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Efectos, riesgos e identificación al consumidorLos inhalantes son vapores químicos que se respiran y producen efectos psicoactivos (que alteran la mente). Una variedad de productos que se encuentran común-mente en la casa y en el trabajo contienen sustancias que se pueden inhalar. Muchas personas no consideran a productos tales como los aerosoles de pinturas (pinturas pulverizadas), los pegamentos y los líquidos de limpieza, como drogas ya que nunca se crearon con la intención de que se usaran para obtener un efecto intoxicante. Sin embargo, los niños y los adolescentes jóvenes los pueden obtener fácilmente y son los que tienen más probabilidad de abusar de estas sustancias extremadamente tóxicas.

El Corrector líquidoLos disolventes o removedores de pintura, cuya base es el cloruro de metileno, conocido entre los jóvenes como “Dick” o limpiadores de teclado en aerosol, conocidos como “Duster” o “Máximo Impacto”.

Aerosoles de pintura, desodorantes o aromatizantes,

Contienen gas butano, propano o fluorocarbones. La mayoría de este tipo de inhalantes, los usan jóvenes estu-diantes de primaria y bachillerato, quienes impregnan la sustancia en algunas de sus prendas, especialmente en las mangas de los suéteres de lana que generalmente hacen parte del uniforme del colegio y la llevan a la nariz para ser inhalada, sin que dicha práctica sea detectada por los profesores.

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El consumo de disolventes

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Director: René Rojas Camachocomunicandoadicciones@gmail.com

AÑO III N°22 DEL 16 AL 31 DE AGOSTO DE 2012

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De otra parte, una práctica que se viene acrecentando, es la de inyectar alcohol directamente al torrente sanguíneo, con el fin de alcanzar de manera inmediata su efecto y evitar que sean detecta-dos, pues de esta manera no se produce el aliento alcohólico o conocido “tufo”; entre las niñas, se ha hecho manifiesto el consu-mo de alcohol, impregnando “tampones” e introduciéndolos en la vagina.

Una de las más de 1,000 sustancias inhalantes existentes en el mercado y de mayor riesgo, ya que ha cobrado un especial interés entre los niños y jóvenes adolescentes, es el uso del cloruro de etilo, anestésico local, que se está utilizando como droga.

Este producto de venta libre, se adquiere en cualquier farmacia y es un anestésico local muy utilizado en medi-cina deportiva o en personas que practican algún deporte con frecuencia, ya que ocasiona una rápida vaporización cuando se aplica mediante aerosol sobre la superficie de la piel y produce un enfriamiento en el tejido que provo-ca insensibilidad de los nervios periféricos y por consi-guiente su anestesia local.

Si bien, su uso es muy útil en lesiones deportivas, entre los adolescentes se ha convertido en una droga más, ya que lo utilizan como sustancia tóxica que produce exci-tación y efectos eufóricos.

Su adquisición es sencilla, de bajo costo y sin riesgos legales, ya que para conseguirla no tienen que acudir a proveedores de drogas.

La forma de administración es inhalada. Lo aplican sobre una tela, generalmente de su ropa y lo inhalan en cualquier lugar.

El lady’s o lady d (Dick)

Es fácil de esconder y lo peor de todo es que es muy difí-cil su detección además de que las personas mayores, padres y otros familiares, desconocen el problema, sus complicaciones y efectos y por lo general, niegan que sus hijos e hijas se estén drogando, lo que hace más peligroso el problema.

Entre las señales que podrían indicar esta adicción, está la presencia de dermatitis o enrojecimiento alrededor de la nariz y boca, que en ocasiones puede presentarse como una quemadura por frío, si se utiliza de forma frecuente.

También los ojos rojos y la inestabilidad de los mismos, pueden ser indicativos de esta adicción.

Los efectos inmediatos de esta droga, son: mareo, pérdi-da de equilibrio, temblores finos, abertura de piernas al caminar, alteración de la memoria, falta de concentra-ción. Posteriormente, pueden presentarse: excitación, alteraciones en la conducta y en el comportamiento, agre-sividad y violencia, impulsividad, alteración del juicio.

