200 Textos Breves

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Nº 1 “EL MAL CORRE” Marco Denevi Marco Denevi, El Emperador de la China y otros cuentos , Buenos Aires, Huemul, 1981 Aparentemente sin ninguna razón (salvo la cadena al cuello durante todo el día y uno que otro latigazo) una noche el Perro dijo: - ¡Se acabó! Y se metamorfoseó en Lobo. Al ver a un animal salvaje entre sus tiernas flores, el jardín, contagiado, o quizá para defenderse del Lobo, se transformó en una selva. El Lobo, relamiéndose, pensaba: “Ahora verá ese déspota, ese fanfarrón, ese Hombre. Lo esperaré aquí y en cuanto asome le clavaré los dientes.” Al amanecer oyó pasos y se preparó para el ataque. Pero quien apareció fue el Orangután. ....................................................................................................................................................................................... Nº 2 “CARNEROS CON GARRAS” Álvaro Yunque El carnero viejo arengó a su rebaño: - Camaradas: los tigres no comen a los pumas, los cóndores no comen a los buitres, los cimarrones no comen a los zorros. Los animales de garras no atacan a los otros que también tienen garras, aunque éstos sean más chicos y más débiles. Atacan a los carneros o a las liebres o a los ciervos que no tienen más defensa que su carrera. ¡Y es preciso, carneros, que nos pongamos las garras también nosotros! Así nos libraremos de las persecuciones de zorros, cimarrones, buitres, cóndores, pumas y tigres. ....................................................................................................................................................................................... Nº 3 “TODO A SU TIEMPO” Marco Denevi Marco Denevi, El Emperador de la China y otros cuentos , Buenos Aires, Huemul, 1981 A las exequias del León concurrieron devotamente todos los animales. Todos, hasta los Caracoles. Pero los Caracoles llegaron los últimos. - ¿Para qué tanta prisa? – decían en el camino a quienes marchaban más rápidamente que ellos. Cuando por fin llegaron, hicieron muchos aspavientos, se echaron a llorar, repartieron pésames a diestra y siniestra, preguntaban a todo el mundo cómo había ocurrido aquella terrible desgracia. Hasta que el León, de un feroz zarpazo, los hizo papilla. - No tolero aguafiestas en la ceremonia de mi coronación – dijo el nuevo Rey de la Selva. ....................................................................................................................................................................................... Nº 4 “EL GUARDIÁN DEL REINO” (Fabulilla de Marco Denevi) Marco Denevi, El Emperador de la China y otros cuentos , Buenos Aires, Huemul, 1981 Los Monos dijeron: - ¿Quién mejor que la Jirafa para vigilar si se aproxima un enemigo? La nombraron, pues, guardiana del reino. Y mientras la Jirafa vigilaba el horizonte, ellos, sentados en el suelo, discutían acaloradamente. A la noche, todos los Monos estaban muertos, envenenados por los escorpiones, mordidos por las víboras, devorados por las chinches, asesinados por las arañas, comidos por las pulgas. Entretanto la Jirafa seguía vigilando los remotos horizontes. ....................................................................................................................................................................................... Nº 5 “AMISTAD” Leonardo Castellani M.E. Combi de Frattini, Letras 1 , Bs. As., Huemul, 1987. Yo tenía tres amigos. Uno me regalaba plata. Era un buen amigo. El otro una vez me puso la mano sobre la mano y me dijo: - Si te matan, yo me haré matar por vos. - ¿Por vos o con vos? – le dije. - Con vos – y no mentía. El tercer amigo cuando iba a verlo se ponía alegre. Era mi mejor amigo. ....................................................................................................................................................................................... Nº 6 “Un cuento de hadas” (Fabulilla de Marco Denevi) Marco Denevi, El Emperador de la China y otros cuentos , Buenos Aires, Huemul, 1981 - Había una vez un bípedo implume - narraba el Ruiseñor. ¡Basta de cuentos de hadas! - lo interrumpió el Ganso. - Los bípedos implumes no existen. Hablemos de la realidad. Hablemos de nosotros. - Oigan esto. Había una vez un Ganso... Y a lo lejos ya asomaba la escopeta del Cazador. ....................................................................................................................................................................................... 1

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Nº 1 “EL MAL CORRE” Marco Denevi Marco Denevi, El Emperador de la China y otros cuentos, Buenos Aires, Huemul, 1981

Aparentemente sin ninguna razón (salvo la cadena al cuello durante todo el día y uno que otro latigazo) una noche el Perro dijo: - ¡Se acabó!

Y se metamorfoseó en Lobo.Al ver a un animal salvaje entre sus tiernas flores, el jardín, contagiado, o quizá para defenderse del Lobo,

se transformó en una selva.El Lobo, relamiéndose, pensaba: “Ahora verá ese déspota, ese fanfarrón, ese Hombre. Lo esperaré aquí y

en cuanto asome le clavaré los dientes.”Al amanecer oyó pasos y se preparó para el ataque. Pero quien apareció fue el Orangután.

.......................................................................................................................................................................................Nº 2 “CARNEROS CON GARRAS” Álvaro Yunque

El carnero viejo arengó a su rebaño:- Camaradas: los tigres no comen a los pumas, los cóndores no comen a los buitres, los cimarrones no

comen a los zorros. Los animales de garras no atacan a los otros que también tienen garras, aunque éstos sean más chicos y más débiles. Atacan a los carneros o a las liebres o a los ciervos que no tienen más defensa que su carrera. ¡Y es preciso, carneros, que nos pongamos las garras también nosotros! Así nos libraremos de las persecuciones de zorros, cimarrones, buitres, cóndores, pumas y tigres........................................................................................................................................................................................

Nº 3 “TODO A SU TIEMPO” Marco Denevi Marco Denevi, El Emperador de la China y otros cuentos, Buenos Aires, Huemul, 1981

A las exequias del León concurrieron devotamente todos los animales. Todos, hasta los Caracoles. Pero los Caracoles llegaron los últimos.

- ¿Para qué tanta prisa? – decían en el camino a quienes marchaban más rápidamente que ellos.Cuando por fin llegaron, hicieron muchos aspavientos, se echaron a llorar, repartieron pésames a diestra y

siniestra, preguntaban a todo el mundo cómo había ocurrido aquella terrible desgracia.Hasta que el León, de un feroz zarpazo, los hizo papilla.- No tolero aguafiestas en la ceremonia de mi coronación – dijo el nuevo Rey de la Selva.

.......................................................................................................................................................................................Nº 4 “EL GUARDIÁN DEL REINO” (Fabulilla de Marco Denevi)

Marco Denevi, El Emperador de la China y otros cuentos, Buenos Aires, Huemul, 1981Los Monos dijeron:- ¿Quién mejor que la Jirafa para vigilar si se aproxima un enemigo?La nombraron, pues, guardiana del reino.Y mientras la Jirafa vigilaba el horizonte, ellos, sentados en el suelo, discutían acaloradamente.A la noche, todos los Monos estaban muertos, envenenados por los escorpiones, mordidos por las

víboras, devorados por las chinches, asesinados por las arañas, comidos por las pulgas.Entretanto la Jirafa seguía vigilando los remotos horizontes.

.......................................................................................................................................................................................Nº 5 “AMISTAD” Leonardo Castellani

M.E. Combi de Frattini, Letras 1, Bs. As., Huemul, 1987.Yo tenía tres amigos. Uno me regalaba plata. Era un buen amigo.El otro una vez me puso la mano sobre la mano y me dijo: - Si te matan, yo me haré matar por vos.- ¿Por vos o con vos? – le dije.- Con vos – y no mentía.El tercer amigo cuando iba a verlo se ponía alegre.Era mi mejor amigo.

.......................................................................................................................................................................................Nº 6 “Un cuento de hadas” (Fabulilla de Marco Denevi)

Marco Denevi, El Emperador de la China y otros cuentos, Buenos Aires, Huemul, 1981- Había una vez un bípedo implume - narraba el Ruiseñor. ¡Basta de cuentos de hadas! - lo interrumpió el Ganso. - Los bípedos implumes no existen. Hablemos de

la realidad. Hablemos de nosotros.- Oigan esto. Había una vez un Ganso...Y a lo lejos ya asomaba la escopeta del Cazador.

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Nº 7 “EL BURRO Y LA FLAUTA” Augusto Monterroso M.E. Combi de Frattini, Letras 1, Bs. As., Huemul, 1987.

Tirada en el campo estaba desde hacía tiempo una Flauta que ya nadie tocaba, hasta que un día un Burro que paseaba por allí resopló fuerte sobre ella haciéndole producir el sonido más dulce de su vida, es decir, de la vida del Burro y de la Flauta.

Incapaces de comprender lo que había pasado, pues la racionalidad no era su fuerte y ambos creían en la racionalidad, se separaron presurosos, avergonzados de lo mejor que el uno y el otro habían hecho durante su triste existencia........................................................................................................................................................................................

Nº 8 “EL GUIJARRO DEL ESPLENDOR” Jairo Aníbal Niño Guido y Planas, LENGUA Y LITERATURA 3, Bs.As., El Ateneo, l990

Los dos niños se escabulleron y uno de ellos agarró una piedrita azul que brillaba. Después de flotar un rato, penetraron en la nave.

El niño acercó al oído la piedrita y escuchó el rugido de un tigre.- ¿Oyes el mar? – preguntó el otro.- No. El mar se derramó.Cuando la gran nave se alejaba en el espacio, el planeta Tierra había desaparecido de su sistema solar. Estaba en el bolsillo de un niño oriundo del enorme planeta Agat.

.......................................................................................................................................................................................Nº 9 “LA VERDAD SOBRE EL CANARIO” (Fabulilla de Marco Denevi)

Marco Denevi, El Emperador de la China y otros cuentos, Buenos Aires, Huemul, 1981En estado salvaje era verde y no cantaba. Domesticado, preso en una jaula, se ha vuelto amarillo y gorjea

como una soprano.Que alguien atribuya esos cambios a la melancolía del encierro y a la nostalgia de la libertad… ¡Mentira!Yo sé que el muy cobarde antes era verde y mudo para que no lo descubrieran entre el follaje y ahora es

amarillo para confundirse con las paredes y los barrotes de oro de la jaula. Y canta porque así se conquista la simpatía cómplice del patrón.

Lo sé yo, el Gato........................................................................................................................................................................................

Nº 10 “LOS LOBOS” (Fabulilla de Marco Denevi) Marco Denevi, El Emperador de la China y otros cuentos, Buenos Aires, Huemul, 1981- ¡El lobo! ¡El lobo! – gritó la primera noche el Pastor.Todos oyeron sus voces, pero se quedaron quietecitos en sus casas, pensando: “No es asunto mío”. Y

el lobo devoró las ovejas del Pastor.- ¡El lobo! ¡El lobo! – volvió a gritar el Pastor la segunda noche. Pero todos, habituados a aquellos

gritos, siguieron durmiendo. Y el Lobo devoró al Pastor.La tercera noche nadie gritó: - ¡El lobo! ¡El lobo!Y esa noche todos tuvieron un Lobo en sus casas.

.......................................................................................................................................................................................Nº 11 “EL GESTO DE LA MUERTE” de Jean Cocteau

Borges, Bioy Casares y Ocampo, Antología de la literatura fantástica, Bs.As., Sudamericana, 1980Un joven jardinero persa dice a su príncipe:- ¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro,

quisiera estar en Ispahan.El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:- Esta mañana, ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?- No fue un gesto de amenaza – le responde – sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahan

esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan........................................................................................................................................................................................

Nº 12 “EL COLIBRÍ” Jorge W. Ábalos Aquí está otra vez el picaflor. Entra ruidosamente por la ventana del aula, y desdeñando la presencia de

veinticuatro alumnos que escriben en sus cuadernos y del maestro que les dicta, se dirige a su delicado nido y se instala allí, muy orondo. Veinticinco pares de ojos lo miran.

La suficiencia del tipejo nos hace sentir intrusos a nosotros. El nido apareció, completo ya, el lunes.Pronto no más se incorpora. Con zumbido de pájaro mecánico da unas vueltas por la habitación y sale

luego por la ventana, partiendo en dirección contraria a la que parecía encarar. Persisten en el aire no sólo su nervioso aleteo sino también las vibraciones del cambiante colorido de su bello plumaje. El colibrí nos ha sacado de esta inspirada clase de escritura............................................................................................................................................................

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Nº 13 “THE FEMALE ANIMAL” de Marco Denevi Marco Denevi, FALSIFICACIONES, Buenos Aires, Corregidor, 1984

Despertada por el canto de la alondra, Julieta se levanta del lecho, se viste de raso, de brocato y de terciopelo, se calza chapines de seda, aprisiona sus cabellos en una red de hilos de oro, se colorea las mejillas con agua de púrpura, los párpados con tierra de Egipto, los labios con pasta carmín, se adorna con collares, con pendientes, con pulseras, con anillos, se perfuma con esencias arábigas, se mira en el espejo, sonríe, suspira y sale al balcón. Toda Verona arde en riñas callejeras entre Montescos y Capuletos. En el centro de la vasta reyerta, Romeo se bate encarnizadamente con Teobaldo. Julieta espera un minuto, dos minutos, tres minutos. Después vuelve a entrar en su alcoba, se arranca los collares, los aros, los brazaletes, las sortijas, hace volar por el aire los chapines de seda, se rasga el raso, el brocato y el terciopelo, arremete contra el agua de púrpura, contra la tierra de Egipto y la pasta carmín, hace pedazos la red de hilos de oro, se sienta, grita: “¡Y para esto me vestí!”.......................................................................................................................................................................................

Nº 14 “PELAJES” Wimpi Arthur García Núñez (Wimpi), Los cuentos del viejo Varela, Bs. As., Freeland, 1978.

Decía que el abecedario había salido del pelo de los caballos.La a viene de alazán. La b viene de bayo. La c de colorao. La d de doradillo. La e de escuro…

.......................................................................................................................................................................................Nº 15 “ANÉCDOTA EN EL ZOOLÓGICO” Álvaro Yunque

“Puro Cuento”, Nº 16Exclamó el cóndor: -¡Soy un cóndor!Y la turba de aves, ofendida, se dijo. -¡Vanidoso!Un pato exclamó: -¡Soy un pato!Y la turba de aves, satisfecha: -¡Qué modesto!

.......................................................................................................................................................................................Nº 16 “LA MADRE” Álvaro Yunque

“Puro Cuento”, Nº 16La incubadora a la gallina seguida de diez pollos:- ¿Y por haber tenido diez hijos vas tan ufana? Yo tengo cientos y aún miles de hijos. Si el ser

madre te enorgullece así, ¿qué puedo sentir yo que soy cien veces madre todos los días?- Poné un huevo.

.......................................................................................................................................................................................Nº 17 “LA TRANSFORMACIÓN” Dora Ivnisky

“Puro Cuento”, Nº 14Nadie hubiera creído que fuese posible la transformación, pero aquel día un hermoso gato de porcelana

apareció adornando la vitrina; y al Michi, nunca más se lo vio............................................................................................................................................................Nº 18 “LA CIENCIA” Álvaro Yunque

“Puro Cuento”, Nº 16El lobo al perro:- Yo ladro como vos, y , sin embargo, el hombre a mí me persigue y a vos te alimenta.El perro al lobo:- Pero, ¿olvidás que yo, además de ladrar, sé lamer la mano?

...........................................................................................................................................................Nº 19 “LA PUNTA DE LA MADEJA” Gustavo Masso

“Puro Cuento”, Nº 8Cuando ella descubrió su primera cana quiso arrancarla de un tirón, pero como el odioso pelo blanco se

prolongaba, jaló y jaló, mientras su cuerpo se destejía, hasta que sólo quedó una niña, llorando asustada............................................................................................................................................................Nº 20 “CABALLEROS” Álvaro Yunque

“Puro Cuento”, Nº 16Se pusieron a jugar dos monos fulleros, tan hábiles jugadores, que debieron resignarse a jugar

honradamente............................................................................................................................................................Nº 21 “OTRA VEZ ‘LE CORBEAU ET LE RENARD’” Álvaro Yunque

“Puro Cuento”, Nº 16El cuervo subido a un árbol estaba, no con un queso según dice la fábula clásica, sí con un sangriento

pedazo de carne en el corvo pico. Llegó el zorro. El olor lo hizo levantar la cabeza, vio al cuervo banqueteándose, y rompió a hablar:

-¡Oh, hermoso cuervo! ¡Qué plumaje el tuyo! ¡Qué lustre!¿No cantas, cuervo? ¡Si tu voz es tan bella como tu reluciente plumaje, serás el más magnífico de los pájaros! ¡Canta, hermoso cuervo!

El cuervo se apresuró a tragar la carne, y dijo al zorro:- He leído a La Fontaine.

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Nº 22 “EL MALTRATADO” Wimpi M.E. Combi de Frattini, Letras 2, Bs. As., Huemul, 1987.

Licinio Arboleya estaba de mensual en las casas del viejo Críspulo Menchaca.Y tanto para un fregado como para un barrido.

Diez pesos por mes y mantenido.Pero la mantención era, por semana, seis marlos de choclo y dos galletas. Los días de fiesta patria le daban el choclo sin usar y medio chorizo.

Y tenía que acarrear agua, ordeñar, bañar ovejas, envenenar cueros, cortar leña, matar comadrejas, hacer las camas, darle de comer a los chanchos, carnear y otro mundo de cosas.

Un día Licinio se encontró en el callejón de los Lópeces con Estefanío Arguña y se le quejó del mal trato que el viejo Críspulo le daba. Entonces, Estefanío le dijo: “¿Y qui' hacés que no lo plantás? Si te trata ansí, plantálo. Yo que vos, lo plantaba...

Esa tarde, no bien estuvo de vuelta en las casas, Licinio - animado por el consejo del amigo - agarró una pala, hizo un pozo, plantó al viejo, le puso una estaca al lado, lo ató para que quedara derecho y lo regó.

A la mañana siguiente, cuando fue a verlo, se lo habían comido las hormigas.Nº 23 “LA OVEJA NEGRA” Augusto Monterroso Varios Autores, RELATOS FANTÁSTICOS LATINOAMERICANOS I, Madrid, Editorial Popular, 1989.

En un lejano país existió hace muchos años una oveja negra.Fue fusilada.Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para

que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura............................................................................................................................................................Nº 24 “LOS MOSQUITOS” Eduardo Galeano Varios Autores, RELATOS FANTÁSTICOS LATINOAMERICANOS I, Madrid, Editorial Popular, 1989.

Muchos eran los muertos en el pueblo de los nookta. En cada muerto había un agujero por donde le habían robado la sangre.

El asesino, un niño que mataba desde antes de aprender a caminar, recibió su sentencia riendo a las carcajadas. Lo atravesaron las lanzas y él, riendo, se las desprendió del cuerpo como espinas.

- Yo les enseñaré a matarme- dijo el niño.Indicó a sus verdugos que armaran una gran fogata y que lo arrojaran dentro.Sus cenizas se esparcieron por los aires, ansiosas de daño, y así se echaron a volar los primeros

mosquitos............................................................................................................................................................Nº 25 “TRISTE HISTORIA DE AMOR” Héctor Sandro

“Puro Cuento”, Nº 3Con hábiles y primorosos plegados hacía pajaritas de papel, y a solas, en la intimidad de su cuarto, les

enseñaba a volar. Una tarde de otoño, un fuerte viento abrió la ventana, y en la ráfaga propicia escaparon en bandada todas las pajaritas. Desengañado y dolorido, el hombre dobló muy delgado y largo su más fino papel, y con él se atravesó el corazón............................................................................................................................................................Nº 26 “CASO” Álvaro Yunque

“Puro Cuento”, Nº 16La cabra encontró unas hojas de la Ilíada y se las comió. Pero no baló en verso.

...........................................................................................................................................................Nº 27 “REENCUENTRO” Luis Fayad

“Puro Cuento”, Nº 14La mujer le dejó saber con la mirada que quería decirle algo. Leoncio accedió, y cuando ella se apeó del

bus, él hizo lo mismo. La siguió a corta distancia, y luego de algunas cuadras la mujer se volvió. Sostenía con mano firme una pistola. Leoncio reconoció entonces a la mujer ultrajada en un sueño y descubrió en sus ojos la venganza.

- Todo fue un sueño - le dijo. - En un sueño nada tiene importancia.- Depende de quién sueñe - dijo la mujer. - Éste también es un sueño.

...........................................................................................................................................................Nº 28 “A UN TIPO MÓVIL” Fabiana A. Frayssinet

“Puro Cuento”, Nº 14En el espacio en blanco selló su tiempo.A todos repetía: Soy inmortal.Su tiempo de sello se diluyó en tinta reseca y madera carcomida.- ¡Vete al demonio Gutemberg!- dijo.De tipos móviles pasó a una rotativa; sangre y tinta imprimieron el papel.Fue inmortal un día...Al otro, su cuerpo aplastado, fue diario de ayer.

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Nº 29 “LA OBRA MAESTRA” Álvaro Yunque “Puro Cuento”, Nº 16

El mono cogió un tronco de árbol, lo subió hasta el más alto pico de una sierra, lo dejó allí, y cuando bajó al llano, explicó a los demás animales:

- ¿Ven aquello que está allá? ¡Es una estatua, una obra maestra! La hice yo.Y los animales, mirando aquello que veían allí en lo alto, sin distinguir bien qué fuere, comenzaron a

repetir que aquello era una obra maestra.Y todos admiraron al mono como a un gran artista.Todos menos el cóndor, porque el cóndor era el único que podía volar hasta el pico de la sierra y ver que aquello sólo era un viejo tronco de árbol. Dijo a muchos lo que había visto; pero ninguno creyó al cóndor, porque es natural en el ser que camina no creer al que vuela............................................................................................................................................................

Nº 30 “PARÁBOLA” Henry Miller “Puro Cuento”, Nº 15

El discípulo hace llegar al sabio que vive perdido en el bosque un pedido para ir a verlo. Y el sabio le responde: "Claro, venga... venga a verme". Sólo que el camino es muy largo. Sin embargo, el discípulo sale. El camino está constantemente sembrado de obstáculos y, seguramente, es el maestro el que los coloca.

Pero el discípulo llega al final: supera todos los obstáculos y se presenta ante el maestro. Entonces, ambos se encuentran como iguales, como pares. Porque lo que importa, en definitiva, no es el maestro, sino el camino............................................................................................................................................................Nº 31 “LAS ÁNIMAS DE SAN DIEGO” Estanislao Castro Guido y Planas, LENGUA Y LITERATURA 3, Bs.As., El Ateneo, 1990.

Sintió cierta voluptuosidad ante la supercomputadora. Por fin su empeño y los muchos dólares invertidos tendrían recompensa. Antes de llegar allí había consultado a parapsicólogos y hechiceros, gurúes y nigromantes, rabinos y espiritistas, obispos y magos... Y hasta realizado algunas donaciones a los psicoanalistas, por las dudas. Pero ninguna había sabido responderle. Ahora, ante el aparato, volvía a sentirse poderoso. Casi tanto como cuando, en los años sesenta, pisaba bate en mano el campo de juego. Bastó una orden suya y el programador hizo tragar a la máquina varias preguntas:¨¿Se juega béisbol en el más allá? ¿Se realizan campeonatos? ¿Son muchos los equipos?”. La computadora las masticó durante algunos segundos y, perezosa, sólo vomitó tres "sí" y una línea de texto a modo de cierre: "El preguntón debuta el domingo en Las ánimas de San Diego."...........................................................................................................................................................Nº 32 “EL REALISTA” May Lorenzo Alcalá

May Lorenzo Alcalá, Cuentos cortos y cortísimos, Bs. As., Epsilon, 1981.Las matemáticas lo fascinaban. En el mundo de los números se sentía colmado, allí todo era ordenado,

exacto, cada cosa en su lugar – decía - como debería ser el mundo.Se levantaba siempre a la misma hora. Sus hijos, que detestaban su costumbre tempranera, comentaban

que seguramente algún gallo de veleta debía de haber anidado en sus orejas.Reuniones de directorio, conferencias, todo era cuantificable y reductible. En sus papeles nunca había

palabras que todo lo confunden, sólo números. Por eso hablaba poco.Últimamente había perdido el hábito de comentar las fluctuaciones de la bolsa. Ahora se limitaba a

preguntar qué gastos se habían hecho, cuánto dinero hacía falta.Murió de una manera extraña por lo que decidieron hacerle la autopsia. El caso se publicó en todas las

revistas médicas."...sin lugar a dudas, N.N., de cincuenta años, industrial, murió porque, desde hacía tiempo, había dejado

de soñar."...........................................................................................................................................................Nº 33 “EL HOGAR” Rabindranath Tagore

Iba yo lentamente por el camino de los campos, cuando el sol caído guardaba en el ocaso como un avariento, su último oro. La luz se hundía en la sombra, más honda cada vez, y la tierra viuda, segadas ya sus mieses, yacía silenciosa.

De pronto sonó por el cielo la aguda voz de un niño que cruzaba invisible la oscuridad, dejando el hilo de su canción suspenso en la hora callada. Su hogar lo estaría esperando al fin del llano seco, tras los cañaverales, al amparo de los plátanos, de las finas arenas, de los cocoteros y los verdinegros panes.

Me detuve un momento en mi solitario caminar, a la luz de las estrellas. La tierra profunda se extendía ante mí, abrazando una infinidad de hogares con cunas y camas, con corazones de madre y lámparas encendidas, con vidas jóvenes, alegres de esa alegría que no sabe lo que vale para el mundo...........................................................................................................................................................

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Nº 34 “POLEMISTAS” Luis M. Antuñano Grotta, Lobos y Wischñevsky, TALLER DE LECTURA 1, Bs.As., Losada, 1987.

Varios gauchos en la pulpería conversan sobre temas de escritura y de fonética. El santiagueño Albarracín no sabe leer ni escribir, pero supone que la palabra TRARA no puede escribirse. Crisanto Cabrera, también analfabeto, sostiene que todo lo que se habla puede ser escrito. -Pago la copa para todos -dice el santiagueño - si escribe trara. - Se la juego - contesta Cabrera; saca el cuchillo y con la punta traza unos garabatos en el piso de tierra. De atrás se asoma el viejo Álvarez, mira el suelo y sentencia:- Clarito, trara............................................................................................................................................................Nº 35 “EL MUNDO” Eduardo Galeano

“LA PLATA HOCHI”, diciembre ’91, Nª 5674Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.A la vuelta contó que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que éramos un mar de

fueguitos.- El mundo es eso - reveló. - Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz

propia entre todas las demás.No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente

de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.Nº 36 “LOS OJOS CULPABLES” Ah’Med Ech Chiruani

Borges, Bioy Casares y Ocampo, ANTOLOGÍA DE LA LITERATURA FANTÁSTICA, Bs.As., Sudamericana, 1980.

Cuentan que un hombre compró a una muchacha por cuatro mil denarios. Un día la miró y echó a llorar. La muchacha le preguntó por qué lloraba; él respondió: "Tienes tan bellos ojos que me olvido de adorar a Dios." Cuando quedó sola, la muchacha se arrancó los ojos. Al verla en ese estado el hombre se afligió y le dijo: "¿Por qué te has maltratado así? Has disminuido tu valor." Ella le respondió: "No quiero quehaya nada en mí que te aparte de adorar a Dios". A la noche, el hombre oyó en sueños una voz que le decía: "La muchacha disminuyó su valor para ti; pero lo aumentó para nosotros y te la hemos tomado." Al despertar, encontró cuatro mil denarios bajo la almohada.La muchacha estaba muerta............................................................................................................................................................Nº 37 “LA OTRA VIDA” May Lorenzo Alcalá

May Lorenzo Alcalá, Cuentos cortos y cortísimos, Bs. As., Epsilon, 1981.Quería reencarnarse; esta vida no le era suficiente y aspiraba a gozar (y sufrir) otra existencia.Se dedicó a buscar el modo de lograrlo, hasta que un día lo despertó la Muerte sin haber conseguido el

secreto.Entonces se dio cuenta de que, en su afán, no había vivido ésta.

