2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel...

13
2016 CENTENARIO DE LAS Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año, mi serie de artículos para la Revista Soul se en- focará en las apariciones del Ángel de Fátima en Portugal en el año 1916 a tres niños: Lucía dos Santos, Francisco Mar- to y Jacinta Marto, que en el 2016 celebrarán su centenario. Muchas personas están familiarizadas con las apariciones de Nuestra Señora en Fátima en 1917 porque se han convertido en punto medular de la intervención que ella prometió para lograr la paz mundial y la salvación de las almas. Sin embar- go, de todos los que conocen estas apariciones de Nuestra Señora, saben muy poco, o casi nada, de las apariciones de un Ángel que se llamó a sí mismo el “Ángel de la Paz” y el “Ángel de Portugal.” Estas apariciones jugaron un papel muy importante en la preparación de los niños para la misión que Dios les daría como parte de su plan para nuestra salvación. Es mucho lo que podemos aprender de los niños porque el- los también nos ayudan a prepararnos de mejor forma para llevar a cabo la misión que hemos recibido a la luz de los mensajes de Fátima. Primera aparición del Ángel Primavera de 1916 Comencemos con la pregunta: “¿Por qué Dios envió un ángel a tres pastorcitos?” Podemos afirmar que en las Sa- gradas Escrituras, era común que Dios enviara ángeles, es decir, mensajeros o guías, cuando quería revelar algo a su pueblo en tiempos de suma importancia. Por ejemplo, Dios dijo: “Yo enviaré un ángel delante de ti, para que te cuide en el camino y te lleve a la tierra que yo te he preparado” [Éxodo 23,20]. En otras ocasiones, Dios envió ángeles para preparar a su pueblo ya fuera para la llegada de una gran persona o para anunciar un evento que manifestaría su poder o misericordia. Un ejemplo del anuncio de que llegaría una gran persona, lo tenemos en el ángel que fue enviado para anunciar el na- cimiento de Sansón, uno de los jueces de Israel que ayudó a liberar a los israelitas de la opresión de los filisteos [véase Jueces 13,2-5]. El ejemplo más clásico del ángel trayendo un mensaje del cielo, es el del Arcángel Gabriel anunciando a la Santísima Virgen María que concebiría a Jesús, el Hijo de Dios [Lc 1,26-38]. El mensaje confiado a los niños de Fátima también es de suma importancia porque anuncia el plan de Dios para alcanzar la paz mundial, la conversión de los peca- dores y la misión de los tres pastorcitos en este plan, y por eso Dios los preparó para que pudieran responder libre y generosamente a lo que Él iba a pedirles. La llegada del Ángel de la Paz Los tres niños videntes eran los miembros más pequeños de las familias dos Santos y Marto, y estaban encargados de atender el rebaño de ovejas de las familias. No sabemos el día

Transcript of 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel...

Page 1: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

2016 Centenario de las

Aparicionesdel Ángelde Fátima

Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R.

Este año, mi serie de artículos para la Revista Soul se en-focará en las apariciones del Ángel de Fátima en Portugal en el año 1916 a tres niños: Lucía dos Santos, Francisco Mar-to y Jacinta Marto, que en el 2016 celebrarán su centenario. Muchas personas están familiarizadas con las apariciones de Nuestra Señora en Fátima en 1917 porque se han convertido en punto medular de la intervención que ella prometió para lograr la paz mundial y la salvación de las almas. Sin embar-go, de todos los que conocen estas apariciones de Nuestra Señora, saben muy poco, o casi nada, de las apariciones de un Ángel que se llamó a sí mismo el “Ángel de la Paz” y el “Ángel de Portugal.” Estas apariciones jugaron un papel muy importante en la preparación de los niños para la misión que Dios les daría como parte de su plan para nuestra salvación. Es mucho lo que podemos aprender de los niños porque el-los también nos ayudan a prepararnos de mejor forma para llevar a cabo la misión que hemos recibido a la luz de los mensajes de Fátima.

Primera aparición del ÁngelPrimavera de 1916

Comencemos con la pregunta: “¿Por qué Dios envió un ángel a tres pastorcitos?” Podemos afirmar que en las Sa-gradas Escrituras, era común que Dios enviara ángeles, es decir, mensajeros o guías, cuando quería revelar algo a su pueblo en tiempos de suma importancia. Por ejemplo, Dios dijo: “Yo enviaré un ángel delante de ti, para que te cuide en el camino y te lleve a la tierra que yo te he preparado” [Éxodo 23,20].

En otras ocasiones, Dios envió ángeles para preparar a su pueblo ya fuera para la llegada de una gran persona o para anunciar un evento que manifestaría su poder o misericordia. Un ejemplo del anuncio de que llegaría una gran persona, lo tenemos en el ángel que fue enviado para anunciar el na-cimiento de Sansón, uno de los jueces de Israel que ayudó

a liberar a los israelitas de la opresión de los filisteos [véase Jueces 13,2-5]. El ejemplo más clásico del ángel trayendo un mensaje del cielo, es el del Arcángel Gabriel anunciando a la Santísima Virgen María que concebiría a Jesús, el Hijo de Dios [Lc 1,26-38]. El mensaje confiado a los niños de Fátima también es de suma importancia porque anuncia el plan de Dios para alcanzar la paz mundial, la conversión de los peca-dores y la misión de los tres pastorcitos en este plan, y por eso Dios los preparó para que pudieran responder libre y generosamente a lo que Él iba a pedirles.