A nivel fisiológico, su inhalación ocasiona arritmias, cambio de presión arterial y ritmo cardiaco, depresión del sistema nervioso, asfixia y convulsiones que pueden llevar a un accidente cerebro vascular, estado de coma e incluso a la muerte súbita.

Debido a que el efecto dura entre 15 a 45 minutos, el adicto tiende a inhalar repetidamente la sustancia tóxica lo que aumenta enormemente el peligro de muerte.El uso repetido o crónico del cloruro de etilo, así como de otros inhalantes, deja daño permanente en el organismo, entre los que se encuentran: temblores, descoordinación, problemas de equilibrio, memoria, inteligencia, estados de depresión o psicosis, infartos cerebrales, trastornos del lenguaje y la memoria, epilepsia, trastornos de la sensibi-lidad y movimiento involuntario de las extremidades.

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La OMS

El desarrollo comunitario y económico, claves para prevenir

El desarrollo comunitario y económico fue señalado por la Orga-nización Mundial de la Salud, como factor importante para forta-lecer la prevención de los trastornos mentales provocados por el abuso de sustancias psicoactivas, a la vez que advirtió que las condiciones de urbanización rápida, los desastres naturales, la violencia y los conflictos amenazan a la seguridad sanitaria a nivel individual, comunitario, nacional e internacional.

La Organización Mundial de la Salud-OMS-, en el marco del programa de acción para superar las brechas en salud mental, describió dos aspectos importantes relacionados con la salud mental, el desarrollo humano y la seguridad sanitaria, que a manera de resumen se presentan a los lectores de Prevenimos.com

La salud mental es crucial para el bienestar de las personas, las sociedades y los países. La importancia de la salud mental ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud desde su origen y se refleja en la definición de salud de la Constitución de la OMS: “Un estado de complejo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermeda-des”; La salud mental se relaciona con el desarrollo de las sociedades y los países. La pobreza y los factores psicosociales estresantes asociados (por ejemplo, violencia, desempleo, exclusión social e inseguridad) se correlacionan con los trastornos mentales. La pobre-za relativa, la escasa educación y la desigualdad en el seno de las comunidades se asocian a un riesgo elevado de problemas de salud mental.El desarrollo comunitario y económico también puede ser utilizado para recuperar y mejorar la salud mental. Los programas de desarrollo de la comunidad que procuran reducir la pobreza, lograr la independencia económica y el empoderamiento de las mujeres, reducir la desnutrición, aumentar el grado de alfabetización y de educación, así como fortalecer a los menos privile-giados, contribuyen a la prevención de los trastornos mentales, por abuso de sustancias y promueven la salud mental.

Salud Mental y Desarrollo HumanoLas condiciones de urbanización rápida, los desastres naturales, la violencia y los conflictos amenazan a la seguridad sanitaria a nivel individual, comunitario, nacional e internacional. La urbanización rápida crea condiciones en las cuales aumenta el uso de alcohol y otras sustancias psicoactivas. También la violencia y los conflictos a menudo aumentan el consumo nocivo de alcohol o drogas, y viceversa, los trastornos por el uso de alcohol y otras drogas se asocian a la violencia y al comportamiento criminal. En muchas emergencias-ya sean causadas por desastres naturales, violencia o guerra-, la prevalencia de la angustia y de los trastornos mentales aumenta, mientras que la capacidad de los sistemas formales disminuye notablemente, lo cual se traduce en un enorme sufrimiento y discapacidad, a la par que implica una demora en los esfuerzos de recupe-ración y construcción.

Salud Mental y Seguridad Sanitaria.

