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  • T ambié11 victima oe {a insegurioao jur1oica

  • También victima oe {a insegurioao jurioica

    I l 11 !1•11' ,, , 1. } {l'J/('/({ 1 ~ t'i'tt11 I

  • BOLÍVAR EMPRESARIO: Tambiln Vfcrima dt la lnstgurulad Jurid1ca

    sino porque su talento multif acético le pennitió incremen-tar apreciablemente los bienes que recibiera, hasta que, tanto las autoridades coloniales cuanto las que se establecie-ron gracias a la gesta libertaria, hicieron lo que hacen hoy algunos de los gobernantes que en mala hora rigen nuestra vida; esto es, negarle el amparo de la ley, hacer fisga del derecho supuestamente vigente, y condenarle a la miserable situación en la que se extinguió su vida.

    Los hechos que el novedoso libro registra son, en resumen. los siguientes: La fortuna de Libertador y sus hennanos (María Antonia, Juana María y Juan Vicente), comprendía la c~ so-lariega de los Bolívar y Palacios y dos más de gran valía en la ciudad de Caracas; la espléndida hacienda San Mateo en los valles de Aragua; las igualmente extensas y de gran estima de-nominadas Chirgua y Suata; y, la conocida como Señorío del Valle de Aroa, en la provincia de Carabobo que, en una exten-sión de tierras excepcionalmente feraces demarcadas en una circunferencia de 178 kilómetros, comprendía las minas de cobre de Cocorote, a las que el Libertador consideraba ''las mejores del mundo porque producían el metal más fino, ade-más de contener otros minerales". De este cuantioso acervo (acopiado por sus antecesores desde que, a fines del año 1588, llegara a la Capitanía General de Venezuela el vasco hispano don Simón de Bolívar como "Escribano de Residencia" del Gobernador don Diego de Osorio y Villegas), el Libertador, iniciado que hubo la ardua empresa de liberar a su Patria y América del yugo español, decidió reservarse únicamente el

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  • BOLfVAR EMPRESARIO: Tambiln Vf,·tima th la /ns~guridad Jurldica

    nantes, que una mina que ni yo ni mis parientes hemos de poder trabajar".

    Tomada esta resolución, de sensatez incuestionable, y for-malizada la negociación con los empresarios ingleses me-diante escritura pública otorgada ante el notario Manuel Gómez el 25 de enero de 1827, en la suma de ''40.000 gui-neas en oro de Inglaterra" (equivalentes en la actualidad a más de dos millones de dólares), comienza para el Libertador el "vía crucis" que aniquiló su fúlgida existencia. en igual o mayor medida que la ferocidad de sus adversarios y la ingra-titud de los pueblos y los caudillejos que heredaron el fruto de sus sacrificios y sus desvelos: Su hermana María Anto-nia, en carta de 28 de abril, le comunica que unos señores de apellidos Lazo y Estevez, habían demandado la posesión efectiva de las minas de Aroa, y que los jueces caraqueños habían dado curso favorable a sus pretensiones. La reacción del Libertador. como lo dice Herrera-Vaillant, merece un lugar en la historia: "!Qué escándalo! Si esto hacen conmigo ¿qué harán con los otros?". dice, con sobra de razón, el ven-cedor de cien batallas y constructor de cinco naciones.

    De entonces hasta el nefasto mediodía del 17 de diciem-bre de 1830, los enredos judiciales, las felonías politiqueras y la corruptela administrativa, se suceden e imbrican. hasta concluir con la consumación del despojo. A las pretensiones de los primeros litigantes se suman las de supuestos arren-datarios y ocupantes de la heredad. cuyas argucias. en vez de ser rechandas de plano por jueces y tribunales. se admi-

