28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

download 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

of 601

Transcript of 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    1/600

    OBRAS COMPLETAS

    XXVIIIINFORMES AL PLD Y OTROS TEXTOS

    JUANBOSCH

    2012

    COMISIN PERMANENTE

    DE EFEMRIDES PATRIAS

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    2/600

    OBRAS COMPLETAS DE JUAN BOSCHEdicin dirigida por

    Guillermo PIA-CONTRERAS

    COLABORADORES

    Arq. Eduardo SELMANHASBNSecretario de Estado sin Cartera

    Lic. Juan Daniel BALCCER

    Presidente de la Comisin Permanente de Efemrides Patrias

    Herederos de Juan Bosch, 2012Edicin al cuidado de

    Jos Chez Checo

    Diseo de la cubierta y arte finalEric Sim

    Publicacin de la Comisin Permanente de Efemrides Patriasen ocasin del Centenario de Juan Bosch, 2009

    ImpresinSerigraf S.A.

    ISBN: 978-9945-462-37-1ISBN: 978-9945-462-00-5 (O. C.)

    Repblica Dominicana

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    3/600

    CONTENIDO

    Juan Bosch, arquitecto del nuevo sistemade partidos en Repblica Dominicana?PabloMarez ................................................................. VII

    MENSAJE A LA JUVENTUD DOMINICANAMensaje a la juventud dominicana....................................3

    TRUJIJOHNSON, PREZ Y BALAGUERTrujijohnson, Prez y Balaguer ......................................15

    EL MATADERO ELECTORAL Y PEA EN EL DESPEADEROEl matadero electoral dominicano...................................27Pea en el despeadero ..................................................39

    POSICIN DEL PLD ANTE LA SITUACIN POLTICA NACIONALPosicin del PLDante la situacin poltica nacional .........51

    INFORMES AL PARTIDO DE LA LIBERACIN DOMINICANAIntervencin del profesor Juan Bosch al finalizar laConferencia Salvador Allende del Partido de laLiberacin Dominicana, 11 de mayo de 1974 ................77

    Tercer Congreso Nacional Jaime Vargas. Informesobre el Partido............................................................149Informe al Cuarto Congreso Nacional del Partidode la Liberacin Dominicana ........................................191Discurso del acto de clausura del Cuarto Congreso Nacionaldel Partido de la Liberacin Dominicana celebrado el 10

    de marzo de 1991 en Santiago de los Caballeros ...........243

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    4/600

    JUANBOSCH

    DE MXICO A KAMPUCHEAUn presidente que se respeta ........................................263La carta de los pueblos .................................................273El pas que se fue adelante ...........................................283Russell un Tribunal con respaldo popular ....................295Italia ni aqu ni en ninguna parte .................................307Claveles y fusiles ..........................................................319

    Adnde va Espaa? ....................................................329En Venezuela andan juntos petrleo y miseria ..............339Un respiro y nada ms .................................................349El nombre que hace historia .........................................359

    GUERRILLEROS Y CRISIS ELCTRICACuba no estuvo en ese baile .........................................371

    En sociedad con Venezuela ..........................................381La verdad sobre Tavera y otras plantas ..........................391El PLDofrece una solucin ...........................................401Impidiendo el desarrollo de las fuerzas productivas .......411

    DE LA CONCORDIA A LA CORRUPCIN

    Gobierno de concordia nacional ...................................423Agricultores de Ocoa y muelleros de la Capital ............433La corrupcin lo pudre todo .........................................443Corrupcin por todas partes .........................................453Para la historia de la corrupcin ...................................463

    CONFERENCIAS DURANTE LAS CAMPAAS ELECTORALESDE 1986 Y 1990Conferencia leda en la Cmara Americana de Comercioel da 15 de abril de 1986, en el saln La Manchadel Hotel Lina .............................................................475Conferencia leda en la Cmara Americana de Comercio,el da 4 de abril de 1990, en el saln La Mancha

    del Gran Hotel Lina ....................................................489

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    5/600

    VII

    JUANBOSCH, ARQUITECTODELNUEVOSISTEMADEPARTIDOSENREPBLICADOMINICANA?

    Pablo MAREZ

    Introduccin

    Cuando Juan Bosch funda, en 1939, el Partido Revoluciona-rio Dominicano (PRD) ya haca 103 aos que en Uruguayexistan los dos partidos polticos ms importantes, y anti-

    guos de ese pas y tambin entre los ms antiguos del mun-do, que dominaran el escenario poltico uruguayo duran-te los siglos XIXy XX, y an vigentes. Nos referimos al PartidoNacional o Blanco (conservador), fundado por Manuel Oribe(1792-1857), en agosto de 1836, y al Colorado (liberal), fun-dado por Fructuoso Rivera (1784-1854), en septiembre del

    mismo ao.Ambos partidos, representantes de sectores econmicos

    y sociales distintos, al menos en sus orgenes, y por lo tantocon proyectos polticos nacionales, es decir, con doctrinas,organizacin y liderazgo diferentes, establecieron desde quese iniciaron un verdadero sistema de partidos, de carcter

    bipartidista, que muy rpidamente se consolid, donde elPartido Colorado se mantuvo en el poder, de manera conti-nua de 1865 a 1959, cuando el Partido Nacional o Blanco,logr llegar a la Presidencia. Luego dejando a un lado losdoce aos de dictadura militar (1973-1985) se alterna-ron el poder hasta 2005, cuando el Frente Amplio triunfa

    en las elecciones y Tabar Vzquez es elegido Presidente.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    6/600

    JUANBOSCHVIII

    En 2005 se rompe, por primera vez, el bipartidismo existen-

    te en ese pas sudamericano desde principios del siglo XIX.Lo que nos interesa destacar en este caso de sistema departidos que por lo dems constituye un verdadero mo-delo, difcil de encontrar en otros pases de la regin, quele ha dado una gran estabilidad poltica a Uruguay, sonlos mecanismos y modalidades de interaccin de estas dosorganizaciones polticas, bajo la premisa de que un parti-do poltico constituye una institucin intermediaria entreel Estado y la ciudadana, que debe de contribuir a cons-truir los canales de comunicacin entre dicha ciudadana ylos rganos del Estado, as como los canales que facilitenno slo la comunicacin con las otras fuerzas polticas, sinotambin al interior de s mismo; interaccin que ha sido lo

    suficientemente amplia, con la finalidad no slo de ambosmantener la hegemona poltica en el sistema de partidos,algo que lograron exitosamente, sino tambin de darle esta-bilidad al pas.

    En segundo lugar, que la distancia ideolgica entre dichospartidos ha estado bien definida, aunque en ciertas coyuntu-

    ras polticas puede distanciarse o aproximarse tanto que lespermita establecer alianzas polticas, al menos a partir de lastendencias que han surgido al interior de los mismos, o alpresentarse una nueva coyuntura poltica, por ejemplo cuan-do surge el Frente Amplio, en que Blancos y Colorados sealiaron para cerrarle el paso a dicho Frente.

    En tercer lugar, que las referidas tendencias que se hanformado al interior de cada una de ellas del Colorado y delNacional, que no han sido pocas, han respondido a con-cepciones distintas de abordar los problemas econmicos,polticos y culturales que surgen en toda sociedad; y que in-cluso cuando estas tendencias se han visto expresadas alrede-

    dor de una figura carismtica fuerte, como en el caso del

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    7/600

    OBRASCOMPLETAS IX

    batllismo1en el Colorado, y el herrerismo2en el Partido Nacio-

    nal o Blanco, tambin han respondido a concepciones polti-cas distintas dentro de sus propias organizaciones.En cuarto lugar, que los representantes de ambos partidos

    han sido lo suficientemente audaces, para negociar y estable-cer reglas de juego bien definidas sobre el sistema electoral ylas instituciones llamadas a impulsarlas, reglamentarlas y vi-gilar su cumplimiento; algo que ha permitido, precisamente,fortalecer el sistema de partidos.

    En quinto lugar, que a diferencia de lo que ha ocurridoen otros pases de Amrica Latina, especficamente del ConoSur, la dictadura militar (1973-1985) no logr quebrar nierosionar a los llamados partidos tradicionales3Coloradoy Nacional o Blanco, de manera tal que al producirse la

    transicin o vuelta a la democracia, reapareci prcticamente

    1 El batllismose refiere al movimiento que general al interior del Partido Colo-rado, el lder Jos Batlle y Ordoez, quien ejerci la presidencia del Uruguayen dos oportunidades, e impuls el Estado de Bienestar uruguayo, as comolos mayores logros institucionales, que le permitieron alcanzar a dicho pas

    un nivel de modernizacin, por encima de la mayora de los pases de laregin; Cfr., GONZLEZCONZI, Efran y GIUDICE, Roberto B., Batlle y elbatllismo, (2 edicin), Montevideo, Editorial Medina, 1959; BUSCIO, Jorge,

    Jos Batlle y Ordez. Uruguay a la vanguardia del mundo,Montevideo, Edito-rial Fin de Siglo, 2003.

    2 Se refiere a Luis Alberto Herrera, lder fundamental de dicho partido, quemantuvo una corriente caudillista durante cincuenta aos.

    3 Las caractersticas histricas de larga duracin del sistema poltico uruguayo

    y de sus componentes hicieron que el rgimen dictatorial, en la medida enque buscaba sobrevivir, ratificara a los partidos como necesarios articuladoresde la poltica. No obstante, se debe subrayar que la cpula del rgimendictatorial distingui entre los partidos factibles de readaptarse a una nuevafuncionalidad sistmica y aquellos que escondan la potencialidad subversivay contrahegemnica, Cfr., DUTRNIT, Silvia, El fin de la insularidad urugua-ya y la poltica partidaria entre 1973 y 1976, en DUTRNIT, Silvia, VALDS,Leonardo y ALCNTARASEZ, Manuel (coordinadores), El fin de siglo y los partidos

    polticos en Amrica Latina,Mxico, Instituto Mora/Universidad Autnoma

    Metropolitana, Unidad Iztapalapa, 1994, p.100.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    8/600

    JUANBOSCHX

    el sistema de partidos polticos existente desde los primeros

    aos de la independencia nacional.Sin embargo, despus de casi siglo y medio en el poder,de manera hegemnica, en estos ltimos aos se han produ-cido las condiciones para que surja y se fortalezca una nuevaalternativa poltica, con vocacin y opcin de poder elFrente Amplio para alcanzar la Presidencia, y una ampliarepresentacin parlamentaria, que ha dado lugar a unaredefinicin, por primera vez en la historia poltica uruguaya,del sistema de partidos polticos, algo que apenas ha comen-zado a ser estudiado por los politlogos del Uruguay4. Ensuma, que el Partido Colorado, liberal, en buena medida sur-gi, se desarroll y se mantuvo, como una respuesta al Parti-do Nacional, fundado apenas unas semanas antes que el Co-

    lorado. No obstante haber permanecido casi un siglo sinalcanzar la presidencia, el Partido Nacional no se desgast, nientr en crisis de desaparicin.

