2013 01 palabra de vida meditación chiara lubich
-
Upload
netzahualcoyotl-h-xochitiotzin-ortega -
Category
Documents
-
view
653 -
download
1
Transcript of 2013 01 palabra de vida meditación chiara lubich
Palabra
de
Vida
Enero2013
Del 18 al 25 de enero se celebra en muchas partes del mundo la Semana de oración por la unidad de los cristianos, que en
otros lugares se celebra en Pentecostés.
Este año, la frase elegida para la Semana de
oración es: «¿Qué exige el Señor de nosotros? » (Mi 6, 6-8).
Ya que Chiara Lubich solía comentar el versículo bíblico, proponemos un
texto suyo que comenta el pasaje de Mt 9,13 (cf.
Os 6, 6), escrito en junio de 1996 y que podría ser
una aportación para profundizar en la Palabra
que se nos propone.
«Vayan y aprendan lo qué significa: Misericordia
quiero y no sacrificios.”» (Mt 9, 13).
«Misericordia quiero y no sacrificios». ¿Recuerdas cuándo dijo Jesús estas palabras?
Mientras estaba sentado a la mesa, varios publicanos y pecadores se sentaron con Él. Al darse cuenta de esto, los fariseos presentes les dijeron a sus discípulos: «¿Cómo es que su maestro come con
publicanos y pecadores?». Y Jesús, al oír estas palabras, respondió:
« Vayan y aprendan lo que significa: “Misericordia quiero y no sacrificios” »
Jesús cita aquí una frase del profeta Oseas, lo cual demuestra que le gusta el concepto allí contenido: en efecto, es la norma según
la cual Él mismo se comporta, y que expresa la primacía del amor sobre
cualquier otro mandamiento, sobre cualquier otra regla o
precepto.
Esto es el cristianismo: Jesús vino a decir que lo que Dios quiere de ti con respecto a los demás –hombres y mujeres– es ante todo el amor, y que esta voluntad de Dios ya había sido anunciada en
las Escrituras, como demuestran las palabras del profeta.
Para todo cristiano, el amor es el programa de su vida, la ley fundamental de sus acciones, el criterio para saber cómo
moverse.
El amor siempre debe prevalecer sobre las demás leyes. Más aún:
el amor a los demás debe ser para el cristiano la sólida base
sobre la cual apoyarse para poner legítimamente en práctica
cualquier otra norma.
«... misericordia quiero y no sacrificio».
Jesús quiere amor, y la misericordia es una de sus expresiones.Y quiere que el cristiano viva así, ante todo porque Dios es así.
Para Jesús, Dios es ante todo el Misericordioso, el Padre que ama a todos, «que hace salir su sol sobre malos y buenos y
manda la lluvia a justos e injustos»
Jesús, porque ama a todos, no teme estar con los pecadores, y de este modo nos revela quién es Dios.Por tanto, si Dios es así, si Jesús es así, también tú
debes albergar idénticos sentimientos.
«... misericordia quiero y no sacrificio».
«…y no sacrificios».Si no amas a tu hermano, a Jesús no le agrada tu culto.
No acoge tu oración, ni tu asistencia a la Eucaristía, ni las ofrendas que puedas hacer… si todo ello no brota de un corazón
en paz con todos, rico de amor por todos.
¿Recuerdas aquellas palabras suyas tan incisivas del sermón del monte? «Por tanto, si cuando vayas a presentar tu ofrenda ante el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte
con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda» (Mt 5, 23-24).
Estas palabras te indican que el culto que más agrada a Dios es el amor al prójimo, que ha de ser la base también de tu culto a Dios.Si quisieras hacerle un regalo a tu padre mientras estás enemistado
con tu hermano (o tu hermano contigo), ¿qué te diría tu padre? «Reconcíliate antes y luego ven a ofrecerme lo que desees».
lo experimentan los cristianos que viven su fe, pues si ayudan a sus hermanos, sobre todo a los necesitados, crece en ellos la
devoción, la unión con Dios se hace más fuerte, perciben que existe un vínculo entre ellos y el Señor; y esto es lo que más alegra sus
vidas.
Pero hay más.El amor no es
sólo la base del vivir
cristiano, sino también el camino más directo para
estar en comunión con Dios. Lo dicen
los santos, testigos del Evangelio que
nos han precedido;
«… misericordia quiero y no sacrificios»
¿Cómo vivirás entonces esta nueva Palabra de vida?
No hagas discriminación alguna entre las personas que tengan contacto contigo, no margines a nadie; más bien ofrece a todos lo
más que puedas darles, imitando a Dios Padre.
Repara esas pequeñas o grandes discordias que disgustan al Cielo y te amargan la vida; como dice la Escritura (cf. Ef 4, 26), no dejes que
se ponga el sol sobre tu ira hacia nadie.
Si te comportas así, todo lo que hagas agradará a Dios y quedará para la eternidad. Cuando estés trabajando o descansando, jugando o estudiando, con tus hijos o acompañando a tu esposa o a tu marido de paseo, cuando reces o cuando te sacrifiques, o mientras realizas las prácticas religiosas acordes a tu vocación cristiana…: todo, todo,
todo será materia prima para el Reino de los Cielos.
El Paraíso es una casa que construimos aquí y habitamos allá. Y la construimos con el amor.
“Palabra de Vida”, publicación mensual del Movimiento de los Focolares.
Texto de: Chiara Lubich, escrito en 1996
Gráfico Anna Lollo en colaboración con don Placido D’Omina (Sicilia, Italia)
Este comentario a la Palabra de Vida traducido en 96 lenguas e idiomas,
le llega a varios millones de personas en todo el mundo
a través de prensa, radio, TV y via internet.
Para información: www.focolare.org
Este PPS, en diversas lenguas, está publicado en: www.santuariosancalogero.org
« Vayan y aprendan lo que significa:
“Misericordia quiero y no sacrificios” »