2001 la odisea continúa

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LLUÍS BONET MOJICA P ara la historia del ci- ne y la cultura popu- lar, el año 2001 empe- zó el 6 de abril de 1968, cuando Stan- ley Kubrick –tras cor- tar 19 minutos en el último momen- to– estrena oficialmente en Nueva York la versión definitiva de “2001. Una odisea del espacio”. “2001” marca un antes y un des- pués en la historia del cine de cien- cia ficción. Sin “2001”, sin sus na- ves espaciales, sin su rigor científi- co, no se hubieran visto después películas como “La guerra de las galaxias”, “Star Trek” o “Blade Runner”. Llegados –sin Kubrick, fallecido en 1999– a la fecha entonces mítica propuesta por el filme, sus interro- gantes, conjeturas y anticipaciones ofrecen renovados motivos de re- flexión. Por absurdo que pueda pa- recer, “2001” es hoy una película casi invisible. La Fox –que ha pasa- do a distribuir en España las pro- ducciones MGM– ignora si existe el proyecto de reponer el filme en los cines. Además, “2001” está des- catalogada en vídeo y no existe en formato DVD. Una pena. Radicado ya en Inglaterra, el ci- neasta norteamericano acababa de concluir “Teléfono rojo: ¿volamos hacia Moscú?” (1963), aviesa y sar- cástica farsa de política ficción que –no por azar– concluía con el holo- causto nuclear, cuando empezó a gestar la que iba a ser –lo es toda- vía– la mejor muestra de cine espa- cial. Lo hizo a partir de la lectura de un relato de Arthur C. Clarke, “El centinela”, publicado en 1948 y que ya contenía algunos elemen- tos definitorios de “2001”. Kubrick convenció al escritor pa- ra que redactaran juntos una nove- la, que luego se transformaría en guión. Tras casi ocho meses de in- tensivo trabajo, Clarke ultima un borrador que Kubrick utiliza para negociar con MGM un proyecto, cuyo título provisional era “Viaje más allá de las estrellas”, presupues- tado en seis millones de dólares. Fi- nalmente, “2001” costaría 10,5 mi- llones de dólares, una fortuna para la época. Kubrick fue introduciendo suce- sivos cambios en el guión –que a partir de abril de 1965 ya se llamó “2001. Una odisea del espacio”– y la confianza de Clarke se resquebra- jó. Finalmente, fiel a la (su) idea ori- ginal, decidió publicar la novela po- co después de estrenarse el filme. Entre marzo y diciembre de 1967 se crearon los efectos especia- les, hasta completar 205 planos. Kubrick consultó con la NASA de- talles de la nave Discovery, así co- mo otros aspectos de la película. Consciente de que realidad y fanta- sía podían confundirse, el cineasta se propuso –en imitación de un afo- rismo periodístico– que la realidad no arruinara la película: “2001” de- bía estrenarse antes de que el hom- bre llegara a la Luna, lo que ocurrió el 21 de julio de 1969. Con su monolito, que dio pábulo a toda clase de especulaciones, y el histórico encadenado que transfor- ma el hueso lanzado por el simio en una nave espacial que evoluciona a los compases de “El Danubio azul”, “2001” muestra el talento an- ticipador de Kubrick. Sin olvidar la inolvidable secuencia de la ago- nía de la todopoderosa computado- ra HAL 9000.c “Me gusta la ciencia ficción y ‘2001’ es una de mis películas preferidas. La he visto tres o cuatro veces, aún tengo el vídeo en casa. También me gustó mucho ‘Blade Runner’. Leí la novela de ‘2001’ antes de ver la película porque un amigo me dijo: ‘Esta película no se entiende si no lees antes el libro’. La película explica lo que en aquellos tiempos creían que sería la vida del astronauta interplanetario. La parte en que el protagonista atraviesa el Universo es la menos creíble. No se sabe ni dónde está. Según se lee en los libros de ‘2010. Odisea 2’ y ‘2061. Odisea 3’, supuestamente está en un agujero, una puerta a una civilización superavanzada, pero en la película no hay quien se entere.” – EMPAR MARCO PEDRO DUQUE Astronauta de la ESA “Es una de mis películas preferidas; la he visto 3 o 4 veces” MICHAEL LÓPEZ–ALEGRÍA Astronauta de la NASA “La vi poco después de estrenarse. Era un chaval de 12 o 15 años y no entendí nada. Hace un año y medio la volví a ver y sigo sin entender nada. No me pareció banal, sólo que es una película demasiado intelectual para mí. El final es un poco lento, y tampoco lo entendí. Personalmente, no me gusta la ciencia ficción. Hay películas como ‘La guerra de las galaxias’ que son más humanas, casi de niños. O como ‘Space cowboys’ y ‘Armageddon’, donde hay elementos que son más parecidos a la vida normal en una nave. ‘2001’ no es tan fiel a la vida real de los astronautas, aunque eso de flotar y salir de la nave es algo análogo a los paseos espaciales que hacemos nosotros.” – E. M. Voz en off ...33 años después Casi 33 años después del estreno de “2001. Una odisea del espacio”, gran parte de las previsiones de la ya legendaria película se han cumplido. “La Vanguardia” inicia hoy la cuenta atrás hacia el siglo XXI con una serie sobre el futuro soñado por Stanley Kubrick EL FUTURO QUE SOÑÓ KUBRICK KOBAL “No entendí nada, es demasiado intelectual para mí” 38 LA VANGUARDIA SOCIEDAD VIERNES, 1 DICIEMBRE 2000

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EL FUTURO QUE SOÑÓ KUBRICKCasi 33 años después del estreno de “2001. Una odisea del espacio”, gran parte de las previsiones de la ya legendaria película se han cumplido. “La Vanguardia” inicia hoy la cuenta atrás hacia el siglo XXI con una serie sobre el futuro soñado por Stanley Kubrick

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LLUÍS BONET MOJICA

Para la historia del ci-ne y la cultura popu-lar, el año2001 empe-zó el 6 de abril de1968, cuando Stan-leyKubrick –tras cor-

tar 19minutos en el últimomomen-to– estrena oficialmente en NuevaYork la versión definitiva de“2001. Una odisea del espacio”.“2001” marca un antes y un des-

pués en la historia del cine de cien-cia ficción. Sin “2001”, sin sus na-ves espaciales, sin su rigor científi-co, no se hubieran visto despuéspelículas como “La guerra de lasgalaxias”, “Star Trek” o “BladeRunner”.Llegados –sin Kubrick, fallecido

en 1999– a la fecha entoncesmíticapropuesta por el filme, sus interro-gantes, conjeturas y anticipacionesofrecen renovados motivos de re-flexión. Por absurdo que pueda pa-recer, “2001” es hoy una películacasi invisible. La Fox –que ha pasa-do a distribuir en España las pro-ducciones MGM– ignora si existeel proyecto de reponer el filme enlos cines. Además, “2001” está des-catalogada en vídeo y no existe enformato DVD. Una pena.Radicado ya en Inglaterra, el ci-

neasta norteamericano acababa deconcluir “Teléfono rojo: ¿volamoshaciaMoscú?” (1963), aviesa y sar-cástica farsa de política ficción que–no por azar– concluía con el holo-causto nuclear, cuando empezó agestar la que iba a ser –lo es toda-vía– lamejormuestra de cine espa-cial. Lo hizo a partir de la lecturade un relato de Arthur C. Clarke,“El centinela”, publicado en 1948y que ya contenía algunos elemen-tos definitorios de “2001”.

Kubrick convenció al escritor pa-ra que redactaran juntos una nove-la, que luego se transformaría enguión. Tras casi ocho meses de in-tensivo trabajo, Clarke ultima unborrador que Kubrick utiliza paranegociar con MGM un proyecto,cuyo título provisional era “Viajemás allá de las estrellas”, presupues-tado en seismillones de dólares. Fi-nalmente, “2001” costaría 10,5mi-llones de dólares, una fortuna parala época.Kubrick fue introduciendo suce-

sivos cambios en el guión –que apartir de abril de 1965 ya se llamó“2001. Una odisea del espacio”– yla confianza deClarke se resquebra-jó. Finalmente, fiel a la (su) idea ori-

ginal, decidió publicar la novela po-co después de estrenarse el filme.Entre marzo y diciembre de

1967 se crearon los efectos especia-les, hasta completar 205 planos.Kubrick consultó con la NASA de-talles de la nave Discovery, así co-mo otros aspectos de la película.Consciente de que realidad y fanta-sía podían confundirse, el cineastase propuso –en imitaciónde un afo-rismo periodístico– que la realidadno arruinara la película: “2001” de-bía estrenarse antes de que el hom-bre llegara a la Luna, lo que ocurrióel 21 de julio de 1969.Con sumonolito, que dio pábulo

a toda clase de especulaciones, y elhistórico encadenado que transfor-ma el hueso lanzado por el simio enuna nave espacial que evoluciona alos compases de “El Danubioazul”, “2001”muestra el talento an-ticipador de Kubrick. Sin olvidarla inolvidable secuencia de la ago-nía de la todopoderosa computado-ra HAL 9000.c

“Me gusta la ciencia ficción y‘2001’ es una de mis películaspreferidas. La he visto tres o cuatroveces, aún tengo el vídeo en casa.También me gustó mucho ‘BladeRunner’. Leí la novela de ‘2001’

antes de ver la película porque un amigo me dijo:‘Esta película no se entiende si no lees antes el libro’.La película explica lo que en aquellos tiempos creíanque sería la vida del astronauta interplanetario. Laparte en que el protagonista atraviesa el Universo esla menos creíble. No se sabe ni dónde está. Según selee en los libros de ‘2010. Odisea 2’ y ‘2061. Odisea3’, supuestamente está en un agujero, una puerta auna civilización superavanzada, pero en la película nohay quien se entere.” – EMPAR MARCO

PEDRO DUQUEAstronauta de la ESA

“Es una de mis películaspreferidas; la he visto 3 o 4 veces”

MICHAEL LÓPEZ–ALEGRÍAAstronauta de la NASA

“La vi poco después de estrenarse.Era un chaval de 12 o 15 años y noentendí nada. Hace un año y mediola volví a ver y sigo sin entendernada. No me pareció banal, sóloque es una película demasiado

intelectual para mí. El final es un poco lento, ytampoco lo entendí. Personalmente, no me gusta laciencia ficción. Hay películas como ‘La guerra de lasgalaxias’ que son más humanas, casi de niños. Ocomo ‘Space cowboys’ y ‘Armageddon’, donde hayelementos que son más parecidos a la vida normal enuna nave. ‘2001’ no es tan fiel a la vida real de losastronautas, aunque eso de flotar y salir de la nave esalgo análogo a los paseos espaciales que hacemosnosotros.” – E. M.

Voz en off

...33 añosdespués

Casi 33 años después del estreno de “2001. Una odisea del espacio”,gran parte de las previsiones de la ya legendaria película se han

cumplido. “La Vanguardia” inicia hoy la cuenta atrás hacia el siglo XXIcon una serie sobre el futuro soñado por Stanley Kubrick

EL FUTURO QUE SOÑÓ KUBRICK

KOBAL

“No entendí nada, esdemasiado intelectual para mí”

38 LAVANGUARDIA S O C I E D A D VIERNES, 1 DICIEMBRE 2000

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MARÍA-PAZ LÓPEZ

Un monolito aza-bache, macizo,opacoyperturba-dor preside conaire bíblico cadasalto evolutivo

en “2001.Una odisea del espacio”.Pacíficos homínidos pueblan unaTierra desolada, lo tocan deslum-brados y, al poco, uno de ellos sevuelve cainita y asesina a un seme-jante. Los antropoides de Kubrickveneran elmonolito y aprenden deél a transformar un hueso en herra-mienta y luego en arma homicida.El judío Stanley Kubrick

(1928-1999) no podía sustraerse asu propio origen hebraico, y el mo-nolito se alza sospechosamente si-milar al árbol de la ciencia del bieny delmal, responsable de las desdi-chas de Adán y Eva en el Génesis.“El árbol del bien y del mal es elárbol de la totalidad, porque todaslas cosas están ahí comprendidas–explica el capuchino y biblistaFrederic Raurell–, y al comer de élcomienza la transgresión. Cuandoel hombre peca, queda separadode la amistad deDios; esa es su ver-dadera muerte.”

Un símbolo artificial

Pero Kubrick no podía que-darse anclado en el mito se-mítico, donde la vida siem-

pre la da lo natural, un árbol. Estre-nada en 1968, un año antes de laapoteosis tecnológica que envió alser humano a la Luna, la películaplanteó un “árbol” artificial: un pa-ralelepípedourdido con los cuadra-dos de los tres primeros númerosenteros (1, 4 y 9), que comunica in-teligencia y ejerce de antena paranuevos contactos. El simbólicomo-

nolito aparece tres veces más: aler-ta de que han arribado a la Lunaseres inteligentes, custodia la barre-ra de Júpiter hacia otras dimensio-nes, y propicia otra evolución revir-tiendo el astronauta a feto.El cineasta tramó una película

religiosa con excusa espacial, nadararo para el sentir estadounidensede entonces. “En los años sesentahay un primer intento de seculari-zaciónde la religión –explicaAma-dor Vega, experto en filosofía delas religiones en la UniversitatPompeu Fabra–, de quitarle a lateología la exclusiva del estudio dela espiritualidad.” En las universi-dades, psicología, psiquiatría y an-tropología cultivan la religiosidadcomo parte del género humano.Kubrick se la llevó al cine del espa-cio y la plasmó en unmonolito quehan teologizado casi todos los críti-cos cinematográficos.Eran años de mística oriental,

psicodelia y hippies en estrechaconvivencia con la práctica religio-sa estándar. No sorprende queKu-brick punteara con los compasesde “Así habló Zaratustra”, de Ri-chard Strauss, algunas aparicionesmonolíticas, porque esta obra mu-sical parece concentrar todo el aro-ma negador del libro de Nietszche,un filósofo que más que matar aDios quería repensarlo.A pocos días de que “2001. Una

odisea del espacio” contacte consu año verdadero, el universo tras-cendente parece en plena confu-

sión. Occidente se ha descreído,muchos se aferran al ritual en detri-mento de la voluntad de renunciaque implica toda religión, y otrosvagan perdidos sucumbiendo allenguaje seductor de la secta. Esteoría sostenida que toda una gene-ración consagró la ideología en elaltar que antes ocupaba la religióny que, con el declive ideológico, sesiente huérfana. “No sé si ahora setiene tan claro que esmejor el bienque el mal –lamenta AmadorVega–, ni que se precisa un sustra-to ético, exista Dios o no.” Todoparece indicar que la humanidadnecesita revisar sus monolitos.c

“En algunaparte tengoescrito queDios es lo que

cada cual hace con su soledad.Pues bien, en su soledad elseñor Kubrick inventa unmonolito. Un monolitopitagórico de 1x4x9 (loscuadrados de los tres primerosnúmeros enteros), o sea, unapieza descaradamente artificial,un paralelepípedo impecable decuya existencia el Poder guardasilencio. Silencio administrativo.¿Qué significa para mí eldichoso monolito? Pues eso: unacierta cosa opaca y pretenciosa,bellamente extraterrestre, unsímbolo macizo y negro dealguna trascendencia, un objetomístico de pacotilla, uncatalizador de la evolución (esoes lo único que queda claro en lapelícula), en fin, una bromamanierista del señorKubrick.”– AITZIBER AZPEITIA

...A LA REALIDAD

SALVADORPÁNIKERFilósofo

Voz en “off”

“Dios es lo quecada cual hacecon su soledad”

Nunca una película que previó contanta precisión el futuro describiótambién con tanta exactitud el

pasado

PRIMEROS HUMANOSPRÓXIMO CAPÍTULO

El monolito es uno de los símbolos centrales de “2001”, que StanleyKubrick definió como “una película religiosa” sobre el lugar del serhumano en el Universo. Un monolito real, la Qaaba, es el destino dedecenas de miles de musulmanes que peregrinan cada año a La Meca

El nuevo árbolde la ciencia

EL MONOLITO

GODO–FOTO / EPA

Por medio del monolito,los homínidos se vuelvenhumanos al principio dela película y el astronautatrasciende al final

DE LA FICCIÓN...

44 LAVANGUARDIA S O C I E D A D SÁBADO, 2 DICIEMBRE 2000

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JOSEP CORBELLA

Dos mil uno” em-pieza hace cua-tro millones deaños, en una sa-bana aplastadapor el sol y con

un silencio total. Tan total que al-gunas cadenas de televisión, cuan-do emiten la obra, añadenun subtí-tulo: su televisor no está estropea-do, esta película es así. Cuando, alcabo deunosminutos, llega el soni-do, no son palabras: son gruñidos.Stanley Kubrick, que pretendía

explicar en la película el lugar delser humano en el Universo, cuidóde que “2001” fuera científicamen-te plausible para que resistiera altiempo. Nada que ver con las pelí-culas de estética picapiedra tipo“Hace un millón de años”, dondeRaquelWelch tonteaba entre dino-saurios. Para evitar errores, el ci-neasta convenció a Louis Leakey,el histórico paleontólogo, para quele asesorara.El resultado son “unas escenas

fascinantes, que explican con bas-tante fidelidad cómo creemos quevivieron los primeros humanos ylos australopitecos que les prece-dieron”, explica Isabel Boj, arqueó-loga especializada en la divulga-ción de la evolución humana.

Víctimas del leopardo

Por ejemplo, los homíni-dos de la película tienenpor enemigo al leopardo;en un cráneo de australo-

piteco hallado en Sudáfrica, se hanencontrado huellas de los colmi-llos de un leopardo, que probable-mente arrastró a su presa hasta lle-varla a la copa de un árbol.Otro ejemplo: los homínidos de

la película se alimentan de vegeta-les; cientos de dientes de australo-pitecos descubiertos desde que sehizo “2001” han confirmado quelos ancestros de los humanos te-nían una dieta vegetariana.Incluso el tamaño de las tribus

que aparecen en la película –unadocena de individuos– y el hechode que no tengan lenguaje verbalse ajustan a lo que los científicos sa-ben hoy día sobre los primeros hu-manos.Pero Kubrick y Leakey no po-

dían prever que, seis años despuésdel estreno, se encontraría el esque-leto casi completo de una hembraque vivió hace 3,2 millones deaños: la famosaLucy.Aquel esque-leto demostró, para sorpresa de loscientíficos, que los australopitecosya caminaban perfectamente ergui-dos como nosotros. “Ahora sabe-mos que los homínidos de aquellaépoca no tenían movimientos si-

miescos ni largos caninos como losde la película. Tenían una aparien-ciamás parecida a la nuestra yme-nos a la de un simio”, advierte Jor-di Agustí, director del Institut Pa-leontològic Miquel Crusafont deSabadell, quien sin embargo creeque la película no haperdido vigen-cia –“la he visto catorce veces en elcine y tantas en vídeo que he perdi-do la cuenta”–.“2001” sigue siendo, para cientí-

ficos cinéfilos, una de las películasquemejor abordan el tema del ori-gen de la humanidad. “Hay mu-

chas películas que tratan del futu-ro, pero muy pocas se atreven conla prehistoria”, observa Isabel Boj.Si se descuentan fantasías irrealescomo “Parque Jurásico” y argu-mentos delirantes como “Hace unmillón de años”, las que quedan sepueden contar con los dedos deuna mano –y sobran dedos–: “Enbusca del fuego”, “El clan del osocavernario”, “2001”... “Es un géne-ro difícil, en parte porque los diálo-gos son limitados –admite Boj–.Pero, pese a la falta de diálogo y altiempo transcurrido desde que sehizo la película, ‘2001’ aguanta eltipo perfectamente.”c

“Solemosolvidar quesólo tenemosun 1% de

diferencia genética con loschimpancés. No hay forma decambiar eso: los humanos nodejaremos de ser primates.Darwin nunca utilizó la palabraevolución, en su lugar él hablabade descendencia conmodificación. Ahora bien, paraser inteligente no hace falta serprimate. HAL tiene todas lascaracterísticas que hacen únicosa los seres humanos pero sin serprimate. Tiene conciencia de símismo, emociones, voluntad,sentimientos. Pero está por versi la inteligencia artificiallogrará crear ordenadores así.Es la misma conjetura quehacemos sobre la existencia devida inteligente extraterrestre.Tampoco serán primates porquepartirán de otras formas devida.” – AITZIBER AZPEITIA

JUAN LUISARSUAGACodirectorde Atapuerca

“Los humanosno dejaremos deser primates”

...A LA REALIDAD

Voz en off

En “2001”, ser humano es iguala ser agresivo. Las investigaciones

de las últimas décadashan suavizado esta opinión

HOMO BELLICUSPRÓXIMO CAPÍTULO

Stanley Kubrick presentó en “2001” un retrato científicamenteconsistente de los primeros humanos, retrato que sigue siendo creíble,aunque nuevos fósiles descubiertos desde que se hizo la película han

demostrado que no se movían como simios

Génesisen la sabana

EL ALBA DE LA HUMANIDAD

ROCA–SASTRE / AP

Kubrick no podía preverel descubrimiento deLucy, que demostró quelos homínidos no erancomo simios

DE LA FICCIÓN...