    Pero si bien Uruguay puede ser considerado un caso para-digmtico, en lo que a sistema de partidos polticos se refiere,por su estabilidad y consolidacin de larga data, tambin po-

    dramos tomar como referentes otros casos donde los sectoresconservadores han sabido organizarse, con partidos moder-nos; bien de manera reactiva ante la constitucin de partidosliberales, de izquierda en un sistema pluripartidista, quelos ha obligado a gobernar por medio de coaliciones, comoen el caso de Chile5; o donde conservadores y liberales han

    ido a la par, alternndose en el poder, de manera prolongada,

    4 MOREIRA, Constanza, Final del juego. Del bipartidismo tradicional al triunfo de laizquierda en Uruguay, Montevideo, Editorial Trilce, 2004; MOREIRA, Constanza,Entre la protesta y el compromiso. La izquierda en el gobierno. Uruguay y Amrica

    Latina, Montevideo, Editorial Trilce, 2009.5 CORREASUTIL, Sofa, Con las riendas del poder. La derecha chilena en el siglo XX,

    Santiago de Chile, Editorial Sudamericana, 2004.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    9/600

    OBRASCOMPLETAS XI

    como ha sido en Colombia, con un sistema bipartidista que

    data desde mediados del siglo XIX; nos referimos al PartidoLiberal Colombiano (PLC), fundado por el general FranciscoPaula Santander, en julio de 1848, y al Partido ConservadorColombiano (PCC), fundado por Mariano Ospina Rodrguezy Jos Eusebio Caro, en febrero de 1849. Una de las grandesdiferencias entre Colombia y Uruguay, en cuanto a sistemade partidos se refiere, es que si bien en este ltimo pas, Colo-rado y Nacional han tenido la capacidad de encontrar y desa-rrollar mecanismos de interaccin para dirimir sus grandesdiferencias, recurriendo a la negociacin, es decir, desarro-llando poltica, que para eso, y no para otra cosa, son los par-tidos; en cambio en Colombia, Liberales y Conservadores hansido proclives a ventilar sus diferencias por mtodos violen-tos, al grado de haber desarrollado conflictos blicos muy cos-tosos para la estabilidad del pas, como lo fueron la Guerra de1885 y la Guerra de los mil das (1899-1902); lo mismo que laviolencia que se desarroll a partir de 1948, en lo que se conocecomo El Bogotazo, tras el asesinato del lder liberal, Jorge ElicerGaitn (1903-1948), quien haba renunciado al PLCdos aos

    antes, y se presentaba como candidato a la Presidencia de Co-lombia, abanderado por su propia tendencia poltica. An as,en momentos aciagos, como el que se produjo a raz de la insta-lacin de la dictadura militar del general Gustavo Rojas Pinilla,de 1953 a 1957, Liberales y Conservadores hicieron un pactopara recuperar el poder y repartrselo pacficamente (Frente

    Nacional)6, Frente que se prolongara de 1958 a 1974; si bienes cierto que el golpe militar de Rojas Pinilla, en 1953, seprodujo precisamente a causa de la violencia y crisis que se

    6 Cfr., ROLL, David, Colombia, en ALCNTARASEZ, Manuel y FREIDENBERG,Flavia (coordinadores),Partidos polticos de Amrica Latina. Pases Andinos, Mxi-

    co, Fondo de Cultura Econmica, 2003, p.190.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    10/600

    JUANBOSCHXII

    haba desarrollado en el pas, por la incapacidad de Liberales y

    Conservadores de resolver sus conflictos pacficamente, recu-rriendo a la interaccin que debe de existir tanto a nivel deintrapartido, como interpartido, entre las organizaciones pol-ticas que forman parte de un mismo sistema de partidos.

    Otro caso interesante a ser considerado es el de Venezuela,dentro de los objetivos del presente ensayo, que es explorarlas modalidades de los orgenes de los partidos conservadores,lo mismo que de los liberales, con el fin de estudiar y enten-der los mecanismos aplicados para desarrollar la interaccinentre los mismos, como parte de los sistemas polticos que sehan instaurado en sus respectivos pases. Todo esto con el finde abordar el sistema de partidos polticos de Repblica Do-minicana, donde hemos observado una falencia de parte de

    los sectores conservadores para organizar un partido polticomoderno, es decir, con buena organizacin y doctrina, que lepermita no slo una fluida interaccin intrapartido, sino tam-bin interpartido; y que, adems, trascienda la vida del lderpoltico que lo haya fundado.

    Planteado esto, regresemos al caso de Venezuela, en cuan-

    to a sistema de partidos se refiere. Adelantamos que este casoguarda un especial inters, por las siguientes razones. En pri-mer lugar, por los estrechos vnculos que han existido entre elPRDy los partidos polticos venezolanos, Accin Democrti-ca (AC), desde los inicios de su fundacin en 1941, a travs deRmulo Betancourt, y el COPEI (Comit de Organizacin

    Poltica Electoral Independiente), primero con el PartidoRevolucionario Social Cristiano (PRSC), de Alfonso MorenoMartnez, y despus con el Partido Reformista (PR), de Joa-qun Balaguer. En segundo lugar, porque a diferencia deUruguay, e incluso de Colombia, existe una cierta similitudentre el surgimiento de los partidos polticos entre ambos

    pases, ms que nada, por la inestabilidad institucional que

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    11/600

    OBRASCOMPLETAS XIII

    han causado los regmenes dictatoriales en ambos pases; Ulises

    Heureaux (1882-1884, y 1887-1899) y Trujillo (1930-1961),en Repblica Dominicana, y en Venezuela Juan VicenteGmez (1908-1935), y posteriormente el general Marcos Prez

    Jimnez (1952-1958), pues estos sistemas dictatoriales hanborrado los partidos o al menos se lo han propuesto, o sehan convertido en regmenes antipartidistas, como los definey analiza Jacqueline Jimnez Polanco. Por ltimo, en tercerlugar, porque Venezuela se ha constituido en un caso para-digmtico, en cuanto a crisis de sistema de partidos se refiere,a principios de la dcada de 1990, en que los partidos tradi-cionales, y mayoritarios, ADy COPEI, ni aun estableciendouna alianza lograron sobrevivir, como consecuencia de la pr-dida de legitimidad, a causa de la debilidad institucional, el

    clientelismo, la corrupcin y la prdida de lealtad, motivadapor la reduccin, cada vez mayor, entre la distancia ideolgicade dichas organizaciones polticas7. Fenmenos que no se hanproducido en Uruguay ni en Colombia, ni en otros pases dela regin, si exceptuamos el caso de Per, donde tambin lospartidos tradicionales, APRAy Accin Popular, han desapa-

    recido como opcin poltica de poder8, para abrirles paso aorganizaciones emergentes que surgen nicamente con fineselectorales, alrededor del candidato de turno, al momento derealizarse unas elecciones, y despus desaparecen.

    En suma, de este recuento nos interesa subrayar dos aspec-tos, que lo mismo se mantendran como una constante si

    ampliramos el recorrido por otros pases y sistemas polticos

    7 MOLINA, Jos, Venezuela, en ALCNTARASEZ, Manuel y FREIDENBERG, Flavia(coordinadores), ibid.

    8 TANAKA, Martin,Los espejismos de la democracia. El colapso del sistema de partidos enel Per, Lima, Estudios Latinoamericanos, 1998; GARCAMONTERO, Mercedesy FREIDENBERG, Flavia, Per, en ALCNTARASEZ, Manuel y FREIDENBERG,

    Flavia, op. cit.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    12/600

    JUANBOSCHXIV

    de partidos. Nos referimos a los siguientes. En todos los ca-

    sos, han existido o existen partidos conservadores, que en oca-siones ellos mismos se reconocen, en trminos de su identi-dad partidaria, como de derecha o de centro-derecha, y comotales, contienden con sus adversarios, liberales o de centro-izquierda. En segundo lugar, en todos los casos, sin excep-cin, bien donde existe el bipartidismo, polarizado o no, o el

    multipartidismo, tal y como lo definen Maurice Duverger

    9

    yGiovanni Sartori10, cada uno de los partidos polticos ha teni-do fundadores diferentes, independientemente de las condi-ciones de origen de los partidos, as como de la personalidadfundadora: civil o militar, caudillo o no, lder carismtico fuerte,u otra modalidad de liderazgo. Desde nuestra perspectiva, elcaso dominicano es totalmente diferente. Por un lado, los sec-tores conservadores no han tenido la capacidad de fundar unpartido poltico moderno, con una slida formacin, y posi-bilidad de desarrollar mecanismos de interaccin de carcterintrapartido, ni tampoco de interaccin interpartido, y mu-cho menos que logren sobrepasar la vida de su fundador, porlo que se han convertido en partidos personalistas, atados aun caudillo o lder carismtico, caso del Partido Dominicanocon Trujillo y del Partido Reformista con Balaguer.

    Por otro lado, los dos nicos partidos polticos modernosexistentes en el pas, el PRDy el PLD, a la vez que fueronfundados por el mismo lder poltico, Juan Bosch, no slohan logrado sobrepasar como partidos mayoritarios la

    muerte de su fundador, sino que surgieron como organizacio-nes polticas liberales, de centro-izquierda, con el proyecto,

    9 Cfr.,Los partidos polticos, (vigsima reimpresin), Mxico, Fondo de CulturaEconmica, 2006.

    10 Cfr., Partidos y sistemas de partidos, (2 reimpresin), Madrid, Alianza Edito-

    rial, 2009

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    13/600

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    14/600

    JUANBOSCHXVI

    dado lugar a que surjan otros. Los partidos nacen, se desarro-

    llan y tienden a morir, algunas veces, lentamente, otras, demanera ms o menos abrupta, por diferentes motivos, a me-nos que no se actualicen, que surjan nuevos liderazgos, que semodernicen, y ms que nada que alcancen una institucionali-dad que les permita desarrollar sus mecanismos de interac-cin interna, de manera fluida y, democrticamente, respe-tando las reglas de juego establecidas. Son muy pocos los que,como el Partido Colorado y el Partido Nacional, han logradoalcanzar una vida tan longeva, apegados a la institucionalidad,al margen de que al interior de ellos mismos se hayan produci-do escisiones, por pugnas internas de corrientes con posicionesdiferentes que en ocasiones han afectado a dichos partidos.

    Estructura de la obraEste volumen XXVIIIrecoge 31 textos, que abarcan un largoperodo histrico, de veintitrs aos 1967 a 1990, suma-mente complejo, tanto a nivel internacional como nacional;perodo que incluye los ltimos seis aos de liderazgo de Boschen el PRD, su ruptura con ste, y la fundacin y desarrollo del

    PLD, durante diecisiete aos, hasta convertirse en una verda-dera opcin de poder, capaz de romper el bipartidismo quehasta ese momento se haba desarrollado en el sistema domi-nicano de partidos, entre el PRSC11y el PRD, para iniciarseuno nuevo, donde el bipartidismo sera reemplazado por esteltimo y el PLD; o en todo caso se inaugurara un sistema

    pluripartidista, algo que abordaremos ms adelante; perodoque, en lo internacional, abarca desde los aos ms difciles dela Guerra Fra, hasta la antesala, o ms bien la coyuntura de la

    11 Me refiero al Partido Reformista Social Cristiano, siglas que adopt despusde la fusin en 1985 con el Partido Revolucionario Social Cristiano, en busca

    de consolidar una doctrina poltica, la socialcristiana.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    15/600

    OBRASCOMPLETAS XVII

    culminacin de esta ltima. De ah que se pueda observar un

    significativo cambio en el discurso poltico de Juan Bosch, ydel partido en s, de finales de la dcada de 1960 y principiosde 1970, con el empleado a finales de 1980 y principios de1990, cuando no slo el PLDera una verdadera opcin depoder poltico sino que se vislumbraban los cambios interna-cionales que se estaban produciendo a raz de la cada delmuro de Berln, en noviembre de 1989, y la desintegracinde la URSS, en diciembre de 1991.

