma hechura...

El señor PRESIDENTE.� Su tiempo ha con-cluido. Lamento mucho tener que quitarle el usode la palabra.

Tiene la palabra la señora Luz Salgado.

(Aplausos.)

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La señora SALGADO RUBIANES DE PARE-DES (NM-C90).� Señor Presidente: Qué lásti-ma que a estas alturas, a estas horas del debate,que se había mostrado alturado, se venga a dis-torsionar por la desesperación de ciertos colegascongresistas.

Y es una lástima, porque el día de ayer se dio unagran muestra de lo que puede ser un debate polí-tico alturado, y creo que el país pudo seguir por laradio y por la televisión las manifestaciones y losargumentos de los diferentes congresistas.

Yo supongo que es porque se acerca la hora devotar y hay desesperación, porque se está llegan-do a confirmar que nosotros solamente hemosvenido a expresar la opinión de ese pueblo quenos depositó su voto y su confianza a esta mayo-ría de los cuarenta y cuatro, y que creo que hastaahora no lo hemos defraudado.

Señor, yo respeto todas las manifestaciones y opi-niones de la minoría, y sé que a estas horas no-sotros no vamos a pretender cambiarles de opi-nión ni hacer que se pongan en nuestro bando.Lo único que queremos decirles y precisarles esque también respeten nuestra posición, respe-ten nuestra mayoría y respeten el hecho de queen nosotros se encuentran las voluntades, los sen-timientos de muchos peruanos.

Señor, cuando escuchaba yo en la mañana al se-ñor Juan Guillermo Carpio, que es un miembrode la minoría, que no votó ni votará de repentepor Fujimori, yo escuchaba en su expresión laexpresión de miles de peruanos que jamás cono-cieron al presidente Fujimori ni confiaron en ély, es más, votaron por diferentes candidatos, yhoy reconocen sin mezquindad sus obras.

Yo no voy a alargar el debate. Solamente quieroprecisar de que este país sí ha cambiado. Si ha-cen las comparaciones del 90 a la fecha, nadiepodrá negar que aquí existe otra faz, que aquí serespira otro ambiente.

Quienes lamentablemente no han viajado a pro-vincias no pueden constatar, señor Presidente,esta tremenda diferencia. Cuando nosotros en el90 íbamos a Ayacucho o a Apurímac, teníamosque recluirnos en los hoteles a las seis de la tar-de, porque ya no se podía caminar más. Cuandoíbamos a diferentes provincias, teníamos quecaminar con dos o tres personas a nuestro costa-do, porque temíamos por nuestras vidas.

Hoy no es así, y la prueba más palpable la tienencuando los miles de peruanos han festejado con al-

borozo, con patriotismo, con algarabía, unas Fies-tas Patrias como mucho antes no se festejaban.

Hay cambios fundamentales. Y no me voy a refe-rir a los grandes cambios de estructura que estállevando a cabo el Gobierno; pero sí me voy areferir, señor Presidente, a todas esas ventajasque tienen, casualmente, esos pueblos olvidadosde los que tantos congresistas hablan ahora, delo que tanto argumentaran partidos políticos, yde los que nunca hicieron nada.

Hoy hay carreteras limpias, hay trochas que seabren, hay posibilidades de futuro. Hoy se re-parte semillas y fertilizantes a la mayoría de cam-pesinos pobres.

Sabemos que la pobreza de este país no se va aresolver ni siquiera en diez o en quince años, perose está trabajando por quienes más lo necesitan;y, casualmente, quienes más lo necesitan son losque están reconociendo el trabajo del presidenteFujimori.

Entonces, yo me pregunto: ¿por qué no les va-mos a dar la oportunidad de tener como una op-ción más al presidente Fujimori dentro de esalarga lista, donde pueden estar ilustres represen-tantes que hoy día están aquí? ¿Por qué no daral pueblo la oportunidad de que tenga una op-ción adicional y pueda elegir al que hasta ahoraha conducido con acierto a este país caótico?

Señor Presidente, yo creo que las mezquindadestienen que quedar a un lado; y la decisión delpueblo, a pesar que se diga que son necedades, apesar que se diga que tienen que equivocarse otravez, son las que van a decidir al final si lo reeli-gen o no lo reeligen. El pueblo es el único que,con su voto, va a decir si Fujimori vuelve a serpresidente o no vuelve a ser presidente.

Señor Presidente...

El señor PRESIDENTE.� Perdone, doctoraLuz Salgado.

Su tiempo ha concluido. Se lo quiero hacer sabersimplemente por motivos de control, perfecto.

La señor SALGADO RUBIANES DE PARE-DES (NM-C90).� Concluyo, señor Presidente,porque yo creo que ya se han dicho todos los ar-gumentos. Lo único que quiero recalcar es quenosotros creemos que este proceso de pacifica-ción tiene que continuar; creemos que el sacrifi-cio que ha hecho el pueblo peruano para esta re-construcción nacional no se puede poner en peli-

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gro por intereses partidarios o por intereses per-sonales; y creemos que es el pueblo el único so-berano quien al final dará su voto para saber sireelige o no reelige al Presidente que hasta aho-ra nos ha conducido con acierto.

Señor Presidente, le concedo una interrupciónal señor Manuel La Torre.

El señor LA TORRE BARDALES (NM-C90).�Gracias, congresista, señora Luz Salgado.

Señor Presidente: Yo creo que en este debate deesta fecha se debe marcar una más en la historiade los debates del Parlamento del Perú; porqueaquí ha habido gente que, haciendo uso de lapalabra, siendo de la oposición o siendo de laminoría, como quisiéramos llamarlo, lo han he-cho con profunda altura; y me cabe pedir estainterrupción para felicitarlos.

Ha habido gente que, de la Alianza Nueva Mayo-ría-Cambio 90 como de la oposición, realmentese ha colocado para combatir con principios y conideas, no con ofensas ni con insultos.

Solamente pido a la congresista Luz Salgado estainterrupción para expresar mi profundo agrade-cimiento y mi admiración a esa gente que, conelocuencia, con principios e ideas, combate y quie-re modernizar y cambiar al país. No se cambiacon gritos inarticulados ni con expresiones deinsulto.

Y para decirles a aquellos que dicen que van acombatir en las plazas, en las ciudades más re-motas del país, para decirles que todas las plazasdel Perú se han agrandado con las obras del pre-sidente Fujimori, y que cada plaza le espera atodos los peruanos para hacer una campaña ho-nesta y limpia; porque ya, en cada una de las ciu-dades del Perú, está la imagen y está el espíritude trabajo y de lucha del presidente Fujimori.

Muchas gracias, señora congresista.

La señora SALGADO RUBIANES DE PARE-DES (NM-C90).� Señor Presidente, el señorNakamura me pide una interrupción.

El señor NAKAMURA HINOSTROZA NM-C90).� Con su venia, señor Presidente. Muchí-simas gracias, señora Luz Salgado.

Cuando le pido la interrupción normalmente alseñor Fernando Olivera, es para reclamarle, asícomo lo ha hecho la doctora Lourdes Flores Nano,así como lo ha hecho mi compañero camarada

Henry Pease, con argumentos, con testimonios,en una forma alturada, quizás también apasio-nada; eso es lo correcto.

Pero, como estamos aprendiendo a ser políticos,porque nosotros generalmente somos técnicos,era necesario que en este Congreso, donde esta-mos las personas responsables del país �ya quetres días mi hija me decía que nosotros somoslos responsables, no solamente los de la mayo-ría, sino todos los congresistas, responsables delos destinos del país�, era necesario reclamarsituaciones en la oratoria, argumentos, aunquesea apasionados; pero argumentos, no insultos.

Muchas gracias, doctora Luz.

La señora SALGADO RUBIANES DE PARE-DES (NM-C90).� Señor Presidente: Para con-cluir, solamente llamarle a la reflexión al con-gresista, al colega Olivera, que hoy no se encuen-tra aquí presente, porque él dice que a la mayo-ría no nos gusta escuchar argumentos. A la ma-yoría no nos gusta escuchar insultos, y sobre todosi hay insultos sin fundamento.

Él se ha atrevido a decir que aquí hay vinculacio-nes con el narcotráfico, que aquí se están defen-diendo los intereses de empresas particulares. Éltiene la obligación de decir los nombres si es quetiene pruebas, y no lanzar acusaciones al vientocomo acostumbra. Él tiene que decir aquí, en esteHemiciclo, muy claramente, quiénes están mez-clados con el narcotráfico, a qué empresas se estádefendiendo, con nombre propio, señor Presiden-te.

Es una exigencia que nosotros, los de la AlianzaNueva Mayoría -Cambio 90, le tenemos que pre-cisar al señor Olivera, porque no se puede dar ellujo de seguir insultando cuando tiene una pren-sa que, por más que él quiera decir que está ame-nazada y que no es libre, publica todo lo que éldice.

Él tiene que precisar aquí, con nombre propio,quiénes son los que están mezclados con elnarcotráfico y quiénes son los que están mezcla-dos para defender sus intereses personales.

Señor Presidente, a nosotros no nos gustan losinsultos. Nosotros estamos defendiendo aquí esteproceso de reconstrucción nacional, porque asínos lo han delegado quienes han depositado suvoto y su confianza. Nosotros aquí estamos cre-yentes que en la reelección del presidenteFujimori... Sí, con él mismo, con su nombre pro-pio, y no con el de otras personas, porque los sis-

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temas no funcionan si no hay personas dignasque los lleven y los lideren; y los gobiernos nofuncionan si no hay personas adecuadas.

Nosotros creemos que la persona del presidenteFujimori puede hacer un buen segundo gobierno.

Señor Presidente, le concedo una interrupciónal señor Gamarra, con su venia.

El señor GAMARRA OLIVARES (FIM).�Congresista Luz Salgado: Estoy seguro que la in-tervención de Fernando Olivera con respecto delnarcotráfico se refería concretamente a una ver-sión que se ha difundido hace pocos días en tele-visión, donde se vincula a altos oficiales del Ejér-cito con el narcotráfico; y una persona que hasido confidente de la DEA y que ahora está presamanifestó que oficiales del Ejército están com-prometidos en el cobro de cupos a las avionetasde narcotraficantes colombianos que transpor-taban droga. Incluso, él mencionó a una perso-na, que es el general Arciniega.

Y, al general Arciniega �y de eso son testigos losmiembros de la Comisión de Defensa�, yo hepedido que, cuando se le dio de baja por invita-ción al retiro... es decir, se le pasó al retiro contodos los privilegios de cualquier otro general queno ha tenido ningún cargo en su contra, ha sidouna cosa injusta; porque él, aparte de que se leha acusado de indolencia en el proceso judicialcontra la gente de Indumil, también tiene cargosmuy graves, acusado de narcotráfico o de prote-ger al narcotráfico.

A eso es a lo que ha hecho referencia, y creo queese un tema que merece aclararse por el bien delEjército Peruano, por el bien del país y por elprestigio internacional del Perú.

Gracias.

La señora SALGADO RUBIANES DE PARE-DES (NM-C90).� Señor Presidente: Si es cier-to lo que dice el señor Gamarra �aunque yo lohe entendido diferente, porque él había dicho queaquí hay parlamentarios que están mezclados conel narcotráfico�, que denuncie, que tenga la va-lentía. Él es también integrante de una comisión,que él mismo creó, de investigación del narcotrá-fico. ¿Qué es lo que ha hecho hasta ahora? ¿Quéaportes hay? ¿Qué soluciones, qué investigacio-nes hay hasta el momento? El señor Olivera esmuy ligero para lanzar acusaciones. Que precisenombres, señor Presidente.

Y solamente concluyo diciendo que una tradición

democrática no sirve si no se concretiza en eldesarrollo de los pueblos, señor Presidente.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE.� Tiene la palabra elseñor Henry Pease, porque ha solicitado el usode la palabra por haber sido aludido; no en estemomento, sino en una intervención bastante an-terior.

El señor PEASE GARCÍA (MDI).� Muchasgracias, señor Presidente.

No ha podido ser antes. Ustedes siempre me venen la sesión sin faltar, pero hoy día tengo proble-mas de salud y, además, me pueden notar. He es-tado en mi oficina, así que he tenido el gusto deoír una intervención de una persona que no co-nozco, así que no me interesa identificar quién es.

Hay una cosa que yo no dejo de hacer: el únicocapital que tengo es que yo no tengo rabo de paja,señor Presidente, y eso es moralmente muy im-portante.

Él se ha referido y me ha dicho "asesino de lademocracia". Ya los calificativos tienen otro sen-tido. Quizás se haya referido a mi trayectoria enIzquierda Unida; y, felizmente, el gran juez, quees el pueblo, juzgó y zanjó las cosas.

En la izquierda fuimos tan democráticos que, laprimera vez que se cuestionó al líder, fue la masallena de la Plaza San Martín; 86, luego de uncongreso. Aun así, buscamos la unidad. Y el paíssabe y el pueblo supo a la hora de votar que yono acepté la candidatura presidencial hasta queese señor no se inscribió con otra gente en elJurado. Por eso, yo doblé el número de votos queél, a pesar de que era una figura sólo conocida enLima, una figura que no había sido ni parlamen-tario ni había tenido ninguna función.

Eso simplemente para que la pasión del momen-to no lleve a gente tan valiente a esperar a queuno no esté para decir cosas feas, sobre todo dela parte ética de una persona. Esto creo que esimportante, y es importante ahora.

Yo he dicho esta mañana que ustedes le estánponiendo la pena de muerte a la democracia, perolas actitudes que estoy viendo �y quiero deciractitud de la mayoría, no solamente que un con-gresista pueda decir tal o cual cosa�, el ambien-te que hay en la sesión de la tarde muestra quese puede acelerar la pena de muerte, que la into-lerancia puede ser mayor, que no se escucha y

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que, además, si uno se mueve aunque sea para iral baño, se aprovecha para decir una barbaridadcomo la que se ha dicho.

La señora SALGADO RUBIANES DE PARE-DES (NM-C90).� No es que haya intolerancia,colega Pease. Usted ha estado en su oficina, derepente no ha seguido el debate. Aquí han habi-do insultos, acusaciones. ¡Por Dios! Nosotros nosomos de piedra, tenemos que reaccionar, y poreso es que yo le solicité al señor Olivera que dije-ra nombres, y el que habló de muerte de la de-mocracia fue usted, colega Pease. Nadie le ha di-cho que usted es el asesino de la democracia; us-ted nos dijo a nosotros que éramos los asesinosde la democracia, y eso fue lo que le ha respondi-do un colega.

Entonces, nosotros no es que seamos intoleran-tes, sino que no vamos a ser también tan pasivos�por no decir otra palabra� para aguantar in-sultos tan tranquilamente.

Gracias.

El señor PEASE GARCÍA (MDI).� En pri-mer lugar, le digo que sí he escuchado todas lasintervenciones; porque sí estoy en mi oficina des-cansando después de tomar un remedio, pero nohe dejado de escuchar por el parlante. Mi oficinaestá acá arriba.

Y, en segundo lugar, he escuchado toda la inter-vención y le puedo decir que al señor Olivera�no sólo ahora sino que ya algunos lo tienenpor costumbre� lo interrumpen desde que co-mienza. Entonces, obviamente uno se va alte-rando. Y ése es un hecho objetivo que, además,se puede ver simplemente siguiendo la graba-ción si no llega la grabadora. Yo acá lo he cons-tatado: primero han sido las interrupciones,después se han dicho los calificativos. Creo queeso es importante.

Y creo que no entienden las parábolas que enpolítica y en discurso se usan. A nadie le he di-cho asesino. Sí ha habido un señor, que yo lo heescuchado, que me ha dicho que yo he asesinadoa Izquierda Unida y por ahí asesiné a la demo-cracia. Yo no he dicho asesino a nadie...

No. A usted no le concedo ninguna interrupción.Yo concedo interrupciones a la gente decente, noa la gente que se porta como usted.

Señor Presidente: La decencia es un problemade ética y de moral, es un problema que hay quesaberlo llevar.

No concedo la interrupción, señor Presidente. Yono he mencionado ningún nombre.

El señor PRESIDENTE.� No está concedién-dole la interrupción, señor Tello.

El señor PEASE GARCÍA (MDI).� De nin-guna manera. Es obvio, señor, es obvio que notengo nada que conceder.

El señor PRESIDENTE.� Señor Tello, si us-ted desea puede inscribirse en el rol de oradores.Señor Tello, el señor Pease no le está concedien-do la interrupción.

Continúe, señor Pease.

El señor PEASE GARCÍA (MDI).� Sí, yo ter-mino, simplemente, señor Presidente...

¿Ve usted, señor Presidente? ¿Ve usted a qué merefería? Cuando una mayoría se comporta asíante las intervenciones de cualquier congresis-ta, lo que está mostrando es un estilo autorita-rio.

No olvidemos que en tiempos de Leguía, señor,una vez, un grupo de parlamentarios de mayoríadesengancharon del carro los caballos para serellos los que jalaran al dictador. A eso se va, se-ñor.

Y, cuando yo hablaba de pena de muerte a la de-mocracia, que es simplemente una parábola�decir, van a acabar con la democracia�, es por-que veo esa actitud y porque no hablo de quetoda reelección, en cualquier país del mundo, seaacabar con la democracia; no lo es en EstadosUnidos, no lo es en los regímenes parlamenta-rios. Pero si, como hacen ustedes, pongo en unasola persona todas las atribuciones, debilito a lasotras instancias, concentro el poder en una solamano y después permito que se reelija, eso acabacon la democracia. Y eso no pasa en EstadosUnidos; pasa en el Perú.

Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Tiene la palabra ladoctora Gloria Helfer.

La señora HELFER PALACIOS (MDI).�Creo que, señor Presidente, que de la reunión,la sesión de la mañana a la sesión de la tarde hayuna diferencia bastante grande. Y no me refierosolamente al ambiente que se ha vivido en losúltimos momentos, sino al tipo de argumenta-ción.

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En la mañana estaba la discusión centrada enver algunos argumentos que hacían pensar queel tema de la reelección se podía tratar en abs-tracto: históricamente, los argumentos referidosa lo que ocurre en otros países, los pros y los con-tras de la reelección en general. Eso, esta tarde,se terminó, ya no más.

Esta tarde está claro que no es una reelección enabstracto, sino que es, en el Perú, hoy día, conesta Constitución que se está aprobando y queplantean un tipo de estructura del Estado, queplantean una serie de contenidos, una propuestade cómo organizar el país, y que le está dando alPresidente de la República una serie de potesta-des, y está concentrando poder; y que, además,no solamente es ésta la coyuntura histórica deestar aprobando esta Constitución, sino que seestán refiriendo, y todas las intervenciones últi-mas, con la sinceridad, con la franqueza, con latransparencia que lo han hecho los últimos miem-bros de la bancada oficialista que han interveni-do, la colega Nicolasa, Luz Salgado, con todatransparencia y sinceridad están hablando de lareelección del presidente Fujimori.

Y en este momento no han dado argumentos paraver los pros de una reelección en general, de loque debe ser la norma que rige para el país; sinoque han abonado en argumentos de por qué se-ría bueno reelegir al presidente Fujimori porqueha hecho obra, y prácticamente lo que han he-cho es campaña. Hoy día, yo he sentido que lacampaña ya estaba en curso; y estaba en cursoaquí, en el Hemiciclo.

Entonces, ésto es la diferencia de la discusión dela mañana y de la tarde. Y es por eso que noso-tros nos tenemos que mover en esas condicio-nes. Y es a eso a lo que nosotros tenemos queresponder, y por eso es que vale la argumenta-ción que fundamentalmente se centra en la de-fensa de la democracia.

Y en la defensa de la democracia solamente voya señalar dos aspectos. Uno primero. Y es el querefuerza la importancia de defender las institu-ciones, y no solamente las instituciones, que sonlas que le dan continuidad. Yo estoy de acuerdocon Nicolasa cuando dice que se necesita tiem-po, que se necesita estabilidad para poder conti-nuar las obras; pero que lo que da eso son insti-tuciones, son equipos de personas y son progra-mas de gobierno.

Si el pueblo es tan hábil �y lo es� para recono-cer a dónde están sus intereses, no es una perso-

na que es el salvador, sino son esos programas,esas instituciones, que son sólidas, a quienes ellosdarán su confianza. Entonces, si nosotros habla-mos de democracia, tenemos que reforzar eso.

Y, segundo, yo creo que es muy importante, y hasido aludido muchas veces, muchas veces...

Voy a terminar muy rápidamente.

Ha sido aludido muchas veces, y creo que tienerazón; y es el hecho que un elemento fundamen-tal de la democracia es tener igualdad de oportu-nidad. Y no creo que sea posible tener igualdadde oportunidades con las circunstancias y las con-diciones en que se está planteando en este mo-mento la reelección del presidente Fujimori.

Cuando estábamos en campaña �lo voy a con-tar muy brevemente�, yo tomé un argumentoque hizo reír a muchos. Y me decían: "Gloria, nodigas eso, la gente se va a reír". Y yo decía: "Quéme importa que se rían, si la gente entiende".Qué lástima que no esté el señor Yoshiyama. Yopedí avión. Y decía, cuando veía que salía de lacampaña en el avión oficial el ingeniero Yoshi-yama a hacer su campaña, yo empecé a pediravión. Y lo hacía no de majadería; era la formaen que la gente se diera cuenta que deberíamostener las mismas oportunidades; y, además, debuena manera, porque no era decir que no le denavión al señor Yoshiyama: igualar para abajo, sinoera igualar para arriba: todos tendríamos quetener condiciones para hacer nuestra campañacon los mismos recursos mínimos.