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  • Antonio A Hcm:rn· \'.ullant

    ten como pretexto para dilatar la resolución. De nada le valen al legítimo propietario la lucidez y solvencia de los alegatos de sus apoderados) sus gestiones personales. por lo que se \e forzado a recurrir al mismísimo general Ul-piano Páez, que realn1ente y con mano f érrca gobierna \'e-ne zuela, a quien en diciembre de 1829 le escribe: ··Mucho deseo ir a Caracas para ver en que quedan mis minas de Aroa. pues no quiero perderlas. quedándorne en la calle como un indigente y tramposo, después de haber tenido toda mi 'ida con que comer. Además. no se con qué me he de ir de este país eJ día que ~a preciso; ¡esto es horrible. amigo! .. El poderoso "amigo" le responde con algo peor que con el silencio: es decir. con lamentaciones sobre el comportamiento de los jueces, ··cu) as decisiones no pue-den ser modificadas'', al tiempo que con la promesa de hacer todo cuanto lo que le fuere posible, "para en ir a Su Excelencia". Transcurren así, en la incenidumbre, la 1ndig-nac1ón y el desasosiego los últimos meses del fatídico año de 1830 y, ya en camino a Cartagcna, le escribe a su apode-rado don Gabriel Camacho: "Yo no quiero nada del Go-bierno de Venezuela, sin embargo no es justo. por la misma razón que este gobierno pennita que me priven de mis pro-piedades, sea por confiscación o por injusticia de pane de los tribunales", y le confiesa .. la desesperación" de verse ""aelcgwto. peneguido y robado por los mismos a quienes he comagndo veinte años de sacrificios y peligros".

    OCide Cartagena, tres meses y diecisiete días antes de

  • BoLfvAR EMPRESARIO: Tambil n VlclÚlla tü la lw111rldad Jllrlllica

    morir, designa como nuevo apoderado en Londres al señor Robert Wilson, a quien le describe, en extensa y minuciosa misiva, el último recurso que se le ha ocurrido para salvar su propiedad, que es el de llegar a una transacción con los compradores de las minas mediante una considerable re-baja en el precio pactado, a cambio de que la transacción se finiquite sin esperar el fallo de los jueces caraqueños. En la misma fecha se dirige al señor Camacho, encareciéndole respaldar esta gestión y termina la misiva con estas dramá-ticas expresiones: .. Yo ruego a Ud., mi querido amigo, que haga cuanto dependa de sus facultades par poner un pronto ténnino a esa mortal agonía en que me bailo, porque veo delante de mí más miseria , vejez y mendicidad, cuando nunca he estado acostumbrado a semejantes calamidades". La débil esperanza de salvar lo que resta de su heredad, no se apaga ni siquiera al momento de dictar su celebre testa-mento, el 10 de diciembre de 1830,en cuya cláusula cuarta declara: "No poseo más bienes que las tierras y minas de Aroa, situadas en la provincia de Carabobo".

    ¿Se podáa señalar algún ejemplo más dramáticamente impactante que este, sobre lo que significa para la vida de los seres humanos y el destino de los pueblos, la justicia politinda y corrupta? Creo que no.

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    Blaxo Peiialwrma Pllllilla Abogado, Ex-Vacepresidcnte de la República del EA:uldor, Periodisaa, Parlamentario Andino, Profesor Univenitario.

  • Antomo A Hcrrcro-\'a1llant

    PRESENTACIÓN

    La distorsión de las rea1idades históricas es un hecho frecuente, no sólo en nue5tro país sino en todas panes del mundo. Entre esas distorsiones, una de las más con1uncs es aqueJla que desnaturaliza una de las dimensiones in1portantes y poco conocidas de El Li-bertador. Esa dimensión no es otra que la del lado hu-mano de Bolívar como propietario de una con-siderable fortuna que luchó hasta Jos últimos días de su existencia por preservar de los embates de la inse-guridad jurídica y la injusticia de sus enemigos.

    En esta monografía de Antonio Herrera-Vaíllant, el autor realiza un encomiable y exitoso esfuerlo por presentar con rigor las realidades históricas que no. permite adentrarnos en la mente de El Libertador y conocer de primera mano, es decir de su propia pluma, la f onna en que Bolívar el empresario, Bolí-var el propietario, y en definitiva, Bolívar el hijo de la Ilustración Liberal del Siglo X VI IJ, se enfrentaba o I~ f uerzac¡ que amenazaban sus derechos de propie-dad y los de sus herederos.

