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2.14. Errores de medicación 2.14. Errores de medicación M. J. OTERO R. MARTÍN M. D. ROBLES C. CODINA LA SEGURIDAD DEL SISTEMA DE UTILIZACIÓN DE LOS MEDICAMENTOS El concepto de seguridad de los medicamentos ha experimentado cambios importantes en los últimos años. Diversos estudios han puesto de manifiesto que la morbilidad y la mortalidad producidas por los me- dicamentos son muy elevadas y, lo que es más alar- mante, que este problema se debe en gran medida a fallos o errores que se producen durante su utilización clínica (1-5) . La complejidad del denominado “sistema de utili- zación de los medicamentos”, que incluye los procesos de selección, prescripción, validación, dispensación, administración y seguimiento, es cada vez mayor, lo que conlleva un mayor riesgo de que se produzcan errores y de que éstos, a su vez, causen efectos adver- sos a los pacientes. No hay que más que considerar la cantidad de actuaciones, decisiones clínicas e interco- nexiones asociadas a cada uno de sus componentes, los múltiples profesionales sanitarios y no sanitarios que intervienen en los mismos, incluyendo los pro- pios pacientes, su creciente especialización, la varie- dad de procedimientos, etc. Además, otros factores favorecen aún más la producción de errores, como son el escaso nivel de informatización de la asistencia sanitaria, su gran segmentación y la disponibilidad de un número creciente de medicamentos de difícil co- nocimiento y manejo, todo ello sin olvidar la cultura 1 “Errors can be prevented by designing our work systems so that errors are difficult to make. This is the essence of the systems approach to error reduction: focus on the processes, not on the people”. (LUCIAN L. LEAPE, 1998)

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2.14. Errores de medicación2.14. Errores de medicaciónM. J. OTERO

R. MARTÍN

M. D. ROBLES

C. CODINA

LA SEGURIDAD DEL SISTEMA DE UTILIZACIÓN DE LOSMEDICAMENTOS

El concepto de seguridad de los medicamentos haexperimentado cambios importantes en los últimosaños. Diversos estudios han puesto de manifiesto quela morbilidad y la mortalidad producidas por los me-dicamentos son muy elevadas y, lo que es más alar-mante, que este problema se debe en gran medida afallos o errores que se producen durante su utilizaciónclínica(1-5).

La complejidad del denominado “sistema de utili-zación de los medicamentos”, que incluye los procesosde selección, prescripción, validación, dispensación,

administración y seguimiento, es cada vez mayor, loque conlleva un mayor riesgo de que se produzcanerrores y de que éstos, a su vez, causen efectos adver-sos a los pacientes. No hay que más que considerar lacantidad de actuaciones, decisiones clínicas e interco-nexiones asociadas a cada uno de sus componentes,los múltiples profesionales sanitarios y no sanitariosque intervienen en los mismos, incluyendo los pro-pios pacientes, su creciente especialización, la varie-dad de procedimientos, etc. Además, otros factoresfavorecen aún más la producción de errores, comoson el escaso nivel de informatización de la asistenciasanitaria, su gran segmentación y la disponibilidad deun número creciente de medicamentos de difícil co-nocimiento y manejo, todo ello sin olvidar la cultura

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“Errors can be prevented by designing our work systems so that errors are difficult to make.

This is the essence of the systems approach to error reduction: focus on the processes, not on the people”.

(LUCIAN L. LEAPE, 1998)

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profesional sanitaria, la cual tiende a limitar en lugar defavorecer la comunicación abierta de los errores asis-tenciales y sus causas(6,7). Como consecuencia, la finali-dad de este complejo y frágil sistema de utilización de losmedicamentos, que no es otra que “proporcionar unaterapéutica segura, apropiada y eficiente a los pacien-tes”(8), no siempre se consigue. Los fallos que se pro-ducen en sus procesos no permiten alcanzar las cinco“cés”: la dosis correcta del medicamento correcto, ad-ministrada al paciente correcto, a través de la vía co-rrecta, en el momento correcto. Por ello, actualmente seconsidera que para mejorar la seguridad de la terapéu-tica, no sólo es necesario desarrollar medicamentos se-guros (safe), sino también crear sistemas de utilizacióna prueba de errores (fail-safe), provistos de las medi-das y dispositivos de seguridad necesarios para reduciral máximo los errores en sus procesos o garantizarque, si éstos ocurren, no alcancen y lleguen a tenerconsecuencias negativas en los pacientes.

El problema de la seguridad de la asistencia sani-taria en general o de los errores de medicación en par-ticular es uno de los problemas prioritarios que tienenplanteado en el momento actual las autoridades sani-tarias de algunos países desarrollados, sobre todo deEE.UU. y Australia y más recientemente de Gran Bre-taña y Canadá.

En EE.UU. cabe destacar tres publicaciones clavede la pasada década por su contribución al conoci-miento y a la toma de conciencia de la importancia deeste problema. En 1991 se publicó el Harvard MedicalPractice Study, primer estudio que analizó retrospectiva-mente, en una amplia muestra de pacientes (n =30.195) que habían estado ingresados durante 1984 endistintos hospitales del estado de Nueva York, la inci-dencia y los tipos de acontecimientos adversos causadospor las intervenciones médicas(1, 2). Este estudio en-contró que un 3,7% de los pacientes hospitalizados ha-bían sufrido efectos yatrogénicos derivados de las ac-tuaciones médicas durante su estancia hospitalaria, delos cuales un 19,4% estaban causados por medica-mentos. Un 45% de los casos detectados se conside-raron prevenibles, es decir, causados por errores.

Este mismo grupo de trabajo publicó en 1995 elADE Prevention Study, que proporcionó el marco con-ceptual y metodológico para la realización de los estu-dios de evaluación de acontecimientos adversos pormedicamentos desde la perspectiva de sistema, los cua-les se dirigen a la identificación de las causas que moti-van los errores de medicación(3, 4). Este estudio pros-

pectivo llevado a cabo en los hospitales Brigham Wo-men’s y Massachusets General Hospital de Bostonmostró que un 6,5% de los pacientes hospitalizadoshabían sufrido un acontecimiento adverso por medi-camentos durante su ingreso y que aproximadamenteun tercio de ellos (28%) eran consecuencia de errores demedicación. Los investigadores detectaron 247 acon-tecimientos adversos por medicamentos reales y 194acontecimientos adversos potenciales y los analizaronen función de los tipos de errores asociados, identifi-cando las causas próximas y los fallos del sistema que ha-bían contribuido a la aparición de los mismos. Una pu-blicación posterior(9) valoró que, además, los recursosconsumidos por estos incidentes en términos econó-micos eran importantes, ya que se estimó que cadaacontecimiento adverso incrementaba el coste medio dela estancia hospitalaria en 4.700 dólares, lo que suponíaque sólo los acontecimientos adversos motivados porerrores representaban un coste anual de 2,8 millonesde dólares para un hospital de 700 camas. Extrapolan-do estas cifras a la totalidad de EE.UU. se dedujo que losacontecimientos adversos por medicamentos en pa-cientes hospitalizados suponían un coste anual de dosmil millones de dólares.

En noviembre de 1999 el problema de la seguri-dad de la asistencia sanitaria trascendió a los medios decomunicación y a la opinión pública americana con lapublicación del informe realizado por el Committeeon Quality of Health Care in America del Institute ofMedicine (IOM), lo que hizo que las autoridades sani-tarias se implicaran en la búsqueda de medidas para re-ducir este problema(10). Este informe señala que loserrores asistenciales ocasionan entre 44.000 y 98.000muertes al año en EE.UU., una mortalidad mayor quela causada por los accidentes de tráfico, el cáncer demama o el sida. El documento trata en extensión delos errores de medicación, por considerar que son losde mayor magnitud y los más conocidos, y destaca queocasionan más de 7.000 muertes anuales, superando alas causadas por los accidentes de trabajo, y que sonresponsables de una de cada 854 muertes en pacienteshospitalizados y de una de cada 131 muertes en pa-cientes no hospitalizados. Recoge también los datosmencionados anteriormente del ADE Prevention Studyreferentes al ámbito hospitalario. Finalmente, indicaque los acontecimientos adversos derivados de loserrores en la prescripción, administración o falta decumplimiento probablemente sean más numerosos enel medio ambulatorio.

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En España no se conoce la magnitud real del pro-blema de los errores de medicación y, consecuente-mente, no se ha tomado conciencia de su repercusiónen la seguridad de los pacientes, salvo por algunos co-lectivos como los farmacéuticos de hospital. Los re-sultados de los escasos estudios realizados en nuestropaís revelan que los errores de medicación tienen unarepercusión asistencial y económica del mismo ordende magnitud que en EE.UU. Según los resultados de es-tudios coordinados por la delegación española delInstitute for Safe Medication Practices (ISMP-España),los errores de medicación pueden motivar un 4,7% delos ingresos en servicios médicos, con un coste me-dio por estancia próximo a 3.000 §(11). Asimismo, pue-den causar acontecimientos adversos en el 1,4% delos pacientes hospitalizados(12). Otro estudio realizadorecientemente en Barcelona ha mostrado que loserrores de medicación son responsables del 5,3% de losingresos hospitalarios(13). En consecuencia, es previsi-ble que si en nuestro país no se implantan medidas es-pecíficas a todos los niveles dirigidas a la prevención deerrores, tal y como se ha hecho en EE.UU., este pro-blema irá en aumento.

TERMINOLOGÍA: ¿QUÉ ES UN ERRORDE MEDICACIÓN?

Existe una cierta confusión sobre los términosutilizados para denominar a los distintos efectosnegativos producidos por los medicamentos, locual dificulta enormemente el conocimiento de laincidencia real de dichos efectos y la comparación delos resultados obtenidos en los diferentes estudios.Por ello, conviene aclarar los siguientes términos,aunque es preciso señalar que no hay un consenso alrespecto.

Error de medicación (EM) (Medication error,ME). Es cualquier error que se produce en cual-quiera de los procesos del sistema de utilización delos medicamentos (drug-use-system error). El Na-tional Coordinating Council for Medication ErrorReporting and Prevention (NCCMERP) define loserrores de medicación como: “cualquier incidenteprevenible que puede causar daño al paciente o darlugar a una utilización inapropiada de los medica-mentos, cuando éstos están bajo el control de losprofesionales sanitarios o del paciente o consumidor.Estos incidentes pueden estar relacionados con lapráctica profesional, con los productos, con los

procedimientos o con los sistemas, incluyendo fallosen la prescripción, comunicación, etiquetado, enva-sado, denominación, preparación, dispensación,distribución, administración, educación, segui-miento y utilización”(14).

Algunas definiciones anteriores considerabansólo como EM a las desviaciones o diferencias en-tre la orden médica y la medicación recibida real-mente por el paciente, y se centraban principal-mente en los errores de transcripción, dispensacióny administración(15). Sin embargo, la definición ac-tual incluye los errores de prescripción y segui-miento, puesto que además éstos suponen aproxi-madamente la mitad de los errores que se detectany son los responsables de los acontecimientos ad-versos de mayor gravedad para los pacientes(16).

Acontecimiento adverso potencial (Potencialadverse drug event, PADE). Es un EM grave quepodría haber causado un daño, pero que no lo llegóa causar, bien por suerte (por ejemplo, el pacienteno tuvo una reacción alérgica a un medicamentoque recibió, a pesar de que estaba anotado en la his-toria clínica que sí era alérgico) o bien porque fueinterceptado antes de que llegara al paciente (porejemplo, la enfermera se dio cuenta de que estabaprescrito un medicamento al que el paciente eraalérgico y contactó con el médico para que lo cam-biara)(16). El análisis de los AAM potenciales es útil,porque permite identificar tanto los puntos dondefalla el sistema y se producen los errores, como lospuntos donde funciona y los errores se consiguen in-terceptar y evitar(16, 17).