44 LAVANGUARDIA S O C I E D A D DOMINGO, 3 DICIEMBRE 2000

Page 4: 2001 la odisea continúa

MARÍA-PAZ LÓPEZ

El personaje más im-portante de la pelícu-la de Kubrick “2001.Una odisea del espa-cio”, el ordenadorHAL 9000, mata al

final de un evidente proceso de hu-manización. Objetivo: salvarse dela desconexión que planean para éllos astronautas tras percatarse deque presenta tics humanos. Millo-nes de años antes de que esa inteli-gencia artificial devenga asesina,los homínidos de la película, aúnburdos, descubren que pueden ase-gurarse el sustento liquidando a ri-vales de su misma especie.“¿Es el hombre violento por na-

turaleza o su potencial para la vio-lencia –nopuedenegarse ese poten-cial, ante el simple hecho de que elhombre es capaz de dar patadas ymorder– se activa operativamentepor efecto de factores materia-les?”, se pregunta JohnKeegan, ex-perto en asuntosmilitares, en su li-bro “Historia de la guerra”. Moti-vos nunca les faltan: a HAL le ibasu vida maquinal en ello, y los ho-mínidos se disputaban el agua.

Cultura y biología

La violencia es un elementocultural, no biológico –diceRaül Romeva, profesor de

la cátedraUnesco sobre paz ydere-chos humanos de la UniversitatAutònoma de Barcelona–. El con-flicto sí es característico del ser hu-mano, pero no lo es la gestión vio-lenta de ese conflicto.”Quienes de-fienden esta raíz cultural de la vio-lencia lamentan que entorno y tra-dición “entrenen” a las gentes paraagredirse ante lamínima incompa-tibilidad de intereses.

Kubrick, abrumadoramente pe-simista, apenas plantea amagos denegociación, convencido de que laviolencia es el motor de la historia.El conflicto entre clanes por elagua se solventa a golpe de hueso.HAL, receloso de los hombres quecustodia, los va eliminando conhu-mana astucia. Y el único supervi-viente “asesina” lentamente al or-denador, desconexión tras desco-nexión, imperturbable ante su do-lorosa agonía: “Deténgase. Tengomiedo. Mi cabeza se va”.Sorprende la poca fe de Kubrick

en la capacidad humana para sor-tear la agresión, sobre todo porqueen1968, fechade estreno de la pelí-cula, las universidades estadouni-denses ya hervían de estudiantesque protestaban por la guerra deVietnamy la carrera armamentísti-ca nuclear. Investigadores y acadé-micos sintieronque se les exigía di-lucidar si el hombre es agresivo

por naturaleza y establecer qué leimpulsa a combatir.“El encarrilamiento de la violen-

cia, su incitación o su canalizaciónpueden ser culturales –tercia Jose-fina Roma, antropóloga de la Uni-versitat deBarcelona–, pero lo cier-to es que la violencia aflora en elser humano, y resulta difícil ponerlímites entre instinto y cultura.” Alos seres humanos, orgullosos de sufacultad de raciocinio, les irrita re-cordar que sus ancestros animalesno quedan tan lejos, y que Freudsentenció en una carta a Einstein

que “el hombre lleva en su interiorun ansia de odio y destrucción”.En 1986, casi veinte años des-

pués del “2001” de Kubrick, uncongreso en la Universidad de Se-villa concluía con un documentoque condenaba como “científica-mente incorrecto” suponer en elser humano una naturaleza violen-ta en términos absolutos. Kubrickparecía considerar la agresión co-mo un fenómeno inevitable y aho-ra, pese a la pervivencia de las gue-rras, hay al menos quien sostieneque no hemos nacido malos y quees posible “entrenarse” cultural-mente para la paz.c

“‘2001’ no esuna películade cienciaficción, sino

la narración actualizada de unmito clásico de la culturajudeocristiana sobre la libertad yel pecado, sobre el progreso y laviolencia, a modo de un nuevoGénesis del siglo XX. Es lametáfora de una terrible ya la vez fascinante dobleconstatación. Primero, que laaparición de la concienciahumana y su correspondientelibertad van parejas a laposibilidad de decidir sobre elbien y el mal. Segundo, muestraque el progreso ha sidoresultado de la violencia, ya seafísica (la guerra), ya seaeconómica (la explotación).¿O no es cierto que la sociedadde la información, con losordenadores e Internet, debe suexistencia a la preparación de laguerra?” – AITZIBER AZPEITIA

SALVADORCARDÚSSociólogo

“El progreso hasido resultadode la violencia”

...A LA REALIDAD

Voz en off

El lanzamiento de proyectiles–como el hueso que se convierte ennave espacial en “2001”– ha sidouno de los motores de la evolución

EL PROYECTILPRÓXIMO CAPÍTULO

En “2001”, filmada en los años 60, se equipara ser humano a seragresivo. Aunque las investigaciones de los últimos treinta años han

suavizado esta opinión, hay muchos puntos en común entre el asesinatodel macho rival en la película y el comportamiento de los “hooligans”

Guerrerosperomenos

SER HUMANO, SER AGRESIVO

LA VANGUARDIA / EPA

Cuando se humaniza,el ordenador HALempieza a asesinara los astronautasde la tripulación

DE LA FICCIÓN...

LUNES, 4 DICIEMBRE 2000 S O C I E D A D LAVANGUARDIA 41

Page 5: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

En una de las escenasmás famosas de“2001”, un homíni-do lanza un hueso alaire y, tras una breveelipsis de cuatro mi-

llones de años, el hueso se convier-te en nave espacial. Más allá de laelegancia cinematográfica de laelipsis, de la capacidad de expresarla evolución en un segundo, másallá del genio de Stanley Kubrick,la escena sugiere –porque el cineas-ta lo quiso así o por casualidad, im-posible saberlo– que el lanzamien-to de proyectiles ha sido uno de losmotores del progreso humano.

No hay ninguna otra especie ca-paz de lanzar proyectiles con preci-sión. “He observado cómo lanzanobjetos los chimpancés y es unadesgracia absoluta”, explica el pa-leontólogo Salvador Moyà, del Ins-titut Miquel Crusafont de Saba-dell, que ha demostrado la impor-tancia de tener las manos libres enla supervivencia de los homínidos.

Hay una evolución continua, eincluso inevitable, desde el lanza-miento de las primeras piedras,hasta las lanzas, flechas, bumera-nes, balas, pelotas de tenis, balonesde baloncesto, misiles, cohetes y ar-queros olímpicos que enciendenpebeteros.

Instinto ancestral

Un cohete es una extensióndel instinto ancestral delanzar una piedra”, señala

Moyà. Basta con sentar a un niñode un año ante un montón de pie-dras frente a un estanque para verhasta qué punto el juego de lanzares instintivo.

Pero la evolución no trabaja a

largo plazo: la habilidad de lanzarpiedras no se desarrolló para queun día, cuatro millones de añosmás tarde, se pudiera poner en ór-bita una nave espacial. Ni tan sólopara que los primeros humanos pu-dieran cazar. Según la hipótesisque defiende Barbara Isaac, de laUniversidad de Harvard (EstadosUnidos), los proyectiles se utiliza-ron en primer lugar como arma dedefensa. “¿Cómo podía un simiodesnudo, aparentemente vulnera-ble, sobrevivir y prosperar en lasabana africana sin defensas natu-rales como largos caninos o pezu-ñas?”, se pregunta Isaac en la Enci-clopedia de la Evolución Humanaeditada por la Universidad deCambridge. Respuesta: “Una ban-da asediada de homínidos arma-dos con rocas debían ser oponen-tes formidables”.

Sólo después, cuando los homí-nidos dejaron de alimentarse bási-

camente de vegetales e incorpora-ron la carne a su dieta, aquellos mi-siles de defensa se reciclaron comoarmas de ataque. Los estudios an-tropológicos sobre los hotentotesde Sudáfrica y los aborígenes aus-tralianos dan una idea de la efica-cia de aquellas armas: “El aborigenaustraliano hace uso de cualquierpiedra de forma adecuada que en-cuentre mientras persigue su caza–escribió H. Basedow en 1925–.Las piedras se utilizan en su formanatural para lanzar a pájaros quevuelan, para hacer caer nueces del

baobab o para tirar pajarillos deun nido”.

Es improbable que Kubrick tu-viera todo esto en mente cuandoideó la escena del proyectil. “Stan-ley se convierte en un experto ins-tantáneo en cualquier tema que leinterese”, escribió Arthur C. Clar-ke, pero la mayor parte de las inves-tigaciones sobre la importancia delos proyectiles en la evolución sonposteriores a la película. Y, segúnreconoció Clarke, “hay muchomás en ‘2001’ de lo que yo vi cuan-do la hacíamos; tal vez incluso másde lo que Stanley Kubrick, su prin-cipal creador, pretendió”.c

“La Fura delsBaus tienemucho en

común con ‘2001’, de hecho esuna referencia constante ennuestro trabajo. A través de losaños hemos reproducido muchasescenas de Kubrick en nuestrosespectáculos. Al igual que él,apostamos por el arte total.Nosotros hacemos un tipo deteatro primitivo, ancestral, deconvulsión. La escena del monoal erguirse con el hueso en lamano es un gesto parateatral. Laevolución de la especie dependede estos gestos, que sonasimilados por los sereshumanos y se vuelvengenéticos. Creemos en elteatro como evolucionador delhombre. Nosotros trabajamosen este tipo de teatroancestral, ritual, para el que‘2001’ es una referencia.” –AITZIBER AZPEITIA

CARLESPADRISSADel grupoteatral LaFura dels Baus

...A LA REALIDAD

Voz en off

“La Fura dels Baustiene mucho encomún con ‘2001’”

¿Pensaban Kubrick y Clarke,cuando idearon su gran estación

espacial, que en el 2001 se estaríaconstruyendo una obra similar?

ESTACIÓN ESPACIALPRÓXIMO CAPÍTULO

De la lanzaal cohete

EL PROYECTILHay una evolución continua, e incluso inevitable, desde el lanzamiento

de piedras y huesos en la sabana hace más de dos millones de años–como en el fotograma– hasta las lanzas, flechas, dardos, balas,

balones, misiles, cohetes y arqueros olímpicos que encienden pebeteros

LA VANGUARDIA / PEDRO MADUEÑO

“Un cohete es unaextensión del instintode lanzar una piedra”,señala el paleontólogoSalvador Moyà

DE LA FICCIÓN...

36 LA VANGUARDIA S O C I E D A D MARTES, 5 DICIEMBRE 2000

Page 6: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

En “2001”, una gigan-tesca estación espa-cial con formade rue-da baila alrededor dela Tierra siguiendolos compases de “El

Danubio azul”. La película mues-tra una estación espacial aún inaca-bada, aunque los módulos que es-tán construidos ya están ocupadospor viajeros del espacio que van ovuelven entre la Tierra y la Luna.

En el año 2000, ha entrado enservicio la Estación Espacial Inter-nacional (EEI), que llegará a sertan grande como un campo de fút-bol. Aunque aún está inacabada, laestación ha recibido en octubre asu primera tripulación permanen-te de astronautas.

¿Fue una intuición genial deStanley Kubrick y Arthur C. Clar-ke lo que les llevó a prever que enel 2001 la Tierra tendría una granestación espacial? ¿Era algo que yase podía prever en los años sesen-ta, cuando se hizo la película? ¿Ofue, pura y simplemente, bollo?

Kubrick no pensaba estar propo-niendo nada revolucionario cuan-do filmó su estación. “No hay mu-cho que cuestionar en la película–declaró tras el estreno–. Todo elmundo sabe que habrá estacionesespaciales y bases lunares.”

Gravedad artificial

Kubrick, que se asesoró paraque la película fuera cientí-ficamente consistente, co-

nocía los diseños de estaciones es-paciales hechos en los años sesenta–entre ellos, uno en forma de tiovi-vo que, al girar, crearía una grave-dad artificial. “Estas ideas estabanen el ambiente”, explica Jordi Jo-

sé, especialista en la física de laciencia ficción de la UniversitatPolitècnica de Catalunya.

Pero las grandes estaciones orbi-tales tardaron más en desarrollarsede lo que creía Kubrick. Primero,porque en los años sesenta EstadosUnidos se concentró en llegar a laLuna antes que los soviéticos. Ydespués porque en los setenta laNASA apostó por los transborda-dores como el Challenger, que enrealidad son pequeñas estacionesespaciales de quita y pon, que pa-san una o dos semanas en órbita ydespués vuelven a la Tierra.

La URSS, tras perder la carreraa la Luna, se concentró en el espa-cio próximo a la Tierra y en 1986puso en órbita el mastodonte de laMir: 21 toneladas de ferretería queinauguraban la era de las grandesestaciones espaciales. La Mir de-bía durar cinco años y ser sustitui-da a principios de los noventa por

una estación de segunda genera-ción. Al final, ha durado quince ymorirá sin descendencia.

Mientras tanto, en Estados Uni-dos, Ronald Reagan resucitó en1984 el proyecto de estación espa-cial americana. Reagan, obviamen-te mal asesorado, pensaba que enocho años tendría una estación enórbita por 8.000 millones de dóla-res. Ha hecho falta el doble de tiem-po y cuatro veces más dinero parahacer realidad aquella idea. O algoparecido a aquella idea, porque enla estación de la NASA, rebautiza-

da como Estación Espacial Interna-cional, participan ahora 16 países.

La estación real no será como lade “2001”. Más que una rueda, laEEI será un gran rectángulo de pa-neles solares. “Técnicamente sepuede hacer una estación con for-ma de rueda, pero hoy día no ten-dría sentido”, señala el ingenieroJoaquim Castellseguer, de la Agen-cia Espacial Europea. La rueda sir-ve, en la película, para crear unagravedad artificial. Pero lo que sebusca en la EEI es precisamente locontrario: que no haya gravedadpara hacer experimentos que sonimposibles en la Tierra.c

“La vida útilde la Estación

Espacial Internacional será delorden de los 25 años,posiblemente más. Ello significaque es difícil que exista otraestación antes del 2025. Lautilidad de la estación orbital,vista como espacio-puerto, tal ycomo ocurría en la película deKubrick, y no como laboratorioorbital, que es para lo que estápensada en la actualidad,dependerá esencialmente de losplanes para colonizar la Lunaprimero y Marte después.Mantener una presenciapermanente en la Luna deberíaser posible alrededor del 2025 yllegar a Marte debería serloentre los años 2025 y 2050. Sitodos estos condicionantes secumplen, es posible que el sueñode Stanley Kubrick puedamaterializarse alrededor del año2050.”– AITZIBER AZPEITIA

JORDI ISERNPresidente delInstitut d'Estu-dis Espacials deCatalunya

“El sueño deKubrick podría serrealidad en el 2050”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Nada que ver entre la confortablegravedad de que gozan los viajerosespaciales de “2001” y la falta degravedad de los astronautas reales

LA VIDA EN ÓRBITAPRÓXIMO CAPÍTULO

La construcción de una gran estación espacial alrededor de la Tierra esuna de las predicciones acertadas de “2001”, pese a la evidente

diferencia de diseño entre la rueda giratoria de la película y la formarectangular de la Estación Espacial Internacional

Astronautasen el tiovivo

HOGARES EN EL ESPACIO

LA VANGUARDIA / NASA

Las primerasestaciones espacialesse diseñaron en lamisma época en quese hizo la película

DE LA FICCIÓN...

32 LA VANGUARDIA S O C I E D A D MIÉRCOLES, 6 DICIEMBRE 2000

Page 7: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

Nada que ver entrela idílica vida enel espacio quedescribe “2001”y la vida real deun astronauta en

órbita. En la película, los viajerosdel espacio gozan de una conforta-ble gravedad artificial que les per-mite caminar con los pies en el sue-lo o sentarse a tomar un café en lossillones rojo chillón del bar orbital.En la realidad, los astronautas flo-tan entremarañasde cables que pa-recen selvas de espaguetis (comolas describió el astronautaUlfMer-bold) y, si se descuidaran al tomarun café, el líquido saldría del vasoenun racimode gotas que se despa-rramarían lentamente por el aire.

Y, sin embargo, la vida en el es-pacio podría ser como se describeen la película: la gravedad artificialno es una fantasía lunática sino“unaposibilidad técnicamente via-ble, e incluso sencilla”, informaJoandeDalmau, del CentroNacio-nal de Estudios Espaciales francés.

Centrifugar al astronauta

Por ahora, la gravedad en elespacio sería más un proble-ma que una solución, ya que

lo que se busca en la mayoría de lasmisiones es precisamente realizarinvestigaciones en ausencia de gra-vedad. Pero “es probable que al-gún día se lleve a cabo algún granproyecto de gravedad en el espa-cio”, señala Joan de Dalmau.

La receta es fácil: se mete a unastronauta en algún tipo de estruc-tura circular y se le centrifuga.Cuando la rueda gira, el cuerpo delastronauta es empujadohacia el ex-terior por la fuerza centrífuga: con-

trolando la velocidad de rotación,se puede conseguir una fuerza cen-trífuga equivalente a la gravedadterrestre. El astronauta puede en-tonces caminar por el interior de larueda con la misma facilidad quepor tierra firme.

Este es el principio en que se ba-sa la escena de “2001” donde el as-tronautaFrankPoole da vueltas co-rriendo por el interior de la naveDiscovery. O en que se basa la su-pervivencia de los espectadores enlos “loopings” de los parques deatracciones.

“La Agencia Espacial Europea(ESA) tiene proyectos para inducirgravedad artificial en el espacio”,informaGregoriVázquez, catedrá-tico de la Universitat Politècnicade Catalunya que diseñará uno delos sistemas de comunicaciones dela Estación Espacial Internacional(EEI). Ya en 1998 una centrífugahumana de la ESA voló a bordo

del transbordador Columbia en lamisión Neurolab. Es probable quese amplíen estos experimentos enla EEI, aunque la gravedad no seinducirá en toda la estación sinoúnicamente en el interior depeque-ñas centrífugas, informa JoaquimCastellseguer, ingeniero de la ESA.