...........................................................................................................................................................Nº 38 “PROVERBIO CHINO ANÓNIMO” Silvia Alastuey, AULA TALLER. TÉCNICAS DE ESTUDIO Y EXPRESIÓN, Bs. As., Innovaciones Educativas, 1990.

Cuando el arado está resplandesciente, el sable oxidado, la escalera del templo gastada, la del tribunal llena de yuyos... Y en fin, cuando el médico va a pie, el panadero a caballo y el literato en coche, la Nación está bien gobernada............................................................................................................................................................Nº 39 “DE LAS ARTES” Héctor SandroGuido y Planas, LENGUA Y LITERATURA 3, Bs. As., El Ateneo, 1990.

La bailarina terminó su filigrana de piruetas y cabriolas, y el balletómano dijo, admirado: "Es usted maravillosa, incorpórea, sublime; como escapada de una pintura de Degas."

"¡Qué perspicacia!", murmuró ella, confundida. Y de un rapidísimo salto en grand jetée volvió a colocarse en el cuadro............................................................................................................................................................Nº 40 “LA TRANSFORMACIÓN” Mario Quiroz LecónGuido y Planas, LENGUA Y LITERATURA 3, Bs. As., El Ateneo, 1990.

Empezó a sentir desde el otoño que algo raro estaba sucediendo.Uno de sus brazos pesaba mucho y su cuerpo era recorrido constantemente por un cosquilleo extraño.Al principio se resistió a lo que había adivinado como una transformación, pero después se dio por

vencido, pensando que en todo caso poco podía hacer para oponerse a esa inexplicable y poderosa fuerza que le provocaba tales sensaciones.

Hacía frío aquella mañana de otoño. Amanecía. De improviso escuchó el retoño humano que se dirigía con gritos alarmados a su madre:

-¡Mira, mamá, el manzano tiene en una de sus ramas un enorme racimo de uvas!...........................................................................................................................................................

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Nº 41 “CUENTO CRUEL” Villiers de L’Isle Adam “Puro Cuento”, Nº 31

Desfile patriótico. Cuando pasa la bandera un espectador permanece sin descubrirse. La muchedumbre rezonga, luego grita:"¡El sombrero!" y se lanza contra el recalcitrante, que persiste en menospreciar el emblema. Algunos patriotas le darán su merecido... Se trataba de un gran mutilado de guerra que tenía amputados los dos brazos............................................................................................................................................................Nº 42 “BODAS DE FUEGO” Guillermo Samperio

“Puro Cuento”, Nº 2Un cerillo, ataviado de novio, sale hacia la iglesia. Al llegar, se entera, por boca de los cerillos parientes,

que la novia escapó en compañía de un cerillo vestido de amante. El novio frota su cabeza contra la desgracia y parece un pequeño bonzo ardiendo bajo el cigarro............................................................................................................................................................Nº 43 “DILEMA PARA REYES” Marco Denevi

El Rey ordenó comparecer a su Primer Ministro y le dijo:- Ahora sé a quién le debo mi mala fama. Eres tú quien ha difundido la calumnia de que soy un hombre

despótico, vengativo, cruel, rencoroso, feroz, despiadado.Y que además acumulo inmensas riquezas gracias al pillaje y el latrocinio.

El Primer Ministro le contestó:- Es cierto. Te calumnié en tu provecho. Si revelase que eres amable, justo, pío, cortés, generoso y

encima pobre, estarías perdido. Tus enemigos no sentirían el menor temor de ti y ya te habrían desalojado del trono. En cambio, creyéndote el monstruo que les pinté, se cuidan muy bien de hostigarte.

El Rey pensó: "¿Qué vale más? ¿Mi trono de rey o mi reputación de hombre?"Esa duda todavía lo roe en el Infierno.

Nº 44 “CARAPÁLIDA” Jairo Aníbal Niño Guido y Planas, LENGUA Y LITERATURA 3, Bs. As., El Ateneo, 1990.

El doctor Benjamín Cooper se acercó al jefe indio y dijo: - Ese hombre está en las últimas. No puedo hacer nada por él. Se está muriendo.

- Así es - afirmó el indio.- Más que la herida de flecha, más que el cansancio y la edad, a este hombre lo ha matado la soledad -

dijo el doctor. Y agregó: -¿Por qué lo han mantenido tan rígidamente aislado?El indio miró al hombre blanco y con una voz suave, como paso de venado, exclamó: - Él nos dijo que era

el llanero solitario............................................................................................................................................................Nº 45 “REMEDIO” Álvaro Yunque

“Puro Cuento”, Nº 16A la corte del tigre, señor de las selvas, llegaron algunos animales sabios huidos de un circo ambulante.Las costumbres de la corte eran crueles. El zorro, cortesano del tigre, quiso alarmar a éste: - Quizás las

costumbres de la corte lastimarán la sensibilidad de los animales sabios...- Tenés razón - respondió el tigre. - Es necesario impedir que les ocurra esto a los animales sabios.Y los expulsó de la selva.

...........................................................................................................................................................Nº 46 “RECUERDO SIN IMPORTANCIA” Guillermo M. Ferreyro

“Puro Cuento”, Nº 16Cuando yo era chico, cazaba moscas con la mano y las encerraba en un frasco.Me entretenía viéndolas chocar desesperadas contra las paredes de vidrio.Una noche me despertó el vuelo rasante de un moscardón. Quise encender la luz pero no pude encontrar

el interruptor. Miles de moscas me rodearon. Pensé que todo estaba perdido hasta que una de ellas logró abrir la tapa y pude escapar................................................................................................................................................................................................

Nº 47 “LA BUENA CONCIENCIA” Augusto Monterroso Varios Autores, RELATOS FANTÁSTICOS LATINOAMERICANOS I, Madrid,

Editorial Popular, 1989.En el centro de la Selva existió hace mucho una extravagante familia de plantas carnívoras que, con el

paso del tiempo, llegaron a adquirir conciencia de su extraña costumbre, principalmente por las constantes murmuraciones que el buen céfiro les traía de todos los rumbos de la ciudad.

Sensibles a la crítica, poco a poco fueron cobrando repugnancia a la carne, hasta que por último se negaron a comerla, asqueadas a tal grado que su simple vista les producía náuseas.

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Entonces decidieron volverse vegetarianas.A partir de ese día se comen únicamente unas a otras y viven tranquilas, olvidadas de su infame pasado.

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........Nº 48 “EL FLAUTISTA ELECTRÓNICO DE HAMELIN” René Avilés Fabila

“Puro Cuento”, Nº 2Como no quisieron pagarle sus servicios, el flautista, furioso, decidió vengarse raptando a los niños de

aquel ingrato pueblo. Los conduciría por espesos bosques y altas montañas para finalmente despeñarlos en un precipicio. Sus padres jamás volverían a verlos. Para ello no era suficiente su flauta mágica, sino algo más poderoso. Optó, entonces, por prender el aparato televisor: los niños encantados lo siguieron hacia su perdición................................................................................................................................................................................................Nº 49 “SUICIDIO” Fernando Ruiz Granados

“Puro Cuento”, Nº 3Adelina se asomó a la calle desde la azotea, y vio los autos circulando por la vena de cemento de la

avenida principal. Se paró en la cornisa del edificio y caminó haciendo equilibrio con los brazos. El viento hacía ondular su vestido y lo ceñía contra su vientre abultado. Volvió a mirar hacia abajo y se dio cuenta de que una multitud la miraba expectante. Imaginó la angustia de sus rostros, sus respiraciones contenidas por el terror. Luego, saltó al vacío. En la caída todavía pudo ver los pisos del altísimo edificio pasando vertiginosamente. Después, se despedazó contra el pavimento. En ese momento estallaron los aplausos................................................................................................................................................................................................Nº 50 “EL CRIMEN” Edmundo Valadés

“Puro Cuento”, Nº 3En el sueño, fascinado por la pesadilla, me vi alzando el puñal sobre el objeto de mi crimen.Un instante, el único instante que podría cambiar mi designio y con él mi destino y el de otro ser, mi

libertad y su muerte, su vida o mi esclavitud, la pesadilla se frustró y estuve despierto.Al verme alzando el puñal sobre el objeto de mi crimen, comprendí que no era un sueño volver a decidir

entre su vida o mi libertad, entre su muerte o mi esclavitud.Cerré los ojos y asesté el golpe.¿Soy preso por mi crimen o víctima de un sueño?

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........Nº 51 “NOUVELLE CUISINE” Carlos Bagué

“Puro Cuento”, Nº 3A Cipriano Gramajo le fue fácil responder a la pregunta inicial del test. Gastronómico con experiencia,

escribió "arroz de grano largo" como el indicado para cocinar risottos y paellas. No se dejó sorprender en el segundo paso del cuestionario, recordó que un huevo fresco puesto en agua toca fondo, si no, flota. En media hora - con languidez de estómago - entregó las respuestas. De inmediato le dieron el delantal de pinche. Fue presentado a Herr Hoffman, amo y señor de hornallas y calderos. Tuvo un leve estremecimiento cuando su jefe le pasó el primer niño para envolver. Aún estaba tibio, pero la crisis del pequeño país le impuso callar. "Es la especialidad de la casa", explicó Herr Hoffman encendiendo el horno. Gramajo creyó ver un ligero movimiento en la forma. "Parpadea", se dijo y continuó en lo suyo................................................................................................................................................................................................Nº 52 “ÚLTIMO CUENTO” Juan García Reig

“Puro Cuento”, Nº 5- En sus cuentos breves el tema de la muerte suele aparecer con cierta frecuencia, ¿a qué se debe?- No es un tema privativo de mis cuentos, habrá notado que en la vida también suele aparecer con cierta

frecuencia.-¿No teme jugar con la muerte?- Soy un escritor temerario.- ¿Qué está escribiendo ahora?- Un cuento trivial: el escritor que dialoga con la Muerte y la muy pícara lo sorprende en la mitad de una

palabra.- ¿Cuál palabra?- No sé, pero seguramente le va a faltar la última sílaba y el cuento quedar inconclu

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........Nº 53 “EL DICCIONARIO” Carlos Fernández

“Puro Cuento”, Nº 10El hombre abrió el diccionario dos veces y las primeras palabras que encontró fueron “destino” y

“metástasis”, y desde ese día supo de qué iba a morir.

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Nº 54 “AJEDREZ” Diego Germán Pertovt “Puro Cuento”, Nº 10

Todo estaba dispuesto en el campo de batalla. Las tropas del rey blanco avanzaron sobre el frente. Su adversario dudoso imitó la jugada, habían quedado enfrentados.

Las cosas andaban mal para el primer bando, pero la caballería heroica, entró en acción. No había sucedido nada definitivo hasta que a las 3 PM, la masacre, como el cristianismo, se difundió terriblemente.

A pesar del combate, los reyes, seguían haciendo travesuras. El rey negro engañaba a su mujer, pero ésta, absolutamente fiel, lo defendió con su muerte.

En cambio, el blanco la envió para heredar su fortuna.Los dos lo sabÍan bien, estaban pecando contra Dios, ... "y las tablas cayeron sobre ellos."

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........Nº 55 “EL DISCÍPULO” Marco Denevi F. Sorrentino y otros, 36 CUENTOS ARGENTINOS CON HUMOR, Bs. As., Plus Ultra, 1979.

Durante largo tiempo el discípulo es atendido por un ayudante del Maestro. "¿Cuándo conoceré al Maestro?", pregunta el discípulo. Todas las veces el ayudante le responde de mal modo: - Cuando seas digno de él. El discípulo inclina humildemente la cabeza y estudia con ardor para ser digno del Maestro. Hasta que comprende que el ayudante es el propio Maestro y que ha sido él, el discípulo, quien lo rebajó de categoría. El Maestro lo había sabido desde el primer momento y se había vengado con aquella arrogante contestación................................................................................................................................................................................................Nº 56 “EL JACHA” Leonardo Castellani F. Sorrentino y otros, 36 CUENTOS ARGENTINOS CON HUMOR, Bs. As., Plus Ultra, 1979.

El Jacha era bravucón. Un día estaba tomando mate con un paisano en el boliche de Ventura, se mamaron bien los dos, empezaron a bravuconear, después a amenazar, después a insultar y después sacaron los cuchillos y se atropellaron.

El Jacha era bravucón pero cobarde. Quería batifondo pero no hasta el fin, por lo cual vio con alegría que se levantaban todos los presentes a desapartarlos. Pero da la casualidad que todos lo asujetan al Jacha, mientras al otro solamente uno o dos, que era un paraguayo grandote, y forcejeando parecía que ya no más se iba a soltar. ¡Amigo! Cuando ve eso el Jacha empezó a los gritos:

-¡Asujetelón! – decía - ¡Asujetelón!¡Asujetelón al otro!¡Asujetelón al otro!¡Que yo, mal que mal, me asujeto solo!...............................................................................................................................................................................................Nº 57 “EL JACHA” Leonardo Castellani F. Sorrentino y otros, 36 CUENTOS ARGENTINOS CON HUMOR, Bs. As., Plus Ultra, 1979.

El Jacha tenía un lindo alazán tornado, y andando el tiempo se casó con una viuda muy rica, pero mala. Le empezó a ir muy mal a don Ramón, como le habían predicho sus amigos. Pero el paraguayo no se ahogaba en playo. Se avivó, pensó bien el problema y en un golpe de audacia, perdió el caballo y se ganó una mujer buena.

Pero ésta es una historia demasiado larga. Para otro día la dejamos. Algunos dicen que el Jacha copió esta historia de alguna comedia de Shakespeare, The Taming of the Shrew. Pero ¡qué! A lo mejor los ingleses la han copiado del Jacha................................................................................................................................................................................................Nº 58 “PALABRAS DIFÍCILES” Wimpi Wimpi, LOS CUENTOS DEL VIEJO VARELA, Bs. As., Freeland, 1978.

Posidonio Leanez había estado un tiempo en la capital. Y volvió al pago sabiendo un mundo de palabras nuevas.

Una ocasión invitó a varios amigos a un asado, entre ellos el juez.Hacía rato ya que estaban todos y el juez no llegaba.Impaciente, Posidonio mandó al gurí a buscarlo: - Vaya y digalé al juez ¿me oye? , vaya y le dice si va a

venir al asao o viceversa...Y en tanto que el gurí iba, siguieron hablando Posidonio y los otros convidados.De repente uno de ellos - Ufrosio Alegría - hizo acuerdo de un tal Froilán Pérez y preguntó:

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- Tucumano, él ¿no?Y Posidonio, recordando a su vez que Froilán había desaparecido en una creciente dijo: - Sí. Pero ya nu'

ejerce................................................................................................................................................................................................Nº 59 “UN GALLEGO EN LA ESTACIÓN” Chiste anónimo

Un gallego, para no pasar por ignorante, observa atentamente cómo compra su boleto el pasajero anterior a él.

Pasajero: - Florida, Ida.Gallego: -Lanús, Ús.

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........Nº 60 “UN ALTRUISTA” Marco Denevi M. Denevi, FALSIFICACIONES, Bs. As., Corregidor, 1984.

Shylock practica la usura para que sus clientes no añadan, a la deuda en dinero, la otra deuda, la más pesada de todas:la gratitud................................................................................................................................................................................Nº 61 “LOS ENEMIGOS SIEMPRE ESTÁN LEJOS” Marco Denevi M. Denevi, FALSIFICACIONES, Bs. As., Corregidor, 1984.

Caballeros, paladines, héroes, santos, monjes y escuderos, todos en la flor de la edad, salieron en busca del Dragón. Regresaron con la noticia de que el Dragón no existía, era una fábula, un mito, acaso un truco de los viejos para amedrentar y mantener en raya a los jóvenes.

Sin embargo habían pasado junto al Dragón. Pero no lo reconocieron porque el Dragón toma una apariencia terrorífica sólo a la distancia.

Visto de cerca parece una criatura inofensiva y hasta hermosa.Nº 62 “ÉTICA DE LA CELESTINA” Marco Denevi M. Denevi, FALSIFICACIONES, Bs. As., Corregidor, 1984.

Melibea: -No debo, señora. Celestina: - Di "no quiero". Eso es respetable y yo me marcho, pero no digas "No debo" porque entonces me encarnizo................................................................................................................................................................................................Nº 63 “PENSAMIENTOS DEL SEÑOR PEROGRULLO” Marco Denevi M. Denevi, FALSIFICACIONES, Bs. As., Corregidor, 1984.

Hay santos que hablan del infierno como si lo conocieran................................................................................................................................................................................................Nº 64 “RAZÓN DE AMOR” Marco Denevi M. Denevi, FALSIFICACIONES, Bs. As., Corregidor, 1984.

La Madre de la Bella: - Sólo se puede amar a un ser hermoso.La Bella: - Entonces la Bestia es hermosa, puesto que la amo.

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........Nº 65 “EXPERIENCIA” Marco Denevi M. Denevi, FALSIFICACIONES, Bs. As., Corregidor, 1984.

El viejo: - ¡Señora, soy incapaz!La Celestina: - Dígame que es impotente. Porque capaz, todo hombre lo es.

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........Nº 66 “REALISMO FEMENINO” Marco Denevi M. Denevi, FALSIFICACIONES, Bs. As., Corregidor, 1984.

Teresa Panza, la mujer de Sancho Panza, estaba convencida de que su marido era un botarate porque abandonaba hogar y familia para correr locas aventuras en compañía de otro aún más chiflado que él. Pero cuando a Sancho lo hicieron (en broma, según se supo) gobernador de Barataria, Teresa Panza infló el buche y exclamó: ¡Honor al mérito!...............................................................................................................................................................................................Nº 67 “EL JUICIO DE PARIS DE LA MEMORIA” Marco Denevi M. Denevi, FALSIFICACIONES, Bs. As., Corregidor, 1984.

Paris debió dictaminar quién era la más bella entre Juno, Minerva y Venus. Eligió a Venus porque, en su adolescencia, había visto a Juno y a Minerva y ahora le parecieron menos hermosas que en el recuerdo que conservaba de ambas.

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........Nº 68 “LA MUJER IDEAL NO EXISTE” Marco Denevi M. Denevi, FALSIFICACIONES, Bs. As., Corregidor, 1984.

Sancho Panza repitió, palabra por palabra, la descripción que el difunto don Quijote le había hecho de Dulcinea.

Verde de envidia, Dulcinea masculló:- Conozco a todas las mujeres del Toboso. Y le puedo asegurar que no hay ninguna que se parezca ni

remotamente a esa que usted dice. ...............................................................................................................................................................................................Nº 69 “LOS ARDIDES DE LA IMPOTENCIA” Marco Denevi M. Denevi, FALSIFICACIONES, Bs. As., Corregidor, 1984.

Quizá Dulcinea exista, pero don Quijote le hace creer a Sancho lo contrario porque es incapaz de amar a una mujer de carne y hueso................................................................................................................................................................................................Nº 70 “LA QUE NO ESTÁ” Ana María Shua “PURO CUENTO”, Nº 36

Ninguna tiene tanto éxito como La que No Está. Aunque todavía es joven, muchos años de práctica conciente la han perfeccionado en el sutilísimo arte de la ausencia. Los que preguntan por ella terminan por conformarse con otra cualquiera, a la que toman distraídos, tratando de imaginar que tienen entre sus brazos a la mejor, a la única, a La que No Está................................................................................................................................................................................................Nº 71. “LAS MUJERES SE PINTAN” Ana María Shua(“PURO CUENTO”, Nº 36)

Las mujeres se pintan antes de la noche. Los ojos, la nariz, los brazos, el hueco poplíteo, los dedos de los pies. Se pintan con maquillajes importados, con témperas, con lápices de fibra. En el alba, ya no están. A lo largo de la noche y de los hombres, se van borrando...............................................................................................................................................................................................

Nº 72. “LA ORUGA” Leonardo Da Vinci(Grotta, Lobos y Wischwevsky, Taller de Lectura 1, Bs. As., Losada, 1987)

Inmóvil sobre una hoja, la oruga miraba a su alrededor: unos cuantos cantaban, otros corrían, aquellos volaban, todos los insectos estaban en continuo movimiento. Sólo ella, pobrecita, no tenía voz, ni corría, ni volaba.

Con gran fatiga conseguía moverse, pero tan despacio que cuando pasaba de una hoja a otra le parecía que había dado la vuelta al mundo.

Sin embargo no envidiaba a nadie. Sabía que era una oruga y que las orugas debían aprender a hilar una saliva finísima para tejer con arte maravilloso su casita.

Por eso, con mucho entusiasmo empezó su trabajo. En poco tiempo, la oruga se encontró envuelta en un tibio capullo de seda y aislada del mundo.

- ¿Y ahora? - se dijo.- Ahora espera - le respondió la voz de la naturaleza. - Ten un poco de paciencia y ya verás.En el momento justo la oruga se despertó y ya no era una oruga.Salió del capullo con dos alas preciosas pintadas de vivos colores y rápidamente voló a lo más alto del

cielo................................................................................................................................................................................................Nº 73. “EL PERRO Y LA LANZA” (Adaptación de Melchor de Santa Cruz de Dueñas)

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(Grotta, Lobos y Wischwevsky, Taller de Lectura 1, Bs. As., Losada, 1987)Un hombre que se llamaba Pedro el Negro, atravesaba una vez un paraje cerca de la ciudad de Toledo en

España.Le salió al cruce, entonces, un tremendo perro cuidador de un ganado y lo atacó dispuesto a morderlo.Pedro el Negro tomó de inmediato su lanza y lo mató. El dueño del mastín lo demandó entonces ante la

justicia para que le pagase lo que valía el perro.En el juicio, el juez le preguntó: - ¿Por qué cuando el perro lo vino a morder no se defendió usted con el

asta de la lanza y lo hizo con la punta?Contestó entonces el acusado :- Porque el perro no me venía a morder con la cola sino con la boca.

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........Nº 74. “LA PALABRA QUE SANA” Alejandra PizarnikM.E.Combi de Frattini, LETRAS 2, Bs.As., Huemul, 1987

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que se forma el silencio.Luego comprobar que no porque se muestre furioso existe el mar,ni tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa................................................................................................................................................................................................Nº 75. “JUAN LÓPEZ Y JUAN WARD” Jorge Luis Borges(“Gente”, 20 de setiembre de 1984)

Les tocó en suerte una época extraña. El planeta había sido parcelado en diversos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado sin duda heroico, de antiguas o recientes tradiciones, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos. Esa arbitraria división era favorable a las guerras. López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil. Ward en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown.

Había estudiado castellano para leer el Quijote.El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en un aula de la calle Viamonte.Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara, en unas islas demasiado famosas, y cada

uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.

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........Nº 76. “LA INMOLACIÓN POR LA BELLEZA” Marco DeneviMarco Denevi, El emperador de la China y otros cuentos, Bs.As., Huemul, 1981

El Erizo era feo y lo sabía. Por eso vivía en sitios apartados, en matorrales sombríos, sin hablar con nadie, siempre solitario y taciturno, siempre triste, él, que en realidad tenía un carácter alegre y gustaba de la compañía de los demás. Sólo se atrevía a salir a altas horas de la noche, y si entonces oía pasos, rápidamente erizaba sus púas y se convertía en una bola para ocultar su rubor.

Una vez alguien encontró esa esfera híspida, ese tremendo alfiletero. En lugar de rociarlo con agua o arrojarle humo (como aconsejan los libros de zoología), tomó una sarta de perlas, un racimo de uvas de cristal, piedras preciosas, o quizá falsas, cascabeles, dos o tres lentejuelas, varias luciérnagas, un dije de oro, flores de nácar y de terciopelo, mariposas artificiales, un coral, una pluma y un botón, y los fue enhebrando en cada una de las agujas del erizo hasta transformar a aquella criatura desagradable en un animal fabuloso.

Todos acudieron a contemplarlo. Según quién lo mirase, semejaba la corona de un emperador bizantino, un fragmento de la cola del Pájaro Roc, o si las luciérnagas se encendían, el fanal de una góndola empavesada para la fiesta del Bucentauro, o si lo miraba algún envidioso, un bufón.

El erizo escuchaba las voces, las exclamaciones, los aplausos, y lloraba de felicidad. Pero no se atrevía a moverse por temor a que se le desprendiera aquel ropaje miliunanochesco. Así permaneció durante todo el verano. Cuando llegaron los primeros fríos había muerto de hambre y de sed.Pero seguía hermoso................................................................................................................................................................................................

Nº 77. “DULCINEA DEL TOBOSO” Marco DeneviMarco Denevi, Falsificaciones, Bs. As., Corregidor, 1984

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Vivía en El Toboso una moza llamada Aldonza Lorenzo, hija de Lorenzo Corchuelo y de Francisca Nogales. Como hubiese leído novelas de caballería, porque era muy alfabeta, acabó perdiendo la razón. Se hacía llamar Dulcinea del Toboso, mandaba que en su presencia las gentes se arrodillasen y le besaran la mano, se creía joven y hermosa pero tenía treinta años y pozos de viruelas en la cara. Se inventó un galán a quien dio el nombre de don Quijote de la Mancha. Decía que don Quijote había partido hacia lejanos reinos en busca de lances y aventuras, al modo de Amadís de Gaula y de Tirante el Blanco, para hacer méritos antes de casarse con ella. Se pasaba todo el día asomada a la ventana aguardando el regreso de su enamorado. Un hidalgo de los alrededores, un tal Alonso Quijano, que a pesar de las viruelas estaba prendado de Aldonza, ideó hacerse pasar por don Quijote. Vistió una vieja armadura, montó en su rocín y salió a los caminos a repetir las hazañas del imaginario don Quijote. Cuando, confiando en su ardid, fue al Toboso y se presentó delante de Dulcinea, Aldonza Lorenzo había muerto................................................................................................................................................................................................Nº 78. “EL ARTE DE LA POLÍTICA” Marco DeneviMarco Denevi, Falsificaciones, Bs. As., Corregidor, 1984

El rey Carlos IV se hace esta reflexión: "Manuel Godoy no es el amante de mi mujer sino el amante de la reina de España. No tengo, pues, de qué preocuparme................................................................................................................................................................................................Nº 79. “EPIDEMIA DE DULCINEAS EN EL TOBOSO” Marco DeneviMarco Denevi, Falsificaciones, Bs. As., Corregidor, 1984

El peligro está en que, más tarde o más temprano, la noticia llegue al Toboso. Llegará convertida en la fantástica historia de un joven apuesto y rico que, perdidamente enamorado de una dama tobosina, ha tenido la ocurrencia (para algunos, la locura) de hacerse caballero andante.

Las versiones, orales y disímiles, dirán que don Quijote se ha prendado de la dama sin haberla visto sino una sola vez y desde lejos. Y que, ignorando cómo se llama, le ha dado el nombre de Dulcinea.También dirán que en cualquier momento vendrá al Toboso a pedir la mano de Dulcinea.