Y si no tenemos los mismos recursos en mediosde comunicación �y no solamente en medios:prensa, radio, televisión; sino en comunicacióncon la gente, que suponen los viajes�, no eraposible que nosotros llegáramos a la poblacióncon nuestro mensaje.

Esa igualdad de condiciones es fundamental. Yono creo que se dé, no creo que se dé. Es por esoque, si bien... Y lo voy a decir con todas sus le-tras: yo no tengo objeciones serias para lo que esla reelección, no las tengo; pero yo creo que enestas condiciones, hoy día, en el Perú, con la ten-dencia a reforzar una conducta autoritaria, unautoritarismo en el Perú, y donde no hay igualescondiciones para todos �porque estamos viendoque no las hay�, en esas condiciones, yo le diréno a la reelección.

El señor PRESIDENTE.� Tiene la palabra elseñor Larrabure.

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El señor LARRABURE GÁLVEZ (FIM).� Se-ñor Presidente: El día de ayer discutimos, se de-batió, la pena capital, la pena de muerte, un temaimportantísimo para la vida política y social delpaís. Y hoy día también es un tema de muchísi-ma importancia que hay que tomarlo con mucharesponsabilidad, y eso es lo que voy a pasar ahacer en los próximos minutos.

Cuando yo vine a este Congreso, vine con el ma-yor grado de responsabilidad para trabajar contotal transparencia, sin tener ninguna presión,ninguna consigna partidaria que me atara a misdecisiones propias y honestas, consideradas pormí.

Para mí, la esencia de la democracia, señor Pre-sidente, es la libertad de pensamiento; es la li-bertad no de sustituir la voluntad del pueblo, esavoluntad que tiene de poder elegir, de poder es-coger a sus candidatos: congresistas, presiden-tes de la República o alcaldes. Esto lo han expre-sado muchísimas personalidades fuera de acá, deeste Parlamento Nacional.

Pero, qué pasa. ¿Hemos venido a este Parlamen-to unos para apoyar al gobierno de turno y otrospara hacer oposición? ¿Para eso hemos venido aeste gobierno? ¿Queremos que el gobierno pre-sente de Cambio 90 y Nueva Mayoría fracase?,señor Presidente, ¿Eso queremos? O queremoslos ochenta, acá, que tenga éxito este Gobierno.¿No es sincero que todos pretendemos �los quehemos llegado, los ochenta, a este Congreso convotos y en diferentes bancadas� el éxito? Por-que es el gobierno de todos los peruanos, no es elgobierno del ingeniero Fujimori. Entonces, nohay que darle la espalda a la historia.

Yo creo que acá lo correcto es que ningún argu-mento legal ni norma legal puede estar por enci-ma de la voluntad popular. Acá, señor Presidente,no vamos a reelegir al señor Fujimori. Acá esta-mos dando una norma constitucional, una normaconstitucional que va a pasar a referéndum; y des-pués de ese referéndum, si el pueblo dice sí, re-cién va a tener la posibilidad de ser candidato a laPresidencia de la República. ¿Por qué vamos a ne-garle ese don al pueblo, que es la palabra de Dios?

Yo, señor Presidente, hace doce años, cuando tuveinquietudes por la vida política y, sobre todo, demi país, estaba en la Argentina, en un hotel cer-ca al Obelisco. Estaba en campaña el presidenteAlfonsín, y me acuerdo �se me han quedado gra-badas esas palabras, las tengo presentes como sifuera ayer� que el presidente Alfonsín se dirigea más de trescientas mil personas que habían en

ese momento colmando la avenida 18 de Julio�creo que era� y dice: "Llevo en mis oídos lamúsica más maravillosa, que es la palabra delpueblo", señor Presidente.

¿Por qué vamos a negarle nosotros a ese puebloporque muchos dicen, constitucionalistas o per-sonajes o personalidades, que es un pueblo in-maduro, que es un pueblo ignorante? Ya se aca-bó esas épocas, señor Presidente.

Con los medios de comunicación, uno llega aho-ra al pueblito más escondido del país. Y lo digocon conocimiento de causa, aunque discrepe conmiembros de mi bancada y con muchos miem-bros de este Congreso, porque lo he verificadoen el campo. Yo, como Presidente de la ComisiónAgraria, vengo recorriendo todo el país; y no so-lamente todo el país, sino todos los pueblos jóve-nes; y veo que se están cambiando las cosas. He-mos tenido más de ochenta años de gobiernoscorruptos, de partidos tradicionales que ¿qué handado por esta Patria? Solamente han dado lugara comentarios, porque siempre han tenido com-promisos con grupos de poder, toda la vida; y esotambién lo afirmo en este momento.

Entonces, ¿cómo no reconocer en un personaje�en este momento le tocó el turno al señorFujimori, pero el próximo puede ser otro presi-dente� esa oportunidad que el pueblo le diga sío no? ¿Usted sabe lo que es llegar la habilidad ola capacidad que se puede tener para llegar conpopularidad al final del mandato? En este paíshay que ser Mandrake. O sea, si eso lo consigueel presidente Fujimori, sería extraordinario paraeste país, pues quiere decir que estaríamos avan-zando.

Pero no: los que quieren jalar agua para susmolinos quieren que fracase este Gobierno. Por-que no hay otra explicación; sino, que me diganun argumento de peso. Que puede usar el poder,que puede usar los dineros del Estado, señor Pre-sidente. Y este pueblo se da cuenta cuando lo ma-nipulan; ahí está el paro de los mercados.

Y no estoy solo, señor Presidente, porque en estemomento tengo el respaldo de todas las regionesagrarias del país y de todos los mercados, que merespaldan y me están escuchando en este momen-to. Yo he recibido este respaldo en mi oficina, y lohe recibido con mucho orgullo y con mucha tran-quilidad; porque yo creo que, cuando uno tieneque decir sus verdades, las tiene que decir claras.

Hemos escuchado a un hombre tan ponderadocomo Javier Pérez de Cuéllar venir y decir �que

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es muy cauto en sus declaraciones� decir la ima-gen del Perú está cambiando en el exterior, decirque el Perú está manteniendo otra posición en elexterior, están viniendo los créditos.

Hemos visto a un presidente Fujimori ir a Bra-sil, mientras el Banco Mundial y el Fondo Mone-tario no querían que se apoye a los agricultorescon las sobretasas flexibles de estabilización deprecios, y conseguir con el presidente Iglesias,jugarse, y conseguir que se consigan esas sobre-tasas para proteger al agricultor nacional. ¿Esono tiene mérito, señor Presidente?

Yo no me llamaría César Larrabure si no reco-nozco ese mérito. Sería mezquino no reconocereso o no reconocer cuando se enfrentó a muchosmiembros de su bancada, como lo hizo tambiéncon de las sobretasas y con el IGV el presidenteFujimori, porque en este momento estamos ha-blando del período que le corresponde a él, y lapróxima vez va a ser para otro presidente.

Cuando se enfrentó a muchos miembros de subancada, y también no solamente el IGV y en lassobretasas, sino en el proyecto de ley de los cen-tros de acopio populares de venta de pollos. Seenfrentó a grupos de poder. Mientras yo me faja-ba, él se enfrentó. ¿Quién es César Larraburepara que él haya tomado esa determinación? Esolo pinta de cuerpo entero.

Por eso, yo quiero dejar en claro mi posición anteese hombre, que yo creo que está dando ejemploen la historia nacional, y no tiene compromisocon nadie. Y lo ha demostrado en esos temas enlos que yo he expresado mi situación.

Señor Presidente, por eso, uno tiene que votaren este Parlamento con la razón, no con el cora-zón. Yo quisiera, por respaldar a FernandoOlivera, quien me dio la oportunidad de entrar aeste Parlamento, acompañarlo en la votación yhacer oposición; pero no me sentiría bien conmi-go mismo. Yo he podido abstenerme o he podidoirme de viaje; ahora he regresado de viaje por-que quiero reconocer las cosas como son.

Y no me voy a callar una posición que me pue-dan decir mañana... No me pueden decir geisha.Me dirán samuray, pero a mucha honra, porquepara mí el país está primero que cualquier inte-rés personal.

Lo que pasa es que estos...

(Aplausos.)

El señor PRESIDENTE.� Señor Larrabure,su tiempo ha concluido. Tiene también dos po-

sibilidades: o le concedo dos minutos de toleran-cia o consultamos al Pleno.

El señor LARRABURE GÁLVEZ (FIM).� So-lamente en dos minutos concluyo.

Lo que quiero decir es que yo no tengo compromi-so con nadie, yo no me caso con nadie. Me he juga-do en todos los momentos de mi vida. Me he juga-do como empresario, me he jugado como hombre.Pero, en esta oportunidad, yo no le puedo dar laespalda a la historia del Perú. Y esto quedará gra-bado y será histórico, porque debemos dar graciasa Dios que en este momento tenemos un Presi-dente que se está jugando por el Perú. Y si tienela suerte de salir adelante y ser reelegido, a buenahora; si no, que el pueblo lo castigue.

Lo fácil hubiera sido subirse al carro de la oposi-ción. Qué Presidente ha pasado en el país al cuar-to año comienza su desgaste natural. Lo fácil hu-biera sido quedarse en la oposición, porque co-mienza a crecer. Pero para eso estamos acá, se-ñor Presidente.

Ésa es mi verdad, duela a quien le duela. Peroestoy tranquilo con mi conciencia y estoy tran-quilo con mis hijos. Puedo dormir tranquilo estanoche y puedo luchar por mis hijos, por un Perúmejor para mañana.

Gracias.

(Aplausos.)

El señor PRESIDENTE.� Tiene la palabra elseñor Gamaliel Barreto.

El señor BARRETO ESTRADA (NM-C90).�Señor Presidente: Deseo centrar mi exposiciónen el artículo 126º del proyecto constitucional,que contiene la reelección presidencial.

Para ello, quiero plantear algunas preguntas; ylas respuestas a éstas son el reflejo de realidadesque la población peruana las viene experimen-tando en la presente administración. Por lo tan-to, estas respuestas son el fundamento del por-qué la reelección inmediata del Presidente de laRepública.

Primera pregunta: ¿Acaso podemos negar los éxi-tos que se están logrando en la lucha contra lasubversión? Todos conocemos y reconocemos quese ha implantado el orden en los penales, así comoen las universidades, con su mal entendida auto-nomía, y el apoyo a las comunidades que han sidoafectadas por el terrorismo. Merece destacar, Pre-sidente, la captura de los líderes terroristas.

Segunda pregunta: ¿Podemos decir que no ha ha-

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bido una reducción drástica de la inflación? Conrespecto a la inflación que se encontró en julio de1990, se viene logrando una reducción drástica enla lucha contra la inflación. Según datos del Ban-co Central de Reserva del Perú, el índice de infla-ción promedio anual fue: en el año 1990, 43,4; enel año 1991, 14,5; en el año 1992, 4,7; y en el pri-mer semestre del presente año, 2,7.

Como se puede apreciar, las acciones de controlde la inflación en estos años ha sido realmenteuna tarea dura; pero el haber disminuido nota-blemente el ritmo de crecimiento de la inflaciónha permitido dar confianza a los agentes econó-micos, como el sector empresarial, y tranquili-dad a las familias peruanas. Cabe hacerse la pre-gunta entonces: ¿Acaso no es cierto que al bajarel ritmo de crecimiento de los precios en la eco-nomía nos está demostrando, con toda claridad,el esfuerzo del Gobierno para una economía es-table?

Tercera pregunta: ¿Se puede negar el aumento dela capacidad de recaudación del Tesoro? Esta ta-rea, que en el fondo consiste en una verdaderareforma de la administración tributaria, ha exigi-do acciones como: reordenamiento de la estructu-ra tributaria reduciendo el número de los impues-tos, reorganización de la Superintendencia Nacio-nal de Administración Tributaria. Acciones con-cretas que merecen mención son la promulgacióndel nuevo Código Tributario y la aplicación delBeneficio Especial de la Regulación Tributaria.

Cuarta pregunta: ¿Quién niega, entonces, el for-talecimiento del sector Fiscal? Los resultados sonpor todos conocidos. Si tenemos en cuenta losindicadores de la presión tributaria, aquí se halogrado, en términos reales, el incremento de lapresión tributaria del 5,7 por ciento del PBI en1990 al 9,5 por ciento del PBI en 1992. Este in-cremento de los ingresos tributarios es, sin duda,resultados objetivos y concretos.

Quinta pregunta: ¿Se puede decir que no hay unareforma en la administración aduanera con cri-terios de eficiencia? La lucha contra el contra-bando es uno de los objetivos prioritarios. Paraello, se ha cumplido con las tareas de reorgani-zar totalmente la Superintendencia Nacional deAduanas; se ha promulgado una nueva Ley Ge-neral de Aduanas y la Ley Orgánica de la SUNAD;se ha mejorado la supervisión de las agencias deaduanas y las empresas de exportación e impor-tación; se ha intensificado el control de estupe-facientes a través de las brigadas de narcotráfico.Esta tarea de lograr mayor eficiencia y eficaciaes conocida y apoyada por todos los peruanos.

Sexta pregunta: ¿Alguien puede decir que no se

da fomento a la inversión privada? Con el objetode pasar del modelo del Estado controlista haciaun nuevo Estado moderno y eficiente, ya se es-tán apreciando los resultados de esta tarea alpermitirse a inversionistas peruanos obtener con-cesiones en los servicios públicos, que fueran an-tes reservados exclusivamente para las empre-sas del Estado, como agua, energía, carreteras,telecomunicaciones. Así como también, median-te la Ley de Promoción de la Inversión Extranje-ra, se ofrece derechos de estabilidad jurídica, y,en otros casos, Presidente, el Estado ha honradosus obligaciones con empresas extranjeras.

Señor Presidente, asimismo, hoy podemos afir-mar que hay una normatividad para el sistemafinanciero. El desarrollo de nuestro mercado decapitales ha requerido también que se tomen lasmedidas de normatividad básica ante un merca-do de banca paralela e informal, distorsionanteen nuestra economía. Así como los cimientos es-tán dados con la promulgación de la Ley Generalde Instituciones Bancarias, Financieras y de Se-guros; la Ley del Mercado de Valores; la Ley Or-gánica de la Superintendencia de Banca y Segu-ros, y también la Ley Orgánica del Banco Cen-tral de Reserva.

Sétima pregunta: ¿Podemos dejar de reconocerla reinserción del Perú en el sistema financierointernacional? Ante el grave revés económico enque en el mundo moderno representa vivir aisla-do, aquellos que nos llevaron a ello pensaron talvez en una economía de autoabastecimiento, a lamanera de Robinson Crusoe. Pero ya aprendi-mos la lección: un país no puede vivir así.

Los logros más importantes en este rubro son:se creó el Grupo de Apoyo; asimismo, merecemencionar el apoyo del Banco Interamericano deDesarrollo; los avances positivos con el FondoMonetario Internacional y Banco Mundial, a tra-vés de la renegociación de la deuda externa víacréditos puente; de otro lado, con la banca inter-nacional, se han levantado los juicios pendientesvía reestructuración de deudas.

Esta respuesta de confianza por parte del siste-ma financiero internacional significa que tene-mos luz verde en nuestro camino hacia el desa-rrollo económico.

Señor Presidente: Es necesario destacar el apo-yo social a los sectores más deprimidos, que seestá haciendo de manera directa. En este aspec-to, se están realizando obras a fin de apoyar a losasentamientos humanos en la costa, a los case-ríos en la sierra y a las aldeas en la selva, comocentros educativos, postas médicas o alimentos,uniformes y material didáctico para la poblaciónescolar, vía Foncodes y Pronaa.

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Durante 1991 y 1992 se destinó ciento setenta ydoscientos noventa millones de nuevos soles paraestos programas, a pesar de las limitaciones im-puestas por la austeridad fiscal que el gobiernose ha propuesto. Para 1993, se vienen lograndomayores metas, partiendo de una inversión ini-cial considerable. Sin ninguna duda, este progra-ma debe continuar apoyando a las poblacionesde menores recursos.

Y, por último, señor Presidente, creo que todostenemos derecho a tener un país en paz, con unaeconomía estable, en donde se presten las condi-ciones para invertir dentro de un marco de uni-dad y hermandad en la búsqueda de un futuromejor; por lo que nosotros no podemos negar elderecho del pueblo peruano a que tenga un presi-dente que el Perú necesita, ni tampoco podemosrestringir el derecho a un ciudadano para postu-lar a la Presidencia de la República. Además, loshechos demuestran que las obras de trascenden-cia, así como las reformas sociales y económicasque se están realizando en el Perú, requieren deun ciudadano que sepa afrontar dichos retos.

Por lo tanto, señor Presidente, sé que no soy elúnico peruano que está de acuerdo con la reelec-ción presidencial inmediata. El pueblo es quiendetenta la decisión final de elegir a sus gober-nantes. Presidente, hay que darle al pueblo lalibertad de escoger.

Gracias.

�Reasume la Presidencia el señor JaimeYoshiyama.

El señor PRESIDENTE.� Ingeniero TorresVallejo; después el señor Díaz Palacios.

El señor TORRES VALLEJO (CD).� SeñorPresidente: Por su intermedio, quisiera dirigir-me a la Comisión principal para observar que enel artículo 131º, que se refiere a las... sancionesque puede recibir el Presidente, se consideranque es cuando impide las elecciones presidencial,parlamental y municipal. Parece que se ha omi-tido considerar el gobierno de nivel departamen-tal o regional, según como se acuerde.

Igualmente, en el artículo 132º, en el inciso 5),que faculta, le da como atribución convocar a elec-ciones para elegir al Presidente y a representan-tes al Congreso, así como a alcaldes y regidores;también se comete la misma omisión; pues quie-ro solicitar a la Comisión principal que definabien esta situación, que yo considero que es sim-plemente una omisión.

En el inciso 12) le da la facultad de nombrarembajadores, atribución que tuvo el Senado. Sin

embargo, yo considero que esta reforma es bene-ficiosa. Yo, muchas veces, he aprobado a embaja-dores sin saber quiénes eran, si realmente lomerecían o no. Es preferible que el Ejecutivo asu-ma esta responsabilidad.

Luego, vuelvo al artículo 124º, los requisitos paraser Presidente de la República. Yo creo que laedad de treinta y cinco años es una edad en laque un hombre no está todavía con la madurezsuficiente como para ser Presidente. Y conside-ro que los requisitos para ser Presidente debenser ampliados. Propongo que, así como se exigegozar del derecho de sufragio, se exija gozar debuena salud física y mental.

No mucho tiempo, nosotros hemos tenido unPresidente de la República que era maníaco-de-presivo. Ése es el nombre técnico y eso es... Yohice un seguimiento sobre esto. A mí un médicome explicó que él pudo declarar la guerra a Ecua-dor y a Chile simultáneamente; y, así como podíahacer cosas brillantes, era riesgoso. Yo creo quetodo hombre que tiene una representación pú-blica debe sometérsele a un examen, tener esagarantía.

Y he dejado para el último el artículo 126º, señorPresidente, en relación a la reelección. Yo soy con-trario a la reelección. He escuchado muchos argu-mentos y no quisiera reiterarlos, pero sí precisarlo siguiente: he sido testigo, porque he participa-do en muchos procesos electorales; no quiero men-cionar nombres, personas ni partidos, pero yo hevisto cómo, en todos los niveles �municipales, par-lamentarios, nacional�, el que está en el poderusa todos los elementos para poder mejorarse:vehículos, pinturas, imprentas, papeles, ¿no? Esla influencia del poder que tienen, y entonces vanen desventaja quienes compiten con ellos.

Pero la razón fundamental para mí es que, en elPerú, nuestro trauma es que faltan dirigentes; yfaltan dirigentes porque, en los partidos políti-cos y a nivel de gobierno, nosotros no damos laoportunidad de la renovación. Cuando hay reelec-ción inmediata, el que está en el cargo usa de supoder y no deja que los que vienen atrás pasen.

Y nosotros, yo, como aprista, por ejemplo, he te-nido que ver años, esperar que muera Haya... hoymuchos estarán esperando que muera Sánchez,Villanueva y otros para tener la oportunidad. Yhemos hecho un gran daño al país. La alternan-cia permite, al impedirles que compitan de in-mediato, que otras figuras salgan, y nosotrosdebemos crear dirigentes por el bien del Perú.

Yo soy partidario de la fórmula "cuatro cuatro";es decir que todos los gobiernos, el municipal, el

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departamental y el nacional, duren cuatro años,y que haya reelección inmediata por una sola vez,que sería una alternativa de ocho años. Pero meinclino más por la reelección con un espacio in-termedio en que no pueda postular, por cuantoun gobernante puede ser realmente demasiadobueno y tenerlo dos, tres, cuatro veces; sea alcal-de, sea parlamentario.

Yo creo, señor Presidente, que la no reelección in-mediata no es al Presidente; es a todos aquellosque tienen mandato popular: a los parlamentarios,a los munícipes y a los gobiernos departamenta-les; porque todos están en las mismas condicio-nes, y a todo nivel debemos crear nuevos dirigen-tes, y que, insisto, que es el problema nacional.