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LOS EXPERTOS TIENEN LA PALABRA

Gustavo Petro (Alcalde Mayor de Bogotá)

El debate debe incluir a los profesionales que trabajan prevención, tratamiento y rehabilitación

La controvertida propuesta del Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro, de crear Centros de Atención Médica para Adictos a las Drogas, es un tema que debe ser bien analizado no solo por los entes gubernamenta-les y políticos, sino por profesiona-les expertos que por años vienen trabajando directamente con perso-nas consumidoras de sustancias psicoactivas la prevención, atención y rehabilitación.

Son ellos, los médicos, psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales e investigadores científicos, quienes conocen muy bien la problemática; el contacto permanente con adictos, y sus familias, los avalan para reco-mendar al Gobierno Nacional estra-tegias conducentes a prevenir el con-sumo y a mejorar los programas de tratamiento y rehabilitación, pues estamos hablando de un tema de salud pública que requiere de la mayor atención. Es el presente y futuro de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, el que está sobre la mesa para discutir entre todos.

En nuestro país contamos con profe-sionales e instituciones serias, reco-nocidas y de excelentes condiciones que han logrado sacar adelante a muchas personas que se han someti-do a tratamiento para la rehabilita-ción. Hoy en día, estas personas rehabilitadas hacen parte del grueso social, laboral y productivo del país, gracias al trabajo de los profesiona-les.

La Corporación Rumbos, la Funda-ción Función Futuro, el Centro de Adicciones Siquen, son entre otras, instituciones científicas con alta credibilidad y profesionalismo que pueden asesorar a las autoridades del orden nacional, departamental y municipal, en el estudio para la formulación e implementación de políticas públicas de prevención, tratamiento y rehabilitación.

Y por qué planteamos que son los expertos en adicciones quienes deben acompañar al gobierno en los procesos para la implementación de medidas frente al consumo de drogas? Porque, con el debido respeto que nos merecen algunos funcionarios gubernamentales, no tienen el conocimiento absoluto en estos asuntos. De hecho, los resulta-dos están a la vista, desde hace muchos años se ha hablado que el problema por consumo en jóvenes, está en la familia. El país está sobre diagnosticado: Las familias disfun-cionales. La persona que tiene bien claro este tema es el doctor Augusto Pérez Gómez, quien ha dirigido numerosas investigaciones.

Ahora bien, los pocos funcionarios del Gobierno Nacional que llevan años coordinando programas de atención, poca experiencia tienen en trabajo directo con adictos, la mejor “materia prima” para conocer el verdad del por qué del consumo. Es desde ahí, que se recomienda trabajar con los verdaderos expertos y profesionales.

Por lo tanto, la propuesta que plan-teó el Alcalde Gustavo Petro, aco-gida por unos y rechazada por otros, debe ser sometida a discu-sión con personas verdaderamente interesadas en enfrentar el proble-ma y no por líderes de turno opor-tunistas que tan solo quieren prota-gonismo, aparecer en los medios de comunicación y buscar votos a futuro.

Es la salud de miles de personas la que está en juego, es el futuro del país y la tranquilidad de muchos padres de familia que en el día a día viven temerosos porque la droga puede entrar a sus casas en el momento menos esperado.

Por otra parte, es oportuno llamar la atención de los grandes juristas y constitucionalistas sobre este aspecto de las drogas. Es la salud y la vida la que hay que proteger; es estar por encima de los intereses partidistas y particulares de unos pequeños grupos hábiles en el manejo de opinión que pueden confundir en los procesos para la toma de decisiones respecto al consumo de drogas.

La propuesta de Gustavo Petro

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Nos aterra y confunde la propuesta de Petro cuando por una parte suspende las corridas de toros con bases supuestamente filantrópicas en defensa de la cultura de la vida, y ahora pretende establecer lugares de tolerancia para los adictos y que sea el mismo Estado quien suministre la droga a estas personas cercenando las posibilidades de rehabili-tación, ya que a mayores facilitadores, (espacios, tiempos y sustancias de consumo) más se promue-ve el desarrollo de la enfermedad y menor es la posibilidad de recuperación; esto los llevaría a la “muerte en vida” hasta que mueran aislados, victi-mas más que de si mismos, de un Estado que les entrega los instrumentos de muerte, promoviendo la muerte en vez de la vida.