En una primera fase, las investi-gaciones servirán para entender có-mo afecta la presencia o ausenciade gravedad al cuerpo humano y aotros organismos. A más largo pla-zo, “la gravedad artificial puedeser importante enviajes interplane-

tarios”, señala Joan de Dalmau.Del mismo modo que la misión

a Júpiter de la película “2001” sehace en una nave con gravedad ar-tificial, Joan de Dalmau cree pro-bable que las futuras misiones tri-puladas a Marte lleven centrífugasa bordo. En un viaje interplaneta-rio, señala, la gravedad artificialpodría ser útil para prevenir la des-calcificaciónde los huesos de los as-tronautas, para evitar problemascardiovasculares provocados porla llegada excesiva de sangre al ce-rebro opara favorecer el crecimien-to hacia arriba de las plantas en elinterior de la nave.c

“En el futuroen la Tierraimagino una

estética más ‘Blade runner’:románico, gótico, barroco. Todoen estilo Bauhaus donde no sedistinguirá un hospital de unaoficina. Reaparecerá lacasa-cueva, con paredes y techosde papel arrugado de ororadiante de luz y calor, y los másesnobs imitarán la vida en unaestación espacial. En lascolonias de otros planetaspredominará el color verde hoja,como recuerdo de la Tierra, quearmonizará con todo lo metálico.Las ventanas pequeñas decristal serán los cuadros quedecorarán las estancias y laspantallas emitiráncontinuamente filmacionesidílicas de otra época. Lapantalla de ordenador ocupará elespacio preferente que tiene hoyel televisor.” – AITZIBERAZPEITIA

RAMÓNBIGASDiseñadory presidentedel FAD

“‘Blade runner’acertó más en ladecoración”

...A LA REALIDAD

Voz en off

En “2001”, tras el fin de la guerrafría, Estados Unidos y Rusia

cooperan en el espacio: un guiónque se ha hecho realidad

PAZ EN EL ESPACIOPRÓXIMO CAPÍTULO

La gravedad de que disfrutan los viajeros del espacio en “2001” se basaen el mismo principio que los “loopings” de los parques de atracciones.

Pero las misiones actuales no buscan crear gravedad, sino justo locontrario: hacer investigaciones en ausencia de gravedad

Gravedadcero

LA VIDA EN ÓRBITA

KOBAL / LA VANGUARDIA

Crear gravedad enuna nave espacial estécnicamente sencillo,pero hoy día tieneescasa utilidad

DE LA FICCIÓN...

36 LA VANGUARDIA S O C I E D A D JUEVES, 7 DICIEMBRE 2000

Page 8: 2001 la odisea continúa

XAVIER BATALLA

La guerra fría, expre-sión que designa laforma particular deenfrentamiento pro-tagonizado por Esta-dos Unidos y la

Unión Soviética, fue un conflictoque pasará a la historia por haberdominado el siglo XX, pero tam-bién por haber supuesto un fracasohistórico para los kremlinólogos,que se ganaron la vida, durantedos generaciones, hasta que les pi-lló por sorpresa la caída del murode Berlín. La guerra fría dividió elmapa en dos bloques, proporcionóuna estabilidad basada en el equili-brio del terror nuclear y dibujó elmundo en blanco y negro. Y comosucede con el bien y el mal, inde-pendientemente de quienes seanlos buenos y quienes los malos, elmundo pareció resignado a la ideade que la guerra fría sería eterna.De la guerra fría se sabía casi to-

do, incluso que Estados Unidos ylaUnión Soviética no asumirían elriesgo de combatirse directamen-te. Pero pocos se atrevieron a sabersi acabaría algún día.

Cuándo empezó todo

El enfrentamiento este-oesteterminó cuando aún se dis-cutía sobre su nacimiento.

¿Empezó con la revolución bolche-vique de 1917, cuando al capitalis-mo y la democracia les surgió unaalternativa? ¿En el desembarcoaliado de Normandía, cuando elfrente soviético dejó de ser el fren-te único en Europa durante la Se-gundaGuerraMundial? ¿EnHiro-shima, con el lanzamiento de la pri-mera bomba atómica, que tam-bién fue un aviso a la URSS? La

guerra fría se puede dar por empe-zada cuando Winston Churchilladvirtió, en un discurso en la Uni-versidad de Fulton (Missouri), el 5de marzo de 1946, que “un telónde acero desde Stettin, en el Bálti-co, aTrieste, en elAdriático, ha caí-do en Europa”, en una referencia ala ocupación de Europa central yoriental por los comunistas. Y des-de entonces, agencias de inteligen-cia, cuyos presupuestos dependíandel conflicto, y prensa, que cono-ció una edad de oro, llegaron a laconclusión de que el telón de aceroestaba hecho a prueba de bombas.¿Nadie predijo el fin de la guerra

fría? Kubrick y Clarke, en “2001”,parece que sí lo hiceron al referir-se, en los años sesenta, al “mediosiglo de la guerra fría”, unamanerade decir que ya había acabado.¿Un acierto casual? En cualquiercaso, antes que ellos hubo otrosque expresaron su convencimien-

to de que la guerra fría tendría unfinal después de que el presidentenorteamericano Harry S. Trumanformulara, el 13 demarzo de 1947,la “doctrina de la contención” ha-cia la Unión Soviética.Joseph C. Harsh (1905-1998)

fue uno de los pocos periodistasque desde el principio insistió enque el dominio soviético no seríapermanente. Y su predicción se hi-zo libro bajo el título de “El telónque no es de acero”, publicado en1950 y aparentemente dedicado aChurchill. Pero haymás. Un joven

diplomático norteamericano lla-mado George F. Kennan escribióen julio de 1947 un artículo para“Foreign Affairs” en el que senten-ció que la crisis del comunismo es-taba escrita en la propia naturalezadel sistema. Kennan, inspiradorde la “doctrina de la contención”,terminó marginado, mientras lamayoría seguía engordando los nú-meros soviéticos para justificar lamilitarización de la guerra fría. Pe-ro, al final, Kennan parece que tu-vo razón: laURSS cayó, a causa desus disfunciones internas, por supropio peso. ¿O no? ¿Cayó o fueempujada? Esa es otra historia.c

“El mérito deKubrick yClarke al

mostrarnos a rusos ynorteamericanos colaborando nofue prever el final de la guerrafría, algo que hicieron pocosanalistas (Helène Carrèred'Encausse, Moshe Lewin), sinoleer bien, intuir los cambios delsistema derivados de laintensificación de las relacioneseconómicas internacionales, elinicio de la globalización. Dichode otra manera, anticiparon quedesde principios de los setentasólo la guerra fría mantenía laprimacía de la política, que lafuerza directriz era la economía,algo que muchos no vieron hastala caída del muro. Cuando laseconomías se entreveran, con osin dependencia, la guerrapierde sentido, como anticipóKant: todos pierden, inclusoquien gana”. – AITZIBERAZPEITIA

R. GRASAProfesor deRelacionesInternacionalesde la UAB

...A LA REALIDAD

Voz en off

“Kubrick y Clarkeintuyeron el iniciode la globalización”

“2001” predijo con acierto que latelefonía se abarataría y

universalizaría, pero no previó queel móvil sustituiría las cabinas

TODOS CON TELÉFONOPRÓXIMO CAPÍTULO

Elmuro noera de acero

EL FIN DE LA GUERRA FRÍAEn “2001”, rusos y estadounidenses se estrechan la mano en el espaciodespués de que haya terminado el “medio siglo de guerra fría”. Fueuna predicción correcta: las empresas americanas se instalaron en

Moscú poco más de 50 años después de que acabara la guerra mundial

LA VANGUARDIA/AP

El periodista JosephHarsh predijo el finalen su libro “El telónque no es de acero”,publicado en 1950

DE LA FICCIÓN...

32 LAVANGUARDIA S O C I E D A D VIERNES, 8 DICIEMBRE 2000

Page 9: 2001 la odisea continúa

FÈLIX BADIA

Es posible que, si hoyse rodara “2001”, tu-viera más en cuentauna de las grandes re-voluciones tecnológi-cas del último tercio

del siglo: las telecomunicaciones.Hoy existe la posibilidad de comu-nicarse casi desde cualquier lugara través de la telefonía móvil, y lasnuevas generaciones de telefoníacelular anuncian que esto no ha he-cho más que empezar.

La película apunta alguna de lasclaves de lo que ha sucedido y estásucediendo hoy en este terreno. Si-tuémonos en ella: el protagonistase encuentra en una estación espa-cial y debe llamar a su hija. Se diri-ge a una cabina donde puede comu-nicarse con ella con voz e imagen.Cuando termina la conversación,aparece el precio de la llamada.¡1,70 dólares (340 pesetas al cam-bio actual) por una llamada desdeel complejo espacial a la Tierra!

Para quien tenga a mano su fac-tura telefónica puede parecer queKubrick fue optimista, pero, “cua-litativamente, acertó porque, me-diante un precio deliberadamentebajo la película transmite la ten-dencia al abaratamiento de la co-municación, que seguirá produ-ciéndose”, afirma Eduard Bertran,profesor de Telecomunicacionesen la Universitat Politècnica de Ca-talunya (UPC).

Comunicaciones móviles

Bertran estima que hoy unacomunicación similar víasatélite podría costar unos

20 dólares, más que en la película,pero una cifra que sigue siendo ba-ja. Se trata de un abaratamiento

que ha ido parejo con la tremendaexpansión que han registrado lastelecomunicaciones en el últimotercio del siglo, sobre todo graciasa la telefonía móvil. Aunque estedescenso no responde sólo a facto-res tecnológicos, sino también polí-ticos, es decir, el fomento por partede administraciones y operadoras.

Pero, de la misma manera que lapelícula vaticina ese descenso, hayotra gran tendencia que no está pre-sente en “2001”. Se trata de la mo-vilidad. “La película se rodó deacuerdo con el modelo que existíaentonces”, y por ello el protagonis-ta habla a través de algo parecido auna cabina, “pero si se hiciera hoyprobablemente se comunicaríacon un ordenador portátil con cá-mara o con un teléfono móvilUMTS con capacidad de transmi-sión de vídeo, pero, en cualquiercaso, la tendencia es clara: sin ca-bles”, explica Jordi Mallorquí, pro-

fesor de Teoría de la Señal y Comu-nicaciones de la UPC.

¿Cómo nos comunicaremos enel futuro? No hay conclusiones cla-ras. Es difícil saber, por ejemplo, siel teléfono móvil sustituirá al fijo–“el espectro radioeléctrico es limi-tado”, apunta Mallorquí–, o quétecnología será la preferida por losusuarios para acceder a contenidosde vídeo o de audio. En estos mo-mentos se está viviendo, por ejem-plo, un debate sobre si el cable defibra óptica es más o menos ade-cuado que tecnologías como la tele-

fonía local por radio o la propiaUMTS. Puede que finalmente use-mos una combinación de varios ca-nales ¿Usaremos la videoconferen-cia? Tal vez aquí el factor funda-mental será el precio. ¿E Internet?De hecho, un embrión de la red yaaparece en la novela de Arthur C.Clarke, cuando uno de sus protago-nistas consulta periódicos electró-nicos en su terminal de ordenador.Pero el futuro augura probable-mente mucho más que eso, y estápor ver si efectivamente se produci-rá en el futuro una convergenciade medios entre Internet, la televi-sión y la videoconferencia.c

“Con laentrada en lasociedaddigital, como

‘2001’ predecía, hemos roto deltodo las limitaciones dellenguaje, las barreras delespacio y del tiempo. En estesentido, hemos hecho realidadun sueño. Pero por primera vezla información se ha convertidoen ruido. Un ruidodesencadenante del incrementode la ansiedad, que representauna subida de los niveles de lasaguas mentales que puede llegara generar graves problemas.Como solución propongo unaatención cada vez mayor a lasmás viejas tecnologías, las de laproximidad y el contacto. Sóloasí evitaremos ser seres llevadospor la prisa y la soledad, ladesesperanza y el desequilibrio.En resumen, armonía entre lasviejas y las nuevas tecnologías.”AITZIBER AZPEITIA

SEBASTIÀSERRANO,Catedrático deLingüística

“Debenarmonizarse nuevasy viejas tecnologías”

...A LA REALIDAD

Voz en off

En “2001” se puede ir al espacioen naves parecidas a aviones

comerciales, pero la exploraciónespacial no ha avanzado tan rápido

DESTINO ESPACIOPRÓXIMO CAPÍTULO

El protagonista habla por videoteléfono con su hija desde la estaciónespacial por un precio sorprendentemente bajo. Hoy, efectivamente, lascomunicaciones tienden a ser cada vez más baratas, pero, además, esposible comunicarse en cualquier momento desde cualquier lugar

Todosconectados

LAS TELECOMUNICACIONES

LA VANGUARDIA / JORDI BELVER

La película avanzó elabaratamiento de lascomunicaciones, perono que la telefoníasería más móvil

DE LA FICCIÓN...

38 LA VANGUARDIA S O C I E D A D SÁBADO, 9 DICIEMBRE 2000

Page 10: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

Si en algo se equivoca-ron completamenteStanley Kubrick y Ar-thur C. Clarke cuandoescribieron el guión de“2001” fue en creer

que la exploración espacial avanza-ría más rápido de lo que lo ha he-cho. En la película, HeywoodFloyd vuela –primero de la Tierraa la estación espacial y, tras hacertransbordo, de la estación espaciala la Luna– en naves parecidas aaviones comerciales, con sus pilo-tos, azafatas y decenas de butacas.Pero hoy día el espacio sigue res-tringido a un selecto club de astron-autas que asumen un riesgo del 1%de morir en cada lanzamiento.El error de Kubrick y Clarke es

perdonable. En 1960, el logro másdestacado de la carrera espacialera una especie de pelota de playaque la URSS acababa de poner enórbita: el Sputnik. Diez años mástarde, se había llegado a la Luna.Cualquiera hubiera predicho que,con treinta años más, habría baseslunares y viajes interplanetarios.

Sin dinero ni garantías

Pero han faltado el dinero, lamotivación y la seguridadsuficientes para poner ciuda-

danos en órbita. El dinero, porqueponer un kilo de satélite en órbitacuesta hoy día unos 20.000 dólares(unos cuatro millones de pesetas);poner en órbita una persona de 75kilos costaría 300millones de pese-tas, sin contar el equipaje, el segu-ro de vida y el coste adicional debajarla denuevoa laTierra. Lamo-tivación, porque a la NASA nuncale ha importado que los ciudada-nos de a pie puedan ir al espacio en

plan turista. Y la seguridad, por-que sólo unos pocos chalados asu-mirían un riesgo del 1% de moriren un viaje de ocio –para hacerseuna idea de lo que significa esteriesgo, tradúzcanlo a la aviación co-mercial: supone que, de los aproxi-madamente 50.000 pasajeros quepasan a diario por el aeropuerto deEl Prat, unos 500 morirían–.Pero si este riesgo se reduce, y al-

guien pone el dinero para cons-truir un buen cohete, la motiva-ción aparecerá. No la motivaciónde las grandes agencias tipoNASA, pero sí la demiles de perso-nas ansiosas por pasar unos días, opor lo menos unas horas, más alláde la atmósfera. Los estudios demercado indican que hay 10.000personas dispuestas a pagar unmi-llón de dólares cada una (unos 200millones de pesetas) por salir de laTierra. La empresaSpaceAdventu-res tiene ya más de 130 clientes,

que han dejado depósitos de98.000 dólares (unos 20 millonesde pesetas) para un viajecito dedos horas al espacio programadopara el 2005. Y la cadena de hote-les Hilton tiene un proyecto paraconstruir un hotel en órbita.Para que este tipo de ideas se ha-

ga realidad “lo que falta, sobre to-do, es tiempo”, señala Joan deDal-mau, del Centro Nacional de Estu-dios Espaciales francés. “Ofrecerviajes al espacio no tiene por quéser una estafa, pero nadie puedecomprometerse a dar una fecha.”

Visto el desinterés de las gran-des agencias gubernamentales porsatisfacer la demanda de turismoespacial, en los últimos años ha na-cido un pequeño grupo de empre-sas dispuestas a competir por estemercado. Para ello están intentan-do construir el cohete que laNASAnoha sabido hacer: un cohe-te reutilizable, barato y fiable. Pe-ro es un mercado arriesgado: dosde estas empresas (Rotary Rockety Beal Aerospace) han anunciadoeste año que abandonaban la carre-ra y todavía no está claro quién, nicuándo, podrá vender los prime-ros billetes para salir ahí afuera.c

“La ventaja delespacio es quees infinito yeso elimina el

riesgo de atascos. Pero tambiéncreo que la posibilidad de que seregularice el transporte públicoen el espacio es remota y no laveremos ni nosotros ni nuestroshijos. Dudo de su viabilidadporque no creo que la Luna o elresto de planetas cercanos a laTierra se conviertan en destinosturísticos y, por tanto,económicamente no serárentable. Lo que está claro esque si algún día ocurre, por lomenos, no tendremos quepreocuparnos de las operacionessalida y llegada.” –AITZIBER AZPEITIA

TONISOLER,Historiador yperiodista

“En el espacio nohay riesgo deatascos”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Aunque las naves espaciales de“2001” no se parecen a las

actuales, están tan bien diseñadasque podrían volar

NAVES POSIBLESPRÓXIMO CAPÍTULO

Los viajes al espacio en naves parecidas a aviones, con azafatasincluidas, aún tienen más de ficción que de ciencia, sobre todo despuésde que la explosión del transbordador Challenger con siete astronautas

a bordo en 1986 demostrara el alto riesgo de los lanzamientos

Vacacionesen órbita

TURISMO ESPACIAL

KOBAL / AP

Hay 10.000 personasdispuestas a pagar200 millones depesetas por salir alespacio

DE LA FICCIÓN...

40 LAVANGUARDIA S O C I E D A D DOMINGO, 10 DICIEMBRE 2000

Page 11: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

La nave Discovery de“2001”, con su cabe-za redonda y su mo-rro chato, no se pare-ce en nada a la navereal Discovery, cono-

cida entre los astronautas como“El Pájaro” por su perfil aguileño.Tampoco se parece en nada a lasestilizadas naves que adornanotras películas de ciencia ficción,como la Enterprise de “Star Trek”.Pero, aunque parezcan inverosími-les –o precisamente porque pare-cen inverosímiles–, las naves de“2001” son más creíbles que las de“Star Trek”. “No hay necesidad deser aerodinámico cuando no hayatmósfera”, señala Jordi José, físi-co de la Universitat Politècnica deCatalunya (UPC) que se ha espe-cializado en el estudio de la cienciaficción.

Los transbordadores de la NA-SA son aerodinámicos por el mis-mo motivo que un Ferrari: porquetienen que pasar por la atmósferaperdiendo la mínima energía posi-ble. La Enterprise de “Star Trek”es aerodinámica porque aplica es-te principio en un espacio sin at-mósfera: es lo que vulgarmente sellama una concesión a la galería.

Huevos y cajas de zapatos

Pero las naves de “2001”, conexcepción del transborda-dor que cubre el puente aé-

reo Tierra-Estación espacial, noson aerodinámicas porque ningu-na atmósfera las frena. Los ejem-plos van desde el huevo que enlazala estación espacial con la Luna,hasta el vehículo de transporte lu-nar con forma de caja de zapatosvolante.

Naves como éstas no sólo soncreíbles, son incluso posibles. Dehecho, el director Stanley Kubrickcontrató a dos asesores de la NA-SA, Harry Lange y Frederick Ord-way, para diseñar las naves de lapelícula. Lo que en un principio de-bía ser un trabajo de seis meses,acabó alargándose más de tresaños, durante los que Lange y Ord-way consultaron a IBM, Honeywe-ll, Boeing, Bell, RCA, General Dy-namics, Chrysler, General Elec-tric, Grumman y por supuesto a lapropia NASA. Todo para cuidarhasta el último detalle.

“Kubrick buscaba un realismoabsoluto –señala Piers Bizony ensu libro ‘2001: filmando el futu-ro’–. Quería que los aparatos apare-cieran en la pantalla como si real-mente funcionaran. Era un perfec-cionista que no quería que su pelí-cula quedara superada por el futu-ro real.”