Ahora, yo tengo que reconocer con hidalguía, apesar de no ser hombre de gobierno, que se handado reformas verdaderamente trascendentales.Creo que estamos en el camino correcto. Piensoque faltan todavía muchas reformas más, y reco-nozco que su conductor, el presidente Fujimori,desgraciadamente es necesario; porque me temoque sin su presencia todo lo avanzado podría re-troceder y, si eso sucede, le haríamos un gravedaño al país; porque el país ha sufrido en estosaños. No culpo al presidente Fujimori: ha sufri-do porque él recibió un cadáver, y para levantarese cadáver no quedaba otro camino que el quese ha trazado.

Yo, por esas razones, señor Presidente, quieroproponer una fórmula intermedia. Ustedes sonmayoría y tienen el derecho de imponer lo quecreen; pero nosotros también tenemos el dere-cho de sugerir, de proponer, de decir lo que pen-samos. Yo, ante estas dos alternativas, estoy sin-ceramente confuso: por un lado, votar de acuer-do a lo que creo que debe ser la Constitución, y,por otro lado, al temor de hacerle daño a estaopción que tiene el país y, como repito, con mu-cho sacrificio.

Entonces, yo quisiera una fórmula intermedia, ypropongo lo siguiente: poner una disposicióntransitoria cuyo texto sería el siguiente: "Pro-rróguese el mandato presidencial del señor Al-berto Fujimori hasta el 27 de julio del año 2000";disposición transitoria que sería necesariamen-te sometida a referéndum nacional. Y no se po-drá decir que es un dictador, no se podrá decirque no hubo elecciones, porque nosotros daría-mos este respaldo, y será el pueblo del Perú quiendiga si lo ratifica o lo rectifica; y no haríamosdaño para que en las futuras elecciones dejemoslas puertas abiertas para que se cometan estasanomalías y abusos y, sobre todo, garantizaría-mos que en el futuro va a haber más oportuni-dad para que la juventud vaya formándose y ge-nerar nuevos dirigentes.

Ésa es mi propuesta que alcanzo, señor Presi-dente. Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE.� Muchas gracias. Lapalabra la tiene el señor Díaz Palacios; y, des-pués, el señor Sandoval.

El señor DÍAZ PALACIOS (MDI).� SeñorPresidente: Parece que el colega Demetrio Patsíasha hecho un excelente trabajo en media hora. Hayque felicitarlo por haber convencido al colegaJorge Torres Vallejo.

Pero, bromas aparte, señor Presidente, yo quie-ro referirme a tres puntos muy brevemente.

Algunos colegas partidarios de la reelección in-mediata del Presidente de la República han sos-tenido que, así como los alcaldes y los parlamen-tarios en ejercicio pueden ser reelegidos de ma-nera inmediata, los presidentes en nuestro paístambién deberían serlo.

Creo que este argumento es sumamente frágil,porque trata de comparar realidades o dimen-siones totalmente diferentes; no sólo por la dife-rente naturaleza de la representación, sino porla cuota de poder que está en ejercicio.

Los alcaldes tienen muy poco nivel de poder. Re-cordemos que menos del cinco por ciento del pre-supuesto nacional se canaliza a través de lasmunicipalidades del país, y su radio de influen-cia son en el nivel provincial y local. Los alcaldesy los parlamentarios �como consta a todo el paísy, además, eso creo que es un hecho absoluta-mente objetivo� no tienen en la historia del paísla posibilidad �y menos la tendrán jamás� deasumir competencias más allá de las que la Cons-titución y la legislación complementaria asignan.Jamás los alcaldes y los parlamentarios podránviolar la Constitución en el nivel de lo que signi-fica irrumpir, interrumpir el ordenamiento jurí-dico institucional del país a través del golpe delEstado, como efectivamente lo tienen los presi-dentes de la República.

Y, por otro lado, creo que es evidente para todosque el enorme poder que se le está asignando ala institución de la Presidencia de la República,en la nueva estructura política que está aproban-do la mayoría o, mejor dicho, este Congreso Cons-tituyente, va a significar que el Presidente enejercicio, cada vez que candidatee, tenga todaslas garantías de salir reelegido. De modo que creoque este argumento es importante dejarlo de lado.

Por otro lado, colega Presidente, el artículo 125ºdel dictamen de la Comisión de Constitución se-ñala que cada vez que se elige a un Presidente seeligen dos Vicepresidentes de la República. Pre-

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guntémonos, ¿dos Vicepresidentes de la Repú-blica para qué?

Recordemos, colega Presidente, el triste espectá-culo al que fue obligado el doctor Carlos GarcíaGarcía, Segundo Vicepresidente del régimen de-mocrático, cuando casi todos los días iba a Palaciode Gobierno a tocar las puertas para preguntarqué debía hacer como Vicepresidente de la Repú-blica, para solicitar que se le asignara una res-ponsabilidad. Y el pobre Segundo Vicepresidentede la República tenía que estar mendigando en-trevistas con el Presidente titular: hacía antesalade tres o cuatro horas, y jamás era atendido.

De modo que ése era un maltrato público a lafigura del Vicepresidente; peor aun cuando no seasigna a las Vicepresidencias responsabilidadesespecíficas más allá de la que corresponde al Pri-mer Vicepresidente, de reemplazar eventualmen-te al Presidente de la República.

El proyecto de Constitución del Movimiento De-mocrático de Izquierda contempla solamente laelección de un Vicepresidente, y que la Ley Orgá-nica del Poder Ejecutivo le asigne responsabilida-des concretas, más allá del reemplazo eventual delPresidente. Nos parece que eso es fundamental.

Pero discrepamos de la propuesta que esta ma-ñana se postuló, en el sentido de que el PrimerVicepresidente sea en la práctica Presidente natodel Congreso. Entendemos que ésa es una alter-nativa que existe en muchos países; pero que, ennuestro criterio, significaría violar la necesariaautonomía de equilibrio de poderes que debe exis-tir entre el Ejecutivo y el Legislativo y no permi-tir la libre expresión de la soberanía popular, queestá simbolizada y representada por el Parlamen-to Nacional.

Y, finalmente, colega Presidente, el artículo 131ºdel dictamen de la Comisión de Constitución hacereferencia a las cuatro causales materia de acusa-ción constitucional del Presidente de la Repúbli-ca en el ejercicio del período gubernamental quele ha encomendado democráticamente el pueblo.

Termino señalando que esas cuatro causales son:traición a la patria; por impedir las eleccionespresidenciales, parlamentarias y municipales; pordisolver el Congreso; y por impedir la reunión oel funcionamiento del Jurado Nacional de Elec-ciones. Estamos perfectamente coincidentes conestas cuatro causales de acusación.

Sin embargo, nos parece que son insuficientes, ycreo que la experiencia nacional e internacionalaconseja que incorporemos dos causales más, queestán consideradas en el proyecto alternativo denuestro Movimiento Democrático de Izquierda.

Y ellas son precisamente la incorporación, comouna causal más, de otras infracciones a la Cons-titución Política del Estado y por corrupción.

No debemos esperar que un presidente que in-frinja gravemente la Constitución en su primeraño o que caiga en su primer y segundo año endelitos de corrupción...

Pedimos que el Presidente de la Comisión deConstitución, colega Presidente del Congreso, nosescuche.

Bueno, repetimos, entonces, que solicitamos alPresidente de la Comisión de Constitución queen el artículo 131º se incorporen, como doscausales más para la acusación constitucional alPresidente en ejercicio, corrupción y por otrasgraves infracciones a la Constitución; y, además,que se considere que los delitos cometidos enabuso de función por el Presidente de la Repú-blica no prescriben.

Creemos que eso es fundamental, colega Presi-dente, y solicitamos que sea recogida la propues-ta del Movimiento Democrático de Izquierda porel Presidente de la Comisión de Constitución.

Eso es todo.

El señor PRESIDENTE.� La palabra la tieneel señor Sandoval; y, después, el señor CastroGómez.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�Muchas gracias, señor Presidente.

Con su anuencia, señor Presidente, me voy a re-ferirme a dos temas. El primero es el que estácomprendido en el artículo 132º del proyecto yque corresponde a las prerrogativas del Presiden-te de la República. En este punto, señor, quieroreferirme a aquel que está ligado a la posibilidadde conceder... que el Presidente de la Repúblicapueda conceder el derecho de gracia a los proce-sados por delitos, en los casos en que la etapa deinstrucción de la investigación haya excedido eldoble de su plazo más su ampliatoria.

Y esto tiene que ver, señor Presidente, con elhecho que, en nuestro país, por lo menos el ochen-ta por ciento de la población carcelaria se com-pone de procesados y no de sentenciados. Es unasituación, señor, a la cual el Congreso no puedepermanecer impasible.

Recién, hace pocos meses, fuimos invitados porel señor Presidente de la República a visitar al-gunas cárceles de Lima; y viéndolas ya en unasituación mejorada, nos damos cuenta que aúnexiste mucho por hacer en la situación de las

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cárceles del país. Existe actualmente �mientrasestamos reunidos aquí, señor Presidente� en lascárceles del Perú una gran cantidad de presosque no han sido aún sentenciados y que, segura-mente, cuando lo sean, lo serán por un períodomenor del tiempo que ya han permanecido enlas cárceles. Esta situación, señor, creemos quees absolutamente injusta.

El presidente Fujimori se ha preocupado de estetema ya hace algún tiempo. Y es así que, fiel asus postulados de despenalización y defensa delos derechos humanos, promulgó un decreto, el017-90 de Justicia, el 2 de octubre de 1990, que,por primera vez en la historia carcelaria del país,concede la gracia del indulto y el consiguientebeneficio de la libertad a aquellos procesados in-justamente retenidos y postergados en las cárce-les del país.

Este dispositivo legal fue cuestionado, fue cues-tionado precisamente por el Congreso anterior,pues se decía en esa oportunidad que literalmenteno era constitucional. Sin embargo, aquellos queello expresaron, señor Presidente, no se dabancuenta de la realidad que vive nuestro país; por-que, señor Presidente, el indulto es una modali-dad específica de derecho de gracia para conce-der la libertad a los condenados, como ha venidosiendo utilizado tradicionalmente; pero tambiéna los procesados, como se estableció en el decre-to supremo al que acabo de hacer referencia yque constituye, definitivamente, un hito en el or-denamiento penitenciario no sólo en el Perú, sinotambién en Latinoamérica, dejando atrás la con-cepción tradicional e irreal por una que se adecúea las necesidades evidentes de un país como elnuestro.

Quisiera brevemente, señor, manifestar que eldecreto supremo al que he hecho referencia teníay tiene, en nuestra opinión, todas las connotacio-nes de legalidad. Y me refiero a este decreto su-premo, señor, porque luego sustentaré por qué esque debemos elevar a nivel constitucional las ra-zones que en su oportunidad expresó el presiden-te Fujimori, a través de este dispositivo legal, yque, además, nos lo ha recordado cordialmenteen su discurso del 28 de julio en esta misma Sala.

Existen varios argumentos para demostrar queya la Constitución del 79 contemplaba la posibi-lidad de indultar a los procesados.

En primer lugar, tenemos el argumento de dere-cho internacional público. El artículo 105º denuestra Constitución del 79 establece que los tra-tados relativos a los derechos humanos tienenjerarquía constitucional. Y, en el Perú, la décimosexta disposición transitoria de la Constitución,en su segundo párrafo, señala que se ratifica,

igualmente, la Convención Americana sobre De-rechos Humanos de San José de Costa Rica; lacual, en su inciso 5), señala que: "Toda personadetenida o retenida debe ser llevada, sin demo-ra, ante un juez u otro funcionario autorizadopor la ley para ejercer funciones judiciales y ten-drá derecho a ser juzgada dentro de un plazo ra-zonable o ser puesta en libertad".

Además, señor, en el inciso 1) de su artículo 8º,también señala que: "Toda persona tiene dere-cho a ser oída, con las debidas garantías y dentrode un plazo razonable, por un juez o tribunal com-petente".

Tenemos, además, señor, un argumento consti-tucional del mismo texto de la Constitución del79. En él, señor, en el inciso 2) del artículo 233º,se establece literalmente, como una garantía dela administración de justicia, la no interferenciaen el ejercicio de las funciones de la administra-ción de justicia; pero se cuida de señalar, al finalde dicho párrafo, que esta disposición no afectael derecho de gracia.

Por tanto, señor Presidente, a tenor del mismotexto de la Constitución del 79, el derecho de gra-cia puede aplicarse no sólo después de la senten-cia, sino también durante el proceso. Y así escomo lo interpretó el Decreto Supremo 17 al quehe hecho referencia, del año 90, estableciendo ex-cepcionalmente el indulto para los procesados enlos casos de grave retardo de la administraciónde justicia.

Es por ello, señor, que he hecho llegar al Presi-dente de la Comisión de Constitución, alternati-vamente, dos posibilidades. Una es que se agre-gue al artículo 132º un inciso adicional que digamás o menos lo siguiente �doy el concepto paraque la Comisión tenga a bien tomar uno u otrotexto�: "Conceder el derecho de gracia a los pro-cesados por delitos en los casos en que la etapade instrucción de la investigación haya excedidoel doble de su plazo más su ampliatoria".

Puede también optarse, señor, por que el inciso21) pueda tener el siguiente texto: "Conceder in-dultos y conmutar penas a los sentenciados, asícomo conceder gracia de libertad a los procesa-dos cuyo juzgamiento no se realice en plazos ra-zonables, salvo los casos prohibidos por ley".

Es, señor, una necesidad impostergable redactaren términos claros que el indulto alcanza tambiéna los procesados. Y es ésta, creo, señor, la oportuni-dad para elevar, entonces, a categoría constitucio-nal aquel decreto supremo que dictó el presidenteFujimori, pero que, desafortunadamente, la insensi-bilidad de algunos prefirieron retardarla y, en sucaso, inclusive, no permitir su pronta ejecución.

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Esto, señor, también es un reconocimiento muyimportante de los derechos humanos. Dejo, pues,señor Presidente, a consideración de la Comisiónde Constitución la posibilidad de incluir este pun-to, porque lo creemos importante y absolutamen-te conveniente.

Con su anuencia, señor, quiero referirme ahoramuy brevemente al tema de la reelección presi-dencial. En este punto, diré que en los últimosdías habíamos gozado, señor, de una situación enla que en este Hemiciclo se debatieron ideas y con-ceptos con gran altura. El día de ayer, sobre todo,ha sido un día que nos hubiera gustado a muchosse hubiera mantenido por todo el día de hoy.

El día de hoy casi lo logramos, hasta que, desa-fortunadamente, hubo un exabrupto de un líderde la oposición. Y después de escuchar, señorPresidente, a uno de los miembros de su banca-da, me explico por qué este señor perdió el con-trol de sí mismo y comenzó a insultarnos a todoslos miembros de la mayoría. Pero eso lo dejamospasar, señor, porque desafortunadamente esta-mos casi acostumbrados ya a recibir este tipo deimproperios de este pequeño personaje.

Entro al tema, señor, y, brevemente, deseo queusted me permita dar algunas razones por lascuales yo he de votar por la propuesta de la Co-misión de Constitución, que es definitivamentela propuesta de Nueva Mayoría-Cambio 90, porla reelección presidencial inmediata; haciendo lasalvedad, señor, que ésta no fue, sin embargo, lapropuesta original de algunos de nosotros. So-mos muchos en la mayoría, señor, quienes pro-pusimos la reelección presidencial indefinida. Ysin embargo, en un esfuerzo por tratar de llegara consensos, algunos de nosotros también conce-bimos que esta reelección fuera inmediata poruna vez, para luego tener la posibilidad de lo quealgunos han llamado �irónicamente quizá� "va-caciones presidenciales".

Quisiera referirme, señor, a lo que llamaré, dealguna manera, "el principio de eficacia". No vi-vimos tiempos fáciles en el Perú, no vivimos tiem-pos en los cuales el país pueda cambiar en unsolo período presidencial. Requerimos que el tra-bajo que se ha iniciado pueda ser continuado; peropueda ser continuado con el tipo de liderazgo quepreconiza el presidente Fujimori.

Alguien me dirá �y, además, ya lo han dicho�de que estamos hablando específicamente del pre-sidente Fujimori. Señor, yo lo quiero decir con lamás absoluta sinceridad y, ciertamente, con lamayor humildad que personalmente sí me refie-

ro, señor, en este caso concreto, a la posibilidadde que el presidente Fujimori pueda ser reelecto.

Y lo digo, además, porque creo sinceramente quees el liderazgo de una persona como él la que elPerú necesita para continuar el trabajo que él tanacertadamente ha iniciado. Y lo digo, además, se-ñor, porque un trabajo, como es el de reconstruirel Perú después de que éste ha sido destruido através de las décadas, requiere un plazo mayor.

Creo, señor Presidente, que los peruanos tene-mos la obligación de permitir la posibilidad deque el presidente Fujimori continúe con esta ta-rea; porque se requiere, señor, que este trabajose realice en un mediano plazo, y el período parael cual él ha sido elegido hasta ahora no es sufi-ciente, señor Presidente.

Hay un argumento que algunos de mis colegashan esgrimido y que, sin embargo, miembros dela minoría han tratado, señor Presidente, de des-virtuar. En mi opinión, creo que no lo han conse-guido. Está el hecho irrefutable de que existenpaíses desarrollados �y no mencionaré a ningu-no en particular� que permiten la reelecciónpresidencial; pero se ha dicho, señor: "Bueno, nonos podemos comparar a esos países".

Y yo pregunto, señor, a los distinguidos colegasde la minoría, ¿pero por qué no podemos aspirara parecernos siquiera a los países desarrollados?¿Cuándo es que nuestro país comienza la etapaen la cual �psicológicamente por lo menos� no-sotros, los que somos representantes del pueblo,podemos decir: "Sí podemos poner nuestras con-diciones jurídicas al mismo nivel que los paísesdesarrollados"? Si no pensamos como un país de-sarrollado, señor, nunca lograremos serlo.

Es por eso, señor, que yo le quito todo tipo desustento a aquellos que quieren decirnos �perono lo dicen con palabras; no se atreven segura-mente� de que somos un país subdesarrolladoy, por ello, no merecemos tener las institucionesjurídicas, como la reelección, que sí tienen otrospaíses desarrollados.

Se dice también, señor �y es un argumento quese utilizó esta mañana, y lo he tomado al pie dela letra�, otro líder de la oposición ha dicho queel pueblo debe ser protegido de las consecuen-cias de su propia necedad. Señor, parece que éstees un improperio innecesario contra el pueblo.Me parece, señor, que el pueblo ha demostrado,y sobre todo lo ha demostrado en los últimos años,que no es algo que se pueda simplemente me-nospreciar y, menos, despreciar de la manera que

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uno de los que quiere ser su representante lo hahecho esta mañana.

No es así, señor. El pueblo �y muchos de nosotroslo hemos aprendido así a conocer� sabe muchomás que todo eso, señor; porque, si no fuera poreso, no hubiera hecho una elección como la quehizo en 1990, contra la opinión de, seguramente,muchos de los que estamos aquí, entre los cualesdebo reconocer que me encuentro, señor; porqueyo no voté por el señor Fujimori y me alegro dehaberme equivocado cuando voté por otro candi-dato. Pero, obviamente, el pueblo supo mejor quetodos aquellos que hicimos otra elección y votópor el presidente Fujimori.

Pero no solamente lo hizo entonces, porque lue-go hubo otra elección �porque así la llamaré�cuando el 5 de abril el señor presidente Fujimoritomó la decisión que tomó y obtuvo el respaldoimportantísimo que obtuvo, que ni siquiera serepitió después de la captura de Abimael Guz-mán; porque nadie dudará ahora, señor, que lasencuestas en estos tiempos no son una forma demedir cuál es, en definitiva, la sensación y el hu-mor del pueblo.

Pues, señor, el 5 de abril de 1992, el pueblo le dioal presidente Fujimori el ochenta por ciento desu aprobación y, sucesivamente, en cada uno desus grandes triunfos, le ha seguido dando su apo-yo. ¿Es ése un pueblo necio �pregunto, señorPresidente,� como lo dice un líder de la oposi-ción? Yo me niego a aceptar tal afirmación queimplica, en mi opinión, un gran desprecio por elpueblo.

Finalmente, señor, diré que percibo, en algunasde las exposiciones que hemos escuchado en eltranscurso del día de hoy, un temor a la compe-tencia. El liberalismo �y algunos lo llamanasí� de alguna manera ha llegado a la econo-mía, pero parece que en la política... y en la eco-nomía ha llegado porque hay la competencia.La competencia es ahora la que prima en la eco-nomía; pero en la política parece que a algunosno les gusta la competencia, señor, tienen mie-do a la competencia.

¿Y de qué estoy hablando? Estoy hablando dealgo... Señor Presidente, definitivamente, noquiero herir susceptibilidades, y de antemanopido me disculpen si ustedes puedan encontrarlo que voy a decir ofensivo, y no lo es. Créame,señor, no está en mi ánimo, nunca está en mianimo, ofender. Pero creo que es, por lo menos,señor, poco elegante que algunos distinguidos

miembros de la oposición, quienes van a ser can-didatos a la Presidencia de la República, porquehoy día, por lo menos, el señor Barrón nos haanunciado que el PPC ya tiene un candidato a laPresidencia de la República, y enhorabuena; perome parece, señor...