La llegada del Ángel de la Paz

Los tres niños videntes eran los miembros más pequeños de las familias dos Santos y Marto, y estaban encargados de atender el rebaño de ovejas de las familias. No sabemos el día

Page 2: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

exacto en que el Ángel se les apareció por primera vez a los niños en el año de 1916, pero cuando algún tiempo después Lucía escribió sobre las apariciones, dijo que había sido du-rante la primavera de aquel año. Los jóvenes pastores habían llevado a sus rebaños a un lugar llamado Cabeco, uno de sus lugares favoritos por su gran hermosura. Aquel día había llovido más temprano y el cielo se había aclarado. Después de comer, los niños rezaron juntos el Rosario -provenían de familias devotas que alentaban esta práctica- y lo hicieron lo más rápido posible utilizando una forma abreviada del Padre Nuestro y el Ave María para tener tiempo de ir a jugar, pero ese día las cosas serían diferentes. Apenas habían comenza-do a jugar, cuando un fuerte viento sacudió las copas de los árboles. Lucía describiría tiempo después en sus memorias lo que vieron aquel día: “Un joven de unos 14 o 15 años, más blanco que la nieve, translúcido como el cristal atravesado por los rayos del sol, y de una belleza increíble.”

¡Los niños estaban asombrados! El Ángel les habló: “No teman. Soy el Ángel de la paz. Oren conmigo.” Este hermo-so saludo nos recuerda el saludo del Arcángel Gabriel en la Anunciación cuando le dijo a María: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios.” [Lc 1,30]. El Ángel invitó a los niños a orar con él. Les enseñó una oración especial que normalmente se le conoce como la “Oración del Perdón.”

El Ángel se arrodilló tocando el suelo con la frente, y los niños sumamente conmovidos, se arrodillaron también to-cando el suelo con sus frentes, poniéndoles un firme ejem-

plo de cómo deberían reverenciar a Dios mientras rezaban, si bien no es algo que todos puedan siempre imitar. La rev-erencia profunda no es tanto un signo de temor a Dios, sino el reconocimiento reverente de la infinita majestad y santi-dad de Dios. ¡Él es quien nos ama profundamente! Es claro que el Ángel no habría querido alterar la confianza que unos pequeños pastorcitos le tenían a Dios amoroso y misericor-dioso.

La Oración del Perdón

Esta es la hermosa “Oración del Perdón” que el Ángel de la paz enseñó a los niños pidiéndoles que la repitieran tres veces:

¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman!

Reflexionemos esta hermosa oración para comprender profundamente su significado. Lo primero que subraya, son cuatro acciones básicas que todos debemos hacer para tener una relación justa con Dios, es decir, mantener la fe creyendo, alabar a Dios adorándolo, confiar en Él esperando y amarlo haciendo su voluntad. En la segunda parte de la oración le pedimos a Dios que perdone a los que no cumplen con estos mismos deberes para con Él. Esta oración preparó a los niños para la poderosa misión que les tenía preparada Nuestra Señora de orar por la conversión de los pecadores, cuando en su aparición de agosto de 1917 les dijo: “Oren, oren mucho y hagan sacrificios por los pecadores porque muchas almas van al infierno porque no hay quien se sacri-fique y ore por ellos.”

Analizando la oración

“Yo creo…por los que no creen…”

San Pablo nos dice que la fe es el origen de la vida eterna: “El justo vivirá por la fe” [ver Romanos 1,17]. El Concilio de Trento enseñó que la fe es el comienzo, el fundamento y la medida de la vida cristiana, y San Pablo dice que: “sin la fe es imposible agradarle, pues nadie se acerca a Dios si antes no cree que existe y que recompensa a los que lo buscan.” [Heb 11,6]. En nuestra sociedad actual, vertiginosamente sec-ularizada y ateísta, vemos cómo muchos abandonan toda creencia en Dios. Incluso dentro de nuestra población católi-ca, escuchamos a muchos que aun considerándose católicos no creen en las principales enseñanzas de la Iglesia, tales como la Presencia Real de Jesucristo en la Santa Eucaristía, la necesidad de la Confesión, y la existencia del infierno. Ese es el resultado del incremento del pecado en nuestra socie-dad como el aborto, los matrimonios del mismo sexo y la vio-lencia. Jesús advirtió: “Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de la mayoría se enfriará.” [Mt 24,12]. ¡Por eso es tan importante rezar en reparación por los pecados actuales de incredulidad y por la conversión de muchos corazones de hombres y mujeres para que regresen a Dios con una fe renovada!

Page 3: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

“…Adoro…por los que no adoran…”

Cuando las personas dejan de creer en el verdadero Dios, eventualmente se van creando ídolos personales que termi-nan adorando como el dinero, el poder, el placer o cualquier otra cosa que se les ponga enfrente. Es necesario interceder constantemente por ellos con la oración para que acepten a Dios en sus vidas y lo alaben como se merece.

“…Espero…por los que no esperan…”

La esperanza es la virtud por la cual confiamos en las promesas de Dios de darnos vida eterna y todas las gracias y asistencia necesaria para alcanzarla, pero muchos se han alejado de Dios y han perdido la capacidad de la esperan-za en esa vida. Cuando el cielo ya no es considerado como destino de la felicidad eterna que Dios ha prometido, se vive permanentemente en un estado de desesperación. Necesi-tamos orar para que se restaure en ellos la esperanza y la confianza en la infinita misericordia de Dios para aquellos que se acercan a Él con sinceridad.