    Tras una detenida revisin sobre el contenido temticode los diferentes trabajos que componen el presente volu-men que cubren un amplio abanico temporal y un amplioespectro temtico, hemos considerado pertinente tomar tresejes articuladores, con fines analticos, los que a su vez se en-

    cuentran referidos al pensamiento de Juan Bosch, en una pers-pectiva interdisciplinaria:

    a) El partido poltico, como obra a la que Bosch dedic se-senta y dos aos, prcticamente toda su vida, de sus noventa ydos aos de existencia, lo que dio como resultado la fundacin delas dos organizaciones polticas ms importantes del pas PRD

    (1939) y el PLD(1973), al grado de que en 2012, slo alre-dedor de ellos, se puede entender la existencia de un sistemadominicano de partidos polticos, caso nico en Amrica Lati-na y el Caribe, viniendo ambos de un mismo lder poltico;

    b) La justicia y la legalidad, como parte esencial del que-hacer humano, que en el caso de Bosch, constituyeron un

    arma de lucha por la democracia y la defensa de la soberananacional, a partir de diferentes modalidades e instancias, aunen las ms difciles coyunturas polticas que le toc vivir a esteincansable poltico y pensador dominicano;

    c) El enfoque internacionalista, que le permitira compren-der los problemas polticos, tanto los de la democracia, como

    los de los partidos, en una ms amplia dimensin, herramienta

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    16/600

    JUANBOSCHXVIII

    de trabajo que si bien fue imprescindible en el marco de la

    Guerra Fra, hoy da, en el mundo de la globalizacin difcil-mente un poltico puede trabajar sin recurrir a ella. Ya a prin-cipios de 1967, cuando todava no se conoca la obra deMcLuhan, Guerra y paz en la aldea global, Bosch se nos adelan-ta con el concepto de aldea global tan en boga en estosltimos aos, en un polmico y premonitorio artculo so-bre la Revolucin Cultural China, y sus posibles implicacionespara nuestra Amrica, y muy particularmente para Repbli-ca Dominicana, como veremos ms adelante.

    Sistema de partidos polticos en Repblica Dominicana

    El sistema de partidos polticos que se ha ido construyendoen la Repblica Dominicana en los ltimos aos, es un caso

    nico, sin precedente en Amrica Latina y el Caribe, en cuan-to a una serie de singularidades se refiere, pero fundamental-mente por la primera caracterstica. Porque, como hemos plan-teado, los dos principales partidos PRDy PLD que se hanestado alternando en el poder desde 1996, y por lo tantointeractuando permanentemente entre s y con el sistema po-

    ltico, que es el republicano y democrtico; partidos que ac-tualmente concentran ms del 90 por ciento de las preferen-cias electorales del pas, fueron fundados por el mismo lderpoltico, Juan Bosch; hecho que se produce en dos coyuntu-ras polticas nacionales e internacionales diferentes, lasque debemos de tomar en consideracin en cuanto al anlisis

    de los orgenes de todo partido poltico; partidos con organi-zacin, doctrinas y objetivos distintos; e incluso organizacio-nes que tienen diferentes modalidades en sus interaccionesintrapartido, como resultado de la distinta estructura que cadauno de ellos tiene. Antes de continuar debemos aclarar que,aunque hagamos un breve recuento de los antecedentes his-

    tricos de los partidos polticos en Repblica Dominicana,

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    17/600

    OBRASCOMPLETAS XIX

    nos interesa centrarnos en estas ltimas dcadas, y muy parti-

    cularmente en los aos ms recientes, que es cuando el PLDyel PRDhan pasado a tener hegemona, como partidos mayori-tarios. Sabemos que el sistema de partidos dominicano, nisiquiera en la actualidad, se reduce a estos dos, que existenotras organizaciones, muy diversas, aunque todas minorita-rias, que no logran alcanzar, en ocasiones ni siquiera peque-as cuotas de poder, y que incluso despus de las eleccionespierden su reconocimiento por no haber logrado el mnimode votacin establecido por la Junta Central Electoral; y mu-chos de ellos, la gran mayora, si continan en el escenariopoltico, lo hacen porque antes de las elecciones realizan alianzascon los partidos mayoritarios; adems, algunas de esas peque-as organizaciones surgen y se mantienen activas no slo en

    base al clientelismo, al patrimonialismo, sino justamente paraque sus dirigentes hagan arreglos y negocios, en trminos deexoneraciones y una serie de prebendas que les asigna el siste-ma, tal y como est establecido institucionalmente. Para mu-chos, se ha convertido en un modus vivendi. Sus dirigentesactan en las antpodas de lo que nuestro autor se haba plan-

    teado, como principio tico: Yo no concibo la poltica alservicio del estmago, escriba Bosch a Trujillo en febrero de1938, sino al de un alto ideal de humanidad.

    Sin embargo, en realidad, los partidos mayoritarios se venen la necesidad de tener que desarrollar mecanismos deinteraccin, o al menos incluir en su interaccin interpartidos,

    a esas pequeas organizaciones polticas, al menos con fineselectorales, tratando de atraerlas como aliados, o en caso con-trario saber que las tendrn como fieros opositores. Por lotanto, entendemos y sabemos que el sistema de partidos pol-ticos no se reduce, y no se puede reducir a los dos partidosmayoritarios, aunque sean estos los que controlen la bancada

    de las cmaras de Diputados y Senadores, lo mismo que el

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    18/600

    JUANBOSCHXX

    nmero de alcaldes y regidores existentes en el pas. En snte-

    sis, a pesar de que hoy da las dos organizaciones polticasmayoritarias capten ms del 90% del electorado nacional, esnecesario incorporar a esos pequeos partidos; ms bien ha-bra que preguntarse si no ser necesario hacer modificacionesen el sistema electoral dominicano de manera tal que las mi-noras tengan representacin en los organismos de decisindel Estado, an slo sea con una muy pequea cuota de po-der, la que podra irse ampliando en funcin de la capacidad yhabilidad poltica que demuestren dichas organizaciones, desdelos rganos del poder. Y no me refiero a las habilidades dehacer negociaciones con los sectores de poder fctico, o conlas organizaciones polticas mayoritarias, sino ms bien sir-viendo como expresin de las demandas que puedan hacer

    sectores sociales minoritarios que no se sienten representadoso identificados con los grandes partidos mayoritarios.

    Retomemos pues nuestro planteamiento sobre los orge-nes de nuestros partidos. Ciertamente, cuando Juan Boschfunda en 1939 el PRD, junto a otros exiliados dominicanos enCuba, en realidad estaba creando la primera organizacin

    poltica nacional moderna con anterioridad slo habanexistidofacciones, como las define Giovanni Sartori12, y lo ana-liza Jacqueline Jimnez Polanco13 que slo tendra oportu-nidad de establecerse en el pas en julio de 1961, veintidsaos despus, tras la muerte del dictador Rafael LeonidasTrujillo. Sin embargo, Repblica Dominicana tendra que

    esperar 34 aos ms para poder conocer un segundo partidopoltico moderno, el PLD, en diciembre de 1973.

    12 Cfr., SARTORI, Giovanni,Partidos y sistemas de partidos, Madrid, Alianza Edito-rial, 2009.

    13 Cfr., JIMNEZPOLANCO, Jacqueline,Los partidos polticos en la Repblica Dominica-na. Actividad electoral y desarrollo organizativo, Santo Domingo, Editora Cente-

    nario, 1999.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    19/600

    OBRASCOMPLETAS XXI

    La segunda particularidad del sistema dominicano de par-

    tidos polticos, es que ambas organizaciones, aunque con doc-trinas y objetivos distintos en su fundacin, como acabamosde sealar, surgen como liberales, propugnando por el cam-bio social; sin caudillismo, aunque s con liderazgo carismticofuerte, que logran continuar como organizaciones slidas, quehan sobrepasado la desaparicin fsica de su lder fundador.

    La tercera singularidad, y que no deja de ser menos impor-tante, es que todava el pas est en espera de que los sectoresconservadores, de derecha si es que an existe necesidad deello, si el tiempo y las condiciones polticas nacionales lo de-mandan, funden un verdadero partido poltico moderno,en cuanto a organizacin y doctrina se refiere. No es que nohayan existido partidos polticos conservadores, de derecha,

    en Repblica Dominicana. No. Desde el primer intento detransicin o ms bien construccin a la democracia, araz de la cada de la dictadura de Trujillo, fueron creadosdiversos partidos polticos, en su mayora pequeas agrupa-ciones, que no llegaron a constituirse en verdaderas opcionespolticas de poder llamadas a desaparecer muy rpidamen-

    te; partidos que ni siquiera lograron una pequea cuota depoder, o si la alcanzaron la perdieron de inmediato14.

    En 1939, cuando se fund el PRD, en Repblica Domini-cana ya exista el Partido Dominicano (PD), creado por Trujilloen 1931, pero esa organizacin conservadora no cumpla conlos requisitos establecidos por las ciencias polticas, para ser

    reconocido como un partido moderno; adems, cuando Trujillofue ajusticiado en 1961, se lo llev con l a la tumba, no obs-tante que haba dejado una serie de edificaciones portentosas a

    14 En las elecciones de 1962, fuera del PRD y UCN, que eran los dos grandespartidos mayoritarios en ese momento, slo el Partido Nacionalista Republi-cano Democrtico obtuvo un senador y dos diputados; y el Partido Revolucio-

    nario Social Cristiano, PRSC, un diputado.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    20/600

    JUANBOSCHXXII

    lo largo de todo el territorio nacional, como no lo ha logrado

    ningn otro partido; edificios que por la solidez de su arqui-tectura, propia de los regmenes fascistas, todava se conser-van, aunque dedicados a otras funciones; el local de lo quefuera el PDde Santo Domingo, por ejemplo, que hasta haceunos aos fue la sede del Conservatorio Nacional de Msica,actualmente es la sede del Ministerio de Cultura. Infraestruc-tura fsica, como smbolo de poder, que en el fondo pretendaocultar la ausencia de una verdadera infraestructura poltica,en trminos organizativos, que le permitiera una interaccininterna, como la tiene todo partido poltico.