Acontecimiento adverso por medicamentos(AAM) (Adverse drug event, ADE). Se define como“cualquier daño, grave o leve, causado por el uso(incluyendo la falta de uso) de un medicamento”(16)

o “cualquier daño resultante del uso clínico de unmedicamento”(18). La Figura 1 recoge un esquemagráfico de la relación entre AAM y EM(19).

Los AAM pueden clasificarse en dos tipos:

– AAM prevenibles. Son aquellos AAM causadospor EM. Suponen, por tanto, daño y error.

– AAM no prevenibles. Son aquellos AAM que seproducen a pesar de un uso apropiado de los me-dicamentos (daño sin error) y se correspondencon las denominadas reacciones adversas a medi-camentos (RAM).

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Reacción adversa a medicamentos (RAM) (Adver-se drug reaction, ADR). Se define por la OMS como“todo efecto perjudicial y no deseado que se presentadespués de la administración de un medicamento a lasdosis normalmente utilizadas en el hombre para la pro-filaxis, diagnóstico o tratamiento de una enfermedad ocon objeto de modificar una función biológica”(20).

Como se ha mencionado anteriormente se consi-dera que las RAM no suponen un mal uso de los medi-camentos, es decir, que no se producen por un error.No obstante, con frecuencia se ha empleado y se sigueempleando este término como sinónimo de AAM, locual da lugar a equívocos y no permite delimitar clara-mente las diferencias que existen entre ambos términosen lo que se refiere a las posibilidades de prevención.

Los EM son frecuentes. Sin embargo, es importan-te destacar que la mayoría de ellos son triviales y no cau-san daños a los pacientes, aunque sean un indicador deuna baja calidad de la asistencia sanitaria. No se disponeapenas de estudios que evalúen la proporción relativade EM y de AAM, pero se acepta que de un 1 a un 5%de los EM son capaces de causar daño, es decir, acon-tecimientos adversos(21-23). En un estudio llevado a caboen tres unidades médicas con objeto de determinar laincidencia de EM, AAM y AAM potenciales, se detec-taron en un total de 10.070 prescripciones médicas: 530EM, 5 AAM prevenibles y 35 AAM potenciales(21). Según

los autores, ello supondría aproximadamente que de ca-da 100 EM que se producen, sólo uno daría lugar a unacontecimiento adverso y que, por suerte, ocurrirían sie-te veces más casos de AAM potenciales, que habitual-mente se interceptan.

FUNDAMENTOS DE LA PREVENCIÓN DELOS ERRORES DE MEDICACIÓN

Las estrategias de prevención de los EM se basanen una serie de principios que son los que han utilizadocon gran éxito otros sectores, como la aviación o la in-dustria del automóvil, para reducir errores y riesgos.

3.1. Analizar los errores de medicación como errores de sistema

Para mejorar la seguridad del sistema sanitario, lapremisa inicial es reconocer que el error es inherente a lanaturaleza humana, es decir, que, independientemente dela capacitación y del cuidado de las personas, los errorespueden ocurrir en cualquier proceso humano, inclu-yendo el complejo sistema de utilización de los medica-mentos. Por ello, lo realista es crear sistemas sanitarios se-guros que sean resistentes a los errores humanos(24).Esto es lo que intenta resaltar el título del informe IOM:To err is human. Building a safer health system(10).

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Figura 1. Relación entre accidentes con medicamentos, acontecimientos adversos por medicamentos (AAM), reacciones adversas a medicamentos (RAM) y errores de medicación (EM) (adaptada de referencia 19).

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717ERRORES DE MEDICACIÓN

Esta aproximación supone también enfocar elanálisis de los errores desde la perspectiva deque éstos se producen porque existen fallos enel sistema (system approach) y no por incompe-tencia o fallos de los individuos (person appro-ach), como ha sido el enfoque tradicional hastaahora(25). Además, cuando se analizan los erroresdesde esta perspectiva, se suele comprobar que enun sistema tan complejo como es el sanitario,los errores resultan casi siempre de la concate-nación de múltiples factores o fallos, entre losque se distinguen, por una parte, fallos latentes odefectos presentes en el sistema relacionadoscon la organización, procedimientos de trabajo,medios técnicos, condiciones laborales, etc., y,por otra, fallos activos o errores de los profe-sionales que están en contacto directo con losprocesos. En consecuencia, castigar o eliminaral individuo “culpable” del error no va a modi-ficar los defectos latentes del sistema y es pro-bable que el mismo error vuelva a suceder otravez. En definitiva, desde esta perspectiva, sesuele decir que cuando se produce un error nose debe tratar de buscar quién intervino en elmismo, sino que lo que interesa es analizar elerror para identificar cómo y por qué se ha pro-ducido.

3.2. Crear una cultura de seguridad no punitiva que permita aprender de los errores

Es necesario también asumir que la mejor forma demejorar los sistemas y prevenir los errores radica enanalizar los propios EM que se producen, con el finde identificar las causas que los originan(26).

Para ello es preciso crear un ambiente profesionalno punitivo que deseche la idea de culpabilidad y fa-vorezca la comunicación de los errores que se produ-cen, el análisis de sus causas y la discusión de las estra-tegias necesarias para evitarlos.

En el contexto sanitario, esto supone un enormecambio cultural, puesto que, a diferencia de lo que haocurrido en otros sectores de riesgo, como la aviación,en el ámbito de la medicina siempre se ha tendido aocultar los errores por temor al desprestigio profesio-nal y a las posibles sanciones(27).

El “caso de las enfermeras de Denver” es buenejemplo para ilustrar los dos principios anteriores. EnOctubre de 1996, un EM ocurrido en un hospital deDenver ocasionó la muerte de un recién nacido debi-do a la administración por vía intravenosa de una do-sis diez veces superior a la prescrita de penicilina-ben-zatina. Como consecuencia de ello, tres enfermerasfueron llevadas a juicio con cargos de “homicidio pornegligencia criminal”. Michael Cohen y Judy Smetzer,

Figura 2. Fallos de sistema que ocasionaron la muerte del recién nacido de Denver (29)

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718 FARMACIA HOSPITALARIA

del ISMP, realizaron un análisis sistematizado del casoy encontraron que a lo largo del proceso de prescrip-ción, dispensación y administración del medicamento,que había conducido a este trágico acontecimiento ad-verso, se habían producido más de 12 fallos de siste-ma(28). Los fallos fueron, entre otros, los siguientes:medicamento innecesario, orden médica ilegible, faltade verificación de la orden médica por el farmacéutico,mal etiquetado de la especialidad farmacéutica e inex-periencia del personal de farmacia y de enfermería enel manejo del medicamento. Su informe llevó al jura-do a exculpar a las enfermeras acusadas.

Este caso proporciona una clara evidencia deque los EM no se pueden atribuir casi nunca al fallode una persona, sino que casi siempre se deben amúltiples fallos o agujeros en las barreras del sistema,que cuando se alinean dan lugar al accidente(29) (véa-se Figura 2). Asimismo, pone de manifiesto que cas-tigar a los profesionales implicados no hubiera ser-vido de nada y no hubiera permitido subsanar losproblemas para evitar que dicho suceso volviera aocurrir otra vez.

EL SISTEMA DE UTILIZACIÓN DE LOS MEDICAMENTOS

Como se acaba de mencionar, las estrategias deprevención de los EM se basan fundamentalmenteen el desarrollo de sistemas de utilización de medi-camentos seguros, a prueba de errores. En este sen-tido, interesa conocer cómo se puede describir lacadena de la utilización de los medicamentos enuna organización sanitaria desde la perspectiva delsistema.

Un sistema es un “conjunto de cosas que orde-nadamente relacionadas entre sí contribuyen a undeterminado objeto”(30). En 1989, un panel de ex-pertos convocados por la Joint Commission on Ac-creditation of Healthcare Organizations (JCHCO)definió el sistema de utilización de los medicamen-tos como el “conjunto de procesos interrelacionadoscuyo objetivo común es la utilización de los medi-camentos de forma segura, efectiva, apropiada yeficiente(8)”.

El panel de expertos identificó inicialmentecuatro procesos, como integrantes de dicho siste-ma en el ámbito hospitalario, los cuales posterior-mente fueron ampliados a cinco: selección, pres-cripción, preparación y dispensación,

administración y seguimiento. En la actualidad sesuele considerar un sexto proceso más: la revisión yvalidación de la prescripción por el farmacéutico (31).Por tanto, el sistema de utilización de los medica-mentos estaría constituido por los procesos y com-ponentes recogidos en la Tabla 1(8, 31). En esencia, elprimer proceso consiste en la selección de los me-dicamentos a disponer en el hospital, realizada porun equipo multidisciplinar. Le sigue el estudio delpaciente y la prescripción de la terapia farmacológicanecesaria por el médico. A continuación, el farma-céutico valida la prescripción médica, la cual se pre-para y dispensa en el Servicio de Farmacia. Poste-riormente, los medicamentos se administran por laenfermera y, por último, se monitoriza la respuestadel paciente al tratamiento, con el fin de controlartanto los efectos deseados como las posibles reac-ciones inesperadas al tratamiento.

Aunque cada proceso suele ser competencia deun profesional sanitario específico, en la práctica,en muchos de ellos suelen intervenir varias personas(médicos, farmacéuticos, enfermeras, auxiliares, ad-ministrativos, celadores, pacientes, etc.) dependien-do de la organización y de los procedimientos detrabajo de cada institución. El funcionamiento glo-bal del sistema dependerá, por tanto, de todos y ca-da uno de estos profesionales y de su capacidad decoordinación y de trabajo en equipo. Éste es un as-pecto importante que supone un cambio culturalen los profesionales, quienes deben comprender yasumir sus competencias y funciones, así como lainterdependencia de las mismas con las del resto delos implicados en la cadena(32).

Desde esta misma perspectiva, la clave para lareducción de los EM en los hospitales radica en es-tablecer una sistemática continua de evaluación ymejora de los procesos que integran los sistemas deutilización de medicamentos, y en la detección yanálisis de los EM que se producen(16, 29, 33). Esta eva-luación debe ser realizada por un equipo multidis-ciplinar en cada hospital (véase apartado 6.1), y ten-drá como objetivos principales los siguientes:

– Identificar los componentes del sistema proclivesa errores (puntos de riesgo) que es preciso mejo-rar.

– Implementar estrategias efectivas que permitanprevenir o reducir los errores.

– Comprobar el resultado de las estrategias de me-jora que se incorporen.

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719ERRORES DE MEDICACIÓN

PROCESO

1. Selección y gestión1.1. Establecer una Guía Farmacoterapéutica1.2. Establecer un procedimiento para la provisión

de medicamentos no incluidos en la Guía Farmacoterapéutica

2. Prescripción

2.1. Evaluar la necesidad y seleccionar el medicamento correcto2.2. Individualizar el régimen terapéutico2.3. Establecer la respuesta terapéutica deseada

3. Validación

3.1. Revisar y validar la prescripción

4. Preparación y dispensación4.1. Adquirir y almacenar los medicamentos4.2. Procesar la prescripción4.3. Elaborar/preparar los medicamentos4.4. Dispensar los medicamentos con regularidad

5. Administración

5.1. Administrar el medicamento correcto al paciente correcto5.2. Administrar la medicación en el momento indicado5.3. Informar al paciente sobre la medicación5.4. Involucrar al paciente en la administración

6. Seguimiento

6.1. Monitorizar y documentar la repuesta del paciente6.2. Identificar y notificar las reacciones adversas y los errores de medica-

ción6.3. Reevaluar la selección del medicamento, dosis, frecuencia y duración

del tratamiento

Tabla 1.Principales procesos y componentes del sistema de utilización de los medicamentos en los hospitales y personas implicadas(8,31).

PERSONAS IMPLICADAS

Comité interdisciplinario (inclu-yendo clínicos y gestores)

Médico

Farmacéutico

Farmacéutico

Enfermera

Todos los profesionalessanitarios y el pacienteo sus familiares

ANÁLISIS DE LOS ERRORES DE MEDICACIÓN

Los EM se deben analizar desde la perspectiva desistema, con el fin de documentar diversos aspectosde los mismos. Fundamentalmente conviene clasifi-carlos en función del proceso de la cadena terapéuticadonde se originan, de la gravedad de las posibles con-secuencias para el paciente y de las características delerror (tipos). Asimismo, es fundamental analizarlospara conocer las causas y factores que han contribuidoa su aparición.