“…Amo…por los que no aman…”

Si no amamos al Dios que tiernamente modeló nuestros corazones para Sí, nues-tro amor se va desfigurando al querer amar a las creaturas que jamás podrán satisfac-er esa infinita hambre del corazón. San Agustín lo dijo sabiamente: “¡Nos hiciste Señor para ti, y nuestro corazón está inqui-eto hasta que descanse en ti!”

El Ángel se retira

Después de que los niños repitieron la “Oración del Per-dón” tres veces, el Ángel se levantó y les instruyó: “¡Oren de este modo! Los corazones de Jesús y María están atentos a la voz de sus súplicas.”

Esta primera aparición del Ángel tuvo un extraordinario im-pacto en los niños. Cuando el Ángel se retiró, los tres niños quedaron envueltos en una atmósfera sobrenatural tan in-tensa, que durante horas perdieron la noción de sí mismos manteniéndose en ese estado durante mucho tiempo y re-pitiendo sin cesar la oración del Ángel. Ni siquiera cruzaron palabras entre ellos hasta que, gradualmente, el efecto espir-itual comenzó a desaparecer.

A pesar de este maravilloso comienzo, los niños necesi-tarían un recordatorio para rezar con mayor fervor la “Oración del Perdón”. Ese recordatorio se daría con la segunda visita del Ángel.

Page 4: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

Con el paso de los meses, la primavera de 1916 se con-virtió en verano. Los niños no registraban las fechas exact-as de las apariciones del Ángel, pero Lucía recuerda que la segunda aparición tuvo que haber sido en el verano porque durante los meses calientes del año, los niños llevaban el rebaño a pastar muy temprano por la mañana y lo regres-aban a su pequeña villa antes del medio día a un pequeño establo que les proporcionaba sombra y los resguardaba del intenso calor de la tarde. Durante las horas de la siesta, los niños permanecían a la sombra de los árboles junto a un pozo llamado “Aneiro” ubicado en el patio trasero de la casa de Lucía. Aquel día como era su costumbre, los niños jugab-an a la hora de la siesta cuando de pronto el Ángel volvió a aparecer. Con gran amabilidad los increpó: “¿Qué hacen?” Seguramente estas palabras les causaron una profunda im-presión porque después de la segunda visita del Ángel, los

niños respondieron con mayor fidelidad a sus peticiones. El Ángel les dijo: “¿Qué hacen? Recen, recen sin cesar. Los santísimos Corazones de Jesús y María tienen designios de misericordia para ustedes. Ofrezcan oraciones y sacrificios al Todopoderoso.”

Una vez más, el Ángel instruyó a los niños a orar mucho. Ya les había pedido eso en su primera aparición, especialmente enseñándoles la Oración del Perdón, pero ahora añadía un nuevo elemento a su petición: la de ofrecer sacrificios a Dios. Lucía, desconcertada por estas palabras del Ángel, se atrev-ió a preguntar: “Pero ¿cómo? ¿Cómo debemos hacer sacrifi-cios?” Y el Ángel le respondió:

“Hagan de todo lo que puedan un sacrificio y of-rézcanlo a Dios como un acto de reparación por los

Revista Soul - Invierno 2016 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R.

segunda apariCión del Ángel

2016 Centenario de las apariCiones del Ángel de FÁtima

Page 5: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

pecados con los que Él es ofendido suplicando por la conversión de los pecadores. De esa forma at-raerán la paz sobre su país. Yo soy el Ángel guardián de Portugal. Ante todo, acepten y soporten con sumisión el sufrimiento que Dios les envíe.”

Estas palabras del Ángel de la Paz están profundamente impregnadas de una gran sabiduría espiritual. En primer lu-gar, vemos que les revela un poco más su identidad como Ángel guardián de Portugal. Sabemos que Dios designa ángeles guardianes no sólo a las personas, sino también a ciudades, países y quizás a grupos especiales de individuos. Por lo tanto, el Ángel les pidió a los niños que no sólo hicier-an varias oraciones para conseguir la paz en todo el mundo, comenzando con su propio país, sino que practicaran cuatro diferentes formas de piedad, tales como:

El Sacrificio

La primera petición del Ángel fue el sacrificio, y Lucía re-spondió preguntando “¿cómo debemos hacer sacrificios?” En este contexto, el significado de sacrificio es el de renun-ciar o abstenerse de aquello que se estima importante, que se tiene en gran estima o que se desea.

Cuando éramos niños, regularmente nos en-señaban a hacer sacrificios especialmente du-rante la Cuaresma, renunciando quizás a nues-tro postre o dulce favorito como el helado.

Respondiendo a la pregunta de Lucía, el Án-gel dijo: “Hagan un sacrificio de todo lo que puedan.”

Cuando éramos niños, regularmente nos enseñaban a hacer sacrificios especialmente durante la Cuaresma, renun-ciando quizás a nuestro postre o dulce favorito como el he-lado, o a ver los programas que más nos gustaban en la tele-visión. Es decir, nuestro sacrificio nos costaba algo porque renunciábamos a aquello que nos agradaba o que tenía un significado especial y alegre para nosotros. Este tipo de sac-rificios, sencillos en sí mismos, se convierten en algo muy significativo cuando se unen al sacrificio de Cristo por la sal-vación del mundo.

A Santa Teresita de Lisieux, la pequeña flor, se le conoce por su caminito de la infancia espiritual porque ella siempre sintió que no podía hacer las penitencias y sacrificios que leía en las vidas de los grandes santos. Sin embargo, se con-virtió en una experta haciendo muchos sacrificios que nadie más detectaba. Ella dijo que la santidad no se medía por hac-er cosas grandes sino por hacer cosas pequeñas y ordinarias con gran amor.