Entonces las mujeres del Toboso adoptan un aire lánguido, ademanes de princesa, expresiones soñadoras, posturas hieráticas. Se les da por leer poemas de un romanticismo exacerbado. Si llaman a la puerta sufren un soponcio. Andan todo el santo día vestidas de lo mejor. Bordan ajuares infinitos. Algunas aprenden a cantar o a tocar el piano.Y todas, hasta las más feas, se miran en el espejo y hacen caras.

No quieren casarse. Rechazan ventajosas propuestas de matrimonio. Frunciendo la boca y mirando lejos, le dicen al candidato:"Disculpe, estoy comprometida con otro". Si sus padres les preguntan a qué se debe esa actitud, responden: "No pretenderán que me case con un cualquiera".Y añaden:"Felizmente no todos los hombres son iguales".

Cuando alguien narra en su presencia la última aventura de don Quijote, tienen crisis histéricas de hilaridad o de llanto. Ese día no comen y esa noche no duermen. Pero el tiempo pasa, don Quijote no aparece y las mujeres del Toboso han empezado a envejecer. Sin embargo siguen bordando los ajuares y mirándose en el espejo. Han llegado al extremo de leer el libro de Cervantes y juzgarlo un libelo difamatorio................................................................................................................................................................................................Nº 80. “POST COITUM NON OMNIA ANIMAL TRISTE” Marco DeneviMarco Denevi, Falsificaciones, Bs. As., Corregidor, 1984

- El padre de Melibea: Desdichada, te dejaste seducir por Calixto! ¿No pensaste que después sentirías rabia, vergüenza y hastío?

- Melibea: - Nosotras las mujeres sentimos la rabia, la vergüenza y el hastío no después sino antes................................................................................................................................................................................................Nº 81. “FINANCISTA” Luis Gudiño KramerF. Sorrentino, 36 CUENTOS ARGENTINOS CON HUMOR, Bs.As., Plus Ultra, 1979

Apenas lo eligieron diputado comenzó a prepararse para su nueva vida. Él era hombre de campo y necesitaba ropas, guantes, medias, como se usa en la ciudad. Fueron con la señora a la gran tienda, ésa que ofrecía en la capital créditos liberales. Les dieron una solicitud, que llenaron y se volvieron para regresar a los tres o cuatro días, plazo de los trámites.

Los atendió un dependiente, muy fino, que les dijo que no les habían podido acordar aún el crédito porque faltaban algunos datos.

- Cómo...- dijo el hombre -. He salido diputau y me andan poniendo trabas...- El señor es diputado - se interesó el dependiente -.Entonces, señor diputado, espere un momento. Lo

haré pasar para que hable con el gerente...El gerente lo atendió con mucha habilidad.- Señor diputado. Disculpará usted la torpeza de nuestro empleado. En realidad, como usted no puso en la

solicitud cuáles eran sus ingresos...Pero, si quiere ir comprando, ya arreglaremos esto...- La señora es la que va iligir...

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- Bueno, señora. Vaya eligiendo usted lo que desee...- y sacando la solicitud se aprontó solícito a llenarla de nuevo-. ¿Y el sueldo mensual,diputado?

- No es sueldo, señor. Son dietas...- Sí, claro. Son dietas...¿4000pesos?- Claro, pues.- ¿Y las cuotas...en cuántas cuotas prefiere pagar el crédito?-¨Yo...? Yo voy a pagar al contau, señor.Echó mano al bolsillo y sacó un rollo de billetes.- Al contau les via pagar el crédito.

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Nº 82. “LAS BOLEADORAS” WimpiWimpi, Los cuentos del Viejo Varela, Bs.As., Freeland 1978

Saca la daga Parmenión Gularte, pero...¡Diande! El negro Calengo ya lo estaba esperando con las boleadoras prontas. A raya en el trillo, él.Y en cuanto Parmenión lo quiso topar, el negro agarró un ramal de la boleadora con una mano; otro con

otro; otro con otra y...- Pero ¡cómo!¿Cuántas manos tenía el negro?- Avirigüe.- Y es lo que estoy haciendo.- ¿ Entonces, pa qué prigunta?

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........Nº 83. “EL POLLITO” WimpiWimpi, Los cuentos del Viejo Varela, Bs.As., Freeland 1978

- Pa hombre e'boca chica, mire. Adelino Moscoso, que lo llamaban "El Pollito" porque la madre lo había tenido a los 21 días e'casada.

Tan chica tenía la boca Adelino, que en vez de masticar, chupaba.Y hablaba chiflando. En vez de fruncirla para apretar la bombilla, tenía que ir un practicante a estirársela para que la bombilla le cupiera.

Una ucasión que el gringo Pucheta lo convidó, que hizo tayarine, "El Pollito" tenía que comer los tayarine di a uno y de punta. La pura verdá. Famoso................................................................................................................................................................................................Nº 84. “LA NOCHE” Eduardo GaleanoVarios, RELATOS FANTÁSTICOS LATINOAMERICANOS, Madrid, Editorial Popular, 1989.

El sol nunca cesaba de alumbrar y los indios cashinahua no conocían la dulzura del descanso.Muy necesitados de paz, exhaustos de tanta luz, pidieron prestada la noche al ratón.Se hizo oscuro, pero la noche del ratón alcanzó apenas para comer y fumar un rato frente al fuego. El

amanecer llegó no bien los indios se acomodaron en las hamacas.Probaron entonces la noche del tapir. Con la noche del tapir, pudieron dormir a pierna suelta y disfrutaron

el largo sueño tan esperado. Pero cuando despertaron, había pasado tanto tiempo que las malezas del monte habían invadido sus cultivos y aplastado sus casas.

Después de mucho buscar, se quedaron con la noche del tatú. Se la pidieron prestada y no se la devolvieron jamás.

El tatú, despojado de la noche, duerme durante el día................................................................................................................................................................................................Nº 85. “LA TELA DE PENÉLOPE O QUIÉN ENGAÑA A QUIÉN” Augusto MonterrosoVarios, RELATOS FANTÁSTICOS LATINOAMERICANOS, Madrid, Editorial Popular, 1989.

Hace muchos años vivía en Grecia un hombre llamado Ulises (quien a pesar de ser bastante sabio era muy astuto), casado con Penélope, mujer bella y singularmente dotada cuyo único defecto era su desmedida afición a tejer, costumbre gracias a la cual pudo pasar sola largas temporadas.

Dice la leyenda que en cada ocasión en que Ulises con su astucia observaba que a pesar de sus prohibiciones ella se disponía una vez más a iniciar uno de sus interminables tejidos, se le podía ver por las noches preparando a hurtadillas sus botas y una buena barca, hasta que sin decirle nada se iba a recorrer el mundo y a buscarse a sí mismo.

De esta manera ella conseguía mantenerlo alejado mientras coqueteaba con sus pretendientes, haciéndoles creer que tejía mientras Ulises viajaba y no que Ulises viajaba mientras ella tejía, como pudo haber imaginado Homero, que como se sabe, a veces dormía y no se daba cuenta de nada.

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........Nº 86. “EL MURCIÉLAGO” Eduardo GaleanoVarios, RELATOS FANTÁSTICOS LATINOAMERICANOS, Madrid, Editorial Popular, 1989.

Cuando era el tiempo muy niño todavía, no había en el mundo bicho más feo que el murciélago.El murciélago subió al cielo en busca de Dios. - Estoy harto de ser horroroso. Dame plumas de colores.- No. Le dijo:- Dame plumas, por favor, que me muero de frío.A Dios no le había sobrado ninguna pluma.- Cada ave te dará una pluma - decidió.Así obtuvo el murciélago la pluma blanca de la paloma y la verde del papagayo, la tornasolada pluma del

colibrí y la colorada del flamenco, la roja del penacho del cardenal y la pluma azul de la espalda del martín pescador, la pluma de arcilla del ala del águila y la pluma del sol que arde en el pecho del tucán.

El murciélago, frondoso de colores y suavidades, paseaba entre la tierra y las nubes. Por donde iba, quedaba alegre el aire y las aves mudas de admiración. Dicen los pueblos zapotecas que el arcoiris nació del eco de su vuelo.

La vanidad le hinchó el pecho. Miraba con desdén y comentaba ofendiendo.Se reunieron las aves. Juntas volaron hacia Dios.- El murciélago se burla de nosotras-se quejaron-.Y además, sentimos frío por las plumas que nos faltan.Al día siguiente, cuando el murciélago agitó las alas en pleno vuelo, quedó súbitamente desnudo. Una

lluvia de plumas cayó sobre la tierra.Él anda buscándolas todavía. Ciego y feo, enemigo de la luz, vive escondido en las cuevas. Sale a

perseguir las plumas perdidas cuando ha caído la noche; y vuela muy veloz, sin detenerse nunca, porque le da vergüenza que lo vean................................................................................................................................................................................................

Nº 87. “LA RANA QUE QUERÍA SER UNA RANA AUTÉNTICA” Augusto MonterrosoVarios, RELATOS FANTÁSTICOS LATINOAMERICANOS, Madrid, Editorial Popular, 1989.

Había una vez una Rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad.Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de

esto y guardó el espejo en un baúl.Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a

peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena Rana, que parecía Pollo................................................................................................................................................................................................Nº 88. “ORIGEN DE LOS ANCIANOS” Augusto MonterrosoVarios, RELATOS FANTÁSTICOS LATINOAMERICANOS, Madrid, Editorial Popular, 1989.

Un niño de cinco años explicaba la otra tarde a uno de cuatro que entre muchos de ellos se mantiene la más rigurosa pureza sexual y ni siquiera se tocan entre sí porque saben - o creen saber - que si por casualidad se descuidan y se dejan llevar por la pasión propia de la edad y se copulan, el fruto inevitable de esa unión contra natura es indefectiblemente un viejito o una viejita; que en esa forma se dice que han nacido y nacen todos los días los ancianos que vemos en las calles y en los parques; y que quizá esta creencia obedecía a que los niños nunca ven jóvenes a sus abuelos y a que nadie les explica cómo nacen éstos o de dónde vienen; pero que en realidad su origen no era necesariamente ése................................................................................................................................................................................................Nº 89. “EL DIARIO A DIARIO” Julio CortázarVarios, RELATOS FANTÁSTICOS LATINOAMERICANOS, Madrid, Editorial Popular, 1989.

Un señor toma el tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo. Media hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo.

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Pero ya no es el mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor abandona en un banco de plaza.

Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que un muchacho lo ve,lo lee,y lo deja convertido en un montón de hojas impresas.

Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se convierte otra vez en un diario,hasta que una anciana lo encuentra, lo lee, y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Luego se lo lleva a su casa y en el camino lo usa para empaquetar medio kilo de acelgas, que es para lo que sirven los diarios después de estas excitantes metamorfosis................................................................................................................................................................................................Nº 90. “EL ECLIPSE” Augusto MonterrosoVarios, RELATOS FANTÁSTICOS LATINOAMERICANOS, Madrid, Editorial Popular, 1989.

Cuando fray Bartolomé Arrázola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo La selva poderosa de Guatemala lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante, particularmente en el convento de Los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora.

Al despertar se encontró rodeado por un grupo de indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.

Tres años en el país le habían conferido un mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas.

Entonces floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida.

- Si me matáis - les dijo - puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad de sus ojos. Vio que se produjo

un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén.Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrázola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra

de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado), mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles................................................................................................................................................................................................Nº 91. “EL CIGARRILLO” Rubén C. Tomasi(“PURO CUENTO”, Nº 6)

Doblo la esquina. Busco en mis bolsillos.Tomo un cigarrillo. No tengo fósforos, tampoco encendedor. Veo una sombra cerca. Toco su espalda.

- Disculpe - le digo muy amable - ¿Me da fuego?El dragón, complaciente, me fulmina en una llamarada.

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Nº 92. “PEDRO Y LA PERDIZ” AnónimoAugusto R. Cortazar, LITERATURA Y FOLKLORE, C.E.A.L., Bs.As., 1968

Pedro tenía dos sombreros, uno viejo y uno nuevo. A la oría del camino hizo las de él y la tapó con el sombrero viejo, y él se puso el nuevo.

Por allá lejos venía un muchacho a caballo. Entonces le dijo que le tuviera el sombrero y le prestara el caballo para ir a traer una jaula para llevar la perdiz que tenía bajo el sombrero.

Entonces se alzó con el caballo, y cuando (el muchacho) ya vio que Pedro no volvía, entró la mano despacito para agarrarla a la perdiz y le tiró un manotón para cazarla y se embadurnó toda la mano.

Entonces vio que Pedro lo había fregado y se fue de a pie................................................................................................................................................................................................Nº 93. “LA VENTA DE CHANCHOS” AnónimoAugusto R. Cortazar, LITERATURA Y FOLKLORE, C.E.A.L., Bs.As., 1968

Pedro Urdemales andaba cuidando unos chanchos a su patrón. En eso vinieron unos paisanos que se los querían comprar y Pedro les dijo que se los vendería, pero que tendrían que cortarles las colas. Así se hizo.

Luego que se fueron los compradores, Pedro enterró las colas en un pantano. Entonces fue y le dijo al patrón que los chanchos se habían empantanado y que sólo las colas habían quedado fuera del barro.

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El patrón fue hasta el pantano, tiró de una de las colas para sacar el chancho y se cayó para atrás.Lo mismo le ocurri¢ con cada una de las otras colas.

Pedro le dijo al patrón que eso ocurría porque a los chanchos ya los había atrapado en el pantano.- Pedro, Pedro, ¿qué mal negocio me has hecho? - le dice el patrón.Así consiguió Pedro engañar al patrón y guardarse el dinero de la venta de los chanchos.

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........Nº 94. “EL CRESPÍN” AnónimoAugusto R. Cortazar, LITERATURA Y FOLKLORE, C.E.A.L., Bs.As., 1968

Según cuenta la tradición vivía en cierto paraje un matrimonio bien avenido, aunque la mujer era dada a las diversiones...su único defecto.

Una vez, el marido que se llamaba Crespín, enfermóse seriamente. En busca de medicamento su mujer fue hasta el pueblo vecino, donde, en casa de su comadre, se celebraba un baile. La invitaron y ella aceptó gustosa, olvidando al poco rato la misión que la llevaba.

En lo mejor de la fiesta, algo ebria por causa del licor, recibió la noticia de que el marido había muerto.Por toda respuesta, dijo:

"Que siga el baile...hay tiempo para llorar" y continuó bailando.Pasados los efectos de la embriaguez, volvió a la casa, encontrándose con la triste realidad. Lloró tanto, y

tanto llamó al marido en su desesperación, que se transformó en pájaro. Por eso, desde entonces, en la soledad del campo se escucha su canto triste: "¡Crespín, Crespín!"...............................................................................................................................................................................................Nº 95. “EL CACUY” AnónimoAugusto R. Cortazar, LITERATURA Y FOLKLORE, C.E.A.L., Bs.As., 1968

Una muchacha,voraz y glotona en grado extremo, no solamente mezquinaba al hermano la comida, hecha principalmente de harina (de algarrobo), sino que lo molestaba y perseguía con el grito perpetuo de: ¡Haz harina!¡Haz harina! Cansado al fin por el mal trato, el joven quiere deshacerse de ella; la invita a subir, en su compañía, a un alto árbol donde había descubierto una colmena de abejas, y ella, ansiosa de gozar la miel, acepta. Pero mientras que estaba entregada a su vicio, el joven baja, desgajando el árbol y huye. Ella, solita arriba en la copa, empieza a inquietarse y grita: ¡Mi hermano! ¡Mi hermano! (=¡turay!¡turay!) y como con el andar de las horas sintiera hambre y, además,era glotona, empezó a proferir el estribillo de siempre: - ¡Haz harina!¡Haz harina!(=¡cacuy! ¡cacuy!). Pero nadie la oía.

Transformada en ave, sigue gritando estas dos palabras................................................................................................................................................................................................Nº 96. “ALAS” Aníbal Jairo NiñoGuido y Planas, LENGUA Y LITERATURA I, Bs.As., El Ateneo, 1988

El hombre levantó con su dedo el gatillo de su arma y cuando las aves advirtieron su presencia se precipitaron hacia el espacio en un vuelo de pavor. Uno de los pájaros, sin embargo, en cambio de huir se abalanzó sobre la mano del hombre y con su pico y sus endebles garras lo atacó, permitiendo con eso que sus compañeros escaparan indemnes. Años después, cuando un pájaro viejo contaba esta historia, la remataba con el siguiente adagio lleno de sabiduría: Más vale pájaro en mano que ciento volando................................................................................................................................................................................................Nº 97. “POR ESCRITO GALLINA UNA” Julio CortázarJulio Cortázar, LA VUELTA AL DÍA EN OCHENTA MUNDOS, Tomo I, Siglo XXI, México, 1984.

Con lo que pasa es nosotras exaltante. Rápidamente del posesionadas mundo estamos hurra. Era un inofensivo aparentemente cohete lanzado Ca¤averal americanos Cabo por los desde. Razones se desconocidas por órbita de la desvió, y probablemente algo al rozar invisible la tierra devolvió a. Cresta nos cayó en la paf, y mutación golpe entramos de. Rápidamente la multiplicar aprendiendo de tabla estamos, dotadas muy literatura para la somos de historia, química menos un poco, desastre ahora hasta deportes, no importa pero: de ser gallinas cosmos el, carajo qué................................................................................................................................................................................................Nº 98. “BLANCANIEVES” René Avilés Fabila

"Por sólo tres dólares contemple a Blancanieves. Observe su plácida y serena hermosura. Como nadie lo ignora, permanece así después de haber mordido la manzana envenenada que preparó su cruel madrastra. Encontrarla en los bosques de Europa Central y traerla para formar parte de un inusitado espectáculo, no fue tarea sencilla: los siete enanitos que la protegían se negaban a entregar el cuerpo y tuvieron que ser sometidos por la fuerza. Pase, admire su absoluta inmovilidad dentro de su sarcófago de cristal, y por un poco más de dinero, usted podrá darle un beso. Si es afortunado, verá cómo despierta."

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........Nº 99. “DANZA MACABRA 2” Enrique Anderson ImbertEnrique Anderson Imbert, EL GATO DE CHESIRE, Bs.As., Losada, 1965

Como si temieran llegar tarde a una cita - rrrr, paff, rrrr - el motociclista corre a toda velocidad por el camino (su mujer, en el asiento de atrás, es una larga estela de pelo al viento). De súbito una piedra desvía la rueda, hombre y mujer dan volteretas por aire y tierra, la máquina sigue sola y choca con un poste, un cable se suelta como anguila eléctrica.

El hombre y la mujer, milagrosamente ilesos. Se miran, se hablan. Acaban por sonreírse.- Casi,casi, ¿eh? ¡Qué susto! - dice ella y va a recoger su bolso, que había saltado junto con la

motocicleta.Toca el cable y muere electrocutada. El hombre quiere socorrerla y también se electrocuta.Llegaron tarde a la cita.

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........Nº100. “LA CIUDAD DE ESTECO” AnónimoAugusto R. Cortazar, LITERATURA Y FOLKLORE, C.E.A.L., Bs.As., 1968

La ciudad de Esteco, era según la leyenda, la más rica y poderosa de las ciudades del norte argentino. Se levantaba en medio de un fértil y hermoso paisaje de la Provincia de Santa. Sus magníficos edificios resplandecían revestidos de oro y de plata.

Los habitantes de Esteco estaban orgullosos de su ciudad y de la riqueza que habían acumulado. Usaban un lujo desmedido y en todo revelaban ostentación y derroche. Eran soberbios y petulantes. Si se les caía un objeto cualquiera, aunque fuese un pañuelo o un sombrero, y aun dinero, no se inclinaban siquiera para mirarlos, mucho menos para levantarlos. Sólo vivían para la vanidad, la holganza y el placer. Eran, además, mezquinos e insolentes con los pobres, y despiadados con los esclavos.

Un día un viejo misionero entró en la ciudad para redimirla. Pidió limosna de puerta en puerta y nadie lo socorrió. Sólo una mujer muy pobre que vivía en las afueras de la ciudad con un hijo pequeño, mató la única gallinita que tenía para dar de comer al peregrino.

El misionero predicó desde el púlpito la necesidad de volver a las costumbres sencillas y puras, de practicar la caridad, de ser humildes y generosos, y todo el mundo hizo burlas de tales pretensiones. Predijo, entonces, que si la población no daba pruebas de enmienda, la ciudad sería destruida por un terremoto. La mofa fue general y la palabra TERREMOTO se mezcló a los chistes más atrevidos. Pedían, por ejemplo, en las tiendas, cintas de color TERREMOTO.

El misionero se presentó en la casa de la mujer pobre y le ordenó que en la madrugada de ese día saliera de la ciudad con su hijito en brazos. Le anunció que la ciudad se perdería, que ella sería salvada por su caridad, pero que debía acatar una condición: no volver la cabeza para mirar hacia atrás aunque le pareciera que se perdía el mundo; si no lograba dominarse, también le alcanzaría un castigo.

La mujer obedeció al misionero. A la madrugada salió con su hijito en brazos.Un trueno ensordecedor anunció la catástrofe. La tierra se estremeció en un pavoroso terremoto, se abrieron grietas inmensas y lenguas de fuego brotaban por todas partes. La ciudad y sus gentes se hundieron en esos abismos ardientes. La mujer caritativa marchó un rato oyendo a sus espaldas el fragor del terremoto y los lamentos de las gentes, pero no pudo m s y volvió la cabeza, aterrada y curiosa. En el acto se transformó en una mole de piedra que conserva la forma de una mujer que lleva un niño en brazos. Los campesinos la ven a distancia, y la reconocen: dicen que cada año da un paso hacia la ciudad de Salta.

Vagos indicios recuerdan, en el campo asolado, el asiento de la opulenta ciudad de Esteco tragada por la tierra en castigo de sus soberbios habitantes................................................................................................................................................................................................Nº 101. “EL HORNO” Joaquín Gómez BasFernando Sorrentino, 35 CUENTOS BREVES ARGENTINOS. SIGLO XX, Plus Ultra, San Pablo, 1984.

Era un invierno criminalmente frío. La idea se le ocurrió al abrir la tapa del horno y sentirse envuelto en una ola de aire caliente, achicharrante. Sería un verdadero negocio envasarlo y venderlo.

Lo puso en práctica en seguida. Salió a la calle con un carrito de mano y casa por casa fue adquiriendo a precios de pichincha centenares de botellas vacías.Ya en su casa, encendió el gas del horno y aguardó a que se elevara la temperatura interior. Cuando consideró logrado el punto conveniente, abrió, metió la cabeza dentro, aspiró el aire abrasante y lo sopló en la primera botella, que tapó ajustadamente con un corcho.Repitió el procedimiento con unas cuantas y salió a venderlas.

Hizo un negocio redondo. Las venda en cajones de doce botellas cada uno y no daba abasto. Lo único en contra era que de tanto meter la cabeza en el horno había perdido, en reiteradas chamusquinas, el pelo de la cabeza, de las cejas y del bigote. Sin embargo, no desistía. Ganaba mucho dinero. No era cuestión de abandonar semejante ganga por pelos de más o de menos.

Un día sintió cierta picazón en una oreja y al intentar rascársela se le desprendió convertida en ceniza. Lo mismo le pasó con la otra a la semana siguiente, y más tarde con la nariz, el cuero cabelludo, la piel de la cara y

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los párpados. Inexplicablemente, conservó hasta el final los labios. Cuando éstos también se le cayeron le resultó imposible soplar el aire caliente dentro de las botellas. Y se le acabó el negocio................................................................................................................................................................................................Nº 102. “DANZA MACABRA 3” Enrique Anderson ImbertEnrique Anderson Imbert, EL GATO DE CHESIRE, Bs.As., Losada, 1965

Noche encapotada, lluviosa. Osvaldo, a caballo. Al paso. Las orejas, no los ojos, le dicen que la oscuridad tiene árboles y charcos: ramas en el rumor del viento, barro en el chapoteo de los cascos. Había que desmontar en cuanto salga del lodazal, y esperar hasta que aclare. No ve nada. "Más que yo han de ver, los ciegos", piensa; "más puedo ver párpados adentro que fuera de los ojos." En eso su cara ha chocado contra algo que se balancea en el aire. Da un tirón a las riendas, alza la otra mano y empieza a palpar dos pies fríos. Osvaldo cierra los ojos, por si así puede ver al ahorcado................................................................................................................................................................................................

Nº 103. “DANZA MACABRA 7” Enrique Anderson ImbertEnrique Anderson Imbert, EL GATO DE CHESIRE, Bs.As., Losada, 1965

El primero de noviembre Armando iba al cementerio - precisamente para depositar unas flores en la tumba de Laura, que se le había muerto en julio- cuando el ómnibus en el que viajaba, chocó contra otro. Uno de estos accidentes que ocurren todos los días. Al bajar del ómnibus vio a Laura entre las personas que se aglomeraban atraídas por la sangre. Armando se acercó para hablarle pero ella le hizo señas de que no lo hiciera y desapareció.

- ¡Cómo es esto!¡He visto viva a mi querida muerta! - empezó a pensar y entonces fue cuando, en seco, Armando se dio cuenta................................................................................................................................................................................................Nº 104. “EL OVILLO” Luis Eliseo Altamira(“PURO CUENTO”, Nº18)

Estaba tejiendo una historia cuando el gato se llevó el ovillo. De un zarpazo salió rodando por la puerta. Bajó los escalones del porche y pasó por la vereda. Por ser la primera vez que salía a la calle se desenvolvió muy bien. Cayó en una alcantarilla que andaba abriendo la boca y se fue rodando por el agua hasta los Estados Unidos. Pasó por Groenlandia. Siguió por el Polo Norte, quedó dando vueltas en el extremo del eje y se le heló la sangre. Salió disparando hacia los países europeos y el resto del mundo. Dio vueltas y vueltas.

Los hombres se sintieron en un enredo y no pudieron preguntarse por qué: atropellaba a todos los signos de pregunta. Los poetas creyeron que el planeta estaba sangrando. Algunos buscaron dadores de sangre, otros se paraban en las esquinas con la ilusión de verlo pasar. Los lectores siguieron el hilo................................................................................................................................................................................................Nº 105. “UNICORNIO” Enrique Anderson ImbertEnrique Anderson Imbert, EL GATO DE CHESIRE, Bs.As., Losada, 1965

Se le vino encima. Tenía dos cuernos. La embestida era de toro, el cuerpo no.- Te conozco - dijo riéndose la muchacha- ¿Crees que voy a cometer la tontería de cogerte por los

cuernos? Uno de tus cuernos es postizo. Eres una metáfora.Entonces el Unicornio, al verse reconocido, se arrodilló ante la muchacha.

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........Nº 106. “MITOLOGÍA 1” Enrique Anderson ImbertEnrique Anderson Imbert, EL GATO DE CHESIRE, Bs.As., Losada, 1965

Se fabricó unas alas con plumas de avestruz, subió al campanario y se lanzó al aire. Cuando lo recogieron, con las piernas rotas, explicó que había caído por culpa de las plumas, que pesaban demasiado.