5.1. Proceso de la cadena donde se originan

Es importante registrar los procesos de la cadena te-rapéutica donde se producen con mayor frecuencialos EM, con el fin de priorizar dónde interesa implan-tar medidas de prevención.

A nivel hospitalario, los procesos en los que sesuele observar una frecuencia más alta de EM son la ad-ministración, transcripción y dispensación, aunquemuchos de estos errores son triviales y no causan dañosen los pacientes. Así, en un informe sobre los EM re-

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720 FARMACIA HOSPITALARIA

Figura 3. Proceso de la cadena terapéutica donde se originan los EM causantes de AAM en pacientes hospitalizados (ADE Prevention Study)(3,4).

cogidos durante el año 1999 en el programa Med-MARXSM desarrollado por la United States Pharma-copeia (USP)(22), un gran porcentaje de los EM se habíanoriginado en el proceso de administración (40%), alque le siguieron por orden de frecuencia los procesosde transcripción (21%) y de dispensación (17%).

Sin embargo, cuando se analizan los EM que cau-san acontecimientos adversos, se observa que los erro-res de prescripción son los más frecuentes. En elADE Prevention Study, ya citado, en el que se anali-zaron AAM ocurridos en pacientes hospitalizados, seobservó que un 2% de los pacientes presentabanAAM prevenibles durante su ingreso hospitalario(3, 4).Estos errores se habían producido en un 56% en elproceso de prescripción y en un 34% en el de admi-nistración, registrándose un porcentaje reducido deerrores que se habían originado en la transcripción(6%) y dispensación (4%) (Figura 3).

Por último, cuando se registran AAM que se ori-ginan en el ámbito ambulatorio, como los que moti-van consultas en Urgencias o el ingreso hospitalario,se determina también un gran porcentaje de EM ori-ginados en el proceso de seguimiento(11, 13).

5.2. Gravedad

Un segundo aspecto de los EM que interesa de-terminar es la gravedad de sus consecuencias sobre lospacientes, dado que también es otro criterio impor-tante a considerar a la hora de establecer prioridadesde actuación.

El NCCMERP adoptó en 1996 el sistema pro-puesto por Hartwig et al.(34) para categorizar los EMsegún la gravedad del daño producido. Se propusie-ron nueve categorías de gravedad diferentes, de la A ala I, en función de factores tales como si el error al-canzó al paciente, si le produjo daño y, en caso afir-mativo, en qué grado. Estas nueve categorías se agru-paron en cuatro niveles o grados principales degravedad: error potencial o no error, error sin daño,error con daño y error mortal.

El NCCMERP recientemente ha publicado unaversión actualizada de esta clasificación(35), que se re-coge en la Tabla 2. En ella se modifican algunas defi-niciones y también lo que pretende es insistir en laconveniencia de asignar el mismo peso a las nueve ca-tegorías de gravedad establecidas, ya que en los pro-gramas de notificación de EM es igualmente impor-

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721ERRORES DE MEDICACIÓN

Tabla 2. Categorías de gravedad de los errores de medicación(35).

DEFINICIÓN

Error potencialo no error

Errorsin daño1

Errorcon daño

Error mortal

Categoría A Circunstancias o incidentes con capacidad de causar error

Categoría B El error se produjo, pero no alcanzó al paciente2

Categoría C El error alcanzó al paciente, pero no le causó daño

Categoría D El error alcanzó al paciente y no le causó daño, pero precisó monito-rización3 y/o intervención para comprobar que no había sufrido daño

Categoría E El error contribuyó o causó daño temporal al paciente y precisó inter-vención4

Categoría F El error contribuyó o causó daño temporal al paciente y precisó oprolongó la hospitalización

Categoría G El error contribuyó o causó daño permanente al paciente

Categoría H El error comprometió la vida del paciente y se precisó intervenciónpara mantener su vida5

Categoría I El error contribuyó o causó la muerte del paciente

1 Daño: alteración temporal o permanente de estructuras o funciones físicas, emocionales o psicológicas y/o el dolor resultante de ellas que precise interven-ción.

2 Un “error por omisión” alcanza al paciente.3 Monitorización: observación o registro de datos relevantes fisiológicos o psicológicos.4 Intervención: cualquier cambio realizado en la terapia o tratamiento médico o quirúrgico.5 Intervención necesaria para mantener la vida del paciente: incluye el soporte vital cardiovascular y respiratorio (desfibrilación, intubación, etc.).

CATEGORÍA

tante la comunicación y el registro de los erroresque producen daño como de aquellos que única-mente tienen capacidad de causarlo. La categoría A,en la que se incluyen las circunstancias o incidentescon capacidad de causar error, define los errorespotenciales o no errores. Pertenecen a esta categoría,por ejemplo, los etiquetados y envasados que puedeninducir a error. En la categoría B, el error se produ-jo pero no alcanzó al paciente, siendo, por lo tanto,un error sin daño. Ejemplos de esta categoría seríanel almacenamiento incorrecto de medicamentos olos errores producidos en cualquiera de los procesosde la cadena terapéutica que son detectados antesde que el medicamento sea administrado al pacien-te. En las categorías C y D, el error alcanzó al pa-

ciente pero no le causó daño. Por último, las cate-gorías E, F, G y H representan los errores con dañopara el paciente, aumentando el grado de severidada lo largo de la clasificación, hasta llegar a la catego-ría I, en la que se incluyen los errores que contribu-yen o causan la muerte del paciente. Esta nueva ver-sión se acompaña de un algoritmo para facilitar estaclasificación de los errores (Figura 4).

Como ejemplo de la distribución de los EM enfunción de su categoría de gravedad, la Figura 5muestra gráficamente los EM registrados duranteel año 1999 en la base de datos MedMARXSM de laUSP(22). En ella se puede observar que los erroressin daño (categorías B, C y D) representaron el ma-yor porcentaje de los EM registrados, mientras que

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722 FARMACIA HOSPITALARIA

Figura 4. Algoritmo para la clasificación de los errores de medicación en función de su gravedad (35).

Circunstancias o incidentes concapacidad de causar error

Categoría A

Categoría B

Categoría C

Categoría D

Categoría H

Categoría G

Categoría E

Categoría F

Categoría I

NO

SÍSÍ

NO

NO

NO

NO

NO

NO

NO

NO

• Daño:Alteración temporal o permanente de estructu-ras o funciones físicas,emocionales o psicológicas y/o el dolorresultante de ellas que precise intervención.• Monitorización:Observación o registro de datos relevantes fisio-lógicos o psicológicos.• Intervención:Cualquier cambio realizado en la terapia o trata-miento médico o quirúrgico.• Intervención necesaria para mantener la vida del paciente:Incluye el soporte vital cardiovascular y respiratorio (desfibrilación, intubación, etc.).

* Un error por omisión alcanza al paciente.

¿Se produjorealmente el error?

¿Alcanzóel error alpaciente?

¿Sufrió daño elpaciente?

¿Fue el dañopermanente?

¿Fue el dañotemporal?

¿Contribuyó oprodujo el error la

muerte delpaciente?

¿Comprometió el error la vidadel paciente?

¿Causó o prolongó la hos-pitalización del

paciente?

¿Se precisó algún tipo de intervención o

monitorización?

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723ERRORES DE MEDICACIÓN

Figura 5. Categorías de gravedad de los errores de medicación registrados en el programa MedMARxSM durante el año 1999 (n = 6.224)(22).

los EM que contribuyeron o causaron daño omuerte al paciente (categorías E, F, G, H e I) sólorepresentaron el 2,8% del total.

5.3. Tipos de errores

Los EM se clasifican también en distintos tipos se-gún la naturaleza de los mismos. En 1993 la AmericanSociety of Health-System Pharmacists (ASHP) publi-có las Directrices para la prevención de errores de me-dicación en los hospitales(36), en las que incluyó una cla-sificación de los EM en 11 tipos (Tabla 3). Estedocumento consideró los tipos de errores de prescrip-ción y de seguimiento, no tenidos en cuenta hasta elmomento por otros autores(15).

En 1998 el NCCMERP publicó la primera Taxo-nomía de errores de medicación(14) con el fin de pro-porcionar un lenguaje estandarizado y una clasificaciónestructurada de los EM para su análisis y registro. LosEM se clasificaron en 13 tipos y varios subtipos, inclu-yendo algunos no contemplados en la clasificación de laASHP.

En España se ha realizado una adaptación de la ta-xonomía del NCCMERP, con el permiso de la USP,bajo la coordinación del ISMP-España. Este docu-mento se elaboró por un grupo de trabajo constituidopor farmacéuticos de varios centros hospitalarios del

país, con la financiación de la Fundación Española deFarmacia Hospitalaria (Grupo Ruiz-Jarabo 2000). En lataxonomía española se consideran 15 tipos de EM, yaque se incorporan los errores de frecuencia de adminis-tración, preparación incorrecta e incumplimiento delpaciente, y no se especifica el error de concentración(37)

(Tabla 4). Al igual que la clasificación del NCCMERP,esta adaptación diferencia varios subtipos, para descri-bir mejor algunos de los errores. Fundamentalmenteamplía los subtipos asociados con la prescripción. Es-tos errores, frecuentes en la práctica clínica, no estáncontemplados apenas en la clasificación americana,muy polarizada hacia los errores de dispensación y de ad-ministración en el ámbito hospitalario.

Una característica importante que hay que consi-derar al utilizar cualquiera de las clasificaciones ante-riormente mencionadas es que los diferentes tipos noson mutuamente excluyentes, debido a la complejidadinherente a muchos EM. Esto implica que el número detipos puede ser mayor al de errores analizados.

En la Figura 6 se muestran los tipos de errores másfrecuentes registrados en el programa MedMARXSM

durante el año 1999(22). Asimismo, la Figura 7 exponelos principales tipos de EM registrados por el grupo detrabajo Ruiz-Jarabo 2000(37), de acuerdo con la adaptaciónespañola de la taxonomía. En ambos casos los tres tiposde errores principalmente detectados fueron medica-

Page 12: 2.14. Errores de medicación

724 FARMACIA HOSPITALARIA

Tabla 3. Tipos de errores de medicacióna. Clasificación de la ASHP(36).

DESCRIPCIÓN

Error de prescripción

Error por omisiónb

Hora de administración erróneaMedicamento noprescritoc

Error de dosificaciónd

Forma farmacéuticaerróneae

Preparación errónea delmedicamentof

Error en la técnica de administracióng

Medicamentodeterioradoh

Error de monitorización

Incumplimiento del pacienteOtros

Selección incorrecta del medicamento prescrito (según sus indicaciones, contraindicaciones,alergias conocidas, tratamiento farmacológico ya existente y otros factores), dosis, forma far-macéutica, cantidad, vía de administración, concentración, frecuencia de administración o ins-trucciones de uso; prescripciones ilegibles o prescripciones que induzcan a errores que puedanalcanzar al paciente.

No administrar una dosis prescrita a un paciente antes de la siguiente dosis programada, si la hubiese.

Administración de la medicación fuera del periodo de tiempo preestablecido en el horario programado de administración (el horario debe ser establecido por cada institución).

Administración al paciente de un medicamento no prescrito.

Administración al paciente de una dosis mayor o menor que la prescrita,o administración de dosis duplicadas al paciente, por ejemplo, una o más unidades de dosifica-ción además de las prescritas.

Administración al paciente de un medicamento en una forma farmacéutica diferente a la pres-crita.

Medicamento incorrectamente formulado o manipulado antes de su administración.

Procedimiento o técnica inapropiados en la administración de un medicamento

Administración de un medicamento caducado o del que la integridad física o química ha sido alterada.

No haber revisado el tratamiento prescrito para verificar su idoneidad y detectar posibles pro-blemas, o no haber utilizado los datos clínicos o analíticos pertinentes para evaluar adecuadamente la respuesta del paciente a la terapia prescrita.