En la biografía de la Hermana Lucía, “Un camino bajo la mirada de María”, leemos cómo los pastorcillos encontraron nuevas formas de responder a la petición del Ángel hacien-do sacrificios de todo lo que les causaba placer, ofreciéndolo por la paz del mundo y por la cruz que habrían de recibir. Entre ellos había una cooperación natural, y aceptaban an-

siosos y como algo dulce cualquier sacrificio, siempre con la mayor discreción para que nadie se diera cuenta de nada [pág. 47].

Reparación

Cuando una persona ofrece alguna obra buena o acto de auto negación como reparación a Dios, le está diciendo: “Dios, te amo”

El Ángel les enseñó a los niños a ofrecer sus sacrificios a Dios en reparación por los pecados con los que Él es ofen-dido. Eso significa recompensar a Dios con mayor amor por el fracaso en el amor a causa del pecado; restaurar lo que fue injustamente tomado y compensar con generosidad el egoísmo que causó la injuria.

Como escribí en mi libro “Fatima for Today,” (Fátima para nuestros días), “Cuando una persona ofrece una buena obra o un acto de auto negación le están diciendo a Dios “te amo”, reparando a los que lo ofendieron diciéndole “Dios, yo no te amo’” [pág. 28]. Jesús murió en la cruz ofreciendo su propia vida en reparación y sacrificio para expiar nuestros pecados. Se nos pide unir nuestros sacrificios a los de Cristo para hac-er reparación por los pecados del mundo.

Intercesión por la conversión de pecadores

El Ángel dijo a los niños que sus sacrificios y actos de rep-aración tendrían el efecto de rogar a Dios por la conversión de los pecadores. Con la Oración del Perdón, el Ángel ya los había aleccionados en la misión de intercesión pidién-dole a Dios conceder su perdón a aquellos que no creen, no adoran, no esperan y no lo aman. Nuestra Señora, al final de su aparición en agosto de 1917, dijo: “Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores, ya que son muchas las almas que van al infierno porque no hay quien se sacrifique y rece por ellas.”

Pasaron mucho tiempo rezando, especialmente en las pri-meras semanas después de la segunda aparición del Ángel.

Los niños respondieron ardientemente a esta petición de oración. Algunas veces oraban en el bosque mientras atendían a las ovejas, y otras en una pequeña cueva que

Page 6: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

habían encontrado convirtiéndola en su ermita. Allí pasaron mucho tiempo orando, especialmente durante las primeras semanas posteriores a la segunda aparición del Ángel. No-sotros también debemos responder con un espíritu de repa-ración haciendo oración y sacrificios por la salvación de las almas, colaborando en esta gran obra como lo desean Jesús y María. San Francisco de Asís dijo: “Nada debe anteponerse a la obra de la salvación de las almas por la que Cristo vertió su preciosísima Sangre.”

Soportar los Sufrimientos con Humildad

El extraordinario escri-tor espiritual San Juan de la Cruz, nos dice que hay dos aspectos en la purificación del pecado. Al primer aspecto lo lla-ma “purificación activa,” que incluye nuestras ora-ciones, sacrificios y actos de reparación que decid-imos ofrecerle a Dios. Al segundo aspecto lo llama “purificación pasiva,” que es más difícil y con fre-cuencia implica mayor su-frimiento porque incluye pruebas, tentaciones, persecuciones, malen-tendidos y otras formas de sufrimiento que Dios permite que nos suce-dan. Normalmente serían

cosas que no habríamos elegido por nosotros mismos y que, por esa razón, tienen mayor poder espiritual porque nos une con mayor fuerza a la voluntad de Dios y a querer abrazar la cruz en nuestra propia vida.

Por eso el Ángel les dijo a los niños: “Ante todo, acepten y soporten con sumisión el sufrimiento que Dios les envíe.” Este es un aspecto de la espiritualidad de los niños que nos sorprende, ya que al empeñarse en hacer la voluntad de Dios y aceptando las cruces que Él quisiera enviarles para ganar gracias de salvación para muchos, también crecerían rápid-amente en el amor a Dios y a sus semejantes. Esta gracia no se logra fácilmente en la vida espiritual. De hecho, la may-oría de la gente ni siquiera se atrevería a pedir el sufrimiento, conformándose más bien con soportar las cruces que Dios envíe. Con ese espíritu de sacrificio a tan corta edad, los niños actuaron de manera heroica.

La Paz se Logra Mediante el Sacrificio

La reparación hecha por los niños y el mensaje que difund-ieron a los demás ayudó a traer paz en esa época…

El Ángel de Portugal dijo a los niños: “De esa forma at-raerán la paz a su país.” En una de las revelaciones privadas a la pequeña Jacinta, Nuestra Señora dijo que la guerra es un castigo por el pecado. En la época en que Nuestra Señora se apareció en Fátima a los niños, se libraba la terrible Pri-mera Guerra Mundial denominada “la guerra para terminar con todas las guerras.” La reparación hecha por los niños y el mensaje que difundieron a los demás ayudó a traer la paz en esa época, y a nosotros también nos urge la paz en nues-tro inestable mundo contemporáneo. El plan que el Ángel enseñó a los niños es el que deberíamos de seguir, así como las instrucciones de Nuestra Señora sobre la devoción a su Corazón Inmaculado.

El mensaje del Ángel tenía el objeto de preparar a los niños para la misión que Jesús y María les encargarían. Si segui-mos todo lo que el Ángel de la Paz les enseñó a los niños, nosotros también estaríamos preparados para promover la paz en el mundo a través de los mensajes de esperanza de Fátima. Después de las dos visitas del Ángel, los pastorcitos necesitarían una más para completar su preparación y recibir a Nuestra Señora en sus apariciones de otoño en 1917.