- La próxima vez – dijo - volaré sin alas................................................................................................................................................................................................Nº 107. “DANZA MACABRA ” Enrique Anderson ImbertEnrique Anderson Imbert, EL GATO DE CHESIRE, Bs.As., Losada, 1965

El hombre descarga el revólver sobre su terrible enemigo. Cinco tiros. Todavía aprieta el gatillo una vez más. Al oír el ¡clic! del arma vacía se siente desarmado. Ahora, a solas con el muerto, siente miedo................................................................................................................................................................................................Nº 108. “TEOLOGÍAS Y DEMONOLOGÍAS” Enrique Anderson ImbertEnrique Anderson Imbert, EL GATO DE CHESIRE, Bs.As., Losada, 1965

En el cielo. Un ángel - el más luciferino de todos - dice a otro:

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¿Sabes lo que molesta de este sitio? Su aspecto de sala de espera. Fíjate: todos los serafines y querubines están como esperando algo. Empiezo a aburrirme.¿O será que lo que están esperando es que yo haga una barbaridad?...............................................................................................................................................................................................Nº 109. “EL ZORRO, EL QUIRQUINCHO Y LA CARRETA DE QUESOS” Juan Carlos Dávalos

Charlaban un día, contándose sus hambrunas, el Quirquincho y el Zorro a la vera de un camino, cuando avistaron una carreta de quesos que venía cargada hasta el tope.

¿Cómo haríamos, compadre, para conseguirnos un quesito? - preguntó el Zorro olfateando fino y haciéndosele agua la boca.

- No hay más que ponerse de tranca bajo una rueda - dijo el Quirquincho, y dicho y hecho, convirtióse en una bola y se dejó rodar hasta la huella.

Llegó la carreta y, al pasarle por encima, dio un barquinazo, cayó a la tierra el codiciado manjar y ambos ladrones se lo repartieron equitativamente.

Pasó otro día otra carreta de quesos, y como esta vez el turno le tocaba al Zorro, el mentecato, creyéndose tan duro de lomos como su compadre, imitó la maniobra y sucumbió reventado por la llanta................................................................................................................................................................................................Nº 110. “VESTIDURAS” Khalil GibranKhalil Gibran, EL PROFETA, Bs.As., Colección Zodíaco, 1980

Cierto día Belleza y Fealdad se encontraron a orillas del mar. Y se dijeron: "Bañémonos en el mar."Entonces se desvistieron y nadaron en las aguas. Instantes más tarde Fealdad regresó a la costa y se

vistió con las ropas de Belleza y luego partió.Belleza también salió del mar, pero no halló sus vestiduras, y era demasiado tímida para quedarse

desnuda, así que se vistió con la ropa de Fealdad. Y Belleza también siguió su camino.Y hasta hoy día hombres y mujeres confunden la una con la otra.Sin embargo, algunos hay que contemplan el rostro de Belleza y saben que no lleva sus vestiduras.Y

algunos otros que conocen el rostro de Fealdad, y sus ropas no lo ocultan a sus ojos................................................................................................................................................................................................

Nº 111. “HISTORIA DE LOS DOS QUE SOÑARON” (Traducción de Jorge Luis Borges)El historiador arábigo El Ixaqui refiere este suceso:"Cuentan los hombres dignos de fe (pero sólo Alá es omnisciente y poderoso y misericordioso y no

duerme), que hubo en El Cairo un hombre poseedor de riquezas, pero tan magnánimo y liberal que todas las perdió menos la casa de su padre, y que se vio forzado a trabajar para ganarse el pan. Trabajó tanto que el sueño lo rindió una noche debajo de una higuera de su jardín y vio en el sueño un hombre empapado que se sacó de la boca una moneda de oro y le dijo:"Tu fortuna está en Persia, en Isfaján; vete a buscarla." A la madrugada siguiente se despertó y emprendió el largo viaje y afrontó los peligros de los desiertos, de las naves, de los piratas, de los idólatras, de los ríos, de las fieras y de los hombres. Llegó al fin a Isfaján, pero en el recinto de esa ciudad lo sorprendió la noche y se tendió a dormir en el patio de una mezquita. Había, junto a la mezquita, una casa y por el decreto de Dios Todopoderoso, una pandilla de ladrones atravesó la mezquita y se metió en la casa, y las personas que dormían se despertaron con el estruendo de los ladrones y pidieron socorro. Los vecinos también gritaron, hasta que el capitán de los serenos de aquel distrito acudió con sus hombres y los bandoleros huyeron por la azotea.El capitán hizo registrar la mezquita y en ella dieron con el hombre de El Cairo, y le menudearon tales azotes con varas de bambú que estuvo cerca de la muerte. A los dos días recobró el sentido en la cárcel. El capitán lo mandó buscar y le dijo: "¿Quién eres y cuál es tu patria?" El otro declaró: "Soy de la ciudad famosa de El Cairo y mi nombre es Mohamed El Magrebí." El capitán le preguntó: "¿Qué te trajo a Persia?" El otro optó por la verdad y le dijo: "Un hombre me ordenó en sueños que viniera a Isfaján, porque ahí estaba mi fortuna.Y estoy en Isfaján y veo que esa fortuna que prometió deben ser los azotes que tan generosamente me diste."

"Ante semejantes palabras, el capitán se rió hasta descubrir las muelas del juicio y acabó por decirle: "Hombre desatinado y crédulo, tres veces he soñado con una casa en la ciudad de El Cairo en cuyo fondo hay un jardín, y en el jardín un reloj de sol y después del reloj de sol una higuera y luego de la higuera una fuente, y bajo la fuente un tesoro. No he dado el menor crédito a esa mentira.Tú, sin embargo, engendro de una mula con un demonio, has ido errando de ciudad en ciudad, bajo la sola fe de tu sueño. Que no te vuelva a ver en Isfaján. Toma estas monedas y vete."

"El hombre las tomó y regresó a su patria. Debajo de la fuente de su jardín (que era la del sueño del capitán) desenterró el tesoro. Así Dios le dio bendición y lo recompensó y exaltó. Dios es el Generoso, el Oculto."

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........Nº 112. “LA CASA ENCANTADA” AnónimoGrotta, Lobos y Wischñevsky, TALLER DE LECTURA 2, Bs.As., Losada, 1987

Una joven soñó una noche que caminaba por un extraño sendero campesino, que ascendía por una colina boscosa cuya cima estaba coronada por una hermosa casita blanca, rodeada de un jardín. Incapaz de ocultar su placer, llamó a la puerta de la casa, que finalmente fue abierta por un hombre muy, muy anciano, con una larga barba blanca. En el momento en que ella empezaba a hablarle, despertó. Todos los detalles de este sueño permanecieron tan grabados en su memoria, que por espacio de varios días no pudo pensar en otra cosa. Después volvió a tener el mismo sueño en tres noches sucesivas.Y siempre despertaba en el instante en que iba a empezar su conversación con el anciano.

Pocas semanas más tarde la joven se dirigía en automóvil a Litchfield, donde se realizaba una fiesta de fin de semana. De pronto tironeó la manga del conductor y le pidió que detuviera el automóvil. Allí, a la derecha del camino pavimentado, estaba el sendero campesino de su sueño.

- Espéreme un momento- suplicó, y echó a andar por el sendero, con el corazón latiéndole alocadamente.Ya no se sinti¢ sorprendida cuando el caminante subió enroscándose hasta la cima de la boscosa colina y la dejó ante la casa cuyos menores detalles recordaba ahora con tanta precisión. El mismo anciano del sueño respondió a su impaciente llamado.

- Dígame- dijo ella-, ¿se vende esta casa?- Sí- respondió el hombre-, pero no le aconsejo que la compre. Esta casa, hija mía, está frecuentada por

un fantasma- Un fantasma- repitió la muchacha-. Santo Dios, ¿y quién es?-Usted- dijo el anciano y cerró suavemente la puerta.

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........Nº 113. “LA MUERTE DEL PERRITO” Santiago DaboveFernando Sorrentino, 17 CUENTOS FANTÁSTICOS ARGENTINOS, Plus Ultra, Bs.As., 1980.

Distraídos conversábamos cuando nuestra hermana puso, sobre la mesa de té, la cabeza de nuestro perrito. Creyendo soñar, vi esa cabeza raída y cercenada en el comienzo del cuello, rota, sin sangre, secos por completo los bordes de la separación.

Me pareció que me miraba con ojos tristes.Preguntamos a mi hermanita qué había pasado. Ella dijo que encontró el cuerpo junto a la verja de hierro

de filosas aristas y la cabeza a alguna distancia en la acera... El pobre perrito, sin duda, había sacado la cabeza para mirar el codiciado mundo externo y alguien subió con su vehículo y lo decapitó.

Corrí hasta la verja, levanté el cuerpo, lo llevé hasta la mesa de té y para evitar a mi alma la visión sangrienta de las cavidades donde están los hilos que movían un ser tan afectuoso, junté la cabeza con el cuerpo, dando a ésta varias vueltas, como si la tornillase.

Luego le puse tafetán engomado, unos cartones como sostén y até un pañuelo encima.En mi anhelo de ver su vida,lo empuj‚.Dio con todo el costado en el suelo. Después inició un movimiento

renqueando y dando tumbos y en cierto momento en que cayó en uno de los pequeños estanques del jardín se dejó estar con riesgo de ahogarse.

Lo saqué y continuó su vida confusa, andando en círculos, sin sacudirse el agua. Al fin caminó arrastrándose y, antes de detenerse para siempre, me lamió la mano.

Mi hermana y algunos chicos lloraban................................................................................................................................................................................................

Nº 114. “REDUCIDO” Antonio Di BenedettoFernando Sorrentino, 17 CUENTOS FANTÁSTICOS ARGENTINOS, Plus Ultra, Bs.As., 1980.

Desde su aparición en mis sueños fue, en cierto modo, mi perro. Como de día no tengo perro y sí muchas fatigas,es bueno curarse de ellas con un cuzquito nocturno, que no exige de uno ni siquiera moverse de la cama. Sólo es necesario dormirse, - con el deseo, que sería inútil expresar a nadie, de esas horas de holgorio - liviano e infantil, lo admito-, para que él se presente dispuesto a jugar o, con comprensión superior de perro, para acompañarme mansamente.

Si se me preguntara no sabría decir cómo es. Pero en sueños podría reconocerlo, infaliblemente, en medio de una jauría compuesta por hermanos idénticos a él. Es que, si bien fue un perrito evidente e indiscutible desde el primer momento, algo tiene que, cuando pienso en él, me sugiere que es distinto porque ha venido a mí paulatinamente, como en una integración demorada.Por esto resulta contradictorio su nombre: Reducido; aunque le corresponda en relación con su físico. No es que se haya achicado, ni mucho menos que esté en proceso de reducción.Tampoco advierto- he aquí otra cuestión importante-, por más que observe, que crezca ni siquiera un

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poquito, siendo como es tan natural que los perros de corta edad se desarrollen casi de d¡a en d¡a,como cabr¡a decir exagerando un tanto. Esto le da algunos caracteres de inmutabilidad que no me tienen tranquilo.Si Reducido,si mi Reducido,este perrito tan jovial, tan buen perro, es decir, tan buen amigo, no varía, es que tiene la fijeza de un sue¤o,nada m s que de un sueño. Es, entonces, mi Reducido, como una persistente pesadilla, que vuelve siempre, igual, torturante, y aunque él no puede considerarse de ningún modo una pesadilla y si lo fuera sería una pesadilla simpática, justamente como las pesadillas me tiene el corazón sobresaltado, no en el momento en que se extingue, sino en el día, por la probabilidad, nunca desechable, de que en la noche no vuelva.

Por eso, admitiendo que sea un sueño, necesito que se traslade a mi vida despierta. Si lo es, tendrá, en esta miserable vida mía, sin sol, aunque bajo el sol, un sueño. Si lo es, no tendrá que temer la ausencia definitiva, una noche cualquiera, porque, pese a que nada ha hecho para que yo pueda juzgarlo así, puede ser inconstante y pasarse, con sus pasos de sombra, a los sueños de alguno de mis vecinos.Vivo, sobre la tierra, es indiscutible, puede morir. Pero pensar‚ en su muerte como en la mía: pensar‚ que es algo que no viene, aunque se desee, si no se busca de frente.

Ya he conversado con Reducido. Le confesé, francamente, mis inquietudes, que quizás antes no se le escapaban, porque es muy perspicaz, muy avisado. Le pedí que se apee de la noche y venga. Me pidió él que no le exigiera la respuesta hasta la noche de ayer. Su respuesta no responde directamente a mi pedido. Me contesta que sí, que le gusta ser mi perro y podemos pasar juntos más tiempo; pero, a su vez, me propone algo que también me obliga a diferir la respuesta, hasta pensarla bien.

Esta noche debo contestarle. No faltan muchas horas y he de resolver, siendo, como es, tan difícil decidir sobre lo que Reducido quiere. Porque lo que Reducido quiere es que yo me vaya con él, es decir, que yo me vaya con él a los sueños................................................................................................................................................................................................Nº 115. “LADY RUTH” Khalil GibranKhalil Gibran, EL PROFETA, Bs.As., Colección Zodíaco, 1980

Una vez hubo tres hombres que miraban desde lejos hacia una casa blanca que se erguía solitaria sobre una verde colina.

Uno de ellos dijo: "Aquella es la casa de Lady Ruth. Es una vieja bruja."El segundo hombre dijo: "Te equivocas, Lady Ruth es una hermosa mujer que vive allá consagrada a sus

sueños."El tercer hombre dijo: "Ambos se equivocan, Lady Ruth es la arrendataria de esta vasta tierra y extrae

sangre de sus siervos."Y continuaron su camino discutiendo acerca de Lady Ruth.Cuando llegaron a un cruce encontraron a un anciano y uno de ellos preguntó: "¨Podrías contarnos algo

sobre Lady Ruth, la que habita aquella casa blanca sobre la colina?"El anciano levantó la cabeza y sonriendo dijo:"Tengo noventa años y recuerdo a Lady Ruth desde niño.

Pero Lady Ruth falleció ochenta años atrás. Y ahora la casa est vacía. Los búhos anidan en ella algunas veces, y la gente dice que el lugar está embrujado."...............................................................................................................................................................................................Nº 116. “LÁGRIMAS Y RISA” Khalil GibranKhalil Gibran, EL PROFETA, Bs.As., Colección Zodíaco, 1980

En la ribera del Nilo, al atardecer, una hiena encontró a un cocodrilo; ambos se detuvieron y se saludaron.La hiena habl¢ y dijo:"¿Cómo lo estás pasando, Señor?"Y el cocodrilo respondió: "Mal. A veces en mi tristeza y dolor lloro, y entonces las criaturas dicen: 'No son

sino lágrimas de cocodrilo. 'Y esto me hiere hasta lo indecible."Entonces la hiena habló: "Tú hablas de tu dolor y tristeza, mas piensa en mí por un momento.Yo me

admiro de la belleza del mundo, de sus prodigios y milagros, y desbordada de alegría me río aun cuando el día se ríe.Y la gente de la jungla dice: "No es sino la risa de una hiena."...............................................................................................................................................................................................Nº 117. “LA PERLA” Khalil GibranKhalil Gibran, EL PROFETA, Bs.As., Colección Zodíaco, 1980

Dijo una ostra a otra ostra vecina: "Siento un gran dolor dentro de mí.Es pesado y redondo y me lastima."Y la otra ostra replicó con arrogante complacencia: "Alabados sean los cielos y el mar.Yo no siento dolor

dentro mío.Me siento bien e intacta por dentro y por fuera."En ese momento, un cangrejo que por allí pasaba escuchó a las dos ostras, y dijo a la que estaba bien por

dentro y por fuera:"Sí, te sientes bien e intacta; mas el dolor que soporta tu vecina es una perla de inigualable belleza."...............................................................................................................................................................................................

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Nº 118. “LA VENGANZA” Alicia Régoli de MullenFernando Sorrentino, 40 CUENTOS BREVES ARGENTINOS. SIGLO XX, Plus Ultra, Bs.As., 1981.

Más cruenta que otras veces resultó la batalla. El odio se había petrificado en el rostro de los muertos y era un torvo aleteo en la mirada de los sobrevivientes.

El jefe de los vencidos fue arrastrado hasta la presencia del vencedor. Éste levantó el brazo que aún sostenía la espada y, a punto de pronunciar y ejecutar en un solo gesto la sentencia, vio los ojos suplicantes que pedían un instante de gracia.

- ¿Qué quieres de mí? -preguntó urgido por los ecos de la batalla que no se habían apagado en su sangre.- Señor...-murmuró el que estaba a sus pies. - He oído que vives con modestia y ya que he de morir quiero

dejarte mis bienes.El otro lo miró con asombro. El hombre continuó: -Yendo hacia el poniente se eleva el castillo que desde

hoy te pertenece. Los criados sabrán que eres el nuevo amo y te servirán con lealtad...El vencedor no entendía.- Durante la próxima luna llegará un cargamento de telas que me traen de muy lejos: son tuyas. Al entrar

al castillo llama al tesorero; cuando le muestres este anillo que ahora pongo en tu dedo, te llevará al sótano de las arcas donde hallarás más oro del que puedas gastar en una larga vida.

La espada aún inmóvil sobre la cabeza, el hombre siguió diciendo: - El palafrenero tendrá a tu disposición los más ágiles corceles de toda la comarca. Monta el que prefieras y galopa hasta la cabaña del guardabosque.Él te conducirá por claros y matorrales hasta el corazón del coto donde te aguardan las mejores piezas de caza que pudiste soñar.

Y añadió todavía: - Mi cocinero llevará exquisitos manjares a tu mesa y cebará para ti las piezas atrapadas sin sangre. - No tengo otra cosa que decirte.

Al fin el vencedor descargó su brazo armado y al amanecer se encaminó a sus dominios.Todo sucedió como había sido anunciado. Tomó posesión del castillo, montó el ágil corcel, saboreó los

manjares, sumergió las manos en el oro de las arcas.El castillo le resultaba cárcel, las vestiduras entorpecían sus movimientos, el oro de las arcas le impedía

confiar en alguien, los manjares le vedaban la paz del sueño.Y supo que el muerto había consumado su venganza.

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........Nº 119. “LAS DOS PRINCESAS” Khalil GibranKhalil Gibran, EL PROFETA, Bs.As., Colección Zodíaco, 1980

En la ciudad de Shawakis vivía un príncipe amado por todos: hombres, mujeres y niños. Aun los animales del campo se acercaban a él para saludarle.

Sin embargo, la gente decía que su esposa, la princesa, no lo amaba; y aún más, que lo odiaba.Cierto día, la princesa de una ciudad vecina llegó a visitar a la princesa de Shawakis.Y, sentadas,

conversaron, y sus palabras derivaron hacia sus esposos.La princesa de Shawakis dijo con pasión: "Envidio tu felicidad con el príncipe, tu esposo, a pesar de tantos

años de matrimonio. Yo odio a mi esposo, no me pertenece a mí sola y soy la más infeliz de las mujeres."La princesa de visita, mirándola, dijo: "Amiga mía, la verdad es que tú amas a tu esposo. Sí, y aún sientes

por él una pasión viva. Y eso es vida para una mujer, como la primavera para un jardín. En cambio, apiádate de mí y de mi esposo, pues nos soportamos en paciente silencio.

Y, sin embargo, tú y los otros consideran a esto felicidad."...............................................................................................................................................................................................Nº 120. “PAZ Y GUERRA” Khalil GibranKhalil Gibran, EL PROFETA, Bs.As., Colección Zodíaco, 1980

Tres perros tomaban sol y conversaban.El primer perro dijo entre sueños: "Es realmente maravilloso vivir en estos días en que reinan los perros.

Consideren la facilidad con que viajamos bajo el mar, sobre la tierra y aun en el cielo.Y mediten por un momento sobre las invenciones creadas para el confort de los perros, para nuestros ojos, oídos y narices."

Y el segundo perro habló y dijo: "Comprendemos más el arte. Ladramos a la luna más rítmicamente que nuestros antepasados.Y cuando nos contemplamos en el agua vemos que nuestros rostros son más claros que los de ayer."

Entonces el tercero dijo: "Pero lo que a mí más me interesa y entretiene mi mente es la tranquila comprensión existente entre los diferentes reinados perros."

En ese momento vieron que el cazador de perros se acercaba.Los tres perros dispararon y se escabulleron calle abajo, y mientras corrían, el tercer perro dijo: "¡Por Dios!

Corred por vuestras vidas. La civilización viene detrás nuestro."...............................................................................................................................................................................................

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Nº 121. “EL INTERCAMBIO” Khalil GibranKhalil Gibran, EL PROFETA, Bs.As., Colección Zodíaco, 1980

Una vez en el cruce de un camino un Poeta pobre encontró a un rico Estúpido y conversaron.Y todo lo que decían revelaba el descontento de ambos.

Entonces el ángel del camino se acercó y posó su mano sobre el hombro de los dos hombres.Y creedlo, un milagro: ambos intercambiaron sus posesiones.

Y se alejaron. Pero, cosa difícil de relatar, el Poeta miró y encontró sólo arena movediza seca en su mano; y el Estúpido cerró sus ojos y sintió nada más que nubes movedizas en su corazón................................................................................................................................................................................................

Nº 122. “EL LONGEVO” Fernando Sánchez SorondoFernando Sorrentino, 40 CUENTOS BREVES ARGENTINOS. SIGLO XX, Plus Ultra, Bs.As., 1981.

Ya no tenía contemporáneos. Sentado en su vetusta silla de hamaca, solía pasar las tardes releyendo cartas y evocando a sus amigos, a su mujer y a su único hijo, que habían muerto tiempo atrás.

Era una soledad interrumpida, sin amor y cortésmente, por esporádicas visitas: los domingos, la de su piadosa nieta Carolina, quien se había impuesto el deber de acompañarlo a misa.Y en los aniversarios, sus bisnietos, que discutían continuamente entre ellos, como si a él le bastara con sus presencias físicas. También lo visitaba su médico de siempre, el cual, al suponerlo sordo, solía elogiarle casi a gritos su espléndida salud y lo asombrosamente bien que venía conservándose.

Así esperaba él la muerte -impersonal, oscuramente-, del mismo modo que había vivido hasta entonces. Pero la muerte (como la vida) no le llegaba nunca: era algo ajeno que, año tras año, lo rozaba, arrebatándole un pariente, otra costumbre de su siglo, otro sitio familiar.

Tiempo después, en el entierro de Carolina, su última nieta, él comenzó a anhelar la muerte con vehemencia. Noche tras noche, arrodillado, se la rogaba a Dios; se la imploraba. Y echábase a dormir con ilusorio sueño eterno. Pero la muerte sólo le tendía redes frágiles (pisos rajados, telarañas) que no bastaban para su cuerpo..Y las enredaderas iban clausurando las puertas de su casa, por donde ya no entraba nadie, porque todos lo habían olvidado, o habían muerto.

Una noche, por fin, se decidió: cargó su viejo revólver y lo descerrajó en su sien. Pero ni la primera, ni la segunda, ni la tercera bala pudieron contra él. Entonces confirmó su sospecha: Dios también lo había olvidado; había traspapelado su destino.Y sintió un pánico superior al del infierno que lo guiara hasta entonces. Sintió el pánico de la libertad que debía afrontar eternamente y a la cual, por más que era longevo, aún no estaba acostumbrado................................................................................................................................................................................................Nº 123. “DISPUTA POR SEÑAS” Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (Adaptación)Varios , CUENTOS PARA EL PRIMER NIVEL, Colihue, Bs.As., 1986.

Sucedió una vez que los romanos, que carecían de leyes para su gobierno, fueron a pedirlas a los griegos, que sí las tenían. Estos les respondieron que no merecían poseerlas, ni las podrían entender, puesto que su saber era tan escaso. Pero que si insistían en conocer y usar estas leyes, antes les convendría disputar con sus sabios, para ver si las entendían y merecían llevarlas. Dieron como excusa esta gentil respuesta.

Respondieron los romanos que aceptaban de buen grado y firmaron un convenio para la controversia. Como no entendían sus respectivos lenguajes, se acordó que disputasen por señas y fijaron públicamente un día para su realización.

Los romanos quedaron muy preocupados, sin saber qué hacer, porque no eran letrados y temían el vasto saber de los doctores griegos. Así cavilaban cuando un ciudadano dijo que eligieran un rústico y que hiciera con la mano las señas que Dios le diese a entender:fue un sano consejo.

Buscaron a un rústico muy astuto y le dijeron: "Tenemos un convenio con los griegos para disputar por señas: pide lo que quieras y te lo daremos, socórrenos en esta lid."

Lo vistieron con muy ricos paños de gran valor, como si fuera doctor en filosofía. Subió a una alta cátedra y dijo con fanfarronería: "De hoy en más vengan los griegos con toda su porfía. "Llegó allí un griego, doctor sobresaliente, alabado y escogido entre todos los griegos. Subió a otra cátedra, ante todo el pueblo reunido. Comenzaron sus señas como se había acordado.

Levantóse el griego, sosegado, con calma, y mostró sólo un dedo, el que está cerca del pulgar; luego se sentó en su mismo sitio. Levantóse el rústico, bravucón y con malas pulgas, mostró tres dedos tendidos hacia el griego, el pulgar y otros dos retenidos en forma de arpón y los otros encogidos. Se sentó el necio, mirando sus vestiduras.

Levantóse el griego, tendió la palma llana y se sentó luego plácidamente. Levantóse el rústico con su vana fantasía y con porfía mostró el puño cerrado.

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A todos los de Grecia dijo el sabio: los romanos merecen las leyes, no se las niego. Levantáronse todos en sosiego y paz. Gran honra proporcionó a Roma el rústico villano.

Preguntaron al griego qué fue lo que dijera por señas al romano y qué le respondió éste. Dijo:"Yo dije que hay

un Dios-, el romano dijo que era uno en tres personas e hizo tal seña. Yo dije que todo estaba bajo su voluntad. Respondió que en su poder estábamos y dijo verdad. Cuando vi que entendían y creían en la Trinidad, comprendí que merecían leyes certeras."

Preguntaron al rústico cuáles habían sido sus ocurrencias: "Me dijo que con un dedo me quebraría el ojo: tuve gran pesar e ira. Le respondí con saña, con cólera y con indignación que yo le quebraría, ante toda la gente, los ojos con dos dedos y los dientes con el pulgar. Me dijo después de esto que le prestara atención, que me daría tal palmada que los oídos me vibrarían. Yo le respondí que le daría tal puñetazo que en toda su vida no llegaría a vengarse. Cuando vio la pelea tan despareja dejó de amenazar a quien no le temía"Por esto dice la fábula de la sabia vieja: "No hay mala palabra si no es tomada a mal.Verá que es bien dicha si fue bien entendida"...............................................................................................................................................................................................

Nº 124. “AVISOS CLASIFICADOS” Conrado Nalé RoxloVarios , CUENTOS PARA EL PRIMER NIVEL, Colihue, Bs.As., 1986.

Necesitaba trabajo y el anuncio decía: Prof.pa.pa.de cor.ed.ne.ur.in.pre.sin re. ¡Aquello era lo que me convenía! Como estaba muy contento y todas mis emociones las manifiesto musicalmente, me puse a cantar el anuncio con una tonada optmista y heroica: Prof. pap , decored. ne. ur... Impr‚...! Sin reee...!

El re sostenido sonaba muy bien.- ¿Qué te pasa? - me preguntó mi mujer, secándose las lágrimas que derramaba por mi falta de trabajo desde la

última guerra. Esto no quiere decir que antes tuviera trabajo, sino que ella no me conocía. Me apresuré a responderle:

- Seca tu llanto y ve pensando cómo quieres la radio, la heladera, el aspirador de polvo, las cacerolas, los niños y demás cosas cuya ausencia tanto lamentas.¡Tendré buen trabajo!