En los países en los que se han creado estas zonas de tolerancia, lo han hecho de manera deshumani-zada para buscar la economía, ya que los gastos médicos, de rehabilitación y el gasto público se minimiza; además es más barato suministrar la droga decomisada que pagar los altos costos tera-péuticos. Y por otra parte, en esos países la alar-mante situación del consumo de inyectables como la heroína, es la que genera la transmisión de enfer-medades como la Hepatitis B y el Sida. Allí, el Estado prefiere tener aislados en consumo a estas personas para evitar riegos de infección, lo que es algo cruel, deshumanizado y recuerda las políticas de higiene racial y social de los nazis. Es muy importante tener en cuenta que la heroína es un analgésico primordialmente y su efecto es pasivo, y de fácil de manejo en la persona cuando está bajo su efecto (depresor del sistema nervioso central); en cambio la droga que se usa en las calles de Colombia es el basuco, un poderoso estimulante que genera apetencias de alcohol, sexo y comporta-mientos que llegan a incitar a la violencia y la demencia temporal (psicosis alucinatorias y para-noias). Si ahora le cuesta a la policía ingresar a las reconocidas ollas, nos preguntamos quién podrá controlar estos lugares de frenesí, que llegarían a ser peores que un recinto carcelario en su pabellón psiquiátrico, dadas las características del efecto de este psicoactivo en el consumidor crónico.

Todo esto es por no asumir la competencia y el deber gubernamental de rehabilitar a estas personas sin acudir a sustitutos como la metadona, o los

ansiolíticos bezodizapinicos como solución permanente, lo cual no es una cura para el heroinómano y menos aun para el adicto colombiano, cuya droga más frecuente en el con-sumidor de calle, es el basuco y requiere de un adecuado tratamiento que logre reinsertarlo a la sociedad como una persona útil así mismo y a los demás. Esta es una cruel polí-tica que se opone a cualquier doctrina de bioética a la que nuestro querido alcalde debería ingresar a hacer algún curso, antes de que llegue a proponer el paredón a estas personas que merecen un trato humano, y siendo una mino-ría vulnerada, sea apoyada por las mayorías y los fuertes, en este caso el Estado. La preocupación actual es cómo queda-rá regulada la nueva Ley 1566, firmada por el saliente Presi-dente del Senado en la que no menciona los recursos del Fondo Rotatorio de Estupefacientes de la Dirección Nacio-nal de estupefacientes en liquidación, que pasan al FRISCO (Fondo para la Rehabilitación, Inversión Social y Lucha contra el Crimen Organizado)y cuyo destino justo de estos bienes y decomisos de dinero, es el apoyo a verdaderos tratamientos, ayudando de esta manera a instituciones serias que nos dedicamos a este menester sin mas apoyo que el de Dios y del sector privado, sin poder cubrir ni un cinco por ciento de las necesidades por falta de recursos.Doctor Petro, una cosa es pretender saber porque nos conta-ron o porque leímos en una revista. Lo invitamos a que se de un paseo por el Bronx, por la calle 60, por el Siete de Agosto en horas de la madrugada y se dé cuenta de lo que sucede con la cruda realidad del adicto colombiano y logre usted dimensionar loque podría ocurrir con esta propuesta yaque esta es otra demostración de lo atrevida que llega a ser la ignorancia en estos temas en los que no se ha querido saber asesorar por quienes conocemos a profundidad el tema.

FUN

CIO

N

FUT

UR

O

Carrera 13 No 102 - 28

Bogotá, Barrio Chicó

Tel. 619 5322

Cel: 313 499 9264

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Qué horror…!Opinión

Dr. Andrés Jaramillo

Dr. Andrés Jaramillo, Director Fundación Función Futuro

En conclusión, el debate está planteado y llegó la hora de convocar a todos los sectores más representativos del país, para buscar los puntos de convergencia que permitan formular políticas de prevención, tratamiento y rehabi-litación.

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