San Juan de la Cruz nos dice que hay dos aspectos en la purificación del pecado.

Page 7: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

Uno de los santos que predijo los grandes acontecimien-tos del Siglo XX fue San Juan Bosco, el Fundador de los Sale-sianos de Don Bosco. Era muy devoto de la Santísima Virgen María, especialmente bajo su advocación de María Auxilio de los cristianos. Don Bosco fue conocido por sus sueños proféticos en los cuales Dios le reveló cosas que sucederían en el futuro. Probablemente el sueño más famoso fue el que predijo la gran batalla que libraría la Iglesia Católica en el siglo XX. En este sueño, él vio a la Iglesia Católica repre-sentada como un enorme barco de madera atrapado en una tremenda tormenta en el mar con viento y olas golpeándolo y amenazándolo con destruirlo. Alrededor del barco de la Igle-sia había botes más pequeños que representaban a los fieles leales al Santo Padre.

Por otro lado, del lado contrario al barco de la Iglesia había una gran flota enemiga cuyos barcos tenían cañones y ariet-es que amenazaban con destruir el barco de la Iglesia Católi-ca. En aquel desesperado momento de tormenta y batalla, en medio de la inmensidad del mar, de pronto se levantaron, sobre las olas, dos robustas columnas muy altas. En la parte superior de la columna más grande estaba el Santísimo Sac-ramento. En la parte superior de la columna menor estaba la Virgen Inmaculada a cuyos pies se veían un amplio cartel con la inscripción de Auxilio de los Cristianos.

Cuando San Juan Bosco, que vivió en el siglo XIX, explicó su sueño a otras personas comentando: “Se preparan días difíciles para la Iglesia. Lo que hasta ahora ha sucedido es casi nada en comparación a lo que tiene que suceder. ¡Sólo quedan dos medios para salvarse en medio de tanto descon-cierto! Devoción a María Santísima; frecuencia de Sacramen-tos: comunión frecuente, empleando todos los recursos para practicarlos nosotros y para hacerlos practicar a los demás siempre y en todo momento.” Las seis apariciones de Nues-tra Señora en Fátima se enfocan de manera general en la devoción a su Corazón Inmaculado, pero en la tercera apa-rición del Ángel, se enfatizó a Jesús en el Santísimo Sacra-mento. Este elemento eucarístico del mensaje de Fátima se complementa, en cierta forma, con la visión profética de San Juan Bosco para nuestros tiempos. Veamos de cerca esta importante Tercera Aparición del Ángel.

Otoño 1916

Como lo mencionamos anteriormente en nuestros artícu-los sobre las apariciones del Ángel, los niños no recordaron las fechas exactas cuando el Ángel apareció. Sin embargo, esta aparición ocurrió en el Cabeço en donde el Ángel se les había aparecido por primera vez en la primavera de 1916. Los

Revista Soul - Primavera 2016 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R.

2016 Centenario de las apariCiones del Ángel de FÁtima

terCera apariCión del Ángel

Page 8: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

niños rezaban, con la frente en el suelo, la Oración de Per-dón que el Ángel les había enseñado. Cuando se levantaron vieron de nuevo al Ángel. Sostenía en su mano izquierda un cáliz y sobre él había una hostia. Gotas de la Preciosa Sangre de Jesús caían de la hostia al cáliz. Después, dejando el cáliz y la hostia suspendidas en el aire, el Ángel se arrodilló al lado de los niños. Todos se inclinaron profundamente ante Jesús en el Santísimo Sacramento tocando el suelo con la frente. Fue entonces cuando el Ángel les enseñó a los niños otra oración llamada la Oración del Ángel.

“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que Él es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.”

Después de este tiempo de adoración eucarística, el Ángel se levantó, tomó la hostia y el cáliz en sus manos y les ofreció la Eucaristía a los niños en santa Comunión. Le dio a Lucía la hostia consagrada quien ya había recibido su Primera Co-munión. Después permitió que Francisco y Jacinta bebieran directamente del cáliz y esa fue su Primera Santa Comunión. Mientras les daba la Santa Comunión, el Ángel les dijo estas poderosas palabras: “Tomen y beban el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por hombres ingratos. Hagan reparación por sus crímenes y consuelen a su Dios.”

Después de haber dado la Santa Comunión a los niños, el Ángel, una vez más, hizo una profunda reverencia hasta el suelo repitiendo tres veces la oración que les había enseña-do: “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente…” Hasta los niños se sentían sobrecogidos por una atmósfera sobrenatural, así que también ellos se postraron y repitieron la oración tres veces. Lucía comentó que esa experiencia fue tan intensa, que el alma de los niños se llenó de paz y felicidad. Después de rezar, el Ángel dejó a los niños habiendo cumplido con su misión de prepararlos para las apariciones de Nuestra Señora.

Lecciones de la Tercera Aparición del Ángel

Esta relativamente breve aparición nos puede enseñar y ayudar mucho en nuestra propia devoción a la Santísima Eu-caristía para que asistamos al santo Sacrificio de la Misa con mayor fervor agradeciéndole a Jesús permitirnos recibirlo en la Santa Comunión y enamorándonos más de nuestro Dios, Salvador y Amigo para adorarlo más tiempo en la Eucaristía. Lo que el Ángel enseñó a los niños debería ser una gran in-spiración para nosotros.