Al final, de los 10,5 millones dedólares que costó la película, laconstrucción de las naves y los efec-tos especiales se llevaron 6,5 millo-nes. El trabajo de Lange y Ordwayfue tan exhaustivo y riguroso queuno de los jefes del programa Apo-llo,George Mueller, bautizó el estu-dio donde se rodaba la película co-mo “NASA Este”.

Cuando han pasado casi 33 añosdesde el estreno, el trabajo de Lan-ge y Ordway en el diseño de las na-ves espaciales queda como una delas herencias más valiosas de

“2001”. La película tiene aguerri-dos defensores y feroces detracto-res (vean si no la opinión de Fer-nando Trueba en el recuadro ad-junto), pero nadie discute que susnaves espaciales cambiaron parasiempre la estética de la ciencia fic-ción. Y aunque pocas películashan seguido la senda de “2001”,con su falta de diálogo, su guiónsin clímax y su interpretaciónabierta, la Discovery sí tiene unaprolífica herencia en la que desta-can la nave Nostromo de “Alien, eloctavo pasajero” o la Estrella de laMuerte de “La Guerra de las Ga-laxias”.

“La película‘2001’, cuandose estrenó,produjo en mí

el mismo efecto que aún sigueproduciéndome hoy: unaburrimiento infinito. Creo queKubrick es el director mássobrevalorado de la historia delcine y ‘2001’ me parece unamemez pretenciosa. Lo que esmucho peor que una simplememez. Sobre su valor profético,mejor no hablar. Pero comocineasta Kubrick es un globomuy, pero que muy hinchado.Un auténtico megalómano. Perosin el poderío de Stroheim, sinel encanto de Welles o laprofunda originalidad deBresson, por citar megalómanosque sí fueron geniales. Sólo entiempos tan vacíos einsustanciales como estos, puedealguien como Kubrick pasar porun genio.” – AITZIBERAZPEITIA

FERNANDOTRUEBADirector decine

“‘2001’ me pareceuna memezpretenciosa”

...A LA REALIDAD

Voz en off

El velcro, como el de la azafataque camina boca abajo en “2001”,es uno de los muchos inventos que

vienen del espacio

VELCROS Y PAÑALESPRÓXIMO CAPÍTULO

Stanley Kubrick se asesoró a conciencia para que las naves de supelícula, como la Discovery (arriba), fueran realistas. Pero las naves

reales, como la Discovery (abajo), son muy distintas. Motivo: la nave dela NASA cruza la atmósfera y la de la película es interplanetaria

“E la naveva...”

DE DISCOVERY A DISCOVERY

GODO–FOTO / AFP

Las naves de lapelícula podrían habersido reales si la carreraespacial hubiera idomás rápida

DE LA FICCIÓN...

38 LA VANGUARDIA S O C I E D A D LUNES, 11 DICIEMBRE 2000

Page 12: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

En una escena de“2001” tan ingenio-sa como absurda,una azafata espacialcamina por las pare-des de una nave sin

gravedad hasta quedar boca abajoen el techo con una bandeja de co-mida en lamano.Aparte del peque-ño detalle de que sin gravedad nohace falta bandeja –ya que unabandeja sirve para que los objetosno caigan por culpa de lagravedad–, y que los astronautasdicen que es más práctico flotarque caminar por las paredes, la es-cena muestra uno de los inventosmás populares de la carrera espa-cial: el velcro que la azafata llevaen los zapatos.“El espacio se ha convertido en

uno de los grandes motores de in-novación” en los países occidenta-les, señala JorgeWagensberg, direc-tor del Museu de la Ciència de laFundació “la Caixa”. “El papel deinnovación lo solían hacer las gue-rras, pero hoy día lo hace la indus-tria del espacio.” Esta innovaciónha llegado a ser tan importante queen la actualidad casi todo el mun-do tiene en casa uno u otro inventoque viene del espacio: el teflón delas sartenes, el gore tex de las botasde montaña, el pañal desechabledel bebé...

¿Quién se ha llevado mi boli?

Enelcaso del velcro, se inven-tó para no perder los pape-les. Literal: imaginen a un

astronauta tomando notas sobreun experimento, deja unmomentola libreta y el bolígrafo para cam-biar un reactivo y, cuando quierevolverlos a coger, se han ido flotan-

do a algún rincón de la nave. Pararesolver el problema, había que in-ventar unpegamento que permitie-ra dejar la libreta y el bolígrafo fija-dos en alguna parte. Tenía que sersólido, ya que un pegamento líqui-do se hubiera ido flotando en unracimo de gotas tras el bolígrafo. Ytenía que ser reversible, para po-der despegar lo que se había pega-do, y para poder volverlo a pegardespués. El resultado, desarrolladoen los años sesenta durante el pro-gramaApollo, se utiliza ahora paraabrochar zapatos sin cordones y esde uso obligatorio enmiles de guar-derías.Luego están los inventos que no

se han creado para facilitar la vidaen órbita, sino que han aprovecha-do la tecnología espacial para facili-tar la vida en tierra. Para empezar,los teléfonos móviles y la televi-sión por satélite.Después las previ-siones meteorológicas que millo-

nes de personas consultan para de-cidir si cogen el paraguas o salen elfin de semana y que se basan datosde satélites. Y en un futuro próxi-mo, la tecnología GPS para loca-lizar a excursionistas perdidos omejorar los tiempos de paso de losautobuses.Pero de todos los inventos que

vienen del espacio, el museógrafoJordi Vives, especialista en divul-gación científica, se queda con lospañales.Hacía falta unmaterial hi-drófilo, capaz de absorber líquidoenabundancia, para aliviar a los as-

tronautas que pasan largas horasen paseos espaciales, explica Vi-ves. Hoy día, la maternidad/pater-nidad es más llevadera gracias aaquel material hidrófilo.“Yunúltimoavancemuy impor-

tante, que no es un invento sino unconcepto, es el control de calidad”,señala Vives. “Los coches actualesson mucho más fiables que los dehace treinta años. Y el motivo esque ahora hayunos controles de ca-lidad mucho más estrictos. Estoscontroles de calidad son unaheren-cia directa de la industria espacialporque, si en un cohete falla una so-la pieza, todo el cohete estalla.”

“El serhumano secaracteriza por

su constante afán explorador.Esa cualidad es consustancial al‘Homo sapiens’ y la que más lecaracteriza y le diferencia de lasotras especies. Explorar elespacio produce conocimiento, ycuando aprende el ser humanose siente realizado. Disfrutamosinmensamente con las bellasartes. El conocimiento queproviene de la ciencia espercibido por la inteligencia yproporciona un placer, si cabe,aún mayor. La exploración,además de satisfacer unanecesidad humana, ha permitidoe impulsado el desarrollo de latecnología, cuyos beneficiosdisfrutamos el común de lahumanidad, desde los satélitesde comunicaciones y la telefoníamóvil a las microcámaras queahora se utilizan en medicina.”–AITZIBER AZPEITIA

LUIS RUIZDE GOPEGUIEx directorde la NASAen España

...A LA REALIDAD

Voz en off

“La exploraciónespacial es unafuente de placer”

En “2001”, los aterrizajes de lasnaves están automatizados; en losaviones actuales, el piloto sigue

siendo humano

PILOTO AUTOMÁTICOPRÓXIMO CAPÍTULO

Gracias porlos pañales

LOS INVENTOS DEL ESPACIORodada con asesoramiento de la NASA, “2001” mostraba algunas delas últimas innovaciones de la carrera espacial como el velcro que la

azafata de la nave lunar llevaba en los zapatos. Tres décadas mástarde, el velcro y otros inventos surgidos del espacio son de uso diario

KOBAL / JOSÉ MARÍA ALGUERSUARI

La investigaciónespacial ha traídoel velcro, el teflón,el teléfono móvil y elpañal desechable

DE LA FICCIÓN...

40 LAVANGUARDIA S O C I E D A D MARTES, 12 DICIEMBRE 2000

Page 13: 2001 la odisea continúa

BLAI FELIP PALAU

Al son del vals “ElDanubio azul”, deStrauss, tuvo lugarhace casi 33 años,en la película“2001...”, el aterri-

zaje espacial más preciso y cómo-do de la historia de la ciencia fic-ción y de la aeronáutica en la vidareal. En una cabina tintada de unadensa luz roja, el piloto miraba lospaneles de mando con atención pe-ro sin tensión. No tuvo que moverun dedo. Cuando el ordenador hi-zo coincidir las coordenadas del ve-hículo espacial con la zona de ate-rrizaje, la nave, blanca y esférica,alunizó con la suavidad con queun pétalo cae en la palma de la ma-no. Hoy día, un aterrizaje así, co-mo entre algodones, aún es imposi-ble. Pero que el piloto se quede mi-rando la escena es una realidadque ya está al alcance de la mano,aunque aún sea poco habitual.

Los expertos en navegación ase-guran que es norma en la aviaciónactual que los pilotos realicen, so-bre todo, el despegue y el aterriza-je. Mientras vuelan, la conducciónes casi automática. “Para entender-nos, toma menos decisiones un pi-loto de avión en el aire que un con-ductor de un coche en una ciu-dad”, explica un portavoz de unacompañía aeronáutica.

Error de cálculo

El contacto entre el aparato yla torre de control permiteque los cálculos de altura

tengan un error de tan sólo unos 30o 50 metros, distancia que a 2.000metros de altura es una nimiedad.Pero estos 30 o 50 metros de impre-cisión, en un aparato que pesa más

de 400 toneladas y mide 70 metrosde envergadura y otros 70 de longi-tud, son decisivos en el aterrizaje.Un error puede convertirse en unacatástrofe. Ahí cuenta la periciadel piloto, que es quien tiene el ate-rrizaje en sus manos.

Sin embargo, la ciencia ficciónya está aquí y el aterrizaje “a cie-gas” es una realidad, aunque sóloposible para aquellos aparatos y ae-ropuertos de “categoría tres”, es de-cir, los equipados con la tecnologíaFans (Future Air Navigation Sys-tem). Este sistema posee una cons-telación de satélites en el espacio yde emisores de microondas en tie-rra que reducen a un metro el errorde cálculo en el aterrizaje. En aero-puertos con visibilidad cero por laniebla ya se han practicado con éxi-to estos aterrizajes.

¿Podremos llegar a prescindir delos pilotos? Nadie lo vislumbra,por ahora, por dos razones princi-

pales. Una: ¿quién se atrevería amontar en una aeronave sin pilo-to? Dos: ¿y si falla la máquina?

Mientras tanto, los pilotos si-guen pilotando y ensayando las si-tuaciones imprevistas en complejí-simos simuladores aéreos que lesmantienen permanentemente en-trenados para responder, casi sinpensar, ante una emergencia. Unportavoz de la empresa españolaIndra, una de las más avanzadasdel mundo en este campo, que sir-ve simuladores aéreos a la Marinaestadounidense, explica que estos

entrenamientos han permitido de-tectar problemas que después hanhallado una solución tecnológica.

También es una realidad que es-ta compleja red de comunicacio-nes para los aviones pueda utilizar-se para otros fines. Antoni Creus,profesor de Iniciación a la Avia-ción de la Universitat Politècnicade Catalunya, recuerda que ya exis-ten en el mercado vehículos equi-pados con un “ordenador a bordo”que utiliza el sistema GPS, que in-forma a través de satélites de la ru-ta más adecuada para cada viaje.De momento, también aquí, el con-ductor es imprescindible.

“Antiguamenteen los vuelostransoceánicos

iban un radio, un navegante, unmecánico de vuelo y tres pilotos.Ahora sólo van dos pilotos y unode reserva. Dentro de unos años,a lo mejor vemos aviones comola nave de ‘Star Trek’, con elcapitán dando órdenes de vuelopara que el ordenador lasejecute, como ocurría en‘2001...’. Los aviones, cuantomás automatizados, mejor, perosi hay problemas hace faltaalguien que sepa improvisar. Porejemplo, en marzo del añopasado en un vuelo a Ginebracon más de cien pasajeros,cuando íbamos a tomar tierra, lascompuertas del tren de aterrizajedelantero no se abrieron. Elpiloto automático no te dejaaterrizar si no hay condicionesóptimas, por lo que se tuvo querealizar manualmente. ”– AITZIBER AZPEITIA

JAUMEMARCOSDOMÈNECHComandantede Iberia

“Si hay problemas,hace falta alguienque sepa improvisar”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Cuando se hizo “2001”, todo elmundo creía que en el espacio secomerían píldoras. Error: la fibra

ha ganado la partida

LA COCINA ESPACIALPRÓXIMO CAPÍTULO

La nave que cubre el trayecto Tierra-Estación Espacial de “2001...”llega a destino sin que los pilotos muevan un solo dedo. Pero la

automatización no ha avanzado tan rápido como previeron Kubrick yClarke: en los aviones actuales los pilotos siguen siendo insustituibles

Les habla elpiloto automático

VUELOS CON ORDENADOR

LA VANGUARDIA / AP

La navegación aéreaautomática tiene unlímite psicológico:¿Quién subiría a unavión sin piloto?

DE LA FICCIÓN...

42 LA VANGUARDIA S O C I E D A D MIÉRCOLES, 13 DICIEMBRE 2000

Page 14: 2001 la odisea continúa

MARTA RICART

En los años sesenta,muchos creían queen el futuro nos ali-mentaríamos conpíl-doras oproductos lio-filizados. “2001...”

apuntaba un futuro de comidas deapariencia pastosa o que se sor-bían. Todo muy funcional aunquepoco apetitoso. La película refleja-ba su época: los astronautas de ver-dad también se quejaban de que lacomida era insípida y los menúspoco variados. Como ellos no hanquerido renunciar a comer bien, latecnología se ha tenido que adap-tar al buen paladar.Dada la duración de los viajes,

que el peso de los víveres es deter-minado y debe ser ligero, y dadaslas dificultades de conservar o coci-nar alimentos en el espacio, desdelos primeros vuelos tripulados seusó comida procesada. Alimentosy bebidas suelen ir en envases espe-ciales y preparados en raciones pa-ra cada comida y persona. Algunosson deshidratados y hay que aña-dir agua, otros basta calentarlos.

Estofado cósmico

Pero los astronautas dispo-nen hoy de una gran varie-dad de menús, que incluyen

desde sopa o cóctel de gambas a po-llo con arroz, ternera estofada omacarrones con queso. Hasta tie-nen cabida las preferencias perso-nales: el español Pedro Duque sellevó al Discovery queso manche-go y chorizo.Desdehace años, tam-bién incluyen fruta o apio y zana-horias frescas (sólo que hay queconsumirlas los primeros días).Ga-lletas y ketchup, por ejemplo, vanen envases normales. Eso sí, losme-

nús son calculados almilímetro pa-ra que contengan todos los aportesnutritivos necesarios.Los astronautas comen con cu-

biertos –dicen que sólo hay que te-ner cuidado con los alimentos al lle-varlos a la boca– y usan bandejasparecidas a las de los aviones. Con-seguir esta “relativa normalidad”ha costado años. En las primerasmisiones espaciales se probaronpresentaciones y texturas de ali-mentos (en terrones, en pasta, gela-tinas...) y los engorrosos envases setuvieron que hacer más prácticos.Hasta los Apollo no se pudo usaragua caliente. El Skylab, a princi-pios de los setenta, incluía uname-sa en torno a la que flotaban los co-mensales y a la que anclaban susbandejas. Después, con velcro, pu-dieron pegar la bandeja a la pierna.Algunas innovaciones tecnológi-

cas para la NASA han tenido apli-caciones cotidianas (envases, hor-

nos que no desprendan humos niolores), pero a la vez, los científi-cos han tenido que lograr que en elespacio se pueda comer lo más na-tural posible. Ni píldoras ni comi-da licuada ni concentrada.“En la época de ‘2001’ semiraba

la comida desde una perspectivasajona de comer por necesidad yno por placer, pero cada vezmás seimpone el placer y el negocio delconsumo lo abona, porque así segastamás. Le pedimos a unproduc-to que no pierda el sabor, olor o co-lor ni sus propiedades nutritivas y,

por ello, se trata de conseguir la su-ficiente producción y de conservaro preparar los productos sin quepierdan esas cualidades”, explicaJosep Joan Rodríguez, profesor denutriciónde laUniversitatAutòno-ma de Barcelona.El futuro en la nutrición, según

Rodríguez, sigue en esta línea y loapuntan los alimentos enriqueci-dos y los funcionales, los que sinperder el sabor, olor ni casi la textu-ra naturales refuerzan algunos desus componentes (fibra, ácidos pa-ra absorber las grasas, bifidobacte-rias...) y previenen problemas desalud.

“El principalproblema de lacomida en elespacio es que

no hay cocinas en las navesespaciales. Y tampoco gravedad.Luego, además, como supongoque tendrán problemas deespacio, pues no podrán llevarunas buenas conservas o comidaenvasada al vacío. Yo lo queharía es dar de comer bien a losastronautas en mi restauranteantes de partir para que sellevaran un buen sabor de boca.Y si se quisieran llevar algunode mis platos al espacio, comoestamos en invierno, les haríauna sopa fina de alubias sobrejugo de trufa y berza seca, paraque les fuera fácil de digerir.” –AITZIBER AZPEITIA

JUAN MARIARZAKRestaurador

“A los astronautas,yo les haría unasopa fina de alubias”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Kubrick y Clarke predijeroncorrectamente la entrada decompañías privadas en loslanzamientos espaciales

DÓLARES EN ÓRBITAPRÓXIMO CAPÍTULO

“2001...” reflejaba la que parecía que iba a ser la comida del futuro.Cuando se hizo la película, todo el mundo pensaba que se acabarían

comiendo píldoras o comida deshidratada o liofilizada. Pero al final hapodido más el sabor de una loncha de jamón o de una buena paella

Menús dealtos vuelos

LA COCINA ESPACIAL

KOBAL / MERCÈ GILI

En las naves de laNASA se come desdemacarrones con quesoa zanahorias, chorizoo cóctel de gambas

DE LA FICCIÓN...

42 LAVANGUARDIA S O C I E D A D JUEVES, 14 DICIEMBRE 2000

Page 15: 2001 la odisea continúa

FRANCESC PEIRÓN

Casi un año antes deque los humanospi-saran la Luna sub-vencionados porlos presupuestosdel Departamento

de Defensa de Estados Unidos,StanleyKubrick hizo que sus astro-nautas compraran billetes de lacompañía Pan Am para trasladar-se hasta la estación orbital. La pri-vatización de los viajes espacialesfue otra de las visiones del agorerodirector de “2001...”, y de su guio-nista, Arthur C. Clarke, una aluci-nación que 32 años después secumple.

Una vez más se demuestra quela realidad copia a la fantasía, aun-que el trazado de la ciencia es másenrevesado que el de la ficción.Así, cuando el año de la odisea es-pacial está a 17 días vista, es obvioque el capital privado ha entradoen los viajes no tripulados, sobre to-do en los destinados a poner enórbita satélites de telecomunicacio-nes. Pero es evidente que las em-presas todavía no pueden costearlas navegaciones espaciales con tri-pulantes. Su coste es astronómico.“Es cierta y muy interesante la vi-sión de Kubrick, pero también escierto que el capital privado aúntiene poco peso”, indica Pau Pla-nas, uno de los responsables de laempresa catalanaNuevasTecnolo-gías Espaciales (NTE).

Explotación comercial

El100% del capital destinadoal desarrollo de cohetes pro-cede de las arcas públicas.

Es en el terreno de la explotacióncomercial de estos proyectiles don-de ha entrado la gestión privada.