Cumplimiento inapropiado del paciente del tratamiento prescrito.

Otros errores de medicación no incluidos en las categorías anteriormente descritas.

TIPOS DE ERROR

a) Los diferentes tipos no son mutuamente excluyentes debido a la naturaleza multidisciplinar y multifactorial de los errores de medicación.b) Asume que no ha habido error de prescripción. Se excluirían: 1) los casos en que el paciente rehúsa tomar la medicación o 2) la decisión de no administrar la medica-

ción al darse cuenta de que existen contraindicaciones. Si hubiera una explicación evidente para la omisión (por ejemplo, el paciente estaba fuera de la unidad de enfer-mería para hacerse unas pruebas, o la medicación no estaba disponible), esta razón debe documentarse en la historia clínica del paciente.

c) Incluiría, por ejemplo, un medicamento equivocado, una dosis administrada a un paciente equivocado, medicamentos no prescritos y dosis administradas fuera de lasguías o protocolos clínicos establecidos.

d) Excluiría: 1) desviaciones aceptadas según los márgenes predefinidos que se hayan establecido en cada institución en función de los dispositivos de medida propor-cionados a los profesionales encargados de la administración de los medicamentos (por ejemplo, no administrar una dosis en función de la temperatura o el nivel deglucosa determinados en el paciente) y 2) formas farmacéuticas tópicas cuando la prescripción no haya indicado la cantidad.

e) Excluiría los protocolos aceptados (establecidos por la Comisión de Farmacia y Terapéutica o su equivalente) que autoricen al farmacéutico a dispensar formas far-macéuticas-alternativas a pacientes con necesidades especiales (por ejemplo, formas farmacéuticas líquidas para pacientes con sonda nasogástrica o que tienen dificul-tad para tragar).

f) Incluiría, por ejemplo, dilución o reconstitución incorrecta, mezcla de medicamentos que son física o químicamente incompatibles, y envasado incorrecto del produc-to.

g) Incluiría dosis administradas: 1) por una vía de administración errónea (diferente de la prescrita), 2) por la vía de administración correcta pero en un lugar erróneo (porejemplo, ojo izquierdo en vez del derecho), y 3) velocidad de administración errónea.

h) Incluiría, por ejemplo, la administración de medicamentos caducados y de medicamentos mal almacenados.

Page 13: 2.14. Errores de medicación

725ERRORES DE MEDICACIÓN

1. Medicamento erróneo1.1. Selección inapropiada del medicamento

1.1.1. Medicamento no indicado/apropiado para el diagnóstico que se pretende tratar1.1.2. Historia previa de alergia o efecto adverso similar con el mismo medicamento o con otros similares1.1.3. Medicamento contraindicadoa

1.1.4. Medicamento inapropiado para el paciente por su edad, situación clínica o patología subyacente1.1.5. Duplicidad terapéutica

1.2. Medicamento innecesariob

1.3. Transcripción/dispensación/administración de un medicamento diferente al prescrito

2. Omisión de dosis o de medicamentoc

2.1. Falta de prescripción de un medicamento necesariod

2.2. Omisión en la transcripción2.3. Omisión en la dispensación2.4. Omisión en la administración

3. Dosis incorrecta3.1. Dosis mayor de la correcta3.2. Dosis menor de la correcta3.3. Dosis extra

4. Frecuencia de administración errónea

5. Forma farmacéutica errónea

6. Error de preparación, manipulación y/o acondicionamiento

7. Técnica de administración incorrectae

8. Vía de administración errónea

9. Velocidad de administración errónea

10. Hora de administración incorrectaf

11. Paciente equivocado

12. Duración del tratamiento incorrecta12.1. Duración mayor de la correcta12.2. Duración menor de la correctag

13. Monitorización insuficiente del tratamiento13.1. Falta de revisión clínica13.2. Falta de controles analíticos13.3. Interacción medicamento-medicamento13.4. Interacción medicamento-alimento

14. Medicamento deterioradoh

15. Falta de cumplimiento por el paciente

16. Otros

Tabla 4. Tipos de errores de medicación. Adaptación española de la clasificación del NCCMERP (37).

a) Incluye interacciones contraindicadas.b) Prescribir/administrar un medicamento para el que no hay indicación.c) Excluye aquellos casos en que el paciente rehúsa voluntariamente tomar la medicación.d) Incluye la falta de profilaxis, así como el olvido de un medicamento al escribir la orden médica.e) Incluye fraccionar o triturar inapropiadamente formas sólidas orales.f) Incluye la administración del medicamento fuera del intervalo de tiempo programado en cada institución para la administración horaria de la medicación.g) Incluye retirada precoz del tratamiento.h) Incluye medicamento caducado, mal conservado, etc.

TIPOS DE ERRORES DE MEDICACIÓN

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726 FARMACIA HOSPITALARIA

Figura 6. Tipos de errores de medicación registrados en el MedMARxSM durante el año 1999 (n = 6.188)(22).

Figura 7. Tipos de errores de medicación registrados por el grupo de trabajo Ruiz-Jarabo 2000 (n = 453) (37).

Page 15: 2.14. Errores de medicación

727ERRORES DE MEDICACIÓN

mento erróneo, dosis incorrecta y omisión, lo que po-ne de manifiesto que los problemas de seguridad enlos distintos países son bastantes similares.

5.4. Causas de los errores de medicación

Como se ha descrito anteriormente, el análisis de losEM permite documentar aspectos básicos de los mis-mos, como son: el tipo de problemas que han sucedi-do, el momento del proceso de utilización de los me-dicamentos en el que se han producido y los daños quehan causado a los pacientes. Aunque esta informaciónes útil para caracterizar los EM, el aspecto más impor-tante es conocer por qué ocurrieron dichos errores, esdecir, identificar las causas que los originaron. El análi-sis sistemático de las causas de los EM detectados en ca-da centro o institución sanitaria es fundamental paradeterminar cuáles son los fallos o puntos débiles delsistema y desarrollar medidas para subsanarlos.

Las causas de los EM son muy complejas. En lamayoría de los casos los errores son multifactoriales,debido a que resultan de múltiples factores o fallos,tanto presentes en el sistema, relacionados con la or-ganización, procedimientos de trabajo, medios técni-cos, condiciones de trabajo, etc., como relacionadoscon los profesionales que están en contacto directocon los procesos(25, 38). Además, los EM son multidisci-plinares, pues pueden afectar a varios procesos, y por lotanto, a los diferentes profesionales implicados en lacadena terapéutica(38). La relación entre tipos y causasde EM es igualmente compleja. Así, un tipo de errorde medicación puede atribuirse a varias causas dife-rentes, y, al contrario, una causa puede estar involucra-da en varios tipos de EM diferentes.

El primer estudio que abordó el análisis de las cau-sas de los EM desde la perspectiva del sistema, es decir,como fallos del sistema y no de los individuos impli-cados, fue el ADE Prevention Study, ya mencionadoanteriormente en este capítulo(4). En este estudio, Lea-pe et al. se hicieron tres preguntas para contestar a“tres porqués”, con el fin de analizar los EM detectados.La primera pregunta fue por qué se produjo el inci-dente, es decir, ¿cuál fue el error? y permitió conocer eltipo de incidentes que se habían producido. La segun-da pregunta fue por qué ocurrió el error, es decir, ¿cuálfue la causa más próxima?, entendiendo como “causapróxima” la razón aparente por la que a primera vistaocurrió el error, por ejemplo, falta de información so-bre el paciente, confusión en la transcripción, etc. Latercera pregunta y más importante fue por qué se pro-

dujo la causa próxima, es decir, ¿cuáles fueron los fallossubyacentes en el sistema? y permitió detectar esospuntos débiles del sistema como, por ejemplo, falta dedisponibilidad de la información del paciente, pres-cripción ilegible, etc. Es lo que los autores denominaron“búsqueda del tercer porqué”. Mediante este análisisidentificaron 13 causas próximas y agruparon en 16categorías los principales fallos del sistema que contri-buyeron a los EM. Las causas más frecuentes detecta-das fueron la falta de conocimiento sobre el medica-mento (22% de los errores) y la falta de informaciónsobre el paciente (14% de los errores). El fallo del sis-tema más común fue la incorrecta difusión de infor-mación sobre medicamentos, particularmente a médi-cos, fallo al que se le atribuyeron el 29% de los erroresanalizados, seguido de una inadecuada disponibilidad deinformación sobre el paciente, que se asoció con el18% de los errores. Siete de los 16 fallos del sistemaexplicaron prácticamente el 80% de los errores, y se re-lacionaron todos ellos con problemas de acceso a lainformación.

Se han publicado distintas clasificaciones sobre lascausas de los EM, si bien la diferencia principal resideen los términos utilizados o en los procesos en los quese centran. La clasificación más utilizada en el mo-mento actual es la de la taxonomía del NCCMERP,empleada por los programas de notificación de EM.En ella se clasifican las causas de los EM en cinco ca-tegorías y se definen 13 factores contribuyentes rela-cionados con el sistema(14).

La adaptación española de la taxonomía delNCCMERP (Tabla 5) agrupa las causas de los EM enseis categorías y especifica 10 factores contribuyentesprincipales. Asimismo distingue diferentes subcatego-rías que permiten adaptar la clasificación americana a lascaracterísticas propias del sistema sanitario de nuestropaís(37).

Según la información obtenida a través del pro-grama MERP de notificación de EM que mantiene elISMP, las causas más frecuentemente observadas enlos EM se pueden agrupar en los siguientes aparta-dos(29, 38):

Falta de información sobre los pacientes

Con frecuencia no se dispone de informaciónsobre las características demográficas, clínicas o detratamiento de los pacientes (diagnóstico, edad, peso,alergias, función renal o hepática, medicación previa,

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728 FARMACIA HOSPITALARIA

CAUSAS DE LOS ERRORES DE MEDICACIÓN

1. Problemas de interpretación de las prescripciones

1.1. Comunicación verbal incorrecta/incompleta/ambigua

1.2. Comunicación escrita incorrecta/incompleta/ambigua

1.3. Interpretación incorrecta de la prescripciónmédica

2. Confusión en el nombre/apellidos de los pacientes

3. Confusión en los nombres de los medicamentos

3.1. Similitud fonética3.2. Similitud ortográfica4. Problemas en el etiquetado/envasado/

diseño4.1. Forma de dosificación (comprimido/

cápsula): apariencia similar a otros productos en color, forma o tamaño

4.2. Acondicionamiento primario: informaciónincompleta, apariencia que induzca a error, etc.

4.3. Embalaje exterior: información incompleta,apariencia que induzca a error, etc.

4.4. Prospecto incompleto o que induzca a error

4.5. Ficha técnica incompleta o que induzca a error

4.6. Material informativo o publicitario incompletoo que induzca a error

5. Problemas en los equipos y dispositivos de dis-pensación/preparación/administración

5.1. Equipo/material defectuoso5.2. Fallos en el sistema automático de dispensación5.3. Error en la selección del equipo/dispositivo

necesario para la administración del medica-mento

5.4. Fallos del sistema/bomba de infusión5.5. Error en el dispositivo de dosificación5.6. Otros6. Factores humanos6.1. Falta de conocimiento/formación sobre

el medicamento6.2. Falta de conocimiento/información sobre el

paciente6.3. Lapsus/despiste6.4. Falta de cumplimiento de las normas/

procedimientos de trabajo establecidos6.5. Errores de manejo del ordenador6.6. Almacenamiento incorrecto

de los medicamentos

6.7. Error en el cálculo de dosis o velocidad de infu-sión

6.8. Preparación incorrecta del medicamento6.9. Estrés, sobrecarga de trabajo6.10. Cansancio, falta de sueño6.11. Situación intimidatoria6.12. Complacencia/temor a conflictos6.13. Otros

FACTORES CONTRIBUYENTES ASOCIADOS A LOS SISTEMAS DE TRABAJO

1. Falta de normalización de procedimientos1.1. Falta de protocolos/directrices actualizados de

práctica asistencial1.2. Falta de protocolos de seguridad del uso de los

medicamentos2. Sistemas de comunicación/información defi-

cientes2.1. Falta de prescripción electrónica2.2. Falta de información sobre los pacientes2.3. Falta de sistemas de comunicación efectivos

entre los profesionales3. Rotura de stock/desabastecimiento4. Sistemas de preparación/dispensación

de medicamentos deficientes4.1. Falta de sistema de distribución en dosis unita-

rias4.2. Falta de unidad centralizada de mezclas intrave-

nosas5. Personal5.1. Falta de disponibilidad de un profesional sanita-

rio5.2. Personal insuficiente5.3. Asignación de personal sin experiencia, perso-

nal no fijo, cambios frecuentes de tareas, etc.5.4. Insuficiente capacitación6. Falta de información a los pacientes sobre los

medicamentos7. Falta de programas de asistencia para pacientes

ambulatorios (geriátricos, etc.)8. Situación de emergencia9. Factores ambientales9.1. Iluminación9.2. Ruido9.3. Interrupciones o distracciones frecuentes10. Inercia del sistema11. Otros

Tabla 5. Causas de los errores de medicación y factores contribuyentes asociados a los sistemas de trabajo.Adaptación española de la clasificación del NCCMERP(37).