Cuando en su primera aparición el Ángel enseñó a los niños la “Oración del Perdón”, los niños aprendieron a hac-er intercesión rogándole a Dios perdonar a aquellos que no creen, no adoran, no esperan y no lo aman. Con la tercera

aparición y la “Oración del Ángel”, los niños aprendieron a ofrecerle reparación al Señor por las ofensas cometidas contra Él en el Santísimo Sacramento. La reparación es im-portante, porque a través de ella le decimos al Señor que lo amamos y que queremos resarcir las ofensas que Él soporta en su presencia eucarística.

afrentasInfamias

malos tratosEl Ángel especificó estas tres

ofensas. En primer lugar, hay afrentas que se cometen cuando la gente profana el Santísimo Sacramento con actos de deshonor, infamia y malos tratos contra Jesús que está realmente pre-sente en la Eucaristía. Un ejemplo de este tipo de afrentas es la de profanar la presencia de Jesús en una misa negra.

sacrilegiospecados mortalesser indigno

Posteriormente, el Ángel mencionó los sacrilegios que se cometen cuando las personas reciben indignamente al Señor en estado de pecado mortal.

indiferenciafalta de respeto

negligenciaLa indiferencia procede de las personas al cometer ac-

tos que muestran falta de respeto, interés y amor tanto a la Presencia Real del Señor en las Iglesias, como a la comunidad de los fieles.

Pero la oración termina con una afirmación esperan-zadora, rogando a Dios que por los infinitos méritos del Sagrado Corazón de Jesús, y los abundantes méritos del Corazón Inmaculado de María se conviertan los más grandes pecadores.

Page 9: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

Asimismo, tenemos mucho que apren-der de las palabras que el Ángel les dijo a los niños al darles a Jesús en la Santa Comunión, diciendo que el Cu-erpo y la Sangre eucarísticos del Señor habían sido horriblemente ultra-jados por hombres ingratos, como ya hemos visto en algunos ejemplos. Los anima a hacer reparación, que es del todo necesaria, por esos pecados

y para que los que los cometen reciban el perdón de Dios y puedan regresar al estado de la gracia san-

tificante, algo total-mente necesario para su

salvación. Finalmente, el Ángel les dice a los pastorcillos: “consuelen a su Dios.” Estas pal-abras deberían inspirarnos a hacer lo mismo.

Queremos hacer reparación a Dios quien nos ha mostra-do un amor infinito entregándose sin medida alguna en el Santísimo Sacramento, y en virtud de que los pecados de ultrajes, sacrilegios y las constantes indiferencias ofenden gravemente el amor de Dios, deberíamos querer amarlo to-davía más sabiendo que Dios busca quienes lo consuelen por las terribles ofensas de quienes lo hieren.

La Biblia nos dice que, si hubiera habido diez personas santas en los tiempos de Sodoma y Gomorra, aquellas ciu-dades habrían sido preservadas de la destrucción. Por eso es tan importante la reparación en nuestros días. La Santísi-ma Madre les dijo a los niños, al final de su aparición el 13 de octubre de 1917: “Ya no sigan ofendiendo al Señor, nuestro Dios, porque ya está demasiado ofendido.”

La reparación expía estas ofensas. El amor por Nuestro Señor en la Eucaristía debería motivarnos a querer hacer rep-aración por todo lo que Él sufre habiendo decidido quedarse con nosotros para poder llenarnos de amor y alimentarnos con su Cuerpo eucarístico.

Page 10: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

Es una característica de la interacción de Dios con su pueb-lo enviar individuos en preparación para un poderoso men-saje. Por ejemplo, San Juan Bautista se autonombró “una voz que clama en el desierto: preparad los caminos del Señor” [Lc. 3,4]. Su padre, Zacarías, en el momento en que nació el Bautista, lleno del Espíritu Santo dijo en su cántico: “Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación y el perdón de sus pecados.” [Lc 1,76-77]

Incluso los Apóstoles fueron en avanzada a cada pueblo y aldea que Jesús planeaba visitar con el objeto de preparar a la gente a recibir su palabra y creer en las verdades de salvación que Él enseñaría. Finalmente, sabemos que antes de la Segunda Venida de Cristo, su profeta Elías regresará con la misión de preparar a su pueblo para recibir al Rey de Reyes.

El Ángel de la Paz preparó a los pastorcitos para su misión, diciéndoles en su primera aparición en la primavera de 1916, y después de haberles enseñado la “Oración del Perdón”, que los corazones de Jesús y María estaban atentos a las voces de sus súplicas. Posteriormente, en su aparición de ve-rano, les dijo: “¡Oren mucho! Los corazones de Jesús y María tienen designios de misericordia para ustedes. Ofrezcan con-stantemente oraciones y sacrificios al Altísimo.” Después de administrarles la Santa Comunión, les dijo: “Tomen y beban el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por hombres ingratos. Hagan reparación por sus crímenes y consuelen a su Dios.”

Los niños aprendieron mucho y respondieron viviendo las instrucciones del Ángel con gran devoción.

2016 Centenario de las apariCiones del Ángel de FÁtima

aprendiendo de los

mensajes del Ángel

Revista Soul - Verano 2016 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R.

Page 11: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

Las apariciones del Ángel prepararon a los niños para los mensajes de Nuestra Señora, quienes aprendieron y re-spondieron con gran entusiasmo y generosidad a las peti-ciones de Nuestra Señora.

¿Intercedo por los que tienennecesidad espiritual?