El señor Barrón ha hecho esa afirmación, señor,todos lo hemos escuchado.

Con mucho gusto, señor Barrón, encantado.

El señor PRESIDENTE.� Señor Sandoval, leruego que se dirija usted a la Mesa.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�Con la venia de la Presidencia. Disculpe, señorPresidente.

El señor BARRÓN CEBREROS (PPC).�Con su venia, Presidente, agradeciéndole la in-terrupción al ingeniero Sandoval.

Yo lo que dije �y consta en la grabación, y novoy a por eso a dar hoy día una versión diferen-te� es que, haciendo tan sólo una parábola, unejemplo de explicación, sobre lo que podría pa-sar en el caso de que una supuesta candidataLourdes Flores pudiera vencer ajustadamente aun supuesto candidato, que ustedes y yo sabe-mos que será el señor Alberto Fujimori Fujimori.Era simplemente un ejemplo académico, de pro-fesor en una escuela, pero simplemente con títu-lo meramente de ejemplo.

No pretendía jamás haberme adelantado a la vo-luntad, porque ni siquiera le he preguntado a ladoctora si a ella le gustaría o no ser candidata ala Presidencia de la República.

Gracias por la interrupción.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�Con la venia de la Presidencia, el señor Chirinosme pide una interrupción.

El señor PRESIDENTE.� Puede interrum-pir, señor Chirinos.

El señor CHIRINOS SOTO (R).� Gracias,Presidente.

Yo, precisamente, quería decir que el error delcongresista Sandoval, en todo caso, es un erroren el género. El PPC no tiene "candidato", tiene"candidata"; pero Nueva Mayoría tampoco puedequedarse corta: puede tener de candidata a la

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señorita Chávez Cossío, de manera que asistiría-mos a un torneo muy interesante.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�Bueno, en todo caso, señor, lamento mucho quelo que yo preveía �o, por lo menos, así habíamosentendido� que era un anuncio oficial del PPCno lo sea; por lo menos, no ahora. Pero estoy se-guro que en corto plazo tendremos una extraordi-naria candidata en el PPC y, además, una personaque muchos o casi todos apreciamos infinitamen-te.

En todo caso, señor, de lo que se trata es que esun hecho concreto: tenemos al frente candidatosa la Presidencia de la República. El señor HenryPease ya lo ha sido; un buen candidato, además;desafortunadamente, no tuvo los votos que reque-ría para llegar a esa posición. Pero quisiera refe-rirme con la mayor cordialidad, porque él sabe quees así, lo aprecio mucho personalmente al señorPease.

El señor Pease nos ha dicho más temprano queayer �porque esto lo ha dicho y hoy día ha sidoreiterado� hemos decretado la pena de muertea la democracia, porque vamos a votar por la re-elección presidencial... Hoy día. Sí, efectivamen-te: no ha sido ayer, ha sido hoy día.

Entonces, eñor, yo lo que digo es que el señorPease, que siempre es consecuente de sus actos,me da la impresión que ahora no lo está siendo,y voy a tratar de demostrar por qué.

El señor Pease fue un distinguido teniente alcal-de del señor Barrantes, en la Alcaldía de Lima, ehizo un excelente trabajo. En efecto, en mi opi-nión, la gran labor que se le otorga al señorBarrantes no fue, efectivamente de él; fue delseñor Pease; me consta en muchos aspectos. Elseñor Pease fue un excelente candidato...

Permítame, señor Nakamura, terminar con laidea.

Pero no olvidemos que el señor Pease tambiénfue candidato, inmediatamente después, con elseñor Barrantes, candidato a la reelección paraser teniente alcalde de Lima. Seguramente queel señor Pease �permítanme que me adelante�me va a decir: es diferente, la Alcaldía es dife-rente. No, pues, señor Pease; todos sabemos que,si estamos hablando de reelección, estamos ha-blando de la necesidad, deseo o lo que usted de-see llamarle, de continuar en un cargo por lasrazones que fueren.

Con la anuencia de la Presidencia, el señor Peaseme pide una interrupción.

El señor PEASE GARCÍA (MDI).� Gracias,señor Presidente.

Primero, para decir que ése fue un trabajo enequipo; no fue una obra mía ni mucho menos.Ésa es bondad de algunos amigos que creo quetienen ser más objetivos.

En segundo lugar, el problema es muy simple: elproblema de la reelección, como he tratado deexplicar esta mañana, es un problema de poder.En un país donde se distribuye más el poder, noes problema la reelección. Si ustedes redujerandrásticamente el poder que tiene el Presidenteen relación al Parlamento, al Poder Judicial, yfuera un Presidente parecido a los presidentesparlamentarios europeos, no sería un problemala reelección. Si ustedes tuvieran las institucio-nes poderosas que significan no sólo Parlamentoy Poder Judicial, sino estados con gobernadoresy congresos frente al Presidente de los EstadosUnidos, no sería un problema la reelección. Esun problema de estructura del Estado, que es eltítulo del tema que estamos tratando. Eso es lodiferente.

Un alcalde, señor, es la autoridad pública de me-nos poder. Entonces, que los alcaldes se reelijan:ningún alcalde va a condicionar la elección. Y tanes así que ahí perdimos. No puede condicionar laelección. La elección está manejada por instan-cias que están sobre el alcalde; y sino, miren conqué facilidad los meten presos.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�Señor Presidente, si usted me permite, el señorNakamura me había pedido una interrupciónantes. Le pido disculpas al señor Nakamura porhaberle dado la interrupción al señor Pease an-tes.

El señor PRESIDENTE.� Señor Nakamura.

El señor NAKAMURA HINOSTROZA (NM-C90).� Con su venia, señor Presidente, lo úni-co que quería decir es que hay que ser bien cla-ros.

En la historia de la Izquierda hay mucho quedecir y también hay muchos responsables políti-cos. Y eso lo saben todos los partidos que hastaahora existen de la Izquierda, que son cientoochenta y uno. Y también sabemos que esos par-tidos se han disminuido casi a la mínima poten-

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cia, del 1,3 en las últimas elecciones municipa-les.

Yo tengo bastante respeto por el doctor AlfonsoBarrantes y creo que él tendrá su versión clarasobre este problema político. Pero, fundamental-mente, quiero decirle al señor Sandoval, a micolega Sandoval, que a veces nos equivocamoscuando hacemos apreciaciones sin conocimientode causa.

Gracias.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�Señor Presidente: En todo caso, el señor Peaseha dado algunos argumentos, pero no ha rebati-do el hecho de que él fue candidato a la reelec-ción. Osea, no sólo abogó por la reelección; él per-sonalmente fue candidato. Ahora nos está dandorazones por las cuales ahora ya no, pero enton-ces sí. Así no vale �con la venia de la Presiden-cia�, señor Pease.

Entonces, de lo que estamos hablando aquí, se-ñor, finalmente, es que a algunos no les gusta lacompetencia. Señores candidatos �y hay variosahí al frente�, acepten la competencia. ¿Por quéle tienen miedo al señor Fujimori? ¿Por qué letienen miedo al pueblo, al que han llamado ne-cio? Acepten que él sea uno más en la balota decandidatos a la Presidencia de la República, jun-to con el nombre de ustedes también. No tengantemor.

Señor Presidente, quiero terminar expresandoel hecho que me consta, que existen algunosmiembros de la minoría...

El señor PRESIDENTE.� Señor Sandoval, elcongresista señor Donayre ha considerado las pa-labras ofensivas. Le ruego, por favor, retirarlasen aras de la armonía que está existiendo en es-tos momentos.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�Señor Presidente: Retiro el hecho de haber afir-mado que el señor Donayre tiene miedo.

El señor Pablo Tello me pide una interrupción,señor. Quiero terminar, pero...

El señor PRESIDENTE.� Señor Sandoval, nosé si usted se ha dado cuenta de que son las nue-ve y cinco y que hay una lista de bastantes ora-dores.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�Si usted me lo permite, yo quisiera concluir.

El señor PRESIDENTE.� Puede hacer usode la interrupción el señor Tello Tello, como úl-tima interrupción.

El señor TELLO TELLO (NM-C90).� Gra-cias, Presidente.

Solamente yo quisiera agregar, a lo expuesto porel señor Sandoval, de que quienes a veces fungeny se llenan la boca de democracia en los hechosno saben ni practicarla, porque hasta tratan dedesmentir una verdad, que la conoce todo el pue-blo, con insultos, con improperios.

Y lo que ha manifestado el señor Sandoval es cier-to, y también lo que dijo nuestro amigo Naka-mura. La Izquierda, que tanto dice el señor HenryPease que es democrática, que postule; pero queactúe con verdadera honestidad, sin insultos, sinhacer intrigas y tampoco calumnias a nadie, paraque pueda superar ese cuatro por ciento que al-canzaron en estas elecciones.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�Señor Presidente: Tomando nota de su invoca-ción, terminaré solamente diciendo que solicitoa aquellos miembros de la minoría, que crean queel Perú necesita proseguir por el camino que hainiciado el presidente Fujimori, que le den laoportunidad al Perú de poder continuar con eseliderazgo por cinco años más. Sé que hay algu-nas mentes amplias en la minoría que segura-mente sabrán aquilatar esta solicitud sincera quele hacemos desde este otro lado del Hemiciclo.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Evidentemente, losque ya hicieron uso de la palabra están pidiendoque se vote. Pero, lamentablemente, la Presiden-cia tiene que continuar con la lista de oradores.Han pedido el uso de la palabra el señor CastroGómez, Siura, Tudela, Meléndez, Rey, Bedoya yCarmen Lozada.

Yo les ruego a todos los señores congresistas quevan a hacer uso a partir de este momento de lapalabra, se sirvan ajustarse a los cinco minutosreglamentarios.

El señor CASTRO GÓMEZ (MDI).� SeñorPresidente: Éste es un tema capital para el Mo-vimiento Democrático de Izquierda y para la opo-sición, porque consideramos que el tema de lareelección presidencial lo que está haciendo esponerle la impronta definitiva al proyecto de lamayoría como un proyecto de un régimen pre-sidencialista a ultranza, como un régimen políti-

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co autoritario. Ése es el sentido de nuestra críti-ca, fundamentalmente, señor Presidente.

Nosotros tenemos una posición coherente al res-pecto. Esa posición coherente es que nos hemosopuesto siempre a la reelección presidencial; ayercon García Pérez y hoy con este gobierno. Y lohacemos, fundamentalmente, basados en que loprincipal para nosotros es cuál es el modelo derégimen político que nos propone el proyecto dela mayoría y qué papel ocupa dentro de este pro-yecto la apuesta a la figura de la reelección pre-sidencial?

Para nosotros, señor Presidente, un régimenpolítico, una estructura de poder, tiene que estarsustentada en principios democráticos; y esosprincipios democráticos son fundamentalmentelos principios de la división de poderes, de la se-paración de poderes, del equilibrio de los pode-res y de la estructuración articulada de los pode-res, señor Presidente.

Y el proyecto de la mayoría es una negación deestos principios democráticos; porque el proyec-to de la mayoría no hace un equilibrio de pode-res, sino, por el contrario, lleva adelante una fór-mula presidencialista extrema, una hipertrofiade las funciones del Poder Ejecutivo concentra-das en la figura del Presidente de la República.Y, además, señor Presidente, se niega a una arti-culación democrática de los poderes, y de allí suhipercentralismo y de allí su repudio y descono-cimiento, sí, a los derechos del pueblo a gober-narse, sí a los derechos de las bases, de las colec-tividades, de las provincias y de las regiones aestructurarse como gobiernos.

Quienes desprecian al pueblo, quienes le niegancapacidad de gobierno es este Gobierno y es estamayoría, que desconoce los gobiernos regionalesy que limita y desconoce �también restringe�a los gobiernos municipales. Ése es el verdaderodesprecio que existe en relación a negarle losderechos al pueblo peruano de una estructurademocrática de gobierno, de una estructura de-mocrática del poder.

Es por eso, señor Presidente, que nosotros nohacemos una cuestión de principios el problemade la reelección presidencial; sino que esa figura,en una propuesta de régimen político con estascaracterísticas, es nefasta para el país. Por esonos oponemos a ella, no porque se trate del pre-sidente Alberto Fujimori, que es candidato a lareelección presidencial. Es, pues, una concepciónde la estructura del régimen político, distinta aotras realidades, en donde se pretende, pues,ponernos a discutir fuera de contextos históri-

cos, sociales, concretos, en los que hoy estamosviviendo en nuestra Patria, señor Presidente.

Quiero referirme brevemente a lo que son los dosargumentos centrales de los colegas de la mayo-ría para sustentar la propuesta de reelección pre-sidencial.

Esos argumentos centrales son, en primer lugar,que no se puede, dice, privar al pueblo, al sobe-rano, de la posibilidad de escoger; que la propues-ta de negarse a la reelección es restringirle losderechos políticos al pueblo. Nada más falso, se-ñor Presidente. Nada más falso, porque justa-mente de lo que se trata es que la Constitución,justamente, es un acuerdo entre nosotros paralimitarnos entre nosotros nuestros derechos; sino, debieran ser consecuentes y no ponerle nin-guna restricción a la reelección presidencial yhacerla una reelección definitiva. Y, por eso, comoello no resiste el mínimo análisis lógico y racio-nal, es que tienen que, por lo menos, hablar de lareelección inmediata y suspenderla; como dicenustedes, darle "vacaciones" temporales al Presi-dente de la República.

Creemos que también es totalmente falso el plan-teamiento de que se pretende impedir una conti-nuidad a un buen gobierno. Esto es la negaciónde la democracia; porque, si es un buen gobier-no, uno de los instrumentos básicos para un buengobierno y para la democracia es la construcciónde instituciones democráticas, y esas institucio-nes son los partidos; y lo que deberían hacer elpresidente Fujimori y todos los que están con éles construir un gran partido democrático, un granpartido liberal; y ponerlo a competir y que seaese partido depositario de los proyectos, de lastransformaciones; y que confíen en que ese pro-yecto y esas propuestas van a ser aceptadas porel pueblo peruano; pero no jugar a la figura delcaudillo, no jugar a la figura mesiánica, porqueeso es la negación de la democracia.

Finalmente, señor Presidente, para decirle...

El señor PRESIDENTE.� No se moleste, doc-tor Castro Gómez.

El señor CASTRO GÓMEZ (MDI).� Para de-cirle, señor Presidente, de que la mayoría tienerazón cuando es sincera y franca, en el sentidode decir que lo hace para respaldar al presidenteFujimori. Pero la mayoría sí ha tenido una acti-tud que tiene que responder ante los pueblos,señor Presidente. Esa actitud ha sido sacar de lamanga que la próxima elección al Congreso seapor distrito nacional único.

Ésa es la gran estafa y contrabando que hace lamayoría, en donde justamente está apostando al

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líder, pero está amarrándose del líder para ase-gurarse la continuación aquí, en el Congreso,señor Presidente.

Yo reto a los de la mayoría a que vayan a los pue-blos, que vayan a Chiclayo a competir, que vayana Cusco a competir, que vayan a Piura, a Trujillo,a Arequipa, a todo el Perú a competir, señor Pre-sidente, y que no se escondan bajo la figura pre-sidencial y del distrito nacional único para ase-gurarse la continuidad en el Parlamento, señorPresidente.

Esa gran estafa tiene que conocerla el puebloperuano, y tiene que ser uno de los puntos prin-cipales a poner a la consulta ciudadana en rela-ción al planteamiento acordado, de la noche a lamañana, de la elección en el próximo Congreso,mediante distrito nacional único, a los integran-tes del mismo, señor Presidente.

Gracias.

El señor PRESIDENTE.� Muchas gracias,doctor Castro Gómez.

La palabra la tiene el señor Siura; después, elseñor Tudela.

El señor SIURA CÉSPEDES (NM-C90).�Gracias, Presidente.

Concederé un segundo, si usted lo permite, se-ñor Presidente, al congresista Carlos Ferrero.

El señor PRESIDENTE.� Puede interrum-pir, señor Ferrero Costa.

El señor FERRERO COSTA (NM-C90).�Contar sólo hasta cinco, Presidente.

Mire usted, primero, el amigo Castro Gómez notiene que esperar tanto tiempo; segundo, que sóloespere noventa días: ahorita se viene el sí y el no,Presidente; y ahí, pueblo por pueblo, casa por casa,plaza por plaza, nos vamos a ver. Pero, eso sí, queno llore después con la derrota, Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Puede continuar,señor Siura Céspedes.

El señor SIURA CÉSPEDES (NM-C90).� Yopuedo empezar, Presidente, pero aquí el colegame pide otra interrupción, con su venia.

El señor PRESIDENTE.� Puede interrum-pir el señor Sandoval Aguirre.

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�Con su venia, señor Presidente. Será muy breve,y solamente para, por su intermedio, contestaral señor Castro Gómez.

El señor Castro Gómez nos ha dicho que el dis-trito único lo hemos hecho para colgarnos delPresidente e ir a la reelección. Yo lo reto al señorCastro Gómez: yo no iré a la reelección si él tam-poco va a la reelección; que me conteste hoy día:ninguno de los dos vamos a la reelección en laspróximas elecciones.

El señor PRESIDENTE.� Perdón...

El señor SANDOVAL AGUIRRE (NM-C90).�No quiere ser consecuente el señor Castro Gó-mez.

El señor PRESIDENTE.� Por favor, doctorCastro Gómez; siempre he admirado su ecuani-midad; no malogre usted su imagen.

Señor Siura, señor Siura, le ruego continuar, yno conceda usted más interrupciones porque eltiempo es, lamentablemente, el tirano en este mo-mento.

Le ruego, señor Siura, que sea lo más breve posi-ble.

El señor SIURA CÉSPEDES (NM-C90).�Atendiendo a su petición, Presidente, empiezocon mi intervención... Seré muy breve. SeñorPresidente, me disculpen los colegas, pues quie-ro sujetarme a la solicitud del Presidente.

El señor PRESIDENTE.� La Mesa no va aconceder ninguna interrupción a la intervencióndel señor Siura.

El señor SIURA CÉSPEDES (NM-C90).�Presidente: Para empezar, entonces, dando res-puesta al congresista Castro Gómez, le diré que,de todos los candidatos que postulamos por la zonade Arequipa en estas últimas elecciones, tuve elprivilegio de tener la más alta votación; de mane-ra que no es muy cierto aquello de los provincia-nos. Y me remito a las actas del registro electoral.

Presidente, creo que la campaña del NO ha veni-do...

Presidente, para que no haya estas actitudes, meremito a las actas del Jurado Nacional de Elec-ciones por la votación...

El señor PRESIDENTE.� Perdón, perdón,perdón. Yo quisiera...

El señor SIURA CÉSPEDES (NM-C90).� Yono estoy mintiendo, y termino con eso, Presiden-te.

El señor PRESIDENTE.� Señor Siura, ¿mepermite?

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El señor SIURA CÉSPEDES (NM-C90).� Sí.

El señor PRESIDENTE.� Yo quisiera haceruna exhortación a todos los señores congresis-tas. Durante todo el día hemos tenido una con-ducta ejemplar. Les ruego, por favor, que conti-nuemos con esta conducta.

El señor SIURA CÉSPEDES (NM-C90).� Sí,Presidente. Yo termino, porque yo me refería alvoto preferencial, por supuesto, y eso está regis-trado.

Presidente, parece que la campaña por el NO seha ampliado aquí, al Congreso, porque lo queahora se trata no sólo es desacreditar el nuevotexto constitucional, que será la Constitución delaño 1993, sino ahora se quiere desacreditar alactual Presidente de la República. Es decir, sicomputamos todos los minutos utilizados paradesacreditar al Presidente de la República... esdecir, éste ha sido un debate alrededor del presi-dente Fujimori.

Yo no sé: algunas personas dicen que esto no esmiedo. No debe ser miedo, pues, entonces; perodebe ser, seguramente, que debe haber provoca-do reflexión la posibilidad de que el presidenteFujimori candidatee. Además, él no lo ha dicho;pero algunos quisiéramos que así sea, para ver siel pueblo no que lo reelija, sino para ver si esposible que ese pueblo �al quien se han referi-do algunos� le diga no al presidente Fujimori.Eso lo dirán las urnas, por supuesto.

Y adelanto: habrá también supervisión de orga-nismos internacionales para las próximas elec-ciones; de manera que se pueden traer a todoslos organismos internacionales para que super-visen las próximas elecciones y podremos saberla verdad.

Presidente, se ha dicho aquí que... hasta se hallegado a mencionar a algunos autores, pues semencionó a algunos muy especialistas que se re-ferían a los requisitos para ser Presidente de laRepública. Es decir, se ha comparado que ni laescuela de vigilantes ni los alumnos cadetes deChorrillos ni la escuela de policías ni los funcio-narios públicos tienen siquiera los requisitos queellos tienen; dicen que no los tiene ni siquiera elcandidato para ser Presidente de la República.De manera que, argumentando de que, de algu-na manera, debe cumplirse con algunos requisi-tos para representar la voluntad popular.

Yo creo que se ha perdido de vista... Queriendodesacreditar al actual Presidente, encima se quie-re desacreditar a los representantes del Congre-so, donde estamos todos representados; es decir

que algunos, de repente, no han cursado el docto-rado o no han ido a las aulas universitarias, nohan ido a secundaria, no han ido a primaria. ¿Dequé se trata, Presidente? Es decir, es lo que hasucedido en la República Peruana a través de to-dos estos años, de todas estas décadas: el elitismointelectual, el elitismo social, el elitismo econó-mico; es decir, la discriminación permanente.