Page 17: 2.14. Errores de medicación

729ERRORES DE MEDICACIÓN

datos de laboratorio, etc.) cuando se prescriben, dis-pensan o se administran los medicamentos. Esta in-formación es necesaria para seleccionar correcta-mente el medicamento, establecer la dosis, validar laprescripción o asegurar la administración adecuadade los medicamentos. Así, en el ADE PreventionStudy(4) se observó que el 18% de los AAM preveni-bles estaban motivados por la falta de informaciónrelevante sobre los pacientes. En otro estudio reali-zado por Lesar et al.(39) se encontró que el 29% de loserrores de prescripción estaban directamente rela-cionados con una insuficiente información sobre lospacientes, principalmente de su función hepática yrenal, y de los antecedentes de alergias.

Falta de información sobre los medicamentos

La falta de información actualizada sobre los me-dicamentos en el propio lugar de trabajo es otro factorque causa con frecuencia EM, por desconocimientode dosis, interacciones, vías de administración, etc. Enel estudio realizado por el grupo de Harvard(4), la cau-sa más común de los errores de prescripción y admi-nistración fue la falta de información sobre los medi-camentos (36% y 15% respectivamente). Esteproblema es más acusado cuando se manejan medi-camentos nuevos o poco utilizados.

Los sistemas informáticos de prescripción asistida,que integran información actualizada sobre el pacien-te e información sobre los medicamentos, son actual-mente la mejor herramienta para evitar los errores porestas dos primeras causas mencionadas(40, 41).

Problemas de interpretación de las prescripcionesmédicas

Los problemas de comunicación entre los profe-sionales sanitarios implicados en el sistema de utiliza-ción de medicamentos son también la causa de mu-chos EM, relacionándose, según algunos estudios(4),con el 10% de los errores que se registran. Este tipo defallos se deben a: escritura ilegible, uso de abreviaturas,prescripciones incompletas o ambiguas, expresión in-adecuada del nombre de los medicamentos o de ladosis, incorrecta interpretación de las prescripcionesverbales, etc.(42).

Un informe del año 1997 de la American MedicalAssociation mostró que los EM producidos comoconsecuencia de una incorrecta interpretación de las

prescripciones médicas fueron el segundo motivo enprevalencia y coste de las reclamaciones por malapráctica durante un periodo de siete años(43). Otros es-tudios han demostrado que más de uno de cada diezEM se pueden atribuir a equivocaciones por similituden los nombres de los medicamentos, expresiones dedosis confusas y uso de abreviaturas(39).

Problemas en el etiquetado, envasado y denominación de los medicamentos

La similitud fonética y ortográfica en los nombresde los medicamentos, el etiquetado incorrecto o con-fuso y el envasado parecido de especialidades diferen-tes son fuentes frecuentes de errores de dispensacióny de administración(44, 45). Las confusiones por simili-tud en los nombres de los medicamentos causan has-ta un 29% de los errores de dispensación y un 10%de los errores de administración(4).

Un inadecuado etiquetado de los medicamentosen el hospital o la falta de un envasado correcto delos medicamentos en dosis unitarias dan lugar a erro-res en la administración de los medicamentos. Losmedicamentos que no están envasados en dosis uni-tarias frecuentemente no están correctamente iden-tificados o etiquetados en los puntos críticos de la ca-dena terapéutica, lo que provoca confusiones entrediferentes medicamentos, ocasionando EM graves eincluso mortales.

Sistemas de almacenamiento, preparación y dispensación de medicamentos deficientes

Muchos EM se pueden reducir implantando unsistema de distribución de medicamentos en dosisunitarias que permita asegurar que todas las prescrip-ciones sean revisadas en el Servicio de Farmacia y re-ducir al mínimo el número y variedad de medicamen-tos almacenados en las unidades de enfermería(46, 47).Por otra parte, una unidad centralizada de mezclas in-travenosas evita la manipulación de los medicamen-tos fuera del Servicio de Farmacia y permite normali-zar las concentraciones de los medicamentosinyectables, reduciendo errores de preparación.

Problemas con los sistemas de administración de los medicamentos

La segunda causa de los errores en la adminis-tración son los fallos relacionados con las bombas

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730 FARMACIA HOSPITALARIA

Figura 8. Sistema de utilización de los medicamentos. Principales causas de los errores de medicación.

y otros sistemas de infusión (13%)(4). Estos fallos in-cluyen los debidos a la utilización de sistemas po-co seguros (por ejemplo, bombas de infusión IVde flujo libre), a la falta de estandarización de los sis-temas o a la ausencia de doble control para verifi-car la dosis y la velocidad de infusión de los medi-camentos de riesgo(48).

Factores ambientales y sobrecarga de trabajo

Diversos factores ambientales, tales como ilumi-nación deficiente, lugar de trabajo desordenado, rui-do, interrupciones, falta de tiempo para el descanso,horarios excesivamente largos, ambiente de trabajoagobiante o interrupciones repetidas favorecen los

Page 19: 2.14. Errores de medicación

731ERRORES DE MEDICACIÓN

Figura 9. Causas de los errores de medicación registrados por el grupo de trabajo Ruiz-Jarabo 2000 (n = 502)(37).

errores, especialmente los de transcripción(47). Leape etal.(4) encontraron que el 11% de los errores de pres-cripción, el 12% de los de administración y el 73% delos de transcripción eran debidos a simples confusionespor lapsus o despistes. Asimismo, una excesiva pre-sión asistencial, por no disponer de suficiente personal,posibilita todo tipo de errores.

Falta de medidas de seguridad de uso de medicamentos

Una adecuada preparación de los profesionalesimplicados en la utilización de los medicamentos sobreprocedimientos básicos de prevención de EM o la im-plantación de unas directrices de utilización de medi-camentos de alto riesgo son ejemplos de medidas bá-sicas que permiten reducir los EM (véase apartado6.2.2.2).

Falta de información a los pacientes sobre los medicamentos

La información a los pacientes sobre los medica-mentos prescritos (qué están tomando, para qué lo to-man y cómo lo deben tomar) es fundamental para evi-tar errores en la administración de los medicamentos y

mejorar el cumplimiento. Los pacientes pueden jugarun papel importante en la prevención de los EM, paralo cual deben sentirse partícipes del tratamiento y debeninformarse sobre los medicamentos, dosis, indicaciones,pauta de administración, posibles interacciones conotros medicamentos o alimentos, posibles efectos ad-versos, etc., lo que permite reducir errores en la admi-nistración y dispensación(49).

En la Figura 8 se muestra una representación delcircuito que sigue un medicamento dentro de la cade-na terapéutica, indicando para cada proceso algunasde las principales causas que favorecen la aparición delos EM(8, 22, 31, 37).

Los resultados obtenidos del análisis de causas delos EM, registrados por el grupo de trabajo Ruiz-Jara-bo 2000, se muestran en la Figura 9(37). Los factoreshumanos motivaron un 56,8% de los EM, siendo losmás frecuentes la falta de conocimiento o formación so-bre los medicamentos, los lapsus y despistes, los erro-res de cálculo en la dosis o en la velocidad de infusióny la sobrecarga de trabajo. Los problemas de etiqueta-do, diseño o envasado de los medicamentos, así comolos problemas de interpretación de las prescripcionesmédicas constituyeron también causas frecuentes delos EM. Esta información indica las principales cau-sas de los EM que se detectan en nuestro país y guar-

Page 20: 2.14. Errores de medicación

732 FARMACIA HOSPITALARIA

da gran similitud con respecto a la obtenida en estudiosllevados a cabo en otros países(22).

PREVENCIÓN DE LOS ERRORES DEMEDICACIÓN EN LOS HOSPITALES

En EE.UU., distintas organizaciones con expe-riencia en la mejora de la seguridad del uso de los me-dicamentos, tales como el ISMP, el Institute for He-althcare Improvement (IHI) y la MassachusettsHospital Association (MHA), así como el Institute ofMedicine (IOM) y el National Quality Forum (NQF)entre otras, han propuesto una serie de recomenda-ciones o medidas para la prevención de los EM en lasinstituciones sanitarias. Estas recomendaciones se ba-san en los principios fundamentales ya citados, es de-cir, en enfocar la reducción de los EM en la mejora delos sistemas y en la creación de una cultura de seguri-dad en los hospitales.

6.1. Infraestructura: Comité para el uso seguro de los medicamentos

El primer paso para abordar la prevención deEM en los hospitales es constituir una comisiónmultidisciplinar, integrada por médicos, farmacéuti-cos, personal de enfermería, técnicos de la direccióndel hospital y asesor de riesgos que establezca y co-ordine el desarrollo de las medidas de prevención deEM en la institución(16, 50-52).

El objetivo general de este comité para el uso se-guro de los medicamentos debe ser mejorar la calidaden el proceso de utilización de los medicamentos delpropio hospital, con el fin de prevenir los EM y losAAM y mejorar la seguridad de los pacientes. Paraalcanzar su objetivo, las funciones prioritarias a aco-meter por esta comisión serían las siguientes:

– Establecer un programa de detección, no-tificación y análisis de EM y AAM en el hospitalque permita identificar los fallos o puntos débiles enel sistema de utilización de los medicamentos.

– Implantar en el hospital medidas genera-les, de eficacia probada, dirigidas a prevenir los EMy mejorar la seguridad de los pacientes.

– Promover en el hospital una cultura de se-guridad no punitiva, que no busque la culpabiliza-ción y consiga la participación de todos en los pro-gramas de notificación, análisis y prevención de losEM.

– Formar a los profesionales sanitarios sobre las cau-sas de los EM y sobre las medidas generales paraprevenirlos.

– Establecer los procedimientos a adoptar para cuan-do se producen los EM en el hospital, incluyendolos cauces para asesorar a los profesionales sanita-rios y para informar a los pacientes.

En definitiva, este comité multidisciplinar es la es-tructura que debe articular y coordinar los programasy estrategias de prevención de EM en las institucionessanitarias, así como analizar sus resultados en térmi-nos de mejora de la seguridad de los procesos.

6.2. Medidas de prevención de los errores de medicación

Las estrategias de seguridad que se proponen pa-ra la prevención de los EM en los hospitales se puedenencuadrar en los dos apartados siguientes: a) estrategiasgenerales dirigidas al rediseño del sistema, y b) proce-dimientos, prácticas o medidas de seguridad específi-cas centradas en la mejora de los procesos(10, 52).