Arianespace, un consorcio euro-peo de empresas, es una de lasfirmas que ofrece servicios de lan-zamiento y está considerada unade las de más calidad, pero su pre-cio es de los más caros, por no de-cir el que más.

Amediadosde los 90, señala Pla-nas, se produjo un auge de empre-sas norteamericanas que intenta-ron diseñar y fabricar cohetes sinel apoyo del Gobierno. Casi todashan quebrado al no encontrar sufi-ciente financiación. La construc-ción de uno de estos cohetes supo-ne una inversión de entre 15.000 y20.000millones de pesetas. Los ar-tilugios, subrayan los expertos, de-ben ser de una fiabilidad máximapuesto que su utilización para ellanzamiento de un satélite suponeuna inversión similar de dinero.En la actualidad, el mercado se es-tá llenando de proyectiles rusos, abuen precio, que precisamente

aportan eso: fiabilidad. “Llevan 20años lanzando cohetes”, comentaPlanas. Aunque los rusos ponenlos prototipos, son las firmas esta-dounidenses las que se encargande la comercialización. Esta cir-cunstancia supone que, de nuevo,la realidad confirma otra de las vi-siones de Kubrick, quien en 1968,en plena guerra fría, ya intuyó unacooperación entre los (entonces) so-viéticos y los norteamericanos.

A pesar de estos avances, cuan-do se habla de inversión privadapara viajes espaciales con pasaje-

ros se está hablando de una galaxiaaún lejana. FerranCosta, responsa-ble del área de espacio de la firmaMier Comunicaciones, señala quemientras se ha producido un desa-rrollo muy importante en la inves-tigación de las telecomunicacio-nes, no ha sucedido lo mismo enlas grandes misiones de explora-ción espacial que, como predijo“2001...”, siguen controladas porlas agencias gubernamentales.

PeroKubrick yClarke sí se equi-vocaron en una cosa: la compañíaPan Am no organizará viajes al es-pacio porque ya murió de inani-ción económica.

“No sé siempecé ahacer

alpinismo porque me gustabaver el mundo desde arriba, pero,cuando estoy en la cima de unamontaña, disfruto con la vista. Iral espacio y ver la Tierra desdelo alto sería un sueño para unalpinista. Cuando estaba en elK2 me entusiasmaba ver elglaciar desde una perspectivaque nunca tienes desde abajo.Conozco un chico con quienescalé el Everest que hacomprado billete para un vueloque se hará dentro de no sécuantos años en untransbordador espacial. Megustaría probarlo. Debe serdivertido estar metida en untraje espacial y hacer algunaspruebas para luego poder verlotodo desde arriba.” – ÀNGELSBALAGUER

ARACELISEGARRAAlpinista

...A LA REALIDAD

Voz en off

“Ir al espacio seríaun sueño para unalpinista”

Europa y Japón tienen proyectospara construir bases lunares comolas previstas por Kubrick y Clarke

en “2001...”

LA VIDA EN LA LUNAPRÓXIMO CAPÍTULO

Dólares enórbita

DE PAN AM A PIZZA HUTEn una época en que todos los cohetes se lanzaban con dinero público,Kubrick y Clarke ya previeron que compañías privadas como la Pan

Am entrarían en el sector espacial. Hoy día, los cohetes llevan inclusoanuncios de pizzas, como el cohete ruso Protón lanzado en julio

ARCHIVO / AP

Como en “2001...”, elespacio se ha empezadoa privatizar, pero lasgrandes misiones siguensiendo públicas

DE LA FICCIÓN...

48 LAVANGUARDIA S O C I E D A D VIERNES, 15 DICIEMBRE 2000

Page 16: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

Dicen que el dine-ro es muy impor-tante cuando tefalta, pero no loes tanto cuandote sobra. Con la

Luna pasó lo mismo. Cuando na-die había ido, Estados Unidos lle-gó a invertir diez millones de dóla-res diarios para plantar su banderaallí. Una vez tuvo la Luna, y des-pués de que la visitaran doce astro-nautas en tres años, la NASAclausuró el programaApollo y se ol-vidó de ella.

“2001...” se hizo en la época delos diez millones de dólares dia-rios, cuandoparecía que laLuna se-ría el primer paso de la expansiónde la humanidad por el gran discodel sistema solar. Engañados porla euforia del momento, StanleyKubrick yArthurC.Clarke previe-ron una Luna con bases subterrá-neas en las que habría aire respira-ble y se podría ir en mangas de ca-misa. Quiniela fallada: este mes sehan cumplido 28 años desde quelos últimos astronautas se marcha-ron de la Luna.

La reconquista

Pero“la idea de volver a laLu-na se ha reavivado en los úl-timos años y está ahora más

fuerte que nunca”, explica IgnasiCasanova, geólogo planetario de laUniversitat Politècnica de Cata-lunya y miembro fundador de laLunar Explorer Society. “La Agen-cia Espacial Europea y la japonesason quienes estánmás interesadas,mientras que la NASA está máspreocupada por ir a Marte.”

Parapreparar la reconquista, Eu-ropa y Japón tienen programadas

cuatro misiones no tripuladas a laLuna en los próximos cinco años.La más ambiciosa es la japonesaSelene, con lanzamiento previstopara el año 2004, en la que un ro-bot alunizará para investigar, porejemplo, cómo extraer oxígeno delas rocas.

Europa, por su parte, tiene pre-visto lanzar la sonda Smart-1 a laLuna en el 2002. La sonda se con-vertirá en un satélite del satélite y,durante seis meses, tomará imáge-nes y datos de su superficie. Unode los objetivos de la misión serábuscar chimeneas de antiguos vol-canes en las que los astronautaspuedan instalar sus bases y estarprotegidos de las peligrosas radia-ciones solares y cósmicas, queen la Tierra son filtradas por laatmósfera.

La vida en estas bases no seráexactamente como la que encontróHeywood Floyd a su llegada a la

Luna en “2001...”. “Los primerosastronautas que vuelvan allí vivi-rán en las naves, pero no se queda-rán más de una semana o diezdías, porque no podrán llevar mu-cho equipaje”, explica Ignasi Casa-nova. Enuna segunda fase, se espe-ra instalar en la Luna estructurashinchables, a modo de sofisticadastiendas de campaña, que protege-rán a los astronautas de los bruscoscambios de temperatura entre eldía y la noche lunares; pero elmate-rial de estas tiendas no filtra los ra-yos cósmicos, de modo que las es-

tancias se limitarán a unmes o seissemanas. Finalmente, se buscaráncavidades en calderas volcánicasdonde instalar las tiendas; allí, pro-tegidos de las radiaciones, los astro-nautas podrían quedarse indefini-damente. “Será como volver a laépoca en que los homínidos vivíanen cuevas y se extendieron por laTierra, sólo que ahora en la Luna”,cree Casanova.

Todo ello suponiendo, por su-puesto, que no vuelva a ocurrir co-mo hace 30 años en Estados Uni-dos, cuando se clausuró el hasta en-tonces triunfal programa de explo-ración lunar por falta de dinero.

“Yo creo quedentro de unosveinte añosllegaremos al

nivel de sofisticación queStanley Kubrick muestra en losdiseños de las bases lunares de‘2001...’. Ojalá hubiéramosllegado ya pero,desgraciadamente, los espaciosque actualmente diseña laNASA tienen el aspecto de ungaraje. Eso cambiará si empiezael turismo lunar, porque la gentebusca el máximo confort, y comoserá un turismo de lujo las baseslunares serán como hoteles dealto ‘standing’. Todos losespacios mejoran suhabitabilidad con el tiempo, delas cuevas primitivas a losapartamentos actuales, es deesperar que ocurra lo mismo conlas viviendas espaciales.” –AITZIBER AZPEITIA

JAVIERMARISCALDiseñador

“Las bases lunaresserán como hotelesde lujo”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Las misiones de la NASA a laslunas y planetas del sistema solar

han mostrado paisajes quesuperan a los de la ficción

NUEVOS MUNDOSPRÓXIMO CAPÍTULO

Cuando se hizo “2001...” parecía que se iban a construir grandes baseslunares. Tres décadas después, las únicas pruebas que quedan en la

Luna del paso de los humanos son las huellas de doce astronautas y lachatarra de unas pocas naves que se han estrellado en su superficie

Europa y Japónquieren la Luna

SUEÑO MENGUANTE

LA VANGUARDIA / NASA

DE LA FICCIÓN...

Este mes se cumplen28 años desde que losúltimos astronautasse marcharonde la Luna

42 LAVANGUARDIA S O C I E D A D SÁBADO, 16 DICIEMBRE 2000

Page 17: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

Cuando se hizo“2001...”, el siste-ma solar era territo-rio inexplorado.Unas pocas navesno tripuladas ha-

bían ido a la Luna –aunque la ma-yoría se habían averiado por el ca-mino o se habían estrellado en elsatélite–, otras pocas habían llega-do a Marte y poco más. Despuésde la película, el programa Apollode la NASA y un enjambre de na-ves no tripuladas que han observa-do ocho de los nueve planetas hancambiado el conocimiento del sis-tema solar. Y sin embargo los pai-sajes helados de la Luna y de Júpi-ter siguen siendo creíbles porquese parecen a los reales. ¿Casuali-dad o mérito?“Qué paisajes iban a encontrar

los astronautas en la Luna sí se po-día prever porque algunas sondas,sobre todo las soviéticas, ya ha-bían transmitido fotografías”, ex-plica Agustín Sánchez Lavega, es-pecialista en el sistema solar de laUniversidad del País Vasco. La su-perficie de Júpiter se había obser-vado con telescopios desde la Tie-rra. Pero “los paisajes de las lunasde Júpiter no se descubrieron has-ta que llegaron las sondas Voyageren 1979 y fueron una auténtica re-velación. Nadie esperaba que fue-ran tan espectaculares”.

La obsesión de Kubrick

Los asesores científicos deStanley Kubrick, directorde “2001...”, se documenta-

ron a conciencia para crear paisa-jes lunares parecidos a los reales.Una de las obsesiones de Kubrickdurante el rodaje era evitar que los

descubrimientos de los años si-guientes dejaran la película obsole-ta y en aquel momento ya se veíavenir que todo el mundo sabría có-mo es la Luna en cuanto llegaranlos primeros astronautas.“Para los detalles de la superfi-

cie lunar, consulté al delegado cien-tífico soviético en Londres, BorisPolikarpov, quehizo quenos facili-taran fotos de la misión Luna 9”,recuerda Frederick Ordway. Des-pués “fui a laUniversidaddeMan-chester, donde Zdenek Kopal y suequipo proporcionaron excelentesimágenes de la Luna tomadas contelescopios, incluyendo fotografíasseleccionadas del observatorio delPic du Midi”. El resultado de todoaquel trabajo de documentación esque ver “2001...” sigue siendo hoydía casi lo más parecido que hay air a la Luna sin salir de casa.Júpiter es otra historia. En la pe-

lícula se aprecian sus múltiples lu-

nas (tiene 18, según los últimos cen-sos), suGranManchaRoja (un hu-racán que no ha dejado de soplardesde que Cassini la descubrió en1665) y su superficie rojiza que pa-rece pintada a la acuarela. Se tratade un retrato fiel a la realidad quese veía desde los telescopios terres-tres. O sea, un retrato de brochagorda.La llegada de las dos sondas Vo-

yager en 1979 y de la Galileo en1995 han ofrecido un retrato mu-cho más detallado. “Lomás espec-tacular han sido los volcanes del sa-

télite Io, porque hasta que llegaronlos Voyager se creía que la Tierraera el único astro del sistema solarcon volcanes activos, y la superfi-cie helada de Europa, bajo la quepuede haber un océano con agua yvida”, explicaAgustín SánchezLa-vega. El astrónomodestaca asimis-mo “los anillos de Júpiter, descu-biertos en 1979”, que Kubrick ysus asesores no podían prever. Ydespués hay una última pequeñadiferencia entre la película y la rea-lidad: ni las Voyager ni la Galileohan visto en Júpiter el monolitoque la Discovery encuentra en“2001...”.c

“Un mejorconocimientode nuestroentorno

cósmico y de nosotros mismospuede ayudar a que seamosmejores personas. Al llegar a laLuna los astronautas se dieroncuenta de la pequeñez de laTierra, que es como una frágilnave espacial que orbitaalrededor del Sol a unavelocidad de 100.000 km/h.Nuestro planeta es único en elsistema solar. Debemos, por lotanto, vivir con solidaridad,humildad y cooperación,manteniendo los limitadosrecursos de los que disponepara que lo puedan disfrutarlos hijos de nuestros hijosy todos sus descendientes.Al fin y al cabo, venimos depolvo de estrellas y en polvo deestrellas nos convertiremos. ” –AITZIBER AZPEITIA

JOAN ORÓBioquímicoy profesoremérito

“Somos polvode estrellas”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Cuando se hizo “2001...” parecíaque se podrían enviar astronautasa Júpiter; pero 33 años despuésaún no hemos llegado ni a Marte

MISIÓN JÚPITERPRÓXIMO CAPÍTULO

Kubrick filmó “2001...” antes de que llegaran a la Luna los primerosastronautas. Pero los paisajes lunares que aparecen en la película, aligual que los de Júpiter y sus lunas, se parecen sorprendentemente a

los que han encontrado las naves espaciales

A la Luna sinsalir de casa

PAISAJES SIN ATMÓSFERA

KOBAL / NASA

Kubrick se asesorópara que los hallazgosde los años siguientesno dejaran obsoleta supelícula

DE LA FICCIÓN...

48 LAVANGUARDIA S O C I E D A D DOMINGO, 17 DICIEMBRE 2000

Page 18: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

La ficción, por unavez, y sin que sirvade precedente, ha su-perado a la realidad:casi 33 años despuésdel estreno de la pelí-

cula, todavía ningún astronauta haido a Júpiter. Por no ir, no han idoni a Marte, que está ocho vecesmás cerca y que en los años sesen-ta, cuando se hizo la película, pare-cía la próxima parada después dela Luna.

Y aunque el proyecto de ir aMarte se ha reavivado en los últi-mos años, y un sector de la NASAtiene la esperanza de lanzar una na-ve tripulada hacia allí alrededordel año 2020, numerosos expertoscreen que sería mejor explorar elplaneta rojo con robots que con as-tronautas.

“Cualquier cosa que pueda ha-cer un astronauta la puede hacerun robot igual de bien y más bara-to –afirma Jordi Isern, presidentedel Institut d'Estudis Espacials deCatalunya–. No tiene sentido en-viar una tripulación a Marte porahora ni dentro de veinte años.”

En el fondo de este debate está eldilema sobre cuál es y cuál debe serel lugar de los humanos en el uni-verso o, para ser más modestos, enel sistema solar: ¿Deben los huma-nos visitar otros planetas y lunas?¿Deben establecer colonias extrate-rrestres? Y si deben, ¿dónde?¿Cuándo? ¿Para qué?

Paso de bebé

Por ahora, los astronautasque se han adentrado más le-jos en el universo son los do-

ce que fueron a la Luna entre 1969y 1972. Distancia: 385.000 kilóme-

tros. O sea, nada. Un paso de bebéa escala astronómica. Marte, por siquieren comparar, está 200 vecesmás lejos (y eso cuando Marte estámás cerca de la Tierra).

“La Luna está a un tiro de piedra–señala Isern–. En la Luna sí quetiene sentido construir una base,porque es fácil y porque los benefi-cios pueden ser extraordinarios.”¿Qué beneficios? “Por ejemplo, untelescopio en la cara oculta de la Lu-na permitiría observaciones mejo-res que las de cualquier observato-rio terrestre, porque en la Luna nohay atmósfera, y mejores que lasdel Hubble. Personalmente, creoque se acabará haciendo.”

Pero Marte es otra dimensión.Aún no hay ni la teconología ni losconocimientos para garantizar unviaje de ida y vuelta que sea asequi-ble para los gobiernos y seguro pa-ra los astronautas. Teniendo la al-ternativa de sondas y robots, que

han superado todas las expectati-vas en las históricas misiones Vo-yager de finales de los setenta y enla Mars Pathfinder de 1997, un via-je tripulado a Marte es más justifi-cable por el marketing que por laciencia.

“En el caso de la exploración es-pacial, la película se equivocó pro-fundamente”, escribe Chet Ray-mo, del Stonehill College de Massa-chusetts (EE.UU.), en un númerode la revista “Sky & Telescope” de-dicado al 2001. “El futuro a cortoplazo no iba a consistir en grandes

viajes de exploración humana enbusca del sentido de la existenciasino de una miríada de modestasmininaves no tripuladas.”

Estas modestas mininaves servi-rán para preparar el futuro a largoplazo en el que, según Jordi Isern,la humanidad saldrá de la Tierrapara viajar a Marte y tal vez a otrosastros. “Creo que, a cualquier sitiodonde podamos ir, vamos a ir. Espor el instinto de expansión de lahumanidad. Y Marte reúne condi-ciones idóneas, porque es muy pa-recido a la Tierra, tiene temperatu-ras tolerables y se puede crear unaatmósfera habitable.”c

“Realizar unviaje espacialsería un sueño.Serían

interesantes incluso las pruebasy el periodo de entrenamiento alque debería someterme. Meparece bien que al principioenvíen sondas y robots, porqueen toda exploración merece lapena evitar riesgos parasalvaguardar la vida de losastronautas. Pero yo creo que laverdadera exploración no existehasta que el hombre puede verlas cosas con sus propios ojos.Tener la oportunidad deexplorar el futuro sería unprivilegio para mí.” –AITZIBER AZPEITIA

KITÍNMUÑOZAventurero

“Es el hombrecon sus ojos quienexplora de verdad”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Michael López-Alegría y PedroDuque hablan de las similitudes ydiferencias entre la vida de los

astronautas de “2001” y los reales

VIDA DE ASTRONAUTAPRÓXIMO CAPÍTULO

En “2001...” cinco astronautas y el superordenador HAL vuelan rumboa Júpiter en el transatlántico espacial “Discovery”. Aquel sueño de

grandeza no se ha cumplido: hoy día la exploración planetaria se basaen pequeñas sondas y robots como el todoterreno marciano Sojourner

Marte puedeesperar

VIAJES A OTROS MUNDOS

GODO–FOTO / NASA

“No tiene sentidoenviar una tripulacióna Marte por ahora”,afirma el astrofísicoJordi Isern

DE LA FICCIÓN...

LUNES, 18 DICIEMBRE 2000 S O C I E D A D LA VANGUARDIA 45

Page 19: 2001 la odisea continúa

EMPAR MARCOJOSEP CORBELLA

Lamisión a Júpiter delos astronautas de“2001...” “no tienenada que ver con loque es unamisión es-pacial de verdad.

Esa gente está esperando,mientrasquenosotros tenemos siempre pro-gramados hasta los últimos cincominutos”. Es la opinión de alguienque tal vez no sepa tanto de cinecomo Stanley Kubrick, pero sabemás de misiones espaciales: Mi-chael López-Alegría, el astronautade la NASA nacido en España.Su colega Pedro Duque, de la

Agencia Espacial Europea, coinci-de en el diagnóstico: “En 1968 nose les había ocurrido que los cientí-ficos tendrían un interés inmensoen hacer experimentos en el espa-cio. Si nosotros hiciéramos un via-je como aquel, estaríamos hacien-do experimentos durante meses”.Y sin embargo, el cineasta Stan-

ley Kubrick y el novelista StanleyC. Clarke, consultaron a la NASApara que el viaje de sus astronau-tas fuera verosímil.