Es que todavía estamos un poco ciegos. Quité-monos esa venda. El pueblo quiere que se hagasu voluntad, el pueblo quiere que se le escuche,el pueblo es inteligente, sabe lo que hace. Y yocreo que eso es lo que tenemos que aprender aquí,en el Congreso: dar apertura total a la posibili-dad de que en la Presidencia de la República, aquíen el Congreso, también vayan personas que an-tes han sido marginados.

Yo sigo con la esperanza, Presidente, no solamen-te que hayan apellidos extranjeros, sino que aquíhaya mucho más Mamanis, Condorcahuanas,Yupanquis, Quispes. Sí, quisiera que eso sea unarealidad; no los Siura, no los Yoshiyama, los Fu-jimori; que también haya de esos, pero tambiénde los otros apellidos.

Presidente, este es un anhelo de todos los perua-nos. ¿Por qué discriminamos? Porque los partidospolíticos no llevan gente como la que ha llevado Nue-va Mayoría-Cambio 90, por ejemplo. ¿Por qué siem-pre prefieren? Es el elitismo, Presidente, que, poreste tiempo, ya estamos terminando, Presidente.

Sin embargo, los grandes principios... no diréteológicos, sino dogmáticos, doctrinales, esosgrandes principios que han sustentado las doc-trinas políticas se han visto resumidos en aquellenguaje que llega al pueblo. ¿Qué es lo que quiereel pueblo de sus gobernantes? Honradez �y esose está demostrando y se va a demostrar en lospróximos años�, tecnología y trabajo. Lo dijoFujimori, duela a quien le duela, y hasta ahorase sigue trabajando.

Hablo sobre el tema de las licitaciones, por su-puesto, ¿por qué no? No tenemos miedo de decirde qué licitaciones hablamos. Hablemos de prio-ridades, hablemos de las necesidades y vayamoscon claridad dónde se está realizando esa utiliza-ción de esos recursos cuando se convoca y cuandoda y se contrata a personas para, por ejemplo �loque se dijo la otra vez�, la confección de zapatos,de carpetas, de buzos. Pues, señor Presidente, esmuy sencillo: ¿acaso no tenemos todos y cada unode nosotros la capacidad fiscalizadora?

Y si no fiscalizamos, somos responsables ante elpueblo; pues de una vez asumamos esa respon-sabilidad. Y si alguien tiene alguna prueba, que

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lo denuncie; las evidencias concretas de que algosucede allí, en cualquier Ministerio, en cualquierlugar, en la Presidencia de la República, aquí enel Congreso, que lo denuncie. Pero no permitire-mos que subrepticiamente se quiera decir que,porque se atiende prioridades, allí hay dolo. Esose ha terminado; eso ha continuado, y hasta seha pretendido decir que el 5 de abril no ha sidoun hecho histórico.

Presidente: Yo anuncio, desde aquí: voy a elabo-rar un proyecto de ley para que el 5 de abril detodos los años se declare día de la defensa nacio-nal, porque eso fue lo que sucedió: a partir del 5de abril de 1992, el Perú, la historia del Perú, cam-bió definitivamente para los pueblos grandes.

Los pobres del país, señor Presidente �voy a ter-minar, perdone usted�, no van a aceptar que el22 de noviembre fue un día de elecciones falsas,porque eso sería negarnos a nosotros mismos aquí.Hay amplia libertad. Hoy día se ha dicho de todo,Presidente. ¡Qué más democracia, qué más liber-tad! La prensa: hoy día nos vamos a cualquierpuesto de periódicos y abrimos, y las barbarida-des que se dice. Hay amplia libertad de prensa, yaquí se puede decir lo que se quiera decir.

Y termino, Presidente: lo que sí no puedo acep-tar �con esto termino, Presidente� son las ofen-sas que se han dicho, aunque sea en forma es-condida; porque se han dicho, y está en las gra-baciones.

Se ha pretendido decir que tenemos un Ejércitoasesino. Se ha pretendido decir que tenemos unaMarina con ladrones. Se ha dicho que el SIN, elServicio de Inteligencia Nacional, está compro-metido con el narcotráfico. Yo rechazo esas afir-maciones, porque si hubiera alguna prueba deaquello, yo le doy veinticuatro horas de plazo enla Comisión de Defensa del Congreso Constitu-yente; y si no llegan esas pruebas concretas deque sea esa denuncia cierta, yo la declararé enmi conciencia de una actitud completamente ne-gligente; no voy a decir "cobardía", que es lo quele corresponde, pero creo es muy infantil esa de-claración.

Gracias, Presidente, por esta participación; peroquiero decir que, por estas y muchas razones másque las recogeríamos de los pueblos, vamos a vo-tar por la reelección presidencial.

Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Señor Tudela; des-pués el señor Meléndez.

El señor TUDELA VAN BREUGEL-DOU-GLAS (R).� Gracias, señor Presidente.

El debate del día de hoy ha sido extremadamen-te interesante. En el fondo, no hemos debatidosobre derecho constitucional. El plazo, en sí mis-mo, en la teoría constitucional, es indiferente;esto es, no cambia las cosas que sea el plazo A oque se al plazo B.

No estamos discutiendo tampoco principios ge-nerales, basados en una percepción total o globalde la historia del Perú; estamos discutiendo so-bre una realidad temporal. Pero esa realidad tem-poral, contrariamente a lo que piensan muchos,no es la reelección.

La reelección es simplemente un elemento de esarealidad temporal. El punto central es que esta-mos frente a un régimen que usurpó el poderpolítico el 5 de abril de 1992, perdió de algunamanera su legitimidad primigenia, luego ha con-vocado a elecciones a un Congreso Constituyen-te; pero no hay legitimidad completa si es quetodas las instituciones no proceden de la mismaConstitución.

Y, en ese sentido, la pregunta que realmente de-bemos hacernos acá es si estamos discutiendo so-bre la reelección o si estamos haciendo una espe-cie de mayéutica o arte del parto, por el cual ayu-damos a que un régimen, que ha caído en la ile-gitimidad, reencuentre algún tipo de legitimidadal haber emanado todas sus instituciones de lamisma Constitución, que es la que se va a apro-bar en este Congreso Constituyente Democráti-co.

¿Para qué cambiar la naturaleza del régimen ylegitimarlo? Para que éste pueda continuar en eltiempo. De tal manera que ésa es la verdaderacuestión. No se trata que la reelección es buenao es mala por tal o cual argumento. O se colabo-ra en este proceso de legitimación, o uno se opo-ne a este proceso de legitimación. Ésos son losdos caminos. El camino es: o se prefiere la esta-bilidad ofrecida por el gobierno actual, o se pre-fiere la estabilidad prometida por los partidos deoposición.

Pero, para entender este proceso, debemos en-tender qué cosa es este régimen político, que haexistido en el Perú desde el 5 de abril de 1992, oque existirá en el Perú, desde el 5 de abril de1992, hasta una fecha indeterminada, en el año95 o en el año 94.

En ese sentido, estamos frente a una de las cate-gorías políticas clásicas del mundo moderno; estoes, el actual régimen peruano es un régimencesarista, es un régimen bonapartista.

¿Qué significa esto? Significa que es un tipo de

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régimen que es simultáneamente la antítesis dela democracia y la confirmación del principio de-mocrático; esto es, tanto aquellos que recurren ala elección como quien usurpa el poder políticose apoyan, con argumentos distintos, en el pue-blo como base de su poder; esto es, ninguno deellos trata de extraer su legitimidad de ningúnotro lugar. Y es interesante ver, es interesantever las grabaciones en el Congreso, de los diálo-gos que tenemos acá, viendo cuál de las banca-das utiliza más veces la palabra "pueblo"; esto es,hay formas diferentes.

Y, en ese sentido, lo que se tiene en el caso delPerú, entre el 5 de abril y hoy en día, es lo quetécnicamente se denomina �así no nos guste lapalabra� una dictadura fundada en una concep-ción democrática no electoral; esto es, el Jefe deEstado personifica de alguna manera al pueblo,y así lo han hecho entender los miembros de lamayoría muchísimas veces.

La diferencia de este régimen democrático-dic-tatorial con el régimen democrático-electoral estábasada en los mecanismos por los cuales la socie-dad se expresa. En otra época no existía este con-cepto: los regímenes extraían su legitimidad deotra parte. Los monarcas tenían un principiosacramental.

En la edad contemporánea, en nuestra época,todo el mundo reclama el apoyo popular. El líderpolítico elegido, el dictador, todos se basan en eso.Y yo creo que quienes están a mi izquierda, quie-nes han tenido un marxismo militante dentro dedeterminadas corrientes que planteaban la tomadel poder por la vía violenta y el establecimientode una dictadura del proletariado, también lohacían en nombre del pueblo; pero no medianteelecciones, mediante la lucha armada.

De tal manera que el substrato de todos estossistemas políticos de nuestra época es la necesi-dad de vincularse con el pueblo.

Pero el cesarismo tiene una peculiar caracterís-tica, y esto es que niega los cuerpos intermediosde la sociedad y concentra el poder en una solapersona o en un solo cuerpo del Estado o en unsolo partido político. Y eso es un poco lo que estáocurriendo en el Perú; y, de alguna manera, elintento de tratar de legitimar esto mediante ins-tituciones que salgan todas de la misma Consti-tución es un intento de abandonar esta concen-tración del poder o, por lo menos, de darle unaforma legal.

Y esto se hace desde la antigüedad por una téc-nica que también es democrática, que es el ple-biscito. Desde las tiranías populares en la Grecia

antigua, los tribunos de la plebe en Roma, loscondotieros del Renacimiento, los Médicis, losSforza, los Borgia, todos recurrían, de algunamanera, a una consulta plebiscitaria para soste-ner su posición.

Quien va a dar el término es Napoleón Bonapar-te, de ahí viene el término "bonapartista"; estoes, un miembro del Ejército Revolucionario deFrancia, después de una tremenda revolución enFrancia, pisa el freno del automóvil �por decir-lo de alguna manera� y termina declarándoseemperador de los franceses y terminando con elproceso revolucionario; y eso es un elemento cla-ve para entender lo que ha pasado en el Perú.

En todos estos casos, el Jefe de Estado y tam-bién sus partidarios se valorizan a sí mismos re-firiendo siempre a un colectivo: el pueblo; estoes, no a los cuerpos intermedios, no a las institu-ciones de la sociedad, no a los poderes del Esta-do, directamente al pueblo: no hay distancia en-tre el gobernante y el pueblo.

Es indiscutible que todo gobierno regular tieneesta distancia, para bien o para mal; de tal ma-nera el jefe de un Estado bonapartista lo que hacees buscar el favor del pueblo, leer con avidez lasencuestas para saber por dónde va la opinión po-pular y, sobre todo, no tener intermediarios enesa relación directa. No voy a entrar a hacer unjuicio valorativo sobre si esa relación directa esbuena o mala desde la perspectiva de quien go-bierna.

Ésta es la situación del Perú ahora; y este debatede hoy en día lo que propone es dos vías: o salirmediante un proceso que haga que todos los po-deres del Estado emanen de la misma Constitu-ción, o uno de los poderes del Estado se abstienede apoyarse en esa Constitución y entonces otrasfuerzas políticas ocupan ese lugar.

Y esto lleva al conflicto entre los partidos políti-cos y las fuerzas políticas tradicionales en el Perúy este nuevo fenómeno, que es lo que podríamosllamar "la política informal".

Wilfredo Pareto, en su Tratado de Sociología, es-tableció una ley, que se llamaba la Ley de Rota-ción de las Elites; esto es que en toda sociedadhay elites que controlan el poder político, queson oligarquías desde el punto de vista sociológi-co; incluso, el sistema de partidos peruano, ante-rior al 5 de abril de 1992, era, desde el punto devista sociológico, una indiscutible oligarquía, uncolectivo de políticos que iban desde la izquier-da hasta la derecha, una corporación, un gre-mio; y, en ese sentido, esa oligarquía existe.

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Pero hay otros grupos, dentro de la misma so-ciedad, que se oponen a estos que están bieninstalados; y esto es lo que Pareto llamaba "fuer-zas de innovación" y "fuerzas de conservación".

Y las fuerzas de conservación eran los partidospolíticos que existían en el Perú hasta el 5 deabril de 1992; a partir de este momento, apare-cen fuerzas de innovación. No hago un juiciomoral, porque yo no creo en el concepto �total-mente supersticioso y absurdo� de que la pala-bra "innovación" o la palabra "progreso", por símisma, es positiva o implica un valor positivo;eso no es necesariamente cierto.

Cuando se agota una clase dirigente, según lateoría de la rotación de las elites, circulan nue-vos elementos; y los nuevos elementos suben ylos elementos antiguos empiezan a hundirse,empiezan a bajar. Es indiscutible, así no nos gus-te, que eso ha ocurrido y está ocurriendo en elPerú. Hay un cambio sociológico en profundidadque ha cambiado radicalmente este país; y todoun sistema de combate político, de guerra de gue-rrillas parlamentaria, etcétera, está colapsando,porque se está presentando no una ideologíaautocrática a la cual le podemos poner una eti-queta ideológica; se están presentando fuerzaspolíticas de innovación, al margen de su califica-ción ideológica o de sus ideas políticas, que seconfrontan con las existentes hasta este momen-to; y ésa es la realidad.

Cuando nosotros pensamos en una salida políti-ca a esta situación, estamos pensando en unasalida de convivencia o en una salida de confron-tación, dependiendo de los puntos de vista. Estoha sucedido de manera rapidísima: se ha agu-dizado este proceso en los últimos cinco años.

La historia, por desgracia tal vez, confirma que elcesarismo o el bonapartismo, además, es un régi-men que no sólo se da siempre, sino que es el queconviene siempre a aquellas naciones que estánen un avanzado proceso de disolución social. ¿Al-guien, en este Hemiciclo, puede afirmar que elPerú de la última década no estaba en un avanza-do proceso de disolución social? De tal manera que,inclusive, el tipo de régimen político que ha surgi-do �no haciendo ningún análisis valorativo so-bre las ideas del liberalismo, el neoliberalismo, elsocialismo, el socialcristianismo; pongamos todoeso de lado�, sociológicamente, se ha manifesta-do un fenómeno que podemos comprobar una yotra vez a lo largo de la historia, de tal maneraque estamos frente a una realidad.

En el caso del Perú, además, el poder cesarista,que hoy existe en el Perú, el poder bonapartista,no se sustituye a los cuerpos intermedios debido

al avanzado grado de disolución social. Es un paísdevastado. Se ha dicho en este Hemiciclo, variasveces en el curso del día, que ya no hay clasemedia, que las instituciones están agonizando; y,en ese sentido, el bonapartismo, nos guste o nonos guste, ha llenado un vacío real provocado porestas ausencias.

El cesarismo o el bonapartismo no es un fenó-meno peruano, justificable simplemente porqueocurra en tal o cual lugar; es una fase de la revo-lución. Toda revolución pasa por un procesocesarista. Proceso cesarista en el caso de Fran-cia: Napoleón Bonaparte, que termina con el ho-rror revolucionario; cesarismo en la Unión So-viética: unos dicen que el cesarista era Stalin,otros dicen que el cesarista era Kruschev. Alguienpara las revoluciones.

Y, además, el fenómeno de apoyo popular tam-bién tiene otro sustento; esto es, la multitud queaplaudió a la revolución, que empujó la revolu-ción, que ve los organismos sociales que hastaese momento habían existido, y los ve destrui-dos, se asusta porque, de repente, se encuentracara a cara con la anarquía; y esto es lo que hapasado en el Perú.

El apoyo popular es veintidós millones de perso-nas que, después de diez años de desgaste, en unproceso clarísimo de rotación de las elites y dedecadencia de las elites, se han confrontado conla anarquía y con la desesperación.

Hubo una encuesta al final del gobierno de AlanGarcía de cuántos muchachos querían irse delPerú entre los diecisiete y los dieciocho años: elochenta y cinco por ciento quería irse de este país.Dice Gloria Helfer que siguen queriendo irse;pero tengo la impresión, por la encuestas que yoconozco, que son muchísimos menos: el setentapor ciento ahora quiere quedarse.

En ese sentido, esto no significa que las ideasque produjeron el caos sean sustituidas por elbonapartismo. Bonapartismo es simplementeuna fase de este proceso. Es opuesto a lo que po-dríamos llamar "la tradición política clásica": lalibertad de los cuerpos intermedios; el conceptode autogobierno; el concepto de descentralización�y eso ha sido uno de los temas y uno de loshuesos duros de roer en este Congreso�; los prin-cipios que informan al poder político legítimo; elconcepto de austeridad, de honor, de historia; y,sobre todo, los principios trascendentales delEstado, lo que Platón en su Politeia llamaba toagatón.

En ese sentido, lo que nos ha sucedido a noso-tros en este país, y lo que estamos viviendo aho-

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ra, es un capítulo que marca la decadencia denuestro país, la decadencia de nuestra clase polí-tica, la decadencia de nuestra instituciones edu-cativas, la decadencia de nuestras institucionespolíticas; de tal manera que el bonapartismo loque hace es suspender momentáneamente esadecadencia, y es un hecho inobjetable desde elpunto de vista sociológico y desde el punto devista histórico.

Además, el bonapartismo no es conservador: supropia necesidad de buscar una fundamentaciónpopular hace que no pueda basarse en principiosnecesariamente estables de poder. Esto ha ocu-rrido con los dos napoleones en Francia; uno des-pués de la revolución de 1789, y el otro despuésde la revolución de 1848.

Y en el Perú, esto está sucediendo después de larevolución que fue del 68 a 75 y la ausencia de lavoluntad de corregir los errores de esa revolu-ción hasta el 28 de julio de 1990. Siento muchotener que decir esto, pero esto es así. Puede serque algunos hayan tenido la intención de corre-girlos, pero no tenían la fuerza política; y quie-nes tenían la fuerza política no querían corregirnada. Y hoy en día estamos sentados en esteHemiciclo mirándonos las caras por esa razón.

Y en ese sentido, yo no voy a satanizar ni a criti-car a los que voten a favor y a los que voten encontra de la reelección, porque es un asunto in-trascendente. Acá el voto es: se hace evolucionaresta situación hacia un régimen legítimo, o se po-nen obstáculos en el camino si uno está decidido ahacer una oposición radical. Y ése es el dilema fren-te a una realidad social, económica, política e his-tórica; frente a la cual, hoy día, por lo menos, nin-guno de los ochenta individuos que estamos acánada podemos hacer. Ésa es la realidad.

Yo le daría el beneficio de la duda al gobiernobonapartista y a la mayoría bonapartista si esque flexibilizara y morigerara algunos aspectosde la relación entre el Congreso y el Ejecutivo,tal como se están discutiendo acá.

Además, el señor Oswaldo Sandoval ha dicho quela reelección es por cinco años más. Es la prime-ra vez que escucho esto, pero eso es un asuntoque a mí me preocupa mucho; porque a mí medaría la impresión que, entrando en vigencia unanueva Constitución, no habría reelección en el95 ó en 94 �como dicen algunos�, sino que ha-bría elección; y la reelección ocurriría en el 2000.

Y entonces, en ese sentido, a mí me interesaríamucho �y esto lo digo con la más absoluta bue-na fe� que el partido de gobierno nos diga si soncinco años o son diez años.

Y luego, otro de los problemas observados en esteproceso es el de la disolución traumática o arbi-traria del Parlamento.

Yo no creo �para terminar� que el desenlacede esto sea antidemocrático: va a haber un refe-réndum y va a haber una campaña electoral. Vana haber dos campañas políticas en las cuales laoposición va a poder organizarse. De tal maneraque la reelección, desde el punto de vista de lademocracia, no es criticable. Lo que hay que ha-cer es tomar una decisión política frente a unhecho único en la historia del Perú. En ese senti-do, no critico a los que van a votar a favor o encontra; admiro la lealtad a sus agrupaciones po-líticas, pero enfatizo que yo no pertenezco a nin-guna de ellas, señor Presidente.

Gracias.

El señor PRESIDENTE.� Tiene el uso de lapalabra el señor Carlos Torres y Torres Lara; des-pués el señor Rey.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� Señor Presidente: Intervenimos en estaoportunidad, antes de concluir el debate, porquequeremos hacer algunas precisiones importan-tes a la distinguida delegación que está analizan-do uno de los temas más importantes, que es lareelección y su vinculación con un régimen queaparentemente es presentado, por los diversosmedios de opinión y por distinguidos congresis-tas, como la concentración del poder en el Ejecu-tivo. Queremos contestar esto y, además, haceralgunas aclaraciones que incluirán una flexibi-lización de nuestro proyecto y que sometemos aconsideración de la Sala.

En consecuencia, el objetivo de esta breve expo-sición, señor Presidente, es, en primer lugar, sus-tentar por qué creemos nosotros que no se estáconcentrando el poder; y, en segundo lugar, anun-ciar una flexibilización en nuestro punto de vis-ta y en nuestro proyecto, que consideramos im-portante, esperando tener el apoyo de las distin-tas delegaciones.