- ¿Cuánto te pagarán?- Para serte franco, no lo sé aún exactamente, pero puedo asegurarte que no bajará aproximadamente de

más o menos cierta suma, para hablar en números redondos.- ¿Mensual?- No sé, quizás sea por quincena. Ahora se acostumbra mucho.- En ese caso tendríamos el doble, no?-¡Y hasta el triple, haciendo las cuentas cada tres quincenas! Ese es un detalle que queda librado a la

voluntad del empleado y que por ninguna razón puede intervenir el empleador.- ¿Y en qué consiste el trabajo?- Lee tú misma el anuncio - y le alargué el diario.Mi mujer, después de un rato de estudio, levantó los ojos otra vez arrasados en lágrimas y me dijo: - O

esto está mal escrito o tú no puedes aceptar este empleo. Aquí dice:"Profanador para panteones de coraje, edificados necrópolis urbana. Inútil presentarse sin revólver." Debe ser la mafia o algo así.

-¡Qué disparate! Lo que quiere decir es esto: "Profesional para pagador, de corta edad (lo quieren joven). Necesita urgentemente importador de preciosidades sin remilgos."

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- ¡Ay, Mariano, por Dios, renuncia a ese empleo, por nuestra felicidad! Tú siempre fuiste fiel, pero la ocasión hace al ladrón. Tu futuro patrón debe ser uno de esos hombres sin escrúpulos que importan jóvenes para los teatros de revistas y sitios peores. Por eso lo piden joven y dice que las preciosidades no tienen remilgos. ¡Prefiero el hambre!

- Espera, querida, quizás haya interpretado mal alguna abreviatura.Veamos con calma. ¡Claro! Donde yo he dicho PRECIOSIDADES, pongamos PRESILLAS, y donde dijimos SIN REMILGOS, léase SIN RELOJ.

- ¿Y para qué quiere que no tengas reloj?- No es que él no quiera; podré presentarme con uno de oro, de tres tapas y la mar de rubíes; al decir SIN

RELOJ indica que no tendré horario fijo, que lo mismo podré salir a las tantas como a las cuantas.- No me gusta.Cuando vengas a las tantas se me pasará la comida.- ¿Qué comida?- Pero, Mariano, ¡la que compraremos con el dinero de las tres quincenas mensuales!- No te preocupes, esos días iremos a comer al restaurante.Conforme ya mi mujer con la correcta interpretación del anuncio, me dirigí a la dirección que indicaba, tras

no menos correcta afeitada.Mi mujer quedó distribuyendo en un papel los mil trescientos pesos, pues le daba el corazón que ese era

mi sueldo. Si era quincenal, mejor.Me recibieron un señora muy grave de aspecto y una señorita, pero que ya tenía edad para ser señora

desde hacía rato, madre y tía del niño, respectivamente, según me dijeron.- ¿De qué niño estamos hablando?- inquirí.Y agregué: - En el anuncio no se alude para nada.Me lo tradujeron a su manera: "Profesor para párvulo de corta edad, necesito urgente; inútil presentarse

sin recomendaciones." Mi trabajo consistiría en educarlo.- Es la piel del diablo - dijo la madre.- De la piel de Judas - acotó la tía.No quise ni verlo, y me despedí cortésmente. No soy reencuadernador de chicos.

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Nº 125. “LAS CONCIENCIAS TRANQUILAS” Marco DeneviVarios , CUENTOS PARA EL PRIMER NIVEL, Colihue, Bs.As., 1986.

Salón de un abominable palacio burgués. Ambiente suntuoso y feliz. Todos conversan, ríen, comen y beben. Los más jóvenes danzan al compás de la música. Se ven sedas, pieles, joyas, plumas, condecoraciones, entorchados, mucetas, pelucas, un ojo de vidrio, hermosísimo.

Entra UNO MÁS, las conversaciones se interrumpen. Los bailarines dejan de bailar.La música calla. Se hace un gran silencio.

UNO MÁS: - La policía, de la que me honro en ser el jefe, acaba de recibir una carta anónima en la que su autor, tal vez un loco, tal vez no, amenaza con matar esta misma noche al responsable de su desgracia, no dice cuál, ni dice quién.

(TODOS se sonríen, se encogen de hombros, se miran entre sí. Piensan. A medida que piensan sus rostros se demudan, palidecen, tiemblan.

De golpe,TODOS -MENOS UNO- gritan:TODOS:- ¡Cerrad las ventanas! ¡Barricad las puertas!¡Apagad las luces!(En medio de un gran desorden las ventanas son cerradas; las puertas, atrancadas; las luces, apagadas.

TODOS -MENOS UNO- huyen a esconderse)Quedan en escena únicamente UNO MÁS y MENOS UNO.UNO MÁS: - ¿Y vos?MENOS UNO: - Por lo visto, soy el único que tiene la conciencia tranquila.

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UNO MÁS: - ¿Ningún cargo, ningún reproche, ningún remordimiento?MENOS UNO: - Mi conciencia es un cristal.UNO MÁS: - ¿Ese anónimo no la empaña con el recuerdo de alguna culpa?MENOS UNO: - ¿Yo?¿Culpa?UNO MÁS: - Basta. Comprendo. Seguidme.MENOS UNO: - ¡Me habéis, pues, reconocido!UNO MÁS: - ¡Era tan fácil!(Lo toma de un brazo y se lo lleva. Antes de desaparecer, UNO MÁS se vuelve hacia las bambalinas)UNO MÁS: - Podéis entrar. El autor del anónimo ha sido descubierto.

(Se van)(Entran TODOS. El baile, la música y las conversaciones se reanudan poco a poco. Hasta que el ambiente

torna a ser feliz como al comienzo)TELÓN...............................................................................................................................................................................................Nº 126. “ETIQUETA Y PRELACIONES” Julio CortázarVarios , CUENTOS REGIONALES: BUENOS AIRES, Colihue, Bs.As., 1990.

Siempre me ha parecido que el rasgo distintivo de nuestra familia es el recato. Llevamos el pudor a extremos increíbles, tanto en nuestra manera de vestirnos y de comer como en la forma de expresarnos y de subir a los tranvías. Los sobrenombres, por ejemplo, que se adjudican tan desaprensivamente en el barrio de Pacífico, son para nosotros motivo de cuidado, de reflexión y hasta de inquietud. Nos parece que no se puede atribuir un apodo cualquiera a alguien que deber absorberlo y sufrirlo como un atributo durante toda su vida. Las señoras de la calle Humboldt llaman Toto, Coco o Cacho a sus hijos, y Negra o Beba a las chicas, pero en nuestra familia ese tipo corriente de sobrenombre no existe, y mucho menos otros rebuscados y espamentosos como Chirola,Cachuzo o Matagatos, que abundan por el lado de Paraguay y Godoy Cruz. Como ejemplo del cuidado que tenemos en estas cosas bastar citar el caso de mi tía la segunda. Visiblemente dotada de un trasero de imponentes dimensiones, jamás nos hubiéramos permitido ceder a la fácil tentación de los sobrenombres habituales; así, en vez de darle el apodo brutal de Ánfora Etrusca, estuvimos de acuerdo en el más decente y familiar de la Culona. Siempre procedemos con el mismo tacto,aunque nos ocurre tener que luchar con los vecinos y amigos que insisten en los motes tradicionales. A mi primo segundo el menor, marcadamente cabezón, le rehusamos siempre el sobrenombre de Atlas que le habían puesto en la parrilla de la esquina, y preferimos el infinitamente más delicado de Cucuzza.Y así siempre.

Quisiera aclarar que estas cosas no las hacemos por diferenciarnos del resto del barrio. Tan sólo desearíamos modificar, gradualmente y sin vejar los sentimientos de nadie, las rutinas y las tradiciones. No nos gusta la vulgaridad en ninguna de sus formas, y basta que alguno de nosotros oiga en la cantina frases como: "Fue un partido de trámite violento"-,o: "Los remates de Faggioli se caracterizaron por un notable trabajo de infiltración preliminar del eje medio", para que inmediatamente dejemos constancia de las formas más castizas y aconsejables en la emergencia, es decir: "Hubo una de patadas que te la debo", o: "Primero los arrollamos y después fue la goleada." La gente nos mira con sorpresa, pero nunca falta alguno que recoja la lección escondida en estas frases delicadas. Mi tío el mayor que lee a los escritores argentinos, dice que con muchos de ellos se podría hacer algo parecido, pero nunca nos ha explicado en detalle. Una lástima................................................................................................................................................................................................Nº 127. “LA COLCHA CELESTINA” Anónimo (Versión modernizada del Ejemplo X de la Disciplina Clericalis del

S.XII) Varios , CUENTOS PARA EL PRIMER NIVEL (III), Colihue, Bs.As., 1991.Uno, al ausentarse para ir al extranjero, encomendó su mujer a su suegra. Su mujer tomó amores con

otro, y lo dijo a su madre.Ésta, condolida de su hija, la ayudó en aquel amor y convidando al amante, se sentaron los tres a comer. Mientras ellos comían, llegó de improviso el marido y llamó a la puerta. Se levantó la mujer, escondió al amante en la alcoba y luego abrió la puerta al marido.

El hombre, en cuanto entró, mandó preparar la cama, porque venía muy cansado.Turbada la mujer, no sabía qué hacer, pero la madre acudió diciéndole:"No te apresures, hija, a preparar la cama, hasta que mostremos a tu marido la colcha que hemos hecho."Y sacando una colcha, la vieja levantó cuanto pudo una de sus puntas y dio la otra a su hija para que la alzase. Y así el marido quedó burlado, mientras por detrás de la colcha extendida escapó el amante oculto. Entonces la madre dijo a la hija: "Tiende ya la colcha sobre la cama de tu marido, que con tus manos y las mías está tejida. "El marido le dijo: "Y tú, señora mía, ¿sabes hacer colcha tan bonita como ésta?" Ella replicó: " Ay, hijo, muchas como ésta tengo yo tejidas!"Nº 128. “LA CARTA DE RECOMENDACIÓN” Eduardo WildeVarios , CUENTOS PARA EL PRIMER NIVEL (II), Colihue, Bs.As., 1983.

Hace poco se presentó en casa, el señor don Pedro Romualdo Mosqueira, que era portador de una carta de recomendación para mí.

Atendiendo a ella, pregunté a don Romualdo en qué podía serle útil.- Me han dicho, señor - me contestó-, que usted es algo relacionado aquí y quería que me diera una cartita

para alguno de sus amigos.

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- Perfectamente; ¿en qué desearía ocuparse?- En una empresa de diarios, por ejemplo.- Muy bien.¿Sabe usted leer?- No, señor.- Perfectamente; tome usted asiento un instante.Dicho y hecho, tomo la pluma y escribo:Señor don Eduardo Dimet, director y propietario del "Nacional"Estimado amigo:

Le presento a usted al señor don Pedro Romualdo Mosqueira que me ha sido calurosamente recomendado por nuestro común amigo don Héctor Valera. Desea ocuparse en su imprenta y yo creo que se contentar con un módico sueldo de ocho mil pesos, si usted lo pone al frente de la administración de su establecimiento. Saluda a usted atentamente. N.N.

Haría de esto un mes, cuando una mañana recibo una carta que decía:Señor don N.N.Querido amigo:

Usted que tiene tanta relación con Dimet, hágame el favor de darle al portador de ésta, don Rómulo Mezquita, una cartita de recomendación que le sirva, a lo menos, para presentarse. Este señor desea ocuparse en algún diario y, como me ha sido muy recomendado, no vacilo en pedirle a Usted un servicio en favor de un extranjero necesitado. Soy su afectísimo. Juan A.Golfarini

Quién será este don Rómulo Mezquita, decía yo, cuando alzando la vista percibí en el patio la simpática figura de mi antiguo conocido don Pedro Romualdo Mosqueira, que en sus tribulaciones por emplearse en un diario hasta su nombre había perdido.

La cosa era sencilla. El círculo de amigos se cerraba. El hombre volvía al punto del que había partido, después de haber andado a pie por las calles de Buenos Aires doscientos setenta y cinco leguas en un mes, tras de una o más cartas de recomendación.

- ¿Cómo es esto, señor Romualdo?- exclamé abriendo tamaña boca.- ¿Cómo ha de ser - me contestó-: todo el mundo me ha recibido bien, pero cada cual me despedía con

una carta y muchos ofrecimientos.Como Ud.supondrá, llevé su carta a Dimet, Dimet me dijo que el puesto que yo pretendía estaba ocupado,

pero que en el empeño de servirme, me recomendaría a Luis Varela, como lo hizo; Varela me recomendó a Bilbao, Bilbao me recomendó a Walls, Walls me recomendó a Cordgien, Cordgien me recomendó a Gutiérrez, Gutiérrez me recomendó a Cantilo, Cantilo a Mansilla, Mansilla a Ojeda, Ojeda a Choquet, Choquet a Quesada, Quesada a Balleto, Balleto a del Valle, del Valle a Goyena, Goyena a Paz, Paz a Mallo, Mallo a Golfarini y Golfarini a Ud., y aquí me tiene otra vez al principio de mi carrera.

Excusado es decir que yo solemnicé tan original peregrinación con toda la hilaridad de que pudo disponer.- ¿Y este cambio de nombre, señor don Romualdo?- Ese cambio de nombre, es que a fuerza de repetir "Pedro Romualdo Mosqueira" el nombre me parecía

vulgar y largo, y pensando que era más cómodo para las cartas de recomendación uno más corto, lo acorté llamándome Rómulo Mezquita.

- Pues señor don Rómulo Mezquita, conforme ha cambiado de nombre, cambie también de aspiraciones y, en lugar de buscar un empleo en diarios, acepte cualquier trabajo... de cobrador por ejemplo.

Don Pedro Romualdo Mosqueira tiene actualmente una agencia de cobranzas, vive sin lujo, pero cómodamente y sólo tiene una enfermedad que amarga su vida; sufre de epilepsia cuando ve una carta de recomendación................................................................................................................................................................................................Nº 129. “HACIA ARRIBA” Enrique Anderson ImbertVarios, Cuentos para el primer nivel (III), Bs.As., Colihue, 1991.

El autobús lleno de turistas se detuvo al pie del cerro, saltamos a la cuesta y, todos en grupo, empezamos a subir. Tomó la delantera un hombre extraño, delgado, alto, rubio, ágil, con movimientos de ave o de ángel. Yo no había reparado en él durante el viaje. Ahora vi cómo se distanciaba de nosotros, con ligeros y seguros pasos, siempre hacia arriba. Subió y subió, y yo, junto con los demás turistas, lo seguía sin quitarle la vista. Cuando llegábamos a una roca que él había dejado atrás, sin esfuerzo, como si no fuera un obstáculo, nosotros teníamos que pararnos, rodearla y treparla penosamente. No había modo, no digo de alcanzarlo, pero ni siquiera de disminuir la ventaja que a cada paso nos sacaba. Lo vi llegar a la cumbre y encaramarse en la roca más alta. Esperé que continuase ascendiendo por el aire azul de la mañana pero decidió, no sé por qué, acaso para no avergonzarnos, quedarse allí................................................................................................................................................................................................

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Nº 130. “CONTINUIDAD DE LOS PARQUES” Julio CortázarJulio Cortázar, Cuentos, Madrid, Hyspamérica, 1985

Había empezado a leer la novela unos días antes.La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías, volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito, de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imgenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi enseguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restañaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho,y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.

Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa.. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano, la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela................................................................................................................................................................................................Nº 131. “EL PEQUEÑO REY ZAPARRASTROSO” Eduardo GaleanoVarios, Cuentos para el primer nivel (III), Bs.As., Colihue, 1991.

Tarde a tarde lo veían. Lejos de los demás, el gurí se sentaba a la sombra de la enramada, con la espalda contra el tronco de un árbol y la cabeza gacha. Los dedos de su mano derecha le bailaban bajo el mentón, baila que te baila como si él estuviera rascándose el pecho con alevosa alegría, y al mismo tiempo su mano izquierda, suspendida en el aire, se abría y se cerraba en pulsaciones rápidas. Los demás le habían aceptado, sin preguntas, la costumbre.

El perro se sentaba, sobre las patas de atrás, a su lado. Ahí se quedaban hasta que caía la noche. El perro paraba las orejas y el gurí, con el ceño fruncido por detrás de la cortina del pelo sin color, les daba libertad a sus dedos para que se movieran en el aire. Los dedos estaban libres y vivos, vibrándole a la altura del pecho, y de las puntas de los dedos nacía el rumor del viento entre las ramas de los eucaliptos y el repiqueteo de la lluvia sobre los techos, nacían las voces de las lavanderas en el río y el aleteo estrepitoso de los pájaros que se abalanzaban, al mediodía, con los picos abiertos por la sed. A veces a los dedos les brotaba, de puro entusiasmo, un galope de caballos: los caballos venían galopando por la tierra, el trueno de los cascos sobre las colinas,y los dedos se enloquecían para celebrarlo. El aire olía a hinojos y a cedrones. Un día le regalaron, los demás, una guitarra. El gurí acarició la madera de la caja, lustrosa y linda de tocar, y las seis cuerdas a lo largo del diapasón. La probó, la guitarra sonaba bien.Y él pensó: qué suerte. Pensó: ahora, tengo dos................................................................................................................................................................................................Nº 132. “LA OTRA VIDA” Enrique Anderson ImbertVarios, Cuentos para el primer nivel (III), Bs.As., Colihue, 1991.

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Desesperados por los tormentos y trabajos que les imponían los españoles - el español Las Casas es quien cuenta - los indios de las Antillas empezaron a huir de las encomiendas. De nada les valía: con perros los cazaban y despedazaban. Entonces los indios decidieron morir.

Unos incitaban a otros, y así pueblos enteros se colgaron de los árboles, seguros de que, en la otra vida, gozarían de descanso, libertad y salud. Los españoles se alarmaron al ver que se iban quedando sin esclavos. Una mañana cierto encomendero advirtió que un gran número de indios abandonaban las minas y marchaban hacia el bosque, con sogas para ahorcarse. Los siguió y, cuando ya estaban eligiendo las ramas más fuertes, se les presentó y dijo: - Por favor, dadme una soga.Yo también me voy a ahorcar. Porque si vosotros os ahorcáis, ¿para qué quiero vivir acá, sin vuestra ayuda? Me dais de comer, me dais oro...No, quiero irme a la otra vida con vosotros, para no perder lo que allá tendréis que darme................................................................................................................................................................................................

Nº 133. “SEXA” Luis Fernando VeríssimoVarios, Cuentos para el primer nivel (III), Bs.As., Colihue, 1991.

- Papá...- ¿Hmmm?- ¿Cómo es el femenino de sexo?- ¿Qué?- El femenino de sexo.- No tiene.- ¿Sexo no tiene femenino?- No.- ¿Sólo hay sexo masculino?- Sí. Es decir, no. Existen dos sexos. Masculino y femenino.- ¿Y cómo es el femenino de sexo?- No tiene femenino. Sexo es siempre masculino.- Pero vos mismo dijiste que hay sexo masculino y femenino.- El sexo puede ser masculino o femenino. La palabra "sexo" es masculina. El sexo masculino, el sexo

femenino.- ¿No debería ser "la sexa"?- No.- ¿Por qué no?- ¡Porque no! Disculpá. Porque no. "Sexo" es siempre masculino.- ¿El sexo de la mujer es masculino?- Sí. ¡No! El sexo de la mujer es femenino.- Y ¿cómo es el femenino?- Sexo también. Igual al del hombre.- ¿El sexo de la mujer es igual al del hombre?- Sí. Es decir... Mirá. Hay sexo masculino y sexo femenino, ¿no es cierto?- Sí.- Son dos cosas diferentes.- Entonces, ¿cómo es el femenino de sexo?- Es igual al masculino.- Pero, ¿no son diferentes?- No. O, ¡sí! Pero la palabra es la misma. Cambia el sexo, pero no cambia la palabra.- Pero entonces no cambia la palabra. Es siempre masculino.- La palabra es masculina.- No. "La palabra" es femenino. Si fuera masculino sería "el pal..."- ¡Basta! Andá a jugar.El muchacho sale y la madre entra. El padre comenta:- Tenemos que vigilar al gurí...- ¿Por qué?

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- Sólo piensa en gramática................................................................................................................................................................................................Nº 134. “LA LAGARTIJA DE ESMERALDAS” Juan BurghiF. Sorrentino, 35 CUENTOS BREVES ARGENTINOS. SIGLO XX, Bs.As., Plus Ultra, 1984.

Érase que se era un padrecito santo que moraba al pie de una sierra, entre las inocentes criaturas del Señor, y al que todos los pobres de la región acudían en sus tribulaciones. En una mañana como ésta, acudió a él un indio menesteroso en demanda de algo con qué aplacar el hambre de su mujer y sus hijos. Lo halló en el sendero, cerca de su morada, y con voz de sentida angustia le narró sus penas, pidiéndole ayuda para remediarlas.

El buen padrecito, que por darlo todo nada tenía, sentíase conmovido por tanta miseria, y hondamente apenado por no poder aliviarla; y así conmovido y apenado, púsose a implorar la Gracia Divina. Mientras rezaba mirando a su alrededor, sus ojos se posaron en una lagartija que a su vera se asoleaba, y alargó hacia ella su mano, tomándola suavemente. Al contacto de esa mano milagrosa, la lagartija se trocó en una joya de oro y esmeraldas que entregó al indio diciéndole: - Toma esto y ve a la ciudad y en alguna prendería empéñalo, que algo te darán por ello.

Obedeció el indio y, con lo obtenido, no sólo remedió su hambre y la de los suyos, sino que pudo comprar alguna hacienda que luego prosperó, y cuando su situación fue holgada,años después, pensó que debía restituir al legítimo dueño aquella joya que de tanto provecho le había sido. Desempeñándola, en una hermosa mañana estival volvió con ella en busca del padrecito, a quien halló en el mismo sitio del primer encuentro, aunque mucho más viejo y, de ser ello posible, más pobre.

- Padrecito querido - díjole el indio -. Aquí le vuelvo esta joya que usted una vez me dio y que tanto me ha servido. Ya no la necesito, tómela usted, que con ella acaso pueda socorrer a otro. Muchas gracias, y que Dios lo bendiga...

El viejecito nada recuerda ya. Con aire distraído la toma, depositándola con suavidad sobre un peñasco. Nuevamente, y por el milagro de sus manos, aquel objeto precioso vuelve a ser lo que antes había sido, una lagartija, que echa a andar lenta en dirección a su cueva................................................................................................................................................................................................

Nº 135. “EL CAUTIVO” Jorge Luis BorgesEn Junín o en Tapalqué refiere la historia. Un chico desapareció después de un malón; se dijo que lo

habían robado los indios. Sus padres lo buscaron inútilmente; al cabo de los años, un soldado que venía de tierra adentro les habló de un indio de ojos celestes que bien podría ser su hijo. Dieron por fin con él (la crónica ha perdido las circunstancias y no quiero inventar lo que no sé) y creyeron reconocerlo. El hombre, trabajado por el desierto y por la vida bárbara, ya no sabía oír las palabras de la lengua natal, pero se dejó conducir indiferente y dócil, hasta la casa.

Ahí se detuvo, tal vez porque los otros se detuvieron. Miró la puerta sin entenderla. De pronto bajó la cabeza, gritó, atravesó corriendo el zaguán y los dos largos patios y se metió en la cocina. Sin vacilar, hundió el brazo en la ennegrecida campana y sacó el cuchillito de mango de asta que había escondido ahí, cuando chico. Los ojos le brillaron de alegría y los padres lloraron porque habían encontrado al hijo.

Acaso este recuerdo fue sucedido por otros, pero el indio no podía vivir entre paredes y un día fue a buscar su desierto.Yo querría saber qué sintió en aquel instante de vértigo en que el pasado y el presente se confundieron; yo querría saber si el hijo perdido renació y murió en aquel éxtasis o si alcanzó a reconocer, siquiera como una criatura o un perro, los padres y la casa................................................................................................................................................................................................Nº 136. “DIÁLOGOS Y PALABRAS” Ricardo GüiraldesF. Sorrentino, 35 CUENTOS BREVES ARGENTINOS. SIGLO XX, Bs.As., Plus Ultra, 1984.

Una cocina de peones: fogón de campana, paredes negreadas de humo, piso de ladrillos, unos cuantos bancos, leña en un rincón.

Dando la espalda al fogón matea un viejo, con la pava entre los pies chuecos que se desconfían como jugando a las escondidas.

Entra un muchacho lampiño, con paso seguro y el hilo de un estilo silbándole en los labios.PABLO SOSA: - Güen día, don Nemesio.DON NEMESIO: - Hm.PABLO: -¿Stá caliente el agua?

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DON NEMESIO: - M...hm...PABLO: -¡Stá güeno!El muchacho llena un mate en la yerbera, le echa agua cuidadosamente a lo largo de la bombilla, y va

hacia la puerta, por donde escupe para afuera los buches de su primer cebadura.PABLO (desde la puerta): - ¿Sabe que está lindo el día pa ensillar y juirse al pueblo? Ganitas me están

dando de pedirle la baja al patrón. Mirá qué día de fiesta p'al pobre, arrancar biznaga'e el monte en día domingo. ¿No será en contra de Dios?

DON NEMESIO: - ¿M...hm?PABLO: - ¿No ve la zanja, don? ¡Cuidao no se comprometa con tanta charla!"Quejarse no es de güen cristiano y pa nada sirve. A la suerte amarga yo le juego risa, y en teniendo un

güen compañero para repartir soledades, soy capaz de creerme de baile.¿Ne así? ¡Vea! Cuando era boyero e muchacho, solía pasarme de vicio entre los maizales, sin necesidá de dir pa las casas. ¡Tenía un cuzquito de zalamero! Con él me floreaba a gusto, porque no sabiendo más que mover la cola, no había caso de que me dijera como mama: "Andá buscáte un pedazo e galleta, ansina te enllenás bien la boca y asujetás el bolaceo"; ni tampoco de que me sacara como tata, zapatiando de apurao, pa cuerpiarle al lonjazo.

El hombre, amigo, cuando eh'alegre y bien pensao, no tiene por qué hacerse cimarrón y andarle juyendo a la gente. ¿No le parece, don?"

DON NEMESIO: - M...hm...Pablo acobardado toma la pava y se retira hacia afuera a concluir su cebadura, rezongando entre dientes,

lo suficientemente fuerte para ser oído: - Viejo indino y descomedido pa tratar con la gente...te abriría la boca a cuchillo como a los mates.

Don Nemesio, invariablemente chueco ante el vacío que dejó la pava, sonríe para él mismo, con sonsonete de duda: - ¿M...hm?...............................................................................................................................................................................................Nº 137. “PROPIEDADES DE UN SILLÓN” Julio CortázarJulio Cortázar, ANTOLOGÍA, Bs.As., Librería del Colegio, 1975.

En casa de Jacinto hay un sillón para morirse.Cuando la gente se pone vieja, un día la invitan a sentarse en el sillón que es un sillón como todos pero

con una estrellita plateada en el centro del respaldo. La persona invitada suspira, mueve un poco las manos como si quisiera alejar la invitación, y después va a sentarse en el sillón y se muere.