    Por lo tanto, cuando el PRD, como partido liberal, pisaterritorio nacional, en julio de 1961, no encuentra al PDcomopartido rival, con el cual sostener una interaccin y competir,

    como parte de un sistema de partidos, que todava en esafecha estaba en un proceso de construccin muy incipiente.El PRDtendra que desarrollar sus interacciones, y competircon la Unin Cvica Nacional (UCN), una nueva organizacinque primero surge como una agrupacin patritica y apolti-ca, a raz de la muerte de Trujillo, hasta que en junio de 1962

    se establece como partido poltico, bajo el liderazgo del Dr.Viriato Fiallo, en representacin de los intereses de la oligar-qua. Sera con esa organizacin conservadora, que se presen-taba en el escenario poltico dominicano con la aureola deestar conformada por dirigentes antitrujillistas, que habanpermanecido en el pas, sobreviviendo a la persecucin y las

    crceles, como lo fue el caso del Dr. Fiallo, con el que el PRDtendra que contender en los comicios generales, para optarpor la presidencia de la Repblica en diciembre de 1962.Poco tiempo despus, tras su derrota electoral, dicha organi-zacin tambin desaparecera del escenario poltico domini-cano; Viriato Fiallo renuncia en 1964 a la UCN, y diecinueve

    aos despus muere en el ms absoluto anonimato. Hoy da,

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    21/600

    OBRASCOMPLETAS XXIII

    como mucho, apenas se recordar de l sus emblemticas con-

    signas de campaa electoral, con las que moviliz a sus segui-dores: Basta ya, Dr. Balaguer! que era una especie dedemanda antitrujillista y, No pasarn!, con la que serefera a que las grandes masas, los sectores populares, no pa-saran, para llegar al poder, como se lo propona el profesor

    Juan Bosch, a travs del PRD.De manera tal que el PRDtendra que esperar para tener

    un nuevo partido conservador con el cual contender, y msque nada desarrollar mecanismos de interaccin; ste sera elPartido Reformista (PR), fundado por Joaqun Balaguer en1964 en Estados Unidos cuando se encontraba en el exilio.De modo que la segunda contienda por la presidencia de laRepblica, en 1966 con el pas ocupado militarmente

    se celebrara entre el PRDy el PR. El Partido Reformista serael de ms larga data, aunque en rigor, su importancia se man-tuvo desde 1966 hasta el 2000, ltima vez que contendicomo una opcin de poder, para luego perder importancia,tras la muerte de Joaqun Balaguer, su fundador, en 2002.

    Pero detengmonos un poco ms en el Partido Reformista

    y en el Dr. Joaqun Balaguer, ya que fue con ste con el que elPRDtuvo que sostener interacciones, primero de 1965 a 1973,bajo el liderazgo de Juan Bosch; y luego, a partir de 1973,bajo el liderazgo del Dr. Jos Francisco Pea Gmez, hasta lamuerte de ste, en 1998; pero desde 1973, en rigor el Parti-do Reformista tendra que sostener interacciones no slo con

    el PRD, sino tambin con el PLD, bajo el liderazgo de JuanBosch. Es decir, que a Juan Bosch le tocara estar contendien-do desde la oposicin, durante un largo perodo, treinta y tresaos, desde 1963, en que fue derrocado militarmente, a 1996,en que el PLDllega a la presidencia por primera vez, con elDr. Leonel Fernndez. Exactamente un tercio de siglo en la

    oposicin, sin contar los 23 que estuvo en el exilio

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    22/600

    JUANBOSCHXXIV

    antitrujillista, pues de sumar estos aos, haramos un total de

    cincuenta y seis aos, poco ms de medio siglo. Y apenassiete meses en el gobierno.Pues bien, si esos fueron los aos que Bosch estuvo en la

    oposicin, en cambio con Balaguer nos encontramos justo enla antpoda, pues slo estuvo, en su carrera poltica, 17 aosen la oposicin, aunque despus de su salida de la Presidenciaen 1996 mantuvo una importante cuota de poder; Balaguerse pas nada menos que cincuenta y tres aos en el poder (los31 de la dictadura de Trujillo, en la que lleg a ocupar cargostan importantes como el de Vicepresidente y Presidente de laRepblica, y despus veintids como presidente, 1966-1978y 1986-1996), y en la oposicin, apenas tres aos y medio, deenero de 1962, en que fue derrocado por un movimiento

    popular, y se march al exilio, hasta mediados de 1966, enque vuelve a la Presidencia, despus de las elecciones de esemismo ao.

    Tenemos entonces que mientras el PRD, desde su funda-cin en 1939, tuvo que esperar veinticuatro aos para llegaral poder, el cual slo ejercera durante siete meses; el Partido

    Reformista, en cambio, fundado en 1964, slo tuvo que es-perar dos aos y dos meses para llegar al poder, en junio de1966, y lo ejercera durante veinte y dos aos.

    Pasemos a ver, entonces, la interaccin entre el PRy elPRD, en sus primeros aos, como partidos mayoritarios. Cuan-do se desarrolla la campaa electoral de 1966, Repblica

    Dominicana estaba ocupada militarmente por las tropas esta-dounidenses, que haban desembarcado el 28 de abril de 1965,como es bien conocido, para impedir el retorno de Bosch a laPresidencia. Es en esas condiciones que el Dr. Balaguer retornaa Santo Domingo, amparado, en trminos polticos, por el Par-tido Reformista, que haca justamente un ao que haba sido

    reconocido por la Junta Central Electoral. En ese contexto, en

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    23/600

    OBRASCOMPLETAS XXV

    1966, cuando se desarrolla la campaa electoral, mientras los

    seguidores del PRDeran perseguidos, encarcelados, tortura-dos y asesinados por las fuerzas de ocupacin, y Bosch nopoda salir de su casa a realizar libremente su campaa electo-ral, el Dr. Balaguer contaba con el apoyo de los poderes fcticosnacionales, las Fuerzas Armadas, la Iglesia Catlica, la oligar-qua dominicana, y el poder del imperio hegemnico delNorte. Eran esos emisarios del presidente Lyndon B. Johnson,a los que hace referencia Juan Bosch, cuando seala que elpresidente Ral Leoni de Venezuela, le haba enviado unmensaje, para hacerle saber que el presidente Johnson mandun general a decirle que no aceptara de ninguna maneraque yo [Bosch] fuera electo presidente de la Repblica Domini-cana15; y que al parecer, segn se haba denunciado, se tena

    conocimiento de los nombres de los oficiales norteamericanosque recorrieron los cuarteles del pas para indicarles a los milita-res dominicanos como tenan que actuar a fin de asegurar lavictoria electoral del doctor Balaguer (p.23).

    Esto ocurra antes de que Balaguer asumiera a la Presiden-cia, y despus que lo hizo, la maquinaria militar seguira ope-

    rando en contra de los simpatizantes, dirigentes perredestas,y de Juan Bosch. El listado que Bosch reclama a Balaguer,que debi de haber ledo en su informe, era una lista de losdominicanos muertos, heridos, golpeados o vejados durante(p.15) el 1968, pues se era el lenguaje que empleaba el gobier-no del Partido Reformista para interrelacionarse con el PRD. Y

    ese lenguaje era mucho ms grave, como lo denuncia Bosch,pues implicaba, pblicamente, a las ms altas institucionesmilitares, en acciones contra el PRD, y contra Bosch. En ese

    15 BOSCH, Juan, Obras completas, T. XXVIII, Santo Domingo, Ediciones de laComisin Permanente de Efemrides Patrias, 2012, p.22. En lo adelante,todas las citas a las que se hace referencia slo a travs del nmero de la

    pgina, corresponden a esta edicin.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    24/600

    JUANBOSCHXXVI

    ao, por elevada disposicin del Secretario de Estado de las

    Fuerzas Armadas, una delegacin de altos oficiales visit losrecintos militares, navales, areos y policiales radicados en laciudad, para explicarles la actitud asumida recientementepor el mximo dirigente del Partido Revolucionario Domi-nicano Juan Bosch, de visitar a Rusia, Checoslovaquia y otrospases de la Cortina de Hierro, con la finalidad de hacer unpacto con los comunistas para implantar en nuestro pas unadictadura con apoyo popular, igual a la que mantiene FidelCastro en Cuba, quien destruy las Fuerzas Armadas de aquellaNacin. Unos das despus, el 6 de marzo, el Bloque Parla-mentario del Partido Revolucionario Dominicano emplazformalmente al Secretario de Estado de las Fuerzas Armadasa que ofrezca las pruebas en que apoya su acusacin (p.16).

    Al respecto debemos sealar lo siguiente. En vez de in-volucrar y apoyarse en la dirigencia del Partido Reformistapara debatir el contenido de la tesis poltica que no eranada oculto, y mucho menos una confabulacin elabora-da por el mximo lder del partido de oposicin, Balaguerinvolucra a las Fuerzas Armadas y a la Polica Nacional,

    como si se tratara de un acto subversivo armado, de unadeclaracin de guerra, y obliga al PRD, a tener que desarrollaruna interaccin con dicho instituto castrense. Lo que nos llevaa considerar que el PRestaba actuando como un partido deEstado, y las Fuerzas Armadas, como un soporte armado delPartido Reformista. Es decir, se estaba produciendo una inver-

    sin de funciones, donde el partido de oposicin no encontrabalos interlocutores vlidos, pertinentes y adecuados, que demandatodo sistema democrtico. Para qu, entonces el Partido Re-formista, si los problemas que deban ventilarse a travs de di-cha organizacin, eran delegados a las Fuerzas Armadas? Espor ello que sostenemos que los sectores conservadores del pas

    han sido incapaces de fundar un partido poltico moderno que,

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    25/600

    OBRASCOMPLETAS XXVII

    de haber existido, hubiera tenido un instituto o centro de estu-

    dios y capacitacin, para formar militantes suficientemente pre-parados para debatir, por ejemplo, la referida tesis poltica de laDictadura con respaldo popular, o designar una delegacin delComit Ejecutivo, con las facultades necesarias para analizar ydebatir las propuestas de dicha tesis, con sus pares del PRD, ocon quien designara su autor, Juan Bosch. Pero nuestro plan-teamiento de que los sectores conservadores no han logradofundar un partido moderno no lo hacemos nicamente poresto ltimo, por su debilidad en la organizacin, y carencia deuna verdadera doctrina poltica, que es lo que explicara quetuvieran que transferir a las Fuerzas Armadas unas actividadesque eran enteramente de carcter poltico, sino por susimplicaciones, al momento de tener que desarrollar mecanis-

    mos de interaccin con otros partidos polticos; y porque, ade-ms, el Partido Reformista careca de la estructura y organiza-cin para desarrollar mecanismos de interaccin al interior de lamisma organizacin, por ser un partido caudillista, que depen-da, o ms bien se encontrada atado a lo que dijera su mximolder, el Dr. Joaqun Balaguer16.