Presidente: Así como la velocidad se puede anali-zar sólo si se compara con algo, lo mismo pode-mos y debemos hacer para referirnos al régimendemocrático que hoy se vive en el Perú. La únicamanera de demostrar si existe o no concentraciónde poder, señor Presidente, es comparándolo conotros regímenes. Esta comparación no tiene porobjeto decir que lo que se hace en otro país tenganecesariamente que hacerse en el Perú.

Por ejemplo, cuando hemos hablado de la unica-meralidad, nos hemos referido al Ecuador, y noshan dicho: bueno, pues, es que ése es un país pe-

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queño, subdesarrollado; nos hemos referido a Cos-ta Rica, que es el país en donde hay el mayor de-sarrollo de la democracia en América, y se nos havuelto a repetir que se trata de un país pequeño.

Ahora, señor Presidente, para referirnos al pro-blema de la concentración o no del poder, vamosa referirnos al país en donde se produjo la Revo-lución Francesa, vale decir, Francia.

Quienes estamos en este Congreso y quienes res-petamos la concepción de los tres poderes delEstado y el respeto a los tres poderes, a uno delos países al que nos tenemos que referir, preci-samente, es Francia; no porque Francia sea unaexcepción, sino porque en Francia se produjo laRevolución Francesa de 1789, de la cual todoslos países han copiado no solamente su ideolo-gía, sino que significó una transformación.

Durante miles de años, los pueblos vivieron bajola base de la monarquía y de la aristocracia, bajola concentración del poder; y fue Francia quiense levantó, a través de su revolución, y que creótodo un nuevo sistema; fue trasmitido a Españay, desde España, a través de la Constitución deCádiz, se transmitió a América; y todas nuestrasConstituciones, una a otra, han ido repitiendolos mismos conceptos basados en la RevoluciónFrancesa. En consecuencia, mirar a Francia esmirar el desarrollo de un país del cual no se pue-de tener la menor duda, señor Presidente, de surégimen democrático.

Hemos preparado una breve comparación, queahora proyectamos a través del video, para seña-lar lo que, consideramos, son las facultades quetiene el Presidente de Francia, comparándolascon el régimen peruano.

En la primera columna, señor Presidente, apa-rece el artículo de la Constitución francesa y, acontinuación, las funciones que tiene el Presi-dente de Francia.

Por ejemplo, el artículo 6º, señor, señala que laelección del Presidente de Francia es por sieteaños; nosotros no hemos adoptado el régimen desiete años, sino que proponemos el régimen decinco años.

El mismo artículo 6º, señor Presidente, de laConstitución francesa permite la reelección in-definida; nosotros estamos planteando la reelec-ción por una sola vez.

El artículo 8º, señor Presidente, señala que elPresidente de la República Francesa nombra al

Primer Ministro; igual facultad existe acá. El ar-tículo 8º, señor Presidente, de la Constituciónde Francia señala que además nombra a los de-más Ministros, lo cual también sucede aquí. Elartículo 8º, señor Presidente, señala que tambiénpone fin a la función de los ministros.

Con esto estoy señalando, señor Presidente, queel régimen de Francia no es, como algunos con-gresistas dijeron hace unos días que es un régi-men parlamentario; no es parlamentario: el Pre-sidente de la República nombra, remueve al Con-sejo de Ministros y a los ministros.

El artículo 9º es muy importante, Presidente: diceque el Presidente de la República Francesa pre-side el Consejo de Ministros. Quiero advertir aquíy recordar que el Primer Ministro en Francia nopreside el Consejo de Ministros; lo preside el Pre-sidente de la República. Es un Primer Ministro,no es Presidente del Consejo de Ministros. ElPresidente de la República preside el Consejo deMinistros. En nuestro caso no es así: el Presi-dente de la República preside el Consejo de Mi-nistros, pero además tenemos un Presidente delConsejo de Ministros que eventualmente reem-plaza al Presidente.

El artículo 11º de la Constitución francesa, se-ñor Presidente, permite que el Presidente de laRepública someta directamente a referéndum,por encima del Congreso, proyectos de ley. Si elPresidente de la República no está de acuerdocon el Congreso, puede someter directamenteante el pueblo una ley, la aprueban y, por encimadel Parlamento, se convierte en ley. Esa institu-ción no la tenemos proyectada aquí. El artículo11º, también, señala que dicta leyes en consultadirecta, utilizando precisamente el referéndum.

El artículo 12º , señor Presidente, señala que elPresidente de Francia puede disponer la disolu-ción del Congreso sin la aprobación del Consejode Ministros, del Parlamento; sin la aprobaciónde nadie, por su propia decisión. El artículo 12º...Sólo a la asamblea, así es; como aquí lo que seestá proponiendo es la disolución de una parte delCongreso sin afectar a la Comisión Permanente.

El artículo 13º autoriza al Presidente de Franciaa dictar ordenanzas con carácter de leyes.

El artículo 13º señala que el Presidente de Fran-cia nombra no solamente a su Consejo de Minis-tros, sino que nombra íntegramente al Tribunalde Cuentas, es decir, nuestra Contraloría Gene-ral; nombra a los embajadores, a los prefectos, alos oficiales generales, a los rectores de los insti-

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tutos académicos, a los magistrados y a los pro-fesores de la enseñanza superior.

El artículo 15º señala que es jefe de los ejércitos.El artículo 15º también señala que preside elConsejo de Defensa Nacional.

El artículo 16º dice que asume los poderes ex-cepcionales en estado de necesidad. Poderes ex-cepcionales, señor Presidente, es cuando el Pre-sidente de Francia cree que hay un problemagrave en el país y suspende la ejecución y el fun-cionamiento de todos los organismos y asume él,ante sí y por sí, sin aprobación de nadie, las fa-cultades de dictar, por un período determinado,normas con jerarquía de ley.

El artículo 18º dice que se comunica con las Cá-maras mediante mensajes que ni siquiera leepersonalmente, sino que manda leer al Congre-so a través de un ministro.

El artículo 56º, señor Presidente, indica que elPresidente de Francia nombra a un tercio delConsejo Constitucional, que es el que opina silas leyes que dicta el Parlamento son o no consti-tucionales. Pero, es más, él nombra directamen-te al Presidente del Consejo Constitucional; y esepresidente que él nombra, que es un tercio, tie-ne además voto dirimente.

Además, ¿qué sucede con el Consejo de la Magis-tratura, que designa a los jueces? El artículo 65º,señor Presidente, de la Constitución francesa diceque el Presidente de Francia preside el Consejode la Magistratura, preside el Consejo de la Ma-gistratura. El artículo 65º dice que el Vicepresi-dente del Consejo de la Magistratura es su Mi-nistro de Justicia, y dice que el Ministro de Jus-ticia es el que propone a los jueces. El artículo65º dice, además, que los otros siete miembroslos nombra también el Presidente de Francia.Entonces, Consejo de Magistratura: presidente,el Presidente de la República; vicepresidente, suMinistro de Justicia; y los siete que le siguen,nombrados por el Presidente de Francia.

No estamos hablando de un país subdesarrolla-do; estamos hablando del país donde se ha pro-ducido la Revolución Francesa.

El artículo 68º dice que sólo es juzgado por altatraición �ni siquiera por traición�, por alta trai-ción declarada por las dos Cámaras en votaciónpública y por la mitad legal.

El artículo 89º, señor Presidente, dice que cual-quier reforma constitucional solamente se pue-

de hacer por referéndum, salvo que lo pida elPresidente de la República y sea aprobado por elsesenta por ciento de los representantes.

El artículo 92º, señor Presidente, dice que, du-rante cuatro meses después de aprobada la Cons-titución, el Presidente de la República establece,mediante decreto ley, el régimen electoral; y esta-blece también que cualquier otra medida puedeser dictada con carácter de ley que juzgue necesa-ria para la vida de la nación, la protección de losciudadanos o la salvaguarda de las libertades.

Pero, para terminar, señor Presidente, quieroreferirme a algunas normas muy concretas queestán vinculando la relación entre el Presidentede Francia y el Poder Legislativo. Ruego pensaren lo que nosotros estamos proponiendo aquí ylo que sucede en el país padre de la RevoluciónFrancesa.

El artículo 23º de la Constitución de Franciaprohíbe que los parlamentarios puedan ser mi-nistros. El artículo 28º señala que el Parlamentosólo puede funcionar durante medio año. El ar-tículo 34º señala que el Congreso sólo puede dic-tar leyes referidas al campo de los derechos fun-damentales, al derecho civil, al derecho penal ymonetario, a las elecciones y al campo laboral;indicando que cualquier otra norma que salgade esta relación amplia es campo del Poder Eje-cutivo.

El artículo 37º señala, en ese sentido, que el Pre-sidente, con su Consejo, dicta normas en cual-quier campo que no haya sido el expresamenteprevisto en la Constitución; muy diferente a loque estamos planteando.

El artículo 38º de la Constitución francesa diceque el Presidente dicta ordenanzas de carácterlegislativo, con autorización del Congreso, lógi-camente.

El artículo 42º es bastante interesante: dice queel Presidente puede enviar proyectos al Parla-mento en calidad de documentos que deben ana-lizarse, estudiarse y votarse sin ningún cambio;vale decir, no hay posibilidad de ajustes. Y el ar-tículo 48º permite que el Presidente de la Repú-blica envíe proyectos en bloque. Los proyectosen bloque son aquellos en donde el Parlamentotiene que pronunciarse por el "sí" o por el "no" delo que está proponiendo el Presidente de la Re-pública Francesa; eso aquí ni remotamente, pues,se ha pensado.

El artículo 46º dice que todas las leyes orgánicas

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aprobadas por el Parlamento tienen que ser so-metidas a un Consejo Constitucional para ver sison constitucionales. Recordemos que ese Con-sejo Constitucional está presidido por un repre-sentante del Presidente de la República e inte-grado, de un tercio, por representantes del Pre-sidente de la República.

El artículo 47º es sumamente interesante tam-bién: dice que las leyes financieras, económicas,que tenga que dictar el país son sometidas comoproyecto por el Presidente de Francia al Congre-so; pero que si el Congreso, en el plazo de seten-ta días, no las aprueba, automáticamente se con-vierten en leyes. Es el artículo 47º.

El artículo 48º va a sorprender a algunos congre-sistas: dice que la Orden del Día del Parlamento�aquella que usted, señor Presidente, organizay determina con un Consejo Directivo, aquí,multipartidario� lo determina y lo establece elPresidente de la República, y le dice al Congreso"lo urgente para hoy día son tales temas, y uste-des tienen que discutir sobre esta base".

Señor Presidente: Quiero decir y expresar quenuestra bancada está muy lejos de llegar a esta-blecer cosas que en el mundo son normales. Nohablamos de un país de otro planeta; estamoshablando del país donde se hizo la RevoluciónFrancesa, del país que es padre de estas institu-ciones.

Ninguna de las características fundamentales quehan llamado la atención a esta asamblea �algu-nas sí, por cierto; pero nueve de las veintiocho otreinta instituciones que he señalado� estánpropuestas en este proyecto.

Pero no solamente esto queríamos anunciar, se-ñor Presidente, sino que hemos escuchado condetenimiento los planteamientos de los distin-tos grupos, y queremos aun flexibilizar más nues-tra posición. Queremos anunciar, en este senti-do, que estamos dispuestos a flexibilizar la pro-puesta de la disolución del Parlamento, para con-vertirla en alguna forma que tenga una causaobjetiva y que permita a la oposición advertir quede ninguna manera se trata de establecer la de-pendencia de este sagrado Parlamento al PoderEjecutivo.

A través de un mecanismo en el que objetiva-mente se establezca �como la han presentadovarios sectores parlamentarios� la caída de ga-binetes, se establecerá el número, tal vez, de dosgabinetes y se buscará algunas otras causas ob-jetivas. Estamos dispuestos a demostrar al paísque este Parlamento es lo suficientemente autó-nomo; y manteniendo, además, las instituciones

que hemos consagrado en el proyecto sobre laactividad del Consejo de Ministros, para vincu-lar y unirnos, de una vez por todas, señor Presi-dente, en una acción común.

Rompamos este pacto infame, como se hizo enalguna oportunidad, de jalar esta cuerda, estaposición que se ha adoptado en el país para apo-yar a alguien que está orientando al país en unaverdadera transformación nacional. Debemos,señor Presidente, unirnos en ese sentido.

Me pide una interrupción, señor Presidente.

El señor CHIRINOS SOTO (R).� El doctorTorres y Torres Lara anuncia una flexibilizaciónde posiciones que a mí me resulta muy interesan-te, porque no será todo lo que he pedido esta ma-ñana, pero algo importante de lo que he pedido:principalmente, flexibilizar la actitud de la mayo-ría en cuanto a reemplazar la disolución arbitra-ria del Parlamento por causas objetivas que dis-cutiremos oportunamente. Eso a mí me parecemuy importante. Y me parece muy importantemantener las atribuciones del Consejo de Minis-tros tal como aparecen ya en el proyecto de Cons-titución que hemos aprobado en mayoría.

Yo dije esta mañana, y puedo repetir ahora, quemi voto, aritméticamente, nada vale; pero queestoy dispuesto a darlo si así contribuyo al biendel país.

Desde luego que me siento inclinado, simpatizocon lo que ha dicho el señor Torres y Torres Lara.Ojalá que yo lo haya interrumpido a la mitad delcamino y que tenga más flexibilizaciones que ofre-cer. En todo caso, voy a esperar la intervenciónde nuestro cabeza de grupo, el señor Rafael ReyRey, y vamos a consultar nuestro voto aquí losamigos de Renovación.

Muchas gracias.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� Muchas gracias, señor Presidente.

Quedaba de por medio pedir el apoyo a la recons-trucción nacional, que en este momento requie-re la posibilidad de una reelección, demostrandonuestro espíritu de flexibilidad; no solamentehabiendo demostrado que las instituciones queestamos presentando están muy lejos de una vi-sión dictatorial, muy lejos, sino además flexibi-lizando aun un punto que para nosotros era im-portante, pero que consideramos que, en armo-nía con el interés nacional, debemos buscar po-siciones que todos entreguemos a favor de la re-construcción.

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El doctor Barba pide una interrupción.

El señor BARBA CABALLERO (CD).� Yofelicito a Carlos Torres por la flexibilidad; peroquiero hacer sólo una pequeña observación en elsentido siguiente: quienes hemos estado en Fran-cia y hemos recorrido este país no hemos encon-trado una sociedad semejante, sino una sociedaddistinta, absolutamente distinta en muchos as-pectos. Querer comparar París, Marsella, Lyoncon ciudades nuestras me parece sencillamenteincomparable, ¿no? Además, en Francia como enInglaterra hay más libertad en las costumbresque en las mismas leyes, y ningún juez podríacometer algo que podría ser calificado como abu-so de derecho.

Lo concreto, señor, es que ya la mayoría tieneuna posición definida con respecto a la reelec-ción presidencial, y yo más bien le rogaría al se-ñor Torres y Torres Lara que abrevie lo más rá-pidamente posible este episodio e ir a la vota-ción.

El señor PRESIDENTE.� Continúe, señor To-rres. En vista de la hora, le ruego por favor con-cluir.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� Voy a terminar, señor Presidente, dicien-do...

El señor PRESIDENTE.� No concedamosmás interrupciones, señor Torres.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� A pedido del señor Presidente, quierodecir que no tiene nada que agradecerle a quienhabla. Estoy transmitiendo el pensamiento y lacoordinación que hemos hecho en mi grupo. Ha-blo en nombre y en representación de nuestrogrupo.

Y quiero decir, señor Barba, para que le transmi-ta al señor Donayre, que ésta es nuestra posi-ción y que no estamos tratando de comparar alPerú con Francia. Estamos tratando de decir com-parativamente que las instituciones que estamosproponiendo están muy lejos de constituir unexceso, y esto debe conocerlo la opinión pública;pero que, además de eso, estamos proponiendouna flexibilización en ánimo de romper este pac-to infame �como decía� que existe del paloencebado, en el cual a quien tiene éxito �hoyFujimori� se le quiere jalar para que no suba; yeso lo dijo nada menos que su ex jefe Luis Alber-to Sánchez.

Con la venia del Presidente, tal vez mi ex colegade Gabinete una pregunta quiere hacer.

El señor PRESIDENTE.� Me sorprende lapreferencia del doctor Torres y Torres Lara porsu ex colega de Gabinete.

Puede hacer uso de la interrupción, señora Helfer.

La señora HELFER PALACIOS (MDI).�Una pregunta que me parece muy importante ymuy pertinente, que ha sido formulada dentrode la exposición extensa que hizo el señor Fran-cisco Tudela; y es la siguiente: si en la compren-sión de lo que está dispuesta a aprobar la mayo-ría está que se tome en cuenta, como punto departida, una elección inmediata, considerando apartir de la aplicación de la nueva Constitución,lo que supondría un doble período a partir de esafecha; es decir, si se va a hacer una elección in-mediata tomando en cuenta que ya ha sido elegi-do una vez, o como si comenzara de nuevo con lanueva Constitución, y eso supone no dos perío-dos, sino tres.

El señor PRESIDENTE.� Doctor Torres, leruego por favor que sea lo más breve en sus co-mentarios.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� Cinco palabras, Presidente, para reite-rar que la propuesta aprobada es la posibilidadde solamente dos períodos seguidos. Quiere quesea más directo, le diré: si el presidente Fujimorise presentara a un proceso electoral, podrá serpresidente sólo una vez más, porque el actualperíodo se computaría como tal. Creo que másclaro no puedo ser.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Señor, Rey; y, des-pués, el señor Bedoya.

El señor REY REY (R).� Señor Presidente:Yo quiero hacer una especie de confidencia, su-mamente breve.

He meditado mucho estos últimos días y he con-sultado con muchísimas personas sobre las razo-nes que se esgrimen, de una y otra parte, para res-paldar o para rechazar la reelección inmediata.

De manera muy breve quiero ahora decir en vozalta cuál ha sido y es mi pensamiento y mi con-clusión. Son ideas propias, señor; yo respeto lasajenas, y pido para las mías el mismo respeto.

Ninguna de las razones expuestas me convenceen forma definitiva, pero no creo que la reelec-

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ción en abstracto sea por sí negativa. No hay dudaque la situación del Perú de hoy es distinta enmuchísimos aspectos de su pasado lejano y de supasado cercano, y voy a seguir haciendo todo loque esté en mis manos para que cada día seamejor la situación de mi patria.

Creo, señor, que la población tiene que poder ejer-cer su derecho a cosechar los frutos de una ges-tión presidencial acertada, de una cualquiera; yestos frutos se cosechan con el tiempo, con losaños.

La ciudadanía tiene derecho a aprender a eva-luar las medidas que ejecuta un gobierno y dar-le, si lo cree conveniente, un nuevo período gu-bernamental.

Creo, señor, que hay que superar la ingenuidadde pensar que, negando la posibilidad de reelec-ción inmediata, se puede conseguir una actua-ción ética del gobernante y evitar el abuso y lacorrupción.

La ciudadanía tiene que aprender a elegir bien asus gobernantes para que éstos, a pesar de todo elpoder que puedan tener, actúen de acuerdo con laética y con la moral. Yo entiendo la actividad polí-tica como una actividad de verdadero servicio a lasociedad para conseguir su bienestar general.

Por eso, señor, procuro actuar para encontrar unasalida a los problemas del país; legislo eligiendola alternativa que me parece más adecuada paranuestra realidad; trabajo para fomentar la espe-ranza de la población nacional; legislo arriesgan-do, arriesgando una opción sin protegerme encálculos políticos, por más lícitos que éstos pue-dan ser; legislo y actúo procurando servir, procu-rando decir lo que pienso y hacer lo que digo; noquiero dejarme aprisionar por pasiones, por du-das, desconfianzas o pequeñeces. Por eso, memanifiesto a favor de la posibilidad de la reelec-ción.

Para mí sería muy fácil, señor, adoptar posiciónpolítica de prudencia. No acostumbro ocultar loque pienso cuando, como ahora, siento que debo...que no debo guardar silencio.

Quiero anunciar, como ya ha anticipado el doc-tor Chirinos, que, en el entendido de esa mayorflexibilización que hay en la mayoría, que recogealgunas de las varias sugerencias que hemos ve-nido haciendo en días pasados desde Renovaciónen ese orden de ideas, una mayoría de los miem-bros de Renovación tomará acuerdo conjuntosobre el asunto.

Quiero compartir, señor, una anécdota para ter-

minar, una anécdota histórica y yo creo que vie-ne a cuento para esta reflexión final.

Cuando Tomás Moro de Inglaterra había renun-ciado a ser gran canciller, Tomás Cronwell fueun día a hacerle una consulta. Tomás Cronwellfue el que lo reemplazó al servicio de EnriqueVIII. Moro le resolvió la consulta, se la absolvióy, al final, le dijo, más o menos, lo siguiente: "Ha-béis entrado al servicio de un noble y soberanoseñor. Si queréis seguir mi consejo, decidle siem-pre lo que debe hacer; nunca lo que es capaz dehacer; porque, de conocer el león su fuerza, difí-cil sería detenerlo".

Por eso, señor, yo espero que, en el caso del pre-sidente Fujimori o de cualquier otro gobernantefuturo, sus asesores, las personas de su mayorconfianza, sepan hacerle ver siempre cuál es sudeber, qué es lo que debe hacer, y nunca, señor,lo que es capaz de hacer con el poder que puedatener, para que actúe pensando sólo en el servi-cio del pueblo al que tiene que servir, y no al in-terés personal.