    La vibrante correspondencia. por dcrnás, nos pcr-"mitc ver de cerca a un hombre intrínsecamente vir-tuoso, que sabía separar los quehaceres de ~u vida

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  • BOLfVAR EMPRESARIO: Tambiln Victimad~ la /ns

    privada de los de la pública. absteni valer su condición de alto servidor grar ventajas en lo personal. Lame miento al que tanto nos han aco actores de nuestra vida pública.

    La recopilación metódica que h desmonta, por demás. y carta por c El Libertador murió en la indigen autor utiliza datos económicos que zar a valores presentes de 1996 la ti en el momento de su muerte.

    Como decíamos. el esfuerzo del a bién cualquier duda en cuanto a q hijo digno de la Ilustración Libe existe un enfurecido debate entre q globalización ( que es en esencia u liberal) y aquellas fuerzas que se al conoce como la corriente "anti glob interesante recordar como preámbu palabras recientes del diputado labo MacShane sobre el tema:

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    "Históricamente la reacción dora representa la venganua d cionalista, proteccionista, ra · gótico, sobre los valores del sigl nalista, universalista, mode

  • Anlonio A. Herrero- \1111llan1

    nkta y clásico". Prese~, si se quiere, una lucha entre Voltaire y Nie'™he. entre el com-promiso de Adam Smith con la libertad de co-mercio y la preferencia por barreras aran-celarias de Otto Von Bismark.

    Dejo al amigo lector que mediante la lectura de estas páginas decida por si misn10 donde cree que se colocaría nuestro Libertador en este debate.

    AURELIO Ji"'. CONCH•:so .Presidente CEDICE

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  • Antonio A HcJret'll· Vaillant

    BOLÍVAR, EMPRESARIO: TAMBIÉN VÍCTIMA DE LA INSEGURIDAD JURÍDICA

    l'cndi por la 111seg11ridad jurídica en \ 'enezue/a.

    Al'i70NIO A. H•:RRERA-\'AILLA1'i'1'

    INTRODUCCIÓN

    Autore~ di,ersol\ nos han prel\entado a un Simón BoJí\ ar etéreo y quijote\co. de, pegado de su!\ biene~ materiales. que ostenta ~u pobreza con10 una especie de virtud moná~tica. dedicado exclusivarnentc a los ideales supcriore~ de patria, J ibertad y otros valore~. Sin embargo. el (jbcrtador ni pretendió ni estaría de acuerdo con ec,te tipo de "canoni1aci6n" popu1ista. No fue un ~oñador despegado de la realidad. ni rnucho meno\ pcrtcncc16 a una ínf eliz categoría ciudadana ("pendejo\") recientemente redefinida por el doctor Arturo U'lar Pictri {+).

    •1,. ~mdd di'U 1 ')\tilma id

  • Anlomo A Herrera-Va1llan1

    le conoce la falseada retórica que confunde pobreza material con humildad personal. para luego transfor-marla en algo intrínsecamente encomiable. Sus escri-tos están llenos de expresiones relacionadas a que la

  • Antonio A. Hcm:rn· Vn11lan1

    de sus propiedades: y el 2 de noviembre de 1821 le escribe desde Bogotá a su sobrino. disponiendo sobre sus propiedades y diciéndole:

  • Antonio A lkrrcra-\'11111.int

    reco111pe11sa que gloria y libertad. Crea Ud. con f ra11q11e:a que nre ha herido hasta el altna la lec-tura de este decreto y que lo he eJcondido ... Cul-n1ina el párrafo diciendo: 110 to111aré 111ds que 111i

  • BOLfvAR EMPRESARIO: También V1ct1ma de la lnseg11ridad J11rfdka

    negocio ai·islÍr111elo para convenir en ello o no, ,

    segun 1ne parezca.