    En este proceso de interaccin del PRDcon el Partido Re-formista, particularmente alrededor de los procesos electora-les, si nos atenemos a las denuncias formuladas por Bosch,tendramos que aceptar que al Dr. Joaqun Balaguer su parti-do le haca poca falta para ganar unas elecciones, pues en to-das recurri, segn las pruebas que deca tener Bosch, al frau-

    de. Con el pas ocupado militarmente por Estados Unidos,

    16 El reformista slo obedece directrices de Joaqun Balaguer; hasta que Joa-qun Balaguer no se pronuncia sobre un hecho o sobre un acontecimiento, lagente no disiente de lo que dicen los ejecutivos del partido pero no acatan,Cfr., AGOSTO, Gabriela, y CUETOVILLAMN, Francisco,Los partidos por dentro.Estructura y funcionamiento del PRD, PRSC y PLD. 1978-2002, Santo Domin-

    go, Centro de Estudios Sociales Juan Montalvo S.J., 2002, p.101.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    26/600

    JUANBOSCHXXVIII

    el fraude de 1966 no se hizo nicamente a base de cambio

    de urnas, en esa ocasin se usaron la compra de votos, losnombres falsos y el terror. El fraude con nombres falsos des-cans sobre todo en el voto de las mujeres, que fueron auto-rizadas a votar sin cdula a peticin del Dr. Balaguer; yobserven que digo el Dr. Balaguer, no el Partido Reformis-ta ni su presidente, que lo era entonces el licenciado Augus-to Lora (p.34); y en las de 1974, porque se cre un tipo defraude nuevo, el del carnet electoral sin datos personales ysin fotografa que permitiera identificar al votante, y para di-simular el engao ese carnet fue llamado Certificado de Ins-cripcin Electoral (p.35), lo que lleva a Bosch a sealar que,bajo ese procedimiento, Balaguer aspiraba a sostenerse en elpoder el resto de su vida celebrando mascaradas electorales cada

    cuatro aos (p. 34). Algo que pudo haberse hecho realidad, deno haber sido por los cambios internacionales que se produje-ron a raz de la cada del muro de Berln y la desintegracin dela Unin Sovitica, para poner fin a la Guerra Fra, algo queBalaguer no entendi, y quiso continuar con sus prcticas deirregularidades. Y decimos que, efectivamente, estuvo a pun-

    to de conseguir sostenerse en el poder por el resto de su vida,pues fue en 1996 donde cay en su propia trampa, como soste-nemos ms adelante, en que perdi el poder, y apenas seis aosdespus falleci; fueron estos ltimos aos de su vida, los pocosque pas fuera del poder.

    De todas maneras, en El matadero electoral dominicano, el

    lder del PLDllega a predecir algo que ocurrira cuatro aos des-pus: Para 1978, si el Pueblo est dispuesto a luchar bajo unadireccin capaz, el matadero electoral de nuestro pas estar enquiebra, con las puertas en el suelo y el piso lleno de yerba(p.38). En lo que Bosch acert, pues en 1978, las elecciones enlas que por primera vez participa el PRDdespus de las de 1966,

    Balaguer tuvo que reconocer su derrota electoral.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    27/600

    OBRASCOMPLETAS XXIX

    Llegado a este punto, cabe plantear una reflexin. Si una

    organizacin poltica, dentro de un sistema de partidos sepropone llegar a la presidencia y legitimarse en el poder, uti-lizando otros recursos e instrumentos, como sucedi en laselecciones de 1978 cuando las Fuerzas Armadas y la PolicaNacional hicieron labor de patrullaje, en plena campaa elec-toral, portando un pauelo colorado, color distintivo delPartido Reformista, y lo llevaban no slo en el cuello, sinoadems, adosado al fusil; si adems de las prcticas fraudulen-tas denunciadas por Bosch, se agregan los procedimientos delclientelismo y las prcticas ms descarnadas del neopatrimo-nialismo, como lo sustenta Hartlyn17, sobre el sistema polti-co dominicano, uno podra estar tentado a preguntarse paraqu fundar un partido poltico moderno, si de todas maneras

    eso no es necesario para llegar y mantenerse en el poder? Quizsla respuesta a esta interrogante sea el punto de partida parapoder explicarnos el porqu los sectores conservadores, hastaahora, no han fundado un partido poltico moderno. A loque acabamos de sostener, debemos agregar la siguiente re-flexin para reforzar nuestro planteamiento de la falta de ca-

    pacidad de los sectores conservadores dominicanos de confor-mar un partido de derecha moderno. A mediados de la dcadade 1960, la UCN, adversaria poltica del trujillismo y porlo tanto de Balaguer, despus de la fundacin del PartidoReformista y de haberse producido la ocupacin militar esta-dounidense de 1965, olvidaron sus diferencias y cerraron filas

    junto a Balaguer y su partido. Como si las manecillas del relojhubieran retrocedidos en el tiempo, esa confluencia de truji-llistas y cvicos (como se denominaban los seguidores de UCN)en el Partido Reformista, fue como si se hubiera producido

    17 Cfr., HARTLYN, Jonathan,La lucha por la democracia poltica en la Repblica Domi-

    nicana, Santo Domingo, FUNGLODE, 2008.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    28/600

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    29/600

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    30/600

    JUANBOSCHXXXII

    mecanismos desde los que dicha organizacin poltica pue-

    de establecer interacciones, a escala de microsistema, es de-cir, a nivel intrapartido. Lo cual nos permitira una mejorcomparacin con el PRD, que tiene estructura y organiza-cin muy distintas a las de este ltimo. Adems, como po-dr observarse, no slo en los textos del presente volumen,sino tambin en otros, como El PLD. Un partido nuevo en

    Amrica, el PLDse va construyendo, permanentemente, te-niendo al PRDcomo su referente, del cual pretende distan-ciarse, todo lo ms posible, en trminos identitarios. El se-gundo tpico que tampoco podremos abordar como noshubiera gustado, es el referente al cambio de discurso pol-tico que se produce en Bosch, en relacin a su participacinen los procesos electorales, as como a la democracia, como

    sistema de gobierno; algo que podremos apreciar en sus con-ferencias en la Cmara Americana de Comercio, en 1986 y1990, donde ya el PLDflexibiliza una serie de planteamien-tos, con miras a participar en los comicios de esos aos. Elcontraste es mucho mayor si hacemos la comparacin consus discursos de 1969, Trujijohnson, Prez y Balaguer, y

    los de 1974 en El matadero electoral dominicano y Peaen el despeadero. Cuando hablamos de que se produceuna flexibilizacin en el discurso de Juan Bosch, a lo queapuntamos es a sostener que el Partido pasa de una posicinantisistema, de principios de la dcada de 1970 y en el casode Bosch, desde la segunda parte de la dcada de 1960, a

    una que se inserta dentro del sistema, como opcin polticade poder, dispuesto a llegar nuevamente a la Presidencia dela Repblica, algo que al parecer hubiera podido lograr enlas elecciones de 1990, hecho sobre lo cual no hay ningunacertidumbre, justamente por lo que se ha sostenido sobrelas irregularidades electorales en las que particip el Dr. Joa-

    qun Balaguer.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    31/600

    OBRASCOMPLETAS XXXIII

    Justicia y legalidad

    El apego y la defensa de la justicia y la legalidad siempreconstituyeron un arma de lucha en los trabajos del partido,de la democracia y de la soberana nacional, a partir de dife-rentes modalidades e instancias, aun en las ms difciles co-yunturas polticas que le toc vivir al autor de La Maosa.Dicho apego a la justicia y la legalidad, a su vez siempre estu-vo estrechamente relacionado con el concepto y manejo de laverdad; de no mentir sobre los hechos histricos o contempo-rneos, polticos, sociales, econmicos o militares.

    Apenas sala de la adolescencia, se inicia la dictadura deRafael Leonidas Trujillo, hecho que cambiara el curso de suvida, como ocurri con todos los dominicanos, tanto los quepermanecieron en el pas como aquellos que lograron salir al

    exilio, en busca de la libertad. Pero a Bosch tal acontecimien-to le impactara de una manera muy especial, en primer lu-gar, porque apenas estaba saliendo de la adolescencia, mo-mento en que todo joven comienza a disear su proyecto devida, y la dictadura, violatoria de por s de toda legalidad ycausante de las ms atroces injusticias, se le antepone como

    una enorme barrera que le impide precisamente delinear yconstruir su proyecto de vida en el marco de las libertadesque todo ser humano, pero l ms que muchos, demandaba;y en segundo lugar, pues durante su infancia y adolescenciase haba ido desarrollando, a partir de las propias condicionesde su existencia, una aferrada sensibilidad y vocacin por la

    justicia y la legalidad, que en un primer momento encontra-ran a la literatura como canal de expresin; nos referimos alas obras de los clsicos que lea, as como a los cuentos queescriba desde nio.

    Sensibilidad y vocacin que, en gran medida, haban sidoforjadas por la socializacin primaria que haba recibido en el

    seno de su familia, y ms tarde consolidada por la escuela

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    32/600

    JUANBOSCHXXXIV

    hostosiana, donde realiza sus estudios de educacin bsica,

    en su ciudad natal de La Vega. Por estos motivos, durantelos ocho aos de dictadura que le toc vivir y que conmucha lucidez haba pronosticado un ao antes19, per-maneci en una constante tensin que lo llevaron a tomar ladeterminacin de abandonar el pas, sabiendo que lo hacapara no volver en muchos aos, porque considero que laactual situacin dominicana ser de trmino largo y porques que fuera de un cargo pblico yo no tendra ahora mediosde vida en mi pas, y no podra estar en un cargo pblicoabstenindome de hacer poltica20. Pero la situacin erams compleja, como explica con anterioridad el mismo Boschen la referida carta: Yo no concibo la poltica al servicio delestmago, si no al de un alto ideal de humanidad. Empea-

    do en no crearle a los mos una situacin amarga, y en inte-rs de adaptarme a la realidad de mi pas, yo hice esfuerzoscon mi mayor buena fe y, nuevo Galileo, me somet variasveces a las exigencias del momento. Pero esos sometimientosno hacan si no crear en m un estado de nimo peligrosopara el porvenir de mi familia y, desde luego, para el mo.

    Destrua mi carrera y perda a mis propios ojos el respetoque yo mismo me deba. Saba, adems, que mientras vivie-ra en la Repblica Dominicana no poda evitar eso, porquetratar de hacerlo era ser enlistado como enemigo, y yo s porexperiencia personal adnde conduce tal designacin. Deah que haya salido de mi pas21.

    19 Cfr., BOSCH, Juan, Los dos caminos de la hora, El Mundo, Santo Domingo, 16de septiembre de 1929, p.1 / p.2.

    20 Cfr., Carta enviada desde Puerto Rico por Bosch a Trujillo, el 27 de febrero de1938, Cfr., PIA- CONTRERAS, Guillermo,Juan Bosch. Imagen, trayectoria y escri-tura, Tomo I, Comisin Permanente de la Feria del Libro, Santo Domingo,2000, p.45.

    21

    Ibid.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    33/600

    OBRASCOMPLETAS XXXV

    En efecto, el dilema era quedarse y ser un colaborador ms

    de la dictadura, como lo hicieron muchos, verbigracia Balaguer,o emigrar a otras tierras, en busca de la libertad que requera. Yemigr, declarndose exiliado, porque no le quedaba otra op-cin, dentro de las condiciones socio-polticas reinante en Re-pblica Dominicana, pues no obstante haberse dedicado a laliteratura, ello no fue impedimento para ir a parar a la crcel, lomismo que tener que ocupar un cargo pblico e involucrarseen la poltica. Por lo tanto, el joven Bosch se enfrentaba ante ladisyuntiva: injusticia e ilegalidad versusjusticia y legalidad. Y,lgicamente, opt por esta ltima. Pero esta opcin apenas leabra las puertas para, desde el exilio, combatir y crear las con-diciones que permitieran que esa justicia y esa legalidad se hi-cieran realidad en Repblica Dominicana. Lo contrario hubie-

    ra sido darle a su determinacin un carcter de satisfaccin yprovecho individual, es decir, egosta, el que no tena cabidadentro de su vocacin humanista. Y para alcanzar sus objeti-vos, tena que trabajar en varios frentes. En primer lugar, pre-pararse intelectual y polticamente, tarea que emprendi desdeel mismo momento en que conoci la obra de Eugenio Mara

    de Hostos, a su llegada a Puerto Rico, en 1938, y que amplia-ra durante su estancia en Cuba, a partir de 1939.