Los chicos, siempre traviesos,se divierten en enga¤ar a las visitas en ausencia de la madre,y las invitan a sentarse en el sillón.Como las visitas están enteradas pero saben que de eso no se puede hablar, miran a los chicos con gran confusión y se excusan con palabras que nunca se emplean cuando se habla con los chicos, cosa que a éstos los regocija extraordinariamente. Al final las visitas se valen de cualquier pretexto para no sentarse, pero más tarde la madre se da cuenta de lo sucedido y a la hora de acostarse hay palizas terribles. No por eso escarmientan, de cuando en cuando consiguen engañar a alguna visita cándida y la hacen sentarse en el sillón. En esos casos los padres disimulan, pues temen que los vecinos lleguen a enterarse de las propiedades del sillón y vengan a pedirlo prestado para hacer sentar a una u otra persona de su familia o amistad. Entre tanto los chicos van creciendo y llega un día en que sin saber por qué dejan de interesarse por el sillón y las visitas. Más bien evitan entrar en la sala, hacen un rodeo por el patio, y los padres que ya están muy viejos cierran con llave la puerta de la sala y miran atentamente a sus hijos como queriendo leer en su pensamiento.

Los hijos desvían la mirada y dicen que ya es hora de comer o de acostarse. Por las mañanas el padre se levanta el primero y va siempre a mirar si la puerta de la sala sigue cerrada con llave, o si alguno de los hijos no ha abierto la puerta para que se vea el sillón desde el comedor, porque la estrellita de plata brilla hasta en la oscuridad y se la ve perfectamente desde cualquier parte del comedor................................................................................................................................................................................

Nº 138. “PARA BAJAR UN POZO DE ESTRELLAS” Marcial SoutoVarios, Cuentos para el primer nivel (III), Bs.As., Colihue, 1991.

Elementos necesarios:1. Se toma el espejo y se sube a la azotea.2. Se pone el espejo en el suelo, boca arriba.3. Se tiende uno al lado del espejo.

4. Se acerca la cabeza al espejo, pero no demasiado: sólo lo suficiente para ver las estrellas allá en el fondo.

5. Se mira con atención la más cercana, hasta poder calcular con exactitud a qué distancia está; luego se cierran los ojos. 6. Se lleva despacio un pie hacia esa estrella: después de tocarla hay que asegurarse de que se ha asentado bien el pie.

7. Asiéndose con una mano del borde del pozo, se busca con el otro pie una nueva estrella, y se la pisa con firmeza.

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8. Se busca con la mano libre otra estrella, y se la encierra en la palma.9. Se suelta entonces la boca del pozo y se busca con esa mano una estrella más. Al encontrarla y

sujetarla, se mueve el pie que había pisado la primera. Así, descolgándose de estrella en estrella, se continúa hasta llegar al fondo del pozo. 10. Para salir del pozo se tapa el espejo con la mano y se abren los ojos................................................................................................................................................................................................Nº 139. “INSTRUCCIONES PARA SUBIR UNA ESCALERA” Julio CortázarJulio Cortázar, ANTOLOGÍA, Bs.As., Librería del Colegio, 1975.

Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ngulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nuevaperpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose yponiendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y más adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquier otra combinación produciría formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.

Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se la hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansar el pie, y en el primero descansar el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombres entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie)

Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso................................................................................................................................................................................................

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Nº 140. “LA MISERIA” AnónimoAugusto Raúl Cortazar, LITERATURA Y FOLKLORE, Bs.As., C.E.A.L., 1968.

Dicen que había un hombre que se llamaba Miseria y era herrero. Ya cansado de la pobreza, porque no tenía qué darle de comer a los hijos, resolvió entregarle el alma al diablo por tres bolsas de plata. En el plazo de un año debía venir el diablo a llevarlo.

Un día se le presentó un viejito andrajoso en un caballo flaco y sin herradura.El herrero le dio hospedaje, la mujer lo remendó y lo lavó y le colocaron herraduras al caballo. Cuando el

viejito se quiso ir, le dijo al herrero: - ¿Con qué te pagaré el favor que me has hecho?- No es nada.- Bueno, te daré tres dones: el que se siente en esta silla no se levantará hasta que le ordenes; el que

entre en esa bolsa no saldrá sin que vos le ordenes y el que suba en esa planta de nogal no se bajará mientras vos no le ordenes.

Se despidió el viejito y se fue; éste había sido tata Dios.Cuando se cumplió el plazo, vino un diablo a llevarlo y el herrero le dijo: - Espere que termine de hacer la

herradura, le dijo al diablo: - Vamos. Y como el diablo no se podía levantar, se quedó sentado.Al rato le dijo el diablo al herrero que si lo dejaba levantar le iba a perdonar la vida por un año más; el

herrero le ordenó que se levantara y el diablo se fue.Cuando se cumplió el otro año vinieron tres diablos a llevarlo y el hombre les dijo: - Esperen que acabe de

hacer estas herraduras; suban a comer nueces.Se subieron los diablos al nogal y no se podían bajar; desesperados le dijeron al herrero que le iban a

perdonar un año más la vida si los dejaba bajar. El herrero les ordenó a los diablos que se bajaran y se fueron.Al año siguiente vinieron cincuenta diablos en mulas a llevarlo al herrero; éste les dijo: - Voy a ir, pero

antes entran todos adentro de esa bolsa.Los diablos se metieron y el herrero los agarró a palos.Los diablos le pidieron que los dejase, que le iban a perdonar la vida si los sacaba de adentro de la bolsa.

El herrero así lo ordenó y los diablos se fueron.Cuando Miseria se murió, Dios no lo recibió en el cielo porque había vendido el alma al diablo.Bajó al purgatorio y tampoco lo recibieron; entonces se fue al infierno con el palo. Salieron los diablos a

recibirlo y lo vieron a don Miseria con el palo; los diablos se fueron disparando y cerraron la puerta del infierno.Se volvió a Dios don Miseria y le dijo que los diablos no querían recibirlo. Entonces Dios lo mandó a

recorrer el mundo, y es por eso que la miseria no se acaba................................................................................................................................................................................................

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Nº 141. “EL REFRANERO” Conrado Nalé RoxloVarios, Cuentos para el primer nivel (II), Bs.As., Colihue, 1983.

Necesidades manducatoria nos sentaron a la misma mesa del coche comedor. Él era español y nosotros tres lo que se iá viendo con el andar del diálogo y del tren.

Con motivo de un cuchillo mal afilado, soltó el primero: - El amigo que no da y el cuchillo que no corta, que se pierdan poco importa.

Asentimiento general seguido de distracción del mismo grado para observar a una dama con tocas de viuda y más entrada en carnes que en años que con gran desenvoltura de lengua y ademanes buscaba sitio. Y entonces fue cuando nuestro compañero de mesa soltó el segundo:

- La viuda, como la mula, gorda y andariega.Nos hizo gracia y lo celebramos. Pero como en esos momentos nos sirvieran el pollo - ese clásico pollo de

los ferrocariles que por su dureza parece alimentado con durmientes de quebracho y balasto - y alguien se quejara, nuestro español dijo filosóficamente: - Vale más pájaro en mano...- y con la diestra empuñó una pata del ave ferroviaria.

- ¡Cuántos refranes sabe usted! - me admiré.- Los refranes son la sabiduría de los pueblos - me respondió sin dejar de refranear.Raúl, que estaba a su derecha, me hizo la seña del as de bastos; yo toqué con el codo a Ernesto y, sin

más, la cosa quedó resuelta: lo batiríamos en su propio campo.Como trajeran una compota de orejones, Raúl inició las hostilidades: - Fruta en compota, no está buena si

no flota.- Come orejones y felicita a tus riñones - apoyó Ernesto.El español hizo un gesto de sorpresa tan espontáneo que se volcó el postre.- Quien a buena mesa se arrima, buen almíbar le cae encima - solté yo, que nunca he tenido mucha

imaginación.Hubo un momento de expectativa, y el español, mientras se limpiaba, dijo, un sí es no con la mostaza en

las narices: - Curiosos refranes saben ustedes. Yo me he dedicado a estudiar la materia y jamás en mis días tuve noticias de ellos.

- ¿Se lo confesamos? - preguntó Raúl, esta vez con la seña del siete bravo. Dijimos que sí sin saber de qué se trataba, y él le explicó:

- Son refranes criollos que por un acuerdo tácito jamás se dicen ante españoles. Es una defensa del espíritu nacional temeroso de que el imperialismo idiomático de la Academia Española se apodere de ellos y nos lo devuelva corregidos y sancionados por su autoridad. Queremos conservarlos como humildes flores silvestres... A refrán foráneo, opone el criollo frutos de su cráneo, y mejor flaco en mi poncho, que en tu levita rechoncho, y yo como choclo y usted miel con bizcocho, y si en mi cama espicho me voy a mi propio nicho. Y, como dijo Palleja, cada cual rasque su oreja.

- ¿Quién era Palleja? - inquirió el español entre interesado y desconfiado.- Palleja, Palleja, cuando le preguntan quién es, se aleja. Por eso nunca se lo pudo identificar.Nuestro compañero de mesa, congestionado por el vino y los refranes se puso a forcejear para abrir la

ventanilla. Le ayudamos con unos proverbios.- Las ventanillas del tren, no se abren en un amén.- A ventanillas viejas, al ñudo libros de quejas.Por fin consiguió abrirla en momentos en que el tren arrancaba de una estación, previa la pitada

reglamentaria.- Tren que no pita no mueve la ruedita - apuntó Raúl y, como en eso llegara el inspector pidiendo boletos,

agregó: - No subas a los vagones sin boleto en condiciones.- Tan sólo la gente estulta, se expone a pagar la multa - dijo Ernesto.- Si te piden el boleto una y otra y otra vez tú diles siempre "yes,yes", sin asco, como hizo el vasco.- ¡Alto ahí! - gritó el español creyendo haber pescado a Raúl en un renuncio, que era el autor del disparate.

–Si era vasco, debió decir sí, sí.

- Es que era un vasco del tiempo en que los ferrocarriles eran ingleses.

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- Sin ofender al patriotismo de ustedes - dijo nuestro compañero de mesa - debo confesar que ese refrán no vale un porro verde y, además, hay que ponerlo en buen castellano.

- ¡Ya apareció el imperialismo idiomático! ¡No decía yo! - gritó Ernesto.- ¿Y prefiere usted el imperialismo idiomático vascuense o inglés? ¡Quite usted allá!- Ni un pantalón hace un ambo, ni un vasco suelto es un tambo - defendí.- Sea - aceptó el español vencido por la fuerza del refrán -, pero,¿y el "yes,yes"? Tener esa palabra en el

refranero es como permitir que el obelisco se incline ante la columna de Nelson.Como algo había que concederle para mantener las buenas relaciones, le entregamos el refrán para que

lo expurgara y seguimos tan amigos y refraneros como Sancho Panza. Poco después nos anunció que iba a preparar sus valijas, pues se acercaba a su destino, y hombre prevenido vale por dos, y a quien madruga, Dios lo ayuda.

- Es bueno hacer el baúl con tiempo como Raúl.- ¿Qué Raúl? - inquirió ya en pie.- Yo mismo - fue la estúpida respuesta de Raúl. El español nos hizo una reverencia por no hacernos cosa

peor y, cuando se disponía a trasponer la puerta, Ernesto le gritó: - Para no causar enojo en el tren, cierre la puerta, igual que cerraba el ojo su abuelita la tuerta.

La cerró con cierta violencia................................................................................................................................................................................................

Nº 142. “EL ZORRO Y EL QUIRQUINCHO” AnónimoVarios, Cuentos para el primer nivel , Bs.As., Colihue, 1986.

El zorro tenía su chacra sin sembrar desde hacía varios años. Era mal labrador y nunca le había atraído el trabajo de la tierra. Esa tarea sedentaria y sucia le parecía indigna de él, tan apuesto, tan movedizo, tan amante de los largos viajes y de la buena cacería. Pero cada día que pasaba sentía con mayor apremio la necesidad de hacer producir aquella chacra inútil, pues no siempre andaban bien sus negocios y pasaba hambre con frecuencia. La solución estaba en encontrar un socio que trabajara por los dos. Pensó enseguida en el quirquincho, que es un buen labrador y que como tiene fama de ser poco inteligente, fácilmente podría aprovecharse de su trabajo.Y así fue como buscó al quirquincho y le propuso formar una sociedad. El quirquincho pondría la semilla y el trabajo; el zorro, la tierra y estipularía la forma de repartir el producto. El quirquincho aceptó y dispuso lo necesario para dar cumplimiento a lo pactado. El zorro dio entonces sus instrucciones con toda mala intención.

- Este año, compadre, será para mí todo lo que den las plantas de la siembra arriba de la tierra, y para usted lo que den abajo.

El quirquincho meditó en el escondido propósito del zorro, el de aprovecharse de su trabajo y de sus bienes, y sembró papas. Cuando llegó la época de la cosecha, a él le correspondieron las papas y al zorro las hojas inútiles que las plantas dan fuera de la tierra.

Al año siguiente, molesto por el mal negocio, dijo a su socio: - Este año, compadre, como es justo, será para mí lo que den las plantas bajo tierra y para usted lo que den arriba.

- Bien, compadre, será como usted dice - replicó el quirquincho.El quirquincho sembró, entonces trigo. Cuando estuvo maduro lo segó, llenó su granero de espigas, y le

entregó al zorro una carga de raíces sin ninguna utilidad.No me dejaré burlar más, pensó, y le dijo al compadre: - Este año, ya que usted ha sido tan afortunado

con las cosechas anteriores, será para mí lo que den las plantas arriba y abajo de la tierra, y para usted lo que den en el medio.

- Bien, compadre, ya sabe que respeto su opinión - dijo el quirquincho.El quirquincho sembró maíz. En la época precisa levantó la cosecha y llenó su granero de magníficas

espigas. Al zorro le entregó una parva hecha con las cañas, los penachos y las raíces del maizal.El zorro quedó así, en tres años, reducido a la mitad de la miseria y el quirquincho progresó gracias a su

trabajo honrado.Y fue ése el castigo a la mala fe del socio tramposo................................................................................................................................................................................................Nº 143. “LOS DOS REYES Y LOS DOS LABERINTOS” Jorge Luis BorgesJorge Luis Borges, El Aleph, Bs.As., E.M.E.C.E, 1975.

Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo,

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porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía un laberinto mejor y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaides y estragó los reinos de Babilonia con tan venturosa fortuna que derribó sus castillos, rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: "Oh, rey del tiempo y substancia y cifra del siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que te veden el paso."

Luego le desató las ligaduras y lo abandonó en mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con Aquel que no muere................................................................................................................................................................................................

Nº 144. “HOMBRECITOS” Enrique WernickeVarios, Cuentos para el primer nivel , Bs.As., Colihue, 1986.

Nosotros llamábamos "el árbol de la punta" a un viejo ciprés que se hacía sitio en el monte. Le venía el sobrenombre de la extraña distribución de sus ramas que, formando una escalera, permitían fácilmente llegar hasta muy arriba. Sin embargo, los últimos "escalones" eran difíciles y, a la verdad, ninguno de nosotros los había trepado.

Federico eligió aquella prueba. Al principio, su decisión me alegró porque hasta la fecha teníamos una misma performance de altura. Pero mi hermano era de brazos más largos.

Caminábamos tranquilamente por la calle de eucaliptos.Yo silbaba desafinado y altanero. Federico sonreía divertido.

Llegamos al ciprés de la prueba. Federico, ceremonioso, hizo mil preparativos. Se sacó las sandalias y se ajustó el cinturón. Después, mostrándome un pañuelo me dijo :- Vos tenés que bajarme este pañuelo.

- Bueno. ¡Subí! - y en la sangre me latía el coraje.Empezó a trepar. Desde el suelo seguí con atención sus movimientos. Como conocía las trampas, me

repetía cada tanto, para mí: "Lo hago, lo hago, hago."Y él, calculando distancias, tanteando donde pisaba, iba subiendo cada vez más.Llegó a la parte difícil. Sus pantalones azules se confundieron con el verde de las hojas. Llamaba su

camisa blanca. Me pareció verlo dudar; se detuvo; seguramente pensaba. Me imaginaba su situación y sus esfuerzos, y desde tierra lo ayudé con el pensamiento, estrujándome las manos. Lo vi subir el pedazo más bravo.

- ¡Eh! -me gritó- ¿Es alto?- Sí - contesté, admirado sin querer.- ¡Subiré más!- ¡Subí! - lo incité, olvidando completamente que estaba haciendo más ardua mi propia prueba.

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- Pero vos no vas a poder - me recordó riendo.- ¡Bah!En realidad, su risa me había llenado de espanto.Subió un poco más y se perdió entre las ramas. Después de un ratito lo vi descender. Y descendía

tranquilo, sonriente: - No podés, no podés - me repetía mientras bajaba.Cuando estuvo en el suelo, se limpió las manos y se calzó las sandalias.Sonreía, me miraba y movía sus hombros. Yo, a mi vez, me disponía en silencio. Antes de que él acordara

me había colgado del árbol y encaramado dos metros. Federico, sacudiendo las basuras de su camisa, sonreía ante mi empuje.

Me dejó subir sin hablar. Pasé una rama gruesa que me era conocida porque de ella siempre colgábamos las hamacas. Luego empezaron las más delgadas.

Cuando Federico me vio en el "nudo", me gritó con un poco de susto: - ¡Che, no te vayas a matar!- ¡No!Me sentía firme y seguro, pero los brazos me temblaban con el esfuerzo.Logré dos escalones difíciles. Me agarré bien fuerte de una rama y miré hacia abajo.- ¿Qué hacés? - me preguntó Federico.No le contesté y mi silencio lo asustó.- ¡Bajá! - me gritó. Tampoco le respondí.Nada. Vuelta a seguir. Ya distinguía el pañuelo. Mi hermano lo había colgado todo a lo largo del brazo

para prenderlo bien lejos de mi alcance. Todavía tenía que trepar un metro. El susto me hizo dudar. Volví a mirar al suelo. Federico me llamaba. Trepé sin escucharlo, llegué a la altura necesaria y no supe qué hacer para lograr el pañuelo. Después de pensar febrilmente, me saqué como pude el cinturón .Lo sujeté a la rama y prendiendo mi mano sudada a la correa, me dejé balancear. Oí los gritos de Federico, se me hizo un nudo enorme en el pecho, creí que iba a caer. Pero, mientras tanto, con la punta de los dedos había conseguido tomar el pañuelo. Me largué a llorar.

Mientras descendía por las ramas me estallaban los sollozos. Había olvidado mi triunfo y mi osadía. Lloraba como un desesperado y con las manos sucias me embadurnaba la cara. Cuando toqué tierra Federico me abrazó, también llorando.Y me parece solamente, que entonces pude sonreír................................................................................................................................................................................................

Nº 145. “LA VENGANZA” Juan José HernándezVarios, Cuentos para el primer nivel , Bs.As., Colihue, 1986.

Todas las noches, antes de acostarse, ordena su colección de objetos preciosos: una araña pollito sumergida en formol, un talismán de hueso que tiene la virtud de curar los orzuelos, un mono de chocolate, recuerdo de su último cumpleaños y la famosa medalla de su tío, que los chicos del barrio envidian: Alfonso XII al Ejército de Filipinas. Valor,Disciplina,Lealtad.

Su tío la llevaba de adorno, colgada del llavero, pero él insistió tanto que acabó por regalársela. Con su abuela las cosas son más complicadas. En vano le ha pedido aquella piedra que trajo de la Gruta de la Virgen del Valle, el año de su peregrinación a Catamarca.

Durante un tiempo agotó sus recursos de nieto predilecto para conseguirla: se hizo cortar el pelo, aprendió las lecciones de solfeo. Su abuela persistió en la negativa. Ni siquiera pudo conmoverla cuando estuvo enfermo de

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sarampión y ella se quedaba junto a la cama, leyéndole. Una tarde, mientras bebía jugo de naranja, interrumpió la lectura y volvió a pedirle la piedra de la Virgen. Su abuela le dijo que no fuera cargoso, que se trataba de una piedra bendita y que con reliquias no se juega. El chico, enfurecido, derramó el jugo de naranja sobre la cama. La abuela pensó que lo había hecho sin querer.

Unos días después de este incidente, el chico abandonó la cama y cruzó a la casa de enfrente, donde vive la abuela. Tiene el propósito de sentarse en la silla de hamaca, cerca de la pajarera principal, y terminar Robinson Crusoe. Se siente débil, y el médico ha recomendado que le hagan tomar un poco de sol, por las mañanas. La casa de la abuela está llena de pájaros y plantas. En los patios hay jaulas de alambre, tejido con cardenales y canarios; a lo largo de las paredes, casales de pájaros finos, seleccionados para cría; en el jardín del fondo, pajareras de mimbre con reinamoras. Tupidos helechos desbordan los macetones de barro cocido, y toda la casa es fresca, manchada y luminosa, como con luz cambiante de tormenta. Dentro de las habitaciones, la abuela, dos veces viuda, se consagra al recuerdo de sus maridos y a sus santos de siempre. San Roque y su perro, amparado por un fanal de vidrio, goza de la mayor devoción. Lamparitas de aceite arden todo el tiempo sobre la mesa que sirve de altar; flores de papel y un escapulario bordado en oro, con un corazón en llamas, completan la sencilla decoración.

Allí también está la piedra de la Virgen, brillante de mica y de prestigio.Sentado en la silla de hamaca, el chico mira a su abuela, que ayudada por la criada riega las plantas, corta

brotes malsanos y cambia el agua de las pajareras.Tiene entre las manos Robinson Crusoe, pero no lee. Piensa en la piedra que nunca será suya, en la

negativa odiosa de la abuela. No ha vuelto a hablarle del asunto desde la tarde en que derramó el jugo de naranja sobre la cama. Imposible robársela. Es una piedra bendita.

Y quién sabe si al intentar hacerlo no cae fulminado por un rayo como se cuenta de Uzca, en la Historia Sagrada, que tocó el Arca de Dios. El chico quiere leer y no puede. Observa la pajarera principal cuyo techo, de lata verde, imita el de una pagoda china.

La abuela y la criada están distraídas regando las hortensias del jardín del fondo. Entonces se incorpora sin hacer ruido y abre una puerta de la pajarera. El primer canario vacila, desconfía, trina, y de pronto echa a volar. Los demás, siguiendo el ejemplo, huyen alborotados hacia los árboles del vecino................................................................................................................................................................................................Nº146 "LA MEJOR LIMOSNA" Froylán TurciosJulio E. Hernández Mijares y Walter Rela, ANTOLOGÍA DEL CUENTO MODERNISTA HISPANOAMERICANO, Plus Ultra,Bs.As.,1988I

Horrendo espanto produjo en la región el mísero leproso. Apareció súbitamente, calcinado y carcomido, envuelto en sus harapos húmedos de sangre, con su ácido olor a podredumbre.

Rechazado a latigazos en las aldeas y viviendas campesinas; perseguido brutalmente, como perro hidrófobo, por jaurías de crueles muchachos, arrastrábase moribundo de hambre y de sed, bajo los soles de fuego, sobre los ardientes arenales, con los podridos pies llenos de gusanos.

Así anduvo meses y meses, vil carroña humana, hartándose de estiércoles y abrevando en los fangales de los cerdos, cada día más horrible, más execrable, más ignominioso.II

El siniestro Manco Mena, recién salido de la cárcel, donde purgó su vigésimo asesinato, constituía otro motivo de terror en la comarca, azotada de pronto por furiosos temporales. Llovía sin cesar a torrentes; frenéticos huracanes barrían los platanares y las olas atlánticas reventaban sobre la playa con ásperos estruendos.

En una de aquellas pavorosas noches el temible criminal leía en su cuarto, a la luz de una lámpara, un viejo libro de trágicas aventuras, cuando sonaron en su puerta tres violentos golpes.

De un puntapié zajó la gruesa tranca, apareciendo en el umbral con el pesado revólver en la diestra. En la faja de claridad que se alargó hacia fuera vio al leproso, destilando cieno, con los ojos como ascuas en las cuencas ridas, el mentón en carne viva, las manos implorantes.

- ¡Una limosna! – gritó - ¡Tengo hambre! ¡Me muero de hambre!Sobrehumana piedad asaltó el corazón del bandolero.- ¡Tengo hambre! ¡Me muero de hambre!El Manco le tendió muerto de un tiro, exclamando:- Ésta es la mejor limosna que puedo darte.

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Nº 147 “TRIÁNGULO CRIMINAL” Raúl BrascaVarios, SACAMOS A PASEAR AL MONSTRUO,Edics.Letra Buena,Buenos Aires,1991.

Vayamos por partes, comisario: de los tres que estábamos en el boliche, usted, yo y el "occiso", como gusta llamarlo - todos muy borrachos, para qué lo vamos a negar- yo no soy el que escapó con el cuchillo chorreando sangre. Mi puñal está limpito como puede apreciar; y además estoy aquí sin que nadie me haya tenido que traerme, ya que nunca me fui. El que huyó fue el "occiso" que, por la forma como corría, de muerto tiene bien poco.Y como él está vivo, queda claro que yo no lo maté. Al revés, si me atengo al ardor que siento aquí abajo, fue él quien me mató. Ahora bien, puesto que usted me está interrogando y yo, muerto como estoy, puedo responderle, tendrá que reconocer que el "occiso" no sólo me mató a mí, también lo mató a usted................................................................................................................................................................................................Nº148 "TELEQUINESIA" Raúl BrascaVarios, SACAMOS A PASEAR AL MONSTRUO,Edics.Letra Buena,Buenos Aires,1991.

- Habrá que creer o reventar - le dijo el hombre que salía de la habitación cuando él entraba.Él terminó de entrar. La mujer esperó que se sentara, cerró los ojos y, con voz cavernosa, llamó a la mesa

provenzal que estaba en el primer piso. Moviendo ágilmente las patas, como un perfecto cuadrúpedo amaestrado, la mesa bajó por la escalera.

-¡Esto es increíble!- exclamó él. Y, antes de que pudiera explicarse mejor, reventó................................................................................................................................................................................................Nº149 "PERPLEJIDAD" Raúl BrascaVarios, SACAMOS A PASEAR AL MONSTRUO,Edics.Letra Buena,Buenos Aires,1991.

La cierva pasta con sus crías. El león se arroja sobre la cierva, que logra huir. El cazador sorprende al león y a la cierva en su carrera y prepara el fusil. Piensa: si mato al león tendré un buen trofeo, pero si mato a la cierva tendré trofeo y podré comerme su exquisita pata a la cazadora.

De golpe, algo ha sobrecogido a la cierva. Piensa: si el león no me alcanza ¿volverá y se comerá a mis hijos? Precisamente el león está pensando: ¿para qué me canso con la madre cuando, sin ningún esfuerzo, podría comerme a las crías?

Cierva, león y cazador se han detenido simultáneamente. Desconcertados, se miran. No saben que, por una coincidencia sumamente improbable, participan de un instante de perplejidad universal. Peces suspendidos a media agua, aves quietas como colgadas del cielo, todo ser animado que habita sobre la Tierra duda sin atinar a hacer un movimiento.

Es el único, brevísimo hueco que se ha producido en la historia del mundo. Con el disparo del cazador se reanuda la vida................................................................................................................................................................................................Nº150 "LA SALVACIÓN" Adolfo Bioy CasaresM. Lescano y S.Lombardo, Para comunicarnos II, Buenos Aires, Ediciones del Eclipse, 1991.