    Asimismo desde Lima, el 7 de abril de 1825, aprueba el contrato de arrendamiento celebrado en Caracas el 12 de octubre de 1824 por su hermana doña María Antonia con los señores John Dundas Cochrane y Robert K. Lowry. de la "Bolívar Mining Association", estipulando desear que:

    el paga111ento del arre11dan1iento se haga sin descuento. en el Banco de Londres, bajo nli nom-bre. seglÍn vayan cun1plié11dose los pla-:.os que expresa el contrato. Un recibo del Banco a 1ni .favor. por cada cantidad que U des. hayan tlepo-sitado en él, 111e satis,fará crJ1no si lo hubiese re-cibido en Caracas al .fin de cada sen1estre. Espero que U des. n1e harán este favor, puesto que les será 111ás fácil hacer111e el pagamento en Londres y que en ello ahorraré re1nesas.

    El arrendan1iento fue celebrado por nueve años, por 10.000 pesos cada uno de los tres primeros años, y 13.000 pesos por los seis restantes, promediando 12.000 pesos anuales.

    A los hermanos María Antonia y Simón Bolívar les representaba una renta anual equivalente a

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  • BOLf V AR EMPRESARIO: También Vi< tima de la Inseguridad Jurlilka

    ,.

    acd vivo de mis ahorros y de algunas mesadas que tomo del tesoro del Perú. Además, como no tengo que irme del país tan pronto, no necesito dinero para nada. Cuando me vaya a Europa en-contraré en el Banco de Londres los arrenda-mientos de una mina de cobre que tengo en Venezuela, arrendada últimamente por los ingle-ses por 12 ,000 pesos al año. La Providencia, que vela sobre mi honra, me ha dado este recurso para no \'erme obligado a recibir de ningún go-bierno dinero con que vivir en mi vejez.

    No obstante ello. el Libertador era extremadamente munificente con sus numerosos allegados y con me-ritorios servidores de la Independencia. y mantenía un nivel de gastos propio de un magnate de la época. Por ese motivo comenzaba a atravesar un gravísimo problema que hoy se denominaría de liquidez. Eso lo revela en carta al secretario de Hacienda don José María del Castillo, desde Cuzco, el 10 de julio de 1825, solicitando auxilio para su tío don Esteban Pa-lacios. en que le dice:

    30

    Pero el señor Secretario puede creer que, a pesar de mis sueldos, no tengo ya un peso de qué disponer, pues todas las rentas de mis haciendas y de mi empleo estdn distribuidas antici~nte.

  • BOLf V AR EMPRESARIO: Tambiln Vi< tima de la Inseguridad Jurldka

    ,.

    acá vivo de mis ahorros y de algunas mesadas que tomo del tesoro del Perú. Además, como no tengo que irme del país tan pronto, no necesito dinero para nada. Cuando me vaya a Europa en-contraré en el Banco de Londres los arrenda-mientos de una mina de cobre que tengo en Venezuela, arrendada últimamente por los ingle-ses por 12 ,000 pesos al año. La Providencia, que vela sobre mi honra, me ha dado este recurso para no \'erme obligado a recibir de ningún go-bierno dinero con que vivir en mi vejez.

    No obstante ello. el Libertador era extremadamente munificente con sus numerosos allegados y con me-ritorios servidores de la Independencia. y mantenía un nivel de gastos propio de un magnate de la época. Por ese motivo comenzaba a atravesar un gravísimo problema que hoy se denominaría de liquidez. Eso lo revela en carta al secretario de Hacienda don José María del Castillo, desde Cuzco, el 10 de julio de 1825, solicitando auxilio para su tío don Esteban Pa-lacios. en que le dice:

    30

    Pero el señor Secretario puede creer que, a pesar de mis sueldos, no tengo ya un peso de qué disponer, pues todas úis rentas de mis haciendas y de mi empleo estdn distribuidas anticipadamente.

  • Antonio A. Hcrreru· Va1llan1

    /HJra l'il'ir. muy particularnente a mí. que nruy pronto debo retirarme de los negocios p1íb/icos a una vida privada y retirada.