Una de las peticiones más importantes que hizo Nuestra Señora durante sus apariciones, fue la de pedir oración y penitencia por la conversión de los pecadores. Esta petición la hizo frecuentemente y con carácter de urgente, enfati-zando que muchas almas se pierden porque no hay quien intercediera y rece por ellos. Nuestras oraciones también son necesarias para interceder por tantos que no oran por sí mismos provocando que su fe se debilite, muera y queden apartados de Dios, muchas veces en estado grave de peca-do. s como el Ángel pidió oraciones para que esas almas no se pierdan, debemos acoger ese mensaje de todo corazón y responder como lo hicieron los pequeños visionarios. Esta constituye una pieza clave dentro del plan de Dios para sal-var a las almas en todo el mundo. Al conmemorar los cien años de las apariciones del Ángel (2016) y de las apariciones de Nuestra Señora (2017), estamos convencidos de que he-mos recibido una misión personal para hacer oración de in-tercesión por todas las almas quienes, probablemente, de-pendan de nuestra oración para regresar al Padre. Oremos, pues, con toda la seriedad del caso en imitación de Lucía, Francisco y Jacinta.

¿Por quién debemos rezar?

Sin duda debemos rezar por aquellos que han perdido la fe para que sean renovados por el Espíritu Santo. Esta es la primer y fundamental obra que conduce a la conversión. También debemos rezar por aquellos cuyas vidas se han ale-jado de Dios, especialmente por quienes están inmersos en el pecado y el egoísmo, por quienes cometen actos impuros como la fornicación, la masturbación y la pornografía. Recor-demos que cuando los Apóstoles no pudieron echar a un demonio impuro de una persona (probablemente un demo-nio de lujuria) Jesús dijo que ese demonio en particular sólo podía echarse fuera mediante la oración y el ayuno [Mc 9,29]. También hay que rezar por aquellos que se esfuerzan por llevar una buena vida, pero en ocasiones cometen pecados contra la caridad como la ira, la impaciencia y el chisme. Hay muchas almas con necesidad de oración, así que lo mejor es dejar que Dios elija quién ha de beneficiarse con tus ora-ciones. La lista de pecados es ilimitada porque la lista de los necesitados también lo es, pero nuestras oraciones dejarán de ser necesarias una vez que el último pecador haya regre-sado a Dios.

¿Ofreces sacrificios?

En la época moderna, el sacrificio parece haber pasado de moda para muchos católicos. En otros tiempos, durante la Cuaresma la Iglesia observaba obligatoriamente el ayuno y los viernes abstinencia de carne. Estas obligaciones, como tales, se han reducido al mínimo para la mayoría de los católi-cos, es decir, el ayuno sólo es obligatorio dos días al año, el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

La abstinencia es un precepto para el miércoles de Ceniza y todos los viernes de Cuaresma. Durante los demás viernes del año, el católico de forma personal puede practicar otros actos de penitencia. ¿Cuántos recuerdan hacer esto? El Ar-zobispo Sheen solía decir que “la tibieza es amor sin sacrifi-cio,” porque es amor que requiere muy poca generosidad de nuestra parte. En su segunda aparición a los niños, el Ángel le dijo a Lucía que hiciera sacrificios. Cuando ella le preguntó cómo hacerlo, él le respondió: “Haz de todo lo que puedas un sacrificio y ofrécelo a Dios en reparación de los pecados por los que Él es ofendido y suplicando la conversión de los pecadores.”

Los niños respondieron generosamente a la petición del Ángel, por ejemplo, el delicioso lunch preparado por sus pa-dres lo regalaban a los niños pobres, conformándose con comer fruta agria. También soportaban la sed en tiempos de intenso calor en verano.

Ella dijo que muchas almas se pierden para Dios porque no hay

quien ore e interceda por ellos.

El Arzobispo Sheen solía decir que “la tibieza es amor sin sacrificio,” porque es amor que

requiere muy poca generosidad de nuestra parte.

Page 12: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

¿Qué sacrificios podemos hacer?

Profundizar el mensaje de Nuestra Señora para nuestra propia salvación y santificación, así como la del mundo, haci-endo pequeños sacrificios que darán mucho fruto. Por ejem-plo, nos podemos abstener de comer algún postre que nos guste mucho, de tomar una taza de café extra que no necesi-tamos, o quizás un gran sacrificio sería renunciar al programa favorito de televisión y utilizar el tiempo para leer un bueno libro espiritual o pasar el tiempo en oración o Adoración ante el Santísimo. Recuerden que, según San Pablo, la ley básica de la vida espiritual es que la carne y el espíritu tengan ape-tencias contrarias entre sí, es decir, si complacemos más la naturaleza sensible con placeres y satisfacciones personales, el espíritu se torna perezoso y débil, pero si nos negamos a los placeres de la carne, el espíritu siempre experimentará renovada vitalidad [ver Gal 5,17]. Esta práctica y renuncia nos ayudará a crecer en las virtudes, superar las tentaciones que por lo general nos presenta la carne, y seremos libres para escuchar las mociones del Espíritu Santo. Es una forma per-fecta de prepararse para celebrar el centenario de las apari-ciones de Nuestra Señora en Fátima.

¿Cómo respondes al sufrimiento?

En su segunda aparición, el Ángel de Portugal alentó a los niños diciéndoles: “Sobre todo, acepten y soporten con sumisión el sufrimiento que el Señor les envíe.” Todos tienen sufrimientos de un tipo u otro en la vida. Fue lo que Jesús dijo en el Evangelio a todo aquél que quería ser su discípulo: negarse a sí mismo (éste es nuestro mayor sacrificio), cargar la cruz de cada día (éstas son nuestras ofrendas, aun cuando sólo estemos cumpliendo con nuestros deberes cotidianos), y seguirlo a Él (éste es nuestro esfuerzo de imitar a Jesús día con día) [ver Mt 16,24].