6.2.1. EEstrategias ggenerales ddirigidas al rrediseño ddel ssistema

La mejora de la seguridad de la asistencia sanita-ria se basa fundamentalmente en la creación de siste-mas sanitarios seguros, a prueba de errores (fail-safe),como ya se ha comentado. El informe del Institute ofMedicine(10) indicó cinco principios básicos que sepueden aplicar para rediseñar los sistemas sanitarios. Es-tos principios básicos, de aplicación tanto en los hos-pitales como en el ámbito ambulatorio, son los si-guientes:

1) PProporcionar lliderazgo aa nnivel oorganizativo y eejecutivo

Las instituciones sanitarias deben hacer de la se-guridad de los pacientes un objetivo corporativo prio-ritario y deben demostrar su compromiso con dichoobjetivo ejerciendo un control regular y estrecho sobrela seguridad en la propia institución, así como apo-yando a nivel organizativo y ejecutivo las iniciativaspertinentes. Deben proporcionar los recursos huma-nos y la infraestructura necesaria para desarrollar acti-vidades de mejora de la seguridad; en concreto, debenconstituir en el centro un comité multidisciplinar y do-

6

Page 21: 2.14. Errores de medicación

733ERRORES DE MEDICACIÓN

tarle de medios y autoridad para implantar medidas einiciativas para la reducción de EM. A nivel ejecutivo,por ejemplo, deben establecer programas efectivossobre seguridad que definan de forma clara las res-ponsabilidades en su ejecución, incorporar objetivos deseguridad en los planes anuales, etc.

La dirección también debe transmitir claramente alos profesionales sanitarios que la responsabilidad so-bre la seguridad de los pacientes no es sólo responsa-bilidad de la dirección o de una comisión, sino de to-dos y cada uno de los profesionales del centro.

2) CConsiderar llas llimitaciones hhumanas aal ddiseñar los pprocesos

El sistema de utilización de los medicamentoses muy complejo, con múltiples pasos y compo-nentes, y sus resultados dependen en gran medida delas actuaciones de los profesionales sanitarios y de lospropios pacientes. Las nuevas tecnologías puedenmejorar la seguridad de los procesos, ya que soslayanen algunas etapas esta dependencia directa de losprofesionales. Sin embargo, estas tecnologías no es-tán todavía disponibles en la mayoría de las institu-ciones, por lo que la forma de actuar de los dife-rentes profesionales sigue siendo decisiva a efectosde seguridad. Por este motivo, es fundamental re-conocer que los seres humanos tienen limitacionesy reducir la dependencia de éstas.

Cuando se diseñan los procesos asumiendo laslimitaciones derivadas de dichos factores humanos,algunas estrategias serían: a) organizar el trabajo te-niendo en cuenta criterios de seguridad, lo cual su-pone considerar los horarios, los periodos de so-brecarga asistencial, las posibles fuentes dedistracción, la experiencia de los profesionales, etc.;b) simplificar los procedimientos fundamentales,como, por ejemplo, limitar el número de medica-mentos y de presentaciones disponibles en el hos-pital; c) estandarizar al máximo los procedimientosde trabajo, como: estandarizar dosis y horarios deadministración, utilizar protocolos para la adminis-tración de medicamentos de riesgo (como los ci-tostáticos, la insulina o la heparina), normalizar laprescripción, etc.; d) implementar sistemas que li-miten u obliguen a ejecutar los procesos de formaapropiada, como, por ejemplo, eliminar las solucio-nes concentradas de cloruro potásico de las unida-des de enfermería.

3) PPromover eel ffuncionamiento dde eequipos eefectivos

Para lograr un sistema de utilización de los medi-camentos seguro es necesario el esfuerzo efectivo ycoordinado de los equipos asistenciales de profesio-nales que intervienen en el mismo. Las organizacio-nes sanitarias son responsables de proporcionar pro-gramas de formación de equipos, con métodos deeficacia probada que aseguren su organización y co-ordinación, sobre todo de los que trabajen en áreascríticas. Cuando los individuos conocen tanto sus res-ponsabilidades como las del resto del equipo y las in-terrelaciones de sus actividades, es más fácil detectar loserrores antes de que causen un accidente. Asimismo, esimportante integrar a los pacientes cuando se esta-blezcan los procedimientos asistenciales, que reciban in-formación sobre sus tratamientos y se sientan partíci-pes de su asistencia.

4) AAnticiparse aa llo iinesperado

Las organizaciones y los individuos deben adop-tar una actitud proactiva en la prevención y reduc-ción de los EM. Ejemplos de esta actitud serían ana-lizar los procesos e implantar medidas para mejorarla seguridad en los puntos o procesos donde se co-noce que existen deficiencias, antes y no después deque los errores se produzcan. Otra medida sería eva-luar los riesgos potenciales con respecto a la seguri-dad de los nuevos procedimientos y tecnologías quese vayan incorporando en el centro, ya que todas lasnuevas tecnologías introducen nuevos errores, in-cluso cuando su único propósito sea el de prevenir-los. También es importante mejorar el acceso a la in-formación actualizada sobre los pacientes,medicamentos, etc.

5) CCrear uun aambiente dde aaprendizaje

La cultura existente en una organización sanitariadesempeña un papel decisivo en cómo se detectan y setratan los errores. El concepto de seguridad debe in-corporarse sistemáticamente en la “cultura” y en losaspectos educativos de las instituciones, hasta que se lle-gue a aceptar la idea de que la comunicación de unerror es una oportunidad para aprender y mejorar la se-guridad.

Esto incluye establecer un ambiente no punitivoy un programa de notificación voluntaria de EM, fo-mentar un flujo de comunicaciones entre todos los

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734 FARMACIA HOSPITALARIA

profesionales independientemente de su grado deautoridad y, finalmente, establecer y mantener sis-temas de feed back que analicen los errores y redi-señen los procesos, con el fin de introducir las me-joras pertinentes en los mismos.

6.2.2. PProcedimientos, pprácticas oo mmedidas dde sseguridad ees-pecíficas ccentradas en lla mmejora dde llos pprocesos

Se ha demostrado que la implementación deuna serie de prácticas o medidas de seguridad per-mite reducir los EM. La Tabla 6 recoge algunas deestas medidas que constituyen la aplicación prácticade las estrategias consideradas en el epígrafe anterior,así como algunas de las organizaciones o socieda-des que recomiendan su implantación en los hos-pitales y en el ámbito ambulatorio(10, 50, 53-59).

En primer lugar, todas las organizaciones insisten enla necesidad de desarrollar una cultura de seguridad enfoca-da a la mejora del sistema, tal y como se ha reiterado a lo lar-go de este capítulo. Además, proponen diversas medidas oprácticas específicas centradas en la mejora de los procesos,las cuales se pueden diferenciar en dos tipos en función de sufacilidad de aplicación y necesidad de recursos: medidas acorto y a largo plazo.

6.2.2.1. AAdopción dde uuna aactitud eenfocada a lla mmejora ddel ssistema

La creación de una cultura de seguridad enfo-cada a la mejora del sistema, adoptando los cincoprincipios descritos en el epígrafe anterior, es fun-damental y facilita la aplicación del resto de proce-dimientos. Entre otras acciones específicas ello su-pone constituir un comité multidisciplinario (véaseapartado 6.1) responsable de llevar a cabo los pro-cedimientos y medidas de prevención de EM quese mencionan a continuación, así como de la im-plantación de un programa voluntario y no punitivode notificación de EM en el hospital y del consi-guiente análisis de estos EM y desarrollo de medidasde mejora (véase apartado 7).

6.2.2.2. RRecomendaciones ppara aaplicar a ccorto pplazo

Estas recomendaciones, de aplicación fácil y rápi-da, tienen como objetivo la estandarización y simplifi-cación del sistema de utilización de los medicamentos

en los hospitales y, por lo tanto, están dirigidas a redu-cir los errores humanos.

Estandarizar la prescripción médica

Algunas medidas para estandarizar y asegurar unacorrecta prescripción médica serían: proporcionarunas normas que especifiquen la necesidad de incluirtodos los datos sobre el medicamento en la prescrip-ción (nombre completo del medicamento, dosis, for-ma farmacéutica, vía, frecuencia de administración,concentración y velocidad de infusión, si es preciso); es-tablecer una relación de abreviaturas y de expresionesinaceptables para indicar la dosis; usar exclusivamenteel sistema métrico internacional; usar alertas para losmedicamentos cuyos nombres sean similares fonéti-ca u ortográficamente; utilizar órdenes preimpresas;etc.

Estandarizar otros procedimientos

Como ya se ha comentado, la estandarización de losprocedimientos, sobre todo de aquellos que implicancoordinación entre diferentes profesionales, reduce lavariabilidad y los EM. Ejemplos de procedimientosque interesa estandarizar son: horarios de administra-ción; dosificaciones de medicamentos de riesgo; en-vasado y etiquetado de los medicamentos; almacena-miento de los medicamentos en los botiquines de lasunidades; etc.

Limitar la variedad de sistemas de administración de medicamentos

Por ejemplo, limitar los tipos de bombas de infu-sión del hospital a uno o dos modelos diferentes.

Suministrar los medicamentos intravenosos de alto riesgopreparados desde el Servicio de Farmacia

Son considerados medicamentos de alto riesgoaquellos que cuando se utilizan incorrectamentetienen una gran probabilidad de producir un acon-tecimiento adverso en el paciente. Se incluyen eneste grupo la insulina, lidocaína, heparina, potasio yotros electrólitos IV (calcio, magnesio, sodio), ci-tostáticos, opiáceos intravenosos, agentes adrenér-gicos, bloqueantes neuromusculares, etc. El sumi-nistro desde el Servicio de Farmacia de estosmedicamentos intravenosos ya preparados dismi-

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735ERRORES DE MEDICACIÓN

Tabla 6. Recomendaciones generales para reducir los errores de medicación(10, 50, 53-59)

AHA, ASHP, GAO, IHI, IOM,ISMP, JCAHO, MHA, NQF

AHA, IHI, IOM, ISMP, JCAHO,NQF

AHA, GAO, IHI, IOM, ISMP,JCAHO, NQF

AHA, IHI, IOM, ISMP, NQF

AHA, IOM, ISMP, JCAHO,MHA

AHA, GAO, IHI, IOM, ISMP,JCAHO, MHA, NQF

AHA, ASHP, IHI, IOM, ISMP,JCAHO, MHA, NQF

AHA, ASHP, IHI, IOM, ISMP,GAO, NQF

IHI, IOM, ISMP, JCAHO, NQF

AHA, ASHP, GAO, IHI, ISMP,JCAHO, MHA

AHA, ASHP, IHI, IOM, ISMP,JCAHO, MHA, NQF

AHA, ASHP, GAO, IHI, IOM,ISMP, JCAHO, MHA, NQF

AHA, ASHP, GAO, IHI, IOM,ISMP, MHA, NQF

AHA, ASHP, GAO, IOM, ISMP,MHA

AHA: American Hospital Association (1999)ASHP: American Society of Health-System Pharmacists (1996)GAO: General Accounting Office, Health, Education and Human Services Division (2000)IHI: Institute for Healthcare Improvement (1999)IOM: Institute of Medicine, Committee on Quality Health Care in America (1999)ISMP: Institute for Safe Medication Practices (2000)JCAHO: Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations (2001) MHA: Massachusetts Hospital Association (2001)NQF: The National Quality Forum (2002)

RECOMENDADO PORRECOMENDACIÓN

1. Adoptar una cultura de seguridad enfocada a la mejora del sistema

2. Estandarizar la prescripción médica

3. Estandarizar otros procedimientos: horarios de administración, límites dedosis, envasado y etiquetado, almacenamiento, etc.

4. Estandarizar los equipos de infusión

5. Suministrar los medicamentos intravenosos de alto riesgo preparados desde elServicio de Farmacia

6. Desarrollar protocolos de uso y procedimientos especiales para manejar losmedicamentos de alto riesgo

7. Asegurar la disponibilidad continuada de asistencia farmacéutica

8. Incorporar un farmacéutico clínico al equipo asistencial

9. Hacer accesible la información más relevante sobre el paciente en todas lasunidades asistenciales

10. Asegurar la disponibilidad de información actualizada sobre medicamentos

11. Educar a los pacientes sobre su tratamiento

12. Establecer un sistema de distribución de medicamentos en dosis unitarias

13. Establecer la prescripción electrónica y a ser posible la prescripción asistida

14. Implementar nuevas tecnologías que permitan mejorar los procesos de dis-pensación y administración

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736 FARMACIA HOSPITALARIA

nuye enormemente los errores de cálculo y de pre-paración incorrecta de los mismos. Otra medidaadicional es evitar el almacenamiento de solucionesconcentradas de estos medicamentos en las unida-des de enfermería, especialmente del cloruro potá-sico.