    En la posdata agrega:

    Conl·endría que Ud. escribiese a Inglaterra directamente sobre Ja l'enta de Aroa, allí es donde mejor se puede ''ender; porque minas es lo que ocupa actualmente la atención de los ca.-pitalistas ingleses que no saben que hacerse con sus tesoros.

    Refuerza este informado enfoque del Libertador el re-cién llegado ministro británico en Caracas, Sir Robert Kerr Porta, en ROia a su diario el 2 de diciembre de l 825. donde identifica el valor especulativo de las minas de Aroa en las bolsas de valores mundiales, que era donde yacía el verdadero negocio financiero de la cuestión:

    La mina es rica en "mineral". escribe Porter, pero el costo de transportar/o al puerto más cer-cano junio con otros diverso.'i gastos incidenta/e.\ (en su.r condiciones actuales) harán que sus ren-diminuos sean magros. Como en casi todos estos Mgocios, las ventajas de la t~peculación (sobre ella) úu obtienen los primeros accionistas.

  • BOLÍVAR EMPRESARIO; T

  • A n1unm A lkrrcra-Vai ll;ml

    piedad por la suma en que con\·enga111os, oídas que sean las ¡Jroposiciones que Ud. ó sus a111i-gos quieran hacer111e.

    ú1 rica y herniosa posesión de Aroa, es una de aquellas que ofrecen 11uis '"entajas para una colonia 'iobre las costas del triar, ¡Jor las siguien-tes consideraciones:

    J. Su extensión es circular con 32 leguas de circunferencia.

    2. Ttene ríos 11a1·egables que dese111bocan al 1nar.

    3. Sus minas de cobre son /a5 111ejores del mundo, y el 111etal, el 111ásfi110.

    4. Contiene 1ni11erales de totias especies según las in1•estigacio11es que se han hecho por personas instruidas en la 111ateria.

    5. Produce maderas abundantes y preciosas. 6. Sus territorios son los 111ás fértile.\

  • BOLÍVAR EMPRESARIO. 'li1111bié11 \fíctímn ¡/,,la l11seg11ru/ad Jurídica

    cuando ella sea explotada. culth·ada y po-blada. \'aldrá 111il/011es.

    Después de estas consideraciones, espero que Ud. tendrá la bondad de hacern1e las ofertas que Ud.ju::,gue convenientes a sus intereses 6 a

    sus nuras. Ud. sabe que el contrato no obsta para que

    la venta se ver(/ique, pues el co111prador tendría la \•e11tl~ja sie111pre de contar con los doce 111il pesos a1111ales, que debe11 pagarse en cada uno de los 1111e\'e aiios: adenllís. tendrá la .facultad de trabqjar por su c11e11ta propia los 111i11era/es de p/ati11a, oro, plata. hierro y piedras precio-sas de valor. azufre, ocre. sales, alcaparroz. etc .. que 110 han entrado en el actual arrendcuniento: y, por tanto. ¡Jodría nu1y bien el conzprador es-tablecer cuanto le con1·iniese para la e.\plota-ci6n y trabajos de estos ra111os de industria, i11dependiente111e11te de la contrata de Ud. De suerte, que por la condición 4ª de la contrata, tanto a 1ní co1110 al que quiera co111prar111e el Valle de Aroa. pertenece de derecho la.facultad de sacar las 111e.jores rentajas de todo sus 111i11e-rales. excepto del de cobre, que es el que exclu-siva111e11te se ha arrendado a Ud.

    Yo adelanto estas consideraciones, 110 ,porque

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  • -----~- - - - - Antonio A. !terrera Va11l;m1

    Ud. deje de conocerlas tanto 6 111ás que yo, sino porque ellas pueden ser\•ir a ilustrar a los que quieran entrar en esta espec11fació11, sea en Co-lo111bia tí sea c11 Inglaterra.