Astronautas cronometrados

La novela, más explícita quela película, deja claro que nohay ocio en el espacio o, si lo

prefieren, no hay espacio para elocio: “El día a día de la nave se ha-bía planificado con el máximo cui-dado –se lee en el capítulo 17– yBowman y Poole sabían qué esta-rían haciendo en cada momentode las 24 horas”.Hay aspectos de la vida de los as-

tronautas en que Kubrick y Clarkesí dieron en el blanco. “Eso de flo-tar que hacen los astronautas de la

película y sus salidas de la nave soncosas análogas a las que hacemosnosotros”, reconoció López-Ale-gría el pasado 16 de noviembre enValencia.Otro acierto: “Ellos hacen mu-

cha gimnasia en el espacio, igualque nosotros”, añadió Pedro Du-que. “La película trata de reflejarla vida del astronauta sin hacerconcesiones y en algunos puntos sílo consigue.”Pero hay otros puntos en que la

historia de la exploración espacialha divergido del futuro que conci-bieronKubrick yClarke. El prime-ro, evidente: los astronautas de“2001...” caminan por el interiorde la nave, mientras que los del2000 flotan, porque enningunami-sión se ha implantado todavía lagravedad artificial.El segundo, en el que tanto insis-

ten los astronautas profesionales,es que en una misión espacial no

hay tiemposmuertos. Como expli-có la astronauta Ellen Baker, de laNASA, cuando visitóBarcelona en1997, “al espacio se va a trabajar”.Y punto.Y sobre todo ningún astronauta

se ha embarcado todavía en unvia-je a Júpiter. Comparadas con laodisea de la nave Discovery de“2001...”, lasmisiones de los trans-bordadores de la NASA en las quehan viajado Pedro Duque y Ló-pez-Alegría son una minucia.Para hacerse una idea, los astro-

nautas de los transbordadores tar-

dan nueve minutos en llegar a loque la NASA llama el espacio: unaregión situada sobre la atmósfera,a unos 400 kilómetros de altitud,que permite un vuelo sin gravedadpero que no es más que un subur-bio de la Tierra. Cuando Júpiterpasa más cerca de la Tierra, unavez cada doce años, está unmillóny medio de veces más lejos.A Pedro Duque le gustaría ir

–“sería un placer gigantesco y unorgullo ser seleccionado”–, pero re-conoce que es “un largo viaje”. Se-guramente, lo bastante largo paratener tiempo para el ocio. E inclu-so para el aburrimiento.c

“Aunque‘2001...’ meparece

maravillosa, es la película deKubrick en la que los personajeshumanos tienen menosimportancia. De hecho, elpersonaje más humano es elordenador HAL. El resto de lospersonajes son menosfundamentales y como actor esoresulta poco atractivo. De todasmaneras hubiera sido unprivilegio trabajar con uncineasta como Kubrick que escapaz de hacer bailar una naveespacial a ritmo de vals como siStrauss hubiera compuesto esamúsica para acompañar a esaimagen. Pero puestos a escogerhubiera preferido participar en‘Eyes wide shut’, y no lo digosólo por Nicole Kidman... es queretrata un conflicto máscercano.” – AITZIBERAZPEITIA

JAVIERCÁMARAActor

...A LA REALIDAD

Voz en off

“El personaje máshumano de ‘2001’es el ordenador”

Los protagonistas de “2001...” sonhombres. Incluso el ordenador

HAL es masculino. Pero hoy díalas tripulaciones son mixtas

MACHISMO INGRÁVIDOPRÓXIMO CAPÍTULO

No hay ocioen el espacio

VIDA DE ASTRONAUTAEl protagonista de “2001...” David Bowman se relaja mientras toma sudosis de rayos solares durante el largo viaje a Júpiter. Pero en la vidareal, explican Pedro Duque y Michael López-Alegría, la vida en elespacio está planificada al minuto y apenas hay tiempo para el relax

GODO–FOTO / NASA

Según López-Alegría,la película “no tienenada que ver con loque es una misiónespacial de verdad”

DE LA FICCIÓN...

40 LAVANGUARDIA S O C I E D A D MARTES, 19 DICIEMBRE 2000

Page 20: 2001 la odisea continúa

MARÍA-PAZ LÓPEZ

Dos mil uno” esuna película con-cebida por hom-bres, dirigida alos hombres, ycon protagonis-

tasmasculinos, como lamayor par-te de lo que ha generado esa mitadde la humanidad mientras la otramitad le hacía las tareas subalter-nas. A esa función secundaria seaplican las escasas mujeres queaparecen en la película: azafatasque sirven comidas, recepcionistasque avisan de salidas y llegadas, ehijas ymamás que asoman, por vi-deoconferencia incipiente, desdela esfera privada donde parece te-nerlas confinadas su sexo.A Stanley Kubrick, visionario

en tantas cosas, le salió ahí el ra-malazo androcentrista y despoblósu película de elementos femeni-nos pensantes o capaces de relacio-narse con la tecnología. Dos hom-bres tripulan la nave Discoverymientras otros tres varones, deposi-tarios de las competencias científi-cas, viajan hibernados, y el ordena-dor que controla, HAL, habla convoz tan masculina como metálica.

La primera cosmonauta

La película se estrenó en1968, cinco años después deque viajara al espacio la pri-

mera cosmonauta, la rusa Valenti-na Tereshkova, que voló en el Vos-tok-6, pero el dato debió de hacerpoca mella en el cineasta estado-unidense. Aunque alguna mujer,convenientemente callada, adornala reunión lunar donde se decidequé hacer ante la sospecha de inte-ligencia extraterrestre, faltanmuje-res en puestos de relevancia. Sólo

tres figuran en la película con pro-fesión científica, tres doctoras ru-sas, pero resultan asexuadas yfrías, calcadas del arquetipo de“Ninotchka” soviética que Ho-llywood consolidó.“Faltan modelos que animen a

las chicas a escoger carreras tecno-lógicas –se duele Margarita Artal,directora del programa Dona de laUniversitat Politècnica de Cata-lunya (UPC)–. La falta de referen-cias, en casa y en la sociedad, haceque muchas no se planteen optarpor la ingeniería o la informática.”En el cine, gran fábrica demodelosde conducta, no abundaban hastahace bien poco las señoras ingenie-ras, científicas ni astronautas, yKubrick tampoco hizo esa apuestaen su odisea espacial.La realidad le ha desmentido en

parte, pues ahora las tripulacionessonmixtas, pero subsiste el tabú fe-menino ante la máquina. De los

seis astronautas seleccionados en1992 para la carrera espacial euro-pea, uno era mujer, la belga Ma-rianneMerchez, que se entrenó, pe-ro lo dejó por iniciativa propia yno llegó a volar. Recogió el testigola francesa Claudie Deshays, queflota en la foto de arriba.“Las estadísticas europeas coin-

ciden con las de Estados Unidos, eindican que una barrera culturalaparta a lamujer de la tecnología”,explica Andrés Ripoll, primer di-rector del Centro Europeo de As-tronautas, en Colonia (Alemania).

El porcentaje de mujeres espacia-les era, en la primera mitad del de-cenio, del 12%. Ripoll, presidentedel supercomité que eligió a PedroDuque, dice que, género aparte,“algún día volará cualquiera, por-que todos somos astronautas deuna nave, la Tierra, que viaja porel universo y tiene gravedad”. Sólohay que solucionar algunos deta-lles, y hombres y mujeres viajaránal fin juntos, como corresponde.Quizás entonces, esa mitad altiva-mente ignorada por Kubrick ten-drá ya modelos propios en los quemirarse para conquistar su dere-cho a las estrellas.c

“En ‘2001...’las mujerespintan tanpoco que ni se

les ocurrió poner a HAL enfemenino. Con lo manipuladorque es, hubiera sido el no vamás del machismo, pero ni paraeso contaban con las mujeres.Es una película de unamisoginia absoluta. En el fetoque sale en la última imagen noha tenido nada que ver la mujer,es el hombre el que se reproducea sí mismo a través de lasabiduría. Todo en la película esde una disciplina laboraltremenda. No hay discusión, nirebelión, todos mueren de formadisciplinada y masculina. Sihubiera habido alguna mujer enla tripulación hubiera dado pie aalgún dramatismo, a algo máshumano. Prefiero mil veces unfuturo con la teniente Ripley quecon Bowman”. – AITZIBERAZPEITIA

MARUJATORRESPeriodistay escritora

“‘2001...’ es deuna misoginiaabsoluta”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Kubrick creía que la hibernaciónhumana sería viable pronto e hizoque tres astronautas de “2001...”viajaran hibernados. Se equivocó

HIBERNACIÓNPRÓXIMO CAPÍTULO

Todos los astronautas de “2001...”, incluido el ordenador HAL, sonmasculinos. Kubrick declaró tras el estreno que, “evidentemente, no vasa poner una mujer en la tripulación”. Pero la realidad le ha desmentido

y hoy día las tripulaciones de las naves espaciales son mixtas

Lamitadignorada

MACHISMO INGRÁVIDO

KOBAL / EPA

Las escasas mujeresde la película oficiantareas secundarias,como azafataso recepcionistas

DE LA FICCIÓN...

40 LAVANGUARDIA S O C I E D A D MIÉRCOLES, 20 DICIEMBRE 2000

Page 21: 2001 la odisea continúa

MARTA RICART

Pura ciencia ficción:los astronautas se en-cierran en unos sar-cófagos y “duermen”durante los años quedura su viaje inter-

planetario. El sistema de controlde la navemantiene sus constantesvitales y puede “despertarles” en elmomento previsto. Para ellos, se-ría como si no hubiera transcurri-do un segundo. Por supuesto, sinenvejecer. Esta escena se ve en“2001...” y la han repetido tantaspelículas que parece algo usual. Pe-romantener la vidahumana en sus-penso demanera que no se acuse elpaso del tiempo es una quimera.La hibernación podría verse co-

mo la traducción científica que laera de la tecnología ha dado a labúsqueda del elixir de la eterna ju-ventud. En los años sesenta existíael convencimiento de que estaríapronto al alcance de la mano.

Sólo los animales

Hoy, se mantienen las cons-tantes vitales de una perso-na en coma –pero enveje-

ce y no se controla la recuperaciónde la conciencia–, se congelan em-briones y esperma, así como teji-dos para trasplantes –pero ¿cuántotiempo semantendrían en buen es-tado?– y se trabaja en la criotera-pia (prácticas médicas a baja tem-peratura). Hibernar sólo lo hacenalgunas especies animales.StanleyKubrick auguraba, cuan-

do se estrenó su película, que la hi-bernación sería un gran negocio enunos años. Al parecer, en EstadosUnidos se criogenizaron (congela-ron) cuerpos para reanimarlos den-tro de muchos años. Que se sepa,

nadie ha sido devuelto a la vida.¿Por qué se ignora cómo hacerlo?“En experimentos en laborato-

rio de congelación de ratones, losanimales revividos presentan tras-tornos locomotores, por ejemplo.No sé qué pasaría al congelar e in-tentar reanimar a un humano. Sa-bemos que si el cerebro está másde dos minutos sin recibir oxígenopuede sufrir daños irreversibles”,señala Eduard Goñalons, fisiólogode la facultad de Veterinaria de laUniversitat Autònomade Barcelo-na. “La hibernación humana es ungran debate intelectual, pero esuna quimera, una fantasía”, dice.El oso, la ardilla o el lirón careto

hibernan de manera natural en in-vierno. Goñalons estudió el fenó-meno, lo reprodujo en el laborato-rio y constató que el animal no hi-bernaba al acortar la jornada deluz ni al llegar a temperaturas decasi cero grados, sino cuando se

quedaba sin comida. “En algunasespecies se da la hibernación comomecanismo de autodefensa frentea las condiciones naturales adver-sas, como en otras especies se da lamigración”, sostiene el fisiólogo.Goñalons explica que cuando

un animal hiberna, su cuerpo que-da rígido como si estuviera muer-to, pues está a una temperatura deun par o tres de grados, su corazónpalpita sólo unao dos veces pormi-nuto y respira una vez cada hora.El mecanismo de hibernación sedispara demanera natural: el siste-

ma endocrino se inhibe, para el sis-tema reproductor, las constantesvitales y metabólicas funcionan almínimo y el cuerpo va consumien-do energías que había acumulado.En “2001...”, esta teoría está

aprendida, pero se obvia algo quepara Goñalons es básico: “Si nues-tro cerebro no está preparado parahibernar, es difícil extrapolar elproceso a nuestra especie”. La im-posibilidad hasta hoy de “dar” laorden al cerebro se sustituiría porla paralización de funciones –porejemplo, al congelar el cuerpo–, pe-ro tampoco está claro que pudiéra-mos reactivarlas.

“StanleyKubrick seequivocó. En el2001, la

hibernación no es posible, ynadie aceptaría hibernarse envida. Porque el ser humano estribal. El aldeano pertenece a latribu de su aldea. La ejecutivamultinacional, a sus tribus deSalzburgo, Crans-Montana oShanghai. Viajar en el espacio esviajar en brazos de la seguridadde nuestras tribus. Viajar en eltiempo es cambiar de tribu. Ycambiar de tribu es peligroso yaterroriza. Viajar en el tiempoes convertirse en un extraño enun lugar extraño. Viajar en eltiempo es enfrentarse al odio alextraño y entrar en lodesconocido. La hibernaciónes para los muertos, paraquienes pretenden inútilmenteaplazar lo irremediable.” –AITZIBER AZPEITIA

J. EGOZCUEMédico y cate-drático de Bio-logía Celular

“La hibernaciónes para losmuertos”

...A LA REALIDAD

Voz en off

En “2001...”, un ordenador gana alajedrez a un astronauta. Profecía

cumplida: Deep Blue ganó en 1997al mejor jugador del mundo

HAL GANA A POOLEPRÓXIMO CAPÍTULO

Cuando se filmó “2001...”, la hibernación parecía al alcance de lamano. Es uno de los argumentos preferidos por la ciencia ficción, perono se ha ido más allá de congelar embriones (en la imagen inferior).

Que se sepa, no se ha reanimado a nadie criogenizado

Unviaje quees un sueño

LA HIBERNACIÓN

KOBAL / REUTERS

“La hibernaciónhumana es unaquimera”, opinael fisiólogoEduard Goñalons

DE LA FICCIÓN...

42 LAVANGUARDIA S O C I E D A D JUEVES, 21 DICIEMBRE 2000

Page 22: 2001 la odisea continúa

JORDI JUAN

Elajedrez como metáfo-ra.La escenade la parti-da de ajedrez que jue-gan el superordenadorHAL y el astronauta

Frank Poole apenas si dura un mi-nuto. Pero este breve espacio detiempo es suficiente para que el es-pectador reciba un nítido mensajedel director de “2001...”, StanleyKubrick: la máquina es más listaque el hombre. El desarrollo poste-rior de la película, con un mortífe-ro HAL, consolidará este hecho.Kubrick se sirvió así del juego delajedrez, asociado siempre a unaprueba de inteligencia, para quelos espectadores se dieran cuentadel tremendo poder que tenía la su-percomputadora.En la actualidad, nos hemos

acostumbrado a la domótica y aver toda clase de máquinas a lasque ya bautizamos como inteligen-tes, pero 30 años atrás la sentenciade HAL a su atónito y humanocompetidor que ponía punto finala la partida –“Lo siento, Frank.Creo que se equivoca. Jaque ma-te”– provocó escalofríos entre elpúblico.

Ajedrez informático

En1964, cuandoKubrick y elguionista Arthur C. Clarkepergeñaban el guiónde la pe-

lícula, los miles de aficionados detodo el mundo que enfrentabansus piezas en un tablero de ajedrezno podían ni soñar con que habríaordenadores con los que podríancompetir. Hoy, el desarrollo de lasnuevas tecnologías supone un au-téntico paraíso para el ajedrecistasolitario. Ya no es necesario bus-car un competidor en un bar o en

un club, sino que existe un rivalsiempre disponible en la pantalladel ordenador. No habla, no come,no molesta. El ordenador sólo estádispuesto a jugar tal y como quiereel usuario: con niveles de inteligen-cia de todo tipo, con más o menosfichas, y permite, incluso, que el ju-gador pueda aterrizar en el campode batalla de una partida históricaa medio terminar con el reto deacabarla.Lamejor equiparación posible a

la partida entre HAL y Poole sedio en los dos duelos queprotagoni-zaron hace escasos años el ex cam-peón del mundo Gary Kasparov yel ordenador Deep Blue –un HALde bolsillo–. En la primera tandade partidas, celebradas en 1996,Kasparov se impuso a la máquinacon una cualidad que no tenía lamáquina: la astucia. La portentosacapacidad de Deep Blue, que po-día calcular hasta 200 millones de

jugadas por segundo, quedó derro-tada por la de un cerebro humanoque apenas pasa de las tres jugadaspor segundo. “Sólo con fuerza decálculo bruta, la máquina no po-drá ganar nunca al hombre”, dije-ron algunos expertos; “la máquinano es intuitiva, no tiene sexto senti-do”, dijeron otros.Unañodespués todos estos argu-

mentos se desmoronaron.Los prin-cipales expertosmundiales dijeronentonces que Kasparov había per-dido por la presión psicológica quetenía sobre su persona. “Jugaba

contramímismo y contra algo quenopodía reconocer”, señaló el cam-peón ruso. Es decir, elmismo“efec-to humano” que le sirvió en 1996para ganar aDeep Blue fue el argu-mento esgrimido, un año después,para admitir su derrota.Este viejo debate sobre quién es

más inteligente, si el hombre o lamáquina, muere en el mismo mo-mento en que está claro que hastael más ymejor superordenador delmundo ha sido fruto del cerebrohumano. Las máquinas nos po-drán seguir ganando al ajedrez, pe-ro son fruto de nuestra inteligen-cia. Y nunca al revés.

“En ajedrezhay dos cosasimportantes: el

qué y el cómo. En el cómo losordenadores son muy buenos.Pero en el qué, en la voluntad deganar, siempre es mejor el serhumano. Para ganar al ajedrezno sólo hace falta jugar bien,hace falta cierta competenciadeportiva. Hay que luchar porganar. Jugar al ajedrez contrauna máquina es difícil porque elcomponente psicológico cambiamucho y te desorienta. Pero losordenadores no son invenciblesporque en el ajedrez hay uncomponente de creatividad queno ha sido, aún, sustituido por elcálculo. Los ordenadores tienenun juego muy mecánico ymaterialista. Algunas veces lasmáquinas pueden ganar a loshombres, pero todavía estánmuy lejos del cerebro humano”.– AITZIBER AZPEITIA

MIQUELILLESCASCampeónde Españade ajedrez

...A LA REALIDAD

Voz en off

“Los ordenadoresno son invenciblesen el ajedrez”

Aunque ninguna máquina hatenido aún una visión tan precisacomo HAL, la percepción por

ordenador augura grandes avances

EL OJO DE HALPRÓXIMO CAPÍTULO

Más lista queel hombre

DE HAL A DEEP BLUE¿Quién sabe más? ¿La máquina o el hombre? El eterno dilema fueplanteado por Kubrick en “2001...” jugando con la metáfora del

ajedrez. Ganó la máquina anticipándose a lo que pasaría muchos añosdespués, en 1997, cuando Deep Blue se impuso al campeón Kasparov

LA VANGUARDIA / REUTERS

El campeón Kasparovatribuyó a sucondición humana laderrota que le infligióDeep Blue

DE LA FICCIÓN...

46 LAVANGUARDIA S O C I E D A D VIERNES, 22 DICIEMBRE 2000

Page 23: 2001 la odisea continúa

FÈLIX BADIA

En el futuro habrá or-denadores con capa-cidad para reconocerla cara de las perso-nas, traducir sus pala-bras o leer sus labios.

Por desgracia para los protagonis-tas, en “2001...”, el ordenadorHAL utiliza esa última habilidadcon fines perversos. Pero los cientí-ficos estándesarrollando ahora sis-temas para dotar de visión, oído ytacto a las máquinas con la finali-dad de amplificar nuestros propiossentidos. El problema es que la tec-nología aún no hamadurado, no almenos a la velocidad con que pre-veía en su día la ciencia ficción.