Desarrollar protocolos de uso y procedimientos especiales para manejar los medicamentos de alto riesgo

Es recomendable: a) difundir una relación conlos medicamentos de alto riesgo; b) establecer lími-tes de dosis para estos medicamentos, órdenes pre-impresas, nomogramas, etc.; c) limitar el número deconcentraciones disponibles, particularmente paraheparina y morfina; d) implantar prácticas tales co-mo el doble chequeo para la prescripción, prepara-ción y/o administración de estos medicamentos; e)utilizar envasado y etiquetado especial; etc.

Asegurar la disponibilidad continuada de asistencia farmacéutica

Es necesaria la presencia continuada de un farma-céutico que valide y procese todas las prescripcionesmédicas. En los hospitales en los que el Servicio de Far-macia no esté abierto las 24 horas del día, al menos un far-macéutico debe estar localizado para cualquier inciden-cia o solicitud por parte de otros profesionales delequipo médico.

Incorporar un farmacéutico clínico al equipo asistencial

Es importante conseguir una mayor presenciadel farmacéutico en las unidades de hospitalización.De hecho, se ha demostrado que la incorporación deun farmacéutico clínico en las visitas con el equipoasistencial reduce los EM(60).

Hacer accesible la información relevante sobre el paciente en las unidades clínicas

Todos los profesionales sanitarios que estén alcuidado del paciente deben tener acceso a la histo-ria médica completa para verificar la idoneidad de losmedicamentos prescritos y administrados al pa-ciente.

Asegurar la disponibilidad de información actualizada so-bre medicamentos

Una información actualizada, especialmente sobrenuevos medicamentos, medicamentos de uso infre-cuente o no incluidos en la guía farmacoterapéutica delhospital, debe estar fácilmente accesible para los profe-sionales antes de prescribir, dispensar y administrar me-dicamentos.Medidas a implementar podrían ser: distribuirboletines informativos; utilizar programas informáticos deinformación de medicamentos; establecer un acceso fá-cil, por ejemplo, a través de intranet, a la guía farmacote-rapéutica u otras fuentes internas de información de me-dicamentos, etc. También es importante hacer unarevisión sistemática de los posibles errores potencialesde los nuevos medicamentos antes de incluirlos en la guíadel hospital, reevaluándolos seis meses o un año después.

Educar a los pacientes sobre su tratamiento

Los pacientes deben estar informados sobre los me-dicamentos que están tomando. En el hospital, al altahospitalaria, y en la atención ambulatoria, los pacientesdeben conocer cuáles, por qué, y cómo deben tomar losmedicamentos para que su uso sea seguro, animándolesa consultar cualquier duda sobre su tratamiento. Se debepromover entre los profesionales sanitarios la colaboracióncon el farmacéutico en la información al alta de los pa-cientes, especialmente de aquellos polimedicados. Lospacientes deben disponer de una lista con los medica-mentos que utilizan siempre que soliciten asistencia mé-dica.

6.2.2.3. RRecomendaciones ppara aaplicar a llargo pplazo

Estas recomendaciones requieren un plan de im-plantación a largo plazo, ya que implican la informatiza-ción de procesos, como la prescripción y la dispensación.En consecuencia, precisan disponer de recursos técni-cos, humanos y económicos.

Establecer un sistema de distribución en dosis unitarias

Este sistema de distribución afectará a toda medica-ción no urgente dispensada en el hospital e incluirá elproceso de validación de la prescripción médica por elfarmacéutico. El sistema de dispensación en dosis unita-rias ha demostrado ser un sistema eficaz para reducir los

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737ERRORES DE MEDICACIÓN

EM(61). Es importante hacer hincapié en la necesidad delajuste de la dosis para niños, ancianos y pacientes con in-suficiencia renal o hepática.

Implantar la prescripción electrónica

La implantación de la prescripción electrónica redu-ce los EM significativamente, porque elimina los erroresdebidos a la caligrafía de la prescripción manuscrita y ase-gura que la prescripción esté completa y en la forma co-rrecta(62). Además, la prescripción asistida disminuye loserrores de selección incorrecta del medicamento, proveede sistemas de control de dosis, acceso directo a infor-mación sobre el paciente y alerta sobre interacciones,contraindicaciones y alergias.

Implementar nuevas tecnologías que permitan reducir los EM

Es importante promover la incorporación de nue-vas tecnologías que han demostrado aumentar la seguri-dad de los procesos de distribución y administración, ta-les como los sistemas de dispensación automatizada, lahoja de administración para enfermería informatizada ylos sistemas de código de barras en el proceso de admi-nistración.

IMPLANTACIÓN DE UN PROGRAMA DENOTIFICACIÓN Y ANÁLISIS DEERRORES DE MEDICACIÓN EN UN CENTRO HOSPITALARIO

Los Servicios de Farmacia de hospital tienen ex-periencia en la planificación y puesta en marcha demuchas actividades que implican la intervención o co-laboración con otras unidades o servicios del hospi-tal. Asimismo tienen una posición óptima dentro delsistema de utilización de los medicamentos para lide-rar y desarrollar un Programa interno de notificaciónde errores de medicación y análisis de EM. En esteapartado se exponen algunas consideraciones prácticassobre la planificación y la estrategia a seguir para des-arrollar un programa de este tipo. Como en cualquierotro programa que se desee implantar a nivel hospi-talario, la selección del equipo de profesionales encar-gado de su ejecución, así como de la unidad clínicadonde iniciar la fase piloto, la comunicación entre losprofesionales involucrados y la buena difusión de los re-sultados serán aspectos decisivos para el éxito y pos-terior ampliación del programa al resto de unidadesdel hospital.

En el desarrollo de un programa interno de noti-

7

Figura 10. Circuito del proceso de notificación, evaluación, registro y control de errores de medicación.

Notificación voluntaria del inci-dente de medicación

Información yrecomendaciones Evaluación y

análisis

Notificación alCentro Nacional

Plan demejora

asistencial

Registro delincidente en labase de datos

Page 26: 2.14. Errores de medicación

738 FARMACIA HOSPITALARIA

ficación y análisis de EM se podrían considerar las si-guientes etapas (Figura 10):

7.1. Etapa de sensibilización

En primer lugar y como requisito previo es in-dispensable presentar el programa a los máximosresponsables asistenciales del hospital, es decir, al di-rector médico y al director de enfermería, destacan-do sus fines y metas, así como la estrategia que se lle-vará a cabo para la implantación de dicho programaen el centro.

Es importante que el programa se identifique co-mo un objetivo de calidad del centro, ya que requierela colaboración y el compromiso de todos los que in-tervienen en el mismo. El apoyo institucional constituyeel marco idóneo para ofertar el programa a los diver-sos servicios que configuran el eje neurálgico del hos-pital. En este contexto y con el compromiso de la di-rección del hospital es conveniente asegurar que elprograma no va a tener un carácter punitivo, sino quela declaración de los profesionales que observan y co-munican los EM se va a valorar como una aportaciónde información altamente enriquecedora para la mejoradel sistema y de la seguridad de los pacientes.

Finalmente y dentro de esta primera etapa, esbásico difundir al máximo número de profesionalesel programa, mediante reuniones conjuntas entremédicos, enfermeras y farmacéuticos de un mismoServicio con el grupo impulsor del programa. Estoasegura dar información no diferenciada, implicandoa los equipos asistenciales. La notificación es volun-taria y, por tanto, requiere crear una “cultura” quefavorezca la comunicación abierta de los EM, comose ha comentado en el apartado 6.2.1. También con-viene reiterar el carácter confidencial de toda la in-formación comunicada.

7.2. Creación del comité de trabajo

No cabe decir que detrás de cada proyecto siemprehay un grupo de personas sumamente interesadas ensu ejecución y que realmente serán las impulsoras. Elprograma debe aglutinar a la mayoría de los estamen-tos asistenciales de la institución sanitaria; por estemotivo, es necesario constituir un grupo de trabajo ocomité multidisciplinar que deberá estar integrado porpersonal de enfermería, médico y farmacéutico, entreotros. Deben incluirse también representantes directosde la Dirección Médica y de Enfermería y, además, se-

gún las características de cada hospital y en función dela conveniencia y/o necesidad, deben incluirse tam-bién un asesor de riesgos, un representante del De-partamento de Calidad, un representante de la Comi-sión de Bioética o auxiliares técnicos en farmacia.

Este comité multidisciplinar será el encargado ini-cialmente de poner en marcha el programa y otrasmedidas de prevención de errores en el centro (véaseapartado 6.1). Sin embargo, además de las personasque participan en este comité, dada la complejidad y lasmúltiples personas que intervienen en la cadena tera-péutica en los hospitales, es totalmente imprescindi-ble hacer partícipes a otros grupos o individuos queen un momento determinado interese implicar.

7.3. Procedimiento

Como en todo el resto de actividades, es nece-sario, según las normas de buena práctica clínica,disponer de un manual de procedimientos donde seexplique con sumo detalle cada uno de los pasos delprograma: notificación, análisis, registro, desarrollode medidas e información y seguimiento de resul-tados.

El documento deberá estar en lugar fácilmenteaccesible para todas aquellas personas que deseenconsultarlo. A modo de ejemplo, podría estar en lapropia intranet, en aquellos centros en que se dis-ponga, y de esta forma, además de asegurar la acce-sibilidad, facilitaría una actualización constante.

a) Notificación

Éste es un eslabón muy importante del progra-ma y al que se debe prestar mucha atención. En es-te sentido, es conveniente estudiar todos los posi-bles procedimientos, con cada una de susimplicaciones, en cuanto a aceptación, facilidad, ra-pidez y, en definitiva, viabilidad para el centro hos-pitalario en concreto.

Existen distintos procedimientos que se puedenemplear para la notificación de los EM en los hos-pitales. Habitualmente se emplea un método de co-municación escrita, describiendo el acontecimien-to. En la comunicación debe especificarse comomínimo el lugar o unidad donde ocurrió el inciden-te, paciente afectado, descripción del incidente, es-pecialidad/es farmacéutica/s implicada/s y, si esposible o si se conocen, las consecuencias que hatenido para el paciente. Entre las opciones posibles,se puede optar desde la utilización de un impreso

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739ERRORES DE MEDICACIÓN

Figura 11. Sistema de notificación manual. Impreso propuesto por el grupo de trabajo Ruiz-Jarabo 2000 (37).

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740 FARMACIA HOSPITALARIA

específico en el que el notificador cumplimenta to-dos los aspectos necesarios para documentar elerror, hasta el empleo de una simple nota en la queel notificador indica de una forma somera el errorocurrido y una persona del equipo se encarga de re-cabar el resto de información necesaria para analizarel error. La Figura 11 recoge un ejemplo de impresoque se puede utilizar en este segundo caso, pro-puesto por el Grupo Ruiz-Jarabo 2000. Una vezque se comunica confidencialmente al Servicio deFarmacia que ha ocurrido un error, el farmacéuti-co encargado recaba la información que falte y, en ca-so necesario, realiza un seguimiento del caso paraconocer las consecuencias sobre el paciente.

Hoy en día se dispone de opciones informáti-cas que facilitan enormemente la notificación a tra-vés incluso de la red informática del propio hospital(Figura 12). Desde la propia terminal o PC conec-tados a la red, puede comunicarse a través de unsimple formulario y con los mismos términos ex-puestos anteriormente el incidente ocurrido. Tie-

nen la ventaja que facilitan el acceso desde distintospuntos del hospital, bien sea para notificar comotambién para consultar cualquier detalle de infor-mación o incluso datos de los resultados del pro-grama.