    Con estafeclza escribo a 111is

  • Antomo A. lkrrcru- \'a1ll.m1 ·-~---~~

    111is1110 digo

  • BOLIVAH. EMPRESARIO Iimr!Jién \1fc1i11111 de la /11sefo!11ridad Juridica

    ti que las cien nul libras esterlinas de 1826, equivaldrían a 872.5 millones de bolívares de 1994. Se trata de una cantidad in1portante. aun en los inflacionarios tien1-pos que atravesamos. Co1no se ha dicho, estas equi-valencias y cálculos se han podido establecer con la colaboración del profesor Asdrúbal Baptista. del Ins-tituto de Estudios Superiores de Administración.

    Tan entusiasta estuvo el Libertador con este gran negocio, que lo incluye en carta que le escribe a San-tander desde Lima. el 20 de diciembre de 1824. parti-cipando su deseo de retirarse fuera del país, diciendo:

    En Co/0111/Jia solo 111e detendrá 1111 negocio particular, y es la adquisición de cien 111il pesos para ir1ne del país. Yo no he recibido nada de la ley de reco111pe11sa. yo l'endería esta ley al Go-bierno por cien 111il pesos en Londres por lo pa-sado y lo futuro. Si Ud. hiciese este 111ilagro sería llll gran santo. Agrega en la misma carta el día 22: Si Ud.111e quiere hacer un gran servicio. se lo he indicado a Ud. arriba. Hablo a Ud. de los cien 111il pesos en Londres por niis servicios pasados y futuros. Sí Ud. solo 110 puede hacerlo, vista esta pretensión co1110 guste. y pásela al poder legisla-ti\·o, oíiadié11dole que yo ofrezco para el servicio de la replÍb/ica /a nuis her111osa posesión que hay en \le11ez11ela: las 111i11as de Aroa, que son rnías. y

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  • Antonio A Herrera· Vaillant

    le costó a mis pasados en tie111po de la conquista cuarenta mil pesos. Con ellas se puede establecer en Puerto Cabello un arsenal, el 111ejor del n111ndo, pues que da cohrt' y 1naderas ad111irah/e~.

    Bolívar aclara Ja alusión a los cien 1nil pesos en carta aJ propio Santander desde Potosí. el 13 de octu-bre de 1825:

    En cuanto al dinero de sueldos atrasados. cal-culo que 1110111arán a cien 1ni/ pesos, porque es un n1í111ern redondo, que lo co111pleta cualquier cantidad más o 111enos.

    El Libertador mantiene su insistencia en el negocio de Aroa durante todos los meses siguientes. y desde Magdalena el JO de julio de 1826.)aen marcha la re-belión denominada Juego "La Cosiata", le reitera a

    María Antonia, refiriéndose a las haciendas y dernás propiedades:

    Por ahora no conviene ,·ender los bienes; nn M\ bienes ni compradore5, ni 5eRurídtul, ni nada. Cuando lof negocios .fíe 111ejore11 \erá tie111po de venderlos. Te advieno, para 111 gobierno, que yo no tengo un pefo en este '"""do v que si ¡Jerde-mof /ns biene5 de nuestro5 padres pl1rece111os.

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  • BOLiVAR EMPRESARIO: Jamllif11 \'fctima Je la ln.rnguriJad Jurfdica

    Hasta el 17 de noviembre de 1826. en que escribe desde Bogotá a su hermana María Antonia. mantiene su finne deternlinación sobre el precio de Aroa:

    He visto lo que 111e dices sobre las 111inas de Aroa y la oferta que se te ha hecho de 200.000 pesos. Desde ahora te digo que estoy deter111i-11ado a 110 darlas 111enos de 500,000 pesos -cien 111il libras esterlinas. Ast puedes decirlo a esos seflores ingleses. Ade111ás. estando yo en Cara-cas puedo e11tt:11cler111e directa111e11te con ellos.