    En segundo lugar, tena que estudiar en profundidad lahistoria dominicana, as como darle seguimiento a la coyun-tura de dicha sociedad, sobre todo a partir de los cambiospolticos, pero tambin econmicos y sociales, entre otros

    muchos, que se estaban produciendo con la dictadura deTrujillo, tarea que tambin desarroll a cabalidad. En tercerlugar, tena que construir el partido poltico que resultaraser el PRD que le permitiera organizar al exilio antitrujillista,disperso en varios pases de la regin, a la vez que denunciar ala dictadura, y conseguir el apoyo de los principales lderes y

    gobiernos democrticos, para lograr su objetivo principal, el

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    34/600

    JUANBOSCHXXXVI

    derrocamiento de la dictadura de Trujillo y la instauracin de

    un sistema democrtico en Repblica Dominicana, dondeprimara la justicia, la legalidad y, por supuesto, la libertad.Actividades que tambin desarroll ampliamente, aunque lamisma le implicara conocer nuevamente la crcel y el exilioel exilio dentro del exilio, pues en 1952 tuvo que asilarseen la Embajada de Costa Rica en Cuba, y posteriormentehacer lo mismo en la Embajada de Venezuela en la patria deMart; refugiarse en Bolivia y en Chile, pases en los que vivien los aos de 1954 y 1955.

    El gran reto, desde nuestra perspectiva, consista en com-batir a un tirano como lo era Trujillo, recurriendo nicamen-te a la poltica, en su ms alta expresin, as como a la diplo-macia; es decir, condicionar la lucha y limitarla a la legalidad,

    cuando en cambio el tirano violaba todos los principios jurdi-cos, nacionales e internacionales, por medio de la corrupcin, elsoborno y el crimen, y contaba, adems, con poderosos aliados,incluyendo a Estados Unidos, sobre todo desde mediados dela dcada de 1940, a partir del inicio de la Guerra Fra;desde ese momento, todos los opositores a la dictadura pasa-

    ron a ser acusados de comunistas, hecho que le daba im-punidad a Trujillo con sus adversarios para perseguirlos, en-carcelarlos, secuestrarlos, torturarlos y asesinarlos; peligro delque no se encontraban a salvo ni siquiera los que se hallabanen el exilio. Acciones que, por lo dems, correspondan almodelo diseado por la denominada Doctrina Truman, que

    era la que haba dado inicio a la Guerra Fra en 1947. Dadalas particularidades del poderoso enemigo al que haba queenfrentar, Bosch opt por privilegiar la lucha poltica y diplo-mtica, es decir, la legalidad; en otras palabras, las armas dela crtica, y si las mismas no eran suficientes, combinar dichalucha, segn lo permitieran las circunstancias y condiciones,

    con la va armada, es decir, la crtica de las armas.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    35/600

    OBRASCOMPLETAS XXXVII

    Por esta razn, una de las tareas prioritarias de Bosch fue

    analizar y demostrar que las tiranas, y muy particularmentela de Trujillo, se manejaban como una ficcin legal que notenan nada que ver con la realidad. Que haba una vidaen el papel y otra en los hechos22; que celebraban elecciones,y que hacan gala de una Constitucin para legitimarse en elpoder. Eso fue lo que hizo Bosch en su obraPker de espanto enel Caribe(1955), y posteriormente en Trujillo, causas de unatirana sin ejemplo(1959),Pker de espanto en el Caribeconstitu-ye en realidad un verdadero juicio muy parecido, aunquesiguiendo procedimientos y con objetivos opuestos al deJu-das Iscariote, el calumniado a los cuatro dictadores ms im-portantes de mediados de la dcada de 1950 en la regin delCaribe: Trujillo, Somoza, Prez Jimnez y Batista. Sentndo-

    los en el banquillo de los acusados, analiza y compara el histo-rial delictivo de cada uno de ellos; haciendo hincapi en suproclividad al crimen, y la manera en que recurran a la lega-lidad como una ficcin, para encubrir o justificar los mis-mos; o los casos en que los asuman, pues hasta en ese aspectohaba diferencias entre los dictadores. Somoza se reconoci

    pblicamente asesino de Sandino, y eso jams lo habra hechoTrujillo. En casos similares Trujillo inventa al autor del cri-men y le aplica la ley de fuga antes de que pueda hablar23.Pero la conclusin a la que llega Bosch es que las tiranasdel Caribe son regmenes que temen a la verdad y viven enun ambiente de perpetuo engao. Para lo cual haban mon-tado toda una maquinaria, a nivel nacional e internacional,en la que participaban agentes de publicidad en EstadosUnidos, expresidentes en la Amrica Latina, banqueros en

    22 BOSCH, Juan, Pker de espanto en el Caribe, en Obras completas, T. XIV, SantoDomingo, Ediciones de la Comisin Permanente de Efemrides Patrias,2009, p.205.

    23

    Ibid., p.206.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    36/600

    JUANBOSCHXXXVIII

    Europa,ganstersde pluma y de la radio en todas partes, abo-

    gados de gran renombre y de ningn escrpulo sirven a susfines, todos ellos, desde luego, movidos por el oro de las tira-nas o por estmulos personales de otro tipo, como la rivalidadpoltica, el resentimiento literario o simplemente el odio24.

    Trujillo, por ejemplo, adems de tener en su propio pasuna verdadera maquinaria de calumnias, infamias y descr-dito, simbolizada en el denominado Foro Pblico25sec-cin de denuncia que se publicaba en un diario nacional, yera elaborado en el mismo Palacio Nacional, contaba conuna efectiva industria editorial de libelos, que se encargabade publicar libros, folletos y todo tipo de impresos mu-chos de ellos en ediciones bilinges, espaol e ingls, queeran difundidos a nivel internacional, para difamar a sus

    enemigos, fueran jefes de Estado de otros pases, o simplesopositores; adems, pagaba anualmente a una serie de im-portantes diarios de Amrica, la suma de US$30,000 (treintamil dlares), a cada uno, con el nico fin de que no se le dieracabida a las denuncias y opiniones de sus opositores, y encambio publicaran artculos elogiosos a su rgimen, y muy

    particularmente a su persona, y de descrdito a sus enemi-gos. Asimismo, quienes lograban burlar dicha maquinaria,y hacan denuncias, en ocasiones lo pagaban con sus vidas,como fueron los casos de Mauricio Bez (1910-1950), enCuba, en 1950, de Jess de Galndez (1915-1956), en NuevaYork, en 1956, y de Jos Almoina (1903-1960), en Mxi-

    co, en 1960, para slo citar tres de los crmenes ms conno-tados, de los cuales, de los dos primeros nunca se encontra-ron sus cuerpos.

    24 Ibid., p.209.25 Cfr., COLLADO, Lipe, El Foro Pblico en la Era de Trujillo, Santo Domingo, Ed.

    Collado, 2000.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    37/600

    OBRASCOMPLETAS XXXIX

    Como podemos observar, la crtica a las dictaduras, aun

    se hiciera desde el exilio, era una tarea titnica, peligrosa.No obstante, con mucha habilidad y lucidez, aunque co-rriendo los consabidos riesgos, Bosch lograba hacerla per-manentemente, a travs de conferencias impartidas en dife-rentes pases de la regin, en las reuniones que sostena conaltos dirigentes polticos y sindicales, lo mismo que con losjefes de Estados amigos, as como en los artculos publica-dos en varios diarios y revistas de la regin, sobre todo enCartelesy Bohemiade Cuba, que gozaban de gran prestigio ycontaban con una amplia difusin en la mayora de paseslatinoamericanos y del Caribe. Y en dichas revistas no selimitaba a criticar, denunciar y presentar tal cual era la dic-tadura de Trujillo, sino tambin las de otros pases; lo mis-

    mo que analizaba las coyunturas polticas que se producanen la regin, o planteaba las cualidades que tenan los lde-res demcratas del rea, sus aliados polticos, como JosFigueres, Rmulo Betancourt, Juan Jos Arvalo, e inclusoalgunos como Jos Mara Velasco Ibarra, al que no se le haconsiderado que formara parte de la denominada izquierda

    democrtica, sin embargo Bosch lleg a definirlo como unlder popular como pocas veces lo han dado estos pueblosamericanos, para agregar que Velasco Ibarra es el herederolegtimo de Ely Alfaro26, el legendario lder de la revolu-cin liberal ecuatoriana de finales del siglo XIX.

    Al demostrar y evidenciar la ilegalidad de dichos gobiernos

    dictatoriales, Bosch apuntaba, ms que nada, a erosionar el apoyocon el que contaban dichos regmenes, particularmente de

    26 Este planteamiento lo hace Bosch en 1944, no tenemos conocimiento sidespus modific su opinin sobre este controversial lder populista ecuato-riano. Ver La revolucin ecuatoriana, y Los problemas del Ecuador, enCSPEDESESPINOSA, Luis F., (Compilador),Juan Bosch en Cuba, Santo Domingo,

    FUNGLODE, 2010, pp.39-40 y pp.41-42.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    38/600

    JUANBOSCHXL

    Estados Unidos, as como de los organismos internacionales,

    de los cuales eran signatarios, y de manera muy especial de losregionales, como la Organizacin de Estados Americanos(OEA). En esa perspectiva, se encontraba batallando con lasarmas de la crtica, dentro de la poltica y la diplomacia,tratando de reforzar y consolidar una corriente de opinin p-blica en la cual los medios de comunicacin jugaban un des-tacado papel que incidiera en acciones que permitieran aislara dichas tiranas. Y para ello se requera contar con demcratasaliados, en diferentes posiciones y frentes. Lo mismo quedenunciando posiciones oficiales de organismos internacio-nales, como lo fue la de la Comisin Interamericana de laPaz, que dio lugar a las desafortunadas declaraciones delsecretario de Estado Dean Acheson, en 1949, donde impl-

    citamente defenda a los regmenes dictatoriales, y criticaba alos opositores demcratas; cuando ello ocurri, el presidentede Cuba, Carlos Pro Socarrs, declar que se distanciaba dedichos planteamientos, y afirm que Cuba no cumplir re-comendaciones internacionales que desconozcan la opininpopular27. Dentro de esta lucha, tambin se requiri contar

    con el apoyo de organizaciones sindicales como la Central deTrabajadores de Amrica Latina (CETAL), bajo la direccin deVicente Lombardo Toledano, en 1941, o del Congreso de Tra-bajadores de Viena, en 1956, con el propsito de boicotear eltransporte de la dictadura de Trujillo28.

    En ocasiones el trabajo poltico y diplomtico fue ms

    amplio y profundo. Ejemplo de ello fue la gira organizadapor Bosch, en 1948, al presidente electo de Cuba, Carlos

    27 Cfr., BOSCH, Juan, Errores de la poltica norteamericana en el Caribe, enBohemia, La Habana, 16 de octubre de 1949, p.57.