Juan José Villanueva, directordelCentro deVisión porComputa-dor (CVC) de la Universitat Autò-nomadeBarcelona, cree que “la so-lución definitiva para esta tecnolo-gía es cosa de final de siglo, pero node éste que acaba”. En la visión,que es el sentido por el que los hu-manos reciben la mayoría de la in-formación, “a pesar de los avancesconseguidos, nos falta mucho paraentender cómo el cerebro procesalo que capta a través del ojo”, y pa-ra reproducir ese mecanismo.

Reconocer las facciones

Noobstante, es cierto que síse han conseguido avancesen algunos casos, aunque

siempre en el terreno de aplicacio-nes concretas. Es el caso de siste-mas que detectan defectos de fabri-cación en productos, o de un siste-ma desarrollado por el CVC paralocales de juego que permite leer yclasificar la información del carnetde identidad de los clientes.

Pero, ante un imprevisto o en un

entorno distinto, estos sistemas nofuncionan.Hay, por ejemplo, inge-nios que reconocen caras. Perouna iluminación distinta o el he-cho de que el usuario se deje bigotehacen que deje de ser eficaz.

En cambio, en el terreno del re-conocimiento de la voz sí se hanconseguido avances que hacen pre-sagiar quedurante el próximodece-nio se alcanzarán soluciones bas-tante definitivas. Cuando los orde-nadores reconozcan la voz de losusuarios ejecutarán sus órdenes, ypuede que dejen de tener teclado.

Pero todo se andará. Villanuevacree que en el futuro los ordenado-res podrán tener una visión tanflexible como la humana, y, ade-más, aprenderán de ella. “Nuestroobjetivo es conseguir hacer siste-mas que copien la capacidad de lavisión humana, de lamisma formaque los hombres siempre han que-rido volar como pájaros y hoy los

aviones nos permiten volar inclusomás rápido”, señala.

Los ordenadores con sentidosnos ayudarán en nuestras laborescotidianas. ElMassachusetts Insti-tute of Technology (MIT) desarro-lla una importante investigaciónen este campo. Uno de sus respon-sables, Alex Pentland, señalaba aeste diario en una entrevista reali-zada hace unos meses que en el fu-turo dispondremos de gafas quenos advertirán si nos cruzamoscon un viejo conocido y nos recor-darán su dirección.

Pero la potencia de esas máqui-nas no acabará en la visión. Imagi-nemos máquinas capaces de cap-tar sentimientos.Unordenador ve-rá por nuestra expresión si el cursoque estamos siguiendo por Inter-net nos aburre o si no lo asimila-mos, y modificará ligeramente loscontenidos para hacerlos másatractivos. El MIT tiene un grupoespecializado en lo que llama infor-mática afectiva (www.media.mit.edu/affect). Este grupo ha desarro-llado prototipos de aparatos queofrecen tipos demúsica distinta se-gún el ánimo del usuario; y un pe-culiar “detector de frustración”.

“Uncomputadorcomo HAL eraimposible en la

época en que Kubrick filmó lapelícula y sigue siéndolo ahora.El error cero en informática,conseguir el ordenador infalible,es una utopía. Para que unordenador fuera infalibledeberían serlo primero susoftware y su hardware. Cuantomás complicado es un softwaremayor es su probabilidad deerror. Hoy en día se inviertemucho en la verificación de lossistemas informáticos. Laverificación de los chipsrepresenta un tercio de su coste.Por ejemplo, en el Pentium 4 hasido del 33%. Como los circuitosson más complicados, tambiénlo son sus testadores. Yo creoque cada vez tendremosordenadores más potentes,pero no serán infalibles.” –AITZIBER AZPEITIA

MATEOVALEROCatedráticode la UPC

“El ordenadorinfalible esuna utopía”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Los expertos en inteligenciaartificial creen que los ordenadoresdel futuro, como HAL en “2001...”,aprenderán de sus experiencias

LA INTELIGENCIA DE HALPRÓXIMO CAPÍTULO

En “2001...”, HAL tiene una visión muy precisa que le permite valorarlos retratos que realiza uno de los protagonistas. Sin embargo, hoy latecnología no ha llegado a ese nivel y los científicos intentan averiguar

cómo funciona el ojo humano para mejorar la visión artificial

Los ojos delamáquina

ORDENADORES SENSORIALES

LA VANGUARDIA / ANA JIMÉNEZ

La visión artificial sedesarrolla lentamente,pero alcanzaráenormes utilidadesen el futuro

DE LA FICCIÓN...

54 LAVANGUARDIA S O C I E D A D SÁBADO, 23 DICIEMBRE 2000

Page 24: 2001 la odisea continúa

FÈLIX BADIA

HAL9000, el orde-nador de“2001...”, es ca-paz de, simultá-neamente, jugaral ajedrez, con-

trolar la nave, tener conciencia y ra-zonar, dar conversación y, por sifuera poco, posee un enorme fon-do de conocimientos. Es un orde-nador con una inteligencia igual, yen bastantes aspectos superior, a lahumana. Se trata de una figura clá-sica de la ciencia ficción, a menu-do inquietante, aunque en reali-dad faltan décadas para que hayamotivos de preocupación.La inteligencia artificial aún es-

tá dando sus primeros pasos. Ra-mon López de Màntaras, directoradjunto del Instituto de Investiga-ción de Inteligencia Artificial(IIIA), afirma que se han consegui-do logros en sistemas expertos, or-denadores y programas que ejecu-tan una función muy concreta enun entorno controlado y fijo.El IIIA ha creado un sistema ca-

paz de diagnosticar neumonías, oun programaque generamúsica desaxo tenor expresiva. En los últi-mos años, este instituto trabaja enagentes autónomos, sistemas que,mediante procesos de negociación,puedan obtener, a través de Inter-net, las mejores condiciones paraadquirir productos al menor pre-cio posible y con la mayor calidad.

El sentido común

El problema es que no afron-tan imprevistos y que sólopueden cumplir la función

programada. Porque su inteligen-cia es especializada, no general co-mo la humana. “No pueden tener

una inteligencia humana porquecarecen de sentido común”, señalaLópez de Màntaras. El sentido co-mún es la base del razonamiento,son convenciones que damos porentendidas al tomar decisiones.Una persona no acerca la mano alfuego porque sabe que se quemará.Pero un robot pondría su brazo ar-ticulado una y otra vez en la llama.El sentido común es imprescin-

dible para que las máquinas pue-dan, por ejemplo, traducir. Llo-renç Valverde, del departamentode Matemáticas e Informática dela Universitat de les Illes Balears,explica que un sistema en EE.UU.proclamaba ya en los 50 poder tra-ducir del inglés al ruso. Primerotradujo al ruso la frase “La carne esdébil pero el espíritu es fuerte”. Alvolver a traducir esa frase al inglésresultó: “La carne está podrida pe-ro el vodka es bueno”. “Durantedécadas hubo un positivismo inge-

nuo sobre la inteligencia artifi-cial”, hoy ya corregido.¿Cómopueden adquirir los orde-

nadores ese sentido común? Haydos grandes tendencias. La prime-ra pretendeque lamáquina adquie-ra esa experiencia reproduciendoel aprendizaje humano, como unrecién nacido. La otra defiendeque es mejor introducir todos losconocimientos en el ordenador, pe-ro los progresos son insuficientes.Ello no quiere decir que no se

pueda llegar a HAL. “En cienciano se debe decir nunca la palabra

‘imposible’, porque lo que intentala ciencia es hacer que las cosasseanposibles”, dice López deMàn-taras. Sin embargo, se tardará tiem-po. Llorenç Valverde ha publicadotrabajos sobre HAL, y coincide enque se llegará a ese nivel, “pero nocon la actual tecnología, porque se-rán necesarias otras generacionesde ordenadores con otra forma decalcular”. Y entonces, tal vez la in-teligencia de la máquina tenga unnivel parecido, pero no será igual ala de las personas. Porque la inteli-gencia está vinculada a la biologíaymorfología.Habrá nacido otro ti-po de ser inteligente.

“Lo queKubrickprofetizó aldiseñar a HAL

dejará de ser ficción dentro depocos años. El futuro delconocimiento está en losordenadores, que son unaespecie de cerebro humanoextracorpóreo. Cuando sedescubra un chip que sustituyaal de silicio, por ejemplo un chipde proteínas, será tremendo, yya se está investigando sobre eltema. Los ordenadores tendránfacetas de la inteligenciahumana y serán conscientes, nocreo que eso sea difícil. Dehecho, hay muchos animalesque lo son. ¿Pero tendránsentimientos? Eso es otrahistoria. No arriesgo nada aldecir esto, es sentido comúnpuro. Mire todo lo que se haavanzado. ¿Por qué no va aseguir siendo así?” –AITZIBER AZPEITIA

JORDISABATER PIPrimatólogo

“No creo que seadifícil conseguir unordenador consciente”

...A LA REALIDAD

Voz en off

¿Puede un ordenador sentiremociones como las humanas?HAL sí puede; las máquinas

actuales todavía no

EMOCIONES DE CHIPPRÓXIMO CAPÍTULO

HAL, el ordenador de “2001...”, es capaz de reproducir la inteligenciahumana y razonar sobre la información que adquiere de su entorno.Pero los circuitos integrados actuales, basados en el silicio, no bastanpara hacer una máquina consciente que aprenda de sus experiencias

Demasiado listopara ser real

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

LA VANGUARDIA / AP

HAL aún no esposible y sólo lo serácon ordenadores deuna nueva y distintatecnología

DE LA FICCIÓN...

42 LAVANGUARDIA S O C I E D A D DOMINGO, 24 DICIEMBRE 2000

Page 25: 2001 la odisea continúa

FÈLIX BADIA

Tengo miedo”, con-fiesa el todopodero-so ordenador HALal astronauta que lodesconecta. HALtiene sentimientos:

ademásde miedo es capaz de prefe-rir a una persona respecto a otra,expresa un nostálgico recuerdo desu instructor cuando está siendodesconectado, y es consciente desu propio yo. Y en la película dicea los periodistas de la BBC: “Dis-fruto trabajando con personas.Tengo una relación estimulantecon el doctor Poole y el doctorBowman”. ¿Pura ciencia ficción?

Por ahora, sí. “A lo más que seha llegado en ordenadores que ex-presen sentimientos es al perro Ai-bo”, comercializado por Sony, unautómata capaz de mostrar triste-za o alegría, afirma Llorenç Valver-de, profesor del departamento deMatemáticas e Informática de laUniversitat de les Illes Balears.

Por tanto, una máquina con sen-timientos con la complejidad hu-mana está muy lejana, si es que al-guna vez existe. Entre otras cosas,porque una máquina con emocio-nes posiblemente decidiría si se-guir o no nuestras instrucciones,con lo que sería una herramientapoco eficaz. Sólo sería interesanteen el campo del ocio.

Congeniar con el ordenador

Otra cosa son sistemas inteli-gentes capaces de captarnuestras emociones, que sí

pueden tener utilidad y sobre losque ya se está experimentando.“Sería muy interesante tener un or-denador que congeniase con noso-tros, flexible en su capacidad para

hacer lo que realmente queremos yque tomara decisiones rápidas e in-teligentes”, escribe Rosalind Pi-card, del Massachusetts Instituteof Technology, en el libro “HAL’slegacy” (“El legado de HAL”), quese puede consultar en parte enmitpress.mit.edu/e-books/Hal.

Ramon López de Màntaras, di-rector adjunto del Instituto de In-vestigación de Inteligencia Artifi-cial del Consejo Superior de Inves-tigaciones Científicas, no descartalas máquinas con sentimientos.“Podemos programar un robotcon brazo articulado para que ex-prese su frustración. Podemos de-cirle que tras el tercer error al inten-tar una tarea pegue un puñetazo enla mesa.” Sin embargo, esto no esun sentimiento auténtico, sino pro-gramado. “¿Pero acaso no estamoslos humanos preprogramados gené-tica o culturalmente para mostrarciertas reacciones?”, responde.

López de Màntaras cree que laposibilidad de crear un ordenadoro robot que actúe por propia inicia-tiva, con una inteligencia de un ni-vel parecido a la humana y con sen-timientos como los nuestros, esmuy remota, pero no descartablecientíficamente. Y si dentro decien años ese ingenio existiera,¿tendría conciencia? ¿Podría consi-derarse, a su manera, humano?

“Puede que, desde el punto devista científico, se pudiera conside-rar que ese robot es similar a unapersona, pero la respuesta no debe

ser científica, sino filosófica o mo-ral”, afirma. Llorenç Valverde aña-de: “¿Alguien sabe en realidad quées la consciencia? ¿Quién la defi-ne? ¿Quién definirá en el futuro losderechos de los seres vivos y de lasmáquinas? Será una cuestión porresolver en las próximas décadas,y los técnicos que trabajan en ellosaben lo que tienen entre manos ysus implicaciones morales”.

Si HAL tiene los mismos atribu-tos intelectuales y sentimientos–buenos y malos– que una perso-na, cuando el último astronauta lodesconecta, ¿estamos ante una sim-ple desconexión o una ejecución?

“Vi la películacuando eraadolescente,con 18 años

recién cumplidos, si mal norecuerdo, y debo reconocer queno sentí nada por el ordenador.Sus súplicas para no serdesconectado no meconmovieron en absoluto. HALes una máquina y a mí esa ideade la vida robotizada no megusta nada. En cambio, el restode la película me parecióinquietante, tremendamentesugeridora, porque no hablatanto del futuro como de losenigmas humanos: el enigmahumano que es igual en elneolítico que en la era espacial.Esa estela negra, de piedralanzada hacia el infinito al ritmode la música, me parece unametáfora estupenda de lahistoria del hombre, que no sabede dónde viene ni adónde va.” –AITZIBER AZPEITIA

LUISANTONIODE VILLENAEscritor

“Las lágrimasde HAL no meconmovieron”

...A LA REALIDAD

Voz en off

En “2001...”, HAL espía a losastronautas de su nave: ¿es latecnología una amenaza para laintimidad de las personas?

¡VIGILADOS!PRÓXIMO CAPÍTULO

Cuando Bowman desconecta a HAL en “2001...”, el superordenadorexpresa miedo a dejar de existir y nostalgia por experiencias pasadas,Pero por ahora lo más parecido a un ordenador con emociones que seha creado es el perro Aibo de Sony, que expresa tristeza y alegría

Lágrimasdigitales

ORDENADORES EMOCIONALES

LA VANGUARDIA / AP

Los informáticos nodescartan que, en unfuturo muy remoto,las máquinas tengansentimientos

DE LA FICCIÓN...

34 LA VANGUARDIA S O C I E D A D 25-26 DICIEMBRE 2000

Page 26: 2001 la odisea continúa

FÈLIX BADIA

Intimidad no es un concep-tomuyutilizadopor los as-tronautas, y en el espaciopuede parecer lógico. Pe-ro, en los últimos años seestán produciendo sínto-

mas de que esa agresión contra laintimidad se está produciendotambién en la Tierra. Las mismastecnologías que han permitidome-jorar el nivel de vida de los paísesoccidentales, también permiten re-cabar una cantidad de informa-ción de la vida de cada uno hacepoco difícilmente imaginable.Las cámaras de vídeo en las zo-

nas conflictivas de las ciudadeshan desatado una gran polémica,pero el tira y afloja entre la luchacontra la criminalidad, los intere-ses comerciales y la defensa de laintimidad está viviendo en estemomento uno de sus más im-portantes campos de batalla enInternet.“Actualmente, las administra-

ciones, pero sobre todo las empre-sas, cuentan con un enorme caudalde datos sobre los ciudadanos”,afirma Carlos Sánchez Almeida,abogado especializado en temas so-bre intimidad. “Si esa informaciónse cruzamediantemétodos almar-gen de la ley –añade– es posible de-finir con una enorme exactitud elperfil del ciudadano y las estrate-gias de márketing pueden vendercon mayor eficacia productos, pe-ro también ideas políticas.”

Galletas espía

Tal vez su visión es catastro-fista, pero lo cierto es que al-gunos síntomas hechos pú-

blicos en los últimos meses van enesa línea: la ley por la que las em-

presas británicas pueden entrarsin restricciones en el correo elec-trónico de los empleados, y las sen-tencias en este sentido producidasen España; el sistema Carnivore,creado por el FBI para escrutar “e-mails”; la misteriosa red de espio-naje electrónico Echelon... Y laamenaza no viene sólo de gobier-nos, sino, en opinión de SánchezAlmeida, de las empresas.Pero además, cualquier opera-

ción en la red deja rastro y las céle-bres “cookies” (galletas) –unos mi-nificheros que se instalan en los or-denadores al entrar en determina-das web– almacenan la informa-ción sobre los lugares quehemosvi-sitado en Internet y luego puedenser leídas por terceros. En suma,“el problema –afirma SánchezAlmeida– es que el derecho a la in-timidad se ha devaluado”.El sociólogo SalvadorCardús co-

incide en este último punto. “Du-

rante dos décadas –afirma– se pro-dujo una fuerte revalorización delconcepto de intimidad, pero, para-dójicamente, ensalzar la intimi-dad ‘per se’ ha hecho que se aban-donenhábitos y formalismos tradi-cionales que precisamente servíanpara protegerla.” Y la llegada delas nuevas tecnologías se ha produ-cido en unmomento en que el con-cepto de intimidad está en crisis.David Brin, escritor de ciencia

ficción y especialista en temas deconfidencialidad, cree que, en el fu-turo, la tecnología podrá vencer

cualquier barrera que establezca-mos para preservar la intimidad.“En el futuro será posible camuflaruna cámara en unamosca artificialque nos observe. La única soluciónno será establecer barreras, sino en-durecer las leyes que protejan a losciudadanos y fortalecer los siste-mas democráticos.” Sin embargo,Cardús es pesimista sobre la capaci-dad de reacción de la sociedad anteel riesgo que para la intimidadtraen las nuevas tecnologías. “Veodifícil que haya una reacción, por-que sólo unas minorías están pre-ocupadas por este tema, a la mayo-ría le importa más bien poco.”

“Sin secretosno hayintimidad. Lasmáquinas

podrán guardar mejor o peornuestros secretos o ayudar adescubrirlos, tanto si estánguardados bajo siete clavesinformáticas como si se ocultanbajo 7.000 llaves neuronales,pero no fabrican los suyos.Tampoco urdirán propósitos odeseos, ambicionarán nada porsu cuenta o almacenaránrencores o sinsabores. Paraimaginar una máquina conhabilidades superiores a lashumanas, como HAL, no hacefalta ser un genio. Suponerlascapaces de conspirar a base dedesignios ocultos es caer en loinfantil y lo barato. Inventarhistorias para vivir experienciasajenas y conocerse mejor es algoque tampoco harán nunca lasmáquinas.” - AITZIBERAZPEITIA

XAVIER BRUDE SALAEscritor

“Las máquinasno fabrican suspropios secretos”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Uno de los astronautas de “2001”es transportado a otra región delUniverso: el viaje es físicamente

posible; tecnológicamente, aún no

EL “TRIP”PRÓXIMO CAPÍTULO

Kubrick y Clarke plantean, en la escena en que el superordenadorHAL espía a Bowman y Poole leyéndoles los labios, que hay un

conflicto entre tecnología e intimidad. La historia les ha dado la razón,como muestran las cámaras de vigilancia en calles de zonas conflictivas

Jaque a lavida privada

TECNOLOGÍA E INTIMIDAD

ROCA–SASTRE/LA VANGUARDIA

Empresas y gobiernospueden conseguirmucha informaciónde los usuarios deInternet

DE LA FICCIÓN...