    No obstante. antes

  • Antonio A Hcrrera· \'a1ll.m1 _____ .;..;....;..;.;.;.;..: desde las p/a,·as del )aracuy

  • BOLiVAR E~IPRESARIO; lí1111bién \'íc/111111 Ji' /11 /11.1eg11ridad .!11rülict1

    LOS DOCUMENTOS FUNDAMENTALES

    A muy pocos días de su llegada a Caracas después de seis años de ausencia. y a pesar de encontrarse in-merso en todo lo concerniente a la reconciliación con el General Páez y la pacificación de Venezuela, el Li-bertador toma i1nportantes decisiones patrimoniales. asentadas en el Registro Principal de Caracas. en la Sección de Escribanías, tan rica en contenido histó-rico nacional, trasladadas al cuidado del Archivo Ge-neral de la Nación y de la Academia Nacional de la Historia, gracias a los esfuerzos de los doctores Mario Briceño Perozo y Guillem10 Morón. Para su nlejor preservación los hcn1os trascrito.

    En primer término. el 22 de enero de 1827 extiende su poder general a los señores Juan José Femández f\1adrid. Encargado de Negocios de la República en Londres; Andrés Bello. Secretario de la Legación; y al Cónsul General Santos Michelena. para que lo re-presenten en todo lo concerniente al negocio de Aroa.

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  • An1onm A Hcrrcn1-V111llJnl

    REGISTRO PRINCJPAI DE CARACAS ESCRIBANÍAS. 1827. ESCRIBANfA DE JUAN

    NEP01'1UCENO ALBOR

    Folio 9 ) 'uclto.

    Poder general:

    ··En la ciudad de Caraca a 'eint1d6 (22) de Enero de mil ochocientos \eintisiete ( 1827); el EXCELENTÍSIMO SEÑOR LIBERTADOR PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE COLOMBIA. SIMÓN BOLÍVAR. a quien Yo. el Escribano doy fe conozco. por ante mí y en las casas de su morada en esta Cap1tal.Sll EXCELENCIAd1JO que dá su poder cumplido cuanto por derecho ~ requiero neccsano a los Señores JUAN JOSÉ Ff..RNÁNDEZ ~1ADRID. ENCARGADO DE NEGOCIOS I>E LA REPÚBLICA; ANDRÉS BELLO, SECRhlARIO DE LA LEGACIÓN DE LA MISMA; y al CÓNSUL GENERAL SANTOS MICHELENA. todos reo;:1den1es en Londres. pant que por el orden que vienen nominados y reprc,cn· aando la propia persona, derechos y acciones de SU l!X· CELENCJA; perciban, cobren. lleven a su poder y tengan a su d1ipos1ción, todas y cuale~utcra cantidades que se le deban ó debicrcn por cuenta de la \enta que ha hecho de las MINAS DE AROA al fleñor JOHN MYERS, como rcprc-tentante y &arnbt~n propietario de la Asociación que hay en LONDRES 80bre dichas Minas; a i:uyo fin harán gcM1oncs convenaenle\ jud1c1al 6 extra JUd1c1almcn1c por escrito 6 de palabra en los Tribunaler. Superiores é lnfcnorc'i que con

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  • Antonio A. He1TC111-Vaillant

  • tll a )'tri\

  • rawnzde Jllnde ebon • Dicciooario histórico genealógico de apellidos quechuas, ay-amas y ..anos en el Ecuador.

    Tr ' Is da Rea z+Nlez M. y Pepe Aguado • Declamcióa universal de los debeaes humanos.

    I' z•• Ven, PepeApllde, Temlstocln Hernindez • Identidad, pmadigmas y desarrollo.

    MarC9 c. '1'1 M. • ¡El fiwwle! de la educación ecuatoriana.

    ApReM

    • Dinao ¿vicio o virtud?

    Fted1r1cl•M • La Ley y El Ellsdo.

    Dn.Mñ•lllÁ••lr1 ález • La .. itOHap CD m plDlo.

    l 1 • 1 ¿IM+ .. ·~ ? • YIVll' """JC" ... llD 15""""" ...... corruptos.

    Limlzu N 23-27 y O. Sobnl . 511G&J•Cel.0992154S9