    28 Cfr., BOSCH, Juan, El PLD. Un partido nuevo en Amrica, en Obras completas, T.VIII, Santo Domingo, Ediciones de la Comisin Permanente de Efemrides

    Patrias, 2009, pp.651-652.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    39/600

    OBRASCOMPLETAS XLI

    Pro Socarrs, por varios pases de la regin con el fin de apro-

    bar un plan destinado a sacar de la Repblica Dominicana aRafael Leonidas Trujillo29; o conseguir que algunos pasesrompieran relaciones diplomticas con Trujillo, como lo hi-cieron Guatemala, durante el gobierno de Juan Jos Arvalo;Costa Rica, en 1948, a raz del triunfo de la revolucin arma-da bajo el liderazgo de Jos Figueres, una de cuyas primerasmedidas fue llamar al embajador dominicano y comunicarleque se rompan las relaciones diplomticas entre ambas nacio-nes; algo similar hara tambin el gobierno de RmuloBetancourt, en Venezuela. Ese mismo trabajo poltico y diplo-mtico Bosch se vera en la necesidad de volver a desarrollarlo,dcadas despus, en los largos aos de oposicin al gobierno de

    Joaqun Balaguer, particularmente durante los primeros doce

    aos de autoritarismo, de 1966 a 1978, como se puede apreciara lo largo de los textos del presente volumen.

    Pero volvamos a la lucha contra la tirana de Trujillo. Comoya lo hemos sealado, a la vez que Bosch combata la dictadu-ra de Trujillo, a travs de las armas de la crtica por me-dio de mecanismos pacficos, es decir, polticos y diplomti-

    cos, tambin recurri a la crtica de las armas, para lucharcontra el tirano. Fue as como se moviliz por toda la regin,consiguiendo el apoyo, en hombres, dinero y armas, para or-ganizar la expedicin de Cayo Confites, en el norte de Cuba,en 1947; la cual, como es bien conocido, por diversas razonesfue un fracaso. Posteriormente consider que las condiciones

    no eran favorables para continuar con este tipo de lucha, por loque no volvi a tener participacin en acciones de la crtica delas armas, sino hasta 1965, ao y siete meses despus del gol-pe militar que derroc el gobierno que presida. En este caso,por el contrario, Bosch entenda que, por diversas y complejas

    29

    Ibid., p.634.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    40/600

    JUANBOSCHXLII

    razones, no existan condiciones para desarrollar una lucha po-

    ltica, ni diplomtica, dentro de la legalidad, con miras a lainstauracin de un rgimen democrtico. El lder de este mo-mento nacional [mayo de 1964] no puede ser un dirigente pol-tico si no el coronel que pueda lanzar soldados a la lucha30,planteara Bosch a mediados de 1964, y exactamente once mesesdespus se iniciara la revolucin constitucionalista, bajo elliderazgo del coronel Francisco Alberto Caamao De, quientuvo la capacidad de lanzar, no slo a los soldados a la lucha,sino tambin al pueblo en armas. Para impedir su triunfo, esdecir el retorno a la democracia, Estados Unidos tuvo que en-viar ms de cuarenta y dos mil soldados, que ahogaran en san-gre el proyecto constitucionalista de construccin democrticadel pueblo dominicano.

    No obstante, no nos adelantemos a los acontecimientos, yregresemos unos aos atrs. Despus de 31 aos en el poder,Trujillo cay abatido a balazos el 30 de mayo de 1961 actoen el que Bosch, ni miembro alguno del exilio tuvo vincula-cin alguna, al menos hasta donde se conoce hoy da, peroen realidad la dictadura haba comenzado a deteriorarse desde

    mucho antes. Diversos acontecimientos confluyeron para quese produjera el ocaso de la ms frrea dictadura de nuestraAmrica, algunos de orden violento, y otros poltico-diplo-mticos; unos realizados por la propia dictadura de Trujillo,todos de carcter violento (el secuestro y asesinato de Jessde Galndez, en marzo de 1956; el asesinato en Mxico, del

    exiliado Jos Almoina, en mayo de 1960; el atentado contrael presidente Rmulo Betancourt, que estuvo a punto de cos-tarle la vida, en junio de 1960; y el asesinato en Repblica

    30 Carta envida desde Puerto Rico por Bosch al Dr. Ramn Pina Acevedo yMartnez, en Venezuela, el 24 de mayo de 1964, Cfr., JIMNEZ, Felucho, Cmo

    fue el gobierno de Juan Bosch, (3 edicin), Santo Domingo, Editora Alfa y Ome-

    ga, 1998, p.430.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    41/600

    OBRASCOMPLETAS XLIII

    Dominicana de las hermanas Mirabal, en noviembre del mis-

    mo ao); otros, por la oposicin, unos violentos (la expedi-cin armada de junio de 1959), y algunos acontecimientosdiplomticos (la VIConferencia de Cancilleres de la OEA, enSan Jos de Costa Rica, en agosto de 1960). De todos ellos,tenemos que destacar esta ltima, la VIConferencia de Canci-lleres de la OEA, en San Jos de Costa Rica, en la que, aplicn-dole el sistema jurdico interamericano, el gobierno domini-cano fue condenado, y por lo tanto aislado, a raz del intentode Trujillo de asesinar al presidente de Venezuela, RmuloBetancourt31, en junio de 1960, por lo que todos los pasesde Amrica rompieron relaciones diplomticas con Repbli-ca Dominicana. Por primera vez el gobierno dictatorial deTrujillo se enfrentaba ante una coyuntura en la que, ninguno

    de sus idelogos y estrategas, lleg a encontrar salida. Era lacuenta regresiva del tirano. En rigor, con sus mltiples actosviolatorios del orden jurdico, nacional e internacional,Trujillo, con sus ms estrechos colaboradores, particularmen-te con el temible Johnny Abbes Garca (1924-1967), se ha-ba ido tejiendo y construyendo, l mismo, su propia trampa

    legal, en la que cay, y de la cual no pudo salir. La comunidadinternacional lo haba condenado. Sus das estaban contados.Nueve meses despus, el tirano caera en una emboscada, aba-tido a balazos, por quienes hasta ese momento haban sidosus ms estrechos colaboradores. Quizs la razn por la cual eltirano cay en su propia trampa legal, fue por el desprecio

    que a lo largo de toda su vida haba guardado con respecto ala institucionalidad, a los principios legales, tanto a escalanacional, como internacional, actuando con toda impunidad,por encima de la ley. Viva, como ha manifestado Bosch, en

    31 Cfr., CASTROVENTURA, Santiago, Trujillo vs. Betancourt. Rivalidad perpetua!,

    Santo Domingo, Editora Manat, 2008.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    42/600

    JUANBOSCHXLIV

    una ficcin legal. En todo caso, actuaba como si tuviera la

    conviccin de que l era la ley. Procedimiento que pasara aser parte de una cultura poltica en el pas, para la lite gober-nante, al menos durante muchos aos, durante el gobiernoreformista de Balaguer, y contra lo que Bosch tendra queseguir luchando, como veremos a lo largo del presente ensa-yo. Adelantamos que, de alguna manera, existe un interesan-te paralelismo entre el final de Trujillo y el de Balaguer, almenos polticamente, pues ste tambin cay en su propiatrampa, lo que abordaremos ms adelante.

    Conocedor, como pocos en la regin, de los cambios pol-ticos internacionales que se haban producido a raz del triun-fo de la Revolucin Cubana en 1959, Bosch entendi algoque Trujillo, ni ninguno de sus asesores, si es que los tena, al

    menos con lucidez, fue capaz de comprender: que se habaagotado el tiempo, el espacio y las condiciones para que eltirano pudiera seguir actuando impunemente como lo habahecho hasta ese momento, cometiendo toda clase de crme-nes, y violando las ms elementales normas jurdicas interna-cionales, incluyendo la Declaracin Universal de los derechos

    Humanos, que databa de 1948, y la Carta de la OEA, tambinde 1948. De ah la carta de Bosch a Trujillo, del 27 de febrerode 1961, donde le plantea de manera muy clara, aunquerecurriendo a metforas propias del cuentista, la gran disyunti-va en la que se encontraba, emigrar o morir; es decir, abando-nar el poder, o perecer32.

    3 2 Haciendo referencia al gran impacto que haba tenido el triunfo de la Revo-lucin Cubana, en enero de 1959, la cual haba modificado la correlacin defuerzas polticas en la regin, al grado de dar paso a que fuera elaborada unanueva doctrina de seguridad hemisfrica, Bosch planteaba lo siguiente aTrujillo: En este instante histrico, su caso puede ser comparado al del gil,fuerte, agresivo y voraz tiburn, conformado por miles de aos para ser elterror de los mares, al que un inesperado cataclismo le ha cambiado el agua

    de mar por cido sulfrico; ese tiburn no puede seguir viviendo [] si

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    43/600

    OBRASCOMPLETAS XLV

    La historia es muy compleja, y da muchas vueltas, y en

    este caso el dictador haba arribado exactamente al mismopunto en el que haba colocado a sus opositores durante treintaaos: la disyuntiva de tener que emigrar, es decir, salir al exi-lio para poder preservar la vida, o morir en las crceles, enmano de sus esbirros. Veintitrs aos antes, en 1938, comovimos con anterioridad, Bosch se haba visto en esa mismadisyuntiva, pero supo comprender el momento histrico, ysali al exilio. En 1938 haba primado el terror de parte deTrujillo, a la vez que la agudeza poltica, de parte de Bosch;en 1961, haba triunfado la justicia de parte del grupo quelo ejecut, pero tambin se haba impuesto la miopa pol-tica, de parte de Trujillo. La justicia es lenta, pero llega.

    Justicia y legalidad durante la campaa electoraly el ejercicio del poder

    Al llegar a Repblica Dominicana el 20 de octubre de 1961,despus de cerca de veinticuatro aos de exilio, Bosch sabaperfectamente bien que en el pas reinaba la injusticia y queel sistema jurdico dominicano era obsoleto, que para hacer la

    revolucin democrtica, que deba de ser una revolucin le-gal, como l mismo se lo propona, haba que transformardicho sistema. Pero para ello, primero tena que ganar laselecciones y, para lograrlo, tena que participar en la campaaelectoral, acogindose al sistema jurdico establecido; es decir,respetando las leyes, e incluso recurriendo a las autoridades

    de Justicia, en los casos en que considerara que era necesario

    usted no lo admite y se empea en seguir tiranizndolo, el prximo aniversa-rio de la repblica ser catico y sangriento; y de ser as, el caos y la sangrellegarn ms all del umbral de su propia casa, y escribo casa con el sentidousado en los textos bblicos( BOSCH, Juan, Carta de Juan Bosch al dictadorTrujillo, en Obras completas, T. IX, Santo Domingo, Ediciones de la Comisin

    Permanente de Efemrides Patrias, 2009, pp.312-313).

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    44/600

    JUANBOSCHXLVI

    hacerlo, como en efecto lo hizo ante acusaciones falsas que se le

    hicieron; despus vendra la oportunidad, creando concienciaen el pueblo dominicano, y estableciendo las condiciones re-queridas, para poder hacer dichas reformas, que deban iniciar-se por medio de la instauracin de una nueva Constitucin.