La declaración voluntaria, ya sea manual o in-formática, la puede realizar cualquier profesionalque detecte un EM. Así, el farmacéutico a través dela validación de la orden médica puede detectar in-cidentes diversos: duplicidad terapéutica, error decálculo de dosis o frecuencia, etc.; la enfermera pue-de alertar de un medicamento que no es dispensadopor el Servicio de Farmacia, de un error de pres-cripción médica o de transcripción farmacéutica,del etiquetado parecido de dos medicamento o dela propia administración errónea de un medica-mento(63, 64). Se deben comunicar y analizar tanto losEM que alcanzan al paciente como aquellos queson interceptados y subsanados y no llegan al pa-ciente, ya que ambos permiten identificar los fallosdel sistema.

Figura 12. Sistema de notificación a través de la Intranet del hospital.

Page 29: 2.14. Errores de medicación

741ERRORES DE MEDICACIÓN

b) Evaluación

Además del comité multidisciplinar que se hamencionado anteriormente, es conveniente constituirun equipo de evaluación que puede estar integradopor un médico, un farmacéutico y una enfermera yque será responsable de revisar cada una de las notifi-caciones, evaluar el impacto y/o consecuencias queha tenido para el paciente y especificar en lo posiblelas causas que hayan contribuido a provocar el EM(65).

Al analizar el EM deberán quedar bien explícitos:qué consecuencias ha tenido para el paciente, en quéproceso del sistema de utilización de medicamentosse produjo, el tipo de error ocurrido y cuáles fueronlas posibles causas de que ocurriera, a criterio del eva-luador. De este aspecto trata en detalle el apartado 5.

A su vez y en función del tipo y características delerror, el equipo evaluador decidirá si es convenientecomunicar el error al Centro Nacional de referencia, ennuestro país al Programa Nacional de Notificación de

Errores de Medicación que mantiene el ISMP-España(véase apartado 8). Sería conveniente hacerlo en to-dos aquellos casos en que el incidente pueda ser deayuda para prevenirlo en otros centros, por ejemplo, enel caso de errores debidos a problemas relacionadoscon el etiquetado o envasado de los medicamentos.

Con este análisis, que implica evaluar cada uno delos eslabones de la cadena terapéutica, el comité para eluso seguro de los medicamentos tendrá un mayor co-nocimiento de la realidad del sistema de utilización delos medicamentos del hospital y será responsabilidadsuya el luchar para conseguir o facilitar las herramien-tas necesarias para solventar futuros incidentes(66).

c) Registro y explotación de datos

Una vez analizadas las características y el impactode los EM es conveniente registrar dicha informaciónen una base de datos. De esta forma, se dispondrá conel tiempo de una información sistematizada de los

Figura 13. Programa de registro y notificación. Grupo de trabajo Ruiz-Jarabo 2000 (37)

Page 30: 2.14. Errores de medicación

742 FARMACIA HOSPITALARIA

Tabla 7. Algunas recomendaciones específicas de prevención de errores de medicación en los procesos del sistema de utilización de medicamentos.

RECOMENDACIONES POR PROCESOS

1. Prescripción

– Asegurarse de la identificación del paciente y de la unidad de hospitalización.– Indicar si hay alergia medicamentosa conocida.– Escribir de forma clara, legible y sin abreviaturas los nombres de los medicamentos, dosis, frecuencia

y vía de administración.– No sobrescribir un cambio de dosis, frecuencia o vía cuando se trata del mismo medicamento.

Por ejemplo, no sobrescribir las unidades de insulina. Es mejor escribir de nuevo el medicamento con la nueva dosis, frecuencia o vía que se considere.

– Firmar la prescripción, para poder identificar al prescriptor en caso de cualquier duda o consulta.– Indicar día y hora, con el fin de saber cronológicamente las prescripciones actuales, sobre todo cuando por la situa-

ción clínica en un mismo día se produce más de una prescripción para un mismo paciente.– Si se trata de un ensayo clínico, identificar el número de ensayo a continuación del medicamento.– Cumplimentar las órdenes médicas durante la mañana, dentro del horario establecido.

2. Transcripción

– Asegurarse de la identificación correcta del paciente antes de transcribir los cambios de la orden de medicación.

– Verificar si existe alguna alergia medicamentosa y si es posible e introducirla en el programa o indicarlo de forma bienvisible en la ficha del paciente.

– Verificar cualquier aviso del programa: dosis máximas, interacciones, etc.– Confirmar cualquier duda con el prescriptor.

3. Dispensación/Preparación

– Normalizar todas las preparaciones que se realizan en el Servicio de Farmacia.– Utilizar sistemas automáticos de cálculo de dosis o doble control del cálculo de dosis, en la preparación de medica-

mentos por el Servicio de Farmacia.– Limitar el número de especialidades disponibles en el Servicio de Farmacia.– Revisar sistemáticamente los carros de unidosis (de forma aleatoria) antes de la distribución

a las unidades de hospitalización.– Asegurar la entrega de los carros de unidosis a las unidades de hospitalización con la suficiente

antelación, para evitar demoras en la administración de los medicamentos.– No mantener al personal en tareas repetitivas de forma continua.

4. Administración

– Revisar diariamente la prescripción médica y la hoja de administración de enfermería y confrontar que sean coincidentes.

– No extraer medicamentos de los cajetines hasta que se vayan a administrar.– No utilizar medicamentos de otros pacientes.– Efectuar doble control de los cálculos.– Preparar la medicación y administrarla de forma individualizada, sin acumular preparaciones de varios pacientes.– Asegurarse de la identificación del paciente antes de administrar la medicación.– No registrar la administración antes de haberla realizado.– Respetar la dilución recomendada y la velocidad de administración de los medicamentos intravenosos.– Devolver al Servicio de Farmacia los medicamentos que no se hayan administrado.– Escuchar al paciente si cuestiona la administración de un fármaco.

Page 31: 2.14. Errores de medicación

743ERRORES DE MEDICACIÓN

EM acaecidos en el centro y se podrá conocer la ten-dencia de los EM en el hospital, qué etapas del sistemason las más débiles (prescripción, transcripción, dis-pensación, administración o seguimiento), así comolos tipos de errores, causas de los mismos y conse-cuencias que han tenido para los pacientes(67). Si estáestablecido como un objetivo de calidad, los resultadostambién figurarán monitorizados en el Programa deCalidad del centro(68), como un indicador global y porunidad o servicio clínico, observándose la tendenciade cada uno de ellos(69). Las Figuras 12 y 13 recogen amodo de ejemplo las pantallas de las bases de datosdesarrolladas por el Hospital Clínic de Barcelona ypor el Grupo Ruiz-Jarabo 2000, las cuales incorporanla taxonomía española para facilitar el análisis estan-darizado de los EM en nuestro país.

7.4. Desarrollo de medidas de prevención:plan de mejora

La implantación de un programa de notificación yanálisis de EM en un centro hospitalario va a contribuiral mayor conocimiento del estado y magnitud del pro-blema en el centro. No obstante, la etapa con muchofundamental, de la que se derivará la mejora de la se-guridad de los pacientes, es el desarrollo e implanta-ción de medidas dirigidas a la prevención de nuevosincidentes. Dado que este aspecto se ha tratado en elapartado 6.2.2, a continuación sólo se relacionan amodo de ejemplo algunas acciones concretas de mejoraque pueden ser de utilidad:

– Elaborar o revisar una normativa de prescripción demedicamentos y difundir la misma a todos los fa-cultativos, tras su aprobación por la Dirección Mé-dica.

– Difundir dicha normativa en la incorporación anualde los MIR y FIR, como uno de los temas a incluir enel plan de acogida por parte del Servicio de Farma-cia.

– Elaborar recomendaciones específicas para cadauno de los grupos de profesionales que intervienenen los procesos del sistema de utilización de medi-camentos (Tabla 7).

– Facilitar periódicamente información sobre los EMa cada uno de los servicios implicados.

– Realizar análisis conjuntos de los resultados entrefarmacéuticos, enfermeras y médicos.

– Elaborar un boletín divulgativo sobre el programade EM incluyendo información sobre cómo se en-

foca este problema en los hospitales de otros paíseso por sociedades científicas que tratan de este tema,difusión de recomendaciones, datos globales, suge-rencias de profesionales, acciones de mejora en elpropio centro, etc.

7.5. Información y seguimiento de resultados

Es totalmente necesario establecer un sistema de feed-backque informe a los responsables del centro, unidades, servicios ytodo aquel que lo desee de la evolución de la situación. Ahorabien, es muy importante ser cauto, ya que la información utilizadade forma incorrecta produce daño y existe el riesgo de favore-cer la no-comunicación para evitar posibles represalias. Hay queser muy prudentes y exageradamente cuidadosos en el mo-mento de difundir los datos(70). Es conveniente hacer la difusióna nivel general, a efectos de que las partes afectadas no se sien-tan acusadas y/o señaladas y se provoque el efecto contrario aldeseado.

Se debe recordar en todo momento que el que máserrores tenga registrados, no significa que sea el que máserrores comete, sino el que más notifica.

PROGRAMA NACIONAL DE NOTIFICACIÓN DE ERRORES DE MEDICACIÓN

El primer programa de notificación de errores demedicación a nivel nacional lo inició el ISMP enEE.UU. Fue el programa MERP que desde 1991 ope-ra junto con la United States Pharmacopeia (USP).En EE.UU., la Food and Drug Administration (FDA)mantiene también un programa estatal, el Medwatchque, aunque es un programa de farmacovigilancia, re-coge también desde hace unos años información sobrealgunos tipos de EM, la cual es compartida con elprograma MERP. Otros países que disponen de pro-gramas nacionales son Australia, donde se introdujoel programa AIMS en 1996, que está comenzando aoperar actualmente en Nueva Zelanda, y Canadá, quemantiene un programa iniciado por el ISMP-Canadá.En Gran Bretaña, la recientemente constituida Natio-nal Patient Safety Agency está iniciando también unprograma de notificación de EM.

La delegación española del ISMP mantiene desdesu creación en 1999 un programa nacional, adherido alprograma internacional MERP, que recoge las comu-nicaciones y experiencias de los profesionales sanitariosy permite la evaluación conjunta de la información so-

8

Page 32: 2.14. Errores de medicación

744 FARMACIA HOSPITALARIA

bre EM(71). Su objetivo básico es centralizar y obtenerinformación sobre los errores y sus causas, con el finde establecer y transmitir recomendaciones prácticas di-rigidas a evitar que los EM vuelvan a producirse.

Este programa de notificación de errores de me-dicación es similar al programa MERP y presenta trescaracterísticas fundamentales: es voluntario, confi-dencial e independiente. Es decir, recoge las comuni-caciones y experiencias sobre EM potenciales o rea-les que los profesionales sanitarios deseen notificar deforma voluntaria, garantiza en todo momento el tra-tamiento confidencial de la información y realiza unanálisis independiente de la misma para poder deter-minar objetivamente las causas de los errores, sin nin-gún tipo de conflicto de intereses. Los profesionales sa-nitarios que deseen notificar EM o colaborar con suexperiencia en cualquier aspecto que ayude a preve-nirlos pueden contactar con el ISMP-España por fax,correo, teléfono, e-mail o a través de la página web co-mo se indica en la Figura 14.

Todas las notificaciones recibidas, tanto de EMreales como potenciales, se analizan desde la perspec-tiva de sistema y se registran. Según sus características,se remiten a la Agencia Española del Medicamento,con quien mantiene un convenio de colaboración yapoyo, y al programa internacional MERP. Asimismo,en caso de EM relacionados con el nombre de los

medicamentos, etiquetado o envasado se envía un in-forme a los laboratorios farmacéuticos afectados. Fi-nalmente, las notificaciones recibidas que pueden serde interés general, junto con recomendaciones espe-cíficas, así como otro tipo de información, novedades,etc., se divulga a través de la página web del ISMP-Es-paña y otros medios de difusión.

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