Esta es una historia de tiempos y de reinos pretérito. El escultor paseaba con el tirano por los jardines del palacio. Más all del laberinto para los extranjeros ilustres, en el extremo de la alameda de los filósofos decapitados, el escultor presentó su última obra: una náyade que era una fuente. Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora. Comprendió la causa. "¿Cómo un ser tan ínfimo - sin duda estaba pensando el tirano - es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz?" Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría. "Por humildes que sean - dijo indicando al pájaro - hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros."...............................................................................................................................................................................................Nº151 "HISTORIA DE ALMANAQUE" Bertold BrechtDaniel Link, LITERATOR IV, Bs.As., Edics. del Eclipse, 1993.

El señor K. no consideraba necesario vivir en un país determinado. Decía: - En cualquier parte puedo morirme de hambre.

Pero un día en que pasaba por una ciudad ocupada por el enemigo del país en que vivía, se topó con un oficial del enemigo, que lo obligó a bajar de la acera. Tras hacer lo que se le ordenaba, el señor K. se dio cuenta de que estaba furioso con aquel hombre, y no sólo con aquel hombre, sino que lo estaba mucho más con el país al que pertenecía aquel hombre, hasta el punto de que deseaba que un terremoto lo borrase de la superficie de la tierra. "¿Por qué razón -se preguntó el señor K. - me convertí por un instante en un nacionalista? Porque me topé con un nacionalista. Por eso es preciso extirpar la estupidez, pues vuelve estúpidos a quienes se cruzan con ella."...............................................................................................................................................................................................Nº152 "LA INTRUSA" Pedro Orgambide

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M. Lescano y S.Lombardo, Para comunicarnos III, Buenos Aires, Ediciones del Eclipse, 1993.Ella tuvo la culpa, señor juez. Hasta entonces, hasta el día que llegó, nadie se quejó de mi conducta.

Puedo decirlo con la frente bien alta.Yo era el primero en llegar a la oficina y el último en irme. Mi escritorio era el más amplio de todos. Jamás me olvidé de cubrir la máquina de calcular, por ejemplo, o de planchar con mis propias manos el papel carbónico. El año pasado, sin ir más lejos, recibí una medalla del mismo gerente. En cuanto a ésa, me pareció sospechosa desde el primer momento.Vino con tantas ínfulas a la oficina. Además, ¡qué exageración!, recibirla con un discurso, como si fuera una princesa.Yo seguí trabajando como si nada pasara. Los otros se deshacían en elogios. Alguno, deslumbrado, se atrevía a rozarla con la mano.¨Cree usted que yo me inmut‚ por eso, señor juez? No. Tengo mis principios y no los voy a cambiar de un día para el otro. Pero hay cosas que colman la medida. La intrusa, poco a poco, me fue invadiendo. Comencé a perder el apetito. Mi mujer me compró un tónico, pero sin resultado. ¡Si hasta se me caía el pelo, señor, y soñaba con ella! Todo lo soporté, todo. Menos lo de ayer. "González - me dijo el gerente -lamento decirle que la empresa ha decidido prescindir de sus servicios. "Veinte años, señor juez, veinte años tirados a la basura. Supe que ella fue con la alcahuetería. Y yo, que nunca dije una mala palabra, la insulté. Sí, confieso que la insulté, señor juez, y que le pegué, con todas mis fuerzas. Fui yo quien le dio con el fierro. Le gritaba y estaba como loco. Ella tuvo la culpa. Arruinó mi carrera, la vida de un hombre honrado, señor. Me perdí por una extranjera, por una miserable computadora, por un pedazo de lata, como quien dice.Nº153 "ESQUINA PELIGROSA” Marco DeneviM. Lescano y S.Lombardo, Para comunicarnos III, Buenos Aires, Ediciones del Eclipse, 1993.

El señor Epidídimus, el magnate de las finanzas, uno de los hombres más ricos del mundo, sintió un día el vehemento deseo de visitar el barrio donde había vivido cuando era niño y trabajaba como dependiente de almacén.

Le ordenó a su chofer que lo condujese hasta aquel barrio humilde y remoto. Pero el barrio estaba tan cambiado que el se¤or Epidídimus no lo reconoció. En lugar de calles de tierra había bulevares asfaltados, y las míseras casitas de antaño habían sido reemplazadas por torres de departamentos.

Al doblar una esquina vio el almacén, el mismo viejo y sombrío almacén donde él había trabajado como dependiente cuando tenía doce años.

- Deténgase aquí - le dijo al chofer. Descendió del automóvil y entró en el almacén. Todo se conservaba igual que en la época de su infancia: las estanterías, la anticuada caja registradora, la balanza de pesas y, alrededor, el mudo asedio de la mercadería.

El se¤or Epidídimus percibió el mismo olor de sesenta años atrás : un olor picante y agridulce a jabón amarillo, a aserrín húmedo, a vinagre, a aceitunas, a caroína. El recuerdo de su niñez lo puso nostálgico. Se le humedecieron los ojos.

Desde la penumbra del fondo le llegó la voz del patrón:- ¿Éstas son horas de venir? Te quedaste dormido, como siempre.El señor Epidídimus tocó la canasta de mimbre, fue llenándola con paquetes de azúcar, de yerba y de

lavandina, y salió a hacer el reparto.La noche anterior había llovido y las calles de tierra estaban convertidas en un lodazal.

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........Nº154 "UN ROSTRO" Cristian Mitelman“PURO CUENTO”, Nº 5

Sintió la mano flaca y fría que lo invitaba a dormir, acariciándole la cabeza. Los párpados le pesaban, y luchó muy poco. Lo último que divisaron sus ojos fue el rostro pálido de una mujer................................................................................................................................................................................................Nº155 "ALTURA” Francisco Tario“PURO CUENTO”, Nº 5

Era repulsivo y extraño a la vez aquel insignificante niño de un centímetro de altura.Y tan afligida, la madre. Mas a razón de un centímetro por mes, la criatura fue desarrollándose. A la mayoría de edad su longitud era respetable. Cuando falleció, sin cumplir los ochenta años, medía exactamente nueve metros setenta. Que Dios lo haya perdonado................................................................................................................................................................................................Nº 156 “EL CRIMEN” Edmundo Valadés“PURO CUENTO”, Nº 3

En el sueño, fascinado por la pesadilla, me vi alzando el puñal sobre el objeto de mi crimen.Un instante, el único instante que podría cambiar mi designio y con él mi destino y el de otro ser, mi

libertad y su muerte, su vida o mi esclavitud, la pesadilla se frustró y estuve despierto.Al verme alzando el puñal sobre el objeto de mi crimen, comprendí que no era un sueño volver a decidir

entre su vida o mi libertad, entre su muerte o mi esclavitud.Cerré los ojos y asesté el golpe.

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¿Soy preso por mi crimen o víctima de un sueño?...............................................................................................................................................................................................Nº 157 “ERA SIN HISTORIA” Thomas Merton“PURO CUENTO”, Nº 8

En la era en que la vida sobre la tierra era plenitud, nadie prestaba particular atención a los hombres valiosos, ni señalaba con habilidad. Los gobernantes eran simplemente las ramas más altas del árbol, y el pueblo era como los ciervos en los bosques. Eran honestos y justos, sin darse cuenta de que estaban "cumpliendo con su deber." Se amaban los unos a los otros y no sabían que esto significaba "amar al prójimo." No engañaban a nadie y aún así no sabían que eran "hombres de fiar." Eran íntegros y no sabían que eran "hombres de buena fe." Vivían juntos libremente, dando y tomando, y no sabían que eran "generosos." Por esta razón sus hechos no han sido narrados. No hicieron historia................................................................................................................................................................................................Nº 158 “DE PASATIEMPO” P.R. Lagerkvist“PURO CUENTO”, Nº 8

Hubo una vez unos muertos, que se sentaron juntos, en cualquier parte, en la oscuridad. No sabían dónde estaban. Tal vez en ninguna parte. Sentados, se pusieron a charlar para pasar la eternidad................................................................................................................................................................................................Nº 159 “LA FE Y LAS MONTAÑAS” Augusto Monterroso“PURO CUENTO”, Nº 9

Al principio la Fe movía montañas sólo cuando era absolutamente necesario, con lo que el paisaje permanecía igual a sí mismo durante milenios.

Pero cuando la Fe comenzó a propagarse y a la gente le pareció divertida la idea de mover montañas, éstas no hacían sino cambiar de sitio, y cada vez era más difícil encontrarlas en el lugar en que uno las había dejado la noche anterior; cosa que por supuesto creaba más dificultades que las que resolvía.

La buena gente prefirió entonces abandonar la Fe y ahora las montañas permanecen por lo general en su sitio.

Cuando en la carretera se produce un derrumbe bajo el cual mueren varios viajeros, es que alguien, muy lejano o inmediato, tuvo un ligerísimo atisbo de Fe................................................................................................................................................................................................

Nº 160 “SEMBLANZA HISTÓRICA” Jaya Cotic“PURO CUENTO”, Nº 9

Chaparrito y malencarado, tan persistentemente desdeñoso del trabajo del otro como ineficiente en el propio, una mañana, en la oficina de Fomento Agrario del Municipio de Pincheagua, cuando se disponía a quemar los documentos que evidenciaban el cuantioso fraude en el que había participado, fue sorprendido y cesado por su jefe inmediato: un chaparrito malencarado, tan persistentemente desdeñoso del trabajo del otro como ineficiente en el propio, que una mañana..................................................................................................................................................................................................Nº 161 “SOBRE LA MORTALIDAD DE LOS POETAS” Ignacio Xurxo“PURO CUENTO”, Nº 9

En el año 2020 el Estado Corporativo Universal decretó el derecho al goce de una libertad hasta entonces retaceada: la del canibalismo. Aparte de las motivaciones éticas, los considerandos contemplaban la irremisible escasez de alimentos y la necesidad de un retorno al acatamiento de las leyes biológicas sin ningún tipo de cortapisas. Contra lo que estimaron los computadores, el mayor porcentaje de sobrevivientes no se registró entre los profesionales de las armas, sino entre los poetas. Fue comprobado que tenían un alto grado de adaptación a alimentarse con todo tipo de desechos y que, a su vez, no eran apetecidos por su magrura y lo amargo de su sabor. Se dijo, además, que repetían................................................................................................................................................................................................Nº 162 “DESENCUENTRO DE DOS ANCIANOS” Javier VillafañeCortázar, Asimov y otros, Breve Antología de Cuentos, Bs.As., Sudamericana, 1992.

Una anciana caminaba durante todo el día y un anciano caminaba durante toda la noche. Nunca se encontraron. Es lógico. La anciana caminaba de día y el anciano caminaba de noche. Ella tenía los ojos del color de los árboles. Él tenía la nariz aguileña y un bastón. Los dos tenían los mismos pájaros en distintas jaulas. Los

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dos eran viudos. Ella vio morir a su marido una tarde del mes de mayo. Él vio morir a su mujer una mañana del mes de agosto. Los dos tenían sobrinos que jugaban al ajedrez. Pero, ¿cómo pueden encontrarse en la ciudad de Buenos Aires, entre tantos millones de habitantes, una anciana que camina de día y un anciano que camina de noche?...............................................................................................................................................................................................Nº 163 “EL VIEJO” Luis Portalet“PURO CUENTO”, Nº F.Sorrentino, 38 CUENTOS BREVES ARGENTINOS.SIGLO XX, Bs.As., Plus Ultra, 1992

No es fácil volver. Al regresar, después de un año, el viejo se cobraría los sufrimientos que le había hecho pasar a la vieja, propinándole unas poderosas trompadas en las costillas. Durante los meses que duró su aventura pasó hambre, frío, desesperación y, además, conoció gente buena, regular, mala y de lo peor... hasta que se convenció de que el viejo no era tan malo. Vivir solo es difícil. Cuanto menos faltaba para llegar, más miedo sentía. Se acordaba del día en que Genaro le entregó los mil pesos para que se fuera a comprar cigarrillos, cuando, caminando por la vereda, estrujaba el billete en el bolsillo. - Mucho tiempo esperó para librarse de la tutela de ese padre capataz. "Siempre gritando. Todo está mal. Dale con los consejos - . El Ñato esto; el Ñato aquello, el Ñato, siempre el Ñato. Tenés que estudiar o te buscás trabajo. ¡Qué fútbol, ni fútbol! Imposible seguir aguantando semejante cantinela, ser el chico de los mandados. Quince años son quince años, ¡qué embromar! Para eso no se llevan los pantalones - largos, por supuesto -. Yo no vuelvo más. ¿Y la vieja? Capaz que se muere de angustia... Bueno, pero... ¡Ah no, al viejo no lo aguanto más. Adío, yo me las tomo. Alguna vez hay que empezar a vivir!". Abstraído, sin reparar en la distancia recorrida, pensando en aquella oportunidad, como un autómata abrió la puerta de la casa. El miedo se apoderó de sus entrañas intestinales. Temblaba. Un hombre - bien lo había aprendido - deja de serlo cuando siente miedo. Avanzó lentamente, vencido,avergonzado, dispuesto para aguantar cualquier violencia, los gritos, la retahíla de injurias, las trompadas del iracundo Genaro, de ese hijo de la Calabria, - fuerte y duro estibador, con manos curtidas y callosas prontas a repartir cachetazos al primero que se le cruzara mal en su camino. Dio unos pasos por el patio del antiguo inquilinato y allí estaba el viejo, "el mismo de siempre, sentado en la misma silla, en el mismo lugar, delante de la pieza, con las mismas alpargatas, con la camiseta y el pantalón gastados, la cara de malo, en fin: el mismo, el mismo de siempre..." Se enfrentaron. El Ñato bajó la cabeza, apretó los dientes, se afirmó esperando el primer golpe. Observó cómo el viejo se ponía de pie lentamente. Oyó la respiración fatigada. El corazón le sirvió de reloj, pero con el minutero acelerado... La mano de Genaro cayó pesadamente sobre el hombro del Ñato...

- Espero que me haya traÍdo los cigarrillos... y el vuelto - dijo; y girando la cabeza para mirar en dirección a la cocina - , agregó en voz alta : ¡Che, vieja, vení que el Ñato me trajo los cigarrillos..."

El Ñato sintió frío. Le faltaba poco para llorar. Se mordió los labios y pensó: "Pucha que había sido guapo el viejo."...............................................................................................................................................................................................

Nº 164 “LOS FUNDADORES” Eduardo GaleanoEduardo Galeano, MEMORIAS DEL FUEGOBuenos Aires, 1580

Hace cerca de medio siglo,un capitán español se hizo a la mar, en Sevilla, rumbo a estas costas sin fama.Volcó en la expedición toda la fortuna que había hecho en el saqueo de Roma. Aquí fundó una ciudad, un fortín rodeado de ranchos, y desde aquí persiguió, río arriba, la sierra de la plata y el misterioso lago donde duerme el sol. Diez años antes, Sebastián Gaboto había buscado los tesoros del rey Salomón remontando este río de la Plata, inocente de su nombre, que sólo tiene barro en una orilla y arena en la otra y conduce a otros ríos que conducen a la selva.

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Poco duró la ciudad de Don Pedro de Mendoza. Mientras sus soldados se comían entre sí, locos de hambre, el capitán leía a Virgilio y Erasmo y pronunciaba frases para la inmortalidad.

Al poco tiempo, desvanecida la esperanza de otro Perú, quiso volver a España. No llegó vivo.Después vino Alonso Cabrera, que incendió Buenos Aires en nombre del Rey. Él sí pudo regresar a

España. Allá mató a la mujer y terminó sus días en el manicomio.Juan de Garay llega ahora desde Asunción. Santa María de los Buenos Aires nace de nuevo. Acompañan

a Garay unos cuantos paraguayos, hijos de conquistadores, que han recibido de sus madres guaraníes la primera leche y la lengua indígena que hablan. La espada de Garay, clavada en esta tierra, dibuja la sombra de la cruz. Tiritan de frío y de miedo los fundadores. La brisa arranca una música crujiente a las copas de los árboles y más allá, en los campos infinitos, silenciosos espían los indios y los fantasmas................................................................................................................................................................................................Nº 165 “LA RAZA INEXTINGUIBLE” Silvina OcampoVarios, CUENTOS DE TERROR Y MISTERIO, Bs.As., Orión, 1992.

En aquella ciudad todo era perfecto y pequeño: las casas, los muebles, los útiles de trabajo, las tiendas, los jardines. Traté de averiguar qué raza tan evolucionada de pigmeos la habitaba.Un niño ojeroso me dio el informe:- Somos los que trabajamos: nuestros padres, un poco por egoísmo, otro poco por darnos el gusto, implantaron esta manera de vivir económica y agradable. Mientras ellos están sentados en sus casas, jugando a los naipes, tocando música, leyendo o conversando, amando, odiando (pues son apasionados), nosotros jugamos a edificar, a limpiar, a hacer trabajos de carpintería, a cosechar, a vender. Usamos instrumentos de trabajo proporcionados a nuestro tamaño. Con sorprendente facilidad cumplimos las obligaciones cotidianas. Debo confesar que al principio algunos animales, sobre todo los amaestrados, no nos respetaban, porque sabían que éramos niños. Pero paulatinamente, con algunos engaños, nos respetaron. Los trabajos que hacemos no son difíciles: son fatigosos. A menudo sudamos como caballos lanzados en una carrera.

A veces nos arrojamos al suelo y no queremos seguir jugando (comemos pasto o terroncitos de tierra o nos contentamos con lamer las baldosas), pero ese capricho dura un instante "lo que dura una tormenta de verano", como dice mi prima. Es claro que no todo es ventaja para nuestros padres. Ellos también tienen algunos inconvenientes; por ejemplo: deben entrar en sus casas agachándose, casi en cuclillas, porque las puertas y las habitaciones son diminutas. La palabra diminuta está siempre en sus labios. La cantidad de alimentos que consiguen, según las quejas de mis tías, que son glotonas, es reducidísima. Las jarras y los vasos en que toman agua no los satisfacen y tal vez esto explica que haya habido últimamente tantos robos de baldes y de otras quincallas. La ropa les queda ajustada, pues nuestras máquinas no sirven, ni servirán para hacerlas en medidas tan grandes. La mayoría, que no disponen de varias camas, duermen encogidos. De noche tiritan de frío si no se cubren con una enormidad de colchas que, de acuerdo con las palabras de mi pobre padre, parecen más bien pañuelos.Actualmente mucha gente protesta por las tortas de boda que nadie prueba por cortesía; por las pelucas que no tapan las calvicies más moderadas; por las jaulas donde entran sólo los picaflores embalsamados. Sospecho que para demostrar su malevolencia esa misma gente no concurre casi nunca a nuestras ceremonias ni a nuestras representaciones teatrales o cinematográficas. Debo decir que no caben en las butacas y que la idea de sentarse en el suelo, en un lugar público, los horroriza. Sin embargo, algunas personas de estatura mediocre, inescrupulosas (cada día hay más), ocupan nuestros lugares, sin que lo advirtamos. Somos confiados pero no distraídos. Hemos tardado mucho en descubrir a los impostores. Las personas grandes, cuando son pequeñas, muy pequeñas, se parecen a nosotros, se entiende, cuando estamos cansados; tienen líneas en la cara, hinchazones bajo los ojos, hablan de un modo vago, - mezclando varios idiomas. Un día me confundieron con una de esas criaturas: no quiero recordarlo. Ahora descubrimos con más facilidad a los impostores. Nos hemos puesto en guardia, para echarlos de nuestro círculo. Somos felices. Creo que somos felices.

Nos abruman, es cierto, algunas inquietudes: corre el rumor de que por culpa nuestra la gente no alcanza, cuando es adulta, las proporciones normales, vale decir, las proporciones desorbitadas que la caracteriza. Hay quien tiene la estatura de un niño de diez años, otros, más afortunados, la de un niño de siete años. Pretenden ser niños y no saben que cualquiera no lo es por una mera deficiencia de centímetros. Nosotros, en cambio, según las estadísticas, disminuimos de estatura sin debilitarnos, sin dejar de ser lo que somos, sin pretender engañar a nadie.

Esto nos halaga, pero también nos inquieta. Mi hermano ya me dijo que sus herramientas de carpintería le pesan. Una amiga me dijo que su aguja de bordar le parece grande como una espada. Yo mismo encuentro cierta dificultad en manejar el hacha.

No nos preocupa tanto el peligro de que los grandes ocupen el lugar que nos han concedido, cosa que nunca les permitiremos, pues antes de entregárselas, romperemos nuestras máquinas, destruiremos las usinas eléctricas y las instalaciones de agua corriente; nos preocupa la posteridad, el porvenir de la raza.

Es verdad que algunos, entre nosotros, afirman que al reducirnos, a lo largo del tiempo, nuestra visión del mundo será más íntima y más humana................................................................................................................................................................................................

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Nº 166 “EL HIPOCAMPO” Adela VettierEl hipocampo cabalga en las praderas del mar.Conoció el amor en la primavera del agua, cuando los hipocampos se reúnen entre los corales profundos y

tienen su fiesta anual de cortejo y ternura.Nadó por las corrientes marinas, dejándose llevar hacia el verano de las playas.Nunca olvidó, en su corazón de pez, el amor de la niña que lo soltó en la espuma de una ola, para que

volviera a ser libre, con la misma libertad que ella quería.Cruzó los cristales del agua en plena felicidad, en el cielo de los mares azules.

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........Nº 167 “LA FOTO SALIÓ MOVIDA” Julio CortázarHISTORIAS DE CRONOPIOS Y DE FAMASPagani e Iglesias de Decono, LENGUA 1, San Pablo, A-Z EDITORA, 1994.

Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave, lo que saca es una caja de fósforos; entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así es que este cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse en el espejo, pero como el espejo está algo ladeado, lo que ve es el paragüero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para qué.

Los famas vecinos acuden a consolarlo, y también las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles................................................................................................................................................................................................Nº 168 “EL FANTASMA” Javier VillafañePASEO CON DIFUNTOPagani e Iglesias de Decono, LENGUA 1, San Pablo, A-Z EDITORA, 1994.

Despertó con un fuerte dolor en la nuca. Abrió la puerta y el perro ladró como si viera a un desconocido. Fue al embarcadero y subió a la canoa. Remó y en el primer remolino la canoa se dio vuelta. Después unos policías rastreaban el río en busca del ahogado.

- No lo busquen en el río - dijo un vecino -. El hombre está muerto en su rancho. Esta mañana oí ladrar a su perro. Salí y vi cómo la canoa se iba sola río abajo. Fue al fantasma del hombre que vio su perro. Por eso ladró así. Fue su fantasma el que subió a la canoa y se ahogó.

Cuando los policías entraron en el rancho, el hombre estaba tendido en un catre, muerto, con las manos sobre la nuca................................................................................................................................................................................................Nº 169 “LA HISTORIA DE UNA FLOR” Enrique Anderson ImbertLA MONTAÑAPagani e Iglesias de Decono, LENGUA 1, San Pablo, A-Z EDITORA, 1994.

El niño empezó a treparse por el corpachón de su padre, que estaba amodorrado en su butaca, en medio de la gran siesta - , en medio del gran patio. Al sentirlo, el padre, sin abrir los ojos y sonriéndose, se puso todo duro para ofrecer al juego del hijo una solidez de montaña. Y el niño lo fue escalando: se apoyaba en las estribaciones de las piernas, en el talud del pecho, en los brazos, en los hombros, inmóviles como rocas. Cuando llegó a la cima nevada de la cabeza, el niño no vio a nadie.

- ¡Papá, papá! - llamó a punto de llorar.Un viento frío soplaba allá en lo alto, y el niño, hundido en la nieve, quería caminar y no podía.- ¡Papá, papá!El niño se echó a llorar, solo sobre el desolado pico de la montaña.

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........Nº 170 “EL CRIMEN PERFECTO” Enrique Anderson ImbertTroisi y Rizzi de Soto, LENGUA 2, Bs.As., Kapelusz, 1993.

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- Creí haber cometido el crimen perfecto. Perfecto el plan, perfecta su ejecución.Y para que nunca se encontrara el cadáver lo escondí donde a nadie se le ocurriría buscarlo:en un cementerio. Yo sabía que el convento de Santa Eulalia estaba desierto desde hacía años y que ya no había monjitas que enterrasen a monjitas en su cementerio. Cementerio blanco, bonito, hasta alegre con sus cipreses y paraísos a orillas del río. Las lápidas, todas iguales y ordenadas como canteros de jardín alrededor de una hermosa imagen de Jesucristo, lucían como si las mismas muertas se encargasen de mantenerlas limpias. Mi error: olvidé que mi víctima había sido un furibundo ateo. Horrorizadas por el compañero de sepulcro que les acosté al lado, esa noche las muertas decidieron mudarse: cruzaron a nado el río llevándose consigo las lápidas y arreglaron el cementerio en la otra orilla, con Jesucristo y todo. Al día siguiente los viajeros que iban por lancha al pueblo de Fray Bizco vieron a su derecha el cementerio que siempre habían visto a su izquierda. Por un instante se les confundieron las manos y creyeron que estaban navegando en dirección contraria, como si volvieran de Fray Bizco, pero en seguida advirtieron que se trataba de una mudanza y dieron parte a las autoridades. Unos policías fueron a inspeccionar el sitio que antes ocupaba el cementerio y, cavando donde la tierra parecía recién removida, sacaron el cadáver (por eso, a la noche, las almas en pena de las monjitas volvieron muy aliviadas, con el cementerio a cuestas) y de investigación en investigación... ¡bueno!... el resto ya lo sabe usted, señor juez................................................................................................................................................................................................

Nº 171 “FÁBULA EN MINIATURA” Marco DeneviMarco Denevi, SALÓN DE LECTURA, Bs.As., Huemul, 1981.

Los lobos, disfrazados de corderos, entraron en el redil y empezaron a murmurar al oído de las ovejas: "Hemos sabido, de muy buena fuente, que el perro es un lobo disfrazado"................................................................................................................................................................................................Nº 172 “ACTUALIDAD DEL PASADO” Marco DeneviMarco Denevi, SALÓN DE LECTURA, Bs.As., Huemul, 1981.

Un día, en la calle, el sultán Solimán fue interceptado por una mujer de pueblo que le dijo: - Anoche, mientras dormía, unos ladrones me robaron los animales que constituían toda mi fortuna.

Solimán se rió: - Debes de tener el sueño muy pesado para no haber oído a los ladrones.La mujer le replicó: - En efecto, señor. Dormía profundamente porque creía que vos velábais por la

seguridad pública.De inmediato Solimán ordenó que indemnizasen a la mujer.

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........Nº 173 “LA ÚNICA FORMA DE GUARDAR UN SECRETO ES NO CONTARLO” Marco DeneviMarco Denevi, SALÓN DE LECTURA, Bs.As., Huemul, 1981.HISTORIAS DE CRONOPIOS Y DE FAMAS

- Voy a confiarle un secreto. Pero con una condición: que no lo repita a nadie.- ¿Y con qué derecho me prohíbe lo que usted se permite?

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........Nº 174 “RIVALES PELIGROSOS” Marco DeneviMarco Denevi, SALÓN DE LECTURA, Bs.As., Huemul, 1981.

El emperador chino Huang-ti mandó quemar todos los libros y destruir todas las obras que perpetuasen la memoria de sus antecesores.