Muchas gracias.

El señor PRESIDENTE.� Señor Luis Bedoya;y, después, la señorita Martha Chávez.

El señor BEDOYA DE VIVANCO (PPC).�Gracias, Presidente.

Hoy día, señor, hemos presenciado argumentosde todo calibre. Por un lado... perdón.

El señor PRESIDENTE.� Perdón, doctorBedoya.

¿Desea una interrupción, doctor Ortiz deZevallos?

El señor BEDOYA DE VIVANCO (PPC).�Con tal que no sea con cargo a mi tiempo, notengo inconveniente. Me han pedido interrupcio-nes.

El señor PRESIDENTE.� Bien, señor Bedoya.

¿Desea una interrupción, doctor Gonzalo Ortizde Zevallos?

El señor ORTIZ DE ZEVALLOS ROÉDEL(R).� Sí, señor.

El señor PRESIDENTE.� De acuerdo.

El señor ORTIZ DE ZEVALLOS ROÉDEL(R).� Yo quiero dejar constancia, como ha ma-nifestado el jefe de nuestro grupo, que ha dado a

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entender que vamos a votar por la reelección, yoquiero dejar constancia expresa de que yo votoen contra de la reelección.

Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Constarán sus pa-labras en Actas, doctor.

Continúe, doctor Bedoya.

El señor BEDOYA DE VIVANCO (PPC).�Decía, Presidente, que en la jornada de hoy he-mos visto argumentos de todo calibre.

Por un lado, la última intervención del doctorTorres y Torres Lara, a la que llama interven-ción de flexibilidad y que, sin duda, aporta algu-nas modificaciones que responden a un criteriode cordura; pero el morigerar el poder del gober-nante haciendo esas limitaciones en forma lógi-ca en nada puede cambiar nuestra idea y nues-tros principios con respecto a la reelección inme-diata.

Nos hemos ido de ese extremo a otro extremo.Hemos visto también que el señor Siura va a pre-sentar un proyecto de ley para consagrar comofiesta patria el 5 de abril. Yo espero, señor, que,si ese proyecto fuera aprobado �y dudo que losea�, sea observado, tal como el Presidente haobservado un tercio de los proyectos que este Par-lamento tan eficiente ha promulgado: de treintay seis leyes, doce han sido observadas por el Pre-sidente de la República.

Pero yo quiero referirme, señor, en esta corta in-tervención, solamente a dos temas.

Antes de ello, quiero hacer una anotación. Se dice,en el proyecto sometido a discusión, que el Pre-sidente de la República debe prestar juramentode acuerdo a ley, y eso obviamente está bien; perome percato, señor, de que, cuando discutimos eltema de la función pública, se ha omitido lo quehoy día es el artículo 63º de la Constitución, queobliga a todos los funcionarios públicos, cuyo car-go nace en la Constitución, a juramentar cum-plirla.

El juramento, señor, no solamente puede ser eljuramento de cumplir fiel y lealmente las fun-ciones encomendadas, como he visto en las últi-mas juramentaciones de ministros, sino que elmandato constitucional es y debe seguir siendojurar para cumplir la Constitución y hacerla res-petar. Lamentablemente, señor, esa obligación hadesaparecido �espero que por una omisióninvoluntaria� del proyecto que hemos venidoaprobando.

Yo quería referirme, señor, a dos temas. Se ha di-cho, por un lado, que acá hay una especie de temora la competencia; que, si bien se han aprobado lasnormas liberales en lo que se refiere al régimeneconómico, no se quiere introducir el liberalismoen la política. Señor, a quien así ha argumentadocreo que se le ha olvidado algo fundamental: queen la política falta, precisamente, el Indecopi polí-tico para evitar la competencia desleal, para que lacompetencia no sea contra quien detenta el mono-polio del poder, porque ése es el tema de fondo conrespecto a la reelección inmediata.

Se ha dicho, señor, que acá se tiene miedo a lareelección inmediata y se tiene miedo a la postu-lación del señor Fujimori. Quien argumenta entérminos de miedo está razonando no en razónde principios, sino en razón de intereses. Yo meimagino entonces que todo su pensamiento res-ponde a intereses, y no a principios.

Sólo los gobiernos que han detentado todo el po-der, sólo esos gobiernos, se han sentido tentados aimponer la reelección. No es una casualidad, se-ñor. El fondo, ¿dónde está el miedo? El miedo pa-reciera que está en enfrentarse a un proceso elec-toral sin tener el poder en la mano; el miedo pare-ce que está en ir a un proceso electoral en igual-dad de condiciones con los demás adversarios.

A mí me parece extraño, señor, que, mientras quea otros funcionarios �como los ministros de Es-tado o los miembros de las Fuerzas Armadas o elContralor General de la República� se les obli-ga a renunciar siquiera seis meses antes si pre-tenden postular a la Presidencia de la Repúbli-ca, no se consagre acá, en un proyecto en que sepropone la reelección inmediata, que el presiden-te que quiere postular a esa reelección deba aban-donar el cargo siquiera un año antes. Así enten-deríamos que sí queremos que haya igualdad decondiciones, que no sea quien detenta todo elpoder el que compite deslealmente con sus ad-versarios.

Señor, si lo que se defiende es la reelección comoinstitución, la reelección en abstracto, con inde-pendencia de la figura del señor Fujimori, creoque nosotros estaríamos dispuestos a flexibilizarnuestra posición si la reelección fuera a partirdel año 2000, donde todo candidato tenga igual-dad de condiciones para competir. Pero este pro-yecto, señor, que se está aprobando es un pro-yecto que responde, simplemente, a los intere-ses personales de reelección y de mantenerse enel poder del señor Fujimori.

Ayer, en mi concepto, señor, hemos cometido ungrave error: se ha establecido el culto a la muer-

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te. Hoy día se está cometiendo otro grave error:se está estableciendo el culto a la personalidad.

Yo hago una invocación para que no imponga-mos el caudillaje en el Perú. En el fondo, señor,debemos preferir a las ideas por encima de laspersonas. Quienes defienden la presencia del cau-dillo y piensan que es un mesías que va a salvarel país lo único que hacen es confesar oautoconfesar la incapacidad de quienes lo rodean;es confesar o creer que quienes están a su alre-dedor y comparten las mismas ideas no son ca-paces de dirigir un gobierno.

Salgamos del culto a la personalidad, defenda-mos la institución, vayamos a fortalecer a la de-mocracia. Por eso, señor, por esas ideas, noso-tros somos contrarios a la reelección inmediata.

El señor PRESIDENTE.� Doctora MarthaChávez.

La señorita CHÁVEZ COSSÍO (NM-C90).�Sí, señor Presidente, gracias.

Se ha hablado casi diez horas en torno a la ree-lección, y cuando ésta tiene, sobre todo, las ca-racterísticas de reelección inmediata. Hemos pa-sado desde una mañana, en que el debate se diode una manera muy alturada, hasta que, poco apoco, algunos representantes han ido perdiendolos papeles y demostrando un nerviosismo queme hace preguntar a mí que a veces no bastaríaseñalar una comisión investigadora, sino una jun-ta de médicos.

¿Y por qué este nerviosismo?, digo yo. Nerviosis-mo, porque, en realidad, aquí lo que se está plan-teando para algunos es un conflicto de interesesa nivel personal; es decir, la posibilidad de la re-elección y la posibilidad de que ésta sea de inme-diato aplicable al actual Presidente significa,pues, cortar las aspiraciones para aquellos quequieren ser candidatos a la Presidencia el año 95y que se sienten evidentemente disminuidos fren-te a la posibilidad de que haya como candidatotambién, el año 95, una figura como el actual Pre-sidente.

No tenemos la culpa, señor Presidente, los vein-ticinco millones de peruanos, que realmente elpaís haya encontrado, en estos últimos años, auna persona que no solamente reúne ideas, sinoque además ha demostrado una valentía y unavoluntad particular. Los seres humanos, señor�siempre lo digo�, no solamente somos ideas.Nuestra dignidad de seres humanos, de criatu-ras de la mayor dignidad entre todos los serescreados, significa que seamos una unión de vo-luntad y entendimiento; es decir, no solamente

somos ideas, somos también voluntad. Y, en lamedida que esa voluntad acompañe a buenasideas, tenemos, pues, un buen mandatario.

¿Por qué impedirle al país, por qué impedirle alpueblo peruano que pueda seguir contando conun mandatario que no solamente ha demostradotener ideas claras, adecuadas a la realidad del país,sino una valentía y un coraje como no hemos teni-do muchos en estos siglos de vida nacional?

Se había hablado, incluso, con un poco de mez-quindad, digo yo �felizmente, algún otro miem-bro de la oposición ya lo aclaró�, de que el Pre-sidente debe ser hijo de padres peruanos. Se ol-vidan de que hay muchos peruanos ilustres queno han tenido padres peruanos, pero que, sin em-bargo, han aportado a este país hasta su vida,como no lo han hecho otros, de ancestros perua-nos, por muchos años, y que no pueden exhibiresos galardones.

Además, si es vergonzoso o disminuye que algúnmandatario no sea hijo de peruanos, qué vergüen-za para los que sí tenemos padres, abuelos, bis-abuelos y tatarabuelos peruanos, y que segurono podemos exhibir esa misma decisión y esamisma oportunidad para llevar el bien al país.

Señor Presidente, el tema de la reelección debeser visto en forma abstracta y también puede servisto en forma concreta, en lo que se refiere a lasituación particular de nuestro país. En formaabstracta, ¿qué significa? Significa reforzar lademocracia dándole al pueblo �a un pueblo, eneste caso, al pueblo peruano� la posibilidad deque en un proceso electoral tenga un candidatomás. ¿Y quién es ese candidato más? Una perso-na que acaba de ejercer el más alto cargo y que,por lo tanto, está acompañado ya de una mues-tra de su capacidad.

Si tenemos una persona que se ha desempeñadobien como Presidente de la República, no es nin-gún demérito; y la población, en vista de esosantecedentes, decidirá en un proceso electoral siese Presidente puede estar en un período adicio-nal o si, a entender de la población, no cumplióadecuadamente, deba ser reemplazado por otrocandidato. Es la población, señor Presidente, laque determinará si ese Presidente o si ese ex Pre-sidente puede ser nuevamente Presidente de laRepública.

Señor Presidente, nosotros no entendemos loscargos públicos como una prebenda; no son paranosotros un premio. Los cargos públicos son paraservir. Y si uno quiere cumplir sus obligaciones,los cargos públicos son una carga. Por lo tanto,no entiendo el nerviosismo de aquellos que creen

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que, cuando tienen un candidato que los superaen capacidad, se sientan disminuidos, se sientandefraudados y quieran negar al país una oportu-nidad, simplemente, para salvar su oportunidadpersonal.

Se han dicho, a lo largo de este debate, señor Pre-sidente, muchas cosas. Se ha hablado de antece-dentes históricos. Pues bien, como bien tambiénse ha aclarado, los antecedentes históricos nocuentan. La historia no nos sirve para maniatar-nos. La historia nos sirve para aprender y mejo-rar.

Se habla del antecedente del caso Leguía, apartede que el caso Leguía para todos no es un casodesgraciado. Hay personas, y yo debo recordar-les acá a los señores miembros del PPC, por ejem-plo, que gente de intachable conducta y de admi-rable capacidad intelectual, como es el doctorAndrés Aramburú Menchaca, señala con muchahidalguía que para él el gobierno de Leguía fueun gobierno de patriotismo, en el que el Presi-dente aceptó continuar con distintos mandatospara resolver problemas de carácter internacio-nal que hoy lamentaríamos mucho si en ese mo-mento no se hubieran resuelto.

Señor Presidente, entonces, no es problema de re-elección o no reelección el tener problemas en al-gunos gobiernos. El señor Leguía fue reelecto endos oportunidades siendo candidato único; fuereelecto, además, en momentos en que no votabagran parte de la población: sólo votaban los alfa-betos, no votaban las mujeres, no había voto obli-gatorio y, por último, había candidatura única.

El problema, en todo caso, de la caída del gobier-no de Leguía, aparte de la explicación de carác-ter económico que se ha dado, se ha debido a lacorrupción que sufrió el entorno presidencial.

Señor Presidente, los hombres debemos ser va-lientes, debemos superar las deficiencias natu-rales a las cuales tendemos; y de lo que debería-mos preocuparnos, más bien, es que el entornopresidencial de este Presidente o de cualquierotro no sea corrupto. Debemos cambiar la ideade aquellos que creen que los cargos públicos sir-ven para enriquecerse, sirven para cambiar supresente. El futuro diferente no es para noso-tros, señor Presidente, a través de un cargo pú-blico. El futuro diferente tiene que ser para elpaís. Y aquellos que se han aprovechado de losrecursos del Estado, aquellos que han aprovecha-do, por ejemplo, los dólares MUC de una maneraindebida, no tienen, no deben tener cara para se-ñalar aquí la posibilidad de que este Presidentepueda mal utilizar los recursos del Estado. Hayque ser muy claros, señor Presidente.

Señor Presidente, se habla de los peligros de lareelección. Se dice, como un argumento que pre-tende descalificar la posibilidad de la reelección,el hecho de que el presidente-candidato puedamal utilizar los recursos del Estado.

Aparte de que, en las experiencias mundialesdonde existe la reelección inmediata, esto no obli-ga a que el Presidente �como se dice� baje alllano, porque hay otros mecanismos que puedensalvaguardar este riesgo que evidentementesiempre existe, pero que puede ser neutralizado.Esta posibilidad de mal utilización de los recur-sos del Estado, señor Presidente, no se da sola-mente en caso de la reelección. Hemos visto quese da también en los casos en que no existe la po-sibilidad de reelección. Acabamos de verlo en elgobierno pasado, inmediatamente pasado y enotros anteriores. Por lo tanto, el problema de ma-la utilización de los recursos del Estado no es untema que esté relacionado con la reelección o no.

Se ha dicho: la reelección no es una cuestión deconciencia; la reelección es un tema estrictamen-te político. Aquí no hay una cuestión moral: nosomos mejores ni peores por contar o no con lareelección. Éste es un tema político que debe serdilucidado a la luz de la necesidad del país, denuestro país. Por lo tanto, señor Presidente, lareelección debemos considerarla desde el puntovista, estrictamente, de los intereses del país.

He dicho que se debe hablar en abstracto de lareelección, pero también debemos hablar en con-creto. ¿Qué estamos viviendo, señor Presidente?Estamos viviendo un proceso de reconstrucciónnacional. ¿Qué teníamos a 1990? Y esto la pobla-ción no lo debe olvidar.

Señor Presidente, teníamos un Poder Judicial co-rrupto; esa corrupción aún existe, pero ha dismi-nuido, indudablemente, mucho. Teníamos unaviolencia terrorista que nos hacía vivir agazapa-dos en nuestras casas, esperando que en cualquiermomento pudiéramos nosotros ser víctimas de eso.Vivíamos además con una hiperinflación como noha habido jamás en la historia. Y esto, ¿por qué?Porque hemos tenido presidentes que no han sa-bido mirar los intereses del país y han sucumbidoa los intereses y a los apetitos personales.

Señor Presidente, la reconstrucción en que estáempeñado nuestro país y el Gobierno exige con-tinuidad. No podemos volver atrás. No podemosimaginar que el año 95 venga a la Presidenciauna persona que tenga ideas estatizantes, quequiera reponer en el país ideas que han fracasa-do en otros lugares del mundo. No queremos aalguien que venga, por ejemplo, y entre en com-ponendas con el terrorismo.

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Señor Presidente, es una cuestión que hoy se noshace necesaria, y mañana puede ser también ne-cesaria. Imaginemos que de aquí a veinte o trein-ta años necesitemos hacer un ajuste estructural;pues bien, démosle al país la posibilidad de queese ajuste estructural se lleve adelante sin el peli-gro de retrocesos, sin el peligro de desviaciones.

Señor Presidente, creemos en las personas y tam-bién creemos en las instituciones, pero no cree-mos en el anonimato. Creemos que cada indivi-duo vale por sí mismo y, por lo tanto, damos im-portancia a las ideas y al cómo una persona pue-de desarrollar esas ideas y puede aplicarlas.

Por este motivo y porque creemos que el puebloperuano debe tener la oportunidad de decidir siun mandatario es bueno, creemos que la figurade la reelección inmediata debe existir en nues-tro texto constitucional, así como también nues-tro ordenamiento jurídico permite la reelecciónde alcaldes, permite la reelección de parlamen-tarios, y porque se permite también la reelecciónde los jefes de partidos.

Alguien ha dicho que no cree en caudillos; sinembargo, pertenece a un partido en el que haycaudillos. He dicho que desde que yo tengo usode razón veo a diversos caudillos que se suceden�creo que incluso sin elecciones� en sus parti-dos. Lo que es bueno para ellos, ¿por qué no pue-de ser bueno para el país? ¿O es que esos parti-dos deben reconocer su partida de defunción,señalando que no son democráticos?

Señor Presidente, reclamo coherencia y, por esamisma coherencia con los intereses del país, pidoa las personas que están aquí y que no formanparte de la alianza a emitir un voto no de con-ciencia, sino de decisión política, que refleje real-mente que están a tono con las reales necesida-des del país.

Señor Presidente: Por eso, consideramos que lareelección inmediata hoy, mañana o pasado esconveniente para el país, y será el electorado elque decida qué Presidente debe tener y si el Pre-sidente que está en ejercicio puede recibir otromandato.

Gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE.� Muchas gracias.

Para información de los señores congresistas, he-mos estado debatiendo cerca de diez horas esteimportante Capítulo IV, del Poder Ejecutivo. Hanhecho uso de la palabra cuarenta y tres señorescongresistas, de modo que la Presidencia va a

consultar si el tema ha sido suficientemente de-batido.

Los señores congresistas que opinen que el temaha sido suficientemente debatido, sírvanse levan-tar la mano. (Votación). Los que estén en contra.(Votación). Aprobado.

Señor Torres y Torres Lara, le ruego a usted pro-yectar en la pantalla...

Perdón, no hay absolutamente nada en debatecomo para plantear una cuestión previa.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� Señor Presidente: En este momento seestán distribuyendo entre los señores congresis-tas la respectiva copia.

Solicito a Secretaría que proyecte el documento.

El señor PRESIDENTE.� Perdón, perdón, eldoctor Moreyra pide el uso de la palabra parauna cuestión de orden.

El señor MOREYRA LOREDO.� Gracias, se-ñor Presidente.

Creo yo que la votación del artículo 126º es tras-cendental. Pido, señor, que hagamos la votaciónnominal en este artículo.

Gracias.

El señor PRESIDENTE.� De acuerdo. Per-dón, perdón, un segundito... Vamos a tramitar lacuestión de orden del señor Moreyra.

De acuerdo con el Reglamento, perdón, señorescongresistas... De acuerdo con el Reglamento paraproceder a una votación nominal, se requiere queun tercio de los presentes esté de acuerdo. Eneste momento existen setenta y siete... SeñorAmurúz, le ruego por favor.

En este momento existen setenta y siete señorescongresistas, de modo que un tercio, veintiséis,debieran estar a favor de la votación nominal, sino fuese así... Y estamos exclusivamente hablan-do del artículo 126º.

Vamos a tramitar la cuestión de orden. No haynada en debate.

Los señores congresistas que estén a favor de lacuestión de orden presentada por el doctorMoreyra, sírvanse levantar la mano. (Votación).Veinticuatro votos a favor de la votación nomi-nal. No ha alcanzado el número de modo que...

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Señores congresistas, les ruego, por favor, quemantengamos la calma. Porque no ganamos nadacon tratar de apresurarnos de una manera irra-cional.

Se va a rectificar la votación. Los señores con-gresistas que estén a favor de la cuestión previapresentada por el señor Moreyra, sírvanse po-nerse de pie. (Votación). Veintiocho señores con-gresistas. Ha sido aprobada la cuestión de ordenpresentada por el señor Moreyra. De modo queel artículo 126º se votará nominalmente.

Señor Henry Pease.

El señor PEASE GARCÍA (MDI).� SeñorPresidente: Son diez los artículos que hay quevotar, y uno con un procedimiento más lento. Sonveinte para las once de la noche. Usted mismoha dicho que tenemos más de diez horas de de-bate. ¿Qué razón puede haber para no comenzarla sesión de mañana, a las 09 horas y 29 minu-tos, votando? ¿Cuál es la razón fuera de los gri-tos? Yo estoy hablando de razones, estoy hablan-do de razones.

En la Junta Directiva, señores, tomamos unacuerdo, que era un horario. Ese horario era denueve y media a una y media, y de cinco a nuevey media; y lo rompemos. ¿Por qué lo rompemos?,señor. ¿Por qué no nos respetamos a nosotros?¿Por qué no nos respetamos a nosotros mismos?¿Qué le damos al país con esta aceleración? Quese armen desordenes en el camino, que salgamosmuy tarde, y no vengamos mañana bien descan-sados y no trabajemos bien mañana.

Otra vez, señor Presidente. Éste es un Congre-so. Ésta no es una manada. No hay que hacergritos cuando uno habla. Yo respeto a todos losoradores. Eso es consecuencia también del can-sancio, señor Presidente.

Por favor, le pido que respete los acuerdos delConsejo Directivo y que suspenda la sesión.