    A lo largo de toda la campaa electoral, e incluso desdeantes de la misma, cuando todava apenas se tomaban lasmedidas polticas y legales, y se realizaban los encuentros ydiscusiones con miras a crear las condiciones que permitierancrear el ambiente poltico para el libre funcionamiento de lospartidos y el desarrollo de dicha campaa, Juan Bosch fuemuy respetuoso del orden legal establecido, a la vez que ante-pona los principios ticos a las decisiones que tomaba, comomximo dirigente del PRD. Si se reconstruye dicha coyunturapoltica, a travs de la prensa diaria de esa poca, podr obser-varse la complejidad de la misma, y el gran reto al que habaque enfrentarse, en un contexto donde, lejos de predominar eldebate poltico serio, con proyectos nacionales, y sobre todocon altura, apegados a los principios ticos de la poltica, a tra-vs de los partidos polticos pues precisamente se es uno de

    los papeles principales de los partidos, lo que reinaba eranlas intrigas, falsas acusaciones, rumores, chismes, provocacio-nes y permanentes campaas sucias de desprestigio. En dichoambiente, el gran ausente era la verdad, y la verdad, paraBosch, formaba parte de un principio inclaudicable, comopodr comprobarse, como ya lo hemos sealado, a lo largo de

    los diferentes textos incluidos en este volumen.Tener que soportar ese ambiente estoicamente, apegado a

    la verdad, a la justicia y a la legalidad anteponiendo siem-pre los principios ticos an sabiendo que con dicha actua-cin se poda poner en juego la vida de un incipiente partido,como lo era el PRD, o el prestigio de un lder poltico, no era

    nada sencillo, pues la deseada democracia, por la cual se haba

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    45/600

    OBRASCOMPLETAS XLVII

    derramado tanta sangre, durante dcadas, poda transformar-

    se en un verdadero fracaso. Sin embargo, se fue el caminoelegido por Juan Bosch, el de la legalidad, pues de lo contra-rio, entenda que quien saldra perdiendo era el pueblo domi-nicano, y la misma democracia. Dentro de esta perspectiva,en uno de sus discursos de campaa, Bosch sealara lo si-guiente: Tal vez la democracia no sea perfecta debido a queno hay nada perfecto sobre la tierra del Seor. Pero es el siste-ma de gobierno y de vida menos malo a causa, precisamente,de que no se funda en el odio. Cuando se es demcrata, cuan-do se siente en verdad la democracia, no se puede recurrir alodio, y por la misma razn no se puede recurrir a mtodossucios en la lucha poltica. Porque la lucha poltica debe teneruna finalidad superior, debe procurar un fin patritico; no se

    debe luchar por conquistar el poder, por llegar al Gobierno,sino por implantar la democracia, que es lo verdaderamenteimportante. Y si desacreditamos la democracia usando mto-dos sucios, tirando a la calle documentos falsos, engaando,diciendo mentiras, la gente acabar creyendo que la democra-cia es eso: es fabricacin de documentos falsos, es engao, es

    mentira; y la gente perder la fe en la democracia33. Era laverdad lo que Bosch le reclamaba al Ing. Caonabo Javier,como joven lder poltico, en su polmica sobre lasimplicaciones de la Revolucin Cultural China en AmricaLatina. Hay algo que deben tener todos [los lderes], y es elhbito de enfrentarse con la verdad y de no ocultrsela al pue-

    blo ni con acciones ni con omisiones (p.4); lo mismo le recla-maba sobre el proceso electoral de 1966, la verdad; igual hacacon el periodista Orlando Martnez, quien haba distorsionado

    33 Discurso del 12 de diciembre de 1962, una semana antes de las eleccionespresidenciales (BOSCH, Juan, Bosch denuncia maniobra, en Obras completas,T. XIX, Santo Domingo, Ediciones de la Comisin Permanente de Efemri-

    des Patrias, 2009, pp.82-83).

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    46/600

    JUANBOSCHXLVIII

    una serie de hechos, tanto con relacin a la vida de Bosch en

    Cuba, como de la posicin que haba tomado su gobierno so-bre las sanciones de la OEAa la Revolucin Cubana, en 1964,ao en que ya Bosch no era Presidente (Cfr., pp.284-287).

    Sera interesante hacer una evaluacin del proceso polticodominicano en estos ltimos aos, ms de medio siglo des-pus de tales planteamientos de Bosch, sobre el proceso elec-toral de 1961, as como de los sucesivos procesos electorales yde la lucha poltica en general, para ver hasta dnde se hamantenido o ha sido superado ese ambiente, sobre todo en losmedios de comunicacin, y muy especialmente en la radio yla televisin; ambiente que conoci a figuras tristemente cle-bres, como Rafael Bonilla Aybar (Bonillita) (1932-2011), quetanto dao le hicieron al pueblo dominicano, en los primeros

    intentos por instalar un sistema democrtico en el pas, bajoel liderazgo de Juan Bosch.

    En la campaa electoral de 1962, al menos en una ocasinBosch se vio en la necesidad de hacer un sometimiento a lajusticia a quienes haban lanzado un documento falso, en elque se sostena que su partido tena vnculos con el comunis-

    mo internacional. Y tuvo que hacerlo, porque no obstantehaber hecho la denuncia pblica ante la prensa diaria, comoun recurso disuasivo para que sus autores lo reconsideraran ydejaran sin efecto sus propsitos, de todas maneras el docu-mento difamatorio fue impreso y distribuido. Por ello, lejosde dedicarse a emplear las mismas armas que sus adversarios,

    o incluso perder el tiempo defendindose de las infamias yacusaciones hechas durante su campaa electoral Bosch prefi-ri centrar su discurso poltico en propuestas y, sobre todo, enla educacin de las grandes mayoras populares, a travs de suprograma radial, Tribuna Democrtica, el cual se convirti enuna verdadera ctedra poltica en el pas. En el mismo se expli-

    caba qu era la democracia y cmo funcionaba sta, entre otros

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    47/600

    OBRASCOMPLETAS XLIX

    muchos temas. Veamos, mejor, cmo l mismo expone lo que

    estamos sealando: Al hablar sobre la democracia explicabaqu es una Constitucin, qu es una ley, cmo trabajan lospoderes separados; cmo y por qu se vota, qu es un partidopoltico; al hablar de los problemas econmicos explicaba pun-tos tan abstrusos como lo que es una balanza de pagos, lo quees divisa, lo que es un banco, por qu tenamos que producirms y cmo hacerlo, en qu consista la diferencia entre merca-do interno y mercado extranjero; al hablar de la organizacinde la sociedad dominicana explicaba por qu el Pueblo estaba yhaba estado siempre sometido a una minora y apliqu a esaminora la palabra tutumpote, que se popularizo rpidamentey no tard en traspasar los lmites del pas34.

    Adems de sus principios ticos sobre lo cual dej esta-

    blecida una verdadera escuela en el pas, escuela que requiereser retomada, preservada y fortalecida, Bosch poda actuarcomo lo hizo en esa campaa electoral y como lo hara entodas en las que lleg a participar, por la capacidad y slidaformacin poltica que tena, la cual estaba muy por encimade los dems dirigentes y lderes polticos del pas en ese

    momento. En lo que a tica se refiere, se haba formado bajo laorientacin de Eugenio Mara de Hostos, de Jos Mart, y delderes polticos como el cubano Eduardo Chibs (1907-1951),quien se haba convertido en Cuba en una figura emblemticade la integridad poltica, por su lucha contra la corrupcin35, atravs del Partido del Pueblo Cubano, o Partido Ortodoxo,

    34 BOSCH, Juan, Crisis de la democracia de Amrica en la Repblica Dominicana, enObras completas, T. XI, Santo Domingo, Ediciones de la Comisin Permanentede Efemrides Patrias, 2009, p.101.

    35 Para un mejor conocimiento sobre el carcter de la corrupcin en Cuba, entre1944 y 1952, a partir de documentos diversos de Eduardo Chibs, ver,VIGNIER, E. y ALONSO, G, (compiladores),La corrupcin poltica y administrativa

    en Cuba, La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1973.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    48/600

    JUANBOSCHL

    del cual haba sido fundador en 1947. Chibs tambin ha-

    ba sido miembro del Partido Revolucionario Cubano (Au-tntico), PRC(A) del cual renunci ms de una dcada des-pus, por considerar que la corrupcin se haba adueadodel mismo, para crear el Partido Ortodoxo en 1947, siendoestos dos partidos los ms importantes de Cuba hasta el triun-fo de la Revolucin en 1959. Incluso en ese aspecto hay uncierto paralelismo entre Chibs y Bosch, fundador de losdos ms importantes partidos polticos de Repblica Do-minicana, el PRDdel cual renunci, en 1973, por razonesparecidas a las de Chibs del PRC y el PLD. La diferenciaconsiste, y es necesario aclararlo, en que mientras Bosch fuefundador de los dos partidos, Chibs slo lo fue del Orto-doxo, pues el Autntico, del cual haba renunciado, fue fun-

    dado por Ramn Grau San Martn en 1934. Fue el PartidoOrtodoxo de Chibs el que puso en boga en Cuba la con-signa poltica de Vergenza contra dinero, que precisa-mente Bosch llevara al ambiente poltico dominicano,en la campaa electoral de 1962, con el fin de anteponer-se al clientelismo, al patrimonialismo y a la corrupcin que

    muy bien saba que se practicaba en los pases de la regin, yque tambin haba comenzado a practicarse en la RepblicaDominicana36.

    36 Al respecto, Bosch plantea lo siguiente, Entre ortodoxos y autnticos no habadiferencias en lo que tocaba al problema social, al econmico o al de la doctrina

    democrtica, la diferencia estaba en la moral poltica y administrativa. Losortodoxos reclamaban honestidad en los funcionarios pblicos, y usaron comolema el que haba llevado al poder a Luis Muoz Marn en Puerto Rico:Vergenza contra dinero. El partido de Muoz Marn haba enarbolado esaconsigna por razones distintas a las de los ortodoxos; entre los puertorrique-os significaba que los ciudadanos no deban vender su voto. Para la ortodoxiade Cuba Vergenza contra dinero quera decir que a los cargos pblicosdeban ir hombres de vergenza, incapaces de entregarse a los fraudes. Laconsigna no tard en ganar una vasta popularidad, BOSCH, Juan, Pker de

    espanto en el Caribe, op. cit. p.365.

  • 8/11/2019 28. Informes Al PLD y Otros Textos XXVIII

    49/600

    OBRASCOMPLETAS LI

    En las elecciones presidenciales del 20 de diciembre de

    1962, Juan Bosch obtuvo el 59.7% de los votos, una victoriaaplastante, contra el 39.% del Dr. Viriato Fiallo. Por su par-te, la representacin parlamentaria alcanzada por el PRDfuede 22 senadores de un total de 27 y 49 diputados de un totalde 74, en tanto UCNslo obtuvo cuatro senadores y 20 dipu-tados; en cuanto a sndicos se refiere, el PRDsac 63 de untotal de 78, y UCN, slo 11. Lo cual significaba que el PRDtena amplia mayora parlamentaria para realizar las reformasnecesarias, comenzando con la aprobacin de la nueva Cons-titucin, y de esa manera impulsar la revolucin democrtica,que deba ser una reforma legal, como l mismo sostena y selo propona. De los procesos electorales que se han celebradoen Repblica Dominicana a partir de 1962, en cuanto a

    clientelismo y patrimonialismo se refiere, por lo menos en esaoportunidad la vergenza logr imponerse al dinero, den-tro de la concepcin de Muoz Marn, respecto a la compradel voto. Pero como es bien conocido, ese triunfo apenas dursiete meses, pues, violentando el orden institucional estable-cido, la corrupcin en este caso expresado en el dinero

    derrot a la vergenza37

    .La necesidad de realizar esa revolucin dem