Nuestra Señora después les preguntaría a los pastorcitos: “¿Están dispuestos a ofrecerse a Dios y soportar todos los sufrimientos que Él quiera enviarles como un acto de rep-aración por los pecados por los cuales Él es ofendido?” El-los respondieron con entusiasmo, “Sí, estamos dispuestos.” Nuestra Señora añadió: “En ese caso, tendrán mucho que sufrir, pero la gracia de Dios será su consuelo.” Efectiva-mente, los pequeños pasaron por varios tipos de sufrimien-to, particularmente de aquellas personas que se burlaban de ellos o consideraban que habían inventado toda esa historia de la aparición de una “hermosa Señora del cielo.” Quizás lo más difícil resultó ser el hecho de que la propia madre de Lucía jamás creyó que las apariciones de las que hablaba su hija fueran ciertas, y esa cruz fue muy pesada para Lucía, quien también tuvo que sufrir cierto desdén por parte de sus propios hermanos y hermanas.

¿Cómo manejar el sufrimiento?

Es de todos conocido que el sufrimiento puede mejorar o amargar a una persona. Nos hace ser mejores personas cuando creemos que todo proviene de Dios y estamos dis-puestos a aceptarlo por amor. Las lecciones más importantes

de la vida nos llegan a través del sufrimiento que es forjador del carácter y la fortaleza para superarlo con paciencia. El sufrimiento puede hacer a una persona miserable y amarga cuando lo rechaza rehusándose a aceptarlo, llegando al gra-do de enojarse con Dios cuando las cruces llegan a su vida. Se molestan porque esos sufrimientos les quitan la posibili-dad de vivir una vida feliz conforme a sus propias esperanzas y deseos.

Sin embargo, sólo abrazando la cruz con amor podremos encontrar la paz que procede de hacer la voluntad de Dios, aún en medio de la adversidad, porque para la fe cristiana la cruz no es sinónimo de tragedia sino fuente de bendiciones y felicidad eterna en virtud del sacrificio de Cristo. ¡El Ángel nos animaría a aceptar los sufrimientos con paciencia y con-fianza en aras de producir abundantes frutos!

¿Pensamos en la necesidadde hacer reparación?

La reparación es el ofrecimiento de nuestras oraciones y sacrificios para expiar nuestros pecados y los efectos ma-lignos que nuestras malas obras han tenido en el mundo. El pecado ha ofendido a Dios que es infinitamente bueno y merecedor de todo nuestro amor. La reparación es la expia-ción mediante la oración, el sacrificio o las obras de miseri-cordia que reparan los errores que nosotros, o los demás, hayamos cometido.

Cuando Nuestra Señora, en su primera aparición, les pre-guntó a los niños si estaban dispuestos a soportar los su-frimientos que Dios les enviara, les aclaró que sus sufrimien-tos serían: “un acto de reparación por los pecados con los que Él es ofendido y una súplica por la conversión de los pecadores.” Es sumamente importante que hagamos repa-ración por los agravios que ofenden a Dios e interceder por aquellos que lo han ofendido, especialmente los que son negligentes para hacer lo propio. En nuestro mundo contem-poráneo a Dios se le ofende cotidianamente, y estoy conven-

cido de que gracias a las oraciones e inter-cesión de los que lo aman, obtendremos misericordia por par-te de Dios en vez del justo castigo que bien merecido tendría-mos. Todos necesita-mos hacer reparación para que el triunfo del Corazón Inmaculado de Nuestra Señora se realice como ella pro-metió.

Todos necesitamos hacer reparación para que el triunfo del Corazón Inmaculado de Nuestra

Señora se realice como ella prometió.

Page 13: 2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de …...2016 Centenario de las Apariciones del Ángel de Fátima Revista Soul - Otoño 2015 Rev. Padre Andrew Apostoli, C.F.R. Este año,

¿Estamos haciendo actos de reparación?

En el Antiguo Testamento, cuando el pueblo de Nínive fue prevenido por el profeta Jonás de que Dios destruiría su gran ciudad por sus muchos pecados, el pueblo, a la orden del Rey, se vistió de sayal y se cubrió de cenizas orando y pidi-endo perdón a Dios, y obtuvieron el perdón. Las ciudades de Sodoma y Gomorra habrían sido perdonadas si se hubieran encontrados al menos diez hombres justos que hicieran rep-aración por los pecados de esas ciudades.

No sabemos si Dios enviará un castigo sobre el mundo. San Juan Pablo el Grande, creía que, si bien el mundo podría recibir algún tipo de castigo por sus pecados, éste podría mitigarse con la oración, la penitencia y la reparación. Por eso resulta sumamente importante que todos atendamos los mensajes de Nuestra Señora que tienen el único propósito de evitarnos un castigo y conducirnos a todos al cielo, y no es demasiado tarde para responder, ya que Nuestra Señora le dijo a Lucía que cuando un gran número de personas hi-cieran lo que ella pedía, se lograría el triunfo de su Corazón Inmaculado que nos traería la paz y la conversión al mundo. Atendamos, pues, el mensaje del Ángel y respondamos de todo corazón a las súplicas de una Madre amorosa.

©apostolado mundial de FÁtima, usa po Box 976, Washington, nj 07882 908-689-1700 WWW.Bluearmy.Com

orB

is unus o

rans