El señor PRESIDENTE.� Vamos a votar lacuestión de orden presentada por el señor Pease,en el sentido de que no sea hoy día, sino maña-na.

Los que estén de acuerdo con la cuestión de or-den presentada con el señor Pease, sírvanse le-vantar la mano. (Votación). Veinte votos a favor.Los que estén en contra. (Votación). Cincuenta ycuatro votos, rechazado.

Procedemos entonces a votar el artículo 123º.

Señor Torres y Torres Lara.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� "Artículo 123º.� El Presidente de laRepública es el Jefe del Estado y personifica a laNación."

El señor PRESIDENTE.� Se va a votar. Losseñores congresistas que están a favor, sírvanseponerse de pie. (Votación). 55 votos a favor. Losseñores que estén en contra. (Votación). 21 vo-tos en contra. Aprobado.

Puede continuar, señor Torres.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� "Artículo 124º.� Para ser elegido Presi-dente de la República se requiere ser peruanopor nacimiento, gozar del derecho de sufragio, ytener más de treinta y cinco años de edad al mo-mento de la postulación."

El señor PRESIDENTE.� Los señores con-gresistas que estén a favor de este artículo, sír-vanse ponerse de pie. (Votación). 53 votos a fa-vor. Los que estén en contra. (Votación). 21 vo-tos en contra. Aprobado.

Artículo 125º.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� En el artículo 125º hay un error de re-dacción, señor Presidente, que ha repetido elerror que hubo en el diario El Peruano; de modoque solicito que, mientras están haciendo la rec-tificación, pasemos al artículo siguiente.

El señor PRESIDENTE.� 126º, se va a votarnominalmente.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� "Artículo 126º.� El mandato presiden-cial es de cinco años. Cabe la reelección inmedia-ta por un período adicional. El Presidentereelecto en forma inmediata sólo puede volver apostular transcurrido cuando menos un períodopresidencial, quedando sujeto a las previsionesdel presente artículo."

El señor PRESIDENTE.� Se va a votar.

Señor Relator, le ruego, por favor.

El señor RELATOR:

Señores Congresistas...

El señor PRESIDENTE.� Hay una cuestiónde orden del señor Chirinos.

Page 60: 29“ B-1 SESIÓN (Vespertina) MIÉRCOLES, 4 DE AGOSTO DE …...Pero, efectivamente, hay una serie de similitu-des con lo que sucedió durante el gobierno de Leguía, y cómo Leguía

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El señor CHIRINOS SOTO (R).� SeñorPresidente: En el entendido de que este artículo�como todos� está sujeto a redacción, tanto dela Academia de la Lengua como de la propia Co-misión de Redacción, dictamen que aprobará elPleno, para que el artículo ahora ambiguo ex-prese claramente lo que ha dicho el señor Torresy Torres Lara en la mañana y en la tarde.

El señor PRESIDENTE.� Correcto. Con car-go a redacción.

Le ruego señor Relator...

Los señores congresistas, cuando sean llamadosy estén de acuerdo con el artículo, se servirándecir "SÍ"; y los que estén en contra, "NO".

El RELATOR pasa lista para la votación no-minal:

El señor PRESIDENTE.� El resultado de lavotación es por el "SÍ" 51 votos y; por el "NO" 24votos; en consecuencia, el artículo ha sido apro-bado.

�Señores congresistas que votaron por elSÍ, en el Artículo 126º: Amurúz Gallegos,Barreto Estrada, Blanco Oropeza, Carpio Muñoz,Carrión Ruiz, Colchado Arellano, Cruzado Manti-lla, Chávez Cossío, Chávez Romero, ChirinosSoto, Chú Meriz, Fernández Arce, Ferrero Cos-ta, Figueroa Vizcarra, Freundt-Thurne Oyangu-ren, Gamonal Cruz, García Saavedra, GuerraAyala, Hermoza Ríos, Huamanchumo Romero,Joy Way Rojas, La Torre Bardales, LarrabureGálvez, León Trelles, Lozada de Gamboa,Marcenaro Frers, Matsuda Nishimura, Melén-dez Campos, Nakamura Hinostroza, PajaresRuíz, Paredes Cueva, Patsías Mella, ReáteguiTrigoso, Reggiardo Sayán, Rey Rey, SalgadoRubianes de Paredes, Sandoval Aguirre, SiuraCéspedes, Tello Tello, Torres y Torres Lara,Tudela van Breugel-Douglas, Vega Ascencio, Ve-lásquez Ureta, Velit Núñez, Vicuña Vásquez,Vilchez Malpica, Villar de Posadas, Vitor Alfaro,Ysisola Farfán, Zamata Aguirre y Zevallos Ríos.

�Señores congresistas que votaron por elNO: Barba Caballero, Barrón Cebreros, Bedoyade Vivanco, Cáceres Velásquez (Róger), CastroGómez, Cuaresma Sánchez, Díaz Palacios,Donayre Lozano, Flores-Araoz Esparza, FloresNano, Gamarra Olivares, García Mundaca,Helfer Palacios, Kouri Bumachar, MoreyraLoredo, Ocharan Zegarra, Olivera Vega, Ortiz deZevallos Roédel, Pease García, Roberts Billig,Sambuceti Pedraglio, Tord Romero, TorresVallejo y Velásquez Gonzáles.

El señor PRESIDENTE.� El siguiente artícu-lo, señor Torres y Torres Lara.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� Señor Presidente, el siguiente "Artículo127º.� La Presidencia de la República vaca, ade-más del caso de muerte, por:

1. Permanente incapacidad física o moral decla-rada por el Congreso.

2. Aceptación de la renuncia por el Congreso.

3. Salir del territorio nacional sin permiso delCongreso o no reincorporarse al vencimiento deéste. Y

4. Destitución, al haber sido sancionado por al-guna de las infracciones mencionadas en el ar-tículo 131º de la Constitución."

El señor PRESIDENTE.� Se va a votar. Losseñores congresistas que estén a favor, sírvanseponerse de pie. (Votación). 52 votos a favor. Losseñores que estén en contra. (Votación). 18 vo-tos, aprobado.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� "Artículo 128º.� El ejercicio de la Pre-sidencia de la República se suspende por:

1. Incapacidad temporal declarada por el Con-greso, o

2. Hallarse sometido a juicio conforme, al Artículo131º de la Constitución."

El señor PRESIDENTE.� Se va a votar. Losseñores congresistas que estén a favor, sírvanseponerse de pie. (Votación). 51 votos a favor. Losseñores que estén en contra. (Votación). 13 vo-tos en contra, aprobado.

El señor PRESIDENTE.� El siguiente artícu-lo, señor Torres y Torres Lara.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� "Artículo 129º.� Por falta temporal opermanente del Presidente de la República asu-me sus funciones el Primer Vicepresidente. Endefecto de éste, el Segundo Vicepresidente. Porimpedimento de ambos, el Presidente del Con-greso, quien convoca de inmediato a eleccionessi el impedimento es permanente.

Cuando el Presidente sale del territorio nacional,el Primer Vicepresidente se encarga del despacho.En su defecto, el Segundo Vicepresidente."

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El señor PRESIDENTE.� Se va a votar. Losseñores congresistas que estén a favor, sírvanseponerse de pie. (Votación). 52 votos a favor. Losseñores que estén en contra. (Votación). 17 vo-tos en contra, aprobado.

Continúe, señor Torres y Torres Lara.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� "Artículo 130º.� El Presidente de laRepública presta juramento de ley y asume elcargo, ante el Congreso, el 28 de julio del año enque se realiza la elección."

El señor PRESIDENTE.� Se va a votar. Losseñores congresistas que estén a favor, sírvanseponerse de pie. (Votación). 52 votos a favor. Losseñores que estén en contra. (Votación). 17 vo-tos en contra, aprobado.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� "Artículo 131º.� El Presidente de laRepública sólo puede ser acusado, durante superíodo, por traición a la patria; por impedir laselecciones presidenciales, parlamentarias o mu-nicipales; por disolver el Congreso, salvo lo dis-puesto en el Artículo 149º de la Constitución; ypor impedir su reunión o funcionamiento o losdel Jurado Nacional de Elecciones y otros orga-nismos del sistema electoral."

El señor PRESIDENTE.� Se va a votar. Losseñores congresistas que estén a favor, sírvanseponerse de pie. (Votación). 51 votos a favor. Losseñores que estén en contra. (Votación). 19 vo-tos en contra, aprobado.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� "Artículo 132º.� Corresponde al Presi-dente de la República:

1. Cumplir y hacer cumplir la Constitución y lostratados, leyes y demás disposiciones legales.

2. Representar al Estado, dentro y fuera de laRepública.

3. Dirigir la política general del Gobierno.

4. Velar por el orden interno y la seguridad exte-rior de la República.

5. Convocar a elecciones para Presidente de laRepública y para representantes al Congreso, asícomo para alcaldes y regidores y demás funcio-narios que señala la ley.

6. Convocar al Congreso a legislatura extraordi-naria; y firmar, en ese caso, el decreto de convo-catoria.

7. Dirigir mensajes al Congreso en cualquier épo-ca y obligatoriamente, en forma personal y porescrito, al instalarse la primera legislatura ordi-naria anual. Los mensajes anuales contienen laexposición detallada de la situación de la Repú-blica y las mejoras y reformas que el Presidentejuzga necesarias y convenientes para su conside-ración por el Congreso. Los mensajes del Presi-dente de la República, salvo el primero, son apro-bados por el Consejo de Ministros.

8. Ejercer la potestad de reglamentar las leyessin trasgredirlas ni desnaturalizarlas; y, dentrode tales límites, dictar decretos y resoluciones.

9. Cumplir y hacer cumplir las sentencias y reso-luciones de los tribunales y juzgados.

10. Cumplir y hacer cumplir las resoluciones delJurado Nacional de Elecciones.

11. Dirigir la política exterior y las relaciones in-ternacionales, y celebrar y ratificar tratados.

12. Nombrar embajadores y ministros plenipo-tenciarios, con aprobación del Consejo de Minis-tros, dando cuenta al Congreso.

13. Recibir a los agentes diplomáticos extranje-ros, y autorizar a los cónsules el ejercicio de susfunciones.

14. Presidir el Sistema de Defensa Nacional, yorganizar, distribuir y disponer el empleo de lasFuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

15. Adoptar las medidas necesarias para la de-fensa de la República, la integridad del territo-rio y la soberanía.

16. Declarar la guerra y firmar la paz, con au-torización del Congreso.

17. Administrar la hacienda pública.

18. Negociar los empréstitos.

19. Dictar medidas extraordinarias mediantedecretos de urgencia con fuerza de ley en mate-ria económica y financiera, cuando así lo requie-re el interés nacional y con cargo de dar cuentaal Congreso. El Congreso puede modificar o de-rogar los referidos decretos de urgencia.

20. Regular las tarifas arancelarias.

21. Conceder indultos y conmutar penas, salvolos casos prohibidos por la ley. Conceder el dere-

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cho de gracia a los procesados por delitos en loscasos en que la etapa de instrucción haya excedi-do el doble de su plazo más su ampliatoria.

22. Conferir condecoraciones a nombre de laNación, con acuerdo del Consejo de Ministros.

23. Autorizar a los peruanos para servir en ejér-cito extranjero. Y

24. Ejercer las demás funciones de gobierno yadministración que la Constitución y las leyes leencomiendan."

El señor PRESIDENTE.� Se va a votar. Losseñores congresistas que estén a favor, sírvanseponerse de pie. (Votación). 51 votos a favor. Losseñores que estén en contra. (Votación). 18 vo-tos en contra, aprobado.

El artículo 125º, doctor Torres y Torres Lara.

El señor TORRES Y TORRES LARA (NM-C90).� "Artículo 125º.� El Presidente de laRepública es elegido por sufragio directo y pormás de la mitad de los votos. Los votos viciados oen blanco no se consideran para este efecto.

Si ninguno de los candidatos obtiene la mayoríaabsoluta se procede a segunda elección dentrode los treinta días siguientes de proclamados loscómputos oficiales entre los candidatos que hanobtenido las dos más altas mayorías relativas.

Junto con el Presidente de la República son ele-gidos, de la misma manera, con los mismos re-quisitos y por igual término, dos vicepresiden-tes."

El señor PRESIDENTE.� Se va a votar. Losseñores congresistas que estén a favor, sírvanseponerse de pie. (Votación). 52 votos a favor. Losseñores que estén en contra. (Votación). 17 vo-tos en contra, aprobado.

�El texto de los artículos aprobados es elsiguiente:

"Capítulo IV

Poder Ejecutivo

Artículo 123º.� El Presidente de la Repúblicaes el Jefe del Estado y personifica a la Nación.

Artículo 124º.� Para ser elegido Presidente dela República se requiere ser peruano por naci-miento, gozar del derecho de sufragio, y tener

más de treinta y cinco años de edad al momentode la postulación.

Artículo 125º.� El Presidente de la Repúblicaes elegido por sufragio directo y por más de lamitad de los votos. Los votos viciados o en blan-co no se consideran para este efecto.

Si ninguno de los candidatos obtiene la mayoríaabsoluta se procede a segunda elección dentrode los treinta días siguientes de proclamados loscómputos oficiales entre los candidatos que hanobtenido las dos más altas mayorías relativas.

Junto con el Presidente de la República son ele-gidos, de la misma manera, con los mismos re-quisitos y por igual término, dos vicepresiden-tes.

Artículo 126º.� El mandato presidencial es decinco años. Cabe la reelección inmediata por unperíodo adicional. El Presidente reelecto en for-ma inmediata sólo puede volver a postular trans-currido cuando menos un período presidencial,quedando sujeto a las previsiones del presenteartículo.

Artículo 127º.� La Presidencia de la Repúbli-ca vaca, además del caso de muerte, por:

1. Permanente incapacidad física o moral decla-rada por el Congreso.

2. Aceptación de la renuncia por el Congreso.

3. Salir del territorio nacional sin permiso delCongreso o no reincorporarse al vencimiento deéste. Y

4. Destitución, al haber sido sancionado por al-guna de las infracciones mencionadas en el Ar-tículo 131º de la Constitución.

Artículo 128º.� El ejercicio de la Presidenciade la República se suspende por:

1. Incapacidad temporal declarada por el Con-greso, o

2. Hallarse sometido a juicio, conforme al Artículo131º de la Constitución.

Artículo 129º.� Por falta temporal o perma-nente del Presidente de la República asume susfunciones el Primer Vicepresidente. En defectode éste, el Segundo Vicepresidente. Por impedi-mento de ambos, el Presidente del Congreso,quien convoca de inmediato a elecciones si elimpedimento es permanente.

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Cuando el Presidente sale del territorio nacio-nal, el Primer Vicepresidente se encarga del des-pacho. En su defecto, el Segundo Vicepresiden-te.

Artículo 130º.� El Presidente de la Repúblicapresta juramento de ley y asume el cargo, ante elCongreso, el 28 de julio del año en que se realizala elección.

Artículo 131º.� El Presidente de la Repúblicasólo puede ser acusado, durante su período, portraición a la patria; por impedir las eleccionespresidenciales, parlamentarias o municipales; pordisolver el Congreso, salvo lo dispuesto en el Ar-tículo 149º de la Constitución; y por impedir sureunión o funcionamiento o los del Jurado Na-cional de Elecciones y otros organismos del sis-tema electoral.

Artículo 132º.� Corresponde al Presidente dela República:

1. Cumplir y hacer cumplir la Constitución y lostratados, leyes y demás disposiciones legales.

2. Representar al Estado, dentro y fuera de laRepública.

3. Dirigir la política general del Gobierno.

4. Velar por el orden interno y la seguridad exte-rior de la República.

5. Convocar a elecciones para Presidente de laRepública y para representantes a Congreso, asícomo para alcaldes y regidores y demás funcio-narios que señala la ley.

6. Convocar al Congreso a legislatura extraor-dinaria; y firmar, en ese caso, el decreto de con-vocatoria.

7. Dirigir mensajes al Congreso en cualquier épo-ca y obligatoriamente, en forma personal y porescrito, al instalarse la primera legislatura ordi-naria anual. Los mensajes anuales contienen laexposición detallada de la situación de la Repú-blica y las mejoras y reformas que el Presidentejuzga necesarias y convenientes para su conside-ración por el Congreso. Los mensajes del Presi-dente de la República, salvo el primero, son apro-bados por el Consejo de Ministros.

8. Ejercer la potestad de reglamentar las leyessin trasgredirlas ni desnaturalizarlas; y, dentrode tales límites, dictar decretos y resoluciones.

9. Cumplir y hacer cumplir las sentencias yresoluciones de los tribunales y juzgados.

10. Cumplir y hacer cumplir las resoluciones delJurado Nacional de Elecciones.

11. Dirigir la política exterior y las relaciones in-ternacionales, y celebrar y ratificar tratados.

12. Nombrar embajadores y ministros plenipo-tenciarios, con aprobación del Consejo de Minis-tros, dando cuenta al Congreso.

13. Recibir a los agentes diplomáticos extranje-ros, y autorizar a los cónsules el ejercicio de susfunciones.

14. Presidir el Sistema de Defensa Nacional, yorganizar, distribuir y disponer el empleo de lasFuerzas Armadas y de la Policía Nacional.

15. Adoptar las medidas necesarias para la de-fensa de la República, la integridad del territo-rio y la soberanía.

16. Declarar la guerra y firmar la paz, conautorización del Congreso.

17. Administrar la hacienda pública.

18. Negociar los empréstitos.

19. Dictar medidas extraordinarias mediantedecretos de urgencia con fuerza de ley en mate-ria económica y financiera, cuando así lo requie-re el interés nacional y con cargo de dar cuentaal Congreso. El Congreso puede modificar o de-rogar los referidos decretos de urgencia.

20. Regular las tarifas arancelarias.

21. Conceder indultos y conmutar penas, salvolos casos prohibidos por la ley. Conceder el dere-cho de gracia a los procesados por delitos en loscasos en que la etapa de instrucción haya excedi-do el doble de su plazo más su ampliatoria.

22. Conferir condecoraciones a nombre de laNación, con acuerdo del Consejo de Ministros.

23. Autorizar a los peruanos para servir en ejér-cito extranjero. Y

24. Ejercer las demás funciones de gobierno yadministración que la Constitución y las leyes leencomiendan.

Comuníquese, etc."

Se aprueba la resolución legislativa que au-toriza el viaje del señor Presidente de laRepública, en visita oficial, a la Repúblicade Bolivia para asistir a la ceremonia de transmisión de mando presidencial

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El señor PRESIDENTE.� Se va a dar cuentade un documento urgente llegado a la Mesa.

El RELATOR da lectura:

"Año de la Modernización Educativa

Lima, 3 de agosto de 1993.

Oficio Nº 203-93-PR

Señor ingenieroJaime Yoshiyama,Presidente del Congreso ConstituyenteDemocráticoPresente.

Me dirijo a usted señor Presidente del congresoConstituyente Democrático, a fin de solicitarle,de acuerdo a los artículos 186º y 206º de la Cons-titución Política del Perú, la correspondienteautorización para ausentarme del país el 6 deagosto del presente año, con el fin de viajar a laRepública de Bolivia en visita oficial para asistira la ceremonia de Transmisión de Mando Presi-dencial de dicho país.

Alberto Fujimori FujimoriPresidente Constitucional de laRepública del Perú.

Augusto Antoniolli Vásquez,Ministro de Estado en la cartera deTrabajo y Promoción

Social y encargado de la Presidencia del Conse-jo de Ministros."

El señor PRESIDENTE.� Se va a consulta alPleno la admisión a debate de la Resolución Le-gislativa leída. Los señores congresistas queacuerden la admisión a debate, se servirán ma-nifestarlo levantado la mano. (Votación). Los queestén en contra. (Votación). Admitida a debate.

Se va a votar. Los señores congresistas que aprue-ben el proyecto de Resolución Legislativa a que

se ha dado lectura, se servirán manifestarlo le-vantando la mano. (Votación). Los que estén encontra. (Votación). Aprobado por unanimidad.

�El texto aprobado es el siguiente:

"El Congreso Constituyente Democrático;

Ha dado la resolución legislativa siguien-te:

El Congreso Constituyente Democrático, de con-formidad con lo prescrito en el Inciso 8) del Ar-tículo 186º y el Inciso 3) del Artículo 206º de laConstitución Política del Perú, ha resuelto defe-rir a la petición formulada por el señor Presi-dente Constitucional de la República y, en conse-cuencia autorizarlo para que, en ejercicio de lafunción presidencial, pueda ausentarse del país,el 6 de agosto del presente año, con el fin de via-jar a la República de Bolivia, en visita oficial, paraasistir a la ceremonia de Transmisión de MandoPresidencial.

La presente resolución entra en vigencia el día desu publicación en el Diario Oficial El Peruano.

Comuníquese, etc."

El señor PRESIDENTE.� El señor Joy Wayha solicitado la dispensa del trámite del Acta.

Los señores congresistas que estén de acuerdocon la posición, sírvanse manifestarlo levantan-do la mano. (Votación). Los que estén en contra.(Votación). Aprobado.

Se suspende la sesión hasta las 09 horas y 29minutos de mañana. Se recuerda a los señoresde Nueva Mayoría-Cambio 90 que tienen unareunión en este momento en la Sala de la Presi-dencia.

�A las 23:00 horas, se suspende la sesión.

Revisado por:Carlos Humberto Camba Barreto.