"Porque mis antecesores están muertos" - explicó a sus ministros - "y de los muertos sólo se suele conservar el recuerdo de sus virtudes. Yo estoy vivo y la comparación inevitablemente me perjudicaría"................................................................................................................................................................................................Nº 175 “EL LECTOR” Robert Louis StevensonDe FÁBULAS, Argentina, Ed. Legasa, 1983. Selección de Jorge Luis Borges“LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

- Nunca he leído un libro tan impío - dijo el lector, arrojándolo al suelo.- No tienes por qué lastimarme - dijo el libro - , ganarás menos si me vendes de segunda mano, y yo no me

he escrito.- Es verdad - dijo el lector - , mi desacuerdo es con quien te escribió.- Bien - dijo el libro - , nadie te obliga a comprar sus disparates.- Es verdad - dijo el lector - , pero yo creí que se trataba de un autor agradable.- Yo lo juzgo así - dijo el libro.- Estarás hecho de una sustancia distinta - dijo el lector.

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- Déjame contarte una fábula - dijo el libro - . Dos hombres habían naufragado en una isla desierta. Uno de ellos fingió que estaba en su casa; el otro admitió...

- Conozco esa clase de fábulas - dijo el lector - . Ambos murieron.- Así fue - dijo el libro - . Así les pasó a ellos y a todos.- Es verdad - dijo el lector - . Llevemos la historia un poco más lejos. Cuando todos habían muerto...- Estaban en manos de Dios - dijo el libro.- Nada de qué vanagloriarse - dijo el lector.- ¿Quién es impío ahora? - dijo el libro.El lector lo tiró al fuego.

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........Nº 176 “EL SOL Y LA LUNA” Adolf Hungry Wolf(Mito esquimal sobre el origen del Sol, la Luna y las Estrellas ) (De CUENTOS DE LOS INDIOS PIELES ROJAS, España, Ed. José de Olañeta, 1982)“LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

Cuando las tinieblas cubrían la Tierra, una muchacha era visitada por la noche por alguien cuya identidad no podía descubrir. Determinó averiguar quién podría ser. Mezcló un poco de hollín con aceite y se pintó el pecho con ello. La siguiente vez descubrió, horrorizada, que su hermano tenía un círculo negro de hollín en torno a la boca. Lo reprendió y él lo negó. El padre y la madre se enfadaron mucho y los regañaron a ambos con tanta severidad que el hijo huyó de su presencia. La hija tomó un tizón del fuego y lo persiguió. Él corrió hacia el Cielo para escapar de ella, pero ella voló en pos de él. El hombre se transformó en la Luna, y la muchacha que llevaba la antorcha se convirtió en el Sol. Las chispas que saltaron del tizón se convirtieron en estrellas. El Sol continuamente persigue a la Luna, que se oculta en la oscuridad para evitar ser descubierta. Cuando se produce un eclipse, se cree que ambos se encuentran................................................................................................................................................................................................Nº 177 “CUENTO SIOUX ACERCA DE LA DISPUTA ENTRE EL SOL Y LA LUNA” Adolf Hungry Wolf(De CUENTOS DE LOS INDIOS PIELES ROJAS, España, Ed. José de Olañeta, 1982) “LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

En los días del primer Abuelo, la Luna y el Sol vivían en la Tierra. Entonces, disputaron. La Luna dijo: - Se me ha terminado la paciencia contigo. Yo reúno al Pueblo, pero tú lo dispersas. Haces que se pierda. - Deseo que crezca mucho Pueblo, por eso lo disperso - respondió el Sol -. Tú lo dejas en la oscuridad; de ese modo, matas a muchos de hambre.

Entonces, Sol llamó al Pueblo: "¡Eh! Son Pueblo. Muchos de ustedes se harán fuertes. Los contemplaré desde lo alto. Gobernaré todos sus trabajos".

Dijo Luna: "También yo moraré encima de ustedes. Los congregaré al oscurecer. Juntándose en gran número, dormirán.Yo misma regiré todos sus trabajos. Andaremos en el sendero, uno detrás de otro. Yo andaré detrás de ustedes".Nº 178 “HISTORIA DE UN CASO” Suniti Namjoshi(De NIÑAS MALAS, MUJERES PERVERSAS, Bs.As., Ed. Sudamericana, 1990) “LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

Después del incidente, la pequeña R. se quedó traumatizada. El lobo no está muerto. El guardabosque es el lobo.Si no, ¿cómo es que estuvo allí justo a tiempo? Se lo explica a su madre. Madre no está contenta. Piensa que el guardabosque es sumamente simpático. Se muere la abuela. El lobo no está muerto. El lobo se casa con madre. R. no está contenta. R. es una chiquilla. Madre piensa que el lobo es sumamente simpático. Le rogamos que vea al psiquiatra. El psiquiatra explicará que en general los lobos son sumamente simpáticos. R. se lo toma al pie de la letra. Está bien ser lobo. Mamá es un lobo. Ella es un lobo. El psiquiatra es un lobo. Mamá y el psiquiatra, y también el guardabosque, están sumamente tensos................................................................................................................................................................................................Nº 179 “UNA HABITACIÓN PRIVADA” Suniti Namjoshi(De NIÑAS MALAS, MUJERES PERVERSAS, Bs.As., Ed. Sudamericana, 1990) “LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

La quinta vez, las cosas fueron distintas. Le dio sus instrucciones, le entregó las llaves (incluida la pequeña) y se marchó solo cabalgando. Volvió a aparecer exactamente cuatro semanas más tarde. La casa estaba limpia, los suelos encerados y la puerta de la habitación pequeña no había sido abierta. Barbazul estaba asombrado.

- Pero, ¿no sentías curiosidad? - le preguntó a su esposa.- No - respondió ella.- Pero, ¿no deseabas descubrir mis secretos más íntimos?- ¿Por qué? - le replicó la mujer.- Bueno - dijo Barbazul - , es lo normal. ¿No deseabas saber quién era yo en realidad?- Sois Barbazul y mi esposo.

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- Pero el contenido de la habitación. ¿No deseabas ver lo que hay en el interior de esa habitación?- No - dijo la criatura - , creo que tenéis derecho a poseer una habitación privada.Aquello lo irritó de tal manera que la mató en aquel mismo instante. En el juicio alegó provocación.

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........Nº 180 “LA CAVERNA” AnónimoDe EL LIBRO DE LAS ARGUCIAS I (RELATOS ÁRABES), España, Ed. Paidós, 1992) “LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

La Sabiduría de Dios se manifestó también con Mahoma - la salvación y la bendición de Dios sean con él y su familia - . En efecto, cuando Mahoma - la salvación la bendición de Dios sean con él - huyó acompañado por Abu-Bakr, y ambos se refugiaron en la caverna, los Infieles se lanzaron en su persecución y siguieron sus huellas hasta llegar a la entrada de esta caverna. Dios - ¡exaltado y glorificado sea! - dio orden a las arañas, que tejieron sus telas para cubrir la entrada,y a la paloma, que construyó su nido y se puso a incubar sus huevos en el mismo hueco, mientras que el Profeta - la salvación sea con él - y Abu-Bakkr se encontraban en el interior.

Cuando los Infieles se presentaron ante la entrada de la caverna, encontraron las telas de las arañas que la cerraban y el nido de la paloma en el que ésta descansaba incubando sus huevos. Quedaron entonces asombrados y no supieron qué decisión tomar.

- Las huellas de los fugitivos llegan hasta aquí - dijeron - y no continúan por otro lado.- No pueden encontrarse más que en esta caverna en la que han debido de entrar - declaró uno de ellos.- Dios ha cegado tu espírito como ha cegado tus ojos - le respondieron los demás - . ¿No ves que las telas

de las arañas no han sido desgarradas y que la paloma no se ha asustado?Dios provocó así la ceguera de los Infieles que, frustradas sus esperanzas, volvieron sobre sus pasos.

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........Nº 181 “EL ANILLO DE GYGES” PlatónDe Diálogos. La república de lo justo, México, Ed. Porrúa, 1991 “LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

Gyges era pastor del rey de Lidia. Después de una tormenta seguida de violentas sacudidas, la tierra se hendió en el preciso lugar en que Gyges apacentaba sus rebaños. Atónito de pasmo ante semejante cosa, Gyges bajó por aquella abertura, y vio, entre otras muchas cosas sorprendentes que se cuentan, un caballo de bronce, en cuyos flancos se abrían unas puertecillas, y que como Gyges introdujese por ellas la cabeza, para ver qué había dentro del caballo, vio un cadáver de estatura superior a la humana.

El cadáver estaba desnudo, sin más que un anillo de oro en uno de sus dedos. Gyges se apoderó del anillo, y se retiró de allí.

Habiéndose reunido luego los pastores como tenían por costumbre a fines de cada mes, para dar cuenta al rey del estado de sus rebaños, acudió Gyges a esa asamblea, llevando su anillo en el dedo, y se sentó entre los pastores.

Ocurrió que, como casualmente diese vuelta a la piedra de la sortija hacia la palma de la mano, inmediatamente se hizo invisible para sus compañeros, de suerte que éstos hablaban de él como si estuviera ausente. Asombrado ante aquel prodigio, volvió a poner hacia la parte de afuera a la piedra de la sortija, y tornó a ser visible.

Habiendo observado esta virtud del anillo, quiso asegurarse de ella por medio de diversas experiencias, y comprobó reiteradamente que se tornaba invisible cada vez que volvía la piedra hacia dentro, y visible cuando la volvía hacia fuera. Seguro ya del caso, se hizo incluir entre los pastores que habían de ir a dar cuenta al rey. Llega al palacio, corroompe a la reina y, con ayuda de ella, se deshace del rey y se apodera del trono................................................................................................................................................................................................

Nº 182 “LA ESCRITURA” Jorge RicciDe MEMORIAS DE UNA PEQUEÑA CIUDAD, Argentina, Edics. de la Cortada, 1993 “LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

Todo lo he escrito: que hace cuatro siglos esto era un desierto, que el abuelo llegó en los barcos polizontes, que papá quedó abrazado a sus amigos en las fotografías, que yo deambulaba triste y solitario por los textos y que hoy esto también es un desierto.

Sin embargo, escriba lo que escriba, no hay trama ni suspenso. Se trata de una escritura indecisa y provinciana que traza historias inciertas. Se trata de nada. De algo que no sabe ser cuento y navega entre la prosa y la poesía.

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Entonces, cuando el lector se sitúa frente a estos riachos de palabras confusas, comprende que el río que va al mar está lejos de esta geografía, como también están lejos las grandes pasiones de la otra literatura.

Y otra vez debo aceptar que soy la vana expresión y la vana memoria de una suerte pequeña, distante, sudamericana.

Porque tan sólo mucho más al Norte, donde los misiles y los nóbeles, pasa el mundo y todo lo demás................................................................................................................................................................................................Nº 183 “SANSÓN Y LOS FILISTEOS ” Augusto MonterrosoDe LA OVEJA NEGRA Y DEMÁS FÁBULAS, España, Ed. Anagrama, 1991 “LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

Hubo una vez un animal que quiso discutir con Sansón a las patadas. No se imaginan cómo le fue. Pero ya ven cómo le fue después a Sansón con Dalila aliada a los filisteos.

Si quieres triunfar contra Sansón, únete a los filisteos. Si quieres triunfar sobre Dalila, únete a los filisteos. Únete siempre a los filisteos.

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........Nº 184 “CABALLO IMAGINANDO A DIOS” Augusto MonterosoDe LA OVEJA NEGRA Y DEMÁS FÁBULAS, España, Ed. Anagrama, 1991 “LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

A pesar de lo que digan, la idea de un cielo habitado por Caballos y presidido por un Dios con figura equina repugna al buen gusto y a la lógica más elemental, razonaba los otros días el Caballo.

Todo el mundo sabe - continuaba en su razonamiento - que si los Caballos fuéramos capaces de imaginar a Dios lo imaginaríamos en forma de Jinete................................................................................................................................................................................................Nº 185 “LA TORTUGA Y AQUILES” Augusto MonterosoDe LA OVEJA NEGRA Y DEMÁS FÁBULAS, España, Ed. Anagrama, 1991 “LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

Por fin, según el cable, la semana pasada la Tortuga llegó a la meta. En rueda de prensa declaró modestamente que siempre temió perder, pues su contrincante le pisó todo el tiempo los talones.

En efecto, una diezmiltrillonésima de segundo después, como una flecha y maldiciendo a Zenón de Elea, llegó Aquiles................................................................................................................................................................................................Nº 186 “PAGO POR ADELANTADO” AnónimoDe CUENTOS DE AFANTI, Beijing, China, Edics. en Lenguas Extranjeras, 1982. “LA MAGA” Nº 7, 1995, Edición Extra: 100 relatos extraordinarios

Un día, Afanti caminaba por una de las calles de su aldea. De repente se tropezó con una piedra y cayó al suelo. Muy enfadado, Afanti insultó a la piedra:

- ¡Te maldigo mil veces!Precisamente en ese momento pasó un maestro que enseñaba el Corán. Al oír las palabras de Afanti, creyó

que iban dirigidas contra él.Indignado, llevó el caso ante el Consejo del muftí.Sin investigar lo ocurrido, el muftí impuso a Afanti una multa de medio lingote de plata.El acusado sacó de su bolsillo un lingote de plata y lo colocó sobre la mesa. Luego manifestó al juez:- Si Su Excelencia considera que medio lingote de plata es el precio de mil maldiciones, le ruego que

conserve el medio lingote restante, junto con igual número de maldiciones................................................................................................................................................................................................Nº 187 “LA VOZ DETRÁS DE LA VOZ” Guillermo Cabrera InfanteGuillermo CabreraInfante, EXORCISMOS DE ESTI(L)O, Barcelona, Seix Barral, 1976

¿Quién escribe?¿Quién habla en un poema? ¿Quién narra en una novela? ¿Quién es ese yo de las autobiografías? ¿Quién

cuenta un cuento? ¿Quiénes conversan en esa imaginada pieza de sólo tres paredes? ¿Qué voz, activa o pasiva, habla, narra,cuenta, charla, instruye - se deja ver escrita? ¿Quién es ese ventrílocuo oculto que habla en este mismo momento por mi boca- o más bien por mis dedos? La pluma, por supuesto, a primera vista o de primera mano anoche. O la máquina de escribir ahora en la mañana. Una segunda mirada sonora, escuchar otra vez ese silencio nos revelará - a mí en este instante; a ti, lector, enseguida - que esa voz inaudita, ese escribano invisible es el lenguaje.

Pero la última duda es también la primera - ¿de qué voz original es el lenguaje del eco?...............................................................................................................................................................................................

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Nº 188 “EL CRUCE DE LOS NECIOS” Cuento sufí anónimoCierta vez, diez hombres necios, caminantes, se dispusieron a cruzar un caudaloso río. Estaban obligados a

hacerlo a nado. Y se lanzaron a cumplir con ese menester. Cuando los peregrinos llegaron a la otra orilla, decidieron contarse para ver si faltaba alguno. Uno de ellos comenzó con la cuenta. Y tal cuenta dio nueve, porque él no se contaba a sí mismo. Entonces, el segundo repitió el cálculo. Pero como tampoco se contó a sí mismo, volvió a contabilizar nueve. Y así hasta que el último necio repitió la operación. Siempre eran nueve porque el contante no se contaba. Por tanto faltaba uno de los diez peregrinos. Entonces se pusieron a llorar desconsolados. Lo imposible de determinar era cuál de los caminantes faltaba.

Cuando estaban llorando, pasó un mago. Y les preguntó la razón de tanta congoja. Le dijeron que al salir eran diez y ahora, por más que contaban, eran nueve. Y el mago se dedicó a contarlos. Como el mago tampoco se contabilizó marcó que los peregrinos eran diez. Entonces los peregrinos volvieron a llorar, pero esta vez de alegría. Y su duda, la duda de los necios, fue si el mago era tan mago que hizo aparecer al décimo caminante o si simplemente éste se había retrasado y acababa de salir del río................................................................................................................................................................................................Nº 189 “CERO EN GEOMETRÍA” Frederik Brown

Henry miró el reloj. Dos de la madrugada. Cerró el libro con desesperación. Seguramente que mañana sería reprobado. Cuanto más quería hundirse en la geometría, menos la entendía. ¿Un milagro?.¿Y por qué no? Siempre se había interesado en la magia. Tenía libros. Había encontrado instrucciones sencillísimas para llamar a los demonios y someterlos a su voluntad. Nunca había hecho la prueba. Era el momento: ahora o nunca.

Sacó del estante el mejor libro sobre magia negra. Era fácil. Algunas fórmulas. Ponerse al abrigo en un pentágono. El demonio llega. No puede hacer nada contra uno, y se obtiene lo que se quiera. Probemos.

Movió los muebles hacia la pared, dejando el suelo limpio. Después dibujó sobre el piso el pentágono protector. Y después pronunció las palabras cabalísticas. El demonio era horrible de verdad, pero Henry hizo acopio de valor y se dispuso a dictar su voluntad.

- Siempre he tenido cero en geometría - empezó.- A quién se lo dices...- contestó el demonio con burla.Y, para devorar a Henry, saltó las líneas del exágono que Henry había dibujado.

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........Nº 190 “TODO LO CONTRARIO” Mario BenedettiMario Benedetti, POEMAS Y CUENTOS BREVES, Página/12, 1993

- Veamos – dijo el profesor -. ¿Alguno de ustedes sabe qué es lo contrario de IN?- OUT – respondió prestamente un alumno.- No es obligatorio pensar en inglés. En español, lo contrario de IN (como prefijo privativo, claro) suele ser

la misma palabra, pero sin esa sílaba.- Sí, ya sé: insensato y sensato, indócil y dócil, ¿no?- Parcialmente correcto. No olvide, muchacho, que lo contrario de invierno no es el vierno sino el verano.- No se burle, profesor.- Vamos a ver. ¿Sería capaz de formar una frase más o menos coherente, con palabras que, si son

despojadas del prefijo IN, no confirman la ortodoxia gramatical?- Probaré, profesor: “Aquel dividuo memorizó sus cógnitas, se sintió dulgente pero dómito, hizo ventario de las

famias con que tanto lo habían cordiado, y aunque se resignó a mantenerse cólume, así y todo en las noches padecía de somnio, ya que le preocupaban la flación y su cremento.”

- Sulso pero pecable – admitió sin euforia el profesor................................................................................................................................................................................................Nº 191 “LINGÜISTAS” Mario BenedettiMario Benedetti, POEMAS Y CUENTOS BREVES, Página/12, 1993

Tras la cerrada ovación que puso término a la sesión plenaria del congreso Internacional de Lingüística y Afines, la hermosa taquígrafa recogió sus lápices y papeles y se dirigió hacia la salida abriéndose paso entre un centenar de lingüistas, filósofos, semiólogos, críticos estructuralistas y desconstruccionistas, todos los cuales siguieron su garboso desplazamiento con una admiración rayana en la glosemática.

De pronto las diversas acuñaciones cerebrales adquirieron vigencia fónica:

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- ¡Qué sintagma!- ¡Qué polisemia!- ¡Qué significante!- ¡Qué diacronía!- ¡Qué exemplar ceterorum!- ¡Qué Zungenspitze!- ¡Qué morfema!La hermosa taquígrafa desfiló impertérrita y adusta entre aquella selva de fonemas.Sólo se la vio sonreír, halagada y tal vez vulnerable, cuando el joven ordenanza, antes de abrirle la puerta,

murmuró casi en su oído: “Cosita linda.”...............................................................................................................................................................................................Nº 192 “SU AMOR NO ERA SENCILLO ” Mario BenedettiMario Benedetti, POEMAS Y CUENTOS BREVES, Página/12, 1993

Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, ágorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales................................................................................................................................................................................................

Nº 193 “SALVO EXCEPCIONES” Mario BenedettiMario Benedetti, POEMAS Y CUENTOS BREVES, Página/12, 1993

En la sala repleta circuló un aire helado cuando don Luciano, con todo el peso de su prestigio y de su insobornable capacidad de juicio, al promediar su conferencia tomó aliento para decir: “Como siempre, quiero ser franco con ustedes. En este país, y salvo excepcioens, mi profesión está en manos de oportunidas, de frívolos, de ineptos, de venales.”

A la mañana siguiente, su secretaria le telefoneó a las ocho: “Don Luciano, lamento levantarlo tan temprano, pero aaban de avisarme que, frente a su casa, hay como quinientas personas esperándolo.” “¿Ah, sí?”, dijo el profesor, de buen ánimo. “¿Y qué quieren?” “Según dicen, se proponen expresarle su saludo y su admiración.” “Pero ¿quiénes son?” “No lo sé con certeza, don Luciano. Ellos dicen que son las excepciones.”...............................................................................................................................................................................................Nº 194 “LA CULTURA DEL TERROR/1” Eduardo GaleanoEduardo Galeano, MUJERES, Página/12, 1993

A Ramona Caraballo la regalaron no bien supocaminar.Allá por 1950, siendo una niña todavía, ella estaba de esclavita en una casa de Montevideo. hacía todo, a

cambio de nada.Un día llegó la abuela, a visitarla. Ramona no la conocía, o no la recordaba. la abuela llegó desde el campo,

muy apurada porque tenía que volverse en seguida al pueblo. Entró, pegó tremenda paliza a su nieta y se fue.Ramona se quedó llorando y sangrando.La abuela le había dicho, mientras alzaba el rebenque:- No te pego por lo que hiciste. Te pego por lo que vas a hacer.

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........Nº 195 “LA CULTURA DEL TERROR/2” Eduardo GaleanoEduardo Galeano, MUJERES, Página/12, 1993

Pedro Algorta, abogado, me mostró el gordo expediente del asesinato de dos mujeres. El doble crimen había sido a cuchillo, a fines de 1982, en un suburbio de Montevideo.

La acusada, Alma Di Agosto, había confesado. Llevaba presa más de un año; y parecía condenada a pudrirse de por vida en la cárcel.

Según es costumbre, los policías la habían violado y la habían torturado. Al cabo de un mes de continuas palizas, le habían arrancado varias confesiones. Las confesiones de Alma Di Agosto no se parecían mucho entre sí, como si ella hubiera cometido el mismo asesinato de muy diversas maneras. En cada confesión había personajes diferentes, pintorescos fantasmas sin nombre ni domicilio, porque la picana eléctrica convierte a cualquiera en fecundo novelista; y en todos los casos la autora demostraba tener la agilidad de una atleta olímpica, los músculos de una fuerzuda de feria y la destreza de una matadora profesional. Pero lo que más sorprendía era el lujo de detalles: en cada confesión, la acusada describía con precisión milimétrica ropas, gestos, escenarios, situaciones, objetos...

Alma Di Agosto era ciega.

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Sus vecinos, que la conocían y la querían, estaban convencidos de que ella era culpable:- ¿Por qué? – preguntó el abogado.- Porque lo dicen los diarios.- Pero los diarios mienten – dijo el abogado.- Es que también lo dice la radio – explicaron los vecinos-. ¡Y la tele!

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........Nº 196 “1816, TARABUCO: JUANA AZURDUY” Eduardo GaleanoEduardo Galeano, MUJERES, Página/12, 1993

Instruida en catecismos, nacida para monja de convento en Chuquisaca, es teniente coronel de los ejércitos guerrilleros de la independencia. De sus cuatro hijos sólo vive el que fue parido en plena batalla, entre truenos de caballos y cañones; y la cabeza del marido está clavada en lo alto de una pica española.

Juana cabalga en las montañas, al frente de los hombres. Su chal celeste flamea a los vientos. Un puño estruja las riendas y el otro parte cuellos con la espada.

Todo lo que come se convierte en valentía. Los indios no la llaman Juana. La llaman Pachamama, la llaman Tierra................................................................................................................................................................................................Nº 197 “1935, BUENOS AIRES: EVITA” Eduardo GaleanoEduardo Galeano, MUJERES, Página/12, 1993

Parece una flaquita del montón, paliducha, desteñida, ni fea ni linda, que usa ropa de segunda mano y repite sin chistar las rutinas de la pobreza. Como todas vive prendida a los novelones de la radio, los domingos va al cine y sueña con ser Norma Shearer y todas las tardecitas, en la estación del pueblo, mira pasar el tren hacia Buenos Aires. Pero Eva Duarte está harta. Ha cumplido quince años y está harta: trepa al tren y se larga.

Esta chiquilina no tiene nada. No tiene padre ni dinero; no es dueña de ninguna cosa. Ni siquiera tiene una memoria que la ayude. Desde que nació en el pueblo de Los Toldos, hija de madre soltera, fue condenada a la humillación, y ahora es una nadie entre los miles de nadies que los trenes vuelcan cada día sobre Buenos Aires, multitud de provincianos de pelo chuzo y piel morena, obreros y sirvientas que entran en la boca de la ciudad y son por ella devorados: durante la semana Buenos Aires los mastica y los domingos escupe los pedazos.

A los pies de la gran mole arrogante, altas cumbres de cemento, Evita se paraliza. El pánico no la deja hacer otra cosa que estrujarse las manos, rojas de frío y llorar. Después se traga las lágrimas, aprieta los dientes, agarra fuerte la valija de cartón y se hunde en la ciudad................................................................................................................................................................................................

Nº 198 “1935, BUENOS AIRES: ALFONSINA” Eduardo GaleanoEduardo Galeano, MUJERES, Página/12, 1993

A la mujer que piensa se le secan los ovarios. Nace la mujer para producir leche y lágrimas, no ideas; y no para vivir la vida sino para espiarla desde las ventanas a medio cerrar. Mil veces se lo han explicado y Alfonsina Storni nunca lo creyó. Sus versos más difundidos protestan contra el macho enjaulador.

Cuando hace años llegó a Buenos Aires desde provincias, Alfonsina traía unos viejos zapatos de tacones torcidos y en el vientre un hijo sin padre legal. En esta ciudad trabajó en lo que hubiera; y robaba formularios del telégrafo para escribir sus tristezas. Mientras pulía las palabras, verso a verso, noche a noche, cruzaba los dedos y besaba las barajas que anunciaban viajes y herencias y amores.

El tiempo ha pasado, casi un cuarto de siglo; y nada le regaló la suerte. Pero peleando a brazo partido Alfonsina ha sido capaz de abrirse paso en el masculino mundo. Su cara de ratona traviesa nunca falta en las fotos qu congregan a los escritores argentinos más ilustres.

Este año, en el verano, supo que tenía cáncer. Desde entonces escribe poemas que hablan del abrazo de la mar y de la casa que la espera allá en el fondo, en la avenida de las madréporas................................................................................................................................................................................................Nº 199 “VENTANA SOBRE LA PALABRA/1” Eduardo GaleanoEduardo Galeano, MUJERES, Página/12, 1993

La A tiene las piernas abiertas.La M es un subibaja que va y viene entre el cielo y el infierno.La O, círculo cerrado, te asfixia.La R está notoriamente embarazada.- Todas las letras de la palabra AMOR son peligrosas – comprueba Romy Díaz-Perera.Cuando las palabras salen de la boca, ella las ve dibujadas en el aire.

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........Nº 200 “VENTANA SOBRE LA PALABRA/2” Eduardo GaleanoEduardo Galeano, MUJERES, Página/12, 1993

Magda lemonnier reorta palabras de los diarios, palabras de todos los tamaños, y las guarda en cajas. En cajas rojas guarda las palabras furiosas. En caja verde, las palabras amantes. En caja azul, las neutrales. En caja amarilla, las tristes. Y en caja transparente guarda las palabras que tienen magia.

A veces, ella abre las cajas ylas pone boca abajo sobre la mesa, para que las palabras se mezclen como quieran. Entonces, las palabras le cuentan lo que ocurre y le anuncian lo que ocurrirá................................................................................................................................................................................................

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