34 LAVANGUARDIA S O C I E D A D MIÉRCOLES, 27 DICIEMBRE 2000

Page 27: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

Es una de las escenasmás innovadoras,controvertidas y psi-codélicas del filme“2001...”: tras encon-trar el monolito en

Júpiter, el astronauta Bowman esabsorbido hacia otra regióndel uni-verso en un viaje en el que el espec-tador ya no ve la nave ni al astron-auta, ni elmonolito, sino sólo lucesmulticolores que vanpasando ave-locidad de vértigo como si estuvie-ra viajando a la velocidad de la luz.O casi.La escena se convirtió en un ico-

no de la cultura hippy a finales delos sesenta. En los cines de EstadosUnidos, se puso de moda liar po-rros cuando llegaba esta escena. Sellegó a fumar tanta marihuana quela Metro-Goldwyn-Mayer inclusoacuñó un nuevo eslogan aprove-cando el doble sentido de “viaje”:“2001. El viaje definitivo”.Aunque la escena parezca inve-

rosímil, el viaje a velocidades pró-ximas a la de la luz es una posibili-dad que muchos físicos y astróno-mos han tomado en serio. Su con-clusión es que el viaje es teórica-mente posible, pero prácticamenteimposible. Por ahora.

Cien mil años

Elproblema es que la estrellamás próxima –y no la másinteresante precisamente–,

Alfa Centauri, está 10.000 vecesmás lejos quePlutón. Con la tecno-logía actual, hacen falta casi diezaños para que una nave viaje de laTierra a Plutón. Por lo tanto, ha-rían falta casi 100.000 años paraque la nave llegara aAlfa Centauri.Y tal vez los datos que transmita la

nave –si es que aún funciona– yano interesen a los descendientes dela humanidad –si es que los hay–.Solución: ir más rápido. “No

hay ningúnmotivo teórico por queuna nave no pueda acelerarse a ve-locidades próximas a la de la luz”,informaEnrique Fernández, direc-tor del Institut de Física d'AltesEnergies (IFAE). A esta velocidadse podría llegar a Alfa Centauri encuatro años.La física de este problema es ele-

mental. Puesto que la fuerza esigual a la masa por la aceleración,para alcanzar una gran velocidadhacen falta una fuerza grande yunamasa pequeña. Si la masa es lade una nave espacial, la fuerza ten-dría que ser descomunal. Y aquíviene el problema práctico. Free-man Dyson, del Instituto de Estu-diosAvanzadosdePrinceton (Esta-dos Unidos), calcula que haría fal-ta un motor con una potencia de

dosmillones de vatios por cada ki-lo de la nave, y “es imposible refri-gerar un motor tan potente”. PeroDyson cree que el problema acaba-rá superándose: “Si preguntan si al-gún ser humano viajará a las estre-llas en el siglo XXI, la respuesta esciertamente no. Si preguntan si al-gún día viajaremos a las estrellas,la respuesta es probablemente sí”.Es la misma opinión que tenía

Stanley Kubrick cuando realizó“2001...”: “No creo que se puedaproclamar con certeza total que laluz es el límite de velocidad absolu-

todel universo –declaró en la histó-rica entrevista a ‘Playboy’–. Pero,incluso si la velocidad de la luz nose pudiera alcanzar, el viaje interes-telar no sería imposible ”.A principios del siglo XX se de-

cía que los trenes no podrían ir amás de 80 kilómetros por hora por-que descarrilarían, recuerda el ar-queólogo Eudald Carbonell, codi-rector de Atapuerca y especialistaen la evolución de las tecnologías.“Con los viajes interestelares pasa-rá lo mismo. Son imposibles conlas tecnologías actuales. Pero creoque en el futuro habrá tecnologíasque los harán posibles.”

“En estosmomentos unviaje relativista

es inimaginable, lo cual noquiere decir que no llegue aproducirse en el futuro. Yo nocreo que ocurra dentro de estesiglo que empieza. Con la menteactual yo no me embarcaría enun viaje a las estrellas. Esimprescindible un cambio enel espíritu. En un viaje así sepodrían llevar muy pocas cosasmateriales. Lo más importantees tener la mente clara y saberlo que se va a hacer. La claveestá en tener la conciencia enpaz, porque puede ser un viajesin retorno. Por eso, alemprender un viaje así, unodebe llevarse recuerdos de laspersonas a las que ama.” –AITZIBER AZPEITIA

MANUELJALÓNIngenieroe inventorde la fregona

...A LA REALIDAD

Voz en off

“Yo no meembarcaría en unviaje a otra estrella”

Tras viajar a través del universo,Bowman vive el resto de sus días

en un entorno que simula la Tierra:¿una profecía de la realidad virtual?

REALIDAD VIRTUALPRÓXIMO CAPÍTULO

Rumbo alas estrellas

EL “VIAJE”Un viaje interestelar a velocidades próximas a la de la luz como el queemprende el astronauta Dave Bowman en “2001...” no es imposible.Pero la tecnología actual sólo ha conseguido impulsar a velocidades

tan altas partículas subatómicas en el interior de aceleradores

LA VANGUARDIA / EPA

El viaje tripulado alas estrellas es posiblesegún las leyes físicas,pero imposible con latecnología actual

DE LA FICCIÓN...

34 LAVANGUARDIA S O C I E D A D JUEVES, 28 DICIEMBRE 2000

Page 28: 2001 la odisea continúa

FÈLIX BADIA

Imaginemos que, para ha-cer turismo, ya no es nece-sario coger un avión, nohay que cumplir horariosni hay que buscar taxi. Lacomidade todos los restau-

rantes es excelente y en los hotelesnunca hay vecinos ruidosos. Co-mo esta conjunción de elementoses en la realidad prácticamente im-posible, habría que recurrir a la tec-nología, y puede que en el futuropodamos hacer turismo de salóngracias a la informática. En“2001...”, el astronauta Bowmanno hace precisamente turismo, pe-ro cuando en la escena final agoni-za en una habitación con decora-ción estilo Luis XVI, en realidades objeto de una especie de alucina-ción electrónica, lo que hoy llama-ríamos “realidad virtual”, un tér-mino acuñado años después peroque ya se insinuaba en la película.

Hoy esta tecnología no ha alcan-zado, ni mucho menos, esos nive-les, pero ya ofrece aplicaciones, so-bre todo industriales. Pere Brunet,uno de los responsables del Centrode Realidad Virtual (CRV) de laUniversitat Politècnica de Cata-lunya (UPC), explica que el diseñoindustrial, la arquitectura o la me-dicina ya recurren a ella.

Grúas virtuales

El CRV tiene una sala en laque el usuario puede practi-car una inmersión en reali-

dad virtual. Una de sus utilidadeses observar desde el interior el dise-ño de un prototipo de automóvil o,para losmédicos, ver una represen-tación tridimensional y casi real delos órganos del paciente al que ope-rarán al cabo de unos días. El cen-

tro ha desarrollado proyectoscomo simuladores de grúas portua-rias que recrean condiciones climá-ticas adversas, y su tecnología pue-de servir para entrenar profesiona-les de riesgo, como bomberos.

“La tecnología está mejorando,pero aún queda mucho por hacer,sobre todo en la definición de ima-gen. Probablemente en cuatro ocinco años estos sistemas mejora-rán notablemente”, dice Brunet.

Por ahora, cuando se habla derealidadvirtual el concepto se limi-ta a la imagen y, en ocasiones, alsonido. Sin embargo, diversas em-presas investigan en tecnologías so-bre tacto, olfato y gusto, aunqueson aún técnicas poco maduras.

Una empresa norteamericana,DigiScents, ha creado una tecnolo-gía para que un ordenador o untelevisor que emita un anuncio de-terminado pueda emitir tambiénaromas. Con todo, se trata de un

sistema aún poco desarrollado, ba-sado en pocos olores básicos. Algoparecido sucede con los sabores.TriSenx, otra empresa estadouni-dense, ha anunciado ya un sistemapara crear sabores artificiales conmedios electrónicos. eVineyard.com, empresa de Internet especiali-zada en vinos, prevé que pronto–aunque sea una blasfemia paralos enólogos– puedan venderse porInternet productos que se huelan yprueben en casa mediante la red.

Tambien hay iniciativas respec-to al tacto. Diversas empresas in-

vestigan tecnologías que permitana los médicos simular determina-das intervenciones o exploracio-nes. Sin embargo, Pere Brunet ad-vierte que, respecto al tacto, quedamucho por hacer, porque reprodu-cir una sensación táctil conmedioselectrónicos es aún muy difícil.

Todas éstas son iniciativas aúnpoco maduras y sólo aptas paraaplicaciones muy específicas, e in-cluso anecdóticas. Pero puede que,en el futuro, unmismo sistemaper-mita aunar tecnologías de realidadvirtual para los cincos sentidos.Ese día tal vez sea el principio delfin de la industria turística.

“La realidadvirtual haexistidosiempre. En

el momento actual entreimaginación y realidad virtual seestablece la misma relación queentre un libro y una película.Cuando lees imaginaslibremente y como espectadoraceptas lo que te muestran. Lasnuevas tecnologías nos aportanmayor concreción, pero limitanla percepción porque nos lo dantodo hecho. La realidad virtuales más precisa pero, al mismotiempo, más limitada que laimaginación. Todo esto aplicadoal cine es un campo que estáempezando, pero que ya hallegado a grados de sofisticaciónmuy grandes. La creación defantasmas llegará a tener unaverosimilitud apasionante oterrorífica, según se mire.” –AITZIBER AZPEITIA

GONZALOSUÁREZDirector decine y escritor

“Las nuevastecnologías limitannuestra percepción”

...A LA REALIDAD

Voz en off

Bowman acaba integrándose enuna forma de vida basada no en lamateria, sino en la conciencia. ¿Eseste el destino de la humanidad?

UNIVERSO NEURONALPRÓXIMO CAPÍTULO

Al final de “2001...”, el astronauta Bowman agoniza en un lugarficticio, parecido a lo que hoy llamaríamos realidad virtual. Pero estatecnología debe desarrollarse mucho para alcanzar ese nivel. Con todo,hoy ya se utilizan estas técnicas para fines industriales y para ocio

Alucinacioneselectrónicas

REALIDAD VIRTUAL

KOBAL / REUTERS

Hoy la realidadvirtual se limita avisión y sonido, peroya se investiga sobretacto, olor y gusto

DE LA FICCIÓN...

36 LA VANGUARDIA S O C I E D A D VIERNES, 29 DICIEMBRE 2000

Page 29: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLA

Cincosiglos deméto-do científico hanminado una de lasideas básicas quetienen las religio-nes clásicas: la idea

de que hay vida después de la vida.La teoría de la evolución ofreceuna alternativa para trascender:hay otras vidas, pero las viviránotros.Desde este puntode vista, ca-da persona (y cada pulga también,por cierto) es un eslabón en la cade-na de la vida: es un depositario aquien se da la vida por un instantepara que entregue el relevo y des-pués desaparezca. Parco consuelopara quien aspira a que sobrevivano sólo su ADN, sino su concien-cia. Después de la teoría de la evo-lución, se ha propuesto que tam-bién la conciencia puede trascen-der. Pero el consuelo sigue siendopequeño: los pensamientos perma-necen, pero los pensarán otros.Borges fue el gran gurú de esta ideaque después ha sido desarrolladapor el biólogo Richard Dawkins.El final de “2001...” parte de estedesconsuelo y propone precisa-mente que la humanidad puedetrascender por el conocimiento.

Sin cuerpo

Según se entiende en la nove-la, más que en la película, elastronauta Dave Bowman es

absorbido por una forma de inteli-gencia que se basa no en la mate-ria, sino en la conciencia. El cuer-po de Bowman se degrada y mue-re, pero sus conocimientos, percep-ciones y recuerdos se integran enesta inteligencia sin cuerpo que flu-ye por el Universo.“Estamos en una fase inicial en

la evolución de la inteligencia, pe-ro en una fase tardía en la evolu-ción de la vida. La auténtica inteli-gencia no será biológica”, explicódespués del estrenoArthurC.Clar-ke, autor de la novela y coautor delguión.El director Stanley Kubrick, que

nunca quiso dar supropia interpre-tación del final de la película parano “restringir el placer de los espec-tadores y negarles sus propias reac-ciones emocionales”, admitió estaexplicación: “Bowman es llevadoante entidades de tipo divino quehan trascendido lamateria y ahorason criaturas de pura energía –de-claró–. Pueden haber progresado apartir de especies biológicas y ha-ber desarrolladouna conciencia co-lectiva inmortal”.Por esotéricas que parezcan es-

tas opiniones, hay científicos quelas comparten. Según el arqueólo-go Eudald Carbonell, codirector

de las excavaciones deAtapuerca yespecialista en evolución de la tec-nología, “ahora somos capaces,por primera vez en la historia, demodificar el ADN, que es el sopor-te de la vida. Podemos modificarde manera consciente nuestra pro-pia evolución y, con la inteligenciaartificial, podemos hacer que laconciencia cambie de soporte”. Sihan evolucionado otras formas devida inteligente en elUniverso, “se-guro que han abandonado el ADNo su equivalente y han cambiadode soporte”, afirma Carbonell,

quien sin embargo reconoce que es-ta afirmación no se puede compro-bar científicamente por ahora.Lo que verdaderamente se salva

con este planteamiento,más que lavidao la conciencia, es la vieja dua-lidad entre cuerpo y alma: muereel cuerpo, pero permanece el espíri-tu. Es decir, se salva una formamuy humana de ver la vida y lamuerte. Probablemente alguien enel Universo habrá pensado en unamanera más imaginativa de tras-cender. Tal como escribió Clarkeen un prólogo de “2001...”, “la ver-dad, como siempre, será bastantemás extraña”.

“¿El final de‘2001...’? Trasel viaje decolores

lisérgicos, la cápsula espacialaparece en una sala de mueblesantiguos y suelo de discoteca delos sesenta. El protagonista seve a sí mismo, mayor, comiendo.Y ese sí mismo mayor se ve a símismo, más mayor aún y–quizá– agonizando. Y ese símismo más mayor aún ve elmonolito a los pies de la cama, ydiversas otras imágenes, entrelas cuales un feto. Y ya está. Esees el final. ¿De verdad importaque el monolito ‘simbolice’ aDios o lo inalcanzable? Intentar‘entender’ las obras de arte abase de aplicarles fórmulasmatemáticas –donde x sea elmonolito; y, la humanidad; y z,el feto– es estéril y ramplón.”–AITZIBER AZPEITIA

QUIMMONZÓEscritor

“¿Importa que elmonolito ‘simbolice’lo inalcanzable?”

...A LA REALIDAD

Voz en off

¿Es “2001...” una obra maestrao una película sobrevalorada?Defensores y detractores de

“2001...” aportan sus argumentos

CASO ABIERTOPRÓXIMO CAPÍTULO

Al final de la novela “2001...”, el astronauta Bowman se integra en unaforma de vida que fluye por el Universo y que se basa no en la materiacomo nosotros, sino en la conciencia. Pero por ahora los intentos de

captar inteligencias extraterrestres con radiotelescopios han fracasado

Están vivos perono son seres

UNIVERSO NEURONAL

KOBAL / REUTERS

“Estamos en una faseinicial en la evoluciónde la inteligencia”,explicó Clarke,coautor del guión

DE LA FICCIÓN...

32 LAVANGUARDIA S O C I E D A D SÁBADO, 30 DICIEMBRE 2000

Page 30: 2001 la odisea continúa

JOSEP CORBELLAAITZIBER AZPEITIA

Entre los más de ciencientíficos, cineas-tas, ingenieros, escri-tores y opinadoresvarios consultadospara hacer la serie de

artículos sobre “2001...”, que hoyconcluye, lamedalla de oro se la lle-va el paleontólogo Jordi Agustí, di-rector del Institut Miquel Cru-safont de Sabadell: vio la películacatorce veces en el cine “y tantasen vídeo que he perdido la cuen-ta”. Pero al lado de forofos comoAgustí, ha aparecido un sector depersonas que confiesan sin ruborque “2001...” no les gustó. Es más:les aburrió. Para ellos, “2001...” esuna película pretenciosa, soporífe-ra y esnob. ¿Quién lleva razón? ¿Es“2001...” la obra maestra más in-comprendida de la historia del ci-ne? ¿O el tostón más sobrevalora-do? ¿O ambas cosas a la vez?No hay modo de saber cómo se-

ría recibida “2001...”, incluso conefectos especiales modernos y fil-mada por un director del prestigioque teníaKubrick en 1968, si se hi-ciera hoy día: en el año 2001 no sefilman películas como “2001...”, locual indica que los grandes estu-dios no creen que una película deeste tipo pueda ser rentable.Hay un filmeque, sin ser compa-

rable –no tiene nada que ver conuna odisea espacial– puede serorientativa –porque es de Kubricky es reciente–: “Eyes wide shut”.Estrenada enmedio deuna gran ex-pectación, como “2001...” en sudía, fue un exitazo durante la pri-mera semana de exhibición. Des-pués se hundió.“El público actual está muy de-

cantado hacia el entretenimiento”,

constataÀlexGorina, director du-rante cinco años del festival de ci-ne de Sitges. “Esto probablemen-te no permitiría que una películacomo ‘2001...’ se convirtiera enun éxito de público masivo.” Co-sa que no impide, según Gorina,que siga siendo “una obra maes-tra, un punto y aparte en la histo-ria del cine, una película que pro-pone una reflexión moral e inte-lectual que no ha sido superada”.Pero una obra que se aparta de loque se lleva hoy día.c

“Igual que toda la filosofía es una nota apie de página de Platón, toda la ciencia ficciónde los últimos treinta años es una nota a pie depágina de ‘2001...’”

“La película me pareció una ‘collonada’ que norefleja la realidad. Lo realmente importante esque las investigaciones espaciales nos dan unalección de humildad, solidaridad y cooperación”

JORDI AGUSTÍ, paleontólogo JOAN ORÓ, bioquímico y profesor emérito

DEFENSORES

Voz en off

“Evito las películas de ciencia ficción porqueme pone nervioso su inconsistencia. Pero vi‘2001...’ por accidente y fue una revelación.Tiene un guión lleno de ideas brillantes”

“La vi siendo un chaval de 12 o 15 años y noentendí nada. Hace un año y medio la volví aver y sigo sin entender nada. Es una películademasiado intelectual para mí”

JORGE WAGENSBERG, director del Museu de la Ciència MICHAEL LÓPEZ–ALEGRÍA, astronauta de la NASA

“Me encanta ‘2001...’ , es un peliculón. Ves esanave flotando y dices: ¡claro, es que Straussescribió este vals para esta imagen! Una vez lohas visto resulta imposible no asociarlos”

“No me gustó nada. Recuerdo que fui al cineFlorida con el novio que tenía entonces y salímuy cabreada. ¡Qué estupidez de película!‘Alien’ o ‘Blade Runner’ son mucho mejor”

Nadie cuestiona que “Ciudadano Kane” o “El Padrino” sean obrasmaestras. Pero con “2001...” no hay unanimidad. Treinta y tres añosdespués de su estreno, la película de Stanley Kubrick (en la foto) tiene

grandes defensores y grandes detractores

Kubrick desatapasiones

JAVIER CÁMARA, actor MARUJA TORRES, periodista y escritora

CASO ABIERTO

“Es una obra maestra y profética, aunquealgunos modernos piensen que está pasada demoda. HAL es un personaje apasionante. Sumuerte es un momento cargado de emoción”

“Creo que Kubrick es el director mássobrevalorado de la historia del cine y ‘2001...’,una memez pretenciosa. Me produce unaburrimiento infinito”

ARCHIVO

GONZALO SUÁREZ, director de cine y escritor FERNANDO TRUEBA, director de cine

DETRACTORES

36 LAVANGUARDIA S O C I E D A D DOMINGO, 31 DICIEMBRE 2000